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Estabilidad de emulsión. Las emulsiones estabilizadas por proteínas a menudo son estables por días
y no se observa separación de la crema o de alguna fase aun si las emulsiones se encuentran almace-
nadas en condiciones ambientales. Para evaluar la capacidad de la proteína como estabilizadora de
emulsiones se somete la emulsión a diferentes condiciones drásticas, como altas temperaturas o a una
fuerza centrífuga. Si se utiliza la centrifugación, la estabilidad se expresa como la disminución del
área interfacial de la emulsión, o como el porcentaje de crema separada, o bien, por la cantidad de
aceite coalescido.25
Hidrofobicidad. Las propiedades emulsificantes de las proteínas tienen una baja correlación con la
hidrofobicidad superficial de las proteínas. Se han relacionado los valores de hidrofobicidad de la su-
perficie de las proteínas y su capacidad para reducir la tensión superficial en las interfases aceite-agua
así como para incrementar el índice de actividad emulsificante, y no se puede afirmar que mientras
más hidrofóbica sea la proteína será mejor agente emulsificante. Los casos de proteínas como b-lac-
toglobulina, a-lactoalbúmina, proteínas de la soya y el gluten de trigo hidrolizado enzimáticamente
resultan interesantes.75, 129 Estas proteínas presentan un buen IAE, por lo que se ha creído más im-
portante conocer su flexibilidad molecular ya que la proteína debe ser capaz de hacer contacto con
las dos fases, aceite y agua, modificando su conformación rápidamente para quedar colocada en la
interfase. Si se desnaturaliza parcialmente la proteína sin llegar a la insolubilización, se logrará una
mejora de las propiedades emulsificantes pues se incrementan la flexibilidad molecular y la hidrofo-
bicidad superficial lo que favorece la formación de películas altamente viscoelásticas en la interfase
aceite-agua.36, 128
Propiedades espumantes. Las espumas consisten de una fase continua acuosa y una fase dispersa
gaseosa (aire). Muchos alimentos procesados son productos tipo espumas: crema batida, helados de
crema, pasteles, merengues, pan, soufflés, mousses y malvaviscos. Las propiedades de textura son
únicas debido a la dispersión de numerosas burbujas de aire pequeñas y a la formación de una pe-
lícula delgada en la interfase líquido-gas llamada frecuentemente lamela. En la mayoría de estos pro-
3.8 Propiedades funcionales de las proteínas • 199
ductos, las proteínas son los principales agentes con actividad superficial que ayudan en la formación
y estabilización de la fase gaseosa dispersa. Generalmente, las espumas estabilizadas por proteínas
se forman por burbujeo, batido, o agitación de una solución proteínica.
Las propiedades espumantes son evaluadas por diferentes principios. La capacidad espumante
de una proteína se refiere a la cantidad de área interfacial que puede ser creada por la proteína, que
se puede expresar en diversas formas, como sobrerrendimiento o poder de espumado.77, 79
El poder espumante generalmente aumenta con la concentración de proteína hasta un valor má-
ximo. Esto se ve afectado por el método que se utilice para formar la espuma. Al igualar las concentra-
ciones de diversas proteínas se obtiene su FP y así se pueden comparar sus propiedades espumantes,
que se ilustran en el cuadro 3.15.
Sales. El efecto de las sales sobre las propiedades espumantes de las proteínas depende del tipo de
sal y las características de solubilidad de la proteína en esa solución salina. La capacidad de espuma-
do y la estabilidad de la espuma de la mayoría de las proteínas globulares, como albúmina sérica bo-
vina, albúmina de huevo, gluten y proteínas de soya, aumentan conforme se incrementa la concen-
tración de NaCl. Este comportamiento se atribuye generalmente a la neutralización de las cargas por
los iones salinos. Sin embargo algunas proteínas, como las del suero, presentan el efecto opuesto.
Tanto la capacidad de espumado como la estabilidad de la espuma disminuyen conforme se incre-
menta la concentración de la sal por efecto “salting-in”, especialmente la b-lactoglobulina por NaCl.
Las proteínas que son “salting-out” de una solución salina dada, generalmente presentan mejores pro-
piedades espumantes, mientras que las que son “salting-in”, generalmente presentan propiedades
espumantes pobres. Los cationes divalentes como el Ca 21 y el Mg 21, mejoran notablemente la ca-
pacidad de espumado y estabilidad de la espuma en un rango de concentración de 0.02-0.4 M., ya
que favorecen el entrecruzamiento de las moléculas de proteína en la formación de la película con
mejores propiedades viscoelásticas.179
Lípidos. Los lípidos, especialmente los fosfolípidos, cuando se presentan en una concentración ma-
yor al 0.5% afectan desfavorablemente las propiedades espumantes de las proteínas, debido a que su
superficie es más activa que la de las proteínas, se adsorben en la interfase aire-agua compitiendo con
las proteínas e inhiben su adsorción durante la formación de la espuma. La película de lípidos no es
cohesiva ni viscoelástica, por lo que no puede resistir la presión interna de las burbujas de aire, las
que se expanden y se colapsan durante el batido.
Concentración de proteína. Una mayor concentración de proteína da firmeza a la espuma. Esta fir-
meza se logra con un tamaño menor de burbuja y una mayor viscosidad. Al aumentar la viscosidad
3.8 Propiedades funcionales de las proteínas • 201
Temperatura. Una desnaturalización parcial de las proteínas puede favorecer las propiedades espu-
mantes hasta cierto punto, ya que si se sobrecalientan pueden perderse al ocurrir reacciones proteí-
na-proteína vía intercambio de disulfuro, o su reversión a sulfhidrilos.111 Esto aumenta el peso mo-
lecular y tamaño del polímero, lo que impide la adsorción en la interfase. Algunos alimentos tipo
espuma como los malvaviscos, pasteles y pan, se calientan después de que se forma la espuma y el
calor provoca una expansión del aire y una disminución de la viscosidad, lo que puede ocasionar rup-
tura y colapso de la espuma. En estas circunstancias la integridad de la espuma depende de la gela-
ción de la proteína en la interfase, lo que permite desarrollar suficiente fuerza mecánica para estabi-
lizar la espuma. La gelatina, el gluten y la clara de huevo tienen tanto la capacidad de espumado
como gelificante, por lo que son ingredientes adecuados para la aplicación en estos alimentos.