You are on page 1of 61

SUTRAS SAGRADAS

Masaharu Taniguchi
SUTRAS SAGRADAS
• ALABANZA A LOS APÓSTOLES DE LA MISIÓN
SAGRADA,
• LLUVIA DE NÉCTAR DE LA VERDAD
• PALABRAS DEL ÁNGEL
• SUTRA PARA LA CURA ESPIRITUAL (SUTRA SAGRADA
CONTINUA LLUVIA DE NÉCTAR DE LA VERDAD)
CANTO EVOCATIVO DE DIOS

Oh Dios Padre, que das vida a todos los seres vivientes, bendíceme
con Tu Espíritu.
Yo vivo, no con mi propia fuerza, sino por la Vida de Dios Padre,
presente en todo el Universo
Mis obras, no soy yo quien las realiza, sino la fuerza de Dios Padre,
presente en todo el Universo.
Oh Dios, que te manifestaste a través de Seicho-No-Ie para indicar
el Camino del cielo y de la tierra, protégeme.

SUTRA SAGRADA ALABANZA A LOS APÓSTOLES DE


LA MISIÓN SAGRADA

Dios Creador del Universo, viendo los sufrimientos de la


humanidad, manifestó como recurso Su sagrada imagen y abrió las
puertas del amplio hogar de misericordia, el cual se llama Seicho-
No-Ie. Su finalidad es despertar a todos los hombres para la
Verdad. No habrá ningún ser humano o celestial que en él no entre,
cualquiera sea su credo. Este amplio hogar de misericordia,
trascendiendo a todo sectarismo religioso, extingue los
sufrimientos y errores de la humanidad y la vuelve inmaculada.
Especialmente, a los que no sólo anhelan gracias para sí, sino que
ofrecen espontáneamente a Dios recintos tales como auditorios,
edificios, templos o academias, necesarios para conducir a los
hombres a la salvación, o que, concientizándose de la sagrada
misión para la cual fueron elegidos por Dios, se hacen
voluntariamente miembros de la Misión Sagrada y se dedican a la
salvación de los semejantes, aun antes de ellos haber alcanzado la
propia salvación, estos son los que se elevan al grado de apóstol, y
sus méritos constituirán el factor básico para la exteriorización de
la libre Imagen Verdadera, la imagen perfecta. Cuando se
manifieste la libre y perfecta Imagen Verdadera, tanto la propia
persona como su prójimo alcanzarán automáticamente la
iluminación, cuyos beneficios serán extendidos a los seres
animados e inanimados, sin excepción. Aunque en una familia
haya, desde el remoto pasado, un cúmulo de karmas negativos
impidiendo la iluminación, si uno de sus miembros se concientiza
de la sagrada misión y se eleva al grado de apóstol, la gracia llenará
el Universo infinito y se extinguirá el karma maléfico de lodos y
cada uno de los miembros de esa familia. Entonces, es obvio que
se extinguirá el karma maléfico de los propios apóstoles de la
Misión Sagrada los que, al abrazar la sagrada misión, asumieron el
compromiso de dedicar sinceramente su vida a la salvación de la
humanidad, ofreciendo trabajo físico, dedicación mental y
contribución monetaria. Con profunda reverencia a ellos,
depositamos en el arca del Templo Matriz los registros espirituales
y los consagramos a Dios dedicándoles la lectura de la Sutra
Sagrada. La Imagen Verdadera de los apóstoles de la Misión
Sagrada es divina y también su futuro lo será infaliblemente. Aun
después de haber cumplido su misión y haber dejado este mundo,
sus espíritus continuarán recibiendo la amplia orientación
misericordiosa de Dios, asimilarán la Verdad de modo aún más
profundo y, con seguridad, alcanzarán el estado divino. El mérito
de ofrecer trabajo físico, dedicación mental y contribución
monetaria es lo más noble y sublime, y lo probaron Cristo, Buda y
todos los iluminados. Ustedes que son hijos de Dios, y se dedican
al trabajo apostolar, con el firme propósito de salvar al prójimo,
alcanzarán el diamantino e indestructible estado de iluminación.
Oh Dios, derramando Tu bendición, haz aún más profunda la fe de
los apóstoles de la Misión Sagrada; haz que manifiesten la
milagrosa fuerza divina y permite que los beneficios de esta gracia
se extiendan a todos los rincones del Universo.
(*) La “Alabanza a los Apóstoles de la Misión Sagrada” se lee
frente a la urna de los registros espirituales de la Misión Sagrada,
instalada en el Templo Principal en Nagasaki.
Los Apóstoles de la Misión Sagrada (los adeptos) la leen durante
sus cultos diarios a fin de enviarse, unos a los otros, las benéficas
vibraciones de la Verdad y contribuir mutuamente para el despertar
espiritual.
Sutra Sagrada
LLUVIA DE NÉCTAR DE LA VERDAD
REVELACIONES DIVINAS DEL “ILUMINADOR DE LOS
SIETE CANDELABROS”

Reconcíliate con todas las cosas del cielo y de la tierra. Cuando te


reconcilies verdaderamente con todas las cosas del cielo y de la
tierra, todo será tu amigo. Cuando todo el Universo se vuelva tu
amigo, nada en el Universo podrá causarte daño, Si eres herido por
algo o si eres afectado por microbios o por espíritus bajos, es
prueba de que no estás reconciliado con todas las cosas del cielo y
de la tierra. Reflexiona y reconcíliate. Esta es la razón por la cual
te enseñé una vez, que era necesario reconciliarte con tus hermanos
antes de llevar ofrendas al altar, entre tus hermanos, los más
importantes son tus padres, aunque agradezcas a Dios, si no
consigues agradecer a tus padres, no estás en conformidad con la
voluntad de Dios. Reconciliarse con todas las cosas del universo,
significa agradecer a todas las cosas del universo; la reconciliación
verdadera, no se obtiene por la tolerancia o la condescendencia; ser
tolerante o ser condescendiente, no significa estar en armonía desde
el fondo del corazón; la reconciliación verdadera será obtenida con
el agradecimiento reciproco; aunque agradezcas a Dios, aquel que
no agradece a todas las cosas del cielo y la tierra, no consolida la
reconciliación con todas las cosas del cielo y de la tierra; no
habiendo la reconciliación con todas las cosas del universo, aunque
Dios quiera ayudarte, las vibraciones mentales de la disensión, no
te permiten captar las ondas de salvación de Dios; agradece a tu
patria, agradece a tu padre y a tu madre, agradece a tu esposo o a
tu esposa, agradece a tus hijos, agradece a tus empleados
domésticos, agradece a todas las personas, agradece a todas las
cosas del cielo y de la tierra; solamente dentro de este sentimiento
de gratitud, es que podrás verme, y recibir mi salvación; como soy
el todo del todo, estaré manifestado dentro de aquel que se
encuentre reconciliado con todas las cosas del cielo y de la tierra.
No soy presencia que pueda ser vista aquí o allá. Por eso no me
incorporo en médiums. No pienses que, llamando a Dios a través
de un médium, Dios se revele. Si quieres llamarme, reconcíliate
con todas las cosas del cielo y de la tierra y llama por mí. Porque
soy Amor, al reconciliarte con todas las cosas del cielo y de la
tierra, ahí entonces, me revelaré.
(Revelación Divina de la noche del 27 de septiembre de 1931)
Ha llegado la hora. Ahora todos los enfermos pueden levantarse.
Ha llegado la hora en que la enfermedad ya no existe para ti. Hace
dos mil años, Cristo curó enfermos que se hallaban a distancia sólo
con estas palabras: “Sea hecho conforme tu fe”; y ha llegado la hora
de que esta Verdad sea revelada a la humanidad. Observa los
hechos en los cuales enfermos, aun a distancia, se curan con la
simple lectura de las Escrituras Seicho-No-Ie y el conocimiento de
la Verdad. Surge, ahora, Seicho-No-Ie ante la humanidad como los
Siete Candelabros que profetiza el Apocalipsis. Aquel que recibe
la Luz de la Verdad a través de estos Candelabros aniquila los tres
males - pecado, enfermedad y muerte - que han torturado a la
humanidad desde su expulsión del jardín del Edén, citada en el
Génesis. Cuando se aproxima la Luz, desaparecen las tinieblas.
Cuando se aproxima la Verdad, se extinguen las ilusiones. Al
extinguirse las ilusiones, desaparecen sus frutos: Pecado,
enfermedad y muerte. Recibe mi Luz sin dudar. Soy aquel que
enciende la luz de los Siete Candelabros.
(Revelación Divina del 15 de enero de 1931)
Sutra Sagrada
LLUVIA DE NÉCTAR DE LA VERDAD

DIOS

Un día, el Ángel, llegando a Seicho-No-Ie, recita:


El Dios de la Creación trasciende los cinco sentidos y también el
sexto sentido:
Sagrado, Supremo, Infinito,
Mente presente en todo el Universo,
Vida presente en todo el Universo,
Ley presente en todo el Universo;
Verdad, Luz, Sabiduría,
Amor Absoluto, esto es la Gran Vida.
Siendo esta la naturaleza verdadera del Dios Absoluto, cuando
Dios Se revela se realizan el bien, la justicia, la misericordia; por sí
misma se instala la armonía, se ubica cada uno en su respectivo
lugar y no hay disensiones, no hay quien hiera a su prójimo, no hay
quien enferme, no hay quien sufra, no hay quien sea miserable.
Dios es el Todo del Todo; siendo Dios el todo, lo absoluto, nada
existe además de Dios; Dios cubre toda la realidad, de todo aquello
que existe, nada hay que no haya sido creado por Dios.
Dios, al crear todas las cosas, no usa barro, no usa madera, no usa
martillo, no usa cincel, no usa herramienta ni materia prima de
ninguna especie; crea únicamente con la Mente.
La Mente es el Creador de todo; La mente es la substancia que llena
todo el universo; la mente es el Dios omnipotente y omnipresente;
Cuando la mente de este Dios omnipotente, de este Dios perfecto,
entra en vibración y se vuelve palabra, se desarrolla todo como
fenómeno, y todas las cosas pasan a existir; todas las cosas son
mente de Dios, todo es palabra de Dios, todo es espíritu, todo es
mente, nada existe que este hecho de materia.
La materia es sólo sombra de la mente; ver la sombra y considerarla
Realidad es ilusión.
Tened cuidado para que no os apeguéis a la ilusión.
La Realidad es Eterna, por eso no perece.
La ilusión es efímera y pronto se deshace.
La Realidad, porque es libre, no conoce sufrimientos.
La ilusión, porque es una forma de apego, está llena de dolores.
La Realidad es Verdad, la ilusión es falsedad.
La Realidad trasciende los cinco sentidos, trasciende, inclusive, el
sexto sentido
y no se proyecta a la percepción del hombre.

ESPÍRITU

Los sentidos sólo captan proyecciones de la mente. Aunque veáis


la imagen de un espíritu por la videncia, no estáis viendo la
Realidad.
Todo lo que podáis percibir a través de los sentidos son
proyecciones de la mente, y no la Realidad Prima.
Existen varias imágenes espirituales: existen espíritus enfermos,
existen espíritus sufridores, espíritus que no tienen estómago y
sufren un mal gástrico, espíritus que no tienen corazón y sufren un
mal cardíaco; todo esto es ilusión. Si uno de estos espíritus influye
en alguien, la persona influenciada presentará un mal gástrico o un
mal cardíaco.
Mas, los varios espíritus sufridores que aparecen en la videncia no
son la Realidad Prima; son sombras de ilusiones motivadas por
creencias erróneas.
La mente que está en ilusión profunda da forma a su creencia y
manifiesta una imagen falsa.
Pero, sea cual fuere el aspecto manifestado, la falsedad es
eternamente falsa y jamás será Realidad.
No temáis lo que no es Realidad.
No tratéis como Real lo que es irreal.
Enfrentad lo irreal con lo Real.
Enfrentad la mentira con la Verdad.
Enfrentad la imagen falsa con la Imagen Verdadera.
Enfrentad la tiniebla con la Luz.
Además de lo Real, nada existe que destruya lo irreal.
Además de la Imagen Verdadera, nada existe que destruya la
imagen falsa. Además de la Verdad, nada existe que destruya la
mentira. Además de la Luz, nada existe que pruebe la inexistencia
de la tiniebla.
Enseñadles la Imagen Verdadera de la Vida.
Enseñad que la Imagen Verdadera de la Vida es el propio Dios y
es la Perfección. Enseñad que en este mundo no existe pecado que
haya sido cometido, ni existe pecado a ser redimido porque Dios es
el Todo, porque Dios no crea el pecado, porque no existe otro
Creador, sino Dios.
Cuando todas las vidas del Universo y todos los espíritus del
Universo vean esta Verdad, despierten para esta Verdad y
destruyan todas las ilusiones mentales, las cuales constituyen la
causa de todos los sufrimientos, todos los dioses del cielo harán
llover coros de la Verdad, todos los seres vivos de este mundo
verán la Luz, desaparecerán todos los problemas y este mundo, así
como es, será el Reino de la Luz.

MATERIA

No toméis como Realidad la materia que percibisteis a través de los


sentidos.
La materia no es la Sustancia de las cosas, no es Vida, no es
Verdad; en la materia en sí no existe inteligencia, ni existe
sensibilidad.
La materia es al final “nada” y en ella no existe cualidad inherente.
Lo que atribuye cualidad a la materia es la mente, y solamente ella.
Si la mente piensa en salud aparece la salud.
Si la mente piensa en enfermedad aparece la enfermedad, esta
circunstancia se asemeja a la pantalla cinematográfica, en que
aparece un luchador, si en ella se proyecta un luchador, o un
enfermo si en ella se proyecta un enfermo.
Pero, la película cinematográfica en sí es incolora y transparente, y
en ella no existe luchador ni enfermo.
Las diversas imágenes resultantes de la reacción de la Luz que
proyecta la película incolora y transparente hacen aparecer la figura
del luchador o la figura del enfermo.
Pero, tanto el saludable luchador como el débil enfermo son
sombras o proyecciones que aparecen por la reacción de la Luz, y
no son la Realidad.
Si colocases en el proyector un película incolora y transparente,
que no tenga ninguna imagen y en la pantalla proyectases
únicamente la Luz del proyector, no aparecerá el luchador
saludable que en breve envejece y muere, ni aparecerá,
evidentemente, ningún enfermo debilitado.
Lo que existirá en la pantalla será únicamente la propia Luz, la
propia Vida, que brillará resplandecientemente. Comprended,
ahora mismo, que vuestra Vida es algo superior a la del saludable
luchador.
Por más saludable que esté un luchador, y desde que él vea el
cuerpo como Realidad, desde que él vea el cuerpo como su Yo, él
es un elemento perecedero y no es verdaderamente saludable.
La salud verdadera no está en la materia, no está en el cuerpo; la
vida verdadera no está en la materia, no está en el cuerpo; tu yo
verdadero no está en la materia, no está en el cuerpo; en la esencia
de la materia, en la esencia del cuerpo, existe un ser sumamente
perfecto y maravilloso, este si es tu yo perfecto, exactamente como
Dios lo creo, y es vida eternamente saludable e imperecedera,
trascended ahora mismo la materia; concientizad, la imagen
verdadera de vuestra propia vida.

REALIDAD

Prosigue anunciando el Ángel: La Realidad es eterna, la Realidad


no enferma, la Realidad no envejece, la Realidad no muere.
Al hecho de conocer esta Verdad se le dice conocer el Camino.
La Realidad, porque es universal, es llamada Camino.
El Camino está con Dios; Dios es el Camino, es la Realidad.
Aquel que conoce la Realidad, aquel que vive en la Realidad,
trasciende la desintegración y será eternamente perfección.
La Vida conoce a la vida y no conoce a la muerte.
Vida es sinónimo de Realidad La Realidad no tiene principio ni fin,
no se extingue ni muere.
Por eso, la Vida tampoco tiene principio ni fin, no muere ni
desaparece.
La Vida no está contenida en la escala del tiempo, no está contenida
en la escala de la caducidad.
El tiempo, por el contrario, está en la palma de las manos de la
Vida, la cual, cerrada, se convierte en un punto, y abierta, se
convierte en infinito.
Aquel que cree ser joven rejuvenecerá, y aquel que se cree senil
pronto envejecerá.
Tampoco el espacio es algo que limite a la Vida.
Por el contrario, el espacio no es más que “una forma de reconocer”
creada por la propia Vida.
La Vida es señor; el espacio es súbdito.
A la corporificación de las ideas emitidas por la Vida y proyectadas
en el espacio se le da el nombre de materia.
La materia es originalmente nada y no posee autonomía ni fuerza.
Lo que hace parecer que la materia posea autonomía y también
fuerza para dominar la Vida es la “distorsión” que ocurre en el paso
de la Vida por aquella “forma de reconocer”.
Ved correctamente la Imagen Verdadera de la Vida, sin apegaros a
esta “distorsión”. Quien conoce la Imagen Verdadera de la Vida
trasciende la causalidad y alcanza la libertad armoniosa de la Vida,
que es originalmente sin distorsiones.
SABIDURÍA

La Sabiduría es la Luz de Dios, es Luz perfecta que acompaña a la


Realidad, es Luz infinita y omnipresente que desconoce
restricciones; porque desconoce restricciones, está presente en
todas las cosas e ilumina todas las cosas.
El hombre, siendo hijo de la Luz, y porque está siempre en la Luz,
desconoce la oscuridad, desconoce tropiezos, desconoce
dificultades.
Como ángeles que pasean en el cielo, como peces que nadan en el
océano, pasea en el Mundo de la Luz, pleno de Luz y lleno de
Alegría.
Siendo la Sabiduría Luz de la iluminación espiritual, es la Verdad
que ilumina y extingue las tinieblas de la ilusión.
Solamente la Verdad es Realidad.
La ilusión, siendo sólo la falta de conocimiento de la Verdad, es
como una pesadilla.
Despertad de la pesadilla.
Ocurriendo la iluminación espiritual, inmediatamente este mundo
se convierte en paraíso pleno de Luz, y el hombre revela su Imagen
Verdadera que es Vida plena de Luz.
Dios, LUZ de infinita y universal Sabiduría, bien sin limitación,
Vida sin limitación, Sustancia de todas las cosas, es también
Creador de todas las cosas; por eso, Dios está presente en todos los
lugares.
Dios es la omnipresente Sustancia y también el Creador; por eso
únicamente el Bien es Fuerza, únicamente el Bien es Vida,
únicamente el Bien es Realidad; luego, no existe Fuerza que no sea
el Bien, no existe Vida que no sea el Bien, y tampoco existe
Realidad que no sea el Bien.
Fuerza que no sea el Bien, es decir, fuerza que trae infelicidad, es
sólo pesadilla.
Vida que no sea el Bien, o sea, enfermedad es sólo pesadilla. Todas
las desarmonías e imperfecciones son sólo pesadillas.
Siendo la pesadilla lo que da fuerza activa a la infelicidad, a la
enfermedad, a la desarmonía, a la imperfección, estas se asemejan
a las diabólicas opresiones que, en sueños, pueden hacemos sufrir,
pero, al despertar, percibimos que no existe fuerza alguna para
oprimimos.
Nosotros somos los que nos oprimimos con nuestra propia mente.
En verdad, las fuerzas maléficas, la fuerza que oprime nuestra vida,
la fuerza que nos hace sufrir, no son fuerzas que realmente existen
de modo objetivo: son sólo dolores creados en nuestra propia mente
y sufridos por nuestra propia mente.
En las doctrinas que creen en Buda, se le llama a esto ilusión; en
las doctrinas que creen en Dios, lo llaman pecado. Se dice ilusión
por no conocer verdaderamente la perfecta y armoniosa Imagen
Verdadera de la Vida. Se dice pecado por encubrir y no revelar la
perfecta y armoniosa Imagen Verdadera de la Vida.

ILUSIÓN

Mientras así recita el Ángel en Seicho-No-Ie, aparece un Querubín


que ruega: “para el bienestar de la humanidad, para el despertar
espiritual de los hombres, esclareced la naturaleza de la ilusión”.
Responde el Ángel diciendo: Suponer existente lo que no existe, en
esto consiste la ilusión.
Se dice ilusión al desconocimiento de la Verdad.
A pesar de que el placer y el dolor no estén en la materia, juzgan
que pertenecen a la materia, persiguiendo el placer, o huyendo del
dolor.
A tal pensamiento invertido se le da el nombre de ilusión. A pesar
de que la Vida no esté en la materia, imaginan que está en la
materia. A este equívoco se le dice ilusión.
En verdad, la materia está en la mente.
A pesar de que la mente domine a la materia y todas las formas y
naturalezas de la materia sean creaciones de la mente, creen que la
mente es dominada por la materia, sufren o se angustian según los
cambios materiales y no comprenden que la Imagen Verdadera de
sí mismo y de su Vida es Perfección y Armonía.
A esto se le dice ilusión.
La ilusión es ausencia de Luz porque es lo opuesto a la Verdad.
La ilusión es irreal porque se opone a la Realidad.
Si la ilusión fuera existencia real, el dolor y la angustia que nacen
de la ilusión tendrían también existencia real.
Pero, porque la ilusión es ausencia de la Realidad, dolor y angustia
son sólo pesadillas que seguramente se desvanecerán, ya que no
son la Realidad.

PECADO

“¿Tiene el pecado existencia real?” - vuelve a indagar el Querubín.


Se oye la voz del Ángel que así responde:
Todo lo que verdaderamente existe es sólo Dios y lo que viene de
Dios.
Siendo Dios la perfección, todo lo que fue creado por Dios también
es perfección. Entonces pregunto: ¿Consideráis perfección al
pecado? Responde el Querubín: “Maestro, el pecado no es
perfección”.
Prosigue el Ángel:
El pecado no es Realidad porque es imperfección, la enfermedad
no es Realidad porque es imperfección, la muerte no es Realidad
porque es imperfección.
No consideréis Realidad lo que no fue creado por Dios.
No os atemoricéis imaginando aquello que no existe como en una
pesadilla.
Pecado, enfermedad y muerte, porque no son creaciones de Dios,
son irrealidades, son falsedades, aunque usen la máscara de la
Realidad.
Vine para arrancar esta máscara y mostrar la irrealidad del pecado,
de la enfermedad y de la muerte.
En el pasado, vino Sakyamuni con esta misma finalidad; Jesucristo
también vino con esa finalidad.
Si el pecado existiese realmente, ni todos los seres iluminados del
Universo conseguirían extinguirlo; ni aún la crucifixión de
Jesucristo conseguiría extinguirlo. Pero, sois felices ya que el
pecado no es realidad, sino sombra de la ilusión, todos los seres
iluminados del Universo redimieron a los hombres y extinguieron
sus pecados. También Jesucristo, usando sólo el poder de la
palabra, dijo:
Tus pecados te son perdonados” y extinguió los pecados.
Yo también, a través de la Palabra, hago escribir Poemas de Seicho-
No-Ie y por el Poder de la Palabra revelo la naturaleza del pecado
y hago que el pecado vuelva a su nada original.
Aquel que lee mis Palabras conoce la Imagen Verdadera de la
Realidad y, por eso, extingue todos los pecados Aquel que lee mis
Palabras conoce la Imagen Verdadera de la Vida y, por eso,
extingue todas las enfermedades, trasciende la muerte y vive
eternamente.

HOMBRE

Yo soy la Verdad, soy el Ángel enviado por la Verdad.


Soy la Luz que emana de la Verdad,
Soy la Luz que extingue la ilusión.
Soy el Camino, aquel que cumple Mi Palabra no se aparta del
Camino.
Soy la Vida, aquel que bebe de Mí no enferma ni muere.
Soy la Salvación, aquel que clama por Mí será redimido y vivirá en
el Reino de Dios.
Habiendo así predicado el Ángel, vuelve el Querubín a indagar:
Maestro, esclareced la naturaleza real del hombre”. Responde el
Ángel:
El hombre no es materia, no es cuerpo carnal, no es cerebro, no es
célula nerviosa, no es glóbulo sanguíneo, no es suero sanguíneo,
no es célula muscular.
Ni es el conjunto de todo esto.
Conoced bien la Imagen Verdadera del hombre: el hombre es
Espíritu, es Vida, es Inmortal.
Dios es la Fuente Luminosa del hombre y el hombre es Luz
emanada de Dios.
No existe fuente luminosa sin luz, ni existe luz sin fuente luminosa.
Así como luz y fuente luminosa son un solo cuerpo, Dios y hombre
son un solo cuerpo.
Porque Dios es Espíritu el hombre también es Espíritu. Porque Dios
es Amor, el hombre también es Amor. Porque Dios es Sabiduría el
hombre también es Sabiduría. El Espíritu no es peculiar a la
materia, el Amor no es peculiar a la materia, la Sabiduría no es
peculiar a la materia.
Por lo tanto, el hombre, que es Espíritu, que es Amor, que es
Sabiduría, nada tiene que ver con la materia.
El hombre verdadero,
porque es Espíritu,
porque es Amor,
porque es Sabiduría,
porque es Vida,
es incapaz de pecar,
es incapaz de enfermar,
es incapaz de morir.
Tanto el pecado,
como la enfermedad,
como la muerte,
sólo son pesadillas vuestras.
Concientizad la Imagen Verdadera de la Vida. Concientizad el
Hombre Real que es vuestra Imagen Verdadera
El Hombre Real es Hombre- Dios, es la propia imagen de Dios.
El que muere no es el Hombre Real.
El que peca no es el Hombre Real.
El que enferma no es el Hombre Real.
Hombres de la faz de la Tierra, yo os digo: concientizad la
naturaleza verdadera de vosotros mismos.
Vosotros sois el Hombre Real y nada más que eso.
Por lo tanto, el hombre, cuando es visto por los ojos de la Verdad,
es aquel incapaz de pecar,
es aquel incapaz de enfermar,
es aquel incapaz de morir.
Hay quien diga “¡Pecador! ¡Pecador!”
Dios no creó ningún pecador, por eso, en este mundo no existe
ningún pecador.
El pecado es contrario a la naturaleza verdadera de hijo de Dios, la
enfermedad es contraria a la naturaleza verdadera de la Vida, la
muerte es contraria a la naturaleza verdadera de la Vida, pecado,
enfermedad y muerte no son más que sombras de ilusiones de la
mente que, en sueños, imaginan cosas inexistentes.
En el mundo de la Imagen Verdadera, Dios y Hombre son un solo
cuerpo.
Dios es la Fuente de la Luz y el Hombre es la Luz emanada de Dios.
La ilusión fundamental que hace al hombre tener la pesadilla de
que el pecado, la enfermedad y la muerte son existencias
verdaderas, surgió en tiempos remotos de la teología según la cual
el hombre fue hecho del polvo de la tierra; y, en los días actuales,
de la ciencia moderna según la cual el hombre es hecho de materia.
Esto constituye la ilusión inicial que lleva al hombre; a imaginar el
pecado, la enfermedad y la muerte.
Cuando desaparece esta ilusión inicial, es destruida la causa
fundamental del pecado, de la enfermedad y de la muerte; y
vuelven a la nada original. Al leer Seicho-No-Ie y conocer la
Verdad; si sois curados de enfermedades, es porque se destruyó la
ilusión inicial. No existiendo la ilusión inicial, no existirá la ilusión
siguiente, no existiendo ninguna ilusión, como el hombre es
originalmente puro, aunque desee pecar, es incapaz de pecar; no
existiendo ninguna ilusión, porque el hombre es libre de
enfermedades, aunque desee enfermarse, es incapaz de enfermarse;
no existiendo ninguna ilusión, y porque es originalmente vida
eterna, es incapaz de morirse; por lo tanto, hombres de la faz de la
tierra, busquen con fervor su cuerpo verdadero, que es espíritu, no
lo busquen en la materia ni en la carne, que son producto de
ilusiones; Cristo dijo: “El reino de Dios está dentro de vosotros”.
En verdad, en verdad, os digo:
“Dentro de vosotros” esta la “naturaleza verdadera del hombre”,
es el Hombre Real.
“Dentro de vosotros”, es decir, la “naturaleza verdadera” es
Hombre-Dios;
por esto, solamente “dentro de vosotros” existe el Reino de Dios.
Aquél que lo busca en el exterior es un perseguidor de ilusiones y
jamás conseguirá alcanzar el Reino de Dios.
Aquél que desea alcanzar el Reino de Dios en la materia es un
perseguidor de ilusiones y jamás conseguirá edificar el Reino de
Dios.
Cristo dijo también:
“Mi reino no es de este mundo”
El reino de este mundo no es más que sombra.
El reino paradisíaco existe solamente en el interior. Solamente
reconociendo en el interior el reino paradisíaco, aparecerá en el
exterior el reino paradisíaco como proyección de ese
reconocimiento. Solamente reconociendo en el interior la Vida de
Salud infinita,
aparecerá externamente, en el cuerpo, la salud perfecta como
proyección de ese reconocimiento.
Los cinco sentidos del hombre sólo ven el “mundo de la
proyección”.
Deseando purificar el “mundo de la proyección”, debéis purificar
la matriz de la mente y eliminar las manchas de la ilusión.
Yo vi que el mundo de la materia es realmente efímero; vi que el
mundo de la materia sólo es sombra.
Vi también que el hombre es Luz emanada de Dios.
Vi, además, que el cuerpo es sólo sombra de la mente. La materia
sólo es sombra en mutación, semejante a las figuras de un
calidoscopio.
Por lo tanto, al ver las figuras, no las consideréis Realidad.
El hombre, en su naturaleza verdadera, es Hombre-Dios, es
Espíritu eterno, indestructible e inmortal, y no es máquina hecha de
materia, ni es la materia preexistente en que se alojó el espíritu; tal
dualismo es totalmente erróneo.
La materia es, antes, sombra del espíritu, producto de la mente, así
como el capullo es producto del gusano de seda.
No es en el capullo preexistente que se aloja el gusano de seda.
El gusano de seda es quien, expeliendo el hilo, construye el capullo
y en él se aloja.
También el hombre, cuya naturaleza real es Vida-Espíritu, teje el
capullo de carne con los hilos de su mente y en él se instala junto
con su espíritu; solamente, entonces, el Verbo se hace carne.
Comprended claramente que el capullo no es el gusano de seda, por
lo tanto, que la carne no es el hombre sino el capullo del hombre.
Y llegando la hora, así como el gusano de seda rompe el capullo y
se eleva en vuelo como insecto adulto, el hombre también rompe
el capullo de carne y asciende al mundo espiritual.
No hagáis, en absoluto, de la muerte del cuerpo la muerte del
hombre.
Porque el hombre es Vida, jamás le ocurre la muerte. Según la
mente, según la oportunidad, según la necesidad, manifiesta en el
cuerpo y en el ambiente variadas situaciones, pero la Vida en sí no
enferma, la Vida en sí no muere; según la mudanza de la mente,
libremente podéis modificar vuestra salud y vuestro ambiente.
Pero, llegará por fin la hora en que la Vida no necesitará del capullo
de carne.
En ese momento, la Vida romperá el capullo de carne y ascenderá
a un mundo de mucha mayor libertad.
No hagáis de esto la muerte del hombre.
Porque la esencia del hombre es Vida, jamás le ocurre la muerte.
Mientras así habla el Ángel, se escucha en el cielo una sublime
música angelical, caen pétalos, no se sabe de dónde,
como glorificando las Verdades predicadas por el Ángel.
(Fin de la Sutra Sagrada)
Rogamos que las santas bendiciones de esta Sutra se extiendan a
todos los seres vivos, y que nosotros, junto con ellos, consigamos
manifestar la Imagen Verdadera.
SUTRA SAGRADA
PALABRAS DEL ÁNGEL
REVELACIONES DIVINAS DE LA “VIDA ETERNA”

Yo he venido, no por causa de la materia, sino de la vida; no por


causa de la carne, sino del espíritu. Son pocos los que comprenden
esto. Aquel que, con la mente sujeta a los cambios de las
condiciones mate-riales, aumenta la fe cuando los bienes materiales
aumentan y pierde la fe cuando disminuyen, o alaba a Dios cuando
el cuerpo está saludable y deja de creer en El cuando alguien de la
familia enferma, está creyendo en la materia y no en Dios. La
materia es algo que se transforma; por lo tanto, la fe basada en
gracias materiales se desmorona conforme ocurran las alteraciones
en la materia. Dios al curar enfermedades, desea despertar al
hombre a la Verdad de que el “cuerpo” es proyección de la mente
y demostrarle que el cuerpo carnal puede ser modificado según la
mente. El “cuerpo”, que digo que es proyección de la mente, no se
refiere únicamente al cuerpo carnal. También el cuerpo astral y el
cuerpo espiritual son proyecciones de la mente. Cuando digo que
“la muerte no existe”, no estoy hablando del cuerpo carnal, ya que
las células corporales se mueren y son sustituidas a cada instante.
Es inmortal únicamente la Vida, la cual mantiene vivo al cuerpo.
La Vida constituye únicamente a Mí o a ti, y fuera de ella no
existimos ni tú ni Yo. A esta Vida la llaman Dios. Yo no tengo una
forma definida, soy completo y absolutamente libre. Siendo amorfo
y libre, puedo asumir la imagen de una divinidad, de un ángel o de
un querubín. Todas esas imágenes son medios de salvación y no
son falsas. Quien se apega a una imagen y piensa que solamente
esa es Mi imagen, no conoce Mi naturaleza verdadera, ni conoce
Mi totalidad. Debes comprender la Verdad. Eres hijo de Dios, por
eso igual a Mí. Tu cuerpo carnal es una de tus manifestaciones,
pero no es tu totalidad.
(Revelación Divina del 10 de abril de 1932)
Tu cuerpo carnal es una música ejecutada por tus cuerdas mentales.
Pensar que la Vida se instala en el cuerpo carnal es una dualidad y
no es la Verdad. En realidad, la Vida es quien hace manifestar el
cuerpo carnal según el género de la música ejecutada por las
cuerdas mentales. Tanto el cuerpo físico, como el etéreo, el astral
y el espiritual, son únicamente proyecciones de la mente. Según el
género de la música mental, se manifiesta ya sea el cuerpo físico,
el entérico, el astral o el espiritual. Todo ser humano perderá algún
día el cuerpo físico, pero eso no significa la muerte. El hombre,
siendo hijo de Dios, es inmortal. Conforme cambie el ritmo de su
música mental, cambia la apariencia de su existencia transitoria; o
sea, la manifestación transitoria de cada uno varía de acuerdo al
cambio del ritmo mental. Si ocurre un gran cambio en el ritmo de
la música mental, la existencia transitoria se manifiesta en otro
mundo; y el cuerpo físico, que era hasta ese momento la
manifestación del ritmo mental, rápidamente se desintegra. A esto
los hombres le llaman muerte, pero la Vida no muere. Esto equivale
al fin de una música ejecutada por la Vida, que entonces pasa para
otra ejecución musical. Cuando no ocurre un gran cambio en el
ritmo de la música mental ejecutada por la Vida, sino apenas una
desafinación se le da el nombre de enfermedad, la cual se cura al
corregirse el ritmo mental. Pero, por más correcto que sea el ritmo
de la música mental, la Vida deberá, obligatoriamente, finalizar la
ejecución y pasar al estudio de una música más elevada. Quiero
decir que la vida terrenal debe necesariamente tener un fin. La vida
terrenal es música elemental. Quien culmina rápido esta vida es
aquel que aprendió rápidamente la música elemental. No te pongas
triste porque termine esta ejecución musical. Eso sucede para que
ejecutes una nueva música, más elevada. Sin embargo, antes de eso
vendrá un afinador para ajustar tu ritmo mental, lo que hará que tu
existencia transitoria suene desafinada. Si el cuerpo carnal parece
desafinado antes de finalizar la ejecución musical en este mundo,
es debido a esa afinación; por lo tanto, no se trata de un desacorde
verdadero. ¡Comienza, entonces, a tocar gradualmente músicas
más elevadas! Y aunque termine la interpretación musical, el
ejecutante no muere porque siendo hijo de Dios, es inmortal.
(Revelación Divina del 26 de junio de 1931)

Obs.: Se recomienda la lectura de las “Revelaciones Divinas de la


Vida Eterna” y del “Canto de la vida eterna” en ceremonias
fúnebres y en cultos a las almas de los antepasados, pues contienen
palabras que hacen comprender al hombre que el cuerpo carnal
no es existencia verdadera y que solamente existe la Vida Eterna.
Sutra Sagrada
PALABRAS DEL ÁNGEL

El Ángel vuelve a hablar.


Sus palabras, elevándose al cielo, forman un arco iris multicolor;
que, esparciéndose sobre la Tierra, se transforman en una bella
sinfonía, con la cual los querubines danzan en el cielo con sus
delicadas vestimentas moviéndose al viento, sosteniendo en sus
manos ramos de exuberantes flores.
Una lluvia de pétalos cae suavemente sobre la Tierra,
transformándola en un perfecto paraíso.
Y el Mensajero del Cielo prosigue:
He venido para revelar las palabras de Dios, que es la perfección.
Aquello que Dios me ha revelado, os lo revelo también. Aquello
que Dios me ha dicho, os lo digo también.
Soy un enviado del Creador,
soy la palabra del Creador,
soy la vibración del Creador.
Vengo del Creador y os ilumino con la palabra. Siendo yo Luz del
Creador, donde incide mi Luz no hay tinieblas, no hay enfermedad,
no hay envejecimiento, ni muerte.
Aquel que cree en mis palabras alcanza la Vida infinita y brilla para
siempre, pues soy la palabra del Creador.
Las palabras que digo no son dichas por mí sino por Dios, que está
en mí, y yo también oigo la voz de Dios en las palabras que
pronuncio.
Soy apenas una trompeta.
Hombres,
no me adoréis.
No alabéis al Dios manifestado en la forma.
Podas mis virtudes provienen de Dios omnipresente.
Venerad al Dios que yo señalo y no a mí,
pues soy sólo un mensajero.
Al yo mismo haber comprendido que mi esencia es Dios, os hago
comprender también que vuestra esencia es Dios. La Verdad para
la cual debéis despertar en primer lugar es de que la esencia de
todas las personas es Dios.
Sabed que la infinidad de almas humanas son todas reflejos del
mismo Espíritu Divino, al igual que millones de imágenes de un
mismo objeto reflejadas en millones de espejos dispuestos
alrededor de él.
Aunque vuestras almas parezcan diferir unas de otras y se
manifiesten de diferentes formas, son reflejos del mismo Espíritu
Divino y son una sola Vida; por eso, sois hermanos entre sí. Si
comprendierais que todos los seres son hermanos, que todas las
vidas son hermanas, que todas las criaturas forman un todo
indivisible y que Dios es Padre de todos los seres, en vosotros
espontáneamente brotará el sentimiento de amor y alabanza al
prójimo.
Por lo tanto, no os apeguéis a la apariencia del cuerpo físico, ni
discriminéis a vuestros hermanos por la apariencia.
La apariencia es sólo el reflejo de vuestro pensamiento. ¿Cómo
podría la Vida, que es eterna, estar alojada en el cuerpo carnal, que
envejece y muere?
Al hablar el Ángel así, los querubines que danzaban en el cielo
se reúnen ante él y lo saludan con reverencia.
Uno de ellos, que viste un delicado manto verde-claro y que
demuestra ser el más sabio, se anticipa y pregunta:
“Pero, Decano de la Vida, los científicos modernos dicen que el
hombre razona con el cerebro
y siente a través de las neuronas.
Si, como habéis dicho, no existe el cerebro ni las neuronas,
¿Cómo el hombre puede razonar y sentir?
E1 Ángel continúa: Es una ilusión pensar que el placer, el dolor y
las demás sensaciones estén en la materia conocida como cuerpo
carnal.
Porque el cuerpo es “nada”, porque el cuerpo es sólo proyección de
la mente, desempeña mejor sus funciones ruando el hombre vive
despreocupado con su cuerpo. Por detrás del cuerpo existe la
mente, que, a través del film mental, proyecta la imagen del cuerpo
en la pantalla del mundo fenoménico.
Deshaced la ilusión de que sois cuerpos carnales.
Aún en el mundo de la proyección,
los científicos más eminentes no ven al hombre como cuerpo y
aclaran que los sentidos son atributos de la mente, que actúa por
detrás del cuerpo. ¿No habéis visto el caso del paciente del gran
médico italiano Lombroso?
El paciente, que había sufrido un dislocamiento del sentido de la
visión,
¿él no conseguía ver con la punta de los dedos en lugar de ver con
los ojos?
En las extremidades digitales no existe globo ocular, retina, ni
nervio óptico, pero el paciente conseguía ver a través de ellas, listo
prueba que los sentidos no están en el cuerpo carnal, no están en
las neuronas; están en la mente que actúa por detrás de ellos.
Cuando la mente decide ver, hasta las extremidades digitales son
capaces de ver. Aún en la ausencia de extremidades digitales, se
consigue ver y también oír: son los casos de clarividencia y de
clariaudiencia.
¿No es verdad que el inmortal Beethoven compuso sus más
célebres obras al final de su vida, cuando ya estaba sordo? Aunque
sus oídos físicos fuesen incapaces de oír, sus oídos espirituales
estaban despiertos y él lograba componer músicas maravillosas,
distinguiendo los sonidos al tocar las teclas del piano. Por lo tanto,
es una realidad, y no es teoría que, si el hombre trasciende el cuerpo
carnal, puede ver sin ojos, oír sin oídos y tocar los objetos sin tener
cuerpo físico.
Entonces el querubín indaga: “Señor, concuerdo que sea posible
ver y oír sin tener ojos ni oídos, pero, ¿cómo es posible tocar los
objetos sin tener cuerpo físico?”.
El Ángel prosigue:
¿Habéis visto los recientes experimentos de fenómenos
paranormales? El médium, aun estando atado a una silla de tal
modo que no pueda moverse, consigue, a través de la fuerza
mental, levitar una mesa, hacer volar objetos en el espacio, hacer
que megáfonos levitados emitan voces, o tocar acordeones
levitados.
Estos ejemplos prueban que es posible tocar los objetos e incluso
moverlos sin que haya la participación del cuerpo físico.
Si la mente consigue mover un objeto, es porque el objeto y la
mente no son elementos diferentes; el objeto es producto de la
mente.
Es comparable a la pintura de un artista plástico: la obra es sólo un
producto de la mente del artista, pero no es el artista en sí.
Del mismo modo, el cuerpo humano es producto de la mente del
hombre, pero no es el hombre en sí.
La apariencia física se hace bella o fea según la mente y también la
salud cambia de estado según la mente. Cuando el hombre
comprende este principio, consigue dominar y modificar su cuerpo
de acuerdo con su voluntad.
La ilusión hace que el hombre se juzgue cuerpo carnal, pero el
cuerpo carnal no es el hombre.
En su Imagen Verdadera el hombre es hijo de Dios, es Vida
inmortal; entonces, no puede ser representado por un cuerpo carnal
que es transitorio y que está sujeto al nacimiento y a la muerte.
Todo lo que es transitorio y que está sujeto al nacimiento y a la
muerte no es esencia; es sólo proyección de la mente.
Cambiando la mente, cambia también la forma.
La materia no es Imagen Verdadera del ser; ella sólo aparece o
desaparece de acuerdo con la mente.
La materia es proyección de la mente; por eso, la materia en sí no
posee conciencia, ni sentidos, no siente dolor, ni enfermedad; esta
es la característica de la materia.
Si el cuerpo material siente el dolor, que no puede estar en la
materia, es debido a la presencia de la mente que lo hace sensible.
Si el hombre es hipnotizado y su mente se aparta temporalmente
del cuerpo, entonces este no sentirá dolor, aunque sea hincado con
una aguja o cortado con un bisturí; es así como se realizan
punciones y también cirugías sin que el paciente sienta dolor.
El cuerpo que haya sido abandonado por la mente es un cadáver.
¿Habéis visto alguna vez un cadáver que sienta dolor?
El cadáver no siente dolor porque la mente está ausente. Un cuerpo
vivo es un organismo que funciona según la mente.
Por lo tanto, el estado de un cuerpo vivo cambia según la mente:
cuando se mentaliza la salud, el cuerpo se fortalece; mentalizando
la enfermedad, el cuerpo enferma.
Por lo tanto, mentalizad la salud a todo momento, sin pensar en la
enfermedad.
Cuando la mente abandona el cuerpo, este se convierte en cadáver;
y a medida que se va desvaneciendo la fuerza inercial de la mente
que mantiene la forma del cadáver, este se va descomponiendo
hasta que vuelve a ser átomo. La mente que abandonó el cuerpo
conserva su individualidad debido a la propia fuerza mental, y
continúa viviendo en el mundo espiritual.
A esto es a lo que llaman espíritu.
Aquel que haya purificado su mente ingresa a un mundo espiritual
elevado, adecuado a él.
Aquel que no haya purificado su mente crea con su fuerza mental
un ambiente adecuado a él y padece en ese ambiente.
Por lo tanto, mantened siempre pensamientos elevados y jamás
penséis en el mal, jamás penséis en la impureza, jamás penséis en
el sufrimiento, jamás penséis en la enfermedad.
El mal, la impureza, el sufrimiento y la enfermedad, no son
creaciones de Dios; son solo fantasmas creados por vuestra mente.
Viendo la oscuridad, no la juzguéis existencia real.
La oscuridad es solo ausencia de luz.
El mal, la impureza, el sufrimiento y la enfermedad, son apenas
estados en que está ausente la fuerza creadora de Dios. Lo que Dios
no creó es irreal.
Irrealidad – a eso se le da el nombre de mal, impureza, sufrimiento
o enfermedad.
Entonces, ¿Por qué temerle al sufrimiento, si es irreal?
¿Por qué temerle a la enfermedad, si es irreal? Para quien se asusta
en la oscuridad, hasta una rama le parecerá un fantasma.
Para aquel cuya mente está en tinieblas y le teme a la enfermedad,
hasta la falsa enfermedad le parecerá existencia real.
La enfermedad no es existencia real, es sólo una sombra del temor.
Cuando la Luz penetra en la oscuridad de la mente y se extingue el
temor, la enfermedad desaparece, evidenciando su original
inexistencia.
Por lo tanto, visualizad siempre la imagen de la Realidad
armónica, perfecta y pura; visualizad siempre la imagen del hijo de
Dios armónico, perfecto y saludable.
El hombre es hijo de Dios y solamente eso.
De Dios, que es perfección, no proviene la infelicidad; de Dios, que
es perfección, no proviene la enfermedad; la infelicidad y
enfermedad son sólo productos de la ilusión de los cinco sentidos.
No temáis a la enfermedad.
La enfermedad imaginada por los cinco sentidos no puede afectar
en nada la Imagen Verdadera de vuestra Vida, no puede hacer
infeliz a la Imagen Verdadera de vuestra Vida.
Cualquiera que sea la enfermedad, cualquiera que sea la
infelicidad, no son más que espejismos que encubren la Imagen
Verdadera de la Vida.
Esos espejismos nacen de la ilusión, es decir, del desconocimiento
de la Imagen Verdadera de la Vida. Cuando se concientiza la
Imagen Verdadera de la Vida, se destruye la ilusión; destruida la
ilusión, se extingue el temor; extinto el temor, se extinguen
automáticamente todas las infelicidades y enfermedades.
Habiendo así dicho el Ángel, surge en el vacío del firmamento una
isla paradisíaca en donde se levanta un palacio hecho de cristal, en
cuyo trono el Ángel toma asiento. Querubines descienden del cielo
atravesando el techo y se sitúan alrededor del Ángel.
En eso, sin saber de dónde viene, se oye una suave música celestial;
y al compás de ella los querubines danzan armónicamente con sus
delicadas vestimentas moviéndose con el viento.
En el mar azul que rodea la isla, embarcaciones semejantes a las
góndolas de Venecia se deslizan silenciosamente, formando un
escenario de gran paz.
En eso, desde el palacio de cristal hace eco en el espacio la voz del
Ángel que, señalando la Tierra, dice:
¡Mirad, he ahí el Mundo de la Imagen Verdadera!
El Mundo de la Imagen Verdadera
es el Reino del Padre,
es el Reino de los Cielos,
es el Paraíso.
En el Reino del Padre hay muchas moradas, todas las moradas del
Mundo de la Imagen Verdadera son Seicho-No-Ie.
Luego, para sus habitantes
no existe hambre,
no existe tristeza,
no existe discordia,
no existe enfermedad;
lo que es necesario aparece según la voluntad de cada uno y,
cumplida la finalidad, desaparece por sí sólo. Mundo de armonía,
de abundancia, de pureza, de belleza sublime, ¡He ahí el Mundo de
la Imagen Verdadera!
¡He ahí vuestro Mundo! ¡No existe otro mundo que no sea este!
- Así finaliza el Ángel.
Mirando hacia donde él señala, se ven filas de Moradas Seicho-No-
Ie erguidas en un paisaje de abundancia y de paz, donde todos los
moradores danzan con incontenible alegría.
Es el mundo paradisiaco.
(Fin de la Sutra Sagrada)
Rogamos que las santas bendiciones de esta Sutra se extiendan a
todos los seres vivos, y que nosotros, junto con todos ellos,
consigamos manifestar la Imagen Verdadera.
CANTO DE LA VIDA ETERNA

Este cuerpo es como el arco iris.


El arco iris no es perenne y en breve desaparece.
Este cuerpo es como la burbuja. La burbuja no es perenne y en
breve desaparece.
Este cuerpo es como el espejismo.
El espejismo no es perenne y en breve desaparece.
Este cuerpo es como el eco.
El eco no es perenne y en breve desaparece.
Este cuerpo es como el relámpago.
El relámpago no es perenne y en breve desaparece.
Este cuerpo es como la nube. La nube no es perenne y en breve
desaparece.
Este cuerpo es como la correntada.
La correntada es inconstante y se desliza sin parar.
Este cuerpo es como el bananero:
parece que es sólido, pero no tiene consistencia.
Este cuerpo es como el fuego:
parece que transmite calor,
pero consume todo y luego se extingue.
Este cuerpo es como el sueño:
parece que es real, pero es falso y efímero.
Este cuerpo viene de la ilusión:
parece tener sustancia, pero es vacío y efímero.
Este cuerpo es desamparado; parece tener amparo, pero pronto se
desmorona.
Este cuerpo no posee mente; aunque parezca poseerla, no la posee,
al igual que un objeto.
Este cuerpo no tiene vida, como una hoja llevada por el viento, es
arrastrado por la fuerza del karma.
Este cuerpo es impuro; aunque parezca hermoso, está lleno de
impurezas.
Este cuerpo es transitorio; aunque parezca duradero, un día tendrá
que morir.
No es existencia verdadera lo que desaparece como la burbuja, el
arco iris, el espejismo o el eco.
No toméis como vuestro Yo verdadero lo que es existencia falsa
jamás lo consideréis vuestro Yo verdadero.
Lo que es efímero no es vuestro Yo.
Lo que muere no es vuestro Yo.
Lo que desaparece no es vuestro Yo.
El ser infinito, ¡he ahí tu Yo verdadero!
El ser búdico, ¡he ahí tu Yo verdadero!
El ser diamantino, ¡he ahí tu Yo verdadero!
Lo que es eterno, ¡he ahí tu Yo verdadero!
Lo que es inmortal, ¡he ahí tu Yo verdadero!
I o que es universal, ¡he ahí tu Yo verdadero!
SUTRA PARA LA CURA ESPIRITUAL
(SUTRA SAGRADA CONTINUA LLUVIA DE NÉCTAR DE
LA VERDAD)
REVELACIÓN DIVINA DE LA CONFESIÓN
Si te encuentras enfermo, busca un orientador de Mi enseñanza,
pídele que por ti ore y con él aprende a practicar la Meditación
Shinsokán. Siendo el orientador de Mi enseñanza aquel que recibió
Mi palabra, sus palabras te curarán. Si después de un examen de
conciencia, piensas que tienes algún pecado, confiésalo, sin
esconder nada al orientador de Mi enseñanza. Mi enseñanza
predica la no existencia del pecado, pero es un error pensar que
“sea innecesaria la confesión porque el pecado es originalmente
inexistente”. El pecado es originalmente tiniebla y se extingue
cuando es expuesto a la Luz. Sin embargo, cuando se le mantiene
oculto, continúa como tiniebla y no se extingue. El precio del
pecado es la muerte. Cuando se mantiene escondido al pecado,
impidiendo que sea expuesto a la Luz, la consecuencia es la muerte.
Hombres de la faz de la Tierra, no oculten el pecado. Si esconden
el pecado es porque aún están apegados a él. Si temen exponer el
pecado a la luz, es porque a él están apegados. No deben perder la
humildad por oír en Mi enseñanza que “originalmente el pecado no
existe”. Si conocen la Verdad de que el pecado es originalmente
inexistente, entonces ¿por qué ocultarlo temiendo su exposición?
No deben engañarse a ustedes mismos, diciendo: “Soy inocente
porque el pecado no existe originalmente”. Engañarse a ustedes
mismos es el primero de los pecados. Esto se debe a que encubres
e impides la manifestación de tu imagen original, que es perfecta.
Sin embargo, cuando hayas confesado el pecado, no debes torturar
tu mente que es extensión de la Mente de Dios, volviendo a
apegarte a ese pecado. El pecado desaparece simultáneamente con
la confesión. ¿Acaso la tiniebla no se extingue cuando se expone a
la luz? No desaparece el pecado de aquel que no se confiesa
arrepentido, así como no desaparece la tiniebla cuando no es
expuesta a la luz.
La confesión puede hacerse discretamente a un orientador
religioso, personalmente o a través de una carta. Sin embargo, de
nada vale exponer el pecado frente al público que imprudentemente
hace comentarios maliciosos ¿Qué utilidad habrá en proyectar la
oscuridad sobre la oscuridad? El hombre, desde el momento en que
confiesa sinceramente, purifica todo su ser y manifiesta la
perfección inherente al hijo de Dios. Después de haberse confesado
sinceramente, permanezcan tranquilos. Son verdaderamente Mis
hijos. Yo soy uno con ustedes. El Espíritu Santo se comunica con
ustedes, sus almas son bendecidas y obtienen la vida eterna.
Si hay entre ustedes algún enfermo, oren los unos por los otros. Al
orar los unos por los otros, desciende sobre ustedes Mi fuerza. La
oración para la propia cura puede contener egoísmo. Orando unos
por los otros, brota en ustedes el sentimiento de amor al prójimo, y
las vibraciones espirituales de Dios actúan en ustedes. Visiten a las
personas enfermas, oren por ellas y realicen también la Meditación
Shinsokán. Al orar, recuerden que la resistencia a ofrecer dinero y
el ansia de recibir dinero, ambas son vibraciones de ilusión que no
sintonizan con las vibraciones espirituales de Dios.
¡Fieles de todos los lugares, unidos oren unos por los otros!
¡Miembros de una familia, oren unos por los otros! Recuerden que,
aunque ocurra la cura por la oración, eso no se debe a la fuerza de
ustedes, se debe a la fuerza de Dios. No olviden la Fuente. Ámense
unos a los otros, respétense unos a los otros, dedíquense unos a los
otros y veneren a Dios. Siendo este mundo semejante a una pantalla
cinematográfica donde se proyectan mezcladas la luz y la ilusión,
el único medio de eliminar rápidamente los sufrimientos del mundo
consiste en eliminar la ilusión lo antes posible.
(Revelación Divina del 12 de agosto de 1932)
Sutra
PARA LA CURA ESPIRITUAL
(SUTRA SAGRADA CONTINUA LLUVIA DE NÉCTAR DE
LA VERDAD)

Un día, el Ángel vuelve a Seicho-No-Ie y recita: Proseguid sin


temor el curso de la vida.
La infelicidad jamás se aproxima a quien no le teme a nada.
Infelicidades y desgracias no son creaciones de Dios.
Frente a quien sigue sin temor el curso de la vida, la infelicidad
huye cabizbaja y la enfermedad se muestra resignada,
desapareciendo y volviendo a la nada.
¿No se cuenta que hace muchos años cuando el bonzo Takuan entró
en la jaula del tigre y lo enfrentó sin temor este se volvió manso
como un gato?
Si concientizarais la Verdad de que el hombre es hijo de Dios y sin
temor encararais un tigre, este se amansará; y si encararais un oso,
él huirá. Análogamente, si enfrentarais la enfermedad o la
infelicidad convencido de la Verdad de que el hombre es hijo de
Dios, la enfermedad desaparecerá y la infelicidad cesará.
No temáis a la enfermedad.
No temáis a la infelicidad.
No habiendo temor en la mente,
no habrá úlcera ni inflamación.
Si destruís todas las ilusiones de la mente, desaparecerán como un
sueño todas las infelicidades y enfermedades.
Dios jamás creó la tuberculosis, disentería, resfriados, tumores, ni
cualquier otra enfermedad.
Enfermedad es sólo la proyección de ideas concebidas por el
hombre en su “mente en ilusión”.
Debéis concientizar la Imagen Verdadera del hombre - hijo de Dios
– omnipotente y eliminar la ilusión mental.
Cuando se elimina la ilusión, desaparece el temor; como
consecuencia desaparecen tumores, úlceras e inflamaciones
y se recupera la salud.
Las inflamaciones y las úlceras son meras manifestaciones de
temor.
No habiendo temor, aunque el cuerpo sea herido, no ocurre
inflamación, la parte lesionada no se ulcera, rápidamente nacen
nuevas células, y se forman nuevos tejidos.
Las leyes físicas que regulan la materia inorgánica son diferentes
de las leyes de la Vida que regulan a los organismos vivos.
Por más que se combinen elementos inorgánicos en el interior de
una probeta, jamás se originará un organismo vivo.
Para que las sustancias nutritivas sin vida se constituyan como
parte viva del cuerpo humano, es imprescindible que se sometan al
dominio de la Vida.
Los elementos materiales, que se agregan o se separan según las
leyes físico-químicas, cuando están subordinadas a la Vida, se unen
o se separan de acuerdo a otra ley.
La Vida se vale inclusive de las leyes de la materia, pero las
sobrepasa y ejerce dominio sobre la materia.
Aunque utilice las leyes de la materia la Vida no está sujeta a ellas;
al contrario, las transciende y forma el cuerpo según su voluntad.
Por lo tanto, si se trata de un organismo vivo, las leyes de la materia
se subordinan a las leyes de la Vida.
Por ejemplo, si un alimento carece de vitaminas, la Vida consigue
por sí misma producir vitaminas, o si aparece una lesión en los
pulmones, la Vida consigue por sí misma formar nuevo tejido
pulmonar.
Cuando erais un óvulo en el vientre de vuestra madre, no teníais ni
pulmones, ni corazón, ni estómago.
Aunque el óvulo sea totalmente desprovisto de órganos, cuando la
Vida se aloja en él, esta crea, a partir de la nada, los pulmones, el
corazón, el estómago y los demás órganos.
La enfermedad no es una fiera que amenace a la Vida ni es fuerza
real que disputa con la Vida el trono de la existencia.
¿Qué es la enfermedad?
Es sinónimo de “nada”.
Es una existencia falsa que aparece cuando la Vida no manifiesta
su propia fuerza por falta de concientización.
Cuando la luz deja de manifestarse y de imponerse, parece que
existiera la tiniebla.
Cuando la Vida deja de manifestarse y de imponerse, parece que
existiera la enfermedad, que sólo es una “tiniebla”.
Enfermedad y tiniebla son igualmente falsas existencias. Pensad
sobre este registro de la muerte de un condenado a la pena capital:
a quien después de sentenciar “¡Muerte por pérdida de sangre!”
le vendaron los ojos e hicieron que gotas de agua libia se deslizaran
por su cuello; por causa del temor, el condenado murió.
Incontables son los enfermos que han muerto a consecuencia de la
conmoción provocada por el temor.
El número de víctimas fatales del temor a las hemorragias
provenientes de los pulmones, del estómago o del útero, es mayor
que el número de personas muertas en las guerras.
No le temáis a ninguna hemorragia.
La Vida es superior a la sangre.
Inmediatamente después de la hemorragia, la Vida, mediante su
poder curativo natural, restaura los vasos de la región hemorrágica
y produce la sangre nueva, con la cual nutre al organismo en poco
tiempo.
Si no teme, el hombre no muere de hemorragia.
Tampoco temáis a la fiebre, pues no es más que un simple reflejo
de ira, temor o impaciencia.
Si apartáis de la mente la ira, el temor y la impaciencia y recuperáis
la paz, la fiebre cederá naturalmente. El secreto para serenar la
mente está en agradecer a todo, con un sincero “muchas gracias”.
Al agradecer a todos los hechos, personas, cosas y síntomas, la paz
volverá a vuestra mente.
La mente en paz sintoniza con las vibraciones curativas de Dios.
Estando la mente pacífica, se manifiestan las vibraciones curativas
de Dios en forma de salud.
Mantened, la mente tranquila.
Tomad conciencia de que la salud ya está en vuestro interior.
Prosigue explicando el Ángel: si el cuerpo fuese pura materia, no
debería enfermar al contacto con el aire frío.
Una roca, por ser pura materia, no contrae gripe.
Una estatua, por ser pura materia, no contrae neumonía. Si la roca
y la estatua no contraen gripe ni neumonía, es porque son pura
materia.
El catarro o la tos que se contrae al entrar en contacto con el aire
frío, son ajenas a la ley física según la cual se congela o se daña la
materia inorgánica expuesta al frío, tales síntomas ocurren
únicamente según la ley de la mente.
En la simple materia no aparece ningún síntoma de enfermedad.
Los síntomas son las proyecciones del temor alojado en la “mente
en ilusión”.
Abandonad, pues, el temor y alabad el misterioso poder curativo de
la Vida.
No existiendo “mente en ilusión”, no existe enfermedad ni síntoma.
La enfermedad es sólo la expresión de la “mente en ilusión”.
Aunque se llene de piedrecillas un estómago ya desvinculado de la
mente que lo gobernaba, no ocurre enfermedad gástrica.
Pero, colocando piedrecillas en un estómago vivo, ciertamente
ocurrirá un violento disturbio gastro-intestinal.
Los disturbios en el organismo no son más que reflejos del temor
alojado en la mente equivocada.
Apartad el temor, y vuestra enfermedad comenzará a desaparecer.
No existiendo temor, no existen inflamaciones, úlceras ni tumores.
La corrosión provocada por el ácido sulfúrico en un cuerpo
inorgánico, es diferente a la úlcera que se verifica en un organismo
vivo.
Aunque un ácido provoque lesión en la mucosa del estómago,
pronto nacen nuevas células para restaurar la parte lesionada.
Así es el organismo vivo.
La terapéutica materialista ve apenas el efecto y sólo combate ese
efecto.
La causa de la enfermedad está en la mente, sobre todo en la “mente
en ilusión”.
No os apeguéis a la ilusión.
Apartad la ilusión y contemplad la Imagen Verdadera de vuestra
Vida, que es la propia Vida de Dios.
La circulación sanguínea se altera también según la mente.
No temáis a la taquicardia ni a la bradicardia.
Hasta el pudor hace que la sangre suba al rostro, y el susto acelera
el latido cardíaco.
Calmando la mente, el pulso se normaliza.
El medio para curar las enfermedades consiste en armonizar la
mente.
La enfermedad causada por la desarmonía mental llamada odio se
cura cuando se sustituye el odio por el amor.
La enfermedad causada por la desarmonía mental llamada
insatisfacción se cura cuando se sustituye la insatisfacción por el
sentimiento de gratitud.
La enfermedad generada por el dolor mental llamado tristeza se
cura cuando se sustituye la tristeza por la alegría.
Si siempre amáis, agradecéis y con alegría os dedicáis a las tareas
altruistas, ninguna enfermedad podrá afectaros; y, si estáis
enfermo, la cura será rápida.

Toda enfermedad es sombra de la mente.


Aquel que, deseando curarse, piensa constantemente en su
enfermedad y permanece en cama con la mente afligida, agrava aún
más su enfermedad.
Imaginando la enfermedad, ella se concreta.
Desear la cura de la enfermedad y quedarse acostado en la cama,
con el pensamiento fijo en la universidad, es lo mismo que desear
el calor sosteniendo hielo en las manos.
Principalmente si estáis enfermo, debéis soltar de la mente la
enfermedad, y también amar y agradecer incondicionalmente.
Amad a la Patria,
amad a las personas,
amad a los familiares.
Agradeced a todas las cosas, a todos los hechos y a todas las
personas.
Agradeced, principalmente a vuestros padres.
Haced siempre algo con alegría, en beneficio del prójimo.
El amor y la gratitud son los sentimientos que mejor captan las
vibraciones curativas de la Vida.
Alegraos ahora por el hecho de estar vivo.
Regocijaos por el “ahora” que vivís.
La alegría curará vuestra enfermedad.
Si recibís un telegrama comunicando por equivocación la muerte
de vuestra madre, vuestra mente se pondrá triste.
Al ponerse triste la mente, el cuerpo se debilitará y el rostro
empalidecerá.
Si llega a continuación otro telegrama aclarando que la noticia
anterior era falsa vuestra tristeza desaparecerá, vuestro organismo
se normalizará y el color volverá al rostro. Cualquier enfermedad
en el cuerpo, que es proyección de la mente, es como la palidez
facial causada por el telegrama falso:
comprendiendo que la enfermedad no es existencia real, la mente
recupera la paz, y la enfermedad desaparece.
El Ángel continúa predicando: porque Dios es Bien y porque todo
es extensión de Dios, la armonía está presente en todos los lugares;
aunque la desarmonía parezca existir, no es existencia verdadera.
Sin embargo, cuando se imagina la desarmonía y en ella se fija la
mente, la desarmonía se manifiesta como proyección de la mente.
Temiendo el contagio de una enfermedad, esta se manifestará como
proyección del temor.
Si a una persona sensible se le dice que hay una oruga en su cuello,
surgirá una irritación en su piel, aunque no haya ninguna oruga; al
decirle que no hay ninguna oruga, la irritación pronto desaparecerá.
Las inflamaciones de los órganos internos no difieren de la
irritación causada por la oruga imaginaria.
Creyendo que hay microbios patógenos en un determinado órgano,
en él surgirá inflamación, aunque no haya ningún microbio.
Creyendo que en él no hay microbios, pronto desaparecerá la
inflamación, surgiendo una condición inadecuada para la
sobrevivencia de microbios patógenos.
Por lo tanto, incluso a un enfermo con molestias de origen
microbiano, no debéis decirle que esta con microbios.
Si le decís al enfermo que los microbios no existen, él se
tranquilizará por el poder de la palabra; la tranquilidad traerá
equilibrio mental, el equilibrio mental extinguirá la inflamación y
en un cuerpo sin inflamación será difícil que permanezcan
microbios patógenos.
Por eso, a un enfermo decidle: “¡Sois espíritu, y no materia!”.
En el espíritu es imposible que parasiten microbios. Espíritu es
Dios, y es imposible que Dios enferme.
El espíritu no es gobernado por leyes de la materia.
El trabajo excesivo causa fatiga, desgaste o enfermedad sólo a
quienes se someten a las leyes de la materia. Como sois Espíritu,
no sois gobernado por leyes de la materia.
Si, por exceso de trabajo, os agotáis, os cansáis u os enfermáis, esto
es sólo la materialización de la creencia de que “el hombre es un
cúmulo de energía física que se agota con el exceso de trabajo”.
Cambiando esta creencia desaparece la fatiga y aparece la Imagen
Verdadera de la Vida, que es saludable.
Por naturaleza, la Vida es dinámica y no estática.
Por eso, el hombre no se cansa ni se enferma cuando está en
actividad según la naturaleza de la Vida. La Vida, cuanto más
trabaja, más se manifiesta su saludable Imagen Verdadera. El
hombre por ser de naturaleza espiritual, es gobernado sólo por las
leyes del Espíritu. Entre las leyes del Espíritu no existe la ley de la
fatiga ni la ley de la enfermedad, existen sólo las leyes de la salud.
Por lo tanto, cualquiera sea el síntoma que se manifiesta en el
cuerpo, afirmad categóricamente que la enfermedad no existe, que
no es más que una proyección de la mente. Aunque la fatiga y la
enfermedad se manifiesten a los cinco sentidos, ellas no son la
Imagen Verdadera de la Vida del hombre.
Frente a la Imagen Verdadera de la Vida, la enfermedad es sólo una
pesadilla momentánea. Quien desea recuperar la salud debe
comprender que “el hombre es hijo de Dios” y que “la enfermedad
no existe”.
Curar la enfermedad es sólo manifestar el hombre-Dios, el ser
originalmente perfecto. Avanzad más allá de la convicción
“hombre hijo de Dios” y alcanzad la convicción “hombre-Dios”.
Para el hombre-Dios no existe enfermedad.
En el hombre-Dios actúa únicamente, la ley de Dios. Porque Dios
es Amor, la ley del castigo no os puede afectar.
Porque Dios es Vida, la ley de la muerte no os puede alcanzar.
Porque Dios es Sabiduría y la Sabiduría ubica a todos los seres del
Universo en su respectivo lugar, en el hombre-Dios no puede
existir ningún tipo de desarmonía.
No existiendo desarmonía, no existe enfermedad.
Como sois hombre-Dios, no temáis a la enfermedad.
La enfermedad es sólo la materialización del temor; cuando
desaparece el temor, desaparece también la enfermedad.
“¿Cuál será la ilusión mental de esta enfermedad? - no tratéis de
identificar así la ilusión. Siendo la ilusión originalmente
inexistente, la “sombra de la ilusión” tampoco existe.
“¿Consecuencia de qué pecado será esta enfermedad? - no tratéis
de identificar así el tipo de pecado.
Siendo el pecado originalmente inexistente, tampoco existe el tipo
de pecado.
No debéis investigar lo que no existe.
La Imagen Verdadera de la Vida es Dios,
es el ser eterno,
es el ser diamantino,
es el ser indestructible,
es el ser iluminado,
originalmente armónico y perfecto.
¿Dónde está la ilusión?
¿Dónde está el pecado?
¿Dónde está la impureza?
“¡Gracias! Comprendí muchas verdades” - quien se expresa así
identificando pecados e ilusiones, se aparta de la iluminación
espiritual en lugar de alcanzarla.
Eso es lo mismo que acercarse a la tiniebla olvidándose de la luz.
Pecado, ilusión y enfermedad son sólo sueños momentáneos, por
lo tanto “nada”.
La ley de la causalidad es también un sueño efímero.
El ser absolutamente inmaculado, perfecto y armónico que
trasciende la causalidad y que está por encima de los sufrimientos
kármicos - esa es la Imagen Verdadera de la Vida.
No os desorientéis ante el pecado.
No os desorientéis ante la ilusión.
No os desorientéis ante la enfermedad.
Saltad hacia el cielo, sobrepasando el límite de las posibilidades.
Más que eso: debéis pasear en el cielo.
El hombre-Dios que pasea en el cielo es la Imagen Verdadera de la
Vida.
Fuera de la Imagen Verdadera no existe vuestro Yo verdadero.
Aunque el cuerpo parezca existir, es sólo proyección de ondas
mentales.
El hombre verdadero es hombre Dios absolutamente puro,
absolutamente perfecto. Concientizad profundamente al hombre
Dios.
Cuando concienticéis al hombre Dios y eliminéis la ilusión de
pecado, enfermedad y muerte, el miedo se extinguirá y la
enfermedad desaparecerá por completo.
Prosigue el Ángel:
El cuerpo carnal no es vuestro Yo.
No os preocupéis con el cuerpo carnal.
De la preocupación nace el temor; y, surgiendo el temor, la
disfunción del cuerpo persistirá como reflejo de ese temor.
Transportad la mente, del cuerpo carnal hacia el ser superior.
Ese “ser superior” es vuestro Yo verdadero.
Si intentas mentalmente eliminar el temor y aun así no lo
conseguís, abandonad inclusive la tentativa de eliminar el temor y
sed simplemente lo que sois en la Imagen Verdadera. En la Imagen
Verdadera de vuestra Vida no existe ningún temor.
Por eso, no es necesario eliminar el temor, que no existe.
Es sólo ser lo que sois en la Imagen Verdadera.
Aunque estéis temiendo, el temor no existe para vuestra Imagen
Verdadera. Cuando os entreguéis realmente a Dios, que es vuestra
Imagen Verdadera,
El retirará de vosotros todos los temores.
Solamente la Ley de Dios gobierna a los seres.
Las leyes de la materia no pueden dominaros.
Las leyes del pecado no pueden dominaros.
las leyes de la ilusión no pueden dominaros. Como sois un ser
indestructible, ni el frío, ni el calor, ni los virus os podrán
perjudicar.
Dejad de pensar: “aquella sustancia material me afectó”.
Dejad de pensar: “Estoy pagando aquel pecado”.
Dejad de pensar: “Aquella ilusión es la causa de esta enfermedad”.
La enfermedad, originalmente no existe; luego, la causa de la
enfermedad tampoco existe.
Al comprenderse que no existen la enfermedad, el pecado, la
ilusión, ni la muerte, no existirá ningún temor.
El Ángel prosigue explicando:
Resentimientos en el hogar,
celos,
odio,
deseo de venganza,
rencor
y todos los demás sentimientos negativos perjudican la
recuperación de la salud.
Si tenéis uno de esos sentimientos, debéis inmediatamente
eliminarlo,
mentalizando que en el hombre-Dios no existe tal sentimiento
negativo.
Cuando se piensa que el sentimiento negativo existe, se hace difícil
alejarlo.
Pero, como en la Imagen Verdadera del hombre no existe
sentimiento negativo, este puede ser eliminado.
Si llenáis la mente de amor, paz, sabiduría y armonía de la Imagen
Verdadera,
la perfección de la Imagen Verdadera de la Vida se manifestará
también en el mundo de las formas.
Así como la materia que no puede evolucionar por sí misma,
tampoco la enfermedad puede evolucionar por sí misma.
La materia se mueve porque es movida por la mente o por la
energía que la mente creó. Como la evolución de la enfermedad se
debe a la fuerza de la mente, es posible con la fuerza mental
interrumpir esa evolución y hasta exterminar la enfermedad.
Cualquiera que sea la enfermedad contraída, no os inquietéis; creed
que en la Imagen Verdadera sois siempre saludable y perfecto y
mantened la mente en paz. No permitáis que la mente se inquiete
con las alteraciones del estado de la enfermedad.
Como la enfermedad no existe, el estado de la enfermedad tampoco
existe.
En vez de observar la enfermedad, observad vuestra mente: lo que
cambia es la mente y no el estado de salud en sí.
Alterándose la mente, se altera también el estado de salud. No es el
estado de salud lo que se altera, sino tu mente. Alterándose la
mente, se altera también el estado de salud. No es el estado de salud
lo que se altera, sino tu mente.
Calmad la mente, y vuestra enfermedad cederá. Sin embargo, es
difícil calmar la mente cuando la propia mente está agitada, tal
como es difícil apartar la aprehensión con la propia mente
aprehensiva.
En tales circunstancias, simplemente entregaos a Dios.
Confiando en Dios, que es perfecto amor, llamad por Él.
Dios os dará armonía y paz.
Entregad vuestra mente a Dios.
Llamando: “¡Oh Dios, Oh Padre!”, entregaos totalmente a Él.
Dios es todo y, nada existe fuera de Dios.
Porque Dios es Bien, no puede existir ningún mal.
Porque Dios es perfección, no puede existir la enfermedad, que es
imperfección.
Porque Dios es Vida, no puede existir la muerte.
Mal, enfermedad y muerte son sombras de ilusiones de la mente
humana.
Considerar “existente” lo que “no existe” y temerle - esa es la
enfermedad.
El sufrimiento está en la mente, el dolor está en la mente.
Apartando de la mente el temor, el sufrimiento y el dolor,
no existirá enfermedad en ninguna parte.
El Ángel predica aún más:
Después de oír estas verdades, si ocurre un disturbio en vuestro
cuerpo, no debéis temer.
Cuando un edificio se desmorona, se produce un estruendo.
El disturbio en el cuerpo es el “estruendo” producido por el
desmoronamiento del edificio de la ilusión.
Si no es muy grande el edificio de la ilusión, pequeño será el
disturbio de la ilusión, si es muy alto el edificio de la ilusión grande
será el disturbio.
Aun así, no le temas al disturbio.
Lo que se desmorona es la ilusión y no vuestro Yo. Aunque la
ilusión se desmorone, vuestro Yo verdadero no se desmorona.
Aunque la ilusión sufra, vuestro Yo verdadero no sufre.
Sois hijo de Dios,
el ser iluminado,
el ser diamantino,
el ser indestructible,
el ser saludable,
el ser eternamente feliz.
No perdáis de vista a vuestro ser diamantino, indestructible y
eternamente feliz, cayendo en el sensualismo o en el racionalismo.
En este momento, todos los enfermos están curados y pueden
levantarse de sus lechos.
Cuando el Ángel declara así, desaparecen instantáneamente las
enfermedades de toda la humanidad, los ciegos comienzan a ver y
los paralíticos se levantan.
Y todos, con gran alegría, de manos dadas bailan contemplando el
Sol.
No es sueño, es la Imagen Verdadera.
Los querubines miran hacia lo alto alabando a Dios, hacen una
reverencia y cantan así:
“Dios es todo.
Dios es nuestro Padre es nuestra Luz, y nos salvó a todos”.
En este momento, el Sol, que es el palacio celestial de Dios,
brilla intensamente; la Luz de Dios se dispersa centelleante sobre
la Tierra como una lluvia de pétalos dorados; un arco iris de cinco
colores cruza el cielo, sosteniendo las nubes; y se realiza el mundo
de la Imagen Verdadera en la Tierra.
(Fin de la Sutra Sagrada)

Rogativa:
Que las divinas vibraciones de esta Sutra eliminen las ilusiones, las
enfermedades y los surtimientos de todos los seres vivos,
realizándose el paraíso en la Tierra

Meditación para recuperar la salud


Dios me perdonó y me acoge con Su inmenso amor.
¡Ya estoy curado(a)!

(Meditar durante 15 minutos aproximadamente después de la


lectura de la Sutra Sagrada, o a cualquier momento)
CANTO PARA CONTEMPLAR LA IMAGEN
VERDADERA

I
El Señor es todo en todo.
Dios es la perfecta Vida,
Dios es la perfecta sabiduría,
Dios es el perfecto y puro amor.
Dentro de todos los seres
vive la Vida del Creador,
vive el saber del Creador,
vive el amor de Dios, Creador.
Porque Dios es todo en todo, y porque todos son un solo ser, la
única fuerza universal vivifica a todos los seres.
Porque Dios es el único Creador de todo en el cielo y en la Tierra,
el Universo está lleno de armonía suprema.
Aquí es sublime mundo de Dios.
Mi ser es todo Jisso, hijo de Dios.
Todo es bella armonía.
El mundo del Jisso es sólo luz.

II

Porque Dios es la Vida universal y porque yo soy hijo de Dios, a


todos los seres vivifico y todos vivifican mi ser.
Porque Dios es amor imparcial y porque yo soy hijo de Dios, a
todos los seres yo amo y todos los seres me aman.
Porque Dios es la sabiduría y porque yo soy hijo de Dios, a todos
los seres yo conozco y todos los seres me conocen.
Porque Dios es todo en todo y porque yo soy hijo de Dios, si oro,
el mundo me responde y se mueve cuando yo me muevo.
Aquí es sublime mundo de Dios. Mi ser es todo Jisso, hijo de Dios.
Todo es bella armonía.
El mundo del Jisso es sólo luz.

You might also like