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Nº 19, 2008
Resumen
Los estudios referentes al planteamiento de un curacazgo denominado Lurigancho o Rurikanchu se
inician en 1996, diez años después, los datos obtenidos nos permiten reconocer, la definición de una
unidad territorial para un espacio político que se desarrolló probablemente desde el Precerámico Tardío
hasta la presencia Inca en el valle. Esta unidad territorial es la quebrada Canto Grande situada en la
margen derecha del valle bajo del Rímac.
Canto Grande no sólo contaba con un espacio económicamente productivo, delimitado por un canal de
riego, tenía además una serie de conjuntos arquitectónicos que expresan jerarquías y que sugieren un rol
en el control y manejo de sus recursos.
Los materiales arqueológicos observados, para los períodos tardíos, corresponden a la tradición alfarera
definida como Ychsma, así mismo su expresión arquitectónica tiene paralelos en sitios que se emplazan
en otros lugares del valle. La revisión de documentos antiguos hace referencia a los Lurigancho como
un grupo, cuya población nativa paso a formar parte, durante la colonia, de la reducción de San Juan
Bautista de Lurigancho.
En resumen, nuestro estudio establece a la quebrada de Canto Grande como el espacio de vida del
curacazgo Lurigancho e identifica al complejo arqueológico de Mangomarca como su sede política.
Palabras clave
Curacazgo, Lurigancho, Mangomarca, Unidad territorial, Intermedio Tardío.
Abstract
The studies about the approach of a curacazgo mamed Lurigancho or Ruricanchu, started in 1996.
Ten years later the gotten dates let us recognize the definition of a territorial unit for a political space
developed probably from. The later pre-ceramic period to the Inka presence in the valley. This territorial
unit is the actual Quebrada Canto Grande, located on the right side of the Rimac river.
Canto Grande, not only had space economically productive, demarcated for and irrigation channel. In
addition to this, it had a serie of architectural complexes, Showing ranks and suggesting a role in the
control and manage of its resources.
The archeological material that were observed for the later periods match to the ceramic tradition
defined as Ychsma; in the some way its architectural expression has similarities in other peaces set of
the valley. The revision of ancient documents refer the Lurigancho as a group which native population
formed part of the San Juan Bautista de Lurigancho reduction during the colony.
In shot, our study set the Quebrada Canto Grande as the life space of the Lurigancho curacazgo and
identifies the Mangomarca archeological complex as its political seat.
Keywords
Curacazgo, Lurigancho. Mangomarca, territorial unit, the Late Internediate period.
* Departamento de Investigaciones Histórico Sociales del Instituto Cultural Ruricancho. Correo electrónico:
jabanto@ruricancho.com
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Figura 1. Mapa de ubicación de la cuenca Canto Grande en el valle bajo del Rímac.
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les, económicas y políticas que desarrollaron sus existen asentamientos administrativos secunda-
antiguos pobladores a través del tiempo, recons- rios o anexos, entre ellos tenemos, la mal deno-
truyendo de manera general la historia cultural minada, Fortaleza de Campoy, que dentro de la
de la quebrada Canto Grande. categoría de sitios que Felipe Villacorta desarro-
lla, lo ubica como residencia de élite (Villacorta
Hipótesis de trabajo 2001:156). Otros asentamientos hoy desapa-
Desde el inicio de nuestra investigación, recidos como Las Ramas (Abanto y Eyzaguirre
creímos conveniente entender desde cuándo el 1996:27), los Montículos B y C de Potrero
hombre ocupó la quebrada e inició un proceso Tenorio (Palacios y Guerrero 1992:76), estarían
de organización social y a establecer mecanis- cumpliendo la misma función. Así mismo he-
mos de aprovechamiento de los recursos dispo- mos observado, en las márgenes del territorio, la
nibles. ubicación de lo que denominamos sitios de con-
Por otro lado tratamos de observar desde trol, como en el abra de Caja de Agua y Canto
que período la sociedad establecida, desarrolla Bello, asimismo, recientemente, hemos ubicado
un criterio de administración de su territorio evidencias de instalaciones para el control del
y de control del mismo. Las observaciones nos ingreso a la quebrada, estas se sitúan en la par-
permitieron llegar a plantear algunas hipótesis y te alta, en los pasos llamados abra Casa Blanca
a centrar nuestra investigación en varios temas, en la zona que conecta con Collique y hacia la
pues se logró identificar, que la presencia de un margen derecha; en la zona de Santa María, el
nivel de organización humano jerarquizado se abra a Huachipa donde existen las mismas evi-
da, en Canto Grande desde Precerámico Tardío, dencias, es decir muros que restringen el ingre-
y a través del tiempo ha reflejado niveles socia- so, algunas terrazas y cerámica tardía (Fig. 2).
les y manifestaciones que no terminaríamos de Mangomarca es uno de los monumentos de
explicar en un solo momento. elite de mayor importancia de Lurigancho, del
El tema que abordamos, nos permite cen- cual Stumer señala:
trar el estudio a un tiempo específico, en este “En realidad, si Mango Marca contara con
caso, el Intermedio Tardío y Horizonte Tardío, una extensión mayor y poseyera un área de
para ello postulamos que: construcciones menores de vivienda más im-
“La quebrada Canto Grande constituyó el es- portante merecería ser clasificado como élite
pacio territorial de un curacazgo cuyos limites esta- urbana. Sin embrago, se trata únicamente de
ban definidos por un canal de riego, la quebrada y el este compacto, cuya elegancia constituye una
curso natural que establece el río Rímac, contando de las características más importantes del com-
con un centro administrativo propio” (Abanto y puesto amurallado”. (1954:225).
Eyzaguirre (1996:20). Gran parte de sus muros se componen de
gruesos bloques de tapia, haciendo uso de pie-
Los sitios arqueológicos que conforman el dras angulares en algunos cimientos. En sectores,
curacazgo como el “Templo Viejo” y el “Santuario” se han
Los estudios efectuados y las referencias reutilizado adobitos hechos a mano para reparar
bibliográficas señalan a Mangomarca como un algunas de las paredes. Los adobito posiblemen-
sitio de jerarquía para la zona, Louis Stumer te correspondan a estructuras más antiguas que
(1954: fig: 1, p. 213) siguiendo el esquema de datan del período Intermedio Temprano.
Schaedel (1951), le confiere la categoría de Nuestra experiencia de trabajo en la ciuda-
Provincial Elite Center (Ibíd, 221), en ese sentido dela de Cajamarquilla, nos permitió diferencias
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Figura 3. Vista aérea de los sectores B y C del complejo de Mangomarca (SAN, 1946).
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Figura 5. Vista aérea del sitio arqueológico de Campoy, sectores A y B (SAN, 1946).
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de tapia que cubren recintos anteriores de ado- lonia se define la propiedad territorial de una
bitos como lo señala Tello (1999:59). Presenta comunidad de pastores, la que logra establecer
una plaza hacia el lado SE. Antiguamente tanto su territorio sobre el margen del valle, nos refe-
el sector B, C y D así como otras estructuras, rimos a la comunidad campesina de Jicamarca
hoy desaparecidas, conformaban todo el com- quienes, para éste caso, ocupan el territorio ex-
plejo que se encontraba separado de la zona terno al que encierra el canal de riego, según lo
agrícola por una gruesa muralla. podemos entender al darle lectura a los siguien-
En las fotos áreas anteriores a la década del tes documentos de posesión, que se sustentan
1970, se apreciaba adosadas a éste edificio, un sobre antiguos linderos ya establecido:
conjunto de recintos muy semejantes a los del
sector B, lamentablemente no queda ninguna Títulos del Pueblo de Jicamarca
evidencia de sus muros. 1862 – Escritura 4009, Folio 2366.
Sector D: Se trata de un pequeño grupo ais- …sigue por los altos de Mango Marca y rema-
lado ubicado al noreste de la zona principal, sus ta en sobre la acequia Palomares etcétera (Se
muros no sobrepasan el metro de alto a pesar de hace referencia al Canal de Lurigancho en
ser relativamente gruesos. la zona de la hacienda Palomares, en Canto
El sitio arqueológico de Campoy se sitúa al Grande).
margen del valle sobre un espacio elevado y se- Y la Resolución Suprema, para reconoci-
parado de Mangomarca por la proyección del miento de la comunidad indígena de Jicamarca,
cerro Chivo, Campoy es una unidad residencial del 18 de octubre de 1929, que señala:
con características similares a Puruchuco, en la Linderos con Campoy: Con el mismo canal de
que se destacan paredes de tapia de doble muro, riego. Lugares importantes cerro venado y El
los muros perimétricos alcanzan en algunas zo- Gallo. Pampa Vizcachera.
nas los 6 metros de altura. Todo el conjunto se Linderos con Zárate: Con el mismo canal de
encuentra sobre una terraza artificial producto riego. Lugares importantes de la comunidad:
del crecimiento del edificio, que le da una pers- Cerros Vizcachera, Mangomarca, Los sauces
pectiva de gran altura, por tal motivo al monu- y el Diamante.
mento también se le conoce como Fortaleza de Linderos con Flores: Sigue igual con el mismo
Campoy (Fig. 5). canal.
Una peculiaridad, que señala Villacorta Linderos con Palomares: Con el mismo canal
(2001: Anexo 1, 61), es el único edificio que él de riego.
pudo reconocer que en su casi totalidad, posee Linderos con Canto Grande: También como
los referidos muros de tapiales dobles. colindante se le llama Santa Clarita, los lin-
deros son el mismo canal. Dentro de las tierras
Interpretación del espacio de la comunidad se encuentran enormes tierras
Postulamos que el canal de riego fue parte del eriazas aptas para el cultivo.
lindero que definía el territorio de Lurigancho y Linderos con Chacarilla: Con el mismo canal.
que a su vez separaba un espacio ecomicamen- Lugares importantes dentro de las tierras de la
te productivo de otro no aprovechado, A pesar comunidad son el Portillo, de Zorrilla y la Urb.
que esta hipótesis, propuesta por Rostworowski de Santa Rosa.
(1978), es ampliamente discutida (Eeckhout Linderos con Cerro San Cristóbal: A partir del
2004:409), en nuestro caso nos es muy coin- encuentro del camino que corta el canal, sigue
cidente. Esto se observa cuando durante la co- por el camino al abra de Santa Rosa, de donde
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se ve la ciudad de Lima; baja hasta el encuen- yuncas de ese río así como los sacicaya también
tro con el canal de riego que viene volteando y todos los del otro río y los Pachacamac tam-
al cerro San Cristóbal. Se encuentran dentro bién; así como los caringa y los chilca, así como
de las tierras de la comunidad poblaciones de la gente que vivía en el curso interior del río
barriadas invadidas de Santa Rosa y Tarma Huarochirí, todos los caranco, todos los yun-
Chico. cas sin excepción, todos los yuncas de dichos
Sobre el origen de los Jicamarca sabemos ríos venían al [santuario] mismo de Pariacaca
que fue una etnia Yauyo, pastores de caméli- con ticti, coca y todas las demás ofrendas
dos; que se asentaron, durante el Intermedio rituales”.(Taylor 1987:189, la negrita y el
Tardío, en las alturas del valle de Santa Eulalia y entre paréntesis es nuestra).
acompañada de otras etnias, como: los Chacllas Volviendo a los Jicamarca, su presencia en
y Carapoma se lanzaron a la conquista de la la costa se consolidó mediante su alianza con los
margen derecha del Rímac, llegando hasta la incas, estableciendo su espacio de actividad ga-
zona de Huachipa, como lo cita Rostworoski nadera en el sistema de lomas (Castro 1999:21),
(1978:41), Jesús Castro (1999:23) etc. Diversos en Lurigancho esto no fue la excepción:
episodios de esta hazaña épica los encontramos “…En la zona cercana a la capital tenían
en el manuscrito del Padre Ávila (Taylor 1987). en su posesión todas las lomas de los cerros
Por ello señalar a los Lurigancho como un grupo y las pampas no cultivadas. En la quebrada
Yauyo sería un error, Poloni (1987,40) propone de Lurigancho, la acequia era el límite entre
denominarlos Huanchos-Yauyos, sin embargo la propiedad de los jicamarquinos y la de los
la referencia es clara al indicar que los grupos hacendados; era una comunidad fundamental-
serranos sólo llegaron hasta la zona colindante mente de ganaderos”. (Poloni 1987, 97).
de Huachipa, ¿Acaso no es un indicador de la Canto Grande presenta linderos natura-
importancia de Lurigancho dentro del territorio les, que han establecido desde el pasado y lo
Ychsma?. Joaquín Narváez en reciente publica- hacen hasta la actualidad, una unidad políti-
ción ha demostrado que Cajamarquilla, no es ca (Fernández 1997:9), se define por el curso
un asentamiento Wari y que durante el perio- del río (Rímac y Huaycoloro) y las estribacio-
do Intermedio Tardío se encontraba en su total nes. Las lomas, el fértil suelo de la zona baja,
apogeo, con ello se descarta las afirmaciones qué la abundancia de puquiales, forman parte de lo
el supuesto abandono de dicha ciudad se debe podríamos llamar una micro diversidad local,
a la invasión serrana, aun que debemos precisar que debió considerarse como un recurso apro-
que la arqueología aún no ha esclarecido dicho vechable desde los inicios de su ocupación.
panorama. Sin embargo quedan algunos datos La zona alta, según las evidencias mostra-
muy interesantes que rescatar y es en relación das, presenta una serie de elementos que indi-
al culto generalizado que tuvo Pariaccacca, una can que las poblaciones locales y circundantes
divinidad propiamente serrana, pero cuya vene- destinaron esta parte de la quebrada al culto y
ración sin excepción lo tenían todas las comu- peregrinación. En la cumbre del cerro Colorado,
nidades de la costa, según manifiesta el manus- hemos identificado una enorme plaza rodeada
crito de padre Francisco de Ávila: de estancias que en su interior muestran ma-
“Todos los yuncas de Colli, de Carhuayllo, teriales alfareros correspondientes a los estilos
de Ruricancho (San Juan de Lurigancho), de formativos, de tradición Lima, Ychsma e Inca,
Lati{m}, de Huanchohuaylla, de Pariacha, que dan cuenta de la importancia de este culto
de Yañac, de Chichima y de Mama, todos los a través del tiempo.
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Figura 7. Vista aérea del Canto Chico (SAN, 1959), en la actualidad sólo se conserva menos de 4 Ha.
diarse. En el caso de Canto Chico a cargo del en 1563 y donde se expone una relación de
Dr. Rogger Ravines y El Sauce por parte del Lic. cabezas de familia, es decir, de hombres y mu-
Martín Córdova. jeres mayores, algunas con nombres castizos y
Sin embargo las invasiones constantes que apellidos nativos (Ravines 1988:10,11), sin em-
sufrieron estos asentamientos han reducido su bargo la relación revela un número reducido de
extensión, la observación de fotos aéreas nos población, en sólo tres décadas de la fundación
dan una idea del tamaño y componentes ar- de la ciudad de Lima, las poblaciones nativas
quitectónicos de cada sitio, que presentaban sufrieron una aguda rebaja en su numero, quizás
además de estructuras mayores; grupos de de- por ello, al crearse la reducción se incorporó en
pósitos, unidades residenciales, cementerios y ella a indígenas de Huachipa, Carapongo, Ñaña
corrales (Fig. 7). y algunos yauyos.
¿A la llegada de los españoles existió el
grupo Lurigancho?, pues sí, un apoyo de lo afir- El aporte de la toponimia en las investiga-
mado se sustenta en la subsistencia del nombre ciones arqueológicas
común de la población local, sobre la posible Durante muchas décadas se utilizó el ter-
interpretación del topónimo haremos referen- mino Huancho para denominar a la población
cia más adelante. Durante la segunda mitad del y estilo alfarero distribuido en esta zona valle,
siglo XVI, se crea la reducción indígena de San tomando como sustento el estudio de la toponi-
Juan de Lurigancho y anterior a ella, Francisco mia (Villar Córdova, 1935), (Iriarte, 1960), etc.
Pizarro, formó la encomienda de Lurigancho, En la actualidad se ha superado lo expuesto así
siendo su primer posesionario Hernán Sánchez que sería en vano volver a repetir lo que ya otros
(Poloni 1987:70). Existe un censo bastante tem- autores al respecto han señalado (Bazán, 1990 y
prano el cual da cuenta de una vista efectuada 1992), (Vallejo, 1998), Bonavia (1991), etc.
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Sobre el topónimo de Lurigacho, pode- Mangomarca, nos permiten asociar las ocupa-
mos recurrir a los estudios que recientemente ciones con el estilo Ychsma. Los materiales a su
efectuará el lingüista Gerardo García Chinchay vez se relacionan con los analizados por Joaquín
(2005) quien sustenta su propuesta en docu- Narváez en Cajamarquilla (Narváez, 2006),
mentos antiguos y en diccionarios tempranos y a lo recuperado en sitios como Armatambo,
del habla quechua. Rinconada, Huachipa (Silva 1992:65,66),
Para García, el origen de Lurigancho tiene Puruchuco, etc. (Fig. 8),
como lengua materna el quechua costeño ex- Dentro de nuestro criterio entendemos que
tinto en el siglo XVI. Basado en el manuscri- sitios del Intermedio Tardío son: Mangomarca y
to del padre Francisco de Ávila encontramos Campoy, así mismo un cementerio que fuera des-
a Lurigancho escrito como Rurikanchu (Taylor cubierto en la década de 1990, dentro del penal
1987:189), es decir, es una palabra que se cons- San Pedro, cuando un grupo internos prepara-
tituye de dos voces quechuas, Ruri que significa ban terreno para una huerta, los materiales que
interior y Kanchu en alusión a un ave con cuyo se conservan en el museo de Puruchuco son del
plumaje se ornamentaban los señores principa- tipo cántaro de cuello compuesto muy semejan-
les, según señala el antiguo manuscrito esta ave, tes a los hallados por Narváez en Cajamarquilla
la cual, no ha podido ser identificada, tuvo un (2005:103, fig. 163,164). En tanto que Canto
valor totémico para esta población. El significa- Chico y El Sauce corresponden a asentamien-
do compuesto de Rurikanchu sería Los kanchu tos del Horizonte Tardío, las diferencias son, en
del interior que puede relacionarse a la posición algunos casos marcadas, ya que no sólo innova
del curacazgo en relación al valle. nuevas formas, sino también por la arquitectu-
Otro topónimo que involucra nuestro tema ra; en estos dos últimos asentamientos encon-
es el del complejo arqueológico de Mangomarca, tramos el uso de adobes.
varios autores coinciden en que su origen que- El sitio Las Ramas, que se ubicó, próximo
chua sería Manqu Marka, cuya traducción es: a la zona baja de la margen izquierda de la que-
Pueblo del señor o de grandes señores. (Espinoza brada, conservó, antes de su invasión y destruc-
1973; Carazas 2000; Abanto 2001; García ción por parte de una arenera, una serie de cor-
Chinchay 2005). Como vemos, en ambos casos tes, que nos permitieron reconocer materiales
la toponimia contribuye a esclarecer aspectos alfareros relacionados a los sitios en mención.
importantes para nuestra investigación, la pri- Las fotos aéreas nos revelaron que se trató de un
mera define a un grupo humano reconocido conjunto de tipo residencial rodeado de terrazas
dentro de su entorno y la segunda le otorga una y cementerios del cual se observó abundante
categoría de jerarquía a un asentamiento con basura.
características complejas dentro del territorio Para el sitio de Canto Chico tenemos, en el
del grupo que se reconoce como lurigancho o artículo de Dr. Rogger Ravines un detallado re-
Rurikanchu. porte gráfico de los materiales recuperados que
sirve para efectuar comparaciones con cualquier
Los materiales arqueológicos tipo de material del área de Lima.
La alfarería observada de los sitios “Los patrones de entierro tiene clara similitud
Mangomarca y El Sauce, depositada en la colec- con otros del valle de Lima del mismo perio-
ción del museo de Puruchuco, y por los traba- do (Horizonte Tardío), en especial con los de
jos de investigación recientes, que incluyen las la Huaca La Marced y la Calera. Los teji-
excavaciones efectuadas por Pedro Caycho en dos burdos, llanos y listados tampoco ofrecen
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Figura 8. Grupo de vasijas de estilo Ychsma Tardío, a y b provienen de Canto Chico; c, d, e (figurina), f, h y i,
de El Sauce y el fragmento de figurina que representa un camélido (g) de Mangomarca. (e, f , i, son colección del
Museo Arturo Jiménez Borja - Puruchuco).
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tidad claramente inferible para el arqueólogo, foránea, por ello los trabajos de Pedro Caycho,
rasgos que nos permiten generar categorías, brindaran una idea más clara para corroborara
tipos, clases, etc., y entender relaciones cultu- o descartar nuestra idea. Sin embargo la his-
rales entre los pueblos. toria del lugar podrá ser contada a partir de
Mangomarca, presente, sin duda una es- mayores excavaciones.
tructura que ya otros arqueólogos, como la Aún debemos definir el rol de los nuevos
ponencia de Juan Espejo, sustentada en éste centros administrativos (Canto Chico y El
simposio, quien hace un panorama señalan- Sauce) y su relación con la cabeza de “Unus”
do las propuestas en torno a la funcionalidad: establecida por los incas, es probable que tribu-
“templo provincial o embajada religiosa de un gru- taran a Maranga por correspondencia, en ese
po étnico/social foráneo” (Espejo 2007:14) des- sentido nos limitamos al tratar contestar estos
tinado a una marcada categoría, nos referimos aspectos.
al edificio con rampa, aun que en éste caso su La información etnohistoria que viene sien-
conformación es especial ya que se trata de do revisada por el historiador Juan Fernández y
una escalinata de extensión curva, que cree- pronto a publicarse, será muy útil para enten-
mos se manifiesta así por el poco espacio que der, sobre la base del testimonio de los cura-
le queda entre el afloramiento rocoso sobre el cas que sobrevivieron a los primeros años de
cual se levanta la pirámide y la presencia del la colonia, como fue la posesión y manejo de
conjunto de grandes recintos que se disponen dicho territorio. Recordemos que fue durante
hacia su lado noreste. Esto nos lleva a pensar la instauración de la reducción indígena de
que este edificio probablemente fue construido Lurigancho como sede de la doctrina de esta
durante los últimos momentos de ocupación parte del valle que su extensión administrati-
en Mangomarca, creemos que fue un templo va se proyecta hasta Chosica, por lo que no
ya que sobre su parte superior, sólo se observa se debe confundir ese detalle con la extensión
un enorme recinto a desnivel, con dos accesos; real de lo que nosotros reconocemos a Canto
el primero desde su escalinata y otro desde un Grande como un espacio de unidad política.
pórtico situado al este, desde donde se conecta Anterior a la conquista, ya los Incas modifica-
al cerro colindante. Así mismo hacia su lado ron el modelo nativo al colocar como jefes de
norte se encuentra un grupo de estructuras de algunos curacazgo a sus más allegados, dándo-
menor dimensión a las que la rodean, por lo les incluso posesión sobre otros espacios:
que creemos que se trata de un espacio neta- “Hay un hecho importante mencionado en
mente residencial. las probanzas, que conviene subrayar pues
Lurigancho como curacazgo es un tema se trata de la afirmación que Taulichusco no
nuevo, y creemos que la discusión que gene- pertenecía a la antigua estirpe de los señores
re su sustento es amplia y de mucho provecho Lima…” (Rostworowski 1978:78)
para seguir investigando al respecto. Así mismo, gracias al testimonio que da el
La historia de Mangomarca como cede curaca de Surco y otros documentos que pre-
de curacazgo, durante el periodo de ocupa- senta la autora, Taulichusco, curaca de Lima
ción Inca, es un tema vacío, sin embargo las a la llegada de Pizarro, tiene posesión de tie-
observaciones nos hacen suponer que durante rras en Amancaes y Xacal (Zárate), zona co-
ese período el lugar no tiene un impacto en lindante al río en Canto Grande. (Ibíd, 83).
su constitución física, es decir, no evidencias Demuestra la manera de cómo modelos de
una modificación o presencia de arquitectura control autóctono fueron alterados durante los
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últimos momentos del curacazgo. Analizar los 2003b Nuevos geoglifos en la parte alta de
aspectos sociales y políticos durante este perío- la quebrada de Canto Grande-valle
do es complejo para el nivel que ha alcanzado del Rímac. Unay Runa. 6: 30 - 37
nuestra investigación. Abanto, Julio y Emma Eyzaguirre
Venimos tratando de desarrollar la evolu- 1996 “Prospección en la Quebrada de
ción cultural en un determinado territorio, la Canto Grande, distrito de San Juan
misma que nos ha mostrado un aspecto intere- de Lurigancho”. Lima: Informe de in-
sante, más aun cuando el reto de la conserva- vestigación científica. (Monografía).
ción del pasado lo asumimos desde una acción Agurto, Santiago
directa con la sociedad que ha heredado ese 1984 Lima Prehispánica. Lima:
patrimonio, nuestro compromiso sigue sien- Municipalidad de Lima y
do el brindar mayores luces, en torno a la ar- FINANPRO
queología de Canto Grande, su diversidad, nos Bazán, Javier.
permite invitar a que otros colegas encuentren 1990 “Arqueología y Etnohistoria de
en éste espacio de Lima un amplio manejo de los pueblos prehispánicos de la
información que conlleve a la comprensión del Costa Central del Perú”. Tesis de
desarrollo cultural de nuestro valle. Licenciatura. Lima: Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
Agradecimientos 1992 Arqueología de Lima. Evaluación al
Finalmente nos queda agradecer la invi- término Huancho. Los estilos de ce-
tación que nos hace el Comité Organizador rámica de Lima a fines del Horizonte
del Simposio, ya que ello motivó la revisión Medio. Lima: Centro de Estudios y
de nuestra información; a nuestra universidad Difusión de Arte.
y a los profesores que nos enseñaron qué el Bonavia, Duccio
sentido social de la Arqueología está en bus- 1991 Perú. Hombre e Historia, de los oríge-
car el desarrollo de los pueblos fortaleciendo nes al siglo XV. Lima: EDUBANCO.
su sentido de pertenencia y el compromiso de Carazas, Milagros
conservar su patrimonio. Agradecemos a Luis 1992 ¿Cómo dijo Mangomarca?
F. Villacorta, ya que en su momento nos dio ac- Comunicando 2000. 1: 10-11.
ceso a los materiales de la colección del Museo Cárdenas, Mario
Arturo Jiménez Borja de Puruchuco. 1989 La población aborigen del valle de
Lima en el siglo XVI. Lima: Editorial
Bibliografía Lumen.
Abanto, Julio Castro, Jesús
2001 “San Juan de Lurigancho: distrito 1999 “Jicamarca una comunidad de la
de historia milenaria”. Lectura del sierra de Lima: una introducción
Instituto Cultural Ruricancho. 5: 1- a su estudio”. Boletín de Lima. (21)
10. 118:21-25.
2003a “Prospección Arqueológica en la Caviño, C.
Parte Alta de la Quebrada Canto 1967 “Introducción al estudio en el valle
Grande”. Lima: Informe de inves- del río Rímac”. Tesis de Ingeniero
tigación elaborado para el Instituto en Geología. Lima: Universidad
Nacional de Cultura. Nacional Mayor de San Marcos.
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