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DESENCADENANTES
La comprensión de estos factores nos permite conocer la secuencia seguida hasta llegar a
cometer un hecho y saber la dinámica criminal. A los factores criminógenos se los ha
dividido de acuerdo a su función, en predisponentes, preparantes y desencadenantes.
La influencia del alcoholismo en los delitos violentos, es evidente. Este factor realiza una
doble función que es importante conocer: acentúa los activantes, además tiene la
fundamental característica de aniquilar los inhibidores. Analicemos brevemente.
El alcohol acentúa todos los factores que llevan hacia el crimen, así: el sujeto con unas
dosis en su organismo se torna más alegre o más triste si tiene esta predisposición. Si es
un sujeto depresivo, al cuarto alcohol ya estará llorando; si es un sujeto agresivo estará
deseando pelear. Quiroz Cuaron explica el alcoholismo en tres etapas: la del león que
siempre es el todo poderoso, la del mono que es gracioso, y la del cerdo en el suelo.
Factor Desencadenante.- Este factor precipita los hechos, es el punto final del drama. Es
la gota que derrama el vaso; en ocasiones, puede ser el más absurdo o el más
desconcertante. Por desgracia, este factor es el que más se tiene en consideración, igual
que la opinión pública. En ocasiones los jueces lo utilizan principalmente para sus
decisiones.
El factor desencadenante puede ser interno o externo, la agresión verbal o física, el "corto
circuito" de un cerebro dañado, la muerte de un ser querido, la alucinación del psicótico,
etc. Analicemos un ejemplo:
El factor desencadenante es mínimo: una broma cotidiana que, en este caso, no fue
soportada, y produjo una reacción desproporcionada.
DINAMICA
Los factores criminógenos se dividen en dos: factores exógenos y factores endógenos. Los
factores exógenos son aquellos que se producen fuera del individuo. Los factores
endógenos, son aquellos que están dentro del individuo y se encaminan hacia afuera.
A los factores exógenos, Ferri los denominó telúricos (temperatura, lluvia, precipitación
pluvial, fases lunares, terremotos, temblores, ciclones, etc.).
Tenemos los factores sociales: la familia, barrio donde se vive; si la familia está integrada o
desintegrada, cuántos hijos tiene, la pandilla con la que el sujeto se reúne, clase social a la
que pertenece. etc.
Igualmente influyen los factores sociales, el medio donde vive el sujeto antisocial, y cómo
influyó la sociedad en conducirle al delito, su ambiente cultural y económico; debemos
estudiar a su familia, si está integrada o no, cómo es su biografía, cómo ha vivido, qué
posibilidades de satisfacer sus necesidades tiene, dónde trabaja, etc. Cuando terminemos
de realizar éste estudio, podremos decir por qué cometió ese sujeto un hecho antisocial, y
decir que tan responsable es. Mientras tanto no hacemos justicia, ni podremos jamás
aplicar una sanción. El estudio criminológico del sujeto debería ser previo a la sanción, no
posterior. Dentro de los trastornos de la personalidad, los que presentan mayores rasgos
de peligrosidad son: los paranoides, esquizoides, esquizotípico, límite e histriónico.
PELIGROSIDAD
1. Capacidad criminal muy fuerte y adaptabilidad muy elevada. Es la forma más grave
(cuello blanco, político, financiero, industrial, etc).
2. Capacidad criminal muy elevada y adaptabilidad incierta. Es la forma menos grave, pues
su inadaptación atrae la atención sobre ellos (criminales profesionales, delincuentes
marginados, etc.).
3. Capacidad criminal poco elevada y adaptación débil (constituye la clientela habitual de
las prisiones, principalmente inadaptados psíquicos).
Como podemos observar, en el primer caso presenta un estado peligroso crónico, los dos
intermedios un estado peligroso marginal, y el último un estado peligroso episódico.
Podemos decir que la peligrosidad es la potencialidad del agente humano para atentar
contra las leyes de la evolución social. Esto justifica las medidas preventivas. A base de
una comprobación científica del estado de peligrosidad antes de que se haya cometido el
delito. La peligrosidad-causa y la temibilidad-efecto, se miden por los índices psicológicos,
biológicos, antropológicos y sociales del individuo, por el análisis de la vida anterior y de la
vida posterior al momento de la delincuencia; y por el estado de los móviles,
circunstancias y densidad antisocial del delito cometido.
EL DIAGNOSTICO
PRONOSTICO
TRATAMIENTO
3. Los hombres somos más aptos para la percepción en general que las mujeres, las
mujeres son más minuciosas que los varones para apreciar los detalles.
5. Las impresiones ópticas son testimoniadas con mayor facilidad que las acústicas; y el
resto de impresiones sensoriales, son reproducidas con gran vaguedad. Por lo tanto, es
preferible recurrir a su reconocimiento y no a su evocación.
6. Los datos cuantitativos en relación a testimonios son, en general, más imprecisos que
los cualitativos. Hay una tendencia generalizada a sobreestimar los números inferiores a
diez y las pausas de tiempo menores de un minuto. En cambio las pausas superiores a diez
y los números o espacios grandes tienden a ser subestimadas. En los testimonios de
hechos ocurridos pasado los seis años existe la inclinación a cortar el tiempo.
7. En la gente privada de sueño, se observa síntomas fisiológicos leves, como visión doble,
manos temblorosas, y un umbral bajo de dolor. Este antecedente es importante averiguar
para los fines pertinentes.
2. Deseo positivo como negativo, (celos) de que algo ocurra puede dar a creer que ese
algo ha ocurrido ya. En ambos casos se crea lo que se ha denominado "la sugestión de la
espera", en virtud de la cual la conciencia anticipa el tiempo y da por realizado lo que aún
no lo ha sido o sólo ha sido en parte. Precisamente por "la sugestión de la espera" se
explican los resultados tan diferentes que se observan en los experimentos acerca de la
fidelidad del testimonio, realizadas sin previa advertencia del sujeto y con los sujetos que
han sido previamente advertidos. Todos los prestidigitadores y los médiums saben que
cuanto más prolonguen la espera de los espectadores, tanto más fácilmente tomarán
éstos como real la simple apariencia del fenómeno anunciado.
2. DE LA MEMORIA (CONSERVACION)
3. Curva del olvido, Ebbinghaus, indica que el olvido es inicialmente rápido, y que la tasa
de olvido disminuye marcadamente después de un cierto tiempo. Olvidamos por una
interferencia, de otras informaciones que confunden a nuestra memoria.
Los experimentos de Loftus con los testimonios de testigos oculares indican que la
información recibida después de la percepción inicial a menudo reemplaza la información
original en nuestra memoria y nos predisponemos a jurar que la segunda impresión es la
única. Muchas de las personas que vieron la película de un accidente de tránsito y a
quienes se les preguntó después. ¿Qué velocidad llevaba el coche cuando pasó la señal de
stop?, creyeron haber visto una señal de stop, aunque en realidad habían visto una señal
de ceda el paso.
3. DE LA EVOCACION DEL SUCESO
Unas 150 personas vieron la película de un accidente de tránsito y se les preguntó sobre el
suceso. A quienes les preguntaron: ¿Aproximadamente a qué velocidad iban los
automóviles cuando se estrellaron el uno contra el otro?, dieron estimaciones de
velocidad más elevadas que aquellas otras personas a las que se les preguntó. ¿Cómo iban
los automóviles cuando chocaron? Además, los que oyeron el verbo "estrellarse"
afirmaban haber visto vidrios rotos, que los que habían oído la palabra "choque". De
hecho, no se rompió ninguna luna en el accidente. Obviamente, oír la palabra "estrellarse"
daba a esos "testigos" nueva información. Asociando la palabra con una velocidad elevada
y un accidente más grave, "llenaron las lagunas" y extrajeron sus propias conclusiones.