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Delitos ambientales en el Código Penal

Delitos ambientales

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Academia de la Magistratura
James Reátegui Sánchez

Índice

Tema 1
Aspectos introductorios y el bien jurídico tutelado en los delitos ambientales ............. 3

1.1. Importancia del Derecho penal ambiental. Evolución del derecho penal ambiental ...... 3
1.2. El bien jurídico colectivo. La estabilidad del ecosistema. Bienes jurídicos intermedios. 4

Tema 2
Técnica legislativa y sistema de imputación en los delitos ambientales ........................ 5

2.1 La Ley penal en blanco y su influencia en todos los delitos ambientales. ..................... 5
2.2 La responsabilidad penal de las personas jurídicas y de los representantes de las
personas jurídicas ......................................................................................................... 6

Tema 3
Aspectos de tipicidad objetiva en los delitos ambientales ............................................... 7

3.1 La relación de causalidad individual y acumulativa en los delitos ambientales.............. 7


3.2 El grado de afectación y el delito de peligro. El principio de prevención y precaución... 7

Tema 4
Delitos en particular ............................................................................................................ 9

4.1 El delito de contaminación ambiental ............................................................................ 9


4.2 Delitos contra los recursos naturales .......................................................................... 19
4.3 Delitos de responsabilidad funcional y empresarial ..................................................... 22

Tema 5
Aspectos jurídico-procesales en los delitos ambientales .............................................. 27

5.1 Las medidas de exclusión o reducción de penas ........................................................ 27


5.2 Comentarios ............................................................................................................... 27

Bibliografía ......................................................................................................................... 30

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Delitos ambientales

Tema 1
Tema Aspectos introductorios y el bien jurídico tutelado
1 en los delitos ambientales

1.1. Importancia del Derecho penal ambiental. Evolución del


derecho penal ambiental

Esta parte analiza los aspectos de “crisis medio ambiental” en el mundo, así como
los más importantes aspectos del Derecho Ambiental como disciplina jurídica
interrelacionada con las otras áreas del saber humano y científico. Igualmente, se
desarrollan las diferentes fases de evolución que ha tenido el Derecho Ambiental, en
el campo Administrativo, Constitucional, Civil, y, por supuesto, en el campo penal.
Por último, se presenta el impacto que ha tenido en los delitos ambientales la
suscripción del Tratado del Libre Comercio (2008) que nuestro país ha realizado con
los Estados Unidos de Norteamérica.

Lecturas obligatoria

ANDALUZ WESTREICHER, Carlos


2009 “Crisis ambiental”. En Manual de Derecho Ambiental. Lima:
Iustitia, pp. 49 – 75.

PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso


2010 Capitulo 6: “Protección jurídica del medio ambiente”. En Los
delitos contra el medio ambiente. Lima: Rodhas, pp. 61 – 85.

Actividad sugerida

Lo invitamos a que responda la siguiente pregunta luego de haber concluido


con el estudio del punto anterior.

¿Cree usted que es importante el estudio del derecho ambiental en el Perú?


¿Por qué?

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1.2. El bien jurídico colectivo. La estabilidad del ecosistema.


Bienes jurídicos intermedios.

En esta parte se analizará lo correspondiente a la naturaleza del bien jurídico “medio


ambiente” como aspecto difuso. Asimismo, se describirán las diferentes teorías que
explican esta naturaleza colectiva-difusa del medio ambiente (amplia, restringida,
residual, legalista), tomando posición por la tesis de la estabilidad del ecosistema
natural, aplicando una teoría poca difundida en nuestro medio para identificar los
objetos protegidos dentro del ecosistema natural (bienes jurídicos intermedios o que
cumplen función representativa).

Lectura obligatoria

REÁTEGUI SÁNCHEZ, James


2009 Capítulo primero: “Aspectos político-criminales en torno a la
protección del ambiente y al fenómeno de la contaminación
ambiental”. En La contaminación ambiental como delito. Lima: Jurista
editores E.I.R:L., pp. 21-43.

REATEGUI SANCHEZ, James


2006 Capitulo segundo: “Consideraciones a partir del bien jurídico-
penal tutelado en los delitos ambientales y su implicancia en la
técnica legislativa”. En La contaminación ambiental como delito:
aspectos sustantivos y procesales. Lima: Jurista, pp. 47 – 91.

Actividad sugerida

Lo invitamos a que responda la siguiente pregunta luego de haber concluido


con el estudio del punto anterior.

Para usted, cuál de las teorías sobre el bien jurídico es la más apropiada para
aplicarla el derecho peruano. Fundamente su respuesta.

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Delitos ambientales

Tema 2
Tema Técnica legislativa y sistema de imputación en los
2 delitos ambientales

2.1 La Ley penal en blanco y su influencia en todos los delitos


ambientales.

En todos los delitos ambientales regulados en nuestro Código penal, se aplica la


técnica denominada “Ley penal en blanco”. Esta consiste en que una parte de la
descripción legal está en la misma Ley penal, y otra parte “está en blanco”, vacío que
tiene que llenar el juez a través de sus resoluciones judiciales, de acuerdo a la
legislación extrapenal vigente al momento de la comisión del hecho punible.

Lectura obligatoria

PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso


2010 “Ley penal en blanco y la accesoriedad del derecho penal”. En
Los delitos contra el medio ambiente. Lima: Rodhas, pp. 100 –
105.

REATEGUI SANCHEZ, James


2009 “Excurso: sobre el protagonismo de la ley penal en blanco en el
actual sistema penal”. En Derecho penal. Parte General. Lima:
Gaceta Jurídica, pp. 41 – 44.

Actividad sugerida

Lo invitamos a que responda la siguiente pregunta luego de haber concluido


con el estudio del punto anterior.

¿Es correcta para usted la existencia de la ley penal en blanco en los delitos
ambientales? Sustente su respuesta.

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2.2 La responsabilidad penal de las personas jurídicas y de los


representantes de las personas jurídicas

En esta parte se analizará la problemática que enfrentan la mayoría de delitos


ambientales, ya que quienes son potencialmente responsables por la comisión de
dichas infracciones, son empresas nacionales o transnacionales compuestas por un
número indeterminado de personas, ubicadas jerárquica y geográficamente en
diferentes partes, muchas veces alejadas de donde se produce la afectación medio-
ambiental; por ello, resulta imperativo desarrollar fórmulas de solución para identificar
a los autores y partícipes, acudiendo a los “modelos de responsabilidad individual que
prevé nuestro Código penal”.

Lectura obligatoria

REÁTEGUI SÁNCHEZ, James


2009 Capítulo 17: “La presencia de personas jurídicas en el moderno
Derecho Penal. ¿Hacia un Derecho Penal de las personas
jurídicas?”. En Derecho Penal. Parte general. Lima: Gaceta
Jurídica, pp. 527-569.

Actividad sugerida

Lo invitamos a que responda la siguiente pregunta luego de haber concluido


con el estudio del punto anterior.

¿Estaría de acuerdo con que en el derecho penal peruano, las personas


jurídicas respondan penalmente de manera directa? ¿Por qué?

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Delitos ambientales

Tema 3
Tema Aspectos de tipicidad objetiva en los delitos
3 ambientales

3.1 La relación de causalidad individual y acumulativa en los


delitos ambientales

En esta parte se identificará la importancia desde el punto de vista jurídico-dogmático


y también jurídico-probatorio, de la relación que existe entre la conducta contaminante
(que en muchos casos provienen de grandes y medianas empresas) y el resultado
producido en el mundo exterior. Analizaremos las diferentes teorías que explican el
nexo de causalidad (desde la causalidad material hasta la tesis moderna de la
imputación objetiva) primero en delitos particulares, y segundo, en delitos colectivos
como son los delitos ambientales.

Lectura obligatoria

REÁTEGUI SÁNCHEZ, James


2009 Capítulo 9: “Consideraciones sobre la relación de causalidad y la
teoría de la imputación objetiva”. En Derecho Penal. Parte
general. Lima: Gaceta Jurídica, pp. 293-320.

3.2 El grado de afectación y el delito de peligro. El principio de


prevención y precaución.

En esta parte se explicará los grados de afectación que generan los comportamientos
reprimidos por la norma penal. Los delitos de resultado lesivo, de resultado peligroso
(si son abstractos o concretos), o si son simples infracciones administrativas, serán
materia de análisis en este apartado. Y desde el punto de los fallos del Tribunal
Constitucional se analizará los principios rectores del derecho ambiental como es el
principio de prevención y precaución como principios relacionados con el derecho
penal ambiental tanto a nivel de legislación, como también a nivel de aplicación
judicial.

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James Reátegui Sánchez

Lectura obligatoria

REÁTEGUI SÁNCHEZ, James


2009 Capítulo 2: “El bien jurídico en el Derecho Penal. Concepto,
fundamento y validez del objeto de protección en el ámbito
jurídico-penal”. En Derecho Penal. Parte general. Lima: Gaceta
Jurídica, pp. 45-82.

Actividad sugerida

Lo invitamos a que responda la siguiente pregunta luego de haber concluido


con el estudio de este tema.

¿Para usted, qué técnica legislativa penal se debe emplear para la adecuada
protección del medio ambiente? Fundamente su respuesta.

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Delitos ambientales

Tema 4
Tema Delitos en particular 1
4

En esta parte se analizará los tipos penales más importantes que contiene el rubro XIII del
Código penal peruano (Delitos ambientales); se estudiará básicamente los aspectos
objetivos del artículo (sujetos, conducta típica, resultado típico, agravantes) y también los
aspectos subjetivos del mismo (si por dolo o por culpa). Asimismo, se analizará los cuatro
aspectos regulativos de los delitos ambientales en el Perú que son los siguientes: a) delitos
de contaminación ambiental; b) delitos contra los Recursos naturales; y c) Responsabilidad
funcional y también empresarial.

4.1 El delito de contaminación ambiental


4.1.1 Delitos de contaminación
El delito de contaminación del ambiente se encuentra previsto y sancionado
por el artículo 304 del Código Penal (a través de la Reforma de la Ley 29263)
de la siguiente manera:

“El que, infringiendo leyes, reglamentos o límites máximos


permisibles, provoque o realice descargas, emisiones, emisiones de
gases tóxicos, emisiones de ruido, filtraciones, vertimientos o
radiaciones contaminantes en la atmósfera, el suelo, el subsuelo, las
aguas terrestres, marítimas o subterráneas, que cause o pueda
causar perjuicios, alteración o daño grave al ambiente o sus
componentes, la calidad ambiental o la salud ambiental, según la
calificación reglamentaria de la autoridad ambiental, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor de
seis años y con ciento a seiscientos días-multa.

Si el agente actúo por culpa, la pena será privativa de libertad no


mayor de tres años o prestación de servicios comunitarios de
cuarenta a ochenta jornadas”. (Congreso de la República)

Sobre el bien jurídico protegido


Nuestro ordenamiento jurídico-penal protege el bien jurídico medio ambiente,
o mejor dicho estabilidad del ecosistema. Esta última es definida como la
suma de bases naturales de la vida humana, dentro de la cual encuentran
protección las propiedades del suelo, el aire y el agua, así como la fauna y la
flora y las condiciones ambientales de desarrollo de estas especies. De este
modo, se impide que el sistema ecológico sufra alteraciones perjudiciales,
puesto que es un bien jurídico de naturaleza universal (Reátegui Sánchez
2006: 85).
En el caso específico del ecosistema natural, perteneciente a la categoría de
bienes jurídicos colectivos, el concepto es sumamente amplio en superficie y

1
Este tema se desarrolla sobre la base de la actualización del libro REATEGUI SANCHEZ, James. Derecho
Penal. Parte Especial. Tomo II. Lima: Ediciones Legales, pp. 700 y ss.

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vago en contenido. Más aún lo será si queremos sustraer la verdadera


dimensión de aquel concepto y llevarlo hacia el Derecho Penal para su
adecuada protección.

Sobre la conducta típica

El tipo penal en cuestión (según la Reforma de la Ley 29263) señala en


primer lugar, lo siguiente: “El que infringiendo leyes, reglamentos o límites
máximos permisibles”. La infracción administrativa cumple, entonces, una
mera función indiciaria sobre la superación del riesgo penalmente permitido.
Por esa vía –dice Caro Coria–, no se vincula absolutamente la tipicidad penal
a normas administrativas que no siempre resultan tan irreprochables en sus
objetivos y en su contenido como en un principio se podría suponer (2004).
En todo caso, la infracción administrativa puede operar como indicio de
peligrosidad, de modo que el juez deberá constatar caso por caso y de
acuerdo a las exigencias del concreto tipo penal la presencia de una
posibilidad de afectación al bien jurídico.

Como puede verse, el legislador nacional, con la nueva versión del artículo
304, señala sucesivamente, de modo indistinto, que el sujeto puede infringir
leyes, reglamentos o límites máximos permisibles. Sobre esto último, la ley
penal hace un cambio semántico, puesto que antes se denominaba solo
valores límites; ahora, se exige —acorde con la Ley General del Ambiente—
que la conducta sobrepase los límites máximos de permisibilidad. Lo más
interesante en aras de la aplicabilidad real y no simbólica del tipo penal es
que no exige que necesariamente se sobrepase los valores límites, como se
interpretaba anteriormente. Ahora, la nueva redacción simplemente señala:
“El que, infringiendo leyes, reglamentos o límites máximos permisibles”
(Reforma de la Ley 29263, el resaltado es nuestro).

Idea importante

El o* hace que los límites máximos de permisibilidad no sean una


exigencia previa, sino un presupuesto alternativo. Si no existieran tales
límites máximos de permisibilidad —como seguro no lo hay en varios
sectores económicos (y ese era el gran problema hasta antes de la
reforma legal)— habrá, en su defecto, ciertos reglamentos. Por último,
si no existieran reglamentos en cada sector económico, existirá, en su
defecto, una Ley General —como la del ambiente— que podría verse
afectada por las conductas contaminantes de empresas o grupos de
personas involucradas en actividades empresariales. En otras
palabras, con la Reforma Legal 29263 se ha dado mejor cobertura de
protección penal al ambiente y sus componentes.

* Conjunción disyuntiva que denota diferencia, separación o alternativa entre dos o más
personas, cosas o ideas.

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Delitos ambientales

Ahora bien, de nada servirá que se haya verificado, previamente, un evidente


resultado dañino para el ambiente y sus componentes —que en realidad es lo
que más sobresale en un proceso penal—. Es más, puede suceder que el
resultado de que, por ejemplo, los ganados de una comunidad campesina
aparezcan muertos una mañana en un terreno agrícola, haya sido causado
por una alimentación adulterada, y no por conductas humanas contaminantes.
En tal sentido, si la conducta del sujeto o los sujetos activos no se ha
realizado de determinada manera y condición, por más resultado que hubiere
no se aplicará el tipo penal en cuestión. Asimismo, podría existir un delito
contra la salud pública, pero no un delito de contaminación ambiental. En
efecto, el tipo penal 304, en la nueva versión legal, señala textualmente que la
conducta típica es que “[...] provoque o realice descargas, emisiones,
emisiones de gases tóxicos, emisiones de ruido, filtraciones, vertimientos o
radiaciones contaminantes o radiaciones contaminantes [...]”. Ello debe ocurrir
en determinadas áreas de influencia, como es “[...] la atmósfera, el suelo, el
subsuelo, las aguas terrestres, marítimas o subterráneas [...]”. En la versión
original del artículo 304 del Código Penal, simplemente y de manera escueta
se acotaba lo siguiente: “[…] lo contamina vertiendo residuos sólidos, líquidos
o gaseosos o de cualquier otra naturaleza […]”.

Por su parte, se entiende por contaminación del medio hídrico (o


contaminación del agua) a la acción o el efecto de introducir algún material o
inducir condiciones sobre el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen
una alteración perjudicial de su calidad con respecto a sus usos posteriores o
sus servicios ambientales. Este tipo de contaminación (que enmarca a ríos,
lagos y mares) es producida, principalmente, por cuatro vías: vertimiento de
aguas servidas 2, de basuras 3, de relaves mineros y de productos químicos 4.

Sobre el resultado típico

El tipo penal exige además lo siguiente: “[...] que cause o pueda causar
perjuicios, alteración o daño grave al ambiente o sus componentes, la calidad
ambiental o la salud ambiental, según la calificación reglamentaria de la
autoridad ambiental [...]”. El principio se encuentra regulado, como norma
rectora, en el artículo 4 del Título Preliminar del Código Penal en los
siguientes términos: “La pena, necesariamente, precisa la lesión o puesta en

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Vertimiento de aguas servidas. La mayor parte de los centros urbanos vierten directamente los desagües
(aguas negras o servidas) a los ríos, a los lagos y al mar. Este problema es generalizado y afecta al mar (frente a
Lima y Callao, frente a Chimbote), a muchos ríos (Tumbes, Piura, Santa, Mantaro, Ucayali, Amazonas, Mayo,
etc.) y a lagos (Titicaca, Junín). Los desagües contienen excrementos, detergentes, residuos industriales,
petróleo, aceites y otras sustancias que son tóxicas para las plantas y los animales acuáticos. Con el vertimiento
de desagües, sin previo tratamiento, se dispersan agentes productores de enfermedades (bacterias, virus,
hongos, huevos de parásitos, amebas, etc.).
3
Vertimiento de basuras y desmontes en las aguas. Es costumbre generalizada en el país el vertimiento de
basuras y desmontes en las orillas del mar, los ríos y los lagos, sin ningún cuidado y en forma absolutamente
desordenada. Este problema se produce especialmente cerca de las ciudades e industrias. La basura contiene
plásticos, vidrios, latas y restos orgánicos, que o no se descomponen o al descomponerse producen sustancias
tóxicas (el fierro produce óxido de fierro), de impacto negativo.
4
Vertimiento de productos químicos y desechos industriales. Consiste en la deposición de productos diversos
(abonos, petróleo, aceites, ácidos, soda, aguas de formación o profundas, etc.) provenientes de las actividades
industriales. Este problema es generalizado cerca de los centros petroleros (costa norte y selva), en las zonas de
la industria de harina y aceite de pescado (Pisco - Paracas, Chimbote, Parachique, Paita), en las zonas de
concentración de industrias mineras (Oroya, Ilo) y en zonas de industrias diversas (curtiembres, textilerías, etc.).

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peligro de bienes jurídicos tutelados por la ley”. Este criterio ha sido asumido
por la jurisprudencia penal peruana 5.

En cuanto al resultado típico, cabría hacer las siguientes precisiones. En


primer lugar, se conserva a mí entender la misma estructura típica en cuanto
a la lesividad de la agresión al ambiente y sus componentes, pues antes de la
reforma legal se señalaba exactamente lo mismo. Esto es en la versión
original del artículo 304 se señalaba con la frase: “[…] que «causen» o
«puedan causar» perjuicios o alteraciones en la flora, fauna o recursos
hidrobiológicos […]”. Ahora, a través de la reforma de la Ley 29263 se señala
textualmente: “[…] que cause o pueda causar perjuicios, alteración o daño
grave al ambiente […]”.

Idea importante

En consecuencia, se sigue hablando tanto en la nueva como en la


antigua versión del artículo 304 de un delito de peligro concreto
(“puedan causar”) como de un delito de lesión (“causen”) con las
críticas que la doctrina ha señalado aquí. Ello está en el sentido de que
mejor debería haberse creado un tipo penal de peligro con una menor
pena y otro tipo penal de resultado, obviamente con una pena mayor,
ya que así como está daría entender que en uno y otro caso la pena
sería la misma. La única forma de solucionarlo es la vía judicial, en
función del marco penal que prevé el mismo artículo 304.

Por ejemplo, si se ha verificado una lesión efectiva al ambiente y sus


componentes, aplicará una pena privativa de libertad de seis años como tope
máxime y, si existe un delito de peligro concreto, se aplicará por ejemplo una
pena privativa de libertad de cuatros años como tope mínimo. Ello ocurrirá,
claro, con su respectiva multa en cada una de ellas.

En segundo lugar, se adiciona algunos objetos materiales del delito, como es


el mismo ambiente o sus componentes (que son el agua, el suelo, el aire, la
flora y la fauna). Asimismo, la novedad es que se incorpora el concepto de
calidad ambiental y la misma salud ambiental. Como bien dice Lamadrid
Ubillus,

[…] el legislador peruano, en un intento por acaparar todos los objetos


de protección, ha consignado como bien a proteger la salud ambiental,
consciente o no de que, con dicha consignación, estaba englobando a
la salud colectiva, que vendría a ser tan solo un elemento integrante de

5
En el Exp. 5269-97, de fecha 17 de noviembre de 2002, señala lo siguiente:
que, el artículo cuarto del Título Preliminar del Código Penal establece el principio de lesividad, en virtud del cual
en la comisión de un delito tiene que determinarse, según corresponda la naturaleza del mismo, al sujeto pasivo
que haya sufrido la lesión o puesta en peligro del bien jurídico tutelado por la norma penal, allí que el sujeto
pasivo siempre es un elemento integrante del tipo penal en el aspecto objetivo, que por tanto, al no encontrarse
identificado trae como consecuencia la atipicidad de la conducta delictiva. ( Rojas Vargas 2002: 81)

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Delitos ambientales

la salud ambiental. Así pues, se entendería que las afectaciones a la


salud colectiva pueden ser, en ocasiones, tan sólo consecuencias de un
ambiente enfermo, o gravemente afectado por las conductas humanas
(2011: 15).

En todo caso, lo que debería interpretarse es que son conceptos similares y


que uno es consecuencia del otro: para que haya una buena salud en los
objetos ambientales, antes debe haber una buena calidad en nuestro
alrededor. De este modo, es posible establecer una real estabilidad en
nuestro ecosistema natural. Respecto a ello, se debe hacer una aclaración:
tanto la salud ambiental como la calidad ambiental no estaban en la versión
original del artículo 304 del Código Penal peruano, y definitivamente son
conceptos que vienen desde la Ley General del Ambiente.

En tercer lugar, será la autoridad ambiental en cada sector quien evaluará los
daños ocasionados, y aquí es donde se inicia los problemas de orden jurídico-
conceptual y funcional-competencial. Es así desde el punto de vista jurídico-
conceptual, porque solo y únicamente el órgano jurisdiccional es quien debe
interpretar y aplicar las normas al caso concreto dentro de un proceso penal
cuando de delitos se trate. En esa medida, una autoridad ambiental –que es
en otras palabras una autoridad administrativa– no está en condiciones de
calificar los resultados dañinos que se ocasione. Desde el punto de vista
funcional-competencial, se va a originar una lamentable confluencia de
facultades estatales, porque tanto el juez penal como la autoridad ambiental
impondrán criterios disímiles y contradictorios en un caso concreto.

La nueva versión del artículo 304 del Código Penal señala que los resultados
dañinos al ambiente serán evaluados “según la calificación reglamentaria de
la autoridad ambiental”; es decir, previa a la evaluación de la autoridad
ambiental debe haber una reglamentación que prevea tal situación dañina. La
pregunta que cae por su propio peso es si cuando no haya dicha
reglamentación se podrá aplicar igualmente la sanción penal prevista en la
nueva versión del artículo 304 del Código penal. ¿Se podrá aplicar, ante la
ausencia de reglamentación, la facultad discrecional de la autoridad ambiental
para suplir la deficiencia? ¿Estos temas concretos no son acaso violatorios
del principio de reserva de la ley penal y del principio de legalidad de la
conducta penal?

La inclusión de estos tres grandes conceptos (ambiente, calidad ambiental,


salud ambiental) amplía desmesuradamente los objetos y bienes jurídicos a
proteger, previstos en la norma del art. 304 del Código Penal. Por tanto, debe
asumirse la tesis de la pluriofrensividad del delito de contaminación ambiental
(art. 304 –tipo base– y agravantes en el art. 305), debido a que el objeto de
tutela penal está constituido por específicos y valiosos intereses. Estos
últimos (ambiente, recursos naturales y salud colectiva en el tipo base, así
como vida, integridad física y ejercicio de fiscalización ambiental en la
modalidad agravada) se encuentran reunidos y agrupados en el marco del
bien jurídico estabilidad ecosistémica (Lamadrid 2011: 215).

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Actividad sugerida

Lo invitamos a que responda la siguiente pregunta:

¿Para usted, los valores límites o llamados, también, límites de


tolerabilidad son técnicas que deberían seguirse empleando en el
delito de contaminación ambiental? Fundamente su respuesta.

4.1.2 El delito de ocultamiento de información, la obstaculización


de la actividad fiscalizadora y la actuación clandestina de la
actividad que reprime el artículo 305, incisos 1, 2, 3 del
Código Penal tienen que ser coetáneos o anteriores a la
contaminación ambiental, no pueden ser posteriores.

El delito de contaminación en su forma agravada se encuentra previsto y


sancionado en el artículo 305 del Código Penal de la siguiente manera:

La pena privativa de libertad será no menor de cuatro años ni mayor de


siete años y con trescientos a mil días-multa si el agente incurre en
cualquiera de los siguientes supuestos:

1. Falsea u oculta información sobre el hecho contaminante, la cantidad o


calidad de la descargas, emisiones, filtraciones, vertimientos o
radiaciones contaminantes referidos en el artículo 304º, a la autoridad
competente o a la institución autorizada para realizar labores de
fiscalización o auditoría ambiental
2. Obstaculiza o impide la actividad fiscalizadora de auditoría ordenada por
la autoridad administrativa competente.
3. Actúa clandestinamente en el ejercicio de su actividad.

Sobre el primer supuesto agravatorio del artículo 305 del Código Penal,
podemos decir que la información pública ambiental sobre hechos
contaminantes está basada en toda constancia en documentos escritos,
fotográficos, grabaciones, imágenes, soporte magnético, digital o en cualquier
otro formato. Además, debe ser proporcionada a la autoridad competente con
la finalidad de fiscalización o auditoría ambiental, y comprende informes
técnicos; dictámenes o archivos; planes, programas y estrategias. Estos
pueden ser correspondientes a los ámbitos municipal, provincial, nacional o
de carácter regional, así como de programas internacionales. También,
abarca autorizaciones ambientales, certificados de aptitud ambiental,
manifiestos, guías y otros actos administrativos similares. Asimismo, incluye
indicadores y estadísticas ambientales, datos relativos a fiscalizaciones
realizadas, monitoreo, mediciones, cumplimiento de estándares y puntos de
referencia, contingencias acaecidas y medidas adoptadas. La información
debe ser brindada en el estado en que se encuentre al momento de
efectuarse la solicitud. Se debe anotar que los sujetos no están obligados a

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Delitos ambientales

procesarla o clasificarla. No obstante, dicha información será suministrada en


forma clara, exenta de codificaciones y acompañada de una explicación de
los términos que se utilicen. Además, deberá brindarse de modo oportuno,
adecuado, completo y veraz por parte de los sujetos obligados.

Ahora bien, debemos de precisar –siguiendo a Peña Cabrera Freyre– que

La punición de una conducta se determina por su lesión y/o puesta en


peligro de un bien jurídico tutelado. Una vez que se verifica la comisión
del injusto, los actos que hayan de realizarse a posteriori no sin
copenados, pues ya están relacionado a una actividad propia de la
delincuencia, de no dejar rastros de su conducta criminal, sea borrando
las huellas del ilícito accionar u ocultando todas las evidencias
relacionadas con el corpus delicti. El hecho de esconder ciertas
pruebas, de elementos de información sobre la comisión de un hecho
punible, sólo ha de tener relevancia jurídico-penal cuando es cometido
por una persona ajena al autor y/o partícipe del delito, según se
desprende del artículo 405º del CP. (2010: 234-235)
En consecuencia, el ocultar la información debe realizarse antes o
coetáneamente a la contaminación ambiental; no puede darse el ocultamiento
con posterioridad a la contaminación. Si fuera así, sería un delito contra la
Administración de Justicia –encubrimiento material–-, y no un delito ecológico.
En igual sentido, tenemos que decir que la agravante de aquel que
obstaculiza o impide que la actividad fiscalizadora de auditoría ordenada por
la autoridad administrativa competente (artículo 305, inciso 2 del Código
Penal) debe ser anterior o en forma coetánea a la contaminación ambiental.
Ello responde a que precisamente la actividad fiscalizadora de auditoría
estatal es para prevenir o cautelar los futuros procesos de contaminación
ambiental que se puedan producir. Si se sigue produciendo el acto
obstaculizador, y como consecuencia de ello, se sigue produciendo la
contaminación por parte de la empresa, la actividad fiscalizadora carecería de
objeto. En ese caso, sería irrelevante jurídico-penalmente, puesto que sería
parte de un agotamiento del delito.

Por último, se castiga también como circunstancia agravante la “actuación


clandestina en el ejercicio de su actividad” (artículo 305, inciso 3 Código
Penal). Esta cualificación agravatoria responde a un mayor disvalor de la
acción, por parte de la actuación de la autoridad administrativa en esta
materia.

Para recordar

La clandestinidad implica sustraerse del control de la administración de


la actividad que se trate, aún cuando la obtención de la licencia de
actividad o de vertidos sobrevenga en nulidad, pues este tipo
cualificado no tiene como base la irregularidad formal de la actividad.
De lo que se trata es que el ocultamiento de la actividad impida que el
Estado pueda intervenir como garante del ambiente.

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James Reátegui Sánchez

En ese sentido, la clandestinidad debe ser antes del proceso de


contaminación ambiental, puesto que lo que se reprime aquí –con mayor
intensidad– es que se le haya ocultado al Estado –a través de sus
órganos de control administrativo–- el que una empresa no haya
cumplido desde el inicio de su actividad (por ejemplo, todavía la
autoridad no ha emitido una aprobación administrativa de sus
instalaciones), o durante su actividad (por ejemplo, caduca su licencia
administrativa y no la renueva).

4.1.3 El delito de incumplimiento de las normas relativas al manejo


de residuos sólidos
El delito de incumplimiento de las normas relativas al manejo de residuos
sólidos se encuentra previsto y sancionado en el artículo 306 del Código
Penal (modificado por la Ley29263) de la siguiente manera:

“El que, sin autorización o aprobación de la autoridad competente,


establece un vertedero o botadero de residuos sólidos que pueda
perjudicar gravemente la calidad del ambiente, la salud humana o la
integridad de los procesos ecológicos, será reprimido con pena privativa
de libertad no mayor de cuatro años. Si el agente actúo por culpa, la
pena será privativa de libertad no mayor de dos años”.

Los antecedentes de este articulado los podemos encontrar en el antiguo


artículo 307 de nuestro Código Penal de 1991, es decir, antes de la reforma
de la Ley 29263. El citado artículo 307 señalaba lo siguiente: “El que deposita,
comercializa o vierte desechos industriales o domésticos en lugares no
autorizados o sin cumplir con las normas sanitarias y de protección del medio
ambiente […]”. Es más, se incorporaba en este momento una circunstancia
típica agravatoria por la calidad del agente en el segundo párrafo del artículo
307: “Cuando el agente es funcionario o servidor público, la pena será no
menor de uno ni mayor de tres años, e inhabilitación de uno a dos años
conforme al artículo 36, incisos 1,2 y 4”.

Se ha eliminado las frases “desechos domésticos” y “desechos industriales”


por la frase “residuos sólidos”; en ese sentido, el legislador penal entiende
que tanto los desechos de las calles o barrios como los de las grandes y
pequeñas empresas se consideran dentro de aquellos residuos que causan
más daño a la sociedad, al ambiente y a sus componentes, es decir, la basura
de carácter sólido. Ahora bien, lo que solo se sanciona en la nueva versión
del tipo penal es el establecer un botadero o vertedero sin autorización previa
de la autoridad ambiental, mas no la de comercializar, por ejemplo, los
desechos sólidos. En mi opinión, quizá las conductas típicas como depositar o
verter sí quedarían todavía abarcadas en la nueva versión del delito de
incumplimiento de normas relativas al manejo de residuos. Es así desde que
–como señala el nuevo artículo 306º del Código Penal– una de las formas de
establecer un botadero o vertedero implica depositar o verter la basura sólida,
y no solamente instalar dicho botadero o vertedero en un ambiente físico (que
bien podría quedar como un acto preparatorio impune o hasta delito tentado
punible de acuerdo al caso concreto que se presente). En otras palabras,

16
Academia de la Magistratura
Delitos ambientales

establecer es también sinónimo para afectos típicos de depositar o verter


desechos sólidos.

A su vez, lo más resaltante de la nueva versión del delito de incumplimiento


de las normas relativas al manejo de residuos sólidos, sin ninguna duda, es
que antes de la reforma legal solo estaba regulado como un delito de peligro
abstracto. Es decir, solo se necesitaba para efectos del perfeccionamiento
típico que el agente simplemente comercialice, deposite o vierta desechos
industriales y domésticos en lugares no autorizados, sin requerir que dichas
conductas agredan los valores ambientales o sus componentes. Con ello, los
niveles de efectividad de la sanción eran muy altos. Sin embargo, con la
nueva versión, el citado delito se ha convertido en una estructura de peligro
concreto, desde que el tipo penal señala. “[…] que pueda perjudicar
gravemente la calidad del ambiente, la salud humana o la integridad de los
procesos ecológicos […]”.

Idea importante

En otras palabras, en el proceso penal, el juez –así como las demás


partes del proceso– debe necesariamente probar la relación de
causalidad peligrosa entre la acción y el resultado riesgoso producido.

La importancia de esta norma penal radica en la conexión tan íntima


que existe entre el medio ambiente y la salud humana en términos
colectivos. Ambos son bienes jurídicos autónomos e independientes
entre sí. Sin embargo, desde un punto de vista de político-criminal no
puede dudarse a la hora de afirmar que la garantía de ciertos aspectos
ambientales –como es el tema de los residuos sólidos urbanos–
directamente repercute en la protección de la salud pública.

4.1.4 El artículo 306 trata de un delito en el que se utiliza la técnica


legislativa de norma penal en blanco

Debemos establecer que el delito de incumplimiento de las normas relativas


al manejo de residuos sólidos utiliza la técnica legislativa de la norma penal
en blanco. Ello se observa en el tipo penal, primer párrafo, que comienza: “El
que, sin autorización o aprobación de la autoridad competente [...]. Asimismo,
en el segundo párrafo, prevé lo siguiente: “Cuando el agente, contraviniendo
leyes, reglamentos o disposiciones establecidas, utiliza desechos sólidos para
la alimentación de animales destinados al consumo humano”.

Primer punto a saber es el concerniente al funcionamiento “sin autorización o


aprobación de la autoridad competente, de un vertedero o botadero de
residuos sólidos”. Ello quiere decir que la acción contaminante debe ir
revestida de una actuación ilegal (administrativa), pues el agente realiza la
actividad de vertimiento de residuos sólidos sin contar con la respectiva

17
Academia de la Magistratura
James Reátegui Sánchez

autorización de la administración (Peña Carera 2010: 246). En efecto, para


ello, debemos de recurrir a la Ley General de Residuos Sólidos, Ley 27314 6,
promulgada el 20 de julio de 2000 y publicada el 21 de julio del mismo año. La
última establece los derechos, obligaciones, atribuciones y responsabilidades
de la sociedad en su conjunto, para asegurar una gestión y manejo de los
residuos sólidos, sanitarios y ambientalmente adecuados. Estos se
encuentran sujetos a los principios de minimización, prevención de riesgos
ambientales y protección de la salud y el bienestar de la persona humana.

La conducta típica y los objetos de protección: se trata de un


delito de peligro concreto
La acción punible radica cuando el delito de contaminación ambiental de los
botaderos de residuos sólidos instalados ilegalmente (por los pobladores) y
legalmente (por los municipios) van ocasionando delitos ambientales contra el
ecosistema y la salud humana. Ello se intensifica cuando a estos botaderos
se les van asignado nombres que no guardan relación con la ingeniería de
diseño. Por ejemplo, se les denomina relleno sanitario 7 cuando el sistema
constructivo es de un botadero de basura.

El tipo penal alude como objeto de protección a la calidad del ambiente. Esta
se realiza cuando se establece un vertedero 8 o botadero 9 sin autorización y
sin los criterios técnicos pertinentes. Ello provoca la contaminación de las
aguas por la disposición no apropiada de residuos, que puede llevar a la
contaminación de los cursos superficiales y subterráneos de agua. Cabe
anotar que además de la contaminación causada por la población que habita
en estos medios, se encuentra la contaminación atmosférica (el ruido y el olor
que representan las principales causas de esta forma de contaminación), y la
contaminación de los suelos, que pueden ser alterados en su estructura y
quedar así inutilizados por largos períodos de tiempo.

Asimismo, la expresión salud humana debe ser entendida cuando es


vulnerada por las enfermedades provocadas por vectores sanitarios, muchos

6
Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) son los que se originan en la actividad doméstica y comercial de la
ciudad:
• Materia orgánica: son los restos procedentes de la limpieza o la preparación de los alimentos junto
la comida que sobra.
• Papel y cartón: periódicos, revistas, publicidad, cajas y embalajes, etc.
• Plásticos: botellas, bolsas, embalajes, platos, vasos y cubiertos desechables, etc.
• Vidrio: botellas, frascos diversos, vajilla rota, etc.
• Metales: latas, botes, etc.
7
Cabe anotar que existen tres formas principales de rellenos sanitarios. El primero es el sistema de trincheras,
adecuado para las zonas planas. Se excavan trincheras en el suelo, con ayuda de maquinaria pesada, donde se
deposita la basura y se compacta, cubriéndola con tierra. Se deben construir respiraderos para permitir la
evacuación de los gases. El segundo es el sistema de laderas, adecuado para las zonas con desnivel. En tercer
y último lugar, encontramos el sistema de bloques. En este, la basura se compacta en bloques con la ayuda de
una máquina compactadora especial.
8
Los vertederos: pueden incluir emplazamientos internos de eliminación de residuos (cuando el productor de los
residuos acarrea la eliminación de sus propios residuos en el lugar de producción), así como los sitios utilizados
por muchos productores. Muchos vertederos se utilizan para fines de gestión de residuos, tales como el
almacenamiento temporal, la consolidación y la transferencia, o el tratamiento de residuos (clasificación,
tratamiento o reciclado).
9
Los botaderos: Acumulación inapropiada de residuos sólidos en vías y espacios públicos, así como en áreas
urbanas o rurales que generan riesgos sanitarios o ambientales. Carecen de autorización sanitaria.

18
Academia de la Magistratura
Delitos ambientales

de ellos de gran importancia epidemiológica. La aparición y permanencia de


esta última puede estar relacionada en forma directa con la ejecución
inadecuada de alguna de las etapas en el manejo de los residuos sólidos.

Por último, se alude como objeto de protección a “la integridad de los


procesos ecológicos”, en la medida que establecer un botadero o un
vertedero sin la autorización debida puede generar problemas paisajísticos y
riesgos, debido a que la acumulación en lugares no aptos de residuos trae
consigo un impacto paisajístico negativo. Además, en algunos casos
asociados, ello expone un importante riesgo ambiental, que puede producir
accidentes, tales como explosiones o derrumbes. Respecto a ello hay que
anotar que, cuando se vulneran los procesos ecológicos, se está vulnerado el
ecosistema global y su sistema, que está integrado por los ciclos
biogeoquímicos, el flujo de energía y la dinámica de las comunidades
ocasionando la fragmentación de hábitats. Se puede evitar el deterioro y la
degradación de los procesos ecológicos a través de la industrialización o el
tratamiento10 de los residuos sólidos urbanos.

Idea importante

Además, debemos de agregar que el tipo penal en referencia se trata


de un delito de peligro concreto. Es decir, se tiene que comprobar, en
el caso concreto, la vinculación o nexo de causalidad –normativamente
hablando– de la acción peligrosa del sujeto activo con la potencialidad
concreta de la lesión al bien jurídico tutelado “estabilidad del
ecosistema”. Efectivamente, el tipo penal en referencia señala, en la
parte pertinente lo siguiente: “[…] que pueda perjudicar gravemente la
calidad del ambiente, la salud humana o la integridad de los procesos
ecológicos […]”.

4.2 Delitos contra los recursos naturales

4.2.1 El delito de alteración del ambiente o paisaje


El delito de alteración del ambiente o paisaje se encuentra previsto y
sancionado en el artículo 313 del Código Penal (según la Reforma a través de
la Ley 29263) de la siguiente manera:

“El que, contraviniendo las disposiciones de la autoridad competente,


altera el ambiente natural o el paisaje urbano o rural, o modifica la
flora o fauna, mediante la construcción de obras o tala de árboles,

10
Tratamiento: proceso de transformación física, química o biológica de los residuos sólidos para modificar sus
características o aprovechar su potencial, a partir del cual se puede generar un nuevo residuo sólido con
características diferentes.

19
Academia de la Magistratura
James Reátegui Sánchez

será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro


años y con sesenta a noventa días-multa”.

La tutela penal se direcciona nuevamente a favor del ambiente, a través de


diversos elementos como el ambiente natural, el paisaje urbano y rural, y la
flora o fauna. El sujeto activo puede ser cualquier persona natural que realice
la conducta típica, y el sujeto pasivo de la conducta es la colectividad
generacional.

La conducta típica

Por lo tanto, estamos también ante una norma en blanco (Caro Coria 1995:
348), como todas las disposiciones en materia de protección penal del
ambiente, en las que un elemento fundamental del comportamiento ocurre
“contraviniendo las disposiciones de la autoridad competente”. Es decir, viene
fijado por disposiciones no penales, a las que hay que remitirse para
determinar el carácter típico o no de la conducta. El modus operandi consiste
en la construcción de obras (públicas o privadas) o la tala de árboles (Caro
Coria 1995: 348).

Para recordar

En otras palabras, la conducta típica viene dada por la construcción de


obras o tala de árboles, lo cual contraviene las disposiciones de la
autoridad competente.

Para ello, se requiere una remisión interpretativa que lleve a determinar con
exactitud el ámbito de prohibición 11.

El objeto sobre el cual recae la conducta es el ambiente natural, el paisaje


urbano o rural, o la flora o fauna, cuya armonía resulta dañada con el ilícito.
La lesión afecta al bien jurídico el ambiente, pero la forma en la que ello se
produce puede ser de dos formas:

• Directa: es decir, afecta de manera principal los elementos del


componente ambiente natural, que son el biótico (la flora y la fauna), el
abiótico (el agua, el aire y el suelo) y el componente ambiente artificial
(paisaje urbano y rural).

• Indirecta: esta se da mediante una mala gestión de los planes de


ordenamiento territorial.

11
Erróneamente, Bramont-Arias estima que el Art. 313 del Código Penal peruano presenta dos modalidades: la
alteración del ambiente y la modificación de la flora y fauna, circunstancias que en realidad permiten verificar el
resultado lesivo, p. 617.

20
Academia de la Magistratura
Delitos ambientales

Se trata de un delito de lesión, pues se requiere alterar o modificar dichos


objetos dañando la armonía de sus elementos. Todo esto pudo resumirse con
la expresión “perjuicio ambiental”. El comportamiento presenta dos
modalidades:

• Altera el ambiente natural o el paisaje urbano o rural, con lo cual


contraviene las disposiciones de la autoridad competente

Por alterar, se entiende el cambiar o transformar la esencia o forma de


una cosa. En este caso, el objeto material de esta modalidad del
comportamiento típico es el ambiente natural o el paisaje urbano o rural.
Según Peña Cabrera Freyre, la alteración “[...] ha de consistir en una
modificación sustancial de los componentes ambientales, sea
degradando los suelos, cambiando la esencia natural de los bosques,
impidiendo la reproducción de las especies silvestres (fauna y flora),
obstaculizando la irrigación de las aguas o haciendo de las tierras
campos infértiles para la siembra y cultivo” (2010: 246).

Debe tratarse de áreas naturales protegidas y de especies silvestres,


especialmente tuteladas por el Derecho Positivo, tal como se sostuvo en
el marco de los delitos contenidos en el artículo 308 y ss.; v. gr. Si como
efecto de una edificación ilegal, por ejemplo, resultan heridos animales
domésticos o caídos algunos árboles no estamos ante la tipicidad penal
in comento” (Peña Carera 2010: 246). El ambiente natural viene
constituido por los elementos: agua, aire, suelo, flora, fauna, es decir,
los recursos naturales que sustentan el sistema y la calidad de vida. En
definitiva, bajo el concepto se engloba la totalidad del bien jurídico
protegido. Frente a este, se menciona también el paisaje urbano o rural,
como sinónimo del conjunto que conforman los elementos del ambiente
natural en unión con los elementos del ambiente artificial (puestos por el
hombre). Estos últimos determinan un concreto hábitat o sistema de
vida, ya sea en el medio urbano o el medio rural. Esta alteración ha de
producirse contraviniendo las disposiciones de la autoridad competente.
Esto significa que no toda alteración constituirá el tipo, sino sólo
aquellas que vayan contra las disposiciones legales.

• Modificar la flora o fauna mediante la construcción de obras o la


tala de árboles que dañen la armonía de sus elementos, con lo cual
se contraviene las disposiciones de la autoridad competente

El término modificar puede entenderse como sinónimo de ‘alterar’, en el


sentido que supone dar un nuevo modo de existir al objeto. De esta
manera, dicha acción ha de recaer sobre la flora o fauna, que se
constituyen así en el objeto material de esta modalidad del
comportamiento típico. No obstante, se limitan los medios por los cuales
puede modificarse la flora o fauna a dos: la construcción de obras y la
tala de árboles. Ello es así siempre y cuando dañe la armonía de sus
elementos, es decir, la conservación de una perfecta proporcionalidad
entre los elementos de la flora y fauna.

21
Academia de la Magistratura
James Reátegui Sánchez

Idea importante

Esta restricción a solo estos dos medios nos resulta poco acertada en
la medida en que limita en exceso las posibilidades de aplicación de
este tipo. Estas circunstancias se agudizan aún más cuando ello hace
depender del daño que cause a la armonía de los elementos de la flora
y fauna de la zona, con las graves consecuencias de inseguridad
jurídica que ello representa.

Por último, también, es requisito indispensable que ello se realice


contraviniendo las disposiciones legales correspondientes; en caso
contrario, los hechos serían atípicos. El ilícito constituye un delito de
resultado, pues se exige que la conducta del agente altere el ambiente
natural, el paisaje urbano o rural, o modifique la flora o fauna. Acota que
ello puede ser mediante la construcción de obras o la tala de árboles
que dañen la armonía de sus elementos; todo ello contraviene las
disposiciones de la autoridad competente.

4.3 Delitos de responsabilidad funcional y empresarial

4.3.1 Sobre la Responsabilidad Penal de los Representantes


Legales de las Personas Jurídicas del artículo 314-A y las
denominadas Reglas Normativas de Redundancia

El artículo 314º-A del Código Penal tiene la siguiente descripción: “Los


representantes legales de las personas jurídicas dentro de cuya actividad se
cometan los delitos previstos en este Título serán responsables penalmente
de acuerdo con las reglas establecidas en los artículos 23º y 27º de este
Código”.

Antes, debemos de señalar que el mencionado artículo responde, a mi juicio,


a las denominadas “Reglas Normativas de Redundancia”, que pueden
clasificarse de la siguiente manera:

a. Reglas normativas de redundancia dirigida a los sistemas de


imputación penal
Aquí, podemos encontrar a aquellos que se refieren a la Parte Especial
del Código Penal referidos a la autoría:

• Sobre esta última, podemos encontrar precisamente el artículo 314-A


del Código Penal, que responde a la “Responsabilidad de los

22
Academia de la Magistratura
Delitos ambientales

representantes legales de las personas jurídicas”, que a su vez


responde a las denominadas Reglas Normativas de Redundancia”.
Dicho artículo, además, es una constante en nuestra legislación
penal nacional. El mensaje del legislador, expresado en el artículo
314-A –a través de la reforma de la Ley 29263–, ya encuentra
regulación normativa en el mismo Código Penal, en el artículo 27,
que se prevé los supuestos de “actuación por otra persona”. Es decir,
se trata de una redundancia del legislador.

No obstante, no solo encontramos en los niveles de autoría, como en


este caso, sino que también lo podemos encontrar para los partícipes:

• En efecto, la Parte Especial de los delitos solo está dirigida a los


autores directos; en cambio, para buscar la responsabilidad penal de
los autores mediatos, coautores, y para la participación criminal
(inductores y la cómplice primaria y secundaria), necesitamos
volcarnos hacia la Parte General. Sin embargo, a la luz del Código
Penal peruano se puede percibir ya en la Parte Especial
determinados tipos que sancionan la conducta del partícipe, es decir,
de manera autónoma, sin esperar la contribución del autor principal.
Así, por ejemplo, pueden citarse los art. 113 12, art. 148 13, art. 148-
A 14, art. 152 15, art. 244 16, art. 247 17, art. 302 18.

b. Reglas normativas referidas a los sistemas de consecuencias


jurídico-económicas del delito
También, es una tendencia del legislador penal incorporar
expresamente en la Parte Especial, por ejemplo, las figuras de
incautación o el decomiso 19 como efectos materiales que sirvieron para

12
El artículo 113 del Código Penal peruano, primer párrafo, prescribe: “El que instiga a otro al suicidio o lo ayuda
a cometerlo, será reprimido, si el suicidio se ha consumado o intentado, con pena privativa de libertad no menor
de uno mi mayor de cuatro” (Autor del artículo Año: página, las cursivas son nuestras).
13
El artículo 148 del Código Penal peruano señala: “El que induce a un menor de edad a que se fugue de la casa
de sus padres o de la de su tutor o persona encargada de su custodia será reprimido con pena privativa de
libertad no mayor de dos años o con prestación de servicio comunitario de veinte a cincuenta y dos jornadas”
(Autor del artículo Año: página, las cursivas son nuestras).
14
El artículo 148-A indica: “El que instiga o induce a menores de edad a participar en pandillas perniciosas, o
actúa como pandilla, líder o jefe, para cometer las infracciones previstas en el Capítulo III-A del Título III del Libro
Cuarto del Código de los Niños y Adolescente será reprimido con pena privativa de libertad no menor de diez
(10) ni mayor de veinte (20) años” (Autor del artículo Año: página, las cursivas son nuestras).
15
En el artículo 152 del Código Penal peruano, tercer párrafo, se prescribe que “La misma pena se aplicará al
que con la finalidad de contribuir a la comisión de delito de secuestro, suministra información que haya conocido
por razón o con ocasión de sus funciones, cargo u oficio, o proporciona deliberadamente los medios para la
perpetración del delito” (las cursivas son nuestras).
16
En el artículo 244 del Código Penal peruano, último párrafo (modificado por el artículo 3 de la Ley 28755 del 6
de junio de 2006) se acota: “Los beneficiarios de las operaciones señaladas en el presente artículo, que hayan
participado en el delito, será reprimidos con la misma pena que corresponde al autor” (las cursivas son nuestras).
17
En el artículo 247 del Código Penal peruano, segundo párrafo, se indica: “Los acciones, asociados, directores,
gerentes y funcionarios de la institución que cooperen en la ejecución del delito, serán reprimidos con la misma
pena señalada en el párrafo anterior y, además, con inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1, 2 y 4” (las
cursivas son nuestras).
18
El artículo 302, primer párrafo, prescribe: “El que instiga o induce a persona determinada para el consumo
indebido de drogas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cinco años y
noventa a ciento ochenta días-multa” (las cursivas son nuestras).
19
Así, si revisamos por ejemplo en los delitos de corrupción de funcionarios públicos, encontramos:
• En el artículo 401-A –incorporado en la Reforma Legal del 10 de mayo de 1992–, señala lo
siguiente: “En todo caso, los donativos, dádivas o presentes serán decomisados”. Asimismo, el

23
Academia de la Magistratura
James Reátegui Sánchez

la comisión de los delitos, cuando el actual Código Penal regula ya en


las “Consecuencias accesorias” derivadas del delito las mismas figuras
de incautación y decomiso. En efecto, en el artículo 102, se señala lo
siguiente:

El Juez resolverá el decomiso o pérdida de los objetos de la


infracción penal o los instrumentos con que se hubiese ejecutado
así como los efectos, sean éstos bienes, dinero, ganancias o
cualquier producto proveniente de dicha infracción, salvo que
exista un proceso autónomo para ello. El Juez podrá disponer en
todos los casos, con carácter previo, la medida de incautación,
debiendo además proceder conforme a lo previsto en otras
normas especiales.

Idea importante

Cuando se incorporan reglas normativas de redundancia en el Código


Penal o en la legislación complementaria, no se crea una imputación
adicional al autor y/o partícipe del delito. No es que el autor y/o
partícipe tendrá que responder ante el fiscal o juez por el artículo 27 y
el artículo 314-A. Hay que tener en cuenta que, primero, no se trata de
un delito, sino de una herramienta de imputación para definir los
niveles de intervención delictiva. Segundo, es obvio que cuando las
reglas normativas de redundancia están referidas a las reglas de
imputación (por autoría o por participación como hemos visto) –y no a
las consecuencias jurídico económicas– se produce una infiltración
subrepticia de responsabilidad objetiva proscrita de nuestro
ordenamiento jurídico-penal, de acuerdo al artículo VII del Título
Preliminar del Código Penal.

artículo 401-B indica:“Los bienes decomisados e incautados durante la investigación policial y


proceso judicial, serán puestos a disposición del Ministerio de Justicia [...] Los bienes decomisados
o incautados definitivamente serán adjudicados al Estado y afectados en uso a los mencionados
organismos públicos [...].
• De la misma manera, podemos citar la Ley de Delitos Aduaneros (Ley 28008), cuyo artículo 23,
segundo párrafo, señala:
Una vez consentida o ejecutoriada la sentencia condenatoria y resuelto el decomiso de las
mercancías y de los instrumentos con los que se hubiera ejecutado el delito, previa notificación
de la misma, se adjudicarán las mercancías o instrumentos a las entidades del Estado, los
gobiernos regionales, municipales y a las instituciones asistenciales, educacionales, religiosas
y otras sin fines de lucro oficialmente reconocidas.
• En esta misma línea citaremos el artículo 314º-C del Código Penal, segundo párrafo –en la reforma
legal suscitada el 02/10/2008- preceptúa ahora lo siguiente: “En los delitos previstos en este Título,
el Juez procederá a la incautación previa de los especímenes presuntamente utilizados para la
comisión del presunto ilícito (...) En caso de emitirse sentencia condenatoria, los especímenes
ilícitos podrán ser entregados a una institución adecuada, según recomendación de la autoridad
competente, y en caso de no corresponder, serán destruidos”.

24
Academia de la Magistratura
Delitos ambientales

En cuanto al artículo 305 del Código Penal, incisos 1, 2 y 3, tenemos


que decir que el hecho de ocultar la información debe realizarse antes o
coetáneamente a la contaminación ambiental. No puede darse el
ocultamiento con posterioridad a la contaminación, puesto que sino
sería un delito contra la Administración de Justicia –encubrimiento
material–, y no un delito ecológico. En la misma línea, la agravante de
aquel que obstaculiza o impide la actividad fiscalizadora de auditoría
ordenada por la autoridad administrativa competente (artículo 305,
inciso 2) también debe ser anterior o en forma coetánea a la
contaminación ambiental. Ello responde a que precisamente la actividad
fiscalizadora es para prevenir o cautelar los futuros procesos de
contaminación ambiental que se puedan producir. Si se sigue
produciendo el acto obstaculizador –y como consecuencia de ello, se
sigue produciendo la contaminación por parte de la empresa–, la
actividad fiscalizadora carecería de objeto, puesto que formaría parte
del agotamiento del delito.

Por último, se castiga también como circunstancia agravante la


“actuación clandestina en el ejercicio de su actividad” (artículo 305,
inciso 3, del Código Penal). De la misma forma, la clandestinidad previa
al proceso de contaminación ambiental. Lo que se reprime aquí –con
mayor intensidad– es que se le haya ocultado al Estado –a través de
sus órganos de control administrativo– que una empresa no ha
cumplido desde el inicio de su actividad (por ejemplo, todavía la
autoridad no ha emitido una aprobación administrativa de sus
instalaciones) o durante su actividad (por ejemplo, cuando caduca su
licencia administrativa de funcionamiento y la empresa no la renueva).

Entre el artículo 286 y el artículo 304 del Código Penal, se presenta un


concurso ideal de delitos (artículo 48) en la medida en que existe unidad
de acción y pluralidad de tipos penales de carácter homogéneos. Esta
es una situación que la Fiscalía Provincial de Prevención y Ambiente no
ha tenido en cuenta en su Dictamen Fiscal (de fecha 25 de octubre de
2010), con lo cual se produjo una omisión en su motivación. Aclaremos
que solo existirá concurso ideal de delitos siempre y cuando se
demuestre que las aguas de un río han estado aptas para el consumo
humano. Si no se demostrara tal circunstancia, entonces, estaríamos
ante un concurso aparente de normas entre los tipos penales. Ello, cabe
anotar, debe solucionarse mediante los principios de exclusión de la
apariencia concursal (llámese especialidad, consunción, subsidiariedad
y alternatividad).

El artículo 314-A, referido a la Responsabilidad de los representantes


legales de las personas jurídicas, responde a las Reglas Normativas de
Redundancia. Encuentra regulación normativa en el mismo Código
Penal, en el artículo 27, en el que se prevé los supuestos de actuación
por otra persona. Ahora bien, no es que el autor y/o partícipe tendrá que
responder ante el fiscal o juez por el artículo 27 y el artículo 314-A. En
primer lugar, ello se debe a que no se trata de un delito, sino de una
herramienta de imputación de autoría. En segundo lugar, obviamente,
cuando las reglas normativas de redundancia están referidas a las
reglas de imputación (por autoría o por participación), se produce una

25
Academia de la Magistratura
James Reátegui Sánchez

infiltración subrepticia de responsabilidad objetiva. Ello también puede


ocurrir por el mero resultado del delito, situación que como sabemos
está proscrita de nuestro ordenamiento jurídico-penal, de acuerdo al
artículo VII del Título Preliminar del Código Penal.

Lectura obligatoria

REYNA ALFARO, Luis Miguel


2003 “La protección penal del medio ambiente: posibilidades y límites”.
Revista de derecho penal, procesal penal y criminología. Año 2,
número 4. Consulta: 14 de marzo de 2013.
http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/articulos/a_20080526_
84.pdf

26
Academia de la Magistratura
Delitos ambientales

Tema 5
Tema Aspectos jurídico-procesales en los delitos
5 ambientales 20

La explicación teórico-legal de los delitos ambientales (delitos en particular) no tendría


ninguna aplicación práctica, ni sería eficaz para los intereses de protección del medio
ambiente, si es que no se implementan medidas procesales para alcanzar dicha eficacia; en
esa medida estudiaremos los aspectos procesales contenidos en nuestro Código penal
como son las medidas cautelares: colaboración eficaz en el ámbito penal ambiental y la
llamada exclusión de responsabilidad penal para autores y partícipes en el proceso penal.

5.1 Las medidas de exclusión o reducción de penas

Las medidas de exclusión o reducción de penas están contenidas en el artículo 314-D


del Código Penal de la siguiente manera:

El que, encontrándose en una investigación fiscal a cargo del Ministerio Público


o en el desarrollo de un proceso penal, proporcione información veraz, oportuna
y significativa sobre la realización de un delito ambiental, podrá ser beneficiado
en la sentencia con reducción de pena, tratándose de autores, y con exclusión
de la misma para los partícipes, siempre y cuando la información proporcionada
haga posible alguna de la siguientes situaciones:

1. Evitar la comisión del delito ambiental en el que interviene.


2. Promover el esclarecimiento del delito ambiental en el que intervino.
3. La captura del autor o autores del delito ambiental, así como de los partícipes.

El beneficio establecido en el presente artículo deberá ser concedido por los


Jueces con criterio de objetividad y previa opinión del Ministerio Público.

5.2 Comentarios

La Ley 29263 ha traído importantes novedades en el tema de la determinación judicial


de la pena y la imposición de necesidades político-criminales para no acceder a la
sanción penal. En ese sentido, vale la pena mencionar la llamada exclusión de pena y
la reducción de pena, que son como una especie de colaboración eficaz en el ámbito
de la criminalidad organizada ambiental. Estas tienen aspectos premiales en cuanto a
ciertas condiciones que debe cumplir el procesado y a criterio del legislador patrio.

20
Este tema se desarrolla sobre la base de la actualización del libro REATEGUI SANCHEZ, James. Derecho
Penal. Parte Especial. Tomo II. Lima: Ediciones Legales, pp. 700 y ss.

27
Academia de la Magistratura
James Reátegui Sánchez

Según el artículo 314-D del Código Penal, la aplicación de una y otra dependerá del
título de imputación que se le haya asignado a cada sujeto durante la tramitación del
proceso penal. Así, dicho artículo señala que:

El que, encontrándose en una investigación fiscal a cargo del Ministerio Público


o en el desarrollo de un proceso penal, proporcione información veraz, oportuna
y significativa sobre la realización de un delito ambiental, podrá ser beneficiado
en la sentencia con reducción de pena, tratándose de autores, y exclusión de la
misma para los partícipes […]

En otras palabras, tiene que cumplirse con las siguientes condiciones descritas:

a. El procesado tiene que encontrarse en curso en una investigación preliminar o


preparatoria a cargo del fiscal –o también dentro de un proceso judicial– hasta
antes de la sentencia final.

b. Durante ese tiempo, el procesado tiene que dar informaciones que cumplan con
las tres finalidades que ha estipulado la norma: veraz, oportuna y significativa.

Es decir, esta información debe ser necesariamente corroborada por el fiscal o por
el juez. Incluso si dicha información cumple con las tres finalidades, puede ocurrir
que el fiscal o el juez deciden no otorgarle dicho beneficio de exclusión o de
reducción de la pena, puesto que dichas medidas de carácter premiales responden
a una facultad discrecional, mas no de una obligación legal.

Por último y como ya lo hemos anticipado, lo más llamativo es que la reducción y la


exclusión dependerán del título de imputación que se le haya asignado a cada
imputado/denunciado. Si tiene la calidad de autor durante el proceso penal, solo se
hará acreedor a una reducción de pena en la sentencia. Ello se aplicará dentro de los
parámetros legales que impone cada tipo penal. La norma penal (artículo 314-C) no
señala por debajo del marco penal. En cambio, para los que son partícipes –primarios
o secundarios– el “premio” es mucho mayor, debido a que aquí es la exclusión de la
pena (nomenclatura nueva en nuestro lenguaje jurídico-penal y procesal-penal).

En consecuencia, debemos entender que, por ejemplo, la exclusión tiene que


esperarse hasta la emisión de la sentencia final de primera instancia. Además, tiene
que ser, desde luego, condenatoria. Luego, en la parte considerativa del cuerpo de la
sentencia, tendrá que anotarse que al imputado/procesado (que es partícipe) se le
excluye definitivamente, primero, del proceso penal y, por ende, de la respectiva
sanción penal. En todo caso, si revisamos el Código Penal, no encontramos un
catálogo de medidas alternativas para las penas cortas — de penas privativas de
libertad— una que se llame exclusión de pena. Lo que existe es la exención de pena,
que no se vincula con lo que estamos comentando. A mi entender, la exclusión del
partícipe en el delito ambiental no debe asimilarse a la figura de la absolución del
partícipe. Esta última se relaciona con un razonamiento de fondo del proceso. No hay
pruebas incriminadoras para condenarlo; en la exclusión de pena, solo existe un mero
permiso o beneficio por parte del Estado, que puede o no otorgarlo.

Señalo que la sentencia al final del proceso penal debe ser condenatoria, porque para
que exista un partícipe –primario o secundario– necesariamente debe de haber
autores principales –con o sin beneficio del artículo 314-D–. Ello responde al principio
de accesoriedad que reina la intervención de los partícipes en el delito. Además, debe

28
Academia de la Magistratura
Delitos ambientales

quedar claro que normalmente la aplicación del artículo 314-D debe aplicarse en el
ámbito judicial, puesto que en investigaciones preliminares fiscales todavía no puede
definirse quién es autor y quién es partícipe. En todo caso, será una tarea compartida
entre el juez penal, el fiscal penal, así como de la defensa técnica, que desde el auto
apertorio de instrucción o la Disposición Fiscal de Continuación y Formalización de la
Investigación Preparatoria se señale expresamente los grados de intervención delictiva
de cada persona involucrada en un delito ambiental. De esta manera, será posible la
respectiva aplicación de los beneficios de premios, que prevé el artículo 314-C del
Código Penal.

Lecturas obligatorias

REÁTEGUI SÁNCHEZ, James


2006 Capítulo quinto: “Cuestiones jurídico-procesales en el delito de
contaminación ambiental (art. 304 y 305 CP)”. En La contaminación
ambiental como delito. Lima: Jurista editores E.I.R:L., pp. 187-221.

ANDALUZ WESTREICHER, Carlos


2009 “Proceso para la defensa del ambiente”. En Manual de Derecho
Ambiental. Lima: Iustitia, pp. 633 – 673.

Actividad sugerida

Lo invitamos a que responda la siguiente pregunta:

¿Cuáles de las acciones legales sería la más conveniente para la defensa de


los derechos ambientales ante los tribunales judiciales? Justifique su
respuesta.

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Academia de la Magistratura
James Reátegui Sánchez

Bibliografía

BRAMONT-ARIAS, Luis
1996 Derecho penal. Parte especial. Lima: Ed. San Marcos.

CARO CORIA
2004 El valor de la infracción administrativa en la determinación del riesgo permitido
en el Derecho penal económico. Tesis de Maestría en Derecho penal. Lima:
Pontificia Universidad Católica del Perú, Derecho Penal Económico.
1995 La protección penal del ambiente. Lima: Benites, Mercado & Ugaz Abogados

LAMADRID UBILLUS, Alejandro


2011 El Derecho penal ambiental en el Perú ¿Realidad concreta o simbolismo
práctico? Lima: Grijley

PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso


2010 Derecho Penal. Parte Especial, Tomo IV. Lima: Rodhas.

REÁTEGUI SÁNCHEZ, James


2006 La contaminación ambiental como delito. Aspectos sustantivos y procesales.
Lima: Jurista.

ROJAS VARGAS, Fidel


2002 Jurisprudencia penal y procesal pena. Tomo I: Jurisprudencia penal: parte
general y parte especial /Jurisprudencia procesal penal. Lima: IDEMSA.

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Academia de la Magistratura

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