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CURSO BÁSICO DE

PREVENCIÓN DE RIESGOS
LABORALES
Manual del Alumno
Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales

Introducción
La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales establece los derechos, las
obligaciones y las responsabilidades de los distintos agentes sociales y de las diferentes
Administraciones Públicas en todo lo que se refiere a la protección de la salud de los trabajadores en el
trabajo. Entre los derechos más relevantes de los trabajadores se encuentra el de participar en la política
y en las acciones de prevención en la empresa.
Pero el ejercicio responsable de ese derecho de participación requiere que los trabajadores tengan
conocimiento suficiente de las técnicas preventivas. Por este motivo, la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales determina que los empresarios están obligados a facilitar la información y la formación
necesaria a los trabajadores sobre los riesgos derivados del trabajo y la forma de evitarlos y reducirlos.
Además, para garantizar al máximo la participación de los trabajadores en la actividad preventiva de las
empresas, la Ley define la figura del delegado de prevención, cuyas competencias y facultades
establece en su artículo 36.
Consecuencia directa de la Ley de Prevención es el Reglamento de los Servicios de Prevención,
aprobado por el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero. Este Reglamento clasifica las funciones de tipo
preventivo en los niveles básico, intermedio y superior; y detalla cuáles son exactamente tales funciones.
Así, el apartado 1 del artículo 35 del Reglamento es una descripción de las funciones del nivel básico de
la actividad preventiva.
Por otra parte, el Reglamento fija los conocimientos mínimos necesarios para ejercer las funciones de
cada nivel y las horas lectivas mínimas para impartirlos. En particular, en el Anexo IV del Reglamento se
desarrolla el "contenido mínimo del programa de formación para el desempeño de las funciones de nivel
básico" y se establecen las horas lectivas mínimas de cada parte del temario, según se trate de
desarrollar las funciones de nivel básico en una empresa incluida en el Anexo I del Reglamento (50
horas en total) o no incluida en él (30 horas).
El programa de nivel básico citado está pensado para la formación de trabajadores designados por el
empresario para ocuparse de actividades preventivas básicas y para la formación de personal de nivel
básico de los Servicios de Prevención. Pero la comparación de las competencias de los delegados de
prevención con las funciones del nivel básico de la actividad preventiva, y el análisis del contenido
mínimo del programa mencionado, llevan a la conclusión de que tal programa es adecuado también para
la formación de delegados de prevención.
Seguimiento por parte del alumno del Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales
Para formar a quienes deban desempeñar funciones preventivas de nivel básico y para formar a
delegados de prevención, hemos desarrollado el Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales
siguiendo el temario del "contenido mínimo del programa de formación para el desempeño de las
funciones de nivel básico".
La posibilidad de seguir el curso de forma presencial o mediante trabajo personal y autoevaluaciones es
una característica que puede ser muy útil a trabajadores y empresarios interesados en él. En efecto, el
Manual del alumno se ha preparado de forma que pueda utilizarse como libro de texto por quien asista al
curso de forma presencial y, también, usarse, por quien desee formarse por su cuenta, como texto de
estudio que incluye preguntas de autoevaluación en cada capítulo con respuestas al final del libro.
En cualquier caso, hayan seguido el curso de forma presencial o mediante trabajo personal, los alumnos
deberán realizar una prueba de evaluación de conocimientos, superada la cual les será expedido el
correspondiente certificado de aptitud para ejercer las funciones preventivas de nivel básico.

El contenido del curso se agrupa en tres módulos:


MÓDULO I: Conceptos Básicos sobre Seguridad y Salud en el Trabajo
Establece los fundamentos y el marco normativo en materia de prevención de riesgos laborales.
MÓDULO II: Riesgos Generales y su Prevención
Describe las diferentes situaciones de riesgo en la empresa y propone, en su caso, medidas
preventivas.
MÓDULO III: Elementos Básicos de Gestión de la Prevención de Riesgos
Analiza la forma de organizar la prevención de riesgos laborales en la empresa y prepara al
trabajador para la participación en las acciones de emergencia y primeros auxilios.

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Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales

Índice

CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES ..... 8


1. El trabajo y la salud ................................................................................................ 8
2. Riesgos en el trabajo............................................................................................ 10
2.1 Factores de riesgo..................................................................................................... 10
2.2 Riesgos laborales ...................................................................................................... 11
3. Daños derivados del trabajo................................................................................ 12
3.1 Accidentes de trabajo ................................................................................................ 12
3.2 Enfermedades profesionales ..................................................................................... 15
3.3 Otras patologías derivadas del trabajo ...................................................................... 16
4. Técnicas preventivas ........................................................................................... 17
4.1 Introducción............................................................................................................... 17
4.2 Seguridad, Higiene, Ergonomía, Psicosociología Aplicada y Medicina en el Trabajo 18
CAPÍTULO 2. MARCO NORMATIVO BÁSICO EN MATERIA DE PREVENCIÓN
DE RIESGOS LABORALES ......................................................................................... 21
1. Introducción .......................................................................................................... 21
1.1 Ordenamiento jurídico español .................................................................................. 21
1.2 El ordenamiento jurídico en la Unión Europea (UE) .................................................. 22
2. Disposiciones legales de ámbito estatal ............................................................ 23
2.1 La Constitución Española .......................................................................................... 23
2.2 Estatuto de los Trabajadores ..................................................................................... 24
2.3 La Ley General de la Seguridad Social ..................................................................... 25
2.4 La Ley de Prevención de Riesgos Laborales............................................................. 25
2.5 El Reglamento de los Servicios de Prevención.......................................................... 30
2.6 Reglamentos Ministeriales ........................................................................................ 30
2.7 Convenios Colectivos ................................................................................................ 31
2.8 Reglamentos de Régimen lnterior de las Empresas .................................................. 31
CAPÍTULO 3. CONDICIONES DE SEGURIDAD .......................................................... 34
1. Los espacios y lugares de trabajo ...................................................................... 34
2. Máquinas y equipos de trabajo ........................................................................... 36
2.1 Riesgos asociados a las máquinas............................................................................ 36
2.2 Elementos de protección ........................................................................................... 37
2.3 Otras medidas preventivas ........................................................................................ 38
3. Herramientas ......................................................................................................... 38
4. Almacenamiento, elevación y transporte de cargas ......................................... 40
4.1 Almacenamiento........................................................................................................ 40
4.2 Elevación y transporte de cargas .............................................................................. 40
5. Electricidad ........................................................................................................... 41
5.1 Conceptos fundamentales ......................................................................................... 41

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5.2 Riesgos de la electricidad .......................................................................................... 42


5.3 Efectos de la corriente eléctrica en el cuerpo humano............................................... 42
5.4 Tipos de contacto eléctrico ....................................................................................... 42
5.5 Sistemas de protección ............................................................................................. 43
5.6 Normas básicas de seguridad ................................................................................... 43
6. Incendios ............................................................................................................... 44
6.1 Conceptos básicos .................................................................................................... 44
6.2 Prevención de incendios ........................................................................................... 44
6.3 Extinción de incendios ............................................................................................... 45
6.4 Extintor ...................................................................................................................... 47
CAPÍTULO 4. CONTAMINANTES FÍSICOS................................................................. 52
1. El ruido .................................................................................................................. 52
1.1 Concepto de ruido ..................................................................................................... 52
1.2 Daños producidos por el ruido ................................................................................... 52
1.3 Medida del ruido ........................................................................................................ 53
1.4 Medidas preventivas ................................................................................................. 53
1.5 Legislación ................................................................................................................ 55
2. Vibraciones ........................................................................................................... 56
2.1 Maquinaria que perturba la totalidad del cuerpo ........................................................ 56
2.2 Herramientas que perturban el sistema mano-brazo ................................................. 56
2.3 Efectos de las vibraciones sobre el cuerpo humano .................................................. 57
2.4 Medidas preventivas ................................................................................................. 57
2.5 Legislación ................................................................................................................ 58
3. Iluminación............................................................................................................ 58
3.1 Luz natural ................................................................................................................ 58
3.2 Luz artificial ............................................................................................................... 59
3.3 Riesgos derivados de una iluminación inadecuada ................................................... 59
3.4 Requisitos de iluminación .......................................................................................... 60
4. Estrés térmico....................................................................................................... 61
4.1 Mecanismos de transmisión térmica persona-medio ambiente.................................. 61
4.2 Variables que determinan el ambiente térmico .......................................................... 62
4.3 Mecanismos de defensa del cuerpo humano frente al calor ...................................... 63
4.4 Efectos del calor sobre las personas ......................................................................... 63
4.5 Factores que influyen en la tolerancia al calor ........................................................... 64
4.6 Medidas destinadas a reducir el nivel de estrés térmico ............................................ 64
5. Las radiaciones .................................................................................................... 65
5.1 Radiaciones ionizantes.............................................................................................. 65
5.2 Radiaciones no ionizantes ......................................................................................... 66
CAPÍTULO 5. CONTAMINANTES QUÍMICOS ............................................................. 69
1. Definición y tipos de contaminantes químicos .................................................. 69
2. Tóxicos y toxicidad .............................................................................................. 69
3. Tipos de Efectos ................................................................................................... 70

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4. Vía de penetración de los contaminantes .......................................................... 70


5. Distribución, metabolización y eliminación ....................................................... 71
6. Clasificación de los contaminantes químicos según sus efectos ................... 72
7. Evaluación del riesgo. Criterios de valoración .................................................. 73
8. Valores límite ambientales (VLA) del INSHT ...................................................... 74
8.1 Tipos de Valores Límite Ambientales ........................................................................ 74
8.2 Unidades de medida de los Valores Límite Ambientales ........................................... 75
8.3 Dosis relativa ............................................................................................................. 75
9. Medidas preventivas ............................................................................................ 75
CAPÍTULO 6. CONTAMINANTES BIOLÓGICOS ........................................................ 81
1. Definición y tipos de contaminantes biológicos................................................ 81
2. Actividades de riesgo........................................................................................... 81
3. Medidas preventivas ............................................................................................ 82
CAPÍTULO 7. CARGA FÍSICA DE TRABAJO Y FACTORES PSICOSOCIALES ....... 84
1. Introducción .......................................................................................................... 84
2. Carga de trabajo ................................................................................................... 84
3. Carga física ........................................................................................................... 85
3.1 Posturas de trabajo ................................................................................................... 85
3.2 Movimientos repetitivos ............................................................................................. 86
3.3 Manipulación manual de cargas ................................................................................ 87
4. Factores psicosociales ........................................................................................ 88
4.1 Factores de naturaleza psicosocial............................................................................ 89
4.2 Estrés laboral ............................................................................................................ 90
CAPÍTULO 8. ORGANISMOS RELACIONADOS CON LA SEGURIDAD Y SALUD
EN EL TRABAJO .......................................................................................................... 93
1. Instituciones y organismos internacionales ...................................................... 93
1.1 La Organización Internacional del Trabajo (OIT). ...................................................... 93
1.2 La Unión Europea. .................................................................................................... 93
2. Organismos nacionales ....................................................................................... 94
2.1 El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). ........................ 94
2.2 La Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social (ITSS). ....................................... 95
2.3 Otras administraciones públicas competentes en materia sanitaria ........................... 95
2.4 La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST). ....................... 96
2.5 Fundación para la mejora de las condiciones de seguridad y saluden el trabajo. ...... 96
3. Otros organismos ................................................................................................. 97
3.1 Las Comunidades Autónomas................................................................................... 97
3.2 Los Ayuntamientos. ................................................................................................... 97
3.3 Las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad
Social (MATEPSS). ......................................................................................................... 97

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CAPÍTULO 9. GESTIÓN DE LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES ............ 99


1. Requisitos legales: integración de la prevención ............................................. 99
2. El Plan de Prevención .......................................................................................... 99
3. Gestión y aplicación del plan de prevención ................................................... 100
4. Responsabilidades ............................................................................................. 100
5. Recursos humanos y materiales para el desarrollo de las actividades
preventivas ......................................................................................................... 101
5.1 Asunción personal por el empresario de la actividad preventiva .............................. 101
5.2 Designación de trabajadores ................................................................................... 101
5.3 Servicio de prevención propio ................................................................................. 101
5.4 Servicio de prevención ajeno................................................................................... 102
6. Evaluación de riesgos ........................................................................................ 102
7. Formación ........................................................................................................... 103
8. Consulta y participación de los trabajadores .................................................. 103
8.1 El Delegado de Prevención ..................................................................................... 103
8.2 El Comité de Seguridad y Salud .............................................................................. 104
8.3 Documentación del sistema de gestión ................................................................... 104
9. Auditoria .............................................................................................................. 105
CAPÍTULO 10. MEDICINA DEL TRABAJO ............................................................... 107
1. ¿Qué es la medicina del trabajo? ...................................................................... 107
2. Funciones y objetivos de la medicina del trabajo ........................................... 107
3. Vigilancia de la salud ......................................................................................... 108
CAPÍTULO 11. PLANES DE AUTOPROTECCIÓN .................................................... 110
1. Introducción ........................................................................................................ 110
2. Clasificación de las emergencias ..................................................................... 110
3. Equipos y Cargos en emergencia ..................................................................... 111
4. Acciones de los equipos de emergencia.......................................................... 112
4.1 . Detección y Alerta ................................................................................................. 112
4.2 Mecanismos de respuesta frente a la Emergencia .................................................. 113
4.3 Evacuación y/o Confinamiento ................................................................................ 114
5. Actuación del personal del centro de trabajo .................................................. 116
6. Datos informativos básicos ............................................................................... 117
7. Implantación del plan de autoprotección ......................................................... 117
CAPÍTULO 12. PRIMEROS AUXILIOS ...................................................................... 119
1. Introducción ........................................................................................................ 119
2. ¿Qué son los primeros auxilios? ...................................................................... 119
3. Consejos generales sobre primeros auxilios .................................................. 119
4. Activación del sistema de emergencia (conducta P.A.S) ............................... 121

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5. Eslabones de la cadena de socorro .................................................................. 122


6. Formación en socorrismo laboral ..................................................................... 123
7. La evaluación primaria de un accidentado ...................................................... 124
8. Soporte vital básico (S.V.B.) .............................................................................. 125
9. Posición de recuperación .................................................................................. 128
10. Hemorragias ...................................................................................................... 129

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Capítulo 1. Introducción a la prevención de riesgos


laborales
1. El trabajo y la salud
1.1. El trabajo
El trabajo es una actividad social organizada que, a través de la combinación de recursos de
naturaleza diferente, como trabajadores, materiales, energía, tecnología, organización, etc.,
permite alcanzar unos objetivos y satisfacer unas necesidades.
¿Por qué trabaja el hombre?
El trabajo, desde el punto de vista del individuo, es una actividad que las personas tienen que
ejercer por necesidad para poder obtener, mediante un salario, los bienes que les permitan no
sólo sobrevivir, sino alcanzar unas compensaciones personales o sociales lo más satisfactorias
posibles.
Concretamente, el hombre trabaja para satisfacer una serie de necesidades; unas de tipo
básico, como las necesidades fisiológicas de alimento, alojamiento y seguridad; y otras,
denominadas necesidades sociales, como la necesidad de pertenencia a una empresa.
Mediante el trabajo, el hombre también busca satisfacer sus necesidades personales, como es
la valoración del trabajo por uno mismo y el reconocimiento de los demás. Por último, el trabajo
puede satisfacer la necesidad de autorrealización, es decir, llegar a ser todo lo que uno es
capaz de ser.
Evolución histórica del trabajo
A lo largo de la historia de la humanidad el trabajo ha evolucionado, tanto desde el punto de
vista técnico como organizativo. La división del trabajo tuvo como consecuencia la separación
entre trabajo manual y trabajo intelectual, con el consiguiente menosprecio social del primero
respecto del segundo.
A esta infravaloración del trabajo manual, muy presente en las sociedades antiguas (para
Platón el trabajo manual era digno de esclavos, en la Edad Media se consideraba una actividad
sin nobleza, etc.) podemos añadir la concepción cristiana que hace del trabajo una vía
redentora del pecado original: "Ganarás el pan con el sudor de tu frente", y que podría justificar
la penosidad como connatural al trabajo y como algo que le da sentido.
Pero no se debe olvidar que el trabajo humano se caracteriza y se diferencia del trabajo animal
por la tecnificación, es decir, por el uso de herramientas y máquinas. Con la llegada de la
Revolución Industrial comenzó un proceso mucho más acelerado de tecnificación del trabajo, lo
cual ocasionó también rápidos cambios en la organización. Las máquinas aumentaron
extraordinariamente la capacidad de producción, lo que motivó que los trabajadores se
adecuaran a las exigencias de la máquina en aras de la productividad.
A finales del siglo XX se ha iniciado una nueva revolución, la revolución tecnológica del
tratamiento de la información y las comunicaciones, la biotecnología y la automatización del
procesamiento de materiales.
Esta evolución ha traído consigo que cada vez sean menores las exigencias físicas para los
trabajadores; pero la forma en que el trabajo se organiza lleva, en muchos casos, a una
parcialización tal de éste que lo despoja de todo incentivo que no sea el económico, y al mismo
tiempo a la aparición de nuevas exigencias: los esfuerzos físicos disminuyen, pero cada día
son mayores los esfuerzos mentales en el trabajo. El trabajo se convierte así en un número de
horas, o en un número de piezas pagadas. El trabajador vende su capacidad transformadora
como única manera de poder vivir.
Como veremos, todos estos problemas pueden afectar negativamente a la salud de los
trabajadores.

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1.2. La salud
Tanto en el mundo del trabajo como fuera de él, nos encontramos con diferentes concepciones
del término salud, lo que nos permite afirmar que no existe un único concepto de salud y que
su tratamiento como problema hace necesario considerar la influencia de otros factores
sociales, como la economía, la cultura y la política.

Diferentes concepciones de la salud

Es posible considerar la salud desde una concepción médica, desde una concepción social y
desde la concepción "ideal" de salud.
La definición de salud como la ausencia de enfermedad, como el bienestar del cuerpo y del
organismo físico, no se puede aceptar hoy en día, ya que la sociedad admite la existencia de
enfermedades no somáticas, como por ejemplo, el estrés.
La experiencia de la salud no puede restringirse a la mera salud orgánica. Hasta hace poco, lo
psíquico era lo que no se podía explicar orgánicamente y por ello, la salud psíquica aparecía
como una categoría residual o de menor importancia. Hoy, en las sociedades industrializadas,
se asiste a un proceso por el que en muchas enfermedades el componente fisiológico, sin dejar
de existir, cede su importancia a los factores psíquicos, como por ejemplo las depresiones
ocasionadas por el trabajo.
Al convertirse la salud en un asunto colectivo se hace posible la aparición de las concepciones
sociales de salud.
La concepción político-legal parte del principio de que la salud es un derecho de toda la
población, con la correspondiente obligación de protegerla que tiene el Estado, que incluye en
el Código Penal, como delitos, los actos que atentan contra ella. Esta intervención estatal no se
ha producido históricamente hasta que los ciudadanos han tenido una conciencia social de que
la salud es un bien colectivo y han reclamado una acción en este terreno.
Desde un punto de vista económico, la salud cobra importancia en la medida en que el factor
humano constituye un elemento más o menos importante de los procesos productivos. La salud
de la mano de obra de un país determina su productividad, por lo que los gobiernos protegen la
salud del trabajador y aseguran así la productividad del sistema económico.
Concepción ideal de la salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud de una persona como:
"El estado de bienestar físico, mental y social completo y no meramente la ausencia de daño o
enfermedad".
Es importante destacar de la definición de salud de la OMS el aspecto positivo al hablar de un
«estado de bienestar» y no sólo el negativo, que habitualmente se tiene al pensar en la salud
desde la enfermedad.
También hay que destacar la triple dimensión de la salud, física, mental y social, y la
importancia que estén en equilibrio en cada persona.

1.3. Relación entre trabajo y salud


Es evidente que el trabajo y la salud están fuertemente relacionados, ya que, por un lado, el
trabajo es una actividad que el individuo desarrolla para satisfacer sus necesidades, es decir,
para poder tener una vida digna. Es necesario trabajar porque así conseguimos satisfacer
nuestras necesidades de supervivencia en un medio en el que los recursos, además de
escasos, no siempre son utilizables tal como se presentan. Pero además, el trabajo es una

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actividad por medio de la cual desarrollamos nuestras capacidades, tanto físicas como
intelectuales.
Junto a esta influencia positiva del trabajo respecto a la salud, existe también una influencia
negativa: trabajando se puede perder la salud, cuando el trabajo se desarrolla en condiciones
que pueden causar daño a nuestra integridad física, caso de los accidentes y enfermedades.
Pero, además, cuando el trabajo infrautiliza las aptitudes de las personas, se corre el riesgo de
atrofiar, o no permitir, su desarrollo y su realización como miembros de la sociedad. Este
fenómeno suele denominarse deshumanización del trabajo.
Podemos afirmar que:
El trabajo es bueno para la salud
La salud es necesaria para trabajar
El trabajo puede perjudicar a la salud
Las empresas desarrollan su actividad en un marco sumamente competitivo que obliga a
adaptar su sistema productivo a fin de lograr la eficacia que asegure su supervivencia.
Estos cambios, hoy tan frecuentes en la empresa, aunque dirigidos en gran medida a aumentar
la eficacia productiva, muchas veces proporcionan la oportunidad de mejora de las condiciones
de trabajo. Ahora bien, en otras ocasiones pueden, directa o indirectamente, perjudica la salud
de los trabajadores.
En el próximo apartado analizaremos aquellas situaciones, o factores de riesgo, que pueden
perjudicar la salud de los trabajadores y veremos cómo estos factores de riesgo tienen
asociados unos riesgos laborales.

2. Riesgos en el trabajo
2.1. Factores de riesgo
Podemos definir los factores de riesgo como aquellas situaciones o condiciones de trabajo que
pueden perjudicar la salud de las personas, rompiendo el equilibrio físico, mental y social.
No podemos limitarnos a considerar como factores
de riesgo solamente aquellas situaciones que
puedan causar accidentes, sino que habrá que
buscar el origen de todos los desequilibrios de la
salud.
Cualquier modificación introducida en un sistema
de trabajo creará unas condiciones de trabajo
diferentes, que implicarán nuevos factores de
riesgo.
A continuación se presenta una lista de factores de riesgo que definen una situación de trabajo.
Para facilitar nuestro trabajo se han clasificado los factores de riesgo en tres grupos, sin que
esto implique ninguna jerarquización o prioridad.

Condiciones de seguridad

En este primer grupo consideraremos aquellas condiciones materiales que influyen sobre la
accidentabilidad: elementos móviles, cortantes, electrificados, combustibles, etc. Para poder
controlar estos elementos estudiaremos las máquinas (prensas, tornos, fresadoras, cintas
transportadoras, etc.), las herramientas (taladradoras, martillos, etc.), los equipos de transporte
(carretillas elevadoras, grúas, camiones, etc.) y las instalaciones eléctricas, entre otros.

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Condiciones higiénicas

Contaminantes físicos de trabajo


Estudiaremos aquí el medio ambiente de trabajo, dedicándonos preferentemente a las
condiciones físicas: ruido, vibraciones, iluminación, condiciones termo higrométricas y
radiaciones, con objeto de establecer, por un lado, unos valores de estas condiciones que no
produzcan lesiones y, por otro lado, determinar los niveles más adecuados para trabajar
confortablemente.
Contaminantes químicos y biológicos
Se tratan en este grupo los contaminantes químicos y biológicos que pueden estar presentes
en el medio ambiente de trabajo, así como sus efectos para la salud, las técnicas de evaluación
y las medidas correctoras para controlarlos.

Condiciones ergonómicas y psicosociales

Carga de trabajo
Aquí analizaremos las exigencias que la tarea impone al individuo que la realiza: esfuerzos,
manipulación de cargas, posturas de trabajo, niveles de atención, etc., asociados a cada tipo
de actividad para poder determinar la carga de trabajo tanto física como mental de cada tipo de
tarea.
Organización del trabajo
En este último grupo estudiaremos los factores debidos a la organización, ya que la forma de
fragmentar el trabajo y repartirlo entre diferentes individuos, unido a la distribución horaria, a la
velocidad de ejecución y a las relaciones personales que se establecen en el centro de trabajo,
puede tener consecuencias para la salud de los trabajadores a nivel físico y, sobre todo, a nivel
mental y social.
Estos grupos no son excluyentes entre sí, es decir, en ocasiones, puede ser conveniente
trasladar factores de un grupo a otro. No obstante, cualquier factor nuevo que se considere
tendrá cabida en alguno de los grupos.
En cualquier caso, conviene tener en cuenta que se pueden presentar varios factores a la vez.
La existencia de múltiples factores actuando sobre una situación hace que tengamos que
considerar en cada caso la interrelación que inevitablemente se produce.

2.2. Riesgos laborales


Una vez analizados los factores de riesgo asociados al trabajo, definiremos qué se entiende
por riesgo laboral, según establece la Ley de Prevención de Riesgos Laborales:
"La probabilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo".
Admitir la posibilidad o probabilidad de que se produzca un daño no implica que éste se vaya a
producir, simplemente significa que de entre las múltiples situaciones (factores de riesgo) que
pueden llegar a desencadenar un daño, se produzca una
Se considera daño a la enfermedad, patología o lesión sufrida con motivo u ocasión del trabajo.
Por consiguiente, equivale a las consecuencias que se pueden esperar de la actualización del
riesgo
Los conceptos de probabilidad y de daño, valorados conjuntamente, determinan lo que se
denomina gravedad de un riesgo
Ejemplo:
Un trabajador que utiliza una escalera de mano, corre el riesgo de caerse y lesionarse.

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Factor de riesgo: Un trabajador que utiliza una escalera de mano.


Riesgo = Probabilidad (de caerse desde cierta altura) x Daño (lesión).
En este caso, el uso de una escalera de mano, implica un riesgo de caída de personas
a distinto nivel.

A continuación se presenta la lista de riesgos laborales comúnmente aceptada:

Riesgos derivados de las condiciones de Riesgos higiénicos


seguridad
(Riesgos de enfermedad
(Riesgos de accidente de trabajo) profesional)
 Caída de personas a distinto nivel  Exposición a contaminantes físicos:
 Caída de personas al mismo nivel ruido, vibraciones, estrés térmico,
 Caída de objetos por desplome etc.
 Caída de objetos en manipulación  Exposición a contaminantes
 Caída de objetos desprendidos químicos.
 Pisadas sobre objetos  Exposición a contaminantes
biológicos
 Choques contra objetos móviles
 Choques contra objetos inmóviles
Riesgos ergonómicos y
 Golpes o cortes con objetos o herramientas
psicosociales
 Proyección de fragmentos o partículas
 Atrapamiento por o entre objetos  Carga física de trabajo: manipulación
 Atrapamiento por vuelco de máquinas o manual de cargas, movimientos
vehículos repetitivos y posturas forzadas.
 Sobreesfuerzos  Condiciones ambientales del entorno
 Exposición a temperaturas ambientales de trabajo: iluminación, confort
extremas térmico y confort acústico.
 Contactos térmicos  Carga mental: exceso de
 Contactos eléctricos información, carga de trabajo, etc.
 Inhalación de sustancias nocivas o tóxicas  Exigencias de la tarea: monotonía,
contenido, autonomía, etc.
 Contactos con sustancias cáusticas o corrosivas
 Exigencias de la organización:
 Exposición a radiaciones
comunicación, participación,
 Explosiones relaciones personales, etc.
 Incendios
 Accidente causados por seres vivos
 Atropellos, golpes o choques contra vehículos
 Accidentes de circulación

Hasta el momento hemos visto que en cualquier trabajo se presentan factores de riesgo,
generándose situaciones de riesgo. Hemos definido riesgo como una probabilidad de producir
daño a la salud de los trabajadores.
En el próximo apartado veremos los diferentes daños que se pueden producir en la salud de
los trabajadores.

3. Daños derivados del trabajo


3.1. Accidentes de trabajo

¿Qué es un accidente de trabajo?

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La definición legal de accidente de trabajo, según queda recogida en el artículo 115, punto 1,
del Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de
la Ley General de la Seguridad Social, es la siguiente:
“Se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o
por consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena”.
Esta definición legal se refiere tanto a las lesiones que se producen en el centro de trabajo
como a las producidas en el trayecto habitual entre éste y el domicilio del trabajador (accidente
"in itinere").
Asimismo serán considerados accidentes de trabajo las enfermedades no incluidas en el
artículo 116 de la Ley General de la Seguridad Social (enfermedades profesionales), que
contraiga el trabajador con motivo de la realización de su trabajo, siempre que se pruebe que la
enfermedad tuvo por causa exclusiva la ejecución del mismo.
La disposición adicional trigésima cuarta del R.D Legislativo 1/1994 establece en su punto 1:
“Se entenderá como accidente de trabajo del trabajador autónomo en ocurrido como
consecuencia directa e inmediata del trabajo que realiza por su propia cuenta y que determina
su inclusión en el campo de aplicación de dicho “Régimen especial””.
La Ley 20/2007, que regula el Estatuto del Trabajador Autónomo establece en su artículo 26,
punto 3:
“Se entenderá por accidente de trabajo toda lesión
corporal del trabajador autónomo económicamente
dependiente que sufre con ocasión o por
consecuencia de la actividad profesional,
considerándose también el accidente de trabajo el
que sufre el trabajador al ir o volver del lugar de la
prestación de la actividad, o por causa o
consecuencia de la misma. Salvo prueba en
contrario, se presumirá que el accidente no tiene
relación con el trabajo cuando haya ocurrido fuera
del desarrollo de la actividad profesional de que se
trate”.
Por otro lado, desde el punto de vista preventivo,
se entiende por accidente de trabajo:
"Todo suceso anormal no deseado, que se
presenta de forma brusca e inesperada,
normalmente es evitable, interrumpe la continuidad
del trabajo y representa un riesgo para la salud e integridad de l as personas".
Obsérvese, que un suceso puede considerarse accidente aunque no haya causado lesiones ni
daño. En este caso, algunos autores hablan de "accidente blanco" o "incidente".
Según esta definición los accidentes son evitables. Aunque ello pueda parecer obvio, en
muchas ocasiones se cree que los accidentes ocurren fortuitamente.
Por tanto, podemos decir que los accidentes de trabajo, legalmente definidos, son aquellos
"incidentes" que han afectado la integridad física del trabajador.
En todo caso, al margen del daño físico que el accidente pueda ocasionar al trabajador
afectado, casi siempre conllevará pérdidas asociadas. Pérdidas de tiempo o retrasos en el
desarrollo previsto de una tarea, pérdidas económicas por deterioros de materiales, productos
o instalaciones.

Causas de los accidentes (Teoría causal de los accidentes)

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Los accidentes, por muy inesperados, sorprendentes o indeseados que sean, no surgen por
generación espontánea, ni por casualidad; son consecuencia de una situación anterior. Aunque
no se vean claras las causas de un accidente, no podemos afirmar que éste ha surgido de la
nada o porque sí. Si los accidentes surgieran de la nada, por generación espontánea, no cabría
ninguna defensa preventiva. En este caso, la reacción fatalista de aceptarlos y aguantarlos
seria la única salida.
Los accidentes no se explican por fenómenos sobrenaturales o con argumentos filosóficos.
Actuando sobre las causas se pueden evitar accidentes.
En todo trabajo se producen una serie de trastornos que pueden llegar a producir daños a las
máquinas, a los productos y a las personas.
No podemos limitarnos a estudiar solamente aquellos trastornos que producen lesiones en los
trabajadores ya que así tendríamos una visión muy pobre y parcial de la realidad laboral. Como
ya hemos dicho, muchos "accidentes" pasan inadvertidos porque no llegan a producir lesiones.
Por tanto, habrá que utilizar algún método que nos permita identificar todas las posibles
situaciones de riesgo y no sólo aquellas en las que este riesgo se materialice en una lesión
para el trabajador.

No existe un método único de valor universal para la investigación de accidentes. Cualquier


método es válido siempre y cuando se fundamente en el análisis de las causas del mismo.

Los factores causales de los accidentes son muy diversos: factores debidos a las condiciones
materiales y al medio ambiente de trabajo (máquinas inseguras o entorno desordenado),
factores debidos a deficiencias en la organización y factores debidos al comportamiento
humano.
Los errores hacen referencia a una conducta humana. El hecho de que hablemos aquí de error
no implica necesariamente un fallo humano, sino que hay que entenderlo como una situación
en la que no se ha previsto la adecuación entre la persona y el método de trabajo.

Efectos de los accidentes


Dentro de los efectos negativos que el trabajo puede tener para la salud, los accidentes son los
indicadores inmediatos y más evidentes de unas malas condiciones de trabajo y, dada su
gravedad, la lucha contra los accidentes es siempre el primer paso de toda actividad
preventiva.
Además de los costes de primas de seguro, salarios e indemnizaciones, que pueden estar
asegurados, los accidentes de trabajo suponen una serie de costes para las empresas, que
usualmente no se tienen en consideración: tiempos perdidos por los compañeros y mandos;
daños materiales a instalaciones; interferencias en la producción; conflictos laborales; pérdida
de imagen y de mercado, entre otros.
Pero estos gastos, que no se pueden olvidar, no son las únicas consecuencias negativas de los
accidentes de trabajo. El seguro no resucita los muertos ni puede devolver los órganos
perdidos en un accidente.
Además de los sufrimientos físicos y morales que causan al trabajador y a su familia, los
accidentes reducen temporal o definitivamente la posibilidad de trabajar, lo que, según nuestras
definiciones de trabajo y salud, supondrá un freno para el desarrollo personal del individuo
como ser transformador, ya que le priva total o parcialmente de poderse realizar personalmente
y como miembro de la sociedad.

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3.2. Enfermedades profesionales


¿Qué es una enfermedad profesional?

El Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado por el Real Decreto
Legislativo 1/1994, de 20 de junio, en su artículo 116 define la enfermedad profesional como:
“La contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena, en las actividades que se
especifiquen en el cuadro que se aprueba por las disposiciones de aplicación y desarrollo de
esta Ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o substancias que en dicho
cuadro se indique para cada enfermedad profesional”.
El vigente cuadro de enfermedades profesionales fue aprobado por el Real Decreto 1299/2006,
de 10 de noviembre.
Del análisis del artículo, podemos extraer como consecuencia que toda enfermedad, para ser
reconocida como profesional, debe cumplir tres requisitos:
1º. Que el trabajo se ejecute por cuenta ajena.
2º. Que la actividad empresarial esté incluida en el listado oficial
(1299/2006, Cuadro de enfermedades profesionales).
3º. Que la enfermedad sea originada por la agresión de unas sustancias o agentes
especificados legalmente en el mismo listado.
La disposición adicional trigésima cuarta del R.D. Legislativo 1/1994, en su punto 1 establece:
“Se entenderá por Enfermedad Profesional del Trabajador Autónomo la contraída como
consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta propia, que esté provocada por la acción de los
elementos y sustancias y en las actividades que se especifican en la lista de enfermedades
profesionales con las relaciones de las principales actividades capaces de producirlas, anexa al
R.E. 1995/1978, derogado por el R.D. 1299/2006”.
Desde el punto de vista preventivo, enfermedad profesional es aquel deterioro lento y paulatino
de la salud del trabajador producido por una exposición crónica a situaciones adversas, sean
éstas producidas por el ambiente en que se desarrolla el trabajo o por la forma en que éste
está organizado.
Mientras que las consecuencias de un accidente de trabajo casi siempre ponen de manifiesto
que éste se ha producido durante el desempeño del trabajo, no es tan fácil probar el origen
laboral de las enfermedades profesionales, estén o no calificadas legalmente como tales.
Puesto que la enfermedad profesional es un deterioro lento y paulatino de la salud, los efectos
acumulativos pueden aparecer después de varios años de exposición a la condición peligrosa.
Tal como decíamos respecto a los accidentes, y aquí con más motivos, no podemos esperar a
que aparezcan los síntomas de la enfermedad para empezar a actuar, ya que, generalmente,
los efectos de estas enfermedades son irreversibles.

Factores que determinan una enfermedad profesional


Para poder analizar mejor los diversos factores responsables de que se produzca una
enfermedad profesional, los agruparemos en cuatro apartados:
1. Concentración del agente contaminante en el ambiente de trabajo
A mayor nivel de contaminante en el ambiente, mayor daño a las personas.
Ejemplos: Nivel de ruido, concentración de cualquier contaminante químico, etc.
2. Tiempo de exposición
A mayor tiempo de exposición al contaminante, mayor daño a las personas.

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3. Características personales de cada individuo


Las características personales hacen que algunos individuos sean más sensibles que la
“población normal” a ciertos contaminantes.
Ejemplos: Personas alérgicas, enfermedades previas, personas de edad avanzada, etc.
4. Presencia de varios agentes contaminantes al mismo tiempo
A veces, los efectos de varios contaminantes similares suman sus efectos negativos,
agravando el daño sobre las personas.
Ejemplos: Disolventes: acetona + aguarrás; tolueno + xileno

3.3. Otras patologías derivadas del trabajo


Los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales son efectos negativos del trabajo
sobre la salud, pero limitar la prevención a la lucha contra accidentes y enfermedades
supondría definir la salud como la ausencia de daño o enfermedad, abarcando así sólo una
parte, aunque importante, de la definición propuesta por la OMS. y que nosotros hemos
admitido como modelo
Para plantearnos la labor preventiva de forma que ésta sea una manera real de mantener y
mejorar nuestra salud, hemos de tener en cuenta que:
1º La concepción legal de enfermedad profesional no se corresponde con la realidad porque
hay enfermedades profesionales que afectan a la salud física del trabajador y que no se
contemplan como tales.

Ejemplo: Enfermedades provocadas por vibraciones verticales repetitivas.


Las discopatías de la columna dorsolumbar causadas por vibraciones verticales
repetidas de todo el cuerpo no están reconocidas como enfermedades profesionales.
Aunque se sospecha que el origen de esta patología es profesional (anexo II del Real
Decreto 1299/2006), todavía no se ha demostrado científicamente que sólo puede ser
causada por unas condiciones insalubres del puesto de trabajo.

2º Existen agentes agresivos en el trabajo que son susceptibles de ocasionar trastornos que no
son de naturaleza física y que causan daño al trabajador. A la larga, estas agresiones pueden
materializarse en dolencias de tipo somático o psicosomático; pero, sin llegar a este punto, son
ya perniciosas para el equilibrio mental y social de los individuos.

Ejemplo: Turnicidad
Las funciones del organismo humano tienen un ritmo biológico de 24 horas. Cuando se
altera este ritmo, debido al cambio de turnos (mañana, tarde y noche), se alteran los
siguientes sistemas del organismo: temperatura, sistema hormonal, sistema respiratorio
y relación sueño-vigilia.
Se constata que las personas que trabajan en el turno de noche sufren una reducción
de la duración del sueño, trastornos digestivos debidos a la irregularidad en las horas de
alimentación, al exceso de excitantes ingeridos durante el turno de noche, etc. Todos
estos factores provocan irritabilidad, depresiones, inadaptabilidad y dificultades de
relación en la vida familiar y en la vida social.

3º Por otra parte, además de contemplar estos efectos negativos que no tenían cabida en la
Seguridad e Higiene del Trabajo tradicionales, también hemos de considerar el aspecto positivo

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de la salud. Dicho de otra forma, el trabajo tiene que favorecer el acercamiento progresivo al
«estado de bienestar» que es la salud.

Ejemplo: Confort visual


Cualquiera que sea la tarea que se realice precisará estar iluminada, pero no de
cualquier forma, sino que deberá disponer de un buen equipo de iluminación, adecuado
a las condiciones específicas de cada lugar de trabajo.
Un estudio de confort visual, por ejemplo para las Pantallas de Visualización de Datos
(PVD), deberá prestar atención a las condiciones de iluminación, teniendo en cuenta los
requerimientos específicos de los puestos de trabajo, de forma que se asegure un nivel
óptimo de confort visual. En el estudio de las PVD, se tienen en cuenta: las dimensiones
de la pantalla, el contraste, el brillo, la reflexión de los focos de luz sobre la pantalla y el
teclado, la legibilidad de los documentos, los deslumbramientos en el puesto de trabajo,
etc.

Por lo tanto, habrá que estudiar, analizar y modificar


los métodos de trabajo, no sólo para evitar los efectos
negativos sobre la salud, sino también para potenciar
los efectos positivos.
Desde esta perspectiva, aquellas situaciones de
trabajo en las que se frenen, o no se potencien, los
efectos positivos sobre la salud, incluso en el caso de
que no exista ningún peligro, en sentido estricto, son,
también, situaciones de riesgo.
Por lo tanto, un trabajo que no propicie el desarrollo de
la iniciativa, de la responsabilidad, de las relaciones
sociales, de la creatividad y en definitiva de la participación de todos los hombres y mujeres en
el proceso productivo es un trabajo con riesgos para la salud.

4. Técnicas preventivas
4.1. . Introducción
Del artículo 4 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales se puede extraer la definición de
prevención de riesgos:
"Conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas, en todas las fases de la actividad
de la empresa, con el fin de evitar o disminuir la posibilidad de que un trabajador sufra una
enfermedad, patología o lesión con motivo u ocasión del trabajo."
Por tanto, la prevención de riesgos laborales tiene por objeto la seguridad y salud de los
trabajadores, quedando fuera de su alcance la protección de los bienes patrimoniales
(Seguridad contra agresiones, robo e intrusión) y del medio ambiente (Seguridad
Medioambiental).
Así mismo, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales define las condiciones de trabajo como:
"Cualquier característica del trabajo que pueda tener una influencia significativa en la
generación de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador. Quedan específicamente
incluidas en esta definición:
 Las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y
demás útiles existentes en el centro de trabajo.

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 La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el ambiente


de trabajo.
 Los procedimientos para uso de los agentes citados anteriormente que influyan en la
generación de los riesgos mencionados.
 Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a su
organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que esté expuesto
el trabajador."
La prevención de riesgos no es más que una manera de analizar y evaluar, mediante un
conjunto de técnicas, cada uno de los factores de riesgo y determinar en qué grado, positivo o
negativo, afectan a la salud del trabajador para que, minimizando los efectos negativos y
favoreciendo los efectos positivos, consigamos métodos de trabajo que, sin dejar de ser
rentables económicamente, creen condiciones de trabajo que favorezcan ese estado ideal de
bienestar físico, mental y social al que todos los trabajadores tenemos derecho.

4.2. Seguridad, Higiene, Ergonomía, Psicosociología Aplicada y


Medicina en el Trabajo
Mejorar las condiciones de trabajo significa que, además
de evitar los daños y enfermedades causadas por el
trabajo, tenemos que conseguir que éste se realice en
unas condiciones "confortables" que, además de no
perjudicar física, mental ni socialmente, permitan el
desarrollo integral de los individuos a través de su trabajo.
La Seguridad en el Trabajo, la Higiene Industrial, la
Ergonomía, la Psicosociología Aplicada y la Medicina del
Trabajo son técnicas que intentan prevenir o curar las
lesiones y enfermedades causadas por el trabajo.
 La Seguridad en el Trabajo es el conjunto de técnicas y procedimientos que tienen
por fin detectar y eliminar, o al menos reducir, el riesgo de que se produzcan accidentes de
trabajo que ponen en peligro la integridad física de los trabajadores.
Entre las técnicas más utilizadas en el campo de la seguridad destacan las inspecciones de
seguridad, el análisis de los métodos de trabajo y las investigaciones de accidentes.
La Seguridad lucha contra el fuego, diseña máquinas no agresivas o estudia sus
protectores y dispositivos de seguridad, hace normas y reglamentos como los de la
electricidad para evitar el riesgo de electrocución, estudia protectores individuales, etc.
 La Higiene Industrial es una técnica no médica de prevención que identifica, evalúa y
controla los factores ambientales que se presentan en los lugares de trabajo que pueden
provocar enfermedades profesionales a los trabajadores.
La Higiene Industrial detecta la presencia de factores ambientales adversos, tanto físicos
(ruido, vibraciones, etc.), como contaminantes químicos o biológicos. Mide esos factores
adversos, los analiza y determina su grado de peligrosidad. Finalmente recomienda las
medidas a adoptar para evitar el riesgo o reducirlo.
 La Ergonomía es la ciencia aplicada de carácter multidisciplinar cuyo objetivo es la
adecuación del trabajo a la persona. No sólo tiende a mejorar las condiciones de trabajo a
fin de evitar los efectos negativos sobre la salud más amplio y propone la mejora de
aquellos aspectos que pueden incidir en el equilibrio de la persona, considerada en su
totalidad, con el entorno que le rodea.
 La Psicosociología, aplicada a la prevención de riesgos laborales, intenta prevenir
los daños a la salud causados por la organización del trabajo cuando ésta no titen en

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cuenta al trabajador como persona (tareas monótonas y repetitivas, relaciones


interpersonales, etc.)
 La Medicina del Trabajo es una ciencia que, partiendo del conocimiento del
funcionamiento del cuerpo humano y del medio que éste desarrolla su actividad, es este
caso el laboral, tiene como objetivos la promoción de la salud, la curación de enfermedades
y la rehabilitación.
Todo esto implica que el mejor tratamiento de las condiciones de trabajo es pluridisciplinar; es
decir, que la mejora de la salud laboral es una tarea conjunta de diversas técnicas distintas que
estudian tanto los factores presentes en el trabajo como las consecuencias de éstos sobre las
personas.
La ingeniería, la arquitectura, la física, la química, la biología, la medicina y la psicosociología,
que estudian los efectos negativos del trabajo sobre las personas y la forma de evitarlos, tienen
que ampliar su campo de acción con un tratamiento ergonómico del estudio del trabajo, de
forma que no sólo se intervenga para corregir situaciones peligrosas, sino que además se
estudien nuevos métodos de trabajo que favorezcan el desarrollo integral de los trabajadores.
Pero este planteamiento no será válido si no tiene en cuenta en todo momento al trabajador, no
sólo como objeto pasivo de estudio, sino también como sujeto activo que participa en la mejora
de su puesto de trabajo.
Nadie está en mejores condiciones que los propios trabajadores para conocer las
consecuencias que el trabajo tiene sobre su propia vida.
Es necesario pues, crear los mecanismos que permitan y favorezcan la formación de los
trabajadores en el campo de la salud laboral para hacer posible su participación en la mejora
de sus condiciones de trabajo.

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Autoevaluación capítulo 1

1. ¿CUÁL ES LA DEFINICIÓN MÁS COMPLETA DE SALUD?


a. La ausencia de enfermedad.
b. El estado de bienestar físico, mental y social.
c. Estado de forma física que nos permite trabajar.
2. UNA ILUMINACIÓN DEFICIENTE ES UN FACTOR DE RIESGO DE:
a. Lesiones debidas a un alto nivel de ruido.
b. Sobreesfuerzos debidos a la manipulación manual de cargas.
c. Accidentes por choques con objetos.
3. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR RIESGO LABORAL?
a. La probabilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo.
b. Conducta temeraria adoptada por un empresario o por un trabajador.
c. Lesión corporal proveniente de una acción súbita y violenta.
4. LA CAÍDA A DISTINTO NIVEL (CAÍDA DE ALTURA) ES UN RIESGO:
a. Que no se puede evitar, puesto que es impredecible.
b. Siempre es evitable.
c. Que, aunque no siempre evitable, se puede combatir y minimizar.
5. ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES ES VERDADERA?
a. Los accidentes de trabajo se producen, normalmente, por casualidad.
b. Los accidentes de trabajo se producen por una conducta temeraria por parte de los trabajadores.
c. Los accidentes de trabajo siempre son debidos a una serie de causas naturales y explicables.
6. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR ACCIDENTE “IN ITÍNERE”?
a. Accidente producido durante la realización de un trabajo subcontratado.
b. Accidente que se produce en el trayecto habitual entre el trabajo y el domicilio del trabajador.
c. Accidente de tráfico ocurrido a un transportista de mercancías.
7. LA HIGIENE INDUSTRIAL ES LA TÉCNICA QUE PREVIENE:
a. Las enfermedades profesionales.
b. Todas las enfermedades, tengan o no relación con el trabajo.
c. El orden y la limpieza en las empresas así como el aseo personal de los trabajadores.
8. ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES ES VERDADERA?
a. La Ergonomía es la técnica preventiva que previene las enfermedades profesionales.
b. La Ergonomía es la técnica preventiva que estudia la adecuación del trabajo a la persona.
c. La Ergonomía es la técnica preventiva que intenta adecuar la persona al trabajo.
9. ¿CUÁL ES LA TÉCNICA PREVENTIVA QUE SE ENCARGA DEL ESTRÉS LABORAL?
a. La Medicina del Trabajo.
b. La Ergonomía.
c. La Psicosociología.

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Capítulo 2. Marco normativo básico en materia de


prevención de riesgos laborales
1. Introducción
Se han reunido aquí las disposiciones legales, tanto de carácter nacional como internacional,
que pueden ser de utilidad para todas aquellas personas interesadas en la mejora de la
seguridad y la salud laboral.
Para una mejor comprensión del ordenamiento jurídico español y europeo, y antes de citar la
normativa relacionada con la Seguridad y la Salud Laboral, se describe la jerarquía normativa
que establece la Constitución Española.

1.1. Ordenamiento jurídico español


A nivel estatal la jerarquía normativa se estructura de la siguiente forma:

1. Constitución Norma de máximo rango legislativo español, que establece el marco


Española: jurídico fundamental del Estado. Toda la legislación que sea precisa
elaborar para cumplir sus fines, debe estar de acuerdo con ella.

2. Tratados y Forman parte del ordenamiento jurídico interno según la Constitución,


Convenios previa autorización de las Cortes Generales y publicación en el Boletín
Internacionales: Oficial del Estado (BOE) tras su ratificación. Puesto que España está
integrada en la Unión Europea, debe cumplir sus reglamentos, que
priman sobre el derecho interno español. Por otra parte, el Parlamento
Español ha ratificado determinados conveníos y tratados con
organizaciones internacionales, como la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), cuyo cumplimiento debe exigir el Gobierno a todos los
ciudadanos e instituciones.

3. Leyes: Las leyes son aprobadas, modificadas o derogadas por las Cortes
Generales:
Las Leyes Orgánicas, que corresponden al desarrollo de los derechos
fundamentales y de las libertades públicas, exigen la mayoría absoluta
de las Cortes Generales.
Las Leyes Ordinarias sólo necesitan de mayoría simple para ser
aprobadas.
Con los Reales Decretos Legislativos y, en casos de extraordinaria y
urgente necesidad y con carácter provisional, los Reales Decretos-Ley,
las Cortes Generales delegan al Gobierno la potestad de dictar normas
con rango de ley.

4. Reglamentos: Los reglamentos son aprobados por Consejo de Ministros (Gobierno).


Según quien los aprueba reciben una determinada denominación. De
mayor a menor rango tenemos:
● Reales Decretos, aprobados por Consejo de Ministros. ● Ordenes
Ministeriales, aprobadas por el Ministro correspondiente.
● Resoluciones, Instrucciones y Circulares, adoptadas por los órganos
inferiores.

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Las Asambleas o Parlamentos de las Comunidades Autónomas pueden aprobar Leyes y


Reglamentos, de acuerdo con lo estipulado en la Constitución y sus respectivos Estatutos de
Autonomía, que, en el territorio de la Comunidad Autónoma, tienen el mismo rango que las
Leyes y Reglamentos estatales.

1.2. El ordenamiento jurídico en la Unión Europea (UE)


El ingreso de nuestro país a la UE trajo consigo, entre otras cosas, la adecuación de nuestra
legislación a las normas comunitarias sobre seguridad y salud laboral, puesto que la UE posee
un ordenamiento jurídico propio de aplicabilidad directa y con supremacía sobre los derechos
nacionales de los Estados miembros.
Entre sus diversas disposiciones, en relación con la mejora de las condiciones de trabajo son
destacables:
1. Reglamentos:
Son de alcance general a todos los países miembros. Son obligatorios en todos sus elementos
y directamente aplicables en cada Estado miembro. Se publican en el Diario Oficial de las
Comunidades Europeas (DOCE).
2. Directivas:
Sus destinatarios son los Estados miembros. Obligan en cuanto al resultado a conseguir, pero
con libertad en la elección de la forma y de los medios, pero sólo tienen efecto en los estados
una vez transpuestas a los respectivos derechos nacionales. También se publican en el DOCE.
3. Decisiones:
Son de alcance particular y de carácter obligatorio y directamente aplicables en todos sus
términos para sus destinatarios (p. ej. un Estado, una Institución, o una empresa) desde el
momento de su notificación. Sólo se publican en el DOCE las Decisiones de especial
relevancia.

Objetivos de las directivas comunitarias


Una de las políticas más importantes de la UE es la política social. Dentro de la política social
se encuentra incluida la política de “Seguridad y Salud de los trabajadores en el lugar de
trabajo”, cuyo propósito es fijar unos niveles mínimos de protección que se apliquen por igual a
los trabajadores de todos los países europeos de la Unión.
La Unión Europea pretende, por medio de las directivas, aproximar las legislaciones de los
estados miembros sobre:
 Seguridad y Salud en el Trabajo
 Seguridad del Producto

Directivas sobre Seguridad y Salud en el Trabajo


La directiva fundamental en esta materia es la 89/391/CEE, relativa a la aplicación de medidas
para promover la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores en el trabajo. Es la
directiva que fija las principales reglas de juego para los empresarios y los trabajadores en lo
que se refiere a la mejora de la seguridad y la salud en el trabajo.
Dicha directiva se conoce por el sobrenombre de Directiva “Marco”.
La Directiva “Marco” fue transpuesta al derecho español mediante la Ley de Prevención
de Riesgos Laborales. (Ver apartado 2.4)

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Esta directiva abre la puerta a un abanico de directivas específicas sobre seguridad y salud en
el trabajo, que se pueden clasificar en varios grupos según su contenido:
 Colectivos especiales de trabajadores: directivas dirigidas a trabajadores que
necesitan mayor protección, como mujeres embarazadas, jóvenes, etc.
 Lugares de trabajo: directivas que establecen los requisitos para el diseño y uso de
los lugares de trabajo en general y para trabajos especiales, como en obras de
construcción, canteras y minas, etc.
 Agentes contaminantes: directivas dirigidas a la protección de los trabajadores
frente a riesgos relacionados con la exposición a agentes físicos, químicos y
biológicos.
 Otras directivas: directivas no incluidas en los grupos anteriores, como las de
utilización de Equipos de Trabajo, Pantallas de Visualización de Datos, etc.

Directivas sobre Seguridad del Producto


Otro objetivo de la UE es el de la seguridad del producto, es decir, que todos los productos que
se comercialicen en los países de la Unión sean “seguros” desde el momento de su puesta en
el mercado.
Para que un producto pueda ser comercializado en Europa debe cumplir los requisitos
esenciales establecidos para ese tipo de producto (máquinas, herramientas, materiales,
equipos o productos que el trabajador va a utilizar en el desempeño de su trabajo). En el caso
de que los cumpla, el fabricante o el importador, si se trata de un producto fabricado fuera de la
UE, podrá estampar en él, en lugar visible, el marcado “CE”.
El marcado “CE” en este caso es una especie de “etiqueta de producto seguro”.
Las condiciones que deben cumplir los productos para ser comercializados en los países de la
UE se recogen en la directiva 92/59/CEE, denominada "Seguridad general en los productos".
Dicha directiva fue transpuesta a nuestra legislación mediante el Real Decreto 44/1996, de 19
de enero, sobre medidas para garantizar la seguridad general de los productos puestos a
disposición del consumidor, actualmente derogado por el R.D. 1801/2003, de 26 de diciembre.

2. Disposiciones legales de ámbito estatal


2.1. La Constitución Española
Aprobada por las Cortes el 31 de octubre de 1978, la Constitución establece las normas
generales que rigen la estructura y el funcionamiento de las instituciones del Estado. Es la
primera fuente del Derecho, la Ley de Leyes o la Primera Ley.
Entre los derechos fundamentales y libertades públicas que se describen en la Constitución,
merece destacarse, por la estrecha relación con la seguridad y la salud laboral, el artículo 40.2:
“Los poderes públicos fomentarán una política que garantice la formación y la readaptación
profesionales; velarán por la seguridad e higiene en el trabajo...“.
Por tanto, éste se constituye en uno de los principios rectores de la política social y económica
del Estado.
El artículo 43.1 dice: "Se reconoce el derecho a la protección de la salud".
Por otro lado, el artículo 43.2 se refiere a la obligación de los poderes públicos de: "... organizar
y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios
necesarios".

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2.2. Estatuto de los Trabajadores


El Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de
la Ley del Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 1 establece su ámbito de aplicación “... a
los trabajadores que voluntariamente presten sus servicios retribuidos por cuenta ajena y
dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica, denominada
empleador o empresario”.
En el artículo 4 se establecen los derechos laborales de los trabajadores y, concretamente, en
su punto 2, apartado d) se hace referencia al derecho de los trabajadores: “...a su integridad
física y a una adecuada política de seguridad e higiene”.
También establece, en el artículo 5, las obligaciones de los trabajadores, señalando en el
apartado b) la obligación de éstos a: “...observar las medidas de seguridad e higiene que se
adopten”.
En el Capítulo II, Sección II, que especifica los derechos y deberes derivados del contrato de
trabajo, el artículo 19 está dedicado íntegramente a la Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Artículo 19.1. "El trabajador, en la prestación de sus servicios, tendrá derecho a una protección
eficaz en materia de seguridad e higiene".
Artículo 19.2. "El trabajador está obligado a observar en su trabajo las medidas legales y
reglamentarias de seguridad e higiene".
Artículo 19.3. "En la inspección y control de dichas medidas que sean de observancia obligada
por el empresario, el trabajador tiene derecho a participar por medio de sus representantes
legales en el centro de trabajo, si no se cuenta con órganos o centros especializados
competentes en las materias a tenor de la legislación vigente".
Los órganos o centros especializados, según la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales, serán los Comités de Seguridad y Salud. (ver apartado 2.4)

Artículo 19.4. "El empresario está obligado a facilitar una formación práctica y adecuada en
materia de seguridad e higiene a los trabajadores que contrata, o cuando cambien de puesto
de trabajo o tengan que aplicar nueva técnica que pueda ocasionar riesgos graves para el
propio trabajador o para sus compañeros o terceros, ya sea con servicios propios, ya sea con
la intervención de los servicios oficiales correspondientes. El trabajador está obligado a seguir
dichas enseñanzas y a realizar las prácticas cuando se celebren dentro de la jornada de trabajo
o en otras horas, pero con el descuento en aquéllas del tiempo invertido en las mismas".
El artículo 19.5 se refiere a la paralización del trabajo por parte de los órganos competentes de
la empresa en materia de seguridad y salud.
Por otra parte, el artículo 62 define a los Delegados de Personal como los órganos de
representación de los trabajadores en empresas o centros de trabajo de entre 10 y 50
trabajadores. Concretamente, establece la intervención de éstos sobre el cumplimiento, entre
otros asuntos, de las normas relativas a Seguridad e Higiene.
El artículo 64 establece las competencias del Comité de Empresa, órgano de representación de
las empresas o centros de trabajo con más de 50 trabajadores. Una de sus competencias es el
conocimiento de las estadísticas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y sus
consecuencias, así como el ejercer una labor de vigilancia y control de las condiciones de
Seguridad e Higiene.
Es importante destacar que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales ha modificado
ciertos aspectos del Estatuto de los Trabajadores. Por tanto, se recomienda consultar el
apartado 2.4 del presente Capítulo, Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

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Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales

2.3. La Ley General de la Seguridad Social


El Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de
la Ley General de la Seguridad Social, trata ampliamente el tema de la salud laboral y lo hace
no sólo para señalar derechos y deberes, sino que establece, también, responsabilidades,
cotizaciones, prestaciones sanitarias y económicas, e incluso establece un sistema de
organización de éstas.
Según el artículo 2, el Estado, por medio de la Seguridad Social, garantiza a las personas
comprendidas en el campo de aplicación de ésta (definido en el artículo 7), la protección
adecuada frente a las contingencias que se contemplan en esta Ley, cuando realicen una
actividad profesional o cumplan los requisitos exigidos en la modalidad no contributiva. Dicha
protección se hace extensible a los familiares o asimilados que tuvieran a su cargo.
En el artículo 115 se define lo que es un Accidente de Trabajo: “... toda lesión corporal que el
trabajador sufre con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena”,
indicando una serie de supuestos que entran en este concepto.
El artículo 116 establece el concepto de Enfermedad Profesional: “... la contraída a
consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en
el cuadro que se aprueba por las disposiciones de aplicación y desarrollo de esta Ley, y que
esté provocada por la acción de elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para
cada enfermedad profesional”.
El artículo 123 establece el recargo de las prestaciones económicas en caso de accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales.
En el artículo 137 se definen los diferentes grados de invalidez: incapacidad permanente
parcial, incapacidad permanente total, incapacidad permanente absoluta y gran invalidez.

2.4. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales


La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, proviene de la
transposición al derecho español, de la Directiva europea
89/391/CEE, de 12 de junio de 1989, Directiva-Marco de Seguridad y Salud Laboral. Con fecha
12 de diciembre de 2003, apareció la Ley 54/2003 que reforma el marco normativo de dicha ley
de prevención de riesgos laborales.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales, así como los reglamentos específicos que
la acompañan, han derogado prácticamente la totalidad de la antigua Ordenanza
General de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

2.4.1 Objeto de la Ley (Cap. I)


La Ley de Prevención de Riesgos Laborales tiene como propósito fundamental la mejora de las
condiciones de trabajo promocionando la formación e información en dicha materia, y
promoviendo la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de medidas y el
desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo en
la empresa, tal como queda establecido en el artículo 2.

Esta ley tiene el carácter de Derecho necesario mínimo indisponible, es decir, la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales establece las condiciones mínimas que se deben
cumplir. Por lo tanto, las condiciones de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
puede ser mejoradas, pero nunca rebajadas, por los Convenios Colectivos.

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2.4.2 Política en materia de prevención (Cap. II)


El capítulo II establece los objetivos, normas reglamentarias y actuaciones de las
Administraciones Públicas en materia de prevención de riesgos para proteger la seguridad y la
salud de los trabajadores.

Organismo Funciones

Instituto Nacional de Seguridad e Asesoramiento técnico, promoción y formación en de


Higiene en el Trabajo (INSHT) seguridad y salud laboral. (Artículo 8).

Vigilancia y control de la normativa sobre prevención


Inspección de Trabajo
de riesgos laborales (Artículo 9)

Formulación de las políticas de prevención y


Comisión Nacional de Seguridad y
promoción de la seguridad y salud en el trabajo
Salud en el Trabajo
(Artículo 13)

Para más información acerca de dichos organismos, consultar el capítulo 8 del presente
manual, Organismos relacionados con la seguridad y salud en el trabajo.

2.4.3 Derechos y obligaciones (Cap. III)


En el capítulo III se establecen los derechos y las obligaciones de trabajadores y empresarios.
A) Derechos y obligaciones de los trabajadores
El artículo 14 impone con nitidez que “Los trabajadores tienen derecho a una protección eficaz
en materia de seguridad y salud en el trabajo”.
Según se detalla en la Ley, en forma de obligaciones de los empresarios, forman parte del
derecho de los trabajadores:
 Ser informados y formados en materia preventiva (Art. 18 y 19).
 Ser consultados y participar en las cuestiones relacionadas con la prevención de
riesgos (Art. 18 y 34)
 Poder interrumpir la actividad en caso de riesgo grave e inminente (Art. 21)
 Recibir una vigilancia de su estado de salud (Art. 22)

Por otro lado, el artículo 29, Obligaciones de los trabajadores en materia de prevención de
riesgos, dice:
“Corresponde a cada trabajador velar, según sus posibilidades y mediante el cumplimiento de
las medidas de prevención que en cada caso sean adoptadas por su propia seguridad y salud
en el trabajo y por la de aquellas personas a las que pueda afectar su actividad profesional...”.
Los trabajadores deberán en particular:
a) Usar adecuadamente las máquinas, aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos
de transporte, etc.
b) Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el empresario.
c) No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de seguridad de
las máquinas, aparatos, herramientas, instalaciones, etc.

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d) Informar de inmediato a sus superiores y a los trabajadores designados en las actividades


preventivas, o al servicio de prevención, acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe
un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores.
e) Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad competente con
el fin de proteger la seguridad y la salud de los trabajadores.
f) Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo
seguras.
El artículo 29.3 establece que el incumplimiento por los trabajadores de las obligaciones en
materia de prevención de riesgos a que se refieren los apartados anteriores tendrá la
consideración de incumplimiento laboral a los efectos previstos en el artículo 58.1 del Estatuto
de los Trabajadores.
Del artículo anterior se deduce que inutilizar los dispositivos de seguridad de máquinas
o negarse a utilizar los equipos de protección individual proporcionados por la empresa,
se considerará incumplimiento laboral por parte de los trabajadores.
B) Derechos y obligaciones de los empresarios
El Artículo 14 define como ha de cumplimentarse la protección frente a los riesgos laborales del
trabajador, por parte del empresario:
a) Integrando la actividad preventiva en la empresa
b) Implantando un plan de prevención de riesgos laborales
c) Realizando un seguimiento permanente de la actividad preventiva

El Artículo 15 define los principios generales de la acción preventiva, por parte del empresario:
d) Evitar los riesgos
e) Evaluar los riesgos que no se puedan evitar
f) Combatir los riesgos en su origen
g) Adaptar el trabajo a la persona
h) Tener en cuenta la evolución de la técnica
i) Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún riesgo
j) Anteponer las medidas de protección colectiva a las individuales
k) Dar las debidas instrucciones a los trabajadores

El artículo 16 obliga al empresario a integrar la prevención de riesgos laborales en el sistema


general de gestión de la empresa, tanto en el conjunto de sus actividades como en todos sus
niveles jerárquicos. Para ello, deberá implantar y aplicar un plan de prevención de riesgos
laborales.
El plan de prevención de riesgos laborales deberá incluir la estructura organizativa, las
responsabilidades, las funciones, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos
necesarios para llevar a cabo la prevención de riesgos en la empresa.
Los instrumentos esenciales para la gestión y aplicación del plan de prevención de riesgos son
la evaluación de riesgos laborales y la planificación de la actividad preventiva.
El empresario deberá realizar una evaluación de los riesgos para la seguridad y salud de los
trabajadores. La evaluación de riesgos se actualizará cuando cambien las condiciones de
trabajo y se revisará cuando se produzcan daños para la salud de los trabajadores.

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A partir de los resultados de la evaluación de riesgos, el empresario deberá efectuar una


planificación de la actividad preventiva, donde se recojan las acciones necesarias para eliminar
o reducir y controlar dichos riesgos, el plazo para llevarlas a cabo, los responsables y los
recursos humanos y materiales necesarios para su ejecución. Además, deberá efectuar un
seguimiento continuo de la planificación para asegurarse que se ejecutan las acciones
preventivas previstas y que éstas son eficaces.
Según queda establecido en el artículo 17, “El empresario adoptará las medidas necesarias
con el fin de que los equipos de trabajo sean adecuados para el trabajo...” y “... deberá
proporcionar a sus trabajadores equipos de protección individual adecuados para el
desempeño de sus funciones...”.
Del artículo 18 se deduce que el empresario adoptará las medidas adecuadas para informar a
los trabajadores sobre: los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores en el
trabajo; las medidas y actividades de protección y prevención; las medidas de análisis y
prevención de las emergencias.
Además, el artículo 19 establece que: “En el cumplimiento del deber de protección, el
empresario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica,
suficiente y adecuada, en materia preventiva...”.
Según el artículo 22, “El empresario garantizará a los trabajadores a su servicio la vigilancia
periódica de su estado de salud en función de los riesgos inherentes el trabajo”.
El artículo 24 se refiere a la coordinación de actividades empresariales y ha sido desarrollado
íntegramente por el Real Decreto 171/2004.
Según establecen los artículos 25, 26 y 27, el empresario garantizará de manera específica:

Artículo 25: Protección de los trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos.

Artículo 26: Protección de la maternidad.

Artículo 27: Protección de los menores.

En cuanto a las relaciones de trabajo temporal y empresas de trabajo temporal, el artículo 28


establece que:
“Los trabajadores con relaciones temporales o de duración determinada, así como los
contratados por empresas de trabajo temporal, deberán disfrutar del mismo nivel de protección
en materia de seguridad y salud que los restantes trabajadores de la empresa en la que
prestan sus servicios.”
Del artículo anterior se deduce que el empresario deberá garantizar que los
trabajadores (incluyendo los trabajadores con relaciones laborales temporales) reciban
la información y formación necesaria acerca de los riesgos a los que estén expuestos,
los controles médicos necesarios y las medidas de protección adecuadas.

2.4.4 Servicios de Prevención (Cap. IV)


En el artículo 30.1 se señala: “En cumplimiento del deber de prevención de riesgos
profesionales, el empresario designará uno o varios trabajadores para ocuparse de dicha
actividad, constituirá un servicio de prevención o concertará dicho servicio con una entidad
especializada ajena a la empresa.”
Según el artículo 31, “Se entenderá como servicio de prevención el conjunto de medios
humanos y materiales necesarios para realizar las actividades preventivas a fin de garantizar la
adecuada protección de la seguridad y la salud de los trabajadores, asesorando y asistiendo
para ello al empresario, a los trabajadores y a sus representantes y a los órganos de
representación especializados”.

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Para mayor información, consultar el Capítulo 9 del presente manual, Gestión de la prevención
de riesgos laborales.

2.4.5 Consulta y participación de los trabajadores (Cap. V)


El artículo 33 establece qué decisiones deberán ser consultadas a los trabajadores en materia
de prevención de riesgos laborales, por parte del empresario.
Según el artículo 34: “Los trabajadores tienen derecho a participar en la empresa en las
cuestiones relacionadas con la prevención de riesgos en el trabajo”.
“En las empresas o centros de trabajo que cuenten con seis o más trabajadores, la
participación de éstos se canalizará a través de sus representantes y de la representación
especializada que se regula en este Capítulo.”
El artículo 35 está dedicado a los Delegados de Prevención:
“Los Delegados de Prevención son los representantes de los trabajadores con funciones
específicas en materia de prevención de riesgos en el trabajo.”
Las competencias y facultades de los Delegados de Prevención se definen en el artículo 36.
Para mayor información acerca de los Delegados de Prevención, consultar Capítulo 9 del
presente manual, Gestión de la prevención de riesgos laborales.
En relación al Comité de Seguridad y Salud, el artículo 38 establece que:
“El Comité de Seguridad y Salud es el órgano paritario y colegiado de participación destinado a
la consulta regular y periódica de las actuaciones de la empresa en materia de prevención de
riesgos”.
“Se constituirá un Comité de Seguridad y Salud en todas las empresas o centros de trabajo que
cuenten con 50 o más trabajadores”.
“El Comité estará formado por los Delegados de Prevención, de una parte, y por el empresario
y/o sus representantes en número igual al de los Delegados de Prevención, por la otra”.
Para mayor información acerca de las competencias y facultades del Comité de Seguridad y
Salud, consultar el Capítulo 9 del presente manual, Gestión de la prevención de riesgos
laborales.

2.4.6 Obligaciones de los fabricantes, importadores y suministradores (Cap. VI)


Dicho capítulo hace referencia a las obligaciones de los fabricantes, importadores y
suministradores de maquinaria, equipos, productos y útiles de trabajo, a fin de garantizar los
máximos niveles de seguridad para los usuarios, en la línea de la normativa comunitaria sobre
la “Seguridad del producto”.
Los fabricantes, importadores y suministradores de maquinaria, equipos, productos y
útiles de trabajo están obligados a asegurar que éstos no constituyan una fuente de
peligro para la seguridad y salud de los trabajadores (marcado CE), y deberán
proporcionar al empresario, la información necesaria para que ello no ocurra.

2.4.7 Responsabilidades y sanciones (Cap.VII)


En el capítulo VII se regulan las responsabilidades y las sanciones, que pretenden garantizar el
cumplimiento de las normas en materia de prevención de riesgos laborales.
El artículo 42.1 dice: “El incumplimiento por los empresarios de sus obligaciones en materia de
prevención de riesgos laborales dará lugar a responsabilidades administrativas, así como, en
su caso, a responsabilidades penales y a las civiles por los daños y perjuicios que puedan
derivarse de dicho incumplimiento.”

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Asimismo, se define qué se entiende por infracción administrativa, y en qué circunstancias


podrá ordenarse la paralización de los trabajos, o la suspensión o cierre del centro de trabajo.
Cabe destacar que el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley sobre infracciones y Sanciones en el Orden Social,
deroga expresamente los apartados 2, 4 y 5 del artículo 42, y del artículo 45, excepto
los párrafos tercero y cuarto de su apartado 1 al 52, de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales.

2.5. El Reglamento de los Servicios de Prevención


El Reglamento de los Servicios de Prevención (R.D. 39/1997, de 17 de enero), considerando la
prevención de riesgos laborales como actuación a desarrollar en el seno de la empresa,
determina:
1. La manera de integrar la actividad preventiva en la empresa
2. Procedimientos de evaluación de los riesgos para la salud de los trabajadores
La evaluación de riesgos viene definida como: "el proceso dirigido a estimar la magnitud
de los riesgos que no hayan podido evitarse, obteniendo la información necesaria para
que el empresario esté en condiciones de tomar una decisión apropiada sobre la
necesidad de adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medidas que
deben adoptarse".
Cuando el resultado de la evaluación pusiera de manifiesto situaciones de riesgo, el
empresario planificará la actividad preventiva que proceda con objeto de eliminar o
controlar y reducir dichos riesgos, conforme a un orden de prioridades en función de su
magnitud y número de trabajadores expuestos a los mismos
3. Las modalidades de organización, funcionamiento y control de los recursos para las
actividades preventivas
La organización de los recursos necesarios para el desarrollo de las actividades preventivas
deberá realizarla el empresario con arreglo a alguna de las siguientes modalidades:
 Asumiendo personalmente tal actividad.
 Designando a uno o varios trabajadores para llevarla a cabo.
 Constituyendo un servicio de prevención propio.
 Recurriendo a un servicio de prevención ajeno.
4. Las capacidades y aptitudes que deben reunir dichos servicios y los trabajadores
designados para desarrollar actividades preventivas.
En relación con las capacidades o aptitudes para el desarrollo de la actividad preventiva, el
Reglamento, en el capítulo VI, establece tres niveles de funciones preventivas:
 Funciones de Nivel Básico.
 Funciones de Nivel Intermedio.
 Funciones de Nivel Superior.
Además, especifica la formación exigible en cada uno de estos casos.

2.6. Reglamentos Ministeriales


Se entiende por reglamento el conjunto de reglas o preceptos para la ejecución de una ley,
dictadas por el poder ejecutivo (Gobierno).

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La producción de reglamentos (aprobados como Real Decretos, Órdenes Ministeriales, etc.)


por parte del Gobierno y por los distintos departamentos ministeriales es muy amplia y variada.
Existen normas que regulan la utilización del amianto, la clasificación y etiquetado de
sustancias peligrosas y productos químicos, las normas de protección frente a radiaciones
ionizantes, etc.
La proliferación de reglamentos se ha visto incrementada a raíz del proceso de adaptación de
la legislación española a la Unión Europea. Fruto de ello se han aprobado, como transposición
de directivas, reglamentos sobre señalización de seguridad, lugares de trabajo, manipulación
manual de cargas, exposición a agentes cancerígenos, etc.

2.7. Convenios Colectivos


También en ellos podemos encontrar normas relativas a la prevención de riesgos laborales, ya
que el Estatuto de los Trabajadores permite incluir esta materia en la negociación del convenio.
Las mejoras introducidas en los convenios, relativas a la salud laboral, tienen carácter
obligatorio siempre que no contravengan normas de rango superior y, además, permiten
adecuar éstas a situaciones más concretas.

2.8. Reglamentos de Régimen lnterior de las Empresas


Son normativas pactadas dentro de la empresa. En cuanto que pueden contener disposiciones
sobre las condiciones mínimas de seguridad, salud y otros aspectos de las condiciones de
trabajo, pueden contribuir a mejorar la salud laboral, ya que estas normas son de obligado
cumplimiento siempre que no contradigan normas de carácter superior.

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Autoevaluación capítulo 2

1. LAS CONDICIONES ESTABLECIDAS EN LAS DIRECTIVAS EUROPEAS EN MATERIA DE


SEGURIDAD Y SALUD LABORAL, SON:
a. Recomendaciones, pero no son de obligado cumplimiento.
b. Las máximas condiciones de Seguridad y Salud laboral exigibles.
c. Las mínimas condiciones de Seguridad y Salud laboral exigibles.
2. LOS PRODUCTOS ETIQUETADOS CON EL MARCADO “CE”, INDICAN:
a. Que el fabricante afirma que el producto cumple una serie de requisitos que aseguran un producto
“seguro”.
b. Que están fabricados en algún país europeo.
c. Que es un producto peligroso.
3. LAS EXIGENCIAS MARCADAS POR LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES:
a. Son de obligado cumplimiento.
b. Son de cumplimiento voluntario.
c. Pueden ser rebajadas siempre y cuando los trabajadores y el empresario estén de acuerdo.
4. SEGÚN LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES, ¿EN QUÉ ORDEN DEBEREMOS
ACTUAR EN MATERIA DE RIESGOS LABORALES?
a. 1º) Combatir los riesgos en su origen
2º) Evaluar los riesgos que no se puedan evitar
3º) Evitar los riesgos
b. 1º) Evaluar los riesgos que no se puedan evitar
2º) Evitar los riesgos
3º) Combatir los riesgos en su origen
c. 1º) Evitar los riesgos
2º) Evaluar los riesgos que no se puedan evitar
3º) Combatir los riesgos en su origen
5. ¿CUÁNDO DEBE REALIZARSE UNA EVALUACIÓN DE RIESGOS?
a. Al inicio de la actividad empresarial.
b. Cuando cambien las condiciones de trabajo.
c. En ambos casos.
6. ¿QUIÉN DEBERÁ GARANTIZAR LA SEGURIDAD Y LA SALUD LABORAL DE LOS
TRABAJADORES DENTRO DE LA EMPRESA?
a. El Servicio de Prevención de la empresa.
b. El Comité de Seguridad y Salud.
c. El empresario.
7. SER INFORMADOS, FORMADOS, CONSULTADOS Y PARTICIPAR EN LAS CUESTIONES
RELACIONADAS CON LA PREVENCIÓN DE RIESGOS, ES...
a. Un derecho del empresario.
b. Un derecho de los trabajadores.
c. Un deber de los Inspectores de Trabajo.

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8. UN TRABAJADOR, ¿PUEDE PONER FUERA DE FUNCIONAMIENTO LOS DISPOSITIVOS DE


SEGURIDAD DE LAS MÁQUINAS (RESGUARDOS, MANDOS A DOS MANOS, ETC.)?
a. Sí, en cualquier caso.
b. No.
c. Sólo cuando ello facilite al trabajador la realización de la tarea.
9. SI UN TRABAJADOR DETECTA UN RIESGO EN SU PUESTO DE TRABAJO, ¿A QUIÉN LO
PUEDE COMUNICAR?
a. Al delegado de prevención.
b. A su responsable directo.
c. A ambos.
10. ¿QUÉ ES EL COMITÉ DE SEGURIDAD Y SALUD?
a. Es un organismo dependiente de la Administración Pública.
b. Es un órgano paritario de participación en la empresa, formado por los delegados de prevención y por
los representantes de la empresa.
c. Es un órgano de consulta de la empresa formado exclusivamente por los delegados de prevención de
la misma

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Capítulo 3. Condiciones de seguridad


Gracias a la tecnificación, el ser humano ha conseguido aumentar
su fuerza, asignando las tareas más pesadas a las máquinas, que
transforman y transportan los productos, de forma que hoy es
impensable realizar estas tareas manualmente. También
sabemos que esta fuerza de la tecnificación, si no se controla
adecuadamente, puede volverse contra el trabajador y amenazar
su integridad física.
La Seguridad en el Trabajo es un conjunto de conocimientos y
técnicas, que no son de tipo médico, y que tratan de eliminar, o al
menos reducir, los riesgos de daños materiales y lesiones
personales.
El objetivo de la seguridad es mejorar las condiciones de trabajo
hasta el punto de que sea imposible o muy difícil accidentarse.
Además, la Seguridad en el Trabajo trata de identificar y anular o
reducir las causas que provocan los accidentes de trabajo.
En este capítulo dedicado a las condiciones de seguridad trataremos de analizar todos aquellos
factores del proceso productivo que pueden dar lugar a situaciones indeseadas y que pueden,
por tanto, causar daños a los trabajadores.

1. Los espacios y lugares de trabajo


Es importante que el lugar en el que se desarrolla el trabajo esté en buenas condiciones de
seguridad. De esta manera evitaremos accidentes y trabajaremos con mayor comodidad.
Para ello, en el momento de diseñar un área de trabajo, deberemos tener en cuenta una serie
de medidas tales como distribuir adecuadamente los distintos locales según los procesos de
producción, prever las zonas de paso de manera que se eviten los cuellos de botella,
determinar zonas de almacenamiento cuando esto sea necesario, aislar las operaciones que
generan ruido o vibraciones y disponer de una iluminación adecuada.
Los principales riesgos asociados a los espacios y lugares de trabajo son los siguientes:
 Choques contra objetos inmóviles.
 Atropellos o golpes por vehículos.
 Caídas al mismo nivel.
 Caídas a distinto nivel.
Ejemplos
 Golpes contra máquinas muy próximas.
 Golpes contra objetos o materiales mal almacenados o situados fuera de su sitio.
 Atrapamientos y golpes por vehículos en movimiento, circulando por zonas
inadecuadas.
 Caídas por suelos resbaladizos, alumbrado deficiente, obstrucciones diversas, etc.
Para evitar estos riesgos, los locales de trabajo deberán cumplir las condiciones especificadas
en el R.D. 486/1997 que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los
espacios y lugares de trabajo.

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A continuación se indican los principales puntos que trata el RD 486/1997 sobre disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los espacios y lugares de trabajo:

Factores a considerar Requisitos

Condiciones generales de  Seguridad estructural, debiéndose asegurar la


seguridad solidez estructural.
 Trabajos en zonas peligrosas, (3m altura suelo-
techo, proteger zona con riesgo de caídas, ...).
 Vías de circulación (anchura mín. puertas 80 cm. y
1m para pasillos,...).
 Puertas, rampas, escaleras (de materiales no
resbaladizos, pend. máx. rampas 12 %,...).

Orden y limpieza En todas aquellas zonas donde se desarrolla la actividad y


sobre todo en zonas de paso y vías de circulación:
 No deben existir obstáculos,
 Se deben limpiar periódicamente
 Se deben eliminar rápidamente los desperdicios, ...

Condiciones ambientales Temperatura:


 Trabajos sedentarios (17¬27 OC).
 Trabajos ligeros (14¬25 OC).
Humedad: (30¬70%).
Velocidad del aire en ambientes calurosos:
 Trabajos sedentarios (0,5 m/s).
 Trabajos no sedentarios (0,75 m/s).

Iluminación Disposiciones mínimas de iluminación en los lugares de


trabajo. (Ver cap. 4)

Servicios higiénicos y En función de la actividad se determinan los siguientes


materia y locales de requisitos:
primeros auxilios
 Agua potable
 Vestuarios
 Duchas, lavabos
 Locales de descanso, …

Según este Real Decreto, los locales de trabajo deben de tener unas dimensiones mínimas de:
 3 m de altura del suelo al techo.
 2 m2 de superficie libre por trabajador.
 10 m3 libres por trabajador.

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Los suelos deben ser lisos, llanos, estables y no resbaladizos, y las zonas en las que exista
riesgo de caídas de personas o materiales deben señalizarse y protegerse.
Las aberturas en suelos y escaleras deben protegerse mediante barandillas rígidas de 90 cm.
de altura mínima y rodapiés de 15 cm.
Los suelos, pasillos y escaleras deben permanecer libres de obstáculos.
Deben existir espacios específicos para el almacenamiento de materiales y herramientas.
En lo que respecta al orden y limpieza, se deben
mantener las zonas de paso, salidas y vías de
circulación libres de obstáculos y se deben eliminar
con rapidez los desperdicios, manchas de grasa y
residuos de sustancias peligrosas que puedan
originar accidentes o contaminar el ambiente de
trabajo.
Otro aspecto importante dentro de los espacios de
trabajo son los elementos que pueden producir
riesgo de caídas de personas en altura: escaleras
fijas, escaleras de mano, plataformas de trabajo y
aberturas en pisos y paredes.
Es importante prestar especial atención a las
plataformas de trabajo y escaleras, debiendo, éstas tener la solidez y la resistencia necesarias
para soportar las cargas o esfuerzos a que sean sometidos.
Las aberturas en los suelos se deben proteger mediante tapas, barandillas u otros sistemas de
protección de seguridad equivalente y los lados cerrados de las escaleras y rampas tendrán un
pasamanos, a una altura de 90 cm., si la anchura de la escalera es mayor de 1,2 m.
Las escaleras de mano tendrán la resistencia necesaria para que su uso no suponga un riesgo
de caída por rotura o desplazamiento de las mismas. Además se deben revisar
periódicamente.
Se prohíbe la utilización de escaleras de madera pintadas, por la dificultad que ello
supone la detección de sus posibles efectos

2. Máquinas y equipos de trabajo


2.1. Riesgos asociados a las máquinas
Las máquinas están ideadas para efectuar procesos de transformación de un material, lo que
implica la existencia de órganos móviles accionados mediante algún tipo de energía (eléctrica,
neumática, hidráulica, etc.).
La presencia de dichos órganos móviles genera la mayoría de los riesgos y lesiones:
 Golpes.
 Cortes.
 Atrapamientos.
 Proyección de fragmentos o partículas.
Ejemplos
 Golpes: Se producen en máquinas con elementos de vaivén como cepilladoras o
telares.
 Cortes: Se dan en sierras de cinta y circulares, fresadoras, guillotinas...

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 Atrapamientos: En máquinas como prensas o trituradoras y en correas de transmisión


o engranajes de multitud de máquinas.
 Proyección de fragmentos o partículas: Por rotura de algún elemento de la máquina
(brocas, discos, correas de transmisión) o procedentes del material trabajado (p.e.
partículas de metal que se desprenden al usar la esmeriladora).
Además, pueden existir otros riesgos, en función del tipo de máquina: contactos térmicos,
contactos eléctricos, exposición a ruido, etc.

2.2. Elementos de protección


Para eliminar o reducir estos riesgos, las máquinas deben estar dotadas de unos elementos de
seguridad que impidan el acceso a los puntos de peligro o que impidan el funcionamiento de la
máquina cuando exista peligro para el operario u otros trabajadores.
De acuerdo con esto, se distinguen dos tipos fundamentales de elementos de protección: los
resguardos y los dispositivos de protección. Además, como medida de seguridad adicional,
deben existir sistemas de parada de emergencia.

Resguardos

Son protecciones que impiden el acceso a los puntos


de peligro de las máquinas (por ejemplo: tapas,
pantallas, carcasas, puertas, etc.). Se pueden
distinguir 3 tipos principales: resguardos fijos,
resguardos móviles asociados a enclavamientos y
resguardos regulables.
Cuando se trata de proteger puntos de peligro de la
máquina a los que no es necesario acceder, o sólo
se accede ocasionalmente, se emplean resguardos
fijos. Estos resguardos deben estar fijados a la
máquina de manera que sea necesario utilizar
herramientas para retirarlos o abrirlos.
Cuando hay que acceder con cierta frecuencia a los puntos de peligro, los resguardos fijos no
son adecuados por resultar demasiado engorrosos. Entonces se recurre a los resguardos
móviles asociados a enclavamientos. El sistema de enclavamiento impide la puesta en marcha
de la máquina si el resguardo no está cerrado. Además, si se abre el resguardo con la máquina
en marcha, ésta se para.
En aquellas máquinas en las que el trabajador tiene que operar en la zona de peligro se recurre
a los resguardos regulables. Estos resguardos deben poder regularse automáticamente
(resguardos autorregulables), o bien manualmente sin necesidad de herramientas, de manera
que proporcionen protección y, a la vez, permitan el trabajo.

Dispositivos de protección

Si los resguardos son inviables o insuficientes, deben existir dispositivos de protección que
paren la máquina o impidan su puesta en marcha mientras el operario pueda alcanzar la zona
de peligro.
Entre este tipo de dispositivos se encuentran el mando a dos manos, los tapices sensibles a la
presión y las barreras fotoeléctricas.

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Parada de emergencia

En general, las máquinas deben disponer de un dispositivo de parada de emergencia que sea
fácilmente visible y rápidamente accesible. Excepción a esta norma son las máquinas portátiles
y aquellas en que la parada de emergencia no disminuya el riesgo (por ejemplo, porque la
parada de emergencia no consiga que el tiempo de parada sea claramente inferior al de parada
normal). La parada de emergencia no puede considerarse un sustituto de otras medidas de
protección necesarias.
Preferiblemente, los mandos de parada de emergencia serán pulsadores tipo "seta" de color
rojo sobre fondo amarillo.
El marcado CE sobre una máquina indica que está certificada conforme a las normas
europeas y, por tanto, está diseñada y dotada de los elementos de protección
necesarios para cumplir las condiciones generales de seguridad.

2.3. Otras medidas preventivas


Además de la existencia de resguardos y dispositivos de protección, es necesario tener en
cuenta otras medidas preventivas:
 Cuando sea inviable instalar elementos de
protección incorporados a las máquinas, se
deberán utilizar equipos de protección
individual (guantes, gafas, etc.).
 La instalación, utilización y mantenimiento de
las máquinas y equipos siempre se llevarán a
cabo de acuerdo con las especificaciones del
fabricante.
 Deben existir manuales de instrucciones y
normas de trabajo que especifiquen cómo
realizar cualquier operación y cuáles son sus
riesgos. Las operaciones se efectuarán
siempre de acuerdo con tales manuales y
normas.
 Los posibles riesgos de cada máquina deben señalizarse en lugar bien visible.
 Cuando se efectúen reparaciones u operaciones de mantenimiento en cualquier
máquina, se deben utilizar sistemas de bloqueo que hagan imposible su puesta en
marcha. Además, se señalizará que se están efectuando dichas operaciones.

3. Herramientas
Muchas de las lesiones que se producen en los lugares de trabajo se deben a la utilización de
herramientas, ya sean manuales o accionadas por motor.
Este tipo de accidente ocurre porque no se utiliza el equipo adecuado, la herramienta es de
baja calidad, por falta de formación en la utilización de la misma o porque las herramientas no
están en buenas condiciones de mantenimiento.
Ejemplos de mala utilización de herramientas
 Utilizar destornilladores para golpear o como punzón.
 Utilizar cuchillos o navajas como destornillador.
 Utilizar martillos con el mango flojo o rajado, cabeza en mal estado o rebabas.
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 Utilizar cinceles con filos mellados.

Las herramientas deben ser siempre las más apropiadas por sus características y tamaño a las
operaciones a realizar, debiendo existir siempre un control de las herramientas disponibles en
la empresa.
Vamos a revisar brevemente las herramientas más utilizadas,
analizando el tipo de riesgo que implican y las medidas
preventivas que debemos aplicar en cada caso. Para ello
clasificaremos las herramientas en manuales y a motor.
A continuación se muestra un listado de herramientas
manuales ordenadas de mayor a menor riesgo:
 Herramientas de golpe (martillos, cinceles, etc.).
 Herramientas con bordes afilados (cuchillos, hachas,
etc.).
 Herramientas de corte (tenazas, alicates, tijeras, etc.).
 Herramientas de torsión (destornilladores, Ilaves, etc.).

Riesgos más importantes:


 Golpes y cortes en manos u otras partes del cuerpo.
 Lesiones oculares por proyección de fragmentos volantes.
 Esguinces por movimientos violentos, etc.
Las causas principales de riesgo son debidas al uso inadecuado de las herramientas o a la
utilización de herramientas defectuosas o de mala calidad.
Como medidas de precaución, se deben eliminar los rebordes y filamentos que puedan
desprenderse al golpear y deben mantenerse todas las herramientas bien afiladas.
Por lo que respecta a las herramientas a motor, es interesante remarcar que cada vez están
reemplazando a las manuales en más operaciones, implicando la aparición de nuevos riesgos
para el trabajador.
Las herramientas a motor más peligrosas son:
 Martillos neumáticos.
 Taladradoras.
 Motosierras, ...

Riesgos más importantes:


 Riesgo de contacto eléctrico por fallos del aislamiento entre las partes en tensión y la
carcasa.
 Golpes y cortes en manos u otras partes del cuerpo.
 Lesiones oculares por partículas proyectadas.
 Esguinces por movimientos o esfuerzos violentos.
Las causas de accidente son las mismas que las apuntadas para las herramientas manuales, a
las que hay que añadir el riesgo eléctrico, la utilización de aire comprimido, etc.
Las herramientas eléctricas portátiles deben funcionar con tensión de seguridad (24 voltios) o
estar dotadas de doble aislamiento.
Aquellas herramientas utilizadas para trabajos eléctricos en instalaciones de baja tensión
(alicates, destornilladores, etc.) deben tener un aislamiento que cumpla con la normativa sobre
aislamiento de seguridad.
No se debe utilizar el aire comprimido para limpiar máquinas o prendas personales.
Los trabajadores deben protegerse del ruido producido por este tipo de herramientas.

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Como medidas de carácter general podrían apuntarse las siguientes:


 Deben utilizarse guantes al manipular herramientas cortantes.
 Deben utilizarse gafas o pantallas protectoras cuando haya riesgo de proyección de
partículas.
 Las herramientas deben estar en buen estado de limpieza y conservación.
 Durante su uso deben estar libres de grasas, aceites y otras sustancias lubricantes
que dificulten la aprehensión.
 Debe revisarse periódicamente el estado de los mangos, recubrimientos aislantes,
etc.
 Deben almacenarse en cajas o paneles adecuados, donde cada herramienta tenga su
lugar.
 Todo trabajador debe tener instrucciones precisas sobre el uso correcto de las
herramientas, de forma que no se utilicen para operaciones distintas a las que estén
destinadas.

4. Almacenamiento, elevación y transporte de cargas


Deben considerarse como áreas de almacenamiento tanto las áreas específicas de
almacenamiento como las áreas de producción donde se depositen habitual u ocasionalmente
materiales o productos.

Principales riesgos asociados al almacenamiento:


 Caída de objetos por desplome.
 Derrumbamiento de la carga almacenada.
 Atropellos o golpes por vehículos.
 Choques contra objetos inmóviles.
 Caída de personas a distinto nivel.
 Atrapamiento por o entre objetos móviles de los aparatos de elevación.
 Atrapamiento por vuelco del vehículo.

4.1. Almacenamiento
Deben establecerse lugares específicos para el almacenamiento de objetos, con amplitud
suficiente y adecuadamente delimitados y señalizados.
Los pasillos y las zonas de carga, descarga y estacionamiento de carretillas deben señalizarse
mediante marcas en el suelo.
No se deben sobrecargar los estantes o estanterías utilizadas para el almacenamiento. Se
deben proteger y señalizar, en cualquiera de los casos, los puntos de las estanterías que estén
expuestos a choques.
Sólo se almacenará por apilamiento cuando la forma y la resistencia del material lo permitan,
adoptando una configuración de apilamiento estable, por ejemplo piramidal.

4.2. Elevación y transporte de cargas


Cuando no pueda evitarse la necesidad de manipulación manual de las cargas, se utilizarán los
medios apropiados para reducir el riesgo que entrañe dicha manipulación, facilitando el agarre
de las cargas o aligerando su peso.
Si es posible se utilizarán herramientas mecánicas para la manipulación de carga, como por
ejemplo carretillas elevadoras, grúas, cintas transportadoras, etc.

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Todos los elementos que constituyen las estructuras, mecanismos y accesorios de los aparatos
serán de material sólido y de resistencia adecuada al uso al que se les destina.
Las medidas preventivas recomendadas para estos equipos y aparatos son las siguientes:
 Establecer un programa de mantenimiento de los aparatos de elevación y transporte
de materiales.
Ejemplo
Algunos aparatos de elevación de cargas son: grúas, puentes-grúa, maquinillos,
polipastos, etc.
 Transportar las cargas bien sujetas. Nunca sobrepasar la carga máxima admisible.
 Realizar lentamente las operaciones de elevación y descenso de las cargas, evitando
toda arrancada o parada brusca.
 Se prohíbe transportar a personas sobre cargas, ganchos, eslingas o sobre elementos
del vehículo destinados al transporte de cargas.
 Instalar dispositivos de señalización acústica y luminosa de marcha atrás.
 Las vías de circulación se dotarán de anchura suficiente y se mantendrán libres de
obstáculos.
 Señalizar con líneas amarillas y negras alternas, o lámparas rojas por la noche,
aquellos obstáculos u objetos situados en las vías de circulación.
Toda empresa, independientemente de su actividad, dispone de instalaciones y maquinaria
eléctricas, que pueden dar lugar a que ocurran accidentes eléctricos. Este tipo de accidentes,
aunque no son muy numerosos, originan en la mayoría de los casos lesiones graves o
mortales.

5. Electricidad
5.1. Conceptos fundamentales
Ejemplos:
Para explicar los conceptos que se exponen a continuación se puede utilizar el símil de
un depósito que contiene agua almacenada y dispone de un orificio de salida.
La cantidad de agua que saldrá por dicho orificio, es decir el caudal:
a) será mayor cuanto mayor sea la diferencia de alturas entre el orificio y la superficie del
agua.
b) será menor cuanto más pequeño sea el orificio, lo que implica mayor resistencia al
paso del agua. Para explicar cómo se comporta el agua, en este ejemplo hablamos de
tres magnitudes, que son asimilables a las eléctricas:
 Caudal o cantidad de agua (asimilable a la intensidad).
 Tamaño del orificio (asimilable a la resistencia).
 Diferencia de alturas o presión (asimilable a la tensión).

La corriente eléctrica consiste en el movimiento de electrones por un conducto que es el cable


eléctrico. Para entender este fenómeno hay que considerar 3 magnitudes:
 Intensidad: es la cantidad de corriente que pasa a través del conductor; se mide en
amperios (A) o en miliamperios (mA).

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 Resistencia: es el grado de oposición al paso de la corriente que presentan los


materiales; se mide en ohmios (Ohm), y podemos decir que los malos conductores
(plástico, madera, goma, etc.) tienen una resistencia elevada, mientras que los
buenos conductores (metales) tienen una resistencia baja.
 Tensión: es la diferencia de energía existente entre dos puntos de un circuito eléctrico
y que hace que la corriente circule. La tensión se mide en voltios (V).
 Estas tres magnitudes fundamentales de la electricidad están relacionadas entre sí
por medio de la Ley de Ohm:
Tensión
Intensidad =
Re sistencia
La intensidad de la corriente eléctrica es directamente proporcional a la tensión, e
inversamente proporcional a la resistencia del conductor
Esto quiere decir que para una tensión determinada, cuanto mayor sea la resistencia del
conductor al paso de la corriente, menor será la intensidad o cantidad de electricidad que pasa
por este conductor.

5.2. Riesgos de la electricidad


Los principales riesgos de la electricidad son:
 Electrocución por contacto eléctrico.
 Incendio por cortocircuito o sobrecarga.
 Explosión originada por chispa o arco eléctrico en locales con atmósferas inflamables.
Además, como consecuencia de actos involuntarios producidos por el choque eléctrico, se
pueden producir caídas de altura, golpes contra objetos, etc.

5.3. Efectos de la corriente eléctrica en el cuerpo humano


El paso de corriente por el cuerpo humano puede producir efectos diversos que van desde un
pequeño cosquilleo hasta la muerte por paro cardíaco, asfixia o grandes quemaduras. Los
efectos del paso de la corriente a través del cuerpo humano dependen de los siguientes
factores:
 Intensidad de la corriente.
 Duración del contacto eléctrico.
 Recorrido de la corriente por el cuerpo.
La intensidad o cantidad de corriente que circula por el cuerpo durante un contacto eléctrico es
la causa fundamental de las lesiones originadas por la electricidad. Cuando se produce un
contacto eléctrico, la intensidad que atraviesa el cuerpo humano depende de la tensión
aplicada y de la resistencia que el propio cuerpo ofrece al paso de la corriente (recuérdese la
ley de Ohm).
Las consecuencias del paso de la corriente eléctrica dependen también del recorrido de ésta
por el cuerpo humano, es decir de los órganos que atraviesa. Los recorridos más graves son
los que afectan al tórax y a la cabeza (mano-pie contrario, mano-cabeza, mano-tórax-mano).
Además, como es obvio, a mayor duración del contacto eléctrico, mayor gravedad de los
efectos producidos.

5.4. Tipos de contacto eléctrico

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Los contactos eléctricos pueden ser de dos tipos: contactos directos o contactos indirectos.

El contacto directo es el que se produce con las partes activas de la instalación. Esto implica el
paso de cantidades de corriente importantes, Io que agrava las consecuencias.

El contacto indirecto es el que se produce con masas puestas en tensión, entendiéndose por
masa el conjunto de partes metálicas de un aparato o instalación que, en condiciones
normales, están aisladas de las partes activas.

La característica principal de un contacto indirecto es que tan solo


una parte de la corriente de defecto circula por el cuerpo humano;
el resto de la corriente circula por los contactos con tierra de las
masas. Cuanto menor sea el contacto de las masas con el suelo,
mayor será el paso de la corriente por la persona en la que se
produce el contacto.

5.5. Sistemas de protección


El Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión y demás normas complementarias hacen
referencia a los distintos sistemas de protección tanto para contactos directos como contactos
indirectos.
Los sistemas de protección contra contactos directos son los siguientes:
 Alejamiento de las partes activas de la
instalación, de manera que se haga imposible el
contacto fortuito con las manos o con elementos
conductores que se manipulen (por ejemplo, una
barra metálica larga).
 Interposición de obstáculos; es decir, colocar
cubiertas y barreras en aparatos, tomas de
corriente, cuadros eléctricos, etc., que impidan el
contacto accidental con las partes activas.
 Recubrimiento de las partes activas mediante
materiales aislantes.
Entre los sistemas de protección contra contactos indirectos, los más habituales son:
 Puesta a tierra de las masas y dispositivo de corte por intensidad de defecto
(diferenciales), sistema que provoca la desconexión automática de la instalación en cuanto
detecta un defecto.
 Doble aislamiento, consistente en reforzar el aislamiento entre las partes activas y las
masas accesibles.
 Utilización de pequeñas tensiones de seguridad (<50V), que impidan el paso de
intensidades peligrosas en caso de contacto.

5.6. Normas básicas de seguridad


 Hacer revisar periódicamente por un experto y, en su caso, reparar los sistemas de
protección, instalaciones y aparatos portátiles.
 Únicamente podrán realizar trabajos en instalaciones eléctricas aquellas personas que
posean la formación suficiente y estén autorizados.

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 Según el tipo de trabajo a realizar y las circunstancias del mismo, se deberán utilizar equipos
de protección individual (guantes, calzado y casco aislantes, banquetas o alfombras
aislantes, etc.) debidamente certificados.
 Vigilar que los cables y conexiones de los aparatos se encuentren en buen estado y
mantengan su aislamiento.
 Utilizar únicamente conexiones normalizadas del tipo adecuado.

6. Incendios
6.1. Conceptos básicos
Para que el fuego se inicie es necesaria la presencia simultánea de tres elementos: foco de
ignición, oxígeno y combustible. Esto se representa con el llamado triángulo del fuego.

Foco de ignición: • Aporta el calor necesario, o energía de activación, para que se


inicie la combustión.
• Ejemplos de focos de ignición: cigarrillos, chispas por
sobrecarga eléctrica, chispas por trabajos de soldadura, etc.

Oxígeno: • Para que se produzca fuego se necesita una cantidad mínima


de oxígeno. El oxígeno se encuentra presente en el aire en un
21% en volumen.

Combustible: • Sustancia capaz de arder.


• Puede ser sólido, líquido o gaseoso.

Eliminando uno de los tres elementos (“lados” del triángulo), el fuego se extinguirá.

6.2. Prevención de incendios

6.2.1 Actuación sobre el foco de ignición


 Prohibir fumar y no introducir útiles que puedan generar llamas o chispas en locales con
riesgo de incendio.
 Utilizar herramientas antichispas.
 Proteger de los rayos solares los materiales que sean inflamables: aerosoles, disolventes,
etc.
 Ventilar los locales donde se generen vapores inflamables.
 Separar las instalaciones generadoras de calor (calderas, hornos, estufas, etc.) de los
materiales combustibles.

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 No sobrecargar las instalaciones eléctricas y mantenerlas correctamente.

6.2.2 Actuación sobre el oxígeno


 Inertizar depósitos de líquidos inflamables, en trabajos de limpieza y reparación de los
mismos. La inertización consiste en la reducción del contenido de oxígeno en el aire mediante
la adición de gases inertes como CO2 o N2

6.2.3 Actuación sobre el combustible


 Sustituir los materiales inflamables por otros no inflamables o menos inflamables.
 Efectuar limpieza y mantenimiento periódico de residuos inflamables o combustibles.
 Utilizar recipientes herméticamente cerrados para el almacenamiento, transporte y depósito
de residuos.

6.3. Extinción de incendios

6.3.1 Métodos de extinción


Existen varios métodos de extinción, dependiendo del componente del triángulo del fuego
sobre el que se actúe.

Eliminación: • Consiste en eliminar el combustible. Al no existir una sustancia


que pueda arder, el fuego se extingue.
• Ejemplo: Cortar el suministro de gas

Sofocación: • Para que el fuego se produzca, es necesaria una cantidad mínima


de oxígeno. Si se disminuye esa cantidad o se impide el contacto
del oxígeno con el combustible, el fuego se apaga.
• Ejemplo: Tapar una sartén ardiendo/ Tapar una vela con un vaso/
Cerrar puertas y ventanas, evitando así la entrada de oxígeno.

Enfriamiento: • Al enfriar un material que está ardiendo, se reduce la cantidad de


vapor que emite el combustible y que alimenta la llama. Así se
consigue reducir la intensidad del fuego, a veces hasta apagarlo.
Además, al enfriar un material, se dificulta la propagación.
• Ejemplo: Los incendios forestales se extinguen enfriando el
combustible (bosque) mediante agua.

Inhibición: • Algunas sustancias extintoras evitan la combinación molecular del


combustible con el oxígeno. De esta forma imposibilitan la
combustión.
• Ejemplo: Los halones inhiben la combustión impidiendo la
combinación molecular entre el oxígeno y los gases combustibles.

6.3.2 Clases de fuego


Los fuegos se clasifican según el tipo de materia combustible. Se definen cuatro tipos de fuego:
A, B, C y D.

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Clase A: • Los originados por materiales sólidos como madera, tejidos, papel,
cartón, plástico, etc. Estos fuegos se apagan, básicamente, por
enfriamiento.

Clase B: • Fuegos originados por líquidos combustibles, como gasolina, aceites,


disolventes, pinturas, etc. Para extinguir esta clase de fuegos se utiliza
principalmente el método de sofocación.

Clase C: • Los originados por materias en estado gaseoso, como butano, propano,
gas natural, acetileno, hidrógeno, etc. La mejor forma de apagar los
fuegos de gases es por eliminación del combustible, ya que la utilización
de una sustancia extintora no elimina la aportación de gas.

Clase D: • Son los originados por metales finamente divididos, como el aluminio, o
metales muy reactivos, como el magnesio, el sodio y el potasio. También
pertenecen a esta clase de fuego los producidos por la pólvora y el
celuloide. Los fuegos de la clase D se apagan con polvos extintores
especiales, cada uno de los cuales sólo sirve para un determinado tipo
de combustible de esta clase.

Algunos tratados incluían a los fuegos eléctricos dentro de una clase (fuegos clase E), aunque
actualmente están en desuso. Se trata de fuegos que se producen en presencia de tensión
eléctrica. Se deben apagar con sustancias que no conduzcan la electricidad y, siempre que sea
posible, se debe desconectar el suministro eléctrico.

6.3.3 Sustancias extintoras – agentes extintores


Son aquellas sustancias que se impulsan sobre, o en las proximidades, de los combustibles en
ignición para conseguir la extinción del fuego.
Sustancias extintoras

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Agua: • El agua apaga por enfriamiento y sofocación. Se utiliza a chorro y


pulverizada. Tiene el inconveniente de conducir la electricidad.

Espuma: • Las espumas son una mezcla de agua, espumógeno y aire, que
apagan por sofocación y enfriamiento. Por su composición, tiene
unas características físicas similares a las del agua.

Polvos: • Los polvos son productos químicos que apagan por sofocación e
inhibición. Existen dos tipos: el polvo seco normal (BC) y el
polivalente (ABC). Hasta 1000 V, los polvos extintores no
conducen la electricidad. Sin embargo, dejan residuos corrosivos
difíciles de limpiar.

Anhídrido • El CO2 es un gas incoloro e inodoro que no conduce la


carbónico, o CO2: electricidad y que apaga por sofocación. Es muy efectivo en
lugares cerrados y no deja residuos, por lo que es adecuado
para instalaciones delicadas, como salas de ordenadores o,
cuadros eléctricos.

Gases inertes: • Son mezclas de argón, nitrógeno y, en algunos casos, anhídrido


carbónico (nombres comerciales Inergen, NN…) que sustituyeron
a los halones (éstos afectaban a la capa de ozono). Su
mecanismo de extinción es la sofocación

Gases • Son compuesto químicos orgánicos que contienen cloro, flúor o


halogenados: yodo (nombres comerciales NAF, FE, FM, CEA). También
sustituyeron a los halones. Su mecanismo de extinción es la
inhibición de la reacción de combustión.
• Debido a que desde el 1 de enero de 2004 ni los extintores ni los
sistemas de protección contra incendios pueden contener halón,
se deberá hacer uso de sustitutos del mismo (sistemas de NAF,
FE, FM, etc.).

6.4. Extintor
Un extintor es un aparato que contiene una sustancia extintora que puede ser proyectada y
dirigida sobre el fuego por una presión interna.
Está constituido por un recipiente que contiene: una sustancia extintora, un conjunto de
elementos que permiten iniciar, dirigir y cortar la proyección del producto extintor (manguera,
difusor, etc.) y unos dispositivos de seguridad (pasador, válvulas, etc.).

6.4.1 Inscripciones
Los extintores deben ir provistos de una placa de timbre (en los extintores de CO2 sustituida por
inscripciones en la botella) y de una etiqueta de características.
La placa de timbre indicará la presión de diseño y las cuatro pruebas de presión que se deben
realizar cada cinco años.
La etiqueta de características indicará las temperaturas de servicio, el tipo y cantidad de agente
extintor, los tipos de fuego para los que sirve y para los que no sirve, y unas instrucciones de
empleo.

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Desde el 29 de mayo de 2002 los extintores deben incluir el Marcado CE. Esta medida
responde al cumplimiento de la Directiva Europea de Aparatos y Presión (97/23/CE – R.D
769/1999, de 7 de mayo). Por tanto, en aquellos extintores que lleven incorporado este
marcado CE no será necesaria la placa de industria.

6.4.2 Implantación
Los extintores se deben colocar sobre pilares o soportes fijos, y teniendo en cuenta lo
siguiente:
 Se deben colocar donde exista mayor probabilidad de iniciarse un incendio y, a ser posible,
próximos a las salidas.
 Han de ser visibles desde cualquier punto del local que protegen, si no lo son se deben
señalizar.
 Han de ser fácilmente accesibles, sin obstáculos.
 La parte superior del extintor deberá estar a menos de 1,70 m. del suelo.

6.4.3 Mantenimiento
El propietario del extintor es responsable de que se realicen las
operaciones de mantenimiento según indica el Reglamento de
instalaciones de protección contra incendios (R.D. 1942/93 de 1 de marzo y
Orden del 16 de abril de 1998).
El programa de mantenimiento a realizar en los extintores es el siguiente:
Cada tres meses, el personal de la empresa, deberá:
 Comprobar la accesibilidad, buen estado aparente de conservación,
seguros, precintos, inscripciones, manguera, etc.
 Comprobar el estado de carga (peso y presión) del extintor y del botellín
de gas (si existe), estado de las partes mecánicas (boquilla, válvulas,
manguera, etc.).
Además, cada año deberán ser revisados por personal especializado del fabricante o
instalador. Finalmente, cada cinco años el extintor deberá ser retimbrado.

6.4.4 Normas generales de utilización de los extintores


En este apartado se comentan algunas ideas básicas de utilización de los extintores. Se ha de
tener presente su duración limitada y que sólo son eficaces ante fuegos pequeños.
Con anterioridad a su uso
 Conocer la ubicación de los extintores en el centro de trabajo y, sobre todo, cerca del
puesto de trabajo.
 Leer la etiqueta de características de los extintores para conocer perfectamente para qué
tipos de fuego son útiles los extintores del centro de trabajo, y especialmente los del
entorno del puesto de trabajo.
Durante la extinción
 Verificar el tipo de incendio y utilizar el extintor apropiado más próximo al fuego.
 Descolgar el extintor.
 Si el extintor es de presión incorporada, quitar el pasador y atacar el fuego. Si es de presión
auxiliar, liberar el gas del botellín auxiliar y, una vez presurizado, efectuar un disparo para
comprobar que el funcionamiento es correcto.
 Dirigir el chorro de agente extintor a la base de las llamas, en zigzag, apagando por franjas
y sin avanzar hasta asegurarse que se ha apagado la anterior.

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 Atacar el incendio en la misma dirección que su desplazamiento. Es decir, de espaldas a


viento en el exterior y a favor de la corriente en interiores.
Después de la extinción
 Ventilar los locales donde se haya intervenido.
 Dejar personal de vigilancia con extintores para evitar una posible reignición.
 Recargar los extintores que se hayan utilizado.
 Colocar los extintores en sus lugares de origen.

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Autoevaluación capítulo 3

1. ¿CUÁLES DE LOS SIGUIENTES SON, ENTRE OTROS, ALGUNOS DE LOS RIESGOS MÁS
HABITUALES DEBIDOS A LOS LUGARES DE TRABAJO?
a. Exposición a ruido o vibraciones.
b. Intoxicación por sustancias químicas tóxicas o nocivas.
c. Choques contra objetos móviles o inmóviles y caídas.
2. ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES ES VERDADERA?
a. Los pasillos podrán ser utilizados al mismo tiempo por vehículos y personas.
b. Muchos de los accidentes pueden ser evitados con medidas preventivas elementales y de bajo coste.
c. El nivel de iluminación será el mismo en todos los lugares de trabajo.
3. UNO DE LOS PRINCIPALES ELEMENTOS DE PROTECCIÓN DE LAS MÁQUINAS SON LOS
RESGUARDOS. ¿DE QUÉ MANERA PROTEGEN AL TRABAJADOR?
a. Parando la máquina o impidiendo su puesta en marcha mientras el trabajador pueda alcanzar la zona
de peligro.
b. Impidiendo el acceso a los puntos de peligro mediante barreras físicas (tapas, pantallas, carcasas...).
c. Haciendo funcionar una señal sonora o luminosa que advierte del peligro.
4. ¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE EL MARCADO CE GRABADO SOBRE UNA MÁQUINA?
a. Que ha sido fabricada en algún país de la Comunidad Europea.
b. Que para manejar esa máquina se debe proceder según unas normas básicas de seguridad
(“Cuidados elementales”).
c. Que cumple las normas europeas sobre seguridad de las máquinas.
5. ¿CUÁL ES UNA DE LAS PRINCIPALES CAUSAS DE LESIONES DERIVADAS DEL USO DE
HERRAMIENTAS MANUALES?
a. Inadecuada utilización o empleo de herramientas de mala calidad o defectuosas.
b. Utilizar las herramientas para la función que están diseñadas.
c. Utilizar guantes de protección cuando se usen herramientas cortantes.
6. ¿CUÁLES DE LOS SIGUIENTES, SON EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL PARA EVITAR
ACCIDENTES PROVOCADOS POR HERRAMIENTAS MANUALES?
a. Gafas de seguridad y guantes.
b. Mascarillas autofiltrantes y equipos de respiración autónoma.
c. Cascos o tapones para protección del ruido.
7. LA CORRECTA SEÑALIZACIÓN RESULTA EFICAZ,...
a. Porque siempre elimina el riesgo.
b. Pero no debe olvidarse que nunca elimina el riesgo.
c. Siempre que sea de prohibición.
8. CUANDO SE TOCA ACCIDENTALMENTE UN CONDUCTOR ELÉCTRICO EN TENSIÓN
HABLAMOS DE...
a. Un contacto indirecto.
b. Un contacto semidirecto.
d. Un contacto directo.
9. DE LOS SISTEMAS DE PROTECCIÓN QUE SE ENUMERAN A CONTINUACIÓN, ¿CUÁLES DE
ELLOS NOS PROTEGEN DE LOS CONTACTOS ELÉCTRICOS INDIRECTOS?
a. Puesta a tierra y diferencial.
b. Recubrimiento de las partes activas con aislantes.
c. Colocación de barreras que impidan tocar los conductores.

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10. ¿CUÁLES SON LOS TRES FACTORES QUE DEBEN COINCIDIR EN TIEMPO Y LUGAR PARA
QUE SE PRODUZCA UN INCENDIO?
a. Combustible, foco de ignición y oxígeno.
b. Calor, comburente y oxígeno.
c. Temperatura, humedad y presión.
11. ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES ES CORRECTA?
a. Para extinguir un incendio en un bidón de gasolina es aconsejable utilizar agua a chorro con fuerte
presión.
b. Los extintores se deben utilizar dirigiendo el agente extintor a la base de las llamas, en zig-zag y
apagando por franjas.
c. Las dos anteriores.

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Capítulo 4. Contaminantes físicos


En este capítulo se estudian determinados contaminantes energéticos del entorno laboral,
como son el ruido, las vibraciones, el estrés térmico y las radiaciones, cuyos efectos sobre la
salud son perjudiciales. También se trata aquí de la iluminación, dado que la luz es una forma
de energía que afecta al trabajo.

1. El ruido
1.1. Concepto de ruido
El sonido provocado por una o varias fuentes es una vibración del aire que genera una onda
que se transmite hasta ser captada por el oído.
Se suele definir el ruido como todo sonido no deseado y molesto. Sonido que dificulta la tarea
que estamos realizando e incluso puede producir algún tipo de lesión.
La diferencia entre sonido y ruido no es de naturaleza física sino que es subjetiva, depende de
la percepción individuo.
La existencia de numerosas fuentes de ruido en nuestra vida cotidiana (tráfico, aglomeraciones
urbanas próximas a zonas industriales, etc.) y en nuestro medio ambiente de trabajo, conlleva
para muchas personas la exposición a niveles de ruido que pueden dificultar su actividad y
causar daños irreversibles para su salud.
Vivimos con el ruido, pero cuando es demasiado importante, perturba nuestra salud y nuestro
comportamiento. Dentro del ambiente industrial es, probablemente, el contaminante más
frecuente.
Según su frecuencia, los ruidos pueden ser de dos tipos:
 Agudos (frecuencias altas). Ejemplo: silbato.
 Graves (frecuencias bajas). Ejemplo: sirena de barco.
Las frecuencias conversacionales son frecuencias medias.
Según la periodicidad, se distinguen:
 Ruidos estacionarios o continuos: aquellos cuyo nivel sonoro permanece constante a
lo largo del tiempo.
 Ruidos no estacionarios o discontinuos: aquellos que se producen de forma
intermitente o fluctuante, variando su nivel sonoro con el tiempo.
 Ruidos de impulso o impacto: son ruidos instantáneos que duran menos de un
segundo.
Ejemplos
Ruido de una sala de compresores.
Ruido de tráfico, taller de estampación, etc.
Ruido de impacto de una prensa, de una dobladora de chapa, explosiones, etc.

1.2. Daños producidos por el ruido


El ruido puede producir diferentes tipos de daños a los trabajadores, tanto auditivos como no
auditivos.

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Daños auditivos Daños noauditivos

 Disminución progresiva e El ruido afecta a la totalidad del


irreversible de la capacidad organismo, produciendo:
auditiva, derivada de la exposición
 Hipertensión
a niveles elevados de ruido durante
varios años (hipoacusia)  Aumento de la acidez y de la
incidencia de úlceras
 Pérdida total de la capacidad de
audición provocada por ruidos de  Nerviosismo
impacto o explosiones (ejemplo:
 Cansancio
rotura de tímpano)
 Irritabilidad
 Dolor de cabeza
 etc.

El daño que el ruido puede producir a los trabajadores depende tanto de la intensidad de dicho
ruido como del tiempo que los trabajadores se encuentren expuestos a él.

1.3. Medida del ruido


Los ruidos pueden ser más o menos intensos
dependiendo de su nivel, el cual se mide en
decibelios (dB)
El nivel sonoro se puede medir con dos tipos de
equipos:
 Sonómetro: Aparatos diseñados para
medir ruidos continuos y medir ruidos de
impacto (nivel de pico). Algunos tipos de
sonómetros pueden medir ruidos
discontinuos; son los sonómetros
integradores.
 Dosímetros: Equipos de medición que se coloca al trabajador para registrar todo el
ruido que percibe.

1.4. Medidas preventivas


Para evitar los riesgos derivados de la exposición al ruido es necesario establecer una serie de
medidas que son, principalmente, de dos tipos: técnicas y organizativas.

Medidas técnicas

Consisten en la adopción de soluciones de carácter técnico. Esto implica la realización de


estudios encaminados a valorar el estado acústico del ambiente laboral y, a partir de sus
resultados, tomar las medidas técnicas oportunas, las cuales pueden adoptarse:
Sobre la fuente de emisión:

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En el caso de máquinas con salidas de aire comprimido, y para atenuar el ruido a la salida, se
les puede dotar de silenciadores. Por otra parte, las fuentes que vibran demasiado y que son
susceptibles de generar ruido estructural pueden ser neutralizadas colocando materiales
elásticos en sus bases, como bases antivibratorias de varios tipos.
Sobre el medio de propagación:
Se lleva a cabo mediante la interposición de pantallas acústicamente aislantes entre la fuente
sonora y los trabajadores. Así como el recubrimiento de las paredes y techo del local de
material absorbente del ruido para disminuir la reverberación.
Ejemplo
 Entre las muchas medidas de este tipo destaca el encapsulamiento en cabinas
insonorizantes, y las cortinas y pantallas acústicas.
 El medio de propagación puede ser intervenido, por ejemplo, interponiendo barreras
acústicas, recubriendo las paredes del recinto con material fonoabsorbente o
colocando en el techo bafles acústicos o falsos techos.
 Para aislar las bajas frecuencias podemos utilizar membranas resonantes.

Sobre el trabajador:
Utilizando protectores auditivos, como pueden ser tapones, orejeras o cascos antirruido.
Los tapones se insertan en el conducto auditivo externo, y están fabricados con
materiales blandos que les permiten adaptarse al conducto auditivo. Por su parte, las
orejeras envuelven totalmente el pabellón auditivo, ajustándose convenientemente a
cada lado de la cabeza por medio de un material almohadillado. En el interior de cada
casco se suele introducir un material poroso con el fin de absorber el sonido que haya
podido penetrar.

No cabe duda de que lo ideal sería actuar sobre la fuente de emisión del ruido. Si ello no es
posible debería plantearse a continuación la intervención sobre el medio de propagación y,
como último recurso, sobre el propio trabajador
La adopción de medidas en la fuente o en el medio implica realizar un estudio muy detallado de
cada situación. En muchos casos estas medidas no eliminan del todo el problema. Su principal
inconveniente es su elevado coste.
El Real Decreto 1407/1992, regula las condiciones para la comercialización y libre circulación
intracomunitaria de los equipos de protección individual (EPI). Todos los EPI, y en particular los
protectores auditivos, deben estar certificados. El marcado CE, cuyo aspecto se muestra en la
siguiente figura, indica que un equipo está certificado y, por tanto, cumple con las normas
europeas que le son aplicables.

Medidas organizativas

La magnitud del daño producido por el ruido depende del tiempo de exposición. Basándose en
ello, las medidas organizativas reducen la exposición de los trabajadores, controlando el tiempo
durante el cual se encuentran sometidos al ruido. Es conveniente que los trabajadores se
turnen cada cierto tiempo de manera que su tiempo de exposición sea el más bajo posible
atendiendo a las necesidades de producción. Con ello se consigue disminuir el nivel de
exposición de cada uno de ellos y, por tanto, su riesgo.

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1.5. Legislación
En España, las obligaciones de los empresarios en materia de protección de los trabajadores
frente a los riesgos derivados de la exposición al ruido en la empresa están establecidos en el
RD 286/2006.
Este Real Decreto establece unos valores límite de exposición, que no deben ser superados en
ningún caso, y unos valores que dan lugar a una acción, a partir de los cuales se deben
adoptar una serie de medidas preventiva. Dichos valores se muestran en la tabla siguiente:

Nivel diario (dBA) Nivel de pico (dBC)

80 135
Valores inferiores de exposición que dan
lugar a una acción

85 137
Valores superiores de exposición que dan
lugar a una acción

87 140
Valores límite de exposición

Para comparar con los valores límite de exposición se tienen en cuenta la atenuación
proporcionada por los protectores auditivos utilizados por los trabajadores. Sin embargo, para
los valores de exposición que dan lugar a una acción no se tiene en cuenta dicho efecto.
En función de los valores de exposición que den lugar a una acción, las medidas preventivas
que deben aplicarse son las siguientes:

Valores inferiores de Valores superiores de


exposición que dan lugar a exposición que dan lugar a
una acción una acción

Evaluación periódica Cada 3 años Cada año

Información a los Obligatoria Obligatoria


trabajadores

Vigilancia de la salud Cada 5 años Cada 3 años

Protección auditiva Entregar a todos los Utilización obligatoria


trabajadores

Señalización No es necesario Obligatorio

Aplicación de medidas No es necesario Obligatorio

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2. Vibraciones
En nuestra vida cotidiana nos encontramos con numerosas herramientas cuyo funcionamiento
provoca de alguna forma la generación de vibraciones. Las vibraciones producidas por
determinada maquinaria pueden llegar a perjudicar seriamente a los trabajadores, por lo que es
necesario caracterizarlas correctamente.
La maquinaria vibrante utilizada por los trabajadores en el desempeño de sus tareas realiza su
influencia de dos maneras:
 sobre la totalidad del cuerpo,
 sobre las partes de éste que la sostienen o manipulan, (sistema mano-brazo).

2.1. Maquinaria que perturba la totalidad del cuerpo


Entre este tipo de maquinaria destacan los vehículos de
transporte para pasajeros o mercancías, vehículos industriales
(carretillas elevadoras, etc.), así como tractores y maquinaria
agrícola (motocultores, remolques, cosechadoras, etc.) y de obras
públicas (bulldozers, motoniveladoras, perforadoras, etc.). Es
decir, todas aquellas máquinas sobre las cuales se sitúa el
operador con el fin de maniobrarlas.
Las frecuencias de las vibraciones originadas por este tipo de
maquinaria son bajas, estando comprendidas entre 1 y 20 Hz.
Cabe mencionar también todos aquellos vehículos de transporte (aviones, coches, trenes,
barcos, etc.) que producen vibraciones de muy baja frecuencia (inferiores a 1 Hz) y que dan
lugar a movimientos de balanceo.

2.2. Herramientas que perturban el sistema mano-brazo


Esta maquinaria agrupa todos aquellos útiles mantenidos con las manos, que se pueden dividir
en:
 Máquinas rotativas. Entre estas máquinas se encuentran
las muelas, las perforadoras, las tronzadoras, las sierras
de cadena, las podadoras, etc.
 Máquinas alternativas. Entre ellas se pueden mencionar
las sierras de arco o las lijadoras alternativas.
 Máquinas percutoras. Son las más perjudiciales para el
trabajador. Dentro de este grupo se encuentran las
clavadoras, los martillos neumáticos, los rodillos
apisonadores, las remachadoras, etc.
 Máquinas rotopercutoras. Entre ellas cabe mencionar las
perforadoras por percusión, los martillos perforadores o las
buriladoras desincrustadoras.

Este tipo de maquinaria da origen a frecuencias elevadas, siendo su intervalo de actuación de


20 a 1000 Hz.

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2.3. Efectos de las vibraciones sobre el cuerpo humano

Efectos sobre la totalidad del cuerpo

Las vibraciones de baja frecuencia afectan principalmente a la columna vertebral, provocando


las lumbalgias y los dolores cervicales, así como favoreciendo los pinzamientos discales y las
hernias. Por otra parte, producen alteraciones diversas en órganos internos como trastornos
gástricos, diarreas, etc., disminuyen la capacidad visual estrechando el campo de visión y la
sensibilidad del ojo y perturban la función cardiovascular. Además, afectan de manera
importante al sistema nervioso central, inhibiendo los reflejos y la capacidad de regular la
postura.
Como caso particular de vibraciones de baja frecuencia están las oscilaciones inferiores a un
hertzio, que dan lugar a los mareos y vértigos, propios del movimiento de barcos o aviones.

Efectos sobre el sistema mano-brazo

Las enfermedades localizadas en el sistema mano-brazo tienen su origen en la utilización de


herramientas manuales motorizadas. Debido a que su intervalo de frecuencias es elevado (de
20 a 1000 Hz), las vibraciones que producen son absorbidas casi exclusivamente por esta
parte del cuerpo, siendo escasa su transmisión a zonas más alejadas.
Las lesiones producidas por las vibraciones que afectan al sistema mano-brazo suelen
concentrarse en los codos, las muñecas, las manos y los dedos. Son fundamentalmente de dos
tipos: lesiones ósteo-articulares, es decir, que afectan a huesos y articulaciones, y lesiones
angioneuróticas, o de carácter vascular (riego sanguíneo) y nervioso.
 Lesiones ósteo-articulares: artrosis, enfermedad de Kienböck (fractura del segundo hueso
situado en la primera fila del carpo), enfermedad de Köhler (afecta al escafoides) e
hinchazones articulares.
 Lesiones vasculares y nerviosas: enfermedad de Raynaud o fenómeno de los dedos
muertos, calambres, debilidad muscular y temblores.

2.4. Medidas preventivas

Medidas técnicas

Las medidas preventivas consisten principalmente en la interposición de elementos amortiguadores


(muelles y materiales absorbentes) entre las zonas vibrantes y el cuerpo de la persona.
En el caso de las vibraciones de cuerpo entero, los problemas suelen estar en los asientos de los
vehículos, por lo que es recomendable que estén almohadillados y que sean regulables, así como
prestar especial atención a las ruedas de los mismos y al estado del firme por el que se desplazan.
Las medidas a adoptar en las herramientas de uso manual consisten principalmente en la interposición
de materiales absorbentes de energía entre la máquina y la mano del trabajador, normalmente en la
empuñadura de la máquina.
Es necesario mantener las herramientas en buenas condiciones de funcionamiento, bien afiladas,
equilibradas, engrasadas y evitando la existencia de piezas desgatadas, así como la utilización de
guantes antivibratorios que se ajusten correctamente a la mano.

Medidas organizativas

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Lo ideal sería disminuir el tiempo de exposición. Sin embargo, en muchos casos esto no es
factible por diversas razones, principalmente de producción. No obstante, es recomendable
descansar como mínimo 10 minutos por cada hora de trabajo.
2.5. Legislación
En España, las obligaciones de los empresarios en materia de protección de los trabajadores
frente a los riesgos derivados de la exposición a vibraciones mecánicas en la empresa están
establecidas en el RD 1311/2005.
El Real Decreto establece, tanto para la vibración mano-brazo como para la vibración de
cuerpo entero, unos valores límite de exposición diaria que no deben ser nunca superados, y
unos valores de exposición que dan lugar a una acción, a partir de los cuales se deben
empezar a adoptar una serie de medidas preventivas. Estos valores son los siguientes:

Nivel de acción (m/s2) Valor límite (m/s2))

2,5 5
Mano-brazo

0,5 1,15
Cuerpo entero

3. Iluminación
La iluminación es un factor que se presenta en todos los ambientes de trabajo y que, por tanto,
contribuye a crear unas condiciones de trabajo más o menos adecuadas.
En muchos casos las condiciones de iluminación de un puesto de trabajo son infravaloradas
frente a otras tales como el nivel sonoro o las condiciones climáticas. Sin embargo, su
importancia es evidente si recordamos que la gran mayoría de información nos llega a través
de la vista.
Está claro que una iluminación escasa (semioscuridad) es sinónimo de accidente, ya que da
lugar a golpes, tropiezos y caídas cuyas consecuencias, en muchas ocasiones, pueden llegar a
ser graves e incluso irreversibles.
La importancia de la iluminación debe analizarse desde dos puntos de vista diferentes. Si bien
una luz insuficiente implica una serie de riesgos inmediatos (golpes y caídas), puede producir
también efectos fisiológicos (cansancio ocular), de consecuencias menos graves pero que
pueden derivar en las primeras.
Una buena iluminación disminuye el riesgo de accidente y contribuye a la limpieza e higiene de
los locales ya que pone de manifiesto zonas y rincones donde se deposita la suciedad. Por otra
parte, la luz influye de manera notable en la psicología del trabajador, pues se ha demostrado
que la mayoría de los trabajadores prefieren los lugares bien iluminados frente a los
tenebrosos. Además, una buena iluminación evita la fatiga ocular por lo que la capacidad visual
del individuo se conserva durante más tiempo.

3.1. Luz natural


La luz natural es la más adecuada y la que menos cansancio causa a nuestra vista, además de
ser la que mejor nos permite apreciar los colores y relieves en toda su exactitud.
La iluminación natural tiene la ventaja de ser económica. El único gasto debe efectuarse en la
limpieza y reparación de las superficies transparentes o translúcidas. Sin embargo, la

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iluminación natural tiene el inconveniente de ser muy variable, ya que fluctúa tanto de manera
predecible (diariamente y con las estaciones) como aleatoria (con la nubosidad). Este hecho
hace necesario combinarla con una iluminación artificial.

3.2. Luz artificial


A diferencia de la natural, la luz artificial no está sujeta a variaciones de ningún tipo. Esta clase
de iluminación se revela imprescindible, ya que su flujo luminoso es constante incluso en los
momentos en los cuales no disponemos de luz natural. De entre todos los sistemas de
generación de luz artificial destaca de manera sobresaliente la luz eléctrica. La luz artificial
puede alumbrar rincones y otros lugares donde la luz natural no puede llegar o llega muy
tenuemente.

3.3. Riesgos derivados de una iluminación inadecuada

Fatiga visual

Si las condiciones de iluminación son inferiores a


las requeridas, nuestros ojos emplean más energía
de la necesaria para llevar a cabo su misión
produciéndose la fatiga visual. Esta fatiga no sólo
afecta a la vista, sino también a nuestro sistema
nervioso en general, provocando cansancio mental.
En la actualidad una gran cantidad de tareas
necesitan de un alto grado de convergencia visual
y precisión (por ejemplo trabajos en pantallas de
visualización de datos y oficinas), lo que implica la
necesidad de proporcionar niveles de iluminación
adecuados a dichas tareas.
De no ser así pueden provocarse molestias oculares (pesadez de ojos, picores, necesidad de
frotarse los ojos, somnolencia,...), trastornos visuales (borrosidad) o síntomas extraoculares
(cefaleas, vértigos o ansiedad).
El cansancio general provocado por la fatiga visual produce en muchos casos una reducción de
la atención, lo que aumenta el riesgo de accidentes como caídas o golpes cuyas
consecuencias son mucho más importantes.

Deslumbramiento

El deslumbramiento se produce cuando se observa directamente una fuente de luz muy


intensa.
El deslumbramiento produce la pérdida momentánea de la capacidad de distinguir detalles; lo
cual no sólo se traduce en una sensación desagradable, sino que puede ser motivo de
accidente. Para evitar el deslumbramiento debe procurarse que las dimensiones de las
lámparas no sean excesivas y que el ángulo formado entre la visual del observador y la línea
que une el ojo con la lámpara no sea inferior a 30°. También es adecuado utilizar pantallas
opacas y luminarias que eviten la emisión de haces de luz dirigidos directamente hacia el
observador, así como recubrir con pintura mate las superficies para evitar los reflejos molestos.

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3.4. Requisitos de iluminación


La primera condición que debe cumplirse para que una iluminación sea correcta es que la
cantidad de flujo luminoso incidente (iluminancia) que llega al plano de trabajo sea adecuada a
la tarea que en él se realiza. Dicha cantidad se expresa en lux.
Los niveles mínimos de iluminación están establecidos por el R.D. 486/1997, y son los que se
muestran en la siguiente tabla:

Lugar de trabajo Nivel máximo de


iluminación (lux)

Zonas donde se ejecuten tareas con:


 Bajas exigencias visuales 100
 Exigencias visuales moderadas 200
 Exigencias visuales altas 500
 Exigencias visuales muy altas 1000

Áreas o locales de uso ocasional 50

Áreas o locales de uso habitual 100

Vías de circulación de uso ocasional 25

Vías de circulación de uso habitual 50

A continuación se dan algunos ejemplos de distintos niveles de exigencia visual:


 Bajas exigencias visuales: patios, lugares de paso, zonas de montaje simple, salas de
máquinas o calderas, almacenes, depósitos, vestuarios.
 Exigencias visuales moderadas: trabajos sencillos en bancos de taller, montaje y
verificación de piezas, carpinterías,etc.
 Exigencias visuales altas: dibujo, máquinas de oficina, pulimento o biselado de vidrio,etc.
 Exigencias visuales muy altas: talleres de relojería o joyería, costura de tejidos, grabados y
litografía, trabajos finos de imprenta, etc.

Además, para evitar deslumbramientos, las luminarias se deberán situar adecuadamente, por
ejemplo, del modo que indica la figura:

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4. Estrés térmico
La temperatura de nuestro cuerpo tiende a ser igual a la del aire que lo rodea. Pero, al ser
animales de sangre caliente, nuestra temperatura interna debe permanecer inalterable
alrededor de los 37°C. A esta temperatura, los procesos metabólicos se llevan a cabo
correctamente, con el máximo rendimiento. Una variación de la temperatura interna dificulta
nuestros procesos vitales, más cuanto mayor es dicha variación, y puede tener consecuencias
fatales, como se verá posteriormente.
La periferia de nuestro cuerpo, en permanente contacto con el exterior, actúa como un aislante
térmico, y permite que nuestra temperatura interna permanezca inalterable alrededor de los
37°C.
Cuando la temperatura ambiente es elevada, nuestro cuerpo tiende a calentarse más de lo
normal y, a la inversa, cuando es baja, nuestro cuerpo tiende a enfriarse. La termorregulación,
es la capacidad de nuestro organismo de mantener constante su temperatura interna, a pesar
de las diferencias térmicas con el exterior.
Cuando los mecanismos de termorregulación son incapaces de compensar temperaturas
elevadas, de forma que la temperatura interna aumenta hasta 40°C, se produce la hipertermia.
Si la temperatura sigue aumentando y alcanza 42 ó 43°C, sobreviene la muerte. Por el
contrario, si dichos mecanismos no compensan temperaturas muy bajas, hablamos de
hipotermia. En este caso la temperatura rectal disminuye, y la persona fallece cuando dicha
temperatura llega a unos 25 °C.
La capacidad termorreguladora del cuerpo no sólo depende de las variables térmicas del
ambiente, sino también del ritmo de trabajo, de la vestimenta y de algunos condicionantes
físicos personales, tales como la edad, el sexo o la salud.

4.1. Mecanismos de transmisión térmica persona-medio ambiente


El intercambio de calor entre las personas y el medio que las rodea se lleva a cabo de varias
formas, prevaleciendo unas sobre otras en función de las condiciones existentes. Los
principales mecanismos de transmisión de calor entre el cuerpo humano y el ambiente son la
evaporación, la convección y la radiación.

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Evaporación

La evaporación es el paso de una sustancia desde la fase líquida a la fase gaseosa. Para que
se produzca el paso de líquido a vapor se necesita consumir una cierta cantidad de calor.
Cuando la temperatura del cuerpo aumenta, las glándulas sudoríparas segregan el sudor, el
cual se deposita sobre la piel. La evaporación del sudor se produce mediante la absorción de
calor desprendido por la piel. Esto implica que la piel sobre la que se está evaporando el sudor
se enfríe, contribuyendo a que se elimine calor del cuerpo.
La cantidad de sudor evaporada, y por tanto de calor eliminado, depende de factores externos
tales como la humedad relativa del aire y su velocidad. Cuanto más seco sea el ambiente y
mayor sea la velocidad del aire, mayor cantidad de sudor se podrá evaporar y, en
consecuencia, más calor eliminará el organismo por este mecanismo.

Convección

La convección es el mecanismo por el cual la piel intercambia calor con el aire que le rodea
cuando las temperaturas de ambos son distintas. Puesto que la temperatura de la piel se
puede considerar prácticamente constante (aproximadamente 35ºC), según cuál sea la
temperatura del aire, el organismo ganará o perderá calor por convección.
Cuando la temperatura de la piel es mayor que la del aire, el organismo cede calor al aire que
le rodea. Por el contrario, cuando es mayor la temperatura del aire, el organismo absorbe calor
del ambiente.
Cuanto mayores sean la velocidad del aire y la diferencia de temperatura entre el aire y la piel,
mayor será el calor cedido o absorbido por la piel.
Ejemplo
Los ventiladores de aire que se utilizan en verano disminuyen la sensación de calor
porque ayudan a la circulación de aire y por tanto a la eliminación de calor del cuerpo.

Radiación

En virtud de su temperatura, todos los cuerpos emiten radiación electromagnética. Cuanto más
caliente se halle un cuerpo, más calor radiante será capaz de emitir. La energía
electromagnética emitida alcanza otros cuerpos y aumenta su temperatura.
Ejemplo
Los hornos emiten energía radiante y puede perjudicar a las personas que trabajen
cerca de ellos si no se interponen pantallas.

4.2. Variables que determinan el ambiente térmico


Para caracterizar un ambiente térmico deberemos establecer el estado de los parámetros que
inciden directa o indirectamente en la posible situación de riesgo de estrés térmico para el
trabajador. Entre tales parámetros están ciertas magnitudes físicas que juegan un papel
importante en los mecanismos de transmisión; dichas variables son las siguientes:
 Temperatura seca.
 Temperaturas húmeda natural y húmeda psicrométrica.
 Velocidad del aire.
 Temperatura de globo.

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Por otra parte, el calor que produce la propia persona con su actividad física (calor metabólico)
también debe tenerse en cuenta. Este calor es tanto mayor cuanto más elevado es el esfuerzo
físico que realiza una persona y en muchos casos su importancia supera a la que tienen las
condiciones ambientales.

4.3. Mecanismos de defensa del cuerpo humano frente al calor


Cuando la temperatura interna comienza a superar los 37°C, los mecanismos
termorreguladores entran en acción con el objetivo de evacuar eficazmente el exceso de calor
que se está acumulando.
Estos mecanismos son dos, principalmente: la circulación sanguínea periférica y la sudoración.

Circulación sanguínea periférica

Si el incremento de la temperatura interna no es elevado, la sangre comienza a transportar el


calor desde las regiones profundas del cuerpo hacia la periferia, donde la temperatura es
menor (recordemos que la piel está aproximadamente a 35°C), con el fin de cederlo. Este calor
cedido es transmitido al ambiente mediante radiación o convección, refrigerando con ello el
cuerpo.

Sudoración

Si las condiciones térmicas se agravan, de forma que la circulación periférica de la sangre no


es suficiente para evacuar el calor acumulado, las glándulas sudoríparas entran en juego
segregando sudor.
El hecho de sudar no implica que la refrigeración del cuerpo se esté llevando a cabo de manera
efectiva. El cuerpo se enfría cuando el sudor se evapora. Mientras el sudor permanezca
depositado sobre la piel sin evaporarse, no absorberá calor y su presencia será completamente
inútil.

4.4. Efectos del calor sobre las personas


La puesta en marcha de los mecanismos termorreguladores provoca una alteración de las
variables fisiológicas (aumento del ritmo cardíaco y de la respiración, redistribución del torrente
sanguíneo, pérdida de líquidos mediante sudoración, etc.) que, si es importante, generará
trastornos de consecuencias graves.
Cuando la temperatura o el esfuerzo realizado son excesivos, el trabajador comienza a sentir
una cierta sensación de incomodidad, acompañada de un enlentecimiento de su capacidad
intelectual y productiva, lo que agudiza el riesgo de sufrir accidentes.
Si la agresión térmica aumenta, la termorregulación puede llegar a ser insuficiente y quedar
desbordada, con lo que la temperatura corporal se dispara. Entonces se producirán diversos
efectos, algunos de los cuales pueden llevar a la muerte, mientras que otros pueden tener
carácter crónico o derivar simplemente en desmayos. Los efectos más importantes se resumen
a continuación en los siguientes apartados.

Deshidratación

El agua interviene en los procesos básicos de nuestro cuerpo, por lo que su carencia implica un
desajuste de estos procesos y una disminución de su rendimiento energético. Además, se halla
presente en la termorregulación del cuerpo (sudor). En el caso de que la cantidad de agua
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ingerida no sea suficiente para contrarrestar las pérdidas por sudoración, se produce la
deshidratación.

Golpe de calor

El golpe de calor es el efecto límite que se presenta cuando las condiciones térmicas son
insostenibles (estrés térmico). Sus consecuencias suelen ser la muerte o lesiones de carácter
irreversible (parálisis).

Síncope térmico o agotamiento

Este efecto comienza a manifestarse en condiciones térmicas menos duras que las que dan
lugar al golpe de calor. Cuando el cerebro sufre un déficit sanguíneo comienzan a manifestarse
varios trastornos, como mareos, náuseas, aturdimiento, fatiga (física y visual) y pulso débil y
rápido. En ocasiones el trabajador puede desmayarse, aunque no es frecuente.

Déficit salino

Entre los compuestos disueltos en el sudor destaca el cloruro de sodio (sal). Cuando el sudor
es abundante, las pérdidas de sal se acentúan y el equilibrio muscular se deteriora.
Los síntomas van, desde una simple fatiga, hasta shocks como resultado de alteraciones
cardiovasculares, pasando por vértigos, náuseas y convulsiones.

Trastornos en la piel y anhidrosis

Los trastornos en la piel aparecen cuando la evaporación del sudor es muy difícil y éste
permanece continuamente depositado sobre ésta. Estos efectos se presentan sobre todo en
ambientes húmedos, o bien en trabajadores excesivamente abrigados, pues la ropa disminuye
notablemente la evaporación del sudor. Se producen erupciones rojas en zonas de la piel
cubiertas por la ropa.
Por otra parte, la anhidrosis se presenta cuando no se produce segregación de sudor. Este
importante hecho implica que la capacidad termorreguladora se ve notablemente disminuida,
por lo que el trabajador sufre los síntomas relacionados en los apartados anteriores tan sólo
realizando un pequeño esfuerzo.

4.5. Factores que influyen en la tolerancia al calor


Las condiciones térmicas de un determinado ambiente de trabajo pueden ser más o menos
agresivas en función de sus variables físicas y del esfuerzo que realiza el trabajador. Estas
condiciones pueden, sin embargo, ser agravadas o suavizadas por varios factores.
 Aclimatación.
 Vestimenta.
 Constitución corporal.
 Edad.
 Sexo.

4.6. Medidas destinadas a reducir el nivel de estrés térmico


Con el objetivo de disminuir la agresividad térmica de un determinado ambiente de trabajo, es
necesario adoptar algunas de las medidas preventivas enumeradas a continuación:

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 Facilitar la aclimatación de las personas expuestas.


 Ventilar adecuadamente el puesto de trabajo.
 Refrigerar eficientemente.
 Proveer de ropa protectora frente a las altas temperaturas.
 Ajustar el ritmo de trabajo convenientemente.
 Incluir en los locales de trabajo áreas de descanso climatizadas.
 Instalar protecciones contra la radiación (pantallas) entre el trabajador y la fuente radiante
(hornos, etc.).
 Realizar periódicamente reconocimientos médicos a los trabajadores.

5. Las radiaciones
La energía tiene muchas formas de presentarse y de transmitirse; una de ellas es la radiación.
Las ondas de radio, de luz, los rayos X, son formas de radiación que se diferencian unas de
otras por su origen y por la cantidad de energía que son capaces de transportar. Una
característica importante de las radiaciones es su capacidad de desplazarse de un punto a otro
sin necesidad de soporte material, es decir que se pueden desplazar en el vacío. Ésta es la
razón por la cual nosotros podemos recibir la radiación solar.
Las radiaciones ionizantes son la fracción más
energética de este conjunto de ondas. Se
caracterizan por su capacidad de arrancar electrones
de los átomos que constituye la materia (fenómeno
de ionización).

5.1. Radiaciones ionizantes


Las radiaciones ionizantes pueden ser de
procedencia natural o artificial. Las primeras
provienen de algunos elementos químicos presentes
en la naturaleza, como el radio o el uranio. Las radiaciones artificiales pueden provenir de
distintos equipos o instalaciones, como los rayos X o los aceleradores de partículas.
Las radiaciones ionizantes que se pueden presentar en el mundo del trabajo son los rayos X,
los rayos alfa (α), los rayos beta (β), los rayos gamma (γ) y los neutrones.
Los efectos de estas radiaciones pueden manifestarse a corto y a largo plazo.
 A corto plazo, los primeros efectos son vómitos, alteraciones de la sangre, infecciones,
quemaduras y hemorragias, más o menos graves según las dosis recibidas.
 A largo plazo los efectos son mucho más graves puesto que pueden producir alteraciones
irreversibles en los lípidos y en las células del organismo, que pueden tener consecuencias
indeseables no sólo para el trabajador expuesto sino también para su descendencia.
Para intentar minimizar estos efectos es conveniente aislar la fuente emisora de radiaciones o
disminuir la intensidad de la dosis. También es aconsejable acortar los tiempos de exposición y
utilizar guantes y ropa protectora.
Existen normas, admitidas a nivel internacional, de protección contra las radiaciones. Todo
trabajador potencialmente expuesto a radiaciones ionizantes debe ser informado previamente
de los riesgos que Ileva implícito su trabajo, de las técnicas para realizarlo, de las precauciones
que debe adoptar para efectuar este trabajo y de la importancia que tiene el cumplimiento de

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las normas relacionadas con la protección. Las personas potencialmente expuestas a


radiaciones ionizantes estarán sujetas a vigilancia dosimétrica y a supervisión médica especial
con exámenes periódicos. Dispondrán de una cartilla sanitaria en la que esta información esté
siempre actualizada.
Los locales de trabajo en los que exista riesgo de exposición a radiaciones ionizantes estarán
debidamente controlados y señalizados, y se restringirá el acceso a ellos a quien sea
estrictamente necesario.
El organismo de control y vigilancia de las instalaciones donde se producen este tipo de
radiaciones es el Consejo de Seguridad Nuclear.

5.2. Radiaciones no ionizantes


En esta categoría se incluyen las microondas, los rayos infrarrojos, la luz visible, los rayos
ultravioleta y los rayos láser.
Las microondas están presentes en puestos de trabajo de telecomunicaciones (emisoras de
radio y TV., telegrafía, telefonía, radionavegación, estaciones repetidoras), en hornos
domésticos, en procesos de soldadura de plásticos por calor y en laboratorios.
Los rayos infrarrojos se emplean en trabajos de acerías y fundiciones, soldadura autógena,
hornos, vidrierías, etc.
Los rayos ultravioletas son utilizados o se producen en procesos de soldadura eléctrica, artes
gráficas, fotografía, esterilización microbiana, etc.
Los rayos láser se utilizan en medicina, comunicaciones, etc.
Los efectos que pueden producirse por una exposición a estas radiaciones varían según el tipo
de radiación y según la intensidad y la duración de la exposición, y según las condiciones de
absorción y de reflexión del local y del equipo de trabajo.
En general la existencia de radiaciones no ionizantes en un puesto de trabajo implica riesgo de
quemaduras, en mayor o menor grado, y de lesiones oculares (conjuntivitis, inflamación de la
córnea, cataratas).
Las medidas a tomar para evitar estos riesgos consisten en pantallas y blindajes que impidan el
paso de las radiaciones y la utilización de prendas de protección personal (gafas y pantallas
con filtros adecuados y ropa de trabajo) que aseguren una barrera entre las personas y el foco
emisor o reflectarte de las radiaciones.

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Autoevaluación capítulo 4

1. UNA DE LAS MEDIDAS A ADOPTAR PARA MINIMIZAR LOS EFECTOS DE LA


EXPOSICIÓN AL RUIDO SON LAS DE TIPO TÉCNICO Y ENTRE ELLAS LAS QUE
ACTÚAN SOBRE EL MEDIO DE PROPAGACIÓN QUE CONSISTEN EN:
a. Reducir los tiempos de exposición de los trabajadores expuestos.
b. Aislar o encapsular máquinas ruidosas.
c. Obligar al trabajador al uso de equipos de protección individual.
2. SI EL NIVEL PROMEDIO DE RUIDO (Leq,d) EN UN PUESTO DE TRABAJO, SIN
CONSIDERAR LA ATENUACIÓN DE LA PROTECCIÓN AUDITIVA, ES DE 87 dBA, SE
DEBEN REALIZAR:
a. Mediciones de ruido cada 3 años y audiometrías cada 5 años.
b. Mediciones de ruido y audiometrías cada año.
c. Mediciones de ruido cada año y audiometrías cada 3 años.
3. ¿QUÉ MEDIDA TOMARÍA EN PRIMER LUGAR PARA PREVENIRLOS EFECTOS DE LAS
VIBRACIONES?
a. Colocar elementos absorbentes de las vibraciones entre el foco emisor y la persona.
b. Realizar reconocimientos médicos a los trabajadores.
c. Obligar a los trabajadores a utilizar equipos de protección individual.
4. ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES ES VERDADERA?
a. La fatiga visual es provocada cuando se observa directamente una fuente de luz muy intensa.
b. Siempre que sea posible se tiene que trabajar con luz natural. Si no es suficiente, complementar con
luz artificial.
c. La iluminación artificial es más barata que la natural, por lo que se tiene que utilizar siempre en los
lugares de trabajo.
5. EL DESLUMBRAMIENTO ES ...
a. Una sensación desagradable que produce una pérdida de detalles y puede ser motivo de accidente.
b. Una sensación agradable que relaja y ayuda a la realización de la tarea.
c. Un efecto provocado por unos niveles de iluminación bajos.
6. ¿CUÁL ES EL MECANISMO QUE UTILIZA EL CUERPO HUMANO PARA MANTENER
CONSTANTE LA TEMPERATURA INTERNA?
a. La dilatación de las pupilas.
b. La termorregulación.
c. El descenso del nivel de actividad provocando sensación de cansancio.
7.EL FENÓMENO DE INTERCAMBIO DE CALOR ENTRE LA PERSONA Y EL MEDIO A
TRAVÉS DE LA EVAPORACIÓN SE DEBE A...
a. La diferencia de temperaturas entre la piel y el aire que la rodea.
b. El paso del sudor de fase líquida a gas.
c. El contacto entre superficies a diferente temperatura.
8. UNO DE LOS EFECTOS DEL CALOR SOBRE LAS PERSONAS ES LA
DESHIDRATACIÓN QUE CONSISTE EN:
a. La pérdida de sales a través del sudor desequilibrando el equilibrio muscular.
b. La pérdida de agua por efecto del calor y no reposición de la misma.
c. Un incremento de la temperatura interna del cuerpo debido a circulación sanguínea periférica.

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9. LOS RAYOS X, ALFA, BETA, GAMMA Y LOS NEUTRONES SON DIFERENTES TIPOS
DE RADIACIONES IONIZANTES. ¿POR QUÉ SON PERJUDICIALES?
a. Por ser radiaciones de alta energía capaces de provocar alteraciones irreversibles en el organismo.
b. Porque son radiaciones de baja energía que alteran el estado de la materia.
c. Porque implican riesgo de quemaduras y de lesiones oculares tipo conjuntivitis o cataratas.
10. EL RUIDO ES UN FENÓMENO ACÚSTICO QUE PRODUCE SENSACIONES AUDITIVAS
DESAGRADABLES A LOS TRABAJADORESEXPUESTOS. SUS EFECTOS
DEPENDEN…
a. Del tiempo de exposición y del nivel de ruido alcanzado durante dicha exposición.
b. Del trabajo realizado, ya que en los trabajos de tipo intelectual la influencia del ruido es menor.
c. Exclusivamente del nivel de ruido emitido por unas fuentes sonoras.

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Capítulo 5. Contaminantes químicos

Desde principios de este siglo, y sobre todo a partir de la Segunda


Guerra Mundial, la producción y utilización de productos químicos
ha tenido un gran aumento. Hoy en día, en casi todas las
actividades humanas se utilizan diariamente una gran variedad de
productos químicos.
Los productos químicos pueden llegar a dañar la salud de los
trabajadores. Estos daños pueden manifestarse como
intoxicaciones agudas o bien como enfermedades profesionales.
Para prevenirlos, es necesario saber identificar, medir y controlar los contaminantes presentes
en el puesto de trabajo.

1. Definición y tipos de contaminantes químicos


Los contaminantes químicos son sustancias constituidas por materia inerte (no viva), que
durante su fabricación, manipulación, almacenamiento o uso pueden pasar al ambiente, y
pueden llegar a ocasionar trastornos en la salud de las personas expuestas si se encuentran
en cantidad suficiente.
Estas sustancias pueden encontrarse en el ambiente que nos rodea de dos maneras distintas:
 en forma de moléculas individuales: gases y vapores,
 como grupos de moléculas unidas que forman partículas de diferentes tamaños: polvos,
humos y nieblas.
Los gases son sustancias gaseosas en las condiciones habituales de presión y temperatura
(por ejemplo, el butano). En cambio, los vapores son la fase gaseosa de las sustancias que en
las condiciones habituales de presión y temperatura se encuentran en estado sólido o líquido
(por ejemplo, los disolventes).
Los polvos y los humos son dispersiones de pequeñas partículas sólidas en el aire. La
diferencia entre ambos es que los polvos se originan en procesos mecánicos (por ejemplo, el
polvo que se genera al cortar madera), mientras que los humos se generan en procesos
térmicos, como la combustión o la fusión de metales (son muy frecuentes los humos metálicos
que se producen en la soldadura).
Las nieblas son dispersiones en aire de pequeñas partículas líquidas (gotitas muy finas), como
las que se producen al pintar a pistola.

2. Tóxicos y toxicidad
Se denomina tóxico a cualquier sustancia que al ponerse en contacto o penetrar en el cuerpo
humano causa daños a la salud.
Toxicidad es la capacidad de una sustancia para producir daños cuando se acumula suficiente
cantidad en algún órgano al que pueda afectar.
Cualquier sustancia puede producir daños si penetra en el organismo en la cantidad suficiente,
es decir, si se alcanza la dosis suficiente. Así, existen muchas sustancias que se encuentran en
pequeñas cantidades en el cuerpo humano y son imprescindibles para su correcto
funcionamiento; sin embargo, en cantidades mayores producen graves alteraciones de la
salud.

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Cuanto menor sea la dosis necesaria de un determinado contaminante químico para


producir daños o alteraciones en el organismo, mayor será su toxicidad.

Por otra parte, ha de quedar claro que la toxicidad y la peligrosidad de un producto están
relacionadas pero no son equivalentes. Hay sustancias que, aun siendo menos tóxicas que
otras, suponen mayor peligro por no poderse advertir su presencia hasta que se encuentran en
concentraciones muy altas.

3. Tipos de Efectos
Los efectos de los contaminantes químicos sobre el organismo dependen fundamentalmente
de la dosis o cantidad de sustancia que llega a penetrar en el cuerpo humano. Pero dichos
efectos no sólo dependen de la dosis recibida, sino también de la forma y del tiempo que tarda
en administrarse esa dosis.
Fundamentalmente, se distinguen los siguientes tipos de intoxicación:
 Intoxicación aguda: se caracteriza por un tiempo de exposición muy corto a una
concentración elevada y por una rápida absorción del tóxico por el organismo; en
general, da lugar a alteraciones graves y está asociada a accidentes. Ejemplo:
intoxicación por monóxido de carbono, que puede llegar a ser mortal.
 Intoxicación crónica: se caracteriza por concentraciones del contaminarte
pequeñas y largos períodos de exposición (varios años e incluso toda la vida laboral
del trabajador); son las enfermedades profesionales típicas. Ejemplo: intoxicación
crónica por plomo, que produce la enfermedad denominada saturnismo.
DOSIS X tiempo → INTOXICACIÓN AGUDA
Dosis X TIEMPO → INTOXICACIÓN CRÓNICA

4. Vía de penetración de los contaminantes


Los contaminantes químicos pueden penetrar en el organismo por cualquiera de las siguientes
vías:
 Vía respiratoria.
 Vía dérmica o cutánea.
 Vía digestiva.

Vía respiratoria

Es la vía de penetración más importante y frecuente en el trabajo. A través de ella, junto con el
aire respirado, penetran partículas (polvos, humos o nieblas), gases y vapores de productos
volátiles.
Las partículas en suspensión de mayor tamaño quedan retenidas en la mucosidad que recubre
las paredes internas de los conductos respiratorios; esta mucosidad es progresivamente
impulsada hacia el exterior de modo involuntario, hasta ser eliminada. Este mecanismo,
llamado expectoración, supone un filtrado que tiene como finalidad la defensa del organismo
frente a las sustancias extrañas. Sin embargo, las partículas más finas, no quedan retenidas y
son capaces de llegar hasta el fondo de los pulmones (alvéolos pulmonares).
El polvo más peligroso para la salud es el formado por partículas de pequeño tamaño
(polvo respirable). Además, es importante saber que las partículas respirables no se ven

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a simple vista, por lo que ver más cantidad de polvo no significa necesariamente que
exista mayor riesgo.
Los vapores y gases, como se comportan igual que el aire, llegan mezclados con él hasta los
alvéolos, barrera entre el aire y la sangre, produciendo daños locales o atravesándolos para
incorporarse a la sangre y ser distribuidos por todo el cuerpo.
La dosis de contaminante absorbida por vía respiratoria depende fundamentalmente de
su concentración en el ambiente y del tiempo que el trabajador esté en ese ambiente
(tiempo de exposición).

Vía dérmica o cutánea

Después de la vía respiratoria, la vía dérmica es la siguiente vía de entrada más importante.
Muchas sustancias, sin necesidad de dañar la piel, son capaces de atravesarla, alcanzar los
capilares sanguíneos e incorporarse a la sangre, para ser de este modo distribuidas por todo el
cuerpo.
La mayor o menor facilidad de penetración por esta vía depende de la superficie total de piel
expuesta, así como de su estado, ya que la piel puede verse afectada por lesiones o por
disolventes capaces de eliminar las grasas naturales que la protegen.
Muchos disolventes industriales tienen una doble acción nociva: dejan desprotegida la
piel y son capaces de penetrar directamente por vía dérmica hasta alcanzar la sangre.
De ahí la importancia de utilizar guantes cuando se manipulan estos productos.

Vía digestiva

Se entiende como tal el sistema formado por boca, estómago e intestinos. Esta vía tiene poca
importancia en el medio laboral, salvo en operarios con hábito de comer o beber en el puesto
de trabajo.

5. Distribución, metabolización y eliminación


Cuando el tóxico ha pasado a la sangre, ésta lo difunde por todo el organismo. Los productos
tóxicos, al alcanzar una determinada concentración, afectarán a los órganos que ofrecen
menos defensas o que son más sensibles a su acción. Los órganos principalmente dañados no
tienen por qué coincidir con los órganos o sistemas donde se acumulan o se fijan
preferentemente los productos tóxicos.
Normalmente, los compuestos químicos pueden ser alterados por el organismo. Esta acción,
llamada metabolización, es un mecanismo de defensa del organismo que tiende a transformar
las sustancias tóxicas en otros productos (metabolitos) más solubles en agua para facilitar su
eliminación.
En general, la metabolización es un proceso de detoxificación. No obstante, en algunos casos,
se originan metabolitos más tóxicos que el producto de partida.
También puede suceder, que el tóxico sea eliminado del organismo sin haber sufrido ninguna
transformación.
La mayoría de los compuestos, ya sea inalterados o como productos de la metabolización, se
eliminan desde los riñones mediante la orina. Algunos tóxicos son eliminados mediante la bilis,
de manera que pasan al intestino y son expulsados del organismo con las heces.
Aparte de las eliminaciones por vía renal y biliar, existen otras vías como la pulmonar. En el
aire espirado se eliminan tóxicos gaseosos volátiles, como los disolventes, en un proceso
inverso al de su absorción.

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6. Clasificación de los contaminantes químicos según sus efectos


Una manera habitual de clasificar los contaminantes químicos es en función de sus efectos
sobre el organismo, que pueden se muy variados. A continuación se describen las principales
categorías.

Irritantes

Son sustancias que pueden producir una inflamación de las áreas anatómicas con las que
entran en contacto (vías respiratorias, ojos, piel). Los productos irritantes en grado máximo
(corrosivos) no sólo producen inflamación, sino que llegan a producir la destrucción de los
tejidos con los que entran en contacto.
Suelen ser sustancias muy reactivas. Entre las sustancias irritantes más comunes están los
ácidos y álcalis, como el ácido clorhídrico, el ácido sulfúrico o la sosa.

Asfixiantes

Son los productos químicos capaces de impedir el suministro de oxígeno a los tejidos. Según
su mecanismo de acción tóxica se subdividen en:
 Asfixiantes simples.
 Asfixiantes químicos.
Los asfixiantes simples son contaminantes químicos inertes que, sin producir efectos tóxicos
específicos, por el mero hecho de estar presentes en el ambiente, provocan una disminución
de la concentración de oxígeno en el aire. Para producir este efecto deben encontrarse en altas
concentraciones. Forman este grupo sustancias inertes en estado gaseoso como el anhídrido
carbónico, el nitrógeno o el propano.
Los asfixiantes químicos son sustancias que impiden la llegada del oxígeno a las células
bloqueando alguno de los mecanismos del organismo. Se encuadran en este grupo sustancias
como el monóxido de carbono, el ácido cianhídrico y la arsenamina.

Anestésicos y narcóticos

Este tipo de tóxicos actúan como depresores del sistema nervioso central, y la gravedad de su
acción depende fundamentalmente de la cantidad de tóxico que alcanza el cerebro. Para
actuar sobre este órgano deben ser sustancias bastante solubles en medio lipófilo, es decir,
solubles en las grasas. Dentro de este grupo están la mayoría de los compuestos orgánicos
empleados como disolventes industriales, tales como hidrocarburos, cetonas, alcoholes,
ésteres, hidrocarburos halogenados, etc.

Pneumoconióticos

Se integran en este grupo determinados polvos y humos metálicos que pueden dañar o alterar
el tejido pulmonar. Entre las sustancias pneumoconióticas podrían distinguirse dos grandes
clases:
 fibrógenos, o propiamente pneumoconióticos
 no fibrógenos, también llamados “inertes” o “molestos”
Las partículas verdaderamente pneumoconióticas o fibrógenas, al depositarse en el pulmón,
producen una degeneración de su estructura (fibrosis).

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Entre los tóxicos productores de pneumoconiosis se hallan


las partículas de sílice libre cristalina, muy frecuentes en
determinados minerales y cuya inhalación prolongada es
la causa de la silicosis, tan conocida entre los mineros.
Otra sustancia de este tipo es el amianto, que produce la
asbestosis.
Los polvos “inertes” ejercen su acción como consecuencia
de la acumulación de partículas en los alvéolos
pulmonares, que terminan por dificultar el intercambio de
gases que se produce en los alvéolos durante la
respiración. Sin embargo, al contrario que las sustancias fibrógenas, no dan lugar a fibrosis
pulmonar. Entre los polvos no fibrógenos están el de esmeril y el de yeso.

Sensibilizantes o alérgenos

Son sustancias que tras una o varias exposiciones provocan una sensibilización del organismo.
Una vez sensibilizada la persona, basta una mínima exposición a la sustancia en cuestión para
que se manifiesten los efectos alérgicos (asma, dermatitis, etc.).
Su naturaleza puede ser muy diversa, ya que la acción patológica depende más de una
predisposición del individuo que de las características fisicoquímicas del agente tóxico. Suelen
dar reacciones de este tipo el polen, algunos polvos de madera, fibras vegetales y sintéticas,
etc.

Tóxicos sistémicos o generales

Se definen como aquellos compuestos que, independientemente de su vía de entrada, son


distribuidos mediante la sangre por todo el organismo y, aunque producen efectos diversos en
distintos órganos, son reconocidos por determinados efectos específicos sobre un determinado
órgano. En contraposición a los efectos meramente locales, es decir, los que tienen lugar en
las vías de entrada o zonas de contacto (normalmente en el aparato respiratoria o en el de la
piel), los efectos sistémicos se dan en órganos diferentes de las vías de entrada o zonas de
contacto e implican una distribución del contaminante por el organismo. Como ejemplo de este
tipo de sustancias tenemos algunos disolventes cloradas, como el tetracloruro de carbono, que
causa daños en el hígado, o metales como el mercurio o el cadmio, que afectan al riñón.

Cancerígenos, mutágenos y teratógenos

Algunos tóxicos pueden causar desórdenes genéticos y dar lugar a la aparición de cáncer
(cancerígenos), a alteraciones del material genético (mutágenos) o a efectos diversos en la
reproducción (disminución de la fertilidad, malformaciones congénitas, alteraciones en el
desarrollo del feto).
Entre este tipo de tóxicos están el benceno, que puede producir leucemia, el cloruro de vinilo,
que puede producir un tipo de cáncer de hígado, el amianto, que puede producir cáncer de
pulmón o el plomo y monóxido de carbono, que producen alteraciones en el desarrollo del feto.

7. Evaluación del riesgo. Criterios de valoración


Para evaluar el riesgo que pueden suponer los contaminantes es preciso:
 Saber en qué cantidad (concentración) están presentes y el tiempo durante el cual las
personas se hallan en contacto con estos contaminantes (tiempo de exposición).

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 Una vez conocidos estos datos, compararlos con un patrón o criterio de valoración que nos
indique si la exposición que se está dando supone o no algún riesgo.
En estos criterios de valoración se establecen unos valores límite de concentración para un
tiempo de exposición determinado. Cuando se superan los valores límites, puede verse
afectada la salud de los trabajadores expuestos, por lo que será necesario adoptar medidas
correctoras que reduzcan la exposición de los trabajadores al contaminarte.

Valores límite en España

 Amianto, R.D. 396/2006, sobre trabajos con riesgo de exposición al amianto

 Plomo, R.D 374/2001 sobre protección de los trabajadores frente a agentes


químicos, que fija valores límite para esta sustancia

 Determinados agentes cancerígenos (cloruro de vinilo, benceno, polvo de


maderas duras) los establecidos en el R.D 665/1997 y el R.D 349/2003
sobre agentes cancerígenos

 Valores Límite Ambientales (VLA), establecidos por el Instituto Nacional de


Seguridad e Higiene en el Trabajo para la valoración de todas aquellas
sustancias sobre las que no existe legislación específica

Entre los principales criterios de valoración utilizados en otros países, se encuentran los
valores TLV (Estados Unidos), los valores MAK (Alemania) y los valores OEL (Gran Bretaña).
En general, todos estos valores hacen referencia a la concentración de un contaminante que
puede darse en el medio ambiente de trabajo de modo que un trabajador expuesto, ocho horas
diarias, durante toda su vida laboral, no Ilegue a padecer enfermedades profesionales por este
motivo.

8. Valores límite ambientales (VLA) del INSHT


Para dar cumplimiento a lo establecido en el Art. 5 del Reglamento de los Servicios de
Prevención, referente al procedimiento para la evaluación de riesgos, el INSHT propone en su
Documento sobre Límites de Exposición para Agentes Químicos en España una lista de
valores límite ambientales para agentes químicos (VLA) y los criterios básicos para su
utilización.
Los Valores Límite Ambientales (VLA) son valores de referencia para las concentraciones de
agentes químicos en el aire. Representan condiciones por debajo de las cuales se cree que
casi todos los trabajadores pueden exponerse 8 horas diarias y 40 semanales , durante toda su
vida laboral, sin sufrir efectos adversos para la salud. No constituyen una barrera definida de
separación entre situaciones seguras y peligrosas.

8.1. Tipos de Valores Límite Ambientales


Debido a la variedad de efectos que las sustancias químicas pueden provocar en las personas
expuestas, se han definido dos tipos de valores límite: VLA-ED y VLA-EC.
 Para efectos crónicos, es decir, para aquellos que pueden aparecer por exposición a
concentraciones relativamente bajas durante un largo período de tiempo, se utiliza el VLA-

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ED (Valor Límite Ambiental para la Exposición Diaria). Este VLA es el valor de referencia
(es decir, el valor que no debe superarse) de la concentración promedio de un agente
químico para una jornada estándar de 8 horas diarias.
 Cuando se trata de efectos agudos, es decir, los que se pueden dar por exposición a
concentraciones excesivamente altas aunque sea durante muy poco tiempo, se utiliza el
VLA-EC. El VLA-EC, es el valor de referencia de la concentración promedio de un agente
químico para un período de 15 minutos. El VLA-EC debe ser respetado durante cualquier
período de 15 minutos a lo largo de la jornada laboral.
Para los agentes químicos que tienen efectos agudos reconocidos pero cuyos principales
efectos tóxicos son crónicos, el VLA-EC es un complemento del VLA-ED y, por tanto, la
exposición a estos agentes habrá de valorarse en relación con ambos límites. En cambio, a los
agentes químicos de efectos principalmente agudos (por ejemplo, los gases irritantes) sólo se
les asigna para su valoración un VLA-EC.
Para los agentes químicos que tienen VLA-ED pero no VLA-EC, se establece el producto de 3
x VLA-ED como valor que no deberá superarse durante más de 30 minutos en total a lo largo
de la jornada de trabajo, no debiéndose sobrepasar en ningún momento el valor 5 x VLA-ED.

8.2. Unidades de medida de los Valores Límite Ambientales


Los VLA se expresan en las siguientes unidades de concentración:
 .ppm: expresa los volúmenes de gas o vapor contenidos en un millón de volúmenes de aire
(partes por millón); equivale al volumen de gas o vapor, medido en mililitros, contenido en
un metro cúbico (1000 litros) de aire.
 .mg/m3: expresa la cantidad de polvo, gas o vapor, medida en miligramos, contenida en un
metro cúbico de aire.

8.3. Dosis relativa


Como el VLA-ED marca un valor límite para 8 horas diarias de exposición, además de la
concentración de un agente químico a la que está expuesto un trabajador, también se deberá
tener en cuenta durante cuánto tiempo se encuentra expuesto a dicha concentración. Por ello,
habitualmente se utiliza el concepto de Dosis relativa de exposición. Este concepto expresa
mediante un valor en tanto por ciento cuál es la situación respecto a los valores límite
establecidos por los criterios de valoración:
Concentrac ión Tiempo
DR = × × 100
VLA − ED 8h
De esta manera, sustituyendo en la fórmula la concentración promedio medida de la sustancia,
su VLA-ED y el tiempo de exposición promedio diario, se obtiene el porcentaje que representa
la dosis de exposición respecto al valor límite establecido. Un valor de DR igual al 100% quiere
decir que se está justo en el valor límite. Por debajo del 100%, no se supera el valor límite; por
encima del 100%, se supera.

9. Medidas preventivas
Una vez realizadas las mediciones necesarias, y conocida la concentración de contaminante y
el tiempo de exposición, se podrán aplicar los criterios de valoración vistos anteriormente para
evaluar el riesgo. Cuando los resultados de la evaluación pongan de manifiesto que se está
próximo a los valores máximos admisibles, o que éstos se superan, será necesario tomar
medidas correctoras.

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Las medidas correctoras se deben establecer con el siguiente orden de prioridad:


1. Actuación sobre el foco de contaminación, para impedir la emisión al ambiente
del contaminante.
2. Actuación sobre el medio de difusión, para evitar la propagación del
contaminarte.
3. Actuación sobre el individuo receptor, para impedir que el contaminante alcance
el organismo del trabajador.

Posibles medidas correctoras

Sustitución de productos
La sustitución de un producto peligroso por otro que cumpla las mismas características
técnicas pero tenga menor peligrosidad es factible en muchos casos, por ejemplo, utilizar
pinturas al agua en lugar de pinturas con disolventes orgánicos. En el caso de los productos
cancerígenos, esta medida es obligatoria siempre que técnicamente sea posible
Modificación del proceso
Consiste en la automatización u otro tipo de cambios que reemplacen los procesos productivos
actuales por otros menos contaminantes.
Encerramiento o aislamiento del proceso
Algunas operaciones potencialmente peligrosas pueden ser corregidas mediante un
encerramiento, con lo cual se minimiza la exposición.

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También se puede proceder al aislamiento de la operación en una zona separada del resto de
instalaciones, o bien realizar las operaciones peligrosas fuera del horario normal de trabajo,
eliminando así la exposición de la mayoría de los trabajadores.
Métodos húmedos
La concentración de polvo puede ser reducida por la aplicación de agua o cualquier otro líquido
sobre la fuente de polvo. Los métodos húmedos son muy aplicados en los trabajos de molienda
o perforación de rocas.
Extracción localizada
Consiste en eliminar el contaminante en el mismo punto de emisión mediante sistemas de
aspiración (campanas conectadas mediante conductos a un ventilador extractor).
Mantenimiento adecuado
Un buen mantenimiento puede evitar en muchos casos emisiones de contaminantes al
ambiente de trabajo. Muchas veces, se producen concentraciones elevadas de contaminantes
en los lugares de trabajo debido a un defectuoso mantenimiento, ya sea del proceso en sí o de
los sistemas de ventilación.
Limpieza
La limpieza adecuada de los puestos de trabajo, conduce en muchos casos a una disminución
de los niveles de contaminación. La limpieza de instalaciones y equipos se efectuará mediante
aspiración o procedimientos húmedos, evitándose el soplado con aire a presión.
Ventilación por dilución
Consiste en renovar el aire contaminado introduciendo grandes caudales de aire puro
procedente del exterior. Este sistema sólo es válido para contaminantes de baja toxicidad que
se encuentran en pequeñas concentraciones.
Aumento de la separación entre emisor y receptor
Aumentar la distancia entre el foco emisor y el receptor, implicará que al trabajador le llegue el
contaminante muy diluido.
Sistemas de alarma
Permiten detectar y advertir si se superan determinados niveles de concentración de
contaminantes en el ambiente de trabajo.
Formación e información
Es imprescindible que los trabajadores sean conscientes de los diferentes riesgos que entraña
su puesto de trabajo. Asimismo, deben también conocer el perfecto manejo y mantenimiento al
que deben ser sometidos los diferentes elementos de control existentes.
Rotación de personal
La aparición de efectos nocivos viene determinada por la dosis recibida, y esta a su vez por la
concentración y el tiempo de exposición. Por tanto, en los casos en que no sea factible actuar
sobre la concentración, se podrá proteger al trabajador limitando su tiempo de exposición. y por
tanto la dosis.
Encerramiento del operario
Cuando es difícil o no adecuado encerrar los procesos contaminantes, puede ser factible aislar
al propio trabajador en el interior de cabinas o en zonas con acondicionamiento de aire.
Higiene personal
Deben existir los servicios higiénicos necesarios para el aseo al final de la jornada y siempre
que se requiera. En aquellos puestos en que se manipulen sustancias peligrosas, se debe
contar con los medios necesarios para eliminar cualquier salpicadura o resto. La ropa de

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trabajo debe guardarse separada de la de calle. No se debe comer ni beber en las zonas de
trabajo; la empresa debe habilitar zonas adecuadas.
Protección individual
Este tipo de protección sólo debe utilizarse como solución provisional o cuando la
exposición se deba a exposiciones esporádicas (por ejemplo, operaciones de
mantenimiento) o de corta duración.
Puesto que las principales vías de entrada de contaminantes químicos son las vías respiratoria
y dérmica, la protección individual debe evitar la entrada de los contaminantes por estas vías
(utilización de mascarillas y de guantes).
Características y normas de utilización de estos equipos:
 Utilizar equipos de protección adecuados a los contaminantes presentes.
 Utilizar únicamente equipos con certificación CE conforme cumplen las normas europeas
vigentes.
 Los equipos de protección deben proteger todas las posibles vías de entrada o de contacto
(ojos, nariz, boca, piel).
 Deben ser lo más confortables posibles.
 Utilizarlos adecuadamente y mantenerlos en buen estado, lo cual implica que los
trabajadores deben ser informados sobre su uso, limitaciones, conservación y limpieza.
 Los equipos son de uso individual, uno para cada persona.

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Autoevaluación capítulo 5

1. LA SILICOSIS ES UNA ENFERMEDAD FRECUENTE ENTRE LOS MINEROS QUE SE


MANIFIESTA TRAS VARIOS AÑOS DE EXPOSICIÓN A POLVO DE SÍLICE. POR LO
TANTO, LA SILICOSIS ES...
a. Una intoxicación aguda.
b. Una intoxicación crónica.
c. Una intoxicación accidental.
2. ¿CUÁLES SON LAS VÍAS DE ENTRADA DE CONTAMINANTES QUÍMICOS MÁS
IMPORTANTES EN LAS EXPOSICIONES LABORALES?
a. La vía respiratoria y la digestiva.
b. La vía respiratoria y la dérmica.
c. La vía digestiva y la dérmica.
3. ¿EN QUÉ CONSISTE LA PENETRACIÓN DE CONTAMINANTES QUÍMICOS POR VÍA
DÉRMICA?
a. En que algunos contaminantes, sin necesidad de causar daños en la piel, son capaces de atravesarla
y llegar hasta la sangre.
b. En que algunos contaminantes, al entrar en contacto con la piel, penetran en ella produciendo daños
(irritaciones, quemaduras, etc.).
c. En que los contaminantes penetran directamente en la sangre a través de llagas o heridas en la piel.
4. TENIENDO EN CUENTA EL TAMAÑO DE LAS PARTÍCULAS DE POLVO, ¿CUÁLES SON
MÁS PELIGROSAS?
a. Las partículas muy pequeñas, invisibles a simple vista, puesto que son las únicas capaces de penetrar
hasta el fondo de los pulmones.
b. Las partículas grandes que se ven a simple vista, puesto que pesan lo suficiente para poder penetrar
hasta el fondo de los pulmones.
c. Es indiferente, la peligrosidad de las partículas no depende de su tamaño.
5. ¿QUÉ SON LOS CRITERIOS DE VALORACIÓN O VALORES LÍMITE?
a. Son valores máximos de los niveles de contaminantes que no se deben superar, ya que por encima de
ellos puede verse afectada la salud de los trabajadores expuestos.
b. Son el intervalo de valores (mínimo y máximo) entre los que se deben mantener los niveles de
contaminantes para no perjudicar a los trabajadores.
c. Son valores máximos de los niveles de contaminantes que no se deben superar en ningún momento,
ya que por encima de ellos existe peligro de muerte.
6. EN UNA FÁBRICA DE HARINA SE HAN EVALUADO LOS NIVELES DE POLVO QUE SE
PRODUCEN AL ENSACAR. LA CONCENTRACIÓN DE POLVO EN EL AMBIENTE
DURANTE EL ENSACADO ES DE 5 mg/m3 Y LA CONCENTRACIÓN LÍMITE
ESTABLECIDA PARA EL POLVO DE HARINA ES DE 4 mg/m3. EN RELACIÓN A LA
SITUACIÓN PLANTEADA, ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES ES
CORRECTA?
a. Con los datos anteriores se puede evaluar la situación planteada y afirmar que existe riesgo para los
trabajadores, ya que se supera el valor límite de concentración.
b. Con los datos anteriores no se puede evaluar la situación planteada ni afirmar que exista riesgo para
los trabajadores, puesto que no se conoce el tiempo que el trabajador está ensacando (tiempo de
exposición).
c. Con los datos anteriores se puede evaluar la situación planteada y afirmar que no existe riesgo para
los trabajadores, porque la concentración de polvo es prácticamente la misma que el valor límite.

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7. CUANDO LA EVALUACIÓN DE LA EXPOSICIÓN A CONTAMINANTES QUÍMICOS PONE


DE MANIFIESTO QUE EXISTE RIESGO PARA LA SALUD DE LOS TRABAJADORES, SE
DEBEN TOMAR MEDIDAS CORRECTORAS. ¿QUÉ TIPO DE MEDIDAS SON LA MEJOR
SOLUCIÓN Y SE DEBEN TOMAR PRIORITARIAMENTE?
a. Las que actúan sobre el trabajador, para impedir que los contaminantes alcancen su organismo.
b. Las que actúan sobre el medio de difusión, para evitar la propagación del contaminante por toda la
zona de trabajo.
c. Las que actúan sobre el foco de contaminación, para impedir la emisión del contaminante al ambiente.
8. ¿CUÁLES DE LAS SIGUIENTES MEDIDAS CORRECTORAS ACTÚAN SOBRE EL FOCO
DE CONTAMINACIÓN?
a. Sustitución de productos nocivos por otros que no lo sean. Cuidar el mantenimiento de los equipos de
trabajo. Instalar sistemas de extracción localizada.
b. Sustitución de productos nocivos por otros que no lo sean. Instalar sistemas de extracción localizada.
Instalar sistemas de ventilación general.
c. Instalar sistemas de ventilación general. Utilizar equipos de protección (máscaras, guantes...).
Automatizar el proceso de trabajo.

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Capítulo 6. Contaminantes biológicos


1. Definición y tipos de contaminantes biológicos
Los contaminantes biológicos, a diferencia de los físicos y los químicos, están constituidos por
seres vivos. Son organismos con un determinado ciclo de vida y con unos procesos de
reproducción y crecimiento que al penetrar en el hombre, determinan en él la aparición de
enfermedades de tipo infeccioso y parasitario.
Los organismos causantes de dichas enfermedades son de naturaleza muy distinta. En
muchos casos esas enfermedades se transmiten de los animales a las personas y reciben el
nombre de zoonosis.
Los organismos contaminantes se pueden clasificar, según sus características, en cinco tipos
principales:
 Virus.
 Bacterias.
 Hongos.
 Protozoos.
 Gusanos parásitos.
Además de esta clasificación, los agentes biológicos se pueden encuadrar en 4 grupos
distintos (grupos 1, 2, 3 y 4) en función del riesgo de infección que suponen.
Para determinar a qué grupo de riesgo pertenece un determinado agente se consideran las
siguientes características:
 Capacidad para causar una enfermedad y gravedad de la misma
 Probabilidad de propagación de la enfermedad por contagio
 Existencia de tratamiento adecuado.
De esta manera, en el primer grupo se encuadran los agentes que difícilmente causan
enfermedades en el hombre, mientras en el extremo opuesto, los agentes del cuarto grupo
pueden causar enfermedades graves que suponen un serio peligro para el ser humano, se
contagian fácilmente y para las que no existe tratamiento eficaz.

2. Actividades de riesgo
El riesgo de contraer una determinada enfermedad infecciosa o parasitaria está ligado a
determinadas actividades laborales en las que el contacto de los trabajadores con agentes
infectivos o parasitarios es muy frecuente.
Así, por ejemplo, los trabajadores de los túneles, pozos y minas están profesionalmente
sometidos al riesgo de contraer enfermedades por contacto con cierto tipo de gusanos
parásitos y los curtidores están expuestos al carbunco o ántrax, enfermedad infecciosa de la
piel causada por un tipo de bacteria.

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En general, las actividades en que puede darse exposición a agentes biológicos son las
siguientes:
 Trabajos en laboratorios biológicos y clínicos.
 Trabajos sanitarios en hospitales, sanatorios,
etc.
 Recogida y manipulación de basuras
 Cría y cuidado de animales.
 Manipulación de productos de origen animal,
despojos, etc.

3. Medidas preventivas
Las medidas preventivas aplicables para prevenir las enfermedades causadas por
contaminantes biológicos son básicamente las mismas que las aplicables a los contaminantes
químicos. Concretamente, las más habituales y eficaces son:
 Modificar los procesos de trabajo para conseguir evitar o minimizar el contacto con los
agentes biológicos o su inhalación (sobre todo, evitar cortes, pinchazos, arañazos y
mordeduras de animales).
 Encerrar los procesos contaminantes, de manera que se evite la liberación de agentes
biológicos al exterior. Por ejemplo, en laboratorios de análisis, manipular las muestras en
cabinas dotadas de extracción de aire.
 Limpiar y desinfectar periódicamente los locales de trabajo. Asimismo se deben establecer
programas de desinsectación y control de plagas. La limpieza de los locales se debe
efectuar mediante aspiración o métodos húmedos, y no por barrido en seco.
 Los locales de trabajo deben ser de fácil limpieza y contar con ventilación suficiente que
asegure la renovación del aire.
 Se debe reducir al mínimo posible el número de trabajadores expuestos para minimizar el
riesgo de infección.
 Utilizar guantes, botas y otros equipos y prendas de protección que eviten el contacto o
inhalación de estos agentes. Mantener estos equipos en perfectas condiciones de uso y
limpieza.
 Los residuos deben clasificarse y recogerse en recipientes adecuados debidamente
señalizados.
 Las instalaciones sanitarias (lavabos, duchas, vestuarios, etc.) para uso de los trabajadores
deben estar en correctas condiciones y su número debe ser suficiente.
 Disponer de productos para limpieza ocular y antisépticos para la piel.
 Extremar la higiene personal (lavarse antes de comer, beber o fumar, ducharse al finalizar
la jornada, mantener separada la ropa de trabajo y la de calle, etc.).
 Deben realizarse reconocimientos médicos específicos, tanto iniciales como periódicos, de
los trabajadores expuestos a contaminantes biológicos.
 Cuando se disponga de vacunas eficaces contra los microorganismos que puedan estar
presentes, es obligatorio ponerlas a disposición de los trabajadores, informándoles de las
ventajas e inconvenientes de la vacunación.

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Autoevaluación capítulo 6

1. DE LAS SIGUIENTES FRASES ¿CUÁL DEFINE CON MAYOR EXACTITUD A LOS


CONTAMINANTES BIOLÓGICOS?
a. Los contaminantes biológicos son los que proceden de los animales y producen enfermedades
infecciosas o parasitarias.
b. Los contaminantes biológicos son organismos vivos que producen enfermedades infecciosas o
parasitarias.
c. Los contaminantes biológicos son los virus y bacterias que producen enfermedades infecciosas o
parasitarias.
2. ¿EN CUÁL DE LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES ES POSIBLE QUE SE PRODUZCA
EXPOSICIÓN A AGENTES BIOLÓGICOS?
a. Curtido de pieles.
b. Ganadería.
c. En ambas.
3. ANTE UNA SITUACIÓN DE POSIBLE EXPOSICIÓN A AGENTES BIOLÓGICOS, ¿CUÁL
DE LAS SIGUIENTES ACTUACIONES ES CORRECTA?
a. Barrer frecuentemente para mantener limpios los locales de trabajo.
b. Rotar al personal entre distintos puestos de trabajo, de manera que se reduzca el tiempo de
exposición.
c. Extremar la higiene personal para reducir el riesgo de infección.
4. CUANDO EXISTAN VACUNAS EFICACES CONTRA LOS AGENTES BIOLÓGICOS QUE
PUEDAN ESTAR PRESENTES EN EL PUESTO DE TRABAJO...
a. Es obligatorio ponerlas a disposición de los trabajadores afectados, informándoles de sus ventajas e
inconvenientes.
b. Es obligatorio vacunar a todos los trabajadores de la empresa.
c. La empresa y los representantes de los trabajadores decidirán a quién se debe vacunar.

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Capítulo 7. Carga física de trabajo y factores


psicosociales
1. Introducción
La incorporación de tecnología punta, automatización, maquinaria o herramientas de trabajo al
mundo laboral, ha contribuido a la eliminación de las tareas más fatigantes para el trabajador. A
pesar de ello, el hombre sigue realizando esfuerzos que pueden producirle fatiga o aparición de
lesiones de carácter músculo-esquelético en su puesto de trabajo.
En los trabajos de hoy en día se realizan todo tipo de posturas, sobreesfuerzos o movimientos
repetidos que, añadidos a elevados ritmos de trabajo y a un mal diseño del puesto, pueden ser
la causa de lesiones osteomusculares agudas o crónicas que en la actualidad constituyen una
de las primeras causas de baja laboral.
Por otra parte, los rápidos cambios en el entorno laboral y en la fuerza del trabajo plantean
nuevos riesgos que conducen a condiciones que conllevan problemas de salud. Estas
condiciones, normalmente denominadas factores psicosociales, hacen referencia a aquellos
aspectos que se encuentran presentes dentro de una situación laboral, como el clima o cultura
de la organización, el contenido del trabajo, la realización de la tarea (por ejemplo, su variedad,
significado, alcance, etc.), y que tienen la capacidad de afectar tanto al bienestar o a la salud
(física, psíquica o social) del trabajador como al desarrollo de su trabajo.

esfuerzo repetición posturas falta de descanso

En este capítulo se presentan las diferentes causas de sobrecarga de trabajo, tanto física como
psicológica, su definición, características y medidas preventivas aplicables.

2. Carga de trabajo
El trabajo humano se considera una actividad que responde a unas exigencias de tipo físico y
mental. Para llevar a cabo esta actividad, el cuerpo humano realiza unas determinadas
acciones con una determinada demanda de gasto energético. Cuando la demanda física o
mental excede las capacidades de los individuos, se produce una primera reacción corporal de
fatiga física o psicológica, que si no es remediada, conducirá a la aparición de alteraciones de
la salud.
Por tanto, la carga de trabajo se define como el conjunto de requerimientos psicofísicos a los
que está sometido el trabajador durante su jornada laboral.

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3. Carga física
Se define como Carga Física el conjunto de requerimientos físicos a los que está sometido el
trabajador durante su jornada laboral.
Cuando la demanda física excede las capacidades de los individuos, se produce una primera
reacción corporal de cansancio o fatiga física, la cual, si no se resuelve, puede convertirse en
crónica, produciendo las llamadas lesiones músculo-esqueléticas. Las lesiones de este tipo se
producen principalmente en la espalda, en las diferentes zonas de la columna vertebral:
cervical, dorsal y lumbar; y en las extremidades superiores e inferiores. Nuestro objetivo será
evitar la aparición de dichas lesiones, que son la principal causa de baja laboral en los países
industrializados. Los requerimientos físicos a los que puede estar sometido el trabajador se
clasifican en los siguientes factores de riesgo:
 Posturas de trabajo.
 Movimientos repetitivos.
 Manipulación manual de cargas.

3.1. Posturas de trabajo


La postura es la actitud corporal que adopta la persona y que está determinada por la tarea a
realizar y por la disposición de los distintos elementos de trabajo.
En la adopción de una postura intervienen principalmente los huesos, los músculos y el sistema
circulatorio. Para que se realice cualquier actividad muscular el organismo consume energía.
La principal vía de aporte energético es la sangre, que
proporciona oxígeno al músculo.

Las posturas se pueden clasificar en:

 Postura estática cuando se mantiene la misma


postura durante un período de tiempo largo
(postura sentada, de pie, en cuclillas, etc.). En
este caso el consumo de energía y el ritmo de
frecuencia cardiaca no son muy elevados, pero
cuando se mantiene mucho tiempo la misma
postura, se comprimen los vasos sanguíneos y el
aporte sanguíneo de oxigeno se ve reducido. Al
cabo de un tiempo, la musculatura se fatiga y se
necesita cambio de postura para permitir la
llegada de sangre.
 Postura dinámica es aquella en que la persona está en movimiento y se van
alternando diferentes posturas durante la jornada de trabajo (de pie, sentado,
andando, etc.). En el trabajo dinámico se realizan una serie de contracciones y
relajaciones que permiten la normal circulación de la sangre. Por tanto el músculo
está bien irrigado y trabaja mejor.
Tanto en la postura estática como en la dinámica, si se exceden las capacidades del
organismo, se producirá una fatiga muscular a corto plazo y lesiones músculo-esqueléticas a
largo plazo.
Prevención de posturas forzadas: ¿Qué se debe hacer para evitar las posturas forzadas?
 Adecuado diseño de los planos de trabajo en cuanto a alturas y distancias de alcance para
los brazos.

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 Evitar, en la medida de lo posible, trabajar con los brazos por encima de la altura de los
hombros.
 Alternar siempre que se pueda trabajos de pie/sentado y sentado/andando.
 Dotar de silla ajustable para tareas sentado y silla-taburete para que el trabajador se pueda
apoyar en tareas que requieren estar de pie.
 Establecer pausas para proporcionar el descanso muscular.
 Fortalecer la musculatura mediante ejercicio físico.
 Formación en adopción de la postura correcta para realizar la tarea.

3.2. Movimientos repetitivos


Un operario realiza un movimiento repetitivo cuando hace su tarea con las manos o los brazos
en postura forzada, o ejerciendo fuerza y todo ello de forma repetida a lo largo de su jornada de
trabajo.
Se considera que una tarea es de tipo repetitivo, cuando el ciclo de trabajo es inferior a 30 s.
Cuando el ciclo de trabajo es muy corto, no permite a la musculatura recuperarse de la fatiga
impuesta por el alto ritmo de trabajo. Ello conlleva a la aparición de fatiga a corto plazo y de
lesiones permanentes a largo plazo.
Las lesiones más habituales causadas por movimientos repetitivos son las tendinitis, el hombro
doloroso y el síndrome del túnel carpiano. Estas lesiones suelen presentarse en forma de
molestias y dolor, hormigueo, inflamación y a la larga incapacidad de movimiento a nivel de
manos o brazos.

Prevención de movimientos repetitivos

a) Evitar los movimientos repetidos.


 Intercalar pausas en el trabajo que permitan recuperarse de la fatiga muscular.
 Rotación de tareas.
 Automatizar las tareas más repetitivas.
b) Evitar hacer fuerza con las manos o los brazos.
Se utilizarán herramientas ligeras, provistas de cable retractor, con mangos argos para que no
presione la palma de la mano.
c) Evitar posturas forzadas de manos y brazos.
Los lugares de trabajo, las herramientas y los equipos han de ser diseñados de manera que la
persona no adopte una extensión o flexión forzada de las muñecas o los brazos.
d) Formación.
El trabajador deberá conocer cuales son las posturas adecuadas para evitar la aparición de las
lesiones por movimiento repetido:
 Siempre se debe trabajar con las muñecas rectas.
 Nunca se debe trabajar con los brazos en extensión.
 Nunca se debe trabajar con los brazos elevados.
e) Ejercicio físico.
Es muy importante mantener un buen tono muscular para reforzar las estructuras del cuerpo y
así prevenir las lesiones por movimientos repetidos.

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3.3. Manipulación manual de cargas


En la actualidad existe un RD 487/1997, de 14 de abril de 1997, sobre disposiciones mínimas
de seguridad y salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en
particular dorsolumbares, para los trabajadores.
El citado decreto entiende por manipulación de cargas cualquier operación de transporte o
sujeción de una carga por parte de uno o varios trabajadores, como el levantamiento, la
colocación, el empuje, la tracción o el desplazamiento, que por sus características o
condiciones ergonómicas inadecuadas entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los
trabajadores.
Por su parte, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo elaboró una Guía
Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a la manipulación de cargas.
La citada Guía proporciona criterios y recomendaciones que facilitan a los empresarios y a los
responsables de prevención, la interpretación y aplicación del mencionado Real Decreto,
estableciendo un método específico para poder evaluar el riesgo de manipulación de cargas en
el puesto de trabajo y proporcionando una guía de posibles medidas preventivas a realizar en
los puestos de riesgo.
A modo de indicación general, la Guía Técnica considera como carga, los objetos que pesen
más de 3 Kg. y considera que el peso máximo que se recomienda no sobrepasar (en
condiciones ideales de manipulación, con la carga cerca del cuerpo, espalda derecha y sin
giros ni inclinaciones) es de 25 Kg.
Si la población expuesta son mujeres, trabajadores jóvenes o mayores, no se deben superar
los 15 Kg. Y de forma esporádica y en circunstancias especiales, trabajadores sanos y
entrenados físicamente podrían manipular cargas de hasta 40 Kg.

Factores de riesgo de manipulación de la carga

 Características de la carga: cargas demasiado pesadas, cargas demasiado grandes,


difíciles de sujetar, que por su ubicación deba manipularse a distancia del tronco, o con
torsión o inclinación del mismo.
 Esfuerzo físico: cuando el esfuerzo físico requerido
para manipular la carga sea demasiado importante
y/o además implique torsión o inclinación del
tronco.
 Características del medio: cuando el espacio de
trabajo sea insuficiente y no permita manipular la
carga adecuadamente, suelos resbaladizos o
irregulares, niveles diferentes de manipulación de
carga.
 Exigencias de la actividad: esfuerzo físico
demasiado frecuente o prolongado, período
insuficiente de reposo o de recuperación,
distancias grandes de transporte, ritmo de trabajo
impuesto por el proceso.
 Factores individuales de riesgo: falta de aptitud física para manipular cargas, existencia
previa de patología dorsolumbar, falta de formación en técnicas de manipulación de cargas.

Prevención en manipulación manual de cargas

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En tareas de manipulación de cargas, se tomará como principal medida la utilización de


equipos mecánicos de ayuda, como transpaletas, carretillas manuales o elevadoras,
destinados a reducir el esfuerzo de manipulación.
Cuando se deban manipular cargas de forma manual, es preferible manipularlas cerca del
cuerpo y a una altura comprendida entre el nivel de los codos y el de los nudillos, ya que de
esta forma disminuye la tensión en la zona lumbar. Cuando deban levantarse objetos desde el
suelo se seguirán los siguientes pasos:
 Aproximarse a la carga.
 Separar las piernas y flexionar las rodillas.
 Inclinar ligeramente la espalda hacia adelante.
 Levantar la carga con la fuerza de las piernas.
 Mantener la carga lo más cerca posible del cuerpo.

Para la manipulación manual de objetos demasiado pesados o voluminosos, se deberá pedir la


ayuda de otro trabajador.
Por otra parte, siempre es preferible empujar una carga que arrastrarla. Cuando sea necesario
empujar una carga, se deberán seguir las siguientes
indicaciones:
 Colocarse detrás de la carga y cerca de la
misma.
 Flexionar ligeramente las rodillas, manteniendo
la espalda recta y los músculos del abdomen
contraídos.
MEJOR
 Utilizar ambos brazos para empujar o estirar de
la carga.
 Aprovechar el peso del cuerpo.

4. Factores psicosociales
Por factores psicosociales entendemos aquellas condiciones que se encuentran presentes en
una situación laboral, y que están directamente relacionadas con la organización, el contenido
del trabajo y la realización de la tarea, y que tienen capacidad para afectar tanto al bienestar o
la salud (física, psíquica y social) del trabajador como al desarrollo de su trabajo.

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Los riesgos psicosociales no sólo tienen unas consecuencias para la empresa u organización
(elevado absentismo, aumento de incidentes y accidentes, aumento de quejas de los clientes o
de terceras personas, rotación elevada de los puestos de trabajo, etc.), sino también
consecuencias directas para el individuo o trabajador tales como: desmotivación general,
insomnio, automedicación, descenso del rendimiento..., hasta patologías más graves a nivel
psicológico como podrían ser cuadros de ansiedad, depresión, etc.
Hay que destacar que todos los colectivos profesionales pueden estar expuestos a riesgo
psicosocial. Pero existen algunos que, debido a las características del propio trabajo, pueden
tener una mayor incidencia. Entre estos, destacan los siguientes: personal sanitario,
administrativos, funcionarios y personal de las fuerzas de seguridad.

4.1. Factores de naturaleza psicosocial


Los factores de origen psicosocial que pueden afectar a la salud y bienestar físico o mental del
trabajador, se pueden clasificar en cuatro grandes grupos:
 Características de la empresa
 Características individuales
 Características de la tarea
 Organización del tiempo de trabajo

Características de la empresa

El tamaño, la ubicación, la actividad y la estructura organizativa de la empresa son factores que


pueden ocasionar problemas de carácter psicosocial a los trabajadores.
Así, en una empresa grande (más de 250 trabajadores) el trabajo suele estar más
especializado y fraccionado por lo que existe menos nivel de identidad con la tarea realizada.
El emplazamiento de una empresa constituye otro factor que puede originar problemas y
molestias a los trabajadores.
La actividad de la empresa hace referencia al tipo de producto o servicio que se realiza. Los
problemas pueden originarse ante la existencia de dificultades de aceptación social respecto a
la actividad de la empresa, o bien cuando se crea un conflicto personal debido a la realización
de actividades con las que no se está de acuerdo o contrarias a los principios del individuo.
Por último, cuando hablamos de estructura de la organización nos referimos al conjunto de
unidades que la componen, junto con las conexiones y relaciones que se establecen entre
ellas. Nos fijaremos principalmente en tres variables: Nivel de centralización (cómo se reparte
la toma de decisiones), Complejidad organizativa (número de categorías profesionales y los
niveles de autoridad existentes) y Formalización y Estandarización (grado en que la
organización depende de reglas y procedimientos para sus acciones).

Características individuales

Es necesario diferenciar entre factores exógenos (vida familiar, entorno social, tiempo libre...) y
factores endógenos (personalidad, motivaciones, actitudes y aptitudes) relativos al individuo,
los cuales determinarán la manera de reaccionar de la persona.

Características de la tarea

Un factor esencial dentro de este apartado es la identificación con la tarea, que se relaciona
con hasta que punto el trabajo permite sentir al trabajador que su labor sirve para alguna cosa,

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es decir, que tiene utilidad en el conjunto del proceso en que se desarrolla. El trabajo ha de
tener significado para la persona que lo realiza.
Otro aspecto importante a considerar es la carga de trabajo, que se refiere a las demandas
físicas y mentales que el trabajo impone a la persona que lo está realizando.

Organización del tiempo de trabajo

El horario y los turnos de trabajo afectan directamente al ser humano en la medida en que
inciden en los ciclos fisiológicos del organismo. Al hablar de horario de trabajo no sólo queda
establecido cuándo llevamos a cabo nuestra actividad laboral, sino que también es una variable
que puede tener importantes repercusiones en nuestra vida familiar y social.
4.2. Estrés laboral
El estrés laboral surge cuando se da un desajuste entre la persona, el puesto de trabajo y la
propia organización. La persona percibe que no dispone de recursos suficientes para afrontar
la problemática laboral y aparece la experiencia de estrés.
Entre las consecuencias sobre el individuo podemos hablar de alteraciones a nivel físico y a
nivel psicológico.
 Físicas: Trastornos digestivos (cólicos, digestiones lentas, etc.), respiratorios (asma
bronquial, hiperventilación, etc.), cardiovasculares (enfermedades coronarias, etc.),
otros (cefaleas, insomnio, falta de apetito, etc.).
 Psicológicos: Trastornos del estado de ánimo, de la conducta (desmotivación general
y laboral, irritabilidad, etc.), somáticos y funcionales (cansancio y malestar general,
temblores, etc.), otros trastornos (depresión, ansiedad, etc.).
Pero el estrés también repercute directamente sobre el trabajo realizado y éste a su vez tiene
unas consecuencias para la empresa. Entre éstas podemos destacar: elevado absentismo,
aumento de peticiones de cambio de puestos de trabajo, rotación elevada de los puestos de
trabajo, aumento de incidentes y accidentes, dificultades de relación, disminución de la calidad
de productos y servicios, aumento de quejas de los clientes o de terceras personas, etc.

Prevención del estrés

Ante la posible aparición del estrés, es posible aplicar técnicas preventivas tanto a nivel
organizacional como a nivel individual.
Entre las técnicas preventivas a nivel organizacional se destacan las siguientes:
 Disponer de tiempo suficiente para realizar el trabajo.
 Proporcionar una clara descripción del trabajo a realizar.
 Proporcionar vías para expresar quejas y poderlas considerar.
 Promover la tolerancia, la seguridad y la justicia en el entorno laboral.
 Identificar los errores, los éxitos, y sus causas y consecuencias, es decir, aprender de las
experiencias.
A nivel individual deberemos tener en cuenta lo siguiente:
 Determinar objetivos y prioridades.
 Tomar decisiones (qué hacer y qué no hacer).
 Ser realista a la hora de calcular los tiempos de las actividades a realizar.
 Programar el tiempo para las actividades no esenciales pero necesarias.
 Filtrar las demandas (saber decir “no”).
 Ser capaz de delegar.
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 Dedicar unos minutos a programarse diariamente, etc.

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Autoevaluación capítulo 7

1. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR CARGA DE TRABAJO?


a. Todos los esfuerzos físicos que hace el operario en el trabajo.
b. El conjunto de requerimientos psicofísicos a los que se ve sometido el trabajador.
c. La cantidad de trabajo que tiene el trabajador.
2. LA CARGA FÍSICA DE TRABAJO SE CLASIFICA EN:
a. Manipulación de cargas.
b. Fatiga mental.
c. Manipulación de cargas, movimientos repetitivos y posturas de trabajo.
3. ¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA PREVENIR LA CARGA FÍSICA?
a. Diseñar el puesto de trabajo para que el operario no realice posturas forzadas.
b. Formar al trabajador en la adopción de posturas y enseñarle a realizar ejercicio físico para reforzar su
musculatura.
c. Las dos anteriores.
4. EL ESTRÉS LABORAL, ¿QUÉ TIPO DE CONSECUENCIAS PUEDE TENER?
a. Fisiológicas y psicológicas para el trabajador.
b. Absentismo para la empresa.
c. Todas las respuestas anteriores son ciertas.
5. LOS FACTORES DE NATURALEZA PSICOSOCIAL QUE PUEDEN AFECTAR A LA
SALUD SON:
a. Carga física de trabajo.
b. Características de la tarea.
c. Las respuestas a) y b) son ciertas.

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Capítulo 8. Organismos relacionados con la


seguridad y salud en el trabajo

Los poderes públicos tienen entre sus funciones la de dictar leyes, normas y reglamentos para
controlar y mejorar las condiciones de trabajo y la salud de la población laboral; adecuar estas
disposiciones a los dictámenes de los organismos e instituciones internacionales de los que
España es miembro (OIT, Unión Europea); y controlar el cumplimiento de estas disposiciones.
La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), establece
claramente que las funciones de promoción, asesoramiento y comprobación de la prevención
deben ser desarrolladas por los órganos técnicos de la Administración Pública. Así confiere
especial importancia a dos órganos administrativos, dependientes del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, cuyas funciones constituyen el eje fundamental de las actuaciones
administrativas en materia de prevención: el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo (INSHT) y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS).
Para garantizar la eficacia de la política de prevención, la LPRL (art.13) crea la Comisión
Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST) como pieza fundamental en el desarrollo
de la coordinación administrativa y de participación institucional. Y, adscrita a la Comisión, otro
organismo que denomina Fundación.

1. Instituciones y organismos internacionales


1.1. La Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Es una de las organizaciones laborales de más prestigio, no sólo por su antigüedad sino
especialmente por su presencia internacional a través de sus actividades y del gran número de
países que acoge. Tiene su sede en Ginebra y está formada por representantes de las
organizaciones empresariales, los sindicatos y los estados.
Las funciones más importantes de la OIT son:
 Asistencia técnica.
 Recopilación y difusión de información.
 Elaboración y aprobación de Convenios y Recomendaciones internacionales.
Las recomendaciones de la OIT no obligan, ya que establecen pautas y directrices para su
posterior desarrollo legal en materia laboral dentro de los Estados miembros. Los Convenios sí
pueden convertirse en instrumentos destinados a crear obligaciones, cuando son ratificados
por un Estado miembro.

1.2. La Unión Europea.


Desde la proclamación del Acta Única Europea, los esfuerzos orientados hacia la consecución
de un espacio social europeo se enriquecen al dar a la seguridad y salud de los trabajadores
un lugar destacado. La Directiva Marco, aprobada en 1989, es la consecuencia determinante y
constituye la piedra angular de la política europea en estas materias.

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2. Organismos nacionales
2.1. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT).
Está adscrito al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, a través de la Secretaría General de
Empleo. Es el organismo público “científico-técnico especializado que tiene como misión el
análisis y estudio de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, así como la promoción
y apoyo a la mejora de dichas condiciones” (art. 8.1, LPRL). En virtud de ello, su campo de
acción es la prevención de riesgos, accidentes y enfermedades profesionales.
La LPRL ordena los cometidos del INSHT en tres líneas de actuación:

Competencias promotoras y asesoras

Funciones generales que tradicionalmente ha desarrollado el INSHT:


 Realizar estudios técnicos sobre las condiciones de seguridad de locales de trabajo,
máquinas, equipos y procesos productivos para determinar las situaciones de riesgo y las
causas de los accidentes de trabajo, y proponer las medidas correctoras.
 Evaluar las condiciones ambientales de los centros de trabajo, realizando mediciones de los
factores nocivos, analizando en laboratorios las mediciones efectuadas y proponiendo las
medidas correspondientes.
 Formar mediante cursos, seminarios, conferencias, y demás acciones formativas, a
trabajadores y técnicos, y a todas aquellas personas relacionadas con la prevención y la
mejora de la salud laboral.
 Publicar libros, revistas, folletos, y cualquier otro material divulgativo, sobre las distintas
áreas relacionadas con las Condiciones de Trabajo y la Salud.
 informar sobre los diferentes estudios e investigaciones nacionales y extranjeros
relacionados con la prevención.
 Homologar y normalizar medios técnicos y prendas de protección personal.
 Realizar cuantos cometidos, relativos a seguridad y salud en el trabajo, le encomiende el
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Así como, funciones específicas que le sean encomendadas en el marco de sus competencias,
de acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST).
En ambos supuestos, las funciones se realizarán, en su caso, con la colaboración de los
órganos técnicos de las Comunidades Autónomas.

Competencias como órgano de coordinación y apoyo entre las distintas


Administraciones Públicas

 Apoyar el intercambio de información y experiencias.


 Prestar apoyo a la realización de actividades de promoción de la seguridad y salud por las
Comunidades Autónomas.
 Ejercer la Secretaría General de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
 Prestar apoyo técnico y colaboración a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, en el
cumplimiento de su función de vigilancia y control en el ámbito de la Administración General
del Estado.
 Comunicar a la Inspección de Trabajo los casos de contravención grave o reiterada, por las
Empresas o sus trabajadores, de normas de prevención de riesgos profesionales, que
pudieran entrañar peligro para la salud o integridad física de los trabajadores.

Como centro de referencia nacional


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 Para la colaboración con organismos internacionales y el desarrollo de programas de


cooperación internacional, facilitando la participación de las Comunidades Autónomas en
este ámbito.
 En las relaciones con las Instituciones de la Unión Europea, garantizando la coordinación y
transmisión de la información nacional, en particular, respecto de la Agencia Europea para
la Seguridad y la Salud en el Trabajo y su Red.

2.2. La Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social (ITSS).


“Es un servicio público al que corresponde ejercer la vigilancia del cumplimiento de las normas
de orden social y exigir las responsabilidades pertinentes, así como el asesoramiento y, en su
caso arbitraje, mediación y conciliación en dichas materias que efectuará de conformidad con
los principios del Estado Social y Democrático que consagra la Constitución española y los
convenios número 81 y 129 de la OIT (Art.1.2, Ley 42/1997, de 14 de noviembre)”.
En este sentido es el organismo encargado de vigilar y controlar el cumplimiento de la
legislación en materia de trabajo y seguridad social: Normas laborales de prevención de
riesgos laborales, de seguridad social y protección social, de colocación, empleo y protección
por desempleo, de cooperativas, de migración y trabajo en el extranjero, y de cuantas otras
materias le sea atribuidas.
A la ITSS le corresponde "la función de la vigilancia y control de la normativa sobre prevención
de riesgos laborales" (art. 9.1, LPRL. Para dar contenido instrumental a este cometido, la LPRL
señala los siguientes grupos de funciones:
a) Vigilar el cumplimiento de la normativa sobre prevención de riesgos laborales, así como de
las normas jurídico-técnicas que incidan en las condiciones de trabajo en materia de
prevención, aunque no tuviera la calificación directa de normativa laboral, proponiendo a la
autoridad laboral competente la sanción correspondiente, cuando comprobase una infracción a
la normativa sobre prevención de riesgos laborales, de acuerdo con lo previsto en el capítulo
VII de la presente Ley.
b) Asesorar e informar a las empresas y a los trabajadores sobre la manera más efectiva de
cumplir las disposiciones cuya vigilancia tiene encomendada.
c) Elaborar los informes solicitados por los Juzgados de lo Social en las demandas deducidas
ante los mismos, en los procedimientos de accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales.
d) Informar a la Autoridad Laboral sobre los accidentes de trabajo mortales, muy graves o
graves, y sobre aquellos otros en que, por sus características o por los sujetos afectados, se
considere necesario dicho informe, así como sobre las enfermedades profesionales en las que
concurran dichas calificaciones y, en general, en los supuestos en que aquélla lo solicite
respecto del cumplimiento de la normativa legal en materia de prevención de riesgos laborales.
e) Comprobar y favorecer el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los servicios de
prevención establecidos en la presente Ley.
f) Ordenar la paralización inmediata de trabajos cuando, a juicio del inspector, se advierta la
existencia de riesgo grave e inminente para la seguridad o salud de los trabajadores.

2.3. Otras administraciones públicas competentes en materia sanitaria


La LPRL encomienda a los organismos competentes en materia sanitarias referentes a la salud
laboral las siguientes acciones:
 El establecimiento de medidas adecuadas para la evaluación y control de las actuaciones
de índole sanitaria desarrolladas por los servicios de prevención en las empresas, así como
la supervisión de la formación que debe recibir este personal sanitario.

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Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales

 La implantación de sistemas de información adecuados que permitan la elaboración


conjunta con las autoridades laborales de mapas de riesgo mediante los instrumentos de
investigación y estudio necesarios (estudios epidemiológicos...).
 La elaboración y divulgación de estudios, investigaciones y estadísticas sobre la salud de
los trabajadores.
En el ámbito de las Administraciones Públicas relacionado con la seguridad y salud en el
trabajo, cabe destacar las competencias atribuidas al Ministerio de Ciencia y Tecnología.
La LPRL atribuye a las administraciones competentes en materia de Industria la coordinación
de actuaciones sobre riesgos laborales, en virtud de la Ley General de Industria 21/1992 de 16
de julio, donde se establecen las bases de la ordenación del sector industrial, los criterios de
coordinación entre las administraciones públicas y la compatibilización de la actividad industrial
con la protección del medio ambiente.

2.4. La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST).


Es un organismo que se crea con la LPRL. Esta Comisión responde al principio de
coordinación administrativa, dispuesto en dicha Ley, como el "órgano colegiado asesor de las
Administraciones Públicas en la formulación de las políticas de prevención", y, en tanto que
manifestación del principio de participación, como el "órgano de participación institucional en
materia de seguridad y salud en el trabajo". Así, la CNSST, no sólo justifica la presencia de las
distintas administraciones implicadas, sino que articula la participación de los principales
agentes sociales al proporcionar el medio para que las organizaciones sindicales y
empresariales puedan ejercitar sus derechos en defensa de los intereses que les son propios.
Constituye, pues, el principal centro neurálgico de la acción y la participación institucional de
empresarios y trabajadores en materia de prevención.
Sin embargo, la Comisión es un órgano asesor sin competencias ejecutivas. Lo relevante del
papel de la Comisión es su configuración como lugar o plataforma de encuentro y coordinación.
A la Comisión le corresponden los siguientes cometidos:
 Conocer todas las actuaciones que desarrollen las Administraciones Públicas en materia de
prevención de riesgos laborales.
 Referidas a asesoramiento técnico y vigilancia y control. Se incluyen las actividades de la
Administración Laboral, del INSHT, de la ITSS y de la Administración Sanitaria.
 Informar y formular respuestas en relación con dichas actuaciones, específicamente
respecto de los siguientes aspectos:
• Criterios y programas generales de actuación.
• Proyectos de disposiciones de carácter general.
• Coordinación de las acciones de las Administraciones Públicas competentes en
materia laboral.
• Coordinación entre las Administraciones Públicas competentes en materia
laboral, sanitaria y de industria.

2.5. Fundación para la mejora de las condiciones de seguridad y salud


en el trabajo.
Es una entidad adscrita a la CNSST y su objetivo es el de promover la mejora de las
condiciones de seguridad y salud en el trabajo, especialmente en las pequeñas empresas.
La LPRL señala que el patrimonio de la Fundación será dotado "con cargo al Fondo de
Prevención y Rehabilitación procedente del exceso de excedentes de la gestión realizada por

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Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales

las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social,


con el límite del 20% del mencionado Fondo, determinado en la fecha de entrada en vigor de la
Ley".
Los fines de la Fundación se orientan hacia la promoción de la mejora de las condiciones de
seguridad y salud en el trabajo, a través del desarrollo de acciones tales como:
 Información.
 Asistencia técnica.
 Formación.
 Promoción del cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos.

3. Otros organismos
3.1. Las Comunidades Autónomas.
De acuerdo con los respectivos Estatutos Autonómicos, las Comunidades Autónomas tienen
competencias ejecutivas en materia de legislación laboral y por lo tanto potestad para
sancionar, de acuerdo con su propia regulación y a propuesta de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social.
También existen en las Comunidades Autónomas los Centros de Seguridad y Salud con
competencias en esta materia y son los encargados de desarrollar funciones como la
investigación de accidentes, la formación y el asesoramiento técnico en estas materias.

3.2. Los Ayuntamientos.


Aunque los Ayuntamientos no tienen competencias directas en el control de las condiciones de
trabajo, son los encargados, en su término municipal, de autorizar la apertura de los centros y
locales de trabajo, con objeto de que éstos no supongan un peligro para el vecindario y de
determinar, en su caso, el cierre de centros y locales peligrosos.
Cada vez son más los Ayuntamientos que incluyen entre sus actividades programas de salud
laboral. Algunos de ellos cuentan con centros de salud dedicados a estudiar tanto el medio
ambiente en general como el medio ambiente laboral.

3.3. Las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades


Profesionales de la Seguridad Social (MATEPSS).
Son entidades de carácter privado y sin ánimo de lucro, que cumplen un servicio público
mediante la función aseguradora de los accidentes y enfermedades profesionales, contando en
muchos casos con servicios técnicos de prevención de riesgos, así como con centros de
asistencia sanitaria y de rehabilitación.
Las mutuas tienen una larga experiencia y trayectoria consolidada en relación a la prevención
de riesgos laborales, con una importante labor desarrollada en una variada gama de acciones y
servicios de tipo formativo y divulgativo, de investigación y estudio, y de asesoramiento y apoyo
técnico a las empresas asociadas.

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AUTOEVALUACIÓN CAPÍTULO 8

1. ¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES FUNCIONES DE LA OIT?


a. Asistencia técnica, elaboración de convenios y difusión de información.
b. Recopilación de la información científica y supervisión de las actuaciones en materia de seguridad y
salud.
c. Controlar y sancionar por incumplimiento de los convenios en materia de seguridad y salud.
2. ¿CUÁLES DE LOS SIGUIENTES SON ORGANISMOS NACIONALES
RELACIONADOS CON LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO?
a. El Consejo Europeo, la Comisión, el Parlamento y el Tribunal de Justicia Europeo.
b. La Organización Internacional del Trabajo y la Organización de Naciones Unidas.
c. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y la Inspección de Trabajo y de la Seguridad
Social.
3. EL INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO (INSHT) ES:
a. Un órgano consultivo a nivel autonómico.
b. Un órgano científico técnico especializado de la Administración General del Estado y dependiente del
Ministerio de Trabajo.
c. Un organismo autónomo con sede en Madrid con un consejo en el que están representados los
empresarios.
4. LA MISIÓN DE LA INSPECCIÓN DE TRABAJO ES:
a. Sancionar a las empresas que incumplan la normativa sobre prevención de riesgos.
b. Promover y apoyar en la mejora de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo.
c. Asesorar, elaborar informes, comprobar las funciones de los servicios de prevención, informar a las
autoridades laborales y parar los trabajos cuando se adviertan situaciones de riesgo grave e
inminente.
5. ¿QUÉ ÓRGANO TIENE FACULTAD PARA FORMULAR PROPUESTAS SOBRE LAS
ACTUACIONES DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS COMPETENTES EN MATERIA
LABORAL?
a. La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
b. El Comité de Seguridad y Salud.
c. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

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Capítulo 9. Gestión de la prevención de riesgos


laborales
1. Requisitos legales: integración de la prevención
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que el empresario tiene el deber de protección de
los trabajadores a su servicio, debiendo garantizar su seguridad y salud en todos los aspectos
relacionados con el trabajo.
Asimismo, afirma que “la prevención de riesgos laborales deberá integrarse en el sistema general de
gestión de la empresa”. Es decir, que el empresario debe adoptar las medidas necesarias para incluir la
prevención en cualquier decisión, proceso o actividad de la empresa.
Así pues, el modelo de gestión de la prevención que propugna la LPRL implica:
 Abarcar el conjunto de actividades y decisiones: procesos técnicos, organización y condiciones de
trabajo,
 Reflejarse en todos los niveles jerárquicos de forma que dirección, niveles intermedios y trabajadores
han de participar en ella,
 Obligación de incluir la prevención en cualquier actividad que se realice, órdenes que se impartan y
decisiones que se adopten,

• Implicación de los afectados en el diseño, adopción y cumplimiento de las medidas


preventivas.
Además, se caracteriza por los rasgos siguientes:
 Acción permanente
 Seguimiento y control
 Adaptación y perfeccionamiento continuos
Claramente especificados en el artículo 14.2 de la LPRL: “El empresario desarrollará una acción
permanente de seguimiento de la actividad preventiva con el fin de perfeccionar de manera continua las
actividades de identificación, evaluación y control de los riesgos que no se hayan podido evitar y los
niveles de protección existentes y dispondrá lo necesario para la adaptación de las medidas de
prevención ... a las modificaciones de las circunstancias que incidan en la realización del trabajo”.

2. El Plan de Prevención
La puesta en práctica de los anteriores requisitos se llevará a cabo mediante la elaboración y aplicación
de un Plan de Prevención, que es la herramienta a través de la cual se integra la actividad preventiva de
la empresa en su sistema general de gestión y se establece en política de prevención de riesgos
laborales.
El Plan de Prevención deber ser aprobado por la dirección de la empresa, asumido por toda su
estructura organizativa, en particular por todos sus niveles jerárquicos y conocido por todos sus
trabajadores.

El Plan de Prevención habrá que reflejarse en un documento e incluirá los siguientes elementos, en
relación con la prevención de riesgos laborales:
 La identificación de la empresa, de su actividad productiva, el número y características de sus
centros de trabajo o el número de trabajadores y sus características.
 La estructura organizativa de la empresa, la identificación de sus funciones y responsabilidades de
cada nivel jerárquico y los respectivos cauces de comunicación entre ellos.
 La organización de la producción en cuanto a la identificación de los procesos técnicos y los
procedimientos organizativos en la empresa.
 La organización de la prevención en la empresa, indicando la modalidad preventiva elegida y los
órganos de representación existentes.

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 La política, los objetivos y las metas que en materia de prevención pretende alcanzar la empresa, así
como los recursos humanos, técnicos, materiales y económicos de los que ha de disponer.

3. Gestión y aplicación del plan de prevención


Los instrumentos esenciales para la gestión y aplicación del Plan de Prevención, son la evaluación de
riesgos y la planificación de la acción preventiva.
La aplicación del Plan de Prevención comienza con una evaluación inicial de los riesgos. De la
evaluación inicial, se derivará una planificación de las actividades preventivas necesarias para eliminar
o controlar dichos riesgos.
El empresario deberá asegurarse de la efectiva ejecución de las actividades preventivas incluidas en la
planificación y de su efectividad, efectuando para ello un control y seguimiento continuo de la misma.
Es decir, a partir de la evaluación inicial se inicia un ciclo, cuya finalidad es que las actividades
preventivas respondan a las necesidades existentes en cada momento o que puedan surgir, con las
siguientes etapas:

1. Planificación

En la que se definen las actividades preventivas necesarias y, para cada una de ellas, el plazo para
llevarla a cabo, los responsables de su ejecución y los recursos que hay que destinar.
Entre las actividades preventivas a planificar están las evaluaciones adicionales necesarias, las medidas
preventivas a implantar, los controles periódicos, la formación en materia preventiva a los trabajadores,
la vigilancia de la salud de los trabajadores y las medidas de emergencia.

2. Ejecución y coordinación

Realización de todas aquellas actividades previstas en la etapa de planificación a fin de conseguir los
objetivos establecidos.

3. Control

Esta fase tiene por objeto comprobar que las actividades preventivas incluidas en la planificación se han
desarrollado tal y como se había previsto, efectuando para ello un seguimiento continuo de las mismas.
Las actividades de prevención deberán ser modificadas cuando, como consecuencia de los controles
periódicos, se detecte que pueden ser inadecuadas o insuficientes.
A continuación se desarrollan los aspectos más importantes relacionados con la gestión de la prevención
de riesgos laborales.

4. Responsabilidades
Como ya se ha visto, La Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga al empresario a integrar la
prevención de riesgos laborales en todas las actividades y decisiones de la empresa, tanto en el conjunto
de sus actividades como en todos sus niveles jerárquicos.
Es importante saber que todos los niveles jerárquicos de la empresa están obligados a incluir la
prevención de riesgos laborales en todas las activida¬des que realicen.
De acuerdo con los artículos 14 y 15 de la Ley de Prevención de Riesgos, el empresario tiene el deber y
la responsabilidad de aplicar una política eficaz de prevención de riesgos laborales.
Para poder realizar la política de prevención, el empresario tiene diversas opciones, en función del
tamaño de la empresa y de los riesgos asociados a su actividad empresarial.
En el próximo apartado veremos cuáles son las diferentes opciones.

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5. Recursos humanos y materiales para el desarrollo de las


actividades preventivas
Los recursos humanos y materiales para desarrollar la actividad preventiva en la empresa deberán ser
determinados por el empresario con arreglo a alguna de las siguientes modalidades:
1. Asumiendo personalmente la actividad preventiva.
2. Designando trabajadores para que realicen la actividad preventiva.
3. Constituyendo un servicio de prevención propio.
4. Contratando un servicio de prevención ajeno.

5.1. Asunción personal por el empresario de la actividad preventiva


El empresario podrá optar por asumir personalmente las actividades preventivas cuando concurran los
siguientes supuestos:
 La empresa tenga menos de 6 trabajadores.
 Las actividades de la empresa no estén incluidas en el Anexo I del R.D. 39/1997, del
Reglamento de los Servicios de Prevención.
En el Anexo I aparecen actividades empresariales de mayor riesgo, como por ejemplo: trabajos
con exposición a radiaciones ionizantes, a agentes tóxicos, a agentes biológicos, trabajos
propios de la minería, actividades en obras de construcción, trabajos con riesgos eléctricos en
alta tensión, etc.
 El empresario desarrolle habitualmente su actividad profesional en la empresa.
 El empresario tenga la capacidad correspondiente a las funciones preventivas que va a
desarrollar.
En ningún caso podrá asumir la vigilancia de la salud de los trabajadores, que deberá cubrir con alguna
de las restantes modalidades.

5.2. Designación de trabajadores


Este tipo de modalidad implica la designación de algunos trabajadores por parte del empresario para que
desarrollen la actividad preventiva. Los trabajadores designados deben tener la capacidad
correspondiente a las funciones a desempeñar en materia preventiva en la empresa.
El número de trabajadores designados, así como los medios que el empresario ponga a su disposición y
el tiempo de que dispongan para el desempeño de su actividad, deberán ser los necesarios para
desarrollar adecuadamente sus funciones.
Las actividades preventivas para cuya realización no resulte suficiente la designación de uno o varios
trabajadores deberá ser desarrollada a través de uno o más servicios de prevención propios o ajenos.

5.3. Servicio de prevención propio


Servicio de prevención propio
Es el conjunto de medios humanos y materiales de la propia empresa necesarios para la realización del
servicio de prevención.
El empresario deberá constituir un servicio de prevención propio cuando :
 Se trate de empresas que cuenten con más de 500 trabajadores.
 Que, tratándose de empresas entre 250 y 500 trabajadores, desarrollen alguna de las
actividades incluidas en el Anexo I del R.D. 39/1997.
 Cuando la empresa no esté incluida en ninguno de los anteriores y así lo decida la autoridad
laboral.
El servicio de prevención propio debe constituir una unidad organizativa específica y sus integrantes
dedicarán de forma exclusiva su actividad en la empresa a la finalidad del mismo.

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Además deberán contar con las instalaciones y medios humanos y materiales necesarios para la
realización de las actividades preventivas.

5.4. Servicio de prevención ajeno


Servicio de prevención ajeno
Es el conjunto de medios humanos y materiales de una entidad especializada que concierta con
la empresa para la realización de actividades de prevención, asesoramiento y apoyo que
precisen en función de los tipos de riesgos.
Se recurrirá a él cuando:
 La designación de uno o más trabajadores sea insuficiente para la realización de la actividad
preventiva.
 No se haya constituido un servicio de prevención propio.
 Se haya asumido parcialmente la actividad preventiva y para el resto se requiera de un servicio de
prevención ajeno.
Los servicios de prevención ajenos han de estar acreditados por la autoridad laboral.
Presencia de los recursos preventivos
La presencia es una medida preventiva complementaria que tiene como finalidad vigilar el cumplimiento
de las actividades preventivas previstas en la planificación, incluyendo la comprobación de su eficacia.
La presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos, cualquiera que sea la modalidad de
organización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos:
 Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados por la concurrencia de operaciones
diversas que se desarrolla sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control de la correcta
aplicación de los métodos de trabajo
 Cuando se realicen actividades o procesos peligrosos o con riesgos especiales
 Cuando la necesidad de dicha presencia sea requerida por la autoridad laboral
Se consideran recursos preventivos, a los que el empresario podrá asignar la presencia, los siguientes:
 Uno o varios trabajadores designados de la empresa
 Uno o varios miembros del servicio reprevención propio de la empresa
 Uno o varios miembros del o los servicios de prevención ajenos concertados por la empresa

6. Evaluación de riesgos
La acción preventiva de la empresa debe planificarse a partir de la evaluación inicial de riesgos.
La evaluación de riesgos, elemento clave de una actuación activa en prevención, es el proceso dirigido a
estimar la magnitud (o gravedad) de los riesgos laborales que no hayan podido evitarse. La información
obtenida en la evaluación ha de servir de base para decidir si hay que adoptar medidas preventivas y de
qué tipo.
Una evaluación de riesgos ha de contener, como mínimo, los siguientes datos:
 La identificación de todos los puestos de trabajo.
 El riesgo o riesgos existentes y la relación de los trabajadores afectados.
 El resultado de la evaluación y las medidas preventivas procedentes.
 La referencia de los criterios y procedimientos de evaluación y de los métodos de medición, análisis
o ensayo utilizados.
El empresario debe adoptar un procedimiento para la evaluación de riesgos, previa consulta a los
trabajadores o sus representantes.
Existen diferentes métodos de evaluación de riesgos laborales, pero todos ellos han de
contemplar, de alguna forma, la probabilidad de que se produzca un daño y la gravedad del
mismo.

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Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales

Para los puestos de trabajo cuya evaluación de riesgos ponga de manifiesto la necesidad de tomar una
medida preventiva, ha de documentarse la evaluación y mantenerse a disposición de la autoridad
laboral.
Además se deben establecer y mantener al día procedimientos para registrar los requisitos legales y
requisitos internos que en materia de prevención de riesgos laborales afecten a la organización.

7. Formación
Para ofrecer una formación adecuada a cada trabajador en materia preventiva, se deben establecer y
mantener al día procedimientos para:
 Identificar las necesidades y establecer un plan de formación en materia preventiva.
 Ofrecer una formación adecuada y centrada en el puesto de trabajo o función de cada trabajador.

8. Consulta y participación de los trabajadores


Los trabajadores tienen derecho a participar en la empresa en las cuestiones relacionadas con la
prevención. En las empresas con 6 o más trabajadores, la participación de éstos se canalizará a través
de sus representantes.
Las vías principales de participación se canalizan a través de los delegados de prevención y de los
comités de seguridad y salud.

8.1. El Delegado de Prevención


La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) regula la consulta y participación de los trabajadores
en la seguridad y salud en el trabajo a través de los Delegados de Prevención.
Según el artículo 35 de la LPRL: Los Delegados de Prevención serán designados por y entre los
trabajadores con funciones específicas en materia de prevención de riesgos en el trabajo.
Salvo que por convenio se establezca otro sistema, los Delegados de Prevención serán designados con
arreglo al número de trabajadores que tenga la empresa:
 50 a 100 trabajadores : 2 Delegados de Prevención
 101 a 500 trabajadores : 3 Delegados de Prevención
 501 a 1000 trabajadores: 4 Delegados de Prevención
 1001 a 2000 trabajadores: 5 Delegados de Prevención
 2001 a 3000 trabajadores: 6 Delegados de Prevención
 3001 a 4000 trabajadores: 7 Delegados de Prevención
 4001 en adelante: 8 Delegados de Prevención
En las empresas de hasta treinta trabajadores el Delegado de Prevención será el Delegado de Personal.
En las empresas de treinta y uno a cuarenta y nueve trabajadores habrá un Delegado de Prevención que
será elegido por y entre los Delegados de Personal.
Los Delegados de Prevención asumen las siguientes funciones y competencias (artículo 36 LPRL):
 Colaborar con la dirección de la empresa en la mejora de la acción preventiva.
 Promover y fomentar la cooperación de los trabajadores en la ejecución de la normativa sobre
prevención de riesgos laborales.
 Ser consultados por el empresario sobre planificación, organización, desarrollo de actividades
preventivas, designación de trabajadores encargados de medidas de emergencia, etc.
 Ejercer una labor de vigilancia y control sobre el cumplimiento de la normativa de prevención de
riesgos laborales.
 Asimismo se atribuyen a los Delegados de Prevención facultades para:
 Acompañar a los técnicos en las evaluaciones de carácter preventivo del medio ambiente de trabajo.

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 Tener acceso, con excepción de la información médica de carácter personal, a la información y


documentación relativa a las condiciones de trabajo que sean necesarias para el ejercicio de sus
funciones.
 Ser informados por el empresario sobre los daños producidos en la salud de los trabajadores una
vez que aquél hubiese tenido conocimiento de ellos.
 Recibir información del empresario acerca de personas u órganos encargados de la prevención en la
empresa.
 Realizar visitas a los lugares de trabajo para comprobar el estado de las condiciones de trabajo.
 Recabar del empresario la adopción de medidas preventivas.
 Proponer al órgano de representación de los trabajadores la adopción del acuerdo de paralización de
actividades (artículo. 21.3, LPRL).

8.2. El Comité de Seguridad y Salud


De acuerdo con la LPRL, todas las empresas o centros de trabajo que cuenten con 50 o más
trabajadores deberán constituir un Comité de Seguridad y Salud (artículo 38 LPRL).
Este órgano, fundamentalmente consultivo y de participación paritaria, estará formado por los Delegados
de Prevención (tantos como le corresponda de acuerdo con los trabajadores que tenga la empresa), de
una parte, y por el empresario y/o sus representantes en número igual al de los Delegados de
Prevención, por la otra.
Son competencias y facultades del Comité de Seguridad y Salud:
 Participar en la elaboración, puesta en práctica y evaluación de los planes y programas de
prevención de riesgos en la empresa.
 Promover iniciativas sobre métodos y procedimientos para la efectiva prevención de los riesgos.
Además el Comité está facultado para:
 Conocer directamente la situación relativa a la prevención de riesgos en el centro de trabajo.
 Conocer la documentación e informes relativos a las condiciones de trabajo.
 Conocer y analizar los daños producidos en la salud o en la integridad física de los trabajadores,
valorando sus causas y proponiendo medidas preventivas.
 Conocer e informar la memoria y programación anual de servicios de prevención.
8.3. Documentación del sistema de gestión
La documentación propia del sistema de gestión de la prevención se estructura en los siguientes
documentos:

● El Plan de prevención de riesgos laborales, formado a su vez por:

 El Manual de prevención de riesgos laborales, que describe el sistema de gestión de la prevención


de riesgos laborales adoptado por la organización.
 Los procedimientos del sistema de gestión, que describen las distintas actividades que se
especifican en el Manual.
 Las instrucciones operativas, que permiten desarrollar con detalle algún aspecto de los
procedimientos.
 Los registros, documentos que reflejan las actividades realizadas o los resultados obtenidos.
De esta manera, se da cumplimiento a los preceptos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que
obliga a elaborar y conservar a disposición de la autoridad laboral la siguiente documentación:
 Plan de prevención.
 Evaluación de riesgos.
 Planificación de la actividad preventiva.
 Medidas de prevención y protección a adoptar.

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 Resultados de los controles periódicos de las condiciones de trabajo.


 Prácticas de los controles del estado de salud de los trabajadores y las condiciones de los mismos
 Relación de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales con baja superior a un día.
Excepto el Plan de Prevención, el resto de documentos estaría incluido en los registros anteriormente
citados.
En el momento de cese de su actividad, las empresas deberán remitir a la autoridad laboral la
documentación antes mencionada.

9. Auditoria
Es una herramienta del sistema de gestión que sirve para la evaluación sistemática, documentada,
periódica y objetiva de la eficacia, efectividad y fiabilidad del sistema de gestión.
Las auditorias permiten conocer si el sistema de gestión de riesgos laborales es adecuado para alcanzar
la política y los objetivos de la organización en esta materia.
Existen dos modalidades de auditorias, las externas y las internas. Las auditorias externas son
realizadas por personal externo a la empresa y las internas por el propio personal, pero ambas tienen el
mismo objetivo, el descrito anteriormente.

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Autoevaluación capítulo 9

1. ¿QUIÉN DEBE INCLUIR LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN TODAS LAS


ACTIVIDADES QUE REALICEN?
a. Únicamente el empresario.
b. Únicamente los delegados de prevención.
c. Todos los niveles jerárquicos de la empresa.
2. ¿CUÁL ES EL ELEMENTO FUNDAMENTAL EN QUE SE BASA LA GESTIÓN DE LA
PREVENCIÓN EN LA EMPRESA?
a. La evaluación de riesgos.
b. El plan de prevención.
c. La planificación de las actividades preventivas.
3. EL EMPRESARIO DEBERÁ CONSTITUIR UN SERVICIO DE PREVENCIÓN PROPIO
CUANDO:
a. Se trate de empresas con más de 500 trabajadores.
b. Lo decida el Comité de Seguridad y Salud.
c. No existan técnicos en prevención de riesgos laborales en la empresa.
4. LA EVALUACIÓN DE RIESGOS:
a. Valora y prioriza los riesgos existentes en la empresa y propone las medidas preventivas a adoptar.
b. Sirve, únicamente, para identificar los riesgos existentes en la empresa.
c. Cuantifica los accidentes que se han producido en la empresa.
5. LOS DELEGADOS DE PREVENCIÓN...
a. Deben realizar las evaluaciones de riesgos en la empresa.
b. Son designados por el empresario para realizar tareas preventivas.
c. Colaboran en la mejora de la acción preventiva dentro de la empresa.
6. EL COMITÉ DE SEGURIDAD Y SALUD LO FORMAN...
a. Todos los miembros del Comité de empresa y, en igual número, los representantes que designe la
empresa.
b. Los delegados de prevención y los representantes de la empresa, a partes iguales.
c. Únicamente los delegados de prevención.
7. TODA EMPRESA DEBERÁ MANTENER UN CONJUNTO DE DOCUMENTOS INTERNOS
RELATIVOS A LA SEGURIDAD...
a. Que deberán estar a disposición de la autoridad laboral.
b. Entre los que se encuentran la evaluación de riesgos y las prácticas en los controles del estado de
salud de los trabajadores.
c. Las respuestas a) y b) son correctas.

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Capítulo 10. Medicina del Trabajo


1. ¿Qué es la medicina del trabajo?
La Medicina del Trabajo es la especialidad médica que tiene como objeto la prevención de las
enfermedades profesionales y las relacionadas con el trabajo y la promoción de la salud de los
trabajadores, asegurando y fomentando su bienestar físico y mental.
Es una pieza clave de la prevención de riesgos laborales, se ejerce en muy diversos ámbitos,
principalmente en los servicios de prevención de riegos laborales de las empresas, propios o ajenos,
formando parte de un equipo interdisciplinar con el resto de las disciplinas técnicas, como son la Higiene
Industrial, la Seguridad y la Ergonomía y Psicosociología aplicada, aunque también en servicios
asistenciales de Mutuas, en Unidades de Salud Laboral de la Administración, etc.

2. Funciones y objetivos de la medicina del trabajo


Las funciones y objetivos de la medicina del trabajo son:
 Vigilancia de la salud
 Promoción de la salud
 Prevención
 Asistencia urgente
 Pericial

Vigilancia de la salud:

Es el conjunto de actividades sanitarias cuyo objetivo es la identificación y detección precoz de daños


producidos por los riesgos presentes en el puesto de trabajo o que hacen a los trabajadores más
sensibles a los riesgos, así como promover medidas de adecuación del trabajo al trabajador con un
problema de salud, mediante procedimientos de recogida sistemática y análisis de información tanto a
nivel individual como colectivo. Tradicionalmente la vigilancia de salud individual se viene realizando a
través de los reconocimientos médicos específicos, en función de los riesgos inherentes al puesto de
trabajo. Constituye la actividad principal del personal sanitario de los servicios de prevención.

Promoción de la salud:

Es el conjunto de actividades cuyo objetivo es mejorar el nivel de salud de los trabajadores mediante
intervenciones destinadas a capacitarlos para incrementar el control sobre su salud y mejorarla, tanto a
los riesgos laborales como a los extra-laborales. Fomentar conductas, hábitos, consumos y estilos de
vida que contribuyan a la creación de entornos saludables

Prevención:

Es el conjunto de actividades cuyo objetivo es minimizar o reducir los riesgos laborales mediante
intervenciones colectivas o personales. Indicando la adaptación de las condiciones de trabajo a los
trabajadores en general y a los susceptibles en particular, informando y formando sobre los riesgos
laborales para la salud y las medidas preventivas necesarias, indicando la inmuno-quimioprofilaxis
(vacunas) necesaria frente a riesgos laborales biológicos, etc

Asistencia urgente:

Es el conjunto de actividades cuyo objetivo es el manejo clínico y laboral de los trabajadores con un
problema de salud, principalmente aquél relacionado con las condiciones de trabajo, cuando los recursos
sanitarios estén presentes en la empresa.

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Pericial:

Es el conjunto de actividades cuyo objetivo es identificar, cuantificar y valorar las secuelas de los daños a
la salud relacionadas con el trabajo y su impacto sobre la capacidad para trabajar con el fin de
compensar social y económicamente al trabajador.
Otras actividades realizadas de forma transversal son la gestión, la investigación y la docencia.

3. Vigilancia de la salud
La Vigilancia de la Salud y el desarrollo de las actividades propias de la disciplina de Medicina del
Trabajo se hallan reguladas por dos disposiciones principales: la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos
Laborales y el Reglamento de los Servicios de Prevención
Según estas disposiciones:
 El empresario debe garantizar la Vigilancia de la salud periódica de la salud en función de los riesgos
inherentes al trabajo que se realiza.
 La vigilancia de la salud debe estar planificada como el resto de las actividades de prevención y
debe formar parte del plan de actividades preventivas a realizar en las empresas.
 Será voluntaria como norma general y se realizará cuando el trabajador preste su consentimiento.
De este carácter voluntario sólo se exceptuarán los casos en los que la realización de los
reconocimientos médicos sea imprescindible para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo
sobre la salud de los trabajadores o para verificar si el estado de salud del trabajador puede
constituir un peligro para el mismo, para los demás trabajadores o para otras personas relacionadas
con la empresa o cuando así esté establecido en una disposición legal en relación con la protección
de riesgos específicos y actividades de especial peligrosidad.
 Los reconocimientos médicos se realizarán al inicio de la actividad laboral antes de la exposición a
los riesgos, de forma periódica, en función de la capacidad de provocar daños y en función del
estado de salud del trabajador, y tras una ausencia prolongada del trabajador por motivos de salud,
a los solos efectos de valorar un posible origen laboral y posibles secuelas que puedan convertirlo en
especialmente sensible a los riesgos de su puesto de trabajo y establecer medidas preventivas para
su protección, realizándose las pruebas que causen las menores molestias al trabajador y que sean
proporcionales al riesgo.
 Se respetará la intimidad, la dignidad y la confidencialidad de toda la información relacionada con el
estado de salud de los trabajadores y no se podrán utilizar los datos relativos a la vigilancia de la
salud con fines discriminatorios ni en perjuicio del trabajador.
 Los resultados de la vigilancia se comunicarán a los trabajadores afectados, y el acceso a la
información médica de carácter personal se limitará al personal médico y a las autoridades sanitarias
que lleven a cabo la vigilancia de la salud de los trabajadores, sin que pueda facilitarse al empresario
o a otras personas sin consentimiento expreso del trabajador.
No obstante lo anterior, el empresario y las personas u órganos con responsabilidades en materia de
prevención serán informados de las conclusiones que se deriven de los reconocimientos efectuados en
relación con la aptitud del trabajador para el desempeño del puesto de trabajo o con la necesidad de
introducir o mejorar las medidas de protección y prevención, a fin de que puedan desarrollar
correctamente sus funciones en materia preventiva.
El personal sanitario responsable de la vigilancia de la salud se encarga de analizar los resultados de los
reconocimientos médicos con criterios epidemiológicos, colaborando con el resto del equipo del Servicio
de Prevención para investigar posibles relaciones entre la exposición a dichos riesgos y los daños a la
salud, así como proponer medidas encaminadas a mejorar las condiciones. Las conclusiones del análisis
y las recomendaciones que el servicio de prevención estime oportunas se harán llegar a la empresa para
su implantación.

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Autoevaluación capítulo 10

1. QUÉ TIPO DE RECONOCIMIENTOS MÉDICOS SE DEBEN EFECTUAR PARA


GARANTIZAR LA VIGILANCIA DE LA SALUD DE LOS TRABAJADORES?

a. Reconocimientos de tipo general e inespecífico siempre que el trabajador lo solicite.


b. Reconocimientos médicos previos a la contratación en la empresa y luego cuando el médico de
empresa lo solicite.
c. Reconocimientos específicos, con la periodicidad que exijan los riesgos del trabajo realizado.

2. LA VIGILANCIA DE LA SALUD ES UNA PARTE DE LA MEDICINA DEL TRABAJO QUE


TIENE COMO OBJETO ASEGURAR LA PROTECCIÓN DE LOS TRABAJADORES EN EL
TRABAJO. QUIEN DEBE GARANTIZARLA?

a. El médico de la empresa o de la mutua en caso de no existir el de la empresa.


b. El empresario
c. El trabajador

3. LOS RECONOCIMIENTOS MÉDICOS SON LA PRINCIPAL HERRAMIENTA DE:

a. La vigilancia de la salud individual


b. La promoción de la salud
c. La vigilancia de la salud colectiva

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Capítulo 11. Planes de Autoprotección


1. Introducción
En la actividad laboral de una empresa se pueden presentar circunstancias inesperadas y súbitas que
tengan como consecuencia la aparición de situaciones de peligro para los trabajadores y, en ciertos
casos, la población externa. Todo ello va unido a un riesgo de daño a las instalaciones y al medio
ambiente. Cuando ocurre alguna de estas circunstancias, se dice que hay una situación de
emergencia.
Aquellas empresas que por el tipo de actividad que desarrollen y por las sustancias peligrosas que
utilicen, supongan un grave riesgo de catástrofe para las personas, el medio ambiente y los bienes,
dispondrán de un plan de autoprotección específico, según normativa sectorial de Accidentes Graves.
Según establece la Ley de Prevención de Riesgos Laborales el empresario debe analizar las posibles
situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias para evitar sus consecuencias,
fundamentalmente en relación con los primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los
trabajadores. Para ello, el empresario deberá designar y formar al personal encargado de poner en
práctica dichas medidas y comprobarlas periódicamente.
Se entiende por plan de autoprotección aquél que establece los recursos humanos y materiales que
deben emplearse para combatir una emergencia, así como la forma de hacerlo.
Los objetivos del Plan de Autoprotección son:
a) Desalojar a los ocupantes de los locales siniestrados o mantenerlos en ellos, sin que sufran ningún
daño corporal ni sean afectados por el pánico.
b) Disponer de personal organizado, formado y adiestrado en las acciones a emprender para el control
o mitigación de las situaciones de emergencia (incendios, fugas, derrames nocivos, explosiones,
etc.).
Hasta el momento se ha considerado cualquier tipo de emergencia: incendios, explosiones,
fugas, derrames de productos peligrosos, etc. A partir de ahora nos centraremos en las
emergencias provocadas por INCENDIOS.

2. Clasificación de las emergencias


Las emergencias se clasifican, en función de las dificultades existentes para su control y sus posibles
consecuencias, en:
 Conato de emergencia: El fuego puede ser controlado y dominado, de forma sencilla y rápida, por
el personal con los medios de protección del local, dependencia o sector.
 Emergencia parcial: Para dominar el fuego se hace necesaria la actuación de los equipos de
actuación. Los efectos de la emergencia parcial quedan limitados a un sector, y no afectarán a otros
sectores ni personas.
 Emergencia general: Accidente que precisa la actuación de todos los equipos y medios de
protección del establecimiento y la ayuda de medios de salvamento y socorro externos. Implica la
evacuación de personas de determinados sectores.
Tanto en la emergencia parcial como en la general, los equipos de emergencia intervendrán
emprendiendo las primeras acciones de salvamento y extinción.

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3. Equipos y Cargos en emergencia


Los equipos y cargos en emergencia son aquellos a los que se les asigna unas funciones a realizar
directamente sobre la situación de emergencia generada, bien para intervenir, bien para la gestión de la
misma. Pueden ser diferentes según las características del centro de trabajo, aunque los más habituales
son los siguientes:
 Jefe de emergencia
Es el máximo responsable durante la emergencia. Desde un puesto de mando (o centralita), y en
función de la información que le facilite el jefe de intervención sobre la evolución de la emergencia,
enviará ayuda interna o solicitará ayuda al exterior.
 Jefe de intervención
Valorará la emergencia y asumirá la dirección y coordinación de los equipos de intervención.
 Equipo de primera intervención
Sus componentes, con formación y entrenamiento adecuados, acudirán al lugar donde se ha
producido la emergencia con el objeto de intentar su control.
 Equipo de segunda intervención
Actuarán cuando, dada su gravedad, la emergencia no pueda ser controlada por el equipo de
primera intervención.
 Equipo de primeros auxilios
Sus componentes prestarán los primeros auxilios a los lesionados por la emergencia.
 Equipo de alarma y evacuación
Sus componentes realizan acciones encaminadas a garantizar que se ha dado la alarma y a
asegurar una evacuación total y ordenada de sus sectores.
 Equipo de apoyo
El Equipo de apoyo es aquél que se encargará de realizar tareas complementarias, como pueden
ser: desconectar el suministro eléctrico, parada de maquinaria, cierre de puertas cortafuego, etc.
A continuación se presenta un posible organigrama de la organización en emergencia. Cada centro de
trabajo, en función de las actividades que desarrolle, de los materiales que utilice, de los turnos, etc
adaptará dicha organización:

Jefe de Emergencia

Equipo Primeros Auxilios

Equipo de Alarma y
Evacuación

Jefe de Intervención

Equipo de 1º Equipo de 2º Equipo de Apoyo


Intervención Intervención

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4. Acciones de los equipos de emergencia


Son cuatro las acciones principales de los equipos de emergencia que permiten reducir las
consecuencias del incendio.
 La alerta, que de forma rápida pone en acción a los equipos de intervención.
 La alarma, para la evacuación de los ocupantes.
 La intervención, para el control del incendio.
 El apoyo, para la recepción, información y colaboración con el Cuerpo de Bomberos.
Puesto que el Plan de Autoprotección deberá organizar los medios humanos y materiales en caso de
emergencia, es importante definir las actuaciones de los miembros de los equipos de emergencia.
Estas actuaciones están recogidas en el plan de actuación ante emergencias, que comprende diferentes
aspectos, principalmente: Detección, Alerta y Mecanismos de Alarma, Mecanismos de respuesta frente a
la emergencia (intervención y primeros auxilios) y, Evacuación y/o Confinamiento.

4.1. Detección y Alerta


Se inicia en el momento de la detección del fuego. Esta detección puede ser VISUAL o AUTOMÁTICA.
Si es VISUAL, el medio de transmisión en caso de incendio puede ser, por ejemplo:
 Teléfono, con extensión exclusiva de emergencia.
 Red de radiotransmisores.
 Pulsadores de alarma, entre otros.
En el caso de la detección automática, la instalación cuenta con una red de detectores, que envían la
señal de incendio hasta el puesto de mando o centralita.
Sea cual sea el sistema de detección, una vez haya llegado la señal a la centralita, la persona allí
presente debe avisar a los equipos de emergencia, para que, según la sistemática de actuación
establecida, entren en acción.

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Detección del fuego

Visual Automática

Centralita

Aviso cargos y equipos


de actuación

Actuación frente a la
emergencia

Cese de la comunicación de la
emergencia

4.2. Mecanismos de respuesta frente a la Emergencia


Una vez declarado el estado de emergencia, el jefe de intervención se reunirá con los miembros del
equipo de intervención en el lugar del incendio. En ese momento, tendrá que valorar la magnitud del
fuego, y decidir si puede extinguirlo con sus medios, o necesitarán la ayuda de los Bomberos.
Si avisa a los Bomberos, un miembro de la brigada se encargará de recibirles con una copia del plan de
emergencia, SOBRE TODO, CON LA PLANIMETRIA ACTUALIZADA.
Si se ataca el fuego con los medios propios, el jefe de emergencia asignará las tareas y, si la situación lo
requiere, avisará a la ambulancia, ordenará el abandono de las tareas de extinción y la evacuación del
personal de la empresa.
Durante todo el tiempo que dure la respuesta frente a la emergencia, el jefe de intervención se
mantendrá en continuo contacto con la persona que esté de guardia en la centralita, para poder avisarle
de cualquier problema.

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Estado de emergencia

Equipos actuación
hacia el lugar del
siniestro

Análisis de la magnitud
del siniestro

Extinción con medios


Aviso bomberos
propios

Asignación de misiones

Llegada bomberos

Extinción

No Sí

Equipos de Actuación Orden de evacuación Fin tareas de extinción


a las órdenes de
bomberos

4.3. Evacuación y/o Confinamiento


La Evacuación y/o Confinamiento se inicia a partir del momento que se desencadena la alarma general,
ordenada por el jefe de emergencia.
Los miembros del equipo de alarma y evacuación serán avisados con los medios que disponga la
empresa.
La persona que esté de guardia ordenará, previo aviso del jefe de emergencia, la evacuación del
personal de un sector o de toda la empresa mediante el sistema de megafonía (si se dispone de éste) o
bien, en su caso, el confinamiento en el recinto definido por el Jefe de Emergencia.
Todos deben acudir a un punto de reunión previamente conocido por todo el personal de la empresa.
Allí, los responsables de evacuación controlarán que todas las personas han sido evacuadas. De la
misma forma, en caso de confinamiento, se acudirá al recinto de confinamiento donde los responsables
de evacuación controlarán que está todo el personal (propio y externo).
Cada responsable de la evacuación tendrá a su cargo un sector de la empresa, y deberá controlar que
los ocupantes se dirijan hacia las salidas más cercanas y que nadie se quede rezagado. Cuando
previsiblemente hayan evacuado todas las personas, realizará una última inspección, deteniéndose en
ciertos lugares, como vestuarios, lavabos y duchas, y cerrará las puertas y ventanas. Una vez finalizada

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la inspección, se comunicarán con el supervisor encargado del control de personal evacuado para saber
si falta alguien por salir.
Al finalizar su misión, los responsables de evacuación se lo comunicarán al jefe de emergencia.
Es importante subrayar que para una correcta evacuación es imprescindible la elaboración de carteles y
planos con los itinerarios de evacuación para colocar en lugares estratégicos.
Una vez finalizado el estado de emergencia, el jefe de emergencia realizará una investigación de lo
ocurrido y convocará una reunión extraordinaria con los miembros de los equipos de emergencia, para
analizar las causas del incendio y estudiar la adopción de medidas que eviten tales situaciones de
emergencia.

Alarma general

Control del personal evacuado o


dirigido al recinto de confinamiento

Aviso de evacuación/confinamiento
al personal

Inspección final

Reunión Equipos Actuación

Fin evacuación/confinamiento

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5. Actuación del personal del centro de trabajo


A continuación se presentan las instrucciones a seguir por todo el personal del centro de trabajo en caso
de incendio:

Instrucciones en caso de emergencia

Cómo evitar incendios


 Utilice los ceniceros. No abandone cigarros encendidos (si se permite fumar en
alguna de las áreas exteriores del centro de trabajo).
 No vierta el contenido de los ceniceros en las papeleras
 No fume en lugares donde está prohibido
 No acerque focos de calor intensos a materiales combustibles
 No sobrecargue las tomas de corriente conectando varios aparatos a la misma toma
 Inspeccione su puesto de trabajo al final de la jornada y no deje aparatos eléctricos
encendidos
Si descubre un incendio

 Mantenga la calma. No corra


 Dé la alarma a otro compañero, avise por teléfono a centralita o active el pulsador
de alarma
 Bajo ningún concepto ponga en peligro su integridad física
 Si cree posible la extinción del incendio, utilice los extintores a su disposición
actuando con otra persona
 Permanezca en su puesto de trabajo a la espera de instrucciones
Si recibe la orden de evacuación

 Prepárese para abandonar el edificio o nave:


• Lleve consigo su documentación
• Desconecte todos los aparatos a su cargo
 Desaloje el edificio o nave:
• Hágalo con rapidez pero sin correr
• No retroceda a recoger objetos personales
• No utilice los ascensores
 Abandone el edificio o nave y diríjase al punto de reunión
Si recibe la orden de confinamiento

 Prepárese para confinarse en uno de los recintos del edificio o nave:


• Lleve consigo su documentación
• Desconecte todos los aparatos a su cargo
 Desaloje su puesto de trabajo:
• Hágalo con rapidez pero sin correr
• No retroceda a recoger objetos personales
• No utilice los ascensores
 Diríjase hacia el recinto de confinamiento

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6. Datos informativos básicos


En la lucha contra el fuego, es imprescindible una organización eficaz de las acciones a emprender
cuando éste se inicia. No basta con disponer de los medios de extinción adecuados y colocados en
lugares idóneos, sino que se precisa una actuación eficaz y rápida por parte del personal.
Todo plan de autoprotección deberá contar con un puesto ocupado permanentemente, también
denominado centro de alarmas y seguridad, que dispondrá de:
 Sistema de comunicación interior.
 Teléfono con línea exterior.
 Listado con los siguientes números de teléfono:
• Bomberos.
• Ambulancia.
• Hospital más próximo.
• Jefe de emergencia.
• Director.
• Otros teléfonos de interés.
• Plano detallado de la ubicación de la empresa y de sus vías de acceso.
• Plano con la indicación de la situación de las medidas de prevención y de extinción de
incendio, y de la disposición de las vías de evacuación.

7. Implantación del plan de autoprotección


Para la aplicación de un plan de autoprotección, es precisa la participación de todo el personal de la
empresa: directivos, técnicos, mandos intermedios y trabajadores.
Después de que el personal cualificado haya elaborado el plan de actuación, es importante efectuar una
labor informativa. Para ello, se efectuarán reuniones, a las que asistirán todos los empleados de la
empresa, en las que se explicará el plan de autoprotección y se les entregará un folleto con las
consignas generales. Estas consignas deberán incluir:
 Las precauciones a adoptar para evitar las causas que puedan originar un incendio.
 La transmisión de la alarma en caso de emergencia.
 La información sobre lo que se debe hacer y no hacer en caso de emergencia.
 Las instrucciones a seguir en caso de evacuación/confinamiento.
Los miembros integrantes de los equipos de emergencia recibirán la formación y el adiestramiento
preciso para garantizar una acción efectiva en caso de emergencia. Se programará un curso de
formación una vez al año, como mínimo.
En las instalaciones de la empresa se colocarán carteles con consignas para informar al personal y
posibles visitantes sobre las actuaciones, así como planos de situación ("Vd. está aquí") para facilitar la
evacuación.
Una vez al año, como mínimo, se realizará un simulacro de emergencia, del que se deducirán las
conclusiones precisas encaminadas a lograr una mayor efectividad en caso de emergencia.
Dichos simulacros se realizarán de forma progresiva. Es decir, se empezará por simulacros "parciales"
que sólo afecten a una parte de la empresa, avisando al personal del día y hora de realización.
Posteriormente, se irán realizando simulacros más complejos, que abarquen toda la empresa y sin previo
aviso del día y de la hora de realización.
A partir de los simulacros se deducirán las conclusiones precisas para subsanar posibles puntos críticos
en caso de emergencia real (comunicación de la alarma, salidas de emergencia, etc.).

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Autoevaluación capítulo 11

1. UNA DE LAS FINALIDADES DE UN PLAN DE AUTOPROTECCIÓN ES...


a. Conocer el funcionamiento de los medios de protección existentes en la empresa.
b. Proteger la integridad física de las personas.
c. Evaluar el riesgo de incendio de la empresa según establece la normativa vigente.
2. UNA SITUACIÓN DE EMERGENCIA QUE NO PUEDE SER NEUTRALIZADA DE
INMEDIATO Y QUE OBLIGA A SOLICITAR LA AYUDA DE LOS EQUIPOS DE LUCHA
CONTRA EL FUEGO DE LA PROPIA EMPRESA, SE DEFINE COMO...
a. Un conato de emergencia.
b. Una emergencia parcial.
c. Una emergencia general.
3. EL GRUPO DE TRABAJADORES CON FORMACIÓN Y ENTRENAMIENTO
SUFICIENTEMENTE INTENSIVO PARA LA LUCHA CONTRA CUALQUIER TIPO DE
EMERGENCIA, SE DENOMINA:
a. Equipo de Segunda Intervención.
b. Equipo de Alarma y Evacuación.
c. Equipo de Primeros Auxilios.
4. EN CASO DE INCENDIO EN SU EMPRESA, ¿CÓMO ACTUARÍA?
a. Abriría las puertas y ventanas para que el viento ayudara a extinguir el incendio.
b. Actuaría por cuenta propia.
c. Primeramente avisaría del incendio al centro de alarmas y seguridad y seguidamente actuaría,
siempre acompañado.
5. SI SE ENCUENTRA EN UNA SALA LLENA DE HUMO, ¿CÓMO ACTUARÍA?
a. Saldría corriendo lo más rápido posible.
b. Utilizaría los extintores que estuvieran a su disposición y encendería las luces para poderse orientar.
c. Se arrojaría al suelo y saldría de la sala a gatas, tapándose la boca y la nariz con un pañuelo.
6. LOS SIMULACROS DE EMERGENCIA...
a. No deben realizarse, puesto que generan pánico en los ocupantes de los edificios.
b. Son ensayos de actuaciones en supuesto de emergencia, que se deberán realizar un mínimo de una
vez al año.
c. Son situaciones de emergencia donde se provoca un incendio real para observar el comportamiento
de los ocupantes de los edificios.
7. ¿EN QUÉ TIPOS DE FUEGO NO DEBERÁ EMPLEARSE NUNCA AGUA PARA
SOFOCARLOS?
a. Fuegos en presencia de tensión eléctrica.
b. Fuegos producidos por madera, cartón, papel.
c. Ninguna de las anteriores son correctas.

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Capítulo 12. Primeros auxilios


1. Introducción
De la rapidez y de la calidad de los primeros auxilios recibidos, dependen, en buena medida, el estado y
la evolución de las lesiones derivadas de un accidente.
Así se considera en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en cuyo Capítulo III, artículo 20,
establece como obligación del empresario el análisis de las posibles situaciones de emergencia y, entre
otras materias, la adopción de las medidas de primeros auxilios necesarias.
Medidas que han de concretarse de la siguiente manera:
 Designación del personal encargado de poner en práctica dichas medidas.
 Comprobación periódica del correcto funcionamiento de dichas medidas.
 En relación con el personal citado y en función de los riesgos se deberá asegurar una
formación adecuada, el número suficiente y proporcionar-les el material adecuado.
 Organización de las relaciones que sean necesarias con servicios externos para garantizar la
rapidez y eficacia de las actuaciones.

2. ¿Qué son los primeros auxilios?


Entendemos por primeros auxilios el conjunto de técnicas y actuaciones que permiten la atención
inmediata de un accidentado o enfermo repentino, en el mismo lugar de los hechos, hasta que se pueda
obtener la asistencia médica profesional, evitando agravar o empeorar las lesiones que haya sufrido,
haciendo aquello de lo que estemos totalmente seguros.
A la persona capacitada para aplicar estas técnicas, la llamaremos socorrista.

3. Consejos generales sobre primeros auxilios


Ante un accidentado, la actitud del socorrista es decisiva. Existen 10 consideraciones que el socorrista
debe tener en cuenta, siempre, como actitud a mantener ante los accidentes.
Asumir estos 10 consejos nos permitirá evitar cometer los errores más habituales en la atención de
accidentados y, con ello, conseguir no agravar sus lesiones. Por ello, recomendamos leer detenidamente
cada uno de estos consejos:

1. Conservar la calma

No perder los nervios es básico para poder actuar de forma correcta y así evitar errores irremediables.

2. Evitar aglomeraciones

No se debe permitir que el accidente se transforme en espectáculo. Si evitamos la “histeria” colectiva, se


facilita la actuación del socorrista.

3. Saber imponerse

Es preciso hacerse cargo de la situación y dirigir la organización de los recursos disponibles y la


posterior evacuación del herido.

4. No mover al herido

Como norma básica y elemental, nunca se debe mover a nadie que haya sufrido un accidente hasta
estar seguros de que se pueden realizar movimientos sin riesgo de empeorar las lesiones ya existentes.

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No obstante, existen situaciones en las que la movilización debe ser inmediata: cuando las condiciones
ambientales así lo exijan o bien cuando el socorrista estime que se deba realizar la maniobra de
reanimación cardio-pulmonar.

5. Examinar al herido

Se debe efectuar una evaluación inicial del paciente valorando de forma global su estado para
determinar el alcance de las lesiones y permitir priorizar la actuación adoptando las medidas necesarias
en cada caso. Se realizará en el lugar de los hechos y en dos fases.
Una valoración primaria consistente en identificar las situaciones que pueden amenazar de forma
inmediata la vida del accidentado, y posteriormente una valoración secundaria para identificar aquellas
lesiones que pueden esperar la llegada de los servicios médicos profesionales.

6. Tranquilizar al herido

Los accidentados suelen estar asustados, desconocen las lesiones que sufren y necesitan a alguien en
quien confiar en esos momentos de angustia.
Es función del socorrista el ofrecer esa confianza y mejorar el estado anímico del lesionado.

7. Mantener al herido caliente

Cuando el organismo humano recibe una agresión, se activan los mecanismos de autodefensa que
implican, en muchas ocasiones, la pérdida de calor corporal. Esta situación se acentúa cuando existe
pérdida de sangre, que es la que mantiene la temperatura interna del cuerpo.

8. Avisar a personal sanitario

Este consejo o recomendación se traduce como la necesidad de pedir ayuda, con rapidez, a fin de
establecer un tratamiento médico Io más rápidamente posible.

9. Traslado adecuado

Según las lesiones que presente el accidentado, la posición de espera y traslado variará.
Es importante acabar con la práctica habitual de la evacuación en coche particular, ya que si la lesión es
vital, no se puede trasladar y se debe atender in situ, y si la lesión no es vital, quiere decir que puede
esperar la llegada de un vehículo (ambulancia) debidamente acondicionado.

10. No medicar
Esta facultad es exclusiva del médico.
RECORDAR
Ante un accidente:
 No perder los nervios.
 No mover al herido a menos que sea necesario (ver consejo nº 4).
 Efectuar la evaluación primaria (ver consejo nº 5).
 Avisar.
 Abrigar.

En ocasiones la actuación del socorrista debe limitarse sólo a tranquilizar al herido y no hacer nada ni
dejar hacer nada a los presentes hasta que llegue un médico o en su defecto la ambulancia.

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4. Activación del sistema de emergencia (conducta P.A.S)


La rápida actuación ante un accidente puede salvar la vida de una persona o evitar el empeoramiento de
las posibles lesiones que padezca.
Ante cualquier accidente debemos recordar la palabra P.A.S., que está formada por las iniciales de tres
actuaciones clave para empezar a atender al accidentado:
 Proteger.
 Avisar.
 Socorrer.
Veamos a continuación cómo hemos de actuar en cada caso:

Proteger

Antes de actuar, asegurarnos de que tanto el accidentado como nosotros estamos fuera de todo peligro.
Por ejemplo, en un ambiente tóxico, no atenderemos al intoxicado sin antes proteger nuestras vías
respiratorias (uso de máscaras con filtros adecua-dos), o ventilar el lugar, pues de Io contrario nos
exponemos a accidentarnos también.
En casos de electrocución debemos protegernos antes de hacer nada.

Avisar

Siempre que sea posible avisaremos a los servicios sanitarios (médico, ambulancia...) de la existencia
del accidente, así activamos el Sistema de Emergencia. Inmediatamente después comenzaremos a
actuar mientras esperamos la ayuda.
Es muy importante dar la alerta de forma correcta y estructurada. Para ello se debe tener muy claro:
 quién tiene que avisar,
 cómo tiene que dar el mensaje (qué comunicar), y
 a quién debe dar el mensaje.
Ya que, muchas veces, un error en la forma de alertar implica la pérdida de la vida del accidentado, por
retraso o por mala interpretación del mensaje.
El mensaje o comunicación deberá ser claro y se indicará:
 el lugar exacto del accidente,
 el tipo de accidente y circunstancias del mismo, y
 el número de heridos y su estado aparente.
Teléfonos de emergencia
 Servicios de Emergencia Médica.
 Ambulancia.
 Hospital.
 Bomberos.
 Policía.
 Protección civil.
 Instituto Nacional de Toxicología.
 Mutua de AT y EP.

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Socorrer

Una vez protegidos y avisada la emergencia, actuaremos sobre el accidentado o accidentados,


extremando las precauciones al manejar a la víctima hasta que sepamos con exactitud lo que tiene, para
evitar causar daños mayores empeorando su estado.
Si hay varias víctimas habrá que priorizar y empezar con la que tenga mayor riesgo vital, valorando las
lesiones mediante una evaluación inicial, empezando por los signos vitales (valoración primaria):
 Conciencia.
 Respiración.
 Circulación.

RECORDAR
 Siempre, y en cualquier tipo de accidente, debemos activar el Sistema de Emergencia.
 La exploración de los signos vitales, debe realizarse por el siguiente orden: Conciencia,
Respiración y Circulación.

5. Eslabones de la cadena de socorro


Entre la víctima y la atención médica especializada pueden intervenir una serie de personas (eslabones)
que deben ser informadas, formadas y entrenadas para asegurar la rapidez y eficacia de la actuación
frente a emergencias.
Entre ellas se encuentran: los testigos, el telefonista de la empresa y el socorrista.

Testigos

Existen tres tipos de posibles testigos de un accidente laboral:


 Testigo ordinario: sin preparación ni formación e influenciable por la emoción y el pánico. No sabe
qué mensaje ha de transmitir y puede olvidar incluso señalar el lugar del accidente.
 Testigo privilegiado: con una formación adecuada, es capaz de hacer una valoración global de la
situación, sabe avisar de forma eficaz y se mantiene tranquilo.
 Testigo profesional: ha sido formado y entrenado específicamente para vigilar, detectar, alertar e
intervenir (delegados de prevención, personal de seguridad, vigilantes de proceso...).
La mayoría de los testigos en la empresa son del tipo ordinario, con lo que la transmisión de la
alerta no estará ni mucho menos asegurada, lo que redundará en retrasos innecesarios,
asistencia inadecuada y, en último extremo, pérdidas humanas.
Entonces ¿a quién hemos de formar?
Sería conveniente que todos y cada uno de los trabajadores estuviera informado (carteles
informativos, charlas informales, folletos explicativos...) sobre lo que en primeros auxilios se
conoce como conducta P.A.S.

Telefonista de la empresa

En algunas empresas un paso obligado para contactar con los servicios externos es el teléfono. Siempre
que exista este eslabón se le deberá incluir en el grupo de testigos privilegiados. De él o de ella depende
la transmisión rápida, correcta y eficaz de la solicitud de ayuda.

Socorrista

No es posible concretar cuántos socorristas se requieren por número de trabajadores. El número


suficiente dependerá de otros muchos factores.

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A modo de guía, a la hora de decidir cuántos socorristas formar, deberemos tener en cuenta:
 El número de trabajadores de la empresa.
 La estructura de la empresa (superficie, naves, plantas...).
 La distribución de los trabajadores en la empresa.
 El tipo de trabajo: riesgos existentes, situaciones de aislamiento, trabajos fuera de la empresa...
 Los turnos de trabajo.
 La distancia (en tiempo real) de los servicios médicos externos.
 Las posibles ausencias por enfermedad, vacaciones...
En todo caso se debería disponer en cualquier momento, en la empresa, de una persona encargada de
la actuación en situaciones de emergencia.

Otros eslabones

Testigo, telefonista y socorrista son eslabones, todos ellos, pertenecientes a la empresa.


El personal de la ambulancia, el equipo médico de urgencias y el personal del hospital son eslabones
externos cuando no pertenecen a la organización de la empresa.
Esta diferencia de ubicación no ha de suponer una traba para una actuación eficaz. Cada uno de ellos ha
de saber quién va después y quién le precede, procurando que la información se transmita de forma
clara y concisa y así facilitar las actuaciones posteriores.

6. Formación en socorrismo laboral


La formación en socorrismo laboral debe gravitar alrededor de las siguientes premisas:
 El socorrista laboral será voluntario.
 El socorrista laboral deberá tener, además de los conocimientos básicos y generales, una formación
específica en relación con los riesgos existentes en la empresa.
 El socorrista laboral deberá recibir periódicamente cursos de reciclaje.
Esta formación se debería dividir en tres grandes bloques temáticos: formación básica, complementaria y
específica.

Formación básica o mínima

El socorrista debe estar capacitado para atender situaciones de emergencia médica tales como: la
pérdida de conocimiento, los paros cardio-respiratorios, la obstrucción de vías respiratorias, las
hemorragias y el shock.
El adiestramiento en estas técnicas precisas es lo más importante; por ello también es recomendable
efectuar reciclajes periódicos que refuercen su dominio por el socorrista.

Formación complementaria

La formación complementaria permite atender situaciones consideradas como urgencias médicas,


siendo éstas las que pueden esperar la Ilegada de los servicios médicos, como por ejemplo: quemaduras
(leves), contusiones, fracturas, luxaciones y esguinces, heridas,...
Formación específica
Atendiendo a los riesgos existentes en la empresa es conveniente tener una formación muy específica.
Por ejemplo, ante el riesgo químico, la formación que debería capacitar al socorrista sería el poder
dominar con soltura las siguientes técnicas: rescate en ambiente tóxico, oxigenoterapia, quemaduras
químicas, intoxicaciones por productos químicos específicos, entre otras.

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RECORDAR
 El socorrista será voluntario, adecuadamente formado y se reciclará periódicamente.
 La formación básica capacita para atender emergencias médicas.
 La formación complementaria capa-cita para atender urgencias médicas.
 La formación específica capacita para atender situaciones concretas en la empresa, según los
riesgos existentes.

7. La evaluación primaria de un accidentado

La evaluación inicial

Una vez activado el Sistema de Emergencia (P.A.S.) y a la hora de socorrer, se debe establecer un
método único que permita identificar las situaciones vitales o de emergencia médica y las de urgencia
médica.

Valoración primaria

Se trata de identificar las situaciones que pueden amenazar de forma inmediata la vida del accidentado.
Para ello es importante conocer que el órgano más delicado del ser humano es el cerebro, cuya función
es coordinar y ordenar el buen funcionamiento del resto del organismo. Si éste falla, el resto del
organismo falla también.
Las células que lo forman (neuronas) son muy delicadas, tanto que su muerte implica la imposibilidad de
regeneración de las mismas. Debe vigilarse y evitarse su lesión.
Las neuronas precisan el oxígeno que transporta la sangre, oxígeno que se adquiere gracias a la
respiración (pulmones) y se transporta por el impulso que realiza el corazón.
Cuando este proceso se detiene, porque la persona no puede respirar o por que el corazón no envía la
sangre al cerebro, éste sufre, se lesiona y muere. Las neuronas pueden soportar esta situación durante 4
minutos sin lesionarse; a partir de ese momento y si no hemos restablecido el proceso, empiezan a morir
de forma progresiva y, transcurridos 4 minutos más, se produce la muerte total del cerebro.
Comprenderemos así por qué delante de un accidentado, sea el que sea, SIEMPRE deberá buscarse las
situaciones que puedan implicar daño cerebral, o lo que es lo mismo, realizar la Valoración primaria o
identificación de signos vitales, mediante el Soporte Vital Básico (S.V.B.).

1. CONCIENCIA:

Comprobar la capacidad de respuesta de la víctima.

2. RESPIRACIÓN:

Debe valorarse si la víctima respira normalmente o no.

3. CIRCULACIÓN:

Si la víctima no respira normalmente se iniciará de inmediato la Resucitación Cardiopulmonar (R.C.P.).


Las HEMORRAGIAS SEVERAS deberán detenerse de inmediato.
Soporte Vital Básico (S.V.B.)
Se refiere al mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea y al soporte de la respiración y de la
circulación, sin utilizar otros dispositivos que no sean de protección.

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1. Reconocimiento precoz de la emergencia y llamada pidiendo ayuda: activación del sistema de


emergencias médicas o sistema local de respuesta de emergencias, por ejemplo “telefonear al 112”. Una
respuesta precoz y efectiva puede prevenir la parada cardiaca.
2. Resucitación Cardiopulmonar (R.C.P.) precoz. La R.C.P. inmediata puede doblar o triplicar la
supervivencia de una parada cardíaca súbita por fibrilación ventricular.

Valoración secundaria

Una vez aseguradas las funciones vitales, nos ocuparemos de otras lesiones (heridas, quemaduras,
fracturas, etc.) y buscaremos las posibles lesiones no aparentes.
Efectuaremos la exploración detallada del accidentado, de una forma reglada, de cabeza a los pies:
cabeza, cuello, tórax, abdomen, extremidades.
El detalle de las actuaciones en socorrismo de este tipo de lesiones se escapa a la intención de este
capítulo, precisando una formación específica en Primeros Auxilios a tal efecto.

8. Soporte vital básico (S.V.B.)


Cuando se detiene la respiración, el corazón puede continuar latiendo durante unos 2 a 5 minutos, y si
no se recupera la respiración el corazón también se detendrá, al no recibir el oxígeno necesario.
En otros casos se parará en primer lugar el corazón, y seguidamente se parará también la respiración.
Esto ocurrirá en 15 ó 30 segundos. Generalmente en casos de ataques cardíacos, hidrocución, shock
eléctrico, etc.

Actuación ante una emergencia

1º PROTEGER

2º AVISAR

3º SOCORRER

 Reconocimiento de signos vitales.


 Secuencia del Soporte Vital Básico (S.V.B.).

Secuencia de acciones del Soporte Vital Básico (S.V.B.)

Recomendaciones sobre resucitación del Consejo Europeo de Resucitación 2005:

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¿Inconsciente?

Grite pidiendo ayuda

Abra la vía aérea

¿No respira normalmente?

Llame al 112

30 compresiones torácicas

2 ventilaciones de rescate
+
30 compresiones torácicas

1. Asegurarse de que usted, la víctima y los demás testigos estén seguros.

2. Comprobar la capacidad de respuesta de la víctima:


 Zarandearlo por los hombros y preguntarle con voz fuerte: “¿Se encuentra bien?”.

3. a: Si responde:
 Dejarlo en la posición en que se encuentra, intentando averiguar qué le ocurre y buscar ayuda
si la precisa. Revalorarlo regularmente.

3. b: Si no responde:
 Gritar pidiendo ayuda, voltear a la víctima sobre su espalda y abrir la vía aérea utilizando la
“maniobra frente-mentón”:
Coloque su mano en la frente de la víctima y extienda la cabeza de ésta hacia atrás
manteniendo el pulgar y el índice libres para tapar la nariz si se requiere ventilación de
rescate. Con la punta de los dedos elevar el mentón para abrir la vía aérea.

4. Manteniendo la vía aérea abierta compro-bando si la víctima respira normalmente (ver, oír y
sentir si existe respiración normal).
 Ver si existe movimiento torácico, oír en la boca de la víctima ruidos respiratorios y sentir el
aire espirado en su mejilla.

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En los primeros minutos después de la parada cardíaca, la víctima puede tener una respiración precaria,
o estar haciendo “boqueadas” ruidosas. No las confunda con la respiración normal. Vea, oiga y sienta
durante no más de 10 segundos para determinar si la víctima está respirando normalmente. Si tiene la
mínima duda de que la respiración sea normal, actúe como si no fuera normal.

5. a: Si la víctima respira normalmente:


 Voltearlo hasta la “posición de recuperación”. Pedir ayuda y comprobar que sigue respirando.

5. b: Si no respira normalmente:
 Envíe a alguien por ayuda o, si se encuentra solo, deje a la víctima y alerte al servicio de
emergencias o ambulancias; regrese y comience las “compresiones torácicas” del siguiente
modo:
• Arrodíllese al lado de la víctima.
• Coloque el talón de una mano en el centro del pecho de la víctima y el talón de su otra
mano sobre la primera entrelazándose los dedos y asegurándose de que no aplica la
presión sobre las costillas de la víctima. No aplique ninguna presión sobre la parte
superior del abdomen o sobre la parte final del hueso del esternón.
• Colóquese vertical sobre el pecho de la víctima y, con sus brazos rectos, comprima el
esternón 4-5 cm.
• Después de cada compresión, y desde la presión del tórax sin perder contacto entre sus
manos y el esternón; repítalo a un ritmo de aproximadamente 100 por minuto (algo
menos de dos compresiones por segundo). El tiempo empleado en la compresión y
descompresión debe ser igual.

6. a: Combine las compresiones torácicas con “ventilaciones de rescate”:


 Después de 30 compresiones abra la vía aérea otra vez, utilizando la “maniobra frente-
mentón”.
 Pince la parte blanda de la nariz, utilizando los dedos índice y pulgar de la mano que tiene
colocada en la frente.
 Permita que la boca esté abierta, pero manteniendo la elevación del mentón.
 Tome una inspiración normal y coloque sus labios alrededor de la boca de la víctima,
asegurándose de que el sello es correcto.
 Insufle aire en la boca del paciente mientras observa que el pecho se eleva, con una duración
aproximada de un segundo, como en una respiración normal; esto es una “respiración de
rescate efectiva”.
 Mantenga la extensión de la cabeza, retire su boca de la de la víctima y observe el pecho
descender al salir el aire.
 Tome otra inspiración e insufle en la boca de la víctima una vez más, para alcanzar un total de
dos respiraciones de rescate. Coloque correctamente de nuevo sus manos sobre el esternón
y dé otras 30 compresiones torácicas.
 Continúe con las compresiones torácicas y ventilaciones de rescate en una relación 30:2.
 Deténgase para reevaluar a la víctima sólo si comienza a respirar normalmente; en otro caso
no interrumpa la resucitación.
Si su ventilación inicial de rescate no hace que el pecho se eleve, entonces, antes de su siguiente
intento:
 Compruebe la boca de la víctima y retire cualquier obstrucción.
 Compruebe nuevamente si la maniobra frente-mentón es correcta.
 No intente más de dos ventilaciones cada vez antes de volver a las compresiones torácicas.

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 Si hay más de un reanimador presente, el otro debe sustituirle cada 1-2 minutos para
prevenir la fatiga. Procure que el retraso sea mínimo en el cambio de reanimadores.
6. b: La R.C.P. con compresiones únicamente (sin ventilaciones), puede usarse de la siguiente
forma:
 Si no puede o no quiere dar ventilación de rescate, administre las compresiones torácicas
únicamente.
 Si únicamente da compresiones torácicas debe hacerlo a una frecuencia continua de 100 por
minuto.
 Deténgase para reevaluar a la víctima sólo si comienza a respirar normalmente; de otro modo
no interrumpa las maniobras de resucitación.
7. Continúe la resucitación hasta que:
 • Llegue ayuda cualificada que lo releve.
 • La víctima comience a respirar normalmente.
 • Usted se agote.

RECORDAR
Un ciclo son “ 30 COMPRESIONES por 2 VENTILACIONES”.
La Resucitación Cardiopulmonar (R.C.P.) se iniciará de forma precoz si la víctima está
inconsciente (no responde) y no respira normalmente.
La ventilación es menos importante que las compresiones torácicas en los primeros momentos.

9. Posición de recuperación
Existen varias variantes de la posición de recuperación. Ninguna es perfecta para todas las víctimas. La
posición debería ser estable, próxima a una posición lateral verdadera con la cabeza pendiente, y sin
presión en el tórax que reduzca la respiración.
Secuencia para colocar a la víctima en posición de recuperación:
 Retire las gafas de la víctima.
 Arrodíllese junto a la víctima y asegúrese de que ambas piernas están alineadas.
 Coloque el brazo más próximo a usted en un ángulo recto al cuerpo con el codo doblado con la
palma de la mano hacia arriba.
 Traiga el brazo más alejado cruzándolo sobre el pecho y sostenga el dorso de la mano contra la
mejilla de la víctima más próxima a usted.
 Con su otra mano, agarre la pierna más alejada justo por encima de la rodilla y tire de ella hacia
arriba, manteniendo el pie en el suelo.
 Manteniendo su mano apretada contra la mejilla, tire de la pierna alejada para hacer rodar la víctima
hacia usted, sobre su costado.
 Ajuste la pierna que queda por encima de modo que la cadera y rodilla estén dobladas ambas en
ángulo recto.
 Extienda la cabeza hacia atrás para asegurarse que la vía aérea permanece abierta.
 Ajuste la mano bajo la mejilla, si es necesario, para mantener la cabeza extendida.
 Compruebe la respiración periódicamente.
 Si la víctima debe ser mantenida en posición de recuperación durante más de 30 minutos, cámbiela
al lado contrario para aliviar la presión sobre el brazo de debajo.

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10. Hemorragias

Hemorragias externas

Son aquéllas en las que la sangre sale al exterior a través de una herida.
Las hemorragias más importantes se producirán en las extremidades, ya que son las partes del cuerpo
más expuestas a traumatismos de tipo laboral y es por donde pasan las arterias de forma más
superficial.
No obstante, los métodos que a continuación explicamos sirven para detener cualquier tipo de
hemorragia, aplicando la lógica según el método, la forma y el lugar en donde se produce la hemorragia;
así por ejemplo, el torniquete sólo se aplicará en caso de hemorragias en extremidades.
Siempre tranquilizaremos a la víctima, protegeremos el lugar de los hechos y evitaremos que el
accidentado permanezca de pie, pues si presenta mareo puede caerse lesionándose.
A fin de controlar y detener la hemorragia utilizaremos siempre tres métodos, por orden progresivo, es
decir: pasaremos al siguiente cuando en el anterior no obtengamos éxito. Estos métodos son los
siguientes:
1º Compresión directa.
Este primer método consiste en efectuar una presión en el punto de sangrado, para ello utilice un apósito
Io más limpio posible (gasas, pañuelo...). Efectuar la presión durante un tiempo mínimo de 10 minutos,
además de elevar el miembro afectado a una altura superior a la del corazón del accidentado.
Transcurrido ese tiempo, se aliviará la presión, pero nunca se quitará el apósito. En caso de éxito se
procederá a vendar la herida y se trasladará al hospital.
RECORDAR
La compresión directa es siempre el primer método para detener hemorragias externas y se
debe mantener durante 10 minutos con la extremidad afectada elevada.
Este método no se puede utilizar en el caso de que la hemorragia la produzca una fractura
abierta de un hueso.

2º Compresión arterial.
Cuando falla la compresión directa, debemos utilizar este segundo método. Su aplicación es más eficaz
en hemorragias de extremidades que en el resto de zonas del cuerpo.
Consiste en encontrar la arteria principal del brazo (humeral) o de la pierna (femoral) y detener la
circulación sanguínea en esa arteria, para conseguir una reducción (no eliminación) del aporte
sanguíneo muy importante.
La arteria humeral tiene su trayecto por debajo del músculo bíceps del brazo, así que el socorrista
deberá comprimir en esta zona con las yemas de sus dedos.
La arteria femoral se comprime al nivel de la ingle o de la cara interna del muslo; para ello debemos
utilizar el talón de la mano o bien el puño, en caso de comprimir en el muslo.
La compresión debe mantenerse hasta la Ilegada de la ambulancia o el ingreso en urgencias
hospitalaria.
RECORDAR
La compresión arterial se efectúa en brazos (arteria humeral) y piernas (arteria femoral). Sería el
primer método a utilizar en caso de que la hemorragia la produzca una fractura abierta de un
hueso.
3º Torniquete.
Este método se utilizará sólo en caso de que los demás no sean eficaces y la hemorragia persista. Su
indicación básica es en amputaciones.

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El torniquete produce una detención de toda la circulación sanguínea en la extremidad, por Io que
conlleva la falta de oxigenación de los tejidos y la muerte de los mismos, formándose toxinas (sustancias
tóxicas) por necrosis y trombos por acumulación plaquetaria.
Condiciones de aplicación:
 En la raíz del miembro afectado.
 Utilizar una banda ancha (5 a 10 cm. de anchura).
 Anotar la hora de colocación.
 Ejercer presión controlada. La necesaria para detener la hemorragia.
 Aflojarlo cada 10 minutos durante el traslado, para permitir la irrigación del miembro afectado y para
observar si la hemorragia continúa o ha cesado. Lo ideal es que lo haga un médico.

RECORDAR
 El torniquete sólo se empleará en caso de que los demás no sean eficaces y la hemorragia
persista.
 Lo ideal es que el torniquete sea aflojado cada 10 minutos por un médico.

Hemorragia interna

Es la que se produce en el interior del organismo, sin salir al exterior, por Io tanto no se ve, pero se
puede detectar porque el paciente presenta signos y síntomas de shock, como por ejemplo: palidez
cutáneo-mucosa, aturdimiento, sudoración fría, pulso rápido y débil y respiración superficial y rápida.
Estos síntomas también pueden aparecer en las hemorragias externas importantes.
Debemos tranquilizar al accidentado, aflojar sus ropas, mantenerlo tumbado y abrigado y elevarle
ligeramente las piernas.
Hemorragias exteriorizadas
Son aquellas hemorragias que, siendo internas, salen al exterior a través de un orificio natural del
cuerpo: oído, nariz, boca, ano y genitales.

Hemorragias de oído

Estas hemorragias que se exteriorizan por el oído se Ilaman otorragias.


Cuando la pérdida de sangre es abundante y previamente ha existido un traumatismo (golpe) en la
cabeza, el origen de la hemorragia suele ser la fractura de la base del cráneo.
En este caso el socorrista debe facilitar la salida de sangre de la cavidad craneal para evitar que
produzca un aumento de la presión endocraneal con lesiones cerebrales irreversibles. Se colocará al
accidentado en posición de recuperación o lateral de seguridad (P.L.S.) con el oído sangrante dirigido
hacia el suelo. Mantendremos un control de los signos vitales y procuraremos la evacuación urgente
hacia un centro sanitario con servicio de neurocirugía.

Hemorragias de nariz

Las hemorragias de nariz se denominan epistaxis. El origen de estas hemorragias es diverso; pueden
ser producidas por un golpe, por un desgaste de la mucosa nasal o como consecuencia de una patología
en la que la hemorragia sería un signo, como por ejemplo en el caso de la hipertensión arterial.
También si ha existido un traumatismo violento previo sobre la cabeza, puede estar indicando una
fractura de la base del cráneo, en especial si se acompaña de pérdida de conciencia o hematomas
periorbitarios.
Es cierto que muchas personas consideran la epistaxis como un suceso normal, pero el socorrista no
debe aceptar esta explicación, pues el ser humano no está constituido para sangrar de forma habitual y
“normal”.

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Para detener la hemorragia, se debe efectuar una presión directa sobre la ventana nasal sangrante y
contra el tabique nasal, presión que se mantendrá durante 10 minutos. Se realizará haciendo pinza con
los dedos índice y pulgar. La cabeza debe inclinarse hacia adelante, para evitar la posible deglución del
sangrado.
Pasados los 10 minutos, se aliviará la presión, con ello comprobaremos si la hemorragia ha cesado.
Caso contrario, se efectuará un taponamiento anterior con gasa mojada en agua oxigenada. Si la
hemorragia no se detiene se debe evacuar a un centro sanitario con urgencia.

Hemorragias por la boca

Cuando la hemorragia se presenta en forma de vómito, puede tener su origen en el pulmón (hemóptisis)
o en el estómago (hematémesis). Es importante distinguir su origen para así proceder a su correcto
tratamiento, para ello hay que tener en cuenta una serie de diferencias. (Ver cuadro)

Hemorragias por el ano

La emisión de sangre por el ano puede tener un origen digestivo alto denominándose entonces Melenas,
apareciendo en forma de heces negras, pastosas y brillantes, o puede tener un origen digestivo bajo
llamándose entonces Rectorragia con salida de sangre roja.
Tanto en las Melenas como Rectorragias se dirigirá al trabajador a un servicio de urgencias para
valoración especializada.

Hemorragias vaginales

Durante el período de gestación, la mujer no debe presentar ningún tipo de hemorragia vaginal
(metrorragia). Su presencia indica la amenaza de aborto, por Io que se debe conseguir un reposo
absoluto (en cama) por parte de la mujer y evitar que siga perdiendo sangre. Para ello hay que aplicar
compresas vaginales y, cruzándole las piernas, las debe elevar en espera de su traslado en ambulancia
a un hospital.

Hemóptisis Hematémesis

Vómito precedido de tos Vómito precedido de náuseas

Sangre y restos de alimento


Sangre limpia con olor a óxido
malolientes

Puede tener aspecto espumoso El paciente puede estar inconsciente

Actuación Actuación

a) Control de signos vitales a) Control de signos vitales

b) Dieta absoluta (no dar de comer ni b) Dieta absoluta (no dar de comer ni
de beber de beber

c) Evacuar en posición semisentado c) Evacuar en posición P.L.S

A MODO DE CONCLUSIÓN
La organización de los primeros auxilios no es más que una forma de prepararse para actuar
ante situaciones en principio excepcionales.
Debe orientarse de modo que atienda desde lesiones de baja intensidad que puedan sufrir los
trabajadores, hasta la atención de los primeros auxilios a accidentados en una situación de
emergencia.

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Deberá disponerse para tal cometido de los medios materiales suficientes y del personal idóneo
para poder administrar los primeros cuidados a cualquier trabajador que lo requiera, cumpliendo
para ello, al menos, las exigencias mínimas previstas en la legislación de prevención de riesgos
laborales.
Deberán ser consultados los representantes de los trabajadores o, en su defecto, a la totalidad
de los trabajadores.
Toda la ordenación de las actividades de primeros auxilios debería desarrollarse en el plan de
prevención de riesgos de la empresa, definiendo las funciones de todos aquéllos que tienen
algún cometido en esta materia, los recursos necesarios para llevar a cabo estas actividades, los
procedimientos de actuación y las prácticas de capacitación y entrenamiento periódico del
personal encargado de llevarlas a término, así como la coordinación con los servicios externos
de asistencia médica de urgencias y hospitalaria.
Es una buena praxis disponer de guías o procedimientos de administración de los primeros
auxilios, exponiendo de forma clara unas instrucciones sobre los mismos que deben dispensarse
en caso de accidente.
También es bueno que consten por escrito unas instrucciones de las condiciones de utilización
del botiquín o botiquines, de los fármacos y de todo el material de aplicación para este menester,
así como instrucciones para la realización de determinadas prácticas de socorro, todo ello en
consonancia con las características de la empresa y de los factores de riesgo o situaciones de
riesgo existentes en los lugares de trabajo y de la siniestralidad (accidentes e incidentes).
Es preciso que los trabajadores, tanto propios como externos, sean informados de las medidas
organizadas por la empresa ante potenciales situaciones de emergencia (primeros auxilios y
evacuación de los lugares de trabajo). Estas instrucciones también es aconsejable que sean por
escrito y facilitadas a todos los trabajadores, además de colocarlas en paneles informativos
visibles.
Es necesaria la sensibilización de todos los estamentos presentes en el entorno laboral. Para
ello se deberá planificar la instrucción de todo nuevo trabajador en relación con la organización
de los primeros auxilios; verificar de forma periódica la cadena de socorro; comentar y evaluar
actuaciones reales y no dudar en cambiar aquello que no acaba de funcionar correctamente.
Finalmente, decir como resumen que la empresa deberá organizar y planificar los primeros
auxilios de acuerdo con la legislación y adecuarlos a los riesgos; con los medios suficientes
tanto humanos como materiales y manteniendo a los equipos bien entrenados.

CONSIDERACIÓN IMPORTANTE
Es conveniente recordar que los conocimientos que se transmiten en este capítulo no son, ni
mucho menos, todos los que configuran una completa formación en socorrismo y primeros
auxilios. Se detallan actuaciones a desarrollar en la Valoración primaria de un accidentado y en
Soporte Vital Básico, dejando todos los temas de socorrismo y primeros auxilios de otras
lesiones que se detectarán en la Valoración secundaria como obstrucción de la vía aérea,
heridas y amputaciones, quemaduras, contusiones, esguinces y luxaciones, fracturas, pérdidas
de conciencia, intoxicaciones, cuerpos extraños, transporte de accidentados, lesiones
específicas en situaciones concretas, así como toda la formación práctica, que complementan a
ésta y que sólo un curso monográfico de socorrismo y primeros auxilios puede tratar con el rigor
que requieren y el rendimiento necesario.

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Autoevaluación capítulo 12

1. ¿CUÁLES DE LOS SIGUIENTES CONSEJOS, ENTRE OTROS, SON RECOMENDABLES


PARA LA ATENCIÓN DE ACCIDENTADOS?
a. Transportar al herido lo antes posible a un centro de asistencia.
b. Intentar que el herido se levante y camine por su propio pie.
c. Tranquilizar al herido y no moverlo a no ser que sea necesario.

2. LAS SIGLAS P.A.S. SON LAS INICIALES DE 3 ACTUACIONES PARA EMPEZAR A


ATENDER AL ACCIDENTADO. ¿CUÁLES SON DICHAS ACTUACIONES?
a. Prevenir, ayudar y socorrer.
b. Proteger, avisar y socorrer.
c. Proteger, ayudar y socorrer.

3. ¿CUÁNDO SE INICIARÁ LA RESUCITACIÓN CARDIOPULMONAR (R.C.P.)?


a. Si la víctima está consciente y respira normalmente.
b. Si la víctima está inconsciente y no respira normalmente.
c. Si la víctima está inconsciente y respira normalmente.

4. ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES ES CORRECTA?


a. Es obligatorio que todas las empresas formen a todo el personal en materia de socorrismo.
b. Es conveniente que todas las empresas informen a sus trabajadores de las actuaciones en caso de
accidente mediante charlas, folletos, ...
c. El número de socorristas de la empresa depende únicamente del número de trabajadores de la
misma.

5. ¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES PREMISAS A SEGUIR EN LA FORMACIÓN EN


SOCORRISMO LABORAL?
a. El socorrista es nombrado por la empresa y puede ser cualquier operario.
b. El socorrista laboral será voluntario, se reciclará periódicamente y conocerá los riesgos existentes en
la empresa.
c. El socorrista recibirá únicamente formación básica para atender a situaciones de emergencia.

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ANEXO
SOLUCIONES A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN

Capítulo 1
1b, 2c, 3a, 4c, 5c, 6b, 7a, 8b, 9c.

Capítulo 2
1c, 2a, 3a, 4c, 5c, 6c, 7b, 8b, 9c, 10b.

Capítulo 3
1c, 2b, 3b, 4c, 5a, 6a, 7b, 8c, 9a, 10a, 11b.

Capítulo 4
1b, 2c, 3a, 4b, 5a, 6b, 7b, 8b, 9a, 10a.

Capítulo 5
1b, 2b, 3a, 4a, 5a, 6b, 7c, 8a.

Capítulo 6
1b, 2c, 3c, 4a.

Capítulo 7
1b, 2c, 3c, 4c, 5b.

Capítulo 8
1a, 2c, 3b, 4c, 5a.

Capítulo 9
1c, 2b, 3a, 4a, 5c, 6b, 7c.

Capítulo 10
1c, 2b, 3ª.

Capítulo 11
1b, 2b, 3a, 4c, 5c, 6b, 7c.

Capítulo 12
1c, 2b, 3b, 4b, 5b.

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BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

AMERICAN CONFERENCE OF GOVERNMENTAL INDUSTRIAL HYGIENISTS. TLVs ® - Valores Límite


para Sustancias Químicas y Agentes Físicos y BEIs ® - Índices Biológicos de exposición. Traducido por
la Asociación Española de Higienistas Industriales. Valencia: Consejería Empleo, Industria y Comercio
de la Generalidad Valenciana, 1998.
MATEOS BEATO, ALFREDO et al. Código sobre seguridad e higiene en el trabajo. Madrid: COLEX,
1995.
INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO. Notas Técnicas de Prevención.
Barcelona: Centro Nacional de Condiciones de Trabajo, 1995.
INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO. Condiciones de Trabajo y
Salud. Barcelona: Centro Nacional de Condiciones de Trabajo, 1990.
INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO. Seguridad en el trabajo.
Barcelona: Centro Nacional de Condiciones de Trabajo, 1990.
INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO. Higiene industrial. Barcelona:
Centro Nacional de Condiciones de Trabajo, 1994.
INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO. Ergonomía. Barcelona: Centro
Nacional de Condiciones de Trabajo, 1994.
ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO. ENCICLOPEDIA DE SEGURIDAD Y SALUD EN
EL TRABAJO. MADRID: MINISTERIO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL, 1989.

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