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AÑO lxxXII N° 221 Tomo La Ley 2018-F

BUENOS AIRES, argentina - Viernes 23 de noviembre de 2018 ISSN 0024-1636

_Columna de OPINIÓN
Principales lineamientos de
La asignación la nueva Ley de Arbitraje
no remuneratoria
y la obligación Comercial Internacional
de comunicar Mónica Rothenberg (*)
previamente
despidos sin SUMARIO: I. Breve introducción.— II. Principales aspectos de la nueva regulación.— III. Conclusiones.

justa causa Esta norma responde a la necesidad
de dotar a nuestro ordenamiento
Ricardo A. Foglia (*) jurídico de un marco que resulte
adecuado para favorecer la elección
por las partes de un mecanismo
I. Introducción
de resolución de controversias
El decreto objeto del presente comenta- independiente, rápido y flexible, y en
rio establece, en dos capítulos, una “asig-
nación no remunerativa” y la obligación de general, que implica menores costos.
los empleadores de comunicar al Ministe-
rio de Producción y Trabajo los despidos
sin justa causa previo a su efectivización. I. Breve introducción
Para un mejor orden metodológico nos El 26/07/2018 se publicó en el Boletín Oficial la
referiremos a ambos tópicos separada- ley 27.449 de Arbitraje Comercial Internacional.
mente.
Mediante esta norma se incorporan a
II. Fecha de entrada en vigencia del dec. 1043/18 nuestro ordenamiento positivo, en lo sustan-
cial, los contenidos de la Ley Modelo sobre
De conformidad con lo establecido por Arbitraje Comercial Internacional adoptada
su art. 11, comenzó a regir el día de su pu- por la Comisión de las Naciones Unidas para
blicación en el Boletín Oficial, hecho éste el Derecho Mercantil Internacional (1).
que acaeció el 14/11/18.
La sanción de esta ley se enmarca en una
La norma se ajusta a una de las posibi- amplia aceptación del arbitraje como método
lidades admitidas por el art. 5º del Cód. eficiente para la resolución de controversias,
Civ. y Com., (de similar factura al art. 2º a lo que se agrega que muchos otros países de
del Cód. Civil derogado), que dice: “Las la región han ido incorporando instrumentos
leyes rigen después del octavo día de su similares a sus respectivos sistemas jurídicos.
publicación oficial, o desde el día que
ellas determinen”. II. Principales aspectos de la nueva regulación
III. Tipo de norma Seguidamente se hará referencia a los
principales lineamientos de la nueva ley.
Se trata de un decreto de necesidad y
urgencia (art. 99, inc. 3º, CN) que debe II.1. Ámbito de aplicación
ser sometido a la consideración de la
Los arts. 1º a 6º de la ley determinan su
ámbito de aplicación. Así, la norma será de
continúa en página 2 aplicación al arbitraje comercial interna-
cional (art. 1º), entendiéndose por interna-
cional a un arbitraje si: (a) las partes en un
acuerdo de arbitraje tienen, al momento de
la celebración de ese acuerdo, sus estableci-
mientos en Estados diferentes; o (b) uno de
los siguientes lugares está situado fuera del
Estado en el que las partes tienen sus esta-
blecimientos: (i) el lugar del arbitraje, si éste
se ha determinado en el acuerdo de arbitraje
o con arreglo al acuerdo de arbitraje; (ii) el
lugar de cumplimiento de una parte sustan-
cial de las obligaciones de la relación comer-
cial o el lugar con el cual el objeto del litigio
tenga una relación más estrecha (art. 3º) (2).
A su vez, se considerará que es comercial
cualquier relación jurídica, contractual o
no contractual, de derecho privado o regida
preponderantemente por él en el derecho ar-
gentino (art. 6º).
De este modo, todo arbitraje que, siguien-
do los parámetros antes indicados, pueda ser
calificado de comercial e internacional, y cuya
sede se encuentre en el territorio de la Repú-
blica Argentina, se regirá, en forma exclusiva,
por la nueva ley, sin perjuicio de cualquier tra-
tado multilateral o bilateral vigente (arts. 1º y
2º). Y, a fin de favorecer la aplicación de esta
nueva norma, en caso de duda acerca de la co-
mercialidad de la relación jurídica involucra-
da la interpretación será amplia, por lo que en
caso de duda se entenderá que se trata de una
relación comercial (art. 6º).
A su vez, el art. 7º contiene las definicio-
nes y reglas de interpretación, en tanto que
los arts. 8º a 10 se refieren a las comunica-
ciones entre las partes (3). El art. 11 se re-
fiere a la renuncia de las partes a formular
objeciones respecto del no cumplimiento de
alguna disposición de la ley disponible por
las partes o de algún requisito del acuerdo
de arbitraje.
II.2. Alcance de la intervención de la justicia
ordinaria
Los arts. 12 y 13 delimitan la intervención de
la justicia ordinaria. Como regla general, se es-
tablece que en los asuntos regidos por la nueva
ley no intervendrá ningún tribunal, salvo en los
casos en los que la propia ley lo disponga.
Y, en caso de resultar procedente la inter-
vención de la justicia ordinaria, la competencia
es atribuida a los jueces en lo comercial del lu-
gar de la sede del arbitraje.
La competencia corresponderá a los jueces
de primera instancia para entender en cues-
tiones que pudieran suscitarse entre las par-
tes referidas al nombramiento de los árbitros
o a otros aspectos relativos al desarrollo y
asistencia al proceso arbitral. La competencia
corresponderá en cambio a la Cámara de Ape-
laciones en cuestiones referidas a recusación
de árbitros, a la falta o imposibilidad del ejer-
cicio de las funciones por parte un árbitro y al
nombramiento de un árbitro sustituto en caso
de renuncia, imposibilidad o remoción (art. 13),
como así también para resolver los planteos de
nulidad de los laudos (art. 99).
II.3. Acuerdo de arbitraje y dictado de medidas
cautelares por la justicia ordinaria
Los arts. 14 a 20 regulan lo referido a los
aspectos formales del acuerdo arbitral. Prin-
cipalmente, se requiere que el acuerdo arbi-
tral esté instrumentado por escrito, admi-
tiéndose a este respecto que existe acuerdo
arbitral por escrito cuando: (i) éste conste en
una comunicación electrónica entre las par-
tes (ii) esté consignado en un intercambio de
continúa en página 2

Columna de OPINIÓN
La asignación no remuneratoria y la obligación de comunicar previamente despidos sin justa causa
Ricardo A. Foglia........................................................................................................................... 1
DOCTRINA. Principales lineamientos de la nueva Ley de Arbitraje Comercial Internacional
Mónica Rothenberg........................................................................................................................ 1
NOTA A FALLO. Internación de personas ancianas por causa de deterioro cognitivo
CORREO
Responsabilidad de la ART. Accidente en ocasión del trabajo. Chofer de taxi. Se deja
sin efecto la sentencia que condenó a la ART. Ausencia de especificación de la inobservancia
legal en la que habría incurrido la aseguradora (CS)........................................................ 5
Autorización para salir del país. Procedencia. Vínculo paterno filial. Ejecución de
expensas respecto del inmueble en el que reside el niño. Independencia de procesos (CNCiv.).. 6
Sociedades de garantía recíproca. Acción intentada contra el fiador solidario.

Juan A. Seda................................................................................................................................. 4
ARGENTINO

Habilitación de la vía ejecutiva. Innecesariedad de justificar el crédito en los términos del

CENTRAL B

jurisprudencia art. 793 del Cód. Civ. y Com. (CNCom.).......................................................................... 7

FRANQUEO A PAGAR

Externación de persona. Solicitud realizada por los hijos de una mujer internada
CUENTA N° 10269F1

en una clínica neuropsiquiátrica. Principio de presunción de capacidad. Reconducción del jurisprudencia agrupada
proceso. Tramitación por ante el Juzgado de Familia. Procedencia cautelar. Presunción de Emoción violenta
capacidad. Art. 31 del Cód. Civ. y Com. (C2aCiv. y Com., La Plata)................................... 4 Jorge A. Diegues........................................................................................................................... 8
2 | Viernes 23 de noviembre de 2018
Principales
lineamientos
de la nueva
Ley de Arbitraje
Comercial
Internacional
viene de tapa
escritos de demanda y de contestación en los
que la existencia del acuerdo sea afirmada
por una parte sin ser negada por la otra; o
(iii) consista en una referencia efectuada en
un contrato a un documento que contenga
una cláusula compromisoria, siempre que di-
cha cláusula forme parte del acuerdo (4).
El art. 21 habilita a cualquiera de las partes
a requerir ante la justicia ordinaria el dictado
de medidas cautelares, ya sea con anteriori-
dad a las actuaciones arbitrales o durante su
transcurso, sin que ello resulte incompatible
con el acuerdo de arbitraje.
II.4. Constitución del tribunal arbitral
Los arts. 22 a 34 regulan los distintos pro-
cedimientos relativos a la constitución del
tribunal arbitral y a las vicisitudes que pue-
den presentarse, es decir, la designación de
los árbitros, las causales y el procedimiento
de recusación y la eventual designación de un
árbitro sustituto.
En todos los casos, ante la imposibilidad de
las partes de arribar a un acuerdo o de alcan-
zar una solución a la cuestión planteada, ésta
deberá ser sometida a decisión de la justicia
ordinaria, concretamente, al juez de primera
instancia con competencia en lo comercial de
la sede del arbitraje.
II.5. Competencia del tribunal arbitral
Los arts. 35 a 37 se refieren a la compe-
tencia del tribunal, receptando de manera
{ NOTAS }
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(*) Abogada (UBA), Diploma de Honor. Postgrado de
especialización en Mercado de Capitales (UBA). Master
en Derecho y Economía (Universidad Torcuato Di Te-
lla). Doctorado en Derecho (UBA), con distinción Sobre-
saliente, recomendada al Premio Facultad.
(1) Ley Modelo de la CNUDMI sobre Arbitraje Co-
mercial Internacional, 1985, con enmiendas adoptadas
en 2006, disponible en http://www.uncitral.org/uncitral/
es/uncitral_texts/arbitration/1985Model_arbitration.html.
_Columna de OPINIÓN
La asignación
no remuneratoria
y la obligación de
comunicar previamente
despidos sin justa causa
viene de tapa
Comisión Bicameral Permanente y luego
enviado a las Cámaras para su tratamien-
to. Salvo rechazo, la norma tiene vigencia.
Dadas las cuestiones reguladas por el
decreto, es previsible su aprobación.
expresa el principio Kompetenz-Kompetenz,
esto es, que el tribunal arbitral estará facul-
tado para decidir sobre su propia competen-
cia, incluso sobre las excepciones relativas
a la existencia o a la validez de un acuerdo
de arbitraje. Se admite también el principio
de separabilidad o autonomía de la cláusula
compromisoria (art. 35).
II.6. Dictado de medidas cautelares por el tri-
bunal arbitral
Los arts. 38 a 55, reglamentan lo atinen-
te al dictado de medidas cautelares por el
propio tribunal arbitral, estableciéndose
qué tipo de medidas cautelares pueden ser
requeridas y cuáles son los requisitos esen-
ciales para su procedencia. En el mismo
sentido, se reglamenta la facultad de la par-
te peticionante de una medida cautelar de
requerir también una orden preliminar, ello
a fin de que el tribunal ordene a la contra-
parte que no frustre la finalidad de la medi-
da cautelar solicitada.
Adicionalmente, se regula lo referido a la
modificación, suspensión y revocación de
medidas cautelares y de órdenes prelimina-
res otorgadas por un tribunal arbitral, como
así también lo atinente a la exigencia de una
garantía adecuada a ser prestada por la par-
te peticionante de alguna de dichas medidas,
por cuanto el solicitante de una medida cau-
telar o de una orden preliminar será respon-
sable de las costas y de los daños y perjuicios
que dicha medida u orden ocasione a cual-
quier parte, siempre que el tribunal arbitral
determine al levantar la medida o ulterior-
mente que, en las circunstancias del caso,
no debería haberse solicitado la medida o la
orden (art. 55).
Por su parte, los arts. 56 a 61 se refieren al
reconocimiento y ejecución por parte de la
justicia ordinaria de las medidas cautelares
dictadas por un tribunal arbitral.
II.7. Sustanciación del proceso arbitral
Los arts. 62 a 78 se refieren a la sustancia-
ción del proceso arbitral, concretamente, a la
determinación del procedimiento al que de-
berá ajustarse el tribunal arbitral, a la sede
del arbitraje y el idioma del procedimiento,
como así también a todo lo referido al desa-
(2) No se ha incluido en el texto de la ley el inc. c),
párr. 3º, del art. 1º de la Ley Modelo, es decir que no se
considera que un arbitraje es internacional “si las partes
han convenido expresamente en que la cuestión objeto
del acuerdo de arbitraje está relacionada con más de un
Estado”.
(3) La ley incorpora expresamente las notificaciones
mediante comunicaciones electrónicas.
(4) La nueva ley no admite la forma verbal ni tácita,
a diferencia de lo previsto en la Ley Modelo (art. 7.3º).
En los considerandos se alude a que la in-
flación y el impacto negativo sobre los em-
pleos hacen necesario y urgente adoptar las
medidas objeto del decreto.
IV. Reglamentación
El decreto delega la reglamentación,
que va a resultar necesaria dadas las la-
gunas que presenta en algunas cuestio-
nes, al Ministerio de Producción y Trabajo
(art. 10).
V. Asignación no remunerativa
En el cap. I, arts. 1º a 5º, se establece el
pago a cargo de los empleadores abarcados
por la norma a la que me referiré, de una asig-
nación no remunerativa.
rrollo del proceso, esto es, la interposición de
la demanda y su contestación, la rebeldía de
una de partes, el nombramiento de peritos y
la producción de otros medios de prueba, la
celebración de audiencias, etc. Respecto de
la producción de pruebas, se contempla la
posibilidad de requerir la asistencia de la jus-
ticia ordinaria.
II.8. Dictado del laudo. Impugnación. Recono-
cimiento y ejecución
Los arts. 79 a 97 de la nueva ley se refieren
al dictado del laudo y a la terminación de las
actuaciones.
Los arts. 98 a 101 reglamentan lo atinente a
la impugnación del laudo. A este respecto se
dispone que un laudo solamente podrá recu-
rrirse ante un tribunal ordinario por nulidad,
enumerándose en el art. 99, de manera taxa-
tiva, las causales de nulidad admisibles.
A este respecto cabe destacar que, con-
forme a lo dispuesto por el art. 759 del Cód.
Proc. Civ. y Com., el plazo para interponer un
recurso de nulidad contra un laudo arbitral
era de 5 días. A partir de la entrada en vigen-
cia de la ley, dicho plazo es de 30 días (5).
En los arts. 102 a 106 se encuentra la regu-
lación relativa al reconocimiento y ejecución
de los laudos, estableciéndose de manera ta-
xativa las razones para denegar el reconoci-
miento o ejecución de un laudo arbitral.
II.9. Disposiciones finales
La Ley de Arbitraje Comercial Interna-
cional mantiene la aplicación de lo dispuesto
por el art. 2605 del Cód. Civ. y Com., esto es,
que las partes tienen la facultad de prorrogar
jurisdicción en jueces o árbitros fuera de la
República, excepto que los jueces argentinos
tengan jurisdicción exclusiva o que la pró-
rroga estuviese prohibida por ley, y dispone
la derogación del art. 519 bis del Cód. Proc.
Civ. y Com., es decir, la norma que condicio-
na el reconocimiento y la ejecución de laudos
pronunciados por tribunales extranjeros
al cumplimiento de una serie de requisitos
(art. 107).
Adicionalmente, la ley dispone una inter-
pretación amplia de lo dispuesto en la Con-
(5) En la Ley Modelo el plazo para peticionar la nuli-
dad de un laudo es de tres meses (art. 34, 3a parte).
(6) El párr. 1º del art. II de la Convención sobre el
Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Ar-
bitrales Extranjeras (Nueva York, 1958) establece
que cada uno de los Estados contratantes reconocerá
el acuerdo por escrito conforme al cual las partes se
obliguen a someter a arbitraje todas las diferencias o
ciertas diferencias que hayan surgido o puedan surgir
entre ellas respecto a una determinada relación jurí-
V.1. Facultad para disponer incrementos de habe-
res. Cuestiones constitucionales
Hace ya mucho tiempo se debatió sobre
la constitucionalidad de las facultades del
Poder Ejecutivo para decretar aumentos de
haberes.
En el año 1958 el Poder Ejecutivo de la Na-
ción dictó los decs. 89/1958 y 3547/1958 que,
con fundamento en la ley 12.983 de Emergen-
cia, habían establecido un “aumento mínimo
de emergencia” sobre los sueldos.
Dichos decretos fueron cuestionados por afec-
tar el derecho de propiedad (art. 17, CN), la liber-
tad de contratar y de “libre actividad privada”
(art. 14, CN), y por constituir un impuesto a favor
de los particulares, esto es, los trabajadores.
vención de New York acerca de qué debe
entenderse por acuerdo arbitral (6) (art. 106).
III. Conclusiones
Como se señaló oportunamente en la nota
de elevación del proyecto que ahora se ha
convertido en Ley de Arbitraje Comercial
Internacional, esta norma responde a la ne-
cesidad de dotar a nuestro ordenamiento
jurídico de un marco que resulte adecuado
para favorecer la elección por las partes de
un mecanismo de resolución de controver-
sias independiente, rápido y flexible, y, en
general, que implica menores costos.
En el mismo sentido, la incorporación de
los contenidos de la Ley Modelo permitirá la
tramitación de procesos arbitrales sobre la
base de los principios y aspectos más impor-
tantes de la práctica del arbitraje comercial
internacional.
A lo anterior se suma la circunstancia de
que mediante una amplia aceptación del pac-
to arbitral y a partir de la eliminación de re-
quisitos para el reconocimiento y ejecución
de laudos dictados por tribunales arbitrales
extranjeros, la norma propicia una más am-
plia utilización del procedimiento arbitral sin
mayores obstáculos ni condiciones.
Por ende, es de esperar que a partir de la
sanción de la ley el arbitraje comience a ser
utilizado con mayor frecuencia en la prácti-
ca como método de resolución de disputas
en materia comercial internacional, como
así también que nuestro país comience a ser
considerado como posible sede para arbitra-
jes comerciales de carácter internacional. l
Cita on line: AR/DOC/1907/2018
MÁS INFORMACIÓN
Cracogna, Dante, “Evolución y perspectivas del
arbitraje en la Argentina”, RDCO 292, 503.
Uzal, María Elsa, “La internacionalidad, la
arbitrabilidad y el derecho aplicable en la nueva Ley de
Arbitraje Comercial Internacional”, RDCO 292, 619.
Caputo, Leandro, “Apuntes sobre la reciente Ley de
Arbitraje Comercial Internacional”, LA  LEY, 2018-E,
989; AR/DOC/1699/2018.
dica, contractual o no contractual, concerniente a un
asunto que pueda ser resuelto por arbitraje. El párr. 2º
dispone que la expresión “acuerdo por escrito” denota
una cláusula compromisoria incluida en un contrato o
un compromiso, firmados por las partes o contenidos
en un canje de cartas o telegramas. La nueva ley pre-
vé que la enumeración de estos últimos supuestos no
es exhaustiva, en concordancia con lo dispuesto en sus
arts. 14 a 18.
El 20/05/60 la Corte Suprema, en el caso
“Prattico, Carmelo y otros c. Basso y Cía.”,
convalidó tanto la facultad del Poder Ejecu-
tivo de disponer dichos aumentos, como la
constitucionalidad de las normas.
El Alto Tribunal dijo que en épocas de emer-
gencia “...los actos estatales encaminados a con-
ceder a los trabajadores remuneraciones que
aseguren ‘un nivel de vida adecuado’ suponen un
ejercicio válido del poder de policía”. Y agregó
que cuando “...la libertad de contratar entra en
conflicto contra la opresión del empleado u obre-
ro, esta última debe prevalecer sobre aquélla,
porque así lo requieren los principios que fun-
dan un ordenamiento social justo”.
La Corte Suprema también consideró que
dada la materia dinámica de la cuestión, es vá-

lido que tal atribución “quede librada al ámbito
razonable del órgano ejecutivo”.
Luego de ello se dictaron varios decretos dis-
poniendo incrementos salariales, hasta que, a
raíz de la suspensión de la negociación colectiva,
se dicta la ley 21.307 (BO del 15/05/1976), que dis-
puso en el art. 5º que “Los incrementos de carác-
ter general de las remuneraciones del personal
de los sectores público y privado solamente po-
drán ser dispuestos por decreto del Poder Eje-
cutivo Nacional con intervención de los minis-
tros de Trabajo y Economía. Los aumentos de
las remuneraciones otorgados por los empleado-
res con carácter general en contravención de lo
dispuesto por la presente ley, no podrán incidir
en los precios de los productos o mercaderías, ni
serán deducibles a los fines de la determinación
de la materia imponible en el impuesto a las ga-
nancias. Asimismo, tales empleadores podrán
verse privados del otorgamiento y/o renovación
de créditos bancarios según la reglamentación
que dicte al respecto el Banco Central de la Re-
pública Argentina”. Dicha ley fue derogada en el
año 1988 por la ley 23.546 (BO, del 15/11/88).
A partir del año 2002, y debido a la emergen-
cia económica (ley 25.561), se dictaron varios de-
cretos disponiendo incrementos no remunerato-
rios. La Corte Suprema, el 19/05/2010, en el fallo
“González, Martín N. c. Polimat SA y otro” (1), ra-
tificó la validez de dichas normas al objetar úni-
camente que fueran no remuneratorias.
V.2. Fundamento del otorgamiento de la asig-
nación
Conforme surge de los considerandos del
decreto, la medida se adopta a raíz de la “va-
riación coyuntural” del nivel de inflación que
produce un “impacto socioeconómico”, moti-
vo por el cual “...resulta urgente y necesario
adoptar las medidas pertinentes para que, con
la celeridad del caso, se mantengan los están-
dares adquisitivos de las remuneraciones...”.
V.3. Alcance. Trabajadores excluidos
De la asignación no remuneratoria quedan ex-
cluidos los trabajadores del sector público, sea
nacional, provincial o municipal (art. 5º, párr. 1º).
De conformidad con lo establecido por el
art. 8º de la Ley de Administración Financiera,
el sector público comprende: “a) Administración
Nacional, conformada por la Administración
central y los organismos descentralizados, com-
prendiendo en estos últimos a las instituciones
de seguridad social. b) Empresas y sociedades
del Estado que abarca a las empresas del Esta-
do, las sociedades del Estado, las sociedades anó-
nimas con participación estatal mayoritaria, las
sociedades de economía mixta y todas aquellas
otras organizaciones empresariales donde el Es-
tado Nacional tenga participación mayoritaria
en el capital o en la formación de las decisiones
societarias. c) Entes públicos excluidos expre-
samente de la Administración Nacional, que
abarca a cualquier organización estatal no em-
presarial, con autarquía financiera, personalidad
jurídica y patrimonio propio, donde el Estado
Nacional tenga el control mayoritario del patri-
monio o de la formación de las decisiones, inclu-
yendo aquellas entidades públicas no estatales
donde el Estado Nacional tenga el control de las
decisiones. d) Fondos fiduciarios integrados to-
tal o mayoritariamente con bienes y/o fondos del
Estado Nacional. Serán aplicables las normas de
esta ley, en lo relativo a la rendición de cuentas
de las organizaciones privadas a las que se hayan
acordado subsidios o aportes y a las instituciones
o fondos cuya administración, guarda o conser-
vación está a cargo del Estado Nacional a través
de sus jurisdicciones o entidades”.
{ NOTAS }
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(*) Abogado egresado de la UCA y Magister en Dere-
cho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universi-
dad Rey Juan Carlos, Madrid.
(1) Para un comentario sobre este fallo puede verse
Y en cuanto al sector privado, están exclui-
dos los trabajadores comprendidos en el régi-
men agrario (ley 26.772) y de casas particula-
res (ley 26.844).
V.4. Monto de la asignación y épocas de pago
El monto de la asignación es de $ 5000, que
debe ser pagado en dos cuotas de $ 2500 cada
una de ellas.
La primera se devenga en el mes noviem-
bre, cuya fecha de pago es hasta el cuarto día
hábil de diciembre de 2018, y la segunda se
devenga en enero de 2019, siendo su fecha de
pago hasta el cuarto día hábil de febrero de
ese año (art. 128, primera parte, LCT).
De acuerdo con el texto de la norma, es
irrelevante que los salarios sean abonados en
forma quincenal o semanal, ya que las cuotas
son de pago mensual, con fechas establecidas
expresamente por aquélla.
V.5. Adecuación de la asignación
El art. 3º del dec. 1043/18 habilita a las par-
tes signatarias de las convenciones colectivas
de trabajo a adecuar los plazos de pago y el
monto de la asignación en aquellas activida-
des o sectores que “se encuentren en crisis o
declinación colectiva”.
Como una primera apreciación, cabe se-
ñalar que no son posibles los acuerdos indivi-
duales en tal sentido, ni tampoco respecto de
aquellas actividades que no tengan esos ins-
trumentos convencionales. También pensa-
mos que no podrían hacerse estos acuerdos
respecto de los trabajadores excluidos de la
convención colectiva de trabajo.
De conformidad con el decreto se pueden
acordar más cuotas de pago y reducir el mon-
to de la asignación, o asignarle un valor dife-
rente a una, cuando se configuren las situa-
ciones objetivas a las que se refiere. Una duda
es si las partes podrían acordar el no pago de
aquélla. Entendemos que ello no sería posi-
ble, ya que la norma sólo habilita a “adecuar”
el monto y no a extinguirlo.
La causal objetiva que habilita acordar co-
lectivamente cuotas o montos diferentes a los
fijados en el decreto es la situación de crisis
económica de las empresas que no puedan
afrontar dichos pagos.
Esta situación es diferente a las previstas en
el procedimiento de reestructuración econó-
mica (art. 95, ley 24.013) o preventivo de crisis
(art. 98 de esa ley), ya que no exige, como en
esos supuestos, la necesidad de reducir plan-
teles, resultando suficiente que la empresa no
pueda afrontar la asignación en cuestión tal
como está determinada por el decreto.
Consideramos que estas cuestiones debieran
ser materia de la reglamentación.
V.6. Trabajadores ingresados luego del 01/11/18
El art. 1º del decreto comienza señalando que
dicha asignación es a “...a partir del 01/11/18...”.
No se aclara si los trabajadores que ingresan
luego de esa fecha o incluso luego de la fecha de
devengamiento de cada cuota deben percibir la
asignación en forma íntegra o proporcional.
Ante todo, cabe señalar que la cuestión no
presenta mayores dificultades si las partes co-
lectivas compensan o “absorben” dicho importe,
como lo habilita el art. 3º, ya que el salario resul-
tante es el emergente de ese procedimiento.
nuestro artículo “Apostilla al fallo ‘González, Martín N.
c. Polimat SA y otro’”, Revista Trabajo y Seguridad Social,
julio/2010.
(2) Consideramos que el decreto 265/02 en cuanto
establece en su artículo 4 que “Previo a la comunicación
La cuestión se presenta cuando ello no su-
cede o en los casos en los que no hay conven-
ción colectiva de trabajo aplicable o de exclu-
sión del convenio colectivo.
No descarto que pueda considerarse que la
asignación es una sola de $ 5000 y por ende
deba considerarse que corresponde a cual-
quier trabajador independientemente de su
fecha de ingreso, siempre que lo haya hecho
antes del mes de febrero de 2019. Sin embar-
go, por la estructura de la norma y la forma de
devengamiento mensual y pago junto con los
salarios mensuales, ello trae como consecuen-
cia que si un trabajador ingresa con posterio-
ridad a la fecha de “ganancia” de cada cuota no
le corresponde el pago de la precedente. Y si
ingresa durante el período de ganancia o inclu-
so con posterioridad al devengamiento de la
primera cuota, consideramos que lo razonable
sería el pago proporcional de la cuota, ya que
de otra forma se estarían abonando períodos
no trabajados por inexistencia de relación la-
boral, dando lugar a una desigualdad con rela-
ción a quien laboró el período completo y afec-
tándose, además, el principio de irretroactivi-
dad de la ley y consumo jurídico (art. 7º, Cód.
Civ. y Com.), ya que no se habrían cumplido
los recaudos para ser acreedor a la totalidad.
Este criterio, por otra parte, sigue el estable-
cido por el decreto en el art. 2º, que establece
el pago proporcional en función de la jornada.
V.7. El supuesto del art. 211, LCT
Así como corresponde el pago de la asigna-
ción en los casos de los trabajadores que se
encuentran en el período de licencia por en-
fermedad establecido en el art. 208, LCT, no
corresponde su cancelación en los supuestos
de los trabajadores en el lapso de conserva-
ción del empleo previsto en art. 211, LCT.
V.8. Prestación inferior a la jornada legal o con-
vencional
El art. 3º establece que cuando la jornada
de trabajo fuere inferior a la legal o conven-
cionalmente fijada, la asignación se pagará
en forma proporcional. Si bien no se aclara si
la proporcionalidad es respecto de la jorna-
da legal de 8 o 9 horas diarias o 48 semanales
(art. 1º, ley 1544) o de su equivalente de jorna-
da completa convencional.
V.9. Compensación y absorción
El dec. 1043/18 establece dos supuestos de
compensación de la asignación: uno respecto
de los incrementos pactados colectivamente
y otro para los incrementos unilaterales dis-
puestos por el empleador.
a) Compensación con incrementos salariales
pactados colectivamente (art. 4º, párrs. 1º y 2º):
En este caso la norma contempla dos su-
puestos: aquellos supuestos en los cuales a la
fecha de entrada en vigencia del decreto hu-
bieren acordado aumentos de sueldo y una re-
visión de los incrementos posterior, y otro en
el cual no han acordado esa revisión salarial.
En el primer caso se habilita a que las par-
tes signatarias de la convención colectiva
acuerden que se compense la asignación no
remunerativa de $ 5000 con el importe emer-
gente del acuerdo de revisión.
En el segundo supuesto, esto es, cuando las
partes están negociando la cláusula de revi-
sión, pueden acordar computar a cuenta de la
suma que se acuerde el importe establecido
por el decreto.
b) Incrementos unilaterales:
En este supuesto la compensación es facul-
tativa del empleador. Dice el tercer párrafo
del art. 4º: “Los empleadores que hubiesen
acordado unilateralmente otros incrementos
sobre los ingresos de los trabajadores a partir
del 01/01/18, podrán compensar hasta su con-
Viernes 23 de noviembre de 2018 | 3
currencia con la suma total de la asignación
establecida en el art. 1º del presente”.
En ambos supuestos la compensación trae
como consecuencia que la asignación pase a ser
remunerativa (art. 4º, último párrafo), con lo
cual el empleador deberá abonar las contribu-
ciones y el trabajador efectuar los aportes, hecho
este último que puede generar reclamos sindi-
cales y dificultades en las sumas compensables.
V.10. Naturaleza
La asignación es no remunerativa, excepto que
se produzca la compensación mencionada en el
punto anterior, en que pasaría a ser remunerati-
va. Esto es, si las partes colectivas no acuerdan la
compensación, o si el empleador no otorgó incre-
mentos unilaterales compensables, aquélla man-
tiene su condición de no remunerativa.
Sobre esta cuestión cabe recordar que el cita-
do fallo “González” estableció que los incremen-
tos o sumas no remunerativas dispuestos por
decreto eran remunerativos a todos los efectos.
En este sentido, dijo que “mal pudo dicha nor-
ma dar naturaleza ‘no remunerativa de carác-
ter alimentario’ a la ‘asignación’ que dispuso,
sobre todo cuando, después de todo, el carácter
alimentario es naturalmente propio del salario,
con arreglo a más que conocida doctrina de esta
Corte (Fallos 311:1003 y 308:1336, entre otros)”.
Cabe recordar que el dec. 633/18 estableció en
el primer párrafo del art. 4º que “El Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social no dará
curso, ni homologará o registrará, en el marco
del procedimiento de negociación colectiva pre-
visto en la ley 14.250 (t.o. 2004), aquellos con-
venios colectivos de trabajo y/o acuerdos con
similares efectos que contengan sumas o con-
ceptos de naturaleza salarial sobre los que las
partes acuerden otorgarle carácter no remune-
rativo, con excepción de aquellos supuestos con-
templados en los arts. 103 bis, 106 y 223 bis de la
ley 20.744 de Contrato de Trabajo (t.o. 1976) y
sus modificatorias, y las situaciones en las que
pudiese corresponder tal excepción, encuadra-
das en el procedimiento regulado por los arts. 98
a 105 (ambos inclusive), de la ley 24.013 y sus mo-
dificatorias y normas reglamentarias”. De esta
forma, el decreto comentado es una excepción a
ese principio, en cuanto admite sumas no remu-
nerativas rechazadas por el dec. 633/18.
V.11. Impuesto a las ganancias
La asignación del decreto comentado no está
exenta del impuesto a las ganancias.
VI. Procedimiento previo a la comunicación para
despidos sin justa causa
El cap. II del decreto, objeto de este comen-
tario establece la obligación de los empleado-
res de comunicar a la autoridad de aplicación
los despidos sin justa causa que van a dispo-
ner, y tramitar el procedimiento que indica
en el plazo que fija en 10 días hábiles.
VI.1. Antecedentes
El dec. 328/88 (BO del 21/03/88) —y sin anali-
zar su vigencia actual, dado el texto del art. 159 de
la ley 24.013, ya que es una cuestión que excede el
marco del presente comentario (2)— establecía la
obligación de los empleadores de comunicar con
una anticipación no inferior a 10 días al entonces
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social las sus-
pensiones, reducciones de jornada y despidos por
causas económicas y/o falta o disminución de tra-
bajo (art. 1º). También dispuso que éstos debían
enviar copia de la notificación a la autoridad de
aplicación a la entidad sindical (art. 3º). La auto-
ridad administrativa estaba facultada para reca-
bar informes, fijar audiencias y proponer fórmu-
las de solución, entre otras (art. 4º).
Con posterioridad la ley 24.013 (BO del
17/02/91), que introdujo el denominado procedi-
miento preventivo de crisis (arts. 98 a 105), es-
tableció que los empleadores antes de disponer
despidos o suspensiones por razones de fuerza
4 | Viernes 23 de noviembre de 2018
mayor, económicas o tecnológicas, de una can-
tidad de personal establecida en función de la
cantidad de empleados de la empresa, deben
comunicar su decisión y tramitar el procedi-
miento estatuido por dicha ley ante el Ministe-
rio de Trabajo y Seguridad Social, actual Mi-
nisterio de Producción y Trabajo. Cabe recor-
dar que la ley 24.467 (BO del 28/03/95) agregó
como causales para las pequeñas empresas las
razones “organizativas o de mercado” (art. 97).
VI.2. Fundamento
Conforme se dice en los considerandos del
decreto, la medida tiene por finalidad “...regular
los efectos negativos que distintas situaciones
provoquen en los niveles de empleo”.
VI.3. Alcance subjetivo. Excepción
La obligación de comunicar previamente a la
autoridad de aplicación los despidos sin justa
causa alcanza únicamente al sector privado.
En efecto, el art. 5º, aunque está ubicado en
el cap. I, referido a la asignación no remune-
rativa, expresa que “Quedan excluidos de los
alcances del presente decreto los trabajadores
del sector público, nacional, provincial y mu-
nicipal, cualquiera sea su modalidad de vin-
culación y/o el régimen laboral aplicable” (la
bastardilla me pertenece).
El art. 9º también excluye de esa obligación
al personal de la industria de la construcción,
dado su particular régimen jurídico.
{ NOTAS }
de medidas de despido, suspensión o reducción de la jornada
laboral por causas económicas, tecnológicas, falta o dismi-
nución de trabajo, en empresas que no alcancen los porcenta-
jes de trabajadores determinados en el artículo 98 de la Ley
Nº 24.013, los empleadores deberán seguir el procedimiento
NOTA A FALLO
Externación
de persona
Solicitud realizada por los hijos de una
mujer internada en una clínica neurop-
siquiátrica. Principio de presunción de
capacidad. Reconducción del proceso.
Tramitación por ante el Juzgado de Fami-
lia. Procedencia cautelar. Presunción de
capacidad. Art. 31 del Cód. Civ. y Com.
Hechos: Los accionantes dedujeron acción
de amparo solicitando la externación de su
Internación de personas ancianas por causa
de deterioro cognitivo
Juan A. Seda (*)
SUMARIO: I. Introducción: la internación de personas con deterioro cognitivo.— II. Una sentencia
que resuelve la emergencia.— III. Cierre: intersección entre ancianidad y discapacidad mental o
intelectual.
I. Introducción: la internación de personas con
deterioro cognitivo
La internación de las personas con disca-
pacidad mental o intelectual acarrea álgidas
controversias por fundados motivos, ya que
constituye una medida de gravedad. La de-
cisión de internar a alguien debe tomarse
VI.4. Obligación de denuncia. Situaciones
comprendidas
VI.4.a. Trabajadores comprendidos
y excluidos
Los empleadores comprendidos en el ple-
xo deben comunicar con una anticipación
mínima de 10 días a su efectivización los des-
pidos sin justa causa de los trabajadores vin-
culados con contrato de trabajo por tiempo
indeterminado (art. 6º). La norma sólo obli-
ga a comunicar los despidos sin justa cau-
sa de trabajadores contratados por tiempo
indeterminado, de forma tal que quedan in-
cluidos los trabajadores en período de prue-
ba (art. 92 bis, LCT) y de temporada (art. 96,
LCT), y excluidos aquéllos vinculados por
contratos por tiempo determinado, plazo
fijo y eventual.
VI.4.b. Situaciones excluidas
Como sólo se refiere a los despidos sin jus-
ta causa, quedan excluidos los mutuo-acuer-
dos extintivos de la relación laboral, los des-
pidos por fuerza mayor, falta o disminución
de trabajo, las desvinculaciones por incapa-
cidad física o mental del trabajador y por ju-
bilación.
VI.5. Plazo de comunicación
El plazo de la comunicación previa a la
efectivización del distracto incausado es de
10 días hábiles.
contemplado en el Decreto Nº 328/88. Toda medida que se
efectuare transgrediendo lo prescripto carecerá de justa
causa” es inválido ya que el decreto 328/88 fue derogado
por la ley 24.013 no siendo jurídicamente posible volver a
la “vida” una norma extinta por derogación.
madre de una clínica neuropsiquiátrica. El
juez rechazó la pretensión entendiendo que
la cuestión excedía el marco de la acción in-
tentada. La Cámara revocó el decisorio e hizo
lugar a lo solicitado como medida cautelar.
1. - Teniendo en cuenta que la madre de los
accionantes no se encuentra interdicta ni
tampoco ha sido oída en el proceso, co-
rresponde admitir en forma cautelar la
solicitud de externación, facultando a la
coactora alojarla en su domicilio, por apli-
cación del principio de “presunción de ca-
pacidad”, en los términos de los arts. 31 y
35 del Cód. Civ. y Com., máxime cuando
siempre con criterios restrictivos y luego
de una evaluación muy exhaustiva, con la
intervención previa de un equipo interdis-
ciplinario y garantizando la participación lo
más activa posible del causante en ese pro-
ceso. Estos criterios son los que ha receptado
nuestra legislación y corresponden al estado
del arte actual en las ciencias médicas y en
Como la norma indica, se refiere a que di-
cho plazo es “previo a hacerla efectiva” (el
despido): el empleador puede comunicar el
despido después de transcurrido dicho pla-
zo, o bien puede comunicar la desvincula-
ción antes, pero para que tenga efectos lue-
go de transcurrido ese lapso de 10 días.
Adviértase que el art. 7º del decreto se re-
fiere a “la futura extinción laboral”, de for-
ma que el imperativo es que aquélla no se
concrete antes de la comunicación ni duran-
te el pazo de 10 días hábiles de efectuada.
VI.6. Ante quién debe efectuarse la comunica-
ción previa. Forma de la comunicación
La notificación debe ser efectuada ante el
Ministerio de Producción y Trabajo.
La norma no indica su contenido. El único
requisito que surge implícito es que se deben
indicar los datos de los trabajadores y de la
asociación sindical a efectos de posibilitar su
eventual citación a la audiencia que puede de-
signar la autoridad de aplicación (art. 7º).
VI.7. Afectación subjetiva de trabajadores
La norma, a diferencia de la ley 24.013, no
establece un número mínimo de trabajado-
res a desvincular, con lo cual es suficiente con
uno, aunque podría sostenerse que, como el
decreto se refiere a “...despidos sin justa cau-
sa de trabajadores...”, podría interpretarse
que se exige una pluralidad (al menos dos)
para que la obligación de comunicación sea
exigible.
VI.8. Período de vigencia de la obligación de
comunicar los despidos sin justa causa a la auto-
ridad de aplicación. Cómputo
La obligación de efectuar la comunicación
y tramitar eventualmente el procedimiento
los expertos consideran posible el cuida-
do por familiares, y estos manifiestan co-
nocer y asumir la responsabilidad de los
requerimientos que su madre necesita.
2. - La persona sometida a un proceso de
restricción a su capacidad deberá ser
considerada “prima facie” capaz du-
rante dicho trámite, por aplicación del
principio de presunción de capacidad
del art. 31 del Cód. Civ. y Com.
121.560 — C2aCiv. y Com., La Plata, sala I,
12/07/2018. - M. S. y otro/a c. C. P. N. S. A.
SRL s/ amparo.
las ciencias de la conducta a nivel internacio-
nal. En este breve comentario, analizaremos
un caso en el cual el tribunal no avanzó tanto
en evaluar la situación mental de la causante,
sino que se abocó al conflicto urgente de la
internación.
Tanto la discapacidad intelectual como
la discapacidad mental pueden provenir de
causas congénitas o adquiridas, pero suelen
tener una intensa vinculación con el con-
texto. En el primer caso, requiere para su
configuración que la persona tenga una de-
ficiencia cognitiva, pero se deberá analizar
su entorno para evaluar las barreras para su
plena participación en la sociedad. La disca-
administrativo rige desde el 14/11/18 hasta el
31/03/19 (art. 6º).
Podría considerase que esta disposición
tiene por finalidad evitar el goteo de despi-
dos “de a un trabajador”, ya que, y aun admi-
tiendo la redacción plural anterior, siendo
el segundo despido del período, ya genera la
obligación estatuida por el decreto.
En ello se diferenciaría de la ley 24.013, que
no establece un tiempo de cómputo de las
desvinculaciones, hecho ése que dio lugar a
esa práctica.
VI.9. Procedimiento. Facultades de la autori-
dad de aplicación. Acuerdos
Efectuada la comunicación, la autoridad de
aplicación está facultada para convocar a au-
diencias al empleador, el trabajador y la enti-
dad sindical representativa a efectos de ana-
lizar la cuestión de la extinción del contrato
que se va a producir.
Si bien la norma no lo dice, es factible
arribar a un acuerdo sobre el particular
referido a la extinción y sus “condiciones”,
como, por ejemplo, indemnizaciones, mon-
tos, plazos, etc., o acordar la continuidad
laboral.
Las partes pueden, de común acuerdo, pro-
rrogar el plazo de 10 días hábiles.
VI.10. Sanciones
El incumplimiento de la obligación de
comunicación y espera del plazo indicado
es sancionable, conforme al anexo II de la
ley 25.212 (art. 8º). l
Cita on line: AR/DOC/2557/2018
[Cita on line: AR/JUR/37642/2018]
COSTAS
Por su orden.
[El fallo in extenso puede consultarse en el Dia-
rio LA  LEY del 25/09/2018, p. 11, Atención al
Cliente, http://informacionlegal.com.ar o en
Proview]
pacidad mental se constituye a partir de un
padecimiento mental, también en interacción
con barreras del entorno. Esta necesidad de
realizar una evaluación que no quede en el
diagnóstico médico y que abarque también
las interacciones sociales es un requisito que
surge del enfoque social que trae la Conven-
ción sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (1). Este tratado internacional
de derechos humanos, a partir del reclamo
de las organizaciones representativas de las
personas con discapacidad, trata de evitar la
automática equiparación entre discapacidad
y patología. Tal es el motivo por el cual las
evaluaciones para los procesos de restricción
de la capacidad de ejercicio no se agotan en

una pericia psiquiátrica, sino que debe inter-
venir un equipo interdisciplinario. Se trata de
una valiosa ampliación de la perspectiva, que
obviamente llevará más tiempo para obtener
una evaluación confiable porque se toma en
consideración una mayor cantidad de varia-
bles y porque interviene ya un equipo inter-
disciplinario.
En los casos de personas de avanzada edad
se entremezclan situaciones dispares, ya que
se puede producir un deterioro como produc-
to natural del envejecimiento. Sin embargo,
no habría que considerar que en todos los
casos el envejecimiento y el posible menosca-
bo de habilidades físicas, mentales o sociales
implican necesariamente que esa persona ha
perdido su discernimiento. Esa situación de-
berá ser analizada con las pautas antes enun-
ciadas. En caso de ser solicitado y considerar-
se necesario, se procederá a la restricción del
ejercicio de la capacidad para algunos actos
que puedan poner en riesgo su patrimonio.
Los procesos de restricción de la capacidad
de ejercicio tienen como propósito principal
el de evitar que se celebren actos jurídicos
que luego podrían ser declarados nulos por
causa de la falta de discernimiento de quien
los celebra. El Código Civil y Comercial (Cód.
Civ. y Com.), prevé un detallado proceso, en
el cual lo primero que se hace es aclarar que
estas limitaciones son de carácter excepcio-
nal y que estas medidas deben siempre ser
tomadas en beneficio de la persona (2).
A continuación sintetizaremos los he-
chos de un fallo reciente en el cual se puso
en controversia la internación de una mujer
anciana, con un alto grado de dependencia
por causa de un deterioro cognitivo. Vere-
mos cómo resolvió el tribunal, asumiendo la
urgencia pero también remitiendo luego las
actuaciones a un juzgado con competencia en
cuestiones de familia, en atención a lo especí-
fico del tema en debate.
II. Una sentencia que resuelve la emergencia
En la sala 1ª de la C2ª, Civ. y Com., La Pla-
ta, se tomó una decisión en materia de inter-
nación, que constituye un antecedente valioso
{ NOTAS }
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(*) Doctor en Derecho. Profesor Adjunto Regular de
Derecho de Familia y Sucesiones (UBA). Director del
Programa de Actualización y Profundización de Posgra-
do en Discapacidad y Derechos (UBA).
(1) La Convención sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad fue ratificada por la República Argenti-
na a través de la ley 26.378 y se le otorgó rango constitu-
cional con la ley 27.044. En su art. 1º (párr. 2º) da una defi-
nición de la discapacidad que excede la perspectiva mera-
jurisprudencia
Responsabilidad 1. - La sentencia que responsabilizó a la ART
en los términos del art. 1074 del derogado
de la ART Cód. Civil por los daños sufridos por un
trabajador en un accidente en ocasión de
Accidente en ocasión del trabajo. Cho-
fer de taxi. Se deja sin efecto la senten-
cia que condenó a la ART. Ausencia de
especificación de la inobservancia legal
en la que habría incurrido la asegura-
dora.
Hechos: El empleador y la ART fueron
condenados en los términos del art. 1074
del derogado Cód. Civil, a reparar en for-
ma integral los daños que sufrió un cho-
fer de taxi en un siniestro en ocasión de
trabajo como resultado de la mala ma-
niobra de un tercero. Interpuesto recurso
extraordinario por la ART y la queja ante
su denegación, la Corte Suprema dejó sin
efecto la sentencia apelada.
para el estudio de este tema (3). Ese tribunal
debía resolver acerca de la apelación a un fallo
de primera instancia, en el cual se había deses-
timado una acción de amparo por la excepción
de falta de legitimación pasiva. El proceso fue
dirigido contra una clínica que había aceptado
a una paciente anciana con trastornos cogni-
tivos, a pedido de algunos de sus hijos. Pero
otros hijos (todos mayores de edad) considera-
ban que el tratamiento que su madre necesita-
ba podía ser brindado de manera domiciliaria,
por lo cual demandaron a la clínica. En lugar
de debatir este conflicto intrafamiliar en el
marco de un proceso de restricción de la capa-
cidad de ejercicio, se desarrolló en un amparo.
En el fallo de primera instancia se había dicho
también que la vía procesal elegida no era la
adecuada. Recordemos que en la provincia de
Buenos Aires la acción de amparo se puede in-
terponer en cualquier juzgado, por lo cual no
actuará necesariamente el juez o el equipo in-
terdisciplinario que tenga una especialización
en discapacidad o en relaciones de familia (4).
Por otra parte, el a quo consideró que era
razonable la medida de internación, toman-
do en cuenta los informes periciales que se
habían producido. O sea que no aparecía ma-
nifiesta una arbitrariedad. Pero existían dis-
cordancias entre los hijos acerca de cuál era
la mejor manera de cuidarla. Mientras que
algunos de los hijos sostenían que la interna-
ción en una institución asistencial era la solu-
ción idónea para el cuidado de su madre (que
padecía demencia), otros consideraban que
sería mejor que residiera en su propio domi-
cilio. Los hijos que se oponían a la internación
de su anciana madre sostenían que ella, en su
hogar, estaría a cargo de algún familiar direc-
to. También alegaban la propia voluntad de la
progenitora que, a pesar de su avanzada edad,
habría manifestado su deseo de regresar a su
hogar. En cambio, los otros hijos que preferían
el tratamiento a través de una internación en
un centro especializado, sostenían que la con-
dición cognitiva de su madre había llegado a
tal condición de deterioro que impedía en la
práctica una vida autónoma.
Ambas partes de la contienda (y de la fami-
lia) sabían que son los últimos días de vida de
mente médica e incluye variables sociales: “Las personas
con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficien-
cias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo
plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan
impedir su participación plena y efectiva en la sociedad,
en igualdad de condiciones con las demás”.
(2) Veremos que esas mismas precauciones deben to-
marse para una eventual internación. El art. 31 del Cód.
Civ. y Com., acepta expresamente la posibilidad de la
internación en un establecimiento asistencial, sin bien
trabajo, debe ser dejada sin efecto, pues
el juzgador no individualizó cuál fue la
inobservancia legal en la que habría in-
currido la aseguradora sino que se limitó
a mencionar, en forma genérica, una su-
puesta omisión a su deber de asesorar al
empleador, sin explicar qué tipo de ase-
soramiento hubiera contribuido a evitar
el siniestro, en cuya mecánica se imputó
a la acción de un tercero.
2. - No cabe responsabilizar a las asegura-
doras si no concurren los presupues-
tos del deber de reparar, entre los que
se encuentra el nexo causal adecuado,
y las omisiones de los deberes de con-
trol y prevención, por sí solos, no au-
torizan a establecer una regla general
la mujer anciana, de allí que la decisión cobra
aún más trascendencia. No puede ser omiti-
do aquí el concepto de la internación crónica
como un riesgo para las habilidades que per-
miten una vida autónoma, mucho más en una
edad avanzada y con un deterioro cognitivo.
Por lo tanto, cuanto más tiempo una persona
siga internada, más se verán comprometidas
sus posibilidades de desarrollar una vida in-
dependiente en la comunidad (5). La norma
en la que sostuvieron su derecho los amparis-
tas fue principalmente la Convención Intera-
mericana sobre Protección de los Derechos
Humanos de las Personas Mayores (6). Las
pericias desarrolladas en esta causa consta-
taron el grave estado de salud de la anciana
y su imposibilidad de desarrollar una vida
autónoma, debido a sus dificultades de mo-
vimiento pero principalmente cognitivas. El
nuevo Código exige como requisito para una
internación sin el consentimiento de la per-
sona que exista un riesgo cierto e inminente
para ella o para terceros. El mismo ordena-
miento le otorga a la internación el carácter
de recurso terapéutico, si bien debe ser su-
pervisado periódicamente. Recordemos que
en este caso no existía propiamente una res-
tricción de la capacidad de ejercicio (7).
El fallo del tribunal finalmente hizo lugar al
amparo, en cuanto a la medida urgente solici-
tada. O sea que ordenó el cese de la internación
en la clínica. Resolvió así la Cámara de Apela-
ción la cuestión más acuciante, tomando en
cuenta que son posiblemente los últimos días
de vida de la anciana. Una condición para dic-
tar esta sentencia fue que los amparistas asu-
mieran los cuidados personales de su madre,
de manera de sostener o incluso incrementar
las medidas que ya estaban en desarrollo en la
clínica en la que residía.
III. Cierre: intersección entre ancianidad y disca-
pacidad mental o intelectual
La pérdida del autovalimiento en una per-
sona es una situación dramática para su en-
torno familiar más cercano y no es fácil llevar
adelante ese proceso vital. La persona con de-
terioro cognitivo pierde control de cuestiones
básicas de la cotidianeidad, como tomar sus
y como ya fue expresado, se intentarán las alternativas
menos restrictivas.
(3) C2ª La Plata, sala 1ª, “M. S. y otro/a c. C. P. N. S. A.
SRL s/ amparo” del 12/07/18.
(4) Según el art. 20 de la Const. Buenos Aires y el
art. 4º de la ley provincial 7166.
(5) La internación crónica trae otros problemas vin-
culados a una especie de acostumbramiento a la vida en
la institución, un fenómeno estudiado en las ciencias so-
ciales en los últimos 70 años (SEDA, J., “Discapacidad
y abstracta que los erija automática
e inexorablemente en condición apta
para producir el resultado dañoso con
prescindencia del curso normal de los
acontecimientos. (Del voto del Dr. Lo-
renzetti, según su voto en disidencia
en “Torrillo” —Fallos 332:709; AR/
JUR/2374/2009—, al cual remite).
121.561 — CS, 13/11/2018. - Palacín, Fer-
nando Sergio c. Bruno, Darío Hugo y otro
s/ Accidente - ley especial.
[Cita on line: AR/JUR/58846/2018]
Dictamen del Procurador Fiscal
—I—
La Sala VII de la Cámara Nacional de Ape-
laciones del Trabajo revocó parcialmente la
Viernes 23 de noviembre de 2018 | 5
medicinas, alimentarse o higienizarse. Esas
tareas y muchas otras empiezan a demandar
una asistencia intensa de otro u otros. Aho-
ra bien, que una persona requiera ayudas no
significa necesariamente que deba estar in-
ternada, ya que perfectamente podrían serle
brindadas en su hogar. Claro que esta evalua-
ción no es sencilla de hacer y entran en juego
cuáles son las condiciones del entorno fami-
liar, afectivo y social. Inclusive hay variables
económicas ya que esos apoyos son costosos.
Por otra parte, es valioso el interrogante que
conlleva este caso respecto del sujeto pasivo
de la acción. No carece de lógica jurídica la
excepción de falta de legitimación pasiva que
interpuso la demandada y convalidó el juez
de primera instancia. No son los propietarios
o directivos del establecimiento asistencial
quienes deciden la internación, se trata de un
establecimiento asistencial que brinda un ser-
vicio. Pareciera desmedido que se demande a
una clínica de internación por cumplir con su
objeto, o sea recibir a personas para que estén
internadas. Hay que destacar que en este caso
no estaba en controversia que la mujer ancia-
na necesitaba asistencia especializada.
El criterio de razonabilidad de la inter-
nación varía según cada caso en particular
y por lo tanto, deberá evaluarse según las
circunstancias puntuales. Esto no quita que
puedan elaborarse algunos criterios genera-
les, tomando en cuenta los principios de auto-
nomía y dignidad que deben respetarse. Pero
tamaña complejidad no habilita a que puede
ser resuelto por la vía expedita del amparo.
Es interesante notar que las costas por su
orden denotan la relativa equivalencia de los
argumentos sostenidos por cada una de las
partes. Claro que desde la empatía humana
se debe entender la urgencia que los hijos
pueden sentir en ese momento y ello justifi-
ca la petición, así como también la resolución
del amparo por parte del tribunal, aun cuan-
do no se hubiera acertado en cuanto a la ido-
neidad de la vía procesal. l
Cita online: AR/DOC/2534/2018
intelectual y reclusión. Una mirada antropológica sobre
la Colonia Montes de Oca”, Ed. Noveduc, Buenos Aires,
2011).
(6) Ratificada por la República Argentina a través de
la ley 27.360.
(7) El mismo art. 41 del Cód. Civ. y Com., expresa-
mente acepta que para la internación no sea indispen-
sable que se hubiere dictado una restricción. Pero sí
exige también la intervención de un equipo interdis-
ciplinario.
sentencia de primera instancia y, en conse-
cuencia, condenó en forma solidaria a Darío
Hugo Bruno, en su carácter de empleador
directo, y a QBE Argentina ART SA, en su
carácter de aseguradora de riesgos del tra-
bajo en los términos del artículo 1074 del
Cód. Civil, a reparar en forma integral los
daños que sufrió el actor en un siniestro en
ocasión de trabajo (fs. 567/575 del expedien-
te principal al que me referiré en adelante
salvo aclaración en contrario).
En forma preliminar, la Cámara explicó
que el hecho que motivó la presente acción
fue el accidente que sufrió el actor mientras
conducía el taxi que le había asignado su
empleador a fin de desarrollar la tarea de
chofer permanente de taxímetro, como re-
sultado de la mala maniobra de un tercero.
En cuanto aquí interesa, la sentencia re-
saltó que el empleador tiene la obligación
6 | Viernes 23 de noviembre de 2018
de capacitar al trabajador en materia de
seguridad y prevención conforme lo dis-
puesto por la Ley 19.587 de Seguridad e
Higiene en el Trabajo. Además, señaló que
las aseguradoras de riesgos del trabajo
desempeñan un papel fundamental en ma-
teria de seguridad y, en virtud del ello, es-
tán obligadas a asesorar a los empleadores
a fin de prevenir los posibles daños y pro-
teger la salud de sus dependientes. En ese
marco, sostuvo que la conducta omisiva y
negligente de la aseguradora codemanda-
da derivó en daño en la salud del actor y,
en consecuencia, es responsable no solo en
los términos de la póliza sino también por
aplicación del entonces vigente artículo
1074 del Cód. Civil.
Por otro lado, confirmó el monto de con-
dena pues, en su opinión, el a quo había
valorado razonablemente la prueba produ-
cía, el tipo de tareas que realizaba el actor,
el grado de incapacidad y el tiempo restan-
te de vida laboral.
— II —
Contra esa decisión, QBE Argentina
ART SA dedujo recurso extraordinario
(fs. 576/591) que fue denegado (fs. 606/607),
lo que dio origen a la presente queja (fs. 57/61
del cuaderno respectivo).
El recurrente se agravia con fundamen-
to en la doctrina de la arbitrariedad pues
sostiene que la sentencia en crisis, al de-
terminar el monto de la condena y hacerla
extensiva a la aseguradora de riesgos del
trabajo con fundamento en la responsabi-
lidad civil y en exceso a la cobertura reco-
nocida por la ley 24.557, no constituye una
aplicación razonada del derecho vigente a
las circunstancias comprobadas de la causa
y, además, carece de fundamentación. Pos-
tula también que el caso suscita gravedad
institucional. En primer lugar, sostiene que
el actor no imputó incumplimiento alguno
a la recurrente que dé sustento a una res-
ponsabilidad subjetiva pues, según el relato
de los hechos contenido en la demanda, el
accidente se produjo como consecuencia
de la mala maniobra de un tercero. De este
modo, considera que el siniestro sufrido por
el actor responde a cuestiones de tránsito y
seguridad vial ajenas al marco de actuación
de una aseguradora de riesgos del trabajo.
Por otra parte, afirma que la sentencia
no invoca pruebas que demuestren in-
cumplimientos de la aseguradora a los de-
beres de prevención, seguridad y contra-
lor previstos en los artículos 4° y 31 de la
ley 24.557 ni explica la incidencia de esos
supuestos incumplimientos en la produc-
ción del daño. Por el contrario, se refirió
a omisiones genéricas para fundar un nexo
causal entre el daño y el incumplimiento
de los deberes de prevención.
Sobre esa base, concluye que la sentencia
en crisis, en cuanto extendió la responsabi-
lidad a QBE Argentina ART SA en los tér-
minos del artículo 1074 del Cód. Civil, carece
de la debida fundamentación exigible a las
decisiones judiciales a la vez que contradi-
ce lo resuelto por la Corte Suprema en los
precedentes registrados en Fallos 327: 3753,
“Aquino” y 332:709, “Torrillo”.
Por último, se agravia de la cuantifica-
ción de daño pues considera que no se co-
rresponde con los antecedentes acredita-
dos en autos. En ese sentido, arguye que el
monto de la condena es significativamente
superior al que correspondería por aplica-
ción de la ley 24.557 y ello afecta su dere-
cho de propiedad reconocido en el artículo
17 de la Constitución Nacional.
— III —
Los agravios referidos a la atribución de
responsabilidad derivadas de un accidente
de trabajo remiten al examen de cuestio-
nes fácticas y de derecho común y proce-
sal, materia propia de los jueces de la cau-
sa y ajena a la instancia del artículo 14 de
la ley 48 (Fallos 310:860, “Gramajo”; dic-
tamen de esta Procuración General al que
remitió la Corte Suprema en el precedente
registrado en Fallos 332:2663, “Trejo”). Sin
embargo, la doctrina sobre arbitrariedad
de sentencias constituye sustento suficien-
te para la procedencia formal del recurso
en examen en tanto, por las razones que
se expondrán, la argumentación provista
en la sentencia recurrida no satisface las
exigencias de fundamentación necesarias
para considerar el pronunciamiento como
un acto judicial válido (Fallos 319:2016,
“Díaz”; 323;2155, “Delescabe”; dictamen de
esta Procuración General al que remitió la
Corte Suprema en el precedente registra-
do en Fallos 339:1608, “Slobayen”, entre
otros).
Cabe aclarar que en el caso no se en-
cuentra cuestionada la interpretación del
artículo 1074 del Cód. Civil (entonces vi-
gente) ni la posibilidad de responsabilizar
a la aseguradora en los términos de dicha
norma. Por el contrario, se discute la acre-
ditación, en el caso concreto, de incumpli-
mientos a los deberes legales de la asegu-
radora que guarden un nexo de causalidad
adecuada con el daño sufrido por el actor.
Al respecto, en el precedente “Rivero”
(Fallos 325:3265), la Corte Suprema afirmó
que “...el deficiente ejercicio del deber de
control en materia de higiene y seguridad
más allá de su naturaleza jurídica, cuya
determinación es ajena a la competencia
extraordinaria de esta Corte, no puede ge-
nerar responsabilidad con independencia
del nexo causal adecuado, ya que éste es
requisito indispensable para la proceden-
cia de la acción resarcitoria (doctrina de
Fallos 321:2144 y sus citas; 323:3765, entre
otros)” (considerando 6°). En igual senti-
do, en el caso “Torrillo” (Fallos 332:709)
sostuvo que “...no existe razón alguna para
poner a una ART al margen del régimen de
responsabilidad previsto por el Cód. Civil,
por los daños a la persona de un trabajador
derivados de un accidente o enfermedad
laboral, en el caso en que se demuestren
los presupuestos de aquél, que incluyen
tanto el acto ilícito y la imputación, cuan-
to el nexo causal adecuado (excluyente o
no) entre dichos daños y la omisión o el
cumplimiento deficiente por parte de la
primera de sus deberes legales” (conside-
rando 8°).
Ahora bien, al analizar la responsabili-
dad de QBE Argentina ART SA, la Cáma-
ra relató las disposiciones que surgen de
la ley 19.587 referidas a la seguridad en el
trabajo y a la prevención de riesgos, y se-
ñaló que las aseguradoras están obligadas
a “asesorar a los empleadores para preve-
nir y proteger”. Y, en base a ello, concluyó
luego que la recurrente “ha incurrido en
una omisión culposa que conlleva la apli-
cación del mencionado art. 1074 por lo que
debe responder no acotado al valor de la
póliza sino plena e integralmente, en for-
ma solidaria por el crédito del trabajador”
(fs. 573).
Estimo que, en este punto, le asiste razón
a la recurrente pues la argumentación de
la Cámara resulta dogmática e insuficien-
te. En efecto, la sentencia no individualizó
cuál fue la inobservancia legal en la que
habría incurrido la aseguradora, sino que
se limitó a mencionar, en forma genérica,
una supuesta omisión a su deber de ase-
sorar al empleador. Tampoco explicó qué
tipo de asesoramiento hubiera contribui-
do a evitar el siniestro, en cuya mecánica
—que arriba firme a esta instancia— se
imputa el hecho a la acción de un tercero.
De este modo, la sentencia recurrida atri-
buyó responsabilidad a QBE Argentina
ART SA sin analizar de modo suficiente
la configuración de los presupuestos en
materia de responsabilidad civil, en par-
ticular, la relación de causalidad entre el
supuesto incumplimiento que le atribuye a
la recurrente y el daño sufrido por el actor.
En conclusión, al no identificar clara-
mente los incumplimientos legales atribui-
dos a QBE Argentina ART SA que habrían
constituido una de las causas o condiciones
para que ocurriera el siniestro, ni analizar
su posible nexo de causalidad con el daño,
la sentencia apelada carece de la debida
fundamentación exigible a las decisiones
judiciales y lesiona las garantías consti-
tucionales consagradas en los artículos
17 y 18 de la Constitución Nacional (Fallos
326:3050, “Chiappe”, entre muchos otros),
por lo que se la debe descalificar como acto
jurisdiccional sobre la base de la doctrina
de la arbitrariedad.
Lo manifestado no implica expedirse so-
bre la solución que, en definitiva, se adop-
te sobre el fondo del asunto y me exime
de tratar, en esta instancia, los restantes
agravios vinculados a la cuantificación del
daño y el monto de condena.
— IV —
Por ello, opino que corresponde admitir
la queja, declarar procedente el recurso
extraordinario, dejar sin efecto la senten-
cia apelada y devolver los autos al tribunal
de origen a fin de que, por quien corres-
ponda, se dicte un nuevo pronunciamiento
con arreglo a lo expuesto. Buenos Aires, 3
de julio de 2017. — Víctor Abramóvich.
Buenos Aires, noviembre 13 de 2018.
Considerando:
Que las cuestiones planteadas en el recurso
extraordinario, cuya denegación dio origen a
la presente queja, encuentran adecuada res-
puesta en el dictamen del señor Procurador
Fiscal, a cuyos fundamentos y conclusiones
cabe remitir en razón de brevedad.
Por ello, de conformidad con lo dictami-
nado, se hace lugar a la queja, se declara
procedente el recurso extraordinario y se
deja sin efecto la sentencia apelada con el
alcance indicado. Con costas por su orden
en atención a la naturaleza de la cuestión
debatida. Vuelvan los autos al tribunal de
origen a fin de que, por quien corresponda,
se dicte un nuevo fallo con arreglo al pre-
sente. Agréguese la queja al principal, de-
vuélvase el depósito de fs. 64. Notifíquese
y, oportunamente, remítase. — Ricardo L.
Lorenzetti (por su voto). — Elena I. Highton
de Nolasco. — Juan C. Maqueda. — Carlos F.
Rosenkrantz.
Voto del doctor Lorenzetti
Considerando:
Que las cuestiones planteadas en el re-
curso extraordinario, cuya denegación
dio origen a la presente queja, encuen-
tran adecuada respuesta en Fallos 332:709
—disidencia del juez Lorenzetti—, a cuyos
fundamentos y conclusiones cabe remitir,
en lo pertinente, por razones de brevedad.
Por ello, y concordemente con lo dicta-
minado por el señor Procurador Fiscal, se
hace lugar a la queja, se declara proceden-
te el recurso extraordinario y se deja sin
efecto la sentencia apelada con el alcan-
ce indicado. Con costas (art. 68 del Cód.
Proc. Civ. y Com. de la Nación). Vuelvan
los autos al tribunal de origen a fin de que,
por quien corresponda, se dicte un nuevo
fallo con arreglo al presente. Agréguese la
queja al principal, devuélvase el depósito
de fs. 64. Notifíquese y, oportunamente,
remítase. — Ricardo L. Lorenzetti.
Autorización
para salir
del país
Procedencia. Vínculo paterno filial.
Ejecución de expensas respecto del in-
mueble en el que reside el niño. Inde-
pendencia de procesos.
La autorización para salir del país debe
admitirse, pues no se advierte la pre-
sencia de elementos de convicción que
obsten a la conveniencia de la realiza-
ción del viaje entre el progenitor y el
niño, por los beneficios que natural-
mente producen en el vínculo paterno–
filial, máxime ante su exigua duración.
121.562 — CNCiv., sala E, 25/10/2018. - B.,
J. E. y otro c. L. M., R. s/ autorización.
[Cita on line: AR/JUR/52472/2018]
2ª Instancia. — Buenos Aires, octubre
25 de 2018.
Considerando:
Contra la resolución de fs. 28, en la que la
Sra. juez de grado autorizó al Sr. J. E. B. a
viajar junto a su hijo menor T. B. a las ciu-
dades de O. y M., F., E. U. de A. desde el 30
de octubre hasta el 7 de noviembre de 2018,
alza sus quejas la presentante del escrito de
fs. 33/35, cuyo traslado conferido a fs. 36 se-
gundo párrafo, fuera contestado a fs. 40/42.
Debe señalarse liminarmente que la au-
torización pretendida es para que el menor
recién mencionado pueda viajar al exterior
del país y alojarse, durante ese breve lapso
en los hoteles cuya ubicación detallada se
menciona a fs. 10 vta., segundo párrafo.
La progenitora al fundamentar su que-
ja sostiene que se la privó de producir la
prueba por ella ofrecida (ver fs. 33, punto
II, primer, segundo y tercer párrafo), que
no se solicitó la autorización de viaje con
la suficiente antelación (ver fs. 33/34 pun-
to II, cuarto y quinto párrafo) y que “...no
se opuso al viaje del niño, sólo pidió que en
forma previa el papá evitara la subasta del
inmueble donde vive el niño...” (ver fs. 33
vta., cuarto párrafo).
Ahora bien, el Cód. Civ. y Com. de la
Nación sigue en sus artículos 642, 645 y
concordantes, los lineamientos ya estable-
cidos en el Cód. Civil, que en el supuesto de
desacuerdos entre los progenitores el juez
resolverá lo más conveniente para el inte-
rés familiar. Además, adaptándose a las
nuevas concepciones de familia y persona
humana, la patria potestad se ha transfor-
mado responsabilidad parental e incorpo-
ró el derecho de los menores de edad a par-
ticipar en todas aquellas cuestiones que
los involucren (conf. CNCivil, esta Sala, c.
113.111/2011/2/CA1 del 21/03/2018).
En el nuevo ordenamiento legal ya no hay
un poder sobre el hijo ni absoluta depen-
dencia de éste respecto de los progenito-
res, sino justamente una suma de respon-
sabilidades de los aquellos con la finalidad
de satisfacer el interés superior de los hijos
(conf. Highton, Elena, “Los jóvenes y ado-
lescentes en el Código Civil y Comercial de
la Nación”, LA  LEY del 13/04/2015, La Ley
Online AR/DOC/1008/2015; CNCivil, esta
Sala, c. 113.111/2011/2/CA1 del 21/03/2018).
Es dable señalar, en el mismo sentido, que
en toda consideración que se efectúe sobre
la cuestión puesta de relieve anteriormente
resulta primordial atender al interés supe-
rior del niño, que la ley 20.061, art. 3°, y la
Convención sobre los Derechos del Niño en

su art. 3°, inc. 1°, imponen a toda autoridad
nacional en los asuntos concernientes a los
menores, orienta y condiciona toda decisión
de los tribunales de todas las instancias lla-
mados al juzgamiento de los casos (conf.
CSJN, Fallos 318:1269, especialmente con-
siderando 10). El niño tiene derecho a una
protección especial cuya tutela debe preva-
lecer como factor primordial de toda rela-
ción judicial, de modo que, ante cualquier
conflicto de intereses de igual rango, el in-
terés moral y material de los menores debe
tener prioridad sobre cualquier otra cir-
cunstancia que pueda presentarse en cada
caso concreto. El principio que dicha norma
prevé, la protección del interés superior del
niño (que no puede ser aprehendido ni en-
tenderse satisfecho, sino en la medida de
las circunstancias particulares comproba-
das en cada caso —doctrina de CSJN, Fa-
llos 324:975—, voto de los Dres. Boggiano y
Vázquez, y 328:2870, voto de los Dres. Fayt,
Zaffaroni y Argibay), debe aplicarse con la
preeminencia que la Constitución Nacional
—art. 75, inc. 22— les otorga a los tratados
internacionales a los que nuestro país está
vinculado. (conf. Ibarlucía, Emilio A., “El
‘interés superior del niño’ en la Corte Su-
prema”, LA  LEY, 2007-E, 452 y sus citas;
CSJN, Fallos: 327:2074, 328:2870, entre
otros).
Ha sostenido nuestro Máximo Tribunal,
en este sentido, que la natural condición
de dependencia de la infancia hace nece-
sario que las instituciones contribuyan a
un resguardo intenso y diferencial, y par-
ticularmente cuidadoso, de los derechos
y garantías que asisten a los niños; con el
consecuente deber de los jueces a que ese
resguardo tenga una “efectividad directa
como mandato de la Constitución”. De ahí
que se dispone de medidas especiales para
su protección, en atención a su condición
de vulnerabilidad. En suma, el ordena-
miento le impone a la magistratura el de-
ber de “supervisión”; lo cual conlleva a una
“permanente y puntual actividad de oficio”
(conf. CSJN, Fallos 331:2691, 331:941; entre
tantos otros).
Por ello, en casos como el presente en
que por oposición de un progenitor se acu-
de a la decisión judicial, los jueces acom-
pañan una u otra postura de los padres en
base a la razonabilidad de la petición o la
oposición y según lo que más convenga al
interés del menor y el familiar.
Este análisis de la perspectiva de cada
progenitor —que como se dijera preceden-
temente debe basarse en consideraciones
de estricta razonabilidad, atendiendo al in-
terés familiar— no responde a la pregunta
de necesidad —existencia de motivos—
sino de viabilidad y conveniencia (conf.
CNCivil, esta Sala c. 113.111/2011/2/CA1 del
21/03/2018; id., Sala M, c. 26.169/2014 del
22/08/2014).
Establecido ello, no puede soslayarse
que, más allá de la notoria diferencia en-
tre la mención ahora realizada por la re-
currente en punto a que “... no se opuso al
viaje del niño, sólo pidió que en forma pre-
via el papá evitara la subasta del inmueble
donde vive el niño...” (ver fs. 33 vta., cuarto
párrafo) y lo señalado, en forma expresa,
al contestar el traslado del pedido de au-
torización de viaje (ver fs. 20/22, punto III,
primer párrafo), a criterio de esta Sala la
autorización otorgada en la instancia de
grado debe mantenerse.
En efecto, a la luz de los principios men-
cionados en este pronunciamiento, no se
advierte la presencia de elementos de con-
vicción que obsten a la conveniencia de la
realización del viaje entre el progenitor y
el menor, no sólo por los beneficios que na-
turalmente producen en el vínculo pater-
no-filial, mencionado por la juez de grado
a fs. 28 vta., segundo párrafo y siguientes y
la Sra. Defensora de Menores de esta alza-
da a fs. 52, tercer y cuarto párrafo, máxi-
me el exiguo lapso del mismo.
Por otra parte, tampoco se observa que
el solicitar la autorización el día 22 de
agosto de 2018 (ver cargo de fs. 12 vta.) se
constituya, con relación al tiempo para su
dilucidación, como un obstáculo para su
procedencia.
En otro orden de ideas, en torno a la
remisión de los autos seguidos sobre eje-
cución de expensas solicitada por la recu-
rrente y reiterada en la presentación de
fs. 53 –a criterio de esta Sala- no resul-
ta necesario a tenor de lo que surge del
acuerdo celebrado en los autos seguidos
sobre divorcio (ver fs. 42, punto II) y las
constancias del expediente seguido sobre
alimentos (ver expte. n° 33.330/2018).
Repárese, que, si bien la cuestión atinen-
te al pago y a la ejecución de las expensas
respecto del inmueble en el que reside el
menor, no puede interpretarse como una
cuestión ajena a las partes, se está deba-
tiendo en los autos correspondientes y en
el proceso de alimentos.
Por último, debe ponderarse la forma y
modo que menciona el progenitor por el
que adquirió los pasajes para el viaje y, la
cancelación de las sumas que debe abonar
en los hoteles en el que residirá con el me-
nor (ver fs. 41 vta., último párrafo).
En esa inteligencia, teniéndose en con-
sideración las particularidades expuestas,
tal como lo aconseja la Sra. Defensora de
Menores e Incapaces de Cámara en el dic-
tamen precedente, corresponderá mante-
ner la autorización dispuesta por la Sra.
juez de grado.
Por estas consideraciones y de conformi-
dad a lo dictaminado por la Sra. Defensora
de Menores e Incapaces de esta Alzada a
fs. 51/52; se resuelve: Confirmar la reso-
lución de fs. 28, en lo que fue materia de
agravio. Con costas de Alzada a la vencida
(art. 69 del Código Procesal). Devuélvase,
encomendando las notificaciones perti-
nentes a la Juez de grado en virtud de la
“Urgencia” del caso. — Juan C. G. Dupuis.
— Fernando M. Racimo. — José L. Galmarini.
Sociedades de
garantía recíproca
Acción intentada contra el fiador solida-
rio. Habilitación de la vía ejecutiva. Inne-
cesariedad de justificar el crédito en los
términos del art. 793 del Cód. Civ. y Com.
Hechos: Se revocó una sentencia que ha-
bía rechazado una acción ejecutiva contra
el fiador solidario de una sociedad de ga-
rantía recíproca.
La exigencia de justificar el crédito
conforme el procedimiento previsto
por el art. 793 del Cód. Civ. y Com., no
rige en la ejecución entre la sociedad
de garantía recíproca y el socio partí-
cipe o quienes hayan prestado fianza
por el reembolso de la suma abonada
al acreedor garantizado, pues la obliga-
ción se apoya en el contrato de garantía
recíproca y, en su caso, en la fianza.
121.563 — CNCom., sala F, 11/10/2018. -
Avaluar S. G. R. c. Freudenthal, Carlos
Juan y otros s/ Ejecutivo.
[Cita on line: AR/JUR/48732/2018]
COSTAS
Se imponen a los ejecutados vencidos en ambas ins-
tancias.
2ª Instancia.- —Buenos Aires, octubre
11 de 2018.
Vistos: 1. Viene apelado por la accionante
(fs. 406) el pronunciamiento de fs. 401/404
que, en lo que aquí interesa destacar, ad-
mitió la excepción de inhabilidad de título
y rechazó la ejecución, con costas.
El memorial de agravios de fs. 408/12
criticó sustancialmente la apreciación
otorgada al art. 70 de la ley 24.467, preci-
sando que la deuda se encontraba debida-
mente documentada en el caso con 18 che-
ques por un total de $306.741,60.
La contestación de los ejecutados An-
drea Fabiana Servidia y Federico Luis
Freudenthal corre en fs. 415/9, la de Carlos
Juan Freudenthal en fs. 421/4 y la de María
Clara Casal en fs. 426/8.
2. Como marco introductorio, debe se-
ñalarse que la ley 24.467, regulatoria de la
Pequeña y Mediana Empresa creó la figu-
ra de las sociedades de garantía recíproca,
cuyo objeto principal constituye el otorga-
miento de garantías a sus socios partícipes
y el asesoramiento técnico, económico y
financiero a sus socios (art. 33, ley citada).
El contrato de garantía recíproca tiene
por objeto asegurar el cumplimiento de
prestaciones dinerarias o susceptibles de
apreciación dineraria asumidas por el so-
cio partícipe para el desarrollo de su acti-
vidad económica u objeto social (art. 69). A
tal fin, una Sociedad de Garantía Recípro-
ca se obliga accesoriamente por uno de sus
socios por los pagos que ésta afronte en
cumplimiento de la garantía (conf. art. 6).
Y es el art. 70 de la ley analizada el que
sostiene que “...El instrumento del contra-
to será título ejecutivo por el monto de la
obligación principal, sus intereses y gas-
tos, justificado conforme al procedimiento
del artículo 793 del Código de Comercio y
hasta el importe de la garantía...”.
Ahora bien, no debe pasarse por alto
que la presente acción no se dirige contra
el socio partícipe por el reembolso de la
suma abonada al acreedor garantizado (en
el caso, Ayerza Semillas SA. cfr. fs. 8/12)
sino contra quienes inequívocamente se
constituyeron en fiadores solidarios, lisos,
llanos y principales pagadores de aquél
mediante instrumentos allegados con fir-
ma certificada notarialmente (v., fs. 234
ap. II, fs. 13/4, fs. 15/6, fs. 17/8, fs. 19/22 y
fs. 23/26, fs. 27/30).
En este marco, el contrato de garantía
recíproca y las fianzas que se pretenden
ejecutar se encuentran integrados con los
recibos de pago emitidos por la Caja de
Valores por un importe de $547.011 (véa-
se Anexo VI, fs. 144/232). Asimismo, se ha
justificado documentalmente: la deducción
de sumas provenientes de cheques de ter-
ceros entregados en pago, el producido del
remate de ciertos warrants por $114.236,23
(v. anexo 5) y de un depósito en efectivo
por $17.000, lo que permite arribar al pre-
gonado saldo adeudado de $306.741,60
correspondiente a los valores rechazados
(Anexo 4).
A partir de allí, sólo corresponde con-
cluir por que el acreedor tiene habilitada
la vía ejecutiva ya que tales instrumentos
resultan ser suficientes para promover
una ejecución. (CNCom., Sala D, “Garan-
tizar SGR c. Rodríguez Olga s/ ejecutivo”,
del 12/10/2007; Sala A, “Garantizar SGR
c. M y L s/ ejecutivo”, del 13/02/2008) y
Viernes 23 de noviembre de 2018 | 7
se encuentra acreditada la existencia de
deuda líquida y exigible por la cantidad
adeudada en los términos del art. 520,
Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación y 70,
Ley 24.467. (cfr. CNCom., Sala A, “Garan-
tizar SGR c. Asfaltos Trinidad SA s/ ejecu-
tivo”, del 07/10/2008; Sala C, “Garantizar
SGR c. Romay Pablo y otros s/ ejecutivo”,
del 19/07/2007; Sala E, “Garantizar SGR
c. Noli, Carlos H. y otros s/ ejecutivo”, del
15/05/2009, entre otros).
La circunstancia de no haberse ad-
juntado el certificado previsto por la
ley 24.467:70 en nada modifica lo expues-
to precedentemente, en tanto —tal como
ha sido interpretado tanto jurispruden-
cial como doctrinariamente en sentido
mayoritario— ese requisito se encuentra
establecido para el caso en que la enti-
dad financiera otorgante de la financia-
ción al socio partícipe pretenda ejecutar
a la S.G.R., lo que aquí no ocurre (cfr.
esta Sala, 30/09/2010, “Garantizar SGR
c. Bararte Madera SRL y otros s/ ejecu-
tivo”, Expte. COM44853/2009 y citas allí
efectuadas: CNCom., Sala B, 15/12/2006,
“Garantizar SGR c. Menichelli, Fabián
C. s/ ejecutivo”; 15/09/2006, “Garantizar
SGR. c. Sastre, Hugo A. y otro s/ ejecu-
tivo”; Sala C, 06/02/2004, “Garantizar
SGR c. Comas, Omar A. y otro s/ ejecuti-
vo”; Sala E, 11/08/2006, Garantizar SGR c.
Polito, Francisco A. y otros s/ ejecutivo”,
entre otros; Fariña, Fernández Campón
y Raoinolter, “Régimen de Pequeñas y
Medianas Empresas, ley 24.467, Comen-
tada”, Astrea, 1996, p. 179; en el mismo
sentido, Nissen, Ricardo A., “Comentarios
a la ley 24.467 de creación de sociedades
de garantía recíproca”, LA  LEY 1995-D,
1183).
Es decir que, la exigencia de justificar
el crédito conforme el procedimiento pre-
visto por el art. 793, Cód. Civ. y Com. de
la Nación, no rige —como el supuesto de
autos— en la ejecución entre la S.G.R. y el
socio partícipe o quienes hayan prestado
fianza por el reembolso de la suma abona-
da al acreedor garantizado, pues la obliga-
ción se apoya en el contrato de garantía
recíproca y, en su caso, en la fianza.
3. En función de lo expuesto, se resuelve:
revocar el decisorio en crisis y sentenciar
esta causa de trance y remate contra Car-
los Juan Freudenthal, María Clara Casal,
Federico Luis María Freudenthal, Andrea
Fabiana Servidia, Juan José Durán y Bea-
triz Ángela Mancuso hasta hacer a la acree-
dora Avaluar SGR efectivo pago del capital
reclamado de $306.741,60 con más los inte-
reses convenidos en la cláusula 3a del con-
trato de garantía (v. fs. 8/12, en la medida
que éstos no exceden el límite de licitud que
esta Sala fija en dos veces la TABN para
sus operaciones de descuento comercia-
les, v. 24/11/2009, “Banco Credicoop Coop
Ltdo. c. Ameri, Felisa del C. s/ ejecutivo”;
id., 03/04/2012, “Autocash Argentina SA
c. Mendoza, Sergio G. y otro s/ ejecución
prendaria”; id., 26/03/2013, “Bonafide SAIC
c. Expendors SA y otro s/ ejecutivo”, entre
otros) desde la fecha de los rechazos ban-
carios de los 18 cheques individualizados
en fs. 236/6 vta. (arg. art. 38, Ley 24.452) y
hasta su efectivo pago, sin capitalizar.
Las costas se imponen a los ejecutados
vencidos en ambas instancias (art. 558,
Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación).
Notifíquese (Ley N° 26.685, Acs. CSJN
N° 31/2011 art. 1° y N° 3/2015). Fecho, de-
vuélvase a la instancia de grado. Hágase
saber la presente decisión a la Secretaría
de Comunicación y Gobierno Abierto (cfr.
Ley N° 26.856, art. 1°; Acs. CSJN N° 15/13,
N° 24/13 y N° 42/15). Firman solo los sus-
criptos por encontrarse vacante la voca-
lía N° 17 (art. 109 del Reglamento para la
Justicia Nacional). — Rafael F. Barreiro. —
Alejandra N. Tevez.
8 | Viernes 23 de noviembre de 2018
jurisprudencia agrupada
con Legislación y Doctrina
Emoción violenta
I. Legislación aplicable
1. Cód. Penal, art. 81, inc. 1º, apart. a).
II. Jurisprudencia
1. El homicidio perpetrado por la impu-
tada no fue bajo emoción violenta, dado
que no hay prueba alguna que dé cuenta de
un ataque intempestivo de la víctima, aun
cuando el encuentro con la occisa pudo ge-
nerarle un estado de alteración emocional,
al corroborar que ésta seguía mantenien-
do una relación afectiva con su pareja, de
quien estaba embarazada; a lo que se suma
que el informe psiquiátrico no revela una
personalidad desordenada, sino la com-
prensión del alcance de sus actos y podía
dirigir sus acciones.
STJ Formosa, 17/05/2017, “A., R. d. M. s/
homicidio en concurso real con homicidio
criminis causa”, LLLitoral 2017 (noviem-
bre), 12; LL AR/JUR/37081/2017.
2. El acusado debe ser condenado a la
pena de prisión perpetua por la comisión
del delito de homicidio agravado por el
vínculo dado que, pese a los intentos de
su defensa, de una valoración de los actos
anteriores —amenazas telefónicas, ame-
drentamientos y destrucción de bienes ma-
teriales—, concomitantes y posteriores al
evento que acabó con la vida de la víctima,
se descarta que el encartado haya actuado
en estado de emoción violenta en los térmi-
nos del art. 81, inc. 1º del Cód. Penal, frente
a la revelación hecha por la fallecida de que
no quería continuar más con su vínculo de
pareja que hacía siete meses tenía una re-
lación con otro hombre.
TCP Buenos Aires, sala III, 01/11/2016,
“I., R. A. s/ recurso de casación”, LL AR/
JUR/77294/2016.
3. El hecho condenado como homicidio
agravado por el uso de arma de fuego en
estado de emoción violenta en grado de
tentativa debe ser recalificado quitando el
atenuante, en tanto la imputada fue al en-
cuentro de la víctima portando un arma de
fuego, le disparó en varias oportunidades
logrando herirlo y, al quedarse sin muni-
ciones, continuó golpeándolo en la cabeza
para luego darse a la fuga, con lo cual se
colige que no existió arrebato emocional
sino un claro dominio de la situación.
TCP Buenos Aires, sala IV, 09/06/2016,
“A., G. del V. s/ recurso de casación in-
terpuesto por agente fiscal”, LL AR/
JUR/37829/2016.
4. Un hombre que, estando separado de
hecho de su esposa, la encontró en la vía
Propiedad de La Ley S.A.E. e I. - Administración, Comercialización y Redacción: Tucumán 1471 (C. P. 1050 AAC) Teléfono: 54-11-4378-4765 - Bs. As. Rep. Arg. - Registro Nacional de la Propiedad Intelectual Nº 5074180
pública y le asestó un puntazo en el abdo-
men a la altura del hígado con un elemento
punzo-cortante generándole lesiones de
carácter grave debe ser condenado por el
delito de tentativa de homicidio agravado
por el vínculo, pues si bien la defensa in-
vocó un estado de emoción violenta que
condicionara su accionar, este suceso no
se condice con uno caracterizado por la
impulsividad, la irreflexión y la pérdida
de frenos inhibitorios, sino más bien con
la conciencia y voluntad de terminar con
su vida o por lo menos sin descartar esa
posibilidad, frustrada por causas ajenas a
su voluntad.
CFCP, sala II, 06/10/2015, “R., E. A. s/ re-
curso de casación”, LA  LEY, 04/03/2016,
4 con nota de Enzo Finocchiaro; LA  LEY,
2016-B, 38 con nota de Enzo Finocchiaro;
DFyP 2016 (abril), 98 con nota de Enzo Fi-
nocchiaro; LL AR/JUR/37774/2015.
5. La sentencia que condenó al imputado
por el delito de homicidio simple en grado
de tentativa en concurso real con resis-
tencia a la autoridad debe ser confirmada
si no se verificó la atenuante de emoción
violenta alegada por la defensa, toda vez
que los testimonios rendidos y la conducta
posterior del encausado permiten visuali-
zar a una persona propensa a la reacción
al tomar un vehículo, atravesar un portón
que se encontraba cerrado y huir, habiendo
luego sido encontrado por las fuerzas poli-
ciales, quienes debieron interponerse en su
camino para impedirle eludir el accionar
policial.
STJ Corrientes, 21/04/2015, “M., O. R.
s/ tentativa de homicidio”, LLLitoral 2015
(septiembre), 856; LL AR/JUR/5453/2015.
6. La sentencia que descartó la configu-
ración del homicidio cometido en estado
de emoción violenta no puede considerar-
se arbitraria si el tribunal, para evaluar
si se dio ese grado de afectación emotiva,
tuvo en cuenta las circunstancias del caso
concreto, que le permitieron concluir que
la conducta del enrostrado, previa al he-
cho y durante su desarrollo, importó una
actuación coherente incompatible con un
estado emocional intenso, de la magnitud
que requiere la figura atenuada, en donde
los actos de incoherencia son típicos, por-
que, justamente, la capacidad valorativa
se encuentra en un umbral mínimo.
CJ Salta, 01/12/2014, “A., M. G. s/ recurso
de casación”, LL AR/JUR/74356/2014.
7. La sentencia por la que se condenó al
imputado por el delito de lesiones graves
atenuadas por estado de emoción violen-
ta debe ser modificada en su calificación
Impreso en La Ley, Rivadavia 130, Avellaneda, Provincia de Buenos Aires.
por el delito de lesiones graves, ya que la
agresión primigenia estuvo en cabeza de
la víctima, pero finalizada la reunión fue el
imputado quien se dirigió en busca de una
nueva agresión, todo lo que permite en-
tender que no se verificaron los elementos
constitutivos de la emoción violenta, máxi-
me visualizando en el imputado una perso-
nalidad propensa a la reacción, resultando
esto acreditado con los testimonios y su
conducta posterior a la discusión.
STJ Corrientes, 27/11/2014, “C. V. M. s/
lesión grave dolosa”, LA  LEY, 25/02/2015,
10; DJ, 15/04/2015, 53; DJ, 22/04/2015, 42;
LL AR/JUR/64715/2014.
8. El homicidio y las lesiones consuma-
dos por el imputado debe resolverse dentro
del contexto de la emoción violenta como
atenuante típico, toda vez que la particular
escena protagonizada por su pareja y el oc-
ciso en la cocina de un bar representó el de-
tonante que lo llevó a reaccionar inmediata
e impulsivamente, pues herido profunda-
mente en sus sentimientos y honor ante
un cuadro de infidelidad apreciado desde
su perspectiva —y no por él provocado—
edictos
El Juzgado Nacional de Primera Instancia
en lo Civil y Comercial Federal N° 8, a cargo
del Dr. Marcelo Gota, Secretaría N° 16, a mi
cargo, sito en Libertad 731, 7° piso de Capital
Federal, hace saber que TORRES FERREIRA
GLADYS CONCEPCIÓN, nacida en José
Fassardi, Paraguay, el 19 de abril de 1966,
con D.N.I. N° 92.390.763, ha peticionado la
concesión de la Ciudadanía Argentina, a fin
de que los interesados hagan saber a este
Juzgado las circunstancias que pudiesen
obstar a dicho pedido. El presente deberá
ser publicado por dos veces en un lapso de
quince días en el diario “LA  LEY”.
Buenos Aires, 28 de septiembre de
2018
Sebastián Andrés Ferrero, sec.
LA  LEY: I. 23/11/18 V. 23/11/18
“DELGADO, ANA FLORENTINA C/ BOS-
TON COMPAÑÍA ARGENTINA DE SEGU-
ROS S. A. Y OTRO S/DAÑOS Y PERJUI-
CIOS (ACC. TRÁN. C/LES. O MUERTE)”
(91.735/2015). El Juzgado Nacional de
Primera Instancia en lo Civil N° 104, sito
en la calle Talcahuano 490, piso 1°, de esta
Ciudad, le notifica por el plazo de 2 días al
demandado TEODORO CORONEL AQUILE-
RA, que con fecha 21 de septiembre de 2016,
fue declarada su rebeldía, y que las sucesivas
resoluciones que se dicten en el expediente
se la tendrán por notificadas en la forma es-
tablecida por el art. 133 del CPCC. Publíquese
por dos días en el diario LA LEY. Fdo. Andrés
Guillermo Fraga. Juez Nacional en lo Civil.
Buenos Aires, 9 de noviembre de 2018
Gabriel Tamborenea, sec.
LA LEY: I. 22/11/18 V. 23/11/18
El Juzgado Nacional de Primera Instancia
en lo Civil y Comercial Federal N° 3, a cargo
del Dr. José Luis Cassinerio, Juez Subro-
Síganos en /thomsonreuterslaley @TRLaLey
y motorizado por un intenso e incontrola-
ble grado de ira y furor agredió, en primer
lugar, tanto física como verbalmente a su
pareja, para luego asestarle un penetran-
te puntazo en su cuello a su acompañante,
quien falleció.
CCrim. 2a Nominación de Catamarca,
03/02/2014, “S., G. F.”, LLNOA 2014 (abril),
321; LLNOA 2014 (mayo), 427; LL AR/
JUR/453/2014.
III. Doctrina
1. CRESPO, Álvaro E., “Los estados emo-
cionales violentos en el marco de la culpa-
bilidad”, DPyC, 2017 (mayo), 39; LL AR/
DOC/987/2017.
2. ESCALANTE, Daniel A., “Emoción
violenta en el Código Penal argentino”, DJ,
25/03/2015, 1; DPyC, 2016 (mayo), 25; DJ,
28/09/2016, 8; LL AR/DOC/1670/2013. l
Jorge A. Diegues
Cita on line: AR/DOC/2409/2018
gante, Secretaría N° 5, a cargo de la Dra. tuviere conocimiento de algún acontecimien-
Ana María Álvarez, sito en Libertad 731, to que estimara podría obstar a dicha conce-
4° piso de esta Ciudad, hace saber que el sión, deberá hacerlo saber a este Juzgado.
Sr. SAADY HORACIO PACHECO VILLA- Publíquese por dos días en LA  LEY.
RROEL, D.N.I. N° 92.859.887, de naciona- Buenos Aires, 29 de octubre de 2018
lidad boliviana, ha solicitado la declaración Roberto S. Muzio, sec.
de la “Ciudadanía Argentina”. Cualquier LA  LEY: I. 21/11/18 V. 22/11/18
persona que conozca algún impedimento
para la concesión de dicho beneficio podrá El Juzgado Nacional de Primera Instancia en
hacerlo saber a través del Ministerio Públi- lo Civil N° 43, sito en Uruguay 714, entrepiso,
co, dentro del plazo de quince días. Publí- a cargo del Dr. Julio Fernando Ríos Becker,
quese por dos días en “LA LEY”. Secretaría Única a cargo del Dr. Marcelo Juan
Buenos Aires, 25 de octubre de 2018 Cappella, cita y emplaza a TAMARA IRIS
Ana María Álvarez, sec. fed. ORFALI, DNI N° 24.515.314 y a ALFREDO
LA LEY: I. 22/11/18 V. 23/11/18 ORFALI, DNI N° 27.011.448, a fin de que
comparezcan en autos “BANCO CREDI-
El Juzgado Nacional de Primera Instancia COOP COOP. LTDO. C/ M.A.T.Y.A. SAIIC Y E.
en lo Civil y Comercial Federal N° 5, Secre- Y OTROS S/ EJECUTIVO”, Expte. 60955/14
taría N° 10, sito en Libertad 731, piso 10° de a estar a derecho en el plazo de 5 días bajo
Capital Federal, hace saber que BRAINER apercibimiento de designarse defensor oficial
YOHANSER GRULLART MUÑOZ, DNI que lo represente. El presente se publicará
N° 94.539.541, de nacionalidad dominicana por dos días en “La Ley”.
y de ocupación empleado, ha iniciado los trá- Buenos Aires, 26 de octubre de 2018
mites tendientes a la obtención de la Ciuda- Marcelo J. Cappella, sec.
danía Argentina. Cualquier persona que tu- LA  LEY: I. 21/11/18 V. 22/11/18
viere conocimiento de algún acontecimiento
que pudiere obstar a dicha concesión, deberá El Juzgado Nacional de Primera Instancia en
hacer saber su oposición fundada al Juzga- lo Civil y Comercial Federal N° 8, a cargo del
do. Publíquese por dos veces, en el lapso de Dr. Marcelo Gota, Secretaría N° 16, a mi cargo,
quince días en “LA  LEY”. sito en Libertad 731, 7° piso de Capital Federal,
Buenos Aires, 31 de octubre de 2018 hace saber que PEÑALOZA EGAS, JUANA
M. Andrea Salamendy, sec. EDITH, nacida en Chilca, Huancayo, Perú, el 18
LA  LEY: I. 21/11/18 V. 21/11/18 de octubre de 1971, con DNI N° 92.845.169,
ha peticionado la concesión de la Ciudadanía
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en Argentina, a fin de que los interesados hagan
lo Civil y Comercial Federal N° 10, Secretaría saber a este Juzgado las circunstancias que pu-
N° 19, sito en Libertad 731, 9° piso de esta diesen obstar a dicho pedido. El presente deberá
Ciudad, informa que HANDY KAREN BAL- ser publicado por dos veces en un lapso de quin-
DERRAMA UMALLA, de nacionalidad bo- ce días en el diario “LA  LEY”.
liviana, con DNI N° 94.816.775, ha iniciado Buenos Aires, 22 de octubre de 2018
los trámites tendientes a obtener la Ciudada- Sebastián Andrés Ferrero, sec.
nía Argentina. Por ello cualquier persona que LA  LEY: I. 21/11/18 V. 21/11/18