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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

MAESTRA; YOLANDA
HUIZAR
ALUMNA GABRIELA FLORES RUIZ
SISTEMA HEMATOPOYETICO

04 NOVIEMBRE

2018

ENFERMERIA DEL ADULTO


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ....................................................................................... 3
SISTEMA HEMATOPOYÉTICO ................................................................ 4
Importancia del sistema hematopoyético ........................................................... 4
Órganos del sistema hematopoyético................................................................. 5
SANGRE .................................................................................................... 5
Funciones de la sangre ....................................................................................... 6
Composición de la sangre ................................................................................... 6
Elementos formes de la sangre .......................................................................... 7
HEMATOPOYESIS .................................................................................... 8
Fases de la actividad hematopoyética ................................................................ 9
GLÓBULOS ROJOS ................................................................................ 10
Eritropoyesis ...................................................................................................... 12
Valores normales............................................................................................... 13
Características de los glóbulos rojos ................................................................ 13
Volumen corpuscular medio.............................................................................. 14
HEMOGLOBINA ...................................................................................... 14
Tipos de hemoglobina ....................................................................................... 15
Valores de referencia ........................................................................................ 16
Función de la hemoglobina ............................................................................... 16
Metabolismo del Hierro: .................................................................................... 16
Metabolismo de la Vitamina B12. ..................................................................... 20
Metabolismo y función del ácido fólico ............................................................. 21
Síntesis de la hemoglobina ............................................................................... 24
GLÓBULOS BLANCOS ........................................................................... 24
Tipos de leucocitos............................................................................................ 25
Respuesta inmune primaria .............................................................................. 30
Respuesta inmune secundaria ......................................................................... 30
Desarrollo y maduración de los linfocitos ......................................................... 30
Inmunología ....................................................................................................... 31
Inmunidad .......................................................................................................... 31
Clasificación de la Inmunidad ............................................................................. 32
Inmunidad innata ............................................................................................ 32
Inmunidad adaptativa ..................................................................................... 32
Inmunidad pasiva: .......................................................................................... 33
Transferencia pasiva de inmunidad por medio de células: ............................. 34
Inmunidad activa ............................................................................................ 35
Inflamación: ........................................................................................................ 36
PLAQUETAS ........................................................................................... 37
Valores............................................................................................................... 38
COAGULACIÓN ...................................................................................... 38
Cascada de coagulación ................................................................................... 39
GRUPOS SANGUINEOS ........................................................................ 40
Compatibilidad Sanguínea ................................................................................ 41
CONCLUSIÓN ......................................................................................... 43
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS............ Error! Bookmark not defined.
INTRODUCCIÓN

Diariamente se producen en nuestro organismo cantidades


extraordinarias de células sanguíneas.

Por ejemplo, en un adulto de 70 kg de peso, se producen 2 x 1011


eritrocitos, 2 x 1011 plaquetas y 7 x 1010 granulocitos (1). Lo anterior
compensa la pérdida diaria de dichas células de tal manera que, en
condiciones normales, los niveles en circulación de eritrocitos, leucocitos
y plaquetas se mantienen constantes. El proceso a través del cual se
generan las células de la sangre se denomina hematopoyesis y ocurre
bajo condiciones muy específicas en el interior de los huesos, en la
llamada médula ósea. La hematopoyesis es un proceso
extraordinariamente complejo en el que intervienen una gran variedad de
tipos celulares y el cual es regulado por diversos factores. Hoy en día, y
gracias al avance en diversos campos de la biología -como la
inmunología, la genética molecular, el cultivo celular, la microscopía
electrónica, y la bioquímica, por nombrar algunos- se ha logrado obtener
un panorama muy amplio y detallado de este proceso.

En este trabajo encontrarás todo la información acerca de este


sistema y resolverás todas tus dudas en cuanto a este campo que posee
numerosas propiedades que son vitales para nuestro organismo.
Gracias a la sangre podemos respirar y defendernos de las
infecciones y si nos cortamos con algo no nos desangramos por la herida,
es un líquido sin el que no podemos vivir. También la necesitan los
animales; las plantas tienen una cosa parecida que se llama "la savia".

SISTEMA HEMATOPOYÉTICO
La hematopoyesis o hemopoyesis es el proceso de formación,
desarrollo y maduración de los elementos formes de la sangre (eritrocitos,
leucocitos y plaquetas) a partir de un precursor celular común e
indiferenciado conocido como célula madre hematopoyética multipotente,
unidad formadora de clones, hemocitoblasto. Las células madre que en el
adulto se encuentran en la médula ósea son las responsables de formar
todas las células y derivados celulares que circulan por la sangre. Las
células sanguíneas son degradadas por el bazo y los macrófagos del
hígado. Este último, también elimina las proteínas y otras sustancias de la
sangre.

El sistema hematopoyético es el encargado de la producción de


cedulas sanguíneas, mediante varios órganos tales como: Medula ósea,
bazo, glándulas suprarrenales, timo, hígado, quienes conforman dicho
sistema.

Importancia del sistema hematopoyético


Es de gran importancia puesto que sin este mecanismo, sería
imposible reparar tejidos dañados, enviar sangre oxigenada a los
órganos, así como también nutrientes que son transportados a través de
los diversos sistemas como lo son las venas y las arterias. En este caso
las arterias son las que transportan sangre oxigenada.
Órganos del sistema hematopoyético
 Medula Ósea: Se halla en los huesos planos como el tronco, pelvis
y cráneo. Forman glóbulos rojos, los polinucleares y las plaquetas.
 Tejido Linfoide: Que forman los linfocitos (ganglios, amígdalas,
apéndices, intestino, el bazo).
 El Bazo: Órgano que se encuentra situado en la parte alta
izquierda del abdomen. Produce linfocitos y monocitos, así como
también sustancias protectoras contra los gérmenes, destruye los
elementos envejecedores de la sangre, y conservando el hierro
para ser reutilizado.
 Hígado: Produce un componente proteico, e interviene en los
procesos dehemocatéresis, elimina las proteínas y los
aminoácidos.
 Glándulas suprarrenales: Producen eritropoyetinas las cuales
intervienen en el proceso hematopoyético.
 Timo: Produce linfocitos tipo T (TCD 4, TCD 8) que intervienen en
el sistema inmunológico.

SANGRE
La sangre es un tejido conectivo líquido, que circula por capilares,
venas, arterias, aurículas y ventrículos de todos los vertebrados. Su color
rojo característico es debido a la presencia del pigmento hemoglobínico
contenido en los eritrocitos.

Es un tipo de tejido conjuntivo especializado, con una matriz


coloidal líquida y una constitución compleja. La sangre que abandona el
corazón se denomina sangre arterial y posee un color rojo brillante debido
a la concentración elevada de oxihemoglobina existente en los glóbulos
rojos. La sangre venosa es la sangre que regresa al corazón, a excepción
de la sangre venosa de los pulmones, contiene menos oxígeno y por lo
tanto tiene un color rojo más oscuro que la sangre arterial.
La sangre está formada por una fracción celular, denominada
elementos formes (eritrocitos, leucocitos y plaquetas) y una fracción
líquida denominada plasma. Los elementos formes constituyen,
aproximadamente el 45% del total del volumen sanguíneo y el plasma
supone el 55% restante.

Es un tejido líquido que recorre el organismo, a través de los vasos


sanguíneos, transportando células y todos los elementos necesarios para
realizar sus funciones vitales. La cantidad de sangre está en relación con
la edad, el peso, sexo y altura. Un adulto tiene entre 4,5 y 6 litros de
sangre, el 7% de su peso.

Funciones de la sangre
Como todos los tejidos del organismo la sangre cumple múltiples
funciones necesarias para la vida como la defensa ante infecciones, los
intercambios gaseosos y la distribución de nutrientes. Para cumplir con
todas estas funciones cuenta con diferentes tipos de células suspendidas
en el plasma.

La sangre es un tejido renovable del cuerpo humano, esto quiere


decir que la médula ósea se encuentra fabricando, durante toda la vida,
células sanguíneas ya que éstas tienen un tiempo limitado de vida. Esta
“fábrica”, ante determinadas situaciones de salud, puede aumentar su
producción en función de las necesidades. Por ejemplo, ante una
hemorragia aumenta hasta siete veces la producción de glóbulos rojos y
ante una infección aumenta la producción de glóbulos blancos.

Composición de la sangre
Plasma sanguíneo: Es un líquido de color pajizo que consta de
agua y de solutos disueltos. El soluto principal del plasma en términos de
concentración es el sodio, además el plasma contiene muchos otros iones
así como moléculas orgánicas como metabolitos, hormonas, enzimas,
anticuerpos y otras proteínas.
Las proteínas plasmáticas constituyen entre el 7 y el 9% del
plasma. Los tres tipos de proteínas son albúminas, globulinas y
fibrinógeno. Las albúminas suponen la mayor parte de las proteínas
plasmáticas (60 a 80%) y son las de menor tamaño, son producidas por el
hígado y proporcionan la presión osmótica necesaria para atraer agua del
líquido tisular circundante hasta el interior de los capilares, esto mantiene
el volumen y la presión sanguínea. Las globulinas se agrupan en 3 tipos:
alfaglobulinas, betaglobulinas y gammaglobulinas. Las alfaglobulinas y las
betaglobulinas son producidas por el hígado y actúan en el transporte de
lípidos y de vitaminas liposolubles, mientas las gammaglobulinas son
anticuerpos producidos por linfocitos e intervienen en la inmunidad. El
fibrinógeno, que supone el 4% de las proteínas plasmáticas es un
importante facto de coagulación, durante este proceso el fibrinógeno se
convierte en filamentos insolubles de fibrina.

Elementos formes de la sangre


Glóbulos rojos: Conocidos también como eritrocitos o hematíes.
Son el componente más abundante de la sangre, y actúan transportando
el oxígeno molecular (O2). Tienen forma de disco bicóncavo y son tan
pequeños que en cada milímetro cúbico hay cuatro a cinco millones,
midiendo unas siete micras de diámetro. Su forma singular está
relacionada con su función de transportar oxígeno, ya que aporta una
mayor superficie a través de la cual se puede producir la difusión del gas.
Carecen de núcleo y de mitocondrias (obtienen su energía a través de la
respiración anaerobia). Se fabrican en la médula roja de algunos huesos
largos y una insuficiente fabricación de hemoglobina o de glóbulos rojos
por parte del organismo, da lugar a una anemia, de etiología variable. Los
eritrocitos tienen un tiempo de permanencia en la circulación
relativamente corto, de solo unos 120 días.

Glóbulos blancos: También se les denomina leucocitos, y tienen un


tamaño mayor que los glóbulos rojos. Cumplen la función de defender al
cuerpo de los microorganismos infecciosos mediante mecanismos de
limpieza (Fagocitos) y de defensa (linfocitos). Son mayores en tamaño
que los glóbulos rojos, pero menos numerosos (unos siete mil por
milímetro cúbico). Son células vivas que se trasladan, se salen de los
capilares y se dedican a destruir los microbios y las células muertas que
encuentran por el organismo. También producen anticuerpos que
neutralizan los microbios que producen las enfermedades infecciosas y se
fabrican en la médula ósea.

Plaquetas: También llamadas trombocitos, son los corpúsculos


más pequeños de los componentes de la sangre, son fragmentos de
células y su función es permitir la coagulación. Básicamente, sirven para
taponar las heridas y evitar, así, las hemorragias.

HEMATOPOYESIS
Proceso formador de los elementos celulares existentes en la
sangre, que en condiciones normales están representados por los
glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes, los glóbulos blancos o leucocitos y
las plaquetas. Estas células están siendo continuamente destruidas, bien
porque alcancen el final de su ciclo vital o bien como resultado de la
actividad funcional que ellas poseen, siendo inmediatamente y
perennemente sustituidas por otras neoformadas. Estas, a diferencia de
las células de otros tejidos del organismo, no tienen un origen autóctono,
es decir no se forman en la sangre, sino que se forman en otros tejidos,
teniendo todos ellos un origen mesenquimal común, denominados, por
esta función de producción de células hemáticas, tejidos hemopoyéticas.
Los elementos constitutivos de estos tejidos se reagrupan en agregados
celulares que constituyen verdaderos órganos, los órganos
hematopoyéticos, o bien se extienden a todo el organismo, constituyendo
entonces el llamado tejido hematopoyético difuso o tejido
hemohistioblástico.

Los órganos hematopoyéticos son: la médula ósea, donde se


producen los glóbulos rojos, los leucocitos polimorfonucleares granulosos,
los monocitos y las plaquetas. Los órganos linfáticos (corpúsculos de
Malpighi del bazo, nódulos linfáticos, amígdalas, timo, placas de Peyer,
etc.) donde se producen los linfocitos. El tejido hematopoyético difuso o
tejido hemohistioblástico es ubicuo (capacidad de estar presente en todas
partes simultáneamente), estando presente allá donde existen tejido
conectivo y capilares sanguíneos, es decir en todos aquellos órganos
comprendidos los hematopoyéticos, de los cuales forman el tejido de
sostén, denominado tejido retículo histiocitario. Estos proveen a la
producción de todas las células hemáticas en el embrión; luego, con la
formación definitiva de los órganos de función hematopoyética, pierden
esta capacidad, conservando la posibilidad de dar origen en condiciones
normales a una cierta parte de los monocitos circulantes; ésta se utiliza
sólo en determinadas condiciones patológicas, siendo una propiedad
pluripotencial de la primitiva actividad hematopoyética. Un elemento
celular típico de este tejido difuso es el hemohistioblasto de Ferrata
(identificable con el histiocito), célula mesenquimal, indiferenciada,
pluripotente, que existe normalmente en los parénquimas
hematopoyéticos.

Fases de la actividad hematopoyética


La actividad hematopoyética es uno de los procesos biológicos
más precoces, ya que se inicia durante la vida intrauterina desde las
primeras semanas. En este período se desarrolla en tejidos particulares y
a través de tres fases: una prehepática, una hepática y, por último, una
medular.

Durante la fase prehepática, que se inicia alrededor de la tercera


semana de vida intrauterina, la hematopoyesis tiene lugar en las paredes
del saco vitelino, por lo tanto tiene una localización extra-embrionaria;
prosigue hasta la octava semana y se orienta en sentido eritropoyético y
durante gran parte de esta fase, más específicamente en sentido
megalopoyético (hasta la sexta semana o séptima semana). En realidad
es hacia la sexta semana cuando aparecen los grupos de células más
pequeñas que los megaloblastos y que muestran características
estructurales análogas a las fases de los eritroblastos.

Durante la siguiente fase hepática es el hígado el lugar más


importante de la actividad hematopoyética, la cual se inicia hacia el final
del segundo mes y alcanza su máximo de actuación alrededor del quinto
mes fetal disminuyendo luego gradualmente hasta cesar algunos días
después del nacimiento. Esta actividad se orienta en sentido
eritropoyético, con la producción de eritroblastos, y en sentido
granulocitopoyético. Durante este periodo aparece la hemopoyesis o
hematopoyesis esplénica, que inicialmente se dirige en sentido
granulocitopoyético y plaquetopoyético, luego alrededor del quinto mes en
sentido exclusivamente linfopoyético.

Durante la fase medular es la médula el lugar más importante de la


actividad hematopoyética. La hemopoyesis medular se inicia hacia el final
del tercer mes y luego sustituye de una manera gradual la que tenía lugar
en el hígado, hasta que al octavo mes es el órgano hemopoyético más
importante. Algunos días después del nacimiento la médula ósea es el
único lugar de producción de eritrocitos, de granulocitos, de plaquetas y
es completamente funcional en sentido hemopoyético. Después de
algunos meses se inicia un proceso de sustitución adiposa que comienza
en los huesos largos más distales, y se extiende gradualmente a otros
territorios, hasta que en la edad de la pubertad no existe tejido
hemopoyético en estos segmentos esqueléticos, sino sólo en las epífisis
proximales del húmero y del fémur. Quedan así como lugares de notable
actividad hemopoyética las vértebras, costillas, esternón, huesos ilíacos y
cráneo.

GLÓBULOS ROJOS
Los glóbulos rojos son discos bicóncavos (como una esfera hueca
aplanada en sus dos polos) que contienen la hemoglobina, una sustancia
rica en hierro cuya función es transportar el oxígeno. El oxígeno del aire
es captado por la hemoglobina en los capilares (vasos sanguíneos de un
grosor mínimo) de los pulmones y es llevado a todas partes del cuerpo
dentro de los glóbulos rojos para llevar el oxígeno a todas las células de
nuestro organismo, que lo necesitan para vivir.

La hormona que regula la formación de glóbulos rojos se llama


eritropoyetina y se produce en unas células de los riñones. La función de
la eritropoyetina es estimular a la médula para que forme más glóbulos
rojos. Se puede administrar una hormona sintética muy parecida a la
eritropoyetina en una inyección cuando la producción de los glóbulos rojos
ha disminuido como consecuencia, por ejemplo, de la insuficiencia renal o
por efecto de la quimioterapia.

Los glóbulos rojos tienen una vida media de unos 90 a 120 días y
una vez llegados a su fin se eliminan en el hígado y el bazo. Para que se
formen los glóbulos rojos, la médula ósea necesita hierro, vitamina B-12,
ácido fólico y vitamina B-6, entre otros elementos. Es muy importante
incluir en la dieta alimentos que te aporten estos nutrientes.

Los parámetros con los que se expresa el contenido en glóbulos


rojos de la sangre son el recuento de glóbulos rojos, la concentración de
hemoglobina y el hematocrito, que es el porcentaje del volumen total de la
sangre compuesto por glóbulos rojos. Las cifras normales de estos
valores son:

 Glóbulos rojos: de 4,5 a 6 millones por milímetro cúbico para


los hombres y de 4 a 5,5 millones por milímetro cúbico para
las mujeres.
 Hemoglobina: para los hombres es de 14 a 18 gramos por
100 mililitros de sangre y de 12 a 16 gramos para las
mujeres.
 Hematocrito: lo normal es que oscile entre el 42 y 54% para
el hombre, y el 38 y 46% para las mujeres.
Cuando hay una pérdida de sangre o existe una disminución de la
producción de glóbulos rojos en la médula, como ocurre por ejemplo con
las hemorragias, ciertas enfermedades o por el efecto de la quimioterapia,
estos valores descienden, hecho que conocemos como anemia. Si su
descenso es leve, la persona puede notar una cierta fatiga, pero si el
descenso es más pronunciado puede sentir cansancio, mareo e incluso
dificultad para respirar. Para ayudar a recuperar la anemia es muy
importante que mantengas una alimentación rica y suficiente y tomes
alimentos que contengan hierro. Además, el médico te indicará, si es
necesario, suplementos de hierro y vitaminas, inyecciones de
eritropoyetina e incluso una transfusión sanguínea.

Eritropoyesis
La eritropoyesis es el proceso de formación de los eritrocitos que,
en el adulto normal se realiza íntegramente en la médula ósea. A partir de
células madre pluripotentes, mediante procesos no bien conocidos, se
producen las células progenitoras morfológicamente indiferenciadas y las
células precursoras ya diferenciadas. Entre las primeras se encuentran
las células BFU-E (formadoras de colonias eritroides grandes y
abundantes ) y las CFU-E (formadoras de colonias eritroides pequeñas y
escasas)

La eritropoyesis constituye el 10-30% de las células


hematopoyéticas de la medula ósea. El eritrocito maduro deriva de una
célula madre pluripotente que se diferencia en células formadoras de
colonias eritroides (BFU-E, CFU-E) y seguidamente a proeritroblastos, las
primeras células de la serie roja morfológicamente diferenciadas. Los
proeritroblastos maduran a normoblastos basófilos y luego a
normoblastos policromáticos en los que se inicia la síntesis de
hemoglobina. Al final del proceso, los normoblastos policromáticos
maduran a normoblastos ortocromáticos que al perder el núcleo
evolucionan a reticulocitos. Finalmente, los reticulocitos desarrollan en 2-4
días los eritrocitos maduros que permanecen en la sangre durante unas
120 días

La producción, diferenciación y maduración de los glóbulos rojos


está influenciada por sustancias como la eritropoyetina y el hierro que
actúan en diferentes etapas de la diferenciación de estas células.

La eritropoyetina es una hormona producida por algunas células


del riñón y es el principal regulador de la formación de glóbulos rojos. Esta
sustancia posee la capacidad de estimular a la médula ósea para que
aumente la producción de glóbulos rojos.

Valores normales
Valores Eritrocitos Hemoglobina (Hb)
Masculinos 5 x 106 pro 1 µl 140-180 g/l
Femininos 4,5 x 106 pro 1 µl 120-160 g/l

Características de los glóbulos rojos


Los glóbulos rojos son células que tienen forma de disco, y no
tienen núcleo ni mitocondrias. Son de color rojo por una proteína llamada
hemoglobina, la cual transporta el dióxido de carbono y el oxígeno.

Normalmente, en los seres humanos hay entre cuatro millones y


medio y cinco millones de glóbulos rojos por milímetro cúbico de sangre
(aproximadamente veinticinco billones en todo el cuerpo). Son los
componentes sanguíneos más numerosos, conformando el 44% de la
sangre.

Estos glóbulos tienen corta duración, aunque se renuevan


constantemente (es decir, se van reemplazando por otros). Generalmente
a los 130 días de aparecer, se destruyen en el bazo o en el hígado.
Volumen corpuscular medio
El volumen corpuscular medio es un parámetro usado en el estudio
de la sangre (Biometría Hemática). Es la media del volumen individual de
los eritrocitos (glóbulos rojos).1

El volumen corpuscular medio es calculado de la siguiente manera:

VCM=(Hct/RBC)*10, donde Hct es el hematocrito, en porcentaje y


RBC es el conteo de eritrocitos, expresado en millones de células por
microlitro.2

Los rangos normales de VCM para varones es de 87+7 fL


(femtolitros) y en mujeres de 90+9 fL.

De acuerdo al valor en el que se encuentre este parámetro, se


desprenden dos conceptos; microcítico y macrocítico (micro=pequeño,
macro=grande, cítico=célula). Para un hombre o mujer con un volumen
corpuscular medio de 120 es considerado macrocítico, mientras que un
VCM de 98 se considera macrocítico sólo para hombres

Un paciente con una variación muy grande en el tamaño de sus


eritrocitos, se dice que tiene anisocitosis (an=falta de, iso=igual,
cito=célula, osis=condición de), en otras palabras células desiguales.

Este parámetro es calculado por los instrumentos automatizados


de biometría hemática, los cuales caracterizan, cuentan y miden el
tamaño de las células sanguínes utilizando, en su mayoría el Método
Coulter.

HEMOGLOBINA
La hemoglobina es una heteroproteína de la sangre, de masa
molecular de 64.000 g/mol (64 kDa), de color rojo característico, que
transporta el oxígeno desde los órganos respiratorios hasta los tejidos, el
dióxido de carbono desde los tejidos hasta los pulmones que lo eliminan y
también participa en la regulación de pH de la sangre, en vertebrados y
algunos invertebrados.
La hemoglobina es una proteína de estructura cuaternaria, que
consta de cuatro subunidades. Esta proteína hace parte de la familia de
las hemoproteínas, ya que posee un grupo hemo.

Tipos de hemoglobina
Hemoglobina A o HbA: llamada también hemoglobina del adulto o
hemoglobina normal, representa aproximadamente el 97 % de la
hemoglobina en el adulto. Está formada por dos globinas alfa y dos
globinas beta.

Hemoglobina A2: Representa menos del 2,5 % de la hemoglobina


después del nacimiento. Está formada por dos globinas alfa y dos
globinas delta. Sufre un aumento marcado en la beta-talasemia, al no
poderse sintetizar globinas beta.

Hemoglobina S: Hemoglobina alterada genéticamente presente en


la anemia de células falciformes. Afecta predominantemente a la
población afroamericana y amerindia.

Hemoglobina F: Hemoglobina fetal: formada por dos globinas alfa y


dos globinas gamma. Tras el nacimiento desciende la síntesis de globinas
gamma y aumenta la producción de globinas beta.

Oxihemoglobina: Representa la hemoglobina que posee unido


oxígeno (Hb+O2)

Metahemoglobina: Hemoglobina cuyo grupo hemo tiene el hierro


en estado férrico, Fe (III) (es decir, oxidado). Este tipo de hemoglobina no
puede unir oxígeno. Se produce por una enfermedad congénita en la cual
hay deficiencia de metahemoglobina reductasa, enzima encargada de
mantener el hierro como Fe(II). La metahemoglobina también se puede
producir por intoxicación de nitritos.

Carbaminohemoglobina: se refiere a la hemoglobina que ha unido


CO2 después del intercambio gaseoso entre los glóbulos rojos y los
tejidos (Hb+CO2).
Carboxihemoglobina: Hemoglobina resultante de la unión con el
CO. Es letal en grandes concentraciones (40 %). El CO presenta una
afinidad 210 veces mayor que el oxígeno por la Hb, por lo que desplaza a
este fácilmente y produce hipoxia tisular, pero con una coloración cutánea
normal (produce coloración sanguínea fuertemente roja) (Hb+CO).

Hemoglobina glucosilada: aunque se encuentra normalmente


presente en sangre en baja cantidad, en patologías como la diabetes se
ve aumentada. Es el resultado de la unión de la Hb con glucosa u otros
carbohidratos libres.

Valores de referencia
Sexo Valor mínimo Valor máximo
Hombre 13.8 16
Mujer 12.1 15.1
Unidades: g/dL (gramos por decilitro).

Función de la hemoglobina
Su función más importante es el transporte de Oxígeno desde los
pulmones hasta los tejidos de todo el cuerpo. También transporta el
dióxido de carbono, la mayor parte del cual se encuentra disuelto en el
plasma sanguíneo.

Cuando se encuentra con el oxigeno forma un compuesto quimico


llamado oxihemoglobina que lleva al oxigeno hasta los tejidos, .Ahi en los
tejidos se vuelca a la sangre otro gas el dioxido de carbono, que en parte
se combina con la hemoglobina y forma carbohemoglobina, cuando este
compuesto llega a los pulmones, se desdobla, el dioxido de carbono se
expulsa y vuelve a formarse oxihemoglobina.

Metabolismo del Hierro:

El contenido medio de hierro en el organismo es de 3-4 g,


distribuido en eritrocitos, macrófagos del sistema reticuloendotelial (SRE),
hígado, médula ósea, músculos y otros tejidos. Se mantiene un equilibrio
dinámico por el hierro en la circulación entre los distintos compartimentos:
casi todo el hierro liberado por la descomposición de la hemoglobina (Hb)
de los eritrocitos senescentes, alrededor de 20-25 mg/día, se reutiliza, y
sólo se pierden 1-2 mg de hierro al día, que deben reponerse en la
alimentación.

El hierro puede clasificarse como hierro hemo y no hemo. El hierro


hemo, que se encuentra en la carne, el pescado y las aves, muestra una
alta biodisponibilidad y, pese a que normalmente sólo representa una
pequeña fracción del contenido de hierro total en los alimentos, contribuye
a una cantidad considerable del hierro absorbido3. Hasta el 20-30% del
hierro hemo de la alimentación se absorbe y su captación no se ve
afectada por otros componentes de la alimentación. El hierro no hemo
está disponible en cantidades variables en todos los alimentos de origen
vegetal y constituye la mayor parte del hierro de la alimentación (con
frecuencia más del 90 %). Su biodisponibilidad se ve fuertemente
afectada por la presencia de factores de inhibición o potenciación.

Transporte y almacén del hierro:

Cuando el hierro se absorbe del intestino delgado se combina


inmediatamente con el plasma sanguíneo con una B-globulina, la
apotransferrina para formar transferrina que después se transporta al
plasma. El hierro se une a la transferrina y, en consecuencia puede liberar
en cualquier célula tisular en cualquier punto del cuerpo. El exceso de
hierro en la sangre se deposita especialmente en los hepatocitos y menos
en las células retículo endoteliales de la medula ósea. El exceso de hierro
en la sangre se deposita especialmente en los hepatocitos y menos en las
reticuloendoteliales de la medula ósea.

En el citoplasma celular, el hierro se combina sobre todo con una


proteína, apoferritina para formar ferritina. El hierro almacenado en forma
de ferritina se llama hierro de depósito.
Cuando la cantidad de hierro en el plasma se reduce mucho, parte
del hierro de la reserva de la ferritina se libera fácilmente y se transporta
en forma de la ferritina se libera fácilmente y se transporta en forma de
transferrina e el plasma hasta las zonas del organismo donde se necesita.
En las personas que no tienen cantidades adecuadas de transferrina en la
sangre, la imposibilidad de transportar el hierro a los eritroblastos puede
provocar una anemia hipocromíca grave.

Absorción de hierro en el aparato digestivo:

Se absorbe en todo el intestino delgado. El hígado secreta


cantidades moderadas de apotransferrina en la bilis que fluye hasta el
duodeno. Aquí, se une al hierro libre y también a ciertos compuestos que
lo contienen como la hemoglobina y la mioglobina de la carne. Esta
combinación se llama transferrina. Esta a su vez es atraída a receptores
presentes en las células epiteliales intestinales y es absorbida por
pinocitosis y liberada a los capilares sanguíneos en forma de transferrina
plasmática.
Perdida diaria de hierro

Varón: Un estimado de 0.6 mg de hierro al día sobre todo en las


heces, se pierden cantidades adicionales cuando se produce una
hemorragia.

Mujer: Perdida menstrual lleva las pérdidas a la largo plazo de


hierro en una media de 1.3 mg al día.

Funciones del hierro en el organismo:

 Interviene en el transporte de oxígeno y dióxido de carbono en sangre.


 Participa en la producción de elementos de la sangre como por ejemplo
la hemoglobina.
 Forma parte en el proceso de respiración celular y es parte integrante de
la mioglobina, almacén de oxígeno en el músculo.
 Tiene un papel fundamental en la síntesis de ADN, y en la formación de
colágeno.
 Aumenta la resistencia a las enfermedades.
 Colabora en muchas reacciones químicas.

Metabolismo de la Vitamina B12.

Conocida también como cobalamina, esta es esencial para la


síntesis de la hemoglobina y la elaboración de células, como así también
para el buen estado del sistema nervioso. La cobalamina es un producto
propio del metabolismo del organismo y no es consumible desde
vegetales dado que no está presente en ninguno de ellos. Si puede
encontrarse en fuentes animales, dado que ya ha sido sintetizada.

La carencia de esta vitamina se ve reflejada directamente en


anemias con debilitamiento general. La anemia perniciosa es una
enfermedad que puede considerarse genética y suele aparecer en
individuos de ascendencia sajona.

Las necesidades diarias de vitamina B12 en niños es de 1.2 µg y


de 2.5 µg (microgramos) en adultos.

Transporte y almacenamiento

La cobalamina es obtenida a través de las proteínas de los alimentos


de origen animal, durante el proceso digestivo, para ello es necesaria la
participación de las enzimas del jugo gástrico y de un componente
llamado factor intrínseco. Cuando existe una gastritis atrófica o déficit de
factor intrínseco, puede aparecer una carencia de esta vitamina. Esto se
produce normalmente en personas mayores de 50 años y afecta al 40%
de las personas mayores de 80 años...

La vitamina B12 se almacena en el hígado (80%); el metabolismo


la va utilizando a medida que el organismo lo necesita, las cantidades que
se almacenan pueden satisfacer nuestras necesidades por un periodo de
3 a 5 años.

Funciones el cuerpo:

 Interviene en la síntesis de ADN, ARN y proteínas


 Interviene en la formación de glóbulos rojos.
 Mantiene la vaina de mielina de las células nerviosas
 Participa en la síntesis de neurotransmisores
 Es necesaria en la transformación de los ácidos grasos en energía
 Ayuda a mantener la reserva energética de los músculos
 Interviene en el buen funcionamiento del sistema inmune
 Necesaria para el metabolismo del ácido fólico.

Metabolismo y función del ácido fólico

El ácido fólico es una vitamina hidrosoluble incluida en la serie


conocida como complejo vitamínico B. El derivado activo de esta molécula
es el ácido 5, 6, 7,8-tetrahidrofólico, denominado normalmente
tetrahidrofolato, el cual actúa como

Coenzima transportando unidades activas de un átomo de carbono. La


variedad e importancia de las reacciones metabólicas en las que participa
este derivado hacen que, el ácido fólico sea una molécula indispensable
para la vida (Storey L., 1995).

Absorción y transporte del ácido fólico

Se adquiere esta vitamina principalmente a partir de la dieta y, en


menor proporción, de los microorganismos existentes en su tubo
digestivo. Se encuentra principalmente en vegetales verdes, muchas
frutas, hígado, riñón, huevos y leche, pero se destruye fácilmente durante
la cocción. Los requerimientos diarios de un ser humano adulto son de 50
a 100 µg, aunque estas necesidades aumentan hasta 400 µg durante el
embarazo.

Esta vitamina se encuentra en los alimentos generalmente en forma de


poli glutamatos; es decir que el residuo de ácido glutámico presente en la
molécula de ácido fólico se encuentra unido a otras moléculas de ácido
glutámico mediante uniones peptídicas (función amida). Los poli
glutamatos no pueden ser absorbidos por el intestino por lo cual primero
se escinde la cadena de residuos de glutamato para obtener el mono
glutamato (ácido fólico propiamente dicho). Esta reacción es catalizada
por un grupo de enzimas denominadas conjugasas presentes en el borde
en cepillo de las células de la mucosa yeyunal.

El ácido fólico circula en el plasma en forma de N5-metiltetrahidrofolato


libre o ligado débilmente a la albúmina y es captado por todos los tejidos,
pero principalmente por el tejido hepático donde se almacena.

Fuentes de ácido fólico

 Fuentes de origen animal: se encuentra presente en niveles muy


bajos en el reino animal.
Lo encontramos en el hígado de ternera y pollo, en la leche y sus
derivados.
 Fuentes de origen vegetal: el reino vegetal es rico en esta vitamina.
Las mayores concentraciones las encontramos en: legumbres
(lentejas, habas soja), cereales integrales y sus derivados,
vegetales de hoja verde (espinacas, coles, lechugas, espárragos),
el germen de trigo, y las frutas (melón, bananas, plátanos, naranjas
y aguacate o palta entre otros.)
 Suplementos: los comprimidos de ácido fólico deben tomarse
siempre bajo supervisión médica y en situaciones donde el medico
lo indique.
Funciones del ácido fólico (vitamina B9)

 Actúa como coenzima en el proceso de transferencia de grupos


mono carbonados,
 Interviene en la síntesis de purinas y pirimidinas, por ello participa
en el metabolismo del ADN, ARN y proteínas,
 Es necesario para la formación del células sanguíneas, más
concretamente de glóbulos rojos,
 Reduce el riesgo de aparición de defectos del tubo neural del feto
como lo son la espina bífida y la anencefalia,
 Disminuye la ocurrencia de enfermedades cardiovasculares,
 Previene algunos tipos de cáncer,
 Ayuda a aumentar el apetito,
 Estimula la formación de ácidos digestivos.

Deficiencia de ácido fólico

La deficiencia de ácido fólico se puede manifestar a través de los


siguientes síntomas:

 anemia megaloblástica (los glóbulos rojos inmaduros tienen un


tamaño más grande que lo normal),
 bajo peso, falta de apetito,
 debilidad, palidez, fatiga,
 náuseas,
 diarreas
 mal humor, depresión,
 inflamación y llagas linguales, úlceras bucales,
 taquicardias,
 retraso del crecimiento,
 cabello cano (canas).
Síntesis de la hemoglobina
La síntesis de hemoglobina se regula mediante las proteínas IRP1
e IRP2. Si hay mucho hierro se activa la IRP2 que inactiva los receptores
a la transferrina y si hay poco se activa la IRP1. La EPO activa a la IRP1
para aumentar la división de eritroblastos. Los macrófagos internalizan al
hierro hemo de la hemoglobina tras la destrucción de un eritroblasto y
obtenemos Fe +2. En el interior del macrófago encontramos la proteína
DMT que es capaz de pasar el hierro a la ferritina. En la membrana del
macrófago nos encontramos la hefastina y la ferroportina que lo que
hacen es ceder el hierro a la transferrina para que lo transporte. En el
macrófago también nos encontramos la IRP1 e IRP2. La IRP1 activada
aumenta las proteínas exportadoras y los receptores al hierro hemo. La
IRP2 aumenta la síntesis de ferritina y disminuye las proteínas
exportadoras. El reticulocito tiene la mayor densidad de receptores:
receptores a la transferrina, DMT (proteína transportadora de metales
divalentes), receptores al grupo hemo, receptores a la hemoglobina,
receptores a la ferritina, y receptores a complejos de hierro de bajo peso
molecular. El hepatocito asimismo es capaz de sintetizar ferritina y
también posee hefastina y ferroportina. El hepatocito está regulado por la
IRP1 e IRP2.

En el músculo encontramos la mioglobina que también necesita


aporte de hierro. Hepcidina: péptido producido en el hígado cuando sus
niveles de hierro son altos. Actúa a nivel del enterocito regulando de
forma inversa (inhibe las 2 proteínas absortivas y las 2 exportadoras). En
el macrófago inhibe las proteínas exportadoras quedando el hierro dentro
del macrófago.

GLÓBULOS BLANCOS
Los leucocitos o glóbulos blancos son las células del sistema
inmune. Se producen en la médula ósea y en la sangre, la linfa, los
órganos linfoides (ganglios linfáticos, bazo, amígdalas y adenoides, y
parches de Peyer) y muchos otros tejidos del cuerpo. Difieren de los
eritrocitos en varios aspectos. Los leucocitos contienen nucleos y
mitocondrias y poseen movimiento ameboide, se pueden meter a través
de los poros de las paredes de los capilares y desplazarse a un lugar de
infección, mientras que los eritrocitos suelen permanecer confinados en el
interior de los vasos sanguíneos. A medida que aumenta su número, se
denomina leucocitosis, cuando disminuye su número, se llama
leucopenia.
Los leucocitos son producidos por la médula ósea y están
presentes en la sangre, la linfa, los órganos linfoides. Su nombre proviene
de la centrifugación de muestras de sangre, lo que corresponde a los
eritrocitos rojos, la capa de plasma transparente y la capa intermedia
blanca con leucocitos.

Los leucocitos son casi invisibles al microscopio si no están


teñidos; por lo tanto, se clasifican en función a sus propiedades de teñido.
Aquellos leucocitos que poseen granulos en el citoplasma se denominan
granulocitos; los que carecen de gránulos claramente visibles se
denominan leucocitos agranulares. El colorante que se emplea para teñir
los leucocitos suele ser una mezcla de un colorante entre rosa y rojo
denominado eosina y uno entre azul y violeta denominado “colorante
básico”. Los granulocitos cuyos gránulos se tiñen de rosa se denominan
eosinófilos y aquellos cuyos se tiñen de azul se denominan basófilos; los
que tienen gránulos con escasa afinidad a cualquiera de los colorantes
son los neutrófilos. Existen dos tipos de leucocitos agranulares: linfocitos
y monocitos.

Tipos de leucocitos
Los leucocitos incluyen principalmente tres familias de células, en
función de su morfología y actividad:

• Monocitos: que representan entre el 3 al 7% de los leucocitos. Los


monocitos son células grandes del sistema inmunitario. Su función es
eliminar piezas extranjeras y la presencia de estos cuerpos extraños en
sus membranas. Es decir destruyen los residuos de gran tamaño. El
recuento normal de monocitos es por lo general entre 100 y 800/μL para
un adulto y entre 400 y 3100/μL para un recién nacido.

 Monocitos altos. Los niveles de monocitos en la sangre tienden a


aumentar cuando alguien tiene una infección, debido a que más de
estas células se necesitan para luchar contra ella. También pueden
aumentar en respuesta al estrés y otros factores. Esta condición
puede ser denominada como monocitosis.
 Monocitos bajos. Un bajo conteo de monocitos puede ocurrir por
varias razones, incluyendo enfermedades físicas, el uso de ciertos
medicamentos, o deficiencias vitamínicas. Esta condición se
conoce como monocitopenia.

Estas células se producen en la médula ósea, a partir de los


monoblastos. Circulan en el torrente sanguíneo durante aproximadamente
de uno a tres días y luego se almacenan en los tejidos de todo el
cuerpo. La mitad de ellos se almacenan como reserva en el bazo. En los
tejidos, los monocitos maduran hasta convertirse en células dendríticas o
macrófagos.

Las células dendríticas pertenecen a un grupo de células conocidas


como antígenos que presentan piezas de patógenos a las células T para
que puedan ser reconocidos de nuevo y asesinados. Las células
dendríticas típicamente presentan antígenos a las células T antes de que
se han desarrollado completamente, de modo que la célula T puede
responder apropiadamente después de que se ha demostrado que un
antígeno.

Los macrófagos son células que se comen a otras células.


Clásicamente, atacan cualquier material extraño, tal como bacterias o
virus, consumiéndolo de manera que no puede dañar el cuerpo y la
preservación de un antígeno de manera que el cuerpo será capaz de
reconocer el material extraño en el futuro. Los macrófagos también
pueden comer las células en el cuerpo que han sido infectadas por un
patógeno, para frenar la propagación del agente patógeno y mantener el
cuerpo saludable.

• Linfocitos: que representan el 25% de los leucocitos. Los linfocitos


son las células blancas de la sangre que desempeñan un papel
importante en el sistema inmunológico. Los linfocitos pueden defender el
cuerpo contra las infecciones, ya que pueden distinguir las células del
propio cuerpo de las extranjeras. Una vez que reconocen material extraño
en el cuerpo, producen sustancias químicas para destruir ese material

En individuos sanos, representan aproximadamente el 20-45% de todos


los glóbulos blancos de la sangre. El rango normal para el recuento de
neutrófilos es de 1000 a 4000/μL para un adulto y entre 3000 y 7000/μL
para un recién nacido.

 Linfocitos altos. Un aumento en la concentración de linfocitos es


generalmente un signo de una infección viral (en algún caso raro,
las leucemias se encuentran a través de un recuento de linfocitos
anormalmente elevado en una persona normal). Un conteo alto de
linfocitos con un bajo recuento de neutrófilos podría ser causada
por el linfoma. Un aumento general en el número de linfocitos se
conoce como linfocitosis.
 Linfocitos bajos. Puede ser resultado de varios trastornos de la
sangre o de otras enfermedades. Se asocia con una infección
después de una cirugía o un traumatismo. Esta condición se
conoce como linfopenia.

Los tres tipos principales de linfocitos son los linfocitos T, los


linfocitos B y las células asesinas naturales (NK).
Linfocitos T. Juegan un papel central en la inmunidad celular. Se
las llama células T porque maduran en el timo, una glándula que se
encuentra en el pecho. Hay varios subconjuntos de células T, cada uno
con una función distinta. Leer más →

Linfocitos B. Son principalmente responsables de la inmunidad


humoral. Hacen que los anticuerpos que puedan unirse a los patógenos,
bloquear la invasión de patógenos, activar el sistema del complemento, y
aumentar la destrucción de patógenos. Se mantienen dentro de la médula
ósea hasta que maduran. Una vez maduros, se extienden por todo el
cuerpo y se concentran en el bazo y los ganglios linfáticos.

Células asesinas naturales (NK). Las células NK son una parte del
sistema inmune innato y juegan un papel importante en la defensa del
huésped de ambos tumores y células infectadas de forma viral.

Todos los linfocitos son capaces de producir productos químicos para


luchar contra moléculas extrañas. Cualquier molécula reconocida por el
cuerpo como extranjera se denomina antígeno. Un linfocito es específico
para sólo un tipo de antígeno. Sólo cuando se encuentra el antígeno
correspondiente, la célula se estimula.

Linfocitos efectores. Funcionan para eliminar el antígeno, ya sea


mediante la liberación de anticuerpos (en el caso de las células B),
gránulos citotóxicos (linfocitos T citotóxicos) o mediante la señalización a
otras células del sistema inmunológico (linfocitos T colaboradores).

Linfocitos T de memoria. Permanecen en los tejidos periféricos y la


circulación por un tiempo extendido listo para responder al mismo
antígeno tras la exposición futura.

Los linfocitos viven de semanas a varios años, que es un período


muy largo comparado con otros leucocitos.
• Granulocitos: se forman en la médula ósea, y representan el 70%
de los leucocitos. Su función es la de fagocitosis, es decir la destrucción
de microbios, por esto es que participan en contra de las bacterias,
parásitos y alergias. Hay tres tipos de granulocitos, conocidos como
neutrófilos, basófilos y eosinófilos. Los neutrófilos representan el 99% de
los granulocitos. Sus células tienen un papel crucial en la fagocitosis
cuando se enfrentan a una célula extraña o infección. La fagocitosis se
produce justo después de la estimulación de neutrófilos por un antígeno
transportado por la célula diana con la emisión de seudópodos que
rodean a la célula diana, y, finalmente, se incluyen en el cuerpo celular de
los neutrófilos. Los basófilos son los más raros (0,3%) de los granulocitos.
En sus células se almacenan muchas moléculas químicas, en particular,
la histamina, la serotonina, y la heparina. La histamina y heparina se usan
para prevenir la coagulación en los vasos sanguíneos. Los eosinófilos, por
su parte, representan el 0,7% de los granulocitos. Sus células tienen un
papel importante para hacer frente a los parásitos en el cuerpo.

Dado lo anterior se puede inferir la gran importancia de los


leucocitos para el buen funcionamiento del organismo ya que de manera
general sus funciones en conjunto incluyen:

• Producción de anticuerpos.
• La producción de proteína.
• Abordar los parásitos del cuerpo y destruirlos.
• Aumentar la permeabilidad de los capilares sanguíneos.
• Evitar la coagulación en los vasos sanguíneos
• Activar la respuesta inflamatoria.
• Desencadenar una reacción alérgica.
• Destrucción de las células infectadas o muertas.
Respuesta inmune primaria
La primera vez que se encuentra un antígeno, la respuesta inmune
primaria, la reacción es lenta. Después de ser estimuladas por
los linfocitos T colaboradores, los linfocitos B comienzan a replicarse y
convertirse en cualquiera de las células de plasma o células de memoria.
Las células plasmáticas producen anticuerpos para combatir el antígeno,
pero el antígeno también tiene tiempo para multiplicarse. El efecto del
antígeno en las células del cuerpo es lo que causa los síntomas de la
enfermedad. Inicialmente, puede tomar días o incluso semanas para
producir suficientes anticuerpos para derrotar el material invasor.

Las células plasmáticas se multiplican y producen anticuerpos


durante la infección, pero no viven mucho tiempo. Las células plasmáticas
mueren a los pocos días. Los anticuerpos permanecen en el sistema
durante un poco más de tiempo. Las células de memoria permanecen en
el cuerpo durante mucho más tiempo que las células de plasma y
anticuerpos, a menudo años. Son importantes para proporcionar la
inmunidad.

Respuesta inmune secundaria


Si el antígeno infecta el cuerpo de nuevo, las células de memoria
responden casi inmediatamente. Comienzan a multiplicarse de inmediato
y convertirse en células plasmáticas. Esto hace que se produzcan
anticuerpos prácticamente de forma instantánea. En estas infecciones
posteriores, la respuesta es tan rápida que los síntomas se pueden
prevenir. Esto se conoce como la respuesta inmune secundaria y es lo
que da inmunidad a una enfermedad.

Desarrollo y maduración de los linfocitos


Las células madre se diferencian en los tipos de células de la
sangre dentro de la médula ósea en un proceso que se
denomina hematopoyesis. Todos los linfocitos se originan, durante este
proceso, a partir de un progenitor linfoide común antes de diferenciarse en
sus tipos de linfocitos diferenciados. La diferenciación de los linfocitos
sigue diversas vías de una manera jerárquica. La formación de los
linfocitos se conoce como linfopoyesis.

Los linfocitos B maduran en la médula ósea, mientras que las


células T migran y maduran en un órgano distinto llamado timo. Después
de la maduración, los linfocitos entran en la circulación periférica y
órganos linfoides (por ejemplo, los de bazo y ganglios linfáticos).

Los linfocitos que participan en la inmunidad adaptativa (es decir,


las células B y T) se diferencian aún más después de la exposición a un
antígeno: forman linfocitos efectores y de memoria.

Inmunología

Entre sus principales acciones se cuentan: el estudio


y conocimiento pormenorizado del sistema inmunitario tanto en condiciones
de salud como de enfermedad, alteraciones en su funcionamiento,
las características tanto físicas, químicas y fisiológicas que disponen sus
partes componentes.

Inmunidad

Conjunto de mecanismos de defensa de los animales frente a


agentes externos extraños. Se adquiere al nacer, y va madurando y
consolidándose durante los primeros años de vida. La inmunidad involucra
tanto a componentes específicos y no específicos. Los componentes no
específicos actúan como barreras o como eliminadores de patógenos para
detener la infección por microorganismos antes de que puedan causar la
enfermedad. Otros componentes del sistema inmunitario se adaptan ellos
mismos a cada nueva enfermedad encontrada y son capaces de generar
inmunidad específica contra el germen patógeno.
Clasificación de la Inmunidad

Inmunidad innata

Los microorganismos o toxinas que consigan entrar en un organismo


se encontrarán con las células y los mecanismos del sistema inmunitario
innato. La respuesta innata suele desencadenarse cuando los microbios son
identificados por receptores de reconocimiento de patrones, que reconocen
componentes que están presentes en amplios grupos de microorganismos,
o cuando las células dañadas, lesionadas o estresadas envían señales de
alarma, muchas de las cuales (pero no todas) son reconocidas por los
mismos receptores que reconocen los patógenos. Los gérmenes que logren
penetrar en un organismo se encontrarán con las células y los mecanismos
del sistema inmunitario innato patógeno. Las defensas del sistema
inmunitario innato son inespecíficas, lo cual significa que estos sistemas
reconocen y responden a los patógenos en una forma genérica. Este
sistema confiere una inmunidad duradera contra el patógeno. El sistema
inmunitario innato es el sistema dominante de protección en la gran mayoría
de los organismos.

Inmunidad adaptativa

La inmunidad adaptativa, adquirida o específica a menudo se


subdivide en dos grandes tipos dependiendo de cómo se introdujo la
inmunidad. Pueden subdividirse aún más, dependiendo de la cantidad de
tiempo que dura la protección. La inmunidad pasiva es a corto plazo, y
normalmente dura sólo unos pocos meses, mientras la protección vía
inmunidad activa dura más tiempo, y es a veces de por vida. El diagrama de
debajo resume estas divisiones de inmunidad.

La inmunidad adaptativa se caracteriza por las células involucradas;


la inmunidad humoral es el aspecto de la inmunidad que es mediado por
anticuerpos secretados, mientras que la protección proporcionada
por inmunidad celular involucra sólo linfocitos T. La inmunidad humoral es
activa cuando el organismo genera sus propios anticuerpos, y pasiva
cuando los anticuerpos son transferidos entre individuos. Asimismo, la
inmunidad celular es activa cuando las células T propias del organismo son
estimuladas y pasivas cuando las células T vienen de otro organismo.

 Inmunidad pasiva:
La inmunidad pasiva es la transferencia de inmunidad activa, en
forma de anticuerpos, de un individuo a otro. La inmunidad pasiva puede
ocurrir de manera natural, cuando los anticuerpos maternos son transferidos
al feto a través de la placenta, y también puede ser provocada
artificialmente, cuando altos niveles de anticuerpos humanos (o de caballo)
específicos para un patógeno o toxina son transferidos a individuos que no
son inmunes. La inmunización pasiva se usa cuando hay un alto riesgo de
infección y tiempo insuficiente para que el cuerpo desarrolle su propia
respuesta inmune, o para reducir los síntomas de enfermedades crónicas o
inmunosupresivas.5 La inmunidad pasiva proporciona protección inmediata,
pero el cuerpo no desarrolla memoria, por tanto el paciente tiene el riesgo
de ser infectado por el mismo patógeno posteriormente.

 Inmunidad pasiva adquirida de manera natural


La inmunidad pasiva materna es un tipo de inmunidad pasiva
adquirida de manera natural, y se refiere a la inmunidad transmitida por
medio de anticuerpos a un feto por su madre durante el embarazo. Los
anticuerpos maternos se pasan a través de la placenta al feto por un
receptor Fc neonatal en las células de la placenta. Esto ocurre alrededor del
tercer mes de gestación. La inmunoglobulina G es el único
anticuerpo isotipo que pueden pasar a través de la placenta. La inmunidad
pasiva también es proporcionada a través de la transferencia de anticuerpos
de inmunoglobulina A que se encuentran en la leche materna que son
transferidos al aparato digestivo del bebé, protegiéndole contra infecciones
bacterianas, hasta que el recién nacido puede sintetizar sus propios
anticuerpos.

 Inmunidad pasiva adquirida artificialmente


La inmunidad pasiva adquirida artificialmente es una inmunización a
corto plazo inducida por la transferencia de anticuerpos, que se pueden
administrar de varias formas; como un plasma sanguíneo humano o animal,
como inmunoglobulina humana de banco para uso intravenoso o
intramuscular, y en forma de anticuerpos monoclonales. La transferencia
pasiva se usa profilácticamente en el caso de enfermedades
de inmunodeficiencia, como la hipogammaglobulinemia. También se usa en
el tratamiento de varios tipos de infecciones agudas, y para tratar
el envenenamiento.5 La inmunidad derivada de la inmunización pasiva dura
sólo un corto período, y hay también un riesgo potencial a reacciones
de hipersensibilidad, y a la enfermedad del suero, especialmente de
gammaglobulina de origen no humano.6

La inducción artificial de inmunidad pasiva se ha usado durante más


de un siglo para tratar enfermedades infecciosas, y antes de la llegada de
los antibióticos, era a menudo el único tratamiento específico para ciertas
infecciones. La terapia de inmunoglobulina continuó siendo una terapia de
primera línea en el tratamiento de enfermedades respiratorias severas hasta
los años 1930, incluso después de que se introdujeran los antibióticos
desulfonamida.8

 Transferencia pasiva de inmunidad por medio de células:


La transferencia pasiva o "transferencia adoptiva" de inmunidad por
medio de células, se le otorga por la transferencia de células T activadas o
"sensibilizadas" de un individuo a otro. Raras veces se usa en humanos
porque requiere donantes histocompatibles, que son con frecuencia difíciles
de encontrar. En donantes no compatibles este tipo de transferencia
conlleva riesgos severos de la enfermedad del injerto contra el anfitrión.5 No
obstante, ha sido usado para tratar ciertas enfermedades incluyendo
algunos tipos de cáncer e inmunodeficiencia. Este tipo de transferencia
difiere de un trasplante de médula ósea, en donde se transfieren células
madre hematopoyéticas.

 Inmunidad activa
Cuando las células B y las células T son activadas por un patógeno,
se desarrollan las células B y las células T de memoria. A lo largo de la vida
de un animal estas células de memoria “recordarán” cada patógeno
específico encontrado, y serán capaces de montar una respuesta fuerte si el
patógeno se detecta de nuevo. Este tipo de inmunidad es
tanto activo como adaptativo porque el sistema inmunitario del cuerpo se
prepara a sí mismo para futuros desafíos. La inmunidad activa a menudo
involucra tanto los aspectos por medio de células y los aspectos humorales
de la inmunidad así como la entrada del sistema inmunitario innato.
El sistema innato está presente desde el nacimiento y protege a un
individuo de patógenos sin importar las experiencias, mientras que
la inmunidad adaptativa se presenta sólo después de una infección o
inmunización y por lo tanto es "adquirida" durante la vida.

 Inmunidad activa adquirida de manera natural


La inmunidad activa adquirida de manera natural ocurre cuando una
persona está expuesta a un patógeno vivo, y desarrolla una respuesta
inmune primaria, que lleva a una memoria inmunológica. Este tipo de
inmunidad es “natural” porque no está inducida por el hombre. Muchos
trastornos del funcionamiento del sistema inmunitario pueden afectar a la
formación de la inmunidad activa como la inmunodeficiencia (tanto en la
forma adquirida o congénita) y la inmunosupresión.
 Inmunidad activa adquirida artificialmente
La inmunidad activa adquirida artificialmente puede ser inducida por
una vacuna, una sustancia que contiene un antígeno. Una vacuna estimula
una respuesta primaria contra el antígeno sin causar los síntomas de la
enfermedad. Hay cuatro tipos de vacunas tradicionales:

 Las vacunas inactivadas están compuestas de microorganismos que


han sido matados con sustancias químicas o calor y ya no son
infecciosos. Son ejemplos las vacunas contra la gripe, el cólera,
la peste y la hepatitis A. La mayoría de las vacunas de este tipo es
probable que requieran vacunas de refuerzo.
 Las vacunas vivas atenuadas están compuestas de microorganismos
que han sido cultivados bajo condiciones que inutilizan su capacidad
de inducir enfermedades. Estas respuestas son más duraderas y
generalmente no requieren vacunas de refuerzo. Los ejemplos
incluyen a la fiebre amarilla, el sarampión, la rubéola y las paperas.
 Los toxoides son compuestos tóxicos inactivados de
microorganismos en casos donde estos (en vez de los
microorganismos por sí mismos) causan la enfermedad, usados
antes de un encuentro con el toxoide. Ejemplos de vacunas basadas
en toxoides incluyen el tétanos y la difteria.
 Las vacunas de subunidad están compuestas de pequeños
fragmentos de organismos causantes de enfermedad. Un ejemplo
característico es la vacuna de subunidad contra el virus de
la hepatitis B.

La mayoría de las vacunas son puestas con


inyección hipodérmica ya que no son absorbidas con fiabilidad a
través del aparato digestivo. Las vacunas vivas atenuadas de
la polio y algunas del tifus y el cólera son puestas oralmente para
producir inmunidad basada en el intestino.

Inflamación:
Se produce cuando existe una lesión tisular, ya sea debido a
bacterias, traumatismos, sustancias químicas, calor… Los tejidos
lesionados libertan múltiples sustancias que dan lugar a cambios
secundarios en los tejidos vecinos no lesionados.

La inflamación se caracteriza por:

1. Vasodilatación de los vasos sanguíneos locales, por consiguiente el


exceso de flujo sanguíneo local.
2. El aumento de la permeabilidad de los capilares.
3. Coagulación del líquido de los espacios intersticiales, por aumento de
las cantidades de fibrinógenos.
4. Migración de monocitos y granulocitos al tejido.
5. Tumefacción.

Los productos tisulares que provocan esta respuesta son la


histamina, bradicina, serotonina y prostaglandinas, productos del sistema de
coagulación. Varias de estas sustancias activan con fuerza el sistema
macrófagico que en pocas horas comienzan a devorar los tejidos
destruidos. Uno de los primeros resultados de la inflamación es aislar la
zona lesionada del resto de los tejidos. Los espacios tisulares y linfáticos se
bloquean con coágulos de fibrinógeno. Este proceso retrasa la diseminación
de bacterias.

PLAQUETAS
Las plaquetas, también llamadas trombocitos, son fragmentos
celulares derivados del megacariocito. Tienen un tamaño de 2-3 micras y un
aspecto discoidal. Carecen de núcleo y su función consiste en la formación
de coágulos para evitar la pérdida de sangre. En su interior poseen varios
tipos de vesículas secretoras. Cuando se produce una lesión que
desencadena el proceso de coagulación. Las plaquetas se activan
emitiendo una serie de prolongaciones y liberando el contenido de sus
vesículas. De esta forma adquieren gran capacidad de adhesión y junto a la
trombina forman el coágulo que tapona la lesión. La vida media en sangre
de las plaquetas es de unos 10 días, periodo tras el cual son destruidas en
el bazo.

El megacariocito es una célula del tejido hematopoyético que deriva


de la serie mieloide. En el proceso de diferenciación el megacariocito pasa
por diferentes etapas que implican la división del núcleo sin división del
citoplasma. Se forma así una célula poliploide de gran tamaño (60 micras o
más) que permanece alojada en la médula junto a los vasos sanguíneos y
emite una serie de fragmentos celulares al torrente sanguíneo. Estos
fragmentos celulares son las plaquetas.

La plaqueta en la sangre está lista para la formación de un coágulo.


En la fase de amplificación de la coagulación la plaqueta activada libera sus
vesículas que contienen diferentes proteínas como el fibrinógeno, el factor V
y el factor VIII/von Willebran que participan activamente en el proceso de
coagulación. También se liberan factores de crecimiento de fibroblastos,
fibronectina y otras sustancias como serotonina y calcio que son
fundamentales para la actuación de los factores de coagulación.

Valores
El número normal de plaquetas en la sangre es de 150,000 a
400,000 por microlitro (mcL).

COAGULACIÓN
La coagulación es el proceso por el cual se forma un coágulo
sanguíneo. Comienza en respuesta a una lesión en un vaso sanguíneo. En
el proceso de coagulación se producen una serie de reacciones en cadena
en las que participan varios tipos celulares y proteínas solubles de la sangre
con el objetivo de formar un coágulo para evitar la pérdida excesiva de
sangre. Un coágulo consiste en una red de proteínas insolubles como la
fibrina con plaquetas y células atrapadas que bloquea la salida de sangre
hasta que se repare el tejido. Se distinguen dos rutas de activación de la
cascada de coagulación conocidas como vía extrínseca y vía intrínseca.
Hacen referencia al lugar donde se inicia la cascada de coagulación: el
interior de un vaso sanguíneo (intrínseca) o fuera de un vaso sanguíneo
(extrínseca). Ambas vías convergen en la activación del factor Xa que
transforma la protrombina en trombina. En el paso siguiente la trombina
genera fibrina a partir de fibrinógeno.

Cascada de coagulación
La hemostasia está regulada por ciertos mecanismos. Estos
mecanismos se encuentran contrarrestados a su vez por mecanismos
reguladores que limitan la acumulación de plaquetas y fibrina en el área
de la lesión.

El control de la hemostasia se lleva a cabo a través de vasos


sanguíneos normales, un número suficiente de plaquetas funcionales, los
mecanismos de coagulación correctos y la destrucción del coágulo por el
sistema fibrinolítico. Diremos que la hemostasia se encuentra alterada por
defecto, cuando exista riesgo de hemorragias persistentes y por exceso
cuando el paciente presente riesgo de padecer trombosis.

La cascada de la coagulación es una secuencia compleja de


reacciones proteolíticas que terminan la formación del coágulo de fibrina.
El coágulo se empieza a desarrollar en 15-20 seg. El proceso de
coagulación se inicia por substancias activadoras secretadas por los
vasos, las plaquetas y proteínas sanguíneas adheridas a la pared de los
vasos.

Está formada por dos vías: extrínseca e intrínseca. Al unirse,


ambas vías forman la Vía Común, dándonos como resultado final fibrina
entrecruzada, que es la formadora del coágulo.

En las vías de la coagulación que hemos nombrado, la vía


intrínseca está formada por los factores VIII, IX, XI, XII. Los factores
extrínsecos están regulados por la tromboplastina tisular y el factor VII.
Finalmente la vía común está formada por el factor V, el factor X, el calcio
y los fosfolípidos plaquetarios. Todo ello induce que la protrombina se
transforme en trombina, que la trombina se transforme en fibrinógeno, y
éste a su vez se transforme en monómero de fibrina, que posteriormente
dará lugar al polímero de fibrina, el cual se hace estable gracias a la
intervención del factor XIII y del calcio.

GRUPOS SANGUINEOS
Son una clasificación de la sangre de acuerdo con las
características presentes o no en la superficie de los glóbulos rojos y en el
suero de la sangre (plasma).

Las dos clasificaciones más importantes para describir grupos


sanguíneos en humanos son los antígenos o el sistema ABO y el factor
RH o Sistema Rhesus. Las transfusiones de sangre entre grupos
incompatibles pueden provocar una reacción inmunológica que puede
desembocar en hemólisis, anemia, fallo renal, shock, o muerte por ello es
indispensable conocer cuál es el tipo de sangre que poseemos y si el
factor RH es negativo o positivo.

 Sistema ABO
Fue descubierto por Karl Landsteiner en 1901, convirtiéndolo en el
primer grupo sanguíneo conocido, su nombre proviene de los tres
tipos de grupos principales y se identifican en:
 Grupo A: Poseen glóbulos rojos que expresan antígenos de
tipo A en su superficie y anticuerpos contra los antígenos B
en el plasma.
 Grupo B: Tiene la combinación contraria, poseen glóbulos
rojos con antígenos de tipo B en su superficie y anticuerpos
contra los antígenos A en el plasma.
 Grupo O: No expresan ninguno de los dos antígenos (A o B)
en la superficie de sus glóbulos rojos pero tienen
anticuerpos en el plasma contra ambos tipos.
 Grupo AB: Poseen ambos antígenos en su superficie y no
fabrican ninguno de los dos anticuerpos.

A causa de estas combinaciones, en las transfusiones de sangre


aquellas personas que poseen el Grupo O pueden ser donantes en
cualquier grupo, estos son denominados donadores universales.
Mientras que las personas que poseen el grupo AB pueden recibir
transfusiones de cualquier grupo y a estos se les denomina
receptores universales.

 Sistema Rhesus
Fue descubierto por Karl Landsteiner y Wiener en 1940 y se debe a
la presencia de una proteína integral de la membrana de los
glóbulos rojos, que hace que el tipo de sangre se clasifique en:
 RH+: El 85% de la población tiene en esta proteína una
estructura dominante, que corresponde a una determinada
secuencia de aminoácidos.
 RH- : Corresponde a la presencia de la misma proteína pero
con modificaciones en ciertos aminoácidos que determinan
diferencias significativas en la superficie de los glóbulos
rojos.

El principal antígeno Rh es el D y el anticuerpo presente en


quienes carecen de antígeno D es el anti-D. Si el antígeno D está
presente el fenotipo es Rh positivo y si D está ausente es Rh negativo. Se
han identificado más de 45 antígenos del sistema Rh, pero de todos ellos
apenas cinco son frecuentes, estos son: D, C, E, c, e.

Compatibilidad Sanguínea
Teniendo todo esto en cuenta, es necesario conocer la
compatibilidad sanguínea que es aquella posibilidad de mezclar grupos de
sangre sin que se produzcan trastornos, tales como los fenómenos de la
lisis o de la aglutinación.
Landsteiner constató que cuando un aglutinógeno se pone en
contacto con la aglutinina homóloga se produce una aglutinación.

A causa de este fenómeno biológico en las transfusiones de sangre


no es suficiente con conocer que la sangre del donante y la del receptor
son del mismo grupo, o bien que la del donante pertenezca al grupo O
(cero), sino que es necesario conocer si la compatibilidad es perfecta,
para que ningún otro fenómeno de inmunización interfiera.
CONCLUSIÓN

Recordando que la hematopoyesis o hemopoyesis es el proceso de


formación, desarrollo y maduración de los elementos formes de la sangre
(eritrocitos, leucocitos y plaquetas) a partir de un precursor celular común
e indiferenciado conocido hemocitoblasto; podemos concluir que, este
sistema es de gran importancia puesto que sin este mecanismo, sería
imposible reparar tejidos dañados, enviar sangre oxigenada a los
órganos, así como también nutrientes que son transportados a través de
los diversos sistemas como lo son las venas y las arterias. En este caso
las arterias son las que transportan sangre oxigenada.

Gracias a la realización de esta trabajo de investigación pudimos


aprender la gran importancia de la hematopoyesis y así ampliar los
conocimientos que necesitamos para ser unos buenos profesionales de la
salud en el futuro.

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