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«Γνῶθι σεαυτόν» («gnóthi seautón», ‘co- mundo de otros. Desde la más tierna in-
nócete a ti mismo’). Esta inscripción, fancia, se dirige la mirada hacia las figuras
reproducida en el frontispicio del templo más cercanas, tomando a nuestros cuida-
de Delfos, es una de las máximas más dores como un «otros» que solventan
conocidas del pensamiento griego clásico nuestras inquietudes (hambre, sueño,
y representa un eje de reflexión clave de miedo, etc.). Con el tiempo, esta mirada
la filosofía occidental. Y es que, desde la inicial se convierte en un sujeto que to-
antigua Grecia, la cuestión de la identi- mamos como referencia, puesto que uno
dad ha sido un tema extensamente trata- aprende a relacionarse con el mundo, en
do y debatido en el ámbito de la filosofía. parte, según cómo lo hagan sus progeni-
El ser humano desea conocerse y autode- tores. El «yo» inicial se crea por imitación,
finirse como un «yo» que le diferencia de pero, posteriormente, conduce al deseo
lo que le rodea y, concretamente, lo dis- de autodefinición con actos de reafirma-
tingue de «otros». Conocerse a uno ción de la identidad personal. En la edad
mismo también es un modo de conocer adulta, la creación del «yo» autónomo
al semejante. Se trata de una relación re- sigue tomando referentes hacia los cuales
cíproca entre el mundo y el «yo». dirigir la mirada. Bodei apela a menudo a
En Imaginar otras vidas, Remo Bodei pensadores y a textos literarios para argu-
retoma el tema del «yo» y analiza algunas mentar sus palabras, con lo cual los con-
maneras que tiene este de construirse a sí vierte en sus escuderos durante toda la
mismo. Los diversos modos de redefinir obra. Así pues, las obras literarias citadas
el «yo» autónomo determinarán la rela- dirigen la atención a la influencia de los
ción que se tiene con los demás, lo cual referentes artísticos y culturales en la crea-
establecerá una vicisitud en la creación de ción de uno mismo. El cine, la literatura,
los sujetos. Esta temática facilita la crea- la televisión, la sociedad, las jerarquías
ción de comparativas entre los individuos sociales, etc. son referentes en nuestra
de épocas diferentes y la relación en el evolución identitaria. Un ejemplo de ello
mundo político actual, lo cual Bodei lo constituye la obra Don Quijote de la
aprovecha en el libro para desarrollar su Mancha. El protagonista es absorbido por
propio pensamiento. las novelas de caballerías, que provocan
Un modo de aproximarse al libro es en él la incapacidad de diferenciar entre
citando al propio autor: «nunca nos ha el mundo real y el fantástico. La identi-
parecido suficiente ser lo que somos»1, dad de Don Quijote quedó imprimida
palabras que comprenden y sintetizan la por los referentes caballerescos de sus no-
esencia de la obra. El ser humano intenta velas. La imitación facilita la toma de de-
continuamente construirse a sí mismo, y cisiones: «La sociedad actual contempo-
este proceso es una búsqueda que lo ránea induce a la pereza mental, porque
completa y da significado a su propia pensar por cuenta propia es más fatigoso
existencia. Esta redefinición del «yo» es que pensar con mente del otro»2. La lige-
un modo de situarse uno mismo en un reza que se obtiene al seguir un referente,
1. Remo Bodei (2013), Imaginar otras vidas: Realidades, proyectos y deseos, Barcelona, Herder,
18.
2. Ibídem, 72.
Ressenyes Enrahonar. Quaderns de Filosofia 56, 2016 139
ya sea por moda, costumbre, simpatía, Al observar las modas o los modelos
obediencia, etc., se contrapone a la labo- a imitar dentro de una sociedad, la ma-
riosa tarea de la creación individual a yoría de los individuos tienen referentes
partir de la nada. comunes. Estos modelos evolucionan
El autor defiende y reafirma una idea con los avances de la historia, pero, a
que ya aparece en el título: la imagina- pesar de ello, siguen manteniendo un
ción. No solo la imitación facilita contacto continuo con una mejor versión
la creación de la identidad, sino que la de uno mismo. En la antigua Grecia,
imaginación desempeña incluso un papel existieron individuos dignos de admirar
más importante. Es mediante el acto de que, con la imprimación eterna de la li-
imaginar que se dirige la mirada hacia un teratura, han permanecido y aumentado
deseo de ser o un acrecentar lo que se es. los horizontes de sus hazañas. Los jóve-
Se contempla un ideal o un referente de nes deseaban seguir los pasos de las epo-
deseo y se crea un proyecto de uno peyas, Alejandro Magno es una muestra
mismo con esas cualidades o en una si- de ello: quería lograr hazañas que emula-
tuación particular, es decir, un deseo de ran a Aquiles. La gloria, la fama, la valen-
imitar esa idea para serlo. Sin embargo, tía, la fortaleza, etc. eran arquetipos que
Bodei recomienda precaución al tomar filtraban la realidad de los individuos de
este camino, puesto que, en múltiples aquellas sociedades, induciendo unas
ocasiones, la imaginación o la fantasía es metas de ensueño. Un ejemplo de esto se
demasiado atractiva y nos incita a perma- encuentra en Julio César. El gran general
necer en ese mundo, tal y como le suce- romano, a la edad de 23 años, se sentía
dió a Don Quijote. Es necesario separar un fracasado por no haber alcanzado la
lo real de lo imaginado, ser capaz de re- gloria de que gozaba Alejandro Magno a
lacionarse con la fantasía y, al mismo su misma edad. Sin embargo, los mode-
tiempo, ser consciente del mundo real. los que tienen los ciudadanos han ido
Ante el peligro de la fantasía conti- variando a lo largo de la historia. El cris-
nua, Bodei se pregunta qué constituye la tianismo trajo un nuevo referente al que
identidad. Es en este instante cuando los emular: Jesucristo. El camino imitatio
escuderos del autor se hacen más visibles Christi conducía a vivir de manera digna
que nunca. Ello facilita que el pensador a Jesucristo, y era el más elevado ideal de
italiano desarrolle diversos paradigmas vida en un cristiano. Y, por último, los
sobre la constitución de la identidad per- totalitarismos políticos proponen un mo-
sonal. En primer lugar, Freud se hace delo de «ciudadano ideal», pero impo-
presente con la superposición de diferen- niéndolo a la fuerza.
tes «yos», seguido de Foucault y la con- En la actualidad, los arquetipos cul-
cepción de la heterotopía3. Además de turales que filtran nuestras experiencias
estos argumentos, el «yo» necesita de una han variado, lo cual ha repercutido en
conciencia vigilante que le evidencie el nuestros deseos e identidades personales.
momento de discontinuidad y de la suce- Antaño, existía el deseo de gloria y fama,
sión en sí mismo, y, en consecuencia, mediante la adquisición de habilidades,
también se hace necesaria una memoria. siguiendo un camino determinado, ad-
Esta memoria no es una simple reproduc- quiriendo fortuna, etc. Sin embargo, hoy
ción del pasado, sino que recupera una en día existe un deseo profundo de ser
verdad nueva, con lo cual la identidad recordados y reconocidos para poder afir-
personal se redefine en cada momento. mar la identidad personal. Bodei se hace
3. Concepto foucaltiano que hace referencia a remitir de un lugar espacial a un lugar físico
preciso.
140 Enrahonar. Quaderns de Filosofia 56, 2016 Ressenyes
4. Remo Bodei (2013), Imaginar otras vidas: Realidades, proyectos y deseos, Barcelona, Herder,
256.
5. Ibídem, 272.