Professional Documents
Culture Documents
1. Presentación.
A mediados de Noviembre 2018, en la Ciudad de Buenos Aires (16 al 19) se desarrollará la Asamblea
Intermedia de CEAAL, espacio que cada dos años realiza un análisis del avance y desarrollo de los
mandatos (políticos, orgánicos, financieros…) acordados el año 2016 en Guadalajara México.
Asimismo, es momento para compartir reflexiones y diagnósticos de la realidad latinoamericana y
del estado de trabajo de las membresías y grupos de trabajo de CEAAL.
La centralidad y defensa de los derechos humanos ha sido un factor sustantivo en las definiciones
programáticas de CEAAL durante toda su vida como Red y ahora movimiento. En efecto, es cuestión
de revisar como el enfoque de derechos a impregnado cada una de las etapas de su desarrollo y ha
puesto en articulación diversos esfuerzos orgánicos y coordinaciones de diversas instituciones de
América Latina y El Caribe.
Dando cuenta de lo dinámico que resultan ser las luchas sociales de los pueblos latinoamericanos,
es que CEAAL ha transitado por diversas formas de convergencia acordes a los momentos orgánicos
del movimiento. Primero con una destacada trayectoria de la Red de Derechos Humanos que sienta
las bases de este tema al interior de los objetivos centrales de CEAAL, inspirada en los debates en
ALYC, considerando las agendas de EP y el movimiento de las luchas sociales en la realidad
latinoamericana y posteriormente, la creación del Grupo de trabajo de “Educación para la paz y la
Convivencia democrática”, que recupera el acumulado y las prácticas de la Red y las resitúa en el
nuevo panorama regional.
En este contexto, durante los últimos años, las distintas expresiones de la violencia se han
constituido en preocupación social, política y educativa, dada su incidencia en permear los procesos
de participación y consolidación de las democracias de América Latina, afectando directamente con
la estabilidad de nuestras sociedades. En este contexto, las diversas agendas mundiales (como ODM,
EPT), sumado a las dinámicas de los movimientos sociales por la ampliación y conquista de derechos
humanos, entre ellos la paz, sitúan a la educación para la paz, los DDHH y la convivencia democrática
como un factor educativo preponderante para la formación de la convivencia democrática,
demandando a los sistemas educativos nacionales asumir esta responsabilidad en los procesos de
reformas que se viven a nivel regional.
Los esfuerzos anteriormente mencionados, en especial, los espacios de análisis y difusión realizados
anualmente son valorados por el Grupo de Trabajo, ya que han permitido profundizar sobre los
contextos nacionales, fortalecer las articulaciones regionales y, además, posicionar el tema, a las
organizaciones y la agenda de trabajo en la línea de Paz, DDHH y convivencia democrática.
Las diversas prácticas, experiencias y acumulados que dialogan al interior del Grupo de Trabajo y
que se visibilizan en seis experiencias sistematizadas en diversos campos de trabajo: desde la
investigación, otra mirada es aquella que aborda la problemática desde las escuelas, otros lo hacen
desde el trabajo con comunidad y finalmente, experiencias desde la sociedad civil. Esta es
precisamente la riqueza del espacio, la posibilidad de abordar la paz y la convivencia democrática
desde diferentes espacios y campos de trabajo. En esta diversidad se encuentra el principal capital
de conocimiento. En este escenario de trabajo, se destaca desde Venezuela, la experiencia de CESAP
que expone su trabajo de educación en derechos humanos como estrategia para educar para la paz
en comunidades de algunos estados del país. Además, la presentación de Fe y Alegría a través de su
experimentada trayectoria de educar en paz y de buenas prácticas para la paz en la escuela. De
Colombia se destaca, el trabajo del IPC en torno a la experiencia formativa de apoyo a la constitución
de actores por la reclamación y restitución de tierras y la importancia del trabajo sobre memoria y
construcción territorial de paz, la Red de educadores/as Populares de Cali-Colombia presenta cinco
experiencias de educación popular desde sus prácticas, así como sus intentos de intercambiar, hacer
construcciones colectivas, compartir, recuperar su memoria histórica, investigar sus contextos y
sistematizar sus experiencias en temas de paz, derechos humanos y convivencia democrática. Desde
México, CEP Parras comparte el proceso de formación de liderazgos para la paz en niños y niñas de
diversas escuelas del norte del país. Finalmente, Chile aborda la construcción de la ciudadanía y
convivencia democrática en jóvenes de sectores populares.
En este escenario regional y de cara a los debates que se desarrollarán en Buenos Aires, el GT inició
sus conversaciones, análisis y reflexiones, situando a la Asamblea Intermedia, en dialogo con las
coyunturas nacionales como del proceso de CEAAL, desde Guadalajara 2016 a la fecha. Sobre la base
de compartir las coyunturas nacionales, se han identificado ciertos ejes o temas que interpelan al
GT en particular y CEAAL en general y que requieren seguir siendo debatidos, de manera de
establecer ciertos consensos al interior del GT y elevarlos como temas a colocar en la agenda de los
debates y que son los siguientes:
3. Contextos Nacionales
Las reflexiones e ideas compartidas en párrafos anteriores, se desprenden del inagotable dialogo al
interior del Grupo de trabajo que han tenido como marco las coyunturas existentes al interior de
los espacios nacionales. Si bien hay temas y preocupaciones que se desprenden del escenario
regional y son asumidas al interior del Grupo de Trabajo, también es necesario visibilizar las
especificidades que presenta cada territorio.
Venezuela
En Venezuela formalmente no hay un conflicto armado ni una guerra, pero hay tantas víctimas como
si lo hubiera. La emergencia humanitaria compleja, la violencia institucional y la inseguridad han
convertido el derecho a la vida en el derecho más violentado.
En el año 2017 en el país (entre Abril y Agosto), existieron un conjunto de protestas populares,
donde el gobierno ordenó a sus fuerzas militares y policiales a recurrir al uso excesivo de la fuerza
para reprimir estas protestas sociales, que buscaban o exigían cuatro demandas: calendario
electoral, liberación de los presos políticos, respeto a la AN y apertura del canal humanitario, lo que
resultó con un saldo 124 fallecidos (52% de las víctimas tenían menos de 25 años de edad), y 1.958
personas heridas de acuerdo a declaraciones de la Fiscal General de la República Luisa Ortega Díaz
del 31 de julio de 2017, y 5.517 personas arrestadas por detenciones arbitrarias, 760 ciudadanos
civiles fueron procesados por fiscales y jueces militares, y 554 ciudadanos civiles fueron privados
formalmente de su libertad por decisiones emanadas por tribunales militares.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) contabilizó 9.787 protestas durante todo
2017, equivalente a 27 protestas diarias en todo el país. Esta cifra representó un aumento de 41%
respecto de 2016, cuando se documentaron 6.917 manifestaciones, con un promedio diario de 19.
Esta misma organización, documentó 5.315 protestas durante el primer semestre de 2018,
equivalente a un promedio de 30 diarias. La mayoría de las protestas (84%) se caracterizó por la
exigencia de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA). Ante la falta de
políticas públicas efectivas que atiendan los problemas urgentes de salud, alimentación y servicios
básicos, los ciudadanos protestan a diario y estas son las manifestaciones que destacan por encima
de las protestas políticas.
Sobre el Derecho a la Vida, El Ministerio Público venezolano informó en 2015 que un total de 17.778
personas fueron víctimas de homicidios, lo que ubicó la tasa en 58 homicidios por cada 100.000
habitantes; para el cierre de 2016 la Fiscalía informó que 21.752 personas habían sido víctimas de
homicidios, lo que elevó la tasa a 70,1 homicidios por cada 100 habitantes. Según el Observatorio
Venezolano de Violencia, en el año 2017 la tasa fue de 89 muertes violentas por cada 100 mil
habitantes y un total de 26.616 fallecidos en todo el territorio nacional.
Sobre el Derecho a la Educación, es fundamental indicar que desde el año 2016, el Ministerio de
Poder Popular para la Educación (MPPE) no presenta sus Memoria y Cuenta, lo que dificulta
establecer las variantes positivas o negativas que pudieran haberse realizado. Básicamente la
información que se maneja sobre matricula, cantidad de centros educativos, presupuesto, entre
otras, se obtiene por notas de prensas. La opacidad del gobierno sobre datos en materia educativa
dificulta conocer cuál es la realidad de las misiones educativas.
Las condiciones laborales de los docentes han sido afectadas por la crisis humanitaria que atraviesa
el país y la alta inflación. Según la dirigente sindical Raquel Figueroa, “las condiciones laborales han
desmejorado progresivamente, hay una desvalorización del salario a tal nivel que hay un déficit de
90% del salario con respecto al valor de la canasta básica...”
A 2017 se pudo constatar un conjunto de problemas por los que atraviesa el subsistema de
educación superior, entre ellos la tasa de deserción, abandono de las aulas por parte de profesores,
alto nivel de inseguridad, déficit presupuestario, falta de transporte estudiantil, falta de comedores
y de comida, deficitario sistema de becas para estudiantes, bajos salarios y merma en los beneficios
sociales que percibe el personal que labora en el sector universitario, entre muchos otros problemas
que hacen que estudiar haya dejado de ser una prioridad y que ser educador ya no sea una labor
atractiva en el país. En estas condiciones no se puede hablar de calidad educativa. Recientemente
se conoce del cierre técnico de diversos Institutos Pedagógicos en el país (principales institutos en
la Formación de Docentes especializados), dada la baja matrícula estudiantil, así como la salida de
docentes de dichas instituciones.
Colombia
El logro más importante de ultimo gobierno fue la firma del Acuerdo final para la terminación del
conflicto y la construcción de una paz estable y duradera con las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia Ejercito del pueblo –FARC-EP- dando fin a un conflicto armado de 53 años. Este proceso
inició en el año 2012 con la instauración de la mesa de diálogo en la Habana compuesta por una
comisión de la guerrilla, otra del gobierno, la compañía de delegados de los países garantes y
culminó con la firma del acuerdo el 24 de noviembre de 2016. Se desarrolló en varios ciclos de
negociaciones en los que se promovió la participación ciudadana a través de foros regionales
organizados por la Universidad Nacional de Colombia y la Organización de Naciones Unidas en
Colombia, en los cuales se discutía cada uno de los puntos tratados en la mesa de diálogo dando
como resultado documentos que se enviaban a los negociadores y aportaban a la construcción del
acuerdo final. También se contó con la presencia de 60 víctimas del conflicto armado que visitaron
la Habana “con el fin de expresar sus testimonios, sus propuestas y sus expectativas frente al
proceso de paz” (5).
El documento final contiene 6 puntos: 1) Reforma Rural Integral, 2) Participación Política, 3) Fin del
conflicto, 4) Solución al problema de las drogas, 5) Acuerdo sobre las víctimas y 6) Implementación,
verificación y refrendación. Son muchas las apuestas que cada uno de los puntos encierra, algunas
de las más notables son: a) La formulación de Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial cuyo
objetivo es “lograr la transformación estructural del campo y el ámbito rural, y un relacionamiento
equitativo entre el campo y la ciudad” (6), b) el estatuto de oposición que establece un marco
normativo para el ejercicio y la protección de partidos que se declaren políticamente opuestos al
gobierno de turno, c) la formación de un sistema integral de Verdad, Justicia, Reparación y no
Repetición, en el cual se destacan la Jurisdicción Especial para la Paz- JEP- y la Comisión de la Verdad.
En general el acuerdo final encierra variedad de propuestas tendientes a la protección de derechos
sociales reconociendo la importancia de ellos como fundamento para la paz.
Sin embargo, los resultados del diálogo y firma del acuerdo de paz son numerosos y significativos
para el país. Allí se cuenta el surgimiento del partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del
Común fundado en agosto de 2017 que cuenta con 5 escaños en el Senado y 5 en la Cámara de
Representantes, la entrega de 8900 armas, la tasa de homicidios más baja en los últimos 42 años,
disminuciones de la violencia reflejadas en el paso en 2012 de 3000 muertes al año producto del
conflicto a 78 en 2017, de 230.000 desplazados a 48.000 en el mismo período y de 770 víctimas de
minas antipersona en 2012 a 58 en 2017, cifras entregadas por la Unidad de Víctimas (7).
Para el caso del Gobierno actual de Iván Duque es identificado por analistas de la más diversa
procedencia como la continuidad de un proyecto que se instaló desde el primer mandato de Álvaro
Uribe y que tuvo continuidad en los períodos presidenciales de Santos. Veamos:
En área internacional opta por una relación primordial e incondicional con el gobierno de Trump,
centralizada en una reinvención de la guerra contra las drogas, en contravía de un concierto
internacional que desde diversas aristas reconoce en ésta un fracaso rotundo. En concordancia
busca imponer la fumigación aérea con glifosato, la criminalización de los campesinos sembradores
de coca en dirección contraria a la sustitución manual y concertada, y a la par, criminalizando el
consumo contraviniendo los mandatos de la Corte Constitucional.
En materia de derechos humanos este, como el anterior gobierno, se niega a reconocer que la
persecución y asesinato de los líderes sociales del último año, obedezca a una sistematicidad que
denota una acción concertada políticamente por actores contrarios al espíritu y al desarrollo de los
Acuerdos de La Habana.
El conjunto de los ministros que ejercen desde el 7 agosto pone de presente un Gobierno
Corporativo que representa al empresariado de manera directa, y en consonancia el ministro de
hacienda pone en el escenario político una Reforma Tributaria de corte profundamente neoliberal
que grava la canasta familiar aumentando el IVA, disminuyendo la base tarifaria hasta ingreso de
1.900.000 pesos.
Perú
Crisis de Régimen Político. Los sucesos vividos en el último año, aceleraron una crisis política que
ha involucrado a diferentes poderes del estado peruano, alcanzando la dimensión de una crisis del
régimen político en su conjunto. En efecto, se han expuesto evidencias de redes de corrupción que
han involucrado al poder ejecutivo, con la renuncia del presidente en marzo 2018 frente a la
inminencia de ser vacado por negociaciones lobistas realizadas a favor de sus propias empresas.
Está seriamente comprometido el poder judicial y el Consejo Nacional de la Magistratura,
congresistas, empresarios, periodistas al quedar expuestos en audios filtrados a la prensa que
revelan el tráfico de influencias, el vínculo con el narcotráfico y la corrupción en la administración
de justicia; compromete seriamente al parlamento, en particular a la autoritaria representación
fujimorista, con mayoría en el congreso, involucrada en la red de corrupción, blindando a esta red
presente en el estado y legislando a favor de intereses privados.
La corrupción institucionalizada a más alto nivel, es lo que ha develado las investigaciones sobre
financiamiento de campañas políticas y la negociación de obras públicas: dos presidentes de la
república están en el banquillo de los acusados. La presión popular y el trabajo contracorriente de
fiscales honestos ha logrado que Keiko Fujimori, lideresa de la mayoría parlamentaria, haya
ingresado a una cárcel preventivamente.
La indignación popular se ha manifestado y se sigue manifestando en las calles durante todo este
tiempo. Hay un consenso en la población de que las cosas no pueden seguir como están, tiene que
gestarse algo diferente; pero a la vez hay escepticismo sobre la clase política en general.
Estos acontecimientos evidencian que el régimen establecido luego del 2000 y que se mantuvo con
regular estabilidad, ha entrado en crisis, y entraría a un nuevo periodo de transición política con
destino incierto. Estaríamos ante una recomposición del régimen político, del poder, una nueva
redefinición entre los actores, aunque no están muy claras las opciones.
Territorios en disputa. La crisis que afecta a casi toda la institucionalidad estatal central, deja mucho
más espacio libre para la expansión de poderes locales y regionales territoriales. En estas décadas
se han ido conformados poderes de signo mafioso o informal, quienes se recomponen para
participar en la mayoría de los procesos electorales en el país. Antes de las elecciones municipales 1
se reportaba que un 30% de provincias del país, tienen el riesgo de que en las elecciones municipales
se infiltren grupos delincuenciales vinculados al narcotráfico, la tala de bosques, la explotación ilegal
del oro, etc. Todo ello intensifica la disputa por territorios, lo que implica el control de zonas,
1
Las elecciones municipales y regiones se realizaron el xx de octubre del 2018en todo el Perú para elegir a
gobernadores, vicegobernadores y consejeros regionales, así como alcaldes y regidores municipales para el
período 2019-2022.
recursos y gente. Es en función de esta disputa que se compite por alcanzar el aparato del estado,
pues de allí se derivan prioridades en inversiones, leyes, decretos, alianzas, etc.
Parte de esta disputa se expresa en los conflictos sociales, los que se han ido incrementando en este
año según reporte de la Defensoría del Pueblo, siendo los conflictos socioambientales los más
frecuentes en diferentes regiones del país.
El actual gobierno ha convocado a un referéndum para fin de año con el objetivo de consultar a la
ciudadanía sobre reformas en el sistema judicial y político. La población está de acuerdo con un
momento plebiscitario, aunque éste puede ser más una expresión de rechazo a la clase política.
Desde sectores de izquierda se plantea que es necesario posicionar un proceso constituyente como
la principal lucha de fondo, ya que la actual constitución brinda el andamiaje legal al actual modelo.
Es claro que la crisis de régimen no se solucionará sólo siendo antifujimoristas, menos si ello supone
creer que se debe apoyar a quienes se le enfrentan y compiten con el fujimorismo, a pesar de
representar intereses del campo dominante. Pareciera que sería posible un capitalismo más
humano, una derecha diferente a la bruta y achorada; una derecha liberal, más respetuosa, que
comparte banderas como la cuestión de género. Lo real es que desde este sector su disputa es por
la dirección de los aparatos de poder, no por un cambio de orden social, civilizatorio.
Reconocemos en este panorama que existe una disputa ideológica. Hay una profunda conexión
entre la ofensiva conservadora y la crisis, pues estos sectores buscan recolocar, reposicionar valores
conservadores en esta etapa de cambio de régimen: Uno referido a reposicionar una memoria oficial
sobre las causas de la violencia política vivida en nuestro país, los artífices de la pacificación y la
exaltación del orden y la gobernabilidad como garantía de crecimiento. Con ello se garantiza la
impunidad y reposiciona a la fuerza armada como salvadora. El otro mensaje hegemónico es el
discurso del orden, la familia, lo natural e inmutable en contra de la igualdad de género y la
diversidad sexual. Las dos grandes banderas de la ofensiva conservadora, la antimemoria y el anti
género, buscan recolocar mensajes en la sociedad en función de proyectos hegemónicos, y este
debate se centra en la educación, ya sea en la escuela, en los barrios o en el trabajo.
En esta disputa de sentidos, para el colectivo peruano lo político está en la base, por lo que la
formación política y ciudadana, así como la incidencia está en la base de lo que nos hemos
propuesto. Un desafío que implica desnaturalizar y desaprender las relaciones de poder que
conocemos y vivimos, y explorar en colectivo otras formas de poder. Exige una mayor articulación
y repensar las relaciones con las actoras y actores de los movimientos y movilizaciones sociales, y
de las organizaciones sociales vivas. Se trata de un proceso de construcción colectiva, con el reto de
expandir autonomía, descolonizar el poder, profundizar relaciones sociales emancipatorias, no solo
por la conquista del poder estatal.
Chile
¿En qué medida influyeron las políticas desestabilizadoras del imperio en los gobiernos de la región?
¿Cuál o cuáles son las bases sociales a las que efectivamente interpretaron y a cuáles no las
propuestas de los gobiernos populares?
¿Cuáles han sido los obstáculos al efectivo avance en políticas de integración regional?
¿Cuál es la cuota de responsabilidad y que rol se le asignó a la Educación Popular en estos procesos
emancipadores?
Con el fracaso provocado de la escuela pública en Chile, nuestros grandes desafíos como educadores
populares, están puestos en su recuperación como espacio de rescate de lo público y lo inclusivo,
en favor del fortalecimiento del sujeto colectivo.
Argentina
Decía el educador en derechos humanos de Uruguay, Luis “Perico” Pérez Aguirre, “La paz,
inexorablemente está ligada a una mayor igualdad, mayor justicia entre las personas y los pueblos;
más libertad, más solidaridad y fraternidad. Por lo tanto, dicha paz está ligada necesariamente a un
cambio de las estructuras sociales, económicas, políticas y culturales que actualmente inducen a la
violencia estructural”.
Desde la mirada de una Organización de la Sociedad Civil integrada en un todo por personas
voluntarias hemos visto que a la frase de Perico Pérez deberíamos sumar las mentes y las dinámicas
de las redes, movimientos, OSC y ONG o como quieran llamar a los espacios que no somos empresas
ni gobierno y somos instituciones con pretensiones de generar cambios significativos en nuestras
vidas y de las personas con las que vivimos en comunidad.
En Argentina el contexto es preocupante, sobre todo para las personas en contexto de encierro, es
decir las, les y los presos torturados y hacinados, las comunidades indígenas, las mujeres
violentadas, las personas con discapacidad y otros colectivos.
Desde la llegada del “macrismo” en diciembre del 2015 la situación ha empeorado respecto de la
gestión anterior.
Sin embargo, en la gestión anterior también había tortura y hacinamiento en las cárceles, la
comunidad indígena QOM reclamó el complimiento de una resolución de ONU que nunca se
efectivizo, hay continuidades en ciertos estamentos como el sistema judicial y las fuerzas de
seguridad. Pareciera que las violaciones a los derechos humanos, son tristemente inherentes a los
estados y más fácil de identificar en los gobiernos actuales, al menos en Argentina.
La única, y desafiante diferencia, es ¿qué hacemos? ¿Cómo reaccionamos ante esas violaciones que
cercenan la paz, la convivencia democrática y los derechos humanos?
La apuesta para los tiempos que corren y los que vienen son las respuestas que damos las
organizaciones sociales y los movimientos sociales entre otros. La acción urgente es generar
espacios críticos de pensamiento-acción, independientes y preparados que denuncien, eduquen y
se solidaricen.
Desde CEAAL debemos evitar caer en la situación que denuncio Luis Perico Pérez en su libro de 1993,
“La Iglesia increíble”;
“La Iglesia ha perdido credibilidad porque persigue y acorrala a teólogos; porque en su práctica
cotidiana no parece tener la misma sensibilidad y dedicación para con los pobres que para sus
propias pretensiones y derechos; por su incoherencia entre su decir y su hacer, al proclamar de
palabra los principios evangélicos para alinearse en los hechos con el poder, la insolidaridad, el
autoritarismo, el secretismo y el centralismo”.