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TRABAJO GRUPAL

CURSO: 510-B2/G: 23 SEGUNDO SEMESTRE


GRUPO: 2
TEMA: Moral Teórica y Moral Práctica
Ética y principios sociales.

INTEGRANTES:
• Jouve Loor Stephanie Michelle
• Flores Galeas María de los Ángeles
• Fajardo Rodriguez Adriana Patricia
• Macías Molina Sócrates José
• Mora Arteaga Gabriel Enrique
• Baque Rivera Agustín Ramón

Docente. Susana Elizabeth Tamayo Tapia

2018 – 11 – 08
Tabla de contenido
Moral Teórica y Moral Práctica. ................................................................................................... 3
Los principios morales. ............................................................................................................. 3
Principio de Libertad. ............................................................................................................... 4
El principio de Responsabilidad. .............................................................................................. 4
Principio del Bien Común. ........................................................................................................ 5
Principio de Respeto................................................................................................................. 6
Principio de Tolerancia. ............................................................................................................ 6
Principio de Igualdad. ............................................................................................................... 7
Ética y principios sociales. ............................................................................................................ 7
Los principios morales en la sociedad. .................................................................................... 7
Diagrama Ético Social ............................................................................................................... 8
Ciudadanía y praxis ética.......................................................................................................... 9
Conclusión:.................................................................................................................................. 10
Moral Teórica y Moral Práctica.
La moral teórica es la que hace referencia a
los preceptos y valores que se afirman en el
discurso, es aquella que solo se queda en
teoría (las leyes, constitución, reglas) que
rigen una organización o lugar definido
(sociedad o población) pero que no se
practican.
La moral práctica se basa de la anterior pero
la gran diferencia es que si se practican en
cuanto están legítimamente establecidas.
Para hablar de un acto moral bueno o malo,
es necesario la conjunción del motivo, el fin
determinado, el medio utilizado, además que el acto sea consumado, entonces, se debe
determinar si las consecuencias son a favor o en contra de la persona que primeramente
ejecuta la acción hacia aquella otra persona que la admite o la rechaza.
Por tanto, el ser humano debe comprender por qué los demás actúan como lo hacen, y
analizar sobre aquellos actos que no permiten la realización de la persona y su felicidad,
por ejemplo, el maltrato a los demás, la destrucción del medio ambiente, etc.
De tal manera, la moral practicada de manera coherente es la moral en acción, es decir,
cuando se actúa desde los valores y normas de comportamiento que conllevan al acto
moral voluntario y responsable teniendo como referencia los principios morales que
guían el comportamiento de las personas y que es necesario crearlos y profundizarlos.

Los principios morales.

Son normas de conducta propias que la misma persona ha asumido y por las cuales rige
sus actos. Los principios y normas de comportamiento se establecen en la familia y la
sociedad los profundiza para beneficiar a quien
ejecuta la acción y evitar malograr contrariamente
a los otros.
Este beneficiar al otro significa poner en práctica la
libertad y autonomía en la toma de decisiones
apropiadas. Ante lo cual, Kant resalta: “la
autonomía del ser que por estar dotado de razón y
libertad le es decente inclinar su voluntad sólo a
principios originados en esa su racionalidad y
libertad, y hacerlo desinteresadamente, sin desear
ningún premio o temer algún castigo”
Aparece, así el Estado, que por medio de la Ley y el Derecho desempeña una tarea
reguladora que, con la autoridad vigente, obliga a su cumplimiento por la vía correctiva
sancionadora, y logra que la buena convivencia se logre de manera interna, justa y
democrática donde “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y
expresión

Se construye un Estado de Derecho entendido bajo la premisa: “Toda persona tiene


derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho comprende la libertad
de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole”

Principio de Libertad.

La capacidad del ser humano de decidirse a favor o en contra de una determinada acción
o conducta se denomina libertad. Libertad que se construye de manera efectiva a partir
del desarrollo cerebral y psíquico del sujeto, quien logra experimentar que, a mayor
libertad, mayor es la responsabilidad y la capacidad de amar, ser amado y servir.

Libertad fundamentada en la responsabilidad, es


decir, la capacidad de atribuirse acciones
correctas. Además, el hecho y la esencia de la
libertad se captan en la creación del bien, la
justicia, y la paz porque mientras más libre es la
persona, mejor ciudadano se vive y experimenta
en relación con los otros.

El principio de libertad va acompañado de la


responsabilidad, muy necesario e indispensable
para un correcto uso y desarrollo de la misma.

El principio de Responsabilidad.

La responsabilidad es la capacidad que tiene la persona de ser consciente de las


consecuencias de sus actos, reconociendo al diferente como persona en igualdad,
dignidad y merecedora de respeto.

La responsabilidad además incluye ser “corresponsable con”, el cuidado de la Vida de


los demás, de la naturaleza como bien común de todos; la Pachamama5 como espacio
donde nacemos, vivimos, crecemos, nos alimentamos, reproducimos y morimos; de
quien nos beneficiamos con sus productos y materia prima para generar y transformar
en recursos útiles para la evolución y buen vivir del ser humano en sociedad.
Principio de corresponsabilidad que conlleva a
todos sentirnos responsables de nuestras
acciones y decisiones, ante las cuales, se debe
asumir las consecuencias de nuestros actos. Así,
toda persona tiene una responsabilidad moral
compartida, y reciproca en relación con los
demás y con el medio ambiente a quien
debemos amar, cuidar y proteger. Por tanto, ser
irresponsable significa no cumplir con las
normas y principios que deben guiar la acción,
la misma que es asumida con ligereza y
permisividad que llevan a consecuencias
nefastas para la comunidad, familia o sociedad.

Así, la responsabilidad asumida debe estar justificada en el ámbito moral, ante lo cual,
se demuestra o no ser responsable. Por ejemplo, la responsabilidad social, está en
relación a la participación ciudadana desde donde “participo con responsabilidad
política en la elección del representante de gobierno”.

El principio de responsabilidad transciende el ser humano hacia la conservación de la


vida existente en el contexto cultural- social y territorial, atribuidos como principio de
bien común de todos que no debemos enajenar ni usurpar en beneficio personal o de
grupo.

Principio del Bien Común.

Es la intensión clara y justa de utilizar, cuidar,


proteger y compartir voluntariamente los recursos
que son humanos y ecológicos de patrimonio
cultural, y social de las futuras generaciones que no
pueden ser usurpados como bien personal o
particular.

De esta manera, desde la Ética Social, la finalidad


del Bien Común es permitir “vivir bien”, porque se
respeta y promueve el valor de la persona,
procurando su bienestar y felicidad como si fuera el
bien propio y el bien social

Principio de Bien común que al trascender a la conservación del ecosistema se convierte


en un bien supremo que beneficia y protege la vida de las futuras generaciones porque
se respeta y promueve la vida.
Principio de Respeto.

Respetar a la persona, es comprender que la libertad personal termina cuando comienza


la libertad del otro; es decir, que no se puede imponer, manipular, chantajear a otro
para ejecutar alguna acción que no sea permitida, consensuada por la persona, sino en
mantener una actitud correcta que permita respetar al otro en su dignidad.
El principio de respeto, en toda acción e intención, en
todo fin y en todo medio, trata siempre a cada uno - a
ti mismo y a los demás- con el respeto que le
corresponde por su dignidad y valor como persona.
Todo ser humano tiene dignidad y valor inherentes,
solo por su condición básica de ser humano

Por eso, valorar al otro significa respetar su libertad, y


contribuir a su desarrollo integral, aplicando la
tolerancia como forma de aceptar la diferencia del
otro.

Principio de Tolerancia.

El principio de tolerancia se constituye en la


apertura, aceptación de la alteridad que se
caracteriza por ser diferente, por contribuir al
bienestar y madurez de la persona. Así, la
Tolerancia se establece en el respeto a la
libertad y diferencia de los demás, para no
interferir en su desarrollo emocional y social,
siempre que las acciones del otro se presenten
como justas, equilibradas y contribuyen al
realce del valor de la dignidad del otro.

Es necesario reconocer que: “el principio de la tolerancia se enmarca dentro de la


libertad de conciencia y los limites basados en el interés común en el orden y la
seguridad que ella tiene, esto, porque el Estado no se puede preocupar de doctrinas
filosóficas y religiosas, sino que regula la búsqueda que hacen los individuos de sus
intereses conforme a principios elegidos en una situación inicial de igualdad y esta
limitación es escogida en la posición original”.

La tolerancia humana no implica indiferencia ante los problemas y crisis sociales que se
presentan en la sociedad y en los diversos contextos culturales, donde se presenta el
desafío de tratar a los demás con ecuanimidad.
Principio de Igualdad.

La igualdad es la práctica virtuosa de tratar al otro como nos gustaría que nos traten a
nosotros. Y comprometerse en respetar al otro en sus diferencias existenciales para no
discriminar por condición social, religiosa, sexual, o de alguna índole de tendencia
política.

Como invoca la Constitución 2008, la


igualdad entre personas lleva a la equidad
porque “lo equitativo, si bien es mejor que
una cierta clase de justicia, es justo, y no es
mejor que lo justo, como si se tratara de otro
género.., así lo justo, y lo equitativo son lo
mismo, y aunque ambos son buenos, es
mejor lo equitativo”.

Principios personales que constituyen y son una fuerte referencia de los principios éticos
sociales que permiten una excelencia social, profesional y por consiguiente la felicidad
como el buen vivir de la sociedad.

Ética y principios sociales.


Los principios morales en la sociedad.

La aplicación de principios morales no es un proceso deductivo, sino una actividad del


juicio práctico reflexivo. Los principios morales representan un conjunto de valores que
orientan y norman la conducta de una sociedad concreta. Los valores que orientan la
sociedad son la honradez, la bondad, la solidaridad, la lealtad, la templanza, la fortaleza,
la puntualidad, la justicia y la igualdad.
La sociedad aplica las normas de comportamiento porque la conducta de las personas
está relacionada a la acción que realizan y desarrollan. Es en sociedad donde la persona
actúa como ciudadano.
El diagrama ético- social, desarrolla de forma sistemática y sintética, los diversos niveles
de la axiología que permiten fundamentar una jerarquía de valores aplicables a la
realidad del ciudadano actual, el mismo que abarca de forma interactiva las diferentes
aplicaciones de la ética con la finalidad de ver congruencia en los valores.
Diagrama Ético Social

La ética aplicada a diversos estamentos


sociales, implica una gama de valores que
necesariamente deben conectarse e
incorporarse en la vivencia y cultivarse
paulatinamente en la escala evolutiva del
ser humano. En esta ocasión se presentan
cuatro esferas (religiosa, social, política y
ecológica) que al interrelacionarse
producen un efecto positivo en la persona
que los integra.

De esta forma, planteamos:

 El nivel ético religioso, hace hincapié en el principio de la caridad que admite


establecer vínculos sociales con las demás personas en relación de tolerancia y
respeto, lo que planificará y realizará a la persona en la edificación del proyecto
de vida.
 El nivel ético social, establece unos principios a ser labrados como son la
puntualidad y el ahorro, en relación con los valores de tolerancia y justicia social
que contribuyan a relaciones formidables de amistad en todos los parámetros
sociales
 El nivel ético político establece los principios de libertad y paz, a partir del
fortalecimiento de los valores como son la participación, la caridad, el respeto,
la verdad y la justicia social. Esta cultura de paz conlleva la vivencia de deberes y
derechos teóricamente existentes entre las personas y lo reglamentado en la
sociedad
 El nivel ético ecológico, robustece el principio de responsabilidad en relación con la
protección y defensa del Medio ambiente, como casa y bien común de todos los
organismos vivos, con el afán de conservar sin deteriorar los recursos naturales no
renovables.
Como advertimos, este diagrama ético-social admite a los ciudadanos asumir
deberes y derechos que deben cumplir por medio de códigos de ética, que en la
actualidad son importantes y relevantes dentro de las instituciones públicas y
privada.
Ciudadanía y praxis ética.

La ciudadanía se forma en la célula social, la familia, donde se aprende los principios y


valores que darán origen a una nueva persona, y ciudadano que respeta la alteridad, vigila
y defiende su identidad social, cultural, económica y política.

Ante esta situación, se presenta el segundo diagrama intitulado “Desarrollo Integral ético
de la persona”, que enseña el proceso mental y ético que debe asumir la persona para
constituirse en un buen ciudadano.

En primer lugar, desde el pensamiento filosófico, todos los seres humanos generamos ideas,
pensamientos, sean éstos positivos o negativos; lo cual conlleva a un sentimiento a partir de
la manera de pensar.

La acción permite construir habilidad, que con el paso del tiempo genera un hábito o
costumbre, que desemboca en una actitud positiva o negativa dependiente del proceso que
se desarrolló en la formación de la persona. Por consiguiente, todo este desarrollo cognitivo
y psicológico de la persona a partir de la 21 moral, ha construido cultura, y es en la misma
donde el ciudadano ejerce costumbres buenas o malas.

Gráficamente, se muestra lo expuesto, sobre las ideas, sentimientos, decisiones, acciones,


hábitos, costumbres, actitudes, y la cultura que influyen en el Estado y la política, que se
desarrollan y se asumen o no, de lo cual dependerá la creación de deberes y derechos a
partir de compromisos éticos del ciudadano.

La formación académica en relación con la


aplicación de normas éticas, contribuye a
corto, mediano y largo plazo, a superar las
actitudes de injusticia, pobreza y corrupción
con el fin de permear una sociedad más
inclusiva, libre fraterna y en paz.

“La reestructuración de las carreras


universitarias y de la misión de la universidad
del siglo XXI ofrece una oportunidad
institucional para rediseñar los planes de
estudio, configurando esta institución como
una experiencia de vida que contribuye,
decididamente, al desarrollo moral de los
estudiantes.

En consecuencia, finiquitamos la reflexión ética, planteando la urgente necesidad de


fortalecer la formación académica desde la educación axiológica capaz de constituir
personas éticas que suscitan la realización profesional desde el patrocinio de valores
axiológicos que se proyectan en la operatividad social que promueven la justicia social, el
bien común y la solidaridad fraterna, que en esencia constituyen el buen vivir de la sociedad.
Conclusión:

La Formación ética y la moral son los aspectos que guían el comportamiento del ser
humano, que lo diferencia del animal por estar siempre en constante desarrollo
cognitivo y moral, para configurarse como buena o mala persona dentro de la familia
y la sociedad.
Entonces, solamente la práctica de las virtudes, desde la vivencia axiológica de los
valores, permitirán el éxito y la realización personal en proyección social que
contempla una vida feliz y en paz; porque la misión del ser humano es amar y ser
feliz.
Por consiguiente, cada persona tiene la obligación y el deber moral y ético de
amarse, aceptarse, respetarse, valorarse y, dar felicidad; lo que significa ser
recíproco con todos aquellos con quien entra en relación, de quien la sociedad
espera se constituyan en personas virtuosas que en la práctica moral testimonian
ser buenos y honrados ciudadanos, por ende, excelentes profesionales

Referencias
 http://virtual.ups.edu.ec/presencial53/pluginfile.php/236546/mod_resource/content/
0/UNIDAD%201.pdf

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