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Una vez recuperada la vida democrática en los países latinoamericanos hacia fines

de los setenta y durante toda la década siguiente, se va a producir un rico debate tanto por
parte de historiadores, científicos sociales, doctores en derecho constitucional, politólogos,
acerca de cómo lograr que las instituciones, normativas, organismos gubernamentales, y
demás mecanismos característicos de un Estado de Derecho comiencen a funcionar de
manera regular, hasta que logren consolidar una democracia duradera en el tiempo, que se
desarrolle de una manera estable, transparente y correcta., siendo el poder ejecutivo el
encargado y depositario de la confianza y la soberanía que el pueblo ha delegado en su
persona.

Brasil transita un trípode institucional que desde la década del treinta ha resultado
en destituciones y dificultades para mantener la gobernabilidad: Corporativismo1,
presidencialismo y consociativismo2. El retorno a la democracia presentó desafíos,
dificultando la consolidación de las instituciones democráticas, incluyendo problemas
económicos, inflación, pobreza, corrupción y bajos niveles de crecimiento económico. Los
distintos grupos étnicos, raciales, religiosos etc. no lograron fácilmente pacificar su
antagonismo, “En otros aspectos, la cultura política de estos países no inculco en los
ciudadanos las clases de creencias y valores que pueden respaldar a las instituciones y
prácticas democráticas durante la crisis y aun durante los conflictos ordinarios de la vida
política” (Del, 2011; 42), siendo sus instituciones muy débiles.

Empero, las políticas llevadas a cabo por los llamados estados de excepción, se van
a convertir en una verdadera pesada herencia para los próximos gobiernos, en donde la
presión popular no es fácil de ocultar, produciéndose la renuncia de presidentes elegidos
democráticamente antes de terminar sus mandatos, poniéndose rápidamente en
funcionamiento los diversos engranajes que poseen los estados para evitar caer en la
acefalía y en la anomia social. Así, las nacientes democracias han tenido que sobrevivir con
las políticas liberales, crisis económicas, ajustes, persecución, etc. Sin embargo, han sido
1
En la constitución del Estado Novo en la década del treinta, se formó el corporativismo. Es un mecanismo
para regular los conflictos de la clase trabajadora, siendo los sindicatos, el poder público representante de
los reclamos. La creación del Ministerio del Trabajo logro estabilizar y disciplinar la mano de obra mediante
el reconocimiento de los derechos laborales.
2
Una forma de gobierno que adoptan los sistemas democráticos en sociedades divididas y heterogenea.
Representa a los diversos grupos de persona basado en la religión y etnia. Logra mantener la estabilidad
política para no recurrir a la violencia política.
poseedoras de una gran resistencia, ya que las mismas situaciones se habían repetido en un
pasado y habían sido el detonante para cerrar la etapa democrática.

Antes de introducirnos en los países a analizar, debemos recordar que los procesos
electorales son la columna vertebral de un país democrático ya que en el acto del sufragio-
directo- se conoce la decisión del pueblo sobre a quienes desean delegar la soberanía, es
decir, deciden a quienes desean que los gobiernen. Este sistema electoral está conformado
por un conjunto de mecanismos, reglas y procedimientos a seguir, para que en el desarrollo
electoral, los votos logren convertirse en curules3, entendiéndolo como el actor
seleccionario de personas que van a velar por nuestros intereses y nos van a representar,
adjudicándose los puestos, tanto legislativos como ejecutivos.

Brasil desde la última dictadura militar y comienzo de la década del ochenta, ha


sufrido transformaciones fundamentales con respeto a sus instituciones democráticas. Cabe
mencionar las reformas políticas a la Constitución de 1988, programas para la
estabilización económica, cambio de prácticas públicas que dieron giro al cambio social.
La década del ochenta se restaura la democracia propiamente dicha tras un una dictadura
autoritaria, consolidando las reglas para la gobernabilidad. Brasil a pesar de tener un
régimen poliárquico ha sido gobernado por una elite política y económica resistente al
momento de confrontar la realidad social.

Brasil es un Estado de Derecho que es la síntesis de dos ideas antagónicas:


Constitucionalismo y democracia. La democracia se basa en la soberanía popular mientras
que el constitucionalismo se relaciona con la limitación de poder. La constitución y
jurisdicción son mecanismos, los cuales constituyen derechos inalienables hacia la
ciudadanía bajo la protección de los poderes públicos. La constitución logro transformar el
statu quo autoritario, las acciones públicas y derecho colectivo pasaron a la esfera del Poder
Judicial. El Poder Judicial y Supremo Tribunal Federales fueron el esqueleto de la
constitución de 1988.

3
Sartori, Giovanni (1996): Ingeniería constitucional comparada. México. F.C.E. Segunda parte
Presidencialismo y parlamentarismo Pág. 97 - 176
La constitución de 1988 produjo reformas políticas, uno de dicho orden
constitucional era la reelección del mandatario ejecutivo y se conformaron dos
mecanismos. Por un lado ambas Cámaras hicieron un revisionismo constitucional,
agregando seis enmiendas a la constitución, “El otro mecanismo ,el proceso ordinario de
enmienda, con dos turnos de votación en cada casa legislativa y quórum de tres quintos,
respetando las “cláusulas pétreas”: cambio constitucional, gobernabilidad y reforma
política y el voto directo, secreto, universal y periódico, la separación de los poderes y los
derechos y garantías individuales ,ha sido usado con cierta generosidad y le cabe la
responsabilidad sobre cuarenta y dos enmiendas” (Moraes,2003;3-4), siendo la reforma
más importante.

La Constitución Federal de 1988 sirve como dispositivo para la protección de los


derechos políticos y para la conformación de la ciudadanía, estableciendo la Ley
Fundamental. Esa ley consistía en una democracia participativa e representativa, siendo la
toma de decisiones ejecutada por las autoridades elegidas o los electores (Pueblo). Brasil ha
adoptado un modelo semidirecto de democracia, siendo el plebiscito, referendo e iniciativa
popular, los canales de participación ciudadana. El mecanismo constitucional de
impeachment ha sido resultado de un proceso político, desmoralizando a la democracia.
Tras su transición a la democracia, las instituciones políticas han sido débiles, instituyendo
una democracia no consolidada o poco institucionalizada.

El análisis político de la democracia brasileña se componen con tres elementos


claves: Una distancia entre las normas formales, desempeño de las instituciones políticas-
públicas y elecciones institucionalizadas. La funcionalidad de la formación partidaria
electoral se rectificaron como, la fijación y límites de la participación ciudadana,
organización partidaria, resultados de los procesos electorales y las decisiones que
transmutaron la representación política. La elección directa de gobernador y presidente a
partir de 1982 y 1985 marcaron un giro rotativo en la modificación de la constitución.

Los tres elementos que guían a la democracia brasileña son la protección de la


Libertad, Igualdad de derechos y supremacía de la voluntad popular. La voluntad popular
se basa en el referendo, plebiscito e iniciativa popular. El plebiscito consiste en una
consulta previa al pueblo para aprobar o negar una acta legislativa, el referendo es realizado
después del acta legislativa para que los ciudadanos la ratifiquen o rechazan. La legislación
que regula el referendo y plebiscito tiene que ser aprobada por dos tercios para ser llevada
a consulta popular. La Justicia Electoral se encarga de fijar la fecha tras publicar dicha
cedula o acta legislativa.

La iniciativa popular es presentada a la Cámara de Diputados por una acta escrita


por el uno por ciento del electorado nacional en cinco estados, con no menos de tres
decimos por ciento de los electores de cada estado. Son mecanismos de orden
constitucional que rara vez fueron utilizados, solo tres proyectos de iniciativa popular se
realizaron, como en 1993 y 2005. En 1993, la ciudadanía voto para definir qué tipo de
gobierno quería adoptar, la monarquía constitucional o república y que sistema:
Parlamentarismo o Presidencialismo.

Se realizó un referendo en 2005, el llamado Estatuto del Desarmamiento que


consisto en la consulta popular a la prohibición o no del comercio de armas de fuego y
munición en todo el territorio. En 1993, se introdujo una iniciativa popular para la
constitución de un fondo de viviendas que consistía en subsidiar viviendas para las clases
populares, recién en 2005 se convirtió en ley. El último proyecto hasta la actualidad que
modifico el Código Electoral que anulaba la candidatura del candidato por comprar votos,
siendo una forma de combatir la corrupción electoral. La Cámara de Diputados creo un
comité especial: Comisión de Legislación Participativa.

Entre 1985 y 1988, Brasil tránsito de un periodo de dictadura militar hacia la


democracia, bajo la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, “Este puso en práctica un
conjunto deliberado de políticas orientadadas a que denomino el desmantelamiento de la
Era Vargas” (Dinz, 63; 2004), produciendo una desarticulación del modelo sustitución de
las importaciones. Bajo su mandato, la democracia y la vacilación de un proceso electoral
más libre y competitivo significa para las elites, un juego seguro. Hasta la década del
ochenta, Brasil atravesó por una inestabilidad política, llegando a convertirse en uno de los
países de la tercera ola de democratización. Esta transición implicaba ejecutar reformas
políticas para erradicar todo legado del pasado autoritario, mediante el establecimiento de
sistemas poliárquicos, “Hoy, cumplimos los requisitos mínimos de un sistema democrático,
en el cual el poder es desempeñado por candidatos elegidos en elecciones libres y
regulares, en condiciones de sufragio universal y bajo el principio de garantía mutuas, que
aseguran el acatamiento de los resultados de la contienda electoral” (Dinz, 68; 2004).

La constitución de 1988 plasmo un sistema democrático pluralista y competitivo,


siendo los partidos políticos el pilar de la reforma política. Un sistema electoral
transparente con una fuerte base de Estado de derecho permitió avanzar sobre las relaciones
de poder entre los agentes políticos. Una de las críticas hacia la democracia brasileña es, la
falta de la observación internacional de elecciones, este organismo indica que las elecciones
son una voluntad popular que legitima la soberanía del gobierno. A pesar de eso, “Brasil
desde su sistema federal celebra elecciones nacionales libres y periódicas, elige a sus
representantes populares en ambas cámaras y es consciente del robustecimiento de
algunos personalismos en diferentes regiones del país” (Braga-Chaverri, 2015; 93),
adoptando dimensiones continentales.

El legado de la dictadura autoritaria se vio reflejado al regreso a la democracia, “El


Supremo Tribunal Federal fue alterado en sus capacidades a través de la restitución y el
aumento de sus potestades constitucionales” (Del Rio, 2014; 1181), quedando la estructura
intacta. Con la transición a la democracia, ninguno de los once ministros del STP fue
desplazado o apartado, manteniendo sus puestos en pleno régimen democrático. La
interpretación de dejar el STP intacto consiste en acuerdos políticos entre las elites políticas
militares, negociación en la selección de jueces y una manutención del status quo. De una
forma o la otra, el legado del régimen autoritario quedo plasmado en al aparato
institucional.

Los propios jueces del STP consolidaron la jurisprudencia que constituyo la


continuidad del sistema democrático pero sin embargo, la Ley de Amnistía4 promulgada en
2010 no entablo juicios políticos ni remociones, privilegiando los legados y continuidades
4
Ley aprobada por el gobierno militar en 1979 que absolvió toda responsabilidad jurídica del Estado, los
responsables no serían llevados a juicios políticos debido a la medida de clemencia. Sin embargo, los
culpables fue indultados por: Buena conducta, condición particular del agente(Los que tuvieron sus
derechos políticos suspendidos, miembros de los poderes públicos, miembros del poder ejecutivo y
legislativo y representantes sindicales, etc.). La Ley cubría a los responsables de los crímenes por un periodo
temporal entre 1961 y 1979.
autoritarias, la búsqueda por la verdad y justicia fue perjudicada. Las reformas de las
instituciones públicas eran necesarias en un régimen democrático o justicia transicional. La
justifica transicional no ha logrado renovar y reconstruir el poder judicial. La justicia
transicional emerge como consecuencia de las violaciones sistemáticas de los derechos
humanos.

La Ley de Amnistía dejo afuera aquellos que cometieron o fueron condenados por
secuestro, asalto, crímenes de terrorismo y atentado personal, estando la posibilidad de ser
enjuiciado y encarcelado. En la realidad, ningún militar acusado de fomentar las prácticas
mencionadas anteriormente fue sancionado, “ Por otro lado, la Ley de Amnistía regulo
brevemente la situación de los desaparecidos, al permitir que el cónyuge , cualquier
pariente o el Ministerio Publico, requiriesen la “ Declaración de ausencia” de la persona
que, envuelta en actividades políticas, este desaparecida de su domicilio, sin que ella se
tenga noticias por más de un año”(Mavila,1996;10), la falta de explicaciones de las
circunstancias de las muertes o secuestros.

La Ley fue un instrumento para la reconciliación Nacional y seguridad interna al


momento del regreso a la democracia. Las desapariciones forzadas, secuestro, tortura, etc.
fueron cometidas para la supuesta seguridad de la república, en sí, no juzgando a los
culpables. Los gobiernos de turno fracasaron en convertir al Poder Judicial en un organismo
independiente, siendo una demuestra de la fragilidad democrática de las instituciones. Las
familias de los perpetuados concibieron una institución de orden jurídico: Habeas Corpus5,
llegando a la conclusión que el Estado era el responsable.

La impunidad es de hecho o derecho, el primer ejemplo sucede cuando el Poder


Judicial no tiene las condiciones necesarias para juzgar a las violaciones debido a la falta de
colaboración de las autoridades para brindar información. La impunidad de derecho
consiste en que las autoridades politicen utilizan estrategias como la inmunidad, amnistías,
indultos o prescripción de delitos, siendo el contexto político que determina las acciones
jurídicas. La falta de canales jurídicos fortaleció la Ley Amnistía, quedando todos los
reclamos en la nada.

5
Un derecho constitucional que todo ciudadano detenido posee para comparecer ante los jueces que
determinan si el arresto es ilegal o legal.
La justicia transicional posee cuatro funciones: Búsqueda de verdad y justicia,
reparación a las víctimas, construcción de la memoria, reformas en las instituciones
políticas y el restablecimiento de igualdad de los ciudadanos antes la ley. El Supremo
Tribunal quedo enterrado del rol institucional jurídico que debería tener, apartándose del
Estado de Derecho. La reparación y búsqueda de verdad se convirtieron en el eje
fundamental de las reconciliaciones pero sin punición. El presidente Cardoso logro
convertir en ley: Comisión Especial de Reconocimiento de muertos y desaparecidos
políticos, siendo el Estado brasileño, el responsable de la represión política.

La Ley de Amnistía no fue revisada y ningún militar político fue juzgado, siendo
una ley muy criticada por las familias de las víctimas. El Estado rechazo dar información
desclasificada, se trata de una política de olvido e impunidad. El Alto Tribunal y Poder
Judicial no participaron activamente contra la punición, siendo el derecho de igualdad de
los ciudadanos ignorado, “Por un lado, el Supremo Tribunal redujo su jurisdicción, lo que
evito la revisión legislativo preconstitucional, por el otro a ser accionado, el Alto Tribunal
convalidaba la Ley de Amnistía y rechazaba su revisión” (Del Rio, 2014; 1184), generando
descontento y frustración hacia la ciudadanía.

El gobierno de Lula Da Silva aprobó varios decretos para retomar el Programa


Nacional De Derechos Humanos de la Presidencia de la Republica y revisar la controversia
ley de Amnistía. En 2011, bajo la presidencia de Rousseff, se creó la Comisión de la
verdad, siendo un paso más para la construcción de la memoria. Brasil desde la vuelta a la
democracia ha endurado un dilema: La reparación de las violaciones de los derechos
humanos perpetuada por el régimen cívico-militar, “Reconocer que la construcción
postconflicto y la construcción de un verdadero Estado de Derecho no pueden hacerse en
base al olvido, a la ausencia de memoria y sobre la impunidad” (Mezarobba, 2007; 177) y
garantías jurídicas para el futuro.

La Constitución de 1988 reforzó los mecanismos de defensa de los derechos


ciudadanos, introduciendo medidas de recompensación económica a las víctimas y sus
familias. El STF esquivo todo intento de revisar las demandas de las víctimas,
protegiéndose bajo la Ley Amnistía, siendo una violación de la democracia. La orden de
Abogados interpuso una demanda ante el STF para cuestionar la Ley Amnistía,
encontrando oposición entre los jueces y miembros de ambas cámaras. Las organizaciones
de derechos humanos nacionales e internacionales repudiaron esas medidas hasta que la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos decidió toma la investigación de una
víctima en 2009.

De acuerdo a la Comisión, el Estado brasileño fracaso en hacer cumplir


obligaciones de derecho a la integridad y derecho de la vida. Para 2010, el Estado fue
declarado responsable por las desapariciones por 62 personas en la región, Rio Araguia y
obligado a investigar penalmente los sucesos. El Estado brasileño violo el derecho de
acceso a la información, siendo reglamentario responder a las presiones internacionales por
la incompatibilidad de la decisión del STF de reexaminar la Ley Amnistía. La Constitución
de 1988 otorgo más funciones al STF, ubicándolo en una posición privilegiada para la
reconstitución del orden político.

Se han presentado condiciones democráticas para realizar elecciones libres, siendo


el traslape de un régimen autoritario a uno democrático, el eje de la historia política
brasileña. Cabe mencionar al pasado autoritario como consecuencia del presente, siendo en
la década del treinta bajo Gertulio Vargas6, que se organizó y controlo el proceso electoral.
Esa disposición política fue retomada en la década del ochenta con la Constitución Federal
que mantuvo la estructura federal, sistema presidencial, un congreso bicameral, y por
supuesto la continuación de las listas abiertas. Tras esas reformas, la extensión de la
ciudadanía electoral abarco a los analfabetos y jóvenes a partir de los 16 años.

Tras la reforma partidaria, se fueron componiendo una variedad de partidos


políticos, como el Partido De los Trabajadores(PT), Partido Democrático Trabajador(
PDT), Partido Trabajador Brasileño ( PTB) y el Partido Popular, todos de origen izquierda,
antes marginados del ámbito político. La enmienda constitucional amplio la organización

6
Presidente por cuatro veces, padre del Estado Novo que dio base a una industrialización por sustitución de
importaciones y reformas al sistema electoral, como la lista abierta y voto secreto y obligatorio. El Partido
Democrático Laborista y Partido Laborista Brasileño, han sido su herencia política en la actualidad.
partidaria para incluir a los partidos socialistas y comunistas, “ El sistema partidario inicial
se caracterizaba, según Braga(2006), por partidos que ostentaban perfiles diferenciados,
expresando posiciones político- programáticas definidas en el espectro ideológico, dotados
de recursos políticos y organizaciones muy desiguales para ser utilizadas en la disputa
política”( Braga-Chaverri,2015,96), siendo el PTB de la derecha y PT de la izquierda con
disposición política.

Los partidos políticos son el soporte de un gobierno que garantiza la expresión de


los intereses de la sociedad., para constituir un partido político, se necesita ganar votos en
las elecciones de los sectores que representan, “Los partidos políticos solamente pueden
existir cuando las comunidades han alcanzado ya un grado de organización o socialización
de alta complejidad” (Weber, 1922; 228), debido a que la creación de un partido político
reside en la desigualdad social. La democracia es pluralidad política que determina el tipo
de régimen, constituyendo una estructura organizativa que está constituido por los distintos
partidos políticos.

Los partidos políticos disponen de autonomía para definir su estructura y


organización interna, acompañados por mecanismos de control. La gran mayoría de los
recursos económicos provenían de donaciones privadas llegando a consolidarse como la
única fuente de aportes a los partidos políticos, habiendo que limitar los aportes a las
campañas políticas. El gobierno creo el Fondo Partidario con el objetivo de ser la principal
fuente de distribución financiera a la política, dando ninguna alternativa a los partidos
políticos, que seguir recurriendo a empresas privadas, “El criterio de repartición de los
recursos se basa en la fuerza parlamentaria, favoreciendo a los partidos con mayor
representación en la Cámara de Diputados” (Braga-Chaverri, 2015,103), quedándose con
el 95 por ciento de los recursos públicos.

La distribución de recursos públicos ha generado un espacio político desequilibrado


entre los partidos políticos que buscan competir en esas elecciones libres. El acceso a los
medios de comunicación es propiciada por la propaganda partidaria institucional, siendo la
legislación electoral la que prohíbe la compra de espacios en los medios, sea por partidos o
candidatos. Mediante la representación partidaria, el Estado distribuye el tiempo adquirido
entre los partidos políticos y coaliciones para las campañas electorales, siendo el tercio de
tiempo distribuido igualmente entre todos los partidos. El resto del tiempo se divide
proporcionalmente de acuerdo al número de bancadas de los partidos políticos en la
Cámara de Diputados.

Los partidos políticos de la Republica Brasileña difieren en la ideología,


organización, cohesión, grado de disciplina y relación con la sociedad y Estado. Los
partidos políticos se dividen y agrupan en partidos programáticos y disciplinados, partidos
con disciplina y compromisos programáticos y partidos con mala organización y
compromiso programático bastante débil, siendo la izquierda con el PT, PPS y PC los más
disciplinados y fuertes vínculos con el mundo sindical. No es caso de mencionar, el
constante cambio de los políticos a otros partidos para acceder a beneficios o porque sus
propuestas políticas tienen mejor chance de ser aceptadas, “En primer lugar, muchos
políticos obtienen votos en base a su capacidad para entregar recursos públicos a sus
distritos electorales y el acceso a los recursos del Estado será más fácil si se unen al partido
que ejerce el cargo” (Mainwaring, 1995; 308), siendo más fácil unirse al oficialismo por
conveniencia.

Brasil es uno de los países que sus políticos gozan de una autonomía en relación a
su partido político, estando muy lejos de vincularse con la sociedad. La baja participación
de los partidos políticos en la sociedad se debió a la alta volatilidad electoral en la década
del ochenta, las lealtades hacia los partidos se volvieron débiles debido a que las campañas
políticas son individuales. La sociedad no se identificar con una posición partidaria,
disminuyendo desde 1985, previo a la década del ochenta, que se votaba a favor o contra la
dictadura. Sin embargo, el multipartidismo significo un retorno a opciones extra
plebiscitarias, siendo las elecciones muy personalizadas y menos partidaria. La sociedad en
conjunto ha perdido la confianza, eso explica que las instituciones electorales han sido
incapaces de apelar al pueblo.
Brasil ha adoptado un sistema presidencial, puesto en el poder ejecutivo con amplio
poder para elegir los miembros del gabinete y administración. Por sufragio universal, el
presidente es elegido por un mandato de 5 años, prohibiéndose la reelección para el periodo
siguiente .La elección del cargo se realiza 90 días antes del término del mandato
presidencial vigente. Sin embargo, este sistema presidencial presenta paradojas al ser muy
rígido debido a que impide la estabilidad e incertidumbre, “El cargo de presidente es por
naturaleza bidimensional y, en cierto sentido, ambiguo, por un lado, el presidente es el jefe
de Estado y el representante de toda la nación: por otro lado, representa una opción
política claramente partidaria” (Linz, 2004; 112), teniendo mayoría en las dos cámaras u
oposición.

La organización federal de la Republica posee articulación en ambas Cámaras, los


recursos públicos son negociados directamente entre el poder ejecutivo y los gobernadores
En Brasil, donde existe una gran desigualdad regional entre el norte y sur, el aspecto
político y social del poder legislativo es distinto que detiene el poder ejecutivo. Las
prácticas democráticas bajo el sistema presidencial poseen un instrumento constitucional:
La impugnación, ese medio legal preestablecido en la constitución brasileña indican: I.
Diputados y Senadores o miembros del congreso pueden ser procesados sin previa licencia
de su cámara. II. Diputados y Senador serán sometidos a juicio ante el Supremo Tribunal
Federal. III. Las inmunidades de Diputados y Senadores subsistirán únicamente mediante
el voto de dos tercios de miembros de la Cámara.

La Democracia Brasileña ha visto la destitución o impeachment de dos presidentes:


Fernando Collor y Dilma Rousseff. El poder legal constitucional de impeachment ha sido
utilizado para interrumpir el mandato de los presidentes elegidos democráticamente,
distintos medios de mecanismos se encargan de las sucesiones presidenciales sin quebrar el
sistema presidencial. En los dos casos mencionados anteriormente, las caídas presidenciales
ocurrió con la generación de manifestaciones en la calle, “Es que estas salidas anticipadas
de presidentes se dieron en el marco de presidencialismos de todos los tipos y colores
(distintos sistemas partidarios, diferentes poderes presidenciales de acuerdo a cada una de
las constituciones, etc.) y en contextos diferentes” (Fraschini –Tereschuk, 2015; 49), y la
coyuntura histórica.
Brasil al momento de transitar hacia la democracia hasta principios del siglo XXI,
los partidos políticos tradicionales vieron su espacio político disputado por el Partido de los
trabajadores con él la elección de Lula Da Silva. Muchos de los votantes estaban
descontentos con el modelo neoliberal puesto en práctica en la década del noventa,
incluyendo a la clase empresarial y media. Sin embargo, el gobierno de origen izquierda
estuvo marcado por cambios y continuidades. Los antecedentes socio políticos en el
gobierno del PT marcaron un desafío para la democracia brasileña que resultaría en la
destitución de Dilma Rousseff., agravando aún más la crisis institucional.

Existe una clausura en la enmienda de la constitución brasileña: Impeachment o


destitución, siendo un medio legal para sacar a un presidente. Los artículos 85 y 86 de la
constitución poseen las conductas que posibilitan dividir el juicio de impeachment en dos:
Delitos de responsabilidad y delitos comunes. Los delitos de responsabilidad son cometidos
por algún agente político en razón del cargo político que ocupa, mientras que los delitos
comunes son cometidos por el jefe de Estado o presidente durante su mandato, “ La
presentación de la demanda , prerrogativa de cualquier ciudadano según lo dispuesto en
el artículo 14 del antedicho cuerpo legal, se realiza ante el Presidente de la Cámara, que
examinara su contenido y evaluara la pertinencia o no de los argumentos presentados: es
decir, la tripicidad de la conducta y la consistencia de los fundamentos de derecho”( Abad,
2017;3), quedando a disposición del congreso.

El impeachment propiamente dicho, apareció en los papeles, The Federalist de


Alexander Hamilton a favor de un juicio político. El impeachment es un mecanismo de
control político institucional o de servicio de la comunidad institucional, la permanencia del
presidente seria un riesgo para el funcionamiento democrático. Los factores que determinan
el impeachment son: Sistema de Partido Político, Normas constitucionales, contexto actual
y la relación del presidente con ambas Cámaras, “El rendimiento del juicio político se
vincula, al menos, con dos aspectos: La estructura institucional y la dinámica política”
(Serrafero, 1996; 311), de acuerdo al diseño político de cada país.
Con la aprobación de dos tercios de los miembros de congreso, se pide la
posibilidad de impeachment, se suspende al presidente de sus ejercicios políticos por 180
días. Dilma Rousseff no estuvo en prisión preventiva o temporal, se da una inmunidad
temporal al presidente de la responsabilidad penal, “ Una vez nombrado el Ministerio
encargado de verificar la pertinencia en Derecho de la denuncia, la hará llegar a manos
del Procurador General de la Republica, quien repetirá el análisis de idoneidad de la
demanda y, llegado el caso, la enviara a la CD bajo el parámetro homólogo de los
crimines de responsabilidad: su aprobación por mayoría de los dos tercios en votación
publica nominal”( Abad,2017;6), y después enviada al Alto Tribunal.

El primer caso de impeachment de la Republica brasileña fue el de Fernando Collor,


presidente durante 1990-1992, siendo la primera elección desde la transición a la
democracia. Se estrenó el mecanismo de doble vuelta electoral, dando victoria a Collor que
representaba el Partido de la Reconstrucción Nacional, “ El discurso del que se valió el ex
presidente fue el apropiado para quien prefirió presentarse como una suerte de “anti
político” basando su prédica en la critica a los partidos y a los políticos, la lucha contra la
inflación y la corrupción, y levanto además la bandera de la modernización de las
estructuras socioeconómicas del país”( Serrafero,2013;3115), siendo su elección
influenciada por el famoso Homo Videns.

A pesar de ser el anti político, su gobierno no pudo combatir los problemas sociales
y económicos, los puestos políticos fueron ocupados por miembros de los Partidos Políticos
tradicionales. Existieron dos denuncias hacia Collor: Una relacionada a delitos financieros,
con cuentas bancarias en el exterior y la otra con la corrupción. La Comisión Parlamentaria
investigo cheques y declaraciones de rentas llegando a la conclusión de crimines de
responsabilidad e ilícitos penales, causando descontento de la ciudadanía. Con 441 votos a
favor en la Cámara de Diputados, el presidente fue suspendido de sus funciones, estando en
el mandato, 88 días.

La falta de un control parlamentario y la fragilidad de los Partidos Políticos


significo el aislamiento de Collor, quedando sin apoyo político. No es casualidadad que
meses después mediante un plebiscito, la ciudadanía votará a favor de un gobierno
monárquico o presidencial, obteniendo el ultima, la mayoría de votos. Collor ha visto su
destitución como una conspiración o complot contra la democracia, impidiendo reconocer
la legalidad de los procedimientos para el impeachment. El contexto de destitución fue
llevado a cabo por ambas Cámaras que trabajaron con independencia de acuerdo a la
separación de los poderes del sistema presidencial.

La presidencia de Collor se la puede categorizar, como delegativa. Una manera de


concebir al poder político con opiniones de la ciudadanía brasileña, siendo elegido por
elecciones limpias y libres. Collor logro que su presidencia delegativa sea movimentista,
expresión de varios Partidos Políticos de origen derecha, “Finalmente, para que la crisis
desemboque en una democracia delegativa, también hace falta que aparezca un líder que
se ofrece como quien puede y sabe cómo resolverla, y en base a ello gane
elecciones”(O’Donnell, 2011; 5), fracasando en todas las políticas económicas-sociales
llevadas a cabo.

No se puede decir que el impeachment sea considerado un Golpe de Estado


representado por las instituciones democráticas, se destituyo a un presidente elegido por
elecciones libres con 54 millones de votos. Existe una hipótesis que la destitución de
Rousseff fue para frenar el Estado De Bienestar debido a que los políticos que votaron
contra provenían de Partidos Políticos Conservadores opuestos a las políticas
implementadas por el PT para disminuir la desigualdad social y económica. No es
casualidad que el presidente actual esté relacionado al caso de corrupción más escandaloso
de la historia brasileña.

Políticos están involucrado en la red fraudulenta de Operación Lava Autos mediante


el lavado de dinero, sobornos, desvió de recursos y mal utilización de recursos públicos,
siendo la empresa constructora, Odebrecht la máquina de la corrupción. El caso ha sido
manejado por el Juez, Sergio Moro de Curitiba, surgiendo en 2014. La operación Lava Jato
surgió de una requisa en una gasolinera en busca de un contador que desviaba recursos del
director de Petrobras, Paulo Costa. Entre 12 senadores y 22 diputados han sido investigados
por la Corte Suprema, llevando al arresto de los intocables de la política, entre el ex
presidente, Lula Da Silva, José Dirceu, diputado del PT, Antonio Palocci, ex Ministro de
Hacienda de Lula y jefe de gabinete de Rousseff.

Las denuncias hacia Rousseff provinieron por Helio Bicudo, fundador del PT y
miembros del PSBE (Partido Político), siendo los argumentos a favor del impeachment
muy débiles y falta de evidencia. Se la acusaba del incumplimiento en las obligaciones
fiscales del artículo 36, que establecía la Ley Presupuestaria y Ley de responsabilidad
fiscal, supuestamente por manipular el déficit público mediante la transferencia de dinero
del Banco Estatal al Banco de Brasil en 2015. Los argumentos carecían de base para la
destitución pero ocurrió igual, 55 votos a favor y 22 en contra, siendo Michel Temer que
ocupe el cargo de presidente. Rousseff cometió errores en su gestión pero nunca cometió un
delito de responsabilidad, lo más sorprendente que los senadores que votaron a favor del
impeachment tenían procesos pendientes o condenas judiciales, relacionado a la operación
Lava Autos.

Eduardo Cunha, del Partido Ultraconservador (PMDB), arquitecto detrás del


impeachment de Rouseff y 8 ministros de Temer fueron puestos en prisión preventiva. Lula
Da Silva según las investigaciones recibió un apartamento lujoso de la constructora OAS,
empresa relacionada Petrobras, siendo una forma de sobornar con un millón de Euros y
obstrucción de justicia al ex director. En retorno, la empresa iba recibir contratos con el
gobierno del PT, siendo muy difícil de comprobar pero termino encarcelado por doce años,
sin embargo, no impidió su candidatura para la elección presidencial de 2018.

Bibliografía:

BBC Mundo: Brasil mantiene su Ley De Amnistía, fecha: 30 Abril 2010.


https://www.bbc.com/mundo/america_latina/2010/04/100429_2246_brasil_amnistia_corte_
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