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Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 1

Sistema, estructura y contradicción exégesis tradicionales de Marx se nos desmoronan


y de sus ruinas emerge un Marx ampliamente
en El Capital de Marx
desconocido de los marxistas, capaz de aportar
inesperados y fecundos elementos a la novísima re-
Maurice Godelier flexión científica.

Pensamiento Critico, Habana, n° 11, I. Del funcionamiento visible del sistema


diciembre de 1967. 6 2 - 9 7 capitalista a su «estructura» interna oculta.
www.filosofia.org
“... toda ciencia estaría de
más, si la forma de manifestarse las
¿Es posible analizar las relaciones entre cosas y la esencia de éstas coincidie-
ran…”El Capital, T. III, p. 757.
acontecimiento y estructura, dar cuenta de la gé-
nesis y la evolución de una estructura, sin conde-
narse a abandonar el punto de vista estructura- ¿Qué es, para Marx, un «sistema econó-
lista? Ambas cuestiones están al orden del día y mico»? Una determinada combinación de modos
algunos se aventuran a responder afirmativamente. específicos de producción, de circulación, de dis-
Se crea una situación nueva que incluye la reanu- tribución y de consumo de los bienes materiales.
dación del diálogo entre estructuralismo y mar- El papel dominante, en toda combinación, lo asume
xismo. De lo que no hay por qué asombrarse. el modo de producción. Un modo de producción
Hace más de un siglo Marx describía toda la vida es la articulación de dos estructuras recíprocamente
social en -términos de «estructuras”; para carac- irreductibles: fuerzas productivas y relaciones de
terizar los «tipos» de sociedad sugería, como hipó- producción. La noción de fuerzas productivas de-
tesis, la existencia de correspondencias necesarias signa el conjunto de los factores de la producción -
entre infraestructuras y superestructuras; y preten- recursos, instrumentos, hombres- característicos de
día, finalmente, explicar la «evolución” de dichos una sociedad determinada en una época determi-
tipos de sociedad por la aparición y el desarrollo nada, los cuales es necesario combinar de manera
de «contradicciones» entre sus estructuras. específica para producir los bienes materiales que
Parece como si al intervenir el término dicha sociedad necesita. La noción de relaciones de
«contradicción” la reanudación del diálogo hubiera producción designa las funciones que asumen los
de frustrarse: los «milagros» dialécticos de Hegel y individuos y los grupos en el proceso de la produc-
de marxistas más o menos conocidos están en la ción y en el control de los factores de la producción.
memoria de todos. Sin embargo, ¿puede darse por Las relaciones de producción capitalistas, por ejem-
zanjado el asunto tan rápidamente?, ¿la dialéctica plo, son las relaciones entre una clase de individuos
de Marx es la de Hegel? Las mismas formulacio- que tienen las propiedad privada de las fuerzas pro-
nes de Marx a este respecto son equívocas: con ductivas y del capital y una clase formada por los
«poner sobre sus pies» a la dialéctica de Hegel que -al no contar con esa propiedad deben vender a
quedaría convertida en un instrumento «Útil para la los primeros, a cambio de un salario, el uso de su
ciencia», y despojada de todas las mistificaciones fuerza de trabajo. Cada clase es complementaria de
que el idealismo hegeliano hubiera podido intro- la otra, supone la otra.
ducir en ella. El conocimiento científico del sistema ca-
Nuestro propósito es abordar de nuevo el pitalista consiste, según Marx, en descubrir, más
problema volviendo al texto mismo de El Capital. allá de su funcionamiento visible, su oculta estruc-
Creemos poder demostrar que la dialéctica de Marx tura interna. Por lo tan, para él, como para Claude
no tiene nada que ver, en sus principios funda- Lévi-Strauss, 1 las «estructuras” no se confunden
mentales, con la de Hegel, dado que una y otra no con las «relaciones sociales» visibles sino que cons-
remiten a la misma noción de contra dicción. Las
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tituyen un nivel de la realidad, invisible pero pre- asalariado y del capitalista, todas las mistificaciones
sente más allá de las relaciones sociales visibles. La de la producción capitalista”.4
16gica de estas últimas y, más generalmente, las le- En efecto, desde el momento que el salario
yes de la práctica social, dependen del funciona- aparece como precio del trabajo, la ganancia no
miento de aquellas estructuras ocultas, cuyo descu- puede aparecer como trabajo no retribuido. Se pre-
brimiento debe permitir «desentrañar todos los he- senta, necesariamente, como emanación del capital.
chos observados».2 Parece que cada clase obtiene de la producción la
Muy a grosso modo resumiremos así la te- renta a que tiene derecho. No hay explotación visi-
sis de Marx: en la práctica del sistema capitalista ble de una clase por la otra. Las categorías econó-
todo sucede como si con el salario se retribuyese el micas de salarios, beneficio, interés, etc., expresan,
trabajo del obrero y como si el capital tuviera, por pues, las relaciones visibles de la práctica corriente
sí mismo, la propiedad de acrecentarse automática- de los negocios, lo que les confiere una utilidad
mente, de proporcionar una ganancia a su propieta- pragmática, pero su valor científico es nulo. Al par-
rio. En la práctica corriente no hay prueba directa tir de esas categorías la ciencia económica se limita,
alguna de que la ganancia capitalista sea trabajo de hecho, a «sistematizar y preconizar doctrinal-
obrero no pagado, ninguna experiencia inmediata mente las ideas de los agentes de la producción cau-
de la explotación del trabajador por el capitalista. tivo de las relaciones de producción del régimen
Según el análisis de Marx, la ganancia es la fracción burgués. Por eso no debe causarnos asombro el que
del valor de cambio de las mercancías que queda en la economía vulgar se encuentre como el pez en el
las manos de su propietario, una vez deducido el agua precisamente bajo la forma más extraña de
precio de coste. El valor de cambio supone una uni- manifestarse las relaciones económicas, en la que
dad de medida que haga conmensurables a las mer- éstas aparecen prima facie como contradicciones
cancías. La utilidad de éstas no puede proporcionar perfectas y absurdas”.5 La inteligibilidad y la cohe-
tal unidad, puesto que en el plano del valor de uso rencia que esa sistematización introduce en las re-
no hay nada de común entre -por ejemplo legum- presentaciones corrientes de los miembros de la so-
bres y estilográficas. . . El valor de cambio de las ciedad no pueden desembocar más que en mitos.
mercancías sólo puede provenir de aquello que les «Hablar del precio del trabajo es cosa tan irracional
es común: ser productos del trabajo. Por lo tanto, la como un logaritmo amarillo». En el caso que esta-
sustancia del valor es el trabajo socialmente nece- mos considerando el mito consiste en una teoría
sario para la producción de mercancías. La ganancia coherente de las apariencias, de lo que parece suce-
o beneficio es una fracción -no retribuida en el sa- der en la práctica. De donde se deduce que la repre-
lario del valor 3 creado por el uso de la fuerza de sentación científica de la realidad social no «surge»,
trabajo de los obreros. En una palabra, la ganancia por “abstracción», de las representaciones espontá-
es trabajo no pagado, trabajo gratuito. Pero en la neas o reflejas de los individuos. Debe, por lo con-
práctica de los capitalistas y de los obreros todo su- trario, romper la evidencia de dichas representacio-
cede a primera vista como si el salario retribuyese nes para poner de manifiesto la lógica interna, invi-
la totalidad del trabajo suministrado por él obrero sible, de la vida social. Para Marx, por lo tanto, el
(prima, salario a destajo, tarifa de horas suplemen- modelo construido por la ciencia corresponde a una
tarias, etc.) Por consiguiente, el salario comunica al realidad disimulada bajo la realidad visible. Más to-
trabajo no retribuido del obrero la apariencia de tra- davía: según Marx dicha disimulación no resulta de
bajo retribuido. la impotencia de la conciencia para «percibir” la es-
Esta forma del salario, que no expresa más tructura sino que es el producto de la estructura
que las falsas apariencias del trabajo asalariado, misma. Si el capital no es una cosa sino una relación
hace invisible la relación real entre capital y trabajo social, es decir, una realidad no sensible, ésta no
y muestra precisamente lo contrario; de esas falsas puede por menos que desaparecer cuando se pre-
apariencias derivan todas las nociones jurídicas del senta bajo la forma sensible de materias primas, ins-
trumentos, dinero, etc. Por lo tanto, no es el sujeto
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el que se engaña, es la realidad quien lo engaña: las mientras que el sistema Kariera autoriza el matri-
representaciones de los individuos se originan en monio con las dos primas cruzadas, el sistema
las apariencias que disimula estructura del proceso Murngin lo prohibe con la prima cruzada patrilate-
de producción capitalista. A una estructura determi- ral, introduciendo una dicotomía entre los primos
nada de lo real corresponde -señala Marx- un deter- cruzados. Y aún encierra otras peculiaridades: recu-
minado modo de aparecer dicha estructura, el cual rre a siete líneas, mientras que el sistema Aranda se
constituye el punto de arranque de un tipo de con- contenta con cuatro, y el sistema Kareira con dos;
ciencia espontánea de esa estructura, del que ni la la nomenclatura de su sistema de parentesco incluye
conciencia, ni el individuo son responsables. De ahí 71 términos, mientras que la de los Aranda s6lo
que el conocimiento científico de una estructura no cuenta 41 y la de los Kariera, 21.
liquide la conciencia espontánea de la misma: mo- Era necesario, por lo tanto, explicar la dico-
difica el papel y los efectos de esta última sobre la tomía de los primos cruzados, el matrimonio prefe-
conducta de los individuos, pero no la suprime.6 rencial con la prima cruzada matrilateral, y las otras
Así Marx, al suponer que la estructura no se singularidades del sistema. C. Lévi-Strauss ha de-
confunde con las relaciones visibles sino que ex- mostrado que puede encontrarse la explicación si se
plica su lógica oculta, anuncia la moderna corriente supone la existencia y la acción -bajo el sistema ex-
estructuralista. Y enlaza plenamente con ella al plícito de cambio restringido entre ocho subseccio-
plantear la prioridad del estudio de las estructuras nes, que es la forma aparente en el sistema
sobre el de su génesis y evolución. Antes de abordar Mumginde un sistema implícito de cuatro seccio-
este nuevo tema precisaremos, sin desarrollarla, la nes, de estructura totalmente diferente, de la que los
comparación que hemos esbozado entre las prácti- mismos Mumgio no tenían conciencia, y tampoco
cas científicas de Marx y de Lévi-Strauss, recor- había sido verdaderamente identificada y teorizada
dando las características principales del célebre hasta entonces por los etnólogos especialistas de los
análisis del sistema de parentesco Murngin, in- sistemas de parentesco. A esa estructura Lévi-
cluido en las Structures élémentaires de la parenté.7 Strauss la denomina “estructura de cambio genera-
Los especialistas consideraban «aberrante” lizado”.
este sistema porque no era posible clasificarlo exac- Mientras que en un sistema de cambio res-
tamente en la tipología de los sistemas australianos tringido el matrimonio se con forma siempre a la
llamados «clásicos”. Estos son de tres tipos, según misma regla, puesto que si un hombre de A se casa
que el número de clases matrimoniales sea de 2, 4 u con una mujer de B, un hombre de B puede casarse
8. Se había comprobado que un sistema a mitades con una mujer de A, en un sistema de cambio gene-
prescribe el matrimonio entre los primos cruzados, ralizado si un hombre de A se casa con una mujer
pero lo prohíbe entre los primos paralelos. Lo de B, un hombre de B se casará con una mujer de
mismo sucedía en el sistema Kariera de cuatro sec- C, y un hombre de C con una mujer de A. Es decir,
ciones. Por lo tanto, al pasar de un sistema de dos a A habrá tomado una mujer a B, pero a «cambio»
un sistema de cuatro clases matrimoniales no cam- cederá una mujer a C. Aquí la reciprocidad se rea-
biaba en nada el orden de las prescripciones y prohi- liza, entre un número cualquiera de participantes,
biciones. Por el contrario, en el sistema Aranda, de por el juego de relaciones orientadas en una direc-
ocho subsecciones, estaba prohibido el matrimonio ción determinada e irreversible: ABCA. Se
entre todos los primos de primer grado, cruzados o puede demostrar fácilmente, a continuación, que en
paralelos. un sistema de cambio generalizado, de cuatro sec-
Ahora bien, el sistema Murngin difiere, a la ciones, la prima cruzada matrilateral encuentra
vez, de los sistemas Kariera y Aranda. Comporta siempre en la clase que sigue inmediatamente a la
ocho subsecciones, como el sistema Aranda, y sin del o, donde él puede tomar esposa, mientras que la
embargo, autoriza el matrimonio con la prima cru- prima cruzada patrilateral se encuentra siempre en
zada matrilateral, como el sistema Kariera. Pero la clase que procede a la suya y que le está prohi-
bida. La estructura de tal sistema proporciona, pues,
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la fórmula teórica del matrimonio Murgnin y funda Para Lévi-Strauss la estructura forma parte
la ley de la dicotomía de los dos primos cruzados. de lo real, pero no es realidad empírica. No es posi-
Después es fácil demostrar que cuando se ble, pues, confrontar una estructura y el modelo teó-
agregan mitades matrilineales a un sistema de cam- rico construido para representarla. Pero, a la vez, la
bio generalizado de cuatro secciones, cada sección estructura no existe solamente en, y para, el espíritu
se desdobla en dos subsecciones y se obtiene así un humano, con lo que se recusa igualmente el estruc-
sistema de ocho sub secciones que reviste las apa- turalismo idealista y formalista que se reclama de
riencias de un doble sistema de cambio restringido Lévi-Strauss.13 En su respuesta a Maybury-Lewis -
tipo Aranda. En este momento, igualmente, todas -quien le acusaba de descubrir seudo-estructuras
las restantes peculiaridades del sistema --el número que contradecían los datos etnológicos Lévi-Strauss
de líneas, la extensión, enorme de la nomenclatura formula su posición mucho más explícitamente que
aparecen como otras tantas consecuencias necesa- en la Anthropologie structurale:
rias al funcionamiento de esa estructura implícita,
como aspectos complementarios de su lógica in- «Naturalmente, la última palabra la
terna. dirá la experiencia. Sin embargo, la expe-
No es difícil percibir el inmenso alcance de riencia sugerida y guiada por el razona-
la demostración de Lévi-Strauss. Tratando de expli- miento deductivo no será idéntica a las ex-
car un caso singular, aberrante,8 inclasificable en los periencias simples 'con las que todo el pro-
epígrafes de la tipología etnológica tradicional, ceso comenzó. El microscopio electrónico,
Lévi-Strauss des cubría la existencia9 y explicaba la al permitimos ver moléculas reales, sumi-
naturaleza de una nueva familia de estructuras mu- nistra la prueba concluyente de la estructura
cho más compleja que las conocidas hasta la fecha molecular de la materia. Esta hazaña no al-
y, sobre todo, mucho más difíciles de identificar, tera el hecho de que en el futuro la molécula
dado que el ciclo de cambio que determinan no es seguirá siendo lo mismo de invisible a sim-
«tan inmediatamente perceptible”. Con ello se hacía ple vista. Análogamente, sería vano esperar
necesaria y posible una nueva clasificación de los del análisis estructural que modifique la
sistemas de parentesco, en la que quedaba incluida percepción de las relaciones sociales con-
la antigua tipología de los sistemas de cambio res- cretas. Sólo logrará explicarlas mejor»14
tringido, cuya particularidad quedaba ahora mani-
fiesta. En el plano práctico se disponía del instru- Una de las implicaciones del método es-
mento necesario para abordar el estudio de ciertos tructural es la crítica de todo psicologismo y de
sistemas complejos de parentesco en China, la In- todo finalismo sociológico. En las Structures élé-
dia, el Sudeste asiático y Siberia, que parecían ex- mentaires, Lévi-Strauss mostraba que las conside-
traños a la noción de cambio. raciones psicológicas de Warner aportaban una res-
No era menor la importancia de las conclu- puesta ilusoria al problema de la existencia de siete
siones y principios metodológicos de Lévi-Strauss líneas entre los Mumgin.15 Warner quería explicar
en el plano epistemológico. Sea implícito10 como este hecho por la necesidad de resolver las tensiones
ocurre en el caso de los Murngin, o explícito, como que, de no existir esa multiplicación de líneas, se
en el de los Katchin, una estructura nunca es direc- producirían en el grupo entre Ego y el hermano de
tamente visible y legible al nivel empírico. Tiene la madre, es decir, el padre de la futura esposa, la
que ser descubierta mediante un trabajo teórico, prima cruzada matrilateral. 16 Como hemos visto, la
productor de hipótesis y de modelos. El análisis es- respuesta a esta cuestión no debía nada a la psicolo-
tructural de Lévi-Strauss recusa por lo tanto, en su gía sino que se encontraba en la lógica misma del
principio mismo, el estructuralismo funcionalista sistema de: cambio generalizado, del que Werner no
de Radcliffc-Brown11 y, en general, toda la sociolo- sospechaba ni siquiera la posibilidad.
gía empírica anglosajona, para la cual la estructura
forma parte de la realidad empírica.12
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Más fundamental aún es que el análisis de su génesis y evolución. Ya hemos puesto en eviden-
la lógica de una estructura permita poner de mani- cia que el primer principio se encuentra en Marx.
fiesto sus posibilidades y capacidades de evolución. Demostraremos ahora que sin el segundo no puede
Dicho análisis permite a las investigaciones sobre comprenderse la arquitectura de El Capital.
origen y la génesis de una estructura «guiarse”, en
cierta manera, por el conocimiento de su propio me- II. Prioridad del estudio de las estructu-
canismo. En el caso de los Murngin, Lévi-Strauss ras sobre el de su génesis y evolución.
suponía que habían imitado a otros el mecanismo de
ocho subsecciones que ellos se esforzaban por hacer Una simple ojeada sobre la construcción de
coincidir con un sistema matrimonial original.17 Po- El Capital pone de manifiesto esa propiedad. La
nía de manifiesto, a continuación, que semejante obra no comienza con la teoría del capital, sino por
sistema era «inestable», lo que determinaba sus po- la exposición de la teoría del valor, es decir, por la
sibles formas y modos de evolución. Demostraba definición de un grupo de categorías necesarias al
que esa inestabilidad era lo propio de todos los sis- estudio de no importa qué sistema de producción
temas de cambio generalizado, los cuales, por prin- mercantil, independientemente de que ésta repose
cipio, son de régimen «armónico”, dado que en sobre el trabajo del campesino libre, del siervo, del
ellos las reglas de filiación son las mismas que 1as esclavo, del trabajador asalariado, etc. Este grupo
reglas de residencia en lo que concierne a la defini- de categorías se desarrolla a partir de la definición
ción del estatuto social del individuo, mientras que del valor de cambio de la mercancía. A continua-
los sistemas de cambio restringido son, por princi- ción aparece la moneda como mercancía especial,
pio, «disarmónicos y estables”.18 En esto, concluía cuya función consiste en expresar y medir el valor
Lévi-Strauss, reside el fundamento de la desigual de cambio de las restantes mercancías. El dinero es
capacidad de aparición y evolución de esas dos fa- definido como una forma de la moneda. El dinero
milias de estructuras.19 cesa de funcionar como simple medio de circula-
Estas capacidades, pues, constituyen pro- ción de las mercancías y comienza a funcionar
piedades objetivas de las estructuras, no dependen como capital cuando reporta dinero, cuando su uso
de los individuos, y éstos, por lo general, son in- añade valor a su valor inicial. Cualesquiera que sean
conscientes de dichas propiedades. Si el sistema sus formas capital comercial, financiero, industrial
Murngin, por ejemplo, es producto de una imitación --la definición general del capital es la de ser valor
y de una adaptación, resulta, por este hecho, pro- que se valoriza y reporta plusvalía.
ducto de una actividad consciente y finalizada, pero Por lo tanto, al final de la 2ª sección del li-
en lo esencial los Murngin son inconscientes de la bro 1 de El Capital, Marx dispone de los instrumen-
lógica y de las capacidades de evolución de su tos teóricos necesarios para identificar la estructura
nuevo sistema, las que, en todo caso, no dependen específica del sistema económico capitalista, la re-
de sus in tenciones. Situada en semejante perspec- lación capital-trabajo asalariado, elaborar la teoría
tiva, la evolución social deja de ser una sucesión de del Capital. Para emprender esta construcción teó-
accidentes desprovistos de significado.20 rica necesitaba disponer de la definición rigurosa de
Este análisis, demasiado sucinto, de algu- la noción de mercancía, puesto que en el seno de la
nos fragmentos de la obra más antigua de Lévi- relación capital-trabajo la fuerza de trabajo se pre-
Strauss, nos parece suficiente, sin embargo, para le- senta como mercancía. Con ello se hace posible el
gitimar la comparación entre Marx y el estructura- análisis de la estructura interna del sistema capita-
lismo moderno. No ha permitido aislar en la prác- lista, es decir, el estudio del mecanismo de produc-
tica de Lévi-Strauss dos principios del análisis es- ción de la plusvalía a través de la relación capital-
tructural: el primero, que una estructura forma parte trabajo. El libro 1 analiza extensamente las dos for-
de lo real, pero no de las relaciones visibles; el se- mas de la plusvalía: plusvalía absoluta (obtenida
gundo, que el estudio del funcionamiento interno de mediante la prolongación de la jornada de trabajo
una estructura debe proceder y orientar el estudio de
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sin aumento del salario), y plusvalía relativa (obte- pitalista se ha establecido. Pero como aqué-
nida por la disminución de los gastos de manteni- lla forma la base de éste, el sistema capita-
miento del obrero mediante el incremento de la pro- lista no podría establecerse sin ella. Para
ductividad del trabajo en las ramas que producen los que venga al mundo es necesario, por lo
medios de subsistencia de los trabajadores y de sus tanto, que parcialmente al menos los me-
familias). dios de producción hayan sido arrebatados
Sólo al final del libro I el lector ve a Marx sin contemplaciones a los productores di-
abordar el problema de la génesis de la relación de rectos, y se encuentren ya en manos de los
producción capitalista, a través de la discusión de lo mercaderes productores, siendo empleados
que los economistas clásicos llamaban “el problema por éstos para especular con el trabajo
de la acumulación primitiva». El modo de proceder ajeno. El movimiento histórico que produce
de Marx rompe, pues, con todo historicismo. El es- el divorcio del trabajo de sus condiciones
tudio de la génesis de una estructura no puede efec- exteriores, he ahí la esencia de la acumula-
tuarse más que «guiado por un conocimiento previo ción llamada «primitiva» porque constituye
de esa misma estructura. Estudiar la génesis de la la edad prehistórica del mundo burgués. La
estructura específica del sistema capitalista consiste estructura económica capitalista ha salido
en determinar las circunstancias históricas particu- de las entrañas de la estructura económica
lares de la aparición de individuos dueños de dispo- feudal. La disolución de la una ha despren-
ner libremente de su persona, pero privados de me- dido los elementos constituyentes de la
dios de producción y de dinero y forzados, por ello, otra”.21
a vender el uso de su fuerza de trabajo a otros indi-
viduos poseedores de medios de producción y de di- Por lo tanto, analizar la génesis histórica de
nero, pero obligados a comprar la fuerza de trabajo una estructura equivale a analizar las condiciones
ajena para poner en funcionamiento los primeros y de la aparición de sus elementos internos y de la ar-
hacer fructificar el segundo. Marx se limita a esbo- ticulación entre ellos. En consecuencia, la historia
zar esa génesis, situando rápidamente en perspec- económica supone, para poder constituirse, que
tiva algunas de las condiciones, formas y etapas de sean identificados dichos elementos y relaciones,
la aparición del capitalismo en Europa, pero sin pro- supone la teoría económica. En el texto de Marx la
porcionarnos una verdadera historia del capita- génesis de un sistema se describe, al mismo tiempo,
lismo. Entre las etapas citaremos: el licenciamiento cono la disolución de otro, y estos dos efectos de-
de las huestes feudales, la expropiación y expulsión penden de un mismo proceso: el desarrollo de las
parcial de los cultivadores, el movimiento de las contradicciones internas del viejo sistema (del que,
“enclosures”, la transformación de los mercaderes por Jo tanto, es preciso igualmente construir la teo-
en mercaderes-fabricantes, el comercio colonial, el ría).
desarrollo del proteccionismo. Todos estos hechos Este modo general de proceder, que va de
de los siglos XV, XVI y XVII, que aparecen aquí y la identificación de la estructura al estudio de su gé-
alá en Portugal, España, Holanda Francia e Inglate- nesis, acaba aparentemente por chocar con un obs-
rra, en general, a la aparición de un gran número de táculo que el propio Marx ha levantado. Porque,
productores sin medios de producción y a su utili- ¿cómo conciliar la hip6tesis de la aparición de con-
zación en una nueva estructura de producción. tradicciones internas a un sistema con la tesis de que
el funcionamiento de este sistema reproduce nece-
«... En el fondo del sistema capita- sariamente las condiciones de su funcionamiento?
lista hay, pues, la separación radical entre Por ejemplo, el mecanismo del funcionamiento del
el productor y los medios de producción. sistema capitalista reproduce, sin cesar, la relación
Esta separación se reproduce sobre una es- capital-trabajo, sobre la cual se ha edificado. Los
cala progresiva una vez que el sistema ca- mecanismos de la ganancia y del salario permiten,
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continuamente, a la clase capitalista, acumular nue- dos puntos para extraer las consecuencias metodo-
vos capitales y reproducirse como clase capitalista, lógicas.
acumular nuevos capitales y reproducirse como Como hemos visto, Marx analiza en primer
clase dominante y, allí inversa, obligan a la clase lugar el mecanismo de producción de la plusvalía,
obrera a poner de nuevo en venta su fuerza de tra- demostrando que consiste en la producción de tra-
bajo y a reproducirse como clase dominada.22 Por lo bajo no retribuido. A continuación pone de mani-
tanto, la relación capital-trabajo se presenta como el fiesto que el lazo interno y necesario de la plusvalía
elemento invariable de la estructura económica ca- con el trabajo desaparece desde el momento en que
pitalista a través de todas las variaciones de ésta: se pone en relación no ya con el salario pagado al
paso del capitalismo de libre concurrencia al capi- obrero sino con el conjunto del capital avanzado por
talismo de monopolio privado o de Estado, apari- el capitalista, es decir, desaparece en cuanto la plus-
ción de nuevas fuerzas productivas, modificación valía se presenta como beneficio. Los resultados del
de la composición de la clase obrera y de sus formas libro II le permiten a Marx, en las cuatro primeras
de organización sindical o política, etc. De donde se secciones del libro III, analizar las condiciones
desprende que el descubrimiento y la definición de complejas de la realización, por el empresario capi-
esa invariable constituyen, sin duda, el punto de talista, del beneficio máximo. Sin daño para el ob-
partida obligado del estudio científico del sistema, jetivo que perseguimos, podemos dejar de lado es-
de su génesis y de su evolución. La investigación de tos problemas relativos a las relaciones valor-pre-
esta última se presenta como el estudio de las varia- cios, precios-beneficios, beneficio medio y super-
ciones compatibles con la reproducción del ele- beneficio, norma de beneficio por ramas al nivel de
mento invariable de la estructura del sistema. El la economía nacional, etc. Lo esencial es tener pre-
paso de la economía política a la historia económica sente la conclusión de Marx. De su ganancia -que al
se perfila, una vez más, a este nivel; son posibles límite parece tener poco que ver con la explotación
estudios sincrónicos y diacrónicos (análisis de los real de sus obreros-, el capitalista debe deducir una
diversos estados de una estructura correspondientes parte que se convierte en renta urbana del propieta-
a diversos momentos de su evolución). Pero el aná- rio del solar donde está enclavada la fábrica, otra
lisis diacrónico de las variaciones compatibles con parte que vierte a título de interés al prestamista o
la reproducción de una relación invariable no hace al banco, otra que debe como impuesto al Estado.
aparecer ninguna incompatibilidad estructural, nin- El saldo constituye su beneficio empresarial. Al de-
guna condición de cambio estructural. 23 ¿Pueden mostrar que el mecanismo de la producción de plus-
existir, acaso, variaciones incompatibles, origina- valía constituye el origen común de las formas visi-
das en el interior del funcionamiento de un sistema, bles de la ganancia capitalista -aunque ciertas cate-
desde el momento que el mismo mantenimiento del gorías de capitalistas parezcan no tener relación di-
sistema probaría que eran compatibles con la repro- recta alguna con el proceso de la producción Marx
ducción de éste? Antes de analizar en detalle la no- hace posible el estudio de la articulación entre la es-
ción de contradicción en Marx nos detendremos aún tructura interna del sistema y su formas visibles, de
en la de «compatibilidad estructural”, teniendo en las cuales había prescindido, por razones de princi-
cuenta que esta noción desempeña un doble y deci- pio, al comienzo de su análisis.
sivo papel que esclarece todo el método y el plan de Marx vuelve sobre esas formas visibles, de-
El Capital. Es la que permite a Marx explicar las finiendo en cada momento su función real en el sis-
formas visibles del funcionamiento del sistema ca- tema y su compatibilidad interna con las estructuras
pitalista, dejadas de lado al comienzo de su análisis. esenciales prioritariamente estudiadas. En lenguaje
Le permite, también, dilucidar el nuevo papel y las moderno, el modo de proceder de Marx constituiría
nuevas formas que toman las formas «antediluvia- una especie de génesis ideal de los diversos elemen-
nas” del capital24 --capital comercial y capital finan- tos de un sistema a partir de las leyes de su compo-
ciero cuando éstas funcionan en el marco del capi- sición interna. El propio Marx lo define a propósito
talismo moderno. Resumiremos brevemente estos de la moneda.
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la reemplaza. Una vez más, la teoría económica su-


«Todo el mundo sabe, aunque no ministra su análisis, como hilo conductor, a la his-
sepa más que eso, que las mercancías po- toria económica, sin confundirse con ella, todo y
seen una forma particular de valor que con- desarrollándose gracias a los resultados de esta úl-
traste muy ostensiblemente con sus diver- tima. A este nivel, la recusación de todo histori-
sas formas naturales: la forma moneda. Se cismo, o de toda prioridad del estudio histórico de
trata ahora de hacer lo que la economía bur- un sistema sobre su estudio estructural, es total en
guesa no ha intentado nunca: se trata de Marx, y anticipa en más de medio siglo la crisis de
proporcionar la génesis de la forma mo- la lingüística y de la sociología que indujeron a
neda, es decir, de desarrollar la expresión Saussure y a Lowie a rechazar el enfoque evolucio-
del valor contenido en la relación de valor nista del siglo XIX.
de las mercancías, desde su manifestación
más simple y menos aparente hasta esa «Se puede comprender el capital
forma moneda que salta a la vista de todo el sin la renta del suelo. El capital es la fuerza
mundo. Con ello será resuelto al mismo económica que lo domina todo. Constituye,
tiempo, y desaparecerá, el enigma de la mo- necesariamente, tanto el punto de partida
neda».25 como el de llegada, y debe ser explicado
antes que la renta del suelo. Una vez estu-
Pero conviene advertir sobre una interpre- diados específicamente -capital y renta del
tación errónea que podría surgir a propósito de lo sueles menester examinar su relación recí-
que · hemos llamado la génesis ideal de las catego- proca. Sería imposible y erróneo alinear las
rías económicas. En efecto, si un objeto se convierte categorías económicas en el orden en que
en mercancía desde el momento que es producido fueron históricamente determinantes. Al
para el cambio, este cambio puede hacerse por true- contrario, su orden viene determinado por
que y no implicar la existencia de moneda alguna. las relaciones que existen entre ellas en la
Para que el cambio de mercancías haga necesaria la moderna sociedad burguesa, y resulta pre-
especialización de una de ellas en la función de ex- cisamente el inverso del que parece ser su
presar y medir el valor de cambio de las restantes orden natural o parece corresponder a su or-
mercancías, se requieren determinadas condiciones den de sucesión en el curso de la evolución
concreta. (independientemente de que esa mercan- histórica. No se trata de la prelación que se
cía moneda sea el cacao, las conchas, el ganado o el establece hist6ricamente entre las relacio-
oro: su función no cambia por ello). Para que un nes económicas en la sucesión de las dife-
metal precioso se imponga como forma general de rentes formas de sociedad. Aún menos de
la moneda se requiere otras condiciones precisas. su orden de sucederse “en la idea»
Marx no opera, a la manera hegeliana, «dedu- (Proudhon) (concepción nebulosa del mo-
ciendo» una categoría a partir de otra. Pone al des- vimiento histórico). Se trata de su jerarquía
cubierto las funciones de un elemento en el seno de en el marco de la sociedad burguesa mo-
una estructura, o de una estructura en el seno de un derna».26
sistema, y explica el orden de esas funciones. No es
preciso esperar a que se descubra, por fin, dónde y Esto explica que el funcionamiento de una
cómo fue inventada la primera moneda, para resol- estructura deba ser compaible con el funciona-
ver el «enigma de la moneda». Por consiguiente, el miento de otras estructuras, o deba llegar a serlo
objeto de la teoría económica es descubrir dichas para que pueda pertenecer a un mismo sistema. Y
funciones y su orden en tal o cual estructura, y me- esclarecer el lugar del análisis del capital comercial
diante ello d finir las categorías de la economía po- y del capital financiero en El Capital. La producción
lítica y articularlas entre sí en una especie de géne- mercantil no es, en efecto, la característica exclu-
sis lógica ideal. Pero ésta no es la génesis real y no
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 9

siva del capitalismo moderno: las funciones del co- plusvalía y las condiciones de su realización, y, fun-
mercio y, en cierta medida, las del crédito debían damentalmente, la contradicción entre fuerzas pro-
existir en sociedades con relaciones de producción ductivas y relaciones de producción. Tenemos, por
tan diferentes como las de los grandes Estados del fin, las contradicciones entre capitalismo y pequeña
Oriente antiguo, las sociedades esclavistas griegas propiedad campesina o artesanal, entre capitalismo
y romana, y las sociedades feudales de la Edad Me- y socialismo, etc. Este simple inventario pone de
dia, en la medida en que en esas sociedades existía manifiesto diferencias de naturaleza y de importan-
un inter cambio importante de mercancías. Pero las cia entre esas contradicciones, entre este sistema y
formas y la importancia de esas relaciones mercan- otros sistemas. Conviene, por lo tanto, analizarlos
tiles se modificaban en cada caso. Marx muestra, teóricamente.
por ejemplo, que los réditos usurarios en el comer- La primera contradicción que se presenta es
cio del dinero o los inmensos -beneficios del comer- la que opone capital y trabajo, clase capitalista y
cio internacional de mercancías, característicos de clase obrera. La una tiene la propiedad capital, la
numerosas sociedades precapitalistas, eran incom- otra está excluida de dicha propiedad. La ganancia
patibles con el desarrollo del capitalismo industrial, de la una es el trabajo no retribuido de la otra. ¿En
y este último ha impuesto la creación de nuevas for- qué consisten las características de esta primera
mas de crédito y el establecimiento de tipos de inte- contradicción? En primer lugar, es interior a las «re-
rés mucho más bajos. laciones de producción” capitalistas. Se trata, pues,
Con ello se ha modificado profundamente de una «contradicción interna a una estructura».
la parte del valor de las mercancías que revierte al Esta contradicción es específica28 del modo de pro-
capital comercial o financiero. «El desarrollo del ducción capitalista. Lo caracteriza como tal y lo dis-
sistema de crédito se opera como una reacción con- tingue de los otros modos de producción: esclavista,
tra la usura. Pero esto no debe interpretarse de modo feudal, etc. Al ser específica, caracteriza el sistema
falso. . . El sistema de crédito no significa ni más ni desde el origen, y el propio funcionamiento del sis-
menos que la supeditación del capital a interés a las tema la reproduce sin cesar. Por lo tanto, es origina-
condiciones y a las necesidades del régimen capita- ria en el sentido de que está presente desde el naci-
lista de producción».27 miento del sistema y seguirá estándolo hasta su
Así, la aparición de nuevas estructuras mo- desaparición. Se desarrolla con el desarrollo del sis-
difica las condiciones de existencia y el papel de las tema, se transforma con la evolución del capita-
estructuras más antiguas, forzando la transforma- lismo de la libre concurrencia al capitalismo mono-
ción de éstas. Al término de nuestro análisis apa- polista, y con la evolución de la organización sindi-
rece, pues, la noción de límite a la compatibilidad cal y política de la clase obrera. Es una contradic-
funcional de estructuras diferentes. Volveremos, ción antagónica: la función de una clase es explotar
por lo tanto, al problema de la génesis de nuevas a otra y se manifiesta a través de la lucha de clases.
estructuras y al de la noción de contradicción en Es visible y descifrable, hasta un cierto punto, para
Marx. el psicólogo y el sociólogo que distinguen indivi-
duos y grupos con funciones y estatutos diferentes,
III. Dos nociones de contradicción en «El para el economista y el historiador, para el filósofo,
Capital» en fin, que puede tomarla como objeto cuando re-
flexiona sobre la justicia, la desigualdad, etc.
Comenzaremos por inventariar las diversas Este antagonismo fundamental que ocupa,
ocasiones en que Marx habla de contradicción. Te- al parecer, el proscenio de la historia, ¿es la contra-
nemos, ante todo, la contradicción entre capitalistas dicción fundamental del modo de producción capi-
y obreros. Tenemos, a continuación, las «crisis” talista? No. La contradicción fundamental para
económicas, a través de las cuales aparecen las con- Marx es la que existe entre el desarrollo y la socia-
tradicciones entre la producción del valor y de la lización de las fuerzas productivas, por un lado, y la
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 10

propiedad privada de los medios de producción, por En el origen, por lo contrario, las relaciones
otro. capitalistas de producción no sólo están lejos de
contrariar el desarrollo de las fuerzas productivas
«La contradicción, expresada en sino que impulsan su progreso impetuoso, desde la
términos muy generales, consiste en que, de organización de las manufacturas hasta la aparición
una parte, el régimen capitalista de produc- del maquinismo y de la gran industria. Consumando
ción tiende al desarrollo absoluto de las la separación de la agricultura de la industria do-
fuerzas productivas, prescindiendo del va- méstica rural, la cual es aniquilada, la industria me-
lor y de la plusvalía implícita en él, y pres- cánica «conquista para el capital todo el mercado
cindiendo también de las condiciones so- interior”, dando a éste «las proporciones y la cons-
ciales dentro de las que se desenvuelve la titución que exigen las necesidades de la produc-
producción capitalista, mientras que, por ción capitalista”, transformada en producción
otra parte, tiene como objetivo la conserva- «combinada, científica”34 merced a los progresos de
ción del valor-capital existente y su valori- la división industrial del trabajo. Antes de aparecer
zación hasta el máximo...”29 las máquinas la producción manufacturera no había
logrado llevar a cabo «esta revolución radical”.
¿Cómo se hace visible esta contradicción?: En una palabra, lejos de haber contradic-
«...se manifiesta parcialmente en crisis periódicas 30 ción al comienzo entre el capitalismo y el desarrollo
Se revela, en ellas, a través de la contradicción entre de las fuerzas productivas, existe una corresponden-
la producción y el consumo, entre la producción y cia, una compatibilidad funcional, que sirven de
la circulación de las mercancías. Se manifiesta, más fundamento al dinamismo del progreso técnico y de
profundamente, en la tendencia decreciente de la la clase capitalista. Pero esta misma corresponden-
cuota de ganancia. cia estructural entre capitalismo y fuerzas producti-
¿Cuáles son las características de esta con- vas significa una no correspondencia de esas fuer-
tradicción? No existe en el interior de una estructura zas productivas con las relaciones de producción
sino entre dos estructuras. Por lo tanto, no es direc- feudales. Y esta no correspondencia es la que esta-
tamente una contradicción entre individuos o entre blece, para Marx, la contradicción objetiva entre re-
grupos, sino entre la estructura de las fuerzas pro- laciones feudales y relaciones capitalistas, clase se-
ductoras, su socialización llevada cada vez más le- ñorial y clase capitalista. Como hemos visto, para
jos, y la estructura de las relaciones de producción, que el capitalista exista es necesario que frente a él
la propiedad privada de las fuerzas productivas. haya trabajadores libres de disponer de sí mismos y
Paradójicamente esta contradicción -funda- obligados a vender su fuerza de trabajo, es decir,
mental, puesto que es la llamada a explicar la evo- privados de la propiedad de los medios de produc-
lución del· capitalismo y la necesidad de su desapa- ción.35
rición-, no es originaria. No existe en los comienzos
del sistema, sino que aparece al llegar aquél a «una «En cuanto al trabajador, al pro-
cierta etapa,31 a “una cierta fase de madurez”.32 Y ductor inmediato, para poder disponer de sí
esta etapa es la de la gran industria, es decir, la de mismo necesitaba, ante todo, dejar de estar
un cierto estado de desarrollo de las fuerzas produc- sujeto a la gleba, ó de estar infeudado a otra
tivas. En una carta a Kugelmann, Marx precisaba: persona. . . El movimiento histórico que
«El habrá visto que yo presento la gran industria no convierte a los productores en asalariados
sólo como la madre del antagonismo sino, también, se presenta, pues, como su liberación de la
como la creadora del antagonismo sino, también, servidumbre y de la jerarquía gremial. El
como la creadora de las condiciones materiales y advenimiento de los capitalistas empresa-
espirituales necesarias a la solución de ese con- rios se presenta, en este aspecto, como el
flicto».33 resultado de una lucha victoriosa contra el
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 11

poder señorial, con sus irritantes privile- Constituyen pues -dichos límites-, propiedades ob-
gios, y contra el régimen corporativo, con jetivas del sistema propiedades que sientan la nece-
las trabas que ponía al libre desarrollo de la sidad de su evolución y de su desaparición. Actúan
producción y a la libre explotación del sobre el propio sistema, son la causalidad de la es-
hombre por el hombre».36 tructura respecto a ella misma. «El verdadero límite
de la producción capitalista es el mismo capital».41
Por lo tanto, la contradicción fundamental Esta casualidad de la estructura actúa en to-
del modo de producción capitalista ha nacido del das partes sin que su eficacia pueda localizarse en
desarrollo de este modo de producción, pero no es parte alguna. Se inserta siempre entre uno y otro
el desarrollo de una contradicción presente desde el acontecimiento, dando a cada uno todas sus dimen-
origen del sistema. Esta contradicción aparece sin siones, conscientes o no, es decir, el campo de sus
que nadie se haya propuesto hacerla aparecer. Es, efectos, intencionales o no. Entre una causa y sus
pues una contradicción no intencional. Es un resul- efectos media siempre, según Marx, el conjunto de
tado de la acción de todos los agentes del sistema y las propiedades de la estructura, las cuales dan a la
del desarrollo del propio sistema, pero nunca ha acción sus dimensiones objetivas.
sido el proyecto de conciencia alguna, nadie se lo En consecuencia, al desarrollar de manera
ha propuesto como objetivo. Lo que quiere decir incesante las fuerzas productivas, el capital «crea
que Marx pone en evidencia la existencia de aspec- precisamente, sin proponérselo, las condiciones
tos de lo real no referidos a ninguna conciencia y materiales para una forma más elevada de produc-
que no se explican por la conciencia. Es el propio ción»42, y hace necesaria la transformación de las
modo de producción, la valorización del capital, lo condiciones capitalistas de la gran producción, ba-
que crea ese resultado “sin proponérselo».37 sadas sobre la propiedad privada, en «condiciones
Pero esta contradicción fundamental, no in- de producción sociales, colectivas”.43 Es decir, el
tencional, no originaria no es un residuo opaco, in- desarrollo del capitalismo hace posible y necesaria
voluntario, el lado «práctico-inerte» 38 de la acción la aparición de un sistema de economía socia lista,
intersubjetiva. Es no intencional, sin finalidad, pero de un · modo de producción “superior”. Pero ¿qué
transparente para la ciencia porque es «significa- significa aquí «superior”, qué criterio funda este jui-
tiva». Significa los límites de las posibilidades de cio de valor?
las relaciones de producción capitalistas basadas so- El criterio consiste en el hecho de que la es-
bre la propiedad privada, de corresponder al desa- tructura de las relaciones pe producción socialistas
rrollo de las fuerzas productivas que ellas han dado corresponde funcionalmente a las condiciones del
a luz. Estos límites son «inmanentes» a las relacio- desarrollo rápido de las nuevas y gigantescas fuer-
nes de producción capitalistas, son «infranquea- zas productivas, cada vez más socializadas, creadas
bles», porque la valorización del capital reposa so- por el capitalismo. Expresa -dicho criterio- las po-
bre la explotación de la gran masa de productores; sibilidades, las propiedades objetivas, de una es-
son, por lo tanto, límites que expresan las propieda- tructura históricamente determinada. Se trata de una
des objetivas del modo de producción capitalista correspondencia totalmente independiente de toda
(no de los capitalistas en tanto que individuos o en idea a priori sobre la felicidad, la libertad «verda-
tanto que agentes económicos, ni de los obreros). El dera”, la esencia del hombre, etc. Por consiguiente,
modo de producción capitalista, en su conjunto, «no Marx demuestra la necesidad y la superioridad de
es más que un régimen de producción relativo, cu- un nuevo modo de producción, y con ello funda un
yos límites no son absolutos, aunque sí lo son para juicio de valor, sin partir de un criterio apriorístico
él sobre su propia base».40 de lo racional.44 Y ese juicio de valor no es un juicio
Estos límites son los de la invariabilidad de sobre das personas», no demuestra un progreso de
las relaciones de producción habida cuenta de las la «moralidad», una victoria de «principios éticos»
variaciones gigantescas de las fuerzas productivas. en la sociedad socialista respecto a la sociedad ca-
pitalista. Es un juicio sobre las «propiedades» de
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 12

una estructura, sobre sus condiciones particulares IV. La oposición radical de la dialéctica
de aparición y de funcionamiento. de Marx y de la dialéctica de Hegel.
La necesidad de la aparición de un nuevo
modo de producción no remite ya a una finalidad Son conocidos los términos del problema,
escondida en los misterios de la esencia del hombre, obscurecidos aún por las declaraciones de Marx y
revelada sólo al filósofo, sea materialista o idealista. Engels. Marx declara, por un lado, que su método
En la contradicción, históricamente determinada, dialéctico es «la antítesis” del de Hegel; Engels, que
entre relaciones de producción capitalista y un de- la dialéctica era «inutilizable bajo su forma hege-
terminado nivel de fuerzas productivas, ya no puede liana», y que sólo la dialéctica de Marx es “racio-
leerse el drama filosófico de la rebelión de la «esen- nal”. Pero, al mismo tiempo, Marx agrega que basta
cia verdadera» del hombre contra la «existencia con poner la dialéctica hegeliana sobre sus pies”
deshumanizada» impuesta a los trabajadores por la para descubrirle una fisonomía completamente «ra-
burguesía. zonable» y desembarazarla de los «aspectos misti-
En El Capital, mediante el análisis de las ficados» introducidos por el idealismo absoluto he-
contradicciones del sistema capitalista, la ciencia geliano. El asunto, pues, parece sencillo y tranqui-
económica se separa radicalmente de toda ideolo- lizador. Sin embargo, Louis Althusser ha desga-
gía, y Marx ya no tiene nada que ver con el joven rrado en artículos recientes47 ese velo de palabras,
Marx. La ideología consiste, precisamente, en obligado a ver el carácter insólito, absurdo, de la hi-
transformar en carácter de la “naturaleza humana» pótesis de una «inversión de Hegel». Es inconcebi-
la necesidad «puramente histórica, transitoria “, de ble que la ideología hegeliana no haya contaminado
un modo de produccíón.45 El análisis de Marx re- a la esencia de la dialéctica en Hegel mismo, que la
cusa, pues, todas las justificaciones «humanistas» dialéctica hegeliana pueda dejar de ser hegeliana y
que pueden darse de la superioridad del socialismo. hacerse marxista por el simple milagro de una “ex-
Lo que no significa que Marx desechara los proble- tracción”.
mas reales que puede expresar una ideología huma- Según L. Althusser, la diferencia específica
nista, materialista o no. Pero analizar teóricamente de la dialéctica de Marx consistiría en que la con-
estos problemas es determinar las posibilidades tradicción está en ella, por principio, «sobredeter-
nuevas de evo lución social específicas de las es- minada». A nuestro parecer esta respuesta, si bien
tructuras socialistas.46 Al suprimir las relaciones de aporta elementos positivos, válidos a otro nivel, no
explotación y de dominación capitalistas, el sistema concierne a lo esencial. Veamos de nuevo el pro-
socia lista crea condiciones nuevas de evolución so- blema.
cial, como antes lo había hecho el sistema capita- Marx describe dos tipos de contradicción.
lista al destruir la antigua sociedad feudal y sus for- Uno -interno a la estructura de las relaciones de pro-
mas de esclavitud. ducción- aparece antes que el otro, el cual se crea
Hemos distinguido dos tipos de contradic- poco a poco entre las dos estructuras del modo de
ción en El Capital y mostrado que la contradicción producción capitalista: relaciones de producción y
fundamental para esclarecer la evolución de un sis- fuerzas productivas.
tema es la contradicción entre sus estructuras, la La primera contradicción aparece con el
cual nace de los límites objetivos de las relaciones sistema y desaparece con él. La segunda surge con
de producción para mantenerse invariables mientras el desarrollo del sistema y por efecto del funciona-
varían en ciertas proporciones las fuerzas producti- miento de la primera contradicción, pero es ella la
vas. Necesitamos ahora intentar definir la teoría de que crea las condiciones materiales de la desapari-
la contradicción implícita en Marx que, a nuestro ción del sistema, es ella la contradicción fundamen-
parecer, opone radicalmente la dialéctica de Marx a tal. La relación entre estas dos contradicciones
la de Hegel. muestra que la primera, interior a las relaciones de
producción, contiene en sí misma el conjunto de
condiciones de su propia solución. Las condiciones
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 13

materiales de esta solución no pueden existir más él mismo y su contrario; que la tesis sea ella misma
que el exterior de la contradicción que estamos con- y su contraria, la antítesis, para que la síntesis esté
siderando, puesto que las fuerzas productivas cons- ya incluida en las contradicciones de aquéllas. Pero
tituyen una realidad completamente distinta de las en Marx tal condición queda radicalmente excluida,
relaciones de producción e irreductible a éstas; una puesto que no son reductibles los unos a los otros,
realidad que posee sus condiciones internas de no son idénticos, ni los elementos que se contradi-
desarrollo y su temporalidad específica. cen en el interior de una estructura, ni las estructuras
Las otras condiciones para la solución de la que se contradicen en el interior de un sistema.
contradicción de las relaciones de producción se si- Esto demuestra que la identidad de los con-
túan al nivel de las superestructuras políticas, cultu- trarios, estructura fundamental de la dialéctica he-
rales, etc., y estas estructuras son igualmente irre- geliana, no es necesaria más que para administrar
ductibles a las relaciones de producción tienen tam- las «pruebas» del idealismo absoluto, para fundar el
bién su propia modalidad de desarrollo. En Marx, hegelianismo como saber absoluto del espíritu ab-
por lo tanto, la solución de la contradicción interna soluto, totalidad que se contradice a sí misma en sí
a la estructura de las relaciones de producción no se misma, en la exterioridad de la naturaleza y en la
crea por el sólo desarrollo de esta contradicción. La interioridad del Logos, permaneciendo idéntica a sí
mayor parte de las condiciones de su solución es ex- a través de todas sus contradicciones. La identidad
terior a ella, irreductible a su contenido. de los contrarios es un operador mágico que Hegel
Por el contrario, la posibilidad de resolver debe darse para construir el templo de las ideas48 del
la segunda contradicción -la existente entre las es- saber absoluto y revestir de apariencia racional el
tructuras del sistema económico-nace del desarrollo golpe de mano ideológico que sirve de indemostra-
interno del sistema (y, como veremos, del movi- ble punto de partida al idealismo absoluto. Por lo
miento de todas las estructuras sociales). La solu- tanto, el idealismo filosófico hegeliano determina el
ción de esta segunda contradicción consiste en cam- contenido interno específico de la noción de contra-
biar la estructura de las relaciones de producción dicción en Hegel, y esta estructura, fundada sobre
para ponerla en correspondencia con la de las fuer- el principio de la identidad de los contrarios, es el
zas productivas. Pero este cambio equivale a elimi- polo opuesto de la de Marx y hace a la dialéctica
nar la propiedad privada de los medios de produc- «inutilizable para la ciencia”49
ción y, por consiguiente, a suprimir la base misma Con la hipótesis de la identidad de los con-
de la contradicción interna de las relaciones de pro- trarios se puede, en efecto, probar todo, a lo que es
ducción capitalistas. Tal eliminación no es posible lo mismo, no demostrar nada.
más que llegando a un cierto momento del desarro- Por eso es comprensible que Marx, ya
llo del modo de producción, de las fuerzas produc- desde la «Contribución», declare: «Nada más sim-
tivas. Las contradicciones de las clases en el seno ple, entonces, para un hegeliano, que poner la pro-
de las relaciones de producción pueden ponerse “al ducción y el consumo como idénticos...»,50 aña-
rojo vivo”, pero no habrá necesariamente solución diendo: «el resultado al cual llegamos nosotros no
si no hay desarrollo de las fuerzas productivas (al es que la producción, la distribución, el intercam-
contrario, puede resultar la reproducción cíclica de bio, el consumo, son idénticos, sino · que son los
los conflictos sociales, estancamiento, etc.) elementos de una totalidad, diferenciaciones al in-
En definitiva, nuestro análisis excluye la hi- terior de una unidad”.51 Y en el Anti-Dühring En-
pótesis de que existe en Marx una teoría de «la iden- gels defiende el método dialéctico de Marx mos-
tidad de los contrarios”. De hecho, la hipótesis de la trando que no se reduce al «embrollo dialéctico, a
«identidad» es inventada por Hegel para demostrar la mixtura y a la caricatura de ideas, cuyo resultado
que hay una solución interna a la contradicción in- final es que todo es uno»,52 y donde la negación de
terna de una estructura. La condición de semejante la negación «oficia de comadrona merced a cuyos
solución es que cada uno de los elementos que se servicios el porvenir surge del seno del pasado”;
contradicen en el seno de la estructura sea, a la vez, que no se reduce «al infantil pasatiempo de afirmar
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 14

alternativamente que una rosa es una rosa y no es en Marx estaba por analizar, el único concepto ge-
una rosa”.53 neral hegeliano que parecía seguir siendo racional
Aquí es donde los análisis de Althusser ad- era la noción de negación de la negación. Tal como
quieren su verdadera significación. El postulado de nosotros lo entendemos, el análisis que hay en Marx
la identidad de los contrarios garantiza a Hegel, en de la noción fundamental de contradicción entre es-
todo instante, una solución interna, imaginaria, a las tructuras podría incorporarse a la más moderna
contradicciones internas que analiza, y lo más fre- práctica científica.56 Esta noción explicitaría ciertas
cuentemente esa solución se reduce a una operación propiedades objetivas de las estructuras, los límites
mágica, ideológica, en el seno de una dialéctica objetivos de sus posibilidades de reproducción, de
«simple». permanecer invariable en lo esencial habida cuenta
Siendo así, ¿cómo explicarse la impotencia de las variaciones de sus condiciones de funciona-
de los comentaristas de Marx para localizar la dife- miento internas y externas; más profundamente, ex-
rencia radical entre Hegel y Marx? La respuesta es plicitaría los límites objetivos en que dichas estruc-
relativamente sencilla. Marx y Engels no han efec- turas pueden reproducir su relación, su conexión
tuado, nunca, de manera explícita y desarrollada, la con otras estructuras. La aparición de una contra-
distinción teórica de los dos tipos de contradiccio- dicción· sería, de hecho, la aparición de un límite,
nes -interno a una estructura y entre dos estructuras de un umbral, para las condiciones de invariabilidad
ni la clarificación de su articulación recíproca. En de una estructura. Más allá de ese límite se impon-
esas condiciones, la contradicción que «saltaba a la dría un cambio de estructura. Bajo este ángulo, la
vista» era la existente entre capitalistas Y obreros, noción de contradicción que presentamos podía in-
y a la segunda contradicción se la confundía con teresar a la cibernética, puesto que ésta explora las
ésta, o sea, con una contradicción interna a una es- posibilidades límites y las regulaciones internas
tructura. Nos encontramos, con ello, aspirados en la que permiten a no importa qué sistema -fisiológico,
órbita de la dialéctica mistificada y mistificadora de económico u otro conservarse a través de determi-
Hegel, de la fascinante dialéctica de la dialéctica de nados juegos de variaciones de sus condiciones de
los contrarios y de la solución interna, etc. Las fór- funcionamiento, internas y externas. Tal análisis
mulas equívocas de Marx y Engels, lo mismo que aproxima las ciencias de la naturaleza de las cien-
los hábitos anticientíficos del marxismo dogmático, cias del hombre. En plan de broma podría decirse
no eran como para disipar dicha fascinación. Por que si una glaciación hizo desaparecer el dinosauro
ejemplo: «La apropiación capitalista, conforme al de la superficie del globo, esta especie no pereció
modo de producción capitalista, constituye la pri- del desarrollo espontáneo de sus contradicciones in-
mera negación de esa propiedad privada que no es ternas sino de la contradicción entre su estructura
más que el corolario del trabajo individual indepen- fisiológica interna y la estructura de sus condiciones
diente. Pero la producción capitalista engendra ella exteriores de existencia.
misma su propia· negación con la fatalidad que pre- La teoría de la contradicción que expone-
side a las metamorfosis de la naturaleza. Es la nega- mos devolvería a la dialéctica su carácter científico
ción de la negación». 54 y, por las mismas razones, esta dialéctica científica
Lo que en Marx no es más que metáfora, tendría que ser materialista. En efecto, si el método
una manera de hablar del movimiento del capita- dialéctico no depende ya de la hipótesis de «la iden-
lismo, en Engels se convierte en «ley del desarrollo tidad de los contrarios”, si las contradicciones que
de la naturaleza, de la historia y del pensamiento, nacen del funcionamiento de una estructura expre-
ley extremadamente gene.ral y precisamente por san sus dimites”, si las condiciones de aparición y
ello de extremo alcance y significación».55 resolución de dichas contradicciones se encuentran,
De hecho, una vez expulsada la mistifica- en parte, al exterior de dicha estructura, si ninguna
ción acerca de la identidad de los contrarios, y en estructura es reducible a otro, quiere decir que nin-
tanto que el carácter específico de la contradicción gún finalismo interno regula la evolución de la na-
turaleza y de la historia.
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 15

Sobre esta base podría entablarse un diá- Por un lado, las estructuras no económicas
logo nuevo -en torno a la hipótesis de una corres- no pueden «brotan de las relaciones económicas, y
pondencia necesaria entre estructuras entre las cien- la causalidad de lo económico no puede presentarse
cias y el marxismo, y entre estructuralismo y mar- como la génesis de la superestructura fuera del seno
xismo. Para terminar quisiéramos confrontar esa hi- de la infraestructura. Por otro lado, las estructuras
pótesis con otra de Marx que parece contradecirla no económicas no son simples «fenómenos» que
o, al menos, reducir su alcance, con una salida ideo- acompañan a la actividad económica y que no ejer-
lógica: la tesis relativa al papel determinante que cen más que una acción pasiva sobre la vida social,
desempeñarían «en última instancia”57 las estructu- mientras que las relaciones económicas son posee-
ras económicas en la evolución de la vida social. doras de una causalidad activa, a efectos más o me-
nos «automáticos”.59 En ambos casos es difícil
--oOOOo-- comprender mediante qué curiosa alquimia la eco-
nomía se convertiría, por ejemplo, en sistema de pa-
Es bien conocida la célebre frase del prefa- rentesco, o por qué misteriosa razón debería ocul-
cio a la Contribución a la crítica de la economía tarse -torpemente-- bajo dicho sistema. Por lo tanto,
política: hay que orientar la investigación en otra vía, y con-
viene estudiar más de cerca la noción de «corres-
“Las relaciones de producción co- pondencia” entre estructuras.
rresponden a un determinado grado de Consideremos, por ejemplo, el proceso de
desarrollo de las fuerzas productivas mate- producción en nuestra sociedad capitalista. Las re-
riales. El conjunto de estas relaciones de laciones de producción entre capitalistas y obreros,
producción forma la estructura económica la obligación para éstos de trabajar para aquéllos,
de la sociedad, la base real sobre la cual se parece estar holgadamente independizada de los la-
eleva la superestructura jurídica y política, zos religiosos, políticos y, ocasionalmente, familia-
y a la que corresponden determinadas for- res, que pudieran existir entre ellos. Cada estructura
mas de conciencia social. . . el modo de pro- social parece ampliamente «autónoma» y el econo-
ducción de la vida material condiciona el mista se inclinará a tratar las estructuras no econó-
proceso de la vida social, política e intelec- micas como «variables exógenas», a buscar una ra-
tual en general. . . el cambio en la base eco- cionalidad económica «en sí». La correspondencia
nómica material transforma, más o menos, entre estructuras será, entre todo, «externa». En una
toda la enorme superestructura”.58 sociedad arcaica la situación es distinta. El econo-
mista marxista distinguirá fácilmente en estas socie-
Por lo general se ha interpretado al revés la dades las fuerzas productivas (caza, pesca, agricul-
causalidad particular que Marx atribuye a lo econó- tura, etc.), pero no distinguirá relaciones de produc-
mico en el juego de conjunto de todas las causalida- ción «aisladas». O, todo lo más, las distinguirá en el
des recíprocas de la infraestructura y de las super- funcionamiento mismo de las relaciones de paren-
estructuras. Como ya hemos visto, en el seno mismo tesco Estas son las que determinan los derechos del
de la infraestructura Marx distingue las relaciones individuo sobre la tierra y los productos, sus obliga-
de producción y las fuerzas productivas, no confun- ciones de trabajar para otro, de recibir o de dar. De-
diendo jamás estas dos estructuras Esta irreducibi- terminan, también, la autoridad de unos sobre otros
lidad de las estructuras no puede limitarse a la eco- en materia política y religiosa. Es decir, que en ese
nomía. Para Marx -y de ello hay que partir- cada tipo de sociedad las relaciones de parentesco domi-
estructura social posee un contenido y un modo pro- nan la vida social. ¿Cómo, en la perspectiva de
pios de funcionamiento y de evolución. Esta irre- Marx, comprender a la vez el papel dominante del
ductibilidad excluye de inmediato dos tipos de in- parentesco y el papel determinante, en última ins-
terpretación de la causalidad determinante de la tancia, de la economía?
economía.
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 16

Sería imposible si economía y parentesco y hacen aparecer estructuras sociales distintas -po-
son considerados como infraestructura y superes- líticas, religiosas- que a su vez, funcionan como re-
tructura. Pero en una sociedad arcaica las relaciones laciones de producción. Es decir, no son las relacio-
de parentesco funcionan como relaciones de pro- nes de parentesco las que se transforman en relacio-
ducción al mismo tiempo que como relaciones po- nes políticas, sino la función política de las antiguas
líticas. Por lo tanto, las relaciones de parentesco son relaciones de parentesco la que se desarrolla sobre
aquí, a la vez --en el vocabulario de Marx infraes- la base de problemas nuevos. Las relaciones de pa-
tructura y superestructura,60 y puede suponerse que rentesco derivan hacia un nuevo papel, adquieren
la complejidad de las relaciones de parentesco en otro estatuto social, y las relaciones políticas y reli-
las sociedades arcaicas está ligada con las múltiples giosas encargadas de las nuevas funciones (infraes-
funciones que asumen en dicho tipo de sociedad.61 tructura y superestructura a la vez) pasan a ocupar
Puede suponerse, igualmente, que el papel domi- el puesto central dejado vacante.
nante y la estructura compleja de las relaciones de Explicar el papel determinante de la econo-
parentesco en las sociedades arcaicas dependen, mía consistiría, pues, en explicar al mismo tiempo
también, de la estructura general de las fuerzas pro- el papel dominante de estructuras no económicas en
ductivas, de su débil nivel de desarrollo, que im- tal o cual tipo de sociedad. Sociedades distintas en
pone la cooperación de los individuos, la vida en el espacio y en el tiempo pertenecerían a un mismo
grupo, para subsistir y reproducirse.62 «tipo» si su estructura global es comparable, es de-
A través de este ejemplo abstracto la co- cir, si la relación entre sus estructuras sociales, de-
rrespondencia economía parentesco no aparece ya terminada por las funciones y la importancia de
como una relación externa sino como una corres- cada una de ellas, resulta compa rabie. En esta pers-
pondencia interna, sin que por ello las relaciones pectiva podrían abordarse de manera nueva las opo-
económicas entre parientes se confundan con sus siciones acostumbradas: estructura-acontecimiento
relaciones políticas, sexuales, etc. Tenemos, por (antropología historia, estructura-individuo (socio-
consiguiente que en la medida en que en este tipo logía-psicología).
de sociedad el sistema de parentesco funciona real- Un acontecimiento -venido del interior o
mente como relaciones de producción, el papel de- del exterior actúa siempre sobre toda la estructura
terminante de la economía no entra en contradic- al actuar sobre uno de sus elementos. Entre una
ción con el papel dominante del sistema de paren- causa y sus efectos se inserta siempre el conjunto de
tesco, sino que se expresa a través de él.63 propiedades, conocidas o desconocidas, de una o de
En esta perspectiva es posible entrever una varias estructuras. Esta causalidad de estructuras
eventual aportación de Marx al estudio científico de comunica al acontecimiento todas sus dimensiones,
las estructuras sociales y de sus múltiples evolucio- conscientes o no, y explica sus efectos, sean o no
nes, profundamente diferente del que le atribuyen o intencionales. No hay que abandonar, por lo tanto,
le rehúsan sus exégetas habituales. Porque lo que en el punto de vista estructuralista, salir de la estruc-
realidad es irreductible son las funciones, y la evo- tura, para dar cuenta del acontecimiento. Cuando
lución de las estructuras, su diferenciación, se ex- los hombres crean, con sus actos, las condiciones de
plicaría por la transformación, la evolución, de sus aparición de nuevas estructuras, de hecho abren
funciones. Puede suponerse, por ejemplo, que la campos de posibilidades objetivas ampliamente ig-
aparición de nuevas condiciones de producción en noradas por ellos. Las van descubriendo a través de
las sociedades arcaicas modifica la demografía, los acontecimientos, y experimentan necesaria-
exige nuevas formas de autoridad, lleva consigo mente sus límites cuando las condiciones de funcio-
nuevas relaciones de producción. Puede suponerse namiento de las nuevas estructuras varían y éstas,
que más allá de un cierto límite las antiguas relacio- no desempeñando ya el mismo papel, se transfor-
nes de parentesco no pueden asumir esas nuevas man. Por lo tanto, la racionalidad intencional del
funciones. Estas se desarrollan fuera del parentesco comportamiento de los miembros de una sociedad
se inscribe siempre en la racionalidad fundamental,
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 17

no intencional, de la estructura jerarquizada de las


relaciones sociales que caracterizan a dicha socie-
dad. En lugar de partir de los individuos y de la je-
rarquía de sus preferencias e intenciones para expli-
car el papel y la relación de las estructuras de una
sociedad, sería necesario, por el contrario, explicar
ese papel y esa relación en todos sus aspectos cono-
cidos o ignorados por la misma sociedad, e indagar
en esa jerarquía de estructuras el fundamento de la
jerarquía de «valores», es decir, de las normas so-
ciales del comportamiento prescrito. A través de
esta jerarquía de «valores» se esclarecería la jerar-
quía de necesidades de los individuos, según el pa-
pel que desempeñen en la sociedad y el estatuto que
en ella ocupen:
Así se haría imposible esgrimir la antropo-
logía como un desafío a la historia64 o la historia
como un desafío a la antropología, oponer estéril-
mente psicología y sociología, sociología e historia.
La posibilidad de las «ciencias” del hombre reposa-
ría, en definitiva, en la posibilidad de descubrir las
leyes del funcionamiento, de la evolución y de la
interna correspondencia recíproca de las estructuras
sociales. Y un día estas ciencias del hombre podrían
desmentir a Aristóteles, convirtiéndose también en
ciencias de «lo individual». La posibilidad de las
«ciencias» del hombre descansa, pues, en la gene-
ralización del método de análisis estructural, con-
vertido en método capaz de explicar las condiciones
de variación y evolución de las estructuras y de sus
funciones. Actualmente esta generalización es muy
desigual, según que el objeto de estudio sea lo eco-
nómico, el parentesco, lo político o la religión. Es
posible que la obra de Marx, desembarazada de sus
equívocos y falsificaciones, pudiera contribuir a
acelerarla.

Cuadernos de ruedo ibérico, No. 9, octubre-noviembre de


1966.
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 18

Notas secciones y sólo necesita ser “armónica”.


Structures élémentaires, p. 292-293. Hodson.
The primitive culture of India, 1922.
1. C. Levi-Strauss: “La notion de structure en eth- 10. Su descubrimiento en, este caso se. ha hecho
nologie”. Anthropologie satructurale, cap. aún más difícil puesto que la apariencia del
XV, p. 305. sistema desvía el pensamiento de otra estruc-
2. Ibid., p. 306. tura, la del sistema Aranda. Pero: “en el lugar
3. Simplificamos voluntariamente la exposición, de la simetría verdadera de los sistemas Ka-
puede que la ganancia puede corresponder o riera y Aranda encontramos una seudosime-
no a la plusvalía realmente producida en una tría que se reduce en realidad a dos estructu-
empresa. ras asimétricas superpuestas”. Structures élé-
4. Le Capital I, t. II, p. 211. En la 2' edición del mentaires, p. 242.
Fondo de Cultura Económica, T. 1, p. 452. 11. Radcliffe-Brown, Structure and Function in prí-
(Cuando se trata de citas del libro 1 de El Ca- mitive societies.
pital hemos considerado preferible traducir- 12 .Lévi-Strauss, On manipulated sociological mo-
las de la versión francesa de Joseph Roy, en dels. Bijdragen, 1960 del 116, p.52.
la edición de 194:8 de Editions Sociales uti- 13. De ahí las críticas multiplicadas de Lévi-Strauss
lizada por M. Godelier, teniendo en cuenta contra el idealismo y el formalismo, conver-
que esta versión fue revisada por el mismo tidos, en la práctica, en los principales adver-
Marx que introdujo en ella variaciones. a ve- sarios del estructuralismo científico. Véase
ces significativas. respecto al texto alemán. :”La structure et la forme”. Cahiers de I'ISTA
Al mismo tiempo indicamos el lugar corres- y el prefacio de Le Cru et le cuit.
pondiente en la edición del FCE. Cuando se 14. On manipulated sociological models, p. 53.
trata de citas de loa libros II y III utilizamos 15. Structures élémentaires de la parenté, p. 235.
la traducción de W. Roces en esa segunda 16. Warner: “Morphology and Function of the Aus-
edición del FCE (Nota del traductor). tralian Murngin type of Kinship». American
5. El Capital, T. III, p. 756-757. Anthropologist, vol. 32-33, p. 179-132.
6. Lo mismo encontramos en Spinoza: el conoci- 17. Los casos de imitación de toda o parle de una
miento de segundo grado, el conocimiento institución social en el orden del parentesco,
matemático, no suprime el de primer grado, de los mitos, de las danzas, etc., son frecuen-
la experiencia corriente. tes en Australia. Stanner ha podido observar
7. Structures élémentaires de la parenté, cap. XIV, directamente un caso de imitación de la ins-
p. 216 a 246, véase también el estudio alge- titución del parentesco entre los Nangiomeri.
braico de A. Well, cap. XIV, p. 278-287. Structure élémentaires de la parenté. p. 227.
8. Esto se parece a las consecuencias de la experien- 18. El sistema Kariera, por ejemplo, es matrilineal
cia de la radiación “del cuerpo negro”, pe- y patrilocal.
queño “detalle” (f. Bachelard) que trastorna 19. “Este carácter (del régimen armónico) explica
todas las perspectivas de la física del siglo por qué la realización de un sistema de clases
XIX salida de Newton. es tan raro allí donde el matrimonio está de-
9. Esto no es del todo exacto. Lévi-Strauss atribuye terminado por una ley de cambio generali-
a Hodson el m rito de haber descubierto la zado). Structures élémentaires de la parenté,
correlación entre la regla de matrimonio con p. 272.
la prima cruzada matrilateral y la existencia 20. De ahí la crítica de Lévi-Strauss contra el evo-
de una estructura 110eial especifica. Pero lucionismo asociacionista del siglo XIX.
Hodson creía que esta estructura debía ser Structures élémentaires de la parenté, p. 129,
siempre tripartita y patrilineal, mientras que 185.
puede comprender no importa qu6 número de
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 19

21. Le Capital, J. T. III, p. 155. En la edición del 41. El Capital, T. III, p. 248. Subrayado por Marx.
FCE, T. I. p. 608. 42. El Capital, T. III, p. 256.
22. Esto no es invalidado por los fenómenos de mo- 43. El Capital, T. III, p. 261.
vilidad social que permiten a ciertos obreros 44. En una carta a Lafargue del 11 de agosto de
convertirse en capitalistas, o que nacen de la 1884. Engels escribía: “Marx protestaría con-
concurrencia, arruinando a tal capitalista o a tra el “ideal político, social y económico” us-
tal categoría de empresas. ted le atribuye. Cuando se es “hombre de
23. Esta dicronía parece replegarse siempre en lo ciencia” no se tiene ideal se elaboran resulta-
sincrónico, o al menos manifestar los múlti- dos científicos, y cuando además se es hom-
ples modos de existencia de una misma es- bre de partido, se combate por aplicarlos.
tructura habida cuenta de las variaciones lo- Pero cuando 1e tiene un ideal no 1e puede ser
cales de sus condiciones de funcionamiento. hombre de ciencia, porque entonces se tiene
Véase Marx: “Una misma base económica - un parti pris por anticipad”. {Corresponden-
la misma en cuanto a sus condiciones funda- cia Engels-Lafargue, T. I., p. 235. Editíons
mentales puede mostrar en su modo de mani- sociales).
festarse infinitas variaciones y gradaciones 45. El Capital, T. III, p. 241.
debidas a distintas e innumerables circuns- 46. Ver toda la discusión por Marx del programa de
tancias empíricas, condiciones naturales fac- Gotha, y su pulverización de laJ declaracio-
tores étnicos, influencias históricas que ac- nes humanistas sobre el “derecho legal”, la
túan desde el exterior, etc., variaciones y gra- justicia en el trabajo, etc.
daciones que sólo pueden comprenderse me- 47. “Contradicción y Superdeterminación”; Sobre
diante el análisis de estas circunstancias em- la dialéctica materialista en Por Marx, Edi-
píricamente dadas”. El Capital, T. III, p. 733. ción Revolucionaria, 1966.
24. El Capital, T. III, p. 555. 48. Kierkegaard, en El Concepto de la angustia saca
25. Le Capital, 1, T. I, p. 63. En la edición del FCE, partido contra Hegel y contra el raciona-
T. I, p. 15. lismo, y abre el camino al existencialismo.
26. Contribución a la crítica de la economía política, 49. Cuando Lenin declara que la dialéctica “la teo-
p. 267. ría de la identidad de los contrarios” o “el es-
27. El Capital, T. III, p. 561. tudio de la contradicción en la esencia misma
28. El Capital, T. III, p. 811. de las cosas”, pensamos que establece una
29. El Capital, T. III. p. 247. equivalencia abusiva entre estas dos defini-
30. El Capital, T. III. p. 260. ciones.
31 El Capital, T. III. p. 241. Análogamente, Mao Tsé Tung confunde
32. El Capital, T. III. p. 816. constantemente unidad de los contrarios e
33. Carta a Kugelmann del 17 de marzo de 1868. identidad de los contrarios: “¿Por qué habla-
34. Le Capital, I, t. III, p. 190-191. En la edición del mos nosotros de la identidad de los contrarios
FCE, p. 636-647. y de su unidad? ... Es que los aspectos con-
35. Le Capital, J, t. I. p. 171-172. En la edición del tradictorios no pueden existir aisladamente el
FCE, T. 1, p. 121. uno sin el otro. Si uno de los dos aspectos
36. Le Capital, I, t. III, p. 155. En la edición del opuestos, contradictorios, falta, las condicio-
FCE, T. I p. 608. nes de existencia del otro aspecto desapare-
37. El Capital, T. III, p. 256. cen también. . . Sin propietarios terratenien-
38. Sobre este punto se impone la confrontación de tes no hay arrendatarios; sin arrendatarios no
Marx y de Sartre de la Critica de la razón hay propietarios terratenientes. Sin burgue-
dialéctica. sía, no hay proletariado; sin proletariado no
39. El Capital, T. III, p. 8. hay burguesía... Y así con todos los contra-
40. El Capital, T. III, p. 254. rios. En condiciones determinadas, por una
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 20

parte se oponen, por otra, están ligados mu- validez: por ejemplo, la hip6te1is de la trans-
tuamente, se interpenetran, se impregnan re- formación de la cantidad en calidad…
cíprocamente, dependen el uno del otro. Es lo Esto esclarece el equívoco de las dos metáfo-
que se llama identidad”. (Ecrits philosophi- ras utilizadas por Marx para designar las re-
ques, Lausanne, 1963, p. 96-97). laciones de su método dialéctico con el de
50. Contribución a la crítica de la economía política, Hegel: la metáfora del “núcleo” y la de la «in-
p. 249. versión”. En efecto, no bastaba invertir la
51. Contribución, p. 256. dialéctica de Hegel para darle un aspecto to-
52. Anti-Dühring, Cap. XIII. Dialéctica. Negación talmente “razonable”, desde el momento que
de la negación. fue necesario amputarla antes del principio
53. Anti-Dühring, Cap. XIII. Dialéctica. Negación de identidad de loa contrarios, que era a la
de la negación. En Hegel Marx y Engels lo vez, el principio primero del método y el fun-
sabían muy bien- el método dialéctico no damento último del idealismo absoluto. Pero
lleva a la confusión de todos los contrarios en esta fisión del n6cleo muestra que no se ha
1u identidad y a la incoherencia del discurso conservado intacto en el seno de la dialéc-
filosófico. Ciertamente, la identidad de los tica de Marx, hecho que la metáfora mencio-
contrarios es, a la vez, el principio y el objeto, nada disimula.
y por lo tanto el fundamento imaginario, es- No obstante, es difícil imaginar que Marx --
peculado, de la validez teórica del idealismo el único entre todos los pensadores del siclo
absoluto. Pero éste no es el único principio XIX que revolucionó, a la vez, el saber filo-
invocado por Hegel, puesto que la identidad sófico y un dominio del saber científico se
de los contrarios funda, a fortiori, el principio haya equivocado enteramente sobre sus rela-
de unidad de los contrarios. En la trama del ciones con Hegel. Probablemente, lo que
discurso especulativo de Hegel pueden, pues, Marx aprehendía como su deuda teórica con
existir islotes positivos inducidos por una re- Hegel era ese fragmento del núcleo, el con-
flexión sobre la unidad de los contrarios. Por cepto de unidad de loa contrarios y el grupo
ejemplo, en la Fenomenología del Espíritu, de propiedades a él ligadas. Pero en este caso
bajo la identidad especulativa del amo y del es forzoso comprobar -como el mismo Marx
esclavo (el amo es el esclavo de su esclavo, lo hacía que el Método dialéctico, en tanto
el esclavo el amo de su amo) la relación amo- que teoría explícitamente desarrollada de
esclavo está constituida por dos relaciones unidad de los contrarios, no existe aún cien-
asimétricas, del amo al esclavo y del esclavo tíficamente es decir, realmente. Y si, como
al amo, que no se superponen, no se confun- vamos a ver, las diversas variedades de con-
den. Por esta razón, la relación amo-esclavo tradicciones deben relacionarse con el con-
se encuentra orientada y evoluciona en una cepto de “límite”, entonces existirían ya -
dirección determinada, irreversible. Es posi- como la misma existencia de El Capital lo
ble que Jo que Marx designaba como el «nú- prueba- tantos análisis dialécticos implícitos
cleo” (Kern) positivo de la dialéctica de He- como hay prácticas científicas que elucidan
gel sea este grupo de propiedades; unidad de las contradicciones límites de funciona-
los contrarios, asimetría de las relaciones en miento de dominios de “objetos” explorados
el seno de esta unidad, relación orientada en por 1as ciencias. Pero nada asegura a priori
una dirección y animada de un movimiento que, una vez explicitados los principios me-
irreversible. Es posible, también que puedan todológicos de cada una de estas prácticas (o
relacionarse con este grupo de propiedades sea, 1as normas operatorias actuantes a la
algunos análisis hegeliano de significado se- sombra gesto científico) tendrán su sitio en
cundario, pero que parecen conservar cierta una dialéctica única y unificadora.
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 21

54. Le Capital, I, t. III, p. 205. En la edición del real que separa siempre el saber científico de
FCE, T. I, p. 649. la ideología.
55. Anti-Dühring, Cap. XIII. Cf. en este capítulo el 57. Engels. Carta a Joseph Bloch, 21 de Sep. 1890:
cuadro en quince líneas de la evolución dia- “Si alguien lo tergiversa diciendo que el fac-
léctica de la humanidad desde el comunismo tor económico es el único determinante, con-
primitivo hasta el comunismo definitivo, pa- vertirá aquella tesis en una frase vacua, abs-
sando por la propiedad privada. tracta, absurda”... (Ed. en Lenguas extranje-
56. En el seno de esta práctica las matemáticas y la ras. Moscú Tomo II pág. 520. N. de la R.).
cibernética exploran de manera privilegiada 58. Contribución, p. 12.
la noción de “límite”. Es una de las razones 59. Engels. Cartas a Starkenberg. 25 de enero de
de su uso, cada vez más generalizado, en las 1894.
ciencias humanas. Pero la eficacia real de las 60. Engels, en el Origen de la familia, de la propie-
matemáticas está circunscrita, por principio, dad privada y del Estado (prefacio), al decla-
al conjunto limitado de problemas que se rar que “el factor determinante en última ins-
pueden formalizar ya, y para el tratamiento tancia, en la Historia, es la producción y la
de los cuales es suficiente la potencia opera- reproducción de la vida inmediata» deja su-
toria de las matemáticas. poner que el parentesco juega un papel deter-
Para los problemas más complejo del análisis es- minante al lado de la economía, mientras que
tructural -analizar, por ejemplo, las modali- en realidad es un elemento de la infraestruc-
dades de la conexión de las estructuras de un tura económica.
sistema (social u otro) de tal era que pueda 61. Basándose en esta plurifuncionalidad del sis-
explicarse por qué esas modalidades inducen tema de parentesco Beattie y otros antropólo-
al interior de una de las estructuras conecta- gos han pretendido que el parentesco no tiene
das una función dominante- el concepto cien- un contenido propio, sino que es una cons-
tífico de estructura parece todavía demasiado tante, la forma simbólica en la cual se expresa
tosco. Por otra parte, pensar el concepto de el contenido de la vida social, las relaciones
límite es determinar el conjunto de las rela- econ6micas, políticas, religiosas, etc., y por
ciones permisibles entre las estructuras de un lo tanto que el parentesco no es más que len-
sistema, el conjunto de las variaciones com- guaje, medio de expresión. Sin discutir que el
patibles de esas variaciones incompatibles parentesco funciona como lenguaje simbó-
que provocarían la eliminación de una de las lico de la vida social, Schneider objeta que el
estructuras conectadas y el cambio del sis- parentesco tiene también su propio conte-
tema. Si el primer punto está ya parcialmente nido, el cual aparece sustrayendo de su fun-
explorado (por ejemplo, el concepto matemá- cionamiento sus aspectos económicos, polí-
tico de categoría de con· junto toma por ob- ticos, religiosos. Aparece, entonces, el con-
jeto un conjunto de objetos Y el sistema de junto de las relaciones de consanguinidad y
aplicaciones permisibles sobre esos objetos), de alianza que sirven de medios de expresión
el segundo permanece ampliamente descono- de la vida social y son los términos del len-
cido. guaje simbólico del sistema de parentesco.
En cuanto se aplican las matemáticas a un Quiere decirse que el parentesco es un con-
campo de problemas, respecto a los cuales to- tenido particular de la vida social y, al mismo
davía son débiles, se corre el riesgo de crear tiempo, sirve de modo de aparición y de ex-
saberes ilusorios, fantasmas del conoci- presión de un contenido totalmente dife-
miento. Se corre, también, el riesgo de fran- rente.
quear sin saber ni quererlo, y por lo tanto sin Pero al intentar reencontrar de esta manera un
intención ideológica, la línea invisible pero contenido al parentesco, Schneider difícil-
mente puede evitar la caída en el biologismo
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 22

que él condena en Gellner. Es sabido que el cotidianas, sino que se consagran a la produc-
conjunto de relaciones biológicas de consan- ción compleja de diferentes tipos de alimen-
guinidad y alianza no es el parentesco, tos. Una alimentación completa y, sobre
puesto que· un sistema de parentesco es todo, regular, depende pues de esta verdadera
siempre un “grupo” particular de esas rela- “cooperativa de producción” que constituye
ciones, en el seno del cual se regulan social el matrimonio”… “En los niveles más primi-
mente la descendencia y la alianza. Y porque tivos, particularmente, cuando el rigor del
estas relaciones son seleccionadas y “reteni- medio geográfico y el estado rudimentario de
das” el parentesco real no e1 un hecho bio- las técnicas hacen problemáticos tanto la
lógico sino social. caza y la horticultura como la recogida y la
El error común a Battie y a Schneider es rebusca, la existencia sería casi imposible
buscar, fuera de lo económico, lo político, lo para un individuo abandonado a sí mismo”.
religioso, el contenido de ese tipo de paren- En Structures élémentaires de la parenté, p.
tesco. Este no es ni una forma exterior, ni un 48.
contenido residual, sino que funciona direc- 63. A propósito del “rango” y la importancia” de las
tamente, interiormente, como relaciones estructuras sociales en hacer una sociedad ca-
económicas, políticas, etc., y, por ello racterizada por una producción determinada,
mismo funciona como modo de expresión de Marx escribía en la introducción a la Contri-
la vida social, como forma simbólica de esta bución a la crítica de la economía política:
vida. “Es como una luz general en la que se bañan
Por consiguiente, el problema científico con- todos los colores modificando sus tonalida-
siste en determinar por qué es así en diversos des particulares. Es como un éter particular
tipos de sociedad, y en el plano metodológico que determina el peso especifico de todas las
parece imponerse la conclusión de que las pa- formas de existencia que allí toman relieve”.
rejas de conceptos forma-fondo, continente- (p. 171).
contenido, son inadecuados para dar cuenta 64. Roland Barthes, “Les Sciences hunaines et
del func1onanuento de las estructuras socia- l'oevre de Lévi-Strauss”. Annales. No-
les. viembre-diciembre de 1964 p. 10-86.
Gellner,”ldeal Language and Kinship Struc-
ture”, Philosophy of Science, vol. XXIV,
1957. Needham, “Descent. Systems and
Ideal Language”, Ibid., vol. XXVII. 1960.
Gellner, “The concept of Kinship”, vol.
XXVII, 1960. Barnea, “Physical and Social
Kinship», vol. XXVIII, 1961. Gellner, “Na-
ture and Society in Social Anthropology”,
vol. XXX. 1963. Schneider, “The nature of
Kinship”, noviembre-diciembre de 1964.
62. Véase a este propósito C. Lévi-Strauss: “La si-
tuación es completamente diferente en los
grupos donde la satisfacción de las necesida-
des económicas reposa enteramente sobre la
sociedad conyugal y la división del trabajo
entre los sexo. No solamente el hombre y la
mujer no tienen la misma especialización téc-
nica, y dependen el uno del otro para la fabri-
cación de los objetos necesarios a las tareas

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