ESCUELA VIRGINIA SAN ROMÁN Profesora Evelyn De la Torre
Lenguaje y Comunicación
POEMA ¡ AY QUÉ DISPARATE, SE MATÓ UN TOMATE!
Ay! ¡Qué disparate! Acaba la historia:
¡Se mató un tomate! ocho zanahorias ¿Quieren que les cuente? y un alcaucil viejo forman el cortejo Se arrojó en la fuente con diez berenjenas sobre la ensalada de verdes melenas recién preparada. sobre una carroza bordada de rosas. Su vestido rojo, todo descosido, Choclos musiqueros cayó haciendo arrugas con negros sombreros al mar de lechugas. tocaban violines, quenas y flautines, Su amigo el zapallo y dos ajíes sordos corrió como un rayo y espárragos gordos pidiendo de urgencia con negras camisas por una asistencia cantaron la misa.
Vino el doctor Ajo El diario “ESPINACA”
y remedios trajo. la noticia saca. Llamó a la carrera ¡HOY, QUÉ DISPARATE! a Sal, la enfermera. ¡SE MATÓ UN TOMATE!
Después de secarlo Al leer, la cebolla
quisieron salvarlo, llora en su olla. pero no hubo caso: Una remolacha ¡estaba en pedazos! se puso borracha. —¡Me importa un comino! Preparó el entierro —dijo don Pepino... la agencia “Los Puerros”. y no habló la acelga y fue mucha gente... (estaba de huelga). ¿quieren que les cuente?
Llegó muy doliente Poema de Elsa Bornemann
Papa, el presidente del club de Verduras, para dar lectura de un “verso al tomate” (otro disparate) mientras, de perfil el gran perejil hablaba bajito con un rabanito.
También el laurel (de luna de miel con doña nabiza) regresó de prisa en su nuevo yate por ver al tomate.