Professional Documents
Culture Documents
MENTAL
HAZRAT INAYAT KHAN
Traducción:
Salim Gabriel Hernández
I.S.B.N.: 978-84-8352-711-5
Depósito Legal: M-29320-2012
Impresión: Ulzama
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
expulsados del cuerpo mediante la exhalación. El místico va más
allá, diciendo que no es sólo del cuerpo, sino también de la mente.
Si uno sabe cómo quitar las impurezas, podría limpiar más de lo
que se imagina. Las impurezas de la mente pueden ser expulsadas
mediante la forma correcta de respirar. Esto es por lo que los mís-
ticos combinan la respiración con la postura. La postura ayuda a
aquietar la mente, la respiración ayuda a limpiarla. Las dos van jun-
tas.
La tercera forma de purificar la mente es mediante la acti-
tud, mediante la actitud correcta hacia la vida. Ésta es la manera
moral y el camino regio hacia la purificación. Una persona puede
respirar y sentarse en silencio en mil posturas, pero si no tiene la
actitud correcta hacia la vida, nunca se desarrollará. Esto es lo prin-
cipal. Pero la cuestión es, ¿cuál es la actitud correcta? La actitud
correcta depende de cómo de favorable es uno con respecto a los
propios defectos. Muy a menudo se está dispuesto a defenderse de
las propias faltas y errores, y se quiere hacer de lo malo lo bueno.
Pero no se tiene la misma actitud hacia los demás. Les reprendemos
cuando llega el momento de juzgarles. ¡Es tan fácil desaprobar a
los demás! Es tan fácil dar un paso más allá y tener aversión a los
demás, y para nada difícil dar un paso todavía más allá y odiar a los
demás. Y cuando se actúa de esta manera, no se piensa que se esté
haciendo nada malo. Aunque sea una condición que se desarrolla
dentro de nosotros, sólo se ve en lo de fuera. Toda la maldad, que
se acumula dentro, se ve en otra persona. Por tanto el hombre está
siempre en una ilusión; está siempre complacido consigo mismo y
siempre culpando a los demás. Y lo extraordinario es que el más
censurable es quien más culpa. Pero está mejor expresado al revés.
Porque uno es el que más culpa, se vuelve el más merecedor de
culpa.
10
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
hablar mal de otro sin hacerlo de sí mismo. Porque el que habla mal
de los demás es malo él mismo.
Por tanto la purificación de la mente, desde un punto de
vista moral, debería aprenderse en la vida cotidiana. Intentando
considerar las cosas con simpatía, favorablemente, mirando a los
demás como se mira uno a sí mismo, poniéndose uno mismo en el
lugar del otro en vez de acusar a los demás al ver sus debilidades.
Las almas en la tierra nacen imperfectas y muestran imperfección,
y desde aquí se desarrollan naturalmente, yendo hacia la perfec-
ción. Si todo fuera perfecto, no habría propósito en su creación. Y
la manifestación ha tenido lugar para que aquí cada ser pueda supe-
rar la imperfección hacia la perfección. Éste es el objeto y la ale-
gría de la vida y para esto fue creado el mundo. Si esperásemos que
cada persona fuera perfecta y que las condiciones fueran perfectas,
entonces no habría alegría en vivir ni propósito en venir aquí.
La purificación de la mente significa por tanto purificarla
de todas la impresiones indeseables. No sólo de los defectos de los
demás, sino que debe llegarse al estado en el que uno olvida los pro-
pios defectos. He visto a gente justa que se han acusado a sí mismos
de sus errores hasta que ellos mismos se han convertido en el error.
Concentrarse todo el tiempo en el error significa agravarlo sobre
la mente. El mejor principio es olvidar a los demás y olvidarnos a
nosotros mismos y emplear nuestras mentes en acumular todo lo
que es bueno y hermoso.
Hay una ocupación muy significativa entre los niños de la
calle en India. Cogen la tierra de cierto lugar y tienen un modo de
encontrar en esta tierra algún metal como oro o plata, y todo el día
sus manos están en el polvo. ¿Pero buscando el qué? Buscando oro
y plata.
11
12
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
2. LA MENTE PURA
13
14
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
alguien fascinado por ella por un preció quizás cuatro veces su valor.
¿Por qué ellos tuvieron éxito y yo no lo tuve?” Le dije, “Tu camino es
diferente, el camino de ellos es diferente. Ellos pueden tener éxito
mediante la deshonestidad, tú puedes tener éxito mediante la hones-
tidad. Si tomas el camino de ellos no tendrás éxito”.
Por eso a veces el que está ocupado en desarrollarse men-
talmente mediante la purificación mental puede tener que experi-
mentar pequeños sacrificios, fracasos menores. Pero éstos son sólo
un proceso hacia algo realmente substancial, que de verdad merece
la pena. Si no se desanima por un pequeño fracaso, ciertamente
llegará a un estado en el que el éxito será suyo. La pureza de mente
libera fuentes de inspiración que de otra forma permanecen cerra-
das. Y es a través de la inspiración por lo que se disfruta y aprecia
todo lo que es hermoso, y se crea todo lo que es bueno para la ale-
gría y el placer de los demás.
Una vez visité el estudio de un pintor que había muerto.
Me senté por quince minutos, y me vino tal depresión que pre-
gunté a la viuda del pintor, “¿cuál era la condición de su marido?”.
Y ella contestó, “una condición terrible. Su espíritu estaba hecho
añicos.” Le dije, “eso es lo que muestran sus pinturas”.
El efecto era tal que cualquiera que hubiera visto sus pin-
turas hubiera sufrido la misma influencia. Si tenemos pureza de
mente creamos pureza. En todo lo que hacemos, arte, política,
negocios, música, industria, vertimos la pureza de nuestra mente
en tal medida que incluso aquellos que nos rodean, conocidos o
desconocidos, toman parte en nuestra alegría. Se dice que las enfer-
medades son infecciosas. Pero la pureza de mente es infecciosa
también y su efecto crea pureza en los demás. Algunos lo mantie-
nen por largo tiempo, otros por un tiempo corto. Depende de la
mente.
15
16
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
pués lo olvidó. Durante sus ocupaciones diarias vino un momento
en que pensó, “¡Debería estar en ese lugar! No he ido. Lo he olvi-
dado. Debería estar allí. ¿Por qué no estoy allí? ¿Por qué lo olvidé?”
Esta idea que vino a su memoria estaba en su mente subconsciente.
Y como su voluntad quería conocerla surgió. Él sabía sin duda que
tenía un compromiso, que tenía la intención de estar allí. Sólo lo
había olvidado por un momento. ¿Dónde estaba? En esa parte de la
mente que se llama el subconsciente.
Tuve una vez un alumno que estaba muy interesado en
ejercicios espirituales y cuestiones metafísicas, me dejó y se con-
virtió en un hombre de negocios. Los negocios ocupaban todo
su tiempo. Me olvidó totalmente. Durante diez años nunca hizo
sus prácticas. Un día sucedió que fui a la ciudad donde él vivía, y
recordó a su antiguo maestro que había regresado. Cuando escu-
chó la charla que di, todo lo que él había aprendido diez años antes
revivió en un momento; tan sólo estaba impaciente por salir. Dijo,
“Todo está vivo para mí. Por favor dime qué hacer”. Ahora él estaba
deseando hacer cosas.
Y así es. Todo lo que está en la mente, todo lo que nunca se
ha pensado, todo por lo que nunca uno se ha preocupado, está allí;
y cuando uno se libera de las preocupaciones mundanas, todo se
vuelve vivo.
Con la muerte viene liberación. Después de la muerte la
mente llega a una vida más grandiosa, una vida más real que aquí.
La muerte es un desvelar, quitar una cubierta, después de la muerte
el alma sabrá muchas cosas en relación con su propia vida y en rela-
ción con el mundo entero que hasta ahora habían estado escon-
didas. Por tanto la comprensión de lo que se dice sobre el cielo y
el infierno que se ha acumulado en nuestra mente, en el más allá
será nuestra. Hoy nuestra mente está en nosotros. En el más allá
17
18
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
3. DESAPRENDER
19
20
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
están abiertos a otra; que no se ve la pérdida o no se ve la ganancia.
Si se reconoce lo correcto, no se reconoce lo incorrecto.
Purificación mental quiere decir que la impresiones tales
como bueno y malo, correcto e incorrecto, pérdida y ganancia, y pla-
cer y dolor, estos opuestos que bloquean la mente, deben ser aclara-
dos viendo lo opuesto en cada cosa. Entonces uno ve el enemigo en
el amigo y el amigo en el enemigo. Cuando uno puede reconocer el
veneno en el néctar y el néctar en el veneno, éste es el momento en
que la vida y la muerte se vuelven uno también. Los opuestos ya no
más permanecen opuestos ante uno. Esto es llamado purificación
mental. Y aquellos que llegan a este estado son los sabios en vida.
El tercer campo de la purificación mental es identificarse
con lo que no se es. Mediante esto uno purifica la mente de impre-
siones de la propia falsa identidad.
Daré como ejemplo la historia de un sabio en India. La his-
toria comienza diciendo que un hombre en su juventud preguntó
a su madre, que era una campesina que vivía en una aldea, “¿Cuál
es la mejor profesión, madre?” Y la madre contestó, “No lo sé hijo,
pero sé que aquellos que buscaron lo más alto en la vida fueron en
busca de Dios”. “Entonces, ¿dónde debo ir, madre?”, preguntó. Ella
contestó, “No sé si es práctico o no, pero ellos dicen que a la soledad,
al bosque”. Así que él se fue por mucho tiempo y vivió una vida de
paciencia y soledad. Y una o dos veces entre medias él fue a ver a
su madre. A veces su paciencia estaba exhausta, su corazón roto.
A veces estaba contrariado por no encontrar a Dios. Y cada vez su
madre lo mandaba de vuelta con un consejo más fuerte. A la ter-
cera visita él dijo “Ya he estado allí por mucho tiempo”. “Sí”, dijo la
madre, “Creo que ya estás preparado para ir a un maestro”. Así que
fue a ver a un maestro. Y había muchos aprendices aprendiendo
bajo este maestro. Cada aprendiz tenía un cuarto para sí mismo
21
22
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
ya había empezado a mover sus articulaciones. Y le dije, “En seis
semanas vendré de vuelta”. Y en seis semanas se había levantado de
la cama y tenía todavía una mayor esperanza de curarse. No obs-
tante su paciencia no era tan grande como debería haber sido. Un
día estaba acostada en la cama y pensó, “¿Me curaré alguna vez?”.
El momento en el que ella tuvo ese pensamiento volvió a la misma
condición, porque su alma se había identificado con una persona
enferma. Para ella era imposible verse a sí misma estando bien. No
podía imaginar que alguna vez pudiera estar bien. No podía creer
que sus ojos vieran que sus articulaciones se estaban moviendo. No
podía creerlo.
La gente puede estar bien en sus cuerpos pero no en sus
mentes. Muy a menudo mantienen una enfermedad de la que
podrían deshacerse. Y lo mismo ocurre con la miseria. La gente
que es consciente de la miseria atrae miserias. Ellos son su propia
miseria. No es que la mala suerte esté interesada en ellos, sino que
ellos están interesados en la mala suerte. La mala suerte no elige a
la gente. La gente elige la mala suerte. Sostienen ese pensamiento y
ese pensamiento se convierte en ellos mismos. Cuando una persona
está convencida de que va hacia abajo, va hacia abajo. Su pensa-
miento le ayuda a hundirse.
Por tanto el tercer aspecto de la purificación mental es
poder identificarse con algo más. Los sufíes tienen su propia forma
de enseñarlo. Muy a menudo uno mantiene la idea del propio
maestro espiritual; y con esa idea uno gana el conocimiento y la
inspiración y el poder que el maestro espiritual tiene. Es justo como
una herencia.
El hombre que no puede concentrarse tanto como para
olvidarse de sí mismo, e ir profundo en el asunto en el que se con-
centra, no tendrá éxito en dominar la concentración.
23
24
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
El primer paso para el descanso de la mente es la relajación
del cuerpo. Si se es capaz de relajar el sistema muscular y nervioso a
voluntad, entonces la mente es automáticamente refrescada. Ade-
más de esto, uno debe ser capaz de expulsar la ansiedad, preocupa-
ciones, dudas, y miedos por la fuerza de la voluntad, situándose uno
mismo en un estado de reposo. Esto será efectuado con la ayuda de
la respiración adecuada.
Se produce un gran magnetismo mediante el aquietar
y purificar la mente. Y su falta causa pérdida de magnetismo. La
presencia de aquéllos cuya mente no está purificada y quieta se
convierte en una fuente de malestar para los demás así como para
ellos mismos. Y atraen poco porque el poder de atracción se ha per-
dido. Todo el mundo está cansado en su presencia, y su atmósfera
causa inquietud y malestar. Son una carga para sí mismos y para los
demás.
Una vez que la mente está purificada, el siguiente paso es el
cultivo la cualidad del corazón, que culmina en la realización espi-
ritual.
25
26
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
de mal en peor y que nos estamos volviendo más groseros cada día.
¡Si sólo nos diéramos cuenta lo lejos que estamos de lo que se podría
llamar percepción profunda!
Cuando una persona trata de entender las cosas sutiles
sólo mediante cálculos matemáticos, ha llegado a la esfera densa.
No quiere hacerse sutil, y quiere hacer del espíritu, que es la cosa
más fina, algo denso e inteligible. Por tanto es de la mayor impor-
tancia para la realización espiritual desarrollar la percepción sutil.
He visto a gente entrar en trance o sumergirse en meditación pro-
funda y sin embargo faltarles la percepción sutil. Y entonces esto no
es de valor. No son realmente espirituales. Una persona realmente
espiritual debe tener una mentalidad como líquido, no como una
roca; una mentalidad que se mueve, no cruda y densa.
Esta cuestión tiene también un lado metafísico. Hay dos
experiencias en la vida. Un campo de la experiencia es la sensa-
ción, el otro campo es la exaltación; y es mediante estas dos expe-
riencias que uno intenta experimentar la felicidad. Pero lo que se
experimenta mediante la sensación o en la forma de sensación no
es necesariamente felicidad; es placer. Podría tener la apariencia
de felicidad por un momento, pero es sólo una insinuación de la
felicidad.
La exaltación es algo que los místicos experimentan. Y
aquellos que no son místicos también, pero no saben lo que es. No
pueden distinguir entre sensación y exaltación. A veces la exal-
tación puede ser el resultado de la sensación. Es posible; pero al
mismo tiempo la exaltación que depende de la sensación, no es una
exaltación independiente.
Hay dos grados diferentes de exaltación. Para el sufí, el alma
es una corriente que une el cuerpo físico con la fuente. Y el arte
del reposo naturalmente hace más fácil para el alma experimentar
27
28
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
poderoso. Está más allá de las palabras y más allá incluso de nuestra
limitada concepción al pensar en la fuente, salvo que cuando reci-
bimos mayor inspiración, paz, alegría, y magnetismo, apreciamos
las cosas mucho mejor. De esta forma podemos entender un poco
lo grandiosa que debe ser la fuente. Cuanto más grandiosos somos
más cercanos estamos de la fuente. Como dice el gran poeta indio
Khusrau, “Cuando me convierto en Ti y Tú te conviertes en mí, ni
Tú puedes decir que yo soy diferente ni Tú puedes decir que Tú
eres diferente”.
Los diferentes grados de exaltación son como las diferen-
tes notas en la música. Igual que distinguimos entre notas más bajas
y más altas, así es con los diferentes grados de la experiencia de la
exaltación. Incluso leer un hermoso poema puede producir exal-
tación. La buena música provoca exaltación, y un sentimiento de
gran alegría también lo hace. Todos ellos disuelven la congestión.
Hay células finas de los nervios, que se liberan, y el cuerpo experi-
menta relajación.
Hay una diferencia entre sensación y exaltación, pero
cuando llegamos a las palabras, hay siempre confusión. Se puede
decir que la exaltación es la fusión de toda sensación; pero si se dice
que la exaltación es a través de la sensación, también es verdad.
Tanto como necesitamos la sensación para hacer concreta
nuestra experiencia en la vida, igual o incluso más necesitamos la
exaltación para vivir nuestra vida plenamente. Las creaciones infe-
riores tales como los pájaros y las bestias también tienen vislumbres
de exaltación. No sólo se regocijan en buscar y encontrar semillas,
en hacer nidos o en jugar en el aire, en cantar y en correr en el bos-
que. Hay momentos que incluso las bestias y los pájaros sienten
exaltación. Y si profundizamos más en la materia, entenderemos
lo que leemos en uno de los más maravillosos versos de la tradición
29
30
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
moral –cuando sentimos haber dicho o hecho algo desagradable;
cuando pedimos perdón, y nos humillamos ante alguien con quien
hemos sido desconsiderados. Entonces hemos humillado nuestro
orgullo. O cuanto sentimos una profunda gratitud hacia alguien
que ha hecho algo por nosotros; cuando hemos sentido amor, sim-
patía, devoción, que parecen interminables y que parecen tan gran-
des que nuestro corazón no puede acomodarlos, cuando hemos
sentido tanta piedad por alguien que nosotros mismos hemos olvi-
dado; cuando hemos encontrado una profunda felicidad en rendir
un humilde servicio a alguien necesitado; cuando hemos dicho una
oración que ha llegado desde el fondo de nuestro corazón; cuando
nos hemos dado cuenta de nuestra limitación y pequeñez en com-
paración con la grandeza de Dios; todas estas experiencias elevan al
hombre.
El momento en que tenemos estas experiencias, no vivi-
mos en la tierra sino en otro mundo. La alegría de tales experiencias
es muy grande, y sin embargo pueden ganarse sin pagar nada, mien-
tras que las sensaciones cuestan algo. Tenemos que ir al teatro, ir a
todo tipo de entretenimientos. Todo esto cuesta algo. Cuestan más
de lo que merecen la pena; pero la exaltación, que está más allá del
precio, viene por sí misma tan pronto como se muestra inclinación
hacia ella. Sólo es cuestión de cambiar nuestra actitud.
Una vez visité un gran sabio en Bengala. Le dije, “Qué ben-
dita vida la tuya, que das placer y felicidad a tantas almas”, pero él
contestó, “Qué privilegiado soy yo mismo que vienen a mí mil veces
más placer y felicidad”.
Exaltación es un proceso purificador. Un momento de
exaltación puede purificar la maldad de muchos años, porque es
como bañarse en el Ganges, como dicen los hindúes. Es simbólico.
La exaltación es el Ganges, y si nos bañamos en él nos purificamos
31
32
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Es sólo vanidad. Y mientras más vanidad menos progreso hacemos
en el camino espiritual. Mostrarse diferente de los demás es lo peor
en el camino espiritual. Aquellos que están realmente evolucio-
nados, están contentos de actuar como cualquiera actuaría. Para
los novelistas parece hermoso describir a los maestros viviendo en
cuevas en los Himalayas o moviéndose en el bosque en algún lugar
inaccesible y encontrarlos, siempre manteniéndose alejados y apar-
tados, de forma que nadie pueda llegar hasta ellos. Pero cada alma
tiene una chispa divina, y por tanto si hay un estado más elevado
de la evolución humana es para los seres humanos, no para aquellos
fuera del mundo humano. Si están fuera del mundo humano, no
hay relación entre nosotros y ellos. Las grandes almas espirituales
han vivido en el mundo, en medio del mundo, y han probado ser los
más grandes maestros.
Imagina la vida de Abraham, de Moisés, la vida de Jesu-
cristo; y también la vida de Mahoma en guerras y batallas, y sin
embargo tan exclusiva y remota, tan espiritual como nadie podría
ser. Y Krishna, imagínatelo en Kurukshetra luchando en la bata-
lla, dando lugar a una escritura universal. Si todos ellos hubieran
vivido en cuevas en las montañas no nos hubiéramos beneficiado
de ellos. ¿De qué sirven esos santos que nunca vemos, esos que
están fuera del mundo, para nosotros que estamos expuestos a mil
dificultades en cada momento de nuestra vida? Y estas dificultades
están en incremento. Con la evolución del mundo la vida se vuelve
más pesada, más difícil. No, la maestría, la santidad, la evolución
deben mostrarse aquí en la tierra. Es muy fácil ser evolucionado en
el séptimo cielo. Pero la exaltación experimentada e impartida a los
demás aquí en la tierra es la exaltación, que más merece la pena.
En cuanto a lo denso y lo sutil de la naturaleza humana,
los héroes, reyes, maestros, profetas, aquéllos que se han ganado el
33
34
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
5. MAESTRÍA
36
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
difícil para cualquiera mirar la vida de esta manera. Pero este hom-
bre que estaba en los negocios, este hombre que ni siquiera pensó
nunca en el misticismo, pudo también llegar a la concepción que
el místico descubre tras años de meditación. Era una concepción
puramente mística.
Cuando los derviches, que a veces tienen las mangas
remendadas o están escasamente vestidos, quienes a veces tienen
comida y otras no, se dirigen unos a otros, dicen, “Oh rey de reyes,
oh emperador de emperadores”. Es la conciencia de lo que es rey o
emperador, lo que está ante ellos. La frontera de su reino no es limi-
tada. El universo entero es su reino. Es de esta forma que un alma
procede hacia la perfección, al abrir la conciencia y elevarla más
alto. Cuando el alma se desarrolla espiritualmente, se eleva a una
altura donde ve un horizonte más amplio; por tanto su posesión
se vuelve mayor. Podrías decir, “por mirar al horizonte éste no se
convierte en nuestra posesión; lo que poseemos es lo que podemos
llamar nuestro”. Pero Colón fue el primero en ver América. Él no
fue el primero en poseerla. La posesión vino después. La primera
cosa es ver, después poseemos; ¿pero si no vemos cómo podemos
poseer? Y sin ver nuestra posesión no es nuestra posesión.
Hay dos formas diferentes, dos ángulos diferentes desde
los que se debería mirar a la perfección. Una de ellas se puede com-
parar con una línea perpendicular y la otra con una línea hori-
zontal. La forma, que se compara con una línea perpendicular, es
alcanzar el conocimiento interior. ¿Cómo se alcanza este conoci-
miento? Primero de todo, mediante la concentración uno alcanza
el conocimiento interior, lo que quiere decir que se es capaz de ver
concretamente y ser consciente de algo que está aparte del propio
cuerpo físico. Una persona puede ser consciente de un poema, una
palabra, un dibujo, una idea o algo, y si puede ser tan consciente de
37
38
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
más en la vida puede decirse que hay tal cosa como un accidente.
Entonces uno ve que todo lo que ocurre está destinado y preparado,
cuando uno lo atrapa en su condición preparatoria antes de que se
haya manifestado en el plano terrestre.
Y si se va más lejos, hay conciencia en su aspecto de inteli-
gencia pura. Es conocer y sin embargo no conocer nada. Y no cono-
cer nada significa conocer todas las cosas. Porque el conocimiento
de las cosas es lo que embota la facultad de conocer. En otras pala-
bras, cuando una persona está mirando un espejo, su reflejo cubre
el espejo y en ese espejo nada más puede ser reflejado. Por tanto
cuando la conciencia es consciente de algo, se embota. En ese
momento se embota, o en otras palabras está cubierta por algo de
lo que es consciente. El momento en que esa cubierta es retirada, es
su propio ser, es inteligencia pura, es espíritu puro. En esta condi-
ción su poder, vida, magnetismo, fuerza, su capacidad, son mucho
mayores, incomparablemente mayores de lo que uno puede ima-
ginar. Lo que ocurre no puede ser explicado excepto diciendo que
con la ayuda de la meditación se alcanza esa condición. Y si se va
todavía más arriba, no hay ni conciencia, es una especie de condi-
ción omnisciente, que es la señal de la perfección interna.
Ésta es una dirección de progreso. Hay otra dirección de
progreso; ésta es verse uno mismo reflejado en otro. Cuando se es
amigo de otra persona, de manera natural la propia simpatía, amor,
amistad, hace que uno se vea a sí mismo en el otro, y esto da la
inclinación al sacrificio. Nadie se sacrifica por otro que no sea uno
mismo. Si este sentimiento se desarrolla se extiende más lejos, no
sólo con el amigo, con el vecino, sino con el extraño, con la bestia
y el pájaro y el insecto; se es uno con todos los seres vivos, y esto
da tanta visión interior del otro como la otra persona tiene de sí
misma. Uno sabe tanto de él como él sabe de sí mismo, incluso más.
39
40
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
tar mirarlo todo desde otro punto de vista, intentar pensar como
piensa la otra persona. No es algo fácil porque desde la infancia se
aprende a creer que uno debe mantenerse en sus propios pensa-
mientos. Uno no se cambia al pensamiento de otro. El hecho de que
se tenga un pensamiento hace que uno mismo se mantenga en él.
Es por tanto una señal de expansión poder ver desde el punto de
vista de un niño, o desde el punto de vista de una persona ignorante,
cómo mira las cosas. Y lo más interesante es que esto le lleva a uno
a ser tolerante y paciente. De esta forma uno extiende el conoci-
miento a un grado que ninguna lectura puede dar.
Entonces se empieza a recibir desde todas las fuentes;
se atraerá el conocimiento desde cada plano tan pronto como la
mente se vuelva tan flexible que no se estanque en su propio punto
de vista.
Este proceso es llamado desaprender. Si dices a cierto hom-
bre, “Ésta no es una buena persona”, aunque puedas estar bastante
equivocado la tendencia general es fijarse a esa idea. Pero la mayor
evolución es ver también desde el punto de vista de este hombre.
Él tiene una razón para ser como es. Quizás está demasiado poco
evolucionado para ver, o está más evolucionado y menos interesado
en la otra persona. Sin embargo, viendo desde su punto de vista no
pierdes el tuyo propio. Tu punto de vista está todavía ahí; pero el
otro punto de vista se añade al tuyo, por tanto tu conocimiento se
hace mayor. Esto significa un mayor ensanchamiento del corazón
y a veces el corazón siente dolor cuando lo ensanchas. Pero ensan-
chando el corazón y haciéndolo más y más grande, tú conviertes tu
corazón en el Libro sagrado.
Y el tercer aspecto es sentir otra persona. Un hombre es
muy a menudo diferente de lo que aparenta y de lo que piensa. A
veces actúa y habla de forma muy distinta a como siente; y si tus
41
42
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
todos logrando un resultado deseado, mediante el poder equivo-
cado y el poder correcto, un resultado destinado a ser, que es el pro-
pósito de la vida.
Entonces de forma natural se vuelve la espalda al espíritu
dogmático: “te equivocas” y “llevas razón”, y llega el espíritu del
sabio: no decir nada, conocerlo todo, hacerlo todo, sufrirlo todo.
Esto hace a uno el amigo de todo y el sirviente de todo. Y con todas
las comprensiones de la verdad mística y la realización espiritual,
uno se da cuenta de una cosa, la única cosa que merece la pena, y es
ser de alguna pequeña utilidad a nuestros compañeros humanos.
43
Mucha gente piensa que lo físico tiene poco que ver con
lo espiritual. ¿Por qué no, se preguntan, dejar de lado la idea de lo
físico para ser enteramente espiritual? Sin el aspecto físico de nues-
tro ser el propósito de la vida no podría ser realizado, el alma no
habría tomado un cuerpo físico y el espíritu no habría producido el
mundo físico. Un poeta indostaní dice, “Si el propósito de la crea-
ción pudiera haber sido completado por los ángeles, que son entera-
mente espirituales, Dios no habría creado el hombre”. Esto muestra
que hay un gran propósito que realizar por lo que es llamado el
cuerpo físico. Si la luz de Dios pudiera haberse mostrado direc-
tamente, no hubiera habido una manifestación tal como Cristo.
Fue necesario, por así decirlo, que Dios caminara en la tierra en el
cuerpo físico. Y la concepción de que el cuerpo físico está hecho de
pecado, y que es el aspecto más bajo del ser, muy a menudo probará
ser un error, porque es a través de este cuerpo físico que se logra lo
más elevado y el más grandioso propósito de la vida. Una persona
sólo lo llama su cuerpo físico por ignorancia. Una vez que el conoci-
miento llega a él empieza a verlo como el templo sagrado de Dios.
Nuestra experiencia en la vida a través del cuerpo físico
tiene cinco aspectos. El primer aspecto es la salud, cuya posesión es
el cielo, y cuya ausencia el infierno. No importa lo que tengamos en
la vida, riqueza, renombre o fama, poder o posición, comodidad o
conveniencia, sin salud todo eso es nada. Cuando una persona tiene
salud no piensa en ella, no la valora. Se preocupa de cosas que no
44
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
tiene. Intenta sacrificar su salud por placeres, por riqueza material.
Está dispuesto a sacrificar su salud por sus fantasías intelectuales,
por alegría, por regocijo, por un buen rato, por una ambición que
quiera satisfacer. Pero muy a menudo antes de que la ambición o
el deseo se cumplan llega el colapso y entonces empieza a darse
cuenta de lo que significa la salud. Nada puede comprarla, nada
puede compararse con ella. Si recogiéramos juntas todas las ben-
diciones que pueden recibirse en la vida y las pesáramos en una
balanza, encontraríamos que la salud es la que más pesa.
Es la salud la que capacita al hombre para ser tanto mate-
rial como espiritual. Su falta le quita de lo material así como de lo
espiritual. Le roba de lo material porque su condición no está en
orden y de la espiritualidad porque es la totalidad de la salud la
que capacita al hombre para experimentar la vida espiritual ple-
namente. No quiero decir que sea un pecado estar enfermo y una
virtud estar bien; quiero decir que la salud es una virtud y la enfer-
medad un pecado.
Otro aspecto de la existencia física es el equilibrio. Es el
equilibrio el que da control sobre el cuerpo. Por el equilibrio el
hombre puede permanecer de pie, andar, y moverse. Cada acción,
cada movimiento físico, es sostenido por el equilibrio. Y la falta de
equilibrio siempre mostrará alguna carencia en el carácter de una
persona y al mismo tiempo la condición de su vida. En cualquier
forma que la falta de equilibrio se manifieste, siempre significa
que algo falta en la personalidad. Si se estudia el caminar de una
persona, la forma en que se mueve o mira, todo lo que hace, se ve
que siempre que el equilibrio falta algo falta detrás que uno puede
no conocer pero que saldrá a la luz en su momento. Por ejemplo,
cuando una persona se tambalea, no creas que es sólo un defecto
exterior; tiene algo que ver con el carácter del hombre. Igual que
45
46
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
nuestros negocios, industria, profesión, y mil cosas que hacer en
nuestro día a día? La respuesta es que deberíamos convertir todo
lo que hacemos en una oración. Entonces sea cual sea nuestra pro-
fesión, trabajo, y ocupación en la vida diaria, todo nos ayudará en
la realización espiritual. Entonces cada una de nuestras acciones se
convertirá en una oración. Cada movimiento que hagamos hacia el
sur, el norte, el oeste o el este apuntará a la meta espiritual. No todo
el mundo se percata de cuánto equilibrio falta en su vida. Entre cien
personas apenas puedes encontrar una realmente en equilibrio.
Hay un equilibrio espiritual también, pero este equilibrio espiritual
se alcanza primero equilibrando el cuerpo físico y sus movimien-
tos.
El tercer aspecto de nuestra existencia física es el perfec-
cionar nuestro cuerpo, en otras palabras, la finura, la capacidad de
sentir, del cuerpo. Hay un temperamento espiritual, y este tem-
peramento puedes verlo en el cuerpo de una persona. Hay gente
sensible, quizás un poco nerviosa, y también hay gente densa que
tiene un aspecto bastante diferente. Una persona sensible que
puede apreciar la música, que puede responder a la belleza de línea
y color, que puede disfrutar plenamente los sabores salado y dulce,
agrio y amargo, que puede sentir calor y frío, que puede percibir la
fragancia, distinguir todo esto, es quien ha nacido con un tempera-
mento espiritual. La persona que no tiene amor por la música, que
no puede apreciar la fragancia, que no puede entender la belleza de
línea y color, esa persona es densa, y le llevará tiempo desarrollarse.
Por tanto la experiencia de toda la alegría y el placer que ofrece la
vida no está en la materialidad, está en la espiritualidad. No es la
persona material la que experimenta la vida plenamente; es la per-
sona espiritual quien lo hace.
Uno podría preguntar, “Entonces ¿qué pasa con los ascetas
47
48
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
tunidad de experimentar lo que está dentro de él. Pero al mismo
tiempo el cuerpo está equipado con el instrumento, con los medios,
con los que experimentar tanto la vida exterior como la interior. Si
una persona no usa su mano o su pierna durante muchos años, el
resultado será que pierde su vitalidad, vida, energía, y nunca más
será de ningún uso. Conocemos el uso de nuestras manos y pies,
que son las partes exteriores el mecanismo físico. Pero hay partes
más internas y más finas del mecanismo físico que los místicos han
llamado centros, cada centro teniendo su objeto particular –intui-
ción, inspiración, impresión, revelación- y todo ello es experimen-
tado por medio de estos centros.
Tal como los órganos de nuestros sentidos pueden expe-
rimentar la vida que nos rodea, así los centros nerviosos pueden
experimentar la vida que esta dentro de nosotros. Pero cuando no
se usan estos centros durante muchos años se atrofian, no se des-
truyen pero se atrofian, y ya no pueden usarse para lo que existen.
Muchos que se embarcan en el trabajo espiritual guiados por un
maestro apropiado empiezan a sentir una sensación en el medio
de la frente, como si algo se estuviera despertando allí. Después de
algún tiempo empiezan a notar más y más una esfera de la que eran
bastante ignorantes. Hay algunos que empiezan a notar una sensa-
ción en el plexo solar, que no habían tenido antes. Si esta sensación
se despierta ellos de forma natural se hacen más intuitivos. Algunos
sienten cierta sensitividad arriba de la cabeza, o en el centro de su
garganta. Con su crecimiento lo sienten más y más. Entre esta gente
sin duda se encontrarán algunos que son intuitivos por naturaleza.
La diferencia entre aquellos cuyos centros responden y
aquellos cuyos centros nerviosos no responden es la de la roca y
la planta. La roca no responde a la simpatía, pero la planta sí. Y
así aquellos cuyos centros intuitivos están despiertos en alguna
49
50
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
que es experimentado por los sentidos físicos. Pero además hay
una alegría que no depende de los sentidos, que sólo depende de la
exaltación; y esa exaltación se experimenta también por medio del
cuerpo.
¿Cómo se alcanza? Hay acción y su resultado, y hay reposo
y su resultado. Al resultado de una acción, se le llama sensación, y
al resultado del reposo, exaltación. En el Masnavi de Rumi, el poeta
más maravilloso de Persia, leemos acerca de las bendiciones de dor-
mir, donde él dice, “Oh sueño, no hay mayor dicha que se compare
contigo. En el sueño los prisioneros son libres de su prisión, y los
reyes no poseen trono y corona. Los pacientes que sufren pierden
su dolor o preocupaciones, y las penas se olvidan”. Esto muestra que
el sueño es una forma de reposo, que se logra automáticamente, que
nos eleva sobre las ansiedades, preocupaciones y malestares, sobre
las penas y preocupaciones. Cuando esta condición de reposo puede
ser provocada a voluntad, se tendrá una experiencia de maestría,
porque entonces no se es dependiente de una condición automá-
tica. Si esta condición que nos eleva sobre nuestras preocupacio-
nes, problemas, penas, ansiedades, dolores y sufrimiento puede
ser producida dentro de nosotros, algo grande se logra. Y la forma
de lograrlo es practicando el reposo. Lo primero que un maestro
hace en la vida es dominar los cinco aspectos que he mencionado, y
habiéndolos dominado está preparado para el siguiente paso en la
realización espiritual.
51
52
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
descorazonado, o valiente y entusiasta, o bien equilibrado, porque
todos estos atributos pertenecen a la mente. El hombre no es su
cuerpo, sino su mente. Se dice que lo que eres habla más alto que lo
que dices. Esto quiere decir que la voz de la mente va más allá que
la palabra hablada y tiene un efecto mayor.
Es la mente, la que crea la atmósfera. A menudo uno se pre-
gunta por qué se siente incómodo en la presencia de alguien sin que
haga ningún daño; o se siente excitado en la presencia de alguien, o
se pone fuera de tono, o cansado, o confuso en la presencia de algún
otro. ¿Por qué es esto? Es el efecto de la mente de esta persona.
La mente que está ardiendo crea fuego en la atmósfera, y todo el
mundo dentro de esa atmósfera también arde en el mismo fuego.
La mente que está tranquila y en paz da descanso y paz a aquellos
que entran dentro de la atmósfera de la mente.
Una vez pregunté a mi maestro espiritual cómo podría
reconocer a un hombre de Dios. Y mi maestro replicó, “No es lo
que diga y no es lo que parezca ser, sino la atmósfera que crea su
presencia. Ésta es la prueba. Porque nadie puede crear una atmós-
fera que no pertenezca a su espíritu”.
Se dice en la Biblia que primero fue creada la tierra y
entonces, después de la tierra, los cielos, lo que quiere decir que el
cuerpo se terminó primero y después la mente. Un niño nace, por
así decirlo, con una visión de la mente, un esqueleto de la mente, y
entonces la carne y la piel se ponen en ella.
No hay mente sin cuerpo; es decir, antes de que el cuerpo
fuera hecho la mente que era sólo una akasha, una matriz. La
experiencia que ha ganado a través del cuerpo como vehículo se
ha vuelto su conocimiento; y es el conocimiento lo que hace la
mente. La akasha que se vuelve mente después de que el cuerpo
haya nacido en la tierra ya ha recogido algún conocimiento indife-
53
54
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
sin la mente, pero la mente puede existir sin el cuerpo. La mente
es el ser invisible del cuerpo. Tiene su asiento en el ser físico; y este
asiento es lo que se llama el cerebro, como el asiento del sentimiento
es el corazón.
Todo lo que los sentidos pueden percibir es exterior, pero
todo lo que la mente puede percibir es interior. Esto quiere decir
que la imaginación surge de la mente y que la mente puede perci-
birla: sentimiento, memoria, concentración, razón, todo esto son
percepciones de la mente. Uno puede llamar a la mente el ser del
hombre con más motivo que a su cuerpo. Cuando comparamos el
cuerpo con la mente es justo como el abrigo que lleva una persona.
La mente tiene cinco aspectos diferentes. El primer aspecto
es el poder de pensar. Y pensar puede ser dividido en dos partes:
imaginación, que es un resultado de la acción automática de la
mente, y pensamiento, que es un resultado del pensar intencional.
Un hombre reflexivo, por tanto no es necesariamente imaginativo,
ni un hombre imaginativo tiene que ser reflexivo. Ambas cualidades
tienen su lugar. Una persona que está acostumbrada a pensar y que
es incapaz de imaginar está muy lejos de la belleza que se expresa
en la poesía y en la música, ya que éstas vienen de la imaginación.
Cuando se le da rienda suelta a la mente para hacer como guste,
es como si danzara y de sus gestos se crea un dibujo. Llámalo arte,
poesía o música. En cualquier forma que se exprese es hermosa.
Mucha gente se ríe de una persona imaginativa. Dicen,
“Está en las nubes. Está soñando.” Pero todos los trabajos de arte y
música y poesía vienen de la imaginación, porque la imaginación
es el flujo libre de la mente, cuando se le permite trabajar por ella
misma y sacar la belleza y la armonía que contiene. Pero cuando es
restringida por cierto principio o regla, entonces no trabaja libre-
mente. Sin duda entre artistas y músicos encontrarás muchos que
55
56
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Pero mantener el equilibrio es lo que trae los resultados deseados.
Una persona reflexiva, además, puede pensar tanto que entre en
confusión por sus propios pensamientos. Hay muchos pensadores
que piensan tanto que ellos mismos se vuelven irreflexivos.
El segundo aspecto de la mente es la memoria. El trabajo
de la memoria no es creativo sino perceptivo. Su trabajo es recibir
impresiones y juntarlas. Algunos científicos dicen que las células
del cerebro guardan cada impresión que llega desde los sentidos,
y esto es lo que se guarda en el cerebro, para ser traído de vuelta
cuando uno lo quiera. Pero no es así, aunque pueda ser aceptado
como explicación simbólica. El científico lo ha dibujado como es en
el plano interior, pero debido a que no reconoce el plano interior
quiere explicarlo en términos físicos y les llama células cerebrales.
En verdad es esencia; pero no está en el cerebro, está en la mente.
La memoria puede ser comparada con una película foto-
gráfica. Las impresiones que toma permanecen allí, y cuando una
persona desea recogerlas algo de esta facultad le ayuda. Está dentro
de su alcance. Tan pronto como él quiere recordar una experiencia
echa mano, por así decirlo, a esa película en particular que recibió
la impresión de cierta experiencia. Ninguna experiencia recibida
por la vista, olfato, oído, tacto o gusto se pierde. Cuando la gente
dice, “No tengo buena memoria, no puedo recordar las cosas, soy
un cabeza hueca”, la razón es que han perdido el control sobre esta
facultad, pero la impresión está allí totalmente igual. Muy a menudo
una persona dice, “Lo sé, pero no puedo traerlo a mi memoria”. En
otras palabras en su mente él lo sabe, pero en su cerebro todavía
no está claro. Por ejemplo, cuando una persona no puede recordar
el nombre o la cara de alguien dice, “Creo que le conozco pero de
momento no me acuerdo”. Esto quiere decir que su mente lo sabe,
que está allí, pero que no puede hacerlo claro en su cerebro.
57
58
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Pero aquellos que no practican la concentración automá-
ticamente retienen cosas de gran interés, las cosas que más impre-
sionan a sus mentes. Es por esta razón que algunos llevan con ellos
un miedo que quizás ha estado allí desde la infancia. Lo llevan con
ellos a lo largo de toda la vida. Algunos tienen una triste impresión
de desagrado. La llevan toda la vida. La retienen en su mente. La
mente mantiene una impresión viva revivificándola, una impresión
de venganza, de grandeza, de éxito, de fracaso, de amor, de admi-
ración. Se mantiene allí, y las células de la mente la alimentan para
mantenerla viva. A veces esto ayuda y otras funciona en contra de
uno. Ahora los psicólogos lo llaman una idea fija y están siempre
dispuestos a nombrarlo como una forma de demencia, pero no es
demencia. Todo el mundo la tiene. Es uno de los atributos de la
mente. Es la facultad, la cualidad de retener un pensamiento. Sin
duda puede a veces parecer ser demencia, pero la demencia sólo
viene del abuso de esta facultad. Se puede abusar de cualquier
facultad y hacer que una persona se desequilibre.
Y también existe la concentración positiva, que es creativa.
Esta concentración proviene del pensamiento. Cuando uno piensa
en un árbol o en una flor, la mente tiene que crear átomos con el
objeto de hacer esa forma; por tanto es positiva. Necesita fuerza de
voluntad; una mayor acción de la mente, para concentrarse en un
objeto que la mente tiene que hacer. La mente tiene que trabajar.
No es sólo concentrarse, sino crear y concentrarse.
Hay algunos que tienen un poder natural de concentra-
ción, y hay otros a los que les falta. Pero el misterio del éxito en
cualquier aspecto de la vida y el secreto del progreso se encuentra
en el poder de la concentración. No es sólo el progreso y el éxito,
que se ganan por él, sino que la realización espiritual es el resul-
tado de la concentración. Y muy a menudo uno ve que alguien hace
59
60
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Pero si mantiene la responsabilidad sobre sus acciones es a causa
de esta facultad de la mente que pesa y mide y razona las cosas.
No obstante, el razonamiento de una persona no es el mismo que
el razonamiento de otra. Y la razón de un momento no es la razón
del momento siguiente. Algo que es correcto ahora mismo puede
no ser correcto mañana porque el razonar cambia. Y aquellos que
disputan sobre la razón lo hacen en vano, porque el razonamiento
de cada persona es diferente, y el razonamiento de cada persona es
bueno para él ese momento específico. Instar y forzar la razón de
uno mismo en la mente de otro no sirve de nada. La mejor manera
de educar a una persona es desarrollar su razonamiento en lugar de
aconsejarle, que es lo que hacen muchos.
Es maravilloso observar los trucos de la facultad de razonar.
Cuando otra persona ha hecho algo la razón dice, “Debido a que esa
persona es mala y ya ha hecho diez cosas malas, ahora seguro habrá
hecho algo malo”. Y cuando una persona ha hecho ella misma algo
malo, la razón dice, “Lo he hecho porque no podía hacerlo de otra
manera. No pude evitarlo”. La razón toma el lado del ego. La razón
es esclava y sirviente de la mente; está a su entera disposición. La
mente sólo tiene que volverse hacia la razón, y la razón está allí
como un obediente esclavo. Puede no tener la razón en absoluto,
pero siempre está allí.
La razón es la cosa más valiosa que existe, pero no sirve
de nada cuando es una esclava de la mente. Le da a la mente la
razón tanto cuando hace algo correcto como cuando está equivo-
cado. Si uno va y les pregunta a los criminales encarcelados porqué
hicieron algo malo, cada uno tendrá una razón. Y si uno mira una
razón aún más de cerca veremos que la razón no es nada sino un
velo y una serie de velos, un velo detrás de otro. Incluso cuando los
velos son levantados, al final está la razón igualmente. Pero si uno
61
62
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
fueron inspirados para hablar en muchas lenguas. No era la lengua
inglesa, indostaní o china. Era la lengua de cada alma. Cuando una
persona ha alcanzado ese estado mental en el que toca la esencia
de la razón entonces se comunica con cada alma. No es gran cosa
conocer treinta idiomas. Una persona puede conocer cien idiomas,
pero si no conoce el corazón del hombre no conoce nada.
Existe un idioma del corazón. El corazón habla al corazón,
y esta comunicación hace la vida interesante. Dos personas pueden
no hablarse, pero el estar sentadas juntas puede ser un intercambio
de nobles ideales y armonía. Cuando por primera vez fui iniciado
a manos de mi maestro espiritual en India yo estaba ansioso, como
cualquier hombre podría estarlo de asimilar, de conocer, tanto
como pudiera. Día tras día estaba en la presencia de mi Murshid,
pero ni una vez habló de temas espirituales. A veces hablaba de
hierbas y plantas, y otras veces de leche y mantequilla. Fui cada
día durante seis meses a ver si podía escuchar algo sobre cosas espi-
rituales. Después de seis meses el maestro me habló un día de las
dos partes de la personalidad, la exterior y la interior. Y yo estaba
más que entusiasmado; en cuanto empezó cogí un cuaderno y un
lápiz. Pero tan pronto como hice esto, mi maestro cambió de tema
y habló de otras cosas. Entendí lo que significaba. Significaba que
en primer lugar la enseñanza del corazón debe ser asimilada en el
corazón. El corazón es el cuaderno para esto. Cuando se escribe en
otro cuaderno permanecerá en el bolsillo, pero cuando es escrito en
el corazón permanecerá en el alma. Además uno tiene que apren-
der la lección de la paciencia, de esperar, porque todo conocimiento
llega a su debido tiempo. Más tarde me pregunté a mí mismo si
merecía la pena ir a un lugar después de tan largo viaje, e ir allí cada
día durante seis meses para escuchar hablar de nada sino de árboles
y mantequilla. Y mi yo más profundo contestó: sí, merece mucho
63
64
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
La gente muy a menudo dice que no tiene tiempo para
mostrar su cualidad del corazón, no tiene tiempo para permitir que
el corazón se desarrolle. Están tan ocupados. Pero podemos estar
muy ocupados cada minuto desde la mañana hasta la noche y al
mismo tiempo hacer lo que hagamos con todo nuestro corazón,
expresarnos desde lo más profundo de nuestro corazón. Cuando la
cualidad del corazón se elimina entonces todo lo que uno hace está
sin vida. El sentimiento es algo tan importante en nuestras vidas;
toda nuestra vida depende de nuestro sentimiento. Una persona
que se haya descorazonado una vez a veces pierde el entusiasmo
para toda su vida. Una persona que se haya contrariado una vez
pierde la confianza completamente. Una persona con el corazón
roto pierde la confianza en sí mismo para el resto de su vida. Una
persona que haya pasado miedo una vez sostiene el miedo en su
corazón por el resto de su vida. Una persona que haya fracasado
una vez mantiene la impresión de su fracaso durante toda su vida.
A la gente en Oriente le gusta ver las peleas de gallos. Dos
hombres traen sus aves para luchar, y tan pronto uno de ellos ve
que la otra ave ganará retira la suya mientras todavía está luchando,
antes de que pueda esperarse la derrota. Prefiere admitir la derrota
mientras las dos aves están todavía luchando que permitir que su
ave sea impresionada por la derrota, porque una vez que queda
impresionada ya nunca más luchará. Éste es el secreto de nuestra
mente. Y una vez uno aprende a cuidar de la propia mente igual que
en el caso del ave, a hacer cualquier sacrificio en lugar de darle a la
mente una mala impresión, uno hace lo mejor para su propia vida.
Uno puede leer en las vidas de los grandes héroes y grandes
personalidades, cómo atravesaron todas las dificultades y penas y
problemas y sin embargo siempre intentaron mantener su corazón
libre de ser humillado. Esto les dio toda la fuerza necesaria. Siem-
65
66
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Durante toda mi vida he tenido un gran respeto por los
que se han afanado en el mundo, aquellos que se han esforzado a lo
largo de la vida y han alcanzado cierta eminencia, y siempre he con-
siderado una cosa muy sagrada estar en su presencia. Siendo éste
mi gran interés, comencé, primero en Oriente, a hacer peregrinajes
a grandes personas. Entre ellos había escritores, sabios, filósofos, y
santos; pero una vez entré en contacto con un gran luchador. Y este
hombre, que tenía la apariencia de un gigante con su monstruoso
cuerpo muscular, tenía una naturaleza tan simpática y expansiva,
tal simplicidad y caballerosidad que yo estaba profundamente sor-
prendido. Y pensé, “No es su talla y su fuerza lo que le hacen grande,
sino lo que le ha fundido y hecho indulgente; eso es lo que le hace
grande”.
El sentimiento es vibración. El corazón que es un vehí-
culo, un instrumento del sentimiento, crea fenómenos si uno sabe
cómo observar la vida atentamente. Si uno causa dolor a alguien,
ese dolor retorna. Si uno causa placer a alguien, ese placer tam-
bién retorna. Si uno da amor a alguien, el amor vuelve. Si uno da
odio, ese odio vuelve a uno de alguna forma u otra –quizá en forma
de dolor, salud enfermiza, o de éxito, alegría o felicidad. De una
forma u otra viene, nunca falla. Generalmente no se piensa sobre
esto. Cuando una persona ha alcanzado cierta posición en la que
puede mandar a la gente y hablarles violentamente, nunca piensa
en estas cosas. Pero cada pequeño sentimiento que surge en el cora-
zón y dirige una acción, palabra, y movimiento, causa cierta acción
y rebota. Sólo que a veces lleva su tiempo. ¿Podría pensarse que
puede odiarse a una persona y que ese odio no vuelva? Seguro que
vuelve, en algún momento. Por otro lado, si se tiene simpatía, amor,
afecto, sentimientos amables, no se necesita decir a nadie que se
tienen, porque regresarán de una forma u otra.
67
68
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
para alguien en un monumento. Un día vio una dama que iba a
ser la futura reina del Shah; y él le dijo, “Te amo”. ¡Un tallista, un
trabajador de la calle, pidiendo la mano de una señora que iba a ser
la futura reina! Era un hombre sin razón pero no un hombre sin
sentimiento. El sentimiento estaba allí, y la afirmación vino con el
sentimiento. La dama dijo, “Muy bien, esperaré a ver si tu afirma-
ción es cierta, y le diré al Shah de Persia que espere”. Y para probarle
le dijo que abriera un camino a través de las montañas. Se fue con
martillo y cincel. No se preguntó si sería capaz de hacerlo o no. No
había razón; sólo había sentimiento. E hizo la carretera que miles
de personas no habrían hecho en un año, porque cada vez que mar-
tilleaba la roca decía el nombre de Shirin, la que él amaba. Hizo
el camino, y cuando el rey oyó que estaba terminado dijo, “Vaya,
he perdido mi oportunidad, ¿qué haré?” Alguien en presencia del
rey dijo, “Veré qué puede hacerse”. Fue a Farhad, el tallista y le dijo,
“¡Qué maravilloso es tu amor y devoción! Es fenomenal. ¿Pero no
has oído que Shirin ha muerto?” “¿Ha muerto?” dijo él. “Entonces
no puedo continuar viviendo.” Y cayó al suelo sin vida.
Lo importante de esta historia es el poder del sentimiento.
Lo que falta en este momento es la cualidad del sentimiento. Todos
quieren pensar con el cerebro, trabajar con la cabeza, pero no con
el corazón. No se puede imaginar ni crear arte hermoso, ni pensar
ni hacer cosas maravillosas, ni se puede mantener en la memoria
algo hermoso, ni retener pensamientos en concentración, si no hay
sentimiento detrás de ello. Además, si no hay sentimiento detrás
de palabras tales como gratitud, gracias, aprecio, estas palabras
están sin espíritu. Se vuelven mera formalidad. Hoy en día la finura
está muy malentendida. La gente sólo aprende el aspecto exterior.
Si hubiera sentimiento detrás de lo que dicen, la vida merecería
mucho más la pena ser vivida.
69
70
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
que es se asustaría. Pero entonces hay un consuelo, y es que en el
hombre hay una chispa escondida en algún sitio de su corazón, que
es la única que puede ser llamada la fuente del libre albedrío. Si
esta chispa es atendida una persona tiene mayor vitalidad, mayor
energía, mayor poder. Todo lo que piensa se hace realidad; todo lo
que dice deja una impresión, todo lo que hace tiene un efecto. ¿Qué
hace el místico? Sopla esta chispa hasta que la llama se convierte en
una llamarada. Esto le da inspiración, el poder que le permite vivir
en este mundo la vida de la libre voluntad. Es la chispa que puede
ser llamada la herencia divina del hombre, en la que él ve el poder
divino de Dios, el alma del hombre. Y hacerse espiritual significa
que soplando sobre esta chispa surge luz de ella y se ve toda la vida
bajo su luz. Y convirtiendo la Luz Interior en una llamarada uno es
más capaz de pensar, sentir y actuar.
71
72
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
pueden confundirse. Porque uno es imaginativo, que implica pen-
sar sin poder, pensar automático. El otro es reflexivo, lo que quiere
decir que su pensamiento es poderoso.
Cuando esta acción automática tiene lugar en el estado de
dormir, se le llama sueño. Es distinto y diferente de la imaginación,
porque mientras una persona está imaginando sus sentidos están
abiertos a este mundo objetivo, y por tanto su imaginación no toma
una forma concreta. Pero cuando la misma acción automática de
la mente continúa en el sueño, no hay mundo objetivo para com-
pararlo. El místico siempre puede ver la condición de la mente de
una persona sabiendo cómo sueña, porque en el sueño el funciona-
miento automático de su mente es mucho más concreto que en su
imaginación.
Hay algunos que son capaces de leer el carácter o el futuro
conociendo lo que la persona imagina. Siempre le piden que nom-
bre una flor, un fruto, algo que él ama o que le gusta, con objeto de
que puedan encontrar la corriente de su imaginación. Desde esta
corriente de imaginación averiguan algo sobre el carácter de esta
persona y sobre su vida. No es necesario ser un lector del carácter o
un adivino. Cualquier persona reflexiva y sabia puede entender por
la forma en que alguien se viste o por su entorno cómo discurren sus
pensamientos, lo que son sus imaginaciones. Pero ya que el estado
del dormir posibilita a la mente expresarse más concretamente, el
sueño es la mejor forma de entender qué estado de mente tiene una
persona. Una vez esto es entendido, queda poca razón para la duda
de si el sueño tiene algún efecto sobre la vida y el futuro de la per-
sona. De hecho, el hombre no sabe, el hombre no puede imaginar,
hasta dónde el pensamiento influencia la vida.
Puede decirse que la visión es un sueño que uno experi-
menta en el estado despierto. Una persona que es imaginativa o
73
74
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
tendencia general es dejar a un lado lo que se llama imaginación.
Cuando alguien dice que una persona imagina algo quiere decir que
se divierte. Uno le dice, “Oh, sólo te lo imaginas; en realidad no
existe”. Pero en realidad cuando uno ha imaginado algo, esa imagi-
nación es creada y lo ya creado existe. Y si es pensamiento lo que
es creado, vive más, porque el pensamiento es más poderoso que la
imaginación. De esta forma el hombre hoy en día ignora ese poder
que es el único poder y el mayor poder que existe, llamándolo sen-
timentalismo, que no significa nada. Con este poder los héroes han
conquistado en batalla; y si alguien ha efectuado algo grande en el
mundo, lo ha efectuado con este poder del corazón, no con el poder
del cerebro. La música de los más maravillosos compositores, la
poesía de los grandes poetas del mundo, todo ha llegado desde lo
más profundo de sus corazones, no de sus cerebros. Y si cerramos la
puerta al sentimiento, a la imaginación, y al pensamiento, eso sólo
quiere decir que cerramos la puerta a la vida.
El sufí ve tanto al Creador como a la creación en el hom-
bre. La parte limitada del ser humano es la creación y la parte más
interna de su ser es el Creador. Si esto es verdad, el hombre es tanto
limitado como ilimitado. Si desea ser limitado puede hacerse más y
más limitado. Si desea ser ilimitado puede hacerse más y más ilimi-
tado. Si cultiva en él la ilusión de ser una creación, puede serlo más
y más. Pero si cultiva en él el conocimiento del Creador, también
puede serlo más y más.
Con cada tipo de debilidad, cada tipo de enfermedad, cada
tipo de miseria, cuanto más se les da, más nos cargan. Y a veces esto
puede suceder incluso hasta el extremo de que el mundo entero cae
sobre nuestra espalda y uno es enterrado bajo él. Sin embargo otra
persona, se elevará desde él. Puede ser difícil, pero al mismo tiempo
es posible. Poco a poco, con coraje y paciencia, se elevará y perma-
75
76
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
dijo, era que estas hojas eran tan amargas que uno no podría beberse
una infusión de ellas. Y lo primero que hice fue recolectar algunas
de estas hojas, y nadie entendía por qué lo hice. Pero me hice un té
de ellas y me lo bebí, y para gran satisfacción mía ¡ni siquiera puse
mala cara! Durante cuatro o cinco días continué con esto y luego lo
olvidé todo. Es luchar contra todo lo que uno no puede hacer lo que
da la maestría. Pero generalmente no se hace esto. Se lucha contra
las cosas que impiden obtener lo que uno quiere. El hombre debería
luchar sólo consigo mismo, luchar contra la tendencia a rechazar.
Esto le conduciría a la maestría. Como principio general en la vida
no sirve de nada forzar nada, pero si queremos entrenarnos, esto es
otra cosa. Es un proceso, no un principio.
Podría decirse que es una gran lucha. Sí, así es; pero hay
lucha en ambas cosas, en descender y en elevarse. Es mejor luchar y
elevarse, en lugar de luchar y descender. Siempre que una persona
desciende, sólo quiere decir que es débil en su pensamiento. ¿Y por
qué es débil en su pensamiento? Porque es débil en su sentimiento.
Si el sentimiento protege al pensamiento, y si el pensamiento se
mantiene firme, cualquiera que sea la dificultad en la vida, será
superada.
77
78
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
todas direcciones. Hay dos tipos de concentración: concentración
automática y concentración intencional. La concentración automá-
tica se encuentra en mucha gente que no sabe que se concentra y
sin embargo lo hace. Se concentran automáticamente, algunos para
su desventaja, algunos para su ventaja. Aquellos que se concentran
para su ventaja son aquellos cuya mente está fijada en sus negocios,
en su arte, en cualquier ocupación que tengan. Son los que gracias a
su concentración pueden trabajar más exitosamente. Sea un compo-
sitor, un escritor, o un músico, según su poder de concentración así
será su éxito. Una vez tuve el placer de escuchar a Paderewski en su
propia casa. Empezó a tocar gentilmente en su piano. Cada nota le
llevaba a un océano de música más y más profundo. Cualquier per-
sona meditativa podría ver claramente que él estaba tan concentrado
en lo que hacía que no sabía donde estaba. Los trabajos de los gran-
des compositores, que vivirán para siempre, que ganan el corazón de
los hombres, ¿de dónde vienen? De la concentración. Así es con un
poeta, así es con un artista. Es la concentración, la que trae el color,
y la línea, lo que hace el dibujo. Naturalmente, si es un artista o un
escritor, un músico o un poeta, o alguien que está en los negocios o en
la industria, en la ausencia de concentración nunca tendrá éxito.
A veces la concentración trabaja en nuestra contra. Hay
alguna gente que siempre piensa que es desafortunada, que todo lo
que hagan irá mal, que piensan que desagradan a todo el mundo,
que todos les odian. Entonces algunos empiezan a creer que son
incapaces de hacer nada, que están incapacitados, inútiles. Otros
por autocompasión piensan que están enfermos. De esa forma
incluso si no están enfermos ellos crean la enfermedad. Algunos
mediante la concentración recuerdan la enfermedad, siempre
piensan en ella. Ningún médico podría tener éxito con ellos. Un
viejo médico una vez dijo, “Hay muchas enfermedades, pero hay
79
80
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
La contemplación ocurre sólo cuando una persona está lo
suficientemente avanzada para poder contemplar. Porque la con-
templación no es en un objeto, es en una idea. Sin duda un hom-
bre puede creer que está preparado para hacer cualquier cosa, y que
después de la concentración él puede contemplar; pero la naturaleza
de la mente es tal que se escurre de nuestras manos en el momento
en que intentamos sujetarla. Por tanto antes de que realmente se
empiece a pensar la mente ya ha arrojado el objeto de concentración
como un caballo inquieto. La mente no es siempre tan rebelde; se
muestra rebelde cuando quiere gobernarse a sí misma. Es como el
cuerpo: uno puede sentirse descansado sentándose de forma natu-
ral, pero tan pronto como uno se mantiene completamente quieto
durante cinco minutos, el cuerpo empieza a sentirse inquieto. Y es
todavía más difícil hacer que la mente obedezca. Los místicos por
tanto encuentran una cuerda para atar la mente a cierto lugar de
donde no pueda moverse. ¿Cuál es esta cuerda? Esta cuerda es la res-
piración. Ellos atan la mente mediante esta cuerda y la hacen perma-
necer donde desean que permanezca. Es como el pájaro que usa su
saliva para hacer su nido. Igual hace el místico que con la respiración
crea atmósfera, crea luz y magnetismo en el que vivir.
Una característica de la mente es que es como una graba-
dora: cualquier cosa que se impresione sobre ella, es capaz de repro-
ducirla. Y otra característica de la mente es que no sólo reproduce
algo, sino que crea lo que está impresionado sobre ella. Si se graba
fealdad, producirá desacuerdo, desarmonía. El aprendizaje de la
concentración limpia la grabadora, hace que produzca lo que nos
gusta, no lo que viene automáticamente. En este mundo se está tan
abierto a las impresiones. Se anda con los ojos y oídos abiertos, pero
no sólo los ojos, no sólo los oídos están abiertos. Los labios se abren
para emitir lo que los ojos y oídos toman. Esta es la parte peligrosa.
81
82
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
10. LA VOLUNTAD
83
84
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Igual que tanto la noche como el día son útiles, igual que
tanto el descanso como la acción son necesarios, así tanto el pen-
samiento como la imaginación tienen su lugar en nuestra vida. Por
ejemplo, si un poeta usa su voluntad para dirigir su imaginación
podría volverse un pensamiento y se haría rígido. Lo natural para
un poeta es dejar que su mente flote en el espacio, y dejar que su
corazón exprese lo que sea que ocurra que toque, y entonces lo que
es expresado es una inspiración. Pero cuando una persona tiene que
atender sus asuntos de negocios no debería dejar su corazón flotar
en el aire. Debe pensar en las cosas de la tierra, y elaborar sus fanta-
sías muy cuidadosamente.
Entonces llegamos a la cuestión de cómo podemos mante-
ner la voluntad. La naturaleza de la vida que vivimos nos roba de
nuestra voluntad. No sólo por la lucha que tenemos que mantener
en la vida, sino que también nuestro propio ser, nuestros pensa-
mientos, nuestros deseos, nuestras motivaciones, debilitan nues-
tra voluntad. La persona que sabe cómo está conectado nuestro
ser interior con la Voluntad perfecta, encontrará que lo que hace
a la voluntad más pequeña, más estrecha y más limitada, es nues-
tra experiencia a lo largo de la vida. Nuestras alegrías nos roban de
nuestra voluntad, como lo hacen nuestras penas. Nuestros placeres
nos roban de nuestra voluntad, como lo hacen nuestros dolores. Y
la única forma de mantener el poder de la voluntad es estudiando
la existencia de la voluntad y analizando qué es la voluntad entre
todas las cosas de nosotros mismos.
Podría parecer que la motivación incrementa la fuerza de
voluntad. Pero, sin duda, al final encontraremos que roba de nues-
tra fuerza de voluntad. La motivación es una sombra sobre la inteli-
gencia, aunque mientras más elevada es la motivación, más elevada
es el alma, y mientras mayor es la motivación, mayor es el hombre.
85
86
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
llos que son sabios pero sin voluntad están tan indefensos como
una persona con fuerza de voluntad pero sin sabiduría. No sirve de
nada mantener la sabiduría en el frente y la fuerza de voluntad en
la retaguardia, ni tampoco sirve mantener la fuerza de voluntad en
el frente y la sabiduría en la retaguardia. Lo necesario es hacer de las
dos una, y esto puede hacerse volviéndose consciente de la acción
de ambas en todo lo que uno hace. Al mismo tiempo uno puede
practicarlo en la vida diaria privándose de cosas que nos gustan. Si
una persona siempre tiene lo que le gusta tener, sin duda estropea
su voluntad, porque entonces su voluntad no tiene reacción.
Se le da un estímulo a la voluntad cuando uno se priva de lo
que desea. Entonces la voluntad se hace consciente de sí misma, viva.
Se pregunta por qué no debería tenerlo. Por ejemplo, una persona
quiere tener melocotones, pero al mismo tiempo es muy atraída a la
flor del melocotonero. Piensa que la flor es hermosa, y entonces llega
la idea: ¿por qué no dejarla en la planta? Esto le hará decidirse a no
cogerla. Esto le da un estímulo, porque el primer deseo fue cogerla,
entonces el sentido quiso trabajar con ella; e igual que la luz surge de
la fricción, así también la voluntad llega de la fricción.
El poder de la voluntad está en controlar, en contraste con
la imaginación, que funciona sin control, porque si uno quiere con-
trolarla la estropea. Nada en el mundo, ni en la esfera de la mente
ni en el plano físico, puede moverse sin la fuerza de la voluntad.
Pero mientras que con una el poder de la voluntad está en absoluto
control, con la otra funciona automáticamente.
Hay otro enemigo de la fuerza de voluntad y éste es el
poder del deseo. A veces éste le arrebata su fuerza al poder de la
voluntad. A veces el poder de la voluntad, mediante el conflicto
con el deseo, se hace fuerte. La auto-negación que se enseña en la
Biblia generalmente quiere decir el aplastamiento de los deseos. No
87
88
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
se vuelve como un caballo inquieto que uno tiene que dominar. La
dificultad empieza cuando uno intenta concentrarse. Empieza a
saltar, mientras que otras veces sólo va de un lado para otro. Esto
ocurre porque la mente es una entidad. Siente como un caballo
salvaje podría sentir: “¿Por qué tienes que molestarme?” Pero la
mente está destinada a ser un sirviente obediente, justo como el
cuerpo está destinado a convertirse en una obediente herramienta
con la que experimentar la vida. Si no están en orden, si no actúan
como uno desea que actúen, entonces no se puede tener esperanza
de felicidad real, de comodidad real en la vida.
La voluntad puede hacerse tan fuerte que controle el
cuerpo, haciéndole perfectamente saludable. Pero, uno podría pre-
guntar, ¿qué pasa entonces con la muerte? La muerte no es algo
extraño a la fuerza de voluntad. Incluso la muerte es causada por la
fuerza de voluntad. Uno cree que uno no invita a la propia muerte.
De hecho, uno no lo hace, pero la voluntad personal se hace débil
y la Voluntad mayor impresiona esta voluntad débil, volviéndola
hacia sí misma. Porque la voluntad menor pertenece a la Voluntad
mayor. Los sufíes llaman a la primera Qadr y a la última Qaza. Qaza
refleja sobre Qadr su orden, y Qadr inconscientemente la acepta. En
la superficie un hombre puede que todavía quiera vivir, pero en lo
profundo se ha resignado a morir. Si un hombre no se resignase a la
muerte no moriría. En lo profundo de su ser se resigna a la muerte
antes de que su vida le sea tomada.
La resignación de la voluntad humana a la Voluntad divina
es la crucifixión real. Después de la crucifixión, sigue la resurrec-
ción. Puede llegarse a esto mediante la búsqueda del placer de Dios.
Y no es difícil, una vez que se ha empezado a buscar el placer de
Dios. Sólo cuando no se empieza a intentarlo no se sabe cuál es el
placer de Dios. Pero aparte de esto hay otra lección, que los sufíes
89
90
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
11. LA RELAJACIÓN MÍSTICA (I)
91
92
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
hace pensar en santo. De este ritmo viene la bondad.
En cierto momento de nuestra vida un ritmo prevalece, en
otro el segundo ritmo, y en otro el tercero. Y sin embargo en nues-
tra vida un ritmo es predominante a través de todos los cambios, ya
sea que una persona tenga el tercero, el segundo o el primer ritmo.
El que tiene el primer ritmo siempre tiene el poder para
lograr cosas. Y como es con el cuerpo, así es con la mente. Cuerpo y
mente están tan estrechamente conectados que el ritmo que tenga
la mente, tiene el cuerpo. Y el ritmo que es predominante en cuerpo
y mente, también lo es en el alma.
Había un rey que cuando sus ministros le traían cierto
problema, solía decir, “Léelo otra vez”, y el ministro lo leía otra vez.
Quizás después de cuatro veces paraba y decía, “Léelo otra vez”, y el
ministro así lo hacía. Y después de que lo había oído tres veces, su
respuesta era perfecta. Pero, ¿qué hacemos a veces cuando conver-
samos con la gente? Antes de que la conversación se haya parado,
les hemos contestado. Somos tan impacientes, y ansiosos por con-
testar y excitados con ello, que sólo una entre cien personas se para
a escuchar lo que otro tiene que decir.
Es el ritmo erróneo, el ritmo caótico el que trae resultados
caóticos. ¿De dónde viene la guerra? De la acción caótica. Cuando
hay acción caótica, las naciones se ven envueltas en guerras. Por la
acción caótica el mundo entero puede verse envuelto en la guerra.
La gente duda de la creencia religiosa de que Cristo haya salvado
el mundo entero. No pueden entenderlo. Dicen que el hombre se
salva a sí mismo. Pero no se dan cuenta de que un hombre puede
arruinar el mundo entero y de que un hombre puede salvarlo. Por el
ritmo puede salvar al mundo entero. Cuando hay influencia caótica
funciona como una bebida intoxicante en miles de personas, como
un germen de enfermedad, extendiéndose de una persona a otra a
93
94
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
No deberíamos sorprendernos o reírnos de los santos que
mantienen una mano levantada, o que permanecen quizás en su
cabeza con sus pies levantados, o sentados en una postura por largo
tiempo. Hay alguna razón para ello. Aquellos artistas que conocen
las diferentes formas del arte de la relajación saben cómo lograr una
condición relajada en el cuerpo y la mente. Yo mismo, continua-
mente durante doce años aproximadamente, he tenido sólo tres
horas de sueño en la noche y a veces ni siquiera eso. Y todos estos
doce años nunca estuve enfermo. Tuve toda la fuerza necesaria y
estaba perfectamente bien debido a la práctica de la relajación.
La cuestión es ¿cómo se relaja uno? No es sentándose en
silencio con los ojos cerrados; porque cuando la mente está pres-
tando atención al cuerpo mediante el pensamiento o el sentimiento,
entonces el cuerpo no se relaja, porque la mente está torturando
el cuerpo. Y cuando el sentimiento está prestando atención a la
mente, entonces la mente es torturada. Y esta tortura, incluso si
los ojos están cerrados, incluso si estamos sentados en cierta pos-
tura, no sirve de nada. Con la relajación uno debería considerar
tres puntos de vista: el punto de vista del cuerpo físico, el punto
de vista de la mente, y el punto de vista del sentimiento. El punto
de vista del cuerpo físico es que uno debe acostumbrarse a tener
poder sobre uno mismo, o tener influencia, sobre la circulación y el
pulso. Y esto puede hacerse con el poder del pensamiento y con la
fuerza de la voluntad junto con la respiración. Mediante la fuerza
de voluntad puede lograrse cierta condición en el propio cuerpo de
forma que la circulación tome cierto ritmo. Se reduce de acuerdo a
la voluntad. Puede hacerse lo mismo para regular el pulso mediante
la fuerza de voluntad. Hasta que la voluntad no tiene en su mano la
circulación y el pulso del cuerpo, la voluntad no tiene en su mano
meditar durante horas. Es por esta razón que los sabios pueden
meditar durante horas con intención, porque han dominado su cir-
95
96
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
12. LA RELAJACIÓN MÍSTICA (II)
97
98
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
de un hombre, los cuernos de un búfalo y las alas de un pájaro. El
material está ahí en su mente. Él sólo tiene que juntarlo con objeto
de producir una cierta forma. Ésta es la concentración construc-
tiva, visualizar, en otras palabras hacer que la mente produzca algo
bajo la dirección de la voluntad.
Todo lo que el hombre ve o piensa lo ve en su propio pensa-
miento. El hombre puede producir de su pensamiento un ángel o un
demonio. Puede producir a Dios en su pensamiento. La construcción
de la Torre de Babel es el hacer de la mente. El pensamiento del hom-
bre tiene un gran poder; y cuando llega a la realización de que todo
viene de una fuente y de que todo se está desarrollando hacia una meta,
empieza a ver que la fuente y la meta son Dios. Entonces el mundo de
la variedad para él ya no es más variedad sino unidad; es uno.
El tercer aspecto de la concentración es improvisar. Si se le
pide a un poeta que escriba un poema sobre un capullo de rosa él
empieza a improvisar. Introduce una gota de rocío, y representa la
escena del alba. Toma una corriente suave de agua y construye un
hermoso fondo para ello. Ésta es la tercera clase de concentración.
Muy a menudo la gente piensa que concentración quiere
decir cerrar los ojos y sentarse quieto en la iglesia, y esto sólo una
vez en semana. Y cuando hacen esto, aunque ellos mismos estén en
la iglesia no saben dónde está su mente.
Cuando una persona se permite a sí misma estar pertur-
bada, esto muestra que su concentración no es buena. Y si su con-
centración no es buena, esto muestra que su fuerza de voluntad le
falla. La mejor forma, por tanto, de protegerse uno mismo de la
perturbación es desarrollar el poder de la concentración, de forma
que la fuerza de voluntad se desarrolla de manera natural y uno
es capaz de resistir todas las perturbaciones que surgen cuando se
tiene que vivir en medio de la multitud.
99
100
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
en sí mismo. Y una persona es insoportable cuando está siempre
pensando en sí mismo. Hay muchas miserias en la vida, pero la
mayor miseria es la auto-compasión. Esa persona es más dura que
una roca, dura para sí misma y dura para los demás. Los demás no
pueden soportarla. No puede llevarse a sí misma.
No es cosa fácil de hacer, olvidarse de uno mismo, pero
si uno es capaz, ¡qué maravilloso poder es creado dentro de uno
mismo! Es un gran misterio. Da poder sobre el cielo y el infierno.
Omar Khayyam dice en su Rubaiyat, “El cielo es la visión de un
deseo cumplido. El infierno es la sombra de un alma ardiendo”.
¿Dónde está esa sombra? ¿Dónde está esa visión? ¿No está dentro
de nosotros mismos? Somos nosotros quienes la mantenemos. Por
tanto el cielo y el infierno son lo que nosotros hemos hecho para
nosotros mismos. No puede cambiarse con nada excepto con la
concentración.
Pero la concentración tiene una importancia mayor aún
que ésta, porque es esa fuerza creativa que el hombre posee y que
tiene como herencia de Dios. Ese poder creativo comienza a hacer
maravillas. Por ejemplo, una persona piensa, “Me gustaría cenar
pescado”, y cuando llega a casa encuentra que su sirviente ha pre-
parado pescado para esa noche. Esto es un fenómeno de la con-
centración. Puede que no lo sepa, pero funciona de esta forma. El
pensamiento del hombre alcanzó la mente del sirviente, y el sir-
viente sirvió ese plato para él. ¡Imagina qué gran poder es! No se
necesita ni pensar en los propios deseos. El hecho de tener el deseo
es suficiente. La concentración lo desarrolla y lo materializa.
Tal es el poder de la concentración. Hay muchas histo-
rias que se cuentan en Oriente sobre faquires, derviches, y sabios,
mahatmas. Mucha gente se pregunta si son verdad, y si son verdad,
cómo suceden. Quieren una explicación científica, y puede ser que
101
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
sadores han sabido durante miles de años. Sobre esto está basado
todo el método del misticismo. Pero él se salta la primera parte, la
concentración. Lo que él prescribe es la contemplación, que es la
segunda parte.
Uno podría preguntar en qué medida puede ayudar la
contemplación. Nada en el mundo es imposible de lograr para la
persona contemplativa si tan sólo sabe cómo contemplar. Sin duda
esto es un galimatías para aquellos que no entienden de la materia.
La gente se pregunta que relación tiene la mente del hombre con
los asuntos de fuera. Quizás uno pueda curarse de una enferme-
dad, pero si hay un asunto afuera que está yendo mal, un asunto
de dinero o una transacción de negocios, ¿qué conexión tiene esto
con la mente? La respuesta es que todo lo que existe, sea negocio
o cualquier otra cosa, todo lo que es visible e invisible parece estar
afuera, pero en realidad está en nuestra mente. Está afuera porque
nuestros ojos lo ven fuera, pero está dentro de nosotros porque la
mente lo rodea. Está acomodado en nuestra mente. La mente es
una acomodación del mundo, que está fuera.
Un poeta indostaní lo describe maravillosamente, “La tie-
rra y el mar no son demasiado grandes para acogerlos en el cora-
zón del hombre”. En otras palabras, el corazón del hombre es más
grande que el universo. Si hubiera mil universos el corazón del hom-
bre podría acomodarlos. Pero el hombre, desconocedor de su ser
interno, impresionado por la limitación externa, permanece bajo la
impresión de su debilidad, limitación y pequeñez. Y esto le impide
usar este gran poder que puede encontrar dentro de sí mismo, esta
gran luz con la que puede ver la vida más claramente. Sólamente
porque es inconsciente de sí mismo.
El tercer estado es la meditación. Este estado no tiene nada
que ver con la mente. Ésta es la experiencia de la conciencia. La
meditación es bucear profundo dentro de uno mismo, y remontar
103
104
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
ninguna era la gente ha estado tan ansiosa de conseguir beneficios
como hoy en día, y daría su vida por ello. No quiere decir que hoy
en día un hombre esté menos inclinado a hacer un sacrificio. Está
dispuesto a hacer un sacrificio igual que hace mil años o incluso
más; sólo, que debe estar seguro de lo que va a obtener con ello.
Está tan preocupado con la ganancia que siempre tiene la ganan-
cia en su vista. Incluso cuando hay algo que no muestra beneficio
inmediato, y cuando no sabe suficientemente bien qué o cuánto
beneficio podría haber, piensa, “Bien, quizás esto es algo que puedo
obtener sin sacrificio”. Es extraño. Cuando la gente va a un profesor
de canto con objeto de desarrollar su voz trabaja seis, nueve años y
escucha todo lo que el profesor le dice. Harán cualquier cosa para
desarrollar su voz. Pero cuando vienen a un hombre espiritual le
preguntan si él les puede decir algo sobre la concentración en la
mesa del té; tomando un té le preguntan, “¿Qué pasa con la medi-
tación?”. ¡Y quieren la respuesta en una frase!
Pero no se consigue de esta forma. Este conocimiento se
obtiene de acuerdo con el ideal que uno tenga sobre ello. Es más
grande que la religión, más sagrado que nada en el mundo. El cono-
cimiento de uno mismo es como la unión con Dios. La autorreali-
zación es el logro espiritual. ¿Puede obtenerse esto mediante una
noción superficial de ello? Es lo más profundo que uno puede alcan-
zar, lo más valioso de obtener. Es por esta razón que en Oriente una
persona no lo busca en un libro, ni un maestro verdadero escribe un
libro sobre estas cosas. Escribirá sobre filosofía. Él prepara la mente
para apreciar su enseñanza, pero no cuenta cómo hacerlo.
Para gran sorpresa mía, mientras viajaba por occidente vi a
gente buscando libros de este tipo, queriendo comprar libros sobre
yoga, yoguis y desarrollo espiritual. Muchos han perdido el norte
por leer estos libros. No pueden mantener el equilibrio. ¡Intentar
105
106
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
13. MAGNETISMO
107
108
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
el magnetismo es el secreto de tu progreso en la vida. Y con respecto
a la cualificación, a la que damos tanta importancia, encontrarás
que innumerables personas que están altamente cualificadas no
se abren paso en la vida debido a la falta de magnetismo. Muy a
menudo puede haber un hombre altamente cualificado, pero antes
de que hable de su cualificación la persona a la que ha ido ya ha
tenido suficiente de él. La personalidad tiene tal importancia en la
vida que incluso la ausencia de cualificaciones es tolerada cuando
la personalidad tiene magnetismo. En estos tiempos, en los que el
materialismo está aumentando tanto que a la personalidad se le da
mucho menos importancia en la sociedad, y en los que el heroísmo
no tiene cabida en la vida, el magnetismo trabaja automáticamente
y prueba ser lo más esencial incluso ahora, y siempre lo probará.
Pero la gente normalmente no entra en profundidad en la materia
del magnetismo y sólo reconocen el magnetismo por la atracción
que sienten.
Cuando consideramos el magnetismo personal, podemos
dividirlo en cuatro clases diferentes.
Una clase, la clase ordinaria de magnetismo, se refiere al
plano físico. Y este magnetismo tiene que ver con la nutrición, con
la higiene, con una vida regular, con la respiración correcta y la
regulación de la actividad y el reposo. Este magnetismo también
depende de la edad, como las notas ascendentes y descendentes en
una octava. Puede relacionarse con la estación de la primavera, que
viene y va. Y al mismo tiempo este magnetismo depende de todo lo
que pertenece al mundo físico, ya que es un magnetismo físico.
También está el magnetismo que puede ser llamado men-
tal. Una persona con una inteligencia chispeante naturalmente se
convierte en el centro de su sociedad. La persona que tiene ingenio
y una percepción aguda, que puede expresarse bien a sí misma, que
109
110
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
mucho más de él que de los otros a los que les falta inteligencia. Si
él no da un descanso a su mente sabiendo cómo reposar, y si no se
concentra y de este modo agudiza su intelecto, naturalmente, justo
como un cuchillo que es usado continuamente, se vuelve desafi-
lado. Naturalmente el uso continuo del intelecto le hará corto de
palabras.
El tercer aspecto del magnetismo es quizás de una clase
superior a las dos que han sido descritas arriba, porque este magne-
tismo es más profundo y afecta a otra persona más profundamente.
Éste es el magnetismo del amor, de la simpatía, de la amabilidad. Una
persona que por naturaleza es simpática, una persona que tolera, que
olvida, que perdona; una persona que no mantiene la amargura ni la
malicia en su mente contra nadie; una persona que admira la belleza,
que la ama en el arte, en la naturaleza, en todas las formas, y que sale
con el amigo y el enemigo, con el conocido, el extraño, con todos; la
persona que puede soportar y que puede sufrir, y que tiene el poder
de tener paciencia a través de todas las condiciones de la vida, que
siente el dolor de otro en su corazón y que siempre está deseoso de
hacerse amigo, es esa persona cuyo magnetismo es mayor que todos
los otros magnetismos que conocemos. No necesitamos ir muy lejos
para ver esto. Si sólo buscamos las cosas buenas de la gente lo encon-
traremos. A nuestro alrededor podemos encontrar muchos en los
que podemos apreciar esta cualidad.
Un día un hombre que había viajado mucho vio a un mís-
tico indio, y dijo, “Hemos escuchado tanto y hemos leído tanto
sobre los santos y sabios y mahatmas y maestros que viven en India,
pero cuando fui allí no encontré ni uno”. Y el místico le dijo, “No
necesitas ir tan lejos. Las almas que merecen la pena, las almas que
se aman unas a otras, los santos y sabios, se pueden encontrar en
todas partes.”
111
112
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
otros, decidieron la siguiente mañana contar si todos los campesi-
nos seguían todavía allí. Se alborotaron mucho después de contar,
porque contaron diecinueve, y se entendía que veinte campesinos
habían dejado su hogar. Y así cada campesino contó y cada uno dijo,
“hay diecinueve”. Y no pudieron encontrar quién faltaba, porque
todos estaban allí. Al final encontraron que todos los que habían
contado habían olvidado contarse a ellos mismos.
Ésta es la condición del alma. Ve todos los seres, pero no se
ve a sí misma. Y el día en que el alma se da cuenta de sí misma, ese
día una nueva vida comienza con un nuevo nacimiento. Es el alma
autorrealizada, la que crece, la que se expande. Hasta que el alma
no se realiza a sí misma, no se desarrolla, no crece. Por tanto es en
el momento en que el alma comienza a darse cuenta de sí misma
cuando un hombre realmente empieza a vivir en el mundo.
Pero debe entenderse que el magnetismo del alma auto-
rrealizada es mayor que cualquier magnetismo que jamás pudiera
imaginarse. Es poder. Es sabiduría. Es paz. Es inteligencia. Es todo.
Es el magnetismo que cura, que cura cuerpos y cura almas. Eleva a
aquellos que han caído en dificultades, en dolor y pena. Saca a otros
de su confusión, de su oscuridad. Por este magnetismo las almas
iluminadas extienden su amor, por tanto atraen a todos los seres. Es
por este magnetismo que Cristo dijo a los pescadores, “Seguidme,
y os haré pescadores de hombres”. Es por este magnetismo que los
grandes, tales como Buda, Moisés, Cristo, Mahoma, llegaron y
atrajeron a la humanidad. Y la humanidad durante siglos no les ha
olvidado. Es su magnetismo, el que, después de dejar esta tierra, ha
mantenido a millones y millones de personas en un vínculo de her-
mandad, simpatía, y amistad. El inmenso poder que el magnetismo
del alma da muestra que es magnetismo divino. Es una prueba de
algo que está detrás del mundo visible.
113
114
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
poder, es capaz de hacer cosas que la gente normalmente no puede
lograr.
Hay dos poderes: uno es llamado en términos sufíes Qaza
y el otro Qadr. Uno es el poder individual y el otro es el poder de
Dios. El poder individual puede trabajar y puede conseguir cosas
mientras que trabaje en consonancia con el poder de Dios. Pero
en el momento en que el poder individual trabaja en la contra del
poder de Dios el hombre empieza a darse cuenta de que su fuerza
está disminuyendo, de que no puede conseguir nada. Por tanto lo
primero que el maestro busca es el placer de Dios, estar en conso-
nancia con la voluntad de Dios. Y justo como una persona que ha
practicado un juego o cualquier clase de deporte ha aprendido la
forma en que practicarlo, así el hombre que tiene continuamente en
mente hacer todo en consonancia con el poder de Dios es ayudado
por la voluntad de Dios.
Muy a menudo la gente ha malentendido la voluntad de
Dios. Piensan que lo que ellos consideran bueno es la voluntad de
Dios, y lo que ellos consideran que no es bueno no es la voluntad de
Dios. Pero su idea de lo bueno y lo malo no tiene nada que ver con
el poder de Dios, porque el punto de vista de Dios es diferente del
punto de vista del hombre. El hombre sólo ve hasta cierto punto y
no más, mientras que Dios lo ve todo.
Pero uno se pregunta, si todos pertenecemos al cuerpo
de Dios, si todos somos átomos de Su Ser, ¿por qué no entende-
mos, por qué no sabemos fácilmente qué está en consonancia con
la voluntad de Dios y qué no? Y la respuesta es que cada átomo
de nuestro cuerpo es consciente de sí mismo. Si hay un dolor en el
dedo la oreja no lo siente. Si hay un dolor en el dedo del pie, la nariz
no lo siente; sólo el dedo del pie lo siente. Pero en ambos casos el
hombre lo siente porque el hombre posee todo el cuerpo.
115
116
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
En una de las grandes guerras en las que el Profeta tuvo
que luchar todo su ejército fue vencido, y sólo quedaban diez o
quince amigos al lado del Profeta y todos los demás huyeron o esta-
ban muertos o heridos. Entonces el Profeta se volvió hacia su gente
y vio que todos estaban descorazonados y desesperados. Así que
dijo, “Mirad, delante de nosotros hay un ejército y aquí estamos
nosotros, quince hombres. No veis ninguna esperanza; ahora debéis
retiraros. Pero yo, yo permaneceré aquí ya sea que tenga que volver
victorioso o perder mi vida aquí en el campo de batalla. Ahora iros.
Muchos de vosotros ya se han marchado, así que iros vosotros tam-
bién”. Ellos dijeron, “No, Profeta, si tu vida va a terminar aquí en el
campo de batalla nuestras vidas serán tomadas primero. ¡Qué son
nuestras vidas después de todo! Daremos nuestras vidas contigo,
Profeta. No tememos a este enemigo”. Y entonces el profeta arrojó
la espada que tenía en su mano y se arrodilló y cogió unos cuantos
guijarros de la tierra y se los lanzó al ejército. Y el ejército echó a
correr kilómetros y kilómetros. No sabían lo que había detrás de
ellos. Eran sólo unos cuantos guijarros. Pero lo que ellos vieron fue-
ron grandes misiles y echaron a correr.
Esto es lo que se llama poder, éste es el poder del hombre.
No es sólo que el hombre tenga poder sobre los objetos, sino que el
hombre también tiene poder sobre otros seres. Es sólo un pequeño
toque de poder el que usa el maestro del circo para hacer que los
elefantes trabajen y que los tigres y leones bailen delante de él.
Cuando su poder es mayor, sólo tiene que mirarlos para conseguir
que hagan lo que él quiera.
Cuando se cuenta en la historia de Daniel que fue a la
guarida de los leones e hizo que todos cayeran mansos a sus pies,
esto es de nuevo poder espiritual. Esto muestra el poder que tiene
el hombre; al mismo tiempo, sin saberlo, sin ser consciente de él,
117
118
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
persona santa, un alma divina y un alma todopoderosa. En el caso
del primero un alma iluminada puede mostrar cinco poderes dife-
rentes. Estos poderes son poderes magnéticos. El primer aspecto es
la revivificación del cuerpo físico. El siguiente es la iluminación de
la inteligencia. El tercero es la profundización del elemento amor
en el corazón. El cuarto es la eterealización y profundización de
la visión interior; y el quinto aspecto es la unión con Dios. Con el
quinto aspecto el alma iluminada muestra su mayor poder.
El poder puede también ser dividido en dos partes: una es
el poder de la visión interior, el otro es el poder de la voluntad. El
poder de la visión interior no construye, no hace nada. Sólo ve; es
un poder pasivo. El que tiene el poder de la visión interior puede ver
dentro de la naturaleza humana. Él tiene visión dentro del corazón
de otra persona, en el alma de otra persona, en su vida, sus asuntos,
en su pasado, presente y futuro. ¿Qué le inspira de esta manera?
¿Qué es lo que él ve? Él parece entender el lenguaje de la naturaleza,
el lenguaje de la vida. Parece leer la forma, el rasgo, el movimiento,
la atmósfera, el pensamiento y el sentimiento. Esto es porque todo
tiene ciertas vibraciones y una cierta tendencia. Por tanto, tener
visión interior es conocer el lenguaje de la vida. Y alguien así puede
ver en tal medida que los demás no saben tanto sobre ellos mismos
como aquél que ve. Porque todo el mundo está cegado por sus pro-
pios asuntos. Cuando se le cuenta puede que lo sepa, pero si no se lo
cuentas no lo sabe. Parece como si el conocimiento de su propio ser
estuviera enterrado dentro de él.
¿De dónde viene esta ciencia? También del conocimiento
de la visión interior, al menos al principio. Otras cosas pueden
mejorarla; pero esta ciencia que comienza con la intuición es visión
interior. Los grandes inventores del mundo han tenido visión den-
tro de las cosas. Puede que ellos no lo creyeran, pero igual la tenían.
119
120
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
que había llegado y quiso que él se ocupara del reino, que trabajara
para el país. Pero él rehusó y se fue.
Esta historia da un ejemplo del poder constructivo del
sabio; muestra cuán constructiva es el alma del mahatma. No es
verdad que los mahatmas sólo se encuentren en las cuevas de los
Himalayas y que no pueda vérseles en medio del mundo. Pueden
encontrarse en cualquier parte; pueden encontrarse en un palacio,
en medio de los ricos, de la comodidad, y en lugares remotos. Pue-
den estar en cualquier situación, en cualquier posición. Pero lo que
surge de los mahatmas es una influencia constructiva extendién-
dose continuamente. Son una protección frente a las enfermedades
y plagas, guerras y desastres. Su poder constructivo es trabajar y
ayudar a la gente a florecer. Hoy en día el hombre está dispuesto a
creer que un primer ministro o un gran hombre de estado puede ser
de tal ayuda, que puede levantar el país, poner en orden las finanzas
del país o guardar el país frente otras naciones. Pero un alma escon-
dida que no es conocida puede tener una influencia todavía mayor
sobre el país entero. Millones de persona en Oriente han sabido y
visto en diferentes momentos que donde vivían las almas divinas su
gran influencia se extendía por todo el país y lo levantaba.
El tercer aspecto de los sabios es paramatma, el todopode-
roso. Él es todavía mayor; él ya no es una persona, es la consciencia
de Dios. Todos nosotros somos aquello de lo que somos conscien-
tes. Un hombre en prisión es consciente de la prisión. Una persona
que tiene mucho dinero en el banco y no es consciente de él, es
pobre a pesar de su riqueza. Sólo tenemos aquello de lo que somos
conscientes. Por tanto nuestra grandeza o nuestra pequeñez depen-
den de nuestra consciencia. Incluso llegar a ser un alma iluminada
es sólo una diferencia de consciencia. No es por las muchas cosas
buenas que haya hecho una persona. Hay mucha gente buena, pero
no siempre saben quiénes son ellos mismos.
121
122
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
la espiritualidad es la expansión de la conciencia. Cuanto más
ampliamente se extiende la conciencia mayor es la visión espiritual.
Y cuando la conciencia se expande tanto que abraza el universo
entero, es lo que es llamado perfección divina.
123
124
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
a la respiración. En realidad la respiración misma es la voz, y toda
la formación de la voz depende de la respiración. Ahora de nuevo
algunos médicos están empezando a ver que muchas enfermedades
de los nervios, de los pulmones, o de diferentes centros nerviosos,
a menudo pueden ser mejoradas por la respiración. Parece haber
un despertar general a la ciencia de la respiración. Y aquellos que
han practicado la respiración en conexión con la cultura física o
para la mejora de su condición personal, enfermedad, o debilidad,
han encontrado resultados maravillosos. Hasta aquí es donde ha
llegado la ciencia de la respiración.
Pero cuando llegamos al misterio de la respiración, es
totalmente otro reino. La respiración perceptible, en la que las ale-
tas de la nariz pueden sentir cómo el aire entra y el aire sale, es sólo
un efecto de la respiración. No es la respiración. Para el místico la
respiración es esa corriente, que lleva el aire dentro y fuera. El aire
es perceptible, no la corriente; la corriente es imperceptible. Es una
clase de magnetismo etéreo, una clase más fina de electricidad, la
corriente que entra y sale, poniendo el aire en acción. Esto es lo que
el místico llama nafs, que quiere decir el sí mismo. La respiración
es el sí mismo, verdaderamente el sí mismo del hombre. También
atman quiere decir alma, y en alemán la misma palabra es usada
para la respiración. Esto muestra que si hay algún rastro del alma,
se encuentra en la respiración.
Naturalmente, la respiración, siendo el sí mismo, no es
sólo el aire que se exhala, sino que es una corriente, que, de acuerdo
con los místicos, fluye desde el plano físico al plano interior. Es una
corriente que fluye a través de cuerpo, mente y alma, alcanzando la
parte más íntima de la vida y después volviendo, una corriente con-
tinua perpetuamente moviéndose hacia dentro y hacia fuera. Esto
da una explicación bastante diferente de la respiración. Muestra
125
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
importante entender que no se inhala como en una línea recta
entrando y saliendo de la misma manera, como se imagina que es.
La acción real es la de una rueda, un círculo; desde la aleta de la
nariz hace un círculo y al final el círculo está de nuevo en las aletas
de la nariz.
El tercer punto a entender sobre la respiración es éste: igual
que un cable eléctrico, emiten radiación. Igual que el calor y la luz no
están confinados a esta radiación, sino que también están alrededor,
de la misma forma la radiación de este círculo de respiración conti-
núa a través de todo el cuerpo, tocando cada parte del cuerpo.
Otra regla a observar es que en cada dirección a la que va la
corriente de la respiración, causa una acción diferente y un resultado
diferente. Por ejemplo, contraer, estirar, parpadear, todas estas accio-
nes son el juego de la respiración yendo en direcciones diferentes. Así
es con cada acción natural que se hace durante el día. También toser,
bostezar, dar un profundo suspiro, todas éstas son acciones diferen-
tes de la respiración. Además, la habilidad para comer y beber, la
habilidad para expulsar todo lo que se tiene en el cuerpo, son todos
resultados de las diferentes direcciones a través de las que funciona la
respiración. Y si la respiración no funciona en una dirección, enton-
ces esa actividad particular del cuerpo se para. Es una ciencia que
todavía no ha sido explorada por lo científicos y médicos. Y cuanto
más se explore menos necesidad habrá de operaciones y muchas
otras cosas espantosas que los doctores tienen que hacer o dar a sus
pacientes. También la tendencia a las enfermedades pulmonares, el
dolor del parto, y la muerte temprana, todo esto será evitado cuando
la ciencia de la respiración haya sido bien entendida por los científi-
cos del momento, y practicada por la mayoría.
La representación de Dios y de las almas es la del sol y sus
rayos. Los rayos no son diferentes del sol; el sol no es diferente de los
rayos. Sin embargo hay un sol y muchos rayos. Los rayos no tienen
127
128
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
la parte superior del cuerpo físico que toca diferentes planos. La
respiración va allí, pero no vemos la acción de la respiración. La
acción de la respiración en nuestro cuerpo físico es limitada; pero
en realidad esta corriente, esta respiración, conecta el cuerpo con el
Espíritu divino, conectando a Dios y al hombre en una corriente.
La corriente central de nuestra mente también es la res-
piración. Esto es por lo que no sólo respiramos a través del cuerpo,
sino también a través de la mente, y también a través del alma.
Además, la muerte es sólo la partida del cuerpo de esta corriente
principal que llamamos respiración. Pero cuando el cuerpo ha par-
tido la mente todavía se adhiere a ella, y si la mente vive, la persona
vive también. Esto es lo que nos da la prueba del más allá. Muchos
dirán, “Qué poco interesante vivir después de la muerte no como
un individuo, un cuerpo; ¡sino como una mente!” Pero es la mente
la que ha hecho el cuerpo; la mente es más autosuficiente de lo que
podemos imaginar. La mente está en una esfera en la que tiene su
propio cuerpo, justo como este cuerpo físico pertenece a la esfera
física. El cuerpo de la mente es tan suficiente e incluso más concreto
que el cuerpo que tenemos en el mundo físico, por la razón de que
el cuerpo físico es muy limitado y sujeto a muerte y decaimiento.
El cuerpo de la mente, que es etéreo, dura mucho, al ser menos
dependiente de la comida y el agua; es mantenido más por la res-
piración que por ninguna otra cosa. Somos mantenidos incluso en
este mundo físico principalmente por la respiración, aunque reco-
nocemos el pan y el agua y otros alimentos como nuestro sustento.
¡Si tan sólo supiéramos que el pan y el agua no son ni una centésima
parte de nuestro sustento comparado con lo que la respiración hace
en nuestra vida! No podemos existir ni cinco minutos sin respirar;
podemos estar sin comida durante varios días.
Ya que la respiración tiene tan gran importancia, la mayor
129
130
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
por sus pensamientos. La respiración de la cobra es tan magnética
que la comida es atraída sin remedio; un ave de corral, o un ciervo
o algún otro animal es atraído a sus cercanías. Es tan fuertemente
atraído que incluso baja desde el aire, y cae en su boca. La serpiente
no hace ningún esfuerzo. Sólo respira; abre su boca, y su comida
viene a su boca. Y entonces descansa de nuevo por seis semanas.
La serpiente, además, está tan fuertemente formada que
vuela sin alas y camina sin pies. También si hay algún animal que
pueda ser llamado el más sano de todos, éste es la serpiente. Nunca
enferma. Antes de caer enferma muere, sin embargo vive mucho
tiempo. Aquéllos que viven en países tropicales dicen que las cobras
pueden vengarse después de incluso doce años. Si tú golpeas una
cobra, siempre lo recordará. Esto muestra su memoria, su mente.
La música también atrae a la cobra como la música atrae a los hom-
bres inteligentes. Cuanto menos inteligente es un hombre, menos
le atrae la música; la música está estrechamente relacionada con la
inteligencia. Esto muestra que toda señal de inteligencia, de sabidu-
ría, y de poder se ve en la cobra.
Los místicos han estudiado la vida de la cobra y han encon-
trado dos cosas maravillosas. Una es que no desperdicia energía.
Los pájaros vuelan aunque estén cansados; los animales corren de
aquí para allá. La cobra no hace esto. Hace un agujero en el que
vive y descansa. Conoce la mejor forma de reposar, un reposo que
puede durar tanto como quiera. Nosotros no podemos hacer esto.
Nosotros los seres humanos, de todas las criaturas, somos los que
conocemos menos sobre el reposo. Sólo sabemos acerca del trabajo,
no sobre el reposo. Damos gran importancia al trabajo, pero nunca
al descanso; esto es por lo que no encontramos nada en el descanso
pero sí todo en el trabajo. El trabajo del descanso no lo vemos.
Además, la capacidad natural de respirar de la cobra es tal
131
132
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
sido realizados. Todos los sufíes de Persia, de Egipto, de India, han
sido grandes maestros de la respiración. Y hay algunos maestros
que son conscientes de su realización espiritual con cada respira-
ción que ellos inhalan y exhalan. Con cada respiración llega la con-
ciencia de su plano de realización.
Para una persona que realmente sabe cómo trabajar con la
respiración, si no es perezosa, no hay nada que no pueda conseguir;
no puede decir que nada sea imposible. Sólo requiere trabajo; no es
sólo una cuestión de conocer la teoría, sino que requiere el entendi-
miento de ella. Esto es por lo que los expertos, los místicos, no con-
sideran la respiración sólo como una ciencia o como un ejercicio;
la consideran como lo más sagrado, tan sagrado como la religión. Y
con objeto de lograr esta respiración, una disciplina debe ser dada
por el maestro.
Pero hay una gran dificultad. A veces en mis viajes he
encontrado, cuando he hablado sobre estas cosas, que la gente viene
con ideas preconcebidas. Están deseosos de aprender, pero no quie-
ren disciplina. Pero en el ejército hay disciplina; en la fábrica, en
la oficina hay cierta disciplina; en los estudios de la universidad,
en todas partes hay disciplina; sin embargo en las cosas espiritua-
les la gente no la quiere; cuando llegan a las cosas espirituales crea
problemas. Piensan tan poco en ello que no quieren hacer ningún
sacrificio. Debido a que no saben adónde les conduce, no tienen
convicción. Además hay métodos falsos que se enseñan aquí y allá,
y la gente está comercializando con lo más sagrado. De esta forma
el más alto ideal es reducido a lo más bajo; y es la hora de que lo
real deba ser introducido, seriamente estudiado, experimentado, y
realizado mediante la práctica.
133
134
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
mismo tiempo. Además, cuando la mente está trabajando y com-
pletamente absorbida en cierto pensamiento, en cierta imagina-
ción, los sentidos exteriores pueden estar abiertos, pero no están
funcionando completamente. Cuando un poeta piensa en un verso,
el verso está ante su mente. Sus ojos están abiertos, pero él no ve;
y si ocurre que él ve algo cuando está pensando, entonces es justo
como una imagen moviéndose. Tantas imágenes diferentes vienen
una tras otra que parecen ser continuas. Cuando la mente se para
los ojos funcionan, y cuando los ojos funcionan la mente se para; y
al final parece ser una imagen, pero en realidad es una acción sepa-
rada de la mente y de los sentidos. También es cierto que el estado
de vigilia de cada individuo es diferente y peculiar a sí mismo, justo
como el sueño de cada individuo es diferente y peculiar a sí mismo.
Una persona será de lo que se llama sueño rápido, es decir de sueño
profundo. Otra estará medio dormida. Otra sabe lo que ocurre a su
alrededor, y sin embargo está dormida. Esto muestra que la exten-
sión del sueño es diferente en cada experiencia, y nadie puede cla-
sificar esta medida del sueño.
El estado de vigilia también difiere en cada individuo.
Mucha gente puede estar sentada en una sala, pero uno es más cons-
ciente de lo que ocurre en esa sala que otro. Cinco personas pueden
estar escuchando música, y cada una aplicará su conciencia a lo que
oye de forma diferente. Cada uno disfrutará y recibirá el efecto de
la música de manera diferente, y esto muestra que el cuerpo y la
mente son vehículos o instrumentos a través de los cuales el alma
experimenta la vida, siendo el alma esa parte de nuestro ser que es
capaz de ser consciente a través de la mente y el cuerpo. Por tanto
para el místico el ser real es esa parte del propio ser que atestigua
la vida a través de vehículos tales como la mente y el cuerpo, y lo
llama sí mismo o su alma. En términos sufíes es llamado ruh, y en
135
136
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
de vigilia en el que el alma experimenta a través de la mente y el
cuerpo. Este estado es llamado en términos sufíes nasut, y en térmi-
nos vedánticos jagrat. Como el alma sólo considera lo que experi-
menta a través de los sentidos con la ayuda de la mente, la razón de
que muchos todavía no estén preparados para creer en el alma o en
el más allá o en Dios es que el alma está familiarizada con una sola
esfera. Ésta es la esfera que se experimenta con la ayuda del cuerpo
y la mente.
Una persona intelectual también desarrolla conciencia de
otra esfera, que es llamada malakut en términos sufíes y swapna en
términos del vedanta. Este estado se experimenta de dos mane-
ras. Cuando una persona está absorbida en el pensamiento y no es
consciente de su entorno, todo lo que conoce en ese momento es el
pensamiento o imaginación en el que está absorbido. Este estado no
depende del cuerpo para sus experiencias de alegría o de pena.
Una persona que puede experimentar alegría o pena ele-
vando su conciencia a ese plano puede hacer su cielo en sí misma.
Los grandes poetas, pensadores, escritores, que han vivido dificul-
tades, pobreza, circunstancias en las que la gente no les entendía, se
les oponía, e incluso les despreciaba, han vivido una vida feliz por la
razón de que han sido capaces de elevarse a ese plano en que podían
disfrutar toda la belleza, comodidad, y alegría que el hombre común
sólo puede disfrutar si se le da en el plano físico. Y cuando la clave
de este plano llega a las manos de un hombre, entonces es el maes-
tro de su vida futura.
Cuando la conciencia de un hombre refleja el cielo, ese
hombre está en el cielo; y cuando un hombre es consciente de la
tortura, dolor, y sufrimiento, está en el lado del sufrimiento. El
hombre hace su cielo o su infierno para sí mismo. Cuántos en este
mundo encontrarás que mantienen su enfermedad al pensar en
137
138
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
esto, pero no creo que salga bien”. Por tanto se obstaculizan a sí mis-
mos en su camino. El hombre no sabe que cada pensamiento deja
una impresión en la conciencia y en el ritmo con el que la concien-
cia trabaja. De acuerdo a este ritmo este reflejo se hará realidad y
ocurrirá; y un hombre prueba ser su peor enemigo por la ignoran-
cia de estas cosas. El error del impulso momentáneo crea una suerte
de obstáculo en el camino de esa persona durante toda su vida.
Este estado de conciencia también se experimenta en el
sueño; porque el sueño es la reacción a las experiencias del hombre
en el estado de vigilia. Lo más maravilloso que puede el hombre
estudiar en el sueño es que el sueño tiene su propio lenguaje, y un
verdadero conocimiento de las experiencias del sueño enseña que
cada individuo tiene un lenguaje propio de su sueño peculiar a su
propia naturaleza. El sueño del poeta, el sueño del hombre que tra-
baja con sus manos, el sueño del rey, el sueño de un hombre pobre,
son todos diferentes. Hay muchas diferencias y no puede darse la
misma interpretación de su sueño a cada persona; primero debe
mirarse quién lo ha soñado. No es el sueño el que puede ser inter-
pretado por sí mismo. Es a la persona a quien le llegó el sueño a
quien debe conocerse; y la interpretación está en concordancia con
su estado de evolución, su ocupación, sus ambiciones y deseos, su
presente, su pasado, y su futuro, y sus aspiraciones espirituales.
Por tanto el lenguaje de los sueños difiere; pero puede haber
un indicio, y éste es que en el estado de vigilia el hombre está abierto
a las impresiones exteriores. Por ejemplo, hay momentos en que la
mente es receptiva, y hay momentos en los que la mente es expre-
siva. Y durante los momentos en que la mente es receptiva, toda
impresión recibida de cualquier persona se refleja en la conciencia.
Muy a menudo uno se encuentra deprimido y no puede encontrar
una razón, y después uno se encuentra lleno de regocijo y de nuevo
139
140
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
y todo lo que puede decirse después de esta experiencia es, “he dor-
mido muy bien, y me siento mucho mejor”. De hecho, la causa es
que la conciencia estuvo liberada del dolor y la preocupación y de
cualquier actividad o limitación de la vida. Incluso los prisioneros
pueden disfrutar la bendición de este estado cuando están en sueño
profundo; ellos no saben si están en un palacio o en una prisión.
Alcanzan las experiencias de este plano que es mejor que un pala-
cio.
El hombre no se da cuenta del valor de este estado hasta
que llega el momento en que por alguna razón u otra es incapaz de
recibir esta bendición. No puede dormir; entonces empieza a pen-
sar que no hay nada que no daría por ser capaz de dormir profun-
damente. Esto muestra que no es sólo dormir lo que necesita, sino
también la bendición que hay detrás. Es algo que el alma ha tocado
que es mucho más elevado y profundo, porque esta experiencia
es mayor de lo que uno puede imaginarse. En esta experiencia la
conciencia toca una esfera de la que no puede obtener una impre-
sión alguna a través de los nombres o las formas. La impresión que
obtiene es un sentimiento, un sentimiento de iluminación, de vida,
de alegría. ¿Qué mensaje da esto? Da un mensaje de Dios, que llega
directamente a cada alma. ¿Y cuál es este mensaje? Dios dice al
alma, “Estoy contigo, Yo soy tu propio ser, y estoy por encima de
todas la limitaciones, y Yo soy la vida, y tú estás más seguro, más
vivo, más feliz y más en paz en este conocimiento que en ninguna
otra cosa en el mundo.”
Además de estas tres experiencias viene una cuarta expe-
riencia para aquellos que la buscan. ¿Por qué no llega a todo el
mundo? No es que no llegue a todo el mundo, sino que no todo el
mundo puede captarla. Llega y se desliza de una persona, y él no
sabe cuando vino y cuándo se fue. En la vida de todo hombre hay
141
142
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
han hecho esto con objeto de atrapar esta luz que es simbolizada
con la paloma.
Hay un paso aún mayor que éste, que en términos de los
sufíes es hahut, o samadhi en términos vedánticos, la quinta esfera
que experimenta la conciencia. En ésta la conciencia toca las pro-
fundidades más íntimas de nuestro ser; es como tocar los pies de
Dios. Ésta es la comunión de la que se habla en el simbolismo cris-
tiano. Es justo como tocar la Presencia de Dios; cuando la concien-
cia se ha vuelto tan ligera y tan liberada que puede elevarse a sí
misma y bucear y tocar las profundidades del propio ser.
Éste es el secreto de todo misticismo y religión y filosofía.
El proceso de esta experiencia es como el proceso de la alquimia,
que no se da libremente sino a aquéllos que están preparados y que
sienten que hay alguna verdad en ello. Lleva tiempo para una per-
sona familiarizarse con cosas de esta naturaleza o incluso pensar
que hay cierta verdad en ellas y que no es sólo charla e imaginación.
Incluso alguien que ha sentido la verdad del estado místico puede
preguntarse si merece la pena meterse en esta búsqueda. Pero si lo
hace debe aceptar la guía de alguien que tenga conocimiento de esta
materia, en quien él pueda poner su confianza y confidencia. Pero
debe entenderse que el camino del discipulado, el camino de la ini-
ciación, no es tal que el maestro da algún conocimiento a su apren-
diz, le dice algo nuevo que no haya escuchado antes, o le muestra
algún milagro; si lo hace no es un verdadero maestro. El hombre
es realmente su propio maestro; en él mismo está el secreto de su
ser. La palabra del maestro sólo es para ayudarle a encontrarse a sí
mismo. Nada que pueda aprenderse de los libros, nada que pueda
ser explicado con el lenguaje, nada que pueda ser señalado con un
dedo, es la verdad. Si un hombre está seguro de sí mismo puede ir
más allá, pero cuando está confundido consigo mismo no puede ir
143
144
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
17. SILENCIO
145
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
pone nerviosa. ¿De dónde viene el gran poder alcanzado por
yoguis y faquires? Fue conseguido mediante el aprendizaje
y la práctica del arte del silencio. Ésta es la razón por la que
en Oriente, en las casas en la que los faquires meditaban, e
incluso en la corte, había silencio. Hubo ocasiones durante
diferentes civilizaciones del mundo en que se enseñaba a
la gente, siempre que se reunían para una fiesta, a guardar
silencio durante cierto tiempo. Es la mayor pena que en este
momento hayamos descuidado tanto esta cuestión; pensa-
mos tan poco en ello. Es una cuestión que afecta a la salud,
que toca el alma, el espíritu, la vida. Cuanto más pensamos
en esta materia, más vemos que estamos continuamente
envueltos en algún tipo de acción. ¿Adónde nos lleva esto y
cuál es su resultado? Hasta donde podemos ver, nos lleva a
una lucha, competición y desacuerdo mayores. Si pensamos
en el resultado, nos lleva a un cuidado, preocupación y lucha
mayores en la vida. Hay un dicho de los hindúes, “Cuanto
más busca uno la felicidad, más infelicidad encuentra.” Y la
razón es que cuando se busca la felicidad en una dirección
incorrecta, conduce a la infelicidad. Nuestra experiencia en
la vida es suficiente para enseñarnos, sin embargo la vida
es intoxicante, nos absorbe en la acción de forma que nunca
paramos de pensar en ella.
Parece que el mundo está despertando a los ideales
espirituales, pero a pesar de esto hay más actividad; no sólo
actividad exterior, sino también actividad de la mente. En
realidad la humanidad ha hecho añicos sus nervios por la
falta de silencio, por la hiperactividad de cuerpo y mente.
Cuando el cuerpo descansa, el hombre lo llama dormir.
Pero su mente continúa, con el mismo disco que durante
147
148
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Hay muchos a los que no les preocupa si hieren a
alguien mientras que piensen que han dicho la verdad. Se
sienten tan justificados que no les importa si el otro llora o
ríe. Hay, sin embargo, una diferencia entre hecho y verdad.
Hecho es de lo que se puede hablar; la verdad es lo que no
puede ser puesto en palabras. La afirmación, “Yo digo la
verdad”, falla cuando se percibe la diferencia entre hecho
y verdad. La gente discute dogmas, creencias, y principios
morales, cuando los conocen. Pero llega un momento en la
vida de un hombre en que toca la verdad que no puede ser
puesta en palabras; y en ese momento cesa toda disputa,
discusión o argumento. Es entonces cuando el hombre dice:
“Si tú lo has hecho mal o yo lo he hecho mal, eso no importa.
Lo que quiero ahora es corregir lo equivocado.” Llega un
momento en que la continua pregunta que surge en la mente
activa: ¿qué es qué y cuál es cuál? llega a su fin, porque la
respuesta surge desde el alma y es recibida en silencio.
La actitud general del hombre es escuchar todo lo
que viene del exterior; y no sólo los oídos están abiertos al
mundo exterior, sino incluso el corazón está unido a los
oídos. El corazón que está escuchando las voces que vie-
nen del mundo externo debería volver su espalda a todo lo
que viene desde allí, y esperar pacientemente hasta que se
vuelva capaz de oír la voz de dentro.
Hay una voz audible y una voz inaudible, de los
que viven y de aquellos que no están viviendo, de la vida
entera. Lo que el hombre puede decir en palabras siempre
expresa poco. ¿Puede uno hablar sobre la grandeza, sobre
la devoción, sobre la admiración? Nunca, siempre faltarán
las palabras. Cada sentimiento profundo tiene su propia
149
150
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
la quietud de la mente. Es el ruido lo que obstaculiza una
voz que oímos desde la distancia, y son las aguas inquie-
tas de un estanque lo que impide ver nuestra propia ima-
gen reflejada en el agua. Cuando el agua está quieta da un
reflejo claro; y cuando nuestra atmósfera está quieta enton-
ces escuchamos esa voz que continuamente viene desde el
corazón de cada persona. Estamos buscando guía, todos
nosotros buscamos la verdad; buscamos el misterio. El
misterio está en nosotros mismos; la guía está en nuestras
propias almas.
Muy a menudo uno se encuentra con una persona
cuyo contacto nos pone nerviosos, inquietos. La razón es
que esa persona no tiene quietud, no tiene tranquilidad; y
no es fácil permanecer en calma y mantener la tranquilidad
en la presencia de una persona inquieta, agitada. La ense-
ñanza de Cristo es, “No te resistas al mal”, y esto quiere
decir, “No respondas a la condición turbulenta de una
persona inquieta.” Es como tomar parte en el fuego que te
quemará.
La forma de desarrollar el poder en uno mismo
para sobrellevar todas las molestas influencias en nuestra
vida diaria es aquietarse por medio de la concentración.
Nuestra mente es como un barco en el agua, movido por
las olas e influenciado por el viento. Las olas son nuestras
propias emociones y pasiones, pensamientos e imagina-
ción; y el viento son las influencias exteriores con las que
tenemos que lidiar. Con objeto de parar el barco se debería
tener un ancla, un ancla para hacer que el barco se quede
quieto. Este ancla es el objeto en el que nos concentramos;
si es pesada entonces podrá parar al barco, pero si este
151
152
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
19. VISIÓN INTERIOR (I)
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
de la voluntad quizás como máximo durante cinco o quince minu-
tos; todo el resto del tiempo se mira automáticamente. En otras
palabras nuestros ojos están abiertos, nuestro corazón está sujeto
a todo lo que pueda ser visto, y sin saberlo se captan las diferentes
cosas que atraen a los ojos y la mente. Todo lo que se ve durante el
día y la noche no es lo que se tiene intención de ver, sino lo que la
vida a nuestro alrededor nos obliga a ver. Esto es por lo que pen-
sadores y sabios de Oriente en los tiempos antiguos solían tener
mantos puestos sobre sus cabezas, de forma que no vieran nada ni a
nadie y pudieran controlar su vista. Los sufíes de los tiempos anti-
guos solían mantener sus cabezas cubiertas de esta forma durante
muchos años, y al hacerlo desarrollaban tales poderes que una sola
mirada suya podía penetrar rocas y montañas. Es sólo control de
la vista. Los yoguis de todos los tiempos han trabajado no sólo con
sus mentes sino incluso con sus ojos, consiguiendo tal estabilidad
de mirada que podían dirigir su vista a cualquier cosa que desearan
examinar o penetrar. Los ojos, por tanto, son los representantes del
alma en la superficie, y hablan a una persona más claramente de
lo que las palabras pueden hablar; para alguien que pueda leer las
señales del plano de evolución en el que una persona está. No hace
falta que una persona hable; sus ojos cuentan si está contento o no,
deseoso o no, si está inclinado a favor o en contra. El amor o el odio,
el orgullo o la modestia, todos pueden verse en los ojos; incluso la
sabiduría y la ignorancia, todo, se manifiesta a través de los ojos. El
que puede trazar la condición y el carácter en los ojos ciertamente
se comunica con el alma de otra persona.
No hace mucho en Hyderabad había un murid, un apren-
diz bastante intelectual, que le gustaba charlar. Su maestro estaba
interesado en sus inteligentes preguntas, así que le animaba a hablar,
mientras que la costumbre en Oriente es que el aprendiz mantenga
155
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
el cuerpo, dentro del cuerpo. En realidad “adentro” no quiere decir
sólo en el interior, sino también en el exterior del cuerpo. Esto puede
verse mediante la luz que hay en una bombilla: la luz está dentro de
la bombilla, y también fuera de la bombilla. Así es el alma; está en el
interior y también en el exterior. Así es la mente; está en el interior y
en el exterior, no está confinada dentro del cuerpo. En otras palabras,
el corazón es más grande que el cuerpo, y el alma es todavía mayor.
Al mismo tiempo el alma está acomodada dentro del corazón, y el
corazón está acomodado dentro del cuerpo; éste es el fenómeno más
grande y es muy difícil explicarlo en palabras. Hay centros intuitivos;
y con objeto de ver en los centros intuitivos uno tiene que volver los
ojos hacia atrás, volver los ojos hacia dentro; entonces los mismos
ojos que son capaces de ver afuera son capaces de ver adentro. Pero
esto es sólo una fase del ver. En la otra fase de mirar adentro no puede
verse con los ojos, es el corazón el que ve. Y cuando se es capaz de ver
de esta forma, el dolor y el placer y la alegría y la pena de cada per-
sona que llega ante uno se manifiesta en el propio corazón; realmente
se ve. Se ve incluso más claramente de lo que los ojos pueden verlo.
Pero éste es el lenguaje del corazón. Los ojos no lo conocen.
Los sabios en Oriente solían ser llamados balakush, que sig-
nifica “el que toma el trago de todas las dificultades.” Comparaban
las dificultades de la vida con un vino que beber; una vez lo bebes,
se ha ido. No tenían miedo de ello; no querían eludirlo. Decían, “Si
lo eludimos esta vez, nos llegará la próxima vez; nos llegará un día.
Si escapamos por un momento, en otro momento nos llegará. Así
déjalo llegar tal como es y bebámoslo como si fuera vino.” El princi-
pio de Mahadeva, de los derviches, de los grandes faquires de todos
los tiempos es este único principio: beber todas las dificultades
como si fueran vino. Entonces ya no hay más dificultad. Cuando
uno está a tono con la vida, la vida se vuelve reveladora, porque
entonces uno es amigo de la vida. Antes de eso, uno era un extraño
157
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Cuando una persona no puede entenderse a sí misma, a su propia
imaginación, y a sus propios problemas profundamente, entonces,
¿cómo puede entender los problemas de los demás? Entonces no
hay comunicación entre una persona y otra. Hoy en día a menudo
la amistad sólo significa interés profesional; las relaciones huma-
nas están formadas por ciertos intereses, intereses mundanos. Por
tanto el hombre no sabe lo que es el sentimiento. Las alianzas de
naciones, las uniones de hombres trabajadores, todo esto se ha for-
mado en base al interés propio. Yo soy tu amigo ¡si tú defiendes mi
caso! Por tanto cuando el sentimiento, que es lo único divino en el
hombre, que es la prueba y la señal del espíritu, y que es una heren-
cia divina, se embota, entonces naturalmente no se le puede llamar
civilización a cualquier vida, incluso si se le llama civilizada.
Llegará el día en que el hombre vivirá una vida más plena,
una vida más completa de altos ideales y grandes principios, en que
el sentimiento estará tan despierto en el hombre como la razón.
Cuando ese día llegue el conocimiento será conocimiento espiri-
tual, no aprendizaje libresco. En cualquier parte puede sentirse, en
las universidades, en las sociedades, en los clubes, en cualquiera de
las profesiones, que toda persona está buscando directa o indirec-
tamente algún conocimiento; el hombre siente que hay un conoci-
miento que es más real. Toda persona parece estar disgustada con
su experiencia en la vida. Puede que sea el más exitoso del mundo,
no importa. Puede que sea un hombre rico, puede que tenga una
posición alta, pero está disgustado, desea algo que le satisfaga. ¿Qué
es esto? No está en el exterior. Está dentro de sí mismo. Lo encon-
trará el día en que despierte a la realidad de la vida. Una vez que el
alma se despierta a la realidad de la vida, el resto de las cosas impor-
tan poco. Lo que importa es que él entiende claramente que lo que
le satisface está dentro.
159
160
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
20. VISIÓN INTERIOR (II)
161
162
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
intuición y salvarla de ser destruida por la razón, enton-
ces la intuición es más fuerte y uno puede beneficiarse de
ella. Hay mucha gente intuitiva, pero no siempre pueden
distinguir entre intuición y razón y a veces las mezclan,
porque muy a menudo el segundo pensamiento, siendo el
último, es más claro que el primero. Por tanto, la intuición
se olvida y la razón se recuerda. Entonces una persona le
llama intuición y no es así. La razón y la intuición son dos
competidores, y sin embargo ambos tienen su lugar, su
importancia, y su valor. Lo mejor sería primero probar y
atrapar la intuición y distinguirla y conocerla y reconocerla
como intuición; y después razonarla.
Además, de aquellos que dudan de la intuición, su
intuición duda de ellos. En otras palabras, la duda llega a
ser un muro entre ellos mismos y su facultad intuitiva. Y
hay una acción psicológica: tan pronto como la intuición
ha surgido, la duda y la razón también han surgido, así
que la visión se hace borrosa. Se debería desarrollar auto-
confianza. Incluso si resulta estar equivocado una o dos o
tres veces todavía debería continuarse; con el tiempo se
desarrollará la confianza en la intuición propia y entonces
la intuición será clara.
Las mujeres son de forma natural más intuitiva que
los hombres. La razón es que una mujer es más receptiva
por naturaleza y más comprensiva; por tanto puede perci-
bir la intuición más claramente. Muy a menudo un hom-
bre puede razonar y pensar y sin embargo no llegar a una
conclusión, a un entendimiento claro, mientras que una
mujer, o cualquier persona más intuitiva, en un momento
se aclara sobre cierta cuestión, cierto punto. Esto viene de
163
164
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
intuición?”, entonces naturalmente la razón produce con-
fusión en la mente y la intuición se destruye. Hay mucha
gente intuitiva, y su intuición ha sido destruida sólo por
esta duda que surge en su mente, sea su intuición verda-
dera o falsa. Esto es por lo que pierden esta facultad de
intuir. Toda facultad necesita nutrición; si no es nutrida se
embota y se destruye; no se puede hacer más uso de ella.
Además, una persona puede subestimar el valor de esta
facultad en su vida; entonces la destruye; y esta facultad
desaparece también por una acción demasiado rápida de
la mente. Cuando una persona piensa en mil cosas en un
tiempo corto, la mente se hace demasiado activa y entonces
no puede percibirse la intuición, que necesita cierto ritmo,
una cierta concentración.
Otro aspecto más de la visión interior es la inspi-
ración. La diferencia entre inspiración e instinto es que lo
que reconocemos en la creación inferior como instinto es
lo mismo que lo que trabaja a través de la mente humana
en la forma de intuición o inspiración. Puede decirse desde
un punto de vista biológico que las criaturas inferiores han
nacido con cierto instinto tal como la inclinación a volar,
a defenderse con sus cuernos o a morder con sus dientes.
Todas las facultades que muestran han nacido con ellos; no
son sólo la herencia traída de sus ancestros, no sólo perte-
necen a su familia, son una propiedad del espíritu. Y todos
los seres vivos consiguen del espíritu guía en forma de una
inclinación. Lo que reconocemos como instinto en las cria-
turas inferiores es inspiración en la humanidad. Hoy día,
como la ciencia va en aumento y el materialismo prevalece,
el hombre está olvidando la herencia que tiene del espíritu,
165
166
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
nunca alcanzaron esa perfección que llega en un instante.
Aquellos que estaban inspirados nunca lo buscaron, vino
de una disposición. Todo lo que llega de la inspiración está
vivo; siempre mantendrá su valor. Hay escritos de poetas
de Oriente tales como Rumi de Persia, como Kalidasa de
India; y ahora, después de miles de años, sus escritos son
leídos por la gente y nunca son viejos y la gente nunca se
cansa de ellos. Es lo mismo con Shakespeare. Él ha hecho
un mundo vivo. Cuanto más tiempo pasa, más vive, y más
apreciado es. Está vivo para siempre. Éste es el carácter de
la inspiración; y sólo llega a aquél cuya mente está quieta y
cuyo pensamiento está absorto en la belleza del trabajo que
está contemplando. La mente del músico, que sabe poco de
este mundo excepto música, está concentrada y enfocada
en la belleza de su arte. Naturalmente atraerá la inspira-
ción. Así es con el poeta. Pero cuando la mente está absorta
en mil cosas, entonces no está enfocada, entonces no puede
recibir la inspiración.
¿Cómo se desarrolla la inspiración? Mediante la
concentración. Un poeta inspirado es aquél cuya mente está
completamente fijada en la idea que desea expresar; está
flotando, por decirlo así, en su belleza; su mente se enfoca
y la inspiración llega mecánicamente a él. Una persona que
se esfuerza en la inspiración, que quiere arrastrarla a él,
no puede conseguirla; no le pertenece. Para conseguirla
debe flotar en la idea, debe sumergir todo su corazón en su
belleza. Debe estar tan positivamente enfocado en ese espí-
ritu de la belleza que la inspiración pueda naturalmente
fluir hacia él.
El sueño o visión es otro aspecto de la visión inte-
167
168
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
es grosero el simbolismo será grosero. Cuanto más evolu-
cionada es una persona, más fino, artístico y sutil será el
sueño. Por ejemplo, para un poeta serán símbolos poéticos;
y el sueño de un músico tendrá símbolos musicales; en el
sueño de un artista habrá símbolos de arte.
En el sueño realista realmente se ve lo que va a ocu-
rrir. Todo lo que llamamos accidente es sólo nuestra con-
cepción; porque no lo sabíamos de antemano lo llamamos
accidente. Esto además nos da visión en lo que llamamos
destino. Pero hay un plan; está todo planeado y sabido de
antemano al espíritu y a aquellos que saben. Hay sabios
que saben de su muerte un año antes. No hay tal cosa como
un accidente. Cuando una persona no lo sabe, quiere decir
que no lo ve; pero está allí.
La revelación es todavía más grande. Es la perfec-
ción de la visión interior. Cuando se tiene revelación es que
hay un desarrollo superior, y empieza cuando una persona
se siente sintonizada con todo el mundo, todas las cosas,
y todas las condiciones. Pero con objeto de llegar a este
estado uno debe desarrollarse de acuerdo a él. El corazón
debe estar afinado al estado y al tono en el que uno se siente
unido con las personas, objetos y condiciones. Por ejemplo,
cuando no se puede soportar el clima, sólo quiere decir que
no se está en armonía con el clima; cuando uno no puede
llevarse bien con las personas, ése no está en armonía con
ellas; cuando uno no puede llevarse bien con ciertos asun-
tos, ése no está en armonía con esos asuntos. Si las condi-
ciones parecen duras, muestra que no se está en armonía
con las condiciones.
La revelación llega a los santos y salvadores de la
169
170
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
vislumbre de las ideas y sentimientos sólo puede percibirse
en ese plano que es sentimiento en sí mismo.
La revelación depende de la pureza de la mente.
Muy a menudo alguien que tiene sabiduría mundana no es
realmente sabio. La intelectualidad es una cosa, la sabidu-
ría otra. No todo el conocimiento aprendido de los libros
y de las experiencias en el mundo y recogido en la mente
como aprendizaje es sabiduría. Cuando la luz de adentro es
proyectada en este conocimiento, entonces el conocimiento
de la vida exterior y la luz que llega desde adentro forman
una sabiduría perfecta; y es esta sabiduría la que guía al
hombre en el camino de la vida.
Aquellos que recibieron la revelación nos han dado
libros sagrados tales como la Biblia, el Corán, la Bhagavad-
Gita; cientos y miles de años han pasado y sus enseñanzas
sagradas han permanecido vivas hasta hoy. Pero al mismo
tiempo debemos saber que lo que han dado en la forma de
predicación, en la forma de enseñanzas, es la interpretación
de la sabiduría viva que no puede ser plenamente expre-
sada en palabras. Este conocimiento vivo sólo puede cono-
cerse cuando uno mismo lo ha experimentado al abrirse
el corazón. Es entonces cuando se logra el propósito de la
vida.
171
172
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
algo más expresivo que cualquier parte del cuerpo humano; y es la
inteligencia.
Hay una historia que muestra la idea de la conciencia
universal o general más allá de la conciencia individual. Había un
mago que imaginó que era fluido, líquido, que se movía, subiendo
y bajando, y volviendo al mar. Después imaginó, “Ahora soy sólido”.
Los átomos se agruparon, se congelaron y se volvieron hielo. Enton-
ces pensó, “Yo no soy tan frío. Puedo intentarlo y ser estable, y no
me fundiré;” y se volvió roca. Después dijo, “Ahora quiero cambiar.
No quiero seguir como una piedra.” Y se convirtió en un árbol.
“Pero”, dijo, “Todavía no me muevo, no trabajo;” y se retorció y se
movió, y se volvió un insecto. Pero el mago pensó, “¡Qué indefenso
vivir como un insecto! Me gustaría tocar y cantar;” y se volvió un
pájaro. Entonces dijo, “Quiero ser más grueso y denso, y sentirme
más inteligente,” y se volvió un animal. Finalmente dijo, “Quiero
levantarme sobre mis piernas traseras, estirar mi espalda;” y se vol-
vió un hombre.
Éste es el fenómeno de un mago que quería, que imaginó,
algo y que se convirtió en ello. Esta idea se encuentra también en las
escrituras. En el Corán se dice, “Sea, y llegó a ser.” Fue el trabajo del
mago: en aquello de lo que era consciente, él se convertía. Primero
fue la conciencia, y entonces la idea que mantuvo se convirtió en
algo.
Pero hay otra cuestión: si el mago era tan poderoso como
para pensar y convertirse en algo, ¿por qué él mismo se hizo oscuro?
La respuesta es ésta, que cuando un hombre dice, “Me gustaría des-
cansar, ir a dormir,” naturalmente pierde su actividad. Convertirse
en algo hace de la conciencia, que es conciencia divina o universal,
limitada; y esta limitación le roba de su propia conciencia. Éste es el
punto más profundo de la metafísica. Por ejemplo, cuando la con-
173
174
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
audible e inteligible; quiere comunicarse, intentando durante años
y años abrirse paso a través de esta densa prisión, emerger hacia su
fuente original, justo como el mago que quería abrirse paso, salir
fuera y verse a sí mismo. ¿Y en qué se convirtió? En hombre.
Dicen los sufíes que “Dios durmió en la roca, Dios soñó
en el árbol, Dios se hizo auto-consciente en el animal, pero Dios
se buscó a sí mismo y se reconoció a sí mismo en el hombre.” Esto
denota claramente el principal objetivo del hombre: que cualquiera
que sea su ocupación, cualquier cosa que le complazca, cualquier
cosa que admire, hay un solo motivo, el motivo único que está tra-
bajando hacia su revelación, y éste es sentir, “lo que he hecho, qué
grande es, y qué maravilloso. Qué hermoso es reconocerlo, verlo.” Es
esta inclinación la que trabaja a través de cada alma. Puede que una
persona quiera hacerse espiritual o no, sin embargo inconsciente-
mente cada alma está esforzándose hacia la revelación del alma.
Igual que con la conciencia humana, de forma natural
cuando la conciencia se ha vuelto algo se ha limitado a sí misma.
Aunque en comparación con árboles y plantas y rocas y montañas
la conciencia del hombre está plenamente despierta, sin embargo
no todo ser humano está despierto; la mayoría está todavía en cau-
tividad. Como dice Rumi en el Masnavi, “El hombre está cautivo en
una prisión;” y cada esfuerzo suyo, cada deseo suyo, es para abrirse
paso con objeto de realizar la inspiración, grandeza, belleza, felici-
dad, y paz, independientemente de todas las cosas de este mundo.
Todo el mundo llega aquí más tarde o más temprano, pero
hay un continuo anhelo; sabio e ignorante, todos están luchando
por él consciente o inconscientemente. Quizás hay una persona
que está muy interesada en sí misma, su salud, su mente, sus pen-
samientos y sentimientos, o sus asuntos; su conciencia no va más
allá de ese pequeño horizonte. No quiere decir que en esa manera
175
176
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
Está la cuestión de lo que ha sido llamado en las escritu-
ras cielo e infierno. ¿Qué son? Cielo e infierno son nuestro mundo,
nuestra conciencia, eso en lo que vivimos día tras día y año tras
año, y que continúa en otro mundo. De lo que sea que hayamos
hecho nuestro mundo, estamos experimentándolo hoy mismo. Y
lo que es dicho por los profetas, que después de la muerte todo será
traído a la evidencia, sólo quiere decir que en este plano terrestre
somos tan poco conscientes de nuestro mundo, tan absortos en el
mundo exterior, que no sabemos qué mundo hemos creado den-
tro de nosotros. Estamos tan ocupados con el mundo exterior, con
nuestros deseos, ambiciones, y esfuerzos, que apenas conocemos
nuestro propio mundo, como el hombre que trabaja en la fábrica:
está cansado por la noche, y cuando llega a casa lee su periódico.
Es lo mismo con todo el mundo. En la vida de cada per-
sona hay tanto del mundo exterior que le atrae durante todo el
día, miles de anuncios, tiendas que resplandecen con la electrici-
dad. Llegará un momento en que sus ojos se cerrarán al mundo
exterior, que ahora ocupa su mente, para hacerse consciente de su
mundo interior. Éste es el significado del dicho de las escrituras,
“Uno encontrará lo que uno ha hecho.” No se necesita decir, “¿En
qué me convertiré mañana?” Si se puede dirigir la mente hacia uno
mismo, puede verse lo que está dentro de la conciencia, de lo que
está compuesta, lo que contiene; entonces se sabrá hoy lo que será
el más allá.
Los sufíes de todos los tiempos han intentando hacer lo
máximo para entrenar sus conciencias. ¿Cómo la entrenaron? El
primer entrenamiento es el análisis, y el segundo entrenamiento
es la síntesis. El esfuerzo analítico es analizar y examinar la propia
conciencia, en otras palabras el propio pensamiento. Preguntarle a
la propia conciencia, dirigiéndose a ella, “Mi amigo, toda mi feli-
177
178
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
que era muy profundo y desarrollado y agudo, volvió radiante, su
alma desvelándose en cada momento del día, y feliz de agradecér-
selo al maestro. El maestro dijo, “Bien, ¿cómo has estado?” “Muy
bien,” dijo. El maestro dijo, “¿Has hecho la práctica que te di?” “Sí,”
dijo, “muy fielmente.” “¿Pero qué ocurrió con los hábitos que tenías
cuando ibas por ahí?” el maestro preguntó. “Bien,” dijo, “muy a
menudo intenté ir a jugar o beber, pero dondequiera que iba te veía.
No me dejaste solo, cada vez que quería beber veía tu cara ante mí.
No podía hacerlo.”
Ésta es la manera amable en que los maestros manejan sus
discípulos. Ellos no dicen, “no debes beber, no debes jugar;” nunca
lo hacen. La maravillosa forma del maestro es enseñar sin palabras,
corregir a una persona sin decir nada. Lo que el maestro quiere
decir lo dice sin decirlo: cuando se pone en palabras se pierde.
Después está el aspecto más importante de la expansión
de la conciencia. Hay dos direcciones o dimensiones en las que
expandirla. Una es la exterior, la otra es la dimensión interior. Una
dimensión se dibuja como una horizontal, la otra como una línea
perpendicular. Estas dos dimensiones juntas forman una cruz, el
símbolo de la religión cristiana. Pero antes de la religión cristiana
existió en Egipto y en Tíbet; y en las antiguas imágenes simbólicas
budistas y tibetanas también encontrarás el símbolo de la cruz.
El camino de la expansión interior es cerrar los ojos y
mente al mundo exterior, y, en lugar de extenderse afuera, inten-
tar extenderse adentro. La acción del alma es extenderse afuera y
arriba y adelante o a los lados o hacia atrás o en una elipse. Es como
el sol; su luz avanza en todas direcciones, envía corrientes afuera.
Así el alma envía corrientes hacia los cinco sentidos. Pero cuando
los cinco sentidos están controlados, cuando la respiración se dirige
hacia dentro, los oídos ya no oyen más y la boca no habla. Entonces
179
180
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
limitada por una regla. Cuando se medita cada sentido es apacible-
mente equilibrado. En meditación cada sentido se despierta y sin
embargo cada sentido está dormido. Estar cerrado al exterior y sin
embargo estar despierto apaciblemente, esa experiencia es algo que
no puede decirse en palabras; debe experimentarse.
La práctica de la meditación se prescribe individualmente;
el método para uno puede que no sea bueno para otro. Hay un sím-
bolo oriental, una clase de juguete, tres monos, uno cubriéndose
los ojos, otro las orejas, y el tercero la boca. Ésta es la clave para la
meditación, la clave para la expansión interior. Pero también en la
vida diaria podemos ver este símbolo éticamente, desde un punto
de vista moral, y es no escuchar lo malo, no ver lo malo, y no hablar
de lo malo. Y si se puede tomar ese voto se avanzará mucho; prac-
ticar estas tres cosas en el día a día puede llevarle a uno muy lejos;
nunca hablar contra nadie, nunca oír lo que se está hablando contra
alguien, y nunca mirar ningún mal. Si cerramos los ojos sin cerrar
los oídos y sin cerrar los labios, no vamos a ninguna parte.
¿El desarrollo de la conciencia interior, podría preguntarse,
tiende hacia el aislamiento personal, a la separación del mundo?
Nosotros estamos en el mundo, y por tanto, por mucho que inten-
temos huir a las esferas espirituales, somos devueltos de nuevo a la
tierra. Estamos atados aquí mientras tengamos este cuerpo terres-
tre. Y así lo mejor es seguir el proceso de otra forma: ganar expan-
sión interior de la conciencia, y sin duda en ese momento uno debe
irse adentro, uno debe cerrarse al mundo exterior. Pero al mismo
tiempo debería esforzarse por practicar la expansión exterior de la
conciencia. De esta forma hay equilibrio.
Aquellos que sólo evolucionan espiritualmente se vuel-
ven parciales; expanden sólo la conciencia interior y no la exterior.
Entonces se desequilibran. Quizá espiritualmente tengan extraor-
181
182
P U R I F IC AC IÓ N M E N TA L
COLECCIÓN
BLANCA