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Amar es …

[1 Corintios 13:13]
13
Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la
esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.
¿Cuál virtud es la más excelente de las tres virtudes que
permanecen? EL AMOR

El título de este capítulo de la primera carta del apóstol Pablo a


los corintios es EL AMOR. Capítulo que nos enseña la importancia
del amor para nuestra vida, para nuestras relaciones, para
nuestras acciones.

De igual manera nos indica un termómetro en forma de “lista de


chequeo” para que sepamos que tanto hemos permitido que el
AMOR, que es DIOS, haga Su obra en nosotros.

Nos afirma que el amor no se extingue y finaliza indicándonos que


de las tres virtudes que permanecen: la fe, la esperanza y el
amor, la virtud excelentísima es EL AMOR.

2016 es el año de la libertad por la verdad y un año para dar


fruto.

El amor es el primer componente del fruto del Espíritu Santo.

Y en este mes de Febrero es el mes del AMOR.

Amar es “tener amor a alguien o algo”

Pero afirman algunos de los eruditos que dado el uso que le


hemos dado a la palabra “amor”, es posiblemente la palabra más
mal interpretada y malentendida. Ya les he comentado que en
una conferencia el autor cristiano Josh McDowell nos compartió
que al pedir la definición de amor se hallaron múltiples respuestas
incorrectas y aún al preguntar la definición bíblica de amor.
Es difícil amar, tener amor a alguien, y también recibir amor
cuando no sabemos con certeza que es amor.

En mi ejercicio profesional de sistemas de información hoy


denominada tecnología de la información, aprendí que cuando se
define algo es importante definir que no es tanto como definir que
si es. Y en la Biblia cuando Jesús le responde a los discípulos su
solicitud que les enseñara a orar, inicia explicándoles que no es
orar.

De forma similar hoy quiero que aclaremos que no es amor y por


ende que no es amar, para que nos quede bien claro AMAR ES …

AMAR NO ES UN SENTIMIENTO

La mayoría de las personas piensan que el amor es un


sentimiento, y este es un concepto errado.

El amor produce sentimientos, pero es mucho más que un


sentimiento

No debemos permitir que nuestros sentimientos nos motiven a


llevar a cabo cosas que normalmente no hacemos o no haríamos.

AMAR NO ES INCONTROLABLE

Si en realidad para nosotros es un sentimiento entonces no es


amor, y debemos controlar ese sentimiento que no es más que
enamoramiento.

[Juan 15:17]
17
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.
Jesús nos da el mandamiento que nos amemos los unos a los
otros, lo cual es una clave para deducir que el amar es
controlable, y por lo tanto no debemos pensar ni expresar frases
“No hay nada que hacer, siento que ya no lo amo” ó “No puedo
hacer nada estoy enamorado”
AMAR ES UNA DECISION
[Colosenses 3:14]
14
Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo
perfecto.
El “vístanse” nos muestra que el amor es algo que podemos
decidir tener, si fuese un sentimiento no nos vestiríamos sino que
nos cubriría, pero podemos tomar la decisión de vestirnos o no,
de tener amor a alguien o no tener amor a alguien, de amar o no
amar.

AMAR ES UNA ACCION


[1 Juan 3:18]
18
Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera,
sino con hechos y de verdad.
Frecuentemente solo “amamos” con palabras, pero no con
acciones. En este versículo hallamos que el amar es un asunto de
comportamiento, es algo que decidimos hacer, es una acción y no
un sentimiento.

En el griego hay cuatro palabras que ayudan a diferenciar los


distintos tipos de amor:

Storge: afecto natural,

Eros: atracción sexual,

Philia: afecto o amistad emocional,

Agape: amor incondicional, que se da a sí mismo, sacrificado.

En la Biblia habla del amor “agape” para referirse al gran


mandamiento que debemos tener amor a Dos y a los demás. Es
un compromiso para actuar.
Dios para enseñarnos a amar nos rodea de personas difíciles de
amar, pues es fácil amar a quienes son buenos y amables con
nosotros.

A nuestro alrededor hallamos personas de quienes no nos gusta la


forma de hablar, o no nos gusta la forma de actuar que tienen, o
no nos gusta la forma de vestir de estas personas. Y existe la
tendencia de que nos desagraden las personas a quienes no les
caemos bien y nosotros les desagradamos a estas personas.

Hoy es el día para que decidamos amar a aquella persona que


consideramos difícil de amar por parte nuestra, y antes de revisar
los versículos en los que Dios nos muestra cómo hacer para amar
sincera y verdaderamente a los demás, por favor piense en esa
persona, o personas, el familiar que no le agrada y lo considera
detestable, el vecino actual o pasado al cual considera
problemático, el “amigo” que lo hirió emocionalmente, el que no
le ha pagado el dinero que usted le prestó hace ya unos meses o
años, y aquel que Dios le trae a su mente que usted actualmente
no ama.

Vamos a revisar algunos versículos que nos ayudan a aprender a


amar a todos, aun aquellos a quienes consideramos que no lo
merecen por cualquier circunstancia.

1.- Comprender y conocer el Amor de Dios.

[Efesios 3:17-19]
17
para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que,
arraigados y cimentados en amor, 18 puedan comprender, junto
con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el
amor de Cristo; 19 en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa
nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios.
Si no comprendemos cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán
profundo es el amor de Dios por nosotros y si no entendemos qué
tan profundamente nos ama Dios no podremos amar a otros,
incluyendo a quienes tienen en su mente ahora.
Debemos conocer, debemos experimentar, el amor de Dios, por
encima de nuestro conocimiento racional y así ser llenos de la
plenitud de ÉL en nuestro interior.
¿Por qué Dios quiere que nosotros comprendamos Su Amor y que
conozcamos Su Amor, es decir que lo experimentemos?
[1 Juan 4:19]
19
Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero.
Dios nos amó primero, es decir Dios nos infundió su amor y de
esta manera ÉL quiere que lo conozcamos y lo comprendamos, es
decir que lo experimentemos en nosotros mismos para amarlo a
Él, amarnos a nosotros mismos y amar a nuestro prójimo.

Tanto nos ama Dios, que dio a su Hijo Unigénito, y como creemos
en el nombre del Señor Jesucristo, somos sus hijos y tenemos
vida eterna.

[Juan 15:12]
12
Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros,
como yo los he amado.
Acá el Señor Jesucristo nos recuerda su nuevo mandamiento, que
nos amemos los unos a los otros, pero a la manera que Dios nos
ama, esto es tanto incondicionalmente como verdaderamente. No
a nuestra modo, no a nuestra condición, no en nuestro tiempo,
sino siempre en toda circunstancia, y con el mismo amor que
recibimos de Dios

2.- Perdonar a nuestros agresores.


[Colosenses 3:13]
13
de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno
tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen
también ustedes.
[Lucas 6:27-28] El amor a los enemigos
27
»Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus
enemigos, hagan bien a quienes los odian, 28 bendigan a quienes
los maldicen, oren por quienes los maltratan.
En estos tres versículos, Dios nos dice que una vez hayamos
recibido su amor tenemos de ese amor para tolerar a los demás,
para perdonar a los demás, para no quejarnos de los demás, para
amar a los demás, para hacer el bien a los demás, para bendecir
a los demás, para orar por los demás.
Y en el conjunto de los demás debemos incluir a los que nos
hieren, a los que nos ofenden, a los que nos odian, a los que nos
maldicen, a los que nos maltratan, a lso que nos agreden.
Y el mejor síntoma de que los hemos perdonado y ahora los
amamos es cuando los incluimos en nuestras oraciones de
intercesión para que les vaya bien y reciban el amor de Dios.
3.- Velar por los intereses de los demás.
[Filipenses 2:4-5]
4
Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino
también por los intereses de los demás. 5 La actitud de ustedes
debe ser como la de Cristo Jesús,
Una vez más Dios nos recuerda que nuestro modelo es el Señor
Jesucristo, entonces para amar a los demás debo velar por sus
intereses y no solamente por mis intereses.
Cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios, y
daremos cuentas de que hicimos con los recursos que nos
proveyó acá en la tierra, como el tiempo, el conocimiento, los
talentos, los bienes, las capacidades, las habilidades, etc.
Ese día Dios va a comparar la cantidad de tiempo y demás
recursos que gastamos en nosotros mismos en comparación con
lo que hemos invertido en el servicio a los demás.
Si usted no está sirviéndole a Dios acá en la tierra, usted apenas
está existiendo, porque la vida terrenal es para que ejerzamos un
ministerio. Dios quiere que aprendamos a amar y servir a otros
desinteresadamente.
Debemos interesarnos en satisfacer las necesidades de los demás,
en menguar los efectos de sus dolores, en ayudar a resolver sus
problemas, en cumplir sus deseos y sus metas. Cuando alguien
nos hiere nuestra reacción debería ser interesarnos en conocer
qué necesidad está pasando y manifestarle el amor de Dios, con
nuestras palabras y acciones.
Para concluir, además de amar a Dios y a nosotros mismos, no
debemos temer el amar a los demás pues Dios nos ha provisto de
buenos recursos para que los administremos fielmente y los
utilicemos sabiamente junto con ÉL para cumplir con sus
propósitos, que en este año es el de dar fruto con libertad por la
verdad.
[2 Timoteo 1:7]
7
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

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