AMBIENTES DE APRENDIZAJE: UNA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL

ARGUMENTACIÓN

El texto, fundamentalmente, realiza una descripción del concepto de ambiente de

aprendizaje, pasando desde su definición acuñada desde disciplinas ajenas a la pedagogía,
como la geografía y las ciencias naturales, hasta la versión del concepto encajada en la
contemporaneidad, a partir de la inserción de las nuevas tecnologías, en lo que hoy se define
como ambientes virtuales de aprendizaje.

En este sentido, es importante, primero que todo, definir el ambiente de aprendizaje implica
la revisión de diferentes elementos que lo componen, en especial desde la visión de la cultura
y la educación, que pasan desde su definición como problema, lo que equivale a pensar el
ambiente de aprendizaje como un fenómeno en donde se representan un numero de relaciones
que van más allá de la tradicional relación entre el profesor y el estudiante; pasando por los
elementos que lo relacionan con el establecimiento de relaciones orgánicas (naturaleza,
biosfera, y vida); hasta las que toman como un epicentro de construcción de las relaciones
sociales y comunitarias que se reproducen en la escuela.

De esta manera, el ambiente de aprendizaje, es un concepto que, dados los aportes de las
nuevas visiones sobre pedagogía y educación, implica una revisión constante de todo el
conjunto de relaciones de aprendizaje que se generan en un espacio que va más allá del
limitado por la visión de aula (cuatro paredes) y que integran múltiples elementos de
construcción, entre ellos las relaciones éticas y biológicas que se presentan en el mismo, en
sincronía con el desarrollo de procesos educativos.

El ambiente de aprendizaje, concebido desde esta perspectiva, tiene como materiales de

construcción, el hecho de evidenciar relaciones armónicas entre los participantes, en donde
la afectividad potencia el aprendizaje, convirtiendo el aula en un espacio de intercambio de
aprendizajes, sentimientos, sensaciones (estéticas), formas de interrelación comunitaria,
mediados por la lúdica (el juego) como amalgama que concreta estos elementos en un acto
educativo con objetivos específicos.

De esta manera, es importante pensar loa ambientes educativos o de aprendizaje, como un

concepto orgánico, vivo, que debe recrearse a partir del objetivo de establecerse como un
espacio educativo que vaya más allá de la figura clásica del aula y el ejercicio estático de la
docencia. De la misma manera, debe incluir la revisión de las nuevas tecnologías como
elementos con los que los niños y las niñas, actualmente mantienen un relación cotidiana, lo
que implica su necesidad de incluirlas en el espacio educativo.