LENGUAJES

REGIONALES
Profesora: Irma Sousa
Alumna: Yanina Bertolo

Análisis del Inti Raymi

en Saraguro, Ecuador

UNIVERSIDAD
NACIONAL DE LAS
ARTES

Posgrado en Lenguajes
Artísticos Combinados

Agosto 2016
 La fiesta del sol
I
En el presente trabajo se dará cuenta de la a
celebración del Inti Raymi, sus raíces, los
pueblos que la llevan adelante, la estructura
del rito y la cosmovisión que la sustenta. El
dios incaico Inti, representa para los pueblos
andinos una de las idolatrías más
significativas, que a pesar de la conquista de
América permanece y se reproduce, en la
actualidad, como símbolo de identidad y
lucha de los pueblos originarios, cobrando
nuevos sentidos y extendiéndose a sectores
sociales cada vez más amplios y diversos.
Si bien el Inti Raymi es una celebración
originada en el corazón del imperio inca, por
lo que significa mucho más que una
celebración, en el presente trabajo -sin
desconocer el contexto y el mito de origen-
se acotará el análisis a los aspectos que
refieren a lo ritual y ceremonial, retomando
el concepto de performance y atendiendo a
los lenguajes que se convocan en dicha
festividad. Asimismo, se analizarán los
nuevos sentidos que cobra la fiesta del sol en
la actualidad, teniendo en cuenta el presente
de las comunidades andinas, en donde lo
social, económico y político atraviesan esta
festividad. Para ello, se tomará como cuerpo
de análisis la celebración del Inti Raymi en
1
Saraguro, Ecuador, de la cual, quien escribe,
pudo participar hace algunos años, tratando
de reponer esas primeras impresiones, para
completar, luego, con el corpus teórico una
aproximación más profunda sobre el
significado de una celebración ancestral.
II La veneración al sol
El Inti Raymi es una de las celebraciones
andinas más representativas de lo que en su
momento fue la fiesta más imponente,
majestuosa e impactante del Tawantinsuyo1,
ya que es el solsticio de invierno, lo que
significa el cambio de ciclo y un nuevo
comienzo de año, donde se rinde honor a la
Pachamama y a la complementariedad del
astro sol para con ella.
El mito fundador, recogido en crónicas de
viajeros, historiadores y sobre todo en la
literatura del Garcilaso de la Vega, da cuenta
del noveno gobierno del Inca Pachacutec,
1
El Tawantinsuyo estaba dividido en cuatro
“suyos”, cuyo ángulo central estaba en la ciudad
del Qosqo (Cuzco), su capital. Qosqo es
aparentemente un arcaísmo que, de acuerdo a
los cronistas, significaba “ombligo” o “centro” del
mundo. A partir del ángulo sur oriental de la plaza
principal de la ciudad partían también cuatro
caminos hacia los cuatro “suyos” o naciones
cuyos nombres aún se utilizan en diversos
sectores de los Andes. El territorio inca llegaba
hasta lo que hoy es Colombia, el sur de Chile,
Bolivia, Argentina y el inicio de la selva
amazónica: un área de más de 3’000,000 Km²
(más del doble del territorio peruano actual).
Inca Yupanqui2 como promotor de la
adoración privilegiada al astro sol.
Pachacutec, es reconocido por haber
derrotado al pueblo de los chancas, que
venció al convertir unas piedras llamadas
pururaucas, enviadas por los dioses, en
soldados que derrotaron fácilmente al
numeroso ejército Chanca. Como
Pachacutec, debió legitimarse como
heredero al trono, ante la huida de su padre
y hermano, tomó esta victoria que,
aparentemente, le habían otorgado, para
augurar su éxito como soberano. De esta
manera, el peso de la religión es la piedra
angular con la que se erige el nuevo ciclo
inca. Este triunfo está apoyado por la
cosmovisión andina, para la que “cada
mundo tenía una duración de mil años, al
término de los cuales perecía un sol y luego
aparecía uno nuevo y se reiniciaba el
recuento de los años. El pasaje de tiempo
transcurrido entre las dos edades era
2
Quien habría gobernado aproximadamente
entre 1438 y 1471. El Inca Yupanqui incorporó a
su nombre el título de Pachacutec y se hizo
nombrar Inca aún en vida de su padre Viracocha
Inca y contra su voluntad, porque había
designado a su otro hijo para sucederlo. Éste fue
muerto por los seguidores del vencedor de los
Chancas. De ahí que se lo considere como noveno
Inca y el primer soberano histórico. Él se invistió
con la borla imperial en vida de su padre en un
claro acto de usurpación, aunque fue considerado
el gran reformador y auténtico fundador del
estado inca. Como elementos de cohesión
impuso la lengua Quechua y la religión de culto al
Sol. (Etchelecu, 2007)
2
denominado pachacuti, tiempo de
destrucción y desolación, pero también de
grandes cambios y restauración” (Etchelecu,
2007: 02). Pachacutec, entonces, aprovechó
los beneficios de la deidad solar, para
instituirse como “hijo del sol” y como el gran
restaurador, generador de su propia
ortodoxia, en donde la veneración al sol
aparece como elemento central, si bien el sol
era una deidad inca, hasta Pachacutec no
hubo un culto solar panperuano (Pease,
1967). Para terminar de legitimarse en el
trono se apoderó del mito fundacional
atribuido a Manco Capac3, y trató de
establecer una continuidad entre su persona
y el arquetipo mítico de éste, que gozaba de
un gran prestigio religioso.
El Cusco, entonces, representa, el epicentro
de la celebración, ya que una de las reformas
3
El dios Inti, se compadeció de aquellas personas
y envió a su hijo Ayar Manco junto a su hermana
Mama Ocllo para que civilizaran a esas
poblaciones bárbaras y fundara un imperio que
honrara al dios Inti. Ayar Manco se dedicó a
enseñarles a los hombres normas de convivencia
en sociedad y a adorar al dios Inti. En cambio,
Mama Ocllo les enseñó a las mujeres técnicas de
textilería y labores domésticas.
Ayar Manco, llamado también Manco Capac,
antes tuvo que fundar una ciudad, la cual sería el
centro del mundo. Su padre, el dios Inti, le
proporcionó una vara de oro para que buscara la
tierra prometida. Les recomendó viajar hacia el
norte del lago Titicaca y hundir el bastón de oro
en las tierras por donde pasaran hasta encontrar
el lugar en donde este se hunda la vara con
facilidad y allí fundar la ciudad del Cusco en
donde crearían su imperio.
religiosas más significativas de Pachacutec
fue la reconstrucción del templo
Qoricancha, estableciéndose como el lugar
más sagrado. De esta manera la religión
garantizaba la estructura imperial
involucraba a todos los sectores sociales,
homogeneizando las diferencias de las
diferentes etnias asimiladas por el imperio.
De esta forma el culto al sol se convirtió en
una actividad pública fundamental de la que
participaban las autoridades y las diferentes
comunidades que formaban el imperio.
junio, porque ese día la tierra está en su
de punto más lejano del sol, como una ofrenda
simbólica a este astro, complementariedad
energética de la tierra. Antes de que llegaran
e los españoles, el pueblo Inca participaba en
el rito que se celebraba en la Plaza de Armas,
el cual incluía danzas, música y el sacrificio
de una llama, negra o blanca, a la que le
sacaban el corazón palpitante como ofrenda
al Apu Inti (Dios Sol).
III Inti Raymi en Saraguro

Hace diez años, mientras conocía Ecuador,

La expansión de los incas, durante el siglo XV
me invitaron a pasar la fiesta del Inti Raymi
y principio del XVI, sobre otros territorios y
en el pueblo de Saraguro. Sin dimensionar
etnias del altiplano significó también la
demasiado sobre el significado de dicha
expansión del culto y con ello sus mitos,
celebración asistí como una turista ávida de
leyendas, ritos y celebraciones, por eso el Inti
nuevas experiencias. Me encontraba
Raymi es celebrado en infinidad de
parando en la provincia de Loja; a 65 km de
comunidades indígenas de la cordillera
Saraguro.
andina. El espacio geográfico ocupado por
los incas se extendió a lo largo de la
cordillera de los Andes, desde el norte de
Ecuador, hasta el río Maipo en la cuenca de
Santiago de Chile, y también en el valle de
Uspallata, en la provincia de Mendoza,
incluyendo territorios de la costa pacífica y al
este en las florestas amazónicas, que marcan
el fin de la cordillera de los Andes.

Conseguimos el dato de la celebración por

Y si bien el 21 de junio es, en el calendario
una argentina radicada en Loja, así que
occidental, el momento marcado como el
comienzo del invierno, se celebra el 24 de

3
tomándola como nuestra guía partimos
rumbo hacia allí.

Llegamos el 20 de junio a la mañana a un

pueblo de construcciones bajas y con una
población indígena mayoritaria, algo que no
se percibe en la ciudad de Loja4. La
vestimenta de los saraguros fue lo primero
que me impactó visualmente, recuerdo que
no podía dejar de apreciar la indumentaria
de cuanto habitante se me cruzaba. Las
mujeres vestidas con polleras negras y blusas
blancas, verdes, azules -o algún color vistoso- Los hombres vestían una especie de camisa

bordadas en el pecho y en los puños, blanca sin mangas y sin cuello, con un

sostenidas por fajas coloridas de telar, con poncho doblado sobre los hombros y

un paño cubriendo su espalda desde los sujetado a la cintura por una faja de colores,

hombros -llamado reboso- y asegurado con una prenda corta que les llegaba a la altura

un prendedor de plata. Algunas indígenas de las rodillas, formada por dos partes, una

llevaban collares hechos de pequeñas blanca que cubría la parte interior de las

mostacillas, con diseños geométricos, de piernas y una negra que llegaba hasta la

gran tamaño y con mucho trabajo de parte externa, cubriendo muslos y glúteos, a

elaboración. modo de pantalón, asegurado a la cintura

por un cinturón de cuero. Tanto hombres
como mujeres llevaban sombreros de ala
ancha negros y blancos, como si fueran el
pelaje de la vaca.

4
Loja es la ciudad capital de la provincia, que
lleva el mismo nombre, esto hace que su
población sea heterogénea.

4

Recorriendo las callecitas pudimos dar con el
mercado y descubrir, en esta primera
caminata, que se trataba de un pueblo
dedicado a la agricultura y la cría de
animales, el pueblo se concentra en medio
de cerros y desde la plaza principal es posible
apreciar la extensión de los campos
cultivados. El monumento al maíz, un gran
choclo erigido en el centro de la plaza, es
indicial del tipo de cultivo principal, de
hecho, “saraguro” quiere decir “tierra del
maíz”, esto lo pudimos saber conversando
con los habitantes.
Cuando se es tan extranjero en un pueblo, el
mercado resulta el mejor espacio para
conseguir información certera, comida de
por medio es posible tener una pequeña
postal de las costumbres del lugar. Allí nos
indicaron el sito donde se llevaría a cabo la
celebración. El lugar elegido era la escuela
5
del pueblo, en Las Lagunas, ubicada en una
zona alta. Fue muy fácil llegar ya que sólo
tuvimos que seguir a la procesión de
personas que se dirigían hacia allí. Entre
medio de los habitantes resaltábamos como
lo que éramos: turistas. Nos sorprendió
descubrir que pertenecíamos a la escasa
porción de ajenos al pueblo, por lo que
muchos saraguros nos interpelaban
amablemente y nos invitaban a compartir la
celebración y si bien el idioma original de los
saraguros es el Kichwa, la mayoría hablaba
español, esto facilitó bastante la
comunicación. Pero también, era el primer
año que el pueblo abría sus puertas para que
la población no indígena asistiera al Inti
Raymi, es por ello que el maestro del pueblo
nos ofreció su casa para alojarnos y nos
presentó con el resto de los habitantes.
Recuerdo que en la puerta de su casa había
una vaca con globos, me pareció una imagen
surrealista, como todo lo que estaba viendo.
No pude evitar sacar mi cámara para retratar
al rumiante y al maestro, que posó risueño
junto al ornamentado animal que se rifaría a
la noche. Mi foto fue una suerte de
premonición ya que el número ganador lo
tenía él.

La fiesta de los sentidos
En el patio de la escuela se sucedían muchas
actividades, si bien la celebración del Inti
Raymi5 estaba programada para el 21 con los
primeros rayos, durante el día 20 la
comunidad vivenciaba una gran fiesta
comunitaria. Colores, aromas, sonidos, todos
los sentidos se convocaban en el mismo lugar
y por momentos era embriagante. La
amabilidad de los hombres nos llenaba los
vasos de chicha todo el tiempo, no es un
sabor que me guste especialmente, y la
espuma del brebaje me generaba cierta
desconfianza, pero sabía que el desprecio
hubiese herido la amabilidad y el espíritu
comunitario del pueblo. En una de las aulas
se preparaban los platos de comida, que
consistían, principalmente, en carne de res
hervida y maíz blanco (mote). También había
5
Es necesario aclarar que, si bien los saraguros
pertenecen a los pueblos andinos, sólo hace 25
años que celebran el ancestral ritual del Inti
Raymi.
6
mesas donde se exhibían las artesanías
propias de las mujeres saraguros: collares de
mostacillas (chakiras), camisas bordadas,
fajas de telar y ponchos; como también las
medicinas propias del pueblo, hechas a base
de plantas.
En el centro del patio una alfombra de
granos se erigía como ofrenda a la
Pachamama. Alrededor de ella los miembros
saraguros ejecutaron distintas danzas
folklóricas, y tocaban instrumentos
autóctonos, invitando a los visitantes a
participar de la gran ronda que bailaba
alrededor de la ofrenda.
Y así como lo visual golpeaba en
sensaciones, el sonido tenía su protagonismo
cada vez que alguno de los Taita soplaba el
caracol (churo) para hacer uso de la palabra.
En ese momento todos los miembros hacían
silencio. Recuerdo que los discursos tenían la
intención de “enseñar” a los visitantes la
identidad y cosmogonía de los pueblos
andinos, pero también pasar revista sobre
los problemas de la comunidad:
presupuesto, arreglos, festividades,
calendario agrario y un tema que se volvió
central, el uso de la medicina6. Me costaba
6
Dentro de su sistema de salud, el “Yachakkuna”,
o curandero tiene un rol importante ya que posee
conocimiento de las propiedades curativas de las
plantas, sus usos médicos y los efectos que
producen sus tratamientos. En éstos, utilizan una
entender por qué se enfatizaba tanto la
cuestión de las plantas sagradas, eso lo pude
comprender al otro día, cuando el
intendente de saraguro participó de la
celebración. En esa oportunidad7 el
mandatario no era saraguro, y tenía una
disputa con el pueblo al intentar prohibir la
ingesta de algunas plantas, sobre todo el San
Pedro.
La noche transcurrió entre danzas, música e
ingesta de la medicina saraguro, que la
tomábamos del caracol, tantas veces tocado
en la noche. De a poco se iban preparando
los cuerpos para recibir al solsticio, una
preparación que tenía que ver con la
purificación del espíritu. A pesar de todas las
horas transcurridas el cansancio no se sentía,
porque las danzas, la música y, sobre todo, la
medicina provocaban un estado de
introspección, que nos mantenía en pie pero
en otra dimensión, en la dimensión del rito,
donde la entidad de lo sagrado comprometía
a los cuerpos en un cuerpo común.
Con los primeros rayos el churo nos convocó
a una ronda, el taita, Carlos Cartuche, dirigió
el sonido del churo hacia los suyos por varias
ocasiones, luego convocó a todos los
presentes alrededor del círculo. Le pidió a
variedad de plantas psicoactivas y preparados a
través de limpias dependiendo el tipo de
enfermedad.
7
Fue en el año 2005.
7
dos mujeres: María y Mercedes que se
ubicaran fuera del círculo donde los rayos
fueron trazados. En una concha pequeña y
con punta comenzó a servir la medicina a los
que estaban en el círculo. Luego se nos sopló
un perfume preparado por los yachak, para
finalmente pedirle al sol que apareciera
(para quien escribe ese momento de los
primero rayos fue como ver por primera vez
el sol). Luego emprendimos la caminata
hacia los baños de purificación que se harían
en el Baño del Inca8, unas cascadas de aguas
cristalinas ubicadas entre cuevas naturales, a
dos kilómetros de donde estábamos.
En el camino se hicieron varias paradas, la
primera fue en la plaza del pueblo, allí los
taitas más importantes se dirigieron a la
comunidad y en especial al intendente,
reclamándole obras y sobre todo pidiendo
por su medicina. Básicamente, era un
reclamo por su identidad indígena.
"Se ha perdido nuestra tradición, primero por la
influencia de la iglesia y por el temor de mostrar
nuestras raíces. Ahora con el grupo Runakausa
hemos logrado crear conciencia y muchos se
interesan por el ritual. Lo seguiremos realizando
para mejorar”9
8
Allí, según la historia que me contaron algunos
saraguros, tomaba sus baños Atahualpa.
9
Tomado del diario La Hora de Loja, del 22 de
junio de 2005.
En esa plaza pude compartir el mate con los unas galletitas saladas, que resaltaban
niños, que me rodearon con mucha nuestra otredad de una manera hiriente.
curiosidad cuando me vieron con el termo y
el mate, como buena argentina, les expliqué
el modo de tomarlo y para mi sorpresa no les
resultó una bebida desagradable, creo que lo
que más les gustó era la justicia de tomar un
mate cada uno, así que entre ellos se fueron
llamando para que todos lo pudieran probar.
A la distancia me doy cuenta que los rituales
son necesarios, que incluso el rito más
pequeño nos puede unir a otro ser.

El camino a la cascada fue cuesta arriba,

llovía y hacía frío. En ese trayecto no dejaba
de pensar si me animaría a meterme al agua
helada, me sentía miserable por tener esos
sentimientos, creo una mama adivinó mi
pesar y me dio a tomar del churo una bebida
muy fuerte y perfumada, inmediatamente el
pecho me empezó a quemar.
El sendero a las cascadas era exuberante en
vegetación y si bien el barro dificultaba la
subida los hombres saraguro se dispusieron
en una cadena para ayudarnos en el ascenso.
El primer tramo consistía en llegar a una
caverna, en ese lugar se había dispuesto un
altar en donde cada uno dejaba una ofrenda
para la Pachamama, nuestra ignorancia hizo
que nuestras ofrendas no fueran las
tradicionales, no teníamos ni flores, ni
tabaco, ni azúcar, ni granos, así que dejamos
Una vez que se cruzaba la caverna nacía el
sendero que llevaba a la cascada, allí
comenzaba la entrada a un mundo
maravilloso: el sonido de la caída de agua, el
olor a vegetación, el barro metiéndose entre
los dedos, el paisaje exuberante… hoy puedo
decir que había cruce de lenguajes naturales.
Las taitas y los taitas, esperaban al pie de la
cascada para hacer una purificación antes del
ingreso al agua, se trataba de un soplado de
medicina en todo el cuerpo, la misma que
habíamos estado tomando desde el
comienzo de la celebración. Luego de ello
sólo quedaba el acto de fe, de otro modo

8
lanzarse al agua helada de la cascada era
sólo una mala idea. Como
Maisonneuve “la fe escapa
demostración racional; se dirige a un ser
supremo, a fuerzas ocultas o a valores que
revisten para el creyente un carácter
sagrado” (Maisonneuve, 2005: 05)
A pesar del temor que
sumergirme en aguas en las que no se podía
percibir el fondo, me lancé segura de que
una protección me cubría. Lo que vino
después fue un reconocimiento de haber
transitado por un ritual en donde mi cuerpo
podía dar cuenta de un estado distinto. Si la
sensación de purificación pudiera describirse
de algún modo, el golpe del agua fría y la
apertura de los pulmones a una nueva
respiración se aproxima bastante a una
posible descripción.
IV Lo espectacular, lo ritual
Llegué a la ceremonia del Inti Raymi como
una espectadora, pero con el correr de las
horas mi cuerpo de público comenzó a ser
parte constitutiva de los festejos y de ese
cuerpo colectivo. Retomando a Requena,
podemos pensar en esa
espectacular que consiste en la puesta en
relación de dos factores, una determinada
actividad que se ofrece para un determinado
público que la contempla; de este modo se
da el espectáculo y por ende la relación
expresa espectacular.
a toda
Sin dudas, la apertura de la ceremonia a
otros sujetos, ajenos a la comunidad
Saraguro, constituía, en principio, una
exhibición del rito. Sin embargo, esa
distancia que, a priori, es uno de los
significaba elementos característicos del espectáculo se
difuminaba en la intimidad que significaba
compartir los alimentos, beber la medicina,
impregnarse de los olores, escuchar los
cantos y el sonido del caracol; la
convocatoria de todos los sentidos iba
llevando esa relación espectacular a la
vivencia del rito. Como expresa Requena, en
el rito se genera una “intimidad sagrada” y
como tal la relación espectacular sólo puede
darse desde una mirada profana (Requena,
1985)
En la combinatoria de espectáculo y rito10, se
puede arribar al concepto de performance11,
10
El término “rito” es amplio en significados,
como expresa Jean Maisonneuve, “es
relativamente trivial; etimológicamente proviene
del latín ritus, que designa un culto, una
ceremonia religiosa, pero también, más
ampliamente, un uso, una costumbre”
relación (Maisonneuve, 2005). En el presente análisis, se
utilizará el concepto de rito entendiendo por este
una práctica que se repite y que adscribe a un
sistema codificado “que permite a personas y a
grupos, establecer una relación con una potencia
oculta o un ser divino, o con sus sustitutos
naturales o seculares” (Maisonneuve, 2005).
11
Es necesario aclarar que Schechner, luego de
un recorrido histórico y teórico del uso del
9
como posibilidad para describir un evento en
donde confluyen dos factores que parecerían
irreconciliables. Entendiendo por
performance aquellas conductas basadas en
la repetición y la restauración es posible
pensar en la ceremonia del Inti Raymi como
un ritual performático, ya que
performático remonta no sólo lo ritual sino
también la ponderación de identidades,
luchas y la vivencia de la cultura, como
también la escenificación de la producción
simbólica.
La producción simbólica de la fiesta del sol se
materializa a través del uso de distintos
lenguajes: el visual, el sonoro y el corporal;
“se trata de un conjunto de conductas
corporales (posturas, gestos, danzas,
vocalizaciones) sin las cuales esta fe no
podría expresarse, encarnarse. Pues,
probablemente, no exista ningún ritual que
no tome al cuerpo como soporte directo o
indirecto de su accionar o de su proyecto”
(Maisonneuve, 2005: 06). El cruce de todos
estos lenguajes le da a la celebración un aire
de teatralidad y de espectacularización,
siguiendo a Schechner se podría analizar
como “performance” y comprender a esta
práctica como “conductas restauradas”, es
decir, realizada por segunda vez y ad
concepto, concluye en que éste carece de toda
definición fija y que por lo tanto no adhiere a
ninguna pureza esencial. (Schechner, 2011)
infinitum, que “marcan identidades, tuercen
y rehacen el tiempo, adornan y remodelan el
cuerpo, cuentan historias, permiten que la
gente juegue con conductas repetidas, que
se entrene y ensaye, presente y represente
esas conductas” (Schechner, 2011, 13). Pero
lo ninguna restauración es una copia de la otra,
si bien hay una estructura que se mantiene,
cada puesta tendrá sus particularidades y sus
resignificaciones. En este caso, la apertura a
otros sujetos habilitó nuevas significaciones,
en donde la exhibición y la transmisión de los
valores culturales cobraban una nueva
dimensión: la visibilización de las
problemáticas de un pueblo,
mayoritariamente indígena, donde la
medicina ancestral era un punto de conflicto
con los gobernantes. Esta manifestación no
era un mero reclamo, era una reivindicación
de la identidad y del “estar” sobre la tierra,
celebrando las bondades de la Pachamama a
través del habitar por medio de lo mágico, y
lo mágico implica la vida como máxima
expresión de lo sagrado.
“La filosofía indígena no discrimina el saber por
separado de su vida, sino que gira en torno a este
mismo vivir, que llamamos Pacha… pero a su vez
vinculado con la cosas nombrables, lo que
llamamos hábitat, en un aquí y ahora (…) Un
mundo desgarrado entre el buen y el mal suceso,
es indudablemente un mundo inhabitable”
(Kusch, 2000: vol. 4, pág. 377)
10
Entonces, con la apertura de la ceremonia se Siguiendo a Maisonneuve, los ritos también
ponía de manifiesto la diversidad y la tienen la función de comunicación y
necesidad de aprender a convivir con regulación, es decir, refuerzan los lazos
respeto, pensando la diferencia como parte sociales. “Toda comunidad (amplia o
constitutiva de nuestro tiempo y de nuestra restringida), todo grupo que comparte un
identidad como americanos. sentimiento de identidad colectiva (bien
expresado por el uso intensivo del
V
pronombre "nosotros") siente la necesidad
En el presente trabajo se acotó el análisis de de mantener y reafirmar las creencias y los
una celebración ritual en un sitio bien sentimientos que fundan su unidad”
demarcado. Sin embargo, es necesario (Maisonneuve, 2005:06). De este modo, la
pensar en lo americano desde las reposición de los ritos, que tienen que ver
identidades que se cruzan y remontan con los ciclos de la tierra y por ende de las
nuevos modos de estar y de generar bondades que ella brinda, en las ciudades
“domicilios existenciales” (Kusch, 2000). Si funcionan como espacios de representación
bien el Inti Raymi es una celebración de las creencias y reivindicación de
heredada de los incas, en la actualidad identidades, de encuentros y de diálogos con
trasciende las fronteras andinas para el contexto.
gestarse en las ciudades. La movilidad social
en el cono sur ha generado que habitantes
de Bolivia y Perú hayan migrado (sobre todo
en la década del noventa) a nuestro país en
búsqueda de mejores posibilidades
económicas y promesas de progreso, con lo
cual la agrupación en comunidades revitaliza
las ceremonias propias en las ciudades,
convocando a los habitantes locales y
promoviendo nuevo sentidos, en donde el
agradecimiento a la Pachamama es sólo uno,
tomando mayor relevancia aquellos que
tienen que ver con las reivindicaciones y la
integración social.

11
 (2005) “Ritual del Inti Raymi unió a
comunidades”, La Hora de Loja. [en línea] 22
de junio de 2005:
http://lahora.com.ec/index.php/noticias/sho
w/1000336102/1/Ritual_de_Inti_Raymi_uni
%C3%B3_a_comunidades.html#.V7U_AtBAW
So (fecha de consulta 20 de febrero de 2015)

Bibliografía

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Schechner, Richard. Restauración de la

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Consultas en la web

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