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Tratamiento
El tratamiento de la acalasia se centra en relajar o forzar la abertura del esfínter
esofágico inferior para que los alimentos y los líquidos puedan desplazarse con mayor
facilidad a través del tubo digestivo. El tratamiento específico depende de tu edad y la
gravedad del trastorno.
Tratamiento no quirúrgico
Las opciones no quirúrgicas son las siguientes:
Dilatación neumática. Se inserta un balón en el esfínter esofágico y se infla para
agrandar la abertura. Este procedimiento ambulatorio tal vez tenga que repetirse
si el esfínter esofágico no se mantiene abierto. Cerca de un tercio de las personas
tratadas mediante dilatación con balón deben repetir el tratamiento dentro de los
6 años.
Bótox (toxina botulínica tipo A). Este relajante muscular se puede inyectar
directamente en el esfínter esofágico con un endoscopio. Tal vez, se tengan que
repetir las inyecciones. La repetición de las inyecciones puede llegar a dificultar
una futura cirugía, si fuera necesaria. Por lo general, el bótox solo se recomienda
a quienes no son buenos candidatos para la dilatación neumática o la cirugía
debido a la edad o la salud general.
Medicamentos. El médico te puede sugerir que tomes relajantes musculares,
como nitroglicerina (Nitrostat) o nifedipino (Procardia), antes de comer. Estos
medicamentos tienen un efecto de tratamiento limitado y efectos secundarios
graves. Por lo general, se tienen en cuenta los medicamentos solo si no eres un
candidato para la dilatación neumática o la cirugía y si el bótox no dio
resultados.
Cirugía
Se puede recomendar cirugía para las personas más jóvenes porque el tratamiento no
quirúrgico suele ser menos efectivo para este grupo. Las opciones quirúrgicas son las
siguientes:
Miotomía de Heller. El cirujano corta el músculo en el extremo inferior del
esfínter esofágico para permitir que los alimentos pasen con mayor facilidad al
estómago. Este procedimiento se puede realizar de un modo no invasivo
(miotomía de Heller laparoscópica). Las personas que se hacen la miotomía de
Heller, con el tiempo, pueden tener enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Fundoplicatura. El cirujano envuelve la parte superior del estómago alrededor
del esfínter esofágico inferior para tensar el músculo y prevenir el reflujo ácido.
La fundoplicatura se puede realizar al mismo tiempo que la miotomía de Heller
para evitar problemas futuros con el reflujo ácido. La fundoplicatura se suele
realizar mediante un procedimiento mínimamente invasivo (laparoscópico).
DISPEPSIA
La dispepsia es un motivo de consulta común, tanto en la consulta de medicina de
familia como en la atención especializada. Su elevada frecuencia conlleva un consumo
considerable de recursos sanitarios y tiene un impacto importante sobre la calidad de
vida y la productividad laboral. Los síntomas dispépticos ocasionales se presentan a
menudo en individuos sanos y la mayoría de las veces carecen de significado
patológico. Definir qué síntomas dispépticos son banales y cuáles merecen evaluación y
tratamiento no siempre es fácil.
Generalmente, es el propio paciente el que decide qué síntomas dispépticos son lo
suficientemente molestos como para consultar al médico.
Roma III: criterios diagnósticos para la dispepsia funcional.
Prevalencia
La prevalencia de dispepsia funcional es difícil de determinar. Una revisión sistemática,
con solo dos estudios que proporcionan información suficiente, estima la prevalencia de
dispepsia funcional entre un 11% y un 14%. Diversas revisiones no sistemáticas sobre la
dispepsia, sitúan a la dispepsia funcional como la causa más común (60%).
Edad
La prevalencia de dispepsia reciente (la que ocurre en los 3-6 meses anteriores a la
consulta) va disminuyendo con la edad. Sin embargo, el número de dispépticos que
acuden a la consulta aumenta con ésta.
Dieta y hábito alimentario
Parece ser que determinadas dietas pobres en fibra y ricas en féculas y especias,
acompañadas de una mala masticación, ingesta apresurada y con desorden en los
horarios, influyen en la aparición de los síntomas de la dispepsia.
Personalidad psiquiátrica
Las personas hipocondríacas y las personalidades con una visión y reacción muy
negativas frente a los problemas cotidianos están más predispuestas a presentar
dispepsia.
Estrés, respuesta afectiva
Como otros sistemas orgánicos, o posiblemente más, el tubo digestivo se ve afectado
por las variaciones del estado psíquico. La ansiedad, el miedo, el resentimiento, la
hostilidad, la agresividad, la depresión o la desesperanza, muchas veces producidos por
problemas familiares, económicos o sociales, pueden causar diversas alteraciones
motoras, del flujo sanguíneo o secretoras en el aparato digestivo que se acompañan de
diferentes manifestaciones dispépticas.
Agentes tóxicos
El tabaquismo, el alcohol y el consumo de ciertos medicamentos, particularmente los
AINE (antiinflamatorios no esteroides), se han implicado en la aparición de síntomas
dispépticos, si bien no se ha demostrado fehacientemente que sean factores
predisponentes de dispepsia.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de sospecha se basa en la existencia de manifestaciones compatibles con
"dispepsia", en pacientes que además ni tengan síntomas o signos de alarma, ni aquejen
enfermedades del resto del organismo (extradigestivas). Para estar seguros de que se
trata de una dispepsia funcional, debemos excluir que los síntomas se deban a hábitos
tóxicos (alcoholismo, tabaquismo) o a toma crónica de fármacos posiblemente
responsables (singularmente aspirina o antiinflamatorios no esteroideos, pero también
broncodilatadores, antibióticos, antihipertensivos, medicamentos para el colesterol,
hormonas, sales de calcio o de hierro).
El diagnóstico de confirmación de "dispepsia funcional" se consigue comprobando que
los análisis son normales y también las exploraciones complementarias digestivas
adecuadas. El médico considerará la necesidad de endoscopia oral según las
circunstancias particulares de cada enfermo:
-Si se trata de pacientes a los que nunca se les ha hecho una endoscopia oral, se debe
hacer esta si hay síntomas o signos de alarma, o en personas de más de 50 años o para
aliviar temores o preocupación del enfermo (ya que el tener una endoscopia normal
tranquiliza mucho y ayuda a la recuperación).
-En el caso de pacientes que ya tengan endoscopia previa, esta se repetirá si aparecen
síntomas o signos de alarma o si hay empeoramiento de los síntomas o ausencia de
mejoría sintomática.
Una vez que a un paciente se le diagnostica una dispepsia funcional, es interesante saber
que esto se confirma por la evolución clínica en el 95% de los casos. Estos pueden ser
controlados y tratados por su médico sin necesidad de más investigaciones. Sólo deben
revisarse los pacientes que presenten cambios en los síntomas o aparición de síntomas o
signos de alarma.
ANEXOS