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Juan Parra López

B35159

La conciencia ambiental, una responsabilidad de todos

Muchas veces a través de los años hemos escuchado las palabras de


nuestros padres o mayores, ¡no sea desordenado!, ¡recoja esa ropa!, ¡respete a
las demás personas!, ¡ayúdeme a hacer el aseo!; entre otras muchas expresiones
más que nos acompañan durante nuestra época de crecimiento e inclusive hasta
la adultez, es común que desde niños en nuestros hogares y escuelas nos
enseñen valores y normas básicas de educación para mantener una conducta
adecuada y ser responsables con el fin de mantener un ambiente sano de
convivencia con las demás personas que nos rodean. Pero, ¿qué pasa cuando no
desarrollamos esa conciencia, o cuando la educación que recibimos en nuestros
hogares no es la adecuada?, es razonable pensar en que esa persona será
alguien poco responsable, indiferente hacia las personas que lo rodean, y sobre
las condiciones en las que vive.

Por lo tanto, haciendo la analogía entre la educación que recibimos para ser
personas con una conducta y costumbres de bien, y la educación, el respeto y el
valor que le damos al medio ambiente en el que vivimos, se puede observar la
conciencia ambiental que un individuo puede poseer. A manera que muchos de
los problemas ambientales que vemos a una escala media, en términos del
impacto que puede provocar, pueden relacionarse fácilmente al nivel de
conciencia ambiental presente en cada persona.

Sin ir más lejos un problema habitual que se escucha recurrentemente cada


vez que la estación lluviosa inicia es, alcantarillado obstruido por residuos sólidos
colapsa e inunda principales vías de ciudad capital, y así son los titulares de las
noticias para cada ciudad que se ve afectada por las lluvias, de igual forma, con
mayor frecuencia se ven las fotografías de mapaches, pizotes, armadillos,
cauceles, dantas, entre otros muchos animales silvestres atropellados en las
carreteras, provocados generalmente por los excesos de velocidad y la
irresponsabilidad de los conductores al momento de transitar carreteras cercanas
a alguna Área Silvestre Protegida.

Además acciones como las quemas que tanto daño generan a los
ecosistemas principalmente guanacastecos, o las talas ilegales en la Península de
Osa, el desperdicio de agua en muchos de los hogares, o a la indiferencia de la
mayoría de personas ante incidentes o acciones que afecten al medio ambiente es
símbolo de una falta de conciencia y de principios básicos de una educación que
integre al medio ambiente como un elemento vital para nuestra propia
subsistencia.

Acá es donde uno como estudiante de una carrera ambiental puede ir


notando varios comportamientos y acciones cotidianas en otras personas que
pueden ser ejemplo, o bien que demuestran un desconocimiento grave de la
problemática ambiental nacional, aunque bien, a través de los años he adquirido
conocimiento más técnico, y que están ligados a la profesión que escogí, hay otros
que deberían ser de conocimiento básico de todos, sencillos como la separación
de residuos sólidos, el reciclaje, el uso adecuado de los recursos como el agua, la
importancia que tienen los bosques y los animales para mantener una salud
ambiental buena y un sin número de conocimientos que en sana teoría no
demandan de ser un profesional en temáticas ambientales.

En mi opinión, es necesario insertar la educación ambiental que es pilar


vital en la sensibilización y la concientización de las personas, pero desde
tempranas edades a como se hace actualmente con las iniciativas de educación
ambiental de instituciones y ONGs; pero en este punto introducirla directamente
en el sistema de educación pública como una asignatura que enseñe a los niños y
jóvenes de manera íntegra sobre la importancia de desarrollar una conciencia
ambiental, es decir, no solo estar en una charla y desarrollar actividades en
clases, sino incorporarlos a solucionar situaciones y organizarse para que desde
una participación activa con vivencias en sus comunidades, barrios o ciudades
puedan aportar positivamente a la protección del medio ambiente en el que se
desarrollan.

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