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ECUACIÓN NAVIER - STOKES

1. INTRODUCCIÓN
Las ecuaciones de Navier-Stokes reciben su nombre de Claude-Louis Navier y George Gabriel
Stokes. Se trata de un conjunto de ecuaciones en derivadas parciales no lineales que describen
el movimiento de un fluido. Estas ecuaciones gobiernan la atmósfera terrestre, las corrientes
oceánicas y el flujo alrededor de vehículos o proyectiles y, en general, cualquier fenómeno en el
que se involucren fluidos newtonianos.
Estas ecuaciones se obtienen aplicando los principios de conservación de la mecánica y la
termodinámica a un volumen fluido. Haciendo esto se obtiene la llamada formulación integral
de las ecuaciones. Para llegar a su formulación diferencial se manipulan aplicando ciertas
consideraciones, principalmente aquella en la que los esfuerzos tangenciales guardan una
relación lineal con el gradiente de velocidad (ley de viscosidad de Newton), obteniendo de esta
manera la formulación diferencial que generalmente es más útil para la resolución de los
problemas que se plantean en la mecánica de fluidos.
2. MARCO TEÓRICO
Fuerzas sobre el fluido:

-Fuerza gravitatoria:
Podemos definir la (densidad de) energía potencial gravitatoria actuando sobre el fluido con la
ecuación:

, donde g representa la aceleración gravitatoria supuesta constante, y la tercera componente


de x está asociada a la altura. (Recordemos que en notación de Einstein el número encima del
vector indica índice contravariante y no “elevado al cubo”). A partir de aquí por definición
podemos sacar la (densidad de) fuerza gravitatoria sobre el fluido:

, donde de paso hemos introducido el vector g con el que reescribir vectorialmente la ecuación:

-Tensor de tensiones:
Cuando tenemos un diferencial de volumen de fluido, por ejemplo, con forma de cubo, sobre
cada una de sus caras podemos tener una fuerza perpendicular y dos contenidas sobre ellas. Así
pues, sobre cada cara podemos considerar un vector de fuerza neto, cuyo producto escalar con
cada dirección indique la fuerza resultante.
Además, para que el sistema no se deforme, es evidente que las caras opuestas deberán poseer
vectores de fuerza opuestos, lo que nos garantiza una cierta simetría. Al tener un cubo 6 caras,
si las fuerzas sobre las opuestas se relacionan antisimétricamente, tenemos 3 caras por ahora
independientes, cada una con su propio vector de fuerza, que generaremos a través de la
expresión:
, donde * indica que la fuerza está expresada en Newtons (nosotros queríamos densidades de
fuerza, no fuerzas). T aquí representaría el tensor de tensiones del fluido (de rango 2), que al
contraerse con el vector superficie A nos daría la fuerza que queríamos obtener.
En el último paso de la ecuación hemos empleado el teorema de la divergencia de nuevo. De
aquí podemos despejar el tensor de tensiones:

Como al cambiar de signo x hemos comentado que *FT también cambia de signo llegamos a la
conclusión de que el tensor debe ser simétrico, y por tanto diagonalizable. Existe una base de
autofuerzas que actúan sobre el diferencial de volumen, evitando las tensiones transversales.
Este resultado de simetría es de vital importancia para simplificar cuentas posteriormente.
-Fuerza debida a la tensión:
A partir de lo obtenido, si queremos la densidad de fuerza debida a la tensión sobre el fluido
simplemente tenemos que derivarla respecto al volumen:

Finalmente concluimos que la fuerza interna del fluido tendrá su origen en el gradiente del tensor
de tensiones.

Momento lineal y balance de fuerzas:


A partir de la definición de momento lineal que ya llevamos considerando un rato, y en virtud de
la segunda ley de Newton, podemos decir sin problema que la derivada temporal de este debe
ser idéntica a la suma de las fuerzas que actúan sobre el fluido:

, donde evidentemente a es el campo vectorial de aceleraciones en el fluido. Como tenemos


definidas ya las fuerzas que van a actuar sobre nuestro fluido, además, podemos sustituirlas para
obtener la ecuación del balance de las mismas sobre el fluido:

Sin embargo, tenemos el problema de que con lo que llevamos no tenemos ni idea de la forma
del tensor T, por lo que debemos buscar alguna forma de definirlo. Efectivamente, se puede
pensar que ya está definido en virtud de la ecuación con la que apareció anteriormente, pero
definir las tensiones según las fuerzas, teniendo en cuenta que las fuerzas son lo que queremos
calcular no tiene sentido. Necesitamos recurrir a algo más elemental.
Tensiones en reposo e isotropía de tensores:
Salta a la vista que si el fluido está en reposo, no debería haber ninguna dirección preferente
para sus tensiones internas: las fuerzas de tensión deberían ser idénticas en todas direcciones.
Cuando una magnitud tensorial es invariante frente a rotaciones (la gires hacia donde la gires
vale lo mismo) decimos que es isotrópica (ya comentamos por encima la isotropía del universo).
Pensemos por ejemplo en un tensor de rango 2 (matriz de filas y columnas). Si yo quiero girarlo
según la matriz de rotación ROT tendré que realizar la siguiente operación:
Para expresar esto tensorialmente asumimos que si el índice contraído es el covariante la matriz
empleada es la inversa. Además, añadiremos ya la condición de que queremos que T’ sea
idéntica a T para cualquier matriz de rotación:
, donde δ representa la delta de Kronecker (en este caso matriz identidad). Ahora tenemos que
hacer una reflexión que nos ahorrará demostraciones matemáticas. Si yo tengo una matriz que

tiene la propiedad de que rotarla es exactamente igual que multiplicarla por la identidad,
evidentemente no estoy ante un tipo de matriz cualquiera. Tenemos una matriz multiplicada a
la derecha por ROT y a la izquierda por su inversa. Esto por nuestra condición debe ser idéntico
a multiplicarla por δ, lo que quiere decir que es como si T conmutara con ROT y cambiasen sus
posiciones en la ecuación. Una vez intercambiadas estas matrices, el producto de ROT con su
inversa es automáticamente δ por definición. Recapitulando: para que T sea isotrópico debe
conmutar con TODAS las posibles matrices de rotación. ¿Y cuáles son las únicas matrices que

conmutan con todas las demás? ¡Las diagonales! Un tensor T isótropo de rango 2 debe cumplir
por definición estar diagonalizado siempre:
Ya sabemos que nuestro tensor de tensiones en reposo es diagonal. Ahora bien, ¿cuál debe ser
el valor de λ que le asignemos a su valor? Dado que sobre un fluido en reposo lo único que actúa
es su presión interna p, ese es el valor que necesitamos. Además, le cambiaremos el signo según
el criterio termodinámico de transferencia de energía:
Conseguimos así nuestra primera aproximación al tensor de tensiones.

Tensiones dinámicas:
Si el fluido no está en reposo, que será lo más habitual, debemos sumar a T un tensor de
tensiones de viscosidad σ que por la definición de T será también simétrico y, por tanto,
diagonalizable. Esto nos deja la ecuación de la siguiente forma:

-Gradiente de velocidades:
Dado que el nuevo tensor σ surge del movimiento de fluido, es asumible que tendrá su origen
en el desnivel en v. Si no existiese este tensor v sería constante en todo el espacio en el que se
mueve el fluido, pero por desgracia para el cálculo sabemos que no es así. Consideremos
entonces el producto tensorial del gradiente con v, y descompongámoslo en sus partes
simétrica α y antisimétrica β:

El motivo por el cual hemos tomado la parte simétrica y la antisimétrica es que por
definición σ era simétrico, y por tanto no debe estar relacionado de ningún modo con β. El hecho
de que la contracción total de α sea la divergencia de v, asimismo, también es importante, por
lo que conviene recordarlo para venideras cuentas.

-Tensor de viscosidad:
Visto el tensor α, podemos definir σ como:

, donde K sería el tensor de viscosidad (parecido al tensor de curvatura de Riemann en relatividad


general). Este tensor es de rango cuatro (una matriz de matrices), y contraido con α da el tensor
de fuerzas de viscosidad σ. Una contracción total de dos matrices es la suma de los elementos
de la diagonal (la traza) del producto entre ambas. Una contracción de un tensor de rango 4 con
uno de 2 es contraer totalmente cada una de las matrices internas de K con α dejándolas en la
misma posición ahora como escalares.
Por consistencia, K debe ser simétrico en sus índices i,j y, además, experimentalmente se asume
que es isótropo. ¿Y qué es exactamente un tensor isótropo de rango 4? Pues si un tensor isótropo
de rango 2 era una matriz diagonal, uno de rango 4 será una combinación lineal de productos
tensoriales de matrices diagonales de la forma:

Además, como los índices i,j deben ser intercambiables por simetría, es necesario que μ sea
idéntico a γ. Gracias a esto reducimos un poco el tamaño de la ecuación:

, donde hemos respetado los índices que acompañaban a γ porque podemos y por conveniencia.
Ahora que ya tenemos K podemos redefinir σ:

Si llevamos esto a la ecuación del tensor de tensiones que era la que queríamos obtener:

-Hipótesis de Stokes:
Como la ecuación a la que hemos llegado resultaba poco intuitiva fue un reto intentar mejorarla,
y Stokes tuvo claro qué se debía hacer. Empecemos contrayendo totalmente T:

Según la visión de Stokes, no tenía ningún sentido que la traza de T dependiese de los
coeficientes de viscosidad, porque eso supondría una extraña torsión interna. Lo correcto sería
que dependiese sólo de la presión, de forma que al obtener la traza la viscosidad fuese
irrelevante. Haciendo esto, la traza de T se convierte en un invariante de gran importancia en la
física de fluidos. Decimos pues que la hipótesis de Stokes es:

, y esto nos deja T de la forma:


, y μ pasa a ser el único coeficiente legítimo de viscosidad, que despejando se medirá en Pa*s.

-Tensiones de cizalla:

Supongamos por ejemplo que tenemos media tubería cilíndrica a lo largo del eje 2, y que en su
interior se mueve un fluido únicamente con velocidad en dicho sentido, y que dicha velocidad
varía con la altura 3 a medida que ascendemos. Gracias al tensor de tensiones, podemos conocer
la tensión que existe sobre el fluido debido a este gradiente:

En la ecuación, δ se anula por no coincidir los índices, la divergencia también por no haber
fuentes ni sumideros. Finalmente, nos quedamos con la única derivada que existe, que es la de
la componente 2 de v a lo largo del 3er eje. La tensión de cizalla resulta ser el producto de la
viscosidad por la variación de la velocidad con la altura.
Navier-Stokes:
Y con todo lo visto ya estamos preparados para obtener LA ECUACIÓN de la física de fluidos, que
no es otra cosa que sustituir nuestro tensor T en la ecuación del balance de fuerzas:

Ahora, si consideramos que la divergencia de v es nula:

La ecuación de Navier-Stokes nos dice que la fuerza sobre el fluido es igual a la fuerza gravitatoria,
menos el gradiente de presión en el fluido, más el producto de la viscosidad con el laplaciano
de v. Si alguno de los lectores es capaz de demostrar que para unas condiciones iniciales dadas
tan sólo hay un campo de velocidades v que resulte solución de la ecuación le espera una
generosa recompensa.

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