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Un abrazo es un poema de amor escrito en la piel que te rompe todos los miedos y que aísla

todos los pesares.

abrazos

Por Guillermina Rizzo*

¿Gajes del oficio? ¿Hacer preguntas para que ustedes encuentren las respuestas? Me
preguntaba qué tema abordar en este domingo especial.

Soy usuaria de redes sociales, fiel a mi estilo publico ideas propias y ajenas, siempre hay alguien
generoso dispuesto a leer, compartir, disentir, coincidir, también a ignorar. Esta semana una frase
que no fue casual tuvo considerable repercusión, evidentemente muchos se identificaron o
simplemente les gustó.

La frase en cuestión, cuyo autor es Alejandro Jodorowsky Prullansky, artista chileno, creador de
la psicomagia, reza “un día alguien te va a abrazar tan fuerte que todas tus partes rotas se
juntarán de nuevo”. Entonces ¿Por qué no escribir sobre los abrazos?

Según el Diccionario de la Real Academia Española abrazo es la “acción y efecto de abrazar”, y


abrazar tiene varias acepciones: “estrechar entre los brazos en señal de cariño; rodear, ceñir;
comprender, contener, incluir”.

Expertos en abrazos sostienen que para poder brindarse a los otros primero hay que empezar
por uno mismo y recomiendan trabajar los autoabrazos como un ritual que nutre, autoafirma,
estableciendo un vínculo auténtico en el que se fundamenta el amor propio. Sin
autoconocimiento, sin registro de los propios deseos, es imposible fundirse con el otro; es decir
que para poder transmitir es necesario conocer y comprender lo que se quiere hacerle llegar a
un destinatario. Abrazarse a uno mismo, abrazar las propias emociones, abrazar una idea, un
ideal, a otros, a la vida, implica rodear, incluir y también soltar, exige reconocer y construir con
los propios brazos y sentimientos.

La ciencia se expide y formula los beneficios que aportan los abrazos: optimizan las relaciones
interpersonales, aumentan la autoestima, originan una sensación de tranquilidad y bienestar, el
destinatario percibe protección y seguridad; quien lo ofrece brinda energía, fortaleza y
contención, también disminuyen el estrés.

Así como hay personas, relaciones y situaciones, hay abrazos; diferentes en intensidad y
duración, varían de acuerdo al mensaje que se quiere transmitir, abrazar es un arte y se puede
establecer una tipología.

Basta con ver un joven recién graduado en las puertas de la universidad o un equipo deportivo
campeón para advertir el abrazo grupal; simboliza unión, apoyo incondicional y todos quieren
ser parte de ese momento de alboroto reconfortante y afectuoso. En el ámbito familiar, y
emulando un sándwich, es habitual que padres e hijos se estrechen en un abrazo, ya sea en
momentos de alegría o de dolor.

La formalidad no impide que dos personas luego de un apretón de manos se abracen


moderadamente acompañando con una palmadita en la espalda; en las antípodas se encuentra
el ya popularizado “abrazo de oso”: impetuoso, portador de buenos deseos, prolongado y
colmado de efusividad.

No se puede negar que hay abrazos de compromiso, fingidos y actuados, un verdadero


desperdicio; también existen seres incapaces de abrazar, pues experimentan incomodidad e
invasión.

Pareja y abrazo son conceptos indisolubles, permanecer abrazados, dormir abrazados, caminar
abrazados son variantes; corona la lista ese abrazo que toma por la espalda y… despliegue su
imaginación mi querido lector.

El abrazo es habitado por palabras, risas y lágrimas, invade silencios, sana, estimula, contiene,
consuela y excita. Esta semana recibí muchos abrazos, indescriptibles, esos que calan profundan,
eternos por unos segundos o minutos, en los que se pierde la dimensión del tiempo; juntó
algunas partes rotas y luego me impulsó a abrazar la vida

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El poder de los abrazos: sus efectos físicos y psicológicos Maria Dolors Mas 13 mayo, 2015
Actualidad 3 comentarios
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poder del abrazo psicologiaEsta ha sido una semana de abrazos: afectuosos, protectores, de
“todo irá bien”…También ha sido la semana en que, diversos pacientes, recordaban aquellos
inicios de sus respectivas terapias cuando “les daba corte” darme un abrazo y se solucionaba con
dos besos o un apretón de manos. Con el tiempo -y el compartir vivencias, sentimientos- el
abrazo apareció, sin proponérselo, con su poder altamente curativo.

Todas las personas necesitamos del contacto físico de otras, porque nos hace sentir reconocidas,
protegidas y queridas. En Psicología se entiende por memoria afectiva “el sentimiento con una
carga emocional especial que reaparece cada vez que se recuerda una experiencia previa
significativa”.

¿Cómo sentimos los abrazos?

En la piel existen los llamados Corpúsculos de Meissner que son los encargados de recibir la
señal del tacto y enviarla a la corteza cerebral. Asimismo, existen los mecanorreceptores que
pueden asimilar si algo o alguien esta frío, cálido, una caricia, cosquillas, pellizcos, áspero,
rugoso, suave… Cada una de las partes de nuestro cuerpo, posee estos receptores – aunque las
manos y los labios, tienen una mayor cantidad- y, por tanto, pueden enviar una señal eléctrica al
cerebro que será transformada en aquello que percibimos – a nivel consciente – como una
cosquilla, un pellizco, una caricia o un abrazo.

Gracias a la Resonancia Magnética Funcional –que permite obtener imágenes del cerebro
mientras esta funcionando – se ha observado que cuando abrazamos a una persona por la cual
no sentimos atracción sexual ni enamoramiento, liberamos oxitocina, hormona que disminuye
los niveles de cortisol y adrenalina – las llamadas “hormonas del estrés” –y nos hace sentirnos
más relajados.

Pero, determinadas investigaciones, han demostrado que no ocurre lo mismo si abrazamos a una
persona que nos acaban de presentar que a un amigo o un familiar ya que, en este caso, tanto
los Corpúsculos de Meissner como los mecanorreceptores , aparte de enviar la señal al cerebro,
también lo hacen al sistema límbico que es aquella zona cerebral encargada de regular las
emociones. Por tanto, la oxitocina producida sirve para estrechar los vínculos afectivos y formar
el apego, es decir, el deseo de estar próximo con las personas que son significativas para
nosotros.

Pero, ¿eres afectuoso?

Desde el punto de vista de la vida en pareja, hemos de considerar que los abrazos, las caricias y
las miradas se hallan entre las formas más placenteras de invitar a la cercanía al otro/a. Y,
aunque parece fácil de explicar, muchas veces, es difícil de llevar a la práctica ya que no todas las
personas somos igualmente afectuosas; al contrario, existen muchas personas, incapaces de
demostrar cariño y ello les puede hacer parecer frías y distantes, aunque, realmente, no sea así.
En este caso, el problema principal es la “compensación”, es decir, para excusarse por unos
sentimientos incapaces de expresar – aunque podrían- compran regalos muy caros. En casos
muy extremos, esta persona va a necesitar estimulantes como alcohol o sustancias de abuso
para desinhibirse.

Placer y sexo

El placer es una búsqueda propia de la naturaleza del ser humano. Debajo de la misma, se halla
la necesidad de ser libre, de poder ser lo que uno quiere ser, por lo que uno es y esta se
convierte , a su vez, en una dificultad y en un conflicto, especialmente, en el caso de personas
que, durante su crecimiento, han sido condicionadas por su entorno a que el amor sólo se
consigue si se cumplen determinadas expectativas o si se hacen las “cosas bien” y que, en caso
contrario, sólo han encontrado rechazo, indiferencia o castigo. Así, se interiorizaba que el amor
uno se lo debe “ganar” y, además, que se puede “poner en riesgo” ante situaciones como las
antedichas, generando, entonces, dolor… entonces, ¿por qué intentar amar?

Unido al placer, se halla la sexualidad, entendiendo como tal no tan sólo el propio acto físico de
mantener relaciones sexuales, sino también los juegos sexuales previos así como las caricias,
pellizcos, mimos, besos y abrazos. Sin embargo, las personas no afectuosas, tienen miedo a ser
rechazados, y crean una postura “a la defensiva” típica; hombros y cuello tensos, manos y
articulaciones rígidas – sin darse cuenta – mirada alerta…es decir, existe toda una comunicación
no verbal que explica el miedo a mostrar lo que, realmente, se siente, por esa posibilidad de la
que hablábamos anteriormente; no cumplir las expectativas, no hacerlo “bien”, y que el amor se
transforme en dolor. Lo único que se consigue, de esta manera, es no disfrutar ni de la relación
con la otra persona ni de la sexualidad propia.
Cómo ser más afectuoso

Se puede aprender a ser afectuoso. El principal problema que tiene el que no es afectuoso es
ese, que nunca ha abrazado, acariciado realmente, y que, la primera vez que lo hace es probable
que vaya a sentir timidez, resistencia, vergüenza, ridículo o, incluso, ansiedad.¡ No se asuste!
Piense que su mente está habituada a funcionar siempre bajo unos mismos esquemas de
comportamiento, desde hace mucho tiempo, y, en ellos, se siente seguro. Cambiar estos
esquemas sí es un riesgo. Pero, si no lo intenta, nunca tendrá la ocasión de comprobar, por si
mismo, las sensaciones tan placenteras que se producen cuando uno estira los brazos y alcanza
las mejillas del otro o como “salta” el corazón cuando su cuerpo se estrecha fuertemente con
otro.

Tanto dar como recibir un abrazo es una forma de contacto emocional con aquello que nos
rodea. El poder de los abrazos no es sólo una suave invitación sexual sino que también puede
darse con familiares, amigos… y presenta un alto poder curativo ya sea con las manos o la
mirada, haciéndolo sin un motivo concreto, sólo porque se siente así.

Efectos de los abrazos, besos y caricias

Regulación de peso durante el proceso del crecimiento en recién nacidos y niños.

Mejora las condiciones para la adquisición del lenguaje.

Aumento de las hormonas del placer: Endorfinas. Mejoría de la fatiga escolar o la depresión
infantil.

Asociado a estados emocionales estables, produce una mejoría general en el sistema


inmunológico incluyendo en la hidratación de la piel.

Durante la primera etapa de la vida ; desarrolla una integración entre los afectos y la motricidad.

El abrazo desarrolla y ancla en la mente y el cuerpo la confianza.

Estimula patrones de afectividad y vinculo, que refuerzan la identidad, es decir, el sentido del
quién se es o el sentido de pertenencia.

Mejora el sentido de autoprotección, a partir de experiencias previas de protección (abrazos


protectores reiterados por parte de los adultos). Siembra las bases no verbales de la
autovaloración.

Un abrazo puede ser el puente de comunicación empática profunda; en los niños, es fuente de
un reconocimiento, que al centrarse en lo bueno, fortalece su autoestima.

Si el abrazo es amoroso y tierno , puede hacer que las emociones de dolor o perdida , se unan
con el sentimiento de amor , cambiándose por sosiego y tranquilidad.

El contacto afectivo, crea en el niño una visión integra y respetuosa de su cuerpo.

Beneficios del abrazo a nivel físico y fisiológico

La “abrazoterapia” se considera una terapia coadyuvante en el tratamiento de diversos


trastornos como, por ejemplo, los trastornos depresivos.

Además, reduce la presión arterial y el dolor menstrual así como la cefalea, cura el insomnio,
retarda el envejecimiento y disminuye el apetito. Existen evidencias científicas de que refuerza el
sistema inmunológico.

Ya hemos visto, anteriormente, que los abrazos liberan hormonas como la oxitocina y las
endorfinas pero, también, actúan a nivel de los neurotransmisores como la serotonina y la
dopamina, por lo cual producen sensación de bienestar y también libera neurotransmisores
como la serotonina y la dopamina las cuales tienen un efecto sedante, por lo cual produce una
sensación de tranquilidad, bienestar y calma

Beneficios de los abrazos a nivel psicológico

Aumenta los niveles de oxitocina que nos sirve para generar relaciones de confianza. mutua así
como determinados patrones de conducta, tanto materna como paterna.

Disminuyen los niveles de estrés, ello es, especialmente, importante para personas cuidadoras
puesto que aumentan su paciencia y, al mismo tiempo, relajan al enfermo.

Genérico de los ansiolíticos; permite un afrontamiento adecuado de conflictos, momentos


complicados y difíciles.

Aumentan la liberación de dopamina lo cual produce una mayor motivación así como una
mejoría en la atención y, por tanto, en el aprendizaje.

Aumento de la autoestima ya que produce bienestar en las personas que queremos.

Nos aporta seguridad, protección, positivismo.

Ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo.


Y, aunque pueda parecer increíble; mejora nuestra memoria porque la calma que produce hace
que nuestras emociones asienten los recuerdos.

¿Se puede vivir sin abrazar?

Los abrazos son una muestra de cariño entre personas y una expresión de amor entre las
parejas. Como hemos visto, aportan muchos beneficios tanto físicos como psicológicos.

Teniendo en cuenta sólo el abrazo como expresión de amor entre parejas, nos podríamos parar a
pensar: y tú, ¿cuántas veces al día abrazas a tu pareja?

Según los estudios realizados respecto a este tema, se ha demostrado que el número de
rupturas entre parejas es mayor en aquellas en que uno de los dos miembros no expresa afecto
ya sea en forma de abrazos, caricias puesto que el otro miembro mostrará una descompensación
de afecto.

Por tanto, esté último miembro puede sufrir unas consecuencias debidas a la falta de afecto
demostrada por el primer miembro, como son:

Descenso de su autoestima: empieza a pensar que no es deseado/a lo cual es debido a que no


es lo suficientemente atractivo/a para su pareja.

Inseguridad: ante la falta de contacto físico puede empezar a pensar que no esta haciendo algo
bien, que su pareja no es feliz con él/ella y que corre el riesgo, por tanto, de ser abandonado/a

Conductas de ansiedad: el miedo o la inseguridad pueden derivar en conductas negativas, tales


como empezar a comer más de lo normal, fumar más de la cuenta o cambiar otros
comportamientos.

En cada contexto, sabemos qué tipo de abrazo damos y cuál recibimos, que va a depender,
también, de la persona con las que nos abracemos, aunque los beneficios tanto emocionales
como físicos, fisiológicos y psicológicos van a ser los mismos. Sin embargo, un abrazo con un
amigo será de alegría, con la pareja es intimo. Sea como fuere, ¡nunca niegues un abrazo!
Estarías negando vitaminas para el alma…

Y, ciertamente, muchas veces, no encontramos las palabras adecuadas para expresar lo que
sentimientos, quizás porque estos son abrumadores o porque somos muy tímidos…Habla el
idioma de los abrazos “Cuando hablar se convierte en una difícil tarea, no hay un mejor modo de
expresarnos con claridad”

¿Te gusta o te molesta abrazar y que te abracen? ¿crees que el abrazo tiene un efecto positivo o
negativo en las personas? ¿cómo prefieres los abrazos? ¿Usas los abrazos en tus relaciones
sociales, o lo dejas para la esfera íntima? Dejamos las preguntas abiertas. Esperamos que nos
ayudes a generar debate en el apartado de comentarios.

Sobre la autora de este artículo

Dolors Mas Delblanch psicologa siquia 150x150 Consecuencias de un accidente de tráficoMaría


Dolors Mas es psicóloga en Badalona con Nº Colegiada 17222. Sus especialidades son la
ansiedad, la depresión y el atención a adolescentes. Puedes dejarle tu consulta y resolver tus
inquietudes a través de este enlac

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