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«Pierre Menard,

autor del Quijote»


Esquema semántico del tópico
de la crítica literaria

E, la obra de ficción de Jorge Luis Borges es frecuente el tema de [a parodia


de la critica literaria. Una ilustración de este aspecto la ofrece uEI Alephu, en el hs-
quejo humorÍstico del crÍtico (poeta) Carlos Argentino Daneri. Como se recordará, en tBorges, Jorge Luis, El
Neph, Eruce, Buerus Ai¡es,
esecuerto, Ia configuración paródica del crítico carieaturiza su estilo de enunciación
Ml. Wnnn fdicióu po4s.
que hnto «fustiga a los rnalos po€tas» como aprueba y comenta (con so[ora satisfac. 151.1ó9.
ción, Ia lectura de algunas de sus estrofasr. Pues bien, este mismo recurso aparece 2 Borgu, lorge Luis, Fic-
cioles, E¡wté, Bucnos Aircs
en el cuento nPieue Menard, autor del Quijote,'. I¿ diferencia enffe uno y otro cuenlo
kimaa edición (amru reim-
estriba e[ que, mientras en *EI Alephr, la parodia no reviste sino un carácter de presión¡, 1%3, págs. 4157.
divertimento, sin trascender a la estructura total de la ficcion en nPierre Menard, 3 nUn discurso es conside-

autor del Quijote", constituye un principio constructivo que organiza la interrelación rado poético en la conjun-
ción de estructuras lingüís-
de discurso y tema simbolico en el relato. tícw y metalengu, y en re-
En otros términos y de acuerdo con una teoria del texto literario -definido como Laciét con un canjunto de
teÍtos (memañn cuhural lo
un suhconjunto del conjunto textor-, en €ste trabajo se propone ia descripción del
índividual) que le sinen de
trayecto de transformaciór de estructuras verbosimbólicas, esto es, estructuras [in- marco de referencia al te*
güísticas transformadas en literarias mediante «un proceso intencional (consciente) to en cwstiotr un lexlo no
es poélico por sí wixno si-
en cuanto intención de producción,. no en relqtión con olros tex-
Este proceso -según señala Mignolo- depende en el texto literario además, del ¡ss». Mignolo, Waher: Ele-
mentos par¿ una teoría del
conocimiento, por parte del emisor y receptor, de los códigos pragmáticos situaciona-
texto literario. Crílica, Bar-
les *y de la presencia de una metalengua que impone un principio externo a las es- ulonn, f978, pa1. fifi.
tructuras verbales y {r esta opración- condiciona Ia marca intencional del emisor a Mignolo, Walter, Elemtrv
y Ia inferencia interpretativa del receptor,'. En uPierre Menard, autor del Quijoter, ts para una teoría dd texto
literario. Críticq Baralonq
la descripción de estas estructuras verbo-simbólicas se proyectará en la correlacion 1978, pá9. 14.
440

de las estructuras hipercodificadas por Ia metalengua de la critica literaria y el prffi+


so de enunciacion, concebido como enunciacion de un texto *iti$, en que el escritor
«se enuncia escribiendo»5.
El texto de Pierre Menard, autor del Quiiote, se puede caracterizar c0m0 un discur.
so pan€girico dedicado al personaje Pierre Menard, De acuerdo a Ia retórica, este
trpo de discurso se construye en la oposicién conceptual de elogio y vituperio, base
del juicio estimativo de la crítica literaria'.
Textualmente, la ficción se organiza en una superposicion discursiva del discurso
del crítico, autor del panegírico y del discurso citado y aludido de Piene Menard-
ksde este pmto de vista, el discurso del critim es una amplificacion del discurso
de Menard, sobre su «proyecto nsombroso» de reescribir e] Quiiou.
Por otra parte, la índole discursiva de la ficción -su dialoguismo manifiesto en
la apelacion del lector ficticio (el }ector del periódico en que escribe el crítico)- hace
premlecer en el texto la argumentacion sobre la nanacion,
Ia semiosis, o intención de produccion er el texto de Borges, se inferirá en este
trabajo desde el punh de vista del rec€ptor. En primer lugar se considerará la semio'
sis producida en el efecto paradójico y humorístico de una serie de contradicciones
entre los enunciados del terto'.
t Bemtenste, Emile, oL'ap
pareil tormel de l'enoncia- En segundo lugar, con el proposito de establecer el sentido simbólico de la ficcién,
tionu. l¿ngages, no 17, págs. se recurrirá al concepto de toplogía üscursiva, En conjunto, las dos instancias des-
12-18.
criptivas prmitirán demostrar que, en oPiene Menard, aubr delQuijoteu, elesque
6 Las caugor{as de la es-
ma semantico de elogio y vituperio alcanza categoría de principio constructivo que
timatio son fa Iaus y la vt-
tuperio: Latsberg Heinrich prorrr¡,H/e la relaciou hunoQica entre la organiacim del discurso y Ia prryaciur temática
Manual de retórica litera- En el nivel de los enunciados se pued€ presuponer que las cortradicciones generali-
ria. Gredos, MaÁrid, 19ó6,
zada$ en el texto implican relaciones translingiiÍsticas, que aportan a los enunciados
Tomo l, P,ágs. ll-60.
7 una información suplementaria que obliga al receptor'analist¿ a situar los enunciados
Entre estas conlradiccio-
nes, la más espectac$lfir es en un conkxto que explicite dicha informaciau En otras palabras, las contradiccioues
la que x organiTp en el co* del texto se pueden considerar como el producto de la discrepancia del sentido literal
traste dt, la primera prop*
de los enunciados y de su sentido referencial introducido en el texto, por los cdigos
sición del texto: «Le, obla
vsible que ka deiado este pragmáticos puestos en relación por la metalengua literaria.
nwelista es de facil y bre- Tal sistema de contradicciones se localiza al organizar Ia información conceptual
ve enumeracióno y la enu-
que se recibe en Ia lectura.
mcruiiel de sus exita qtc
Itmcioruría como demoslra- La forma de organización conceptual más importante del texto es Ia dicotomía, da-
ción de dicho werto. da su mincidencia con el esquema semántico & elogio y vituperio de la crítica litera-
ü Migtwlo, Watter, Elerrcn-
ria. Pero ambién se pueden describir otras como jerarquías e imbricaciones'.
tos para ura tmría del texto
I iterario. E dilo riat C ríti¡s,
En sintesis, cada ün0 de los niveles de descripión, el del enunciado y el de la topo.
Btrcelffia, tfl& págs. 3AilL logía discursiv4 serán abordados en conformidad a la teoría del texto aquí expuesta.
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I. Nivel del enunciado


Al limitar las observaciones exclusivamente a las relaciones serniánticusintácticas,
se advierte el carácter esquemático de la oposición valorativ4 por cuanto elogio y
vituperio no tienen expresión literal, sino unicamente son discernibles por un acto
de interpretación semántica. §intácticamente, el esquema se proyesra en un sistema
de arnplificación que coresponde al procedimiento retórico de la paráfrasis.
I^a paráfrasis --roffio se sh- es una explicación o interpretacion amplificativa
del texto. Mediante esle recurso, el esquema semántico se expande en los dos sentidos
contrapuestos de elogio y vituperio.
Estrucfuralmente, la paráfrasis se puede describir como un modelo sintáctico que
íe organiza en una serie sisrcmática de enunciados dicotómicos pam poner en funcio
namiento ciertos detalles concretos de Ia enunciación.
En el texto se presenta c0m0 un encadenamiento de secuencias que dispuestas con
regularidad se convierten en un verdadero eje semántico. Desde cada una de estas
secuencias, que pdríamos considerar como enunciados de base, deriva¡ otras, en
la doble direccion del elogio y del vituperio. Semánticamente, estas últimas asumen
un valor c+textual, dependiente y complementario, son piezas fragm€narias de un
todo semántico, Sintác¡icamente, propenden a la circularidad al rolver su sentido al
punto de partida. Una breve seleccién de textos puede ilustrar Io dicho:

Ser en el siglo veinte un novelista popular del siglo diecisiete Ie pareció una dismi-
n¡rción. Ser, de alguna manera Cervantes y llegar al Quijote le pareció menos arduo
-por consiguiente, menos interesante- que seguir siendo Pierre Menard y llegar al
Quijote, a través de las experiencias de Pierre Menard.
El texto de Cervantes y el de Menard son verbalmente idénticos pero el segundo
es casi infinitamente más rico. (Más ambiguq dirán sus detractores; pero la ambigüe-
dad es una riqueza,)
Mi complaciente presursor no rehusó la colaboración del azar: iba componiendo
la obra inmortal un poco a la diabld, Ilevado por inercias del lenguaje y de la inven-
cion. Yo trg contraÍdo el misterioso deber de remnstruir literalrnente su sbra espontána.

Para la delimitación semántica de los enunciados definiremos Ia paráfrasis en [un-


cion de la coordinación de enunciados comparativos, uno en la dirección del elogio
y el otro en la del vituperio. La oposición semántic¿ se exterioriza en relaciones co-

te¡tuales -esto es entre enunciados- que op,eran contrasüvamente tanto entre algu-
nas unidades léxicas compnentes de cada enunciado, c0m0 en el sistema de conecto-
r€s que unen los enunciados,
I¡s enunciados se pueden describir a partir de un eje semántico establecido por
un juicio de valor que se pude represemtar en el siguiente diagrdma. Asi para los enuncia&c
nNo queria compo¡tfr otro Ourjote, sino e] Quijote» se establ«en los campos con-
ceptuales CC, y C$, respectivamente.
Valor

,:ffih,, vt otro Olijote

Aparte de esle ejemplo se expone la ambigüedad de los enunciados mediante la


polisemia del término &ijote.
Encontramos un enunciado similar:
«A psar de estos tres obstáculos el fragmentario Quijote de Menard es más sutil
que el de Cervantes.,

Este, de un modo burdo opone a las ficciones caballerescas la pobre realidad pre
vinciana de su pais.
Menard elige como orealidad, la tierra de Carn€n durante el siglo de f.epanfo y de tope.

La ambigüedad del término *realidad, igualmente que en el ca§o anterior, se basa


en la polisemia,.
Si en estos casos hacemos intervenir un significado suplementario organizado por
códigos pragmáüms que hacen variar el sentido de estos términos, tendríamos que
la diferencia semántica, en el ejemplo 1, en concomitancia con el sentido adversativo
de la mnjunción sino, escinde el campo de información en dos sentidos:
1. en el vituperio en que aQuijote» se puede entender metonÍmicamente como el

c Kfisteva, lulia. Deline el continente por el contenido del libro;


cn\eplo: *el sigtrficmte de- 2. en el elogio en que «Ouijote», se hace inteligible en un sentido antonomásico
signa al menw dos signifi- de excelencia, de prfección en grado superlativo.
cqdos, la forma remiteute
Esto significaria un cambio de registros de los códigos pragmáticos puestos en rela-
c al menos dos contenid,u,
et contenido supone par lo cion en el camp de la referencia implicada er cada uno de los enunciados.
merns das ínterpretaciatus, La contraücción surge de la oposición de los términos con valores distintos en la
y hata eJ iufirun... Kti*
así
referencia. Estos valores tienen un alcance de referencia cultural implícita. Se descu-
teva,lulia, Semiótica 2. E4:
torial Fmdamentw, ltatlrid" bre que mientras Ia dirección:
1978, pág. 24. l. se rcferiría al aspecto material del libro la dirección.
1o Posiblemente el código
2. designaria al 0uijote c0m0 un objeto ideal, como prducto cultural inserto en
cultural más importante del
texto (y gue permitiría re- el código de cultura francesa inteligible mediante el mcionalismo cartesiano',,
solver fodas las contradic- EI término «realidad, de los enunciados siguientes resulta igualmente ambiguo.
cianes del texto) es el dcl
Desde el punto de üsta del receptoranalista la ambivalencia puede interpretarse
rwiodisttp artpitwa. E sa
presuposición se ve confir- c0m0 una contraposicién valorativa e[tre dos culturas enfrentadas en Ia perspectiva
mada en una seie fu citu del ernisor+rítico literario que escribe la ¡ota elogiosa sobre Pierre Menard.
y alusiow: a nombru y for-
mas de pensamienfo conec- En consecuencia, el recurso de incorporar regi$ros culturales para interpretar el
tados s Dua.rles. senüdo de ios enunciados en sus relaciones contertuales, permite expliciar el sistema
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de contradiccioues generadas a nivel de literalidad que establecen una problemática


en la legbilidad del texto.
Un e!:mplo rrás permitin obsenr¿r eshs relaciorres de conte{to insertas en los enrurciados.
Se trata de uno que contrapone la cultura española a Ia cultura francesa Para faci
litar la esquematización valorativa, organizaré verticalnente los enunciados. Esto per-
mitirá visualizar por una parte, la ruptura de linealidad entre los enunciados y por
otra, la transformación de las €structuras verbales en verbosirnbolicas en el sentido
de la sobredeterminación retórica que las constituye.
«¿Por qué precisamente el Quijorc? Dirá nuestro lector.,

Esa preferencia en un simbolista de Nimes,


un espanol, no hubiera devoto esencialmenh de Poe,
sido inexplicable, que engendró a Baudelaire,
pero sin duda lo es en que engendió a Mallarme,
que engendró a Valéry,
que engendró a Edmond Teste.

La secuencja, como se puede apreciar es bastante compleja.


En ella alteman, por ttna parte la organizacion adversativa y pCIr otra la enumeración.
El análisis de Ia serie enurneratila proporciona dos datos de estructuracion:
El primero se refiere a la anáfoia, al valor de su fu¡rcionamiento dentro de la serie.
Como pude veñe, la frase que engendrú repetida al comienzo de cada frase enumera-
da establece una relacior¡ de implicancia effr€ el nombre de Poe y el de cada uno
de los poetas ciados. Es este nombre el que determina el sentido de los otros nom-
bres. En otros términos, ausente la refercncia a Poe, la serie carecería del elemento
sisternaüzador necesario para dar sentido al conjunto. Se pude establece¡, entolces,
una con€spondencia entre esta descripción y la definición de anáfora" que dice que
un segmerto de discurso se llama anafórico cuando para darle una interpretacion
$iquiera meramente literal) es preciso remitirse a otro fragnento del discurso. El
sqmento al cual remite el anafórico ha sido denominado como interpretante «fuente
serruintica o antecedenter. En la descripcion hecha, cada uno de los nombres de los
pmlas serÍa un interpretando, el nombre de Poe el interpretante o Ia fuente semántica
necesaria para la inteligibilidad del sentido de cada unq sentido Iimitado y orientado
por el nombre de Poe, Pero lejos de ser este nombre una simple alusión, es un signo
que adquiere su valor a su vez del orden de los otros signos dererminados pr el lt lswald DucroÍ y Tzve-
término nsimhlista». Seria un rasgo restrictivo que detennina el contexto del enrm- tan Todsrov, Diccionario en-
ciclopedico de las ciencias
ciado. Establecemos así, ea la estructura, el dato segundo que se refiere a la función
del lenguaje. Siglo veintiu-
sinonÍmica que presenta este tipo de enumeracion, Esto, porque la serie rzune la sin- no, Arguttin4 Bwttu Aires,
taxis (la seriación) a la semántica (la sinonimia)". En la serie se puede observar que 1975, segunda edición, pá9.
323.
cada una de las citas enumeradas se constituye en sinénimo gracias a las restricci+
t2 Kristeva, /aiia, Semióti-
nes impuestas por el interpremnte, a la relación de reciprocidad con el todo que orga- ca2, Editonal fundamcn
niza el nombre de Poe. I¿ serie enumerativa, por último, al corresponder a una orde tos, Madrid, 1978, p,ig. a0.
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nación cultural y empírica se presenta c0m0 progresién que hace verosimil que el
último término enumerativo: nque engendro a Edmond Teste,, personaje ficticio, co-
mo sabemos, se formule como el resultado légico de la genealogía de simhlistas insti-
tuidas a partir del nombre de Poe y posible de pronosticar mediante el racionalismo
cartesiano,
Edmond Teste no es menos posible en Ia cultura francesa que lo que El Quiiote
de Pierre Menard puede serlo. En otros términos, en la cultura francesa sí es explica-
ble la reescritura del Quiiote en los términos ideales imaginados por Pierre Menard.

IL Topologra discursiva
EI concepto de topolo$a discursiva describe la conexión sujetodestinatario que se

instaura en una relación ¡ntertextual, En «Pierre Menard, autor del Quijoten el texto
delcrítico remite al texto de Menard. Entre ambos se est¿blece una relación de seme-
janza, rasgo básim de Io que Julia Kri$eva denomina verosimil semántico. Lo verosi-
mil, en *Pierre Menud, autor delOuijoter, se exterioriza en uir discurso, el del crítico
que refleja otro discurso, mediante la simplificación y Ia pardia. En esta relacion,
y en cumplimiento de Ia verosimilitud, se verifica «una conjuntación (gesto simbolico
pr excelencia, e,[, griego simbalain = juntar) de dos discursos diferentes, uno de
los c"uales (el discurso literario segundo) se proyecta en el otro que le sirve de *pjo,
y se identifica en el más allá de la diferenciau". E[ nexo entre los discursos es uel
prinoplo natu¡al, que virrcula el terto a la üda y oroo csemantcmas, del principio natural.
En esta dinámica de retocamiento, de reproducción del texto por oro, el sujeto
del discurso considera cpmo Otro a su inter-locutor (a sí mismo) con el que, con ello
mismo, se identifica.
En consecuencia, en el elogio hiperbólico de Menard en la magnificación de su em-
presa de re-pemar el Quijote, el sujeto del discurso, el crítico -se funda a si mismo
en un lenguaje que ambiguamente lo confina al anonimato y Io proyecta identificativa-

ti mente en el 0tro, en Pierre Menard-,


Kristevg J¿liu, Serniótic
2, Editoriol F unlcwentos, La dialéctica del Mismo/el 0tro ilustra la topologia de la identific¿ción en el discur.
tuladnd, fWE, p,á¿. 28. so panegírico de Pierre Menard, autor del Qijote.

Marta Rodríguez

r. ,.:. ..¡i: Siguieile


i:*-titéd )

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