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----------------VIDA PASION Y ÉXITO-----------------------------

---------Historia completa primera y segunda parte--------------------POR JOSE JERLEY


PULGARIN MORENO--------------------------------------------------------------------------------------
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----------------------------------PROLOGO--------------------------
Han sido muchos los acontecimientos que me han sucedido en la vida, que ameritan ser
narrados y contados. La mejor manera es escribirlos y dejarlos para aquellas personas que
quieran superarse en la vida.
En esta historia que pienso narrarles, no solo se trata de una familia antioqueña muy
numerosa, que a pesar de la miseria en que quedo, después de que se origino la maldita
violencia al final de los años cuarenta. Nos toco enfrentarnos a la vida, sin estudio, ni recursos
económicos, cuando aun éramos unos niños.
QUEDAMOS NAVEGANDO A LA DERIBA, SIN BRUJULA COMO UN BARCO SIN UN BUEN
CAPITAN QUE LO GUIARA Y POR TAL MOTIVO NAUFRAGAMOS Y NOS FUIMOS AL
FONDO DE LA MISERIA Y EL OLVIDO.
La vida nos castigó muy duramente, sin que ninguno de nosotros nos diéramos cuenta exacta
de lo que estaba sucediendo. Peleando contra viento y marea, salimos adelante. Jamás le
pedimos ayuda a nadie. Supimos afrontar por nuestros propios medios las adversidades y
obstáculos que encontramos en nuestro arduo y difícil camino. Nosotros solitos y sin ninguna
ayuda tanto material como espiritual, supimos sortear todas las adversidades, los obstáculos,
las miserias y también problemas, que se nos presentaron a través de nuestra dura y amarga
existencia. Salimos adelante por nuestros propios medios. Eso sí ondeando la bandera del
buen comportamiento, del respeto y las buenas costumbres. Es la historia de una familia que,
sin ninguna educación, derroto la miseria y pudo salir adelante, como lo veremos en el
transcurso de este relato.
Les puedo asegurar estimados lectores, que recorrimos ese penoso camino trabajando muy
duro: ninguno de nosotros cometimos algo del cual tengamos que avergonzarnos. La lucha fue
tenaz y dura. Por eso estoy listo para empezar a contarles esta increíble y difícil aventura.
También les haré un breve recuento sobre la política a partir del mandato de Mariano Ospina
Pérez presidente de nuestro país en ese entonces.
¿Qué fue lo que realmente paso en la mayoría de los pueblos, con la muerte del caudillo liberal
Jorge Eliécer Gaitán?
De sobra sabemos que se han escrito muchas páginas, sobre este lamentable suceso. Pero
como a nosotros nos tocó vivir en carne propia esos terribles momentos, también tengo el
derecho de contar y expresar mi opinión.
De paso hare un comentario muy especial.
¿Cómo se vive en el ceno de una familia muy numerosa y pobre?
¿Cómo eran nuestros padres en ese entonces, y que papel desempeñaban en lo referente a la
buena crianza y educación de su familia? ¿Cómo era nuestra educación en lo concerniente a
nuestras creencias religiosas?
Esta historia es real en un cien por ciento. No se trata de una novela barata y sin ningún
sentido. Todo lo contrario. Es una recopilación de datos, en su mayoría históricos que son
hechos verídicos, que a la mayoría de la gente les puede suceder en el largo trajinar de nuestra
existencia.
Les aseguro que ninguna familia como tampoco ningún ser humano se escapa a este
espantoso flagelo. Claro esta, que aquí en esta historia, se va a encontrar muchas cosas que
es muy difícil de creer y también de realizar. Esto se debe, a las pocas oportunidades que la
amada naturaleza, nos puso en nuestro camino, siempre lleno de obstáculos y dificultades y
por qué no decirlo. También de muchas sorpresas.
Pero como toda enfermedad tiene su remedio, fuimos dotados de esa cajita maravillosa que
llamamos mente, de la cual todos somos poseedores. Desde muy pequeño pude descubrir
que, con ganas, empuje, creatividad y mucho empeño, se puede salir adelante, sin recurrir en
delitos que puedan entorpecer nuestra tranquilidad y nuestro buen nombre. Así la naturaleza
nos ponga toda clase de trampas para no dejarnos superar en busca del éxito tan deseado por
toda la humanidad entera.
Lean con calma y pongan mucha atención a estos escritos, porque de verdad les digo, que
esta historia es muy interesente, y de alguna manera se identifica con todos nosotros, en el
largo peregrinaje de nuestra existencia. Es muy amena y cordial y tiene pasajes muy difíciles,

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pero al mismo tiempo, muy amenos como también cordiales, que seguramente hasta nos harán
reír y también pensar, desde el principio hasta el fin.
Pero lo mejor de todo y todos ustedes van a estar de acuerdo conmigo cuando terminen de
leerla. Es que nos va a servir, para ayudarnos a planear nuestro futuro. Atérrese amigo. Aquí
va a encontrar buena parte de sus vidas como también la historia de toda la humanidad, sobre
todo de la más pobre.
“Además tiene mucha afinidad con todos nosotros”.
Agradezco de una manera muy especial a mi esposa y mis tres hijos que conocen esta historia
y por su realidad y dureza, me impulsaron para que la escribiera. No pretendo ser un escritor,
nunca lo he sido ni jamás lo seré. Pero la naturaleza me doto de una memoria extraordinaria y
me puso en la capacidad de contar todo lo que nos ha pasado durante todo este tiempo.
Y debido a ellos y a mi buen juicio, estoy aquí narrando esta DIFICIL PAGINA DE MI VIDA,
para el bien de toda la comunidad.
----------------JOSE JERLEY PULGARIN MORENO. -----------------------------------------------------------
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---------PRIMERA PARTE VIDA Y PASION-----------------------------------------------------------------------
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Cuando se piensa en relatar una historia, sobre la vida de una familia tan aporreada y sufrida
como lo fue la nuestra, de la cual los principales protagonistas son mis padres, mis dos
hermanos mayores y yo. Puedo dar pie en caer en equivocaciones sobre este tema que,
después de tantos años que ocurrieron estos sucesos, se pueda caer en faltas y errores que
incomoden a algunos de los protagonistas de este relato. Pero la verdad es que tratare de ser
lo más exacto en mis comentarios, que es el verdadero objetivo de esta historia.

Vamos pues a empezar. Hagamos un breve recuento de lo que fue mi niñez. Lo primero que se
me viene a la memoria, es que cuando solo tenía seis años de edad, me encuentro bajando por
una calle estrecha y pantanosa donde una Sra Carmen mi primera maestra, para recibir mis
primeras clases de estudio. Estoy rodeado de varios amiguitos de mi misma edad.
Diego, Héctor, Fernando, Arístides, Francisco y Gustavo. Es una especie de guardería donde
íbamos más que aprender, a jugar.
Mis útiles eran una pizarra con una tiza, una cartilla (Alegría de leer) y pare de contar.
Así transcurrieron algunos meses hasta que cumplí los siete años de edad, que era cuando nos
matriculaban en la escuela pública de mi pueblo, porque en ese tiempo no permitían niños de
menor edad para empezar sus estudios. Se decía en ese tiempo, que hasta los siete años de
edad no se tenía uso de razón.
(Nunca entendí ese término).
¿Qué es tener uso de razón?
En mi primer año de estudio y con una edad de ocho años, era el número uno en el desorden.
Asistía poco a clase, me fugaba con mis demás compañeros aun sitio llamado el rodadero para
jugar con tierra. Fueron muchos los regaños y las palizas con correa que me gane en ese
entonces. En el segundo me fue mucho peor, difícilmente aprendí a leer y escribir. Eran más
los golpes que uno recibía por parte de los maestros, por causa de la poca atención que le
poníamos a las clases. Fuete y reglasos en las palmas de las manos, era lo que nos sobraba
diariamente. El dicho era que.
----------------LA LETRA CON SANGRE ENTRA. --------------
“El maltrato de la gente mayor hacia la niñez es muy antiguo y esto patrocinado por nuestros
padres que eran unos tiranos. Mi primera experiencia, amarga y triste que tuve cuando apenas
estaba iniciando mis estudios en la escuela, fue lo que me paso cuando el señor Quiroz mi
maestro me pregunto sobre quien descubrió las américas.
Con el miedo tan atroz que tenía me equivoqué y le dije que SIMON BOLIVAR. Todo el grupo
se rio y enseguida el maestro me empezó a dar reglazos en las palmas de las manos. Como
pude me le solté y le dije que no fuera hijueputa, que él no era mi papa para castigarme de esa
forma. Salí corriendo del salón y me volé de la escuela.
“Cuando llegue a la casa el profesor le había enviado una nota a mi papa diciéndole que Herley
le había mentado la madre. Este otro tirano y mal padre, en vez de preguntarme que me había
pasado, la emprendió con un fuete y casi me saca sangre de las piernas”.
También como pude me logré soltarme y me fui de la casa. Mi mama al ver que no aparecía en
la noche se confundió mucho y al otro día doña Pastora, la mama de Diego un compañero de
estudio le conto a mi mama que estuviera tranquila que yo había amanecido en su casa. Mi

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mama fue y me pregunto qué había pasado. Yo le conté todo. Luego mi mama se fue y le dijo a
mi papa lo que había pasado. Creo que la pelea fue entre ellos dos.
¿Cómo era posible que en la escuela nos castigaran de esa forma por semejante tontería?
Mi papa ni corto ni perezoso y muy arrepentido por la paliza que me dio, se fue para la escuela
y cogió al profesor a plan con una peinilla y casi lo mata. Toda la escuela se paralizo y los
padres se dieron cuenta que a todo el grupo los castigaban de igual manera. No se escapó ni
el cura. Porque también lo acusamos de que nos jalaba las orejas y nos pegaban coscorrones
en la cabeza cuando nos íbamos a confesar.
El asunto termino cuando el profesor mío se tuvo que volar del pueblo, por que los padres de
familia de mi grupo lo iban a linchar.
Siguiendo adelante: recuerdo muy bien que, en el transcurso de ese año, compraron una
banda de guerra de tambores y trompetas y fue la única forma de que yo volviera a estudiar y
asistir a las clases. Pues me ilusionaron con que me iban a enseñar a tocar tambor. Todos los
domingos nos levantaban temprano y asistíamos a la escuela. De allí salíamos en fila india por
toda la calle, haciendo un ruido infernal con nuestros tambores y trompetas, para asistir a la
misa de nueve de la mañana. Vestidos con nuestros uniformes, un pantalón de dril negro, una
camisa blanca, zapatos y medias hasta las rodillas, este era nuestro uniforme de gala. Solo lo
usábamos los días domingos y de fiesta.
Este despliegue de elegancia era para oír la palabra de Dios y por supuesto recibir la sagrada
comunión.
Y todo esto después de haber recibido tres o cuatro coscorrones en la cabeza de parte del
cura, cuando nos arrimábamos al confesionario a confesar nuestros horrendos pecados. Esa
era la actitud del señor, cura cuando nos quería arrancar las orejas para que quedáramos
limpios de pecado y así poder librarnos de las llamas del infierno.
Al finalizar el segundo año de primaria en el examen final, tuvimos la experiencia más amarga
de nuestra infancia. Esto no lo van a creer. Nos reunían los maestros en un salón a todo el
grupo y los invitados especiales eran el señor cura párroco, para preguntarnos sobre el
contenido del catecismo del padre astete. El alcalde del pueblo, para que le diéramos
información completa sobre el libertador Simón Bolívar y cuáles fueron las naciones que liberto.
Y como si fuera poco, para redondear este hermoso pastel amasado por verdugos, También
invitaban a nuestros queridos padres, que como ya sabemos no entendían ni jota de lo que nos
estaban preguntando. Pues lo único que ellos sabían de la vida y sus problemas era
prácticamente nada. El único conocimiento que ellos tenían era engendrar hijos a diestra y
siniestra y las mamas de esa época se habían convertido en marranas de cría. Porque, si no lo
hacían, las botas aplastantes de la corrupta iglesia católica los pisoteaban, inmisericordemente
y los lanzaban al fondo de los infiernos a freírlos como chicharrón.

¿QUE CATEGORIA TENIA MI FAMILIA Y QUIENES ERAN MIS PROGENITORES?


Empecemos pues tejer hilo en este tapete.
¿Quiénes eran mis padres?
Mi padre Marco Antonio Pulgarin, y mi madre María Eudoxia Moreno, fieles creyentes y asiduos
seguidores de la iglesia de Cristo, según la ley de creceos y multiplicaos, me tuvieron a mí y
quince retoños más, de los cuales cinco de ellos colgaron los tenis antes de tiempo.
Se marcharon de este mundo de mierda sin darse la menor cuenta que se había librado de
esta basura que llamamos vida.
Murieron cinco y quedamos once vástagos, de los cuales hasta la fecha vivimos todos en
guerra, vivitos y coleando.
Nuestro pueblo natal un municipio llamado el Cairo, situado en la cordillera occidental, pero que
pertenece al Dpto. Del Valle, poblado por Antioqueños, pueblo agrícola y cafetero. Todos ellos
creyentes en Jesucristo y la virgen santísima, tradicionalmente conservador y gobernado por
un curita cascarrabias de origen español.
(EL REVERENDO PADRE FRANCISCO GARCIA)
Este venerable pastor, Era el enviado de Jesucristo aquí en la tierra que había sido escogido
por el galileo llamado Jesús, para limpiar y purificar las almas de los pecadores y corruptos,
que deambulaban por todo el pueblo. Su mayor virtud: era un cascarrabias de tiempo
completo… Fuera de esto, estaba muy viejito y demasiado regañón.
El señor alcalde (DON LAZARO OQUENDO).
Era el segundo personaje en importancia, cuyo destino y obligación, era administrar justicia por
igual para todos los ciudadanos de nuestra querida comarca. Tenía secretario particular y un
ejército de policías que no llegaban a la media docena.

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Antioqueño de pura cepa… con machete tres rallas de veinte pulgadas al cinto. Vestía pantalón
caqui y camisa de cuadros estilo vaquero. Botas altas hasta la rodilla y revolver marca Colt
caballo de seis tiros. Don Lázaro Oquendo y el padre Francisco García eran las máximas
autoridades de nuestro pueblo en ese entonces.
Los dos eran los mandones y nadie podía articular nada. Solo los ricachos y las personas mas
pudientes dueños de fincas y almacenes, podían codearse con dichos personajes.
Los demás tenían que hacer cola para dialogar con ellos. Nuestra vida en ese entonces antes
que asesinaran al líder político liberal, se desarrollaba en medio de la tranquilidad y la calma.
La familia Pulgarín Moreno es decir la mía; gozaba de una pequeña fortuna. Vivíamos en una
casa de dos pisos muy grande, con un buen solar.
En el primer piso estaba la tienda de abarrotes de mi papa, Había de todo. Se podía mercar
tanto al por mayor como al menudeo. Donde se conseguía desde un carriel hasta una aguja de
remendar.
En un depósito grande almacenaba el café que les compraba a los campesinos. También tenía
una pequeña fábrica de tabacos, la bautizo (CIGARROS PUYANA). Este negocio era
manejado por una anciana doña (Lola) que era mas los tabacos que se fumaba y robaba, que
los que le entregaba a mi papa para la venta. También teníamos una pequeña finca llamada
(vallecitos), con molienda de caña para sacar panela. Esta se encontraba al pie de un río con el
mismo nombre. Así pues, que nuestra vida antes de empezar la violencia se desarrollaba con
holgura y tranquilidad.
Mis dos hermanos mayores Yolanda y Carley. Mi hermana mayor señorita muy apetecida por
los jóvenes de nuestro pueblo. Hagamos mención de algunos de ellos.
Estos jóvenes pertenecían a la alta alcurnia, hijos legítimos de los caciques del pueblo; ahí les
va. Noel Franco, Alberto Ocampo, Gerardo Alarcón, Abelardo Díaz y Alberto Ortiz (el dentista).
Todos estos jóvenes eran hijos muy distinguidos de Nuestra querida sociedad Cairense.
Todas estas personas, eran los pretendientes de nuestra querida hermana Yolanda. Carley mi
hermano mayor fue desde el principio, el niño consentido de mi madre, pues fue el único que
pudo estudiar, termino su primaria.
Pero este caballero se levanto egoísta, malcriado y altanero, con dotes de gran señor. Nacido
en una familia muy numerosa cuyo destino era mandar y ultrajar al resto de sus hermanos, y al
cual se le debía guardar mucho respeto por parte de toda la familia, como lo veremos en el
transcurso de esta historia.
Y yo, que, debido a mi edad tan temprana, con solo dos años y medio de estudio no tenía
ningún futuro, pues lo mío a esa edad era jugar con mis amiguitos.
Mi vida era opaca y condenada a la más absoluta miseria como lo veremos mas adelante en
esta historia. De manera que estaba condenado a sufrir todos los males y desengaños que nos
depara la vida.
MATAN AL CAUDILLO LIBERAL JORGE ELIECER GAITAN.
En nuestro querido pueblo no hubo mucha alharaca con la muerte del político liberal Jorge
Eliécer Gaitan, porque como lo dije antes, era un pueblo conservador. Respetuoso de las leyes
de cristo y muy devoto de la virgen del Carmen nuestra patrona.
Fuera de esto; nos encontrábamos muy alejados de todos los problemas que se originaban en
nuestro país. Así que de poco o nada nos afecto la penosa muerte del caudillo liberal. Hasta
que, una mañana de domingo cuando asistíamos a misa de nueve, nuestro querido párroco en
el sermón nos anuncia.
Queridos hermanos míos. En el día de hoy nos visitan unos políticos que llegaron de la capital.
Espero que todos ustedes vayan a escuchar todo lo que nos tienen que decir.
Además, hay que aprovechar la oportunidad que se nos presenta para pedirles ayuda. Haber si
nos ayudan con una planta eléctrica que tanta falta nos hace en el pueblo, ya que vivimos en
completa oscuridad.
Después de terminada la misa, se reunió todo el pueblo al frente de la alcaldía municipal. Este
era el sitio donde se celebraban las reuniones políticas. Como era la costumbre en mi pueblo,
mi hermana mayor lo mismo que sus inseparables amigas, Clarisa Leonisa y Gilma.
Estas inseparables damitas, eran las encargadas de recolectar las donaciones y limosnas para
la iglesia, todos los domingos y días festivos. Ese domingo a petición del señor alcalde,
estuvieron todas ellas haciéndoles propaganda a los políticos, pegándoles en la solapa de la
camisa las respectivas banderitas de color azul del partido conservador.

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SE ENCIENDE LA CHISPA DE LA VIOLENCIA.
Cabe anotar que, aunque el pueblo era de mayoría, conservador partido que pertenecía a la
iglesia católica y, por ende, eran los colores de la santísima virgen del Carmen. Según nos
predicaba a diario nuestro querido curita. No faltaba un grupo de personas contrarias a nuestro
partido que no le comían cuento al cura.
Estos ateos, rebeldes y facinerosos, pertenecían al partido liberal, el cual tenía el color rojo, los
colores del mismísimo infierno al cual iban a parar todos los infieles de este mundo. Y es ahí en
ese preciso momento, cuando se enciende la chispa de la violencia, la cual destruiría nuestra
paz, nuestras costumbres y nuestra tranquilidad, que había reinado por tantos años en nuestro
pueblo.
Ese domingo al acercarse mi hermana para colocar la banderita aun sujeto de nombre Lubin,
sucedió que este se encontraba embriagado y de plano la rechazo con palabras soeces, no
solo para mi hermana sino para los políticos, que a esa hora se encontraban en pleno discurso.
Lo que se desato en ese momento fue la hecatombe. Todos los ciudadanos conservadores que
se encontraban allí lanzaron gritos, puyas, injurias contra los liberales. Fuera de nuestro pueblo
rojos manzanillos hijueputas, no los queremos más aquí, los vamos a colgar a todos ustedes,
así como lo hicimos con su líder.
La revuelta fue espantosa: la gente se volcó a las cantinas a beber licor. Después del
mediodía, a los políticos que habían llegado de la capital del Valle (CALI), los encerraron en la
alcaldía para protegerlos de un posible atentado criminal. Pues ya el conservatismo lo mismo
que el liberalismo estaba enardecidos y violentos.
Ese día hubo cuatro muertos de los dos bandos y el señor Lubin el principal causante de la
revuelta, tuvo que encerrarse en la casa cural protegido por el señor cura, ya que los
conservadores lo estaban esperando en la plaza principal para lincharlo.
Muy entrada la tarde en ese mismo día se reunió la junta del pueblo a la cual pertenecía mi
papa, que como ya lo dije era un comerciante prospero muy amigo del alcalde y del cura, que
en ese entonces eran las máximas autoridades de nuestra región, como lo comenté antes. La
reunión que se hizo fue para definir que se iba hacer en adelante, porque la violencia ya había
empezado. Como en el pueblo no había luz, la mayoría de los habitantes en las horas de la
noche, salieron a la plaza principal con antorchas de petróleo encendidas, gritando vivas al
partido conservador, lo mismo que vivas a la virgen del Carmen nuestra patrona, y abajo a los
rojos manzanillos hijueputas.
El final que tuvo este señor fue que lo sacaron arrastras de la casa cural donde lo tenia
escondido el cura. Lo llevaron a la plaza principal y lo colgaron del cuello, le hicieron el famoso
corte de franela para escarmiento de los demás liberales.
Tengo entendido que la revuelta fue hasta la madrugada. Mi hermana en la casa temblaba de
miedo, por ahí se había iniciado una nueva etapa en nuestras vidas. Al día siguiente no hubo
estudio en la escuela. Los ánimos estaban muy calientes, el pueblo se quería levantar en
armas. Los campesinos que había en el pueblo no se desplazaron a sus tierras. Ese lunes
hubo varias reuniones en la tienda de mi papa. Varias personas se desplazaron por todo el
pueblo gritando vivas y abajo reclamando venganza, por los muertos del día anterior.
Los políticos que habían llegado de la capital, esa noche fueron sacados del pueblo a lomo de
mula para evitar que los asesinaran.
El principal café era el Bola de Nieve. Era el lugar preferido de los bebedores, jugadores y
vagos, que como es sabido abundan en todas partes del planeta. Este antro de perdición y
vicio era propiedad de Gerardo Alarcón uno de los pretendientes de mi hermana Yolanda. Fue
allí donde hicieron su nido los facinerosos, para fortalecerse y poder asesinar brutalmente los
miembros del partido liberal.

NACE EN NUESTRA REGION LOS PAJAROS Y CHUSMEROS.


Estos asesinos y vándalos en su mayoría, hijos de buenas familias de nuestro pueblo, eran en
su mayoría menores de edad. Le exigieron al alcalde, armas para defender el pueblo, de un
posible ataque por parte de la chusma de Albán, Argelia, la María, Versalles, el Águila y
Cartago. Estos pueblos muchos de ellos lindaban con el nuestro y habían caído en desgracia.
La violencia y la muere rondaban en cada esquina. Ni siquiera las personas de bien del otro
partido se encontraban a salvo. La muerte era general para liberales y conservadores.
En estos pueblos, se encontraban los peores criminales y asesinos de esa época. Los
llamaban (pájaros). Por que asesinaban y salían volando como aves de rapiña. Cuando hay
guerra todos ponen, fueron las palabras de los antisociales al alcalde y la honorable junta de
ciudadanos del pueblo.

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Fueron alrededor de veinte jóvenes no mayores de quince a veinte años los que se declararon
defensores del pueblo y de la ley.
Toda esta tragedia que vistió de luto nuestro país sucedió con la bendición de la iglesia
católica, representada por el cura párroco, el alcalde municipal y la junta de los ciudadanos
más prestantes, que eran los comerciantes más pudientes y ricos de nuestra región. A mi papa
le toco dotarlos de ruanas, carrieles, linternas y sombreros, para así poder patrullar el pueblo
en las horas de la noche, pues el frío que hacia era infernal.
Así pues, que lo sucedido el nueve de abril con la muerte del caudillo liberal (JORGE ELIECER
GAITAN) no era nada nuevo; ya que la historia siempre se repite. El continente americano, lo
mismo que el resto del mundo ha sufrido la peste de la violencia, el maltrato la desolación y la
miseria.
Desde que el hombre piso por primera vez este hermoso pero muy complicado planeta…
desde que los españoles, los franceses y los portugueses entraron por primera vez a colonizar
nuestro continente, no se habla de otra cosa que no sea la esclavitud, la vil humillación, la bota
fuerte de los poderosos y la aplastante bota del hombre por el hombre.
Las Personas que se han interesado por conocer los orígenes de la humanidad, han quedado
desconcertados y confusos de ver como se ha difamado, humillado, esclavizado, pisoteado y
maltratado por líderes tanto políticos como religiosos. Creyéndose todos ellos hasta divinos, y
dioses inmortales y se creen dueños del mundo.
INFAMIA, DESOLACION, MALTRATO, Y BERDUGOS; SIEMPRE ESTARAN AHÍ COMO
HIENAS HUMANAS CHUPADO LA SAGRE A LOS MAS DESPROTEGIDOS, HASTA LA
CONSUMACION DE LOS SIGLOS.

Da tristeza conocer desde el principio de los tiempos la historia de nuestro país, así también
toda la historia de America latina y el resto del mundo. Debemos de recordar muy bien que
cuando llegaron los españoles
por primera vez a nuestro continente, ya estaba poblado por diversas tribus indígenas.
En México estaban los aztecas. En el Salvador y centro America los Mayas y en sur America
del sur en nuestro país los Chipchas mas hacia el sur en el Perú la gran dinastía del imperio
INCA. De manera pues que el nuevo mundo estaba poblado por diversas culturas mal llamadas
(INDIGENAS), desde el Canada hasta Argentina.
Pero llegaron los europeos con sus ABERRACIONES HUMANAS Y malas intenciones.
Colonizaron, violaron, robaron y maltrataron las distintas razas que poblaban nuestro
continente y eso fue la hecatombe final. Y que decir de la degenerada y corrupta religión
cristiana con sus, “papas, cardenales, obispos y curas maquiavélicos sembrando el terror por
medio de esa bárbara y aplastante inquisición, que dejo desolación infamia y miseria en toda la
población mundial, sobre todo a la más IGNORANTE, desamparada, pobre y olvidada”.
No hace muchos años el papa (JUAN PABLO SEGUNDO) en una de sus locuciones pidió
perdón a la humanidad por todas las infamias, y fechorías cometidas por todos sus miembros,
durante tantos siglos de terror. Sé disculpo por los maltratos de la inquisición y el maltrato de
que fue victima toda la población mundial en sus asuntos religiosos.
“Bonita enseñanza que se convirtió en tragedia la que nos lego Jesús de Nazaret”. Tragedia la
que ha enlutado y padecido la humanidad, desde que fue fundada la degenerada y corrupta
religión cristiana, la cual nunca se ha basado en las enseñanzas de cristo Jesús. Como lo son
la caridad el perdón y la tolerancia entre las distintas naciones de todo el mundo.
Es por eso por lo que interrumpí la historia para dar una breve explicación del porque ha habido
tanta violencia en todas partes del mundo.
Siguiendo adelante con este relato, Pasados unos meses de una aparente tranquilidad, aunque
no dejaba de haber asesinatos en toda la comarca y sus alrededores. Pero no en el pueblo
sino en las veredas asesinando y masacrando campesinos de los dos bandos. Algunos de mis
compañeros de estudio los mayores que se encontraban cruzando el quino año de primaria, se
unieron a la chusma.
Toñito Duque hijo de don Antonio Duque dueño de un almacén. Ramón Preciado, hijo de don
Ramón Preciado el fabricante de velas de nuestro pueblo y sus alrededores. Absalom Díaz,
Hijo de don Rogelio Díaz comerciante y dueño de varias fincas de café. El Mocho Crisanto Hijo
de Francisco Crisanto acaudalado comerciante y carnicero de profesión.
Ahí está pues: que los principales asesinos que empezaron por salvar a nuestro pueblo de la
plaga liberal fueron el terror no solo de los liberales, sino también de los conservadores como lo
veremos más adelante, cuando la madures de esta historia este llegando a su limite.

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Estos jóvenes se unieron a la chusma y Fueron el terror del resto de liberales que quedaron en
el pueblo.
El hermano mayor como todo niño consentido por la mama, tiene unos diez y siete años de
edad. Como ya termino la primaria se encuentra vagando por todo el pueblo. Crece con una
cantidad de resabios le gusta más que estudiar, jugar a las cartas jugar a los dados y se ubica
en un garito de un señor Esnoraldo García, situado en una esquina de la plaza principal,
porque había dos más en el pueblo.
El crucero que era por donde nosotros vivíamos, era la ruta para ir al matadero donde se
sacrificaba el ganado y también bajar a la finquita de mi papa de nombre Vallecitos.
Mi papa viendo el joven con 18 años de edad se le iba a descarriar, y muy preocupado por la
situación que se vivía en nuestro pueblo, ya la chusma estaba en su apogeo, brillando con luz
propia en el oficio sangriento y cruel de los criminales.
El cura párroco, por insinuación de mi papa lo aconsejo para enviarlo a estudiar al seminario de
Manizales, a ver si por ese camino el joven sentaba cabeza. Y en una decisión unánime entre
mama y papa lo enviaron a estudiar al seminario.
Pero esta decisión duro muy poco. Creo que duro un año porque de repente se apareció en la
casa alegando que ese no era su destino y que él se comprometía a manejarse bien, con tal de
que no lo volvieran a mandar a estudiar lejos de la casa.
Pero hay un dicho que reza lo siguiente, vaca ladrona no olvida el portillo. No quiero decir con
esto que entro a engrosar la chusma como se lo propusieron sus amigos. Al contrario, siempre
fue muy reacio a la violencia. Lo del era las cartas y los dados, por eso un día le sustrajo a mi
papa un dinero para írselo a jugar a la casa de juego.
El viejo no tuvo más remedio que hablar con el alcalde y darle un escarmiento, metiéndolo a la
cárcel por un día, cosa que no fue bien acogida por mi mama, y desde ese entonces también
empezó la violencia familiar en mi casa. Recuerdo muy bien que después de este suceso era
precisamente a mi a quien le tocaba llevarle los alimentos a la tienda, porque mi papa dejo de ir
a la casa, inclusive hasta en las noches dormía en la tienda, que quedaba en el primer piso.
Un buen día le da a mi hermano por recorrer mundo con uno de sus amigotes. No se como se
las ingeniaron para conseguirse el pasaje para venirse para la ciudad de Medellín. Según
cuenta mi hermana mayor fue que le pidió prestado un dinero al amigo Gerardo Alarcón, dueño
del café Bola de Nieve.
Como él era pretendiente de mi hermana y además su amigo, como le iba a negar ese servicio
a su supuesto cuñado. Lo cierto fue que en compañía de su amigo Benito se vino para
Medellín.
Luego después de unos meses como todo se sabe en este mundo, el comentario que llego a
nuestro pueblo fue que un amigo de mi papa que vivía en Medellín y ellos fueron policías él
estuvo en una ocasión en el Cairo. Lo había visto en el sector de Guayaquil vendiendo
periódicos y paletas (helados).
En un gesto de caridad con mi hermano, se lo llevo para su casa, estaba enfermo y con
hambre y tenía una erupción en la piel, él le dio el pasaje de regreso para nuestro pueblo. Al
llegar en ese estado tan lamentable lo llevaron donde el medico del pueblo un tinterillo llamado
José Arango que sabía más de caballos que de medicina porque tenía las mejores vestías del
pueblo. Recuerdo a rey y príncipe, dos hermosos sementales que tuve el placer de montarlos
ya que yo era amigo de Roberto su hijo.
Para no salirme del tema la famosa erupción de mi hermano no era nada más ni nada menos
que el famoso (carranchil). Plaga muy conocida en esa época que daba una rasquiña tenaz en
todo el cuerpo. De una cosa si estoy seguro la plaga que nos llevó afecto a todo el pueblo
empezando por mi familia, no se escaparon ni los viejos.
Pasada esa etapa y curado todo el pueblo de semejante plaga lo cierto fue que como mi
hermano mayor tenía alguna preparación académica ya que estuvo en el seminario un año. El
alcalde en atención a mi papa, ya que eran muy buenos amigos y a la vez, ellos eran de
Ebejico Antioquia lo nombro de secretario de la alcaldía en compañía con Alberto Ocampo uno
de los jóvenes más pudientes y además también pretendiente de mi hermana.
Cuando mi hermano estaba de secretario de la alcaldía nuestro querido pueblo era un
hervidero de asesinos que actuaban en forma lícita bajo el patrocinio del cura párroco, el
alcalde, y la honorable junta de ciudadanos.
Hay algo importante para comentar. En este lapso de tiempo como el padre García estaba tan
viejito; a él lo retiraron de mi pueblo, y luego enviaron del Tolima a un nuevo cura.

(ANTONIO RAMIREZ CENDOYA) …………………………

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Era joven bien plantado y con unos calzones muy bien puestos. A este curita no le temblaba la
sotana para desafiar en pleno púlpito a la chusma, que se había apoderado del pueblo como lo
veremos mas adelante.
La llegada del nuevo cura fue un espectáculo digno de contarse.
La mayoría de ciudadanos se desplazaron a caballo hasta el corregimiento del Clavel, que era
el sitio hasta donde llegaba la carretera. A nosotros los niños nos llevaron para recibir al señor
cura. Con cánticos banda de música y pólvora fue recibido el nuevo representante de la iglesia
católica por toda la comunidad.
Esa noche se celebro una misa en acción de gracias a la virgen del Carmen patrona nuestra,
con retreta, música y quema de castillo. (Quema de castillo). Una vara de guadua adornada
con pólvora de luces y en la parte superior la imagen de la virgen del Carmen.
El padre Ramírez hizo su arribo a nuestro pueblo con su familia. (Lourdes) su hermana era una
solterona robusta con cara de muy pocos amigos. Esta dama mostraba en su rostro mal genio,
y se le marcaban varias arrugas que le daban un todo austero y de muy malas mañas. Ella
fundo el primer colegio de señoritas al cual ingresaron las damitas más pudientes de nuestra
sociedad, entre ellas mi hermana y sus inseparables amigas. El hermano del nuevo cura Carlos
también entrado en añitos, este caballero era todo lo contrario a su gordinflona hermana. Muy
bajito y flaquito, pero muy simpático el hombre. Encontró de inmediato trabajo en la escuela
pública como profesor. A el lo apodaron el capitán maravilla, por que nos contaba que había
sido capitán del ejército nacional y para el esto había sido una maravilla. Fue el profesor mío en
los cuatro meses que abrieron la escuela porque después de esa violencia la tuvieron que
serrar.
Hagamos un alto en la continuación de esta historia, y démosle un vistazo a como se vivía
antes de empezar la violencia en mi pueblo. Empecemos por las fiestas parroquiales. El día de
la virgen del Carmen patrona nuestra, era una verdadera fiesta. Nueve días de novena, los
cuales eran con sermón todas las noches y después de la salida de la iglesia había retreta con
banda de música y quema de pólvora.
Todos los jóvenes se reunían para dar vueltas al parque y disfrutar de las fiestas. Y nosotros
los niños nos hacíamos al pie de la banda de música para oírlos tocar y burlarnos de ellos por
las babas que les chorriaban por el cuello, cuando trataban de sacarle las notas a los viejos y
destartalados instrumentos musicales. Cuatro grandes reflectores con luz eléctrica eran los
encargados de darle vida a la oscuridad de la noche. Esta era suministrada por la iglesia ya
que la casa de Dios era la única que tenía motora de energía.
Las quinceañeras, aprovechaban la oportunidad para conseguir novio. Salían engalanadas con
sus faldas de colores y sus largas y ondulantes cabelleras que les daban ese matiz de
elegancia belleza y frescura. Todos los jóvenes sin excepción pobres y ricos sacaban de su
ropero lo mejo de su vestimenta para impresionar a sus amigas y novias. Cada día de la
semana le tocaba a una vereda diferente. La virgen del Carmen la sacaban a la salida del
pueblo engalanada con y el manto lo llenaban con billetes de cinco diez veinte y cincuenta
pesos. La corona y el manto azul, los campesinos la adornaban con flores.
Contrataban a los músicos y al son de la alegría de los fieles y la pólvora, entraban al pueblo
cantando y aclamando a la virgen santísima como toda una reina. Así era toda la semana.
Claro está que había veredas unas más ricas que las otras y el homenaje era mas grande
hasta altas horas de la noche y el ultimo día les tocaba a los comerciantes del pueblo eso sí
que es digno de contarse. A las cinco de la mañana se levantaba todo el pueblo con ruana por
que el frío a esa hora era infernal y hasta se sentía el crujir de los huesos por la intensidad del
frío. Se dirigían a la iglesia y de allí salían recorriendo todo el pueblo con sus linternas
encendidas rezando el santo rosario. Por supuesto que también lo adornaban con música y
pólvora. Hasta el curita del pueblo usaba ruana y no faltaba algún devoto que a esa hora le
brindara al padre García un delicioso traguito de aguardiente con el pretexto de calentar el
estómago para derrotar el frío. A las nueve de la mañana era como de costumbre la misa
mayor. Para ese entonces las damas más prestantes de mi pueblo tenían adornada a la virgen
del Carmen. El manto era azul y blanco no le cabía una flor mas, no se escapaba ni la corona.
Las señoras ponían todo su empeño en sobresalir en belleza imaginación y opulencia. Hasta el
sepulturero don Dimas un viejito que vivía en el cementerio cuidando las tumbas, era el
encargado de darles sepultura y paz a los caídos en desgracia, es decir los que ya no podían
disfrutar de este perro mundo de mierda.
El anciano colaboraba haciendo la tarima, para que la madre de Dios estuviera más cómoda.
Téngase mi amigo con la duración de la santa misa. Empezaba a las nueve en punto de la
mañana y a la once todavía no se había acabado siquiera el sermón.

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Nosotros los niños, teníamos que aguantar las ganas de orinar, porque imagínense ustedes.
Un pueblo de clima frío es mucho lo que se le mueve a uno la vejiga. Pero al fin y al cabo era
un día muy especial. Yo manejaba el tambor mayor y eso para mi era más que suficiente para
tener a flote mi vejiga. En el momento de la elevación, es difícil de expresarlo. Parecía que los
cielos se nos venían encima de nuestras cabezas. La trona menta que se originaba en la plaza
principal, era de padre y señor mío.
Sin ser exagerado más de mil tacos de dinamita le daban la vuelta a la plaza principal
estallando. Nosotros dentro de la iglesia haciendo un ruido infernal, tocando los tambores a
todo taco, y mi amigo Fernando resoplando la trompeta, con la cara roja por el esfuerzo que
hacia pretendiendo sacarle una melodía que estuviera acorde con semejante ruido.
Hasta que por fin el curita daba por terminada la homilía. Otra fiesta que se tenía muy encuenta
era la celebración de la semana santa. En esta no había juegos de pólvora, y los sones de los
músicos eran muy distintos. Cantos de la comunidad muy lugrubes y lastimeros. Pues se
trataba de hacerle un merecido homenaje al señor caído en desgracia.
Todo empezaba con el miércoles de ceniza entraba toda la comunidad en oración de la
escuela nos llevaban a recibir la santa ceniza. Oíamos misa como de costumbre y después de
recibir la cruz en nuestra frente y oírle decir al cura polvo eres y en polvo te has de convertir,
salíamos a la calle a burlarnos los unos de los otros porque a este o aquel le quedo la cruz mas
torcida y mas mal hecha.
Luego venia el tan esperado domingo de ramos, todos con su respectivo ramito para ir al
encuentro de Jesús. La imagen era preciosa una escultura Quiteña. La colocaban en la
plazoleta del crucero. La procesión pasaba por mi casa y la de los otros amigos terminados la
procesión, la misa se celebraba en la plaza principal. Era la única vez que no la celebraban
dentro de la iglesia porque no era permitido que Jesús entrara al templo pues estaba en su
pasión.
Miércoles santo, procesión de prendimiento, a las siete de la noche, solo para varones. Todos
con mechones de petróleo encendidas algo muy particular aguardiente para todos los hombres.
Mi papa, aunque no era bebedor, casi siempre en esta fecha llegaba a la casa casi borracho, lo
mismo que el alcalde, el señor cura y demás feligreses.
Hoy pienso al escribir esta historia. ¿Por qué tendrían esa costumbre tan rara? ¿Si era por el
frío tan infernal que hacía, o era para lavaren las manos como Poncio Pilatos, por el acto tal vil
que estaban cometiendo con el Nazareno? Esta procesión era en la plazoleta de calle larga al
otro costado del pueblo camino para ir al cementerio. Tenía una duración de cuatro horas. El
jueves santo era el lavatorio de los pies, los apóstoles eran los hijos de los ricos. Tendían una
gran mesa con comida y frutas. Al terminar la ceremonia nos repartían todo ese manjar a los
niños. Viernes santo: no hare ningún comentario porque es muy similar al día de hoy, tema que
todos conocemos de sobra.
Otro día muy celebrado era el día de san Isidro labrador, era muy espectacular recuerdo muy
bien que se trataba de recoger fondos para el sostenimiento de la iglesia, ya que todo el pueblo
en general y sus respectivas veredas en su totalidad, llenaban la plaza principal con sus
ofrendas a su patrono.
Los carpinteros hacían una tarima gigantesca frente al atrio de la iglesia para recibir las
donaciones de todo el pueblo, incluyendo sus veredas. “Vacas, terneros, caballos, mulas,
gallinas, cerdos, bultos de yuca racimos de plátano y demás ofrendas que todo el pueblo le
ofrecía a su patrono. No se escapaban ni los perros para donarlos a su venerado santo”.
Después de la misa de nueve se concentraban en la plaza todos los hombres mujeres y
también los campesinos, para el remate final de todas las ofrendas. Eso sí que era un completo
bazar de ofertas.
Las comidas preparadas por las damas más distinguidas del pueblo incluyendo a María
Eudoxia mi mama, las cuales se mezclaban con todos los allí reunidos sin distinción de clases
sociales.
Ellas ofrecían a los allí presentes, buñuelos, empanadas, hojuelas, manjar blanco, tamales,
morcilla y toda clase de comidas y bebidas. Todos estos manjares se vendían como pan
caliente.
Todo esto para nuestra amada iglesia católica.
Otra gran fiesta que era muy popular y esperada en esa época era el día de las (MADRES). No
se puede pasar de largo sin comentar en esta historia, sobre este maravilloso día, que ha sido
el más especial en todos los hogares del mundo entero. Hacerle un homenaje muy especial, al
ser más importante, el más amado y venerado del núcleo familiar “LA MADRE” Empecemos
pues como era.

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“El día anterior es decir la víspera, nos reunían a todos los niños en la escuela a las siete de la
noche y de allí salíamos en fila india las dos escuelas, la de niños y niñas. Todos llevábamos
faroles encendidos y recorríamos todo el pueblo cantando. De todas las casas salían a
felicitarnos”.
Al día siguiente nos reuníamos todo el pueblo, y de allí salíamos para el cementerio a oír misa
para hacerle homenaje a las madres muertas. Los niños que no tenían mama llevaban en su
camisa claveles blancos y los demás que gozaban de tenerlas vivas, claveles rojos.
Al medio día se reunía todo el pueblo en la plaza principal, para homenajear a todas las
madres. Tanto ricas como pobres, disfrutaban por igual de dicho evento. Sobraba la comida
para todo el mundo, la fiesta era con pólvora y banda de música toda la tarde. Luego nos
reunían a todos los niños para darle el respectivo regalo a nuestra mama. Recordar esta fecha
tan maravillosa, de verdad que lo pone a uno a llorar. Hoy en día vivimos en un mundo
diferente donde los hijos reciben este homenaje como un día más, y muchos de ellos ni se dan
por enterados. Lástima siento al ver como las costumbres en la familia, se han cambiado y la
gente ha perdido este tipo de costumbres que de verdad eran maravillosos.
“Cuando escribo estas líneas y se me vienen estos recuerdos tan inolvidables, no dejo de
pensar en la Colombia de los años cuarenta Cincuenta y sesenta.
Aunque la violencia empezó en el mandato de Mariano Ospina Pérez, con la muerte de Gaitan,
en las familias no había ese irrespeto tan grande como lo hay hoy. No se violaban los derechos
humanos de una forma tan descarada como lo hacen diariamente con la bendición del estado y
la iglesia católica responsables directos de nuestro bienestar tranquilidad y progreso”.
Ahora con esto no quiero decir que nuestro país el del sagrado corazón de Jesús; no haya sido
azotado desde su conquista, cuando llegaron los españoles a
maltratar, esclavizar, y violar a las indias y como si fuera poco no faltaron los putos curas
imponiendo a la fuerza una religión que iba hacer el azote de toda la población indígena. Los
saqueos y robos de esa época enriquecieron a los españoles cuando empezaron a robarse el
oro para enviarlo a España.
En ninguna época se ha visto un poco de paz y tranquilidad en nuestra nación. De todos los
colombianos, es sabido que aquí siempre ha reinado la corrupción, la maldad y la intranquilidad
en todos sus habitantes. Comentarlo todo seria muy largo y tedioso de contar, además esta
historia se haría interminable.

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VACACIONES Y EPOCA DE NAVIDAD
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***************LLEGO EL MES DE DICIEMBRE**************
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Ahora sí que me siento a gusto al escribir estas líneas en esta época del año llego navidad. A
pesar de que nosotros no éramos bendecidos por el niño Dios, en el asunto aquel de habernos
portado bien durante todo el año, para que el pequeño niño nos tuviera en cuenta a la hora de
la repartición de los juguetes.
Ya que los muchachos que vivíamos en el sector del crucero, solo pensábamos en el juego. No
éramos modelo ni de humildad y obediencia. Detrás de mí estaban todos mis compañeros.
Éramos rebeldes, indisciplinados, y con las notas más bajas en la escuela.
Recuerdo muy bien mi último año tercero, esto si fue un desastre, para ser mas exactos, ya le
veo la cara al señor Quiroz, y al hermano Carlos mi profesor, dándome coscorrones en la
cabeza.
A don Antonio Arroyave cascándoles a sus nietos Fernando y Héctor por indisciplinados y mal
estudiantes. Y a mis queridos padres amenazándomen con que por el mal comportamiento el
niño Dios no me traería regalo este año. Pero eso a nosotros no nos importaba nada.
Estábamos libres no más escuela, no más reglasos en las palmas de las manos, no más
coscorrones en nuestras cabezas y lo mejor de todo, no más confesiones con el padre García.
Todos los viernes nos íbamos por las tardes al matadero, para ver amarrar los novillos para el
sacrificio. Ese era otro de nuestros pasatiempos favoritos. Luego de tanto ajetreo al otro día el
sábado me mandaba mi papa con mi hermano mayor a darle una vuelta a la finca, Vallecitos.
El mayordomo de nuestra finca era mi tío Gabriel, hermano de mi mama. Teníamos perros,
gallinas, cerdos, dos caballos y tres mulas. También había como seis vacas. Recuerdo
principalmente a dos de ellas que se llamaban la sarda y la cana, eran las más mansitas y se
dejaban ordeñar de mí. Como lo dije al principio era pequeña en comparación con las otras

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fincas, pero tenía de todo. Potreros, caña, café, plátanos y una cantidad de árboles frutales.
Mangos, guayabos, naranjos, mandarinos, aguacates y papayos.
Como por la finca pasaba el río Vallecitos, mi tío y los trabajadores hicieron un charco grande
que era donde nosotros nos bañábamos cada ocho días, porque el agua del pueblo era tan fría
que parecía puro granizo. Recuerdo que nos metíamos por la mañana al río y salíamos por la
tarde más arrugados que una pasa.
Que tiempos tan maravillosos y tranquilos los que vivíamos en ese entonces. Cada mes hacían
molienda sacaban hasta treinta cargas de panela. Aun lado de los fondos donde se cocinaba el
guarapo había un trapiche para moler la caña. La pasábamos requetebién viendo revolver el
guarapo hasta convertirlo en panela. A las cuatro de la tarde se terminaba la molienda, luego
nos dirigíamos todos al río a bañarnos todo ese sudor y melaza, que se había pegado a
nuestro cuerpo, debido al calor y el vapor que salía de los fondos. Y más o menos a las seis de
la tarde se servia la comida en la casa.
Como era comida antioqueña, no faltaban al almuerzo sancocho de gallina y otros días con
pesuña de marrano. A la comida los frijoles con arroz chicharrón arepa y, tajadas de plátano.
La sobremesa era una tasa de mazamorra con un pedazo de blanqueado. Después de las siete
de la noche con las lámparas de caperuza encendidas. Todos los trabajadores se reunían en el
corredor de la casa, que era inmensa rodeada de chambranas y mucho jardín. A su alrededor
colgaban, materas con claveles amarillos, rojos y blancos que le daban un aire de belleza y
frescura. Gabriel mi tío empezaba a contarnos cuantos de terror.
“La pata sola, la madre monte, y el hombre sin cabeza”, Estos tres, eran los que mas nos
daban miedo. También nos contaba sobre algunos espantos que le habían salido cuando lo
cojia la tarde para acostarse. Cuando nos íbamos acostar nosotros los niños, muchas veces
dormíamos con las personas mayores y nos metíamos debajo de las cobijas muertos de miedo.
Los viernes y sábado los trabajadores no contaban cuentos de terror, era el día de descanso.
Tenían guarapo fermentado, (chicha) y empezaban a tomarlo después de comer. Gabriel mi tío
junto con Joaquín y José, sacaban sus guitarras y sus tiples. Ellos tenían un Trío y empezaban
a entonar varias melodías, de esas de los trovadores del Cuyo, música vieja.
Hasta nosotros los niños nos entraban ganas de entrarle al guarapo. Estos cantos lastimeros
en el silencio de la noche, y con el aullido de los perros, dejaban un sabor lugrube y amargo en
el ambiente. Fuera de eso, como estábamos aterrorizados y con la oscuridad que había, nos
provocaba salir corriendo para refugiarnos debajo de las cobijas. Pasadas las nueve de la
noche todo el mundo a dormir.
El día domingo los trabajadores subían al pueblo hacer sus mercados. Eso sí sin faltar a la
santa misa, y después de tomarse sus cervecitas a la hora de la tarde regresaban a la finca.
Siguiendo adelante y Para no salirnos del tema, volvamos a la mejor época del año navidad.
Estamos a 16 de diciembre, y todos los niños pobres y ricos nos reunimos en la iglesia para
empezar la novena del niño Dios. Tenemos a la vista un hermoso pesebre muy grande. Este
ocupa todo el costado izquierdo de la iglesia. Las señoras junto con Rodrigo el ebanista, ponen
todo su conocimiento y maestría para decorarlo con, “musgo, ovejas, gansos, bueyes, casitas y
los reyes magos”. Tanto la novena como los cánticos alusivos al nacimiento del niño Dios, van
acompañados de la banda de músicos que pertenece a la parroquia. La fiesta es muy similar a
la de la virgen del Carmen. Solo que aquí las plegarias son de todos los niños que, como yo,
nos portamos mal durante todo el año y vienen las promesas de arrepentimiento y buen
comportamiento por parte nuestra, a ver si el buen niño se acuerda de nosotros para que nos
traiga el tan anhelado regalo.
“Pero la verdad sea dicha. Aunque nosotros no nos hacíamos muchas ilusiones con los
regalos, esos días de Navidad eran muy deliciosos. Rumbaba en todas las casas ricas y
pobres, natilla, buñuelos, hojuelas, empanadas, dulce de brevas y ariquipe. La verdad era que
no había una casa donde no hubiera abundancia de comida”.
Nosotros éramos todo el día con los platos llenos de buñuelos y natilla para todos los vecinos,
y por supuesto ellos hacían lo mismo. “Voladores, papeletas, chorrillos, buscaniguas y en
especial los globos que no podían faltar, era el principal adorno de las fiestas decembrinas”.
Hasta mi tío Gabriel que era un poco solapado y socarrón para este tipo de cosas, salía al
pueblo en esos días para darse su buen baño de alegría y participar de tan esperado evento.
Hasta que por fin llegaba el tan esperado 24 de diciembre. Antes de acostarnos nos hacían
rezar el santo rosario y este era el último intento por parte de nosotros para sobornar y
chantajear al divino niño, con promesas de buen comportamiento durante el año venidero. Nos
acostábamos muy temprano casi a las siete de la noche… todos a la cama decía mi papa por
que el niño Dios, viene en camino con los regalos. Al otro día nos levantábamos a toda prisa y

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debajo de mi almohada encontraba un paquetico envuelto en papel globo. Desempacábamos y
en el había una pelotita de caucho de números, una bomba, una cornetica, unos confites y una
colombina para entretener las lombrices que en ese tiempo las teníamos por toneladas.
Para mis hermanitas, ni para que hago mención de las porquerías con que las engañaban.
Muñequitas de trapo y también confites. El 25 de diciembre en las horas de la mañana y sin
haber probado nada de comida debido a la tensión que teníamos, nos reuníamos todos los
amigos en el patio de la casa mía, para mostrarnos los maravillosos regalos que nos había
traído el niño Dios.
Y parece que este pequeño cabroncito nos tenía una bronca la verraca. Especialmente a todos
los niños que vivíamos en el sector del crucero, lo mismo que los que vivían por los lados de
calle larga.
Igual para todos nosotros, la misma porquería.
Entonces todos nosotros cargados con esa maravilla de regalos y llenos de amor, alegría y
ternura por la esplendidez del niño en habernos traído tan hermosos y valiosos regalos; nos
dirigimos a la plaza principal haber que les había traído el niño a los hijos de los ricos.
A los hijos de don Benito Álzate, Ricardo Leonel y Darío. A Roberto Arango el hijo de don José
Arango el médico. A Rubiel y Luís García los hijos de don Esnoraldo García, dueño de la casa
de juego, donde iba mi hermano a jugarse la platica que le robaba a mi papa de la tienda.
Y a todos ellos, los encontramos los unos montando en bicicleta. Los otros con patines, los
otros con carros y demás juguetes buenos. Y nosotros escondiendo Con las manos en la parte
de atrás, para que no nos vieran las porquerías que el tan anhelado niño Dios nos había traído
como regalo. ¿Se pueden imaginar ustedes la decepción tan grande de nosotros, sabiendo de
antemano, que esos muchachos sí que eran unos verdaderos malévolos?
¿Unos malparidos maricas, mucho más malos que nosotros, porque las cochinadas que hacían
en la escuela, así como en la calle, eran mucho peor que las nuestras? Pero como eran los
hijos de los ricos y vivían en la plaza principal, a esos malparidos hijos de puta, si la tenía en
cuenta el niño Dios, para colmarlos de buenos regalos.
Pero lo bueno de todo esto es, que al enterarsen de lo que nos habían traído a nosotros, la
burla de todos ellos era total. Nos daba vergüenza mostrarles lo que el divino niño nos había
traído como regalo. Todos ellos se burlaban de nosotros y nos gozaban de lo lindo.
Ese veinticinco de diciembre ninguno de nosotros no quisimos asistir a la santa misa en señal
de protesta, contra ese cabroncito del divino niño, por haber sido tan miserable y tacaño con
todos nosotros.
Tanta fue la piedra que nos sacaron los riquitos, que esa vez Fernando le tiro a Luís a la cara el
paquetico con el regalo que tenía escondido en la parte de atrás. Fernando Arroyave que era el
mas grandecito y el más avispado de nosotros, fue el que se dio cuenta que no era el niño Dios
el que traía los regalos, sino los papas. Eso se lo dijo Roberto Arango, porque él estuvo
despierto hasta la media noche y vio cuando el papa y la mama le pusieron una bicicleta al
borde de la cama.
Lo que es la inocencia. Como yo era tan bocón, le pregunte a mi mama que si eso era cierto.
Que el niño Dios eran los papas y eso me acarreo tremenda paliza. Lo cierto fue que ese día
fui a parar al confesionario del padre García, por haber cometido semejante blasfemia. Otra de
las cosas que aprendí de niño, fue a no comerle cuento al cura en el asunto aquel de la
confesión. Nos tenían hartos y mamados cuando íbamos a confesarnos. Siempre el mismo
cuentico. Que, por el mal comportamiento, las llamas del infierno nos estaban esperando.
Porque según el cura, éramos pecadores por convicción y costumbre. Para ese puto cura todo
era pecado.
Estábamos condenados de por vida. Lo bueno del asunto fue, que un día me mandaron a
confesar y era tanto el miedo que tenia que no quise hacerlo. Al día siguiente mi papa me llevo
a rastras a comulgar y era tanto el miedo que lo hice sin haberme confesado.
Les comenté a mis amigos lo que hice, ellos no me creyeron y después les demostré que se
podía comulgar sin confesarse.
Ese día estuvimos de fiesta y la verdad sea dicha. Nunca en mi vida volví al confesionario por
que del dicho al hecho hay mucho trecho.
Me libre de los coscorrones y la jalada de orejas por causa de las malditas confesiones que no
son más que mentiras, inventadas por esos putos curas, en su mayoría maricas, y violadores
de niños en todo el mundo. Como todo se sabe y entre cielo y tierra no hay secretos, en todo el
mundo las religiones son mentirosas, pecaminosas y organizaciones mundanas, que lo único
que buscan es llenarse de dinero a costa de los rezanderos, ordeñadores de camándulas,
ingenuos y pendejos, que habitan en este mundo de mierda por toneladas.

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Siguiendo adelante y volviendo a cogerle el hilo a esta parte de la historia. Como ya estábamos
disfrutando de las vacaciones, un viernes en las horas de la mañana, nos madrugamos para la
finca vallecitos mis amigos y yo. Era principio de año y teníamos que disfrutar de los últimos
días que nos quedaban de vacaciones. Del pueblo a la finca quedaba aproximadamente media
hora. Eso sí bajando por el rodadero. Había un caminito muy angosto, pero se bajaba en línea
recta. En cambio, cuando uno cogía el camino por el lado del matadero, se demoraba una hora
en llegar.
Habíamos acabado de salir del baño, cuando vimos que venia una cantidad de ganado con
rumbo al pueblo. Era las doce del día. Cuando estaban cerca vimos a dos policías y dos
señores montados a caballo y al pasar por nuestro lado el señor de más edad nos saludo. ¡Que
hay muchachos!
¿Háganme el favor y nos dicen si el pueblo del Cairo queda muy lejos?
Fernando les dijo… no señor mire, queda allá en ese alto. Luego les pregunto.
¿Ese ganado que traen ustedes lo llevan para el matadero?
Era un día viernes, y el señor nos contesto que no.
Ha propósito muchacho. ¿Dónde queda el matadero?
Nosotros le dijimos… por este mismo camino: si usted quiere nosotros vamos para allá y le
podemos indicar adonde queda. El señor nos lo agradeció y emprendimos la marcha hacia el
pueblo
Mis amigos y yo notamos en los policías que venían armados hasta los dientes. Ninguno de
nosotros habíamos visto esa cantidad de cinturones en el pecho llenos de balas de fusil. Traían
escopetas, revólveres y gran cantidad de munición.
Ya estábamos pasando por el matadero, cuando el muchacho más joven dijo. Papa ahí está el
matadero. El señor mando parar el ganado. Esperen aquí un momento muchachos yo entro
hacer una diligencia no me demoro. Pasado un buen rato salieron los dos policías y el señor, el
joven se había quedado cuidando el ganado con nosotros
Cuando por fin llegamos al pueblo, nos dirigimos a la plaza principal con el ganado. Los dos
señores y los policías se dirigieron a la alcaldía. Benjamín Colorado un policía los atendió y el
mismo se encargo de llamar al señor alcalde.
En la conversación que tuvieron, el señor Roberto Isaza y Fabio su hijo, se identificaron como
ganaderos del municipio de Versalles.
Señor alcalde… dimos una vuelta por el matadero y el ganado que hay para sacrificar es de mi
propiedad, lleva mi marca.
Otro policía Pacho Olguín (la cara cortada) como lo apodaban, que entre otras cosas era un
auxiliar de la chusma, inmediatamente se dirigió al café Bola de Nieve donde se encontraban a
esa hora la mayoría de los chusmeros.
Era un viernes 2 de la tarde. Fueron más de 20 los bandidos que se arremolinaron al pie de los
recién llegados. El policía Pacho Olguín tomo la vocería en la discusión. Era el que mas gritaba
y alegaba que el ganado que había en el matadero para sacrificar era traído de la ciudad de
Cartago. Lo cierto fue que cuando el alcalde iba a montarse en un caballo para verificar lo
dicho por el señor Isaza, con el policía Benjamín Colorado, un chusmero que lo llamaban el
invisible mato de un balazo al policía.
La balacera que se armó en la plaza principal fue algo muy espectacular. Los dos policías
forasteros mataron a tres chusmeros entre ellos al mocho Vargas. A Pacho Olguín también lo
tumbaron de dos balazos. El ganado entro en estampida.
Cogieron por la calle de las madres rumbo al crucero por donde habíamos entrado. Los
señores Isaza padre he hijo, trataron de fugarse por el sector del rodadero, lo mismo que los
policías. Pero en el camino quedaron los dos policías muertos. Allí los remataron a bala los
enfurecidos chusmeros.
Luego siguió la persecución de los Isaza, hasta que por fin los alcanzaron bajando a pie por el
rodadero ya que las bestias se resistieron a bajar por esa pendiente. Los enardecidos
criminales no tuvieron piedad de ellos. El mas joven se les arrodillo pidiendo misericordia, para
que no los mataran a el y al papa. Pero los criminales y violentos delincuentes no tuvieron
piedad de ellos. A los dos los mataron a sangre fría y después les cortaron las cabezas.
EL VALOR DE UN HOMBRE.
Mi papa no solamente era un comerciante solvente en esa época, sino que tenía unos
pantalones bien puestos. A el ya le había tocado bregar con la delincuencia. Antes de irse a
levantar fortuna con unos amigos de Medellín. Él era policía, en el municipio de Caldas. Allí
conoció a María Eudoxia Moreno y en cosa de tres meses de noviazgo contrajo matrimonio con
ella. Pasados unos meses, en un recorte que hizo la policía, al primero que botaron del puesto

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fue a mi papa. Sin trabajo no tuvo más remedio que irse a levantar fortuna con otro policía
Pablo Emilio García al Cairo Valle. Un pueblito que apenas lo estaban fundando en una
cordillera que lindaba con el dpto. Del Choco.
Se puede decir que, aunque el municipio del Cairo pertenecía al Valle, todos los habitantes y
colonos eran Antioqueños. Tanto mi papa como los demás miembros de la junta no estuvieron
de acuerdo con la actitud que tomaron los chusmeros, al asesinar tan brutalmente a los
señores Isaza, como también a los dos policías.
Desde ese instante el temor se apodero del pueblo. La zozobra padecida y la angustia por un
posible ataque de la chusma, se hizo más intensa.
Todas las noches mi padrino don Pablo Emilio dejaba la puerta de la calle ajustada para que,
en un posible ataque, mi familia se pudiera fugar por ese lugar. Mi mama mantenía la ropita
empacada en talegos de harina de trigo. Era lo único que nos podíamos llevar. La casa de mi
padrino quedaba al frente de la nuestra y era por ese sitio donde podíamos huir y dirigirnos
hacia la finca la rocallosa de propiedad de mi padrino la cual lindaba con la nuestra. Las
conversaciones que tenían tanto mi papa como mis dos hermanos mayores eran. En caso de
un posible ataque de la chusma, solamente nos llevamos la ropa y esa recua de hijos que ya
sobrepasaban los once. Pues entre mi hermano mayor y yo hay una diferencia de nueve años,
los cuales hubo otros cinco y todos ellos colgaron los tenis antes, de que sucedieran estos
hechos tan lamentables.
Lo que son las ironías de la vida. Don Pablo Emilio García fue el que mayor fortuna consiguió.
Él tenía tres fincas las mayores productoras de café y caña. Sin embargo, la naturaleza no fue
benevolente con él y doña Isabel, esta señora era estéril.
Doña Isabel, era muy amiga de mi mama y cada Año era una angustia para ella el saber que
mi mama le llegaban los hijos como mana caído del cielo. Creo que alguna vez hasta le dijo
que se desprendiera de uno de ellos y en especial de Herley, que como yo era el ahijado de
ella, era el más indicado para hacer la adopción, pero las cosas no pasaron a mayores.
Lo cierto fue que con el tiempo mis padrinos adoptaron un niño y para colmo de males les salió
bobito. A mi madrina le tocaba recibir ese manantial de hijos que año tras año le llegaban a mi
madre como mana caído del cielo.
Doña Isabel se había convertido en la partera de mi mama. Por eso mi papa y varios miembros
de la junta se la jugaron toda después del crimen de los señores Isaza. El día sábado mí papa
con varias personas incluido el señor alcalde y el párroco Ramírez Cendoya se dirigieron al
rodadero para hacer personalmente el levantamiento de los cadáveres. Tremendo revuelo se
levantó ese día, en la plaza principal. Pullas, insultos, amenazas, contra el alcalde.
El padre Ramírez, mi papa, don Pablo Emilio y don Nicanor fueron amenazados de muerte.
Eran aproximadamente las diez de la mañana cuando el señor alcalde mando llamar a mi
hermano para el proceso del levantamiento de los cadáveres. Como este era el secretario de la
alcaldía, mi hermano se encontraba escondido en la casa muerto de miedo. Unos minutos
después se oyeron unos disparos. Estos iban dirigidos contra el señor alcalde y mi hermano.
Dicen los que vieron que el chusmero que hizo los disparos estaba borracho y en vez de darle
a mi hermano, mato a un señor que pasaba por ese mismo lugar. El nombre del señor era
(Nereo Castro).
Tres enfurecidos delincuentes pudieron llegar hasta el rodadero y trataron con amenazas de
impedir el levantamiento de los cadáveres.
¿Pero quién dijo que unos señores hasta el copete de tanta violencia no tenían los suficientes
pantalones para enfrentar a tres miserables asesinos, que trataban de destruir las buenas
costumbres de un pueblo que, ante todo, era religioso y cumplidor de la ley?
Como ya lo dije antes…este curita si tenía los pantalones bien puestos. Entre el padre
Ramírez, don Pablo Emilio, don Nicanor y mi papa, agarraron a los chusmeros y los echaron a
rodar pendiente abajo y no se supo nada de ellos. Como eran forasteros jamás volvieron a
pisar nuestro pueblo.
Al recoger los cadáveres de los señores Isaza mi papa con don Nicanor Arroyave papa de
Fernando mi amigo, costearon los ataúdes y los de los dos policías se hizo cargo el alcalde. El
día sábado termino sin sobresaltos. Los corrillos los campesinos y de la gente del pueblo, así
como los noveleros, se dedicaron todo ese día a visitar los cadáveres del día anterior.
Era día sábado, el principal café el Bola de Nieve lo mando cerrar el alcalde. Los ánimos de
todos los habitantes de nuestra región estaban caldeados y muy violentos. Los chusmeros al
ver el pueblo enfurecido, se refugiaron en la zona de tolerancia.
A Iban el apodado el invisible lo mato la moza ese mismo sábado. Le pego tres puñaladas en el
estomago por un ataque de celos. El señor alcalde y mi hermano no quisieron ir al

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levantamiento del cadáver. El señor cura no quiso enterrarlo en el cementerio parroquial. Ya
había empezado la guerra de los ciudadanos del pueblo, contra la chusma.
Al Domingo siguiente en la tradicional misa de nueve, el señor cura se destapo en el púlpito.
Levanto a todos los ciudadanos contra los violentos. Desapareció el apoyo total que los
ciudadanos les habían brindado al principio. Prácticamente no tenían cabida en el pueblo.
A los antisociales chusmeros, los relegaron hacia la zona de tolerancia. Pocas veces se les
veía por el pueblo. Para financiarse recurrían al campo a cometer toda clase de fechorías, aun
contra la misma gente que los había apoyado al principio.
Un día lunes muy entrada la mañana, vinieron unos campesinos a decirle al alcalde que, por
los lados del cementerio, habían amanecido dos hombres muertos y se encontraban tirados en
la mitad del camino. Mi hermano ese día estaba en la casa y el alcalde le mando a decir que lo
esperaba en el cementerio para hacer el respectivo Levantamiento de los dos cadáveres. No
había pasado una hora, cuando otro emisario llego a la tienda de mi papa todo tembloroso y
sudando. Don Marcos, los chusmeros acaban de matar al señor alcalde por los lados del
cementerio.
Ese cuento de los dos cadáveres era mentira. Los chusmeros Román Preciado y Toñito Duque,
estaban esperándolo escondidos en un rastrojo para matarlo, lo mismo que a su hijo, pero este
se escapó de pura chepa.
Mi papa en un solo temblor subió a la casa y ahí empaco maletas para que su hijo se perdiera
del pueblo. Se lo mandaron a mi abuela y mi tío Luís Carlos que en ese entonces vivía en
Ginebra Valle donde mi abuela tenía una finca.
Después de este suceso tan lamentable, el señor cura párroco, el presidente de la junta don
Adolfo Ocampo, don Emilio Osorio y don Pablo Emilio García mi padrino, viajaron a la ciudad
de Cali para poner en conocimiento ante el señor gobernador los sucesos tan lamentables que
estaban ocurriendo en nuestro pueblo.
Sucesos que ya eran del conocimiento del gobierno, porque la muerte del señor Roberto Izasa
y su hijo, personas muy ilustres y ganaderos del municipio de Versalles, del cual era oriundo el
señor gobernador, lo habían entristecido mucho. Luego el gobernador les pregunta.
¿Que se había hecho el resto del ganado, que los señores Isaza llevaron al pueblo el día de su
muerte?
Y la verdad es que nadie supo dar razón. El pueblo del Cairo se quedo sin alcalde ni secretario,
tiempo que aprovecharon los chusmeros para regresar he intimidar a las personas de bien.
Empezaron nuevamente a exigirles plata a los comerciantes y continuamente ocurrían muertes
del bando del partido conservador, por que para ese entonces no quedaba ni un liberal para
hacer un remedio.
Ya era una guerra declarada no a los liberales como era el objetivo principal desde el principio,
sino una especie de venganza de los facinerosos contra los conservadores, incluyendo a las
personas que los habían apoyado desde el principio.
Y todo esto, por el acto de misericordia que tuvieron los ciudadanos de bien al irse contra ellos
en el crimen de los Isaza. Pero como dice el viejo y conocido refrán.
No hay mal que dure cien años ni cuerpo que los resista. Como el pueblo del Cairo queda en
una cordillera, se divisa por todos los costados todas las veredas pertenecientes al municipio,
incluyendo al municipio de Albán y el clavel que era el sitio hasta donde llegaba la carretera.
Una noche donde el pueblo estaba completamente a oscuras, no había luna y la neblina cubría
la totalidad del pueblo. Con ese frío tan infernal que hacia paralizaba hasta los huesos, sobre
todo en las horas de la noche. Eran aproximadamente las siete de la noche cuando hubo un
revuelo a nivel general.
La gente vio por los lados del clavel bajar una cantidad de luces en línea recta, que según los
aterrorizados habitantes eran los chusmeros que venían de Cartago a atacar nuestro pueblo.
Todo el mundo se aterrorizo y vuelve otra vez la chusma a coger el mando del pueblo. Como
de costumbre en mi casa prepararon la ropita y esa noche la pasamos en la casa de mi
padrino, dispuestos a la más mínima señal de alarma emprender las de villa Diego con rumbo
hacia vallecitos nuestra finca.
Todo estaba planeado. En caso de una toma del pueblo por parte de la chusma de otra región.
Se daría aviso sonando las campanas de la iglesia. Cuando se trata de defender el pueblo se
dejan las rencillas y todos se unen en un solo bloque para salvaguardar la vida y el patrimonio
de todos los ciudadanos. La verdad fue que esa noche todo el pueblo la paso en vela y no
sucedió nada. Los días siguientes ha estos lamentables sucesos, fueron desastrosos para la
mayoría de los habitantes de nuestro pueblo. La mayoría de los negocios se fueron a pique.

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Los campesinos que quedaban en las veredas ya no se atrevían a sacar sus productos el día
sábado por temor a que los chusmeros los asesinaran.
La tienda de mi papa permanecía sola casi toda la semana. El único negocio que se movía era
la fábrica de tabacos de mi papa, porque en un pueblo de clima frío como el nuestro, fuman
hasta los perros.
Los maestros se habían marchado. No quedaba nadie que abriera la escuela pública. Solo
quedaba don Rafael Ruiz y don Carlos el hermano del padre Ramírez. Pero ellos tampoco se
atrevieron a abrir las matriculas por temor a que los asesinaran.
A la mayoría de los niños no nos dejaban salir a la calle. Se terminó la escuela. Aunque no
éramos buenos estudiantes siempre la pasábamos muy bueno con los maestros.
Extrañábamos los paseos y el estar todos unidos nos tenia muy contentos. La verdad era que
de ese prospero pueblo no quedaba nada.
Más bien parecía un pueblo fantasma con excepción del café Bola de Nieve que era el lugar
favorito de los delincuentes. Este lugar era el encargado de darle vida a la soledad en que se
encontraba el resto de la región.
Estos facinerosos se emborrachaban continuamente y salían montados a caballo disparando
por todo el pueblo y haciendo correr a los pocos transeúntes que se atrevían a salir a las calles.
No sabemos a ciencia cierta cuanto tiempo duro esta situación. En la tienda de mi papa se
reunían los miembros principales de la junta incluyendo al padre Ramírez. Esto se hacía a
puerta cerrada por temor a que los descubrieran. Allí se discutía que se iba hacer sin alcalde.
¿A quién demonios iban a elegir como alcalde?
Además… ¿dónde estaba semejante bruto, majadero y tonto, que se le midiera a ese
chicharrón? Ya se había perdido toda esperanza. El padre Ramírez se quejaba de la falta de
hombría de todos los habitantes.
¿Cómo era posible que un grupo muy reducido de jóvenes, hijos de los mismos ciudadanos del
pueblo, nos tenían muertos de miedo y metidos debajo de la cama? “El viaje que se hizo hasta
la ciudad de Cali fue inútil. El señor gobernador guardaba absoluto silencio sobre la situación
de nuestro pueblo. En la tienda de mi papa, las reuniones eran continuas, por parte de los
miembros de la junta de ciudadanos. Se comentaba entre ellos que tal vez el señor
gobernador, había quedado muy a disgusto con la muerte de los señores Isaza, como también
de la pérdida del ganado, el cual la comisión que viajo del Cairo no supo darle respuesta al
señor Gobernador, cuando él se los pregunto. Varias reuniones tuvieron sin llegar a nada”.

DE LOS ESCOMBROS Y LA RUINA NACE UNA ESPERANZA.


EL CAPITAN EXTERMINIO.
Un buen día en las horas de la mañana, se le apareció a mi papa en la tienda, un señor alto
moreno de ruana y sombrero era forastero. Este señor muy cortésmente saludo a mi papa y al
ver la palidez y el miedo de mi papa le dijo. No se asuste don Marcos que no he venido aquí
para matarlo. Mi papa sacando de tripas corazón y casi sin poder hablar le pregunto.
¿Como sabe usted mi nombre, si yo es la primera vez que lo veo? El forastero le respondió.
Entre cielo y tierra no hay nada oculto don Marcos. Necesito urgentemente que se comunique
con todos los miembros de la junta esta noche incluyendo al padre Ramírez.
Yo se que todos ustedes se reúnen todas las noches en su tienda buscando la forma de
solucionar el problema que tienen, esta misma tarde a las ocho estoy aquí para que hablemos.
Mi papa sin haber salido del susto que tenia, pues la impresión que le dio fue que ya se le
había llegado la hora de partir de este perro y miserable mundo. Luego con un temblor en sus
piernas, que casi no lo dejaba caminar por el terror que tenia, se dirigió a la casa de mi padrino.
Le contó sobre el dialogo que había tenido en la tienda con el forastero.
A las ocho de la noche estaban en la tienda los señores citados y también el padre Ramírez.
Muy puntual llego el forastero, como siempre cerraron la tienda y empezó el señor a hablar.
Señores…soy capitán de la policía. El padre Ramírez Cendoya puede dar testimonio de ello.
Mi nombre es Tulio sin apellido. Esto lo hago por razones de seguridad. Vengo de parte del
señor gobernador a hacerme cargo de la alcaldía.
Tengo a mi servicio, treinta agentes de la policía distribuidos muy discretamente en las afueras
del pueblo. Así es que espero completa colaboración por parte de todos ustedes. Necesito los
nombres de todos los pájaros porque pienso cortarles las alas a todos ellos, en especial para
hacer justicia con la muerte de los señores Isaza. Les agradezco de antemano a las personas,
que tuvieron la valentía y el valor de enfrentar a esos delincuentes, exponiendo su vida al
enfrentar a esos tres rufianes, cuando tuvieron ese gesto humanitario de recoger los cadáveres
de tan importantes personas y darles cristiana sepultura.

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Especialmente a usted don Marcos. Creo que la pregunta es. ¿Y cómo lo supe? Entre cielo y
tierra no hay nada oculto. Sé que usted don Marcos, lo mismo que don Pablo Emilio fueron
policías en la ciudad de Medellín.
Hace varios meses que estoy en el pueblo estudiando la situación. He tenido varias reuniones
con el padre Ramírez, el es muy conocido mío. Tanto a el como a mi nos toco trabajar juntos
en el Tolima nosotros somos de allá. A mí me apodaba el capitán exterminio. Entre el padre y
yo limpiamos varios pueblos.
Espero que con la colaboración de todos ustedes hagamos lo mismo aquí.
En cuanto a los tres delincuentes que ustedes echaron a rodar, de ellos no se preocupen, que
ya están ardiendo en el infierno nosotros nos encargamos de enviárselos a satanás y con estas
palabras se dio por terminada la reunión.
Mi papa le contó todo lo que había sucedido esa noche en la tienda a mi mama y recuerdo muy
bien que desde esa misma noche empezó haber más tranquilidad por parte de mis padres. Al
otro día nadie sabía de la llegada del nuevo alcalde. La chusma no estaba enterada de lo que
estaba sucediendo. El capitán de la policía se camuflaba con sus policías parecían
campesinos. Nunca frecuentaban el café Bola de Nieve. Pasaban los días y parece que al
señor alcalde después del encuentro que tuvo en la tienda con la junta, parecía que se lo
hubiera tragado la tierra.
No habían vuelto a saber nada de él, no daba señales de nada.
Tanto mi papa como los otros miembros de la junta hablaban con el padre Ramírez y él les
decía. Tengan un poco de paciencia señores, ustedes no tienen ni la menor idea del hombre
que les envío el señor gobernador. Hace mucho que estamos en poder de los delincuentes,
esperar unos pocos días mas no nos va a afectar en nada. Pero lo cierto era que La alcaldía
seguía desierta y hasta ahora no hay señales de que mejore la situación. Un pueblo sin
autoridad es un pueblo sin ley y es pasto de toda clase de fechorías de parte de los
delincuentes. Esas eran las palabras de don Adolfo Acampo presidente de la junta de
ciudadanos de nuestra querida región.
Pasados unos días el señor alcalde por intermedio del Padre Ramírez, le mando una razón a
mi papa para ver si se podía comunicar con mi hermano mayor, ya que él era el único que
estaba enterado de todos los documentos de la alcaldía.
Desde la muerte del alcalde anterior, mi hermano también se había perdido por miedo a que lo
mataran. Y como el abandono el puesto de secretario, el nuevo alcalde estaba dispuesto a
brindarle protección.
Pero como al miedo no hay quien le ponga calzones como lo dije al principio de esta historia,
mi hermano no era un hombre violento. El no quiso aceptar la invitación que le hizo el señor
alcalde y se negó rotundamente a volver al pueblo. El estaba muy tranquilo y cómodo viviendo
con Luís Carlos mi tío y mi abuela en Ginebra Valle. Además, en esa región no había rastros
de violencia en ese sector.
Pero es que el asunto no era tan sencillo como parecía. El capitán exterminio era un hombre
muy duro y estaba enseñado a lidiar con toda clase de personas buenas y malas. Este ni corto
ni perezoso mando a dos agentes de la policía hasta Ginebra para que trajeran a mi hermano,
asi fuera a la fuerza. La verdad es que a los ocho días mi hermano se apareció a las diez de la
noche en la casa, acompañado de los dos agentes que habían ido por el. Ellos se encargaron
de su seguridad. El encuentro entre mi hermano y el capitán exterminio según nos contaba mi
papa, fue de terror y de susto. Muy secretamente el capitán de la policía nombro como alcalde
interino a mi hermano. Su idea fue que lo mantuviera enterado de los documentos que había
dejado el alcalde anterior.
Al capitán todavía no le convenía que se supiera que el gobierno lo había mandado a limpiar el
pueblo. Aunque parezca un poco raro. En esa época algunos capitanes de la policía tenían
licencia para matar. Les aseguro que este era uno de ellos o por lo menos asi nos lo hicieron
creer.
La verdad es que cuando a mi hermano muy secretamente lo nombraron de alcalde, era más lo
que permanecía encerrado en la casa muerto de miedo, que asumir la responsabilidad que le
corresponde a un burgo maestre en desempeño de sus funciones.
Muchas veces el capitán tuvo que desplazarse en las horas de la noche a la tienda de mi papa,
para revisar con mi hermano, todos los documentos que había dejado el alcalde anterior.
Para darles un breve y muy merecido descanso en la continuación de esta historia, repasemos
un poco sobre la vida cotidiana que se vivía en épocas anteriores en nuestro pueblo.

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Desde que empezó la maldita violencia se terminaron por completo las fiestas patronales. La
tan anhelada fiesta de nuestra Señora del Carmen que era al principio del año, no se pudo
celebrar con el fervor y la pomposidad de los años anteriores.
Las veredas no volvieron a participar de tan magno evento. Ahí no había colores políticos.
Tanto liberales como conservadores se unían en un solo bloque para hacerle homenaje a la
madre de Dios.
Yo creo que la que más sufrió fue la iglesia católica. Esta llevo del bulto. Los fondos se vinieron
a pique. Al no participar las veredas con sus acostumbradas fiestas patronales. Tampoco hubo
los tan anhelados billeticos pegados del manto de la virgen. Adornando así el tan apreciado
manto de color azul, que con tanto empeño tejieron las prestantes damas de nuestra sociedad
Cairense.
De la semana santa ni se diga. La procesión de prendimiento que era el miércoles santo con
una duración de tres horas en la cual los hombres se tomaban los aguardienticos junto con el
señor Cura, tampoco se hizo ese año.
Y así sucesivamente iban transcurriendo los días en una monotonía desesperante. La famosa
misa de nueve, el padre Ramírez la paso para las ocho de la mañana con una duración de una
hora, cuando tradicionalmente se demoraba hasta dos horas con cánticos juego de pólvora y
músicos… ¿de todo esto, nada de nada? “Ahí está pues: lo que genero la llegada de los
políticos, a una región tan apartada de la geografía del país y la invitación que nos hizo el
padre García, para que asistiera todo el pueblo a escuchar las falsas promesas, que han sido,
son y serán, el pan de cada día, de las personas que se han dedicado hacer política en este
país desde hace más de dos siglos”.
La tan anhelada planta eléctrica, no apareció por ninguna parte. Promesas y más promesas es
lo que el pueblo esta cargado hasta el copete. Por qué sabido es: Que antes de votar todas son
promesas…pero a la hora de cumplir todas son excusas.
Sigamos pues dándole más cuerda a esta cometa que nos esta pidiendo mucho hilo. Los
antisociales es decir (la chusma) seguía haciendo de las suyas. A mi papa lo obligaron a
suministrarles víveres.
¿De donde iba a sacar dinero el pobre viejo para sostenerles sus desmanes y sus
borracheras?
Las ventas habían caído por completo. Los campesinos no tenían café para vender. La
esperanza que habían puesto en el nuevo alcalde se esfumo por completo. Imagínense
estimados lectores. Mi hermano al frente de la alcaldía, lo único que hacía era jugar cartas y
tirar dados en el garito de don Esnoraldo García, un hombre que se enriqueció a costillas de los
jugadores de esa época. Y como mi pedante hermano, era la primera autoridad no había nada
que se interpusiera en su camino. Era el hazmerreír de todo el pueblo.
El capitán exterminio, al nombrarlo le había asignado dos policías que igualitos a mi hermano
no servían para un carajo. Y del nuevo alcalde, aunque nadie en el pueblo sabia de él, no se
había vuelto a saber nada. Era como si se lo hubiera tragado la tierra.
Una noche como era la costumbre, después de haber pasado por esta terrible tragedia, nos
acostostaron a las siete de la noche después de haber rezado el santo rosario a la virgen del
Carmen.
Mis padres se quedaron arrodillados delante de un crucifijo pidiéndole al creador y a la virgen
santísima, no sabemos que cosa, porque la verdad era, que a ese pueblo alejado por completo
del estado y la civilización se lo habían llevado las putas. Una noche cuando ya se había
perdido toda esperanza. Eran aproximadamente las ocho de la noche. Se oyó una tronamenta
que venia de la plaza principal y enseguida se oyeron unos golpes muy fuertes en la puerta de
nuestra casa. Era un señor que venia a toda prisa.
Abra por favor don Marcos, abra la puerta rápido que nos están atacando. La chusma de
Versalles, se tomó el pueblo y vino a cobrarnos la muerte de los Isaza.
Mi papa bajo como pudo colocándose los pantalones.
El viejo estaba a punto de acostarse. A esa hora no se veía ni la luz de la linterna por que la
neblina lo tapaba todo y el frío que hacía aprisionaba los huesos, desde la punta de los pies
hasta la cabeza. Luego de semejante noticia, mi papa subió las escalas como una tromba y
llamando a mi mama le dijo. Mija levántese rapidito y levante a todos los niños que se nos llegó
la hora.
Me acaban de anunciar que la chusma de Versalles nos está atacando. Cojamos la ropita que
tenemos empacada yo voy donde Pablo Emilio a avisarle y que nos deje la puerta abierta, para
poder salir hacia la finca Vallecitos como lo habíamos planeado desde el principio.

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Mi mama lo mismo que mis dos hermanos mayores se dieron a la tarea de levantar a esa recua
de niños incluyéndome a mí. Todos oíamos desde la plaza esa tronamenta tan espantosa y
nosotros los niños no sabíamos de la situación tan caótica por la cual estaba pasando nuestro
querido pueblo. Estábamos muy pequeños para entender, lo que realmente estaba sucediendo.
Creímos que nos habían levantado para ir a la iglesia, porque se habían iniciado las fiestas a la
santísima virgen del Carmen y lo que estábamos oyendo eran los juegos de Pólvora, a los
cuales estábamos acostumbrados. Pero la realidad era muy distinta.
El emisario que le había dado la noticia a mi papa se había equivocado. Él no tenía ni la menor
idea de que el verdadero alcalde era un capitán de la policía y esa misma noche había entrado
al pueblo con cuarenta policías armados hasta los dientes, y de una se habían dirigido al café
Bola de Nieve donde se reunían todos los chusmeros a beber licor hasta la madrugada.
La balacera que se formo fue de película: los delincuentes al ver esa cantidad de forasteros
todos de ruana y sombrero reaccionaron de una. No cabía la menor duda de que era la chusma
de Versalles, que venían por ellos. Hubo varios muertos por parte de la chusma y dos policías
forasteros. Pero varios delincuentes se pudieron fugar por la parte de atrás del café, que era
donde guardaban las cajas de licor y demás utensilios. Ellos habían abierto un túnel por la
parte de atrás del café para poder escaparse y poder salvarse de una muerte segura. Por un
callejón se dirigieron a la salida, rumbo a la zona de tolerancia o el barrio de las prostitutas,
donde ellos tenían su cuartel general. Como el capitán exterminio hacia varios meses que se
encontraba en el pueblo estudiando el movimiento de los chusmeros; él ya sabía el rumbo que
ellos tomarían. De inmediato se dirigió a la zona de tolerancia con todo su ejército de Policías.
La hora había llegado y el no estaba dispuesto a dar cuartel a los facinerosos. Cuando ellos
llegaron eran aproximadamente las diez de la noche. Rodearon el prostíbulo. La casa era muy
grande y llena de cuartuchos donde las damas del placer nocturno se dedicaban hacer felices a
los bandidos y toda clase de personas de mal vivir.
Los chusmeros creyeron que allí estaban a salvo. Tampoco ellos sabían del alcalde militar que
les había mandado el gobierno para hacer justicia por todos los crímenes cometidos,
incluyendo la muerte de los Isaza. Por eso descuidaron un poco la retaguardia. No les dijeron
nada a sus compañeras para no alarmarlas y empezaron a tomar licor, esto lo hicieron a puerta
cerrada. Mientras tanto el capitán exterminio con su ejército de policías tomaba sus respectivas
precauciones, para allanar el prostíbulo. Esto era definitivo. Otra oportunidad como esta no se
les iba a presentar. Esta se la tenían que jugar del todo, por lo menos asi lo entendió el capitán
y sus demás compañeros. Por eso cuando ya estaba todo listo y los policías calcularon que
algunos de los delincuentes ya se habían ido a dormir, ya debían de estar bien borrachos con
sus respectivas mozas.
Entonces el capitán exterminio, dio la orden de ataque.
Tumbaron las puertas de acceso a las cantinas, se dirigieron a las piezas de los dormitorios.
De allí los sacaron a rastras en medio de la gritería de las mujeres. La mayoría de antisociales
estaban desnudos, a calzón quitao con su pito al aire libre. Los sacaron a empujones y los
alinearon en la parte de afuera. Eran más de veinticinco chusmeros.
En medio de la oscuridad y con ese frío tan infernal que hacía, era media noche. Con las
lámparas de caperuza encendidas el capitán exterminio se identificó como el verdadero alcalde
del pueblo. En medio del terror de los delincuentes, estos empezaron a pedir clemencia. “La
misma clemencia que tuvieron ellos con los señores Isaza y los dos policías que ellos
asesinaron tan brutalmente meses atrás”.
Los muy desgraciados empezaron a acusarsen los unos a los otros: fue este señor alcalde,
decía uno de ellos en medio del terror. La borrachera ya se les había pasado, por que como
dice el dicho, al miedo no hay quien le ponga calzones y no hay peor cobarde que un asesino
cuando ve que se le llego la hora.
De nada les valió las suplicas, los lloriqueos y los berrinches de las mujeres. Uno a uno los hizo
arrodillar el señor alcalde y los obligo a pedirle a Dios perdón por todas las fechorías que
habían cometido durante toda su vida.
Los obligaron a matarse entre ellos mismos. Los más sangrientos criminales se encargaron por
orden del señor alcalde a ajusticiar a sus compañeros. Al final, fueron los policías forasteros los
que se encargaron de matar al resto de los delincuentes.
Tenía también planeado el alcalde la cacería de los asesinos, que no se supo de donde diablos
sacaron escaleras y las pusieron en posición horizontal amarradas con palos. Lo cierto fue que
allí amanecieron todos los criminales colgados por el cuello y con la lengua afuera. Esa misma
noche les hizo el famoso corte de franela. Al otro día todo el pueblo se enteró de la buena
noticia y hombres mujeres y niños nos dirigimos hacia el barrio de las prostitutas o zona de

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tolerancia, donde vivían las mujeres de cero en conducta. No nos paro nadie: nosotros los
amigos que vivíamos en el crucero fuimos los primeros en llegar. Después lo hicieron nuestros
amigos, los riquitos que vivían en la plaza principal.
Hubo una cosa en común en todos los niños. Todos sin acepción estábamos deseosos por ver
Las mujeres de la vida alegre, porque para nosotros esto era totalmente desconocido. Nunca
nos habíamos aparecido por esos lugares nos tenían prohibido frecuentar esos sitios. El señor
cura en sus sermones dominicales, decía que allí habitaba el diablo y arrimarnos por esos
lugares era un pecado mortal.
Bajo ningún pretexto, podíamos siquiera pensar en ir a visitar esos lugares donde vivía el
demonio. Ese mismo día me entere que a mi hermano no le causo mucha sorpresa el sitio, ya
que el si había ido a ese lugar en varias ocasiones. Cuando mi mama y mi papa se dieron
cuenta de esta fechoría del hijo mayor, trataron de llevárselo al cura para que lo confesara y le
hiciera un exorcismo para asi limpiarlo de todo mal y derrotar a Satanás de su corazón. Pero el
argumento y la explicación que le dio mi hermano al señor cura fueron muy convincentes. Este
le dijo al sacerdote que el si había asistido al barrio de las prostitutas, pero no como un cliente,
si no en funciones que le correspondían al secretario del alcalde.
El Curita le comió cuento a mi mentiroso hermano y quedo completamente convencido que el
deber va por encima de todo. Después de este breve comentario para seguir adelante, la
romería de la gente duro casi todo el día. De la casa de las prostitutas no pudimos ver nada.
Todos los niños sentimos una gran decepción por que nos quedamos con las ganas de
conocer la parte oscura de la vida. Todas las puertas las que quedaron en pie después de la
toma de la policía les pusieron un sello de

------------------SELLADO HASTA NUEVA ORDEN. ----------

El nuevo alcalde al tomar posesión de su cargo nombro a mi hermano de secretario, que como
dije antes él conocía todo el tejemaneje de la alcaldía. El hombre se sentía como en la gloria la
limpieza que hizo el señor alcalde fue total. Ya no quedaba rastro de violencia. Todo el pueblo
se volcó en una completa romería hacia la zona de tolerancia, para ver los cadáveres de los
asesinos que tanto mal nos habían hecho.
Muy entrada la tarde de ese mismo día, las campanas de la iglesia sonaron para reunir a toda
la comunidad. Se iba a celebrar una misa a la virgen del Carmen nuestra patrona, en acción de
gracias por habernos librado de las garras de Satanás.
En el sermón el padre Ramírez hizo un breve comentario sobre como el bien triunfa sobre el
mal. Dio gracias al señor alcalde, por habernos librado del yugo de la maldad y en un acto de
benevolencia pedir por las almas de los jóvenes caídos en desgracia. Aunque más adelante
cuando se disponía a terminar su discurso, cambio el papel de padre bondadoso y ataco con
fiereza a los delincuentes y los lanzó al fondo de los infiernos para que se reunieran
definitivamente con su compinche Satanás.
Cuando por fin se terminó la misa todos los feligreses regresaron a sus casas y el alcalde y el
señor cura fueron invitados por mi papa y el resto de la junta a la tienda no solamente para
celebrar el triunfo tan esperado del señor alcalde, sino para definir que se iba hacer con los
cadáveres.
Iban siendo las siete de la noche y no se había resuelto nada. Como nuestro pueblo es de
clima muy frío, los cadáveres que se encontraban desnudos no habían empezado a
descomponerse; pero de todas formas había que resolver algo al respecto y eso fue lo que se
acordó.
Entre los allí reunidos hubo varias controversias y discusiones. De todas maneras, eran hijos
de señores que muchos de ellos eran fundadores de nuestro pueblo y habían hecho mucho por
nuestra región.
De manera que ahí había un problema bastante grande. Uno de los mas afectados era don
Antonio Duque un comerciante dueño de varios almacenes, padre de Toñito. Román hijo de
don Ramón Preciado el fabricante de velas y veladoras del pueblo y sus alrededores. Por esta
razón había varias opiniones a favor y a contra. En una cosa si estaban de acuerdo todos. No
se podían enterrar en el cementerio, este lugar era considerado como campo santo.
Además… ¿cómo era posible que semejantes criminales, fueran enterrados con gentes de
bien, que según el cura estaban disfrutando de la vida eterna?
Esto de todas maneras era imposible. En medio del frío que estaba haciendo ya era un poco
más de la media noche y en medio de los aguardienticos que iban ingiriendo para amortiguar el
frío, al padre Ramírez se le ocurrió una gran idea.

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¿Porque no hacemos un nuevo cementerio mas abajo en un lote que lindaba con el cementerio
parroquial y ahí podían enterrar todo tipo de personas que profesaran otras religiones, o
asesinos como lo era en este caso? El dueño de este terreno era don Luís Eduardo García,
hermano de don Pablo Emilio mi padrino. Todos los allí presentes estuvieron de acuerdo con el
señor cura y así se dio por terminada la reunión.
Al otro día muy madrugado, el señor alcalde junto con la policía y mi hermano se dirigieron al
barrio para el levantamiento de los cadáveres. También buscaron una cuadrilla de voluntarios
para arreglar un poco el nuevo cementerio que se encontraba lleno de maleza y mandaron
hacer una fosa común para enterrarlos a todos en un solo sitio. A eso de las dos de la tarde,
fueron llevados a lomo de mula hasta tres cadáveres completamente desnudos atravesados en
forma horizontal, como si se tratara de carga. El señor cura no quiso asistir al sepelio. Pero en
cambio toda la comunidad asistió más por novelería que por caridad. Los pocos familiares que
asistieron dieron el último adiós a sus difuntos. Esa misma tarde las prostitutas en su mayoría
amantes de los chusmeros también abandonaron el pueblo por miedo a las represalias que
pudieran tener en un futuro.
De manera pues, que esto es solo una pequeña parte de las adversidades que nos ha tocado
padecer por causa de la maldita violencia, que ha sido, es y será, el peor azote de nuestro
país.
DE UN PUEBLO EN RUINAS… NADA BUENO SE PUEDE ESPERAR
Los días siguientes en nuestro pueblo reinaba la calma, pero había en el ambiente un sabor
lúgubre y amargo. La monotonía en que se encontraba la mayoría de los ciudadanos era total.
Las calles empedradas y polvorientas daban un aspecto fantasmal por la soledad en que se
encontraba. El parque principal antes de empezar la violencia era visitado por todos los
habitantes pobres y ricos, y allí no había diferencias de clases. Toda la comunidad gozaba de
un ambiente sano y acogedor, reinaba la alegría. Nosotros los niños nos desplazábamos
diariamente después de salir de la escuela, en las horas de la tarde para jugar en medio de los
árboles. Todo esto se acabó… entramos en un laberinto sin salida del cual creo yo, nuestro
querido pueblo nunca se volvería a recuperar. El café Bola de Nieve permanecía cerrado en
semana, únicamente se abría los sábados y domingos que era el día de mercado, si es que se
le puede llamar mercado a un grupo de campesinos muy reducido, porque más de la mitad de
la población campesina sufrió en carne propia los rigores de la violencia llevándolos hasta la
muerte.
La mayoría de campesinos que logró escaparse de ser asesinados, habían vendido sus fincas
o lo que quedaba de ellas. Prácticamente el pueblo estaba en ruinas. No había pasado un mes
en esta situación cuando el señor alcalde, un día domingo después de la salida de misa nos
anuncio. Que en esa misma semana el se marcharía del pueblo por que su misión ya estaba
cumplida, y no se requería más de su presencia allí.
Además, al señor gobernador el ya le había informado de todo lo sucedido, y el lo pensaba
trasladar a otro lugar donde se requería de sus servicios. La noticia cayó como una bomba en
todos los habitantes del pueblo. En tan poco tiempo que estaba con nosotros el señor alcalde,
la gente le tenía mucho aprecio y simpatía. Por eso las vivas, los aplausos y los
agradecimientos no se hicieron esperar.
¡!!!¡Viva el señor alcalde, decían unos!!!!!
!!!Viva el salvador de nuestro pueblo decían otros!
Porqué en todo pueblo por pequeño que sea, no faltan los lambiscones o aduladores, que ven
la oportunidad de pegasen a beber licor de cuenta de las demás personas. Ese día no era la
excepción. Como reguero de pólvora se expandió la noticia por todo el pueblo, y todos a una
armaron tremenda fiesta. Varias personas cargaron sobre sus hombros al burgo maestre y se
dirigieron al café Bola de Nieve. Hubo trago para todo el mundo. En medio de la euforia de los
alli reunidos, ya con sus traguitos de aguardiente encima alguien grito.
¡Vamos todos por el señor cura, el también se merece esta celebración!
Y así fue: varias personas se dirigieron a la casa cural, era medio día del día domingo. El padre
Ramírez se encontraba almorzando. No valieron excusas, pues de ahí lo sacaron varias
personas entre ellas José Arango el dueño de la botica. Don Adolfo Ocampo presidente de la
junta y varios miembros más.
¿Cómo se iba a negar el señor cura, si se trataba de la despedida del señor alcalde, y además
su mejor amigo? El padre Ramírez le tenia mucho aprecio a mi papa y por insinuación de él,
también fueron por don Pablo Emilio mi padrino. En un abrir y cerrar de ojos, todo el pueblo se
volcó a la plaza principal. Esa tarde cuando ya estaban todos prendidos, don José Arango en
un arranque de esos que le saben dar a la gente cuando esta con unos aguardientes en sus

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costillas y muy contenta. Mando a Roberto su hijo para que le ensillara esos dos hermosos
caballos rey y príncipe, por que querían hacer una cabalgata.
Yo que me encontraba precisamente viendo la fiesta, en compañía de mis amigos. Roberto me
invito para que le ayudara a traer a príncipe. El padre Ramírez se encontraba sentado con el
alcalde, mi papa don Pablo Emilio y toda la plana mayor. Cuando llegamos nosotros montados
Roberto en rey y yo en príncipe, entonces en medio de la róchela y la algarabía de los allí
reunidos, don José Arango mando callar a todo el mundo, he hizo el siguiente anuncio.
Señor alcalde…yo sé que a usted le ha gustado mucho mi caballo príncipe, el cual ha tenido el
honor de montarlo varias veces. En nombre de la ciudadanía Cairense, le hago entrega de este
hermoso semental, por la labor que ha hecho en el tiempo que estuvo con nosotros.
Le agradecemos de antemano su valiosa ayuda y sepa que lamentamos mucho su partida.
Pero sepa que aquí deja una huella imborrable y unos amigos que nunca lo olvidaran.
Dicho esto, se dirigió a la mesa y le dio un fuerte abrazo entregándole las riendas del caballo.
El señor alcalde, que a esa hora ya se encontraba bastante prendidito y con lágrimas en los
ojos se dirigió a todos los allí presentes. Queridos amigos míos. Llevo mucho tiempo prestando
los servicios al estado y también al pueblo de Colombia y nunca me había sentido tan a gusto;
ni en mi propia casa fui tan feliz.
Desde que llegué aquí, supe de la calidad humana de los habitantes de este pueblo. Por eso
puse todo mi empeño, en pacificar esta región y gracias a la colaboración que me prestaron
muchos de ustedes, pudimos tener éxito. Es muy lamentable para mi, haber tenido que
proceder de una manera tan drástica y dura con las personas que estaban fuera de la ley. Pero
me vi obligado a hacerlo. Varias veces me reuní con el padre Ramírez a ver si lográbamos
arreglar este problema de otra manera, pero al no encontrar solución al problema, no me quedo
más remedio que obrar con mano dura.
Pido disculpas a los padres de algunos de los caídos, porque estoy seguro de que no fue culpa
de ellos. Para mí fue muy placentero al enterarme de la calidad de gente que habita este
pueblo. Me voy, pero les dejo el alma y el saber que todos ustedes se encargaran de mantener
limpia esta región de los antisociales que han sido la peste y plaga de nuestro país.
Y a usted don José, le agradezco mucho su generosidad al regalarme a príncipe. De verdad
que a este noble animal le tengo mucho cariño desde la primera vez que lo monte me enamore
de él, pero me es imposible llevármelo. Yo soy como el judío errante me la paso de pueblo en
pueblo y este caballo merece un amo que este pendiente de él, que lo mime y lo cuide y para
mi es prácticamente imposible cuidarlo.
Pero don José como el caballo me lo acaba de regalar.
¿Dígame sinceramente si puedo disponer de el a mi antojo? Don José le respondió: por
supuesto señor alcalde, el animal es suyo disponga de el como mejor le parezca. Gracias don
José.
Aquí delante de todos ustedes, regalo a príncipe al padre Ramírez Cendoya párroco de este
municipio, porque fue el quien intercedió ante el señor gobernador, para que fuera yo el que se
encargara de pacificar este pueblo y él quiere a príncipe tal vez más que yo. Además, queda en
muy buenas manos y así don José no pierde su animal, por que tiene la ocasión de seguir
viéndolo todos los días. Don José quedo muy a gusto con la decisión del señor alcalde, y
nuevamente lo felicito por tan lindo gesto.
Una semana después, se fueron más de la mitad del pueblo a acompañar al señor alcalde, lo
mismo que a los policías en una cabalgata hacia el clavel, que era el pueblo hasta donde
llegaba la carretera. Por supuesto el capitán iba montado en príncipe, el señor cura le dijo.
¡Móntelo señor alcalde ya que es su despedida ¡
El padre Ramírez no quiso ir a despedirlo, pues se trataba de un amigo de mucho tiempo y a el
no le gustaba ver partir a su compañero.
Después de la despedida del alcalde, el pueblo volvió a quedarse sin autoridad. En una
decisión unánime, acordaron que el presidente de la junta el señor Adolfo Ocampo persona
muy querido y además dueño del almacén y cacharrería los Ocampo le dijeron que, asumiera
como alcalde interino mientras se resolvía el problema y el señor gobernador del Valle
nombrara uno en su lugar. Por supuesto que mi hermano estuvo en todo momento al tanto
como secretario. Don Adolfo Ocampo no tenía ni la más mínima idea de lo que era una
administración de esa naturaleza.
Por eso mi hermano lo manejaba a su antojo y el era el encargado de hacer la mayoría de las
gestiones que se presentaban en la alcaldía. Si era cierto que ya no se vivía esa tensión a la
cual estábamos acostumbrados en tan poco tiempo que duro la violencia.

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También es cierto que la situación había cambiado de manera alarmante como lo comenté
antes. De ese prospero pueblo, no quedaba más que el recuerdo.
Un día de esos aburridores en que se encontraban mi papa, mi padrino y dos señores más que
en este momento no recuerdo sus nombres, se encontraban en la tienda jugando domino,
cuando mi padrino soltó la bomba.
“Oye compadre le dijo a mi papa. Hace algunos días vengo madurando una idea, esto está
muy verraco. Yo estuve hablando con Isabel mi mujer y nos hemos puesto de acuerdo en irnos
de aquí. Todavía no hemos decidido si para Medellín o para Cartago.”
Mi papa en ese momento se quedó callado como mudo. Pues entre ellos dos, había algo más
que una amistad. Habían emigrado juntos, se habían ayudado mutuamente, habían luchado
muy duro, eran más que hermanos. Nos contó mi papa que él soltó las fichas que tenia en las
manos y como un sonámbulo dejo la tienda para ir a darle la noticia a mi mama.
Si mi padrino y mi papa se querían, doña Isabel mi madrina y mi mama se adoraban. Ahora si
que se puso esto bien berraco muchísimo peor de lo que estaba. Al volver a la tienda mi papa
se dirigió a su compadre y le dijo. ¿Pues compadre…si usted se va, yo también empaco
maletas y nos largamos juntos, porque yo aquí no me quedo solo ni por el putas? Juntos
llegamos y juntos nos vamos, aunque sea para la puta mierda.
Los días siguientes a este dialogo fueron de completa incertidumbre. Esto llego a los oídos de
todos los miembros de la junta. El padre Ramírez cuando se enteró mando llamar a mi padrino
y también a mi papa a la casa cural. Tuvieron una reunión bastante larga, en la cual se tenía
que decidir por la suerte del pueblo.
Hubo tal alboroto entre las personas allí asistentes, que varios confesaron que ellos también
habían tenido la misma idea que don Pablo Emilio de abandonar el pueblo.
Don Nicanor Arroyave, don José Arango, don Benito Álzate, don Emilio Correa, don Antonio
Franco, don Esnoraldo García y don Adolfo Ocampo.
Todos estos personajes en su mayoría fundadores del pueblo eran los miembros de la junta
municipal. Eran los dueños de fincas, almacenes, tiendas y compras de café. Le dijeron al
padre que al pueblo ya no le veían futuro. Los pocos campesinos que quedaban en las veredas
les habían ido tan mal, que prácticamente no les quedaba dinero para hacer el mercado.
Después de esta platica que tuvieron las personas más importantes de nuestro pueblo, las
cosas no mejoraron mucho que digamos.
Lo cierto fue que don Pablo Emilio emigro a Cartago Valle, una ciudad ubicada a unas siete
horas del Cairo y el dejo todos sus negocios en manos de sus hermanos. Muy distinto paso con
mi papa el viajo hacia la ciudad de Medellín, se trajo con el un dinero que invirtió en la compra
de una casita de un solo piso ubicada en un barrio pirata del barrio Belén de nombre las
(Margaritas) frente al aeropuerto Holaya Herrera. Al regreso mi papa se dedico a vender todo lo
que tenia incluyendo la finquita la cual se quedo con ella don Luís Alfredo García hermano de
mi padrino. Todo el capital de mi papa ascendía a noventa mil pesos, $90.000=. Claro que no
pudo realizar todo el dinero ya que se vio obligado a fiar parte de la finca, la tienda y la casa del
pueblo.

------------ESTO SUCEDIÓ EN ENERO DE 1950---------------


-------------VIAJE A LA CIUDAD DE MEDELLIN-------------
Salida del pueblo: cuando mi papa regreso de la ciudad de Medellín le dijo a mí mama, que
había comprado una casita frente al aeropuerto Olaya Herrera de un piso. Claro esta que era
muy distinta a la que nosotros teníamos, pero que aquí la vida era muy distinta a la que se vivía
en nuestro pueblo. Cuando mi mama le pregunto cuanto le había costado, el le dijo que era una
ganga cuatro mil ochocientos pesos y mi mama como poco sabia de negocios no dijo nada.
Por fin llego la hora de la salida: a las dos de la mañana todo el mundo fuera de la cama. Nos
levantamos en medio de ese frío para emprender camino hacia lo desconocido. Nos
tanquearon con agua de panela caliente y en fila india fueron montando esa recua de hijos. Eso
si que fue una verdadera odisea. Como el pueblo no tenía carretera, tuvimos que salir a lomo
de caballo. Claro que, para mí, lo mismo que mi papa y mi hermano mayor eso no fue ningún
problema. Pero para el resto de mis hermanos menores eso fue de película. Caídas del
caballo, mareos, cansancio de mis hermanitas menores fue el abrebocas para dirigirnos a lo
desconocido. Mi mama con una niña de brazos Luz Marina la menor, y bien robusta como lo
era ella; mucha parte del camino mi papa se tuvo que bajar de la bestia para llevar a mi mama

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de cabresto. El viaje normal en bestia hasta el clavel que era donde llegaba la carretera era
aproximadamente de cinco horas. La familia salió a las dos de la mañana y se llego al clavel a
las once de la mañana.
Nueve horas de interminable suplicio. Hasta a mí que estaba enseñado a montar a caballo
llegue con el trasero plancho. Todos nosotros en general, teníamos Pagadas las sillas de
montar en las nalgas. Cuando por fin llegamos al clavel, caímos al suelo casi muerto del
cansancio. A mi mama prácticamente se tuvo que echar el caballo al suelo para poder
desmontarla, porque bestia y mujer eran una sola cosa.
Pero lo importante era que habíamos superado la etapa mas dura del viaje. Mientras
esperábamos el camión escalera que nos transportaría hasta Medellín. Con el hambre que
teníamos mi papa nos mandó preparar almuerzo en una casa.

EL PRIMER CARRO-------------------------------------------------Estábamos almorzando, cuando


sentimos un ruido muy extraño y entonces nos asomamos cuando vimos llegar un aparato muy
grande con ruedas echando humo por todas partes. Nosotros nos quedamos boquiabiertos
viendo esa cosa tan rara. Pues la verdad sea dicha, jamás habíamos visto un carro en nuestra
vida, y mi papa que había viajado tanto nunca se le ocurrió contarnos como era la vida fuera de
nuestro pueblo.
En ese momento pensé en mis amigos los cuales había dejado, con tanta nostalgia. Diego,
Fernando, Héctor y Arístides. Todos ellos estuvieron conmigo el día anterior a nuestra partida,
acompañándome porque era el último día que podíamos estar juntos.
Diego me regalo un trompo. Fernando me dio frutas para que comiera en el camino por si me
daba hambre. Siento en estos momentos al escribir esta historia, que la despedida de mis
amiguitos de infancia, para mi fue muy duro se me desgarro el corazón. Ellos lo eran todo para
mí. Esos momentos gratos de mi niñez, aunque ninguno de nosotros tuvimos nada de juguetes,
no por que éramos pobres ni mucho menos, esto se debía a la tacañería de nuestros padres.
Sin embargo; éramos felices montados en un palo de escoba jalando un tronco de madera con
una cabuya, y tirándonos a rodar por el rodadero. Además, teníamos nuestra finca en tierra
caliente donde todos los fines de semana nos íbamos a bañar al rio y pasábamos lo más de
bien.
Eso para mí en estos momentos que me encontraba rumbo a lo desconocido, al verme alejado
de mi pueblo no tenia sentido. Me producía escalofrío en todo mi cuerpo y se me revolvía el
estomago de angustia.
Llega pues la hora de nuestra partida. Subimos al carro rumbo a la ciudad de Medellín. Y
ustedes me preguntaran.
¿Cómo fue el viaje en ese carro?
Muy bien: tratare de explicarlo lo mejor que me sea posible. Mi mama creyó que era el fin del
mundo. Todo lo que habíamos almorzado quedo en el camino. Los vómitos de más de diez
boquitas pavimentaron la carretera. Mareados hasta la punta de los zapatos.
¿Si el viaje a caballo nos dejo de cama, este maldito carro del demonio nos iba a sacar las
tripas y nos iba a matar?
Varias veces tuvo que parar el maldito carro el chofer, para nosotros bajarnos a descansar. El
mareo, por una parte, el cansancio por otra y el hambre que no daba tregua. Pero ¿quién
pensaba en comer, eso ni pensarlo en nuestro estomago no paraba nada? Ese maldito carro
escalera echando humo por todas partes. La carretera destapada y llena de huecos no nos
daba respiro de nada.
¿Para donde nos llevarían nuestros padres?
¿Qué pensaban los viejos hacer con todos nosotros, todo lo que veíamos era desconocido?
Varias veces mi papa le dijo al chofer que parara por que se nos iban a partir los huesos de
tanto brinco. Hasta que de tanto ir y venir pisamos tierra Antioqueña. Como es natural,
llegamos en las horas de la noche fundidos sin tripas, nos bajamos del carro y como trombas
entramos a la casa y no tuvimos tiempo de mirar siquiera donde estábamos.
Como se pudo tiraron unos colchones al suelo y ahí nos acostamos todos juntos y no volvimos
a saber nada de este perro y miserable mundo de mierda hasta el nuevo día.
¿Y cuál sería la sorpresita que nos esperaba?
Mi hermano mayor fue el primero que puso pie en tierra. Al salir a la calle y encontrarse con
semejante espectáculo de miseria y abandono, puso el grito en el cielo. Se dirigió a donde se
encontraba mi mama acostada y la hizo levantar para mostrarle adonde nos había llevado mi
papa.

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Cuando yo me levante, mi hermano le estaba diciendo a mi mama. Este puto barrialero, no es
Medellín. Cuando yo estuve aquí, era una ciudad grande llena de edificios y miré este puto
lodazal.
¿Adónde infierno nos trajo a vivir este viejo, fue la pregunta que hizo mi hermano Carley? En
verdad, era un asqueroso caserío. Casas destartaladas y bajitas todas las calles eran puro
lodazal. Al levantarse mi papa se formó por segunda vez, la guerra de TROYA. Esto se puso al
rojo vivo.
La pelea que se formó…entre mi mama, mi hermano, mi hermana fue de padre y señor mío.
Que nuevo amanecer tan duro y desastroso. Mi hermana mayor lo mismo que mi mama y mi
hermano atacaron a mi papa. Todos se le fueron encima, sin compasión ni misericordia
“¿Cómo era posible que nos había sacado de un pueblo donde éramos gente y vivíamos muy
bien, no con lujos, pero si con decencia y comodidad, porque hasta finca teníamos”?
Una casa grande de dos pisos con un solar inmenso. Una buena finca donde nosotros
pasábamos la mayor parte de nuestro tiempo cuando estábamos pequeños; para venir a caer a
este puto barrialero.
Mi mama no hacia sino llorar, mi hermana mayor también: los menores pedían comida sin
darsen exactamente cuenta de lo que estaba pasando. Ese infernal día no hubo comida para
nadie.
Los corotos camas y demás trebejos que llevamos quedaron prácticamente sin desempacar. Mi
papa ese día puso pies en polvorosa, emprendió las de villa Diego. No tuvo más remedio que
perderse de la casa mientras pasaba la tormenta.
Mi hermano mayor estaba convertido en una fiera. Esto no podía estar sucediendo, parecía
una pesadilla. Yo en medio de la tormenta que se había originado en mi familia, me atreví a
salir a la calle. A pesar de estar tan pequeño siendo un niño me di cuenta de la tragedia por la
cual estaban pasando mi mama y mis dos hermanos mayores.
Cuando vi semejante espectáculo de abandono y miseria me puse muy triste. Las pocas
personas que en ese momento deambulaban por esos barrizales, me miraban como a un bicho
raro. Cuando regrese a la casa si es que se le puede decir casa a ese rancho, mi hermano me
tomo de la mano y me dijo.
¿Yo no se que vamos hacer, pero lo que es de aquí nos tenemos que largar para la puta
mierda?
Entonces le pregunte yo siendo aun muy joven. ¿Y donde queda eso mi hermano, si a mi me
parece que ya estamos en ella? En ese entonces yo ya contaba con diez años y tres meses de
edad. Ni de fundas me iba a imaginar, que a esa edad tan temprana me viera obligado a tener
que ayudar a criar esa numerosa familia como lo veremos mas adelante.
Oiga hermano le pregunte. ¿Usted que estuvo antes en Medellín, dígame la verdad? ¿Este
puto barrialero donde nos trajo mi papa a vivir, es la tan famosa ciudad de Medellín? Mi
hermano me contesto: que va hombre yo ni siquiera me imaginaba que en Medellín existían
estos barrialero tan hijueputas. Esto es un barrio pirata que está muy lejos de la ciudad. Deje y
vera que un día de estos lo llevo al centro para que conozca la ciudad. Luego me puse a
pensar.
¿Qué diablos será un barrio pirata me pregunte, siendo un joven que desconocía por completo
esos términos?

--------------CAMBIO TOTAL EN NUESTRAS VIDAS. -------


Después de esta amarga experiencia, nos arreglamos como pudimos y empezamos nuestra
nueva vida. Me hice de amigos de mí misma edad, y me dediqué con la ayuda de todos ellos a
conocer los alrededores donde abundaban las frutas, la despensa era al por mayor.
La finca de los Vernal, la mota, y el rincón otro barrio donde se hacían las arepas la morcilla y
los bocadillos para vender en la plaza de mercado Cisneros. Esto en verdad eran barrios muy
pobres y aislados de la ciudad de Medellín. Por mi parte no tarde mucho en hacer amigos,
como en todo barrio pobre abundan por centenares y este no era la excepción.
Belarmino Correa, Euler Bedoya, William Castaño, Álvaro Pulgarin, un pelado que decía ser mi
primo por que el papa era pariente del mío. Otro pelado apodado el secretario. Yo nunca le
supe el nombre. A otro le decían cochinada, porque todo el día se la pasaba tirando pedos.
El mas recatado de todos era el hijo de don Jesús Martínez Fabián, el papa era el dueño del
único granero que había en el barrio.
Como estos nuevos amigos ninguno de ellos estudiaba pues en estos barrios pobres en esa
época no se habla de estudio. Éramos vagos de tiempo completo. Ellos me llevaron a conocer

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la ciudad y la plaza de Cisneros donde se hacia el mercado. Los primeros meses pasaban
rápido.
Por mi parte la estaba pasando muy bien, a ninguno de nosotros nos entraron a la escuela.
Aquí no se mentaba eso del estudio para nada. Aprendí a jugar de lo lindo, también a robar
frutas. Prácticamente nos alimentábamos de ellas. Todos los días subíamos al alto como se
denominaba la finca de los Bernal.
El jefe de nosotros era Belarmino Correa, el era el mayor de todos nosotros. Era muy amigo de
Pedro el carnicero, este le regalaba desperdicios de carne, boje, y menudencias para nosotros
entretener los perros mientras nos metíamos a la finca a robarnos las frutas.
Recuerdo muy bien que mis nuevos amigos habían hecho un hueco debajo del cerco, por la
parte de atrás de la casa principal y de allí nos dirigíamos a los árboles, había de todo.
Mangos, mandarinos, naranjos, pomas, sapotes en especial muchos guayabos, de manera que
la despensa era muy abundante. Viendo todo esto, me recordaba nuestra finca allá en el Cairo,
donde también abundaban las frutas las cuales en su mayoría se perdían. En cambio, aquí era
nuestro mayor tesoro ya que era el mejor alimento, cuando en mi casa no había prácticamente
nada que comer. Cuando teníamos bastantes frutas nos bajábamos y nos repartíamos por
iguales partes. Eso sí al carnicero le tocaba una buena tajada. De la parte que me tocaba a mi
yo la llevaba para la casa. Mi mama al principio protestaba, por que ella sabia que el producto
no era conseguido de la mejor forma, pero con el tiempo se fue acostumbrando y no me volvió
a decir nada.
Otras de las grandes sorpresas que tuve fue que un día sábado en las horas de la tarde, mi
amigo el secretario me invito para el parque de Belén por que todos los sábados presentaban
películas de cine gratis.
Yo muy extrañado le pregunte que era eso. Y el me dijo que si yo nunca había visto películas
de cine y esto me cogio de sorpresa por que la verdad en mi pueblo no se conocía eso.
¿Cuál sería mi sorpresa cuando a las siete de la noche vi, como se proyectaban imágenes en
una pared? Casi me cago del susto. ¿Qué diablos era eso?
La película era de Tarzán en la selva. Lo cierto fue que le cogí un amor tan grande al cine, que
no me perdía ni una sola. Además, todos los domingos me iba para el teatro Mariscal de Belén,
a ver cine a las diez de la mañana, Allí había que pagar la entrada diez centavos.
Volvamos a la parte de mi familia y como la estaban pasando ellos. El desespero de mi papa
fue total. Teníamos aproximadamente un año de estar viviendo allí y el viejo prácticamente se
estaba comiendo lo que había traído del Cairo. Entonces en compañía de un familiar el papa
de Álvaro el amigo mío les dio por irsen a cacharrear a los pueblos de Antioquia.
Compraron unas maletas y las surtieron de menudencias carrieles, cortes de telas, peinillas,
espejos, y toda clase de chucherías y de maletas en mano viajaban por todos los municipios
del oriente y occidente hasta agotar existencias.
Pero esto no era suficiente. Una vez que estuvieron en Ebejico tierra de mi papa, se encontró
con sus hermanos Roberto, Luís, Francisco, y Carlos. Ellos al ver a mi papa se abrazaron y le
preguntaron qué estaba haciendo allá y no había arrimado a la casa de ellos a saludarlos.
Cabe anotar que la familia de mi papa eran dueños de muchas tierras en el sector de palmitas.
La mayoría de esas fincas eran productoras de panela. El hacía mucho tiempo que había
emigrado de la casa y no habían vuelto a saber nada de el. Todos ellos habían extrañado
mucho que no hubiera venido al entierro de sus padres los dos habían muerto.
Luego del dialogo, se dieron cuenta de que lo que había en el suelo tendido sobre unos
costales era el negocio de mi papa. De prospero comerciante, con una buena tienda, compra
de café y finca, todo lo perdió y se había convertido en un cacharrero de poca monta.
La vergüenza, la desesperación y la tristeza de mi papa se reflejaban en su rostro. En tan poco
tiempo, había envejecido mucho. Se veía pálido y demacrado, todo por lo que habia trabajado
y luchado durante muchos años, lo había perdido por causa de la maldita violencia, la cual a
reinado en este pais desde que mataron a Jorge Eliécer Gaitan, a finales de los años cuarenta
hasta nuestros días.
Pero lo importante de todo esto, fue que Roberto su hermano mayor, quedo de venir a Medellín
para ayudar a mi papa y asi lo hizo. Un mes después se apareció mi tío y se llevó a mi papa
para el barrio Aranjuez y le ayudo a comprar un granero muy bueno y acreditado. Mi papa lo
bautizo granero Berlín. Como mis tíos por parte de mi papa tenían buenas fincas, en el sector
de Palmitas, ellos eran dueños de unas tierras que en ese tiempo eran unos lodazales,
ubicadas donde hoy queda el estadio Atanasio Girardot. Ahí le vendió Roberto cuatro cuadras
a mi papa.

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A los pocos meses se origino tremenda pelea entre ellos. Según tengo entendido el precio fue
de cuatro mil doscientos pesos, en ese tiempo las tierras en ese sector no valían nada. La
quebrada que pasa por allá inundaba por completo esas tierras y estaban abandonadas. Mi
papa se sintió tumbado por el hermano, y este no tuvo más remedio que devolverle la plata. ¿Y
dónde andaban mis dos hermanos mayores?
¿Qué fue de ellos y a que se dedicaban?
En ese primer año, mi hermana no tuvo más remedio que buscar trabajo. Claro que ella nunca
lo había hecho, pero cuando toca no hay mas remedio y de tanto buscar encontró un
puestecito en la tipografía (BEDOUT) empacando libros.
A mi hermano le fue peor. De secretario de la alcaldía, bajo a mensajero de una oficina. Pero
esto era distinto, aquí no hay amigos, ni roscas, ni palancas. Había que echar mano de lo que
fuera.
La angustia de mi hermana se reflejaba en el encierro. Cuando llegaba a la casa por las tardes
después del trabajo, no volvía a salir hasta el otro día.

----------------DE DESGRACIA EN DESGRACIA. --------------


Belarmino Correa mi amigo tenía una familia muy numerosa, eran como 14 hijos de los cuales
diez eran hombres. Uno de ellos José, era de los mayores bastante jechito el hombre, este
pobre barón, puso sus codiciosos ojos en mi hermana Yolanda. Y CATAPLUM… PUN…
PUN…PUN…. La muy tonta quedo como hipnotizada y callo rendida a sus miserables pies. Lo
que yo me pregunto, hoy que escribo esta parte de nuestra historia es.
¿Que diablos le paso a mi hermana para enamorarse de semejante viejo y sin un puto peso en
el bolsillo? Era un simple obrero de Coltejer.
Es cierto que la situación por la que estábamos pasando era muy difícil y dura. Vivíamos en un
barrio pirata lejos de la ciudad en una parte muy diferente a nuestro pueblo. Por lo tanto,
teníamos que acoplarnos a ella, ya estábamos aquí y eso no tenía reversa.
Pero: ¿dónde queda la dignidad el orgullo y el señorío de la persona, ese no es motivo para
uno tirarse por el resto de su vida de esa forma tan estúpida y majadera?
En nuestro pueblo los pretendientes de ella eran muchachos jóvenes apuestos y destacados
de nuestra sociedad Cairense. Y ahora había caído en las garras de un viejo, como quince
años mayor que ella y más pobre que una rata. Este viejo varón trabajaba de obrero en una
fábrica. Ni corto ni perezoso se le colgó de las faldas como una garrapata. Este sujeto no la
dejaba ni a sol ni a sombra, todos los días iba por ella a la tipografía donde ella trabajaba.
Al darse cuenta mi hermano y mi papa de semejante infortunio, tomaron una determinación,
irnos a vivir al barrio Aranjuez, donde mi papa tenía el granero, haber si por este medio podían
alejar a mí hermana de semejante viejo. Pero como al amor no hay quien le ponga barreras, el
hombre ni corto ni perezoso la olfateo y la siguió como perro faldero. Al final pudieron más las
rabietas de mi hermana ya que ella amenazaba con casarse al escondido.
Según parece, se había enamorado perdidamente de ese sujeto. A mi pobre hermana parece
que le afecto mucho la salida de mi pueblo, porque perdió el gusto por la vida. Quedo muy mal,
por ese motivo creo yo, que mi pobre hermana hecho mano de la primera oportunidad que se
le presento para casarse, así tuviera que pasar por las mayores tragedias de su vida, como así
sucedió.
Más adelante volveré a coger el hilo de esta escalofriante historia.
Mi hermana mayor no tenía ni la menor idea de los sufrimientos que nos depara la vida, al
hacer una mala elección. Así tuviera que pasar por las mayores miserias y trabajos ella decidió
casarse. ¿Entonces que paso?
Pues muy sencillo los viejos no tuvieron más remedio que aceptar a regañadientes al viejo.
Esto había que solucionarlo rapidito llamaron al vejete. Fijaron la fecha y a los ocho días con un
vestido prestado y viejo como el, y una bata usada por parte de ella, se casaron en la iglesia de
Belén.
Se fueron a pasar la luna de (HIEL), al bosque de la independencia que era el lugar de recreo
de la gente pobre de ese entonces.

(SU LUNA DE HIEL DURO SOLO POR UN DIA).


Por el momento, no quiero dar más detalles sobre esta pobre boda ya que los malos momentos
por los cuales tuvimos que pasar tanto ella como yo especialmente de mi parte, los narrare
más adelante.
Ni remotamente me imagine, que el matrimonio de mi hermana me iba a complicar mi vida, y
me arrastraría a la más absoluta miseria.

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Los días siguieron pasando con una lentitud asombrosa. Nuestra situación económica iba de
mal en peor, a mi pobre hermana, se la llevo el marido a vivir de arrimada donde los suegros.
Este pobre diablo no tuvo un solo peso para pagarle una humilde pieza a su mujer. Mas
adelante vuelvo a coger ritmo sobre esta historia, un poco escalofriante por la forma de vivir de
esa familia. Los sufrimientos, las angustias y las hambres de mi hermana, los cuales nos tocó a
ella y a mi vivir en carne propia, son difíciles de creer.
Mi hermano mayor al darse cuenta de los trabajos y sufrimientos por los cuales estábamos
pasando le cogió un odio feroz a su cuñado, y es la primera vez que estoy de acuerdo con el.

++++++++++++++DE CAIDA EN CAIDA++++++++++++.


Volvamos pues un poco atrás para no perder el ritmo de esta escalofriante historia. El tal
granero que compro mi papa en Aranjuez no fue tan bueno como al principio se creía.
Como mi tío Gabriel se había venido con nosotros, por que el siempre vivió a la sombra del
cuñado, al vender la finca fue el primero que empaco maletas para el viaje. Mi tío Gabriel, era
el que le manejaba el granero a mi papa. Cansado el viejo de estar vendiendo al menudeo,
dejo a Gabriel al frente del negocio y el levanto el vuelo otra vez para el Valle, la ciudad de
Medellín le quedo muy grande.
En esta correría fue a parar a un rancherio cerca de la ciudad de Tulúa Valle llamado la Moralia
y allí sin consultarlo dos veces alquilo una casa para llevarse nuevamente la familia. Al regreso
vendió el granero, y la casita que había comprado en el barrio las Margaritas, se la dejo a mi
hermana y al yerno para que vivieran en ella mientras la vendía.
Toda la colmena viajo nuevamente hacia el Valle menos mi hermano mayor y yo. Nos
quedamos los dos acompañando a mi hermana a petición de ella, no quería quedarse sola. Yo
con escasos once años de edad empecé a trabajar en oficios varios. “Ayudante de albañilería,
de mesero en las heladerías, lavando platos en el bosque de la independencia, después de
mensajero en bicicleta llevando repuestos para carros en el almacén el General”
En este puesto yo me encontraba muy bien mi patrón se llamaba Diomedes Barbieri y era hijo
de un señor italiano. El me tenia mucho cariño y me prestaba la bicicleta para ir a almorzar a
donde mi hermana.
A pesar de ser un niño de tan solo once años, la vida me estaba castigando tan duro, que me
estaba haciendo madurar y crecer a pasos agigantados pues parecía de mayor edad.
Ya estábamos resignados por todos los aporreones que nos estaba dando la vida. Cuando una
noche eran aproximadamente las once de la noche. Me encontraba durmiendo, cuando se
encendió una pelea en la casa entre mi hermano Carley y Alfonso Correa, otro hermano de
José mi cuñado. Los golpes no se hicieron esperar. El escándalo fue de traca mandraca. Yo no
me di cuenta porque fue el asunto. ¿Ni que estaba haciendo el cuñado de mi hermana a esa
hora en nuestra casa?
Hoy que recuerdo esa parte de nuestra historia me pregunto. ¿Qué hacía Alfonso, el hermano
menor de José mi cuñado en nuestra casa a esa hora de la noche? Averigua OH gran
adivinador y dime donde quedo la bolita. ¿Sería que Alfonsito el hermano menor de Chepito su
vetusto hermano, le estaba tirando el guasque a nuestra hermana Yolanda, para ponerle la silla
y montarla, cuando su anciano hermano se encontraba trabajando a esa hora?
“¿OH adivina gran adivinador, tu que sabes del asunto ese de ponerle los cachos a las
personas, en los asuntos de la pasión, cuando la persona tiene su pito parado y con ganas de
ponerlo a trabajar?”. Pero la verdad sea dicha: este pícaro esbirro, se le fue el tiro por la culata.
Este piojoso mal intencionado se quedó con el pito parado.
No contaba con que en la pieza de enseguida había un perro feroz, listo para hincarle el diente
y salir en defensa de su hermana mayor. La verdad fue que cuando paso la trifulca porque mi
hermano lo saco de la casa a puñetazo limpio, y cuando mi cuñado llego a la casa lo enfrento.
Mi cuñado, trabajaba en un turno de ocho de la noche a cuatro de la mañana en Coltejer. Mi
hermano lo estaba esperando para reclamarle no se que cosa.
Ahí también hubo ciertas desavenencias entre los dos, cuñados. El terror que sentía mi
hermana, no se atrevía a tomar partido. Era cierto que mi cuñado vivía de arrimado en nuestra
casa, y nosotros teníamos más derecho de estar allí que ellos.
Después de este incidente mi hermano atemorizo a mi cuñado José porque el al fin y a la cabo
sabia más de leyes que el. Había desempeñado cargos en la alcaldía como secretario y alcalde
encargado como lo comenté en páginas anteriores.
En la discusión que tuvieron le estregó todo su odio en la cara. Le dijo que no era más que un
pobre jornalero, y analfabeta, que no supo darle a su esposa la vida que se merecía, cuando

28
en nuestro pueblo ella había sido la damita más cotizada por todos los jóvenes más pudientes
de nuestro pueblo.
Y como es natural en este puto mundo miserable y de mierda, el mundo sigue su marcha. Aquí
les va otro regalito. Un día recibió mi hermana una carta de mi mama, anunciándole que mi
papa venia en camino para vender la casita. Que fueran buscando para donde irsen a vivir.
Pregunto por nosotros y como estábamos, lo raro de esto fue que no hizo mención de volver a
vernos, al contrario, dijo que nos quedáramos aquí en Medellín haber si algún día nos la
volvíamos a traer para acá. Mi hermano que era viejo zorro en estos asuntos, se quedo
pensando en como les estaba yendo. En la carta no hacia mención de nada, hasta que llego mi
papa, y ese día mi hermano no asomo la nariz por la casa. En cosa de ocho días vendió la
casa a un señor Pedro Ospina por la fabulosa suma de cinco mil ochocientos pesos. Eso si
dándole un plazo de un mes para entregarla, mientras esta maravilla de cuñado que nos callo
del cielo, por obra y gracia de mi hermana, buscaba para donde irse.
Las penalidades, angustias y hambres que tuvimos que pasar mi hermana y yo, en ese primer
año fueron muchas. La desesperación y la tristeza de mi hermana se reflejaban en el rostro de
ella.
¿Qué metida de pata tan hijueputa la de mi pobre hermana, por no decir otra cosa? Estaba
flaca, fea y muy desmejorada. Cuando se cumplió el plazo para que mi cuñado chepito le
entregara la casa a mi papa, esta belleza de varón no había movido un solo dedo para
conseguir una miserable pieza para donde irse a vivir, con mi desventurada hermana.
No tuvo mas remedio que volver a pedir ayuda a sus parientes y nuevamente regreso a la casa
de sus padres. Pero esta vez con una mujer flaca, fea, enferma, y con un embarazo de seis
meses.
Mi hermano mayor se perdió de nuestro lado. No pudo aguantar la miseria en que habíamos
caído nosotros dos. Emprendió las de villa diego, no volvimos a saber nada de el. Como yo
estaba tan pequeño me fui a vivir con mi hermana donde los suegros de ella.
De esa miserable familia, con el único que la iba bien era con Belarmino. Dormíamos en un
catre viejo, el colchón era una estera casi podrida, el para arriba y yo para abajo. El hambre
que se aguantaba en esa casa era horrible, todos esos hombres trabajaban, pero en fábricas.
Salían por la mañana y regresaban por la noche cada uno compraba su comida. Don
Marceliano el papa de ellos era un viejo barrigón y mal oliente por la cantidad de grasa y
lombrices que habitaban en su puerca y abultada barriga. Era mal geniado, y amargado, no
trabajaba. Nos daban a beber agua de panela todo el día.
Recuerdo muy bien y no me da pena contarlo que era tanta la miseria de esa casa que doña
Mercedes la mama, para despacharme al trabajo, me escondía detrás de la puerta de la cocina
y me daba una tasa de agua panela con un pedazo de arepa. Esto lo hacía al escondido para
que el marido no protestara por estar alimentando a gente de la calle. QUE TAL ESA HE….
ALIMENTANDO A GENTE DE LA CALLE… UNA PUTA AGUADEPANELA DESABRIDA CON
UN PEDAZO DE AREPA PELADA.

++++++PUNTILLAZO VA… PUNTILLAZO VIENE++++++.


Con sobrada razón dice el dicho popular que el que nace pa bultiador del cielo viene
enjalmado. Otro regalito bastante desagradable que nos da este bello mundo en que vivimos,
fue que a mi cuñado lo botaron del puesto. No supimos por que lo despidieron de la empresa
donde trabajaba, salió mas pelado, que sobaco de rana.
Ahora si que se le había complicado la vida a mi pobre y desafortunada hermana y también a
mi. Para ese entonces mi hermana contaba con un embarazo de ocho meses ya estaba
próxima a parir su primer hijo.
Sin puesto, sin comida, y de arrimado en una casa donde solo había hambre y miseria, la
situación se había tornado de castaño a oscura. Al pobre hombre no le quedo más remedio que
trabajar en una barbería. Salía desde las diez de la mañana y llegaba casi a las once de la
noche. La comida que le llevaba a mi hermana era una libra de morcilla y un pedazo de
salchichón con pan y arepas. Todos los días incluyendo hasta los días domingos, mi cuñado
llegaba a las once de la noche. A esa hora de la noche, mi cuñado me despertaba para darme
algo de esa miserable comida para quitarme el hambre con que me acostaba. Todas las
noches nos acostábamos sin comer nada. Como yo estaba trabajando con lo poco que ganaba
tenía que darle a Alfonso hermano de mi cuñado, parte de mi salario para pagarle la miserable
dormida y el agua de panela que doña Mercedes me daba en las horas de la mañana para irme
a trabajar.

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Un mes después mi cuñado tuvo que salir en estampida casi a las dos de la mañana para un
hospital de caridad. El parto de mi hermana se vino encima. Y como la puta naturaleza es
experta en meterle a uno zancadillas para jodernos la vida, el alumbramiento empezó a esa
hora tan tarde de la noche. Ahí le nació un niño, flaco, feo y desnutrido, el cual le pusieron por
nombre (Gabriel Arcángel). Para acabarse de cagar en esa pobre criaturita.
Con la edad que yo tenía en ese entonces no alcanzaba a comprender que significaba la
palabra tío. Esto fue lo que me dijo mi hermana cuando me lo mostró. Mire Herley… ¡este
hermoso niño es su sobrino.

¡QUE TAL ESA HE!


¿Hermoso niño? Cuando lo que vi, fue un niño flaquísimo, de color morado todo arrugado, con
las paticas todas torcidas, feísimas y muy desnutridas. Parecía un pollo peletas recién
desplumado. Esta fue la primera experiencia amarga y desagradable impresión que tuve de
niño. Descubrí que nosotros los humanos de recién nacidos somos feísimos, en especial mi
sobrino el Arcángel Gabriel.
“De verdad que da pena escribir este pasaje el cual se repite diariamente en la vida de millones
de personas que seguramente tienen que pasar por este terrible calvario. Relatar la forma tan
triste y miserable como fue el acontecimiento, de la llegada de mi primer sobrino a este
miserable mundo, y pensar la vida que le esperaba a esta pobre criatura, le pone a uno los
pelos de punta”.
Narrar paso a paso estos momentos de miseria y desesperación la verdad es que esto da
rabia, y puteria. Esto realmente no era pobreza, era miseria. Daba tristeza y vergüenza ver
como trataban a mi hermana y a mi cuñado todos sus hermanos.
Estos miserables hijos de puta no conocían la caridad.
Los hermanos, de mi cuñado no tuvieron piedad de mi hermana, en plena dieta y con un niño
desnutrido feo y flaco, nos echaron de la casa y tuvimos que abandonar la pieza donde
estábamos viviendo de arrimados.
No tuvimos más remedio que empacar las pocas pertenencias que teníamos, y fuimos a parar
a un inquilinato a vivir con varias familias. A esta miserable concentración de gente pobre y
olvidada de Dios, la llamaban la casa grande y quedaba en la terminal de belén. En este sitio
hoy en día queda el centro comercial los MOLINOS.
Me duele el estómago y se me revuelcan las tripas, al recordar estos tiempos tan desastrosos
que tuvimos que vivir mi hermana y yo, por el error tan grande que cometió ella, al no saber
elegir a la persona con la cual se iba a casar y vivir el resto de su desventurada, amarga y
miserable vida.
Me pregunto yo. ¿Que estaría pasando por la mente de mi hermana, al recordar esos días tan
maravillosos que tuvo en nuestro pueblo natal, donde era una de las jovencitas más apetecidas
por todos los jóvenes pobres y ricos, de nuestro pueblo?
¿Y verse ahora desamparada, viviendo una vida de infierno, que seguramente ella no se
merecía, al lado de un viejo inútil sin ningún futuro, un don nadie bueno para nada? No joda
carajo. Si esta historia con su cruel y dura rudeza no deja mucho que pensar, sobre la situación
tan caótica por las cuales la mayoría de gente pobre en este puto mundo de mierda se ve
obligada a pasar diariamente, sin una luz que los guie y los alumbre, de verdad que la mayor
parte de la humanidad esta llevada del diablo. Y pensar que millones de fanáticos he idolatras
adoradores de un muñeco de yeso colgado de una cruz, rindiéndole homenaje y pleitesía a un
Dios injusto, cruel y tirano. Fuimos traídos aquí a sufrir en este valle de lágrimas y dolores.
Estos camanduleros idolatras, creen a pie juntillas en un Dios todo poderoso, justo y
misericordioso, que nos ama y protege.
Mamolas como dice el bigotudo De Horacio Serpa. A otro perro con ese hueso. Pues soy muy
angosto de garganta para tragarme ese paquete. Ese puto cuento de la mal llamada
misericordia de Dios es mal falso que un billete de cuero
¿Qué hicimos nosotros para que la naturaleza, se haya ensañado con una mujer buena y
honrada y un joven que jamás le hizo mal a nadie para lanzarlos a la miseria sin ninguna
contemplación, sin tener ninguno de nosotros culpa de nada?
Ahí les dejo ese interrogante, para que lo estudien y lo analicen, antes de seguir leyendo esta
trágica y verídica historia. Sigamos adelante que esto apenas comienza. Quiero hacer hincapié
en este breve comentario, para que los lectores tengan un respiro más adelante.
No todo es tragedia. Más adelante verán como un joven sin estudio y sin ninguna oportunidad,
pudo derrotar la miseria y salir adelante. Sabido es que con fuerza positiva, muchos deseos de
superación personal y energía positiva, con el paso del tiempo todo se soluciona.

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Ya verán: paciencia señores lectores, que ya vendrá lo bueno. Hoy que escribo esta historia, le
concedo la razón a mi hermano por haberse opuesto ante semejante desatino por parte de mi
hermana, aunque mi hermano tampoco salga muy bien librado en este relato.

------------------OTRA GRAN SORPREZA. ----------------------


Estábamos viviendo en una pieza por los lados de san Bernardo, también otro inquilinato
compartiéndolo con varias familias tan pobres y miserables como la nuestra, cuando a mi
hermano le dio por aparecerse a saludar a mi hermana, y con el deseo ferviente de conocer a
su primer sobrino el Arcángel san Gabriel.
Al darse cuenta de la miseria y de lo mal que vivíamos, me propuso que nos fuéramos a visitar
la familia, que en ese entonces se encontraban viviendo en un rancherio cerca de Tulúa Valle
de nombre la Moralia.
El cuento que me hecho fue que lo acompañara, solamente por una semana, que pidiera
permiso en el trabajo y después nos regresábamos para Medellín. Como yo todavía estaba de
unos doce años no tenía ni idea de lo que mi hermano quería hacer conmigo.
Lo cierto del caso, fue que me convenció y tomamos rumbo al dpto. Del Valle hacia la Moralia.
Cuando por fin llegamos ya estaba muy avanzada la noche. No alcanzábamos a distinguir
nada, era un rancherío de mala muerte, distinguimos una Luz de una lámpara de caperuza y
era una humilde tienda.
Mi hermano le pregunto al señor que estaba detrás del mostrador, si él conocía a una familia
que había llegado de Medellín y él nos contesto que si. Otro señor que estaba ahí nos condujo
hasta una casa que por lo oscuro que estaba no alcanzamos a distinguir.
Mi hermano toco la puerta y al rato nos contestaron que en ese momento no había servicio. Mi
hermano me miro un poco extrañado ante semejante respuesta, volvió y toco y se identifico dijo
que éramos nosotros. Oímos un tropel y luego nos abrieron la puerta mi mama salió nos
abrazó y termino llorando. Lo cierto fue que nosotros en ese mismo momento no nos dimos
cuenta si fue de tristeza o alegría, eran aproximadamente las once de la noche. Mi mama nos
preparo unos huevos con arroz y arepa, cosa que nos callo de maravilla por que el hambre que
traíamos era de padre y señor mío.
Al otro día nos levantamos muy temprano, y mi mama ya estaba en la cocina, lo primero que
vimos mi hermano y yo fue un salón grande con un poco de mesas tendidas con manteles de
cuadros rojos y blancos. Inmediatamente mi hermano le pregunto a mi mama que era eso, y
ella se puso a llorar.
En medio del llanto, nos dijo que era que ellos vendían comida para los campesinos que venían
de las veredas. Santa pacha bendita, esto se volvió a encender. La furia de mi hermano no se
hizo esperar. Arremetió nuevamente contra el viejo. ¿Cómo era posible que mi familia hubiera
caído tan baja y hubiera convertido la familia en vendedores de sancocho?
Por mi parte no me pareció tan mal la cosa. Pues al fin y al cabo yo poco entendía de lo que
nos estaba pasando. Lo que si lamentaba era el haberme dejado convencer de mi hermano
para viajar a ese rancherío de mierda.
Empezaba a extrañar a Medellín. Aunque la situación económica por la que estábamos
pasando no cambiaba en nada, por lo menos vivíamos en una ciudad con muchos recursos.
Pero donde mi papa se llevo a vivir a su familia no tenia perdón de Dios. Mis hermanitas
menores Noelva, Lila y Dolly recogían leña para prender el fogón. Estaban descalzas y sus
cuerpos cubiertos con hilachas. Eso me tocó verlo y es tan cierto como saber que hay uvas. Y
para colmo de males un indio campesino llamado Juan Anacona, había puesto sus codiciosos
ojos en una de mis hermanas menores, siendo ella una niña. No joda hombre: ni que mi famila
hubiera sido la que colgó de las pelotas a Jesucristo en esa cruz; para merecer tanta tragedia y
castigo. Mi hermano casi que obligo a mi papa para abandonar ese puto rancherío. Este fue el
motivo que aceleró la partida de mi familia hacia la ciudad de Cartago.

DESPUES DE ESTA NUEVA TRAGEDIA LA VIDA NOS DA UN BREVE Y MUY MERECIDO


RESPIRO**************
La estadía de nosotros en la Moralia fue muy breve. Paso sin pena ni gloria, creo que no
estuvimos más de un mes. Mi papa se vino para Cartago, como allí vivía don Pablo Emilio
García mi padrino, él lo busco. El encuentro con su viejo y gran amigo fue un abrazo casi
paternal y la alegría de los dos es muy difícil de explicar. El asunto es que entre los dos amigos
derramaron Lágrimas de amor y ternura.

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Don Pablo Emilio mi padrino, le ayudo a conseguir una casita a una cuadra del río la vieja, muy
cerca de donde vivía el. Yo también me mude con la familia, y en Cartago el asunto era a otro
precio.
Mi papa al lado de su compadre Pablo Emilio, empezó a respirar y vivir otro ambiente. Su
ánimo era muy distinto a como lo vimos en la Moralia. Ellos dos se volvieron inseparables. Se
le veía hacer negocios con panela y café. Como novedad les cuento que en Cartago vivía unos
de los hermanos mayores de mi mama. A este tío yo no lo conocía. Juan Ramón, A él le tenían
un apodo, don (Moncho) Era muy conocido en la región. El hombre, tenía un negocio un poco
clandestino, pero le iba muy bien. Tenía un taller de cerrajería y fabricaba escopetas y pistolas
de Cápsula.
Era el armero del ejército y les reparaba todo el armamento. Por eso nunca le decían nada por
su fabricación y venta de escopetas y revólveres. Era muy conocido en toda la comarca: como
Cartago es una ciudad, que geográficamente está muy bien ubicada, la ciudad de Pereira
queda a unos cuarenta minutos y es paso obligado para todo el Dpto. del Valle. Todo el
comercio que viene de la ciudad de Medellín entra por Cartago. Es una ciudad muy acogedora
de mucho Movimiento, y muy agradable para vivir.
Como se los comente antes: Aquí empieza una nueva etapa de nuestra vida. En lo que a mi
concierne tengo una agradable y buena imagen de la ciudad de Cartago. Mi mama le escribía
constantemente a mi hermana informándole todos los sufrimientos por los cuales estaban
pasando.
Creo que en algunas de sus cartas después de que nos fuimos a vivir a Cartago, mi mama los
invito para que nos visitaran y de paso conocer a sus nietos. Pues ya eran dos. Mi pobre
hermana y José que no salían de la miseria; quisieron probar suerte en la ciudad de Cartago.
Cabe anotar que ellos a pesar de su pobreza y la miseria en que Vivian habían prendido
motores y tenían un nuevo niño por que para eso si resulto ser muy bueno el sujeto en
mención. Mi cuñado vivía saltando de barbería en barbería. Entonces se decidieron visitar a
sus suegros con el pretexto de que conocieran los nietos. Un buen día se nos apareció con su
mujer y sus dos retoños que entre otras cosas los viejos recibieron con mucho júbilo y
beneplácito.
Eran los únicos nietos que tenían mis papas: besos abrazos y mucha alegría fue lo que hubo
ese día de la llegada. La situación era muy diferente. Mi cuñado jose, no se demoró nada en
conseguir trabajo. Por supuesto que en una barbería.
Pero este si era muy distinto tenía mucha clientela, el hombre empezaba a las ocho de la
mañana y terminaba a las diez de la noche, todos los días de la semana. La situación había
cambiado por completo, ya se vivía con más comodidad y holgura. Mi mama no ocultaba la
dicha de tener a su hija y a sus dos nietos con ella. Ese nieto flaco, desnutrido y feo se habia
convertido en un niño fuerte y sano. Hacia mucho rato que a mi mama no se le veía sonreír,
casi todos los días ella y mi hermana se iban todas las tardes para la casa de doña Isabel mi
madrina. Ella vivía a una cuadra de donde vivíamos nosotros.
Allá tomaba el algo en compañía de sus dos nietos y de Jaime el bobito hijo adoptivo de doña
Isabel mi madrina. Este pelao hacia todo lo posible por estrangular a esos dos cachorros, que
le pusieron de papayita. Aprovechando un descuido de mí hermana, pero afortunadamente
aquí no hubo desgracias que lamentar y la alegría de ellas era total.
Por mi parte yo le ayudaba a mi tío moncho en el asuntico aquel de las escopetas. Ahí aprendí
algo de cerrajería. Alguito de plata me pagaba el hombre. Resulto ser bastante tacaño con su
desconocido sobrino. Mi cuñado todos los Domingos, me daba plata para entrar a cine mi
favorito era el teatro Virrey por presentar películas mexicanas.
En Cartago estuvimos aproximadamente un año. Yo ya andaba pisándole los talones a los
trece años de edad. A mi papa le resulto un negocio en un pueblito llamado san Isidro, cerca
del Municipio de Obando Valle. Este carecía de una buena tienda de abarrotes y mi padrino
estaba dispuesto a surtírsela. Como mi papa tenia mucha experiencia en ese negocio, acepto
de inmediato, pero este quedaba en la cordillera, y mi papa ni corto ni perezoso viajo hasta ese
lugar a ver si volvía a levantar fortuna.
El desespero del pobre viejo no lo dejaba ni a sol ni a sombra. No es que en Cartago
estuviéramos consiguiendo plata no. Pero vivíamos bien y la ciudad era muy amañadora.
Además, estaba mi madrina que, al lado de su vieja amiga, se habían vuelto inseparables. Mi
mama en un gesto de gratitud con su amiga me mandaba todas las noches para servirle de
compañía y me convirtieron en su sirvienta. Era lo único que me faltaba para darle más sabor a
este delicioso pastel.

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Trabajar al servicio de mis padrinos como una triste manteca. Me tocaba levantarme a las
cuatro de la mañana, y hacer los oficios de una sirvienta. Yo les hacia el agua panela, el
chocolate y también le dejaba hechas las arepas, luego me tocaba barrerle y trapearle su casa,
y después de hacer estos oficios.
Cuando terminaba mis labores, mi madrina me hacía arrodillar, para darme su bendición. Yo le
decía “Sacramento Del altar madrina. Dios lo bendiga mijo”.
Ella sacaba de su delantal Quince centavos y me los daba en pago por el trabajo del día. Yo
muy ingenuamente se los entregaba a mi mama por tan valioso gesto humanitario de parte de
su amiga.
(QUE TAL ESA HE. Y pensar que hay gente tan fanática, ilusa, entupida, majadera, ignorante y
bruta en esta vida, que cree a pie juntillas que hay un dios que se preocupa y vela por todos
nosotros.
Por tal motivo mi madrina se opuso rotundamente para que mi papa se la llevara a san Isidro,
hasta no ver como le iba en el nuevo negocio, y asi fue. El viejo partió solo y monto su tienda
con todas las de la ley. Era el negocio más grande que había en el pueblo surtía todo el campo
y empezó a irle muy bien. Con el correr de los meses el viejo no se aguantó sin su familia y
emprendió viaje hacia Cartago arrastro con toda la familia, incluyéndonos a Gabriel mi tío, mi
cuñado José, mi hermano Carley y a mí.

+++++VUELVE Y SE PUTEAN NUESTRAS VIDAS+++++


+++++++++++VIAJE A SAN ISIDRO. ++++++++++++++++ La jornada que tuvimos que
soportar de Obando hasta el pueblito de san Isidro, es algo digno de contarse. Se me quedo
gravado en la memoria para el resto de mi puta y miserable vida. El camino que tuvimos que
recorrer fue más de seis horas a pie, por caminos de herradura subidas y bajadas. Que faldas y
precipicios tan enormes nos encontramos en el camino. En ese largo trajinar, nos dejaron casi
muertos. Solo había bestias para los viejos y mis hermanas menores. Los demás tuvimos que
voliar quimba (caminar).
Aunque la jornada fue muy dura, la pasamos muy bien por que los hijueputasos de mi hermano
Carley, de Gabriel mi tío y mi cuñado José, pavimentaron esas trochas inmundas, que entre
otras cosas les toco llevar a los dos cachorros montados a la espalda. Estas dos criaturitas por
lo incomodo que iban se la pasaron berreando por todo el camino.
Nosotros igual que los niños, no la pasamos por todo el camino renegando, eso si fue de
película. Después de tanto caminar, subir y bajar lomas y haber invertido seis interminables
horas, divisamos el caserío.

*************NUESTRA TIERRA PROMETIDA***************


SAN ISIDRO… ¿QUE DIABLOS ERA ESO? AHORA SI CAIMOS AL FONDO DE LOS PUTOS
INFIERNOS. NO HABIA NINGUNA DUDA++++++++++++++++++++++++
El rancherío más sucio, miserable y desolador, que habíamos pisado en nuestras amargas y
miserables vidas, “si es que se le puede decir vida a esta cantidad de tragedias”.
¿Era cierto que, si las Margaritas era un barrio pirata de Medellín, la Moralia era un asqueroso
tugurio, este pueblito miserable alejado de Dios y del estado, si rebosaba la copa? No joda
carajo… tanta tragedia junta no nos daba tregua. Otra vez al abismo. ¿Ni que mi pobre familia
fuera la que inicio la segunda guerra mundial, y fuéramos la familia de Adolfo Hitler para
merecer tanta tragedia y tortura por parte de la naturaleza, creada por Dios para el beneficio y
el disfrute del hombre?
MALDITA SEA CARAMBA. ¿QUE LE ESTABA PASANDO A MI PAPA? -------------------------------
--------------
No salía de estos malditos extramuros.
Ni que se hubiera convertido en armadillo, para vivir en estas putas y miserables cuevas.
¿Qué necesidad tenía de Salir de Cartago, si allí estaba entrándole al negocio de la panela y la
compre de café y vea ahora Otra vez al monte?
Que distinto era nuestro pueblo natal. La mayoría de las casas eran de dos pisos rodeadas de
jardines y chambranas por todas partes.
Un bello parque lleno de árboles, una iglesia muy bonita y un maravilloso pueblo agradable y
acogedor. Y ahora caer de bruces a estos espantosos abismos y lodazales… Esto no tenía
sentido. ¿Que nos estaba pasando, de verdad no lo entendíamos ninguno de nosotros? ¿Qué
le pasaba a mi papa?
¿Por qué se empeñaba en arrastrar su familia para estos lugares llenos de miseria desolación
y olvido?

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¿Nunca vi en mi padre que hiciera algo malo?
Siempre fue una persona de bien, religioso, cumplidor con su familia y sobre todo muy honrado
y honesto.
Definitivamente este mundo es muy incomprensible. Con razón dice el dicho popular.
“El que nace pa bultiador, del cielo lo mandan enjalmado”.
Siguiendo adelante, lo primero que vimos como tarjeta de presentación, fue la miseria que allí
reinaba. Cuatro o cinco perros mal nutridos y hambrientos nos recibieron con quejidos y latidos,
producidos por el hambre que los tenía al borde de la muerte.
La mayoría de las casas eran ranchos caídos. No había ni una sola casa de dos pisos. Las
calles eran estrechas y llenas de lodazal. En sus miserables puertas, corroídas por el desaseo
y la mugre, hacia nido el abandono y la miseria. En estos sitios se agrupaban mujeres niños y
ancianos.
¿Cómo es posible que, en un mundo tan grande, donde puede haber cabida para todas las
personas, algunas familias vivan con tanta necesidad y nunca conozcan las maravillas de la
naturaleza?
¿Qué tristeza y angustia la que sentimos todos nosotros, con semejante espectáculo de
desolación, pobreza y miseria?
Les aseguro que si no fuera por el cansancio que teníamos y lo digo especialmente por los
hombres, de buena manera hubiéramos dado vuelta para alejarnos de semejante espectáculo
de miseria desolación y abandono. ¿Cómo estaría la cosa de grave, que me toco ver a mi
hermano Carley, dirigirle la palabra a su odiado cuñado José, en son de amistad?
“Ahora si veo que la angustia y la desesperación, traen buenos amigos y une a las personas en
discordia. Total, ya estábamos allí y ni de fundas dar vuelta hacia atrás”.
La entrada al pueblo si es que se le puede denominar como tal, fue algo cómica. Las pocas
gentes que deambulaban por las calles pantanosas, estrechas y polvorientas. Perros, gatos,
niños descalzos desnudos y barrigones. Uno o dos ancianos de bastón, con un tabaco
apagado en su desdentada boca, de esos que no faltan en los puebluchos de mala muerte,
asomados en sus ventanas y puertas, nos hacían calle de honor.
Por fin llegamos a la plaza principal. En fila india nosotros remolcados por las mulas que
transportaban a las mujeres pegados a la cola de las bestias y sin un aliento, nos dirigimos a
una casa que mi papa había arrendado para nosotros vivir. Esta estaba ubicada enseguida de
la casa cural.
José, Gabriel, Carley y yo, nos tiramos en el suelo y quedamos fundidos del cansancio que
teníamos. Eso si todos al unísono divisando la plaza principal que entre otras cosas no había si
no una.
La vida que nosotros llevábamos en san Isidro fue de una monotonía tremenda y agobiante.
Todos nosotros y me refiero a los hombres, perdíamos nuestro maravilloso tiempo haciendo
nada. Nos la pasábamos sentados en unas bancas de madera corroídas por el clima y el mal
tiempo que hacía. Estábamos en pleno invierno. Voy a describir en detalle cuales eran los
negocios que había en la plaza. La tienda de mi papa, si era la mejor. Nos parecía que tenía
demasiado surtido para la poca gente que habitaba en el lugar.
En su orden le seguía el café de don Emilio Sastoque, con dos billares viejos y destartalados.
Gabriel y mi hermano se hicieron muy amigos de don Emilio y se la pasaban parte del día
jugando billar. Como era un pueblo solitario y sin nada que hacer don Emilio nunca les cobraba
a ellos así perdieran el juego. Le seguía en su orden la cantina de Jairo el turpial… lo
apodaban así, por que se la pasaba silbando la cucaracha todo el día. La barbería de José
Eloy Arias, un negro morocho que pelaba sus dos dientes de oro, Esta era la única dentadura
que tenía cuando se reía. Este venerable benefactor hizo migas con mi cuñado José y le tendió
la mano a mi cuñado. Ambos profesionales en el arte de bajarle la pluma a los peludos de
aquella época. Y por aquello de que entre bomberos no se pisan la manguera, se repartían
utilidades del miti miti: Es decir cincuenta y cincuenta para cada uno. El local más visitado de
todos estos negocios indudablemente era la sastrería de Misael Paniagua. Allí se reunía la
mayoría de gente, de esos vagos que abundan en los puebluchos de mala muerte a tertuliar.
En el mismo local quedaba la oficina del telégrafo, el cual era manejado por Omaira la hija del
sastre. Una solterona también cuarentoncita, pero que, observándola bien y de cerca, se le
notaban unas pequeñas arrugas. Es decir; el famoso pate gallina que empieza hacer mella en
las mujeres de edad avanzada.
Sin embargo, esta dama se había enamorado de mi tío Gabriel, y como potranca en celo, se
esmeraba por lucir sus encantos cuando mi tío se le acercaba para mandarle el zarpazo. Su

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principal vestimenta eran camisas escotadas que mostraban muy coquetamente parte de sus
senos en estado lamentable “estaban caídos”.
Mi tío Gabriel, no era ningún peladito. También se traía sus buenos añitos encima. Creo que
estaba en el quinto piso, edad muy avanzada y ya se le veía muy madurito. Este varón, la
visitaba con mucha frecuencia. Creo sin temor a equivocarme que iba pisándole los talones a
los cincuenta añitos. Por ese motivo lo apodaron (templo viejo).
Pero eso para el no significaba nada. Estaba muy encoñadito de la vieja y de verdad, no
sabemos con qué intenciones porque, en asuntos del matrimonio, les puedo aseguras que mi
tío no quería saber nada de nada. Tampoco creo que a la muchacha le interesara mucho la
boda, por que con esa edad y viviendo en un pueblo tan miserable como ese, se pierden todas
las esperanzas. Por lo demás tocaba resignarse.
Mi tío Gabriel era un excelente conversador. De tanto visitarla la tenía domadita y altica del
suelo. Como la araña cuando termina su red, estaba a punto de casarla y mandarle el zarpazo.
Pero la víctima estaba lista y parece que no tenía escapatoria. Estaba en la mira del cazador.
No faltaba sino apretar el gatillo para cazar a la víctima. Ella se encontraba feliz, mostrándole
sus encantos y calentando el viejo. Lo miraba con ansia y placer, y estaba muy dispuesta para
entregarse por entero para disfrutar de su vida la cual hasta el momento la tenía embolatada.
Eso sí, con la venia y la bendición de su padre, el cual sentía un gran aprecio por mi tío
Gabriel.
Una tarde cuando don Misael se encontraba ausente, al regresar a su casa, cogió a su hija con
mi tío dándole rienda suelta a sus asuntos corporales.
Don Misael, no se enojó por encontrarlos pichando, sino porque lo estaban haciendo en su
mesa de trabajo. Ese día los mando para que les dieran rienda suelta a sus porquerías
sexuales en la cama de ella.
¿Entonces qué?
Solo me he dedicado a escribir sobre mis parientes y El autor de esta historia, a que se
dedicaba en ese pueblucho de mierda.
¿Cuáles eran mis planes y pensamientos?
“PUES NADA. MIRAR ESA MISERIA A MI ALREDEDOR Y PENSAR EN LO DESGRACIADA
QUE SERIA MI VIDA, SI NO PENSABA EN ALGO PARA SALIR DEL ATOLLADERO EN QUE
ME HABIA METIDO”.
En el pueblo había un curita también antioqueño de apellido Jaramillo, y desde que nosotros
llegamos fue la primera persona que nos fue a visitar. Se le veía la alegría en el rostro al padre.
Iba constantemente a la casa de nosotros, prácticamente se puede decir que allí se
alimentaba. Como lindábamos con la casa cural los solares eran prácticamente unidos y por
ese lado el padre se pasaba para la casa de nosotros, todas las tardes, a charlar con mi
familia.
Mi mama lo entretenía contándole viejas historias, sobre todo de sus ancestros. Pues ella decía
con mucho orgullo, que sus abuelos eran de descendencia española, por aquello de los
apellidos de mi mama.
(MORENO por parte de padre y MARQUEZ por parte de madre y OLE).
La vida en san Isidro continuaba sin penas ni sobresaltos, hasta que en semana santa al padre
Jaramillo le dio una oportunidad a mi hermano para predicar el sermón de las siete palabras. El
padre Jaramillo ya sabía por parte de mi mama que mi hermano había estudiado en el
seminario de Manizales varios años y que se había retirado por una enfermedad que le dio. “Lo
que hace una buena madre cuando de mentir se trata, defendiendo a su hijo”.
La verdad fue que apenas estuvo un escaso año estudiando, y la enfermedad que le dio fue
carranchil, plaga que contrajo en Medellín y que afecto a todo el pueblo, como ya lo expliqué en
páginas anteriores.
Lo cierto del caso fue que en pleno sermón de las siete palabras y dentro de la iglesia, a
alguien no le gusto lo que mi hermano decía y le cogieron una bronca brutal. Mi hermano
mayor debido a ese complejo de superioridad que se gastaba era experto en granjearse la
enemistad de la gente. Unos días después le dijeron a mi papa que era mejor que nos
fuéramos del pueblo antes de que hubiera una tragedia. A nosotros no nos querían allí, sobre
todo al petulante de mi hermano.

***********MIS PRIMEROS PINITOS MENTALES********


En este pueblo alejado de la civilización, me ocurrió algo muy importante, que no puedo dejar
de lado sin contarlo en esta historia. Es lo más sagrado que hay dentro de todos los seres
humanos que habitamos este hermoso y muy complicado planeta.

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*****************************************************************
DESCUBRIR EL MISTERIO DEL CONOCIMIENTO DEL PODER Y LA ENERGIA
MENTAL************************ ***************************************************************
Es maravilloso, cuando uno entra en las profundidades de ese basto misterio, que es, el
camino hacia el entendimiento. La mente, es la maravilla más grande y misteriosa de la
creación. Alli se almacena todo el contenido de la vida. De lo que realmente somos, y el papel
que a cada uno nos toca asumir durante nuestra existencia.
Fueron muchas las horas que yo invertí, durante ese mes que estuvimos en san Isidro. La
mayor parte de mi tiempo, me la pasaba meditando y pensando sobre mi futuro. Algo en mi
interior es decir el otro yo, me impulsaba desde adentro de mí ser y no me dejaba ni un minuto
de tranquilidad. Ni en las noches tenia sosiego. Dormía muy mal, la mente no me dejaba
tranquilo.
“SIEMPRE ME HACIA LA MISMA PREGUNTA. ¿QUE VA A HACER DE MI VIDA Y TAMBIEN
DE MI FUTURO?
¿QUE DIABLOS HACIA ALLI METIDO EN ESA JAULA PRACTICAMENTE ENCERRADO Y
SIN PODER SALIR?”.
¿Qué Sentido tenía la vida, si en este momento se encontraba opaca y vacía?
¿Cuándo tuve la oportunidad de salir adelante en La ciudad de Medellín y verme ahora en un
rancherío de mierda sin ningún futuro? ¿Cómo carajos, me deje convencer de mi hermano, si
yo estaba trabajando, para salir a una aventura que solo me dejo angustias, desesperos y
malos recuerdos?
Ese era mi mayor tormento. Aunque al principio de mi llegada a la ciudad de Medellín, la
estaba pasando muy mal. Era una ciudad muy acogedora y hermosa y tenía la oportunidad de
salir adelante. Además, tenía la oportunidad para aprender algo. Pero ese pueblo miserable
donde me encontraba en este momento era un infierno, una prisión, una pesadilla, que sino
buscaba la forma de escaparme de alli iba a morirme.
Ya iba pisándole los pies a los trece años de edad y era muy sombrío el panorama que se me
presentaba.
El pesimismo, la angustia y el desespero me estaban matando. De ninguna manera puedo
seguir con este sufrimiento en mi corta y miserable vida. Jamás me había sentido tan triste,
olvidado y perdido.
Algo en mi interior me impulsaba a rebelarme. Era una fuerza dentro de mí interior, que no la
podía contener. Si esperaba unos días más, me iba a reventar. Así se lo hice saber a mi
cuñado José en una conversación que tuvimos. Le insinúe que yo tenía planeado irme para
Medellín así me tuviera que ir caminando, porque yo no estaba dispuesto a acabar mi vida en
ese miserable pueblucho de mierda.
Recuerdo muy bien que mi cuñado me dijo que el ya lo había pensado. Que era mejor morir en
tierra grande, aunque el entierro fuera triste. Hablamos con mi hermana y ella acepto de muy
buen agrado. Pues ella también estaba desesperada y muy aburrida.
El plan lo hicimos casi al escondido. Pero como entre cielo y tierra no hay nada oculto, mi
hermano que tenía un olfato de perro se enteró y se apuntó para salir del pueblo con nosotros,
y mi tío Gabriel, pero no para venirse para Medellín, sino para irse para Ginebra donde mi
abuela tenía una finca como lo comenté antes. Mi mama también se enteró de nuestro plan.
Como era su costumbre rompió en llanto y volvieron a acorralar a mi papa para que
abandonara ese rancherío de mierda. Nuevamente hubo una trifulca de las ya acostumbradas.
Pero el viejo no tuvo más remedio que aceptar, porque también se había dado cuanta que
había metido la pata. Y esto acelero la salida de toda la colmena. Unos días después el padre
Jaramillo, le dijo a mi mama que a el lo habían trasladado para un pueblito situado en el plan
del valle llamado PRIMAVERA.
Esta noticia acabo por matar a mi mama. Ella le tenía mucho aprecio al padre Jaramillo.
A la siguiente semana ya teníamos empacadas nuestras pocas pertenencias listas para
emprender el vuelo hacia la libertad.
******************************************************************
LUZ VERDE. POR FIN LLEGO LA HORA DE VOLVER A MEDELLIN CIUDAD QUE NUNCA
DEBIMOS DEJAR**********************************************************
Esa noche día de nuestra partida, nadie durmió. Solo los niños. Nos levantamos a las dos de la
mañana. Estábamos felices y dichosos. Pero nuestra alegría se nublaba, por tener que dejar a
nuestra familia. Salir de esa jaula y dejar a nuestros padres y hermanos nos llenaba de
angustia.

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Mi mama y Yolanda prepararon el fiambre para no aguantar hambre en el camino. Llego la
hora de la partida. Entre besos, abrazos y sollozos, nos despidieron. Carley, Gabriel, mi cuñado
José, mi hermana Yolanda, sus dos hijos y yo emprendimos el largo camino que nos conduciría
a la libertad.
Con la alegría que teníamos, ya no se nos hizo tan largo el camino. La felicidad que teníamos
de salir de alli, no nos dejaba pensar en otra cosa, que no fuera salir de esa prisión para no
volver nunca jamás. Salimos a las cuatro de la mañana. Todavía estaba oscuro y mi papa le
dio una linterna a mi tío Gabriel para alumbrar el camino. Fueron seis horas que ni las
sentimos. Las ganas de salir de ese miserable pueblo nos llenaban de fuerza y energía. En el
sitio llamado el chuzo era la mitad del camino y alli se divisaba el plan del valle. Cuando
llegamos allí, los pulmones se nos llenaron de aire y de alegría.
Alli desayunamos. El fiambre que mi mama había preparado, no lo comimos de una. El
desespero por salir de ese lugar era inmenso. Luego emprendimos viaje hacia el municipio de
Obando.
“Era tanta la felicidad que sentíamos en nuestros corazones, cuando salimos de San Isidro,
que cuando llegamos al chuzo, un alto donde se divisaba el plan del Valle, casi nos pusimos a
llorar de la emoción tan grande que sentimos. Nos sentimos libres, como si hubiéramos soltado
las cadenas. Emprendimos viaje hacia la nueva vida”.
El regreso se nos hizo muy corto. Lo pasamos charlando, riendo y cantando por todo el
camino. Cuando llegamos al plan del Valle al municipio de Obando, Carley y Gabriel se
despidieron de nosotros y emprendieron rumbo hacia la ciudad de Cali.
Nosotros cogimos un bus de expreso Trejos hacia la ciudad de Cartago.
Alli cogimos un bus de la flota Magdalena para dirigirnos hacia la ciudad de Medellín. Salimos a
la una de la tarde y llegamos a Medellín a las ocho de la noche.
Cuando llegamos, mi cuñado nos dejó instalados donde unos amigos que nos acogieron muy
bien en el sector de la terminal de Belén. Eran tres mujeres solteronas, La mama y Carlos.
Todos ellos trabajaban en Paños Vicuña.
Resulta que cuando José y Yolanda fueron a visitar a mis papas a Cartago, ellos vivían con
estas personas y sus corotos los tenían guardados alli. Por eso llegamos de una sin ningún
tropiezo.
Una semana después estas señoras le consiguieron puesto a mi cuñado en Paños Vicuña,
como supervisor. Como José había trabajado en Coltejer muchos años, no le fue difícil
vincularse a su nuevo puesto.

*****************NOS GANAMOS LA LOTERIA*********


NOS CAMBIA LA VIDA POR COMPLETO******************
Durante el tiempo que estuvimos viviendo con las tinas, como asi les decían a las señoras en la
casa donde vivíamos. Nuevamente la cigüeña visito a mi hermana, le nacieron otros dos hijos.
Ya eran cuatro mis sobrinos, pero la verdad sea dicha. El nuevo puesto de mi cuñado era muy
bueno. Como el trabajo tantos años en Coltejer conocía mucho de textiles. Le dieron un cargo
de revisor de producción y aquí empezamos a vivir con más holgura y decencia, el
mejoramiento y el cambio fue total.
Ya no se vivía con tanta estreches como nos toco vivir al principio. Po fin había terminado el
invierno y sus tormentas
¡!!!!!!Había llegado la primavera a nuestras vidas!!!!!!!
Parecía que la amada naturaleza, se había cansado de jodernos la vida, y nos quería dar un
merecido descanso. Por fin nos había dado un poco de felicidad y respiro. Por fin se rompen
las cadenas, que nos habían aprisionado y maltratado durante tanto tiempo. Solo restaba
olvidar el triste recuerdo y empezar una nueva vida. Teníamos que salir del fango y pisar tierra
firme. Nunca volver atrás. Solo mirar hacia delante para alcanzar el éxito que fue tan esquivo
durante tanto tiempo. Parece que por fin nos montamos en el coche que nos conduciría por
muchos años hacia la bonanza y la ventura, hasta alcanzar el éxito tan deseado por todos
nosotros. “Bueno ahora me tocaba a mí. De mi astucia, empeño, sagacidad y ánimo de
superarme dependía mi futuro. Aquí ya no hay marcha atrás. Todo depende de cómo y en qué
momento iría planeando mi futuro para salir adelante”. Yo creo que, si todas las personas
pusieran todo su conocimiento en su superación personal, tal y como lo hice yo cuando me
encontraba en desgracia, tarde que temprano tendrían la balanza a su favor.
Y este era el mejor momento para demostrarle al mundo y su creador, de todo lo que yo era
capaz, para salir adelante y triunfar en la vida. Para llegar a la cima, no se necesita tener

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profesiones, ni cartones de ningún título universitario, ni estudio de ninguna clase. Ya se los
comenté antes de empezar esta historia.
Solo dos años y tres meses de primaria, en una humilde escuela donde era más lo que nos
castigaban que lo que nos enseñaban.
Eso lo supe desde muy niño que, con coraje, decisión y mucha gallardía, se puede salir
adelante. Así la naturaleza a veces se empecina en joderle a uno la vida, desde una edad muy
temprana.
Todos estos altibajos que nos da la vida no son más que una prueba para ver la resistencia
que tenemos. Por eso como dice el sabio refrán.
“MUCHOS SON LOS LLAMADOS, PERO MUY POCOS LOS ESCOJIDOS”.
Y la verdad es que uno mismo escoge su vida, y hace de ella o el éxito o también el fracaso.
No les quepa la menor duda estimados lectores, que todos tenemos oportunidades. Y que la
vida nos enseña que todos sin excepción estamos capacitados para triunfar. No importa si se
es negro, o blanco, gordo o flaquito, alto o bajito feo o bonito, Si se tiene buen apellido o
proviene de una familia prestante y de buen nombre.
El asunto es igual para todo el mundo. No señores eso no funciona así. El triunfo depende de
cada uno, aquí no hay prebendas ni regalos para nadie. Lo que pasa es que, debido a la
negligencia y la pereza del individuo en particular, hacen del hombre un parasito y no aportan
nada bueno a la sociedad.

FLORECE EN NUESTRAS VIDAS LA VERDE PRIMAVERA…NO SE ALCANSAN A


IMAGINAR LO QUE SIGUE DE AHORA EN ADELANTE.
¿Cómo el triunfo que me fue tan esquivo en mis años mozos, me llego como mana caído del
cielo?
“Claro está que todavía me falta madurar y coger experiencia. Pero de aquí en adelante, se
darán cuenta de lo verraco que fui y prácticamente obligué a la naturaleza a concederme todo
lo que había proyectado en mi mente. De manera pues, que después de esta explicación
seguiremos adelante”.
Continuemos elevando esta cometa, que, con el viento a nuestro favor, nos está pidiendo
mucho hilo.
Mi cuñado hablo en favor de mi persona a ver si era posible vincularme a Vicuña. Pero mi corta
edad fue el mayor impedimento para trabajar alli, pues solo contaba con 13 años de edad y era
imposible, era menor de edad.
Como mi cuñado trabajaba de cuatro de la mañana a doce del día, le quedaba toda la tarde
libre. El salía conmigo al sector de la bayadera a buscarme trabajo en los talleres de cerrajería.
Un buen día después de tanto buscar, nos encontrábamos en el sector de la bayadera y en un
taller muy grande estaban bajando una maquinaria.
Mi cuñado ni corto ni perezoso, se puso a ayudarles a bajar las cajas del camión. Estas eran
muy pesadas y se requería de muy buena fuerza. Cuando terminaron, el administrador un
señor José Monsalve le fue a pagar a mi cuñado, pero el rechazo la plata.
Aprovechando la ocasión que se nos presentaba, le pidió trabajo para mí, aunque fuera
barriendo el taller y haciendo los mandados. Lo cierto fue que el señor Monsalve me dio la
oportunidad de trabajo y quede de ir al otro día.
POR FIN SE ABREN LAS PUERTAS DE MI FUTURO.
¡A REIR Y GOZAR ESTIMADOS LECTORES! POR QUE ESTA HISTORIA YA CASI TERMINA
TODO LO MALO, PARA DAR PASO Y ENTRAR DE LLENO HACIA LO BUENO EN BUSCA
DEL ÉXITO TAN ESQUIVO, PERO TAMBIEN DESEADO. !!!LA FELICIDAD QUE ME DIO EN
ESE MOMENTO NO TENIA LIMITES!!!
Conseguí trabajo. Este era el momento que yo más esperaba. “Todo ese tiempo que invertí
pensando y también sufriendo en san Isidro, se estaba haciendo realidad. Mis planes eran
llegar hacer alguien en la vida. Ahora más que nunca mi verdadero propósito, era seguir
adelante. Se me había presentado una oportunidad y había que aprovecharla a toda costa. Ya
había dado el primer paso y por ningún motivo iba a quedarme atrás”
Lo que yo no sabia ni siquiera pasaba por mi imaginación, era que el dueño no era don José
Monsalve sino un alemán alto y fornido llamado (HAMS BARH) …Los trabajadores le decían el
(mister).
A la mañana siguiente desde las seis de la mañana yo estaba esperando en la puerta de
entrada. El trabajo empezaba a las siete de la mañana. Cuando don José llego yo lo salude, le
ayude a abrir la puerta del garaje. Luego me le puse a la orden. El me explico por donde debía
empezar a barrer toda la limalla y la basura del día anterior.

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Pasaditas las ocho de la mañana llego una camioneta con el Dr. Hams y su secretaria. Yo en
ese momento me encontraba trapeando la oficina. Al entrar ellos, las primeras palabras de la
secretaria fueron.
¿Y este joven de donde salió?
Don José que entraba en ese momento les dijo. Es un joven que me pidió trabajo lo voy a
ensayar a ver que tal resulta. En cosa de un mes yo estaba al corriente de mi oficio. La salida
era a las cuatro de la tarde.
Yo no salía sin antes dejar la oficina bien limpia. Como el mister se demoraba un poco más en
salir yo le lustraba los zapatos, cosa que él lo hacia todos los días porque a él le encantaba
mantener los zapatos bien limpios.
El hombre me cogió mucho cariño. Los días sábados en las horas de la mañana me mandaba
en la camioneta, con el chofer (Epifanio) a acompañar a la señora a mercar a la plaza de
Florez. Eran dos canastos llenos de verduras frutas y granos, él vivía cerca al hotel Nutibara.
La esposa del míster era una señora delgada alta y muy bonita a pesar de sus años. (Doña
LUCIA).
Ella era muy educada amable y cordial. También me cogió mucho cariño, porque sin pretender
y darles coba, yo era un joven muy culto. Sabía tratar con respeto a las personas mayores.
Cuando llegábamos a la casa como la camioneta era muy alta yo le ayudaba a bajar del carro.
La señora del servicio doña Carmen, no me dejaba venir, sin antes darme un buen desayuno.
Tenía unos seis meses de trabajar y ya estaba aprendiendo a soldar, esmerilar y tenía ciertas
nociones de torno. Ya no me tocaba barrer como al principio. Habían conseguido un negrito
que se hacía llamar (Zapatica). Este se encargaba de hacer todos los oficios de limpieza. Pero
eso sí, ni por nada lo deje lustrarle los zapatos al míster. Un sábado me pidió que le ayudara en
las horas de la tarde a limpiar unos libros, que estaban muy empolvados y de repente no sé
qué me paso, pero le dispare una pregunta.
¿Dr. Hams: yo quiero ser un hombre rico?
El que tenía unos libros en la mano los puso sobre el escritorio, se me quedo mirando muy fijo
y me dijo. Usted ser ya un joven muy rico. Entonces yo le conteste, hay doctor usted no se
imagina lo pobres que somos nosotros. Yo estoy viviendo aquí con una hermana, por que mis
padres viven en un pueblito muy lejos de aquí. Somos once hijos y desde que salimos de
nuestro pueblo no hemos hecho sino rodar como gitanos.
Mire Herley le voy a decir algo que ni siquiera se imagina, pues esta muy joven para
entenderlo, en este momento. Su capacidad no le da para entender lo que es ser un hombre
rico. El solo hecho de querer superarse y salir adelante, es el primer paso para llegar al éxito.
La naturaleza ha puesto en sus manos las herramientas necesarias para que triunfe en la vida.
En ese momento yo no le entendía ni jota. Luego me puse a pensar.
¿De qué diablos me estará hablando este señor?
El mirándome muy fijo a los ojos, descubrió en mi mirada que yo estaba completamente
desconcertado, con lo que el me estaba diciendo. Jamás en mi vida nadie me había hablado en
ese idioma tan incomprensible para mí, y menos a esa edad.
Por lo tanto, él tuvo la paciencia de explicarme mejor, cuales eran los dones que la madre
naturaleza, había puesto a mi disposición.
Me mando a que me sentara junto a el y me dijo. Ponga mucho cuidado en lo que lo voy a decir
y no lo olvide jamás.
¿Usted cree que yo soy un hombre rico?
Yo le conteste claro que si Dr.
¿Y porque cree que soy rico, me pregunto él?... Yo le conteste.
Su persona tiene mucha plata, vive en una casa muy linda en el centro, tiene un taller muy
grande con muchos trabajadores y varios carros, en cambio nosotros no tenemos nada. Lo
único que tiene mi papa y mi mama son hijos por montones. Imagínese Dr. que somos once
hijos y eso que se murieron cinco. Ni siquiera vivo con mis papas. Ellos viven muy lejos y son
pobres no tienen nada. En ese momento sonó el teléfono y el se levanto a contestarlo y dio por
terminada la conversación.
Pasaron dos años los cuales yo me iba capacitando en la mecánica industrial. El mister me
daba clases de dibujo técnico lineal. También me mostraba los planos para que yo empezara a
entenderlos. El cariño que yo le cogí a mi patrón fue tal que lo consideraba como un padre. Él
supo darme la educación que nunca tuve. Por eso lo recuerdo y le hago un pequeño homenaje
a su desinteresada persona, que hizo de mí un hombre verraco y útil para la sociedad. Fueron
muchos los concejos que recibí de esta maravillosa persona.

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En el taller se hacían desfibradoras de caña, ollas muy grandes para restaurantes, cúpulas
para iglesias, bandas transportadoras, máquinas para revolver concreto y muchas cosas mas
todas relacionadas con la industria. En este tiempo empezaron los demás trabajadores a
tenerme envidia. Me decían que yo me quedaba todas las tardes dándole chiquito al mister y
otras morbosidades de esas que no faltan en el vocabulario de los envidiosos y los mediocres.
Todo era por que el míster me tenía mucho aprecio y cuando él comía unos emparedados que
la señora le hacia por que el nunca iba a almorzar a la casa el me daba, lo mismo que huevos
duros. Pues él se comía hasta cinco en el día.
Tenía aproximadamente tres años de trabajar con el mister y ya iba pisándole los talones a los
diez y seis años de edad, cuando uno de los trabajadores, con el que la iba muy bien, este se
llamaba Efraín Florez y era precisamente el que mas me enseño a trabajar, se me arrimo y me
dijo. Herley tengo algo muy importante que le voy a decir, pero que esto no lo sepa nadie.
Como te parece que el mister esta vendiendo el taller y se va para Alemania a vivir. Yo de
inmediato le conteste oiga don Efraín.
¿Entonces nosotros nos vamos a quedar sin trabajo?
Yo no sé, pero la verdad es que según me dijo don José, el taller lo compro el APOLO. Luego
me dijo: ponga cuidado que esta misma tarde, vienen unos señores de Metalúrgicas Apolo, a
negociar con el mister. Un señor don Emilio Burgos que es uno de los dueños del Apolo.
¿Y usted como lo supo, le pregunte?
Él me dijo… yo se lo oí comentar a don José Monsalve el administrador, contándole a Carlota
la secretaria, ella estaba de lo mas de preocupada y don José también. A mí en ese momento
me subió un temblor y escalofrió por todo el cuerpo que hasta me dieron ganas de vomitar.
Luego don Efraín me dijo: vea hermano, usted ni siquiera se imagina lo grande que es el Apolo.
Esa fábrica tiene más de ciento cincuenta trabajadores, mientras que nosotros no somos más
que veinte.
La preocupación se apodero de mí el resto del día. Lo pase muy enfermo, pensando en lo que
nos podía pasar, si eso era cierto. Pero resulta que por la tarde no apareció nadie. Yo como de
costumbre me quede esa tarde, ayudándole al míster a desempolvar unos libros.
En el transcurso de esos tres años, no había perdido el hábito de hacer ese oficio. Fuera de
esto charlábamos mucho y mi patrón, me enseñaba muchas cosas de las cuales yo era muy
ignorante.
Cuando me vine para la casa me sentía enfermo, y tenía una cara de aburrimiento que hasta
mi cuñado lo noto. Mi cuñado me pregunto. ¿Que le paso en el trabajo que trae esa cara? Yo le
dije, parece que el mister va a vender el taller y se va para Alemania. Mi cuñado no me
contesto nada, en ese momento salía para Vicuña. A él le habían cambiado el turno y trabajaba
de ocho de la noche a cuatro de la mañana. En ese entonces ya vivíamos en una casita en las
Mercedes parte alta del barrio Belén, en un segundo piso de un señor que vendía lotería al cual
lo apodaban catorce. Esa noche no pude dormir, pensando en lo que me podía pasar si el
míster vendía el taller. Yo creo que hasta pesadillas me dieron.
Al día siguiente muy entrada la mañana, me encontraba trabajando en una maquina
desfibradora de cabuya. Efraín era el mejor amigo que yo tenía desde que entre a trabajar, el
me enseño a soldar. Además, era el mejor soldador que había en el taller y el más viejo de
trabajar allí. Se me acerco y me dijo Herley, los señores de los que le hable ayer ya están en la
oficina hablando con el míster. Don José Monsalve que pasaba en ese momento por nuestro
lado, se nos arrimo y nos dijo.
A ustedes dos, que les tengo mucho aprecio y confianza, les voy a contar lo siguiente. El mister
le vendió el taller a Metalúrgicas Apolo y se va con toda la familia para Alemania, y parece que
todos nosotros nos vamos a quedar sin trabajo.
En ese momento me subió por todo el cuerpo un escalofrío y una angustia en el estómago, que
nuevamente me dieron ganas de vomitar. Don José al ver el temblor y la palidez que tenia yo
en el rostro me dijo. Tranquilo hombre, que a usted lo quiere mucho el Mister y el no lo va a
dejar sin trabajo ya vera.
Don José me miro a la cara y se rio.
Ni de fundas me paso por la mente lo que don José sabía con respecto a mí, igualmente con él
y con don Efraín. Pues la suerte estaba echada para nosotros tres. Pasaron unos quince días
sin ninguna novedad, cuando el Dr. Hams me dijo una mañana. Herley vístase que vamos a
salir a una diligencia. Era la primera vez que esto sucedía en los tres años que llevaba
trabajando con el.
Cuando estaba cambiándome de ropa, don José Monsalve se me arrimo y me dijo. Lo felicito
hombre, vístase rápido que el mister ya lo esta esperando, pues le tiene una gran sorpresa.

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Cuando estuve listo me subí a la camioneta por la parte de atrás el Dr. Hams me dijo. Venga
para acá adelante conmigo. Yo me subí a su lado un poco tímido y extrañado. Epifanio el
chofer sin mediar palabra, arranco hacia la parte sur de la ciudad. Todavía no habían terminado
la autopista sur que va hacia el municipio de Caldas. Por mi mente pasaron mil preguntas. El
mister me miraba de reojo, yo miraba hacia el frente nunca había estado en esos lugares.
¿Para dónde iríamos? Hasta que por fin llegamos. Entramos por una puerta muy grande y en el
frente había un enorme letrero que decía.
METALURGICAS APOLO S. A.
Cuando nos bajamos yo seguí detrás del míster. Subimos unas escaleras a un segundo piso y
en el había una oficina muy linda y en ella se encontraba el señor, que unos días antes había
estado en el taller del mister. Sin yo tener la mas mínima idea, era la persona que se iba a
convertir en mi nuevo patrón. Más o menos tenía la misma edad del Dr. Hams.
Se saludaron muy efusivamente de abrazo y el mister tomo asiento. Yo me quede parado
observando por una ventana que había y alcance a divisar una fábrica enorme de grande. En el
salón había una cantidad de máquinas y trabajadores. Lo que yo no me imaginaba, era que
esa era una sola parte de lo inmensa que era esa empresa. Estaba yo embelesado mirando
cuando el Dr. Hans me llamo y me presento a don Emilio Burgos. Este es el joven del cual yo le
he hablado. De todos los trabajadores que tengo en este momento, es el único que yo
personalmente hablo y respondo por él. Vincúlelo a la empresa, es un favor que le pido muy
personal. Es un excelente trabajador muy hábil y el desea salir adelante. Don Emilio se dirigió a
mí y me dijo. Desde este mismo momento tiene la protección mía y le aseguro que aquí va a
aprender mucho. Gracias don Emilio le dije muy tímidamente.
Al regreso yo le di las gracias al Doctor Hams por el puesto que me había conseguido.
Manéjese bien que ahí va a aprender mucho me dijo. Claro que si Doctor le conteste.
Luego le pregunte al Dr. Hams, cuando se iba y el me contesto que cuando pusiera unos
papeles en regla.
Él tenía todavía unos quince días para que el nuevo dueño trasladara toda la maquinaria para
el Apolo.
Cuando volvimos al taller, el primero en abordarme fue Efraín y don José. Efraín ya sabía que
el míster me había llevado para conseguirme trabajo en el Apolo. Ellos dos se alegraron
mucho.
Al otro día volvió don Emilio al taller y estuvieron viendo la maquinaria y haciendo los planes
para el traslado. Los días siguientes los dedicamos a la limpieza total de la maquinaria y al
desmonte de algunas de ellas.
Don José Monsalve el administrador, lo mismo que Efraín Flórez eran las personas que más
me habían ayudado y enseñado en el taller, durante los tres años que estuve trabajando allí.
Yo le pregunte a don José si ellos también iban a trabajar en el Apolo, y don José me dijo que a
el y a Efraín el mister les había ayudado para Montar un taller de cerrajería en el sector de
Guayaquil. Esa era la otra sorpresa que les tenía a ellos dos, que eran los más antiguos de
trabajar con él, igual que a mí. Luego Efraín me dijo, que, si no me amañaba en el Apolo, el me
daba trabajo en el nuevo taller, cosa que le agradecí mucho. Pues en verdad que lo
consideraba como un buen amigo. Cuando regrese a la casa me sentía en las nubes. Mi
felicidad no tenía límites. Me habían colocado en una enorme empresa y de mi dependía lograr
todo lo que me había propuesto Salir adelante.
Le conté a mi cuñado y hermana lo que había pasado. Ellos se pusieron muy contentos
Definitivamente nuestra situación había cambiado totalmente.
La situación económica por la cual estábamos pasando, había mejorado mucho, con relación a
las dificultades de los años anteriores. En esta época no nos faltaban nuestros tres golpecitos
diarios de comida. Y muy agradable porque mi hermana cocinaba muy bueno. Pero lo más
importante de todo, era que vivíamos solos y la verdad sea dicha éramos muy felices.
Todo lo contrario, pasaba en la casa de mi mama. La correspondencia por medio de las cartas
entre mi mama y mi hermana eran continuas. Casi todas las semanas mi hermana le escribía a
mi mama contándole la situación de nosotros y como habíamos mejorado. El progreso de mí
cuñado en Vicuña. Del puesto que yo tenia en el Apolo, y demás chismecitos de esos que se
jalan las viejas cuando están contentas y también amargadas. Lo que mi mama le escribía a mi
hermana era todo lo contrario. Las cosas para ellos iban de mal en peor. En las cartas le
contaba la situación tan difícil por la cual estaban pasando.

SI LA SITUACION DE NOSOTROS, HABIA MEJORADO EN UN CIEN POR CIENTO. LAS


CALAMIDADES DE MIS PROGENITORES CADA DIA SE ACENTUABA MAS.

41
Hagamos una breve pausa aquí, y vámonos de viaje para la casa materna. Mi familia se había
venido de san Isidro para un pueblo en el plan del Valle llamado Obando. Mi papa se quedó
vendiendo la tienda y cobrando unas platas que la gente le debía. Mi hermano que tenía un ojo
de águila como también un olfato de perro, se entero de la venida de su familia y se vino a vivir
con mi mama a Obando.
Por esas cosas raras que se presentan en la vida de todos nosotros, no se como se las ingenio
el hombre para darse cuenta, que, en el municipio de Toro Valle, situado a dos horas de donde
se encontraba mi familia, uno de sus amigotes del Cairo el cual también había desertado, por
aquello de la mala situación que había en nuestro pueblo, estaba desempeñando el puesto de
Juez. Alberto Ocampo.
Este señor era uno de los antiguos pretendientes de mi hermana. Mi hermano viendo la
oportunidad que se le presentaba y más rápido que la caída de un rayo, como una bala
empaco maletas y partió hacia la ciudad, donde su amigo tenia cogido la sartén por el mango.
Lo cierto fue que termino de secretario del Dr. Alberto Ocampo juez del municipio de Toro
Valle.
Cuando mi papa llego de San Isidro a donde tenia su familia, encontró el rastro frío. Me
imagino el susto del pobre viejo. Eso de dejar uno su familia en un pueblo y cuando uno llegue
no encontrarla, es como para morirse de la tristeza. Pero mi mama le había dejado un mensaje
a mi papa con una vecina, diciéndole que ellos se encontraban en Toro Valle. Este pueblo
estaba ubicado a una hora y media de allí.
El viejo cogió un bus de Expreso Trejos y se dirigió hacia el nuevo pueblo donde se encontraba
su colmena. El viejo ni remotamente se imaginaba que, en ese preciso momento, su familia ya
tenía una nueva reina.
Todo esto lo supe por mi hermana y por las cartas que mi mama le enviaba semanalmente. Le
contaba mi mama a mi hermana en una carta, que fue tanta la tristeza que tuvo cuando vio
llegar a mi papa, que se puso a llorar al verlo tan demacrado, viejo y decaído, sin ánimos de
nada. Con este nuevo golpe que le daba la vida, mi pobre padre había quedado en la más
completa miseria. Lo había perdido todo de un solo tajo. Esa gran tienda de abarrotes, que
puso en ese rancherio de san Isidro todo lo perdió. Las platas que se quedo recogiendo se las
robaron, ese fue el resultado del deseo del pobre viejo por tratar de superar la miseria en que
habíamos caído. ¿Si en la ciudad de Cartago estábamos cogiendole ventaja a la vida, que
necesidad habia de irnos de allí?
Ese fue el reclamo que mi mama le hizo a mi papa, cuando se llevó toda la familia a sufrir a ese
puto rancherío de san Isidro. Nuestra amada naturaleza no nos daba tregua de nada. Parecía
que toda la familia estaba condenada al fracaso y la miseria.
“Tantos rezos, tantas plegarias, tantas suplicas de parte de mi mama y mi papa al señor de las
misericordias. No habían servido para un carajo. Entre más rezaban peor les iba. Todo el
patrimonio de mis padres que se trajo del Cairo lo perdió en su totalidad. Andando con la
familia de pueblo en pueblo, como si fueran gitanos”. Otro golpe de la vida que se habia
ensañado con todos nosotros, sin ninguno tener la culpa de nada. Así es este puto mundo de
mierda en que vivimos. Como dice el viejo y conocido refrán…
(PALO PORQUE BOGAS Y PALO PORQUE NO BOGAS
GARROTAZO VA GARROTAZO VIENE
Este pasaje que les voy a narrar, de verdad que si es como para uno ponerse a llorar. No solo
de la tristeza sino también del desengaño y la traición, que algunos hijos cometen contra sus
padres, sin tener ninguna justificación como lo es en este caso. ¿Cómo es posible que, en
algunos hijos y hermanos, reine un corazón tan duro, ingrato y mal intencionado como lo es el
de mi hermano mayor? Lean con mucha calma y analicen hasta donde llega un hijo, cuando le
coge odio a su padre. De verdad que es muy duro para mí escribir este pasaje, pero cuando
empecé esta historia dije que la iba a escribir sin tapujos y no esconder nada, por muy violento,
difícil y cruel que fuera.
Cuando mi hermano se entero que su padre estaba en la casa, ese día no quiso ir a ella. Saco
la disculpa diciendo que en el juzgado había demasiado trabajo. Esto lo hizo para no tener que
pasar la vergüenza de saludar al pobre viejo.
Lamento mucho tener que escribir esto, pero historia, es historia y no se pueden omitir detalles
por muy duros que sean. Para poder que mi hermano regresara a la casa, mi papa se vio
obligado a buscar posada con un señor Cesar Díaz, dueño de una panadería en la cual mi
papa termino de ayudante, mientras resolvía que hacer en el futuro.

42
Todo esto yo lo supe por medio de mi hermana, la cual se había convertido para mí como en
mi mama. Ya eran varios años en los cuales siempre estuve al lado de ella, acompañándola en
los malos y desastrosos ratos por los cuales la naturaleza muy injustamente nos hizo pasar.
El cariño que tuvimos el uno por el otro era más que de hermanos. El sufrimiento de esos años
tan amargos y difíciles que tuvimos al principio se hizo más llevadero por la unión que había
entre nosotros dos. No solo éramos hermanos, sino también compadres por que dos de sus
hijos son mis ahijados.
Creo que, si mi hermana no me hubiera tenido a mí como compañero, desde el principio de su
amargo matrimonio, no había soportado esa cruz tan amarga que la naturaleza muy
injustamente puso sobre nuestras cabezas. Por eso al saber de los sufrimientos por los cuales
estaban pasando mi familia, sobre todo mi papa, que acabado y viejo como estaba, no le
dieron posada en su casa, sino que tuvo que irse a trabajar como un simple obrero y solo por la
comida.
Entonces me puse de acuerdo con mi hermana para que mi papa, se viniera a pasar una
temporada con nosotros.
Pero estando aquí lejos de ese verdugo, se podía poner hacer cualquier cosa y no tener que
volver a arrimársele a esa rapiña de hermano mío.
En una carta se lo hicimos saber a mi mama y ella estuvo de acuerdo. También ella nos insinúo
que nos trajéramos a mi hermana Noelva, la que me seguía a mí, para ver si la podíamos
colocar y algún día poder volver toda la familia para Medellín.
Mi hermano se había puesto insoportable con todos ellos.
Las humillaciones eran constantes. Se quejaba a todo momento de la obligación que tenía con
toda la familia. Nadie mas que el era el culpable, por que en un acto de soberbia se había
echado la soga al cuello y ahora estaba arrepentido de semejante locura.
Pasadas unas semanas, al regresar del trabajo ya me encontraba trabajando en metalúrgicas
Apolo. Me encontré con la sorpresa de ver a mi papa con mi hermana en mi casa. No hacía
mucho que habían llegado del valle. El saludo que nos dimos no fue muy efusivo que digamos,
debido al alejamiento que había entre nosotros. Mi hermana menor poco o nada significaba en
mi vida. Mi papa tampoco había hecho nada para que yo lo considerara como parte nuestra.
Tristeza me da decirlo, pero es que, en el transcurso de mi existencia, no recuerdo ni aun de
niño, haber tenido siquiera un acercamiento con el. El recuerdo que anidaba en mi mente, eran
las continuas palizas que me dieron por cualquier tontería y sin causa justa. Mis padres
enfundaron en mi mente, desde muy niño miedo angustia y sufrimiento. Igual lo hacia el padre
García, cada vez que nos íbamos a confesar. Por cualquier pilatuna que hiciéramos, por
insignificante que fuera, todo era pecado y si no nos arrepentíamos las llamas del infierno nos
estaban esperando para freírnos como chicharrón.
Bonita forma tenía esta manada de desgraciados, para empezar a darnos educación. A mí
personalmente no me enseñaron a amar a Dios. Me enseñaron a tenerle miedo y terror.
¿Cómo se puede amar a un Dios que lo único que hace es maltratarnos y amenazarnos con un
infierno después de muertos?
Todo lo contrario, pasaba con mi cuñado José. A pesar de ser tan pobre y sufrir todas las
calamidades como lo son la pobreza y la miseria, él siempre se manejó conmigo como un
padre. De lo poco que conseguía siempre me participaba para quitarme el hambre.
Es cierto que la vida se ensaño con nosotros desde una edad muy temprana. Habíamos
compartido muchos sufrimientos, penalidades y angustias. Pero todo era parte de la vida
ingrata y cruel la cual nos había sumido la naturaleza. Eso nos tenía muy unidos.
De manera pues que entre mi papa mi hermana y yo, no pasamos de un frío saludo. El que si
se intereso en dialogar con mi papa fue mi cuñado. La fábrica Vicuña donde trabajaba mi
cuñado, tenía unos lotecitos, donde los trabajadores cultivaban repollo, zanahorias, lechugas,
tomates, cebolla, y un fríjol que lo llamaban castillejo.
Mi cuñado le propuso a mi papa que se quedara una temporada. Que él le conseguía un
lotecito para que lo cultivara y así no tenía que regresar al Valle, a sufrir el tormento de
recostársele al hijo para que lo mantuviera, y de paso hacer todo lo posible para volversen para
Medellín.
Al viejo le pareció muy buena la idea. Mi hermana como de costumbre le escribió a mi mama le
dijo el plan que teníamos.
Que tuviera un poco de paciencia que muy pronto nos volveríamos a reunir en Medellín ciudad
que nunca debieron abandonar.

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REGRESA EL RESTO DE LA COLMENA A MEDELLIN MENOS SU REINA--------------------------
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Habían pasado unos seis meses, y ya mi cuñado como de costumbre había ayudado a colocar
a mi hermana Noelva en la lavandería Suprema lavando ropa. Mi papa tenia a su cargo el
cultivo de cinco lotes, que unos amigos de mi cuñado le dejaron para que el los cultivara, con el
compromiso de repartir por iguales partes los productos de la huerta entre todas las familias.
Después de repartir por iguales partes, lo que sobraba de las verduras, hasta se podían dar el
lujo de vender parte de ellas. Ese dinero se lo daban a mi papa por el trabajo, y por ende
meterse unos cuantos pesitos en el bolsillo que tanta falta le hacía al viejo para sus gastos.
Ahora si estábamos listos para traernos el resto de la familia. Conseguimos una casita
enseguida de donde vivíamos nosotros de propiedad del mismo señor que vendía lotería
apodado catorce. Entre mi cuñado y yo, le dimos el pasaje a mi papa para viajar al Valle. Le
anunciamos a mi mama por medio de una carta que estuviera lista que el viejo ya iba en
camino por ellos y así fue.
Pasaron unos quince días hasta que por fin pisaron nuevamente tierra Antioqueña, y esta vez
si fue para quedarsen definitivamente. Ese día como yo trabajaba de seis de la mañana a dos
de la tarde, habíamos comprado una gallina para tenerles de comida, para cuando ellos
llegaran.
Hasta que muy entrada la tarde llegaron en un camión escalera, con los corotos metidos en
costales y unas camas de tubo viejas que no se sabía de qué color eran. Lo cierto era que ya
estaban aquí y punto.
MISERIA…MISERIA…Y MAS MISERIA…FUE LO QUE TRAGERON.
Antes de seguir adelante con esta historia, hagamos una breve pausa, para tratar de explicar
algo referente a lo que es la pobreza. Hoy que escribo estas páginas de nuestras amargas y
desoladas vidas, hago una comparación de los mal llamados pobres de nuestra época. En el
hogar más humilde de nuestra ciudad, aun en los mal llamados tugurios, se encuentran
“estufas eléctricas, equipos de sonido, televisores a color, licuadoras, muebles, y demás
objetos del servicio doméstico”.
¿Que sean ganados con el sudor de la frente, pues no lo sé? Pero lo dudo mucho. ¿O a lo
mejor mal habidos por el sistema del robo tampoco lo sé, pero lo cierto es que los tienen?
En cambio, en esa época lo que me toco ver cuando mi familia hizo su arribo a esta ciudad me
lleno de espanto. ¿Cómo es posible, que una familia tan numerosa como la nuestra, no tengan
un molino para moler el maíz? ¿Tan poco un miserable fogón de petróleo, ni una miserable
olla, para hacer el agua de panela? ¿Yo no me explico en que condiciones y como vivía esta
gente en el municipio de Toro, y en que estado se encontraban?
La miseria era total. Todo lo que trajeron del Valle, fue unas camas de tubo viejas casi podridas
corroídas por el oxido y la mugre. Unos colchones casi podridos y unos trapos viejos para
cubrirles las carnes a esas pobres mujeres, en su mayoría niñas. Las mayorcitas vinieron
descalzas. “Tampoco el arribo del resto de mi familia me produjo mucha alegría y emoción.
Todo lo contrario, fue horror y lastima. Por que de solo pensarlo me subía un sudor frío por
todo el cuerpo. En ese mismo instante me habia convertido en el señor y padre de esa
numerosa familia. Yo era en ese momento el hombre que llevaría las riendas del hogar, como
lo veremos más adelante”.
Mi familia como pudo esa noche se acomodo en su nuevo hogar. Comieron en la casa de mi
hermana, la suculenta gallina que mi hermana los había preparado para su llegada. Ella estaba
muy feliz de volver a verlos. Como yo tenia mi pieza donde mi hermana me acosté muy
temprano. Tenía que madrugar a las cuatro de la mañana, por que empezaba trabajo a las
seis. Lo que fue esa noche no pude dormir. Por mi mente pasaban como ráfagas los
pensamientos más tristes y amargos de mi atribulada existencia. Creo que hasta pesadillas me
dieron.
¿De dónde diablos íbamos a sacar plata para comprar tantas cosas que nos hacían falta con
tanta urgencia? Mi hermana Noelva ganaba muy poco en la lavandería. Yo era un miserable
obrero ganando el mínimo. El sueldo mío tampoco era una maravilla que digamos.
Eso, sin contar que, a mi hermana, yo le ayudaba para comprar comida y pagar el
arrendamiento. El asunto aquel de traernos a la familia me iba a costar muy caro, pero que le
íbamos hacer. El paso ya estaba dado y no podíamos volvernos atrás.
Al otro día mi mama pregunta por mí, pero mi hermana le dijo que yo me había ido a trabajar. A
las dos de la tarde cuando llegue fui donde mi mama ella se encontraba cocinando en la casa
de mi hermana.

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Así pasaron unos días, hasta que le compre el primer fogón a mi mama. Una parrilla de dos
puestos de alambre que me fiaron en el almacén Lacadel donde yo tenía crédito. Allí había
sacado camisas y pantalones para mí.
Al sábado siguiente, hice un préstamo en la natillera donde teníamos los ahorros. Compre unas
ollas, un molino para moler maíz, varias tazas y platos. Así de esta manera empecé a tomar las
riendas del nuevo hogar.
Volvamos a mi trabajo: Con la llegada de mi familia yo tenía un año de trabajar en el Apolo, me
dedique a trabajar duro y aprender la mecánica industrial, al lado de mi nuevo patrón don
Emilio Burgos. Ese señor si que fue un verdadero maestro y padre para mí.
En ese tiempo don Emilio Burgos, era considerado un verdadero pionero de la mecánica
industrial en Colombia. A su lado siempre atento a lo que él me enseñaba, yo me di cuenta del
potencial que tenía en mi cerebro. Y con qué facilidad aprendía la mecánica. Me propuse a
aprender todo lo que estuviera al alcance de mi mano y así fue.
Me supe ganar el cariño y la confianza que don Emilio depósito en mi persona. En alguna
ocasión me dijo. Mire Herley, el míster tenía razón al recomendármelo. Usted, no solo es un
buen trabajador, sino que es muy hábil entendido y obediente. Lo voy a preparar para que
salga adelante en la vida y siempre se acuerde de mí.
Con respeto y mucha atención a lo que él me enseñaba, yo seguía almacenando en mi mente
todo ese potencial de sabiduría que me sacaría adelante en el futuro. Y al final me convertí en
el brazo derecho de don Emilio Burgos.
Mi progreso en el Apolo iba ligado al de mi familia. Como ya tenía mejor sueldo, nos pasamos a
vivir a san Bernardo a una casa mucho mejor. Esta tenía dos piezas más ya no teníamos que
dormir uno encima del otro. Dos de mis hermanas menores también se habían colocado…Lila
en una fábrica de lámparas puliendo madera y Dolly en la lavandería Real, lavando ropa. Esta
era la menor. Todas las noches me tocaba esperarla hasta que saliera del trabajo a las ocho de
la noche, para no dejarla venir sola hasta la casa.
En realidad, ella era la más joven de las tres hermanas. Era muy pequeña y le daba miedo salir
sola.
La situación económica por la cual estábamos pasando había mejorado mucho. Ya no era tan
alarmante la situación y la pobreza poco a poco, estaba cediendo. Ya éramos cuatro los que
estábamos al frente del campo de batalla. Mi papa también hacia su aporte con las verduras
que cultivaba en los lotes de Vicuña. Yo tenía diseñado un plan maestro para salir adelante.
Pues mi mente estaba alerta y lista para derrotar la miseria, y nos estaba dando muy buenos
resultados.
Hasta que un día.
“LA QUE SÉ CREYO REINA; NO OLVIDA SU COLMENA Y VIENE DISPUESTA A TOMAR
NUEVAMENTE POSECION DE SU PANAL”.
Lo que a mí me parece extraño y nunca lo he podido entender, por más que lo pienso no doy
con lo que paso ese día. “¿Cómo diablo supo mi hermano Carley para saber dónde vivíamos”?
Ni que tuviera olfato de perro, para descubrir y poder rastrear a distancia nuestra casa. Cuando
menos lo esperábamos, nos callo como mana caído del cielo. Estaba parado frente a nuestra
casa. De maleta en mano con sus pocas pertenencias, ni siquiera se equivocó de puerta. Eso
fue de una, toco y vamos para dentro.
Si la memoria no me falla eso fue un día sábado, en las horas de la tarde. Estábamos todos
reunidos en la casa. Ya nos dábamos el lujo de tener radio. Este lo saque fiado en el almacén
Jay para pagarlo en cuotas mensuales. La sorpresa de todos nosotros no se hizo esperar.
Como yo estaba al mando de mi familia, con sorpresa le pregunte. ¿Oiga hombre que lo trae
por estos rumbos y como diablos hizo para dar con nuestro paradero?
¿Usted es que es brujo o qué?
¿No dizque estaba de juez en Toro Valle?
¿Quién lo invito, o lo mando llamar?
¿Viene de paseo, o fue que ya lo botaron del puesto?
Hasta donde yo sepa nadie lo ha invitado. Además, yo estoy muy enterado de las
humillaciones que su persona le hizo a toda la familia, especialmente a mi papa. Por eso yo me
los traje a vivir aquí y estamos muy bien.
Mi mama lo miraba más pálida que un muerto. En ese mismo momento entraba mi papa, que
estaba haciendo un mandado a mí mama. El pobre viejo casi se muere del susto al verlo. Trato
de devolverse. Inmediatamente yo me interpuse entre los dos y le dije. Un momento papa que
las cosas aquí son muy distintas y a otro precio.

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Mire papa usted bien sabe, que ninguno de nosotros dependemos de este cabron. No sé
porque este tipo se nos apareció aquí en la casa. Aquí mandamos todos nosotros. ¿Dígame
mama, usted lo llamo? No sé por qué le tiene tanto miedo a este mal hijo.
No estamos en Toro sino en Medellín. No entiendo por qué carajos, se nos apareció por estos
rumbos. Hasta donde yo sepa nadie lo ha invitado. Particularmente para mí es un intruso.
A pesar de estar yo muy joven, vi en el rostro de mi hermano la decepción que le produjeron
mis palabras. También él estaba más pálido que un muerto. El seguramente esperaba
encontrar otra cosa. Más comprensión por parte nuestra.
Él también había caído en desgracia, al verse solo y desamparado, no le quedó más remedio
que emprender vuelo hacia la ciudad de Medellín, para rescatar a su familia. En su rostro se
marcaba la angustia y la desesperación. También estaba pálido igual que mi mama y el resto
de mis hermanos. La situación era tan tensa y escalofriante, que no se oía ni el zumbido de
una mosca. Solo retumbaban en el silencio mis palabras
Estoy casi seguro de que ninguno de los miembros de mi familia contaba con la madures con
que lo estaba tratando, especialmente mi mama y mi papa. A pesar de todo lo que yo le dije, no
tuvo la valentía de defenderse.
¿Dónde diablos quedaban la arrogancia que había sido su bandera, y el don de mando su
escudo, como hombre superior al resto de la familia?
Yo creo que, en ese mismo instante, mi hermano cedió cuenta que estaba al frante de un
nuevo gallo, que no estaba dispuesto a dejarse intimidar de nadie. Además, así se lo hice
entender en ese mismo instante. “Yo era el nuevo jefe. El león, el dueño de la manada y eso no
tenía discusión”.
Pasado este restregón de parte mía hacia mi hermano mayor, el no dijo nada enmudeció por
completo. A regañadientes lo aceptamos. Se veía a las claras que había caído en desgracia.
Aunque se manejó muy mal con todos ellos, al verlo solo y desamparado, le dimos la mano en
señal de agradecimiento por los malos tiempos que les hizo pasar cuando vivieron en Toro
Valle.
Los días siguientes después de su llegada, el me contó que venia para quedarse en Medellín.
Que pensaba trabajar aquí en lo que fuera. También yo le comenté de los logros que habíamos
hecho desde el principio y que estábamos dispuestos a derrotar la pobreza en que habían
llegado. Muy humildemente me dijo si podía quedarse viviendo en nuestra casa y de paso
poder ayudarnos en el sostenimiento de la misma.
La única condición que yo le puse fue el respeto que le debía tener a mi papa. Si no le quería
hablar eso era asunto de él. Pero fuera humillaciones, porque de lo contrario se tenía que
largar para la puta mierda, lugar de donde no debía de haber salido nunca.
Luego de esta inesperada visita por parte de mi hermano, las cosas siguieron en su total
normalidad.
Al cacique de mi hermano se le bajaron los humos mientras estuvo sin trabajo. Mis hermanas y
yo no tuvimos inconveniente en darle posada y alimentación. El no le hablaba a mi papa, pero
tampoco le hacia reclamos de nada.
En este caso el arrimado era él. En cambio, el viejo seguía trayendo para la casa las verduras
que le producían los lotes que el cultivaba. Unos meses después mi hermano, consiguió
cuchara en una oficina de un juzgado como ayudante.
No se puede negar que el hombre ya tenia mucha experiencia en este ramo y el también iba a
superarse Como todos nosotros. Así pues, que como teníamos un nuevo miembro en la familia,
nos vimos en la obligación de cambiar de casa por una más amplia, en la que vivíamos
quedábamos muy estrechos.
Nos pasamos para un segundo piso mejor ubicado. El dueño era un señor don Joaquín y lo
apodaban (don quin). Fue ahí donde mi hermana, Noelva se consiguió su mejor amiga Amparo
Ramírez. Empezamos a tener relaciones con los vecinos, los cuales habían sido esquivos en
nuestra vida social. En el Apolo yo iba viento en popa. La maquinaria más grande que allí se
construía eran las máquinas para fabricar ladrillos. Había tres tamaños la numero uno, la dos y
la tres. Esta era inmensa y era fabricada para ladrilleras muy grandes. Cuando el APOLO
empezó a venderlas para todo el país, don Emilio me preparo para que fuera yo el montador de
esa maquinaria. En ese entonces yo tenía unos dieciocho años de edad.

------------------SE ME VINO EL MUNDO ENCIMA--------------


Cuando el APOLO empezó a vender las máquinas para fabricar adobes en todo el país, la
empresa no tenía una persona capacitada para ese tipo de ensamblajes. Don Emilio debido a

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su edad y uno de los socios de la empresa no podía hacerlo. Cómo don Emilio me había
preparado para eso, miren lo que paso.
El Dr. Sergio Villa que era el gerente general, converso con don Emilio y con don Alberto
Suárez el administrador, porque al Dr. Villa le parecía que yo era muy joven para encargarme
de semejante responsabilidad.
“Las máquinas para construir ladrillos, hasta la fecha solo se vendían para la ciudad de
Medellín. El pensado era venderlas para todo el territorio nacional como así ocurrió”. Todas las
máquinas que se habían construido eran para las ladrilleras de la ciudad y del montaje se
encargaba el mismo don Emilio.
Él siempre me llevaba para que yo fuera cogiendo experiencia en el montaje de las maquinas.
Tanto don Emilio como don Alberto, le explicaron al Dr. Villa y al Dr. Celedon García socios del
Apolo, de la capacidad que yo tenia para ese cargo. Les dijeron que Herley a pesar de su
juventud conocía en su totalidad todas las partes de las máquinas y también los planos. Que
hacía más de año y medio me habían capacitado para ese proyecto.
Lo único que se interponía para desempeñar ese cargo tan grande era la edad mía. Muy joven
para ese proyecto y demasiada responsabilidad para lograrlo. Don Emilio lo mismo que el
administrador Alberto Suárez y Guillermo Mascaros mi jefe, le dijeron al Doctor villa, que si era
por la edad no tenia ningún problema. De manera pues que mi suerte estaba echada. Desde
ese mismo momento, me convertí en el primer montador de maquinaria pesada, cuyo logotipo
era.
CM.CONSTRUTORA DE MAQUINARIA METALURGIAS APOLO. S.A.
Metalúrgicas APOLO, en ese entonces tenía una variedad de productos, que es difícil de
recordar. Lo cierto era que, en su totalidad, éramos más de ciento cincuenta trabajadores, los
cuales estábamos distribuidos en varios sectores de la producción.
La cantidad de tornos, taladros, soldadores, dobladoras y en especial el galpón donde se
fundía el hierro, para hacer toda clase de piñones y artículos para la industria nacional de ese
entonces. Se fabricaban una cantidad de máquinas pequeñas, que requerían tres turnos, de
trabajo constante. El principal comprador, era las empresas públicas de Medellín.
******************************************************************
AHORA SI QUERIDOS LECTORES. A GOZAR SE DIJO Y A DISFRUTAR DE ESTOS
ESCRITOS. NO MAS TRAGEDIAS. NO MÁS***************************************
LAMENTOS. ESTE BARCO HA DEJADO DE NAVEGAR A LA DERIBA PORQUE, DE AHORA
EN ADELANTE, NAVEGARA POR AGUAS TRANQUILAS, Y SOLO SERA PROGRESO Y
MAS PROGRESO… POR FIN SE ME ABREN LAS PUERTAS PARA EMPEZAR EL CAMINO
AL ÉXITO*******************************************
Cuando empecé a viajar por todas las ciudades más importantes de nuestro país, me convertí
en la envidia de la mayoría de mis compañeros. Recuerdo muy bien mi primer viaje, fui hacia la
ciudad de Bogotá, a ensamblar una maquina numero dos, a unos señores Belarmino Flechas,
Guillermo Cristo y Miguel Bojaca. Eran tres socios y tenían una finca en compañía donde se iba
a montar la ladrillera. La ladrillera estaba en un sector muy lejos de la ciudad llamado Meisen,
más allá del barrio Tunjuelito. Empezare a narrarles mi primera experiencia, paso a paso la
cual para mí fue terrible. Yo no conocía nada de nada.
El hospedaje me lo consiguieron desde aquí. El Hotel Imperial donde me ubicaron, quedaba en
el parque Santander, que estaba ubicado en el centro de la ciudad. En ese lugar me debía
encontrar con don Belarmino Flechas, que era el encargado de recibirme.
“Antes de viajar, don Emilio me escribió en una hoja de papel, todas las recomendaciones
habidas y por haber”.
En ellas me decía: piense muy bien todo lo que tenga que hacer. Recuerde que es el
representante del APOLO. No nos haga quedar mal, en su persona confío. No se venga hasta
que la maquina este trabajando a entera satisfacción de los dueños. Si tiene algún problema,
llámeme en las horas de la noche a la casa.
“Con tanta recomendación se me estaban poniendo los pelos de punta. Me temblaban las
piernas. Un sudor frio se apodero de mí. Me cogió una fatiga en el estómago, que estaba a
punto de vomitar”.
¿En qué hijueputa lío me había metido?
Ya no tenía ganas de ir a montar esa máquina.
Mi mayor deseo era desaparecer de la tierra.
Lo que más anhelaba en ese momento, era perderme de allí y no volver jamás.
“Si este era el camino del triunfo, con este terror tan hijueputa que tenía, yo no se lo
recomendaría a nadie.

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La verdad era que el miedo me estaba matando”.
Una cosa era ensamblar una máquina y ponerla a trabajar con el patrón al lado. Y otra muy
distinta tener que vérmelas yo sólito en una ciudad desconocida y sin ayuda de nadie. Pero,
por otro lado.
¿Cómo carajos, iba a defraudar a las personas que pusieron toda la confianza en mí? ¿Acaso
no me habían preparado para eso, dos años montando maquinas al lado de don Emilio eran
más que suficientes para hacer ese trabajo yo solo?
¿Por qué tenía tanto miedo, si esta máquina la conocía como la palma de mi mano y en la
ciudad me toco montar más de cinco al lado de don Emilio?
Ahora me tocaba hacerlo solo y les tenía que demostrar lo verraco que era yo.
No tuve más remedio que hacer a un lado el miedo. Hacer de tripas corazón y emprender vuelo
hacia la ciudad de Bogotá, a cumplir con el deber adquirido con don Emilio y con la empresa.
Otra sorpresita que me esperaba era la montada en avión. ¿Qué diablos iba a saber yo, que
era eso?
Yo apenas veía eso aparatos por el aire y jamás me imaginaba verme montado en uno de esos
monstruos voladores. Ni siquiera me tome la molestia de verlos parqueados en el aeropuerto.
Les puedo asegurar y no me apena decirlo, que mi mundo en ese entonces era del tamaño de
una cajita de fósforos.
Mi rutina diaria era, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa y pare de contar mi amigo.
Cuando don Emilio me entrego los pasajes, era una libretica con dos hojitas que decía.
Medellín Bogotá y en la otra decía Bogotá Medellín y eso era todo.
Cuando por fin se llego la partida en medio de mil recomendaciones más de las que ya me
habían hecho, don Emilio me arrimo hasta el aeropuerto. Lo que yo pienso hoy que recuerdo
esos momentos de angustia terror y espanto, por los cuales estábamos pasando los dos, es
que tanto don Emilio como yo, estábamos arrepentidos, de haber dado ese paso tan
apresurado, de enviar un joven sin ninguna experiencia y con una responsabilidad tan grande.
Pero ni modo de volvernos atrás. Ya el paso estaba dado y no tenía reversa. Cuando nos
despedimos en el aeropuerto, las últimas palabras por parte de don Emilio fueron.
Encomiéndese a Dios y a la virgen santísima mijo y que le vaya bien. No se le olvide llamarme
para que me cuente como le esta yendo.
Cuando presente el tiquete para viajar, el equipaje que tenía era una maletica pequeña, con
dos pantalones de trabajo y dos pantalones de paño que había comprado para cachaquear los
domingos.
El hotel ya estaba pago por un mes. Este era el tiempo que supuestamente me demoraría para
hacer el montaje. Aquí lo hacía don Emilio conmigo en veinte días. Pero como a mí me tocaba
solo únicamente con la ayuda de los trabajadores, que iban a manejar la maquina.
Pusimos diez días más por los inconvenientes que se pudieran presentar a última hora. Todo
estaba previsto hasta el más mínimo detalle. Luego el anuncio por los parlantes, señores
pasajeros con destino a la ciudad de Bogotá favor abordar el avión HK.
Eran aproximadamente las dos de la tarde mes de enero y estaba haciendo una tarde preciosa.
Estábamos disfrutando de un verano hermoso. Como yo no tenia ninguna experiencia en el
asunto y esta era la primera vez que viajaba en avión, le pregunte a un señor y el me condujo
hasta la salida. Cuando subí a bordo una señorita muy bonita bien vestida de uniforme, me
condujo hasta el asiento que me correspondía.
Me enseño a ponerme el cinturón de seguridad. Ella me ofreció algodón para los oídos. Le di
las gracias y enseguida el anuncio de la salida por el parlante del avión.
Era tanta la sorpresa que yo tenía, al ver ese aparato tan grande y hermoso, que no tuve
tiempo de encomendarme a Dios y a la virgen del Carmen. No por falta de FE, sino porque el
miedo había desaparecido, para dar cabida a un mundo desconocido, en el cual yo iba a estar
presente desde ese mismo instante por muchos años. Fueron tantos los recuerdos que
pasaron por mi mente, debido a la situación tan difícil que tuve que enfrentar en los años
anteriores, y verme ahora subido en un avión, solo y con rumbo a lo desconocido. Lo que me
estaba pasando no me lo podía creer. Estaba tan concentrado en ellos, que no me di cuenta
cuando el avión despegó del aeropuerto. Cuando volví a la realidad la misma señorita, que me
había ayudado con el cinturón y el algodón para los oídos, me estaba ofreciendo gaseosa con
un emparedado en vuelto en papel servilleta.
En ese mismo momento pensé. ¿A que se deben tantas atenciones por parte de esta dama tan
hermosa? ¿Sería que me morí sin darme cuenta y estoy en el cielo, porque para abajo no se
veía nada?

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La tierra había desaparecido por completo. Otra vez me cogió un temblor en las piernas que
difícilmente podía respirar. Solo se veía nubes y eso para mi era completamente desconocido.
El ruido del avión ya empezaba a dolerme los oídos. Pasados unos minutos otra vez el anuncio
por el parlante. Señores pasajeros, por favor abrocharse los cinturones de seguridad, estamos
próximos a aterrizar en el aeropuerto el dorado de la ciudad Bogotá.
Les agradecemos de antemano el habernos ocupado y estamos listos para servirles de nuevo.
Aterrizo y esperamos hasta que el avión estuvo en plataforma y nos dispusimos a bajarnos.
En el aeropuerto de Bogota, me condujeron para que me subiera a un bus que nos
transportaría hasta la ciudad. Luego conseguí un taxi para que me llevara hasta el hotel
Imperial al centro de la ciudad Yo continuamente consultaba con una hoja de papel en el cual
tenía la dirección, como también las recomendaciones que me hizo don Alberto Suárez, para
que me pudiera desempeñar bien en la ciudad. Cabe anotar, aunque era más grande que
Medellín, no me causo ninguna novedad.
Lo único distinto era que allí hacía un frío infernal. Me recordó mi pueblo el Cairo como también
mis amigos de infancia.
¿Como estarían todos ellos y que estarían haciendo a esa hora mientra yo me dirigía a lo
desconocido?
¿Que tal esa que me vieran mis amigos de infancia y se dieran cuenta del cambio tan grande
de mi vida?
El recuerdo que tenia de ellos se iba borrando y alejando cada vez mas y mas. Ya no sentía
nostalgia como en los primeros años, cuando la pobreza y la miseria se apodero de nuestras
vidas. Pero no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que los resista.
Además; aquí estaba yo listo para hacerle frente a lo que fuera. Eso sí por el camino del bien y
el trabajo duro y constante, el cual me había propuesto, cuando le pregunte al Míster que
quería ser un hombre rico.
Parte de esto empezaba a cumplirse, pero todavía me faltaba mucho camino por recorrer. Mi
mente ya estaba enfocada en mi superación personal. Iba directo al camino del éxito.
Este pensamiento me dio fuerza para enfrentar el compromiso que tenía con don Emilio y con
el APOLO. No podía desfallecer, al contrario, yo sabía muy bien que podía hacerlo y eso me
dio mucho regocijo y alegría. Llegue al hotel con un ánimo muy grande, me identifique, en mi
bolsillo tenía todos los papeles que nos habían mandado del hotel. Me asignaron una pieza en
el segundo piso. Me dieron la carta de llegada y luego me dirigí al restaurante a comer. Ya iban
siendo las Siete de la noche. La comida era estupenda, la atención única. “Nunca en mi perra,
miserable y desgraciada vida, había visto a unos meseros servir a tantos clientes. Ahí todos
éramos iguales. Lo único diferente era que todos vestían de cachacos muy bien presentados.
El mas mal vestido era yo, un pantalón de paño azul, zapatos negros camisa blanca y un buzo
gris para el frío. Pero como yo era el mas joven de todos los comensales, la gente poco se fijo
en mi y la situación no paso a mayores”.

-----------------------EL SEÑOR PULGARIN. ----------------------


Luego de comer me dirigí al cuarto a descansar y aprovechar la cama, que estaba blandita
como una gelatina. Estaba sumido en mis pensamientos cuando tocaron a mi puerta. Abrí y era
un empleado del hotel.
Dirigiéndose a mí me pregunto. ¿Usted es el señor Pulgarín? Yo le conteste que si. Hay un
señor que lo esta esperando en la sala de estar. Yo le dije enseguida bajo.
Me quede pensando ¿qué diablos será estar?
Luego me imaginé que debía de ser una sala de espera, me dirigí al lugar. El empleado que se
encontraba en la recepción me dirigió al lugar y allí tuve el primer encuentro que iba a
trasformar por completo mi vida.
Se trataba de don Belarmino Flechas. Cuando el me vio se paro de la silla y con sorpresa me
pregunto.
¿Usted es el Señor Pulgarin que viene de Medellín a montar la maquinaria?
Yo extendiendo la mano para saludarlo me identifique, entregándole una carta que les había
enviado don Emilio, donde les explicaba todos los detalles del montaje y que pusieran a mi
disposición todo el personal para el buen funcionamiento de la maquinaria.
Cuando don Belarmino termino de leer la carta me dijo. En verdad yo esperaba una persona
mayor, pero veo que está demasiado joven. No lo crea don Belarmino le conteste. Ya vera
como las apariencias engañan. Luego de este intercambio de palabras, el quedo de recogerme
al otro día a las ocho de la mañana.

49
En Bogotá no se acostumbra a madrugar, además el desayuno se servia de siete a nueve y la
hora era excelente. No tenía que madrugar mucho. Con ese frío que hacia apenas era hora
para empezar el trabajo.
Al amanecer del nuevo día, como yo estaba acostumbrado a madrugar me levante muy
temprano. Me bañe con agua caliente era la primera vez que lo hacia en toda mi vida.
¡Que elegancia, que toque de buena vida, tantas comodidades juntas!
En verdad mi mayor ilusión, era convertirme en un hombre rico, para poder disfrutar de tantas
comodidades que nos habían sido esquivas y adversas, en todo lo largo de nuestra amargada
y difícil existencia. Saque de mi maleta los planos los revise, en ese mismo momento me creía
un gran señor. Estaba listo para empezar definitivamente a dar la batalla. El terror del día
anterior había desaparecido por completo. Me sentía todo un mecánico profesional, dispuesto a
salir adelante. Con estos hermosos pensamientos me dirigí al restaurante a desayunar.
¡Buenos días señor Pulgarin… sea usted muy bien venido a nuestro hotel, me dijo el empleado
muy efusivamente!
¿Desea su merced desayunar?
Luego me condujo hasta una mesa.
“Qué cortesía, que modales, los de esta gente, que cultura, que forma de tratar a los
huéspedes Todo esto era totalmente desconocido para mí”. Me senté en una mesa mientras
me servían el desayuno me puse a meditar y luego me hice una promesa.
Iba a estudiar para aprender a dirigirme a las personas con cultura cortesía y buenos modales.
Me sirvieron huevos pan tajado con una carne especial y chocolate. Luego de darle las gracias,
el empleado me dijo.
¡Sea su merced bien venido a nuestro hotel, y espero que se encuentre como en su casa ¡
Casi le pego un grito de protesta.
Por favor como en mi casa no: como se le ocurre semejante blasfemia.
¿Qué tal que el empleado tuviera el poder de leer la mente y viera lo que estaba pasando por
la mía?
Con una sonrisa me retiré y me dirigí al primer piso para esperar a don Belarmino.
Eran aproximadamente las ocho y media de la mañana, cuando don Belarmino arrimo hasta la
puerta del hotel en una camioneta de color verde. Me abrió la puerta para que yo subiera y
después de un saludo muy cordial por ambas partes, nos dirigimos rumbo a la finca donde se
iba a montar la maquinaria para hacer ladrillos. Cuando llegamos había muchos trabajadores.
El lugar destinado para la maquinaria era muy bonito y bien construido. Un galpón grande con
mucho espacio. Ahí se encontraban todos los cajones con la maquinaria listos para entrar en
acción. Al ver todo aquello me dio una emoción tan grande que el corazón me quería saltar del
pecho.
Salude a todas las personas que allí se encontraban.
Don Belarmino me presento a sus socios don Guillermo Cristo, y don Miguel Bojaca, los tres
señores eran de Boyacá, estos se miraron y se rieron entre si.
Yo que ya estaba dando los primeros pasos para estudiar la mente les dije. “Apuesto señores
que ustedes, están pensando lo mismo que don Belarmino cuando me vio por primera vez en
el hotel, que estoy muy joven para encargarme de semejante monstruo de máquina y eso que
no la han visto armada”. De manera pues que manos a la obra. Luego me presentaron al
administrador y demás personas que se iban hacer cargo del aprendizaje.
Los días iban pasando y la maquina numero dos iba tomando forma. A las dos semanas ya
prácticamente estaba armada. Yo le puse toda el alma y conocimiento. Trabajaba muy duro
hasta muy tarde.
La pasión que sentía por lograr el éxito montando esa máquina, es muy difícil de explicar. Me
comuniqué con don Emilio y le comenté que me estaba yendo muy bien, que hasta la fecha no
había tenido ningún contratiempo. El se alegro mucho por la buena noticia y también me dijo
que en esos días había hablado con don Belarmino y ellos estaban muy contentos conmigo. El
me dijo que me quedara hasta que la maquina estuviera funcionando a toda marcha. Luego
nos despedimos, regrese al hotel a dormir. Durante el montaje de la maquina, no perdíamos ni
los domingos para trabajar.
Era tanta la pasión que tenia por lograr terminar ese montaje, que la desconfianza y la duda
que tenían al principio se convirtió en halagos y atenciones por parte de los tres socios.
Casi todas las noches me invitaban a comer carnero asado, al restaurante de un hermano de
don Belarmino. Ellos eran de Boyacá. Cada que terminábamos el trabajo me invitaban a
tomarnos unos aguardienticos (Onís Sello Negro). La verdad sea dicha. Yo nunca había
probado el alcohol y con solo tres traguitos ya me sentía altico del suelo. Creo que no me

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emborrachaba del todo por la cantidad de carne que comía. Mientras ellos hablaban y hacían
planes con la ladrillera. Me llevaban de regreso al hotel casi a las diez de la noche, caía a la
cama fundido hasta el otro día. Tres semanas de arduo trabajo y la misión estaba cumplida. Ya
se habían hecho varias pruebas con todos los motores encendidos. El funcionamiento de todas
las poleas y la piñoneria en general, lo mismo que los mezcladores para revolver la tierra
marchaban a la perfección. Yo me puse al frente de semejante monstruo de máquina y lo
conseguí con todas las de la ley.
Luego pensé… ¿qué tal que me viera el míster?
Más de veinte toneladas en hierro fundido. Poleas, piñones, mezcladores y demás accesorios,
era el componente de la maquina para fabricar ladrillos construida por.
C.M. CONSTRUCTORA DE MAQUINARIA DE METALURGICAS APOLO S.A.
Llego el tan esperado día de hacer ladrillos. Todo estaba listo la gente toda en su lugar. Cinco
trabajadores en la tolva para echar la tierra a los molinos. Uno en la canoa mezcladora, con la
palanca de cambios para poner en funcionamiento las hélices mezcladoras de tierra y arena.
Dos recibidores en el coche cortador. Cinco carreteros para transportar el ladrillo a las ramadas
de secamiento, una ultima revisión y estaba todo listo.
¡Don Belarmino don Guillermo y don Miguel! Los dueños de la empresa, por favor. A ustedes
les toca encender los motores, fue la orden del señor Pulgarin.
Este fue el nombre que medieron todos los dueños de las ladrilleras, durante siete años, los
cuales monte maquinaria en todo el territorio nacional. Nadie se aprendió el maldito nombre de
pila.
Siguiendo adelante, porque realmente me embriaga la emoción al recordar esta memorable
fecha.
“Me parece que en estos momentos estoy viviendo esos inolvidables días y se me encharcan
los ojos de la emoción”.
Recuerdo muy bien que muy discretamente me retire a un rincón donde estaba un escritorio de
madera. Estaba tan nervioso y emocionado, que me senté y se me salieron las lágrimas de la
emoción, al ver semejante monstruo de maquina sacando ladrillos. Claro esta un poco
deformados y muy rizados en su parte superior, pero eso era muy normal mientras se asentaba
un poco la maquina por lo nueva. Además, la tierra le faltaba mezcla de arena cosa que se fue
solucionando en el trayecto del día.
Don Belarmino que era el más amigo de los tres socios se dirigió hacia mí y me dio un fuerte
abrazo. No se de donde saco una botella de aguardiente (Onís Sello Negro) y me dijo.
¡Tómese uno señor Pulgarin para que calme esos nervios, por que esto hay que celebrarlo!
Ese día era un miércoles. Nos estuvimos hasta las seis de la tarde. Siempre me dio lidia sacar
ladrillos en buenas condiciones, por que las mezclas no estaban bien hechas. Los tres socios
sonreían y me miraban como diciéndome que me felicitaban por el trabajo que les había hecho.
Pero lo importante era que el funcionamiento de la maquina en general era perfecto, que era lo
que ami mas me preocupaba. Lo de más era cuestión de tiempo. Así se los hice saber a los
tres socios. Ese día les dije a los señores que me llevaran directo al hotel, por que yo tenía que
llamar a don Emilio para ponerlo al corriente de todo.
Además, estaba muy cansado y nervioso. Cuando hablé con don Emilio y le conté que ya
había puesto a funcionar la maquina, se puso muy contento. Casi no me dejaba explicarle, me
interrumpía cada segundo. Creo que don Emilio se puso a llorar de la alegría. Hasta la fecha el
pobre viejo no había podido dormir bien. Había padecido un tremendo calvario durante esos
veinticinco días. Eso de entregarle semejante responsabilidad a un trabajador principiante,
además joven como lo era yo en ese entonces no era fácil. Le conté que estaba preocupado
por que el ladrillo estaba saliendo muy rizado, luego me dijo. Dígales que mezclen bien la tierra
y no la humedezcan mucho, porque no compacta bien el material a la salida de la boquilla.
Hable con don Belarmino y dígale que me llame yo le doy las instrucciones para que el
aprenda. Por lo demás usted ya cumplió. Quédese una semana más para que les ayude, antes
de venirse vuelva a llamarme, mañana les voy a dar las buenas noticias al Dr. Villa y al Dr.
Celedon, por que también ellos están preocupados.
Con estas palabras nos despedimos. Yo me acosté a dormir con una felicidad en el alma. Les
juro que en ese momento me sentía el hombre más feliz del mundo. Al día siguiente jueves
como de costumbre, fueron por mí al hotel y nos dirigimos a la ladrillera. Cuando llegue me
estaban esperando nadie se atrevía aprender la maquina. Nuevamente le di instrucciones al
administrador, un señor Francisco Sastoque y de nuevo empezó la lucha. Esta vez con mejores
resultados. Sacaba ladrillos buenos y malos, hasta que por fin de tanto hacer mezclas con la
tierra y la arena la pusimos a trabajar con todas las de la ley.

51
Don Belarmino estaba muy contento. Todo era de cogerle el golpe a la mezcla de la tierra.
Luego él me dijo que me quedara hasta el sábado, el pensado era invitar a sus amigos para la
inauguración de la ladrillera. Al día siguiente viernes me llamaron al hotel y me dijeron que me
recogían a las diez de la mañana, por que tenían que hacer unas gestiones en la ciudad.
Cuando llegaron por mí, no nos dirigimos a la ladrillera, sino que fuimos a un almacén de ropa
muy elegante. Allí me dijeron que me bajara. Entramos y nos dirigimos al lugar donde tenían
los vestidos. Yo ni siquiera sospechaba nada hasta que don Belarmino me dirigió hasta un
están, con un surtido muy grande de vestidos y chaquetas Everfit. Señor Pulgarín: ¡tenga la
amabilidad de buscar un vestido el que más le guste ¡Yo francamente perdí el habla. De todo
me imaginaba menos ponerme un vestido de cachaco. Hasta ese momento todo lo que yo
tenia en mi ropero, eran dos pantalones de paño y un buzo. Esto que me estaba pasando no
me lo podía creer. Con voz muy débil alcance a pronunciar. Don Belarmino yo no sé. Él me
dijo… hombre no sea tonto. Se trata de una propina que le vamos a dar, por que estamos muy
contentos con su trabajo.
“Cómo el sábado nos vamos a reunir con toda la familia, por que ellos no conocen la ladrillera,
queremos que este bien presentado”
Escogí una chaqueta de paño con pantalón, camisa, zapatos, medias y correa. Cuando me lo
medí me quedo perfecto. En las horas de la tarde quedamos de recogerlo. Al salir del almacén
yo le di las gracias a don Belarmino, por el gesto tan noble que ellos habían tenido para
conmigo. Por eso hice mención cuando empecé este relato del montaje de mi primera
maquina, el cual iba a cambiar totalmente mi vida.
Cuando nuevamente llegamos a la ladrillera, eran las doce del día y la maquina estaba
trabajando a toda marcha. Claro que de vez en cuando se dañaban los ladrillos, pero eso era
muy normal. Don Francisco el encargado se dirigió hacia mí y me dijo.
Señor Pulgarín: prendimos la maquina casi a las siete de la mañana. Anoche casi no pude
dormir, pensando en que teníamos que aprender a manejarla y gracias a usted, ahora si le
estamos cogiendo el tiro. Ese día viernes no me invitaron a comer carnero, por que al otro día
era la inauguración de la empresa, con la bendición del cura párroco de la parroquia de
Meisen. Recogimos el vestido en el almacén y me fui muy temprano para el hotel. Como de
costumbre me senté en la cama…me puse a meditar, nuevamente me medí el vestido y me
dije. De ahora en adelante voy a trabajar duro, para poder comprarme varios como este y estar
bien presentado.
De pronto se me vino a mi memoria mi familia.
¿Cómo la estarían pasando?
Yo le había dejado a mi mama plata para tres semanas, dinero que me habían dado de
adelanto en la fabrica
Desde que me había venido para Bogotá, se me había olvidado por completo mi familia. Mi
mente estaba ocupada todo el tiempo en el montaje de la maquinaria. Por ningún motivo podía
dar cabida a pensamientos, que no estuvieran relacionados con mi futuro.
Era algo que me carcomía por dentro. MI SUPERACION PERSONAL.
Empecé a entender las palabras del Dr. Hans el míster cuando me dijo, que con el solo hecho
de estar pensando en mi futuro ya era un hombre rico y que el tiempo me daría la razón.
Cuando desperté a la mañana siguiente me levante temprano, me bañe con agua caliente.
Esto lo hacía dos veces al día, al levantarme y también al acostarme. Me servia de terapia y
relajante con toda la tensión y el ajetreo del día anterior. Además, esto era nuevo para mí.
Había que aprovecharlo al máximo.
¿Quién sabe hasta cuándo me darían otra oportunidad, de volver a montar otra maquinaria?
“Que lejos estaba de mi pensamiento, que esto se sucedería por siete años en todas las
ciudades más importantes de nuestro país”. Esa mañana me dirigí al restaurante más tieso y
encopetado que un PAVO REAL. Iba estrenando de pies a cabeza. Rogelio un muchacho joven
el mesero que me atendía, no me reconoció de momento.
En ese mes nos volvimos muy buenos amigos… al saludarlo el me miro sorprendido, y me dijo.
¡Vaya señor Pulgarín de momento no lo reconocí yo creí que era un nuevo cliente que se había
hospedado en el hotel ¡
¿A qué se debe tanta elegancia?
No se si me estaría mamando gallo o que… porque él siempre me había visto de pantalón y
buzo. Yo le conté que en el día de hoy era la inauguración de la maquinaria que había ido a
montar y que en dos o tres días me volvía para la ciudad de Medellín, pero que muy pronto
volvería.

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Ese día el desayuno fue muy bueno. Estaba todavía en el restaurante cuando recibí un
mensaje de don Belarmino, que hasta las once no pasaban a recogerme. Tiempo que
aproveche para darme una vuelta por la carrera séptima para conocer el palacio del presidente.
Este quedaba a unas ocho cuadras del hotel Imperial donde yo me hospedaba. Eran las doce
del día cuando llego don Guillermo Cristo con su señora y sus tres hijos al hotel en un
automóvil azul.
El me presento a su señora y sus pequeños. La señora muy cordial y atenta se me quedo
mirando y me dijo.
¡Es usted más joven de lo que me dijo Guillermo, además muy buen mozo! ¡yo en medio de mi
sorpresa y timidez le conteste! muchísimas gracias Señora.
Nos acomodamos en el asiento de atrás. Emprendimos marcha hacia la ladrillera. Cuando
llegamos había mucha gente… invitados por parte de los dueños.
Yo nunca había estado en una celebración de esa índole. En la ciudad de Medellín donde me
toco ayudar ha ensamblar las maquinas con don Emilio, no me había tocado ese tipo de
celebraciones. Jamás me imagine que esa gente era tan rica; tenían de todo.
En las mesas había mucho licor. Varios carneros asados. El hermano de don Belarmino el
dueño del restaurante donde me llevaban a comer carnero se encontraba allí, él también me
felicito. Había comida en abundancia. La novedad era el señor Pulgarin.
Era el centro de atención de todos los invitados por que a pesar de su juventud era el
responsable de haber montado esa maquinaria tan enorme de grande. Todas esas personas
en su mayoría hombres de edad me saludaban emocionados. Me felicitaban debido a mi
juventud. Don Belarmino me presento a su señora. Muy educada atenta y cordial. Ella también
sacó a relucir sobre mi juventud, lo mismo me pasó con la señora de don Miguel. Don
Belarmino, de los tres socios era el mayor. Tenía dos hijas ya estaban señoritas, eran muy
bonitas especialmente la mayor. Don Miguel tenia solamente un hijo, también me presentaron
al señor cura.
De tanto ir y venir yo me sentía como en las nubes, hasta que por fin dieron comienzo a la
inauguración de la empresa. Bendiciones y aplausos no se hicieron esperar. Luego don
Belarmino se dirigió a los invitados y les dijo. Por favor despejar la maquina que la vamos a
poner a trabajar, para que todos ustedes vean como se sacan los ladrillos. El honor se lo dieron
a don Belarmino, por ser el socio mayor.
Los trabajadores se acomodaron en su lugar y empezaron a rugir los motores. Don Francisco
el encargado me miro, en ese momento empezó a producir ladrillos la maquina. En medio de
los aplausos y la algarabía producida por todos los invitados. Esta labor duro unos veinte
minutos. Después de esto se apagaron los motores y se dio comienzo a la fiesta. Las dos hijas
de don Belarmino me miraban muy a menudo, prácticamente no me quitaban los ojos de
encima. Esto me incomodaba un poco, porque en asuntos de mujeres, para hablar claro y
decirles la verdad, estaba muy bisoño. Nunca se me habia presentado la oportunidad de tener
siquiera una amiga. Lo único que conocía sobre las mujeres eran mis hermanas.
De manera que, en ese cuento sobre el sexo femenino, nunca me interese. La situación
económica por la cual había pasado, no me lo permitía. Ya habría tiempo de estudiar ese
terreno.
A pesar de tener dieciocho años no había empezado a interesarme por ellas. Para mí en esos
momentos no existía más que el trabajo, de manera que le di muy poca importancia al asunto.
La fiesta duro hasta muy entrada la noche. Ese día si me pase de copas, el mareo fue tenaz a
pesar de haber comido de todo.
Pudo más el efecto del aguardiente y la emoción de la fiesta, que el buen juicio del cual había
sido mi antesala, para no caer en ningún vicio que pudiera entorpecer mi futuro.
Al otro día domingo me levante como a las nueve de la mañana. Esa noche había llegado al
hotel casi a la una de la madrugada. La fiesta se había prolongado. Yo no me encontraba en
muy buenas condiciones de salud, debido a los aguardientes del día anterior.
Me di un baño luego me dirigí al restaurante a desayunar. Entonces me puse a pensar.
¿Y AHORA QUE?
Ya estaba todo listo, me comuniqué con la casa de don Emilio, le conté todo, hasta la fiesta
que ellos habían hecho el día anterior. El me dijo que hablara con don Belarmino para convenir
sobre mi regreso a Medellín.
Luego me comunique con la casa de don Belarmino, me contesto una de sus hijas. Me
invitaron a almorzar a su casa me dieron la dirección, cuando llegue me pagaron la carrera del
taxi y me mandaron entrar.

53
El lujo de esa casa era totalmente desconocido para mí. Me acorde de la miseria con que había
llegado a Medellín mi familia y cada vez se acrecentaba en mi cerebro, el deseo de triunfar y
derrotar la pobreza. Ya estaba probando el sabor de la buena vida y no estaba dispuesto a
dejarla pasar de lado.
El almuerzo fue pescado. Lo pidieron a un restaurante. Don Belarmino estaba mucho peor que
yo. Se había pasado de copas. La señora no tenía guayabo, pero si estaba trasnochada.
Las que si estaban muy bien eran sus dos hijas. Ahí si tuve tiempo de admirarlas. Sentí como
una especie de corrientazo en todo mi cuerpo. La mirada de esa joven me puso muy nervioso.
Era la primera vez que me pasaba, sobre todo la mayor, que niña más linda pensé. A ella como
que yo no le era muy indiferente que digamos. El día anterior en plena fiesta, ella no dejo de
mirarme toda la tarde. Yo era un joven muy apuesto y con ese vestido me hacía ver más
elegante. En ese momento yo no me atrevía a mirarla, por respeto a la familia. Además, no era
el momento mas indicado para empezar a dar rienda suelta a sentimientos amorosos, que no
estaban incluidos dentro de mi plan de conquista.
Ahí en ese momento descubrí y me di cuenta, que los hombres le tenemos un miedo el verraco
a las mujeres.
En medio del dialogo que tuvimos en esa casa, le comunique a don Belarmino mi decisión de
regresar a Medellín. Mi misión estaba cumplida. Pero si quería volver a la ladrillera para
despedirme de todos los trabajadores. En ese mes que estuvimos trabajando juntos nos
volvimos muy buenos amigos.
Llego la hora de mi regreso y los tres socios de la ladrillera me llevaron hasta el aeropuerto. Allí
don Belarmino me entrego dos sobres, uno para don Emilio y otro para mí. Me dijeron que lo
abriera cuando estuviera en el avión. Con un fuerte abrazo y un apretón de manos los tres
señores me desearon buena suerte y muchos éxitos. Ellos habían quedado muy contentos con
mi trabajo. Me dijeron que me tenían una sorpresa muy grande más adelante, que muy pronto
me daría cuenta de ello.
Cuando estaba en pleno vuelo abrí el sobre que me correspondía a mí y en el encontré una
nota que decía lo siguiente.
Para nuestro querido amigo el señor Pulgarin, al cual no le supimos su nombre de pila. De
parte de Belarmino, Guillermo y Miguel. Reciba esta pequeña bonificación por su labor
cumplida.
Lo único que lamentamos, es que en el tiempo que estuvo con nosotros, no aprendió a tomar
aguardiente, pero si nos resulto un verraco como dicen los paisas para comer carne de
carnero.
Hasta muy pronto y firmaron los tres. En otro envuelto había la suma de trescientos pesos. Fue
tanta la dicha que sentí que el corazón se me quería salir del pecho. ¿Trecientos pesos?
Nunca en mi puta y miserable vida, había tenido esa fortuna. Además, me habían regalado un
vestido nuevo. Seis billetes de cincuenta pesos nuevecitos. Los contemple por varios minutos.
No me lo podía creer. Me parecía que estaba soñando.
Llegamos a la ciudad de Medellín a las dos de la tarde en un verano maravilloso. Luego me
traslade en un taxi a mi casa, barrio san Bernardo. Me recibió mi mama con mis hermanos más
pequeños. Los mayores se encontraban trabajando. Mi mama al verme se puso muy contenta y
al mismo tiempo extrañada. Yo venía muy cachaco. Tenía puesto el vestido que me habían
regalado. Ella me pregunto de donde lo había sacado y yo le conté la historia.
Me sirvió una tasa de café con leche. (Esta siempre ha sido mi bebida favorita). Pasadas unas
horas fueron llegando el resto de mis hermanos.
Todos ellos se pusieron muy contentos de verme, especialmente Noelva, que era la hermana
con la cual más me entendía, era la que me seguía a mí. Como novedad, encontré de nuevo
en mi casa una nevera de segunda, marca Icasa de color verde claro, eso si en muy buen
estado. Mi hermano en un juego de cartas se había ganado una platica y aprovecho la
oportunidad para comprarla. El asunto por ese lado estaba mejorando, eso me lo contó mi
hermana.
De manera pues, que al hombre no se le podía olvidar el maldito juego de las cartas. Era algo
que tenía muy arraigado dentro de su mente.
Cuando el llego el saludo fue.
¿Que hubo hombre como le fue por Bogotá?
Yo me limite a contestarle que de lo mas de bien y hasta aquí paro el dialogo.
Mi hermana me dijo que fuéramos a dar una vuelta por el parque.
De inmediato le entendí el mensaje. Ella me contó el comportamiento de mi hermano con todas
ellas. Parece que, en mi ausencia, volvió a tomar las riendas del hogar. Cada día ponía más

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problemas. Este señor volvía nuevamente a hacerle la vida amarga a mi familia. Sobre todo,
con los puestos que ellas estaban desempeñando.
Como lo dice el adagio popular. Vaca ladrona no olvida el portillo. Eso era precisamente la
actitud de mi hermano hacia su familia.
Ya se le había olvidado el compromiso que nos hizo en manejarse bien con todos nosotros,
cuando lo acogimos y le dimos posada cuando más lo necesitaba.
Los continuos roses entre mi hermano y mis hermanas se debían porque el no estaba de
acuerdo con los trabajos que tenían en esas lavanderías lavando ropa. En ese sentido yo
estuve muy de acuerdo con mi hermano. Parecía que mis hermanas se habían conformado y
no hacían nada por superarse.
Teníamos la obligación de superarnos todos en el trabajo si queríamos salir adelante. El asunto
no era de unos cuantos, sino de todos en general. Así se acordó al principio y ellas lo olvidaron.
Si no trabajábamos en equipo, luchando por nuestra superación nos quedaríamos estancados
sin ningún futuro. Miren el ejemplo que yo les estaba dando.
Mi primer trabajo de niño fue trabajando en la cocina de mis padrinos como una sirvienta.
Cargando adobes y arena como un ayudante de albañilería. Después lavando platos en el
bosque de la independencia. También trabaje de mesero en una heladería. Luego me coloque
de mensajero en un Almacén de repuestos para carros. (Diomedes Barberi) fue mi primer
patrón.
De ahí pase a trabajar en el taller del Dr. Hams Bar, barriendo el taller, trapeándole la oficina,
lavando los sanitarios y lustrándole los zapatos al mister.
Y hoy me había ganado un puesto de honor al lado del pionero de la mecánica Industrial en
Colombia, el señor Emilio Burgos el fundador de metalúrgicas APOLO. La empresa más
grande constructora de maquinaria en la ciudad de Medellín y de todo el país.
Cuando en los años cincuenta y sesenta nuestra ciudad era la capital industrial de Colombia.
Con ese orgullo que me caracteriza como un hombre triunfador, hoy en día me siento pleno y
satisfecho al recordar todo lo que me toco hacer, para que el progreso de nuestra ciudad y de
todo el país saliera adelante. Más adelante les narrare a que se debió en buena parte el
progreso de nuestra ciudad, en la cual yo tome parte muy activa. Luego de hacer esta reflexión
sigo adelante con mi historia.
Luego le conté a mi hermana Noelva, todo lo que me había pasado en Bogotá. Todas las
atenciones que me habían brindado y la vida que llevaban los ricos. Yo en ese momento
estaba dispuesto a entrar a ese mundo fantástico, donde podía ser parte de él.
Mi verdadero propósito y mi gran deseo era salir adelante.
Yo creo que mi pobre hermana en ese momento no entendió ni jota. La oscuridad que tenia en
su mente era total. Ella no alcanzaba a entender nada. Se había conformado con muy poco y
eso desgraciadamente es lo que le pasa a la mayoría de las personas que habitan este
planeta.
Esa noche yo no aparte mi pensamiento del plan que tenía en la mente. Esta idea se me metió
entre ceja y ceja. Tenía que luchar como fuera. Ya había probado lo que era la vida de los
ricos. Por ningún motivo iba a dejar pasar de largo esta oportunidad.
Mi hermano como que seguía los mismos pasos. Pero la diferencia entre los dos era
demasiado grande. A el se le habían presentado mejores oportunidades que a mí y debido a su
poco conocimiento mental, no las supo aprovechar. Claro que entre el y yo había un abismo
muy grande. Él era un hombre mas maduro que yo, pues me llevaba nueve años de edad y
hasta el momento no se había destacado en nada.
Había tenido mejores puestos que yo y en el momento era mensajero en una oficina de
juzgados. Pero el principal problema no era el trabajo, si no el vicio del juego. Eso lo llevaba
dentro de su alma y no lo podía dejar. Por más esfuerzos que hiciera, no tenía voluntad ni las
agallas suficientes para dejarlo. Por eso me pareció raro cuando encontré una nevera en la
casa y me di cuenta de que ese adelanto era el producto del juego, cosa que se podía convertir
en lo contrario. ¿Qué tal que un buen día lleguen por la nevera a la casa por que el la perdió
jugando a las cartas?
En cambio, yo estaba parado con pie firme frente al camino del éxito. Además, no tenía vicios
de ninguna clase. En cambio, mi hermano era un jugador empedernido. ¿Por qué pregunto yo,
después de habernos golpeado la vida con tanta dureza en los años anteriores y teniendo la
oportunidad de salir adelante para supéranos y enfocarnos en el camino del éxito, nos
quedamos estancados y volvamos hacia atrás? “De verdad que yo no lo entiendo. Algunas
personas no aprenden de la vida. Entre más palo les dan, más abajo inclinan la cabeza”.

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Esta no es más que una enseñanza y hay que enfocarla de otra manera. Siempre con el ánimo
de superarnos y salir adelante.
El éxito se adquiere con mucho esfuerzo de nuestra parte. Poniéndole ganas, creatividad,
responsabilidad y empuje, sin desfallecer un solo minuto. Aquí es donde está la clave del
misterio. Cualquier tonto sabe que tenemos que luchar duro si queremos salir triunfantes. Si
pensamos lo contrario nos espera la miseria y el olvido.

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****ENTRO AL APOLO POR LA PUERTA GRANDE****.
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Al día siguiente de mi llegada, me dirigí a la fábrica muy temprano. Como de costumbre, me
puse mi vestido nuevo y me dirigí a la oficina particular de don Emilio. El todavía no había
llegado. Me senté en una silla y en mi mente me vinieron los recuerdos cuando el Dr. Hams me
llevo por primera vez, para conseguirme el trabajo. Todo estaba igual que ese primer día.
Luego me pare y observe hacia el salón principal. Ahí estaba armada una maquina numero tres
la mas grande que se había construido hasta hora. Me puse a mirarla y me dije. ¿Esta va a
hacer la próxima que montare, porque yo puedo hacerlo?
Me encontraba en esos pensamientos cuando llego don Emilio. Al verme de espaldas no me
reconoció de momento. Cuando lo sentí llegar me dirigí hacia él y lo saludé. Al reconocerme
me dio la mano. Era la segunda vez que lo hacía. La primera había sido cuando fue al
aeropuerto a despedirme.
No puedo explicar la emoción tan grande, que sentimos los dos, por que de inmediato me
mando a sentar, para que le contara paso por paso el montaje de la maquinaria, sin omitir
ningún detalle por insignificante que pareciera. No se me quedo en el bolsillo por contarle nada.
Ni siquiera el vestido que llevaba puesto… ese era un regalo que me habían dado ellos.
Enseguida me acorde que en el bolsillo del saco tenia una carta que don Belarmino le había
mandado. Se la entregue. De inmediato se puso a leerla. Al terminar la guardo, se me quedo
mirando y me dijo.
Herley no se imagina los días tan amargos que pase mientras usted estuvo en Bogotá. Casi no
podía dormir en las noches. No me faltaron ganas de irme para allá. No creíamos que fuera a
tener la capacidad de poner a funcionar esa maquina.
Veo que supo responder a la confianza que puse sobre su capacidad. Tenemos muchos
proyectos de ventas de maquinaria para todo el país. Todo eso depende del resultado de la
primera. Pero según esta carta que me envío don Belarmino, lo recomienda muy bien y nos
felicita por tener trabajadores de su talla, que a pesar de su juventud muestran responsabilidad
y profesionalismo en el trabajo. Después de este dialogo que tuvimos en su oficina, don Emilio
me invito para que le diéramos el reporte al Dr. Sergio Villa el gerente General y al Dr. Manuel
Celedon Sugerente, que al mismo tiempo eran junto con don Emilio los principales socios de la
empresa.
Cuando entramos a la oficina me quede parado, como si mis piernas no pudieran caminar. Que
oficinas más hermosas y grandes, con cortinas rojas y muy bien amobladas. Yo nunca había
estado en una oficina de esa elegancia. En el tiempo que tenia trabajando en el Apolo, ni
siquiera sospechaba que existieran.
Ese terreno era vedado para los trabajadores de la empresa. Dos escritorios muy modernos
con sus secretarias le daban ese matiz de belleza y elegancia. Yo nunca las había visto, las
dos eran muy bonitas. La entrada a las oficinas era por otro lugar muy distinto a donde
entrábamos los trabajadores a nuestras labores. Era solo para los patronos. Afortunadamente
iba bien vestido, por que de lo contrario era un sacrilegio pisar esa hermosura de tapetes color
vino tinto en ropas de trabajo.
Fue don Alberto Suárez el administrador el que me saco de apuros. Me cogió del brazo y
después de saludarme me sentó al frente del Dr. Villa, el Dr. Celedon, y don Emilio.
Encontrarme al frente de la plana mayor del Apolo, me aterrorizo me dio pavor.
No quiero mentirles, pero la verdad es que me temblaban hasta las pelotas. Nuevamente me
volvió a coger el temblor en las piernas.
Estos señores, eran los grandes de la empresa y todos pendientes de mí oyendo mi reporte,
me llenaba de terror y espanto. Eran las diez de la mañana y estuvimos casi hasta las doce del
día. Una de las secretarias Beatriz me dio agua por que ya no podía mas explicando todo. En
varias ocasiones tuve que repetir lo mismo.
La carta que le enviaron a don Emilio, él se las entregó a todos los que estaban allí presentes
escuchando mi reporte. La leyeron y en todos ellos, se veía la satisfacción que se reflejaba en

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el rostro de cada uno de ellos. Aunque parezca increíble, en Medellín se habían montado
varias maquinas, pero fuera de la ciudad ninguna. Era la primera, vez, que lo hacían. Por eso el
futuro dependía de la persona que tuviera la capacidad de responder por el buen
funcionamiento de las maquinas para construir ladrillos fuera de la ciudad de Medellín.
Era tanto el susto y a la vez la satisfacción que yo sentía, que me atreví a decirles que ellos
estaban tan satisfechos por el trabajo realizado de mi parte. Los tres socios me regalaron un
vestido para que estuviera bien presentado en la inauguración de la maquina.
Todos ellos se rieron. Yo les mostré con mucho orgullo que era el que tenía puesto. De lo único
que no hice mención fue de la propina de trescientos pesos; eso si me lo reservé para mi sólito.
Como ya era la hora del almuerzo, don Emilio nos dijo a don Alberto y a mí, que fuéramos al
restaurante a almorzar. Esa era otra sorpresa de las muchas que me habían sucedido en el
último mes. El salón comedor de los patronos era muy distinto al nuestro.
Allí había mesas tendidas con manteles y buenas sillas, mientras que en el comedor de
nosotros eran bancas de madera y mesas peladas. A partir de ese momento encontraba una
nueva sorpresa en mi vida. Pareciera que la naturaleza me estuviera mostrando la diferencia
que hay entre ricos y pobres.
Mientras esperábamos el almuerzo, se nos unió Guillermo Mascaroz, que fue el primer jefe que
tuve cuando entré al Apolo.
El había tenido muy buena relación conmigo en el trabajo, y a él le debía muchas enseñanzas.
Muy emocionado me pregunto cómo me había ido, y don Emilio me hizo repetir nuevamente
parte de la historia. Terminado el almuerzo nos dirigimos a la planta superior donde estaba
ensamblada la maquina número tres. Guillermo me explico que le habían hecho algunos
cambios en la salida de la boquilla y sacaba ladrillos más rápido. Cuarenta ladrillos por minuto,
mientras que la numero dos, sacaba veinticinco. Esa maquina estaba vendida para la ladrillera
Guayabal una de las ladrilleras mas grandes que había en Medellín. Dentro de quince días hay
que montarla usted es el elegido claro esta, con la asesoría de don Emilio.
Esa tarde me la pase saludando a todos mis compañeros de trabajo. Al principio no me
reconocieron yo con esa pinta de cachaco, ellos estaban enseñados a verme de pantalón de
dril. Todos querían saber como era Bogotá y como me había ido.
Por la tarde antes de irme para la casa, me mandaron llamar a la oficina del Dr. Villa en
presencia de don Emilio y don Alberto Suárez para firmar un contrato, del nuevo puesto al cual
me habían asignado, como encargado del montaje de las maquinas para fabricar ladrillos en la
ciudad de Medellín, como también en las otras ciudades del país.
Luego me entregaron un sobre con doscientos cincuenta pesos de bonificación. Me asignaron
un sueldo de trescientos pesos mensuales. Cuando hasta la fecha estaba ganando el mínimo
que eran ciento sesenta pesos mensuales. Es decir, me duplicaron el sueldo.
¿Qué diablos estaba pasando?
No salía de susto en susto. Esto sí que fue una gran sorpresa para mi, me estaban matando
lentamente con tanto agasajo. Les di las gracias a todos ellos y don Emilio me dijo. Usted
Herley se lo merece, es muy buen trabajador, responsable y muy hábil. El Míster tenía mucha
razón al recomendarlo. Por eso lo prepare, para desempeñar el cargo que le asignamos. Este
sueldo que le asignamos es aquí en la fábrica. Cuando salga a otras ciudades yo me encargo
de que el montaje sea por contrato, para que le vaya mejor. Muy respetuosamente les agradecí
tanto la bonificación que me dieron, como el nuevo puesto que me asignaron. Y de antemano
les dije que podían confiar en mí y que no los dejaría quedar mal en los siguientes montajes.
Cuando llegue a la casa iba casi borracho de la emoción. Tenía “quinientos cincuenta pesos,
en mi bolsillo. ¿Qué iba hacer con esa fortuna?
“Nunca en mi miserable vida, había tenido todo ese dinero en mi bolsillo”. La verdad es que en
ese tiempo era tanta plata, que yo no sabia que hacer con ella. Esa noche no pude dormir
nada. Mucha parte de la noche, me la pase contando todo ese dinero. Hacia planes de toda
índole y no me salía nada positivo, hasta que por fin me rindió el sueño.
A la mañana siguiente me madrugue al trabajo. Guillermo me dijo que empezara a
familiarizarme con la maquina número tres. El sistema de trabajo en la fábrica había cambiado
totalmente para mí.
Mi nueva ocupación era el montaje de las tres máquinas en general, el sostenimiento de los
repuestos, así como la reparación de las mismas, para las maquinas que estaban funcionando
en la ciudad. Guillermo me pasó una lista de los clientes a los cuales yo debía atender. Ya
conocía a algunos de ellos. Voy a mencionar los más importantes en su orden, todos ellos
tuvieron que ver con mi vida futura, a los cuales les debo mucho, no solo con su apoyo moral
sino también económico.

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Don Luís Ángel Escobar dueño de la ladrillera San Javier.
Don Israel Arango dueño de la ladrillera Moderna.
Doña Enriqueta Saldarriaga dueña de Tejares el Rincón.
Don Juan López dueño del Tejar AltaVista.
Don David Palacio dueño del Tejar el Nogal.
Don Ernesto Londoño dueño del Tejar San Cristóbal.
Don Carlos Yépez dueño de Ladrillera Terrígeno.
Don Enrique Martínez Gerente de la Ladrillera la América.
Y don Francisco Medina dueño del tejar la Gloria.
Todas estas personas me ayudaron y me apoyaron, y fueron mis grandes amigos,
especialmente don Luís Ángel Escobar y don Israel Arango.
Don Alberto el administrador y Guillermo el encargado de la producción de las maquinas, me
proporcionaron un rinconcito en la oficina de Guillermo. Me dieron un libro y un lapicero para ir
anotando los pedidos de los repuestos que se iban a despachar. También me dieron los planos
de la maquina número tres para que los fuera estudiando.
Increíble: Yo con oficina y encargado del montaje de las maquinas, no me lo podía creer. De
pronto se me vino una idea a la cabeza. Tengo que comprarme un nuevo vestido, para ir bien
presentado a la empresa, por que de ahora en adelante estaba con los grandes del Apolo.
Ese sábado me fui para el almacén Jamer de un señor Antonio Ruiz situado en Carabobo
frente al palacio nacional. Ya tenía crédito en el almacén. Don Antonio ni siquiera me había
pedido referencias comerciales.
El también estaba empezando y era muy formal conmigo. La secretaria era la hija (Omaira) y
ella era la encargada de recibir las cuotas semanales de los clientes. Yo había sacado los
pantalones de paño que me lleve para Bogotá, a crédito. El atendía personalmente a su
clientela.
Cuando llegue ese sábado por la tarde me mostró un surtido de vestidos que le habían llegado
de una nueva fábrica y eran más baratos. Su marca era Vestidos VALHER. Yo me escogí uno
de color azul muy bonito. Ese se lo pague de contado me costo sesenta pesos. También
compre zapatos, medias, camisa y correa, todo esto me costo como ciento diez pesos, todavía
me quedaba muy buena plata.
Otro proyecto que tenía en mi mente era regalarle un comedor a mi mama. En mi casa
teníamos una mesa pequeña con cuatro taburetes de madera, a punto de desbaratarse. Se lo
di anticipado como regalo del día de la madre que ya estaba muy próximo.
Adaptarme al nuevo puesto me dio mucha dificultad. Pasar de trabajar todo el día en soldadura
pintura dobleces de lámina y trabajando en máquinas pequeñas, a pasarme todo el día
revisando y recibiendo pedidos de repuestos.
También tenia que desplazarme varias veces a la semana, para atender las reparaciones de
las maquinas en la ciudad. Este nuevo trabajo me proporcionaba unos pesitos de más. Los
clientes siempre me daban propinas por las reparaciones que les hacía. Ya habíamos montado
la maquina de adobes numero tres, con la presencia y la asesoría de don Emilio. Era mucho
más grande, pero casi el mismo mecanismo. Solo que sacaba cincuenta adobes por minuto,
mientras la numero dos solo veinticinco.
Era casi el mismo sistema, la única diferencia era mucho mas grande que la numero dos. Tenía
casi seis meses de trabajar en el nuevo puesto, y nada de venta de máquinas para ninguna
parte. Había mucho trabajo en las máquinas de aquí, con venta de repuestos y reparaciones,
pero para fuera de la ciudad nada. Ya íbamos llegando al final del año era el mes de
septiembre, cuando llego don Belarmino Flechas, con un señor de Fusagasugá a ver las
máquinas de los tres modelos.
Yo me encontraba fuera de la fabrica haciéndole un trabajo a don Luís Ángel Escobar. Cuando
llegue, Guillermo me dijo que subiera a la gerencia, que ahí me estaban esperando.
Mi sorpresa fue enorme, cuando vi a don Belarmino. Él me estaba esperando. No quería irse
sin saludarme. El se encontraba en la oficina del Dr. Villa ya se había cerrado el negocio.
Compraron una numero dos como la de don Belarmino. También estaba interesado en una
numero tres, para montarla en Tunjuelito en la finca de don Guillermo Cristo.
Don Belarmino al verme entrar, se paró del asiento y me saludo muy efusivamente.
¡Que alegría me da verlo señor Pulgarin y me dio un abrazo! A mí en ese momento me dio
mucha pena, sobre todo del Dr. Villa que me miro como sorprendido, de ver la forma como me
saludo su cliente. Luego dirigiéndose a mí, me dijo. Dentro de un mes nos vamos para fusa a
montar una nueva máquina. Ya estamos haciendo el montaje, acabamos de comprar una
numero dos como la mía.

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Yo le pregunte. ¿Y cómo está trabajando la suya?
Y el me dijo.
¡De maravilla señor Pulgarin, de maravilla!
¿Se acuerda que cuando nos despedimos, le dije que le tenía una sorpresa?
Yo le conteste que sí, aquí esta. Tenemos un nuevo socio y el me presento al señor Matías
Soto.
¿Me imagino que usted es el encargado de hacerme ese montaje ¿No es así Dr. Villa?
Él le contesto. Por supuesto que si don Belarmino.
Dicho esto, se despidió de nosotros y quedamos de encontrarnos en la ladrillera en Bogota. El
se marcho, por que en las horas de la tarde ellos regresaban para Bogotá. En los dos meses
siguientes se vendieron cuatro máquinas más. Una para Ibagué Tolima, una para Honda, otra
para Tunja y otra para Neiva Huila, esa era la más lejos. El APOLO se comprometió a entregar
cada dos meses una máquina. El trabajo se duplico. Al año siguiente estuve cinco meses por
fuera de mi casa. Prácticamente, me la pasaba viajando todo el año. Cada que terminaba un
montaje, este se hacía en veinte días, pero yo me quedaba una semana mas capacitando los
trabajadores para el buen funcionamiento de la maquina. Nuevamente regresaba a la fábrica a
preparar la siguiente. Esto duraba otro mes y luego empacaba maletas para otra ciudad.
Cabe anotar lo siguiente. El APOLO en cada montaje que hacía, me daba un sueldo completo
de bonificación. Es decir, trecientos pesos, más doscientos pesos para gastos personales y
llamadas por teléfono, en caso tal de que me tuviera que comunicar con la empresa.
Fuera de eso los compradores de las maquinas siempre me daban muy buenas propinas. Se
puede decir que tenía un sueldo de casi mil pesos mensuales. Cada vez que salía fuera de la
ciudad.
No se alcanzan a imaginar estimados lectores, el cambio que nos dimos en mi casa, y como
empezamos a vivir holgadamente. La diferencia era de uno en un millón. Empezamos a
cambiar de casa. Ya no se veía miseria por ninguna parte. Una de las cosas que más nos
interesaba, era surtir la casa con todo lo indispensable, y darle a mi mama una vida diferente a
la que le toco pasar, por causa de la pobreza.
Cada que salía a montar una máquina, los climas eran muy diferentes en cada ciudad. Unas
veces frío como hielo, y otras calientes como un horno. Pero en lo que, si coincidían en todas
partes, eran las atenciones por parte de los dueños de las ladrilleras hacia mí. No faltaba desde
que llegaba, las continuas invitaciones para conocer la ciudad. Siempre acompañadas de unos
aguardientes cuando el clima era frío, como Bogotá y Tunja, o las cervezas frías cuando el
clima era caliente como en Barranca Bermeja y Honda en la cual se montaron de a dos
máquinas. Los hoteles en que me hospedada eran muy buenos. Casi todos ellos en el centro
de la ciudad. El APOLO vendía la maquina incluido el montaje de la misma. Pero el hospedaje
como también la alimentación, corrían por cuenta del comprador de la máquina. Por eso el
esmero para que yo estuviera cómodo y bien atendido era general por parte de todos los
compradores, La atención era excelente.
Las comidas como también las inauguraciones al terminar el montaje, eran algo muy parecido
en todas partes. Fue maravilloso como me atendieron en el montaje de la primera maquina.
Pero como todo es costumbre en la vida, ya no me parecía tan espectacular como la primera
vez. Por eso escribí paso por paso todos los detalles que acontecieron en esa primera
experiencia.
Con este nuevo trabajo que me habían asignado en el APOLO, me quedaba muy poco tiempo
para darme cuenta de lo que estaba pasando en mi familia.
Mis tres hermanas por miedo a mi hermano, no se atrevían a contarme nada. Cuando yo me
encontraba ausente, humillaba constantemente a mi papa lo mismo que a mis tres hermanas.
El las regañaba con relación a los trabajos que estaban desempeñando.
Pero; ¿que otra cosa podían esperar estas pobres mujeres, sin educación de ninguna clase?
Dolly una de las menores renuncio a la lavandería y termino de mesera en la pastelería suiza.
Ese fue el resultado de la presión a la cual estaban sometidas mis hermanas menores. Según
me comento mi hermana Noelva, se había puesto insoportable. Le dejaba a mi mama la
comida servida, y luego se iba a comer por fuera. Varias veces le hizo poner una pañoleta en la
cabeza a mi mama, porque se le metió que en la sopa de el, le caían los pelos de la vieja.
¿Miren pues mis estimados lectores, cómo les cambia la vida a algunas personas? ¿Por eso
hay un dicho que reza lo siguiente?
(Árbol que nace torcido nunca su rama endereza). A mi hermano mayor, ya no le parecía nada
bueno, a todo le ponía, pero. Cuando lo votaron del puesto llego a nuestra casa con el ánimo

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caído, sin alientos de decir nada. Al principio de su llegada se comía todo lo que se le daba,
limpiaba hasta el fondo del plato.
Y ahora nada le parecía bueno: como ya estaba saliendo de la mala situación en la que vino,
en el ramo de la política tenía una espalda muy ancha para conseguir trabajo. Como en ese
entonces se consideraba el más letrado de la familia, se consiguió con la ayuda del altísimo
una cuchara bastante buena.
“Ahora era nada más y nada menos, que secretario de los Juzgados de Instrucción Criminal de
la ciudad de Medellín”. Con todo orgullo, les hizo creer a mis pobres hermanas que el
nuevamente se había puesto por encima de todos nosotros.
Mierda carajo. Que iluso, que tonto y majadero era mi hermano. Más adelante les explico por
qué.
Este nuevo puesto lo enalteció de tal manera, que se endioso y lo motivo nuevamente, para
tomar las riendas del hogar. Era un inquisidor que no podía dejar su presa sin tenerla bien
sujeta. Pero la hipocresía era su mejor arma.
Cuando yo regresaba de mis continuos viajes, él era el primero en saludarme muy
efusivamente. Luego me calentaba el oído para que le prestara uno pesitos para cumplir con
sus obligaciones sociales. La mitad de su sueldo quedaba en las manos de los jugadores y
mantenía más pelado que sobaco de rana.
Mi sueldo en ese entonces era tres veces superior al de él y esto le acarreaba cierta envidia
por aquello del complejo de superioridad, que siempre había demostrado sobre el resto de la
familia. Hagamos una breve pausa aquí, y hagamos un alto en la continuación de esta historia
para hablarles un poco sobre mi hermana Yolanda y mi cuñado José.
A pesar de estar viviendo con mi mama, no me podía olvidar de mi hermana Yolanda. Yo los
visitaba con mucha frecuencia. Como lo dije antes, tuvimos una gran amistad y toda esa
pobreza y miseria por la cual tuvimos que pasar había quedado atrás.
Como tenía muy buen puesto y ganaba muy buena plata, nunca me olvide de ellos. Les hacia
muy buenos regalos tanto en dinero como en especie.
Nosotros los extrañábamos mucho. Ellos no se habían, vuelto a aparecer por mi casa, y mucho
menos en estas condiciones. Mi mama se lamentaba de la ausencia de sus cuatro nietos. Ellos
Vivian en el barrio Peláez a solo cuatro cuadras de mi casa.
Mi mama se daba sus escapaditas en la semana, cuando el rey JUDAS se encontraba
trabajando para visitar a mi hermana y sus nietos. Todo esto lo hacía al escondido de mi
hermano para que él no se diera cuanta. A este inquisidor se le había olvidado el compromiso
que hizo con la familia, especialmente conmigo. Cuando vino a nuestra casa implorando
nuestra ayuda. Recuerdo muy bien la cara que tenía cuando nos tocó la puerta. Estaba
fracasado porque lo habían echado del puesto. Otra vez quería imponer su ley. Como estaba
trabajando en los juzgados de instrucción criminal, se creyó nuevamente el rey y soberano de
toda la familia.
“Mis hermanas ignorantes y llenas del terror no articulaban palabra para protestarle por sus
injusticias.
Al único que respetaba y jamás me decía nada era a mí. Él sabía de antemano que yo era la
principal barrera, y el muro de contención que obstaculizaba su mando. Todo esto lo hacía
cuando yo me encontraba ausente y fuera de la ciudad”. Al hipócrita y fariseo de mi hermano,
le dio nuevamente por apoderarse del mando de la familia. Esa era su principal meta y parece
que lo estaba logrando. Con las continuas ausencias mías por razones de trabajo, el las
aprovechaba para convertirse en el amo absoluto de la familia. Como yo estaba enterado de
todo lo que pasaba con el comportamiento tan infame y agresivo de mi hermano, Un día
sábado en las horas de la tarde lo invite al centro para que nos fuéramos para cine. El me
acepto de inmediato.
Mi objetivo era darle una lección de solvencia económica y cojimos un taxi para ir al centro.
Para el resto de mi familia, eso era un lujo. Claro que en lo que a mi concierne, ya estaba
enseñado a andar en taxi. Cuando salía a viajar, con mi sueldo podia darme esa clase de lujos.
Además, todos los dueños de las ladrilleras me atendían como un rey y siempre viajábamos en
carro particular cuando me invitaban a conocer la ciudad.
Fuimos primero al Jardín Pilsen, una heladería que quedaba al frente del Hotel Nutibara frante
al Palacio Calibio, en la plazuela Nutibara donde quedaba la gobernación de Antioquia. Allí
pedimos dos cervezas en barril. Luego nos pusimos a conversar sobre la situación de nuestra
casa. Oiga hermano le dije:

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¿Qué es lo que usted pretende hacer con nuestra familia? ¿Las muchachas Noelva Lila y Dolly,
están muy preocupadas con ese comportamiento de parte suya? ¿Por qué se empeña en
ultrajarlas por los trabajos que están desempeñando? Usted continuamente las humilla.
A mí personalmente me parece que eso no está bien. Ninguno de nosotros terminamos
siquiera la primaria. Parece que en ese tiempo su persona, era el elegido para ser alguien en la
vida. Lo único que recuerdo de mi niñez eran las palizas y los regaños que me daban por
cualquier insignificancia. ¿Qué culpa tienen mis hermanas de semejante infortunio? La vida nos
castigó injustamente, sin estar preparados para llevar una cruz tan pesada como la que nos
calló encima. Cargamos con una obligación que no nos correspondía a ninguno de nosotros.
Sin embargo, estamos cumpliendo como buenos hijos que somos. Gracias a eso estamos
saliendo adelante y no nos hemos muerto de hambre.
Yo varias veces me he reunido con ellas y les he dicho que se superen y capaciten en alguna
cosa. Que estudien, aprendan un arte para que algún día puedan desempeñar un puesto
mejor.
Ellas no pueden acabar con su juventud y su vida, en unos trabajos en los cuales no se les ve
ningún futuro.
En ese sentido estoy muy de acuerdo con usted. A mi tampoco me gusta ver a mis hermanas
lavando ropa y puliendo madera como lo hace Lila. Pero hay que darles tiempo. Uno no se
hace rico ni sabio de la noche a la mañana. Yo estoy seguro de que lo vamos a lograr, pues
tenemos las herramientas necesarias para hacerlo.
Solo hay que saber utilizarlas con mucho deseo de superación personal y empuje. Yo sé que
no es fácil hacerlo. Dígamelo a mi que mierda es lo que me ha tocado comer en este perro y
miserable mundo.
Vea hermano escuche atentamente lo que le voy a decir y no lo olvide jamás. Usted ni
remotamente se imagina el puestazo que estoy desempeñando en el APOLO. Soy la niña
mimada y consentida de la empresa. Usted bien sabe que todo el año lo paso viajando en
avión por todo el país. El hospedaje y los hoteles son de primera clase. Conociendo todas las
principales ciudades del país. Las atenciones hacia mi persona son como para un REY.
¿Y sabe cómo me lo gane? “Trabajando como un burro y almacenando en mi mente todo lo
que me enseñaban. Esto lo hacía, con un deseo incontenible de superación personal”.
Me propuse desde una edad muy temprana, cuando me tocaba barrer, lavar los sanitarios y
hasta lustrarle los zapatos al míster.
Eso no me importaba nada. Yo sabía que toda la vida no me iba a quedar estancado. Empecé
como un paje y terminé siendo el representante de una empresa de más de ciento cincuenta
trabajadores. Mire la edad que tengo. Todavía no he cumplido los veinte años de edad.
Por mis propios medios y por los buenos consejos que me dieron a tiempo mis patrones
anteriores yo los supe escuchar. El Dr. Hans Bar y don Emilio Burgos fueron para mí mis dos
padres. Ellos eran dos personas maravillosas que encontraron en mí, capacidad y terreno
abonado para salir adelante y lo logre.
“Qué tal que a usted le tocara alguna vez disfrutar de los triunfos que yo he tenido. Eso de
tener a mi disposición mas de cuarenta hombres para poner a trabajar una maquina no es nada
fácil”.
Las satisfacciones que he tenido son inmensas. Además, el salario mío es tres veces mayor
que el suyo. Eso sin contar los viáticos las propinas y las atenciones por parte de los dueños.
Yo no soy tan tonto y majadero como usted, que recibe el pago y en seguida lo deja en las
mesas de juego, como si en dinero producto del trabajo fuera basura. Tengo mis buenos
pesitos en la caja de ahorros del banco Popular. Jamás le pido prestado a nadie. Le aseguro
que no le estoy chicaneando porque usted bien sabe que así es.
¿Cuantos años llevo de aprendizaje, de sufrimientos y de luchas para salir adelante?
La vida no ha sido fácil para mí, no se acuerda que hasta sirvienta fui de mis padrinos, cosa
que a usted no le ha tocado nunca y todo eso para ganarme unas monedas para entregárselas
a mi mama.
Y lo mas lindo de todo es que yo no me siento indigno de haber trabajado en una cocina de
niño. Al contrario, ha sido una experiencia maravillosa, que más tarde me puede servir en la
vida, cuando forme mi propio hogar.
Otra cosa que tampoco se imagina es que por mis propios medios me he propuesto a aprender
lo que son los verdaderos valores del hombre. Si yo no me hubiera empeñado en aprender
desde una edad muy temprana, lo que hoy con todo orgullo se, no le estaría hablando en esta
forma.
¿Cuál fue la educación que yo recibí en la escuela del Cairo ninguna?

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Ese hijueputa mal nacido del señor Quiroz, lo único que hacía, era darnos reglazos en las
palmas de las manos por cualquier guevonada que hacíamos. Tengo un recuerdo muy amargo
de ese tiempo, pero ya se me está borrando de mi mente. Por eso nunca me gusto estudiar.
¿Quiere saber una cosa hermano? Me estoy preparando para conocer el poder y la energía de
la mente, que es lo que nos saca adelante. En mis viajes la mayoría de las noches, me la paso
leyendo revistas y por ahí tengo unos libros de superación personal. Acuérdese que en el Cairo
la educación que recibí fue muy poca, solo dos años y medio de primaria y recuerdo que fue
más los reglasos que me dieron los maestros, que la educación que recibí. Difícilmente aprendí
a leer y escribir, las cuatro tablas sumar restar multiplicar y dividir eso fue todo.
En mis viajes he aprendido a relacionarme bien, con las personas que trato son muy cultas y
me han enseñado mucho. Por mi vida han pasado muy buenos maestros que con sus
enseñanzas me han puesto en el camino del éxito. El Dr. Hams Bar y don Emilio Burgos lo
mismo que don Luís Ángel Escobar. Estos tres personajes fueron mis mejores y grandes
maestros. Ellos hicieron de mi lo que hoy soy, una persona de bien.
Son todos ellos los que han difundido en mi mente la sabiduría necesaria para triunfar en la
vida.
¿Qué hizo mi papa por nosotros, nada absolutamente nada? Pero eso no es motivo para
despreciarlo, humillarlo y ultrajarlo como lo hace usted diariamente.
¿Acaso no se da cuenta, que ese pobre hombre ya está muy viejo, acabado y merece nuestra
mayor consideración y respeto?
¿No recuerdo de él, una caricia o un concejo?
Para lo único que era bueno el viejo era para darnos fuete a diestra y siniestra por cualquier
tontería que hiciéramos. Afortunadamente esos recuerdos de mi niñez están desapareciendo
por completo. ¿Cuándo Quiera le presto los libros de superación personal, con mucho gusto,
pero de antemano le anticipo que para todo esto hay que tener clase, y mucha fuerza de
voluntad?
“Ahora aprovecho esta oportunidad que se me presenta para darle un buen consejo. Procure
por ir dejando ese maldito juego de las cartas y los dados”.
¿Cuánta plata ha perdido, en ese maldito vicio?
¿Cuánta plata le he prestado y todavía no me ha pagado nada? Todo ese dinero ha quedado
en el bolsillo de los jugadores. El maldito juego, no acarrea más que la ruina de las personas.
Mire todo lo que ha trabajado en la vida y a tenidos buenos puestos, y ni siquiera tiene ropa
suficiente para estar bien vestido.
Ahora no me venga con el maldito cuento de que lo estoy humillando. Simplemente le estoy
dando un buen concejo para que triunfe en la vida, y no viva tan arrastrado como lo está en
este momento.
Era tan amena y cordial la platica que yo le estaba dando a mi hermano, que se nos olvido ir a
cine. El dialogo seguía adelante como dos buenos camaradas. Las palabras fluían en mi mente
con mucha claridad, mi mente estaba despierta. Con el continuo rose que tenia con mis
patronos, había logrado una cultura y un desarrollo mental muy avanzado.
En ese entonces tenia escasos veinte años de edad. Por eso es por lo que me defiendo muy
bien a la hora de expresar mis ideas. Eso fue lo que me propuse la primera vez, cuando hice la
primera reflexión en el restaurante del Hotel Imperial en Bogotá.
Mi hermano Carley me miraba fijo a los ojos, como si lo tuviera hipnotizado. No articulaba
palabra.
Pedimos más cervezas y Luego le dije: Siendo hermanos, entre nosotros dos hay una
diferencia muy grande. Yo no tuve la oportunidad de ingresar a un colegio como lo hizo usted.
Pero todo lo que se, lo he aprendido con personas mayores que han sido mis maestros, y
conocen mucho de la vida, ahora estoy recogiendo los frutos.
Yo le voy a proponer algo, para conveniencia de todos y la tranquilidad de la familia. Por que
no se va a vivir aparte y hace su vida como mejor le parezca. Con el sueldo que tengo, me
sobra dinero para mantener yo solito a toda la familia y me queda mucha plata en mi bolsillo.
Antes de que usted llegara a nuestra casa, solitario, desempleado y muy triste.
¿Cómo lo recibimos cuándo toco la puerta ese sábado por la tarde, estábamos todos reunidos
oyendo radio y haciendo planes? No se imagina como vivíamos de tranquilos. Nos reuníamos
todos con el par de viejos, escuchábamos música, hacíamos planes para comprar un juego de
sala que tanta falta nos hacía. El todo fue que su persona apareciera por estos rumbos, para
que empezáramos a vivir una vida de infierno.
¿Qué mala y pésima memoria tiene usted? ¿Ya se le olvido tan pronto en las circunstancias
tan caóticas en que llego donde nosotros?

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¿Y cómo lo recibimos con cariño y sin rencores?
A pesar de haberse manejado tan mal con los viejos cuando era secretario de su amigo Alberto
Ocampo en Toro. ¿Cuándo lo votaron del puesto y se vino para Medellín lo acogimos, le
brindamos techo y comida y asi es como nos paga?
Mi hermano me escuchaba en silencio, estaba como hipnotizado, sin responder nada. Parece
que le había tocado el corazón. Yo sin siquiera sospecharlo le estaba dando mi primera clase
de superación personal y relaciones humanas. Esto a través de los años se iba a convertir en
el gran éxito de mi vida, el cual me sacaría adelante.
Y para terminar otra cosa le voy a decir esto. Por el odio que le tiene a mi papa, deje de estar
firmándose con el apellido de mi mama. Acaso no se ha dado cuenta del perjuicio que le está
causando a ella. Hasta donde yo sepa todos nosotros somos hijos legítimos. Y usted con esa
actitud tan errónea la esta convirtiendo en una prostituta.
Nos levantamos de la mesa, mi hermano me agradeció por todo lo que le había dicho y se
comprometió nuevamente a no intervenir, ni en el trabajo de las muchachas, ni tampoco en la
vida privada de toda la familia.

********CAMINO DESPEJADO RUMBO AL ÉXITO. ********


En estos dos últimos años mi vida a dado una vuelta de ciento ochenta grados. Tengo buenos
amigos, casi todos de mi misma edad. Frecuentamos y disfrutamos de las heladerías que era
el principal atractivo de todos los jóvenes del barrio Belén.
En mi ropero descansan chaquetas, buzos, y media docena de vestidos cachacos completos.
Tengo reloj, anillo de oro, cadena de oro con santo cristo de 18 quilates. Estaba disfrutando de
todo lo que la vida me había negado en los años de mi adolescencia. Me había propuesto a
salir adelante trabajaba muy duro. La plata tenía un oficio y uno de ellos era vivir bien y darse
buen gusto con ella. Ese espantoso recuerdo de mis años de adolescente había quedado
atrás. En mi casa ya teníamos, estufa con horno, nevera, Juego de comedor, juego de sala,
radio, tocadiscos, licuadora para hacer jugos. Las camas eran muy diferentes a las que trajeron
del Valle. De la alimentación ni se diga… cada ocho días comprábamos una gallina para el
almuerzo. Por fin la miseria había desaparecido y había quedado atrás. Solo quedaban los
puestos de las muchachas hasta el momento eran los mismos.
Ya habíamos perdido la esperanza. Parecía que en ellas existía el conformismo, pero que le
íbamos hacer. Estamos en pleno diciembre es el final del año de 1958, estamos próximos a
celebrar las fiestas de Navidad. En mi casa hay alegría mi hermano nos ha dado una tregua
después del remojon que le di en el Jardín Pilsen. El hombre se aplaco y su comportamiento
hasta la fecha era bueno.
Recuerdo muy bien que un sábado fin de año, me fui para la plaza de Cisneros y le compré a
mi mama diez kilos de queso para que ella nos hiciera buñuelos.
Eran muchos los años que habían pasado y en esa pobreza tan alarmante que tuvimos, no
habíamos vuelto a comer ni buñuelos ni natilla. Creo sin equivocarme que ese fue nuestro
mejor diciembre que pasamos aquí en la ciudad de Medellín.
Buena comida y lo más importante de todo era que había paz.
El León se encontraba dormido, y eso era suficiente para nosotros. Yo también tenía un receso
en mi trabajo. Tenía vacaciones acumuladas y estaba disfrutando de ellas. No viajaría hasta el
mes de febrero, de manera que teníamos casi dos meses de paz y tranquilidad. En lo que si
habían progresado mis hermanas era en lo social. Ellas tenían muchas amigas especialmente
las Ospina Araceli y Amparo También las Ramírez que vivían al frente de nuestra casa. Todas
ellas nos visitaban casi todos los días y yo no me podía quedar atrás. Empecé a dar mis
primeros brinquitos con el sexo opuesto.

MUCHO OJO AQUÍ… EMPIEZA MI VIDA A CONOCER EL DIFICIL CAMINO DE LAS FALDAS
********************
Cerca de mi casa había una pelada que me gustaba, se llamaba Teresita Gallego. Todos los
días pasaba por mi casa a las cinco de la tarde. Yo por mi parte me sentaba en el mirador a
leer mis revistas y también mis libros. Ella me miraba y me sonreía. Era bien bonita la
condenada.
Unas semanas después un sábado, la vi pasar por mi casa. Salí y me le arrimé. La salude y le
pregunte para donde iba. Ella me dijo que le iba hacer un mandado a la mama al parque de
Belén.
¿La puedo acompañar, y ella me dijo que sí?

63
Le pregunte donde trabajaba y me dijo que en una fábrica de confecciones en el centro. Me dijo
su nombre y cuando llegamos al parque la espere en la puerta del almacén.
Cuando salió la invite a tomar un refresco en la heladería el Portal y ella acepto. Estuvimos un
rato charlando, como si fuéramos dos viejos amigos. Le dije mi nombre y donde trabajaba.
También le comenté que me tocaba viajar varios meses en el año a las ciudades del país a
ensamblar la maquinaria.
Luego quede ir a visitarla a las siete de la noche. Ella era mayor que yo. Tenía veinte años y yo
diez y nueve.
Resulta que a ella le gustaba el baile. Me pregunto si sabía bailar y yo le dije que no. Entramos
a su casa prendió el tocadiscos y empezó a darme las primeras clases. Cuando me arrimo
contra su cuerpo, el corrientazo que sentí fue el hijueputa. Jamás en mi vida me había
abrazado una mujer.
Mi pito se enderezó de tal manera que quería salirse de su escondite, para reclamar su premio.
Yo traté de separarme de ella, pero no pude. Esa joven era demasiado caliente y me abrazo
más contra ella. Casi me cago del susto tan verraco que tenía.
Ahí me di cuenta de que las mujeres son más impulsivas que nosotros y que les tenemos un
miedo el verraco.
Pasaron los meses y ella me llevaba a bailar. Alli me presento varios amigos y amigas.
Alli comencé a llevar una vida social que nunca había tenido. Los bailes eran continuos y ella
siempre me invitaba.
Les aseguro y no me da pena decirlo, que esta fue la primera vez que tuve el placer de tener
una mujer en mis brazos.
Cuando abracé su cintura por primera vez y sentí su rostro sobre el mío, se me vino el mundo
encima.
Jamás en mi miserable vida, le había dado un beso a ninguna mujer y esa fue la que me
enseño hacerlo, por iniciativa de ella. Era bien bonita y ardiente la condenada. Cada que
bailábamos unos boleros juntos, mi órgano reproductivo se enderezaba de tal manera, que
quería salirse de su escondite y romper los pantalones para reclamar su premio.
Fueron muchas las alegrías que pasé con esa dama y muchas las amarguras que tuve que
pasar, para no darle gusto a mi órgano reproductivo. Pero ya vendría mas adelante la
oportunidad de complacerlo. Como a ella le gustaba tanto el baile, tenía muchas amigas.
Tan recatada y seria que se veía, cuando pasaba por el frente de mi casa y bailando se
desmadejaba por completo y bailaba hasta con una escoba. Entre todas estas damas me
pusieron como una cuchilla, en el arte de mover la cadera. En cuanto a los amigos que ella
tenía voy a hacer mención de ellos.
Javier Betancourt, trabajaba en Fatelares. Jaime Luna su papa tenía un camión de trasteos y
trabajaba con él. Carlos zapata trabajaba con su papa en una tienda.
Jaime Arango tenían una cerrajería en el centro. Es decir, éramos de la clase media baja, pero
nos divertíamos mucho mejor que los ricos.
Ya tenía como un año de estar visitándola, cuando me encontraba en la ciudad y en un viaje
que hice, cuando volví a visitarla, se había mudado de casa y nunca más volví a saber de ella.
Sigamos nuevamente con este relato y sigamos elevando esta cometa, que nos está pidiendo
mucho hilo. Estábamos en época de navidad. Que diferencia tan grande había entre esos
diciembres de antaño y estos, donde podíamos disfrutar plenamente de las fiestas. Aquí la
alegría era total. Mucha gente en el parque principal. El barrio Belén ha sido uno de los más
importantes de Medellín. Su cercanía al centro, su territorio plano y sus gentes amables, hacían
un barrio muy agradable. La novena del niño Dios empezaba el 16 de diciembre y era todo un
carnaval. Banda de música, y quema de pólvora casi hasta la media noche.
Esto me daba cierta nostalgia al recordar mi pueblo. Claro está que en ese entonces yo era un
niño, el cual todo mi interés lo ponía en el regalo del 24 de diciembre. En cambio, aquí era un
joven con un excelente puesto en Metalúrgicas APOLO. Buena ropa, dinero suficiente en mi
bolsillo para cubrir mis gastos, tenía muchas amigas que me presentaron en los bailes y me
daba el lujo de tener novia.
Cuando pensaba en todos esos años de dolor, angustia, tragedia y pobreza, por los cuales
nuestra amada naturaleza me hizo pasar, me daba un poco de tristeza, pero luego me decía.
Nada de recuerdos amargos y sentimentalismos que opaquen nuestra alegría presente. Todo
aquello no era más que un recuerdo del pasado, y no estábamos dispuestos, ni tampoco
permitir que se volviera a repetir.

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*******LOS MARAVILLOSOS AÑOS SESENTA. ***********
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En los dos años siguientes no hubo muchos cambios en nuestras vidas. Lo único para
comentar fue el cambio que se hizo en la casa. Ya vivíamos en Mira Valles un barrio mejor
ubicado en el sector de Belén. En la agencia de arrendamientos nos exigieron un fiador. Eso no
fue ningún problema visite a mi amigo don Luis Ángel Escobar el cual me soluciono el
problema y luego me dijo.
Para que estamos los amigos hombre Herley. Le agradecí con un apretón de manos,
invitándolo a almorzar a la casa y por ende a que conociera mi familia, el cual el acepto con
mucho agrado.
Todo iba rodando según lo teníamos planeado. Me la pasaba viajando por todas las ciudades
de Colombia. Estaba en pleno auge la construcción. Las máquinas para fabricar ladrillos se
vendían como pan caliente.
De tanto ir y venir se me había perdido la cuenta de los montajes que había hecho en todo el
país. En ese entonces yo me había convertido en todo un señor. Era uno de los jóvenes más
populares del barrio Belén. Tenía muchas amigas, cuando regresaba de los viajes,
continuamente era invitado todos los fines de semana a bailes. Esa era la principal diversión en
los jóvenes de nuestro barrio.
Las heladerías que más frecuentaba era el Portal, de un señor Pablo Zarate, el Kiosco Cívico
Carlos Franco, administrado por Mario Toro La Heladería Morival, de Roberto Ruiz y el Alcázar
de Antonio Álzate. Todos ellos se convirtieron en amigos míos, porque a todos ellos los
frecuentábamos para tomarnos las cervecitas.
Mis favoritas eran la Club sesenta, Águila, y una cerveza negra importada de Alemania Oro de
muniz. La barra de amigos que yo tenía era de seis jóvenes casi de mi misma edad. Me había
convertido en el líder de todos ellos. Cuando regresaba de los viajes, eran pendientes de lo que
yo dijera.
Javier Betancur, Jaime Arango. Luciano Posada, Orlando Jaramillo, Jaime Luna y Carlos
Zapata.
Estos jóvenes casi de mí misma edad, fueron los primeros amigos de mi juventud. Luego se
nos unieron otros que ya haré mención cuando se llegue el caso. Yo recuerdo con beneplácito
y sin temor a equivocarme, que los años sesenta, fue la mejor época en todo el mundo. Tanto
los países europeos como también los americanos. Hubo muchos cambios especialmente en el
mundo de la música.
Fueron tantos los acontecimientos que surgieron en esa década, que son difíciles de numerar.
Toquemos muy brevemente algunos temas. Empecemos por el cambio del bolero romántico a
la balada romántica.
Canta autores de la talla de esos grandes intérpretes como Roberto Carlos, Juan Gabriel, José
José, Nelson Ned, Luisito rey, Rafael, Julio Iglesias, Leo Dan, Palito Ortega Leonardo Fabio,
Manolo Galván, Piero, y muchos otros, que nos hicieron vibrar de emoción, para numerar solo
algunos de los cientos que surgieron en la América latina.
Y ese acontecimiento que puso a brincar los jóvenes gringos, como si fueran pelotas de
caucho, con el nuevo ritmo todos ellos se retorcían como si tuvieran un fuerte dolor de barriga.
Estoy hablando de Elvis Presley y también de los Beatles en Europa.
Fueron acontecimientos que solo nosotros los que vivimos esa época dorada de los años
sesenta, podemos decir que fueron maravillosos, especialmente para mí, porque aquí fue
donde vi por primera vez a la mujer más hermosa que iba a cambiar totalmente mis
costumbres, mi forma de ser, y también mi vida.

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SEGUNDA PARTE DE ESTA HISTORIA.
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****AQUÍ EMPIEZA LO MEJOR DE MI VIDA**************
*************MI PRIMERO Y UNICO AMOR******************
Estimados lectores… lo que pienso narrarles en esta segunda parte de mi historia es algo
increíble. Ya se habrán dado cuenta, de todo lo que tuve que pasar para salir adelante. Los
sufrimientos, las angustias, y la pobreza por la cual la naturaleza me hizo pasar son muy
difíciles de creer. Prepárense para que empiecen a creer en el DESRTINO”
No recuerdo el mes, ni la fecha, ni tampoco el día, pero en cambio la hora si. Eran
aproximadamente las tres de la tarde. Venia del trabajo y subía en un bus de Belén, cuando

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unas tres cuadras antes de llegar al parque, vi en una casa de corredor la mujer más linda que
yo haya visto en toda mi puta y miserable mi vida.
No estoy exagerando, pero sentí una especie de escalofrío, que me subió por todo mi cuerpo.
De inmediato toque el timbre para bajarme del bus. Cogí calle abajo y cuando llegué ya se
había entrado. Espere un rato en la esquina y no salió nadie de la casa. Luego con el
pensamiento puesto en ella me dirigí a mi casa a almorzar. En ese entonces yo tenía una novia
a la vuelta de la casa donde había visto la joven. Una muchacha llamada Marta Olivia
Arroyave. Esta joven también era muy bonita porque de lo bueno, a mí me gustaba lo mejor. La
visitaba con frecuencia, pero puedo decir con toda sinceridad que me entretenía visitándola,
pero no estaba enamorado de ella.
Pero lo que me paso ese día, fue algo muy raro y extraño.
La vi durante diez segundos y el rostro de la joven quedo como un sello en mi mente. No se
separaba de mi pensamiento, ni un solo instante. Casi todas las noches me paraba en la
esquina frente a su casa, después de haberle hecho la visita a mi novia.
Luego resulta que yo veía a la joven jugando y brincando con las amigas como una gacela.
Realmente era muy joven Apenas tenía dieciséis años, contra los veintiún años míos. Mientras
la miraba embelesado pensaba.
¿Qué carajos, me estaba pasando con esa joven?
Con solo mirarla desde el bus, en solo diez segundos me había enamorado de ella de cabo a
rabo.
Era una fuerza que tenía dentro de mí que me impulsaba a pensar en esa joven. Era como si la
naturaleza me estaba diciendo, esa es la mujer de su vida luche por ella. No entendía por qué
ese deseo de estar al lado de ella. No entendía que carajos me estaba pasando. No ejercía
ningún control sobre mi mente.
Era como un mandato de la naturaleza. (ESE ERA MI DESTINO), que me repicaba cada
momento… luche por ella, esa mujer va a hacer el amor de su vida.
De verdad es que yo no alcanzaba a saber lo que me estaba ocurriendo.
En mi interior, sentía que esa era la mujer y el amor de mi vida y tenia que luchar por
conquistarla como fuera.
Esa joven desde la primera vez que la vi en el corredor de su casa me tenía patas arriba. Con
solo verla por primera vez en el portal de su casa, por solo diez segundos quede
automáticamente enamorado de ella.
Mi novia empezó a ver en mi comportamiento el desgano cuando yo la visitaba. Muy pocas
veces la invitaba a la heladería, cosa que lo hacía con mucha frecuencia. Empecé a fallarle en
las visitas. Varias veces me iba para la esquina haber correr la doncella, que lo único que le
preocupaba era jugar con sus amigas sin sospechar siquiera, que en la equina había un joven
que estaba enamorado de ella hasta los jarretes y que además se había apoderado de mi
corazón.
Como yo era tan popular en el barrio y tenia tantos amigos, me dedique a hacer todas las
averiguaciones del caso. Hasta que un domingo que me encontraba sentado en el parque con
mis amigos, al medio día subía ella con su hermana para misa de doce.
Al pasar ella por un lado del kiosco, le hice un comentario a los muchachos referentes a esa
niña. Gildardo Botero me dijo. Vea hombre Herley ese es mucho voltaje para voz. Usted ni
siquiera se imagina quien es esa muchacha. Es de las mejores familias que hay en Belén. Ese
bulto le queda grande y usted no puede con él y le aseguro que ahí no le sirve ni siquiera para
lustrarle los zapatos
En ese momento cavile un poco en darle la respuesta. Pasaron por mi mente todas las luchas
que yo había tenido que enfrentar en la vida. El esfuerzo tan grande y la lucha que habia tenido
para salir adelante. No podía tirar la toalla en el primer atrancon que se me presentaba. Y
mucho menos en esto que se había convertido en lo más importante de mi vida. Me habia
enamorado de cabo a rabo, tenía que conquistarla como fuera. Era demasiado linda, para
dejarla pasar de lado. ¿Cómo era de elegante al caminar?
(QUE PÓTRANCA DE TAN BUENA CLASE)-
Decía para mis adentros. Esta mujer tenía que ser mía. Lo único malo que tenía era que no
volteaba a mirar a nadie. Se le veía el orgullo por encima y tenía sobrada razón. Esa preciosa
mujer, sabía lo que tenía.
Los piropos que le decíamos quedaban flotando en el aire. La impresión que nos daba a todos
los de la barra, era demasiado orgullosa. Yo tenía uno de los mejores recursos a mi favor, me
había relacionado con muchas jóvenes y tenia muchas habilidades para conquistarlas.

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Además, ella tenía unas amigas que frecuentaban las heladerías y me podían servir de puente
para llegar a ella.
Con todo esto estaba el terreno listo para ser abonado. No había hombre maduro o joven, que
no suspirara muy profundo cuando ella pasaba por su lado. “Que tan distinta era verla bien
vestida para ir a misa, a como yo estaba acostumbrado a verla en los días de la semana”.
Vuelvo y repito: Que potranca de tan buena clase pensaba para mis adentros. Para mí sería el
gran triunfo de mi vida el poder estar siquiera un minuto al lado de ella. Tenía que lograrlo
como fuera. Esta obsesión se había convertido en una espina que me estaba torturando, y
tenia que sacármela como fuera.
Pasaban los días y las semanas y nada de nada, el asunto con esa joven se me estaba
volviendo catedral. Me estaba preparando para viajar a Cúcuta, a hacer otro montaje de una
número dos.
Esta era la máquina que más se vendía y la más comercial.
No me estaba gustando nada tener que viajar, sin haber resuelto el mayor anhelo de mi vida,
que era conquistar a María Eugenia, así se llamaba ella. Mi primer paso, era llegar hasta donde
sus amigas para así poder empezar mi conquista. Me daba nostalgia tener que partir sin
solucionar este problema, que ya me tenia bastante preocupado. Tenía más de tres meses de
andar detrás de ella y nada, de nada. Me resulto muy dura de pelar la china.
La novia anterior Marta Olivia se había cansado y habíamos terminado del todo. El campo
estaba despejado y sin nubarrones.
¿Pero Quién dijo que el asunto por este lado era fácil?
Me consideraba un buen galán y conquistador de las mujeres. Pero en este caso no daba bola.
Como dice el viejo y conocido refrán; se me fue el tiro por la culata.
Según me comentaban sus amigas en especial INES que era la más confidente con ella, me
tenía cierta rabiecita porque pensaba que yo era un don Juan. (Es decir un conquistador de
mujeres).
Como se me veía constantemente en las heladerías en medio de jovencitas de su misma edad,
me había creado cierta fama de hombre mujeriego y esto me estaba perjudicando
enormemente con ella.
Mis cálculos estaban muy mal hechos. Bien me lo dijo mi amigo Gildardo. Esa conquista no iba
hacer nada fácil.
“Al principio pensé que era pan comido, pero fue todo lo contrario aquí si me estaban dando
duro y en la cabeza. Esta jovencita, no me daba tiro de nada”.
Cada que iba a la heladería con sus amigas yo estaba listo para pagarles los refrescos y todo
lo que consumieran.
Sus amigas inseparables, Inés, Julia y Cecilia me lo agradecían cuando salían, pero esta
mocosa y el vinagre de su hermana Marta, ni siquiera se dignaban a mirarme para darme las
gracias. Pero era tan linda la condenada, que valía la pena hacer hasta el mas grande de los
sacrificios para lograr conquistarla. Y así como luche para salir de la pobreza en que estaba y
trabaje como una mula para salir adelante en el trabajo, también estaba dispuesto a luchar por
ella hasta el final. Mientras me encontraba en Belén yo no tenía ojos más que para ella. Así se
lo hice saber varias veces con sus amigas.
No se si le darían la razón, pero lo cierto era que su actitud hacia mi persona no era nada
halagador.
En una conversación que tuve con su mejor amiga Inés, la opinión que tenia Maria Eugenia de
mi persona era muy desalentadora. Lo que decía referente a mi persona, era un tipo petulante,
engreído, una persona detestable, muy creída y mujeriega.
Hombre. “De verdad que con esta opinión de la mujer que amaba, ni de fundas podía
arrimármele; por que lo mas seguro es que me ponía de paticas en la calle y así en esas
condiciones tenia todas las de perder”
Opte por resignarme y pensar en una nueva estrategia para salir del atolladero en que me
había metido.
Cuando me encontraba solo en mi casa me ponía a pensar.
¿Cómo carajos se me metió esta mujer en mi corazón y se apodero de él, si solo la vi por un
solo instante? Eso era algo que nunca pude comprender y por más esfuerzos que hacía, jamás
supe como la naturaleza le tiene a uno sorpresas en el transcurso de su vida. Parecía que ese
fuera mi “DESTINO”. Amar profundamente una mujer que ni siquiera se dignaba en mirarme.
Pero lo más desconcertante y más verraco que me tenía, era ese deseo incontenible de llegar
hasta ella. Mientras más pensaba en esa mujer, más fuerza me daba para poder conquistarla.
Jamás tire la toalla siempre albergaba la esperanza de llegar hasta ella, así tuviera que dedicar

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mucho tiempo. Pues mi juventud y también mi experiencia me darían el tiempo y la capacidad
para conquistarla. Javier Betancur era el mejor amigo que tenía y el continuamente me decía
insista hermano y no tire la toalla, que mire lo que me paso a mí. Yo también me enamore y
tuve que luchar mucho para conquistar a Mirian y al fin de tanto insistirle lo logre.
Se llegó pues la hora de mi partida y viaje a la ciudad de Cúcuta para cumplir con mi trabajo.
Este viaje no me causo ninguna gracia. Ya se había interpuesto en mi camino el primer
inconveniente, que me traería muchos disgustos en el futuro. Era precisamente, el tener que
hacer un corte en mi conquista amorosa. Tenía un mes de por medio el cual era una tremenda
desventaja para mi.
Luego me puse a pensar. ¿Voy a montar esta máquina en un tiempo récord, así tenga que
trabajar por las noches, no puedo demorarme mucho porque tengo que regresar rápido para
diseñar una nueva estrategia en la conquista de mi amada?
Sino hacia algo y rapidito, lo más seguro era que no tendría chance y la cosa no pintaba nada
bueno para mi. Tenia que diseñar un plan maestro era lo más indicado. El asunto se estaba
poniendo de castaño a oscuro. Varios meses y nada de nada me estaba mortificando
demasiado.
¿O hago algo a favor mío o desisto de una vez por todas? Con ese pensamiento llegue a la
ciudad de Cúcuta y rapidito me dedique al montaje En cosa de tres semanas ya estaba de
regreso. La experiencia que tenía era mucha y no tenía ninguna dificultad en el montaje.
A mi regreso, cuando llegue a la casa salude como de costumbre, también ellos estaban
enseñados a mis continuas ausencias. Esto tampoco era ninguna novedad. Me bañé y me
vestí de chaqueta y pantalón. Luego me dirigí al portal converse con don Pablo me tome una
cerveza y me dispuse a dar una vuelta por la casa de María Eugenia, a ver si la veía. Era un
día sábado, tremenda sorpresita me esperaba. Cuando llegue a la esquina de su casa, en un
muro que había para subir las escalas del corredor, estaba ella sentada al lado de un
muchacho conversando con el. Me quede unos segundos parado en la esquina sin saber que
hacer. De inmediato seguí mi camino hacia el parque. En ese momento, mi mente era un
hervidero de pensamientos confusos que no alcanzaba a descifrar.
¿Qué vaina hombre, de donde saldría este sujeto?
“Hasta donde yo sabía, ella no tenía novio, de eso si estaba bien seguro nunca la había visto
con nadie, siempre en compañía de sus amigas”
Al llegar al parque me encontré con Javier Betancur, este era mi mejor amigo y confidente. Nos
saludamos me pregunto cuando había regresado. Yo le dije que esa misma tarde. Luego nos
sentamos en el Kiosco pedimos dos cervezas y nos pusimos a charlar.
Luego le pregunte si el había visto a María Eugenia con un muchacho. Él me dijo que no. Yo
tenia gente dispuesta a darme información cuando me encontraba ausente, para que me
tuvieran bien informado de todo lo referente a ella, mientras yo me encontraba lejos de la
ciudad.
Le conté a mi amigo Javier que la había visto sentada con un muchacho que yo no conocía. Él
me dijo que volviéramos a dar una vuelta a ver si lo conocía. Así lo hicimos. Pero cuando
bajamos ya no estaban ahí.
Al Domingo siguiente converse con Julia y con Inés y ellas me dijeron que era un muchacho
llamado Jairo que vivía en Bogotá, y trabajaba en la fuerza aérea colombiana. Que él también
la pretendía desde hacía mucho tiempo. Cada que venía él se aparecía por su casa y ella
conversaba con el. Pero que María Eugenia no estaba interesada en entablar un noviazgo
todavía, ni con el ni con nadie. Pero el asunto era que el me llevaba mucha ventaja, porque al
menos tenía el privilegio de estar a su lado siquiera por unas horas. En cambio, conmigo no me
podía ver ni en pintura.
¿De qué me había servido el afán de venirme de Cúcuta tan ligero, para sufrir esta decepción
tan grande? Esto me desanimo un poco, pero no tire la toalla tan pronto.
Me quedaba mucho camino por recorrer. Yo era un hombre de muchos recursos. Hasta ahora
lo que me proponía lo lograba, contaba con una aliada que era un puntal muy bueno. Inés la
mejor amiga de María Eugenia. Ella estaba dispuesta a ayudarme, me tenía aprecio y ese era
un punto a mi favor. Inés, me dio ánimos para seguir luchando. Insista me decía ella.
Lo que pasa Herley es que usted es muy mujeriego y coqueto con las mujeres y ella es muy
seria.
Mire Inés: yo tengo varias hermanas y ellas tienen muchas amigas que también son mis
amigas. Cuando me ven en una heladería con dos o tres de ellas, no se puede decir que son
mis novias, eso es imposible. Charlo con todas ellas, así como con ustedes y de ahí en
adelante no pasa nada.

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¿Entonces se podía decir que ustedes tres, también son novias mías?
Ella se rio. Pero eso de tener varias novias no es cierto y a usted le consta. En mi trabajo tengo
que ausentarme varios meses en el año. Soy el representante de la empresa, ensamblando
maquinaria en todo el país, como se lo comenté una vez. Pero le garantizo, que la única mujer
en la cual estoy interesado es en María Eugenia y eso lo sabe muy bien.
¿Usted conoce a Marta Olivia Arroyave, la que era novia mía? A ella la deje desde que conocí
a María Eugenia y desde entonces no he puesto los ojos en otra mujer que no sea ella. En
cuanto a las demás son solo amigas y nada más. El dialogo que tuvimos lo dimos por
terminado, nos despedimos y ella se comprometió a interceder por mi.

SE LLEGO LA HORA DE PONERME HA PRUEVA Y DEMOSTRAR QUE TODO LO QUE ME


PROPONIA HACER LO LOGRABA. ***********************************
Pasaron unos meses y yo no bajaba la guardia. Seguía pagándoles los refrescos que se
tomaban en las heladerías, y el asunto seguía igual. Pero saben que amigos lectores. Varias
veces la pille mirándome, y eso me daba cierta esperanza de que algún día podría
conquistarla.
Hasta que una noche en un día de semana me fui para cine al teatro Mariscal, que quedaba
tres cuadras arriba donde vivía Maria Eugenia. Cuando de repente se fue la luz y nos
devolvieron las boletas, porque nos dijeron que había un daño y se demoraba en volver.
Cuando salimos estaba oscuro, eran las siete de la noche. Había luna llena y alcance a divisar
a María Eugenia que subía con Marta su hermana para misa y me dije. Aquí es el tiro señor
Pulgarin me le voy a arrimar, ahora o nunca. Saque fuerzas de donde no las tenía. Me cojio un
temblor en las piernas que no me dejaban caminar. El susto no me dejaba respirar bien. Marta
iba un poco mas adelante, entonces yo me le arrimé y le dije.
¡Buenas noches señorita Marta ¡
Ella al verme me miro un poco turbada, luego le dije. Necesito hablar con usted. Ella me
contesto. Yo no me llamo Marta, ella es mi hermana ahí va adelante.
Por el susto tan verraco que tenía, había equivocado el nombre de ella. Luego me repuse y le
dije. Un momento señorita María Eugenia, uno se puede equivocar de nombre, pero no de
persona y es con usted con quien necesito hablar. Luego ella me contesto. Yo no tengo nada
de qué hablar con usted. Pero yo sí le conteste. Además, sé que usted es una niña educada y
debe atender lo que le van a decir. Ella se quedó callada por un momento. Luego me dijo.
Entonces dígame lo que me tiene que decir porque yo me voy para misa. En este primer
dialogo hubo un juego de palabras por parte y parte que me estaban desconcertando un poco.
Luego buscando una salida que no me dejara tan mal parado, como lo estaba haciendo hasta
ahora le dije. ¡Con una sonrisa que más bien parecía una mueca le replique ¡
No se asuste que no es de amor de lo que le voy a hablar.
Luego ella me replico y me dijo.
¿Y quién le dijo que solamente de amor hablan las personas? Diga lo que tenga que decir
porque yo me voy para misa.
En ese momento estábamos en el atrio de la iglesia.
¿Cómo carajo iba a salir de semejante enredo?
Tanto que me había preparado para cuando llegara esta ocasión y vea lo que me estaba
pasando. Cada vez que abría la boca para decir algo, metía más la pata. No tuve más remedio
que soltarle de un tirón todo el amor que sentía por ella. Pero Maria Eugenia quería safarse
como fuera, se sentía un poco sofocada.
Insistía en entrarse para la iglesia y en la puerta le dije. Mire desde hace un año estoy
interesado en su persona, me he enamorado de usted y me gustaría que me diera una
oportunidad para conocernos mejor. Yo se que tiene muy mal concepto de mi persona, pero es
la única mujer que quiero para que sea mi novia.
¡Ella se río ¡¿Cuándo se me arrimo me dijo que no era de amor de lo que me iba hablar?
Mire: Le agradezco mucho lo que me está diciendo, pero por ahora no pienso conseguir novio.
Además, usted es muy mujeriego y ami no me gustan los hombres de su tipo. Muy mala cosa
para mí, luego pensé: ¿donde estaban mis dotes de conquistador? ¿De qué diablos me había
servido tener tanto contacto con las mujeres si esta jovencita sin ninguna experiencia me
estaba dando garrote y del fuerte?
Esta joven damita; a pesar de su juventud me estaba dando sopa y seco. Me tenía
desconcertado ya no sabia que decirle, se me fue la luz en mi cerebro.

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En medio de la confusión en que me encontraba, no entendía lo que me estaba pasando. Esta
hermosa jovencita me tenía los pelos de punta. Un rayito de luz verde era lo que mas
necesitaba en ese momento para salir del atolladero en que me encontraba.
Pero saben que, amigos lectores. Algo había, porque la verdad, aunque ella me estaba
sacando el cuerpo, no me dejo solo. Me miraba un poco desafiante eso sí, pero ahí estaba
parada y quietecita.
De pronto se me ocurrió una estupenda idea.
“Mire María Eugenia hagamos un trato. Deme una oportunidad, solo una. Atiéndame como un
amigo y permítame visitarla por dos meses, es decir como un periodo de prueba y si en el
transcurso de ese tiempo, ve que no soy su tipo, entonces le juro por lo mas sagrado que usted
crea, que me retiro y no la vuelvo a molestar más en su vida”.
Después de un breve silencio por parte de los dos; a ella como que le pareció bien la propuesta
que yo le estaba planteando, porque así podía librarse de mí para siempre.
Me imagino yo que eso pensaría ella. O a lo mejor la propuesta le pareció un poco cómica.
Luego mirándola muy fijamente para ver su reacción, le pregunte. ¿Qué tal le parece la
propuesta… acepta o no? Ella un poco turbada, me dijo: Bueno con esa condición si lo acepto.
Les aseguro queridos lectores que, si en ese momento me hubieran dicho que me había
ganado el gordo de la lotería, no me había puesto tan feliz y contento.
Adiós misa. La invite a tomarnos un refresco cosa que ella acepto sin mucho ánimo. Fuimos a
la heladería el Portal. Don Pablo mi amigo me miro me mato un ojo y el nos atendió
personalmente con una flamante sonrisa.
Don Pablo ya estaba enterado del amor que yo sentía por esa niña, por que yo se lo había
comentado varias veces. ¿De que hablamos en ese momento?, averígüelo Vargas, no me
acuerdo ni jota.
De lo que, si me acuerdo, fue que allí nos despedimos y quedamos de hablar al otro día,
mientras nos reponíamos del susto los dos.
De inmediato me dirigí a mi casa para reflexionar sobre todo lo que me había pasado. Di
gracias al cielo por haberse ido la luz en esa noche, porque de lo contrario no se me hubiera
presentado la oportunidad, que estaba esperando desde hacia mucho tiempo.
Luego me puse a pensar. Esta mocosa, era mucho más hermosa de lo que yo creía. Una cosa
era verla pasar de lejos y otra muy distinta tenerla tan cerquita junto a mí. Me regañe por el
susto que tenia y me puse a pensar que los hombres le tenemos un miedo feroz a las mujeres
y con mayor razón, cuando nos enamoramos profundamente de ellas.
Yo creo y sin temor a decirlo, que esto nos pasa a todos cuando nos enamoramos por primera
vez. Es cierto que tenía muchos roses con varias mujeres de mi misma edad. Frecuentaba
muchos bailes con todas ellas, pero nunca me había pasado en enamorarme hasta los jarretes
como me paso con María Eugenia.
Pero que jovencita era… tenía diecisiete años y yo veintidós. Yo era mayor que ella cinco años.
Pero vuelvo y repito, si que era bien linda la condenada. ¿Y ahora qué? ¿Con que cuento le iba
a salir al otro día? A pesar de tener tantas amigas con las cuales me codeaba diariamente y
por ende tener una fama de hombre mujeriego, me tenía muy preocupado mi primer encuentro
con ella.
¿Y qué le iba a decir al otro día que era mi primera cita? Ahí me di cuenta por primera vez, que
por mucho que uno se prepare para declarársele a la mujer amada, no sirve para un carajo.
Entre uno más piensa más mete la pata y eso fue lo que me paso a mí la primera vez.
Bueno ya el paso estaba dado y no había marcha atrás. Ya se me ocurriría algo. Para eso
contaba con una mente muy despierta, lo importante de todo era que tenía el triunfo en mis
manos.
Fue muy difícil la faena, pero lo conseguí. Con estos hermosos pensamientos me acosté y me
quedé dormido hasta el otro día.
Como de costumbre me levante a las cinco de la mañana. Cogía trabajo a las seis hasta las
dos de la tarde. Todo el día me lo pase planeando en lo que le iba a decir a María Eugenia. Por
la tarde me di un buen baño.
No me faltaba mi buena loción tenia tres frascos de lo mejor que había en ese tiempo. Brut,
Agua Brava y Pino Silvestre.
Me perfume, era mi obligación darle a ella una buena impresión. Luego me vestí con pantalón
de paño y una chaqueta de cuero muy elegante, que había comprado en el segundo viaje que
hice a Bogotá. Luego me dirigí a cumplir con mi primera cita con la mujer de mis sueños. Me
encontraba en el Kiosco de Belén, contándole los sucesos del día anterior a Javier.

70
Cuando vi subir a María Eugenia con su hermana y entraron a la farmacia Caribe. Esta
quedaba en toda la esquina diagonal al kiosco. Yo le hacía señas a ver si me podía arrimar y
ella sé hacia la que no entendía. Luego de unos minutos cuando salieron me levanté de la
mesa y me dirigí hacia ellas. Las salude y Marta siguió adelante yo me coloque al lado de ella.
Fuimos por el sector de Mira Valles a cobrar el arrendamiento de una casa que tenia su papa.
Recuerdo que eran cien pesos. Mientras Marta cobraba nosotros nos sentamos en un murito y
empezamos a charlar.
Le dije mi nombre, le comenté sobre mi trabajo y lo que hacía. También le dije que varios
meses en el año tenía que ausentarme, porque me tocaba ensamblar las máquinas para
construir adobes. Ella me dijo que dos tíos suyos eran dueños de ladrilleras en el sector de Alta
Vista. Mire María Eugenia lo que son las cosas de la vida. Yo conozco a sus tíos y son amigos
míos. A ellos yo les monte esas máquinas. Pregúnteles y vera que ellos me conocen. Ella se
rio y me dijo que ya lo sabía. Nos miramos y nos pusimos a reír los dos. En fin, tuvimos
conversaciones muy comunes cuando se empieza a entablar una buena amistad.
Al regreso las invité a la heladería, pero no quisieron, cosa que agradecí por la compañía tan
incomoda de su hermana. Tampoco me dejo arrimar a su casa. Nos despedimos y eso si, al
Domingo nos encontrábamos para ir a misa de doce. El día viernes me dirigí al almacén Jamer
donde don Antonio Ruiz y le dije que necesitaba un vestido el mejor que tuviera.
Escogimos uno color café de rayitas marca Everfit, con zapatos, camisa blanca de mancornas,
corbata y correa, es decir cachaco completo.
Cuando se llegó el domingo a las once de la mañana empecé a vestirme.
¡Parecía un pavo real con todo su plumaje abierto ¡
¡Qué elegancia todo nuevecito! Y eso que ya contaba con diez vestidos completos en mi ropero
¡
A las once y media de la mañana ya me encontraba parado en la esquina de su casa,
esperando que saliera ella. Cuando por fin salió. Me miro me premio con una hermosa sonrisa,
y por primera vez, ¡vi brillar en sus ojos un destello de admiración hacia mi ¡
Como lo dije antes. Yo era un joven muy apuesto y muy bien presentado. Además, vestía muy
bien, porque la verdad sin querer ser pretencioso, la plata la ganaba por montones. Así como
les comenté al principio de esta historia, de todos los altibajos, las hambres y la miseria por la
que me toco pasar, ahora estoy recogiendo todos los frutos de mi superación personal.
Buen puesto, bien vestido, empezando mi vida, con solo veintidós años de edad, es decir tenía
todo. Además, carecía de vicios solo trabajo y superación personal. Muy buena presencia ya
me lo había dicho la señora de don Guillermo Cristo en Bogota, el día de la inauguración de la
primera maquina.
Pero el asunto era que ella, no se quedaba atrás. Estaba muy bien peinada y traía un vestido
muy elegante, de falda y saco color verde. Unos tacones altos de esos de puntilla, que se
usaban en los años sesenta, que la hacían ver más alta, más elegante y más hermosa.
¡Esta sí que era una verdadera dama! Con este atuendo parecía de mayor edad, y ustedes se
preguntarán ¡
¿Y porque me acuerdo y explico tan detalladamente estos sucesos, después de tantos años?
Mi respuesta es.
¡Como se me va a olvidar ese acontecimiento tan importante en mi vida, que además lo llevo
muy gravado y dentro de mi mente y corazón!
Subimos uno al lado del otro. Marta su hermana iba adelante.
María Eugenia me miraba un poco desafiante, ella sabía que era una de las niñas mas
apetecidas por todos los jóvenes del barrio Belén. Pero la verdad sea dicha. Yo tampoco me
quedaba atrás. 22 años, en la flor de mi juventud y también muy buena presencia.
Yo también tenía lo mío. Porque la verdad es, que uno sabe lo que tiene.
Cuando ella me miraba, me daba la impresión de que me estaba estudiando, y al parecer se
encontraba muy a gusto conmigo. Eso se le veía en la forma de mirarme. Y eso me daba
mucha tranquilidad.
Dimos la vuelta por el kiosco, y allí se encontraban todos mis amigos, incluyendo a Gildardo, el
que me había dicho que yo ahí no tenía chance de nada. Los mire y los salude ellos me
miraron con un gesto de aprobación, por que por fin tenía en mis manos lo que tanto había
soñado. En la misa cuando el sacristán estaba recogiendo la limosna yo le di a María Eugenia
un billete de peso para que lo diera.
Ella me lo recibió yo también di otro, quería salir bien en todos los frentes. Cuando salimos de
la iglesia, la invite al Portal por ser la heladería más cerca, ella acepto. Marta se reunió con sus
amigas Julia, Inés y Cecilia.

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Nosotros nos hicimos en una mesa aparte. María Eugenia pidió coca cola. Yo una cerveza club
sesenta, una caja de chicles de menta y una chocolatina jumbo. Al mesero le dije que el
servicio de la otra mesa donde se encontraban las amigas de María Eugenia, yo me hacía
cargo como era mi costumbre. Ahora con mayor razón.
Les envíe chocolatinas y cajas de chicles de menta.
Inés me miraba de vez en cuando y me sonreía como diciéndome, que se alegraba mucho de
verme allí con su amiga. Luego le pregunte a María Eugenia si le apetecía alguna otra cosa y
ella me dijo que no.
Luego nos dirigimos hasta su casa y charlamos una media hora. Nos despedimos y quede de
visitarla en las horas de la tarde a las tres. Me dirigí al parque, en el kiosco se encontraban mis
amigos, me puse a charlar con ellos un rato. Después me fui para mi casa a almorzar. La dicha
que sentía en ese momento es difícil de explicar.
Los días continuaron en completa normalidad tanto en el trabajo como en mi casa. Las
relaciones con mi novia iban viento en popa la visitaba los días martes, jueves, sábados y
domingos.
Los lunes miércoles y viernes no se acostumbraba, por que esos días eran las visitas de los
novios del servicio doméstico. Cuando cumplimos los dos meses del periodo de prueba, le
pregunte a María Eugenia si sabía en qué fecha estábamos.
Ella me dijo el día y la fecha, pero ella no me entendió la pregunta. Nuevamente le pregunté y
le dije. Es que precisamente en el día de hoy, estamos cumpliendo dos meses de noviazgo y
yo quiero saber, si usted quiere seguir nuestra relación, o damos por terminado el convenio que
hicimos al principio.
¡Ella me miro con una sonrisa y me dijo ¡
Esto como que esta bueno sigamos. Y en seguida le cogí una mano. Era la primera vez que lo
hacia.
Desde el principio de mi noviazgo, no había visita que yo no le llevara una chocolatina, una
caja de chicles de menta y un paquetico de confites Ron Butler para endulzar el aliento. Ahora
si se podía decir que tenia una novia de verdad.
En esta nueva etapa de mi vida, era muy cumplido con mi novia. No le fallaba en los días que
me correspondía en hacerle la visita hasta las nueve de la noche. Yo adoraba a María Eugenia
y ella viendo mi comportamiento también se estaba enamorando de mí.
Era un excelente conversador. Siempre lo he sido. Creo sin temor a equivocarme, que esa
virtud fue un don de la naturaleza porque desde muy niño he sido demasiado preguntón como
también muy buen conversador. El Dr. Hams me decía. Pregunte Herley por que la persona
que pregunta es porque quiere aprender. Yo la entretenía mucho contándole no solo mi vida
personal, sino las anécdotas que me ocurrían en el trabajo fuera de la ciudad, tenia mucha tela
para cortar en este asunto.
Jamás le oculte nada. Nunca le hice alarde de ser una persona rica en el sentido de tener
dinero. Solo le hablaba de mi puesto y todo lo bien que me trataban los dueños de las
maquinas cuando les terminaba el trabajo
Teníamos aproximadamente seis meses de noviazgo ya le había dado el primer regalo. Un
aderezo… (Anillo de oro, con sus respectivos aretes). Hasta ese entonces no me había
ausentado de la ciudad permanecía en la fábrica. Tenía un descanso en los viajes y me
encontraba radicado aquí. Estaba muy tranquilo, eso sí atendiendo todos los clientes de las
ladrilleras incluyendo los tíos de ella.
Una vez me pregunto don Baltazar uno de sus tíos. Hombre Herley, Por ahí me di cuenta de
que eres novio de una de mis sobrinas. A mí en ese momento me dio mucha pena de él. Pero
luego me dijo. De las hijas de mi hermano Tomas, María Eugenia es la más noble y la más
hermosa. Mi mama la quiere mucho porque es ella la que la cuida en su enfermedad.
Eso lo sé y le aseguro que ella es la única mujer con la cual me gustaría casarme. El me
palmoteo la espalda y me dijo te lo mereces porque eres una buena persona.
Como ya tenía mucha experiencia en mi trabajo, ya no tenía que madrugar como al principio.
Los viernes me pagaban muy temprano y muchas veces me venía al medio día y no volvía a la
fábrica hasta el lunes.
Cómo nos cambia la vida. Cuando al principio me levantaba a las tres de la mañana para
ayudarle a mi mama a prender el fogón de leña, juntar candela, moler el maíz, para salir
disparado a las cinco de la mañana, para estar muy puntual a las seis de la mañana en la
fábrica. Ahora hacia todo lo contrario. La empresa me había dado un alto puesto y mi deber era
el ensamblaje de las maquinas fuera y dentro de la ciudad. Como ya era un empleado, nadie
me decía nada. Me gane mis patrones, ellos me querían mucho especialmente don Emilio

72
Burgos. Pues, aunque los lectores no lo crean, fui una mina de ORO para METALURGICAS
APOLO S.A.
Después de las visitas a mi novia que era lo mas importante para mi, mis amigas no dejaban
de invitarmen a los bailes todos los fines de semana. No había perdido la costumbre de charlar
con todas ellas y esto le molestaba a María Eugenia.
Pero yo le decía continuamente. No se ofenda por eso que usted es mi novia oficial y la dueña
de mi corazón. A mí me gusta bailar y charlar con todas mis amigas y con eso no ofendo a
nadie. Además, todas ellas saben que estoy profundamente enamorado de usted.
Dígame: ¿Cuándo le he fallado en una cita por irme para un baile?
De manera que este tranquila en ese aspecto. A usted no la cambio por todo el oro del mundo
y eso lo sabe muy bien. Ella se reía y me apretaba la mano en señal de cariño.
¿Y quien dijo que la dicha era duradera?
¿Que levante la mano para contradecirlo?
La noticia que me dieron esa mañana en la empresa, me callo como un baldado de agua fría.
Estaba con Guillermo Mascaros mi antiguo jefe, revisando unos repuestos para despachar,
cuando don Emilio nos mando a llamar a los dos a la oficina.
Señores les tengo una buena noticia. Hemos vendido tres nuevas maquinas para Bogotá,
Barranca Bermeja y Bucaramanga, para montarlas el año entrante. Estábamos a finales de
octubre y había que hacerlas, eso demoraba casi seis meses. De manera que navidad me
tocaba en casa y la primera salida era en el mes de febrero. Eso me tranquilizo un poco. Don
Emilio me miro y me dijo. Lo noto como intranquilo. ¿Le pasa algo?
Yo le dije no señor es la emoción de viajar porque ya hacía rato que no salía de viaje.
“Qué tal que se diera cuenta mi patrón, lo que estaba pasando por mi mente, en lo infeliz que
me sentía, al tener que ausentarme de aquí y dejar lo mas importante que era mi novia y por un
periodo de tres meses. Claro está repartido en el año”.
Esto si era la peor desgracia que me podía suceder y tenía que pasar precisamente ahora,
cuando me encontraba casi en luna de miel con mi novia. Ya se me habían quitado las ganas
de viajar por completo. Ese fue uno de los días mas amargos que tuve en el tiempo que llevaba
en Metalúrgicas APOLO.
El resto del día lo pase casi enfermo. No veía la hora de salir para contárselo a Maria Eugenia.
¿O seria que me aguantaría hasta que estuviera más próximo el viaje?
Qué carajo, todavía faltaba mucho y no me iba a atormentar por eso. Mi trabajo también era
muy importante para mí.
Cuando uno tiene una preocupación, no hay forma de ocultarlo y eso fue lo que me paso
cuando le hice la visita esa noche a mi novia. Ella me pregunto.
¿Qué le pasa que lo noto como preocupado?
Yo le dije es que el año entrante me toca viajar. Se vendieron tres máquinas y tengo que ir a
montarlas. La primera es en febrero y las otras dos en el transcurso del año.
Ella me pregunto cuanto me demoraba en cada una. Yo le dije que aproximadamente un mes o
un poquito menos. Eso dependía de cómo me fuera en el montaje. Ella me tranquilizo y me dijo
que por ella no había ningún problema, que todo seguiría igual.
Nos cogimos de la mano y nos dimos un beso. Al final del año fue el primer diciembre que
pasamos juntos. Casi todos los días iba a su casa. Debido a las fiestas decembrinas, en
navidad todos los días eran permitidos para hacerle la visita a la novia. No fallábamos la
novena al niño Dios, a la salida banda de música y juegos de pólvora. Eso si teníamos que
verlo de lejos, por que esta jovencita le tenia un miedo atroz a la pólvora. Cabe destacar que el
mayor éxito de nuestro noviazgo se baso en la amistad, mas que novios éramos muy buenos
amigos.
Frecuentábamos las heladerías también íbamos a cine al teatro Opera, al Lido, y al Metro
Avenida, eran los mejores teatros que había en la ciudad, y todos quedaban en el centro.
Allí por obligación se tenía que ir de cachaco y corbata, porque si no, nanay cucas no lo
dejaban entrar a uno.
Después nos dirigíamos a la pastelería ASTOR también pasaba lo mismo. Había un portero
pendiente de la buena presentación de sus clientes.
Las copas y exquisitos helados de todos los sabores que se servían en esa época serian la
envidia de los jóvenes de hoy. Todos los gastos que se hicieran corrían por cuenta del novio.
Que distinto eran las costumbres en esa época.
Ellas eran lo más importante de nuestra vida. Nosotros hacíamos hasta lo imposible por
atenderlas como a unas reinas.

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Muy distinto es el día de hoy, no pasan de una coca cola con un paquete de papitas y lo más
grave de todo es que tienen que pagar entre los dos la cuenta.
Que diferencia de tiempos aquellos, donde nuestras novias en los años sesenta, eran el mayor
tesoro que nos había dado la naturaleza. Fuera de eso ver una jovencita mal vestida eso no se
veía ni en sueños. Todo lo contrario, pasa en el día de hoy.
Salen hasta sin calzones, con las tetas al aire libre y con los bluyines rotos. Seria un pecado
imperdonable para cualquier joven de nuestra época, siquiera pensar en recibirle una moneda
para cubrir un gasto que se hiciera en una invitación. Todo corría por cuenta de nosotros.
Había un dicho muy popular entre los jóvenes y reza lo siguiente, cuando uno va con su novia y
hay un charco en la calle, uno se quita el saco y lo tiende en el piso, para que su amada pueda
pasar, y no se ensucie los zapatos. Para darle un poco de humor a esta parte de la historia
permítanme hacer un breve comentario.
Me da tristeza escribir esto, pero es la puritica verdad. En la época actual pasa todo lo
contrario. Donde la mujer ha perdido todo el encanto y también el respeto y la admiración por
parte de los hombres, yo me atrevo a decir lo siguiente.
Cuando un hombre va por la calle con su novia, que parece otro hombre, por sus ademanes
tan bruscos, su pelo cortico, sus bluyines desteñidos y rotos, sus zapatos son unos vulgares
tenis pisa huevos, mostrando su ombligo que es un hueco mas profundo que el hoyo del
soplador, su forma de caminar tan vulgar y chorota sin ninguna elegancia.
Estas desaliñadas jovencitas de hoy en día no provocan ni un mal pensamiento. Cambiaron los
elegantes vestidos y sus zapatos de tacón puntilla, por unos vulgares tenis pisa huevos.
“Con sobrada razón hay tanto pervertido y marica en todo el mundo”.
Entonces pasa todo lo contrario. El hombre que la lleva casi cargada con la mano metida en el
descubierto ombligo, que es un hoyo casi tan profundo como el hoyo del soplador que se
encuentra en las Islas de san Andrés.
De pronto se encuentran un charco en el camino; el hombre hace todo lo contrario. Coge a la
mujer por los hombros, se le montan a la espalda para que el hombre pueda pasar tranquilo,
sin ensuciarse los tenis, y hasta aquí borrón y cuenta nueva Este comentario es para ponerle
un poco de humor a la historia, pero tengo razón o no.
¿Júzguenlo ustedes y después me cuentan?
Para no perder el hilo después de este gracioso y muy verídico comentario, que, aunque
parezca un poco exagerado es la realidad de lo que se esta viendo en el día de hoy.
Vuelvo y repito: con razón hoy en día los jóvenes ya no sienten ese placer por las mujeres y
algunos de ellos se han convertido en maricas, porque estas jovencitas ya no hacen nada por
su arreglo personal y parecen hombres. Pero con la diferencia que todavía son ellas las que
tienen hijos.
Al año siguiente viaje en el mes de febrero, a Ibagué Tolima, al montaje de la máquina. Todas
las tardes me iba rapidito para el hotel Florida. Comía y a las ocho de la noche me dirigía a
Telecom para llamar a María Eugenia y conversar con ella. También le mandaba telegramas
muy poéticos son de mi propia inspiración. Recuerdo algunos de ellos paren oreja amigos ahí
les va. Añorando momentos felices pasados contigo, pensándote Herley.
Tras largos y lejanos Horizontes, evoco tus recuerdos. Te quiere mucho Herley.
Minuto a minuto acreciéntase mi amor por ti, deseando verte muy pronto Herley.
En mi corazón tus recuerdos y en mis labios tu nombre, pensándote Herley.
Mis pensamientos siempre están contigo. Te quiero mucho Herley.
Estos son algunos de los muchos que le envíe en el transcurso de todos esos años, que estuve
viajando por todo el país. Estamos hablando de hace mas de cuarenta y cinco años años. Lo
más bello y tierno de todo, es que mi señora todavía guarda todos los telegramas que le envíe
en esa época, desde todas las ciudades de nuestro país.
Y luego ustedes se preguntarán.
¿Y este pobre diablo nos quiere meter ese cañazo, que, con escasos dos años y medio de
estudio en un humilde pueblo, de dónde saco esos pensamientos tan poéticos y románticos
para su novia?
Yo les respondo: De tanto trajinar y estudiar en la universidad de la vida. En mis ratos libres
leía muchas revistas tenia suscripción de LIFE una revista americana. También tuve por
muchos años una suscripción de una revista que se llamaba la Pura Verdad. Era editada por
una secta protestante de los Estados Unidos, pero con un contenido muy humano y filosófico.
Una de mis grandes pasiones, es conocer el mundo en que vivimos.
Desde muy joven me he interesado por conocer el mundo y su origen. Recuerdo que la “biblia,”
era un libro que según los curas era la palabra de Dios y no se podía leer, porque su contenido

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lo podía enloquecer a uno. Como ustedes se han podido dar cuenta a través de estos escritos,
que desde muy niño no les he comido cuento a los curas. Me conseguí una biblia para leerla,
estudiarla, y analizarla y poder darme cuenta de que verdad había en todo su contenido.
La verdad es que no me dejo mucho en que pensar. Es un tema muy escabroso y complejo
que mejor lo dejamos de lado. Uno de mis pasatiempos favoritos es la lectura. Me gusta leer
para adquirir conocimiento y así por este medio darme cuanta de todo lo que realmente
significaba el origen de nuestra existencia.
Tuve el acierto de tener muy buenos maestros y amigos, todos mayores y muy expertos en los
asuntos del poder y la energía mental. Creo que ya lo mencioné en páginas anteriores. La
lectura es una de mis pasiones favoritas, como ya lo dije antes. Me había comprado varios
libritos de superación personal.
Otra de mis grandes pasiones es el cine. En cuanto a la música siempre me ha gustado la
música romántica (LOS BOLEROS)
Seleccionaba las películas de drama y no dejaba de asistir a esas grandes producciones del
cine mundial, voy a numerar una o dos. Lo que el viento se llevó, la odisea, el Quijote. Por
quién doblan las campanas, y la Agonía y el Éxtasis.
Películas bíblicas ni se diga colección completa más de cien. En la actualidad tengo una
inmensa colección de películas de todo género. Pasan de cinco mil. Lo mismo que temas y
biografías de los hombres más importantes de nuestra historia. Soy enfermo y muy fanático,
por la historia antigua. Pienso que la persona que no se interesa por conocer el pasado a
través de los libros, vive el presente en completa oscuridad.
Aunque les parezca un poco raro, la amada naturaleza me doto de una mente muy abierta y
también eficaz. Este relato sobre mi vida les dará a entender, que la persona no tiene que
pasar estudiando buena parte de su vida, en un plantel educativo mucho tiempo, para
superarse y salir Adelante.
De verdad les aseguro y nunca lo pongan en duda que el mejor educador, así como el mejor
maestro es la naturaleza. Somos parte de ella y se puede aprender de todo. Solo se necesita
mirarla, comprenderla y el resto nos viene por añadidura.
Las mentes sabias y brillantes no se hacen en una universidad, todo el mundo sabe que son
dones dados por nuestro creador y nuestra madre naturaleza. Ella no escoge. Para ella lo
mismo es negro que blanco, pobre o rico. Mírenme a mí y tomen nota de lo que les estoy
diciendo.
Solo dos años y medio de estudio en una humilde escuela, donde mas era lo que me pegaban
que lo que me enseñaban. Sin embargo, aquí tienen una muestra de todos los aconteceres de
mi vida y como he sabido narrarlos, sorteando todos los embates y problemas que, a lo largo y
ancho de mi existencia, pude salir airoso.
Batallando contra viento y marea, quebrándome la espalda y no dejándome aplastar como lo
hacen la mayoría de las personas, que al menor obstáculo que se les presenta en el camino,
tiran la toalla.
Todo lo contrario, pasó conmigo. Aquí estoy relatando todos los pormenores y altibajos que se
me han presentado en la vida, sin caer ni hacerle daño a nadie. De verdad les digo que son
muy pocos los que pueden lograr salir adelante sin lastimar a nadie.
Siguiendo adelante y pidiendo excusas por la interrupción, como novedad, en esos famosos
años sesenta llego a nuestro país, un nuevo sistema de cine. Esto es Cinerama. Pantalla
gigante curva, tres maquinas proyectando a la vez, con unos efectos especiales, que lo hacían
participar a uno como si estuviera dentro de la pantalla.
El teatro que adecuaron para estas presentaciones era el teatro Colombia estaba ubicado en el
barrio Buenos Aires. Había que comprar las boletas con quince días de anticipación, pues el
lleno era completo todos los días de la semana.
María Eugenia y yo, nos vimos. Esto es Cinerama, un resumen completo del nuevo cine, con
unos paisajes y unos efectos especiales, que lo hacían ver a uno dentro de la película.
Las Siete Maravillas del Mundo. Mi Bella Dama. Viaje por los mares del sur y otras.
También surgió en esa época la tercera dimensión. Esto si que en verdad era algo
espectacular y terrorífico. Para poder apreciar la película nos daban unas gafas de color verde
y rojo. Automáticamente cuando empezaba la película nos convertíamos en protagonistas de
ella. Los gritos de la gente no se hacían esperar.
Que sorpresita la que nos esperaba nunca nos imaginábamos eso tan terrible, muchas veces
nos quitábamos las gafas, o simplemente cerrábamos los ojos para que no nos cayeran los
cuchillos, taburetes y demás objetos lanzados hacia todas las personas que nos
encontrábamos en la sala, los cuales iban a para en nuestras cabezas.

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Eso no era acto para cardiacos. Cuando había una escena de una pelea en una cantina, el
golpe de la silla lo recibía uno en todo el cuerpo. Éramos todos nosotros protagonistas de la
película, la primera que vimos salimos sudando, debido a la tensión sufrida.
No me atrevía a llevar a mi novia a esa clase de cine. No recuerdo cual fue la más fuerte, de
todo recuerdo algunas.
Las brujas de Salem, La carga Fatal, el Tesoro de las cuatro coronas, indio apache y diligencia
ha colorado.
Algunos de mis lectores dirán. ¿Para dónde va este, se salió del tema principal que es su vida
personal?
No señores es parte de la vida, lo que se vivió en tiempos pasados, que las personas de hoy
en día desconocen por completo.
Todos estos comentarios hay que hacerlos, aunque se interrumpa el orden de la historia, para
que la gente de hoy conozca lo maravilloso que fue el ayer. Estos mensajes, están dentro del
contesto de nuestras vidas, porque de lo contrario, se quedan muchos temas sin conocer, que
ocurrieron en años pasados de los cuales se tiene muy poca información.
De cierto les digo estimados amigos. La persona que no estudie el pasado y no se interese por
todos los acontecimientos que acaecieron en el mundo, les puedo asegurar que viven el
presente en completa oscuridad. Hablar sobre los acontecimientos pasados es historia y me
atrevo a decirles.
¿Qué historia puede publicarse si muchas veces se olvida el pasado?

BUCARAMANGA CIUDAD DE LOS PARQUES.


Siguiendo adelante, tengo algo muy importante que no puedo pasar de largo en esta historia y
es en la ciudad de Bucaramanga.
Don ALBERTO GOMEZ dueño de la (Nacional de joyas). Este venerable señor fue uno de mis
mejores amigos. Le monte dos máquinas para fabricar ladrillos. Una en Girón y otra en su finca
muy cerca de la ciudad. Esta belleza, era muy visitada por los turistas y no faltaba la bandera
de----- COLOMBIA--------- ondeando en todo lo alto de la cima.
Le pregunte a don Alberto Gómez y me dijo que allí se celebro la batalla de Palo Negro, en los
tiempos de nuestra independencia.
La otra maquina en Girón, eran para un mismo dueño, un señor Alberto Gómez como lo dije en
la página anterior. Persona muy adinerada y también caritativa. Además, dueño de la Nacional
de joyas de Bucaramanga.
Este personaje al igual que Don Belarmino Flechas, fueron mis dos mejores amigos que Vivian
fuera de nuestra ciudad y tuvieron que ver mucho tanto en mi progreso como en mi futuro. Con
estos dos grandes amigos, ya eran cinco los que formaban un clan de cinco personas, que se
empeñaron la formación de un joven, que se había propuesto triunfar en la vida, sin ningún tipo
de recursos económicos, ni preparación académica. Y como si fuera poco, haber tenido en su
niñez tanto abandono por parte de sus progenitores. Empezare a narrar el montaje de la
segunda maquina en Bucaramanga ciudad muy parecida a la nuestra por sus costumbres, su
comida excelente y su don de gentes.
Arranquemos para la ciudad de los parques.
Se monta la primera máquina. Como siempre las atenciones por parte de don Alberto Gómez,
muy formal conmigo invitaciones agasajos y una amistad muy sincera. Esta la hicimos en Girón
en mitad de año.
En noviembre me fui a montar la segunda esta era una numero tres de las grandes. Fue en la
finca a la cual ya comenté en la página anterior. Era inmensa bien acondicionada con un
sembrado de piñas hermoso.
Tenía una casa espectacular con muchas artesanías de la región. Los galpones eran inmensos
y muy bien distribuidos. Aquí sí que me di gusto. Un mes me demore en el montaje. Ya no me
parecía tan duro dejar a mi novia por tanto tiempo.
Primero por que ya teníamos como tres años de ser novios. Segundo estaba convencido de
que la había conquistado y era un noviazgo oficial. Y no tenía dudas por parte mía de que ella
se habia enamorado de mi. Como todo es costumbre en la vida, ya me había resignado a las
continuas ausencias.
También la había llevado a mi casa. Fue del completo agrado de mi familia. Mi mama le tenía
mucho cariño a ella, por que de verdad María Eugenia, era de esas mujeres que se saben
ganar el aprecio de todas las personas con las cuales ella se relacionaba, como lo veremos
mas adelante.

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Llego pues el tan esperado acontecimiento. Aquí sí que se volcó todo lo más granado de la
sociedad Bumanguesa. La persona de don Alberto Gómez, era un hombre de negocios varios
en la ciudad. Fue el primero en montar dos ladrilleras, que harían parte de la construcción de la
ciudad. David su hermano, Juan su cuñado y el, eran los dueños de la nacional de joyas. Pero
para hablar claro sin rodeos ni tapujos, estos dos socios hacían lo que don Alberto les decía.
Los manejaba con el dedo meñique.
Don Alberto Gómez, era muy apreciado por todas las gentes, no solamente que dependían de
el, si no también por la parte obrera. Había invitado a todos los trabajadores de la otra ladrillera
a la inauguración, los cuales al vermen me saludaron con mucho aprecio, como siempre había
dejado muy buenos amigos en todos ellos.
La gente que me conoció como el señor Pulgarin era muy amable y respetuosa conmigo.
Jamás me he sentido superior a nadie, los complejos de superioridad en algunas personas son
el reflejo de la inseguridad. Y para la muestra un botón. Ahí estaba pintado mi hermano Carley,
que, debido a su complejo de superioridad sobre el resto de la familia, se había vuelto una
persona insoportable y fastidiosa, dándose aires de gran señor y muy superior a todos
nosotros.
Por mucho dinero que tenga una persona y también títulos universitarios, (NO) es más que el
otro. Eso lo aprendí desde muy joven. En mis continuas conversaciones que tuve con mi amigo
don Luis ángel Escobar, él me dijo una vez.
“Mire Herley… el hombre no vale por el dinero que tenga, ni por el estudio que reciba, ni mucho
menos por sus apellidos. El hombre vale por sus principios morales, su honradez y su
honestidad. Nunca olvide eso.
“Si una persona pierde dinero, lo más seguro es que lo vuelva a recuperar. Si pierda la salud
pasa lo mismo. Pero si pierde su dignidad, su honradez y su honestidad, ya lo ha perdido todo
y le aseguro que jamás de los jamases se podrá recuperar”. Con tanto ir y venir montando
maquinaria en todo el país, ya no me veía tan joven como ocurrió en el primer montaje en
Bogotá. Ya tenía como veinticinco años de edad. Mi madures como persona era muy distinta.
Más sociable, mas buen conversador, me desempeñaba mejor en el oficio lo desempeñaba
con mucho profesionalismo.
El mecánico que venia de Medellín, ciudad industrial de Colombia, era una persona respetable,
la cual todo el mundo admiraba por el trabajo que hacía a nivel profesional. En ese entonces ya
no veía la maquina tan grande como al principio.
Por mi mente pasaban una cantidad de cosas y acontecimientos, que hacen a un hombre
seguro en el ramo que desempeña.
Me sentía todo un profesional en el sentido de la palabra. Yo de todas maneras era el centro de
atención de los visitantes, que miraban extasiados esa enormidad de maquina lista para entrar
en acción.
Pero en mi vida personal, seguía siendo una persona sencilla. Jamás me di ínfulas de nada.
Les aseguro que esa es una de mis virtudes nunca menospreciar aquel que tiene menos. Un
domingo después de estar todos los preparativos listos para la inauguración de la segunda
máquina, eran las nueve de la mañana. Todos los invitados ya habían llegado. Por supuesto
con el señor cura a bordo, para la bendición de la máquina para fabricar ladrillos número tres.
Entonces di la orden como era mi costumbre, para que don Alberto Gómez, fuera el encargado
de encender los motores para sacar ladrillos.
Aquí las cosas eran a otro precio. La tierra había sido preparada con anticipación. Ya se le
habían hecho varios ensayos en el transcurso de la semana y todo rodaba a la perfección. En
medio de aplausos vivas y gritos, todos llenos de júbilo y alegría por parte de los invitados,
empezaron a rugir los motores y la numero tres, empezó a cumplir cabalmente con el trabajo,
para el cual los ingenieros constructores y mecánicos de.
CONSTRUCTORA DE MAQUINARIA DE METALURGICAS APOLO S.A.
Con su pionero de la mecánica industrial en Medellín Antioquia, don Emilio Burgos y el
encargado de hacer el montaje final, su mecánico José Herley Pulgarin Moreno. Todos ellos
eran los encargados de ese gran progreso, como lo era la fabricación de ladrillos para la
construcción de viviendas, edificios y galpones para fábricas, en toda el área de nuestro
territorio nacional.
Pasadas las diez de la mañana, el señor cura dio por terminada la ceremonia de bendición.
Luego se dio a la tarea de echarse su discursito, a favor de las buenas gentes que se
empeñaban en sacar adelante su ciudad. Todo esto a favor de don Alberto Gómez, el cual en
ese momento se encontraba al lado de su señora y sus hijos.

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Don Alberto, ante tanta lisonja del señor cura, se me arrimo y me dijo. Oiga señor Pulgarin, de
ahora en adelante tenga muy presente esto. Abra mucho el ojo con los aduladores y con las
personas que se empeñan en hablar maravillas de su persona. Por que al final terminan
limpiándolo a uno los bolsillos y lo dejan sin un peso. Yo sé por qué se lo digo. Más adelante lo
entenderá.
Otro que me había puesto a pensar. De inmediato, se me vino a la mente el mister, cuando le
hice la primera pregunta que quería ser un hombre rico y el me contesto que yo era un joven
muy rico. Como yo en ese tiempo no entendía nada, y cuál era el verdadero significado de la
palabra (RICO), luego me dijo que yo estaba muy joven para entenderlo que con el tiempo lo
lograría. Y fue en ese instante donde empecé a comprenderlo. La fiesta no se hizo esperar:
brindis con champaña. Luego nos sentamos en un patio que había muy grande, todo en una
grama verde recién cortada y al frente un sembrado de piñas muy hermoso con una cantidad
de piñas casi todas maduras.
Los trabajadores de la finca ya habían cogido una cantidad de piñas las habían picado en
pedacitos y las habían depositado en unas vasijas de barro gigantescas. En ellas estaban
hasta el tope de aguardiente (Santandereano anisado).
Eso lo revolvían constantemente. A todos los invitados nos dieron un tenedor para que
sacáramos de la vasija un trozo de piña empapado en aguardiente. En ese momento los
trabajadores se dedicaban a sacrificar un marrano. También tenían toda clase de pasabocas
muy buenas para el paladar, toda comida Santandereana muy sabrosa. Las señoras de los
trabajadores de la finca eran las encargadas de atender a los invitados.
La señora de don Alberto y sus hijos andaban con otras señoras y otros amigos. Don Alberto,
don David su hermano y Juan su cuñado, se encontraban sentados conmigo en el césped.
A nosotros nos arrimaron una tinaja pequeña y don Alberto me insistía continuamente. Señor
Pulgarin, saque piña de la tinaja para qué coma es muy sabrosa y no emborracha. En verdad
no sabía a aguardiente sino a piña.
Pasadas unas dos horas don Alberto me pregunto.
¿Cómo se siente señor Pulgarín?
Yo le conteste muy bien don Alberto. Un poco mareado pero muy contento. Luego me mando
para que comiera un poco de carne, el aroma de los fritos era delicioso. Esperemos un poquito
a que la señora nos traiga. Pero don Alberto insistía y yo no me imaginaba por qué. Hasta que
de pronto me dijo, hágame el favor y me trae un pedazo de chicharrón que quiero comer un
poco.
De inmediato me pare y le dije con mucho gusto don Alberto. Cuando di los primeros pasos me
fui al suelo. Don Alberto, su hermano lo mismo que su cuñado, se rieron a carcajadas y me
dijeron. ¿Qué le paso a usted señor Pulgarín, el piso esta resbaloso? yo les dije que estaba
completamente mareado y no me había dado cuenta.
Luego cuando me volví a sentar junto a ellos me explicaron, que ese era el efecto que causaba
la piña con el aguardiente y uno no se daba cuenta que estaba embriagado hasta que no se
paraba.
La fiesta transcurrió muy animada el resto del día. Luego en las horas de la tarde me invitaron
a que los acompañara. Y me llevaron a un casino.
En mi vida nunca había visto un casino: que sitio tan lujoso, unos aparatos modernos donde la
gente iba a jugarse la plata. Luego pensé en mi hermano.
¿Será que la casa de juego de don Esnoraldo García allá en mi pueblo también era así?
No lo creo. ¿Que tal que mi hermano se diera cuenta en que sitio estaba metido?
Don Alberto se la pasaba de mesa en mesa saludando la gente, mientras yo me entretenía
viendo girar una ruleta de varios colores. Don Alberto se me arrimo y me dijo. ¿Usted señor
Pulgarín había estado alguna vez en estos lugares?
Yo le conteste: jamás en mi vida. Ni siquiera me imaginaba como era una casa de juego. Él me
dijo. Que sea la primera y la última vez.
Se metió la mano al bolsillo y saco de su billetera mil pesos y me los dio. Luego me dijo
juéguele al color que quiera, elija uno. Yo dude un poco. El insistió, juéguelos para eso se los
doy. Entonces yo los recibí y los aposté al color rojo. La ruleta giro y la bolita blanca brincaba
por encima de todos los colores, hasta que se paró y callo en el negro los perdí de una. Don
Alberto me miro y me dijo. Mire usted que esto que le acaba de pasar le sirva de experiencia en
su vida, para que jamás se vuelva un jugador. Me quedé callado y me puse pálido de la
vergüenza.
Abandonamos el casino y nos dirigimos a un restaurante a comer. Jamás en mi vida había
sentido tanta pena y vergüenza. Don Alberto al ver el estado de ánimo en que yo me

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encontraba me tranquilizo diciéndome. Esto que le acaba de pasar, es lo que les pasa a las
personas que dedican toda su vida a despilfarrarla en una casa de juego.
Tenga muy presente y no lo olvide jamás: el juego es un engaño, una ilusión en eso no se
consigue nada. Solamente desgracia y ruina. Y por los mil pesos que le di no se preocupe,
ellos me los devolvieron yo soy muy amigo del dueño y queríamos darle una lección. David y
Juan me dijeron en secreto. Mi hermano es uno de los mayores socios del casino.
A la mañana siguiente me levante muy temprano con un desaliento enorme. Estaba hospedado
en residencias Bucaramanga. Don Alberto me había ubicado en ese lugar por encontrarse
cerca a su casa, allí la alimentación era muy buena. Después de desayunar me dirigí a la
joyería, donde yo lo esperaba todos los días para irnos para la ladrillera.
Estaba embelesado mirando en las vitrinas unos relojes y Leticia la empleada me los estaba
mostrando. Me enamore de uno marca omega suizo automático. Yo nunca había visto tanta
belleza en un reloj. Enchapado en oro con una manilla dorada. El que yo tenía era marca
invicta de cuerda, de color blanco y con manilla de cuero.
Cuando llego don Alberto tenía un guayabo terrible. Resulta que cuando salimos del
restaurante después de comer, yo me fui a dormir eran casi las diez de la noche. No sé qué
rumbo tomo el por que el trasnocho se le veía por encima. Nos saludo y de inmediato mando
traer una soda y un alkaselzer con limón. Siguió directo al baño, allí se demoró por lo menos
media hora en salir. Al rato después de haberse tomado la soda se sentó. Yo le dije, don
Alberto mi trabajo ya está terminado antes de irme quiero volver a la ladrillera, para darle las
ultimas instrucciones a don Ignacio, por que yo estoy listo para viajar. Era un catorce de
diciembre y estaba desesperado por ver a María Eugenia. Además, era el final del año y de
ninguna manera lo iba a pasar fuera de mi casa. El me dijo que me esperara dos días mas, que
ya había comprado los pasajes, por que el también pensaba viajar a Medellín hacer unas
diligencias.
Luego me dijo: cuando entre vi, que Leticia le estaba mostrando un reloj. ¿Cuál de ellos le
gusto? Ni para que le digo don Alberto solo lo estaba mirando, con ese precio mejor ni
pensarlo. Claro que es una hermosura, pero el precio es muy alto para mi pobre bolsillo. Luego
se dirigió a su empleada.
¿Muéstreme cual le gusto y ella le dijo el Omega don Alberto? ¡A carajo! ¡Al señor Pulgarín
como que le gusta lo bueno! ¡Yo le conteste! Pero son mejores los mil novecientos pesos que
vale. Le mostré el que tenía puesto en mi mano. Un invicta de doscientos cincuenta pesos.
Sáquelo de la vitrina Leticia: luego me lo puso en la muñeca de la mano izquierda.
¡Que belleza, aquí sí que se veía lindo, casi se me cae la mano con semejante joya!
¿Qué le parece señor Pulgarín, como distinto al suyo? Lo contemplé por unos minutos y
cuando me lo fui a quitar de la mano, don Alberto me dijo. Por que se lo va a quitar, no me dijo
que le había gustado mucho.
Pero don Alberto es que yo no tengo toda esa plata para comprárselo. Él me dijo. En este año
cuantas maquinas me ha montado. Yo le conteste dos, don Alberto. No le parece justo que yo
le de una buena propina, por el buen trabajo que me hizo en este año.
Mire don Alberto, primero que todo para mi es una obligación ponerle a trabajar sus máquinas,
y que usted quede satisfecho con mi trabajo, para eso me pagan. Además, don Alberto su
persona se ha portado muy bien conmigo.
Simplemente mire los relojes y me gusto este, pero no quiero que, en un acto de generosidad
con mi persona, se sienta obligado a hacerme este regalo tan costoso.
Mire señor Pulgarin, dígame. ¿A usted le gustan los negocios?
claro que si don Alberto y a quien no?
Entonces le cambio el Omega por el Invicta. Con sorpresa le dije, a usted como que el guayabo
lo esta matando y le está haciendo mucho mal. El me contesto. Así parece. Entonces escuche
este negocio que le voy a proponer. Ya que usted quiere ser tan generoso conmigo, déjeme el
reloj mío que se lo pienso regalar a un amigo. Extendiendo su mano como si acabáramos de
hacer un gran negocio, él me dijo trato hecho.
Le agradecí de todo corazón, tan maravilloso regalo por parte de el y al medio día nos dirigimos
a la ladrillera. Cuando llegamos la maquina estaba trabajando a toda marcha. Don Ignacio el
administrador se nos acerco, todo estaba marchando muy bien. Entonces delante de don
Alberto, le hice entrega de mi reloj y le dije. “Ahí le dejo este recuerdo, para que se acuerde de
mi”. Don Ignacio se puso muy contento y también don Alberto.
Llego la hora de nuestra venida para Medellín, al llegar al aeropuerto, don Alberto se siguió
para donde unos familiares.

79
Yo me dirigí hacia mi casa. Eran las once de la mañana cuando llegue me recibieron como de
costumbre. Le di a mi mama unas cositas de comida que había traído y me dispuse a llamar a
María Eugenia. Le dije que ya me encontraba en mi casa. Ella se alegró mucho que por la
tarde me esperaba.
Mi encuentro con mi novia lo dejo a la imaginación de los lectores.
Claro está que en ese tiempo había mucho respeto por parte de todos nosotros. Pero los besos
y los abrazos no se hicieron esperar. Un mes de ausencia y casi tres años de noviazgo eran
más que suficiente para dar rienda suelta a nuestro amor. Le mostré el reloj que don Alberto
me había regalado y ella se maravilló de ver un reloj tan hermoso. Luego le comenté que él se
había venido conmigo para Medellín y yo lo había invitado para que la conociera, ella se alegró
mucho.
Desde hacia varios meses, estaba acariciando la idea de casarme con ella. Esta mujer se
había apoderando de todo mi ser, mi corazón le pertenecía por completo y ella era todo para
mi.
Lo único que se interponía era la obligación que tenía con mi familia. Todavía me faltaba
mucho por hacer, además estaba muy joven y no me había olvidado, de lo que me propuse
hacer triunfar en la vida.
Yo con veinticinco años de edad y mi novia con veinte y esa viajadera en mi trabajo me quitaba
mucho tiempo de estar a su lado. Todavía nos quedaba tiempo para disfrutar más de nuestro
noviazgo. Por el momento no teníamos mucha prisa, además nos convertimos en excelentes
amigos y nosotros la íbamos muy bien. Es cierto que nos queríamos mucho, pero lo principal
fue la amistad que hubo entre los dos. Yo había dejado los amigos por completo y era ella la
que ocupaba todo mi tiempo. Los domingos en las horas de la tarde hacíamos planes para
salir. Visitábamos las heladerías de Envigado, comíamos picado de asadura, con trocitos de
morcilla y limón.
También las ensaladas de frutas era uno de los atractivos para todas las parejas de novios de
esa época. Envigado era lo mejor en música, tríos y heladerías que tenia Medellín. Por eso
pareja de novios que se respetara no faltaba los domingos en el parque, para disfrutar de ese
ambiente.
Los cantantes se arrimaban a todas las mesas donde hubiera una pareja y nos dedicaban una
canción romántica, (boleros) que era la música tradicional para los enamorados. Todo este
despliegue de cortesía era por cuenta de la heladería donde estábamos consumiendo.
Aunque la vinagre y mal geniada de Marta, la hermana menor de Maria Eugenia, difícilmente
me dirigía la palabra, casi no me hablaba. No recuerdo el haber tenido un solo minuto
conversando con ella en son de amistad. Sin embargo, siempre nos acompañaba a todas
partes, se volvió nuestro candelero permanente.
En cambio, Lucia Cuartas su prima hermana, esa sí que era una excelente amiga. Muy
avispada y muy bonita nos hacia un cuarto terrible. Nos volábamos con ella para envigado,
salíamos al centro a cine, en fin, todo lo relacionado con hacernos cuarto, ella siempre estaba
presente para salir en nuestra defensa, por que don Tomas su padre era muy reacio y exigente
con sus hijas.
En aquel diciembre cuando vine de Bucaramanga, también le traje unos comestibles a María
Eugenia. Como don Alberto se encontraba en la ciudad yo lo invite antes de partir para su
casa, para que conociera a mi novia. Eso fue un diecisiete de diciembre, estuvimos con el un
rato en el parque de Belén. El me felicito por tan buen gusto, pues le pareció mi novia muy
bonita y muy educada.
Ni corto ni perezoso antes de despedirnos don Alberto se dirigió a ella y le dijo, que hacíamos
muy buena pareja y que yo era un gran muchacho. Luego se despidió de nosotros, le
ayudamos a coger un taxi se dirigió al centro de la ciudad. Démosle vuelta a la moneda y
hagamos un breve comentario sobre mi familia. ¿Cómo se vivía en mi casa en ese entonces?
Ya habíamos vuelto a cambiar de casa. Esta vez vivíamos a una cuadra del parque de Belén
en un segundo piso. El punto era excelente y la casa muy buena. El propietario era un señor
Carlos Cañola lo apodaban (martinete) era locutor de radio, trabajaba en la voz de las
Américas.
Él también nos había exigido un fiador y desde luego yo volví nuevamente a recurrir a mi amigo
don Luís Ángel Escobar. Mi amistad con don Luis Ángel Escobar crecía cada vez más.
Él estaba muy enterado de mis relaciones con mi novia. Como yo salía a las dos de la tarde
muchas veces me iba a charlar con el a la finca.
Casi siempre me invitaba a almorzar los sábados y la pasábamos muy bien. El hacía mucho
alarde de un encurtido que hacia para aliñar el almuerzo. En verdad le quedaba muy bueno.

80
Varias veces le mando a mi mama también a ella le tenia mucho aprecio. La mujer que le
preparaba los alimentos era hija de un trabajador de don Luís Ángel, ella era muy joven y se
convirtió en la moza de el. Me contaba de su fracaso en el matrimonio, tenia dos hijos ya
mayores casados que vivían en Bogotá, y no los veía desde hacia mucho tiempo.
En cuanto a la señora de el, habían repartido bienes y a el le toco la finca donde tenía la
ladrillera. En fin, nos volvimos un par de camaradas a pesar de la diferencia de edad que había
entre los dos. Luego me decía cambiando de tema. ¿Hombre Herley que le pasa que no me ha
traído su novia para conocerla? Yo le decía deje que un día de estos se la traigo para que la
conozca. Es la mujer más linda de Medellín.
El me palmoteaba la espalda y soltaba la carcajada.
En lo que se refiere a mi familia, por fin mis hermanas me dieron una buena noticia. Noelva la
que me sigue a mi se había colocado en la Cooperativa Familiar. Ella por fin me hizo caso.
Había hecho un curso de mecanografía y comercio. Estaba muy contenta.
Dolly también estaba superándose, estaba trabajando en una oficina de un señor Alberto
Velásquez. Lila dejo de pulir lámparas para convertirse en la secretaria de Macgelver y Cia.
Es decir…la vida nos había cambiado por completo y estaba pintando de lo lindo. Buena casa,
buenos puestos, mi hermano le había regalado televisor a mi mama y una bajilla japonesa.
Nuestras camas eran modernas y de madera. La alimentación era muy variada y buena.
Yo había comprado un juego de alcoba para mí con nocheros y chifonier. Compre para la casa
una radiola para oír música. También le regale a mi mama un reloj de péndula, el campanero
de San Marcos. Una maquina industrial para ella coser sus vestidos y los de sus hijas. Es decir,
le habíamos cogido ventaja a la vida, hasta que un día.

LO INSOLITO ESTO SI ES COMO PARA RIPLEY.


Nota: RIPLEY (Era un periodista que escribía notas y sucesos muy raros en el periódico y
decía… esto es para Ripley).
La noticia que nos dieron a todos nosotros fue algo insólita y muy difícil de creer. A mi hermano
mayor nuevamente le da por ponerse la sotana, entregarse por entero en los brazos de cristo
crucificado, y dedicarse a perdonarle los pecados a esta pobre y triste humanidad…
Nuevamente le pica el bicho.
********************(SE VA DE CURA). *********************
Mi hermano quiere nuevamente reunirse con su amado y muy olvidado maestro.
(EL JOVEN MAESTRO EL NAZARENO LLAMADO JESUS).
Quiero hacer un alto en la continuación de esta historia. No he podido seguir adelante, debido a
la risa que me causa escribir estas líneas. Cuando llego a este momento de tener que narrar
esta historia, en la cual no le encuentro salida ni justificación.
Esta vieja locura por no decir otra cosa, solo se le puede ocurrir a una persona tan voluble,
egoísta y rara, como lo es mi hermano Carley.
¿Irse a estudiar nuevamente al seminario para ordenarse de cura?
“No joda carajo. Algunos lectores pensaran que se la estoy montando a mi hermano,
acusándolo y diciendo en estos escritos con el objeto de perjudicar y calumniar, perjudicando el
nombre de mi hermano mayor. Pero la verdad sea dicha, como lo dije al principio esta historia,
es un ciento por ciento verdadera”
¿Cómo es posible que un hombre que ha dedicado la mayor parte de su vida, en molestar y
joder a sus padres, hasta hacerles la vida imposible y convertir nuestra casa en un garito de
juego, por que mientras yo me encontraba ausente, el se reunía con sus abogados
sinvergüenzas donde el trabajaba, a ingerir licor y jugar cartas hasta altas horas de la noche?
¿Y de un momento a otro, salirnos con semejante cuento de que quería entregarse en cuerpo y
alma a cristo crucificado, su amado y muy olvidado maestro?
Ni me la siga compañero, que, para cosas increíbles y raras, este mundo está lleno de
sorpresas.
LA SUPERACION DE MIS TRES HERMANAS SE LOS PUEDO ASEGURAR. Fue obra de mi
hermano Carley, ya que las acorralo de tal manera que las obligo a estudiar, para que más
adelante pudieran desempeñar puestos más decentes y no seguir lavando ropa.
Esa fue una gran azaña y hay que agradecérsela a él.
Siguiendo adelante con este nuevo capítulo de nuestra historia, la vida nos trae a veces cosas
buenas, así como también cosas malas. Todos debemos saber y entender que el solo hecho
de vivir ya es un problema. Por lo tanto, las personas deben aprender a manejar sus vidas,
porque de lo contrario caeremos al abismo por falta de precaución, desconociendo las leyes a
las cuales estamos todos sujetos sin distinción de credos y clases sociales.

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¿Nunca pude entender a mi hermano, que tenga una mentalidad tan incomprensible y
dispareja, que cuando todo está marchando a las mil maravillas en nuestro hogar y el este
disfrutando de un buen puesto en los juzgados de instrucción criminal, nos venga con esta
desgastada y vieja locura de ponerse nuevamente la sotana? ¿Ahora si veo que este perro y
sufrido mundo gira al revés y la brújula que lo guía esta mas loca que una cabra?
“Pero si le damos vuelta a la moneda, y empezamos atar cabos, descubriremos a corto plazo,
el beneficio tan grande que nos traerá está loca idea por parte de Carley mi incomprensible y
difícil de entender, mi hermano”.
Busquemos los beneficios y prebendas, que nos dará su partida. Todos estamos trabajando.
Mis hermanas tienen buenos puestos. Nuestra situación económica ha cambiado en un cien
por ciento.
Entonces esta locura de mi hermano nos traerá muy buenos dividendos, en lo que se refiere a
nuestra tranquilidad. Y de paso nos libraremos por un largo tiempo de semejante parche.
Aunque en estos tiempos se había portado muy bien, no dejaba de haber roses y mal
entendidos por su parte.
Los mayores beneficiados con esta sabia decisión, por parte de mi hermano y sus locuras;
naturalmente que somos todos nosotros. Muchas personas dudan y no creen en el “DESTINO”.
Pero aquí si veo la mano de Dios dándonos PAZ, y un merecido respiro, acompañado de
alegría, de ver a mi hermano lejos de nuestro hogar y también de nuestras vidas. Rápidamente
me puse a pensar. Como yo soy un hombre de muy buenas ideas, me reuní en secreto con mis
hermanas y les propuse que le diéramos mucho ánimo. Que le ayudáramos en lo que fuera. Si
necesitaba algo de dinero, estábamos dispuestos a ayudarle, asi tuviéramos que empeñar
hasta los calzones. Lo importante en este caso, era no dejarlo enfriar. Tenerlo en cámara
ardiente y muy calientico. Y así entre todos unidos, entregárselo enterito en cuerpo y alma a
cristo Jesús; para que definitivamente chuchito el Nazareno hijo adoptivo de José el carpintero
de Nazaret se encartara con ese parche.

TODOS A UNA… LE AYUDAMOS A EMPACAR SUS MALETAS.


Y con los mejores deseos de proporcionarle un futuro mejor, lo remolcamos hasta el seminario
de vocaciones tardías, ubicado en la Ceja Antioquia. Allí lo dejamos bien instaladito, metido en
una celda para los seminaristas. Cuando despertó de ese letargo sueño no tuvo tiempo de
decir ni
(MUMUUUUUUUUUUUUUUUUUU)………………………
¿Si esa loca y estupida idea que se le metió en la cabeza, fue para ponernos a prueba,
pensando que nos iba hacer mucha falta?
CREO QUE SE LE FUE EL TIRO POR LA CULATA.
También pudo ser que quería ponernos a prueba o mamarnos gallo y tomarnos del pelo, y
hacernos pasar por inocentes. Pero la verdad, ya era demasiado tarde. Cuando despertó de
ese largo sueño, estaba metido en una celda para seminaristas y ni de fundas podía jalar para
atrás.
¡!!!!!!!!ALELUYA----ALELUYA----ALELUYA---¡¡¡¡¡¡¡¡¡******
GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS Y PAZ A LAS PERSONAS NOBLES Y DE BUENA
VOLUNTAD*********-Gracias señor DIOS. Que pluma para recordar y escribir todos estos
sucesos acaecidos hace muchos años atrás. Que pluma la de José Herley que pluma.
¿Y pensar que solo curse dos años de primaria, en una humilde escuela?
Sigamos pues adelante, que esto cada vez se pone más bueno y también interesante. Ese
Domingo luego de llegar a nuestro hogar en las horas de la tarde, después de dejar a nuestro
hermano en el seminario, la pasamos muy bien.
¡!!!!!!Gritamos y cantamos de felicidad!!!!!!
La tarde era maravillosa, hasta la Naturaleza se había puesto de nuestra parte. El verano era
estupendo y más rápido que la caída de un rayo empezamos hacer nuevos planes.
Como ya estaba tan tarde, nos dedicamos a descansar Plácidamente. Programamos para el
próximo domingo hacer una pequeña fiesta y de paso, invitaríamos a José, Yolanda y sus hijos.
Esta familia no había vuelto a aparecer por mi casa por las continuas desavenencias con mi
hermano.
Una semana después, la alegría era desbordante. Toda la familia reunida. Compramos dos
gallinas, he hicimos una pequeña fiesta, con biscocho y vino, en acción de gracias al divino
maestro Jesús, por habernos proporcionado tanta alegría y descanso en este perro y miserable
mundo.

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POR FIN TERMINO EL INVIERNO… PARA DARLE PASO A LA
PRIMAVERA*************************************
Contar los días de descanso y tranquilidad, que se vivieron en mi casa después de este
maravilloso suceso, nos llenaba de satisfacción y alegría. Claro esta que en lo que a mi
concierne no lo note mucho, pues entraba y salía de mi casa y poco o nada me afectaba. Mi
vida ahora giraba alrededor del trabajo y de mi novia. De la casa de don Carlos Cañola nos
fuimos a vivir a una casa un segundo piso, diagonal a la heladería Morival, también a media
cuadra del parque de Belén. Esta quedaba ubicada en la carrera 76, su dueño era don Rafael
Mejía padre de uno de mis amigos Ituriel Mejía un atleta que tuvo el titulo de mister Antioquia.
Allí hicimos nuevos amigos y amigas. Entre ellas las que mas se destacaron fue Marina
Salinas, varias hermanas que Vivian enseguida de nuestra casa. Gloria, Laura y Norma esta
última era novia de Enrique Maya, un primo hermano de María Eugenia.
También en este tiempo conocí a dos primos hermanos de mi novia, Ignacio y Mario eran
muchachos jóvenes casi de mi misma edad y muy buena presencia.
Estos me presentaron a su vez varias amigas las cuales se destacaron las Ateortua. Eran tres
hermanas y tenían un salón de belleza en el centro. Todas eran muy fiesteras yo me hice muy
amigo de ellas. Como era mi costumbre, allí nos reuníamos con frecuencia a bailar casi todos
los fines de semana, con la bendición de los primos de mi novia, que entre otras cosas
habíamos congeniado muy bien, y éramos buenos amigos.
Ni por el diablo se me había quitado la costumbre de asistir a estas fiestas, que además de ser
muy sanas, se entretenía uno abrazando jovencitas de todas las edades. Casi todas de los diez
y seis años en adelante. Ya que con mi novia no había tiro de nada. Ella en todo el tiempo que
estuvimos de novios, no tuve ese placer de tenerla entre mis brazos para abrazarla y juntarla
contra mi ansioso pecho, para así poder sentir de cerca esa energía que brotaba de todo su
cuerpo, la cual me tenía electrizado de pies a cabeza. Y todo porque en su casa no se les
permitía asistir a esa clase de reuniones. Mi suegro era muy recatado y mojigato en ese
sentido. Y en lo que a mi novia se refiere nunca más me volvió a decir nada con respecto a
asistir a los bailes.

¡!!!!!!!!!!!!!MI PRIMER QUEMONAZO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


Estaba a principios de mi cuarto aniversario de noviazgo, todo seguía igual. Los viajes por
motivo del trabajo no faltaban, luego los bailes y demás actividades que eran la rutina de
siempre.
En este mismo año me invitaron a un baile cerca al Liceo San Rafael. Después de hacerle la
acostumbrada visita a mi novia, me dirigí con mis amigos al lugar de la reunión. Cabe anotar
que había nuevos miembros en la barra de amigos. Ituriel Mejía, Gustavo Sánchez, Arsenio
Carmona, y por su puesto Ignacio y Mario los primos hermanos de mi novia.
Pero mi mejor amigo seguía siendo, Javier Betancur. Era el que más me acompañaba en todas
estas reuniones, eso lo comenté al principio. Nos encontrábamos en plena fiesta, cuando vi
sentada en una mesa con unas amigas, a una mona con unos ojos verdes y me dije.
¡Qué hermosura de mujer ¡
Le pregunte a Javier si el la conocía. Él me dijo que no. Que era la primera vez que la veía. Ni
corto ni perezoso me interese por ella, porque de lo bueno a mi me gustaba lo mejor.
Claro está que mi novia era la más hermosa de todas y tenía mi corazón prisionero. Pero ella
se encontraba en su casita y estaba muy bien aseguradita. Me pertenecía por completo.
Además, tenía un perro guardián que no la dejaba salir a ninguna parte, fuera de sus
acostumbradas amigas. Era su propio padre.
De manera que me encontraba en este momento sólito y muy dispuesto a jalarle a una
aventurita, de esas que se le presentan a uno sin pensarlo. Además, tenia que darle rienda
suelta a mi gusto personal.
¿Como dejaba de lado esta belleza si la tenia al alcance de la mano?
“Tamaño sinvergüenza resulto ser este José Herley: enamorado hasta los jarretes de su novia,
y miren lo que estaba tramando”.
Pero poniendo las cosas en su orden y sin planear ninguna traición, esta conquista era solo por
un rato. Y para mí que no había perdido el gusto por las mujeres bonitas, tenia que aprovechar
esta oportunidad que se me presentaba. Mis amigos ya se encontraban en pleno vuelo,
haciendo alarde de sus malabarismos bailables y solo yo me encontraba embelesado con la
mona.
¿Ni remotamente me imagine la sorpresita tan verraca que me esperaba, tratando
inconscientemente de hacer una nueva conquista amorosa?

83
¡Le dirigí una mirada y ella también me miro y para mí que me dedico una estupenda sonrisa ¡
Luego me dije.
¡Señor Pulgarin al ataque, es el tiro!
Y cuando se termino la pieza me dirigí hacia ella, le solicité si me hacia el honor de bailar
conmigo.
¡Ella accedió gustosa ¡
“De verdad que tener esa preciosa dama en mis brazos, me hacía sentir en las nubes. ¡Esa
belleza de mujer, me hizo olvidar por un instante a mi amada” ¡
¿Y cómo bailaba de bien la condenada?
Al terminar la pieza la lleve hasta su mesa. Luego le pregunte si podíamos seguir bailando, ella
me contesto que si. Yo en ese momento me encontraba feliz a su lado. Luego me presente, le
dije mi nombre, luego le pregunte como se llamaba, y ella me dijo muy sonriente, yo me llamo.
---------------MARIA EUGENIA CUARTAS-----------------------
¿Qué…Cómo? Casi me desmayo del susto tan terrible que me pego esa mujer. Hasta las
putas pelotas se me enfriaron. Casi me defeco del susto.
Ella me miraba sonriendo, y vio la palidez de mi rostro. Esto no lo podía creer. El mismo
nombre y el mismo apellido de mi novia. ¿Sería que estaba dormido y era una pesadilla? Casi
me muero del susto. Me quede automáticamente mudo. Se paralizaron todos mis músculos, no
le conteste nada. Solo la miraba mientras ella se reía. Ella al verme en esa situación tan
embarazosa me dijo.
Mire Herley, lo que pasa es que yo soy prima hermana de María Eugenia su novia, y tenemos
el mismo nombre y el mismo apellido. No me lo podía creer dos primas hermanas con el mismo
nombre y el mismo apellido.
En medio de mi susto y mi sorpresa, se arrimaron Ignacio y Mario la saludaron y al darsen
cuenta de lo sucedido con su prima, me gozaron de lo lindo. Al rato después de haber bailado
con ella varias veces, me despedí siempre con mucha pena y juré no volver a quemarme de
esa forma. Luego les dije a los muchachos.
Que quemonazo tan terrible, me pegue con su prima hermana, pero en verdad que linda era.
Luego me puse a pensar.
¿Qué par de primas tan preciosas estas dos mujeres? Al otro día era domingo, y no me quede
con las ganas de contarle a mi novia lo que me había pasado el día anterior, en el baile con su
prima.
Ella en vez de ponerse celosa, me pego un pellizco en él brazo, y me dijo. Eso le pasa por
estar coqueteando a espaldas mías y luego se puso a reír.

SE ME APARECE COMO POR ARTE DE MAGIA, UN AÑO TRAGICO.


++++++++++++++++++++++++++++++
Unos meses después de este fatal accidente, Nos encontrábamos en la época de semana
santa y ese jueves santo, estábamos listos para visitar monumentos, como era la costumbre
del pueblo católico. Nadie se quedaba sin estrenar ese día. Era un derroche de orgullo,
elegancia y vanidad por parte de todos los jóvenes, hombres y mujeres en general. Yo me
había puesto el baúl completo de pies a cabeza.
Voy a describir como era un hombre cachaco de verdad.
Estaba estrenando un vestido gris oscuro de cuadritos, camisa blanca de cuello almidonado,
corbata gris y blanca con mancornas y pisa corbata. Zapatos negros de cuero marca sicodec,
con sus medias del respectivo color, para quedar acorde con el vestido. Correa negra, pañuelo
doblado en forma de pirámide, en el bolsillo superior del lado izquierdo del saco.
Las joyas eran, reloj marca Omega enchapado en oro, montado en 28 rubíes suizo, el que me
había regalado don Alberto Gómez. Anillo de oro de 18 Kilates con un zafiro blanco.
La cadena de oro en forma de lazo con un santo cristo era la única joya que no se veía porque
estaba tapada con la camisa. Bien perfumado, hasta el pañuelo tenía perfume. Cabe anotar
que siempre se tenía un pañuelo nuevo de repuesto, por si en alguna ocasión se necesitaba
usar por parte de la novia.
Ese era el atuendo completo. Pedir más era imposible, dinero suficiente en mi billetera para los
gastos y vamos a la fiesta, que se nos hace tarde.
Eran las tres de la tarde. Llame por teléfono a María Eugenia para decirle que estaba listo.
Cuando llegue a su casa, no sé qué diablo paso. Tremenda sorpresa la que me lleve. Ella me
salió sin arreglarse yo me extrañe un poco al verla. Esa no era la pinta para salir. Cuando me
vio me dijo que estaba muy elegante. Luego me salió con el cuento de que su papa, no le
había dado permiso para salir conmigo a la iglesia.

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Y lo peor de todo, ese esmero que había dedicado toda la mañana en mi arreglo personal, para
darle una buena impresión a ella.
En el tiempo que teníamos de novios, aunque me vestía muy bien, nunca había puesto tanto
empeño en estrenar de todo, y para qué. Para decirme muy olímpicamente que su papa no le
había dado permiso para salir conmigo a la iglesia.
¿Y desde cuando una persona mayor de edad como lo era ella, necesita permiso para salir con
su novio a cumplir con los deberes de nuestra religión?
¿Dígame cual fue la causa para esta actitud tan poco usual ya que teníamos más de cuatro
años de noviazgo? ¿Yo no entiendo que paso, en que la he ofendido no entiendo esta actitud
de parte suya, y mucho menos la de su papa?
La verdad fue que me quede sin saberlo. Ella no me quiso decir nada. Después de cuatro años
de noviazgo, esto era el colmo.
En un tono bastante enérgico le dije. ¿O sale conmigo o se acaba este noviazgo y no vuelve a
saber nada más de mí?
Pero el temor y el miedo a su progenitor pueden más que el amor y la razón. Ella opto por
quedarse en su casa. Yo me subí para el parque como una fiera enjaulada.
Tratar de explicar con palabras escritas en un papel, toda la rabia que me dio en ese entonces
es como tratar de alcanzar la luna con la mano en una noche de luna llena. Las palabras de
grueso calibre que dije contra su papa son mejor ni pensarlas, ni mucho menos escribirlas aquí.
Me subí para el parque, me reuní con los pocos amigos que no tenían novia a tomar cerveza
en el Kiosco. Ellos se aterraron de verme solo y más en un día tan especial como lo era el
jueves santo, donde cada uno se dedicaba a salir con su novia.
“Después dicen que por que se odian tanto los suegros”
Viejo ladino he ignorante. ¿No hay derecho para imponerse de esa manera tan absurda y
mucho menos contra su hija tratándose de una mujer buena y hacendosa como lo era ella?
Lástima que no tuviera su mama viva. María Eugenia se había quedado huérfana a la edad de
siete años. Ella estaba a cargo de su papa y de su abuela mama Rosita como asi la llamaban.
Después de este suceso tan triste para mi, pase unos meses muy difíciles y amargos. Lo peor
de todo no había salida a montar maquinas. Después de haber disfrutado por unos años de
una tranquilidad, la naturaleza me había amargado la vida nuevamente.
Estaba seguro de que mis angustias y tormentos habían quedado atrás. Don Luís Ángel
Escobar era mi paño de lagrimas, los sábados y domingos me iba para la finca de el para no
verle la cara a María Eugenia. La lucha en mi interior no me daba tregua. Esta mujer no me la
podía sacar de mi mente. Le monté guardia puse a mis amigos para que me informaran si de
pronto la veían con algún muchacho, pero hasta el momento ella seguía sola y esto me
tranquilizaba un poco.
Como dice el dicho popular, al caído cáele. Otro feroz golpe y en la nuca para que no me
quedara ninguna duda de que la naturaleza se había acordado de mi para joderme
nuevamente la puta vida.
Don Emilio Burgos mi amigo, patrón y prácticamente mi padre adoptivo como estaba muy
anciano, se enfermo y no volvió a trabajar. A finales de septiembre de ese mismo año, nos
dieron la trágica noticia que había muerto, lo cual para mi fue un golpe muy duro
Paz en su tumba mi buen amigo, mi protector, mi maestro y mi mejor amigo.
A principios del mes de noviembre me toco irme para Bogotá a montar una número tres, a mis
tres viejos amigos don Belarmino Flechas y sus dos otros socios. Cuando termine el montaje
llame a don Alberto Suárez. El era el encargado de las maquinas en reemplazo de don Emilio.
Me dijo que me trasladara a Cali para recibir otra maquina para montarla. Como era 10 de
diciembre y yo estaba desesperado por ver a María Eugenia, aunque fuera de lejos, yo me hice
el de la vista gorda y me vine para Medellín.
Cuando llegué al Apolo don Alberto Suárez me dijo, que si no había recibido los pasajes para
que me desplazara a Cali y yo le dije que sí, pero que quería pasar Navidad con la familia, y
que en enero la iba a montar. El se quedo callado y luego me informo con el Dr. Manuel
Celedón. Este señor ni corto ni perezoso como buen sapo que se respete me hizo la mala
sangre. Luego Celedon me mando llamar y me dijo que con el era a otro precio. Que ya no era
el niño consentido y mimado de don Emilio.
¿O me iba de inmediato para Cali a montar esa maquina o me largara para la puta mierda?
¿Cómo les parece estimados lectores?
¿Qué añito tan amargo y trágico por el cual estaba pasando?
Uno bien aburrido, verraco y puto como me encontraba. Primero la pelea con mi novia sin tener
yo culpa de nada.

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Segundo la muerte de don Emilio y ahora esta actitud del Dr. Manuel Celedon, diciéndome que,
si no me iba a montar esa máquina de inmediato a la ciudad de Cali, me largara para la puta
mierda. En un mismo año tres poderosos golpes que me dejaron casi muerto. Este tipo de
cosas solo me pasan a mí. Otra vez la naturaleza me volvió a joder la vida cuando creía que
toda esa tormenta había quedado atrás.
A mí me tomo de sorpresa ese vocabulario tan fuerte del Dr. Celedon al referirse a mi persona.
En el había sentido un total apoyo y admiración por el buen desempeño que hice en mi trabajo
en los años anteriores. ¿Que le pasaba a este señor?
Él era un hombre más bien callado y muy poco se metía en los asuntos de los montajes. Esto
sí que se estaba poniendo feo, que añito tan amargo.
Vuelvo y repito. Primero la pelea en semana santa con mi novia, sin ningún motivo por parte
mía. Segundo la muerte de don Emilio Burgos mi maestro y amigo y ahora esta actitud tan rara
del Sugerente de la empresa, con relación a su mas fiel servidor.
El Apolo había puesto toda su confianza en mí y yo no me acuerdo de haberlos defraudado en
lo más mínimo. Todo lo contrario, todo eran elogios por parte de los compradores de maquinas
en todo el país. Así que le dije. Perdone Dr. Celedon, pero esa no es forma de tratar a un
subalterno, que se ha entregado por completo a su servicio, con responsabilidad y
profesionalismo. Y eso usted lo sabe muy bien.
Me voy y la semana entrante vengo por mi liquidación completa. Así que vaya consiguiendo
quien le monte su maquina si lo cree tan fácil. Soy el único en hacerlo y por ahora no me
reemplaza nadie.
¿Si o no señor Celedon?
El hombre me miro muy sorprendido. Ni de fundas esperaba esta reacción por parte mía. Se
quedó callado, prácticamente perdió el habla.
Salí de la oficina con orgullo y satisfacción. En ese momento me sentía grande importante. Por
fin me saque esa espinita que, en ese año de tragedia me tenía al borde de la muerte. Don
Alberto trato de retenerme. Yo le dije adiós amigo y perdoné todo lo malo. Guillermo subía a la
oficina y me salió al paso.
¿Qué le pasa hombre que no me saluda?
Yo le conteste, perdone Guillermo que le cuente don Alberto lo que paso. Luego me despedí de
el.
Me echaron del Apolo, pero eso era lo que menos me preocupaba.
A mi llegada había ciertos rumores que María Eugenia tenia un amigo y estaba conversando
con el. Me imagine que se trataba del mismo sujeto que vivía pendiente de ella. Ese tal Jairo
que venía desde Bogotá para conversar con ella.
Mala cosa para mí. Pero eran tantos los acontecimientos acaecidos en ese año, que no
alcanzaba a entenderlos bien. Todo se vino abajo. Perdí el trabajo, la muerte de don Emilio mi
patrón, la perdida de la novia, todo se derrumbó de un solo tajo.
¿Y ahora qué? Estaba tan absortó en mis pensamientos, que ni siquiera me di cuenta de que
mi hermano estaba de vacaciones en la casa. Se había traído las maletas del todo. Por
segunda vez le mamaba gallo al Nazareno, nuevamente renuncio a cristo Jesús, su divino
maestro.
Poca importancia le di al asunto. La carga de mi familia era bastante dura y necesitábamos de
la ayuda de todos para poder sostener esa casa. Salí para el parque me puse a conversar con
don Pablo el dueño de la heladería el Portal, me tome unas cervezas, me reuní con mis amigos
era viernes y al sábado había baile y fui invitado.
Al día siguiente me fui para la casa de Arcenio Carmona, dueño de papelería la Época, él
estaba enamorado hasta los jarretes de una prima de María Eugenia. Berta Tirado hermana de
Ignacio y Mario y vivía al frente de su casa.
Allí nos reunimos Orlando Jaramillo que se derretía por una hermana mía Lila. Gustavo
Sánchez dueño de una cantina en Mira Valles y la novia se le había casado con un amigo. De
manera pues que éramos cuatro los amargados que estábamos a punto de ser colgados del
cuello por el despecho. Subimos por la calle treinta A y al llegar a la esquina, vimos a María
Eugenia conversando con el amigo ese que vivía en Bogotá.
En mi ausencia se entero que yo había terminado con mi novia, y él ni corto ni perezoso le
cayó encima.

PARA RECOGER LOS RESTOS.


Cuando ella me vio se asustó. El hombre me miro y yo seguí sin demostrar que me había
clavado un puñal en el corazón.

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Mis amigos me miraron y seguimos. Al llegar al parque les dije. Vayan ustedes al baile que yo
me quedo aquí en el kiosco.
Orlando dijo yo también me quedo, luego Arsenio y al final Gustavo. Este nos invitó para su
negocio para tomarnos unas cervezas y oír música. Todos de una aceptamos. Allí nos metimos
la rasca más espantosa que yo recuerde en toda mi perra y miserable vida. Nos amanecimos y
nos fuimos a dormir casi a las seis de la mañana.
Ese domingo con esa rasca, dormí hasta la una de la tarde. Cuando me levante, lo primero que
me dijo mi mama fue. Oiga mijo: ¿usted fue que termino el noviazgo con María Eugenia? Por
qué me dice eso mama. Ella me dijo: fue que ahora en misa de doce, yo la vi con otro
muchacho y ella al verme como que se asusto un poco. En medio de mi guayabo yo le
conteste: no se preocupe por eso mama, que esa mujer es mía, y no hay hombre en el mundo
que pueda quitármela. Estamos disgustados hace días, pero eso lo soluciono muy pronto deje
y vera.
A mí no me gustaba preocupar a la vieja con problemas, que ella de ninguna manera me podía
ayudar a solucionarlos. Por eso yo me había callado con el cuento ese de mi novia. Mi mama le
tenia un gran aprecio a ella, casi puedo decir que quería más a la nuera que a su propio hijo.
Yo se lo dije varias veces a mi novia lo mismo que a mi mama.
Tampoco hice mención de la muerte de mi patrón y mucho menos, que en esos momentos me
encontraba sin trabajo. Me habían botado del puesto sin ninguna justificación. Para que
preocuparla con problemas que únicamente yo podía solucionarlos. Nadie se dio cuenta en la
casa de lo mal que la estaba pasando.
¿Qué me había pasado ese año? ¡Cómo era posible que en solo un año pudiera pasar tanta
tragedia? Por más que pensaba, menos lo entendía.
¿Qué pudo pasar ese jueves santo en la casa de mi novia, para que su papa le prohibiera salir
conmigo, si estábamos contentos? Es una pregunta que hasta el día de hoy no ha tenido
respuesta. La muerte de don Emilio, tiene justificación, ya que tenía como 85 años de edad. La
actitud del Dr. Manuel Celedon, tampoco le encontré justificación para que me tratara tal mal y
hasta me despidió de la empresa. Tres golpes duros en un solo año de los cuales yo no tenía
la culpa. Tanta tragedia junta cayó sobre mis espaldas y nunca las he podido entender. Se
puede decir sin temor a equivocarme que ese diciembre fue el peor y más amargo de los
últimos años de soltero. Lo pase muy aburrido y triste no encontraba sosiego. No fallaba todos
los fines de semana que era cuando mas falta me hacia ir donde mi novia. Me iba a los bailes
donde las Ateortua y en otros lugares de Belén.
Asi disipaba un poco el aburrimiento. Con la que si conversaba muy a menudo era con Lucia
Cuartas su prima hermana, mi amistad con ella crecía cada día mas, siempre el tema a tratar
era su prima. Ella me daba mucho aliento y me decía, que María Eugenia me quería mucho.
Al enterarse Lucia de por que fue la ruptura de nuestro noviazgo, después de tanto tiempo, me
dijo que era que su tío era muy jodon y por cualquier cosa las castigaba, asi fuera injusto su
modo de proceder como lo fue en este caso.
En cuanto a Jairo el muchacho que la visitaba no tenia por que preocuparme, ella lo atendía
únicamente por que venía desde Bogotá, y le daba pesar no atenderlo. Pero de ser su novia y
estar enamorada de el, era otra cosa muy distinta.
Paso ese mes amargo de las fiestas Decembrinas, y en enero fui por la liquidación a la fábrica.
No me habían dado toda la plata. Cuando el Dr. Sergio Villa se entero que yo estaba ahí me
mandó llamar y me pregunto que era lo que había pasado. Yo ni corto ni perezoso le conté,
punto por punto lo que el Dr. Manuel Celedon me había dicho. Eso para mí era una ofensa que
no podía pasar de largo. Eso de ser la ñaña de don Emilio no era cierto. Me lo había ganado
con mucho esfuerzo y sacrificio y trabajando muy duro.
¿Tan ligero se les olvido todo lo que hice por la fábrica en todo el país?
¿Cuántas maquinas había montado en todos esos años y jamás, óigalo bien Dr. Villa jamás,
habían tenido una queja de mi, por parte de los señores que les compraron las maquinas?
Al contrario, los elogios sobre mi conducta y mi comportamiento, todos ustedes lo sabían muy
bien. Ahora el Dr. Celedon quería joderme la vida, por que le dije que estábamos al final del
año y quería pasar la navidad en mi casa y en enero iba para Cali hacer el montaje.
De esa manera yo no estaba dispuesto a pasar por alto esa ofensa, asi que borrón y cuenta
nueva. Páguenme mi liquidación y nada paso aquí. Todo eso se lo dije al Dr. Villa que me
escuchaba sin decir una sola palabra. Mire Dr. villa.
¿Cuantas maquinas les he montado en todo el país y de verdad le digo que no estoy contento
con el sueldo que me pagan?

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Ahora el Dr. Celedon quiere matar la gallina de los huevos de ORO por el solo hecho de pedir
una tregua y unos días de descanso porque estamos en fin de año. Eso no me parece justo
El Dr. Celedon entro en ese momento. Yo me retire con don Alberto. Bajando las escalas me
puso el brazo en el hombro y me dijo. Bravo hombre así se habla. Este doctorcito nos la tiene
dedicada a todos aquí, nadie lo quiere y se cree las putas. Él no es más que un pobre cabron,
que de mecánica no entiende nada.
Si no fuera socio de la empresa, ya lo habían echado para la puta mierda. Luego me dijo: mire
Herley usted no nos puede dejar esa maquina sin montar en Cali. ¿Acuérdese que don Emilio
lo preparo para hacer esos montajes, y la empresa no tiene a nadie mas que lo haga, como
vamos a hacer? Muy sencillo don Alberto, para que no crean que soy una mala persona y
dejarlos jodidos, se las monto, pero al contrato, libre de viáticos y pasajes.
¿Cuánto cobra por hacerlo? ¿Qué maquina es?
Una número dos. Entonces vale dos mil pesos, libres de todos los gastos. Otra cosa don
Alberto. Pago por delante, para que después no haya malos entendidos, por aquello que
muerto el ahijado acabado el compadrazgo.
Luego me dijo: hombre usted ha aprendido mucho en estos últimos años. Así es don Alberto,
mucho me he matado en este trabajo, lo he dado todo y mire como me pagan. Yo tengo planes
para el futuro, no pienso seguir de empleado, pienso trabajar por mi cuenta estoy cansado de
tanta viajadera. Luego el me dijo tengo que hablar con el Dr. Celedón, por que yo no estoy
autorizado para este tipo de contratos.
Entonces hágalo de una vez don Alberto, para saber a qué atenernos. Suba donde el, yo lo
espero aquí, luego me puse a conversar con Guillermo Mascaros mi antiguo jefe. Paso como
una hora y luego me llamaron a la oficina del Dr. Celedón, me mandaron sentar, y el hombre
me miro y me dijo.
A mi me parece que esta pidiendo mucha plata por el montaje de esa maquina. Con la
alimentación y los pasajes se nos sube muy alto. ¿Por qué no arreglamos las cosas de otra
forma?
¿Y cuál es esa forma le pregunte?
Que sigamos trabajando como hasta ahora dijo él.
Mire Dr. Celedón si lo que me esta pidiendo es que me quede trabajando aquí, está perdiendo
su tiempo. Perdóneme, pero he tomado una decisión. Me voy tengo nuevos planes ya se los
comenté a don Alberto. Si a usted le parece caro, entonces consiga quien se la monte.
Además, mire cuantos años he viajado por todo el país y que he ganado. Un miserable sueldo,
que no compensa con el trabajo que les he hecho en todos estos años.
El hombre me miraba y no decía nada. Solo jugaba con el lapicero que tenía en las manos.
Buscando una salida favorable a su favor me dijo. Hombre a mí me parece que se está
aprovechando de la ocasión.
No señor no es así. La ocasión usted la provoco con su mala forma de proceder. Así no se
trata a los buenos empleados, y mucho menos conmigo que lo he dado todo en esta empresa.
Yo vine por el resto de mi liquidación, hablé con el Dr. Villa, el esta enterado de todo.
Él se rió y me dijo: ya me enteré de eso y no salí muy bien librado. Luego dijo.
¿Entonces en qué quedamos? En lo dicho Dr. Celedon, en dos mil pesos, libres de todos los
gastos. Alimentación y pasajes. Recuerde Herley que la alimentación se la da el comprador de
la máquina.
Eso lo sé, pero yo le cobro a la empresa todo. Usted decidirá. Tómelo o déjelo.
Don Alberto me dijo que usted exigía el pago por adelantado. Así es, no quiero tener problemas
a mi regreso. La situación no es nada buena para mí. He decidido trabajar por mi cuenta, y no
quiero seguir trabajando más de empleado. Lo mejor es cuadrar de una vez aquí, y evitarnos
problemas en un futuro.
El hombre se río y me dijo… hecho.
Me dio la mano y me dijo: en verdad usted es un verraco. Venga por su plata y sus viáticos en
esta semana. Cuente con eso Dr. Celedon.
Otra cosa Dr. Celedon. Por ahí me entere que vendieron una máquina número dos para
montarla en San Cristóbal. Si ud quiere yo se la monto, y me llevo a Hugo Cardeño para
enseñarle a montarla, y así ustedes no se perjudican en el futuro. Muchas gracias Herley
cuente con eso. El hombre me agradeció dándome la mano y me dijo En verdad ud Herley es
un verraco y supo corresponder en toda la confianza que pusimos en su persona. Razón tenía
don Emilio en poner toda su confianza en usted.

SE ABRE UNA NUEVA ETAPA EN MI VIDA.

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Después de haber pasado la peor navidad en mi vida, y con un año tan desastroso por todos
los sucesos acaecidos en ese año, en el mes de enero me fui para la ciudad de Cali. Monte la
máquina y luego me regrese sin pena ni gloria. Di mi reporte al Apolo como lo había hecho
durante los siete años que monte maquinas en todo el territorio nacional. Y como siempre
quedaron muy satisfechos con mi trabajo.
Luego agradeciéndoles de antemano todos los años que había trabajado con ellos, me retiraba
dignamente. El Dr. Celedón me pidió disculpas y se me puso a la orden. Les dije que había
resuelto trabajar arreglándoles las maquinas a todos los clientes de la ciudad y los repuestos
se le seguirían comprando al Apolo. Ellos recibieron con beneplácito mi idea y dijeron que me
apoyaban en lo que fuera. Dicho esto, me despedí de todos mis colegas y trabajadores de la
empresa, los cuales me felicitaron y me dieron ánimos, para seguir adelante. Me sentía libre,
no tenía miedo de enfrentarme a mi nuevo destino.
Sabía que tenía que luchar, pero ya estaba listo. El acero estaba forjado para empezar a dar
sus frutos. Que caray vamos a probar suerte por mi cuenta, para eso me había preparado
durante tantos años. Se llego la hora de demostrar todo lo que yo era y de que era capas.
Cuando estuve montando la maquina en Cali todas las noches las pasaba en el hotel
diseñando mi futuro. Entre esto y el recuerdo de mi novia, copaban por completo mi tiempo
libre. Luego de tanto pensar, se me vino a la mente.
¿Cómo es posible que no se me habia ocurrido antes, la solución la tenía en las manos, y no
me había dado cuenta?
Por fin vi luz verde en mi camino:
¿Para qué diablos había diez ladrilleras en Medellín, las cuales yo atendía y eran mis mejores
amigos?
Ya tenía la sartén cogida por el mango.
Cuando estuve en mi casa no dude en contarles a mi mama y al resto de mis hermanos lo que
me habia sucedido, luego me propuse a visitar uno por uno mis amigos y clientes.
Como me tenía que desplazar desde Belén hasta el barrio San Javier que era donde quedaban
cuatro ladrilleras, luego subir al barrio Alta Vista y luego al rincón donde quedaban las otras
seis, me quedaba muy lejos. Para ahorrar pasajes y ganar tiempo, me compré una bicicleta
nueva, y así pude desplazarme más rápido.
Cabe anotar que tenía muy buenos ahorros en el banco y con la liquidación que me dieron en
el Apolo y la plata del último montaje mis ahorros estaban muy bien. Tenía dinero suficiente en
el banco para gastar unos buenos meses.
Cuando les comunique a todos mis amigos dueños de las ladrilleras, lo que me habia pasado
en el Apolo, todos me apoyaron. Ellos se pusieron muy contentos, no solo por que les salía
mas barato las reparaciones conmigo y así todos ellos me podían a ayudar a salir adelante.
Don Luís ángel Escobar me dijo. Mire Herley lo felicito por esa decisión, cuente con todo mi
apoyo.
Dicho y hecho, por este lado solucione mi problema, ahora quedaba el asuntico aquel con mi
novia, me estaba haciendo mucha falta. Más de nueve meses de haber terminado nuestro
noviazgo. Ya era hora de volver a tomar las riendas y así lo hice. Un miércoles la espere al
frente de la casa de una de sus amigas Olga Salinas. Ella subía para misa, me le arrime y la
salude. Al verla la extrañe un poco, se habia tinturado el pelo y estaba muy maquillada. Yo
sabía que ella tenía un salón de belleza en su casa y estaba trabajando en él. Sus primeros
teñidos los habia experimentado con su propio cabello.
Desde luego que después del saludo cosa que a ella no le gusto mucho, el susto por parte de
ella fue terrible. Además, yo no fui muy galante que digamos. Lo primero que hice fue criticarle
el pelo como también el maquillaje. Le dije muy claro.
El hecho que usted y yo estemos bravos no significa que se convierta en un payaso.
Ella furiosa me contesto.
¿Quien se cree que es usted, para que venga a regañarme de esa manera?
¿Yo hago con mi vida lo que se me de la gana?
¿Un momento señorita, yo vengo hablar de nosotros?
Ella me contesto: yo no tengo nada de que hablar con usted.
Pero yo sí. Otra vez volvimos al principio cuando me le arrime por primera vez.
“Entre nosotros ya no hay nada, además tengo novio y su persona no me interesa en lo más
mínimo.
¿Qué?... me importa un comino su tonto y estúpido novio. Usted no lo quiere a al si no ami. De
manera que vamos arreglando esto de una buena vez”.

89
Prácticamente la obligue a que me escuchara. En la tira y afloje de la discusión, no nos dimos
cuente de la llegada de su papa y fue tanta la mala suerte que nos pillo conversando en una
esquina. Después de un regaño para los dos, no le quedó más remedio que decirnos que si
tanto nos queríamos, nos fuéramos a conversar a la casa.
Ahora bien. ¿Ya me imagino lo que se estarán preguntando, como fue esta reconciliación?
Ya se pueden imaginar. Casi un año de ausencia y de de sufrimientos por parte de los dos,
creo que ameritan una docena de besos y abrazos, porque de verdad el amor que nos
teníamos era muy leal y sincero. Iba resuelto a casarme con ella, y cuando se lo dije ella se
asusto.
¿Y ahora qué hago con Jairo?
¿Es que de verdad le interesa ese tipo? ¿Pues despáchelo o es que todavía le queda alguna
duda sobre mí? Y ella me respondió con un beso.
Luego le di Quinientos pesos para que fuera guardando para empezar a comprar cosas. El
sábado vamos a la joyería novedad para escoger las argollas del matrimonio.
Ella estaba feliz. Yo le recomendé, que no dijera nada en su casa, hasta que no tuviera las
argollas en su poder. Y yo hablara con don Tomas.
Ahora me faltaba comunicarlo en mi casa ya estaba decidido, me caso con ella y punto.
Cuando le comunique a mi mama ella se puso algo triste por que de verdad mi ayuda le iba
hacer mucha falta.
De ninguna manera yo me podía quedar con esa obligación toda la vida. Había cumplido con
ellos. Ya era hora de organizarme y formar un nuevo hogar. Ya estábamos viviendo en la
Bolivariana en un tercer piso de un señor Guillermo Correa, era el síndico de la parroquia de
Belén, y hermano de don Juan Correa, dueño de una ladrillera en Alta Vista, también cliente
mío.
Por la confianza que me tenia don Guillermo, no me habia exigido fiador para alquilarme la
casa. El anuncio de mi matrimonio con María Eugenia fue bien acogido por parte de todas mis
hermanas. Hasta mi hermano me felicito. Por otra parte, en esos últimos meses había
tranquilidad. Yo me había desentendido por completo de mi familia, todo marchaba muy bien.
Al sábado siguiente, en las horas de la tarde, me fui con mi novia para el centro a comprar las
argollas del matrimonio. Fuimos al restaurante Doña María, que quedaba a una cuadra del
parque Bolívar. Pedimos para comer una torta española. Luego nos dirigimos hacia la joyería
Novedad, donde el hermano de don Antonio el dueño del Almacén Jamer me recomendó muy
bien.
Escogimos las argollas, eso si, al gusto de María Eugenia. Luego nos las entregaron con el
compromiso de devolverlas, para poderlas marcar con la fecha del matrimonio.
Luego nos fuimos a celebrar al Astor con dos suculentos helados y después nos regresamos a
la casa de ella. Yo me fui para la mía, estaba listo para pedir la mano de ella y fijar la fecha de
nuestro matrimonio. Cuando llegue ella estaba esperándome en el corredor. Luego de una le
dije que me hiciera el favor de llamar a don Tomas. Le pregunte si ya le había dicho algo, ella
me contesto que si, me dijo que le habían parecido muy bonitas las argollas. Cuando salió, lo
salude de mano, era la primera vez que lo hacía en cinco años. Le comenté sobre la decisión
que teníamos de casarnos, él estuvo de acuerdo. Ese noviazgo lo tenía preocupado, porque de
verdad estaba muy largo. El me dijo que María Eugenia me quería mucho, yo le conteste que
yo también y por eso venía a pedirle permiso para casarme con ella.
Teníamos cinco años y medio mas o menos contando los casi diez meses que estuvimos
separados, porque, en ese tiempo, nunca dejamos de querernos. Tenía veintisiete años
cumplidos y María Eugenia veintidós. La edad que nos separaba era cinco años. Con la edad
que tenía 27 años cumplidos, ya era una persona mayor y muy responsable. De manera pues
que estaba más que listo para emprender el nuevo camino del matrimonio La mujer que el
destino me había dado, era más madura y seguía igual de hermosa cuando la vi por primera
vez en el corredor de su casa.
Es de anotar que en mi se habia desarrollado una capacidad de expresión bastante avanzada.
Leía mucho y me documentaba por medio de revistas y películas, además las continuas
charlas que tenia con don Luís Ángel Escobar y don Israel Arango, dos hombres de edad y
muy cultos. Don Israel me había dado por completo la reparación de la maquina. De esto
hablare mas adelante, es un capitulo muy importante en mi vida. De manera que entre don
Tomas y yo, tuvimos una charla ese día bastante amena y cordial. Si la memoria no me falla
era mitad de año. Yo iba a visitarla diariamente sin fallarle un solo día, nuestras conversaciones
giraban solamente en los preparativos de la boda. Continuamente le daba plata a ella para que
fuera comprando lo mas importante, como tendidos y sabanas. Ella se desplazaba a la casa de

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mi mama en las tardes para que le ayudara en sus costuras. Era lindo ver como mi mama la
quería como si se tratara de otra hija, entre las dos nació una amistad muy sincera y cordial.
Cambiando un poco el tema para seguir adelante, yo estaba trabajando medio día con don
Israel Arango en la ladrillera Moderna. Él había importado una máquina de España, para
fabricar ladrillos al vacío. A mi me toco ayudar a montarla, con un señor don José era español
el me enseño todos los trucos. Esta maquina era muy distinta a las del Apolo.
El me había entrenado para el manejo de ella era enorme y muy moderna. Nadie más indicado
que yo para hacerme cargo de su manejo. Mi experiencia en el montaje de este tipo de
maquinas me acreditaba para encargarme del manejo y la reparación de esa maquina.
Con este nuevo paso en la modernización de las maquinas que estaban llegando al país para
sacar ladrillos al vacío, me convertí en el mecánico de la única maquina al vacío que habia en
la ciudad de Medellín. Este nuevo ladrillo era de mejor calidad y mejor presentación.
La universidad de Antioquia fue construida con ladrillos de esa empresa. Ahí también tengo yo
mi granito de arena. Yo trabajaba como mecánico arreglándole los repuestos a la maquina
hasta medio día. El administrador era un muchacho Libardo Restrepo, el cual éramos muy
amigos. Desde que yo le monté la primera máquina, lo puse al pelo en el manejo de esta nueva
máquina y empezamos a trabajar en llave. De manera que me quedaba todas las tardes para
visitar a mis clientes.
Ganaba muy buena plata. Casi tres veces más de lo que ganaba en el Apolo y sin tener que
rendirle cuentas a nadie. Pero cuando se tiene una obligación tan grande y una familia tan
numerosa para sostener, no hay sueldo por muy bueno que sea que aguante. Más si se tiene
un tren de vida bastante respetable como nos lo habíamos impuesto nosotros.
Una de mis hermanas mayores se había casado antes de traérmelos para Medellín. (Graciela).
Su marido colgó los tenis murió de fiebre amarilla en Turbo ant. Dejándole una gran fortuna en
hijos.
Seis niños y uno a punto de salir del cascarón.
La miseria en que se encontraba mi hermana era igual a la que tenía mi familia cuando me los
traje a vivir a esta ciudad. Eso me estremeció de pies a cabeza. Nosotros en un gesto de
misericordia para con ella nos la trajimos a vivir a nuestra casa, creciendo así esa familia
enormemente.
Ocho miembros más y lo peor de todo; muy enfermos y desnutridos. No quiero dar mas
detalles sobre este amargo y escalofriante suceso. Solo les diré que mi hogar se convirtió en
un hospital para niños.
La carga era bastante dura. Ahora con estos nuevos gastos de mi matrimonio, mis ahorros se
iban mermando poco a poco.
Quería comprar mis cositas de contado para no tener deudas cuando estuviera casado.
En el almacén Jay le compre una estufa de dos puestos marca Quiel con horno.
Todo estaba listo: nos casábamos el día trece de enero un día viernes, fecha muy mala para
los supersticiosos. En la casa de mi novia habían hecho la lista de los invitados.
La mayoría fue por parte de ella. Su familia pertenecía a una de las familias más adineradas y
de mayor prestigio en esa época en el barrio Belén. (Los cuartas).
La cuota que me dieron a mi fue muy pobre. Prácticamente nada. Únicamente mi mama, mis
tres hermanas y mi hermano. También invitaron a don Israel Arango y doña Benilda Tirado y
eso por que eran parientes de la mama de María Eugenia.
Lo curioso de todo esto fue, que no me dieron la oportunidad de invitar a ninguna persona por
parte mía. Ni un solo amigo en especial a don Luís Ángel Escobar que era una persona muy
especial para mi. El ya conocía a María Eugenia, por que en ese mismo año habíamos ido
hasta su finca para que la conociera.
Él se alegró mucho por que en verdad mi novia no solo era muy bonita sino muy atenta y
cordial. De manera pues que para mi lo que ellos dijeran estaba bien. La fiesta corría por parte
de la familia de la novia, por lo tanto, ellos eran los anfitriones y no había ninguna discusión.
En cinco años de noviazgo que tuve con María Eugenia solamente entre a la casa una sola
vez, y fue en ese diciembre un mes antes de mi matrimonio. Vimos televisión unos minutos.
Recuerdo muy bien el programa que estaban presentando, un musical de Roberto Carlos.
Estaba cantando el cacharrito, que estaba muy de moda era diciembre de 1.966.
Cuando paso el programa nos salimos para la parte de afuera, la verdad sea dicha. Yo me
sentía ahogado en esa sala. Nos sentamos en el muro que habia sido testigo de tantos años de
noviazgo y era como un santuario para nosotros dos. Alli pasamos nuestros mejores momentos
de nuestro noviazgo. Era el lugar más adecuado para despedirnos de todos los recuerdos que
teníamos.

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********************MI MATRIMONIO***********************
Ese viernes día de mi matrimonio que era a las siete de la noche, en las horas de la mañana
me fui con José Luís Estrada chofer de la ladrillera, para subir mis corotos que consistían en mi
cama, mi chifonier, mis dos nocheros, como también mi ropa y una cantidad de discos L. P.
que eran míos, todos objetos personales.
Las demás cosas que yo había comprado para mi mama muebles de sala, comedor, radiola,
máquina de coser industrial, reloj de péndula, radio estufa licuadora y demás objetos se
quedaron en la casa, no toque ni una aguja.
Luego arrime a la casa de María Eugenia por su ropa, el secador de cabello una mesita, la
estufa, una cantidad de matas y un taburete viejo. Eso era todo nuestro patrimonio. Me subí
para la terminal de Belén, al frente de la fábrica Vicuña, habíamos alquilado un segundo piso
por doscientos cuarenta pesos mensuales. El dueño era un señor don Raúl, tío de Jael, la
mujer de Tomas mi cuñado.
En las horas de la tarde me entregaron el yugo de la novia. Yo le había dado plata para
comprarlo. Alberto Cuartas un familiar de María Eugenia tuvo la gentileza de prestarnos el
automóvil para el matrimonio, era un Mercedes de color negro muy elegante.
Alberto era en ese tiempo dueño de la farmacia Céspedes una de las mejores de nuestro
barrio. El hombre era muy adinerado, cuando vi ese carro me quedé fascinado por su belleza,
el chofer lo tenía como un espejo. Desde las cuatro de la tarde estaba parqueado en la casa de
mi novia esperando el gran acontecimiento.
A las cinco de la tarde me empecé a arreglar. Me metí al baño me afeité y cuando salí, y
estaba dispuesto para vestirme, mi mama entro en mi pieza con mi papa. Ella me hizo arrodillar
para darme la bendición y luego me dijo. Mire mijo.
“usted se ha portado con nosotros como un verdadero padre, echándose a cuestas una
obligación que no le pertenecía. Desde que nos trajo para Medellín a visto por toda la familia y
nos a sacado adelante. Dios lo bendiga y lo ayude en su matrimonio. Le aseguro que va a
triunfar en la vida, se lleva una excelente muchacha yo estoy segura de que Dios lo premio con
esa buena mujer”.
Ella lloraba y me abrazaba y mi papa también me bendijo y me deseo mucha prosperidad en mi
matrimonio. Luego ellos se retiraron para que yo me pudiera vestir. Elegí para mi matrimonio
un vestido azul de rayitas muy elegante, que don Antonio el dueño del almacén Jamer me
ayudo a escoger, después de darme un abrazo y desearme muchos éxitos en el matrimonio.
Como aguinaldo me regalo cien pesos los cuales le agradecí con un buen apretón de manos.
Ese día estrene de todo de pies a cabeza y con toda la razón.
Pues era el día más importante de mi vida. La felicidad que yo sentía no tenía límites. Cuando
termine de arreglarme, llame a mi hermano y le dije. Llévele esta plática a mi mama y dígale
que ya es lo último, por que de aquí en adelante empiezo con mi nueva obligación.
Don Alberto Velásquez el patrón de mi hermana Dolly nos presto el carro para que me llevaran
a la iglesia. Esta era la capilla privada de los misioneros de Yarumal. Fernando Cuartas mi
cuñado era sacerdote y pertenecía a esa comunidad, era el que nos iba a casar. Cuando
llegamos la capilla estaba abierta y muy bien arreglada, con ramos de flores blancas.
Qué lugar tan íntimo y hermoso. La paz que se respiraba allí era de verdad contagiante. Se
sentía la presencia del creador en ella, entre y me arrodille.
El gozo que sentía dentro de mi era muy grande, estuve a punto de ponerme ha llorar.
Espere un rato hasta que mi hermano me dijo que María Eugenia habia llegado. Me quede
parado al pie del altar con mi mama. Ella venia toda cubierta con un vestido blanco y un velo
que no le dejaba ver su rostro. Nos miramos un poco asustados los dos. A mi me temblaban
las piernas y me cogió un zumbido en los oídos que casi ni podía oír. El susto que tenía era
horrible. El sacerdote era Fernando mi cuñado y mi hermano fue el que leyó la epístola de San
Pablo. Como el había estado en el seminario lo hacía muy bien. Yo ni me daba mucha cuenta
de lo que estaba pasando. Los pajecitos eran los hijos de mi cuñada Rosa, Liliana y Carlos
Alberto, estos niños me querían mucho por que, cuando mi cuñada iba de visita donde su
papa, ellos se lanzaban sobre mi para que yo jugara con ellos. De verdad que esos niños, me
tenían mucho cariño. En pleno matrimonio el niño Carlos Alberto no me dejaba tranquilo, varias
veces Rosa tenía que llamarle la atención para que me dejara de molestar.
Luego vino la comunión, la puesta de las argollas y los declaro marido y mujer. El beso que nos
dimos en nada se parecía a los que estábamos acostumbrados. Pero no habia afán, esta mujer
ya era mía, y teníamos toda una vida para disfrutar de nuestro amor. Luego la salida

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felicitaciones, abrazos, besos y muchos éxitos fueron las palabras de todos los asistentes al
matrimonio.
Yo me sentía muy incomodo por que la verdad sea dicha, no conocía a nadie de la familia de
mi esposa. Como la mayoría de ellos eran de dedo parado y gozaban de buen prestigio en la
ciudad pertenecían a la alta alcurnia. Jamás tuve la oportunidad de conocerlos y dialogar con
alguno de ellos. Todas esas personas eran desconocidas para mí. Al único pariente de mi
señora don Baltazar dueño de la ladrillera si lo salude y el me felicito con una flamante sonrisa.
Nos montamos al carro rumbo a la casa donde se celebraba la fiesta. Cuando llegamos el
gentío que habia esperándonos era impresionante. Casi no nos dejan bajar. Como su familia
era tan conocida en nuestro barrio era el clan de la familia Cuartas una de las tres familias más
pudientes de las décadas de los años cuarenta cincuenta y sesenta. La casa estaba llena de
invitados todos de la familia de mi esposa.
Cuando entramos, nuevamente abrazos, besos adulaciones y lisonjas de parte de los invitados.
No había persona que no nos dijera que hacíamos una pareja muy bonita y en verdad
teníamos las dos muy buena presencia.

*************************LA FIESTA. ****************************


Después de saludar a la mayoría de los invitados, me sentí un poco sofocado con tanta lisonja.
Toda esa gente era extraña para mí. No vi ningún conocido, ni siquiera vi a mi mama y
hermanas por ninguna parte. Le dije a mi señora que quería saludar a su abuela.
Ella me llevo de la mano porque su abuela estaba muy enferma.
Ella se alegró mucho al verme y quedo muy agradecida por el gesto tan noble de parte mía, de
ir a conversar con ella. No se había presentado la ocasión en esos cinco años que tuvimos de
noviazgo.
Solo una vez se asomo por la ventana y me vio.
El comentario que le hizo a su nieta fue que hacíamos muy buena pareja.
Estuve más de una hora dialogando con ella y la impresión que me dio fue que le caí muy bien.
Como lo dije antes era un excelente conversador. Ella me dio la bendición y me dijo que me
llevaba la mejor de sus nietas, que la cuidara mucho. También me comento de todo el amor
que su nieta sentía por mí.
Yo le dije. Doña Rosa. Tenga la seguridad de que yo no solo voy a velar por ella, sino que
vamos a salir adelante, por que yo también la quiero mucho, por eso me case con ella. Como
usted bien lo sabe, soy un hombre pobre, no tengo fortuna, más que mis dos manos para
trabajar. Pero le aseguro que su nieta no le va a faltar nada conmigo. Ella inclinándose un poco
me tomo de la mano y me lo agradeció. Doña Rosa sentía un gran cariño por su nieta, por que
fue muy buena con ella, cuidándola en su enfermedad. Luego tomándome de la mano me dijo.
Gracias por su visita y vaya a disfrutar de su fiesta. Me despedí de doña Rosa y luego me dirigí
donde se encontraban los invitados y me fui derechito a conversar con don Israel Arango y mi
hermano. Así transcurrieron casi tres horas. En todo ese tiempo no vi a mi esposa por ninguna
parte. Ella estaba muy entretenida con sus amigos y familiares.
Como esa familia se creía el ombligo del mundo y a mí no me dieron ninguna participación en
ella, yo me aleje de esa gente. Se trataba de una fiesta para mi esposa. Les puedo asegurar
que no tome parte activa en esa reunión. Ya que se trataba de la familia de mi señora y no de
la mía.
Por mi parte me entretuve conversando con don Israel Arango y mi hermano Carley. La verdad
es que poco o nada participe de la fiesta. Llegadas las once de la noche nos despedimos para
retirarnos para nuestra casa. Al otro día viajábamos a Cartagena para nuestra luna de miel.
A mi señora le dijeron que se quedara hasta el otro día y ella no quiso. De manera que nos
subimos en el carro de Alberto, el habia dado la orden de que no lo movieran hasta que no nos
dejara en nuestra casa. ¡Hermoso gesto de Alberto Cuartas con ese detallazo que tuvo para
con nosotros de prestarmos el Mercedes hasta el final!

*******¡NUESTRA MARAVILLOSA LUNA DE MIEL ¡*******


Al otro día nos madrugamos a las siete de la mañana, nos bañamos y bajamos a la casa de mi
suegro allí desayunamos. Salimos para el aeropuerto en el carro de don Tomas. El avión salía
a las once de la mañana y habia que estar con una hora de anticipación en el aeropuerto. Nos
acompañaron para despedirnos Lucia su prima, y Tomas su hermano mayor, la felicidad de
nosotros no tenia limites, ya habíamos separado el hotel en Cartagena, era el hotel España,
quedaba casi al frente de la playa. Cuando se llegó la hora nos subimos al avión, ella tenía
mucho susto. Por parte de mi señora era la primera vez que montaba en esos aparatos. Ella se

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agarro de mi brazo muy fuerte y yo le dije tranquila que vamos es para el cielo. (Era una broma
de mi parte).
Imagínense ustedes siete años viajando en Avión por todo el país, hasta cinco veces en el año,
era lógico que hubiera perdido el miedo. Más o menos el vuelo duro hora y media, por que en
ese entonces eran aviones de dos motores con hélices, no habían inventado los Jet de turbina
que son mas rápidos.
Cuando nos anunciaron que estábamos próximos a aterrizar en el aeropuerto de Cartagena. A
mi señora le volvió el alma al cuerpo, en el transcurso del viaje estaba muy asustada y eso lo
sabia yo por la presión que sentía de su brazo contra el mío. Por fin llegamos, el vuelo fue
maravilloso estábamos a catorce de enero con un verano hermoso.
Conseguimos un taxi para trasladarnos hasta el hotel, yo estaba muy ducho en eso de viajar,
cuando se llega a una ciudad extraña, siempre mete uno la pata, pero la experiencia no se
improvisa y para mi no fue difícil orientarme. No estaba solo como en otras ocasiones, estaba
de por medio mi señora y la cosa era muy distinta. Ella era mi mayor tesoro y habia que
cuidarla a toda costa.
Cuando llegamos al hotel nos dirigimos a recepción, nos identificamos mostrando los papeles
que nos habían dado en Medellín. Nos atendieron muy bien, nos asignaron la pieza que nos
correspondía, nos dieron las instrucciones para la alimentación y bien venidos. Esperamos que
disfruten de su estadía en Cartagena. Como toda luna de miel que se respete, cuando dos
personas se casan muy enamoradas como lo estábamos nosotros, no cabe la menor duda que
la felicidad era completa. Fuimos a todas partes Islas del Rosario, San Fernando, Castillo de
San Felipe, la Popa, estuvimos en casi todas las playas de Cartagena, también recorrimos la
ciudad visitando todos los monumentos y lugares históricos, hasta las iglesias las visitábamos.
Recuerdo que una noche fuimos a misa a darle gracias al todo poderoso por nuestro
matrimonio y nos tocó ver una pareja que se estaban casando. Se veía a la legua que eran
muy pobres y humildes tanto los novios como los acompañantes estaban muy mal vestidos.
Entonces recordé el mío. Que diferencia tan grande la que habia en las clases sociales,
aunque nosotros no éramos ricos el matrimonio si habia sido por todo lo alto. La capilla era
privada, nos habían prestado el mejor carro de ese entonces, un Mercedes negro muy lujoso
muy buena fiesta.
Tenía mi mente ocupada en estos pensamientos, cuando mi señora me dijo que fuéramos a
comulgar. En ese momento les estaban dando la sagrada eucaristía a los novios y asi termino
la misa.
No quise hacer ningún comentario a mi señora de lo que estaba pensando para no angustiarla.
Con ese calor tan infernal que hace en la costa, tomábamos jugo de seguido. Recuerdo en
especial la primera vez que pedimos dos jugos nos sirvieron dos licuadoras llenas. No fuimos
capaz de tomárnoslos, luego en los días siguientes solo pedíamos uno para los dos y con todo
eso quedábamos repletos, así era de abundante la comida. Llevábamos una semana de luna
de miel y nuestros fondos estaban bastante diezmados. Entonces le dije a mi señora que ya
era hora de regresar. La plata del hotel la teníamos separada, ella me dijo que nos quedaremos
unos días más. Saco de su bolsillo seiscientos cuarenta pesos y me los entrego.
Era mucha plata en ese entonces. Le dije no es bueno que no la gastemos del todo aquí,
vamos a pasar dos días a Santa Marta y luego nos regresamos, asi lo hicimos estuvimos en la
quinta de san Pedro Alejandrino, en el rodadero y otros lugares de interés turístico.
Al regreso a Cartagena no podíamos casi ni dormir, lo teníamos que hacer bocabajo
estábamos ardidos los dos en la espalda. Casi con ampollas nos habíamos expuesto mucho al
sol, por que no dejábamos la playa ni un solo día y nos quedábamos en el mar demasiado rato.
Cuando llego nuestra partida, nos sucedió algo muy extraño para regresar a Medellín,
anunciaron nuestra partida abordamos el avión a las diez de la mañana. Nos llevo a Santa
Marta de allí nos devolvieron otra vez a Cartagena, estuvimos como una hora esperando no
sabíamos que pasaba. Nos estaban montando en el avión equivocado, unos extranjeros que
venían con nosotros eran los que discutían no sé qué cosa. Pues nosotros no estábamos
enterados de nada, después nos montaron en otro avión con destino a Bogotá.
Eran casi las cuatro de la tarde, prácticamente todo el día subido en esos aviones. Ni yo que
estaba enseñado a montar en ellos me pude escapar del mareo. Entonces como estaría mi
señora, nos tenían como a Jesús, de Erodes a Pilatos. Todos nosotros estábamos muy
preocupados. Cuando llegamos a Bogotá eran las cinco de la tarde, nos bajamos unos minutos
los cuales aproveche para mostrarle el aeropuerto a mi señora y de plano comprar unos
quesos que vendían muy buenos. A las cinco y veinte otra vez el anuncio pasajero en tránsito
que vienen de Cartagena, favor abordar el avión con destino a Medellín por fin ahora si.

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Cuando llegamos a tierra Antioqueña estaba a punto de oscurecer, eran las seis y media de la
tarde cuando llegamos no encontramos a nadie en el aeropuerto. Nosotros un día antes de
salir habíamos avisado del regreso y al ver que no aparecíamos por ninguna parte se fueron.
En el aeropuerto Holaya Herrera no quedaba nadie, a esa hora nos entregaron el equipaje sin
revisar nada.
De manera que cuando llegamos a la casa de don Tomas, nos preguntaron que habia pasado,
nos esperaron desde las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde y al ver que no
aparecíamos se fueron. Les contamos todo lo que nos habia sucedido, pero lo importante era
que ya estábamos nuevamente en nuestra tierra decididos a enfrentar nuestra nueva vida.

--------------------MI PRIMER DESENGAÑO. ---------------


Ya estábamos instalados en nuestro hogar. Yo habia vuelto a la ladrillera para cumplir con mis
obligaciones como mecánico, todo estaba marchando muy bien. Libardo en esos días no habia
tenido ningún contratiempo con la máquina. Don Israel me saludo y me tuvo contándole hasta
los más mínimos detalles de mi paseo. La primera visita que hice fue a don Luís Ángel
Escobar. Primero para pedirle disculpas por no haberlo invitado a mi boda. Le explique lo
sucedido: Por mi parte únicamente a mi mama mis tres hermanas y mi hermano y pare de
contar. Las invitaciones como era costumbre eran por parte de la novia.
Él lo entendió muy bien y me dijo. No se preocupe hombre Herley, que yo sé cómo son esas
cosas. A mí me pasó igual, en mi caso ni siquiera invitaron a mi familia.
Luego saco cien pesos de su bolsillo y me dijo: aquí tiene mi regalo de bodas, por que me
imagino que debe de estar algo pelado después de tanto gasto. Yo le conteste imagínese
usted.
Y ahora, cuénteme
¿Como le fue en su luna de miel?
Y nuevamente le conté todo mientras nos tomábamos unas cervezas. Como yo tenia una
cámara de fotografía había tomado muchas fotos y quede de mostrárselas cuando las revelara.

VULVE LA NATURALEZA A JODERNOS LA VIDA.


Una semana después, de haber llegado de nuestra luna de miel, salí del trabajo al medio día y
me fui para mi casa en mi bicicleta. Subí las escalas. Vivíamos en un segundo piso y me fui
directo a la cocina y no encontré a mi señora. Empecé a buscarla por toda la casa me dirigí a
mi habitación y allí estaba acostada. Le pregunte que le pasaba y ella me dijo que le habia
dado un dolor muy fuerte en la vesícula.
El susto que me dio fue enorme. Ella me dijo que el Dr. Ospina ya habia estado allí, el era el
medico de la familia y ella lo habia llamado para que la atendiera. Le habia suministrado una
droga y estaba un poco más calmada. Había dejado una fórmula para conseguirle una droga,
en caso de que le volviera el dolor. Habia dejado el nombre de una inyección para que se la
pusiera lo más rápido que fuera posible, para evitar asi una operación de urgencia. Me quede
con ella hasta muy tarde acompañándola, cuando a eso de las seis y media le volvió el dolor.
Con el susto que me dio y la poca experiencia que tenia en ese sentido, cogí mi bicicleta y me
dirigí a la farmacia Céspedes y le conté a Alberto lo que le estaba pasando a María Eugenia.
El personalmente me despacho la droga, no quiso cobrármela y me dijo que fuera a la casa de
don Tomas y le contara para que subiera a aplicarle la inyección a su hija. Arranque
nuevamente calle abajo y cuando llegue toque la puerta y me abrió Luz Elena su hermana
menor. Al verme tan asustado me pregunto. ¿Que me pasaba y le dije?, que María Eugenia se
me estaba muriendo de un cólico a la vesícula. Ella también se asusto y me condujo donde mi
suegro, que en ese momento estaba oyendo un comentario deportivo en el radio, por que el,
era un fanático del fútbol, era hincha acérrimo del Nacional.
Cuando me dirigí a él lo saludé y luego le dije lo que en estos momentos estaba sucediendo
con su hija. Estaba muy enferma y había que atenderla inmediatamente. Le dije sobre la
inyección que le habia mandado el Dr. Ospina por si le repetía el dolor.
Habia que aplicársela inmediatamente, y que Alberto Cuartas, me habia mandado para donde
el, por que sabia aplicar inyecciones y esto era un caso de suma urgencia.
La respuesta que me dio mi suegro se las voy a narrar mas adelante.
La rabia, la tristeza y la amargura que siento al narrar esta parte de mi historia, de verdad que
pone a llorar a cualquiera. No joda carajo… esto que me paso con solo veinte días de casado
no se lo cree ni el diablo. Antes de seguir adelante con este terrible he increíble episodio, me
veo en la obligación de suspender esta parte de mi historia, para hacerles un comentario. Esto
si es como para ponerse uno a llorar de la rabia y de tristeza. Es increíble, que le sucedan

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estas cosas a un matrimonio joven que esta empezando a luchar y salir adelante. Y más a
nosotros que hicimos las cosas bien desde el principio.
A través de la historia del hombre, siempre se ha dicho y sostenido, en todos los idiomas, como
también en las distintas razas inclusive, en cualquier tipo de credo o religión.
Que unos buenos padres dan hasta su último aliento de su existencia para salvar a sus hijos y
procurarles todo lo que necesiten en su vida, sin límites de edad, o condición social, que es la
base para la prolongación de su vida aquí en la tierra.
Lo vemos muy a menudo en el reino animal. Ellos nos dan ejemplo, defendiendo a sus
cachorros con garras y dientes, de cualquier depredador que se les arrime, con la más mínima
intención de devorarlos. Todos ellos sin excepción, exponen hasta sus propias vidas para
proteger a sus crías para la continuación de su especie.
Esto es una ley de la naturaleza. Entonces me pregunto.
¿Cuáles son los verdaderos animales?
¿Acaso no lo serán algunos seres humanos, encargados por un Dios creador, de sacar el
mundo adelante, y cogen a sus hijos y los devoran como verdaderas hienas?
“¿A millones de seres humanos en todo el planeta, no les dan la más mínima protección desde
su niñez a sus hijos y los lanzan al olvido sin tener en cuenta, que el daño se lo están haciendo
ellos mismos? No quiero dar cátedra sobre lo que es la caridad, con este comentario. Pero es
la verdad, ya que tuve la desdicha de conocer realmente los sentimientos de mi suegro. Una
persona a la cual le había tenido mucho respeto, tanto a el, como a su hija. Durante el tiempo
que estuve de novio de María Eugenia, siempre la respeté desde el principio hasta el fin.
Jamás de los jamases, paso por mi mente hacerle una mala propuesta”. “Como un verdadero
hombre, me supe comportar bien con ella, sin manchar en lo más mínimo su honra. Después
de cinco años de noviazgo, La lleve pura hasta el altar”.
Este señor nunca supo valorar a su hija. Era un hombre ignorante en su forma de pensar y
bellaco en su forma de actuar. Por que en realidad nunca supe ni me di cuenta, de cual fue el
motivo que lo indujo, para no dejarla salir el jueves santo conmigo, causándonos un verdadero
problema a los dos.
Fue el causante directo de nuestro rompimiento y no nos dejo disfrutar de la semana santa, sin
yo haberle hecho ningún motivo como lo comenté en páginas anteriores. También se habla
constantemente de la dureza de corazón de algunos padres, que carecen de sentimientos
nobles y de caridad hacia sus hijos.
De verdad que da rabia escribir esto. Es muy duro para mi tener que decir lo que paso. Más
adelante lo comento muy detalladamente, no trato de calumniar a nadie y mucho menos al
padre de mi señora que es lo que yo más quiero en este mundo.
No es mi naturaleza ni mi estilo, ni mucho menos mi forma DE ACTUAR Y DE PENSAR.
Quise escribir esta historia desde su comienzo, porque en verdad es muy interesante y
complicada como lo he explicado varias veces. Tampoco quiero usar en este caso palabras
soeces, contra mi suegro, aunque muy bien se las merece y eso lo hago por amor y respeto a
mi señora. Ahora bien…Después de darle esta noticia a su propio padre, de la enfermedad de
su hija, la respuesta que medio fue muy desconcertante para mí. En mi vida he visto muchas
cosas malas y raras por parte de los progenitores. Yo sabía desde el principio que no fui bien
recibido en esa familia. Primero por que era un hombre pobre. Segundo por el apellido tan feo
del cual no tengo la culpa. Cuando llegaba a su casa el hermano de mi suegro le decía a su
sobrina. Ahí la está esperando esa pulga.
Lo digo y lo sostengo, en este mundo se puede esperar cualquier cosa por parte de los seres
humanos, por que yo personalmente no salí muy librado con los míos. Pero historia es historia
y no se puede obviar ningún detalle por muy duro que parezca.
Aquí va pues. Pongan mucha atención a este nuevo y difícil pasaje de mi atribulada historia.
Después de hacerles esta breve reflexión; volvamos a donde lo dejamos.
Cuando le comenté lo que había dicho el Dr. Ospina y le dije que le pedía el favor de subir a
aplicarle la inyección a su hija, el ni corto ni perezoso, saco la disculpa mas estupida y absurda,
de todas las que yo haya oído en toda mi vida.
Me dijo que no podia subir por que en esos momentos tenia mucho dolor de cabeza y se
encontraba muy enfermo. Él no podía subir hasta mi casa, que quedaba en línea recta unas
diez cuadras de distancia.
Luego le dije: don Tomas, hágame ese gran favor que yo lo subo en un taxi y luego lo vuelvo a
traer. Por favor se trata de la vida de su hija. Háganos esa gran obra de caridad. Alberto me
dijo que era muy delicado el estado de María Eugenia. No le valieron las suplicas de parte mía.
Él no me quiso escuchar me dijo que si estaba tan delicada y enferma que volviera a la

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farmacia que allá habia gente que podía aplicarle la inyección. Que de todas maneras el no
podía subir. Hasta Luz Elena mi cuñada le insistió y le dijo. Papa si usted estuviera tan enfermo
no estaría escuchando radio. El se levanto del taburete todo verraco y se metió a la pieza.
Era tanto el desespero que yo tenia en ese momento que no supe que decirle. Simplemente
me dirigí a la farmacia Céspedes y le conté a Alberto lo que habia pasado con mi suegro. El de
inmediato me dijo venga suba la bicicleta al carro y vamos yo le aplico la inyección. Subimos y
el muy cordialmente la saludo y luego procedió a aplicarle la inyección que le habia mandado el
Dr. Ospina. Después el comentario que me hizo fue de sorpresa. Estaba aterrado, no podía
creer lo que yo le habia contado, me decía.
¿Cómo es posible que don Tomas se comporte de esa manera con su propia hija?
Yo le dije para que vea como son las personas, caras se ven, pero corazones no.
Esa noche la pase en vela sentado cuidando a mi señora. Ella dormía muy tranquila. Me
aterrorizaba la idea de quedarme solo con veinte días de casado. La inyección le quito por
completo el dolor.
Mi mente en esos momentos era un verdadero caos. El recuerdo de lo sucedido cambio mi
forma de pensar. Mi cabeza daba tantas y vueltas. Yo no entendía bien lo que nos estaba
pasando.
¿Qué delito tan atroz había cometido yo en mi vida, para que el destino me tratara tan
duramente, ¿Si los recuerdos que tenía eran los de haberme portado bien durante toda mi vida,
sin hacer el mal ni ofender a nadie? Por primera vez en mi vida, se habían despertado los
instintos más perversos, que se puedan registrar en la mente humana.
Esto era totalmente desconocido para mí. A todas las personas que tengan la oportunidad de
leer estos escritos, les digo lo siguiente. No se debe juzgar, ni mucho menos condenar, a una
persona cuando en ella se despiertan deseos homicidas, hasta no saber cual fue el verdadero
motivo que lo causo.
En mi lugar está la prueba de ello. Era tanta la rabia que sentía contra mi suegro, que por mi
mente pasaba el deseo de matarlo. Ese hombre no tenía corazón. No era digno de tener una
hija tan noble y tan buena como lo era ella. Estoy seguro de que mi suegra doña Inés Tirado
era muy distinta a su marido, por que la nobleza de mi esposa no se la debía a el, si no a ella.
Esa batalla que se libraba dentro de mí ser, entre el bien y el mal, nunca la había
experimentado. También sentía el deseo de superarme y demostrarle al mundo de lo que yo
era capas. Luego de tanta fatiga y lucha en mi interior, por fin me quedé dormido y cuando
desperté, vi a mi señora estaba de lo mas de bien.
Ese día no fui a la ladrillera me quedé en la casa le di los remedios, y ella poco a poco se fue
mejorando.
Se había escapado de la operación de la vesícula. Ya lucia muy distinta, el día anterior la habia
visto muy desmejorada, pero ya se estaba recuperando. Unos días después, estaba más
hermosa que nunca.
Mi señora se habia recuperado del todo. A la semana siguiente eran las cinco de la mañana
cuando oímos unos golpes en la puerta.
Yo me levanté y vi a Hernán Cuartas un primo hermano de mi señora. Le pregunte que hacia
en mi casa a esa hora tan temprana, el nos traía la noticia de que su abuela Rosita se había
muerto esa noche. Mi señora que también se levanto oyó la noticia y se puso a llorar. Ella
quería mucho a su abuela, a la cual le decía mama Rosita.
Nos vestimos rápido y nos bajamos para la casa de mi suegro. Aunque yo había jurado no
volver nunca más a esa casa, ese día tuve que hacerlo. El comentario que me hizo mi señora
fue, que su abuela después de haber sufrido una enfermedad tan larga, habia aguantado hasta
verla a ella casada y así fue. Apenas teníamos unos veinte días de matrimonio, ya habíamos
pasado por dos pruebas muy difíciles y duras. Con este comienzo tan desastroso duro y
amargo en nuestro matrimonio.
¿Que nos depararía la vida en el futuro?
Pues bien. Aquí estoy yo a la edad de setenta años, con plenas facultades para escribirlo y una
muy buena lucidez mental, para narrarles el futuro de esta historia, que cada vez se pone más
interesante.
Por razones de fuerza mayor y por amor a mi esposa, me vi obligado a entrar en la casa de
don Tomas. Ese día, le saqué el cuerpo lo más que pude a esa miserable persona. Fui por que
se trataba de la muerte de la abuela, de mi señora. Con tampoco tiempo de casado no podía
dar mala impresión sobre mi conducta.

97
Pero me habia hecho una promesa de no ir allá nunca mas, prometiendo no pisarle nunca su
casa. Ese día me fui muy temprano a visitar a mi mama. A las cuatro de la tarde me hice
presente con mi familia, para el entierro de la abuela en el cementerio de Belén.
No hay nada más aburridor y desconcertante, que cuando la naturaleza se empecina en
amargarle a uno la vida y esto era precisamente lo que nos estaba sucediendo a nosotros dos.
¿Qué carajos nos estaba pasando? Teníamos tres meses de casados y no veíamos familia por
ningún lado. Luchábamos hasta el agotamiento y nada. ¿Cómo era posible este nuevo
atropello?
También en este sentido la naturaleza me estaba poniendo a prueba para así sacarme de
quicio y lo estaba logrando.
Yo me había destacado por ser un hombre muy sano. Todas mis reservas eran para mi
esposa. Hacía mucho tiempo que no visitaba mujeres de la vida alegre. Era muy reservado en
ese sentido, se puede decir en toda la extensión de la palabra, que no era un vagabundo con
las mujeres. En mi juventud tuve varios encuentros con el sexo opuesto, pero eso era normal
en un mundo donde predominan los machos.
Además, yo era miembro de una familia muy numerosa, la cual debido a la fertilidad de mis
padres engendraron la media bobadita de diez y seis hijos. Mi señora también era miembro de
una familia de ocho hermanos. Si mi suegra no se hubiera muerto tan pronto, a la edad de
treinta y seis años, hubiera duplicado el número de hijos.
Ahora resulta que nosotros hasta el momento no hemos sido capaces de engendrar uno. Esto
se estaba poniendo de castaño a oscuro.
¿Sería que, en una de esas inocentes aventuritas de joven, me habían jodido mi sistema
reproductivo y no me habia dado cuenta?
El asunto se estaba poniendo muy verraco para mí.
Luego venia lo de mi señora. También se estaba asustando pues ella, anhelaba un hijo tanto
como yo. Nunca le dije a mi mujer nada, al contrario, toda la culpa la cargué sobre mis
espaldas. Eso, por un lado. Había otro problema que se me presento y fue el siguiente. En esa
misma época cuando se me cumplió el pago del arrendamiento, no tenía los doscientos
cuarenta pesos que pagaba en el mes. Entonces le dije a mi señora que hablara con don Raúl
que a la semana siguiente le pagaba la plata del arrendamiento.
Cuando regrese del trabajo le pregunte si habia hablado con don Raúl y ella me mostró el
recibo de cancelado. Le pregunte qué era eso. Ella me dijo que lo habia pagado con unos
ahorros que tenia guardados. Ella vendía laca para el cabello a sus amigas y también las
peinaba para ganarse unos pesitos de más.
No se puede describir con palabras escritas en un papel, la tristeza tan grande que me dio. De
verdad que esto no tenia sentido.
¿Dónde diablos estaba la recompensa, por el buen comportamiento que tuve para con toda mi
familia, cuando más lo necesitaron, al echarme una cruz a cuestas por más de once años en el
sostenimiento de mis padres y mis hermanos?
¿Por qué me sucedían estas cosas a mí, si mi forma de obrar en todo sentido era correcta?
¿Qué diablos estaba pasando conmigo?
“Y pensar que unos meses atrás cuando me iba a casar, mi mama me hizo arrodillar me
bendijo diciéndome, que en mi matrimonio me iba a ir muy bien, por que yo era un hijo muy
noble y que Dios asi recompensaba a sus buenos hijos”.
Ya empezaba a cojerle cierto fastidio y rabiecita a ese cabròn de Dios, injusto cruel y tirano.
Apuesto que era el mismo, que se acordaba de traerles buenos regalos a los niños ricos de mi
pueblo en Navidad, en cambio a los niños pobres, nos engañaba con porquerías. ¿Qué clase
de justicia era esa?
Todos estos pensamientos pasaron por mi mente como una ráfaga. Esa tarde me fui para la
heladería el Portal. Estuve solo en una mesa. Pensando en lo desgraciada que era mi vida.
Con solo tres meses de casado y miren todas las tragedias que se me habían presentado. Me
puse a tomar aguardiente. Don Pablo se me arrimo extrañado y me pregunto que me pasaba.
Yo le conté todo lo sucedido desde que me casé y él se puso muy serio.
Me dijo que así era la vida y que apenas estaba empezando, cosa que me desilusiono mucho.
Con tantos recuerdos tristes y amargos, mi mente estaba a punto de estallar. Era la primera
vez que me emborrachaba con aguardiente. La rasca fue de traca mandraca. Llegue casi a la
una de la mañana. Mi señora me estaba esperando en el mirador de la casa. Cuando me vio
en ese estado tan lamentable se puso a llorar. Luego me ayudo a acostar y dormí de un tirón el
resto de la noche.

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Muy entrada la mañana me levanté y con ese guayabo tan hijueputa que tenia, cogí un muñeco
de barro colgado de una cruz de madera que estaba colgado de la pared. Quiero aclararles lo
siguiente. Esta explicación va dirigida para los idolatras, camanduleros y fanáticos religiosos de
este perro y miserable mundo. Ese muñeco era un (santo cristo).
Ese inútil regalo que teníamos colgado en la pared, era el que nos habia dado en el día de
nuestro matrimonio Tulio Tirado, un tío de mi señora.
“Que puteria de regalo tan necesario, útil y bueno. Un puto muñeco de yeso colgado de una
cruz de madera, lleno de llagas por todas partes”. Se había fajado el hombre con su sobrina.
Este miserable tacaño, tiro la casa por la ventana. Ya me imagino de qué rincón abandonado
de su casa, sacaría ese muñeco para regalárselo a su sobrina creyendo el muy miserable que
nos iba a descrestar con esa porquería. Fue muy espléndido con nosotros ese miserable.
Lo más lindo de este suceso, por eso lo tengo muy encuenta, es la amplitud y el
desprendimiento del tío de mi señora. Este miserable infeliz y tacaño, era uno de los parientes
más adinerados de mi señora.
De rodillas con ese crucifijo en mi mano y con palabras de grueso calibre, le hice una promesa.
“Juro por lo más sagrado de mi vida, que voy a hacer un hombre muy rico. Jamás dejare, ni
traicionare a mi señora por otra mujer.
La haré muy feliz. Luchare por ella hasta el fin de mi vida, por encima del que se me atraviese
por delante, así sea (dios o el diablo)”.
Eso si obrando con honradez y honestidad, sin lastimar a nadie, como lo han hecho conmigo y
con mi esposa. Seguiré luchando por mi superación personal. Tengo los medios a mi alcance
puedo hacerlo y voy a ponerlos en practica.
Esa mañana en medio de mi rabia y desesperación, estaba profetizando, lo que en verdad iba
hacer mi vida y también mi futuro.
Al mes siguiente se realizo mi primer éxito.
Mi señora quedo en embarazo. Estábamos muy dichosos por el triunfo. Al fin se había hecho el
milagro. Con mi sueldo en la ladrillera moderna y el trabajo que les hacia a todos mis clientes,
reparando sus maquinas, le estaba cogiendo ventaja a la vida.
Ese juramento que había hecho se estaba llevando a cabo con éxito. ¿Que tenía que trabajar
duro como una mula, eso no me importaba ni lo más mínimo? Casi dieciséis horas diarias
incluyendo los días domingos hasta medio día.
Pero mi meta era salir adelante como fuera. Era un hombre joven con mucha energía y
vitalidad y eso era mi aliciente para triunfar en la vida. Además, tenía un mayor motivo para
lograr mi objetivo mi señora y mi bebe, no me importaba si era varón o hembra.
Como no teníamos comedor ni tampoco muebles de sala, empecé por lo más indispensable un
juego de comedor. Le compre uno de seis puestos de madera y tapicería muy bonitos. Luego
vino los muebles de sala yo mismo los fabrique en hierro y tapicería, me quedó uno A. En ese
mismo año le lleve una nevera de nueve pies marca Haceb color café.
También en señal de desagravio por no haberlos invitado en el día de nuestro matrimonio a
todos mis amigos, los invite a mi casa al final del año. Hicimos tremenda fiesta. Quedamos muy
bien con todas nuestras amistades.
En fin, las cosas se nos estaban dando como lo habíamos planeado. Luego empecé a comprar
herramienta, me había propuesto montar mi taller propio. Ese año trabaje como una mula,
también sacaba tiempo para cuidar a mi señora con gran esmero.

LLEGO EL MOMENTO DE REIR ESTIMADOS


LECTORES*****************************************************
Voy a contar algunas anécdotas, sobre el embarazo de mi señora.
Resulta que cuando tenía tres meses empezaron los vómitos y fastidios. Le cogió alergia a las
comidas. El almuerzo me lo servia y luego se iba a vomitar. No consentía siquiera el sonido de
la cuchara en el plato de la comida, porque se moría del fastidio.
Yo le compraba la malta por cajas era lo único que le gustaba.
A los seis meses ya estaba bastante gordita y no le habían parado los vómitos.
Entonces un sábado me fui para donde mi mama, le conté lo que estaba pasando con su nuera
y ella me dijo que habia un remedio muy efectivo, pero que habia que hacerlo con mucha
cautela sin que ella se fuera a enterar. Me dijo que me fuera para donde los indios que tenían
sus puestos en la acera del palacio nacional y les comprara concha de gurre raspado. Luego
hiciera un chocolate con leche y le agregara un poco de ese polvo se lo diera y según ella
santo remedio.

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Mi mama era una mujer muy veterana en esas cosas. Yo ni corto ni perezoso me fui para el
centro y compré la concha de gurre donde los indios, que también me confirmaron lo dicho por
mi mama. Luego me compre unos buñuelos muy buenos y cuando regrese a mi casa me fui
directo para la cocina. Preparé un suculento chocolate con leche y le dije a mi mujer, que le
habia preparado un algo muy sabroso. Ella me lo agradeció y se sentó en su comedor para
tomárselo.
Cuando se tomó el primer sorbo, casi me lo vomita en la cara. Salió como un rayo para el baño
a vomitarlo. Luego me dijo que ese chocolate estaba podrido y sabia a viejo.
Yo le dije que era pura sugestión de ella. Me dijo pruébelo y vera. Yo tomé un poco y en verdad
eso sabia muy maluco, pero le dije ami me sabe muy bien.
Luego pensé: ¿seria que se me fue la mano y le puse demasiado? Luego ella volvió a probar y
me dijo.
¿Usted que diablos le hecho a eso, a mi me sabe muy mal este chocolate está podrido? Luego
al verme cogido, le conté lo que mi mama me habia recomendado para quitarle los vómitos.
Ella acepto de mala gana, pero me dijo que se lo preparara en un fresco, así lo hice. Ella trato
de tomárselo. Cuando lo probo, salió en estampida para el baño a vomitarlo. Ese trabajo se
perdió, porque tuvimos que votar el resto del remedio.
Como yo trabajaba medio tiempo en la ladrillera moderna con don Israel, a mí me tenían en el
Seguro Social y a mi señora le estaban atendiendo el embarazo en el Seguro. Entonces los
médicos le mandaron unas pastillas de Mervental para el vomito y estas le dieron muy buen
resultado.
Como les pareció el detallito. Es como para uno morirse de la risa
Estábamos en noviembre a un mes del nacimiento de nuestro primer hijo. Yo quería darle una
sorpresa a mi señora. Ella me habia dicho que cuando tuviera forma le bregara a conseguir una
maquina de coser, por que era muy indispensable en la casa y mucho más con la llegada de
nuestro primer hijo.
Esto lo tenia muy presente. Un sábado por la tarde que fui al centro hacer una diligencia. Por
casualidad, vi en una vitrina una maquina de coser marca (NEQUI), eléctrica con motor.
Estuve parado unos minutos viéndola. Era hermosa y tenía mueble con gavetas. Me concentre
en un aviso que decía. Lléveme por solo ciento cincuenta pesos de cuota inicial. Vi el aviso en
la parte superior de la fachada y decía Almacén OCTAMORE.
Entre y salió una muchacha, se me puso a la orden. El dueño un señor Octavio Moreno me
atendió muy formal. Lo saludé y le dije que estaba muy interesado en la maquina de coser que
tenia en la vitrina. Me dijo que era una promoción por el resto del año y la tenían a crédito. Eran
ciento cincuenta pesos de cuota inicial y doce mensualidades de cien pesos.
El me pidió tres referencias comerciales y un fiador. Luego le dije mire don Octavio, las
refencias comerciales se las doy con mucho gusto, pero el fiador si me queda difícil. No quería
molestar de nuevo a mi amigo don Luis Ángel Escobar.
Entonces le dije… hay un almacén en Carabobo donde me conoce mucho el dueño. Además,
es un buen amigo. Es el almacén Jamer, he tenido muy buen crédito allá. El me miro y me dijo.
¿Usted es cliente de Antonio, yo le dije que sí?
Desde hace muchos años todos mis vestidos los he comprado allá. Además, somos muy
buenos amigos. Me pregunto mi nombre y lo anoto en un papel.
Luego el me invito a sentarme, me ofreció tinto. Llamo por teléfono y mientras hablaba, me
miraba muy fijo a los ojos. Yo no tenía ni la más mínima sospecha que estaba hablando con su
cuñado, que resulto ser don Antonio. Cuando termino se dirigió a mi y me dijo oiga joven.
Nunca me habían hablado también de una persona. Antonio es mi cuñado, él le tiene mucho
aprecio. ¿Sabe lo que me dijo?
Que le entregara el almacén que el respondía por su persona, que usted era uno de sus
mejores clientes, que le diera un saludo muy especial y que fuera a visitarlo.
De inmediato saco los papeles para que yo le diera los datos para hacer el negocio. Entonces
le dije mire don Octavio yo en estos momentos no tengo para pagarle la cuota inicial. Deme
esta semana mientras consigo la plata. No se preocupe por eso que la cuota inicial es lo de
menos. Hagamos los papeles y esta misma tarde le mando su máquina a la casa deme la
dirección. Le di a dirección y luego me dijo. Todo lo que necesite bien pueda venir que si no lo
tengo se lo consigo.
Prácticamente me la entrego sin darle un solo peso.
El me dijo tranquilo, que lo importante es que vamos llenando el contrato y después firmamos.
Cuando quiera puede llevarse su máquina. Esta misma tarde se la envió a su casa.
Muchísimas gracias don Octavio.

100
La semana entrante le traigo la cuota inicial. Luego me vine y cuando llegué a la casa le
comenté a mi señora el negocio que habia hecho con la máquina de coser. Ella se puso muy
contenta.
Y sabe que mija no demoran en traérmela.
Ella estaba tan contenta luego me dijo. Espere yo le consigo esa plata en mi casa, para que le
demos la cuota inicial de una vez. En ese momento y con todos los gastos que tenía, estaba
sin dinero.
Yo nunca le había prohibido que fuera a su casa, a pesar de habersen manejado tan mal con
ella al principio del año. Pero al fin mujer y noble como lo era ella, ya le había perdonado la
vileza que cometió con ella su padre. Pero en lo que a mí respecta no había asomado la cara
por esos lugares.
SEGUNDO GOLPE POR PARTE DE SU PADRE.
Era un día sábado y yo me recosté en la cama esa tarde y me puse a escuchar música,
mientras mi señora se habia ido a visitar a su familia. Cuando ella llego eran más de las seis de
la tarde.
Ella venia llorando… le pregunte que le habia pasado y me dijo que nada.
Entonces le dije. Por nada no viene uno llorando de donde su papa. Dígame que le pasó esta
vez, se fue para la cocina y yo salí detrás de ella. Prácticamente la obligue a que me contara lo
que le sucedió. Con mucha pena me dijo que su papa le habia negado el préstamo de los
ciento cincuenta pesos para ella poder comprar su maquina de coser. Lo que me dijo ella fue
que su papa, no tenía ni un solo peso.
En ese momento me dio mucha rabia.
¿Porque tenía que ir a mendigarle a ese viejo miserable, avaro y tacaño, sabiendo de
antemano que el no le iba a ayudar en nada?
Si con veinte días de casada ese viejo miserable se negó a prestarle un auxilio estando ella tan
enferma, que se podía esperar de un tacaño como el, que no nos dio ni un confite en nuestro
matrimonio. La fiesta nos la hizo Guillermo su hermano que trabajaba en el Banco Comercial
Antioqueño.
Fue la primera descarga que yo le hice a mi mujer en ese primer año de casados, reprochando
la actitud tan vil y canalla de su padre. Yo sabía de antemano que no era de su agrado, pero
ese no es motivo para ensañarse con su hija de esa forma tan miserable.
Vote todo el veneno que tenía acumulado en mi cuerpo en todo ese año. Me apenaba mucho
decirle todo esto, porque ella estaba próxima a tener su bebe y eso podía afectarla
enormemente.
Luego en una actitud más pasiva por parte mía le dije. Tranquila mija no llore que le tengo una
sorpresa. Como ella se había ido para donde su papa, en ese rato llegaron con la máquina de
coser.
Yo la tenía escondida en una pieza. La felicidad de esta mujer cuando la vio, casi me tumba del
abrazo que me dio. Que belleza de máquina me dijo y con motor eléctrico.
Al domingo siguiente en las horas de la tarde, se apareció por mi casa Fernando el cura. Él se
había enterado de lo que pasó el día anterior con su papa y le había recriminado su actitud tan
infame con nosotros. Luego le entrego a su hermana la plata para que diéramos la cuota inicial.
Yo le agradecí el gesto tan generoso por su parte y le dije que cuando don Israel me diera la
plata en diciembre le pagaba.
Él me dijo que estaba bien.
Yo no había visto en mi vida una mujer más feliz. Contemplaba su máquina y como nos
regalaron unos hilos con la máquina, ella se puso a trabajar en ella. No paraba de admirarla.
¿Qué belleza de máquina de coser me decía, con motor eléctrico y mueble?
En su casa tenían una Singer y estaba muy viejita y todas sus hermanas cosían en ella. De
inmediato compro unas telitas para hacerle unos vestidos a su bebe. Ese diciembre lo pasamos
muy tranquilos. Ella se había puesto muy gorda. Visitábamos solamente mi casa, por que yo le
habia prohibido ir a la suya. Con todos estos desaires por parte de su papa, ella me dio la
razón. Además, yo le dije mire mija, como hemos progresado en solo un año de casados y le
aseguro que no los necesitamos a ellos para salir adelante.
Una tarde ya estamos en la mitad de diciembre. Se apareció su hermana Luz Elena con unos
buñuelos y un plato de natilla. Yo le pregunte qué era eso y ella me dijo que su papa la había
mandado para celebrar la noche buena.
Fue tanta la rabia que medio, que cogí el plato con los buñuelos y la natilla y los tiré a la
caneca de la basura. Dígale a su papa que no quiero saber nada de el por mal padre,
miserable y tacaño.

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Mi cuñada Luz Helena en medio de su asombro se puso a llorar y salió corriendo de mi casa.
Ahora si tenía sobrada razón para impedirle a mi señora que los visitara. No podía perdonarle a
ese viejo miserable y tacaño, los desaires y ofensas que nos habia hecho en ese primer año de
casados. En mi mente se estaban maquinando un millón de planes para vengarme en un
futuro. Este maldito me las tenía que pagar algún día. No hay mas lindo que una venganza bien
planeada. En juego largo hay desquite. Ya tendría mi oportunidad de vengarme, disponía de
una mente hábil y muy bien equilibrada.
Mi primer desaire ya se había cumplido… buñuelos y natilla fueron a parar a la caneca de la
basura.
Tenía demasiado tiempo por delante para lograrlo. Por el momento guardaría en mi archivo
cerebral este recuerdo, para que en el momento mas indicado que se me presentara, poder
pasarle la factura y cobrársela de contado, como lo veremos más adelante.

*******************NACE MI PRIMERA HIJA****************


El treinta y uno de diciembre, nos invitó mi mama para que pasáramos año nuevo con ellos.
Desde las seis de la tarde nos fuimos para mi casa materna. Cuando llegamos, mi mama le dijo
a María Eugenia, que estaba muy próxima al nacimiento de nuestro primer hijo. Esa noche nos
invitaron a un baile a la casa de los papas de Orlando Jaramillo, por que el era novio de mi
hermana Lila, y tenían planeado casarse muy pronto. Deje a mi señora a cargo de mi mama en
la casa y nosotros nos fuimos a bailar.
Ni remotamente paso por mi cerebro lo que iba a pasar esa noche. Resulta pues que a mi
señora le empezaron los dolores de parto a las once de la noche. Mi señora se asustó y me
llamaron por teléfono. En plena fiesta le comenté a Doña Libia la mama de Orlando, que me
tenía que ir porque a María Eugenia le habían empezado los dolores.
De la casa de Orlando hasta la de mi mama eran unas cinco cuadras. Cuando llegue cogimos
un taxi y de inmediato nos fuimos para la clínica León trece del Seguro Social. Entramos la
revisaron y la instalaron en una pieza. A las nueve de la mañana llego el Dr. Ospina.
Cuando lo vi le dije que María Eugenia estaba allá. El de inmediato se dirigió donde ella estaba.
La reviso y cuando salió me dijo que en ese mismo día tenia el alumbramiento, pero que habia
que esperar un poco yo estaba más tranquilo. Mi hermano estuvo conmigo toda esa mañana.
Me aterre de ver el manejo de el para con nosotros.
El me comento mientras esperábamos, que Ana Ospina la hija de Ana Tilde hermana de mi
papa, era la enfermera jefa de esa clínica. Entonces nos fuimos a buscarla. Cuando ella nos
vio, nos saludo de abrazo y nos pregunto que estábamos haciendo allí.
Yo le comenté sobre mi señora y ella de inmediato se fue conmigo para conocerla. Luego se
encargó de ella hasta que la entraron a la sala de partos, era la una de la tarde de ese primero
de enero.
Antes de seguir adelante, hay algo muy importante que comentar. En esa fecha, el niño que
naciera a las doce de la noche, con este nuevo miembro de la comunidad, se ajustaba un
millón de habitantes de la ciudad de Medellín. Entonces la novelería por parte de todos los
periodistas era muy grande. La clínica estaba totalmente llena de periodistas para informar al
público, quien había sido el ganador. El municipio se encargaría de toda la educación y el
futuro de ese niño. Me encontraba con mi hermano en la sala de espera, cuando anunciaron
por parlante el señor Herley Pulgarin. Me hice presente y una enfermera me pidió la maleta con
los pañales y vestiditos para vestir al recién nacido.
Me dieron la noticia que tenia una hermosa y saludable niña. Me dijeron que esperara en el
quinto piso. No recuerdo el número de la pieza, pero allí me traslade con mi hermano,
solamente me dejaron entrar a mí, el acompañante esperaba a fuera.
Cuando me arrime a la cama donde estaba mi señora, todavía se encontraba bajo los efectos
del sedante. Cuando me vio me pregunto si la niña era normal. Yo le dije que si. Luego volvió a
preguntar.
¿Está toda completica, yo le dije que sí?
Luego ella serró los ojos y se durmió.
Me arrime a la cama cuna donde estaba la niña la revise y en verdad estaba completa. Le di
gracias a Dios. Nos dirigimos a un teléfono para anunciarle a mi mama, que tenia una nueva
nieta y que era muy hermosa.
Mi hermano se fue para la casa y yo me quede hasta que mi señora despertó por completo. Me
dejaron hacerle la visita hasta las cinco de la tarde. Ana Ospina subió me felicito y me dijo.
Váyase tranquilo que aquí la atendemos. Vuelva mañana a cualquier hora. Si no lo dejan entrar
pregunte por mí que yo lo entro. Le agradecí todo el interés que habia puesto en mi señora y

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me despedí de ella. Me fui para donde mi mama a comer porque tenia un hambre terrible. Ese
día con tanta tensión, solamente habíamos tomado fresco en la cafetería de la clínica. Después
de una suculenta comida, como era primero de enero de 1.968, mi mama me dijo que si ya les
habia comunicado a don Tomas el nacimiento de la niña. Yo le dije que no y que tampoco lo
pensaba hacer.
Ella muy extrañada me pregunto por qué. Y muy por encima le dije lo que me habia pasado con
ese viejo hijueputa, en ese primer año de cazados. Mi mama me dijo que habia que perdonar, y
sobre todo a el que era el papa de mi señora. Además, a él le correspondía ser el padrino de la
niña, por que era el padre de Maria Eugenia.
La reacción por parte mía fue terrible. Me pare del asiento furioso como si me hubiera picado
un alacrán. Todos estábamos reunidos en la mesa del comedor. En un tono amenazante les
dije.
Que… no faltaba si no eso. “Después de haber caído en la desgracia, de tener un maldito
suegro tan corrompido, malvado, y miserable como lo es ese señor, que no tuvo compasión de
su hija con solo veinte días de casada, cuando le dio el cólico en la vesícula como se los
comente en páginas anteriores, ahora me viene usted con el maldito cuento, de que tengo que
convertirlo en compadre mío”.
¿Si a eso se levantó señora, vuelva acuéstese, eso ni lo sueñe?
Con la rabia que tenia le dije en tono amenazante. Los padrinos de mi niña son ustedes y
punto. Eso ya esta definido y no tiene discusión. Otra cosa. ¿Les prohíbo terminantemente que
le den aviso a esa familia del nacimiento de mi niña? ¿Si se enteran de que sea por otros
medios, pero nunca por mi familia?
Con toda la puteria que tenia encima de mi atribulada cabeza, me subí para mi casa y me
acosté en mi cama de soltero, porque todavía no habia comprado un juego de alcoba. Pero ya
lo tenía planeado en mi mente. Ahora con la niña me tenia que ir a dormir a una cama de tubo
que me había dado mi mama y la tenía armada en la otra pieza, donde mi papa se venia a
dormir cuando la situación se le ponía critica con mi hermano.
Me puse a oír radio. En ese mes, le había comprado uno de AM. Y FM. Que estaban de moda
en el mercado marca PHILIPS, lo habia sacado fiado en el almacén Jay. Luego me puse a
meditar sobre la situación tan incomoda que se me habia presentado. “Darle mi niña a ese
maldito viejo miserable, por que no tengo otra forma de tratarlo, debido a su mal
comportamiento hacia nosotros, y lo peor de todo tener que convertirlo en mi compadre. Esto
me tenía patas arriba. De solo pensarlo se me subían las pelotas hasta la nuca y no me dejaba
respirar”.
Yo no podía rebajarme hasta ese extremo. Mi señora no podía obligarme a semejante
humillación. Yo era un hombre de principios y era mucho el tiempo que habia invertido en este
primer año para salir adelante, trabajando como una mula. Muchas veces hasta altas horas de
la noche para demostrarle a este viejo mal nacido quien era realmente yo. Esa noche no pude
dormir. Me desvele hasta muy tarde de la noche.
¿Cómo era posible lo que mi mama me habia dicho, lo que era conmigo no iba a funcionar
estas viejas costumbres?
Esto tenía que cambiar y yo iba hacer el primero en hacerlo. Tenía motivos más que suficientes
para odiarlo. Lo que nos habia hecho no tenia perdón y mucho menos olvido. Eran tres
maldades las que nos había hecho este miserable. La primera cuando no dejo salir a mi novia
a visitar monumentos ese jueves santo sin haberle hecho ningún motivo por mi parte. La
segunda cuando mi señora se puso muy enferma de la vesícula y el no quiso ir aplicarle la
inyección a los veinte días de nuestro matrimonio. Y la tercera cuando no le quiso prestar a su
hija miserables ciento cincuenta pesos para la cuota inicial de su máquina de coser. Entonces
dígame mis estimados lectores. ¿Tengo o no razón de odiar a esta hiena miserable con todas
estas cagadas que nos hizo?
Al otro día me levanté todavía más verraco y puto que cuando me acosté. Como era principio
del año estábamos en vacaciones y no entrábamos a trabajar hasta el día siete de enero.
Llamé a don Israel y le conté el nacimiento de mi niña el se alegro mucho lo mismo que don
Luís Ángel Escobar,
El día dos de enero estuve casi todo el día en la clínica. Eso no era permitido, pero como Ana
Ospina era mi prima hermana y además la enfermera jefa de la clínica LEON XXX, era la que
mandaba y pare de contar. Cuando estaba cargando mi niña por todo el quinto piso al regresar
a la pieza, me encontré con un hermoso ramo de flores, mi señora me dijo.
¡Mire mijo lo que me mando su prima Ana ¡

103
Hermoso gesto el de ella le dije, pero la felicidad que yo sentía se veía empañada por la
angustia que sentía. Las palabras de mi mama martillaban mi mente sin compasión.
¿Como diablos iba a resolver este maldito problema?
Y lo peor de todo. ¿Como iba a decirle, que me oponía rotundamente a que su papa fuera el
padrino de mi niña, si ella me había dado el mejor regalo de mi vida, esta hermosa criatura?
“Yo no le podía dar semejante disgusto a ella, poniéndome a la altura del bellaco de su padre.
A esta mujer la quería con toda mi alma y estaba dispuesto a complacerla en todo lo que fuera,
luego pensé”.
Voy a dejar que ella decida lo que ella diga y nada más
Para darle un poco de descanso a mí atormentada alma, se me ocurrió una idea estupenda,
pedir ayuda. Pero no donde un tonto y estúpido cura, un majadero que no entiende ni jota de
estos problemas familiares, sino consultar con un hombre experto en la materia y nadie más
indicado que mi amigo y protector don Luís Ángel Escobar.
Al otro día muy tempranito tres de enero me fui para la ladrillera y cuando llegué, estaba Don
Luís Ángel desayunando. Al verme me saludo muy cordial y me dijo. ¡Siéntese Herley que llego
a muy buena hora ¡
Me mando preparar desayuno; ni siquiera me pregunto si ya habia desayunado.
Cuénteme: ¿como esta su señora, le fue bien en el parto, como esta la niña?
Tres preguntas casi al mismo tiempo. Al verme como serio y con mal genio, me dijo. ¿A usted
le pasa algo cuénteme, y dígame de que se trata?
Don Luís Ángel, estoy metido en el lío mas hijueputa que usted se pueda imaginar.
¿Qué? Él se asustó un poco con mis palabras. Luego le dije, yo no hice nada malo, es otra
cosa y vengo a pedirle consejo. El se tranquilizo y me dijo, desayune y me cuenta. Luego nos
fuimos para la sala y le conté desde el principio todo lo que nos habia sucedido con mi suegro
en ese primer año de cazados, sin ocultarle nada. El me escuchaba muy atentamente sin
interrumpirme. Cuando termine, el empezó a decirme, que la vida no era fácil. Todavía andaba
yo en pañales, es decir me dio a entender que me faltaban muchos golpes por parte de ellos, y
también de la vida. Pero que con un buen equilibrio mental y mucha paciencia yo los podía
superar todos, con el correr de los años.
Era un consejero estupendo, pues a el le debo mucho, mi mejor recuerdo se lo debo a esa
estupenda persona que hizo de mi un hombre de bien. Al final me dijo. Aguante mijo, si en
verdad quiere salvar su matrimonio, se lo digo por experiencia.
Buena parte de eso que le esta ocurriendo nos ocurre a todos. Demuéstreles que usted es un
buen hombre responsable trabajador y honrado. Trátela bien, si ella quiere que su papa y su
hermana sean los padrinos no se interponga. Lo principal es tenerla a ella contenta, si usted no
quiere ir a la casa de ellos no lo haga, esta en todo su derecho.
Pero a ella no le prohíba ir, es su matrimonio, no lo destruya por tonterías que no vale la pena y
vera que asi ella lo respeta y lo quiere mucho mas.
No salí muy convencido con la entrevista que tuve con don Luís Ángel, porque cuando uno está
verraco y angustiado, no acepta razonamientos de ninguna clase. Esta cámara de tortura me
estaba matando, no me podía quitar la rabia que tenia encima.
Me fui para la clínica eran casi las once de la mañana y el portero que ya me conocía porque
Ana le dijo que cuando yo llegara me dejara pasar. Lo saludé y luego subí donde se
encontraban las dos mujeres mas hermosas que me habia dado la naturaleza.
En ese momento mi señora la estaba alimentando. Al ver esto casi me pongo a llorar. Que
espectáculo tan hermoso y tierno, tenía al frente de mis ojos. Nunca en mi vida habia visto a
una madre alimentar a su hijo. Esto para mi era desconocido y muy lindo. Me entretuve un rato
mirándolas a las dos sin decir una sola palabra.
Mi señora me dijo.
¿Cierto mijo que nuestra hija es muy linda?
Y yo le dije es la mas linda de todas. Me incliné y les di un beso a las dos. Luego le dije;
gracias por haberme dado tanta alegría y mi señora se puso muy tierna conmigo.
Después de tantas suplicas por parte de mi mama y después de haber ido a visitarla a la
clínica, ellas dos se pusieron de acuerdo para que mi suegro fuera el padrino de mi niña. La
única condición que puse era que la bautizaran en la capilla de la clínica, para no tener que
verle la cara a ese viejo miserable en mi casa, ni hacerles ninguna atención a ellos de parte
mía, como se acostumbraba en ese tiempo.
A los cinco días fue Fernando mi cuñado para el bautizo y la ceremonia fue muy sencilla.
Solamente los padrinos y el cura, porque yo no arrime a la capilla y mi señora se quedó en la
pieza. El segundo desaire por mi parte estaba hecho.

104
Después de todo por lo que tuve que pasar, la naturaleza y la vida se empecinaban en
hacernos maldades y jugarretas. Teníamos casi tres meses con la niña y un día mí señora bajo
al centro para hacer unas compras. Mi señora había dejado la niña con mi mama. Cuando un
gamín le arranco del cuello una cadena de oro con un medallón de la virgen, que yo le habia
regalado de soltero.
Ella se vino llorando para la casa de mi mama. Cuando llego. Resulta que también se habían
entrado los ladrones a nuestra casa y me habían robado toda la herramienta, que tenia para
montar mi taller.
Que suertecita la de nosotros, esto es increíble.
“Mientras a mi señora le robaban en el centro su cadena de oro, en nuestra casa se habían
entrado los ladrones y se robaban mi herramienta para montar mi taller. Suerte que la señora
del primer piso doña Edilia se dio cuenta y los ladrones huyeron por que de lo contrario nos
habían dejado en pelota. Esto que les estoy contando es muy difícil de creer, pero es la
verdad”.
¿Qué diablos nos pasaba a nosotros dos? No dábamos puntada sin dedal. Ni que mi señora y
yo fuéramos los autores de la muerte de Jesús para recibir tantos azotes por parte de la
naturaleza
Ni que nosotros dos cuando éramos jóvenes, hubiéramos matado a un puto Obispo. Esto era lo
único que nos faltaba. Que en un mismo día y casi a misma hora nos robaran, tanto a ella
como a mí.
Después de este nuevo latigazo que nos daba la vida, Se me vinieron a mi mente un poco de
refranes que habia aprendido en el tiempo de soltero. Aquí van, paren oreja amigos.
Palo porque bogas y palo porque no bogas. El que nace pa bultiador del cielo viene enjalmado.
Todos cortan leña del árbol que este caído. Unos nacen con estrella y otros estrellados. Al
caído cáele. Estamos más caídos que el Cristo de Giradota. Estamos mas demalas que el que
se cayo de patras y se quebró el pito.
En fin, mi señora se reía y me felicitaba por tan excelente humor. Pero una cosa si era cierta.
Entre más duro nos trataba la vida, con más empuje seguíamos la lucha. Después de esto, La
vida siguió normal. Vivimos cuatro meses más en la terminal de Belén frente a la fábrica de
paños vicuña. Cabe anotar lo siguiente. En la terminal de Belén solo vivimos como trece
meses. El primer año de casados, a pesar de todos los pormenores las angustias y la pobreza,
la habíamos superado y ya disfrutábamos de muchas comodidades. Teníamos nevera, estufa
con horno, licuadora, máquina de coser, juego de comedor, juego de sala, radio y muchas
matas que era el principal adorno de nuestra casa.

******************************************************************
SALE EL SOL RESPLANDECIENTE PARA ALUMBRAR NUESTRAS VIDAS CON LUZ
PROPIA*********************
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Teníamos como trece meses de vivir en la terminal, cuando una mañana, Marta mi cuñada que
vivía en Mira Valles, llamo a mi señora para contarle, que habían desocupado una casa muy
bonita y moderna. Era un segundo piso y que la estaban arrendando por trescientos sesenta
pesos mensuales. Y en comparación con la nuestra, era mucho mejor y más barata. No solo
por el punto y la cercanía al parque de Belén, sino por la construcción.
Mi señora bajo para conocerla y subió encantada. Cuando llegue del trabajo al medio día, me
comento sobre la casa. Yo le dije que eran ciento veinte pesos más, fuera de los servicios.
Que, debido a nuestra situación económica, nos quedaba muy duro para pagarla. Además,
teníamos muchas deudas por todas las compras que habíamos hecho durante ese año.
En un tono de angustia me dijo que hiciéramos el esfuerzo, que ella me ayudaba a pagarla con
los peinados y la venta de laca.
¿Como le iba a decir que no? El asunto es que ya le estábamos cogiendo ventaja a la vida y
nuestro mayor empeño era salir adelante cueste lo que nos costare.
Vaya véala y vera. Muy moderna más grande que esta y nos queda muy cerquita al parque.
Cuando la vea yo sé que le va a gustar.
De inmediato le acepte… en mi mente no habia otro proyecto que era darle todo el gusto que
ella quisiera. A esta mujer la quería con toda mi alma. Cada día que pasaba a su lado, me
sentía más enamorado de ella.
Al día siguiente me fui para Mira Valles a ver la casa. Allí me estaba esperando don Carlos
Jiménez el dueño. Me identifique y el me mostro la casa. Me quede impresionado de verla. Más
cómoda, más grande y con terraza para montar mí taller. ¿Cómo le parece la casa don Herley?

105
le dije muy buena don Carlos. El me pregunto cuantos éramos. Mi señora, una niña de tres
meses y yo. Muy bien.
¿Entonces hacemos el negocio, se queda con ella?
¿Y cómo son las condiciones don Carlos? Como que le caí muy bien al hombre porque no me
exigió fiador. Lo que me dijo fue que las buenas personas se conocían a la legua.
Muchísimas gracias por el buen concepto que tiene de mi persona don Carlos.
¿Cuándo me puedo pasar?
La casa esta lista, desde mañana mismo si quiere.
Listo don Carlos. En las horas de la tarde le traigo la plata del primer mes. Así se habla me dijo.
Y nos dimos un apretón de manos como señal de que acabábamos de hacer un trato. Yo tenía
unos ahorros y saque los trescientos sesenta pesos y le pague el primer mes.
Cuando le comunicamos a don Raúl que le íbamos a desocupar la casa, él se puso muy triste y
hasta nos propuso en dejárnosla más barata. Pero mi señora le agradeció, pero ya habíamos
alquilado la casa en Mira Valles

*********************CAMINO AL ÉXITO. ********************


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Era tanta la emoción que sentía, que esa misma tarde hable con José Luis Estrada el chofer de
la ladrillera y le hable del trasteo.
Me dijo que le pidiera permiso a don Israel. Así lo hice y el me dijo. Usted manda don Herley.
Diga para cuando se piensa pasar. Desde mañana la casa esta lista. De verdad que este señor
me tenía mucho aprecio, lo mismo que a mi señora. Al otro día me mandaron dos trabajadores
para que me ayudaran al trasteo.
José Luís me comento:
Qué diferencia de este trasteo al primero.
Teníamos juego de comedor, muebles de sala, nevera, máquina de coser, estufa, licuadora
para hacer jugos. Estufa con horno, radio, tocadiscos y varias cositas más y nuestras matas,
que eran el principal adorno de nuestra casa. Todo esto lo habíamos logrado en año y medio
de cazados. Somos los dos, muy amantes al jardín. Había trabajado muy duro en esos diez y
ocho meses y ya se veía el progreso. Esa noche nos dormimos muy tarde estábamos
planeando nuestro futuro. Acabábamos de dar un paso muy grande… nos pasamos a vivir a un
segundo piso, una casa moderna con buena terraza y estábamos muy felices.
Recuerdo que esa noche le comenté a mi señora, cuando me metí esa borrachera porque no
tenía los doscientos cuarenta pesos para pagar el arrendamiento. Y le dije que iba a triunfar por
encima de Dios y del diablo y que ella se asustó mucho.
Mire mija como estamos de bien, siempre por el camino del trabajo duro y el buen
comportamiento. Ella me dijo así es.
Al otro día arreglamos nuestro nuevo hogar y la verdad sea dicha que la nueva casa nos quedo
muy linda. Mi señora fuera de ser una mujer muy linda también era muy juiciosa. Además, tenía
muy buen gusto para arreglar su casa. Ya no se veía pobreza. Teníamos más de lo necesario
para vivir bien. Yo estoy completamente seguro de que el éxito de nuestro matrimonio está
basado en la amistad que hemos tenido desde novios.
Desde que nos casamos, no hemos parado de conversar y también planear nuestro futuro.
Somos muy buenos amigos. Yo me atrevería a decir que el éxito del matrimonio se basa en la
amistad y las buenas relaciones entre los conyugues.
Cuando nos pasamos a vivir a nuestra nueva casa, nos sentíamos muy orgullosos de vivir ahí.
Invite a mi mama y mis hermanas para que la conocieran. Lo que sucedió cuando nos visitaron
me desconcertó mucho. Ya no tenían que caminar tanto para visitarnos, les quedaba mucho
más cerca. En ese primer año de casados, subían con mucha frecuencia todas mis hermanas
para que mi señora las peinara. Pero el todo fue que nosotros empezáramos a mejorar y a
cogerle ventaja a la vida, para que la envidia se hiciera sentir por parte de mi familia.
En cuanto a la familia de mi señora, esos no habían vuelto a aparecer por mi casa en todo el
año. Actitud que en mi interior agradecía con mucho regocijo, por que mis relaciones con ellos
habían terminado por completo.
Ellos se habían convertido en compadres míos a la fuerza.
Ese nuevo parentesco de nada les sirvió, porque jamás nos visitaron ni tampoco nosotros a
ellos. Fueron padrinos de mi niña, pero nada más. Tuve que hacerlo por no contradecir a mi
señora.

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Pero eso no quería decir, que las puertas de mi casa las tenían abiertas para cuando ellos
quisieran visitarnos. Si ellos se dieron cuenta del cambio de residencia, fue por un chisme de
Marta, pero nosotros nunca les dijimos nada.
Cuando mi mama nos visito en nuestra nueva casa, el comentario que me hizo fue muy
desagradable y humillante para mí.
Esto no se lo van a creer los lectores. Ojo aquí.
Mi mama me felicito por todo lo que teníamos. Luego me dijo de frente que no me metiera en
tantas deudas, por que de pronto venían de los almacenes a quitarmen las cositas que habia
comprado.
Fue tanta la indignación y la rabia por parte mía, que le conteste en un tono muy brusco. Si
mama usted tiene mucha razón en pensar de esa manera. Cuando me los traje del Valle a vivir
aquí, porque las cartas que usted le mandaba a mi hermana en ellas le comentaban que
estaban muy mal, casi aguantando hambre. Yo me los traje y me eché esa Cruz acuestas con
todos ustedes. Le surtí la casa, con lo más indispensable y todo lo perdió cuando me retiré
para casarme.
Hágame el favor de decirme. ¿Alguna vez le quitaron algo de todo lo que yo les regale por falta
de pago?
¿O es que yo no tengo derecho a progresar en la vida?
¿Ya se le olvido tan pronto que yo soy un hombre muy honrado y responsable con mis
obligaciones y compromisos comerciales?
Si compro, es porque tengo con que pagar. Jamás adquiero deudas sin haber hecho un
presupuesto para poder cumplir con ellas. Además ¿ya se le olvido todas las bendiciones que
me dio, cuando me fui a casar, y me aseguro de que yo iba hacer un hombre muy rico por el
buen comportamiento que tuve para con ustedes?
Ella no me contesto nada. Estaba más pálida que un muerto. Simplemente me dijo perdone
mijo yo sé que usted es un hombre muy responsable y cumplidor con su deber. Luego cambio
de color y se puso roja como un tomate maduro. Lo cierto de todo esto es que mis hermanas y
mi mama, no volvieron a aparecer por mi casa después de ese quemonazo tan fuerte que les
pegue.

----------------NACE MI PRIMERA INDUSTRIA. -----------------


La idea de montar mi taller no se me quitaba de mi pensamiento, me estaba yendo muy bien.
Tenía mis buenos ahorros guardados para el futuro. Antes de seguir con esta historia, quiero
hacer hincapié en una cosa. Yo para manejar mi dinero soy un mago. Jamás invierto mi plática
en pendejadas, ni mucho menos en vicios de ninguna clase.
Me gusta vivir bien con todas las comodidades, porque para eso se hizo el dinero, para darse
uno gusto con él y no presumir como lo hace la mayoría de la gente. Jamás me gasto todo mi
efectivo. Siempre dejo él nidador, porque si de algo estoy seguro es que la vida cuando uno
menos piensa le da a uno la espalda y lo deja comiendo mierda. Casi todos los días me subía
para la terraza y me sentaba a meditar y hacer planes con mi trabajo. Hasta que un día no me
aguante mas y me fui para el centro, me dirigí al Almacén Industrial.
Solicite un crédito para la compra de un equipo de soldadura, me gusto uno de marca P H
Americano ese costaba muy caro.
Valía la media bobadita de ocho mil pesos de contado. Acredito una cuota inicial de dos mil
pesos y doce cuotas de seiscientos pesos mensuales. El administrador un señor Abel Álzate
me animo mucho, el me dijo que haciendo rejas, ventanas y pasamanos se libraba el equipo.
En ese almacén había herramienta de toda clase.
Las referencias tanto del Almacén Jamer, como del Almacén Octamore, me sirvieron mucho.
Tampoco me exigieron fiador, tenia que trabajar muy duro. La deuda era bastante grande, pero
era la oportunidad de empezar y el trabajo me sobraba en las ladrilleras.
Además, tenía el sueldo fijo con don Israel Arango, para los gastos de la casa. Di mis
referencias y como yo tenía mis ahorros pude dar la cuota inicial. A los dos días me entregaron
el equipo de soldadura. Que hermosura de color rojo. Yo creo que fui tan feliz como lo fue mi
señora cuando le llevé su máquina de coser.
Todavía me quedaban unos buenos pesitos y Compre unas tejas de eternit. Hice una ramada y
empecé a trabajar. El barrio la Palma en el sector de Belén lo estaba construyendo. Fue para
mí la tabla de salvación. Un ingeniero llamado Roberto era muy joven, me ayudó mucho. Le
hice una reja que le gusto y ahí empezó el trabajo. Le construí más de cien rejas ventanas y
pasamanos.

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Pague el equipo antes de tiempo. Saque un esmeril, un taladro y prensas, como también
herramienta menuda y en dos años tenia bien montado mi taller de cerrajería, con todas las de
la ley, en la terraza de mi casa.
Mi primer ayudante fue mi sobrino Gabriel Arcángel, el hijo de mi cuñado Jose. Ese sobrino
desnutrido, flaco y feo que mi hermana había tenido en la casa de los suegros, en esas
condiciones tan inhumanas. Ya era todo un joven dispuesto a ayudar a su tío en el intento por
montar una industria.
En mi hogar la situación había cambiado totalmente. La cigüeña nuevamente nos había
visitado, enviándonos un hermoso niño el cual fue recibido con todo jubilo. El nombre que le
pusimos fue de nuestro total agrado… (CARLOS MARIO). Ya teníamos la pareja mujer y
hombre. Nuestro plan era tener solo tres hijos. Esto lo convinimos desde que éramos solteros
Como entre cielo y tierra no hay nada oculto, por medio de mi hermana Yolanda, la cual
siempre tuvimos total acercamiento, esta nos trajo un chisme, pero de los gordos, muy gordos
y supergordos.
Resulta pues, que mi familia había sufrido uno de sus macabros golpes. El asunto en esa casa
marchaba patas arriba. Yo nunca supe de ellos desde que le pegué el remojón a mi mama,
cuando nos fue a visitar a Miravalle para conocer la nueva casa donde nos habíamos pasado.
Contare igual a como me lo dijeron. Además, yo no me escapaba de los chismes caseros, así
me encontrara a mil leguas de distancia. Tengo que hacer mención de ello, porque
directamente me involucraron en él y es parte de nuestra historia. Resulta pues, que una de
mis hermanas tenia un novio y el trabajaba con ella en la misma oficina. El hombre era muy
bien recibido por parte de mis padres. No había reunión, o celebración por parte de nuestra
familia, que el sujeto en mención no fuera invitado.
Un día cualquiera mi papa que siempre ha sido un buen madrugador, lo vio salir de la pieza de
mi hermana en las horas de la mañana.
El viejo ni corto ni perezoso, le fue con el chisme a mi mama, que de inmediato puso el grito en
el cielo.
¿Cómo era posible tremendo descaro?
¿El novio de su hija durmiendo en su alcoba estando solteros?
¿Cómo podía pagar de esa manera toda la confianza que habían puesto en él?
El escándalo que hubo en esa casa fue de traca mandraca.
Mi mama que era una rezandera y santurrona de tiempo completo, y en medio de su
desesperación y angustia, se le ocurrió venirme a poner la queja de semejante infortunio. Tuvo
la osadía después de tanto tiempo sin vernos, de llamarme para comunicarme con pelos y
señales, la fechoría cometida por mi hermana y su novio.
A mi me pareció muy raro esa llamada por que nos habíamos distanciado por completo,
después de ese remojon que le di cuando visito nuestra nueva casa.
Llorando y gritando a moco tendido, me comento todo lo que había pasado.
Y el desengaño tan grande que habia tenido con su hija. Los sollozos casi no la dejaban hablar.
Pues estaba al borde de la muerte.
Después de oírle semejante berrinche, que ella armo por el teléfono metí la pata, sin
imaginarme lo que se me venía encima. Cometí la imprudencia de decirle, que mi hermana se
estaba comportando como una ramera y que esa actitud no era la de una señorita.

HAY DIOS MIO… LA REACCION DE MI MAMA NO SE HIZO ESPERAR


Arremetió conmigo como una tromba. Infame, traidor, mal hijo, cuida esa lengua viperina que
tienes.
¿Cómo te atreves a dudar de la honra de tu hermana? Más adelante tienes que pagar esa
calumnia. Todo eso me lo dijo mi mama por teléfono.
Vea pues, el lio tan hijueputa en que me metió mi mama sin tener yo culpa alguna.
Mi mama ni corta ni perezosa, cambio su papel de víctima y madre ofendida. La traición de su
hija, me la colgó en mis espaldas y luego la emprendió conmigo.
Se enfureció contra mí y me grito por teléfono.
Que esa calumnia la tenía que pagar más adelante, porque el ojo de Dios todo lo veía. De
manera pues mis estimados lectores, que mi mama me lanzó al fondo de los infiernos, para
que yo pagara la fechoría que había cometido mi hermana con su novio. Eso que le estaba yo
diciendo por teléfono era una vil calumnia. Convertir a mi hermana en una PUTA. Más tarde
tenía que pagarlo. Por segunda vez mi mama, me estaba condenando, y lanzándome al fondo
de los infiernos, por un delito que yo no cometí. Luego me tiro el teléfono. En este desastroso

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suceso, quiero omitir los nombres de las personas que fueron las causantes de tan trágico
suceso.
Tanto mi hermana como mi supuesto cuñado obraron muy mal, sin medir las consecuencias.
Ellos dos la embarraron y aquí estaba yo de frente y listo, para recibir los latigazos por parte de
mi mama, que ni corta ni perezosa, se desquito conmigo, sin tener ninguna culpa como si yo
hubiera sido el causante de la tragedia.
Después de todos estos años, todavía retumban en mis oídos los gritos de mi madre, que
como una loca me insultaba sin motivo ni razón, descargando sobre mis hombros un pecado
del cual era inocente.
¿Que culpa tengo yo de que mi hermana y mi supuesto cuñado, les dieran rienda suelta a sus
deseos carnales? Pero como lo dije antes en paginas interiores, aquí estoy listo para recibir
todos los azotes que me tenía deparado el destino. Lo cierto del caso es que, hasta el día de
hoy, no sabemos si mí hermana se caso o simplemente se fue a vivir con el, cosa muy común
en el mundo en que vivimos. Lo que toda la familia si sabe, es que fue el motivo para que a mi
mama le diera un infarto, que un año después la llevo hasta la muerte.
Después de este lamentable suceso, tampoco fue de mi agrado que mis padres fueran los
padrinos de mi niño. Me opuse rotundamente, pero ahí estaba mi esposa para convencerme, y
no tuve más remedio que acceder a esa petición. Las relaciones en ese año fueron muy
pesadas, por parte de mi familia.
Lo que era de mi parte, tampoco habia vuelto a visitarlos, los nuevos esposos causantes del
conflicto tuvieron la desfachatez de irsen a vivir donde mi mama de arrimados. Que par de
sinvergüenzas. No solo que cometieron el delito, sino que se arrimaron donde ellos con el
cuento de ayudarlos a sostener el hogar.
El motivo de mi rompimiento con mi familia fue mi hermana. Prácticamente me vi obligado por
mi señora para que mis padres fueran los padrinos de mi hijo. Era la costumbre el primer hijo
para los padres de la mama, y el segundo para los padres del papa.
Después de mucho tiempo de ausencia por parte mía, cuando vi a mi mama me dio mucha
tristeza. Estaba muy desmejorada y muy flaca con eso del infarto y el problema de mi hermana,
estaba al borde de la muerte.
Como el bautizo también se realizo en la clínica León Trece, a mi mama le tuve que dar unas
uvas que le había llevado a mi señora. A mi mama la tenían a dieta era muy robusta y en cosa
de unos ocho meses rebajo de peso de una manera impresionante.
Esa tarde antes del bautizo, ella se desmayo del hambre en la clínica. Comía muy poco y el
desengaño que habia sentido por parte de su hija la tenía muy mal.
Un domingo siete de la mañana mi mama estaba en la cocina, se puso en un solo temblor y le
dijo a su yerno, esa joyita que le había causado el mayor dolor de su vida, que la llevara a la
clínica y cuando salían de la casa bajando las primeras escalas se desmayo.
Cuando la llevaron a la clínica Soma ya estaba muerta.
Como la vida sigue adelante hay que hacer caso omiso de este tipo de tragedias, que nos
acometen con mucha frecuencia sigamos pues adelante. Ni de fundas que volví a asomar mi
nariz por esa casa. Mi vida seguía adelante, ese año empecé un nuevo negocio, que se me
presento y fue la fabricación de muebles de hierro para jardín y también tejidos en cabuya.
Los primeros obreros que tuve a mi servicio fueron mis sobrinos Gabriel Arcángel, Henry y
Elkin, todos ellos hijos de mi hermana Yolanda. Lo que son las cosas de la vida. Silvio y Rubén
Darío los hijos de mi hermana Chela, la viuda que nos causo tanto problema al principio.
Cuando estuvieron mayorcitos yo me hice cargo de ellos trabajaron en mi empresa hasta que
fueron personas adultas.
A mi hermana menor Luz Marina lo mismo que a todos mis sobrinos les enseñe a tejer la
cabuya. Yo habia aprendido el arte con un amigo Mario Lotero, estuve unos meses
aprendiendo el arte y el me habia enseñado en forma.
Después se nos unió una muchacha Corona Pérez y por intermedio de esta, conocí a otra
muchacha que habia venido de Pennsylvania Caldas. Fue la mejor tejedora que tuve y con ella
iba a montar otra empresa, pero eso lo veremos mas adelante.

PALO POR QUE BOGAS Y PALO POR QUE NO BOGAS. Esta parte de mi historia que les voy
a contar, si es el colmo de todos los males. Resulta pues, que los muebles tejidos en cabuya se
vendían como pan caliente. Tenía como diez trabajadores tejiendo los muebles. Mi situación
económica había dado un giro muy grande y un día me dio por teñir la cabuya y sacarlos
pintados de varios colores. Con esta maravillosa idea, me fui para el almacén Industrial donde
mi amigo Abel Alzate y me compré un compresor de pintura pequeño.

109
Luego compré varios galones de pintura de colores y me di a la tarea de pintarlos.
Esa tarde en un verano maravilloso, me puse a pintar quince juegos de sillas que tenia
almacenadas listas para la venta. Cuando termine vi tanta belleza, en mis muebles me
quedaron hermosos, era un salto muy grande. Una cosa era ver la cabuya en su color natural y
otra muy distinta verla pintada. Mirando al cielo le di gracias al todo poderoso por esa idea tan
estupenda. Baje a la casa invite a mi señora para que los viera. Ella quedo fascinada ahora si
teníamos cogida la sartén por el mango. Como estábamos en pleno verano, todas las sillas les
deje en la terraza para que se secaran bien toda la noche.
Con esa felicidad en mi alma me acosté muy temprano y al otro día me levanté y lo primero
que hice fue subir a la terraza para disfrutar de mi obra maestra. Al ver tanta belleza
nuevamente di gracias a Dios y Luego me dispuse a sentarme en una de ellas. Tan pronto
puse mi preciosa nalga en el asiento, me pare como impulsado por un resorte. Sentí como si
me estuvieran clavando púas en mi trasero, luego dije.
¿Qué diablos paso aquí? Pase mis manos por todo el tejido y los pelitos de la cabuya se
habían entiesado con la pintura y quedaron como agujas.
Esto sucedió en todos los quince juegos de muebles.
Narrarles con palabras escritas lo que sentí en ese momento, es muy difícil de explicar,
simplemente les digo.
(ME SENTE EN EL PISO Y ME PUSE A LLORAR COMO UN NIÑO CUANDO LE QUITAN SU
MEJOR JUGUETE.)
Todo el material invertido, lo mismo que el trabajo se habia perdido por completo. Creo que ese
ha sido uno de mis peores momentos, de mi desgraciada y puta vida. Ni para que les cuento la
tristeza de mi señora, cuando me vio en esa situación tan terrible. Perdimos de un solo tajo
todo el trabajo el material, cabuya, pintura y obra de mano.
Sin embargo, ante este nuevo golpe que nos daba la vida, tampoco tiramos la toalla. Mas
adelante a mi señora se le ocurrió teñir la cabuya con iris un polvo que había para teñir ropa y
ese fue nuestro mayor éxito. Las ventas se duplicaron y no dábamos abasto con los pedidos,
como dice el dicho el que persevera alcanza y nosotros estábamos muy dispuestos a salir
adelante.
Siguiendo adelante mi papa se habia quedado solo y en medio de su tragedia viendo que su
vida no tenia sentido, al perder a su mujer y haber quedado en la más absoluta miseria;
quedando bajo el amparo de esa joyita de mi hermano mayor y el resto de sus hijos. Al pobre
viejo no le quedaba más remedio que pedirle a su Dios que se lo llevara de este perro y
desgraciado mundo.
Mi papa nos visitaba con mucha frecuencia, era el único de mi familia que lo hacía. Nuestras
relaciones se habían roto definitivamente con esa familia.
Esa fue la recompensa del altísimo que yo había tenido el haber dedicado mas de una década
de mi preciosa juventud en el sostenimiento de todos ellos.
Pero como dijo hace dos mil años Poncio Pilatos ante el sanedrín, lo hecho, hecho esta y
punto. Este no era el momento de lamentaciones. Hay un dicho que reza lo siguiente.
LA CASUALIDAD NOS HIZO HERMANOS, PERO ES EL CORAZON EL QUE NOS HACE
AMIGOS.Y DESAFORTUNADAMENTE YA NO EREMOS NI FAMILIA, NI MUCHO MENOS
AMIGOS.
Lamentablemente ya no éramos amigos sino competidores, en una carrera por superación que
yo llevaba la delantera y en la actualidad la sigo llevando. “Cuando me retire para cásarme
después de haber llevado una cruz a cuestas por más de once años, lo único que habia
recibido por parte de mi familia eran desengaños. Por ese motivo, cuando mi papa iba a
visitarnos, hacíamos mención de lo desagradecidos que eran conmigo todos mis hermanos”. Y
eso le acarreaba al viejo muchos disgustos cuando hablaba en mi favor. Siempre me decía que
quería morirse. No dejaba de lamentar la muerte de mi mama y rogaba a Dios que se lo llevara.
Era tanta la pasión y el empeño en irse de este mundo, que al año siguiente se murió también
de un infarto. Este si fue fulminante, no quiero hacer ningún tipo de comentario sobre como fue
la muerte del viejo, para no hacer interminable esta historia.
La fuerza que estaba cogiendo en el mundo de los negocios era en verdad impresionante. Los
muebles de jardín y tejidos en cabuya estaban pegando mucho en la ciudad. No hubo más
remedio que abrir un almacén, en el parque de Belén. Mi primera secretaria fue Rosa Pérez la
hermana de Corona una de mis empleadas, nos iba de maravilla todo lo que hacíamos se
vendía.
Deje de construir rejas y pasamanos los muebles copaban todo mi tiempo. Las ladrilleras
también salieron de mi campo de trabajo, asi estuve unos dos años.

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Antes de seguir narrando esta historia quiero comentar lo siguiente. Mi muy amigo don Luis
Ángel Escobar se había enfermado. Uno de los hijos que vivía en Bogota vino por el y
vendieron la ladrillara no supe cuál fue su final.
Me encontraba jugando en las horas de la tarde, con mis niños en la casa. Mi señora cada día
que pasaba se ponía más hermosa.
El matrimonio, así como la maternidad, le caían de maravilla y yo no perdía la ocasión de
manifestárselo muy a menudo. Por ese motivo habíamos prendido motores y de este resultado
teníamos un nuevo miembro en nuestro hogar. Nuevamente la naturaleza se hizo presente y
nos trajo de regalo una nueva niña la cual la bautizamos con el nombre de Gloria Patricia.
Sus padrinos fueron don Israel Arango, y doña Jesuita Vélez. Ya eran tres mis hijos en cosa de
cinco años teníamos tres. El asunto como que se estaba poniendo serio y a esto habia que
ponerle freno y solución.
De común acuerdo nos fuimos los dos para pro familia a pedir orientación y poder seguir un
método para así evitar más embarazos y optamos por ligadura de trompas. Era la más segura,
no queríamos más hijos, con tres eras suficientes. Ese fue el convenio que hicimos desde que
éramos novios tener tres hijos y nada más. Pensábamos educarlos bien y con buenas
comodidades. De ninguna manera tenían ellos porque sufrir la pobreza y la miseria por la cual
yo había pasado. Ese mal recuerdo me aterrorizaba.
Aquí estaba yo dispuesto a enfrentar lo que fuera, por encima de cualquier poder, asi fuera
divino o humano. Mi mente estaba enfocada en una sola cosa.
Mis hijos y mi esposa tenían que tener lo mejor, así como todas las comodidades, las que yo
nunca tuve. Los amábamos más que a nuestras propias vidas.
Mis hijos eran el mayor regalo que nos Había dado la naturaleza y era nuestra obligación
educarlos y darles muy buena formación, para que cuando fueran grandes nos sintiéramos
muy orgullosos de ellos como así ocurrió.

PUNTILLAZO VA PUNTILLAZO VIENE. ++++++++++


ROMPO CON LA IGLESIA. ++++++++++++++++++++
El motivo que lo origino fue más que suficiente. Fue la gota que reboso la copa. Resulta que a
mi señora le dio un día por ir a confesarse con el curita párroco de la iglesia de Belén. Se
estaba aproximando la semana santa y era costumbre en los feligreses de hacer las paces con
el eterno. Cuando ella regreso a la casa la note muy preocupada. Le pregunte que le había
pasado y me dijo que el párroco de la iglesia, no le había dado la absolución.
Le pregunte porque y ella muy ingenuamente me dijo que, porque habíamos cometido un grave
pecado, al evitar la familia por ese medio. Que hasta que no se hiciera una nueva operación,
para poder tener más familia, no le daba la absolución.
En un acto muy usual en mi forma de reaccionar le dije. Porque tenía que ir a contarle en
confesión a ese puto cura, las intimidades de nuestro hogar y las decisiones que solo nos
correspondían a nosotros.
Ese ignorante, no tenía ni idea que esa operación era irreversible. Las palabras de grueso
calibre contra los mal llamados ministros de la iglesia católica por parte mía, no se hicieron
esperar.
Desde este mismo momento renuncio a la iglesia católica. No vuelvo a pisarles esos edificios
donde se reúnen todo tipo de hipócritas y fariseos a darse golpes de pecho y después salen a
las calles a difamar de sus hermanos y atentar contra la vida y honra de sus semejantes. Lean
bien y despacio para que memoricen este dicho que reza lo siguiente.
LA IGNORANCIA, LA IDOLATRIA, LA HECHICERIA, Y EL FANATISMO RELIGIOSO, HAN
SIDO, SON Y SERAN, LOS PEORES ENEMIGOS DE LA MENTE
RACIONAL…………………………………….
La peor de las pestes de la humanidad a las cuales nos condenaron es la ignorancia. Este
curita ignorante y analfabeto, no sabía que esa operación es irreversible. Como les hace de
falta a algunos clérigos y miembros de la religión católica, que se atreven a dar cátedra sobre
problemas familiares. Tratando los muy ilusos de dar orientación, sin tener la menor idea de
cómo y en qué condiciones vive una pareja en el matrimonio, el cual esta plagado de
problemas, angustias miserias y sinsabores. Este es un asunto muy delicado que solo atañe y
compete, a la pareja.
“La cantidad de hijos solo compete a los esposos y ellos son los que determinan el número de
hijos, según su capacidad tanto material como espiritual y económica”.
Aquí no se trata de cantidad, sino de la capacidad que se tenga, para poder alimentarlos,
educarlos y darles todo lo necesario, para darle a la sociedad buenas personas para el futuro.

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“Todavía creen los muy ilusos, estúpidos y majaderos curas, que estamos en poder de
creencias religiosas, las cuales atemorizaron a las gentes del pasado y los obligaban a tener
hijos en abundancia. Estos ignorantes ilusos y majaderos que no tienen idea de lo que es
convivir con una mujer, en el sagrado vínculo del matrimonio ya que desconocen por completo
este tema”.
Lo único que saben hacer y para eso son muy expertos es en inculcarles a sus feligreses
miedo y terror, porque si no lo hacían, las llamas del infierno los estaban esperando para
freírlos como chicharrón.
Nunca la iglesia católica tiene la experiencia, y la capacidad de saber y entender cómo se
maneja un matrimonio, ya que los curas son laicos y no entienden de mujeres y mucho menos
saben cómo manejar un hogar. Para eso hay que tener experiencia y ningún religioso
perteneciente a la iglesia católica es casado.
“Este payaso ignorante y pendejo curita, descendiente de la época del oscurantismo, no tenía
ni la más mínima idea que la ligadura de las trompas, era una operación que no tenía reversa”.
¿Cuándo van a entender estos putos curas, que no se puede dar cátedra de algo que no saben
ni entienden? “Además; la obligación de un cura como orientador espiritual, es ayudar a sus
fieles con buenos consejos, siempre dirigidos al fortalecimiento del hogar, como también de las
personas que lo conforman. Y no criticar tan abiertamente en sus falsos y estupidos sermones,
las decisiones de los esposos. En este caso el paso ya estaba dado y punto”.
Un matrimonio bien formado y estable se fomenta en la comprensión, el dialogo y la
responsabilidad de todos los miembros de nuestra familia. Además, vuelvo y repito para que no
les quede la menor duda.
La cantidad de hijos los determinan los contrayentes y no los dirigentes de la religión cualquiera
que fuere. Los hijos son una bendición de la naturaleza y al traerlos a este mundo tenemos la
obligación de cuidarlos y protegerlos en todo sentido.
POR SECULAN SECULORUN AMEN.
Como les pareció el cacao: ¿cierto o falso? He dicho.
¡Que cerebro Dios mío que cerebro el de José Herley para analizar este tipo de-
temas…!!!!!!Felicitaciones!!!!!!
RECIBO UNA DE MIS MÁS GRANDES SORPRESAS-----
---------------------------MIS PRIMEROS SOCIOS----------------
Como los muebles iban viento en popa, la casa donde vivía me quedaba muy pequeña,
entonces no tenía la forma todavía de conseguir un local para poner la industria bien en forma.
Desde que me case, mi mayor anhelo era montar mi taller propio y más adelante conseguir una
vivienda digna para mi señora y mis hijos. En este momento tenía muy buena herramienta y
también clientela. El hombre ya empezaba a sonar en los círculos de la industria y el comercio.
Lo que son las cosas de la vida. Este párrafo de mi historia, tampoco me lo van a creer. Aquí
les va. Paren oreja amigos lectores.

MI FAMILIA RECIBE UNA GRAN SORPRESA.


MIS PRIMEROS SOCIOS****************************
Una tarde como de costumbre, recuerdo muy bien que era domingo día de descanso, me
encontraba jugando con mis tres hijos en la sala de mi casa, cuando tocaron la puerta. Me
asomé al mirador y vi con gran sorpresa a mi hermana y mi cuñado parados alli.
Eran nada más y nada menos, que los esposos que habían originado el escándalo, del cual fui
víctima por parte de mi mama. Nos cayeron de sorpresa, con el cuento que querían conocer a
nuestros hijos. Antes de abrirles le comenté a mi señora, que teníamos visita y eran los
esposos que habían originado el principal conflicto en nuestra familia.
Todavía me retumban los oídos oyendo a mi mama acusándome de algo que no había
cometido, como lo mencione en páginas anteriores.
No sé con qué pretexto se metieron a mi casa. Tocaron la puerta y vamos para dentro. Nadie
los había invitado, pero como las noticias vuelan, ellos se dieron cuenta del progreso por parte
mía y querían cerciorarse de que tanta verdad había en todo aquello.
Primero fueron con el pretexto de conocer a mis hijos, por que tenían fama de ser los más
hermosos y por ende para ver en que condiciones vivíamos. Segundo. Conocieron los muebles
que yo estaba fabricando y les encanto. Como ellos dos trabajaban juntos y manejaban una
buena oficina haciendo declaraciones de renta les iba muy bien.
Entonces ni cortos ni perezosos vieron una buena oportunidad de ampliar sus ingresos. Me
hicieron una propuesta de ampliar mi negocio, me ofrecieron comprar la mitad. Así éramos
cuatro los socios. Mi hermana y su marido, y mi señora y yo. La propuesta no me pareció

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descabellada. Todo lo contrario, aquí se me presentaba la oportunidad de salirme a la calle,
que era la idea que estaba acariciando desde hacía mucho tiempo. Además recibiría en
efectivo ciento veintinueve mil peso en efectivo y eso para mí era un gran negocio.
Mi casa la tenía muy bien arreglada y bonita. Ellos vieron mi progreso y me felicitaron, pues la
pobreza con la que me case había desaparecido por completo.
Mi señora me resulto muy juiciosa. Ya teníamos nevera, equipo de sonido, televisor, buenos
muebles de sala, comedor, juego de alcoba moderno y otros arreglos personales. Hasta nos
dábamos el lujo de tener porcelanas.
Se quedaron boquiabiertos de ver las comodidades que teníamos. Tomamos un suculento algo
y charlamos como si no hubiera pasado nada entre nosotros. Vieron los muebles que estaba
fabricando y les pareció muy buenos y bonitos.
Mi hermana fue la primera que me comento que tenían unos pesitos ahorrados y que querían
invertirlos en algo productivo. Así pues, que ni corta ni perezosa me planteo el negocio para
asociarnos.
A mí en ese momento me pareció que era la oportunidad que estaba esperando. Poder salirme
a la calle. Entre nosotros no había nada de rencores, ellos no hicieron mención de nada y
nosotros tampoco. Así pues, que, haciendo mis primeros pinitos, en el mundo de los negocios,
les vendí por ciento veintinueve mil pesos, la mitad de mi taller. Mi hermana y mi cuñado me
dieron el dinero en efectivo. Alquilamos un local que pertenecía a la parroquia de Belén y el
encargado de arrendarlo era don Guillermo Correa el síndico de la parroquia muy conocido
mío. El mismo que me alquilo la casa en la bolivariana donde actualmente vivían mis
hermanas.

------------SURGE OTRO MALDITO PROBLEMA. -----------


Nos pasamos de mi casa al nuevo local y empecé a construir muebles al por mayor. El todo fue
salirme de la casa y conseguir socios para empezar a decaer. Después de unos meses, el
negocio, se vino a tierra, en picada. No se que diablos paso, pero las cosas empezaron a
funcionar mal. Tanto mi hermana como mi cuñado empezaron a presionar y a protestar, por las
malas ventas. Tuvimos que serrar el almacén no daba ni para los gastos. Mi cuñado iba cada
ocho días hacer balance de lo que habia.
Ya me tenían cansado y mamado de tantos reclamos por parte de ellos. Ninguno de los dos se
untaba la mano para nada, solo pedían cuentas.
Hasta que un día no me aguante mas, hable con mi señora de lo que estaba pasando y los dos
estuvimos de acuerdo en disolver la sociedad.
Cuando puse en conocimiento a mi hermana y mi cuñado de la situación por la cual estábamos
pasando y les dije que disolviéramos la sociedad ellos aceptaron de inmediato.
¿Cuanto me da por mi parte me dijo mi cuñado?
Yo le dije le doy ciento ochenta mil pesos. Entonces Él dijo vale mucho más.
Yo le dije… ¿démelos usted a mí?
El contesto. ¿Y que hago yo con eso?… ¿Me lo meto por el culo?
Yo le dije no le cabe, usted lo tiene muy estrecho.
El dialogo se estaba poniendo muy caliente.
Muy astutamente le dije: mire Gildardo yo no lo invite a mí casa, usted y mi hermana se
metieron en ella. Ya se le olvido que fue su propuesta de comprarme la mitad del negocio y
ahora quiere sacar mayor tajada. Es cierto que usted me dio la plata, pero en este tiempo lo
único que han hecho es pedir cuentas y nada más.
En el mundo de los negocios hay que saber esperar y tener mucha paciencia. Ustedes dos
creyeron que la plata iba a llegar por montones. Me presionaron demasiado. Solo pedían
cuentas y nada más y la verdad es que estoy mamado con ustedes dos.
En la tira y aflojé en medio de la discusión le dije. Tómelo o déjelo, pero esto lo tenemos que
resolver de una vez.
Entonces a regañadientes me acepto. Así quede yo con mi taller montado, pero sin un peso
para comprar materia prima. En esos seis meses que duro nuestra sociedad, se gano
cincuenta y un mil pesos y yo me quede con un negocio listo para sacarlo adelante pero solo.
Solo me he limitado hablar de los desmanes de mi familia, pero la de mi mujer, que poco a
nada sabemos, porque en ese tiempo muy poco los frecuentábamos. Pero como entre cielo y
tierra no hay nada oculto ahí va esta. Solamente hagamos mención de algo que paso y estoy
involucrado. Mi cuñado Guillermo se habia propuesto en estudiar y seguirle los pasos a su
hermano Fernando el cura misionero.

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El trabajaba en el banco Comercial Antioqueño como empleado y se costeaba sus estudios.
Trabajaba un año y luego se salía para estudiar, Así se lo pasó hasta que, faltándole un año
para ordenarse de cura, se vio obligado a dejar sus estudios sacerdotales, por falta de dinero.
Hagamos un pequeño corte en la continuación de esta parte de la historia, para hacer un breve
comentario sobre la familia de mi esposa.
La familia Cuartas era en ese entonces una de las mejores familias del barrio Belén. Era muy
apetecida y respetada por todos los miembros de la comunidad como se los comente en
páginas anteriores.
Fueron sus ancestros, unos de los fundadores del barrio Belén, en conjunto con la familia
Medina, y la familia Cadavid.
Estas tres familias, eran tres grandes caciques que disfrutaban de muy buena fortuna. Pero a
mi suegro no le toco una buena tajada de ese pastel. Los ricos eran sus tíos, y hermanos,
dueños de ladrilleras y terrenos. Su hermano Octavio poseía muchas propiedades. Se puede
decir sin equivocarme, que mi suegro siempre fue un hombre pobre sin fortuna, vivía bien eso
no se discute.
Además, sus hijos fueron religiosos (sacerdotes) por lo que le daba cierto estatus que
sobresalía en las demás familias.
Don Tomás Cuartas mi suegro, se casó con la señorita Inés Tirado también una muy buena
familia en nuestro barrio.
Buena presencia en todos sus hijos, en especial las mujeres. De verdad eran muy bonitas,
especialmente María Eugenia.
Esta hermosa y tierna damita hacia soñar, a todos los jóvenes pobres y ricos de nuestra
sociedad, como se los comente antes. Los jóvenes casaderos de las otras dos familias,
algunos miembros de esa grey ya le habían clavado el ojo a ella, pero sin ningún resultado.
Su hermana mayor Rosa, contrajo matrimonio con un miembro del clan de la familia Medina. A
María Eugenia también la pretendían los jóvenes que pertenecían a esa misma grey. Su papa
no se preocupaba por nada. La vida de él era el fútbol, hincha a morir por el Atlético Nacional,
para el no existía nada mas.
Fernando el cura, se ordeno con la ayuda de gente particular.
A Guillermo su hermano menor que le siguió los pasos, jamás le aporto un solo centavo para
comprar un lápiz. Mi suegro vivió toda la vida desde que enviudo a la sombra de su hermano
Octavio, pegado a él como una garrapata. La casa donde vivía con su familia y su mama era
de su hermano. Vivian a tres cuadras del parque de Belén en una casa finca muy grande, tenía
muchos árboles frutales. Nunca le pago un peso de arrendamiento a su hermano.
La única propiedad que tenia mi suegro, era una casita que tenia detrás de la iglesia de Belén,
se la habia dejado de herencia su mama. En realidad, mi suegro no era un hombre de
negocios, las entradas que tenía eran de una jubilación que le dieron por manejar tranvía.
También tenía un taxi, y era el gerente de tax Belén, empleo que no le daba ningún sueldo. De
lo demás nanay cucas.
Unas de las cosas que más me agradeció mi señora, fue que nunca le prohibí volver a su casa.
Además, a mí me convenía porque seguramente ella les comentaba de lo bien que nos estaba
yendo, para así taparles la boca por lo mal que se manejaron con nosotros en el primer año de
casados.
Así pues y siguiendo adelante con esta historia, sin perder el hilo donde lo dejamos. Resulta
que un día fue mi señora de visita donde su papa y se entero de que su hermano Guillermo se
iba a salir del seminario faltándole solo un año para ordenarse de cura.
No tenía el dinero suficiente para terminar sus estudios. Cuando vino a mi casa me contó todo
el chisme con pelos y señales.
Entonces como ya me había separado de la iglesia, nuevamente le dije a mi esposa.
¿Cómo es posible que el seminario donde estudia Guillermo faltándole solo un año para
ordenarse, tenga que salir a trabajar para terminar su carrera?
¿A ese seminario no le interesa sino la plata y nada más? Mi señora se quedó callada, luego le
dije
Deje y vera que yo le voy a ayudar a resolver ese problema. Me puse en guardia y empecé a
elaborar un plan maestro para agarrar la victima, pues ya la tenía en la mira.

LISTA LA RES PARA LLEVARLA AL MATADERO.


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Ese lunes me reuní con don Israel Arango en su oficina. Le conté punto por punto toda la
historia sobre mi cuñado Guillermo.

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Todo el esfuerzo que el habia hecho para estudiar en el seminario de vocaciones tardías,
ubicado en el municipio de la Estrella.
Por supuesto que aumentándole un poco. Para eso la naturaleza me habia dado ese don de la
persuasión y el combensimiento, que era mi principal arma. Cuando me proponía algo lo
lograba era el poder y la energía de la mente.
“Ojo que aquí está el truco del cual me valí para convencer a mi patrón y amigo”.
Empecé diciéndole. Haga esa obra de caridad don Israel que Dios, en su inmensa misericordia
lo compensara, si no es en esta vida es en la otra. Yo sabia de antemano que con estas
palabras le estaba mintiendo, por que de todo el mundo es sabido que Dios no hace
absolutamente nada por ayudarnos.
“Nos la tenemos que ingeniar con nuestros propios recursos, poniendo en marcha nuestras
propias habilidades, para eso nos dieron la mente, para ponerla a funcionar apoyándonos los
unos contra los otros”. En algunos casos recurriendo a todo tipo de mentiras como lo estaba
haciendo yo. Para poder sobrevivir en este perro y complicado mundo. Si no es así nos
hundimos en el abismo. Creamos en Dios o no creamos en él. Después de tanto hablarle y
echarle carreta lo convencí. Me dio mucha lidia, pero lo logre. Cuando lo tenía bien calientico y
cogido del pescuezo para darle el puntillazo final, no tuvo más remedio que decirme que citara
a Guillermo ese sábado para que hablaran. Los invite a almorzar a los dos. Ese sábado se
reunieron en mi casa
Era la una de la tarde y Guillermo ya se encontraba con nosotros. Cuando hizo su aparición
don Israel, como de costumbre con una caja de galletas para los niños. Se sentaron en el
comedor y mi señora nos sirvió un suculento sudado de gallina, el cual lo devoramos con
mucho apetito. Pues el hambre que teníamos era feroz, por la espera y la tensión que
teníamos.
Terminado el almuerzo empezamos el dialogo y fue Guillermo mi cuñado el que le dio, el
puntillazo final, tiro duro y a matar. Entre él y yo teníamos la res lista para la estocada final.
Le dijo todo lo concerniente a su ordenación.
Don Israel al sentirse acorralado por nosotros dos le pregunto. ¿Qué pasa con su tío Octavio,
el porque no le da la mano, el es uno de los hombres más ricos de Belén?
Guillermo le dijo mire don Israel. Prefiero trabajar otros dos años en el banco, que deberle un
favor a Octavio, para que después salga diciéndole a todo el mundo que el me costeo toda mi
carrera, eso nunca. Luego le dijo don Israel:
¿Cuánto necesita para terminar sus estudios?
Guillermo que ya habia hecho la cuenta le dijo que con cinco mil pesos era suficiente. Don
Israel saco de la solapa del saco su chequera del banco de Bogotá, y me la paso a mí
diciéndome, hágame el cheque Herley y me paso su lapicero Parker.
Nuevamente se dirigió a Guillermo y le dijo:
¿Está seguro de que con cinco mil pesos le alcanza?
Y Guillermo le dijo seguro que si don Israel. Él se acercó a mi oído y me dijo en voz baja.
Hágame un cheque por diez mil pesos, a nombre de Guillermo Cuartas.
Yo lo miré un poco extrañado y me puse a elaborar el cheque. Luego le entregue la chequera
para que lo firmara. Luego se lo entrego a Guillermo.
Este lo doblo sin mirarlo y le dijo. Dios lo ha de recompensar don Israel. Él le contesto mírelo
haber si quedo bien hecho.
Guillermo lo miro y al ver la cantidad se quedo como mudo. Luego le dijo ¿qué es todo esto,
son cinco mil pesos don Israel? Y él le dijo. Usted tiene una cantidad de gastos adicionales y
con esta suma los puede solucionar. Guillermo muy agradecido se despidió de él. Un año
después cuando Guillermo celebro su primera misa, hablo muy bonito agradeciéndole al señor
Israel Arango por su ayuda, la cual fue posible para que él se ordenara.
Otra obra de caridad que les había hecho para demostrarles lo verraco que era yo.
Que cerebro, que cerebro el que me diste Dios mío.
*******************************************************************EN ESTE MUNDO MISERABLE, NO
SE DA PUNTADA SIN DEDAL, DICE EL VIEJO Y CONOCIDO REFRAN. Hay un adagio muy
popular que dice que, en este mundo, no se da puntada sin dedal. Que nadie hace un favor sin
esperar una recompensa. Y precisamente eso fue lo que me pasó a mí.
“No joda hombre: de verdad que esta historia mía, si esta llena de conflictos y sorpresas. Ni
que fuera yo el causante de que, por mi culpa, se hubiera originado la segunda guerra
mundial”.

LEAN CON MUCHO DETENIMIENTO ESTA OTRA PARTE DE MI HISTORIA.

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La amistad que don Israel Arango nos había brindado a mi señora y a mí, tenía un interés muy
especial.
Ya se me hacia raro que me estuviera pagando un sueldo casi sin hacer nada, con todas las
prestaciones sociales, fuera de las atenciones que él nos hacía. Adoraba a nuestros hijos se
entretenía jugando con ellos y mis niños también lo querían a el.
El dinero que con tanta facilidad le habia dado a Guillermo mi cuñado duplicando la cifra, me lo
quería cobrar a mi con un interés del mil por uno.
¿Cómo así José Herley cuente haber que le paso esta vez?
Claro que él era un hombre muy adinerado y amplio, lo que le sobraba era plata. Pero uno
nunca sabe por dónde va el agua al molino.
El caso es el siguiente.
-----------LA MÁS MALA PROPUESTA DE MI VIDA. --------
Yo nunca me imaginé lo que estaba pasando por la mente de don Israel Arango. Mucha
atención a esta parte de mi historia. Respiren profundo y no se me duerman, porque lo que les
voy a narrar es algo increíble, que solo se da un caso cada mil años en este planeta. Resulta
que Don Israel Arango mi patrón y amigo, tenía varios hijos entre ellos la hija mayor Rocío. Ella
se había casado con un libanés y no habían podido tener hijos. Por nada del mundo la madre
naturaleza los premiaba con uno.
Ese matrimonio estaba a punto de fracasar. Casi tenían cinco años de casados y nada. La
amistad que había surgido entre nosotros con don Israel, de verdad que era de agradecimiento
y no veíamos vestigio por parte de el, algún interés que empañara nuestras relaciones de
amistad.
El nos visitaba casi todos los sábados y salíamos a pasear con él en su automóvil. Ni
remotamente nos imaginábamos por donde iba el agua al molino.
Él se había enamorado de su ahijada Gloria Patricia mi hija menor. La cargaba cada vez que
nos visitaba hasta que un día. Un sábado por la tarde, estando reunidos en el mirador de
nuestra casa, nos hizo la propuesta mas descabellada y amarga que se le puede hacer, a un
matrimonio también constituido como el nuestro.
Nos contó la historia de su hija mayor Rocío. Ella se había casado con un extranjero de origen
libanés. El cuento fue completito con pelos y señales. Ellos habían hecho hasta lo imposible
para tener familia y nada. Habían visitado médicos no solo aquí en el país, sino que fueron al
extranjero y la cosa seguía igual, nada de nada.
En unos exámenes que le hicieron al sujeto, se comprobó que el hombre era estéril. De nada
les habia servido el dinero que tenían. De nada sirven los afanes del hombre si la madre
naturaleza no quiere. Nos contó don Israel que su casa era bellísima. Tenían finca de recreo
con piscina. Esta estaba dotada con todas las comodidades habidas y por haber. Dos
automóviles para su servicio, y todo tipo de comodidades, de las cuales nosotros carecíamos
por completo.
Pero lo que es este mundo de extraño y de cruel. Nosotros fuimos a pro familia para que parara
a mi señora por causa de su fecundidad. Tres hermosos retoños en cinco años, y si no se
hubiera operado, por lo menos habíamos tenido quince hijos, por que al paso que íbamos no
se podia esperar otra cosa.
En cambio, los otros, a punto de terminar su matrimonio por no poder tener un solo hijo. La
familia es el regalo y el tesoro más grande que la madre naturaleza nos puedan obsequiar.
Ellos vivían en Barranquilla. No habían adoptado un niño, por que como eran tan orgullosos y
exigentes, les daba temor adoptar uno, sin tener pleno conocimiento de su origen.
Ellos buscaban uno que fuera de un hogar digno y muy sano y don Israel había pensado en
nosotros.
Una pareja joven bien formada. Además, doña Benilda Tirado su esposa era parienta de la
mama de mi señora. De manera pues, que mejor oportunidad no se le podía presentar. Esto
les caía como anillo al dedo. Él ni corto ni perezoso, nos pidió a Gloria Patricia, para por ese
medio poder salvar el matrimonio de su hija.
Permítanme mis queridos lectores, hacer una breve pausa y hacer una de mis acostumbradas
reflexiones en esta otra parte de mi historia.
En este relato les he contado innumerables aventuras muy difíciles de creer de las cuales
luchando contra viento y marea pude salir adelante.
La verdad sea dicha: cuando una persona se atreve a escribir su historia por muy cruda que
sea, hay que contarla sin tapujos, y no esconder nada por muy increíble que nos parezca.
Si analizan bien a fondo todo lo que les he contado verán que historias como esta se dan muy
pocas veces en el diario vivir de las personas. Es muy difícil que a todos nos pase lo mismo.

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Contar una historia con todas sus amarguras, angustias, y crueldades, a las cuales estamos
sujetos, todos los seres humanos que habitamos este hermoso pero muy complicado planeta.
Algunos lectores pensaran que soy muy vulgar y digo demasiadas palabras en estos escritos.
Pero la verdad sea dicha. Nada de tapujos, nada de tabús. Las cosas hay que escribirlas tal
como acontecieron, así no estén de acuerdo alguno camandulero, ilusos y majaderos que se
las tiran de cultos y lo critiquen a uno por decir fuertes palabras.
No seamos tan cismáticos, que todo el mundo no solo las dice, sino que las piensa y lanza
palabras que están prohibidas, para las personas que se las tiran de muy recatadas y
religiosas.
Todos nosotros pobres y ricos, blancos y negros, sin distinción de razas o creencias religiosas,
tenemos nuestra historia. Unas más increíbles, Otras más amargas y otras muy difíciles de
creer como lo es la mía.

PERO LA HISTORIA QUE LES ESTOY NARRANDO SOBRE PASA LO INAUDITO E


INCREIBLE Y MUY DIFICIL DE SUPERAR.
Por eso escribo tal y como sucedieron las cosas.
Siguiendo adelante, en este caso se me voltio el cristo. Estaba recibiendo el mismo lavado
cerebral que le aplique a don Israel, cuando le eche el cuento para pedirle ayuda en la
ordenación de mi cuñado Guillermo. El, ni corto ni perezoso uso el mismo antídoto y me aplico
la misma fórmula devolviéndome la pelota.
Como dice el dicho popular.
-------------ASI SE ESTREGA PARA QUE BLANQUEE. ---- Lo que más me molesto de esta
increíble petición, por parte de don Israel, fue que él se valió del mismo truco que yo le aplique,
cuando le metí ese carretaso y le eche el cuento para que aflojara el billete para la ordenación
de mi cuñado Guillermo duplicando la cantidad solicitada.
El tan popular, trillado y desgastado cuento, de la recompensa de Dios nuestro creador en la
otra vida.
Él ni corto ni perezoso se valió de este medio. El mismo truco que le suministre yo, cuando le
dije que hiciera esa obra de caridad con mi cuñado Guillermo, para que el por ese medio
terminar sus estudios y ordenarse de cura.
Que Dios con su infinita misericordia lo recompensaría, sino en esta vida en la otra.
De manera pues, que ahí me estaba devolviendo la pelota completica, con pelos y señales.
Eso es lo que le pasa a uno. “POR MENTIROSO Y HABLADOR”.
Claro esta que mis intenciones eran muy buenas y de ninguna manera yo quería sacar tajada
en ese negocio.
En cambio, don Israel quería quitarme mi niña valiéndose de su dinero. Él quería por todos los
medios comprarme a Gloria Patricia mi hija menor. El creyó que yo me iba a comer ese cuento
tan trillado, estúpido, desgastado y absurdo, de la recompensa de Dios sino en esta vida en la
otra.
Y antes de seguir adelante, quiero decirles lo siguiente. Ese Dios, mal intencionado y severo
con todos nosotros, del que todo el mundo habla, soborna y chantajea, ni siquiera sabe
quiénes somos. A OTRO PERRO CON ESE HUESO. YO SOY MUY ANGOSTO DE
GARGANTA PARA TRAGARME ESE PAQUETE.
¿Si esto no es humor para uno reírse, entonces qué es?
¿Díganmelo ustedes?
¿Y cual otra vida pregunto yo? Nuestro cuerpo está compuesto de materia orgánica que al
morir se desintegra o se pudre. Ya lo dijo (YAVE) a ADAN cuando se brincó a ese bom bom
que le dieron por compañera (EVA.) El castigo fue fulminante. Regresaras a la tierra porque
polvo eres y en polvo de has de convertir.
Nuestra mente o espíritu es energía, tenemos un poder y un entendimiento, que es regalo de la
naturaleza o de ese Dios creador del universo. Eso no se discute ni tampoco lo podemos
negar.
Por este motivo, lo acomodamos a nuestro gusto, para realizar nuestros intereses personales.
Por algo somos los seres superiores de la creación. La energía la aplicamos cuando a alguien
le falta algo, y no puede adquirirlo por sus propios medios.
Entonces el ultimo recurso que nos queda, es el maldito truco de que, si hacemos esto, o
aquello. Dios nos recompensara, sino es en esta vida es en la otra, por haber obrado con tan
hermoso gesto.
Me tenían harto, cansado y mamado con esa palabrita tan trillada popular y desgastada de la
tal llamada.

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(RECOMPENSA DE DIOS).
“Una cosa si les puedo asegurar. Ese señor el cual llamamos Dios, del que todo el mundo ha
oído hablar, pero que nadie conoce ni lo ha visto nunca. Lo sobornamos y chantajeamos, para
lograr por estos medios nuestros intereses. Ese Dios injusto, cruel y tirano, que nos trajo a este
mundo a comer mierda y sufrir de enfermedades y pobreza, ni siquiera sabe quiénes somos
nosotros”. La mal llamada recompensa de Dios, que no había visto por ninguna parte. Para
poder lograr lo que tanto me habia propuesto en la vida, tratando de derrotar la pobreza como
también la miseria y la ignorancia a la cual la naturaleza me condeno muy injustamente, sin
causa alguna. Había tenido que inclinar mi espalda hasta el cansancio y besar el piso con mi
lengua.
Jamás de los jamases, después de haber obrado con honestidad y rectitud desde muy niño,
habia sentido una voz de agradecimiento por mi forma de proceder y de actuar.
Ya les comenté en páginas anteriores que me traje a mi mama, mi papa y seis hermanos
menores que se estaban muriendo de hambre en el municipio de Toro Valle, lo mismo que me
hice cargo de mi hermana Graciela con siete hijos y cargué con esa cruz tan amarga y pesada
la cual, no me correspondía. La tome por mi propia voluntad desde los diecisiete años de edad,
hasta los veintiocho que me retire para casarme.
¿Y qué me gane con eso? Nada. Absolutamente nada.
Unos hermanos mal intencionados, envidiosos, ingratos, injustos y que por el solo hecho de
haber derrotado la pobreza en que me case, despotricaron de mí y hasta de ladrón me tildaron.
Pero lo más importante en mi miserable y apretada vida, era que me habia propuesto sin ayuda
de nadie, en dejar una huella muy grande a través de mis buenas obras.
“No me sorprende que hasta el día de hoy no haya recibido nada. Solo humillaciones y
desengaños por parte de aquellas personas a las cuales en alguna época habían recibido de
mi persona un bien” RECOMPENSA DE DIOS…JAJAJA… CARAJO CON ESTA PALABRITA
TAN DESGASTADA, ESTUPIDA Y TRILLADA.
Desde una edad muy temprana, me di cuenta de que todos los rezos y plegarias dirigidas a
Dios, no tienen ningún valor, y mucho menos recompensa alguna por parte del creador. Mi
mama y mi papa fueron personas muy sanas, piadosas y creyentes. Entre más le pedían al
creador y más rezaban, peor les iba. Ellos igual que todos sus hijos, pasamos por las tragedias
más grandes, navegando a la deriva, y en la más absoluta pobreza. Este pasaje ya lo comenté
en páginas anteriores.
Don Israel cuanto empezó a lavarme el cerebro, me pinto un mundo de maravillas y fantasía
para mi hija… esto me dijo.
Siguiendo adelante, y según las palabras de don Israel, la educación de nuestra hija estaba
asegurada, lo mismo que su futuro. Tenían dinero suficiente para darle las comodidades que
ella quisiera.
Ellos se comprometían en protegerla, educarla y quererla como una hija. En fin, una cantidad
de promesas para el futuro y el bienestar de nuestra niña.
Además, a nosotros nos quedaban dos hijos mas como premio de consolación.
Mi señora lo escuchaba con la cabeza agachada, no decía absolutamente nada. Solamente
abrazaba a su niña con fuerza, como si se la quisieran arrebatar de sus brazos.
Mi señora primero se quedó muda. Después se puso a llorar, se levantó de la silla y se fue para
la cocina, con su niña en sus brazos.
Luego don Israel la arremetió conmigo. Se dedicó a hacerme un lavado cerebral. Mirándome
muy fijamente, seguramente para ver en mi interior alguna reacción favorable para su
propósito.
Me dijo que lo pensara con calma, y el en reconocimiento nos daba lo que nosotros
quisiéramos. Primero me ofreció una casa. Luego una finca, o un carro. En fin, hasta dinero me
ofreció la cantidad que yo quisiera. Él estaba muy desesperado por la situación en que se
encontraba su hija.
Yo tampoco sabia que decirle, no encontraba palabras para expresar el desconcierto que yo
sentía.
Definitivamente la vida mía estaba llena de sorpresas y angustias. Sentía un vacío en la boca
del estomago y una amargura tremenda en todo mi ser. Me sentía muy pequeño, no tenia
fuerzas para nada, quería volarme para donde mi señora. Ella en medio de su desesperación
me había dejado solo, y yo estaba completamente desconcertado. A pesar de tener una mente
muy aguda, lucida y rápida para pensar, aquí se me fue la luz.
Estaba completamente a oscuras. Don Israel al ver que ninguno de nosotros le contestamos
nada se despidió y se fue sin antes decirme que lo despidiera de mi señora.

118
El también estaba muy apenado, porque el asunto se habia puesto muy grave. Cuando por fin
se fue de mi casa yo me reuní con mi esposa y ella no paraba de llorar. No le dije nada y
mucho menos de la propuesta que me habia hecho don Israel, al tratar de comprarme la hija
como si se tratara de una mascota o de un mueble. Esperaría el momento propicio, para
comentarle a mi señora el final de la conversación.
Ese sábado mi señora no soltó a su hija de sus brazos en toda la tarde. Se acostó muy
temprano con su niña mientras los otros dos hijos dormían muy plácidamente, sin siquiera
darsen cuenta de la tragedia por la cual estaban pasando sus padres.
Al día siguiente lo primero que me dijo mi señora fue, que no quería volver a ver a don Israel.
Que me saliera de la ladrillera, que trabajáramos por nuestra cuenta. La verdad que desde ese
mismo momento la situación cambió por completo. Él se había dado cuenta que ni por el diablo
le íbamos a entregar nuestra hija.
Éramos lo suficientemente verracos para sacar a nuestros hijos adelante. Una cosa era
evitarlos, por la fecundidad de mi esposa, y otra muy distinta después de tenerlos regalarlos, o
venderlos como si se tratara de negociar con un objeto cualquiera. Al siguiente lunes cuando
me reuní con don Israel para aclarar el asunto le dije, que nosotros sentíamos mucho el
problema por el cual estaba pasando su hija, pero no era nuestra culpa.
Luego le dije que me retiraba de la empresa, cosa que el acepto de inmediato.

EMPIESA NUEVAMENTE EL CAMINO DEL ÉXITO.


******************************************************************
Meses después de este incidente, mi cuñado Fernando el cura nos visito en la casa y se
admiro de lo bien que nos encontrábamos.
Nos felicito por todo lo que teníamos. En ese momento no se veía pobreza por ningún lado.
Todo lo contrario, nos dijo que estábamos mejor que sus otras hermanas. Con Fernando no
teníamos ningún problema. Luego me hizo mención de una reparación de unas sillas
universitarias en el Colegio Ferrini, el cual era de los misioneros de Yarumal.
Un día de semana como Fernando mi cuñado era el rector del colegio Ferrini, fui para conocer
el trabajo que había que hacerles a las sillas.
Como era únicamente soldadura, yo le dije que si le parecía bien yo lo hacia en un día
domingo. Él me dijo que estaba bien. Hice la reparación y me gane en un solo día casi el
sueldo de un mes, esto me quedo gustando mucho. Luego me vine para mi casa muy
pensativo con ese descubrimiento que había hecho. Eran muchos los colegios que había en la
ciudad, y muy pocos los que hacían esa clase de reparaciones.
Otra rama más para mi negocio. Los muebles los estábamos tejiendo en colores, los teñíamos
con iris y estaban saliendo muy bonitos. Nuevamente estábamos entrando con pie seguro al
mercado, como dice el refrán.
--------------------EL BUEY SOLO BIEN SE LAME. ------------
Estaba por suceder algo muy importante en mi vida. Mi primer invento. Aracely mi trabajadora
me dijo una tarde que nos pusimos a conversar.
Oiga don Herley. “Cómo le parece que yo en Pennsylvania trabaje en unos telares hechos por
los indios y hacíamos cobijas de lana y ruanas. ¿Usted que es tan ingenioso podíamos hacer
uno para ensayar?”
Mirándola muy fijamente a los ojos le dije.
¿Oiga Aracely de qué diablos me está hablando?
Yo nunca he visto un telar en mi vida. Ella un poco turbada me dijo, deje yo le explico y vera.
Empezó a dibujarme en un papel un montón de garabatos que no los entendía ni Mandraque el
mago. Así la pasamos toda la tarde. Luego muy apenada me dijo, mire en la casa voy a tratar
de pintárselo mejor porque aquí me pone muy nerviosa.
Al lunes siguiente cuando ella vino a trabajar, me entrego los mismos garabatos, pero un poco
más ordenados. Yo se los recibí y le dije, cuando tengamos tiempo lo revisamos haber que
pasa.
El asunto se dio por terminado y yo me fui para el colegio Ferrini.
Esa semana me quede pensando en las reparaciones de las sillas. ¿Qué negocio tan bueno?
Me soldé casi cincuenta sillas en un solo día y me dejaron de utilidad cuatrocientos cincuenta
pesos. Me había quedado una tunita, con eso de la reparación de las sillas universitarias.
Cuando llegue al colegio, no se encontraba mi cuñado Fernando. Entonces me atendió el
padre Luís Hernando Riaño. Me identifique le dije quien era y luego le pase el valor de la
reparación de las sillas que había soldado. Como él era el ecónomo de los misioneros, me
pago de inmediato.

119
Mire padre Riaño. Le voy a contar algo, pero guárdeme el secreto. El mirándome fijamente me
pregunto. ¿De qué se trata?
Es que el padre Fernando es mi cuñado y él me dijo que no lo dijera para no tener problemas
más adelante. Eso me pareció como muy raro.
¿Será padre Riaño, que él se avergüenza de mí, porque yo soy pobre?
El padre me dijo muy sonriente. No crea Herley la pobreza no tiene nada que ver y ¿sabe qué?
Lo voy a ayudar con las reparaciones de otros colegios que son muy amigos míos para que le
vaya mejor.
Le agradecí con un apretón de manos. Luego le dije. Quiero salir adelante para demostrarles a
todos ellos, que yo soy muy digno de mi señora.
¿Usted no se alcanza a imaginar cómo me despreciaban en esa familia, no solo porque era un
hombre pobre, sino también por mi apellido?
Luego nos pusimos a conversar y entablamos una buena amistad. Yo para hacer buenos
amigos, estaba pintado. Uno mas en mi larga lista de personas importantes, y este si que me
iba a dar buenos dividendos con el tiempo, como lo veremos mas adelante. En ese año tenía
dos proyectos muy importantes en mi mente. Uno la idea de fabricar muebles escolares. Las
continuas reparaciones en el colegio Ferrini, como tan bien en otros cuatro colegios los cuales
el padre Riaño me habia recomendado.
El asunto de las reparaciones, me daban muy buenas ganancias. Prácticamente se triplico mi
sueldo. Mi señora estaba muy contenta y ella era mi caja fuerte. Todo el dinero extra que
ganaba reparando las sillas, ella me lo guardaba.
El otro era la continua presión que Aracelly mi empleada estaba ejerciendo sobre mi, para que
hiciéramos un telar, para hacer cobijas y ruanas. Según ella era un buen negocio. Hasta que,
por fin, un buen día que me encontraba de buen humor, me dedique a estudiar los garabatos
que ella me había dibujado. Eso le costó a la muchacha mucho trabajo para que yo le
entendiera. El asunto no era tan fácil.
¿Un telar para hacer cobijas y ruanas?
¿Y de qué forma me lo había dibujado?
La hacia llorar continuamente, no le entendía ni jota. Ella me hablaba de palos amarrados con
lazos y yo le hablaba de hacerlo metálico.
Hablábamos dos idiomas muy diferentes. Hasta que, por fin, después de tanta lucha se me
ocurrió una idea. Donde ella me mostraba un palo yo lo reemplazaba por un ángulo. Donde
habia un empate amarrado con un lazo, yo le ponía un tornillo y así le fuimos cogiendo forma al
asunto.
Después de un mes de continua lucha ese caballo de Troya ya tenía forma. Para el toque final
nos fuimos al almacén de segundas de Coltejer para buscar los lisos. (Unas agujas de acero,
que eran las que iban a tejer la lana). Afortunadamente las encontramos de unos telares
descontinuados. Las adaptamos a nuestro proyecto. Luego venia la compra de la lana. Fuimos
a Industrias Colibrí allí conseguimos toda la materia prima. El día de nuestro ensayo si que fue
una proeza. Resulta que faltaba la (URDIDORA). Un aparato para envolver la lana, por que de
lo contrario como se iba a templar la lana para empezar a tejer. Aracelly se puso roja como un
tomate maduro.
Me miro con angustia y me dijo. Que con tanta fatiga explicándome como se hacia el telar se le
había olvidado la urdidora.
¿Ahí me tiene pues? ¿Otro maldito aparato?
Me saco una piedra de mil demonios.
¿Y que diablos iba yo a saber, que era una puta urdidora?
Ella en medio del susto y con mucha pena me explico como era la cosa. Un aparato en forma
de rueda, del mismo largo del telar toda cubierta con ganchos para separar los colores de la
lana, y una manivela para darle vuelta cada vez que se acabara la lana.
¿Ustedes señores lectores se dan cuenta del acertijo del cual les estoy hablando, creo que no?
Tampoco me culpen a mi yo tampoco le entendía nada. El resultado de todo esto fue que
tuvimos que parar el ensayo y otra vez para el taller, para que ella me explicara como íbamos
hacer el maldito aparato, para poder empezar a hacer cobijas. Esto estaba más enredado que
un bulto de anzuelos. Si no fuera porque ya teníamos la parte principal que era el telar, les
aseguro que mando a mi empleada Aracelly para la puta mierda.
Pero la verdad era que, viendo ese armatoste del telar tan complicado, ni de fundas podía jalar
para atrás. Este complicado aparato, resulto ser muy distinto a los que Aracelly manejaba en
Pennsylvania Caldas.

120
El problema que se nos presentaba era que este armatoste trabajara. Mi empleada tenia sus
dudas era muy distinto a los que ella estaba acostumbrada a manejar. “Lástima que los gringos
no lo hubieran visto en ese tiempo, para que les hubiera servido de modelo para diseñar una
cápsula espacial”
No me hagan caso en este comentario, eso es por el buen humor que tengo al escribir esta
parte de mi historia. La verdad era que daban ganas de seguir adelante. En un comentario que
hice en tono de chiste a mi empleada fue. Si a este aparato le ponemos un motor movido por
poleas, de seguro que sale volando y en el podemos viajar a la luna.
¡Aracely se puso a reír ¡
Una semana más de trabajo, hasta que la bendita urdidora quedo lista. La montamos en dos
chumaceras para que pudiera rodar sin atrancones. Este nuevo aparato tampoco se parecía en
lo mas mínimo al que trabajaban los indios.
¿Todo quedo muy bien explicadita verdad?
Para un buen entendedor en mecánica industrial, es pan comido y con pocas palabras basta.
Vuelvo y repito. Estos dos aparatos quedaron muy distintos a los que Aracelly estaba
acostumbrada a manejar en su pueblo. Esta era metálica hecha por un mecánico industrial, y
experto en montaje de maquinaria. De lo mejorcito que había en nuestro país, a finales de los
años cincuenta y principios de los sesenta, lo que fue la época dorada de nuestro mundo.
De verdad… no me hagan caso en este nuevo comentario. Lo que pasa es que estoy de muy
buen humor y quiero contagiarlos a ustedes para que sigan disfrutando de esta historia.
Todavía nos queda mucho camino por recorrer.

EMPIEZA UNA NUEVA INDUSTRIA. CON ESTA VAN


DOS*************************************************************
Unos quince días después estaba todo listo. Era la hora cero y empezamos con una nueva
industria. La fabricación de cobijas y ruanas de lana elaboradas por Muebles Herpul Ltda. No
quise cambiar de nombre ya que mi logotipo era
HER… DE HERLEY Y PUL… DE PULGARIN venía a quedar, HERPUL.
Cuando por fin arrancamos, me senté en un taburete para ver como era eso de hacer cobijas,
en un telar que cuando lo miraba de frente y con todas esas cuerdas de lana de varios colores
enredadas por todas partes, no entendía nada.
Que enredo tan grande. No podía creer que yo lo hubiera hecho con mis propias manos.
Fue un verdadero éxito. Aracelly tejía esa lana con orgullo y satisfacción me miraba y me
decía.
¿Usted me dijo que no íbamos a salir con nada y ahora que le parece?
Usted también tenía sus dudas, porque esto quedo muy distinto a los que manejaba en
Pensilvania ella me dijo… no se parece en nada.
De verdad les cuento que la satisfacción que sentía era muy grande. En ese momento no me
cambiaba por nadie. Mi alegría era la de un triunfador, que, a fuerza de sacrificios, y hacerle
frente a la vida, luchando contra viento y marea, me habia puesto en una posición de privilegio.
Llamé por teléfono a mi señora y le dije. Vengase rapidito para la fábrica que le tengo una
sorpresa.
Cuando ella llego, le mostré el telar haciendo cobijas. Ella no salía del asombro. Me felicito y
también Aracely. Luego le dijo. La primera cobija es para mí. Los dos nos reímos y le dijimos,
usted manda señora.
Pensé en mis dos patrones anteriores el Dr. Hams y don Emilio Burgos, ellos ya habían
pronosticado mi futuro.
Con mi esfuerzo y lucha, me había colocado muy por encima de personas que tuvieron más
oportunidades que yo. La naturaleza me habia elegido para cosas muy grandes, y yo muy
hábilmente supe aprovecharlas. Bien me decía mi primer maestro que tuve el mister, en
iniciarme y encaminarme a conocer el verdadero poder y energía de la mente.
Recuerde esto Herley no lo olvide jamás.
EL HOMBRE ES LO QUE PIENSA Y NADA MAS.
Por eso cuando yo le pregunte al míster siendo un joven adolescente, que quería ser un
hombre rico, el me miro y me dijo. Usted ya es un hombre muy rico.
¿Recuerdan este pasaje cuando solo tenía trece años de edad?
Ahora lo entendía con claridad. En ese tiempo estaba muy joven y no lo comprendía, pero
ahora si estaba completamente seguro, disponía de todas las herramientas para lograrlo. La
madre naturaleza habia puesto a mi servicio grandes dones y poderes.

121
Ojos para ver todas las maravillas que nos habia dado el creador. Oídos para oír todos los
mensajes que nos proporciona nuestro entendimiento. Boca para alimentarnos y hablar y así
poder comunicarnos con las demás personas. Piernas para caminar y buscar nuestro sustento.
Y manos maravillosas para continuar trabajando en la creación de un mundo mejor.
Y lo mejor de todo, una mente extraordinaria para comprender la gran obra maestra de la
creación y así poder guiarnos para continuar construyendo un mundo mejor, y más maravilloso
y placentero.
Esa es nuestra gran misión en este mundo.
El camino que había escogido era el correcto. Me propuse desde una edad muy temprana, a
no dejarme esclavizar ni azotar por vicios de ninguna clase.
Quiero hacer énfasis en este comentario.
No soy esclavo de nada ni de nadie, no tengo. (CADENAS NI ATADURAS), que me impidan mi
forma de pensar y de obrar. Mis creencias están basadas en las buenas obras y el respeto
común de todas las razas y seres vivientes en general.
Me había convertido en un hombre libre, sin complejos de ninguna clase. Con los años me
convertiría en un triunfador, un ser mental diseñado para el éxito. Con ese fin nuestro creador
nos dio esa cajita maravillosa que se llama mente, la cual muy pocos en este mundo, la utilizan
con verdadera maestría y sabiduría.
La mente que llevamos todos dentro de nuestro ser, es un rompecabezas difícil de descifrar y
entender. Por eso la mayoría de la gente tira la toalla en el primer raum. Les aseguro mis
queridos lectores que eso no funciona así.
No trato de decirles que soy un superdotado y que me considero el ombligo del mundo. Eso lo
dejo para otro tipo de personas, que se creen muy superiores porque tienen dinero. Ese no es
mi caso. Todos ustedes se han dado cuenta que mi historia es clara y muy transparente. Sin
pretensiones de ninguna clase. Solo estoy relatando todos los pormenores y sucesos que
acontecieron en mi vida sin obviar ningún detalle.
Yo particularmente puedo ser un valioso ejemplo para la mayoría de las personas, que tiran la
toalla en el primer obstáculo que se les presenta en el camino. Triunfar en la vida, no es nada
fácil, el solo hecho de vivir causa problema. Esa es La verdad. Pregúntemelo a mí que mierda
es lo que me a tocado comer en el transcurso de mi difícil y amarga existencia.
No hay que dejar de reconocer que la mayoría de las personas que deambulan por este
mundo, no hacen nada. No viven simplemente vegetan, son como sonámbulos que se dirigen a
ninguna parte. Estos parásitos por no llamarlos de otra forma, pareciera que su mente no les
funcionara para nada. Y pensar que dizque son hechos a imagen y semejanza de Dios.
¿Sera eso cierto, Yo no lo creo así?
¿Cómo puede ser nuestro creador tan burro creando unos parásitos que no piensan en nada?
Esta manada de seres en su mayoría, son inútiles, no vibran, no se motivan, no luchan, no se
preocupan en lo más mínimo por superarse en la vida.
“Para este tipo de personas, lo mismo es caer que quedar colgando”. ¿Cómo es posible, que
los clérigos religiosos, nos metan ese cañazo, lavándonos el cerebro y nos digan, que todos los
seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios?
Si miramos bien la raza humana, y analizamos la situación, Hagamos otra reflexión aquí.
“MAS DEL SETENTA POR CIENTO DE LA POBLACION MUNDIAL NO SIRVEN PA PUTA
MIERDA”.
¿Y con este porcentaje tan alto de burros que transitan por todo el mundo, y que no utilizan la
mente para un carajo, ahí si no hay nada que hacer?
“Este tipo de personas se conforman con muy poco… no luchan no le exigen nada a la vida. No
se esfuerzan por nada. No tienen el valor de enfrentarse a los problemas con empuje coraje y
valentía.
Estos zánganos, parásitos y mediocres no viven, simplemente vegetan y terminan sus días
tocando de puerta en puerta pidiendo en nombre de Dios una limosnita”.
Que desperdicio de vida: De verdad que da pena y angustia ver este tipo de personas desde
una edad muy temprana, deambulando por el mundo sin ningún objetivo. El otro bando al cual
pertenezco yo, son los que luchamos de sol a sol, y nuestro mayor objetivo es salir adelante y
luchamos por ello. Le ponemos garra, empuje y mucho ánimo, A TODOS LOS PROBLEMAS
QUE NOS DEPARA LA VIDA.
“No nos dejamos azotar por Las angustias y obstáculos que se nos presentan a diario.
Les aseguro que veo muy difícil otra persona, que haya tenido tantos problemas como los que
yo he tenido a través de mi vida. Por eso quise darles a conocer esta increíble historia”.

122
Otros de mis grandes anhelos es poder publicar mi libro, porque de seguro se va a convertir en
una ayuda para dar orientación a todo aquel que quiera superarse en la vida. Piénsenlo bien
ustedes también pueden hacerlo. El fracaso solo encuentra nido y se posesiona en los
hombres que no se proyectan hacia el futuro. Son como sonámbulos que se dirigen hacia la
nada. Andan por el mundo como autómatas, sin ningún derrotero.
BIEN LO DECIA ARQUIMEDES DAME UN PUNTO DE APOLLO Y MOVERE LA TIERRA.
Después de esta reflexión de mi parte, para motivarlos y darles ese ánimo de seguir adelante,
falta todavía mucha tela para cortar en esta historia.
Siguiendo adelante y para no perder el hilo en la continuación de esta historia, como la
industria estaba creciendo ya tenía varias tejedoras para los muebles de cabuya. Aracely,
Clarisa y Marta su prima, se entendían con la fabricación de las ruanas y las cobijas, entonces
se me vino una idea a la cabeza.
Ayudar a los muchachos que no tenían oportunidades de ingreso a una empresa. Jóvenes que
les quedaba medio día libre después del estudio, no solo para que aprendieran un arte, si no
para que se defendieran en la vida. Dándoles a todos ellos, un apoyo económico por su
trabajo, que tanta falta les hacía. Unos buenos pesitos en el bolsillo ayudan al buen ánimo de la
persona, estimulándolos con plática para sus gastos personales. Asi que enganche varios
jóvenes para enseñarles a trabajar.
Silvio y Rubén Darío Echeverri. Elkin Gabriel y Henry Correa, cinco sobrinos míos hijos de mis
hermanas, Chela y Yolanda.
Todos ellos estudiaban en la mañana y en la tarde trabajaban conmigo. Javier y Sergio
Castrillón, Rosa y Corona Pérez Aracely Marta y Clarisa.
Como mi cuñado José ya estaba de cincuenta años de edad se encontraba sin empleo le di
trabajo para que durmiera y me cuidara el negocio en las horas de la noche. Otra de las metas
que me habia propuesto era ayudar y trabajar con jóvenes de las comunas, muchachos
marginados de la sociedad. Enganche varios de la comuna de santo Domingo y san Blas.
Niños de trece años que no querían estudiar. Alexander Martínez, Elkin Castañeda, Andrés
Ruiz, Ariel Arboleda, Hugo Castaño,
Fernando y Alonso Moreno, Estos dos últimos los recogí de la calle pedían limosna y resultaron
muy honrados y buenos trabajadores.
Otra de mis metas, era cultivarlos mentalmente, para que obraran bien dándoles buenos
concejos y no fueran a parar a la cárcel.
Falta uno. ¿Cual será?
Claro JOSE HERLEY PULGARIN MORENO, el fundador de las dos empresas, con las cuales
íbamos a dejar una buena huella en el corazón de los Antioqueños, con nuestros muebles y
quitándoles el frío, en sus noches en tiempo de invierno. ¿Quién lo creyera con el correr de los
años, le haríamos un gran aporte muy significativo y grande a la educación de la ciudad?
Más adelante haré referencia a esta nueva industria. Mi amistad con los misioneros de Yarumal
se iba fortaleciendo cada día más. La mayoría de los sacerdotes de la comunidad eran amigos
míos. Nombrarlos a todos por sus nombres sería muy largo. Cuando hacia las reparaciones de
los muebles, me invitaban a almorzar y me sentaban a la mesa con todos ellos.
A Silvio mi sobrino le habia enseñado a soldar y el era el encargado de las reparaciones de las
sillas en los colegios. Una tarde el padre Riaño me llamo a mi negocio para que le hiciera la
puerta de entrada al colegio. Ese día antes se habia caído y nadie mas indicado que mi
persona para repararla.
Cuando la vi en ese estado tan lamentable, les sugerí que hicieran una nueva. Esta estaba
muy viejita y deteriorada. Ellos aceptaron mi oferta y les hice una moderna y muy amplia para
la salida de los buses. Estaba terminando de montar la puerta, cuando llegaron en un camión
una cantidad de sillas universitarias nuevas, eran de Manufacturas Libertad.
Yo les ayudé a bajarlas y me puse a observarlas muy detenidamente. Luego le pregunte a
Fernando mi cuñado como era ese negocio de las sillas. El me dijo que era un machete, habia
que estar reparándolas de seguido por que los alumnos las destruían muy a menudo. Eso lo
sabia de antemano, para mi se habia convertido en el negocio del año solo soldadura y nada
más. Por ese motivo me tocaba repararlas continuamente. El valor de cada silla nueva era de
ciento noventa pesos.
Las subimos para el salón de sexto de bachillerato me senté en una de ellas y que bonitas y
cómodas eran. Pensé en mi escuela ya casi se me habia borrado de mi mente aquel hermoso
recuerdo de mi pueblo.
¿Que estarían haciendo mis amigos? Nos habíamos sentado en unas bancas casi podridas,
que cuando uno se sentaba crujían de lo desbaratadas que estaban.

123
Conseguí papel y empecé a dibujar la silla. Como era sábado no habia estudio y me quede
hasta tarde estudiando la forma de construirla.
¿Que me estaba pasando, las habia reparado muchas veces y no me habia preocupado por
nada?
Les juro que sentía que alguien dentro de mi interior me estaba diciendo. Adelante ese va a
hacer tu negocio y tu futuro.
Ahora la tenía clavada en mi mente. Sentía dentro de mi interior una fuerza que no podía
controlar, ella me impulsaba a construirla. Esa era la segunda vez que me pasaba lo mismo.
Igual que cuando vi por primera vez en el corredor de su casa a María Eugenia mi señora… por
eso creo fielmente en el “DESTINO”.
Lo que va “HACER PARA UNO NOSE LO QUITA NADIE”, y pare de contar mi amigo.
Con esa idea en mi mente, me fui para la casa.
Esa noche no pude dormir pensando en fabricar esa silla, pero tenia el problema de la doblada
de la tubería. Tenía copiada todas las medidas y el bosquejo estaba listo. Le haría unos
cambios para que quedara diferente a las demás. Dicen que un diablo se parece a otro eso es
muy cierto. Pero este era mi propio modelo.
Tenía que lograrlo como fuera. Ya estaba enfocado en el camino del éxito y mi fuerza interior
me lo exigía. Todo ese tiempo que estuve en ese miserable Rancherío de san Isidro me sirvió
de base para poner mi mente en el camino del éxito este me daba fuerza para salir adelante.
Yo soy un ferviente creyente en el DESTINO de las personas. Aquí estoy confirmándolo. ¿Si
había hecho ese telar, y estaba produciendo cobijas y ruanas, ¿cómo diablos no iban hacer
capaz de hacer una silla universitaria? Al otro día como era domingo me fui para mi negocio, a
tratar de doblar unos alambres para darle forma a la silla. Después de mediodía y de haber
consultado con el directorio telefónico, me conseguí una fábrica donde hacían dobleces de
tubería.
Ahora si quede muy tranquilo con la ilusión de que, a la mañana siguiente, el día lunes iría
donde don Alberto Sierra mi amigo, el que me vendía las varillas de hierro y la soldadura para
fabricar los muebles. Mientras mis trabajadores desempeñaban su oficio, yo me dedique por
entero a diseñar mi nueva silla universitaria.
Conseguí veinte tubos de una pulgada, los corte según mi medida, y los llevé a Industrias
Humo para que me los doblaran. Mientras me hacían este trabajo me dedique a mirar la
dobladora, pero esta era americana y no habia forma de mirarla bien. Estaba casi tapada por
completo con láminas.
Regrese con los dobleces hechos a mi taller y me dedique personalmente a soldarlos y darles
la forma que se requería.
El primer intento fue desastroso. Tengo en mi mente ese feo recuerdo y de verdad que me dan
ganas de llorar. Realmente me quedo muy fea y además toda torcida. El herraje requería de
una matriz, para que quedaran todas iguales y uniformes, de lo contrario no se podía hacer una
por una no terminaba uno nunca.
Esto no era tan sencillo como a simple vista se veía. Tenía una ventaja a mi favor, la mecánica
industrial era mi oficio, no era la primera vez que se me complicaban las cosas.
Ya estaba enseñado a resolver problemas.
¿Para que tenia la experiencia de metalúrgicas Apolo?
Esto no era precisamente una maquina para fabricar ladrillos, pero era mecánica industrial y de
alguna manera tenían relación la una como la otra.
Se me vino a la mente el recuerdo del míster, mi gran maestro y amigo cuando me dijo, que
uno era un ser mental que todo lo que se proponía podía lograrlo. Me ofusque un poco y tire
esos tubos a un rincón.
Lo que no me dejaba tener vida día y noche era la maldita dobladora de tubos. Llame al
Almacén Industrial y hable con don Abel Álzate. Él se alegró mucho de oírme y me dijo.
¿Que me había pasado que no habia vuelto por el almacén, que fuera para que
conversáramos?
No le adelante nada. Luego cogí un bus y me fui para el centro. Cuando llegue me recibieron
muy formales me preguntaron por la industria. Les conté que estaba fabricando ruanas y
cobijas y que yo había construido los telares. Don Abel no lo podía creer. Me dijo que le llevara
una de muestra para comprármela.
Luego les explique el nuevo proyecto que tenia para fabricar muebles escolares. Les hable de
la dobladora y cuando me dieron el precio casi me voy de espaldas. Era americana y solo la
vendía la ferretería Metro, el valor era de ciento sesenta mil pesos de contado. Era
completamente automática.

124
Me desinfle como una llanta de carro recién chuzada.
Hasta aquí habia parado mi deseo de fabricar sillas escolares, con esa plata en ese tiempo se
compraba una casa para vivir sin tener que pagar arriendo. Eso de estar yendo a industrias
Humo para que me doblaran los tubos me parecía muy tedioso. El volumen de las sillas
requería una dobladora propia. Me despedí de don Abel sin antes prometerles que volvería a
visitarlos nuevamente.
Los días iban pasando y el deseo de construir sillas universitarias se crecía más y más. Pero lo
que más puto me tenía, era ese deseo en mi interior. Era un mandato de la naturaleza que por
más esfuerzos que hiciera no lo podía dejar.
Seguí con mi negocio, pero siempre pensando en la fabricación de las sillas universitarias. En
varias ocasiones habia intentado hacer las sillas. Ya tenía cortada y doblada la tubería y no
podía darme el lujo de perder ese material. Había tiempo de sobra pues apenas tenía unos 31
años de edad.
Haciendo bien las cuentas, prácticamente tenia de todo en mí casa, que era una de las metas
más importantes que me había propuesto. Vivir cómodamente en bien de mi esposa y mis tres
hijos.
Ahora venía mi trabajo salir adelante como fuera. Esta idea me embriagaba diariamente. Ese
deseo de salir triunfante en todo lo que me propusiera. Así lo había planeado y así tendría que
cumplirse. Eso sí por el lado del bien y trabajando como un burro.
Los intentos por fabricar la dobladora habían fallado por completo, más de cuatro meses
diseñando y nada de nada. Si seguía así, iba a terminar en el manicomio. Era tal mi desespero,
que una vez llene los tubos con arena para ver si doblaban y nada. Había comprado una
prensa de quijadas, tornillos lámina tenía un armatoste que habia hecho y estaba a punto de
doblar y nada.
El desespero y la rabia por fabricar esa dobladora no me dejaba actuar con lucidez. Varias
veces puse en duda mi capacidad mental.
No tenía luz verde, todo se me hacía oscuro y vacío. Había perdido más de diez tubos y los
había convertido en chatarra.
Todos los días me la pasaba haciendo ensayos, pero entre rabia, desespero y fracasos,
siempre tenia ánimos para seguir adelante.
Eso era lo que mas puteria me daba.
¿Por qué esta insistencia de parte mía, si definitivamente no podía lograrlo?
Eso me tenía confundido y muy preocupado. Mi señora me daba ánimos: siga insistiendo que
ya casi lo logra. Pero para decirles la verdad mi mente estaba al borde de la locura. Esto de
verdad me tenía muy preocupado. Con los muebles tejidos en cabuya, las reparaciones de las
sillas en los colegios y las cobijas me estaba yendo muy bien. Puede decirse que me ganaba
diez veces más que en el APOLO
Entonces yo me pregunto.
¿Por qué esta insistencia de mi parte, para diseñar la tal dobladora que no me dejaba dormir ni
pensar bien? Esto se estaba poniendo de castaño a oscuro.
Mi señora también estaba preocupada por verme a mí, luchando sin tener éxito. En las noches
me levantaba de la cama, me iba para el comedor ha pensar y al día siguiente nada. Entre mas
insistía mas dura y oscura se ponía mi mente.
Este mundo es incomprensible, lo que les voy a narrar y lo que paso aquí, no se lo cree nadie.
VUELVO Y REPITO. SOY UN FERVIENTE CREYENTE EN EL DESTINO. OJO A LO QUE
PASO.
SE ME APARECE UN ANGEL SALVADOR MI SEÑORA.
Como les parece que ya habia perdido la esperanza de terminar mi dobladora. Había perdido
todo el empeño de continuar en esa lucha, prácticamente habia tirado la toalla.
Una mañana le dije a mi señora que me hiciera una diligencia al centro. De pronto por la
ventanilla del bus, ella vio que estaban doblando tubos en una cerrajería.
Ella miro el local y cuando regreso me dijo lo que habia visto. Me dio la dirección y me dijo.
Vaya rápido para que vea la dobladora. Yo no le puedo decir como era, pero yo se que cuando
usted la vea se dará cuenta. Pero la verdad es que.
Uno. ¿Cómo carajo supo mi mujer, que era una dobladora?
Dos. ¿Si ella de mecánica industrial no sabía absolutamente nada? Y tres. ¿Además, ella iba
viajando en un bus y tuvo tiempo de mirarla?
“Mucha gente no cree en el destino y en lo compleja que es la vida. Esta es una muestra de
que cuando uno se empeña en algo, la mente viaja a grandes velocidades y es como un
poderoso imán que lo atrae todo y lo ubica a uno donde más lo necesita”.

125
Yo sin pensarlo dos veces, anoté la dirección y me fui para allá.
El nombre de la cerrajería era.
(PORTA EQUIPAJES ANTIOQUIA).
Ellos hacían toda clase de rejillas para carros, doblados en tubería. Rápido puse mi mente en
acción y se me ocurrió una estupenda idea. Pregunte por el dueño siempre con los ojos
clavados en la dobladora. Pues mi idea era comprar una rejilla para mi automóvil, cosa que no
tenía ni en mi pensamiento.
El dueño un señor Álvaro me atendió muy amable y cordial.
Me mostró un catálogo de todo lo que tenía y yo a lo único que le prestaba atención era la
maquina dobladora de tubos. El esfuerzo que estaba haciendo en ese momento, para
gravarme todos los detalles era inmenso. Pero gozaba de una memoria extraordinaria.
Me grave la maquina completa. Mientras me hacían el presupuesto yo estaba concentrado en
la máquina. Ya tenía en la mente lo que me faltaba para terminar mi dobladora. Cuando llegue
a mi fabrica mire lo que me faltaba y me di cuenta de que prácticamente estaba hecha. Lo que
le faltaba era el toque principal. Les aseguro señores lectores, que si no hubiera visto esa
maquina, no habia sido capas de terminarla.
Le faltaba una barra de hierro que entrara dentro del tubo que se iba a doblar y ajustarla. Lo
que me dio fue rabia.
¿Cómo no se me había ocurrido la idea, si antes había llenado de arena el tubo? Iba muy bien
encaminado porque, en vez de llenarlo de arena, le meto una barra de hierro dentro de él y
había dado con el chiste.
Vuelvo y repito para que no quede ninguna duda. Si le hubiera puesto una barra de hierro
dentro del tubo listo el pollo.
“Carajo como fui de bruto en ese momento. Hasta me dio pena escribirlo aquí”
En los ensayos que habia hecho, estaba a punto de lograrlo, pero no supe calcular por qué no
me doblaba. Siempre me quebraba los tubos.
Todo era cuestión de un tope en el punto exacto. Era una medida de precisión. Por que de lo
contrario arrugaba los tubos que era precisamente lo que me pasaba. Diseñe un tornillo largo
de una pulgada roscado en la punta y mande hacer una bala de una pulgada que entrara en el
tubo, con una tolerancia de un treinta y doceavo de pulgada y asi no me arrugaba el tubo.
Creo que me entendieron perfectamente.
Para unos buenos entendedores en mecánica industrial, con pocas palabras basta y no hay
ningún problema. Gracias por saber entender esta sencillísima explicación.
NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS NI PERSONA QUE ESTE DISPUESTA A
RESISTIRLOS.
Después de tanta lucha. Más de cuatro interminables meses, viene el descanso y la
satisfacción de lograr lo deseado.
Y esa felicidad era la que corría por todo mi cuerpo. Mande comprar otros diez tubos de una
pulgada calibre veinte, para doblarlos en mi nueva maquina.
Luego me puse a diseñar de una manera definitiva mi modelo de silla. No quería copiarle el
diseño a nadie. Este modelo tenia que salir de mi mente. Logre diseñar la silla universitaria que
yo quería. Dicen que todos los diablos se parecen y la mía no era la excepción, pero si hubo
cambios muy significativos, los cuales la hacían muy distinta a la de las otras empresas.
La matriz para ensamblarla me quedo al pelo. Cuando empezamos el ensamblaje. Hacíamos
una silla cada quince minutos. En una hora cuatro sillas y en el día unas treinta sillas.
Excelente producción para empezar. Era muy rentable y a medida que fuimos trabajando a los
dos años hacíamos una producción de setenta sillas diarias. Habíamos triplicado nuestra
producción y estábamos entrando de pleno al mercado de nuestra ciudad.
Volvamos al principio. Cuando terminé la dobladora me puse muy contento. Le agradecí a mi
señora porque si no hubiera sido por ella jamás hubiera podido terminarla.
Ahora bien, ¿Cómo iba hacer para conseguir la plata para comprar los materiales?
Esto requería de una inversión muy grande. La fabricación de las sillas universitarias era muy
distinta a hacer ruanas y cobijas, lo mismo que muebles de jardín tejidos en cabuya.
La madera, los tubos, la pintura y el hierro, había que comprarlos de estricto contado y en
cantidad.
También se necesitaba un compresor de pintura, una circular para cortar madera, una sin fin
para hacer los cortes curvos y varias máquinas pulidoras.
Este montaje era muy costoso y de mucho valor para mí. El negocio era muy bueno. Pero
había que hacerle una inversión muy grande, de lo contrario no era rentable. Entonces se me
ocurrió una estupenda idea. Me la tenía que jugar del todo. Ya estaba la trampa lista y armada.

126
Solo faltaba el pájaro para que cayera en ella. Me fui para el colegio Ferrini donde Fernando el
cura hermano de mi señora. Le lleve la muestra de la silla que había fabricado. A él le gustó
mucho era más resistente que las de las otras empresas. Le habia diseñado una parrilla de
hierro macizo en las patas como base, para darle mayor resistencia.
Este nuevo modelo iba a pegar en los colegios. Luego tomándonos un traguito de whisky por
invitación de mi cuñado, esto fue en la oficina del rector el cual era el cargo que desempeñaba
en ese entonces. Le conté el proyecto que tenía en la mente y le hice una propuesta.
Haber si el hablaba con el padre Riaño y el padre superior Antonio Bayter, si era posible que
los misioneros me hicieran un préstamo para comprar la herramienta que necesitaba para
fabricar muebles escolares en serie. Mi cuñado acogió con beneplácito la idea y me dijo. No le
garantizo nada, pero yo voy a hablar con ellos haber que dicen. Lo único que puedo hacer es
recomendarlo y no me vaya a hacer quedar mal.
Pasados ocho días vino el padre Riaño a mi taller para conocer el montaje que yo tenía.
Estuvimos charlando casi por una hora y me dijo, que Fernando le habia comentado sobre la
posibilidad de un préstamo para ampliar mi negocio.
Yo le dije de mis proyectos y le mostré todo lo que yo tenia hasta el momento. El se admiro
mucho cuando vio a Aracelly tejiendo las cobijas y las ruanas, en un telar que nosotros dos
habíamos hecho. Antes de despedirse, me dijo que hiciera un balance, de lo que realmente
necesitaba, y que el padre superior me mandaba decir que con mucho gusto me hacia el
préstamo.

OTRO GOLPE TRATAN DE TUMBARMEN +++++++++


Nuevamente toca a mi puerta la mala, racha que me habia causado tanta angustia en mi
pasado. Francamente yo en la situación que me encontraba actualmente, estaba seguro, que
la mala suerte habia quedado atrás. Pero la naturaleza no descansa nunca. Esta tiene un
poder sobrenatural diseñado, para hacernos cada día más difícil nuestra existencia.
Solo le da al ser humano un compás de espera para que se recupere un poco, luego vuelve y
ataca con más ferocidad.
Y de verdad que a mí me la tenía bien montada. Me dejaba unos días de respiro y cuando le
estaba cogiendo ventaja a la vida, luego me atacaba con más ferocidad.
Lo que menos me esperaba, era que fuera a recibir un desengaño tan grande y eso me fuera a
causar tanta angustia, por parte de una persona a la cual yo le tenía mucho aprecio. Lo
consideraba un verdadero amigo, desinteresado y el cual nos habia prestado un gran servicio,
mas a su hermana que a mi. Con su descarada y ambiciosa actitud, se estaba portando como
un verdadero pícaro.
Es muy duro para mi tener que hacer este apunte, tratándose de mi cuñado Fernando el cura.
Y lo peor de todo un sacerdote al servicio, de la comunidad y de sus feligreses. Para recordar
un poco el pasado el primer año de nuestro matrimonio, el vino a mi casa y le presto a mi
señora los ciento cincuenta pesos que su papa le habia negado para la cuota inicial de su
maquina de coser.
Esto esta muy bien explicado en páginas anteriores. Al mes siguiente le cancele mi deuda.
Eso que traten de robarlo a uno de una manera tan descarada, en una persona que habia
hecho un juramento ante Dios, haciendo un voto de pobreza. Y por el simple hecho de ayudarle
al cuñado a adquirir un préstamo para ampliar su negocio, sin siquiera servirme de fiador como
asi lo explicare mas adelante. Y por este favor a medias que me hizo, querer adueñarse de la
mitad de mi negocio, suena un poco absurdo increíble y descarado.
Empecemos pues a explicar cómo sucedieron las cosas. Cuando el padre Riaño me visito para
conocer mi negocio, se llevo muy buena impresión de el. Antes de retirarse me habia dicho que
hiciera un balance de lo que necesitaba y se lo pasara por escrito para el estudiarlo.
Una semana después de este encuentro me fui para su oficina y le entregué el proyecto total,
de mis gastos adquiriendo un compresor de pintura a pistola, la compra de unos motores para
hacer la circular y la compra de una maquina sinfín, todo esto con los materiales para fabricar
unas doscientas sillas, daban una suma aproximada a los trescientos mil pesos.
El susto que yo tenía era muy grande. Era mucho dinero y prácticamente estaba arrepentido de
hacerles semejante petición. Me sentía casi ahogado. Solo estábamos el padre Riaño y yo en
su oficina, el no me decía nada. Los dos nos habíamos vuelto completamente mudos,
solamente el consultaba con unos libros.
Luego me dijo que, al padre superior, le habia gustado mucho la muestra de la silla y que
posiblemente iba a necesitar unas cien para el teologado del seminario, que se estaba
construyendo en el barrio Robledo.

127
Yo le dije muy tímidamente que con mucho gusto yo se las hacía y baratas. Él se rió. Luego de
una espera que para mí fue interminable él me dijo. Voy a hablar con el padre superior que es
el que da la orden final. Le prometo que lo voy a ayudar, tenga un poquito de paciencia y luego
lo llamo para comunicarle la decisión del padre Bayter. Me despedí de él y me vine para mi
casa como un rayo muy confundido, le conté todo a mi señora.
¿Usted qué opina mija?
Ella me dijo: Yo creo que los misioneros le prestan esa plata. Pero usted si hizo bien la cuenta,
es mucha plata. Yo le conteste. No se imagina mija lo arrepentido que estoy de haberles hecho
esa propuesta.
Una semana después nuevamente el padre Riaño me llamo por teléfono y me dijo, que fuera a
su oficina en las horas de la tarde. Cuando llegue el estaba atendiendo unos señores y me dijo
que lo esperara un momento.
Me puse a mirar el museo donde habia muchas cosas de los indios del Amazonas. Flechas,
arcos, plumajes, en fin, objetos de todas esas tribus que los misioneros habían conquistado
para la religión católica.
En ese momento, me volvió a coger un temblor en las piernas igual que cuando viaje por
primera vez a la ciudad de Bogotá a montar la primera maquina
Pasados unos momentos el padre Riaño salió y me mando entrar.
Le tengo muy buenas noticias Herley. El padre Bayter le aprobó su solicitud y le vamos a hacer
el préstamo. Le vamos a cobrar un interés del uno por ciento mensual hasta un año.
¿Cómo le parece?
Era tanta la emoción que yo sentía, que no pude articular palabra. Se me hizo un nudo en mi
garganta, que casi no podía hablar solamente le dije. Lo que ustedes dispongan está bien
padre Riaño.
Hay otra cosa. Dentro de unos tres meses cuando terminen la construcción del edificio para los
seminaristas en Robledo, le vamos a comprar cien sillas. Luego me mando a leer un
documento que me habían hecho por el préstamo y luego me entrego el cheque, del banco de
Colombia. Nos despedimos de mano y le dije: mire padre Riaño, muchísimas gracias por su
ayuda, y tenga la seguridad de que no le voy a quedar mal con su plata.
Eso lo se, váyase tranquilo.
No veía la hora de llegar a la casa para contarle a mi señora. En el camino mire varias veces el
cheque.
Páguese a la orden del señor Herley pulgarin Moreno la suma de trescientos mil pesos m/l.
Que cantidad de plata tan grande la que tenía en mi poder. Y que generosidad la de los
misioneros de Yarumal, especialmente el padre superior Antonio Bayter y el ecónomo de la
comunidad padre Luís Hernando Riaño.
Cuando llegué a mi casa le mostré el cheque a mi señora y ella se puso muy contenta.
Entonces me puse a pensar. Durante las gestiones que se realizaron para el préstamo, mi
cuñado Fernando, no intervino para nada en las reuniones que tuvimos para conseguir el
préstamo. Esto prácticamente se realizo entre el padre Riaño y yo. Mi cuñado Fernando que en
ese entonces era el rector del colegio Ferrini, no tenía ninguna decisión sobre este tipo de
negocios.
El simplemente me sirvió de puente o de comunicación para plantear un préstamo ante esa
entidad, el cual yo tenia que responder por el en su totalidad.
Nunca estuvo presente en ninguna de nuestras reuniones.
Por eso me causo mucha sorpresa cuando unos ocho días después, se presento a mi casa
lleno de orgullo, para felicitarme por el préstamo que él, me había conseguido. Tenía en su
mano un documento elaborado por el mismo, en el cual explicaba la compra de la mitad de la
empresa por un valor de trescientos mil pesos. Él se creía con el derecho de la mitad de mi
negocio. Yo me había conseguido y tenia un nuevo socio, sin hacer ninguna inversión, ni
mucho menos un aporte en dinero. Según mi cuñado el curita, léase muy bien y despacio.
“Por el solo hecho de hablar con su compañero el padre Riaño, para que, si era posible,
adquirir un préstamo por parte de los misioneros, para la ampliación de mi negocio, en la
elaboración de muebles escolares”.
Nunca se hablo de hacer entre nosotros una sociedad por partes iguales. Este curita ventajoso
e ignorante, creyó que me podía engañar y que yo era un tonto que no sabia nada de negocios.
Yo le dije muy claro delante de mi señora su hermana le voy a hacer una propuesta.
Hágase usted cargo del préstamo de los trescientos mil pesos que me prestaron los misioneros
y así lo entramos en sociedad por partes iguales, los tres, mi señora usted y yo.
Lo que me contesto fue que él no tenía plata, para pagar esa deuda. Entonces le dije:

128
¿Cómo es posible Fernando que yo tenga que pagar esa deuda con los intereses, y luego me
venga usted con un documento reclamando la mitad de mi empresa, por el solo hecho de
ayudarme a conseguir un préstamo con su comunidad?
¿Mire Fernando usted está loco, que es lo que le esta pasando?
¿Dígame en que momento le hable de hacer una sociedad entre nosotros?
¿Como es posible que su persona nos venga con semejante absurdo?
Era inaudito y el colmo que esto me volviera a suceder, y aposta con usted que había dado
muestra de ser un hombre honesto.
¿El favor que nos habia hecho cuando nos presto los ciento cincuenta pesos para la cuota
inicial de la maquina de coser, un mes después se lo había cancelado? Este pequeño favor
que nos hizo en ese entonces me lo estaba cobrando según mis cálculos un millón por uno.
Quiero hacer otra pausa, en esta parte de la historia y decir algo muy importante, para hacer
algunas reflexiones que pueden ser de interés para los lectores que han leído, con mucho
interés esta historia.
No hay palabras para describir esta actitud por parte de mi cuñado. Hasta donde llega la
brutalidad, la ignorancia, y el descaro de algunas personas, en especial de algunos familiares,
que están al acecho de sacar tajada, cuando se les presenta la oportunidad.
Cuando hay dinero de por medio, lo primero que se pierde son toda clase de creencias y
credos. Hasta los más fanáticos y creyentes religiosos dan su brazo a torcer.
¿Mucho ojo con esto no seamos hipócritas?
EL DINERO SI LO ES TODO EN LA VIDA. El dinero si lo es todo en la vida, por lo menos en
un noventa y nueve por ciento. Voy a demostrárselos y a explicárselos en detalle por que. En
todos los países del mundo todos los seres humanos, sin excepción de razas y credos, lo
sabemos y entendemos.
Con pobreza, tanto material, como espiritual, nos es prácticamente imposible sobrevivir en este
mundo. La carencia absoluta de dinero, nos impiden un mejor desarrollo mental y material.
De manera que estos dos grandes factores van unidos de la mano.
Por muy ignorantes y fanáticos que seamos, no podemos desconocer esta realidad. Son
nuestra base primordial para vivir más felices y tranquilos.
No podemos vivir sin dinero. ¿Como creen que vamos a llenar nuestras barrigas cuando
tenemos hambre, o a comprar los medicamentos cuando estemos enfermos, y cubrir nuestros
cuerpos cuando estemos desnudos?
Este buen dios el dinero, nos quita todos nuestros problemas y malestares y nos hace sentir
mas tranquilos y felices.
“¿Cómo es posible que al principio del siglo veintiuno en la era de la tecnología y el espacio,
todavía haya gentes que crean que, dándose golpes de pecho y recitando oraciones,
padrenuestros y plegarias, dirigidas a nuestro creador, vamos a solucionar todos nuestros
problemas”?
Que ilusas, majaderas, he ignorantes son estas gentes, postrandosen de rodillas hasta besar el
piso delante de un muñeco de barro lleno de llagas colgado de una cruz de madera, para por
este medio obtener los favores del altísimo. ¿Cuándo vamos a poner los pies sobre la tierra,
para entender y comprender de una vez por todas, que para salir adelante tenemos que
apretarnos el cinturón, trabajar como mulas, sin perder un solo día de nuestras vidas?
Los favores recibidos por el creador son los dones y las herramientas de las cuales
disponemos todos. Todo el mundo los tiene. Solo basta ponerlos a funcionar y listo el pollo.
Todos absolutamente todos tenemos que recurrir a ese diosito lindo que se llama “DINERO”, el
cual nos mantiene calientico nuestros bolsillos.
Al diosito dinero, no hay que arrodillársele, ni rezarle, ni darle ninguna alabanza de nuestra
parte. Solamente hay que palmotearlo y tenerlo en nuestros bolsillos, dándonos ese calorcito
agradable para que nos saque de la miseria en que vivimos. Todos los vienes adquiridos en
este mundo se obtienen a través del dinero. “Grandes mansiones, residencias, fincas,
automóviles de lujo, viajes, por todo el planeta y esa cantidad de objetos que son tan
indispensables en nuestro diario vivir”.
Todos estos lujos como también satisfacciones se obtienen a través del “DINERO”.
Es mi oportunidad para contarles a los fanáticos religiosos de nuestro tiempo, lo que es el
hambre. Hay una leyenda en la biblia, en lo que se refiere a tener una barriga hambrienta. Es la
historia de Jacob y Esaú, hijos de Isaac hijo tardío del patriarca Abraham.
Uno era cazador el mayor Esau, y el otro pastor, Jacob el menor. Este se encontraba
cocinando unas lentejas y a la hora del almuerzo Esau no había podido cazar nada para su
almuerzo.

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Por lo tanto, tenía un hambre feroz. Cuando arrimo donde su hermano menor el pastor le
pregunto,
¿Que estaba cocinando y el le dijo que lentejas?
Era tanta el hambre del hermano mayor, que le propuso un negocio al ver que su hermano se
oponía, a compartir su almuerzo con el.
Esaú Le dijo: te cambio mi derecho de primogenitura por tu plato de lentejas. Su hermano
menor le cojio la caña y acepto.
La propuesta que le habia hecho su hermano mayor era muy ventajosa, se trataba del
EPODER DEL DINERO.
Ahora bien. ¿Cuál es la moraleja de esta historia?
Cuando la barriga está vacía y el hambre nos acosa, no hay herencia, ni Dios que valga. No
interpreten esto como falta de FE, todo lo contrario. Es una realidad que ninguna persona
puede desconocer.
“Aquí en este mundo lo que vale es el billetico y pare de contar mi hermano. ¿Habrá alguien en
el mundo que no le guste y rechace el dinero? ¿No creo que exista el majadero, iluso, he
ignorante, que no vaya detrás de él?”. El dinero no es malo. Todo lo contrario… es una
bendición dada por la naturaleza, inventada por el hombre para que podamos salir de la olla en
que ella misma nos metió. Lo malo del dinero, está en presumir con el y utilizarlo para cometer
todo tipo de fechorías. “De todos es sabido que”, por medio de este valioso metal, es la única
forma de adquirir todo lo que necesitamos para sobrevivir, en este perro y sufrido mundo.
Además, miren esto. “Dios nuestro creador no es pobre, es riquísimo es dueño del oro, las
piedras preciosas y de todo el universo”
¿Y eso que no sabemos cuantas finquitas más tiene el hombre en otras galaxias?
Y ahora nos vienen los clérigos y las falsas religiones a decir, y a meternos ese puto cañazo,
que tenerlo en nuestros empobrecidos bolsillos es pecado.
“Hipócritas, fariseos, facinerosos, engatusadores de la mente humana, malos orientadores
espirituales, por convención y costumbre y falsos profetas. Esto es lo que son esta Parrandada
de facinerosos.
Hablan mal del dinero y ellos lo tienen por montones”.
¿Qué tal esa he?
La mayoría de las sectas religiosas hablan muy mal del dinero y lo tienen a manos llenas.
Diariamente lo persiguen cueste lo que les cueste por encima de Dios y del diablo. El mayor de
los pecados es tenerlo en nuestros empobrecidos bolsillos, eso si esta muy mal.
Por eso están, diariamente atacándolo continuamente en sus sermones falsos y desteñidos por
el mal uso que le dan.
Por otro lado, sus sacristanes, con la ponchera en la mano limpiándonos los bolsillos,
librándonos de ese pecado, tan horrendo de tener dinero para poder sobrevivir. Ellos los
pastores de la mal llamada iglesia, son los llamados a vivir con todas las comodidades, y los
lujos habidos y por haber.
Por eso predican diariamente en sus falsos sermones el desprendimiento de ese dinero sucio,
que corrompe nuestras almas. Solo ellos lo pueden tener, para así librarnos de ese mal y
cargar ellos en sus espaldas con esa cruz tan pesada como lo es vivir, como unos verdaderos
“reyes y oligarcas, a costillas de los rezanderos y ordeñadores de camándulas, que se la pasan
arrodillados, lamentando su desgracia por la miseria en que viven”.
Tontos, ilusos, ignorantes majaderos, hipócritas, raza de víboras, que todavía nos hacen creer
en un mundo mejor, después de muertos. Si eso fuera cierto los curas y pastores de todas las
religiones, serían los más honorables, honrados, piadosos y caritativos, dándonos ejemplo de
humildad y buen comportamiento.
La oligarquía católica desde su cacique principal el mal llamado papa, viven como reyes, en un
mundo plagado y lleno de miseria, hambre, desnudez, desnutrición y analfabetismo. Creando
en nuestras mentes glorias eternas, que solo existen en sus sermones falsos, desteñidos por el
mal uso que se les da, inventados para aterrorizar a los incautos y débiles de entendimiento.
Como les dijo Jesús en uno de sus sermones. Raza de víboras hipócritas, malos conductores y
dirigentes de la raza humana, para que hablen mal del dinero si lo tienen por montones. De
verdad os digo que es más fácil ver entrar al cielo a las prostitutas y los ladrones que a
vosotros hombres de mala FE. Con este comentario espero que no me traten de comunista,
ateo, he ignorante. Con todo respeto me atrevo a decir. Un poquito de dinero en nuestros
empobrecidos bolsillos, no creo que nos perjudique en nada. Al contrario, nos hace más
llevadero nuestro peregrinaje y calvario en que fuimos condenados, por un Dios bíblico, severo,
mal intencionado, injusto, cruel y tirano en este miserable mundo en que vivimos.

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Nuevamente aquí les va mi estribillo. ¿Qué cerebro Dios mío que cerebro el que le diste a
JOSE HERLEY para analizar y profundizar todas estas verdades? Amen.
Y siguiendo adelante con el relato sobre mi cuñado Fernando el cura, yo sabía de antemano
que esto no se iba a quedar asi. El hombre seguía insistiendo en cobrar dividendos por el favor
que me hizo a medias y al año siguiente, me paso una cuenta con intereses.
(DE UN MILLON DE PESOS).
De solo pensarlo se me cae mi pito y se me estripan las pelotas.
¿Increíble...verdad? ¿Cómo les pareció el cacao?
Esto es como para uno defecarse de la risa
Permítanme decirles que, en ese tiempo, era una verdadera fortuna. Les aseguro que mi
negocio en ese entonces no valía todo ese capital.
Lo que fue de mi parte y el compromiso adquirido con los misioneros de Yarumal, el préstamo
que me habían hecho de trescientos mil pesos ya estaba cancelado en su totalidad.
Sin embargo, mi cuñado Fernando me seguía cobrando una cuenta ficticia, inventada por él, de
un millón de pesos. A través de esta historia, les he narrado cosas muy increíbles y difíciles de
superar y entender.
“Pero igual a esta no creo que se haya registrado en el mundo dos veces, desde el principio de
los tiempos”.
Fue tanto el acoso de este señor por robarme un millón de pesos, que lo puse en conocimiento
de su hermano Guillermo, el otro cura, el cual al saber lo sucedido le dio mucha rabia. Esto
constituía un robo a mano armada.
El hablo con su hermano Fernando y de nada valió. Este seguía cobrándome una cuenta que
no le debía. También puse en conocimiento del padre Riaño lo que estaba pasando con
Fernando, y la respuesta que me dio él, fue que estuviera tranquilo. Que el únicamente le habia
insinuado de un posible préstamo para ampliar mi fabrica y nada más.
Pero que al mismo tiempo le habia advertido que no lo mencionara a el para nada, para que el
padre superior no lo fuera a regañar, por tratarse de un familiar en este caso su cuñado.
Con todo este problema resuelto por mi parte, para librarme me concentre en mi negocio, sin
siquiera sospechar lo que se me venia por delante por causa de mi cuñado el cura Fernando.
Con el préstamo que me hicieron los misioneros de Yarumal, la industria cambio en su
totalidad. Adiós muebles de jardín y tejidos en cabuya. Ya se había abierto un horizonte muy
prometedor para salir de una vez con paso seguro al triunfo. Las cobijas si seguían adelante. El
personal de mujeres nada tenía que ver con los muebles escolares, además se vendían como
arroz.

CAEN A MI NUEVA EMPRESA LOS PRIMEROS


CLIENTES.*****************************************************
Hubo uno muy especial, el cual recuerdo mucho por la forma tan desagradable como me
atendió. Don Cenen Ríos, dueño y rector del Liceo Antonio Nariño.
Este colegio estaba ubicado en Belén San Bernardo y fue la primera persona que visite para
ofrecerle mis sillas universitarias. Resulta pues que cuando me dirigí a su oficina para ofrecerle
mi producto, de una forma más bien brusca y grosera, me dijo que en ese momento no estaba
interesado en comprar sillas.
Mi desconcierto en ese momento fue total. La cosa no iba hacer tan fácil como me lo imagine al
principio. Traté de dar la vuelta, pero en ese momento pensé. No puedo salir con el rabo entre
las patas. Dirigiéndome nuevamente hacia su oficina le dije.
Don Cenen perdone, pero esa no es la manera de atender las personas. Usted como educador
debe dar ejemplo de educación y cortesía. El motivo de mi visita no es para pedirle trabajo, ni
mucho menos limosna.
“Miré señor: usted ni siquiera se imagina todo lo que tuve que hacer para venir a visitarlo. Yo
creo que es una persona muy ocupada pero cuando viene alguien a su negocio hay que
atenderlo con cortesía y buenos modales. A eso se le llama don de gentes y relaciones
humanas”.
El muy apenado se paro de su silla pálido como un muerto y dándome la mano muy
cortésmente me pidió disculpas. Me mando sentar frente a el y me miraba. Luego me dijo…
usted joven me acaba de dar la mayor clase de relaciones humanas. De verdad que me siento
muy apenado por mi actitud hacia su persona.
Luego le explique el motivo de mi visita, que pensaba fabricar sillas universitarias y le traía una
muestra de regalo para que el la ensayara, cosa que él me agradeció mucho. Prometió
ayudarme recomendándome a varios amigos los cuales tenían colegios en la ciudad. Me animo

131
para que luchara por salir adelante, nos despedimos muy cordialmente y quedo de llamarme en
caso de necesitar sillas.
Un mes después me hizo una compra de cincuenta sillas, pero lo mas lindo del asunto fue que
me las pago por anticipado. El valor total fue de diez mil pesos, con este detalle quería borrar el
mal comportamiento que tuvo para con mi persona, el primer día que lo fui a visitar.
Este caballero, se convirtió con el tiempo en uno de mis mejores clientes. Fuimos grandes
amigos, al principio me visitaba con mucha frecuencia.
Paz en su tumba mi querido amigo.
A mi fabrica cayeron como por arte de magia mis primeros clientes, para la compra de mi
nuevo producto sillas universitarias. Todos ellos eran una manada de pobretones con el deseo
de sacar la educación adelante. Eran egresados de la universidad de Antioquia.
Son parte muy importante en esta historia. La mayoría están vivos, los recuerdo mucho a todos
ellos, no solamente por las continuas compras que me hicieron, sino por la forma y la pobreza
con que llegaron a mi negocio, casi pidiendo limosna.
Con este comentario no quiero ofenderlos de ninguna manera, al escribir estas líneas, los
admiro y respeto mucho. Fueron todos ellos, mi mayor puntal para dar a conocer mis
productos. Por qué tanto ellos como mi persona, somos parte fundamental en el progreso de
nuestra industria y en la educación de muchos jóvenes de nuestra ciudad.
Creo que hemos hecho un aporte muy grande en nuestra comunidad educativa. A todos ellos
les brindo un caluroso saludo y quiero decirles que los quiero y admiro mucho. También
hacerles un pequeño, pero muy merecido homenaje muy especial, anexándolos en esta parte
de mi historia.
Hacer un recuento a nivel general, es muy largo y tedioso, pero son todas las personas que
tuvieron que ver con mi vida.
“Dueños de ladrilleras, patrones, orientadores y consejeros espirituales”.
TODOS SON MIS AMIGOS Y LOS LLEVO DENTRO DE MI CORAZON.
A todos ellos muchísimas gracias. Al incluirlos en mi historia, les hago un breve reconocimiento
de cortesía y gratitud. Ahora a los lectores no se me pongan contentos ni se me alebresten, ni
mucho menos se me pongan tristes, que esta película no se acaba todavía, falta mucha cinta
por presentar.
¡Paciencia mis queridos amigos! Paciencia, que viene lo mejor. ¡Progreso, energía positiva,
superación personal y muchas ganas de continuar con este relato!
Lo que pasa es que me puse un poco sentimental y a todos ellos les debo mucho. Ya es hora
de ponerle a esta vaina un poco de humor para que sigamos adelante.
De mis primeros clientes los principales fueron en su orden, Carlos Alberto Pérez fundo el
(Instituto Tecnológico de Síntesis Electrónica). Nombre muy sugestivo, para ver la miseria en
que empezó, muy honrado me pago a goteritas. Este venerable señor se convirtió no solo en
mi mejor amigo, si no que me trajo varios clientes y mis relaciones con él, no solo fueron de
negocios sino también que nació una buena amistad, no solo con el sino también con Silvia
Inés su esposa.
Leonardo Vélez (Cesde), empezó con veinte sillas viejas que le prestaron los curas
capuchinos. Un mes después se las pidieron y quedo en la olla. Ahí estaba MUEBLES
HERPUL para sacarlo del atolladero.
Abelardo Parra Academia (Astic), en un local viejo cerca del barrio Prado, se le estaban
cayendo las paredes de lo viejas que estaban. Muy cumplido con sus pagos.
Jaime Ruiz (Asociación Educativa), a una cuadra del parque Bolívar muy bien situado, pero con
una pobreza alarmante. Lo único que tenía eran mis treinta sillas, que me las debía en su
totalidad, lloraba de tristeza cuando me veía llegar.
Walter Ruiz Instituto de Ingles, en la avenida oriental, este muy formalito bastante carretudo,
muy durito para pagar mis sillas, sin modo de culparlo, tenía seis alumnos y estaba a punto de
cerrar el chuzo.
Zeta Ltda. José Eloy Castaño. Muy cerca al Cesde, también en una casa vieja tratando de
remodelarla se le fueron sus ahorros y del pago de las sillas, nanay cucas, hasta que por fin de
tanto cobrarle aflojo el billete.
(Cede Sistemas) Álvaro Gil detrás del parque de Bolívar, otra casa vieja. Muy formal un gran
amigo y un gran cliente, también me cumplió.
(Corsistemas) un primo de Álvaro Gil, muy hablador cito, pero saco su negocio adelante. Muy
buen cliente mío se ubico en la carrera el palo, en un segundo piso lo equipe del todo.
Los sacerdotes Gonzalo Rivera, párroco de la iglesia de Itagüí. Antonio herrera párroco de los
Alpes. El padre Manuel Escobar, párroco del municipio de Caldas. Los Capuchinos, los

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Hermanos Lasallistas y muchos colegios de las monjas especialmente los colegios de la
Presentación son mis mejores clientes hasta el día de hoy. Y así otros personajes de menor
importancia que en el transcurso de los años fueron desapareciendo. Estas personas que
acabo de numerar, todos ellos son clientes míos, cuando fundaron sus institutos. Les di la
mano, y los ayudé no solo proporcionándoles la silletería si no dándoles buenos plazos para
pagármela.
Fuera de todo esto, les daba muy buenos consejos de superación personal, a casi todos ellos
les contaba mi historia y los impulsaba motivándolos a salir adelante.
Durante todos estos años, habia logrado un completo dominio de mi personalidad y tenia eso
que llama el don de la persuasión y el convencimiento. Fuera de ser su proveedor en los
muebles también tenía fama entre ellos de ser un buen orientador espiritual.
Cuando tenían algún problema, no vacilaban en acudir a mí para que les diera una orientación,
y un buen consejo
La mayoría tienen sus institutos hoy en día y disfrutan de una fama muy bien merecida. Por los
años que, con mucho esmero, han dedicado en el transcurso de su vida, éxitos para todos
ellos.

*************CONCIGO MI PRIMER CARRO****************


Ya me encontraba muy solvente y otra de las inversiones que habia que hacer, era la compra
de una camioneta para el transporte de las sillas. Eso de estar pagando acarreos me estaba
saliendo muy caro. La casa donde yo vivía, el dueño me la había dado para que se la
administrara. Don Hernando Restrepo Osorio gerente del Banco cafetero de Pacora Caldas. El
primer piso lo había arrendado a una familia, un señor Pedro Luís Pérez. Don Hernando me
tenía mucha confianza y me habia dejado encargado de todo lo concerniente a esa propiedad.
Alquileres, pago de impuestos y demás obligaciones. El resto de plata se lo consignaba al
banco.
Don Pedro Luís Pérez, vivía en el primer piso y tenía negocios en la feria de ganados. Además,
negociaba con carros. De manera pues que me callo como anillo al dedo. Tenía dos hermosas
camionetas marca Ford 1966, una de color azul, y otra roja.
Las mantenía como una uva. De solo mirarlas babeaba como un bobo y luego, se me salían las
lágrimas de tanto mirarlas. Un día charlando con don Pedro Luis, le pregunte si la tenia para la
venta y cuanto valía una. Luego él me dijo.
“Oiga don Herley, yo no había caído en cuenta, ahora que usted lo menciona de verdad que si
la necesita para transportar sus sillas”.
Luego me dijo, que cual de las dos me gustaba. Yo le dije que la roja. Súbase y pruébela. Me
mando a que la ensayara. Yo había aprendido a manejar en los carros de la ladrillera de don
Israel Arango. Me monté y di una vuelta a la manzana. Me sentía como en pacha. Cuando
regrese el me pregunto.
¿Cómo le parece? Yo le dije esta de primera don Pedro. Quédese con ella, esta semana y
después la negociamos. Cómo así don Pedro… de ninguna manera. Hombre hágame caso. Yo
salgo para la finca esta tarde y no la necesito. Además, tengo la otra. Cuídemela y trabájela
estos días. Le di las gracias y me subí como un rayo con las llaves en la mano, a mostrársela a
mi señora. Ella se asustó cuando le comenté que estaba negociando la camioneta roja de don
Pedro.
De todo se imaginaba mi señora, menos de tener carro propio. La vio por el mirador ya la
conocía, pero no le había puesto mucha atención. No podía creer que esa belleza la estaba
negociando. Venga mija vamos a dar una vuelta que don Pedro me la dejo hasta el domingo
para que la trabajara. Ella estaba feliz no lo podía creer nosotros con carro, carajo como nos
cambia la vida me dijo. La guarde en un garaje cerca de mi casa y esa noche baje para la casa
de don Pedro. Pregunte por él ha doña Devora y ella me dijo que el habia salido para la finca
que quedaba en el Jardín. Ya no tenía más remedio que quedarme con el carro todo el fin de
semana. Al domingo, el regreso y nos llevaron plátanos y naranjas de la finca a la casa. Don
Pedro tenía la costumbre de traernos revuelto de la finca. Tanto a mi señora como a mis hijos
nos querían mucho. Cuando me reuní con don Pedro en la noche ya estaba dispuesto a
comprársela. No tenía el dinero suficiente, pero esta alhaja, no la entregaba por nada. Tenía
que ser mía. Tenía unos ahorros y le iba a proponer que me fiara una parte, por si no me
alcanzaba la plata. Esa noche nos reunimos en la sala de su casa, me pago el arrendamiento
de ese mes y luego entramos en negocio. ¿Por cuanto me va a vender la camioneta don
Pedro? Él se sacó la pipa de la boca y me dijo. ¿Y como piensa pagármela? Dígame primero
cuánto vale. Ese carro, para usted don Herley, vale cuatrocientos veinte mil pesos.

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Eso es mucha plata para mi don Pedro. Mire don Herley nosotros les tenemos mucho aprecio y
quiero que usted se quede con ese carro. Les voy a proponer un negocio muy bueno.
Págueme cincuenta mil pesos mensuales y quédese con ella. El carro está en muy buenas
condiciones se lo garantizo. Usted don Herley supo escoger muy bien, es mejor la roja que la
azul, y mañana vamos al transito hacer los papeles. ¿Cómo le parece el negocio que le estoy
pintando? Esto si que era una verdadera sorpresa para mí. Yo creía que ese carro valía mucho
más. Por lo menos quinientos mil y de contado. Esta oportunidad no se podía dejar pasar de
largo.
Y algo más me dijo. Dentro de un mes me da los primeros cincuenta mil. Fue tanta la alegría
que nos dio haciendo ese negocio. Consulte con mi señora ella dijo que lo que yo dijera estaba
bien. Entonces como un rayo le dije. Listo don Pedro trato hecho y muchísimas gracias por el
favor que nos ha prestado. De nuevo le dije como lo hice con los misioneros de Yarumal.
Tenga la seguridad don Pedro, que no le voy a quedar mal con su plata. El me contesto. Yo se
eso. Las personas honradas se conocen a la legua y usted es una de ellas. Además, para eso
estamos los amigos. Me despedí y me fui para mi casa mas contento que un marrano
estrenando lazo. Ya tenía carro y que hermoso era y bastante falta que me hacia. Esa noche
también la pasamos en vela, mi señora y yo.
¿Te acuerdas mija, que a los tres meses de casados tú me pagaste un mes de arrendamiento,
que solo eran doscientos cuarenta pesos y yo no tenía la plata completa para pagarlo?
La contestación de ella fue abrazarme, darme un beso y decirme que me quería mucho.
Nos dormimos muy tarde, hablando de cómo le estábamos cogiendo ventaja a la vida. Las
cuotas en verdad eran muy altas, pero tenía una reserva en ahorros, de doscientos mil pesos
en el banco. También tenía sillas para vender. Fuera de esto tenía sillas almacenadas y me
debían mis clientes unos pesitos y todo esto me daba mucha tranquilidad. De manera que tenía
cuota para cuatro meses. Con este pensamiento me quede dormido hasta el otro día. La
bendita suerte se habia puesto nuevamente de nuestro lado. Las siete vacas flacas estaban
quedando atrás. Ahora estábamos disfrutando de las siete vacas gordas y les aseguro que
estábamos preparados para disfrutarlas, como lo veremos mas adelante. Los domingos cuando
tenía cobijas y ruanas suficientes para vender, me iba de paseo a dar la vuelta a oriente con mi
señora y los niños. Cargaba mi camioneta de cobijas y ruanas para vender en los almacenes
de Santuario, Marinilla, la Ceja, Guarne y Rió Negro. Todos estos municipios son de clima frío.
No me quedaba ni una sola cobija y ruana, todo se vendía.
Con la producción tan manual que tenía no daba abasto con los pedidos. Entonces me fabriqué
otro telar y puse dos obreras más.
Como era tan amigo del padre Riaño, una mañana me fui para su oficina a mostrarle mi
camioneta. Ya les había pagado los trecientos mil pesos y el me había ofrecido más plata si la
necesitaba. Si quiere Herley yo le presto la plata para que pague la camioneta de contado. Yo
le agradecí su oferta, pero le dije.
Yo creo padre que el negocio me da lo suficiente para pagar los contados muchísimas gracias.
En caso tal que lo necesite lo molesto. Me felicito y nos despedimos con un apretón de manos.
Cuando empecé a fabricar muebles escolares, me puse a la cabeza de las empresas.
Manufacturas Libertad, Manufacturas Muñoz, Inmutal, Dometal, y Prometal, y la más fuerte de
todas Elospina, que con el correr de los años se convirtió en un excelente comprador mío. A
propósito de manufacturas Muños, tengo una anécdota sobre esta empresa, que no la puedo
pasar de largo. A mediados de los años ochenta, cuando era el mayor productor de sillas
universitarias de la ciudad, recibí una visita de estos señores, con el ánimo de conocer, quien
era el que les estaba haciendo competencia. Llegaron a mi fábrica en un automóvil de lujo, dos
señores muy bien presentados. Se identificaron como los dueños de manufacturas Muños.
Esta breve visita, era con el ánimo de regañarme por que les estaba haciendo competencia con
los muebles escolares, dándolos a precios muy bajos con relación a los de ellos.
En verdad el dialogo fue muy corto. Pues todo se dedujo en que estaba vendiendo muy barato
y les estaba tumbando el negocio.
En verdad de poco o nada sirvió esta entrevista. Ellos se fueron y yo seguí tan campante como
el que nada siente. MUEBLES HERPUL, era una hormiga a comparación de esos elefantes.
Pero con el tiempo, ninguno pudo con esta avispa que los picaba, de una manera muy seria.
Les había clavado la ponzoña, y les dejaba una roncha bastante grande, cuando de vender
muebles escolares se trataba. ¿Que les faltaba a todos ellos, que a mí me sobraba?
Atención al público, don de gentes, calidad de mis muebles, servicio de reparación y
cumplimiento en las entregas. Me gane el mercado por completo. Yo le vendía a la mayoría de
los colegios pobres de la ciudad, asi fuera un tornillo o una bota plástica. Ese servicio no lo

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tenía ninguna empresa. Ellos vendían las sillas y por lo demás jodasen señores. Entonces
Muebles Herpul se hacía presente y estaba listo para atender a los clientes. Hice un
cubrimiento total.
A mí me importaba un comino y no me preocupaba de donde ni de qué empresa constructora
me traían las sillas para reparar. Recibía por igual todas las sillas de cualquier empresa que
fuera. Yo me encargaba de darles mantenimiento desde una bota, hasta dejarlas casi nuevas.
El negocio era redondo y mi fama como buen constructor, así como la buena atención al
cliente, ya se conocía en todos los colegios y universidades de la ciudad de Medellín. Démonos
un pequeño respiro en la continuación de este parte de mi historia y volvamos a tocar el tema
de nuestras dos familias.
No se puede ocultar nada que se haga en este mundo y mucho menos cuando se esta
saliendo adelante, de una manera tan vertiginosa como lo fue la nuestra.
Hay una cosa que ha sido bandera y es mi responsabilidad y mi buen comportamiento.
A pesar de tener tanto trabajo y ese deseo de superarme económicamente, nunca deje a mi
señora y mis tres hijos abandonados, por ninguna causa. Siempre he estado al frente de mi
hogar, compartiendo con ellos y dedicándoles lo mejor de mi vida. Todos los domingos los
dedicaba a salir con mi señora y mis hijos. Los amaba y los sigo amando a todos ellos, porque
son el mayor tesoro que la naturaleza me ha regalado. Además, me siento premiado por la
madre naturaleza y siento verdadero regocijo por tener siete maravillosos nietos que me dieron
mis tres hijos.
Más adelante hare mención de esta otra fortuna. Tampoco dejaba que mi trabajo se
interpusiera en mi familia. Ellos eran lo primero en mi vida. En los fines de año, les
comprábamos los mejores juguetes de cuerda que se encontraban en el mercado. Nunca se ha
apartado de mi mente la niñez tan difícil y estrecha que tuve. Había hecho un juramento, de
que a mis hijos no les iba a pasar lo mismo que a mí y lo estaba cumpliendo al pie de la letra.
En lo que se refiere a mi familia por parte de mis hermanos, se habían terminado por completo
nuestras relaciones. Lo ultimo que supe de ellos fue que, con la muerte de mi padre que
también se marcho de un infarto al año siguiente de haber muerto mi mama, el levanto el vuelo
a buscar aires mejores al otro mundo. Esto causó el derrumbe de toda la colmena. Todos
cogieron las de villa Diego.
No sé adónde y en manos de quien, quedaron todas las cosas que yo le habia dado a mi
mama, pero eso a mi poco me importaba. Todos ellos tomaron por caminos diferentes hasta el
día de hoy.
Algunos detalles y encuentros con ellos que si tengo la ocasión de comentarlo lo haré mas
adelante.
En cuanto a la familia de mi señora las relaciones iban mejorando con todos ellos, en lo que se
refiere a mí persona. Por el amor que siempre le he tenido a mi esposa y para no incomodarla,
accedí a volver a la casa de su papa.
“PERO YA NO LO HACIA CON LA CABEZA BAJA CASI BESANDO EL PISO”. Al contrario: era
todo un pichón, haciendo sus pinitos en el comercio y la industria y tenía la cabeza muy en alto.
Ya me miraban de una manera muy distinta. Ya no era la pulga como me decían al principio
cuando era el novio de María Eugenia. Todo había cambiado.
Mi suegro por fin se dio cuenta de la clase de persona que era yo y el buen trato que le daba a
su hija. Estaba muy arriba sobre los demás yernos y mi propósito era ponerme en el primer
lugar y ya lo habia logrado. Vivía en una casa moderna, con más de lo necesario, buen carro y
muchas comodidades. El esposo de mí cuñada Marta había hecho la solicitud para la compra
de una casita, financiada a quince años y mi suegro estaba dispuesto a hipotecar su casa, para
prestarle la cuota inicial a su yerno. Como son las cosas de la vida.
Unos años antes, nos habia negado a nosotros, miserables ciento cincuenta pesos para la
cuota inicial de una máquina de coser para su hija. En cambio, a este otro yerno el estaba
dispuesto hasta hipotecar su casa para ayudarlo. ¿Increíble verdad?
Pero esto que les estoy narrando, es tan cierto como saber que hay uvas.
Pero ya se había volteado el cristo. Ya no era la pulga como así me llamaban cuando iba
hacerle la visita a María Eugenia. Mi apellido y mi pobreza, fue el causante de que tanto mi
suegro como su hermano Octavio me odiaran formándose un mal concepto sobre mi persona.
Mi suegro no le podía perdonar a su hija el haberse casado conmigo. Un miserable obrero sin
ningún futuro porque yo en ese entonces no tenía nada. Por eso no quiso ir a aplicarle la
inyección que le mando el Dr. Ospina como castigo, cuanto estuvo tan enferma de la vesícula.
Más adelante terminando el año, ella fue a visitarlo y le dijo que le prestara ciento cincuenta
pesos para la cuota inicial de una máquina de coser y él también se los negó. Por eso cuando

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mi cuñada Luz Elena se apareció ese fin de año con un plato de buñuelos y otro de natilla, yo
los vote a la basura con platos y todo. Luego le dije que no quería tener nada con esa
miserable familia. Ella salió casi corriendo de mi Casa llorando. Esta fase de mi historia, ya se
los comenté en páginas anteriores

------------------------------MI VENGANZA. --------------------------


Y bien. Tremenda sorpresita la que se van a llevar todos ustedes, Cuando lean esta parte de
mi historia. ¿Ya me imagino lo que esta pasando por sus mentes y se van a divertir viéndome
tomar mi venganza? ¿Creerán que, en mi pensamiento, hay lugar para los odios y las
venganzas, en perjuicio de las demás personas, y que en mi mente se esta maquinando un mal
contra ese señor mi suegro? Pues no se equivoquen conmigo mis queridos lectores. Ya les he
dado muestra en el transcurso de esta historia, que no soy persona mala, rencorosa ni
vengativa. Todo lo contrario, lean muy detenidamente esto. (Uno). El es el padre de la mujer
que yo más respeto y amo en este mundo. (Dos). Es el abuelo de mis tres hermosos hijos, que
son el orgullo de mi existencia. (Tres). ¿Cómo puedo ofender de tal manera a mi señora, que
para mi es mi mejor amiga, y a ella le debo todo lo que soy y todo lo que tengo? Y (cuatro).
“Nunca he sido una persona vengativa, mal intencionado ni mediocre. Es muy cierto y no lo
puedo negar, que al principio me ofendí de tal manera, por esa bellaquería que nos hizo, que
hasta me dieron ganas de borrarlo del mapa. Pero mi mente, así como mi pensamiento me ha
impedido obrar mal. Pues estimados lectores esa no es mi naturaleza, ni tampoco mi forma de
obrar”.
Aprendí y se respetar a las personas, aunque en algún momento de mi vida me hayan hecho
un mal tan grande, como lo hizo mi suegro con nosotros, en el primer año de nuestro
matrimonio. Claro que, al principio, mi actitud hacia el fue de decepción y amargura. Eso no lo
puedo negar. Medio mucha rabia con el por su mal comportamiento hacia nosotros.
¿Qué culpa tenía yo de ser un hombre pobre y con un apellido feo para que me humillaran de
esa forma?
Pero al correr de los años, fue cambiando mi modo de pensar y casi puedo decirlo sin temor a
equivocarme, que don Tomas Cuartas mi suegro, fue mi mejor puntal, o mi barita mágica, para
que por ese medio me enfrentara de lleno a derrotar la pobreza y la miseria en que nos
habíamos casado. Así lo entendí… la naturaleza se vale de muchos medios para hacerlo
reaccionar a uno, con el fin de sacarlo adelante. Tengo una mente muy superada y despierta.
Mi venganza consistía en demostrarle a esa familia en especial a mi suegro, y su hermano
Octavio, lo verraco que era yo y hacerle todo el bien, en lo que humanamente me fuera posible.
Me convertí para mi suegro en su mejor amigo. No habia salida a un paseo que el no fuera mi
primer invitado. Casi diariamente lo invitaba para que me acompañara a repartir sillas a los
colegios.
A él le encantaba mi camioneta. La había pintado y la tenía como una uvita.
Íbamos a todos los municipios del área metropolitana de la ciudad.
La Estrella, Caldas, Envigado, Sabaneta, Itagüí Bello, Girardota, Copacabana y Barbosa.
Recorríamos toda la ciudad repartiendo sillas. En varias ocasiones le dije. Don Tomas
¿Me acompaña a Rio negro para llevar unas sillas?
El cogía su saco se lo ponía y luego me contestaba. Yo a usted Herley lo acompaño hasta el
infierno si quiere. Tomaba su café con leche y luego nos marchábamos. Teníamos una amistad
bastante grande. Una vez nos fuimos hasta Buena ventura a llevar unas sillas al seminario de
los Misioneros de Yarumal. Ellos tenían un colegio allá pasamos muy bueno. Yo no dejaba de
hacerle atenciones al viejo. También lo tuve en san Andrés islas, nos fuimos a unas vacaciones
con mis dos hijos. Carlos Mario y Gloria Patricia la menor. Mi señora ya había estado con Luz
Elena su hermana menor, cuando ella cumplió los veinticinco años de edad. También la
empresa de aviación SAM los cumplía en esa fecha y le regalaron el pasaje a la isla de San
Andrés a mi cuñada Luz Elena. Como ella no tenía con quien ir por que el premio era para una
sola persona, yo le di el pasaje a mi señora para que la acompañara, y no perdiera su paseo.
De manera pues que mi venganza ya había sido cumplida. Me convertí en el mejor yerno de
don Tomas Cuartas, demostrando con mi comportamiento que nunca se debe juzgar a la
ligera. Él lo decía a boca llena hasta el día de su muerte. Pero no lo enterremos todavía que
falta mucho por comentar. ***********LA OBSECION DE MI SEÑORA. ***************
A pesar de que nosotros teníamos la bandera muy en alto y ya habíamos salido de la pobreza
en que nos casamos, algunos miembros de su familia, ni cortos ni perezosos querían meterse
en nuestra vida privada. Como ya me había puesto en el primer lugar, trataron por todos los
medios los muy envidiosos de meterse en nuestra vida, Mucho Ojo aquí. Ami señora sus

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hermanos ya le estaban planeando su futuro. Hubo varias voces, aconsejándole que me dijera
que le comprara una casa. Era la única que no tenía vivienda propia. Cuando mi señora me
comento yo le dije. Mire mija. “El único favor que le pido es, que no le preste atención a
ninguno de ellos. No tienen por qué decirle que hagamos lo que a ellos les parece. Recuerde
que nunca hemos contado con ellos para nada. Además, en los planes de nosotros dos, no
está incluida la compra de una vivienda todavía. Tenemos que montar nuestra empresa en
forma, y lo estamos logrando”.
Una cosa tengo que agradecerle a mi señora. Nunca me ha llevado la contraria en nada. Todo
lo planeamos juntos, y eso es lo que nos ha mantenido muy unidos. La industria es lo más
importante, por el momento. Por medio de esta, se podía conseguir lo que uno quisiera. De
todos es sabido que las industrias son la economía del país y que a través de ella se puede
conseguir lo que uno quiera. Casas, fincas, automóviles y darse todo tipo de lujos.
Pasados unos dos años después, en una conversación que tuvimos, le insinué a mi señora,
que con despacio fuera averiguando para comprar nuestra vivienda. Eso sí, tenía que ser en
nuestro barrio Belén, donde habíamos vivido toda nuestra vida. Ella se puso muy feliz con esta
noticia. Vivienda propia para nuestra familia Ya estábamos listos para hacerlo. La deuda de la
camioneta estaba cancelada en su totalidad. No tuvimos ningún tropiezo en los pagos.
Entonces ya estábamos listos para hacer la gran inversión de nuestras vidas. Comprar una
vivienda para nuestros hijos.
Todos los domingos comprábamos el periódico el colombiano y mi señora empezó la
búsqueda. Ella se había dado a la tarea de conseguir un gangazo, de esos que resultan
cuando la gente tiene una necesidad. Así estuvo más de dos años, leyendo los clasificados del
periódico todos los domingos, sin fallar ni uno solo. Hasta que un domingo, estábamos todavía
acostados, con los tres niños en nuestra cama brincando como gacelas, y yo me entretenía
mirando el suplemento de las tiras cómicas. Cuando ella me llamo la atención, me mostró el
periódico y me dijo. Mire Herley lo que dice aquí. Vendo casa finca en el sector del barrio
Granada, valor un millón ochocientos mil pesos de contado. Entenderse con el señor Octavio
Torres. Solté el periódico que tenia en mi mano y le dije.
¿Casa finca en el sector del barrio granada?
¿Dónde diablo queda esa casa finca?
Yo me conozco a Belén como la palma de mi mano y no he visto ninguna casa finca por ese
sector. Eso solo se ve en ese rancherio del Rincón, y eso queda en la puta mierda. Ella me
entrego el periódico y yo lo leí varias veces. No había equivocación vendo casa finca. Un millón
ochocientos mil pesos y de contado. ” De donde diablos creía mi señora que iba a sacar esa
enorme Cantidad de dinero. Jamás en mi vida se me ocurrió asaltar un banco para conseguir
esa inmensa fortuna. Para decirles la verdad en estos escritos, yo ni sabia cuanta era esa
plata”. Luego pensé para mis adentros. Esta mujer está más loca que una cabra. Me repetía
casa finca en el barrio Granada, un millón ochocientos mil pesos y para colmo de males de
contado. Nos levantamos a toda prisa. Hasta aquí nos duró el romance. Ella se dispuso hacer
nuestro desayuno, pero puso el maldito periódico sobre la mesa del comedor. Cuando
desayunamos lo volvió a leer, y se dispuso a llamar por teléfono a la persona que figuraba, era
un comisionista. Le dio las instrucciones del caso y mi señora se quedo de encontrar con don
Octavio Torres al día siguiente lunes en el atrio de la iglesia de Belén.
Léase bien esto. “ELLA… Y NO YO. POR ESO LO PUSE EN MAYUSCULA” Ese domingo no
salimos a pasear. Esta mujer no quería soltar el maldito periódico de la mano. En ese entonces
teníamos doce años de casados. Yo ya andaba pisando los cuarenta años de edad. Ese día
Domingo creo que leyó el maldito aviso más de cien veces. Miren lo que paso. Al otro día
cuando me estaba dando el desayuno, lo primero que me dijo fue. Don Octavio Torres el
comisionista, lo espera en el atrio de la iglesia de Belén, para mostrarle la casa finca a las
nueve de la mañana. ¿QUE? ¿Cómo es eso de que me espera a mí?
“No fue usted la que lo llamo por teléfono y hizo la cita con el, y ahora me chuta la pelota a mí”.
¿Saben amigos lectores lo que me dijo?
Que ella era una mujer muy bonita y le daba miedo encontrarse con una persona que no
conocía.
Vea pues… bonita disculpa con la que me salió mi señora, para no asistir al compromiso que
hizo con ese señor. Estas mujeres no las entiende ni él diablo. ¿De dónde carajos se supone
doña “MARIA EUGENIA” que voy a sacar toda esa cantidad de dinero?
No ve que en el periódico dice que es de contado. Pero no… está mujer no entendía razones.
Cuando a una mujer se le mete algo en la cabeza, no hay barranca que la ataje, y mucho
menos a la testaruda de doña María Eugenia Cuartas mi señora. Me despacho el desayuno y

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me mando de inmediato. A regañadientes y como perrito regañado, me dirigí a la plaza de
Belén. Allí ya me estaba esperando el sujeto en mención. Mi señora le habia dicho por teléfono
que el esposo de ella iba en una camioneta roja. Cuando llegue el se me arrimo muy
cortésmente, lo salude y en mi camioneta tomamos rumbo a san Bernardo, por toda la carrera
76, casi subimos hasta el F2. El hombre no se acordaba donde quedaba la tal casa finca. Yo le
dije que ese no era el sector del barrio Granada. Luego nos bajamos y el saco una libreta de su
bolsillo y miro la dirección y me dijo. Es en la calle 27 no. 75-59. Yo le dije estamos muy arriba
volvamos a bajar. Con la dirección en la mano yo lo traje hasta la puerta de la casa. Al ver una
fachada en la mitad de la calle le dije. ¿Oiga don Octavio yo no veo ninguna casa finca en este
sector, esto es San Bernardo, el barrio Granada es
más abajo? Yo quería devolverme, pero el muy cortésmente me dijo. Ya estamos aquí vamos a
verla que nada se pierde sin ningún compromiso. Accedí nos bajamos y el toco la puerta.
Cuando nos abrieron, yo me quede casi mudo al ver el fondo tan inmenso. Se veía unos
árboles al fondo. Entramos y el me presento a la dueña una señora Romelia Mejía de Castaño,
asi fue como se identificó ella.
En ese momento estaba desayunando y le dijo al comisionista que podía mostrármela. En toda
mi vida no habia visto una propiedad tan inmensa. En realidad, era una casa finca, llena de
árboles frutales. Mangos guayabos, naranjos, hasta tenía un árbol de aguacate y mucho jardín.
Al ver ese espectáculo tan maravilloso yo temblaba de la emoción. Por un momento recordé la
finca de mi papa allá en mi pueblo.
La recorrimos en un minuto. El desespero por traer a mi señora se apodero de mí.
¡Que hermosura como se divertirían aquí los niños!
Esto tenía que ser mío. Ni siquiera pensé en el precio todo eso se me olvido. Tenia que ir por
mi señora de inmediato.
Cuando salimos, doña Romelia me pregunto cómo me parecía la casa, y yo en medio de la
emoción le dije, que si me permitía traer a mi señora para que la viera y ella me dijo que con
mucho gusto.
Me despedí de ella y quedé en volver ese mismo día.
Deje a don Octavio en el parque y le dije que lo llamaría al otro día para ver que habíamos
pensado, pero que mi señora daría el visto bueno. Luego me fui directo para mi casa. Esa
mañana no asome mis narices por la fábrica. La emoción no me dejaba pensar en nada que no
fuera esa casa. Subí las escaleras como una tromba. María Eugenia estaba en la cocina
pelando unos plátanos para hacer los frijoles del almuerzo. Era costumbre todos los lunes.
Cuando llegue ella de inmediato me pregunto cómo me había ido. La tensión que ella tenía se
reflejaba en su rostro. Respiré profundo estaba muy agitado y le dije. Pare eso que nos vamos
de inmediato para que usted la vea. Casi el saque arrastras y en cosa de media hora,
estábamos parados al frente de la casa. Tocamos la puerta y salió doña Romelia. Ella nos
atendió personalmente. Cuando mi señora entro le brillaban los ojos de una manera muy
especial. Se le veía la emoción que sentía. Recorrimos toda la casa, ahí me di cuenta de que
estaba muy deteriorada. La baldosa muy mala unas piezas bastante corroídas, en fin, nada que
no tuviera arreglo. Pero lo importante, era el punto y también la extensión del terreno, estaba
ubicada a tres cuadras del parque de Belén. Mucho más cerca de donde vivíamos. Nosotros.
La veíamos como un palacio, nos sentamos un rato con doña Romelia y le dijimos quienes
éramos nosotros. Ella nos escuchaba con mucha atención. Lo más importante fue que no la
ganamos de inmediato. Charlamos como si fuéramos viejos amigos, nos despedimos de ella y
esa misma tarde quede en volver con una propuesta definitiva. Al regreso mi señora en todo el
camino no hizo más que hablar de su nueva casa. Ya se creía dueña de ella. Párelo, párelo ahí
mi querida señora. ¿De dónde diablos cree esta señora, que vamos a sacar toda esa plata
para comprarla?
¿Ya se le olvido que hay que pagarla de contado?
Pero no. Esta mujer se había apoderado de la casa y no entraba en razón. Ella me dijo…
cómprela que yo le ayudo a conseguir parte con Alberto Cuartas mi primo. Pero seguía
haciendo planes, ella no escuchaba ninguno de mis argumentos. Yo si tenía los pies en la
tierra, en cambio ella se sentía en las nubes. Lo que es para uno no se lo quita nadie, y asi lo
presentía mi señora. Ese día antes desde que leyó el aviso, algo en su interior le dijo. Esta es
su casa, luche por ella. El desespero que le dio, la fuerza que puso en su mente era muy difícil
de controlar.
Como lo dije antes, ella no entendía ese deseo tan ferviente de adquirir esa casa, a eso se le
llama. PODER Y ENERGIA MENTAL

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-----------------EL PODER DE LA PERSUACION. ------------
Nos sentamos en el comedor, hacer planes. Yo consulte con mi cuenta bancaria y tenia
trescientos cincuenta mil pesos en efectivo. Estaba muy lejos de llegar a esa suma tan grande.
Habia un problema que nos estaba carcomiendo el cerebro a los dos. Y era que, en las horas
de la tarde, teníamos que darle la definitiva a doña Romelia la dueña de la casa. ¿Qué diablos
íbamos hacer?
Mi señora me miraba con una angustia terrible. Ya me había descargado todo ese problema a
mí. En mi mano estaba darle toda la felicidad y la alegría de poder adquirir esa vivienda.
¿Cómo carajo iba hacer yo, para resolver este maldito problema y en tampoco tiempo? ¿Solo
tenía unas pocas horas para resolverlo?
Yo estaba muy asustado. Ese chicharrón estaba muy duro de comer. De pronto me acorde que
tenia un negocio que atender, se me había olvidado por completo. Me fui rápido para la fábrica,
y ahí estaban esperándome unos clientes para comprarme unas sillas universitarias. Eran cien
para el colegio Salazar y Herrera. Hice el negocio y luego a las tres de la tarde me dirigí para
donde doña Romelia hablar con ella. En mi mente no había nada. No sabía ni a qué diablos
iba. En mi cerebro no habia ninguna luz que me orientara para decirle algo, o hacerle una
propuesta. Entonces, ¿en qué consistía la entrevista? Solamente se que me dirigía allí como
un autómata sin voluntad.
Pero algo en mi interior, me empujaba a seguir adelante. Toque el timbre y doña Romelia salió
y me dijo que nos sentáramos en la sala. Lo único que se me ocurrió en ese momento, fue
empezar a contarle parte de mi vida, mi matrimonio y mis tres hijos. También le hice mención
de mis proyectos. Le explique que tenía un negocio de ruanas y cobijas que yo mismo había
construido los telares. Además, fabricaba muebles escolares, para muchos colegios de la
ciudad. La invite a que conociera mi negocio. Ella me pregunto donde quedaba, yo le dije que
una cuadra arriba del parque de Belén, en la capilla vieja de la iglesia. Ese local me lo había
arrendado el padre Cadavid, que era muy amigo de nosotros. En fin, termine diciéndole que
nos habia gustado mucho la casa, pero que nos era imposible comprarla por que no teníamos
toda esa plata. Además, todo el capital lo tenia invertido en materiales, para la temporada del
mes de enero, que era donde todos los colegios me compraban las sillas para el nuevo año
escolar. Tenía que esperar hasta el mes de febrero para recoger todo mi capital. Estábamos al
final del mes de julio y me tenía que preparar para almacenar las sillas para la temporada.
Doña Romelia me escuchaba sin decir ni una sola palabra, no me despegaba los ojos de mi
cara. Me daba la impresión de que lo hacia para averiguar si le estaba diciendo la verdad. Ella
me escuchaba con mucha atención. Cuando termine me dieron fresco. Luego ella me pregunto.
¿De manera don Herley que no me tiene ninguna propuesta? Doña Romelia. Para serle sincero
lo único que tengo en el banco son trescientos cincuenta mil pesos y unas platicas por cobrar y
nada mas. Dígame: ¿Para cuando necesita la casa? Por ahora no la necesito doña Romelia.
Yo vivo en una casa de dos pisos en Mira Valles y es de un señor de Pacora que me la dejo
para que yo se la administre. ¿Y quién es ese señor me pregunto ella?
Don Hernando Restrepo Osorio y trabaja en el banco Cafetero.
Ella me miro muy sorprendida y me dijo.
Mire don Herley este mundo es muy pequeño. Yo conozco personalmente a don Hernando,
porque yo tengo una finca que produce café y viajo continuamente a Pacora. Pregúntele a él
por mí, y él le dirá quién soy yo.
Luego ella me dijo. No hay necesidad de eso yo le creo. Además, veo en usted una buena
persona. Muchas gracias doña Romelia. ¿Entonces usted no necesita la casa por ahora? No
señora. Mire le tengo una propuesta muy buena. Quiero que usted se quede con la casa. Le
parece bien que yo se la desocupe en noviembre, y ahí me da la mitad de la plata novecientos
mil pesos, y el resto le doy plazo hasta el mes de marzo. Me paga un interés del dos por ciento
mensual, y cuando me termine de pagar hacemos la escritura. Con un nudo en mi garganta y
con lágrimas en mis ojos de la emoción que me dio le dije. Doña Romelia. ¿Usted por qué hace
esto conmigo, si apenas me acaba de conocer? Con lo que me ha contado ya tengo muy
buenas referencias.
¿Como le parece el negocio que le estoy proponiendo? Otra cosa… pongamos una multa de
doscientos mil pesos para sellar el negocio. Me parece muy bien doña Romelia. Entonces
venga mañana, para que hagamos un contrato de compraventa y lo autentiquemos en una
notaria. Nos dimos la mano y serramos el negocio como un par de personas serias. Cuando
llegue a la casa eran casi las seis de la tarde y mi señora estaba a punto de reventarse de
hacer fuerza. La tensión la tenía al borde del infarto. Yo me había ido a la fábrica para cerrarla
y por eso me demore un poco. Cuando llegue me bombardeo con mil preguntas a la vez. Déme

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primero mi cafecito con leche y después le cuento. No le pude ocultar nada. La felicidad que
tenía saltaba a la vista, no le pude mentir. Simplemente le dije listo el pollo, ese negocio está
listo. Esa casa finca es de nuestra propiedad. ¡Ella pego un grito de jubilo y alegría y me abrazo
muy fuerte ¡ Nos sentamos en el comedor, y le conté todo punto por punto, todo lo que había
conversado con doña Romelia. Ella me escuchaba muy atenta y no paraba de sonreír. Te lo
dije. Yo sabia que esa casa finca era para nosotros. Yo conteste no le quepa la menor duda.
Ella me dijo. Nunca me imaginé que fueras tan verraco y hábil para los negocios.
Yo te lo dije desde el principio antes de casarnos, que conmigo no ibas aguantar hambre,
cuando juré ante ese crucifijo que iba hacer un hombre muy rico ya lo logramos, y mira donde
vamos. Con fábrica, carro y ahora dueños de una casa finca. Increíble verdad.
Tenía cuatro largos meses para conseguir los novecientos mil pesos, y eso me daba mucha
tranquilidad. Con trecientos cincuenta mil pesos en el banco y unas platicas que me debían
ajustaba casi el medio millón de pesos. El resto me lo podía conseguir muy fácilmente.
Además, tenía muchas sillas para vender en ese mismo año. Al otro día nos fuimos en mi
camioneta al centro y fuimos a la notaria primera, y allí hicimos el contrato de compraventa y
quedo serrado el negocio. Pasaron unos quince días, y nosotros salíamos con los niños de
caminada casi todas las noches y pasábamos frente a nuestra nueva casa, con solo pasar nos
sentíamos muy contentos. NO JODA CARAJO. MIREN LO QUE NOS PASO AQUÍ. VUELVE
LA MALA SUERTE A TOCARNOS LA PUERTA.
No había pasado ni un mes, cuando tuvimos una llamada del señor Octavio Torres el
comisionista, y nos propuso compra por la casa. Arrendamientos la Montaña nos daba a ganar
quinientos mil pesos. Nosotros le dijimos que no la teníamos para la venta. El muy miserable ya
le habia hecho la propuesta a doña Romelia.
Le habia dicho que arrendamientos la Montaña daba quinientos mil pesos más, para disolver el
negocio. Doscientos mil para pagar la multa, que teníamos en el contrato de compraventa y
trescientos mil pesos más de utilidad, y asi quedaba la casa vendida en dos millones cien mil
pesos y de contado. En ese momento yo prácticamente había perdido el negocio. Pero lo que
yo nunca me imaginaba era que doña Romelia fuera una mujer de unos pantalones tan bien
puestos y de una palabra tan barraca y sincera. Ya se la quisieran mucho políticos
comerciantes y dirigentes de el mundo entero. “Que gallardía, que palabra, que compromiso
tan sincero, que forma de pensar la de ella, que honradez y honestidad la de esa señora”.
¿Qué le había costado a doña Romelia, echarse para atrás en el negocio, y darme a ganar
doscientos mil pesos en un mes y ella embolsarse trescientos mil pesos de más?
Por eso la respuesta que le dio a don Octavio fue: ofrézcale a don Herley ese mismo negocio,
por que la casa es de él. Ya le di mi palabra y esa es una sola.
Déjenme hacerles otra de mis acostumbradas reflexiones en esta otra parte de mi historia para
comentarles lo siguiente.
La gran mayoría de las personas en general, desconocen por completo los misterios de la
mente. Este mundo fue creado por un ser superior que llamamos DIOS, y nosotros somos
parte de la creación. Yo como lo comenté en páginas anteriores, no soy muy creyente en las
religiones, ni mucho menos adorador de muñecos de barro y yeso.
Pero si soy un ferviente admirador de la creación y respeto mucho todo este gran misterio
como lo es la vida. También creo profundamente en el destino de las personas. No estamos
solos. Eso démoslo por seguro. Tenemos leyes que cumplir, seamos religiosos o no lo seamos.
Pero lo que si les aseguro y eso no es ningún misterio para nadie, que estamos obligados a
cumplirlas y hay que respetarlas.
Vi por mis padres y hermanos más de once años. Los ayude cuando más lo necesitaban, y les
aseguro que tarde o temprano se recibe la recompensa. Mi señora busco por más dos años su
vivienda y miren como la conseguimos de fácil, sin dar un solo peso. Por eso creo fielmente en
el destino, sabiendo de antemano que el que siembra el bien, recoge sus buenos frutos.
¿Qué le hubiera costado a doña Romelia echarse para atrás y darnos a ganar doscientos mil
pesos que fue la multa que pusimos en el contrato de compraventa, y ella embolsarse
trecientos mil pesos de más y de contado?
Ya lo he comentado muchas veces en este relato. Soy muy creyente en el destino y lo que es
para uno no se lo quita nadie. Sigamos pues adelante, que esta parte de mi historia me llena
de satisfacción y orgullo. En una visita que le hicimos a doña Romelia, era tanta la alegría que
sentíamos que varias veces le pedimos permiso para venir a ver la casa con los niños. Ella se
ponía a jugar con ellos. Le parecían muy hermosos. Entonces le comentamos sobre el negocio
que nos había propuesto don Octavio, y ella nos dijo que primero se lo habia propuesto a ella.
Nosotros le dijimos que la felicitábamos por que era muy difícil encontrar una persona de

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palabra tan sincera y honesta. Nos volvimos muy buenos amigos. Nosotros la visitábamos con
mucha frecuencia nos daba mucha pena, pero le habíamos caído muy bien y ella nos tenía
mucha estimación. Otra persona, que tuve muy en cuenta fue el padre Riaño, para comentarle
sobre la compra de la casa. El me había insinuado antes que tenia unos pesitos ahorrados
para colocarlos en un negocio.
Le comenté el negocio que había hecho de la casa y que si estaba interesado yo le vendía una
tercera parte de mi negocio. A él le gustó mucho mi propuesta y la acepto de inmediato.
Cuando empezamos hacer el negocio le dije que le vendía la tercera parte de mi fábrica,
incluyendo los telares donde se fabricaban las ruanas y las cobijas menos la camioneta.
Necesitaba ese dinero para pagarlo en noviembre. Lo invite a que conociera la casa y quedo
encantado con ella. El padre Riaño, también tenía una belleza de dos pisos en el barrio los
colores, cerca al colegio Ferrini. Serramos el trato y el me pago novecientos mil pesos por la
tercera parte, y eso quedo asi, por partes iguales entre. María Eugenia Cuartas, Herley
Pulgarin Moreno, y Luís Hernando Riaño, quedando yo como gerente y encargado, de todo lo
que se relacionara con ventas, compras, y manejo total de la empresa. También se me habia
asignado un sueldo por ser el gerente y encargado de todo. Lo único que no entro en el
negocio fue mi camioneta. El tenía una belleza una Ford Ranger nuevecita. También se me
pagaban por los transportes de las sillas que se hicieran en mi carro. De manera que para mi
fue un negocio redondo y muy lucrativo. Las continuas reparaciones de las sillas en los
colegios eran para mí. De manera pues que el negocio me favoreció en todos los terrenos.
Nosotros no quisimos comentarle a nadie sobre la compra de nuestra casa, a ninguna de las
dos familias, hasta no estar bien seguros. Apenas teníamos un documento de compraventa y
no podíamos apresurarnos en dar la noticia. Como el padre Riaño me dio el dinero en efectivo
inmediatamente se lo traje a doña Romelia. Eso fue a principios del mes de octubre le di un
millón de pesos ella se alegro mucho. Estábamos a principios del mes de noviembre, ya le
había dado la plata ha doña Romelia un millón de pesos. Solo le quedaba debiendo
ochocientos mil pesos para cancelar mi propiedad. Fuera de esto me quedaba muy buena plata
en el banco. Solo me quedaban tres meses, para hacer la escritura, y venia la temporada de
ventas. De manera que no había por que preocuparme. La plata de Riaño me había caído del
cielo. Todavía me quedaba muy buenos ahorros en el banco, casi medio millón de pesos El
padre me había solucionado el problema del primer contado para la casa.
Ya con este abono la tenía asegurada. Ahora tocaba esperar que doña Romelia me
desocupara.

***********EL MEJOR CUMPLEAÑOS DE MI VIDA*********


El día nueve de noviembre de ese año, cumplía cuarenta años de edad, y me encontraba
trabajando en mi fábrica. Eran las diez de la mañana. Timbro el teléfono y recibí el mejor regalo
de mi vida.
Era doña Romelia. Me saludo muy formal y me dijo que la casa estaba desocupada, y que
podía pasarme desde ese mismo día. Señores lectores. Créanme. Me corrió un escalofrió por
todo mi cuerpo que todavía lo siento. Hoy es nueve de noviembre día de mi cumpleaños
número cuarenta. Este fue el día más feliz de toda mi vida
************************************************************
Créanme señores me puse de rodillas y con lágrimas en mis ojos, le agradecí al señor, el
haberme dado ese maravilloso regalo de cumpleaños para mi
familia********************************************************** Que cumpleaños tan maravilloso.
Llame a mi señora a la casa y no me contesto el teléfono. Luego recordé que la había
mandado al centro para que me hiciera una vuelta en el seguro social. Espere entonces y al
poco rato me llamo mi señora, para que le diera unos datos que habían faltado. Le dije deje
eso, y vengase de inmediato en un taxi, que doña Romelia me acaba de llamar para
entregarnos la casa. Ya me voy por las llaves ella me esta esperando. Cuando llegue, ella
estaba en la puerta despidiéndose de unas amigas. Luego me entrego las llaves y me dijo
después hablamos. Todavía no se me había quitado el temblor por todo mi cuerpo. Cuando
entré ahí sí que la vi bien grande. Una casa desocupada se ve mayor. Las piernas me
temblaban de la emoción que tenía. Di una vuelta por toda la casa. Luego me dirigí al solar.
Que belleza. Y era mía, de mi mujer y mis hijos. Di gracias al creador por tan maravilloso regalo
y me fui para la fábrica. Cuando mi señora llego, estaba muy emocionada y también nerviosa.
Luego le dije. Nos vamos esta misma tarde, comamos sardina al almuerzo no se ponga a
trabajar que nos vamos de inmediato. Organice los trabajadores éramos como diez y todos nos
dirigimos hacia mi casa. Las que se quedaron fueron las muchachas que tejían las cobijas.

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Todos los trabajadores nos fuimos para empezar el trasteo todo en la camioneta. Empezamos
a la una de la tarde y terminamos casi a las siete de la noche. Tuvimos que hacer muchos
viajes, por lo que no cabía mucho en el volco, pero eso no importaba. Cuando terminamos
estábamos rendidos y casi muertos del cansancio. Pero eso no nos preocupaba. Estábamos
disfrutando de nuestra nueva casa. Nos tiramos en unos colchones y amanecimos todos en
una sola pieza, estábamos fundidos. Al amanecer del nuevo día, era sábado nos levantamos
muy temprano, para empezar a organizar nuestra nueva casa. Nos sentíamos muy contentos y
felices. Los tres niños cuando se levantaron corrieron para el solar. El sueño de mi señora por
fin se habia realizado. Ahora tocaba hacerle unos arreglos, pero eso lo haríamos más adelante
con despacio.
Vuelvo y repito. Me embriaga la emoción y la felicidad en hacerlo. El día que me entregaron mi
casa fue el nueve de noviembre día de mi cumpleaños numero cuarenta, y que mejor regalo
que una vivienda para mi amada señora y mis tres hijos.
Definitivamente nuestros sueños ya se habían realizado por completo.

*******LOS MARAVILLOSOS AÑOS OCHENTA********


Al iniciarse esta década, ya tenía mi casa que era el objetivo principal. Asegurarme con una
vivienda para mi familia. Nunca me imaginé que mi casa fuera una casa finca enorme y llena
de árboles frutales. Le había hecho varios arreglos. Le había cambiado el alcantarillado, le
cambie la baldosa que estaba muy deteriorada, la entablille en madera de pino. También le
modernicé la cocina le puse una cocina integral. Hice una piscina pequeña para los niños, y
construí una biblioteca donde yo me dedicaría con el tiempo, ha pasar mis mejores ratos y
también a escribir toda mi historia.
En fin, modernice mi casa al gusto de mi señora. Hicimos una cantidad de arreglos que
requerían atención con mucha urgencia. Mi señora y yo nos habíamos propuesto en tener la
mejor residencia de toda la familia, como también poder disfrutar en vida, de todo lo que
habíamos logrado. Trabajamos desde el principio como burros para salir adelante y darles a
nuestros hijos un futuro promisorio y acogedor.
Todas las estrechases que habíamos tenido que soportar al principio, las superamos y habían
quedado atrás. Solo era un recuerdo que con el pasar de los días se iba borrando de nuestras
mentes. Cuando nos casamos, fuimos los más pobres. No teníamos ni un solo taburete en que
sentarnos. Pero cuando se piensa en salir adelante y por el camino correcto no hay barranca
que lo ataje a uno. Una de mis mayores creencias es el DESTINO. Lo que Va a hacer para
uno, no se lo quita nadie. Claro esta que hay que tener mucha paciencia, garra, empuje y
también coraje, sin dejarnos derrotar por cualquier problema o tropezón, que se nos presente
en el camino.
Si se quiere salir adelante, hay que luchar a brazo partido. No tirar la toalla al primer atrancon
que se nos presenta. Muchos matrimonios en mejores condiciones que nosotros, no salieron
con nada y hasta terminaron en divorcio.
Otro de los grandes avances que tuvimos en ese tiempo, fue el cambio de la camioneta.
También la vendí y compre una Ford Ranger nuevecita de color roja y blanca. A mi señora le
cambie la máquina de coser, por una maquina industrial marca PAFF y una fileteadora de la
misma marca. También le compre una lavadora marca Icaza que apenas la estaban
promocionado en el mercado.
Puede decirse que nuestra mejor época fue la de los años ochenta. En ella hubo muchos
cambios como también progreso. Mi hermana Yolanda, me recomendó una señora para ayudar
a mi esposa en los oficios de la casa. (Emma Mazo). Como se los comente al principio de esta
increíble historia. Desde muy joven me interese por la lectura. Quería saber del mundo en que
vivimos y nada mejor que descubrirlo y aprender por medio de la lectura.
De cierto les digo. Las personas que no se interesen por aprender y saber del pasado, les
aseguro que viven el presente en completa oscuridad. Es por eso por lo que estoy escribiendo
mi historia, tal y como sucedieron las cosas sin omitir ni un solo detalle, sin reservas ni tapujos.

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NACE UNA NUEVA INDUSTRIA. EMPRESA NUMERO
TRES************************************************************
A principios de los años ochenta, el padre Riaño tenía unos amigos que tenían fincas de
ganado en el municipio de Yarumal. Él era muy allegado a esa familia. Gilma Arango era la
mayor y la más amiga del padre, ella esta estaba muy interesada en poner un negocio aquí en
Medellín. Cuando el padre me la presento, Gilma me dijo que tenía muchas ganas de hacer

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confecciones ropa para niños, pero que tenía que asesorarse de una persona, que supiera de
costura para montar el negocio. Eran cuatro hermanas y ella quería que trabajaran en algo ya
que sus vidas se la pasaban haciendo nada. Yo le dije que mi señora sabía coser muy bien.
Además, tenia una maquina de coser industrial y una fileteadota. A ella le pareció muy buena
idea. Allí nació una nueva sociedad, entre Gilma Arango, el padre Riaño, María Eugenia
Cuartas mi señora y Herley Pulgarin Moreno. Esto se llamó confecciones Bam Bam. Nombre
que saque de las tiras cómicas, del hijo adoptivo de Pablo Mármol, el amigo inseparable de
Pedro pica piedra. El local ya lo teníamos listo. Era en el primer piso de la casa del padre Riaño
en el barrio los colores. Luego nos fuimos para PAFF, y compramos dos maquinas de coser
planas, dos maquinas bordadoras industriales, una fileteadora grande industrial, y una
cortadora de tela Máuser Special. Las mesas, estanterías y las sillas las hice yo en la fábrica.
¿Y de dónde sacamos la plata?
Gilma Arango, que fue la de la idea y era la que tenía el billete, nos hizo un préstamo de cuatro
millones de pesos, para adquirir todas esas máquinas, y compra de telas y así poder arrancar
con nuestro nuevo negocio. Mi señora era la encargada de los modelos y los diseños de ropa
para los niños. Las hermanas de Gilma y otras dos empleadas cocían los vestidos. El negocio
iba muy bien, las ventas por supuesto me correspondían a mí. Me conseguí varios clientes el
principal era la cooperativa de CEDECO y la cooperativa FAMILIAR. También vendía en los
pueblos de oriente donde vendía las cobijas y las ruanas. Tenía muy buena clientela muy fiel y
me querían mucho. Este nuevo producto resulto ser como las cobijas y ruanas todo lo que se
hacia se vendía. NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA. PERO NOS SURGE UN NUEVO
PROBLEMA. A mi señora le quedaba muy duro atender a sus tres hijos, y estar desplazándose
hasta las confecciones. Le quedaba muy difícil tocar en dos orquestas a la vez. Primero que
todo estaba nuestra familia. Era la parte principal y nuestro objetivo. Sacarlos adelante y
disfrutar de ellos hasta el máximo. Por eso no pudimos atender nosotros solos el negocio.
Gilma casi no se untaba en nada. Viajaba continuamente a Yarumal a atender su finca de
ganado. El trabajo en ese entonces para mí era muy intenso. Estaba tocando en tres orquestas
al mismo tiempo. No me quedaba tiempo ni para comer tranquilo. Ustedes, se preguntarán: ¿Y
cómo diablos lo hacía? Averígüelo Vargas, porque yo tampoco lo sé, ni lo entiendo. Eso sí les
puedo asegurar que estaba acabando con mi vida. No me quedaba tiempo ni para comer
tranquilo
El padre Riaño con sus obligaciones sacerdotales le quedaba muy poco tiempo para visitarnos.
El negocio nos lo dejo a nosotros solos. Tanto el padre como Gilma, no se untaban para nada.
El oficio de el en nuestra organización, me la había descargado todo a mí, con el cuántico que
el no podía figurar en nada.
Gilma seguía por el mismo sendero. Era más lo que permanecía en su finca que aquí con
nosotros. Y como ella era la del billete continuamente se ausentaba a Yarumal para atender su
finca de ganado. Así pues, que toda la responsabilidad la teníamos mi señora y yo. Esto se lo
hicimos saber a nuestros socios en una reunión que tuvimos para enfocar este problema.
Hacer y montar industrias en cualquier parte del mundo es muy difícil, y atender a tres ramos
diferentes es todavía mucho peor. En nuestro caso fabricar muebles escolares, fabricar cobijas
y ruanas, y como si fuera poco fabricar confecciones para niños, todo al mismo tiempo. Y de
sobremesa tener que viajar todos los domingos para vender el producto, no es una tarea a la
cual estén dispuestos muchas personas que se creen industriales en este país. La mayoría de
la gente cree a pie juntillas, que todo es hacer un aporte en dinero, y que el se maneja solo y
ya esta todo listo. Se sientan a esperar que le vengan los chorros de utilidades, sin hacer
ningún esfuerzo. Eso es solo un sueño que tienen los ilusos y soñadores.
Eso mismo me paso con mi hermana y mi cuñado que fueron mis primeros socios. Solo iban a
pedirme cuentas y por lo demás nanay cucas. Por ese motivo la mayoría de los negocios se
van a la quiebra.
Se necesita mucha creatividad, empuje, decisión, coraje y sobre todo mucha ayuda y
colaboración por parte de los otros socios, para sacar una empresa adelante. Hay un dicho que
reza lo siguiente. LO QUE EMPIEZA PEQUEÑO PUEDE LLEGAR HACER GRANDE SI TIENE
RAICES SANAS Y UN BUEN FUNCIONAMIENTO Por lo demás estamos jodidos. Todo esto se
los hice saber a Gilma y al padre Riaño en la última reunión que hicimos. Como ninguno de los
dos nos ayudó a solucionar el problema, dimos por terminada las confecciones. Vendimos las
maquinas y hasta ahí llego el negocio. Esto nos duro como un año y medio. Una lástima
porque todo iba muy bien. Pero qué le vamos a hacer, una nueva experiencia en la vida. La
industria, no es solamente en lo económico sino también en lo social y espiritual. Hay que
forjarse una meta en la mente y empezar a planear un futuro, pero maciandole fuerte, de lo

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contrario tiende a fracasar y eso fue lo que nos pasó. Nos dejaron solos con la carga a mi
señora y a mí. Primero se piensa y luego se actúa, y asi se llega al éxito deseado. Eso sí sin
abarcar demasiado, por que se quema uno, y eso fue lo que nos pasó a nosotros. Pero la
experiencia no se improvisa y este tipo de cosas le ayudan a uno a salir adelante.
La fábrica de confecciones para niños iba muy bien, todo se vendía, pero se terminó por falta
de apoyo de los otros dos socios y aquí damos por terminado este nuevo suceso.

**********ME QUEDO SOLO CON LA INDUSTRIA*********


Unos dos años después el padre Riaño también se quito la sotana, y se retiro de la comunidad
de los misioneros de Yarumal. Por razones muy ajenas a esta historia, y la gran amistad que
nos unió con toda mi familia, no pienso hacer ningún comentario que pueda empañar la buena
imagen que tuvimos de el. Solo comentare que se vino a vivir con nosotros a nuestra casa por
cuatro meses, mientras se organizaba. Liquidamos el negocio de los muebles. Le pague la
parte que le correspondía, y el puso un supermercado en el sector de las cabañitas cerca al
municipio de Bello. Unos años después tuvimos la mala noticia que el había muerto de un
infarto. Adiós a mi gran amigo, mucha parte de mi progreso te lo debo a tu desinteresada y
excelente persona. RECIBE DE MI PARTE Y TAMBIEN DE MI FAMILIA, ESTE PEQUEÑO,
PERO MUY SINCERO OMENAJE Q.E.P.D. Cuando se inicio la década de los años ochenta,
llegaron a mi negocio, tres grandes compradores de sillas universitarias. Estas tres grandes
empresas, iban hacer mis mejores clientes, y de ellos iba a depender prácticamente una
década de bienestar, y progreso. El primero fue un señor don (Francisco Moreno) dueño de la
firma Asir Ltda. El trabajaba para la costa. Cada año me compraba hasta dos mil sillas
universitarias. Otro cliente muy importante era el Comité Departamental de Cafeteros de
Antioquia. El encargado de las compras, don (Miguel Ángel Duque). Este honorable señor se
convirtió en un gran amigo. Ellos me compraban unas mil sillas universitarias, unos quinientos
pupitres bipersonales y escritorios tipo profesor en el año, para dotar las escuelas de los
campesinos de Antioquia. Y el tercero era Augura. (Asociación de bananeros del Urabá
Antioqueño).
El encargado de hacer las compras era don Bayron Soto.
Otro de mis grandes amigos. Me compraban tres mil sillas universitarias anuales, para la
dotación de las escuelas de la región bananera del Urabá Antioqueño.
Prácticamente toda la producción era para estos tres grandes clientes. En esa época
MUEBLES HERPUL era el líder en la construcción de muebles escolares de la ciudad de
Medellín.
No tuve más remedio que recurrir a otras dos empresas para que me fabricaran sillas
(INDUSTRIAS LONGRAÑA Y INDISTRIAS DOSMIL).
Mi progreso era muy grande en ese entonces. Estaba disfrutando de las siete vacas gordas. El
local de la parroquia de Belén me quedaba muy estrecho. En el barrio Granada compre una
casa muy grande en una esquina, con dos frentes, diagonal al granero el Yucal por dos
millones ochocientos mil pesos de contado. El granero el yucal era muy conocido por todos los
habitantes de Belén. Allí se reunían todas las personas de edad avanzada, a tomar aguardiente
y a pasar sus horas de ocio, todos los fines de semana.
Otra de las grandes experiencias que tuve en estos años ochenta, fue que continuamente me
llegaban invitaciones del extranjero para ofrecerme maquinaria para mi negocio. Lo mismo que
invitaciones para hablar de mis proyectos en el futuro. Todo lo relacionado en lo que se refiere
a la ampliación de mi empresa. Tengo en mi archivo, varias cartas de empresarios de Italia,
Suecia, Puerto Rico, Argentina, Madrid, Estados unidos y Bogotá, invitándome a conocer sus
productos. ¿Increíble verdad?
Los pequeños industriales que compraron sus lotes para hacer sus bodegas al frente de
Molinos Corona calle 30 A, me compraron cincuenta sillas para hacer sus reuniones. Don
(Jesús Henao) gerente de dicha organización, me invito a unirme a ellos. Un día los visité les di
una buena ración de poder y energía mental. Inmediatamente me nombraron como su
consejero.
Pero como esa gente era muy aficionada Al licor y también a las mujeres de vida alegre, yo
renuncie de inmediato. Porque en los asuntos del adulterio, la parranda, el licor y mujeres
clandestinas yo JOSE HERLEY PULGARIN MORENO, nanay cucas, a ese toro no me le
apunto.
Así pues, que varios de ellos cuando necesitaban un concejo acudían a mi negocio y allí los
atendía.

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NACE EN MI MENTE MI PRIMER REGALO PARA MI-
SEÑORA********************************************************
En el año de 1983 le regale el primer carro a mi señora. Un Renault cuatro nuevecito cero
Kilómetros. Lo compre en Caribe Motor.
El susto que le dio a María Eugenia Cuartas mi señora fue de traca mandraca. Ella no tenia ni
idea de lo que yo había planeado. Tuve que hacer un gran esfuerzo para no contarle.
Yo tenía un amigo un señor Rogelio Castillo dueño de una escuela de conducción
(CONDUCAR). El me había comprado sillas universitarias para capacitar a los nuevos
conductores. Ya había hablado con el, para que le enseñara a manejar carro a mi señora.
Unos días después, llegaron por ella. La cogieron de sorpresa en la casa. Ella me llamo por
teléfono y me dijo que un señor de nombre ROGELIO CASTILLO de (CONDUCAR), había
llegado por ella para enseñarle a manejar carro. Yo le dije que estuviera tranquila que se
viniera con ellos. Cuando llegaron a la fábrica, mi señora, estaba muy asustada.
Cabe anotar que en ese tiempo teníamos una señora que nos hacia los oficios de la limpieza y
la cocina. (Ema Mazo). Como lo comenté antes, esta señora resulto ser muy buena empleada.
Trabajo con nosotros veinte años y le regale una casa con todos sus gallos para su familia en
el barrio San Blas.
Mi señora no tenía ni la menor idea de que le pensaba regalar carro. Fueron casi veinte días de
tormento para mi señora. Pues según me dijo ella, rebajo como cuatro kilos de peso. Al final la
patentamos.
Unos días después la lleve para CARIBE MOTOR, le regale un Renault cuatro nuevecito ya lo
tenia pago. Así fueron llegando a través de los años nuevos vehículos. Para no alargar mucho
este cuento hasta el día de hoy, le he dado once automóviles todos nuevecitos de distintas
marcas. Cada dos años le cambiaba de carro para ponerla al día.
Con este comentario que les estoy haciendo, no les estoy chicaneando ni mucho menos. Tan
poco quiero hacer alarde de riqueza material. Pero la verdad era que estábamos disfrutando de
muy buenas comodidades, que nos fueron adversas en el pasado.
Y así como lo comenté desde el principio de mi historia, de la forma tan pobre y miserable en
que me case, también les cuento de todo el progreso que he tenido hasta el día de hoy
contando mi historia sin pelos y señales.
Todos los fines de año, en nuestra casa finca nos reuníamos las dos familias por parte de mi
señora y también la mía. Hasta marrano matábamos. Para no dejar agraviados a ninguno de
los dos bandos. En mi biblioteca, reposan varias filmaciones de aquella época, que fue de
tranquilidad placer y abundancia.
Hacíamos bailes el 24 y 31 de diciembre. También teníamos una cantidad de animales. Micos y
pájaros de toda especie. Nunca nos han faltado los perros. La raza que más nos ha gustado
son los pastores alemanes, y también los labradores, en especial las hembras son las más
fieles. Paseábamos con mucha frecuencia casi todos los domingos nuestros lugares preferidos
eran.
San Pedro de los milagros, a la represa de, Gua tapé santa Fe de Antioquia, y por supuesto la
vuelta a oriente.
No faltaba mi suegro, era nuestro primer invitado lo mismo que Luz Elena mi cuñada, mi
hermana Yolanda y su marido José.
Estas personas nunca faltaron a nuestros paseos. Eso sin contar las salidas que hicimos para
todas las ciudades del país, incluyendo la costa atlántica y también la del pacifico.
Nos recorrimos el país de sur a norte. Hasta el Ecuador nos fuimos y nos llevamos a Luz
Elena. En cuanto a mi suegro, esa era la venganza que yo me había propuesto. Demostrarle a
don Tomas, y su desgraciado hermano Octavio, lo mismo que a toda su familia que se habían
equivocado con esta Pulga como así me decían cuando iba a visitar a María Eugenia.
El primer año de casado fue desastroso como lo comenté en páginas anteriores. Salí adelante
por mis propios medios, sin lastimar a nadie como lo hicieron todos ellos con nosotros. Y todo
eso, gracias al buen juicio que ha sido mi bandera. Y mi honestidad y honradez mi escudo.
Ponerme en el primer lugar era mi principal meta y lo había logrado con todas las de la ley. Me
sobraban contratos y el dinero fluía en mi bolsillo como un manantial de agua cristalina. Pero
nunca me deje influir por el dinero, ni me esclavice de él. Jamás fui un hombre pretencioso ni
prepotente, como la mayoría cuando tienen unos pesitos de más.
“El dinero que se tiene no es para humillar a nadie, ni mucho menos para presumir con él”.
El dinero tiene dos oficios. Uno. Utilizarlo para darse buen gusto con su familia, y el otro poder
ayudar a las demás personas dándoles trabajo, y haciendo obras de caridad, como así lo hice.

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Contratando muchachos jóvenes que no querían estudiar, para que aprendieran un arte para
que por ese medio salieran adelante sin tener que mendigarle a nadie como lo hacen muchos.
Nunca he sido un hombre vicioso, soberbio, rencoroso, ni prepotente.
A veces me asustaba tanto progreso. Cuando pensaba en lo difícil que fue mi niñez y parte de
mi Juventud, y las hambres que tuve que aguantar al lado de mi hermana Yolanda. Muchas
veces me ponía a reflexionar sobre la situación por la cual estaba pasando y me daba cierto
temor, de que esto fuera solamente un sueño, una pesadilla o a lo mejor una jugarreta de la
naturaleza, la cual se había ensañado conmigo sin haber tenido culpa alguna y haber hecho
nada malo. Pensaba continuamente en esos terribles años cuando me acostaba con hambre, y
verme ahora con mas de lo necesario y disfrutando de una vida plena de felicidad y progreso. A
veces pienso que la vida en muy incomprensible y compleja. Por eso nadie debe tomar una
decisión drástica, cuando se encuentre en dificultades económicas, porque no hay mal que
dure cien años ni nadie que los resista.
“¿Ya me imagino yo, que pasaría por la mente de mi suegro y qué pensaría don Tomas
Cuartas, de todo lo que estaba sucediendo con nosotros? Nos habíamos colocado a la cabeza
del resto de sus hijos y también sus yernos”.
No solamente en comodidades, sino también en atenciones con todos ellos. Jamás se nos
ocurrió humillar a nadie. Nuestra fortuna la compartíamos con los dos bandos. Regalos para
todos en general en los fines de año. Me habia puesto a la cabeza de sus demás yernos.
Guillermo, Ramiro y Antonio, mis tres concuñados. Ninguno de estos tres miserables le dio a su
mujer el gusto de manejar un carrito asi fuera de segunda mano.
En cambio, yo era el que mas pobre me case de todos ellos. Raspando el piso con mis dientes,
como se dice vulgarmente, casi en la miseria. Fui en ese entonces, el que más humillaciones y
desprecios tuve por parte de la familia de mi señora, en ese primer año de mi matrimonio. Este
feo y amargo pasaje, ya se los comenté en páginas anteriores.
“Seguramente todos ellos pensaron desde el principio, que a María Eugenia la mujer más
hermosa y apetecida por todos los jóvenes pobres y ricos que había en mi barrio Belén, la
había castigado la vida tocándole la peor de las suertes. Casándose con una (Pulga) un don
nadie, un parasito bueno para nada y le había tocado la peor suerte de todas”.
Pero se equivocaron de cabo a rabo. Llego esa pulguita para que la picara, como le decían
cuando yo iba a visitarla de soltero. Pero la realidad era otra. Esa pulguita se había convertido
en un elefante arrasando todo lo que se le viniera por delante
Pero como dice el viejo y conocido refrán.
Una cosa piensa el burro y otra muy distinta el que lo esta enjalmando.
De todas sus hermanas, “María Eugenia” era la más bonita, la más apetecida y también la más
orgullosa.
Pero esta hermosa dama, no se dejaba mandar ni manipular de nadie. El asunto con ella era a
otro precio. Había en ese entonces dos familias muy poderosas en nuestro barrio Belén. La
familia Cadavid y la familia Medina.
Entre ellos había jóvenes que estaban muy dispuestos a casarse con María Eugenia.
Ella era alimento de dioses y no comida para marranos como ellos creían que era José Herley.
Pero como lo comenté antes. Esta hermosa damita, no se dejaba manipular ni mandar de
nadie. Era rebelde, muy orgullosa y hasta veces grosera. Su familia la había elegido para que
se casara con una persona de mayor rango. Es decir, con fortuna. Pero estaban muy
equivocados. No sabían la clase de hombre que era yo. Por eso me había propuesto en
demostrarles que no se debe juzgar a nadie sin conocerlo, y mucho menos a la ligera.
Esta hermosa joven creyó en mí, y yo tenía la obligación de cuidarla, mantenerla muy bien y
salir adelante. Cuando yo le propuse matrimonio, ella me dijo. Mire Herley, a usted no lo
quieren en mi casa, a mi no me importa que sea pobre, solo le pongo una condición.
“Nunca me vaya a traicionar con otra mujer, porque si lo hace nunca lo perdonare, y pierde a
su esposa. Vamos a trabajar para que vean que somos muy guapos y podemos salir adelante”
Ahí me di cuenta de la clase de mujer que era ella. Ya contaba con 22 años y yo tenía
veintisiete. Usted sabe que es la mujer que yo más quiero en el mundo por eso quiero casarme
con usted. Y le juro por lo más sagrado que nunca la traicionare, eso téngalo por seguro. Nos
dimos un beso en señal de que acabábamos de hacer una promesa.
Siguiendo adelante, ¿Qué pensaría mi suegro, de lo mal que se habia manejado el con
nosotros al principio y ver como éramos nosotros con él en el presente?
Mi señora también lo invitaba para que la acompañara hacer sus vueltas en su carro. Con
nuestra familia mi suegro disfrutaba de lo lindo, y de la casa ni hablar. Le fascinaba venir aquí a
comer frutas y disfrutar del ambiente. Creo sin temor a equivocarme, que mi residencia es la

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mejor que hay en el sector de Belén. No solo por su gran tamaño, más de mil metros, sino
también por los lujos que tiene.
Otra que disfruto mucho de nuestra casa fue la tía de mi señora María Tirado.
A esta venerable dama, le tuve mucho aprecio tanto en mi noviazgo como en el matrimonio.
Ella estaba muy enterada del desprecio que me tenían en esa casa. Fuimos muy buenos
amigos. Ella nos visitaba casi todos los fines de semana, con las niñas de Amanda mi cuñada.
Amanda la hermana menor de mi señora, tenía dos hijas. Zoraida Isabel y Maria Patricia, esta
casi se levanto con mis hijas.
Patricia permanecía casi todos los fines de semana aquí y la considerábamos como una hija
más.
María nos visitaba con mucha frecuencia. Admiraba el jardín y la cantidad de animales que
compre para adornar mi casa finca.
De las dos familias, esta señora era la más allegada a nosotros. Esta señora también era una
gran dama. Pasaba muchos ratos conversando con nosotros. La recuerdo con mucha
nostalgia. Admiraba mucho el jardín y unos años después nos regaló una cantidad de mil floras
que resultaron ser un adorno más para nuestra residencia.
Tengo un recuerdo muy grato de su adorable persona, por que en verdad la amistad que nos
unía era muy sincera. Era tanta la confianza que había entre nosotros, que ella me contaba
todos sus problemas. En varias ocasiones le ayude económicamente, cosa que me agrado
mucho poderle prestar ese servicio.
A la casa de mi suegro como era una casa vieja en esa época, se le cambio el alcantarillado y
cambio de baldosa. También se arreglo la cocina y el trabajador mío Mario Piedrahita, hizo
todos los arreglos.
Todo eso corrió de mi cuenta. Lo mismo que una reja para el patio, el baldosín de la cocina y la
poseta de acero inoxidable. Todos esos arreglos los hicimos mi señora y yo. Como dice un
viejo y conocido refrán.
ASÍ SE ESTREGA PARA QUE BLANQUEE.
Fue tanta la amistad que hubo entre mi suegro don Tomas y nosotros, que entre mi señora y yo
nos propusimos en ayudar a Luz Elena su hija menor que se quedó soltera, pues ella estaba al
cuidado de su papa.
Entre mi señora y yo diseñamos un plan maestro para que no se quedara sin nada y en donde
vivir, en caso de muerte de su papa.

LOS HERMANOS DE MI SEÑORA RECIBEN UN DURO GOLPE DE MI PERSONA Y SALGO


ACUSADO, COMO UN PICARO Y LADRON.
Júzguenme también ustedes, en esta parte de mi historia y mucho ojo con lo que les voy a
narrar.
Entre mi señora y yo, empezamos elaborar un plan maestro, a ver si convencíamos a don
Tomas, para que le dejara la casa a Luz Elena. Era la única que no tenia donde vivir lo mismo
que Guillermo el cura. Fueron varias las reuniones que celebramos en nuestra casa en secreto,
hasta que por fin lo convencimos.
Pero el problema que se nos presentaba era.
¿Cómo diablos íbamos hacer la escritura?
Primero. No se podía hacer directamente la escritura a nombre de Luz Elena cuartas ya que
era una herencia que pertenecía a sus hermanos. Además ¿cómo íbamos a justificar la compra
de la casa si ella no trabajaba y no tenía el dinero para comprarla?
Segundo. Ella era soltera y ninguno de sus hermanos se iba a tragar ese cuanto tan chimbo.
Se veía a simple vista que se les estaba haciendo trampa, con sus respectivos derechos que
todos ellos tenían como herederos legítimos de esa propiedad.
Y tercero. La escritura, así como los pagos al notario valía mucha plata y mi suegro no tenía el
dinero suficiente para cubrir esos gastos.
Entonces yo le dije. “No se preocupe por eso don Tomas, que yo me hago cargo de pagar
todos los gastos, de la notaria de mi bolsillo, que por eso no se preocupe”.
Nuestro mayor interés en este negocio era Luz Elena. Ella se habia quedado soltera cuidando
al papa y era justo que en compensación le quedara la casa. Además, era la única que no tenía
donde vivir. El caso de Guillermo el cura era el mismo. También se beneficiaria del negocio. El
sostenimiento de su hermana le correspondía a el, asi con todos esos argumentos pude
convencer a mi suegro, para que soltara la prenda.
“Que estupendo plan de convencimiento y persuasión tenía en mi poder”.

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¿Qué cerebro Dios mío, que cerebro el que le diste a José Herley? Que verraco estaba
saliendo para los negocios. Convencer a mi suegro era obra de titanes. A esos viejos no los
convence ni el diablo. El don de la persuasión y el convencimiento se había convertido en una
de mis armas favoritas. Estaba muy latente en mi cerebro y tenía a mi suegro casi listo para
llevarlo al matadero.
Recuerdo escribiendo este nuevo pasaje de mi historia, que algo muy parecido paso con don
Israel Arango mi antiguo patrón, cuando lo convencí para que le ayudara a Guillermo mi
cuñado, para terminar su ordenación sacerdotal.
La historia siempre se repite, y más cuando se disfruta de una mente sana y capaz de
convencer hasta el mismísimo demonio el diablo. Lucifer, satanás o como ustedes quieran
llamarlo.
Entonces se me ocurrió una idea estupenda. Para eso tenía mi empresa registrada en la
Cámara de Comercio de la ciudad de Medellín, la cual nada tenía que ver con su familia.
Consulte con mi contador Octavio Sánchez y el me dijo que esa era la única forma de hacer el
negocio.
(QUE MUEBLES HERPUL LTDA) comprara esa propiedad y después de pasado un tiempo
prudencial unos seis meses después, se podía hacer la escritura a nombre de (Luz Elena
Cuartas Tirado) y así quedaba todo arreglado sin peligro de los demás herederos.
“Fuera de esto tenía un (AS)… es decir una carta escondida debajo de mi manga. En caso tal
que algunos de los herederos me preguntaran, de donde saco la plata Luz Elena para
comprármela, yo tenía todo a mi favor. Se la regalamos mi señora y yo. Como tenemos la plata
suficiente, quisimos regalársela a ella y acabado este cuento, punto final”.
Así lo hicimos. Fuimos a la notaria mi señora, don Tomas, Guillermo, Luz Elena y yo. Hicimos
la escritura de compra.
Don Tomas Cuartas, vende una casa a Muebles Herpul Ltda y acabado este puto cuento. Seis
meses después como lo convinimos, le hice el traspaso de venta a mi cuñada Luz Elena. Le
vendí la casa, todos los gastos de la escritura corrieron de mi bolsillo como lo habia hecho
antes. Dando así muestra de mi palabra, honradez, honestidad y cumplimiento en mis
compromisos, como hombre serio en la palabra dada.
Don Tomas mi suegro no salía de su asombro con mi comportamiento. Me hizo un breve
comentario felicitándome por el buen comportamiento con todos ellos.
Cómo entre el cielo y la tierra nada se puede esconder y no hay nada oculto. miren lo que
paso, cuando se dieron cuenta del chanchullo que hicimos.
HAY VIRGEN SANTISIMA. MIS CUÑADAS Y CUÑADOS
SE ME VINIERON ENCIMA. ME TILDARON DE HIJO DE PUTA, BELLACO, Y LADRON y
unas cuantas cositas más, que es mejor no escribirlas aquí.
Ya se imaginarán estimados lectores, el berrinche que se armó, y lo que paso, cuando
descubrieron lo que mi señora y yo habíamos hecho con la parte de herencia, que
legítimamente les correspondía a cada uno de sus hermanos, incluyendo la de mi esposa.
Hubo un comentario bastante fuerte y agresivo contra mi persona. Después de esa cantidad de
insultos, nos dijeron que habíamos llevado a don Tomas amarrado y drogado para que firmara
la escritura. Jajajajajajajaja.
Sabiendo de antemano, que también estuvo Luz Elena, y Guillermo el cura, que eran los
beneficiados en este negocio.
Pero de ellos no dijeron nada. Todo el aguacero lo soportamos mi señora y yo. Así son las
cosas en este puto mundo de mierda.
El otro cura había viajado a Venezuela para no regresar jamás como así ocurrió. Ahora bien.
De Luz Elena y el curita Guillermo, depende en obrar con sensatez y honradez, devolviéndoles
el derecho que legítimamente les corresponde a sus demás hermanos incluyendo a mi señora
como herederos legítimos de esa propiedad cuando ella falte.
Esa cláusula no fue escrita, pero si se comentó y fue una de las recomendaciones que yo le
hice a mi cuñada. Devolver el bien cuando ella muriera dejándoles el derecho a cada uno como
era su obligación.
Siguiendo adelante a finales de los años ochenta hubo varios sucesos en nuestra vida familiar.
Primero la muerte de mi suegro. Se enfermó, en cosa de quince días en la clínica el Rosario y
con todos los cuidados médicos mi suegro se murió. Yo estuve muy pendiente de el hasta su
fallecimiento. Conversábamos mucho, el cariño de mi suegro hacia mi, era en verdad muy
sincero yo me había ganado el corazón de el.
Por mi parte sentía un gran aprecio hacia su persona. Las cosas habían cambiado totalmente.
Mi situación económica había dado un giro de ciento ochenta grados y todo giraba muy bien a

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mí alrededor. Ya no sentía esa rabia por lo que me nos había hecho. Había descubierto que,
gracias a esa actitud tan dura y cruel de parte de mi suegro al principio de mi matrimonio, era el
puntal que sin el pensarlo me había dado la fuerza para salir adelante.
La naturaleza en su sabiduría tiene muchas formas de impulsarlo a uno a superarse. Yo había
descubierto que esta era una forma de impulsarme a cumplir con mi objetivo. Por eso lo
comprendí a tiempo y mi venganza se convirtió en agradecimiento, dándole a el un poco de
paz y felicidad en su vejez. Estaba muy anciano y demacrado, la muerte la tenía al borde de la
cabecera. Tenía ochenta y cuatro años de edad.
Una tarde cuando lo fui a visitar con mi familia, me cogió de la mano y con lágrimas en los ojos
me pidió perdón por su mal comportamiento en el primer año de casados. Al verlo en esta
situación se me salieron las lágrimas y le dije. Tranquilo don Tomas que ese tiempo ya paso y
no le guardo ningún rencor.
Él me dijo al oído: mire Herley yo de aquí no me paro, me voy de este mundo. Perdóneme si al
principio lo ofendí y me porté muy mal. Es usted una excelente persona y me demostró ser el
mejor de mis yernos. Que Dios lo bendiga. Oír de labios de mi suegro estas palabras, de
verdad que me llenan de tristeza. Se me salió las lágrimas al ver una persona tan indefensa en
brazos de la muerte.
Creo sin temor a equivocarme que de sus yernos fue del único que se despidió de este mundo.
Encontrándose don Tomas tan enfermo, mandaron llamar a Fernando, por que ya no habia
esperanzas de que se levantara de esa enfermedad. El hombre vino y a los dos días se murió
mi suegro
(Paz en su tumba mi querido suegro).
Después del entierro de mi suegro, Fernando me dijo que le prestara una plata para regresar a
Venezuela y que nunca más volvería aquí a Colombia. Tenía ciudadanía venezolana, y
además se habia conseguido una mujer y tenía una niña con ella.
Yo le preste trescientos mil pesos, para comprar unos Bolívares. Se veía a la legua que no
tenía con que volverse para su nueva y querida patria.
Pongan mucha atención a esto, para cerrar definitivamente este tenebroso capitulo con mi
cuñado Fernando.
Le puse en su mano, la misma cantidad de plata que según el, me habia ayudado a conseguir
con los misioneros de Yarumal. “TRECIENTOS MIL PESOS”.
Porque él seguía insistiendo en cobrarse ese favor que me había hecho a medias a como diera
lugar. ESTE FUE SU ULTIMO INTENTO POR ESTAFARME Y LO LOGRO.
Yo estaba muy consciente de eso. De antemano sabía que me iba a tumbar. Era un préstamo
que yo estaba seguro de que nunca me lo iba a pagar. Pero lo cierto del caso era que en esa
época lo que me sobraba era plata y opte por sacarme esa espinita que me tenía muy verraco,
cansado y aburrido.
Y para cerrar este capitulo definitivamente, accedí a prestarle ese dinero, a sabiendas que
nunca me lo iba a pagar, como así fue. Nunca mas volvimos a saber de el.
Otro que también me pego mi guarapazo fue Tomas el hijo mayor de mi suegro. Mi cuñado. En
un choque que le hizo al carro de don Tomas, el cual era el legítimo dueño. Él se lo había
vendido al hijo para que se lo fuera pagando por contados, para que pudiera salir adelante de
la pobreza en que se encontraba. Nunca se lo pago. El cuento es que una mañana, subiendo
para el barrio Manrique con una carrera el muy bruto, adelanto un bus en una curva, se
encontró de frente con otro vehículo y. CATA PLUM PUM. El choque fue brutal y casi lo
mandan para el otro barrio.
Ese choquecito me costó de mi bolsillo cien mil, pesos, que en ese tiempo era mucha plata.
Dinero que le entregue en efectivo para que lo arreglara y me fuera pagando la plata en
contados. Dinero que nunca se vio por ninguna parte. Este oportunista descarado, también me
robo la plática y de frente.
En esa misma época; otro de mis cuñados y muy amigo de mi juventud. (Orlando Jaramillo),
otro miembro de la familia casado con una de mis hermanas; también me pego un fuetazo
bastante fuerte. Le preste doscientos mil pesos una fortuna en ese tiempo.
El cuento que me hecho fue que necesitaba comprar una pintura para pintar una cede del
seguro social, con el compromiso de que cuando terminara el contrato me pagaba, y me
retribuía el favor con intereses.
Hasta el día de hoy no se volvió a saber nada de la deuda. También se la robo el desgraciado
ese. Pero como dice el dicho.
AL MAL TIEMPO BUENA CARA.

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Al final, a mí me llovía la plata y tenía suficiente dinero para hacer todo tipo de inversiones por
malas que fueran. Además, se trataba de mi querida familia, por lo tanto, borrón y cuenta
nueva. Como todo queda en casa hay que hacer la vista gorda. El peor librado fue mi suegro
que siendo pobre y el único bien que tenia en ese entonces, era su carrito. Su hijo el mayor en
un acto de benevolencia para con su padre lo tumbo con el carro sin darle un solo centavo.
Otra tragedia que también enluto a mi familia fue la muerte de María Tirado la tía. Eso ocurrió
como un mes después de la muerte de mi suegro. Ella antes de morirse se quejo mucho en su
enfermedad por la ausencia de Tomas su cuñado. Decía que era un ingrato que ni siquiera la
habia ido a visitar en su enfermedad.
Se le oculto que el habia fallecido un mes antes, y murió sin darse cuenta hasta su final.
Sigamos adelante con esta historia.
Otro deseo bien importante, para mi, en el cual me habia propuesto era en regalarle casa a mi
hermana Yolanda y mi cuñado José.
Aunque de niño y juventud, me fue muy mal con ellos, no tenían la culpa de ser tan pobres.
Siempre me acogieron y me brindaron ayuda cuando más la necesitaba. Fueron muchas las
hambres que tuvimos que soportar los tres. Pero lo que yo no me imaginaba, era que la
pobreza tanto de mi hermana Yolanda, como de mi cuñado José, no estaba en su bolsillo, sino
en la mente de los dos.
TRATO DE REGALARLES CASA A MI HERMANA Y MI CUÑADO JOSE Y ME LA
DESPRECIAN. INCREIBLE NO
Ojo y mucha atención a lo que les voy a narrar. Mi cuñado José, si me salió más bruto que el
resto de la familia, y todos los habitantes que poblamos este hermoso pero muy complicado
planeta.
Ser uno pobre, nadie tiene la culpa, aunque la naturaleza nos dio los medios para salir
adelante. Para la muestra un botón. Aquí me tienen a mí relatando todos los acontecimientos
que pasaron por mi pobre y miserable vida.
Con solo dos años de estudio en una humilde escuela donde escasamente aprendí a leer y
escribir, salí adelante. Eso sí luchando contra viento y marea.
Ojo pues a lo que les voy a narrar. Dos intentos hice para darles una vivienda digna, y en
ninguno pudimos concretar nada. Con razón dicen que el que nace pa bultiador del cielo viene
enjalmado.
Mi ignorante cuñado quería que se le diera pulpita sin ningún riesgo y sin poner un solo
centavo.
Es decir, regalada con papeles y todo. Sin poner un solo peso de su bolsillo y sin hacer el más
mínimo esfuerzo para adquirir su vivienda propia.
Antes de seguir adelante quiero hacerles un breve comentario. Ustedes se abran dado cuenta
de todos los sucesos que me han pasado en la vida, cosas increíbles, tristes y muy raras. Pero
lo que sucedió aquí de verdad que no se la cree nadie. Para no hacer este cuento muy largo
porque el solo pensarlo me produce desazón y rasquiña por todo el cuerpo. No hablemos de la
primera casa en el barrio el Porvenir de Belén.
Hablemos de la segunda casa que es la que me tiene más puto y verraco. Ahí les va. Paren
oreja amigos y váyanse de para atrás cuando les narre lo que sucedió.
¿Como es posible que haya gente con una cabeza tan oscura y hueca como la tiene José
Correa mi cuñado?
A las dos cuadras de mi casa me vendían una casita de un solo piso con terraza para hacerle
el segundo. Cuadra y media abajo de mi casa finca. Muy buena y bien ubicada. Prácticamente
el negocio ya lo habia hecho. Cuando se lo plantee a mi cuñado ni siquiera se digno en ir a
verla.
Invite a mi hermana y tampoco se interesó en ella.
¿Y eso por qué, qué fue lo que realmente sucedió cuente haber don Herley que nos tiene en
ascuas, pues aquí les va?.
Paren oreja amigos. Cuando le plantee el negocio y solo porque le dije que lo que tenia
acumulado en las cesantías, porque el trabajaba conmigo en las horas de la noche durmiendo
en la fabrica, me abonara esas cesantías de cuatro años a la deuda, que ascendía a escasos
ochenta mil pesitos. Era el año de 1.984.
Yo tenía que sacar de mi bolsillo en dinero sonante y contante, un millón doscientos mil pesos
en efectivo, que era lo que valía la propiedad. Inmediatamente le hacia la escritura a nombre de
el y de mi hermana, y luego le asigne una cuota muy baja.
Diez mil pesos mensuales, hasta cubrir la totalidad del préstamo sin intereses de ninguna
clase, y mucho menos en subirle la cuota mensual hasta cancelar la deuda. En ese entonces

150
ellos estaban pagando un arrendamiento en el barrio la Gloria, de veinte y dos mis pesos
mensuales. Es decir, se ahorraba doce mil pesos mensuales, con la ventaja de que aquí iban a
pagar su casa propia.
Al hombre no le gusto nada el negocio que yo le había propuesto y muy descaradamente me
dijo.
“Que en qué consistía el regalo que les iba hacer de la casa, si el la tenía que pagar en su
totalidad”.
Me quede como dicen las mujeres de una sola pieza. Luego le dije.
Mire José. Como se atreve a decirme semejante guevonada. No ve que se está ahorrando
doce mil pesos mensuales que es lo que paga ud de arriendo.
Fuera de eso cada año le suben el arriendo donde vive.
Yo se la doy sin subirle un solo peso. Además, aquí está pagando su casa propia y cuando
termine de pagármela dentro de diez años.
¿Cuánto vale esa propiedad? Fuera de eso mire “los diez mil pesos se los saco del sueldo que
le estoy pagando por dormir en la fábrica”. Pero no… el tipo no entendió nada. Salió y se fue
todo verraco. Este ignorante animal, nunca pensó, en el ahorro tan grande que iba a tener
durante diez años que le daba, pagando mensualidades de diez mil pesos y abonándole las
cesantías a la deuda.
Yo siempre he sostenido que la peor de las plagas de este mundo es la (IGNORANCIA) y aquí
esta plasmada en el cerebro de una persona que quise ayudar de buena FE, para sacarlo de la
miseria en que se encontraba.
“Porque haber vivido toda la vida en la ciudad de Medellín, y no haberse interesado en
conseguir siquiera un rancho para dejarle a su familia, eso si deja mucho que pensar de la
pobreza espiritual de una persona” Hoy en día está pagando, doscientos mil pesos mensuales
de arrendamiento en un segundo piso.
¿Será que este señor José Correa, mi cuñado no habrá pensado un poquito en lo bruto y
majadero que fue en ese tiempo?
En el supuesto caso que todavía no me hubiera pagado la totalidad de la deuda, un millón
doscientos mil pesos no se pagan de la noche a la mañana, haciendo ese abono tan irrisorio.
Siempre eran cuotas de diez mil pesos mensuales, sin subirle un peso más.
Con ese dinero hoy en día, no se compra ni medio pollo para el almuerzo.
Además, fuera dueño de una casa con terraza lista para hacerle un segundo piso, que por lo
menos en este tiempo y donde está ubicada vale por lo menos Doscientos cincuenta millones
de pesos.
Asi son las cosas en este mundo.
¿Y que porque estamos así dicen algunas personas?
Averígüelo vargas y me pasa el dato por que de verdad yo no lo entiendo. Para terminar con
este lamentable suceso, algo me queda en mi mente, que me deja muy satisfecho, y es que lo
logre jubilar con el seguro social.
Hace muchos años que disfruta de una pensión, la cual le ayuda para el sostenimiento de el y
de mi hermana.
¡Adiós chepito y espero que siga disfrutando de esa mente tan abierta y brillante, que le dio
nuestra madre naturaleza¡
Volvamos pues a coger el hilo donde lo dejamos. Era tanta la demanda de muebles escolares,
que no hubo mas remedio que terminar con el negocio de las cobijas y las ruanas. Los telares
los regale para los jóvenes que por algún delito los privaban de la libertad y allí los pusieron a
trabajar. La donación la hice para la cárcel del recluso menor ubicada en Itagüí, y quedaron en
muy buenas manos. Aracely mi empleada se quedó varios meses enseñándoles a los jóvenes
reclusos a manejarlos.
Aracely viajo para la ciudad de Cali y allí se caso.
Tengo un recuerdo muy grato de esta empleada que tanto sufrió a mi lado, y nos ayudo mucho
en la iniciación de nuestras industrias. Un saludo muy especial para ella de nuestra parte.
Mi mayor propósito en la vida es servir a la gente, eso me lo habia propuesto desde el principio.
Mis ayudas eran continuas al hospital san Vicente de Paúl, con camas para niños dinero en
efectivo y propaganda publicitaria.
Lo mismo que al hospital Infantil. Lo que mas me llamo la atención y ahora que recuerdo este
pasaje de mi historia, es una fundación que hubo al final de los años setenta y principios de los
ochenta.
Ella se llamaba…. (EL RICO SI AYUDA AL POBRE).

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Esta campaña fue dirigida a las prostitutas y los gamines de la ciudad. A mi particularmente me
daba mucha tristeza, ver jovencitas dedicadas a comercializar con sus cuerpos y niños en las
calles aguantando hambre, frío, y desnudes.
Se me erizaban los pelos de solo pensar lo que fue mi niñez y parte de mi juventud; cuando la
mayoría de las noches tenía que acostarme sin probar un solo bocado de comida. Luego
pensaba en mis tres hijos en esas condiciones. Por eso fui uno de los donadores de dinero
para esa importante campaña. Aunque parezca un poco raro y con mis dos años y medio de
primaria, estudio que hice en su totalidad en mi pueblo. Esta entidad me dio un diploma de
honor. Por los continuos aportes que les hacia. Tengo colgado en mi biblioteca “MI
PERGAMINO”, mi mención de honor donado por la institución del rico si ayuda al pobre.
Fecha 20 de abril de 1978.
La mano amiga del recluso, también fue otra institución que se dedico a recolectar fondos para
los presos de las distintas cárceles de nuestra ciudad y de los municipios del área
metropolitana de Medellín.
Allí fui invitado y quise conocer por primera vez en mi vida una cárcel. Nunca he estado en una
de ellas ni siquiera de visita. Le tengo el terror a estos lugares, gracias a mi buen
comportamiento jamás he sido citado para dar siquiera una declaración. También fui con mi
señora nos tocó la de Envigado. Llevamos como donación para los presos, un televisor de 24
pulgadas marca SHARP de consola, era el mas grande que habia en ese tiempo la televisión
era en blanco y negro.
También llevamos una cantidad de libros, cigarrillos y revistas para que los presos se
entretuvieran Leyendo. El espectáculo que nos toco ver a mi señora y a mí, nos dejo huella
para toda la vida.
Eran como micos colgados de las rejas.
Todos querían tocar a mi señora. Sacaban sus manos y nos pedían cigarrillos y dinero. Los
guardias los empujaban y les pegaban con los bolillos en las manos para que nos dejaran
pasar.
Mi señora estaba aterrada. Imagínense ustedes bien joven y bonita no aguanto más. Le dijo a
los guardias, que quería salir de allí.
De inmediato, dejamos en la oficina del guardia lo que llevábamos y salimos casi volando de
ese lugar tan siniestro y tenebroso.
Al regreso nuestro comentario con el señor Alfonso Díaz que nos llevo fue. ¿Como era posible
tanto sufrimiento en un ser humano, hecho a imagen y semejanza de Dios? Colgados como
micos enjaulados en un zoológico pidiendo comida Y lo peor de todo. ¿Cuántos de ellos habían
sido juzgados injustamente condenados por unos jueces corruptos y crueles que se toman la
justicia por su propia mano, sin pensar si eran culpables o inocentes?
¿Como se esperaba que en semejantes condiciones se fueran a reformar los presos?
Nuestro acompañante nos dijo. Esos presos que ustedes acabaron de ver no están
condenados. Por ahora viven en un palacio.
¿Que tal que los vieran en la cárcel central, de la ladera eso si es terrible?
Después de este comentario; hagamos una pequeña pausa para hacer unas reflexiones.
Que, aunque no están dentro del contexto de esta historia, están muy ligadas a la vida de todos
nosotros y de nuestro país.

VAMOS A CAMBIAR NUESTRO RELATO Y PONGAMOSLE UN POCO DE POLITICA A ESTA


HISTORIA******************************************************
Mirando un poco la situación económica tan apretada y desastrosa y viendo como los
gobernantes, han pasado de largo sin solucionar casi nada contra la pobreza, veamos lo
siguiente.
No hay que dejar de reconocer que las mejores épocas fueron indudablemente los años
cincuenta, sesenta, setenta y principios de los ochenta. Gobernantes como Guillermo León
Valencia, Carlos LLeras, Restrepo, Misael Pastrana Borrero, Alfonso López Michelsen, Julio
Cesar Turbay Ayala, Belisario Betancur Cuartas, y Virgilio Barco. Fueron los presidentes
encargados de gobernar esta nación en esos treinta años. Con esto no les quiero decir que en
esa época esto era el paraíso terrenal. Claro que había guerrilla, pero en las montañas.
También había delincuencia, robos, asesinatos y principios del narcotráfico.
Pero haciendo la comparación de esa época a la de hoy hay una gran distancia de años luz.
A mi me toco vivir esa época de progreso y abundancia. Los empresarios que nos toco trabajar
en esa época, no teníamos restricciones de ninguna clase. Llovían los préstamos bancarios.
Había plata de sobra, para todos los que tuvieran capacidad de montar una industria. Muy

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raramente se comentaba que una empresa se encontrara al borde de la quiebra. Todos los
industriales y comerciantes pequeños y grandes generábamos empleo. Los campesinos en sus
veredas traían comida por toneladas. El café producto principal de nuestra economía nacional,
estaba muy bien cotizado en el mercado mundial.
La escasa guerrilla que habia, se dedicaba únicamente a hacer bulla en las montañas. No
existían los paramilitares, ni las autodefensas, y el pueblo podía deambular por todas partes. El
secuestro no existía ni mucho menos los boleteos a los ganaderos.
Las únicas vacunas que existían en ese tiempo eran las que les ponían a todos los niños para
curar el carranchil, el sarampión, la tos ferina y la viruela. Todos podíamos salir a la calle sin
miedo. Los pocos delincuentes que deambulaban por nuestras ciudades no pasaban de ser
unos simples rateros.
Los que ahorrábamos unos billeticos, para darnos unas buenas vacaciones de fin de año con
nuestras familias, hacíamos turismo por todo el país, tan tranquilos como Pedro por su casa.
Recuerdo muy bien que en esos años viaje con mi familia por todo el territorio nacional en mi
automóvil y jamás tuvimos el menor percance. Hasta el Ecuador fuimos, y nada nos paso.
No con esto quiero decir que no paso absolutamente nada y que vivíamos en el paraíso
terrenal.
No hay porque exagerar tanto ni llevar las cosas hasta ese extremo. Claro está que hubo
muchos hechos lamentables por que de antemano sabemos, que no hay día en que no ocurran
calamidades en nuestro planeta.
Pero haciendo la comparación de ese tiempo a este, la diferencia es astronómica. No me tilden
de exagerado, tampoco les estoy tomando el pelo ni mamando gallo. Pero la verdad sea dicha.
Cuando empezaron los degenerados y putos gringos a comprar la cocaína, surgieron en este
país los narcotraficantes que como moscas a la miel aprovecharon esta riqueza para luego
destruir el país casi en su totalidad como así ocurrió. Y desde ese entonces nuestro país se
putio.
Los malos gobiernos de esa época se doblegaron ante el poder del vicio y el narco tráfico. Y
como a ellos no les daban su buena tajada, empezaron a perseguir a los narcos y ahí si fue la
de Troya.
Virgilio Barco. Cesar Gaviria Andrés Pastrana y esa joyita de Ernesto Samper el peor de todos,
les falto pelotas y cojones para enfrentarlos.
Antes del gobierno del señor Álvaro Uribe no se podía entrar al baño, sin primero revisar que
no corriéramos ningún peligro de ser asesinados y secuestrados.
Yo lo digo y lo confirmo por que fui victima de este espantoso flagelo a principios de los años
noventa cuando fui secuestrado.
Esta parte de mi historia me da horror. “SE ME ERIZAN LOS PELOS Y SE ME ESTRIPAN LAS
PELOTAS DEL TERROR TAN ESPANTOSO QUE SUFRI EN ESOS DIAS DEL SECUESTRO.”
Terrible escribir por lo que tuve que pasar, cuando unos miserables delincuentes un sábado
santo tres de la tarde fui secuestrado en la avenida ochenta cercas a la iglesia Santa Gema.
Contar el infierno que se vive en un secuestro, de verdad que paraliza los nervios. No quiero
ponerlos nerviosos, ya que muchos de ustedes desconocen por completo lo que es
“ESTAR EN EL INFIERNO”
Cuando empecé a escribir mi tragedia, tuve que parar porque les digo que sufrí un escalofrió
en todo mi cuerpo, y de verdad que volví a estar prisionero. Esta es una parte de mi atribulada
historia que la narrare más adelante, porque de solo pensarlo me pone patas arriba. Volvamos
a coger el hilo donde lo dejamos.
Después de que los militares, la policía el corrupto gobierno y sus ministros empezaron con la
maldita joda de perseguir, a los que se dedicaban a sostenerles el vicio a los malditos y
degenerados gringos. Fue la hecatombe final, para nuestro país.
¿Y QUIENES FUERON LOS CULPABLES DE ESTE MALDITO ENREDO?
¿Adivina tu gran adivinador y dime dónde quedó la bolita?
Dificilísima respuesta.
Ojalá que esto no me perjudique en caso de que alguien un poco cosquilloso y amante de los
putos gringos, le de por decir que estoy calumniando a los amos del mundo y seguidores del tío
(SAM).

***********AHÍ LES VA PAREN OREJA AMIGOS. **********


*************************************************************** (Primero). Los degenerados corruptos y
viciosos gringos, que pagan la coca con precios astronómicos y la consumen por toneladas.

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(Segundo). Los políticos de nuestro país de ese tiempo, que como los dejaron por fuera del
lucrativo negocio, empezó la persecución a los capos de aquella época. Los narcotraficantes,
se estaban enriqueciendo por medio del negocio de la droga. A los corruptos políticos no les
gusto que no les dieran una buena tajada de ese delicioso pastel, y ahí fue donde empezó este
maldito calvario para todo el pueblo colombiano.
(Tercero). La persecución tan desmedida que en los últimos años ochenta, así como en la
década de los años noventa, hizo el gobierno a los narcotraficantes. Estos al verse perseguidos
y acorralados, empezaron a destruir y acabar con el pueblo, por medio de bombas y atentados
a la infraestructura del país.
(Cuarto). La cúpula del ejército y la policía nacional, todo el pueblo colombiano lo sabe. La
mayoría de ellos se vieron involucrados en el negocio. Muchos altos oficiales, y capitanes de
menor rango, se enriquecieron a costillas de la droga. La decomisaban y luego la enviaban en
aviones de la fuerza aérea a los gringos.
(Muy púlpito y ventajoso era el negocio para ellos).
(Quinto). La guerrilla que salió de la clandestinidad para picar al gobierno y fortalecerse, no
solo en las montañas sino en las grandes ciudades, con armamento moderno suministrado por
los degenerados gringos, que cambiaban armamento por cocaína.
Sexto). Los grandes terratenientes y ganaderos optaron por crear las milicias y autodefensas.
Asesinos pagados por ellos, para tener una mayor protección para todos sus bienes. Ya que el
gobierno de ese entonces no tuvo las pelotas ni los suficientes calzones para proteger a la
clase rica de nuestro país.
(Séptimo). Creer estos majaderos, ignorantes, ilusos, y estúpidos gobiernos de nuestro país,
buenos para nada. Nos digan.
“¿QUE LA PRODUCCION DE LA DROGA ASI COMO SU DISTRIBUSION PARA LOS PUTOS
Y DEGENERADOS GRINGOS, ASI COMO PARA EL RESTO DEL MUNDO, LA VAN ACABAR
CON SUPLICAS A LOS NARCOTRAFICANTES; ¿COMO TAMBIEN A LA GUERRILLA PARA
QUE ENTREGUEN SUS ARMAS Y SE ACOJAN A LA VIDA NORMAL PARA QUE
SAQUEMOS ENTRE TODOS NUESTRO PAIS Y SALGA ADELANTE Y HAYA PAZ?...
PERMITANME ESTIMADOS LECTORES QUE ME DEFEQUE Y ME ORINE DE LA RISA
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA”.
Manada de majaderos, ilusos, ignorantes y estupidos guevones, que se la pasan votando
corriente para tratar de solucionar un problema que es milenario y esta muy arraigado en toda
la raza humana.
Hace más de cincuenta años que se la pasan los políticos de nuestro país viajando por todo el
mundo, en reuniones clandestinas con la guerrilla buscando la paz, gastándose a manos llenas
el presupuesto nacional.
Políticos Falsos y corruptos eso es lo que son. Manada de víboras ponzoñosas. Mentirosos y
degenerados por convicción y costumbre. Estafadores y saqueadores de la mente humana,
buenos para nada.
Estas payasadas tanto del gobierno de turno, como también de la guerrilla, solo han servido
para acrecentar más la violencia.
Pero lo mas grave de este asunto y es lo que mas nos ofende, es que nos crean ilusos,
ignorantes, pendejos y también guevones. Desde el mandato de Virgilio Barco, Cesar Gaviria,
Andrés Pastrana, y Ernesto Samper este país está podrido y anda colgado de las putas
pelotas.
Yo siempre he dicho y sostenido que estos cuatro mequetrefes fueron los causantes de que el
narcotráfico como también la guerrilla tenga la fuerza que tiene hoy en día.
Solo el buen gobierno de (ALVARO URIBE VELEZ) aunque muchos cabrones de mierda, por
su envidia, ignorancia lo critiquen y condenen, argumentando que fue un para militar y un mal
gobierno. Este varón que tiene unas pelotas bien grandes nos trajo un poco de PAZ y
tranquilidad a este pobre y sufrido pueblo colombiano.
Y, por último, para acabar de decorar este gran pastel de la infamia y la deshonra, se
encuentra en todos los rincones del territorio nacional.

LA MAFIA DE LA IGLESIA COLOMBIANA.


“Estos otros CORRUPTOS Y DEJENERADOS PASTORES, según dicen ellos, disque
mensajeros de Dios aquí en la tierra. Solo dedican sus mentes en adquirir dinero. Pero la
verdad es que este gremio de maricas come culos, y violadores de niños, son unos ilusos,
mentirosos, facinerosos, majaderos, políticos y camanduleros. Creen a pie juntillas que, con
sus insípidos y trillados sermones, desgastados por la misma palabrería que utilizan

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diariamente en sus pulpitos, cuyo contenido está más trillado que un bulto de maíz. Y con ese
sartal de mentiras como lo son las oraciones, plegarias, misas y responsos, dirigidas a un
muñeco de yeso lleno de llagas colgado en una cruz de madera; ¿se va a solucionar este
maldito problema DE LA DROGA”?
POR FAVOR SEÑORES NO SEAN TAN TONTOS Y MENTIROSOS QUE LA GLORIA
ETERNA NO EXISTE. ESE FALSO ARGUMENTO DE QUE CUANDO MURAMOS
ENTRAREMOS A LA GLORIA ETERNA ES MAL FALSO QUE UN BILLETE DE CUERO.
LA VERDAD ES QUE SOMOS PARTE DE UNA NATURALEZA CRUEL, VIOLENTA Y MUY
MAL DIRIGIDA. A LOS CORRUPTOS DIRIGENTES, DE NUESTRO ATRIBULADO PAIS, ASI
COMO DEL MUNDO ENTERO, LES PEDIMOS UN POCO DE MAS SERIEDAD Y RESPETO
PARA NUESTRAS PERTURBADAS Y ATRIBULADAS MENTES, QUE YA NO AGUANTAN
MAS, TANTA PALABRERIA INUTIL Y ESTUPIDA POR PARTE DE TODOS USTEDES.
COJAN OFICIO PARRANDADA DE INUTILES BRIBONES, BUENOS PARA NADA Y
CUMPLAN CON SU DEBER COMO ASI LO PROMETIRON. DEJEN QUE EL MUNDO GIRE
COMO LO HA HECHO DURANTE TANTOS MILENIOS... NO INTERVENGAN EN LO QUE
SUS CRASAS Y OSCURAS MENTES, NO ENTIENDEN Y DEJEN VIVIR EN PAZ------- HE
DICHO----
¿Qué Mente para pensar y escribir, la que le diste Dios mío a José Herley… que mente?
Bueno me estoy dando un poco de coba, pero sigamos adelante. Lo único que se gana con
esta clase de tonterías, es exprimir a los incautos ignorantes, que todavía en este nuevo
milenio creen en esas majaderías tan trilladas y pasadas de moda.
¿Hasta cuando vamos a seguir con este engaño?
¿Qué falta de materia gris en la mayoría de las personas que habitan este planeta?
¿Todavía No se han podido dar cuenta que todos los representantes de la iglesia cualquiera
que fuere son políticos, que quieren sacar tajada de todo este gran negocio?
Dele doscientos mil pesitos a un cura por confesar un pecado de narcotráfico, una violación, o
un asesinato, y vera lo que pasa. Perdona al infractor, lo bendice, lo purifica y lo libra de todo
mal. Y luego lo manda derechito al reino de los cielos, a tomar guaro con chuchito el Nazareno.

OJO AQUÍ ESTA… VA PARA LOS POLITICOS DE TURNO.


“Señores dirigentes de nuestro sufrido pueblo. Aprendan un poquito de historia universal. No
sean tan estúpidos ilusos he ignorantes. Este cómico empeño de acabar con la droga es una
falacia, una utopía entupida y absurda, diseñada y creída por mentes de bajo nivel.
¿Para acabarse la droga y el narcotráfico, tiene que acabarse la humanidad y eso está muy
lejos de suceder todavía?”
¿Para que perseguir tanto una droga que la produce la naturaleza y es un problema muy viejo
en nuestra sociedad?
Este flagelo es milenario. Viene de culturas muy antiguas. Estudien a los “chinos, griegos,
egipcios y romanos”. Todas esas culturas se drogaban para hacer sus hechizos y entorpecer
sus mentes para poder conquistar a sus enemigos. Los chinos cultivan la amapola y producen
el opio. Todo el mundo desde el más joven hasta el más viejo sabe del perjuicio que causa el
vicio de los alucinógenos.
Sin embargo, la gente los busca y pagan por ellos grandes cantidades de dinero.
A través del tiempo, los han usado. Lo usan, y lo seguirán usando, hasta el fin de nuestra
historia, por seculan seculorun amen”.
Lean bien esto, y muy despacio.
“Es más fácil poner en línea recta quinientos micos salvajes, ponerlos en fila india y hacerlos
sonreír para tomarles una fotografía, que tratar de acabar con los alucinógenos y la droga, o de
regenerar a un vicioso”. Ahora no me vengan con el maldito cuento tonto, que es una
enfermedad del populacho, la plebe, la chusma, la ralea pobre y la gente baja y humilde.
Todo el mundo sabe, que, hasta algunos presidentes gringos, alcaldes de la Usa. Actores de
cine, Cantantes de fama internacional, han caído bajo los efectos de la droga. Hijos de
presidentes gringos y unos miembros de la realeza británica, lo mismo que grandes
personalidades de este miserable y estupido mundo, los han pillado fumandosen sus puchos,
(dizque para probar su efecto).
Mamolas como dice el bigotudo de Horacio Serpa.
Ahora digo yo: “A otro perro con ese miserable y pelado hueso. Somos muy estrechos de
garganta para tragarnos ese paquete”.

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¿Cuéntenme para que botar tanta caspa y corriente con esta pendejada de perseguir la droga
si ella está ahí, esperando el oportunista que la coja y se la mande a los putos gringos que la
piden por toneladas?
¿Dejen de seguirles el juego a los degenerados y viciosos hijos del tío Sam?
El vicioso y estúpido majadero que quiso fumarse su pucho de marihuana, y clavarse su
jeringazo con cocaína, allá el con su maldito vicio.
Dejemos las cosas como están y no le demos tanta importancia a este tipo de aberraciones y
vicios de la raza humana.
LEGALISENLA Y PUNTO FINAL.
Así como el juego, el licor y el tabaco, también son perjudiciales para nuestra salud tanto
material como espiritual.
SIN EMBARGO, TIENEN VENTA LIBRE PARA TODOS LOS VICIOSOS DE ESTE COCHINO
Y DEGENERADO PLANETA.
Les aseguro estimados lectores que, con esta estupenda medida, los dólares que entran a
nuestro pais, no se quedan en el bolsillo de unos cuantos oportunistas, que cogen los billetes
verdes por costalaos. Por este medio nos pueden dar un respiro a los colombianos, con tantos
impuestos que nos tienen al borde de ser colgados del puto pescuezo.
Y lo mejor de todo este embrollo, es que evitaríamos muchas muertes. Especialmente la de
nuestros hijos, jóvenes buenos y honestos, que son los que tienen que pagar los platos rotos
por nuestro mal proceder.
HASTA AQUÍ BORRON Y CUENTA NUEVA...HE DICHO. Ahora júzguenme y métanme a la
cárcel por cantarles la verdad; raza analfabeta de ignorantes y estupidos majaderos.
Volvamos a cogerle el hilo a esta historia. Estábamos en las donaciones que Muebles Herpul,
habia hecho a ciertas entidades sin ánimo de lucro de nuestra ciudad.
Dice el dicho según JESUS DE NAZARET, que lo que uno siembra eso recoge.
Otro tonto iluso predicador y pendejo de la antigüedad, que no tiene la más mínima idea del
mundo en que vivimos, y se la pasó tres años por todo el pueblo judío hablando mierda.
Permítanme dudar de sus palabras y voy a explicar por qué.
VUELVEN LAS VACAS FLACAS HACER DE LAS SUYA.
En los primeros años noventa tuve un fracaso que, aunque no duro mucho fue muy duro para
mí, ya que a través de mi existencia jamás le he hecho mal a nadie. Sin embargo, pase por la
experiencia más grande y aterradora que puede sentir un ser humano.
Esto lo digo en nombre de todos los secuestrados…fui víctima del secuestro.
En el año de 1.991, un sábado santo me fui a dar una vuelta por el estadio en el carro de mi
señora. Eran aproximadamente las tres de la tarde. Tuve la experiencia más triste y amarga de
toda mi vida. Iba por la carrera ochenta, dos cuadras más allá de la iglesia Santa Gema. Cuatro
jóvenes no mayores de veinte años de edad, montados en dos flamantes motocicletas rojas me
privaron de mi libertad, y me secuestraron. Me robaron el automóvil de mi señora, un Renault
18 dos litros, un anillo de oro con una piedra de zafiro, y treinta y tres mil pesos en efectivo.
El secuestro ya estaba en todo su apogeo yo fui víctima de el. Me tuvieron amarrado de pies y
manos en el picacho. Duro muy poco tiempo en realidad, pero cuando uno se siente preso y en
manos de los antisociales, cualquier minuto es una eternidad.
No quiero entrar ni dar a conocer en estos escritos todos los detalles y sucesos que me
pasaron en esa cámara de tortura. Como lo dije en páginas anteriores por el temor de volver a
sentir el horror que sentí en esos terribles momentos de mi cautiverio. Todavía siento
escalofríos y por fortuna lo supe sortear con mucha calma y superación personal. Solo les diré
que para que me soltaran tuve que darles un largo billete.
Otro de los fracasos fue en lo económico. En ese mismo año compre un terreno para ampliar
mi fábrica, frente a la plaza de toros la macarena, a una señora Margarita Rodríguez y esta
señora me robo miserablemente la plata con la ayuda del notario.
El negocio que tenía con don Francisco Moreno, también se termino y quedo debiéndome más
de quinientas sillas universitarias, dinero que se perdió en su totalidad.
Luego vino un recorte de personal en el comité de cafeteros de Antioquia y a mi amigo don
Miguel Ángel Duque, lo suspendieron del puesto. Por lo tanto, pararon la compra de mobiliario
escolar.
Y para colmo de males para acabar de decorar este bizcocho, Augura, los bananeros de Urabá
Jubilaron a don Bayron Soto mi gran amigo y esto fue el motivo para también suspendieron las
compras de muebles, por que la situación bananera entro en una crisis que casi los deja por
fuera del mercado internacional.

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Mi empresa dependía en ese entonces de esos tres clientes, y por lo tanto me dejaron en la
olla.
Entonces la pregunta que yo me hago es la siguiente.
Con la vara que mides serás medido dijo el maestro JESUS.
FALSO. ¿Cuándo en mi vida hice algo malo… nunca?
No quiero decirles con esto que soy un hombre santo. Yo no creo en esas guevonadas. Santos
no hay, ni mucho menos existen. Solo hay oportunistas, que se las tiran de honrados y
honestos y son grandes especialistas en la estafa, el engaño y la mentira.
AHI ESTAN PINTADAS TODAS LAS RELIGIONES QUE SON EL OPIO DE LA HUMANIDAD.
“Mi vida siempre ha girado en el círculo de la honradez y la honestidad. Jamás de los jamases
le he quitado nada a nadie, y miren como en pocos años me dejaron prácticamente en la ruina.
Todo el esfuerzo y la lucha de todos eso años, se fue por una alcantarilla. Con esta parte de mi
historia, no les quiero decir que soy un modelo de virtudes, y por lo tanto no me puede pasar
nada. Eso de ninguna manera tiene sentido”.
Pero la verdad es que en este mundo no hay compasión para nadie. Si las personas son
buenas, les pasan cosas malas. Y si son malas les pasan cosas buenas. Es decir. Palo porque
bogas y palo porque no bogas. Este mundo es una gran mesa de juego. (Una ruleta), y
nosotros somos las fichas. Muy escasas veces se gana y la mayoría de las veces se pierde.
Así de sencillo, son todas las cosas en este puto mundo de mierda. Que levante la mano para
contradecirlo y diga que no ha sufrido los tormentos y angustias en este mundo miserable,
violento, cruel y corrompido. EL GOBIERNO DE TURNO ES UNA MAFIA Y ESCUELA DE
RATEROS.
Con las obligaciones que se adquieren con el estado en materia de impuestos, este no da
tregua. Si nuestra situación económica se viene abajo, al maldito gobierno le importa un carajo.
Hay que sacar la plata de donde sea para pagar los impuestos, por que el maldito gobierno de
turno es un “PICARO. UN VERDUGO Y UN ESTAFADOR”, que no le da tregua a nadie. Al
estado solo le interesa que uno le pague los impuestos y listo el pollo. Si a uno lo despluman, el
puto gobierno llega para recoger los restos de lo que quedo.
(POR LO DEMAS… SI UNA EMPRESA SE QUIEBRA Y EL DUEÑO QUEDA EN LA PUTA
MISERIA AL MALPARIDO GOBIERNO LE IMPORTA UN PITO).
Fuera de todo esto, el empresario tiene un cúmulo de obligaciones con el maldito gobierno, que
cuando uno menos piensa, lo tienen colgando de las pelotas. Debido a esta situación por la
cual pasé, no tuve más remedio que vender la casa donde tenía la fábrica para pagar deudas.
Da lastima recordar esa propiedad tan buena y bien ubicada, en una esquina del barrio
granada. Prácticamente la regale porque cuando la desgracia le cae a uno, lo del pobre no vale
nada.
Volvamos a explicar: ¿y que diablos fue lo que paso?
Primero los malos gobiernos de ese tiempo. Virgilio Barco, Cesar Gaviria, Ernesto Samper, y
Andrés Pastrana. Estos cuatro malos payasos de circo no hicieron nada en bien del pueblo y
del país. Fueron diez y seis años de desaciertos, tragedias y miserias.
Con estos cuatro mequetrefes y payasos, como se dice en el juego del billar, tacaban y no
daban bola. No hicieron absolutamente nada en bien del pueblo, que amerite un buen recuerdo
en la mente de los colombianos.
En estos diez y seis años de malos gobiernos no hubo sino escándalos en la política. Violencia
callejera. Ataques de la guerrilla a pueblos indefensos, y el nacimiento de las autodefensas y
los paramilitares para contrarrestar la furia de la guerrilla. Los demás colombianos nos
quedamos sin protección por falta del estado. Luego se desato una lluvia de bombas y
destrucción, por parte de los perseguidos narcotraficantes, que brotaban por todas partes como
moscas a la miel. Esto ocurrió en todo el territorio nacional. Quiebra total de la mayoría de las
empresas. Abandono por parte de los campesinos a sus fincas. Salían derrotados sin una sola
cobija por temor a que los asesinaran. Se venían para nuestras ciudades a engrosar la miseria,
el robo y la prostitucion. Somos los pioneros en el ámbito mundial en violaciones. Los derechos
humanos aquí no se respetan. La protección por la vida, los vienes y la honra no se aplica.
Todos estos desaciertos son por obra y gracia de los malos gobiernos desde mediados de los
años ochenta y toda la década de los noventa.
¿Para lo que si esta lista el maldito gobierno de turno y muy atento y no se la perdona a nadie
es para cobrar sus altísimos impuestos? ¿Para eso si hay suficiente personal: para atropellar y
robar a los buenos ciudadanos de este mugroso y olvidado país? Afortunadamente, al pueblo
colombiano se le olvido seguir con el puto cuento de decir que este es el país del sagrado
corazón de JESUS.

157
Hay más desplazados en nuestro territorio nacional, que en todo el resto del mundo. Toda esta
tragedia la estamos soportando por más de sesenta años, y parece que no va a tener fin.
En lo que concierne a mis negocios, fueron en decaído total.
De cuatro empresas que funde, solo una quedo y me pude librar por que mi empresa se redujo
a un mínimo de trabajadores.
Además, mis hijos tomaron las riendas de mi negocio y lo tienen medio sostenido. La fabrica de
muebles escolares, la trasladamos para el solar de nuestra casa. Afortunadamente es muy
grande y cómoda porque de lo contrario, hubiéramos tenido que serrar nuestro viejo y bien
tenido negocio.

****QUIENES SON MIS TRES HIJOS***********************


Mi hija mayor Beatriz Elena, después de terminar su carrera, se vino a trabajar a nuestra
empresa. Fue en su tiempo una excelente secretaria. Ha ella le toco parte de nuestra bonanza,
por que en realidad esa década habia sido de continuo progreso.
Cuando le pregunte, que quería para ella en el futuro, me contesto que casarse y formar un
hogar asi como el de nosotros. Yo le dije excelente idea y usted es tan buena hija, que la vida
la va a premiar con un gran muchacho.
Además, es una mujer muy bonita, muy parecida a su mama cuando era mi novia. Ella era la
jovencita más apetecida y hermosa de Belén. Se lo digo yo que soy un hombre muy experto en
ese ramo. Además, lo bueno atrae lo bueno tenga paciencia y vera. Al escucharme hablar, ella
se reía. La relación con mis hijos ha sido muy cordial y sincera. Mi hija mayor y yo, éramos muy
buenos amigos. Tuvo varios pretendientes, y siempre me preguntaba como me parecían. Hasta
que conoció un joven al frente de nuestra, casa, que trabajaba con el municipio de Medellín.
Obed de Jesús Zuluaga, y allí empezó un noviazgo que iba a terminar en matrimonio. En cosa
de tres años hubo la primera boda en mi familia.
Comentar paso por paso este acontecimiento seria muy largo de contar. Solo haré mención
que el muchacho fue de nuestro agrado, resulto ser un hombre de empuje y muy dinámico, de
esos que, como yo, estamos dispuestos hacerle frente a lo que se nos venga encima.
Todo lo que se propone lo logra, es del mismo temple y barraquera que mi persona. Es oriundo
de un pueblo Argelia Antioquia.
Hace unos años lo eligieron alcalde y saco su municipio adelante. Dejo varias obras que lo
acreditaron como uno de los mejores alcaldes de esa región. Aquí en la ciudad de Medellín,
desempeño varios puestos, muy importantes. Desempeño por dos periodos consecutivos como
secretario general del concejo de Medellín.
Fue gerente y director administrativo de la fiscalía de Medellín y hoy, está haciendo política
para llegar a la cámara de representantes por el departamento de Antioquia en nuestro país. Y
lo logro. Hoy en día es el alcalde de (SON SON) y goza de gran estimación entre los habitantes
de la región.
Por eso lo tengo en gran estima, esta dedicado a la política, y le veo un gran futuro en ese
renglón. Es un hombre que carece de todo vicio, el único que tiene es darles gusto a su mujer y
sus hijos. Son tres hermosos nietos. Dos varones y una mujer. Juan Diego el mayor, Carlos
Eduardo el del medio y Diana Patricia la menor. Ya son adultos Juan Diego abogado. Carlos
Eduardo ingeniero, y Diana Patricia solo le falta un año para graduarse
¡Buena esa! ¡Por usted Dr. Zuluaga! Felicitaciones para la familia Zuluaga
Pulgarin*****************************
Muy diferente fue la vida de mi hija menor Gloria Patricia. Esta hermosa joven en toda la flor de
su juventud estaba haciendo carrera en la universidad de la Salle, era muy diferente a su
hermana. Mientras la mayor era muy aplomada, esta era candela pura y demasiado acelerada.
Ella habia conocido un joven Gonzalo Augusto Henao, en la universidad, y en cosa de dos
años, quiso seguirle los pasos a su hermana mayor. Después que termino su carrera, un día
cualquiera nos vino a presentar a su novio y de sobremesa nos dio la noticia que se querían
casar.
En la sala de nuestra casa hablamos con el joven y le advertimos que Gloria era de armas
tomar y la cosa no iba hacer tan fácil por ese lado. Ella ya se habia graduado en educación
escolar, estaba enseñada a una vida muy holgada económicamente lo tenia todo.
Además, era bastante caprichosa, y no se dejaba mandar de nadie. En ese sentido, resulto ser
igualita a la mama. Hasta nosotros nos daba lidia manejarla. Pero como a los jóvenes no hay
quien les ponga freno, ni les hacen caso a los mayores, insistieron y nuevamente dos años
después, hubo la segunda boda en nuestro hogar.

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El hombre también era de mi agrado muy educado y se veía bastante responsable. También
como mi primer yerno charlábamos mucho. Se le veía muy capacitado y responsable para
asumir las riendas de un hogar. De manera que nuestras dos hijas, nos habían dejado a una
edad muy temprana. Ese era el destino que ellas habían elegido y nos parecía muy bien.
De esta unión nos dieron una nieta muy hermosa (Carolina). Todo iba muy bien… ellos al
principio, estuvieron viviendo unos meses en nuestra casa, mientras les entregaban su
apartamento en Envigado. Después de ocho años de matrimonio no sabemos que le paso a
ese señor. Le dio por buscar una nueva compañera, que estuviera a su altura para formalizar
un nuevo hogar. No pudo con el empuje de Gloria Patricia. Ella estaba muy por encima de sus
capacidades, intelectuales y económicas.
A él le faltaba mucha barraquera para salir adelante. Este señor ni corto ni perezoso tiro todo
por el alcantarillado. Perdió su matrimonio, su apartamento, su carro y como fuera poco su
dignidad de hombre.
Mi hija menor se habia ganado el aprecio de los suegros, que la querían como si fuera una hija
mas. Tanto a ellos como a mi hija le dio muy duro descubrir el engaño, al enterarse mi hija del
asunto lo puso en su lugar. Esta mujer no perdona. Por más suplicas disculpas y
arrepentimientos por parte de el, Gloria no lo perdono.
Terminaron su matrimonio de inmediato. Gloria Patricia se vino a vivir con nosotros, y estamos
muy contentos con ella. Unos años antes ella se hizo cargo del manejo de nuestra empresa y
resulto ser una ejecutiva muy brillante, con mucha garra y empuje.
Luego de varios años conoció al señor Oscar Hoyos Henao. Un joven muy bueno persona que
se ajustaba a sus gustos y ambiciones. Este nuevo yerno también resulto ser de nuestro
agrado una persona muy culta abierta y desinteresada. El trato para con Gloria y Carolina es
muy bueno este asumió la paternidad de la niña como si fuera su propia hija. De esta unión
nació una nueva niña cuyo nombre es (Sara).
Económicamente se encuentran muy bien. Trabaja por su cuenta. A este nuevo yerno también
le tengo mucho aprecio, por que me parece un hombre de bien y muy cariñoso con mi hija y mi
nieta y de verdad que le tenemos mucha confianza. Carolina lo considera como un padre. Está
terminando su carrera en la universidad Eafit y solo le falta un año para graduase en
Arquitectura. Estudio dibujo en Bellas Artes y pinta muy lindo. Felicitaciones para la familia
Hoyos Pulgarin.
Nuestro hijo varón Carlos Mario, una gran persona sin vicios de ninguna clase. Le gusta mucho
hacer deporte, enseñado a la buena vida con todos los atributos, que la naturaleza puede dejar
en manos de un mortal. Se levanta con todas las comodidades en un ambiente sano, con más
de lo necesario. En lo referente a sus estudios, la primaria la hizo muy bien, en el bachillerato le
fue muy mal. No tomaba la cosa en serio. No quería estudiar, a los quince años lo saque del
colegio Instituto San Carlos.
Lo puse a trabajar conmigo. Le saque la patente para manejar carro, teníamos una camioneta
Ford Ranger roja y blanca muy hermosa. También el automóvil de mi señora, el lo cogía para
salir con sus amigas.
Le dio por andar detrás del sexo femenino y como la naturaleza lo habia dotado de muy buena
presencia, las mujeres lo perseguían como moscas a la miel.
Todas las quinceañeras eran amigas de Carlos Mario. Una de las razones por las cuales
conocía tanta niña, era que los principales colegios de las hermanas, como también los
privados, eran clientes de nosotros. Todos ellos, nos compraban los muebles escolares y
Carlos Mario, aprovechaba la ocasión para conseguir sus amigas. Como no quiso estudiar,
también lo vincule a la empresa y a él le tocaba llevar los muebles a los colegios. Por eso era
tanto el auge que tenia con las mujeres de su edad. Muchacha bonita que se respetara tenia
que ver con Carlos Mario mi hijo.
Andaba en buenos carros. Como el hombre se estaba portando también y no tenía ningún
vicio, le regale una hermosa moto ninja. Fue una de las primeras motos que llegaron a nuestra
ciudad.
El hombre estiraba nuca en ella y fue la admiración de muchos jóvenes de nuestra ciudad. El
hombre estaba en esa época, en que los jóvenes de las personas pudientes se daban el lujo de
divertirse de lo lindo.
Ya le llegaría la hora de sentar cabeza como lo veremos mas adelante. En el si había algo muy
especial. Nunca se nos torció. Jamás nos enteramos de que mi hijo Carlos Mario anduviera en
malos pasos. Todo lo contrario, siempre fue muy asentado en todo sentido.

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Ningún vicio le conocimos, porque a pesar de no estudiar siempre estaba en nuestra casa a
tiempo. Era muy respetuoso con sus padres y eso era una forma de tenernos tranquilos.
Además, yo siempre supe darle muy buen ejemplo, y éramos grandes amigos.
DE LOS ESCOMBROS SURGE UNA NUEVA EMPRESA. LA NÚMERO CUATRO. EL
MARAVILLOSO ESPECTACULO DE PATINAGE ARTISTICO SOBRE RUEDAS-----UNICO EN
AMERICA LATINA--------------
***************CARNAVAL SOBRE RUEDAS*************
En el año de 1995 mi hijo Carlos Mario, como desde muy pequeño le ha gustado el deporte, le
dio por montar una escuela de patinaje artístico. El se consideraba un patinador profesional,
deporte muy desconocido en nuestro país.
Reunió un grupo de niñas adolescentes, de esos grupos de segunda que las van dejando a un
lado cuando no les ven capacidad de competencia. Y con la ayuda de un buen amigo Hernán
Tangarife, recogieron estas jovencitas y empezaron a entrenarlas, para fundar un espectáculo
que lo llamaron.

***************CARNAVAL SOBRE RUEDAS. **************


Al principio como todo gran proyecto, fue muy difícil para Carlos Mario. Se requería de un
coliseo en el cual pudiera hacer sus entrenamientos. Como cosa rara en este país de mierda,
pidió ayuda en la liga de patinaje de Antioquia, a ver si era posible que le prestaran el coliseo
para hacer sus entrenamientos, y de plano le serraron las puertas.
¿Y cuál fue el verdadero motivo para que le rechazaran esta petición, pues muy sencillo?
Los malos dirigentes de este atrasado y mediocre país que pululan por todo el territorio
nacional. Tildan de loco a la persona que tiene una idea para montar una empresa y salir
adelante. No faltan las personas malas y envidiosas que le ponen trabas a todo proyecto, que
surge de las personas con empuje y decisión.
Este maldito problema esta generalizado en todos los ámbitos sociales. Personas que sin
ningún motivo paran el desarrollo de nuestro pueblo. Pero Carlos Mario con su deseo de
montar su espectáculo, se enfrento contra viento y marea y no dejaba de luchar. Salió igualito
al papa, que lucho contra viento y marea se superó y pudo salir adelante
Logro que le prestaran el coliseo las hermanas del colegio Santa María del Rosario. Ese
colegio quedaba muy lejos, pero como eran clientes de nosotros, en la compra de muebles
escolares, pudimos convencerlas, de que nos lo prestaran sin ningún costo.
Unos meses después, se le unieron algunos jóvenes patinadores entre ellos un negro morocho,
pero de corazón grande y noble. (James Ybarguen).
Este morocho se convirtió en unos de los colaboradores más fieles del carnaval. Gran
patinador fue la estrella principal del espectáculo. Otros patinadores de menor rango hicieron
también escuela en nuestro espectáculo.
Los varones…Fercho, Oscar, Nelson, Efrén, Gabriel y León fueron los principales de esa
época.
Las mujeres… Mónica Uribe, y Gloria Quinchia, nuestras mejores patinadoras. Zulma, Denis,
Elizabeth, Francis, Sully, Catalina, Rosita, Carolina, Sandra, María Isabel Juliana, Jennifer y las
hermanas agudelo. Unos años después llegaron al grupo patinadores muy buenos como
Gabriel y Cindy que formaron una pareja espectacular dando una parodia del chavo del ocho
que resulto ser del agrado de todos los niños.
Mentarlos a todos seria muy difícil ya que muchos de ellos pasaron por el grupo sin pena ni
gloria. La totalidad de todo el grupo de personas éramos cuarenta.
“Utileros, maquilladores, personal para el montaje del espectáculo y Patinadores fue el
personal que le dio gran alegría a mucha gente en especial a los niños en varias ciudades de
nuestro país”.
A los trabajadores de mi empresa MUEBLES HERPUL les hago un merecido homenaje ya que
ellos tras de bambalinas fueron muy fieles y siempre nos acompañaron en el montaje.
Alexander, Andrés, Javier, Elkin, Diego, y Fernando tienen un gran aporte en nuestro carnaval.
José Herley Pulgarin Moreno, fue el patrocinador oficial de dicha empresa. Cabe anotar que
todo el montaje, así como la inversión en su totalidad, corrió por cuenta de nuestra familia.
Nadie nos dio un solo peso y nos sentimos muy orgullosos, porque les dimos recreación a
mucha gente en especial a los niños, con más de doscientas cincuenta presentaciones a nivel
nacional.
Otra persona muy importante en el grupo desde el comienzo fue el profesor José Luis Múnera.
Creo sin temor a decirlo, que fue el mejor amigo de Carlos Mario. A través de todos estos años
lo ha impulsado para que siga adelante en su nueva empresa.

160
José Luis Munera, era el entrenador oficial de la selección de patinaje en Colombia y obtuvo
varios títulos a nivel mundial para nuestro país.
Carlos Mario se consiguió con los almacenes Ley un contrato para impulsar y hacerle
promoción a unos patines, que ellos habían importado.
Se hicieron varias presentaciones privadas en los mismos almacenes de San Diego y
Unicentro.
Ese fue el abrebocas para iniciar el maravilloso espectáculo de patinaje artístico sobre ruedas.
(CARNAVAL SOBRE RUEDAS) A pesar de ser el espacio tan estrecho, la gente acudía
masivamente para ver ese espectáculo que en ese tiempo era una novedad en la ciudad de
Medellín

***************VIENE LA PRIMERA PRUEBA. ***************


La primera prueba que se le hizo al público fue en los propios almacenes LEY. Se hizo un
espacio dentro de los almacenes, para que los patinadores pudieran hacer gala de sus
malabarismos y acrobacias en ruedas. El primero que quedo impresionado fui yo. Recuerdo
muy bien al ver todas esas niñas con sus trusas de color azul y blanco, bailando en patines, y
Carlos Mario, Hernán y el negro James, levantando esas jóvenes cono si fueran muñequitas de
trapo.
Esto para mí fue sensacional. Jamás en mi vida habia visto una presentación de patinaje
artístico. Luego me dije… le voy a dar todo mi apoyo a este nuevo empresario, tanto moral
como económico.
Cabe anotar que, en ese tiempo en toda la América latina, así como en el resto del mundo, no
se tenía información que hubiera un espectáculo de esa clase. De manera pues que habíamos
iniciado una nueva empresa, que iba a dar mucho que hablar en el ámbito artístico nacional y
también muchas alegrías a todo el pueblo colombiano.
Unos años después, este muchacho sí que se había propuesto a darme sorpresas. También en
esa época me dio una alegría muy grande. Cuando el se perdía todas las noches yo no tenia ni
idea para donde se iba. Tenía como veinticinco años de edad, era una persona adulta. Antes
de las diez de la noche no aparecía por la casa. Una tarde me llamaron para mostrarme un
certificado. Mi hijo había terminado el bachillerato y tenia el cartón en mi mano.
Todo lo hubiera imaginado menos eso. Que en ese tiempo sin hacerle ninguna presión para
que estudiara, el se habia propuesto por su propia cuenta terminar su bachillerato. Su proyecto
era ingresar a la universidad y seguir una carrera. Había elegido Administración de Empresas.
Estudio cuatro años en la universidad Pontificia Bolivariana y luego la abandono faltándole solo
un año para graduarse. El carnaval lo llevaba muy dentro y le tomaba todo el tiempo para
sacarlo adelante.
El entrenamiento era en verdad muy duro y agotador.
Trasteaba a todo el grupo a los distintos coliseos de la ciudad. Disponíamos de una ventaja, la
camioneta Ranger la habíamos vendido y teníamos una Ford de color azul nuevecita, que era
más amplia que la otra y allí transportaba a todo el grupo para sus entrenamientos.
Uno de los coliseos al que le estamos eternamente agradecidos es el colegio de las hermanas
Mercedarias, también cliente nuestro.
Carlos Mario era experto en hacer amistad con las monjas y la hermana Olga fue una de sus
mejores amigas. Este fue el principal centro de entrenamiento del grupo, allí se hicieron tres
funciones las cuales tuvieron mucho éxito.
Un tiempo después cuando el personal se encontraba listo y se habían hecho varias
presentaciones en la ciudad. Carlos Mario nuevamente le dio por entrar a la universidad. Luego
escogió, la universidad de Medellín. Había decidido seguir otra carrera. Estudiar derecho. A
este joven ya le dio la ventolera por ser un buen abogado.
Tengamos un pequeño descanso en esta parte de la historia, para que hagamos unas
reflexiones de poder y energía mental.
Muchas personas en el mundo se fijan una cantidad de metas, y hacen proyectos mentales.
Diseñan su vida y la planean según sus ambiciones y capacidades.
Pero en la realidad esto no es más que un sueño muy lejano y difícil de conquistar. Pierden
mucho tiempo estudiando carreras que la final no terminan como le paso a mi hijo con su
primera carrera (Administración de empresas). Esto le paso a mi hijo Carlos Mario. Abandono
su carrera faltándole solo un año para graduarse.
Otros terminan una carrera a fuerza de lidia, con notas muy bajas, y creen que con el cartón en
la mano ya tienen asegurado su futuro.

161
Pero las cosas no son tan sencillas como aparentemente se cree, estos jóvenes de hoy en día
solo piensan en rumbas y creen a pie juntillas que la vida es fácil y no hacen nada para
superarse.
Para triunfar en la vida se necesita más que ganas. Hay que tener capacidad de aguante.
Hacerle el quite a las adversidades que se le presenten en el camino, y tomarlas
humorísticamente, sin opacar la mente con problemas, que nos hacen ver las soluciones más
lejanas de lo que están.
La naturaleza es experta en ponerle a uno zancadillas en el camino, para ver hasta que punto
de aguante tiene la persona, que entre otras cosas son continuas. Hay que ser muy profesional
y tener mucho conocimiento en el ramo que se elija. Además, como si fuera poco, tener una
capacidad económica solvente, para lograr los planes que la persona se propone.
Desgraciadamente en este mundo todo gira alrededor del dinero, como lo comenté en páginas
anteriores. Sin este vil metal, como lo llaman los que lo ansían y no lo tienen, nadie es capaz
de salir adelante, por muy buena capacidad e intenciones que se tengan.
Aquí estaba el viejo ondeando su bandera muy en alto y con mucha experiencia en los
negocios. Estaba dispuesto ayudar a su hijo, para que pudiera salir triunfante en su proyecto.
Cuando Carlos Mario me dijo que quería seguir estudiando, tuvimos una pelea. “¿Cómo era
posible que quería seguir otra carrera y la primera la había abandonado faltándole solo un año
para graduarse”?
Pero lo que me dijo es que esa carrera no era muy importante, y que había decidido estudiar
derecho y ser abogado, Ya se había matriculado en la universidad de Medellín. Yo lo apoyo,
pero eso si no me vaya a fallar nuevamente.
En cuanto al Carnaval ya estaba listo y le quedaba tiempo para sus estudios bueno nos dimos
la mano y vamos es pa delante.
Otro descubrimiento que hicimos era que toda mi familia tenía la capacidad y estaba dispuesta
a colaborar con la idea de sacar ese espectáculo adelante.
¿Cómo?
Pues muy sencillo con iniciativa, creatividad, y mucho empuje de nuestra parte. El diseño de
toda la utilería nos encargamos María Eugenia mi señora, Gloria Patricia, Beatriz Elena, José
Herley y por supuesto Carlos Mario.
Tuvimos mucho trabajo por parte nuestra. Esto era totalmente desconocido para nosotros. Era
un nuevo reto que lo sacaríamos adelante. Fue idea de Carlos Mario y su papa, mama, y
hermanas estábamos obligados a asumirlo y apoyarlo. Esto era una locura nuestra. De eso no
teníamos ni la menor duda.
Pero siempre se ha dicho que las grandes ideas, solo caben en el mundo de las personas
locas. Y eso precisamente era lo que nos estaba ocurriendo.
La nueva empresa ya se había iniciado. Teníamos la materia principal que eran los patinadores
y patinadoras.
Faltaba la creación de los números y los cuentos para darle colorido y brillantes al espectáculo.
De esa parte se encargo nuestro coreógrafo Hernán Tangarife. El trabajo unos años en el valet
de Sonia Osorio y tenia muy buena experiencia en el ramo.
Hernán con la ayuda del negro James y de Carlos Mario se encargaron de entrenar todos los
patinadores.
La lucha fue tenaz, dura y muy difícil al principio. Este sueño se había convertido en
realidad…cuando nos dimos cuenta, estábamos metidos hasta el cuello. No hubo tiempo de
decir ni MUUUUUUU.
Este negocio ya estaba rodando, no lo podíamos parar. Lo teníamos clavado como una espina
y teníamos que sacarlo como fuera. Esto era más que un sueño. Era la lucha por sacar algo
nuevo y darnos el lujo de triunfar en este nuevo ramo, que empezó siendo un sueño de mi hijo
y lo convertimos en una realidad.
Una vez que nos pusimos a conversar mi hijo y yo él me dijo.
¿Oiga papa como le parece que, si sacamos el carnaval adelante y nos va bien, estoy
pensando en poner una pista de patinaje de hielo aquí en Medellín?
¿Qué... ¿que… que? no jodas hombre… esperemos como nos va con este y después
hablamos.
Como es la cosa. Estudiar, sacar el carnaval adelante, y ahora me viene con un nuevo cuento
de poner una pista de patinaje en el hielo.
Y por qué me dice eso papa, si ud hizo lo mismo. Ya se le olvido lo que le paso. Fabricar
ruanas y cobijas, luego confecciones para niños y fabricar muebles escolares.

162
En eso consiste el verdadero triunfo. En pensar en grande, así las dificultades se presenten por
delante, en el transcurso de nuestra vida.
¿Sabías amigo y estimado lector, que las ideas son la formula, el antídoto y la brújula que
mueve todo el universo?
“Aunque no lo creas y lo pongas en duda esa es la realidad. Mira y piensa lo que hizo José
Herley cuando puso su mente en acción en ese miserable pueblucho de mierda de san Isidro”.
Pensar, pensar y pensar… y tener buenas ideas para salir adelante. Mi señora resulto siendo la
diseñadora de los collares y el vestuario. Como lo comenté antes. A ella le había regalado una
maquina de coser industrial y una fileteadota y esto nos cayo como anillo al dedo, para trabajar
en los vestidos.
Mis hijas Gloria Patricia y Beatriz Helena se encargaron de las mascaras, elaboración de los
penachos, pintura de los telones y la pintura en general.
“En alguna ocasión las llame, manos de oro, por la capacidad que tenían para elaborar todas
las máscaras, caballos, penachos, y demás objetos para darle brillo y belleza al carnaval era
magnifica”.
Por supuesto que la empresa MUEBLES HERPUL, hizo su gran aporte en la elaboración de
toda la estructura metálica
Carlos Mario entrenaba a sus muchachas y les escribía el libreto. Hicimos varias reuniones en
nuestra Biblioteca viendo videos, y planeando con todo el grupo los diferentes ramos del
carnaval.
A Carlos Mario le habia caído la roya, con todas esas niñas, que unas eran muy mimadas. La
mayoría de ellas quinceañeras y muy bonitas, se puede decir que la mayoría de ellas estaban
enamoradas de el. Fuera de ser su maestro y amigo, se habia convertido en el paño de
lagrimas de todas ellas.
Mi función principal fue diseñar y construir el escenario para la salida de todo el elenco.
Consola de luces, trípodes, para asegurar las lámparas de colores. La elaboración del montaje,
dos torres, de ocho metros de altura. Ejes para subir los telones, poleas, andamios y todo lo
relacionado para un completo escenario de salida de los artistas. Toda esta utilería corrió por
cuenta de nuestra familia y fue elaborada y diseñada en nuestra empresa MUEBLES HERPUL.
Mandamos traer de los Estados Unidos, un equipo de sonido con cuatro consolas de diez mil
vatios de potencia. Treinta lámparas multicolores par sesenta y cuatro. Dos seguidores de mil
quinientos vatios. Una cámara de humo, y doscientos cincuenta metros de luces para dar luz al
piso. Todo esto se compró de contado.
Vuelvo y repito para que no les quede ninguna duda.
No le pedimos ayuda a nadie. Ni un solo centavo. Entre todos nosotros padres he hijos,
resultamos ser unos Antioqueños verracos. De esa gran raza de abuelos paisas que, como
trotamundos, viajaban por todo el territorio nacional, en alpargatas, de carriel, ruana y poncho.
Esos viejos de antaño fuertes putos y locos, que escasamente se ven en estos tiempos.
Creando empresas prácticamente con las uñas. Verdaderos industriales, pequeños, pero con
una creatividad muy grande. Con esta nueva empresa, ya eran cuatro las que habíamos
creado y muy distintas entre si.
MUEBLES ESCOLARES, COBIJAS Y RUANAS, CONFECCIONES PARA NIÑOS, Y AHORA
UN ESPECTACULO DE PATINAJE ARTISTICO SOBRE
RUEDAS********************************************************
¿INCREIBLE VERDAD? ************************************
“Pensándolo muy bien y sin querer ser una persona ingrata, creo y estoy muy seguro, que la
naturaleza se equivocó conmigo y me puso en el lugar equivocado”.
¿Y eso por qué José Herley, cuente haber que esta parte de su historia está muy interesante?
Esto a simple vista resulta muy difícil de creer. Si (YO) hubiera nacido en Europa, o en
Norteamérica, todas mis empresas que funde habían salido adelante. Pues entre todas ellas
nos destacábamos por la buena calidad, la presentación su buena imagen y la hermosura…
como fue el espectáculo de patinaje artístico sobre ruedas.
En esos grandes países, si saben apreciar el empuje y la creatividad de las personas. Cuando
ven una persona de iniciativa y empuje, no dudan en ayudarlo para sacarlo adelante. Les
brindan apoyo moral y económico a sus ciudadanos, para que saquen sus empresas adelante.
Por ese motivo nos llevan años luz en adelantos.
“Si se me hubiera aparecido un angelito con una varita mágica en mi juventud, cuando estaba
llevado del diablo, diciéndome cómo iba a ser mi futuro, ni de fundas se lo había creído”.
Después de tantos años de lucha y desesperación, viviendo con mi hermana Yolanda,
aguantando hambre, viviendo de pieza en pieza, en medio de gente miserable como

163
estábamos nosotros. Luego casarme con la mujer más hermosa y apetecida de mi barrio Belén
y no tener siquiera un taburete donde sentarme, y sin un solo peso, luchando contra viento y
marea y verme ahora en la cúspide, de verdad que no se lo cree nadie
.
De mis empresas la que más satisfacción me dio y más me hizo sufrir, fue el.
*************CARNAVAL SOBRE RUEDAS. **************
Darle recreación a la gente y hacer felices a los niños, yo creo que no hay mejor riqueza y
alegría que pueda sentir un ser humano.
Somos pioneros y creadores del mejor espectáculo de patinaje artístico que había en nuestro
país, y en América latina. Somos los primeros en esta clase de eventos. La revista musical que
es el abrebocas de este maravilloso espectáculo multicolor consta de diez números musicales,
los cuales hacen homenaje a varios países de América latina, incluyendo a los gringos.
BANDERAS***TIPICO***INDIAS***DESCUBRIMIENTO, MAMBO ***NEW YORK fue la revista
musical.
También teníamos los tres cuentos infantiles mas conocidos por todos los niños del planeta,
como. *****LA BELLA DURMIENTE, Que fue el primero. Luego vino LA CENICIENTA que fue
todo un éxito. ******************************************************************
Y el tercero ALADINO. Que dejo boquiabierto a más de
uno*************************************************************
La cooperativa COMPENSAR de la ciudad de Bogotá, nos contrató toda una semana con lleno
total dos funciones diarias.
La telefónica de Pereira, en el primer año de su fundación, nos contrató tres noches con dos
funciones diarias y fue lleno completo.
En la administración de Antanas Mocus, alcalde de Bogotá nos contrató un fin de semana en
las vacaciones de verano
La ciudad de Armenia, la gobernación y los artesanos del Quindío nos contrataron dos días con
lleno total.
Esto es solo una muestra de lo grandioso que fue nuestro CARNAVAL SOBRE
RUEDAS*****************
En nuestra ciudad de Medellín, el estreno se hizo para los empleados de Cervecería Unión,
siendo también un éxito como los dos anteriores. La primera vez que estuvimos en la ciudad de
Bogotá, fuimos contratados por la administración de ANTANAS MOCUS, cuando era alcalde de
esa ciudad. En las vacaciones de verano. Increíble. Yo una humilde persona viéndome
abrazado y felicitado por el alcalde Antanas Mocus, me lleno de emoción y alegría. Me felicito
por tan magno evento cultural y recreativo.
Todo esto ha sido la lucha desde 1995, cuando empezó como una idea de un joven que quiso
sacar un espectáculo diferente y por lo cual a luchado y seguirá luchado. Fueron más de ciento
ochenta presentaciones en todos los municipios de nuestro departamento incluidos en la
ciudad de Medellín y su área metropolitana.
El CARNAVAL SOBRE RUEDAS se terminó, debido a que perdimos varios contratos por
miedo. Los padres de familia no dejaron que sus hijas se pusieran en peligro por temor a un
secuestro masivo, debido a la inseguridad que ha reinado en nuestro país.

SE PLANEA UNA NUEVA EMPRESA. SE ABRE UNA HERMOSA PISTA DE PATINAJE


SOBRE EL HIELO EN LA CIUDAD DE MEDELLIN. *********************************
“Carlos Mario termino sus estudios en derecho en la universidad de Medellín. Desempeño
varios cargos. Fue gerente de ETESA. Abogado de los sordos. Presidente de las juntas
administradoras locales en Belén. Abogado con conciliador en el municipio de Medellín.
Registrador en San Cristóbal y en San Antonio de Prado. Profesor universitario (Docente) en- I
T M. Universidad lasallista y universidad Luis amigo. Idiomas… está estudiando inglés, francés,
y el dialecto de los sordos. Ahora está dedicado a su pista de patinaje sobre el hielo, y su
mayor ilusión es poder representar a Colombia en el exterior con patinadores profesionales. Y
estoy seguro de que con esa pasión ese deseo y empuje que tiene lo va a lograr está casado
(Liceth Pineda) también abogada y tienen dos hermosas niñas (Mariana y Valentina)
Felicitaciones Carlos Mario. Te saliste con la tuya, te deseo muchos éxitos en esta nueva
empresa, que seguro que va a dar mucho de qué hablar en el ámbito mundial sobre el patinaje
sobre hielo cuando tengamos una presentación a nivel mundial.”
Nuestra empresa de muebles escolares (MUEBLES HERPUL), en estos últimos años ha
sufrido varios altibajos en lo económico, pero también los hemos superado con coraje y

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gallardía. Seguimos en el mercado, muy optimistas por que sabemos que tenemos el mejor
producto y esto es garantía para nuestro negocio en el futuro.
Todos los colegios no solo de nuestra ciudad sino también en todo el territorio nacional. Desde
Maicao hasta Pasto, es decir durante cuarenta y cinco años que fue fundada la empresa, no
hemos dejado de construir muebles escolares. Dejando en todos nuestros clientes satisfacción
por el producto adquirido por parte de ellos, y calidad por parte nuestra.
Todos los empresarios y comerciantes en general, sabemos que, los últimos gobiernos nos
dejaron nuestra economía casi por el suelo.
Con Excepción del presidente (Álvaro Uribe Vélez) Que nos sacó de debajo de las camas
cuando estábamos escondidos por temor a que nos secuestraran y mataran. Este sí que es un
Antioqueño de pura cepa verraco, con unas pelotas bien grandes. Yo creo que hablar de este
poderoso caballero sobra. Todos sabemos que desde su primer periodo presidencial pudimos
abrir nuestras puertas y salir nuevamente a la calle sin ningún peligro de que nos secuestraran
o nos mataran.
De su garra y empuje estamos muy enterados. Cuando me encuentro en mi biblioteca
escribiendo mi historia, tengo el placer y la tranquilidad de disfrutar de su mandato. Yo sé que
hay muchas personas que, no les gusta el señor Uribe y lo tildan de mafioso, terrorista y
paramilitar. Sabido es que de petardos, chismosos, envidiosos y mediocres esta este mundo
lleno.
Pero déjenme decirles algo. Los mediocres, los calumniadores, y los envidiosos, le dan la
vuelta al mundo. Estas manadas de inservibles y parásitos de la sociedad, no hacen nada por
los demás. Solo se dedican a difamar de las personas que hacen algo por la comunidad, y
terminan sus miserables vidas sin dejar una huella que los identifique.
¿Recuerdan la historia? Ni “Jesús de Nazaret, un hombre bueno que lo único que hizo fue
ayudar a los demás, no se pudo escapar de los calumniadores y fue condenado a morir en la
cruz. Ahí está pues bien explicadito, lo que es esta raza mal oliente de víboras ponzoñosas y
rastreras.”.
Siguiendo adelante después de esta breve interrupción les cuento que hemos podido subsistir
gracias a que toda la parte administrativa, esta a cargo de mis hijos y de mi persona. De lo
contrario ya estuviéramos solamente en el recuerdo de todos nuestros clientes, que nos han
acompañado a través de estos cuarenta y cinco años, de continuo servicio. Han sido varias las
empresas con mayor capital que la mía, que, a través de este tiempo, han desaparecido sin
dejar rastro.
Sin embargo, MUEBLES HERPUL LTDA. Que, en comparación con las otras empresas
constructoras de muebles escolares, es la más pequeña y sigue dando guerra, ondeando la
bandera de la buena calidad y belleza en todos sus productos. Y si no lo quieren creer entren a
mi página en internet (MUEBLES HERPUL) para que se den un buen baño de calidad y belleza
en todos sus productos.
Hemos navegado como un barco en aguas tormentosas, y muchas veces a la deriva y sin
dejarnos hundir, nos hemos mantenido firmes como un mástil. Por su excelente calidad, sus
continuos cambios en el diseño, y también por la tecnología aplicada a todos sus muebles.
Estamos a la altura de las empresas más modernas en equipos, para construir los muebles, y
somos los primeros en diseños, creatividad y belleza.
La nueva línea de mesas para computadoras ha sido la más moderna de todas. Por ese motivo
y con el deseo ferviente de seguir adelante en el nuevo milenio, sin ninguna garantía de
recuperación económica por parte del estado. Nosotros seguimos adelante. Ondeando la
bandera de la calidad el cumplimiento y el espíritu de ser los mejores a nivel nacional.
Estamos dispuestos a luchar con el mismo empuje como lo hemos hecho a través de todos
estos años.
Seguiremos diseñando nuevos estilos para el beneficio de nuestros clientes.
Las lociones de más alta calidad y de mejor fragancia, vienen en los embaces mas pequeños.
Asi es nuestra empresa, el tamaño es pequeño, pero la calidad es la más grande, o si no, que
lo digan estos cuarenta y cinco años de experiencia, calidad y servicio.

“OTRO PASAJE DE MI HISTORIA QUE TAMPOCO LO VAN A CREER. NUEVAMENTE ESTA


PARTE DE LA HISTORIA SE PUSO AL ROJO VIVO. SE ME PARQUEA EL GAÑINAZO A LA
BARANDA DE LA CAMA ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Tres veces he estado al borde de la muerte y ella ha pasado de largo sin tocarme un solo pelo.
La primera fue cuando mi hija Beatriz Elena cumplió los quince años de edad. Nos fuimos a la
ciudad de Cartagena y alli me arrastro el mar casi diez cuadras adentro. Me pude salir de alli

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sin sufrir ningún daño. La segunda. En el año de mil novecientos noventa y uno me
secuestraron. Creí que se me había llegado la hora de partir de este mundo. Después de sufrir
una tortura casi por un mes, les pague y me soltaron sin hacerme ningún rasguño.
La tercera. Mi infarto. ++++++++++++++++++++++++++
TOQUE DE QUEDA PARA MI MANGO. ++++++++++++
¿Cómo así… cuente haber José Herley, que fue lo que le paso? Ahí les va paren oreja amigos.
Me encontraba reunido con mi familia en mi casa finca, un treinta y uno de diciembre para
recibir el nuevo milenio.
De pronto sentí una presión violentísima en mi pecho. Fue casi mortal. Difícil de describir el
dolor tan intenso que me dio. Me recosté contra la pared de mi casa, estaba muy mareado.
Sin decirle una sola palabra a mi familia de lo que me estaba pasando, muy discretamente me
retire sin que nadie se diera cuenta, del estado en que me encontraba.
Luego me subí para mi biblioteca a morirme. Estaba seguro de que ya se me habia llegado la
hora de mi partida. Como pude me senté en el sofá y empecé hacer mis reflexiones, como es
mi costumbre.
No hay día que no haga balance sobre mi vida personal.
Mi misión en este mundo ya estaba cumplida. Mis hijos todos eran adultos eran profesionales y
habían formado sus hogares. Ya tenía varios nietos. Mi hogar había funcionado a las mil
maravillas. Todo lo que me había propuesto lo había logrado. De manera pues, que ya estaba
listo el pollo, para darme unas buenas vacaciones en el más allá, y de plano conocer al
creador, para hacerle varias preguntas que en el transcurso de mi vida no me habían dejado
satisfecho.
Dirigiéndome al creador, con el cual tengo muy malas relaciones y vivimos en continua
discordia. La verdad sea dicha. Desde que mi señora se opero para no tener más familia,
renuncie a mi jefe y a su banda de corruptos degenerados y malos orientadores, como lo son la
corrupta iglesia católica administrada por curas sin escrúpulos y malos orientadores
espirituales.
Mentalmente me puse en contacto con el y le dije.
Como creo que se me llego la hora de mi partida de este perro mundo, Le digo lo siguiente.
No me arrepiento de nada, ni le pienso pedir perdón ni misericordia, porque no tengo nada en
mi conciencia, que me acuse de haber obrado mal, y cometido daño alguno a la naturaleza, ni
falta contra mis hermanos.
Todo lo contrario… les he hecho mucho bien a todas las personas que directa, o
indirectamente han tenido que ver en mi vida.
Mi conciencia que podría ser mi peor juez y mi verdugo, no me acusa de nada. En el transcurso
de toda mi vida, no tengo ningún acto grave que se cruce por mi mente, del cual tenga que
avergonzarme y arrepentirme.
Claro esta que como todo ser humano tengo faltas, pero han sido muy leves, y contra mi
voluntad, por que nadie nos podemos librar de ellas. No quiero lavarme las manos como lo hizo
Poncio Pilatos, cuando usted le entrego a su hijo y se lo puso en sus manos para que lo
condenara a morir en una cruz.
De antemano todo el mundo sabe que no podemos esperar nada bueno de un Dios, que se
ufana de ser amante y misericordioso con la humanidad. Desde el principio de los tiempos no
hemos recibido nada. Usted nos condeno injustamente y nos tiro al olvido.
¿Qué se puede esperar de un mal padre, que no tuvo compasión ni siquiera de su propio hijo,
entregándoselo a la chusma judia para morir crucificado en una cruz de madera? “Con el
cuentecito aquel, de lavarle los pecados a esta Parrandada de degenerados asesinos, ladrones
y maricas”
¿En dónde está el amor que siente por nosotros?
Solo sufrimientos hemos tenido a través de nuestra existencia. He llevado toda mi vida por el
camino del bien. Mi misión está cumplida. La huella que tengo alrededor mío es impecable,
solo he hecho el bien a los demás.
Tengo demasiados recuerdos buenos, y estoy satisfecho y muy contento de mi obra en este
mundo.
Mientras hacía estas reflexiones en mi conciencia, desapareció el dolor y me quede dormido. Al
rato subió mi señora con Pacho un amigo de Patricia mi sobrina. Hacia rato que me estaban
buscando y prácticamente no se dieron cuenta, del estar tazo tan grande que me habia dado
mi corazón. Luego me fui a acostar a mi cama y asi me cogió el nuevo día.
Al amanecer del nuevo año, estábamos estrenando milenio era un día sábado. Cuando me
levante me sentía mareado y con un hambre feroz. El día anterior no habia comido nada.

166
Entonces Gloria Patricia que se encontraba en la cocina, le dije que me diera una tasa de
chocolate con buñuelos. Cuando me tomé ese desayuno salí en estampida para el baño. Todo
lo que me había comido, lo volví a vomitar. Nuevamente me volví a acostar. A las once de la
mañana me levanté y les dije que me llevaran para la clínica que tenia problemas del corazón.
Ellos ya sabían desde la noche anterior lo que me estaba pasando. No quise ir a la clínica esa
noche por tratarse del 31 de diciembre fin del milenio.
Me fui con mi señora y con Carlos Mario para la clínica de las Américas. Cuando me hicieron el
examen, de inmediato me remitieron para la clínica Medellín. Mi corazón lo tenía muy débil.
Cuando llegamos a la clínica, me hicieron un examen general y me dejaron en cuidados
intensivos. El pronóstico fue operación de corazón abierto.
¿A este roble o lo operan o se muere?
NANAY CUCAS CONMIGO ES A OTRO PRECIO.
Cuando el galeno le dijo a mi señora que tenían que operarme del corazón, yo estaba
consiente de todo lo que pasaba a mí alrededor.
En ningún momento perdí el conocimiento.
Luego le dije a mi señora que ni por el diablo me hacía operar. El Dr. Cesar Hernández el
cardiólogo le dijo a mi familia que si no me hacía operar solo me quedaban seis meses de vida.
Mi señora se puso a llorar con esa noticia.
Le dije a mi señora, que de ninguna manera iba a permitir que los medicuchos fueran a trabajar
la carnicería conmigo. Eso de rajarlo a uno como si fuera un marrano, desde la nuca hasta el
ombligo no era conmigo. Al fin y al cabo, todos teníamos que morir algún día.
“Si mi hora de partida había llegado ya, no había nada que hacer. La noche anterior cuando
tenía ese dolor tan hijueputa, me había comunicado con el patrón y le había dicho, que estaba
listo para partir de este mundo de miseria y olvido”.
No quiero tirármelas de muy guapo, pero en lo que a mí se refiere, nunca le he tenido miedo a
la muerte. Pues esta, en el orden de las cosas. Desde muy joven la he tenido en mi bolsillo.
Esto es un suceso que tarde o temprano lo tenemos que afrontar todos los seres vivos de este
planeta.
Además, todos mis proyectos se habían cumplido a cabalidad. Prácticamente ya no me
quedaba nada por hacer. Mis hijos eran mayores y profesionales. Se habían casado y tenía mis
nietos.
Mi situación económica estaba a full. De manera pues que todo se había cumplido al pie de la
letra como lo había planeado.
Estaba muy tranquilo en ese sentido. La noticia de que estaba muy mal del corazón, no me
afecto en lo más mínimo. Mi mama y también mi papa murieron de infarto y mi hermano mayor
Carley también tenía el mismo problema y los tres pasaron al otro mundo sin pena ni gloria.
Hagamos aquí una nueva reflexión.
Pregunto yo a mi modo de saber y entender.
¿Por qué tememos todos a lo inevitable si vida y muerte van unidas de la mano?
“Esta vida es como una gran cadena llena de eslabones, que en cualquier momento se rompen
por el que está más débil”.
En mi caso es el corazón. Mi misión estaba cumplida. Hace mucho tiempo que empaque
maletas para mi viaje final. Los días de los cuales estoy disfrutando es una encima.
Entonces…¿por qué nos fatigamos y nos aterrorizamos tanto, si la muerte es un cambio de
residencia y un descanso?
Ya no tenemos que preocuparnos de nada
Mentalmente estoy superado y satisfecho de mi labor en este mundo. En mi mente, tengo una
creencia muy arraigada y es muy distinta a la que tienen la mayoría de las demás personas y
es la siguiente.

PONGAN MUCHA ATENCION A ESTA DEFINICION FILOSOFICA Y MATEMATICA DE MI


PARTE.
******************VIAJE A LA ETERNIDAD. ***************
¿Cuál eternidad, pregunto yo?
En toda la historia del mundo, no hay un registro verídico, de alguna persona que haya muerto
y luego se aparezca para informarnos sobre la vida en otros mundos.
Jamás de los jamases, a ocurrido un milagro de esa índole. No son más que cuentos chismes y
conjeturas de los fanáticos religiosos. De esos picaros que se creen enviados de Dios.
Cuentan los evangelios en el nuevo testamento que Jesús de Nazaret resucito al tercer día.
¿Quién lo vio resucitado después de muerto nadie?

167
¿Acaso él se le apareció al pueblo de Israel y les dijo… aquí me tienen vivito y coleando (NO)?
¿Luego se le apareció a Poncio Pilatos que fue el autor principal, de que lo crucificaran,
TAMPOCO SE LE APARECIO?
Tampoco lo vio el rey Herodes, ni mucho menos los sacerdotes del sanedrín.
Cuenta la leyenda que, solo lo vieron, once apóstoles y una prostituta llamada María
Magdalena, que se encontraban escondidos en una pieza muertos de miedo, para que los
romanos no los colgaran de las bolas a todos ellos así, como lo hicieron con su maestro
JESUS. Estos cuentos bíblicos fueron escritos por un historiador judío llamado (JOSEFO). Que
nació cien años después de la muerte de Jesús.
Los mal llamados sacerdotes de esta época, pertenecientes a la iglesia cristiana, no creen ni
mucho menos practican las enseñanzas de JESUS. Desde el papa hasta el de menor rango los
curas solo les interesan el dinero.
Se creen el ombligo del mundo, y dicen que ellos tienen el poder suficiente para perdonar los
pecados. Pero la verdad es que solo son oportunistas y encuentran en todo el planeta el
terreno abonado para estafar la mente de los incautos, que creen a pie juntillas en ese tipo de
guevonadas.
Cuando una persona pecadora se arrima al confesionario para confesar una cochinada que él
ha hecho contra una persona, el cura lo limpia de todo mal y lo manda “DERECHITO AL
REINO DE LOS CIELOS”, más limpio que la nalga de un niño recién bañado. No importa las
cochinadas que haya hecho el paciente en este mundo de mierda. Todo se perdona y también
se olvida.
Solo basta tres padrenuestros y dos avemarías y váyase para su casita que aquí no pasó nada.
Esta manada de cabrones, si lo creen a uno pendejo, iluso y majadero.
¿Sabían ustedes que hasta la salvación eterna y el cielo se compra con dinero?
Todo se compra y se vende en este puto mundo de crueldad y mentiras.
La salvación no está exenta de este impuesto. Nadie se escapa todo depende del dinero que
se de, para sentarlo a uno al lado de Dios padre; para disfrutar de una gloria que nadie sabe a
ciencia cierta si existe.
Es de conocimiento general: desde el mas pequeño hasta el mas grande que cuando uno se
muere, lo primero que tienen que hacer los dolientes, es conseguirle el ataúd para enterrarlo, o
cremarlo rapidito. Por que al otro día esta uno casi podrido.
Y en el sepelio vienen los curas, o los pastores de la mal llamada iglesia, con sus sermones
desteñidos y sus cantos destemplados y lastimeros, con caras de terneros degollados, como si
el muerto fuera de su familia. Ponen una cara de tragedia estos hijos de puta, como si el
muerto fuera de su familia jajajajajaja.
Y toda esta farsa religiosa, es para hacerles creer a los incautos y débiles de entendimiento,
que el muerto se encuentra disfrutando de una gloria eterna Junto a Jesús de Nazaret en el
reino de los cielos.
La despedida final del paciente consiste en rociar agua dizque bendita con un bolinillo encima
del ataúd del cadáver, para purificar su cuerpo y mandárselo a chuchito limpio de todo mal y
pecado.
¿Cómo les pareció el cacao mis queridos lectores?
Si esto no es humor y del bueno, entonces díganme que es. Jajajajajajajajaaja.
Algunos lectores muy hábiles dirán. “este José Herley está más loco que una cabra. Habla
constantemente de Dios y luego se contradice no creyendo en él”.
Los que así piensan es, porque no han entendido bien esta historia ni la han sabido analizar a
fondo. Una cosa es reconocer un ser superior creador del universo como siempre lo he
afirmado, y otra muy distinta creer en religiones inventadas por los oligarcas para entorpecer la
mente de los más débiles de entendimiento.
El fanatismo religioso, así como la idolatría y la hechicería son los peores enemigos de la
mente racional. Ya lo había escrito antes. Por lo tanto, yo te recomiendo. Conviértete en un
ejemplo, en un verdadero hombre de bien, del cual (TU), tus amigos y familiares se sientan
orgullosos. Somos producto de un creador, una obra maestra de un gran diseñador que
llamamos (DIOS). Eso esta fuera de toda discusión, y no lo podemos negar.
Sería muy estúpido de nuestra parte desconocer la maravilla de la creación del universo.
Pero también, somos compuestos de materia orgánica, parte muy activa de la tierra en que
vivimos. Nuestro cuerpo se compone de varios fragmentos que se encuentran en la naturaleza,
nuestra madre que nos alimenta. Nuestra fuerza interior la que llamamos mente humana, o
espirito es pura energía. No tiene forma ni imagen. Es una fuerza misteriosa que nos da la
naturaleza, o ese Dios al que tanta gente aclama, honra y le pide ayuda en los momentos

168
críticos de su vida. Y cuando se encuentran bien le dan la espalda. Sabotean sus leyes,
blasfeman contra el, lo desobedecen y lo critican sin ninguna consideración.
Hay que tener en cuenta que la inmortalidad del hombre solo consiste en una cosa y es que
estamos aquí para continuar con la obra maestra de la creación, por la cual fuimos puestos en
este mundo.
Cada hombre y cada animal, tenemos un designio que cumplir, para perpetuar la especie. El
verdadero objetivo es dejar marcada una huella, con los dones que nos dieron a cada uno de
nosotros.
Para eso nos fueron dados, para hacer con ellos algo productivo. La inmortalidad del hombre
no esta, en que después de muertos, nuestros espíritus viajan a través del espacio para
encontrarse con el ser superior, y disfrutar de una vida eterna.
Eso no funciona así. Están muy equivocados los que piensan de esa manera. ¿Que tampoco
conocimientos tienen los fanáticos religiosos, sobre este tema, sentándonos a la diestra de
Dios Padre cuando estemos muertos, si nuestras nalgas ya se las comieron los gusanos?
Según mis conocimientos: Nuestro creador es espíritu y no materia. No tiene forma de ninguna
clase. Por lo tanto, no lo podemos ver. Nuestro espíritu tampoco tiene forma ni mucho menos
ojos. Eso se lo comieron los gusanos, cuando nos sepultaron. Entonces.
¿Donde esta el meollo de todo este asunto?
“La inmortalidad del hombre creo yo sin temor a equivocarme, está en dejar plasmada su huella
en este mundo complejo, donde cada uno nos fue asignado una tarea en bien de la naturaleza,
de acuerdo con nuestra capacidad mental y creativa. Hay que dejar plasmado en nuestros
seres queridos, algo que nos destaque. Cualquier tipo de obra para que nuestros amigos y
nuestros hermanos se sientan orgullosos de nuestra labor cumplida”.
¿Cómo lo hacemos… esto es muy sencillo?
Destacándonos en alguna cosa siempre a favor de los demás y de la naturaleza, para beneficio
de la humanidad. Oh simplemente, dando una ayuda a una persona que lo necesite, para que
en el corazón de los hombres quede inmortalizada esa persona. Esto ocurre en la cara buena
de la moneda.
Pero como este mundo lo gobiernan dos grandes poderes EL BIEN Y EL MAL.
Démosle vuelta a la otra cara de la moneda.
También en cada uno de nosotros anida el lado malo. Podemos dejar una huella de maldad en
la historia. Hay muchos hombres que por sus crímenes y fechorías se han inmortalizado a
través de los tiempos. Veamos un poco de historia sobre ellos.
La mayoría de los emperadores romanos, el emperador Tiberio, Calígula. Nerón Cómodo
fueron los más sangrientos criminales de esa época. Atila rey de los (UNOS), también tiene
una historia bastante escabrosa. Todos estos hombres de la antigüedad dejaron una huella de
horror y miseria. En el siglo veinte se destacó, Adolfo Hitler Este desalmado demonio pretendía
apoderarse del mundo entero sembrando el horror y la miseria. Esta piltrafa humana ha sido
unos de los peores sanguinarios de nuestra época. Sería interminable la lista de hombres que
a través de nuestra historia han hecho el bien y el mal.
Según cuenta la leyenda bíblica, Jesús de Nazaret el hijo adoptivo de José y María hace dos
mil años fue una de las mentes más prodigiosas y brillantes de que se tenga conocimiento. Ese
fue un hombre bueno. Él también se inmortalizo y vive en el corazón de mucha gente de
nuestra época, alcanzando así el titulo como el hijo del Dios vivo.
A través de nuestra historia a sido el hombre el inventor y la causa de muchas creencias
religiosas, que pululan en todos los ámbitos sociales de nuestra raza humana.
Los dioses se crean de todo género y especie. Adoran el sol y la luna. Estatuas de hombres
con cabezas de pájaros, serpientes, terneros, carneros a diestra y siniestra han sido objeto de
adoración por parte de los seres humanos. En la antigüedad, los faraones de Egipto se creían
dioses y también inmortales.
También se le rinde culto a Satanás dios de las tinieblas.
En este mundo, hay de todo y para todos los gustos. Da pena ver en este tercer milenio gente
arrodillada dándose golpes de pecho debajo de un muñeco lleno de llagas colgado de una cruz
de madera.
El planeta tierra desde su comienzo. Ha sido habitado por hombres que han sabido manejar su
mente, para conquistar a los más débiles y asi encadenarlos a sus místicas creencias.
Vendiéndoles dioses que solo se ajustan a sus intereses monetarios.
Como dice el refrán. SEGÚN EL INDIO ASI ES LA MALETA.
Sigamos pues adelante con nuestra historia. Quedamos en que si no me hacia operar me
quedaban prácticamente seis meses de vida. La operación costaba la media bobadita de

169
cuarenta y cinco millones de pesos. Claro que yo estaba protegido por su salud, que de
inmediato autorizo la operación. Pero eso no era el chiste.
¿Quién me garantizaba que yo saliera vivo de ese descuartizamiento, que me pensaba hacer
el Dr. Cesar Hernández el cardiólogo?
El me animo mucho con la operación. Trato de lavarme el cerebro, no sabiendo la clasecita de
varón con el que se estaba metiendo.
El muy ingenuo creyó, que yo no me habia dado cuenta que él, con la operación se embolsaba
ocho millones de pesos. Además, tratar de convencer una persona con un dominio mental muy
superior al de el, como lo es el mío. Es como tratar de alcanzar la luna con una mano y darle
un besito en el lado oscuro.
Tuve varias reuniones no solo con el, sino con varios médicos de la clínica Medellín y los dejes
boquiabiertos, cuando empecé a darles una plática de automotivación personal, relaciones
humanas y poder y energía mental, temas que de antemano desconocían por completo.
Enfoque el tema por el lado de la muerte. Nadie en este mundo puede hacer un pronóstico
definitivo sobre la resistencia humana. Hay millones de personas, que disfrutan de una salud
impecable, gente que fue desahuciada por médicos que irresponsablemente le pusieron tiempo
final a nuestras vidas.
El caso mío es uno de ellos. Me dieron seis meses de vida y en este momento estoy
cumpliendo diez y siete años de haberme dado los infartos.
El medico sale de la casa corriendo, cuando entra el sol en ella. La medicina es una auxiliar de
la naturaleza eso no se puede discutir. Pero de todo el mundo es sabido que no todos los
medicamentos tienen el mismo efecto en todas las personas. Cierto o falso.
La naturaleza de cada individuo determina hasta cuando nos deja vivir en este mundo de
infierno. Lo cierto del caso, fue que los obligue a darmen de alta y enviarmen para mi casa.
SOBRA DECIRLO… CONTRA EL PODER Y LA ENERGIA MENTAL NO SE PUEDE LUCHAR.
¿Qué cerebro y que pluma la que me diste dios mío, que cerebro el de José Herley, para
explicar bien las cosas?
Si esta historia sobre lo que es la vida en el mundo de los humanos, y lo relato de esta forma
tan clara y contundente, con solo dos años de primaria en una humilde escuela, ¿cómo sería si
hubiera terminado siquiera la primaria?
Esta historia está llegando a su fin. Les cuento que mi hijo Carlos Mario, por fin realizo su
sueño de poner una pista de patinaje sobre el hielo único en Colombia FROZEN CITY, ubicada
en el centro comercial (PREMIUM PLAZA). Su meta principal, es sacar patinadores a nivel
mundial. Es una obra que muchos pensaron, pero nadie se le midió a tan fabuloso proyecto.
Mis nietos Juan Diego, y Carlos Eduardo ya son profesionales. Carolina y Diana, solo les falta
un año para graduarse. Carolina mi nieta mayor. se encuentra en COREA DEL SUR, haciendo
su especialización.
De manera pues que ya todo se ha cumplido a cabalidad, tal como lo proyectamos.
Bueno yo creo que es más que suficiente. No hay más sucesos en nuestras vidas que ameriten
ser contadas. En lo que mi vida concierne, creo que todo esta dicho. Los altibajos no faltan. Se
sube y también se baja. Este mundo es como una gran ruleta de juego. Y todos nosotros
somos sus fichas, unas veces se gana y en la mayoría de las veces se pierde. Ya se los había
comentado antes, así es la vida.
En lo que a mi familia de nosotros concierne, el éxito que nos propusimos llego hasta la
cumbre. Estamos en la cúspide según nuestras aspiraciones. Todo lo proyectado, se cumplió a
cabalidad, aunque a veces se pierde parte de lo logrado. Mi hija mayor Beatriz Elena tiene un
hogar muy bien organizado. Vive muy bien con su esposo y sus tres hijos, que entre otras
cosas son candelita pura. Ahí hay buena materia gris para el futuro.
Mi hijo Carlos Mario Por fin logro montar su otra empresa de patinaje en el hielo (FROZEN
CITY en el centro comercial Premium plaza.
Termino su carrera como abogado. Tiene un posgrado en derecho empresarial esta haciendo
sus pinitos en la política actualmente es presidente de las (JAL). Juntas administradoras
locales del barrio Belén. Es el Abogado de los sordos. Sabe ingles está aprendiendo el idioma
de los sordos. Es delegado de ETESA para el departamento de Antioquia, es docente y da
clase en una prestigiosa universidad de Medellín.
Aspira hacer concejal de nuestra ciudad y creo que lo logrará. Claro está con la ayuda de la
gente que lo quiere y estima. Está casada con Lizet Pineda, también abogada y trabaja en la
fiscalía de Medellín. Ya tienen dos hijas. Mariana y Valentina también son candelita pura. Creo
que esto ya lo había escrito en páginas anteriores. Mi hija menor Gloria Patricia supero

170
definitivamente, su fracaso en el matrimonio. Esta haciendo sus pinitos mentales y le esta
dando muy buen resultado. Esta a cargo de la empresa y es una excelente ejecutiva.
Nuevamente formo su matrimonio con Oscar Hoyos una persona muy parecida físicamente a
Carlos Mario mi hijo.
Este nuevo yerno si supo darle a Gloria lo que ella se merecía. Tienen una niña (Sara). Esta
pequeña si que es candelita pura.
Trabaja por su cuenta en una empresa de su familia.
Mi señora María Eugenia sigue tan linda, como el primer día que la vi la primera vez en el
corredor de su casa. Desde que nos casamos a sido un puntal en mi vida. A ella le debo mi
mayor éxito, la sigo amando hoy más que nunca, con toda la fuerza que me da mi espíritu, y mi
fortaleza humana.
En cuanto a mi persona que es la causante de que se conozca esta historia me encuentro
como un roble. Anímicamente estoy muy bien. Trabajo todo el día y eso me da ánimos para
seguir escribiendo. El mayor éxito de mi vida es indudablemente mi familia. Y cuando me
refiero a mi familia es mi señora, mis tres hijos, y mis siete nietos.
A hora bien. No por esto dejo de reconocer a la otra familia, a los parientes por parte de mi
señora, y de la mía. Aunque me trataron muy mal, y me tildaron de ladrón, por el solo hecho de
haber convencido a mi suegro para que le dejara su casa a Luz Elena.
De antemano yo sé que fue una mala jugada de parte mía, como también de mi señora y don
Tomas, para que le dejara su casa a su hija menor. Pero bueno ya el paso estuvo dado y no
hay nada más que hacer Espero que todos ellos, se encuentren bien. Pero todos sin
excepción, son capítulo aparte. Se terminaron por completo nuestras relaciones familiares con
todos ellos y creo que es lo mejor.
Los toros bravos se torean mejor desde la barrera.
La mayoría de ellos tienen sus hogares bien formados y los felicito. Espero no haberlos
ofendido con los comentarios que hice de algunos de ellos.
En ningún momento los quise ridiculizar, ni hacerlos quedar mal, y mucho menos incomodarlos
con estos comentarios que hice a través de este relato.
“En cuanto a las palabras de grueso calibre que emplee, en este relato, son parte verídica de
mi historia y no pienso pedir disculpa por haberlas escrito.
La verdad siempre brillo en mi mente y fui muy cuidadoso en comentar la verdad a través de
este esté relato. No se ha escrito nada que no fuera cierto. La calumnia es una falta muy grave
y no se le debe hacer a ninguna persona. Quiero ser muy claro en esto”.
No, es mi naturaleza, ni tan poco mi forma de obrar, pensar y hablar mal de la gente, cuando
no está presente. Vuelvo y repito. Esta no es mi naturaleza.
La verdad prima sobre las demás cosas, así en algunos comentarios se lastime a algunos de
los protagonistas de este relato.
Por eso si esta historia en algún momento fuera publicada o leída por alguna persona que
estuviera involucrada en este relato, no puede ser motivo de discordia ni mucho menos de
malos entendidos por parte de ella. Sobra advertir esto, porque todas las personas
involucradas en este relato, sabemos que lo que se escribió aquí fue la pura verdad.
En cuanto al lenguaje un poco fuerte que tuve en ciertos momentos relatando esta historia,
seguramente no abra quien diga que fui un poco vulgar y también altanero, soberbio, y
prepotente. Nada de eso. Tenía que hacerlo así, por que de esa manera fue como sucedieron
los acontecimientos. Además, esta historia. Tiene mucho material de superación personal,
poder y energía mental y no es lectura para mojigatos.
También quiero dar algunas explicaciones en lo referente a los credos religiosos. Se de manera
positiva, que cuando se habla de algún credo, o religión en particular, la mayoría de la gente
pone el grito en el cielo, y empiezan los malos comentarios, aunque eso a mi me importa un
comino.
Quiero dejar sentado lo siguiente. Fui en mi juventud un ferviente lector de la biblia, y hoy en
día lo sigo siendo. La estudie y la analice a fondo y descubrí muchas cosas, que de verdad
ponen en duda todos los sucesos que acaecieron en esa época. Nunca ha sido mi intención y
deseo, atacar sin ningún fundamento, determinado credo religioso y en particular a la iglesia
católica, a la cual me afiliaron desde muy niño, por medio del bautizo. Solo hice un comentario
por lo que me paso con ciertos clérigos que no tienen ni la más mínima idea de lo que es el
matrimonio.
DE ADULTO RENUNCIE A LA IGLESIA CATOLICA POR CONSIDERARLA INCOMPATIBLE,
CON MIS IDEAS Y MI FORMA DE PENSAR Y OBRAR. Creo que, si se leyó y se analizó bien
esta historia y ponemos a trabajar nuestro cerebro, vemos, que tengo motivos más que

171
suficientes para expresarme como lo hice, en los distintos comentarios alusivos al tema
religioso.
No hay que confundir el fanatismo religioso que practican algunos ignorantes, con el
pensamiento profundo que se hace a través de una mente positiva en busca de la verdad. La
mente es el conducto del hombre hacia su creador y, por ende hay que saber y entender como
se comunica uno a través de su conciencia, que es el camino directo a nuestro ser superior.
La verdadera riqueza no es tener bienes materiales, sino poseer conocimientos espirituales.
La verdadera sabiduría, está en saber diferenciar en lo que está bien y lo que este mal. Hay
que tomar de la naturaleza lo que nos toca. No podemos abarcar demasiado para no
estrellarnos.
Una de las verdaderas fortunas del hombre es conocerse a si mismo.
Los que navegamos por esta corriente, nos damos cuenta de los dones que la naturaleza puso
gratuitamente en nuestras manos, sin ningún costo.
Que lastima ciento que en la actualidad en pleno siglo veintiuno no se abra un camino para
conducir este rebaño de gente, que no tiene ni la mas mínima idea de lo que realmente es el
motivo de nuestra existencia.
Que desperdicio tenemos en nuestra sociedad, cuando estamos en poder de fanáticos
religiosos sin escrúpulo, que comercian con el nombre del creador, para enriquecerse, a costa
de los débiles de entendimiento. Por eso quiero dejar bien sentado que soy un hombre
extremadamente religioso.
(MAS NO FANATICO HE IDOLATRA). Cuando estemos consientes de todo esto y dejemos de
envidiar, y hacerle mal a nuestros semejantes, entonces si podemos decir que estamos
cumpliendo con la misión que nos fue encomendada.
Y así todos juntos podemos hacer de nuestra tierra un paraíso, un mundo mejor. Sin fronteras
viviendo como hermanos.
¿Muchas veces me he preguntado?
“¿Cómo es posible que la raza humana viviendo en un mismo planeta, cobijados bajo un
mismo techo, comiendo los mismos frutos que nos da la naturaleza, respirando el mismo aire y
recibiendo el mismo sol, que nos da calor y nos ilumina?
¿Vengamos con el cuento de que tenemos fronteras que dividen nuestros pueblos y somos
extranjeros en nuestra misma tierra?”
Yo no he podido entender semejante absurdo y tontería. Ya me estoy preguntando quien fue el
primero que tuvo semejante idea tan estúpida ilusa y majadera. Así es pues que, con este
comentario, doy por terminado este relato que me costó muchas horas, días, meses y años de
trabajo intenso y esfuerzo continuo, para hacer memoria de todos estos sucesos que ocurrieron
en nuestras vidas.
Pido muy encarecidamente que les muestren a las personas, que quieran leer este contenido,
que tiene mucha superación personal, por que es el empuje y el deseo, de un joven que desde
muy pequeño quiso derrotar la pobreza material como también la espiritual.
La amada naturaleza no fue muy benevolente conmigo al principio, pero debido a esa cajita
maravillosa que llamamos mente de la cual todos somos poseedores, pude comprender, que
se podía triunfar y salir adelante. Quise enfrentármele a la vida para salir triunfante. Ese
pensamiento fue un reto un poco quijotesco, pero lo logre. De verdad que da lastima ver
personas que desde una edad muy temprana no piensan, no se motivan y por falta de ideas y
superación personal, se quedan estancadas, sin dejar un rastro en este mundo.
Tirar la toalla antes de tiempo, es una falta de hombría. Es como salirse de una buena película
sin mirar el final, por que hasta el último aliento de nuestras vidas hay que luchar sin descanso
y para muestra un botón.
Aquí estoy yo, contando y relatando esta historia, que fue escrita en su totalidad a los setenta y
ocho años de edad. Cuando la mayoría de la gente no vive, simplemente vegeta.
Y eso que me encuentro enfermo del corazón.
¿Eso si será cierto?... ¿Lo que es de mi parte yo lo dudo mucho?
Miren y analicen estimados lectores este último detalle, además muy misterioso. Me case un
día viernes (TRECE) mi descendencia. Tres hijos, siete nietos dos yernos y una nuera dan en
total (TRECE). Viví en tres casas, tuvimos tres hijos. Monte tres empresas. ¿Esto es algo como
muy misteriosa verdad?

REFLEXION FINAL. HAGAMOS UN POCO DE-


MEMORIA**********************************************

172
Hagamos esta última reflexión para dar claridad a este relato y parte principal del contenido de
esta historia.
¿Recuerdan cuando le estaba lustrando los zapatos al mister y le hice una pregunta, siendo un
joven con solo trece años de edad, que quería ser un hombre rico? La respuesta que el medio
fue que ya era un joven muy rico.
Como yo estaba muy joven no le entendí nada de lo que el quería darme a entender. Él me dijo
que con el tiempo lo entendería.
La riqueza que yo buscaba en ese entonces era conseguir dinero para salir de la miseria
material en que me encontraba.
Pero la verdad era que el mister se refería a la verdadera riqueza.
Al conocimiento espiritual, a la superación del hombre. Por eso me dijo que ya me encontraba
en el camino del éxito.
Recuerdan… ¿cómo la vida me atropello de esa manera tan dura, en mis años de juventud,
aguantando hambre a diestra y siniestra, y muchas veces me acostaba con la barriga vacía
porque no había nada para comer, ustedes se habrán dado cuanta por todo lo que yo pasé y
los sufrimientos que tuve que soportar durante esos difíciles años siendo un adolescente, y
jamás di el brazo a torcer?
¿Recuerdan…todo el tiempo que invertí, poniendo mi mente a funcionar en ese rancherío de
san Isidro, el cual me encontraba al borde de la locura y la desesperación, y que si no salía de
esa prisión me iba a enloquecer?
¿Recuerdan… como fueron mis días y noches, batallando conmigo mismo, buscando la forma
de superarme para salir del fango en que había caído?
¿Recuerdan que logre descubrir a tiempo, que uno lo que se propone, por difícil que parezca al
principio siempre lo logra?
¿Recuerdan…que tenia que luchar muy duro y hacer hasta lo imposible para salir adelante sin
desfallecer un solo instante?
Eso es muy cierto. En varios pasajes de mi historia todos ustedes se dieron cuenta de ello.
¿Recuerdan…la superación que tuve en METALURGICAS APOLO, al convertirme en el primer
montador de maquinaria en todo el país, siendo un simple obrero y uno de los trabajadores
más jóvenes de la empresa, con solo diez y ocho años de edad?
¿Recuerdan…la conquista de María Eugenia Cuartas, unas de las niñas más lindas y cotizadas
de esa época, y yo siendo un simple obrero un don nadie con un apellido desastroso logre
conquistar su amor a pesar de no ser nadie?
¿Recuerdan…la creación de tres empresas, aunque dos de ellas se terminaron, no por falta de
buena dirección y empuje; ¿sino por la carencia de recursos y oportunidades para sacarlas
adelante, como lo comenté en el transcurso de este relato?
¿Recuerdan…la búsqueda de mi señora buscando en el periódico por más de dos años una
vivienda para nuestros hijos Y prácticamente me obligo a verla sabiendo que la vendían de
contado y yo no tenía la plata para comprarla?
¿Recuerdan…Las tres veces que la muerte me visito y paso por delante sin tocarme un solo
pelo?
Muy bien amigos lectores…todas estas tragedias son muy difíciles de creer, y más cuando la
persona es de bajos recursos económicos, sin una luz que lo guie, batallando contra viento y
marea, cuando la vida no le brinda nada a su favor.
Pero la realidad de todo este embrollo es que, descubrí desde muy joven, que hay dos grandes
riquezas que son. El material que consiste en acumular dinero. Y la segunda la verdadera
riqueza que es la espiritual. La que lo saca a uno adelante. La que crea una gran satisfacción
en la vida del ser humano. Por eso me atrevo a decirles, que soy una persona inmensamente
rica y voy a decirles por qué. Mi matrimonio a pesar de la pobreza en que me case fue un éxito.
Engendre tres maravillosos hijos. El principal anhelo de nosotros era poderles dar una buena
educación, cosa que yo nunca tuve y poderlos sacar adelante, como así lo hicimos. En la
actualidad todos ellos se encuentran muy bien, son profesionales en el buen sentido de la
palabra. Tienen buenos hogares y la naturaleza los premio con buenos hijos. Económicamente
están muy bien.
No somos poseedores de grandes fortunas materiales. No tenemos haciendas de ganados, ni
edificios, ni tampoco mansiones, ni grandes empresas. Pero lo que, si tenemos y nos abunda,
es que vivimos bien muy tranquilos y sin necesidades. Jamás hemos pisoteado a nadie. Todo
lo contrario, hemos sido todos buenos servidores de la gente sin pedir nada a cambio. Ahí está
todo dicho.

173
Nuestra verdadera riqueza es la espiritual, y no el material. Antes de despedirme quiero
manifestarles lo siguiente. Todo lo que aquí se ha dicho es la verdad. Escrita en un lenguaje
claro y entendible para todo tipo de personas. Sin palabras rebuscadas, ni mucho menos
filosóficas.
Ojalá al terminar de leer estos escritos, todos ustedes queden satisfechos. Les cuento que he
escrito otro libro con temas muy variados el cual lo titule.
TEMAS Y CHARLAS DE SUPERACION PERSONAL, PODER Y ENERGIA MENTAL. Estos
escritos, son temas cortos muy variados que seguramente les va a interesar a las personas
que quieran superarse en la vida.
Solo me resta decirles.
Que los dioses Lares les sean propicios a todos ustedes.
Para mi esposa y amiga, la cual me ha acompañado durante estos cincuenta años de feliz
matrimonio. Quiero dedicarle este bello poema que es de mi propia inspiración. Esto sucedió
cuando ella cumplía sesenta años de edad. Le regale un hermoso ramo de flores rojas las
cuales me inspiraron de la siguiente manera.
Estas son solo flores.
Mírate tú, a través de ellas.
Porque para mí, entre todas ellas
Has sido y serás, la más bella flor
Del universo y sus estrellas.
Fueron muchas mis noches de desvelos.
Fueron muchos los días de esperanza.
Hasta que por fin llegaron mis anhelos,
De conquistar tu amor y llenar mi vida de bonanza.
Recuerdo muy bien aquellos días.
Que al principio fueron mi tormento.
Pero el correr de los años en mi pensamiento.
Tú le diste a mi alma muchas alegrías.
Fuiste en tu juventud muy dulce y tierna.
Como el canto del ave en la mañana.
Por eso me prendí de ti en tu ventana.
Con verdadero amor y pasión muy soberana.
Desde muy joven me entregaste tu cariño.
Me enamoré de ti profundamente como un niño.
Hoy de viejo te adoro y te venero.
Dando gracias al amor que tan sincero
Le diste a mi corazón, y hoy lo tienes prisionero.
En este día celebramos tu cumpleaños.
Que siendo sesenta, no han dejado ningún daño.
Pues a través de todos estos años.
Es tu rostro tan juvenil como al principio.
Por eso te amo tanto como al inicio.
De mi amor por ti, que es y será siendo muy sincero.
Este bello poema es de mi propia inspiración. Fue escrito tres días antes de cumplir mi esposa
los sesenta años de edad.
Las palabras de su contenido son reales y sinceras, que al juntarlas se convierten en un
mensaje de amor y ternura. Por lo tanto, se lo dedico a la mujer que ha sido mi amiga, mi
esposa y mi eterna compañera durante todos estos años. Tu amado esposo y fiel compañero,
te felicita y honra en este gran día.
JOSE HERLEY PULGARIN MORENO. ***************
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BIOGRAFIA.
José Herley Pulgarin Moreno.
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Nació el 9 de noviembre de 1938 en el Cairo Valle. Hijo de padres paisas. Desplazado por la
violencia. Llego a Medellín a finales de los años cuarenta en compañía de su familia. Sus
estudios fueron escasos dos años y medio de primaria.
Siendo muy niño con apenas diez años de edad, trabajó en la casa de sus padrinos haciendo
los oficios de una sirvienta.

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Empezó a trabajar en oficios varios. Ayudante de albañilería. Lavo platos en el bosque de la
independencia, donde queda hoy el jardín botánico.
Fue mesero en varias heladerías del barrio Belén.
Fue mensajero y mandadero. A los trece años de edad fue paje en el taller del Dr. Jams Bar.
A los diez y seis años de edad ingreso como obrero raso en Metalúrgicas APOLO por nueve
años, empresa metalmecánica que lo formo como ingeniero mecánico empírico.
Fue uno de los puntales para la generación de empleo en todo el país, montando maquinara en
todas las principales ciudades de Colombia, para la fabricación de ladrillos, fuente de ingreso
en la construcción de viviendas, fábricas y galpones de las ciudades.
Allí desarrolló destrezas que lo llevaron a fundar sus propias empresas. Fueron tres en total.
A mediados de los años 70 con su propio ingenio fabricó dos telares para fabricar cobijas y
ruanas. Empresa que se terminó después de cuatro años y los telares los donó a la cárcel de
Itagüí para que los trabajaran los presos.
Confecciones BAM BAM fue otra empresa que se fundó en los años setenta fabricando ropa
para niños.
Gracias a su ingenio y creatividad, fabricó todas las maquinas de su propia empresa de
muebles escolares, la cual actualmente funciona en Medellín. MUEBLES HERPUL LTDA.
Creador y fundador con Carlos Mario su hijo del grupo CARNAVAL SOBRE RUEDAS, empresa
de patinaje artístico sobre ruedas. Y hoy, su hijo Carlos Mario montó otra empresa de patinaje
sobre HIELO ayudado y asesorado por su padre.
Único grupo en Suramérica de patinaje artístico sobre ruedas, y también sobre hielo, en el cual
elaboró todo el montaje de utilería pintando los telones como también la parte estructural.
A parte de uno, engendró tres hijos que son su orgullo y su razón de vivir. Todos ellos son
profesionales y como dicen en su tierra muy juiciosos y trabajadores. Su verdadera vocación es
trabajar con la mente la lectura y escribir. Tiene varios temas todos relacionados con la
superación personal del individuo, poder energía mental y desarrollo humano.
Recientemente fue condecorado por el CONCEJO DE MEDELLIN, con la orden al merito grado
ORO DON JUAN DEL CORRAL en sus treinta años de actividad empresarial.
Igualmente recibió otra condecoración de la ASAMBLEA DEPARTAMENTAL DEL ANTIOQUIA
orden al merito por su destacada actividad empresarial grado PLATA como generador de
empleo en la ciudad de Medellín… En más de una ocasión sembró un árbol y ahora presenta
su libro a consideración de todos los lectores esperando servirles de algo y llegarle al corazón.
Hasta aquí se despide muy cordialmente su amigo dejándoles unas buenas enseñanzas de
superación personal.
Esta historia fue terminada a los setenta y ocho años de edad.
José Herley Pulgarín Moreno les dice hasta una nueva oportunidad y que los dioses lares les
sean propicios.
FINNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN

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