You are on page 1of 36

DERECHO CONCURSAL:

Modulo 1:

-El derecho concursal es el conjunto de normas jurídicas que tienen por objetivo el tratamiento
integral de las situaciones de insolvencia, brindando soluciones preventivas consensuadas entre
deudor y acreedores, o liquidativas de la totalidad del patrimonio del cesante.

Procedimientos concursales:

*concurso preventivo: el deudor procura llegar a un acuerdo con la mayoría de sus acreedores para
así homologarlo judicialmente. Es un procedimiento rehabilitatorio que busca superar la crisis
patrimonial a través de una renegociación de las condiciones originarias de contratación entre
deudor y acreedor a través de propuestas que se hacen a la generalidad de acreedores. Aprobado
el acuerdo en forma mayoritaria se impone incluso a quienes no adhirieron a la propuesta; caso
contrario, deberá declararse la quiebra- como principio general.

*quiebra: tiene el fin inmediato de liquidar todos los bienes que componen el patrimonio cesante,
para de esa forma repartir el producido entre los acreedores. En este proceso, el deudor queda
desplazado de la administración y disposición de sus bienes- salvo los bienes inembargables-
entregándose al síndico el control sobre ellos.

Principios rectores de la legislación concursal:

-conservación de la empresa

-protección del crédito

Rasgos distintivos del proceso concursal:

Universalidad patrimonial:

*faz activa: dicho principio se proyecta en relación a todos los bienes del deudor, no sólo a los que
cayeron bajo el efecto del desapoderamiento, sino también a los bienes que pueden llegar a
recuperarse a través de las acciones de recomposición patrimonial, con excepción de los
inembargables

*faz pasiva: la universalidad implica que la totalidad de las deudas del deudor son convocadas a
que “concurran” al proceso a hacer valer sus derechos mediante la aplicación de la ley concursal

Unicidad: no pueden coexistir dos o más procesos universales sobre un único patrimonio, o al
menos dentro del mismo territorio nacional. Esta noción se complementa con la necesidad de que
haya un juez único y el fuero de atracción que permita atraer las acciones patrimoniales ejercidas
por los acreedores contra el deudor. Este principio implica que para cada concurso, en sentido
amplio, existe un “único” procedimiento en donde se ventilan todas las cuestiones relacionadas, a
manera de una suerte de contienda material.

Oficiosidad: los órganos del concurso actúan de oficio, sin que su actuación se halle subordinada a
impulso de partes, salvo la primera parte inicial del proceso. La dirección del proceso es atribución
fundamental del juez. Así, se encuentra imbuido de amplias facultades procesales en cuanto que
está llamado a impulsarlo hasta su total culminación, a la vez que cuenta con facultades inquisitivas
tendientes a conocer la real situación patrimonial del deudor y las razones que pudieron haberlo
conducido a su cesación de pagos como también sobre el destino de los bienes que debieron existir
al tiempo de ser declarada la quiebra.

Colectividad: Todos los acreedores de título o causa anterior a la presentación del procedimiento
concursal deben promover la verificación para hacer valer sus créditos en el proceso; caso
contrario, quedarán excluidos del pasivo concursal.

Igualdad: es el principio de igualdad de trato entre todos los acreedores o también llamado el de la
pars condicio creditorum, es la máxima garantía del derecho de los acreedores. Significa que todos
los acreedores han de soportar igualitariamente el efecto del acuerdo preventivo o resolutorio
homologado, dando las mismas quitas, esperas u otras estipulaciones al deudor común; y en la
quiebra, participan pari passu en la distribución del producido de la liquidación de los bienes del
deudor común, y cuando esa liquidación sea insuficiente para atender a la totalidad de los créditos,
se repartirá a prorrata.

Reglas procesales, incidentes: art 273 de LCYQ

1. Perentoriedad de los plazos: todos los términos son perentorios y se consideran de cinco días,
salvo la existencia de un plazo distinto. La perentoriedad de los plazos implica que su mero
vencimiento imposibilita fatalmente la futura producción del acto del que se trate. Dicho de otro
modo, el acto no cumplido en término no puede ser cumplido después.

2. Cómputo de los plazos. Días hábiles judiciales: se computan exclusivamente los días hábiles
judiciales, salvo excepción legal expresa en contrario en la misma ley de quiebra, como por
ejemplo: en el art. 190, en el art. 144, en el art. 196, entre otros supuestos.

3. Inapelabilidad: Se aplica indistintamente al concurso preventivo y a la quiebra. Y su inclusión


apunta a impedir que la celeridad y agilidad de los trámites concursales. Algunas de las hipótesis en
las que la ley ha previsto expresamente las excepciones son: decisión que rechaza la petición de
concurso preventivo; la admisión y denegatoria del pronto pago laboral; separación de la
administración en el concurso (por el deudor con efecto devolutivo y si se deniega puede apelar el
síndico) etc. Finalmente cabe consignar que, en caso de ser admitida la apelación, se concede en
relación y con efecto suspensivo.

4. Sistema de notificaciones: la citación a las partes se hace por cédula y las restantes
notificaciones son automáticas, esto es, por nota o de acuerdo a lo que disponga el Código Procesal
de la provincia .Sin embargo, el juez concursal, en uso de las facultades instructoras puede ordenar
la notificación personal o por cédula.

5. Domicilio procesal: el inciso 6º establece que el domicilio constituido subsiste hasta que se
constituya otro o por resolución firme quede concluido el concurso.

6. Gastos del concurso: Diferimiento de pago: en el concurso, las transcripciones y anotaciones


registrales y de otro carácter que resulten imprescindibles para la protección de la integridad del
patrimonio del deudor son hechas sin pago previo de tasas, sino que se difieren al momento de la
conclusión del proceso concursal.

7. Carga de la prueba. Normas comunes: el inciso 9º dispone que la carga de la prueba en


cuestiones contradictorias se rige por las normas comunes.
8. Actuación del Ministerio Público: el art. 276 contempla la actuación del Ministerio Público en el
concurso, estableciendo que es parte en la alzada en los supuestos de impugnación del acuerdo
preventivo y en los trámites ante la alzada deberá dársele vista en las quiebras cuando se hubiere
concedido recurso en que sea parte el síndico.

9. Perención de instancia: la regulación contenida en el art. 277 impide la conclusión del proceso
concursal abierto ‐concurso preventivo o quiebra‐ por perención de la instancia y dispone que la
perención se opera a los tres meses.

10. Leyes procesales locales: el art. 278 prevé la aplicación subsidiaria de las normas procesales de
la ley del lugar del juicio que sean compatibles con la rapidez y economía del trámite concursal.

11. Legajo de copias: el art. 279 legisla sobre el legajo de copias destinado a la consulta de las
constancias del expediente, que se forma con copia de todas las actuaciones fundamentales del
juicio y las previstas especialmente por la ley concursal. Dicho legajo debe estar permanentemente
a disposición de los interesados en secretaría.

Incidentes:

Los arts. 280 a 287 han estructurado un procedimiento tipo a través del cual se encauza toda
cuestión que tenga relación con el concurso y que, a su vez, no tenga un trámite especial. Así, se
canalizan por esta vía las verificaciones tardías y los incidentes de revisión.

*El trámite está previsto en el art.281: con la demanda se debe ofrecer toda la prueba. Admitido el
incidente, se corre traslado por 10 días, el que se notifica por cédula, y quien conteste debe
también ofrecer toda la prueba y agregar la documental. El término máximo de prueba será de 20
días, pudiendo ser menor de acuerdo a la prueba ofrecida. Las partes son las encargadas de urgir el
diligenciamiento de las mismas.

*A su vez, el art.283 fija una directiva respecto a la prueba pericial: solo un perito puede actuar
salvo que la cuestión sea compleja, en cuyo caso se pueden designar tres.

*El art.284 limita el número de testigos a cinco por parte, salvo complejidad de la causa, en donde
se admite un número mayor. Se admite el recurso de apelación sólo respecto de la resolución que
pone fin al incidente. Respecto de las otras cuestiones que se plantearán en el expediente, pueden
ser subsanadas por el Tribunal de Alzada, siempre que se haya formulado reserva en su
oportunidad y se haya manifestado la disconformidad, pues de lo contrario, el acto procesal se
habrá consentido.

Presupuestos de acceso a los concursos:

a. presupuesto objetivo (cesación de pagos): La cesación de pagos ha sido definida como el estado
patrimonial generalizado y permanente que refleja la imposibilidad de un sujeto de pagar, de
manera regular, obligaciones exigibles, cualquiera sea la naturaleza de las mismas y las causas que
lo generan. Económica y jurídicamente es el estado de un patrimonio que se revela impotente para
hacer frente a los compromisos que sobre él pesan. Se trata esencialmente de un estado.

La generalidad es uno de los rasgos tipificantes del presupuesto objetivo concursal, el cual hace
referencia a la impotencia del patrimonio del deudor en su conjunto para hacer frente a las
obligaciones asumidas. El otro rasgo tipificante del estado de cesación de pagos es la permanencia,
por oposición a transitoriedad. Sin embargo, esta cualidad no se la debe identificar con
perpetuidad ni con situaciones de dificultades económicas financieras temporales.

Hechos reveladores: a) Hechos de manifestación directa: reconocimiento expreso o implícito,


judicial o extrajudicial, etc. b) Hechos de manifestación indirecta: cuando se evita revelarse
abiertamente como insolvente, ya sean medios dilatorios (como constitución de hipotecas,
prendas) o ruinosos (venta a precio irrisorio) y fraudulentos (malversación de fondos).

b. presupuesto subjetivo: art 2

a) El principio general respecto de personas de existencia física, sin distinción entre comerciantes o
no comerciantes.

b) Una excepción al principio de personalidad jurídica que rige respecto de los concursables es el
que establece la posibilidad de que el patrimonio del fallecido mientras se mantenga separado de
los sucesores puede concursarse. A su vez, el art.8 estipula la posibilidad de que cualquiera de los
herederos solicite la formación del concurso, pero tal pedido debe ser ratificado por la totalidad de
los herederos en el plazo de 30 días bajo apercibimiento de tenerlos por desistido. Asimismo, el art.
2360 del Código Civil y Comercial hace referencia a la posibilidad de declarar en concurso
preventivo o en quiebra a la masa indivisa insolvente.

c) Los incapaces e inhabilitados pueden solicitar la formación de concurso, pedido que deberá ser
ratificado por el juez de la tutela, curatela o el juez competente.

d) Deudores domiciliados en el extranjero respecto de los bienes existentes en el país. Esta es una
norma de jurisdicción de Derecho Internacional Privado.

e) El concurso puede solicitarse por apoderado, que ha de ser abogado matriculado, y el poder
debe tener facultad especial para solicitar el concurso.

f) Las personas jurídicas pueden concursarse, entre otras: i. De carácter privado: asociaciones,
fundaciones y las sociedades comerciales.

ii. Las asociaciones mutuales: la ley 25.374 modificó el art.37 de la ley 20.321 permitiendo el
acceso al proceso concursal. La falta de adecuación del texto del art.2 de la ley 24.522 no impide
entender la inclusión de las mismas como sujeto concursables.

iii. De carácter público: sociedades del Estado Nacional, Provincial o Municipal, cualquiera sea que
fuere el porcentaje de su participación, por ej.: sociedades del Estado, sociedades de economía
mixta, S.A. con participación estatal mayoritaria, etc.

Asimismo, el Código Civil y Comercial de la Nación ha incorporado nuevos sujetos concursables.


Entre ellos tenemos: a) El consorcio de propietarios: el reconocimiento por el art. 148 del Código
Civil y Comercial a los consorcios de copropietarios como personas jurídicas privadas, supone que
deba admitirse su concursalidad, más allá de algunos problemas prácticos, sobre todo en caso de
quiebra. b) Las simples asociaciones: el Código Civil y Comercial regula en los arts. 187 a 192 las
“simples asociaciones”, entidades que pueden ser constituidas por escritura pública o por
instrumento certificado con firma certificada por notario. Si bien se establecen normas específicas
para el supuesto de insolvencia de las simples asociaciones, al tratarse de personas jurídicas
privadas (art. 148, inc. c) deben ser incluidas dentro de los sujetos comprendidos en el art. 2° de la
normativa concursal. c) Las Sociedades Anónimas Unipersonales: por otra parte, cabe hacer
referencia a la SAU (Sociedad Anónima Unipersonal). Se trata de una persona jurídica de carácter
privado que posee un patrimonio propio y encuentra su regulación en la legislación societaria. El
hecho de que esté conformada por un solo miembro, no obsta a que no se trate de un sujeto
concursable, y por lo tanto, puede requerir su propio concurso preventivo, ser declarada en
quiebra, o en su caso, requerir el acuerdo preventivo extrajudicial previsto por los arts. 69 y ss. De
la ley concursal. d) El fideicomiso: por su parte, el art. 1687 del Código unificado establece en el
último párrafo que si los bienes del fideicomiso son insuficientes para pagar las obligaciones
exigibles del fideicomiso, el patrimonio fiduciario no puede ser incluido en un proceso concursal.
Ante la situación de cesación de pagos o insuficiencia de bienes, el contrato puede prever que el
fiduciante o beneficiario provean los recursos para zanjar la situación de insuficiencia financiera. Si
no existiera tal previsión contractual, o fracasare este recurso, el fiduciario deberá pedir la
liquidación judicial. El juez determinará el procedimiento aplicable, sobre la base de las normas
previstas por los concursos y quiebras, en lo que sean pertinentes. Es decir que se procede a la
liquidación judicial del fideicomiso, por ante el juez concursal, que fijará el procedimiento sobre la
base de las normas concursales, en lo que estime pertinente.

Respecto de las exclusiones, tenemos: 1. Compañías de seguros: el art.51 ley 20.091 establece un
sistema especial de liquidación forzosa de las mismas. No pueden concursarse ni ser declaradas en
quiebra bajo el sistema de la ley 24.522. 2. Entidades financieras: éstas no puede acceder al
concurso preventivo. Prevén un sistema especial de liquidación. El pedido de quiebra lo puede
hacer el liquidador forzoso cuando advierte que la entidad se encuentra en estado de cesación de
pagos, o pueden hacerlo los terceros después de los 60 días de la revocación de la autorización
para funcionar por parte del Banco Central de la República Argentina. 3. Las Uniones Transitorias
de Empresas, Agrupaciones de Colaboración Empresarias y los Consorcios de Cooperación no
pueden solicitar el concurso o la quiebra, pues no son sujetos de derecho, y en su caso el contrato
de creación de los mismos prevé la manera de saldar las deudas.

Juez concursal:

Art 3 de LCQ: Corresponde intervenir en los concursos al juez con competencia ordinaria, de
acuerdo a las siguientes reglas:

1) Si se trata de personas de existencia visible, al del lugar de la sede de la administración de sus


negocios; a falta de éste, al del lugar del domicilio.

2) Si el deudor tuviere varias administraciones es competente el juez del lugar de la sede de la


administración del establecimiento principal; si no pudiere determinarse esta calidad, lo que es el
juez que hubiere prevenido.

3) En caso de concurso de personas de existencia ideal de carácter privado regularmente


constituidas, y las sociedades en que el Estado Nacional, Provincial o Municipal sea parte -con las
exclusiones previstas en el Artículo 2 - entiende el juez del lugar del domicilio.

4) En el caso de sociedades no constituidas regularmente, entiende el juez del lugar de la sede; en


su defecto, el del lugar del establecimiento o explotación principal.

5) Tratándose de deudores domiciliados en el exterior, el juez del lugar de la administración en el


país; a falta de éste, entiende el del lugar del establecimiento, explotación o actividad principal,
según el caso.
*Concursos declarados en el extranjero. La declaración de concurso en el extranjero es causal para
la apertura del concurso en el país, a pedido del deudor o del acreedor cuyo crédito debe hacerse
efectivo en la REPUBLICA ARGENTINA. Sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados internacionales,
el concurso en el extranjero, no puede ser invocado contra los acreedores cuyos créditos deban ser
pagados en la REPUBLICA ARGENTINA, para disputarles derechos que éstos pretenden sobre los
bienes existentes en el territorio ni para anular los actos que hayan celebrado con el concursado.

Atribuciones y deberes: El juez tiene la dirección del proceso, pudiendo dictar todas las medidas de
impulso de la causa y de investigación que resulten necesarias. A tales fines puede disponer, entre
otras cosas:

1) La comparencia del concursado en los casos de los Artículos 17 y 102 y de las demás personas
que puedan contribuir a los fines señalados. Puede ordenar el auxilio de la fuerza pública en caso
de ausencia injustificada;

2) La presentación de documentos que el concursado o terceros tengan en su poder, los que deben
devolverse cuando no se vinculan a hechos controvertidos respecto de los cuales sean parte
litigante.

Concurso preventivo: Nuestra legislación concursal mantiene la iniciativa exclusiva en el pedido de


concurso preventivo en manos del deudor. Son requisitos formales de la petición de concurso
preventivo:

1) Para los deudores matriculados y las personas de existencia ideal regularmente constituidas,
acreditar la inscripción en los registros respectivos. Las últimas acompañarán, además, el
instrumento constitutivo y sus modificaciones y constancia de las inscripciones pertinentes.

Para las demás personas de existencia ideal, acompañar, en su caso, los instrumentos constitutivos
y sus modificaciones, aun cuando no estuvieron inscriptos.

2) Explicar las causas concretas de su situación patrimonial con expresión de la época en que se
produjo la cesación de pagos y de los hechos por los cuales ésta se hubiera manifestado.

3) Acompañar un estado detallado y valorado del activo y pasivo actualizado a la fecha de


presentación, con indicación precisa de su composición, las normas seguidas para su valuación, la
ubicación, estado y gravámenes de los bienes y demás datos necesarios para conocer debidamente
el patrimonio. Este estado de situación patrimonial debe ser acompañado de dictamen suscripto
por contador público nacional.

4) Acompañar copia de los balances u otros estados contables exigidos al deudor por las
disposiciones legales que rijan su actividad, o bien los previstos en sus estatutos o realizados
voluntariamente por el concursado, correspondientes a los TRES (3) últimos ejercicios. En su caso,
se deben agregar las memorias y los informes del órgano fiscalizador.

5) Acompañar nómina de acreedores, con indicación de sus domicilios, montos de los créditos,
causas, vencimientos, codeudores, fiadores o terceros obligados o responsables y privilegios.
Asimismo, debe acompañar un legajo por cada acreedor, en el cual conste copia de la documenta
sustentatoria de la deuda denunciada, con dictamen de contador público sobre la correspondencia
existente entre la denuncia del deudor y sus registros contables o documentación existente y la
inexistencia de otros acreedores en registros o documentación existente. Debe agregar el detalle
de los procesos judiciales o administrativos de carácter patrimonial en trámite o con condena no
cumplida, precisando su radicación.

6) Enumerar precisamente los libros de comercio y los de otra naturaleza que lleve el deudor, con
expresión del último folio utilizado, en cada caso, y ponerlos a disposición del juez, junto con la
documentación respectiva.

7) Denunciar la existencia de un concurso anterior y justificar, en su caso, que no se encuentra


dentro del período de inhibición que establece el artículo 59, o el desistimiento del concurso si lo
hubiere habido.

8) Acompañar nómina de empleados, con detalle de domicilio, categoría, antigüedad y última


remuneración recibida. Deberá acompañarse también declaración sobre la existencia de deuda
laboral y de deuda con los organismos de la seguridad social certificada por contador público.

El escrito y la documentación agregada deben acompañarse con DOS (2) copias firmadas. Cuando
se invoque causal debida y válidamente fundada, el juez debe conceder un plazo improrrogable de
DIEZ (10) días, a partir de la fecha de la presentación, para que el interesado dé cumplimiento total
a las disposiciones del presente artículo.

Resolución de apertura: Dentro del plazo de cinco días de la presentación concursal o de vencido el
plazo concedido para cumplimentar los requisitos, el juez debe resolver el pedido de
concursamiento. El juez puede rechazar la apertura del concurso cuando: i) el sujeto no sea
concursable, ii) se hayan incumplido los recaudos formales, iii) el deudor se encuentre en el
período de inhibición y iv) el juez sea incompetente, pues la competencia es de orden público. El
rechazo es apelable sólo por el deudor.

Efectos:

*Administración del concursado. El concursado conserva la administración de su patrimonio bajo la


vigilancia del síndico.

*Actos prohibidos. El concursado no puede realizar actos a título gratuito o que importen alterar la
situación de los acreedores por causa o título anterior a la presentación.

*Pronto pago de créditos laborales. Dentro del plazo de diez (10) días de emitido el informe que
establece el artículo 14, el juez del concurso autorizará el pago de las remuneraciones debidas al
trabajador, las indemnizaciones por accidentes de trabajo o enfermedades laborales. Para que
proceda el pronto pago de crédito no incluido en el listado que establece el artículo 14 inciso 11),
no es necesaria la verificación del crédito en el concurso ni sentencia en juicio laboral previo.

*Actos sujetos a autorización. Debe requerir previa autorización judicial para realizar cualquiera de
los siguientes actos: los relacionados con bienes registrables; los de disposición o locación de
fondos de comercio; los de emisión de debentures con garantía especial o flotante; los de emisión
de obligaciones negociables con garantía especial o flotante; los de constitución de prenda y los
que excedan de la administración ordinaria de su giro comercial.

La autorización se tramita con audiencia del síndico y del comité de control; para su otorgamiento
el juez ha de ponderar la conveniencia para la continuación de las actividades del concursado y la
protección de los intereses de los acreedores.
*Actos ineficaces. Los actos cumplidos en violación a lo dispuesto en el Artículo 16 son ineficaces
de pleno derecho respecto de los acreedores.

*Separación de la administración. Además, cuando el deudor contravenga lo establecido en los


Artículos 16 y 25 cuando oculte bienes, omita las informaciones que el juez o el síndico le
requieran, incurra en falsedad en las que produzca o realice algún acto en perjuicio evidente para
los acreedores, el juez puede separarlo de la administración por auto fundado y designar
reemplazante. Esta resolución es apelable al solo efecto devolutivo, por el deudor.

*Intereses. La presentación del concurso produce la suspensión de los intereses que devengue
todo crédito de causa o título anterior a ella, que no esté garantizado con prenda o hipoteca. Los
intereses de los créditos así garantizados, posteriores a la presentación, sólo pueden ser
reclamados sobre las cantidades provenientes de los bienes afectados a la hipoteca o a la prenda.

Quedan excluidos de la disposición precedente los créditos laborales correspondientes a la falta de


pago de salarios y toda indemnización derivada de la relación laboral.

*Contratos con prestación recíproca pendiente. El deudor puede continuar con el cumplimiento de
los contratos en curso de ejecución, cuando hubiere prestaciones recíprocas pendientes. Para ello
debe requerir autorización del juez, quien resuelve previa vista al síndico. La continuación del
contrato autoriza al cocontratante a exigir el cumplimiento de las prestaciones adeudadas a la
fecha de presentación en concurso bajo apercibimiento de resolución.

*Servicios públicos. No pueden suspenderse los servicios públicos que se presten al deudor por
deudas con origen en fecha anterior a la de la apertura del concurso. Los servicios prestados con
posterioridad a la apertura del concurso deben abonarse a sus respectivos vencimientos y pueden
suspenderse en caso de incumplimiento mediante el procedimiento previsto en las normas que
rigen sus respectivas prestaciones.

*Juicios contra el concursado. La apertura del concurso produce, a partir de la publicación de


edictos, la suspensión del trámite de los juicios de contenido patrimonial contra el concursado por
causa o título anterior a su presentación, y su radicación en el juzgado del concurso. No podrán
deducirse nuevas acciones con fundamento en tales causas o títulos.

Quedan excluidos de los efectos antes mencionados:

1. Los procesos de expropiación, los que se funden en las relaciones de familia y las ejecuciones de
garantías reales;

2. Los procesos de conocimiento en trámite y los juicios laborales, salvo que el actor opte por
suspender el procedimiento y verificar su crédito conforme lo dispuesto por los artículos 32 y
concordantes;

3. Los procesos en los que el concursado sea parte de un litis consorcio pasivo necesario.

*Viaje al exterior. El concursado y, en su caso, los administradores y socios con responsabilidad


ilimitada de la sociedad concursada, no pueden viajar al exterior sin previa comunicación al juez del
concurso, haciendo saber el plazo de la ausencia, el que no podrá ser superior a CUARENTA (40)
días corridos. En caso de ausencia por plazos mayores, deberá requerir autorización judicial.
Régimen de notificaciones: Edictos. La resolución de apertura, del concurso preventivo se hace
conocer mediante edictos que deben publicarse durante CINCO (5) días en el diario de
publicaciones legales de la jurisdicción del juzgado, y en otro diario de amplia circulación en el lugar
del domicilio del deudor, que el juez designe. Los edictos deben contener los datos referentes a la
identificación del deudor y de los socios ilimitadamente responsables; los del juicio y su radicación;
el nombre y domicilio del síndico, la intimación a los acreedores para que formulen sus pedidos de
verificación y el plazo y domicilio para hacerlo.

Esta publicación está a cargo del deudor y debe realizarse dentro de los cinco días de haberse
notificado la resolución.

*Carta a los acreedores e integrantes del comité de control: el síndico debe enviar a cada acreedor
denunciado y a los miembros del comité de control, carta certificada en la cual le haga conocer la
apertura del concurso, incluyendo los datos sucintos de los requisitos establecidos en los incisos 1 y
3 del artículo 14, su nombre y domicilio y las horas de atención, la designación del juzgado y
secretaría actuantes y su ubicación y los demás aspectos que estime de interés para los acreedores.

La correspondencia debe ser remitida dentro de los cinco (5) días de la primera publicación de
edictos. La omisión en que incurra el síndico, respecto del envío de las cartas, no invalida el
proceso.

Desistimiento:

*Legal o impuesto: es aquel que se produce a modo de sanción ante el incumplimiento de ciertas
cargas. Está contemplado en el art. 30 LCQ. Casos:

a) art.14 inc.5: no poner a disposición del Tribunal los libros referidos a la situación económica a los
fines de colocar nota datada y cerrar espacios en blanco;

b) art.14 inc.8: no acompañar en el plazo de 3 días el dinero correspondiente a las cartas


certificadas,

c) no cumplir el deudor con la publicación edictal de la sentencia de apertura del concurso

*Desistimiento voluntario: está regulado en el art. 31 LCQ.

a) Desistimiento “ad nutum”, que es la que opera por la sola manifestación del deudor, expresada
por escrito ante el juez concursal, siempre que sea hasta la primera publicación de edictos. El art.
31 LCQ prevé “Desistimiento voluntario. El deudor puede desistir de su petición hasta la primera
publicación de edictos, sin requerir conformidad de sus acreedores”.

b) Desistimiento posterior a la publicación de edictos. Puede desistir, igualmente, hasta el día


indicado para el comienzo del período de exclusividad previsto en el artículo 43 si, con su petición,
agrega constancia de la conformidad de la mayoría de los acreedores quirografarios que
representen el SETENTA Y CINCO POR CIENTO (75%) del capital quirografario. Para el cálculo de
estas mayorías se tienen en cuenta, según el estado de la causa: a los acreedores denunciados con
más los presentados a verificar, si el desistimiento ocurre antes de la - presentación del informe del
artículo 35; después de presentado dicho informe, se consideran los aconsejados a verificar por el
síndico; una vez dictada la sentencia prevista en el artículo 36, deberán reunirse las mayorías sobre
los créditos de los acreedores verificados o declarados admisibles por el juez. Si el juez desestima
una petición de desistimiento por no contar con suficiente conformidad de acreedores, pero
después ésta resultare reunida, sea por efecto de las decisiones sobre la verificación o por nuevas
adhesiones, hará lugar al desistimiento, y declarará concluido el concurso preventivo.

Trámite hasta el acuerdo:

*categorización de acreedores: es la posibilidad que se le concede al concursado de agrupar y


clasificar a los acreedores de acuerdo a distintas pautas objetivas, a los fines de ofrecer a cada una
de ellas una propuesta de acuerdo de manera también diferenciada. Es una opción que se le
concede al deudor; de lo contrario, si no categoriza, implica que ofrece la misma propuesta de
acuerdo a todos los acreedores. La oportunidad para presentar la clasificación y agrupamiento de
acreedores en categorías es a los 10 días de dictada la resolución de verificación de créditos.

El art.41 establece que en caso de categorizar, deben existir tres categorías mínimas:
quirografarios, quirografarios laborales y privilegiados. Sin embargo, se ha interpretado que puede
perfectamente obviarse categorizar a los laborales o a los privilegiados. Hay amplia libertad para
integrar la estrategia concursal. A los 10 días de presentado el informe individual por parte del
síndico, se emite la sentencia de verificación sobre la procedencia o improcedencia de los créditos
presentados. Ahora bien, dentro de los 10 días de dicha resolución, se presenta la categorización
de acreedores. Realizada la categorización o no, dentro de los 20 días siguientes a la resolución de
verificación de créditos y 30 días después de presentado el informe individual de los créditos, el
síndico debe presentar un informe general (art. 39 LCQ). Presentado el informe general, la ley
prevé que dentro de los 10 días posteriores, se puede observar dicho informe por el deudor y por
quienes hayan solicitado verificación. Así las cosas, pasados esos 10 días, el juez dicta resolución
fijando definitivamente las categorías y los acreedores que quedan comprendidos en cada una de
ellas si el deudor no ha hecho uso de esta prerrogativa, se certifica en el expediente tal situación y
el deudor deberá ofrecer la misma propuesta a todos los acreedores.

El período de exclusividad: es la etapa central del concurso preventivo en orden a la negociación del
deudor con los acreedores concurrentes. Su nombre, se deriva a que en esta etapa sólo el deudor –
a diferencia del salvataje- es quien puede negociar para obtener un acuerdo preventivo. El período
de tiempo que establece la ley en el art. 43 LCQ es de noventa días, prorrogable por treinta días
más, cuando las circunstancias del caso así lo aconsejen.

Propuesta de acuerdo: La propuesta de acuerdo consiste en que el acreedor va a tratar de


“arreglar” el pasivo, para así superar el estado de cesación de pagos en que se encuentra. Como se
advierte del artículo 43 LCQ las alternativas que tiene el deudor son muy amplias y son meramente
enunciativas, admitiéndose incluso otras. Lo fundamental para lograr el acuerdo, es que se cuente
con las mayorías requeridas con la ley y que el acuerdo concordatario no sea abusivo, pues en tal
caso, el juez no podrá homologarlo. La propuesta debe presentarse por escrito al expediente con
una anticipación de veinte días al vencimiento del período de exclusividad y las propuestas deben
respetar la igualdad de trato. La violación a la obligación de hacer pública la propuesta se sanciona
drásticamente con la quiebra. Del último párrafo del art. 43 LCQ, surge que el deudor podrá
presentar modificaciones a su propuesta original hasta el momento de celebrarse la Junta
Informativa prevista en el artículo 45, penúltimo párrafo, esto es, cinco días antes del vencimiento
del plazo del período de exclusividad.

Mayorías para la obtención del acuerdo, conformidades: Las conformidades deben ser presentadas
en el expediente hasta el día del vencimiento del período de exclusividad. Cada conformidad debe
ser presentada por escrito y contener el texto de la propuesta a la que adhiere el acreedor. ¿Qué
mayoría se requiere para acordar con los acreedores quirografarios? A) La mayoría absoluta de los
acreedores dentro de todas y cada una de las categorías, es decir la mitad más uno de los
acreedores, y B) Que representen las dos terceras partes del capital computable dentro de cada
categoría.

Acuerdo para privilegiados: El concurso preventivo se orienta a los acreedores quirografarios, sin
embargo, la ley no descarta la posibilidad que en la estrategia de negociación se incluyan a los
privilegiados, quienes a su vez puede renunciar al privilegio y participar en el acuerdo como
quirografarios. El deudor puede formular una propuesta para los acreedores con privilegio general
y otra para quienes tienen privilegio especial. Ahora bien, en orden a las mayorías prevista, si se
trata de acreedores con privilegio general, se requiere la misma mayoría que vimos para los
acreedores quirografarios; mientras que si se trata de acreedores con privilegios especiales, se
requiere la unanimidad para que el acuerdo sea conformado.

Impugnación del acuerdo: Presentadas las conformidades de los acreedores y si se obtuvieron las
mayorías necesarias para considerar aprobado el acuerdo, se dicta resolución dentro de los tres
días hábiles judiciales, la que hará saber de la existencia de acuerdo. Por el contrario, si no se
adjuntaron las conformidades, el juez debe declarar la quiebra del concursado (salvo los casos del
art.48) o que la situación quede inmersa en la hipótesis del art. 52, inc. 2 b) LCQ. Dentro de los 5
días de dictada dicha resolución, los acreedores que votaron el acuerdo y aquellos que hubieren
deducido incidente, sea por no haberse presentado en término o bien por no haber sido admitidos
sus créditos quirografarios, pueden impugnar el acuerdo por las causales detalladas en el art.50 de
la LCQ:

1. Error en cómputo de la mayoría necesaria,

2. Falta de representación de acreedores que concurran a formar mayoría en las categorías,

3. Exageración fraudulenta del pasivo,

4. Ocultación o exageración fraudulenta del activo y

5. Inobservancia de formas esenciales para la celebración del acuerdo. Esta causal sólo puede
invocarse por parte de acreedores que no hubieren presentado conformidad a las propuestas del
deudor, de los acreedores o de terceros. La impugnación debe deducirse por escrito y tramita bajo
las condiciones de los incidentes. Si se hace lugar a la impugnación, se declara la quiebra; si se
desestima, el juez debe homologar el acuerdo. En ambos casos, la resolución es apelable.

Homologación: La homologación supone el dictado de una sentencia judicial que da imperio al


acuerdo preventivo, lo que implica que será obligatorio para todos los acreedores del concurso
comprendidos en él- de causa o título anterior a la presentación- incluso para aquellos que no
dieron su conformidad a la propuesta hecha por el concursado. El acuerdo preventivo homologado
se impondrá no sólo a quienes participaron en la negociación, sino también a quienes ingresaron
mediante verificación tardía.

El principio general de acuerdo al art. 52 124es que si la propuesta recibió aprobación de las
mayorías legales previstas en el artículo 45, el juez homologará el acuerdo, salvo que la propuesta
sea abusiva o en fraude a la ley. Hay propuesta abusiva en los términos del art. 10 del Código Civil y
Comercial de la Nación, cuando hay desvío de la finalidad que justifica la existencia de un derecho;
cuando se contrarían los fines que se tuvo en mira al reconocerlos o cuando se exceden los límites
impuestos por la buena fe, la moral o las buenas costumbres. En una palabra, la propuesta que se
homologue debe ser razonable.

De tal modo, si se obtuvieron las mayorías legales requeridas y la propuesta no es abusiva, el juez
deberá homologar el acuerdo preventivo. Ahora bien, si el deudor no categorizó, es decir, realizó
una única propuesta, la mayoría deberá obtenerse en relación con todos los acreedores
quirografarios; si categorizó, puede suceder: a) que se hayan obtenido las conformidades legales,
con lo que el juez homologará el acuerdo preventivo; o bien, b) que no se hayan logrado dichas
mayorías y en dicho caso, el juez tendrá dos opciones: o bien declara la quiebra, o bien, homologa
el acuerdo igualmente si se dan los requisitos previstos en el art. 52 inc. 2, b) LCQ, que es lo que se
conoce como CRAMDOWN POWER.

Este instituto, que implica la posibilidad de imponer el acuerdo cuando no se han logrado las
mayorías en cada una de las categorías, supone el cumplimiento de ciertos requisitos que son muy
exigentes y de difícil consecución: a) que se haya categorizado y no se hayan logrado las mayorías
requeridas en todas las categorías, pero se haya aprobado por al menos una de las categorías de
acreedores quirografarios; b) la conformidad de por lo menos las tres cuartas partes del capital
quirografario; c) no discriminación en contra de la categoría o categorías disidentes; d) que el pago
resultante del acuerdo impuesto no suponga un dividendo menor que el que recibirían en la
quiebra los acreedores disidentes y e) que el acuerdo no sea impuesto a los acreedores con
privilegio especial.

Otra posibilidad que hace factible la homologación del acuerdo preventivo, es lo que se ha dado en
llamar la TERCERA VÍA, creación pretoriana, que hace factible la concesión de una instancia judicial
para que el concursado reformule su propuesta y/o supere los impedimentos que obstaron a la
homologación del acuerdo celebrado con los acreedores, lo que implicaría en este caso, conferir a
la concursada un plazo adicional a aquél del que ya dispuso para poner a la consideración de todos
los acreedores una nueva propuesta que no contenga los defectos por los cuales la Corte atribuyó
carácter "abusivo " a la propuesta anterior.

Efectos del acuerdo homologado: Homologado el acuerdo preventivo, el principal efecto es que se
produce la novación de todas las obligaciones de causa o título anterior al concurso, es decir que se
extingue la obligación original y se transforma en otra nueva que nace como consecuencia del
acuerdo homologado, es decir que el acuerdo homologado es la causa fuente de la nueva
obligación. Así lo prevé el art. 55 LCQ. Esta novación no causa la extinción de las obligaciones de los
acreedores respecto del fiador ni de los codeudores solidarios, quienes pueden reclamar el total de
la deuda garantizada. En sentido concordante, el 2º párrafo del artículo 1597 del CCCN establece
que “la fianza no se extingue por la novación producida por el acuerdo preventivo homologado del
deudor”. Es irreversible el efecto novatorio de las obligaciones alcanzadas por el acuerdo, por lo
que en caso de incumplimiento del acuerdo y posterior quiebra, el acreedor va a cobrar su
dividendo concursal conforme la nueva obligación que surge del acuerdo homologado. Asimismo el
acuerdo homologado produce efectos respecto de todos los acreedores quirografarios, aunque no
hayan participado en el procedimiento. Es decir, que el acuerdo se impone a todos los acreedores
anteriores a la presentación concursal, incluso a los acreedores tardíos.

Conclusión del concurso: Una vez homologado el acuerdo, y tomadas y ejecutadas las medidas
tendientes a su cumplimiento, el juez debe declarar finalizado el concurso, dando por concluida la
intervención del síndico.
Con carácter previo a la declaración de conclusión del concurso del concurso, se constituirán las
garantías pertinentes, y se dispondrá mantener la inhibición general de bienes respecto del deudor
por el plazo de cumplimiento del acuerdo, salvo conformidad expresa de los acreedores, las
previsiones que el acuerdo previera al respecto, o las facultades que se hubieren otorgado al
comité de acreedores como controlador del acuerdo.

El juez, a pedido del deudor y con vista a los controladores del acuerdo, podrá autorizar la
realización de actos que importen exceder las limitaciones impuestas por la inhibición general. Con
la conclusión del concurso cesan respecto del deudor las limitaciones previstas en los Artículos 15 y
16, con excepción de lo dispuesto en el presente artículo.

La resolución debe publicarse por UN (1) día, en el diario de publicaciones legales y UN (1) diario de
amplia circulación; siendo la misma apelable.

Declaración de cumplimiento del acuerdo. Inhibición para nuevo concurso. El cumplimiento del
acuerdo será declarado por resolución judicial emanada del juez que hubiese intervenido en el
concurso, a instancias del deudor, y previa vista a los controladores del cumplimiento del acuerdo.

El deudor no podrá presentar una nueva petición de concurso preventivo hasta después de
transcurrido el plazo de UN (1) año contado a partir de la fecha de la declaración judicial de
cumplimiento del acuerdo preventivo, ni podrá convertir la declaración de quiebra en concurso
preventivo.

Nulidad del acuerdo: El acuerdo puede ser declarado nulo cuando es pedido por cualquier
acreedor. Debe solicitarse dentro de los 6 meses de homologado el acuerdo, previsto como un
plazo de caducidad. Las causales son: a) dolo para exagerar el pasivo; b) reconocer o aparentar
privilegios inexistentes o constituidos ilícitamente y c) ocultar o exagerar el activo.

Declarada la nulidad del acuerdo se producen ciertos efectos. Así:

-Se libera al fiador que garantizó el acuerdo.

-Se deja sin efecto la novación de los créditos. Lo percibido por los acreedores en virtud del
acuerdo no se debe restituir y tienen derecho a cobrar en la quiebra lo no percibido.

-Son nulas las medidas adoptadas en el acuerdo.

- Se recuperan los privilegios renunciados.

- Se abre un nuevo período informativo o de verificación (arts.200 a 202).

- Los acreedores cuyos créditos fueron exagerados quedan excluidos.

Procedimiento: de acuerdo a los artículos 280 y siguientes: la sentencia que declara la nulidad del
acuerdo, debe declarar la quiebra del concursado. La resolución es apelable, pero no suspende su
desapoderamiento.

Incumplimiento: el acreedor que no pudo obtener la satisfacción de la obligación comprendida en


el acuerdo, puede solicitar la declaración de quiebra de su deudor. Antes de declararse la quiebra,
se da vista al deudor, quien por lo general intenta satisfacer la obligación acordada; en este caso es
una praxis habitual que no se declare la quiebra, pero se exija al deudor abone los intereses
moratorios. Esta denuncia, no tramita por vía incidental sino en el mismo expediente principal.
En caso de prosperar el pedido, se declarará la quiebra, siendo la resolución apelable, pero no
suspende su desapoderamiento.

Régimen aplicable a los pequeños concursos:

La última reforma sancionada con fuerza de ley, Ley N° 27.170, prevé: ARTÍCULO 288.- Concepto. A
los efectos de esta ley se consideran pequeños concursos y quiebras aquellos en los cuales se
presente, en forma indistinta cualquiera de estas circunstancias:

1. Que el pasivo denunciado no alcance el equivalente a trescientos (300) salarios mínimos vitales y
móviles.

2. Que el proceso no presente más de veinte 20) acreedores quirografarios.

3. Que el deudor no posea más de veinte (20) trabajadores en relación de dependencia sin
necesidad de declaración judicial

Cuando se verifique cualquiera de las circunstancias mencionadas en el artículo 288, el concurso


será pequeño. La decisión judicial de encuadramiento corresponde al juez concursal en
oportunidad de la apertura del proceso, sea preventivo o liquidativo.

Verificación de créditos y fuero de atracción: El sistema de verificación de créditos es el


mecanismo a través del cual se logra el reconocimiento en el proceso concursal de los distintos
créditos adeudados. También se lo denomina “período informativo”. Este proceso se abre con la
presentación de quien reclame la calidad de acreedor y es un proceso necesario por cuanto todos
los acreedores que quieran participar del concurso deberán recurrir a este proceso. A través de la
verificación se tiende a comprobar la existencia y monto de los créditos, (además de la graduación
privilegiados).

Créditos de causa y título anterior: Según lo establece el art. 32 LCQ, todos los acreedores por causa
o título anterior a la presentación concursal pueden presentar sus pedidos de verificación. Causa o
título anterior: si ambos son anteriores no hay problema y pueden verificar. Si el título es de fecha
posterior a la presentación y la causa es anterior a la presentación, cae bajo los efectos
concursales. ¿Ante quién se presenta la verificación? ante el síndico. Es una etapa extrajudicial. La
sentencia de apertura del concurso, o la declaración de quiebra fija una especie de cronograma de
fecha, entre las que se incluye el plazo que contamos para verificar ante el síndico.

Requisitos del período verificatorio: El art. 32 LCQ prevé los recaudos del pedido de verificación:
deben presentarse por escrito, indicando datos personales y domicilio real del insinuante y
constituir domicilio especial, debe especificar el monto, la causa y el privilegio del crédito y
acompañarse los títulos que justifiquen el crédito. Todo ello, en doble ejemplar. Asimismo, debe
precisarse el monto de la pretensión verificatoria y de los intereses, pues éste constituye el límite
que condiciona no sólo el consejo del síndico, sino también las facultades del juez. Finalmente este
pedido debe estar suscripto por el peticionante y abonar por cada solicitud de verificación un
arancel verificatorio.

Efectos: La presentación solicitando la verificación de créditos tiene los mismos efectos que una
demanda judicial, pues interrumpe la prescripción (se extiende hasta la finalización del concurso o
quiebra) e impide la caducidad del derecho y de la instancia.
Arancel: Por cada solicitud de verificación de crédito que se presente, sea ésta tempestiva,
incidental o tardía, se debe abonar un arancel al síndico equivalente al diez por ciento (10%) del
salario mínimo vital y móvil que se sumará a dicho crédito. Se excluyen del arancel a: los créditos
de causa laboral, y a los equivalentes a menos de tres (3) salarios mínimos vitales y móviles, sin
necesidad de declaración judicial.

Verificaciones especiales:

*Créditos privilegiados: respecto de los acreedores con garantía real, no están exceptuados de
verificar y al hacerlo, deben denunciar la existencia del privilegio. En efecto, si el acreedor hubiese
omitido el carácter del crédito (común o privilegiado), el juez, al momento de resolver la
incorporación de tal acreencia al pasivo concursal, debe admitirlo como quirografario. Se sostiene
que existe una renuncia implícita al privilegio. Se exceptúan los créditos de naturaleza laboral, en
razón de su carácter especial y su particular modo de renunciabilidad.

*Pagaré y cheques: En los casos “Translinea” y “Difry” la jurisprudencia plenaria de la Cámara


Nacional de Comercio decidió que el solicitante de verificación en el concurso, con fundamento en
estos instrumentos privados deberá declarar y probar la causa, esto es, las circunstancias
determinantes del acto cambiario originario o derivado. Fundamento: evitar la “invención” de
acreedores mediante el simple trámite de otorgarles un pagaré o un cheque. La rigidez de estos
plenarios se ha ido morigerando con el transcurso del tiempo, y requiere una razonable
complementación probatoria respecto de aquellos títulos.

*Sentencia definitiva en juicios de conocimientos: en la actualidad, se acepta que la sentencia


dictada en procesos de conocimiento, es título hábil para verificar el crédito en ella reconocido; ni
el síndico ni el juez concursal pueden en principio cuestionar su contenido, salvo que se probare
que existe cosa juzgada fraudulenta o exorbitancia de ella en relación a las reglas concursales.

Facultades de información: El órgano sindical puede requerir todo tipo de información necesaria
para el conocimiento de los negocios sociales del deudor y de los derechos de los acreedores, y en
caso de ser negada, puede solicitar al juez concursal que tome las medidas que estime pertinentes
(art. 275 LCQ). Así, es función de la sindicatura la de investigar la legitimidad y preferencia de los
créditos que corresponden a los acreedores concursales, teniendo en cuenta que el trámite de la
verificación de créditos no se reduce a la mera comprobación del carácter que reviste la obligada
sino a investigar la causa de la obligación que da lugar al crédito pretendido.

Período de observaciones: De acuerdo al art. 34 LCQ, después de finalizado el plazo para peticionar
la verificación, se abre una etapa de diez días en la cual, el deudor y quienes hubieran solicitado
verificación pueden revisar los legajos y realizar por escrito observaciones e impugnaciones a los
créditos presentados y los trabajadores de la concursada, aunque no tuvieren el carácter de
acreedores; pueden revisar los legajos. Vencido el plazo previsto para las observaciones, dentro de
las cuarenta y ochos horas el síndico debe presentar al juzgado un juego de copias de las mismas,
para su incorporación al legajo de copias previsto en el art. 279 LCQ.

Informe individual: Fenecido el pazo para la formulación de observaciones, el síndico debe redactar
el denominado “informe individual” que constituye una pieza instrumental única, comprensiva de
la totalidad de los créditos que pretenden incorporarse al pasivo. A través de este informe, el
síndico logra ordenar en un cuerpo unificado la síntesis de las pretensiones esgrimidas por los
aspirantes a la concurrencia a quienes se ofrece una primera opinión- técnica e imparcial- sobre la
procedencia jurídica de aquéllas. El síndico debe dictaminar objetivamente, guardando
equidistancia de los verdaderos contendientes, que son el deudor y cada acreedor y a su vez, los
acreedores entre sí. En este informe el síndico se limita a dar su parecer sobre la procedencia o
improcedencia de los pedidos de verificación, pero carece de potestad decisoria, es decir que su
opinión no es vinculante, pudiendo decidir el juez en contra de su consejo. Se debe consignar el
nombre completo de cada acreedor, su domicilio real y el constituido, monto y causa del crédito,
privilegio y garantías invocados; además, debe reseñar la información obtenida, las observaciones
que hubieran recibido las solicitudes, por parte del deudor y de los acreedores, y expresar respecto
de cada crédito, opinión fundada sobre la procedencia de la verificación del crédito y el privilegio.
Todo ello según lo establece el art. 35 LCQ.

Resolución judicial sobre los créditos: El art. 36 LCQ prevé: Dentro de los DIEZ (10) días de
presentado el informe por parte del síndico, el juez decidirá sobre la procedencia y alcances de las
solicitudes formuladas por los acreedores. El crédito o privilegio no observados por el síndico, el
deudor o los acreedores es declarado verificado, si el juez lo estima procedente. Cuando existan
observaciones, el juez debe decidir declarando admisible o inadmisible el crédito o el privilegio.
Estas resoluciones son definitivas a los fines del cómputo en la evaluación de mayorías y base del
acuerdo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente.

Distinguimos entre créditos verificados, admisibles e inadmisibles.

Los primeros son los créditos que no han sido observados ni por el deudor, ni por los otros
acreedores y la sindicatura aconseja que ingresen al pasivo concursal como verificado y el juzgador
así lo decida.

Ahora bien, si los acreedores, el deudor o la sindicatura impugnaron oportunamente el crédito


insinuado, ya no puede declararse verificado, sino solamente admisible o inadmisible. Se declaran
admisibles los créditos y privilegios que fueron observados por el deudor, los acreedores o la
sindicatura y que el juzgador, rechazando las impugnaciones, así lo considerara; por el contrario, se
declaran inadmisibles los que fueron objetados y que el juzgador, admitiendo las impugnaciones así
lo resolviera o bien, aun no mediando oposiciones, el director del proceso no los admitiera

Cosa juzgada: El art. 37 LCQ dispone que la sentencia que declara verificado el crédito y en su caso
el privilegio, produce los efectos de cosa juzgada, salvo dolo. Ahora, si el crédito se declaró
admisible o inadmisible, éste recién adquiere el carácter de cosa juzgada si dentro de los 20 días
subsiguientes a la resolución de verificación de créditos, no es revisado, también salvo dolo.

Revisión: En caso de crédito declarado admisible o inadmisible se puede interponer el recurso de


revisión en contra de la sentencia de verificación. Lo puede hacer el deudor o los acreedores. Hay
discusión en la doctrina respecto a la posibilidad del síndico, aunque mayoritariamente se lo
admite. El plazo para revisar es de 20 días siguientes a la fecha de la resolución judicial sobre los
créditos. Caso contrario adquiere firmeza la sentencia de verificación. El trámite que se le asigna:
incidental, de acuerdo a los arts.280 y ss de la ley de concursos y Quiebras. O sea es un expediente
desprendido del principal o que se tramita por cuerda separada.

Invocación de dolo: El crédito verificado o el declarado admisible o inadmisible luego de


transcurrido los 20 días de la revisión adquieren el carácter de cosa juzgada material, salvo dolo. El
dolo hace referencia a la utilización de las formas procesales para lograr un pronunciamiento
judicial fraudulento.
El plazo para interponer el recurso es de 90 días desde la resolución de verificación (plazo de
caducidad) y el efecto de la interposición no altera el derecho del acreedor a obtener el
cumplimiento del acuerdo. El trámite es el juicio ordinario ante el juez concursal.

Verificación tardía: En el concurso preventivo la insinuación tardía del crédito posee dos
alternativas procedimentales, que surgen del art. 56 LCQ:

1) Si el concurso preventivo se encuentra pendiente, la verificación tardía tramita por la vía del
incidente concursal previsto en el art. 280 y ss LCQ;

2) Si el concurso preventivo ha concluido, se efectúa a través de la acción individual que


corresponda de acuerdo a la naturaleza del crédito reclamado.

Es decir, que la conclusión del concurso preventivo mediante la declaración prevista en el art. 59
LCQ, no impide que el acreedor verifique por ante el juez concursal, siempre que su acción no
hubiere prescripto conforme los dispuesto por el art. 56, párr. 6º, LCQ que veremos seguidamente.
Si el concurso preventivo está pendiente, las partes en el incidente son el acreedor y concursado y
el síndico emite un informe luego de producida la prueba. Ahora bien, si el concurso preventivo ya
concluyó, las partes son solamente el acreedor y el deudor, pues el síndico en principio ha cesado
en sus funciones.

Prescripción concursal: El plazo de prescripción para las presentaciones tardías es de 2 años en el


concurso preventivo. Se exceptúa el caso de sentencia obtenida por la continuación del juicio ante
el juez originario, pues si no obstante haber excedido este plazo, se puede deducir el
correspondiente incidente dentro de los seis meses de haber quedado firme la sentencia por ante
el juez originario. En principio, esta prescripción abreviada concursal, sólo se aplica en el concurso
preventivo; no así, en caso de quiebra o del Acuerdo Preventivo Extrajudicial.

Fuero de atracción: El fuero de atracción es una figura jurídica de orden público cuya función es
reglar en forma excepcional la competencia, con el objeto de materializar el principio de
universalidad. En el art.21 se regulan los juicios contra el concursado, y se establecen los siguientes
efectos:  Suspensión del trámite de los juicios de contenido patrimonial por causa o título
anterior.  Fuero de atracción al juzgado concursal.  Prohibición de interponer nuevas acciones
con fundamento en causa o títulos anteriores a la presentación, salvo el supuesto de acciones
laborales.

Los efectos en el concurso preventivo comienzan desde la publicación de edictos; mientras que en
la quiebra se producen con la declaración de la quiebra.

Radicación de acciones: todas las causas de contenido patrimonial por causa o título anterior a la
presentación concursal, deben radicarse ante el juzgado concursal (por ej.: procesos ejecutivos).
Sin embargo, este desplazamiento en la competencia originaria sufre importantes excepciones:
previstas en el art 21 LCQ:

a) Procesos de expropiación, ya sea que se tramiten ante la justicia federal o ante la justicia
ordinaria.

b) Juicios fundados en las relaciones de familia: la acción de divorcio; el juicio de adopción; el de


reconocimiento o impugnación de filiación; la rendición de cuentas por razones familiares; los
juicios fundados en la legítima; etc. También, el juicio de alimentos y el proceso de liquidación de la
sociedad conyugal (el síndico no puede iniciar un incidente de liquidación de sociedad conyugal en
el concurso).

c) Procesos de conocimiento en trámite y los juicios laborales: estos procesos puedan continuarse a
opción del actor, y luego obtenida sentencia verificar en los términos del art. 56 LCQ; o bien,
suspender el procedimiento y verificar en los términos del art. 32 LCQ.

d) Procesos en los que el concursado sea parte de un litisconsorcio pasivo necesario.

Ejecuciones hipotecarias y prendarias: Otra excepción al fuero de atracción en el concurso


preventivo, son las ejecuciones de garantías reales. En este caso, el proceso de ejecución continúa
por ante el juez originario y la cosa asiento del privilegio, podrá ejecutarse si el acreedor hubiera
presentado el pedido de verificación del crédito y su privilegio por ante el juez concursal. En
cambio, en la quiebra, según el art. 132 LCQ las ejecuciones con garantías reales sí quedan
atrapadas en el proceso falencial, y se ejecutarán por la vía del concurso especial previsto en el art.
209 LCQ. Esta es una diferencia entre ambos procesos.

Juicios laborales: según el art 21 LCQ quedan exceptuados del fuero de atracción los procesos de
conocimiento en trámite, incluido los laborales. Ahora bien, éstos pueden optar por continuar la
tramitación del proceso ante el juez extraconcursal o bien, suspender el proceso y procurar la
verificación del crédito por ante el juez del concurso de acuerdo a las previsiones del art. 32 y
concordantes. Asimismo, los acreedores laborales además de estas dos opciones- continuar el
proceso ante el juez natural o verificar en el proceso concursal- pueden también iniciar – por causa
o título anterior a la presentación- acción laboral aunque no la hubieren iniciado con anterioridad a
la presentación concursal o bien, recurrir también al pronto pago- cuya concesión importa el
reconocimiento de la calidad de acreedor concurrente y en caso de serles negada tal posibilidad,
demandar a novo en sede laboral.

Pronto pago: El art.16 regula el instituto del pronto pago es la vía especial que poseen los
trabajadores para hacer efectivos anticipadamente sus créditos laborales, en razón del carácter
alimentario de tales acreencias. Se trata de una tutela legal diferenciada destinada a que el
trabajador cobre su crédito, permitiendo que los acreedores laborales no se vean forzados, en
razón del carácter alimentario de sus créditos, a esperar el trámite completo de la quiebra o el
concurso preventivo para efectivizarlos, es decir, que estamos en presencia de un especial
mecanismo instituido para la rápida cancelación de los créditos laborales. De esta manera, como el
derecho de pronto pago se manifiesta como una vía alternativa o sui generis de insinuación de
créditos en el concurso, no requiere verificación ni sentencia previa. Esto es, se alcanza la categoría
de acreedor concursal por esta vía excepcional o sumaria.

A partir de la reforma de 2006, a través de la ley 26.086, se distingue:

i) Pronto pago oficioso o automático: que para que proceda el magistrado debe encontrarse frente
a remuneraciones que le sean debidas al dependiente del concursado en razón de la relación
laboral habida entre las partes, corroboradas por la sindicatura a través del informe que debe
prestar, en cumplimiento de lo dispuesto en el art. 14 inc. 11, LCQ. Así, presentado el informe
respecto del pasivo laboral denunciado por el concursado y un dictamen, previa auditoría contable,
sobre la existencia de otro pasivo laboral que pueda ser objeto de pronto pago; el juez dentro de
los diez días autorizará de oficio el pronto pago de aquellos créditos laborales denunciados por el
concursado y aquellos no incluidos, respecto de los que el órgano sindical haya informado y
aconsejado la viabilidad, siempre que fuesen de los incluidos en la nómina del art. 16 LCQ y que
sean privilegiados.

ii) Pronto pago dispositivo o a instancia de parte interesada: si el acreedor laboral fue omitido en el
listado sindical y el crédito laboral reúne los recaudos de ser uno del créditos enumerados en el art.
16 LCQ y goza de privilegio general o especial, el acreedor podrá pedir su inclusión sin necesidad de
verificación previa del crédito y sin necesidad de contar con una sentencia dictada en un juicio
laboral de pleno conocimiento. Efectuada la solicitud, se debe correr vista al síndico y al
concursado para que opinen al respecto, y luego de lo cual, el juez estará en condiciones de
resolver.

El artículo 16 LCQ prevé taxativamente cuáles son las únicas razones por las que el juez concursal
puede rechazar total o parcialmente un pedido de pronto pago. Estas causales son: a) créditos de
origen o legitimidad dudosos; b) créditos controvertidos y c) connivencia dolosa entre el
peticionario y el concursado. La ley concursal en su artículo 16 LCQ, refiere que “en todos los casos
la resolución es apelable”. Así, de configurarse alguna de las causales previstas de rechazo, el juez
dictará resolución denegatoria de la pretensión del acreedor. En tal supuesto, el acreedor quedará
habilitado para “iniciar o continuar el juicio de conocimiento laboral por ante el juez natural” o
bien, apelar dicho resolutorio. Por su parte, el concursado, sólo podrá apelar en aquellos casos en
los cuales la resolución que admita el pronto pago vaya más allá de lo denunciado en la
presentación del art. 11, inc. 5°, LCQ, concediendo un mejor derecho.

Continuación de acciones: Los procesos excluidos del fuero de atracción (art. 21 LCQ) luego de
obtenida la sentencia, deben igualmente verificar por ante el juez del concurso. Así, el art. 56 LCQ,
prevé que la sentencia obtenida en el juicio de conocimiento no atraído y continuado debe ser
objeto de verificación, pues vale como "título verificatorio", o sea, como título que habilita la
verificación. De tal modo, el acreedor que transitó por ante otro tribunal distinto al concursal
puede verificar su acreencia en el concurso hasta un plazo máximo de seis meses desde que quedó
firme la sentencia, no considerándose tardía dicha verificación a los fines de las costas. Es por ello,
que a este vía de insinuación se la denomina “verificación tardía sin costas”. En orden al plazo de
los seis meses, la doctrina se divide, para algunos se trata de un plazo de prescripción, para otros
de caducidad.

Contratos con prestaciones recíprocas pendientes: El art.20 LCQ establece que el deudor está
habilitado para optar por la rescisión o continuación de los contratos con prestaciones recíprocas,
según su trascendencia para el normal desarrollo de la empresa. Si sólo el concursado tiene que
cumplir sus prestaciones y la contraparte ya cumplió la suya, al acreedor solo le resta verificar su
crédito; y si el concursado ya cumplió su prestación, debe exigir del tercero por la vía ordinaria que
cumpla la que la corresponde. Las prestaciones que el tercero cumpla después de la presentación
en concurso preventivo, y previo cumplimiento de lo dispuesto en este precepto, gozan del
privilegio previsto por el artículo 240 LCQ. Finalmente, ante la falta de decisión del deudor
concursado de ejercer la opción continuativa, el tercero contratante in bonis tiene la posibilidad de
elegir el cumplimiento o resolver el vínculo contractual cuando no se le hubiere comunicado la
decisión de continuarlo, luego de los treinta días de abierto el concurso. Debe notificar al deudor y
al síndico.

Servicios públicos: no pueden suspenderse los servicios públicos que se presten al deudor por
deudas con origen en fecha anterior a la de la apertura del concurso; por el contrario, los prestados
con posterioridad deben abonarse a sus respectivos vencimientos y pueden suspenderse en caso
de incumplimiento mediante el procedimiento previsto en las normas que rigen sus respectivas
prestaciones. Asimismo, el mencionado artículo prevé que en caso de liquidación en la quiebra, los
créditos que se generen por las prestaciones mencionadas gozan de la preferencia establecida por
el artículo 240.

MÓDULO 2:

El síndico: sujeto auxiliar de la justicia, cuya actividad en el proceso colectivo se desarrolla con
autonomía, sin subordinación jerárquica y en base a la idoneidad técnica que deriva de su título
profesional. Sus funciones están determinadas por la ley respectiva tanto en interés del deudor,
como de los acreedores y del proceso colectivo en general.

Designación: establecida por el artículo 253.

1) Podrán inscribirse para aspirar a actuar como síndicos concursales los contadores públicos con
una antigüedad mínima en la matrícula de CINCO (5) años; y estudios de contadores que cuenten
entre sus miembros con mayoría de profesionales con un mínimo de CINCO (5) años de antigüedad
en la matrícula. No es un cargo de libre acceso para cualquier profesional de ciencias económicas.
b) Los integrantes de los estudios al tiempo de la inscripción no pueden a su vez inscribirse como
profesionales independientes. Se tomarán en cuenta los antecedentes profesionales y académicos,
experiencia en el ejercicio de la sindicatura, y se otorgará preferencia a quienes posean títulos
universitarios de especialización en sindicatura concursal, agrupando a los candidatos de acuerdo a
todo estos antecedentes.

2) Cada 4 años la Cámara de Apelación correspondiente forma DOS (2) listas, la primera de ellas
correspondientes a la categoría A, integrada por estudios, y la segunda, categoría B, integrada
exclusivamente por profesionales; en conjunto deben contener una cantidad no inferior a QUINCE
(15) síndicos por Juzgado, con DIEZ (10) suplentes, los que pueden ser reinscriptos
indefinidamente. Para integrar las categorías se tendrán en cuenta los antecedentes y experiencia,
otorgando prioridad a quienes acrediten haber cursado carreras universitarias de especialización
de posgrado. Para integrar las categorías se tomaran en cuenta pautas indicadas en el último
párrafo del inciso anterior.

3) La Cámara puede prescindir de las categorías a que se refiere el inciso anterior en los juzgados
con competencia sobre territorio cuya población fuere inferior a DOSCIENTOS MIL (200.000)
habitantes de acuerdo al último censo nacional de población y vivienda.

4) Las designaciones a realizar dentro los CUATRO (4) años referidos se efectúan por el juez, por
sorteo, computándose separadamente los concursos preventivos y las quiebras.

5) El sorteo será público y se hará entre los integrantes de una de las listas, de acuerdo a la
complejidad y magnitud del concurso de que se trate, clasificando los procesos en A y B. La decisión
la adopta el juez en el auto de apertura del concurso o de declaración de quiebra. La decisión es
inapelable.

6) El designado sale de la lista hasta tanto hayan actuado todos los candidatos.

7) El síndico designado en un concurso preventivo actúa en la quiebra que se decrete como


consecuencia de la frustración del concurso, pero no en la que se decrete como consecuencia del
incumplimiento del acuerdo preventivo. Esta regla ha creado conflicto interpretativo con el art.64
in fine. Se ha interpretado que el art.64, en cuanto mantiene el órgano concursal, se aplica se aplica
a los pequeños concursos preventivos en los que el síndico actúa como controlador del acuerdo
pues no cesa en sus funciones. En cambio, en los casos de gran concurso preventivo, el cese de la
actuación de la sindicatura (art.59) impone la designación de un nuevo síndico.

8) Los suplentes se incorporan a la lista de titulares cuando uno de éstos cesa en sus funciones.

9) Los suplentes actúan también durante las licencias. En este supuesto cesan cuando éstas
concluyen.

10) Sindicatura plural. El juez puede designar más de UN (1) síndico cuando lo requiera el volumen
y complejidad del proceso, mediante resolución fundada que también contenga el régimen de
coordinación de la sindicatura. Igualmente podrá integrar pluralmente una sindicatura
originariamente individual, incorporando síndicos de la misma u otra categoría, cuando por el
conocimiento posterior relativo a la complejidad o magnitud del proceso, advirtiera que el mismo
debía ser calificado en otra categoría de mayor complejidad.

Funciones: Dentro del proceso preventivo, el síndico tiene las siguientes funciones:

a) Vigilancia y control de la administración del patrimonio del deudor. b) Colaboración en el


desenvolvimiento del proceso, por ejemplo: envío de cartas certificadas, diligenciamiento de los
oficios pertinentes en los registros respectivos, a los fines de asegurar el patrimonio prenda común.
c) Las funciones propias en la verificación de créditos. d) Sus funciones durante el desarrollo del
acuerdo, en la impugnación, en la homologación, etcétera. Y dentro del proceso de quiebra, tiene
funciones de: a) Administración, conservación y custodia del patrimonio del fallido. b) Liquidación
del patrimonio. En este sentido, cabe recordar lo dispuesto por el artículo 203 cuando expresa que
“la realización de bienes se hace por el síndico”. Esto de manera general, pues en particular se
verán las distintas funciones que posee, ya sea en la continuación de la empresa, en las acciones de
recomposición patrimonial, en la confección de los proyectos de distribución e informe final,
etcétera. c) En la continuación de la explotación por la sindicatura. d) De distribución de lo
recaudado. e) En la clausura y conclusión de la quiebra

Legitimación: El síndico es parte en el proceso principal, en todos sus incidentes y en los demás
juicios de carácter patrimonial en los que sea parte el concursado, salvo los que deriven de
relaciones de familia en la medida dispuesta por esta ley.

El síndico, tanto en el concurso preventivo como en la quiebra, tiene plena legitimación para la
postulación procesal pertinente, destinada a cumplir la finalidad de ambos procesos. Además,
posee legitimación respecto de los incidentes concursales y procesos individuales en la quiebra,
donde se acentúan sus posibilidades de actuación. En los incidentes del concurso preventivo, su
intervención es limitada y se afirma que el síndico produce un informe como en el caso de las
verificaciones tempestivas. En la doctrina, se discute si tiene legitimación para iniciar incidentes de
revisión de créditos, y la mayoría se pronuncia a favor de tal posibilidad. La Ley 26.086 le ha dado el
carácter de parte necesaria en los juicios de contenido patrimonial que ahora siguen tramitando
ante el juez natural.

Indelegabilidad de funciones: Las atribuciones conferidas por la ley a cada funcionario, son
indelegables, sin perjuicio del desempeño de los empleados.
Además son excluyentes de la actuación del deudor y de los acreedores, salvo en los casos en que
expresamente se prevé su participación individual y el derecho que éstos tienen de efectuar
denuncias sobre la actuación de los funcionarios.

Actuación personal: La función del síndico es personal e indelegable, por su importancia en el


proceso concursal.

Cuando se trate de estudios éstos deberán indicar en cada concurso en que actúen cuál o cuáles de
sus profesionales integrantes asume el deber de actuar personalmente. El indicado no podrá ser
reemplazado salvo causa justificada, admitida como tal por el juez. La actuación personal se
extiende aun cuando deban cumplirse actos fuera de la jurisdicción del tribunal. Si no existen
fondos para atender a los gastos de traslado y estadías o si media otra causa justificada, se requiere
su comisión al agente fiscal de la respectiva jurisdicción, por medio de rogatoria al juez que
corresponda. Sin embargo, el juez puede autorizar al síndico para que designe apoderado con
cargo a gastos del concurso, a los fines de su desempeño en actuaciones que tramitan fuera de su
tribunal.

Deberes y facultades: Compete al síndico efectuar las peticiones necesarias para la rápida
tramitación de la causa, la averiguación de la situación patrimonial del concursado, los hechos que
puedan haber incidido en ella y la determinación de sus responsables. A tal fin tiene, entre otras,
las siguientes facultades:

1) Librar toda cédula y oficios ordenados, excepto los que se dirijan al presidente de la Nación,
gobernadores, ministros y secretarios de Estado, funcionarios de análoga jerarquía y magistrados
judiciales;

2) Solicitar directamente informes a entidades públicas y privadas.

En caso que el requerido entienda improcedente la solicitud, debe pedir al juez se la deje sin
efecto, dentro del quinto día de recibida;

3) Requerir del concursado o terceros las explicaciones que estime pertinentes. En caso de negativa
o resistencia de los interpelados, puede solicitar al juez la aplicación de los Artículos 17, 103 y 274,
inciso 1;

4) Examinar, sin necesidad de autorización judicial alguna, los expedientes judiciales o


extrajudiciales donde se ventile una cuestión patrimonial del concursado o vinculada directamente
con ella;

5) Expedir certificados de prestación servicios de los dependientes, destinados a la presentación


ante los organismos de seguridad social, según constancias de la contabilidad;

6) En general, solicitar todas las medidas dispuestas por esta ley y otras que sean procedentes a los
fines indicados.

7) Durante el período de verificación de créditos y hasta la presentación del informe individual,


debe tener oficina abierta al público en los horarios que determine la reglamentación que al efecto
dictará la Cámara de Apelaciones respectiva.

8) El síndico debe dar recibo con fecha y hora bajo su firma o de la persona autorizada
expresamente en el expediente, de todo escrito que le sea presentado en su oficina durante el
período de verificación de créditos y hasta la presentación del informe individual, el que se
extenderá en una copia del mismo escrito.

El síndico es parte en el proceso principal, en todos sus incidentes y en los demás juicios de
carácter patrimonial en los que sea parte el concursado, salvo los que deriven de relaciones de
familia en la medida dispuesta por esta ley.

Asesoramiento profesional: El artículo 257 autoriza al síndico a designar profesionales, cuando la


materia exceda su competencia, como así también el nombramiento de asesores letrados. En todos
los casos, los honorarios de los profesionales que contrate serán a cargo de la sindicatura. Sin
embargo, en los casos en que el síndico debe actuar en otra jurisdicción, puede solicitar al juez
autorización judicial previa, a los fines de contratar apoderado para que se desempeñe en
actuaciones que tramitan fuera de su tribunal, y si el juez lo autoriza, los honorarios del profesional
contratado serán considerados gastos del concurso.

Causales de remoción: Son causas de remoción del síndico la negligencia, falta grave o mal
desempeño de sus funciones. La remoción compete al juez, con apelación ante la Cámara.
Consentido o ejecutoriado el auto, el síndico cesa en sus funciones en todos los concursos en que
intervenga. La remoción causa la inhabilitación para desempeñar el cargo de síndico durante un
término no inferior a CUATRO (4) años ni superior a DIEZ (10), que es fijado en la resolución
respectiva. La remoción puede importar la reducción para el síndico de entre un TREINTA POR
CIENTO (30%) y CINCUENTA POR CIENTO (50%) de los honorarios a regularse por su desempeño
salvo en caso de dolo, en cuyo caso la reducción podrá superar dicho límite.

Puede aplicarse también, según las circunstancias, apercibimiento o multa hasta el equivalente a la
remuneración mensual del juez de Primera Instancia.

Efectos de la remoción: a) cesación de las funciones en todos los procesos que fuera designado; b)
inhabilitación fijada por el juez que lo remueve con tope mínimo de 4 años y un máximo de 10
años. c) posibilidad de reducción de honorarios a regular, de entre el 30 % y el 50 %, salvo que
exista dolo en el actuar antijurídico del síndico, caso en el cual se puede superar aquel porcentaje.

Informe general: es el elemento informativo más importante para descifrar la situación patrimonial
del deudor. Según el art 39 LCQ:

Treinta (30) días después de presentado el informe individual de los créditos, el síndico debe
presentar un informe general, el que contiene:

1) El análisis de las causas del desequilibrio económico del deudor.

2) La composición actualizada y detallada del activo, con la estimación de los valores probables de
realización de cada rubro, incluyendo intangibles.

3) La composición del pasivo, que incluye también, como previsión, detalle de los créditos que el
deudor denunciara en su presentación y que no se hubieren presentado a verificar, así como los
demás que resulten de la contabilidad o de otros elementos de juicio verosímiles.

4) Enumeración de los libros de contabilidad, con dictamen sobre la regularidad, las deficiencias
que se hubieran observado, y el cumplimiento de los artículos 43, 44 y 51 del Código de Comercio.
5) La referencia sobre las inscripciones del deudor en los registros correspondientes y, en caso de
sociedades, sobre las del contrato social y sus modificaciones, indicando el nombre y domicilio de
los administradores y socios con responsabilidad ilimitada.

6) La expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos, hechos y circunstancias que


fundamenten el dictamen.

7) En caso de sociedades, debe informar si los socios realizaron regularmente sus aportes, y si
existe responsabilidad patrimonial que se les pueda imputar por su actuación en tal carácter.

8) La enumeración concreta de los actos que se consideren susceptibles de ser revocados, según lo
disponen los artículos 118 y 119.

9) Opinión fundada respecto del agrupamiento y clasificación que el deudor hubiere efectuado
respecto de los acreedores.

10) Deberá informar, si el deudor resulta pasible del trámite legal prevenido por el Capítulo III de la
ley 25.156, por encontrarse comprendido en el artículo 8° de dicha norma.

Este es el contenido mínimo indispensable que debe contener este informe que viene a significar
una radiografía panorámica de las causas del estado patrimonial de crisis, como así también de las
soluciones que se vislumbran en el caso del concurso preventivo y de las perspectivas de cobro en
caso de quiebra. En la sentencia de apertura del concurso o de declaración de quiebra, el juez fija el
plazo para la presentación, que debe producirse con posterioridad a los informes individuales y de
la sentencia de verificación. Si la sindicatura no cumple en tiempo, puede ser objeto de sanciones.
Por ser equivalente a un informe técnico, el juez, para apartarse de sus razones, deberá aportar
razones de peso e importancia, provenientes del conocimiento del concursamiento y de otros
datos concretos de la causa.

Otros funcionarios del concurso:

Comité de control: Es un órgano concursal, integrado por tres acreedores (o sea, colegiado, con
toma de decisiones deliberativas) y por representantes de los trabajadores de la fallida o
concursada, elegidos por ellos mismos y cuya función principal consistirá en la vigilancia, consejo y
contralor de los acontecimientos que se sucedan en el proceso concursal, en defensa de los
intereses de los acreedores. Tiene amplia legitimación para solicitar al síndico o al juez concursal
todo tipo de información. Su constitución es necesaria solo en los grandes concursos preventivos o
quiebras, prescindiéndose de él en los pequeños concursos.

Se expresa que existen cuatro comités de acreedores:

I. El inciso 13 del artículo 14 (texto según Ley 26.684) le impone al juez la necesidad de la
designación de este comité de control y nombra para ello a “los tres acreedores quirografarios de
mayor monto, denunciados por el deudor, y un representante de los trabajadores de la
concursada, elegido por ellos”.

II. El artículo 42 establece la constitución de un segundo comité provisorio, designado a los


acreedores de mayor monto de cada categoría y dos nuevos representantes de los trabajadores,
que se incorporarán al ya electo, conforme el artículo 14, inciso 13 de la ley concursal. Se faculta al
juez concursal para reducir el número de representantes de los trabajadores, cuando la nómina de
empleados lo justifique.
III. El artículo 45 le impone al deudor la conformación de un comité de contralor del acuerdo. Este
comité debe estar conformado por acreedores que representen la mayoría del capital y mantener
los representantes de los trabajadores. IV. En caso de quiebra, el artículo 201 de la Ley de
Concursos y Quiebras prevé la conformación del comité de control que tendrá como función
controlar la etapa de liquidación. Los integrantes de este comité serán designados por los
trabajadores y los acreedores, verificados y declarados admisibles. Se les aplica el mismo régimen
de remoción que a los síndicos, y se puede reemplazar a los integrantes del comité cuando los
acreedores así lo decidan por mayoría de capital, salvo los representantes de los trabajadores, que
podrán ser sustituidos de igual manera que fueron elegidos.

Finalmente, hay que resaltar dos misiones de importancia en el concurso preventivo:

1. La vista que se le debe correr a los controladores, en caso de solicitud de cumplimiento del
acuerdo

2. En caso de incumplimiento del acuerdo homologado, están legitimados a solicitar la quiebra.

Coadministradores: Es aquel funcionario que designa el juez concursal en aquellos casos en que se
decreta la continuación de la actividad de la empresa en quiebra. También, se puede acudir a estos
profesionales cuando el concursado haya actuado en violación de los artículos 16 y 17 de la ley de
Concursos y Quiebras. Deben ser profesionales en administración de empresas. Sus atribuciones
vienen de la mano de la particular situación de la empresa en quiebra y de lo que le ordene el juez
en la designación. Depende de cada jurisdicción provincial la confección de listado de estos
profesionales a los fines de su sorteo. La remoción se rige por lo dispuesto en el caso del síndico.

Enajenadores: La tarea de enajenación de los activos de la quiebra puede recaer en martilleros,


bancos comerciales o de inversión, intermediarios profesionales en la enajenación de empresas, o
cualquier otro experto o entidad especializada.

Martillero: es designado por el juez, debe tener casa abierta al público y SEIS (6) años de
antigüedad en la matrícula. Cobra comisión solamente del comprador y puede realizar los gastos
impuestos por esta ley, los que sean de costumbre y los demás expresamente autorizados por el
juez antes de la enajenación.

Cuando la tarea de enajenación de los activos de la quiebra recaiga en bancos, intermediarios


profesionales en la enajenación de empresas, o cualquier otro experto o entidad especializada, su
retribución se rige por lo establecido en el párrafo anterior.

El juez a los fines de determinar el tipo de enajenador, tendrá en cuenta el activo a realizar y la vía
de enajenación, que tal como veremos más adelante, podrá ser por licitación pública, subasta
pública, venta directa, venta en el mercado de valores, etc.

Evaluadores: Estos funcionarios del concurso son bancos de inversión, entidades financieras
autorizas por el Banco Central o estudios de auditoría con más de diez años de antigüedad, quienes
actuarán en el caso de cramdown, emitiendo su dictamen de valuación de la empresa, luego de la
existencia de terceros inscriptos en el registro del artículo 48.

Empleados: El síndico puede pedir al juez autorización para contratar empleados en el número y
por el tiempo que sean requeridos para la eficaz y económica realización de sus tareas. La decisión
debe determinar, en su caso, el tiempo y emolumentos que se autorice.
Soluciones concursales preventivas: el acuerdo preventivo extrajudicial, denominado en forma
abreviada APE, consiste en un negocio jurídico que tiene como fin evitar un proceso concursal
judicial. Es decir que se trata de lograr una autocomposición activa y pasiva, que se establece entre
el deudor y los acreedores, sin intervención judicial. Si bien el juez interviene, será a los fines de su
homologación y esta opera como recaudo para la oponibilidad, pero no de su existencia y validez.

Constituye un contrato complejo que tiene como causa fin tiene por objetivo eliminar la crisis
empresaria. El acuerdo preventivo extrajudicial homologado ha imitado al concurso preventivo,
pues su homologación judicial importa similares efectos entre el deudor y sus acreedores.

Dentro de las ventajas que proporciona este instituto, pueden señalarse: a) prioriza la composición
privada de un conflicto de intereses de carácter patrimonial, y por tanto disponibles, a través de la
adopción de aquellas medidas que el conjunto de los acreedores y el deudor consideren más
convenientes; b) facilita la continuación de la gestión corriente de la empresa, lo que implica
brindarle una capacidad de generar, en la medida de lo acordado, un flujo de caja con el cual los
acreedores serán satisfechos. c) propende a un mejor saneamiento económico de la empresa, en
cuanto a que el recupero del crédito se deriva de la continuidad empresaria y no de un tratamiento
de favor dispuesto ex legge, como típicamente ocurre con el concurso preventivo; d) es más
económico que el concurso preventivo, pues el proceso es más simplificado y no hay órgano
sindical.

Sujetos legitimados para celebrar un concordato extrajudicial: “el deudor que se encontrare en
cesación de pagos o en dificultades económicas o financieras de carácter general”.

Requisitos:

Presupuesto objetivo: Además de que se trate de un sujeto concursable, el sujeto debe encontrarse
en estado de estado de cesación de pagos o en dificultades económicas financieras. Esta última
expresión debe entenderse como dificultades de carácter general que suponen una insolvencia en
estado inicial. Como el único legitimado para la presentación es el deudor, bastará la confesión de
encontrarse en esa situación de carácter general, para considerar cumplido el presupuesto
objetivo.

Forma del acuerdo: El acuerdo puede ser otorgado en instrumento privado, debiendo la firma de
las partes y las representaciones invocadas estar certificadas por escribano público. Los
documentos habilitantes de los firmantes, o copia autenticada de ellos, deberán agregarse al
instrumento. No es necesario que la firma de los acreedores sea puesta el mismo día.

Presentación y ratificación: Si el deudor es de una persona jurídica deberá agregarse a la


presentación, de conformidad a lo establecido por el artículo 6; y si se trata de personas incapaces
e inhabilitados o personas fallecidas, los recaudos de los artículos 7 y 8 de la Ley de Concursos y
Quiebras.

Requisitos formales del acuerdo: deben presentarse al juez competente, conforme lo dispuesto en
el artículo 3º, junto con dicho acuerdo, los siguientes documentos debidamente certificados por
contador público nacional:

1. Un estado de activo y pasivo actualizado a la fecha, del instrumento con indicación precisa de las
normas seguidas para su valuación;
2. Un listado de acreedores con mención de sus domicilios, monto de los créditos, causas,
vencimientos, codeudores, fiadores o terceros obligados y responsables; la certificación del
contador debe expresar que no existen otros acreedores registrados y detallar el respaldo contable
y documental de su afirmación;

3. Un listado de juicios o procesos administrativos en trámite o con condena no cumplida,


precisando su radicación;

4. Enumerar precisamente los libros de comercio y de otra naturaleza que lleve el deudor, con
expresión del último folio utilizado a la fecha del instrumento;

5. El monto de capital que representan los acreedores que han firmado el acuerdo, y el porcentaje
que representan respecto de la totalidad de los acreedores registrados del deudor.

Ordenada la publicación de los edictos del artículo 74, quedan suspendidas todas las acciones de
contenido patrimonial contra el deudor, con las exclusiones dispuestas por el artículo 21

Contenido: el art 71 establece que “las partes pueden dar al acuerdo el contenido que consideren
conveniente a sus intereses y es obligatorio para ellas aun cuando no obtengan homologación
judicial, salvo convención expresa en contrario”, establece el principio de autonomía de la voluntad
o libertad de contratación, consagrada en el artículo 958 del Código Civil y Comercial de la Nación.
Así, en la medida en que el objeto del acuerdo fuere lícito y conforme a las pautas establecidas en
el artículo 279 del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, las partes signatarias pueden
adoptar las cláusulas que mejor consideren para la solución de sus respectivos intereses. El poder
dispositivo y la plenitud negocial —en principio— rigen integralmente en la materia. En segundo
lugar, del postulado transcripto se desprende claramente la validez de los acuerdos diferenciales
para cada uno de los acreedores. Desde esta perspectiva, el deudor podría celebrar acuerdos
diferentes, sin que ello importe violación alguna al principio de la pars conditio creditorum. El único
límite a la libertad de contratación es que con el acuerdo no se vulnere el orden público ni que las
propuestas sean abusivas.

Homologación:

Régimen de mayorías: Para que se dé homologación judicial al acuerdo es necesario que hayan
prestado su conformidad la mayoría absoluta de acreedores quirografarios que representen las dos
terceras partes del pasivo quirografario total, excluyéndose del cómputo a los acreedores
comprendidos en las previsiones del artículo 45.

Oposición: Podrán oponerse al acuerdo los acreedores denunciados y aquellos que demuestren
sumariamente haber sido omitidos en el listado previsto en el inciso 2 del artículo 72. La oposición
deberá presentarse dentro de los diez (10) días posteriores a la última publicación de edictos, y
podrá fundarse solamente en omisiones o exageraciones del activo o pasivo o la inexistencia de la
mayoría exigida por el artículo 73. De ser necesario se abrirá a prueba por diez (10) días y el juez
resolverá dentro de los diez (10) días posteriores a la finalización del período probatorio.

Si estuvieren cumplidos los requisitos legales y no mediaran oposiciones, el juez homologará el


acuerdo.

La regulación de honorarios, en caso de existir impugnaciones, será efectuada por el juez teniendo
en cuenta exclusivamente la magnitud y entidad de los trabajos realizados por los profesionales en
el expediente, sin tomar en cuenta el valor económico o comprometido en el acuerdo, ni el monto
del crédito del impugnante.

Efectos de la presentación del APE: Presentado el acuerdo para su homologación, se ordena


publicación de edictos por cinco días en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción del
tribunal y en un diario de gran circulación del lugar, a fin de que se haga conocer.

A partir de la publicación de edictos, se suspenden todas las acciones de causa o título anterior a la
presentación, siempre que tengan contenido patrimonial y sean contra el deudor, con las
exclusiones del artículo 21. Dicha suspensión no debe extenderse sine die. En este sentido y en
principio, solo deberá mantenerse hasta el dictado de la resolución que homologue el acuerdo
extrajudicial o rechace la petición. Por imperativo legal, se suspenden todas las acciones de
contenido patrimonial. La remisión a los incisos 2 y 3 del artículo 21 no hace nacer el fuero de
atracción propio de los juicios universales. Para los demás consideraciones, remitimos a lo ya
estudiado respecto del artículo 21.

Con el acuerdo homologado: Homologado el acuerdo extrajudicial, es un verdadero acuerdo


preventivo, en tanto que es obligatorio para quienes lo aceptaron y también para quienes no lo
hicieron. Es decir que el acuerdo se impone en forma obligatoria a todos los acreedores de causa o
título anterior a la presentación, aunque no hayan participado en él.

El acuerdo homologado no tiene efectos en relación a los acreedores privilegiados, salvo que hayan
renunciado a su privilegio, al igual que para el concurso preventivo. La propuesta dirigida a
acreedores privilegiados especiales requiere aprobación unánime, ya que no existe razón atendible
para sujetar el acuerdo a una regla menos severa, máxime si tenemos presente las sustanciales
diferencias que existen entre el concurso preventivo judicial y el acuerdo privado.

Con referencia al tema del cumplimiento del acuerdo, el juez deberá ordenar la constitución de las
garantías de cumplimiento previstas en el concordato extrajudicial homologado. Esto como
consecuencia de que no hay impedimento para que, en el propio acuerdo, se estipulen limitaciones
a la libre administración y disposición patrimonial del deudor, tendientes a garantizar el
cumplimiento de las obligaciones en él comprometidas. Finalmente resulta aplicable, al acuerdo
preventivo extrajudicial, el régimen de nulidad e incumplimiento del acuerdo preventivo.

Concurso en caso de agrupamiento: El agrupamiento económico se concreta con la creación de un


organismo económico que somete bajo su dirección unificada a un conjunto de unidades
productivas, entendido este concepto como una pluralidad de personas físicas o jurídicas que
condensa varias empresas que operan bajo el control y dirección de una sociedad madre o central.
Otro elemento característico del grupo económico es el interés del grupo.

La formación de grupos de esta índole puede devenir de un contrato en el que una sociedad se
obligue a funcionar según directivas previamente concertadas con otra sociedad, como también,
de los particulares vínculos personales de los órganos administrativos de dos o más sociedades, Lo
determinante es la existencia de una estructura unificada de decisión e interés, que forma un solo
conjunto, con un propósito común de lucro y una misma voluntad actuante.

En definitiva, los caracteres que debe reunir el agrupamiento son:  pluralidad de personas, 
unidad de dirección, interés y objetivos comunes del grupo,  que se deben presentar todos los
integrantes del grupo al concurso,  que lo integren de manera permanente y,  que estén
exteriorizados.
Petición: se concursan las sociedades o personas agrupadas.

El artículo 65 dice: “cuando dos o más personas físicas o jurídicas integren en forma permanente
un conjunto económico, pueden solicitar en conjunto su concurso preventivo exponiendo los
hechos en que fundan la existencia del agrupamiento y su exteriorización”.

Exteriorización: implicará el cúmulo de medios y otras directrices utilizadas para evidenciar hacia el
exterior la comunidad de fórmulas operativas y direccionales que regentean su funcionalidad y que
permiten conocer que se está frente a un conjunto de sujetos que desarrollan una misma actividad
económica, delineada hacia un objetivo común. Esta exteriorización podrá ser probada por
infinidad de medios, además de los formales —como podrían considerarse la existencia de
contabilidad consolidada, libros fiscales o provisionales en común—, por otros no formales como:
la existencia de garantías comunes, la representación externa común de los componentes, el
universo común de mercado para sus productos, la identidad de fuentes de financiamiento de las
integrantes, la existencia de pasivos cruzados entre los miembros, la identidad de acreedores, la
utilización de idénticos bienes para el desarrollo de las actividades, etc.

Dirección unificada: se manifestará como la voluntad de que la gestión de todas las personas del
grupo se realice como la de una empresa unitaria o dirigida al logro de una finalidad única, la que
consistirá en la maximización de los beneficios del grupo en su conjunto. El artículo 65 indica que:
“la solicitud debe comprender a todos los integrantes del agrupamiento sin exclusiones. El juez
podrá desestimar la petición si estimara que no ha sido acreditada la existencia del agrupamiento.
La resolución es apelable”.

Así, la presentación de concurso preventivo debe realizarla cada integrante del grupo económico
en los términos del artículo 11 de la Ley de Concursos y Quiebras, aunque es claro que en esta
presentación deben exponerse las cuestiones vinculadas con la existencia, permanencia y
exteriorización del grupo, sin excluir a ningún integrante del grupo.

Cesación de pagos: Para la apertura de concurso resultará suficiente con que uno de los integrantes
del agrupamiento se encuentre en estado de cesación de pagos, con la condición de que dicho
estado pueda afectar a los demás integrantes del grupo económico. En caso de coexistir, en el
agrupamiento, integrantes en estado de insolvencia y otros in bonis, los presentantes tendrán en
sus manos dos opciones: la presentación singular de las integrantes insolventes o bien, la
concursabilidad de todas bajo la modalidad prevista por el artículo 65. De tal modo, se advierte
cómo el presupuesto objetivo se encuentra morigerado, pues podrá presentarse a concurso un
sujeto que no se encuentra en estado de cesación de pago.

Propuesta de acuerdo: es competente para entender en el concurso en caso de agrupamiento, el


juez “de la persona con activo más importante según los valores que surjan del último balance”.
Esta es una de las excepciones que la misma Ley de Concursos y Quiebras establece respecto de las
reglas de competencia del artículo 3.

Una vez aceptada la petición, se produce la apertura de tantos procesos como integrantes posea el
pretensor, hasta su unificación procesal con el informe general consolidado dispuesto por la misma
norma. Es decir, el juez debe dictar una sentencia única de apertura con los requisitos del artículo
14 de la Ley de Concursos y Quiebras. Con copia certificada por el actuario de la demanda y de la
sentencia, se deberán formar los procesos separados por cada persona física o jurídica concursada.
En el concurso de agrupamiento, cada integrante tramita su expediente por separado, aun cuando
existan piezas concursales que sean únicas. El juez, a la hora de dictar resoluciones en uno de los
procesos, deberá tener en cuenta todos los procesos conexos. Estos procesos tienen igual
competencia, mismo síndico, mismo informe general, posibilidad de propuesta unificada, etcétera.

Propuesta unificada: Los concursados podrán proponer categorías de acreedores y ofrecer


propuestas tratando unificadamente su pasivo. La aprobación de estas propuestas requiere las
mayorías del artículo 45.

Sin embargo, también se considerarán aprobadas si las hubieran votado favorablemente no menos
del SETENTA Y CINCO POR CIENTO (75 %) del total del capital con derecho a voto computado sobre
todos los concursados, y no menos del CINCUENTA POR CIENTO (50%) del capital dentro de cada
una de las categorías. La falta de obtención de las mayorías importará la declaración en quiebra de
todos los concursados. El mismo efecto produce la declaración de quiebra de uno de los
concursados durante la etapa de cumplimiento del acuerdo preventivo.

Propuesta individual: Si las propuestas se refieren a cada concursado individualmente, la


aprobación requiere la mayoría del artículo 45 en cada concurso. No se aplica a este caso lo
previsto en el último párrafo del apartado precedente.

Créditos entre concursados: Los créditos entre integrantes del agrupamiento o sus cesionarios
dentro de los DOS (2) años anteriores a la presentación no tendrán derecho a voto. El acuerdo
puede prever la extinción total o parcial de estos créditos, su subordinación u otra forma de
tratamiento particular.

El concurso preventivo por agrupamiento, presenta la particularidad de que en él, el concursado


cuenta con la facultad de efectuar, al universo de acreedores del grupo, propuestas individuales o
unificadas, lo que le permite decidir sobre la estrategia en función de la cual dará cumplimiento al
acuerdo.

La propuesta en la que se trata unificadamente el pasivo de todos los integrantes del grupo tiene la
ventaja de que permite compensar los excedentes de conformidades logradas en ciertas
categorías, con los déficit de aprobaciones en otras y de calcular los porcentajes respectivos solo
sobre el capital y no sobre personas; la desventaja radica en que la falta de obtención de las
mayorías o el fracaso del concurso preventivo de uno de los integrantes del grupo acarrea la
quiebra de todos los demás concursados conjuntamente presentados, consecuencia que no tiene
lugar en cambio, si el deudor ha optado por formular propuestas individuales para las distintas
integrantes.

Concurso de garantes: Quienes por cualquier acto jurídico garantizasen las obligaciones de un
concursado, exista o no agrupamiento pueden solicitar su concurso preventivo para que tramite en
conjunto con el de su garantizado. La petición debe ser formulada dentro de los TREINTA (30) días
contados a partir de la última publicación de edictos, por ante la sede del mismo juzgado. Se
aplican las demás disposiciones de esta sección.

Sujetos comprendidos: personas físicas o jurídicas que asumieron la calidad de fiador liso llano y
principal pagador, codeudor solidario, tercero constituyente de hipotecas o prenda, etcétera. Basta
ser garante de parte del pasivo del concursado.

Competencia: el juez del concurso del deudor principal.


Plazo: 30 días posteriores a la última publicación de edictos para solicitar su concurso.

Reglas particulares para este caso: (se aplica por remisión el artículo 67)  No es necesario el
estado de cesación de pagos del garante, basta el del deudor principal.  Se presenta un solo
informe general y existe la posibilidad de que los acreedores del deudor principal observen los
créditos del garante y viceversa.  El garante puede verificar los créditos que tenga con el deudor
principal.  El garante puede presentar propuesta de categorías y de acuerdo, unificada o separada.
 Existe unidad de sindicatura.

Salvataje o cramdown: La no publicitación de la propuesta de acuerdo, el vencimiento del período


de exclusividad o la estimación de alguna causal de impugnación del acuerdo logrado en el gran
concurso preventivo de una S.A., una S.R.L., una Sociedad Cooperativa o Sociedades del Estado
Nacional, Provincial o Municipal determina la apertura del procedimiento de cramdown en el cual,
ya no solo el deudor, sino también terceras personas pueden ofrecer propuestas de acuerdo a los
acreedores sociales. Su verdadera naturaleza jurídica no dista de ser una transferencia o cesión
forzosa de participaciones sociales, exista empresa en marcha o no.

Así, la ley concursal, plasma una vez más, el principio de conservación de la empresa. Es una
solución preventiva, que puede llegar de la mano de la renovación interna del grupo de decisión
social que llevó a la concursada al grave estado de crisis económica y que conspiró en contra del
definitivo acuerdo concordatario.

Presupuestos objetivos:

i) Si el concursado no presenta con 20 días de antelación al vencimiento del período de


exclusividad, la propuesta de acuerdo;

ii) Si el concursado no obtiene las conformidades necesarias para considerar aprobado el acuerdo
preventivo;

iii) Si impugnado el acuerdo en los términos del art. 50 de la Ley de Concursos y Quiebras, ésta es
procedente.

Sujetos:

1) Sociedades por acciones. La doctrina ha remarcado la dificultad práctica que tendría la aplicación
del instituto a las sociedades en comandita por acciones.

2) Sociedades de Responsabilidad Limitada.

3) Sociedades Cooperativas.

4) Sociedades donde el Estado Nacional, Provincial o Municipal sea parte, cualquiera sea el grado y
alcance de esa participación.

A su vez, se encuentran excluidos: las sociedades aseguradoras, las asociaciones mutuales, las
administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones y las de Riesgos de Trabajo, las sociedades
de carácter personalista, personas físicas, entre otras.

Trámite:
Apertura del registro: La adecuación a los presupuestos objetivos y subjetivos del salvataje
determinará la apertura de un registro de interesados.

En este registro, que es llevado por secretaría, deberán inscribirse los terceros interesados en
formalizar una propuesta de acuerdo a los acreedores de la concursada, por lo que la inscripción
funciona a la manera de un presupuesto de proponibilidad.

Dentro de los dos días de acaecidos algunos de los supuestos objetivos, el juez concursal debe
declarar la apertura del registro. La publicidad de la resolución de apertura del salvataje garantiza
el mayor anoticiamiento respecto a terceras personas, potenciales interesados en la empresa
concursada. A su vez, su diligenciamiento a cargo de la autoridad judicial garantiza una pronta
resolución a esta etapa culminante del concurso preventivo.

Conforme ello, al día siguiente al de la última publicación de la resolución de apertura del registro,
comienza a correr el plazo de 5 días hábiles para que terceros interesados, acreedores
(quirografarios o privilegiados) o no, formalicen, mediante un escrito judicial, su intención de
participar en el salvataje.

Solamente terceras personas distintas al concursado deben inscribirse en el registro; incluso la


cooperativa de trabajo conformada por los mismos trabajadores de la sociedad concursada puede
inscribirse, a los fines de proponer acuerdo a los acreedores y obtener, de esta manera, el derecho
a que se le transfieran las participaciones sociales de la concursada.

Además del escrito de presentación, el tercero interesado deberá acompañar la suma de dinero
destinada a sufragar los gastos de publicidad edictal que la resolución judicial de apertura
determine, único requisito que la ley le impone al tercero interesado y que debe ser entendido
como de admisibilidad formal.

La falta de inscripción de terceros interesados determina la inevitable declaración falencial de la


sociedad concursada. Por último, esta resolución de apertura puede contener alguna referencia
concreta a la administración de la concursada. El principio general es el mantenimiento de los
integrantes del órgano de administración.

Valuación de la empresa: el evaluador debe ajustar su dictamen conforme a las genéricas pautas
que el inciso 3 del art 48 establece.

A los fines de la valuación, deberá tenerse en cuenta el real valor del mercado, como así también,
deberán ser tenidos en cuenta la incidencia de los pasivos postconcursales y, por remisión al
artículo 39, inciso 2, los activos intangibles. La facultad de observar el dictamen que produce el
evaluador deja a resguardo el derecho de defensa de los interesados, por ejemplo: los socios de la
concursada. El plazo con el que cuenta el evaluador para expedirse es de 30 días desde la
aceptación del cargo. Teniendo a la vista el dictamen del evaluador, sus eventuales observaciones y
un pasivo adicional destinado a sufragar los gastos del concurso, el juez decidirá sobre el valor
concreto de las participaciones sociales.

Negociación y propuestas de acuerdo: A este período se lo denomina de concurrencia, pues


compiten terceros inscriptos y el concursado, a diferencia del período de exclusividad, en el que
solo podía ofrecer un acuerdo el deudor.
Esta etapa se inaugura con la sentencia de valuación. A partir de allí, debemos contabilizar el plazo
de 20 días, en el cual se desarrolla la concurrencia propiamente dicha.

Durante el desarrollo de todo este procedimiento, el deudor o el tercero cramdista no tienen la


obligación de hacer pública la propuesta en el expediente, hasta tanto se desarrolle la audiencia
informativa. Con 5 días de antelación al vencimiento del plazo de 20 días para obtener las
conformidades de los acreedores, se desarrolla esta audiencia prevista por el artículo 48, inciso 5,
la que constituye la última oportunidad que tienen los interesados para presentar o modificar la
propuesta de acuerdo concordataria.

Transcurrida la audiencia informativa sin que la concursada o los inscriptos efectuaran publicidad
de propuesta alguna, se declara la quiebra de la sociedad. El principio de amplia libertad en la
configuración de la propuesta de acuerdo, establecida por el artículo 43, tiene plena vigencia en el
salvataje. No es necesario que el concursado mantenga la propuesta de acuerdo ofrecida en el
período de exclusividad, ni siquiera que la mejore; incluso el tercero inscripto puede ofrecer la
misma propuesta de acuerdo que el concursado.

Cualquier propuesta de acuerdo que respete los principios básicos del derecho, y que a la vez no
resulte abusiva, debe ser admitida en el salvataje empresario. Respecto de dichos estándares
jurídicos, no se pueden inferir elucubraciones teóricas a modo de principios generales, sino que
serán las circunstancias fácticas de cada caso particular las que determinarán su contenido
concreto.

Participación de la concursada: A partir de la inscripción de un tercero, el deudor recobra las


chances de proponer acuerdo a sus acreedores.

Obtención del acuerdo por el tercero: El vencimiento del plazo legal de 20 días dispuesto para el
período de concurrencia marca el límite o tope con que cuentan los intervinientes para obtener las
conformidades de los acreedores.

Se mantiene el criterio por el cual el primero que obtenga las conformidades necesarias para
considerar aprobado el acuerdo y las comunique al juzgado comercial es, de los interesados, el que
adquiere el derecho a continuar con la tramitación del concurso preventivo. Debe quedar claro que
dos son las acciones que se deben desarrollar: obtener y comunicar, en primer término.

Si el primero en obtener las mayorías necesarias es el concursado, se aplican idénticas pautas que
para el acuerdo obtenido durante el período de exclusividad, esto es, artículo 49 y siguientes.

Cuando el acuerdo es alcanzado por el concursado, no debe entenderse que la sociedad adquiere
el derecho a que le sean transferidas las participaciones sociales de los socios, sino por el contrario,
que ha arreglado su deuda in extremis. Mediante este acuerdo alcanzado, la concursada está
intentado superar su estado de cesación de pagos. En cambio, si un tercero es el que obtiene las
mayorías, previo al dictado de la resolución del artículo 49, se debe proceder de acuerdo a lo
estipulado por el inciso 7 del artículo 48. La no obtención de las conformidades necesarias
determina la quiebra de la sociedad concursada

Acuerdo alcanzado por el cramdista o tercero inscripto:

1) Valor negativo o igual a cero de las participaciones sociales: la inexistencia de valor positivo de
las participaciones sociales determina que el cramdista adquiere el derecho a la transferencia
accionaria, sin ningún otro tipo de gastos o pagos, previo dictado de la resolución de homologación
del acuerdo (artículo 48, inciso 7 a). Esto es, obtenidas las mayorías necesarias, se dictará la
resolución para hacer saber la existencia del acuerdo. 2) Valor positivo de las participaciones
sociales: como consecuencia del acuerdo alcanzado por el cramdista, y a los fines de concretar el
principio de sacrificio recíproco, la valuación positiva de las participaciones sociales debe sufrir el
mismo detrimento que padecen los acreedores como consecuencia de la propuesta de acuerdo. La
disminución que se debe trasladar es la que sufren únicamente los acreedores quirografarios.

Toda magnitud positiva a la cual se le aplica un porcentaje de reducción, configurará siempre un


resultado positivo. Este resultado es el valor que, en definitiva, poseen las participaciones sociales
respecto de los socios.

Para establecer este porcentaje de reducción, la misma ley fija parámetros para que el evaluador
desarrolle su tarea: la tasa de interés contractual de los créditos, la tasa de interés vigente en el
mercado argentino y en el mercado internacional, si correspondiera, y la posición relativa de riesgo
de la empresa concursada, teniendo en cuenta su situación específica.

Una vez emitido el dictamen por el evaluador, corresponde al juez concursal fijar la definitiva
reducción que sufrirá el valor de las participaciones sociales.

Frente a esta hipótesis, el cramdista puede:

a) Manifestar que cancelará el monto determinado por la reducción de las participaciones sociales.
En este supuesto, tampoco es necesario obtener las conformidades de los socios; bastará el
depósito judicial del 25 %, suma establecida para que el juez dicte la resolución del artículo 49 de la
Ley de Concursos y Quiebras, y el cramdista obtendrá, de esta manera, el derecho a que, una vez
completado el valor de las participaciones dentro de los 10 días de homologado el acuerdo,
adquiera el derecho a que estas le sean transferidas.

b) Intentar obtener la adquisición de las participaciones sociales por un valor inferior al resultante
del valor positivo ya reducido. En este caso, la ley le acuerda un plazo de 20 días al cramdista, para
obtener las conformidades necesarias de los socios que representen las 2/3 partes del capital social
de la concursada. Obtenida esta mayoría y previo depósito judicial del 25 % del valor que se le
ofreció pagar a los socios, se dictará la resolución para hacer saber la existencia de acuerdo.

Existencia de acuerdo preventivo: El artículo 49 establece que debe dictarse la resolución haciendo
saber la existencia de acuerdo preventivo dentro de los tres días de presentadas las
conformidades. Por su parte, el artículo 48, inciso 6, establece que las conformidades suficientes
deben presentarse en el expediente antes del vencimiento del período de concurrencia. Sin
embargo, esta expresión debe ser interpretada tal como dispone el artículo 45: “se pueden
acompañar las conformidades necesarias hasta el día de vencimiento del período de concurrencia”.
No impugnado el acuerdo o desestimadas las impugnaciones interpuestas, el juez debe proceder a
la homologación judicial del acuerdo.

Transferencia de la participación social: La resolución homologatoria debe contener la orden de


transferir la totalidad de las participaciones al tercero que arregló el pasivo con los acreedores
sociales.

Se debe distinguir: a) En el caso de valuación negativa de las participaciones sociales de la


concursada, nada se debe a los antiguos socios, por lo tanto, el traspaso puede materializarse
inmediatamente. b) En caso de valuación positiva, el cramdista debe depositar judicialmente el
saldo del precio de las participaciones sociales dentro de los 10 días posteriores a la homologación
judicial del acuerdo, oportunidad en la que el traspaso dispuesto cobrará materialidad, tal como lo
dispone el artículo 48. La materialización de esta transferencia se logra oficiando a los
correspondientes registros, a los fines de la toma de razón; y también a los respectivos organismos
de contralor de distintas actividades regladas, como ser el libro de registro de acciones.

Conversión de quiebra en concurso preventivo: solo el deudor puede solicitar la conversión, no los
terceros. Además de ser fallido declarado, debe hallarse en las condiciones del artículo 5 de la Ley
de Concursos y Quiebras.

Requisitos y efectos:

1.- Existencia de una sentencia de quiebra: la conversión no puede pedirse cuando no exista
resolución declarativa del estado de falencia.

2.- Petición del fallido: puesto que no se admite la intervención de terceros, acreedores o de la
propia sindicatura en ese sentido. Además debe reunir las condiciones del artículo 5 de la Ley de
Concursos y Quiebras (con la pertinente remisión al artículo 2), en cuanto debe tratarse de un
sujeto susceptible de ser concursado.

3.- Solicitud tempestiva: dentro de los diez días hábiles judiciales contados desde la última
publicación de edictos.

4.- Cumplimiento de los requisitos formales: condicionantes de la apertura del concurso


preventivo.

5.- Que no se trate de un deudor excluido: debe estar legitimado para solicitar la conversión. Con
relación a este último recaudo, la ley ha enumerado los supuestos en los que el deudor está
impedido de la posibilidad de peticionar la conversión: (i) El deudor que fue declarado en quiebra
por incumplimiento del acuerdo preventivo, (ii) El deudor que tiene un concurso preventivo en
trámite, (iii) Cuando el concursado se encuentra dentro del período de inhibición del artículo 59.

Se ha establecido, además, como hipótesis de exclusión implícita, los casos de extensión de quiebra
previstos en los distintos incisos del artículo 161.

En estos supuestos, de conformidad lo prevé el art. 90 LCQ, el fallido no podrá solicitar la


conversión de la quiebra a concurso preventivo. El efecto de la conversión es que se deja sin efecto
la sentencia de quiebra y en su lugar, se declara la apertura del concurso preventivo.

You might also like