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administración
pública
Derecho
Administrativo
Dinámica de la
administración pública
El Estado en la Economía
Modelos económicos
A) Economía de mercado.
Este modelo se asemeja al anterior por cuanto los particulares siguen siendo los
actores de la actividad económica. El estado continúa excluido de la misma,
D) Economía dirigista.
Art. 4: sostiene que el Tesoro Nacional se forma por tributos que deben
imponerse de manera equitativa y proporcional a la sociedad, y que los
créditos pueden ser para urgencias de la Nación o empresas de utilidad
nacional.
Límites
De este principio se desprenden dos límites, uno negativo y otro positivo para
el Estado:
Teniendo en cuenta que las necesidades y requerimientos del bien común son
múltiples, variables, y transitorias, las técnicas de intervención estatales
tendrán los mismos caracteres, además de ser siempre residuales -tendrán
lugar ante la falta o insuficiencia de actividad por parte de los particulares-, por
el principio de subsidiariedad arriba explicado, y legales, no sólo por el principio
de la competencia –siempre excepcional- sino también porque toda restricción
de la libertad debe tener sustento y fundamento en ley del Congreso.
El servicio público (v. punto 9.2) también es una intervención directa, pues el
Estado asume la titularidad de una actividad, sustituyendo total o parcialmente
a los particulares, según que la prestación sea directa o indirecta por parte del
Estado, y según que suponga o no la existencia de un monopolio.
Los servicios sociales son actividades de asistencia, realizadas por el Estado con
fin humanitario, más que económico, que confluye con actividades de igual
finalidad que realizan los particulares. La actividad de estos últimos se va a regir
por el derecho privado, en tanto que la del Estado por el derecho público, por
ser el normal ejercicio de la función administrativa, en ámbitos como el de la
salud, educación y asistencia social.
Las formas jurídicas que asume la intervención estatal son variadas y pueden
distinguirse en organizativas y autoritativas. Las primeras son las que utiliza el
Estado en todas aquellas clases de intervención que implican de su parte
actividades de prestación directa (servicio público, actividades privadas de
interés público y servicios sociales). Aquí recurre el estado a las distintas formas
de descentralización administrativa.
2ILDARRAZ, Benigno, ZARZA MENSAQUE, Alberto R., VIALE, Claudio Martín, ob. cit., pág.
565.-
Habilitación: resume los caracteres de la autorización, pero a ellos se
añade que las facultades del Estado no se agotan en la emisión del acto,
sino que perdura en el tiempo el control estatal y la verificación de que
se están cumpliendo los requisitos propios de la actividad. Ej.:
ordenanzas que regulan la habilitación de ascensores, como es en
Córdoba la Ordenanza 10.950, que establece las pruebas periódicas y
controles estatales que deben efectuarse sobre la instalación mecánica.
Privilegios y estímulos
Regulación y desregulación
Ello produjo que interviniera el Estado, de una forma cada vez más paulatina,
regulando las actividades para proteger la parte más débil y así restablecer la
igualdad de las partes contratantes. Así, se reguló el campo del derecho laboral
-con jornadas de labor, vacaciones, equipamiento permanente-, se reguló en
materia de precios, fijando en muchos casos precios máximos, se dispuso
prórroga de contratos de locación, tasas máximas de interés, se crearon juntas
reguladoras, que se convertían en únicos adquirentes de determinados
productos de exportación, se impuso obligación de contratar empleados a
través de determinado gremios, etc.
Por ello, la ola reguladora tuvo como contrapartida, a partir de la década del
80, la ola desreguladora, que consistió, no en eliminar la regulación efectuada,
sino limitarla, desregulando el exceso, a fin de que el Estado pueda asumir con
vigor aquellas actividades que le son esenciales, y los particulares puedan
desarrollar libremente su potencial creador.
La reforma del estado exige por tanto una modificación del texto
constitucional.
4Cuatro son las causas que nos permiten conocer un objeto. La formal, es decir, aquella que nos
describe el modo de ser de una cosa o la forma que ésta adopta y por la que viene a ser lo que
es; la causa material, que es la que nos indica aquello de lo que está compuesta una cosa; la
causa eficiente, que explica aquello de que proviene una cosa; y la causa final, por la cual
conocemos aquello a lo que una cosa tiende.
intenso de la función legislativa, administrativa y judicial, ya que supone el
dictado de leyes de reforma, reglamentos, contrataciones, resoluciones, y el
debido control judicial (recordemos el per saltum ocurrido con motivo de la
privatización de Aerolíneas Argentinas).
Definición
Para algunos, el criterio para definir si una actividad es servicio público se funda
en la persona pública que lo presta: es el criterio subjetivo orgánico.
Sólo a nivel nacional existen grandes divergencias entre los autores acerca de
su concepto. Así, el eminente jurista Marienhoff6define al servicio público como
“toda actividad de la Administración Pública, o de los particulares o
administrados, que tienda a satisfacer necesidades o intereses de carácter
5cfr. SILVA CENCIO, Jorge A., “La concesión del servicio público”, en Contratos Administrativos,
varios autores, Astrea, Buenos Aires, 1982, pág. 115, citado por PEREZ SÁNCHEZ, Luis R.
Servicio Público. Técnica de Protección al Usuario, Ed. Abeledo – Perrot, Buenos Aires, 1998,
Cuadernos de la Universidad Austral, Derecho Administrativo 1, pág. 9.-
6 cfr. MARIENHOFF, Miguel S., Tratado de Derecho Administrativo, Ed. Abeledo – Perrot,
Buenos Aires, 2003, Tomo II, Cuarta Edición actualizada, pág. 17 y ss., passim.-
general cuya índole o gravitación, en el supuesto de actividades de los
particulares o administrados, requiera el control de la autoridad estatal”7. Una
concepción objetiva del servicio público que se basa en la naturaleza material
de la actividad nos brinda Juan Carlos Cassagne8, para quien el instituto en
cuestión se trata de una parte de la actividad administrativa del Estado, quien
puede a su vez, encomendar, conceder o atribuir el ejercicio de los
correspondientes cometidos a los particulares, ya sea a través de la concesión u
otros medios jurídicos, como la gestión concertada, el permiso, etc., en cuyo
caso se le transfieren determinados poderes públicos que pertenecen iure
propio a la Administración. La actividad consiste en una prestación obligatoria y
concreta de naturaleza económico social, que satisface una necesidad básica y
directa del habitante. Desde otra perspectiva, para Mairal9, el modelo del
servicio público concebido como de titularidad estatal sufrió un quiebre total
en nuestro país a partir de la reforma del Estado operada desde finales de la
década del ’80 y en virtud de las leyes que la pusieron en vigencia. Dicha
transformación la resume así: a) losservicios públicos han dejado de constituir
“actividad administrativa”; b) no es posible mantener hoy como nota definitoria
del servicio público la “titularidad” estatal de la actividad; c) en el ámbito
nacional, se tiende a reemplazar el modelo francés por uno basado en gran
medida en el derecho norteamericano, o lo que es lo mismo, a pasar del
régimen tradicional europeo del servicio público a uno de regulación. Se funda
en los Art. de la ley 24.076 y 24.065 que establecen el rol subsidiario del Estado
a la hora de prestar un determinado servicio y en el otorgamiento de licencias
telefónicas sin plazo. Para Gordillo10, sólo cuando la realidad económica nos
indica que determinados servicios están en manos de particulares en
condiciones monopólicas, sea de hecho o por concesión o licencia otorgada por
la administración, el Estado debe ejercer su potestad de controlar cómo se
presta ese poder, y allí aparece un corpus normativo y una realidad económica
que puede ser calificada útilmente como servicio público. Por ello, sólo su
condición monopólica, cuando la tenga y no su objeto, ni la naturaleza de la
actividad, ni su fin, es lo que justifica y determina ese régimen.
nro. 14, Depalma, Buenos Aires, 1993, pág. 398 y s.s., passim.
10cfr. GORDILLO, Agustín, Tratado de Derecho Administrativo, Tomo 2, La defensa del usuario y
del administrado, Ed. Fundación de Derecho Administrativo, Tercera Edición, Buenos Aires,
1998, Capítulo VI, passim.-
incluidas dentro del concepto las actividades esenciales del Estado, las de
interés público, ni las simples actividades económicas11.
Caracteres
Igualdad: significa que todos tienen derecho a exigir y recibir del servicio
público el mismo tratamiento económico y jurídico que las demás
personas que se encuentren en iguales condiciones. Por lo tanto, en
igualdad de condiciones, corresponde igual servicio, igual prestación e
igual precio.
11
Acordamos con GARCIA TREVIJANO en clasificar las actividades que puede llevar a cabo el
Estado en: 1) funciones incesibles o indelegables (ej. justicia, defensa, relaciones exteriores); 2)
servicios públicos; 3) actividades de interés público (v. gr. la radiodifusión) y, 4) actividades
económicas simples (las meras actividades industriales o comerciales), vid. GARCIA
TREVIJANO FOS, José A. en el libro sobre la "La empresa pública", t. I, ps. 70 y sigtes.,
Publicaciones del Real Colegio de España en Bolonia, Zaragoza 1970, citado por CASSAGNE,
Juan Carlos, “La transformación del Estado – Segundo Artículo”, LL, 1990-E, 1085, nota 36. Las
primeras hacen a la razón de ser del Estado, y jamás pueden ser asumidas por los particulares;
las terceras son actividades por esencia privadas, pero sometidas a una mayor regulación por la
incidencia que tienen en el interés general, y pueden o no ser prestadas por el Estado, pero no
son servicio público (ej: actividad farmacéutica); las últimas son las restantes actividades
económicas, con escasa incidencia en el interés público, y por tanto escasamente reguladas (por
el derecho público, se entiende), regidas mayoritariamente por el derecho privado, que podrían
ser efectuadas por el Estado (ej: actividad agropecuaria que se practica en campos de propiedad
de las F.F.A.A.).
Creación y extinción
Sistemas de prestación
El análisis de la situación jurídica del usuario varía según que el servicio público
lo preste directamente la Administración Pública, o indirectamente un
particular.
El precio es la suma de dinero que se abona por el efectivo uso del servicio.
Los entes reguladores son entidades autárquicas –por tanto, personas públicas
y estatales- creadas con el fin de dictar las normas necesarias para regular la
prestación del servicio (dentro del marco regulatorio), controlarla, proteger los
derechos de los usuarios, y resolver los conflictos que se presenten con motivo
de la prestación del servicio.
Tal como surge de su concepto, las funciones que cumple se pueden clasificar
en administrativas (funciones de dirección, control, fiscalización y en general las
que resultan del ejercicio de la policía), jurisdiccionales (resoluciones de
conflictos que puedan presentarse entre usuarios, prestadores, concedentes, y
terceros) y reglamentarias (dictado de normas que hacen al servicio: seguridad
en la prestación, conexión, cortes, etc.).
Si bien en principio estos entes deben ser creados por ley, porque implican la
limitación y regulación de derechos fundamentales, existen varios creados por
Bibliografías de referencia