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Roberto L. Rodríguez-Pacheco
Junio de 2002
Dirigida por:
Dra. Lucila Candela Lledó
Dr. Antonio Lloret Morancho
A David y Anna
ÍNDICE
Agradecimientos I
Resumen III
Abstract VII
Introducción 1
1. Introducción 1
2. Motivación y objetivos 2
2.1. Motivación 4
2.2. Objetivos 5
3. Metodología 7
4. Organización y contenidos de la tesis 8
1. Zona de estudio 11
1.1. Ubicación geográfica. 11
1.2. Clima 13
1.3. Marco geológico 16
1.3.1. Tectónica del área de estudio y sismisidad 23
1.4. Yacimientos minerales 25
1.5. Procesos minero-metalúrgicos 29
1.5.1. Minería a cielo abierto 29
1.5.2. Procesos de extracción del níquel y el cobalto 31
1.5.3. Los residuos minero-metalúrgicos 34
2.1.Introducción 39
2.1.1. Origen de los residuos minero-metalúrgicos 41
2.2. Tipos de presas de residuos y formas de vertido 43
2.2.1. Tipos de presas de acuerdo al sistema de cierre utilizado 43
2.2.2. Formas de vertido de los residuos 47
2.3. Propiedades de los residuos minero-metalúrgicos sólidos 50
2.3.1. Principales fases minerales 50
2.3.1.1. Comportamiento geoquímico 51
2.3.2. Propiedades físico–mecánicas 52
2.3.2.1. Licuefacción de los residuos minero-metalúrgicos 54
2.3.2.2. Comportamiento hidromecánico 55
2.4. Impacto ambiental de las actividades minero-metalúrgicas 55
2.4.1. Impacto sobre las masas de agua continentales y marinas 56
2.4.2. Drenajes y lixiviados de aguas ácidas de escombreras y minas
inactivas 59
2.4.2.1. Modelos numéricos 62
Índice
3.1 Introducción 76
3.2 Trabajo de campo 76
3.3 Trabajos de laboratorio 81
3.3.1. Características de la fase líquida 81
3.3.2. Características de la fase sólida 82
3.3.3. Ensayos de caracterización geoquímica 85
3.3.3.1. Ensayos Batch 85
3.3.3.2. Secuencia de extracción 85
3.3.4. Parámetros hidráulicos 86
3.3.5. Propiedades mecánicas 87
3.4. Equipos desarrollados para la investigación 89
3.4.1. Bandejas de retracción 89
3.4.2. Equipo para determinar la resistencia a la tracción directa 92
3.4.3. Construcción de columnas de pequeño diámetro para el estudio del
flujo y transporte de solutos en el medio poroso 94
3.4.4. Construcción e instrumentación de una columna para el estudio del
comportamiento hidromecánico de medios porosos 96
3.4.4.1.Prestaciones de la columna 102
3.5. Trabajo de gabinete 104
Referencias 383
Agradecimientos
La realización de esta tesis doctoral no habría sido posible sin el apoyo y confianza depositados en mi
por mis dos directores Profesores Lucila Candela y Antonio Lloret a los cuales quiero agradecer el
excelente apoyo brindado en todos estos años y su preocupación por los aspectos personales y
humanos que trae aparejado la realización de una tesis doctoral alejado de la familia y del país de
origen.
Mi más profundo agradecimiento al personal del laboratorio José Álvarez, Fernando Cortés, Enrrique
y especialmente a Tomás Pérez, que ha contribuido de manera significativa en la fabricación de los
equipos experimentales.
Al personal de CSIC por la realización de ensayos de mineralogía, roca total y ensayos geoquímicos
en sus laboratorios y especialmente a los Drs. I. Queralt y C. Ayora por las discusiones sostenidas
sobre geoquímica y mineralogía.
Al personal de la Escuela Universitaria de Manresa (Drs. J. M. Mata, X. de Las Heras, J.M. Casas, J.
Castany) y al personal de administración Llúcia por haberme recibido y aceptado en su departamento.
Agradecimientos II
Al Departamento de Geología del Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa, Cuba, por el soporte
brindado, la cooperación y facilidades para obtener la información disponible.
A la Industria Cubana del Níquel por su cooperación y facilidades brindadas para desarrollar el
muestreo de los materiales y la cooperación en la entrega de la información existente.
A mis amigos en Cuba (B. Riverón, J. Carménate, J. Batista, R. Díaz, J.A. Pons, Joel Batista, J. Tool y
C. De Miguel) en el ISMM y A. Pérez y A. Rodríguez de La Empresa Nacional de Investigaciones
Aplicadas (ENIA) de Holguín, por su apoyo incondicional y constante ánimo para que realizara la
tesis.
A mis amigos en Barcelona, Rebeca, Joa, Claudia, Espi, Núria, Ramón, Salvador, Víctor, Alberto,
Cristina, Jorge, Dolors, Albert, M. José y Joaquín, Vanessa, Toni, Mireia, Xavi, Olga, Ramón,
Sussana, Raul, Esther, Jordi, Dani, Eva, Josepa, Jordi, Lídia, Xavi, Marina, Santi y Cris por el soporte
que me han brindado durante estos años.
A todos los compañeros de doctorado (Oldecop, Luciano, Clemente, Mauricio, Marcelo, Jordi,
Salvatore, Alexandra, Carlos, Carlos, Marcel, Leonardo, Moya, Rius, Cati, Wolf, Annick) que han
pasado por el Departamento de Ingeniería del Terreno en estos años y han hecho de éste un lugar
agradable para trabajar, a pesar de lo “ingrato” pero satisfactorio que resulta el trabajo del laboratorio.
A mi familia en Cuba (David, Vivian, Ramiro, Reynaldo, Yaumara) y en Barcelona (Anna, Victòria,
Albert, Èrika, Josep, Marina, Damián, Mercè, Marc, Tomàs, Pere, M. Àngels y Josep), por el apoyo y
animación constante.
Resumen
El distrito minero de Moa (Cuba), presenta las mayores reservas de Co y las segundas
de Ni a nivel mundial. Los yacimientos de Ni y Co se explotan por el método de minería
a cielo abierto desde el año 1943. El proceso metalúrgico de extracción del Ni y Co se
realiza con dos tecnologías: lixiviación con carbonato amoniacal (ACL) y lixiviación
con ácido sulfúrico (SAL). Los residuos (estériles) de la minería a cielo abierto se
almacenan en escombreras próximas a la mina y los residuos metalúrgicos sólidos (5200
toneladas/día) en presas de residuos anexas a las factorías, ubicadas sobre la terraza del
Río Moa.
Abstract
The environmental impact of mining and metallurgical activities and the waste
generated by them has become of special interest to the studies of environmental
problems generated on the marine and continental water masses. Nevertheless, the
influence of the hydromechanical behaviour on flow and on transport of contaminants
has not been systematically investigated for mining-metallurgical wastes. The main aim
of this thesis is the study of physical, hydromechanical, hydrogeological and
geochemical factors, conditions that influence flow and transport of metals (Cr, Ni, Mn)
in mining wastes and secondly, the realization of an environmental impact evaluation of
these wastes on surface and groundwater.
The Moa mining district (Cuba) holds the worldwide largest reserves of cobalt and the
second largest reserves of nickel. The Ni and Co deposits are mined in open pits since
1943. The metallurgical process of Ni and Co extraction is realized with two different
technologies: ammoniac carbonate leaching (ACL) and sulphuric acid leaching (SAL).
The sterile mining wastes of the open pit mining are stored in waste piles near the mine
and the solid metallurgical wastes (5200 tons/day) are stored in dams closed to the
factories located on the top of the terraces of Moa river.
The investigation programme carried out consisted in two phases: I)- sampling of water
at field level (surface, ground and waste water), solid wastes and different geological
materials and II)- experimental investigation in the laboratory. The major part of the
investigation concerns the second phase, where a hydrogeochemical characterization of
waters and a hydromechanical and geochemical characterization of solid wastes from
the metallurgical process are developed.
In the studied area two hydrogeological units are present: the ultramaphic rocks aquifer
that occupy more than 60% of the Moa municipality and the alluvial aquifer. The
hydrochemical characteristics of the non-contaminated surface and groundwater are an
enrichment of bicarbonates and magnesium. The presence of heavy metals in the
groundwater of the region has two origins: I) natural, as a product of the ultramaphic
rock weathering process, and II) anthropogenic, due to the wastes of mining and
metallurgical activities. The contaminated surface and ground waters are characterized
Abstract VIII
by an enrichment in Mg, SO4 and heavy metals (Cr, Ni and Mn). The groundwaters
contaminated by the leachates of the waste dam show the lowest pH and the highest
conductivity values, as well as highest contents of TDS (up to 5000 mg/l). The
concentration of Cr, Ni, Fe and Mn, as well as of sulphate and magnesium in heavily
contaminated groundwater is up to two orders of magnitude higher than in non-
contaminated waters and in the alluvial aquifer its concentration exponentially increases
as the distance to the waste dam decreases.
The geochemical modelling of the groundwater shows that metallic contaminants move
as SO4-ion, OH-ion and CO3-ion complexes. The saturation index calculated of the
mineral species that conform the matrix of the porous medium of the aquifers indicates
that the contaminated groundwaters have an over-saturation of hematite and goethite.
The mixing of water from the alluvial aquifer and leachates from the dam reaches up to
20% in the wells located near the waste dam.
The ACL waste has been used in the hydromechanical investigation of the wastes. With
this purpose an extensive experimental programme has been developed, which has
allowed to know the behaviour of the material under saturated and non saturated
conditions. The investigation emphasized on the wastes of the ACL process since they
represent more than 70% of the waste volume stored in the dams. The hydromechanical
characterization tests show that the resistance to direct and indirect traction, to simple
compression, the rigidity of the material and the hydraulic conductivity are very
dependent on the degree of saturation. The volume changes due to retraction and the
variation in the degree of saturation induce a decrease of the hydraulic permeability,
whereas the desiccation cracks under the retraction process of the material induce an
increase of the hydraulic conductivity higher than one order of magnitude compared
with the homogeneous porous media.
The adsorption of Cr, Ni and Mn in both of the metallurgical wastes of the Cuban
industry (one corresponding to the lixiviation process with sulphuric acid (SAL) and the
other to the lixiviation process with carbonate ammoniac (ACL)) was investigated with
Batch-tests, as well as flow and solute transport tests under saturated conditions. The
adsorption isotherm of Cr and Mn is strongly non-linear in both wastes, whereas for Ni,
the adsorption isotherm is non-linear in ACL wastes and linear in SAL wastes. The non-
Abstract IX
The flow and solute transport tests through homogeneous porous media were done with
two columns of 5 and 10 cm length and 1.6 cm diameter. Tests were fulfilled for three
metals injecting in continuum 91 pore volumes at velocities of 1.2, 14 and 39 cm/h. The
breakthrough curves of the three metals in both wastes under the executed flow and
concentration conditions exhibit a non-ideal behaviour, characterized by asymmetries
and long tailings. The results of the flow and transport tests were simulated with the
“Two site” models, which incorporate the non-linear sorption, rate-limited sorption,
linear sorption and conditions of non-equilibrium due to the hysteresis of the sorption
process. Modelling results indicate that the major cause for the solute transport not
being ideal is the non-linearity of the adsorption process, mainly due to the physical
adsorption (more than 70%) and to the chemical adsorption.
In order to study the hydromechanical behaviour of the mining wastes and their
influence on the flow and the solute transport, a fully equipped column was built with
diverse sensors able to automatically control the temporal evolution of the different
parameters that control the hydromechanical behaviour of the waste. During a test it is
possible to measure the vertical retraction, the suction, the temperature, the relative
humidity and the volumetric water content in the matrix of the porous medium with
depth and at the sample surface. It also allows to perform flow and solute transport tests
in homogeneous or cracked porous media.
Finally the influence of the hydromechanical behaviour of the ACL waste on the flow
and solute transport of three solutes, a conservative pentafluorobensoate (PFBA) tracer,
a fluorescent tracer Na-fluorescein and Ni, was studied in the saturated porous medium
in presence of preferential flow in a waste column of 28.5 cm diameter and 31.5 cm
height with stratification and desiccation cracks. The hydraulic conductivity of the
column (5.26x10-6 m/s) is more than two orders of magnitude higher than the
homogeneous porous media. The results of the flow and solute transport tests with
Abstract X
tracer and reactive solutes are coherent with the conceptual flow and advective transport
model along the desiccation cracks, combined with the diffusion of the solute in the
relatively non-mobile water which occupies the matrix of the porous medium. This is
confirmed by the characteristics of the arriving curves of PFBA and nickel, which have
an almost vertical and fast increase during the adsorption process and a big tail during
the desorption process. This double process is also present with the Ni concentration
measured in the adjacent matrix to the crack zone, where the adsorbed mass of Ni
decreases exponentially with the distance of the sampling point to the crack, and with
the distribution of the Na-fluorescein in the crack zone.
The hydromechanical behaviour of the wastes plays a very important role on the flow
and solute transport of contaminants through the porous media. In the case of the
mining wastes of the Cuban Nickel Industry (Industria Cubana del Nickel) the
dissecation cracks influence the infiltration pattern and constitute a zone of preferential
flow of an undoubtful importance. This is an aspect to be considered in the storage and
management of the mining-metallurgical wastes in light of the environmental problems
associated.
Introducción 1
INTRODUCCIÓN
1. Introducción
2. Motivación y objetivos
El Municipio de Moa constituye una de las zonas de mayor diversidad biológica del
archipiélago cubano y del Caribe. El área sur del municipio queda englobado dentro de la
reserva de la biosfera declarado por la UNESCO en el año 1998. Además, es la región minera
más importante de Cuba con 10 yacimientos lateríticos de níquel y cobalto; las reservas
probadas de mineral industrial (níquel más cobalto) son de 800 millones de toneladas y se han
estimado por exploración geológica en unos 3000 millones de toneladas, constituyendo la
segunda reserva mundial de níquel y la primera de cobalto (UNI, 1994; Marrero, 1997). En
esta zona existen también varios importantes yacimientos de cromo, que constituyen las
mayores reservas del continente americano con 6.5 millones de toneladas (Silk, 1988;
Proenza, 1998), y uno de los más importantes yacimientos de zeolitas de Cuba con más de 20
millones de toneladas (Orozco y Rizo, 1998).
II) La extracción del níquel y el cobalto se efectúa empleando las únicas dos tecnologías
metalúrgicas que se usan a nivel mundial para extraer los dos metales de los depósitos
lateríticos (Antony and Flett, 1997):
a) lixiviación con ácido sulfúrico.
b) lixiviación con carbonato amoniacal con adición de petróleo (Tecnología Carón).
III) La producción de níquel y cobalto en el territorio de Moa y Nicaro supera las 66 mil
toneladas anuales lo que representa el 10% de la producción de níquel que se
comercializa a nivel mundial y el 40% de la producción de cobalto de los yacimientos
lateríticos (Berezowsky, 1997). Las reservas de mineral existentes en la región
garantizan actividad minera para varios cientos de años al ritmo de la producción
actual.
IV) Esta actividad genera un volumen de residuos sólidos aproximado de 5200 toneladas
diarias en el municipio de Moa (Terrero et al., 1993a, UNI, 1994) y 5000 toneladas
diarias en Nicaro (Heredia, 1978), esto representa un incremento del volumen anual
de residuos en más de 3 millones de toneladas.
V) Los residuos sólidos generados por las actividades metalúrgicas son mezclados con
agua y transportados por tubería a las presas de residuos anexas a las factorías. Las
que están en explotación actualmente en Moa se encuentran ubicadas sobre la terraza
aluvial del río Moa y en el caso de Nicaro en la bahía Arroyo Blanco.
VII) Los lixiviados y drenaje de las presas de residuo junto al vertido de los residuales
líquidos (27000 litros/día) de las plantas procesadoras de mineral en Moa han
provocado la contaminación con Cr, Ni, Mn, Fe, Mg y SO4 de las aguas superficiales
de los ríos Moa y Cabañas, el acuífero aluvial del río Moa (INRH, 1986; Proenza et
al., 1994) y la bahía de Moa (González, 1991).
Introducción 4
2.1. Motivación
- La existencia de una variada gama de ecosistemas, que están siendo afectados por esta
actividad.
- La existencia de una nueva planta en construcción y dos en proyecto en otras zonas de los
municipios de Moa y Mayarí. En consecuencia, las actividades extractivas de minería a
cielo abierto, procesamiento, almacenamiento y transporte del mineral se desarrollaran en
nuevas cuencas hidrográficas y estas pueden ser afectadas por los mismos problemas
ambientales que los existentes actualmente en la cuenca hidrográfica del río Moa.
2.2. Objetivos
1- Determinar el origen y las fuentes que aportan los diferentes contaminantes a las aguas
superficiales y especialmente a las aguas subterráneas.
2- Evaluar el impacto de las presas de residuos y los vertidos de agua residual sobre la
calidad de las masas de aguas superficiales y especialmente en las subterráneas.
Para alcanzar los objetivos propuestos se realizó el trabajo en dos etapas: I) Realización de
reconocimiento y muestreo en el terreno y II) Trabajo experimental en el laboratorio.
f) Simulación del flujo y transporte de los metales utilizando los modelos de flujo de
dos sitios y optimización de los parámetros del modelo a partir de los ensayos de flujo
con un trazador.
g) Interpretación de los diferentes parámetros del modelo de flujo y transporte, así como
los cinéticos de cada metal (Cr, Ni, Mn) para evaluar la posible implicación de los
residuos minero-metalúrgicos en la contaminación de las aguas por estos metales a
nivel de campo.
3. Metodología
La metodología de trabajo desarrollada durante esta tesis se puede resumir gráficamente como
se muestra en la Figura 1.1.
Selección del área de estudio y tipo de trabajo experimental
Revisión bibliográfica
(Estado del arte)
Simulación numérica
Conclusiones
Figura 1.1. Diagrama de flujo con la metodología de trabajo.
Introducción 8
En el Capítulo 2 se analiza el estado del conocimiento sobre los residuos mineros y una
síntesis de sus principales características y la problemática ambiental relacionada con los
residuos derivados de los procesos minero-metalúrgicos. El énfasis se realiza en su efecto
sobre las masas de aguas continentales y las consecuencias que provocan sus lixiviados.
capítulo se realizan los estudios cinéticos en sistemas cerrados (ensayos Batch) y en sistemas
abiertos (ensayos de flujo y transporte de solutos en columna) a diferentes velocidades.
También se realizan ensayos para diferentes condiciones de pH y concentración de solutos y
un estudio comparativo de las capacidades de adsorción de estos residuos con otros
materiales.
Los resultados del trabajo realizado que se exponen en el desarrollo de la memoria de la tesis
se complementa con 173 figuras, 94 tablas y 36 fotos.
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE CATALUÑA
Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona
Departamento de Ingeniería del Terreno y Cartográfica
Roberto L. Rodríguez-Pacheco
Junio de 2002
Dirigida por:
Dra. Lucila Candela Lledó
Dr. Antonio Lloret Morancho
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 11
1. Zona de estudio
1.1. Ubicación geográfica
El Archipiélago cubano, constituido por la Isla de Cuba y unos 4100 islotes, está situado en el
Mar Caribe, latitud norte entre los 19,8oN a 23,4oN y longitud oeste entre los 74oW (Figura
1.1).
El municipio de Moa, área objeto de nuestro estudio, se encuentra en el extremo más oriental
de la isla de Cuba, a 200 Km de la ciudad de Holguín y a unos 1000 Km de Ciudad de la
Habana, la capital de la isla de Cuba. Constituye el municipio minero más importante del país,
con una producción de 50 000 toneladas por año de níquel y cobalto (UNI, 1994) y 30000
toneladas por año de cromo, (Proenza, 1998). Posee dos plantas metalúrgicas en explotación y
una en construcción, puerto, aeropuerto y una población de 75000 habitantes (Figura 1.1 y
1.2). Como se observa en la Figura 1.3, el volumen de actividades minero-metalúrgicas está
centrado en un pequeño sector al norte del municipio.
El municipio minero de Moa forma parte del sistema montañoso Moa-Baracoa. Esta región
representa la zona de mayor biodiversidad del país con un 68% de especies autóctonas (Reyes
y del Risco, 1993). El área sur del municipio queda englobada dentro de la reserva de la
biosfera declarada por la UNESCO en el año 1998. Uno de sus elementos naturales más
destacados es el desarrollo de los bosques de coníferas típicos de esta región del país.
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 12
Océano Atlántico
Figura 1.2. Ubicación del Municipio minero de Moa en la provincia de Holguín (ICGC, 1986).
Océano Atlántico
Municipio Sagua de Tánamo
Municipio de Baracoa
Municipio
Yateras
Figura 1.3. Principales instalaciones que conforman la infraestructura del distrito minero de Moa: 1)
combinado mecánico, 2) presa de residuos inactiva, 3) embalse de agua, 4) planta metalúrgica de lixiviación
ácida (SAL), 5) planta de tratamiento de agua, 6) presa de residuos en explotación planta metalúrgica SAL, 7)
laguna de oxidación, 8) presa de residuos en explotación planta ACL, 9) planta metalúrgica de lixiviación con
carbonato amoniacal (ACL), 10) planta metalúrgica en construcción, 11) planta de beneficio del cromo, 13)
puerto, 14) mina de cromo subterránea Mercedita en explotación, 15) minas de Ni y Co a cielo abierto, 16) presa
de residuos en construcción, 12 y 17) mina de cromo (inactiva).
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 13
Figura 1.4. Mapa de altitudes del municipio minero de Moa (ICGC, 1986).
1.2. Clima
El clima es tropical húmedo, siendo una de las áreas de mayor pluviometría del país. El
volumen de precipitaciones alcanza valores comprendidos entre 1000-4000 mm/año (Gagua
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 14
et al., 1976), con una media histórica de 2058 mm/año (Instituto Nacional de Recursos
Hidráulicos -INRH, período 1973-1995). El mes más lluvioso es mayo mientras que el de
menor lluvia es enero (Figura 1.5).
La humedad relativa media anual es del 85%. En la Figura 1.5 se aprecia que los meses de
mayor humedad son octubre, noviembre y diciembre, mientras que las menores humedades
relativas se registran en el mes de marzo (Téllez, 1995, Rodríguez y Téllez, 1995). Hay que
destacar que los datos analizados corresponden a la estación climática El Sitio, que se
encuentra muy cerca de la costa.
El valor medio anual de la temperatura del aire es de 24,5 oC. En la Figura 1.5, se muestra una
variación de la temperatura entre las máximas y las mínimas de unos 9 grados, como media.
Los meses más calurosos son julio, agosto y septiembre, mientras que los más fríos son
diciembre, enero y febrero. Según Lavaut (1998) se pueden experimentar fluctuaciones
espaciales de la temperatura de 10 a 15 grados considerando la diferencia climática vertical en
la atmósfera de las áreas montañosas.
La evaporación real se cifra en una media de 1 600 mm/año (INRH, 1986), siendo los meses
de más evaporación julio y agosto con una media superior a los 229 mm, mientras que los de
menor intensidad son noviembre, diciembre y enero, siendo la más baja en enero con una
media de 134 mm. Se puede apreciar en la Figura 1.5, que se producen grandes diferencias
entre las mínimas y máximas de evaporación en un mes, que en algunos casos alcanzan los
100 mm de diferencias (como en el mes de abril). Considerando la diferencia entre
evaporación y precipitación el balance hídrico anual puede situarse entre los 400 y 458 mm
(Rodríguez et al., 1998a).
35
Temperatura ( C)
30
o
25
20
95
Humedad relativa (%)
Humedad relativa (%)
90
85
80
75
70
300
Evaporación (mm/mes)
250
Evaporación (mm)
200
150
100
50
E F M A M J J A S O N D
Meses
600
Pluviómetro Moa Pluviómetro Arroyo Bueno Pluviómetro Calentura Evaporación
500
Precipitaciones (mm/mes)
Déficit de humedad
400
300
200
100
0
E F M A M J J A S O N D
Meses
El viento se caracteriza por ser muy variable presentando una velocidad máxima de 10 m/s y
mínima de 1 m/s; el valor medio anual es 2 m/s, con una dirección predominante NE. El
viento es un parámetro importante en la región de Moa, pues controla el movimiento de las
emanaciones industriales vertidas a la atmósfera (Pérez et al, 1991). Según los estudios de
Hurtado et al., (1999) la frecuencia de procedencia de los vientos es la que se muestra en la
Tabla 1.1A, donde se aprecia que solamente tres componentes de la dirección del viento (NE;
ENE y E) superan el 10 % de frecuencia anual.
en dos grandes macizos: I) Macizo Moa Baracoa y II) Macizo Mayarí-Cristal. El Macizo Moa
Baracoa, que se corresponde con el área de estudio se distinguen diferentes materiales
geológicos, que se caracterizarán a continuación.
Figura 1.7. Ubicación de la faja ofiolítica Mayarí-Baracoa (Iturralde-Vinent, 1996). Los números
indican la ubicación de las principales áreas de distribución de los depósitos lateríticos de níquel y
cobalto: 1- Pinares de Mayarí, 2- Nicaro, 3- Moa, 4- Punta Gorda-Yagrumaje, 5- Las Camariocas, 6-
Cantarana-La Delta, 7- Santa Teresita, 8-La Fangosa, 9- Iberias y 10- Piloto.
- Formación Río Macío (Holoceno): esta integrada por los materiales aluviales de las
terrazas de los ríos Moa, Cabañas y Cayo Guam (CGCO, 1980). La estratigrafía es bastante
compleja, encontrándose hasta 8 capas donde es muy difícil poder definir la continuidad de
las diferentes capas. En la zona de estudio, terrazas del río Moa (Figura 1.8 y 1.9), el área es
de unos 10 Km2 de extensión y su espesor de 25-35 m, está formada por los sedimentos
aluviales depositados por el río Moa y el Cabañas. La granulometría está compuesta por
gravas, arenas, limos y arcillas (INRH, 1986). Se encuentran pellets de hierro de diferentes
tamaños y fragmentos de rocas ultramáficas serpentinizadas (peridotitas y harzburgitas). La
mineralogía se caracteriza por la presencia de óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio. Los
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 18
Figura 1.8. Esquema geológico del Municipio de Moa. 1- Formación Río Macío. 2- Gabros de
Complejo Ofiolítico. 3-Formación Quiviján, 4)- Formación Sabaneta. 5- Peridotitas y harzburgita del
Complejo Ofiolítico 6- Formación Punta Gorda. 7- Ríos. 8. Fallas. (según Formell y Oro, (1980);
Trutié, (1988); INRH, (1986)).
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 19
Figura 1.9. Columna litológica de uno de los pozos del acuífero aluvial del Río Moa. Formación Río
Macío. Coordenadas UTM: X=699.100 y Y= 221.050 (INRH, 1986).
- Formación Punta Gorda (Mioceno, Formell y Oro, 1980): está constituida por suelo
laterítico redepositado y pequeñas capas de material terrígeno carbonatado de granulometría
variada, presentando lentes de material arenoso y capas de material limo-arcilloso. En ella es
posible diferenciar una capa de margas masivas de unos 40 cm de espesor (Figura 1.10). Están
presentes diferentes capas de material areno-arcilloso y pellets de hierro de diferentes tamaños
(entre 1-15 mm). En los minerales predominan los óxidos e hidróxidos de hierro (goethita,
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 20
espinelas de cromo, hemtitas), carbonatos, así como gibbsita y montmorillonita (Figura 1.10).
En esta formación se ha reportado la presencia de pirita (Formell y Oro, 1980).
Figura 1.10. Columna litológica y composición química de los materiales de un pozo perforado en la
Formación Punta Gorda. Coordenadas UTM: X=701.800 y Y= 220.700 (Formell y Oro, 1980).
zeolitas entre las que se encuentran la clinoptinolita (50-70% del peso), mordenita (10-15%
del peso). En menor medida se encuentra la arcilla motmorillonita con contenidos entre 1-2 %
del peso total.
Foto 1.1. Afloramiento de las rocas ultramáficas muy agrietadas. Carretera Moa-Sagua. Se destaca la
falta de corteza laterítica, altura del talud 15 m.
Las harzburgitas serpentinizadas presentan una composición mineralógica variable con un 73-
90% de olivino, ortopiroxeno entre el 8-20%, cromitas accesorias entre 1-2% y
clinopiroxenos entre 0-1%. Las dunitas serpentinizadas presentan una composición
mineralógica donde predomina el olivino con valores entre un 96-98%, ortopiroxeno (hasta
3%), cromita accesoria (hasta un 2-4 %) (Proenza 1998. Proenza et al., 1999b).
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 22
Figura 1.11. Columna geológica sintética de los macizos de rocas ofiolíticas de Moa-Baracoa, donde
se pueden observar los principales tipos litológicos existentes. La dimensión en vertical no está a
escala (Proenza, 1998).
- Los cuerpos de gabros: forman grandes bloques y diques incluidos en el macizo ofiolítico,
cuyos contactos con los otros tipos litológicos son generalmente tectónicos (Figura 1.8 y
1.11). Las dimensiones de los cuerpos de gabros son variables con 1-3 Km. de ancho y de 10-
15 Km. de longitud. Se estima que presentan un espesor medio de 500 metros (Fonseca et al.,
1985). Muchas veces los cuerpos de gabros están cubiertos por las rocas ultramáficas
fundamentalmente peridotitas. Los principales tipos litológicos descritos en estos cuerpos son:
gabros olivínicos, gabros noritas, gabros, anortosita y noritas (Fonseca et al., 1985, Ríos y
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 23
Cobiella, 1984, Proenza, 1998). La edad de éstos es la misma que las del complejo
ultramáfico. La composición mineralógica de los gabros es 40-60% de clinopiroxenos,
plagioclasa (30-50%), y olivino (hasta un 20%), cromita accesoria (1 %) (Proenza et al.,
1999b).
7m
Plano de
Falla
Foto 1.2. Grietas y planos de falla en las rocas ultramáficas (Río Moa).
Sobre las peridotitas y harzburguitas serpentinizadas se desarrolla una corteza laterítica rica
en Ni y Co (Yacimientos lateríticos que caracterizaremos más adelante, Figura 1.7). Las fases
minerales presentes en el corte laterítico son óxidos e hidróxidos de hierro como la goethita,
espinelas (magnetita, magemita y espínelas cromiferas) y hematita. Estos minerales
representan entre el 80 y el 90% de la composición modal de las laterítas. En menor medida
aparecen cuarzo, minerales de manganeso, gibbsita, carbonatos y arcillas como la
montmorillonita y la saponita.
El área se caracteriza por una gran complejidad tectónica en la que se desarrollan dos sistemas
de fallas principales NE-SW y NW-SE. El sistema NW-SE desplaza al primero y se
caracteriza por presentar menor extensión que el NE-SW. El ángulo de buzamiento de las dos
zonas de fractura es entre 60-80 grados (Trutié, 1988). Las discontinuidades tectónicas (fallas
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 24
y fracturas) del sistema NW-SE están rellenas de cuarzo y diferentes diques de rocas básicas.
En las zonas de fractura se ha reportado la presencia de carbonatos, así como precipitados de
magnesita (Trutié, 1988; Proenza, 1998).
De acuerdo con los estudios de Rodríguez et al., (1996) y Rodríguez, (1998) la región se
clasifica como sísmicamente activa. Según la actividad sísmica el área se clasifica como área
con riesgo sísmico de segunda categoría, por lo que se pueden generar seísmos de hasta 7
grados de magnitud en la escala MSK. En la Figura 1.12, se muestran los epicentros de los
seísmos registrados en la región oriental en el período 1979–1994 (Cotilla, 1998). La gran
mayoría de los epicentros de los seísmos se registran al sur de Cuba Oriental. En el caso de la
costa norte donde se encuentra el municipio de Moa el número de seísmos es menor aunque
en los últimos tiempos de acuerdo a las estadísticas parece ser que esta actividad se ha
incrementado.
Moa
Figura 1.12. Epicentros de seísmos registrados en la región oriental de la Isla de Cuba y áreas
aledañas 1979-1994, con profundidad del epicentro h≤30 Km. (Cotilla, 1998).
balsas de residuos (Foto 1.3) y en las paredes de los edificios (Carménate y Riverón, 1999,
Guardado y Riverón, 1997, Guardado y Carménate, 1996 ).
5m
Grietas
Foto 1.3. Grietas de uno de los muros de la presa 2 de la Figura 1.3, producidas por el seísmo de 1995.
Altura media del talud 5 m.
El perfil de los yacimientos lateríticos del norte de oriente ha sido caracterizado por diferentes
investigadores (De Vletter, 1955; Kudelasek y Zamarsky, 1971; Vera, 1979; Formell, 1979;
Segalen et al., 1983; Cordeiro et al., 1987; Navaretes y Rodríguez, 1991;Rojas et al., 1993;
Rojas y Orozco, 1994; Rojas y Beirys, 1994; Almaguer y Zamarzry, 1993; Almaguer, 1995;
Lavaut, 1998). De acuerdo con el grado de desarrollo del corte laterítico se puede aplicar la
clasificación de Frederich, et al., (1987), para la que, el corte laterítico in situ se divide en
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 26
cuatro zonas: zona limonítica superior, zona limonítica inferior, zona de transición o
lixiviación y zona saprolítica (Foto 1.4, Figura 1.13).
La descripción del corte laterítico que se expone a continuación es la del material que se ha
formado sobre las rocas ultramáficas (peridotitas y harzburguitas serpentinizadas típicas del
Manto, Figura 1.11), pues este corte puede variar sus características en función de la
composición petrológica del área del macizo ofiolítico en que se encuentre y del grado de
desarrollo del perfil laterítico, así como de los procesos geológicos que hayan tenido lugar en
el área, tales como erosión y redeposición de las cortezas lateríticas. En el corte laterítico se
pueden distinguir cuatro zonas que caracterizaremos a continuación (Foto 1.4 y Figura 1.13).
3-Zona de transición
4-Zona saprolítica
1- Zona limonítica superior: presenta un color marrón oscuro. La potencia es variable entre
0.2-2 m. La granulometría es areno-limo-arcillosa (Monzón, 1975). La fracción de partículas
tamaño arena en este caso puede llegar al 5%. El pH de esta capa es ligeramente ácido entre
5.1-6.5 (Kudelasek y Zamarsky, 1971). La mineralogía está compuesta por óxidos e
hidróxidos de hierro (Tabla 1.1B). En la parte superficial se observan partículas de forma
esférica de hidróxidos de Fe, que frecuentemente están cementadas entre sí por material
ferruginoso, de composición similar al que forman los propios hidróxidos, estos procesos de
cementación dan lugar al crecimiento de planchas y bloques de variadas dimensiones, que
pueden alcanzar ocasionalmente varias toneladas de peso (Vera, 1979). Estas capas son las
que se conocen en la literatura como “ferralitas o ferricretas”. El proceso de cementación de
los hidróxidos de hierro es el resultado de los procesos sucesivos de secado y humedecimiento
a los que están expuestos en corte laterítico en condiciones naturales debido a las variaciones
climáticas anuales (ver Figura 1.6, en datos climáticos en este mismo capítulo). Su contenido
medio en los diferentes elementos es: Ni menor del 0.9%, Fe entre 35 y 50%, Mg del 1 al 5%,
el de Cr entre 1-3%, el de Al entre el 5-10%, el de Mn menor del 1%, el Co entre el 0.01-
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 27
0.07%. Se pueden encontrar además pequeñas concentraciones de Cu, Zn, V y Ti. Esta parte
del corte es el material que en el proceso de explotación de los yacimientos lateríticos forma
los escombros o estériles (Figura 1.13; Foto 1.4 y Foto 1.5). Según la FAO-UNESCO (1989),
esta parte superior del corte laterítico donde se desarrolla la vegetación se clasifican como
Ferrasoles dentro del sistema internacional de clasificación de los suelos.
2- Zona limonítica inferior: presenta un color marrón oscuro. Su potencia es variable 2-6 m.
Presenta una humedad mayor que la zona superior. La granulometría es limo-arcillosa,
predominando la fracción limo. El pH de esta capa es ligeramente ácido entre 6.2-6.5
(Buguelskiy y Formell, 1973a y 1973b). Presenta una composición mineralógica y química
similar a la superior (Tabla 1.1B). En esta zona se aprecia una disminución del contenido de
Al y Fe y un incremento de Si, Mg y Ni (Figura 1.14). La principal diferencia respecto a la
zona anterior es su contenido de níquel y la granulometría del material. El contenido de Ni es
de 0.8-1.5%, Fe 35-45%, Mg 0.1-5%, Si de 2-5% (Vera, 1979; Capote et al., 1993 Almaguer
y Zamarzry, 1993; Lavaut, 1998, Cerpa et al., 1999) (Figura 1.13).
Tabla 1.1B. Composición mineralógica predominante por zona del corte laterítico (en % en peso
semicuantitativo a partir de los resultados de rayos X, 3 muestras por zona).
Minerales Formula Química Zona limonítica Zona de Zona
transición saprolítica
Superior Inferior
Óxidos e Goethita FeOOH, 60-65 60-70 60-80 15-35
hidróxidos de Hidrogoethita FeOOH n OH
hierro Hematita (Fe2+O3) 2-5 3-5 2-4 1-3
Minerales del Forsterita (Mg2SiO4) 4-6 25-30
grupo de la Clorita (H4Mg3Si2O9 )
serpentina Lizardita Mg3(SiAl)2O5OH4
Antigorita (Mg6(Si4O10)(OH))
Espinelas Magnetita (Fe2+Fe23+O4 ) 1-3 3-4 1-3 1-2
Maghemita (Fe3+O3)
Gibbsita Al(OH)3 12-20 8-10 3-5 1-2
Cromitas 2-3 1-3 1-2 0.1
Minerales de 0.4-1.2 0.3-1 0.1-0.4 0-0.2
manganeso
El contenido de humedad crece con la profundidad. Esta zona se corresponde con la zona de
variación del nivel freático del agua durante las diferentes estaciones del año (ciclos de secado
y humedecimiento), aspecto que favorece la disolución y precipitación de los diferentes
elementos o compuestos químicos, así como el desarrollo de los procesos de oxidación de los
minerales por la entrada de los diferentes gases atmosféricos (principalmente oxígeno) al
bajar el nivel freático. El pH de esta capa es prácticamente neutro entre 6.8-7.1. La
mineralogía es predominantemente de óxidos e hidróxidos de Fe, Mg, Al, Mn y minerales del
grupo de serpentinas (Tabla 1.1A). La concentración de níquel en esta zona es generalmente
superior a 1,2%, con rangos entre 1.2 y 3.2%. El contenido de Mg es variable entre un 3-10%,
Fe entre un 25-35% (Buguelskiy, Formell, 1973a y 1973b; Vera, 1979; Cordeiro et al., 1987;
Rodríguez, 1991;Almaguer, y Zamarzry, 1993, Almaguer, 1995; Lavaut, 1998) (Figura 1.13).
Potencia
0 Superior media (m)
Zona 0.2-2
limonítica
4 Inferior 2-6
Potencia (m)
Zonade
Zona de 2-4
Transición
transición
8
Zona
saprolítica
12 6-10
Roca >1000
ultrabásica
16
0.01 0.1 1 10 100
% en peso
Fe Si Mg Al Mn Ni Cr Co
Figura 1.13. Perfil del corte del yacimiento laterítico Moa. Distribución de los principales elementos
químicos en el corte de acuerdo con la profundidad.
última un valor medio entre los 4-10 m. Normalmente el material se encuentra en estado
saturado. La granulometría es de tipo limo-arcilloso, predomina la fracción limo en más del
50% de su peso. El pH de esta capa es de neutro a ligeramente básico entre 7.0-8.2
(Kudelasek y Zamarsky, 1971). Mineralógicamente predominan los minerales del grupo de la
serpentina (Tabla 1.1B). Esta zona va pasando de su forma meteorizada a las rocas
ultramáficas agrietadas. El contenido de níquel en esta zona es del orden de 1.5-3%, el Fe
entre el 10-25%, el Mg 10-20%, Si 20-30% (Buguelskiy y Formell, 1973a y 1973b, Ostromov
et al., 1985; Ostromov et al., 1987) (Figura 1.13).
De las capas del corte laterítico se utilizan industrialmente las zonas limonítica inferior, la de
transición y la saprolítica. Las dos primeras zonas se emplean en el proceso metalúrgico de
lixiviación con ácido sulfúrico (SAL) y las tres zonas en el proceso de lixiviación con
carbonato amoniacal (ACL).
La actividad minera a gran escala en los yacimientos lateríticos se inició en el año 1942 en el
municipio de Mayarí y en 1962 en el municipio de Moa. Durante este período de explotación
minera se ha producido una importante afectación al ecosistema debido al proceso de
deforestación. Durante estos 60 años de actividad minera han sido deforestadas 5000 ha de
bosques (UNI, 1994).
Durante la extracción de la masa mineral se presenta una afectación importante sobre el nivel
freático (Foto 1.5), el cual al ser interceptado provoca la inundación de la mina. Las
inundaciones de las minas provocan un incremento de la humedad de la masa mineral que
encarece los costos de producción. En esta etapa el impacto sobre la morfología local es muy
importante, así como el impacto paisajístico (Foto 1.5).
Foto 1.5. Vista de la mina a cielo abierto de uno de los yacimientos de níquel en explotación, se
observa la inundación por agua en la parte baja.
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 31
La extracción de los elementos útiles del yacimiento laterítico (Ni y Co), se efectúa mediante
dos procesos metalúrgicos: I) lixiviación con ácido sulfúrico (SAL), donde se emplea ácido
sulfúrico en el proceso metalúrgico para la extracción del Ni y el Co en forma de sulfuro de
níquel más cobalto y II) lixiviación con carbonato amoniacal (ACL) o tecnología Caron
donde se emplea una solución carbonato amoniacal para la extracción del Ni y Co en forma
de óxidos (Ponjuan y Rodríguez, 1981; Anthony y Flett, 1997). A continuación describiremos
sintéticamente los procesos metalúrgicos que dan lugar a los residuos sólidos y líquidos en el
municipio de Moa.
Lixiviación con ácido sulfúrico: Este proceso se caracteriza por diversas etapas: la
preparación de pulpa, etapa de lixiviación con ácido sulfúrico, neutralización de la acidez del
licor residual con pulpa de coral y obtención de sulfuro de níquel más cobalto que constituye
el producto final del proceso metalúrgico.
En este caso se describirá brevemente la etapa de lixiviación ácida a presión, caracterizada por
el desarrollo de un gran número de reacciones químicas. Para una mejor comprensión del
proceso utilizaremos una composición de la masa mineral que entra al proceso compuesta por
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 32
los siguientes óxidos e hidróxidos de composición simple entre los que se encuentran: óxido
de níquel (NiO), óxido de Cobalto (CoO), gibbsita (Al(OH)3), goethita (FeOOH); óxido de
magnesio (MgO) y óxido de manganeso (MnO) (Anthony and Flett, 1997).
MO + H 2 SO4 → MSO4 + H 2O
donde M es un metal divalente que puede ser: Ni, Co, Cu, Zn, Mg y Fe, y Mn o pueden ser
metales trivalentes Fe(III), Al(III)
Las reacciones de disolución de los minerales del grupo de los silicatos presentes en la mena
laterítica al reaccionar con el ácido sulfúrico pueden ser consideradas como la siguiente
reacción de disolución y precipitación
2FeOOH+3H2SO4⇒2Fe(SO4)3 + 4H2O
2Fe(SO4)3 +3H2O⇒Fe2O3 +3H2SO4
las colas que son diluidas en agua y transportadas hasta las presas de residuo anexas a las
factorías.
2AlOOH+3H2SO4⇒Al2(SO4)3 + 4H2O
una parte importante del Al es hidrolizado y precipita en forma de sulfato con contenido de
sales en forma de hidronioalunita,
Si en el medio se encuentran presente cationes de sodio y potasio estos pasan a formar parte
de la hidronioalunita.
En el proceso de neutralización del licor residual con pulpa de coral ocurre la formación de
yeso sólido mediante la siguiente reacción,
Lixiviación con carbonato amoniacal: este proceso es utilizado en la extracción del níquel y
cobalto existentes en la corteza laterítica. El producto final es carbonato de níquel mas cobalto
u óxido de níquel mas cobalto. El proceso consta de 4 etapas: triturado y secado del mineral,
reducción, lixiviado con carbonato amoniacal y recuperación del metal de la solución
(Anthony and Flett, 1997).
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 34
Aunque el proceso de lixiviación es complejo y las reacciones que se producen están sujetas a
distintas condicionantes, cabe señalar a las siguientes reacciones como las más
representativas:
2Fe(s) + (O2,4N2) + 2(NH4)2CO3 +8NH3 ⇒2Fe(NH3)6CO3 +2H2O + 4N2
2Ni(s) + (O2,4N2) + 2(NH4)2CO3 +8NH3 ⇒2Ni(NH3)6CO3 +2H2O + 4N2
2Co(s) + (O2,4N2) + 2(NH4)2CO3 +8NH3 ⇒2Co(NH3)6CO3 +2H2O + 4N2
La solución acuosa que se obtiene con los diferentes metales en solución se somete a un flujo
de aire a contracorriente. El aire es necesario para oxidar los metales, ya que ninguno es lo
suficientemente activo como para poder desplazar el hidrógeno de una disolución amoniacal.
También el aire aplicado en el proceso oxida al Fe(II) a Fe(III) que precipita en forma de
óxido de Fe hidratado (hematita) lo que permite eliminarlo de la solución de acuerdo a la
siguiente reacción,
2+ 3
2 Feaq + O2( g ) + H 2O → 2 Fe2O3 XH 2O( s )
2
En esta etapa queda dividida la solución acuosa en dos, el Ni, Co, NH3 y CO2 forman la
solución acuosa denominada licor producto y el hierro y los otros elementos en forma de
óxido hidratado pasa a formar parte de las colas. En la Tabla 1.2, se da la composición media
de estos elementos en cada una de las partes de la solución.
Tabla 1.2. Composición de los principales elementos después del proceso de lixiviado y lavado del
mineral laterítico (% en peso de la masa).
Componente Licor producto Colas
Ni 1.22 0.28
Co 0.02 0.08
Fe 0.06 45.31
NH3 6.51
CO2 3.52
La extracción del níquel y el cobalto mediante lixiviación ácida (SAL) y lixiviación carbonato
amoniacal (LCA) (Ponjuan y Rodríguez, 1981; Anthony y Flett, 1997) genera grandes
volúmenes de residuos sólidos, líquidos y gaseosos. En la Tabla 1.3 se presenta una síntesis
del volumen de residuos que genera cada una de las plantas de acuerdo a los parámetros
técnicos de construcción. Los volúmenes de residuos generados dependen de la eficiencia del
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 35
proceso metalúrgico. En el caso que nos ocupa, la extracción del Ni y el Co por lixiviación
ácida es mucho más eficiente que el proceso de lixiviación por carbonato amoniacal, con una
eficiencia superior al 90% en el primer caso y entre el 75 y 80% el segundo (Anthony y Flett,
1997).
Residuos gaseosos: el volumen de gases vertido a la atmósfera es elevado, como se puede ver
en todas las plantas supera las 10 toneladas diarias (Tabla 1.3). Los gases principales vertidos
al medio son sulfhídrico y fluorhídrico. Los gases al salir a la atmósfera generalmente tienen
una temperatura superior a los 80 grados (Pérez et al., 1991).
Tabla 1.3. Volumen de residuos generados por las actividades metalúrgicas. Unión de Empresas del
Níquel (UNI, 1994).
Localidad Nicaro Moa Referencia
Tipos de residuos ACL SAL ACL
Sólido (T/día) 1000 4000 1200 (UNI, 1994)
Líquido (m3/día) 7000 12000 8000 (UNI, 1994)
Emisión de polvo a la atmósfera (T/día) 8 10 (UNI, 1994)
Gas SO2 (T/día) 12 16 17 (UNI, 1994)
SO3 (T/día) 2
Residuos líquidos: dentro de los residuos líquidos se debe distinguir: I) los que se vierten
directamente como agua residual al río Cabañas procedentes de la planta de preparación de
sulfuros (WL), de la de fábrica con proceso metalúrgico de lixiviación ácida (SAL) y los de la
fábrica que utiliza el proceso de lixiviación carbonato amoniacal (ACL) y II) los líquidos que
acompañan las colas (residuos sólidos del proceso metalúrgico) que son vertidos a las presas
correspondientes a cada uno de los procesos ubicadas sobre las terrazas del río Moa.
Tabla 1.4. Composición de los residuos líquidos (mg/L). WL es el residual de la planta de preparación
de sulfuros de la fábrica de lixiviación ácida.
SAL (WL) ACL
Ni 51 35 20-50 260
Co 1 2-10 105
Cu 5
Fe 390 700 500-800 5
Mg 2100 1800 200-2500 17
Mn 1510 1400 1100-1500 0.6
Al 5100 5000 2500-500
Cr 600 60
Zn 0.2
H2S 52 100-200
H2SO4 7000-8000
NH3 210
pH 1.2-1.3 1.3-1.5 8.5
Referencias Granda y Astorga, Izaguirre y UNI, 1994 Rodríguez et al., 1997
1992 Llópiz, 1997
- Residuos sólidos: el 90% de la masa mineral que entra al proceso metalúrgico sale como
residuo sólido y es depositado en las presas de residuos anexas a las factorías. Dentro de los
sólidos hay que diferenciar la existencia de cuatro residuos sólidos:
De los residuos los más importantes por su volumen y efecto ambiental son los residuos
sólidos y líquidos del proceso metalúrgico. Los residuos sólidos del proceso son mezclados
con agua y transportados por tuberías en forma de efluentes líquidos y depositados de manera
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 37
puntual en un extremo de las balsas de residuos (tailing dam), sin ningún control
medioambiental (Heredia, 1978). En el caso del municipio de Mayarí, se acumulan en la bahía
de Levisa.
Tabla 1.5. Composición de los residuos sólidos que se depositan en las presas de colas (% en peso).
Residuos SAL Residuos ACL
Presas Rechazo Nicaro Moa
Ni 0.08 1.04 0.21 0.6
Mg 0.044 7.90 8.1
Cu 0.0042 0.030 0.01
Co 0.011 0.11 0.04 0.10
Fe 47.00 39.45 40 49
SiO2 4.02 7.49 20.43 20.2
Cr 1.65 1.63 0.32 1.72
Zn 0.005 0.05
Mn 0.48 0.81 1.2 0.72
Al 4.03 6.24 2 3.23
S 3.64 0.12 0.13
Referencia UNI,(1994) Rojas y Carvallo, (1993) Rodríguez et al., (1998a)
La composición media de la mezcla que se vierte a las presas (Foto 1.7) consiste en 30-40%
de material sólido y un 60-70% de líquido. El pH del efluente SAL es ácido con valores entre
4-4.5, mientras que el del ACL es casi neutro pH entre 6.5-6.9. Ambos residuos se
caracterizan por llevar gran cantidad de materiales en suspensión y disolución. La
granulometría es areno-limo–arcillosa, con predominio de la fracción limo. El diámetro de las
partículas varía generalmente entre 100 y 5 micras (Rodríguez et al., 1998b). Los residuos
están compuestos mayoritariamente por óxidos e hidróxidos de Fe, Al y Mg. En la actualidad
se acumulan unos 180 millones de toneladas de estos residuos en un área de 10 km2.
Capítulo 1. Descripción de la zona de estudio municipio de Moa 38
Foto 1.7. Vertido de los residuos del proceso ACL. Se vierten las colas y el residual líquido en la
misma presa.
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 39
2.1. Introducción
- Monitoreo y gestión de los depósitos de residuos mineros (Martínez, 1998; TMW, 1998;
PTICEG, 1998; FICEG, 1994).
- Riesgo ambiental (Fernández, 1981; Weissberg, 1991; Manz and Castro, 1997).
- Modelos numéricos (TMW, 1998; PTICEG, 1998; FICEG, 1994).
- Propiedades físico y mecánicas (Heredia, 1980; Swarbrick et al., 1992; Vick, 1996;
Blight, 1994; Daniel, 1998; López, 1999; Moya, 2001 Alonso y Gens, 2001a y 2001b)
- Características de liquefacción (Yasuhara et al., 1994; Barrera and Lara, 1998; Tibana
and Campos, 1998; Dawson et al., 1998, Hyodo et al., 1998).
- Propiedades hidromecánicas (medio saturado y no saturado) (McWhorter and
Nelson, 1979; Swarbrick et al., 1992; Rodríguez et al., 1998a, 1998b).
- Tipos de emplazamientos y estabilidad (Markland and Eurenius, 1976; Stoeva and
Zlatanov, 1994; Junghans and Helling, 1998; Blight, 1998, Gipson, 1998).
- Posibilidad de utilizarlo como materiales de construcción (TMW, 1998).
La revisión que se presenta de aquí en lo adelante se centrará en los principales aspectos que
caracterizan a los residuos minero-metalúrgicos y la problemática ambiental asociada. El
énfasis principal se realizará en el tema de las afecciones sobre la calidad de las masas de
agua continentales. Finalmente se presentan los antecedentes existentes en el estudio de los
residuos minero-metalúrgicos en Cuba y en los residuos derivados de la explotación de
yacimientos residuales (lateritas) ricos en óxidos e hidróxidos de Fe y Al.
II) Los resultantes de los yacimientos residuales (ej. cortezas de meteorización como las
lateritas ricas en Fe, Ni, las bauxitas ricas en aluminio Al, etc.),
Los gases: de forma mayoritaria son resultado del proceso de combustión de los combustibles
fósiles (petróleo y carbón) y en menor cuantía se encuentran los gases producto del uso de
sustancias químicas, fundamentalmente diferentes tipos de ácidos. Estos gases son emitidos a
la atmósfera, generalmente a altas temperaturas, en forma de compuestos gaseosos (CO, CO2,
NOx, SOx, etc.) y en algunos casos están acompañados de vapor de agua (Pérez et al., 1991).
Los líquidos: son aguas residuales altamente contaminadas con diferentes compuestos
químicos y metales pesados. Presentan, en la mayoría de los casos, un pH ácido cuando son
resultado de procesos metalúrgicos de extracción de sulfuros o muy básico cuando se usan
bases fuertes en los procesos de neutralización (Rosario et al., 1993, Romero y Terreo, 1993).
Los sólidos: constituyen el producto final de un proceso que se inicia con la trituración de los
fragmentos de roca o mineral que contiene el elemento útil; continúa en una segunda etapa
con el machaqueo secundario, en que los fragmentos de roca se reducen a tamaño de arena
mediante molinos (de bola, martillos o cono), seguida de una reducción, mediante molinos de
barras o bolas, hasta llegar a tamaños muy inferiores al milímetro. El tratamiento de la masa
mineral continúa en la fase de concentración, en la que se separan las partículas de mayor ley
(concentrado) de aquellas de baja ley o estériles (residuos). El tamaño final alcanzado, junto
con el contenido de minerales arcillosos y la disgregación que pueda producirse en las fases
siguientes de transporte y almacenamiento en las presas de estériles, condiciona la
granulometría de los lodos resultantes del proceso metalúrgico de extracción. Este proceso de
fragmentación y transporte es muy diferente del que acompaña a los procesos de
fragmentación, transporte y sedimentación en la naturaleza, por lo que, salvo en minerales
muy arcillosos (por ejemplo los residuos de las plantas de petróleo, lavado de áridos,
explotación de yacimientos lateríticos, bauxitas, cenizas de la combustión del carbón, etc.),
las partículas muestran una notable angulosidad, hecho que influye considerablemente en las
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 43
- Línea central ”centraline” (Figura 2.1A): combina alguna de las ventajas de los otros
métodos (con una mejor estabilidad sísmica que el método ”upstream” y con menos
requerimientos de volumen de material en los recrecidos que con el sistema ”downstream”);
sin embargo, la capacidad de retención de agua no es tan buena como la del método
”downstream” (Markland and Eurenius, 1976; Junghans y Helling, 1998).
- Aguas abajo ”downstream” (Figura 2.1B): ha llegado a ser el más ampliamente usado.
Habitualmente, se construye una barrera impermeable en la cara del muro de la presa que está
en contacto con el depósito y se provee de un drenaje interno para asegurar que el nivel
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 44
freático dentro del muro se mantenga lejos de la cota de aguas arriba. El espesor de la parte
baja del muro se incrementa dependiendo de la altura. Esto incrementa la estabilidad, pero
requiere aportes exponencialmente crecientes de material según la subida gradual del muro
(Markland and Eurenius, 1976; Junghans and Helling, 1998).
- Línea central desplazada “modified centraline” (Figura 2.1C): en este método lo que se
realiza es un recrecimiento del muro de contención de la presa de la misma forma que el
método de línea central, pero con una prolongación de la longitud del muro de la presa aguas
abajo (Junghans y Helling, 1998)..
Inicial y final
Inicial Final
A
B
Final Final
Inicial
Inicial
C
D
Figura 2.1. Tipos de presas de almacenamiento de residuos, de acuerdo a la forma de construcción del
cierre (adaptado de Junghans and Helling, 1998). A) Línea central, B) Aguas abajo, C) Línea central
desplazada y D) Aguas arriba.
- Aguas arriba ”upstream” (Figura 2.1D): cada construcción se hace sobre el muro existente
y el borde de playa detrás del muro. El incremento de peso de la presa se puede repetir varias
veces pero el sistema tiene una desventaja en el sentido que hay una línea de debilidad
potencial en la base de cada recrecimiento, ya que el muro se cimenta sobre material grueso y
fino. Este sistema todavía se usa en las áreas más secas del mundo, donde los niveles de agua
en el interior de la presa se pueden mantener al mínimo (Junghans and Helling, 1998).
Los diseños de presas que ofrecen una mejor retención de agua usan un núcleo impermeable
en el muro y capas de filtro y drenajes dentro del mismo (Figura 2.2). Esto minimiza las
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 45
filtraciones de agua, pero los costes de construcción son mucho más elevados y crecen
rápidamente con la altura.
El uso de una o dos capas de arcilla depende del tipo de residuo a almacenar. Las
geomembranas comienzan a ser de gran aplicación en muchas obras de este tipo. La
existencia de los piezómetros para control de los niveles de agua y del potencial hidráulico
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 46
comienza también a ser un aspecto a tener en cuenta. El uso de los sistemas de drenaje de los
lixiviados es de extraordinaria importancia para evitar la contaminación de las aguas
subterráneas y para poder tratar los lixiviados, así como para poder reutilizar las aguas.
La vida de las presas de residuo se puede dividir en dos etapas: A) vida útil en uso de estos
depósitos para el almacenamiento de residuos y B) etapa post-operacional con riesgo
ambiental.
Núcleo
Filtro
Fragmentos de roca
Zona de drenaje
Agua
Residuo
Capas de arcilla
Capas de arcillas
Geomembranas
Colector de
lixiviado
secundario
Acuítardo
Acuitardo
Acuífero
Figura 2.2. Esquema de los elementos que integran una presa de residuos. Parte superior el dique y
parte inferior el vaso (Modificado de Rowe et al., 1995).
IV) de la capacidad soportante del suelo, V) de la altura máxima permitida, y VI) del
tiempo.
B) La etapa post-operacional. Es prácticamente imposible definir el alcance en el tiempo de
los efectos ambientales que pueden generar estas presas de residuo, pero dependerá
fundamentalmente de la magnitud del volumen almacenado y de la composición de estos
residuos y de los materiales que conforman el vaso de la presa, que son los que
determinan la calidad del agua que lixivian estos.
No debe olvidarse que la incidencia del depósito de estériles en el coste total de una operación
minera puede llegar a ser del 20% del coste total de la inversión y tiene como peculiaridad
que se trata de un coste necesario pero improductivo por lo que debe tratarse de reducir al
mínimo. Sin embargo, no debe hacerse a costa de la seguridad ni de un deterioro inadmisible
del medio ambiente y sus ecosistemas.
Los residuos de los procesos minero-metalúrgicos pueden ser vertidos en los depósitos de tres
formas fundamentales: A) húmedos B) secos C) lodos ó colas (slurry), siendo este último el
más utilizado y el más ampliamente conocido (Figura 2.3) (Yasuhara et al., 1994). El método
seco y húmedo (la masa de residuos no se satura, para evitar la generación de lixiviados) es
usado mayoritariamente para los residuos de las industrias que queman combustibles fósiles
como las centrales térmicas. El hecho de agregarle cierta humedad facilita su transporte y
almacenamiento sin que sea erosionado con facilidad por el aire. Si la masa de residuos
derivados de este proceso se satura con agua aumenta el riesgo ambiental de éstos, pues
generalmente presentan grandes concentraciones de azufre y algunos sulfuros.
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 48
A -I A -II
B -I B -II
C -I C -II
Figura 2.3. Formas de verter los residuos minero-metalúrgicos. I) bajo de agua y II) al medio
ambiente. A) Húmedos, B) Secos y C) Lodos o Colas (modificado de Yasuhara et al., 1994).
Tubos de descarga
Área de
decantación
Figura 2.4. Esquema de la descarga de lodos mineros en una balsa de residuos. (Modificado de Vick,
1996).
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 49
Foto 2.1. Vertido de residuos metalúrgicos en una de las presas de la industria cubana del níquel.
En cuanto a la calidad del agua que acompaña a los lodos compuestos por partículas finas, se
trata de un agua residual, frecuentemente rica en metales pesados y con un pH entre 2-7. En
este punto conviene también hacer una precisión, un pH ácido entre 2 y 6 no significa, por si
solo, que los metales vayan a estar en disolución, como cationes; para que esto ocurra se
necesita, además, que el potencial redox sea el adecuado.
El material sólido que forma el lodo vertido en las escombreras de residuo es generalmente un
material geológico natural al cual se le añaden algunos productos químicos durante las etapas
del proceso mineralúrgico. La diferencia entre el vertido inicial de lodo al culminar el
proceso metalúrgico y el material sedimentado en la presa de residuo es debido al origen de
nuevos minerales (de neoformación), que originalmente no se encuentran en el yacimiento y
que son el resultado: I) de los procesos exógenos (oxidación de las diferentes fases minerales
principalmente sulfuros, la meteorización física y química y evaporación del agua que
provoca una mayor concentración de sales y la precipitación de nuevas especies minerales) y
II) de los compuestos químicos añadidos en el proceso metalúrgico. La combinación de estos
dos factores da lugar al desarrollo de nuevos procesos hidroquímicos que afectan las aguas
que circulan por estos medios porosos.
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 50
La composición mineralógica de los lodos y estériles de mina depende del tipo de yacimiento
mineral explotado y del contexto geológico de las rocas encajantes. La composición
mineralógica del estéril o lodo vertido a la presa de residuo sufre una transformación una vez
acumulado en la balsa, donde tienen lugar una serie de procesos físico - químicos que dan
lugar al desarrollo de nuevos minerales, resultado de su interacción con el medio circundante
y los productos químicos añadidos en el proceso. Los residuos resultantes de la explotación
de los yacimientos de minerales polimetálicos (Cu, Zn, Sn, Au, Ag, etc.) y los de carbón se
caracterizan por un predominio de los sulfuros. En la Tabla 2.1 se muestra un listado de los
elementos metálicos y los principales minerales que se encuentran en las balsas de residuos de
diferentes regiones del mundo.
Generalmente en los procesos de beneficio del mineral se extrae la mayor parte de su elevado
contenido natural en metales pesados, excepto los minerales de hierro, manganeso y algunos
sulfuros que no cumplen con un contenido mínimo industrial económicamente rentable. Entre
los minerales neoformados se encuentran los diferentes productos de la oxidación de la pirita
(Tabla 2.1). Los óxidos e hidróxidos de hierro, aluminio, el yeso y los carbonatos constituyen
los más abundantes. El yeso y los carbonatos pueden encontrarse cementando las partículas
sólidas (Ribet et al., 1995; Adamo et al., 1996). De estos minerales, los sulfuros constituyen
uno de los elementos más peligrosos para el medio ambiente por su posibilidad de oxidarse
ante la presencia de oxígeno y dar lugar a minerales generadores de acidez (melanterita,
romerita, coquinbita, copiapita y varios miembros de la familia jarosita, tal como la jarosita
potásica). Estas sales que normalmente se encuentran en un medio reductor (presa de
residuos) al ponerse en contacto con aguas ricas en oxígeno se oxidan y facilitan el descenso
del pH de éstas y la solución de los metales pesados.
La composición química de los residuos está directamente relacionada con la mineralogía del
depósito y los elementos químicos usados en el proceso mineralúrgico. Generalmente los
elementos químicos que presentan mayores concentraciones son el Fe, S y Al. El resto de los
metales aparecen en concentraciones menores.
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 51
En este aspecto existe un gran número de trabajos (Monterroso et al., 1994; Stollenwerk,
1994, Ribet et al., 1995, Encabo et al., 1997, Fanfani et al., 1997; West, et al., 1998),
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 52
encaminados a determinar la masa de solutos que pueden ser transferidas al medio hídrico en
presencia del agua y de diferentes soluciones extractantes.
Foto 2.2. Imagen obtenida mediante el microscopio electrónico de una muestra de residuo de una de
las presas del residuo del proceso de lixiviación carbonato amoniacal (ACL). Moa (Cuba), donde se
observa la angulosidad de las partículas sólidas y su pequeño tamaño.
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 53
Diamante
% de finos por peso
Uranio
Oro
Platino
Vanadio/Rodio
Figura 2.5A. Representación de las curvas granulométricas de estériles procedentes de diferentes tipos
de minas (adaptado de Blight, 1994).
Los estudios de las características y mecanismos de licuefacción de los residuos mineros ante
la presencia de una carga dinámica generalmente debida a los seísmo ha sido objeto de
atención de un gran número de investigaciones (Yasuhara et al., 1994; Barrera and Lara,
1998; Tibana and Campos, 1998). Dentro de los residuos minero-metalúrgico los que
presentan una mayor probabilidad de licuefactar son los que presentan una granulometría
areno-limosa con una baja cohesión (Figura 2.5B).
Zona más
probable de
% de finos por peso
licuefacción
Fronteras de
suelos
potencialmente
licuefactables
A
B
Granulometría para los residuos
mineros limosos con baja
resistencia a la licuefacción
% de finos por peso
Figura 2.5B.A) Rangos de granulometría en los que pueden desarrollarse los procesos de licuefacción.
B) Rangos para residuos mineros que por el tamaño de sus partículas se clasifican como limos
(Committee on Earthquake Engineering, 1985).
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 55
Constituye uno de los temas muy poco estudiados y en general se pueden citar pocos trabajos
con relación al comportamiento en condiciones no saturadas. Los trabajos realizados se han
centrado en el estudio de la succión y la permeabilidad en muestras aisladas y en depósitos de
estériles (Aubertin et al., 1994; Rodríguez et al., 1998; Santos and Martínez, 1998; Lloret et
al., 1998). Otro de los aspectos estudiados en los depósitos de estériles es los procesos de
consolidación debido a la sedimentación que experimentan los residuos vertidos por
decantación y producto de la evaporación (Committee on Earthquake Engineering, 1985;
Swarbrick and Fell, 1992; Acevedo et al., 1994; Calabresi et al., 1994)
Aunque los impactos más aparentes se concentran en la zona minera propiamente dicha,
suelen afectar a los lugares adyacentes y pueden alcanzar regiones muy lejanas. Es bueno
destacar que en mayor o menor medida todos estos impactos ambientales presentan dos
elementos que los interrelacionan entre sí, el viento y el ciclo hidrológico del planeta Los
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 56
vertidos de aguas en ríos pueden ser transportados cientos de km y depositados en el mar. Las
emanaciones gaseosas pueden ser transportadas por las corrientes de aire y precipitar en zonas
muy alejadas del lugar de explotación, como ha sucedido con las lluvias ácidas en Canadá,
debido a las emanaciones gaseosas en los EE.UU. (Tabla 2.3).
1)- El uso de reactivos en el proceso de concentración de los metales, entre los cuales se
encuentran ácidos y bases modificadoras del pH del agua, derivados del petróleo, ácidos
orgánicos, xantanos (esteres de ácidos inestables), cianuros, etc. (Llamas, 1998).
2)- Descarga de aguas ácidas ricas en metales pesados y compuestos tóxicos (principalmente
plomo, mercurio, cobre, zinc, cromo, cadmio y molibdeno). Incorporación de sustancias
radioactivas al agua. Las fuentes de radioactividad son los vertederos y escombreras de minas
de uranio abandonadas o en explotación (Pollock, 1986).
químicamente agresivas, requiriendo una gran dilución o un tratamiento específico para que
puedan utilizarse de nuevo (Elberling and Nicolson, 1996, Rodríguez y Candela, 1998).
Foto 2.3. Precipitados de óxidos e hidróxidos de hierro en las orillas del río Moa, Cuba.
4)- Sales ferrosas, que al pasar a férricas dan lugar a turbidez en el agua y a que en lechos y
márgenes de muchos ríos se puedan observar precipitados pardos de óxidos e hidróxidos de
hierro y manganeso (ej. El río Tinto en España, el río Moa en Cuba, las bahías de Nicaro y
Moa en Cuba, Foto 2.3), provocando una degradación casi total del medio acuático y otros
problemas ambientales relacionados con la transformación de los ecosistemas naturales
circundantes (Smith et al., 1998).
6)- Incorporación de diferentes nutrientes que pueden llegar a ocasionar una eutrofización
(exceso de alimento para las plantas en el agua) del agua, generalmente están asociados a los
arrastres por erosión de las escombreras de suelo del destape del yacimiento y a los procesos
de deforestación. También pueden incorporarse elementos metálicos que constituyen
alimentos para el desarrollo de diferentes microorganismos (Brake, et al., 2001 ). La
existencia de estos nutrientes provoca también la eutrofización de las aguas debido al
desarrollo de la vegetación en el agua almacenada en las minas a cielo abierto y embalses de
agua para el abastecimiento de las plantas de tratamiento y beneficio (Cuadros et al., 1999).
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 58
En segundo lugar esta carga sólida puede obstruir cauces y canales, provocando inundaciones,
enterrar y colmatar embalses y al llegar las aguas de los ríos que desembocan en zonas
costeras pueden provocar daños a puertos, incrementar la turbidez del agua del mar, afectar el
crecimiento de los corales y ocasionar su muerte por enterramiento (Martínez, et al., 1993;
Carménate y Riverón, 1999). Puede afectar zonas de importancia socioeconómica (de interés
turístico y pesquero). Otra de las fuentes de incorporación de partículas sólidas al medio
hídrico superficial son los vertidos de residuos en los cauces fluviales y la rotura por
accidentes de las balsas de residuos o estériles (Benito, et al., 2001) (Apartado 2.5)
Tabla 2.3. Relación de algunos ejemplos del impacto ambiental de las actividades minero-
metalúrgicas en diferentes condiciones geográficas.
País Región Contaminantes Referencias
UK Frazer´s Grove Fe,Cu,Pb,Zn Younger, 2000
Canadá Sudbury Ni,Mn,Fe,SO4 Elberling and Nicholson, 1996
España Galicia Cu Izco et al., 1986, Iribar et al, 1998
Portugal Río Cabado Zn,Cr,Pb Goncalves, et al., 1994
México S.M. de la Paz Ni,Cu,Mn,Fe,Zn,As Manz and Castro, 1997
South Africa Transval Fe, SO4 Bullock and Bell, 1994
Guyana Omai Zn,Cu,Fe Narayan, 1998
Brasil Amazonas Cr,Mn,Pb,Ni Weissberg, 1991
Bolivia La Paz/Oruro Fe,Mn,Al Pescod and Younger, 1999
Argentina U,Ra Bonben et al, 1996
Chile Región central Cd,Zn Schalscha and Ahumada, 1998
Cuba Moa Ni,Cr,Mn,Fe,SO4 Rodríguez y Candela, 1998
8) La oxigenación de las aguas en las plantas de lavado de áridos para la construcción (por
ejemplo, a causa de agitación mecánica durante la extracción de áridos del lecho de los ríos),
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 59
puede causar la destrucción de cantidades excesivas de materia orgánica, que puede resultar
necesaria para el desarrollo de los diferentes ecosistemas acuáticos y de gran valor en el
mantenimiento de las condiciones geoquímicas del medio (Fernández, 1998).
9) Reducción de las zonas húmedas o humedales, variación del caudal de los manantiales y
del flujo en las aguas superficiales, por variación de los niveles piezométricos debido al
bombeo de agua superficial y subterránea (Tovar, 1999).
Los efectos ambientales, actividad biológica y toxicidad de los diferentes metales que se
incorporan al medio hídrico se recogen con gran grado de detalle en Merian, (1991).
La generación del drenaje ácido de las minas (AMD) abandonadas y escombreras está
motivada por la combinación de dos factores básicos:
De forma general, el proceso de oxidación de los sulfuros está originado por el ascenso y
descenso del nivel freático dentro de las balsas de residuo y del acuífero. Durante el descenso
se produce la entrada de oxígeno y la oxidación de los diferentes metales, mientras que en el
ascenso se produce la disolución y lixiviado de los diferentes contaminantes. Es bueno
destacar que la entrada del oxígeno está condicionada por el grado de saturación de los
residuos y que a partir del 80 % de saturación se dificulta la difusión de éste en el medio
(Elberling and Nicholson, 1996). La mayor o menor magnitud de este proceso depende de los
intervalos de este ciclo, condicionado por la variabilidad climática, el tipo de mina y si la
escombrera o balsa de residuo se encuentra en explotación o abandonada. Si está en
explotación, hay un aporte de líquido del proceso metalúrgico que también juega un papel
importante en el ciclo (González y Ramírez, 1995; González, et al.,1995, 1997; Pluta and
Trembaczowski, 2001). Es de señalar que generalmente por debajo de un metro de
profundidad del nivel freático en el interior de las balsas se presenta un medio reductor
(Elberling and Nicholson, 1996).
Lo anómalo en el caso del drenaje de aguas ácidas de minas abandonadas es su caudal, debido
a que al producirse su salida a la superficie se libera un gran volumen de agua muy rica en
ácido sulfúrico y con gran cantidad de metales en disolución, al drenar en tan corto espacio de
tiempo provoca la ruptura del equilibrio hidrogeoquímico natural de las aguas superficiales
(Blowes et al, 1992; Younger, 2000). El primer efecto que provoca la salida al exterior de un
gran volumen de aguas ácidas es que el volumen de ácido sulfúrico que generalmente las
acompaña carboniza la materia orgánica. Esto se ha podido observar claramente en la
vegetación, en Aznalcollar, (Quintana, 1998), especialmente en los plantones más jóvenes y
en los juncos que están quemados hasta el nivel que alcanzaron las aguas (Llamas, 1998).
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 62
Presa
Acuífero
Figura 2.5C. Variación del nivel freático que provoca la construcción de una escombrera sobre un
acuífero libre.
Los cambios de morfología son muy importantes pues al afectar al nivel freático, provocan
una intercepción del mismo y por consiguiente un drenaje artificial; en otras áreas conducen a
cambios en las condiciones de flujo y recarga (Figura 2.6, Foto 2.4). (Fernández, 1981,
Jiménez y Rodríguez, 1997). También se generan problemas de subsidencias del terreno
debido a la extracción de aguas subterráneas para bajar sus propios niveles.
Foto 2.4. Intersección del nivel freático en una mina de níquel a cielo abierto. Moa, Cuba.
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 64
A Agua
Agua
Agua
Figura 2.6. Casos más frecuentes de minas a cielo abierto donde se produce la intersección o
alteración del nivel freático. A) Recarga del acuífero desde el hueco minero, B) Flujo a través del
hueco minero y C) Flujo hacia el hueco minero.
La contaminación del aire puede igualmente alcanzar elevada gravedad y suponer riesgos
sanitarios importantes. Los contaminantes se originan al dividir, triturar o remover suelos,
sedimentos y rocas. Los lugares de origen son escombreras, balsas de sedimentación, detritos
de cualquier tipo, suelos con vegetación empobrecida o sin ella, vertidos o escapes de las
plantas de tratamiento, talleres, ventilación, vehículos, etc. Los agentes más importantes son:
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 65
Foto 2.5. Emanaciones gaseosas de una planta metalúrgica procesadora de Ni y Co. Moa, Cuba.
2)- Los gases y compuestos gaseosos, principalmente dióxidos de carbono, nitrógeno y azufre
y en ocasiones sulfhídrico, fluorhídrico, etc. Las consecuencias son variadas y recaen
principalmente sobre los organismos vivos de la zona minera y de sus inmediaciones, que
quedan sujetas a riesgos sanitarios importantes con variados tipos de enfermedades. Los
metales pesados que acompañan estas emisiones pueden ocasionar diversas formas de
toxicidad, entre las principales se encuentran la emisión de partículas ricas en cromo
hexavalente. Las enfermedades de anemia y cáncer pueden ser provocadas por materiales
radiactivos y cáncer de pulmón por asbestos, cromo, etc. (Merian, 1991, Adriano, 1995).
La vegetación y las aguas locales pueden sufrir los efectos de la contaminación atmosférica,
produciéndose daños diversos (Elberling and Nicholson, 1996). Las modificaciones de la
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 66
morfología y la contaminación de aguas y aire influyen negativamente sobre los suelos, que
pueden ser destruidos, degradados o alcanzados por diversos contaminantes (metales pesados,
compuestos tóxicos, isótopos radiactivos), por aguas ácidas, por sedimentos que los alteren,
por gases nocivos, etc., con consecuencias que van desde caídas en la productividad primaria
(y por lo tanto en las cosechas agrícolas) hasta la práctica desaparición de los
microorganismos del suelo y de la vegetación. El principal problema ambiental generado por
los residuos gaseosos es el origen de las lluvias ácidas, las cuales pueden manifestarse en
regiones muy alejadas del área de emanaciones. El efecto que provocan estas lluvias es la
acidificación de suelos y la eliminación de grandes superficies de bosques.
Cada vez con mayor frecuencia se realizan las explotaciones a cielo abierto, de dimensiones
superiores a las subterráneas. Las causas son la creciente utilización de rocas industriales, el
incremento del consumo de materia prima mineral y las leyes de contenido mínimo industrial
cada vez más bajas y los cada vez más poderosos medios tecnológicos utilizados en los
procesos metalúrgicos.
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 67
La contaminación ambiental por esta causa suele ser también elevada, causando diversos
daños ecológicos y a la población. Las vibraciones (maquinaria pesada, explosivos,
movimientos de masa de suelos y rocas) pueden también dar lugar a impactos ambientales
(Pollock, 1986).
La contaminación térmica de las aguas, debido a su uso para refrigerar, puede provocar
efectos variables entre los que se encuentran: cambios de la flora y la fauna en ríos, lagos y el
mar, que pueden influir en el desarrollo de nuevas especies. Las oscilaciones grandes de
temperatura originan contaminaciones térmicas excesivas o terminales, que pueden llegar
incluso a provocar la muerte de los seres vivos acuáticos (Pollock, 1986). La emisión de gases
y vapor a la atmósfera se produce generalmente con altas temperaturas (Pérez et al., 1991b).
Estudios de los efectos del ruido generado por las actividades minero-metalúrgicas indican
que el ruido puede provocar diferentes enfermedades sobre la capacidad auditiva de los
trabajadores. Estudios en plantas metalúrgicas muestran que el 80% de los trabajadores
presentan diferentes afectaciones sobre su capacidad auditiva (Aguilera, 1998).
Una de las mayores causas de riesgo asociadas a los residuos almacenados es la posibilidad de
fallo o rotura de las escombreras, presas o balsas de residuos por pérdida de la estabilidad. La
mayoría de los factores que tienen un efecto directo sobre la estabilidad de los diques de
estériles y por tanto en sus capacidades de retención a largo plazo, tienen que ver con la
manipulación del agua de una forma u otra. Una relación de casos, de las principales causas y
de los daños que provocan el fallo o rotura de las presas se pueden consultar en la página
http://www.antena.nl/wise/uranium/mdap.htm/.
El fallo de la puede ocurrir como resultado de filtraciones a través del muro, erosión interna,
inundación, desbordamiento por coronación y por fallo de la cimentación; situaciones que
pueden empeorar debido a fenómenos naturales como movimientos de tierras o fuertes
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 68
lluvias. El agua contenida dentro del dique y la depositada detrás de él encontrarán un nivel
natural (nivel freático), que puede variar dependiendo de las estaciones, el volumen de los
estériles vertidos y otros factores. Si el nivel freático intercepta la cara externa del dique
(aguas abajo) se desarrollará una superficie de rezume que puede provocar una rápida erosión
y el deslizamiento eventual de esa cara.
Algunos fallos en diques se han atribuido a que se han bloqueado o dañado tuberías de
decantación y drenaje, aumentando el valor de la presión intersticial del material del dique y
disminuyendo su resistencia al deslizamiento.
El riesgo de rotura del dique por erosión es importante y típico en aquellas zonas tropicales y
subtropicales que presentan una elevada pluviosidad. Según Bligth, (1994), los ángulos de
talud para los que el riesgo por erosión es máximo están comprendido entre 25-35 grados
(Figura 2.8).
Aparte de los daños relacionados con el agua, las ondas generadas por movimientos de tierras
(sismos y grandes deslizamientos) pueden tener consecuencias devastadoras para los
materiales relativamente no consolidados del muro del dique. Entre las principales puede
citarse un movimiento sísmico en Chile en 1965 cuando se perdieron 210 vidas y se
destruyeron 15 presas (Troncoso, 1988a).
El riesgo de fallo por licuefacción es importante para aquellas explotaciones mineras con
balsas de estériles y lodos ubicadas en zonas del planeta sísmicamente activas. Los más
favorables a licuefactar son aquellos que presentan una granulometría areno-limosa (Figura
2.7) (Committee on Earthquake Engineering, 1985; Yasuhara et al., 1994).
En algunos casos, los fallos se producen al recrecer excesivamente balsas muy antiguas cuyos
problemas de cimiento y estabilidad se han olvidado a lo largo de una dilatada explotación
minera.
orden de 400, mientras que British Columbia y Québec poseen probablemente un total de
unos 300. Por tanto, es razonable asumir que a nivel mundial el número de presas pueda
contarse por miles.
El Mining Journal Research Services (MJRS, 1999), revisó la frecuencia de este tipo de fallos
en el período 1980-96, para el Programa Medioambiental de las Naciones Unidas (UNEP). El
estudio identificó un número importante de incidentes, desde pequeñas cantidades de agua
sucia y emisiones de polvo desde las superficies secas de los diques, hasta un desplome total.
En Internet (http://www.antena.nl/wise/uranium/mdap.htm/) pueden encontrarse un resumen de 78
roturas de diques, desde 1961 hasta octubre del 2000. Los incidentes de gran escala resultaron
ser poco frecuentes al identificar solo 8 grandes fallos, donde el volumen de residuo y agua
vertido supera los 1000 m3.
La salida al exterior de los residuos mineros por rotura del muro debido a las causas antes
mencionadas tiene consecuencias ambientales catastróficas (desarrollo de procesos físicos y
químicos), debido a que la fracción sólida presenta una elevada superficie específica
(superficie por unidad de peso):
- Las partículas sólidas pueden comportarse como un fluido (con muy poco rozamiento entre
ellas), cuando el contenido en agua es suficientemente elevado.
- Los lodos tienen una gran capacidad para cubrir drenajes, tapar tuberías, etc., debido a su
pequeño diámetro, generalmente menor de 0.5 mm (Figura 2.5, Tabla 2.2).
- Entre las consecuencias químicas, cabe destacar su mayor velocidad de reacción en el medio
ambiente pues la superficie específica de las partículas (Se) es mayor que en la roca natural de
partida. Los minerales sulfurados que componen la mayor parte del material (FeS2 FeAsS,
ZnS, PbS, Cu,S, etc.) se oxidan en contacto con el oxígeno de la atmósfera y esta reacción es
catalizada y acelerada por algunas bacterias, como la Thiobacillus Ferrooxidans, E. Mutabilis
(Brake, et al, 2001), comunes en todos los suelos. El resultado de esta oxidación es el paso del
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 70
sulfuro a sulfato; es decir, la formación de ácido sulfúrico (aproximadamente 1,5 g por cada
gramo de pirita) es lo que da lugar a las aguas ácidas.
Este ácido, al disminuir el pH del agua, y al estar el medio en condiciones oxidantes (en
contacto con el aire), tiene una gran capacidad para disolver los metales. Por lo tanto, cabe
considerar la posibilidad de que todos los metales presentes en los lodos mineros al
producirse la rotura de las balsas se movilicen y terminen incorporándose al suelo, corrientes
de aguas superficiales y aguas subterráneas, contaminándolos de tal forma que posiblemente
su recuperación resultase económicamente inviable (MJRS, 1999).
Al producirse la rotura de un dique, el volumen de residuo se extiende por una gran superficie
por lo que la masa de sulfuro puesta en contacto con el oxígeno es varias veces mayor que la
que se encuentra en contacto en el interior de la balsa. La oxidación de los minerales
sulfurosos (pirita fundamentalmente) es un proceso fuertemente exotérmico y si el espesor de
la capa de lodos extendida sobre la superficie debido al vertido por rotura de las balsas es lo
suficientemente grande como para disipar mal el calor, una ligera humedad causada por la
lluvia, unida a las altas temperaturas, pueden dar lugar a la autocombustión de los residuos,
con riesgo de incendios. Este riesgo no es muy importante pero hay que considerarlo,
fundamentalmente para aquellas áreas del planeta con altas temperaturas y poca precipitación,
donde normalmente el nivel de humedad de los lodos llega a ser muy bajo.
Angulo de la pendiente
Longitud de la pendiente
Máximas
pérdidas
Máximas pérdidas
Foto 2.6. Erosión del dique de una presa de residuos, debido al desbordamiento de esta por el agua.
Tabla 2.4. Ejemplo de falla de escombreras y presas de residuos en diferentes partes del mundo.
País Año Lugar Muertos Referencias
Canadá Presa 1990 Alberta Fell, 1997
Reino Unido Escombrera 1966 Aberfan 144 Fell, 1997
Estados Unidos de América Presa 1985 Colorado Vick, 1996
España Presa 1998 Aznalcóllar Benito et al., 2001
Mayor información sobre roturas de presas en http://www.antena.nl/wise/uranium/mdap.htm/.
Los primeros residuos mineros en Cuba datan de la época colonial (1530-1544). Las primeras
escombreras se construyeron en la mina el Cobre, provincia de Santiago de Cuba. Las
escombreras resultado de la explotación de los yacimientos lateríticos de Ni y Co, se inician
en 1942 en el municipio de Mayarí y a partir de 1963 en el municipio de Moa.
Los residuos de la industria cubana del níquel han sido objeto de atención de un gran número
de investigadores, entre los principales trabajos se encuentran los de Heredia (1978, 1980),
donde se realiza una caracterización de las propiedades físicas y mecánicas de dos presas de
residuos. En su estudio, Heredia concluye que estos materiales son de granulometría bastante
uniforme con diámetro menor de 0.1 mm, con un coeficiente de uniformidad de 0.5. Plantea
que son materiales que pueden presentar fallos por licuefacción debido a sus condiciones
granulométricas, pero en ninguno de los casos aparecen datos experimentales que justifiquen
esta afirmación.
La composición mineralógica y química ha sido estudiada por Guerra et al, (1991); Leyva et
al., (1995); Guerra et al., (1993) y Carty y Falcón, (1985); Figueredo et al., 1997; Rodríguez,
(1997b), Castany et al., 1998; Pons et al., (1998), en todos estos trabajos se concluye que los
elementos predominantes son el Fe en más del 40 % y en segundo lugar el Al. Los minerales
presentes están mayoritariamente representados por la hematita y magnetita y en menor
medida gibbsita y espinelas cromíferas.
Los efectos de los residuos sobre el medio hídrico superficial y subterráneo que ha provocado
la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas han sido caracterizados por INRH,
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 73
(1986a y 1986b), Terrero et al., (1993); Rosario et al., (1993); Fernández et al., (1993);
Proenza et al., (1994); Rodríguez y Candela (1998); Rodríguez et al., (2000). En estos
trabajos se observa que la actividad minera y los lixiviados de las presas de estériles han
provocado la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas por metales pesados,
aunque en ninguno de los casos se hace referencia a las especies químicas que controlan el
proceso de transporte y movilidad de estos contaminantes.
El impacto ambiental sobre el medio marino ha sido descrito por Cortéz, et al., (1993),
Martínez, et al., (1993a), (1993b), (1993c);. Rosaval et al., (1993), Martínez y Morales,
(1993) Salcedo y Quintana, (1993); Heredia et al., (1993); Zozaya and Cheviera, (1993);
González, (1996); González y Ramírez (1995); González et al., (1997); Rodríguez, (1997a),
León, (1993). En estos tres últimos trabajos se realiza una valoración del contenido de
metales pesados en los sedimentos de las bahías de Moa y Nicaro, comprobando que hay una
concentración elevada de los principales metales que contiene el corte laterítico, aunque no
especifican la diferenciación entre el aporte por erosión de las áreas mineras que aportan los
ríos Mayarí, Levisa y Moa, y el impacto provocado por los sedimentos y residuos aportados
por la industria y los lixiviados de las escombreras. Martínez, et al., (1993) estudian la
presencia de metales pesados en los corales de la barrea coralina de Moa y otras zonas de la
Isla, comprobando que el contenido de metales en los corales de Moa es muy elevado en
comparación con los de otras zonas del país. Su crecimiento, está reducido en un 50%
respecto al crecimiento que experimentan otras áreas de la barrera coralina cubana,
concluyendo que esta contaminación es resultado de la actividad minera del territorio de Moa.
Las pérdidas económicas que representan los residuos líquidos de la industria cubana del
níquel han sido estudiadas por Aguirre, (1993), Alfonso, et al., (1998), Tamargo, (1993).
Estos autores concluyen que la pérdida del mineral útil extraído es del orden del 2% del total
de Ni y Co de la mena inicial. Rojas y Carballo, (1993) realizan una valoración económica del
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 74
La posible reutilización de los residuos sólidos almacenados en las presas de residuo ha sido
objeto de algunas investigaciones. Entre los trabajos realizados para la posible recuperación
de algunos de los componentes de estos residuos se encuentran los de Carty y Falcón, (1985);
Carty et al., (1993). Otros trabajos de aprovechamiento de estos residuos plantean la
obtención de productos alternativos como Fe(OH)3 y Fe2O (González, 1993). El trabajo más
novedoso sobre el aprovechamiento de los residuales sólidos es el de Guerra et al., (1991) en
el cual se realizan experimentos para el empleo de estos residuos en la industria siderúrgica,
obteniendo resultados preliminares favorables para su aplicación en la fabricación de acero.
Rodríguez et al., (1992), obtienen yeso a partir de la neutralización de los residuales líquidos
de la planta de preparación de sulfuros de la industria con proceso metalúrgico de lixiviación
ácida.
La restauración de las áreas degradadas ha sido investigada por Herero et al., (1993) y
Jiménez y Rodríguez, (1997), en sus trabajos se plantea que han sido probadas más de 20
Capítulo 2. Los residuos minero-metalúrgicos. Estado del arte 75
especies forestales de las cuales la Casuarina Equisetifolia y el Pinus Cubensis, son los que
presentan la mejor adaptación.
Swarbrick and Fell (1992), estudian 5 presas de residuos en Australia donde analizar sus
principales características físico-mecánicas y los efectos de los procesos de sedimentación y
agrietamiento por desecación y el efecto de los elevados contenidos de arcilla. En este trabajo
una de las presas presenta características similares en composición de minerales de hierro a
los residuos de la industria cubana del níquel. Se caracteriza por la presencia de grietas de
desecación, una granulometría con predominio de la fracción limo y un elevado peso
específico de las partículas.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 76
3.1. Introducción
Aguas superficiales: el muestreo se realizó en los diferentes ríos y arroyos del área de
estudio considerados representativos de las áreas afectadas por las actividades mineras y
metalúrgicas (Tabla 3.1, Figura 3.1). El muestreo del río Yagrumaje permite tener una
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 77
valoración del impacto de la minería a cielo abierto sin que haya un efecto de los vertidos
de las aguas residuales de los procesos metalúrgicos.
Figura 3.1. Representación de los puntos de muestreo de las aguas superficiales, subterráneas,
residuales y manantiales. El área del recuadro se representa en la Figura 3.2.
Aguas del acuífero aluvial: se muestrearon los pozos y piezómetros situados en la terraza
del río Moa, representados en las Figura 3.1 y 3.2 y relacionados en la Tabla 3.1. Las
muestras de aguas en todos los casos fueron tomadas por duplicado y filtradas (filtro de
0.45 micras). Una de las muestras fue acidificada, con HNO3; las muestras sin acidificar se
emplearon para determinar las propiedades físico-químicas de las aguas y sus elementos
mayoritarios. A partir de las muestras acidificadas se obtuvo la concentración de los
metales en el agua. Las muestras de agua fueron analizadas en los Servei Científic Tècnic
de la Universidad de Barcelona.
Figura 3.2. Representación de los puntos de muestreo del área del acuífero aluvial estudiada y de
tres puntos de aguas superficiales en el río Moa (área señalada en el recuadro en la Figura 3.1).
Agua intersticial de los residuos: para determinar la composición del agua intersticial se
tomaron 10 muestras de residuo de 2 Kg. en los puntos que se señalan en la Figura 3.3.
Las determinaciones se realizaron por el método de extracto en pasta saturada (Page,
1990), para ello se tomaron 500 g de residuo por muestra. Las concentraciones de los
elementos mayoritarios y los metales (Cr, Ni, Co, Mn, Al, Zn, Cu, Ti, V y Sr) en el agua
intersticial de los residuos se analizaron en el Institut de Recerca Tecnologia Agrària
(IRTA) de Barcelona, con un equipo de adsorción atómica.
Muestreo de los materiales sólidos: se realizó sobre los diferentes materiales geológicos
existentes en el área de estudio y de las dos presas de residuos, correspondientes a las
tecnologías metalúrgicas empleadas, lixiviación con ácido sulfúrico (presa II, Figura 3.3)
y lixiviación con carbonato amoniacal (presa I, Figura 3.3).
Figura 3.3. Localización de los puntos de muestreo de residuos sólidos en las presas de residuo de
los dos procesos metalúrgicos. I- Presa de residuo SAL y II- Presa de residuo ACL (abril de 1996).
Se tomaron muestras de las tres capas del corte laterítico de los yacimientos en
explotación (puntos 49 y 50, Figura 3.1), de la formación Río Macio que constituye el
material que conforma las terrazas aluviales (punto 15, Figura 3.1) y de las rocas del
complejo ofiolítico (gabros, harzburgitas, dunitas, puntos 22, 44, 49 y 50, Figura 3.1). El
objetivo de muestrear los diferentes materiales geológicos presentes en el área de estudio
era realizar ensayos Batch en el laboratorio para determinar su capacidad de transferir
sales al medio hídrico.
Tabla 3.1. Relación de los puntos de muestreo de las aguas superficiales, subterráneas y
residuales.
Puntos Zona Descripción
1 Aluvial Pozo
2 Aluvial Pozo
3 Aluvial Pozo
4 Aluvial Pozo
5 Aluvial Piezómetro
6 Aluvial Piezómetro
7 Aluvial Pozo
8 Aluvial Pozo
9 Aluvial Piezómetro
10 Aluvial Pozo
11 Aluvial Pozo
12 Aluvial Piezómetro
13 Aluvial Piezómetro
14 Aluvial Piezómetro
15 Aluvial Piezómetro
16 Aluvial Piezómetro
17 Aluvial Piezómetro
38 Aluvial Piezómetro
39 Aluvial Piezómetro
40 Aluvial Piezómetro
15 Ultramáficas Manantial
22 Ultramáficas Manantial
25 Ultramáficas Manantial
41 Ultramáficas Manantial
42 Ultramáficas Manantial
43 Ultramáficas Manantial
44 Ultramáficas Manantial
45 Ultramáficas Manantial
46 Ultramáficas Manantial
47 Ultramáficas Manantial
48 Ultramáficas Manantial
49 Mina a cielo abierto Yacimiento Punta Gorda
50 Mina a cielo abierto Yacimiento Moa
18 Río Moa Aguas superficiales
19 Río Moa Aguas superficiales
20 Río Moa Aguas superficiales
21 Río Yagrumaje Aguas superficiales
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 81
Los residuos utilizados en el desarrollo de la tesis son muy poco conocidos por lo que fue
necesario realizar una caracterización detallada del material mediante diferentes técnicas
analíticas y experimentales. Los trabajos de laboratorio han constado de: I)
determinaciones analíticas; II) calibración y puesta a punto de los diferentes equipos de
medidas (higrómetros, psicrómetros, medidores del contenido volumétrico de agua (TDR),
termómetros, transductor de desplazamiento, célula de carga, tensiómetros y equipo
HPLC), III) preparación de muestras y IV) ensayos experimentales.
Tabla 3.2. Los métodos de análisis para la determinación de los diferentes elementos (Buurman et
al., 1996).
Parámetro. Método
Cl- Valoración con AgNO3 usando como indicador el cromato potásico.
SO42- Volumetría.
HCO3- Determinación de la alcalinidad por valoración.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 82
Las propiedades físicas: densidad seca, densidad natural, peso específico de las partículas,
humedad, porosidad, índice de poros y grado de saturación se han determinado en el
Laboratorio de Geotecnia, Departamento Ingeniería del Terreno, de la Escuela Técnica
Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona, de acuerdo con la
norma ASTM, (1993) y Jiménez y Justo, (1975).
Suceptibilidad magnética: se determinó sobre las muestras del corte laterítico y muestras
de residuos mediante el equipo Kappa Bridge KLY-2. Para contrastar los resultados se usó
un patrón de magnetita pura del Service D´Analyse des Roches et des Mineraux du CNRS
(Francia). Se determino a 10 muestras 5 por cada residuo en Instituto de Ciencias de la
Tierra Jaume Almera, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Límites de Atterberg: los límites se realizaron a 6 muestras del residuo ACL según el
procedimiento de la norma ASTM, (1993). Las determinaciones se realizaron en el
Laboratorio de Geotecnia, Departamento Ingeniería del Terreno, de la Escuela Técnica
Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona, de acuerdo con la
norma ASTM, (1993).
pH: en las muestras de sólidos se realizó sobre extractos 1:2.5 en agua destilada utilizando
el equipo de la Tabla 3.2 (Page, 1986). El análisis se realizó a 10 muestras de residuo 5
por cada tipo de residuo) y a 10 del corte laterítico En el Laboratorio de la Unidad de
Edafología. Facultad de Farmacia. Universidad de Barcelona.
Mg, S, Ti, Sr, K). Las muestras fueron ensayadas por triplicado, así como el uso de
patrones y 4 blancos, para corregir posibles errores analíticos, los blancos y patrones
sufrieron el mismo tratamiento que las muestras (Anejo 2).
La realización de este ensayo tiene como objetivo determinar las formas minerales o
especies en que se encuentran los metales en la matriz de los residuos (Tessier et al., 1979;
Howard and Shu, 1996). Para ello se utilizó una adaptación del método de Ma y Uren,
(1995) que se muestra en la Tabla 3.3. Los ensayos se realizaron por triplicado (tres
muestras por cada residuo). La masa de residuo seco que se utilizó por muestra a ensayar
fue de 2 gramos. Los análisis se realizaron en el Servicios Científico Técnico de la
Universidad de Barcelona (Anejo 2).
Tabla 3.3. Procedimiento de extracción secuencial en 7 fases. Condiciones experimentales
modificadas de Ma y Uren, (1995).
Pasos Fase Abreviatura Método
1 Soluble en agua WSF Agua destilada 1:5. Agitación 2h.
2 Adsorbido SF 1% NaEDTA en NH4Oac 1M pH 8.3
1:10. Agitación 2h.
3 Mn fácilmente ERMn 0.2% Hidroquinone en NH4OAc 1M pH 7
reducible 1:10. Agitación 2h.
4 Carbonatos CF Na acetato 0.5M pH 4.74
1:10. Agitación 15h/ Agitación 3h.
5 Materia OM H2O2 pH 4.74 digestión en dos tiempos a 85ºC 5
orgánica mL
Cada tiempo. 1h. Añade Na acetato 0.5M pH 4.74
1:10. Agitación 15h/ Agitación 3h.
6 Fe y Al óxidos FeAlOX (NH4)2C2O4 0.175M – H2C2O4 0.10M (1/1) pH
3.25
1:10. Agitación 15h/ Agitación 2h.
7 Residual RES Se realizó la digestión de la fase residual con el
ataque sucesivo de ácidos. HF, HNO3 y HClO4
Todos los ensayos para la obtención de las propiedades mecánicas se desarrollaron sobre
muestras compactadas a diferentes densidades y humedades iniciales. En todos los casos,
salvo excepciones, se siguió el procedimiento establecido por la norma ASTM, (1993).
Los ensayos triaxiales se realizaron de dos tipos: los convencionales con consolidación
previa y carga monótona en condiciones no drenadas y los triaxiales con carga cíclica no
drenada. Las muestras compactadas ensayadas fueron de 76 mm de altura y 36 mm de
diámetro (ASTM, 1993). La humedad inicial de la muestra es de 40% y la densidad inicial
de 1.53 g/cm3.
Tabla 3.4. Características iniciales de las muestras empleadas en los diferentes ensayos.
Ensayo Diámetro Altura Densidad Humedad
(mm) (mm) (g/cm3) (%)
Edómetro convencional 50 20 1.39 44
Corte directo 50 y 60 20 1.53 40
Límite de retracción 38 76 1.53 40
Edómetro De succión controlada 50 10
hinchamiento 50 20 1.39 44
Colapso 50 20 1.39 44
Triaxial Cíclico 38 76 1.53 40
Convencional 38 76 1.53 40
Compresión simple 38 76 1.53 40
Ensayo Brasileño 50 20 1.53 40
Tracción directa 20 1.53 40
Medida de la succión 15 12 1.32 Variable
12 12 1.44 depende
12 12 1.53 del ciclo
Permeabilidad saturada 38 76
Permeabilidad saturada en el triaxial 38 76 1.53 40
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 89
El ensayo en el interior del contenedor se puede realizar con una bandeja o con dos o tres
a la vez, en función de su capacidad. Las condiciones de humedad relativa son impuestas
con una solución salina en un recipiente en el interior del contenedor (Foto 3.2).
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 90
AR CB
Foto 3.1. Bandeja usada en los ensayos de retracción. B: plato, AR: aros: CB: compactador y
brida.
Foto 3.2. Contenedor donde se realizaron los ensayos de retracción y agrietamiento por
desecación.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 91
Compact ador
Brida
Perf il de
ranuras
0cm 5cm
0mm 10mm
Plant a de
ranuras
0mm 10mm
Figura 3.4. Bandejas de PVC ranuradas en la base para el estudio de la retracción en el residuo.
Parte superior sección. Parte inferior en planta.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 92
0cm 5cm
Figura 3.5. Sección del contenedor utilizado en los ensayos de retracción del residuo para
diferentes condiciones de humedad relativa.
Foto 3.3. Equipo de tracción utilizado en los ensayos de resistencia a la tracción directa.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 94
Compact ador
I
Filt ro
LVDT
Carga
0 10 20 30 40 50mm
II
Zona de
Rot ura 0 10 20 30 40 50mm
Figura 3.6. Equipo para la determinación de la resistencia a la tracción del suelo. I) Sección y II)
Vista en planta. LVDT- transductor de desplazamiento.
Están construidas en acero inoxidable para resistir la presión en el caso de realizar ensayos
con el HPLC y con una capa interior de plástico para evitar el efecto redox durante la
realización del ensayo con diferentes tipos de metales. El plástico utilizado es PVC que se
caracteriza por ser inerte y resistente a altas presiones. Consta de un filtro en forma de
anillos que garantizan una distribución uniforme del líquido que entra sobre la muestra del
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 95
material poroso con el que se esté ensayando y de una tórica que hace completamente
estanco el medio, para evitar variación en las condiciones del ensayo. Además, las
columnas presentan tuerca y contratuerca, que garantizan un montaje rápido y un cierre
eficaz de la misma. Las columnas desarrolladas son de 50 y 100 mm de longitud y de 20 y
16 mm de diámetro (Figura 3.7, Foto 3.4).
0 10 20 30 40 50mm
Figura 3.7. Sección de la columna usada en los ensayos de flujo y transporte (Foto 3.1). 01-pared
de acero, 02-tuerca de cierre, 03-pared de plástico, 04-tórica de plástico para el ajuste de los
conectores, 05-tórica de ajuste entre el tubo de plástico y la tórica exterior, 06-07-08 son anillos
concéntricos que actúan como filtro y distribuyen uniformemente el agua, 09-muestra del sólido.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 96
Foto 3.4. Columnas usadas en el laboratorio para los ensayos de flujo y transporte de solutos.
I) Parte física, formada por una columna con célula de carga, electroválvula,
ventilador, bombilla, piedra porosa, filtro y diversos sensores para medir
humedad, temperatura, succión, etc. (Figura 3.8).
II) Una interfaz electrónica (tarjeta de adquisición de datos) que actúa de enlace entre
la parte física y el ordenador.
III) Sistema de control y registro automático de los diferentes sensores programado
con un código desarrollado en Visual Basic.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 97
La velocidad del aire se impone usando un ventilador que gnera una corriente de aire
sobre la muestra de 2 m/s. Es de señalar que este es el valor medio de la velocidad del
viento en la zona donde se encuentran las balsas de residuo.
Sistema de adquisición de datos: está constituido por una tarjeta de adquisición de datos
AT-MIO-16XE-10 con 16 canales de entrada analógica y 16 de salida y capacidad de
realizar 20000 lecturas por segundo (National Instruments, 1996). Esta tarjeta se coloca en
el interior del PC y permite tener un control de las medidas en el intervalo de tiempo
fijado y con el número de lecturas deseado. El control y adquisición de la señal se realiza a
través de un código en el ordenador personal.
Los tensiómetros se fabricaron con una piedra porosa de alto valor de entrada de aire (0.5
MPa) y un tubo capilar de 2 mm de diámetro, que permite medir una succión de 2 metros
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 100
B
T EV V
TDR
SP V
V
SP
T
SP
I TDR T
TDR
SP
SP
SP
T SP
CC
VE
SA
B
II
EV T
12 F
11 LVDT
10
9
8
TDR 7
6
5
4 EA
SP 3 TDR
2 V
1 M NA
TDR
T
III
PP
T
TN
CC
0 cm 10 20 30
Figura 3.8. Esquema de la columna. I) Desarrollo del cilindro que muestra la ubicación de cada
uno de los sensores. II) Sistema de adquisición de datos y III) representación de la columna en 3-
D. Los sensores no se colocaron en la misma vertical sino como se muestra en I. Los números
indican la posición de la capa de residuo. CC: célula de carga; TN: tensiómetro; PP: placa porosa;
M: membrana; TDR: medidor del contenido volumétrico de agua; T: termómetro; SP: psicrómetro;
V: higrómetro; EA: entrada de aire; SA: salida del aire; NA: nivel del agua; F: filtro de algodón;
VE: ventilador; B: bombilla; LVDT: transductor de desplazamiento; EV: electroválvula; P:
piezómetro.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 102
PP
R
Base M
EV
CC
Foto 3.5. Componentes de la columna para el estudio de las propiedades hidromecánicas del
residupo. PP: placa porosa; R: dispositivo para aplicar la recarga de agua distribuida
uniformemente; Base: soporte de la columna de sólido y del metacrilato, sobre él descansa la placa
porosa y permite evacuar el agua; M: membrana de látex; CC: célula de carga; EV: electroválvula.
Capítulo 3. Métodos, técnicas y equipos desarrollados 104
V LVDT
8 mm 30 mm
T TDR
8 mm 80 mm
SP TN
6mm
5mm
Normalmente suele existir una diferencia entre la suma de aniones y cationes en meq/L,
debido a los errores acumulados en cada una de las determinaciones individuales, al no
tenerse en cuenta los iones minoritarios. El error de un balance iónico viene dado por:
Figura 3.9. Vista en pantalla de la salida gráfica y digital de los diferentes sensores. El color indica el parámetro que se está midiendo.
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 107
1- Modelos de equilibrio.
2- Modelos de no equilibrio.
Los modelos de no equilibrio: incluyen todos aquellos que contemplan algún tipo de cinética
durante el movimiento del soluto por el medio poroso (no se alcanza el equilibrio
instantáneamente).
I) Analítico.
II) Numérico.
I)- Analítico: la obtención de una solución analítica para el flujo y transporte de un soluto en
el medio poroso requiere realizar una serie de simplificaciones, respecto a las propiedades del
sistema y de las condiciones de contorno. La realización de estas simplificaciones puede
llevar con facilidad a un modelo excesivamente simplificado. Sin embargo, de acuerdo con
Latinopoulos et al, (1988) y Tindall et al., (1999) los métodos analíticos presentan ciertas
ventajas:
II)- Numérico: en general se utilizan tres tipos de métodos numéricos. El método de las
características, de las diferencias finitas y elementos finitos.
De acuerdo con Konikow and Mercer (1988), en los medios porosos en los que el flujo y el
transporte de solutos está controlado por el flujo convectivo (zonas de alta permeabilidad
debido a fracturas, macroporos, puntos de descarga o recarga, zonas de bombeo) la ecuación
de transporte se aproxima a una ecuación de tipo hiperbólica, si por el contrario predomina el
flujo dispersivo (zonas de baja permeabilidad, áreas estancadas) la ecuación de transporte se
aproxima a una ecuación de tipo parabólico. Dentro de un mismo medio poroso se pueden
encontrar las dos condiciones.
El método de las características: se desarrolló para resolver las ecuaciones hiperbólicas. Este
método consiste básicamente en la reducción de las ecuaciones diferenciales en derivadas
parciales que definen el sistema a un sistema de ecuaciones diferenciales ordinarias
equivalentes. Las ecuaciones diferenciales ordinarias se resuelven por diferencias finitas, por
lo que este método en su esencia es un método de diferencias finitas.
Método de las diferencias finitas y de los elementos finitos: en estos métodos, la región de
estudio es dividida en celdas o elementos a los que se les asocian los puntos nodales. Los
métodos de las diferencias finitas aproximan la primera derivada, tanto espacial como
temporal, mediante el cociente de la diferencia en el valor de las variables entre los nodos
adyacentes y el intervalo entre dichos nodos. Los métodos de elementos finitos utilizan
funciones preestablecidas de las variables dependientes y de los parámetros del modelo para
evaluar formulaciones integrales de las ecuaciones diferenciales. La discretización espacial y
temporal reduce la resolución de la ecuación diferencial a la resolución simultánea de un
sistema de ecuaciones algebraicas. Dicho sistema puede ser resuelto por procedimientos
iterativos o por métodos matriciales directos.
Los métodos de las diferencias finitas son más sencillos conceptual y matemáticamente. Los
métodos de los elementos finitos pueden ser más exactos , pero sobre todo, son más flexibles
en la discretización espacial, adaptándose mejor a contornos irregulares (Konikow and
Mercer, 1988).
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 111
Sin embargo, no todos los modelos existentes en la bibliografía consultada alcanzan el mismo
grado de generalidad en cuanto al grado de representación de las interacciones físicas y
químicas que tienen lugar entre el soluto en la solución y el adsorbente. De esta manera
aparecen dos grupos de modelos (Marzal, 1992; Selim and Amacher, 1997):
- Modelos unicomponentes.
- Modelos multicomponentes.
En número de modelos unicomponentes es muy grande y entre ellos los más usados para la
simulación del flujo y el transporte de soluto en columnas e encuentran los de Rao, (1974);
Rao et al., (1993); Brusseau and Rao, (1989); Brusseau et al., (1989, 1990; 1992); Brusseau
(1994); Álvarez et al., (1995, 1999, 2001), donde presenta un modelo de flujo y transporte de
solutos que permite realizar simulaciones de ensayos en columnas de un soluto, utilizando los
modelos de “dos sitios y dos regiones”. La solución del problema asume isoterma de
adsorción lineal y no lineal. Estos modelos son los que describiremos en detalles más
adelante.
En estos modelos el sistema está representado por una ecuación de flujo y transporte para
cada soluto existente en la solución acuosa (Marzal, 1992; Selim and Amacher, 1997,
Guimaraes, 2002). Entre los modelos de multicomponentes desarrollados bajo el esquema
matemático directo destacan los modelos de Jennings et al., (1982) y Miller and Benson,
(1983). Ambos modelos presentan limitaciones para tratar sistemas de multisolutos y no
linealidad de las ecuaciones de transporte.
∂C ∂ 2 Cw ∂C
R =D −v w (4.1)
∂t ∂x 2
∂x
donde Cw, es la concentración del soluto en el líquido (ML3), v, es la velocidad de flujo (LT-1),
t, es el tiempo (T), D es la dispersión (L2 T-1), x, es la distancia a punto de inyección, R, es el
retardo. Para solutos con isoterma de adsorción lineal R se define según la siguiente ecuación
(Wang et al., 1998),
ρ
R = 1 + Kd
θ
Kd es el coeficiente de reparto o distribución, θ es el contenido volumétrico de agua (L3L-3) y
ρ es la densidad seca del suelo o material empleado (ML3).
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 113
La aplicabilidad del equilibrio local para los ensayos de flujo y transporte de solutos reactivos
se ha caracterizado mediante una serie de parámetros adimensionales, seguida de un análisis
paramétrico para determinar los valores críticos de los mismos que marcan el límite de
aplicabilidad de este criterio. Dichos parámetros adquieren la forma general del número de
Damkohler (w). Este número representa la contribución de la cinética al proceso global del
transporte de un soluto por el medio poroso. La expresión concreta del número de Damkohler
aplicable a cada caso depende del tipo de cinética que se esté considerando.
Jennings (1987), estudia la aplicabilidad del equilibrio local con un ensayo de flujo y
transporte con una inyección de soluto en forma de pulso. El análisis de los resultados pone
de manifiesto la validez del equilibrio local para números de Damkohler superiores a 10.
Además, considera el efecto de la dispersión a través del número de Peclet (P).
Otros trabajos de aplicabilidad del equilibrio local durante la realización de estudios de flujo y
transporte de solutos por el medio poroso considerando el criterio del número de Damkohler
se pueden encontrar en Bahr and Rubin (1987), Lessey (1988b y 1989), Brusseau et al.,
(1989), Wang et al., (1998).
Valocchi (1985, 1986), presenta un estudio de flujo y transporte de soluto con inyección en
pulso para el que realiza un análisis diferente de la validez de las condiciones de equilibrio.
En este caso la validez de la existencia de condiciones de equilibrio se cuantifica a través de
los momentos centrales, segundo y tercer momento respectivamente. Estos momentos
representan el centro, grado de propagación y asimetría de la curva de paso del soluto por el
medio poroso.
De acuerdo con los estudios de Jennings (1987), el equilibrio instantáneo en un proceso de
flujo y transporte de soluto reactivo por el medio poroso nunca puede ser alcanzado, sin
embargo en algunos sistemas el error puede ser pequeño y venir compensado por las ventajas
que conlleva aceptar condiciones de equilibrio desde el punto de vista de la formulación
matemática y de la determinación de los parámetros.
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 114
Los investigadores Van Eijkeren and Lonch (1984), atendiendo a la división anterior hecha
por Van Genuchten and Wierenga, (1976), plantean un modelo en el que distinguen dos
regiones en el adsorbente una de ellas se encuentra en equilibrio con la fase acuosa (sitio uno)
y otra controlado por la cinética química (sitio dos). Estos modelos son los que se conocen
como modelos de “dos sitios”.
Nkedi-Kizza et al., (1984), presentan un modelo que reproduce las curvas de ruptura en
columnas de intercambio catiónico. En este estudio se incluye la comparación entre el modelo
de dos regiones y el de dos sitios. Su conclusión más significativa es que mediante la
definición de una serie de parámetros adimensionales se puede demostrar la equivalencia
entre estos dos modelos con modelos conceptuales totalmente diferentes.
Lassey (1988a) y Van der Zee (1990), presentan una solución analítica para el flujo y
transporte unidimensional de solutos. En este trabajo, se pone de manifiesto la equivalencia
matemática entre la descripción de la cinética por una transferencia de materia entre dos
regiones móviles e inmóviles (modelos de dos regiones) o cuando el proceso es descrito por
una cinética química de primer orden (modelos de “dos sitios”).
Yang (1988), propone un modelo bidimensional con separación entre fases acuosa móvil e
inmóvil y transferencia de materia entre ambas fases, proporcional a la diferencia de
concentración entre las mismas. El modelo reproduce el movimiento de solutos en un sistema
saturado y no saturado.
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 115
Siguiendo este tipo de planteamiento de los modelos de dos sitios y dos regiones, Brusseau et
al., (1989), proponen pasar del modelo bicontinuo a un modelo de múltiples regiones. Para
ello dividen el medio poroso en cuatro dominios de adsorción, los dos primeros se asocian a
la fase acuosa móvil y los dos últimos a la fase acuosa inmóvil. En tres de estos dominios la
adsorción se supone está controlada por uno de estos factores:
1- Equilibrio.
2- Cinética química o difusión interna.
3- Difusión en la fase acuosa inmóvil.
Grove and Stollenwerk, (1985) y Nicoud and Schweich, (1989), han desarrollado modelos de
flujo y transporte de soluto que incluyen la cinética de transferencia de materia sin considerar
la existencia de regiones móviles e inmóviles en la fase acuosa que rellena el medio poroso.
- Modelos físicos o “modelos de dos regiones” (two region models) (Van Genuchten and
Wierenga, 1976).
- Modelos químicos o “modelo de dos sitios” (two site models) (Brusseau and Rao, 1989;
Brusseau et al., 1989; Álvarez et al., 1995, 1999, 2001; Selim and Amacher, 1997,
Wang et al., 1998).
Los modelos antes mencionados han sido desarrollados para condiciones de flujo en medio
saturado y no saturado.
Los modelos de dos sitios y dos regiones han sido desarrollados para condiciones no saturadas
(Skopp et al., 1981, White, 1985, Wagenet and Hutson, 1987; Carsel et al., 1985), estos
modelos tienen como particularidad que tienen que resolver las ecuaciones de flujo
considerando condiciones de flujo multifase.
En el caso de condiciones de flujo saturado, los modelos reproducen los datos experimentales
con muy buenos resultados (Van Genuchten and Wierenga, 1976; Brusseau et al., 1989;
Álvarez et al., 1995; Condesso, 1996; Selim and Amacher, 1997, Wang et al., 1998).
La formulación conceptual de estos modelos asume que los procesos de sorción ocurren con
diferentes intensidades (ratio) entre el soluto y la matriz del medio poroso. Estos modelos
fueron desarrollados inicialmente por Selim et al, (1976), y Cameron and Klute, (1977). En
estos modelos la complejidad del medio poroso es simplificada asumiendo que en el medio
poroso hay dos sitios: primer sitio (S1) donde la sorción tiene lugar instantáneamente y esta en
equilibrio y un segundo sitio (S2) donde la sorción tiene lugar más lentamente controlada por
la cinética del medio, el equilibrio de adsorción se alcanza más lentamente. En realidad la
fracción del medio poroso estudiado que le corresponde a estos dos sitios no se conoce y su
separación física - química es prácticamente imposible (Selim and Amacher, 1997). De
acuerdo con los trabajos de Brusseau and Rao, (1989) es posible diferenciar en el medio
algunos de esos tipos de sitios:
III) Sitios con diferentes fases adsorbentes (materia orgánica, minerales cristalinos y amorfos,
partículas coloidales).
IV) Sitios con diferentes mecanismos de sorción (depende de la composición de la matriz del
medio poroso).
Los procesos físico-químicos que controlan la adsorción y desorción de solutos que tienen
lugar en el medio poroso pueden ser descritos por dos tipos de reacciones fundamentales: I)
en serie y II) en paralelo (Figura 4.1).
Modelo en serie
Cw K1 S1 k1 S2
k2
Modelo en paralelo
k2 K1
S2 Cw S1
k1
Figura 4.1. Representación esquemática de los modelos de dos sitios (Brusseau and Rao, 1989).
Sin embargo si en el medio poroso uno de estos dos sitios controla el equilibrio, es imposible
diferenciar matemáticamente el concepto de reacción en serie o en paralelo. El equilibrio de
sorción se puede describir por dos ecuaciones lineales,
S1 = K1Cw = FK d Cw (4.2)
S 2 = K 2Cw = (1 − F ) K d Cw (4.3)
Los subíndices uno (1) y dos (2) se refieren a los sitios de tipo uno (se ha alcanzado el
equilibrio) y de tipo dos (el equilibrio lo controla la cinética de reacción). F: es la fracción del
soluto para el que la adsorción ocurre instantáneamente , (1-F) es la adsorción que depende
del tiempo como la adsorción por procesos cinéticos, Kd: coeficiente de reparto. La sorción
total en el medio se corresponde a la suma de la sorción en los dos sitios.
∂S ∂S 1 ∂S 2
= + (4.4)
∂t ∂t ∂t
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 118
Si consideramos que la sorción en el sitio uno (S1), está en equilibrio la sorción total es,
∂S1 ∂Cw
= FK d (4.5)
∂t ∂t
Si suponemos o asumimos que la sorción en los sitios de tipo dos (S2), es lineal e irreversible,
la sorción en este caso está dado por una ecuación de primer orden de la forma,
∂S 2
= k 2 [(1 − F ) K d C w − S 2 ] (4.6)
∂t
∂S 2
= k 2 [(1 − F ) K d C w − S 2 ] (4.8)
∂t
Cw
Cw1 = (4.9)
Co
S2
Cw 2 = (4.10)
(1 − F ) K d Co
vt
T= (4.11)
L
x
X= (4.12)
L
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 119
vL
P= (4.13)
D
ρ Kd
R = 1+ (4.14)
θ
ρ FK d
Rm = 1 + (4.15)
θ
θ + F ρ K d Rm
β= = (4.16)
θ + ρ Kd R
K 2 (1 − β ) RL
w= (4.17)
v
Los primeros trabajos sobre estos modelos de transporte para solutos conservativos son los de
Coats and Smith, (1964), siendo aplicados a los solutos no conservativos por Van Genuchten
and Wierenga, (1976), posteriormente por Brusseau and Rao, (1989) y más adelante por
Álvarez et al., (1995). Estos métodos conceptualmente se basan en que el transporte de soluto
en el medio poroso está dividido en dos dominios o regiones, una región donde la fase líquida
se mueve y donde el transporte de soluto ocurre por advección-dispersión y una región
inmóvil donde las moléculas de solutos se mueven por difusión molecular (gradiente de
concentración).
Estos modelos asumen que los procesos de no equilibrio son el resultado de los diferentes
ratios (velocidad) con que se desarrolla el transporte de solutos a través del medio poroso y
que hay una parte de la superficie de la matriz del medio, donde el proceso de reacción del
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 120
soluto con la fase adsorbente es instantáneo. Asociado a esto, está la idea de que sólo los
poros grandes o área de porosidad efectiva del medio poroso es la que participa activamente
en los procesos de sorción y que los procesos de difusión que continúan removiendo el soluto,
son los responsables de la existencia de una gran cola en las curvas de paso de los diferentes
solutos que circulan por el medio poroso (Van Genuchten and Wierenga, 1976).
La ecuación de transporte de soluto para los modelos de dos regiones es la siguiente (Van
Genuchten and Wierenga, 1976; Selim and Amacher, 1997),
∂Cwm ∂S ∂C ∂S ∂ 2Cwm ∂C
θm + F ρ m + θ in win + (1 − F ) ρ in = θ m Dm − θ m vm wm (4.20)
∂t ∂t ∂t ∂t ∂x 2
∂x
∂Cwin ∂S
θ in + (1 − F ) ρ in = α (Cwm − Cwin ) (4.21)
∂t ∂t
los términos S y Cw representan la concentración del soluto asociado a la fase sólida y líquida
respectivamente y los subíndices (m) e (in) se refieren a la fase de la región móvil e inmóvil,
α es la dispersividad, F es la fracción en que la adsorción ocurre instantáneamente y θ es
contenido volumétrico de agua. Si se considera sorción instantánea, lineal y reversible para
las dos regiones se puede escribir que la sorción en ambas regiones es,
S m = K d Cwm (4.22)
Sin = K d Cwin
C in
C2 = (4.27)
Co
θm
φm = (4.28)
θ m + θ in
vt v mφ m t
T= = (4.29)
L L
x
X= (4.30)
L
q = θ m vm (4.31)
vm L
P= (4.32)
D
ρ Kd
R = 1+ (4.33)
θ
F ρ Kd
Rm = 1 + (4.34)
θm
θ m + F ρ K d φm Rm
β= = (4.35)
θ + ρ Kd R
αL
w= (4.36)
q
∂Cw 2
(1 − β ) R = w(Cw1 − Cw 2 ) − ηCw 2 (4.38)
∂T
Cuando se comprueba que el soluto que se estudia presenta adsorción no lineal en los
diferentes ensayos, es que este necesita un tiempo de tránsito suficientemente largo como para
alcanzar el equilibrio, normalmente esto se puede lograr si se logran realizar los ensayos en
condiciones de velocidad de flujo similares a la permeabilidad del medio poroso, aunque en
ocasiones esto no es suficiente para alcanzar el equilibrio, pues pueden influir otros factores
entre los que se pueden encontrar cambios en las condiciones físico - químicas del medio.
En la mayoría de los trabajos con ensayos de flujo en columnas de suelo con compuestos
orgánicos e inorgánicos que hemos consultado en las referencias citadas, se observan curvas
de llegadas asimétricas y con colas (Brusseau et al., 1993, Sparks, 1995; Condesso, 1996;
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 123
Selim and Amacher, 1997; Wang et al, 1998). En todos los casos los autores coinciden en que
las principales causas de este fenómeno lo constituyen:
2- En segundo lugar plantean que para estos solutos, el uso de las isotermas de adsorción
lineal no son válidas y que se requiere establecer un modelo cinético de reacción que
describa la ley de variación en el tiempo de la relación S vs Cw. Sin embargo debido a la
complejidad del fenómeno, de manera general los métodos numéricos utilizan ecuaciones
de cinética química básica y la teoría de transferencia de masas controladas por los
procesos de difusión molecular.
Los modelos cinéticos derivados de estos estudios consideran que el tiempo de adsorción es
pequeño en comparación con el tiempo de tránsito del soluto por el medio poroso en
condiciones naturales (Van Genuchten and Wierenga, 1976; Selim and Amacher, 1997).
En los apartados anteriores se han analizado los diferentes modelos de flujo y transporte de
solutos. En todos ellos se consideran dos partes fundamentales:
1- Las hipótesis admitidas para la descripción del sistema estudiado (modelo conceptual).
2- La formulación matemática del problema de flujo y transporte a resolver.
4.5. Estimación de los parámetros de los modelos de flujo y transporte de “dos sitios” y
“dos regiones”. Significado de estos e influencia sobre las curvas de llegadas de los
solutos
formulación del modelo que permite reproducir los resultados experimentales a nivel de
campo o laboratorio. En nuestro caso nos centraremos en el análisis de flujo y transporte de
solutos en columnas de laboratorio, donde la entrada del soluto al sistema se realiza mediante
un pulso (inyección durante un tiempo to) en forma de flujo de pistón.
Condiciones de contorno: la solución para las ecuaciones 4.37 y 4.38, se obtiene de acuerdo
con las condiciones iniciales y de contorno definidas en Van Genuchten y Waguenet, (1989).
Se considera un medio semi-infinito y condiciones de flujo estacionario, mientras que la masa
de soluto se introduce como un flujo (Q) de manera continua o por pulso de duración to.
- Condiciones iniciales:
- Condiciones de contorno:
∂C w
( x, t ) = 0; x→∞; t>0 (8.21)
∂x
∂C w vC
(− D + vC w ) x = 0 = o 0〈t ≤ t o
∂x 0 (8.23)
t ≥ to
Del ajuste de los resultados experimentales se extrae información sobre los mecanismos que
rigen la interacción del soluto con la matriz del medio poroso para predecir o estimar su
comportamiento. Esta modelación posibilita un conocimiento más exhaustivo de los procesos
de transferencia de masas y una comprensión del significado de los coeficientes de las
ecuaciones (4.37) y (4.38) de una forma más concreta. En este apartado se presenta un estudio
de la influencia que puede tener cada valor de estos parámetros sobre la curva de paso del
soluto por el medio poroso. En todos los casos se usa una columna de 100 mm de longitud y
10 mm de diámetro.
Estimación de los parámetros de los modelos: el hecho de realizar el análisis por separado de
cada uno de los parámetros se debe a que la realización simultánea de todos los parámetros no
mostraría con claridad el significado físico de estos sobre el flujo y transporte de solutos por
el medio poroso y la influencia que tienen sobre la formulación e implementación del modelo.
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 125
- El factor de retardo (R): está relacionado con la capacidad de adsorción del soluto. Si dicho
soluto no es adsorbido por el suelo (Kd=0) el valor de R es igual a l. Este parámetro se puede
obtener a partir de estudios de las isotermas de adsorción. En la Figura 4.2 se observa que,
cuando un soluto es retenido (R>1), la aparición del pico de concentración se retrasa y aparece
un ensanchamiento de la curva con una gran cola. El valor de R nos indica la posición del
centro de la masa para una determinada velocidad del flujo en el medio poroso. Este
parámetro es directamente proporcional al coeficiente de reparto Kd.
Otros parámetros
Parámetros
To=1
P=8
β=1
v=8 cm/h
Cw/Co
Volumen de poros
Figura 4.2. Influencia del valor de R en la curva de llegada del soluto. Condiciones de equilibrio local.
Isoterma de adsorción lineal.
altos. En la Figura 4.3 se muestra el efecto de este parámetro sobre la curva de llegada para
diferentes valores de D.
D=0.1 Otros
parámetros
D=1
To=1
R=1.7
D=2
β=1
Cw/Co
w=1
D=5 v=8 cm/h
Volumen de poros
Figura 4.3. Influencia del valor de D en la curva de llegada del soluto. Simulación en condiciones de
equilibrio local. Isoterma de adsorción lineal.
- Velocidad lineal del fluido (v): el efecto de la velocidad lineal del fluido (v) es contrario al
dispersivo (Figura 4.4), puesto que se engloba este mismo coeficiente adimensional. A
velocidades grandes predomina el flujo advectivo sobre el flujo por difusión. A velocidades
pequeñas las curvas de llegada se caracterizan por presentar una gran cola.
Otros parámetros
Parámetro
D=1
β=1
To=1
R=1
Cw/Co
Volumen de poros
Figura 4.4. Influencia del valor de v en la curva de llegada del soluto. Este caso es un ensayo con
equilibrio local. La velocidad (v) en cm/h.
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 127
- Número de Damkholer (w): este parámetro da cuenta de la velocidad con la que se alcanza el
equilibrio. Su valor varía entre cero a infinito. Si w tiende a infinito el fenómeno de no
equilibrio se minimiza, estableciéndose el equilibrio local en el medio poroso estudiado, esto
es típico de los procesos de adsorción instantánea. En el modelo de dos sitios, esto indica que
el control cinético de los sitios de tipo dos (S2) no es significativo independientemente de la
fracción de sitios, debido a que existe una cinética muy rápida. En el modelo de dos regiones,
significa que la transferencia de materia entre las dos fracciones de agua es muy elevada.
Cuando se produce el efecto de no equilibrio algunas moléculas viajarán más rápido de lo
esperado durante el proceso de adsorción (adelantándose el frente de llegada o ruptura de la
curva de paso del soluto por el medio poroso) y se desadsorberán con mayor dificultad
cuando se produzca la desorción (curvas de llegada asimétricas y aparición de grandes colas)
(Figura 4.5).
Otros parámetros
Curva 1 Curva 2
P=50 P=50
β=0.8 β=0.8
To=1.0 To=1.0
R=1.7; R=1.7;
Cw/Co
w=0.01 w=0.1
Curva 3 Curva 4
P=5 P=5
β=0.8 β=0.8
To=1.0 To=1.0
R=1.7; R=1.7;
w=0.01 w=10
Volumen de poros
Figura 4.5. Influencia del valor de w en la curva de llegada del soluto, para diferentes condiciones de
no equilibrio. Velocidad de 1 cm/h.
-Fracción de sitios en las que se alcanza el equilibrio instantáneamente (β): está relacionado
con la fracción de sitios de tipo uno (S1) y tipo dos (S2) que responden a un mecanismo
cinético de la fracción de la masa del soluto que experimenta adsorción instantánea y la que
depende de las propiedades cinéticas del medio (o en el caso de los modelos de dos regiones
está relacionado con la fracción de agua móvil e inmóvil). Su valor varia entre cero y uno
(β≤1). Si el valor de β tiende a la unidad, prácticamente todas las moléculas de soluto
alcanzarán el equilibrio de adsorción instantáneamente (en el modelo de dos sitios) o
prácticamente todo el agua será móvil (en el modelo de dos regiones) y la curva de ruptura no
Capítulo 4. Modelos de flujo y transporte de solutos 128
estará influenciada por los procesos de no - equilibrio. Si el valor de β es menor que uno
(β<1) es indicativo de la existencia de condiciones de no equilibrio. Cuanto menor sea el
valor de β mayores serán las condiciones de no equilibrio del soluto que se está estudiando.
En este último caso gran cantidad de soluto abandona la columna antes de lo esperado porque
no llega a alcanzar el equilibrio de adsorción y por lo tanto no es retenido
(independientemente de la forma de su isoterma de adsorción). Por otra parte, la desorción
también está afectada por las condiciones de no equilibrio y aparecen pronunciadas colas. En
la Figura 4.6, se puede apreciar como cuanto mayor es β la forma de la curva es más centrada
con menor cola y un mayor valor máximo de la relación Cw/Co. Este parámetro está
fuertemente afectado por los procesos de adsorción, degradación y precipitación de los
solutos. En presencia de degradación de los solutos el valor de β tiende a disminuir.
Otros
parámetros
P=15
To=2
Cw/Co
R=1.7
w=1
Volumen de poros
Figura 4.6. Influencia del valor de β en la curva de llegada del soluto. Velocidad 1 cm/h y
concentración constante para todos los casos.
concentración del soluto sobre la curva de llegada. Obsérvese que en estas condiciones de no
equilibrio, para mayores concentraciones la curva de llegada es más simétrica.
Otros
parámetros
P=80
To=1
Cw/Co
Kf=0.1
Volumen de poros
Figura 4.7. Influencia de la concentración sobre la curva de llegada del soluto.
De todo esto se concluye que el efecto de diferentes variables como la isoterma de adsorción
no lineal, el valor Kd y n (exponente del modelo de adsorción de Freundlich), el factor de
retardo (R), la concentración de soluto inicial (Cw), la velocidad del flujo (v), deben tenerse en
cuenta cuando se estudia y predice el comportamiento de solutos en condiciones de
laboratorio y en medios naturales.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 131
5.1. Introducción
La red hidrográfica del municipio Moa es muy densa. Según el trabajo de Batista, (1987)
presenta una densidad con valores entre 1.5 y 2 km de río por km2, lo que es un indicativo de
una importante escorrentía superficial y está caracterizada por una gran cantidad de ríos y
arroyos permanentes durante todo el año (Figura 5.1). La dirección predominante del flujo es
de Sur-Norte, aunque al sur del área existen diferentes ríos y arroyos que corren con dirección
NW-SE. El río Cabañas es el único que presenta una dirección de flujo diferente al circular
por una fractura con dirección SW-NE. La variación local en la dirección del flujo de las
aguas superficiales está controlada por las fracturas tectónicas del territorio. De acuerdo a la
extensión superficial de las cuencas hidrográficas los ríos más importantes son el río Moa,
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 132
con un área de 156 km2 y los ríos Cayo Guam, Cabañas, Quesigua, Yamanigüey y Punta
Gorda con cuencas hidrográficas muy inferiores, pues ninguna supera los 100 km2.
El área de este estudio se sitúa en la cuenca hidrográfica del río Moa y sus afluentes. La
longitud del cauce del río Moa es de 46 km. El nivel topográfico del cauce del río Moa
desciende unos 300 m dentro del municipio Moa, de acuerdo con el mapa topográfico
1:50.000 de la República de Cuba (Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía (I.C.G.C)). Su
cauce fluye por una profunda garganta siguiendo una falla de dirección SW-NE. Sus
principales afluentes son el río Calentura en las inmediaciones y el Cabaña en su
desembocadura y de menor importancia los arroyos La Veguita, Arroyón, Los Lirios. La
escorrentía superficial en el sur del área está regulada por la presa Nuevo Mundo con una
altura de 85 m. Existe otra minipresa de agua entre el río Moa y el Cabañas que se usa para
almacenamiento de agua para la industria metalúrgica del proceso de lixiviación ácida (SAL).
Sólo se dispone de los aforos realizados en el río Moa durante el período 1968-1977. A partir
de estos datos se ha establecido que los caudal oscila entre 1.8 y 4.9 m3/s, siendo el caudal
medio para este período de 4 m3/s (Villamil y Carreras, 1989).
Turbidez: es algo elevada en aquellos puntos (18, 19, 20, 24, 29 y 34) afectados por los
procesos erosivos con valores entre 18 y 32 ppm de SiO2. En las épocas de lluvia se han
llegado a registrar valores de 53 ppm de SiO2 (INRH, 1986a).
se encuentran en las áreas afectadas por los vertidos de las áreas mineras, de las aguas
residuales y los drenajes de las presas de residuo.
pH: los valores para las diversas muestras no afectadas por los vertidos de las aguas
residuales oscilan entre 6.7 y 8.2. El pH de 2.8 en el punto 32 río Cabañas se debe a los
vertidos de las aguas residuales (punto 33) y de 4.2 en el punto 34, desembocadura del río
Moa, se debe al drenaje de las presas de residuo (punto 31) y al aporte de aguas ácidas del río
Cabañas.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 134
Dureza: la dureza es muy baja y debida fundamentalmente a la presencia del magnesio con
valores de 0.9-1.4 meq/L. El valor de la dureza se incrementa a medida que nos acercamos a
la costa.
Oxígeno disuelto: es superior a 6,5 mg/L en las aguas superficiales no contaminadas. En los
puntos 32 y 34 del río Cabañas y del Moa respectivamente, el contenido de oxígeno es menor
de 2 mg/L.
Demanda química de oxígeno (DQO): es elevada en los puntos del Río Yagrumage y el
arroyo La Vaca, siendo en este último superior a 10 mg/L (punto 26), lo que denota la
existencia de materiales oxidables (materia orgánica o metales). Esta DQO se produce debido
al arrastre de material rocoso erosionado en el área de la mina a cielo abierto.
Figura 5.2. Puntos de muestreo (Noviembre de 1996). Aguas superficiales y residuales de los
procesos metalúrgicos.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 135
Total de sales disueltas (TSD): el contenido de sales disueltas en las aguas superficiales no
contaminadas es muy bajo, incrementando su valor en la medida que las aguas pasan por las
áreas mineras. En las áreas mineras los procesos erosivos aportan gran cantidad de sólidos en
disolución y en suspensión.
Calcio (Ca): el origen del calcio está asociado a la disolución de los carbonatos que
desarrollan las aguas superficiales y al aporte de las aguas subterráneas que drenan a las aguas
superficiales.
Potasio (K): la concentración de este elemento en las aguas es muy pequeña y la fuente
principal de su origen son las precipitaciones atmosféricas.
Sílice (SiO2): la sílice es el resultado de los procesos de disolución a que están sometidas las
rocas ultramáficas y a la descarga de las aguas subterráneas.
Cloruro (Cl): el origen del ión cloruro está asociado a las precipitaciones atmosféricas, la
concentración oscila entre 14 y 18 mg/L y en los puntos afectados por la actividad minera (27
y 32) puede llegar a 30 mg/L.
Nitrato (NO3): en las aguas no contaminadas se han encontrado valores inferiores a los 4
mg/L, solamente en los puntos afectados por los procesos erosivos en las áreas mineras (26,
29 y 34) presentan concentraciones ligeramente superiores a 10 mg/L. El origen del nitrato es
debido al aporte del suelo, aunque puede existir una posible influencia de las emanaciones
gaseosas de las plantas metalúrgicas.
De acuerdo a la concentración de las especies mayoritarias las aguas superficiales no
contaminadas se clasifican como bicarbonatadas magnésicas, las contaminadas (puntos 32 y
34) se clasifican como sulfatadas magnésicas (Figura 5.3). Ambas se clasifican además como
aguas de muy baja alcalinidad.
Figura 5.3. Diagramas de Stiff modificados. Aguas superficiales de los ríos Moa, Yagrumaje y
Cabañas y de dos manantiales (puntos 22 y 25) en las rocas ultramáficas (Noviembre de 1996).
Según el total de sales disueltas (TSD) y el residuo seco (RS) se clasifican como aguas dulces
de muy baja mineralización. En cuanto a la dureza, son aguas blandas y muy turbias las de los
puntos 18, 19, 20, 24, 27, 29, 32 y 34, mientras que los puntos 21, 23 y 26 son algo turbias.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 137
Foto 5.1. Vertido de los residuos sólidos en la presa de residuo del procesos de lixiviación con ácido
sulfúrico (punto 28, Figura 5.4).
5.2.2. Análisis de la contaminación de las aguas superficiales por los residuos mineros
En las aguas superficiales del río Moa, Cabaña y Yagrumaje, se detectan concentraciones de
metales y sulfatos muy superiores a las detectadas en estas aguas antes del inicio de las
actividades de minería a cielo abierto y de los procesos metalúrgicos. En este apartado
analizaremos la contaminación de las aguas como consecuencia de las actividades minero-
metalúrgicas. Respecto a los contaminantes, interesa destacar especialmente las
concentraciones de Cr, Mn, Ni, Fe, SO4 y Mg, dada su asociación con la mineralización de los
residuos y la geología de la zona. La concentración de los diferentes metales en los distintos
puntos de muestreo se presentan en la Figura 5.4, conjuntamente con ellos se ha representado
la concentración de dos manantiales muestreados en las rocas ultramáficas que permite
comparar el incremento de la concentración en metales de esta agua con relación al fondo
geoquímico de las aguas subterráneas.
Níquel (Ni): en las aguas no afectadas por los vertidos mineros se pueden encontrar
concentraciones muy variables, entre 0.005 y 0.51 mg/L. En las aguas superficiales
contaminadas (puntos 24, 27, 34) pueden llegar a valores de 3.5 mg/L.
Cobalto (Co): en las aguas no contaminadas su concentración oscila entre 0.003 y 0.005
mg/L; las aguas contaminadas pueden alcanzar concentraciones de hasta 3.2 mg/L.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 138
Manganeso (Mn): presenta un amplio rango de concentración, entre 0.09 a 3.2 mg/L. Los
puntos con valores mayores de 1 mg/L son los afectados por los vertidos de las actividades
metalúrgicas y los procesos erosivos de las áreas mineras (puntos 20, 27, 32 y 34). Su origen
en las aguas superficiales se debe al manganeso amorfo presente en el corte laterítico y los
escombros de la mina a cielo abierto.
Aguas residuales
Residuos sólidos
Foto 5.2. Vertido de las aguas residuales y los residuos sólidos en la presa de residuo del proceso de
lixiviación carbonato amoniacal (punto 30).
Hierro (Fe): en las aguas superficiales que circulan por las rocas ultramáficas la
concentración de Fe2+ presenta un valor cercano a 0.1 mg/L y la del Fe3+ entre 0.15 y 1.5
mg/L en los ríos de las áreas no afectadas por la minería (para pH entre 7.1 y 7.4). En las
zonas contaminadas (puntos 20,32, 34) es superior a los 2 mg/L.
Cobre (Cu): para las aguas no contaminadas por los vertidos de aguas residuales su
concentración se sitúa entre 0.002 a 0.006 mg/L, en las aguas contaminadas se encuentra en
concentraciones cercanas a 1.2 mg/L (puntos 20, 32, 34).
Figura 5.4. Concentración de los diferentes metales en las aguas superficiales y dos manantiales de los
existentes en las rocas ultramáficas (puntos 22 y 25) (Noviembre de 1996).
1.E+03
1963
Aguas superficiales río Moa
1975
1986
Concentración (mg/L)
1.E+01
1996
1.E-01
1.E-03
SO4 Ni CrVI Mn Fetotal
Figura 5.5. Evolución de la contaminación en las aguas superficiales del río Moa, punto 34, Figura
5.4 (datos del INRH)
La calidad de las aguas superficiales está determinada por cuatro grupos de características:
químicas y físicas, bacteriológicas, biológicas y radiactivas.
Por su turbidez los puntos 19, 20, 24, 29, 32, 34 superan el valor máximo permitido para ser
utilizadas como agua potable, que es de 25 ppm de SiO2. Las normas de potabilidad de la
Organización Mundial de la Salud (O.M.S) consideran que una DQO>6 mg/L, constituye un
indicador de contaminación en el agua analizada. Considerando este criterio el agua del
arroyo La Vaca, punto 26 está muy contaminada (Anejo I, Tabla A1.9).
De manera general se puede comprobar que prácticamente las aguas superficiales de la región
analizada no cumplen los requisitos de agua potable al menos para la fecha y las condiciones
en que se ha realizado este muestreo.
En este capítulo se presentan en primer lugar las diferentes unidades acuíferas existentes en el
territorio, sus principales características y funcionamiento hidrogeológico.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 141
En el área se han inventariado, pozos, piezómetros y manantiales con una distribución muy
irregular (Figura.5.6). Hay que señalar además, que el número de perforaciones, pozos
criollos y pozos en áreas mineras ejecutados son aproximadamente de unos 9 por hectárea de
yacimiento de níquel y cobalto explotado, pero son pozos que se caracterizan por ser de muy
poca profundidad y pocos alcanzan los 50 m (INRH, 1986) (Anejo I). En realidad, el conjunto
de pozos perforados en el municipio de Moa con fines hidrogeológicos no supera ninguno la
profundidad de los 50 m, aspecto este que dificulta el establecimiento de los límites de las
diferentes unidades acuíferas en profundidad.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 142
Figura 5.6A. Materiales geológicos constituyentes del sistema acuífero y situación de los puntos agua
(INRH, 1983). 1) Sedimentos Aluviales (Formación Río Macio), 2) Gabros del complejo ofiolítico, 3)
Formación Quiviján y 4) Formación Sabaneta, 5) Ultramáficas, 6) Formación Punta Gorda, 7) Ríos, 8)
Fallas y 9) Punto de agua. En el recuadro se presenta en la Figura 5.6B.
Figura 5.6B. Esquema de las unidades acuíferas de un sector del municipio de Moa marcado en la
Figura 6.A. 1-Presas de residuos, 2- Acuífero aluvial, 3-Barrera coralina, 4- Área de afloramiento de
lateritas, 5- Acuífero rocas ultramáficas, 6- Nivel del agua y 7- Dirección del flujo subterráneo.
El acuífero de las rocas ultramáficas ocupa más del 60% del área de estudio (INRH, 1983). La
potencia de los materiales ultramáficos es variable y se le atribuyen espesores superiores a los
mil metros. Los límites se toman convencionalmente como la divisoria de las aguas de las
diferentes corrientes de aguas superficiales al sur, este y oeste, mientras que al norte se toma
el Océano Atlántico, donde se desarrollan las zonas pantanosas como resultado de la descarga
de las aguas subterráneas. En el área de estudio, los límites laterales que se asumen
convencionalmente están representados por las cuencas hidrográficas de los ríos Moa,
Cabañas, Yagrumaje, Cayo Guam, etc. No es posible definir un límite en profundidad, pues
en realidad se desconoce el corte geológico y el espesor saturado, según los estudios del
INRH, (1983) puede estar entre los 90 y los 600 m.
Sobre un área aproximada del 25-30% de la superficie se desarrolla la corteza laterítica con
un espesor variable entre los 5 y los 30 m, siendo la media de 10 m (Lavaut, 1998). El flujo
del agua en la corteza laterítica es a través del medio poroso granular y en las rocas
ultramáficas a través de un medio fracturado. En nuestro estudio nos centraremos en la cuenca
hidrográfica del río Moa y sus afluentes.
De acuerdo con los estudios del INRH, (1983, 1986) y Trutie (1988), la variación estacional
de las condiciones climáticas modifica poco la dirección del flujo regional debido a que en el
área de las rocas ultramáficas no se efectúa prácticamente ninguna extracción de agua
subterránea.
En la Figura 5.8, se aprecia la variación de los niveles piezométricos en dos pozos situados en
la corteza laterítica y en las rocas ultramáficas. Se puede comprobar que las fluctuaciones de
los niveles piezométricos del pozo ubicado en la corteza laterítica son mucho menores que las
que se producen en el pozo que está situado en rocas ultramáficas al sur del área. En el caso
de las lateritas las fluctuaciones son inferiores a los 5 m. Ambos registran los mayores
descensos en los meses más secos del año (julio y agosto).
Figura 5.7. Mapa piezométrico de un sector del Municipio de Moa (INRH, 1983). El recuadro indica
el sector del acuífero aluvial estudiado (ver Figura 5.10)
85
Niveles piezométricos pozo 86, en ultrabasitas
75
70
65
60
E F M A M J J A S O N D
Meses
Figura 5.8. Oscilaciones piezométricas para el año 1987 en el acuífero de las rocas ultramáficas. Pozo
86 en ultramáficas y pozo 63 lateritas (Trutie, 1988 ).
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 146
La parte superior de la corteza laterítica presenta una porosidad entre 20-60%, con un espesor
saturado entre 5-15 m. La permeabilidad (k) es mucho menor y varía entre 0.15-5.6 m/día,
mientras que la transmisividad (T) oscila entre 0.13 y 4.2 m2/día y el gradiente hidráulico
entre 0.01 y 0.02 (Trutie, 1988, De Miguel, 1998a).
Este acuífero se corresponde geológicamente con La Formación Río Macio de edad Eoceno,
ubicada en las terrazas del río Moa y compuesta por los depósitos aluviales que conforman la
terraza aluvial. Los diferentes estudios hidrogeológicos efectuados (INRH, 1983, 1986) se
centran en un área muy concreta al sur de la terraza del río Moa donde se realiza la extracción
de agua para el abastecimiento de la población de Moa.
En los materiales geológicos que forman el acuífero es posible diferenciar distintas capas de
gravas, limos y arcillas de diferentes espesores (Figura 5.9). Las fases minerales que forman
el material aluvial son goethita y hematita, y en menor medida gibbsita, serpentinita y
minerales arcillosos como la montmorillonita y la saponita (INRH, 1986). En la capa superior
del aluvial se encuentran contenidos de materia orgánica que pueden llegar al 1.5% en peso.
Estos materiales se describen con mayor detalle en apartado de geología del Capítulo 1.
El acuífero aluvial se localiza en las terrazas del río Moa y ocupa un área superficial de 10
km2. Los límites laterales se corresponden al este con el área de afloramiento de la Formación
Punta Gorda, al oeste y al sur con el contacto de las rocas ultramáficas, y al norte el Océano
Atlántico. Está prácticamente aceptado que las rocas ultramáficas actúan como límite inferior,
sobre el que se encuentran los materiales sedimentarios que conforman el acuífero aluvial.
Como límite superior se encuentra una capa de arcilla y limos de una potencia media de 4 m.
El espesor saturado de este acuífero es de 12 a 35 m, incrementando su espesor hacia la costa
(INRH, 1983).
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 147
Ultramáficas
Figura 5.9. Mapa geológico con la ubicación de la terraza aluvial del río Moa y perfil geológico
(INRH, 1983). El recuadro aparece dibujado en la Figura 5.10.
Como se puede ver en la Figura 5.10B, en este sector del acuífero aluvial la variación del
flujo regional (SE-NW) está condicionada por la afección al río Moa producida por los
bombeos y el flujo provocado por la variación del nivel debida a la recarga de la presa de
residuos.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 148
Figura 5.10. Superficie piezométrica del acuífero aluvial. A) Noviembre de 1983 (INRH). B)
Noviembre de 1996. La situación de esta área aparece en el recuadro de la Figura 5.9.
En esta área los descensos oscilan entre 2-3 m y ocasionalmente pueden llegar a 5 m (Figura
5.11). Al igual que en las rocas ultramáficas, el nivel del aluvial está condicionado por la
variabilidad temporal de las precipitaciones; en el sector sur la variación está condicionada en
mayor medida por los bombeos realizados para el abastecimiento de la población e industria,
que provocan un pequeño cono de depresión. El bombeo para el abastecimiento se realiza en
los pozos 1, 2, 3 y11.
10
0
E F M A M J J A S O N D
Meses
Figura 5.11. Evolución piezométrica durante el año 1978 (INRH, 1983) del pozo 7 acuífero aluvial
(ver Figura 5.10).
Los parámetros hidráulicos del acuífero aluvial proceden de ensayos de bombeo realizados en
noviembre de 1986 por el INRH en la terrazas del río Moa (Tabla 5.1). Se estima que el valor
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 149
de la permeabilidad del acuífero aluvial oscila entre 28 y 134 m/día, la porosidad total entre
15 y 30 % y el gradiente hidráulico entre 0.002-0.026.
Tabla 5.1. Principales características hidrogeológicas de las diferentes unidades acuíferas presentes en
el área de estudio.
Acuífero Símbolo Aluvial Rocas ultramáficas
Capa de arcilla Aluvial Ultramáfica Laterita
s s
Permeabilidad (m/día) k 0.14-0.15 28-134 3-20 0.15-5.6
2
Transmisividad (m /día) T 0.12-0.13 700-3350 30-840 0.13-4.2
Gradiente i 0.021- 0.036-0.089 0.01-0.02
0.026
Porosidad (%) η 35-50 15-30 3-10 20-60
Espesor saturado (m) b 12-35 90-600 1.5-20
Niveles piezométricos 1.5-4.9 2-13.7 2.82-13
(m) respecto a metros
sobre el nivel del mar
Referencias INRH, (1986) Trutie, (1988)
La recarga del sistema compuesto por el acuífero de las rocas ultramáficas y el aluvial es
debido a la infiltración de las aguas meteóricas y se estima un valor medio entre 400 y 450
mm/año (Rodríguez et al, 1998) considerando un período de estudio de 10 años y de acuerdo
al método de balance de cloruros. Además, existe una pequeña recarga inducida en el
acuífero aluvial provocada por las presas de residuos metalúrgicos y los recursos atraídos del
río Moa, en la zona de bombeo.
5.3.4.2. Descarga
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 150
Las descargas del sistema hidrogeológico formado por el acuífero de las rocas ultramáficas y
el acuífero aluvial se produce a través de una serie de manantiales que drenan a las aguas
superficiales (Río Moa, Cabaña y los arroyos Los Lirios y La Vaca), los pantanos de la costa
norte, drenaje subterráneo al mar (Figura 5.7, 5.10 y 5.13) y las salidas por bombeo.
400
Pluviómetro Moa
Pluviómetro Calentura
300 Pluviómetro Arroyo Bueno
Precipitación (mm)
200
100
0
E F M A M J J A S O N D
Meses
85
Niveles piezométricos pozo 86, en ultrabasitas
75
70
65
60
E F M A M J J A S O N D
Meses
Figura 5.12. Relación entre la variación de los niveles piezométricos y la distribución de las
precipitaciones en el área de estudio en 1987. A) Precipitaciones en los tres pluviómetros del área de
estudio (INRH, 1986a, 1986b). B) Niveles piezométricos en las ultramáficas y lateritas (Trutie, 1988).
5.3.4.3. Balance
El balance que presentamos a continuación fue realizado para todo el acuífero aluvial por el
INRH, (1988). Para la determinación del mismo consideraron diferentes hipótesis. Los límites
laterales convencionalmente tomados fueron al este la formación Punta Gorda y al oeste y al
sur las rocas ultramáficas, mientras que al norte se estableció la línea de costa con el Océano
Atlántico. El área de descarga del acuífero aluvial al mar se consideró de 12 km de longitud y
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 151
con un espesor saturado medio de 25 m. La lluvia útil para un periodo de 10 años es de 400
mm/año. La longitud de recarga del río al acuífero en el área afectada por los bombeos es de
500 m. La permeabilidad media del acuífero aluvial de 75 m/día, el gradiente hidráulico de
0.026 y la porosidad del 25%. El área de las presas de residuos es de 6 km2 y la permeabilidad
saturada de la presa de residuos de 1x10-8 m/s. Por otra parte, el espesor medio saturado en el
interior de las presas fue de 4 m y la porosidad media del 63%. Las extracciones por bombeo
estimadas fueron de 8 hm3 al año y unas variaciones del almacenamiento ∆R = ±6 hm3 .
Considerando los valores anteriormente indicados obtuvieron el balance para el acuífero
aluvial que se muestra en la Figura 5.13, correspondiente a un año medio.
Entradas
Acuífero aluvial
62 hm3±∆R=0
Salidas
En este apartado se describen los resultados de los análisis de las aguas subterráneas
muestreadas durante la campaña de campo, realizada en noviembre de 1996, correspondiente
a los acuíferos aluviales y al de las rocas ultramáficas. Los datos de las diferentes propiedades
físico-químicas se muestran en el Anejo I. El objetivo de este apartado es señalar las
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 152
principales características físicas, químicas y las sales disueltas que controlan la composición
química de las aguas subterráneas y su posible origen.
Conductividad: en el agua del acuífero de las rocas ultramáficas oscila entre 100 y 500 µS/cm
y para el aluvial entre 200 y 7300 µS/cm. Los valores más altos de la conductividad se
asocian con las muestras de los pozos del 12, 13, 14, 16 y 17 cercanos a la presa de residuos
del proceso metalúrgico SAL, estas muestras de agua son las más ricas en sulfato, magnesio y
metales disueltos.
pH: los valores para el acuífero de las rocas ultramáficas y del aluvial no afectadas por los
vertidos de las aguas residuales oscilan entre 6.7 y 8.2. En el acuífero aluvial los valores más
bajos se encuentran en los pozos cercanos a la presa de residuos II (Figura 5.14).
Alcalinidad: los valores en las aguas de las rocas ultramáficas oscilan entre 1 y 5 meq/L. En
las aguas del aluvial varía entre 1 y 6 meq/L, pero se aprecia un incremento a medida que nos
acercamos a la presa de residuos (Figura 5.14).
Oxígeno disuelto: para las rocas ultramáficas el contenido de oxígeno disuelto es superior a
1.5 mg/L. En el caso de las aguas del acuífero aluvial se ha encontrado la presencia de
oxígeno disuelto en concentración superior a 1.5 mg/L. De acuerdo con el contenido de
oxígeno, puede considerarse que en los acuíferos existe un medio oxidante.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 153
DQO: en las aguas del acuífero aluvial es baja entre 0.2-0.7 mg/L lo que denota que no existe
prácticamente materia orgánica ni metales que puedan ser oxidados.
Alcalinidad (meq/L de HCO3=) 8
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450
8.5
8.0
pH
7.5
7.0
6.5
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450
Distancia a la presa (m)
Figura 5.14. Variación del pH y la alcalinidad en el área del acuífero aluvial estudiada en función de
la distancia a la presa del residuo SAL.
TSD: en las aguas de las rocas ultramáficas es muy bajo con concentraciones entre los 50 y
250 mg/L. En las aguas del acuífero aluvial el total de sales disueltas se incrementa a medida
que nos aproximamos a la presa del residuo SAL, en los puntos del 12 al 17 supera los 2000
mg/L, siendo los elementos mayoritarios el sulfato y el magnesio. La representación de la
relación entre conductividad y TSD para el acuífero aluvial muestra la existencia de tres
grupos de aguas según su mineralización y grado de contaminación (Figura 5.15). El grupo 1
está representado por los pozos 1 al 6 y 11, el grupo 2 por los pozos 7 al 10 y el grupo 3 por
los pozos del 12 al 17.
Calcio (Ca): en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas su presencia está asociada a
la meteorización de los diques de gabros existentes en las rocas ofiolíticas y específicamente a
la disolución de la plagioclasa. La concentración en las aguas de las rocas ultramáficas es
muy baja con valores entre 3 y 4 mg/L generalmente. En el acuífero aluvial es muy variable,
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 154
entre 14-201 mg/L. La mayor concentración en el acuífero aluvial se presenta en los pozos
cercanos a la presa del residuo (Figura 5.16).
2.0
Conductividad (mhom/cm)
1.5
3
1.0
2
0.0
0 200 400 600 800 1000 1200
TSD (mg/L)
Figura 5.15. Relación entre la conductividad y el total de sólidos disueltos (TSD) en el acuífero
aluvial.
Magnesio (Mg): la concentración en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas es baja
con rangos entre 9-10 mg/L y procede de los procesos de meteorización de los feldespatos
magnésicos (olivino, ortopiroxenos, clinopiroxenos). El contenido de magnesio en el acuífero
aluvial se incrementa en la misma medida que nos acercamos a la presa de residuos, donde la
concentración de magnesio supera los 1000 mg/L (Figura 5.16).
Potasio (K): el aporte a partir del agua de lluvia es pequeño, entre 0.06-0.08 mg/L. La
concentración en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas es inferior a 1 mg/L. En las
aguas del acuífero aluvial su concentración es generalmente inferior a 1.5 mg/L. La baja
concentración es debida a los procesos de intercambio y al ser fijado por el material arcilloso
que se encuentra en la corteza laterítica y el acuífero aluvial.
Bicarbonato (HCO3): procede de la hidrólisis de los silicatos de las rocas ultramáficas, junto
con el CO2 que acompaña las aguas meteóricas y la incorporación del CO2 atmosférico. En las
rocas ultramáficas su concentración es generalmente inferior a los 200 mg/L, ocasionalmente
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 155
60 450 6000
Cl- HCO3= SO4=
400
50 5000
350
Concentración (mg/L)
40 300 4000
250
30 3000
200
20 150 2000
100
10 1000
50
0 0 0
0 200 400 0 200 400 0 200 400
250 250 10000
Na2+ Ca2+ Mg2+
200 200
1000
Concentración (mg/L)
150 150
100
100 100
10
50 50
0 0 1
0 200 400 0 200 400 0 200 400
Distancia a la presa (m) Distancia a la presa (m) Distancia a la presa (m)
Figura 5.16. Concentración de los elementos mayoritarios en el agua del acuífero aluvial en función
de la distancia a la presa de residuos del proceso de lixiviación ácida.
Sílice (SiO2): la sílice presente en las aguas es el resultado de los proceso de meteorización a
que están sometidos los silicatos que conforman las rocas ultramáficas del área de estudio
(olivino, ortopiroxeno, clinopiroxenos y piroxeno). La concentración varía entre 7 y 112 mg/L
en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas y entre los 13-27 mg/L en las aguas del
acuífero aluvial.
Cloruro (Cl): el origen del ión cloruro en las aguas subterráneas está asociado a las
precipitaciones atmosféricas y su concentración por evaporación en el terreno. La
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 156
Sulfato (SO4): en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas procede fundamentalmente
de la precipitación atmosférica y su concentración por procesos de evaporación. Pequeñas
cantidades de sulfato pueden deberse a la oxidación de los sulfuros diseminados en las
peridotitas y harzburguitas entre los que se encuentran la pirrotita (Fe1-xS), pentlandita
(S8(Fe,Ni)9), cubanita (Cu2FeS2), calcopirita (CuFeS2) y en menor medida calcosina (SCu2).
Es probable que las emanaciones gaseosas de los procesos metalúrgicos desarrollados en el
área constituyan otra fuente que aporte sulfato al medio. La concentración de sulfato en el
acuífero de las rocas ultramáficas es de 3 a 9 mg/L, mientras que en el acuífero aluvial
presenta amplios rangos de concentración variando desde 200 a 4800 mg/L.
Nitrato (NO3): las concentración de nitrato no son importantes en ninguno de los puntos de
muestreo. En las aguas subterráneas no contaminadas se han encontrado valores superiores a
los 12 mg/L. En los puntos 38, 39 y 40 se aprecian concentraciones superiores a los 20 mg/L,
esta concentración puede estar asociada con la recarga que provoca la presa de residuos sobre
el acuífero.
El flujo regional procedente de las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas que descargan
en el acuífero aluvial al parecer provoca un efecto regulador sobre la composición química de
las aguas del acuífero aluvial en los puntos de muestreo (7, 8, 9 y 10), donde se observa una
diferencia importante en la concentración de los elementos mayoritarios en comparación con
los puntos del 12 al 17.
De acuerdo a la concentración de las especies mayoritarias las aguas subterráneas de las rocas
ultramáficas se clasifican como bicarbonatadas magnésicas (Figura 5.17). Para el acuífero
aluvial en función de los elementos mayoritarios, se pueden distinguir dos tipos de aguas:
bicarbonatado-magnésicas (puntos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 11) y sulfatado-magnésicas (puntos 7, 8,
9, 10, 12, 13, 14, 15, 16, y 17) (Figura 5.18).
Figura 5.17. Diagramas de Stiff modificados para las aguas del acuífero de las rocas ultramáficas,
Moa (Noviembre de 1996).
De acuerdo a la dureza las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas se clasifican como
aguas blandas de muy baja mineralización. En el acuífero aluvial se pueden diferenciar 4
grupos de muestras formados por los puntos 1 al 7 aguas blandas, 8 y 9 ligeramente duras, 10
moderadamente dura, el resto (puntos 12 al17) muy duras.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 158
De acuerdo con el TSD, las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas se clasifican como
aguas dulces, mientras que en el acuífero aluvial se pueden diferenciar dos grupos: aguas
dulces, con una mineralización menor de 2000 mg/L (puntos 1,2,3,4,5,6,7,8,,9,10 y 11) y
salobres las que presentan una mineralización mayor a 2000 mg/L (puntos 12 al 17).
Según el contenido de sulfatos, el agua del acuífero aluvial los puntos 12,13,14,16 y 17 se
clasifican como selenitosas.
Figura 5.18. Diagramas de Stiff modificados para las aguas del acuífero aluvial y tres puntos de las
aguas superficiales del río Moa (Noviembre de 1996).
Este apartado se centrará en la presencia de Cr, Ni, Mn, Fe, sulfato y Mg en las aguas
subterráneas de las rocas ultramáficas y en el acuífero aluvial. El análisis de la concentración
de los metales en las rocas ultramáficas nos permite establecer el fondo geoquímico natural
correspondiente al Cr, Ni, Mn, Fe, SO4 y Mg, en segundo lugar analizaremos la
contaminación del acuífero aluvial. El análisis de los diferentes contaminantes se realiza
atendiendo a:
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 159
Los elementos estudiados (Ni, Cr, Mn, Fe, SO4 y Mg), presentan una estrecha relación con
la mineralización de los materiales geológicos y los residuos de la zona, que en algunos
casos presentan concentraciones por encima del VLAP. Por ello, el conocimiento del
fondo geoquímico es de gran valor para poder diferenciar el aporte natural de los
diferentes elementos del aporte antropogénico
Se debe destacar, que no es objetivo de este trabajo el estudio de los procesos físico-químicos
debido a la actividad de microorganismos que afecta el comportamiento de algunos metales.
Según la literatura el Fe y el Mn, están afectados en muchos casos por la presencia de
determinados tipos de bacterias acidofólicas y catalizadoras comunes para diferentes
condiciones ambientales existentes en el planeta tierra, entre las que se pueden señalar
géneros tales como Crenothrix, Lectotrhric, Gallionella (Viñals, 1981) y Thiobacillus
Ferrooxidans (Fernández Rubio, 1981). Para el Cr se ha estudiado la existencia de más de 14
bacterias que pueden actuar en los procesos de oxidación-reducción de este elemento en
diferentes condiciones ambientales (Fendorf et al., 2000). Mientras que se han hecho estudios
de la biodegradación del Ni (Francis et al., 1996).
5.3.7.1. Metales pesados, hierro, magnesio y sulfato en las aguas subterráneas de las
rocas ultramáficas: fondo geoquímico natural
Se mencionarán aquí aquellos elementos de origen natural que se encuentran en las aguas
subterráneas de las rocas ultramáficas en concentraciones apreciables y que en algunos casos
son superiores al valor límite admisible para agua potable (VLAP), establecido por la OMS.
Manganeso (Mn): la concentración varía entre 0.04-0.05 mg/L. Como se puede ver la
concentración en las áreas no afectadas por la minería se encuentra muy cercana al VLAP
(0.5 mg/L) y en algunos se encuentra en el límite admitido (Anejo I).
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 160
Hierro (Fe): las concentraciones de hierro total en las aguas de las rocas ultramáficas son
inferiores a 0.08 mg/L, muy inferior al VLAP (1 mg/L). Su origen se debe a la disolución de
los silicatos férricos, aunque es probable que parte de este hierro (Fe2+) se deba a la oxidación
de los sulfuros existentes en las peridotitas.
Cobalto (Co): se han detectado en las aguas subterráneas las rocas ultramáficas con valores
de 0.004 mg/L. En este elemento no hay un límite mínimo definido aunque se asume el
mismo que el del níquel.
Sulfato (SO4): la concentración de sulfato en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas
varía entre 5 y14 mg/L, muy inferior al VLAP (250 mg/L).
En el acuífero aluvial se encuentran concentraciones de Cr, Ni, Mn, Fe, Mg y SO4 que
sobrepasan en gran medida los valores existentes en las aguas subterráneas del aluvial antes
de la construcción de la presa de residuos. En la Figura 5.19A se aprecia como la
concentración de metales Cr, Ni, Mn e Fe en el acuífero aluvial decrece a medida que
aumenta la distancia a la presa, como resultado de la dilución de la pluma contaminante por el
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 161
flujo del agua subterránea y la retención de los metales por la matriz del medio poroso del
acuífero.
Cromo: la presencia de cromo hexavalente (CrVI) ha sido detectada en todos los puntos de
agua muestreados, con valores entre 0,01-1,60 mg/L. La concentración de Cr supera el VLAP
(0.05 mg/L) en los puntos 8, 10, 11, 12, 13, 14,16 y17 (Figura 5.19A). Su presencia es debida
al lixiviado de la presa de residuos y es posible que su movilidad esté facilitada por la
existencia de un medio oxidante en el acuífero. Puede ser adsorbido en la superficie de los
óxidos de Fe y Mn en forma coloidal (compuestos amorfos), presentes en la matriz del medio
poroso y en el agua del acuífero. La solubilidad del Cr(VI) está controlada fundamentalmente
por los valores del pH, en la medida que aumenta el pH disminuye su concentración.
Manganeso (Mn): la concentración de manganeso en el acuífero aluvial oscila entre 2,1 y 8,3
mg/L. Todas las muestras del acuífero aluvial presentan una concentración superior al VLAP
(0.5 mg/L). Dado que la solubilidad del Mn es limitada para pH>6 (Viñals, 1981, Fernádez
Aller, 1981, Weng, et al.,1994), es muy probable que la mayor parte de este elemento pueda
encontrarse en forma de partículas coloidales (materia amorfa). La existencia de manganeso
en las aguas subterráneas puede tener su origen en el manganeso amorfo presente en el corte
laterítico desarrollado sobre las rocas ultramáficas de la región. La presencia de manganeso
amorfo en las lateritas de la región de Moa ha sido reportada por diferentes investigadores
(Rojas y Orozco, 1994, Almaguer, 1995, Barros et al., 2001).
Níquel (Ni): los valores en el acuífero aluvial se incrementan en dirección opuesta a las líneas
de flujo con valores entre 0,01 y 0,09 mg/L. La concentración de Ni en los puntos 12, 13, 14 y
17 es superior al VLAP (0.05 mg/L). La solubilidad del Ni es limitada para pH mayor que 6
(Fernández Aller, 1981, Día et al., 2000), puede ser que parte de éste se mueva asociado a
partículas coloidales.
encuentra con concentraciones entre 0,02 y 5,1 mg/L. Las concentraciones de hierro total en
las aguas es superior al VLAP (1 mg/L) en los puntos 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 16 y 17.
6
Fe(Total)
Concentración (mg/L)
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450
10.0
Cr6+
Concentración (mg/L)
1.0
0.1
0.0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450
10
Mn
8
Concentración (mg/L)
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450
0.10
Ni
0.08
Concentración (mg/L)
0.06
0.04
0.02
0.00
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450
Distancia a la presa (m)
(Cwac-FGN)/Cwre-FGN) (5.1)
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 164
0.10
(Cwac-FGN)/(Cwre-FGN)
Mn
0.05
0.00
10 100 1000
0.10 Di i l ( )
(Cwac-FGN)/(Cwre-FGN)
Ni
0.05
0.00
10 100 1000
1.00
(Cwac-FGN)/(Cwre-FGN)
Cr
0.50
0.00
10 100 1000
1.00
(Cwac-FGN)/(Cwre-FGN)
Fetotal
0.50
0.00
10 100 1000
Distancia a la presa (m)
Figura 5.19B. Normalización de la distribución de los contaminantes metálicos en el acuífero aluvial.
La Figura 5.19A, permite apreciar que la movilidad de los contaminantes en el acuífero es
diferente, siendo en el caso del Cr en el que se aprecia una marcada diferencia entre los pozos
situados al lado de la presa (primeros 40 m) y el resto de los pozos en el aluvial, como cabria
esperar. En todos los casos se observa que el incremento es exponencial en la medida que nos
acercamos a la presa de residuos.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 165
Sulfatos (SO4): para los puntos 12, 13, 14, 16 y 17 cercanos a la presa de residuos la
concentración es muy elevada (1800-4800 mg/L). La alta concentración de sulfato está
favorecida por la presencia de altas concentraciones de Mg que incrementa notablemente su
solubilidad (Custodio, 1983b). En los puntos 8, 9, 10, 12, 13, 14, 16 y 17 el valor medio de
sulfato supera ampliamente el valor límite admisible para agua potable (VLAP) que es de 400
mg/L.
Magnesio (Mg): se observa contaminación en los pozos 8, 9, 10, 12, 13, 14, 16 y 17,
próximos a la presa de residuos, con valores de concentración entre 430 y 1150 mg/L. El Mg
y SO4 constituyen los elementos mayoritarios en el área del acuífero con mayor influencia de
la recarga inducida de las aguas de la presa de residuos.
El análisis de la relación existente entre los diversos contaminantes muestra que para el Mg y
SO4 es prácticamente lineal (Figura 5.20). En la Figura 5.21 donde se representa: Ni vs Fe, Ni
vs Mn, Mn vs Cr y SO4 vs suma de todos los metales, se observa la existencia de una cierta
correlación y la formación de tres grupos de agua, que quedan muy bien diferenciados en el
gráfico del Cr vs Mn:
1400
1200 R2 = 0,976
1000
Mg (mg/L)
800
600
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000
SO4 (mg/L)
10 6
5
8
4
6
Mn (mg/L)
Fe (mg/L)
3
4
2
2
1
0 0
0.00 0.05 0.10 0.00 0.05 0.10
Ni (mg/L) Ni (mg/L)
10000 10.0
I
1000
1.0
SO4 (mg/L)
Cr (mg/L)
100
0.1 II
10
III
1 0.0
0 5 10 15 20 0 2 4 6 8 10
Fe+Ni+Mn+Cr (mg/L) Mn (mg/L)
Figura 5.21. Relación entre los diferentes contaminantes del agua subterránea del acuífero aluvial.
Los puntos de muestreo con mayor concentración de sulfatos presentan los mayores valores
de concentración en Ni, Cr, Mn e Fe. Se puede apreciar además que existe una buena
correlación entre el sulfato y la suma de los diferentes metales presentes en el agua. Para
todos los puntos muestreados se pueden llegar a diferenciar dos grupos de aguas de acuerdo al
grado de contaminación: I) puntos cercanos a la presa (8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 16 y17) y II)
puntos del área de bombeo (1-7).
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 167
El hecho que no hayan precipitado los metales disueltos en el acuífero aluvial debido a las
aguas ácidas que se infiltran desde la presas de residuos puede ser debido a que en las aguas
subterráneas no se ha alcanzado la alcalinidad necesaria para su precipitación, o bien el que
estén asociados a las partículas coloidales (menores de 0.45 micras, pues el agua fue filtrada
por un filtro con ese tamaño de poros) existentes en el agua del acuífero.
1986
1996
1.E+01
1.E-01
1.E-03
SO4 Ni CrVI Mn Fetotal
El efecto del vertido de la escombrera sobre la calidad de las aguas del acuífero aluvial en la
zona de estudio a lo largo del tiempo se puede observar además en la Figura 5.23A. Desde
1975 el contenido en sulfatos del pozo 7 ha pasado de 7 mg/L (valor medio) a 201 mg/L en
1996. El mismo proceso se observa en el valor de la conductividad (Figura 5.23A), como
cabría esperar. Este proceso puede estar acelerado por el proceso de explotación que se
realiza en los pozos de abastecimiento, que han provocado una variación en las condiciones
hidrodinámicas en un sector del acuífero. Considerando los resultados de la evolución del
contenido de sulfato se puede apreciar que su concentración se incrementa a una media de 8
mg/L por año, indicativo del progreso de la contaminación a lo largo del tiempo.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 168
300
Sulfatos (mg/L)
200
300
100
100 0
74 84 94 74 84 94
Años Años
Figura 5.23A. Representación de la evolución de la contaminación de sulfatos y la conductividad en
el pozo 7 (punto 7) acuífero aluvial (elaborado con datos del INRH 1975-1996).
Conociendo que los procesos de contaminación son función de las características de la fuente
contaminante y del tiempo de permanencia de los contaminantes en el medio, es previsible
que la contaminación del acuífero continúe aumentando a lo largo del tiempo, debido al
incremento del volumen de residuos vertidos a la presa y a las condiciones climáticas de la
región que favorecen la infiltración de las aguas meteóricas (precipitación elevada y una
recarga de más de 400 mm/año).
En la Figura 5.23B se muestran los resultados de los ensayos en Batch realizados con las
muestras de roca, lateritas y residuos (relación 1:10). En todos los casos se aprecia la
capacidad de los materiales naturales y los residuos metalúrgicos para lixiviar metales al
ponerse en contacto con el agua. El residuo es el que presenta los mayores valores de masa
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 169
Cr Ni Mn Fe
Masa lixiviada (mg/kg)
10.0
1.0
0.1
Dunita Gabro Harzburgitas Cromitita Saprolita Limonita Residuo (SAL)
Cromo: Diversos autores han llamado la atención sobre la presencia Cr en los acuíferos
localizados en áreas de afloramientos de rocas ultramáficas, y de las cortezas de
meteorización asociadas (Vardaki y Kelepertsis, 1999; Whalley et al., 1999; Robles-Camacho
y Armienta, 2000). Las rocas ultramáficas, comparadas con otros tipos de rocas, contienen
concentraciones relativamente altas de Cr. En la zona de estudio, las rocas ultramáficas y sus
productos de alteración son los materiales más abundantes, constituyendo una posible fuente
natural de Cr.
Los minerales principales que componen las rocas estudias son olivino, cromita,
ortopiroxenos, clinopiroxenos y plagioclasa. De todas estas fases, las que presentan los
mayores contenidos de Cr son, en orden decreciente, la cromita, el clinopiroxeno y el
ortopiroxeno. La cromita de la cromitita, y la accesoria en la harzburgita, dunita y gabro
presentan valores de Cr2O3, variables entre 36 y 46% en peso. Los clinopiroxenos tienen
valores de Cr2O3 entre 0.90 y 1.53% en peso, mientras en los ortopiroxenos varía entre 0.47 y
0.54% en peso. En cambio, el olivino y la plagioclasa son fases muy pobres en Cr,
normalmente sus contenidos están por debajo del límite de detección de la microsonda
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 170
electrónica. De todo lo anterior se deduce, en principio, que la fuente natural de Cr debe estar
en las rocas que contienen mayor proporción de fases minerales portadoras de Cr (cromita y
piroxenos).
Los resultados obtenidos de los ensayos Batch indican que la roca que más Cr libera al medio
hídrico es la cromitita, y le siguen en orden decreciente la dunita, el gabro y harzburgita
(Figura 5.23B). La mayor liberación de Cr en la muestra de cromitita está en concordancia
con su composición mineralógica, más de un 90% de cromita. En cambio, parece paradójico
que las muestras de harzburgita y gabro que presentan una proporción modal importante de
piroxenos cromíferos transfieran menos Cr al medio hídrico que la muestra de dunita que no
presenta piroxeno en su composición. La respuesta a esta cuestión probablemente esté
relacionada con el diferente comportamiento físico-químico de las cromitas y piroxenos.
Sistemáticamente, las cromitas presentes en las muestras estudiadas tienen una aureola de
alteración a ferricromita a favor de bordes de grano y fracturas (Proenza et al., 1997). Esta
fase de alteración de la cromita se caracteriza por un incremento considerable en Fe3+ y está
muy desarrollada en las cromititas y en las dunitas, en cambio es mucho menor en las
harzburgitas. En estas últimas, las cromitas accesorias, suelen disponerse incluidas en
ortopiroxenos preservándose totalmente inalteradas (Proenza et al., 1997, 1999b). Los
resultados obtenidos en este trabajo evidencian una correlación directa entre el contenido de
Cr liberado al medio hídrico y el grado de alteración a ferricromita que presentan las cromitas
que componen los diferentes tipos litológicos estudiados. Estos resultados, son coherentes con
las conclusiones obtenidas por Robles-Cacho and Armienta (2000). Estos autores sugieren
que la desintegración de los bordes de ferricromita, dada su menor estabilidad físico-química,
es el principal proceso geoquímico que incorpora cromo a los acuíferos encajados en las
unidades ultramáficas de la Sierra de Guanajuato (México).
En el caso de las muestras correspondientes a la corteza laterítica, las dos muestras analizadas
liberan contenidos de Cr similares, siendo ligeramente superior en la muestra representativa
de la zona limonítica. En la corteza laterítica, las cromitas también presentan un marcado
grado de transformación a ferricromita (Friedrich et al., 1987), la cual constituye una fuente
importante de liberación de Cr. Adicionalmente, estas muestras lateríticas se caracterizan
mineralógicamente por presentar proporciones modales considerables de goethita (en la zona
limonítica alcanza valores superiores al 60%), las cuales también potencialmente pueden
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 171
Parte de las concentraciones detectadas en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas
puede deberse a la oxidación de las pequeñas concentraciones de sulfuros de Ni existentes en
las rocas ultramáficas. Estos resultados se corresponden también con los trabajos de
Kudelasek y Zamarsky, (1971), INRH, (1971), Formell y Oro, (1980) y Candela y Rodríguez,
(1996), donde se reportan concentraciones de Ni, en aguas subterráneas en rocas ultramáficas
con pH>7.
Manganeso: la concentración de manganeso en las rocas ultramáficas es del orden del 0.01%
en peso, mientras que en los materiales de alteración que forman la corteza laterítica puede
llegar al 0.12% en la parte superior del corte (Golightly, 1981). La existencia de manganeso
en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas puede tener su origen en el manganeso
amorfo presente en el corte laterítico desarrollado sobre las rocas ultramáficas de la región.
La presencia de manganeso amorfo en las lateritas de la región de Moa ha sido reportada por
diferentes investigadores (Rojas y Orozco, 1994, Almaguer, 1995, Barros et al., 2001).
Hierro: en los materiales geológicos que conforman el medio de los dos acuíferos estudiados
el Fe es uno de los elementos más abundantes y su concentración es variable desde un 9% de
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 172
Fe2O3 en la roca madre hasta un 77% en los materiales que forman la corteza laterítica (Rojas
y Orozco, 1994, Almaguer, 1995). Su origen en acuíferos naturales de rocas ultramáficas esta
asociado generalmente a la disolución de los silicatos férricos (Custodio, 1983b). Aunque en
este caso es probable que parte de este hierro (Fe2+) se deba a la oxidación de las pequeñas
concentraciones de sulfuros existentes en las rocas ultramáficas. La concentración de Fe
detectada en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas es coherente con los resultados
de Kudelasek y Zamarsky, (1971), Formell y Oro, (1980). En las aguas que circulan por las
rocas ultramáficas de la región de Moa ha sido reportada la presencia de Fe2+ (0.1 mg/L) y
Fe3+ (0.15-1.5 mg/L) para pH entre 7.1 y 7.4 (Formell y Oro, 1980).
En nuestro caso el aporte antropogénico de estos cuatro metales está relacionado con la
infiltración de los lixiviados de la presa de residuos, los cuales presentan un pH ácido. La fase
sólida está compuesta por diferentes minerales entre los que se encuentran, hematita (69-
75%), cromoespinelas (2.1-2.8%), gibbsita (1.4-6%) y yeso (2.5-5.6%). La concentración en
peso de los elementos mayoritarios es: un 47% de Fe; 0,48% Mn; 0,08% Ni; 0,011% Co;
4,3% Al; 0,044% Mg; 0,042 Cu; 0,05% Zn; 1,65% Cr. El agua intersticial de los residuos que
es la que se infiltra a través de la base de la presa presenta un pH medio de 4.1 con la
siguiente concentración en sales disueltas: 4000-4500 mg/L SO4, 120 mg/L de Mn, 220 mg/L
Mg, 530 mg/L de Ca, 36 mg/L de Na y 1.67 mg/L de Cr+6.
5.3.8. Calidad de las aguas de los acuíferos aluvial y el acuífero de las rocas ultramáficas
La calidad de las aguas subterráneas está determinada por cuatro grupos de características:
físico-químicas, bacteriológicas, biológicas y radiactivas. En nuestro caso nos centraremos en
el primer grupo pues los restantes parámetros no presentan valores significativos en el área de
estudio (Anejo I).
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 173
Las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas se clasifican como potables, pues ninguno de
los elementos químicos disueltos en el agua supera la normativa vigente por la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
En las aguas del acuífero aluvial se puede comprobar la existencia de dos grupos formados
por los puntos del 12, 13, 14, 16 y 17 que superan todos los indicadores químicos en cuanto a
concentración máxima permitida por la OMS y los puntos del 1 al 6 que no cumplen los
criterios de concentración máxima admisible para el Fe y el Mn.
Es de señalar que el agua bombeada del acuífero aluvial es enviada a una planta de
tratamiento de agua que garantiza la calidad del agua de abastecimiento a la población de
Moa y la industria, pues el tratamiento para eliminar los metales debido a su baja
concentración es aun económicamente factible.
100%
SO4+Cl Ca+Mg
Con el objetivo de calcular el porcentaje de mezcla existente entre las aguas del acuífero
aluvial y el lixiviado de la presa de residuos se aplicaron metodologías que permiten
cuantificar los porcentajes mediante métodos químicos y modelos hidrogeoquímicos.
geoquímica, alta solubilidad, origen conocido y que no deriva de la roca en condiciones del
área de estudio (ausencia de rocas evaporíticas o rocas con minerales de cloruro).
Según Custodio y Llamas (1983), si se tiene un agua C con un contenido de cloruro que es
mezcla de otras dos de contenidos en cloruro, C1 y C2 y su relación en concentración de
cloruro es C1<C<C2, y en el agua C existe una fracción X del agua C1 y 1-X del agua C2, se
debe cumplir que:
C= C1X+ C2(1-X) (5.2)
por lo que
X=(C- C2 )/( C1- C2) (5.3)
En nuestro caso C: cloruro en el agua mezcla (punto 13 acuífero aluvial), C1: cloruro en el
agua del acuífero (punto 5), C2: cloruro del agua intersticial del residuo SAL y X: fracción del
agua mezcla.
De acuerdo con este método, se puede apreciar que existe una mezcla importante de agua de
la presa de residuos con las del acuífero, con porcentajes de mezcla que alcanzan hasta el
20%. Así, en el acuífero aluvial se pueden apreciar 3 grupos de aguas: 1-aguas muy
contaminadas ( puntos 12, 13, 14, 16 y 17), 2-aguas afectadas por el cono de depresión debido
a los bombeos (puntos, 7, 8, 9 y 10) y 3- aguas del acuífero aluvial (puntos 1 al 6) (Figura
5.25).
20
10
2
5 3
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450
Distancia a la presa (m)
Figura 5.25. Representación gráfica del porcentaje de agua de la presa de residuos mezclada con el
agua del acuífero aluvial.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 176
Con el objetivo de comprobar la hipótesis de mezcla de las aguas del acuífero aluvial con la
recarga provocada por los lixiviados del residuo (SAL), se utilizó el modelo Hidrogeoquímico
FREEQECI (Parkhurst, 1995) para simular la mezcla. Los datos utilizados son las
propiedades fisicoquímicas (pH, Eh, composición química de los elementos mayoritarios y
trazas) del agua intersticial de la presa de residuos y los pozos 13 y 5 ubicados en un mismo
perfil hidrogeológico, en la dirección del flujo subterráneo.
En la Figura 5.26, se puede apreciar que los resultados obtenidos por el modelo
hidrogeoquímico son coherentes con los del método del balance de cloruros. En el caso de las
aguas del punto 5 se aprecia la existencia de una diferencia en la concentración real y la
calculada del cromo y el oxígeno disuelto, las diferencias son menores en el punto 13. En el
agua intersticial de la presa de residuo el modelo reproduce correctamente la concentración de
los diferentes elementos con la excepción del hierro.
De acuerdo con los resultados del modelo hidrogeoquímico se obtiene una mezcla de las
aguas de recarga producto de la infiltración del lixiviado de la presa de residuos con las del
acuífero aluvial, la proporción de mezcla en el pozo 13 es del 12% muy similar a la obtenida
con el método del balance del cloruro (Figura 5.25).
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 177
1.E-04
1.E-02
i
3
4
B
Ca
4
a
Cr Cl
Fe F
P
3
2
l)
N
N
CO
SO
O
O
Fe
O
ta
Si
(to
2+
H
N
1.E-06
Concentración (Moles)
1.E-04
1.E-02
i
3
2
K
4
B
Ca
a
Cr Cl
Fe F
P
g
n
l)
N
N
CO
O
Fe
SO
M
M
ta
Si
(to
2+
H
1.E-08
Concentración (Moles)
1.E-06
1.E-04
1.E-02
Valor real pozo 5 acuífero aluvial
Valor simulado pozo 5 acuífero aluvial
1.E+00
3
4
B
Ca
a
Cr Cl
Fe F
P
3
2
l)
N
N
CO
H
Fe
SO
M
O
ta
Si
(to
2+
H
Elementos
Figura 5.26. Simulación de la composición química de las aguas del acuífero aluvial y las presas de
residuo. Se supone que la composición en sales del punto 13, es el resultado de la mezcla del agua
intersticial del residuo con el agua del punto 5 en el acuífero aluvial.
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 178
El establecimiento y análisis de las relaciones iónicas entre los iones disueltos en el agua
permiten establecer el origen de estas y los posibles procesos hidrogeoquímicos
modificadores a que han estado expuestas. Generalmente guardan una estrecha relación con
los materiales geológicos por donde circulan, aunque estos análisis hay que realizarlos con
cuidado y considerando el modelo conceptual de funcionamiento del acuífero (En el Anejo I,
se recogen los parámetros físicos y químicos de las aguas subterráneas).
rNa/rCl: es de 0.93 en el agua de lluvia y en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas
es de 0.91 indicativo de que el origen de éstas son las aguas meteóricas.
rCa/rMg: en el agua de las rocas ultramáficas alcanza valores menores a 1, indicativo del
enriquecimiento en magnesio y calcio que experimentan las aguas de recarga y subterráneas
que circulan por materiales geológicos que presentan un predominio de minerales silicatados
magnésicos y en segundo lugar carbonatos y plagioclasas. En aguas del acuífero aluvial
sucede igual para los puntos del acuífero que no presentan una contaminación importante
(puntos 1,2,3,4,5,6), su valor decrece a medida que nos acercamos a la presa de residuo
llegando a ser de 0.14.
rCl/rMg: las aguas subterráneas del acuífero aluvial tienen un valor menor que 1 debido al
enriquecimiento en magnesio, como resultado de la disolución de los silicatos magnésicos. En
las aguas muy contaminadas del acuífero aluvial es muy inferior a uno, debido a que el agua
que se infiltra de la presa de residuos está enriquecida en magnesio.
rCl/rSO4: en el agua subterránea del acuífero aluvial presenta un valor generalmente menor
que 1, decreciendo en la misma medida que nos acercamos a la presa de residuo. En los
puntos 2, 3 y 4, en el agua de las rocas ultramáficas es superior a 3. Esta ligera disminución
del valor de la relación respecto al del agua de lluvia se debe al posible aporte de sulfato de la
oxidación de los sulfuros diseminados en las rocas ultramáficas
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 179
rHCO3/rCa: en las aguas subterráneas de las rocas ultramáficas, en el acuífero aluvial y en las
aguas superficiales presenta valores superiores a 1, lo que es indicativo de un enriquecimiento
de estas aguas en bicarbonatos.
medida en que disminuye la distancia a la presa de residuos. Este incremento del valor kr, esta
relacionado con el incremento de la contaminación de las aguas.
SO4 rCa : normalmente tiene interés para constatar una precipitación o disolución de yeso,
en nuestro caso presenta valores superiores a 10 en los puntos (12,13,14, 16 y 17), llegando
en algunos a valores cercanos a 30. Si combinamos esta información con el valor de kr, y el
conocimiento de que dentro del residuo hay mineral de yeso y gran cantidad de sulfato en
solución es muy probable que se produzca la disolución de una masa importante de sulfatos
en esta zona.
Para tener un valor estimado de la distribución proporcional de las diferentes especies iónicas
que controlan la hidroquímica de las aguas del área de estudio y las posibles formas en que se
mueven los principales elementos contaminantes se realizó la modelación geoquímica del
agua de los acuíferos. Para ello los parámetros físicos y químicos de las diferentes muestras
de aguas (Anejo I) fueron introducidos al programa PHREEQCI (Parkhurst, 1995), el cual
asume condiciones de equilibrio para realizar el balance de masas. Con el modelo se
determinaron las principales especies acuosas que para condiciones de equilibrio se
encuentran en las aguas superficiales y subterráneas estudiadas, de acuerdo con las
características del medio analizado. En la Tabla 5.2, se relacionan las principales especies en
que se presentan los principales constituyentes detectados en el agua y las especies iónicas
que se han obtenido con la utilización del modelo.
especiación de los cationes acuosos detectados en las aguas subterráneas, de acuerdo con los
resultados de la simulación. En las aguas intersticiales del residuo SAL y las aguas
subterráneas contaminadas (puntos 12,13,14,16 y17) más del 30% del contenido de Ca, Mg,
Fe2+ y Mn es transportado como complejo SO4-ion. El Fe3+ y el Al3+ se mueven
principalmente como hidróxidos, el resto de los elementos se mueven mayoritariamente en
forma iónica (Tabla 5.2).
Tabla 5.2. Especies acuosas en que se encuentran los principales elementos detectados en las aguas
superficiales y subterráneas (valores medios en % del elemento en la especie de acuerdo al modelo
geoquímico).
Elemento Especies Aguas no Aguas Agua Aguas subterráneas Aguas
contaminadas del contaminadas intersticial ultramáficas puntos superficiales
acuífero aluvial puntos (12- residuo SAL (25-26) puntos (19-20)
puntos (l –6) 17)
Ca2+ Ca2+ 89.0 59.0 57.0 98.0 99.3
CaSO4 39.0 41.0
Mg2+ Mg2+ 90.0 54.0 52.0 97.0 99.4
MgSO4 44.0 46.0
Na+ 99.5 96.0 95.0 99.8 99.8
Cl- Cl- 100 100 100 100 99.0
S(6) SO42- 78.0 58.0 53.0 84.0 85.0
MgSO4 20.0 38.0 44.0 15.0 12.0
C(4) HCO3- 94.0 84.0 79.0 62.0
CO2 21 47.0
Fe2+ Fe2+ 48.0 52.0 50.0 83.0 96.0
FeHCO3 30.0 15.0 17.0 16.0
FeSO4 31.0 33.0
Fe3+ Fe(OH)2+ 32.0 49.0 51.0 74.0
Fe(OH)3 82.0 66.0 27.0 48.0 26.0
Mn2+ Mn2+ 29.0 50.0 51.0 82.0 96.0
MnHCO3 61.0 13.0 15.0 14.0
Mn SO4 30.0 34.0
Al3+ Al3+ 11.0
Al(OH)4 23.0
Al(OH)2+
AlSO4 66.0
Cu2+ Cu2+ 50.0 87.0
CuOH2 48.0
CuSO4
Co2+
Ni2+ Ni2+ 100.0 100.0 100.0 100.0
Zn2+ Zn2+ 41.0 73.0
ZnHCO3 17.0 17.0
Zn SO4 33.0
Cr6+ CrO42- 98.0 98.0 56.0
Cr2O72- 99.0 38.0
Si H4SiO4 98.0 100.0 100.0 100.0 100.0
En las aguas subterráneas del acuífero aluvial no contaminadas y las ultramáficas, así como
en las superficiales todos los elementos se mueven mayoritariamente en forma iónica. Esta
Capítulo 5. Hidrología superficial y subterránea 181
Con el objetivo de conocer el grado de saturación de las aguas subterráneas y las aguas
superficiales y residuales con relación a las fases minerales presentes en el medio geológico
estudiado se realizó el cálculo de los índices de saturación (IS). Para ello se empleó el modelo
PHREEQCI (Parkhurst, 1995). Se considera que un agua está en equilibrio si se obtiene un
índice de saturación (logarítmico) igual a cero. En el trabajo hemos considerado
convencionalmente el criterio de que el agua analizada está en equilibrio cuando se tienen
índices de saturación de ±0.5. Este criterio permite tener en cuenta la incertidumbre en los
valores analíticos y en el valor de las constantes termodinámicas. Si la muestra analizada
presenta valores superiores a +0.5 se considera sobresaturada en la especie mineral analizada
y si es inferior a –0.5 se considera que está subsaturada.
20
Gohetita Hematita
Cuarzo Yeso
15
Gibbsita
Indice de saturación
10
3
4
5 2
1
-5
10 100 1000 10000
TSD (mg/L)
Figura 5.27. Índice de saturación vs total de sólidos en las aguas subterráneas. 1- Aguas de las rocas
ultramáficas. 2- Aguas del acuífero aluvial. 3- Aguas afectadas por el cono de bombeo del acuífero
aluvial. 4- Aguas de los puntos cercanos a la presa de residuos SAL
1 3
Fe 3+ + O2 + H 2 O → FeOOH + 2 H +
4 2
Fe 3+ + 2 H 2 O → FeOOH + 3H +
1
Fe 2+ + O2 + 2 H 2O → Fe(OH )3 + H +
2
Al 3+ + 3H 2 O → Al (OH ) 3 + 3H +
1 3
Mn 2+ + O2 + H 2 O → MnOOH + 2 H +
4 2
mientras que en el acuífero aluvial el CO3=, CO3H- y el CO2 tienden a mantener el equilibrio.
5.5. Conclusiones
- Del análisis de los resultados se desprende que todas las aguas de la región, que no han sido
afectadas por los vertidos de aguas residuales ni por el lixiviado de la presa de residuo, de
acuerdo a la composición de las especies mayoritarias son bicarbonatadas magnésicas.
- El origen de la presencia de los metales pesados en las aguas superficiales se puede asumir
que es debido al arrastre de sedimentos ricos en metales pesados de las áreas de minería a
cielo abierto durante los periodos de precipitación, el vertido de aguas residuales directamente
al río Cabañas y el drenaje directo de la presa de residuos al río Moa.
- Dadas las condiciones oxidantes de las aguas subterráneas y la baja demanda química de
oxígeno de las diferentes muestras analizadas en el laboratorio se puede suponer que los
metales se encuentran en estado oxidado.
- La contaminación de las aguas del acuífero aluvial del río Moa se ha producido desde 1975
por el lixiviado de los residuos mineros. Los residuos producen una recarga inducida en el
acuífero con una elevada concentración de sales disueltas, que ha provocado la contaminación
en diferentes metales (Cr, Ni, Mn e Fe), sulfatos y Mg. El incremento de la concentración de
sales en las aguas subterráneas está condicionado por la dirección del flujo y los aportes
procedentes de la recarga inducida por la presa de residuos del proceso de lixiviación con
ácido sulfúrico (SAL). Esta situación puede ser alterada aún más si se incrementan las
extracciones de agua desde los pozos de abastecimiento, lo que provocaría una variación de
las condiciones hidrodinámicas del medio que pueden incrementar la recarga desde la presa
de residuos y con ello acelerar los procesos de disolución precipitación de las diferentes sales
ricas en elementos contaminantes.
geológico y en los residuos, siendo mayor esta sobresaturación en las aguas más
contaminadas. Los iones metálicos en las aguas subterráneas afectados por la contaminación
se presentan en forma de iones complejos asociados al sulfato, bicarbonato e hidróxidos.
- Conociendo que los procesos de contaminación de las aguas superficiales y subterráneas son
función de las características de la fuente contaminante y del tiempo que actúa sobre el
acuífero, es previsible que continúe aumentando a lo largo del tiempo. Este aumento de la
contaminación es debido al incremento del volumen de residuos vertidos a la presa y las
condiciones climáticas de la región que favorecen la infiltración de las aguas meteóricas
(precipitación elevada con una recarga de más de 400 mm/año).
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 185
6.1. Introducción
Foto 6.1. Se puede apreciar el vertido y circulación de los residuos mineros en una de las presas de
residuos. Obsérvese la presencia de capas estratificadas de diferentes espesores, así como la presencia
de grietas de desecación en la parte inferior derecha.
Foto 6.2. Grietas de desecación en los meses de julio y agosto en la balsa 3 residuo ACL y 5 residuo
SAL, de la Figura 6.1 (área aproximada de la foto 1 m2).
parecer favorece la infiltración de las aguas meteóricas y con ello el proceso de circulación de
los contaminantes hacia el acuífero aluvial de las terrazas del río Moa.
Figura 6.1. Ubicación de las presas de cola en el municipio minero de Moa en Nicaro. Las presas 1, 2
y 3 contiene al residuo del proceso metalúrgico ACL y las presas 4 y 5 contienen a los residuos del
proceso SAL.
de níquel (Berezowsky, 1996). Los resultados semicuantitativos de los análisis de los residuos
por difracción de rayos X se muestran en la Tabla 6.2. Se puede observar que existe una
diferencia entre la composición mineralógica de las balsas de residuo correspondientes al
proceso de lixiviación ácida (SAL) y al proceso de lixiviación con carbonato amoniacal
(ACL), fundamentalmente debido al contenido de minerales de aluminio, yeso y magnetita
(Tabla 6.2).
La composición química del agua intersticial del residuo se determinó a partir del extracto en
pasta saturada de acuerdo con la metodología de Page, (1986). Se aprecia que el agua se
caracteriza por la presencia de una gran cantidad de sales disueltas. Las principales
diferencias de las aguas de poros de los dos residuos son el pH, concentración de sulfatos y
nitrato.
En la Tabla 6.3 se puede ver que en el proceso de lixiviación ácida, la concentración de los
nitratos, es prácticamente tres órdenes de magnitud inferior a la concentración en el residuo
ACL. Mientras que con respecto a la concentración de sulfato se puede apreciar que es cuatro
veces mayor en el residuo SAL que en el residuo ACL. El contenido de metales disueltos es
mayor en el agua intersticial del residuo SAL, esto está favorecido por el pH ácido de la
solución. La conductividad eléctrica es mayor en el residuo ácido. El contenido de sodio es
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 189
tres veces mayor en el residuo SAL que en el ACL. Los contenidos de magnesio son similares
en ambos casos.
Los análisis químicos de los residuos sólidos muestran un elevado contenido de Fe (mayor del
43%) que se encuentra mayoritariamente en forma de hematita (Fe2O3), además se presenta en
otras formas como magnetita (Fe3O4), aluminocromita (FeO(AlCr)2O3), cromita (FeCr2O4),
ferryhidrita y hierro amorfo, así como silicatos complejos tal como se ha identificado por
difracción de Rx,. El azufre en el residuo del proceso SAL se presenta como sulfato cálcico
hidratado (yeso) y alunita o hidroalunita, la presencia de la alunita ha sido reportada también
por Fernández, (1983). El aluminio se encuentra en forma de gibbsita y aluminio amorfo y el
silicio en forma de cuarzo y cuarzo amorfo. La concentración de manganeso es pequeña en
comparación con el hierro y el aluminio, el manganeso se encuentra mayoritariamente en
forma amorfa, aunque se aprecia la presencia de algunos minerales de Mn que no es posible
precisarlos con las técnicas de rayos X (Rx). El cromo se presenta en forma de cromita. La
diferencia entre los contenidos de níquel y cobalto en los dos residuos se debe a la baja
eficiencia del proceso ACL que sólo recupera entre un 75-80 % del níquel original y entre un
40 y 50 % del cobalto. La composición química de ambos residuos se muestra en la Tabla
6.4.
Tabla 6.3. Principales características del agua intersticial de las dos presas de residuos representativas
de los dos procesos metalúrgicos (concentración en mg/L, Eh en mV).
Presa 3 Presa 5 Presa 3 Presa 5
Residuo ACL SAL Residuo ACL SAL
K+ 3.80 3.00 Cr+6 0.22 1.95
Na+ 145.80 42.00 Cr(total) 0.32 2.82
Mg2+ 1012.90 1352.00 Co2+ 0.07 0.11
Ca2+ 33.20 172.00 Ni2+ 0.32 0.51
Cl- 212.60 256.00 Fe(total) 0.02 5.60
SO4= 1307.20 5623.00 Mn2+ 0.07 120.00
HCO3= 292.80 505.00 Zn2+ 0.10 0.49
NO3- 3387.10 3.00 Sr4+ n.d. 0.01
NO2- 8.20 3.54 Ti2+ n.d. n.d.
P3- 3.10 1.60 Al3+ 0.01 4.50
N3- 2.09 n.d. V3+ n.d. n.d.
Cu2+ 0.84 0.08 pH 6.50 4.10
Eh(mv) 325.00 422.00
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 190
En las muestras del residuo ACL analizadas se observa entre un 3 y 4.6% de materia
orgánica. Esta fracción orgánica, procedente del uso de petróleo en el proceso metalúrgico, no
es destruida completamente por los procesos posteriores de combustión y lixiviación, y se
mantiene hasta llegar a la balsa de residuos.
Tabla 6.4. Principales componentes de los residuos (contenido de los elementos en % en peso).
Ti Mn Mn(amorfo) Co Zn V Ni Ba Cr
SAL 0.57 0.42 0.061 0.03 0.01 0.03 0.18 0.0028 0.53
ACL 0.06 0.72 0.231 0.10 0.05 0.03 0.60 0.0030 1.72
La Foto 6.3, muestra una imagen tomada en el microscopio electrónico donde se puede
apreciar que el tamaño de las partículas es relativamente homogéneo. En la misma figura, se
puede observar un cristal de yeso y una partícula esférica constituida por alifáticos derivados
de la combustión del petróleo empleado en el proceso metalúrgico ACL para el tratamiento
del mineral laterítico. El estudio de las fracciones orgánicas se realiza de forma cualitativa
para determinar la existencia de compuestos que representen un determinado riesgo
ambiental.
Entre los compuestos de la materia orgánica detectados, son de especial interés las trazas de
hopanos (Tabla 6.5.), y de esteranos y diasteranos (Tabla 6.6.). Estos compuestos, indican el
origen petrolígeno de la materia orgánica presente en el residuo, ya que son generados
durante la formación del petróleo (Albaigés et al., 1986).
Materia orgánica
Yeso
Foto 6.3. Imagen del microscopio electrónico del residuo ACL, donde se observa una partícula de
materia orgánica de forma esférica en el centro y un cristal de yeso en la parte inferior derecha. Ancho
de la fotografía 25X20 micras.
Para conocer el tipo de petróleo que ha dado origen a estos compuestos se ha calculado
durante el estudio de los hopanos, la relación de los biomarcadores 18α(H),21α(H)-22,29,30-
Trisnorhopano (Ts) y 17α(H),21α(H)-22,29,30-Trisnorhopano (Tm), resultando:
Según los estudios de Seifert y Moldowan (1978), una ratio igual a 0.47 de hopanos, se
corresponde con un petróleo maduro.
Tabla 6.7. En la izquierda los HAPs, presentes en la muestra ACL (pirometalúrgica). En la derecha
aparecen señalados los que se encuentran en la lista de elementos peligrosos de la EPA.
Compuesto EPA, (1989) Compuesto EPA, (1989)
Naftaleno x Pireno x
1-Metilnaftaleno x Benzo(a)antraceno x
2-Metilnaftaleno x Criseno + Trifenileno x
Fenantreno Perileno
Antraceno x Dibenzotiofeno x
Fluoranteno x
Los compuestos orgánicos mayoritarios que se han detectado, son hidrocarburos alifáticos
lineales de rango C13-C36 con predominio de los homólogos con número de carbonos par,
característicos de aportes bacterianos (Grimalt y Albaigés, 1987). Se ha detectado la presencia
de metil ésteres con predominio par y máximo en el ácido hexadecanoico. Este tipo de
compuesto está asociado también a aportes bacterianos (Albro, 1976, Alexander et al., 1983,
Connan, 1984). Además se han hallado trazas de azufre elemental (S8), indicativos de
actividad bacteriana. Los citados compuestos, corroboran los procesos de degradación
microbiana que sufre la materia orgánica presente en los residuos mineros ACL. En la Foto
6.4. se muestran dos fotografías del microscopio electrónico donde se observa la presencia de
algas en los residuos.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 193
100 micras
200 micras
Foto 6.4. Imagen del microscopio electrónico donde se observa la presencia de microorganismos en
los residuos. A) Presa de residuo 3, proceso de lixiviación con carbonato amonical (ACL) y B) presa
de residuo 5, proceso de lixiviación con ácido sulfúrico (SAL).
La muestra del residuo SAL, contiene una menor cantidad de materia orgánica, debido a dos
razones principales. En primer lugar, no se añade petróleo ni otras sustancias orgánicas
durante el tratamiento metalúrgico que originan los residuos. En segundo lugar, si hubiese
residuos de materia orgánica que se pudieran encontrar en el material, estos serían destruidos
por el ácido sulfúrico durante la lixiviación ácida de los metales. Todo ello se corrobora en el
contenido de materia orgánica medido electroquímicamente, así como el análisis realizado
mediante cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas. Ambos métodos
registraron cantidades inapreciables de materia orgánica soluble. Por el método de calcinación
(Page, 1986), el contenido de materia orgánica presenta una media de 0.6%.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 194
Para caracterizar las propiedades físicas y mecánicas básicas de los residuos de la presa 3
(Figura 6.1.), se han realizado ensayos granulométricos mediante sedimentación y tecnología
láser y se han determinado los límites de Atterberg y las humedades y densidades “in situ”. La
deformabilidad del material se ha determinado mediante ensayos edométricos y la medida del
módulo de deformación en ensayos de compresión simple. La resistencia se ha determinado
en ensayos de compresión simple, tracción directa e indirecta (ensayo Brasileño), corte
directo drenado, triaxiales con rotura no drenada y triaxiales cíclicos.
El peso específico de las partículas es muy elevado, superior a 3.8 mg/kg en el caso de los dos
residuos (Tabla 6.8). Estos resultados de un peso específico tan elevado son coherentes con
los estudios de Swarbrick and Fell, (1992), en este trabajo se encuentra que las minas de
hierro estudiadas presentan un valor del peso específico entre 3.76 y a 3.84, mientras que en
otros tipos de minas este peso específico es significativamente inferior.
100
ACL (Sedimentación)
ACL (Láser)
80 SAL (Sedimentación)
SAL (Láser)
60
% en peso
40
20
0
1 0.1 0.01 0.001 0.0001
Diámetro de las partículas (mm)
Figura 6.2. Curvas granulométricas de los residuos de la industria cubana del níquel.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 195
Los residuos de la industria cubana del níquel se caracterizan por una granulometría muy fina.
A partir de los resultados granulométricos mediante láser se obtuvo que el 100% del material
presenta una granulometría con diámetro inferior a 200 micras. Como se puede ver en la
Figura 6.2, el 92 % de su peso se corresponde con una granulometría inferior a las 80 micras.
Las curvas obtenidas por ambos métodos (láser y sedimentación) no son idénticas (Figura
6.2.), esta diferencia puede deberse a la formación de agregados durante el proceso de
sedimentación a causa del carácter magnético del residuo y al hecho de que en el ensayo
mediante láser se emplea ultrasonido para disgregar las partículas.
20 micras
Foto 6.5. Granulometría de una muestra del residuo ACL en una imagen del microscopio electrónico.
La Figura 6.3, muestra los resultados de ensayos edométricos realizados sobre muestras
remoldeadas de la presa de residuo número 3 en la Figura 6.1. Las muestras fueron
compactadas estáticamente hasta densidad seca de 1.39 g/cm3 y una humedad inicial de 44% y
grado de saturación igual a uno. En condiciones saturadas, el índice de compresión, Cc, es de
0.26 y el de hinchamiento, Cs, es de 0.05. La deformabilidad de estas muestras remoldeadas
es algo mayor que la medida en muestras inalteradas de las otras presas existentes en el área
(Heredia, 1980), en la Tabla 6.9 se indica el orden de magnitud de Cc medido por Heredia,
(1980). Con las condiciones iniciales citadas, la estructura del material es muy colapsable.
Cuando se carga una muestra con su humedad inicial de compactación del 10%, la
deformabilidad de la misma es mucho menor que en condiciones saturadas (Cc= 0.12). Sin
embargo, cuando una muestra con esa humedad se satura manteniendo una carga aplicada, se
produce una importante reducción de volumen, hasta que finalmente alcanza un volumen final
semejante al obtenido para esa misma carga con una muestra saturada inicialmente bajo carga
nula.
Tabla 6.9. Parámetros de los ensayos edométricos (para tres presas de la Figura 5.1)
Parámetros Presa 1* ACL Presa 3 ACL Presa 5* SAL
N. ensayos N=22 N=6 N=20
Cc 0.31 0.26 0.24
Cs 0.06 0.05 0.05
(*Heredia, 1980)
1.90
Colapso
Edómetro saturado
1.80
Índice de poros
1.70
1.60
1.50
Carga de compactación
1.40
0.0 0.1 1.0 10.0
Carga vertical (MPa)
Se han realizado ensayos de compresión simple sobre probetas compactadas a una densidad
seca de 1.53 g/cm3, algo inferior a la media “in situ” con una humedad inicial del 40% (Sr=1)
que se han dejado secar lentamente en el ambiente del laboratorio (humedad relativa del 60%
y temperatura de 22±2ºC) hasta alcanzar diferentes humedades finales (Figura 6.4A), al llegar
a la humedad deseada se realizó el ensayo de compresión simple.
0.05
w=0.025
0.04 w=0.3
w=0.36
w=0.39
0.03 w=0.41
w=0.42
w=0.43
0.02
0.01
0
0 0.005 0.01 0.015 0.02 0.025 0.03 0.035 0.04
Deformacióin unitaria
100.0 50
A B
Resistencia a la compresión (KPa)
40
10.0
30
E(MPa)
1.0
20
0.1
10
0.0 0
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
Grado de saturación Grado de saturación
Figura 6.4B. Resultados del ensayo de compresión simple. A) Módulo de deformación, B) Resistencia
a la compresión en función del grado de saturación (ensayo sobre muestras remoldeadas de 76 cm de
altura y 38 de diámetro).
La resistencia a la compresión es mayor para las muestras con un grado de saturación cercano
al 80% (Figura 6.4B). En la Foto 6.6, se pueden apreciar diferentes muestras rotas en el
ensayo de resistencia a la compresión.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 199
Foto 6.6. Fotografía de algunas muestras rotas en el ensayo de compresión simple, nótese el plano de
rotura, la disminución de altura de las muestras cilíndricas es el resultado de la deformación vertical
experimentada debido al mayor grado de saturación.
Por otra parte se ha medido la resistencia a tracción en muestras preparadas en las mismas
condiciones iniciales, utilizando un equipo similar al descrito por Mikulisch y Gudehus
(1995). La resistencia a tracción obtenida se muestra en la Figura 6.5, en esta misma figura se
muestra la resistencia a la tracción medida indirectamente siguiendo el método Brasileño.
Puede constatarse como la resistencia a tracción presenta un valor máximo para grados de
saturación del orden de 0.8.
20
Resistencia a la tracción (KPa)
15
10
Medida directa
Ensayo Brasileño
0
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
Grado de saturación
Figura 6.5. Curvas de resistencia a la tracción con diferentes grados de saturación. A) Método
Brasileño y tracción directa.
máximo para grados de saturación cercanos al 0.8 (Figura 6.5). El cociente entre la resistencia
máxima a compresión y la resistencia máxima a tracción directa es del orden de 5. En las
muestras cercanas a saturación, la resistencia a tracción tiende a ser del mismo orden de la
resistencia a compresión. La diferencia que se aprecia entre el ensayo de tracción por el
método Brasileño y el método de tracción directa puede ser debido a que este método no está
pensado para suelos aunque por su sencillez se aplicó con el objetivo de ver si el material
experimentaba un comportamiento similar al otro método.
Foto 6.7. A) Fotografía de algunas muestras rotas por el ensayo Brasileño. B) Equipo de tracción
directa. C) prensa usada en el ensayo Brasileño.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 201
0.3 0.3
y = 1.1698x + 0.0108
0.25 R2 = 0.972 0.25
0.2 MPa
0.2 0.2
0.2 MPa
El ángulo de rozamiento interno que se puede derivar de estos ensayos es de 35.6º, muy
diferente al obtenido por los ensayos de corte directo. Esta diferencia entre el valor del ángulo
de fricción interna entre los dos ensayos puede deberse a la velocidad con que se ha realizado
el ensayo de corte directo 0.0048 mm/min, no haya sido lo suficientemente baja como para
alcanzar las condiciones drenadas. Al ser un material esencialmente dilatante a grandes
deformaciones, la resistencia no drenada es superior a la drenada. Resultados similares del
ángulo de fricción interna en ensayos triaxiales se obtienen en residuos de minas de hierro en
Brasil (Tibanas et al., 1998).
σ3σ
=250 KPa
3=250
σ3=350 KPa
σ3=350 σ3=100 KPa
σ3=100
Foto 6.8. Fotografías de tres muestras sometidas al ensayo triaxial. Muestras remoldeadas del residuo
ACL de 76 mm de altura y 38 de diámetro.
800 200
A B
150
σ3o'=350
600
Presión de poros (kPa)
0 kP
100
q=σ1-σ3 (kPa)
400 50
σ3ο'=200 kPa
1%
0.5% 0
200
-50
0.1% σ3o'=100 kPa σ3ο'=50 kPa
0 -100
0 200 400 600 0 10 20 30
p’=[(σ1’+2σ3’)/3] (kPa) Deformación axial (%)
Deformation axial
Figura 6.7. Ensayos triaxiales. A) p´vs q y B) presión de poros vs deformación axial. Se realizaron en
condiciones no drenadas sobre muestras de iguales características a las preparadas para los ensayos de
compresión simple.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 203
Se han realizado triaxiales cíclicos en condiciones no drenadas sobre muestras saturadas con
una densidad seca inicial de 1.53 g/cm3. En la Figura 6.8A) se muestra la relación entre el
número de ciclos necesario para llegar a la primera licuefacción y la amplitud de la razón de
tensión cíclica (σd/(2σ'3o)). En la misma figura se muestra también esta relación para llegar a
alcanzar diversos grados de deformación. Puede constatarse que una vez alcanzada la
licuefacción, las deformaciones tienden a crecer muy rápidamente.
En la Figura 6.8B) puede observarse como las presiones de poros empiezan a incrementarse
cuando la deformación axial alcanza valores del orden del 0.1% y llegan a igualar a la tensión
de confinamiento para deformaciones axiales del orden del 1% de forma casi independiente
de la presión de confinamiento. Estos resultados son coherentes con los resultados de Dobry
presentados por el Committee on Earthquake Engineering (1985) con arenas de diversas
procedencias y diferentes densidades relativas.
0.34 1
Inicio licuefacción
))
A B
3o))
(σd/(2σ3o
1% deformación axial
tensiones(σd/(2σ
0.26 0.6
σ3o'
u/σ'3o
100 KPa
Relación de
103 KPa
Relación
La curva de retención del residuo para succiones entre 0.1 y 10 MPa se ha obtenido midiendo
la succión mediante un psicrómetro de transistores (Dimos, 1991) en pequeñas muestras
cilíndricas (15 mm de diámetro y 12 mm de altura, Foto 6.9) compactadas con humedad y
densidad seca inicial controladas. En todos los casos las muestras se han realizado por
triplicado en cada uno de los puntos medidos tanto para la curva de secado como para la de
humedecimiento, en total se analizaron 65 muestras. Las pequeñas muestras saturadas para la
curva de secado se han secado hasta alcanzar distintas succiones en el ambiente del
laboratorio con temperatura controlada de 22±oC. En los ciclos de humedecimiento el
aumento de humedad se ha realizado añadiendo el agua necesaria gota a gota, a partir de
muestras equilibradas en un recipiente como el de la Figura 6.9. con una succión 38 MPa
impuesta con una solución salina de ClNa.
A B
Foto 6.9. A) Imagen del recipiente utilizado para lograr el equilibrio de las muestras con una solución
salina. B) Muestras utilizadas para la determinación de la succión en el psicrómetro.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 205
Con succiones menores a 1 MPa, se han realizado ensayos edométricos con succión
controlada para evaluar los cambios de volumen y humedad del material cuando se le somete
a cambios de succión o de carga vertical en condiciones no saturadas. El edómetro (Lloret,
1993; Lloret y Alonso, 1985) utiliza la técnica de la traslación de ejes (Hilf, 1956), para
controlar la succión del material. Las variaciones de succión se han impuesto aplicando una
presión de aire de 1 MPa en la cara superior de la muestra (50 mm de diámetro y 20 mm de
altura) y variando la presión de agua en la base de la piedra porosa de alto valor de entrada de
aire. La medida de la cantidad de agua que entra o sale de la muestra permite conocer la
humedad de la muestra. Si en los ensayos edométricos se mide de forma continua la evolución
en el tiempo del volumen de agua que entra en la muestra tras un cambio de succión, la
permeabilidad no saturada se puede obtener mediante el ajuste de esta evolución utilizando la
solución simplificada de Richards, teniendo en cuenta la baja permeabilidad de la piedra
porosa de alto valor de entrada de aire (Kunze y Kirham, 1962; Romero, 2000). En el ensayo
edométrico se partió de una muestra saturada con un índice de poros de 1.75. La tensión
vertical neta aplicada durante el ensayo ha permanecido constante con un valor de 0.03 MPa.
La Tabla 6.10 muestra los parámetros que definen las distintas curvas de retención obtenidas,
cuando se utiliza para el ajuste la expresión propuesta por Van Genuchten (1978) para
modelar dichos resultados:
−λ
1
s 1− λ (6.2).
Sr = 1 +
Po
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 206
Succión (MPa)
Secado
1 1
Mojado
e=1.75
0.1 0.1
e=1.75
e=2
0.01 0.01
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
Grado de saturación Grado de saturación
Figura 6.9. Curva de retención obtenida por la técnica psicrométrica y el edómetro de succión
controlada. A) Curva de secado y humedecimiento para un mismo índice de poros iniciales. B) Curva
de retención en trayectoria de secado para diferentes índices de poros iniciales (15 mm de diámetro y
12 mm de altura).
Tabla 6.10. Valores de Po y λ obtenidos del ajuste de las curvas de retención (Figura 5.17)
Índice de poros (e) 1.50 1.75 1.75 2.00
Ensayo Secado Secado Mojado Secado
Po (MPa) 1.100 0.374 0.134 0.079
λ 0.389 0.392 0.398 0.357
6 6
A B
5 5
(%)
Cambio de volumen (%)
volumen(%)
4 4
de volumen
3 3
Agua
Cambio de
Agua
Cambios
Global Global
2 2
1 1
0 0
1 10 100 1000 10000 1 10 100 1000 10000
Tiempo (minutos)
Tiempo (minutos)
Figura 6.10. Cambio de volumen y de contenido de agua experimentado por el material durante dos
incrementos de succión en el ensayo edométrico con succión controlada. A) 0.01-0.03 MPa. B) 0.4-0.6
MPa
En la Figura 6.11 se muestra la evolución del índice de poros y del grado de saturación de la
muestra durante el ciclo de secado/humedecimiento/secado realizado bajo una carga de 0.03
MPa en el edómetro de succión controlada. Puede observarse la existencia de una importante
deformación irreversible durante el primer ciclo de secado (Figura 6.11A) mientras que en los
ciclos subsecuentes las deformaciones son mucho menores y reversibles, lo que denota la
histéresis que acompaña los procesos de secado y humedecimiento en estos residuos.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 208
1. 72 2
A B
1. 68 8
Ín dice de poros
1. 64 4
1. 60 0
1. 56 6
1. 52 2
1 .00
C D
Grad o de satu ración
0 .80
0 .60 Secado
M ojado
Secado
0 .40
0.01 0.1 1.0 0.2 0.3 0.4
Succión (MPa) Humedad
Figura 6.11. Resultado del ensayo en el edómetro de succión controlada en el residuo ACL. A)
Cambio del índice de poros (variación de volumen) en función de la succión. B) Variación del índice
de poros en función de la humedad. C) Variación del grado de saturación en función de la succión
impuesta. D) Relación entre la humedad y el grado de saturación.
La Figura 6.12 muestra la evolución del cambio de volumen respecto al cambio de humedad
de una probeta cilíndrica de material (38 mm de diámetro y 76 mm de altura, Figura 6.12B),
inicialmente saturado y con una densidad seca de 1.53 g/cm3, expuesto sin confinamiento a
una atmósfera con una humedad relativa del 60%. Puede observarse como la relación entre el
cambio de volumen (medido a través del cambio en las dimensiones de la probeta) y el
cambio de humedad es lineal cuando la humedad es alta. Si el material permaneciera
totalmente saturado la relación entre el cambio de volumen y el cambio de humedad debería
tener una pendiente igual al valor del cociente entre la densidad seca inicial y la densidad del
agua. En la Figura 6.12 se observa que el contenido de agua es algo menor al indicado por la
relación anterior, ello probablemente es debido a que la distribución del agua no es uniforme
en la muestra y la periferia de la muestra en contacto directo con el ambiente deja de estar
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 209
(ω r − ω o ) ρ do (6.3)
εν = −
ρω
0.00
A B
0.05
Cambio de volumen (εv )
0.10
wr
0.20
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6
Humedad
Figura 6.12. A) Curva de retracción del residuo ACL. B) Fotografía de la muestra de residuo.
6.4.3. Permeabilidad
1.E-06 1.E-10
e=1.70
Mod. Van Genuchten
Primer secado
1.E-07 1.E-11 Mojado
Segundo secado
knosat (m/s)
ksat (m/s)
1.E-08 1.E-12
1.E-09 1.E-13
e=1.56
A a) B b)
1.E-10 1.E-14
1.0 2.0 3.0 4.0 0.4 0.6 0.8 1
Indice de poros Grado de saturación
Figura 6.13. Permeabilidad del residuo ACL. A) Saturada, B) No saturada, observese como la
permeabilidad no saturada se ajusta a la ecuación de Van Genuchten.
Las fisuras verticales por desecación aparecen en los residuos mineros o suelos cuando las
tensiones de tracción que se ejercen en un plano vertical llegan a superar la resistencia a la
tracción del medio, esta resistencia a la tracción depende del contenido de agua. Las tensiones
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 211
horizontales se generan por la tendencia del suelo a disminuir de volumen cuando se deseca.
Hasta la aparición de las primeras fisuras, la deformación horizontal del suelo es casi nula, de
forma que se compensa la disminución de volumen por desecación con un incremento de las
tensiones de tracción. La magnitud de las tensiones de tracción están pues relacionadas con la
rigidez del material y el cambio de volumen que experimenta cuando se deseca. Cuanto
mayores sean los gradientes verticales de humedad generados por las condiciones de
evaporación en la superficie, mayores serán los gradientes de tensión horizontal y mayor
probabilidad existirá para la formación de fisuras (Morirs et al., 1992; Rodríguez et al., 1998;
Yesiller et al., 2000).
A fin de conocer el proceso de formación de grietas por retracción del material observadas en
las presas de residuo en el campo (Foto 6.2), se han realizado una serie de ensayos de
desecación con el residuo de la presa 3 correspondiente al proceso metalúrgico ACL. La
muestra de residuo se ha extendido sobre una placa circular (225 mm de diámetro) situada en
un ambiente con humedad relativa controlada. Los ensayos son similares a los descritos por
Fang (1997), Lloret et al, (1998) y Kodikara et al., (2000). Las placas estaban ranuradas con
estrías de 1.5 mm de profundidad a fin de evitar el deslizamiento en el contacto entre la placa
y el residuo. El material se extendió sobre las placas con diferentes espesores y con una
humedad inicial de aproximadamente el 50%. Se realizaron cuatro series de ensayos en los
que las placas se encerraban en recipientes estancos de unos 12 litros de capacidad en los que
se imponía la humedad relativa del aire empleando disoluciones salinas o de ácido sulfúrico,
en una quinta serie las placas se mantuvieron en el ambiente abierto del laboratorio con una
humedad relativa del aire del 60%. La succión final del agua en el material está relacionada
con la humedad relativa del ambiente que lo rodea a través de la ley psicrométrica. La
temperatura en todas las series de ensayos se mantuvo a 22±2 ºC.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 212
Foto 6.10. Foto de un desecador usado en los ensayos de retracción. Se aprecia que la muestra de
residuo en la bandeja está agrietada.
En la Foto 6.11 se muestran las fotografías correspondientes a ensayos realizados con tres
espesores de material situado en un ambiente cerrado con diferentes humedades relativas y en
condiciones de atmósfera de laboratorio. Puede apreciarse como al aumentar el espesor del
residuo aumenta el tamaño de la superficie encerrada entre las fisuras (tamaño de los bloques
o mosaicos). Las fisuras tienen forma vertical y se mantiene prácticamente igual para los
distintos espesores estudiados. En la Tabla 6.11 se incluyen las características más
significativas de los ensayos realizados.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 213
Foto 6.11. Se muestra el agrietamiento de tres capas de residuo de diferentes espesores secadas en el laboratorio
bajo diferentes condiciones de humedad relativa (HR) y temperatura constante de 22 grados. I) 4 mm; II) 8 mm
y III) 16 mm. A) HR=97.8%; B) HR=75%; C) HR=60%; D) HR=15.6% y E) HRlaboratorio=60%.
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 214
En la Figura 6.14A, puede observarse la existencia de una relación prácticamente lineal entre
la distancia entre las fisuras y el espesor del material, mientras que el efecto de la humedad
relativa impuesta sobre la distancia entre fisuras es mucho menor. La humedad en el momento
de la aparición de las fisuras es elevada en las muestras en las que la succión impuesta ha sido
menor de 100MPa de forma que el material puede considerarse como prácticamente saturado,
sin embargo cuando la succión impuesta es muy elevada, la humedad en el momento de la
aparición de las fisuras resulta ser mucho más baja (Figura 6.14B).
En la Figura 6.14C, puede observarse que el tiempo necesario para la aparición de las grietas
disminuye de forma importante cuando el ambiente en el que se sitúa la muestra es abierto.
Por otra parte, puede observarse también que este tiempo aumenta al disminuir la succión
impuesta y al aumentar el espesor de la muestra de residuo depositado encima de la placa
ranurada.
80
A B
)
42
40
y = 4.03x 34
2
R = 0.96
20
30
0 26
0 5 10 15 20 1 10 100 1000
Altura de la muestra (mm) Succi ón impu est a (MPa)
100 10
C D
Tiempo de incio de la grieta (días)
8
)
Retracción vertical (%
10
6
4
1
0.1 0
1 10 100 1000 0 100 200 300
Succión impuesta (MPa)
Succión impuesta (MPa)
Figura 6.14. A) Relación entre el espesor de las muestras y la distancia entre fisuras. B) Relación
entre la humedad al formarse la grieta y la succión impuesta. C) Relación entre el tiempo de
agrietamiento y la succión. D) Relación entre la succión y la retracción vertical.
En la Figura 6.15A se puede apreciar la correlación entre la distancia de las grietas obtenidas
en el laboratorio y las medidas en el campo. En el caso de la distancia de las grietas en el
terreno está condicionada en muchos casos por la uniformidad de la capa de residuos. Es de
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 216
señalar que en el caso de las muestras de laboratorio la muestra del residuo está fijada a la
superficie de las bandejas que evitan su desplazamiento horizontal.
600
Datos de bandejas agrietadas en el laboratorio residuo ACL, Presa 3
Medidas en el terreno, Presa 3 residuo ACL
500
Medidas en el terreno, Presa 4 residuo SAL
Distancia entre grietas (mm)
400
300
200
100
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Espesor de la capa (mm)
0.2
de área
0.2
unidadde
0.4
porunidad
aguapor
0.6
Perdidadedeagua
0.4
Inicio de la grieta
16 mm 0.8 Inicio de la grieta
Pérdida
Pérdida
4 mm
8 mm 16 mm
4 mm 8 mm
1
0.6
Figura 6.15B. Pérdida de agua por unidad de área para los tres espesores de muestra estudiados (Foto
6.11). A) Contenedores cerrados (Foto 6.10). B) Muestras en contacto con atmósfera de laboratorio.
Las cuatro muestras fueron saturadas dentro de la cámara triaxial antes de iniciar el ensayo de
permeabilidad durante un periodo de 24 horas comprobando que el volumen de agua de
entrada era igual al de salida, la tensión de confinamiento inicial durante la saturación fue de
7 KPa en todos los ensayos de las muestras agrietadas y estratificadas, mientras que en la
continua fue de 12 KPa. Las muestras estaban rodeadas de una membrana que impedía el
flujo preferencial por las paredes. La dirección del flujo de agua fue siempre de abajo hacia
arriba (Figura 6.16).
Célula de carga
Piedra porosa
Muestra
Cámara de confinamiento
Membrana Pedestal
Transductor de
presión de poros Pistón
Controlador de presión de
Llave de paso cámara (GDS)
Conductos de
agua
Colector de agua
Figura 6.16. Esquema del equipo triaxial usado en los ensayos de permeabilidad y en los ensayos
triaxiales.
Como se puede apreciar en la Figura 6.17 existe una diferencia entre la permeabilidad en el
medio poroso continuo y el medio agrietado, donde la permeabilidad en el medio poroso
continuo es inferior en más de un orden de magnitud con relación a las muestras formadas por
capas de suelo agrietado. Esto nos indica que aunque las fisuras abiertas en cada una de las
muestras es rellenada nuevamente por el lodo vertido en la parte superior, los planos de
discontinuidad no se cierran del todo. En el caso de transporte de contaminantes éste es un
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 220
1.E-05
1.E-05
B
A
1.E-06
1.E-06
1.E-07 1.E-07
k (m/s)
k (m/s)
1.E-08 1.E-08
1.E-09 1.E-09
1.E-10 1.E-10
0.54 0.56 0.58 0.60 0.62 0.64 0.66 1 10 100 1000 10000
Porosidad Presión de confinamiento (KPa)
En el caso de los depósitos de residuos mineros se puede considerar que este proceso puede
ser aún más importante, ya que es típico observar en la superficie de estos embalses grietas de
desecación y estratificación por capas (Fotos 5.1 y 5.2), debido a la variabilidad en los
procesos y lugares de depósito de estos residuos.
En la Figura 6.17, se puede ver que el espesor de las muestras influye en la permeabilidad, a
mayor espesor la permeabilidad es ligeramente mayor, esto puede ser debido al factor de
escala, ya que al cortar las muestra con la que se va a realizar el ensayo se ha observado que
la separación entre los labios de las grietas es mayor en las muestra de 40 mm que en las otras
dos muestras (10 y 20 mm).
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 221
Fotos 6.12. Muestras sobre las que se determinó la permeabilidad en el ensayo triaxial. I) muestra
homogénea, II) muestra por capas de 10 mm, III) muestra por capas de 20 mm y IV) muestra por capas
de 40 mm. La diferencia del color se debe a la cámara fotográfica. Todas las muestras son de color
negro.
6.7. Conclusiones
Debido a la composición química de los residuos (fase sólida y líquida) en metales pesados
(Cr, Ni, Co, etc.) y compuestos orgánicos, éstos se encuentran en la lista número dos de
sustancias contaminantes de la legislación ambiental europea (DOGC 1776 del 28-07-1993).
-Los estudios de laboratorio muestran que el material de las presas de colas se caracteriza por
una granulometría limo-arcillosa. De acuerdo a la caracterización físico-mecánica el material
se clasifica como un limo de bajo límite líquido. El material cuando se compacta con una
humedad baja presenta características típicas de los residuos mineros colapsables. La
resistencia a la compresión, a la tracción y la rigidez presentan una gran dependencia del
grado de saturación. La resistencia a la compresión presenta un máximo para grados de
saturación del orden del 85 al 90%, mientras que la resistencia a la tracción es máxima para
Capítulo 6. Características de los residuos metalúrgicos sólidos 222
grados de saturación más bajos del orden del 80 al 85%. La rigidez disminuye
progresivamente en la medida que aumenta el grado de saturación.
- Según los resultados de la conductividad hidráulica saturada el material sin fisurar (10-8 m/s)
se comporta como un acuitardo. Sin embargo si se considera la permeabilidad del material
agrietado (10-6 m/s) este se material se comporta como un material de permeabilidad media.
- La formación de fisuras en los residuos acumulados en las presas de la industria cubana del
níquel, está favorecida por las bruscos cambios de humedad que se generan debido a las
condiciones climáticas. La formación de estas fisuras condiciona el régimen de infiltración y
en casos como el estudiado en Moa, constituye una zona preferencial de flujo de indudable
importancia.
- Las grietas de desecación aparecen para grados de saturación muy altos superiores al 80 %,
en los diferentes casos analizados.
- El mayor riesgo ambiental de estos residuos se debe a la recarga que pueden producir sobre
el acuífero debido al gran contenido de sales disueltas que se encuentran en las aguas de
poros. Además, son materiales que se erosionan con facilidad y pueden ser susceptibles de
licuefactar de acuerdo con los resultados que se han obtenido en los ensayos triaxiales cíclicos
del laboratorio. Este constituye uno de los temas que a nuestro entender y considerando la
actividad sísmica de la zona debe ser tenido en cuenta en investigaciones futuras.
- Otro aspecto que requiere ser tenido en cuenta desde el punto de vista ambiental es la fina
granulometría de estos residuos y su muy pequeña cohesión, lo que puede facilitar su
incorporación a la atmósfera por erosión por aire. Los compuestos que pueden ser mas fáciles
de incorporar al aire son los de baja densidad (la fracción orgánica).
con el edómetro de succión controlada (Figura 6.11). Por otra parte el material que se deposita
saturado, al secarse por primera vez disminuye mucho su volumen por el proceso de
retracción y deja espacios libres por donde puede circular el agua.
Grieta
Grieta
Volumen libre
Figura 6.18. Mecanismo para explicar que el material agrietado tenga una permeabilidad mayor que el
medio poroso aunque se rellenen las grietas con el mismo material.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 225
El objetivo de este capítulo es determinar los factores que controlan los procesos de
adsorción-desorción de los metales pesados Cr(VI), Ni(II) y Mn(II) en los residuos
mineros ACL y SAL de la industria cubana del níquel y los parámetros cinéticos que
regulan el flujo y transporte de estos contaminantes en el medio poroso. La elección de
estos tres metales para realizar los ensayos Batch se debe a que: son los principales
contaminantes detectados tanto en las aguas contaminadas y no contaminadas de los
acuíferos del municipio de Moa, así como en las aguas residuales de los procesos
metalúrgicos. Estos metales se caracterizan por permanecer en disolución en
concentraciones variables en medios acuosos que van desde débilmente ácidos a
ligeramente alcalinos.
7.1.2. Material
Los ensayos se han realizado con los residuos correspondientes a los dos procesos
metalúrgicos existentes en el distrito minero de Moa, Cuba. Los residuos fueron
tomados en dos presas (presas 3 y 5 Figura 6.1) a profundidades correspondientes al
intervalo de 10 a 20 cm (Figura 3.1, puntos de muestreo). Las muestras usadas fueron
secadas al aire en el laboratorio a una temperatura de 40±2 grados. El material se
encuentra en su forma original sin realizar ningún tipo de tamizado, debido a que su
granulometría es inferior a 200 micras. Las principales propiedades de los residuos
aparecen en la Tabla 7.1.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 227
Tabla 7.1. Media de las principales propiedades físico - químicas de los residuos (N=5).
Propiedades ACL SAL
Materia orgánica 4.6 0.63
Partículas tamaño arena <2mm (%) 10 14
Partículas tamaño limo (%) 70 70
Partículas tamaño arcilla (%) 20 16
pH (ratio 1:2.5) 6.45 4.1
Conductividad (µS/cm) (ratio 1:2.5) 670 790
Capacidad de intercambio catiónico (CIC) (meq/100g de sólido) 10 8
Hierro amorfo (g/kg) 21.321 1.407
Manganeso amorfo (g/kg) 2.33 0.208
Aluminio amorfo (g/kg) 3.015 2.452
Sílice amorfa (g/kg) 0.208 0.125
Superficie efectiva aproximada (m2/g) 80-112 70-97
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 228
Tabla 7.2. Características de los metales usados en el ensayo de flujo y transporte (Burriel et
al., 1985).
Elementos Níquel Cromo Manganeso
Grupo de la tabla periódica VIII VIB VIIB
Símbolo químico Ni Cr Mn
Valencia más estable 2+ 3+ 2+
Otras valencias en que se presentan en la 3+ 6+, 2+ 7+, 6+, 4+, 3+
naturaleza
Número atómico 28 24 25
Peso atómico 58.71 51.996 54.938
Punto de ebullición (oC) 2730 2665 2150
Punto de fusión (oC) 1453 1875 1245
Solubilidad en el agua natural baja baja baja
Densidad (g/cm3) 8.9 7.19 7.43
Los ensayos de adsorción-desorción se realizaron con una relación 1:10 (dos gramos de
suelo y 20 ml de solución). La metodología empleada para este tipo de ensayo
generalmente consiste en poner un volumen de sólido conocido (previamente secado a
temperatura de 40 grados) en contacto con un volumen conocido de la solución
electrolítica en la que se encuentra el soluto y extraer muestras de la fase líquida cada
cierto intervalo de tiempo (Wang et al, 1998, Payne et al., 1998). En nuestro caso fue
necesario obtener cada punto de la isoterma de forma independiente, debido a la
dificultad para separar la fase líquida de la sólida, al ser necesario centrifugar y filtrar la
solución en cada ensayo. Los puntos de las isotermas realizados para ambos residuos se
muestran en la Tabla 7.3. En la preparación de la solución con los metales se emplearon
diferentes sales. En el Cr se utilizó el K2CrO4, el Mn(NO3)2 para el Mn y la solución de
Ni se preparó a partir de Ni(NO3)26H2O. Las principales características se relacionan en
la Tabla 7.2. En la Tabla 7.3 se presentan las diferentes concentraciones molares que
serán usadas en cada uno de los metales, en todos los casos se expresan además las
concentraciones en mM.
3- al terminar el paso 2 las muestras sólidas fueron lavadas en dos pasos: primero se
lavó con agua milliQ pH 5.6 y después con una solución diluida de KNO3 0.01 mM
a pH= 5.5, para ambos lavados se utilizó un volumen de líquido de 20 ml. En el
primer caso fueron agitadas durante una hora y posteriormente centrifugadas a 900
r.p.m. y separadas la fase sólida de la líquida, en el segundo caso fueron agitadas
durante 24 horas y posteriormente centrifugadas durante 10 minutos a 900 r.p.m. y
separada la fase sólida de la líquida,
4- Terminado el paso 3 se añadió a los sólidos el volumen de la solución (20 ml) con
las diferentes concentraciones de metal en cada uno de los recipientes,
5- las muestras de sólidos en contacto con las soluciones de metales fueron colocadas
en un agitador rotatorio (a 10 r.p.m.) y dejadas equilibrar durante los siguientes
intervalos de tiempo, 5, 10, 30, 60, 120, 240, 480, 1400 y 4320 minutos, para
obtener la isoterma de adsorción y la cinética de adsorción,
6- Al culminar cada período de tiempo se realizó el centrifugado (durante 10 minutos a
900 r.p.m.) y el filtrado de la solución mediante un filtro (Millipore) de 0.45 micras
separando la fase sólida de la líquida y
7- a la solución acuosa filtrada se le midió el pH y el Eh, posteriormente se determinó
por ICP-AES la concentración del soluto.
8- Al culminar el paso 6 la fase sólida empleada en el proceso de adsorción (todos los
puntos donde no fue adsorbido en totalidad el metal de la solución) fue puesta en
contacto con una solución acuosa diluida de KNO3 0.01 mM sin metal. Luego se
colocaron en un agitador (10 r.p.m.) y se dejaron equilibrar durante los siguientes
intervalos de tiempo, 5, 10, 30, 60, 120, 240, 480, 1400 y 4320 minutos, para
obtener la isoterma de desorción y la cinética de desorción.
9- Se repitieron los pasos 6 y 7.
Tabla 7.3. Relación de las concentraciones de soluto en la solución acuosa para la que se realizó
la isoterma de adsorción.
Concentración mM 0.1 0.4 0.75 1 2 3 4 5 5.5 6 7 7.5
ACL Mn(II) X X X X X X X X NR X NR NR
Cr(VI) X X X X X X X NR NR X NR NR
Ni(II) X X X X X NR X X X X NR X
SAL Mn(II) X X X X X X X X X X X X
Cr(VI) X X X X X X X X X X NR NR
Ni(II) X X X X X X X X NR X NR NR
ACL= residuo del proceso lixiviación carbonato amoniacal, SAL= residuo del proceso lixiviación ácida
NR, ensayo no realizado.
La masa de metal adsorbida por unidad de masa de sólido (Sa) en cada uno de los
ensayos Batch se determinó por la diferencia entre la concentración en la solución
inicial (Co) y la concentración en la solución final (Cw),
(Co − Cw )V (7.1)
Sa =
M
donde M masa total de residuo y V volumen de la solución electrolítica.
600
2000
500
Sa (mg/kg)
1500
400
Sa (mg/kg)
300
1000 1 hora
1 hora 1 hora
22 horas
horas 2 horas
200
4 horas 4 horas
4 horas
500 6 horas 6 horas
6 horas 100 8 horas
8 horas
824horas
horas 24 horas
0 0
0 50 100 150 0 100 200 300
C w (mg/L) C w (mg/L)
Figura 7.1A. Isoterma de adsorción de Mn(II) para diferentes tiempos de contacto sólido-
líquido en los dos residuo. ACL: residuos del proceso lixiviación carbonato amoniacal, SAL:
residuo del proceso mediante lixiviación ácida.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 233
La isoterma de adsorción del Mn(II) de los dos residuos mineros analizados es no lineal
y se puede apreciar la existencia de un buen coeficiente de correlación de los datos
obtenidos, ajustados a la ecuación de Freundlich (Figura 7.2). La masa adsorbida en el
residuo ACL es 3.5 veces mayor que en el residuo SAL, siendo el valor del coeficiente
de reparto (Kf) 53 veces mayor en el residuo ACL que en el residuo SAL. Esta
diferencia entre los valores de Kf puede ser el resultado de la diferencia en el pH inicial
de los sólidos de los dos residuos (pHSAL=4.5 y pHACL =6.9). Generalmente el proceso
de adsorción del manganeso es mayor en aquellos suelos que presentan pH más
elevados (Mckenzie, 1980; Spark, 1995; Tan, 1992, 1994, Selim and Amacher, 1997).
Aunque otros factores que pueden estar favoreciendo el proceso de adsorción en el
residuo ACL es la mayor cantidad de hierro amorfo y su mayor superficie especifica.
Específicamente en el trabajo de Mckenzie, (1980) se realizan ensayos de adsorción
sobre la hematita y la goethita, comprobando que los mayores valores de adsorción del
manganeso son para pH próximos a 7.
Mn
300 C o =282.02 mg/L
Cw (mg/L)
200
Adsorción residuo SAL
Adsorción residuo ACL
100
0
0 1 10 100 1000 10000
Tiempo (minutos)
30
Mn
C o =0 mg/L
20
Cw (mg/L)
10
Desorción residuo SAL
Desorción residuo ACL
0
0 1 10 100 1000 10000
Tiempo (minutos)
Figura 7.1B. Evolución de la concentración del agua en función del tiempo durante los
procesos de adsorción y desorción del Mn(II) en los dos residuos.
De acuerdo a la forma de la curva que describe la isoterma, ésta se clasifica como una
isoterma tipo “h” según la clasificación de Giles et al., (1960). La isoterma de tipo “h”
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 234
es un caso particular de las isotermas tipo “L” (Apéndice B). Las isotermas de adsorción
con forma de “h” son indicativas de una gran afinidad entre el soluto y el absorbente.
Según los estudios de Sparks, (1995), este tipo de isoterma en ocasiones apuntan a la
formación de complejos en el proceso de adsorción. Se observa que las características
de isoterma tipo “h” son más marcadas en el residuo ACL. Los 4 puntos de la isoterma
de desorción en el residuo ACL en la Figura 7.2 se corresponden con el proceso de
desorción de los 4 puntos de la parte superior de la isoterma de adsorción. En el residuo
SAL los 9 puntos de la isoterma de desorción se corresponden con la desorción de los 9
puntos de la isoterma de adsorción.
2500 700
Mn(II)- Residuo ACL Mn(II)- Residuo SAL
1500
400
Sa (mg/kg)
Se=60.94*C w +990.85
2
R =0.99 300
1000
200
500 Adsorción
100
Adsorción Desorción
Desorción
0 0
0 50 100 150 200 0 100 200 300 400
C w (mg/L) C w (mg/l)
Figura 7.2. Isotermas de adsorción y desorción del Mn(II) en los dos residuos mineros.
600
2000
500
Sa (mg/kg) 400
Sa (mg/kg)
300
1500
200
Adsorción Adsorción
Desorción Desorción
1000 0
0 50 100 150 0 100 200 300 400
C w (mg/L) C w (mg/l)
Figura 7.3. Histéresis del proceso de adsorción/desorción del Mn(II) en los dos residuos
mineros. A partir de dos puntos diferentes de la isoterma de adsorción. En el residuo ACL sólo
se representa la parte superior de la isoterma, para una mejor comprensión.
A partir de los experimentos de adsorción del Ni(II) en función del tiempo se puede
apreciar que en el residuo ACL el equilibrio de adsorción se alcanza prácticamente a las
dos horas, más rápido que en el caso del manganeso. En el caso del residuo SAL el
equilibrio es prácticamente instantáneo (Figura 7.4A y 7.4B). El hecho de que el
equilibrio de adsorción se alcance rápidamente, parece indicar que el mecanismo de
adsorción predominante es el de las fuerzas de atracción electrostáticas controlado por
la carga de las partículas sólidas (potencial zeta).
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 236
2500 600
Ni(II)- Residuo ACL Ni(II)- Residuo SAL
500
2000
400
1500
Sa (mg/kg)
Sa (mg/kg)
300
1 hora
1000 1 hora 2 horas
2 horas 200 4 horas
4 horas
6 horas
6 horas
500 8 horas
8 horas 100 24 horas
24 horas
0 0
0 50 100 150 200 250 0 100 200 300 400 500
C w (mg/L) C w (mg/L)
Figura 7.4A. Isoterma de adsorción del Ni(II) para diferentes tiempo de contacto sólido-líquido
para los dos residuos. Sólo se representan los puntos de mayor concentración en el residuo
ACL, pues para baja concentración en la solución inicial la adsorción del soluto es total.
380
Ni
C o =303.89 mg/L
280
Cw (mg/L)
80
0 1 10 100 1000 10000
Tiempo (minutos)
25
Ni
20 C o =0 mg/L
Desorción residuo SAL
Cw (mg/L)
15
Desorción residuo ACL
10
0
0 1 10 100 1000 10000
Tiempo (minutos)
Figura 7.4B. Evolución de la concentración del agua en función del tiempo durante los
procesos de adsorción y desorción del Ni(II) en los dos residuos.
Los resultados obtenidos en el caso del Ni para el residuo ACL son coherentes con
estudios de adsorción realizados sobre fases minerales de óxidos e hidróxidos de hierro
similares a las que conforman los residuos objeto de este estudio (Mckenzie, 1980;
Sparks, 1995; Sharma y Lewis, 1994; Tan, 1994; Payne et al., 1998). Los trabajos de
estos investigadores muestran que los mayores valores de adsorción se alcanzan en
medios porosos con pH superiores a 5. Principalmente en los medios porosos con pH
entre 6-7, la movilidad del níquel es muy baja, y en el caso de las aguas subterráneas se
encuentra en concentraciones de pocos miligramos por litro, generalmente menor que
uno (Adriano, 1995). Los estudios de Poulsen and Bruun (2000) en suelos naturales
concluyen que la adsorción del níquel depende del pH y de la solución electrolítica que
se use en el experimento.
El hecho de que el residuo SAL presente una isoterma de adsorción lineal está motivado
por el pH ácido del residuo y la existencia de diferentes óxidos e hidróxidos de Fe y Al,
que actúan como tampón. Para los períodos de tiempo estudiados el pH se mantiene en
el rango de 4 a 4.4, disminuyendo ligeramente en la medida que aumenta la
concentración molar de la solución. En este rango de pH la adsorción por los óxidos e
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 238
hidróxidos de hierro es muy baja debido al potencial zeta de las partículas sólidas que
conforman las fases minerales presentes en los residuos.
La forma de la isoterma para el residuo ACL es de tipo “h” muy bien marcada,
indicativo de la gran afinidad (atracción) entre el soluto y el absorbente. En el caso del
residuo SAL la isoterma de adsorción es lineal de tipo “C”, donde existe un equilibrio
entre la concentración de soluto en la solución y el adsorbente.
El estudio de la desorción en el níquel, muestra una isoterma lineal en los dos residuos,
lo cual indica que la irreversibilidad del proceso es limitada, mostrando una gran
histéresis. En el caso del residuo SAL se observa la facilidad del sólido de desadsorber
la masa de soluto retenida en el proceso de adsorción. El hecho de que la desorción de
Ni sea mayor en ACL que en SAL está motivado por el pH del residuo SAL, pues a pH
ácidos la movilidad del Ni(II) se incrementa notablemente.
3000 600
Ni(II)- Residuo ACL Ni(II)- Residuo SAL
2500 500
2
Sa (mg/kg)
R =0.99
Sa=0.76*C w
1500 300 Se=C w +1
2
2 R =0.99
R =1
Se=29.84*C w +1786.8
2
1000 R =0.95 200
500 100
Adsorción Adsorción
Desorción Desorción
0 0
0 50 100 150 200 250 0 100 200 300 400 500
C w (mg/L) C w (mg/L)
Figura 7.5. Isoterma de adsorción y desorción de Ni(II) en los dos residuos mineros. Se: masa
retenida después del proceso de desorción.
En las Figuras 7.5 y 7.6, se puede observar la histéresis en el proceso de adsorción del
Ni(II) en los dos residuos. El ensayo se ha realizado a partir de dos puntos de la
isoterma de adsorción. La histéresis es más marcada en el residuo ACL, donde la masa
efectiva de soluto retenida para estas condiciones de ensayo supera los 1800 mg/kg, lo
que denota gran capacidad de este residuo para retener la masa de Ni(II) adsorbido
inicialmente en el proceso de adsorción. Sin embargo en el residuo SAL se observa que
el sólido cede con mucha mayor facilidad la masa de soluto adsorbida inicialmente,
llegando a ser muy pequeña la masa retenida (menos de 80 mg/kg de sólido), para las
condiciones en que se ha realizado el ensayo (Figura 7.6). La masa retenida depende
hasta cierto punto de la posición de partida (masa adsorbida) de la isoterma de
adsorción.
2400 600
Ni(II)- Residuo ACL Ni(II)- Residuo SAL
500
2200
400
Sa (mg/kg)
Sa (mg/kg)
2000 300
200
1800
Adsorción
100 Adsorción
Desorción Desorción
Desorción Desorción
1600 0
0 50 100 150 200 250 0 100 200 300 400 500
C w (mg/L) C w (mg/L)
Figura 7.6. Histéresis del proceso de adsorción-desorción del Ni(II) en los dos residuos
mineros.
desorción sigue la misma pendiente que la de adsorción. Para los dos residuos el
proceso de desorción es lineal. La existencia de esta diferencia entre el proceso de
adsorción y el de desorción denota la presencia de una gran histéresis.
De acuerdo con los resultados obtenidos el proceso de adsorción del Cr(VI) es algo más
lento que el Ni(II) y el Mn(II). En la Figura 7.7 y 7.8, se puede observar como el
equilibrio se alcanza para un período superior a las 6 horas en el residuo SAL y para 2
en el residuo ACL. La fase sólida presenta además mucha menos afinidad por el soluto
que en el caso del Ni(II) y Mn(II), debido a que las partículas minerales con un
potencial zeta que tengan carga positivas en esta condiciones de pH son mucho menores
que las que presentan carga negativa (Tabla 7.6).
500 1800
Cr(VI)- Residuo ACL Cr(VI)- Residuo SAL
1500
400
1200
300
Sa (mg/kg)
Sa (mg/kg)
900
1 hora 1 hora
200
2 horas 600 2 horas
4 horas 4 horas
6 horas 6 horas
100
8 horas 300 8 horas
24 horas 24 horas
0 0
0 50 100 150 200 250 300 0 50 100 150 200
C w (mg/L) C w (mg/L)
Figura 7.7. Isotermas de adsorción del Cr(VI) para diferentes tiempos para los dos residuos
ACL y SAL.
En el cromo se puede observar que al igual que el Mn(II) presenta una isoterma de
adsorción no lineal para los dos residuos. La adsorción del Cr(VI) en el residuo SAL es
4 veces mayor que en el residuo ACL (Figura 7.9). En este caso, al parecer la adsorción
del Cr(VI) está controlada por el pH. En suelos con pH entre 6 y 7 la movilidad del
Cr(VI) es mayor que en suelos con pH más ácidos (Weng et al, 1994; Adriano, 1995;
Tan, 1994; Selim and Amacher, 1997; Brigatti et al., 2000). En ambos residuos se
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 241
150
Adsorción residuo ACL
125
100 Adsorción residuo SAL
75
50
0 1 10 100 1000 10000
Tiempo (minutos)
20
Cr(VI)
C o =0 mg/L
Cw (mg/L)
10
Sa = 461.51*C w 0.26
300 Sa = 30.55*C w 0.47 1200 R 2 =1.00
R 2 = 0.99
Sa (mg/kg)
Sa (mg/kg)
900
200
Figura 7.9. Isoterma de adsorción - desorción del Cr(VI) en los dos residuos mineros. Los 5
puntos de la isoterma de desorción se corresponden con los 5 puntos de la parte superior de la
isoterma de adsorción.
El residuo SAL tiende a retener una masa de soluto importante, más de 450 mg/kg y el
ACL 100 mg/kg. Al parecer la liberación de cierta proporción de la masa retenida por
adsorción es prácticamente irreversible por procesos de lavado.
1800
Cr(VI)- Residuo ACL Cr(VI)- Residuo SAL
400
1500
300 1200
Sa (mg/kg)
Sa (mg/kg)
900
200
600
100 Adsorción
Adsorción
Desorción 300
Desorción
Desorción Desorción
0 0
0 100 200 300 0 50 100 150
C w (mg/L) C w (mg/L)
Figura 7.10. Histéresis del proceso de adsorción - desorción del Cr(VI) en los dos residuos
mineros. Donde Sa: masa total adsorbida y Se: adsorción efectiva.
Tabla 7.5. Valores de pH inicial y final de los ensayos de adsorción y desorción en función del
tiempo (minutos) para el Ni (II), Cr(VI) y Mn(II).
Residuo SAL una concentración de 4 mM
Tiempo en minutos
Metal Ensayo Inicial 5 10 30 60 120 240 480 1440 4320
Adsorción 6.11 5.95 6.01 5.95 5.85 6.15 6.05 6.11 6.04 6.10
Cr(VI) Desorción 5.08 5.11 5.22 5.22 2.18 5.16 5.15 5.21 5.20 5.23
Adsorción 5.45 5.66 5.61 5.75 5.76 5.72 5.78 5.70 5.68 5.62
Mn(II) Desorción 5.07 5.09 5.25 4.92 4.77 4.85 4.88 4.79 4.76 4.79
Adsorción 4.87 4.12 4.18 4.12 4.14 4.11 4.44 4.13 4.16 4.15
Ni(II) Desorción 4.56 4.53 4.51 4.50 4.29 4.27 4.30 4.36 4.34 4.35
Residuo ACL una concentración de 4 mM
Tiempo en minutos
Metal Ensayo Inicial 5 10 30 60 120 240 480 1440 4320
Adsorción 7.93 7.72 7.74 7.77 7.72 7.79 7.89 7.70 7.70 7.71
Cr(VI) Desorción 7.5 7.56 7.59 7.41 7.35 7.59 7.58 7.47 7.52 7.50
Adsorción 6.5 6.37 6.38 6.28 6.10 6.11 6.36 6.40 6.70 6.82
Mn(II) Desorción 7.1 6.67 6.62 6.67 6.71 6.70 6.90 6.85 7.26 7.36
Adsorción 5.46 6.30 6.31 6.35 6.21 6.24 6.23 6.30 6.36 6.56
Ni(II) Desorción 5.56 5.86 5.89 5.92 5.98 5.99 6.01 6.00 6.11 6.12
puramente físicas, donde la adsorción por fuerzas electrostáticas (carga de las partículas
o potencial zeta) es la que juega el papel fundamental en el proceso de adsorción y que
la existencia de posibles procesos de quimisorción (para los intervalos de tiempo en que
se han realizado los ensayos) desempeñan un papel secundario. Este aspecto se
corrobora con los análisis por difracción de Rx donde no se reporta la existencia de
minerales del grupo de las arcillas. Los procesos de intercambio en este caso
desempeñan un papel menos importante, pues los residuos presentan una baja capacidad
de intercambio catiónico (CIC=8-10 meq/100 gramos de residuo sólido, Tabla 7.1). Es
bueno señalar que el material presenta gran cantidad de minerales amorfos y de muy
mala cristalización, pues en los difractógramas se observa un gran fondo y la intensidad
de los picos en comparación con la concentración de Fe existente es baja.
Tabla 7.6. Valores de pH para los que la carga de las partículas sólidas es igual a cero
(potencial zeta y en la literatura anglosajona points of zero charge).
(0) (1)
Mineral Fórmula pH en una pH pH(2) pH(3) Superficie
química solución de específica
KNO3 Se (m2/g)
Hematita α - Fe2O 3 8.5 8.5 6.7 85(5); 22(0)
Goethita α – FeOOH 3.2 7.3 75(5), 28-
91(0)
Maghemita 6.8 6.7
Magnetita 6.2(5) 85(5)
Aluminio amorfo Al(OH)3 8.3 5.0
AlOOH 9.2
Hierro amorfo Fe(OH) 3 8.5 8.5 8.5
Ferrihydrita Fe5OH8 8.1 8.1 600(4)
4H2O
Gibbsita α -Al(OH)3 7.1 4.8 5 18-47(0)
Corindon α – Al2O3 9.06 9.1 67.3(0)
Lepidocrosita γ−FeO OH 5.4-7.3
Cuarzo SiΟ2 2 2.9 2.0
Magnesita δ-MgO 4.6 12.4
calcinada
Minerales de Mn β-MnO2 7.3
? δ-MnO2 1.5
? γ-MnO2 5.6 6.(5) 2.8 85(5)
Anatasa TiO2 5.5-5.8 43(0)
(o)
Anderson y Rubin, (1999) (1) Tan, (1994), pag 163; (2) Appelo and Postma, (1993), pag. 154; (3) Spark,
(1995), pag. 134; (4)Stollenwerk, (1994), (5)Mackenzie, (1980). Estos valores corresponden a diferentes
fuentes bibliográficas y diferentes métodos de medida por lo que no son necesariamente comparables. Sin
embargo, se puede apreciar que en muchos casos los resultados son similares.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 245
La isoterma de adsorción del Mn(II) y el Cr(VI) para los dos residuos es no lineal (tipo
“h”), observando que la adsorción es función de la concentración pues el pH de los
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 246
Los resultados obtenidos en este trabajo son coherentes con los de otras investigaciones
en medios porosos ricos en hierro y manganeso (Spark, 1995; Payne et al., 1998). En
suelos o materiales porosos en condiciones aeróbicas el manganeso precipita en la
superficie de las partículas arcillosas y en los óxidos de Fe. En el proceso de
precipitación en condiciones aerobias los metales precipitan asociados al manganeso.
De manera general los óxidos de manganeso tienen una alta capacidad para adsorber
metales pesados debido a su gran superficie específica y alta carga negativa. Los suelos
con elevada cantidad de hierro y manganeso libre presentan una alta capacidad de
adsorber el Cr(VI). La existencia de óxidos de hierro y manganeso son de extraordinaria
importancia en la adsorción de Cr(III) y Cr(VI) (Tan, 1994).
Existe una diferencia importante entre los Kf del cromo y el manganeso en ambos
residuos, siendo esa diferencia mayor en el residuo ACL. Si observamos la similitud de
los valores de n, Kf y la forma de la isoterma de adsorción del Ni(II) y el Mn(II) en el
residuo ACL, podremos concluir que ambos presentan un comportamiento cinético muy
similar, para estas condiciones de experimentación.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 247
Tabla 7.7A. Valores de Kf y n calculado para los dos residuos a partir de las isotermas de
adsorción.
Solución Proceso Metal Kf n No r2
electroquímica ACL Mn(II) 1054.45 0.14 9 1.00
de KNO3 Cr(VI) 30.35 0.46 7 0.99
(0.01mM) Ni(II) 1057.00 0.15 9 0.99
SAL Mn(II) 17.78 0.60 9 0.97
Cr(VI) 461.51 0.26 9 1.00
Ni(II) 0.77 1.00 10 0.99
(r= coeficiente de correlación, No= número de muestras).
En el residuo SAL el cromo presenta un Kf mayor que el Mn(II), esto nos muestra que el
cromo es fijado a la superficie de las partículas con mayor fuerza que el Mn(II), aspecto
este que al parecer está controlado por el pH. Para estas condiciones de pH entre 4 y 5 la
solubilidad del Mn(II) es mucho mayor que la del Cr(VI) (Wen et al., 1994). Estos
resultados son coherentes con los trabajos de Khaodhiar et al., (2000), donde los
mayores valores de adsorción de Cr(VI) en óxidos de hierro ocurren para valores de pH
ácidos entre 3-5.
La desorción es lineal para los tres metales (Cr(VI), Mn(II) y el Ni(II)) analizados
(Tabla 7.7B). Estos resultados muestran la existencia de histéresis en el proceso de
adsorción y desorción, al menos para los valores de concentración y pH analizados en
este estudio. La causa de que el proceso de desorción sea lineal en todos los casos es el
resultado de la escasa masa de metal que libera la fase sólida al medio acuoso debido a
la histéresis del proceso, lo que genera una solución con muy baja concentración.
Normalmente en los casos de desorción estudiados para metales pesados en suelos,
donde la masa del soluto cedida al medio acuoso es muy baja, la isoterma de desorción
es generalmente lineal (Selim and Amacher, 1997).
De manera general se puede apreciar que los procesos que afectan la movilidad de estos
metales en el residuo dependen de las propiedades físico-químicas del residuo utilizado
(pH, Se, CIC, MO, Tabla 7.1). Aunque se puede señalar que la alta concentración de
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 248
Tabla 7.7B. Valores de Kf y n calculado para los dos residuos a partir de las isotermas de
desorción.
Solución Proceso Metal Kf n No r2
electroquímica ACL Mn(II) 60.94 1.0 5 0.99
de KNO3 Cr(VI) 23.86 1.0 5 0.91
(0.01mM) Ni(II) 29.84 1.0 9 0.99
SAL Mn(II) 9.77 1.0 9 0.95
Cr(VI) 87.37 1.0 9 0.98
Ni(II) 1.00 1.0 5 1.00
(r= coeficiente de correlación, No= número de muestras).
Esta propiedad de adsorber los metales, es una de las características que conceden a
estos residuos un valor añadido desde el punto de vista medioambiental en la
posibilidad de ser utilizados para reciclar aguas contaminadas con este metal,
fundamentalmente el residuo ACL.
En el residuo ACL la adsorción del Mn(II) en la fase sólida ocurre de forma instantánea
para concentraciones menores o iguales a 100 mg/L (≈2 mM). En el níquel ocurre para
concentraciones de 160 mg/L (≈2.8 mM). En el Cr(VI) la adsorción ocurre
instantáneamente para una concentración de cromo en la solución de 111 mg/L (≈2.2
mM).
menores o iguales a 100 mg/L (≈2 mM) y en el Cr(VI) tiene lugar para un valor de
concentración en la solución de 8 mg/L (≈0.2 mM). Para el níquel consideramos que no
se puede hablar de adsorción sino de equilibrio instantáneo, produciéndose rápidamente
para todas las concentraciones analizadas.
2500
Ni(II)
2000
Residuo ACL a pH=6.5
Residuo SAL pH 4.1
Hayhook soil a pH=6
1500
Sa (mg/kg)
1000
500
0
0 50 100 150 200 250
C w (mg/L)
Figura 7.11. Comparación de la capacidad de adsorción de Ni(II) en los residuos y dos suelos,
valores en Tabla 7.8.
Se puede observar que el residuo ACL presenta una capacidad de adsorción muy
superior a la del resto de los suelos representados. En todos los suelos citados la
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 250
isoterma de adsorción es no lineal (n≠1), sin embargo en el caso del residuo SAL ésta es
lineal. En la Tabla 7.8, se encuentran las principales propiedades de un gran número de
suelos y los valores de n y Kf obtenidos al ajustar las isotermas al modelo de Freundlich.
El valor del coeficiente de reparto (Kf) para el residuo ACL es casi 9 veces superior al
resto de los suelos que se muestran.
1000
500
0
0 50 100 150 200 250 300
C w (mg/L)
Figura 7.12. Comparación de la capacidad de adsorción de Cr(VI) en los residuos ACL y otros
minerales naturales, valores en Tabla 7.9.
El manganeso constituye uno de los elementos más estudiado desde el punto de vista
edafológico pues es un elemento esencial para las plantas. En este caso se puede
apreciar que el residuo ACL presenta una capacidad de adsorción muy superior a la de
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 251
2500
Mn(II)
Residuo ACL a pH=6,5
2000 Residuo SAL a pH=4,1
Suelo 1 a pH=8,2
Suelo 2 a pH=8,0
1500 Suelo 3 a pH=8,1
Sa (mg/kg)
Suelo 4 a pH=7,7
1000
500
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400
C w (mg/L)
Tabla 7.8. Características de los suelos con que se comparan los residuos en la adsorción del Ni(II). En todos los casos la isoterma de adsorción se ha
ajustado al modelo de Freundlich para obtener los valores de n y Kf.
Localidad Suelo M.O MnO2 Amorfo Libre Al2O3 CaCO3 Partículas tamaño pH CIC n Kf Referencias
(%) (%) Fe2O3 Fe2O3 (%) (%) Meq/100g de
Arenas Limos Arcilla
(%) (%) sólido
(%) (%) (%)
Canadá Hayhook 0.11 0.14 86.0 4 10.0 7.5 6.3 0.373 161.90 Wang et al.,
1998
Island Als Ronhave 1.20 75.0 15 10.0 7.0 10.9 0.775 95.40 Poulsen y
Denmark Bruun, (2000)
Argentina Zeolita 252.0 0.160 0.29 Martínez et al.,
Chubut
(1999)
Louisiana Alligator 1.54 0.028 0.330 0.740 0.150 5.9 39.4 54.7 4.8 30.2 0.939 37.80 Buchter et al,
New México Calciorthid 0.44 0.015 0.050 0.250 0.000 7.39 70.0 19.3 10.7 8.5 14.7 0.504 206.00 (1989)
S. Carolina Cecil 0.61 0.099 1.760 0.270 67.70 12.8 7.3 5.7 2.0 0.688 6.84
Hawaii Kula 6.62 0.093 1.680 5.850 3.510 73.7 25.4 0.9 5.9 22.5 0.738 110.00
Louisiana Lafitte 11.6 0.009 1.190 1.160 0.280 60.7 21.7 17.6 3.9 26.9 0.903 50.10
Hawaii Molakai 1.67 0.760 0.190 12.40 0.910 25.7 46.2 28.2 6.0 11.0 0.720 44.90
Louisiana Norwood 0.21 0.008 0.061 0.300 0.016 79.2 18.1 2.8 6.9 4.1 0.661 20.90
Louisiana Olivier 0.83 0.270 0.300 0.710 0.071 4.4 89.4 6.2 6.6 8.6 0.646 50.50
Florida Unnamed 0.000 0.009 0.008 0.220 90.2 6.0 3.8 4.3 2.7 0.836 3.44
Lowa Webster 1.98 0.063 0.190 0.550 0.100 3.14 27.5 48.6 23.9 7.6 48.1 0.748 3.37
N.Hampshire Windsor 0.041 0.420 1.230 0.560 76.8 20.5 2.8 5.3 2.0 0.741 8.43
Windsor 0.031 0.230 0.790 0.290 74.8 24.1 1.1 5.8 0.8
Mn Amorfo Libre Al
(%) Fe (%) Fe(%) (%)
Residuos ACL 4.2 0.02 0.21 0.03 10 70 20 6.5 10.0 0.140 1058.16 Este trabajo
Moa, Cuba SAL 0.6 0.002 0.014 0.02 14 70 16 4.1 8.0 0.600 0.76
CIC= capacidad de intercambio catiónico, M.O: contenido de materia orgánica.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 226
Tabla 7.9. Características de los suelos con que se comparan los residuos en la adsorción del Cr(VI). En todos los casos la isoterma de adsorción se ha
ajustado al modelo de Freundlich para obtener los valores de n y Kf.
Localidad Suelo M.O MnO2 Amorfo Libre Al2O3 CaCO3 Partículas tamaño pH CIC n Kf Referencias
(%) (%) Fe2O3 Fe2O3 (%) (%) Meq/100g de
Arenas Limos Arcilla sólido
(%) (%)
(%) (%) (%)
Louisiana Alligator 1.54 0.028 0.330 0.740 0.150 5.9 39.4 54.7 4.8 30.2 0.504 3.41 Buchter et al, (1989)
S. Carolina Cecil 0.61 0.099 1.760 0.270 67.7 12.8 7.3 5.7 2.0 0.450 132.00 Selim and Amacher,
Hawaii Kula 6.62 0.093 1.680 5.850 3.510 73.7 25.4 0.9 5.9 22.5 0.609 62.80 (1997)
Louisiana Lafitte 11.6 0.009 1.190 1.160 0.280 60.7 21.7 17.6 3.9 26.9 0.374 30.30 Buchter et al, (1989)
Hawaii Molakai 1.67 0.760 0.190 12.40 0.910 25.7 46.2 28.2 6.0 11.0 0.607 6.41
Louisiana Olivier 0.83 0.270 0.300 0.710 0.071 4.4 89.4 6.2 6.6 8.6 0.641 7.00
Louisiana Oldsmar 0.394 5.47 Selim and Amacher,
N. Windsor 0.041 0.420 1.230 0.560 76.8 20.5 2.8 5.3 2.0 0.521 8.47 (1997)
Hampshire
N. Windsor 0.031 0.230 0.790 0.290 74.8 24.1 1.1 5.8 0.8 0.550 18.50
Montmorillonita 4.0 6.6-20 0.143 113.49 Adriano, (1995)
Hampshire
Caolinita 4.0 75-150 0.147 21.30
Mn Amorfo Libre Al
(%) Fe (%) Fe(%) (%)
Residuo ACL 4.2 0.02 0.21 0.03 10 70 20 6.5 10.0 0.140 23.86 Este trabajo
Moa, Cuba SAL 0.6 0.002 0.014 0.02 14 70 16 4.1 8.0 0.600 461.51
CIC= capacidad de intercambio catiónico, M.O: contenido de materia orgánica.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 227
Tabla 7.10. Características de los suelos con que se comparan los residuos en la adsorción del Mn(II). En todos los casos la isoterma de adsorción se ha
ajustado al modelo de Freundlich para obtener los valores de n y Kf.
Localidad Suelo M.O MnO2 Amorfo Libre Al2O3 CaCO3 Partícula tamaño pH CIC n Kf Referencias
(%) (%) Fe2O3 Fe2O3 (%) (%) Meq/100g-1
Arenas Limos Arcilla
(%) (%)
(%) (%) (%)
Florida Suelo 1 1.5 0.61 18.6 8.2 19.5 0.571 4.36 Adriano, 1995
Florida Suelo 2 0.86 8.6 4.3 8 41.9 0.519 17.52
Florida Suelo 3 0.1 4.7 9.0 8.1 15.1 0.583 4.34
Florida Suelo 4 0.56 6.3 0.8 7.7 36.4 0.327 41.84
Mn Amorfo Libre Al
(%) Fe (%) Fe(%) (%)
Residuos Moa ACL 4.2 0.02 0.21 0.03 10 70 20 6.5 10.0 0.140 1054.45 Este trabajo
SAL 0.6 0.002 0.014 0.02 14 70 16 4.1 8.0 0.600 19.75
CIC= capacidad de intercambio catiónico, M.O: contenido de materia orgánica.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 255
7.2.1. Introducción
Es importante señalar que los resultados obtenidos del transporte de solutos en columna
de suelo a escala de laboratorio no representan las condiciones de transporte de soluto
en condiciones reales, pero nos permite tener una estimación de la magnitud o rango en
que se pueden encontrar estos parámetros. Por ejemplo, los coeficientes de dispersión
(D) obtenidos en ensayos de laboratorio con muestras alteradas o no alteradas dan
resultados inferiores al de los trabajos realizados en campo. En muchos casos son
menores, con diferencias entre uno o dos órdenes de magnitud con relación al medio
natural (Fetter, 1999).
Los estudios experimentales de flujo y transporte en columna son muy útiles en estudios
de cinética del comportamiento de diferentes solutos, pues en estos ensayos son
eliminadas rápidamente las especies desadsorbidas y evitan la reacción con el
adsorbente. Por otro lado, los ensayos de flujo se utilizan para investigar los procesos de
adsorción-desorción en condiciones de no-equilibrio (precipitación, desorción,
degradación de los solutos, etc.).
Estos dispositivos permiten realizar ensayos de forma repetitiva con muy buenos
resultados en solutos conservativos y además permiten variar las condiciones de flujo,
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 256
Para tener una aproximación del coeficiente de dispersión de los residuos de la industria
cubana del níquel (residuo SAL y ACL) se han realizado diferentes ensayos de
adsorción-desorción con flujo en continuo a través de columnas en el laboratorio. Se
han realizado ensayos para estudiar el comportamiento de los metales en diferentes
condiciones de flujo y determinar los efectos de la adsorción y desorción en función del
tiempo de tránsito del contaminante en el medio. Los ensayos de flujo y transporte han
sido realizados con un trazador orgánico conservativo (pentafluorobenzoato sódico,
PFBA) y tres metales Ni(II), Cr(VI) y Mn(II). En la Tabla 7.11 se muestran las
características de las columnas utilizadas.
trazador fue analizado en continuo (on-line), mientras que en el caso de los diferentes
metales se tomaban fracciones del efluente con un colector de fracciones automático
CYGNET (de la casa ISCO, con capacidad para 100 muestra que eran acumuladas en
botellas de plástico, almacenadas en frío y transportadas al laboratorio de química de la
Universidad de Girona donde fueron analizadas por ICP-AES (Inductively coupled
plasma-mass spectrometry).
Solución sin
Solución
soluto
sinsoluto I
Ordenador
Ordenador
Detector
1 3
III
Columna
Efluente
Solución
Solucióncon II
soluto
con soluto
Figura 7.14. Esquema donde los componentes del montaje de la columna de residuo y los
equipos usados en los ensayos de laboratorio.
Como se puede ver en la Figura 7.15 la columna está provista de filtros de 25 micras
que evitan el paso de las partículas y una conexión a tuberías por ambos extremos. La
columna está cerrada por dos tuercas que se acoplan con el tubo que contiene la muestra
con una tórica lo que permite su montaje y desmonte con facilidad. Las columnas están
hechas de acero para evitar que la deformación de las paredes del tubo de plástico
debido a la presión pudiera ocasionar variaciones en el volumen de la muestra.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 258
0 10 20 30 40 50mm
La estabilidad del flujo durante el experimento se chequea con muestreo del efluente a
la salida del detector. Al desmontar la columna se observa si se han producido
variaciones en la densidad del material durante el ensayo, esto se detecta por cambios en
el tamaño de la muestra. Al finalizar el ensayo la muestra de sólido se coloca en la
estufa a 110 oC y se determina el volumen de agua existente. El volumen de agua
existente es el equivalente al volumen de poros (Vp) que será usado en la representación
e interpretación de los resultados obtenidos.
El procedimiento y el objetivo del ensayo de flujo y transporte en continuo se resumen
en la Figura 7.16. A continuación se explica en detalle el procedimiento del ensayo de
flujo y transporte mediante pulso en el caso del trazador e inyección en continuo de
metales:
I) programación del ensayo de acuerdo a las características del experimento donde
se establece la velocidad de flujo (v), volumen a inyectar (Vi) y si el experimento
será de inyección continua o mediante pulso,
II) inyección del trazador durante un tiempo (t) que se fija de acuerdo al ensayo que
se desee realizar,
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 261
ρd
Vp = (1 − )VT (7.6)
ρs
Donde ρd es la densidad seca del suelo (g/cm3), ρs, la densidad de las partículas (g/cm3)y
VT volumen total de la columna (cm3).
Por otra parte, el Vp se puede determinar de acuerdo con la ecuación 7.7, donde Vm es
el volumen muerto, Vi el volumen inyectado y µ1 es el primer momento normalizado en
el caso de los solutos conservativos que no son afectados por la dispersión. Este
momento fue definido por Aris, (1958), como se expresa en la ecuación (7.8 ).
V p = [ µ 1 − 1 / 2V i ] − V m (7.7 )
+∞ +∞
µ1 = ∫ (C V )dV / ∫ C dV
0
w
0
w (7.8)
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 262
7.2.5. Interpretación de los resultados del ensayo de flujo con el trazador con
pentafluobenzoato sódico (PFBA)
Los ensayos de flujo con el trazador PFBA se realizan como paso previo al ensayo de
flujo y transporte de los metales. En nuestro caso hemos empleado el PFBA que es un
soluto orgánico conservativo que no se adsorbe en el suelo. Este trazador ha sido
empleado a nivel de campo por Becker and Shapiro, (2000) y a nivel de laboratorio por
Álvarez et al., (1995), con recuperaciones de la masa superiores al 90%. El ensayo de
trazador con el PFBA se realiza para usarlo como referencia en el análisis de las curvas
de paso de los metales que se están estudiando. Además con el ensayo de trazador se
determinan el número de Peclet (P) y la dispersión (D), parámetros necesarios para los
modelos que emplearemos en el próximo capítulo.
Para cada columna de suelo en que se realiza el ensayo con el metal, se realiza
primeramente el ensayo de trazador para la misma velocidad de flujo, obteniendo la
curva de paso del PFBA. El análisis de la curva de paso se realiza normalmente por el
método de los momentos definido por Aris, (1958). Este análisis estadístico nos permite
deducir las condiciones en que se realiza el ensayo y comprobar si existen condiciones
de no-equilibrio o flujo preferencial. Para ello se definen:
+∞
m0,t = ∫ C dt
0
w (7.9)
- First absolute moment (m1), corresponde al centro de la masa del soluto en el gráfico
de la curva de llegada, se determina como,
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 263
+∞
m1,t = ∫ C tdt
0
w (7.10)
+∞ +∞
mo ,t
{µ 1,t = ∫ Cwtdt / ∫ C dt} = m
w (7.11)
0 0 1,t
+∞ +∞
µ 2,t = ∫C (t − µ1,t ) dt / ∫ C dt
2
w w (7.12)
0 0
+∞ +∞
µ3,t = ∫ Cw (t − µ1,t ) dt / ∫ C dt
3
w (7.13)
0 0
Los resultados de los ensayos de trazador muestran un pico en la curva de paso del
trazador (Figuras 7.17A y B ). La existencia de un pico máximo en la curva de llegada
del trazador es un indicativo de que el flujo circula por la porosidad efectiva. La
existencia de un solo pico y la pequeña desviación del centro de la masa con relación a
un volumen de poros, muestran que no existe flujo preferencial y la ausencia de
fenómenos o procesos físicos que demuestren la existencia de condiciones de no-
equilibrio. Los resultados del análisis de los momentos de las curvas que se representan
en la Figura 7.17A, se muestran en la Tabla 7.12.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 264
0.3 0.3
Residuo v=1.2 cm/h Residuo v=1.2 cm/h
ACL L=10 cm SAL L=5 cm
0.2 0.2
Cw (mg/L)
Cw (mg/L)
Cw
Cw
0.1 0.1
0.0 0
0 100 200 300 0 100 200 300
Tiempo (minutos) Tiempo (min)
0.3 0.3
Residuo v=14 cm/h Residuo v=14 cm/h
ACL L=10 cm SAL L=10 cm
0.2 0.2
Cw (mg/L)
Cw (mg/L)
Cw
Cw
0.1 0.1
0.0 0
0 10 20 30 40 0 10 20 30 40
Tiempo (minutos) Tiempo (min)
0.4 0.4
Residuo V=39 cm/h Residuo v=39 cm/h
ACL L=10 cm SAL L=10 cm
0.3 0.3
Cw (mg/L)
Cw (mg/L)
0.2 0.2
Cw
Cw
0.1 0.1
0.0 0
0 6 12 0 6 12
Tiempo (minutos) Tiempo (min)
Figura 7.17A. Curva de llegada del trazador PFBA. A) residuo ACL y B) residuo SAL. v: es la
velocidad, Ap: ancho del pulso en volúmenes de poro, L: longitud de la columna en centímetros.
Tabla 7.12A. Análisis de los momentos curvas de paso del trazador PFBA(Figura 7.17A).
Residuo Longitud de Velocidad Co Tiny m0,t m1,t µ1,t µ2,t µ3,t
la columna (cm/h) (g/L) (min) (g.minL-3) (g.min2.L-3) min min2 min3
(cm)
ACL 5 1.2 5 3.8 16.03 1643 102.48 725.71 6164.90
10 14.0 0.65 2.84 48.2 16.95 12.36 19.94
10 39.0 0.22 1.06 6.05 5.65 2.86 0.41
SAL 5 1.2 5 3.78 14.67 1529.00 104.75 676.85 6394.20
10 14.0 0.65 2.63 44.90 17.03 15.64 19.00
10 39.0 0.23 0.99 5.80 5.85 1.18 0.37
Tiny. Tiempo de inyección
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 265
0.08
A Ensayo de trazador con PFBA
0.07 en el residuo ACL
Ap=0.041
0.06 v=1.2 cm/h; L=5 cm
v=14 cm/h; L=10 cm
0.05 v=39 cm/h; L=10 cm
Serie1
Cw/Co
0.04
0.03
0.02
0.01
0.00
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5
Vp
0.08
B Ensayo de trazador con PFBA
0.07 en el residuo SAL
Ap=0.041
0.04
0.03
0.02
0.01
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5
Vp
Figura 7.17B. Curva de llegada del trazador PFBA. A) residuo ACL y B) residuo SAL. v: es la
velocidad, Ap: ancho del pulso en volúmenes de poro, L: longitud de la columna en centímetros.
Tabla 7.12B. Análisis de las curvas de paso del trazador PFBA normalizada(Figura 7.17B).
Residuo Longitud de la Velocidad Ancho del Centro de la Pico máximo
columna (cm) (cm/h) pulso (Vp) masa (Vp) (Vp)
ACL 5 1.2 0.041 1.119 1.003
10 14.0 0.041 1.060 1.002
10 39.0 0.041 1.015 0.992
SAL 5 1.2 0.041 1.073 1.003
10 14.0 0.041 1.019 1.001
10 39.0 0.041 1.003 0.991
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 266
7.2.6. Análisis de los ensayos de flujo y transporte de los metales en las columnas
de residuo
Los ensayos de flujo con Ni se han efectuado para las condiciones que se relacionan en
la Tabla 7.13. La curva de llegada del Ni(II) a través de los dos residuos muestra los
efectos de la existencia de condiciones de flujo no ideal o condiciones de no
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 267
“equilibrio” al presentar una gran cola (Figura 7.18). Se aprecia que para que la
concentración llegue a ser Cw/Co≈1 (saturación de las zonas de adsorción ) es necesario
el paso de 18 volúmenes de poros en el residuo SAL y de 33 en el residuo ACL. La
máxima masa de soluto adsorbida (Smax) en el residuo ACL es 3 veces mayor que en el
residuo SAL, mientras que la masa retenida (Sret) de Ni en el residuo ACL al parar el
ensayo es 9 veces mayor (Tabla 7.13). Este aspecto se debe a la diferencia de pH en los
dos residuos y a la existencia de mayor cantidad de Fe amorfo en el residuo ACL. Se
observa que en ninguno de los dos residuos la concentración es cero al finalizar el
ensayo (Tabla 7.13).
Tabla 7.13. Características del ensayo de flujo y transporte de Ni(II) con procesos de adsorción-
desorción en los dos residuos. La masa adsorbida representa la masa retenida en el momento de
finalizar el ensayo de flujo.
Residuo Metal Vpi Vpd v Co Cwf Sin Sret Smax Sret
cm/h (mg/L) (mg/L) (mg) (%) (mg/kg) (mg/kg)
ACL Ni(II) 91 127 1.2 416 0.08 457.6 85.88 2744 2168
14.0 0.70 88.47 2452 1762
39.0 0.90 90.54 2087 1444
SAL 1.2 534 5.72 600.0 98.49 820 236
Vpi: volumen de poros de inyección (adsorción); Vpd volumen de poros de inyección de solución sin
soluto (desorción); v: velocidad; Co: concentración inicial; Cwf: concentración final; Sin: masa inyectada;
Sret: por ciento de masa recuperada; Smax: adsorción máxima que se alcanza en el ensayo; Sret: masa
retenida al acabar el ensayo.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 268
0.8
Cw/Co
0.0
0 50 100 150 200 250
1
B
Ni residuo SAL
0.8
0.6
Cw/Co
0.4
0
0 50 100 150 200 250
Vp
Figura 7.18. Curvas de llegada del Ni a través de la columna de los dos residuos para diferentes
velocidades de flujo. A) Residuo ACL y B) Residuo SAL. v: velocidad, L: longitud de la
columna.
En la Figura 7.19, se aprecia con claridad que la masa de Mn(II) adsorbida por los dos
residuos es grande, siendo mayor en el residuo ACL que en el residuo SAL (Tabla
7.14.), a pesar de que la concentración en la solución es muy similar en ambos ensayos.
De la curva de llegada del Mn(II) se puede concluir que el proceso de desorción es
mucho más lento que el proceso de adsorción, en los dos residuos.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 269
1.0 A
Mn residuo ACL
0.8
0.6
v=1.2 cm/h; L=5 cm
Cw/Co
0.0
0 50 100 150 200 250
1
Mn residuo SAL B
0.8
0.6
Cw/Co
0.4
v=1.2 cm/h; L=5 cm
0.2
0
0 50 100 150 200 250
Vp
Figura 7.19. Curvas de llegada del Mn(II), a través de la columna de los dos residuos para
diferentes velocidades de flujo. A) Residuo ACL y B) Residuo SAL. v, es la velocidad y L es la
longitud de la columna.
Tabla 7.14. Características del ensayo de flujo y transporte de Mn(II) con procesos de
adsorción-desorción en los dos residuos. La masa adsorbida representa la masa retenida en el
momento de finalizar el ensayo de flujo
Residuo Metal Vpi Vpd v Co Cwf Sin Sre Smax Sret
(cm/h) (mg/L) (mg/L) (mg) (%) (mg/kg) (mg/kg)
ACL Mn(II) 91 127 1.2 267 0.027 293.7 84.30 2285 1981
14.0 0.90 89.10 2067 1375
39.0 1.02 90.22 1981 1233
SAL 1.2 254 0.021 280.0 96.00 1602 836
Vpi: volumen de poros de inyección (adsorción); Vpd volumen de poros de inyección de solución sin
soluto (desorción); v: velocidad; Co: concentración inicial; Cwf: concentración final; Sin: masa inyectada;
Sre: por ciento de masa recuperada; Smax: adsorción máxima que se alcanza en el ensayo; Sert: masa
retenida al acabar el ensayo.
En este caso se puede apreciar que al parecer para una misma concentración y la
velocidad de flujo de 1.2 cm/h en el residuo SAL las zonas de adsorción se saturan para
34 Vp(Cw/Co≈1), mientras que en el caso de residuo ACL este proceso ocurre para 45
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 270
Vp, lo que ilustra con claridad que en el residuo ACL la masa de Mn afectada por el
proceso de adsorción es mucho mayor que en el residuo SAL.
Tabla 7.15. Características del ensayo de flujo y transporte de Cr(VI) con procesos de
adsorción-desorción en los dos residuos.
Residuo Metal Vpi Vpd v Co Cwf Sin Sre Smax Sret
cm/h (mg/L) (mg/L) (mg) (%) (mg/kg) (mg/kg)
ACL Cr(VI) 91 127 1.2 247 0.027 271.7 94.77 624 295
14.0 0.60 96.45 586 200
39.0 0.70 96.86 513 177
SAL 1.2 920 11.04 1012.2 96.83 2907 1232
Vpi: volumen de poros de inyección(adsorción); Vpd volumen de poros de inyección de solución sin
soluto (desorción); v: velocidad; Co: concentración inicial; Cwf: concentración final; Sin: masa inyectada;
Sre: masa recuperada; Smax: adsorción máxima que se alcanza en el ensayo; Sret: masa retenida al parar
el ensayo.
1,0 A
Cr residuo ACL
0,8
0,6
Cw/Co
0,0
0 50 100 150 200 250
1
Cr residuo SAL B
0,8
0,6
Cw/Co
0,4
v=1.2 cm/h; L=5 cm
0,2
0
0 50 100 150 200 250
Vp
Figura 7.20. Curvas de llegada del Cr(VI), a través de la columna de los dos residuos para
diferentes velocidades de flujo. A) Residuo ACL y B) Residuo SAL. v, es la velocidad y L es la
longitud de la columna.
7.2.7. Discusión de los resultados de los ensayos de flujo y transporte con adsorción
y desorción de Cr(VI), Ni((II) y Mn(II)
La gran capacidad de adsorción del residuo ACL implica un importante valor de retraso,
siendo el mayor para el Mn, el segundo para el Ni y el tercero para el Cr. Este mismo
aspecto se manifiesta de diferentes formas para el residuo SAL donde el mayor retraso
es para el Cr(VI), segundo para el Mn(II) y tercero para el Ni(II). Este aspecto es
positivo desde el punto de vista ambiental pues muestra la capacidad de estos residuos
para retener y retardar el paso de estos metales a través de su matriz.
Para los tiempos en que se han realizado los ensayos de flujo se puede apreciar que el
proceso de adsorción es parcialmente reversible. Este proceso de irreversibilidad
observado puede estar motivado por la sorción a los óxidos de hierro y aluminio
existentes en el medio. Otro de los factores que controla la irreversibilidad del proceso
es la fuerte capacidad de los residuos para retener metales, esta capacidad es aún más
marcada en el residuo ACL.
En todos los ensayos de flujo realizados con el PFBA no se ha observado este fenómeno
de asimetría que se muestra en los tres metales estudiados, por lo que los efectos de la
dispersión pueden ser considerados como despreciables. En estas condiciones todo
parece indicar que el flujo está controlado por la advección.
Las curvas de paso del Ni(II), Mn(II), Cr(VI) muestran un comportamiento no ideal con
una gran cola y asimetría, mostrando además la existencia de condiciones de no
equilibrio en los procesos de sorción. La gran adsorción que presentan estos residuos
para el caso del Ni(II) y Mn(II) está controlada por la presencia de óxidos e hidróxidos
de hierro que se caracterizan por presentar valores de carga negativa en sus partículas
para pH superiores a 2 (ver Tabla 7.5), en nuestro caso el Fe representa entre el 40 y 50
% en peso de la masa total del residuo sólido. Por otro lado la adsorción de Cr(VI) con
carga negativa está favorecida por la existencia de minerales mal cristalizados,
diferentes compuestos orgánicos y elementos en estado amorfo (Mn, Si), que presentan
generalmente un potencial zeta muy bajo.
En el caso del residuo ACL la gran capacidad de adsorción puede estar favorecida
además por la existencia de materia orgánica y el pH cercano a 7. Para valores de pH
cercanos a 7 o neutros los minerales de Fe, hematita y goethita alcanzan los mayores
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 273
valores de adsorción para diferentes metales pesados como el Ni, Co, Zn y Mn (Sparks,
1995).
7.2.8. Ensayos de flujo y transporte con adsorción y desorción de los tres metales
simultáneamente
El ensayo de flujo y transporte de los tres metales a través de los residuos ACL, se
investigó también en este estudio dada las características de sorción de este material
(Figura 7.21). La velocidad de flujo a que se realizó el ensayo fue a 14 cm/h. En la
Tabla 7.16 se muestran las características del ensayo.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 274
El retardo con que aparecen en el efluente los solutos Ni(II) y Mn(II), disminuye
considerablemente en comparación con el valor obtenido de los ensayos de flujo y
transporte de soluto por separado (Figuras 7.18-7.20). En el residuo ACL se muestra
claramente que los metales Ni(II) y Mn(II) compiten por los sitios de adsorción. En este
residuo ACL, se comprueban las evidencias de los ensayos de Batch donde el
comportamiento del Ni(II) y el Mn(II) son parecidos, mientras que al parecer el Cr se
mueve de manera independiente. La masa adsorbida en cada uno de los metales es
menor que la adsorbida por cada metal solo. Esto denota que la existencia de otros
solutos en la solución acuosa, con similares características de sorción, afecta a los
procesos de flujo y transporte de contaminantes en el medio poroso, disminuyendo
incluso el tiempo de tránsito de éstos por el medio.
Tabla 7.16A. Características del ensayo de flujo y transporte de los tres metales con procesos de
adsorción - desorción en el residuo ACL. v=14 cm/h.
Residuo Metal Vpi Vpd Co Cwf Sin Sre Smax Sret
(mg/L) (mg/L) (mg) (%) (mg/kg) (mg/kg)
ACL Mn(II) 39 99 419.78 0.82 201.49 89.92 864 502
Cr(VI) 103.48 0.31 49.67 71.48 560 385
Ni(II) 336.84 2.37 161.68 75.47 1381 1020
Vpi, volumen de poros de inyección (adsorción); Vpd volumen de poros de inyección de solución sin
soluto (desorción); Co, concentración inicial; Cwf: concentración final; Sin, masa inyectada; Sre, masa
recuperada; Smax: adsorción máxima por kg de suelo que se alcanza en el ensayo; Sret: masa retenida por
kg de suelo al acabar el ensayo.
1
Mn(II)
0,8 Ni(II)
Cr(VI)
0,6
Cw/Co
0,4
0,2
0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
Vp
Figura 7.21. Curva de llegada de un ensayo de flujo y transporte de una solución con los tres
metales a través de una columna del residuo ACL. L=10 cm y v=14 cm/h (Tabla 7.16A).
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 275
Para una inyección similar de 39 volúmenes de poros los sitios de adsorción en el caso
de cada soluto por separado están “prácticamente saturados” (Figuras 7.18 a 7.20),
aspecto éste que en los ensayos con multicomponentes no se observa (Figura 7.21). La
suma de la masa total de Ni(II) y Mn(II) adsorbida es menor que la que adsorbe el
residuo para cada uno de ellos, aunque la masa retenida por los residuos sigue siendo
elevada (Tabla 7.16A y 7.16B).
Tabla 7.16B. Comparación de la adsorción de los metales (Ni, Cr y Mn) por separado y juntos
en un ensayo de flujo y transporte a una misma velocidad 14 cm/h y L=10 cm.
Solos Mezclados
Smax (mg/kg) Sret (mg/kg) Smax (mg/kg) Sret (mg/kg)
Mn(II) 2067 1375 864 502
Cr(VI) 586 200 560 385
Ni(II) 2452 1762 1381 1020
Total 5105 3337 2804 1907
El factor de retardo del Cr(VI) es algo menor al observado en el ensayo de flujo con el
metal individualmente (Figura 7.20). Si consideramos la forma en que se comporta la
curva de llegada podremos decir que la adsorción es un poco más lenta y que la
presencia de otros solutos en el medio retrasa un poco el proceso de adsorción. En el
Cr(VI) la masa adsorbida es menor que la que retiene el residuo ACL en los ensayos de
flujo y transporte con el Cr(VI) solo. Esta diferencia en la masa adsorbida puede ser
debido a que la concentración inicial en la solución es algo mayor o que la presencia del
Mn pueda provocar un efecto sobre el Cr que disminuya su adsorción (Tabla 70.16 y
7.16A).
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 276
500
A
400
Mn (mg/L)
300
200
Adsorción
100
Desorción
0
0 20 40 60 80 100
Cr (mg/L)
300 B
200
Ni (mg/L)
100
Adsorción
Desorción
0
0 20 40 60 80 100
Cr (mg/L)
500
C
400
Mn (mg/L)
300
y = 1.3496x - 6.0467
200
R2 = 0.9998
100 Adsorción
Desorción
0
0 50 100 150 200 250 300 350
Ni (mg/L)
Figura 7.22. Relación entre las concentraciones de metales en la solución acuosa durante los
ensayos de flujo con procesos de adsorción-desorción de los tres metales en residuo ACL. a)
Mn(II)-Cr(VI), b) Ni(II)-Cr(VI) y c) Ni(II)- Mn(II).
Ni(II) no es lineal, liberando 3.3 mg/L de Cr(VI) por cada uno de Ni(II). Esto confirma
lo observado en los ensayos de batch y flujo y transporte de los solutos por separado
donde el residuo ACL tiene mayor afinidad para adsorber el Ni(II) y el Mn(II) que el
Cr(VI). Esta propiedad de adsorción del residuo ACL es muy favorable desde el punto
de vista ambiental, pues el Ni(II) y el Cr(VI) realmente presentan una gran toxicidad,
mientras que la del Mn(II) es mínima.
Considerando que al parecer existe una competencia por los sitios de adsorción entre el
Ni(II) y el Mn(II), se realizó un ensayo de flujo y transporte con los dos metales con
procesos de adsorción – desorción. En la Figura 7.23, se puede apreciar como
inicialmente el manganeso alcanza la saturación, sin embargo en la medida que se
incrementa la adsorción de Ni(II) disminuye la concentración de manganeso en el
efluente, esto puede ser indicativo de una mayor adsorción de Mn(II). En realidad el
incremento de la adsorción del manganeso representa un valor importante. En estas
condiciones de pH mayores que 6 la adsorción del Ni(II) y el Mn(II) por los óxidos e
hidróxidos de Fe, presentan sus mayores valores de adsorción (Tan, 1992, 1994; Sparks,
1995; Selim and Amacher, 1997; Wang et al., 1998). Este aspecto consideramos
constituye una cuestión que habrá que estudiar con más detalle en el futuro.En la Tabla
7.16C y 16D se muestran las principales caracteristicas y resultados del ensayo de flujo
y transporte binario con el Mn y Ni, por una columna del residuo ACL.
1
Mn(II)
0,8
Ni (II)
0,6
C/Co
0,4
0,2
0
0 50 100 150 200 250
Vp
Figura 7.23. Representación de un ensayo de flujo con dos solutos en la solución (Ni(II) y
Mn(II)) en una columna del residuo ACL.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 278
Como se puede ver en todos los casos de ensayos de flujo y transporte de metales con
procesos de adsorción-desorción el comportamiento de las curvas de llegada es similar e
independientemente del metal analizado y de la concentración utilizada. Siempre
presentan un ascenso bastante vertical en el proceso de adsorción y una caída
inicialmente vertical de la curva en el proceso de desorción y una gran cola, donde en
ninguno de los casos en que se ha parado el ensayo se ha logrado llegar al valor cero de
concentración del soluto en el efluente.
En el caso del análisis por microscopio electrónico de barrido es bueno destacar que la
intensidad del pico es proporcional a la concentración del mineral en la partícula o
superficie que se esté analizando.
Figura 7.24. Espectro del microscopio electrónico. Parte superior, determinación en la muestra
de residuo ACL antes del ensayo de flujo y transporte con procesos de adsorción-desorción.
Parte inferior, después de desarrollado el ensayo con los tres metales. Los elementos son: hierro
(Fe), cromo (Cr), manganeso (Mn), níquel (Ni).
20000 7000
A - ACL B - SAL
6000
16000
5000
12000 4000
mg/kg
mg/kg
3000
8000
2000
4000
1000
0 0
Cr Ni Mn Cr Ni Mn
Antes del ensayo de flujo y transporte Después del ensayo de flujo y transporte
Figura 7.25. Representación de la concentración media de Ni, Cr, Mn en los residuos antes y
después de realizado el ensayo de flujo y transporte de metales.
Tabla 7.17. Resultados de la composición de las muestras de residuo de acuerdo con los análisis
semicuantitativos del microscopio electrónico antes y después de realizado el ensayo de flujo y
transporte con adsorción y desorción (concentración en mg/kg).
Residuo Velocidad Cr Ni Mn
cm/h concentración concentración concentración
Muestra Antes Después Antes Después Antes Después
ACL 1.2 1 17195 17490 6008 8176 7182 9163
2 17220 7945 8750
3 17652 8238 8985
4 17500 8112 8496
5 17396 8125 9029
SAL 1.2 1 5267 6499 1765 2001 4164 5004
2 6325 2054 4956
3 6224 1989 4285
4 5923 1975 4986
5 6450 1879 4789
Los resultados del microscopio electrónico corroboran los resultados de los ensayos de
Batch sobre la capacidad de estos residuos de retener los metales, así como que, al
parecer, el mecanismo de adsorción de los metales en la superficie de las partículas
debido a la fuerza electrostática es la causa fundamental de la adsorción, pues no se
observan ni precipitados ni otras formas minerales de estos elementos.
7.3. Influencia del pH en el proceso de adsorción
El considerar la influencia del pH sobre los procesos de adsorción constituye uno de los
aspectos más importantes en el estudio de los procesos físico–químicos que controlan la
movilidad de los solutos a través el medio poroso (Poulsen and Bruun, 2000; Elzahabi
and Yong, 2001). Los cambios de pH provocan variación en las condiciones de
equilibrio en el medio y según los tipos de óxidos o hidróxidos presentes pueden o no
favorecer los procesos de adsorción o liberación de los iones metálicos al medio. El pH
controla o determina generalmente la carga de las partículas sólidas que forman el
medio poroso y con ello favorece la adsorción de unos iones y la movilidad de otros. En
el caso de los metales en el medio acuoso, el pH determina en muchos casos su
movilidad pues son solubles en un determinado rango de pH precipitando al producirse
su cambio (Tan, 1994; Ribet et al., 1995; Laumakis, et al., 1998).
7.3.1. Materiales y métodos del ensayos de flujo con adsorción de metales (Cr(VI),
Ni(II), Mn(II)) a diferente pH
Para el estudio del efecto del pH de la solución que contiene el soluto sobre los procesos
de adsorción solamente se ha empleado el residuo ACL que se caracteriza por un pH
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 282
En los ensayos de flujo en columna se han empleado dos pH extremos para cada uno de
los metales estudiados. La elección de estos valores se debe a que en la región se
generan efluentes del proceso metalúrgico que presentan un pH ácido (1.3-3) con
cantidad de metales pesados y sólidos en suspensión (Capítulo 1, Anejo I). El objetivo
de estos ensayos es evaluar la capacidad de adsorción de estos residuos ante la
posibilidad de su posible utilización en la descontaminación o minimización del
impacto de estos efluentes.
Tabla 7.18. Características de la columna de vidrio empleada en cada uno de los ensayos de
flujo con los diferentes metales.
Parámetros Unidad Valor
Diámetro cm 1.80
Longitud cm 40.00
Área de salida cm2 2.54
Masa del sólido Residuo g 2.00
Zeolita g 2.00
Altura del sólido en el interior de la columna Residuo cm 0.66
Zeolita cm 0.90
Volumen ocupado por el sólido Residuo cm3 1.53
Zeolita 5.08
Porosidad de sólido Residuo % 67
Zeolita 70
Velocidad de flujo cm/h 4.7
La columna del líquido sobre el sólido es variable en función de la velocidad de flujo a
que se realice el experimento. La columna de liquido esta a presión atmosférica
Columna de
vidrio
Residuo
Disolución
electrolítica
Colector de fracciones
Figura 7.26. Esquema del dispositivo experimental empleado para la realización de los ensayos
de flujo y transporte en condiciones de presión atmosférica con proceso de adsorción de
metales en el residuo ACL y en zeolita.
FC203 de la misma casa comercial. Las muestras del efluente fueron analizadas por
ICP-AES, en el laboratorio de química analítica de la Universidad de Girona.
Para verificar la reproducibilidad de los resultados cada ensayo se realizó por duplicado,
por lo que los valores que se presentan responden sólo a uno de los ensayos realizados.
En todos los casos la solución electrolítica de NO3K se hizo pasar previamente por el
material durante 12 horas, con objetivo de estabilizar el agregado de las partículas en el
residuo, su carga y la fuerza iónica del medio.
Para el Cr(VI) se emplearon dos valores de pH, al considerar que al variar el pH varía la
especie de cromo en la solución. Para valores de pH menores que cuatro el metal está en
forma de Cr2O72-.
5000
pH=2.6 Cr(VI)- Residuo ACL
4000 pH=8.5
pH=6.5 en batch
3000 0,2301
Sa (mg/kg)
Sa = 825,49*C w
2
R = 0,996
2000
Sa = 387,17*C w 0,2268
2
R = 0,99
1000
Sa = 30,55*Cw0.47
2
R = 0,99
0
0 100 200 300 400 500 600
C w (mg/L)
Figura 7.27. Adsorción del Cr(VI) en el residuo ACL para diferentes pH y velocidad de flujo de
4.7 cm/h. Se representa en la figura los resultados del ensayo Batch.
Si observamos la Figura 7.27, se puede apreciar que al final para una masa adsorbida
del orden de 1573 mg/kg en el caso del pH=8.5 y de 3500 mg/kg en el caso del pH=2.6
se produce casi una saturación de los sitios de adsorción, pues la meseta de la curva es
cada vez más plana. En este caso las isotermas de adsorción obtenidas por flujo en
continuo y ajustadas a la ecuación de Freundlich, presentan un comportamiento no
lineal como el observado en los ensayos Batch, para un pH de 6.5 en el residuo ACL
(Figura 7.8). En la Tabla 7.31, se aprecia claramente la gran diferencia de la masa
adsorbida entre el pH ácido (2.6) y el pH alcalino (8.5). En este caso donde los ensayos
de flujo se han realizado a presión atmosférica y con una porosidad mayor, la masa
adsorbida es mucho mayor que la adsorbida en los ensayos de flujo a presión en
columnas cerradas con el uso del HPLC (Tabla 7.15) y los ensayos de Batch en un
sistema cerrado. Esta diferencia puede ser debida al incremento de la concentración del
soluto en la solución acuosa y una mayor porosidad del medio que condiciona una
mayor superficie de contacto y el hecho de que el ensayo se realiza en condiciones de
presión atmosférica. De estas tres condiciones las que a nuestro entender tienen una
influencia más clara es el pH y la porosidad.
El efecto del pH sobre la adsorción del Cr(VI) ha sido estudiado por diferentes
investigadores para el caso de los suelos y suelos contaminados. En todos los casos
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 286
En la Figura 7.28 se muestran los resultados de los ensayos de flujo con adsorción del
Ni(II) para diferentes pH. Estos resultados muestran que el pH desempeña el papel
predominante en el proceso de adsorción del Ni(II) como se había observado en los
ensayos Batch y de flujo de los apartados 7.1 y 7.2. En la gráfica 7.28 se observa que la
isoterma de adsorción es no lineal como la obtenida en los ensayos Batch. Los valores
de Kf en este caso son inferiores a los obtenidos en los ensayos Batch para un pH de 6.5.
La masa adsorbida en este caso es mayor que la masa retenida en los ensayos de flujo en
columna de residuo cerradas realizados con HPLC (apartado 7.2) y algo mayor que la
de los ensayos de Batch. Esta diferencia se debe probablemente a un incremento de la
concentración de la solución y una mayor porosidad y al pH.
4500
Ni(II)- Residuo ACL
4000
3500
Sa = 653.27C w 0.2943
3000 R2 = 0.998
Sa (mg/kg)
2500
2000
Sa = 16.718C w 0.8667
Sa =1058.16*Cw0.15
1500 R2 = 0.9991
R2=0.99
1000 pH=2,9
pH=5.85
500
pH=6.5 en batch
0
0 100 200 300 400 500 600
C w (mg/L)
Figura 7.28. Adsorción del Ni(II) en el residuo ACL para dos pH y velocidad de flujo de 4.7
cm/h y a presión atmosférica.
El estudio de la adsorción del Ni(II) en función del pH ha sido tenido en cuenta por
diferentes investigadores y en todos los casos se aprecia que la masa de Ni(II) adsorbida
es mayor para pH entre 6-8 (Atanassova, 1999; Poulsen and Bruun, 2000). La obtención
de una isoterma de adsorción no lineal para pH ácido es coherente con los resultados de
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 287
En este caso se puede apreciar que al parecer casi se produce la saturación de los sitios
de adsorción en los dos ensayos, como lo demuestra la disminución de la pendiente de
la isoterma de adsorción en la medida que aumenta la masa adsorbida. El pH determina
la capacidad de adsorción del residuo ACL, pues los ensayos se han realizado a una
misma concentración de metal en la solución de entrada y a una misma velocidad de
flujo. La masa adsorbida en el caso del Mn(II) es también mayor que la adsorbida en los
ensayos de flujo y transporte con HPLC y Batch. En este caso consideramos que
influyen las mismas condiciones que en el Ni(II) y Cr(VI)
5000
Mn- Residuo ACL
0.23
4000 Sa = 988.47*C w
2
R = 0.98
Sa (mg/kg)
3000 0.23
Sa = 818.04*C w
2
2000 R = 1.00
pH =4.5
Sa =1054.45*C w
0.14 pH=2.5
1000
2 pH=6.5 en batch
R =1
0
0 100 200 300 400 500 600
Cw (mg/L)
Figura 7.29. Adsorción del Mn(II) en el residuo ACL para dos pH y velocidad de flujo de 4.7
cm/h.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 288
En la Tabla 7.19, se pueden apreciar los valores de la masa adsorbida en cada uno de los
casos analizados para los tres metales. En el caso de la masa de soluto adsorbida en
estos ensayos es mayor que la que se obtuvo de los ensayos de flujo con HPLC y los
ensayos Batch, aspecto este que parece estar favorecido por la existencia de una mayor
porosidad del material, además el ensayo se realizó en condiciones atmosféricas sin que
existiese una presión de confinamiento como es el caso de los ensayos en las columnas
con el equipo HPLC (Tablas 7.13, 7.14 y 7.15).
Tabla 7.19. Principales resultados de los ensayos de flujo y transporte en columnas con
diferentes pH y presión atmosférica.
Metal Velocidad Porosidad Cw pH Kf n Sa (mg/kg)
(cm/h) (%) mg/L
Cr(VI) 4.73 67 500 8.50 387.17 0.22 1573
4.73 67 500 2.60 825.49 0.23 3500
Ni(II) 4.73 67 500 5.85 653.27 0.29 4075
4.73 67 500 2.50 7.39 1.00 3582
Mn(II) 4.39 67 500 4.50 988.47 0.23 4274
4.39 67 500 2.70 818.04 0.23 3361
Sa: masa adsorbida, sin realizar desorción.
2500
Adsorción de Cr(VI) en el residuo ACL A
2000
0,257
Sa = 349,95*C w
Sa (mg/kg)
1500 R2 = 0,9882
0,2268
Sa = 387,17*C w
1000
R2 = 0,9974
6000
Adsorción de Mn(II) en el residuo ACL B
5000
Sa = 1117,93*C w 0,24
4000 R2 = 0,98
Sa (mg/kg)
3000
Sa = 818,04*C w 0,23
2000 R2 = 1,00
En los dos casos se puede apreciar que a mayor concentración, mayor es la adsorción
aunque el pH de la solución se mantenga constante. Estos resultados de los ensayos en
continuo confirman los resultados de los ensayos Batch obtenidas en el apartado 7.1.
Tabla 7.20. Principales resultados de los ensayos de flujo en columnas con proceso de
adsorción de metal a diferentes concentraciones iniciales en la solución (Co) y pH constante.
Metal Velocidad Porosidad Co pH Kf n Sa (mg/kg)
(cm/h) (%) mg/L
Cr(VI) 4.73 67 500 8.50 387.95 0.22 1573
4.73 67 1000 8.50 349.95 0.25 2542
Mn(II) 4.39 67 500 4.50 818.04 0.23 4274
4.39 67 1000 4.50 1117.93 0.24 5838
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 290
La masa adsorbida por el residuo ACL es mucho mayor para el Mn(II) que para el
Cr(VI) como se había observado en los ensayos Batch y de flujo en columnas con
HPLC. Estos resultados muestran la mayor afinidad del residuo ACL por el Mn(II) que
por el Cr(VI). Esta diferencia en la masa adsorbida puede ser debida a que en los
ensayos de flujo y transporte con el HPLC la porosidad es menor que la que tiene el
residuo en este ensayo, pues a mayor porosidad mayor superficie de contacto y mayor
masa adsorbida.
Se ha elegido este material ya que su uso como intercambiador iónico es una práctica
habitual en el estudio de procesos de descontaminación de efluentes industriales y
aguas. En Cuba, como planteamos en el Capítulo 2, se ha empleado para tratar los
efluentes ácidos de los procesos metalúrgicos por lo que consideramos conveniente
compararla con el residuo ACL, que al parecer es el que tiene mejores propiedades
adsorbentes y de neutralización de la acidez. Considerando la capacidad de adsorción
del residuo ACL se ha pensado en la posible utilización que puede tener este material o
alguno similar en un futuro en el tratamiento de aguas residuales contaminadas con
estos metales.
Los ensayos de flujo para los procesos de adsorción de los tres metales (Cr(VI), Ni(II) y
Mn(II)) usando como absorbente la zeolita, clinoptilolita y el residuo ACL se efectuaron
con el dispositivo que se muestra en la Figura 7.26 usado en los otros ensayos. Las
características de la columna empleada son las que se muestran en la Tabla 7.18. La
solución incluye como solutos a los tres metales (Cr(VI), Ni(II) y Mn(II)) en
concentraciones (mg/L) muy similares (Tabla 7.20) y con pH constante (pH=2.5),
estabilizado con HNO3. En este caso se usa la misma masa de residuo que en todos los
ensayos anteriores e igual masa de zeolita. La granulometría de la zeolita es inferior a
los 0.03 mm. Las características del ensayo experimental en columna son las mismas
que las usadas para cada metal independientemente (Tabla 7.20).
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 291
800
Residuo ACL A
600
Sa (mg/Kg)
400
0,28
Mn(II) Sa = 168,34*C w R2 = 0,99
200 0,29
Cr(VI) Sa = 146,97*C w R2 = 0,98
0,29
Cr(VI) Mn(II) Ni(II) Ni(II) Sa = 222,14*C w R2 = 0,99
0
0 10 20 30 40 50 60 70
C w (mg/L)
350
Ensayo de flujo en zeolitas B
300
250
Sa (mg/Kg)
200
150
Figura 7.31. Representación de la curva de adsorción de los tres metales a pH=2.5. A) Residuo
ACL, B) Zeolita.
Los valores del coeficiente de reparto (Kf) de acuerdo con el modelo de Freundlich en el
residuo ACL son prácticamente el doble de los de la zeolita. El residuo adsorbe
prácticamente el doble de la masa en cada uno de los metales en comparación con la
zeolita ( Figura 7.31 y Tabla 7.20).
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 292
600
A
500
300
200
Sa = 77,071*C w 0,3259 R2 = 0,9986
100 Cr(VI) Residuo ACL
Cr(VI) Zeolita
0
0 10 20 30 40 50 60 70
C w (mg/L)
600
B
500
Sa = 168,34*C w 0,28 R2 = 0,99
400
Sa (mg/Kg)
300
400
300
200
Sa = 71,396*C w 0,3698 R2 = 0,9982
100 Ni(II) Residuo ACL
Ni(II) Zeolita
0
0 10 20 30 40 50 60
C w (mg/L)
Figura 7.32. Comparación de la isoterma de adsorción de los metales en el residuo ACL y la
zeolita a pH=2.5.
Tabla 7.20. Principales resultados de los ensayos de flujo en columnas con los tres metales a
una misma velocidad de flujo, pH de la solución y concentración (Cw).
Metal Material Velocidad Porosidad Cw pH Kf n Sa
(cm/h) (%) (mg/L) (mg/kg)
Cr(VI) Residuo ACL 4.73 67 62 2.5 146 0.29 611
Zeolita 4.73 67 62 2.5 77 0.32 296
Clinoptilolita
Ni(II) Residuo ACL 4.73 67 67 2.5 222 0.29 732
Zeolita 4.73 67 67 2.5 71 0.36 352
Clinoptilolita
Mn(II) Residuo ACL 4.39 67 62 2.5 168 0.28 513
Zeolita 4.39 67 62 2.5 90 0.32 488
Clinoptilolita
Sa: es la masa adsorbida.
4000
A
Residuo ACL
3000
Sa (mg/Kg)
2000
1000 pH=2,9
pH=2.5
0
0 100 200 300 400 500 600
C w (mg/L)
Figura 7.33. Comparación de los resultados de dos ensayos de flujo y transporte de Ni en el
residuo ACL para dos pH ácidos.
7.6. Conclusiones
Durante el desarrollo de este capítulo hemos descrito tres ensayos de laboratorio con
diferentes condiciones de contorno:
I) Ensayos Batch (procesos de adsorción y desorción).
II) Ensayos de flujo con HPLC a presión en condiciones confinadas con procesos
de adsorción-desorción.
III) Ensayos de flujo y transporte a presión y temperatura atmosféricas con proceso
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 294
de adsorción.
Ensayos Batch
- Los resultados de los ensayos Batch permiten concluir que la preferencia de adsorción
de acuerdo a la masa retenida en el residuo ACL es Ni(II)>Mn(II)>Cr(VI), mientras que
en el residuo SAL es Cr(VI)>Mn(II)>Ni(II).
- Con la excepción del Ni(II) en el residuo SAL que presenta una isoterma de adsorción
lineal, el resto de los metales presentan una isoterma de adsorción no lineal. En el caso
del Mn(II) y el Ni(II) en el residuo ACL la isoterma es fuertemente no lineal,
clasificándose como una isoterma de tipo h.
- El hecho de que la isoterma de adsorción obtenida por ensayos Batch de estos metales
en los dos residuos se ajusten al modelo de la ecuación de Freundlich es indicativo de
que no todos los sitios de adsorción son cubiertos para las concentraciones en que se ha
realizado el ensayo.
- El pH del medio (residuo SAL= 4.1 y del residuo ACL= 6.1) es la propiedad que más
afecta o influye sobre los valores de Kf y n. En menor medida se encuentra la
concentración del soluto en la solución acuosa.
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 295
-La adsorción en los ensayos Batch se incrementa con la concentración del soluto en la
solución, mientras que la desorción depende del punto de partida de la isoterma de
adsorción utilizado para realizar el ensayo de desorción y de la cantidad de lavados a
que se someta la muestra. En algunos casos (Figura 7.6) tras la desorción, la relación
entre la concentración en la solución acuosa final y la masa retenida es unívoca y lineal,
en otros casos no, y esta relación depende del punto de partida de la isoterma de
adsorción (Figura 7.3).
- En los ensayos con HPLC de flujo y transporte de los tres metales (Cr, Ni y Mn) se ha
comprobado que el proceso de adsorción ocurre rápidamente, mientras que la desorción
ocurre más lentamente.
capacidad de estos residuos para retener los metales. Esta capacidad de adsorción es
fuertemente dependiente del pH de la solución electrolítica empleada.
- Que el residuo ACL presente una mayor capacidad de retención de Ni(II) y Mn(II) que
el residuo de tipo SAL, tanto en los ensayos Batch como en los de flujo y transporte está
condicionado por su pH que es el que determina la carga de las partículas sólidas
(potencial zeta) que son las que desempeñan el papel principal en el proceso de
adsorción y en menor medida puede que le favorezca una ligera superioridad en su CIC
y la existencia de una mayor proporción de metales amorfos.
- La realización de los ensayos de flujo con varios solutos en la solución acuosa afecta a
los procesos de adsorción de los diferentes metales en la solución. En el caso del Ni(II)
y el Mn(II) en el residuo ACL se ha podido comprobar que se produce una disminución
de la masa adsorbida al realizar un ensayo de flujo en columna con una solución con
estos dos solutos. Cuando se realiza un ensayo con los tres metales, la masa de soluto
retenida en el proceso de adsorción disminuye en cada uno de los solutos, además la
saturación de los sitios de adsorción resulta bastante difícil debido a la competencia
entre los solutos por los sitios de adsorción, al menos para las concentraciones y
condiciones de flujo analizadas en este estudio.
- En los ensayos de flujo que se han realizado a presión atmosférica y con una porosidad
mayor, la masa adsorbida es mucho mayor que la adsorbida en los ensayos de flujo y
Capítulo 7. Movilidad de los metales Cr(VI), Ni(II) Y Mn(II) 297
transporte a presión en columnas cerradas con el uso del HPLC (Tabal 7.15) y los
ensayos de Batch en un sistema cerrado. Esta diferencia puede ser debida al incremento
de la concentración del soluto en la solución acuosa, una mayor porosidad del medio
que condiciona una mayor superficie de contacto y el hecho de que el ensayo se realiza
en condiciones de presión atmosférica. También puede influir la relación
líquido/sólido/masa de soluto que en los ensayos de Batch es constante, mientras que en
el ensayo de flujo y transporte el sólido que forma la matriz del medio poroso es
constante, pero el líquido se renueva constantemente y la masa de soluto aumenta.
- La adsorción del Cr(VI) y Mn(II) está condicionada por la concentración del soluto en
la solución y el pH, el cual determina la movilidad de estos metales. Además el pH en el
caso del Cr(VI) determina la especie iónica del medio acuoso.
- La masa de metal adsorbida por el residuo ACL empleado en este estudio en los tres
tipos de ensayo y bajo diferentes condiciones de contorno, es en muchos casos superior
a la capacidad de retención de muchos suelos naturales y otros materiales consultados
en la literatura (Tabla 7.8, 7.9, 7.10), así como la zeolita que constituye el
intercambiador más usado en la descontaminación de aguas residuales ricas en metal.
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 299
8.1. Introducción
El uso de modelos matemáticos para ajustar los resultados experimentales de los ensayos de
flujo y transporte de solutos en condiciones de laboratorio y de campo constituye una
importante herramienta en la comprensión de la movilidad de los solutos en el medio
poroso (Appelo and Postma, 1993; Álvarez et al., 1995; Selim and Amacher, 1997). El
empleo adecuado de estos resultados constituye una información muy valiosa en los
estudios de contaminación de acuíferos y puede contribuir a anticiparse a los posibles
problemas de contaminación y atenuar o minimizar dentro de lo posible su impacto
ambiental. Además, son herramientas para evaluar el efecto de posibles acciones antrópicas
sobre el medio natural que puedan afectar las masas de aguas continentales.
∂C w ∂ 2Cw ∂C (8.1)
R =D −v w
∂t ∂x 2
∂x
Los modelos seleccionados para describir los ensayos de flujo y transporte de solutos
realizados en el laboratorio dependen de los solutos que se consideren. Para el caso del
trazador (Pentaflurobenzoato), dado que es un soluto conservativo (Kd=0), su transporte no
está afectado por ningún tipo de proceso físico – químico, ni biológicos y su flujo está
controlado por los procesos de advección–dispersión, se utilizarán los modelos en
condiciones de equilibrio.
En los metales pesados que presentan la propiedad de reaccionar con el medio poroso,
utilizaremos los modelos de dos sitios o dos regiones descritos en el Capítulo 4. La
selección de estos modelos se basa en las evidencias de los ensayos de Batch y flujo donde
se observa con claridad la existencia de condiciones de no equilibrio y flujo no ideal en los
ensayos de adsorción y desorción realizados con estos métodos (Capítulo 7). En estos
ensayos se ha podido comprobar la irreversibilidad del proceso de adsorción (histéresis) y
la asimetría de las curvas de llegada de los solutos caracterizadas por una larga cola en
todos los casos.
La formulación de los modelos de dos sitios considera que la adsorción y desorción está
controlada por procesos físicos, químicos y biológicos (en el caso de los que pueden ser
biodegradados) (Van Genuchten and Wierenga, 1977; Gamerdinguer et al., 1990; Brusseau
et al., 1992, Selim and Amacher, 1997; Wang et al., 1998).
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 302
El código UFBTC, consta de tres partes y cada parte incluye diferentes posibilidades:
- El UFBTC-1 (Brusseau et al., 1989) permite modelar las curvas de paso de solutos
conservativos (trazadores) y no conservativos (reactivos, biodegradables o no). Entre las
tres posibilidades que contempla el código se encuentran:
I- Permite modelar las curvas de paso de solutos conservativos en condiciones de
equilibrio y la solución analítica que incluye es la de Brener, (1962).
II- Permite modelar las curvas de paso de los solutos reactivos en condiciones de no
equilibrio con proceso de adsorción en dos sitios.
III- En este caso, incluye la posibilidad de usar una isoterma de adsorción no lineal
descrita por el modelo de Freundlich con histéresis en el proceso de sorción y
degradación de primer orden.
La solución o modelo matemático que incluye es el de Van Guenuchten and Wierenga,
(1977).
∂C ∂ 2 Cw ∂C (8.2)
R =D −v w
∂t ∂x 2
∂x
ρ (8.3)
R = 1 + Kd
θ
Kd es el coeficiente de reparto o distribución, θ es el contenido volumétrico de agua (L3L-3)
y ρ es la densidad seca del suelo o material empleado (ML3).
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 304
Estos modelos presentan como hipótesis fundamental que los procesos de adsorción tienen
lugar en dos sitios o regiones. La adsorción ocurre instantáneamente para una parte del
soluto y para el resto se produce más lentamente, controlada por los procesos físico -
químicos del medio (Van Genuthen and Wierenga, 1977; Van Genuthen and Wagenet,
1989; Brusseau, 1994; Selim and Amacher, 1997; Wang et al., 1998; Álvarez et al., 2001),
lo que conceptualmente se puede definir como que la concentración del soluto (Cw) en la
solución acuosa está dividida en dos fracciones o sitios:
Cw ⇔ S1 ⇔ S2 (8.4)
dS 2 (8.6)
= K 1 S1 − K 2 S 2
dt
∂C w 2 (8.8)
(1 − β ) R = w(C w1 − C w 2 ) − ηC w 2
∂T
concentraciones del soluto en los sitios uno y dos respecto a la concentración Co, que es la
concentración inicial de la solución que se inyecta durante el ensayo de transporte, P es el
número de Peclet, β es la fracción de adsorción instantánea y w es el número de Damkholer
que expresa la relación entre el tiempo de tránsito de un soluto y el tiempo necesario para
que ocurra la adsorción de este. Los términos ξ y η representan los términos fuente o
sumidero de pérdida o degradación de la masa de soluto en las regiones de equilibrio (S1) y
no equilibrio (S2) respectivamente.
w = ( K 2 (1 − β ) RL) / v (8.9)
vt (8.10)
T=
L
x (8.11)
X=
L
vL (8.12)
P=
D
Cw (8.13)
Cw1 =
Co
β = Rm / R (8.15)
R m = 1 + ( FρK L ) / θ (8.16)
R = 1 + ( ρK L ) / θ (8.17)
η = ((1 − F ) ρK L µ S L) / q (8.18)
2
ξ = (θµ c + F ρ K L µ S ) L / q (8.19)
1
donde los términos S1 representan los sitios de adsorción instantánea en estado de equilibrio
y S2 los sitios de no equilibrio donde la adsorción es controlada por los procesos cinéticos.
R es el factor de retardo y Rm es el factor de retardo instantáneo correspondiente a la región
en equilibrio. KL es el coeficiente de la isoterma de adsorción linealizada (apartado 8.3). F
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 306
La solución para las ecuaciones 8.7 y 8.8, se obtiene de acuerdo con las condiciones
iniciales y de contorno definidas en Van Genuchten and Waguenet, (1989): si se considera
un medio semi-infinito y condiciones de flujo estacionario, mientras que la masa de soluto
se introduce como un flujo (Q) de manera continua o por pulso de duración to.
- Condiciones iniciales:
Cw(x,t)=S1(x,t)=S2(x,t)=0 0≤x<∞, t=0 (8.20)
- Condiciones de contorno:
∂C w
( x, t ) = 0; x→∞; t>0 (8.21)
∂x
∂C w vC
(− D + vC w ) x = 0 = o 0〈t ≤ t o
(8.23)
∂x 0 t ≥ to
Los modelos de dos sitios que usaremos para simular las curvas de llegada de los metales
(Cr(VI), Ni(II), Mn(II)) que hemos estudiado en los ensayos de flujo y transporte en este
trabajo requieren de la estimación inicial de un valor para 7 parámetros:
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 307
- Fracción de soluto que se adsorbe instantáneamente (β): está relacionado con la masa de
soluto que se adsorbe instantáneamente. Su valor depende de las características de
adsorción del soluto en el medio poroso y de los mecanismos de precipitación o
degradación que puedan afectarlo y se encentra entre cero y uno (0≤β≥1).
- Degradación del soluto en el proceso cinético (η): indica la fracción que se degrada en
las regiones de sitio dos (S2).
- Tamaño del pulso o ancho del pulso (Ap): representa el intervalo de tiempo en que se ha
inyectado la solución con el soluto a través del medio poroso estudiado. Su valor dependerá
de las condiciones en que se hayan realizado los ensayos. En el modelo que utilizamos su
valor se caracteriza en unidades de volumen de poros (Vp).
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 308
Si se tiene en cuenta que la isoterma de adsorción de los tres metales [Cr(VI), Mn(II) y
Ni(II)] en ACL y dos metales [Cr(VI) y Mn(II)] en SAL presentan un comportamiento no
lineal, es necesario usar un método para proceder al tratamiento de la no linealidad del
proceso de adsorción con el objeto de tener una estimación del valor de R. Existen
diferentes métodos para proceder a tratar la no linealidad de la isoterma de adsorción que
pueden consultarse en Selim and Amacher, (1997). En nuestro caso usaremos el método de
la secante. Se realiza la transformación de la isoterma no lineal a una isoterma lineal (Rao,
1974),
KL=KfCwn-1 (8.25)
en este caso, el factor de retardo se determina de acuerdo a la siguiente expresión,
RL=1+(ρKL)/θ (8.26)
Los valores de Kf y n se obtienen de la Figura 8.1. Los valores de KL y RL obtenidos para los
diferentes metales empleados en los ensayos de flujo y transporte de soluto se muestran en
la Tabla 8.1. En el caso del Ni(II) para el residuo SAL la isoterma de adsorción es lineal por
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 309
lo que los valores de Kf y n se obtienen directamente del ajuste de la isoterma (Figura 8.1).
4,0 600
Ni(II)- Residuo SAL
Ni(II) - Residuo ACL
500
3,5 400
Sa (mg/kg)
log Sa
300 Sa=0.77*C w
R 2 =0.99
3,0 log(Sa) = 0.15*log(C w ) + 3.02 200
R 2 = 0.99
100
Adsorción Adsorción
2,5 0
0 1 2 3 4 0 100 200 300 400 500
log C w C w (mg/L)
4 4
Mn(II)- Residuo ACL Mn(II)- Residuo SAL
3 3
2 R 2 = 0.99 2
log(Sa) = log(C w ) + 1.00
1 1 R 2 = 1.00
Adsorción Adsorción
0 0
0 1 2 3 0 1 2 3
log C w log C w
3 5
Cr(VI)- Residuo ACL Cr(VI)- Residuo SAL
4
2
3
log Sa
log Sa
Los parámetros de entrada en este modelo son el ancho del pulso (Ap), P y R. A partir del
valor de P se obtiene el valor de D. El valor de R es considerado igual a uno pues el PFBA
es considerado un soluto ideal (conservativo) y el ancho del pulso (Ap) es conocido de los
ensayos de flujo.
Tabla 8.1. Valores de Kf, n, KL y R. Para el caso del níquel la isoterma es lineal por lo que no se
calcula KL.
Residuo Metal L ρ θ Cw n Kf KL RL
3 3 3
(cm) (g/cm ) cm /cm (mg/L)
ACL Mn(II) 10 2.17 0.61 266.00 0.14 1054.00 8.66 23.15
Cr(VI) 10 2.17 0.61 247.00 0.46 30.35 1.55 4.96
Ni(II) 10 2.17 0.61 416.00 0.15 1057.00 6.28 17.06
SAL Mn(II) 10 2.17 0.60 254.00 0.60 17.78 1.94 5.98
Cr(VI) 10 2.17 0.60 920.00 0.26 461.50 2.96 8.59
Ni(II) 10 2.17 0.60 534.77 1.00 0.77 0.77 3.78
En el caso del valor de β (fracción a la que ocurre la adsorción instantánea) un valor inicial
para comenzar el ajuste al modelo lo representa el valor de βR; cuando R=1, este valor se
corresponde con el volumen de poros en el que aparece por primera vez el trazador, en el
caso de que la dispersión hidrodinámica sea despreciable (Paker and Van Genuchten, 1984).
Para la estimación de los valores β, w, η, ξ, también existen programas de ajuste por mínimos
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 311
cuadrados como CFITM (Van Genuchten, 1981; Wang et al., 1998), que permiten obtener
una estimación inicial de estos parámetros a partir de la curva de llegada del soluto.
8.5. Análisis de los resultados del ajuste de las curvas de paso del Pentafluorobenzoato
(PFBA)
Tabla 8.2 Características de las columnas usadas en los ensayos de flujo con el PFBA (condición de
flujo estacionario, medio isótropo y en condiciones de equilibrio) y parámetros del modelo de
equilibrio local.
Residuo Φ L ρ θ v D P R
(cm) (cm) (g/cm3) (cm3/ cm3) (cm/h) (cm2/min)
ACL 1.6 5 2.17 0.61 1.2 0.012 8 1
10 14.0 0.153 15 1
10 39.0 0.180 36 1
SAL 1.6 5 2.17 0.60 1.2 0.014 7 1
10 14.0 0.176 13 1
10 39.0 0.196 33 1
Donde Φ: es el diámetro de la columna; L: es la longitud de muestra de suelo; ρ: es la densidad seca del
residuo; θ es el contenido volumétrico de agua; D es la dispersión; P es número de Peclet; R: es el factor de
retardo; v es la velocidad.
Los valores de P y D de los ensayos de flujo y transporte realizados en los dos residuos
dependen de la velocidad y como se puede ver son similares en los dos residuos. La
similitud de estos valores se debe a que las características físicas del medio poroso en los
dos residuos son parecidas (Tabla 8.2, Capítulo 6). El hecho de que la curva de paso del
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 312
trazador PFBA en su salida sea tan vertical es indicativa de que el flujo está controlado por
la advección, fundamentalmente en el ensayo a velocidad más elevada.
0,08
Ensayo de trazador con PFBA
A
en el residuo ACL
0,07
R =1 Ap =0.041
0,06
v=1.2 cm/h; P=8; L=5 cm
Modelo
0,05
v=14 cm/h; P=15; L=10 cm
Modelo
0,04
Cw/Co
0,02
0,01
0,00
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5
Vp
0,08
B Ensayo de trazador con PFBA
0,07 en el residuo SAL
R =1 Ap =0.041
0,06
v=1.2 cm/h; P=7; L=5 cm
0,05 Modelo
v=14 cm/h; P=13; L=10 cm
Cw/Co
Modelo
0,04
v=39 cm/h; P=33; L=10 cm
Modelo
0,03
0,02
0,01
0
0 0,5 1 1,5 2 2,5
Vp
Figura 8.2. Comparación de los resultados del ajuste de los ensayos de flujo y transporte de PFBA
en las columnas de residuos. A) Ensayos en el residuo ACL. B) Ensayos en el residuo SAL. Vp:
volumen de poros; Cw/Co: Concentración relativa.
El número de Peclet es una medida de la advección frente al flujo dispersivo, en este caso
se ha podido comprobar que a mayor velocidad aumenta la dispersión. En todos los casos
evaluados el flujo es mayoritariamente controlado por la advección. Este valor de la
dispersión tan pequeño nos muestra una mayor aproximación al flujo de pistón. Se puede
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 313
El máximo de la curva de llegada del trazador en todos los casos se encuentra ligeramente a
la derecha del valor de un volumen de poros, lo que puede ser indicativo de existencia de
un pequeño retraso por difusión en la matriz del sólido. En todos los ensayos, el modelo de
equilibrio local se ajusta muy bien a los datos experimentales. Las mayores dificultades del
ajuste se encuentran en la cola donde generalmente el modelo queda por encima de los
datos experimentales.
8.6. Modelación de la curva de llegada de los ensayos de flujo y transporte de los tres
metales
En la simulación de los ensayos de flujo y transporte hay que introducir los valores de la
concentración del soluto y el tiempo, la concentración inicial del soluto, R, P y w. En la
simulación siempre se parte de un valor inicial para cada parámetro de entrada. El valor
inicial de R es el obtenido con los parámetros del modelo de Freundlich a partir del ajuste
de las isotermas de adsorción de cada metal como resultado de los ensayos en Batch. En el
caso del número de Peclet se utilizarán los valores obtenidos en los ensayos de trazador
para cada una de las velocidades. Los valores de los restantes parámetros se ajustarán de
acuerdo a los valores estimados a partir de los datos disponibles.
Los ensayos de flujo y transporte de los tres metales en los dos residuos se han realizado
con inyección en continuo de 91 volúmenes de poro de solución con el soluto para el
proceso de adsorción y con inyección en continuo de 127 volúmenes de poro de solución
sin soluto en el proceso de desorción. El procedimiento ha sido siempre el mismo para las
diferentes velocidades con el objetivo de tratar de saturar los sitios de adsorción y poder
comparar los resultados.
En los análisis de simulación se consideró degradación del soluto pero para todos los casos
la simulación ajustaba para valores de degradación inferiores al 0.002 % de la masa, a partir
de este valor las curvas de ajuste se separan de los datos experimentales.
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 314
8.6.1. El ensayo de flujo y transporte del Ni(II) con procesos de adsorción y desorción.
Para la obtención de la curva de paso o llegada del Ni(II) se realizaron los ensayos de flujo y
transporte en los dos residuos metalúrgicos (ACL y SAL). La adsorción del níquel ocurre
rápidamente al igual que en los ensayos Batch, la curva es asimétrica y presenta una gran
cola. Se puede apreciar que la curva de paso del efluente a través del residuo ACL y SAL
presenta un marcado carácter vertical a la salida del contaminante indicativo de un flujo de
pistón con predominio al parecer de la advección.
Modelo
0,5
v=14 cm/h; P=15; w=1; L=10 cm
Modelo
0,3 v=39 cm/h; P=36; w=0.06; L=10 cm
Modelo
0,0
0 50 100 150 200 250
Vp
1
Ni(II) Residuo SAL B
Parámetros del modelo de flujo y transporte
0,8 β = 0.78
n= 1
K f = 0.77
0,6
Cw/Co
Ap= 91
0
0 50 100 150 200 250
Vp
Figura 8.3. Simulación de la curva de paso del NI(II) en los dos residuos mineros, con el modelo de
dos sitios UFBTC que incluye las condiciones de adsorción no lineal y no equilibrio. A) Residuo
ACL y B) residuo SAL.
El valor de β en los ensayos de flujo y transporte por el residuo ACL experimenta una
variación en el caso de las dos velocidades extremas equivalente al 6%. El menor valor se
corresponde con el ensayo de mayor velocidad para el caso del residuo ACL. Este mismo
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 315
efecto se aprecia en el caso del valor de w donde se obtiene una variación de un orden de
magnitud entre las dos velocidades extremas (Figura 8.3A). Aunque el residuo SAL en el
caso del Ni(II) presenta una isoterma de adsorción lineal la obtención de un valor de β menor
que uno es una confirmación que el proceso de flujo y transporte se desarrolla en condiciones
no ideales o “no equilibrio”. Este mismo resultado lo muestra el valor de w que es menor que
uno. Los resultado del ajuste de los ensayos se muestran en la Tabla 8.3.
El hecho de que el Ni en el residuo SAL presente un valor de F que sea el doble del valor de
β se debe a que presenta una isoterma de Tipo C: Las isotermas de tipo C, no son más que las
isotermas lineales, donde se mantienen en equilibrio la masa del soluto en la solución acuosa
y la masa de soluto adsorbida en la matriz sólida, sin que se puedan especificar los
mecanismos de adsorción entre el soluto y el adsorbente (Sparks, 1995). La existencia de una
isoterma lineal es indicativo de que los sitios de adsorción permanecen constantes, o sea que
a medida que se adsorbe el soluto más sitios o lugares de adsorción se van creando. Esta
isoterma es también un indicativo de que el soluto puede entrar a regiones inaccesibles para
el solvente. Giles et al., (1960), plantea que el soluto entra más fácil a la matriz sólida que el
solvente. Según este autor normalmente este tipo de isoterma se mantiene constante hasta un
determinado valor de concentración en que la curva cambia bruscamente de pendiente y
adquiere en su parte superior una meseta completamente horizontal. Existen determinadas
condiciones en el medio poroso que favorecen la existencia de isotermas de tipo C: a)
existencia de moléculas muy flexibles en el medio poroso debido a diferentes grados de
cristalización de los minerales que lo forman (presencia de minerales amorfos, materia
orgánica, etc.); b) mayor afinidad del soluto con el sustrato que con el solvente; c) gran poder
de penetración del soluto en la matriz debido a sus características fisicoquímicas y d) la
existencia de determinadas condiciones en la estructura cristalina de los sólidos que permitan
su adsorción. Como hemos podido ver todas estas condiciones anteriormente descritas están
presentes en el residuo SAL.
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 316
8.6.2. El ensayo de flujo y transporte del Mn(II) con procesos de adsorción y desorción
En el caso de la curva de llegada del Mn(II) se puede apreciar por el valor de R igual a 24
que los residuos presentan una gran capacidad de adsorción de este metal. En la Figura 8.4
se aprecia que la saturación de los sitios de adsorción (Cw/Co=1) es afectada por la
velocidad de flujo. La simulación de la curva de paso del Mn(II) en los dos residuos
mineros, el modelo de dos sitios UFBTC-3 que incluye las condiciones de adsorción no
lineal y no equilibrio (histéresis del proceso de adsorción) presenta un buen ajuste, siendo
menos preciso en la parte del proceso de desorción.
En el caso del Mn(II) sucede lo mismo que en el Ni(II), el valor de R es muy superior al que
se obtiene para el PFBA (R=1). Esta diferencia es debido a la existencia de condiciones de
flujo y transportes no ideales. El valor de R es 4 veces mayor en el residuo ACL con
respecto al valor de R en el residuo SAL. En este caso esta diferencia está controlada por el
valor del pH, pues a pH ácido la movilidad del manganeso es mucho mayor (Saparks, 1995,
Tan, 1994).
Modelo
Cw/Co
0,0
0 50 100 150 200 250
Vp
1
Mn(II) Residuo SAL B
Parámetros del modelo de flujo y transporte
0,8 R =6
β =0.78
0,6 n =0.6
Cw/Co
Ap = 91
v=1,2 cm/h; P=7; w=0,1; L=5 cm
0,4
Modelo
0,2
0
0 50 100 150 200 250
Vp
Figura 8.4. Simulación de la curva de paso del Mn(II) en los dos residuos mineros, con el modelo
de dos sitios: UFBTC que incluye las condiciones de adsorción no lineal y no equilibrio. A)
Residuo ACL. B) Residuo SAL.
8.6.3. El ensayo de flujo y transporte del Cr(VI) con procesos de adsorción y desorción
En el caso del cromo sucede lo contrario de lo visto en el Ni y el Mn, en este caso el factor
de retraso es 2 veces mayor en el residuo SAL con respecto al residuo ACL. Esta diferencia
es debido al pH pues a pH ácidos la movilidad del cromo hexavalente es mucho menor.
En el caso del cromo se puede observar que el valor de β es superior a 0.7, en los dos
residuos lo que es indicativo de que los sitios de adsorción en equilibrio representan un
porcentaje importante. El valor de F es muy similar, lo que indica que la fracción de la
masa de soluto que se adsorbe rápidamente es muy importante y que esta adsorción
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 318
instantánea es la que determina en cierta medida el porcentaje de los sitios de adsorción que
está en equilibrio. Al igual que en los otros metales en el caso del Cr el valor del factor de
retardo está determinado principalmente por la adsorción instantánea, pues como se ha visto
en los ensayos Batch la adsorción ocurre muy rápidamente.
1,0 A
Cr(VI) Residuo ACL
Parámetros del modelo de flujo y transporte
0,8 R =5 Kf =30.35 n =0.46 Ap =91
β =0.8; 0.77; 0.72
0,6 v=1.2 cm/h; P=8; w=1; L=5 cm
Cw/Co
Modelo
0,4 v=14 cm/h; P=15; w=0.32; L=10 cm
Modelo
0,2 v=39 cm/h; P=36; w=0.05; L=10 cm
Modelo
0,0
0 50 100 150 200 250
Vp
1
Cr(VI) Residuo SAL B
Parámetros del modelo de flujo y transporte
0,8 R =9
β =0.78
n =0.26
0,6
Ap =91
Cw/Co
0
0 50 100 150 200 250
Vp
Figura 8.5. Simulación de la curva de paso del Cr(VI) en los dos residuos mineros, con el modelo
de dos sitios, UFBTC que incluye las condiciones de adsorción no lineal y no equilibrio. A)
Residuo ACL. B) Residuo SAL.
Las curvas de llegada de los solutos (metales) son asimétricas, presentando una gran cola.
El uso de un modelo con adsorción no lineal y condiciones de no equilibrio UFBTC-3
describe o simula la curva de llegada de los tres metales. Este modelo reproduce con
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 319
bastante exactitud la curva de llegada del los diferentes solutos, lo que indica que la
existencia de una cola tan larga es el resultado de la no linealidad de los procesos de
adsorción–desorción comprobado en los ensayos Batch (Capítulo 7).
Tabla 8.3. Tabla resumen de los parámetros utilizados para el ajuste de las curvas de llegada de los
ensayo de flujo y transporte de los tres metales en las columnas de residuo ACL y SAL.
Metal Residuo Vpi Vpd v P R β w Rm K2 F ξ η
Vp Vp cm/h
Mn(II) ACL 91 127 1.2 8 24 0.80 1.0 19.20 0.050 0.83 0 0
14.0 15 0.77 0.17 18.48 0.043 0.80 0 0
39.0 36 0.72 0.06 17.28 0.035 0.75 0 0
SAL 1.2 7 6 0.78 0.1 4.68 0.018 0.74 0 0
Ni(II) ACL 1.2 8 17 0.80 2.00 13.60 0.141 0.80 0 0
14.0 15 0.77 1.00 13.09 0.358 0.76 0 0
39.0 36 0.72 0.06 12.24 0.049 0.71 0 0
SAL 1.2 7 6 0.78 0.10 4.68 0.018 1.46 0 0
Cr(VI) ACL 1.2 8 5 0.80 1.00 4.00 0.240 0.77 0 0
14.0 15 0.77 0.32 3.85 0.390 0.73 0 0
39.0 36 0.72 0.05 3.60 0.139 0.66 0 0
SAL 1.2 7 9 0.78 0.01 7.02 0.001 0.79 0 0
Vpi, es volumen de poros de inyección(adsorción); Vpd, es volumen de poros de inyección de solución sin
soluto (desorción).
El hecho de que el valor de β sea significativamente menor que uno (β<1) es indicativo de
condiciones de flujo en régimen de no “equilibrio” o flujo y transporte de soluto no ideal.
Los resultados de un valor de β superior al 0.7 en los dos residuos es una muestra de que
más de un 70% de adsorción de la masa de soluto ocurre instantáneamente. Este valor de β
nos indica además que los sitios de adsorción donde se ha alcanzado el equilibrio son un
porcentaje muy elevado del total de sitios existentes. Con el incremento de la velocidad de
flujo en el ensayo realizado en el residuo ACL se aprecia que el valor de β disminuye un
6% indicativo de un incremento de las condiciones de no equilibrio, debido a que el tiempo
de tránsito del soluto por el medio es mucho menor, por lo que disminuye la adsorción del
soluto analizado. También del valor de β se puede deducir que un valor de
aproximadamente entre el 20 y 28% de la masa de soluto adsorbida puede estar controlada
por los sitios de tipo dos (S2), donde la transferencia de masa entre la solución y el sólido
está controlada por los procesos cinéticos o quimisorción.
Para el factor de retardo (R) se ha comprobado en los casos de que n es menor que 1 que el
valor de R depende de la concentración como sucede en los diferentes trabajos consultados
(Selim and Amacher, 1997, Wang et al., 1998). En todos los metales analizados el valor de
R es superior a 5 indicativo de las buenas propiedades de adsorción que presentan estos
residuos. Aunque este parámetro se ha considerado constante durante la simulación, en las
Figuras 8.3, 8.4 y 8.5 y Tabla 8.3, se puede comprobar que está ligeramente afectado por la
velocidad. El aumento de la velocidad disminuye considerablemente el tiempo de tránsito y
con ello el tiempo de interacción sólido-soluto para que ocurra la adsorción. Los mayores
valores de R se obtienen para los metales que presentan un valor de n menor y un mayor
valor de Kd.
El valor de Rm, revela claramente que la componente del valor de retardo equivalente a los
sitios de adsorción en estado de equilibrio es superior al 70% del valor total de R en los tres
metales (Ni, Cr y Mn) analizados y para los dos residuos.
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 321
El valor K2, para las mismas condiciones de ensayo en el caso del manganeso es de 0.05
para el residuo ACL y de 0.018 para el residuo SAL, como se puede ver en el residuo ACL
es más de dos veces el valor obtenido para SAL.
En el residuo ACL se puede apreciar una pequeña disminución del valor de K2 en función
de la velocidad a que se realice el ensayo, para los tres metales, siempre que las condiciones
de longitud de la columna de residuo y la velocidad de flujo sean las mismas.
El hecho de que para ajustar el modelo a los datos experimentales en el caso de los dos
residuos los términos fuente o sumidero ξ y η (debido a la degradación del soluto) son
considerados igual a cero (menor de 0.002), nos muestran que aparentemente los solutos
utilizados no sufren ningún tipo de degradación. Estos valores corroboran la información
obtenida mediante el empleo del microscopio electrónico sobre la composición de la matriz
del sólido empleado en los ensayos de flujo y transporte de los tres metales, donde no se
observó ninguna precipitación de los metales en otro tipo de minerales (Capítulo 7). Estos
resultados unidos a la velocidad con que ocurre la adsorción son indicativos de que el metal
es adsorbido al parecer en la superficie de las partículas sólidas debido a la acción de las
fuerzas electrostáticas (potencial zeta de las partículas sólidas).
El ajuste mejor logrado es el del Ni(II) en el residuo SAL, esto es probablemente debido a
que este presenta una isoterma de adsorción y desorción lineal aunque hay histéresis en el
proceso de adsorción y resulta mucho más fácil de simular por el modelo numérico que
cuando hay un marcado proceso de histéresis en el proceso de sorción pero que sus
isotermas son diferentes en cada proceso como es el caso de los otros dos metales en el
residuo SAL y de los tres metales en el residuo ACL que presentan isoterma de adsorción
no lineal y desorción lineal.
Las curvas de ruptura de los tres metales indican que el comportamiento de estos durante el
flujo y el transporte de contaminantes es no ideal. El uso de modelos que incluyen la
adsorción no lineal y que el proceso ocurre en dos sitios (diferentes intervalos de tiempo)
indican que el proceso de adsorción no lineal es la causa principal de que se obtenga una
gran cola en la curva de llegada.
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 322
Lo que más llama la atención dentro de estos ensayos es la capacidad de estos residuos para
retener los solutos, lo que queda demostrado con el elevado valor del factor de retardo (R)
en todos los solutos expresado en volúmenes de poros es siempre superior a 5 Vp (Tabla
8.3).
8.7. Conclusiones
Los resultados de los ensayos de flujo con procesos de adsorción–desorción nos permiten
llegar a las siguientes conclusiones.
- El PFBA es un buen soluto para ser utilizado como trazador en el conocimiento de las
propiedades del medio poroso. Su análisis resulta muy económico y se detecta para
concentraciones muy bajas de 0.001 mg/L.
- El uso de los modelos de equilibrio para simular los resultados del ensayo con el trazador
es muy bueno para la parte de la curva correspondiente al ensayo de adsorción y bueno en
el caso de la parte de la curva que corresponde al ensayo de desorción, aunque en este caso
se queda un poco por encima en la cola de la curva de llegada o paso del soluto. La causa
de esta pequeña cola se debe a la dispersión y al posible efecto de la difusión en la matriz
que sufre el soluto conservativo.
- La velocidad de flujo afecta la curva de llegada del trazador, a medida que disminuye la
velocidad la curva pierde simetría y aumenta la cola.
- Los resultados de los ensayos de Batch muestran una buena predicción de los resultados
del factor de retraso (R) en el caso de los tres metales, para los dos residuos.
más afectados por la velocidad a que se realiza el ensayo de flujo y transporte son β y R. La
diferencia del valor de β entre las dos velocidades extremas es del 6% para el residuo ACL.
La afectación del valor de R es pequeña entre las dos velocidades extremas del ensayo de
flujo y transporte en el residuo ACL, debido a que la velocidad con que ocurre la adsorción
de la masa de soluto es muy rápida.
- La obtención de un valor estimado de β entre 0.72 y 0.78 en todos los casos sugiere que
los sitios de adsorción de la masa de residuo que rellena la columna en estado de equilibrio
es menor del 80% del total.
- Los valores de F son similares a los de β en los tres metales en el residuo ACL y en el Mn
y en el Cr en el residuo SAL (Tabla 8.3). En el caso del Ni en el residuo SAL es
prácticamente el doble de β indicativo de que al parecer en el residuo SAL durante el
proceso de adsorción se mantienen constantes los sitios de adsorción en la matriz del medio
poroso, fenómeno característico de los materiales que presentan isoterma de adsorción
lineal (isotermas de tipo “C”, Clasificación de Giles et al, 1960).
- El uso de los modelos de dos sitios (UFBTC) que incluyen los proceso de sorción con
diferentes proporción e intensidad (adsorción física, química, etc.) e histéresis para modelar
los resultados de los ensayos de flujo y transporte de los tres metales en el medio poroso (en
los dos residuos) dan resultados satisfactorios en la simulación de las curvas de llegada de
los metales obtenidos en el laboratorio.
- El resultado del uso de los modelos de “Dos sitios” confirma las observaciones de los
ensayos de Batch y flujo y transporte de solutos, así como los resultados de análisis
semicuantitativo por microscopio electrónico de barrido de las muestras de residuo una vez
realizados los ensayos, donde se pudo comprobar la existencia de una masa de soluto
adsorbida que resulta prácticamente irreversible. Se observó como el proceso de adsorción
tiene dos componentes, una física (adsorción instantánea por fuerzas electrostáticas) que es
el principal para más del 70% de la masa del soluto adsorbido y una cinética, para el resto
de la masa. La masa adsorbida depende un poco de la velocidad del flujo y del tiempo de
residencia del soluto en el medio.
- Al modelo le resulta mucho más difícil reproducir los resultados del proceso de desorción
debido a que la cinética del proceso de desorción es mucho más lenta que la del proceso de
adsorción.
- Los ensayos pueden ser modelados con valores de los términos fuente o sumidero ξ y η
iguales a cero. Ello indica que, al parecer los solutos utilizados no sufren ningún tipo de
degradación o precipitación. Estos valores corroboran la información obtenida mediante el
empleo del microscopio electrónico sobre la composición de la matriz del sólido empleado
en los ensayos de flujo y transporte de los tres metales, donde no se ha observado ninguna
precipitación de los metales como otros minerales. Estos resultados son indicativos de que
el metal es adsorbido en la superficie de las partículas sólidas.
- La existencia de un transporte de solutos no ideal se debe principalmente a la
irreversibilidad del proceso de adsorción y en menor medida está condicionada por el
tiempo en que ocurre este proceso. El proceso o efecto más destacable es la irreversibilidad
Capítulo 8. Modelación del proceso de sorción en los ensayos de flujo y transporte 325
9.1. Introducción
Esto nos permite obtener las características físicas de densidad y permeabilidad de una
muestra de residuo con porosidad inicial similar a la que presenta la columna de
residuos estratificada, pero sin fisuras.
Al cabo de una semana se vierte una nueva masa de la mezcla (agua más residuo) de
idéntica composición sólido-líquido que la anterior y se sigue el mismo procedimiento y
así sucesivamente hasta confeccionar una columna de 11 capas que alcanzan una altura
de 29 cm.
Electroválvula
Sensor elctroválvula
Depósito de agua
Bombilla
Piezómetro
Ordenador Higrómetros
Filtros
TDR
Célula de carga
Tensiómetro
Foto 9.1. Disposición de la columna para el estudio de las propiedades hidromecánicas de los
residuos.
13º nivel
ivel
10º n
el
niv
el
niv
2º
7º
el
niv l
5º nive
4º
1º nivel
l
8º nive
14º
12
niv
º
el
niv
3º
el
9º n
6º nivel
niv
0 10 20cm
ivel
el
11.43
20
11 V
TDR
10 TN
14.29
Ø18
Ø8
9 Ø10
V
8 SP
T
7 SP
TDR
42.86
6 T
261.43
T
235.71
250
5 SP
207.14
TN
192.86
178.57
4 SP
164.29
TN
150
135.71
3
121.43
107.14
92.86
TDR
78.57
2
64.29
36.43
50
1
PP
0 10 20cm
CC
Figura 9.1. Ubicación de los sensores con relación a cada capa que forma la columna de
residuos. Los números de la izquierda indican la posición de cada una de las capas de residuo.
CC: célula de carga, TN: tensiómetro, PP: placa porosa, TDR: transductor de medida del
contenido volumétrico de agua, T: termómetro, SP: psicrómetro, V: higrómetro.
Una vez terminado el proceso de saturación de la columna con las 11 primeras capas y
pasadas 48 horas desde el inicio del proceso de saturación se vertió en la parte superior
de la capa 11 una nueva capa de residuo (la 12) de igual características que las
anteriores (2300 g de sólido y 3300 cm3 de líquido). Esta capa se dejó consolidar
durante 4 semanas con una lámina de agua en superficie de 6 mm, altura que
permaneció constante durante todo el período que duró el ensayo de permeabilidad. La
función de esta capa era sellar las grietas de la capa 11 y evitar la entrada por flujo
preferencial del trazador y los diferentes solutos de una manera directa en las grietas.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 332
9.3.1. Evaporación
Durante el ensayo de secado de cada una de las capas se controla la pérdida en peso de
agua en función del tiempo. En la Figura 9.3 se puede apreciar que la velocidad de
pérdida de peso por evaporación en cada una de las capas es similar. El ritmo de
evaporación está controlado por la humedad relativa, la temperatura y la velocidad del
aire en contacto con el residuo.
70
60
50
Humedad relativa en (%)
40 Capa 2 Temperatura en grados centígrados
30
20
0 1 2 3 4 5 6 7
Tiempo (días)
50
Capa 8
Capa 11
Capa 7
Capa 10
Capa 6
40
Capa 9
Capa 5
Capa 4
Peso (kg)
30
Capa 3
Capa 2
Capa 1
20
0
0 10 20 30 40 50 60 70
Tiempo (días)
Figura 9.3. Medidas de la pérdida de peso por evaporación en función del tiempo en cada una
de las capas de suelo colocadas en la columna.
1.0
y = 0.0072x - 0.0153
R2 = 0.99
2.0
y = 0.0297x - 0.0025
R2 = 0.97
3.0
9.3.2. Retracción
0.5
Capa 1
Capa 2
1.0
Retracción (mm)
Capa 3
Capa 4
1.5 Capa 5
Capa 6
Capa 7
2.0
Capa 8
Capa 9
2.5 Capa 10
Capa 11
3.0
Figura 9.4B. Resultados de la retracción vertical durante el proceso de secado de cada capa de
la columna de residuos.
Para obtener los resultados de la densidad que se muestran en la Tabla 9.2. en cada capa
de material vertida en el interior de la columna se medía la altura de ésta y como se
conoce el diámetro de la columna y el volumen de sólido vertido se determinaba la
densidad. Además al final del ensayo se realizaron los tres perfiles en la vertical en el
interior de la columna donde se tomaron muestras en cada una de las capas y se efectuó
la medida de la densidad y de la humedad en el momento de desmontar cada una de las
columnas.
En la Figura 9.5 se puede apreciar que la densidad seca de cada capa en la columna de
residuo varía muy poco con la profundidad (entre 1.34-1.41 g/cm3) (Tabla 9.2), lo que al
parecer indica que el proceso de consolidación inicial que experimenta la capa de suelo
por retracción es el que controla la densidad seca final de la muestra. Si se mide la
densidad seca en las zonas de las capas de residuo que no se han agrietado se puede ver
que la densidad es mayor que la densidad media (de tres puntos por capa) calculada para
toda la capa con un valor entre 1.43 y 1.45 g/cm3. Estos últimos valores de densidad se
corresponden con los observados en los ensayos de retracción desarrollados en el
laboratorio sobre muestras más pequeñas (Capítulo 6).
Tabla 9.2. Principales características finales de las capas de residuo que conforman la columna.
P H A V Ws ρd η Ww w Ag Vg
Capas (cm) (cm) (cm2) (cm3) (g) (g/cm3) (g) (cm2) (cm3)
N=3
1 -30.31 2.55 637.94 1626.75 2300 1.41 0.64 1047.40 0.46 48.80 124.45
2 -27.76 2.58 637.94 1645.89 2300 1.40 0.65 1066.54 0.46 49.38 127.39
3 -25.18 2.59 637.94 1652.27 2300 1.39 0.65 1072.92 0.47 49.57 128.38
4 -22.59 2.62 637.94 1671.41 2300 1.38 0.65 1092.06 0.47 50.14 131.37
5 -19.97 2.63 637.94 1677.79 2300 1.37 0.65 1098.44 0.48 50.33 132.38
6 -17.34 2.64 637.94 1684.16 2300 1.37 0.66 1104.82 0.48 50.52 133.39
7 -14.70 2.65 637.94 1690.54 2300 1.36 0.66 1111.20 0.48 50.72 134.40
8 -12.05 2.66 637.94 1696.92 2300 1.36 0.66 1117.58 0.49 50.91 135.41
9 -9.39 2.67 637.94 1703.30 2300 1.35 0.66 1123.96 0.49 51.10 136.43
10 -6.72 2.69 637.94 1716.06 2300 1.35 0.66 1136.72 0.49 51.48 138.49
11 -4.03 2.68 637.94 1709.68 2300 1.34 0.66 1130.34 0.49 52.06 139.51
12 -1.35 2.70 637.94 1722.44 2300 1.34 0.66 1143.10 0.50 ---- ----
Total 1461.6
P: profundidad de la superficie, H: espesor, A: área, V: volumen, Ws: peso de los sólidos, ρd: densidad
seca, η: porosidad, Ww:: peso de agua y w: humedad, Ag: área de grietas, Vg: volumen de grietas.
través de la superficie es mayor que en el caso de la muestra construida capa por capa.
Por otra parte, la variación de la densidad con la profundidad es más acusada en la
muestra continua procedente de un solo vertido (Figura 9.5). Esto parece indicar que en
este caso, la rigidez es menor y se produce un proceso de consolidación en condiciones
saturadas que conduce a densidades más altas a medida que aumenta la profundidad del
material que conforma la columna. En definitiva el cambio de volumen por
consolidación en la muestra continua saturada es mayor que el cambio de volumen por
retracción de las muestras construidas capa a capa.
-5
-10
Profundidad (cm)
-15
-20
En la Figura 9.6 se puede apreciar que la distribución de las grietas en cada una de las
capas no está estrechamente relacionada con la disposición de las grietas de la capa
subyacente o precedente. Tampoco se aprecia una distribución relacionada con la
posición de los sensores. Sin embargo, en todos los casos se ha observado la existencia
de determinados sectores donde se produce un contacto directo o intersección entre los
planos de grietas de la capa superior y la capa que le subyace (Figura 9.7).
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 337
Punto A
Punto B
Punto C
Punto A
Punto A
Punto B
Punto C
Punto B
Punto C
Capa 1 Capa 2 Capa 3
Figura 9.6. Disposición de las grietas en cada una de las capas que conforman la muestra de
residuo. El trazo más grueso se corresponde con la grieta formada inicialmente. Los puntos A, B
y C representan las zonas de muestreo en cada capa de residuo que forma la columna resultados
en la Tabla 9.2.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 339
Figura 9.7. Superposición de las capas por parejas donde se aprecian los puntos de contacto
entre las grietas de ambas capas. El color más claro corresponde a la capa superior.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 340
Punto A
Punto A
Punto B
Punto C
Punto C
Punto B
I
II
Punto A
Punto A
Punto B
Punto C
Punto C
Punto B
Figura 9.8. Esquema de la distribución exterior de las grietas en cada una de las capas de la
columna de residuo en que se ha realizado el ensayo de flujo y el de flujo y transporte. I) Vista
frontal y II) Vista trasera.
Si se superponen en un gráfico isométrico todos los puntos de unión entre las diferentes
capas, se puede observar que la conexión entre las fisuras es por determinados sectores
aunque el mayor número de puntos de interconexión se encuentra en el área central
(Figura 9.9).
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 341
II
I I´
II´
Capas 10-11
Capas 9-10
Capas 8-9
Capas 7-8
Capas 6-7
B Capas 5-6
Capas 4-5
Capas 3-4
Capas 2-3
Capas 1-2
Capas 10-11
Capas 9-10
Capas 8-9
Capas 7-8
C Capas 6-7
Capas 5-6
Capas 4-5
Capas 3-4
Capas 2-3
Capas 1-2
Figura 9.9. Representación de los puntos de interconexión entre capas (1-2, 2-3,3-4, 4-5, 5-6, 6-
7, 7-8, 8-9, 9-10, 10-11. A) Isométrico, B) Sección I-I´ y C) Sección II-II´.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 342
Como se puede ver en la Figura 9.10, el número de puntos o sectores de grietas con
contacto entre dos capas consecutivas no es constante, aunque en todos los casos es
mayor que 7. Sin embargo, el área de agrietamiento es muy parecida en cada una de las
11 capas analizadas (Tabla 9.2). El hecho de que el área de grieta sea muy similar en
cada capa garantiza un volumen de poros rellenos con el material de residuo vertido en
la nueva capa que le sobreyace muy similar en cada una de ellas.
-5
Capa10-11
Altura de la columna (cm)
-35
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Número de intersecciones entre fisuras
Figura 9.10. Número de sectores de los planos de grietas donde se produce una intersección
entre dos capas consecutivas.
50
40 Agua en la
superficie de
la muestra
35
Peso antes de iniciar
el proceso de
saturación
30
1 10 100 1000
Tiempo (minutos)
La evolución del peso en la columna (Figura 9.11) muestra que inicialmente el volumen
de agua que entra aumenta rápidamente, como lo muestra la pendiente de la curva. Este
volumen de agua que entra inicialmente se considera está asociado a la saturación de los
macroporos existentes en la columna, pues como se puede ver, a partir de los 10
minutos de iniciado el proceso de saturación se produce una estabilización de la curva
del volumen de agua que entra a la columna. Esto parece indicar que el volumen de
grietas que se indica en la Tabla 9.2, es mucho menor que el real, lo que muestra la
existencia de un volumen importante de macroporos no detectados como grietas, pero
que si pueden estar como microgrietas en cada una de las capas de residuo.
Los resultados de la evolución del contenido de humedad, de acuerdo con los datos de
los TDR, situados en el interior de la muestra de residuo que rellena la columna,
muestran que al parecer existe un flujo preferencial. Si se observa en la Figura 9.12B),
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 344
45
A
Llenado de los
40
poros más
pequeños
35
Humedad (%)
30
Llenado de los TDR-1 a la profundidad de 6.5 cm
25 macroporos
(fisuras) TDR-2 a la profundidad de 16.5 cm
20 TDR-3 a la profundidad de 27.9 cm
15
0 200 400 600 800 1000 1200
Tiempo (min)
0 Tiempos en
minutos
B
t=0
-5
TDR-1
t=6
-10 t=15
Profundidad (cm)
t=24
-15 TDR-2 t=297
t=607
-20
t=667
t=737
-25
TDR-3 t=1057
-30 t=1077
15 20 25 30 35 40 45 50
Humedad (%)
Figura 9.12. A) Evolución de la humedad en función del tiempo en tres puntos a diferentes
profundidades de la columna de residuo durante el ensayo de saturación (son valores
promedios). B) Evolución de la humedad con relación a la profundidad para determinados
momentos del ensayo de saturación que se muestra de manera continua en la parte superior
(Figura 9.12A).
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 345
Los resultados de detección de flujo preferente en una columna rellena con un material
poroso con el uso de TDR obtenidos en este trabajo son coherentes con los obtenidos
por Persson and Berndtson, (1997) y los de Alemi-Ichola, (1998) en columnas de suelo
no saturados.
100
Humedad relativa del aire (%)
90
80
70
60
Higrómetro a la profundidad de -10.8 cm
Higrómetro a la profundidad de -5.4 cm
50
1 10 100 1000
Tiempo (min)
Figura 9.13. Evolución de la humedad relativa en dos puntos en profundidad de la columna de
residuos.
0
Tiempo en minutos
-5 t=0 t=15 t=24 t=159 t=297
t=507 t=607 t=667 t=737
-10
Sp1
Profundidad (cm)
-15 Sp2
-20 Sp3
Sp4
-25
-30
-35
0.60 0.50 0.40 0.30 0.20 0.10 0.00
Succión (MPa)
Figura 9.14. Evolución de la succión en función del tiempo en el interior de la columna durante
el proceso de saturación (valores promedios). Las medidas de la succión se realizaron con el
psicrómetro. Sp, psicrómetro.
A partir de los datos de succión medidos con los psicrómetros instalados en la columna,
el índice de poros (e) correspondiente a la zona de la columna donde se encuentra y la
curva de retención determinada para diferentes índices de poros en el Capítulo 6, se
puede obtener el grado de saturación del material que rellena la columna (Figura 9.15).
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 347
1.00
0.10
Succión (MPa)
0.01
Valor de la succión medida con los psicrómetros
Succión medida con los tensiómetros
Succión calculada a partir de la humedad medida en el TDR
Modelo de Van Genuchten
0.00
0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0
Grado de saturación
Figura 9.15. Curva de retención del ciclo de mojado, elaborada con las medidas de los
psicrómetros, tensiómetros y el TDR utilizados durante el proceso de saturación de la columna
de residuos.
Tabla 9.3. Valores de Po y λ obtenidos del ajuste de la curva de retención (Figura 9.15).
Índice de poros (e) Ensayo Po (MPa) λ
1.78-1.94 Humedecimiento 0.109 0.379
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 348
Si se superponen los resultados de las curvas de retención durante los ciclos de mojados
obtenidas en los ensayos realizados con muestras pequeñas y analizados en el Capítulo
6 y los medidos en la columna grande durante el proceso de saturación, se puede
apreciar la coherencia de los resultados obtenidos (Figura 9.16). La diferencia que se
aprecia, es debido a que el índice de poros (e) de la columna grande no es
completamente homogéneo y en cada uno de los puntos medidos es ligeramente inferior
que las muestras estudiadas en el laboratorio.
1.00
0.10
Succión (MPa)
0.01
Valor de la succión medido con los psicrómetros
Succión calculada a partir de la humedad medida con TDR
Succión medida con los tensiómetros
Modelo de Van Genuchten
0.00
0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0
Grado de saturación
Figura 9.16. Curva de retención del ciclo de mojado, elaborada con las medidas del psicrómetro
sobre muestras individuales y la obtenida en la columna durante la saturación.
0 Tiempo en minutos
t=0
-5 V TDR-1 t=6
t=15
-10
Profundidad (cm)
V t=24
Sp1
t=159
Sp2
-15 TDR-2 t=297
t=507
-20 Sp3 t=607
t=667
Sp4
-25 t=737
TDR-3
t=1057
-30 t=1077
15 20 25 30 35 40 45 50
Humedad (%)
Figura 9.17. Perfil de humedad en profundidad a diferentes intervalos de tiempo en la columna
de residuos durante el proceso de saturación.
Durante el ensayo de saturación de la columna llena con los residuos del proceso ACL
se experimentó una consolidación del material (Figura 9.19), donde se puede apreciar
una reducción en la altura de la columna de 2.5 mm. Estos resultados son coherentes
con lo observado con anterioridad en los ensayos de colapso con el residuo ACL en
edómetros convencionales analizados en el Capítulo 6.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 350
28
26 Ts
25
T3
Temperatura oC
20
200 700 1200 1700 2200 2700 3200
Tiempo (min)
Tiempo (min)
1 10 100 1000 10000
0.0
0.5
Asiento (mm)
1.0
)
(
1.5
2.0
2.5
3.0
Como resultado final del proceso de montaje y saturación se obtuvo una columna de 12
capas con 31.5 cm de altura, 637.94 cm2 de área, una porosidad media de 0.65 y un
volumen de poros equivalente a 13.302 litros de agua. La masa de residuos sólidos es
27.6 Kg, el diámetro 28.5 cm y la densidad seca media es de 1.36 g/cm3.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 351
60000
50000
L=31.5 cm
Volumen de agua (cm3)
Diámetro =28.5 cm
40000
Gradiente 1.1
V = 17.77t + 455.12
30000 R2 = 0.999
10000
0
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Tiempo( min)
Figura 9.20. Resultados del ensayo de permeabilidad realizado en la columna para flujo
estacionario y gradiente hidráulico constante.
1.E-05
1.E-06
1.E-07
(m/s)
kk (más)
1.E-08
1.E-09
1.E-10
0.50 0.55 0.60 0.65 0.70 0.75 0.80
Porosidad
Muestra continua ensayo cámara triaxial: altura total 120 mm y diámetro 100 mm
Muestra continua ensayo a carga constante: altura total 50 mm y diámetro 50 mm
Muestra en capas agrietadas h=10 mm ensayada en cámara triaxial: altura total 120 mm y díámetro 100 mm
Muestras en capas agrietadas h=20 mm ensayo cámara triaxial: altura total 120 mm y diámetro 100 mm
Muestra en capas agrietadas h=40 mm ensayada en cámara triaxial: altura total =120 mm y diámetro 100 mm
Columna gran diámetro en capas agrietadas altura media por capa 25 mm: altura total 315 mm y diámetro 285 mm
Los resultados muestran que la llegada del soluto es más rápida que lo observado en los
ensayos de flujo y transporte de soluto en los ensayos de flujo en columna con HPLC
realizados en muestras de residuo homogéneas, y en condiciones de presión atmosférica
y temperatura de laboratorio analizados con anterioridad en el Capítulo 7. En la Figura
9.22, se observa que la curva de llegada es asimétrica y con una gran cola, así como que
el pico de máxima concentración de la masa se encuentra muy desplazado hacia la
izquierda, indicativo de la presencia de procesos físicos de no-equilibrio, como mal
empaquetamiento de la columna o la existencia de flujo preferencial en el medio. En
este caso es debido a la existencia de discontinuidades ocasionadas por las grietas de
desecación.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 354
0.03 PFBA
0.02
Cw/Co
0.01
0.00
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5
Pv
Figura 9.22. Curva de llegada del PFBA en el ensayo de flujo y transporte realizado en la
columna de residuo con grietas de desecación y estratificación. Ancho de pulso (AP=0.041VP),
velocidad 2.6 cm/h.
Si superponemos los resultados del flujo y transporte por el medio poroso homogéneo y
los del ensayo de la columna de residuo con presencia de estratificación y grietas de
desecación, se puede comprobar la existencia de comportamientos muy diferentes en
ambos casos (Figura 9.23). La dispersión en la columna de residuo agrietada es mucho
mayor que en la columna con flujo por el medio poroso.
0.05
Columna de residuos en capas agrietadas de h=25.5 mm y
porosidad del 65%
0.04
Columna de residuos homogéneos y porosidad del 65%
0.03
Cw/Co
0.02
0.01
0.00
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5
Volumen de poros
Figura 9.23. Representación del ensayo de trazador en el medio poroso homogéneo y de la
columna con presencia de flujo preferencial. Ambos ensayos se han realizado para un mismo
ancho de pulso (AP=0.041 Vp) y una misma velocidad (v=2.6 cm/h).
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 355
0.25
Ni(II)
0.2
0.15
Cw/Co
0.1
0.05
0
8 9 10 11 12 13 14 15 16
Volumen de poro
Figura 9.24. Curva de llegada del Ni en el ensayo de flujo realizado en la columna de residuos
con grietas de desecación y estratificación. Ap=10, v=2.6 cm/h, L=31.5 cm.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 356
1
Diferencia en la salida del Ni en el efluente de las dos columnas
0.8
0.6
Cw/Co
0.4
0.2
0
0 5 10 15 20 25 30
Volumen de poros
Columna de residuos agrietada en capas de h=25.5 mm, porosidad media del 65%
Columna de material homogéneo, porosidad del 65%
Figura 9.25. Curvas de llegada del ensayo de flujo y transporte de Ni por el medio poroso y por
la columna de residuo con grietas de desecación. En ambos casos se empleó la misma
concentración inicial (Co=477 mg/L), la misma velocidad (v=2.6) cm/h. El ancho del pulso en el
medio poroso es de 15 Vp y en la columna agrietada es de 10 Vp.
En este caso puede considerarse que el proceso principal que condiciona la adsorción
del Ni en la matriz del medio poroso es la fuerza electrostática de las partículas sólidas
(potencial zeta), al igual que en el caso de los ensayos Batch y flujo y transporte en el
medio poroso homogéneo. El análisis mineralógico de las muestras, y el análisis bajo el
microscopio electrónico, no muestran la existencia de precipitados, ni nuevos minerales
formados. Al parecer en el proceso de adsorción la componente química es muy
pequeña en comparación con los procesos físicos de adsorción.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 358
Punto A
Punto A
Punto A
Punto B
Punto C
Punto B
Punto C
Punto B
Punto C
Capa 10 Capa 11 Capa 12
Sa (mg/kg)
Sa (mg/kg)
Punto A
Punto A
Punto B
Punto C
Punto B
Punto C
Punto B
Punto C
4000 4000
4000
Sa (mg/kg)
Sa (mg/kg)
3000 3000
Sa (mg/kg)
3000
2000 2000
2000
1000 1000
1000
0 0
0
A B C A B C
A B C
Figura 9.26. Masa adsorbida de Ni en tres puntos pertenecientes a diferentes capas de la
columna de residuo.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 359
4000
Puntos A
Puntos B
3000 Puntos C
Sa (mg/kg)
2000
y = 4546.4e-1.9578x
R2 = 0.83
1000
0
0 1 2 3 4 5
Distancia a la grieta (cm)
Figura 9.27. Concentración de Ni(II) en los diferentes puntos analizados con respecto a su
distancia a la grieta.
Tabla 9.6. Masa de Ni(II) adsorbida en cada una de las capas que conforman la muestra de
residuo respecto a la distancia del punto de muestreo a la zona de fisuras. Co=417 mg/L de
Ni(II), Sa: masa de soluto adsorbida.
Puntos A B C
Distancia Sa Distancia Sa Distancia Sa
Capa a la grieta (cm) (mg/Kg) a la grieta (cm) (mg/Kg) a la grieta (cm) (mg/Kg)
1 2.64 10.10 2.90 2.78 1.58 192.52
2 0.79 882.80 1.32 642.54 2.38 172.25
3 0.26 2972.97 3.43 72.91 2.64 232.45
4 0.26 3362.90 0.21 3202.56 0.05 3612.52
5 4.22 2.60 2.90 4.25 0.79 702.62
6 2.58 20.20 0.06 3782.12 1.32 392.25
7 2.90 162.00 0.53 1662.11 2.11 9.87
8 1.06 592.00 0.05 3962.59 2.11 232.23
9 3.93 72.05 0.79 1262.00 0.26 2502.78
10 2.11 102.00 0.26 2842.36 1.32 192.56
11 1.32 492.04 0.26 2442.28 0.79 1192.33
12 3293.50 3197.20 3129.39
no es muy fácil que la existencia de un tiempo prolongado de flujo pueda lavar todo el
color fijado en las partículas.
Una vez desmontada y cortada la columna las zonas teñidas con fluoresceína se
distinguen cuando son examinadas con una lámpara de luz ultravioleta (UV). Se pueden
observar y fotografiar las zonas tintadas siempre y cuando se disponga de la cámara
fotográfica adecuada, pues requiere de un elevado tiempo de exposición de la película y
la utilización de un filtro que sea capaz de captar el reflejo de la luz. La foto se ha de
realizar a oscuras al menos para el caso que nos ocupa (Foto 9.3).
Las áreas de mayor concentración de fluoresceína sódica se correspondían con las zonas
de mayor fosforescencia; con el reconocimiento de la superficie fracturada de la
columna se ha observado que estas zonas coinciden con los principales sectores de
distribución de las grietas, documentadas en cada capa durante el proceso de formación
de las grietas de desecación, cuando se realizó el montaje por capas de la columna
(Figura 9.6 y 9.7; Foto 9.3). Asimismo se pudo observar la existencia de una variación
considerable de la intensidad de reflejo fosforescente de las zonas de grietas a las no
agrietadas.
Foto 9.3. Aspecto de una sección de la columna después de realizar el experimento con la
fluoresceína sódica.
con los trabajos de Bronswijk, (1988); Drumm et al., (1997); Jorgensen et al., (1998) en
suelos naturales. En todos estos trabajos se ha observado que el flujo está afectado por
la presencia de grietas de desecación. Drumm et al., (1997) comprobó en arcillas un
incremento de la conductividad hidráulica de tres órdenes de magnitud con respecto al
medio poroso sin agrietar. Jorgensen et al., (1998) observó en ensayos de flujo y
transporte de plaguicidas y de cloruro en una columna de arcillas con presencia de
grietas (rellenas del mismo material que el material que forma el medio poroso) que el
tiempo de tránsito de dichos solutos era mucho menor que el del medio poroso y que el
valor de la permeabilidad del material agrietado era varios órdenes de magnitud mayor
que en el medio poroso no agrietado.
En la Figura 9.28 se aprecia que el modelo reproduce el ensayo de flujo y transporte del
PFBA en el medio poroso, pero sin embargo es incapaz de reproducir el ensayo de la
columna con presencia de grietas y estratificación considerando los mismos parámetros
de entrada. Este hecho se debe a que el flujo y el transporte del PFBA en la columna
agrietada se desarrollan por flujo advectivo a través de la fractura y difusión en la
matriz. El flujo preferencial por la fractura provoca una disminución considerable en el
tiempo de tránsito de soluto por el medio poroso.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 363
0.05
Columna de residuos homogéneos y porosidad del 65%
A Modelo
0.04
Ensayo PFBA
0.03 R =1 Ap =0.041
P =10 v =2.6 m/s
Cw/Co
0.02
0.01
0.00
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0
Volumen de poros
0.05
Columna de residuos en capas agrietadas y porosidad del 65%
B Modelo
0.04
Ensayo con PFBA
R =1 Ap =0.041
0.03 P =10 v =2.6 m/s
Cw/Co
0.02
0.01
0.00
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0
Volumen de poros
Figura 9.28. Resultados de la modelación de los ensayos de flujo y transporte con el trazador
PFBA. A) Columna con medio poroso homogéneo. B) Columna con grietas de desecación y
estratificación.
En el caso del flujo y el transporte del Ni por el medio poroso homogéneo los modelos
de “Dos sitios” reproducen muy bien la curva de llegada del Ni. Sin embargo, en el caso
del ensayo del flujo y transporte de Ni en la columna con grietas de desecación el
modelo no reproduce la curva de llegada del Ni, considerando los mismos parámetros
que en el ensayo anterior.
Capítulo 9. Influencia del comportamiento hidromecánico de los residuos en el flujo y transporte 364
1.0
Parámetros del modelo de flujo y transporte
0.8 P=10 R=16 β=0.8 w =2 Ap =15 n =0.15
0.6
Cw/Co
0.4
0.2
0.0
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Volumen de poros
0.1
0.0
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Volumen de poros
Columna de residuos en capas de h=25.5 mm agrietadas , porosidad media del 65%
Modelo
Figura 9.29. Resultados de la modelación de los ensayos de flujo y transporte con Ni. A)
Columna con medio poroso homogéneo. B) Columna con grietas de desecación y
estratificación.
reales el agua que circula por el medio poroso se mueve a una velocidad muy inferior al
agua que circula por las fracturas (Figura 9.30).
0.3
Parámetros del modelo de flujo y transporte
P =10 R =16
0.2 β =0.19 w =2 Ap =15 n =0.15
Cw/Co
0.1
0.0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Volumen de poros
Columna de residuosen capas de h=25.5 mm agrietadas, porosidad media del 65%
Modelo
Figura 9.30. Resultados de la modelación de los ensayos de flujo y transporte con Ni, variando
el parámetro β.
El hecho de que los modelos de “Dos Sitios” no reproduzcan los resultados del ensayo
de flujo y transporte de soluto tanto conservativo como no conservativo en el caso de la
columna con grietas de desecación, se debe a que están formulados para el flujo en el
medio poroso homogéneo, sin tener en cuenta la existencia de flujo preferencial.
9.6. Conclusiones
- Las grietas de desecación en las diferentes capas de residuo aparecen para valores de
saturación muy altos, superiores al 85%. La retracción vertical por secado representa
una deformación vertical del orden del 8.5%.
- La disposición de las grietas en cada capa es independiente de las capas que la rodean.
Sin embargo, la geometría circular de la sección de la columna tiende a favorecer que la
comunicación entre las fisuras de dos capas adyacentes esté más concentrada cerca del
eje de la columna.
- Los resultados de los ensayos de permeabilidad muestran que las grietas de desecación
incrementan la permeabilidad casi tres órdenes de magnitud con relación a la del medio
poroso homogéneo. Este es un aspecto de extraordinaria importancia en la
hidrogeología, pues disminuye el tiempo de tránsito de los contaminantes por el medio
poroso incrementando el riesgo de contaminación de los acuíferos.
- Los modelos de “Dos sitios” utilizados reproducen muy bien el flujo y el transporte de
solutos en los residuos cuando el medio poroso es homogéneo, sin embargo, no lo
reproducen si en el medio existe flujo preferencial, debido a las grietas de desecación,
considerando los mismos parámetros utilizados para la modelación del medio poroso.
Capítulo 10. Conclusiones 369
Los residuos minero-metalúrgicos en los que se centra esta investigación son prácticamente
desconocidos en cuanto a sus propiedades físico-mecánicas, mientras que el
comportamiento hidromecánico y sus características geoquímicas no habían sido
evaluados. Los estudios realizados en la zona y otras áreas del mundo donde se presentan
residuos similares se han centrado fundamentalmente en: I) la posible aplicación como
materia prima en la industria metalúrgica (composición mineralógica y posible tratamiento
metalúrgico, ver capítulo 2, apartado 2.6) y II) sus propiedades físico-mecánicas.
contorno sobre el proceso de secado. Además, permitió evaluar como influyen las
características de las muestras sobre la distribución de las fisuras.
- El cálculo de las proporciones de mezclas entre las aguas subterráneas del acuífero aluvial
y las de lixiviado de la presa de residuos muestra que es muy importante, llegando a ser de
un 20% en los pozos cercanos a la presa de residuos.
Capítulo 10. Conclusiones 372
- Los estudios de laboratorio muestran que el material de las presas de colas se caracteriza
por una granulometría limo-arcillosa y una permeabilidad no saturada muy baja,
condicionada por el grado de saturación y la histéresis de los residuos durante los procesos
o ciclos de secado y humedecimiento.
- Los resultados del estudio del comportamiento hidromecánico de los residuos ACL,
parámetros de resistencia a la tracción, resistencia a la comprensión, magnitud de la
retracción y módulo de deformación, muestran una alta dependencia del grado de
saturación, alcanzándose los mayores valores de resistencia a la compresión y la tracción
para saturación entre el 80 y 86%.
- De acuerdo con los resultados de los diferentes ensayos de secado de las muestras por
evaporación, se puede concluir que la velocidad de secado de una muestra depende de la
masa de aire que está en contacto con ella y de la renovación del aire. La evaporación es
más intensa en la columna grande donde el aire circula por la parte superior de la muestra,
que en condiciones de atmósfera de laboratorio abierta y que en los contenedores cerrados
para un mismo valor de succión.
Capítulo 10. Conclusiones 373
- Cuando se coloca material muy húmedo sobre una capa de material agrietado por
retracción, este material rellena las fisuras. Sin embargo, cuando se seca nuevamente el
conjunto de las paredes de la antigua grieta casi no se mueve pues su retracción es mínima
en el segundo secado, pero el nuevo material que ha entrado en su interior retrae
considerablemente en su primer secado (Figura 6.11 y 6.17). Este mecanismo facilita la
creación de caminos preferenciales para el flujo y transporte de solutos.
- La isoterma de desorción es lineal en los tres metales para los dos residuos mostrando la
existencia de histéresis en el proceso de sorción.
- El transporte de los tres metales (Cr, Ni y Mn) por el medio poroso es retardado
principalmente por la adsorción instantánea, debido a las fuerzas electrostáticas de las
partículas sólidas que forman la matriz del medio poroso y en menor medida por la
capacidad de intercambio de los residuos.
Capítulo 10. Conclusiones 374
- La adsorción por fuerzas electrostáticas debido a la carga de las partículas sólidas que
conforman el medio poroso de los dos residuos es la principal causa de la adsorción de los
tres metales. La carga electrostática de cada residuo está condicionada por el pH (potencial
zeta o pH al que la carga de los sólidos es cero).
- La existencia de un pequeño retardo del momento de pico en las curvas de llegada del
trazador PFBA y la presencia de colas es atribuible a la dispersión en la matriz, debido a la
fracción de agua que se encuentra en la región inmóvil y a la heterogeneidad del medio
poroso.
- Las curvas de llegada de los tres metales se caracterizan por la existencia de asimetría y
una gran cola evidenciando que el flujo y transporte de estos metales por el medio poroso
es no ideal. Este comportamiento se debe a la existencia de un proceso de adsorción no
lineal con una marcada histéresis.
- El transporte de los tres metales (Cr, Ni y Mn) por el medio poroso es afectado
significativamente por la presencia de otros solutos, lo que se pone de manifiesto con una
reducción significativa del tiempo de tránsito y especialmente por aquellos que presentan
características de adsorción similares (Ni y Mn). Además, reduce la masa de soluto
adsorbida, aunque aún sigue siendo mayor que la retenida por diferentes materiales y suelos
naturales (Tabla 7.8,7.9,7.10).
- El transporte binario del Ni y el Mn a través del residuo ACL experimenta una notable
reducción del tiempo de tránsito de este soluto en comparación con los ensayos de solutos
realizados por separado. Estos resultados se deben a la competencia que experimentan el Ni
Capítulo 10. Conclusiones 375
- Los resultados de los ensayos de adsorción Batch y los de flujo realizados a través del
medio poroso con un trazador muestran resultados coherentes para predecir el flujo y
transporte del Cr, Ni y Mn en los dos residuos.
El uso de los modelos de “Dos Sitios” en este trabajo ha permitido obtener resultados
coherentes con el modelo conceptual establecido para el flujo y el transporte advectido con
difusión en la matriz del medio poroso formado por los residuos. El ajuste de los
parámetros del modelo ha resultado relativamente sencillo debido a que inicialmente se
tiene información de los ensayos de laboratorio que permiten tener un valor estimado de
partida para la realización del ajuste. En el ajuste los coeficientes que controlan los
procesos de transferencia de masa han sido los únicos que han tenido que ser ajustados
numéricamente, por lo que el verdadero número de parámetros que hay que calibrar es
mínimo.
Los resultados de los modelos y los ensayos de adsorción en Batch son coherentes en cada
Capítulo 10. Conclusiones 376
- Los resultados de la simulación numérica con los modelos de “Dos sitios” indican que la
existencia de un proceso de adsorción no lineal es la causa principal de un transporte de
soluto no ideal, caracterizado por la existencia de asimetría y una gran cola, mientras que el
tiempo en que ocurre la adsorción y los procesos de quimisorción desempeña un papel
secundario.
- Estos modelos permiten simular tanto solutos conservativos como reactivos con adsorción
lineal, no lineal y con ausencia de equilibrio, donde el control de la transferencia de masa
depende de la cinética de un determinado porcentaje de los sitios de adsorción.
- El uso de otros modelos que consideran equilibrio local e isoterma de adsorción lineal no
da buenos resultados en el ajuste de los experimentos realizados en esta investigación.
- Es de señalar que los resultados del modelo del flujo y transporte de solutos por el medio
poroso, realizados en el laboratorio con estricto control de las condiciones de contorno
pueden hacer creer que es posible modelar el flujo y el transporte de soluto en las presas de
residuo. Sin embargo estos resultados de laboratorio hacen suponer condiciones del medio
homogéneas en cuanto a sus propiedades físicas, químicas y biológicas que normalmente
no existen a escala real en el terreno.
- Los resultados del ensayo del flujo y transporte del trazador PFBA, donde se aprecia un
frente adelantado de la curva de llegada con una gran cola, son coherentes con el modelo
conceptual de existencia de flujo advectivo a través de las fracturas, combinado con el
proceso de difusión del soluto en la matriz del medio poroso.
10.7. Conclusión general
Capítulo 10. Conclusiones 378
- Los resultados obtenidos del comportamiento hidromecánico de los residuos bajo estricto
control de las condiciones de laboratorio, presentan cierta limitación para poder predecir el
comportamiento del flujo y transporte de los contaminantes en condiciones naturales a
escala real, debido a que está reconocido que el flujo y transporte de los solutos en el
terreno es un proceso complejo, afectado por un gran número de procesos físicos, químicos,
biológicos y en muchos casos factores antropogénicos.
- Sin embargo, de acuerdo con los resultados del laboratorio que incluyen, I) la
permeabilidad del medio poroso homogéneo saturado y no saturado, II) la concentración de
metales (Cr, Ni y Mn) en el agua intersticial de los residuos y en los residuales líquidos
vertidos, III) la capacidad de adsorción de los residuos, IV) el factor de retardo (R) que
experimentan el Ni, Cr y Mn durante los ensayos de flujo y transporte por el medio poroso
y V) la capacidad de adsorción de la goethita y la hematita que representan las fases
minerales predominantes (más del 60%), en la matriz del medio poroso no saturado del
acuífero aluvial (parte superior primeros 4 metros), difícilmente se podría explicar
mediante la ecuación de flujo y transporte habituales, la presencia de la elevada
contaminación por Cr, Ni, Mn e Fe medida en el acuífero aluvial, que en algunos casos
presenta valores similares a los del agua intersticial de los residuos.
- Debido a la composición química de la fase sólida y de las aguas intersticiales, así como
la composición de los residuales líquidos y de acuerdo con lo establecido en el real decreto
849 del año 1986, los residuos SAL y ACL estudiados se encuentran en la lista número dos
de sustancias contaminantes de La Unión Europea, la lista de sustancias contaminantes de
la EPA y en la legislación ambiental cubana.
- De acuerdo a sus propiedades físicas, el riesgo ambiental está presente por la fina
granulometría de sus partículas y la naturaleza poco cohesiva del residuo, que combinadas
con las condiciones climáticas de la región (más de 2000 mm/año de precipitación) pueden
facilitar la erosión por la escorrentía superficial y con ello contribuir a la contaminación de
las masas de aguas superficiales y marinas. Además, el hecho de que más del 10%
presentan una granulometría inferior a una micra genera el riesgo de que puedan ser
erosionadas y transportadas por el aire y al ser muy ricos en metales pesados pueden afectar
la salud de la población.
De acuerdo con los resultados de esta investigación se han abierto nuevas interrogantes que
permiten establecer diferentes líneas de investigación, las que pueden ser de dos formas: I)
uso y aplicación inmediata de los resultados y utilización de los equipos desarrollados y II)
Capítulo 10. Conclusiones 380
- Trabajar en el estudio de flujo y transporte de multisolutos por la matriz del medio poroso
formado por estos residuos, para diferentes condiciones de pH.
- Estudiar “in situ” las propiedades hidromecánicas de los residuos mineros y la posibilidad
de realizar ensayos de flujo y transporte de soluto en condiciones de campo.
-Trabajar en la línea de investigación para utilizar los residuos ACL para neutralizar aguas
ácidas. Evaluar su posible utilización en la descontaminación de aguas residuales ácidas
ricas en metales pesados, que son vertidas por la industria del proceso metalúrgico de
lixiviación con ácido sulfúrico (SAL) al río Cabañas.
establecer una serie de piezómetros o pozos para obtener muestras de agua en los sectores
que no existen pozos para controlar la evolución de la contaminación.
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Tabla A1.6. Inventario de puntos de agua del INRH, (1986). Principales características físicas y químicas de las aguas en el municipio Moa (Figura 5.1).
Punto Cota Topográfica Coordenadas UTM pH SiO2 CE(µS/cm) HCO3- Cl- SO4= Ca2+ Mg2+ Na+ K+ TSD
(m.s.n.m) X Y (mg/L) (mg/L) (mg/L) (mg/L) (mg/L) (mg/L) (mg/L) (mg/L) (mg/L)
50 8.2 699.90 221.10 7.8 35.34 167.70 106.01 0.69 8.40 1.50 23.57 0.70 0.04 141.27
51 47.0 716.90 218.23 8.2 83.06 1297.47 549.18 129.93 33.49 30.06 77.50 135.70 1.25 957.47
52 80.0 696.45 220.00 7.5 34.94 218.87 104.83 16.49 9.60 3.19 16.80 15.75 0.59 167.61
53 40.0 699.45 221.02 8.0 39.22 263.33 117.65 20.07 12.96 20.62 16.09 9.20 0.47 197.42
54 6.0 699.20 221.10 7.4 6.12 322.09 181.78 19.15 9.12 7.25 34.70 8.05 0.00 260.41
55 5.0 699.20 221.10 7.4 60.59 322.09 181.78 19.15 9.12 7.25 34.70 8.05 0.00 260.41
56 5.0 699.30 221.18 7.5 91.53 632.97 274.59 45.64 46.53 5.47 59.89 37.38 0.58 470.44
57 5.0 699.18 221.03 7.3 76.56 392.35 229.68 14.25 16.32 7.92 43.39 8.05 1.37 321.34
58 5.0 699.28 221.08 7.5 55.00 410.74 165.00 14.25 55.76 7.92 43.39 11.00 1.00 298.68
59 5.0 699.28 221.08 7.5 55.00 410.74 165.00 14.25 55.76 7.92 43.39 11.00 1.00 298.68
60 5.0 699.65 221.40 7.5 76.56 368.60 229.68 14.25 5.76 7.92 43.39 6.90 0.58 308.84
61 460.0 714.00 209.85 6.2 17.27 99.98 51.80 9.22 1.44 0.80 10.60 4.14 0.16 78.52
62 40.0 692.35 222.40 8.44 111.87 723.61 335.61 70.92 25.20 12.02 82.69 21.85 0.00 548.65
63 6.0 699.35 221.90 6.7 72.35 360.29 217.05 19.72 0.00 12.71 36.22 11.50 0.59 298.15
64 5.0 700.24 222.16 7.0 58.41 430.56 175.24 18.90 42.24 9.92 19.15 48.30 0.12 314.23
65 5.0 699.30 221.93 6.6 62.62 10665.98 187.87 255.31 4072.32 130.26 1016.68 42.55 2.26 5707.61
66 5.0 699.10 221.05 7.35 41.25 294.59 123.75 18.72 26.40 10.52 27.36 8.05 1.76 216.92
67 5.0 699.30 221.05 7.4 54.92 355.23 164.75 17.73 32.64 10.02 36.48 7.36 0.00 269.34
68 20.0 696.50 221.20 7.45 36.61 211.07 109.84 14.18 4.80 6.01 17.02 13.80 0.00 166.01
69 11.0 707.10 216.45 7.4 53.67 258.44 161.02 10.64 2.40 7.01 29.12 5.98 0.00 216.53
70 10.0 707.05 217.10 6.9 22.37 128.42 67.12 10.64 1.92 6.01 12.16 2.94 0.00 101.15
71 18.0 696.80 224.90 8.0 18.92 200.50 56.75 39.01 1.44 4.33 13.30 18.12 0.59 133.90
72 35.0 695.50 224.30 8.1 33.19 209.95 99.58 21.28 2.88 5.89 17.88 12.42 0.00 160.29
73 37.0 695.50 224.50 7.3 35.15 220.38 105.44 21.28 3.84 7.86 17.28 12.65 0.00 168.71
74 35.0 695.50 223.48 7.5 48.87 257.35 146.61 14.18 2.88 8.02 29.86 5.75 1.09 208.75
75 5.0 699.40 221.30 7.5 45.54 238.35 136.61 14.18 2.88 8.02 24.86 5.75 1.09 193.75
76 40.0 708.80 218.60 7.9 24.82 259.00 124.47 21.28 4.80 20.04 17.02 10.58 0.00 198.55
77 12.0 707.13 216.30 7.28 28.48 160.58 85.43 10.64 3.98 8.02 15.81 2.99 0.00 127.23
Anejo 1. Datos hidroquímicos 408
78 38.0 709.00 218.60 7.2 24.41 180.56 73.22 17.73 6.72 10.02 10.94 12.65 0.00 131.64
79 7.0 712.05 218.90 7.8 69.16 359.76 207.47 17.73 6.72 8.02 38.91 13.87 0.00 293.08
80 35.0 690.15 220.65 8.39 20.34 263.34 111.02 28.37 8.59 16.03 12.16 17.48 0.10 194.11
81 21.0 701.32 220.95 7.50 45.00 241.40 135.00 12.00 8.59 2.00 28.40 8.00 0.20 194.55
Tabla A1.6. Inventario de puntos de agua del INRH, (1986) Principales características físicas y químicas del agua en cada uno de los puntos (Figura 5.1).
Punto Cota Topográfica Coordenadas UTM pH SiO2 CE(µS/cm) HCO3- Cl- SO4= Ca2+ Mg2+ Na+ K+ TSD
(m.s.n.m) X Y mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L
82 31.0 701.42 220.58 7.50 41.67 223.97 125.00 12.00 8.59 2.00 25.00 7.20 0.23 180.38
83 9.0 701.48 221.28 7.50 56.00 275.99 168.00 12.00 8.59 2.00 34.10 4.00 0.21 229.26
84 62.0 700.98 220.42 7.50 48.33 249.07 145.00 12.00 8.59 2.00 31.40 4.00 0.24 203.59
85 71.0 701.22 220.02 7.10 53.00 271.89 159.00 12.00 8.59 2.00 36.40 4.00 0.25 222.60
86 11.0 701.45 221.28 7.12 62.33 303.83 187.00 12.00 8.59 2.00 36.20 7.00 0.26 253.41
87 1020.0 702.29 206.10 6.24 24.40 127.73 73.21 7.09 2.40 4.41 13.25 2.76 0.35 103.83
88 310.0 707.45 213.95 7.10 31.73 183.32 95.19 11.35 8.16 2.00 16.66 10.12 0.24 144.08
89 340.0 707.75 212.45 8.00 8.54 138.79 25.63 12.77 24.00 9.22 8.22 5.43 0.23 85.86
90 160.0 707.75 215.15 6.20 24.50 169.01 73.50 21.99 0.96 0.00 17.98 10.81 0.10 125.70
91 120.0 709.20 216.08 7.30 21.13 156.56 63.40 23.05 3.98 1.01 17.60 4.60 0.10 114.10
92 595 699.900 211.800 6.80 40.00 139 27.63 12.77 24.00 9.22 8.22 4.43 0.23 86.50
93 420 698.800 213.700 6.80 48.70 144 31.63 12.77 24.00 9.22 8.22 5.43 0.23 91.50
94 90 693.100 212.500 6.90 52.00 210 99.58 21.28 2.88 5.89 17.88 12.42 0.00 159.93
95 105 692.300 209.900 7.00 34.94 219 104.83 16.49 9.60 3.19 16.80 15.75 0.59 167.25
96 170 693.900 208.000 6.95 24.50 169 73.50 21.99 0.96 0.00 17.98 10.81 0.10 125.34
97 130 689.700 210.500 7.10 34.94 219 104.83 16.49 9.60 3.19 16.80 15.75 0.59 167.25
98 180 690.300 207.700 6.85 24.50 169 73.50 21.99 0.96 0.00 17.98 10.81 0.10 125.34
99 380 698.000 214.500 6.65 17.27 100 51.80 9.22 1.44 0.80 10.60 4.14 0.16 78.16
100 180 697.200 217.250 7.10 24.50 169 73.50 21.99 0.96 0.00 17.98 10.81 0.10 125.34
101 20 694.500 221.400 7.00 33.19 210 99.58 21.28 2.88 5.89 17.88 12.42 0.00 159.93
102 50 689.900 217.900 7.10 34.94 219 104.83 16.49 9.60 3.19 16.80 15.75 0.59 167.25
103 590 696.400 210.800 6.50 17.27 100 51.80 9.22 1.44 0.80 10.60 4.14 0.16 78.16
Anejo 1. Datos hidroquímicos 409
104 160 689.650 208.600 6.90 34.94 219 104.83 16.49 9.60 3.19 16.80 15.75 0.59 167.25
105 50 690.100 219.900 6.50 34.94 219 104.83 16.49 9.60 3.19 16.80 15.75 0.59 167.25
106 180 709.400 212.750 6.89 30.83 189 92.50 21.99 0.96 0.00 19.08 10.81 0.10 145.44
107 7 710.250 217.600 7.20 60.59 322 181.78 19.15 9.12 7.25 34.70 8.05 0.00 260.05
108 10 717.100 216.400 7.10 60.59 322 181.78 19.15 9.12 7.25 34.70 8.05 0.00 260.05
109 140 712.600 212.100 7.30 29.86 200 89.58 21.28 2.88 5.89 17.88 12.42 0.00 149.93
110 180 714.200 206.200 6.90 29.17 182 87.50 21.99 0.96 0.00 17.98 10.81 0.10 139.34
111 380 698.000 214.600 6.70 17.93 102 53.80 9.22 1.44 0.80 10.60 4.14 0.16 80.16
Anejo 1. Datos hidroquímicos 410
Tabla A1.7. Principales características físicas y químicas de las aguas superficiales y subterráneas del área de estudio según diferentes investigaciones.
Aguas superficiales pH Mn Ni2+ Al3+ Fe2+ Fe3+ SiO2 HCO3- Cl- SO4= Ca2+ Mg2+ Na+ K+ TSD
mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L
Formell y Oro,1980 Arroyo Cupey 7.3 0.031 0.020 0.005 0.100 1.500 34.0 73.0 14.0 3.0 2.8 13.0 7.0 1.0 113.8
Formell y Oro,1980 Arroyo al este del Río Jaragua 7.3 0.023 0.010 0.005 0.350 48.0 146.0 16.0 2.0 2.0 33.0 7.0 1.0 207.0
Formell y Oro,1980 Manantial río Jaragua 7.1 0.020 0.010 0.005 0.200 38.0 68.0 18.0 4.0 2.4 18.4 5.0 1.0 116.8
Formell y Oro,1980 Arroyo al oeste del Río Jaragua 7.4 0.052 0.010 0.005 0.150 26.0 73.0 16.0 1.0 2.8 16.6 6.0 1.0 116.4
Bugelsky y Formel,1973ª Nacimiento río Naranjo 6.5 0.021 0.010 0.005 0.100 0.050 8.0 24.4 4.2 2.0 2.0 3.4 4.0 40.0
Bugelsky y Formel,1973b Nacimiento río Pinos 6.9 0.018 0.002 0.005 0.050 18.0 48.8 3.9 2.0 2.4 7.4 4.0 68.5
INRH, 1965 Manantial en el curso superior del río Seco 6.6 0.031 0.002 0.005 0.050 18.0 61.0 3.9 2.0 2.8 9.7 4.0 83.4
INRH, 1971 Manantial en el curso superior del río Seco 6.6 0.018 0.002 0.005 0.100 0.050 14.0 48.8 5.3 2.0 0.7 9.9 4.0 70.7
INRH, 1985 Nacimiento del río Seco 6.6 0.012 0.010 0.005 0.050 14.0 39.7 5.3 2.0 0.5 8.8 4.0 60.3
Manantiales rocas ultramáfitas pH Mn Ni2+ Al3+ Fe2+ Fe3+ SiO2 HCO3- Cl- SO4= Ca2+ Mg2+ Na+ K+ TSD
mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L
Bugelsky y Formel,1973 Nacimiento Río Naranjo 6.5 0.018 0.002 0.005 0.050 8.0 24.4 4.2 2.0 2.0 3.4 4.0 40.0
INRH, 1965 Nacimiento Río Pinos 6.9 0.031 0.002 0.005 0.005 18.0 48.8 3.9 2.0 2.4 7.4 4.0 68.5
INRH, 1971 Curso superior del río Seco 6.6 0.011 0.001 0.005 0.010 18.0 61.0 3.9 2.0 2.8 9.7 4.0 83.4
INRH, 1985 Curso superior del río Seco 6.6 0.013 0.002 0.005 0.015 14.0 48.8 5.3 2.0 0.7 9.9 4.0 70.7
INRH, 1988 Nacimiento del río Seco 6.6 0.012 0.002 0.010 0.015 14.0 39.7 5.3 2.0 0.5 8.8 4.0 60.3
Pozos rocas ultramáfitas pH Mn Ni2+ Al3+ Fe2+ Fe3+ SiO2 HCO3- Cl- SO4= Ca2+ Mg2+ Na+ K+ TSD
mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L
INRH, 1965 Yacimiento Moa 7.3 0.021 0.001 0.010 0.005 80.0 131.0 7.0 1.2 1.2 26.7 5.1 0.1 172.3
INRH, 1971 Yacimiento Punta Gorda 7.4 0.010 0.002 0.010 0.004 80.0 185.4 7.0 2.2 1.2 36.5 5.1 0.1 237.5
Anejo 1. Datos hidroquímicos 411
Tabla A1.8. Principales características físicas y químicas de las aguas subterráneas del acuífero aluvial.
Pto T oC pH Turbidez CE NO3 O2(dis) DQO Cr+6 Mn Ni Fe(total) SiO2 HCO3- Cl- SO4= Ca2+ Mg2+ Na+ K+
(ppm SiO2) µS/cm mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L
1 22 7.4 0.23 218 1.71 2.10 0.04 0.02 2.32 0.01 0.48 13.0 126.5 15.0 6.0 8.7 26.5 4.2 1.0
2 22 7.4 0.56 280 3.00 1.53 0.00 0.02 2.64 0.03 1.34 13.1 145.0 13.5 16.5 9.0 30.0 4.7 1.5
3 22 7.4 0.52 210 3.29 0.00 0.00 0.02 2.49 0.01 0.60 12.8 118.5 16.0 16.5 13.6 22.8 4.1 1.0
4 22 7.2 0.36 600 2.15 1.48 0.68 0.02 2.26 0.02 0.52 12.9 274.5 15.0 77.5 11.9 64.5 6.1 1.0
5 22 8.1 0.56 600 2.00 0.00 0.00 0.02 2.67 0.01 0.46 12.9 310.5 15.0 49.5 14.7 63.5 8.7 1.0
6 22 7.3 0.58 732 1.55 2.40 2.99 0.02 2.61 0.01 1.40 15.6 314.5 19.5 100.0 13.5 79.5 9.6 1.0
7 22 7.6 0.92 650 3.81 0.65 0.00 0.05 4.04 0.03 2.30 17.8 156.5 23.5 178.0 14.0 67.0 13.5 1.0
8 22 7.1 0.74 1520 1.40 0.00 0.69 0.06 5.77 0.04 3.16 16.6 228.0 27.0 433.0 76.0 98.3 18.6 1.0
9 22 7.1 0.95 1750 10.08 3.18 2.11 0.40 6.10 0.05 3.91 16.1 189.0 24.0 639.0 23.0 182.8 11.7 1.0
10 22 7.5 0.86 1708 1.00 0.95 0.00 0.06 5.53 0.04 2.38 16.0 189.0 20.5 632.2 18.5 182.5 11.5 2.0
11 22 7.3 0.46 550 1.94 1.15 0.48 0.04 3.19 0.03 2.03 27.6 365.0 33.5 40.0 14.0 58.0 17.5 1.0
12 22 7.2 1.23 5310 11.52 6.30 0.91 1.11 7.05 0.06 4.10 15.5 384.0 51.5 1824.0 49.0 433.8 214.4 1.0
13 22 7.3 1.24 4402 1.26 0.12 0.03 1.09 7.71 0.06 4.29 16.4 381.0 45.5 3512.0 176.0 756.6 75.5 1.5
14 22 6.8 2.01 4612 3.96 1.75 1.04 1.41 7.80 0.06 3.73 26.1 279.0 44.0 3072.0 115.7 748.8 35.5 1.5
16 22 6.7 2.14 5915 3.10 2.28 1.66 1.60 8.08 0.08 5.04 27.0 402.5 51.5 4771.5 173.5 1144.5 37.5 1.0
17 22 6.9 2.10 3440 12.40 3.70 1.29 0.78 6.88 0.06 4.35 26.1 421.0 32.5 2489.5 201.8 581.0 23.0 1.5
38 22 8.1 0.63 600 32.00 0.00 0.00 0.02 2.67 0.01 0.46 12.9 290.5 15.0 49.5 14.7 63.5 8.7 1.0
39 22 7.3 0.53 734 21.55 2.40 2.99 0.02 2.61 0.01 1.40 15.6 284.5 19.5 100.0 13.5 79.5 9.6 1.0
40 22 7.6 0.25 658 23.81 0.65 0.00 0.05 4.04 0.03 2.30 17.8 156.5 23.5 178.0 14.0 67.0 13.5 1.0
Anejo 1. Datos hidroquímicos 412
Tabla A1.10. Principales características físicas y químicas de las aguas de las rocas ultramáficas.
Pto pH Turbidez CE MO Mn(total) Ni2+ Al3+ Fe(total) Cu2+ Co Cr+6 Zn NO3 NH4 SiO4H4 HCO3- Cl SO4= Ca2+ Mg2+ Na+ K+
(ppm SiO2) µS/cm mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L mg/L
15 7.1 0.25 54.7 0.0 0.005 0.005 0.006 0.07 0.003 0.004 0.008 0.009 9.7 0.9 10.5 35.9 16.2 1.4 2.8 9.2 6.2 1.1
22 6.5 0.60 50.8 0.0 0.004 0.005 0.006 0.070 0.002 0.004 0.006 0.007 11.2 0.8 8.3 35.5 16.2 1.4 2.8 9.2 6.2 1.1
25 6.2 0.65 51.3 0.0 0.005 0.007 0.003 0.08 0.002 0.004 0.006 0.006 10.1 0.2 7.6 36.6 14.2 1.5 3.1 8.9 7.0 1.0
41 6.3 0.78 56.8 0.0 0.003 0.004 0.002 0.08 0.001 0.002 0.002 0.002 9.2 0.9 8.1 39.5 16.2 1.4 2.8 9.1 6.9 0.21
42 6.6 0.81 41.3 0.0 0.004 0.003 0.002 0.09 0.001 0.001 0.002 0.005 9.8 0.7 7.9 46.6 14.2 1.5 3.1 9.9 7.9 0.5
43 6.7 0.45 45.7 0.0 0.003 0.005 0.004 0.06 0.002 0.003 0.003 0.005 12.2 0.5 8.5 65.5 16.2 1.4 2.8 9.2 6.4 0.3
44 6.8 0.46 55.2 0.0 0.002 0.007 0.005 0.07 0.003 0.004 0.001 0.004 13.3 0.4 7.9 56.6 14.2 1.5 3.1 8.1 5.0 0.2
45 7.1 0.65 58.1 0.0 0.003 0.005 0.003 0.05 0.002 0.003 0.002 0.003 11.8 0.6 8.8 45.1 16.2 1.4 2.8 7.7 6.8 0.6
46 7.1 0.32 61.3 0.0 0.005 0.007 0.003 0.04 0.001 0.002 0.003 0.003 9.0 0.7 9.6 32.9 14.2 1.5 3.1 8.5 7.3 0.5
47 6.9 0.68 50.8 0.0 0.003 0.005 0.005 0.06 0.001 0.001 0.005 0.004 10.6 0.3 8.3 37.1 16.2 1.4 2.8 7.6 6.5 0.7
51.3
48 7.1 0.83 0.0 0.005 0.007 0.002 0.08 0.001 0.002 0.002 0.005 11.3 0.5 6.5 39.6 14.2 1.5 3.1 9.1 7.0 0.8
49 7.2 1.25 66.2 0.0 0.005 0.005 0.006 0.17 0.003 0.004 0.008 0.009 8.6 0.9 10.5 51.1 16.2 1.4 2.8 19.9 12.2 0.2
50 7.3 1.36 71.9 0.0 0.005 0.007 0.006 0.82 0.003 0.004 0.007 0.006 7.7 0.6 12.3 54.9 14.2 1.5 3.1 18.7 14.0 0.1
Anejo 1. Datos hidroquímicos 413
Como resultado de los ensayos Batch se obtuvo que la mayoría de las muestras de
material geológico del territorio y los residuos metalúrgicos presentaban la capacidad de
transferir al medio en presencia de agua, diferentes proporciones de sales solubles, entre
las que se encuentran proporciones importantes de metales (Figura A2.1). Se puede
apreciar que la masa de metal liberada para la relación sólido/líquido de 1:5 es muy
pequeña en todos los casos, incrementándose en la misma medida que se incrementa la
proporción de agua.
En el caso de los residuos mineros se observó que son los que presentan los mayores
valores de liberación de metal al medio acuoso, siendo el residuo del proceso
metalúrgico de lixiviación ácida (SAL, pH=4.1) el que libera mayor masa de metal
(Tabla A2.2 y Figura A2.1).
Anejo 2. Ensayos Batch y secuencia de extracción 420
Tabla A2.1. Concentración de los metales en los residuos, el corte laterítico y una muestra del
aluvial (g/kg).
Elementos SAL ACL ZLS ZLI ZS AL
Cu 0.86 0.12 0.02 0.06 0.03 0.01
Cr 24.79 19.72 0.17 21.07 27.91 0.39
Co 1.31 1.15 0.05 0.59 0.21 0.01
Ni 7.23 6.47 4.51 9.85 2.59 4.51
Fe 430.00 450.00 530.00 453.00 190.00 421.00
Mn 18.00 19.00 16.00 18.00 8.00 11.00
Zn 0.67 0.45 0.03 0.33 0.26 0.03
Sr 18.00 16.00 22.00 14.00 6.00 0.20
SAL: residuo del proceso de lixiviación ácida, ACL: residuo del proceso de lixiviación carbonato amoniacal, ZLS:
zona limonítica superior, ZLI: zona limonítica inferior, ZS: zona saprolítica, Al: aluvial
Tabla A2.2. Masa de metales lixiviada en los ensayos de Batch (expresada en % en peso con
respecto a la masa total del metal en el residuo).
SAL ACL ZLS ZLI ZS
1:5 1:20 1:250 1:5 1:20 1:250 1:20 1:250 1:20 1:250 1:20 1:250
Cu 0.08 0.48 8.52 0.17 0.84 28.08 10.39 45.00 3.73 49.82 5.71 42.3
Cr 0.00 0.00 0.02 0.00 0.00 0.01 0.26 3.14 0.00 0.03 0.00 0.01
Co 0.11 0.86 1.30 0.00 0.07 0.35 0.60 8.88 0.02 0.69 0.12 1.31
Ni 0.04 0.23 0.52 0.00 0.04 0.37 0.03 0.41 0.01 0.19 0.06 0.89
Fe 0.00 0.00 0.01 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.01 0.00 0.01
Mn 0.32 2.17 2.04 0.02 0.07 0.36 0.01 0.10 0.00 0.06 0.01 0.14
Zn 0.10 1.75 7.41 0.09 0.49 4.27 3.87 6.20 0.47 8.06 0.55 6.10
Sr 0.00 0.02 0.94 0.00 0.01 0.55 0.00 0.04 0.00 0.51 0.02 1.20.
SAL: residuo del proceso de lixiviación ácida, ACL: residuo del proceso de lixiviación carbonato
amoniacal, ZLS: zona limonítica superior, ZLI: zona limonítica inferior, ZS: zona saprolítica.
Tabla A2.3. Valores del pH inicial y final durante los ensayos Batch.
SAL ACL ZLS ZLI ZS AL
Ratio 1:5 1:20 1:250 1:5 1:20 1:5 1:20 1:250 1:250 1:5 1:20 1:250 1:5 1:20 1:250 1:5 1:20 1:250
pH 4.52 4.61 4.52 7.2 7.80 7.8 7.86 7.90 7.72 5.39 5.37 5.31 5.79 5.73 5.85 7.10 7.16 7.10
inicial
pH 4.72 7.02 6.85 7.65 7.52 7.86 7.39 7.63 7.60 7.58 7.64 7.60 7.32 7.48 7.55 7.80 7.39 7.60
final
SAL: residuo del proceso de lixiviación ácida, ACL: residuo del proceso de lixiviación carbonato
amoniacal, ZLS: zona limonítica superior, ZLI: zona limonítica inferior, ZS: zona saprolítica, Al: aluvial
Durante el análisis de las soluciones resultantes del ensayo Batch se controlaron otros
metales (vanadio, titanio, aluminio, bario, plomo, el mercurio, el arsénico y el cadmio. ,
que no fueron detectados con el equipo empleado en el análisis.
Anejo 2. Ensayos Batch y secuencia de extracción 421
80 80
Mn 1:250 Fe 1:250
20 20
0 0
SAL ACL ZLS ZLI ZS AL SAL ACL ZLS ZLI ZS AL
4 4
Cr 1:250 Co 1:250
Masa lixiviada (mg/kg)
1 1
0 0
SAL ACL ZLS ZLI ZS AL SAL ACL ZLS ZLI ZS AL
12 12
Ni 1:250 Zn 1:250
Masa lixiviada (mg/kg)
Masa lixiviada (mg/kg)
Ni 1:20 9 Zn 1:20
8 Ni 1:5 Zn 1:5
6
4
3
0 0
SAL ACL ZLS ZLI ZS AL SAL ACL ZLS ZLI ZS AL
Figura A2.1. Masa lixiviada en los ensayos de Batch a diferentes relaciones agua residuo. SAL:
residuo del proceso de lixiviación ácida, ACL: residuo del proceso de lixiviación carbonato
amoniacal, ZLS: zona limonítica superior, ZLI: zona limonítica inferior, ZS: zona saprolítica,
AL: aluvial.
Considerando que los residuos minero-metalúrgicos son los que representan las
principales fuentes contaminantes de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas
del acuífero aluvial y viendo los resultados de los ensayos Batch anteriormente descritos
se realizó una secuencia de extracción (SE) o especiación de los dos residuos con el
objetivo de conocer las posibles formas o especies en que se encuentran. Determinar los
mecanismos de adsorción y formas en que se encuentran los metales partir de las fases
en que se desarrolla el lixiviado. Los resultados de las SE nos brindan una información
Anejo 2. Ensayos Batch y secuencia de extracción 422
aproximada que nos permite estimar las posibles formas en que pueden ser movilizados
los diferentes elementos contaminantes.
En este paso se trata de separar los metales asociados a la materia orgánica eliminándola
(Thomas, (1975), para ello se aplica agua oxigenada a pH=4.74, añadiendo al cabo de
una hora acetato sódico con una concentración de 0.5M a pH=4.74. En esta fase se
aprecia que la masa de metales asociada a la fracción orgánica es mucho mayor en el
residuo ACL que en el residuo SAL, lo cual es de esperar debido a su diferencia en el
contenido de materia orgánica. La masa total de metal liberada en ACL es de 868 mg/kg
mientras que en el residuo SAL es casi 4 veces menor (228 mg/kg). Las concentraciones
de metales más significativas asociadas a la materia orgánica son el Co, Ni, Cr y Mn y
las menos importantes el Zn, V y AL (Tabla A2.4, A2.5 y A2.6).
Se realiza la digestión total de la muestra sólida resultante de los anteriores pasos, para
ello se aplica un ataque escalonado de ácidos fuertes (HF, HNO3 y HCLO4) con ratios
de 1:10. Los resultados de la digestión total muestran que los residuos están
principalmente formados por Fe en más del 40% y en segundo lugar se encuentra el Al
con una concentración superior al 4.5%. La masa total de todos los metales asociada a la
estructura mineral es superior al 74% en cada uno de los elementos analizados en el
residuo ACL, con la excepción del bario y en el residuo SAL es superior al 85%, con la
Anejo 2. Ensayos Batch y secuencia de extracción 425
residuo SAL en comparación con el residuo ACL. En el caso del residuo SAL la masa
asociada a los óxidos e hidróxidos de Fe y AL es algo menos de la mitad que la extraída
en el residuo ACL. El contenido de Cr asociado a la fracción residual es tres veces
mayor en el residuo ACL en comparación con el residuo SAL (Tabla A2.4 y A2.5).
La SE nos brinda varios resultados y dentro de ellos uno de los más importantes es
conocer la masa de metales que esta biodisponible en los residuos, con el objetivo de
poder disponer de una estimación de las concentraciones que pueden pasar al medio
ambiente. La masa biodisponible se corresponde con la suma de los dos primeros pasos
de la SE. En este estudio hemos podido constatar que la masa de los principales
contaminantes en el caso del Cr es de 0.2 mg/kg en el residuo ACL, mientras que en el
residuo SAL es tres veces mayor (0.67 mg/kg) (Tabla A2.4, A2.5 y A2.6)..
1000000
Residuo SAL
100000
10000
Concentración (mg/kg)
1000
100
10
1
Masa total
0.1 Masa extracctable
Masa biodisponible
0.01
Co Zn V Ni Cr(total) Ti Mn Al Fe Ba
1000000
Residuo ACL
100000
10000
Concentración (mg/kg)
1000
100
10
1
Masa total
0.1 Masa extractable
Masa biodisponible
0.01
Co Zn V Ni Cr(total) Ti Mn Al Fe Ba
Metales
Tabla A2.4. Concentración de los diferentes metales y la fracción extractable de cada uno de los elementos en el residuo SAL (concentración en mg/kg,
n.d. no detectado).
Pasos Fase Co Zn V Ni Cr(total) Ti Mn Al Fe Ba Total
1 Soluble en agua 1.45 0.50 n.d. 3.05 0.06 0.01 57.82 12.04 1.57 18.50 94.00
Desviación estándar 0.44 0.06 n.d. 0.15 0.01 0.01 1.80 0.25 0.51 8.14
% del total 0.40 0.36 n.d. 0.17 0.00 0.00 1.39 0.02 0.00 65.37
2 Adsorbida 2.14 2.41 0.08 2.79 0.61 0.15 36.76 898.13 55.47 0.44 996.48
Desviación estándar 0.15 0.80 0.19 2.53 0.30 0.01 8.27 234.91 14.91 0.23
% del total 0.65 1.75 0.03 0.16 0.01 0.00 0.88 1.82 0.01 1.55
3 Asociado al Mn reducible 2.32 n.d. 0.04 0.1 0.44 n.d. 22.35 263.79 37.27 n.d. 326.22
Desviación estándar 0.47 n.d. 0.07 1.36 0.22 n.d. 4.05 49.06 8.19 n.d.
% del total 0.71 n.d. 0.01 0.01 0.01 n.d. 0.54 0.53 0.01 n.d.
4 Asociado carbonato
Desviación estándar
% del total
5 Asociado a la materia orgánica 3.23 0.01 0.27 1.92 15.72 n.d. 27.49 176.76 2.71 0.04 228.16
Desviación estándar 0.88 0.00 0.47 2.78 1.76 n.d. 2.63 5.30 1.62 0.04
% del total 0.98 0.00 0.10 0.11 0.30 n.d. 0.66 0.36 0.00 0.15
6 Asociado a óxidos de Fe y Al 3.81 n.d. 19.4 14.24 42.37 10.20 44.27 1471.60 1229.73 0.02 2835.64
Desviación estándar 0.40 n.d. 0.90 0.91 3.24 0.77 2.47 70.50 136.14 0.03
% del total 1.16 n.d. 7.40 0.81 0.80 0.18 1.06 2.98 0.28 0.06
7 Residual 281.00 123.40 217.10 1596.10 5104.80 5480.00 3807.00 46381.60 434373.80 3.40 497368.20
Desviación estándar 11.00 6.10 9.70 95.40 353.00 141.3 214.50 2661.80 18434.00 7.35
% del total 85.67 89.43 82.87 98.62 96.92 96.58 91.45 94.03 99.67 12.01
±9.23 ±7.64 ±9.24 ±0.17 ±1.91 ±3.24 ±2.70 ±0.06 ±0.01 ±17.26
Total Suma todas las fases 297.89 127.46 237.02 1620.30 5166.54 5490.46 4050.47 49362.6 435798.7 23.42
Extractable 16.89 4.06 19.92 24.20 61.74 10.46 243.47 2981.0 1424.89 20.02
Biodisponible 3.59 2.91 0.08 5.48 0.67 0.16 94.58 910.17 56.04 18.94
Anejo 2. Ensayos Batch y secuencia de extracción 420
Tabla A2.5. Concentración de los diferentes metales y la fracción extractable de cada uno de los elementos en el residuo ACL (concentración en mg/kg,
n.d. no detectado).
Pasos Fase Co Zn V Ni Cr(total) Ti Mn Al Fe Ba Total
1 Soluble en agua 0.04 0.23 0.01 0.22 n.d. n.d. 3.55 0.03 0.76 19.00 23.54
Desviación estándar 0.01 0.13 0.00 0.02 n.d. n.d. 0.72 0.09 1.10 5.14
% del total 0.00 0.05 0.00 0.00 n.d. n.d. 0.05 0.00 0.00 42.22
2 Adsorbido 40.16 3.21 0.12 119.45 0.20 0.04 320.87 131.53 653.53 3.44 1272.34
Desviación estándar 3.95 1.39 0.06 12.91 0.11 0.07 27.43 14.83 78.11 0.30
% del total 3.86 0.70 0.05 1.99 0.00 0.01 4.47 0.27 0.13 7.64
3 asociado al Mn reducible 14.65 n.d. n.d. 41.84 1.74 n.d. 153.91 18.05 206.76 0.19 437.14
Desviación estándar 2.84 n.d. n.d. 6.90 1.51 n.d. 29.61 1.36 33.99 0.07
% del total 1.41 n.d. n.d. 0.70 0.01 n.d. 2.14 0.04 0.04 0.43
4 Asociado carbonato 41.91 0.45 0.30 176.41 1.74 n.d. 433.07 157.41 312.86 3.98 1128.13
Desviación estándar 2.85 0.39 0.17 8.25 1.51 n.d. 24.17 13.68 11.19 0.41
% del total 4.03 0.10 0.12 2.94 0.01 n.d. 6.03 0.33 0.06 8.84
5 Asociado a la materia orgánica 24.97 0.59 n.d. 134.24 3.14 n.d. 335.13 253.33 114.84 1.99 868.26
Desviación estándar 2.82 0.50 n.d. 12.23 0.24 n.d. 26.00 19.03 9.70 0.35
% del total 2.40 0.13 n.d. 2.32 0.02 n.d. 4.67 0.53 0.02 4.43
6 Fe and Al oxides 61.71 3.72 5.79 324.81 79.45 1.56 341.13 1413.33 19259.33 1.23 21492.12
Desviación estándar 6.49 1.31 0.34 41.31 9.60 0.43 18.78 115.22 935.48 0.17
% del total 5.93 0.82 2.28 5.41 0.46 0.26 4.75 2.95 3.92 2.74
7 Residual 827.00 411.80 224.30 4680.00 16907.30 573.00 5334.5 45021.6 460790.40 10.06 534779.96
Desviación estándar 40.30 10.90 8.60 108.90 1198.90 24.20 207.3 1852.8 1621.20 3.00
% del total 79.44 90.30 88.31 77.90 98.33 95.34 74.28 93.86 93.68 23.53
±2.93 ±7.9 ±9.24 ±8.74 ±1.17 ±4.39 ±3.66 ±2.02 ±2.15 ±14.17
Total Suma todas las fases 1010.44 420.00 230.52 5476.97 16993.60 574.60 6922.16 46995.30 481338.00 39.89
Extractable 183.44 8.20 6.22 119.67 86.27 1.60 1587.66 1973.68 20548.00 29.83
Biodisponible 40.20 3.44 0.13 796.97 0.20 0.04 131.56 131.56 654.30 22.44
Anejo 2. Ensayos Batch y secuencia de extracción 421
Table A2.6. Concentración de los diferentes elementos en orden decreciente de la masa extraída en cada una de las fases de acuerdo a su concentración total.
SAL ACL
Metales Metales pesados Fase Metales Metales pesados
Mn>>Ba>Al>Fe>Ti Ni>Co>Zn>Cr Fracción soluble en agua Ba>>Mn>Fe> Al Zn≈Ni>Co
Al>>Fe>Mn>Ba>Ti Ni>Zn≈Co>Cr>V Adsorbido Fe>Mn>Al>Ba>Ti Ni>>Co>Zn>V
Al>Fe>Mn Co>Cr>Ni>V Asociado al manganeso fácilmente Fe>Mn>Al>Ba Ni>Co>Cr
reducible
Asociado a los carbonatos Mn>Fe>Al>Ba>Ti Ni>Co>Cr>Zn
Al>Mn>Fe>Ba Cr>Co>Ni>V>Zn Materia orgánica Mn>Al>Fe>Ba Ni>Co>Cr>Zn
Fe>Al>Mn>Ti>Ba Cr>V>Ni>Co Óxidos de Fe y Al Fe>Al>>Mn>Ti>Ba Ni>>Cr>Co>V>Zn
Fe>Al>Ti>Mn>Ba Cr>Ni>Co>V>Zn Residual Fe>Al>Mn>Ti> Ba Cr>Ni>Co>Zn>V
Fe>Al>Ti>Mn>Ba Cr>Ni>Co>V>Zn En el residuo inicial Fe>Al>Mn>Ti> Ba Cr>Ni>Co>Zn >V
Anejo 3. Isotermas de adsorción 433
Concentración en la solución
Figura A3.1. Representación de los tipos generales de isotermas de adsorción (Marzal, 1992).
- Isotermas de Tipo C: Las isotermas de tipo C, no son mas que las isotermas lineales, donde
se mantienen en equilibrio la masa del soluto en la solución acuosa y la masa de soluto
adsorbida en la matriz sólida, sin que se pueda especificar los mecanismos de adsorción entre
el soluto y el adsorbente (Sparks, 1995). La existencia de una isoterma lineal es indicativo de
que los sitios de adsorción permanecen constante, ósea que a medida que sé adsorbe el soluto
Anejo 3. Isotermas de adsorción 434
más sitios de adsorción se van creando. Esta isoterma es también indicativo de que el soluto
puede entrar a regiones inaccesibles para el solvente. Giles et al., (1960), plantea que el soluto
entra mas fácil a la matriz sólida que el solvente. Según este autor normalmente este tipo de
isoterma se mantiene constante hasta un determinado valor de concentración en que la curva
cambia bruscamente de pendiente y adquiere en su parte superior una meseta completamente
horizontal (Figura A3.2). Existen determinadas condiciones en el medio poroso que favorecen
la existencia de isotermas de tipo C: a) existencia de moléculas muy flexibles en el medio
poroso debido a diferentes grados de cristalización de los minerales que lo forman (presencia
de minerales amorfos, materia orgánica, etc.); b) mayor afinidad del soluto con el sustrato que
con el solvente; c) gran poder de penetración del soluto en la matriz debido a sus
características fisicoquímicas y d) la existencia de determinadas condiciones en la estructura
cristalina de los sólido que permitan su adsorción.
- Isoterma tipo L: los solutos con este tipo de isotermas son indicativos de una gran afinidad
entre el soluto y el adsorbente para bajas concentraciones, lo cual va decreciendo en la medida
que aumenta la concentración. Estas isotermas se caracterizan por una disminución de la
pendiente en la medida que se incrementa la concentración, debido a una disminución de los
sitios de adsorción y termina convirtiéndose en una meseta plana al adsorbente ser cubierto
completamente. El valor de la masa adsorbida para esta meseta se le considera como la
máxima masa de un soluto que puede adsorber este medio poroso. En este caso se obtiene que
Cw/Co =1, o sea saturación de los sitios de adsorción (Figura A3.2). Estas isotermas en
compuestos orgánicos se ha comprobado que las moléculas se disponen de forma plana en la
superficie de las partículas sólidas y que ocasionalmente pueden estar en formas verticales
(Giles et al., 1960).
- Isoterma tipo h: son un caso particular de las isotermas tipo L. Este tipo de isoterma es
indicativo de una alta afinidad entre el soluto y el adsorbente. Para bajas concentraciones la
masa de soluto en la solución es completa e instantáneamente adsorbida. La parte inicial de la
curva que describe esta isoterma es inicialmente completamente vertical (Giles et al., 1960).
En este caso la masa de soluto adsorbida por la matriz sólida es muy grande, normalmente se
necesita una gran concentración para poder saturar los sitios de adsorción. En algunos caso
puede tener lugar la formación de complejos y precipitación del soluto en forma de otros
minerales (Sparks, 1995) (Figura A3.2).
Anejo 3. Isotermas de adsorción 435
Figura A3.2. Clasificación de las isotermas y representación de los diferentes subgrupos de isoterma
de adsorción (Giles et al, 1960)
- Isoterma tipo S: este tipo de isotermas es indicativo de que a bajas concentraciones del
soluto en la solución acuosa existe poca afinidad entre el soluto y el adsorbente. Esta afinidad
se incrementa en la medida que aumenta la concentración de soluto en la solución, hasta un
cierto valor de concentración donde se produce una saturación de los sitios de adsorción
(Figura A3.2). Este tipo de isoterma es característico para determinadas condiciones: a)
cuando las moléculas del soluto son monofuncional; b) la existencia de una atracción
intermolecular moderada, causando esto la formación de paquetes en forma regular en la
superficie del sólido que realiza la adsorción; c) encontrarse una situación de fuerte
competencia por los sitios de adsorción entre las moléculas del soluto y las del solvente u de
otra especie. Este tipo de curva es característico de compuestos orgánicos.
Anejo 4. Calibraciones 437
Anejo 4. Calibraciones
Para el desarrollo de la investigación fue necesario poner a punto un gran número de sensores
cuyos resultados de la calibración se muestran a continuación.
En la calibración del TDR es necesario tener en cuenta el tamaño de la muestra y evitar que
durante la introducción de las patas del sensor en el suelo se produzca la separación o
acortamiento de la distancia entre ellas, para ellos es necesario utilizar el dispositivo que se
muestra en la Foto A4.1.
1.6
1.4
1.2
1
Voltios
0.8
0.6
TDR1 TDR2 TDR3
0.4
v = 5,5539x - 0,4887 v = 5,8186x - 0,5716 v = 5,8563x - 0,5681
0.2 R2 = 0,9756 R2 = 0,9803 R2 = 0,9907
0
0 0.05 0.1 0.15 0.2 0.25 0.3 0.35 0.4
Humedad
Figura. A4.1. Calibración del TDR.
Anejo 4. Calibraciones 438
35
30
25
Aaltura (mm)
20
15 y = 11.469x + 18.388
R 2 = 0.9997
10
0
-1.5 -1 -0.5 0 0.5 1 1.5
Mili voltios
Figura A4.2. Calibración del transductor de desplazamiento (LVDT).
2000
1500
Caudal (cm3)
1000
y = 3.2141x + 18.543
2
500 R = 0.9994
0
0 100 200 300 400 500 600 700
Tiempo (min)
Figura A4.3. Calibración de la electroválvula.
90000
80000
70000 Curva de carga y =Curva
3E+06xde -descarga
10751
y = 3E+06x - 10791
2
60000 R2 = 1 R =1
Peso (g)
50000
40000
30000
20000
10000
0
0 0.005 0.01 0.015 0.02 0.025 0.03 0.035
Milivoltios
Figura A4.4. Calibración de la célula de carga.
Anejo 4. Calibraciones 439
55
50 Termometro 1
45
Tempe (oC)
40
35
30 y = 93.719x + 3.1164
R2 = 0.9998
25
20
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6
Mili Voltios
55
50 Termometro 2
45
Tempe (oC)
40
35
y = 100.64x - 1.5033
30
R2 = 0.9994
25
20
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6
Mili Voltios
55
50
Termometro 3
45
Tempe (oC)
40
35
y = 94.696x + 2.3428
30
R2 = 0.9998
25
20
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.
Mili Voltios
Figura A4.5. Calibración de los termómetros.
Anejo 4. Calibraciones 440
24.00
Vaisala 1
23.50
23.00
Temperatura oC
22.50
y = 15.71x - 38.805
22.00 R2 = 0.9997
21.50
21.00
20.50
3.75 3.80 3.85 3.90 3.95 4.00
Mili Voltios
24.00
Vaisala 2
23.50
23.00
Temperatura oC
22.50
22.00
20.50
3.80 3.85 3.90 3.95 4.00
Mili Voltios
23.80
y = 15.441x - 37.78
23.60 Vaisala 3 R2 = 0.9997
23.40
Temperatura oC
23.20
23.00
22.80
22.60
22.40
22.20
3.88 3.90 3.92 3.94 3.96 3.98 4.00
Mili Voltios
100
Humedad relativa (%) Vaisala 1 valor teórico
80 Valor real
y = 10.009x - 0.0104
60 R2 = 1
40
y = 10.313x - 1.2728
20 2
R = 0.9996
0
0 2 4 6 8 10
Milivoltios
100
Vaisala 2 valor teórico
Humedad relativa (%)
80
Valor real
60 y = 9.9956x + 0.0348
R2 = 1
40 y = 10.105x - 0.2897
R2 = 1
20
0
0 2 4 6 8 10
Milivoltios
100
Vaisala 3 valor teórico
Valor real
Humedad relativa (%)
80
60 y = 10.015x - 0.0687
R2 = 1
40
y = 10.181x + 0.4183
20 R2 = 0.9999
0
0 2 4 6 8 10
Milivoltios
y = 2.4812x + 11.505
2
R = 0.9952
18
16
y = 1.6769x + 13.27
R2 = 0.9913
Sp-5
SP-3
14
Sp-2
Sp-1
Sp-6
12
y = 3.0829x + 8.0909
R2 = 0.9925
mVolt
10
y = 3.3865x + 6.3968
R2 = 0.9978
8
y = 3.1411x + 0.4945
2
R = 0.9984
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Succión (Mpa)
Listado de símbolos
V volumen.
Vg volumen de grietas.
Vp volumen de poros.
Vpd volumen de poros inyectados sin soluto proceso de desorción ensayos de flujo.
Vpin volumen de poros inyectado con soluto proceso de adsorción ensayos de flujo.
Vs volumen de sólidos.
Vw volumen de agua.
w humedad.
w número de Damkholer.
wl límite líquido.
wl límite plástico.
wr límite de retracción.
Ws peso de los sólidos.
Ww peso de agua.
Fa coeficiente de adsorción según el modelo de Karickhoff (1980)
Sistema de unidades
cm centímetro
KPa Kilo Pascal
L litros
m metro
Meq miliequivalentes
µ micras
min minutos
mm milímetros
MPa Mega Pascal
s segundos
Listado de figuras 447
Listado de Figuras
Figura 2.8. Se muestra las pendientes para la que ocurre la mayor erosión por el agua y el
viento en los taludes de las presas de residuos y estériles. 72
Figura 4.1. Representación esquemática de los modelos de dos sitios (Brusseau and Rao, 117
1989).
Figura 4.2. Influencia del valor de R en la curva de llegada del soluto. Condiciones de
equilibrio local. Isoterma de adsorción lineal. 125
Figura 4.3. Influencia del valor de D en la curva de llegada del soluto. Simulación en
condiciones de equilibrio local. Isoterma de adsorción lineal. 126
Figura 4.4. Influencia del valor de v en la curva de llegada del soluto. Este caso es un
ensayo con equilibrio local. La velocidad (v) en cm/h. 126
Figura 4.5. Influencia del valor de w en la curva de llegada del soluto, para diferentes
condiciones de no equilibrio. Velocidad de 1 cm/h. 127
Figura 4.6. Influencia del valor de β en la curva de llegada del soluto. Velocidad 1 cm/h y
concentración constante para todos los casos. 128
Figura 4.7. Influencia de la concentración sobre la curva de llegada del soluto. 129
Figura 5.14. Variación del pH y la alcalinidad en el área del acuífero aluvial estudiada en
función de la distancia a la presa del residuo SAL. 153
Figura 5.15. Relación entre la conductividad y el total de sólidos disueltos (TSD) en el
acuífero aluvial. 154
Figura 5.16. Concentración de los elementos mayoritarios en el agua del acuífero aluvial en
función de la distancia a la presa de residuos del proceso de lixiviación ácida. 155
Figura 5.17. Diagramas de Stiff modificados para las aguas del acuífero de las rocas
ultramáficas 157
Figura 5.18. Diagramas de Stiff modificados para las aguas del acuífero aluvial y tres
puntos de las aguas superficiales del río Moa 158
Figura 5.19A. Variación de la concentración de los principales contaminantes en el acuífero
aluvial (Ni, Fe, Mn, Cr). 162
Figura 5.19B. Normalización de la distribución de los contaminantes metálicos en el
acuífero aluvial. 163
Figura 5.20. Relación entre la concentración de sulfato y de manganeso en el acuífero
aluvial. 164
Figura 5.21. Relación entre los diferentes contaminantes del agua subterránea del acuífero
aluvial. 165
Figura 5.22. Evolución de la concentración media de los principales contaminantes en el
pozo 7, acuífero aluvial (datos del INRH). 166
Figura 5.23A. Representación de la evolución de la contaminación de sulfatos y la
conductividad en el pozo 7 (punto 7) acuífero aluvial 167
Figura 23A.BResultados de los ensayos Batch. 168
Figura 5.24. Diagramas de Piper. 173
Figura 5.25. Representación gráfica del porcentaje de agua de la presa de residuos
mezclada con el agua del acuífero aluvial. 174
Figura 5.26. Simulación de la composición química de las aguas del acuífero aluvial y las
presas de residuo. Se supone que la composición en sales del punto 13, es el
resultado de la mezcla del agua intersticial del residuo con el agua del punto 5 en
el acuífero aluvial. 176
Figura 5.27. Índice de saturación vs total de sólidos en las aguas subterráneas. 181
Figura 6.1. Ubicación de las presas de cola en el municipio minero de Moa en Nicaro. 187
Figura 6.2. Curvas granulométricas de los residuos de la industria cubana del níquel. 194
Figura 6.3. Curva edométrica representada en coordenadas semilogarítmicas (saturado y
colapso). 197
Figura 6.4A. Resultados del ensayo de compresión simple en función de la humedad. 198
Figura 6.4B. Resultados del ensayo de compresión simple. A) Módulo de deformación, B)
Resistencia a la compresión en función del grado de saturación 198
Figura 6.5. Curvas de resistencia a la tracción con diferentes grados de saturación. A)
Método Brasileño y tracción directa. 199
Figura 6.6. A) Relación entre la tensión normal y la tensión de corte. B) Curva de tensión
vs desplazamiento de corte directo en muestras remoldeadas para diferentes
presiones normales del residuo ACL. 201
Figura 6.7. Ensayos triaxiales. A) p´vs q y B) presión de poros vs deformación axial. 202
Figura 6.8. Triaxiales cíclicos. A) Relación entre el número de ciclos necesario para llegar a
la primera licuefacción y la amplitud de la razón de tensión cíclica. B) Relación
entre la presión de poros y la deformación axial. 203
Figura 6.9. Curva de retención obtenida por la técnica psicrométrica y el edómetro de
succión controlada. A) Curva de secado y humedecimiento para un mismo índice
de poros iniciales. B) Curva de retención en trayectoria de secado para diferentes
índices de poros iniciales 206
Figura 6.10. Cambio de volumen y de contenido de agua experimentado por el material
durante dos incrementos de succión en el ensayo edométrico con succión
controlada. A) 0.01-0.03 MPa. B) 0.4-0.6 MPa 207
Listado de figuras 450
Figura 6.11. Resultado del ensayo en el edómetro de succión controlada en el residuo ACL.
A) Cambio del índice de poros (variación de volumen) en función de la succión.
B) Variación del índice de poros en función de la humedad. C) Variación del
grado de saturación en función de la succión impuesta. D) Relación entre la
humedad y el grado de saturación. 208
Figura 6.12. A) Curva de retracción del residuo ACL. B) Fotografía de la muestra de
residuo. 209
Figura 6.13. Permeabilidad del residuo ACL. A) Saturada, B) No saturada, observese como
la permeabilidad no saturada se ajusta a la ecuación de Van Genuchten. 210
Figura 6.14. A) Relación entre el espesor de las muestras y la distancia entre fisuras. B)
Relación entre la humedad al formarse la grieta y la succión impuesta. C)
Relación entre el tiempo de agrietamiento y la succión. D) Relación entre la
succión y la retracción vertical. 215
Figura 6.15A. Representación de la distancia entre grietas y el espesor en datos de campo y
de laboratorio. 216
Figura 6.15B. Pérdida de agua por unidad de área para los tres espesores de muestra
estudiados 217
Figura 6.16. Esquema del equipo triaxial usado en los ensayos de permeabilidad y en los
ensayos triaxiales. 219
Figura 6.17. A) Relación de la permeabilidad saturada con la porosidad y B) Variación de
la permeabilidad con la presión de confinamiento 220
Figura 6.18. Mecanismo para explicar que el material agrietado tenga una permeabilidad
mayor que el medio poroso aunque se rellenen las grietas con el mismo material. 224
Figura 7.1A. Isoterma de adsorción de Mn(II) para diferentes tiempos de contacto sólido-
líquido en los dos residuo 232
Figura 7.1B. Evolución de la concentración del agua en función del tiempo durante los
procesos de adsorción y desorción del Mn(II) en los dos residuos. 233
Figura 7.2. Isotermas de adsorción y desorción del Mn(II) en los dos residuos mineros. 234
Figura 7.3. Histéresis del proceso de adsorción/desorción del Mn(II) en los dos residuos
mineros 235
Figura 7.4A. Isoterma de adsorción del Ni(II) para diferentes tiempo de contacto sólido-
líquido para los dos residuos 236
Figura 7.4B. Evolución de la concentración del agua en función del tiempo durante los
procesos de adsorción y desorción del Ni(II) en los dos residuos. 237
Figura 7.5. Isoterma de adsorción y desorción de Ni(II) en los dos residuos mineros. Se:
masa retenida después del proceso de desorción. 238
Figura 7.6. Histéresis del proceso de adsorción-desorción del Ni(II) en los dos residuos
mineros. 239
Figura 7.7. Isotermas de adsorción del Cr(VI) para diferentes tiempos para los dos residuos
ACL y SAL. 240
Figura 7.8. Evolución de la concentración del agua en función del tiempo durante los
procesos de adsorción y desorción del Cr(VI) en los dos residuos. 241
Figura 7.9. Isoterma de adsorción - desorción del Cr(VI) en los dos residuos mineros. Los 5
puntos de la isoterma de desorción se corresponden con los 5 puntos de la parte
superior de la isoterma de adsorción. 242
Figura 7.10. Histéresis del proceso de adsorción - desorción del Cr(VI) en los dos residuos
mineros. Donde Sa: masa total adsorbida y Se: adsorción efectiva 243
Figura 7.11. Comparación de la capacidad de adsorción de Ni(II) en los residuos y dos
suelos, valores en Tabla 7.8. 249
Figura 7.12. Comparación de la capacidad de adsorción de Cr(VI) en los residuos ACL y
otros minerales naturales, valores en Tabla 7.9. 250
Figura 7.13. Comparación de la capacidad de adsorción de Mn(II) en los residuos y en otros
suelos naturales. 251
Figura 7.14. Esquema donde los componentes del montaje de la columna de residuo y los
Listado de figuras 451
Figura 8.1. Representación de las isotermas de adsorción según la ecuación de Freundlich 310
Figura 8.2. Comparación de los resultados del ajuste de los ensayos de flujo y transporte de
PFBA en las columnas de residuos. A) Ensayos en el residuo ACL 313
Figura 8.3. Simulación de la curva de paso del NI(II) en los dos residuos mineros 315
Figura 8.4. Simulación de la curva de paso del Mn(II) en los dos residuos mineros 318
Figura 8.5. Simulación de la curva de paso del Cr(VI) en los dos residuos mineros 319
Figura 9.1. Ubicación de los sensores con relación a cada capa que forma la columna de
residuos. 331
Figura 9.2. Representación gráfica de la temperatura y humedad relativa en la superficie de
la muestra de residuos durante el montaje de la capa 2. 332
Figura 9.3. Medidas de la pérdida de peso por evaporación en función del tiempo en cada
Listado de figuras 452
Figura 9.29. Resultados de la modelación de los ensayos de flujo y transporte con Ni. A)
Columna con medio poroso homogéneo. B) Columna con grietas de desecación y
estratificación. 364
Figura 9.30. Resultados de la modelación de los ensayos de flujo y transporte con Ni.
Variando el parámetro β. 365
Lista de tablas 455
Listado de tablas
Tabla 1.2. Composición de los principales elementos después del proceso de lixiviado y
lavado del mineral laterítico (% en peso de la masa). 51
Tabla 1.3. Volumen de residuos generados por las actividades metalúrgicas. 35
Tabla 1.4. Composición de los residuos líquidos (mg/L). 36
Tabla 1.5. Composición de los residuos sólidos que se depositan en las presas de colas (%
en peso). 37
Tabla 3.1. Relación de los puntos de muestreo de las aguas superficiales, subterráneas y
residuales. 81
Tabla 3.2. Los métodos de análisis para la determinación de los diferentes elementos
(Buurman et al., 1996). 82
Tabla 3.3. Procedimiento de extracción secuencial en 7 fases. 87
Tabla 3.4. Características iniciales de las muestras empleadas en los diferentes ensayos. 89
Tabal 3.5. Características de la columna empleada en el estudio de flujo y transporte de
solutos conservativos y no conservativos en el laboratorio. 99
Tabla 7.1. Media de las principales propiedades físico - químicas de los residuos. 227
Tabla 7.2. Características de los metales usados en el ensayo de flujo y transporte. 228
Tabla 7.3. Relación de las concentraciones de soluto en la solución acuosa para la que se
realizó la isoterma de adsorción. 231
Lista de tablas 456
Listado de fotos
Foto 1.1. Afloramiento de las rocas ultrabásicas muy agrietadas. Carretera Moa-Sagua 21
Foto 1.2.Grietas y planos de falla en las rocas ultramáficas. 23
Foto 1.3. Grietas de una de los muros de la presa 2 de la Figura 1.3, producidas por el
seísmo de 1995. 25
Foto 1.4. Zonas del corte laterítico (yacimiento, Moa). 26
Foto 1.5. Vista de la mina a cielo abierto de uno de los yacimientos de níquel en
explotación, se observa la inundación por agua en la parte baja. 30
Foto 1.6. Erosión en cárcava en una escombrera. 31
Foto 1.7. Vertido de los residuos del proceso ACL. 38
Foto 2.1. Vertido de residuos metalúrgicos en una de las presas de la industria cubana del
níquel. 49
Foto 2.2. Imagen obtenida mediante el microscopio electrónico de una muestra de residuo
de una de las presas del residuo del proceso de lixiviación carbonato amoniacal
(ACL). Moa (Cuba), 53
Foto 2.3. Precipitados de óxidos e hidróxidos de hierro en las orillas del río Moa, Cuba. 58
Foto 2.4. Intersección del nivel freático en una mina de níquel a cielo abierto. Moa, Cuba. 64
Foto 2.5. Emanaciones gaseosas de una planta metalúrgica procesadora de Ni y Co. Moa,
Cuba 66
Foto 2.6. Erosión del dique de una presa de residuos, debido al desbordamiento de esta por
el agua. 72
Foto 5.1. Vertido de los residuos sólidos en la presa de residuo del procesos de lixiviación
ácida 137
Foto 5.2. Vertido de las aguas residuales y los residuos sólidos en la presa de residuo del
procesos de lixiviación carbonato amoniacal 138
Foto 6.1. Se puede apreciar el vertido y circulación de los residuos mineros en una de las
presas de residuos. Obsérvese la presencia de capas estratificadas de un espesor
muy fino, así como la presencia de grietas de desecación en la parte inferior
derecha. 186
Foto 6.2. Grietas de desecación en los meses de julio y agosto en la balsa 3 residuo ACL y
5 residuo SAL 186
Foto 6.3. Imagen del microscopio electrónico del residuo ACL, donde se observa una
partícula de materia orgánica de forma esférica en el centro y un cristal de yeso en
la parte inferior derecha 191
Foto 6.4. Imagen del microscopio electrónico donde se observa la presencia de
microorganismos en los residuos 193
Foto 6.5. Granulometría de una muestra del residuo ACL en una imagen del microscopio
electrónico. 195
Foto 6.6. Fotografía de algunas muestras rotas en el ensayo de compresión simple, nótese
el plano de rotura, la disminución de altura de las muestras cilíndricas es el
resultado de la deformación vertical experimentada debido al mayor grado de
Listado de fotos 460
saturación. 199
Foto 6.7. A) Fotografía de algunas muestras rotas por el ensayo Brasileño. B) Equipo de
tracción directa. C) prensa usada en el ensayo Brasileño. 200
Foto 6.8. Fotografías de tres muestras sometidas al ensayo triaxial. 202
Foto 6.9. A) Imagen del recipiente utilizado para lograr el equilibrio de las muestras con
una solución salina. B) Muestras utilizadas para la determinación de la succión en
el psicrómetro. 204
Foto 6.10. Foto de un desecador usado en los ensayos de retracción. Se aprecia que la
muestra de residuo en la bandeja está agrietada. 212
Foto 6.11. Se muestra el agrietamiento de tres capas de residuo de diferente espesores
secadas en el laboratorio bajo diferentes condiciones de humedad relativa 213
Fotos 6.12. Muestras sobre las que se determinó la permeabilidad en el ensayo triaxial. 221
ENTIDADES COLABORADORAS