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Desarrollo Psicológico del Niño de 0 a 6 años

Tema III: Los Inicios del Desarrollo. Desarrollo prenatal.

1. La Fecundación Humana:

La fecundación es la unión del óvulo y el espermatozoide para que se pueda producir un embarazo. En
la especie humana, la fecundación es interna, es decir, tiene lugar en el interior del cuerpo de la mujer,
en concreto en las trompas de Falopio. Ésta es la denominada fecundación natural o in vivo.

La fecundación es la fusión de los gametos masculino y femenino, es decir, el espermatozoide y el


óvulo, de manera que se restablece la dotación cromosómica normal del ser humano (46 cromosomas).

Para que pueda ocurrir el fenómeno de la fecundación, el hombre debe eyacular en el interior de la
vagina de la mujer. En este momento, los espermatozoides podrán ascender por el tracto genital
femenino y llegar hasta las trompas de Falopio, lugar donde se encontrarán con el óvulo.

Etapas de la fecundación natural

Aunque el proceso de unión entre óvulo y espermatozoides pueda parecer muy sencillo, lo cierto es que
deben darse varios mecanismos y cambios en ambos gametos para que pueda ocurrir la fecundación.

A continuación te explicamos paso a paso las distintas etapas de la fecundación en el ser humano:

Penetración de la corona radiada

El proceso de fecundación se inicia con la penetración de los espermatozoides a través de la capa de


células que rodea el óvulo: la corona radiada.

Los espermatozoides consiguen atravesar esta capa gracias a la liberación de la enzima hialuronidasa y
el movimiento de su flagelo (la cola).

Una vez atraviesan esta capa, los espermatozoides se encuentran con una segunda barrera: la zona
pelúcida, la capa externa que rodea al óvulo.

Penetración de la zona pelúcida

Se necesita más de un espermatozoide para lograr degradar la zona pelúcida, aunque finalmente solo
uno de ellos podrá entrar en el óvulo.

Para poder atravesar esta segunda barrera, la cabeza del espermatozoide establece contacto con el
receptor ZP3 de la zona pelúcida del óvulo. Esto desencadena la reacción acrosómica, que consiste en la
liberación de enzimas hidrolíticas denominadas espermiolisinas. Dichas enzimas disuelven la zona
pelúcida para permitir el paso del espermatozoide.

Asimismo, la reacción acrosómica provoca una serie de cambios en el espermatozoide que permiten su
capacitación final para poder penetrar en el interior del óvulo fundiendo sus membranas.
Fusión de membranas

Cuando el espermatozoide entra en contacto con la membrana plasmática del óvulo, se desencadenan 3
procesos distintos en el gameto femenino:

 La formación del cono de fecundación

 La despolarización instantánea de su membrana

 La liberación de gránulos corticales al espacio perivitelino

La formación del cono de fecundación permite la fusión de la membrana del óvulo con la del
espermatozoide para que la cabeza del espermatozoide pueda entrar. A su vez, gracias a la
despolarización de la membrana del óvulo y a la liberación de gránulos corticales, se evita la entrada
de otro espermatozoide.

Fusión de núcleos y formación del cigoto

Con la entrada del espermatozoide, el óvulo se activa para terminar la meiosis, proceso que permite la
reducción del número de cromosomas. Así, se libera el segundo corpúsculo polar y los cromosomas se
colocan formando una estructura denominada pronúcleo femenino.

La fecundación de gemelos y mellizos

Al contrario de lo que indica la creencia popular, los gemelos no surgen de la fecundación de un óvulo
por dos espermatozoides. Como ya hemos indicado, el óvulo tiene un mecanismo para evitar la
fecundación doble y múltiple, ya que los embriones resultantes no serían viables.

Para que puedan originarse gemelos, la fecundación es idéntica a la que da lugar a un único bebé: un
espermatozoide penetra en el interior del óvulo. La diferencia reside en las divisiones celulares que
ocurren a continuación. En este caso, por causas aún desconocidas, el embrión se divide en dos y se
originarán dos bebés idénticos genéticamente, lo que implica que serán del mismo sexo.

¿Qué ocurre después de la fecundación?

El óvulo fecundado constituye una nueva célula denominada cigoto, que empieza a descender por la
trompa de Falopio hacia el útero. Durante ese trayecto, el cigoto se divide para dar lugar al embrión de
dos células. El término cigoto solamente se utiliza para definir el primer estadio embrionario de una
única célula.

A medida que avanza por la trompa, el embrión seguirá dividiéndose para permitir la formación del
blastocisto, estructura con muchas células que empiezan a diferenciarse y que tiene la capacidad para
implantarse en el útero y dar lugar al embarazo.

2. Fases del Desarrollo Prenatal

Durante los nueve meses que dura normalmente el embarazo, el óvulo fecundado se desarrolla siguiendo
una serie de fases: la preembrionaria, la embrionaria y la fetal.
El concepto de “desarrollo prenatal” o “intrauterino” se utiliza para hacer referencia estas tres etapas en
su conjunto, si bien el paso de una a otra es progresivo y la distinción es de tipo práctico.

1. Periodo preembrionario

La fase preembrionaria del desarrollo intrauterino, que en ocasiones también es denominada “fase
germinal”, es la más breve de las tres: se prolonga desde la fecundación hasta la segunda semana. Dado
que el embarazo no suele detectarse hasta después de un mes aproximadamente, la mujer aún no es
consciente de la fecundación.

En este periodo de tiempo el óvulo fecundado (conocido como cigoto) desciende por la trompa de
falopio hasta llegar al útero, donde se implanta aproximadamente entre el octavo y el décimo día de
gestación. Cuando esto sucede empieza a desarrollarse la placenta.

Durante este proceso el cigoto se autorreplica repetidamente. Esta división da lugar primero a la mórula
y más adelante a la blástula, nombres que se otorgan al conjunto de células que darán lugar al embrión
en función de su grado de desarrollo.

Durante la primera semana el futuro embrión no crece porque se encuentra contenido dentro de la zona
pelúcida, una capa de glicoproteínas. Posteriormente, ya implantado en el útero, empezará a
desarrollarse rápidamente a partir de un proceso de diferenciación celular.

La presencia de agentes nocivos externos (teratógenos), como infecciones, enfermedades de la madre o


determinadas sustancias, puede provocar abortos espontáneos o bien no afectar en absoluto al
preembrión si se da durante esta fase del desarrollo prenatal.

2. Periodo embrionario

A partir de la tercera semana de gestación el embrión es conocido como gástrula. Las capas de células
de la blástula se han diferenciado hasta el punto de dar lugar a las tres estructuras a partir de las cuales
se formará el cuerpo del bebé: el ectodermo, el mesodermo y el endodermo.

A lo largo del desarrollo intrauterino el ectodermo dará lugar al sistema nervioso y a la epidermis. A
partir del mesodermo surgirán los huesos, los músculos y el sistema circulatorio. Por su parte, las células
del endodermo se diferenciarán como células de los sistemas respiratorio y digestivo.

Se considera que el periodo embrionario dura hasta las ocho semanas y media de gestación; aunque no
hay un punto concreto que distinga cuándo el embrión se convierte en un feto, poco después de los dos
meses ya es posible identificar a un futuro bebé.

Durante esta fase el embrión adquiere los rasgos físicos básicos, tanto a nivel interno como externo. Así,
la cabeza, la cara, las extremidades, los sistemas corporales y los órganos internos empiezan a
desarrollarse, y también aparecen los primeros movimientos.

El desarrollo intrauterino sigue los principios céfalo-caudal y próximo-distal; esto significa que maduran
primero las partes superiores del cuerpo, así como las más cercanas a la médula espinal. A grandes
rasgos este patrón se mantendrá en el crecimiento durante los primeros años de vida.
En el periodo embrionario el futuro bebé es muy vulnerable a los teratógenos; dado que los órganos y
sistemas fundamentales se están desarrollando, los agentes nocivos pueden provocar daños irreparables
en estos al alterar su crecimiento normal.

3. Periodo fetal

En la etapa fetal continúa y se consolida el desarrollo de las estructuras fundamentales del cuerpo, que
ya estaban presentes al final del periodo embrionario. Se trata del estadio más largo del desarrollo
intrauterino, abarcando desde la novena semana hasta el momento del parto.

El sexo biológico se manifiesta durante el periodo fetal a través de la diferenciación progresiva de los
órganos sexuales. No obstante está determinado desde la fecundación, ya que depende de si el
espermatozoide exitoso lleva un cromosoma X o Y; en el primer caso el bebé será una niña y en el
segundo un niño, aunque existe cierta variabilidad en este sentido.

En este periodo el organismo del feto se prepara para la supervivencia fuera del útero. Entre otros
aspectos, el sistema inmunitario se refuerza mediante la obtención de anticuerpos maternos y aparece
una capa de grasa en la piel con la función de mantener el cuerpo a una temperatura estable y adecuada.

Los efectos de los teratógenos son más leves en el periodo fetal que en el embrionario. Los tejidos del
cuerpo ya están formados, por lo que la potencial interferencia en su desarrollo es menor, si bien sigue
siendo habitual que se den retrasos en el crecimiento y defectos crónicos de gravedad variable a causa
de los teratógenos.

3. Posibles alteraciones del desarrollo prenatal

En la atención prenatal suele pasar en determinadas situaciones que hay mujeres que, no usan los
servicios de asistencia sanitaria prenatal. Esta falta de atención prenatal puede ocasionar un mayor
riesgo de que se rompan antes de tiempo las membranas amnióticas, dando lugar a un bebé prematuro y
de bajo peso al nacer.

Existen una serie de enfermedades de la madre que aumentan considerablemente el riesgo de que el
bebé, al nacer, tenga algún tipo de problema. Las más destacadas son la epilepsia, la diabetes o el VIH.
La salud y la nutrición de la madre, como bien hemos dicho anteriormente, ambos factores tienen
efectos muy considerables en la salud del bebé (por ejemplo, una dieta rica en grasas y baja en proteínas
puede provocar enfermedades cardiovasculares en el bebé).

Una vitamina importante que la madre debe añadir en su dieta como suplemento alimenticio,
principalmente durante el primer trimestre de la gestación, es el ácido fólico, ya que puede reducir la
incidencia de un tipo de defecto congénito como es la espina bífida.

No debemos olvidarnos y mencionar que el consumo de tabaco, alcohol u otras drogas durante el
embarazo son principales riesgos para el desarrollo del feto con normalidad. El tabaco, por ejemplo, es
el factor de riesgo más importante para que el bebé tenga bajo peso al nacer, y aunque no está asociado
con malformaciones importantes del feto, si que existe relación entre el consumo de tabaco por parte de
las madres gestantes y un aumento del número de abortos y mortalidad perinatal, además de alteraciones
del crecimiento, de la capacidad cognitiva y del desarrollo pulmonar del bebé.
Por otra parte, el consumo excesivo de alcohol durante el embarazo puede dar lugar al llamado
Síndrome Alcohólico fetal, que se caracteriza por una serie de alteraciones en el bebé tales como bajo
peso al nacer, defectos en el corazón o microcefalia, entre otros. Finalmente, el consumo de drogas
(como la cocaína y la metanfetamina) por parte de la mujer embarazada, también se asocia con
problemas en el desarrollo del bebé, como pueden ser bajo peso al nacer o un menor perímetro craneal y
tamaño del bebé. Puede ocurrir que también se den ciertas anomalías neurológicas o urogenitales, así
como a nivel de la conducta.

Las infecciones que puede tener ya adquiridas la madre o contagiarse durante el periodo de gestación
puede causar también malformaciones e infecciones congénitas. Las cinco infecciones congénitas más
comunes son: la toxoplasmosis, la rubéola, el citomegalovirus, el herpes y la sífilis.

4. El Nacimiento

El parto es un momento muy especial inolvidable en la vida de cualquier mujer que está esperando a un
ser que ha concebido durante 9 meses. Por lo cual es un momento doloroso pero al mismo tiempo muy
especial para ella y su familia ya que es un hecho maravilloso que se produce espontáneamente y que da
comienzo a una nueva vida.

Ahora bien para continuar con lo anterior es necesario definir el parto, este no es más que el proceso
fisiológico único con el que la mujer finaliza su gestación a término, en el que están implicados factores
psicológicos.

Por lo tanto:

Es el proceso fisiológico único con el que la mujer finaliza su gestación a término, en el que están
implicados factores psicológicos y socioculturales. Su inicio es espontáneo, se desarrolla y termina sin
complicaciones, culmina con el nacimiento y no implica más intervención que el apoyo integral y
respetuoso del mismo.

Cabe mencionar que es importante que lo que induce al trabajo de parto o nacimiento es una serie de
síntomas que la mujer notará y cuyo significado debe comprender para saber cuál ha de ser su papel, es
decir, para saber que es lo que debe hacer ante los acontecimientos que se le presentarán la mujer sentirá
una sensación de peso en su vientre, que se debe sin duda a que su hijo está intentado encajarse dentro
del orificio de la pelvis, a través del cual ha de pasar en el momento del parto. También notará un
endurecimiento ocasional del abdomen, que en algunos momentos será molestoso debido a que se
producen contracciones de la matriz en la cual ya tiene que prepararse para el momento definitivo.

Las contracciones amplían la salida de la matriz por lo cual la paciente nota fatiga, insomnio, se da
cuenta que ha bajado su vientre y que ha disminuido los movimientos fetales, con esos se los tomaría
como una señal.

La mujer también notará que expulsa por sus genitales una secreción gelatinosa sangrienta, esto
significa que ha expulsado el tapón mucoso esto quiere decir que el parto se acerca, cuyo propósito de
este tapón mucoso fue proteger el cuello uterino para evitar que algún agente infeccioso que entrará por
la vagina y afectara al bebé, esto constituye un aviso para que la mujer se prepare y este alerta mientras
transcurre el tiempo llega a un punto de que las contracción han ido apreciando cada 20-30 minutos,
después cada 15 a 10 minutos y luego cada 5 minutos esto quiere decir que el trabajo de parto de ha
instaurado y por lo tanto la paciente ya tiene que prepararse.

En algunas ocasiones antes o después que se instaure el ritmo de las contracciones se rompe la agua de
fuente de forma espontánea y aunque el trabajo de parto aún no ha comenzado realmente por lo que es
de suma importancia que se compruebe el aspecto de las aguas de fuente que debe de ser clara y con esta
señal es momento del trasladarse a una casa de salud debe la paciente estar calmada pues es muy
importante que no se precipite. Una vez en este en la casa de salud será recibida por el personal de salud
y por su médico tratante que se informará como pasaron los acontecimientos en la casa y procederá a
revisarla y si ya está en momento del trabajo de parto llevarla a la sala de partos para que el personal de
enfermería la prepare como es poniéndola a la paciendo en una posición ginecológica haciendo todos los
lavados antisépticos colocando campos estériles y también preparándose el personal que asistirá a la
paciente para ese momento.

TEMA V: El Desarrollo de los 3 a los 6 años de vida

1. Desarrollo físico del niño de 3 a 6 años

La etapa de los niños de 3-6 años es un periodo de grandes avances en el desarrollo físico, el
crecimiento y la coordinación motora. Dejó atrás el periodo más vulnerable y aumenta su fortaleza física
y su capacidad para desarrollar disímiles actividades y enfrentar las enfermedades.

La infancia temprana es el periodo transcurrido hasta los 6 años de vida y se considera la etapa donde el
individuo alcanza su mayor logro. Y es que las habilidades que demuestren los hijos, como nombrar
colores, mostrar afecto y saltar en un solo pie, son consideradas como indicadores de su desarrollo físico
y psicológico. Ellas se demuestran en la forma de jugar, aprender, hablar, comportarse y moverse.

La infancia temprana es el periodo transcurrido hasta los 6 años de vida y se considera la etapa donde el
individuo alcanza sus mayores logros. Y es que las habilidades que demuestren los hijos, como nombrar
colores, mostrar afecto y saltar en un solo pie, son consideradas como indicadores de su desarrollo físico
y psicológico. Ellas se demuestran en la forma de jugar, aprender, hablar, comportarse y moverse.

2. Desarrollo Intelectual del Niño de 3 a 6 años.

Hacia los 3 años se produce un cambio importante en la inteligencia del niño. No es que «piense»
todavía como los adultos, pero se muestra capaz de resolver problemas concretos. Asociar, asimilar
imágenes, objetos, acciones, se interesa por aspectos de la vida cotidiana. Mediante el juego aprenderán
a clasificar por colores, formas. Sentando así bases para el aprendizaje de conceptos matemáticos. Su
pensamiento estará cada vez más desarrollado en relación con el desarrollo de su lenguaje, se encontrará
atravesando el periodo pre-operatorio.

FUNCIÓN SIMBÓLICA A los 3 años dará un salto de lo materialmente a lo representativo gracias al


desarrollo de la “función simbólica”, esta es la capacidad de representar la realidad. Implica que ahora el
niño no solo será capaz de manipular los objetos materialmente sino también mentalmente.
Esta función simbólica se representa de tres maneras:

La imitación diferida es la repetición (imitación) de una acción observada, tiempo después de que ha
pasado.

El juego simbólico es cuando los niños utilizan un objeto para representar (simbolizar) algo más,
como convertir una caja en un coche, una escoba en un caballo, etc.

El lenguaje implica la utilización de un sistema común de símbolos (palabras) para comunicarse

JEANT PIAGET científico del desarrollo infantil quien propuso que el desarrollo intelectual (o
cognitivo) se da a través de una serie ordenada de etapas las cuales les permite desarrollar sus
capacidades intelectuales la preoperatoria donde el niño aprende a hacerse representaciones mentales de
las personas y cosas la sensorio motriz, donde el niño aprende exclusivamente a través de sus sentidos.
El pensamiento simbólico es la clave para la inteligencia verdadera. Lo cual Permite que los niños
formen sus propias ideas y usen su imaginación. El dibujo, la imitación, el juego, el lenguaje son modos
de expresión simbólica(los niños dibujan lo que sienten, no lo que ven). Desarrollo del pensamiento y
regulación del comportamiento mientras expresa sus emociones y sentimientos.

EL NIÑO DE 3-6 ES CAPAZ DE HACER Y TIENE HABILIDADES EN:

Capaz de elegir - Responder - Asociar - Reconocer Señalar Comprender - Relacionar - Secuenciar –


Clasificar

Pensamiento simbólico

Pensamiento rígido y egocéntrico.

No sabe definir objetos: solo por su función

Adquieren CONCEPTOS BÁSICOS: mucho/poco, uno, vacío/lleno, ligero/pesado, delante/detrás,


izq/dch, deprisa/despacio, ahora/hoy/mañana... Compara propiedades objetos (agrupa según
características) Puede realizar seriaciones

Aumenta tiempo atención (dificultad para centrarse en aspectos relevantes).

3 AÑOS - El desarrollo intelectual depende del lenguaje -Período pre conceptual: pasa del aprendizaje
sensorial al intuitivo. - Soluciona los problemas mediante ensayo-error. - Aprende por imitación - Se
expresa por el dibujo y el lenguaje. - Idea clara de su cuerpo - Cuenta hasta 10 o + - Comprende el nº 3 -
Hace colecciones de más de tres elementos.

4 AÑOS - Aprende intuitivamente. - No posee aún pensamiento lógico. - Es capaz de elegir la pieza más
pesada y de agrupar objetos para formar colecciones. - Desea aprender a leer. - Crea juegos de
imaginación. - Empieza a orientarse temporalmente y es capaz de representar mentalmente itinerarios.

5 AÑOS - Pensamiento intuitivo y el juego simbólico. - De lo conocido y concreto se pasa a intuir


procesos nuevos y desconocidos y al final se llega a alcanzar 1º generalización. Capaz de usar el proceso
mental de la representación: operar con imágenes mentales. - Progresos en el lenguaje - Continúa
pensamiento egocéntrico - Percepción del orden, la forma y el detalle.

POSIBLES PROBLEMAS A NIVEL INTELECTUAL DE 3- 6 AÑOS Niños que: No son capaces


de mantener la atención sostenida cuando se les habla, cuando miran un cuento, cuando juegan... No
responden ni siquiera a órdenes sencillas Repiten las preguntas que se le hacen Nivel de vocabulario
muy bajo para su edad No realizan juego simbólico No imitan No buscan objetos que se les esconden o
que se caen Falta de interés por el entorno, no pregunta.

3. El lenguaje del niño de 3 a 6 años

La edad específica en la que los niños comienzan a hablar puede variar, ya que intervienen las
particularidades individuales dependientes del estado y función del aspecto anatómico y sistema
nervioso, del aspecto psicológico, de las condiciones de educación y de las características del lenguaje
de las personas que rodean al niño.

-A los tres años se produce un incremento rápido del vocabulario, incremento que es mucho mayor que
lo que ocurrirá posteriormente, llegando a tener un promedio de 896 palabras y a los tres años y medio
1222 palabras (Smith, 1980). El lenguaje es inteligible, con errores frecuentes en algunos fonemas y en
articulación de palabras complejas; se manifiesta un aumento significativo de vocabulario comprensivo
y expresivo, y utilizan el presente para expresarse, además comprende la asignación de turnos en la
comunicación.

- A los cuatro años de edad el niño domina virtualmente la gramática, pero comienza a expresarse de
acuerdo a un estilo "retórico propio", tal como Einsenson señala. Cuenta con un vocabulario de 1500
palabras y se producen menos errores de autoconstrucción, cada vez se utilizan más los adjetivos y
adverbios. El tiempo se expresa utilizando con más frecuencia el pasado y el futuro, aplican estructuras
de pasiva y subordinadas y algunas condicionales sencillas y causales.

- A los 5 años se producen avances en el empleo y semántica del vocabulario (adivinanzas, ironías, etc.),
conoce aproximadamente 2300 palabras. También se producen menos errores sintácticos y
morfológicos; además comprende demostrativos y adverbios de cantidad.

- A los 6 años se inicia la etapa escolar, en la cual el niño manifiesta una madurez neuropsicológica para
el aprendizaje y un lenguaje cada vez más abstracto. Los errores son en contadas ocasiones, aun así es
posible que algunos sonidos se pronuncien mal de vez en cuando; A esta edad es capaz de tomar en
cuenta los comentarios y críticas de los demás con respecto a su persona, y también entiende las
estaciones del año.

4. La personalidad del niño de 3 a 6 años

La etapa desde los 3 a los 6 años se considera crucial para la estructuración de la personalidad. Y son los
padres y el contexto familiar los moldeadores de dicha personalidad.

En el desarrollo de la personalidad del niño influyen todos y cada unos de los comportamientos de los
padres con respecto a sus hijos: cómo se dirigen a ellos, cómo manejan los deseos de sus hijos, cómo
responden a las conductas de los pequeños, cómo manejan sus rabietas, sus negativas, sus emociones,
sus llantos, sus llamadas, sus encuentros sociales, a qué le animan y ante qué le inhiben. Todo ello está
forjando la personalidad de un niño. Como padres debemos estar muy atentos a esta etapa tan
importante para que el niño desarrolle una personalidad equilibrada.

Se trata de una etapa en la que se desarrolla la identidad del niño y comienza a poner en práctica su
autonomía imitando a los adultos.

Interiorizan las normas y los valores. Se forma la conciencia moral, lo que está bien y lo que está mal.

Interioriza las prácticas sociales, lo que se espera de él en cada situación social.

Se forma el AUTOCONCEPTO, la imagen que tenemos de nosotros mismos, por ejemplo un niño de 3
o 4 no hará discriminaciones finas y para hablar de él dirá que es “grande” o “pequeño”. Poco a poco
discriminará más y dirá que su pelo es “largo”, o también hablará de sus acciones “juego mucho a la
pelota”.

Este autoconcepto sobre lo que tiene o sabe hacer será además valorado por él. Es decir, apreciará si se
siente o no satisfecho con lo que tiene o sabe hacer. Se trata de una dimensión valorativa y
enriquecedora del yo. Me siento respecto a cómo soy. Esta valoración que se hace del autoconcepto es la
AUTOESTIMA.

Tanto con respecto al autoconcepto (“juego mucho a la pelota”) o más tarde (“juego bien a la pelota”),
como con respecto a la autoestima (“me siento satisfecho y contento de cómo juego a la pelota”), los
padres tienen una influencia clave para mostrarle a su hijo tanto lo que hace bien como lo válido que es
y lo orgullosos que como padres se sienten está de él.

La autoestima de los niños se basa en las acciones y palabras de los adultos que le rodean, sobre todo
sus padres cuando éstos transmiten a sus hijos que les valoran como individuos, seas cuales sean sus
defectos y virtudes, sus competencias o incompetencias.

Los niños han de sentirse queridos y aceptados por sus padres. No es suficiente con que se le quiera sino
que el niño ha de saberlo, expresarle con besos, caricias y palabras que se le quiere.

Durante esta etapa, el niño va configurando su autoestima y lo irá haciendo de forma parcelada, es decir,
se sentirá satisfecho de cómo juega a la pelota por un lado y por otro lado de cómo se sabe las letras. Es
una autoestima relativa a áreas específicas. Además no lo hará de forma realista sino ponderada. Su yo
real y su yo ideal se encuentran cerca.

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