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Para los existencialistas el hombre es una realidad completa inacabada, con conciencia y libertad,
cuyo destino es hacerse y realizarse en medio de múltiples contradicciones de su propia vivencia,
lo que le engendra la incertidumbre y la angustia frente al absurdo, al fracaso, lo misterioso y lo
inexplicable de su propia existencia.
Marx y su concepto de hombre
"Por eso e precisamente en la elaboración del mundo objetivo en donde el hombre se afirma
realmente como un ser genérico. Esta producción es su vida genérica activa. Mediante ella aparece
la naturaleza como su obra y su realidad. El objeto del trabajo es por eso la objetivación de la vida
genérica del hombre, pues éste se desdobla no sólo intelectualmente, como en la conciencia, sino
activa y realmente, y se contempla a sí mismo en un mundo creado por él. Por esto el trabajo
enajenado, al arrancar al hombre el objeto de su producción le arranca su vida genérica, su real
objetividad genérica, y transforma su ventaja respecto del animal en desventaja, pues se ve
privado de su cuerpo inorgánico: de la naturaleza. Del mismo modo, el degradar la actividad propia,
la actividad libre a la condición de medio, hace el trabajo enajenado de la vida genérica del hombre
un medio para su existencia física. Mediante la enajenación, la conciencia del hombre que el
hombre tiene de su género se transforma, pues, de tal manera que la vida genérica se convierte
para él en simple medio."
La ética puede ser definida como una ciencia del comportamiento moral pues,
mediante un exhaustivo análisis de la sociedad se determina como es que
deberían (hipotéticamente hablando) actuar todos los miembros pertenecientes
a ella.
1. El problema de la libertad humana. La libertad humana no es del todo real, ya que todo
individuo está de cierta forma condicionado por una sociedad en la cual toda persona actúa
bajo una presión social, cultural o laboral; aunque considerando a la ética y la moral, permite
conservar una conciencia, misma que permite a una persona actuar en base a un criterio
propio.
2. El problema moral. Esto está íntimamente ligado con el tema de los valores, ya que
normalmente se dice que lo que se hace por obligación, pierde todo mérito, en cambio,
cuando se realiza por propio convencimiento, adquiere valor moral. Con esto se da a entender
que la obligación moral le quita al hombre la única posibilidad de ser el mismo, de cuerdo con
su propia moralidad y con su propio criterio. Pero hay que considerar también, que una cosa
es la obligación entendida como corrección externa y otra como la obligación basada en la
presión interna que ejercen los valores en la conciencia de una persona.
Los estudios de la ética se han dividido en tres grandes ramas, algunas con
mayor influencia en el día a día del individuo en sociedad; otras destinadas
a la reflexión filosófica principalmente.
Estas son la metaética, ética normativa y ética aplicada; de igual manera
existe una cuarta rama reconocida por los filósofos pero con menor asiduidad
en su estudio: la ética descriptiva.
Metaética
Ética normativa
Ética aplicada
Esta rama engloba en gran parte prácticas profesionales, en las que se han
desarrollado sus propios lineamientos éticos sobre el accionar ante
situaciones particulares.
En áreas de innovación e investigación científicas, por ejemplo, la ética
aplicada se percibe en la toma de decisiones justificadas que podrían afectar
a otros seres vivos; si la intervención de tal o cual elemento, que brindaría
un gran beneficio para el ser humano, no sería contraproducente para los
animales, por presentar un caso.
En otras áreas profesionales esta rama tiene una gran importancia, como lo
es en el caso de la medicina. Los profesionales de la medicina se forman bajo
un código ético sumado a su moral, pero esto no los exime de enfrentarse a
situaciones capaces de desbalancear su posición personal.
Ética descriptiva
Referencias
Y en esa inercia, nos damos cuenta que los valores morales, sociales, espirituales,
e inclusive personales, quedan de lado para una mejor ocasión. Se nos olvida que
vivimos en una comunidad, en una tierra prestada donde la convivencia ha sido
parte fundamental de nuestra evolución.
No pretendemos definir como tal un concepto que estará siempre a discusión. Sin
embargo tratamos de construir una aproximación que promueva un cambio de
actitud en nuestra conciencia y en la de las personas que nos rodean. Además de
un lazo que permita solidificar el temario subsecuente en la materia de estudio.
Pero nadie propone una definición, por ello trataremos de construir los acuerdos
y desacuerdos en su origen, para dar la aproximación más exacta posible a través
de la información recopilada, ya que los valores forman parte de la historia del
hombre.
Las raíces de la ética y los valores parten desde que empezamos a vivir en
comunidad. El origen de la palabra ética deriva del griego ethos que significa
“comportamiento o costumbre” y ello se aplica a la forma de conducirse en
sociedad. Por otro lado, costumbre deriva de “mores” que a su vez deriva en la
palabra moral. Esto quiere decir que hay dos palabras que norman nuestro
comportamiento para decir lo que es bueno o malo.
Axiología deriva de la unión de los vocablos griegos “axios” (lo que es valioso) y
“logos” (ciencia); dicho de otra manera, lo que se considera más valioso. El
termino axiología se aborda ya que permite tomar en cuenta tanto valores
positivos como negativos y así darnos cuenta de si algo es valioso o no.
La axiología según Berger, también llamada teoría del valor, está dividida en dos
partes: la ética que estudia lo malo y lo bueno del comportamiento humano y la
estética, que estudia la percepción de esta maldad en términos de su apariencia
ante la mirada humana.
Los existencialistas basan la axiología en que cada ser humano tiene sus propios
valores en base a lo que ha decidido. Es decir cada persona es responsable de sus
actos.
El pragmatismo implica ver antes las cosas desde un punto de vista neutral. Es
decir un juicio de bondad no se dará en base a la acción, sino al resultado. Otra
vía que ha analizado a los valores es la desarrollada por Witgenstein. Dentro de
su concepción filosófica del análisis lógico.
Otra manera de ver a los valores, es clasificarlos por jerarquías, lo que más se
desea y lo que menos deseamos. Se pueden dividir en dos categorías: personales
(adquiridas por la experiencia) y la social (aprobada por la sociedad) y que pueda
ser universal.
Rubio añade a las preferencias de valores por jerarquías los siguientes puntos:
Los valores también son universales y controversiales, todo esto derivado de los
conocimientos y experiencias de las personas y su entorno. Trilla propone
clasificar a los valores mediante un proceso consensual de la siguiente manera:
Un valor no es tal hasta que se ejecuta por el hombre. Es decir lo hace parte de
sus costumbres. Brinda libertad y responsabilidad tanto para el que lo ejecuta
como para los que lo rodean y ahí radica el valor.
Lo que es un hecho, los valores para ser firmes se necesitan que tengan las
siguientes características:
Atención: preferencia y voluntad del sujeto; interés: para que la atención sea
sostenida; importancia: que sea parte del sistema afectivo; jerarquización: donde
se le da valor, y por último la caracterización: es decir, asumirlos y que varían en
cada individuo.
Los textos sobre valores plantean si estos pueden adquirirse en las instituciones
educativas así como las etapas para asimilarlos. Desde un punto de vista
personal, considero que se pueden adquirir a través del ejemplo y también se
pueden aprender empezando desde casa.
Consideraciones finales
Y pese a que este trabajo documental no puede centrarse en dar definiciones por
el aspecto crítico que representa, así como por su complejidad, si brinda los
cimientos y los cuestionamientos básicos del hombre a través del pensamiento, la
conducta, transformaciones y demás aspectos hacia lo más importante que
tenemos: la vida y como vivirla.
Bibliografía General
La axiología o filosofía de los valores, es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los
valores y juicios valorativos.El término axiología fue empleado por primera vez por Peul Leupie en
1902 y posteriormente por Eduar Von Hartmann en 1908.
CONCEPTOS
Esta palabra procede del francés axiologie, formada con los términos griegos ἄξιος ('digno',
'valioso', 'con valor') y λόγος (logos, que en este caso se puede traducir como 'estudio', 'teoría',
'tratado').
¿Sabías que?
No solo trata de los valores positivos sino también de los valores negativos, algunos filósofos han
realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores.
En este sentido, puede hablarse de una "ética axiológica", que fue desarrollada, principalmente por
Max Scheler y Nicolai Hartmann.
Desarrollada en la primera mitad del siglo XX preocupada más por el "contenido" que por la "forma"
de la acción moral.
Ética Axiológica
Esta corriente confiere al valor puesto central de la teoría ética. Es bueno aquello
que realiza un valor y malo aquello que lo impide. El valor moral de la persona
radica en los valores objetivos, de cáracter positivo o negativo, que encarnan en su
conducta.
Se inicia con una pregunta fundamental: ¿el valor o bondad de los actos está en el acto mismo, o
está en nuestra apreciación de el?
Es una respuesta fundamental que brinda la axiológia, partiendo del siguiente concepto:
Axiologia
"Se dice que una accion o comportamiento es moralmente aceptable cuando se ajusta a lo
prescrito en un conjunto de normas, esto obliga a un comportamiento del individuo cuya
desobediencia implica una desvalorización moral y su obediencia un enriquesimiento ético".
•La ética se encarga de estudiar los valores, la moral y el civismo en la persona teniendo como
objetivo sus creencias y principios.
Relación Ética y Axiológica
•La axiológia se encarga de clasificar estos valores que la ética estudia denominandose también
como "Teoria de valores".
Con el término configuradora, se intenta significar cómo la ética y los valores se constituyen en un
medio ineludible para la formación humana, para el cambio personal-social.
Configuradora
Hacen posibles los procesos de reflexión, toma de conciencia, de compromiso, razones por las
cuales son elementos constitutivos de todo proceso educativo.
Implica procesos que paulatinamente se van bosquejando rasgos, formas, características, a través
de una dinámica de interrelación, de interacciones.
Es aquel que por procesos de formación dinamiza sus aptitudes cognitivas, sociales y éticas para
transformarlas en capacidades críticas, generadoras de propuestas que coadyuven al desarrollo de
sí mismos, de los demás de la sociedad.
Sujeto Social
En este trabajo, producto de la línea de investigación en educación y valores, se
pretende fundamentar por qué la dimensión ético -axiológica es configuradora de
sujetos sociales. Con tal propósito, previa precisión de las palabras clave, se
abordan tres tópicos profundamente interrelacionados:
1. Siglo XXI. Crisis, riesgos, esperanzas. Se aborda la crisis estructural que se confronta y que
incluso podría ocasionar riesgos. Y en los sistemas educativos, pese a las reformas y al incremento
en las inversiones, aún no se logra superar los problemas, especialmente los de inequidad. Se
asume que toda esta crisis económica, social y ambiental es fundamentalmente de carácter moral,
por lo que es imprescindible enfatizar y fortalecer la formación ética.
2. El ser humano. Potencialidad axiológica. Este tópico sustenta, a través de las categorías:
reflexividad-reciprocidad, alteridad, complejidad, eticidad, la potencialidad axiológica del ser
humano y, por ende, el carácter ético-moral de todo proceso educativo.
3. Exigencias epistemológico-teóricas. En concordancia con los tópicos anteriores, se destaca la
importancia de esta formación, que a su vez es profundamente ética, como instrumento vital para
el desarrollo moral. En este marco, son elementos y procesos nodales la reflexión, la apertura, la
problematización, la autocrítica.
https://prezi.com/p/2c0cysx3tknn/dimension-eticoaxiologica-configuradora-de-sujetos-
sociales/
Durabilidad: los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores que perduran más en el
tiempo que otros. Por ejemplo, el valor del placer es más fugaz que el de la verdad.
Flexibilidad: los valores cambian con las necesidades y experiencias de las personas.
Satisfacción: los valores generan satisfacción en las personas que los practican.
Polaridad: todo valor se presenta en sentido positivo y negativo; Todo valor conlleva un
contravalor.
Jerarquía: Hay valores que son considerados superiores (dignidad, libertad) y otros como inferiores
(los relacionados con las necesidades básicas o vitales). Las jerarquías de valores no son rígidas ni
predeterminadas; se van construyendo progresivamente a lo largo de la vida de cada persona.
Trascendencia: Los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida
humana y a la sociedad.
Aplicabilidad: Los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entrañan acciones
prácticas que reflejan los principios valorativos de la persona.
Complejidad: Los valores obedecen a causas diversas, requieren complicados juicios y decisiones.
En una escuela de enseñanza primaria, una maestra se dio cuenta de la vanidad que había en las
actitudes de sus alumnos. Valiéndose de una situación fantástica, sugirió al grupo lo divertido que
sería crear una ciudad imaginaria. Cada alumno podría desempeñar el trabajo que quisiera.
Llevando cuenta de las elecciones hechas por los chicos, el grupo descubrió que tenían varios
doctores, abogados e ingenieros. Hubo un individualista que aspiraba a ser vago.
A continuación, preguntó al grupo si una ciudad así podría sobrevivir. Entonces se puso de
manifiesto la necesidad de agricultores, fabricantes de herramientas, de personas dedicadas a la
limpieza de las calles, etcétera. En la discusión que siguió, los chicos se dieron cuenta, por primera
vez, no sólo de la importancia que tiene toda ocupación en nuestra sociedad, sino también de las
medidas que estaban usando para determinar el valor de una ocupación o de una persona.
Los distintos valores de nuestra sociedad que dan importancia a la recompensa monetaria, a la
categoría, al servicio social, etcétera, emergieron del inconsciente al interés consciente de todos
los miembros del grupo. (Lifton, 1972, pp. 263-264)
Los valores éticos
Los valores éticos se relacionan directamente con nuestra conducta y la de las personas que nos
rodean, influyéndose mutuamente en todo momento para dar pie a nuestro comportamiento. No
hay acción que no tenga un mínimo de valor por nimia que nos parezca, y es aquí donde la ética
entra: ver qué nos ha guiado exactamente.
No hay una clasificación fidedigna de los tipos de valores éticos que existen. Culturalmente se dan
una serie de ‘ideas’ aceptadas como éticas independientemente del ambiente en el que vivamos, y
es que esta es la clave principal: no debemos considerar algo como ético desde un punto de vista
personal. Siempre tendrán que ser decisiones tomadas a partir de valores éticos sociales, por
encima de nuestro juicio personal. Por ello la lista presentada es con los valores más comunes que
se dan en la actualidad.
-Honestidad: El más conocido de todos y el que siempre está presente por poco que la valoremos.
Se define como la capacidad de anteponer la justicia por encima de nuestros propios deseos,
incluso aunque sea una situación negativa para nosotros. Reconocer nuestros errores es el mejor
ejemplo de honestidad posible, rechazando excusas que nos permitiesen mantener nuestro orgullo
personal.
-Solidaridad: En un mundo donde las desigualdades sociales son cada vez más marcadas el
sentimiento de solidaridad se valora cada vez y más dentro de la ética. Ser capaces de anteponer
las necesidades de otras personas, sean conocidas o no, incluso en casos donde nos veamos
perjudicados es una buena muestra de este valor ético.
-Tolerancia: Muy relacionado con el respeto, es el valor que nos permite entender que las
diferencias y semejanzas entre personas no deben condicionar nuestro comportamiento. La
globalización ha hecho que este valor tenga cada vez más importancia, buscando que seamos
capaces de relacionarnos con cualquier persona sin que haya prejuicios de por medio.
-Responsabilidad: Nuestras acciones tienen siempre consecuencias, y ser capaces de afrontarlas
es una muestra de ética a cualquier nivel en el que nos encontremos. Desde la ética laboral hasta
ser responsables con nuestra pareja, reconocer los errores, aprender de los consejos que nos dan
los demás y saber ser humildes en el éxito muestra el respeto que mostramos a las personas que
nos rodean y a nosotros mismos.
-Bondad: El último dentro de nuestra taxonomía personal, la bondad tiene ese punto por encima del
resto de valores que requiere una voluntad propia de ayudar a los demás. Mientras la solidaridad
se basa en comprender la necesidad de los demás en la bondad decidimos algo por nuestra
cuenta, con gente desconocida que no necesariamente necesita nuestra ayuda.
Los valores morales
Los valores morales y la moralidad son muchas veces confundidos con la ética, siendo utilizadas
ambas palabras como sinónimos en determinados contextos. Sin ser un error en algunos casos,
hay que entender que mientras la ética se encuentra a un nivel social absoluto en la moralidad
existen desviaciones personales, puntos de vista que solo pueden entenderse desde la mente de
las personas involucradas y las situaciones en las que se dan.
De este modo hacer una clasificación sobre los valores morales es harto complicado, dependiendo
siempre de la importancia que cada persona le da a los valores concretos. En este tipo de valores
debemos ver más cualidades de la persona que los tiene antes que tipos concretos que
disponemos todos de mayor en menor medida; una persona honesta no tiene necesariamente
tener nada de humilde.
Algunos ejemplos de valores morales:
-Respeto: Una persona moralmente respetuosa será alguien capaz de apreciar correctamente a una persona
incluso cuando algo le incomoda. El respeto no significa aceptarlo todo, simplemente comprender que nuestra
actitud será para nosotros siempre más importante que lo que puedan pensar los demás de cómo actuamos.
-Amistad: Los amigos son fundamentales en nuestra vida, y saber mantener una buena amistad cuidando a las
personas cercanas muestra la moralidad que tenemos. Muchas personas menosprecian el significado de la
amistad, llamando ‘amigos’ a personas que apenas tienen relación con ellos. Una persona que sabe valorar la
amistad es alguien que comprende todos los beneficios personales que puede llegar a darle.
-Sinceridad: Un valor difuso debido a la propia naturaleza humana, esa que hace que utilicemos rodeos y no
digamos siempre toda la verdad cuando nos interesa. Una persona sincera será alguien que anteponga la
verdad antes que su propio interés, incluso en situaciones donde pueda salir mal parado. Debemos remarcar
que ser sincero en todo momento no significa faltar al respeto a los demás: las verdades incómodas duelen a
todos.
-Independencia: Alguien independiente es una persona capaz de mantener su propia autonomía cuando se ve
en situaciones difíciles de llevar. Estar con nuestros amigos y pedirnos que hagamos algo que no queremos,
mentir en beneficio de otra persona o dejarnos llevar por la opinión pública son ejemplos donde muchas veces
permitimos que nuestros pensamientos se rindan ante una presión irreal en la mayoría de ocasiones. Esta
independencia no debe entenderse como soledad, un valor muy distinto y que se acerca más al sufrimiento
que a un significado moral.
-Generosidad: Uno de los valores morales más concretos y prácticos. Una persona generosa comprende que
tiene más que suficiente en la vida, y que compartir lo que le sobra puede hacer feliz a alguien que realmente
lo necesita. Ser generoso no es hacer pequeñas aportaciones de forma esporádica, es mantener un pensamiento
positivo donde trataremos siempre de pensar si podemos ayudar a los demás por pequeña que sea la ayuda.
Qué son Antivalores:
Como antivalores se conocen aquellas actitudes negativas que se oponen a lo
que establecen los valores éticos y los valores morales que regulan y guían
las conductas de las personas en la sociedad. La palabra, como tal, se forma
con el prefijo anti-, que significa ‘opuesto’, y el sustantivo valor.
En este sentido, los antivalores conforman una serie de actitudes negativas,
incluso, peligrosas, que se contraponen a su par opuesto, los valores, y que no
reciben el apoyo de la sociedad en general.
Por su parte, los valores son los principios del buen obrar, del camino de la virtud,
del bien, mientras que los antivalores suponen una forma de actuar
inadecuada e incorrecta. De allí que, los antivalores estén asociados a
conductas inmorales o antiéticas.
Los antivalores atentan contra los valores sobre los que se funda nuestra vida
en sociedad como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la responsabilidad, la
lealtad, la solidaridad, la generosidad y la gratitud, entre otros. Por tanto, los
antivalores dificultan la buena convivencia, la armonía y el respeto mutuo, valores
necesarios para la vida social.
Asimismo, tanto las religiones como los diferentes sistemas de pensamiento
ideológico o filosófico se rigen de acuerdo a los sistemas de valores, a fin de evitar
la práctica de los antivalores como la deshonestidad, la injusticia, la
intransigencia, la intolerancia, el irrespeto o la irresponsabilidad, que se
cuentan entre los más graves.
Cuando los antivalores rigen la conducta de una persona, por lo general, nos
encontramos con un individuo negativo, frío e insensible a quien no le importa los
demás y, mucho menos, las consecuencias que sus actos tienen sobre otros. De
allí que, los antivalores afecten la vida de las personas en los aspectos personal,
familiar, escolar o laboral.
Los antivalores deshumanizan y degradan a la persona que los profesa, tanto así
que puede recibir una sanción social e, incluso, en los casos más extremos, un
castigo por parte del Estado.
Ejemplos de antivalores
A continuación se presenta diferentes ejemplos de los antivalores más relevantes.
Irrespeto
El irrespeto se refiere a la falta de respeto que un individuo presenta sobre otro, es
un antivalor que está acompañado de una actitud negativa y que afecta a los
demás por estar en contra de las prácticas de la moral y de la ética. El irrespeto es
lo opuesto al respeto.
Deshonestidad
La deshonestidad se refiere a la falta de honestidad e integridad bajo la que actúa
una persona cuando trata sobre las cosas que le pertenecen a otro individuo. Las
personas deshonestas tienen por costumbre mentir y engañar a los demás con el
propósito de lograr un beneficio. De allí que, a la persona deshonesta se le
considere como mentiroso, poco fiable y desleal.
Injusticia
La injusticia se refiere a la falta de justicia y de equilibrio en cuanto a una situación
o hecho individual o social. La injusticia se puede notar en los actos de ilegalidad,
corrupción, negligencia, irrespeto, entre otros. Tras los actos injustos son muchas
las personas que se ven perjudicadas y afectadas por este antivalor.
Intolerancia
La intolerancia se refleja en las actitudes de terquedad, obstinación e
intransigencia cuando un individuo no respeta a las personas que tienen una
religión, costumbre, opinión, tendencia política que difiere a la suya. La
intolerancia es un antivalor que se contrapone a la tolerancia y no permite las
relaciones armoniosas en la sociedad.
Egoísmo
El egoísmo es un antivalor que conlleva a una actitud de excesivo amor por sí
mismo, lo que hace que el individuo solo se preocupe por sus propios intereses y
beneficios sin tomar en cuenta a quienes le rodean. El egoísmo dificulta la
convivencia con otras personas, impide compartir y prestar ayuda al desprotegido
o necesitado.
Arrogancia
Se considera la arrogancia como un antivalor por ser un sentimiento que genera
en los individuos una actitud de superioridad ante los demás y, por lo que
consideran que deben ser tratados de manera diferente y recibir mayores
privilegios. Las personas arrogantes se caracterizan por ser prepotentes, altaneros
y soberbios.
Odio
El odio es un antivalor que conlleva al resentimiento, rencor e, incluso, a desear el
mal a otra persona. El odio genera en los individuos actitudes negativas que se
contraponen al amor. Se puede sentir odio hacia un individuo, una situación o
cosa.
Envidia
La envidia se refiere a un conjunto de sentimientos que generan malestar, tristeza
o pesar cuando se ve el bien ajeno. La persona envidiosa desea algo que no
posee pero, que sí tiene otra persona. De allí que se considere la envidia como un
antivalor, porque las personas se basan en las carencias que tienen para actuar o
responder ante una situación.
Enemistad
La enemistad es el antivalor de la amistad y se produce entre dos o más personas.
La enemistad genera falta de convivencia, individualismo, intolerancia, antipatía,
aborrecimiento, rencor, odio y exclusión.
Desigualdad
La desigualdad como antivalor se refiere a la falta de igualdad o equidad entre
personas o situaciones, por ello, se hace mención a la desigualdad social,
económica, educativa, de género, entre otros.
Infidelidad
La infidelidad es el antivalor de la fidelidad a una persona, religión, idea o doctrina.
La infidelidad se refiere a la falta de responsabilidad, compromiso, respeto y
constancia que pueden tener algunos individuos. La infidelidad implica cometer
diversos actos negativos, cuyas repercusiones afectan a quienes nos rodean.
Irresponsabilidad
La irresponsabilidad es el antivalor de la responsabilidad. Se refiere a la falta de
compromiso y voluntad que pueden tener las personas ante una obligación o
tarea. Asimismo, la irresponsabilidad demuestra el desinterés que puede tener un
individuo ante otro o una situación.
Pereza
La pereza se refiere a la falta de voluntad para realizar alguna actividad o tarea.
Es un antivalor que se opone a la diligencia y voluntad de cumplir con las
responsabilidades u obligaciones asignadas.
Guerra
La guerra es un antivalor que se contrapone a la paz. La guerra genera
enfrentamientos armados, intolerancia, enemistad, agresión y muerte entre
aquellos se enfrentan, bien se un grupo de personas o países.
Esclavitud
La esclavitud es un antivalor que toma a los individuos como objetos y propiedad
que son adquiridos a través de una compra y que son puestos a realizar trabajos
forzosos de manera obligatoria y sin respetar ningún tipo de derecho o ley. La
esclavitud va en contra de la libertad.
Traición
La traición es el antivalor de la lealtad y el respeto que puede suceder en diversas
situaciones. La traición demuestra la falta de compromiso y deslealtad hacia otro
individuo. La traición genera tristeza, dolor y defraude hacia quien la recibe.
La moral y moralidad