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CARATULA
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INDICE

ACCIONES CAMBIARIAS (RESUMEN)………………………………………………..…03

1. Definición………………………………………………………………………………..…05

2. Naturaleza………………………………………………….………………………………05

3. Antecedentes………………………………………………...……………………………05

4. La acción en el derecho…………………………………………………………………06

5. Objeto de la acción cambiaria………………………….………………………………08

6. La relación causal y el título valor….…………………………………………………10

7. Sujetos de las Acciones Cambiarias…………………………….……………………16

8. Marco Legal……………………………………………….………………………………16

9. Directa, de regreso y de ulterior regreso………………….…………………………20

10. Requisitos para ejecutar las acciones cambiarías…………………….…………22

11. Pagos que pueden reclamarse…………………………….…………………………24

12. Improcedencia de la acción cambiaría entre sí………………….………………..24

13. Acción Alternativa………………………………..………….…………………………24

14. Ejercicio de las acciones cambiarías…………………….…………………………26

15. Plazos de Prescripción de las Acciones Cambiarías………………….…………28

16. Prescripción de las acciones cambiarías de Títulos prorrogados y renovados

………………….………………………………………………………………………………29

17. Caducidad del plazo de suspensión de pago………………….……….…………31

18. Prescripción de la acción de enriquecimiento sin causa………………….…33

19. Caducidad y Prescripción de la acción causal………………..……….…………33

RECOMENDACIONES………..…………………………….………………………………35

CONCLUSIONES…………………………………………….………………………………36

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………….………………………………37
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ACCIONES CAMBIARIAS

Las acciones cambiarias en el derecho comercial se consideran como un atributo, la


facultad de impulsar la actividad jurisdiccional. Es la que asiste al tenedor legítimo de un
título de crédito para que pueda cobrar su importe junto con sus intereses y gastos
propios de cada título.

Esto se expresa en el Decreto con la Ley de Títulos Valores 14.701, que data desde
1977, en donde se le da el nombre de Acciones Cambiarias y se especifica su
funcionamiento legal.

En la naturaleza de las acciones cambiarias, se origina cuando existe inicialmente un


nexo de relación cambiara, un vehículo jurídico que se presentará por parte de uno de
los sujetos (tenedor, poseedor o endosatario) como un derecho, y por parte del otro u
otros sujetos (librado, aceptante, o sus avalistas) como un deber.

En las acciones cambiarias existen tres tipos de sujetos: Un sujeto activo, que está
representado por el tenedor, el poseedor o el endosatario. El sujeto pasivo quién vendría
a ser el obligado, el avalista o el endosante anterior. Y por último; el órgano
jurisdiccional, quién sería el juez del ramo civil.

Dentro del marco legal, las acciones cambiarias están reguladas ordenadamente La Ley
de Títulos Valores, desde el artículo 90° hasta el artículo 100°, en la sección séptima
con el título “DE LAS ACCIONES CAMBIARIAS DERIVADAS DE LOS TÍTULOS
VALORES”.

En el artículo 90 se refiere a las acciones directa, de regreso y ulterior de regreso, La


acción directa procede si no fue pagado o fue pagado en forma parcial, en este caso, la
acción puede ejercitarse contra el obligado y/o el garante, en la acción de regreso, se
procede para el pago del título valor no atendido al vencimiento, este puede plantearse
contra los endosantes, los garantes y demás obligados del título distintos al obligado
principal y/o garantes de estos. En la acción de ulterior regreso, en este tipo de acción,
puede ser que uno de los obligados incluidos en la acción cambiaria de regreso cumpla
con el pago del título, en este caso puede repetir el derecho contra los demás obligados
que hayan intervenido antes que él ejercitando la acción de ulterior regreso. Asimismo,
quién mediante esta acción tuvo que cancelar la obligación, puede iniciar las acciones
del caso mediante esta vía, contra los obligados anteriores a él.

Para el ejercicio de las acciones cambiarias directa, de regreso y de ulterior regreso, se


requiere que cumpla ciertos requisitos.
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- Si se trata de un título sujeto a protesto: que el mismo se haya verificado.


- Si se trata de un título sujeto a formalidad sustitutoria: haber logrado la
constancia de falta de cumplimiento de la obligación;
- Si se trata de un título no sujeto, bien sea porque la ley determina que no lo
requiere o se ha hecho uso de la cláusula sin protesto: la tenencia cuyo plazo
está vencido o resulte exigible; y
- Si se trata de un título con representación en cuenta: la constancia de inscripción
y titularidad, la que es emitida por la correspondiente institución de
Compensación y liquidación de Valores, (art. 91.1). Es conveniente precisar que
de acuerdo a lo indicado en este artículo, no se requerí de protesto en el caso
de los valores representados por anotaciones en cuenta, basta que se emita la
constancia mencionando su falta de cancelación.

En el objeto de la acción cambiaria, expresada en el artículo 92 como “Pagos que


pueden reclamarse”, a través de la acción cambiaria se puede reclamar el pago del valor
estipulado en el título, o en caso de aceptación o pago parcial el pago de la parte no
aceptada o de la parte no pagada.

En los efectos de la solidaridad cambiaria entre obligados del artículo 93°, se relaciona
con lo establecido en el artículo 11. Ambos se refieren a la solidaridad cambiaria desde
un doble punto de vista: el de las relaciones de los obligados frente al tenedor del título
y el de las relaciones de estos obligados entre sí.

La relación causal y el título valor como “acciones alternativas” nos explica que todo
título de valor se emite obedeciendo a una motivación o causa generatriz, es decir,
conciernen propiamente a los títulos de valores crediticios, como el título de cambio, el
pagaré y el cheque, en los que la relación causal no se revela del tenor del documento.

Las acciones cambiarias, derivadas de los títulos valores, prescriben a los tres años a
partir de la fecha de su vencimiento, es decir cuando se trata de la acción directa contra
el obligado principal y/o sus garantes. En cambio, prescribe al año, a partir de su fecha
de vencimiento, la acción de regreso contra los obligados solidarios y/o garantes de
éstos. Por último, la acción de ulterior regreso prescribe a los seis meses contados a
partir de la fecha de efectuado el pago en vía de regreso.

En la caducidad y prescripción de las acciones cambiarias de títulos de valores, durante


el transcurso del desarrollo de ambos títulos, se expresa que la caducidad es un plazo
que existiendo queda fuera de la voluntad de las partes, que corre contra el acreedor,
incluso cuando se ha encontrado en la imposibilidad de demandar. El plazo es de orden
público y viene como una sanción rápida e imperiosa, resultando automática. La
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prescripción es una institución capaz de poderse suspender o interrumpir, pero no se


extingue ipso iure, sino que ella concede al demandado la excepción de cosa prescrita
para realizar cualquier acción; surte efectos a instancia de parte y no de oficio,
ocurriendo lo contrario con la caducidad, que funciona de pleno derecho y puede ser
deducida por oficio por el juez.

Concluimos diciendo que, para que exista la acción cambiaria, es necesario que exista
un vínculo de relación cambiara, Una vez que nace ese derecho y ese deberpor medio
de la creación de un título de crédito, y una vez caducado el plazo es así como a través
de la acción cambiaria se impone el cumplimiento forzoso. Dícese cambiaría la acción
que asiste al tenedor legítimo de la letra de cambio, del cheque o del pagaré para cobrar
su importe, intereses y ciertos gastos, de los obligados según el título.

1. DEFINICIÓN

La acción es la facultad de impulsar la actividad jurisdiccional, el Juzgador deberá


resolver la pretensión que integra la demanda o escrito jurídico que sea presentado. La
acción es una forma de hacer valer la pretensión.

La acción es la que le asiste al tenedor legítimo de un título de crédito para que pueda
cobrar su importe junto con sus intereses y gastos propios de cada título.

La acción cambiaria es un derecho que asiste única y exclusivamente al poseedor o


sujeto activo de un título de crédito para perseguir por la vía judicial el cumplimiento de
la obligación contenida en el título a través de un proceso de ejecución, cuando el plazo
de la obligación ha vencido.

2. LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA ACCIÓN CAMBIARIA

Para que se dé la acción cambiaria, es necesario que exista inicialmente un nexo de


relación cambiara, un vehículo jurídico que se presentará por parte de uno de los sujetos
(tenedor, poseedor o endosatario) como un derecho, y por parte del otro u otros sujetos
(librado, aceptante, o sus avalistas) como un deber. Una vez nace ese derecho y ese
deber a través de la creación de un título de crédito, y una vez vencido el plazo es como
a través de la acción cambiaria se impone el cumplimiento forzoso.

3. ANTECEDENTES

El concepto de Acciones Cambiarias, se deriva del concepto de derecho cambiario, ya


que surge del derecho que tiene un tenedor de un título valor a exigir la prestación de la
suma de dinero estipulada en el documento que posee. Esto se expresa as en Decreto
6

Ley de Títulos Valores 14.701, que data desde 1977, en donde se le da el nombre de
Acciones Cambiarias y se especifica su funcionamiento legal.

4. LA ACCIÓN EN EL DERECHO

Variadas acepciones tiene la palabra Acción en el campo del derecho. La doctrina


clásica la consideraba como un atributo, un poder derivado y accesorio del derecho
subjetivo, o como el medio de hacerlo valer en juicio.. La acción vendría a ser, el derecho
en movimiento, puesto en ejercicio con motivo de una lesión o desconocimiento.

Esta teoría, que tuvo mucho tiempo de vigencia, fue objetada aduciéndose la existencia
de derechos sin acción, como ocurre tratándose de las obligaciones naturales, así como
las acciones sin derecho, como sucede en los casos en que los tribunales las declaran
infundadas o improcedentes.

Ante el desprestigio de la escuela clásica, surge la teoría moderna, cuya elaboración


comienza en el siglo xix y llega hasta nuestros días con el aporte de los más destacados
procesalistas alemanes, austriacos e italianos, que consideran la acción como una
facultad autónoma e independiente del derecho sustancial.

Dentro de esta nueva corriente aparecen dos tendencias:

a) La que afirma que la acción implica la existencia de ciertos requisitos y debe


conducir necesariamente a una sentencia estimatoria; que la simple facultad de
provocar la actuación de los órganos jurisdiccionales no es acción , de manera
que sólo hay acción en el supuesto de que la demanda sea fundada;
b) La que afirma que tanto la sentencia que admite la demanda, como la que la
rechaza corresponden a la naturaleza del derecho de acción. Esto explicaría por
qué cualquier sujeto puede requerir el pronunciamiento de los jueces acerca de
una determinada pretensión, bien sea que esta concuerde o no con el derecho
sustancial. De este modo, la acción sería un derecho subjetivo público frente al
Estado, encaminado a lograr la actividad jurisdiccional en orden a obtener la
realización de un interés amparado por el ordenamiento jurídico.

La acción cambiaria nace del título valor mismo, como consecuencia de la obligación
que contrae cada uno de los que ponen en ella su firma, sea como emitente, endosante,
garante o aceptante, este último – en el caso del título de cambio- comprendiendo no
solo al girado que acepto, somp también, en su caso, al interviniente en la aceptación y
al indicado que aceptó el título en cumplimiento de la mención hecha en el documento.
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Por otra parte la acción cambiaria confiere al portador del título de cambio que ha
conservado sus derechos por el cumplimiento de los deberes que le impone la Ley:
presentación a la aceptación y al pago, protesto por falta de aceptación o de pago y
aviso del protesto; y es también la que pueden ejercer los endosantes y sus avalistas
para reembolsarse del importe del título que hubiesen pagado y la que compete, al
mismo fin, al que intervino en el pago de una letra protestada por no haber sido pagada
a su vencimiento.

La obligación del obligado principal y de su garante es ineludible, salvo que acrediten


ña nulidad del título mismo. No podrán excusar su responsabilidad aduciendo falta de
provisión de fondos, en particular en el caso de la letra de cambio, pues la aceptación
que requiere un acto incondicional constituye al girado – aceptante en el primer y más
inmediato obligado al pago de la letra. De este modo, el girador pasa a ser responsable
de segundo término.

Siendo el aceptante el obligado principal y quedando obligado el avalista en los mismo


términos que el avalado (art.59°.1), resulta explicable lo dispuesto por el artículo 90°.1
de la Ley.

Como puede advertirse, la Ley separa y distingue la acción cambiaria directa y la de


regreso, pues les dedica distintos numerales.

Esta sistematización resulta conveniente, dado que son distintos los obligados en razón
de una y otra acción, y son diferentes las normas que regulan su ejercicio. Asimismo,
se elimina la duda respecto a la posición jurídica que corresponde a los obligados
cambiarios, especialmente el avalista del aceptante y el emitente; y sobre todo respecto
a este último, en el caso de la letra de cambio, al que un sector de la doctrina considera
obligado directo en caso de no haberse logrado la aceptación por el girado, tal como se
deduce de lo dispuesto en el art. 90°1 al referirse al obligado principal.

Se observa la sistematización en los arts. 90° inciso 1 y 90° Inciso 2, al tratar el primero
la acción cambiaria directa y el segundo la acción cambiaria de regreso, en ambas
señalando contra quienes puede dirigirse.1

1
Ulises Montoya Manfredi. (2012). COMENTARIOS A LA LEY DE TÍTULOS VALORES. Lima:
Moreno S.A. p. 130-133.
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5. OBJETO DE LA ACCION CAMBIARIA


5.1. Reembolso de los pagos en la acción directa y de regreso

El objeto de la acción cambiaria, tanto directa como de regreso, concierne al contenido


de dicha acción, es decir, aquello que el tenedor puede reclamar de la persona contra
quien la ejerce.

El derecho declarado en el art. 92° concierne tanto a la acción cambiaria directa, la


acción cambiaria de regreso y la de ulterior regreso. En el caso de la letra de cambio, el
art. 127°.3 en su segundo apartado dispone que a falta de pago, el tenedor, aun cuando
sea el girador, tiene contra la aceptante acción cambiaria directa por todo lo que pueda
exigirse, conforme a lo dispuesto en el art. 92°.

Si la acción directa no se ejercita por un obligado que reclama en vía de ulterior regreso,
el pago que efectuó tendrá por objeto las cantidades mencionadas en el art. 92°.2, es
decir, que difiere en cuanto a los intereses, por ser estos los devengados desde que
efectuó el pago y no desde la fecha de su vencimiento.

Si el endosante, antes de dirigirse contra el obligado principal, hubiese accionado en via


de regreso contra cualquiera de los codeudores sin resultado, tendría derecho a que se
paguen los pagos en que ha incurrido, así como los originados por la injusta negativa
del deudor a pagar el título al vencimiento.

El Artículo 92° Inciso alude al derecho del tenedor para reclamar del obligado. Los
obligados son aquellos que antecedieron en la tenencia del título que efectuó el pago,
es decir, los anteriores endosantes, el librador, los respectivos avalistas, es decir,
aquellos que garantizaron, al tenedor que pago, la existencia del crédito y la solvencia
del deudor. No podría, en consecuencia, reputarse como obligados a quienes hubieran
recibido el título por endoso ir el tenedor que pagó, ya que este es garante de los
posteriores endosantes. Esta figura podría presentarse en el caso de que el tenedor lo
hubiera recibido el título de mérito de endoso, que el a su vez, endosado y lo hubiera
vuelto a recibir por endoso. En este caso, habría endosante y endosatario intermedio
entre el primer endoso a favor del tenedor que pago y el segundo endoso. Como dicho
tenedor resultaría garante de quienes aparecen en el titulo después del endoso
efectuado por él, el pago que efectuarse seria liberatorio para los endosantes
posteriores, contra los que no tendría reclamación que formular en concepto de
reembolso. En cambio, podría plantear la acción contra los anteriormente obligados.

En este sentido el art. 92°.1 hace referencia, en primer término, al importe del título no
aceptado o no pagado, y/o los derechos patrimoniales representados por el título valor
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a la fecha de su vencimiento. Esto significa, que la ley considera necesariamente los


casos de falta de aceptación o de falta de pago.

La acción directa puede hacerse valer, desde luego, por el girador, si es el tenedor de
la letra, contra el aceptante, en virtud de que, por la aceptación, este ha asumido la
obligación de pagar la cambial. Así está expresamente establecido en el art. 127°.3 de
la Ley. De esta manera, es de destacar que el mencionado dispositivo no solo regula el
contenido de la acción regresiva, sino también el de la acción directa.

El contenido del derecho está integrada por:

a) El importe y/o los derechos patrimoniales, representada en el titulo valor a


la fecha de su vencimiento, que será el caso de aceptación parcial o pago
parcial. En el primer caso (aceptación parcial) puede ejercerse la acción antes
del vencimiento, pero solo por el saldo. En el segundo caso (pago parcial) solo
podrá reclamarse por la suma insatisfecha.
b) Los intereses compensatorios más los intereses moratorios; los primeros
corren desde la fecha de emisión del título hasta la fecha de vencimiento de la
obligación; en tanto que los moratorios corren desde la fecha de vencimiento
hasta la fecha de pago. Es conveniente tener presente que en algunos títulos
como la letra de cambio y el cheque la Ley permite intereses compensatorios a
partir del vencimiento de la obligación.
En cuanto al pago de los interés, el inc. “B” del art,92° inciso 1 se ocupa de ellos
mencionando los intereses compensatorios más los intereses moratorios, asi
como los intereses legales, aplicables estos últimos a partir del vencimiento de
la obligación siempre y cuando no se hubiese pactado una tasa de interés
especifica en lo que respecta al interés moratorio. La tasa de interés legal es
fijada por el Banco Central de Reserva (art.1324° del Código Civil).
El inicio a partir del cual corren los intereses es la fecha del vencimiento que
puede ser diferente a la del protesto, pues el mismo puede notificarse hasta
quince días después del vencimiento, y la demanda judicial se interpone después
del protesto, cuando el documento ya ha sido protestado; o después de pasada
la oportunidad del protesto, en el caso del reconocimiento judicial a que se refiere
el art. 91° Inciso 2.
En el caso del cheque, la obligación de pagar intereses desde el día de su
presentación se explica por este es instrumento de pago a la vista, es decir, no
tiene por qué ser diferida su cancelación (art.181°).El tenedor tiene derecho a
contar con el dinero señalado en el cheque tan pronto se presente a la ventanilla
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del banco, sin necesidad de requerimiento o constitución en mora. No cabria, en


consecuencia, sostener que solo a partir de la fecha en que se exija el pago al
girador, endosantes o avalistas comienza a correr para estos la obligación del
pago de intereses.
c) Los gastos de protesto o formalidad sustitoria y otros originados por la
cobranza frustrada. Entre estos se incluye los costos y costas judiciales o
arbitrales, debidamente sustentados, de haberlo. La descripción de los gastos
no tiene un carácter limitativo, es asi que hay la referencia a otros, como puede
ser los avisos dados, todos los gastos deben estar debidamente documentados
y forman parte del contenido de la acción que corresponde al tenedor del título
valor, cabría pensar en aquellos que el tenedor ha debido efectuar para obtener
el pago del título valor, quedando librado a la prudente apreciación judicial
establecer cuales son dichos gastos. En el derecho tradicional se consideraban
como tales gastos los de viaje efectuado para obtener el pago si el deudor se
encontrara en plaza diferente. Hoy no podría admitirse tal criterio, dada la rapidez
y facilidad de comunicaciones y la existencia de medios bancarios para encargar
a distancia el cobro de la letra.

Punto que merece considerarse es si el tenedor tendría derecho a exigir el pago de


Intereses sobre la sula que representan los gastos de protesto y “otros originados por la
cobranza frustrada” a que se refiere el inc. “C” del art. 92° 1 de la Ley.

5.2. Reembolso de los pagos en la vía de ulterior regreso

Si cualquiera de los obligados en regreso se ve obligado a pagar el título valor, puede


repetir contra los obligados anteriores hasta del emitente, exigido el reembolso de lo
tuvo que pagar más los intereses correspondientes de la cantidad pagada, computados
desde el dia del pago y los demás gastos mencionados en el art. 92° 2.

6. LA RELACIÓN CAUSAL Y EL TÍTULO VALOR

Todo título valor se emite obedeciendo a una motivación o causa generatriz. Aunque
ella no se revela en determinada clase de títulos – como son los abstractos, caso de la
letra de cambio, entre otros-. Si expresan estas causales en documentos como la factura
conformada, el conocimiento de embarque, etc.

En realidad, el artículo 94° concierne propiamente a los títulos valores crediticios, como
el título de cambio, el pagare y el cheque, en los que la relación causal no se revela del
temor del documento.
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Tratándose de los llamados títulos de tradición, es decir, aquellos representativos de


mercaderías, la acción emergente del título aparece vinculada a la relación causal, es
decir, al contrato que origino la emisión del documento. Por eso, en el código italiano no
figura una regla de esta especie dentro de las disposiciones generales referentes a los
títulos de créditos y si figura en la legislación cambiaria.

De este modo, cabe distinguir las acciones que la Ley concede al poseedor o tenedor
legitimo del documento, que son siempre de naturaleza comercial. Con todas las
características que la Ley atribuye a esta clase de títulos. Se trata de acciones formales,
de ejecución rigurosa, que no admiten dilaciones previas ni tolerancias y que dan lugar
a la acción ejecutiva.

Entre las personas que dieron origen a la emisión del documento, o entre las que
tuvieron una relación mediata, como son el endosante y el endosatario, existe un vínculo
directo que motivo la declaración contenida en el titulo valor. No ocurre lo mismo si el
título valor entra en circulación mediante el endoso. El primer endosatario queda fuera
de la relación causal que género la emisión del documento. Cada uno de los posteriores
endosatarios es también ajeno a las causas que originaron la creación del título valor y
no tiene otra relación con el primer tomador y con los sucesivos endosatarios, que la
resultante del título, en virtud de la colocación de las firmas en el reverso del documento
y que forman la cadena de endosos.

El art. 94° de la Ley hace referencia a la doble situación jurídica que se presenta al
respecto, es decir, la relación causal o fundamental que dio origen a la emisión y las
obligaciones cautelares que emergen del título valor.

6.1. Acción causal y acción cambiaria

La acción causal está referida a la acción subyacente u obligación que dio origen al
documento cartular, mientras que la acción cambiaria es una obligación distinta
autónoma y abstracta cuyo ejercicio está en función de la presentación y de la
transmisión del título.

Estos títulos circular, no obstante, como documentos de derechos abstractos


desprendidos e indirectamente aislados de sus causas originarias por las que hablar
sido o venían a ser negociados, gracias la voluntad de aquellos que los emitían.

Ellos tienen causa ciertamente Necesidades de dinero futuro por dinero presente puede
haberlos creado o llevado a negociarlos; mas, esto, como es obvio esto fuera de los
títulos. Ellos se liberan de su causa, a fin de poder ingresar por si solos en el mundo
económico. Nadie los adquiriría si tuviese que indagar su procedencia. Hay que
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abstraerlos de ella para ese efecto. En este sentido, se reputar abstractos a despecho
de su existencia real, documental, literal o formal. Abstractos son los derechos en ellos
consignados, por valer tan solamente por fuerza de su literalidad, de prestancia
muchísimo mayor en los títulos al portador.

Por otro lado existen las acciones que tienen su origen en el negocio jurídico que dio
nacimiento a la emisión del título o a su transferencia.

6.2. Concurrencia de derecho

Se sostiene que la declaración cartular es una declaración de la relativa a la relación


fundamental y, respecto a la declaración sea una expresión de voluntad, fuente de un
derecho autónomo, cuyo ejercicio y transmisión están en función de la presentación y
de la transmisión del título, denominado, por eso, dispositivo. De ahí deduce que el
derecho consignado en el título, es siempre distinto del basado en la relación
fundamental. Sostiene que el título de crédito, surgido originalmente como documento
probatorio, es ahora, en el derecho moderno, constitutivo del derecho autónomo en el
consignado, y en virtud de su distinción del derecho derivado de la relación fundamental,
el derecho cartular se separa de esta relación en que tiene origen. En algunas
categorías de títulos de crédito, esta separación llega a traducirse en la misma
abstracción del derecho cartular. Cuando el derecho derivado de la relación
fundamental, teniendo, por tanto, los dos derechos una circulación independiente.

Cuando, por lo contrario, el derecho cartular es un derecho causal, la declaración del


deudor resulta derivada de la relación fundamental y, por tanto, ambos derechos,
aunque distintos, circulan juntos, perteneciendo necesariamente al mismo titular.

El punto de vista que sostiene la concurrencia de derechos en los títulos valores, si bien
es predominante, no ha dejado de ser combatido.

6.3. El acreedor y la acción alternativa

Las disposiciones legales enunciadas se orientan a la protección del titular del derecho
cartular para dar mayor seguridad a la satisfacción de sus derechos, y es evidente que
el primer endosatario respecto al obligado principal, o cualquier endosatario respecto a
los endosantes mediatos, tiene la mejor protección legal con el uso de la acción cartular
y no le convendría ejercitar la acción causal. Pero, teóricamente, no se ve por qué no
puede usarla si así lo decide, renunciando a la acción cartular, ya que esta no tiene
carácter de orden público.
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La acción causal, es decir, la que emerge del contrato o del acto que dio origen al título
y que permanece subyacente en el fondo de la relación cambiaria, sin revelarse al
exterior, es una acción que se hace valer en el proceso de conocimiento, abreviado o
sumarísimo, debiendo acompañarse al escrito de demanda los medios probatorios, no
sería necesario el protesto si solo se hace valer dicha acción causal.

De este modo, en la circulación o transferencia del título valor hay que hacer una
distinción entre el negocio o relación que sirve de base –que es causal y que de ordinario
es un contrato de venta (donación, comodato, mutuo, prenda, etc.) – y el acto unilateral
de transferencia, respecto del negocio básico (relación).

La corte suprema ha resuelto que:

 La acción causal está limitada al acreedor y al deudor del negocio jurídico que
dio nacimiento al título valor, mas sus efectos no se extienden al avalista.2
 Interponiéndose la acción al amparo de la escritura pública en la que consta la
relación causal y no propiamente a mérito del título de cambio vinculada a la
misma, el actor debe probar la existencia de la obligación por medios distintos al
título de cambio que fue emitida a consecuencia de ella; que la acción causal y
la acción por enriquecimiento indebido no pueden plantearse en forma
acumulativa en la misma demanda, pues la última (enriquecimiento indebido),
conforme al art.21° de la Ley N° 16587, solo procede cuando el tenedor no tiene,
contra el emitente del título, acción causal. 3

La sentencia de Vista de la 1° Sala de la Corte Superior de Lima, de 19 de abril de 1994


(Exp. N°403-94) ha resuelto que:

 Solo cuando se ejercita la acción cambiaria, en el proceso de ejecución, en el


abreviado, sumarísimo o de conocimiento, es que se exige el previo protesto de
las letra o el reconocimiento en prueba anticipada.

Por otra parte la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema ha casado la Sentencia de
Vista expedida por la Corte Superior de Justicia de la Libertad en el sentido que:

 El proceso se ha basado en la acción causal y no en la acción cambiaria,


habiendo ofrecido el título de cambio como medio probatorio, por lo que resulta
impertinente la aplicación de los artículos 61° y 62° de la Ley de Títulos Valores,

2
Ej. De 8 de noviembre de 1978, Revista de Jurisprudencia Peruana, N°422, p.268.
3
Ej. De 2 de mayo de 1979, Revista de Jurisprudencia Peruana, N°s. 430-431, nov-dic., 1979, p.1141.
14

puesto que dicho cuerpo legal solo rige cuando se interpone la acción cambiaria
y no cuando se trata de la acción causal, como en el caso de autos.4

6.4. El endosatario y la acción alternativa

El art. 94°.2 se refiere al derecho de los endosatarios de interponer la acción cambiaria


o la acción causal. Para el efecto se requiere:

a) Se trate de una relación inmediata entre endosante y endosatario;


b) El endoso que sea absoluto; y,
c) Provenga de una acción causal.

6.5. Acción causal y novación

Por su parte del art. 94°.3 establece que subsiste la acción causal a menos que se
pruebe que hubo novación. A la novación se le define como el modo de extinguir las
obligaciones por transformarse, ya sea variando la deuda, cambiando el acreedor o por
reemplazo del deudor.

Se ha debatido en doctrina sobre si la emisión del documento cambiario produce


novación de la obligación fundamental o subyacente, es decir, si esta queda extinguida
y surge la cambiaria, que vendría a reemplazarla.

La opinión en sentido afirmativo, fue inicialmente acogida con el propósito de dar al título
valor las garantías necesarias para evitar que, una vez emitida, los obligados recurrieran
a la relación causal, interponiendo, en caso de ejecución, las excepciones que de ella
pudieran derivar.

Pero se advirtió que esta solución resultaba injusta para el acreedor, pues podía ocurrir
que quedara privado de toda acción si por cualquier circunstancia. Aun cuando fuese
involuntariamente, se perjudicaba la acción cambiaria.

Se originó una reacción contra la teoría novatoria, construyéndose una nueva teoría, en
virtud de la cual se rechazaba la novación, admitiéndose, en cambio, que la emisión del
título solo producía un cambio de la obligación fundamental, sin llegar a la novación. Se
reputaba que solo existía una sola obligación, que era la primitiva con solo un cambio
de forma.

Este punto de vista, que fue acogido con entusiasmo inicialmente, fue evolucionando y
dio lugar a una tercera posición, en virtud de la cual se reputaba que el titulo valor no

4
Casación N°2306-98-La Libertad, 12 de Abril de 1999, El Peruano, 14 de junio de 1999.
15

produce en ningún momento novación de la obligación, sino que la cambial origina una
obligación, sino que la cambial origina una obligación nueva, de carácter fundamental,
es decir, que pueden coexistir dos obligaciones por una misma causa, como lo que se
perseguía dar mayor fuerza a la obligación originaria.

Esta es la corriente seguida en las modernas legislaciones comerciales y acogida en la


nuestra, tanto en las disposiciones derogadas del Código de Comercio, en el art. 18° de
la Ley N° 16587 y en el art. 94°.3 de la Ley actual, y admitida también en la legislación
civil a tenor de los arts. 1223° y 1279° del Condigo Civil. Este último exige, para que
exista novación, que la voluntad de manifieste indubitablemente en la nueva convención,
esto es, que se exprese el animus novandi.

Como puede apreciarse de lo dispuesto en el art. 94°.3, no se acepta en forma expresa


que exista novación entre acreedor y deudor de la relación causal, si estos son tenedor
y obligado principal del título valor, tampoco entre endosatario y su inmediato endosante
en el caso de que entre ellos exista la calidad de acreedor y deudor, salvo que en ambos
casos se probara que existió el animus novandi.

En el primer caso del tenedor y obligado principal, se requiere, para poder promover
alternativamente la acción derivada del título o la acción causal, que el documento no
haya sido endosado, es decir, que no haya entrado en circulación, pues si esto ha
ocurrido el endosatario no podrá promover alternativamente las acciones derivadas del
título.

De lo expresado resulta, contrario sensu, que ni el primer endosatario respecto al


obligado principal, ni otro endosatario respecto de los endosantes mediatos, podría
promover, alternativamente, la acción derivada del título o la acción causal.

De la naturaleza jurídica se desprende que el pago con títulos valores son documentos
que han sido recibidos por el acreedor no propiamente en cancelación (in solutum) sino
pro solvendo, esto es, encaminándose a producir efectos del pago y quedando obligado
dicho acreedor a procurar la satisfacción del crédito que representa el documento con
la diligencia necesaria.

Los documentos se perjudican en primer lugar si no son protestados oportunamente, o


no se ejercitan dentro de los términos señalados por la ley acciones cambiarias que de
ellos se deriven, tal como seria, además del protesto, el dejar prescribir la acción por
derecho por derecho de cambio, así como que transcurra el plazo para que la letra
cambio se presente para aceptación o cuando no se presente al pago dentro del plazo
que corresponde cuando ha sido girada a la vista.
16

7. SUJETOS DE LA ACCIÓN CAMBIARIA

Los sujetos que actúan en la acción cambiaria son los siguientes:

Sujeto activo: Es el titular de la acción cambiaria, el tenedor del título de crédito si el


mismo no entró en circulación, o el poseedor o endosatario si el título entró en
circulación. También puede constituiré en sujeto activo de la acción cambiaría el
obligado en la vía de regreso que haya pagado la obligación contenida en el título, en
contra de los signatarios anteriores a él.

Sujeto Pasivo: Es el principal obligado del título de crédito, el avalista, o los endosantes
anteriores al endosatario que ejercita la acción.

Órgano Jurisdiccional: La acción cambiaria debe de ejercitarse ante un juez del ramo
civil. La acción cambiaria puede ser ejercitada por el tenedor, o poseedor en contra de
la persona que se obligó a pagar, es decir el principal obligado, pero si está persona se
niega a realizar el pago, entonces la acción cambiaria se regresará contra cualquiera de
los endosantes anteriores al accionante o sus avalistas sea conjunta o separadamente,
sin que se pierda la acción contra los otros y sin la obligación de seguir el orden que las
firmas guarden título de crédito.

8. MARCO LEGAL

Artículo 90.- Acción directa, de regreso y de ulterior regreso

90.1 Los títulos valores confieren a su tenedor la acción cambiaria directa, que puede
ejercitarse contra el obligado principal y/o sus garantes.

90.2 El mismo tenedor está facultado a ejercer conjunta o sucesivamente a la acción


directa, la acción cambiaria de regreso, contra los endosantes, garantes de éstos y
demás obligados del título, distintos al obligado principal y/o garantes de éste.

90.3 Quien ha cumplido con el pago de un título valor en vía de regreso, puede repetir
dicho pago contra los demás obligados que hayan intervenido en el título valor antes
que él, ejercitando la acción de ulterior regreso. La misma acción corresponde a quien
pague en esta vía, contra los obligados anteriores a él.

90.4 Si el pago previsto en el párrafo anterior es parcial, para el ejercicio de la


correspondiente acción cambiaria se observará lo establecido en el último párrafo del
Artículo 65.
17

Artículo 91.- Requisitos para ejercitar las acciones cambiarias

9.1 Salvo disposición distinta de la presente Ley, para ejercitar las acciones cambiarias
señaladas en el Artículo 90° constituye resquisito obligatorio:

a) En los títulos valores sujetos a protesto, haberse verificado el mismo:


b) En los títulos valores que sean objeto de formalidad que sustituya al protesto,
haber logrado la constancia de la falta de cumplimiento de la obligación
confoorme al Artículo 82°, o de ser el caso, el protesto conforme a los Artículos
73° y 83°.
c) En los títulos valores no sujetos a protesto, la tenencia del titulo cuyo plazo este
vencido o resulte exigible la obligación según texto del documento o, en su caso,
de la constancia de la que trata el último párrafo del Artículo 18°. Además, en
estos casos se requiere haber cursado información a la Camara de Comercio
respectiva del cumplimiento, salvo que ello se cumpla conforme al último párrafo
del Artículo 87°
91.2 La falta de los requisitos señalados en los incisos a) y b) anteriores podrá
subsanarse si dentro de los plazos de prescripción de la respectiva acción cambiaria
señalados en el Artículo 96°, el tenedor logra obtener, en forma expresa o ficta, el
reconocimiento judicial en su contenido y firma de título valor, por parte del o de los
obligados respecto a quienes se ejercite la correspondiente acción cambiaria.

91.3. En los títulos valores a los que se refiere el inciso a) que lleven la cláusula de que
trata el Artículo 52°, se ejercitará la acción cambiaría por el sólo mérito de la cláusula
sin protesto y cumplir lo señalado en el inciso c) anterior.

Artículo 92.- Pagos que pueden reclamarse

92.1 El tenedor puede reclamar del obligado contra quien ejercita la acción cambiaria:

a) El importe y/o los derechos patrimoniales representados por el título valor a la


fecha de su vencimiento
b) Los intereses compensatorios más moratorios que se hubieren pactado según
el texto del título valor o del respectivo registro; o, en su defecto, los intereses
legales a partir de su vencimiento;
c) Los gastos de protesto o de la formalidad sustitutoria en su caso y otros
originados por la cobranza frustrada, incluidos los costos y costas judiciales o
arbitrales, debidamente sustentados, de haberlos.
18

92.2 Quien reclama en vía de ulterior regreso, exigirá el reembolso del total de la suma
pagada, más los intereses correspondientes a dicha suma desde el día en que verificó
el pago y los gastos a que se refiere el inciso c) del párrafo anterior, en su caso.

Artículo 93.- Improcedencia de la acción cambiaria entre sí

Las personas que ocupen la misma posición e igual responsabilidad en un título valor
responderán solidariamente frente al tenedor y no procederá la acción cambiaria entre
ellas y sus relaciones quedan sujetas a las disposiciones propias del derecho común.

Artículo 94.- Acción alternativa

94.1 Si las calidades del tenedor y del obligado principal del título valor correspondieran
respectivamente al acreedor y al deudor de la relación causal, de la que se derivó la
emisión de dicho título valor, el tenedor podrá promover a su elección y
alternativamente, la acción cambiaria derivada del mismo o la respectiva acción causal.

94.2 Igual derecho asistirá al endosatario respecto a su inmediato endosante, siempre


que el endoso fuere absoluto y derivase de una relación causal, en la que uno y otro
tuvieren las calidades de acreedor y deudor, respectivamente.

94.3 Subsiste la acción causal correspondiente a la relación jurídica que dio origen a la
emisión y/o transmisión del título valor no pagado a su vencimiento, a menos que se
pruebe que hubo novación.

94.4 Si el tenedor opta por ejercitar la acción cambiaria, de acuerdo al Artículo 18 podrá
recurrir a cualquiera de las vías procesales que admita la ley procesal.

Artículo 95°.- Ejercicio de las acciones cambiarias

95.1. Para el ejercicio de las acciones cambiarias derivadas de los títulos valores se
requiere cumplir con los requisitos y formalidades señaladas en el Artículo 91° según
la naturaleza de cada valor en título o representado por anotación en cuenta; y ser
exigidos dentro de los plazos de prescripción que se señalan en el Artículo 96°.

95.2. El proceso judicial o arbitral cuya demanda haya sido presentada ante la respectiva
autoridad judicial o arbitral antes que venzan los plazos de prescripción no será afectado
por la conclusión de dichos plazos en el curso del respectivo proceso; salvo que este
sea declarado en abandono.

Artículo 96º.- Plazos de prescripción de las acciones cambiarias

96.1 Las acciones cambiarias derivadas de los títulos valores, prescriben:


19

a) A los tres años, a partir de la fecha de su respectivo vencimiento, la acción directa


contra el obligado principal y/o sus garantes;
b) Al año, a partir de la fecha de su vencimiento, la acción de regreso contra los
obligados solidarios y/o garantes de éstos;
c) A los seis meses, a partir de la fecha de pago en vía de regreso, la acción de
ulterior regreso contra los obligados y/o garantes de éstos, anteriores a quien lo
ejercita. Dentro de este mismo plazo debe ejercitarse la acción de repetición que
corresponda al garante del obligado principal contra éste.
96.2 En el caso de los Cheques, los plazos de prescripción señalados en los incisos a)
y b) se computan a partir del último día del plazo de presentación a cobro señalado en
esta Ley; y, en el caso de los demás títulos valores con vencimiento a la vista, el cómputo
se hará a partir del día de su presentación a cobro o, de no haberse dejado constancia
de ello, a partir del día de su respectivo protesto o de la formalidad sustitutoria; y, de no
estar sujeto a ello a partir del último día para su presentación al pago conforme a ley o
del señalado para ello en el mismo título.

96.3 Sin perjuicio de lo señalado en el segundo párrafo del Artículo 95º, los plazos de
prescripción establecidos en el presente artículo son perentorios y no admiten
interrupción, ni suspensión. El reconocimiento judicial del título valor vencido no
interrumpe los plazos de prescripción señalado para el ejercicio de las acciones
derivadas de él”. En el caso de títulos valores con cláusula de prórroga, la prescripción
se computará desde la fecha de su último vencimiento. Es decir, como tiene cláusula de
prórroga, ésta ópera cuando vence el título valor, y cuando venza la prórroga, empezará
el cómputo del plazo de prescripción. En caso de renovación, o sea una nueva relación,
los plazos de prescripción volverán a ser computados desde la fecha del nuevo
vencimiento.

Artículo 97.- Prescripción de acciones cambiarias de títulos prorrogado y


renovados

97.1. El plazo de prescripción de las acciones cambiarias derivadas de títulos valores


que tengan la cláusula de prórroga de que trata el Artículo 49° se computará desde la
fecha de su último vencimiento, surtiendo efecto respecto a todas las personas que
intervengan en el título valor.

97.2. En el caso de las renovaciones acordadas en el título valor, los plazos de


prescripción volverán a ser computados desde la fecha del nuevo vencimiento. Sin
embargo, en este caso, la prescripción de las acciones cambiarias tendrá efecto desde
20

la misma fecja de la renovación, respecto a las personas que no hubiesen intervenido


expresamente en dicha renovación.

Artículo 98°.- Caducidad del derecho de suspensión de pago

En los caos de la suspensión del derecho de pago que se refiere el Artículo 107°, si el
obligado no es notificado del inicio del proceso de ineficacia del respectivo titulo valor o
el peticionario no le hace entrega de la copia de la respectiva demanda presentada ante
la autoridad judicial, dentro de los siguientes quince días de su petición extrajudicial de
suspender el pago, caduca tal derecho de suspensión, quedando el obligado liberado
de toda responsabilidad por el pago que realice transcurrido dicho plazo de suspensión.

Artículo 99°.- Prescripción de la acción de enriquecimiento sin causa

La acción de enriquecimiento sin causa a la que se refiere el Artículo 20° prescribe a los
dos años de extinguida la correspondiente acción cambiaria derivada del título valor.

Artículo 100.- Caducidad y prescripción de la acción causal

La caducidad y prescripción de las acciones causales correspondientes a los actos


jurídicos que dieron lugar a la emisión, aceptación, garantía o transferencia de los títulos
valores, operan en los plazos que les corresponda según la naturaleza de las relaciones
jurídicas de las que ellas se deriven, conforme a la ley de la materia.

9. DIRECTA, DE REGRESO Y DE ULTERIOR REGRESO


9.1. Acción cambiaria directa

Es una de las acciones cambiarias, precisamente la que corresponde al tenedor contra


el aceptante y su avalista. Junto con las acciones de regreso, constituye la protección
jurídica especial de los acreedores cambiarios.

El ejercicio de las acciones cambiarias puede materializarse por la vía del juicio ordinario
declarativo o por la vía del juicio ejecutivo. En todas ellas rige el principio de la
solidaridad cambial o solidaridad cambiaria, característica del ciclo cambiario. La
también llamada simplemente acción directa, puede ser ejercida contra el aceptante o
su avalista sin necesidad de protesto o declaración equivalente.

La letra de cambio tiene fuerza ejecutiva sin necesidad de reconocimiento judicial de las
firmas. No se consideran acciones cambiarias las llamadas acciones causales, que son
las derivadas de las relaciones jurídicas extracambiarias originadoras de la emisión de
la letra o su endoso sucesivos.
21

Por ello, las acciones causales, junto con las de enriquecimiento injusto, forman el grupo
de las acciones extracambiarias, conocidas también como contencioso cambiario.

En el art. 90º establece las modalidades para el ejercicio de la acción directa, de regreso
y de ulterior regreso.

Es así, que el tenedor puede ejercitar la acción cambiaria directa contra el obligado
principal y/o sus garantes.

9.2. Acción cambiaria de regreso

Es la que tiene el portador de un título de crédito cambiario contra los obligados de


regreso (librador, endosantes y respectivo savalistas).

A esta acción se la denomina así no ya porque su contenido sea diverso de aquel de la


acción directa, sino mirando a la calidad y posición de los sujetos pasivos, que habiendo
garantizado el pago por parte del girado (haya o no aceptado) o del emisor, es lógico
que deban responder en caso de falta de pago o ante situaciones que hagan presumir
esta eventualidad aun antes del vencimiento.

De esta manera, la acción del portador, encaminándose por una vía opuesta a la acción
directa, procede aquí hacia atrás, volviéndose contra los firmantes que desde el librador
en adelante se han ido sucesivamente agregando a la serie de obligados cambiarios,
constituyendo el grupo indicado.

Sujetos pasivos de la acción de regreso son, en definitiva, los obligados cambiarios


distintos del aceptante y sus avalistas, en el supuesto de la letra de cambio; y distintos
del librador y sus avalistas, en la hipótesis del pagaré. Es decir, concentrando, que lo
son los endosantes, atento en el caso de la letra de cambio como del pagaré; el librador,
en el supuesto de la letra y, además, los avalista y los intervinientes en relación con los
nombrados.

Respecto del protesto hacemos notar su necesidad, para que caduque la acción. El
regreso exige verificar hechos que llamaremos condiciones legales; principalmente: al
vencimiento, si no se pagó; también antes del vencimiento, al concretarse situaciones
previstas por las normas cambiarias: negativa de aceptación, insolvencia del girado,
etcétera.

9.3. Acción cambiaria de ulterior Regreso

Es aquella que tiene quien pagó un título de crédito (letra, pagaré, cheque, factura
conformada), como obligado de regreso, contra los obligados que le preceden (librador,
endosantes anteriores y respectivos avalistas).
22

El que pagó como obligado de regreso se convierte en legitimo portador munido de las
dos acciones cambiarias: directa, contra el aceptante y el emisor en caso de pagaré-y
sus respectivos avalistas-, y de regreso, contra los obligados anteriores a él y por los
cuales había garantido el nuevo portador. Si el que rescato el título de librador, le
quedara únicamente la acción contra el aceptante.

“Messineo”; designa al ulterior regreso, acción de regreso por reembolso, para


distinguirla de la acción ordinaria de regreso, que según el correspondería al acreedor
cambiario originario(portador), o sea, quien presentó la letra para su pago, legitimado,
pasivo de la acción de regreso será cualquier deudor cambiario con excepción del
obligado principal (aceptante de la letra o librador del pagaré) y sus avalistas.

El obligado de regreso puede exigir contra el pago del cambial, aun cuando la acción no
haya sido deducida contra él, la entrega del título, el protesto y la cuenta de retorno en
debida forma.

El contenido de la acción de ulterior regreso está constituido por los siguientes rubros:

la suma integra desembolsada, es decir, el capital y los accesorios de la cuenta de


retorno a cuya entrega tiene derecho el que ha pagado la letra; los intereses sobre la
antedicha suma integral, en igual medida a la indicada en el título, y a falta de indicación
la tasa legal que se calcula desde el día en que pagó; los gastos realizados.

10. REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN CAMBIARIA


Visto lo que es una acción cambiaria, corresponde ahora analizar el contenido del
artículo 95 de la Ley de Títulos Valores, el cual establece que para el ejercicio de las
acciones cambiarias se debe haber cumplido con los requisitos señalados en el artículo
91 del mismo cuerpo normativo. Aquí un repaso breve de los requisitos:

i) Deben haberse protestado los títulos valores que así lo requieran.


ii) En los títulos de valores que sean objeto de formalidad que sustituya al
protesto, se debe haber logrado la constancia de la falta de cumplimiento de
la obligación o de ser el caso, el protesto.
iii) Para el caso de títulos valores no sujetos a protesto, es requisito para el
ejercicio de la acción cambiaría la tenencia del título cuyo plazo esté vencido
o resulte exigible la obligación según el texto del documento, en su caso, de
la constancia de inscripción y titularidad expedida por entidad autorizada, en
cuyo caso se requerirá haber cursado información a la Cámara de Comercio
respectiva del incumplimiento.
23

Ahora bien, cumplidos los requisitos establecidos por el artículo 91, cabe preguntarse,
¿Cómo se ejerce la acción cambiaria? Al respecto, podemos encontrar una respuesta
en los incisos 1 y 2 del artículo 18 de la ley de Títulos de Valores5.

De la norma citada puede deducirse que el tenedor puede ejercer la acción cambiaria
no solo mediante la vía de proceso único de ejecución, destinada a obtener la prestación
de la actividad sustitutiva del órgano jurisdiccional enderezada a la satisfacción material
del crédito6; sino también mediante un proceso declarativo, con el objeto de obtener una
resolución de condena, es decir, una resolución que ordene al deudor el pago de lo
debido ex título, con el cual, en definitiva, obtendría un título de formación judicial que
le abrirá la puerta de la ejecución7. Este proceso declarativo puede ser de conocimiento,
abreviado o sumarísimo, según lo previsto en el código procesal civil. Sin embargo, debe
recordarse que el legislador ha investido a los títulos valores de mérito ejecutivo para
dotar al tenedor legítimo de tal documento de una mayor celeridad en la satisfacción de
su crédito, sin que esta tenga que probar relación causal alguna, a consecuencia de lo
anterior, con la sola presentación del título, el juez deberá llamar a la otra parte y
escucharla antes de ordenar el pago de la deuda.

La competencia para conocer la demanda de ejecución de título valor dependerá de la


cuantía de la pretensión, en ese sentido, será competente para conocer el mencionado
proceso único de ejecución un juez de paz letrado siempre y cuando la pretensión no
exceda las 100 URP, o un juez civil en el caso de que el monto supere los 100 URP.

Se da el inicio al procedimiento con la interposición de la demanda ejecutiva, la cual


puede tratar sobre i) la obligación de dar suma de dinero, cuando se trate de títulos
valores que representen obligaciones dinerarias, por ejemplo, la letra de cambio o
pagaré, o ii) la obligación de dar un bien inmueble determinado, para el caso del
certificado de depósito y la carta de porte.

5
Ley de Título Valores.
Artículo 18.- Mérito ejecutivo y ejercicios de las acciones cambiarias.
18.1. Los títulos valores tienen mérito ejecutivo, si reúnen los requisitos formales exigidos por la
presente ley, según su clase.
18.2. El tenedor podrá ejercer las acciones derivadas del título valor en proceso distinto al ejecutivo,
observando la ley procesal, (…).
6
ARIANO DEHO, Eugenia. “Las vías procesales para el ejercicio de las ‘acciones cambiarias’”. En:
Tratado de derecho comercial, Tomo II, Títulos valores, Gaceta Jurídica, Lima, 2004.
7
Ídem.
24

Luego de ello, el juez calificará el título ejecutivo verificando la concurrencia de sus


requisitos formales esenciales. De considerar admisible la demanda, el juez expide un
mandato ejecutivo debidamente fundamentado, en el cual se ordenará el cumplimiento
de la obligación contenida en el título valor, bajo apercibimiento de ejecutarse la
ejecución forzada o la intimidación al ejecutado para que entregue el bien dentro de un
plan determinado bajo apercibimiento de procederse a su entrega forzada8.
11. PAGOS QUE PUEDEN RECLAMARSE
A través de la acción cambiaria se puede reclamar el pago del valor estipulado en el
título, o en caso de aceptación o pago parcial el pago de la parte no aceptada o de la
parte no pagada. También se puede reclamar los intereses moratorios desde el dia del
vencimiento del Título, los gastos de cobranza, y por último la prima y gastos de
transferencia de una plaza a otra.
OPción de repetir:
Por otro lado cuando otra persona diferente al obligado directo realiza la acción
cambiaría por que pagó el título, puede pedir a través e la acción cambiaria lo siguiente
establecido según el art. 783 del Código de Comercio
 El reembolso de lo que pagó, menos las costas si fue condenado a ellas.
 Intereses moratorios, sobre lo que pago a partir de que dicho pago se efectuó.
 Los gastos de cobranza.
 Gastos de la transferencia de una plaza a otra.
12. IMPROCEDENCIA DE LAS ACCION CAMBIARIA ENTRE SI

Las personas que ocupan la misma posición e igual responsabilidad en un título valor
responderán solidariamente frente a tenedor y no procederá la acción cambiaria entre
ellas y sus relaciones quedan sujetas a las disposiciones propias del derecho común.

13. ACCIÓN ALTERNATIVA

Si las calidades del tenedor y del obligado principal del título valor correspondieran
respectivamente al acreedor y al deudor de la relación causal, de la que se derivó la
emisión de dicho título valor, el tenedor podrá promover a su elección y
alternativamente, la acción cambiaria derivada del mismo o la respectiva acción causal.

Igual derecho asistirá al endosatario respecto a su inmediato endosante, siempre que el


endoso fuere absoluto y derivase de una relación causal, en la que uno y otro tuvieren
las calidades de acreedor y deudor, respectivamente.

8
DIVISIÓN DE ESTUDIOS LEGALES DE GACETA JURÍDICA, Guía rápida de preguntas y
respuestas de la nueva Ley de Títulos de valores, Lima, 2000.
25

Subsiste la acción causal correspondiente a la relación jurídica que dio origen a la


emisión y/o transmisión del título valor no pagado a su vencimiento, a menos que se
pruebe que hubo novación.

Si el tenedor opta por ejercitar la acción cambiaria, de acuerdo al art. 18 podrá recurrir
a cualquiera de las vías procesales que admita la ley procesal.

Se hace referencia a la doble situación jurídica que emerge del título valor; es decir, la
relación causal que origino su emisión, y las obligaciones cartulares propias del
documento cambiario.9

Dicha disposición concierne propiamente a los titulo valores crediticios, como la letra de
cambio o pagare, en los que la relación causal no se revela del tenor del documento.
Tratándose de los llamados títulos de tradición, o sea, aquellos títulos valores que
representan mercaderías, la acción emergente del título valor aparece vinculada a la
acción causal, es decir, al contrato que origino la emisión del documento.

El primer inciso establece que si coinciden las calidades de tenedor y acreedor y


obligado principal y deudor de la relación causal; el tenedor puede promover de forma
alternativa la acción cambiaria que derive del título valor y la acción causal. Para ello,
como afirma nuestra doctrina, es necesario que el documento no haya sido endosado,
o no haya entrado en circulación, porque si esto ha ocurrido el endosatario no podrá
promover alternativamente las acciones derivadas del título. De lo expresado resulta
que, ni el primer endosatario respecto al obligado principal, ni los endosatarios
sucesivos, respecto de los endosantes mediatos, pueden promover la acción cambiaria
y causal.

El segundo inciso concede acción alternativa al endosatario respecto a su inmediato


endosante, bajo dos condiciones:

 Que en ellos coincidan las calidades de deudor y acreedor, en una


relación causal.
 Que el endoso afectado sea absoluto y derive de una relación causal.

Asimismo, se establece que subsiste la relación causal a menos que se pruebe que
hubo nivación. La ley no acepta de forma expresa que exista novación ente acreedor y
deudor de la relación causal, si estos son tenedor y obligado principal del título, tampoco
entre endosatario y su inmediato endosante; salvo que ambas situaciones se demuestre
que existió animus novandi.

9
https://es.slideshare.net/mmerchan_7/acciones-cambiarias-38078905
26

Alternativamente, el tenedor del título podrá promover a su elección, la acción cambiaria


derivada del mismo título valor o de la respectiva acción causal, que prescinde de las
formalidades del título, basándose exclusivamente en las obligaciones que surgen de la
relación o negocio subyacente, que dio origen al título siempre y cuando las calidades
del tenedor y del obligado principal del título valor correspondieran respectivamente al
acreedor y al deudor de la relación causal igual derecho asistirá al endosatario respecto
de su inmediato endosante siempre que el endoso fuere absoluto (en propiedad) y
derivase de una relación causal en la uno y otro tuvieren las calidades de acreedor y
deudor, respectivamente, sin embargo, extinguidas las acciones cambiarias y la acción
causal, el tenedor cuenta con una alternativa llamada Acción de Enriquecimiento
Indebido, mediante la cual el tenedor del título valor podrá accionar contra los que se
hubieran enriquecido, sin causa y en detrimento suyo, debiendo dirigir la acción contra
el girador, el aceptante o el endosante, exigiéndole el pago de la cantidad con que se
hubiera enriquecido injustamente en su perjuicio como consecuencia de la acción
cambiaria.10

14. EJERCICIO DE LAS ACCIONES CAMBIARIAS

La acción, es una facultad autónoma e independiente del derecho sustancial cuya


función consiste en obtener una debida tutela jurisdiccional frente a un derecho
vulnerado.

Hernando Montoya Alberti, citando a Mario Alzamora Valdez, refiere que la acción es
el derecho subjetivo público que corresponde al titular de un derecho titular y que tiene
como contenido la obligación de la tutela jurídica por parte del estado.11

En lo referido a los títulos valores, la denominada acción cambiaria es aquella que


permitirá al portador de un título valor hacer efectivo su derecho, ante el incumplimiento
de la obligación, cobrando el importe del título por vía ejecutiva, una vez haya cumplido
con los requisitos necesarios para promover dicha acción. Así, se dice que la finalidad
de la acción cambiaria es obtener la ejecución de los bienes del deudor, para conseguir
el pago del documento, amparada en el mérito ejecutivo que presta el mismo título 12.
Una definición más clara es brindada por Orione, quien menciona que dicha acción es
la que se confiere al portador del título de cambio que ha conservado sus derechos por
el cumplimiento de sus deberes que le impone la ley: presentación a la aceptación y al
pago y aviso del protesto; y es también la que pueden obtener los endosantes y sus

10
Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Manual de Derecho Comercial II. Dra. Nancy Porlles
Torrejon, 2004. Pag. 104.
11
MONTOYA ALBERTI, Hernando. Ley de títulos valores. Gaceta Jurídica, Lima, 2005.
12
Ídem.
27

avalistas para reembolsarse del importe del título que hubiesen pagado y la que
compete, al mismo fin, al que intervino en una letra protestada por no haber sido pagada
a su vencimiento13.
La acción cambiaria nace de la tenencia legítima del título valor y no del negocio o
relación causal que dio origen al mismo; en este punto debemos recordar que los títulos
valores son documentos que contienen derechos patrimoniales destinados a la
circulación, es por ello que quien posea el título valor podrá interponer la acción
cambiaria sin necesidad de probar ninguna relación causal. Así también Beaumont,
citando a Gomez Leo, dice que la acción cambiaria es aquella que se fundamenta,
exclusiva y excluyentemente, en un papel de comercio, en tanto título de crédito
abstracto formal y completo, que es, además, un documento constitutivo y dispositivo
del derecho de crédito en el representado14.
Sobre la base de lo anterior podemos concluir que la acción cambiaria es, entonces, el
principal derecho que posee el tenedor del título valor, ya que a través del ejercicio de
ellas podrá exigirse el pago del importe que consta en el. Por ello, la acción cambiaria
faculta únicamente al tenedor legítimo del título valor para exigir a los obligados
cambiarios el cumplimiento de la prestación contenida en dicho documento. En tal
sentido, tanto el obligado como el obligado principal como los obligados solidarios se
encuentran sujetos al ejercicio de la acción cambiaria como la consecuencia de la
obligación que han adquirido al intervenir en el título valor, ya sea como girador,
endosante, avalista, aceptante o interviniente en la aceptación o pago15.
Por último, cabe recordar que existen tres modalidades de acción cambiaria, las cuales
están basadas en la persona sobre la cual ha de caer la acción.

i) Acción cambiaria directa, es aquella acción que el tenedor puede dirigir


contra el obligado principal y sus garantes.
ii) Acción cambiaria de regreso, esta acción se puede dirigir contra los
endosantes, sus respectivos garantes y también contra los demás obligados
del título distintos del obligado principal y sus garantes.
iii) Acción cambiaria ulterior regreso, esta acción le corresponde ejercer contra
quien haya pagado la obligación del título valor en vía de regreso, y pretenda
entablar una acción contra los obligados anteriores a él.

13
ORIONE, Francisco. Letra de cambio, cheque y demás papeles de comercio. Sociedad bibliográfica
Argentina, Buenos Aires, 1994.
14
BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo y CASTELLARES AGUILAR, Rolando. Comentarios a la
Ley de Títulos Valores. Gaceta Jurídica, Lima, 2000.
15
DIVISIÓN DE ESTUDIOS LEGALES DE GACETA JURÍDICA. Guía rápida de preguntas y
respuestas de la nueva Ley de Títulos Valores, Gaceta Jurídica, Lima, 2000.
28

15. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN CAMBIARIA

La última parte del artículo 95 inciso 1, así como la totalidad del inciso 2 del mismo, se
dedican a la prescripción de la acción cambiaria. Así, se ha establecido que la acción
cambiaria deberá ser ejercida dentro de los plazos de prescripción establecidos por el
artículo 96 de dicho cuerpo normativo. Dichos plazos se refieren: i) para el caso de
acción directa, a los tres años posteriores a la fecha de vencimiento del título valor, ii)
para el caso de la acción de regreso, esta prescribirá al año a partir de la fecha de
vencimiento del documento, y; finalmente, dentro del marco de la acción de ulterior
regreso, esta prescribirá a los seis meses, ya no de la fecha de vencimiento del título,
sino a partir de la fecha de pago en vía de regreso, dentro de este plazo deberá
ejercitarse la acción de repetición que corresponda al garante del obligado principal
contra este.

En cuanto a los cheques, la ley refiere que los plazos de prescripción señalados para la
acción directa y la acción de regreso se computarán a partir del último día del plazo de
presentación a cobro. Asimismo, en el caso de títulos valores con vencimiento a la vista,
el plazo prescriptorio empezará a computarse a partir del día de su presentación a cobro
o, no haberse dejado constancia de ello, a partir del día de su respectivo protesto o de
la formalidad sustitutoria; y, de no estar sujeto a ello, a partir del último día para su
presentación al pago conforme a ley o del señalado para tal fin en el mismo título.

Una vez revisado lo dispuesto por la ley, cabe preguntarse qué se entiende por
prescripción. Para contestar a esta pregunta, primero haremos una breve aproximación
a los que se conoce como prescripción dentro del marco del derecho común, para
posteriormente comentar su lugar en el ámbito cautelar.

Dentro del derecho común, la prescripción es la figura mediante la cual por el transcurso
del tiempo pueden extinguirse acciones destinadas a reclamar la tutela jurídica de
derechos, sin extinguir estos últimos (prescripción adquisitiva). Como puede deducirse
sobre la base de lo dicho anteriormente, la primera se aplicará dentro de las
obligaciones; en tanto que n la segunda, dentro de los derechos reales16.

El fundamento de la prescripción extintiva se basa en que el derecho no ampara el


desinterés ni la negligencia del titular de un derecho, pues es el estado quien brinda los
mecanismos necesarios para su protección su protección dentro de un plazo
determinado, correspondiéndole al titular ejercer la defensa de su esfera jurídica con las

16
RUBIO CORREA, Marcial. Prescripción, caducidad y otros conceptos en el nuevo código civil.
Fundación M.J Bustamante De Fuente, Lima, 1987.
29

armas proporcionadas por aquel. Marcial Rubio, en referencia al mismo punto, señala
que si el titular no ejercita aquello que el derecho le protege dentro del lapso
correspondiente, se entiende, o bien que su negligencia no debe ser más amparada y
que, en adelante, debe procederse a beneficiar al deudor o a quien tiene el deber
correspondiente, eximiéndolo formalmente del cumplimiento.17

Así, la prescripción genera dos consecuencias ligadas íntimamente, como cara y sello
de una misma moneda: la primera, extingue la acción destinada a la tutela efectiva de
un derecho, por prte del titular del mismo, y la segunda, libera al deudor del pago de la
obligación, permitiéndole interponer la prescripción como excepción procesal.

Dentro del ámbito cautelar, sin embargo, parece ser que la prescripción ha dejado un
espacio dentro de su marco conceptual, para la entrada de una figura similar en
apariencia, la de la caducidad, ya que se ha incluido para la prescripción la disposición
establecida en el artículo para la prescripción la disposición establecida en el artículo 96
inciso 3 de la Ley de Títulos Valores, sobre la no interrupción ni suspensión de la misma,
así como los plazos perentorios, características de la caducidad dentro del Derecho
Común. Beumont Callirgos y Rolando Castellares reconocen que aquel texto es un
principio típico de la caducidad, y tan cierto es que así se expresa en el artículo 2005
del Código Civil. En otras palabras, la prescripción cambiaria es tratada en esta Ley N°
27287 de forma similar a la caducidad civil.18

16. PRESCRIPCION EN CASO DE PRÓRROGA Y RENOVACION

El artículo 97 de la Ley establece el régimen de prescripción de acciones cambiarias de


títulos prorrogados y renovados. En los títulos valores puede insertarse la cláusula de
prórroga, la misma que permite al tenedor a su libre albedrío prorrogar la fecha de
vencimiento del título valor. Igualmente, los títulos valores pueden ser renovados, esto
es, se pueden modificar las condiciones originales de un título valor, llámese fecha de
vencimiento, importe, lugar de pago, etc., por acuerdo expreso entre tenedor y obligado
principal. Pues bien, tratándose de títulos valores que llevan inserta desde su emisión
la cláusula de prórroga, el plazo de prescripción se computará desde la fecha de su
último vencimiento, extendiéndose sus efectos a todas las personas que intervengan en
el título valor.

Por otro lado, si se hubiera acordado renovar el título valor una o más veces, el plazo
prescriptorío para cada acción cambiaria volverá a ser computado desde la fecha del

17
RUBIO CORREA, Marcial. Ob. Cit.
18
BEUMONT CALLIRGOS, Ricardo y CASTELLARES AGUILAR, Rolando. Ob. Cit.
30

nuevo vencimiento acordado por el tenedor y el obligado principal. Sin embargo, el plazo
de prescripción para las personas que no hayan intervenido expresamente en la
renovación se computará desde la misma fecha en que ocurrió la renovación del título
valor.

En cuanto a este aspecto, la doctrina considera que en general las clausulas


renovadoras pueden tener las siguientes modalidades:

a) La renovación facultativa (que vendría a ser la prórroga), por la cual en el título


y en la fecha de su suscripción se autoriza al tenedor a efectuar las renovaciones
de manera unilateral.
b) La renovación denominada clausula convencional, por la cual las partes
intervinientes en la relación cambiaria, en cada oportunidad en que se renueve
el título, lo autorizan expresamente, procediendo a su inscripción, poniéndose
de manifiesto en el titulo valor o en hoja adherida de acurdo a lo permitido en el
art 4º de la LTV.

Tanto en la prorroga como en la renovación, las partes intervinientes en la relación


cambiaria acuerdan renovar la obligación del documento caratular manteniendo los
aspectos propios de la relación cambiaria, teniendo presente el principio de la literalidad,
contenido en el art 2º de la Ley. El texto del documento determina los alcances y
modalidades de los derechos y obligaciones indicados en los títulos valores. Se
requiere, en consecuencia, la constancia de la renovación. En el caso de la prórroga, se
autoriza al tenedor a modificar el plazo de vencimiento de la obligación en forma
unilateral. En el caso de la renovación en cada vencimiento, la modificación del plazo
requiere que los sujetos de la obligación tengan que expresar su aceptación y
suscripción, debiendo constar en el titulo valor respectivo o en hoja adherida a él.

En lo que respecta a los títulos valores con cláusula de prórroga, el cómputo del plazo
de prescripción de la acción cambiaria se reinicia a partir de la fecha de vencimiento de
cada una de las prórrogas (art 49º), surtiendo efecto respecto a todas las personas que
intervengan en título valor. La prórroga es automática y no requiere de intervención,
porque la misma se pacta de antemano; es por eso que el plazo de prescripción se
reinicia en la fecha de su último vencimiento. La renovación debe ser pactada en cada
vencimiento, reconociéndose el plazo de prescripción a partir del nuevo vencimiento. En
este sentido, el art.92º.1 considera respecto a los plazos de prescripción dos
situaciones: la primera, para aquellos que acordaron la renovación, corriendo el plazo
de prescripción a partir de la fecha del nuevo vencimiento; y la segunda, referente a los
que no han participado en la renovación, como podría ser el avalista; para estos el plazo
31

de prescripción de las acciones cambiarias corre a partir de la misma fecha de la


renovación. La prescripción en el caso de la prórroga afecta a todos los que intervienen
en el titulo valor, mientras en la renovación sus efectos recaen sobre las personas que
no han intervenido expresamente en está. Por otro parte, la renovación debe haber sido
insertado después de vencido el título y no antes. Si la cláusula fuere anterior al
vencimiento, se produciría incertidumbre en cuanto a este hecho, contrariándose el
principio de la certeza en referencia a la oportunidad en que la obligación cambiaria
debe ser exigible. El documento tendría en tal caso dos vencimientos el originario y el
renovado anticipadamente. De otro lado si el plazo de prescripción hubiese transcurrido,
no es posible renovar el título, ya que se estaría privando de valor a la prescripción
producida. Pongamos un ejemplo: supongamos que “A”, endosa una letra de cambio
cuya fecha de vencimiento es el 08 de junio del 2000, a “B” y éste a su vez a “C”. Luego,
el09 de julio, el aceptante de la letra de cambio “X”, acuerda con “C” renovar la letra de
cambio y fijar como nueva fecha de vencimiento el día 20 de julio del 2000. Por tanto, el
cómputo de prescripción para “X” (acción cambiaria directa) comienza a correr a partir
del día 20 de julio del 2000, fecha del nuevo vencimiento. No ocurre lo mismo con los
anteriores endosantes a “C” (acción cambiaria de regreso), pues para ellos la
prescripción se computa desde el mismo día en que se renovó el título valor, es decir,
desde el 09 de julio del 2000.

17. CADUCIDAD DEL DERECHO DE SUSPENSIÓN

De conformidad con lo establecido en el artículo 98º de la Nueva Ley de títulos valores,


en los casos de la suspensión del derecho de pago, si el obligado no es notificado del
inicio del proceso de ineficacia del respectivo título valor o el peticionario no le hace
entrega de la copia respectiva de la demanda presentada ante la autoridad judicial;
dentro de los siguientes quince días de su petición extrajudicial de suspender el pago,
caduca tal derecho de suspensión quedando el obligado liberado de toda
responsabilidad por el pago que realice transcurrido dicho plazo de suspensión.

En este caso, se trata de un plazo de caducidad (los plazos de caducidad los pone la
Ley), art 2004º, CC, en el cual se hace referencia a la suspensión del pago extrajudicial
(art 107º) (el que no surtirá efecto y produce una pérdida del derecho si el obligado no
es notificado del inicio del proceso de ineficacia del respectivo título valor o el
peticionario no le hace entrega de la copia de la respectiva demanda presentada ante
la autoridad judicial, dentro de los siguientes quince días de su petición extrajudicial se
suspender el pago.
32

¿Cuándo caduca el derecho de suspensión de pago de los T.V.?

El término caducidad está restringido al derecho de suspensión de pago, el mismo que


puede ser ejercitado por quién tenga legítimo interés sobre un título valor para solicitar
extrajudicialmente al obligado la suspensión del pago del título, cuando se presente
alguna de las siguientes circunstancias:

−Que haya desaparecido cualquier dato necesario para la identificación determinación


de los derechos que representen el título valor.

−Que el título valor haya sido extraviado.

−Que el título valor haya sido sustraído. Cuando se presenten estas circunstancias,
cualquier interesado deberá comunicar al obligado principal que debe suspender el pago
de la obligación.

Contenida en el título valor, sin que ello lo haga incurrir en mora. En consecuencia, si
una persona intentase exigirle el cobro de la deuda, el obligado deberá entregarle una
copia de la comunicación remitida por el interesado, en la que se le insta a suspender
el pago del título valor. Lo mismo debe hacer si es que recibe la notificación de protesto
del título valor, en cuyo caso entregará al notario una copia de la solicitud de suspensión
de pago. Si el obligado no cumple con retener el pago, es decir, si lo efectúa pese a
estar válidamente notificado, será el único responsable por las consecuencias del pago
efectuado en estas condiciones.

Ahora bien, cuando se ejerce el derecho de suspensión de pago, quien lo haya pedido
deberá además interponer una acción judicial de ineficacia del título. En ese sentido, si
dentro de los quince días de habérsele comunicado la suspensión del pago, el obligado
no es notificado del inicio del proceso judicial de ineficacia del título valor o, en su
defecto, el peticionario no le hace entrega de la copia de la demanda presentada ante
la autoridad judicial, el referido derecho de suspensión de pago caducará. En otras
palabras, el obligado quedará liberado de toda responsabilidad por el pago que realícela
tenedor del título valor si, desde que le es comunicado el ejercicio del derecho de
suspensión de pago, transcurren quince días sin que se le notifique la demanda de
ineficacia del título valor o sin que el peticionario le haya permitido copia de dicha
demanda. De conformidad con lo establecido por el artículo 93 de la Ley bajo
comentario, en los casos de la suspensión del derecho de pago a que se refiere el
artículo 107, si el obligado no los notificado del inicio del proceso de ineficacia del
respectivo título valor o .el peticionario no le hace entrega de la copia de la respectiva
demanda presentada ante la autoridad judicial dentro de los siguiente tres días de su
33

petición extrajudicial de suspender el pago, caduca tal derecho de suspensión,


quedando el obligado liberado de toda responsabilidad por el pago que realice
transcurrido dicho plazo de suspensión.

Como consecuencia de ello, el pago que hubiere realizado el mencionada obligado en


circunstancias en las que desconocía el inicio y tramitación de una demanda destinada
a declarar la ineficacia del título por su deterioro total,' extravío o sustracción, será
plenamente válido. Obviamente este plazo de caducidad opera únicamente respecto
de los títulos valores vencidos y que hubieren sido objeto de la acción de ineficacia, sin
mediar notificación al obligado, y no en aquellos supuestos ellos que el demandante
requiera un duplicado del título.

18. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN DE ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA

El artículo 20 de la ley de títulos valores peruana vigente, ley 27287 establece que
extinguidas las acciones derivadas de los títulos valores, sin tener acción causal contra
el emisor o los otros obligados, el tenedor podrá accionar contra los que se hubieren
enriquecido sin causa en detrimento suyo, por la via procesal respectiva. La ley
establece que la acción de enriquecimiento sin causa a la que se refiere el artículo 20
prescribe a los dos años de extinguida la correspondiente acción cambiaria derivada
del título valor. El artículo 26 de la abrogada ley de títulos valore precisaba que la acción
de enriquecimiento sin causa prescribe a los dos años de la extinción de las acciones
derivadas del título valor respectivo.

19. CADUCIDAD Y PRESCRIPCIÓN ACCIÓN CAUSAL

Los títulos valores, tanto los abstractos como los causales, obedecen a una motivación,
en los primeros no se revela externamente la causa en el titulo mismo, mientras que en
los segundos si aparece expresada en el documento.

Quiere decir que el negocio jurídico que origino la emisión de un título valor está latente
en esté. Si las obligaciones que de él emergen no se cumplen, pueden hacerse valer
las derivadas del negoción que originó su emisión.

Esto ocurre porque el titulo valor no produce novación de la obligación fundamental o


básica. Por esto, si el documento cambiario no se cumple, o si ha prescrito la acción
emergente del mismo, puede recurrirse a la acción causal, dentro del plazo de
prescripción que corresponde a esta acción.

A diferencia de lo expresado por el Art. 99° en relación con la acción de enriquecimiento


indebido, no expresa en art.100° si la acción causal debe interponerse antes o después
34

de extinguidas las acciones cartulares, o después de las de enriquecimiento indebido;


de modo que no precisa cuando comienza a correr el termino de prescripción.

El art. 94°permite al tenedor del título valor promover alternativamente la acción derivada
del título o la acción causal, si las calidades de tenedor y obligado principal
corresponden al acreedor y al deudor de la relación fundamental. Semejante situación
se reconoce en relación con el endosante y el endosatario.

Parecería que el término de la prescripción de la acción causal comienza a correr desde


que se celebró el negocio fundamental o básico que originó la emisión del título valor.
Pero, el art. 20° puede conducir a otra conclusión cuando expresa: “Extinguida las
acciones derivadas de los títulos valores, sin tener acción causal contra el emisor o los
otros obligados, el tenedor podrá accionar…”, lo que haría suponer que la acción causal
solo puede interponerse extinguidas las acciones cartulares.

De este modo, la prescripción de las acciones documentales hace revivir las acciones
del derecho común que la acción cambiaria había absorbido; el tenedor accionara contra
su cedente por el pago de las prestaciones que con el documento se había pretendido
cancelar, o tratara de reembolsarse por el precio pagado por descuentos de documentos
privados de valor; y así, remontándose de un garante a otro, se encontrara ante su
cedente en ejercicio en la acción nacida del crédito que representa el título valor; a su
vez, el girador se dirigirá al girado para exigir de él el pago de crédito que había
constituido la provisión. Cada una estas acciones revivirá jurídicamente y será ejercitado
por las vías que le son propias y dentro de los plazos que a ellas corresponden.

El tenedor habrá perdido las ventajas que le proporciona el derecho cambiario, pero
como la emisión del título no entraña novación abra conservado el derecho de obtener
el pago de su crédito, haciendo valer las acciones de derecho común que la acción
cambiaria había provisionalmente aletargado, lo que permite concluir que el plazo de
prescripción de la acción causal comienza a correr a correr desde de enriquecimiento
sin causa, el art. 99° señala como punto de iniciación del plazo de prescripción la
extinción de las acciones derivadas de los títulos valores, en el caso de la acción causal
las remite al negocio básico o fundamental que originó la creación del título valor.

En cuanto al plazo de la acción causal, la parte final del art. 100° refiere que, el mismo,
le corresponde según la naturaleza de las relaciones jurídicas de las que ellas se
deriven, conforme a la Ley de la materia.

En este sentido, se estará a lo dispuesto en el art. 2001° del Código Civil, que establece
un plazo de prescripción de diez años para la acción personal.
35

La corte suprema ha resuelto que:

 La acción causal prescribe dentro del plazo correspondiente a la acción personal


que el Condigo Civil tiene establecido para la acción jurídica pertinente.19

RECOMENDACIONES

 La ley de títulos valores peruana vigente ha sido difundida a través de eventos y


libros y artículos destinados a su estudio, en consecuencia quien aspire a
conocer la misma debe revisar dichos libros y artículos para tener sólidos
conocimiento sobre esta importante rama del derecho, es decir, existen fuentes
de información sobre la misma.
 Se recomienda en la actualidad se dé el uso de la acciones cambiarias; ya que
son unos de los tipos de cobros que aseguran el ejercicio contenida en el título.
Contando con una acción sustantividad propia que faculta a ejercitar, judicial o
extra judicialmente, la cual hace que las personas, opten por su utilidad.
 Así mismo que para el uso a ley de las acciones cambiarias, este conforme a los
requisitos para la ejecución sin complicaciones; cumplir con ciertas formalidades
que establece la ley de títulos, caso contrario vale como un documento ordinario
y pierde la acción cambiaria.
 Que estando En posición como tenedor estar informado acerca de las acciones
cambiarias para así poder plantear su reclamo conforme a lo estipulado.
 Se recomienda, que sí, se desea realizar la modificación del vencimiento, esto
se debe realizar los siguiente: que; El día del vencimiento de una letra de cambio
puede adelantarse o retrasarse antes de que se produzca, siempre que lo
convengan todos los obligados cambiarios y que lo acepte el tenedor. Como
también se recomienda visitar las páginas bibliográficas citadas en documento,
para más información.

19
Ejecutoria Suprema de 8 de noviembre de 1988. Anales Judiciales, T.LXXVI, p.125.
36

CONCLUSIONES

 La acción cambiaria asiste única y exclusivamente al poseedor o sujeto activo


de un título de crédito para perseguir por la vía judicial el cumplimiento de la
obligación contenida en el título a través de un proceso de ejecución, cuando el
plazo de la obligación ha vencido.

 Para que se de la acción cambiaria, debe existir un vínculo jurídico que se


presentará por parte de uno de los sujetos, como un derecho, y por parte del otro
u otros sujetos como un deber. Cuando nace ese derecho y ese deber se da la
creación de un título de crédito.

 Cuando vence el plazo de la acción cambiaria se impone el cumplimiento


forzoso.

 A través de la acción cambiaria se puede reclamar el pago del valor estipulado


en el título, en caso de aceptación o pago parcial el pago de la parte no aceptada
o de la parte no pagada.

 No procederá la acción cambiaria entre las personas que ocupan la misma


posición e igual responsabilidad en un título valor, responderán solidariamente
frente al tenedor y sus relaciones quedan sujetas a las disposiciones propias del
derecho común.

 El derecho cambiario y el derecho cartular tienen mucha importancia para las


empresas y dentro de éstas sobre para garantizar el pago de pequeñas
cantidades de dinero, en las cuales los valores negociables son más eficientes
que otras garantías como por ejemplo son más eficientes que la hipoteca.
37

BIBLIOGRAFÍA

 MONTOYA MANFREDI, Ulises. (2012). COMENTARIOS A LA LEY DE


TÍTULOS VALORES. Lima: Moreno S.A.
 Ej. De 8 de noviembre de 1978, Revista de Jurisprudencia Peruana, N°422.
 Ej. De 2 de mayo de 1979, Revista de Jurisprudencia Peruana, N°s. 430-431,
nov-dic., año 1979.
 Casación N°2306-98-La Libertad, 12 de Abril de 1999, El Peruano, 14 de junio
de 1999.
 LEY DE TÍTULO VALORES, Ley N° 27287.
 ARIANO DEHO, Eugenia. “Las vías procesales para el ejercicio de las
‘acciones cambiarias’”. En: Tratado de derecho comercial, Tomo II, Títulos
valores, Gaceta Jurídica, Lima, 2004.
 MONTOYA ALBERTI, Hernando. Ley de títulos valores. Gaceta Jurídica, Lima,
año 2005.
 ORIONE, Francisco. Letra de cambio, cheque y demás papeles de comercio.
Sociedad bibliográfica Argentina, Buenos Aires, año 1994.
 BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo y CASTELLARES AGUILAR, Rolando.
Comentarios a la Ley de Títulos Valores. Gaceta Jurídica, Lima, año 2000.
 DIVISIÓN DE ESTUDIOS LEGALES DE GACETA JURÍDICA, Guía rápida de
preguntas y respuestas de la nueva Ley de Títulos de valores, Lima, año 2000.
 PORLLES TORREJON, Nancy. Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Manual
de Derecho Comercial II, año 2004.
 RUBIO CORREA, Marcial. Prescripción, caducidad y otros conceptos en el
nuevo código civil. Fundación M.J Bustamante De Fuente, Lima, año 1987.

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