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OTROS INDICADORES

Las cifras adicionales que exponemos a continuación no hacen sino confirmar la crítica situación
económica y social de la población ecuatoriana durante los últimos años, como resultado de las
políticas de ajuste implementadas:

- En materia de disponibilidad de servicios básicos en la vivienda según datos del INEC


para el año 1995, tenemos que el 42,9 por ciento de la población careció del servicio de
agua potable, el 60,4 por ciento de eliminación de aguas servidas, el 48,1 por ciento de
servicio higiénico, el 56,4 por ciento de eliminación de basura, el 21,2 por ciento de
energía eléctrica, el 83,2 por ciento de teléfono y el 58,9 por ciento de ducha
- El déficit de vivienda alcanzo a 1,250.000 unidades. Lo que significó que,
aproximadamente, la mitad de los ecuatorianos no tenían casa. Desde 1980 solamente se
han construido 248.267 unidades.
- La desnutrición afectó a un 55 por ciento de niños menores de 5 años y es la quinta causa
de mortalidad, afectándose también a la calidad del recurso humano por el déficit calórico
y deficiencia de hierro, fósforo y calcio.
- La población protegida por el IESS bajo el Seguro General y el Seguro Social Campesino,
represento para 1996 el 19,67 por ciento de la población total ecuatoriana; lo cual
significa que 80 de cada 100 ecuatorianos no tienen protección de ninguna clase.
- Las condiciones de salud del Ecuador siguen siendo de las más bajas de toda América
Latina, situación que refleja en altas tasas de mortalidad infantil (60 de cada 1.000
nacimientos) y mortalidad materna, ya que por cada 10.000 nacimientos vivos mueren
200 madres.
- En materia de educación: apenas el 30 por ciento de los niños cumplen los nueve años de
educación básica; baja cobertura de la educación preprimaria, fundamentalmente en el
área rural (20 por ciento); 22 por ciento de deserción en la escuela primaria; y, el
analfabetismo sobrepasa el 25 por ciento.
- De acuerdo a una investigación sobre las condiciones de vida en el Ecuador realizada por
el SECAP y procesada por el Banco Mundial, en 1994 el 15 por ciento de los ecuatorianos
se hallaba bajo línea de pobreza, es decir que no estaba en posibilidades de consumir una
canasta de productos alimenticios con los requisitos mínimos de calorías para reponer el
desgaste diario; un grupo más amplio de la población (35 por ciento) se ubicaba en línea
de la pobreza total, concepto en el que se incluye la canasta básica de alimentos y
productos no alimenticios que son absolutamente esenciales; y, por último, hay una línea
llamada de vulnerabilidad, que alcanzaba a un 17 por ciento y que corresponda a un grupo
de personas que pueden caer en la pobreza. En conclusión, en 1994, el 35 por ciento de
la población ecuatoriana se encontraba en estado de pobreza (incluido el 15 por ciento de
pobreza extrema) y el 17 por ciento adicional era vulnerable a la pobreza.

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