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ARISTÓTELES

1. Biografía

Nace en Estagira en 384. Hijo de Nicómaco, médico de Amintas, rey de Macedonia; con
quien, es de suponer, se iniciará en la valoración y determinación de la naturaleza.
Después de la muerte de su padre es enviado a Atenas a estudiar en la Academia
platónica (367), en la que permanece veinte años, hasta la muerte de Platón.
En el año 342 es invitado por Filipo de Macedonia para que se encargara de la
educación de su hijo, el que sería al término de seis años Alejandro Magno. A él le unió
una gran amistad que se materializaba en continuas cartas y envíos de material para la
investigación del filósofo.
Terminada la educación de Alejandro, regresó a Atenas donde, cerca del templo de
Apolo Likaios, funda una escuela llamada desde entonces Liceo. En ella impartía clase
a sus alumnos por la mañana, mientras paseaban – de donde recibieron el nombre de
“Peripatéticos” - ; y a la tarde a un público más numeroso.
A la muerte de Alejandro Magno (323) se le encausó por Macedonismo y Asebeia
(impiedad) por lo que tuvo que exiliarse ya que, como expresó, no deseaba que los
atenienses atentases por segunda vez contra la sabiduría. A los dos años (322) muere en
su retiro de Calcis. Tenía sesenta y dos años.

2. Obras
Escribió gran cantidad de obras sobre diferentes temas: lógica (Organon), ontología y
teología (Metafísica), física (Físicos), Biología y psicología (De Anima), Ética (ética a
Nicómaco), política (Política) y arte (Poética).

3. Carácter de su pensamiento
Aristóteles hereda la Idea socrático-platónica de la misión del filósofo y la filosofía:

 aprehender y hacer inteligible la Realidad como un Cosmos


 fijar el lugar de hombre en dicho Cosmos
 hacer del conocimiento científico (episteme) el medio y agente privilegiado de
tal relación
 restaurar la unidad del hombre consigo, con la ciencia y el Estado. Unidad
destruida por las enseñanzas sofistas.
Sin embargo para la comprensión de la realidad, para la consecución de la ciencia o la
comprensión del hombre, Aristóteles no va a dirigir su mirada ni utilizar el camino
idealista que situaba tales objetos (realidad, ciencia, esencia del hombre) fuera del
mundo físico.
Aristóteles va a ser el iniciador de la ciencia con la creación del primer sistema
empírico, que se dirige y surge para hacer inteligible la experiencia que de la realidad
tiene el hombre, tal y como se le presenta a sus sentidos.
*Empirismo funcionalista y finalista

Educado durante su juventud en la observación y análisis de los datos de observación –


fundamento de la revolución hipocrática en medicina - y en la comprensión biológica
de la realidad – fundamento de la botánica y la zoología – Aristóteles emprende el
camino que le aleja de la compresión de la realidad mediante algún o algunos principios
ajenos a la realidad física misma. Es desde el mundo físico desde donde ha de surgir la
respuesta a los problemas que a la razón presenta la experiencia.

4. Noción de experiencia

Para Aristóteles la experiencia es la percepción concreta de un objeto, en este caso de la


realidad, tal y como se presenta ante los sentidos y a una inteligencia común. La
experiencia va a ser, por lo tanto, el punto de partida para el conocimiento científico. El
puente que pone en comunicación a la inteligencia del hombre y la realidad del mundo
físico.

5. La ciencia de la Realidad: la Física

Partimos de los datos que nos ofrecen nuestros sentidos y que conforman nuestra
experiencia. De esta forma parte Aristóteles del primer dato que sobre la realidad
poseemos: EL MOVIMIENTO.

5.1. La Realidad como PHISIS

La Realidad es cambio, generación y muerte, movimiento. Cualquier conocimiento


estable y necesario que queramos obtener ha de partir de este principio y elevarse desde
su comprensión. Para el inicio de la explicación de la realidad hay que partir de la
explicación del movimiento.

5.2. Los Elementos del Movimiento. Crítica a Heráclito


Aristóteles admite la experiencia de la realidad como cambio que había afirmado y
ensalzado Heráclito – tal y como le llegó por medio de los sofistas-; pero ante tal
concepción Aristóteles firma la existencia de algo PERMANTENTE a través de los
cambios. Lo que permanece no va a ser el Logos (principio, proceso y unidad dialéctica
de la realidad), sino que en cada substancia individual, en cada ser y objeto existen dos
componentes: al MATERIA y la FORMA:

 La Materia va a ser el sustrato que permanece a través de los cambios. Un


sustrato eterno y universal, indefinido e indeterminado pues puede tomar
eternamente diferentes estructuras y definiciones según cada cuerpo. Es idéntico
en todas las sustancias corpóreas.
 La Forma e la noción opuestas y complementaria d ella materia. La forma
individualiza en una estructura corporal concreta a la materia. La forma son las
diferentes estructuras materiales que puede adquirir la materia: fuego, aire,
tierra, agua y las mezclas.
De la unión de la materia y la actualización de ésta en una forma resultan las sustancias
corpóreas. Toda substancia está compuesta por la materia permanente y la forma que
cambia.

5.3. Los Principios del Movimiento. Crítica a Parménides

Parménides, afirmando la unidad, inmutabilidad y homogeneidad del ser había hecho


imposible la comprensión científica de la realidad física que perciben nuestros sentidos.
Ante tal unidad. Aristóteles va a afirmar, por un lado, el pluralismo del ser, es decir, no
existe un ser único sino cada uno de los seres, las sustancias individuales que pueden ser
afectadas por múltiples modificaciones. Y, por otro lado, dos modos del ser que van a
constituir los principios del movimiento: SER EN ACTO y SER EN POTENCIA.

En el Libro I de la “Física”, Aristóteles se consagra a la confrontación con sus


predecesores por lo que se refiere a la naturaleza de los principios o fundamentos desde
los cuales se podía dar explicación de los fenómenos físicos. Lo que planteaba era la
posibilidad misma de una ciencia sobre la REALIDAD PHISICA. Para los Eléatas tal
posibilidad era impensable. Para quienes el SER es Uno y no tiene otra realidad que la
ESENCIA, no existe proceso, ni constitución. A un ser de tal naturaleza nada le puede
ocurrir. Los Eléatas representan la fidelidad más e elevada a las exigencias de la
univocidad del Logos, de la Ontología.

Sin embargo, para Aristóteles, la experiencia del movimiento obliga a ampliar el


lenguaje sobre el ser con una pluralidad de nociones que nos permitan hacer inteligible
nuestra propia experiencia. Tal pluralidad refleja en sí misma la escisión que opera el
movimiento en el ser.

El MOVIMIENTO, dirá Aristóteles, es EXÁTICO, hace salir de sí al Ser, impidiéndole


ser únicamente esencia, obligándole a ser en sus manifestaciones, en sus accidentes el
DEVENIR escinde al ser, abriendo un proceso por el cual se realice. En esas escisiones
tiene su origen el discurso o la investigación acerca del ser y del no-ser.

Pero, es en el movimiento, es en el proceso en el que este ser estático adquiere su


unidad dinámica a través de una estructura determinada por las nociones de SER EN
ACTO, y SER EN POTENCIA.
A- La palabra DYNAMIS o Potencia, significa en griego primariamente la fuerza o
poder para realizar algo. Aristóteles la utiliza para designar aquel conjunto de
capacidades que constituyen a un ser en su posibilidades de llegar a ser otra cosa. Lo
que le interesa señalar es que todo movimiento y cambio no es azaroso, sino que tiene
un sentido cuyo fundamento se halla en la naturaleza de cada ser; ese fundamento que
hace que un cachorro será, con el tiempo y los cambios pertinentes, un perro adulto y un
ruiseñor es lo que denomina Aristóteles la Potencia. La Potencia no constituye la
realidad presente de un ser; en relación con su realidad presente la potencia es un no-ser
(no está) pero, sin embargo, sí determina toda posibilidad de ser dentro de los límites de
la naturaleza de tal ser.
B- En la terminología aristotélica a la potencia se opone, complementándola, el ACTO o
Energeia que indica la realidad presente o actual de un ser. El “ser en acto” nos pondrá
de manifiesto la constitución temporalmente determinada -en un momento dado- de las
posibilidades de un ser. El ser en acto nos pone de manifiesto la identidad del ser: X es
Y, por lo que nosotros podemos identificar y diferenciar a los diversos entes.

Por lo tanto el SER EN ACTO no es más que la actualización en el tiempo de la


potencialidad de una naturaleza. Tal “actualización” realiza la esencia del ser. La
actualización de las potencialidades de los seres nos da la experiencia del movimiento.

El movimiento es la experiencia de los cambios, de las diferentes conformaciones de


que las cosas adquieren en ese proceso por el cual, cada ser actualiza las potencialidades
inscritas en su naturaleza.

La POTENCIA, por lo tanto, es el concepto que expresa el repertorio real paro no actual
que hace posible el movimiento y la distensión del ser, en sí mismo, en su realización.
Junto a la potencia está íntimamente conectada la MATERIA que se constituye con su
sustrato constitutivo. Esta expresa su dimensión estructural, aquella su correlato
dinámico.

Junto al ACTO se halla relacionada la FORMA en cuanto a su expresión estructural que


determina todo ser.

Por lo tanto, según lo dicho, tomar en consideración el movimiento conduce a reconocer


que el Ser es Uno y Múltiple. Uno en acto, múltiple en potencia. Podríamos responder
que para Aristóteles las substancias sensibles son cuasi-substancias en cuanto a que
están afectadas por la escisión interior que en ellas introduce el movimiento. Sin
embargo, la “separación” platónica entre las realidades inmutables y las realidades
cambiantes deviene en Aristóteles interior a la propia substancia, sin la necesidad de la
acción de ninguna realidad ajena a ella. La distinción entre materia y forma, entre acto y
potencia no constituye más que una expresión de tal necesidad.

6. El fundamento de la Realidad Phisica: la Naturaleza Substancial

En el Libro II de la Física encontramos un segundo acceso al núcleo del problema


físico, que complementa el anterior. Si el camino seguido descubre los principio que
explican el movimiento y los elementos que en él intervienen, ahora el estudio de la
PHYSIS permitirá establecer una diferencia clara entre lo físico y lo no-físico al
descubrir que la physis es un principio y una causa.
La determinación de la Physis como principio y causa radicales interpreta lo que
queremos decir cuando afirmamos que algo es por naturaleza y responde a la cuestión
del modo de ser físico.

6.1. Un fundamento inmanente. Crítica a Platón

Platón, considerando la naturaleza de las realidades físicas, había determinado que éstas
debían estar fundamentadas por principio extraños a la realidad, principios o
fundamentos subsistentes que, siendo principio o causa formal y final de los objetos,
pudiesen constituirse a un tiempo como objetos de ciencia. Sin embargo, para
Aristóteles tal doble función ejercida por las Ideas implicaba una serie irresoluble de
contradicciones.

Planteadas como fundamento y causa de la realidad, la Idea, debe estar ontológicamente


relacionada con la realidad. Sin embargo, su naturaleza es, a l mismo tiempo,
esencialmente antagónica a la realidad física, de tal forma que la contraposición entre la
realidad y su fundamento es radical.

Su función causal, por lo tanto, queda desacreditada, porque las ideas, siendo inmóviles
y eternas, no pueden ser causa de movimiento ni de cambio. Porque lo que se trata no es
de explicar la eternidad, que es lo que es y todo lo que puede ser, sino el movimiento y
la corruptibilidad. Haciendo a las ideas objetos de ciencia imposibilitaba toda
investigación sobre la naturaleza y desde ese momento condena al conocimiento a ser
vano y místico.

6.2. La estructura del modo de ser físico

Los seres físicos (phisei onta) son aquellos que tienen en sí mismos un principio de
movimiento y reposo (Física II, 1). El modo de ser delo que es por naturaleza tiene una
fuerza interna, una tendencia, un principio de movimiento y reposo. Por eso, cuando nos
preguntamos por la causa de algo y respondemos que es natural estamos remitiendo al
ser y a la esencia de ese phisei ón, en el que la PISIS es la causa y principio, inmanente
y fundamental.

El Ser de las cosas físicas se identifica con la esencia, pero no una esencia externa y
extraña a las propias cosas, sino como lo esencial inmanente, interno a las cosas. Como
lo SUB-SISTERE, lo que está fundamentado, lo que es causa, principio y origen de
cada realidad física: substancias.

6.3. Noción de Naturaleza

Podemos captar lo que entiende Aristóteles por naturaleza en un sentido que va del más
general a lo más específico. En este sentido Aristóteles entiende por Naturaleza:

-conjunto de todo lo que nace y se desarrolla


-esencia de los seres
-sustrato de los seres naturales
-materia a partir de la cual se engendran

Otra forma de concebir la noción de Naturaleza es por su contraposición con otros


campos de la realidad y de la experiencia humana. Así la naturaleza se opone al Mundo
Supra lunar, el mundo de los cuerpos celestes cuyos comportamientos (Órbitas, fuerzas)
y constitución son perfectos (órbitas circulares, materia superior, etc.) y al mundo del
Arte en cuanto que artificial, es decir, que tiene la causa de sus ser y de sus
modificaciones en un sujeto exterior.

6.4. Sentido y finalidad de la Naturaleza

La NATURALEZA, entendida dentro de los diferentes niveles señalados, es pues, el


origen del ser individual, en cuanto determina por su potencialidad las sucesivas
conformaciones de cada uno de los seres, y de sus cambio, peor, siguiendo esta lógica
que busca conocer los principios, Aristóteles señala el sentido de la Naturaleza; es decir,
el sentido de los cambios que ella, tanto en su conjunto como individualmente,
promueve.

Para Aristóteles el AZAR no es más que el desconocimiento de los principios que hacen
posible e incluso necesario la ocurrencia de lago. El azar pone de manifiesto la
ignorancia humana, sus limitaciones, así como su ansia de conocimiento. Sin embargo
nada ocurre sin una causa, sin un principio o fundamento.
Todo cambio, ya sea entitativo o accidental, tiene, en cuanto que natural, un sentido, un
fin. El fin de todo cambio natural es la realización de todas las potencialidades inscritas
en la naturaleza de tal substancia y de la Naturaleza en su conjunto.

En tanto que los cambios naturales tienen como finalidad la actualización de la totalidad
de las potencialidades de una substancia podemos afirmar que la Naturaleza, en cuanto
principio de tales cambios, es una tendencia hacia la perfección del estado de todo ente.

6.5. La Naturaleza como causa: las cuatro causas

Aristóteles, en su pretensión de hacer inteligible la experiencia, enfoca la realidad desde


diferentes aspectos que se complementan. En este sentido podemos comprender un
nuevo acercamiento a la caracterización de la REALIDAD de los seres naturales en
relación con su principio o causa: la naturaleza. Las sustancias naturales están
constituidas estructuralmente por:

-La Materia primera: es el sustrato común


-La Materia: es la determinación material común, tal y como es percibida
-La Forma

Para Aristóteles la causa es aquel factor o factores necesarios para la explicación de


cualquier proceso y que lo hacen comprensible. La Causa o principio estructural y
dinámico de que cada sustancia sea individual, es decir esa y no otra es su propia
naturaleza específica, que se constituye así como su ESENCIA.

Tal función sustantiva se comprende desde cuatro aspectos fundamentales. El formal, el


eficiente, el material y el final. En este sentido la Naturaleza es:

 CAUSA FORMAL de cada ser en cuanto que determinante de su estructura


formal. Cada sustancia tendrá la forma específica y ésta estará determinada por
su esencia natural.
 CAUSA MATERIAL, la naturaleza es origen del sustrato común y específico de
la sustancias. A diferencia de Platón que introducía la materia como un principio
independiente e insustancial, Aristóteles hace de la materia el fundamento
estructural sobre el que actuará la forma para la configuración de las sustancias.
 CAUSA EFICIENTE, ya que desde la naturaleza de cada ser desde donde se
determinan los cambios que ésta ha de sufrir para la actualización de la potencia.
Tales cambios pueden ser de varios tipos; cada vez que surge un cambio puede
ser una nueva entidad, o una nueva cualidad o la localización de una entidad ya
existente, etc.

“Lo que cambia siempre cambia según la entidad o según el cuánto, o según el cual, o
según el lugar” (Física III)

 Cambio sustancial, aquel en el que una cosa deja de ser la entidad que
era para transformarse en otra distinta.
 Cambio accidental, aquel en le que la cosa sigue siendo la misma
entidad, pero cambia en algún aspecto no esencia, es decir, en algún
aspecto cualitativo o cuantitativo o sencillamente de lugar.
 CAUSA FINAL, ya que es la naturaleza esencial la que determinan el sentido y
finalidad de los cambios acaecidos en una substancia. En este sentido,
Aristóteles opone a cualquier aceptación del AZAR, poniendo de manifiesto su
formación biológica. La naturaleza no es CASUAL, sino que cada uno de sus
elementos y, en cada elemento, cada una de sus partes, cumple con una función
determinada y es esta FUNCIONALIDAD la que nos muestra el sentido final de
la realidad.

Aristóteles piensa que toda entidad, natural o artificial, tiene una función, una tarea, un
para qué, un fin. La diferencia está en que las cosas artificiales tienen una misión
extrínseca, conferidas a ellas por su artífice, mientras que las cosas naturales tienen una
misión intrínseca, inmanente, que les viene de dentro.

*La ciencia física ha sido el intento de explicación racional de los fenómenos y


estructuras fundamentales de la experiencia que el hombre tiene de los seres que no ha
producido. Para ello ha sido necesario transformar el discurso (logos) y el pensamiento,
adaptándolo a las exigencias del fenómeno físico fundamental, hasta llegar a la noción
de PHISYS, para lo cual ha sido necesaria la superación de la univocidad de los Eléatas,
el movilismo de los Heraclíteos y el idealismo platónico. El nuevo método para
racionalizar el ámbito físico tiene que ser capaz de ordenar la inestabilidad y
dinamicidad de los seres, cuya raíz potencial constitutiva es la materia.

La ciencia aristotélica es posible por el reconocimiento de la experiencia como fuente


de conocimiento y punto de arranque necesario del conocimiento intelectual. La ciencia
física es el intento de conocer los principios de los seres físicos a través del máximo de
experiencia y de su profundización racional, pero siempre regida por la fuerza que
imprime el contacto con los fenómenos a través de la sensación.

7. De al Física a la Biología: teoría del Alma

La psicología es, para Aristóteles, una parte de la física. No es sino el término supremo
de una jerarquía de formas específicas que explica sucesivamente al cohesión de la
materia (en oposición a la materia prima) del cuerpo físico y finalmente del ser
animado, paso de la materia inorgánica a la materia orgánica.

La palabra PSYKHÉ significa en griego antiguo soplo, aliento, vida, lo mismo que
“anima” en latín. Las cosas inanimadas carecen de alma, de vida. Los organismos vivos
están animados, tienen ánima, son empsykhoi, tienen psique. Por lo tanto la psique es lo
diferencial entre los seres animados y los inanimados, entre los vivos y los inertes.

Frente a este sentido ordinario, la tradición órfico-pitagórica había usado la palabra


psique en un sentido extraño y misterioso, para referirse a un presunto espíritu
individual, que ya existía antes como huésped, a veces hostil, prisionero de un cuerpo, y
que a la muerte de éste seguirá viviendo, bien rencarnándose en otro cuerpo, bien
separado y habitando en míticos países. Platón había hecho suya esta concepción del
alma.

Aunque en su juventud había aceptado la noción platónica del alma, Aristóteles volvió
en su madurez al sentido común implícito en el lenguaje ordinario.

A) El Alma no es un espíritu separable del cuerpo, pues no puede existir sin el cuerpo,
ya que es la forma o estructura de un cierto tipo de cuerpo, EL CUERPO VIVO.

Pero tampoco es ella misma un cuerpo, sino algo de un cuerpo, su forma o estructura.
“El alma no existe sin el cuerpo... pero tampoco es un cuero, sino algo de un cuerpo, y
por eso se da en un cuerpo” (De ánima. II 414-19)
El organismo vivo, animado que posee su alma, la estructura u organización que le
permite ejercer funciones vitales, puede ejercerlas o no. mientras duerme no ejerce
muchas de ellas, pero sigue manteniendo intacta su capacidad para ejercerlas, su vida.

B) Lo que tiene alma se distingue de lo que no lo tiene por el hecho de vivir. Ahora
bien, vivir s dice de muchas maneras, en efecto tanto los animales como las plantas
viven, pero su vida, su alma, NO SON IDÉNTICAS. La vida o el animal tiene
potencialidades, como la de percibir y moverse, hay ciertas actividades comunes a todo
tipo de vida o alma, incluso de las plantas, como la nutrición y la reproducción.

El organismo adquiere su primera plenitud cuando adquiere la estructura u organización


que le permite ejercer funciones vitales y la plenitud segunda cuando ejercer tales
funciones en la vida.

C) LA VIDA es el conjunto de las actividades vitales, tales como la nutrición, la


respiración, la sensación, etc. esas actividades vitales sólo pueden darse en un
organismo que funcione, en un cuerpo animado, en algo que posee alma. El alma es esa
organización o estructura del cuerpo que le permite realizar sus funciones vitales.

“Si el ojo fuera un animal, su alma sería la vista” (Ibíd. II 412b)

Y su vida sería el ver. Un ojo sin vida es u ojo ciego, un animal sin alma es un animal
muerto. El alma no es separable del cuerpo.

Un organismo puede tener vida, tiene vida en potencia. Si está vivo, esa potencia está
actualizada, el organismo está (respecto de esa potencia) en su plenitud (entelekhia).

“El alma es la plenitud primera de un cuerpo que posee naturalmente, vida en


potencia”
(Ibíd. 412a 27)

Sólo con la muerte desaparece del animal su alma. Ésta es pues inseparable del cuerpo
del organismo vivo. La unión, por lo tanto, entre cuerpo y alma es NATURAL y
ESENCIAL, en cuanto que con ella se constituye una sustancia natural: el viviente.

Todos los animales son, en cuanto que individuos, mortales. Sólo como especie pueden
alcanzar algo comparable a la inmortalidad, reproduciéndose generación tras
generación, y así manteniendo la especie.

“Para todos los vivientes que son perfectos la más natural de las funciones
consiste en producir otro viviente semejante a sí mismo, con el fin de participar
de lo eterno y lo divino en la medida que le es posible: todos aspiran a ello y con
tal fin realizan cuantas acciones emprenden naturalmente” (Ibíd. 415A 26)
¿Tiene el alma atributos que le sean propios? Aristóteles responde negativamente; lo
que impropiamente se denomina “pasiones del alma” no afectan únicamente al alma,
sino al alma con el cuerpo; es el ser vivo todo entero – alma y cuerpo – quien se
encoleriza, de pruebas de valor, siente deseos o sensaciones.

7.1. Jerarquía ascendente de los vivientes: funciones y fundamentos

La psicología de Aristóteles no deja de estar construida según un esquema ascendente,


en el cual se ve cómo las funciones superiores del alma se desprenden poco a poco de su
condicionamiento sensible. Esta graduación parece primeramente en la jerarquía de los
seres vivos, que tienen todas unas almas, aunque definida por funciones diferentes.

Así, la planta es capaz de nutrirse y reproducirse porque está dotada de un LAMA


VEGETATIVA; el animal debe su facultad de sentir a la existencia en él de un alma
SENSITIVA; finalmente, sólo hombre está dotado de un alma INTELECTIVA.

 Alma Vegetativa: asume las funciones de alimentación y reproducción


 Alma Sensitiva: capaz de sensaciones, sentimientos, experiencia y
memoria.
 Alma Intelectiva: capaz de imaginación, voluntad y entendimiento.

Estas tres almas no son especies de un género común, sino más bien los términos de una
serie, en la cual cada uno supone al precedente, salvo el primero, pero se distingue de él
por la emergencia de un nuevo orden.

En este sentido, y dentro de la aplicación relativa de sus conceptos, podemos afirmar


que el conocimiento está en potencia en el alma desde su nivel inferior y que sólo se
realiza o actualiza en el hombre, en el que la AUTOCONCIENCIA es pareja a la
autorrealización.

En Aristóteles las funciones son manifestaciones de este ascenso desde lo material a lo


espiritual y de los sensible y particular a lo inteligible y universal. La imaginación y la
sensibilidad no aparecen ya como un obstáculo para el conocimiento intelectual como
en Platón, Aristóteles insiste en diversos momentos de su obra en la CONTINUIDAD
del paso que permite elevarse de la sensación a la ciencia, paso que no es más que la
actualización de lo que está en potencia den la sensación: porque lo particular, objeto de
la sensación, es en potencia lo universal, objeto de la ciencia.

8. Conocimiento, Entendimiento y Ciencia

Todos los animales son capaces de percibir ciertas formas naturales, captando
semejanzas y diferencias en su entrono, discriminando unas cosas de otras.

“Se da en todos los animales, pues todos poseen la capacidad congénita de


discriminación que llamamos PERCEPCIÓN” (Analítico II 99b 34)

La PERCEPCIÓN es la única forma de conocimiento accesible a los animales


inferiores. Un conocimiento momentáneo y fugaz, que se aparece con la percepción
misma.

En los animales superiores, sin embargo, se da una cierta persistencia de la percepción,


lo que se llama el recuerdo o la MEMORIA. La memoria de las percepciones pasadas es
la que permite la EXPERIENCIA.

De entre los animales capaces de recordar, algunos forman una noción o esquema de
aquello de lo que guarda repetidos recuerdos. Ese proceso tiene lugar especialmente en
el hombre, y su resultado recibe el nombre de experiencia. Los muchos recuerdos
similares acerca del mismo tipo de experiencia se van decantando en nuestro interior,
hasta dejar un poso que forma la noción universal.

“De la percepción surge el recuerdo, y de los recuerdos repetidos de lo mismo


surge la experiencia. De la experiencia, en el que el universal entero ha
alcanzado su reposo en el alma como una unidad distinta de los muchos e
idéntica en todos sus casos particulares, proviene el principio de la técnica y de
la ciencia” (Analítico II, 100 a 3)

La experiencia es la base de la técnica y de la ciencia, en cuanto que sólo en ella se


desprenden los conceptos generales, en función de los cuales se formulan las reglas de
la técnica y las verdades de la esencia.

“La técnica surge cuando muchas nociones de la experiencia surge un juicio


universal sobre casos semejantes” (Met. A, 981 a 5)

Aunque el saber técnico surge de la experiencia, una vez surgidos, es posible enseñarlo
a lo que carecen de ella. Pero Aristóteles advierte que el saber sin experiencia puede
degenerar en palabrería. Sólo la experiencia como conocimiento de las cosas singulares
nos aporta el criterio último de la verdad.

Aunque la experiencia es la base, sólo el saber cómo técnica o ciencia sobrepasa la


rutina y entonces será capaz de dar cuenta de sus hallazgos y aciertos, ya que es capaz
de explicarlos, pues conoce su causa.

“El saber y el entender pertenecen más a la técnica que a la experiencia y esto


porque unos saben las causas y el otro no” (Ibíd., 981 a 25)

8.1. Los tres tipos de saberes

“Todos los humanos desean por naturaleza el saber”

Ahora bien, el saber – episteme – se dice de tres maneras:

 como saber PRODUCTIVO (episteme poietiké): saber hacer, producir o


fabricar según reglas o principios y se identifica con la técnica.
 como saber PRÁCTICO (episteme praktiké): saber actuar, saber
comportarse del modo óptimo o adecuado. A diferencia del productivo
que conduce a la producción de un objeto externo, el saber práctico no
versa sobre la producción del objeto alguno, sino que es su propio fin.
 como saber TEÓRICO o CONTEMPLATIVO (episteme theoritiké): no
responde a interés por la producción ni por la acción, sino que es
desinteresado y se identifica con la ciencia.

8.2. El conocimiento científico

Ningún saber es innato. Al saber llegamos por el aprendizaje o por la articulación


conceptual de la experiencia, es decir, pensando. Aristóteles caracteriza la ciencia como:

 conocimiento de las ESENCIAS, el “¿qué?”


 conocimiento de las CAUSAS, el “¿por qué?”
 conocimiento fijo, universal y necesario. Es un o puede ser

8.3. La Inducción

La ciencia es una deducción demostrativa a partir de axiomas y principio de que no


necesitan de demostración pero, ¿cómo llegamos al conocimiento de tales principios?

Aristóteles no admitía la teoría platónica según la cual el conocimiento abstracto


provenía por reminiscencia. Insistía en que venimos al mundo sin saber nada, ya que el
conocimiento comienza en los sentidos.

¿Cómo llegamos entonces? No científicamente, desde luego, es decir, no por


demostración de otros principios, sino mediante la más potente de nuestras capacidades
intelectuales: la INTUICIÓN INTELECTUAL. A la intuición intelectual es un
conocimiento directo y evidente, de carácter intelectual de los principios universales y
necesarios sobre los que se sustenta de una forma remediable el conocimiento de alguna
ciencia.

Tal intuición no es fácil ni se consigue siempre. Requiere de una PREPARACIÓN


INTELECTUAL y PSICOLÓGICA. Tal preparación la suministra la INDUCCIÓN.

A) Todo conocimiento se inicia con la EXPERIENCIA SENSIBLE que suponen las


funciones de la sensación, memoria y experiencia por las cuales adquirimos
información, la preservamos y la aplicamos en casos semejantes.

B) Tales datos son el material sobre el que actúa la IMAGINACIÓN para prescindir
de los concreto. Con el contenido de la imaginación reflexionamos
prescindiendo paulatinamente de lo accidental y particular para configurar una
unidad esencial.

C) Tal unidad esencial se formaliza prescindiéndose de toda vinculación material,


es decir, conceptualizándose. Tales conceptos y definiciones se constituyen
como la base del conocimiento contemplativo o científico.

Por la INDUCCIÓN pasamos de varios enunciados singulares sobre individuos


concretos a un enunciado específico, que lo subsume. Por inducción pasamos de varios
enunciados generales específicos a un sólo enunciado genérico. Así avanzamos desde lo
singular hasta lo más general hasta llegar a los primero principios.
Pero la inducción no es demostrativa, no prueba nada ni nos otorga contenidos
universales y necesarios, sólo de máxima generalidad. SU FUNCIÓN es psicológica y
consiste en preparar nuestra inteligencia para la captación intuitiva de los principios.

Mediante tal actividad familiarizamos nuestra inteligencia con la evidencia, con la


verdad, con los principios que, una vez intuidos, constituirán, en su evidencia, el
fundamento de la ciencia.

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