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DÍA 1: ROMA ANTICA

Sin duda, nuestro primer objetivo era recorrer los foros y llegar al Coliseo. Las primeras excavaciones aparecen ante nosotros en el Largo di Torre Argentina y, desde
allí, llegamos a Piazza di San Marco y Piazza Venezia. Una buena opción es subir al Altare della Patria porque te permite tener una visión global de la Via de los Foros
Imperiales. Nos detenemos a almorzar frente a la Columna de Trajano mientras leemos en nuestra guía algunas curiosidades sobre el emperador de origen hispano.
Paseamos sin prisas e intentamos descubrir los detalles de las excavaciones de los foros de Trajano, Augusto y César. Cada emperador quería dejar testimonio de su época
de gobierno construyendo nuevos lugares de encuentro y “centros comerciales” para sus conciudadanos. Parece que el tiempo no haya pasado…
Las visión del Coliseo es espectacular a pesar de estar sus alrededores llenos de gente. Para tener una buena foto del famoso edificio os recomendamos subir a
la Via Nicola Salvi y, no olvidéis – en algún momento de vuestro paseo- acercaros a la cercana Basílica de San Pietro in Vincoli donde os espera el increible Moises de
Miguel Angel y las cadenas que según dice la tradición ataron a San Pedro. Nuestra intención no era entrar al Coliseo pero, si pensáis hacerlo, no dudéis en comprar las
entradas previamente y llegar temprano a las zonas de acceso.
Seguimos nuestra ruta por la Via de San Gregorio para llegar al Circo Maximo y comer en el resturante 0,75. Cerca de aqui está la Bocca della Verità y el Templo de
Hércules Vencedor. El acceso a la iglesia de Santa Maria in Cosmedin es gratuíto y cumplir con el ritual de la Bocca de la Verità uno de los recuerdos más divertidos y
emocionantes del viaje. Regresamos al centro por la Via del Teatro di Marcello y subimos al Campidoglio. Sabemos que algún día vendremos para visitar sus museos
pero, esta vez, optamos por sentarnos a observar a los grupos de amigos y estudiantes que pasean frente a nosotros mientras toman fotos los unos de los otros. Marco
Aurelio nos observa desde su caballo y nos invita a asomarnos a los foros desde los miradores que hay detrás de la columna con la Loba Capitulina.

El sol ya desciende y los colores anaranjados de la ciudad aumentan la calidez de la ciudad. Las sombras se alargan y el pasado se hace presente ante nosotros en este
momento mágico en el que viajamos casi dos milenios en la historia de nuestra civilización.

DÍA 2. ROMA DE LOS PAPAS Y EL TRASTEVERE


La siguiente jornada queremos visitar la Roma de los Papas. Dos objetivos tenemos: subir al Castel Sant’Angelo y a la cúpula de la Basílica de San Pedro. Hemos
madrugado para visitar el Vaticano temprano pero no nos hemos dado cuenta que es miércoles y el Papa “é in piazza”. Cuando llegamos a la Columnata, nos percatamos
que va paseando con su “papa-móvil” saludando a los devotos feligreses. Es una oportunidad escuchar al Papa Francisco en directo así que no renunciamos a hacerlo.
Los miércoles, por tanto, no es el mejor día para visitar la basílica. No se abre el acceso hasta pasado el mediodía y esto hace que las colas para pasar los controles de
seguridad sean mucho más largas de lo habitual. Si puedes, elige otro día. Nosotros, ante esta situación, decidimos volver sobre nuestros pasos y visitar Castel
Sant’Angelo. Realmente vale la pena. Las vistas de la ciudad son fantásticas y, además, cuenta con una cafetería muy agradable en la que tomar un refresco o un buen café
mirando al Vaticano.
Desde allí, regresamos a San Pietro y decidimos subir a la cúpula a pie. ¡Qué maravilla! La ascensión es divertida mientras los cuatro vamos contando escalones hasta
superar los 500. Desde la linterna la visión de la ciudad es fantástica y, desde su interior, admirar los mosaicos y el baldaquino te deja sobrecogido. Ernest y Ferran no paran
de preguntar ante tantos detalles y su padre les traduce las diversas inscripciones latinas mientras les cuenta la historia de San Pedro. En el descenso decidimos detenernos
en el pequeño café de la azotea para tomar un panino y algo de nuestra fruta. Vale la pena comer tan cerca del cielo entre tanta “santidad”.
Podíamos haber regresado a casa a descansar pero nuestros pasos, descuidados, nos llevan al Trastevere a la búsqueda de un rico helado cremoso y una granita.
Disfrutamos de este barrio tan agradable y de los mosaicos de Santa Maria in Trastevere. Varios espectáculos callejeros nos retienen en las plazas -teatro, música,
payasos…- y decidimos quedarnos a cenar en el económico restaurante La Casetta di Trastevere. Es increíble como pueden variar los precios en esta ciudad y, en este
restaurante, podréis difrutar de auténtica comida romana a precios bajos.

DÍA 3. VIA APIA ANTICA


Para nuestra última jornada en Roma decidimos seguir los consejos de Makuteros-Family Run que a través deInstagram nos aconsejaron alquilar unas bicicletas para
recorrer las afueras de la ciudad. Como os comentaba habíamos estado antes en Roma en varias ocasiones pero teníamos pendientes visitar las Catacumbas y las Termas
de Caracalla. Esta vez no estábamos dispuestos a perder la oportunidad y nos pareció que hacerlo en bicicleta iba a ser perfecto para los cuatro.
En el Circo Massimo habíamos consultado dos días antes en la empresa Easy Bike Rent y allá que nos fuimos decididos a por nuestras bicicletas. Lo bueno de alquilar
aquí las bicicletas es que la Via Apia Antica está muy accesible y rápidamente dejas atrás el caótico tráfico de la ciudad por un carril-bici bien indicado. Recordad que Roma
está construída sobre 7 colinas por lo que, la opción de la bicicleta eléctrica es perfecta. Pau, que llevaba a Ferran en la suya, pudo comprobar las ventajas de este modelo
de bicis, mientras Ernest y yo tirábamos de nuestro “motor biólogico”. En este video podéis saber un poco más de la experiencia.
El recorrido es delicioso anque, a veces, conducirse sobre la antigua calzada romana resulta algo tortuoso. Las antiguas villas romanas con sus jardines hacen del recorrido
un paseo encantador. Tras superar el Arco di Druso y Le Mura Aureliane, dejamos atrás las murallas de la ciudad y alcanzamos las Catacumbas de San Calixto donde,
acompañados por un guía, descubrimos los misterios de estos laberintos escavados a decenas de metros de profundidad. Miles de nichos y pequeñas sepulturas cuentan la
vida de un pasado en que el cristianismo daba sus primeros pasos en la historia de la humanidad.
Regresamos tras comer nuestro picnic delicioso hasta las Termas de Caracalla. Allí no podemos evitar reflexionar qué hizo a los romanos construir estos inmensos edificios
cuya visita aún sobrecoge. Inmesos espacios de recreo, auténticos centros recreativos para el encuentro de los habitantes de la ciudad. Gimnasios, piscina, termas, jardines,
tiendas y negocios… Entre preciosas fuentes y mosaicos maravillosos, algunos de los ciudadanos de aquella antigua ciudad organizaban sus vidas y disfrutaban de sus
privilegios.
Han sido apenas 4 días en Roma (una larga tarde y 3 días completos) con sus paseos nocturnos. Cuatro días tranquilos en los que hemos paseado junto a nuestro hijos de la
historia que nos hace ser quines somos. Hemos recorrido la Roma Clásica al anochecer y el resto de la ciudad durante el día. No hemos visitado museos ni la Capilla Sixtina,
habrá nuevas oportunidades, eso esperamos. A nuestra manera, así empezamos este recorrido por el sur de Italia.

1. Descubrir los misterios de Roma con un primer paseo nocturno

Si habéis conseguido alojamiento en el centro de la ciudad, una buena manera de empezar a conocerla es dando un paseo al anochecer. Una
“passeggiata notturna” te permite tomarle el puso a la ciudad cuando el tráfico es menos intenso, cuando hay menos gente en las calles y los
edificios están bellamente iluminados. Un recorrido frente al río Tíber (Tevere), observar San Pedro del Vaticano, Castel Sant’Angelo o callejear
hasta Piazza Navona, Campo di Fiori, el Pantheon… Quedará en vuestra retina para siempre. En Roma oscurece una hora antes que en España
por lo que no es difícil poder hacer un paseo con niños sin que sea demasiado tarde.

2. Sentirte como un senador romano recorriendo los foros

Puede ser el primer objetivo de la visita a la ciudad. Conocer la Roma Antica, recorrer los foros y llegar al Coliseo. Desde el centro de la ciudad,
las primeras excavaciones aparecen ante nosotros en el Largo di Torre Argentina y, desde allí, llegamos a Piazza di San Marco y Piazza
Venezia. Detenerse frente a la Columna de Trajano mientras contamos a nuestros hijos algunos detalles de la vida de este emperador de origen
hispano. Paseamos sin prisas e intentamos descubrir los detalles de las excavaciones de los foros de Trajano, Augusto y César. Cada
emperador quería dejar testimonio de su época de gobierno construyendo nuevos lugares de encuentro y “centros comerciales” para sus
conciudadanos. Parece que el tiempo no haya pasado…

3. Empaparte del patriotismo italiano en el Altar de la Patria

Una buena opción es subir al Altare della Patria porque te permite tener una visión global de la Via de los Foros Imperiales. Las vistas de los
foros son muy buenas. Este enorme monumento parece “un merengue” en medio de la ciudad. Situado en Piazza Venezia desentona del conjunto
arquitectónico, pero es un elemento más de la ciudad y un buen punto de observación de acceso totalmente gratuito. Eso sí, recuerda que está
prohibido sentarse en las escaleras y que hay que ser respetuoso en la manera de comportarse si no queréis que se os llame la atención. En
Roma con niños, hay que ser cuidadoso con estos detalles en muchos monumentos, iglesias y basílicas.

4. Imaginar las luchas de gladiadores en gran Coliseo

Las visión del Coliseo siempre es espectacular a pesar de estar sus alrededores llenos de gente. Si vuestra intención es entrar al Coliseo, reservad
al menos 2 o 3 horas de vuestro tiempo pues el acceso es lento. No dudéis en comprar las entradas previamente y llegar temprano a las zonas de
control de entrada. Probablemente es la imagen esperada de vuestra visita a Roma con niños y es que este lugar es realmente único. Otra opción
para saltarse las colas es contratar una visita guiada por el Coliseo

Para tener una buena foto del famoso edificio os recomendamos subir a la Via Nicola Salvi y, no olvidéis – en algún momento de vuestro paseo-
acercaros a la cercana Basílica de San Pietro in Vincolidonde os espera el increible Moises de Miguel Angel y las cadenas que según dice la
tradición ataron a San Pedro. A nuestros hijos les admiró ver la imponente estatua de Miguel Ángel y fue un momento único de recogimiento y
serenidad para todos.
5. No te atrevas a decir mentiras en la Bocca della Verità

Si seguís vuestra ruta por la Via de San Gregorio llegaréis al Circo Maximo (un buen pular para comer si lleváis picnic). Cerca de aquí está
la Bocca della Verità y el Templo de Hércules Vencedor. El acceso a la iglesia de Santa Maria in Cosmedin es gratuíto y cumplir con el ritual
de la Bocca de la Verità uno de los recuerdos más divertidos y emocionantes del viaje.

6. Culturizarte en el Campidoglio y sus importantes museos

Caminando por Via del Teatro di Marcello llegaréis al Campidoglio – situado detrás del Altar de la Patria. Si os apetece podéis visitar los
museos Capitolinos pero, si viajáis con niños pequeños, puede que merezca la pena esperar a otra visita a Roma en el futuro. Disfrutad de la
estatua ecuestre de Marco Aurelio y asomaros a ver los foros desde los miradores que hay detrás de la columna con la Loba Capitulina.

7. Admirar la suntuosidad y el legado de los Papas en el Vaticano

¿Por dónde empezar? Hay tanto para hacer en el Vaticano que, a no ser que dispongas de muchos días en tu visita a Roma, será necesario
seleccionar. Nosotros teníamos dos objetivos: subir al Castel Sant’Angelo y a la cúpula de la Basílica de San Pedro. Es interesante levantarse
temprano para visitar el Vaticano. Recuerda que los miércoles el Papa “é in piazza” por lo que el acceso a la basílica no se permite hasta
mediodía. Si es posible, elegid otro día para ir a San Pedro a no ser que queráis aprovechar la oportunidad para escuchar al Papa Francisco en
directo.

Subir a la cúpula a pie de San Pedro. ¡Qué maravilla! La ascensión es divertida mientras vamos contando escalones hasta superar los 500.
Desde la linterna la visión de la ciudad es fantástica y, desde su interior, admirar los mosaicos y el baldaquino te deja sobrecogido. Nuestros hijos
no paraban de preguntar ante tantos detalles. En el descenso podéis deteneros en el pequeño café de la azotea para tomar un panino y un café.
Visitar Castel Sant’Angelo, realmente vale la pena. Las vistas de la ciudad son fantásticas y, además, cuenta con una cafetería muy agradable en
la que tomar un refresco o un buen café mirando al Vaticano. En este castillo han ocurrido grandes historias, aprovechad para contar alguna a
vuestros hijos. La información que se ofrece es muy interesante y entretenida. Realmente vale la pena.
8. Fascinarte ante la belleza de la Roma Clásica

El corazón de la ciudad está lleno de lugares conocidos que merece la pena admirar. La lista sería interminable. Empecemos por el Pantheon y la
iglesia de Santa Maria sopra Minerva. El Pantheon sobrecoge, es un edificio magnífico que ha sobrevivido a saqueos y terremotos, a diversas
civilizaciones. Por el momento la entrada sigue siendo gratuita y admirarlo en cualquier momento del día es un regalo inolvidable. Nos gusta llegar
temprano cuando la plaza casi está vacía y leer junto a nuestros hijos los detalles de su arquitectura. También, iluminado por la noche, es una
buena oportunidad para admirarlo.

Piazza Navona con sus tres fuentes dedicadas a los ríos y a los mares. Campo dei Fiori con su mercado. Piazza di Spagna más al norte y Piazza
del Poppolo. Y la Fontana di Trevi. Todos estos lugares merece la pena visitarlos por la noche iluminados pero también durante el día, cada
momento es único y especial Quizá por las mañanas, cuando aún no han sido invadidos por trabajadores y turistas, tienen también un encanto
especial por supuesto también en Roma con niños !!
9. Pasar la tarde callejeando por el Trastevere

Músicos, artistas, bares, plazoletas y rincones únicos llenos de colorido. Podéis pasar una tarde paseando por el Trastevere, elegid unos de sus
restaurantes para comer, tomar un rico helado cremoso o una granita (un granizado). Disfrutad de este barrio tan agradable y de los mosaicos
de Santa Maria in Trastevere. Los espectáculos callejeros nos retienen en sus plazas.

10. Quemar energías recorriendo Via Apia Antica en bicicleta

Una gran opción para conocer las afueras de la ciudad – especialmente la Via Apia Antica– es alquilar unas bicicletas. Junto al Circo
Massimo podéis encontrar Easy Bike Rent y desde allí, se puede salir fácilmente de la ciudad sin transsitar demasiado tiempo en medio del
caótico tráfico romano. Recordad que Roma está construída sobre 7 colinas por lo que, la opción de la bicicleta eléctrica puede ser una gran
alternativa. Nosotros optamos por esta opción en la bicicleta que llevaba la sillita de Ferran. Desde Circo Maximo sale el carril bici que en menos
de un quilómetro os alejará del intenso tráfico.

El recorrido es delicioso aunque, a veces, conducirse sobre la antigua calzada romana resulta algo tortuoso. Las antiguas villas romanas con sus
jardines hacen del recorrido un paseo encantador. Tras superar el Arco di Druso y Le Mura Aureliane, dejamos atrás las murallas de la ciudad y
alcanzamos lasCatacumbas de San Calixto donde, acompañados por un guía, descubrimos los misterios de estos laberintos excavados a decenas
de metros de profundidad. Miles de nichos y pequeñas sepulturas cuentan la vida de un pasado en que el cristianismo daba sus primeros pasos en
la historia de la humanidad.
A nuestro regreso, nos detuvimos en las increíbles Termas de Caracalla y no pudimos evitar reflexionar qué hizo a los romanos construir estos
inmensos edificios cuya visita aún sobrecoge. Inmesos espacios de recreo, auténticos centros recreativos para el encuentro de los habitantes de la
ciudad. Gimnasios, piscina, termas, jardines, tiendas y negocios… Un buen lugar si viajas a Roma con niños por los amplios jardines en los que
relajarse.

11. Disfrutar de la ciudad desde la terraza de Gianicolo y pasar una agradable tarde de compras

Subir hasta la terraza de Gianicolo permite disfrutar, probablemente, de las mejores vistas de Roma y del Vaticano. Junto al mirador el monumento
a Garibaldi. En esta colina esté el Teatro de Pulcinella, de acceso gratuíto -aunque se esperan donativos- es un espectáculo para niños y adultos
de todas las edades. Desde el mirador se puede descender caminando hacia el barrio del Trastevere. Una guía de Roma no puede obviar la parte
comercial de la ciudad. Roma ofrece multitud de pequeños comercios con un encanto único y especial. La creatividad y la originalidad os
sorprenderán. Desde los pequeños comercios más alternativos del Trastevere a las famosas tiendas de lujo de Via Condotti.

2. Relajarte en Villa Borghese mientras jugáis en sus bellos jardines

Si buscas un espacio abierto, donde correr libremente y olvidarte del caos de la ciudad de Roma, Villa Borghese debe estar en tu plan de visita.
Los jardines de Villa Borghese son un lugar ideal para alejarse del tráfico y del ruido. Además de la Galleria de Villa Borghese podéis
visitar el Museo de zoología, elCinema dei Piccoli (con diversas atracciones como tiovivos, pista de coches y bicicletas) y la Casina di
Raffaello. Encontraréis además la ludoteca de Villa Borghese pensada para niños y niñas de 3 a 10 años, con juegos diversos y sala de disfraces
ofrecidos por el Teatro dell’Opera.

3. Admirar la belleza de Villa Adriana y los Jardines de Villa del Este

Villa Adriana y Villa del Este son dos enclaves maravillosos situados al oeste de Roma, en la ciudad de Tivoli. La entrada es gratuita para los
niños y se puede llegar hasta allí en transporte urbano. Hay un autobús que comunica ambos lugares si os apetece aprovechar la jornada al
máximo. Nosotros pasamos una mañana en Villa Adriana y disfrutamos mucho con el recorrido. Con la audio-guía y el plano recorrimos las ruinas
sosegadamente. Desplegando nuestra imaginación pudimos transportarnos a la época en la que el emperador Adriano hizo construir esta ciudad
residencial. Estos lugares son perfectos para las familias que viajamos a Roma con niños.
14. Descubrir el mar en una excursión a Ostia antica

Roma está alejada del mar Mediterráneo, del mar Tirreno. Los restos arqueológicos de Ostia Antica permanecieron ocultos durante 10 siglos. Su
descubrimiento permitió conocer la zona portuaria de la antigua Roma. Podéis contratar una excursión organizada o desplazaros vosotros mismos
y comprar las entradas en la página web oficial de los yacimientos (los menores de 18 años no pagan) y la entrada es reducida para personas de
18-25 años y profesores).

¿Te apetece conocer un poco mejor cómo vivían los antiguos habitantes del imperio romano? Aquí encontraréis diversos edificios públicos,
preciosos mosaicos y multitud de detalles muy interesantes. Desde Roma Termini salen trenes hasta la parada de Ostia Antica que queda a
menos de 5 minutos de las excavaciones.

Un itinerario que abarca toda la historia de la ciudad, desde las ruinas antiguas a la Roma barroca; desde el Vaticano a Trastevere, pasando por las calles por donde ir de compras y llegando al futurístico barrio
del EUR. Un recorrido pensado para los que permanecen en la ciudad durante al menos cuatro días y para todos aquellos que no quieren perderse sus principales atracciones.

PRIMER DÍA
Se empieza por el Coliseo: tras 2.000 años de historia este monumento continúa siendo el símbolo de Roma. Comprando la Roma Pass evitarás tener que hacer cola para entrar. A pocos pasos del Coliseo,
el Arco de Constantino, el arco de triunfo romano más famoso, y poco más allá, el Palatino.
Prosiguiendo por la Via dei Fori Imperiali se llega al Foro Romano, la antigua plaza de Roma; cruzando la avenida, desde el otro lado ésta se puede admirar el área arqueológica de los Foros Imperiales.
Al final de la avenida, llegando a Plaza Venecia, aparece la Plaza del Capitolio, centro de la institución local desde el siglo XII. Desde la espléndida plaza creada por Miguel Ángel puedes acceder a los
espectaculares Museos Capitolinos, los más antiguos del mundo.
Desde el Capitolio te aconsejamos que, pasando por Vía del Corso, te acerques hasta el Panteón, el antiguo templo dedicado a todos los dioses, una auténtica maravilla de la arquitectura de todos los tiempos.
Poco distante del Panteón, en dirección del Río Tíber, encontrarás una de las plazas más encantadoras de la Roma Barroca: Plaza Navona. La plaza cobró el aspecto actual durante el período barroco gracias,
entre otras cosas, a la construcción de la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini, y a la edificación de Iglesia de Santa Inés en Agone y del Palacio Pamphilj, en los que colaboró el rival del citado artista, el
igualmente famoso Borromini.
Regresando hacia Vía del Corso descubrirás otros dos lugares famosos en todo el mundo: Fontana di Trevi y Plaza de España.
El espectacular efecto que produce la Fontana de Trevi no se vislumbra gradualmente, ya que ninguna de las callejuelas que desembocan en ella os permitirá distinguirla mientras os dirigís a ella. Será el ruido
del agua el que os sugerirá que ya está cercana, pero se os aparecerá de repente, casi como si en un escenario el telón se levantase de repente, creando un efecto sorpresa que os dejará boquiabiertos.
La Plaza de España está situada en una de las zonas más elegantes y exclusivas del centro histórico, quedarás maravillado con su majestuosa escalinata, creada en el año 1.700 por Francesco De Sanctis.

SEGUNDO DÍA
El segundo día de nuestro itinerario empieza en la Ciudad del Vaticano, con la espléndida Basílica de San Pedro que captura la mirada del turista desde el inicio de Via della Conciliazione.
Ninguna fotografía consigue captar el impacto que crea el conjunto monumental: la enormidad del edificio, el esplendor de sus decoraciones y las obras de arte que alberga en su interior. Es aconsejable visitar,
asimismo, los Museos Vaticanos y admirar las inmensas riquezas artísticas que custodian, fruto de siglos de coleccionismo y de encargos papales.
Recorriendo Vía della Conciliazione en sentido inverso se llega al Castel Sant’Angelo (el Castillo del Santo Ángel), la fortaleza de los Pontífices edificada durante la Edad Media sobre las ruinas del mausoleo del
Emperador Adriano (construido en el siglo II d.C.)
Desde aquí podéis proseguir hacia el barrio de Trastevere, meta ideal para un paseo relajante entre sus callejuelas, plazas y colores que conservan aún el espíritu típicamente romano. Trastevere ofrece, además,
una gran variedad de restaurantes y de locales de ocio donde transcurrir una alegre velada.

TERCER DÍA
Ya que puedes disfrutar de algún día más de estancia, te aconsejamos que salgas el centro histórico de Roma y visites las Excavaciones de Ostia Antigua, una ocasión única para completar el recorrido entre la
antigüedad y conocer el aspecto cotidiano de la vida en la época romana, más difícil de imaginar paseando entre los grandes monumentos públicos de la capital.
Cuando regreses de las Excavaciones, puedes apearte en una de las paradas anteriores a la de “Porta San Paolo”, para darte un paseo por el EUR y descubrir el lado más moderno de la ciudad, donde se percibe
una atmósfera irreal y metafísica.
Desde aquí puedes trasladarte hasta el barrio Ostiense y visitar la Centrale Montemartini, ejemplo muy logrado de arqueología industrial, que ha conseguido hacer convivir antiguo y moderno de manera original
y sorprendente.

CUARTO DÍA
El cuarto y último día está dedicado a las zonas verdes.
Se empieza por la mañana visitando la Galería Borghese, situada en el homónimo parque, donde se pueden admirar las obras maestras de artistas de la talla de Caravaggio, Canova, Bernini, etc.
Por la tarde te aconsejamos una visita a las Catacumbas situadas en la Vía Appia Antica: los cementerios subterráneos de los primeros cristianos que se hallaban en las afueras de las murallas de la ciudad,
puesto que en la antigüedad estaba prohibido sepelir a los difuntos en la zona habitada.
Y para terminar, un paseo a lo largo de la Vía Appia Antica, que con su antigua pavimentación denominata “basolato” por las antiguas losas de basalto volcánico, se convierte en la conclusión ideal de tu visita a
Roma y te ofrecerá una ocasión inolvidable para viajar hacia atrás en el tiempo hasta la antigüedad, rodeado de un contexto natural sin precedentes.

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