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Temple continuo completo

Se aplica a los aceros hipoeutectoides (contenido de carbono inferior a 0,9%). Se


calienta la pieza hasta la temperatura de temple y seguidamente se enfría en el
medio adecuado (agua, aceite, sales, aire) con lo que obtendremos como elemento
constituyente martensita.
Temple continuo incompleto
Se aplica a los aceros hipereutectoides (contenido de carbono superior a 0,9%). Se
calienta la pieza hasta la temperatura indicada, transformándose la perlita en
austenita y quedando intacta la cementita. Después de enfriar, la estructura
resultante estará formada por martensita y cementita.

El temple es un tratamiento térmico que, mediante el calentamiento y enfriamiento a


una velocidad controlada, varia las características mecánicas (aumentar la dureza y
resistencia), físicas (modificar el magnetismo remanente y la resistencia eléctrica) y químicas
(mejorar su comportamiento en los procesos de recocido y frente a la acción de ciertos ácidos)
del acero.
El acero se calienta por encima de la temperatura crítica inferior, unos 721ºC, para
que la perlita se disuelva en austenita. . La temperatura de austenización debe ser superior a
la temperatura de transformación total de la ferrita en austenita y depende de la composición
del acero. Esta solución solida de hierro y carbono al enfriarse repentinamente, la estructura
cristalina se transforma de forma rápida y el carbono queda incluido dentro de la red
deformándola y endureciéndola, se transforma en martensita. Esta microestructura es muy
dura, frágil y tiene mayor resistencia a la tracción que el acero perlítico. Cuanto mayor sea el
contenido de carbono mayor dureza adquiere. Después del temple siempre se suele hacer un
revenido de la pieza porque el acero queda muy inestable y para darle mayor ductilidad y
tenacidad.
La composición del acero, sobre todo su contenido en carbono, determina las
características finales y la capacidad de temple del acero. El acero también se puede usar
con elementos aleantes pero no todos favorecen el temple. Elementos como el vanadio o el
molibdeno conceden características al acero que hacen aumentar su templabilidad, su
presencia hace inhibir la descomposición de la austenita en perlita y con ello se consigue
transformar la austenita en martensita a bajas velocidades de enfriamiento.
La templabilidad de un acero es la mayor o menor aptitud de este para que se forme
una estructura martensítica en todos los puntos de su sección cuando se enfría en unas
condiciones determinadas a partir de un estado austenítico.
Los aceros con alta templabilidad tienen baja soldabilidad. Estos aceros son aquellos
que contienen un porcentaje de carbono mayor al 0,45%.
La temperatura y velocidad de los procesos de calentamiento en el temple
determinarán su dureza y resistencia. El tiempo de calentamiento y permanencia a la
temperatura de austenización será el estrictamente necesario para que todo el carbono esté en
solución y la austenita sea homogénea.
La velocidad de enfriamiento ha de ser lo suficientemente rápida par impedir que se
produzcan transformaciones de la austenita antes de alcanzar la temperatura crítica inferior
(Ms). En esta velocidad influyen factores que dependen de la pieza (la temperatura de temple,
el tamaño del grano de la austenita y la masa, forma y dimensiones de la pieza) y factores
que dependen del medio de enfriamiento (volumen, temperatura, viscosidad, temperatura de
ebullición, conductividad, calor específico, estado de reposo o movimiento, densidad, calor
de vaporización, etc.).
Medios de enfriamiento en el temple.
El fluido ideal de temple será aquel que produzca una velocidad de enfriamiento superior
a la crítica hasta temperaturas inferiores a las de transformación de la perlita y bainita, y más
baja en el intervalo de la transformación martensítica. De esta forma se evitará la
transformación de la austenita en los constituyentes más blandos y se conseguirá que se
transforme con uniformidad en martensita, sin peligro a que se formen grietas y
deformaciones. Algunos medios utilizados son:
 En agua: el agua es el método mas utilizado para el enfriamiento de acero en el
temple. El agua a temperatura inferior a 30ºC, tiene una severidad de temple baja si
se deja la pieza en reposo pero si se agita o se le añaden sales esta severidad aumenta,
llegando a conseguirse, uniendo ambos métodos, la máxima severidad.

 En aceites minerales: se puede emplear para aceros ordinarios altos en carbono y de


sección pequeña. También se emplea para aceros aleados, cuya velocidad crítica de
temple sea baja y su sección puede ser grande, en este caso se reduce el peligro de
grietas y deformaciones. Los aceiten deberán tener una volatilidad no muy elevada,
temperatura de inflamación y de combustión lo más alta posible, gran resistencia a la
oxidación y una viscosidad a temperatura ambiente entre 14,4 y 15,7 poise. Los
mejores aceites para este uso son los derivados del petróleo.

 En metales y sales fundidas: los metales fundidos como el mercurio o el plomo y


ciertas sales se usan como refrigerantes por su comportamiento respecto a la
severidad del temple que es similar a la del aceite pero por agitación se logra aumentar
considerablemente.

 En aire en calma a presión: se usa en aceros con bajas velocidades de temple. se


enfrían las piezas por radiación, convención y conductividad por lo que desempeña
un papel importante el estado de la superficie de la pieza favoreciendo que la
superficie sea negra y dificultando que sea brillante.
Los defectos más comunes ocasionados en el temple son:
 Oxidaciones y descarburaciones: se deben al calentamiento en atmósferas
inadecuadas.
 Exceso de fragilidad: por calentamiento a temperaturas excesivas que provocan el
crecimiento del grano.

 Falta de dureza: por calentamiento a temperatura demasiado baja, por descarburación


superficial o por velocidades de enfriamiento superiores a la crítica.

 Deformaciones: por calentamiento o enfriamiento desigual de las piezas o apoyos


inadecuados en el proceso.

 Grietas y roturas: por desigual enfriamiento del núcleo y la periferia de la pieza.

53. ¿Qué es la Velocidad Crítica de Temple y de


qué depende?
Velocidad crítica de temple: Es la mínima velocidad de enfriamiento que permite obtener una
estructura 100% martensítica.
La velocidad crítica de temple depende de:
•Severidad de temple.
•Espesor de la pieza. A medida que nos vamos alejando de la superficie de la pieza y nos
adentramos a la zona del núcleo, encontramos un flujo de calor desde el centro a la superficie
con su correspondiente gradiente de temperatura donde la caída en la velocidad de
enfriamiento es tan grande que esta termina siendo inferior ala velocidad crítica de temple y no
podemos obtener 100% Martensíta.
•Los elementos de aleación, salvo contadas excepciones, aumentan la templabilidad y bajan
la velocidad crítica.

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