Professional Documents
Culture Documents
Más aún, en muchos casos, no se trabajaba directamente del griego al árabe, sino que se
optaba por utilizar las traducciones previas del griego al arameo y al siriaco, que venía
llevándose a cabo desde unos cuantos siglos antes. En todo este proceso hubo un amplio
número de términos griegos que pasaron a todas esas lenguas, y finalmente al árabe, que
terminó por trasmitirlas al español durante la etapa árabe de la historia española.
2. El campo léxico de mayor influencia fue el de las plantas y los alimentos en
general, aunque también se crearon helenismos en otras áreas de la filosofía y de la
ciencia. Algunos ejemplos:
ŃԉԍԀӻ arroz
ԀԑŰԊzumo
ӾŨԎԆԁadelfa
ԂŪԉԈԊaltramuz
ӼӿԉŮԄԈԄԄԈԆalbaricoque
ӼӻԅӻԆԑԌŬbellota
ԏԍӿŮӻalquimia
ćӼԃԇalambique
ԋŨéԎӿԃԉԈԊzafiro
2.3. Helenismos: la vía bizantina
1. Dentro de material de helenismos hay un bloque que procede de época
bizantina, o sea, del griego que se hablaba en Bizancio durante los siglos de la Edad
Media. Sabemos que proceden de esa época por nuestra documentación léxica del
griego bizantino, dado que se trata de términos de los que no tenemos constancia en
época antigua, sino que las primeras documentaciones son ya bizantinas. Además, hay
algunos cambios fonéticos del griego de esa etapa que se reflejan en el helenismo, lo
que induce a pensar que es un préstamo contemporáneo: la huella mayor se percibe en
el itacismo que experimenta la fonética del griego bizantino, en virtud del cual una serie
de fonemas evolucionan a /ԃ/; así, en ăéԈԂŬԄԁQFXITXԁse pronunciaban /i/, de donde
se crea el helenismo botica, frente al helenismo culto bodega.
Esta llegada de bizantinismos pudo producirse a través del latín, pero también de
forma directa, dada la relación no pequeña que en esa época hubo entre España y el
mundo bizantino: durante los siglos V-VII es destacada la presencia de bizantinos en la
península ibérica; más tarde, el contacto se repite con las Cruzadas, ahora en suelo
bizantino; y no hay que olvidar la presencia de la corona de Aragón en la propia Grecia
a lo largo de los siglos XIV-XV. De este contacto histórico surgió una nueva fuente de
helenismos.
2. Algunos ejemplos:
mostacho: ŲԋԌӻԇ
galera: ӽӻԅŪӻ
esclavo:ԋԄԅŨӼԈԊ
tapiz:ԌӻéŬԌԃԈԆ(con itacismo)
carestía: ԏӻԉԃԋԌӿŮӻ
carabela: ԄŨԉӻӼԈԊ
zampoña: ԋԍԎԈԆŮӻ
12
El DRAE explica: Del bajo latín romaeus, y este del gr. bizant. ૧ȦȝĮȠȢ, literalmente, 'romano', nombre
que se aplicaba en el Imperio de Oriente a los occidentales que lo cruzaban en peregrinación a Tierra
Santa y, en fecha posterior, a los peregrinos de Santiago y de Roma.
ćԆԑԂӿԆdesde arrriba
ԄŨԌԑԂӿԆdesde abajo
cultismo cripta).
ԄŪԅӿԍԋӻ (“canto acompasado del jefe de los remeros para dirigir el movimiento de los
remos”: cf. ԄӿԅӿŲԑ ordenar, mandar)> lat. vulg. clusma > ital. ciusma > esp. chusma
(signif. originario: población reclusa que remaba en las galeras).
ăԎŲԁ> lat. vulg. apiua > ital. ancioa > esp. anchoa.
ăéŰӾӿԃԇԃԊ > ital. polizza > esp. póliza
24
Para no complicar la información, se omite en todos los ejemplos el pormenor del dialecto italiano.
2.3. Helenismos: la vía francesa
1. El prestigio cultural del mundo francés en España ha sido intenso y desde
épocas tempranas. A su vez, las constantes relaciones históricas, lógicas por la
proximidad geográfica, han supuesto un incremento de ese contacto e influencia. Tal
vez habría dedicar una atención especial al Camino de Santiago, que incrementó la
venida de todo tipo de préstamos, y de forma especial el del vocabulario. Así, han
entrado en español un amplio número de helenismos a través de la forma que
previamente habían adoptado en francés. Los principales rasgos de esta herencia son:
- la acentuación (de ƕӾӿLJԈԆ> lat. odeum > en esp. debería haber sido odeo, por lo que
tenemos es odeón con la característica aguda de francés; y lo mismo orfeón, término
formado sobre el héroe mítico Orfeo).
- la final en /-e/, cuando lo correcto en español habría sido en /-o/: ԄŲԄԆԈԊ debería dado
cicno, pero tenemos cisne.
- la apócope de la vocal final: ԄԉŲԋԌӻԅԅԈԊ debería haber desembocado en cristalo,
pero tenemos cristal.
2. Algunos ejemplos:
ćӽӽӿԅԈԊ!ángel
ăéŰԋԌԈԅԈԊ!apóstol
ԋԌԉԈԍԂŮԑԆ!ave-struz
ԄŰԅӻԎԈԊ> golpe
ǕԍԂŰԊ!rima
ŪԌӻԅԅԈԆ> metal
ԈԆӻԏŰԊ> monje
ӽŰԎԈԊ> gozne
ԄŰԅéԈԊ> golfo
18
Los numerales del uno al cuatro son declinables. Se estudian en el Curso de Griego II.
19
El término ángulo deriva del lat. angulus, formado a partir del adjetivo griego ćӽԄԍԅԈԊcurvado).
2.3. Helenismos: La morfología. III: temas en consonante
1. Los temas en consonante pasaron al español a través de la forma latina del
acusativo sg. en -em de la tercera declinación, como sucede en los temas en /o, a/25. Pero
aquí la situación resultó algo más compleja. Tras perderse la -m final, la nueva
terminación -e desapareció igualmente por apócope, y el resultado definitivo fue un
final en consonante que no creaba problemas cuando se trataba de nasales o de líquidas:
ӾӿԅԎŮԊLJԆԈԊ> lat. delphinem > esp. delfín; ăӽŴԆǣԆԈԊ> lat. agonem > esp. agón;
ԄӻԆŴԆ > lat. canonem > esp. canon; ǕŬԌԑԉ ԈԉԈԊ > lat. rhetorem ! esp. rétor;
gigantem > esp. gigante; ćԉԏԑԆԈԆԌԈԊ> lat. archontem > esp. arconte
De todas formas, con frecuencia los femeninos en de este grupo -e se pasaron a
la forma en -a, más característica en español para ese género: ԋǖԉԃӽԇԃӽӽԈԊ> siringa;
3ԁԉԁŮԊŮӾԈԊ> Nereida.
Las palabras en gutural han optado con frecuencia por una forma contra toda
norma: tórax, clímax, ántrax.
23
La forma correcta debería haber sido hendecasílabo, con la /h/ reproduciendo el espíritu áspero del
original (cf. lat. hendecasyllabus; inglés hendecasyllable), pero en algunas ocasiones esta regla no se
cumplió (cf. armonía [< ĄԉԈԆŮӻ; inglés harmony], arpía [< Ĉԉéԍԃӻ; inglés harpy], etc.).
24
Los números 13 y 14 se declinan en su primer elemento.
25
Cf. Temas 7 y 8.