Ambiórix y su tribu atacaron y mataron a unos legionarios romanos que buscaban alimento
fuera del campamento. Algunos soldados huyeron y se refugiaron en su fortaleza. Al ver
Ambiórix lo arriesgado que suponía seguir el combate, decidió negociar con los jefes romanos y les ofreció como información que otras tribus planeaban atacar los campamentos romanos con ayuda de tribus germánicas que cruzarían el Rin. Para evitar el riesgo podían trasladarse y acumular fuerzas en otro lugar. Decidieron los romanos trasladarse y, cuando cruzaban un valle, Ambiórix les atacó y la tropa romana fue exterminada, salvo unos pocos que escaparon por el bosque y llegaron hasta el campamento de Tito Labieno.1 Cayeron una legión y cinco cohortes.