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COLECCIÓN
de
ESCRITORES CASTELLANOS
CRÍTICOS
LXI
)
HISTORIA
TOMO IV
VOLUMEN PRIMERO
MICROFILMED BY
UNIVERSITV OF TORONTO
LIBRAR Y
MASTER NEGATIVE NO.:
HRADAS ESPECIALES
IDEAS ESTÉTICAS
EN ESPAÑA
POR BL DOCTOR
ro.vio iv
UMEN PRIMERO)
SIGLO XIX
:] MADRID
I! :.!;v| ; DE A. I ÉS Í.Z DL'UKLl
^^M 1*
INTRODUCCIÓN
I. EN ALEMANIA.
I.
No
pertenece á este lugar la exposición del
contenido de la filosofía crítica de Kant, expues-
ta principalmente en su obra magna la Critica
de la Ra^ón , Pura
impresa por primera vez
en 1 78 1 con notables y muy trascenden-
, y luego,
tales alteraciones, en 1787. En sus puntos prin-
cipales nadie la desconoce, porque ha sido ex-
puesta innumerables veces y en todas formas,
aunque no siempre con entera fidelidad. Kant
emprende la descomposición del conocimiento,
intentando reducirle á sus elementos primordia-
les. Admitiendo en el hombre una disposición
i
Resumen de este primer momento : Gustw cernitur ¡n
facúltate rei cuiuspiam objeclae modive repraesentandi dijudican-
Jac per complaccntiam vcl disci , absque omni invitamento. Res
ejusmodi complacr.nliae subjeela , vocal ur pulchra. (Pág. 218.)
= Pulebrum c-t id. quod sine concepiu universe placel. (Pá.
¡27.)
INTRODUCCIÓN. — SIGLO XIX. 35
' Ergo statum animi in hac repraeseni alione necesse cst, in statu
' Ergo milla re alia potad complace nlij, quam , sirte concepta,
uI umverse communicabilem dijudicamus proinde ratio judicii.
co ó de fuerza y
poder. Estas denominaciones
han sido luego umversalmente aceptadas en las
escuelas. Define Kant lo sublime matemático
« aquello que es absolutamente grande » « aque- ;
idea.
Y precisamente el efecto mayor de la idea de
lo sublime depende del contraste y discordancia
INTRODUCCIÓN. — SIGLO XIX. 43
1
a Krgo haud voluptas, sed uuivcrsalitiis bujus voluplatis,
quae cum sola rei cujuspiam dijudicatione ¡n animo ut conjuncta
percipitur ,ex attticipatiotte ut generalis judicandi facultatis
regula , ad unumquemque valens in judicio gustus repraesen-
,
la pintura ,
por una singular extravagancia pone ,
- lxi -
4
ÍO IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA
1
En el último escolio de la Analítica del juicio estético,
Kant ha tratado ,
aunque ligeramente , la cuestión de lo cómico
y lo ridiculo. Define la risa afeólo producido por la mutación re-
pentina de la atenta expectación, que se reduce á nada ó se con-
vierte en nada. ( Risus cernitur in adfeClu ex tnutatione repentina
expeelationit intentae in nibilum , pág. 352.)
INTRODUCCIÓN. — SIGLO XIX. 53
1
Indicaremos rápidamente los títulos y fechas de impresión
ie algunas de estas Estéticas kantianas ó semikantianas :
II.
á no dudarlo, uno de
Schiller (1759 á i8o5) es ,
de la forma ,
ya como representación ya como expresión estética.
,
domina á
rige á la pasión; la pasión le rige y le
él. Más bien que un poeta dramático, es un gran
famante de la esclavitud.
en lo exterior ni en lo interior.
,; no se rebaja el arte poniéndo-
Y, por ventura ,
so y al movimiento al abandono y
, á la resisten-
cia , al pensamiento abstracto y á la intuición.
Esta libertad, esta perfecta igualdad de alma,
- LXI 7
98 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
forma libre.
Lo superfluo es cosa muy necesaria , decía
Voltaire. Schiller se apodera de esta idea, y la
desarrolla con gran novedad en su carta xxvn,
mostrando cómo se eleva el instinto del jue-
go desde el juego físico, que hace brillar hasta
,
ción trágica ,
que Schiller ha tratado con espe-
cial y muy justificada predilección '. Lo patético
es una desgracia que á semejanza de la
artificial ,
y sus j ejes.
Por último: algún recuerdo merece aquel bri-
llante prólogo de La Novia de Mesina, verda-
dero manifiesto romántico, en medio de la ten-
INTRODUCCIÓN. SIGLO XIX. 123
mortal.
Pero Goethe no detuvo ni en el romanticismo
se
histórico ni en romanticismo subjetivo. Era
el
mucho , extraños á la
conceptos intelectuales
pura antigüedad, pertenecen Ifigenia en Táuri-
de quinta esencia del espiritualismo dramático,
,
1
Véanse por ejemplo las Confesiones de un alma
, , noble,
que forman parte de Wilhelm Meisler.
1 14 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
the Hermann y
Dorotea, Wilhelm Meister, Ale-
xis , Amyntas y todo el segundo libro de las
Elegías, y las mejores baladas, desde La Novia
de Corinto hasta El Dios y la Bay adera. Todo
esto se encuentra analizado y discutido en la
correspondencia : todo esto se ve nacer al suave
calor de la intimidad artística, del contacto de
dos espíritus, igualmente grandes, pero cargados
de electricidades contrarias. Mutuamente se com-
prendieron, apenas se hablaron, y Schiller hace
á Goethe la más completa justicia en su segunda
144 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
es casi imperceptible.
En la tragedia (ahora es Goethe quien habla)
el destino puede reinar del modo más absoluto.
Goethe entiende por destino, no un poder extraño
y superior al hombre, sino su propia determi-
INTRODUCCIÓN. SIGLO XIX. I
49
1
Se escribió con motivo de Lz Hija del aire , traducida
al alemán por Gries.
I S4 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
pueblos '
, la propaganda que hizo del principio
de las nacionalidades literarias , su traducción
libre é inexacta (como hecha de una versión fran-
cesa -), pero elegantísima , al decir de los ale-
manes, de nuestros romances del Cid, primer
fundamento de la boga algo caprichosa que alcan-
zaron estos romances en Europa con detrimento ,
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INTRODUCCIÓN. SIGLO XIX. l6j
síacomo
, Dumont. Juan Pablo, aun
pretende
escribiendo de teoría, no es más que un artista,
con todas las ventajas y los inconvenientes de tal,
y sin defensa.
Para convencerse de que la poesía es todo
menos un copiador del libro de la naturaleza,
basta recordar que los jóvenes nunca hablan peor
el lenguaje del sentimiento que cuando están
dominados por él. El curso violento de las pasio-
nes entorpece más bien que acelera el molino
poético : una mano agitada por las pulsaciones
de la fiebre nunca será capaz de
, regir con firme-
za el pincel de la poesía lírica. La pura indigna-
ción hace versos ,
pero no son los mejores ; la
gísticas y floridas.
El humor (palabra introducida en el vocabula-
rio de la crítica por los ingleses, pero de la cual
tanto ha usado y abusado la estética alemana) no
es para Juan Pablo otra cosa que lo cómico ro-
mántico. ¿Y de qué manera puede adquirir lo
cómico el carácter de infinitud propio de la musa
romántica, siendo que el entendimiento y el
así
mundo objetivo no conocen más que lo finito?
Si oponemos lo finito como contraste subjetivo á
la idea infinita considerada como contraste obje-
tivo, y en vez de producir, como en el caso de lo
sublime, la manifestación de lo infinito en lo
finito, producimos la manifestación de lo finito
Pero esta
no es la risa ligera del bufón in-
risa
sensible sino risa donde se mezclan el dolor y la
,
el humor personificado».
El resto de la Poética de Juan Pablo vale mu-
cho menos que estos primeros capítulos, que son
realmente el nervio y la substancia de ella. La
; y
el drama y en
epopeya. El tratado de los géne-
la
1
«Los grandes poetas, puesto que tienen las llaves del
cielo y del infierno, deben abrir el cielo con preferencia. El
que lega á la Humanidad un ideal un santo merece ser , , santi •
que el poeta nos da.» Hay que advertir que para Juan Pablo,
idealista absoluto , la forma de! carácter es lo general en lo
particular, la individualidad alegórica ó simbólica. El arte debe
hacer de cada individuo un género que refleje la humanidad
entera.
INTRODUCCIÓN. — SIGLO XIX. I
93
III.
El nombre de romanticismo
tiene en Francia,
en y en España una significación muy lata.
Italia
Dícese romántico en oposición á clásico, y bajo
ese nombre se confunden todas las tentativas de
insurrección literaria, que con tanta gloria esta-
llaron en la primera mitad de nuestro siglo. Pero
en Inglaterra y sobre todo en Alemania los tér-
,
,
1
Este y otros escritos suyos en lengua francesa fueron ,
desinteresado.
2l6 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
1
Esta Historia de la Lilctalura se imprimió por primera
vez en 1 815. En 1829 fué bastante mal traducida al francés
por \ Villiam Duckett ( Paris y Ginebra , Ballimore y Chcrbu-
liez , editores). Existe además una traducción italiana (de Fran-
cisco Ambrosoli ; Milán , 182S) , y otra castellana. De ésta
se hablará más adelante. Antes de este libro había publicado
Federico Schlegel otros escritos de importancia estética; v. gr.:
su libro sobre los Griegos y los Romanos ( 1792); sus Considera-
ciones sobre el arte gótico , é innumerables artículos de crítica
en el Atheneum.
INTRODUCCIÓN. SIGLO XIX. 223
la misma
superior grandeza de los asuntos sobre
que versan, distraen la atención, del mundo me-
nos elevado del arte. Así y todo, ¡cuántas aprecia-
ciones luminosas, comenzando por la de Home-
ro t sentido franco puro , claro sensible á todas
: ,
,
224 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
de epigramas.
La vindicación de la antigua literatura latina
es uno de los puntos más importantes del libro de
Schlegcl. La acusa, es cierto, de haber olvidado
lasantiguas tradiciones nacionales y patrióticas,
de haberse esforzado vanamente en imitar for-
- LXI - 15
22Ó IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
IV.
1
Traducido al trances por P. Grimblot, en 1842 (editor
Ladgrange ), juntamente con el artículo de Schelling sobre la
sófica?.
INTRODUCCIÓN. SIGLO XIX. 245
debemos buscar en
rirsc por ejercicio particular,
la otra actividad, enque no tiene conciencia, lo
la
sofo cristiano *.
INTRODUCCIÓN. SIGLO XIX. 257
- lxi - 17
2,8 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
¡
Lástima que Schelling, no bastante cuidadoso de
su gloria propia en vez de irse sepultando cada
,
1
Tanto el estudio sobre Dante como el discurso De las
bellas artes del dibujo, y las Lecciones sobre el método de los
V.
La Estética de Hege!.
Hegel (
que un tesoro inago-
es casi toda ella )
, es
table de altas y fecundas ideas, que deben entrar
en toda estética futura, venga de donde viniere.
Hay otra parte del libro la más corta y la que
,
artes.
Tres son, pues, las divisiones de la Estética:
-02 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
a
lleza ; 2. a , lo Bello en la Naturaleza ; 3. , io Bello
realizado por las obras de a "te.
Ya hemos dicho que todos estos capítulos son
de una brevedad singular. Hegel identiñea la
belleza con su idea, pero distingue entre la idea
y el ideal, que es la idea misma bajo una forma
particular. No por eso se entienda que la belleza
los objetos ,
convirtiéndolos en creaciones del es-
píritu, realizadas libremente por su actividad pro-
pia. Es una especie de ironía que el espíritu se
permite con las formas exteriores del mundo real,
infundiéndoles eternidad al mismo tiempo que
juega con ellas. Pero hay otra idealidad más alta,
que consiste en manifestar lo general por medio
de lo particular en desarrollar y hacer visible la
,
a
3., en su determinación exterior.
Lo divino es el centro de las representaciones
del arte ;
pero concebido como unidad absoluta,
lo divino no se dirige á los sentidos ni á la imagi-
nación, sino al pensamiento. El arte que sólo dis-
pone de formas concretas y vivas , no puede ex-
presarle directamente y sólo se ,
acerca á él en los
arranques y efusiones de la poesía lírica. Sólo
cuando lo divino sale de la abstracción es suscep-
tible de ser representado y contemplado. Así las
divinidades politeístas del arte griego. Así en el
cristianismo, Dios inmortal viviendo en carne
302 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
de la filosofía y el de la He-
religión, no entiende
gel que pueda ser presentado nunca en forma de
pensamiento filosófico. La imaginación revela á
la razón y esencia de las cosas,
nuestro espíritu
pero no en su principio ó concepción general,
sino en una forma concreta en una realidad ,
ticas.
En pormenores hay siempre mucho que
los
aplaudir, aunque se les pueda aplicar el sabido
pudiera imaginarse!
Hay defectos, es verdad, en esta poética, como
en toda obra humana. Hegel, por ejemplo, res-
tringe demasiado el campo de las manifestaciones
literarias, negando, ó poco menos, todo carácter
estético á la historia y á la elocuencia, que le
parecen géneros utilitarios y prosaicos. Para He-
gel, no ya la forma, sino la materia misma déla
historia, es impropia del arte, porque la historia
empieza cuando la poesía acaba cuando la razón
,
una esfera
sión, y, lejos de arrebatará los oyentes á
más pura y elevada, los encadena más y más ala
tierra, haciéndolos esclavosdelsentimiento. Uno
tan enseñan
, y si consignan tradiciones de
;
346 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
á otra.
Por otra parte , aun dando por buena la ex-
traordinaria ampliación que da Hegel concep-
al
teista ;
pero ni su panteismo ni su idealismo se
parecían al de los tontos. Donde no hay indivi-
VI.
sición.
Análogo es el parecer de Rosenkranz ,
que trata
la cuestión mucho más de propósito que ninguno
de estos teóricos considerando lo feo como un
.
1
Alsthetik oder Wissenscbaft des Sch'óiien. Zum Gtbracbe für
Vorlesungen von Dr. Friedericb Tbeodnr Viscber , ordenilicben
Profftsor der /Etihetik und deutseben Lilcraiur an der Universitál
und dein Polytecbnikum in Zurich Stuttgardt Verlagsbucbhand-
.
y el humorismo.
Estudiadas ya la belleza objetiva y la psicolo-
gía estética, procede considerar la realización
prosaicos : sátira ,
poesía didáctica, apólogo, pará-
bola , El género histórico y la oratoria con-
etc.
cas ;
por modo subjetivo en la Música. La Poe-
sía es, por excelencia, el arte del espíritu, que
reúne las formas del arte plástico (arte de la natu-
raleza), y las de la Música (arte del sentimiento).
Un poema es la expresión de la verdad ideal en
la forma concreta de la imaginación, sometida
en su totalidad y en sus partes á una ley de uni-
dad en el cambio, que corresponde á la ley de las
fluctuaciones del sentimiento.
Carriére sostiene, como toda la escuela hege-
liana, que las artes siguen una progresión crono-
lógica, desarrollándose primero las plásticas,
luego Música, y finalmente la Poesía, que
la
es la balanza de entrambos elementos. Aun den-
tro de cada grupo puede hacerse una clasifica-
ción análoga. La Arquitectura es predominante-
mente objetiva, porque deriva sus formas de la
naturaleza externa. La Escultura es, en cierto
sentido, subjetiva, porque trata la forma hu-
mana como expresión del humano espíritu. En
la Pintura hay coexistencia de los dos puntos
de vista objetivo y subjetivo. Sabida es la triple
división de los géneros poéticos. No hay artes
inferiores ni subordinadas : cada cual es, á su
modo y con sus recursos propios, expresión de
la totalidad, ó de la unidad ideal. Todos los
ideales están relacionados entre sí, y la belleza
INTRODUCCIÓN. — SIGLO XIX. 399
1 A la más ó menos,
escuela hegeliana pertenecen también ,
- LXI 26
402 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
VII.
(Ciencia de lo Ideal , 1835), Bothz (La Idea délo trágico, 1844) >
y el Lara, si es ló-
arte, por lo cual el Sr. Orti y
gico debe recoger todos los ejemplares de su ver-
,
y 221).
424 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA. I
de interesado y de egoísta.
En el amor llamado de benevolencia, se ama,
es cierto, la cosa misma; pero en la contempla-
ción estética, que es de orden inferior á ese amor
puro, no se ama la cosa en sí misma: lo que
atrae y lo que halaga es su manifestación exte-
rior , individual y concreta; es la proporción y la
claridad , forma que irradia su esplendor sobre
ía
dad por
, la complacencia del es-
la cual excitan
píritu racional, según que dicha bondad, en vir-
tud cabalmente de esta complacencia llega á ,
ria artística?
Dígase, en buen hora, que, en igualdad demé-
rito estético, debe ser estimada como superior
aquella obra que más eleve nuestro espíritu á las
INTRODUCCIÓN. SIGLO XIX. 433
¡
Efugio pobre y miserable! Si el diablo es bello y
que al presente.
VIII.
vista :
—
Von Kircl.mann. Escuela pesimista Scbopenbauer :
1
Gescbicbte der JEtibttik ais pbilosophiscbe wicbenscbaft
Viena, 1858. (Viene á ser como introducción á su libro de Es-
tética.)
INTRODUCCIÓN. — SIGLO XIX. 447
- LXI 29
450 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
dimiento y ra^ón.
454 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
de Miiller.
Es sabido que los hegelianos, á pesar de la
aparente semejanza de su doctrina con la de Pla-
antigua.
En cambio, la Edad Media ofrece á los ojos de
Schasler una verdadera solución de continuidad.
Hay que saltar por ella, según su expresión. En-
tre los griegos predominó el sentido estético, la
armonía de espíritu y naturaleza , la compenetra-
ción de idea y forma. En el mundo de la Edad
Media se rompe esta armonía : el espíritu se apar-
ta de naturaleza, y la condena. El ideal de lo
la
- lxi - 30
466 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA..
accesible.
También en otras obras de Schopenhauer , sobre todo en la
permanecer en ella ,
una emancipación de algu-
nos instantes. >
loco ,
noción del encadena-
pierde de vista la
miento racional de las cosas, para no ver ni bus-
car en los objetos más que su idea, la expresión
visible de su verdadera naturaleza, la representa-
ción total de su especie, perdiendo de vista todas
las relacionesy todos los demás anillos de la ca-
dena. El genio conoce con toda plenitud las ideas,
pero ignora los individuos. Hay en él una exu-
berancia de la inteligencia sobre la voluntad, una
monstruosidad cerebral per excessum.
Para Schopenhauer,la emoción estética es una
misma, ora se reciba directamente de la natura-
leza y de la vida, ora sea comunicada por inter-
medio del arte. Dos son sus elementos esenciales
INTRODUCCIÓN. — SIGLO XIX. 473
general ,
que se manifiesta objetiva y directamen-
te por medio del cuerpo humano. Schopenhauer
explica de esta manera su teoría panteística de
lo sublime: « Cuando nos abismamos en la con-
templación de la inmensidad del universo, en el
ción pesimista.
Claro es que ésta se logra mejor por medio de
la poesía; y, entre sus géneros , ¿cuál más á pro-
pósito que el drama, y sobre todo el drama trá-
gico , arte pesimista por excelencia , como que
está consagrado á la interpretación de los grandes
dolores humanos , mostrándonos el caprichoso
imperio de la fatalidad , la ironía del acaso , la
ruina infalible del justo y del inocente, el espan-
toso conflicto de la voluntad consigo misma?
¿Qué mejor lección sobre la naturaleza del mun-
do que la que nos ministra la tragedia; quie-
tismo de la voluntad, purificación por el dolor,
resignación, desasimiento voluntario, no sólo de
la vida, sino del deseo de vivir? Tal es la morali-
dad trágica, muy diversa de laque ineptos retó-
ricos han fantaseado. La Maia ó apariencia se
disipa á los ojos del héroe en el momento de la
catástrofe, y comprende , como el personaje de
Calderón (ciíadotextualmente por Schopenhauer
en confirmación de su tesis), que tel delito mayor
del hombre es haber iiacido esto es que nadie
» ,
,
Y no digamos nada de su
diar á las de Schelling.
que es un verdadero sue-
teoría sobre la Música,
ño de iluminado, digno de jámblico, de Proclo
ó del más exaltado entre los últimos discípulos
de la escuela de Alejandría. << La Música nos da el
- LXI - 3
482 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
1 Dessau (1853).
* Das Tragische ais Weltgeseti , und der Humor ais
tbische Gestalt das Mctapbysiscbcn : 1877.
INTRODUCCIÓN. — SIGLO XIX. 483
1
La Filosofía de lo Inconscientede Hartmann ha sido tra-
, ,
llegan á explicarla.
Así fluctúa Hartmann entre el idealismo y
el empirismo, para decirnos finalmente que lo
Bello es creado y
sentido por lo Inconsciente.
Lo Inconsciente hace penetrar un rayo de belle-
za en todo lo que existe, enciende la inspira-
ción genial, y presente en todo, aunque invisi-
ble dirige las resultantes de las fuerzas físicas á
,
manentes en sí propio.
El placer estético, como todo placer (continúa
INTRODUCCIÓN. —SIGLO XIX. 489
los de Waagen
sobre los artistas de Inglaterra y Francia la ,
- LXI - 32
498 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
lagejür die Tbeorie der Musik (Estudio sobre las impresiones so-
ñoras como fundamento fisiológico de la teoría déla Música). Véa-
se además el libro de P. Blaserna, profesor de la Universidad de
Roma acerca de El Sonido y la Música, seguido de un nuevo
,
witz Nietzsche
, Glasenapp Schuré etc.
, , encontrará un
, ,
na, 1878).
508 IDEAS ESTÉTICAS EN ESPAÑA.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.
Nf/
Este libro se acabó de imprimir
en Madrid, en casa de
Antonio Pére\ Dubrull,
el día 1 5 de Febrero
del año de
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