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Escuela de Microbiología y Parasitología

INFORME 8: EFECTO DE LA TEMPERATURA SOBRE EL


CRECIMIENTO MICROBIANO
CURSO: FISIOLOGIA MICROBIANA
PROFESORES: Susana Gutiérrez, Fernando Merino
HORARIO: Miércoles y viernes 2:00-4:00 pm
ALUMNO: Vásquez Cruzado, Fabrizio Marcelo 16100052
CORREO: fabrimar2009@hotmail.com

2018

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I. INTRODUCCION
El crecimiento de los microorganismos se encuentra influenciado por muchos
factores, entre ellas las mas importantes son la temperatura y la aireación. Con
respecto a la temperatura, esta ejercerá efectos sobre todo al metabolismo de
los organismos vivos. A medida que se eleva la temperatura, las reacciones
químicas y enzimáticas son más rápidas debido a que la alta temperatura
produce un aumento de la energía cinética, haciendo que el movimiento de las
moléculas aumente, igualmente con la probabilidad de que una enzima y un
sustrato choquen y así llevar a la reacción hacia una orientación correcta. Sin
embargo, algunas proteínas pueden sufrir daños y perder funcionalidad. Por lo
tanto, el incremento de la temperatura supone un incremento del crecimiento
hasta el punto en se tienen lugar irregularidades metabólicas. De esta manera
para cada microorganismo podemos asignar márgenes de temperaturas. Estos
márgenes vienen delimitados por la temperatura máxima de crecimientos a
partir de la cual no pueden vivir e incluso mueren, la temperatura mínima por
debajo de la cual no pueden crecer, aunque generalmente no llegan a morir, y la
temperatura optima a la cual ofrecen el mejor crecimiento. Estas 3 temperaturas
son características de cada organismo y podemos encontrar una gran
variabilidad, desde organismo cuya temperatura optima son los 4°C hasta los que
crecen óptimamente a los 106°C. según las temperaturas optimas de los
microrganismos, se les puede clasificar en:
o Psicrofilos: cuya temperatura optimas son bajas (Polaromonas
vacuolata, 4°C)
o Mesófilos: con temperaturas optimas moderadas (E. coli, 39°C)
o Termofilos con altas temperaturas optimas (Bacillus stearothermophilus,
88°C)
o Hiperteermofilos: con temperaturas optimas muy elevadas (Pyrolobus
fumarii, 106°C)
En la siguiente práctica, se observará el efecto de la temperatura en el
crecimiento de 2 distintas cepas: P. aeruginosa y Bacillus sp. registrando a que
temperaturas tienen su crecimiento optimo, y a cuál su crecimiento es mínimo o
nulo.

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II. RESULTADOS:
Se midió la densidad óptica de los cultivos de ambas bacterias a distintos rangos
de temperatura:

Mesa 1 (5°C)
Tiempo Pseudomonas Bacillus
0 0.018 0.218
1 0.35 0.3

Mesa 2 (20°C)
Tiempo Pseudomonas Bacillus
0 0.018 0.212
1 0.608 1.776

Mesa 3 (37°C)
Tiempo Pseudomonas Bacillus
0 0.04 0.194
1 1.128 1.464

Mesa 4 (50°C)
Tiempo Pseudomonas Bacillus
0 0.048 0.194
1 0.484 0.44

Mesa 5 (60°C)
Tiempo Pseudomonas Bacillus
0 0.04 0.194
1 0.224 0.48

3
Pseudomonas

1.2

0.8
M1- 5ºC
Densidad optica

M2 - 20ºC
0.6
M3- 37ºC
M4 - 50ºC
0.4 M5 - 60ºC

0.2

0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2
tiempo

Bacillus
2

1.8

1.6

1.4
densidad optica

1.2
M1- 5ºC
1 M2 - 20ºC
M3- 37ºC
0.8
M4 - 50ºC
0.6
M5 - 60ºC
0.4

0.2

0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2
tiempo

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III. DISCUSION DE RESULTADOS
En el cultivo de P. aeruginosa, se observa que el crecimiento máximo se registró
a la temperatura de 37°C. P. aeruginosa se caracteriza por ser una bacteria
psicrotofica, lo que quiere decir que crece a bajas temperaturas. Esto se
evidencia en la gráfica ya que se observa crecimiento a temperaturas de 5°C. Una
característica que le permite adaptarse a esta temperatura es el incremento de
lípidos insaturados en la membrana celular, esto sucede cuando la bacteria es
cultivada a temperaturas por debajo de la óptima (Gill y Suisted, 1978) esto para
mantener la homeoviscosidad de la membrana y así sea más fluida a estas
temperaturas. Además, pudieron haber participado otros mecanismos de
termorregulación, como una respuesta de shock térmico tanto para altas
temperaturas (Neidhardt y VanBogelen, 1987) como para bajas temperaturas.
(Goldstein et al, 1990), los cuales proporcionarían protección hacia las proteínas
que pudieran ser inhibidas por los cambios bruscos de temperatura, mediante el
uso de proteínas de shock térmico. Estas características le habrían permitido
crecer a la bacteria a atas y bajas temperaturas en los medios de cultivo.
En el cultivo de Bacillus sp. se observa que la temperatura optima de crecimiento
se dio a los 20°C. la temperatura máxima fue de 37°C y la mínima fue de 5°C. al
igual que en P. aeruginosa, se han observado en varias especies de Bacillus la
termo adaptación de incrementar los lípidos insaturados en la membrana
citoplasmática cuando estos se enfrentan a temperaturas por debajo de la
óptima (McElhaney y Sousa, 1976), por lo que esta adaptación le habría
permitido crecer en el medio a tan baja temperatura. Además de que Bacillus se
caracteriza por esporular, los factores que le permiten a las esporas resistir tan
altas temperaturas son la deshidratación del protoplasto, mineralización y otras
adaptaciones térmicas (Beaman y Gerhardt, 1986). Debido a estos factores, la
bacteria pudo crecer a las temperaturas de 50 y 60°C, pero fue mínimo.

IV. CONCLUSIONES
- Las bacterias tienen distintos métodos de adaptación al momento de
enfrentarse a cambios de temperaturas por encima o debajo de la óptima
para su crecimiento.
- Estas adaptaciones varían, desde aumentar la fluidez de la membrana
plasmática al encontrarse en temperaturas bajas, hasta la esporulación y la
activación de factores de shock térmico para que las actividades enzimáticas
no se vean afectadas.

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V. CUESTIONARIO
1. Por qué la temperatura tiene un efecto directo hacia el metabolismo de todo
ser vivo. Esto debido a que esta no es más que energía transferida en forma
de movimiento a nivel molecular al interior de la célula. Conforme aumenta
la temperatura en donde un organismo vive, también lo hace su metabolismo,
y viceversa.

VI. BIBLIOGRAFIA
- Gill, C. O., and J. R. Suisted. 1978. The effects of temperature and growth
rate on the proportion of unsaturated fatty acids in bacterial lipids. J. Gen.
Microbiol. 104:31-36.
- Neidhardt, F. C., and R. A. VanBogelen. 1987. Heat shock response, p. 1334-
1345. In F. C. Neidhardt, J. L. Ingraham, K. B. Low, B. Magasanik, M.
Schaechter, and H. E. Umbarger (ed.), Escherichia coli and Salmonella
typhimurium: cellular and molecular biology, vol. 2. American Society for
Microbiology, Washington, D.C.
- Goldstein, J., N. S. Pollit, and M. Inouye. 1990. Major cold shock protein of
Escherichia coli. Proc. Natl. Acad. Sci. USA 87:283-287.
- McElhaney, R. N., and S. A. Sousa. 1976. The relationship between
environmental temperature, cell growth and the fluidity and physical state
of the membrane lipids in Bacillus stearothermophilus. Biochim. Biophys.
Acta 443:348-359.
- Beaman T. C., P. Gerhardt. 1986. Heat Resistance of Bacterial Spores
Correlated with Protoplast Dehydration, Mineralization, and Thermal
Adaptation. APPLIED AND ENVIRONMENTAL MICROBIOLOGY, Dec. 1986, p.
1242-1246

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