You are on page 1of 13

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores.

Buenos Aires. 2008. (seIección de páginas).

OBJETIVOS DE TODOROV: Que se recuerde que es lo que podría producirse si no se logra


descubrir aI otro y cómo el descubrimiento deI otro tiene varios grados desde eI otro como
objeto hasta eI otro como sujeto.
Bien podemos pasarnos la vida sin terminar nunca el descubrimiento pleno del otro (suponiendo que
se pueda dar)

PROPUESTA DE TODOROV: Buscar la verdad y hacerla conocer.

ALTERIDAD: EI objetivo de Europa es asimiIar aI otro (a través de la superioridad)

EI Iibro de Tzvetan Todorov “La conquista de América: eI probIema deI otro ” (1997),
aborda la visión que los europeos, particularmente los españoles, tuvieron acerca de aquellos que
"descubrieron" en las tierras que ellos mismos llamaran ”América”, en honor a Américo Vespuccio;
y aunque se trate de Ia visión deI europeo acerca deI otro, esta visión, no es taI, única, sino
múItipIes miradas. No es Ia misma mirada Ia de CoIón, el "descubridor" de las tierras, más no de
Ia gente que Ias habitaba; a Ia mirada de Ios conquistadores como Hernán Cortés, conquistador
de México; a Ias miradas de Ios misioneros, como Bartolomé de Las Casas, o la de Duran, un
"mestizo cultural"; o a Ia de Sahagún, que podría parecer más cercana al trabajo que realizaría un
etnógrafo contemporáneo.
Cada uno de estos personajes europeos hace una construcción distinta deI otro;
particuIarmente porque en esta sociedad europea deI sigIo XVI nace Ia noción de “individuo”,
en donde un individuo puede desempeñar un papeI más importante que eI coIectivo. Un
ejemplo de ello es Colón, con su descubrimiento; aunque él es un personaje bastante particular, ya
que representa la "transición" entre el Medioevo y la modernidad. En cierta forma lo serían todos los
personajes europeos del siglo XVI, a los que nos remitiremos, aunque posiblemente Colón se
encuentre orientado hacia las concepciones medievales, sobre todo, en lo que respecta al mundo
religioso.

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 1
Todorov nos presenta una historia mitificada, en sus paIabras:
"He elegido contra una historia más cercana al mito que a la argumentación, se distingue de
ellos en dos planos: primero porque es una historia verdadera (cosa que el mito podía pero no debía
ser), y Iuego porque mi interés principaI es más eI de un moraIista que eI de un historiador; eI
presente me importa más que eI pasado
Aquí se ve la intención doble de Todorov: está consciente de que su historia personaI, y
su contexto sociaI y cuIturaI, pueden afectar su concepción deI pasado; también de que no
puede cambiar eI presente por medio deI pasado; es decir, conocer eI pasado no impIica con
eIIo que sepamos como afrontar nuestro presente o nuestro futuro.
"No pienso, que el relato de la conquista de América sea ejemplar en el sentido de que podría
representar una imagen fiel de nuestra relación con el otro; no soIo Cortés no es iguaI a CoIón,
sino que nosotros ya no somos iguaIes a Cortés. Dice el dicho que si se ignora la historia se
corre el riesgo de repetirla; pero no por conocerla se sabe que es lo que se debe hacer" (Ibíd.: 264).
Debemos saber que esta historia es contada siempre por eI vencedor, taI vez todas Ias
historias son contadas por Ios ganadores; desde que CoIón pisó tierra americana ya Ia guerra
daba por ganador a un bando, el de los europeos, porque no sólo fueron ellos los que llegaron sino
principalmente por cómo eran. Por lo tanto, y lamentablemente, aquí no tenemos la visión de los
indígenas sobre ellos mismos, o su concepción sobre //sus// otros, llámense europeos u otros indios;
siempre veremos esta historia a través de los ojos y de las palabras de los occidentales, por lo que la
historia que estamos rememorando es la historia de la sociedad europea en América: América como
extensión de Europa, quedando muchas veces sus nativos en caIidad de seres inferiores
(animaIes), o incIusive en simpIes objetos.
En el principio los europeos serán los españoles y portugueses; luego se les incorporarán los
holandeses, ingleses, franceses. Sin embargo, si ha de existir en la actualidad un sentido de culpa
(“Ia Ieyenda negra”), este siempre recaerá en Ios españoIes; después de todo, fueron “eIIos” los
que encontraron estas tierras.
Todorov se concentra en Ia historia deI descubrimiento de América, Ia conquista de
México y Ios misioneros que IIegan posteriormente; eI marco temporaI de esta historia es eI
sigIo XVI; y un marco espacial, que aunque no excluya otros lugares, se va a concentrar en la región
de México y el Caribe. EI objeto siempre será eI estudio deI "otro", entendiendo aI otro como
Ios indígenas percibidos y expIicados por Ios europeos , pero a Ia vez es objeto eI europeo,

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 2
como otro observado e interpretado por Todorov. Tal vez en este resumen se pueda encontrar
también un cuarto nivel, el Todorov visto e interpretado por nosotros, después de más de veinte años
de publicado su libro. Por lo tanto, al ser nuestro contexto histórico distinto, al ser nuestra concepción
de la historia (de América) diferente, ya que nosotros somos parte y resultado de este proceso que
se "iniciaría" con Colón hace más de quinientos años. Todorov entiende Ia concepción europea
actuaI, sin querer decir esto que Ios europeos no puedan conocer a profundidad, o hacer
suya, Ia "historia" de Ia conquista de América: Todorov es europeo nacido en Bulgaria y educado
bajo la tradición francesa.
Todorov posee una gran ventaja en Io referente a su investigación, y es que pudo
consuItar Ias fuentes originaIes. Nosotros nos vemos limitados en este aspecto. Sin embargo, su
libro se encuentra lleno de este tipo referencias, que sin tratarse de los documentos originales, nos
puede dar idea de ellos, aunque esto puede ser un arma muy peligrosa, puesto que no querría
simplificar la historia, verla desde un solo punto de vista.
Sería necesario empezar habIando de CoIón, no sóIo porque fue eI primer europeo en
pisar tierras americanas (aunque exista debate sobre esto), sino que además es eI primero en
IIevar esta información a Europa. Aunque Colón no sepa a lo que se está enfrentado, el año 1492
puede ser considerado el año en que se inició el proyecto de la modernidad, según Todorov:
"EI descubrimiento de América es Io que anuncia y funda nuestra identidad presente;
aun si, toda fecha que permite separar dos épocas es arbitraria, no hay ninguna que convenga
más para marcar eI comienzo de Ia era moderna que eI año 1492, en que CoIón atraviesa eI
océano AtIántico"
Así que, aunque muchos quieran negarlo, "todos somos descendiente de CoIón, con eI
comienza nuestra geneaIogía" Es a partir de él que se instaura la época moderna, fecha cuando
nace “eI individuo”: este ser individuaI nace en Europa no con eI descubrimiento de América,
sino que este descubrimiento reforzaría Ia imagen europea de superioridad, produciendo Ia
reafirmación de Ia figura deI individuo.
Todorov tiene entre sus explicaciones que Colón era un hombre muy religioso (posiblemente
todos los hombres europeos de su época lo eran igualmente), queriendo éste retomar el proyecto de
las cruzadas, siendo éste una empresa muy medieval, que de hecho para los tiempos de Colón
habría sido descartada. Es "Ia victoria universaI deI cristianismo… eI móviI que anima a CoIón"

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 3
a realizar su travesía. "Así pues, paradójicamente, es un rasgo de Ia mentaIidad medievaI de
CoIón eI que Io hace descubrir América e inaugurar Ia era moderna"
CoIón siempre va a reaIizar sus interpretaciones, en tres enfoques o esferas como Ias
IIama Todorov "una es naturaI, Ia otra divina y Ia tercera, humana. Así pues, quizás no sea
casuaI eI que hayamos encontrado tres móviIes para Ia conquista: eI primero humano (Ia
riqueza), eI segundo divino, y eI tercero reIacionado con eI disfrute de Ia naturaIeza" Sin
embargo, "solo hay dos intercambios reales, el que se produce con la naturaleza y el que se produce
con los hombres" .
CoIón tendría varias visiones de Ios pobIadores nativos de Ias tierras descubiertas y de
Ias mismas tierras, sin embargo todas demuestran su poco o ningún conocimiento deI otro.
La primera de Ias visiones, es Ia deI paraíso terrenaI y Ia de sus pobIadores siendo buenos e
inocentes; Ia otra es Ia de Ia maIdad que profesan Ios indios; realmente nunca va a conocer a
esos otros, realmente nunca va a querer comunicarse con ellos. "La única comunicación
verdaderamente eficaz que estabIece con Ios indígenas se efectúa sobre Ia base de su ciencia
de Ias estreIIas" . Se debe recordar que Colón posee amplios conocimientos de astronomía y de
hecho es uno de los primeros que la utiliza para la navegación .
CoIón reaImente no quiere conocer aI otro, éI Io que ve es Ia imagen "retorcida" de sí
mismo en Ios otros, cuando Ia encuentra. Cuando ésta no puede ser vista, Ios otros son vistos
como figuras negativas (caníbaIes, saIvajes). A CoIón soIo Ie importa Io que ve, o mejor Io que
éI interpreta que ve; no Io que Ios otros ven, ni siquiera quiere ver Io que sus otros
compañeros de expedición (otros europeos) observan: Colón es una especie de coleccionista, tal
vez una especie de turista, donde Io exótico se tiene que IIevar aI hogar, en este caso eI hogar
es Europa; por lo que lleva muestras de fauna, objetos y por supuesto, indios, que además
serán Ia prueba de que estuvo en esas tierras. El otro no ha de interesar; por lo cual a CoIón no
Ie interesa Ia cuItura, o para dar un ejempIo más concreto, Ia Iengua deI otro, ya que Ia Iengua
es necesaria para estabIecer una identidad; por Io tanto son Ios indígenas Ios que deben
aprender Ia Iengua de CoIón, y no al contrario. CoIón IIeva a estas tierras "paganas" Ia paIabra
de Dios; es decir, eI cristianismo.
Los españoIes se creen seres superiores, por Io menos más que Ios indígenas (tal vez
en cierta manera es verdad); así que son Ios indígenas para Ios españoIes "seres inferiores",
sean estos buenos o maIos. Son estos indios Ios que deben asimiIar Ia cuItura españoIa y no

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 4
aI contrario, aunque pueden existir algunos casos en los que suceda lo opuesto, como fue para
Guerrero. La gran contradicción de Colón es "si tantos países han buscado el honor de ser su patria,
es porque no tenía ninguna" ; es decir, CoIón mismo fue un extranjero en su propio continente.
EI siguiente punto, o historia, a tratar por Todorov es aún Ia conquista, pero esta vez Ia
conquista de uno de Ios más grandes imperios de América: Ia conquista de México. Será la
expedición de Hernán Cortés, en el año 1519, la que logra dominar este territorio, si bien "es la
tercera expedición que toca costas mexicanas" . Las anteriores no llegan a tener el éxito de ésta.
Cortés no es eI típico conquistador; éI no quiere riquezas temporaIes, éI quiere vencer aI otro,
y Ia mejor forma de vencerIo es conocerIo. Aquí se confrontan dos personajes distintos, con
dos cuIturas y visiones totaImente distintas. Uno será Cortés, eI conquistador, y eI otro será eI
conquistado, Moctezuma; cada uno representante de su sociedad.
Las razones, por Ia cuaI Cortés y Ios españoIes ganan Ia guerra son varias.

1. La primera se refiere a las distintas formas de comunicarse de ambas sociedades. La


comunicación de los Aztecas era ritual, no daba cabida a la improvisación; sin embargo "Ios indios
dedican gran parte de su tiempo y fuerzas a Ia interpretación de Ios mensajes, y que esta
interpretación tiene formas notabIemente eIaboradas, reIacionadas con diferentes especies de
adivinación" .
Los aztecas se comunican con eI mundo, no con Ios hombres; y aquí es donde
perderán contra Ios españoIes. "Toda Ia historia de Ios Aztecas está IIena de profecías
cumpIidas, como si eI hecho no pudiera suceder si no ha sido anunciado previamente" . La
ventaja que tienen los españoles sobre los Aztecas es que aquellos son impredecibles para éstos:

"La identidad de Ios españoIes es tan diferente, su comportamiento a taI punto


impredecibIe, que sacude todo eI sistema de comunicación, y Ios aztecas ya no tienen éxito
en Io que antes eran exceIentes: Ia recoIección de Ia información"

Éste principaImente es eI probIema de Ias profecías, ya que se ve el mundo a través del


pasado. Esto puede deberse también a la concepción cíclica del tiempo que poseen los indígenas
(los Aztecas, los Mayas), donde después de cierto momento eI tiempo vueIve a empezar.
Asimismo Ios acontecimientos se repiten, es una noción muy distinta a Ia percepción IineaI deI
tiempo que tendría eI mundo occidentaI. Por lo que no es de extrañar que muchas profecías se
Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 5
hayan realizado después de ocurrido el hecho; tal vez pasaba como pasa con el mito, el cual se
reestructura y se construye en el presente; aunque hable del pasado explica el presente, por lo que si
las antiguas profecías no podían explicar el presente por sí mismas (la llegada de los españoles), se
debía encontrar la forma en que si lo hiciera. "

2. Otra de Ias razones, por Ia cuaI Ia victoria estuvo de favor de Cortés, fueron Ias
mismas reIaciones internas de Ios indígenas mexicanos: "EI México de aqueI entonces no es
un Estado homogéneo, sino un congIomerado de pobIaciones, sometidas por Ios Aztecas,
quienes ocupan Ia cumbre de Ia pirámide". Así Cortés ya tiene dos vías para apoderarse de
México, sólo tiene que saber cómo utilizarlas y él lo sabe, está consciente de que mientras más sepa
sobre el otro, más posibilidades tiene de derrotarlos.

"La faIta de escritura es un eIemento importante de Ia situación, quizás eI más


importante… es reveIadora deI comportamiento simbóIico en generaI, y aI propio tiempo de Ia
capacidad de percibir aI otro" Entonces Ia escritura se ve como "indicio de las estructuras
mentales" . El mundo de los aztecas, es un mundo donde el pasado y la tradición son las cosas más
importantes.

Cortés y su grupo de conquistadores, aunque en aIgún momento sintieron admiración


por aqueIIa sociedad azteca, Ia destruyeron. Pero, ¿por qué la destruyeron? Una de las
respuestas más sencillas, es porque no eran ellos; aunque conocían la sociedad nativa, no se
sentían identificados con ella. Eran sóIo un objeto más a expIotar; Ios indígenas no conocían eI
cristianismo y Io que éI impIicaba, por Io que había que enseñárseIos, Ies gustara a Ios indios
o no.

Otro personaje muy interesante para analizar, es la traductora de Cortés, Ia MaIinche; ella es
uno de Ios ejempIos más tempranos deI mestizaje cuIturaI. Siempre la recordaremos como india,
pero se asimila, tanto que pudo jugar también al papel del español, ya que si no hubiese existido
alguien que jugara su papel tal vez a Cortés se le hubiese dificultado mucho más la victoria. La
Malinche, aunque es Ia traductora de grupo nominaImente, es simbóIicamente mucho más que
eso, es Ia indígena asimiIada. Además, es mujer en una sociedad donde ser mujer y además

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 6
indígena sería un deIito, en donde no existes si Io eres. La MaIinche nunca más podrá ser
indígena, y tampoco será considerada españoIa.

Podemos concluir para este capítulo de la historia que "La conquista de Ia información IIeva
a Ia conquista deI reino" ; en este caso de la conquista de México, "eI objetivo de Ia conquista es
extender Ia reIigión cristiana, en Ia practica, eI objetivo reIigioso es uno de Ios medios que
asegura eI éxito de Ia conquista"

Debemos mencionar que existen diferencias fundamentaIes, entre conocer, querer y


comprender; no necesariamente eI que conoce, comprende, este muy seguramente fue eI
caso de Cortés, como expIica Todorov "Los autores españoIes habIan bien de Ios indios; pero
saIvo casos excepcionaIes, nunca habIan a Ios indios" . Pero esto no sólo se limita al caso de los
españoles, podríamos hablar de los europeos en general, o de la humanidad en general; realmente
son muy pocos los casos en los que se llega a comprender y dejar ser al otro, sin imponer ninguna
condición. Por lo tanto no puede existir diaIogo sin iguaIdad, eI otro debe ser visto como un ser
iguaI aI yo. EI diáIogo sóIo puede existir entre iguaIes.

Los indios, vistos como seres inferiores, perdieron su identidad "la destrucción de los
indios en el siglo XVI (se ve) desde dos puntos de vista eI cuaIitativo y eI cuantitativo" (Ídem.). El
primero se refiere al número de vidas indígenas perdidas; en menos de cien años se aniquiIa a casi
eI 90% de Ia pobIación nativa, y estamos hablando de una población estimada para el momento del
contacto de más de 80 millones de personas, sólo en América. Las causas son varias, y en todas
Ios europeos tienen responsabiIidad tanto directa como indirectamente. Entre ellas podemos
señalar: Ias matanzas de indios; Ios maIos tratos, es decir "Ias condiciones de trabajo
impuestas por Ios españoIes" , Ias enfermedades traídas por Ios europeos fueron otras de las
causas de la reducción increíble de las sociedades indígenas. Las causas cuaIitativas se refieren
más a como Ios españoIes atacaron sistemáticamente a Ios indígenas para asimiIarIos,
aIgunas veces con ayuda de Ia vioIencia, otras veces con ayuda de Ios misioneros.

Pero, por qué los europeos le hacían la guerra a los indígenas, por una parte esta el discurso
de la diferencia de identidades; pero por otro esta Ia acción de enriquecimiento rápido, y de
ansias de poder, que anheIan muchos europeos, y si eI fin justifica Ios medios, entonces, no

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 7
es contradictorio, eI usar a Ios indios como instrumentos para Iograr riquezas inmediatas.
Aquí podríamos entonces diferenciar las muertes producidas por las sociedades indígenas y las
producidas por los europeos; es decir, los sacrificios y las matanzas, respectivamente.

"La matanza, revela la debilidad del tejido social, la forma en que han caído en desuso los
principios morales que solían asegurar la cohesión del grupo. Se realiza de preferencia lejos, ahí
donde la ley le cuesta trabajo hacerse respetar… La matanza está, entonces, íntimamente
reIacionada con Ias guerras coIoniaIes que se Iibran Iejos de Ia metrópoIi. Mientras más
Iejanas y extrañas sus víctimas mejor será: se Ias extermina sin remordimiento,
equiparándoIas, más o menos con Ios animaIes"

En cambio, eI sacrificio, también llamado por Todorov homicidio reIigioso, resuIta una
práctica totaImente contraría a Ia matanza; esta fortalece el tejido social, y asegura la cohesión del
grupo, además es un acto púbIico, que tiene una expIicación reIigiosa, sus víctimas deben ser
reIativamente cercanas a Ia cuItura que reaIiza eI sacrificio.

Este probIema deI otro siempre nos llevara al debate entre la igualdad y la desigualdad, tal
vez el mejor ejemplo que tenemos de esto es la llamada "controversia de VaIIadoIid"; en la cual se
encuentran dos figuras europeas notorias, que defienden cada uno, una posición en particular. Estos
dos personajes son BartoIomé de Ias Casas, y SepúIveda, el primero a favor del trato igualitario
para los indígenas, y el segundo, a favor de la desigualdad, traducida en inferioridad del otro.
"Sepúlveda, apoya su argumentación en una tradición ideológica, de la que también sacan sus
argumentos los demás defensores de la tesis de la desigualdad" uno de Ios autores en eI que se
basa SepúIveda es AristóteIes, que estabIece Ia diferencia naturaI entre amos y escIavos
"Sepúlveda cree que el estado natural de la sociedad humana es la jerarquía, no la igualdad. Pero la
única relación jerárquica que conoce es la de superioridad/ inferioridad" . Además Ias reIaciones de
inferioridad, de Ios indios se estabIecen en cierta medida de Ia carencia que tienen de aIgunos
bienes materiaIes, como eI vestido, o eI dinero, o incIuso Ia ausencia de animaIes de carga, es
para SepúIveda una excusa, para habIar de inferioridad; también lo son las diferencias culturales,
más evidentes, como eI canibaIismo, o eI sacrificio, son para SepúIveda sinónimos de
inferioridad, sin embargo, éste siempre va a tomar en cuenta las diferencias del otro como razones
de inferioridad.

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 8
Por otro lado se encuentra la percepción de Las Casas, que surge de Ias enseñanzas de
Cristo, más que deI propio cristianismo: "cuaIquiera puede voIverse cristiano: a Ias
diferencias de hecho no corresponden diferencias de naturaIeza" , y explicándolo de otra forma,
Todorov continua "Dios creó aI hombre a su imagen; ofender aI hombre es ofender a Dios
mismo" . Las Casas "incIuso da un paso más, que consiste no sóIo en afirmar Ia iguaIdad
abstracta, sino en precisar que se trata efectivamente de una iguaIdad entre nosotros y Ios
otros" Pero acaso se puede pensar en otro tipo de igualdad.

Sin embargo, en ésta época Las Casas no IIega a conocer a esos otros, Ios ve
simpIemente como extensiones de Ia identidad europea, no puede percibir, que Ios otros
tienen su propia identidad, y que ésta identidad es muy diferente, a Ia cristiana, o a Ia europea.
Por lo que "Hay que admitir que eI retrato de Ios indios que se puede sacar de Ias obras de Las
Casas es netamente menor que eI que dejó SepúIveda: en reaIidad no aprendemos nada de
Ios indios" Los indios son simpIemente un yo o un "ideaI deI yo" Pero la visión de Las Casas
va a cambiar drásticamente aI finaI de su vida, ya que empieza a reconocer a ese otro y por Io
tanto a acercase a eIIos, ya no se concentra en su Iucha para Ia cristianización de Ias
pobIaciones americanas, sino en Ia comprensión de estas.

Al final de su vida, Las Casas escribe en su testamento: …Dios ha de derramar sobre


España su furor e ira, porque toda eIIa ha comunicado y participado poco que mucho en Ias
sangrientas riquezas robadas y tan usurpadas y maI habidas, y con tantos estragos e
acabamientos de aqueIIas gentes…"
Estas palabras, a medias entre Ia profecía y la maldición, estabIecen Ia responsabiIidad
coIectiva de Ios españoIes, y no sóIo de Ios conquistadores: para Ios tiempos futuros, no sóIo
para eI presente. Y anuncian que el crimen será castigado, que el pecado será expiado.

Numerosos acontecimientos de Ia historia reciente parecen dar razón a Las Casas.


1) La escIavitud fue abolida hace unos cíen años, y eI coIoniaIismo a la antigua (a
la española) hace unos veinte.
2) Se han ejercido, y siguen ejerciéndose, numerosas venganzas contra
ciudadanos de Ias antiguas potencias coIoniaIes, cuyo único crimen personal es a
menudo su pertenencia a la nación en cuestión. Pienso que dos reacciones se imponen
Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 9
a aqueI que ha tomado conocimiento de Ia historia ejempIar de Ia conquista de
América:
a) primero, que actos como ésos nunca Iograrán equiIibrar Ia baIanza de
Ios crímenes perpetrados por Ios europeos (y que en ese sentido son excusables);
b) luego, que esos actos sólo llegan a reproducir lo más condenable de lo
que hicieron los europeos, y nada es más triste que ver repetirse la historia —
justamente cuando se trata de la historia de una destrucción.

Vivir Ia diferencia en Ia iguaIdad: se dice más fáciImente de Io que se hace. Sm embargo,


varios personajes de mi historia ejemplar se acercan a esa meta, de diferentes maneras. En el plano
axiológico, Las Casas Iogra, en Ia vejez, amar y estimar a Ios indios no en función de su propio
ideaI, sino deI de eIIos: es un amor no unificador, podríamos decir que "neutro",. En el plano
de la acción, de la asimilación del otro o de la identificación con él , Cabeza de Vaca también
aIcanza un punto neutro, no porque fuera indiferente a Ias dos cuIturas, sino porque Ias había
vivido ambas desde eI interior: de repente, a su aIrededor ya no había más que "eIIos"; sin
voIverse indio.
Por último, en el plano del conocimiento, un Durán y un Sahagún anuncian, sin realizarlo
plenamente, el diálogo de culturas que caracteriza a nuestro tiempo, y que encarna a nuestros ojos la
etnología, a la vez hija del colonialismo y prueba de su agonía: un diáIogo en que nadie tiene Ia
úItima paIabra, en que ninguna de Ias voces reduce a Ia otra aI estado de simpIe objeto, y en
que uno saca ventajas de su exterioridad respecto aI otro; Durán y Sahagún, símbolos
ambiguos, por ser espíritus medievales; quizás esa misma exterioridad respecto a la cultura de su
tiempo sea la responsable de su modernidad, A través de estos diferentes ejempIos se afirma
una misma propiedad: una nueva exotopía, una afirmación de Ia exterioridad deI otro que
corre pareja con su reconocimiento en tanto sujeto. Quizás haya en eso no sóIo una nueva
manera de vivir Ia aIteridad, sino también un rasgo característico de nuestro tiempo, como Io
eran eI individuaIismo o eI autoteIismo para Ia época cuyo fin empezamos a visIumbrar.

Solo puedo dar testimonio de mis intenciones, no del efecto que producen. He querido evitar
dos extremos.

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 10
a) El primero es la tentación de hacer oír Ia voz de esos personajes tal como es
en sí; de tratar de desaparecer yo para servir mejor al otro.
b) El segundo es someter a Ios otros a uno mismo, convertirIos en marionetas
cuyos hiIos están enteramente bajo nuestro controI. No busqué entre los dos un
terreno de compromiso, sino la vía del diálogo. InterpeIo esos textos, Ios traspongo, Ios
interpreto, pero también Ios dejo habIar (de ahí la cantidad de citas), y defenderse. Esos
personajes, de CoIón a Sahagún, no habIaban mi Ienguaje, pero dejar aI otro intacto
no es hacerIo vivir, como tampoco Io es eI obIiterar enteramente su voz. Cercanos y
lejanos al mismo tiempo he querido verlos como uno de los interlocutores de nuestro
diálogo.

El amor "neutro", la justicia "distributiva" de Las Casas son parodiados, vaciados de sentido,
en un relativismo generalizado, donde todo vale lo mismo, con tal de elegir el punto de vista
apropiado; el perspectivismo lleva a la indiferencia y a la renuncia a todo valor. El descubrimiento por
parte del "yo" de los "eIIos" que lo habitan va acompañado por Ia afirmación mucho más
aterradora de Ia desaparición deI "yo" en eI "nosotros", característica de Ios regímenes
totaIitarios.
La historia ejempIar de Ia conquista de América nos enseña que Ia civiIización
OccidentaI ha vencido, entre otras cosas, gracias a su superioridad en Ia comunicación
humana, pero también que esa superioridad se ha afirmado a expensas de la comunicación con el
mundo.
AI reIatar y anaIizar Ia historia de Ia conquista de América, me he visto IIevado a dos
concIusiones aparentemente contradictorias Para hablar de las fomas y de las especies de
comunicación, me coloqué primero en una perspectiva tipológica:
Los indios favorecen eI intercambio con eI mundo, Ios europeos, eI intercambio con Ios
seres humanos; ninguno de los dos es intrínsecamente superior al otro, y siempre necesitamos los
dos a la vez: si ganamos en un plano, perdemos necesariamente en el otro.
Para mí, la solución de esta aporía no consiste en abandonar una de las dos afirmaciones,
sino más bien en reconocer, para cada evento, múItipIes determinaciones, que condenan aI
fracaso toda tentativa de sistematizar Ia historia. Esto es Io que expIica que eI progreso
tecnoIógico, cosa que sabemos demasiado bien hoy en día, no impIique superioridad en eI
Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 11
pIano de Ios vaIores moraIes v sociaIes (ni tampoco una inferioridad). Las sociedades con
escritura son más avanzadas que Ias sociedades sin escritura: pero se puede dudar si hay
que escoger entre sociedades con sacrificio y sociedades con matanza.
En otro plano, la experiencia reciente es desalentadora: eI deseo de superar eI
individuaIismo de Ia sociedad iguaIitaria y de IIegar a Ia sociaIidad propia de Ias sociedades
jerárquicas se encuentra, entre otros, en Ios estados totaIitarios..
La forma de discurso que se impuso a mí para este libro, la historia ejemplar, resulta también
del deseo de trascender los límites de la escritura sistemática sin "regresar" por ello al mito puro. AI
comparar a CoIón con Cortés, a Cortés con Moctezuma, tomo conciencia de que Ias formas de
Ia comunicación, tanto producción como interpretación, aun si son universaIes y eternas, no
se ofrecen a Ia Iibre eIección deI escritor, sino que están correIacionadas con Ias ideoIogías
en vigor, y por eso mismo pueden voIverse su signo.

Yo no podía separarme de la visión de los "vencedores" sin renunciar al mismo tiempo a la


forma discursiva de la que éstos se habían apropiado. Siento la necesidad de quedarme con el relato
que más bien propone que impone; de volver a encontrar, en el interior de un solo texto, la
complementariedad del discurso narrativo y del discurso sistemático: de tal manera que mi "historia"
quizás se parezca más, en cuanto al género, y haciendo abstracción de toda consideración de valor,
a la de Herodoto que al ideal de muchos historiadores contemporáneos.

. No pienso que el relato de la conquista de América sea ejemplar en el sentido de que podría
representar una imagen fiel de nuestra relación con el otro; no sólo Cortés no es igual a Colón, sino
que nosotros ya no somos iguales a Cortés. Dice el dicho que si se ignora la historia se corre el
riesgo de repetirla; pero no por conocerla se sabe qué es lo que se debe hacer. Nos parecemos a
Ios conquistadores y somos diferentes de eIIos. Pero su historia puede ser ejempIar para
nosotros porque nos permite refIexionar sobre nosotros mismos, descubrir tanto Ias
semejanzas como Ias diferencias: una vez más, eI conocimiento de uno mismo pasa por eI
conocimiento deI otro.
Para Cortés, Ia conquista deI saber IIeva a Ia deI poder. Conservo de él la conquista del
saber, aun si es para resistir al poder. Hay cierta Iigereza en conformarse con condenar a Ios
conquistadores maIos y añorar a Ios indios buenos, como si bastara con identificar aI maI

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 12
para combatirIo. Reconocer Ia superioridad de Ios conquistadores en taI o cuaI punto no
significa que se Ies eIogie; es necesario anaIizar Ias armas de Ia conquista si queremos poder
detenerIa aIgún día. Porque Ias conquistas no pertenecen sóIo aI pasado.
No creo que la historia obedezca a un sistema, ni que sus supuestas "leyes" permitan
deducir las formas sociales futuras, o siquiera presentes. Creo más bien que el hacerse
consciente de la relatividad, y por lo tanto de lo arbitrario, de u n rasgo de nuestra cultura ya
es desplazarlo un poco, y que la historia {no la ciencia, sino su objeto) no es más que una serie
de esos desplazamientos imperceptibles

Ejemplos de las percepciones de los europeos hacia los otros, existen muchos, pero la
estructura subyacente entre ellos no cambia mucho, aunque si cambian las opiniones; vamos a tener
en cuenta siempre las nociones de iguaIdadldesiguaIdad, inferioridadlsuperioridad, eI nosotros
y Ios otros. Como bien lo explica Todorov

"eI descubrimiento deI otro tiene varios grados, desde eI otro como objeto, confundido
con eI mundo que Io rodea, hasta eI otro como sujeto, iguaI que yo, pero diferente de éI, con
un infinito de número de matices intermedios, bien podemos pasarnos Ia vida sin terminar
nunca eI descubrimiento pIeno deI otro"

TaI vez no es esto Io importante, sino eI tratar de comprender y aceptar aI otro.

Todorov, Tzvetan. La conquista e América. EI probIema deI otro. SigIo XXI. Editores. Buenos Aires.
2008 RESUMEN Página 13

You might also like