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El certificado de participación

Antecedentes. El fideicomiso, como más adelante veremos, es una institución importada


al derecho mexicano del derecho anglosajón, y consiste en la constitución de un patrimonio
autónomo, bajo la actualidad de un banco fiduciario, para destinar tal patrimonio autónomo,
bajo la titularidad del fideicomitente haya establecido. En estados Unidos, el “trust” ha dado
lugar a la constitución de fondos comunes fiduciarios, o sea de un fondo en el cual tiene
interés un conjunto de beneficiarios, que son general mente inversionistas. Por ejemplo:
con multitud de pequeñas aportaciones, entregadas en “trust” (fideicomiso) al banco
fiduciario, éste forma un fondo que interviene en valores diversos, y los productos se
distribuyen entre todos los pequeños inversionistas, en proporción a su parte de interés.
Como fiduciario titular del fondo, el banco “puede emitir certificados de participación” que
representaran la porción de cada participante en el fondo común fiduciario.

Este antecedente fue recogido por la ley Orgánica de la Nacional Financiera, S. A., que
autorizo a esta constitución (art. 21 frac. XI) para “emitir certificados de participación,
nominativos o al portador, en los que se haga constar la que tienen distintos copropietarios
en títulos o valores, o en grupo de ellos, que se encuentren en poder de la constitución o
vayan a ser adquiridos para ese objeto”. La disposición de los valores sea oscura, y no se
establece que el acto previo a la creación de los valores sea necesariamente la constitución
de un fideicomiso. Se previene que la institución “solo sea responsable del debido
desempeño de su cargo”.

Teóricamente el mecanismo para a creación del certificado de participación inmobiliario


seria el siguiente: se construiría un edificio de departamentos con el cual se constituirá un
fondo fiduciario común, y se expedirían tantos certificados de participación como
departamentos tuviera el edificio, por lo que cada certificado ampararía la propiedad o el
derecho de uso de un determinado departamento, y como los títulos se venderían en
abonos, se facilitaría a cada titular convertirse en propietario de su habitación . los servicios
generales estarían encargados al banco fiduciario.
Clases de certificados de participación. - La Ley (art. 228,) establece tres clases de
certificados:

a) Los que incorporan “el derecho a una parte alícuota de los frutos o rendimientos de os
valores, derechos o bienes de cualquier clase que tenga en fideicomiso irrevocable
para ese propósito la sociedad de fiduciaria que los emita” es el certificado llamado de
productos, que confiere a sus tenedores derecho solo a una participación en los
productos de un fruto fiduciario común.
b) Los que incorporan “el derecho a una parte alícuota del derecho de propiedad o de
titularidad de esos bienes, derechos o valores”. Estos son los certificados de
copropiedad, dentro de los cuales queda comprendido el certificado de participación
inmobiliaria a que antes nos referíamos. En este certificado se incorpora, como emos
visto el derecho de propiedad sobre una proporción al inmueble, es oportuno anotar
aquí que aun los certificados, inmobiliarios serán considerados como bienes muebles
(art. 228b).
c) Este es el certificado de liquidación, que se pensaba podría usarse en caso de
sucesiones o liquidaciones de sociedades
Dice la ley (art. 228i) que los certificados de participación podrán ser motivos al
portador. En realidad, creemos que para acatar la disposición constitucional que tiende
a prohibir la “mano muerta”, los certificados de participación inmobiliaria deberán sr
siempre nominativos. Así lo ha tendido el proyecto para el nuevo código de comercio.

Contenido del título. Certificado deberá contener, formal mente, los datos e l sociedad
fiduciaria creadora, la mención de ser certificado de participación y su clase (ordinario o
inmobiliario: la fecha de expedición del título; los derechos que incorpora y la firma del
representante común.

La ley permite siguiendo a su antecedente la Ley Orgánica de la Nacional Financiera S. A.,


esto como ya emos dicho contra la naturaleza del fideicomiso y del certificado de
participación, el que el caso supuesto, se convierte en una obligación. Este tipo se prohíbe,
como buena lógica jurídica, en el proyecto para el nuevo código de comercio.
Naturaleza. El fiduciario tiene la titularidad del bien constitutivo del fondo fiduciario del bien
constitutivo del fondo fiduciario común: pero la propiedad radica en los titulares de los
certificados. Los titulares serán los copropietarios del fondo común.

Los tres tipos de certificados (de productos, de liquidación) no han sido utilizados en
práctica. Serian títulos incompletos, ya que la presentación quedaría incompleta por el
títulos y elementos extracartulares.

Aplicaciones prácticas. La aplicación de los certificados de copropiedad se han


constituido fondos común fiduciarios integrados por inmuebles y por dinero, para realizar
fraccionamientos urbanos. Debe advertiré que la constitución va desarrollando vacila mente
y con múltiples errores y contradicciones. suele decirse que los fideicomisos que sirven de
antecedente a la creación de los certificados, que el fin del fidecomiso es “la emisión de
certificados de participación.

El certificado en el proyecto para el nuevo código de comercio. El proyecto para el


nuevo código de comercio pretende estructurar el certificado fiduciario de una manera as
lógica y mas congruente con el negocio jurídico que es un antecedente necesario, ósea con
e fideicomiso.

Empieza con el nombré se llama con propiedad “certificado fiduciario”. Expresamente se


establece (art.830) que “para la creación de certificados fiduciarios se requerirá que en el
acto constitutivo del fideicomiso correspondiente se contenga autorización expresa”. Esto
es el acto o negociación antecedente, sin lugar a dudas, deberá ser siempre un negocio de
fideicomiso.

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