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22 capítulo

Aneurismas de la aorta torácica


y disección aórtica
Scott A. LeMaire, Raja R. Gopaldas
y Joseph S. Coselli

Anatomía de la aorta 785 Patología y clasificación / 806 Reparación de aneurismas aórticos


Etiología e historia clínica / 809 distales / 819
Aneurismas de la aorta Tratamiento de la disección aguda
Manifestaciones clínicas / 809
torácica 785 de la aorta descendente / 820
Valoración diagnóstica / 810
Etiología y patogenia / 786
Tratamiento / 812 Conclusiones 820
Historia clínica / 789
Manifestaciones clínicas / 789 Resultados 816
Reconocimientos 820
Valoración diagnóstica / 789 Reparación de aneurismas aórticos
Tratamiento / 791 proximales / 817
Tratamiento de la disección aguda
Disección aórtica 806 de la aorta ascendente / 819

ANATOMÍA DE LA AORTA ANEURISMAS DE LA AORTA TORÁCICA


La aorta está formada por dos segmentos principales: la aorta El aneurisma aórtico se define como una dilatación local perma-
proximal y la distal. Ambos poseen características estructura- nente que genera un incremento de por lo menos 50% del diáme-
les propias que influyen en las manifestaciones clínicas de sus tro normal de la aorta en un punto anatómico determinado.1 La
afecciones y las estrategias terapéuticas específicas (fig. 22-1). incidencia anual de aneurismas de la aorta torácica se calcula en
El segmento aórtico proximal abarca la aorta ascendente (AA, 5.9 por 100 000 personas.2 Las manifestaciones clínicas, los tra-
ascending aorta) y la porción transversa del cayado aórtico. La tamientos y los resultados de éstos en individuos con aneurismas
aorta ascendente comienza en la válvula aórtica (AoV) y termina aórticos varían según la causa y el segmento aórtico afectado. Entre
en el sitio donde se origina la arteria o tronco braquiocefálico. La los factores generadores del aneurisma de la aorta torácica figuran
primera porción de la AA es la raíz aórtica, que incluye el anillo la enfermedad degenerativa de la pared aórtica, la disección de la
de la válvula aórtica y los tres senos de Valsalva; las arterias coro- arteria, la aortitis, las infecciones y los traumatismos. Los aneu-
narias se originan en dos de estos senos. La raíz aórtica se une a rismas afectan un solo segmento de la aorta o varios de ellos. Por
la porción tubular de la AA en el borde sinotubular. La porción ejemplo, los aneurismas aórticos toracoabdominales afectan tanto
transversa del cayado aórtico es el segmento del cual se originan la aorta torácica descendente como la aorta abdominal. En los casos
las ramas braquiocefálicas. El segmento aórtico distal abarca la más extremos, se forma un aneurisma que afecta toda la aorta,
aorta torácica descendente y la aorta abdominal. La aorta torácica padecimiento al cual con frecuencia se le denomina mega-aorta.
descendente comienza en un punto distal al origen de la arteria Los aneurismas torácicos pueden ser “verdaderos” o “falsos”.
subclavia izquierda y se extiende hasta el hiato diafragmático, Los primeros toman dos formas: fusiforme y sacular. Los fusifor-
sitio en el cual se transforma en la aorta abdominal. El segmento mes son más frecuentes y pueden describirse como dilataciones
torácico descendente da origen a numerosas ramas bronquiales y simétricas de la aorta. Los aneurismas saculares son evaginaciones
esofágicas, así como a las arterias intercostales segmentarias, que localizadas de la aorta. Los aneurismas falsos, llamados también
aportan circulación a la médula espinal. seudoaneurismas, son soluciones de continuidad en la pared aór-
El gran volumen sanguíneo que fluye a alta presión a tra- tica, “contenidos” por la capa externa de dicho gran vaso, por el
vés de la aorta torácica no se puede comparar con el de ninguna tejido periaórtico o por ambos. Son causados por la pérdida de la
otra estructura vascular. Debido a esto, cualquier alteración que continuidad de la pared de la aorta y por ellos mana sangre que se
deteriore la integridad de la aorta torácica, como disección aórtica, reúne en depresiones del tejido fibrótico.
rotura de aneurisma o lesión por traumatismo, tiene consecuencias Los aneurismas de la aorta torácica aumentan en tamaño de ma­
catastróficas. nera progresiva y generan complicaciones graves que incluyen rotura,
En el pasado, la reparación quirúrgica abierta de estos tras- la cual por lo general tiene un desenlace letal. Por consiguiente, en
tornos era una tarea intimidante acompañada de morbilidad y mor- todos los sujetos está indicado el tratamiento intensivo, a excepción de
talidad importantes. Las estrategias para proteger al cerebro y la aquellos con contraindicaciones importantes para la intervención qui-
médula espinal durante tales reparaciones se han vuelto cruciales rúrgica. Es posible vigilar aquellos aneurismas aórticos torácicos que
para evitar complicaciones devastadoras. En fecha reciente, el no causan síntomas, en particular en enfermos con bajo riesgo, y pro-
tratamiento intravascular para la enfermedad aórtica torácica en porcionar tratamiento quirúrgico en una fase posterior si el paciente
algunos sujetos se ha convertido en una práctica aceptada, la cual presenta síntomas o complicaciones, o bien, si aparece crecimiento
produce menos efectos secundarios en comparación con las estra- progresivo. El tratamiento médico primario es el control meticuloso de
tegias tradicionales. la hipertensión en individuos con aneurismas pequeños asintomáticos.

ERRNVPHGLFRVRUJ
786
Puntos clave
1 La valoración de la urgencia de una reparación para aneurisma 5 Es importante reparar los aneurismas de la aorta ascendente
aórtico es esencial para establecer un plan terapéutico apropiado. que generen síntomas o que tengan > 5.5 cm; dicha cifra límite
Aunque la reparación urgente conlleva un mayor riesgo quirúr- disminuye en caso de pacientes con conjuntivopatías.
gico que la reparación electiva, cualquier retraso inapropiado 6 La reparación operatoria comprende la elaboración de un plan
lleva consigo riesgo de muerte. adaptado a cada paciente, con base en la valoración médica
2 La progresión clínica de un aneurisma aórtico es la expansión preoperatoria minuciosa. Si la situación es adecuada, es muy
continua con rotura final. Por lo tanto, son necesarios los estudios necesario llevar a nivel óptimo el estado de salud de la persona
de imagen regulares, sin penetración corporal como parte del plan de (como corregir otros cuadros concurrentes), antes de empren-
vigilancia durante toda la vida a fin de asegurar la salud del enfermo der la intervención quirúrgica.
a largo plazo. Incluso los aneurismas asintomáticos pequeños se 7 El perfeccionamiento y uso de auxiliares quirúrgicos, como la
valoran siempre por medio de estudios de imagen con el propósito perfusión cerebral anterógrada selectiva y el drenaje de LCR
de valorar el crecimiento general y la velocidad anual de expansión. han disminuido de forma importante las tasas de morbilidad
3 Se han aprobado dispositivos de reparación endovascular para tra- relacionadas con la reparación aórtica compleja.
tar los aneurismas en la porción descendente de la aorta torácica, y 8 La disección en la porción proximal de la aorta es una situa-
algunos de los más nuevos también han sido aprobados para tratar ción letal y por lo general está indicada la reparación quirúr-
traumatismos de la aorta y úlcera penetrante de la misma. gica inmediata, aunque la reparación definitiva podría
4 En fecha reciente se publicaron las guías para la práctica, que han sido diferirse hasta después de haber tratado las deficiencias graves
útiles para estandarizar el proceso de decisiones y escoger una inter- de riego.
vención operatoria apropiada y también para uniformar el uso de estu-
dios de imagen en personas con enfermedad de la aorta torácica.

La intervención quirúrgica de urgencia se requiere en cualquier


enfermo en quien se sospecha rotura de aneurisma.
Los pacientes con aneurisma de la aorta torácica presentan con
frecuencia otros aneurismas en diversos segmentos aórticos. Una
Carótida primitiva causa común de muerte tras la reparación de un aneurisma torácico es
Subclavia
izquierda izquierda la rotura de un aneurisma aórtico distinto. De ahí que con frecuencia
sea necesario realizar reparaciones secuenciales en varios segmentos
Tronco
braquiocefálico Cayado aórticos. Al igual que con cualquier otro procedimiento quirúrgico
aórtico mayor, una valoración preoperatoria cuidadosa para detectar enfer-
medades concomitantes y la optimización del tratamiento médico
son esenciales para lograr buenos resultados con la cirugía.
Aorta
descendente
Una alternativa a la reparación abierta tradicional de un aneu-
Aorta risma aórtico torácico descendente es la colocación de una prótesis
ascendente intravascular. Es indispensable satisfacer algunos criterios anatómi-
cos para considerar esta opción terapéutica, incluida la presencia de
al menos una zona de implantación de 2 cm de tejido aórtico sano en
sentido proximal y distal para excluir el aneurisma. Aunque todavía
no hay datos de resultados a largo plazo, la reparación intravascular
del aneurisma aórtico torácico descendiente se ha convertido en una
Base de práctica aceptada con excelentes resultados a mediano plazo.
la aorta
Etiología y patogenia
Generalidades.  La aorta normal debe su elasticidad y resistencia a
la tensión de la capa media, que está formada por alrededor de 45
a 55 láminas de elastina, colágeno, células de músculo liso y matriz
celular. El contenido de elastina es mayor en la aorta ascendente,
cualidad previsible si se toma en cuenta su naturaleza distensible,
y disminuye en sentido distal en la aorta descendente y la abdomi-
nal. El mantenimiento de la matriz de la aorta implica interacciones
Figura 22-1.  Ilustración de la anatomía aórtica torácica normal. Los
complejas entre células del músculo liso, macrófagos, proteasas e
vasos braquiocefálicos nacen del cayado aórtico transversal y se usan
inhibidores de las proteasas. Cualquier alteración en el fino equilibrio
como referencias anatómicas para definir las regiones del cayado. La
de estos mecanismos resulta en un proceso patológico de la aorta.
aorta ascendente es proximal al tronco braquiocefálico, mientras que
Las causas de los aneurismas de la aorta torácica se especi-
la aorta descendente es distal a la arteria subclavia izquierda.
fican en el cuadro 22-1. Aun cuando estos procesos patológicos
difieren desde los puntos de vista bioquímico e histológico, com-
La resección electiva con sustitución mediante injerto está parten la vía común final de la dilatación aórtica progresiva y la
indicada en sujetos asintomáticos con diámetro aórtico menor que rotura subsiguiente.
el doble del diámetro normal en el segmento afectado (5 a 6 cm en Los factores hemodinámicos contribuyen de manera bien defi-
la mayor parte de los segmentos torácicos). Las contraindicaciones nida al proceso de dilatación aórtica. Por otra parte, está bien descrito
para la reparación electiva comprenden riesgo quirúrgico extremo a el círculo vicioso en que al incremento del diámetro sigue un aumento
causa de cardiopatía o neumopatía grave concomitante o esperanza de la tensión de la pared, fenómeno que responde a la ley de Laplace
786 de vida limitada por otras afecciones, como enfermedad maligna. (tensión = presión × radio). De igual manera, la turbulencia del flujo

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Cuadro 22-1 tipo de sujetos con síndrome de Marfan incluye de modo distintivo 787
talla alta, paladar ojival, hipermovilidad articular, alteraciones del
Causas de los aneurismas de la aorta torácica cristalino, prolapso de la válvula mitral (MV) y aneurismas aórticos.
Degeneración inespecífica de la capa media La pared aórtica es débil por la fragmentación de las fibras elásticas
Disección aórtica y depósito de una cantidad excesiva de mucopolisacáridos (un pro-
Alteraciones genéticas ceso previamente llamado degeneración quística de la media). Los
  Síndrome de Marfan enfermos con síndrome de Marfan tienen una mutación que afecta el
  Síndrome de Loeys-Dietz gen de la fibrilina, localizado en el brazo largo del cromosoma 15.
  Síndrome de Ehlers-Danlos La fibrilina alterada en la matriz extracelular disminuye la resistencia
  Aneurismas aórticos familiares del tejido conjuntivo de la pared aórtica y origina características elás-
ticas anómalas que predisponen a la aorta a dilatación, consecutiva a

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


  Síndrome de aneurismas-osteoartritis
  Aorta bivalva congénita la tensión que se ejerce sobre la pared durante la expulsión sanguínea
  Arco aórtico bovino desde el ventrículo izquierdo (LV).3 Sin embargo, evidencia reciente
Dilatación posestenótica muestra que la fibrilina alterada da lugar a degeneración de la matriz
Infección de la pared aórtica por aumento en la actividad del factor transfor-
Aortitis mador del crecimiento β (TGF-β).4 Entre 75 y 85% de los pacientes
  Arteritis de Takayasu con síndrome de Marfan tiene dilatación de la AA y ectasia del anillo
  Arteritis de células gigantes aórtico (dilatación de los senos y anillo aórticos).5 Estas anomalías
  Aortitis reumatoide aórticas son el origen más frecuente de muerte entre los individuos
Traumatismos con síndrome de Marfan.6 Este síndrome también se acompaña a
menudo de disección aórtica.
Síndrome de Loeys-Dietz.  Este síndrome tiene rasgos fenotípi-
sanguíneo se reconoce como factor contribuyente. Por ejemplo, la dila- cos distintos respecto del síndrome de Marfan. Se describe como
tación posestenótica de la aorta se presenta en algunos individuos con un síndrome aneurismático con afección sistémica extensa. El
estenosis de válvula aórtica o coartación de la aorta torácica descen- síndrome de Loeys-Dietz es un trastorno agresivo, autosómico
dente. Sin embargo, las alteraciones hemodinámicas sólo constituyen dominante, que se distingue por la tríada de tortuosidad arterial
una de las piezas de un rompecabezas complejo. y aneurismas, hipertelorismo (separación excesiva entre los ojos)
Por lo regular se cita la ateroesclerosis como un factor que y úvula bífida o paladar hendido. El trastorno se debe a mutacio-
predispone a la formación de aneurismas de la aorta torácica. Sin nes heterocigóticas en los genes que codifican los receptores para
embargo, aunque la enfermedad ateroesclerótica se encuentra con TGF-β, en lugar de la fibrilina 1.7,8 Las personas con el síndrome
frecuencia relacionada con aneurismas aórticos, la noción de que la de Loeys-Dietz (incluidos niños de corta edad) están expuestas a
ateroesclerosis es una causa bien definida de formación de aneurismas un riesgo mayor de rotura y disección de la aorta. El umbral límite
es dudosa. En el caso de los aneurismas de la aorta torácica, la ate- basado en el diámetro para la reparación tiende a ser menor en
roesclerosis es un proceso coexistente más que la causa subyacente. el caso de sujetos con dicho síndrome, que en pacientes de otras
La investigación sobre los mecanismos patológicos de los conjuntivopatías.
aneurismas aórticos abdominales se enfoca sobre los procesos mole-
culares de la degeneración de la pared aórtica y su dilatación. Por Síndrome de Ehlers-Danlos.  Este síndrome incluye un espec-
ejemplo, el desequilibrio entre las enzimas proteolíticas (como las tro de alteraciones hereditarias del tejido conjuntivo que afecta la
metaloproteinasas de la matriz celular) y sus inhibidores favorece la síntesis de colágena; cada subtipo induce anomalías en diferentes
formación de aneurismas de la aorta abdominal. Con base en estos fases de la producción de la colágena muscular. El síndrome de
avances, las investigaciones actuales exploran la posibilidad de que Ehlers-Danlos tipo IV se debe a una alteración autosómica domi-
mecanismos inflamatorios y proteolíticos similares estén implicados nante de la síntesis de colágeno tipo III y podría originar mani-
en la enfermedad aórtica en el tórax, con la esperanza de identificar festaciones cardiovasculares que ponen en peligro la vida. La
blancos moleculares potenciales para el tratamiento farmacológico. causa de muerte más habitual en estos sujetos es la rotura arterial
espontánea, que casi siempre ocurre en los vasos mesentéricos.
Degeneración inespecífica de la capa media.  La degenera- Los aneurismas y las disecciones de la aorta torácica son entida-
ción inespecífica de la capa media es el factor causal más habitual des patológicas menos comunes en el síndrome de Ehlers-Danlos,
de la enfermedad de la aorta torácica. Con el avance de la edad, pero llegan a aparecer y requieren tratamiento quirúrgico, el cual se
es de esperar que aparezcan manifestaciones hísticas de la dege- complica a causa de la integridad reducida del tejido aórtico.9 Se ha
neración leve de la media, que incluyen fragmentación de fibras descrito una variante de Ehlers-Danlos de heterotopia periventricu-
elásticas y pérdida de células del músculo liso. Sin embargo, la lar, que incluye manifestaciones como hiperextensibilidad articular
degeneración prematura y acelerada de la media induce debilita- y cutánea y dilatación de la aorta, causadas por mutaciones en el
miento progresivo de la pared aórtica, formación de aneurismas y, gen que codifica la filamina A (FLNA), una proteína unida a actina,
a la larga, rotura, disección, o ambas. Las causas de la enfermedad que conecta la unidad contráctil de la célula de músculo liso con la
degenerativa de la media aún se desconocen. superficie celular.10
Disección aórtica.  Las disecciones aórticas casi siempre se origi-
nan como un desgarro de la pared interior de la aorta que induce una Aneurismas aórticos familiares.  Las familias sin los trastornos
separación progresiva de las láminas de la capa media, lo cual origina hereditarios del tejido conjuntivo descritos antes también pueden
la formación de dos canales en la arteria y una pared externa notoria- sufrir trastornos genéticos que causan aneurismas aórticos toráci-
mente debilitada. En virtud de tratarse de la afección catastrófica más cos. De hecho, se calcula que al menos 20% de los pacientes con
frecuente de la aorta, la disección representa una de las principales aneurismas y disecciones aórticos torácicos tienen una predisposi-
causas específicas de los aneurismas de la aorta torácica, de modo ción genética a ellos. Las mutaciones implicadas se caracterizan por
que se analiza con detalle en la segunda mitad de este capítulo. herencia autosómica dominante con baja penetrancia y expresión
variable. Hasta la fecha se han identificado como causas de aneuris-
Trastornos genéticos mas y disección de la aorta torácica de tipo familiar,11-13 mutaciones
Síndrome de Marfan.  Éste corresponde a una alteración genética de genes de los receptores TGF-β (TGFβR1 y TGFβR2); TGF-β2,
autosómica dominante que se caracteriza por una anomalía específica miosina β (MYH11 y MYLK) y actina α (ACTA2) de células de
del tejido conjuntivo que induce formación de aneurismas. El feno- músculo liso. Las mutaciones de ACTA2 aparecen en aproximada-

扯潫獭敤楣潳⹯牧
788 mente 14% de grupos familiares con aneurismas y disecciones de La invasión de la pared aórtica por bacterias podría ser el resultado
la aorta torácica de índole familiar. de endocarditis bacteriana, traumatismo endotelial consecutivo a
Síndrome de aneurismas-osteoartritis.  El síndrome de aneu- una lesión aórtica en chorro o extensión a partir de un coágulo
rismas-osteoartritis es un trastorno dominante autosómico recién laminar infectado hacia un aneurisma preexistente. Los microorga-
identificado. Las personas que muestran tal anomalía tienen aneu- nismos más habituales son Staphylococcus aureus, S. epidermidis,
rismas aórticos y arteriales, tortuosidad de arterias, disección de Salmonella y Streptococcus.30,31 En comparación con la mayoría
aorta, anormalidades craneofaciales leves y osteartritis de inicio de las causas de aneurismas de la aorta torácica, que casi siempre
temprano. Este síndrome es causado por mutaciones del gen que genera lesiones fusiformes, las infecciones a menudo producen
codifica SMAD3, factor de transcripción de TGF-β. Los sujetos aneurismas saculares en áreas destruidas por el proceso infeccioso.
afectados muestran una elevada incidencia de disección aórtica, Aunque en alguna época la sífilis constituyó el origen más
que suele ocurrir con la aorta con dilatación leve (4 a 4.5 cm) y que común de aneurisma aórtico proximal, con el advenimiento de
la antibioticoterapia eficaz, los aneurismas sifilíticos se han con-
PARTE II

causa la muerte repentina.14


vertido en una rareza en los países industrializados. Sin embargo,
Válvula aórtica bicúspide congénita.  La válvula aórtica bicús- en otras partes del mundo estas lesiones siguen siendo una causa
pide es la malformación congénita más habitual del corazón y los importante de morbilidad y mortalidad. La espiroqueta Treponema
grandes vasos, que afecta hasta a 2% de estadounidenses. 15 En pallidum genera una endarteritis obliterante de los vasa vasorum,
comparación con los individuos que poseen una válvula aórtica que provoca isquemia de la media y pérdida de los elementos elás-
normal de tres valvas, en los sujetos con válvula aórtica bicúspide
Consideraciones específicas

ticos musculares de la pared aórtica. La AA y el cayado aórtico son


hay una mayor incidencia de aneurismas de la aorta ascendente y las estructuras afectadas con mayor frecuencia. La aparición del
la dilatación aórtica se produce con mayor rapidez.16 El sitio en virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en el decenio de 1980
que está la valva fusionada o rafe puede señalar anticipadamente la se ha vinculado con un incremento importante en la incidencia de
presencia de dilatación aórtica y otras anomalías.17 Casi 50 a 70% sífilis, tanto en pacientes infectados por VIH como en no infecta-
de los adultos con válvula aórtica bicúspide, pero sin disfunción dos. Debido a que casi siempre la aortitis sifilítica surge 10 a 30
valvular significativa, tiene dilatación aórtica detectable con eco- años después de la infección primaria, es posible que la incidencia
cardiografía.18,19 Por lo general, esta dilatación se limita a la aorta de aneurismas secundarios se incremente en un futuro cercano.
ascendente y la raíz aórtica.20 A veces se encuentra la dilatación
Aortitis.  Los individuos con aneurismas aórticos torácicos
en el cayado y sólo en escasas ocasiones en la aorta descendente o
degenerativos y preexistentes presentan inflamación transmural
abdominal. Además, la disección aórtica aparece 10 veces más a
localizada y fibrosis subsecuente. El infiltrado aórtico denso está
menudo en enfermos con válvulas bicúspides que en la población
constituido por linfocitos, células plasmáticas y células gigantes.
general.21 Las investigaciones recientes sugieren que los aneuris-
La causa de esta reacción inflamatoria intensa se desconoce. Aun-
mas que se relacionan con aorta bicúspide, tienen características
que se considera que la inflamación grave es un fenómeno sobre-
fisiopatológicas distintas a la de aquellos que se presentan en
puesto y no la causa primaria, su presencia en un aneurisma debilita
pacientes con válvulas normales.22 aún más la pared aórtica y precipita la expansión.
No hay certeza del mecanismo exacto por el que se forma Asimismo, las afecciones autoinmunitarias sistémicas tam-
el aneurisma en personas con válvula aórtica bicúspide, pero los
bién generan aortitis torácica. En tanto que la arteritis de Takayasu
datos sugieren que dichos pacientes tienen una anomalía congénita
por lo regular origina lesiones obstructivas con engrosamiento
del tejido conjuntivo que predispone a la aorta a degeneración de
intenso de la íntima, la necrosis concomitante de la media induce
su capa media.22-28 Por ejemplo, hay disminución significativa del
formación de aneurismas. En sujetos con arteritis de células
contenido de fibrilina 1 y aumento extraordinario de la actividad de
metaloproteinasa de matriz en la capa media de la aorta en personas gigantes (arteritis temporal), podría producirse inflamación gra-
con válvula aórtica bicúspide, en comparación con aquellas con nulomatosa que afecta la totalidad de la pared aórtica e induce
válvula aórtica normal.22-24 Además, la presencia de flujo turbu- engrosamiento de la íntima y destrucción de la media. La aortitis
lento por largo tiempo a través de la valva deforme puede exacer- reumatoide es una enfermedad sistémica inusual vinculada con la
bar el proceso de degeneración de la capa media en pacientes con artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante; los fenómenos
válvula aórtica bicúspide. resultantes de inflamación y fibrosis de la media afectan la raíz
aórtica y provocan dilatación del anillo, insuficiencia valvular y
Arco aórtico bovino.  El arco aórtico bovino (un punto común del formación de aneurismas en la AA.
nacimiento del tronco braquiocefálico y la arteria carótida primi-
Seudoaneurismas.  Los seudoaneurismas o aneurismas falsos de
tiva izquierda), ha sido considerado como una variante anatómica
la aorta torácica casi siempre se deben a fugas crónicas retenidas
normal. Estudios recientes en la Universidad de Yale han identi-
por los tejidos y la fibrosis circundante. Por definición, la pared de
ficado una mayor prevalencia del arco aórtico bovino en personas
un seudoaneurisma no está formada por tejido aórtico intacto; por
con enfermedad de la aorta torácica. Se ha detectado un vínculo
el contrario, la pared se forma a partir de un trombo organizado
entre la enfermedad mencionada y un incremento generalizado en
y la fibrosis concomitante. Los seudoaneurismas se originan en
la enfermedad aneurismática aórtica (sin ninguna predisposición
malformaciones primarias de la pared aórtica (p. ej., tras un trau-
hacia alguna región aórtica particular). Sin embargo, el arco aór-
matismo con contención de un aneurisma roto) o fístulas desde
tico bovino no se ha vinculado de manera particular con válvula
anastomosis luego de intervenciones quirúrgicas cardiovasculares.
aórtica bicúspide ni con disección aórtica, pero sí con incremento
Los seudoaneurismas anastomóticos tienen su origen en los pro-
de la media de la velocidad de crecimiento aórtico: 0.29 cm/año en
blemas técnicos o el deterioro del tejido aórtico propio, el material
personas con arco aórtico bovino, en comparación con 0.09 cm/año
injertado o la sutura. Por lo general, éstos ocurren en pacientes
en testigos. Por lo expuesto, el arco aórtico bovino puede definirse
con síndrome de Marfan.32 Por lo común, el deterioro hístico se
mejor como un precursor del aneurisma aórtico, que una simple
vincula con enfermedad degenerativa progresiva o infección. El
variante anatómica normal.29 Se necesitan más investigaciones para
perfeccionamiento de los materiales para sutura e injerto, así como
definir el mecanismo básico de tal vínculo.
de las técnicas quirúrgicas han disminuido la incidencia de seu-
Infección.  La formación de aneurismas como consecuencia de doaneurismas de la aorta torácica. En caso de que ocurran estos
una infección primaria de la pared aórtica es inusual. Aun cuando últimos, típicamente necesitarán intervención quirúrgica expedita
a este tipo de aneurismas se le denomina aneurismas micóticos, los o de otro tipo, porque se acompañan de una elevada incidencia de
patógenos que lo generan casi siempre son bacterias y no hongos. complicaciones y rotura.

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Historia clínica Compresión local y erosión.  En una fase inicial, la expansión 789
Las decisiones relativas a las opciones terapéuticas en enfermos y la presión sobre las estructuras adyacentes inducen dolor cró-
con aneurismas de la aorta torácica se basan en el conocimiento nico leve. El síntoma más habitual en enfermos con aneurismas de
que hoy en día se tiene sobre la historia natural de esta afección. la aorta ascendente es una molestia en la parte anterior del tórax;
De ordinario, la historia natural se caracteriza por dilatación pro- es frecuente que el dolor se ubique en la región precordial, pero
gresiva de la aorta y, a la larga, rotura, disección, o ambas. se podría irradiar hacia el cuello y la mandíbula, semejándose a
1 El análisis realizado por Elefteriades de 1 600 pacientes con la angina de pecho. Los aneurismas de la aorta ascendente y de la
enfermedad de la aorta torácica, ha ayudado a la cuantificación de porción transversal del cayado aórtico causan síntomas vinculados
estos riesgos bien definidos.33 Las tasas medias de expansión fue- con la compresión de la vena cava superior, la arteria pulmonar, las
ron de 0.07 cm por año en los aneurismas de la aorta ascendente y vías respiratorias o el esternón. Aunque es un suceso inusual, en la
de 0.19 cm por año en aquellos de la aorta torácica descendente. vena cava superior o en la aurícula derecha se produce erosión, que

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


Como se esperaba, el diámetro aórtico resultó ser un factor impor- se manifiesta como insuficiencia cardiaca aguda de gasto alto. La
tante para la predicción de rotura, disección y mortalidad. En el expansión de la porción distal del cayado aórtico estira el nervio
caso de los aneurismas torácicos con diámetro > 6 cm, las tasas laríngeo recurrente e induce parálisis de la cuerda vocal izquierda
anuales de complicaciones letales fueron 3.6% para rotura, 3.7% y enronquecimiento. Es frecuente que los aneurismas torácicos
para disección y 10.8% para fallecimiento. Los diámetros críticos, descendentes y los toracoabdominales causen dolor dorsal ubicado
en los cuales la incidencia de complicaciones naturales se incre- entre los omóplatos. Cuando el aneurisma tiene una mayor dimen-
menta de manera significativa, fueron 6 cm para aneurismas de la sión en la región del hiato aórtico, quizás aparezca dolor en la parte
aorta ascendente y 7 cm para aneurismas de la aorta torácica des- media de la espalda y en el epigastrio. La erosión de los cuerpos
cendente; los riesgos correspondientes de rotura al alcanzar dichos vertebrales del tórax y la región lumbar se caracteriza por dolor
diámetros fueron 31 y 43%, respectivamente.34 dorsal intenso y crónico; en casos extremos, surge inestabilidad ver-
Algunos tipos de aneurismas tienen mayor propensión a la tebral y deficiencia neurológica por compresión medular. Si bien
expansión y la rotura. Por ejemplo, los aneurismas en pacientes del los aneurismas micóticos tienen una propensión peculiar a destruir los
síndrome de Marfan o Loeys-Dietz, muestran dilatación con ritmo cuerpos vertebrales, los aneurismas degenerativos también causan
acelerado y se rompen y disecan con diámetros más pequeños que erosión raquídea. De igual manera, los aneurismas de la aorta torá-
los observados con aneurismas vinculados con trastornos que no per- cica descendente podrían causar diversos grados de obstrucción de
tenecen a las conjuntivopatías. Antes de contar con el tratamiento las vías respiratorias que se manifiestan como tos, sibilancias, estri-
quirúrgico, esta modalidad agresiva de enfermedad aórtica daba dor o neumonitis. La erosión hacia los pulmones o las vías respira-
como resultado una esperanza de vida promedio de 32 años en los torias se manifiesta como hemoptisis. La compresión y la erosión
sujetos con el síndrome de Marfan, en quienes la mayoría de las del esófago causan disfagia y hematemesis, respectivamente. Los
muertes se debía a complicaciones que alteraban la raíz aórtica.35 aneurismas de la aorta toracoabdominal causan obstrucción duode-
Los aneurismas saculares, que a menudo se relacionan con infección nal o hemorragia GI si se erosiona la pared del intestino. Es inusual
aórtica y casi siempre afectan sólo una pequeña sección casi invisible la ictericia consecutiva a compresión hepática o hepatitis porta. La
de la aorta, tienden a crecer con más rapidez que los aneurismas fusi- erosión hacia la vena cava inferior o la vena iliaca se detecta por
formes, los cuales se acompañan de cambios degenerativos más dise- el soplo abdominal, pulso amplio, edema e insuficiencia cardiaca.
minados y casi siempre alteran un segmento más grande de la aorta. Insuficiencia de la válvula aórtica.  Los aneurismas aórticos
Existe una situación clínica frecuente que merece especial proximales pueden generar desplazamiento de las comisuras val-
atención. En muchas ocasiones se detecta una dilatación moderada vulares aórticas y dilatación anular. La deformación resultante de
de la aorta ascendente (4 a 5 cm) durante la colocación de una la AoV causa insuficiencia valvular aórtica con agravación progre-
válvula aórtica o un injerto de derivación coronaria. La evolución siva. Como respuesta a la sobrecarga de volumen, el corazón se
clínica de la ectasia en estas aortas ascendentes se ha determinado remodela y se dilata cada vez más. Los pacientes con este trastorno
mediante varios estudios. Michel et al.36 estudiaron a enfermos quizá manifiesten insuficiencia cardiaca congestiva, presión del
que presentaban una aorta ascendente con un diámetro > 4 cm en pulso ensanchada y soplo diastólico.
el momento de la sustitución valvular; 25% de ellos requirió otra Embolización distal.  Es frecuente que los aneurismas de la aorta
intervención quirúrgica con el objeto de sustituir la aorta ascen-
torácica, en particular aquellos que afectan los segmentos toracoab-
dente. Prenger et al.37 informaron que la disección aórtica se pre-
dominal y de la aorta descendente, estén recubiertos por placas ate-
senta en 27% de los pacientes con diámetro aórtico > 5 cm en el
romatosas friables y trombos murales. Cuando se desprenden, estos
momento de la sustitución valvular aórtica. En fecha reciente se ha
restos pueden causar embolización distal y dar origen a oclusión
prestado atención a dilucidar si es necesario sustituir la base de la
y trombosis de las ramas viscerales, renales y de las extremidades
aorta con dilatación mínima o no sustituirla en personas con válvula
inferiores.
aórtica tricúspide, en las que se ha practicado sustitución valvular
aislada, y también precisar el elemento límite para intervenir. Es Rotura.  Los individuos con rotura de aneurisma de la aorta torácica a
un punto controvertido, pero muchos cirujanos piensan que la ten- menudo refieren dolor súbito e intenso en la parte anterior del tórax
dencia hacia la dilatación aórtica tardía en estos pacientes justifica (aorta ascendente), la parte superior de la espalda o la izquierda del
medidas intensivas.38,39 Las guías actuales en la práctica señalan tórax (aorta torácica descendente), o bien en el flanco izquierdo o
que hay que considerar la sustitución temprana en estos pacientes el abdomen (aorta toracoabdominal). Cuando los aneurismas de
cuando la aorta ascendente tiene 4.0 a 4.5 cm.40 la AA se rompen es habitual que sangren hacia el espacio pericár-
dico, lo cual origina taponamiento cardiaco agudo y muerte. Los
Manifestaciones clínicas aneurismas de la aorta torácica descendente drenan hacia la cavidad
En muchos individuos con aneurismas de la aorta torácica, la lesión pleural, lo cual propicia una combinación de choque hemorrágico
se descubre de manera casual durante la realización de estudios de grave y alteración respiratoria. La rotura externa es en extremo
imagen por razones diferentes. Por ello, es frecuente que los sujetos inusual; en cuanto a los aneurismas sifilíticos, se ha observado que
se encuentren asintomáticos en el momento del diagnóstico. Sin drenan hacia el exterior tras erosionar el esternón.
embargo, cuando los aneurismas de la aorta torácica no se detectan,
eventualmente causan signos y síntomas que varían de acuerdo con Valoración diagnóstica
el segmento aórtico afectado. Estos aneurismas generan diferentes El diagnóstico y caracterización de los aneurismas de aorta torácica
manifestaciones que incluyen compresión o erosión de las estruc- requieren de estudios imagenológicos que también aportan infor-
turas adyacentes, insuficiencia de la válvula aórtica, embolización mación indispensable para la selección de opciones terapéuticas.
a distancia y rotura. La mejor selección de alguna técnica imagenológica para identi-

扯潫獭敤楣潳⹯牧
790 ficar la aorta torácica y la toracoabdominal es específica de cada
institución, varía con la disponibilidad del equipo y la experien-
cia, pero se han hecho intentos de estandarizar elementos básicos
de obtención y notificación de imagen. Las guías recientes en la
práctica40 recomiendan que los señalamientos imagenológicos de
la aorta señalan simplemente el sitio de las anomalías en ese gran
vaso (incluida la calcificación y la magnitud en que se extienden
las anormalidades en las ramas del mismo); los diámetros aórticos
externos máximos (y no los internos basados en el calibre inte-
rior); defectos de llenado internos y cualquier signo de rotura. En la
medida de lo posible se comparan los resultados con los de estudios
imagenológicos previos.
PARTE II

Radiografías simples.  Las radiografías simples de tórax, abdo-


men o columna vertebral por lo general aportan información sufi-
ciente para establecer el diagnóstico inicial de aneurisma de la aorta
torácica. Los aneurismas de la AA generan una sombra convexa en
el lado derecho de la silueta cardiaca. La proyección anterior de
Consideraciones específicas

un aneurisma proximal causa obliteración del espacio retroesternal


en la radiografía lateral. Es probable que la presencia de un aneu-
risma no se distinga de un proceso de alargamiento y tortuosidad.41
Por encima de todo, las radiografías de tórax (CXRS; chest radio-
graphs) pueden tener aspecto normal en sujetos con afectación de
la aorta torácica y por esa razón, con ellas no se descarta el diagnós-
tico de aneurisma aórtico. Por ejemplo, los aneurismas de la raíz
aórtica son ocultados con frecuencia por la superposición de la
silueta cardiaca. Las radiografías simples de tórax podrían mostrar
cierta convexidad de la porción derecha superior del mediastino, A
disminución del espacio retroesternal o ensanchamiento de la som-
bra de la aorta torácica descendente, la cual podría distinguirse por
un borde de calcificaciones que delimita la dilatación aneurismática
en la pared de la arteria. La calcificación de la aorta también es sus-
ceptible de observarse en la región superior del abdomen mediante
una radiografía estándar en posición anteroposterior o lateral (fig.
22-2). Una vez que se detecta un aneurisma de la aorta torácica por
medio de radiografía simple, es necesario llevar a cabo estudios
adicionales para determinar la extensión de la lesión.
Ecocardiografía y ultrasonografía abdominal.  Es frecuente
que los aneurismas de la AA se descubran durante la valoración
ecocardiográfica de enfermos con síntomas o signos de insuficien-
cia de la válvula aórtica. Tanto la ecocardiografía transtorácica
como la transesofágica permiten una visualización excelente de
la AA incluida la raíz.42 La ecocardiografía transesofágica (TEE,
transesophageal echocardiography) también hace posible la visua-
lización de la aorta torácica descendente, pero no está indicada para
valorar el cayado aórtico transversal (que está oculto por el aire del
árbol traqueobronquial) o la parte superior de la aorta abdominal.
La ecocardiografía eficaz requiere habilidad técnica considerable,
tanto para obtener imágenes adecuadas como para interpretarlas.
Esta modalidad de imágenes tiene el beneficio adicional de valo-
rar la función cardiaca y revelar otras alteraciones que pudiera
haber. Durante la valoración ecográfica ante un caso de sospecha
de aneurisma de la aorta abdominal en su segmento infrarrenal, si
no se identifica un cuello definido a nivel de las arterias renales, se
sospecha la posibilidad de afectación de aorta toracoabdominal e
investiga con otras técnicas de imagen. Se tiene gran cautela en la
interpretación de las dimensiones del aneurisma obtenidas de estu-
dios ecográficos, porque a menudo se señalan dimensiones intralu-
minales, en tanto que en otras modalidades imagenológicas por lo
regular se usan mediciones extraluminales de ese vaso.
Tomografía computarizada.  La CT se practica ampliamente,
permite visualizar toda la aorta torácica y abdominal y facilita las
reconstrucciones multiplanares y tridimensionales de ese vaso.
En consecuencia, la CT es la modalidad más común y sin duda la B
más útil para valorar aneurismas de la aorta torácica.43 Además de
corroborar el diagnóstico, por medio de CT se obtiene información Figura 22-2.  Radiografía de tórax que muestra un borde calcificado
del sitio, extensión, anomalías anatómicas y relación del aneurisma en la pared de un aneurisma aórtico toracoabdominal. A. Proyección
con las principales ramas de vasos. La CT es en particular útil para anteroposterior. B. Proyección lateral.

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conocer el diámetro absoluto de la aorta, en especial en presencia la diuresis del agente de contraste. Si ocurre insuficiencia renal o 791
de un coágulo laminado, y también para detectar calcificación de se agrava la preexistente, se pospone la cirugía electiva hasta que
la aorta. La CT con medio de contraste proporciona información la función renal regrese a la normalidad o se estabilice.
del lumen aórtico y detecta trombos murales, disección aórtica, Angiografía por resonancia magnética.  La angiografía por
fibrosis inflamatoria periaórtica, así como formación de hemato- resonancia magnética (MRA, magnetic resonance angiography),
mas mediastínicos o retroperitoneales originados por contención estudio que posibilita la valoración de la aorta en toda su extensión,
a causa de rotura. Para incrementar la congruencia y asegurar un cada vez se torna más disponible. Con esta modalidad, se obtienen
señalamiento uniforme, las guías de la práctica actual sugieren que imágenes comparables a las producidas en la CT con contraste, pero
2 deben hacerse las mediciones en sentido perpendicular al
flujo sanguíneo y en sitios anatómicos corrientes40 (fig. 22-3);
no implica la exposición a radiación ionizante. Además, la MRA
ofrece una visualización excelente de los detalles de las ramas vas-
con ello se aminora la posibilidad de mediciones equívocas, en par- culares y es útil para detectar la estenosis de estas ramas.45 Aún

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


ticular durante la vigilancia con generación seriada de imágenes. más, algunas de las limitaciones de la MRA es su precio caro y su
La principal desventaja de la imagen por CT con contraste es susceptibilidad a mostrar artefactos creados por materiales ferro-
la posibilidad de insuficiencia renal aguda causada por el contraste magnéticos; el gadolinio (agente de contraste para realizar MRA)
en pacientes con riesgo (p. ej., personas con nefropatía preexistente podría estar vinculado con la fibrosis sistémica nefrógena y la insu-
o diabetes).44 Si es posible, la intervención quirúrgica se lleva a ficiencia renal aguda en personas con disfunción renal avanzada.46
cabo un día después o más, luego de la administración del medio de Además, el entorno de MRA tal vez no sea adecuado para sujetos
contraste para tener tiempo de observar la función renal y permitir en estado crítico, y a diferencia de la CT, la MRA es una técnica
subóptima en personas con calcificación extensa de la aorta.
Aortografía con penetración corporal y cateterismo cardiaco. 
En épocas pasadas se consideró a la aortografía con medio de con-
traste y practicada con catéter, como el estudio normativo para
valorar enfermedades de la aorta torácica, pero dicha modalidad ha
sido sustituida en gran medida por estudios transversales (como CT
y MRA). Las mejorías técnicas han permitido que la CT y la MRA
generen excelentes imágenes de la aorta y al mismo tiempo produz-
can menos complicaciones que los estudios hechos con catéteres
para tal finalidad; por esa razón, en la actualidad la CT y la MRA
son las modalidades primarias para valorar enfermedad de la aorta
torácica. Hoy día, la aortografía penetrante en personas con enfer-
medad de la aorta torácica suele circunscribirse a quienes están
sometidos a tratamientos endovasculares, o en el caso de que estén
contraindicados otros tipos de investigaciones o no han generado
resultados satisfactorios.
A diferencia de la aortografía estándar, el cateterismo car-
diaco sigue siendo importante para el diagnóstico y la planifica-
ción preoperatoria, sobre todo en pacientes con afección de la AA.
Además de conocer el estado de las arterias coronarias y la función
del LV, la aortografía proximal permite valorar el grado de insufi-
ciencia valvular aórtica y de afectación de la raíz arterial, así como
el desplazamiento de los orificios (ostia) coronarios y la relación
que guarda el aneurisma con los vasos del cayado aórtico.
Las ventajas de la obtención de datos mediante estudios
diagnósticos por cateterismo se deben comparar con respecto a las
limitaciones actuales y las complicaciones potenciales de dichas
técnicas. Una limitación básica de la aortografía es que sólo pro-
duce imágenes del lumen vascular y, por consiguiente, podría sub-
estimar el tamaño de aneurismas grandes que contienen trombos
laminares. La manipulación de los catéteres intraluminales resulta
en la embolización de un trombo laminar o de detritos ateromato-
sos. La aortografía proximal se acompaña de un riesgo de apoplejía
de 0.6 a 1.2%. Otros riesgos incluyen reacción alérgica al medio de
contraste, disección yatrógena de la aorta y sangrado en el sitio del
acceso arterial. El volumen de medio de contraste necesario para
llenar de manera adecuada los aneurismas grandes causa toxicidad
renal significativa. Con el propósito de llevar al mínimo el riesgo
Figura 22-3.  Guías actuales en la práctica40 que buscan estandarizar de nefropatía por el medio de contraste, es indispensable adminis-
la notificación de diámetros aórticos al indicar tipos clave de medi- trar al sujeto suficientes líquidos para mantenerlo hidratado durante
ción. Incluyen: 1) los senos de Valsalva; 2) la unión sinotubular; el procedimiento, manitol para inducir diuresis y acetilcisteína.47,48
3) la zona media ascendente de la aorta; 4) la zona proximal del cayado De ser posible, la intervención quirúrgica se debe llevar a cabo uno
aórtico en el nacimiento del tronco braquiocefálico; 5) la zona media o más días después de la angiografía para asegurar que la función
del cayado aórtico situada entre la carótida primitiva izquierda y la sub- renal se ha estabilizado y regresó a su estado inicial.
clavia izquierda; 6) la zona proximal de la aorta torácica descendente
que comienza en el istmo (a unos 2 cm en sentido distal al nacimiento Tratamiento
de la arteria subclavia izquierda); 7) la zona media de la aorta torácica Valoración del tratamiento apropiado.  Una vez detectado el
descendente; 8) la aorta a nivel del diafragma, y 9) aorta abdominal en aneurisma de la aorta torácica el tratamiento comienza con la ense-
el punto de nacimiento del tronco celiaco. (Con autorización de Baylor ñanza del paciente, en particular si no tiene síntomas, porque la aor-
College of Medicine.) topatía puede evolucionar en forma rápida e inesperada en algunos

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792 individuos. Se realizan anamnesis detallada y exploración física, y cuando el diámetro del aneurisma en la aorta torácica descendente
luego se efectúa una revisión sistemática de los expedientes médi- es > 6.0 cm o cuando la velocidad de dilatación es > 0.5 cm/año.
cos para valorar con claridad la presencia o ausencia de síntomas y En personas con conjuntivopatías como los síndromes de Marfan
signos pertinentes, a pesar de cualquier negación inicial de sínto- o de Loeys-Dietz, la cifras permisibles para operar se basan en
mas por parte del paciente. Se lleva a cabo una revisión minuciosa un menor diámetro aórtico (4.0 a 5.0 cm para el caso de la aorta
de signos de enfermedades genéticas, como síndrome de Marfan ascendente y 5.5 a 6.0 cm para la aorta torácica descendente). En
o síndrome de Loeys-Dietz. Si se cumplen los criterios clínicos el caso de mujeres con conjuntivopatías, en quienes se considera el
para un trastorno genético, se solicitan las pruebas de laboratorio embarazo, se ha pensado la sustitución profiláctica de la base de
confirmatorias. Es mejor que los individuos con tales enfermeda- la aorta porque el riesgo de disección o rotura de ese gran vaso
des genéticas se atiendan en una clínica especializada en trastornos aumenta cuando su diámetro es ≥ 4.0 cm. En los pacientes de bajo
aórticos, donde puede realizarse el seguimiento apropiado. Las CT riesgo con disección aórtica crónica se recomienda la reparación en
de vigilancia y el control intensivo de la presión arterial constituyen el segmento torácico descendente cuando el diámetro de la aorta es
PARTE II

las bases del tratamiento inicial para sujetos asintomáticos. Cuando


aparecen síntomas o el aneurisma crece hasta cumplir ciertos cri- 5 ≥de5.5 cm. En pacientes sometidos a sustitución o reparación
válvula aórtica se consideran para la reparación simultánea
terios de tamaño, los enfermos se convierten en sujetos elegibles aneurismas de menor tamaño en la aorta ascendente (> 4.5 cm).
para intervención quirúrgica. La agudeza de la presentación constituye un factor impor-
Aunque no se cuenta aún con datos a largo plazo, el trata- tante en las decisiones sobre el momento para efectuar la interven-
miento endovascular ha terminado por ser la modalidad aceptada ción quirúrgica. Muchos enfermos se encuentran asintomáticos al
Consideraciones específicas

para tratar aneurismas de la aorta torácica.49 Permanece en el momento de presentarse, por lo que hay tiempo para la valoración
terreno de la experimentación su utilidad para tratar enfermedad preoperatoria minuciosa y la mejoría del estado de salud actual,
de la aorta proximal y aneurismas de la aorta toracoabdominal. A como la suspensión del tabaquismo y otros programas de optimiza-
pesar de ello la U.S FDA ha aprobado la colocación de prótesis
endolaminales para tratar aneurismas aislados de la porción des-
6 ción. En cambio, los pacientes que se presentan con síntomas
a veces requieren una intervención quirúrgica urgente. Los
cendente de la aorta torácica y se han aprobado nuevos dispositivos sujetos sintomáticos tienen mayor riesgo de rotura y ameritan una
para tratar lesiones no penetrantes y úlcera penetrante de la aorta. valoración expedita. La aparición de dolor nuevo en individuos con
aneurismas conocidos es muy preocupante porque podría anunciar
3 Sin embargo, en la práctica se ha difundido la aplicación de
endoprótesis de aorta (no autorizadas para esta indicación por una expansión significativa, fístula o rotura inminente. Las inter-
la FDA) y explica más de la mitad de su uso.50 Las estrategias venciones urgentes tienen peores resultados que los procedimientos
endovasculares pueden ser útiles en la reparación de “emergencia” electivos, la intervención de urgencia se utiliza sólo en sujetos con
de un aneurisma, como el caso de pacientes con rotura aórtica.51 En rotura o disección aguda agregada.53
fecha reciente el tratamiento endovascular ha evolucionado para Reparación abierta en comparación con reparación endo-
incluir reparaciones híbridas que combinan técnicas “desramifi- vascular.  Como se mencionó en párrafos anteriores la reparación
cantes” abiertas (para redirigir ramas de vasos) con la reparación endovascular de aneurismas de la aorta torácica se ha tornado una
aórtica endovascular. A pesar de tales progresos, en lo que toca a opción terapéutica aceptada en pacientes escogidos, en particu-
la reparación de aneurismas con afectación de la aorta aproximal lar en aquellos con aneurismas aislados de tipo degenerativo en
y de aneurismas de la aorta toracoabdominal, los métodos abiertos la porción torácica descendente de la aorta; de hecho, las guías
siguen siendo la norma de referencia y la estrategia preferida. en la práctica recomiendan pensar decididamente en la reparación
Determinación de la extensión y gravedad de la enferme- endovascular en individuos con aneurisma en dicho segmento de
dad.  Son de máxima importancia los estudios transversales con la aorta con un diámetro de 5.5 cm de ese gran vaso (que es un
reconstrucción de imágenes cuando se intenta valorar un aneurisma poco menor de la cifra límite de 6.0 cm para hacer la reparación
torácico, precisar la estrategia terapéutica y planificar métodos abierta).40 Para obtener resultados óptimos con la reparación endo-
necesarios. Hay que destacar que muy a menudo las personas con vascular, deben satisfacerse varios criterios anatómicos. Primero,
un aneurisma de la aorta torácica también tienen otros en sitios los diámetros del cuello proximal y del distal deben hallarse en
alejados. En tales casos, casi siempre se arregla primero la lesión un intervalo que permita el sellado adecuado. Además, los cuellos
más amenazante. Muchos individuos necesitan procedimientos proximal y distal deben medir por lo menos 20 mm de largo para
quirúrgicos por etapas para completar la reparación de aneurismas que pueda sellarse bien la zona de asentamiento. Nótese que las
extensos en la AA, el cayado transversal y la aorta descendente, estructuras proximal y distal limitantes son los vasos braquiocefá-
torácica o toracoabdominal.52 Cuando el segmento descendente licos y el tronco celiaco, respectivamente. Otra limitación anató-
de la aorta no es demasiado grande (en comparación con la aorta mica de este tratamiento es el acceso vascular: las arterias femoral
proximal) y no causa síntomas, se realiza primero la reparación e iliaca son lo suficientemente anchas para acomodar las grandes
aórtica proximal. Un beneficio importante de esta estrategia es que “camisas o vainas” necesarias para abrir el injerto endovascular,
permite el tratamiento de la valvulopatía y la arteriopatía coronaria aunque aparatos más nuevos utilizan una vaina más pequeña (o
en la primera intervención quirúrgica. incluso son injertos endovasculares autodesplegables “sin vaina”)
Los aneurismas proximales (proximales a la arteria subclavia para acomodarse en arterias más finas. Las flexuosidades de los
izquierda) casi siempre se corrigen a través de una esternotomía. vasos iliacos y de la aorta abdominal hacen que los procedimientos
Los aneurismas que abarcan la aorta torácica descendente son valo- mencionados sean técnicamente muy difíciles. A veces, un “injerto
rados con uso de criterios (que se describen adelante) para la posi- lateral” debe unirse con la arteria iliaca a través de una incisión
ble reparación endovascular; los que no son idóneos para este tipo retroperitoneal porque el acceso distal es deficiente. Cuando no
de tratamiento, son reparados con técnicas abiertas a través de una se cumple alguno de estos criterios anatómicos, es preferible una
toracotomía izquierda. Una CT aporta información detallada sobre técnica abierta a una endovascular.
calcificación aórtica y trombo luminal. Estos detalles son importan- Es importante señalar que se ha intentado ampliar el uso del
tes para evitar la embolización durante la manipulación quirúrgica. tratamiento endovascular a los aneurismas del cayado aórtico y a
Indicaciones para cirugía.  Los aneurismas aórticos torácicos los aórticos toracoabdominales. Siguen siendo escasos los informes
se reparan para evitar una rotura letal. En consecuencia, con base de la reparación puramente endovascular del cayado aórtico, pero
en datos de estudios de la evolución natural y otros más, las Greenberg et al.54 han señalado su experiencia en una gran serie de
reparaciones de aorta toracoabdominal totalmente endovasculares.
4 guías en la práctica para tratar la enfermedad de aorta torá-
cica40 incluyen la cirugía planificada en sujetos asintomáticos Como aspecto adicional, existen innumerables informes de series
cuando el diámetro del aneurisma aórtico ascendente es > 5.5 cm; pequeñas de “métodos híbridos experimentales” con injertos endo-

扯潫獭敤楣潳⹯牧
vasculares utilizadas para indicaciones no aprobadas por la FDA, aptos para intervención quirúrgica. En los individuos adecuados, una 793
que comprenden la “eliminación” de ramas del cayado aórtico o de función pulmonar limítrofe se mejora mediante la implementación
los vasos viscerales de la aorta abdominal, seguida de la exclusión de un régimen que incluya suspensión del tabaquismo, re­­ducción de
endovascular del aneurisma. La mayor parte de las técnicas híbri- peso, ejercicio y tratamiento de bronquitis durante un periodo de uno
das comprenden la reparación del cayado aórtico. En su forma más a tres meses previo a la intervención quirúrgica. Aun cuando la
sencilla la reparación híbrida de dicha estructura comprende una cirugía no se pospone en sujetos que presentan aneurismas aórticos
derivación abierta desde la subclavia izquierda hasta la carótida sintomáticos con función pulmonar deficiente, es necesario llevar a
primitiva izquierda, seguida del “cubrimiento” deliberado del naci- cabo ajustes de la técnica quirúrgica para optimizar la posibilidad de
miento de la arteria subclavia izquierda por un injerto endovascu- recuperación. En este tipo de enfermos, es de importancia singular
lar. En su forma más compleja, la reparación híbrida comprende el la conservación del nervio laríngeo recurrente izquierdo, los nervios
cambio de cauce de todos los vasos braquiocefálicos seguidos de la frénicos y la función del diafragma.

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


colocación proximal del injerto endovascular en la aorta ascendente
Valoración renal.  Antes de la cirugía se determina la función renal
y extender la reparación en sentido distal al cayado aórtico y la
mediante la medición de electrólitos séricos, nitrógeno ureico san-
aorta torácica descendente.
guíneo (BUN) y creatinina. La información relativa a las dimensio-
Los enfermos que teóricamente se beneficiarían más con la
nes y la perfusión renales se obtiene a partir de estudios de imagen
técnica intravascular que con las técnicas abiertas tradicionales
realizados para la valoración aórtica.
incluyen a los de edad avanzada o quienes manifiestan padeci-
La información precisa referente a la función renal basal
mientos concomitantes de importancia. Por ejemplo, la reparación
tiene implicaciones terapéuticas y pronósticas importantes. Por
abierta de un aneurisma aórtico torácico descendente puede acom-
ejemplo, las estrategias para perfusión y el uso de fármacos peri­
pañarse de morbilidad pulmonar significativa. Por lo tanto, los pacien-
operatorios se ajustan con base en la función renal. Es frecuente
tes con reserva pulmonar limítrofe son los más indicados para un
que los pacientes con una alteración considerable de la función
procedimiento intravascular o híbrido. En cambio, los individuos
renal requieran por lo menos un periodo temporal de hemodiáli-
con ateroma intraluminal significativo tienen mejor resultado con
sis tras la intervención quirúrgica; estos individuos también tienen
una técnica abierta por el riesgo de embolización y apoplejía que
una tasa de mortalidad significativamente mayor que lo normal.
implican las manipulaciones por catéter. De la misma manera, los
Los sujetos con aneurismas de la aorta toracoabdominal y función
sujetos con trastornos del tejido conjuntivo deben ser objeto de
renal deficiente consecutiva a enfermedad oclusiva grave proximal
un procedimiento abierto y casi nunca se consideran adecuados
del riñón, deben someterse a endarterectomía renal, colocación de
para reparación intravascular. La reconstrucción intravascular en
injerto endovascular o aplicación de injerto de derivación durante
presencia de trastornos del tejido conjuntivo ha tenido malos resul-
la reparación aórtica.
tados, sobre todo por la dilatación progresiva, migración del injerto
intravascular y fístulas endógenas.55 Reparación quirúrgica
Valoración preoperatoria y preparación.  Dado el efecto de las Aneurismas de la aorta torácica proximal
afecciones concomitantes sobre las complicaciones perioperatorias
Reparación abierta.  De forma tradicional las cirugías abiertas para
es indispensable llevar a cabo una valoración previa detallada de
la curación de aneurismas aórticos proximales que afectan la aorta
la reserva fisiológica para conocer el riesgo quirúrgico. Por ello, la
ascendente, la porción transversal del cayado aórtico, o ambas, se
mayoría de los enfermos se valora a profundidad haciendo hincapié
llevan a cabo con una incisión medioesternal y requieren interven-
en las funciones cardiaca, pulmonar y renal antes de someterse a
ciones quirúrgicas plásticas vasculares. La técnica para la susti-
intervención quirúrgica electiva.56,57
tución aórtica varía con arreglo a la extensión del aneurisma y el
Valoración cardiaca.  La arteriopatía coronaria es frecuente en estado de la válvula. El conjunto de cirugías (fig. 22-4) va desde
pacientes con aneurismas de la aorta torácica y causa un número una sustitución simple de la porción tubular de la aorta ascen-
considerable de muertes posoperatorias tempranas y tardías. De dente mediante injerto (fig. 22-4A), hasta la sustitución también
manera paralela, las alteraciones valvulares y la disfunción del mediante injerto de la totalidad de la aorta proximal, incluida su
miocardio tienen implicaciones importantes en la planificación raíz, con reimplantación de las arterias coronarias y las ramas bra-
del tratamiento anestésico y el procedimiento quirúrgico para la quiocefálicas. Las opciones para el tratamiento de la valvulopatía
reparación aórtica. La ecocardiografía transtorácica es un método aórtica, el aneurisma aórtico y la reperfusión requieren un análisis
no penetrante que permite una valoración satisfactoria tanto de la detallado (cuadro 22-2).
función valvular como de la de ambos ventrículos. La gammagrafía
Valvulopatía aórtica y aneurismas de la raíz.  Muchos enfermos que
con dipiridamol-talio hace posible identificar áreas del miocar-
son objeto de intervención quirúrgica de la aorta proximal presen-
dio con isquemia reversible y es más práctico que la prueba del
tan alteraciones valvulares que requieren corrección quirúrgica
ejercicio en individuos de edad avanzada afectados por vasculopatía
concomitante. Cuando existe valvulopatía aórtica pero el segmento
periférica en las extremidades inferiores. Se practican cateterismo
sinusal es normal se deben llevar a cabo de manera independiente
cardiaco y arteriografía coronaria en personas que muestran mani-
la reparación o la sustitución de la válvula aórtica y la sustitución
festaciones de coronariopatía, como lo indican los antecedentes del
mediante injerto del segmento tubular de la aorta ascendente. En
enfermo o los resultados de estudios sin penetración corporal o que
los casos mencionados, se puede abordar el reflujo leve o mode-
tienen una fracción de expulsión del ventrículo izquierdo ≤ 30%.
rado de válvulas con dilatación del anillo, al hacer un plegamiento
Si se identifica valvulopatía o arteriopatía coronaria significativa
del anillo con puntos de colchonero colocados en cada comisura
antes de llevar a cabo una intervención quirúrgica aórtica proximal,
y de este modo conservar la válvula original. En personas con
es posible corregirla durante el mismo procedimiento. Los enfer-
reflujo valvular mucho más intenso o estenosis de valvas, éstas
mos con aneurismas aórticos distales asintomáticos y arteriopatía
se sustituyen por una prótesis biológica o mecánica endoluminal.
coronaria oclusiva grave se someten a angioplastia transluminal
Las prótesis mecánicas obligan a cumplir permanentemente con un
percutánea o revascularización quirúrgica antes de la sustitución
régimen a base de anticoagulantes. Las sustituciones de la válvula
del tejido aórtico aneurismático.
aórtica y la de la AA no se efectúan de modo aislado en individuos
Valoración pulmonar.  El estudio de la función pulmonar mediante con síndrome de Marfan porque ocurre dilatación progresiva del
gasometría arterial y espirometría se realiza de manera sistemática segmento sinusal remanente, lo cual con el tiempo origina compli-
antes de las intervenciones quirúrgicas de la aorta torácica. Los caciones que necesitan reintervención. Por esta razón, los sujetos
pacientes con volumen espiratorio forzado en 1 s (FEV1) > 1 L y pre- con síndrome de Marfan o ectasia anuloaórtica requieren alguna
sión parcial de dióxido de carbono (CO2) < 45 mmHg se consideran modalidad de sustitución de la raíz aórtica.58

扯潫獭敤楣潳⹯牧
794
PARTE II
Consideraciones específicas

A B C D

E F G

H I J K
Figura 22-4.  Ilustraciones de las reparaciones en la zona proximal de la aorta en la que se dejó intacta la base original de este gran vaso. A. Implan-
tación de injerto en el segmento tubular de la aorta ascendente, en tanto se deja intacto el cayado en su segmento izquierdo. B. Implantación del
injerto biselado en el hemicayado en el cual se sustituyeron la aorta ascendente y una parte de la curvatura menor del cayado. C. Hemicayado
modificado con implantación adicional del tronco braquiocefálico. D. Reparación en parche del cayado aórtico. E. Implantación tradicional del
cayado total con una técnica de islote para reempalmar los vasos braquiocefálicos. F. Técnica de injerto ramificado que sustituye los vasos braquio-
cefálicos al seguir su sitio anatómico original. G. Técnica de trompa de elefante con reinserción del tronco arterial braquiocefálico. Reparaciones
actuales del cayado con injerto en Y que incluyen: H. Técnica de injerto en Y único. I. Técnica de doble injerto en Y. J. Técnica de trompa de
elefante con un solo injerto en Y. K. Técnicas de trompa de elefante con doble injerto en Y. (Con autorización del Baylor College of Medicine.)

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rior de la válvula original y el hecho de no utilizar anticoagulantes 795
Cuadro 22-2
constituyen ventajas importantes de la técnica con conservación
Opciones para la reparación quirúrgica abierta valvular. Los resultados a largo plazo en pacientes perfectamente
de aneurismas aórticos proximales escogidos han sido excelentes.63 Se ha cuestionado la viabilidad de
este método en individuos con síndrome de Marfan o válvula aór-
Opciones para tratar las alteraciones valvulares aórticas tica bicúspide, pero los informes publicados sugieren que es posi-
  Anuloplastia de la válvula aórtica (AoV) (plicatura del anillo) ble la durabilidad a largo plazo en tales individuos cuando dicho
  Reemplazo de la AoV con prótesis mecánica o biológica método se realiza en centros con experiencia.64,65 Aún más, se han
  Sustitución de la raíz aórtica notificado resultados aceptables a mediano plazo en individuos
con válvula aórtica bicúspide.66 Las personas que tienen deterioro
   Injerto valvular compuesto
estructural de valvas o dilatación excesiva del anillo típicamente no

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


   Homoinjerto aórtico son idóneas para la reparación con conservación valvular.
   Raíz porcina sin endoprótesis Sin importar del tipo de conducto que se utilice, la sustitu-
   Técnicas de conservación valvular ción de la raíz aórtica requiere la reimplantación de las arterias
   Autoinjerto pulmonar (procedimiento de Ross) coronarias en orificios que se practican en el injerto. Como se des-
Opciones para reparación de aneurisma aórtico mediante injerto cribió de manera original por Bentall y De Bono,67 lo anterior se
  Aortoplastia en parche lograba mediante la sutura de la pared aórtica intacta que circunda
cada arteria coronaria a las aberturas en el injerto. La pared aórtica
  Sustitución proximal aislada
se envolvía luego alrededor del injerto para producir hemostasia.
  Sustitución en “hemicayado” en bisel No obstante, con frecuencia esta técnica causaba la formación de
  Sustitución total del cayado con reimplantación de ramas seudoaneurismas a partir de fístulas desde los sitios de reimplanta-
 braquiocefálicas ción coronaria. La modificación de Cabrol en la cual se sutura un
  Restitución total del cayado con injertos de derivación hasta pequeño injerto tubular a los orificios (ostia) coronarios y al injerto
  las ramas del tronco arterial braquiocefálico (técnicas con aórtico principal permite lograr anastomosis coronarias libres de
  injerto en Y) tensión y reducir el riesgo de formación de seudoaneurismas.68 La
  Técnicas de trompa de elefante con adaptación de islotes modificación en botón realizada por Kouchoukos al procedimiento
  Técnicas de trompa de elefante con el procedimiento de de Bentall es la técnica que se utiliza con mayor frecuencia hoy en
  injerto en Y día.69 Se extirpa la aorta aneurismática, dejando botones de pared
aórtica alrededor de ambas arterias coronarias, que enseguida se
Opciones de perfusión
movilizan y suturan luego al injerto aórtico (fig. 22-6). Las líneas
  Circulación extracorpórea corriente de sutura coronaria se refuerzan por medio de un afelpado de poli-
  Paro circulatorio en hipotermia profunda sin complementos tetrafluoroetileno o tejido pericárdico, con el propósito de pro-
  Paro circulatorio con hipotermia con complementos mover la hemostasia. Cuando es imposible movilizar de manera
   Perfusión cerebral retrógrada adecuada las arterias coronarias porque los aneurismas son dema-
    Perfusión cerebral anterógrada siado grandes o por cicatrización de una intervención quirúrgica
    Catéteres de perfusión con globo previa, puede usarse la técnica de Cabrol. Otra opción, descrita en
    Canulación de arteria axilar derecha un principio por Zubiate y Kay,70 corresponde a la construcción de
injertos para derivación mediante la interposición de vena safena
    Canulación del tronco braquiocefálico
o injertos sintéticos.
   Perfusión cerebral combinada anterógrada y retrógrada
Aneurismas del cayado aórtico.  De igual manera, existen varias
opciones para reparar aneurismas que se extienden hasta la por-
En muchos casos, la sustitución de la raíz aórtica necesita la ción transversal del cayado aórtico (fig. 22-4). El acceso quirúrgico
colocación de una prótesis mecánica o biológica dotada con una depende de la extensión de la afección del cayado y la necesidad de
válvula y un conducto aórtico. Hoy en día, se dispone de tres tipos protección cardiaca y cerebral. Los aneurismas saculares origina-
de injerto en el ámbito comercial: injertos valvulares mixtos, que dos en la curvatura menor de la región transversal distal del cayado
incluyen una válvula mecánica bivalva unida a una prótesis tubular y que afectan < 50% de la circunferencia aórtica, se tratan mediante
de poliéster; homoinjertos de raíz aórtica, obtenidos de cadáveres y aortoplastia con injerto en parche. En el caso de los aneurismas
crioconservados, e injertos de raíz aórtica porcina sin prótesis.59,60 fusiformes en los cuales la porción distal del cayado tiene dimen-
Otra opción que tiene el cirujano es elaborar un injerto compuesto sión razonable, se lleva a cabo una sustitución simple en bisel de la
bioprotésico de válvulas durante la operación al suturar una válvula curvatura inferior (en el hemicayado). Los aneurismas más exten-
de tejido endoprotésico a un tubo de injerto de poliéster. sos del cayado aórtico requieren sustitución total, con anastomo-
A pesar de que puede ofrecerse sólo a pacientes escogidos el sis distal a la porción proximal de la aorta torácica descendente y
método de Ross, en que se extirpa la base de la arteria pulmonar del reimplantación independiente de las arterias braquiocefálicas. Los
paciente y se coloca en la posición aórtica y después se reconstruye vasos braquiocefálicos se reimplantan sobre una o más aberturas en
el infundíbulo de salida del ventrículo izquierdo por empleo de el injerto, o se sustituyen con injertos menores si también presen-
homoinjerto crioconservado de la arteria pulmonar, dicha opción tan dilatación aneurismática. En fecha reciente se han introducido
pocas veces se usa y ello se debe en gran medida a que es un métodos con injerto en Y para reparar el cayado aórtico71 en que
método técnicamente más exigente y hay dudas sobre la capacidad esencialmente se desramifican los vasos braquiocefálicos y se les
de dilatación del autoinjerto en individuos con conjuntivopatías.61 desplaza en sentido anterógrado. Esto permite llevar la anastomosis
Otra opción es la sustitución de la base de la aorta con “con- distal hacia adelante, lo cual facilita la hemostasia. Si el aneurisma
servación de válvulas” que ha evolucionado sustancialmente en los abarca todo el cayado y se extiende a la aorta torácica descendente
últimos 10 años.62 La técnica con conservación de la válvula, pre- se le aborda por la técnica de “trompa de elefante” de Burst y en
ferida en la actualidad recibe el nombre de reimplante de la raíz de forma programada se hace sustitución total del cayado.72 La anasto-
la aorta y comprende extirpar los senos aórticos, agregar un injerto mosis en su porción distal puede elaborarse por medio de un injerto
protésico al anillo del paciente (fig. 22-5) y suspender de nuevo la “en collar” para acomodar cualquier diferencia del diámetro aór-
válvula aórtica nativa dentro del injerto. La hemodinámica supe- tico73 y realizarlo de modo que parte del injerto quede suspendido

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796

D
C
A B
PARTE II

H
Consideraciones específicas

G
F
E

Figura 22-5.  Ilustración de la técnica actual de los autores con conservación de las válvulas originales, para reemplazar la base de la aorta y la
aorta ascendente para tratamiento de A. aneurisma de la base de la aorta. B. Se abre la aorta ascendente después de unir al paciente a la circula-
ción extracorpórea, se establece el paro cardiopléjico y se pinza la porción distal de la aorta ascendente. Se extirpa el tejido aórtico enfermo (que
incluyen los senos de Valsalva); se utilizan botones de tejido circundante para movilizar el nacimiento de las arterias coronarias. C. Se sutura un
injerto sintético a la aorta ascendente en su porción distal con sutura continua. D. Después de terminar la anastomosis distal se colocan seis pun-
tos reforzados con tapones pequeños de Teflon colocados en el plano inmediatamente por debajo del anillo de la válvula aórtica. E. Las suturas
subanulares se colocan a través de la base del injerto sintético de la base de la aorta, que después es situado con su círculo abierto alrededor de la
válvula. F. Una vez que se secciona el injerto de la base con su longitud adecuada se colocan dentro del injerto las comisuras y las valvas de
la válvula. Hecho lo anterior se ajustan los puntos de sutura del anillo. G. El cirujano asegura cada una de las tres comisuras cerca del extremo
superior del injerto. H. Se sutura el tejido aórtico supraanular al injerto por sutura continua. I. Se sutura el botón alrededor del nacimiento de la
arteria coronaria izquierda para que exista un corte-abertura en el injerto de la base. J. Se unen con puntos los dos injertos aórticos con sutura
continua. K. Se sutura el botón que rodea el nacimiento de la arteria coronaria derecha a un corte abierto en el injerto de la base. L. Se muestra
el implante de la base aórtica completado, con conservación de la válvula aórtica (sin válvulas) y la reparación de la aorta ascendente con injerto.
(Con autorización del Baylor College of Medicine.)

dentro de la porción proximal de la aorta torácica descendente (fig. disección alrededor de la parte distal del cayado aórtico transversal;
22-7). Durante una intervención quirúrgica, este “tronco” se usa esto disminuye el riesgo de lesionar el nervio laríngeo recurrente
para facilitar la reparación de la aorta torácica descendente a través izquierdo, el esófago y la PA si se utilizara una técnica abierta en
de una incisión de toracotomía. Esta técnica hace posible el acceso la segunda etapa. Como se describe en la sección sobre reparación
a la parte distal del injerto en la segunda cirugía sin necesidad de híbrida de aneurismas del cayado aórtico (véase más adelante), la

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torio aumentan de forma impresionante los riesgos perfectamente 797
identificados de daño cerebral y muerte. Como aspecto adicional,
algunos autores han puesto en duda que al disminuir el grado de
la hipotermia se estrecha el margen de seguridad que brinda la
hipotermia profunda, porque aumenta el riesgo de complicaciones
isquémicas que abarcan la médula espinal, los riñones y otros órga-
nos que reciben menos protección con la hipotermia.74
Dada la complejidad inherente de las reparaciones del cayado
aórtico y por la tendencia general que tienen a producir periodos
más largos de paro circulatorio en hipotermia, se crearon dos estra-
tegias de perfusión cerebral, que son la perfusión cerebral retró-

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


grada (RCP; retrograde cerebral perfusion) y la perfusión cerebral
anterógrada (ACP; antegrade cerebral perfusion) para comple-
mentar el proceso de hacer llegar sangre oxigenada fría al cerebro
y reducir los riesgos propios de la reparación. La perfusión cerebral
retrógrada comprende orientar la sangre del circuito de oxigenación
extracorporal al cerebro a través de la vena cava superior.75 Sin
embargo, se piensa que la técnica retrógrada es menos beneficiosa
que la anterógrada76 y a pesar de que pudiera ser útil en el “lavado”
retrógrado de aire y restos del cayado, muchos centros han dejado
de utilizar la técnica retrógrada.
En cambio, la ACP lleva sangre de manera directa a los vasos
braquiocefálicos para conservar el flujo cerebral. En el pasado su
técnica era difícil, pero los procedimientos contemporáneos ante-
rógrados (fig. 22-9) se han simplificado y suelen abarcar la canu-
lación de la arteria axilar derecha o del tronco braquiocefálico y la
conexión ulterior con el aparato de circulación extrapulmonar.77,78
A menudo se utiliza un segmento pequeño del injerto como con-
ducto para facilitar la canulación, pero subsiste un pequeño riesgo
propio del método, de lesión del plexo braquial o de vasos de la
zona. Una vez iniciado, se hace pasar sangre fría al cerebro a través
de la arteria carótida primitiva derecha. Hay que destacar que con
esta técnica, se necesita que el circuito de Willis esté intacto, para
Figura 22-6. Ilustración del procedimiento de Bentall modificado que la sangre fluya al lado izquierdo del cerebro.
para sustitución de la raíz aórtica y la aorta ascendente (AA). La Entre los métodos para valorar la adecuación de ACT unila-
válvula aórtica y toda la AA, incluidos los senos de Valsalva, se sus- teral para establecer la circulación cruzada cerebral se encuentran
tituyeron por un injerto compuesto con válvula mecánica. Las arterias estudios de imágenes preoperatorios y vigilancia seriada trans­
coronarias con botones de tejido aórtico circundante se movilizaron y operatoria. El método preferido por los autores de un monitoreo
reinsertaron en aberturas del injerto aórtico. transoperatorio, incluye la espectroscopia del casi infrarojo (NIRS,
near-infrared spectroscopy) que mide la oxigenación cerebral. Si
la medición seriada de NIRS denota perfusión inadecuada, puede
“trompa de elefante” puede completarse con una técnica endovas- introducirse un catéter adicional de riego en la arteria carótida pri-
cular híbrida (fig. 22-8) en algunas situaciones. mitiva izquierda, para aportar sangre a la mitad izquierda del cere-
bro. Ante el uso de niveles más moderados de hipotermia, algunos
Estrategias de perfusión en derivación cardiopulmonar.  Como en las grupos complementan ACT con estrategias de perfusión adicional
intervenciones quirúrgicas por sí mismas, las técnicas de perfusión que permiten llevar sangre a la aorta descendente durante la repa-
que se utilizan durante una intervención quirúrgica aórtica proxi- ración del cayado.79,80
mal también dependen de la extensión de la reparación. La sustitu-
ción de los aneurismas que se limitan al segmento ascendente de la Reparación endovascular.  La experiencia con el tratamiento endo-
aorta se lleva a cabo mediante circulación extracorpórea estándar y vascular puro para la afección aórtica proximal es limitada y sólo
pinzamiento distal de la aorta ascendente. Esto permite la perfusión experimental. La anatomía única del cayado aórtico y la necesidad
constante del cerebro y otros órganos vitales durante la reparación. de perfusión cerebral continua implican desafíos difíciles. Hay infor-
Sin embargo, los aneurismas que afectan la porción transversal del mes sobre el uso de injertos “caseros” para excluir los aneurismas
cayado aórtico es imposible pinzarlos durante la reparación y, por del cayado, pero estos injertos se encuentran en fase experimental.
ello, se necesita un periodo sin apoyo circulatorio extracorpóreo; Por ejemplo, en 1999, Inoue et al.81 publicaron la aplicación de un
esto se denomina paro circulatorio. Para proteger al cerebro y a los injerto intravascular de tres ramas en un individuo con un aneurisma
órganos vitales durante el periodo de paro circulatorio, se genera del cayado aórtico. Las tres ramas braquiocefálicas se colocaron
hipotermia profunda en el sujeto antes de detener el flujo. No obs- mediante alambres percutáneos en las arterias humeral derecha,
tante, la hipotermia conlleva algún riesgo y si se produce en niveles carótida izquierda y humeral izquierda. El sujeto fue objeto luego de
profundos puede ocasionar una coagulopatía (< 20°C); tal moda- dos procedimientos: reparación quirúrgica de un seudoaneurisma
lidad por costumbre ha sido utilizada en la reparación abierta del de la arteria humeral derecha y colocación de una endoprótesis de
cayado. En fecha reciente, se han introducido niveles más mode- extensión para controlar una fuga importante alrededor de un injerto.
rados de hipotermia (entre 22°C y 24°C) y al parecer disminuyen Desde entonces, los esfuerzos para usar técnicas intravasculares en
el riesgo que surge con la hipotermia profunda y aún así brindan el tratamiento de la aorta proximal se han limitado a la utilización de
suficiente protección al encéfalo. No obstante, aunque el enfermo dispositivos aprobados para indicaciones fuera de lo señalado en la
tolera satisfactoriamente periodos breves de paro circulatorio, etiqueta, como la exclusión de seudoaneurismas en la AA.
incluso la técnica recién modificada sigue teniendo limitaciones Reparación híbrida.  A diferencia de las técnicas intravasculares
sustanciales; conforme se prolonga la duración del paro circula- puras, las reparaciones híbridas del cayado aórtico ingresaron de

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798
A
D F
PARTE II

E
Consideraciones específicas

Figura 22-7.  Ilustración de la técnica actual con injerto en Y para la implantación de todo el cayado para tratar aneurisma de esa estructura.
A. Se descubren los segmentos proximales de las arterias del tronco braquiocefálico. B. Se realiza una sutura término-terminal a las primeras dos
ramas del injerto, al cabo seccionado de las arterias subclavia izquierda y carótida primitiva izquierda. Se ligan los cabos proximales de las arterias
seccionadas del tronco braquiocefálico. C. Se coloca una cánula de perfusión con un globo en la punta dentro del injerto en doble Y para permitir
el flujo cerebral anterógrado. Después de comenzar el paro circulatorio general se pinzan las arterias del tronco braquiocefálico; se seccionan y
suturan al extremo distal del injerto principal. D. Se pinza la porción proximal del injerto en Y. Esto dirige el flujo de sangre de la arteria axilar a
las tres arterias del tronco braquiocefálico. Hecho lo anterior se implanta el cayado con un injerto en trompa de elefante. E. Se crea la anastomosis
distal entre el injerto en trompa de elefante y la aorta, entre las arterias del tronco braquiocefálico y la carótida primitiva izquierda. El injerto “aco-
moda” cualquier diferencia del diámetro de la aorta. F. Se pinza el injerto aórtico y se utiliza el tubo para sangre arterial del aparato de circulación
extracorporal para llevar sangre sistémica a través de una rama lateral del injerto del cayado, en tanto se implanta la porción proximal de la aorta
ascendente. Una vez completada la anastomosis aórtica proximal se secciona hasta un tramo adecuado en tronco principal del doble injerto en
Y y el extremo biselado se cose al orificio oval elaborado en la cara anterolateral derecha del injerto de la aorta ascendente, lo cual completa la
reparación G. (Adaptada con autorización de LeMaire et al.73 Fig. 2. Copyright The Society of Thoracic Surgeons.)

lleno a la arena clínica, aunque todavía son causa de controver- cendente (véase adelante). Los argumentos a favor de la estrate-
sia. Las reparaciones híbridas del cayado abarcan alguna forma gia híbrida para tratar aneurismas del cayado aórtico incluyen la
de “desramificar” los vasos braquiocefálicos (que guardan algunas eliminación de la circulación extracorporal, la anulación de paro
semejanzas con las técnicas con injerto en Y), seguido de exclusión circulatorio y de isquemia cardiaca, aunque en la práctica tales
endovascular de parte del cayado aórtico, o de él en su totalidad complementos se utilizan a menudo durante las reparaciones híbri-
(fig. 22-10). Aunque esta técnica tiene muchas variantes, a menudo das de la zona proximal de la aorta.82
implica la sutura de un injerto ramificado a la AA proximal con No se ha dilucidado si las reparaciones híbridas tienen la
el uso de una pinza aórtica parcial. Las ramas del injerto se sutu- misma duración que las tradicionales, porque son pocos los datos
ran luego con los vasos del cayado. Una vez que este último está a mediano o largo plazo publicados y no se han difundido estudios a
“desramado”, el aneurisma del cayado aórtico puede excluirse con gran escala que hayan comparado las reparaciones híbridas y las
un endoinjerto. Por lo común se emprende una estrategia de zona tradicionales. Los riesgos propios de esta técnica comprenden el
cero (fig. 22-11) en la cual el extremo proximal del endoinjerto se de embolización y apoplejía causado por la manipulación de la guía de
sitúa entre la aorta ascendente y el punto de nacimiento del tronco alambre y del dispositivo dentro del cayado aórtico (dicho riesgo
braquiocefálico. Otros procedimientos híbridos intentan extender al parecer alcanza su máximo en reparaciones de la zona cero83);
la reparación a la zona distal del cayado y la aorta torácica des- la disección aguda retrógrada de la aorta,84 endofugas de tipo I85 y

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799

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


A B C
Figura 22-8.  Ilustración de la técnica de Borst de trompa de elefante con un procedimiento actual de injerto en Y. A. Etapa 1: la reparación del
segmento proximal incluye implantación de la aorta ascendente y todo el cayado con reinserción del tronco arterial braquiocefálico al injerto en
Y. La realización de la anastomosis distal se facilita al usar un injerto en trompa de elefante en collarete para acomodar el diámetro mayor de
la porción distal de la aorta. Se deja una parte del injerto suspendido dentro de la zona proximal de la aorta torácica descendente. B. Etapa 2: la
reparación del segmento distal utiliza el “tronco arterial braquiocefálico flotante” para la anastomosis proximal. C. Otra técnica “híbrida” se puede
usar en personas con afectación menos extensa del segmento distal de la aorta. Se coloca el injerto endovascular dentro de la trompa de elefante
para completar la reparación. (Con autorización de Baylor College of Medicine.)

paraplejías.24 Algunos centros especializados han comenzado a sus- rúrgico. Hay pacientes con morbilidad concomitante significativa,
tituir un segmento pequeño de la aorta ascendente de modo que el como neumopatía crónica.86
endoinjerto no se “asiente” en el tejido aórtico nativo, esto debido
a que ello podría disminuir el riesgo de disección yatrógena.84 En Aneurismas de la porción distal de la aorta torácica
un documento reciente de consenso de expertos, la recomendación Reparación abierta.  En individuos con aneurismas de la aorta torá-
era limitar la colocación directa de endoprótesis del cayado aórtico cica descendente o aneurismas de la aorta toracoabdominal, hay
en enfermos que corresponden a la categoría de alto riesgo qui- algunos aspectos de la atención (con inclusión de la valoración

A B
Figura 22-9.  Ilustración de una técnica actual para mantener la perfusión cerebral anterógrada durante las reparaciones del cayado aórtico.
A. Un injerto suturado a la arteria axilar derecha se usa para regresar la sangre oxigenada del circuito de derivación cardiopulmonar. B. Después
de establecer la hipotermia, el tronco braquiocefálico se ocluye con un torniquete (inserto) para desviar el flujo a la arteria carótida primitiva dere-
cha, que mantiene la circulación cerebral. (Imágenes adaptadas de Gravlee GP, Davis RF, Stammers AH, et al., eds. Cardiopulmonary Bypass:
Principles and Practice, 3rd ed. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2008, Chap. 32. Fig. 1A y B. Copyright Wolters Kluwer Health.)

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800

Endoinjerto
no desplegado
PARTE II

Vaina 5-F

Guía
Consideraciones específicas

rígida
Catéter
etiquetado, con
mecanismo de
autorretención
A B C

Camisa para
colocación

Figura 22-10.  Ilustración de una reparación híbrida del cayado aórtico. A. Se muestra un aneurisma en la porción distal del cayado que abarca
la porción proximal de la aorta torácica descendente. B. Se “desramifican” (se separan) los vasos braquiocefálicos, en un doble injerto en Y y se
utiliza un injerto independiente como conducto para el despliegue endovascular anterógrado del injerto endovascular. C. Reparación terminada.
La zona de colocación proximal del injerto está dentro de la zona cero. (Con autorización de Baylor College of Medicine.)

Carótida primitiva Carótida primitiva


derecha izquierda

Tronco Subclavia
braquiocefálico izquierda

Figura 22-11.  Ilustración de las zonas de “asentamiento” de Criado


que se utilizan para describir la anatomía aórtica durante la reparación
endovascular torácica. El cayado es el segmento corto que incluye el
nacimiento de las tres arterias braquiocefálicas: el tronco braquioce-
fálico propiamente dicho, la arteria carótida primitiva izquierda y la
arteria subclavia izquierda. La zona cero incluye la aorta ascendente
y el nacimiento del tronco braquiocefálico. La zona 1 incluye el naci-
miento de la arteria carótida primitiva izquierda. La zona 2 incluye
el punto de nacimiento de la arteria subclavia izquierda. La zona 3
es el segmento corto de la aorta que abarca los 2 cm inmediatamente
en sentido distal al nacimiento de la arteria subclavia izquierda y la
zona 4 inicia en donde termina la zona 3. (Con autorización del Baylor
Clasificaciones de las zonas de “asentamiento” College of Medicine.)

扯潫獭敤楣潳⹯牧
preoperatoria del riesgo, aplicación de anestesia, selección del tipo 801
Cuadro 22-3
de incisión y uso de técnicas para protección) que dependen de la
extensión total de la anomalía aórtica. Por definición, los aneu- Estrategia actual para la protección de médula espinal
rismas de la aorta torácica descendente afectan el segmento de la y vísceras durante la reparación de aneurismas distales
aorta ubicado entre la arteria subclavia izquierda y el diafragma. de la aorta torácica
Los aneurismas toracoabdominales afectan toda la extensión de
la aorta toracoabdominal, desde el origen de la arteria subclavia Cualquier extensión
izquierda hasta la bifurcación aórtica. La reparación quirúrgica de •  Hipotermia permisiva leve (32 a 34°C, en nasofaringe)
aneurismas de la aorta toracoabdominal se subdivide con base en •  Heparinización moderada (1 mg/kg)
la magnitud de la sustitución de dicho gran vaso según el esquema •  Reimplantación intensiva de arterias segmentarias, en
clasificatorio de Crawford (fig. 22-12). Las reparaciones de aneu- particular entre T8 y L1

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


rismas aórticos toracoabdominales de extensión I abarcan gran
•  Pinzamiento aórtico secuencial, cuando es posible
parte de la aorta torácica descendente, y suelen comenzar cerca
de la arteria subclavia izquierda para descender y llegar a la aorta •  Perfusión de arterias renales con solución cristaloide a 4°C,
abdominal por arriba de los riñones. De igual manera, los aneuris- cuando es posible
mas de extensión II se inician cerca de la arteria subclavia izquierda Reparaciones toracoabdominales con extensiones I y II
pero se extienden hasta la aorta infrarrenal y es frecuente que alcan- de Crawford
cen la bifurcación de ésta. Los aneurismas con extensión III se •  Drenaje de líquido cefalorraquídeo
originan en el segmento inferior de la aorta torácica descendente •  Derivación de cavidades izquierdas del corazón durante
(bajo la sexta costilla) y se extienden hacia el abdomen. Los aneu- la anastomosis proximal
rismas con extensión IV comienzan a nivel del hiato diafragmático •  Perfusión selectiva del tronco celiaco y la arteria mesentérica
y suelen afectar toda la aorta abdominal. superior durante las anastomosis intercostales y viscerales o
Los aneurismas de la aorta torácica descendente se reparan renales
por medio de una toracotomía izquierda. En sujetos con aneurismas
aórticos toracoabdominales, la toracotomía se extiende sobre el
borde costal y hacia el abdomen. La colocación de una sonda endo-
causas importantes de morbilidad y mortalidad tras estas interven-
bronquial con doble lumen permite ventilar de manera selectiva el
ciones quirúrgicas. Por tal razón, varios aspectos de la intervención
pulmón derecho y colapsar el izquierdo. La exposición transperi-
quirúrgica tienen el objetivo de disminuir la isquemia espinal y
toneal de la aorta toracoabdominal se logra mediante la rotación
renal (cuadro 22-3). La estrategia multimodal que utilizan los auto-
medial de las vísceras y la sección circunferencial del diafragma.
res para proteger la médula espinal incluye una reparación expedita
El segmento enfermo se sustituye por un injerto tubular de poliés-
para llevar al mínimo el tiempo de pinzamiento aórtico, hepari-
ter durante un periodo de pinzamiento aórtico. Las ramas arteria-
nización sistémica moderada (1 mg/kg) para evitar la trombosis
les importantes incluidas las arterias intercostales y la celiaca, la
de pequeños vasos, hipotermia leve permisiva (32 a 34°C [89.6 a
mesentérica superior y las renales, se reimplantan sobre aberturas
93.2°F] a nivel nasofaríngeo), y reimplantación de las arterias seg-
elaboradas a los lados del injerto. Durante la reparación del aneu-
mentarias intercostales lumbares. Cuando la aorta se sustituye en
risma, resulta habitual hallar arteriopatía oclusiva visceral y renal;
sentido proximal a distal, el pinzado aórtico se va desplazando de
entre las opciones para eliminar la estenosis de las ramas vasculares
modo secuencial a posiciones más bajas a lo largo del injerto para
se encuentran la endarterectomía, la colocación directa de prótesis
permitir la recuperación de la perfusión a través de las ramas vas-
arteriales y la derivación mediante injerto.
culares recién reimplantadas. Durante las reparaciones extensas de
El pinzamiento de la aorta torácica descendente causa isque-
la aorta toracoabdominal (es decir, con reparaciones de extensiones
mia de la médula espinal y las vísceras abdominales. Las manifes-
taciones clínicas significativas consecutivas a isquemia hepática, 7 Ideo y II de Crawford), se utiliza drenaje de líquido cefalorraquí-
(LCR). Las ventajas de esta técnica auxiliar que mejora
pancreática e intestinal son relativamente poco frecuentes. Sin
la perfusión medular por la reducción de la presión que ejerce el
embargo, la lesión de la médula espinal que genera paraplejía o
LCR se confirmaron en un estudio con asignación al azar prospec-
paraparesia, así como la insuficiencia renal aguda, siguen siendo
tivo realizado por el grupo de estos autores.87 A menudo se utilizan
los potenciales evocados motores para vigilar la médula espinal
durante la intervención quirúrgica.88,89 La derivación de las cavi-
dades izquierdas del corazón, que permite la perfusión de la aorta
distal y sus ramas durante el periodo de pinzado, también se utiliza
en el curso de las reparaciones extensas de la aorta toracoabdomi-
nal.90-92 Gracias a que disminuye la carga cardiaca, la derivación de
las cavidades izquierdas del corazón también es eficaz en enfermos
con reserva cardiaca deficiente. Resulta posible conectar cánulas
para perfusión con globo al circuito derivativo de las cavidades
izquierdas del corazón para llevar sangre directamente al tronco
celiaco y la arteria mesentérica superior durante la reimplantación
de éstos. Los beneficios potenciales de la reducción de la isquemia
hepática e intestinal incluyen disminución del riesgo posoperato-
rio de coagulopatía y translocación bacteriana, respectivamente.
Siempre que sea posible se obtiene protección renal mediante per-
fusión de los riñones con solución cristaloide fría (4°C [39.2°F]).
En un estudio clínico con asignación al azar reciente, fue posible
correlacionar la disminución de la temperatura con el efecto de la
protección renal; asimismo, el uso de cristaloide frío fue un factor
Figura 22-12.  Ilustración de la clasificación de Crawford de repara- independiente para la predicción de la conservación funcional de
ción de aneurisma aórtico toracoabdominal con base en la magnitud de estos órganos.93
la implantación del injerto aórtico. (Con autorización de Coselli et al,232 El paro circulatorio con hipotermia también se utiliza durante
Fig. 1. Copyright The Society of Thoracic Surgeons.) reparaciones de aorta torácica descendente o toracoabdominal.94

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802 En el centro donde laboran los autores la indicación primaria para vención quirúrgica inicial, en tanto que la reparación de la aorta
esta estrategia es la incapacidad de pinzar la aorta por la posible ascendente y el cayado aórtico se realiza en un procedimiento pos-
rotura; tamaño muy grande del aneurisma o extensión de este último terior. Durante la primera intervención quirúrgica, se puede utilizar
en la porción transversal distal del cayado o porque las reparacio­ una reconstrucción inversa en “trompa de elefante”, en la cual una
nes endovasculares previas entorpecen la colocación de pinzas.55 porción del extremo proximal del injerto aórtico se invierte al inte-
Como se menciona antes, los pacientes con aneurismas exten- rior del lumen; esto facilita la segunda fase de la reparación de la
sos que afectan la aorta ascendente, el cayado y la porción torácica aorta ascendente y el cayado aórtico (fig. 22-13).95
distal se someten a intervenciones quirúrgicas escalonadas para Aun cuando la isquemia de la médula espinal y la insuficien-
lograr la reparación completa. En tales casos, cuando el compo- cia renal reciben la mayor atención, existen otras complicaciones
nente distal o toracoabdominal es sintomático (es decir, hay dolor que deben tomarse en cuenta. La complicación más habitual des-
dorsal o rotura) o desproporcionadamente grande (en comparación pués de estas reparaciones es la disfunción pulmonar. En los aneu-
con la aorta ascendente), el segmento distal se trata durante la inter- rismas adyacentes a la arteria subclavia izquierda, el nervio vago
PARTE II
Consideraciones específicas

Figura 22-13.  Ilustración de la técnica inversa de trompa de elefante con el procedimiento tradicional de “islote” para la implantación total del
cayado aórtico. A. Etapa 1: la aorta distal se repara con una técnica toracoabdominal. El aneurisma se abre después de pinzar la aorta entre la
arteria carótida común izquierda y la arteria subclavia izquierda, que también se pinza. Antes de realizar la anastomosis proximal, el extremo del
injerto se invagina en parte para dejar una “trompa” para la reparación subsiguiente. Se suturan las arterias intercostales proximales. B. Después de
completar la línea de sutura proximal, las pinzas se colocan de nuevo para restaurar el flujo sanguíneo a la arteria subclavia izquierda. La reparación
se completa con la reinserción de las arterias intercostales permeables en una abertura al lado del injerto y con la creación de una anastomosis
distal biselada al nivel de las ramas viscerales. C. Etapa 2: la aorta proximal se repara a través de esternotomía mediana. El cayado aórtico se abre
bajo paro circulatorio hipotérmico. La “trompa” se extrae y se usa para sustituir el cayado aórtico y la aorta ascendente. Esto elimina la necesidad
de una nueva anastomosis distal y simplifica el procedimiento. Se reducen el paro circulatorio y el tiempo quirúrgico, con los riesgos que éstos
implican. D. La reparación terminada en dos etapas de toda la aorta torácica. (Con autorización de Coselli JS, LeMaire SA, Carter SA, et al: The
reversed elephant trunk technique used for treatment of complex aneurysm of the entire thoracic aorta. Ann Thorac Surg, 2005;80:2166, Figs. 2,
3, 7 and 8. Copyright The Society of Thoracic Surgeons.)

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y el laríngeo recurrente izquierdo con frecuencia están adheridos a En el comienzo se aprobó el uso de endoinjertos para tratar 803
la pared de la aorta y son susceptibles a lesión. Se debe sospechar aneurismas degenerativos de la aorta torácica descendente, pero
parálisis de las cuerdas vocales en individuos con enronquecimiento en fecha reciente se han aprobado algunos más nuevos para utilizar en
posoperatorio, y confirmarse mediante exploración endoscópica. El lesiones no penetrantes de la aorta y también en úlceras penetrantes
tratamiento eficaz para la parálisis de cuerdas vocales se consigue de ese gran vaso (consúltese Úlcera penetrante aórtica más ade-
con el uso de la medialización directa de dichas cuerdas (tiroplastia lante). Sin embargo, es muy común el uso de injertos endovascu-
tipo 1). La lesión del esófago durante la anastomosis proximal tiene lares en indicaciones no autorizadas por la FDA y con frecuencia
consecuencias terribles. La separación cuidadosa de la aorta torá- se usan en personas con disección aórtica o aneurisma roto. El uso
cica descendente proximal del esófago subyacente antes de realizar de injertos endovasculares en casos de infección aórtica no es la
la anastomosis proximal disminuye el riesgo de formación de fís- mejor indicación, pero las personas con fístulas o aneurismas micó-
tula aortoesofágica secundaria. En sujetos sometidos a intervención ticos pueden ser tratados en forma endovascular para contar con un

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


quirúrgica previa para derivación coronaria con utilización de la “periodo de espera” hasta la reparación abierta. En fecha reciente
arteria mamaria (torácica) interna (IMA) izquierda, el pinzamiento se han introducido100 estándares de señalamientos para describir de
proximal a la arteria subclavia izquierda precipita la isquemia grave manera uniforme el proceso de reparación endovascular y también
del miocardio y paro cardiaco. Cuando se prevé el uso de pinza- guías para usar la reparación de este tipo en enfermedad de la aorta
miento en este punto en dichos enfermos, se debe establecer una torácica.40
derivación entre la carótida primitiva y la arteria subclavia izquier- En ancianos con otras entidades concomitantes y en pacientes
das para evitar complicaciones cardiacas (fig. 22-14).96 a quienes se han realizado métodos complejos en la aorta torácica,
la reparación endovascular es una alternativa en particular atractiva en
Reparación endovascular vez de técnicas operatorias corrientes. Los pacientes por lo regular
Aneurismas aórticos torácicos descendentes.  La reparación con injerto tienen menor incidencia de complicaciones transoperatorias, per-
endovascular de los aneurismas aórticos torácicos descendentes se manencia más breve y mayor posibilidad de retornar a su hogar,
ha vuelto una opción terapéutica aceptada en algunos pacientes.86 que aquellos en quienes se practicó reparación abierta.49 Como se
Volodos,97 a mediados del decenio de 1980, señaló la reparación mencionó, la selección apropiada de pacientes depende de medicio-
aórtica con una endoprótesis autoestática pero fueron Parodi et al.98 nes específicas obtenidas de los angiogramas por CT preoperatorios.
con un injerto endovascular quienes repararon aneurismas de aorta Para proteger a los individuos contra la isquemia de la médula
abdominal, lo cual contribuyó a difundir esta técnica. Sólo tres años espinal en el curso de estas reconstrucciones intravasculares,
después de su publicación original Dake et al99 realizaron una repa- muchos cirujanos utilizan el drenaje del líquido cefalorraquídeo.
ración endovascular de la porción descendente de la aorta torácica El primer paso del procedimiento de reparación es obtener acceso
con “injertos” de elaboración manual en 13 pacientes. vascular adecuado para insertar el endoinjerto torácico. Si la arteria

Figura 22-14.  Ilustración de la reparación de un aneurisma


aórtico toracoabdominal en un paciente con injerto arterial
coronario de la arteria torácica izquierda permeable con
la coronaria descendente anterior izquierda. La anastomo-
sis proximal se realiza mientras la aorta se pinza entre las
arterias carótida común izquierda y subclavia izquierda. Se
mantiene la perfusión miocárdica a través del injerto de deri-
vación carotídeo-subclavio. (Reproducida con autorización
de Jones et al.96 Fig. 2. Copyright The Society of Thoracic
Surgeons.)

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804 femoral no permite el paso de la vaina necesaria, se expone una naciones modulares de injertos y endoprótesis de múltiples capas.108
arteria iliaca. El injerto puede suturarse con la arteria iliaca por Las perforaciones en los injertos y las ramas vasculares casi siempre
medio de técnica terminoterminal para facilitar el despliegue del se alinean mediante globos inflables para angioplastia. El tiempo del
endoinjerto. Después de administrar 5 000 a 10 000 unidades de procedimiento es importante, como lo es la cantidad de medio de
heparina, de forma típica, se introduce una guía de alambre y la contraste necesaria para obtener las imágenes muy detalladas que se
“camisa” o vaina de introducción, en la arteria de acceso, bajo requieren con el objeto de planificar estos procedimientos. Además,
orientación fluoroscópica; en fecha reciente, se han introducido algunos de los injertos endovasculares usados en la reparación endo-
injertos endoprotésicos sin vaina que son menos voluminosos. vascular de aneurisma aórtico toracoabdominal son elaborados a la
Luego se hace avanzar el endoinjerto hacia la aorta y se coloca en medida con anticipación, por lo cual quizá tarden varias semanas en
el sitio adecuado. Nótese que la mejor vista para la parte distal del estar disponibles; por lo tanto, su utilización se limita a los casos
cayado y la aorta torácica descendente casi siempre es la posición de reparación electiva.84 En un esfuerzo para acelerar la reparación
oblicua izquierda anterior, en un ángulo aproximado de 40 a 50 y utilizar dispositivos adquiridos bajo contrato gubernamental, se ha
PARTE II

grados. Luego, el dispositivo se despliega y los extremos proximal reportado el uso de injertos paralelos, que utilizan una combinación
y distal se expanden con un catéter con globo (“con balón”), que de endoprótesis de diámetro grande y pequeño,109 y a pesar de que
optimiza el sello entre el dispositivo y la pared torácica en esta zona algunos centros proponen la inclusión distal del tronco celiaco110 para
de asentamiento. Luego se obtiene un aortograma para descartar reparaciones de extensión I de aneurisma aórtico toracoabdominal,
cualquier fuga interna, y se administra protamina.
tal estrategia potencialmente peligrosa no se usa mucho.
Aunque con frecuencia se cubre la arteria subclavia izquierda
Consideraciones específicas

Hay que destacar que a semejanza de la reparación abierta


con el endoinjerto para prolongar la zona de asentamiento proxi-
de un aneurisma de la aorta toracoabdominal, la reparación endo­
mal,101 datos recientes sugieren que el riesgo de complicaciones en
vascular conlleva los riesgos de paraplejía, insuficiencia renal,
la médula espinal aumenta cuando la arteria subclavia se cubre y no
se revasculariza, tal vez por la pérdida de circulación colateral a la enfermedad cerebrovascular y muerte, a pesar de los beneficios de
médula espinal.102 Para evitar esta complicación, es fácil construir que al parecer es un método menos penetrante. Como aspecto nota-
una derivación de la carótida a la subclavia a fin de conservar el ble, los informes de centros con experiencia en reparación endo-
flujo sanguíneo de la arteria vertebral y disminuir la lesión neu- vascular de aorta toracoabdominal describen predominantemente
rológica (fig. 22-15).103,104 Además, hay nuevas generaciones de reparaciones de extensión IV limitadas.54 En un futuro cercano, hay
injertos endovasculares en proceso de diseño, con ramas colaterales que considerar como objeto de investigación la reparación endo-
que pueden colocarse dentro de la arteria subclavia izquierda. Esta vascular de un aneurisma en la aorta toracoabdominal.
característica es muy atractiva si el cuello es corto o si el sujeto Reparación híbrida.  Como se mencionó, las reparaciones aórti-
tiene una derivación permeable desde la arteria torácica interna cas híbridas son muy heterogéneas. En el caso de las reparacio-
izquierda hacia la arteria coronaria descendente izquierda anterior. nes distales extensas no son factibles las técnicas como la trompa
Un número importante de pacientes también tienen arteriopatía de elefante híbrido (descrita previamente) porque el aneurisma se
coronaria y por esa razón se procura evitar la oclusión de la arteria
extiende más allá de las arterias viscerales. Sin embargo, la repara-
subclavia izquierda en pacientes a quienes se hizo cirugía de coro-
ción extensa e híbrida de un aneurisma toracoabdominal,111,112 puede
narias, salvo que se haya hecho una derivación carotídea/subclavia.
ser una opción salvadora en pacientes de alto riesgo quirúrgico,
Terminación en trompa de elefante.  En pacientes escogidos se pueden como los que tienen reserva fisiológica limitada, senectud extrema,
realizar reparaciones de terminación en trompa de elefante (fig. o los que tienen otras entidades patológicas coexistentes. Los pro-
22-8C) y no por medio de una vía abierta a través de toracotomía.105 cedimientos híbridos usan técnicas quirúrgicas abiertas para redi-
Recuérdese que se usa la técnica en “trompa de elefante” cuando un rigir el riego sanguíneo a las arterias viscerales, de manera que sus
aneurisma aórtico se extiende desde la parte distal del cayado hasta orígenes aórticos puedan cubrirse con injertos endovasculares sin
la aorta torácica descendente. Puede desplegarse un endoinjerto causar isquemia visceral (fig. 22-16). Luego se utilizan métodos
al momento de la construcción de la “trompa de elefante” o en el endovasculares (ya sea como parte del mismo procedimiento o en
curso de un procedimiento ulterior separado.84,106 Cuando la próte- una etapa ulterior) para reparar el aneurisma aórtico, a menudo con
sis endovascular se despliega de manera retrógrada en una técnica un injerto endovascular tubular simple, que tiene mayor disponi-
secundaria, ésta se facilita si se sitúan marcadores radiopacos en bilidad que los injertos endovasculares modulares y a la medida
el extremo de la “trompa de elefante” durante el procedimiento de que se despliegan en reparaciones endovasculares puras. Las repa-
la primera etapa. Esto hace posible identificar el extremo distal de la raciones híbridas de aneurisma aórtico toracoabdominal han sido
trompa mediante fluoroscopia. De esta manera, es posible manipu- algo desalentadoras,113 de manera global. Sin embargo, en algunos
lar un alambre guía dentro de la trompa y hacerse avanzar hacia la centros se señalan resultados aceptables en pacientes de alto riesgo,
aorta ascendente con el propósito de estabilizarla durante el des- en particular cuando se utiliza una técnica híbrida en etapas.114
pliegue de la prótesis intravascular. Nótese que el avance del alam-
Consideraciones posoperatorias
bre de manera retrógrada desde la arteria femoral hacia la “trompa
de elefante” tal vez sea difícil. A veces, el alambre debe avanzar de Procedimientos abiertos.  Es frecuente que las anastomosis aórti-
modo anterógrado desde la arteria humeral. Entre las variaciones cas sean extremadamente frágiles durante el periodo posoperatorio
de esta estrategia están la trompa de elefante “congelada”, pero temprano. Incluso episodios breves de hipertensión posoperatoria
dicha técnica se utiliza más bien en personas con extensa disección desgarran las líneas de sutura y precipitan sangrado grave o for-
aórtica (véase Disección aguda más adelante). mación de seudoaneurismas. Por esta razón, en las 24 a 48 h ini-
ciales se preserva un control estricto de la presión arterial con el
Aneurismas en aorta toracoabdominal.  La reparación endovascular de propósito de proteger la integridad de las anastomosis. En general,
aneurismas en la aorta toracoabdominal aún se encuentra en fase los autores de este capítulo utilizan de manera liberal nitroprusiato
experimental, pero se ha demostrado que es factible en algunos y antagonistas β por vía intravenosa para mantener una presión
centros especializados. Las reparaciones con la técnica mencionada arterial media de 80 a 90 mmHg. En enfermos con tejido aórtico
son muy complejas, porque, como mínimo, se incorpora una de en extremo friable, como en el caso de pacientes con síndrome de
las arterias viscerales. El número de ramas viscerales que es nece- Marfan, se reducen estos valores hasta 70 a 80 mmHg. Es un acto
sario incluir varía con la magnitud del cubrimiento aórtico.107 Los de equilibrio delicado, ya que debe tenerse en cuenta la perfusión de
tipos de injertos endovasculares utilizados incluyen los fenestrados, la médula espinal y evitar periodos de hipotensión relativa mientras
los fenestrados reforzados, los ramificados o con manguito, combi- se conservan estas presiones bajas.

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805

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


A

Arteria
vertebral

Arteria
Nervio subclavia
vago

Arteria carótida Nervio


primitiva frénico

Músculo
esternocleidomastoideo
(dividido)

Arteria torácica
interna
Músculo escaleno
anterior (dividido)

Figura 22-15.  Ilustración de una reparación híbrida de la aorta torácica descendente proximal. A. La representación quirúrgica del aneurisma
muestra que el establecimiento de una zona de asentamiento de 2 cm para un injerto endovascular requeriría cubrir el origen de la arteria subclavia
izquierda. B. A través de un acceso supraclavicular se realiza una derivación de la arteria carótida primitiva izquierda a la arteria subclavia para
desviar la circulación y crear una zona de asentamiento para el injerto endovascular. Después de completar la derivación, la arteria subclavia
izquierda se liga en un punto proximal al injerto. C. En la reparación híbrida completada, el aneurisma se excluyó con éxito mediante un injerto
endovascular que cubre el origen de la arteria subclavia izquierda, y el flujo sanguíneo a la arteria vertebral y el brazo se conserva por el injerto de
derivación. (Reproducida con autorización de Bozinovski et al,103 Figs. 9, 10 and 11. Copyright The Thoracic Surgeons.)

Procedimientos endovasculares.  Conforme se acumula expe- iliofemorales son tortuosas, calcificadas y angostas, están expues-
riencia con los injertos endovasculares en la aorta torácica descen- tos a un riesgo particularmente alto de rotura de la arteria iliaca
dente, han surgido señalamientos de complicaciones tempranas o que es letal. La rotura aórtica al parecer es rara durante métodos
tardías.55,115,116 Muchas de tales complicaciones guardan relación de injerto endoprotésico torácico, pero una complicación relativa-
directa con la manipulación directa del sistema de “distribución” mente común y letal es la disección retrógrada yatrógena aguda
dentro de las arterias iliacas y la aorta.117 Los pacientes cuyas arterias en el cayado aórtico y la aorta descendente que obliga a reparación

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806 Cuadro 22-4
Clasificación de endofugas y estrategias terapéuticas
comunes
Tipo I
•  Sello incompleto entre el injerto endovascular y la aorta en el
sitio de colocación proximal (tipo Ia); de colocación distal
(tipo Ib) o el módulo de ramas, fenestración o “tapón” (tipo Ic)
•  Nueva intervención temprana para mejorar el sello o
transformar el caso en cirugía abierta
Tipo II
PARTE II

•  Perfusión retrógrada del saco por arterias colaterales excluidas


•  Vigilancia; oclusión necesaria con intervenciones percutáneas
o de otro tipo
Tipo III
•  Sello incompleto entre el injerto endoprotésico superpuesto o
Consideraciones específicas

el módulo (tipo IIIa), o un desgarro en el material del injerto


(tipo IIIb)
•  Nueva intervención temprana para cubrir el hueco o el desgarro,
o para conversión a cirugía abierta
Tipo IV
•  Perfusión del saco por porosidad del material
•  Vigilancia; nueva intervención según sea necesaria para
recubrir de nuevo el injerto endoprotésico
Tipo V
•  Expansión del saco sin una fuente identificable
•  Vigilancia: nueva intervención según sea necesaria para
recubrir de nuevo el injerto endoprotésico

pero no son benignas, porque originan presurización ininterrum-


pida del saco que puede expandirse e incluso romperse. Las com-
plicaciones anteriores se clasifican (cuadro 22-4) con arreglo al
sitio de la fuga.100 Todas las endofugas pueden evolucionar al grado
de que se les considere letales, pero las de tipo I y III por lo común
necesitan intervención temprana e intensiva. Las guías publicadas
en fecha reciente son útiles para estandarizar las notificaciones de
estos casos.
Otras complicaciones comprenden el despliegue inexacto del
injerto endoprotésico, desplazamiento del dispositivo, acodamiento
del endoinjerto, e infección del injerto endoprotésico que incluye
Figura 22-16.  Ilustración de una técnica híbrida que combina pro- fístulas. No todas las complicaciones con este tipo de injerto son
cedimientos abierto y endovascular para reparar un aneurisma aórtico letales, pero las reparaciones endovasculares deben ser realizadas
extenso. La desramificación del cayado y el segmento toracoabdominal por grupos de expertos que tengan la suficiente experiencia para
permiten usar injertos endovasculares para excluir todo el aneurisma. resolver problemas que pueden surgir; en algunos pacientes se
necesita a veces extraer los dispositivos y sustituirlos por injertos
de poliéster.55,115,116 Las complicaciones de la reparación endovas-
cular son relativamente frecuentes de tal forma que asume máxima
de urgencia de ambas estructuras a través de esternotomía y circu- importancia la vigilancia programada regularmente de estudios
lación extracorpórea. Se conocen muchos señalamientos de esta radiológicos.
complicación y al parecer es más frecuente en aplicaciones no
autorizadas por la FDA55 como estrategias híbridas del cayado84 y
tratamiento de la disección de la aorta torácica descendente.118 La DISECCIÓN AÓRTICA
disección proximal retrógrada transforma el aneurisma localizado
en la aorta torácica descendente, en un problema agudo que abarca Patología y clasificación
toda la aorta torácica. Como punto por destacar, puede surgir la La disección aórtica, el fenómeno catastrófico más habitual en la
disección retrógrada de la aorta meses después de la reparación aorta, consiste en la separación progresiva de las capas de la pared
inicial.119 aórtica, que casi siempre sobreviene tras la formación de un des-
Otra complicación notable de la colocación de un injerto garro en las capas íntima y media interna. El aumento del área de
endovascular en la aorta torácica descendente es la endofuga que separación entre las capas de la media ocasiona la formación de dos
se produce cuando hay flujo persistente de sangre (visible en imá- o más conductos (fig. 22-17). Al lumen original, que conserva su
genes radiológicas) que pasa al saco aneurismático y que puede capa íntima como recubrimiento, se le designa lumen verdadero.
ocurrir durante el método inicial o con el curso del tiempo. Las El conducto de reciente formación entre las capas de la media se
endofugas constituyen una complicación relativamente común,120 denomina lumen falso. Entre el lumen falso y el verdadero se ubica

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807

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


Aorta normal Disección aórtica Hematoma intramural Úlcera aórtica penetrante

Figura 22-17.  Ilustración de cortes longitudinales de la pared y el lumen aórticos. La sangre fluye con libertad en el tejido aórtico normal. En la
disección aórtica típica, la sangre que entra en la media a través de un desgarro crea un conducto falso en la pared. Los hematomas intramurales
se forman cuando la hemorragia de los vasa vasorum produce acumulación de sangre dentro de la media; la íntima permanece intacta. Las úlceras
aórticas penetrantes son lesiones ateroescleróticas profundas que horadan la pared aórtica y permiten que la sangre ingrese a la media. En todos
estos trastornos, la pared aórtica exterior se debilita mucho y tiende a la rotura.

la membrana disecante. Las roturas adicionales de la membrana Localización.  Para orientar en el tratamiento, las disecciones
disecante permiten que ambos conductos se comuniquen en puntos se subdividen con arreglo a su sitio anatómico y extensión. Los
que se denominan sitios de reentrada. Aun cuando la separación dos esquemas tradicionales de clasificación que siguen en uso
progresiva de las capas avanza de manera primordial en sentido son los sistemas de clasificación de DeBakey y el de Stanford
distal a lo largo de la aorta, también lo hace en dirección proxi- (fig. 22-19).121,122 En sus modalidades actuales, estos dos esque-
mal; este proceso se denomina con frecuencia extensión proximal mas describen los segmentos de la aorta que están afectados por
o disección retrógrada. la disección, en lugar del sitio de la rotura inicial en la íntima. La
La extensa pérdida de continuidad de la pared aórtica tiene principal limitación del sistema de clasificación de Stanford es
varias repercusiones anatómicas graves (fig. 22-18). En primer que no distingue entre pacientes con disección aórtica proximal
lugar, la pared externa del lumen falso es extremadamente delicada aislada y los individuos con disección que afecta toda la aorta.
y frágil, además de hallarse inflamada, lo cual la torna sensible a Ambos tipos de pacientes se clasificarían con disecciones tipo A,
expansión o rotura en caso de que persista la tensión hemodiná- a pesar de que su tratamiento, seguimiento y pronóstico son muy
mica. Segundo, el lumen falso en expansión puede comprimir el diferentes.
lumen verdadero y generar un síndrome de perfusión anómala por Otros esquemas de clasificación incluyen el de Borst et al.,123
interferencia con el flujo sanguíneo en la aorta o en cualquiera de en que se consideran independientes las porciones ascendente y
sus ramas, incluidas las arterias coronarias, carótidas, viscerales, descendente de la aorta; en fecha reciente se difundió la modifi-
renales e iliacas. Por último, cuando la separación de las capas cación hecha por Tsagakis et al.124 de la clasificación de DeBakey
afecta la raíz aórtica, las comisuras de la válvula se desplazan e que extiende la disección de tipo II hasta el cayado aórtico, y la
inducen insuficiencia valvular aguda. Las consecuencias clínicas modificación de Penn de la de Stanford125,126 que expande la clasi-
de cada una de estas complicaciones se analizan con detalle en la ficación para abarcar la presencia de tejido y perfusión deficiente
sección relativa a las manifestaciones clínicas. global. Tales modificaciones pueden ser útiles para seleccionar
Disección en comparación con aneurisma.  Es necesario acla- mejor de manera directa la intervención quirúrgica primaria; los
rar la relación entre la disección y el trastorno aneurismático. La pacientes con disección aislada de la sección proximal de la aorta
disección y el aneurisma son entidades patológicas separadas, por lo común se someten a operaciones de urgencia al igual que
aunque a menudo coexisten y son factores de riesgo mutuos. En sujetos con disección proximal y distal de la aorta. De forma típica
la mayoría de los casos, la disección aparece en sujetos sin aneu- los individuos con disección distal aislada son tratados por medios
rismas. La dilatación progresiva subsiguiente de la pared aórtica médicos, salvo que surjan complicaciones que obliguen a operar.
externa debilitada genera un aneurisma. Por otro lado, en enfermos Además, estos cambios reflejan la modificación de la conducta en
con aneurismas degenerativos, el deterioro continuo de la pared centros hospitalarios especializados en el tratamiento de enferme-
aórtica puede causar disección agregada. El término demasiado dades aórticas, de métodos más tradicionales que se dirigen princi-
usado aneurisma disecante sólo debe utilizarse para esta situación palmente al tratamiento quirúrgico urgente de las enfermedades de
específica. la aorta ascendente hacia otros métodos que, en pacientes selectos,
brindan tratamiento adicional a través sitios de acceso distales a
Clasificación.  Con propósitos terapéuticos, las disecciones aór- la disección, como tratamiento endovascular no aprobado por la
ticas se clasifican según su ubicación y cronicidad. Las mejorías FDA.127
en las técnicas de imagen revelan cada vez más variantes de la
disección aórtica, lo cual tal vez represente distintas formas en el Cronicidad.  La disección aórtica también se clasifica según el
espectro de este trastorno. tiempo que pasa desde la rotura inicial. La disección se con-

扯潫獭敤楣潳⹯牧
808

A
PARTE II
Consideraciones específicas

C D

E
Figura 22-18.  Ilustración de las consecuencias ana-
F tómicas potenciales de la disección aórtica, con un
mapa de las regiones afectadas (recuadro). A. Rotura
de la porción ascendente de la aorta y taponamiento
cardiaco. B. Interrupción del flujo sanguíneo corona-
rio. C. Lesión de la válvula aórtica que causa insu­
ficiencia. D, E, F. Alteración del flujo sanguíneo
hacia las ramas vasculares que causa complicaciones
isquémicas. (Imágenes adaptadas de Creager MA,
Dzau VS, Loscalzo J, eds. Vascular Medicine. Phila-
delphia: W.B. Saunders, 2006. Copyright © Saunders/
Elsevier, 2006, Fig. 35-1.)

sidera aguda en los 14 días siguientes al desgarro inicial; des- aórtico agudo abarca la disección aórtica clásica y sus variantes.
pués de 14 días, la disección se considera crónica. Aunque es Otros síndromes aórticos, que alguna vez se consideraron inusua-
arbitraria, la distinción entre disecciones agudas y crónicas tiene les, incluyen el hematoma intramural (IMH) y la úlcera aórtica
implicaciones importantes, no sólo para tomar decisiones sobre penetrante (PAU). Aunque el tema es un poco controversial, el
las estrategias terapéuticas perioperatorias y las técnicas qui- consenso actual es que en la mayoría de los casos, estas varian-
rúrgicas, sino también para valorar los resultados quirúrgicos. tes de disección deben tratarse de manera idéntica a la disección
En la figura 22-20 se presenta un algoritmo para el tratamiento clásica.
de la disección aórtica aguda. En vista de la importancia de la Un IMH es una acumulación de sangre dentro de la pared aór-
gravedad, Borst et al.123 propusieron una tercera fase, llamada tica, sin un desgarro en la íntima, y se cree que se debe a la rotura
subaguda, para describir la transición entre las fases aguda y de los vasa vasorum dentro de la túnica media. La acumu­lación de
crónica. El periodo subagudo abarca desde los días 15 a 60 luego sangre puede originar un desgarro secundario en la íntima, el cual
del desgarro inicial. Aunque esto rebasa la fase aguda tradicional de al final conduce a la disección.128 Como el IMH y la disección
14 días, los sujetos con disección subaguda todavía tienen tejido constituyen partes de un proceso continuo, tal vez el IMH se des-
aórtico muy frágil, lo cual podría complicar el tratamiento qui- cubra con menor frecuencia que la disección aórtica porque pro-
rúrgico y aumentar los riesgos inherentes a la intervención gresa con rapidez a la disección verdadera. La prevalencia de IMH
quirúrgica. entre enfermos con síndromes aórticos agudos se aproxima a 6%,
Variantes.  Como se indicó antes, los avances en las imágenes sin y 16% evoluciona a disección completa.129 Un IMH puede clasifi-
penetración corporal de la aorta revelaron variantes de la disec- carse según su ubicación (p. ej., ascendente o descendente) y debe
ción aórtica (fig. 22-17). El término recién introducido síndrome tratarse igual que la disección clásica.130

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Disección de la Disección de la Disección de las porciones 809
porción ascendente porción descendente ascendente y descendente

DeBakey
tipo IIIa

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


DeBakey
DeBakey tipo II tipo IIIb
Stanford tipo A
Figura 22-19. Ilustración de los esque-
mas de clasificación para disección aórtica
basada en las porciones aórticas que se
encuentran afectadas. Quizá la disección
se limite a la aorta ascendente (izquierda) o a
la aorta descendente (intermedia), o puede
afectar toda la aorta (derecha). (Reproducida
con autorización de Creager MA, Dzau VS,
Loscalzo J, eds. Vascular Medicine. Phila-
delphia: W.B. Saunders, 2006. Copyright © DeBakey tipo III DeBakey tipo I
Saunders/Elsevier, 2006, Fig. 35-2.) Stanford tipo B Stanford tipo A

Una úlcera aórtica penetrante es una placa ateroesclerótica ascendente, en tanto el dolor en la espalda y el abdomen casi siem-
que se proyecta a la pared aórtica y se acompaña de un hematoma pre indican alteración de la aorta descendente y toracoabdominal.
circundante. Al final, la úlcera puede penetrar la pared aórtica, lo Las complicaciones clínicas consecutivas a la disección aguda aór-
cual origina disección o rotura. La velocidad de progresión de la tica se describen mejor en cuanto a las manifestaciones anatómi-
enfermedad es mayor que la del IMH solo.131 cas potenciales en cada nivel de la aorta en que se presentan (fig.
22-18 y cuadro 22-5). Por lo tanto, las complicaciones potenciales de
Etiología e historia clínica la disección aórtica (y las arterias secundarias afectadas) son muy
La disección aórtica es un trastorno letal con incidencia publicada variadas, y aunque no se limitan a las siguientes, incluyen isquemia
de 3.5 por cada 100 000 habitantes en Estados Unidos.132 Sin los o taponamiento cardiacos (arteria coronaria), apoplejía (arterias
tratamientos médico y quirúrgico modernos adecuados, la mayoría braquiocefálicas), paraplejía o paraparesia (arterias intercostales),
de los pacientes (cerca de 90%) muere en los tres meses siguientes insuficiencia renal (arterias renales) e isquemia de extremidades o
a la disección, casi siempre por rotura.133,134 pérdida de función motora (arteria humeral o femoral).
Aunque se han identificado varios factores de riesgo para la La disección del segmento ascendente de la aorta lesiona de
disección aórtica, las causas precisas aún se desconocen. De hecho, manera directa la válvula aórtica. La gravedad de la insuficiencia
cualquier afección que debilite la pared de la aorta incrementa el valvular varía de acuerdo con el grado de desencajamiento de las
riesgo de disección. Los factores habituales de riesgo cardiovascu- comisuras, que puede ir desde la separación parcial de una sola
lar general, como tabaquismo, hipertensión, ateroesclerosis e hiper- comisura (lo cual origina insuficiencia valvular leve) hasta la sepa-
colesterolemia, son los que se hallan relacionados con la disección ración completa de las tres comisuras y el prolapso total de la
aórtica. Los individuos con alteraciones del tejido conjuntivo, aor- válvula al interior del LV, cuya consecuencia es la insuficiencia
titis, aorta bicúspide o enfermedad degenerativa preexistente de la cardiaca aguda grave. Los sujetos con insuficiencia aguda de la
capa media tienen mayor riesgo de disección, en particular si pre- válvula aórtica tal vez refieran disnea progresiva.
sentan un aneurisma en la aorta torácica.21 Otras situaciones que se Las disecciones de la porción ascendente también se extien-
han vinculado con la disección aórtica incluyen el abuso de cocaína den a las arterias coronarias o desplazan los orificios (ostia) corona-
y anfetaminas135 así como estrés emocional profundo o ejercicio rios fuera del lumen verdadero, de manera que se produce oclusión
físico extremo como el que se hace en el levantamiento de pesas.136 coronaria aguda; si ésta ocurre, afecta con mayor frecuencia a la
Los avances recientes en el conocimiento de los mecanismos mole- arteria coronaria derecha. La suspensión súbita del flujo coronario
culares que dan origen a los aneurismas aórticos abdominales han genera infarto del miocardio (MI). Los síntomas y los signos de
impulsado investigaciones similares respecto de la disección de la isquemia miocárdica que aparecen, enmascaran la disección aór-
aorta torácica.137-139 tica con el consecuente retraso en el diagnóstico y el tratamiento
de ésta.140
Manifestaciones clínicas La pared externa adelgazada e inflamada de la aorta ascen-
En muchos casos, el inicio de una disección se relaciona con dolor dente disecada hace posible en muchas ocasiones que se produzca
intenso en el pecho o la espalda, descrito de manera caracterís- un derrame pericárdico serohemático, que se acumula y provoca
tica como “desgarrante” que migra en dirección distal al tiempo taponamiento. Los signos que sugieren esta complicación inclu-
que la disección avanza a lo largo de la aorta. Es frecuente que yen insuficiencia venosa yugular, ruidos cardiacos amortiguados,
la localización del dolor indique qué segmentos de la aorta están pulso paradójico y disminución del voltaje del trazo en el elec-
afectados. El dolor en el tórax anterior sugiere afección de la aorta trocardiograma (ECG). La rotura libre hacia el espacio pericárdico

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810
Tratamiento de la disección aórtica aguda

Sospecha de
disección aguda

Tratamiento antiimpulso
(bloqueadores β),
control de la presión arterial

¿Estabilidad
PARTE II

hemodinámica?

Sí No

CT con medio Traslado a quirófano,


de contraste intubación,
Consideraciones específicas

TEE diagnóstica

¿Disección aórtica?
¿Disección de la porción
Sí No ascendente de la aorta (Stanford A
o DeBakey I o II)?
Estudio diagnóstico
secundario (MRA, Sí No
TEE o aortografía)
Intervención Traslados a unidad de
quirúrgica urgente cuidados intensivos
¿Disección aórtica?
para estabilización y
estudio diagnóstico
Sí No

Estudio diagnóstico
¿Disección de la porción
adicional
ascendente de la aorta (Stanford A
o DeBakey I o II)?

Sí No
Intervención intravascular
Intervención Sí (perforación, injerto
quirúrgica urgente intravascular) o abierta
¿Disección aórtica
distal complicada
(mala perfusión, rotura)?
Traslado a unidad de cuidados
No intensivos para control de presión
arterial, tratamiento antiimpulso

Figura 22-20.  Algoritmo usado para facilitar las decisiones sobre el tratamiento de la disección aórtica aguda. CT, tomografía computarizada;
MRA, angiografía por resonancia magnética; TEE, ecocardiografía transesofágica.

causa taponamiento con tal rapidez que la mayor parte de las dolor agudo en pecho, espalda o abdomen se les diagnostica disec-
veces es letal. ción aórtica. De esta manera, no es sorprendente que sea común el
Conforme progresa la disección, cualquier rama vascular de retraso en el diagnóstico; hasta en 39% de los casos, el diagnóstico
la aorta resulta afectada al propagarse la disección, lo cual origina se establece sólo después de 24 h de hospitalización. Por desgracia,
alteración del flujo sanguíneo y complicaciones isquémicas. Por el retraso en el diagnóstico implica demora en el tratamiento, lo
consiguiente, en función de las arterias afectadas, la disección pro- cual tiene consecuencias desastrosas. La European Society of Car-
duce episodios vasculares agudos, como paraplejía, insuficiencia diology Task Force on Aortic Dissection señala que “el principal
hepática, infarto intestinal, insuficiencia renal o isquemia en extre- desafío en el tratamiento de la disección aguda de la aorta es sos-
midades. pechar su presencia y de ese modo diagnosticar la enfermedad tan
pronto como sea posible”.141 El estudio reciente del International
Valoración diagnóstica Registry of Acute Aortic Dissection, exploró las causas del diagnós-
Por causa de las variaciones de la gravedad y la amplia diversidad tico retrasado y advirtió que se planteaba tardíamente en mujeres y
de las manifestaciones clínicas potenciales, el diagnóstico de la también en pacientes con síntomas atípicos como fiebre o dolor leve
disección aórtica aguda implica un reto.141-143 Sólo a tres de cada (y no dolor intenso).140 Por consiguiente, resulta crítico sospechar
100 000 enfermos que se presentan al servicio de urgencias con el problema ante la gran posibilidad de su aparición, en particular

扯潫獭敤楣潳⹯牧
entre ambos brazos, en tanto que la disección aórtica descendente 811
Cuadro 22-5
las origina entre las extremidades superiores e inferiores. Al igual
Complicaciones anatómicas de la disección aórtica y sus que los síntomas, la mayoría de los signos físicos posteriores a una
síntomas y signos relacionados disección se vincula con alteraciones secundarias y, por ello, varía
de manera considerable (cuadro 22-5). Por ejemplo, los signos de
MANIFESTACIONES ANATÓMICAS SIGNOS Y SÍNTOMAS apoplejía o isquemia de una extremidad tal vez predominen en el
cuadro clínico en enfermos con alteraciones de la perfusión carotí-
Insuficiencia de la válvula Disnea
dea o iliaca, respectivamente.
aórtica Soplo
Por desgracia, las pruebas de laboratorio no son de gran
Estertores pulmonares
utilidad para el diagnóstico de la disección aguda de la aorta. En
Choque
fechas recientes, surgió el interés por usar la concentración del

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


dímero d para ayudar a establecer este diagnóstico.144 Varios infor-
Perfusión coronaria deficiente Dolor torácico con mes demostraron que el dímero d es un indicador muy sensible de
  características anginosas disección aórtica aguda; hay concentraciones altas en casi 97%
Náusea, vómito de los pacientes afectados.145 Por lo regular, las pruebas utiliza-
Choque das para detectar trastornos coronarios agudos, entre los cuales se
Cambios de isquemia en el encuentran los marcadores séricos de lesión miocárdica, requieren
  electrocardiograma (ECG) valoración especial e interpretación cuidadosa. Los datos electro-
Elevación de enzimas cardiográficos y los marcadores séricos normales en un individuo
 cardiacas con dolor agudo en tórax deben inducir la sospecha de disección
Taponamiento cardiaco Disnea aórtica. Es importante recordar que cuando los cambios del ECG
Insuficiencia venosa yugular y el incremento de los marcadores séricos indican un MI, no se
Pulso paradójico excluye el diagnóstico de disección aórtica puesto que una disec-
Ruidos cardiacos amortiguados ción origina alteraciones de la perfusión coronaria. Como aspecto
Choque destacable, en fecha reciente se ha demostrado que los ECG anor-
ECG con disminución del males retrasan el diagnóstico de disección aórtica y por ello no
 voltaje hay que descartar prematuramente la posibilidad de dicho tras-
torno.140,146 De manera similar, aun cuando las radiografías de tórax
Perfusión deficiente de la arteria Extremidad fría y dolorosa
podrían manifestar ensanchamiento del mediastino o cambios de
  subclavia o iliofemoral Deficiencia sensitiva y
la silueta aórtica, la placa de tórax142 tiene aspecto normal hasta
  motora en la extremidad
en 16% de los sujetos con disección. La radiografía torácica tiene
Pulso periférico deficiente
poco valor para detectar la disección aórtica, su sensibilidad es de
Perfusión deficiente de la arteria Síncope 67% y la especificidad es de 86%.147
 carótida Deficiencia neurológica focal Una vez que se considera la posibilidad diagnóstica de disec-
  (transitoria o persistente) ción, es necesario obtener imágenes de la aorta torácica con la
Pulso carotídeo deficiente utilización de CT, MRA o ecocardiografía. La precisión de estas
Coma pruebas de diagnóstico por imagen no penetrantes elimina la nece-
Perfusión deficiente de la Paraplejía sidad de llevar a cabo una aortografía diagnóstica en la mayoría de
  médula espinal Incontinencia los enfermos en quienes se sospecha disección de la arteria. Ahora,
por lo común el diagnóstico de disección aórtica se confirma con
CT con medio de contraste, con una sensibilidad de 98% y espe-
Perfusión mesentérica deficiente Náusea, vómito cificidad de 88% y con la generación rápida de imágenes.148 La
Dolor abdominal característica diagnóstica clásica es la duplicación del lumen de la
Perfusión renal deficiente Oliguria o anuria aorta (fig. 22-21). Por otra parte, la CT aporta información funda-
Hematuria mental con respecto a los segmentos de la aorta que están afecta-
dos; el tiempo de evolución de la disección; la dilatación aórtica,
incluida la presencia de aneurisma degenerativo preexistente, y el
surgimiento de complicaciones graves, como derrame pericárdico,
en pacientes jóvenes y con cuadros atípicos, quienes podrían tener rotura temprana de la arteria y alteración de las ramas vasculares.
trastornos del tejido conjuntivo u otros factores de riesgo menos Aunque con la MRA se obtienen también imágenes excelentes (con
frecuentes. sensibilidad y especificidad de 98%), la MRI no es adecuada en
La mayoría de los individuos con disección aórtica aguda pacientes en estado crítico. En quienes no pueden someterse a CT
(80 a 90%) experimenta dolor intenso en pecho, espalda o abdo- con medio de contraste ni a MRA, se utiliza la ecocardiografía
men.141-143 De manera característica, el dolor inicia súbitamente, es transtorácica para establecer el diagnóstico.
“desgarrante” y se desplaza en sentido distal conforme la disección La ecocardiografía transesofágica (TEE) es una técnica
progresa a lo largo de la arteria. Con fines de clasificación (aguda, excelente para determinar y distinguir la presencia de disección,
subaguda y crónica), es habitual que el inicio del dolor se considere aneurisma y hematoma intramural en la AA. En las manos correc-
como indicador del comienzo del proceso de disección. En general, tas, la TEE tiene sensibilidad de hasta 98%, con especificidad de
el resto de los síntomas comunes es inespecífico o es causado por 95%;149 además, ofrece información importante sobre la función
alteraciones consecutivas a la disección. ventricular y la suficiencia de la válvula aórtica. Por último, la
El dato físico clásico en sujetos con disección aórtica es una TEE es la modalidad diagnóstica de elección en sujetos con ines-
discrepancia del pulso o la presión arterial en las extremidades, o tabilidad hemodinámica en quienes se sospecha el diagnóstico
ambas. Esto se debe con frecuencia a cambios del flujo sanguíneo de disección de la porción ascendente; lo ideal es llevar a estos
a través del lumen verdadero y el falso, y no necesariamente indica pacientes al quirófano, donde puede efectuarse la TEE y si ésta
extensión de la lesión hacia la rama vascular de alguna extremidad. confirma el diagnóstico, la intervención quirúrgica puede comen-
La afectación del arco aórtico crea en muchas ocasiones diferencias zarse de inmediato.

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812

F
V

V
F
PARTE II

V
F
Consideraciones específicas

Figura 22-21.  Imágenes por CT que muestran la separación de la aorta en dos conductos: el conducto verdadero (V) y el falso (F) en dos pacientes
con fases diferentes de disección de la aorta. A. Disección aguda de tipo I de DeBakey de la aorta. La membrana de disección tiene aspecto ondu-
lado (flecha) en la fase incipiente de la disección. En este caso se puede observar que el conducto verdadero de la aorta en su sección proximal está
comprimido extensamente; lo anterior puede causar mala perfusión del corazón. B. Disección crónica III de DeBakey de aorta. En la fase crónica
la membrana tiene una configuración más recta y es menos móvil (flecha) porque se ha estabilizado por el paso del tiempo. (Con autorización del
Baylor College of Medicine.)

En cuanto a las personas con disección de la porción ascen- catéteres arteriales periféricos a permanencia. En caso de perfusión
dente de la aorta, en un subgrupo de enfermos seleccionados (esto deficiente de extremidades la presión arterial en el miembro afectado
es, quienes presentan indicios de arteriopatía coronaria preexis- posiblemente “subrepresente” la presión aórtica central (es decir, sea
tente) es necesario practicar una angiografía coronaria antes de la menor de la real); en consecuencia, la presión arterial se debe medir
intervención quirúrgica. Entre las indicaciones relativas específi- en el brazo con el mejor pulso. Los catéteres venosos centrales ase-
cas en estos pacientes se encuentran antecedente de angina o MI, guran un acceso intravenoso (IV) confiable para la administración de
estudio reciente con perfusión anómala del miocardio, derivación fármacos vasoactivos. Los catéteres en la arteria pulmonar se utilizan
coronaria con injerto o angioplastia previa de arterias coronarias, únicamente en enfermos con disfunción cardiopulmonar grave.
además de cambios en el ECG por isquemia aguda. Entre las con- Además de confirmar el diagnóstico de la disección y defi-
traindicaciones para la angiografía coronaria se encuentran inesta- nir el tiempo de evolución y la extensión, la valoración inicial se
bilidad hemodinámica, rotura aórtica y derrame pericárdico.150 En enfoca en establecer si existen complicaciones que ponen en peli-
la práctica de los autores, los individuos con disecciones aórticas gro la vida. Se debe prestar particular atención a los cambios en
agudas rara vez son objeto de angiografía coronaria. Sin embargo, el estado neurológico, pulsos periféricos y la producción urinaria.
se obtiene angiograma coronario diagnóstico de todos los sujetos Las pruebas seriadas de laboratorio, incluidos gases arteriales, bio-
que se presentan para reparación electiva de disecciones crónicas metría hemática completa, tiempos de protrombina y parcial de
de la porción ascendente. tromboplastina, electrólitos séricos, creatinina, BUN y enzimas
Es importante señalar que cuando hay perfusión alterada de hepáticas son útiles para determinar la presencia de isquemia en
las arterias renales, viscerales o de las extremidades inferiores, el algún órgano y optimizar el tratamiento.
tratamiento casi siempre se realiza en la sala de angiografía o en un La estrategia terapéutica inicial, de ordinario descrita como
quirófano híbrido.127 Aunque por lo general la disección se diag- terapia antihipertensiva o control de la presión arterial, se enfoca a
nostica en la CT, se obtiene aortograma de estos enfermos, en el reducir la tensión de la pared aórtica, la fuerza de la expulsión del LV
cual se confirma el mecanismo de mala perfusión y si es posible, se y la tasa de variación de la presión arterial (dP/dT). Las reducciones
corrige. Por lo tanto, el aortograma tal vez sea obsoleto como prueba de la dP/dT se logran al disminuir tanto la contractilidad miocárdica
diagnóstica para la disección, pero es provechoso en pacientes con como la presión arterial. Los fármacos que se utilizan al principio
alteraciones de la perfusión. para conseguir estos objetivos incluyen bloqueadores adrenérgicos
β, vasodilatadores directos, antagonistas de los conductos del calcio
Tratamiento e inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) por
Valoración inicial y tratamiento.  Sin hacer caso de dónde se vía IV. Estos fármacos se utilizan para preservar la frecuencia car-
halla localizada la disección, la atención inicial es la misma para diaca entre 60 y 80 latidos por minuto, la presión sistólica entre 100
todos los individuos con sospecha o confirmación de disección aór- y 110 mmHg, y la presión arterial media entre 60 y 75 mmHg. Estos
tica aguda (fig. 22-20). Además, por causa del potencial de rotura objetivos hemodinámicos se mantienen en tanto la producción de
antes de confirmar el diagnóstico, ante la sospecha clínica de orina sea adecuada y la función neurológica no se altere. El control
disección se debe iniciar sin tardanza un tratamiento farmacológico correcto del dolor mediante la administración intravenosa de opiá-
intensivo, el cual se continúa por necesidad durante toda la valora- ceos, como morfina o fentanilo, constituye un elemento importante
ción diagnóstica. Los objetivos del tratamiento farmacológico son para conservar un control aceptable de la presión arterial.
estabilizar la disección y evitar la rotura. Los antagonistas β se suministran a todos los pacientes con
Los sujetos se vigilan de manera meticulosa en una unidad de disección aguda de la aorta a menos que existan contraindicaciones
cuidados intensivos. Para supervisar la presión arterial y optimizar importantes, como insuficiencia cardiaca grave, bradiarritmia, blo-
el ajuste de las dosis de los fármacos antihipertensivos se utilizan queo de alto grado de la conducción auriculoventricular o enferme-

扯潫獭敤楣潳⹯牧
dad broncoespástica. El esmolol es útil en individuos con enfermedad reposición de toda la aorta ascendente o una reparación biselada del 813
broncoespástica porque es un fármaco cardioselectivo de acción “hemicayado”.153 Se ha demostrado que la reparación conservadora
ultrarrápida con semivida breve. El labetalol, que genera bloqueo β incrementa la posibilidad de supervivencia temprana.154 Se prepara
inespecífico y bloqueo postsináptico α1, reduce la resistencia vascular el manguito aórtico distal mediante la unión de las paredes interna y
sistémica sin modificar el gasto cardiaco. La dosis de antagonistas β externa, se usa adhesivo quirúrgico para obliterar el lumen falso
se ajusta hasta obtener una frecuencia cardiaca de 60 a 80 lpm. y fortalecer el tejido. Un injerto tubular de poliéster se sutura al
En cuanto a los sujetos en quienes está contraindicado el uso de manguito aórtico distal. La anastomosis entre el injerto y la aorta se
bloqueadores β, los antagonistas de los conductos del calcio, como ajusta de tal modo que el flujo sanguíneo se dirija al lumen verda-
el diltiazem, constituyen una opción eficaz. Cuando se utiliza el dero; esto a menudo alivia cualquier perfusión anómala que hubiera
nitroprusiato solo, un vasodilatador directo, éste se proporciona una antes de la intervención. Después de reforzar la anastomosis distal
vez conseguido un bloqueo β adecuado. Sin embargo, si se usa de con adhesivo adicional, se retira el aire del injerto y se pinza, se

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


manera aislada, el nitroprusiato induce incrementos reflejos de la inicia el recalentamiento y se comienza la reparación de la parte
frecuencia y la contractilidad cardiacas, eleva la dP/dT y aumenta proximal. Si no hay ectasia del anillo aórtico o trastornos del tejido
la disección aórtica. El enalapril y otros inhibidores de la enzima conjuntivo, que casi siempre requiere sustitución de la raíz aórtica,
convertidora de angiotensina son útiles en enfermos con alteracio- la insuficiencia valvular aórtica puede eliminarse con la suspensión
nes de la perfusión renal; la disminución de la liberación de renina de las comisuras de la pared aórtica externa.155 El manguito aórtico
podría mejorar el flujo sanguíneo hacia los riñones. proximal se prepara con puntos de sutura reforzados y adhesivo
quirúrgico antes de realizar la anastomosis aórtica proximal.
Tratamiento de la disección de la porción ascendente En la mayor parte de los pacientes a los que se practica repa-
de la aorta ración operatoria en caso de disección aguda de la aorta ascendente,
Disección aguda.  Ante el peligro de rotura aórtica, por lo común dicha anomalía persiste en sentido distal al sitio de la reparación
se considera a la disección aguda en la aorta ascendente como indi- operatoria; con el transcurso del tiempo es susceptible de pre-
cación absoluta para reparación quirúrgica de urgencia. No obs- sentar dilatación la zona residual de disección que por lo común
tante, hay grupos específicos de pacientes que quizá se beneficien comprende, como mínimo, un segmento del cayado en su porción
con el tratamiento no quirúrgico o una intervención quirúrgica tar- transversal y también un segmento grande de la aorta distal. En
día.151 Entre las situaciones que avalan considerar una repa- 25 a 40% de los supervivientes156,157 surge dilatación extensa del
8 ración tardía se encuentran: a) individuos que se presentan cayado o de la zona distal de la aorta que a menudo obliga a una
con apoplejía aguda o isquemia mesentérica; b) sujetos de edad nueva reparación de ese gran vaso. Como aspecto adicional, suele
avanzada con enfermedades concomitantes importantes; c) enfer- ser limitada la supervivencia a largo plazo, y es frecuente que se
mos estables que podrían resultar beneficiados de la transferencia a rompa la porción distal dilatada y que sea una causa de muerte
centros especializados, y d) pacientes que fueron objeto de alguna tardía en tales pacientes.154,156-158
intervención quirúrgica cardiaca mucho tiempo atrás. Como reco- Los obstáculos que deben afrontar quienes sobreviven a la
mendación con respecto a esta última situación, debe hacerse hin- disección aguda en la porción proximal de la aorta con el paso del
capié en que las disecciones que se presentan durante las primeras tiempo han hecho que se planteen otras estrategias contra tal enti-
tres semanas luego de la intervención quirúrgica cardiaca, tienen un dad aguda como sería la sustitución total del cayado159 y estrategias
riesgo alto de rotura y taponamiento, por lo cual estos individuos se híbridas del cayado para extender la reparación desde el segmento
deben someter a una cirugía temprana.152 proximal a la porción distal de la aorta. Con la técnica híbrida del
Si no se cuenta con las condiciones enumeradas en el párrafo cayado en caso de disección aguda se busca la trombosis del falso
anterior, la mayoría de los sujetos con disección de la porción conducto residual al comprimirlo con la fuerza radial que ejerce el
ascendente de la aorta ha de ser objeto de una sustitución urgente e injerto endoprotésico colocado en la luz verdadera y con ello facili-
injerto de la aorta ascendente. La reparación quirúrgica es semejante tar la remodelación y evitar la formación de un aneurisma tardío.160
a la que se hace en el aneurisma de la porción transversa del cayado Sin embargo, en las reparaciones de ese tipo, el falso conducto
aórtico (descrito en párrafos anteriores) porque el paro circulatorio comprimido puede seguir recibiendo sangre por vía retrógrada.
hipotérmico es el más usado, independientemente de la magnitud En Europa, Japón y otros países se cuenta ahora con prótesis
de la reparación. A menudo se realiza una TEE durante la interven- híbridas de una sola pieza que incorporan un injerto de poliéster para
ción quirúrgica antes de comenzar el procedimiento de reparación, la reparación proximal y una componente de injerto endovascular
con el propósito de valorar con mayor precisión la función basal para la aorta descendente. Los dispositivos son “desplegados” por
del miocardio y las válvulas y en caso necesario, confirmar el diag- una vía anterógrada después de extirpar el cayado, y este método se
nóstico. La operación quirúrgica se realiza a través de esternotomía conoce como reparación en “trompa de elefante congelada”.161 En
media con CPB y paro circulatorio con hipotermia (fig. 22-22). Estados Unidos no se dispone de tales dispositivos de modo que en
Con la intención de preparar al enfermo para el paro circulatorio, ese país la reparación se hace al desplegar de manera concomitante
se colocan catéteres en la arteria axilar derecha (flujo arterial de un injerto endovascular comercial por una vía anterógrada después
entrada) y las venas cava superior e inferior (drenaje venoso).77 de sustituir de manera concreta o parcial162 la aorta ascendente y el
Después de conseguir el enfriamiento adecuado (usualmente entre cayado aórtico. En algunas de las variaciones de esta estrategia no
22°C y 24°C), se suspende la derivación cardiopulmonar. Luego aprobada por la FDA, se sutura directamente el injerto endoprotésico
se ocluye el tronco braquiocefálico con una pinza o trampa y se a la porción distal de la reparación abierta de su segmento proximal,
usa el flujo del catéter en la arteria axilar para producir la perfusión en tanto que en otros puede haber un “hueco” de tejido original entre
cerebral anterógrada selectiva. Puede colocarse un catéter de per- la reparación abierta y la endovascular. Dicha técnica al parecer se
fusión separado en la carótida primitiva izquierda con el propósito utiliza extensamente fuera de Estados Unidos y en el caso de los
de asegurar la perfusión del lado izquierdo del cerebro. Dicha estra- resultados tempranos y a mediano plazo,160,163-165 sólo pocos señala-
tegia de realizar la anastomosis distal durante el paro circulatorio mientos estadounidenses describen su uso.162,166,167 Los informes que
a menudo se denomina anastomosis distal abierta, y elimina la han aparecido describen el mayor peligro de isquemia de médula
necesidad de colocar una pinza sobre la aorta frágil, lo cual evita espinal, riesgo que por lo común no se observa con la reparación
el daño aórtico adicional. Además, hace posible al cirujano ins- abierta del cayado; ello probablemente se debe al “cubrimiento”
peccionar con cuidado el cayado aórtico en busca de desgarros en extenso de los vasos intercostales por el injerto endovascular. Es
la íntima. Por costumbre se sustituye el cayado completo sólo si necesario abordar los aspectos inciertos del método de trompa de ele-
el desgarro primario de la íntima está en ese segmento o si hay fante congelada, antes de que se torne una recomendación corriente
aneurisma en él; muy a menudo la reparación se circunscribe a la para este subgrupo de pacientes.168

扯潫獭敤楣潳⹯牧
814

A
PARTE II

C
Consideraciones específicas

F
G

Figura 22-22.  Ilustración de reparación aórtica proximal para disección aguda de la porción ascendente de la aorta. A. Esta reparación requiere
esternotomía media y derivación cardiopulmonar. La aorta ascendente se abre durante el paro circulatorio hipotérmico, mientras la perfusión cerebral
anterógrada se mantiene a través de un injerto arterial axilar (fig. 22-8). B. Se retira la membrana disecante para exponer el lumen verdadero.
C. Se usa adhesivo quirúrgico para obliterar el lumen falso y fortalecer la aorta para la anastomosis distal. Se coloca un catéter con globo de 30 ml en
el conducto verdadero para comprimir la porción distal del conducto falso; tal maniobra conserva el adhesivo (que refuerza la reparación) dentro
de la zona proximal del conducto falso e impide el paso de émbolos distales del material adhesivo a los sitios de reentrada. Se coloca una esponja
húmeda en el lumen verdadero para impedir que el adhesivo corra hacia los vasos braquiocefálicos. D. Una anastomosis distal abierta previene
la lesión por la pinza del tejido del cayado y hace posible la inspección del lumen del cayado. Un catéter con globo para perfusión en la arteria
carótida primitiva izquierda asegura la perfusión anterógrada de la circulación cerebral izquierda. Si el origen de la disección (o sea, desgarro o
interrupción de la íntima) no afecta mucho la curvatura mayor del cayado aórtico y si no hay evidencia de un aneurisma preexistente en el cayado,
se realiza una reparación biselada de la mitad del cayado, con conservación de la mayor parte de la curvatura mayor de este último. La aorta se
corta, a partir de la curvatura mayor, justo proximal al origen del tronco braquiocefálico y con extensión distal hacia la curvatura menor hasta el
nivel de la arteria subclavia izquierda. Por consiguiente, se retira la mayor parte del segmento transverso del cayado aórtico, excepto el segmento
dorsal que contiene las arterias braquiocefálicas. Se elige un tubo de dacrón sellado (con colágeno o gelatina) del tamaño apropiado y se hace la
anastomosis distal biselada con un punto continuo con material de sutura monofilamentoso de calibre 3-0 o 4-0. E. Después de cubrir la anastomo-
sis con adhesivo adicional y reanudar la derivación cardiopulmonar, se valora la válvula aórtica. Las comisuras rotas se suspenden de nuevo con
puntos de colchonero taponadas para restaurar la suficiencia valvular. F. Por lo general, la aorta se corta en la unión sinotubular y se usa adhesivo
para obliterar el lumen falso dentro del muñón aórtico proximal. Se coloca una esponja de gasa húmeda dentro del lumen verdadero para impedir
que el adhesivo lesione las valvas de la válvula aórtica o que ingrese a los orificios de las arterias coronarias. G. Cuando el adhesivo seca, se realiza
la anastomosis proximal en la unión sinotubular, con incorporación del margen distal de las comisuras. (Con autorización de Creager MA, Dzau
VS, Loscalzo J, eds. Vascular Medicine. Philadelphia: W.B. Saunders, 2006. Copyright © Saunders/Elsevier, 2006, Fig. 35-3A-G.)

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Disección crónica.  En ocasiones los individuos con disección de la Durante la fase aguda, las indicaciones específicas para 815
aorta ascendente acuden por primera vez para reparación, en la fase intervención quirúrgica incluyen: rotura aórtica; incremento de
crónica. En muchos aspectos, la operación es muy semejante a la líquido periaórtico o pleural; aumento rápido del diámetro aórtico;
que se hace para la reparación de disección aguda. Una diferencia hipertensión sin control y dolor persistente a pesar de tratamiento
notable es que el tejido es más resistente en la disección crónica médico adecuado. La rotura de la aorta puede ser contenida por
que en la aguda, lo cual hace que las suturas sean más seguras. tejidos vecinos (en la forma de un hematoma periaórtico localizado
De modo adicional, en vez de obliterar el lumen falso en el sitio y detectado en estudios imagenológicos), o ser libre y no conte-
de la anastomosis distal, en la membrana disecante se efectúa una nida (cuyo cuadro inicial sería hemotórax, hemoperitoneo y hema-
fenestración hacia el interior del cayado para asegurar la perfusión toma retroperitoneal masivo acompañado de choque). La disección
de ambos lúmenes y evitar complicaciones posoperatorias por per­ aguda que se agrega a un aneurisma preexistente se considera un
fusión deficiente. A diferencia de los procedimientos para disec- estado que pone en riesgo la vida y también constituye una indi-

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


ción aguda, las intervenciones quirúrgicas para disección crónica cación para intervención quirúrgica. Por último, los enfermos
con frecuencia son reparaciones penetrantes que se extienden hasta que tienen antecedente de cumplimiento irregular de tratamientos
el cayado y la raíz, ya que los tejidos son mucho menos frágiles. médicos constituyen casos problemáticos; se debe considerar la
cirugía si estos pacientes son elegibles para intervención quirúr-
Tratamiento de la disección aórtica descendente gica en otros sentidos.
Tratamiento no quirúrgico.  En la disección aórtica aguda de la Los síndromes agudos por perfusión deficiente también
porción descendente, dicho tratamiento se relaciona con morbilidad requieren tratamiento quirúrgico. Sin embargo, los procedimientos
y mortalidad menores en comparación con las medidas quirúrgicas.142 percutáneos ya casi sustituyeron a la cirugía abierta para el trata-
Por esta razón, los individuos se atienden de manera primaria mediante miento de estas complicaciones. Cuando la estrategia intravascular
estrategias farmacológicas. Sin embargo, las causas más habituales de no está disponible o falla, es posible utilizar opciones quirúrgicas.
muerte durante el tratamiento no quirúrgico son la rotura aórtica y En la fase crónica, las indicaciones para la intervención qui-
la perfusión deficiente de los órganos blanco. Por consiguiente, los rúrgica de disecciones aórticas son similares a las que se aplican
sujetos se valoran de manera constante para detectar la aparición de en los aneurismas degenerativos de la aorta torácica, aunque se
complicaciones. Por lo menos se comparan dos tomografías axiales recomienda ahora no poner muchas exigencias para emprender
seriadas (las cuales se obtienen de ordinario en los días 2 o 3 y 8 o 9) la reparación. Las guías en caso de enfermedad de la aorta torá-
con la CT inicial para descartar una expansión aórtica significativa. cica40 recomiendan la cirugía planificada en personas por lo demás
Una vez que se estabiliza a los enfermos, el tratamiento far- sanas cuando el segmento afectado alcanza un diámetro de 5.5 cm,
macológico se cambia de manera gradual de la vía intravenosa a en particular en personas con conjuntivopatías. También se debe
la oral. El tratamiento por esta última vía de ordinario incluye un considerar el agrandamiento rápido de la aorta (> 1 cm al año) y
antagonista β y se inicia cuando la presión sistólica se mantiene de otros factores que agravan la posibilidad de rotura.
manera uniforme entre 100 y 110 mmHg y se conserva la estabi-
lidad neurológica, renal y cardiovascular. Es posible dar de alta a Tratamiento endovascular
muchos pacientes después de conseguir un control adecuado de la Síndrome de perfusión anómala.  El tratamiento endovascular
presión arterial con fármacos administrados por vía oral y cuando se usa de manera habitual en sujetos con disección de la porción
las CT axiales seriadas confirman la ausencia de expansión aórtica. descendente de la aorta, complicada con alteraciones de perfu-
El tratamiento farmacológico a largo plazo es importante en sión visceral.173 El síndrome de perfusión anómala abdominal a
los individuos con disección aórtica crónica. Los bloqueadores β menudo es letal; la identificación temprana de la isquemia visceral
son aún los fármacos de elección.169 En un estudio con seguimiento con tratamiento expedito para restaurar las perfusiones hepática,
a 20 años, DeBakey et al.170 encontraron que el control inadecuado gastrointestinal y renal son obligatorios para obtener un resultado
de la presión arterial se relaciona con formación tardía de aneu- positivo. Como se describe en una sección más adelante, pueden
rismas. Éstos aparecieron en sólo 17% de los sujetos con “buen” usarse técnicas quirúrgicas abiertas con el propósito de restable-
control de la presión arterial, en comparación con el 45% de los cer el flujo sanguíneo a los órganos afectados. Sin embargo, en
enfermos con control “deficiente”. la situación aguda, la cirugía abierta se acompaña de pronósticos
En todos los pacientes con disección aórtica crónica, se reco- malos. Por consiguiente, la intervención endovascular es la estrate-
mienda un seguimiento intensivo a base de técnicas de imagen.171 gia inicial preferida en casos iguales. En una técnica endovascular
Tanto la CT como la MRA con medio de contraste permiten obtener conocida como fenestración endovascular, se usa un globo para
imágenes excelentes de la arteria aorta y facilitan las comparacio- crear un desgarro en el colgajo de disección, lo cual permite que la
nes en serie para detectar la expansión progresiva de la estructura. sangre fluya en ambos lúmenes, el verdadero y el falso. Esta téc-
La primera gammagrafía de vigilancia se obtiene aproximadamente nica puede aplicarse cuando una rama visceral queda nutrida por el
seis semanas luego del inicio de la disección. Las gammagrafías lumen falso o el verdadero con poca perfusión. La colocación de
subsiguientes se obtienen por lo menos cada tres meses durante el un injerto endovascular en el lumen verdadero de la aorta puede
primer año, cada seis meses en el curso del segundo año y, a partir suprimir la perfusión anómala “dinámica”. A veces debe colocarse
de entonces, de manera anual. En los individuos de riesgo alto, una endoprótesis pequeña justo en el lumen de una arteria visceral
como los sujetos con síndrome de Marfan, o si se detecta expan- o renal porque la disección se extendió a la rama, lo cual crea una
sión aórtica significativa, se obtienen gammagrafías. Los enfermos perfusión anómala “estática” en el origen.
con reparación mediante injerto también se valoran mediante CT o La hipoperfusión iliofemoral que origina isquemia en la
MRA anual a fin de detectar formación de aneurismas falsos o dila- pierna con peligro para la extremidad también puede tratarse con
tación de los segmentos de la aorta que no se reconstruyeron. La una técnica endovascular. No obstante, la revascularización quirúr-
detección temprana de los cambios terribles permite que se realice gica directa, casi siempre mediante la colocación de una derivación
la intervención planificada y oportuna antes de que surja la rotura u arterial con injerto femorofemoral, es una mejor opción siempre
otras complicaciones; la rotura de la porción distal de la aorta es una que sea imposible realizar el procedimiento de manera expedita.
complicación relativamente frecuente en personas con disección Disección aguda.  Por costumbre se ha recomendado la práctica de
crónica de dicho vaso y suele culminar en la muerte.158 cirugía en sujetos con disección aguda complicada de la aorta descen-
Indicaciones para cirugía.  En la fase aguda por costumbre la ciru- dente, pero muchos centros se pronuncian ahora por el uso de injer-
gía se ha reservado para personas con complicaciones.172 En términos tos endovasculares como la estrategia preferida en tales casos,174
generales, tal intervención tiene como finalidad evitar y reparar rotu- aunque tal situación constituye una indicación no autorizada por
ras, así como aliviar manifestaciones isquémicas letales. la FDA para este tipo de dispositivos. Las pruebas sugieren que

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816 la reparación endovascular con carácter de urgencia en personas disección aórtica distal es el tercio proximal de la aorta descendente
con colapso verdadero del interior de la aorta y complicaciones torácica, casi siempre se repara la mitad superior de la aorta torá-
como la rotura o la perfusión anómala dinámica, puede salvar la cica descendente. La mitad distal también puede sustituirse si su
vida en estos individuos difíciles de tratar. Sin embargo, en ellos diámetro es > 4 cm. No se intenta la colocación de injerto en toda la
persiste el riesgo de complicaciones o intervención futura. En tér- aorta toracoabdominal en esta situación, a menos que un aneurisma
minos generales no se recomienda la reparación endovascular en grande coexistente obligue a una técnica radical. De igual manera,
personas con una conjuntivopatía, pero la técnica se puede utilizar la reparación no se extiende hasta el cayado aórtico, a menos que
como un “compás de espera” para la reparación definitiva ulterior haya aneurisma en el cayado, incluso aunque el desgarro primario
en circunstancias mortales como las mencionadas. se ubique allí. Los enfermos con disección crónica que requieren
Las pruebas a favor de los injertos endovasculares para tra- reparación urgente por dolor agudo o rotura también son objeto de
tar la disección aguda no complicada de la aorta descendente son sustitución limitada con injerto del segmento sintomático.
menos convincentes. Con dicha estrategia terapéutica se intenta Como la reparación de disecciones agudas conlleva mayor
PARTE II

utilizar injertos endovasculares para cubrir el desgarro de la íntima, riesgo de paraplejía, los procedimientos de apoyo para brindar pro-
sellar el sitio de entrada de la disección y al final causar trombosis tección a la médula espinal, como drenaje de LCR y derivación
del conducto falso para facilitar la remodelación aórtica y aminorar cardiaca izquierda, se usan de manera liberal durante estas repa-
la expansión aórtica tardía. Sin embargo, no hay certeza de que raciones,180 incluso cuando el procedimiento se limita a la parte
este procedimiento sea más eficaz que el tratamiento no quirúrgico superior de la aorta torácica descendente. Por lo general, el con-
corriente. Aún más, sigue siendo un riesgo la perfusión retrógrada trol proximal se obtiene entre la carótida primitiva izquierda y la
Consideraciones específicas

inadvertida o la presurización de una sección aórtica reparada con arteria subclavia izquierda; se evita cualquier hematoma medias-
técnica endovascular; por tal razón hoy el uso de injertos endopro- tínico cercano a la aorta torácica descendente proximal hasta que
tésicos en personas con disección clásica no complicada perma- se establece el control proximal. Después de abrir la aorta, se corta
nece aún en investigación.175,176 Estas técnicas se llevan a cabo en la membrana disecante de la sección que va a sustituirse por un
un quirófano híbrido, en el cual se obtiene acceso al lumen ver- injerto. Las anastomosis proximal y distal usan todas las capas de la
dadero desde las arterias femorales. Se obtiene un aortograma y pared aórtica, lo cual excluye el lumen falso en las líneas de sutura
se identifica el desgarro en la íntima. Nótese que el diámetro del y dirige todo el flujo sanguíneo al lumen verdadero. Aunque la
lumen verdadero se mide tanto en el aortograma como en la CT falta relativa de un trombo mural asegura la presencia de múltiples
preoperatoria con medio de contraste. En estos casos, se elige una arterias intercostales permanentes, la fragilidad extrema del tejido
endoprótesis con diámetro cerca de 10% más grande que la luz podría impedir su reinserción.
verdadera. A diferencia de los injertos endovasculares desplegados Síndrome de perfusión anómala.  La isquemia de la extremidad
en el tratamiento de la mayoría de los aneurismas aórticos toráci- inferior a menudo se elimina con técnicas de revascularización qui-
cos distales, los injertos que se despliegan como tratamiento de rúrgica extraanatómica, como el injerto para la derivación femo-
disecciones de la porción descendente de la aorta no deben tener un rofemoral. En pacientes con isquemia de órganos abdominales,
globo, porque la expansión del globo puede causar un nuevo des- debe establecerse pronto el flujo hacia el lecho afectado. Cuando
garro en la íntima, disección retrógrada hacia la aorta ascendente e es imposible una técnica intravascular o ésta no tiene éxito, es
incluso rotura aórtica. necesaria la cirugía abierta. Aunque se consideran tratamientos de
Disección crónica.  El tratamiento endovascular de la disección segunda elección, hay muchas técnicas disponibles que incluyen
crónica de la porción descendente de la aorta también está en sustitución aórtica con injerto (con redirección del flujo hacia el
investigación.174,177 Estas disecciones constituyen un desafío par- lumen verdadero), fenestración aórtica abierta y derivación de arte-
ticular porque la rigidez relativa de la membrana disecante y la rias viscerales o renales.
presencia de múltiples sitios de reentrada dificultan la exclusión Disección crónica.  Por lo general, se realiza una sustitución más
del lumen falso. Además, la interferencia con la perfusión de este intensiva durante las reparaciones aórticas electivas en individuos
último puede causar complicaciones isquémicas, como infarto con disección aórtica. En muchos aspectos, la estrategia quirúrgica
intestinal o insuficiencia renal. Hasta que se demuestren la segu- usada en estos sujetos es idéntica a la aplicada para los aneurismas
ridad y la eficacia de la reparación intravascular de este trastorno, torácicos de la porción descendente de la aorta y toracoabdomi-
los pacientes con disección crónica de la porción descendente de nales, como se describe en la primera mitad de este capítulo (fig.
la aorta deben tratarse con técnica no quirúrgica convencional 22-23). Una diferencia clave es la necesidad de cortar la mayor
hasta que aparezcan indicaciones para la reparación quirúrgica cantidad de membrana disecante posible para identificar con clari-
abierta. dad los lúmenes verdadero y falso, además de hallar todas las ramas
Úlcera aórtica penetrante (PAU).  A diferencia de los individuos vasculares importantes. Cuando la disección se extiende hacia
con disección de la porción descendente de la aorta, típica, aque- las arterias viscerales o renales, puede perforarse la membrana o
llos con PAU parecen ser idóneos para la intervención endovascu- quizá se cierre el lumen falso con suturas o injertos intravascula-
lar. Está demostrado que la cobertura de la ulceración focal con un res intraluminales. La expansión asimétrica del lumen falso puede
injerto endovascular es un tratamiento eficaz.178 En una investiga- crear una separación amplia de las arterias renales. Este problema
ción reciente hecha por Patel et al.,179 la reparación endovascular se corrige con la reinserción de la arteria renal izquierda movilizada
de la PAU produjo resultados mejores que la reparación abierta. a una abertura separada en el injerto o con la práctica de una deriva-
Sin embargo, cuando la PAU se acompañó de un hematoma vecino ción arterial renal izquierda con un injerto colateral. Los bordes de
dentro de la pared aórtica, aumentaron las cifras de nuevas inter- la membrana disecante también se cortan de la aorta adyacente a las
venciones ulteriores. anastomosis proximal y distal, lo cual permite que la sangre fluya
por los lúmenes verdadero y falso. Cuando es imposible colocar la
Reparación abierta pinza proximal, puede usarse el paro circulatorio hipotérmico para
Disección aguda. En sujetos con disección aórtica aguda, la facilitar la porción proximal de la reparación.
reparación quirúrgica de la aorta torácica descendente o la aorta
toracoabdominal se acompaña de altas tasas de morbilidad y mor-
talidad.142 Por lo tanto, los objetivos primarios de la intervención son
RESULTADOS
evitar la rotura letal y restaurar la perfusión de las ramas vascu- Los perfeccionamientos en la anestesia, las técnicas quirúrgicas
lares.172 Una reparación limitada con injerto de la lesión aórtica y la atención perioperatoria han derivado en mejorías sustancia-
que pone en peligro la vida logra estos objetivos, al tiempo que les del resultado después de la reparación de un aneurisma aórtico
disminuye los riesgos. Como el sitio más frecuente de rotura en la torácico. Cuando se llevan a cabo en centros especializados, estos

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procedimientos se acompañan de excelentes tasas de supervivencia Reparación de aneurismas aórticos proximales 817
y tasas aceptables de morbilidad. La interpretación de los datos de Los riesgos relacionados con la reparación abierta de la aorta proxi-
resultados se complica por las variables específicas de cada sitio, mal varían según la extensión del procedimiento; son mayores en
como el número de años informados y si los datos se obtuvieron reparaciones que implican sustitución del cayado completo. Todas
de centros de práctica únicos o son registros acumulados de varios las variedades de sustitución de la raíz aórtica tienen tasas de mor-
centros o nacionales. También influyen variables específicas de talidad temprana aceptables y pocas complicaciones. Dos grupos
los enfermos, como el tipo de inclusión, la urgencia y la extensión con 20 y 27 años de experiencia en la sustitución con injerto val-
de la reparación, procedimientos efectuados al mismo tiempo y vular compuesto publicaron tasas de mortalidad temprana de 5.6
presencia de factores de riesgo preexistentes, como edad avanzada, y 1.9%, respectivamente; las reparaciones más recientes tenían
reparación cardiovascular previa, enfermedad de cualquier órgano mejores resultados.181,182 Las tasas de mortalidad temprana para
o sistema o un trastorno del tejido conjuntivo. sustituciones de la raíz con tejido porcino sin endoprótesis también

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


Circuito para derivación de
las cavidades izquierdas
del corazón

Sistema para
perfusión
renal fría
A

Lumen D
falso

Figura 22-23.  Ilustración de la reparación aórtica distal de una disección crónica. A. Incisión toracoabdominal. B. Aneurisma de la aorta tora-
coabdominal con extensión II consecutivo a una disección aórtica crónica. El paciente se sometió previamente a sustitución valvular compuesta
mediante injerto de la raíz aórtica. Después de iniciar la derivación de las cavidades izquierdas del corazón, se aísla la porción proximal del aneu-
risma mediante la colocación de pinzas en la arteria subclavia izquierda, entre la arteria carótida primitiva izquierda y la subclavia izquierda, así
como a través del segmento proximal de la aorta torácica descendente. C. El segmento aislado de la aorta se abre por medio de un electrocauterio.
D. La membrana disecante se extirpa y se ligan las arterias intercostales sangrantes. La aorta se prepara para la anastomosis proximal mediante un
corte en su región distal cercana a la pinza proximal, y se separa esta porción del esófago (no se muestra). E. La anastomosis proximal entre la aorta
y un injerto de dacrón de tamaño adecuado se completa con un punto de sutura continuo con polipropileno. F. Se retiran las dos pinzas restantes
después de suspender la derivación de las cavidades izquierdas del corazón y extraer la cánula aórtica distal, se reubica la pinza proximal sobre el
injerto, y se abre el resto del aneurisma. G. El remanente de la membrana disecante se extirpa y se identifican los orificios del tronco celiaco y de
las arterias mesentéricas superior e inferior. H. Se libera la perfusión visceral selectiva de la derivación a través de catéteres de perfusión colocados
en los orificios del tronco celiaco y de la arteria mesentérica superior. Se administran soluciones cristaloides frías a través de las arterias renales.
Las arterias intercostales más importantes se reimplantan en aberturas que se practican en el injerto. I. A fin de disminuir la isquemia de la médula
espinal, se reubica la pinza proximal en un punto distal al sitio de reimplantación intercostal. Se practica una segunda abertura con forma oval en
el injerto, en posición adyacente a los vasos viscerales. La perfusión selectiva de las arterias viscerales se mantiene durante su reimplantación en el
injerto. Es frecuente que se requiera una anastomosis independiente para reimplantar la arteria renal izquierda. J. Después de completar las anastomosis
viscerales se extraen los catéteres para perfusión con globo y se vuelve a movilizar la pinza en dirección distal, con lo cual se permite el flujo hacia
las arterias iliacas, renales y mesentérica superior. La anastomosis final se forma entre el injerto y la aorta distal. (Con autorización de Creager
MA, Dzau VS, Loscalzo J, eds. Vascular Medicine. Philadelphia: W.B. Saunders, 2006. Copyright © Saunders/Elsevier, 2006, Fig. 35-8A-J.)

扯潫獭敤楣潳⹯牧
818

F G
PARTE II
Consideraciones específicas

I J

Figura 22-23.  Ilustración de la reparación aórtica distal de una disección crónica. (Continuación.)

son bajas, y varían de 3.6 a 6.0%.183-187 Los índices de mortalidad elefante en etapa I (con uso predominante de estrategias de refija-
temprana por técnicas contemporáneas de “conservación de válvu- ción de islotes) variaron de 2.3 a 13.9%.195-199
las” para la sustitución de la base de la aorta son bastante pequeños Las tasas actuales de mortalidad en caso de reparación aórtica
(1% a 2%) en centros con experiencia.66,188,189 Los índices de super- proximal extensa han mejorado conforme se han adoptado estra-
vivencia tardía después de métodos de conservación de válvulas en la tegias nuevas y se han adoptado complementos modificados. Por
base de la aorta varían de 97 a 99% a los 5 años66,188,189 y se acercan ejemplo, al adoptar estrategias actuales, los autores han disminuido
a 94% a los 10 años.66 la mortalidad temprana en el caso de reparaciones en trompa de
Las reparaciones que incorporan la aorta ascendente y el elefante en etapa I de 12 a 2% en los pacientes.73,196 En forma simi-
cayado tienen resultados aceptables; los riesgos aumentan con fac- lar, en un señalamiento de Kazui et al.200 que abarcó 20 años de
tores específicos de cada paciente como la ateroesclerosis intensa190 experiencia y 472 pacientes consecutivos en quienes se hizo repara-
o la incorporación de segmentos de mayor tamaño del cayado en ción del cayado aórtico con ACP selectivo, la mortalidad operatoria
la reparación.191,192 Suele ser necesaria una estrategia operatoria fue de 16.0% en reparaciones tempranas y 4.1% para otras más
revisada (como la del paro circulatorio en hipotermia) para no pin- recientes. Otros informes contemporáneos con el uso de técnicas
zar segmentos ateroescleróticos en la aorta de “porcelana”. En las como la hipotermia moderada y la estrategia de injerto en Y201-204
series de Zingone et al.190 de 64 pacientes a quienes se sustituyó indican resultados mejores, similares; la mortalidad temprana varió
la aorta ascendente ateroesclerótica, se utilizó el paro circulato- de 1 a 7%; las tasas de apoplejía variaron de 1 a 6%, y no hubo
rio con hipotermia en 61 pacientes (95%). A pesar de que en este casos de paraplejía. A pesar de que por costumbre la paraplejía
grupo hubo otras entidades coexistentes sustanciales y 83% de los había sido una complicación poco común y poco frecuente de la re-
pacientes fueron sometidos a reparaciones cardiacas concomitan- paración del cayado aórtico, se le señaló como complicación de las
tes, se obtuvieron cifras aceptables de mortalidad temprana (11%) técnicas “largas” de trompa de elefante205 y las de trompa de elefante
y enfermedad cerebrovascular (6%). Otros estudios indican que el congelada.206
mayor riesgo de trastornos neurocognitivos en reparaciones de la Ante la heterogeneidad de las técnicas de cayado híbridas y
aorta ascendente por medio del paro circulatorio no es rebasado por la tendencia a utilizarlas en sujetos con riesgo alto, es difícil inter-
las cifras menores de mortalidad temprana.193,194 En lo que se refirió pretar los resultados de la reparación híbrida del cayado. En un
a la reparación proximal extendida, las cifras publicadas de mortalidad metaanálisis realizado por Koullias y Wheatley82 en datos de 15
temprana después de las tradicionales reparaciones de trompa de estudios de 463 pacientes se detectó una tasa de mortalidad prome-

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dio a 30 días, de 8.3%; de apoplejía, de 4.4%; de paraplejía 3.9% y significativa en la tasa de apoplejías.215,217 Los datos comparativos 819
de endofugas 9.2%. Como aspecto destacable se realizó un número a cinco años indican que los dos grupos mostraron diferencias sig-
relativamente menor (30%) “sin circulación extracorpórea” y en nificativas en las tasas de mortalidad por aneurisma (2.8% en el
la mayor parte de ellas se utilizó circulación extracorpórea o paro caso de pacientes sometidos a técnicas endovasculares y 11.7% en
circulatorio con hipotermia. Como aspecto adicional, informes de quienes se hizo reparación abierta), pero no en las tasas de mor-
series pequeñas (que variaron de 33 a 66 pacientes) corroboraron talidad por todas las causas (que fueron de 31 y 32%, respecti-
un riesgo sustancial de la disección retrógrada aguda de la aorta vamente).218 Los resultados de estudios esenciales, adicionales, a
durante reparaciones híbridas del cayado. Las tasas varían de 3.0 a cinco años219 indican la diferencia cada vez mayor entre la super-
7.5% y los pacientes afrontan un riesgo de mortalidad significativo vivencia en casos de aneurisma (96.1%) y la de todas las causas
(que varía de 33 a 100%) en caso de que ocurran.85,207-209 (58.5%) en sujetos a quienes se hizo reparación endovascular, y
tal situación hizo que algunas autoridades comentaran la posible
Tratamiento de la disección aguda de la aorta

CAPÍTULO 22 Aneurismas de la aorta torácica y disección aórtica


inutilidad de la reparación en muchos pacientes.174
ascendente En series pequeñas se ha demostrado la posibilidad del tra-
El International Registry of Acute Aortic Dissection (IRAD) pre- tamiento endovascular de la disección crónica en la aorta torácica
senta los datos más completos sobre los resultados contemporáneos descendente,148,220 pero no se ha confirmado la eficacia de varias
en individuos con disección aórtica aguda. Este registro se esta- reparaciones. Los resultados iniciales tan esperados de la investiga-
bleció en 1996 y ha acumulado datos de > 3 000 sujetos tratados ción INSTEAD (INvestigation of STEnt graft in patients with type B
por disección aórtica aguda en 30 centros de 11 países. Un análisis Aortic Dissection) que abarcó 136 individuos con disección crónica
reciente del IRAD con 776 enfermos que fueron objeto de repara- no complicada de aorta descendente, no indicaron beneficio con el
ción quirúrgica de disección aguda de la porción ascendente de la injerto endovascular en la supervivencia, en comparación con el tra-
aorta reveló una tasa de mortalidad hospitalaria de 23.8%.210 Los tamiento antihipertensor médico corriente en los primeros dos años
investigadores identificaron algunos elementos de anticipación de después de la asignación al azar.221 No obstante, parecería que en el
mortalidad temprana desde el preoperatorio que incluyeron ser > 70 estudio extendido la ventaja en la supervivencia se sitúa a los cinco
años de edad; cirugía cardiaca previa, hipotensión o choque como años.174 En forma similar, el Prospective Randomized Trial in Acute
cuadro inicial; inicio repentino de síntomas; dolor migratorio, tapo- Uncomplicated Type B Dissection (ADSORB),222 está en marcha y
namiento cardiaco, insuficiencia renal en el preoperatorio, déficit una vez que termine posiblemente ayudará a dilucidar si la reparación
de pulso y manifestaciones de isquemia del miocardio o infarto en endovascular en personas con disección no complicada de la porción
los trazos ECG.210,211 El German Registry for Acute Aortic Dissec- descendente de la aorta brinda alguna ventaja en comparación con el
tion (GERAD) ha reunido datos de más de 2 500 pacientes de 52 uso de antihipertensores médicos corrientes, en lo que se refiere a los
centros desde el año 2006. En un informe de 1 436 sujetos con puntos finales del estudio (trombosis del falso conducto, aortomegalia
disección proximal aguda reparada quirúrgicamente con empleo de y rotura de la aorta). Así, en la actualidad debe considerarse dentro del
paro circulatorio hipotérmico con ACP unilateral y bilateral o sin terreno experimental el uso de injertos endovasculares para tratar la
él, las tasas de mortalidad temprana variaron de 13.9 a 19.4%; disección crónica de porción descendente de la aorta.
los 628 pacientes con CP unilateral tuvieron la tasa más baja de
muerte temprana.212 Reparación abierta de aneurismas aórticos toracoabdomina-
Reparación de aneurismas aórticos distales les y torácicos descendentes.  Los resultados actuales de repa-
raciones abiertas de aneurismas en la aorta torácica descendente,
Reparación endovascular de aneurismas aórticos torácicos incluidos los realizados en pacientes escogidos con disección cró-
descendentes.  En las primeras series de reparaciones endovascu- nica, indican que las tasas de mortalidad temprana varían de 4.1 a
lares de aneurismas de la porción descendente de la aorta torácica, 8.0%; las de insuficiencia renal, de 4.2 a 7.5% y las de paraplejía
la mortalidad y la morbilidad eran difíciles de valorar. Casi todas las entre 2.3 y 7.7%; en términos generales, las tasas de apoplejía son
series publicadas eran pequeñas y contenían un alto porcentaje de menores y van de 1.8 a 2.1%.223-225 En la serie de los autores, aun-
pacientes con riesgo alto, con enfermedades concomitantes signi- que el riesgo de paraplejía aumentó con la extensión de la repara-
ficativas. Por ejemplo, en la experiencia de Stanford con los injer- ción, el riesgo de mortalidad fue mayor para los que se someten a
tos endovasculares de “primera generación” en 103 individuos con reparación de los dos tercios proximales de la aorta descendente.223
aneurismas de la porción descendente de la aorta torácica, la tasa de Como se esperaba, las tasas de apoplejía después de reparaciones
mortalidad quirúrgica fue de 9%, la de apoplejía correspondió a 7%, aórticas distales fueron más altas cuando el sitio de colocación de
la de paraplejía-paraparesia fue de 3% y la supervivencia actuarial la pinza se encontraba más cerca a la arteria subclavia izquierda.
fue de sólo 73 ± 5% a los dos años. Sin embargo, 62 sujetos (60%) no Varios estudios han comparado las estrategias endovascular y
se consideraron elegibles para toracotomía y reparación quirúrgica quirúrgica para la reparación de la aorta torácica descendente. Algu-
abierta; como se esperaba, este grupo conformó la mayor parte de la nos de ellos no encontraron diferencia significativa en las tasas de
morbilidad y la mortalidad.213 En una serie de seguimiento, el grupo mortalidad temprana, apoplejía y paraplejía,217,226,227 mientras que otros
de Stanford tuvo tasas de supervivencia de 74% al primer año y de hallaron que los sujetos quirúrgicos tenían tasas más altas de morta-
31% cinco años después de la colocación de injerto intravascular en lidad temprana (27%)228 y paraplejía (14%).215 Sin embargo, un estu-
enfermos que no se consideraron idóneos para cirugía; en cambio, las dio reciente hecho en pacientes de Medicare indicó que la ventaja de
tasas de supervivencia fueron de 93% al primer año y de 78% a los supervivencia temprana vinculada con los injertos endovasculares se
cinco años (P < 0.001) luego de ser colocado un injerto intravascular pierde pronto en la mayor parte de los enfermos.229
en enfermos que parecían idóneos de manera razonable para la repa- Las series contemporáneas de reparaciones aórticas tora-
ración abierta convencional.214 Este estudio también encontró una coabdominales muestran una supervivencia aceptable. Las tasas
incidencia de 30% de complicaciones aórticas tardías, lo cual resalta de resultados informados varían entre 5 y 12% de mortalidad tem-
la necesidad de seguimiento apropiado. prana, 3.8 a 9.5% de paraplejía, 1.7 a 5.2% de apoplejía y 6 a 12%
Los datos de investigaciones decisivas sin asignación al azar para complicaciones renales.230-234 Muchas de estas series resu-
que compararon pacientes a quienes se hizo exclusión con endoin- men 10 a 20 años de experiencia quirúrgica,231-234 aunque algunas
jerto con pacientes históricos o simultáneos a quienes se hizo repa- presentan una experiencia más breve pero más actual.230 Incluso
ración abierta,215-217 indican que los grupos con injerto endovascular para reparaciones aórticas toracoabdominales complejas, como la
mostraron tasas significativamente menores de morbilidad y mor- etapa 2 de reconstrucciones en “trompa de elefante”, varios centros
talidad tempranas que los grupos sometidos a reparación abierta, refieren tasas de mortalidad temprana que van de 0 a 10%.195-199
aunque en dos de los estudios se observó diferencia intergrupal no También hay informes de peores resultados, como en un análisis

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820 estatal no federal de 1 010 enfermos, en el cual la tasa de mor- 29% en 70 pacientes con disección aguda a quienes se practicó
talidad temprana fue de 25%. Es importante señalar que 40% de sustitución quirúrgica abierta de la aorta torácica descendente238
estos pacientes se trató en centros que sólo realizan una reparación y de 22% en la tasa de mortalidad hospitalaria en 18 pacientes
de aneurisma aórtico toracoabdominal por año.235 Cowan et al.236 a quienes se realizaron técnicas de fenestración abiertas. En otro
examinaron la influencia de la familiaridad con el procedimiento estudio se observó que, de los pacientes que sobrevivieron el tra-
en las tasas de mortalidad y morbilidad después de la reparación de tamiento quirúrgico de la disección aguda de aorta descendente,
aneurisma aórtico toracoabdominal; publicaron que los individuos en promedio 96% estaba vivo al año y casi 83% lo estaba a los
tratados en centros con pocos casos tenían resultados más malos. tres años después de la técnica mencionada,239 esto representa una
La sustitución de toda la aorta toracoabdominal (es decir, repara- cifra sustancialmente mejor que la supervivencia al año después de
ción de extensión II) conlleva el riesgo más alto de mortalidad, reparación endovascular en la disección aguda complicada de la
hemorragia, insuficiencia renal y paraplejía.92,231,232 Se calculó que porción distal de la aorta.239,243
la supervivencia temprana era de 79% a dos años237 y a mediano
PARTE II

plazo, según cálculos de 63% a 5 años.234


Conclusiones
Tratamiento de la disección aguda El aneurisma aórtico puede asumir la forma de enfermedad loca-
de la aorta descendente lizada o extensa. La disponibilidad y perfeccionamiento de com-
plementos y técnicas endovasculares ha sustentado la evolución
Tratamiento no operatorio.  La tasa de mortalidad hospitala- constante de estrategias operatorias para afrontar esos problemas
Consideraciones específicas

ria es cercana a 10% en pacientes con disección aguda de aorta complejos. Las estrategias de reparación van desde la reparación
descendente en quienes reciben tratamiento no quirúrgico;142 sin aislada totalmente endovascular de la aorta en el caso de aneuris-
embargo, cuando los pacientes estratificados por medio de IRAD mas torácicos descendentes, hasta las sustituciones totales extensas
con arreglo al cuadro clínico inicial, se advirtió que las tasas de de la aorta y en “etapas” con una combinación de técnicas abiertas
mortalidad en quienes tenían disección no complicada era < 4% y endovasculares. Sea cual sea la dificultad de valorar con preci-
en tanto que la correspondiente a individuos con disección com- sión los riesgos que conlleva la reparación aórtica, la reparación
plicada era > 20%.142,238 Las causas principales de muerte durante quirúrgica de la aorta toracoabdominal aún es la reparación más
el tratamiento no quirúrgico abarcan rotura, perfusión anómala e difícil de este gran vaso en términos de mortalidad y morbilidad.
insuficiencia cardiaca. Los factores de riesgo relacionados con la Sobre tales bases, sustituir toda la aorta toracoabdominal (reali-
falla terapéutica, definida como la muerte o la necesidad de ciru- zar una reparación de extensión II) conlleva el máximo peligro de
gía, incluyen crecimiento aórtico, hipertensión persistente a pesar muerte, insuficiencia renal y paraplejía.89,221,226
del tratamiento máximo, oliguria e isquemia periférica. Entre los
enfermos que reciben tratamiento no quirúrgico para la disección
de la porción descendente de la aorta y que sobreviven al periodo Agradecimientos
agudo, cerca de 90% permanece vivo un año más tarde y casi 76% Los autores agradecen a Susan Y. Green, MPH, a Stephen N. Pal-
está vivo tres años después.239 mer, PhD, ELS, su asistencia editorial; a Scott A. Weldon MA,
Tratamiento endovascular.  Para la perfusión anómala de arte- CMI y a Carol P. Larson, CMI, por la elaboración de las ilustra-
rias viscerales o renales, lo ideal es una estrategia endovascular. ciones y a Kapil Sharma, MD, sus contribuciones sustanciales al
El grupo Stanford publicó una tasa de éxito técnico de 93% para capítulo publicado en la novena edición de este texto, en las cuales
reperfusión endovascular de un lecho isquémico.240 Su experiencia se basó la actualización de este capítulo.
con el uso de endoprótesis de primera generación para tratar disec-
ciones descendentes complicadas agudas también fue alentadora: BIBLIOGRAFÍA
hubo trombosis completa del lumen falso en 79% de los pacientes. La
Las referencias resaltadas en color azul claro son publicaciones importantes.
tasa de mortalidad temprana fue 16%, comparable con la vinculada
con técnicas abiertas.241 Un metaanálisis reciente de estudios por 1. Johnston KW, Rutherford RB, Tilson MD, et al. Suggested
observación de injertos endovasculares, que incluyó 248 individuos standards for reporting on arterial aneurysms. Subcommit-
con disección aguda de la porción descendente de la aorta, encon- tee on Reporting Standards for Arterial Aneurysms, Ad Hoc
tró una tasa de mortalidad de 9.8% a 30 días.242 La cifra anterior, Committee on Reporting Standards, Society for Vascular Sur-
en comparación con las tasas de mortalidad temprana obtenidas a gery and North American Chapter, International Society for
partir de datos de IRAD142 es sustancialmente menor que la corres- Cardiovascular Surgery. J Vasc Surg. 1991;13(3):452-458.
pondiente al tratamiento quirúrgico abierto, pero es similar a la 2. Bickerstaff LK, Pairolero PC, Hollier LH, et al. Thoracic
obtenida con las medidas no operatorias. Sin embargo, los indivi- aortic aneurysms: a population-based study. Surgery. 1982;
duos con disección aguda complicada de aorta descendente per- 92(6):1103-1108.
manecen susceptibles a hechos tardíos; al año, la supervivencia se 3. Segura AM, Luna RE, Horiba K, et al. Immunohistochemistry of
acerca a 70% y es necesaria una nueva intervención en casi 10% matrix metalloproteinases and their inhibitors in thoracic aortic
de los supervivientes.243 aneurysms and aortic valves of patients with Marfan’s syndrome.
Circulation. 1998;98(19 Suppl):II331-II337.
Reparación abierta.  Los autores en fecha reciente publicaron 4. Neptune ER, Frischmeyer PA, Arking DE, et al. Dysregulation
su experiencia actual con 32 pacientes con disección aguda com- of TGF- activation contributes to pathogenesis in Marfan syn-
plicada de la porción descendente de la aorta, incluidos 7 (22%) drome. Nat Genet. 2003;33(3):407-411.
con rotura de la aorta. Entre los factores complejos hubo aneu- 5. Marsalese DL, Moodie DS, Vacante M, et al. Marfan’s syn-
rismas peligrosamente grandes en la mayor parte de los enfermos drome: natural history and long-term follow-up of cardiovascular
(69%), que denotó expansión rápida o aneurisma sobreañadido a involvement. J Am Coll Cardiol. 1989;14(2):422-428.
la disección. En un paciente hubo mala perfusión y en él se había 6. Adams JN, Trent RJ. Aortic complications of Marfan’s syn-
hecho un método de fenestración abierta. En un número sustancial drome. Lancet. 1998;352(9142):1722-1723.
de enfermos (n = 7, 22%) ocurrió conjuntivopatía. La tasa de mor- 7. LeMaire SA, Pannu H, Tran-Fadulu V, et al. Severe aortic and
talidad quirúrgica fue de 6% en forma global.244 Se identificaron arterial aneurysms associated with a TGFBR2 mutation. Nat Clin
tres casos de complicaciones medulares permanentes (10%), un Pract Cardiovasc Med. 2007;4(3):167-171.
caso de apoplejía (3%) y dos casos de insuficiencia renal perma- 8. Loeys BL, Schwarze U, Holm T, et al. Aneurysm syndromes
nente. En estudios multicéntricos recientes hechos por IRAD, los caused by mutations in the TGF- receptor. N Engl J Med.
investigadores advirtieron una tasa de mortalidad hospitalaria de 2006;355(8):788-798.

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