Sección I.IMÁGENES E INTERPRETACIONES DEL
“Al principio se
PENTECOSTALISMO LATINOAMERICANO
¿De qué se trata?
Estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a
otros: ¿Qué quiere decir esto? Hechos 2:11, 12
Por muchos años los grupos pentecostales quedaban a la
margen del cristianismo y de la sociedad. Casi las únicas personas
que hicieron caso a los pentecostales eran ellos mismos y de vez en
cuando algún periodista que investigó unas sectas curiosas. En los
cincuenta, después de unas indicaciones que el movimiento atraía
cada vez más reconocimiento, lo todo cambió con la publicación
de varios libros por eruditos, obviamente por su difusión rápido y
extenso. Como escribió Martin Marty, un respetado observador de
la escena religiosa, el pentecostalismo es el “único espectáculo
religioso que haya”.
El pentecostalismo, aunque se radicó en la América Latina
desde el principio del siglo XX, no captó la atención del público
hasta los ochenta. Pocos de los escritores que tomaron nota de
estos grupos los vieron como un acontecimiento notable y positivo.
La mayoría de ellos los vieron como una intrusión o, peor, una
amenaza a la cultura tradicional y a la moral de la sociedad.
Solamente de vez en cuando algún observador hizo un comentario
halagador. El respetado director del Seminario Unión de Nueva
York, John M. Mackay en 1933, después de una gira a través del
continente refirió a un movimiento que empezó en Chile en 1910
1
bajo el liderazgo de un ministro metodista.
caracterizaban sus cultos por conducta extravagante. Sin embargo,
los nuevos creyentes exhibieron una pasión incandescente, y el
movimiento se difundió por aldeas y pueblos. Sus adherentes [en
Chile en 1933] ahora ascienden a entre diez y quince mil, o sea
más de doble el número de metodistas y presbiterianos en el país.
Los eruditos que han estudiado a fondo este movimiento relatan
que ha producido una moralidad superior entre sus miembros.
Desde las clases marginadas de la sociedad los pentecostales se
han ascendido para alcanzar a las personas de las clases más altas.
Las expresiones extravagantes tienden a desaparecer de las
reuniones y los miembros, sin perder su pasión de ganar almas, se
han calmado sus emociones y han resuelto ser más dispuestos a
cooperar con evangélicos de otros grupos para efectuar su meta
común. (Mackay, The Other Spanish Christ, pp. 147-148)
Por el año 1969 se publicó una obra que trató a los grupos
evangélicos latinoamericanos en reconocimiento del crecimiento
notable que éstos habían logrado. Aún así, el libro puso a los
pentecostales en un capítulo aparte, más bien simplemente los
consideraron como una de las denominaciones entre otras de los
protestantes, aunque la obra reconoció que el crecimiento numérico
de estas iglesias fue mucho más que el de las demás.
En el mismo año el sociólogo suizo Christian Lalive
d´Epinay, en su libro El Refugio de las Masas, no sólo reconoció la
dinámica de los pentecostales sino dio una explicación por su
éxito. Los calificó personas que, sintiéndose excluidos de los
beneficios de la sociedad, se integraron en sectas religiosas.
 
Después de la apariencia de este libro muchos de los escritos sobre
el movimiento continuaron este precedente de presentarlos como
un producto de inseguridad social. En el concepto de Lalive, estos
grupos habían reproducido las relaciones paternalistas de la
hacienda, con el pastor en la posición del patrón. . Aunque el autor
documenta su tesis en una manera impresionante, su teoría no ha
mantenido su fuerza. Por fin varios autores explicaron el
pentecostalismo al contrario. Éstos han atribuido la extensión de la
fe cristiana en su forma pentecostal a un surgimiento espiritual
global, o sea, una fuerza impersonal que tiene poco que ver con las
doctrinas. Casi ya no es posible distinguir el pentecostalismo de
otros movimientos, algunos de los cuales no son cristianas. ¿Cómo
diferenciar algunas religiones orientales o las de la nueva ola con
algunas prácticas carismáticas? ¿Se ha de concluir que el
movimiento que inició Jesús fue nada más que un accidente de la
historia, solamente algo inesperado sin su propio carácter o diseño?
¿Qué la iglesia no tiene esperanza de salir exitosa y vindicada de la
neblina moral que vivimos en el siglo XXI?
Un retrato más positivo y menos teórico se presentó en un
estudio llevado a cabo por grupos misioneros evangélicos para
destacar el notable crecimiento de sus correligionarios en América
Latina. Aun con esto, los autores colocaron los grupos
pentecostales en un capítulo aparte, enfatizando que estos grupos
no presentaron una entidad integrada sino una colección de
organizaciones poco coordinadas y con un énfasis incongruente.
Sin embargo, y a pesar de la disminución de la importancia de los
grupos pentecostales en este volumen, es claro que estos grupos
constituyen dos tercios de la comunidad evangélica en la región.
2 
“No es posible considerar la (singular) iglesia pentecostal. Hay
muchas diferentes iglesias pentecostales en su carácter, de las
cuales algunas están creciendo y otras no. No existe ningún
vínculo que une a todas las iglesias excepto los grupos
pentecostales que pertenecen a denominaciones norteamericanas”.
El volumen subraya las diferencias entre los grupos, pero sigue “La
característica que comparten todos es, una creencia en una
experiencia pentecostal existencial. Creen que el fenómeno
extático del día de pentecostés pueda ser la experiencia de cada
creyente hoy en día. En la mayoría, en América Latina los
pentecostales enseñan que hablar en las lenguas es la evidencia
inicial de la experiencia del bautismo en el Espíritu Santo”. (315)
Pero es su modo de adoración en sus cultos es lo que más
caracteriza los miembros de estos grupos. Estos modos de
expresarse encajan felizmente con la cultura de las masas de
América Latina.
El estudio asevera que el pentecostalismo resulta en
la incorporación de nuevos convertidos en una comunidad
de fe. La adoración espontánea se comparte con los demás
miembros. Enfatizan que los pentecostales solicitan la
presencia de Dios y los dones espirituales en la comunión
de la congregación—no en la reclusión solitaria. (316)
Aunque varían en su manera de ganar convertidos, cada
grupo tiene su enfoque a la evangelización y la integración
a la congregación. Pero unidos en el movimiento, los
miembros cobran confianza, valentía por compartir su fe y
un sentido de obligación y urgencia.
 Si algunos observadores reconocían el surgimiento
de los pentecostales, en general los eruditos seguían con sus
críticas, menospreciando estos grupos como ingenuos e
irresponsables. Cuando los evangélicos se involucraron en
los movimientos políticos en Centroamérica, la prensa
izquierdista identificó los pentecostales con el imperialismo
norteamericano y la resistencia a la revolución. El retrato
de los pentecostales, según estas críticas, fue de grupos bajo
de la influencia de extranjeros que han adoptado tradiciones
y costumbres lejos de la cultura nacional. Son manipulados
por “tele-evangelistas” y otros proponentes de doctrinas
religiones alternativas. Parecía ser una conspiración, una
invasión desde el extranjero y un atentado contra los
valores de la comunidad. A lo mejor, será algo a las
márgenes de la sociedad, una distracción para personas
desprovistas, los pobres sin esperanza, en necesidad de
alivio.
El retrato de los pentecostales entre los
eruditos cambió al instante cuando se publicaron
dos libros casi al mismo momento con casi el
mismo mensaje—que el pentecostalismo estaba
cambiando comunidades –eso dio una sorpresa a
casi todo el mundo en el año 1990. Dentro de unos
cuantos meses—aun pocas semanas—un fenómeno
que no fue inaudito pero estaba pasado por alto
estimuló una serie de artículos y libros. Personas
como John? un periodista especialista en la religión
de la revista, había representado a los
3 
pentecostales como una importación de los Estados
Unidos. Resultaron dos interpretaciones
principales. Un sociólogo suizos, Christian Lalive
d’Epinay escribió Haven of the Masses, y Jean
Pierre Bastian vieron en el movimiento un esfuerzo
para criar un sentido de comunidad, la seguridad
emocional de la vida tradicional. Lo vio como una
protesta contra la desesperación de la gente común,
un esfuerzo desesperado pero fútil a darles un papel
en el desarrollo de la región.
En el presente, el perfil de los grupos pentecostales
(con frecuencia combinados sin distinguir las diferencias
entre ellos) han crecido tantos que entre los eruditos son
reconocidos como una fuerza por bien en la sociedad. Un
informe del centro de investigaciones “Pew” indica como el
pentecostalismo se encuentra comparado con los demás
grupos y se dirige al potencial de los pentecostales para
afectar el futuro político de estos países.
Las selecciones que siguen reflejan algunas de las muchas
opiniones expresadas sobre los pentecostales después del año 1990,
cuando el movimiento acaparó la atención no solamente del campo
religioso sino también sociólogos, historiadores, economistas y
más precisamente porque la dinámica del movimiento, con su
crecimiento explosivo, les parecía capaz de efectuar grandes
cambios entre los grupos necesitados.
Pero las evaluaciones de los adeptos pentecostales ya no
pertenecían a ellos mismos sino a los ajenos, personas en la
mayoría de los casos que no compartían su compromiso a la fe
cristiana, su sensibilidad espiritual y su entrega a la misión
evangelizadora. No obstante, es importante saber los resultados de
sus investigaciones y sus perspectivas, sean favorables o no. Si,
como nosotros los pentecostales creemos, el movimiento es de
origen sobrenatural, la prometida lluvia tardía, no debemos tener
miedo de sus comentarios. Y por estudiar sus análisis podemos
responder mejor a los desafíos que enfrentamos.
1. “Una vista panorámica del pentecostalismo
en América Latina”, Pew Foro sobre la
religión y la vida pública, 11 de noviembre
de 2006.
Este informe fundado por una fundación dotado de muchos
recursos para llevar a cabo un estudio extenso, es representativo de
la obra de varios autores y agencias que han tratado de determinar
el crecimiento del movimiento global. Ha enfocado tres países de
América Latina, incluso Brasil, Chile y Guatemala en sus datos
generales y nota aspectos específicos de los tres países que nos
permite unas comparaciones entre las iglesias de los tres.
2. “La invasión de los panderetas,” Rumbo, 25
de julio de 1980.
Este artículo se publicó en una revista mensual de
San José, Costa Rica, un país tolerante y democrático
donde, sin embargo, la Iglesia católica es la religión oficial
de la nación. Todavía en el año 1980 fue común asumir
4 
que el protestantismo fue una religión sostenida por lo
menos en parte dese el extranjero. El artículo caracteriza
los pentecostales por su adoración en sus cultos públicos
con su vivacidad libertad de expresión. Más tarde otros
autores enfatizaron otras prácticas al calificar estos grupos.
La invasión de los panderetas es un ejemplo de cómo se
trata a los pentecostales en los diarios de un país donde la
Iglesia Católica es la religión oficial, incluida en el
presupuesto nacional. La nueva atención a la ola de
evangélicos en América Latina llegó desde hace varios
años a la prensa con artículos descriptivos del movimiento.
En Costa Rica se nota que a partir de 1970 se hace sentir
como una expansión agresiva y bien equipada, técnica y
económicamente, desde Estados Unidos. (La Invasión de
los panderetas). Ese artículo atribuye “la invasión” a tres
condiciones: una crisis económica, virajes en la iglesia
católica después del Concilio Vaticano (1962-65) y la
eficacia de los movimientos pentecostales para conectar
con los sectores populares que se ven desatendidos por los
cultos tradicionales. Sin embargo, asevera que no se puede
verse exclusivamente como una agresión religiosa del
imperialismo. (p. --) Se nota que algunas iglesias históricas
han sufrido un proceso de pentecostalización como una
manera de sobrevivir y detener la sangría de fieles, de
modo que sociológicamente se comportan más a las sectas.
De cualquier manera, es el pentecostalismo y no el
protestantismo histórico que ha tenido un incremento
impresionante en Latinoamérica y en la actualidad forma
un 80 por ciento de la comunidad no católica.

3. Edward L. Cleary, “El maltrato de la
jerarquía católica a los pentecostales”,
Pastoral Popular, 226 (marzo de 1993)
Edward Cleary es un sacerdote domínico con un trasfondo
largo en los países andinos como educador y periodista. Tiene
mucho respecto por los pentecostales por haber presenciado su
crecimiento rápido en América Latina. En la ocasión de la visita
de Juan Pablo II a la República Dominicana para celebrar el
quincentenario del comienzo de la evangelización del Nuevo
Mundo, su eminencia aprovechó de la reunión de los obispos de la
región advertirles de la amenaza que presentaron los grupos nuevos
o seudo-cristianos. Cleary responde con un respaldo a los
evangélicos por su dinamismo y capacidad para evangelizar las
personas de poca fe católica.
La perspectiva de la Iglesia católica hacia el crecimiento de
los pentecostales en América Latina se presentó un sacerdote
domínico Eduardo Cleary en su relato de la visita del papa a la
República Dominicana para celebrar el aniversario de la
evangelización católica en el Nuevo Mundo. El papa aprovechó de
la ocasión para regañar a los pentecostales por sus esfuerzos en la
región. El Papa afirma que los pentecostales son sectas que como
“lobos rapaces” devoran a los católicos latinoamericanos y causan
división y discordia en nuestras comunidades. Este fue un punto
clave en el discurso concebido para orientar a la iglesia católica
latinoamericana para la próxima década. Muchos obispos
latinoamericanos estaban preparados para ese lenguaje fuerte del
5 
Papa sobre “las secas” y los “movimientos seudo-espirituales”, por
el lenguaje similar que había aparecido en el documento de
Trabajo para La Asamblea, Juan Pablo II subraya también el
peligro de subestimar “cierta estrategia” con grandes medios
económicos, para quebrar la unidad católica de América Latina y
debilitar los vínculos que unifican a los países latinoamericanos.
Éste razonamiento aparece también en entrevistas con obispos
latinoamericanos: primero, los latinoamericanos tienen un alma
católica y una cultura católica que los une, y segundo, algunos
grupos están invirtiendo mucho dinero para atacar a la Iglesia
Católica en América Latina, y ciertamente, los Estados Unidos está
detrás de esta empresa. El arzobispo de El Salvador señaló a un
reportero que las sectas serían un precio que cobra Estado Unidos
por las posturas progresistas tomadas por la Iglesia.
4. Alice Rasmussen Schick y Dean Helland
Talbert, “Características”, La Iglesia
Metodista Pentecostal ayer y hoy”, ed. Plan
Mundial de Asistencia Misionera en Chile,
1987, vol. II:74-86.
La iglesia Metodista Pentecostal de Chile es una de las
primeras iglesias pentecostales establecerse en América Latina.
Así, ha tenido una trayectoria aun más larga que la mayoría de las
denominaciones de Estados Unidos y Europa. Es notable que a
diferencia de otros grupos pentecostales los metodistas
pentecostales han guardado las tradiciones de su herencia
metodista, tal como el bautismo de infantes, la organización
jerárquica con obispos, las doctrinas de santidad y . Otras
costumbres que observan estas iglesias son la predicación en las
calles y la danza estilizada. Hoy en día se encuentran más de
veinte diferentes grupos que trazan sus orígenes a la obra que
empezó el fundador Dr. Willis Hoover. Por tener tantos años de
promover el testimonio pentecostal, estos grupos cuentan con miles
de familiares pentecostales para indicarnos lo que pasa con iglesias
en las generaciones siguientes. Hasta 25 por ciento de los chilenos
en alguna forma se identifican con las Iglesias pentecostales.
Surgen preguntas acerca del impacto social de tantos pentecostales
en una nación. ¿Reflejamos nosotros el amor de Dios y la fuerza
espiritual de nuestra fe en proporción de nuestros números?
La selección “características” es interesante por las
instantáneas que nos dan sus descripciones de la iglesia, una de las
más viejas que se encuentra en América Latina. Aparte de las
diferencias entre las iglesias de cada país y cada tradición
denominacional, las prácticas de esta iglesia fluyen de su origen en
la iglesia metodista. Su organización es episcopal, o sea le da al
obispo la autoridad sobre los ministros e iglesias en su cargo. La
predicación en las calles es muy característica de la iglesia. Otras
prácticas únicas son el uso de una campanilla para indicar el final
de un período de oración, las bandas de guitarras, las tres “glorias”
en concierto, oración el bautismo de infantes, y una danza
estilizada única. Estas marcas idiosincráticas nos recuerdan que
esta iglesia ya tiene una vida de casi un siglo y cuenta con tres o
cuatro generaciones de creyentes. También sería difícil pasar por
alto el hecho de que el grupo original a través de los años se ha
fragmentado, formando una docena de diferentes iglesias. Cada
6 
grupo enfrenta los desafíos de envejecer e institucionalizarse con la
posibilidad de perder su pasión y frescura espiritual.
5. David Stoll, “Reconsiderando el
protestantismo en América Latina”.
Philadelphia: Temple University Press,
1993.
David Stoll es un investigador de los cambios que se han
resultado a consecuencia de las nuevas religiones. Antes de
redactar esta obra, Stoll publicó un estudio que trató como la
religión ha afectado la sociedad. Anteriormente publicó otro libro
que fue menos halagador del impacto de la obra misionera. En
Pescadores de Hombres o Fundadores de Imperios, Stoll criticó al
grupo Summer Institute of Linguistics (Instituto veranal de la
Lingüística) conocido también como Wycliff Bible Translators por
haber abierto muchos países a influencia económica extranjera en
disfraz de buscar almas. Pero por el año 1993, en compañía de
otros autores, Stoll evalúa de nuevo el impacto de los
evangélicos—sobre todo en los pentecostales—en la región. ¿Van
estos movimientos afectar la solución de problemas profundas en
estas repúblicas? Sin proyectar un impacto revolucionario, estos
autores ponen los grupos pentecostales en luz favorable, a cambio
de las opiniones anteriores de muchos escritores.
6. Andrés Droogers, “Visiones paradójicas sobre
una religión paradójica. Modelos explicativos
 del crecimiento del pentecostalismo en Brasil y
Chile”. En Más que opio, Barbaraa
Boudewinjnse, André Droogers, y Frans
Kamsteeg, eds.,
Andrés Droogers piensa que es difícil sino imposible
describir el pentecostalismo en América Latina sin enfrentar
características paradójicas. Paradojas no son raras cuando se trata
de un movimiento tan complicado como es el pentecostalismo.
Droogers explica que no todas las características alegadas están
presentes en todas las iglesias y movimientos. (20) El hecho de que
existen tipos tan diferentes, hace muy difícil y riesgoso generalizar.
Pueden señalarse las siguientes paradojas en la literatura.
--La fe pentecostal rehabilita a los laicos, justamente por medio del
énfasis en los dones del Espíritu Santo. Sin embargo, hay iglesias
organizadas de una manera fuertemente jerárquica, donde los
pastores tienen mucho poder. Allí las tendencias jerárquicas e
igualitarias se dan simultáneamente.
--Hay amplia libertad para expresarse emocionalmente, por una
parte, se habla con frecuencia de una dirección rígida, y que se
sirve de un discurso fundamentalista y a veces legalista. Éste
último aparece sobre todo en las prédicas y en la aplicación de la
disciplina.
--La sociedad circundante es descrita como funesta por los
creyentes pentecostales, a partir de una forma de pensar muy
antitética y dualista que se impone de toda clase de maneras
diferentes. En relación con esto se habla de protestas y de una
7 
“huelga social”. Los creyentes pentecostales se han despedido de
este mundo, y han comenzado una vida nueva y radical. Al mismo
tiempo son vistos como ciudadanos y trabajadores ejemplares.
--Los creyentes pentecostales evitan generalmente la política, pero
justamente a través de esta abstención son ellos un factor político
significativo. Además, según algunos autores, se habla de una
protesta simbólica a través de la cual el sistema dominante es
criticado de manera indirecta. Recientemente aparece en algunos
casos la tendencia a que estas iglesias se vuelven activas
políticamente, ya sea para defender los intereses de la propia gente,
ya sea desde una identificación (frecuentemente “made in the
USA”--hecho en los Estados Unidos) del diablo un el comunismo.
Esta última tendencia sorprendente, dada la actitud apolítica del
pasado.
--La gente está plantada en la creencia del fin de los tiempos y la
venida de Cristo. Pero también, al mismo tiempo, está dedicada a
la resolución de sus problemas aquí y ahora.
--Para los movimientos carismáticos se impone que permanezcan
fieles a la propia iglesia, pero sin embargo, tan autónomos como
sea posible.
--Las mujeres ocupan un rol central más frecuentemente que en
otras iglesias. No obstante, su posición subordinada es mantenida y
justificada con la Biblia en la mano.
Dice Droogers, “Todas estas características paradójicas so
desafíos, de modo que ya veremos, para los autores que quieren
explicar el crecimiento explosivo del movimiento.
 Otro tema que trata Drooger es de la “anomia”, dada por
muchos eruditos como la causa de la difusión del pentecostalismo.
La anomia en la jerga sociológica como ausencia de normas
sociales a través la carencia de normas surge la inseguridad con
respecto a la conducta correcta. A consecuencia de esto, las
relaciones las personas se encuentran bajo presión. Los derechos
pierden claridad. Desaparece el sentido y la seguridad de las
relaciones sociales. Los mismos significados de las palabras y los
gestos, no son válidos para todas las personas.
En sociedades susceptibles a cambios rápidos y
contradicciones de intereses, la anomia se presenta
inevitablemente. Sin embargo, al mismo tiempo entran en vigencia
–según los autores que trabajan con este modelo de la sociedad en
transición—mecanismos que conducen a una nueva definición de
normas, adoptada a las circunstancias cambiantes. Esto,
considerando que la ausencia total de normas podría indicar el fin
del individuo y de la sociedad. A partir de sus propias necesidades
básicas, la gente va en busca de una nueva comunidad. Así surge
progresivamente un nuevo consenso –hasta que el ciclo se repite
con el transcurso del tiempo. La anomia es una irregularidad
transitoria, mientras el consenso es la situación normal. El
crecimiento del pentecostalismo se explica por el hecho de que
ofrece nuevas normas ante una situación de anomia. La anomia es
producto de la migración a la ciudad. La gente abandona la
sociedad rural por razones bastante divergentes, a veces coherentes
con la anomía, y busca su paraíso en la ciudad. En las ciudades en
vías de industrialización, con un crecimiento rápido, el desarrollo
de un sistema de normas no lleva sin embargo el mismo ritmo que
8 
los rapidísimos cambios. Las normas rurales sociales rurales,
donde ellos tienen vigencia todavía, no son realmente adecuadas
para la nueva situación, y aún se carece de nuevas normas. El tipo
de relaciones sociales que tenían sentido en el contexto rural,
pierde su razón de ser en las ciudad impersonal, con sus anónimos
habitantes. Por otra parte, los migrantes han dejado atrás a
aquellos con quienes mantenían este tipo de relaciones. Las
normas se encuentran incluso más bajo presión, porque los
problemas de supervivencia son enormes para los nuevos
habitantes de la ciudad. En este vacío social y ético, el
pentecostalismo es una ayuda frente a la necesidad. Hay una
relación funcional entre el cambio socio-cultural y el crecimiento
pentecostal. Re [Emilio Willems]
Carmelo Álvarez
Un erudito, Carmelo Álvarez, el pentecostalismo se
caracteriza por su agresividad proselitista y evangélica, énfasis en
la conversión personal y dedicación exclusiva a la religión. Estos
elementos les permiten una rápida expansión ya que en medio de la
crisis generalizada tanto individual como social, brindan una
alternativa. Apocalíptico,
La intensidad religiosa desarrolla en su interior logran dar
una respuesta inmediata y eficaz a las demandas socio-religiosas de
la población, planteada en términos de una demanda de bienes
simbólicos de salvación. Un claro sentimiento de comunidad y la
participación espontánea en los cultos con ruido, música, palmas,
cantos, danza y las famosísimas panderetas—son claves para el
éxito social de este movimiento religioso. Como aclara Valverde,
“Basta solamente conversar por un momento con las personas que
asisten a cultos para percatarse hasta qué punto la iglesia
constituye la base de una nueva seguridad y de una identidad más
firme en medio de la crisis. La intensidad de la vida comunitaria
no hace sino lograr que la visión del mundo que se difunde en el
seno de la iglesia y el conjunto de valores y creencias que la
conforman, cumplan de manera más eficaz su función de manera
más eficaz su función de dar sentido a la vida de los creyentes y
facilitar su ubicación en relación con el medio. Indicarles lo
deseable o indeseable. . . para sus vidas.
7. Samuel Palma y Hugo Villela, El
pentecostalismo: la religión popular del
protestantismo latinoamericano.
Cristianismo y Sociedad, 109: 87-95, 1991.
Éste refiere principalmente a la iglesia pentecostal de Chile 
con sus raíces en la iglesia metodista.   Samuel Palma se ha 
distinguido por sus análisis del movimiento del cual ha sido una 
parte por muchos años.  Tiene un conocimiento profundo no sólo 
de pentecostalismo chileno, pero también los cambios y cómo los 
han calificado los eruditos chilenos.  Al trasfondo de su artículo es 
el estudio de Christian Lalive d´Epinay sobre el pentecostalismo en 
Chile que explicó el movimiento como un esfuerzo de regresar a la 
vida tradicional de la hacienda, una vida bajo el dominio de un    Sigue Palma, por cierto que estar en este mundo
hacendado autoritario pero en lo ideal benigno.  Palma ofrece una  comunitario pentecostal implica ausentarse de los otros lugares
9 
explicación psico‐sociológico de lo que ha pasado con las masas 
chilenas en el proceso de estructurar una nueva sociedad que 
resulta de la frustración popular producida por la industrialización 
y la urbanización.  Palma rechaza la noción que el pentecostalismo 
sea nada más que un escapismo; sí quiere construir un nueva 
sociedad, pero es algo positivo, no negativo. 
  Para los chilenos que ven en la existencia presente nada 
más que una prisión‐‐un domicilio, una calle, un trabajo—donde 
la persona se encuentra encerrada sin esperanza.  Éstas son las 
personas que han encontrado en el movimiento pentecostal.  “El 
pentecostalismo se ofrece así mismo como posibilidad de romper 
esta trama, como una salida: representa, a nuestro entender, 
primero, una alternativa a la calle y luego, complementariamente, 
una alternativa al domicilio.  A ambos opone la “comunidad 
pentecostal”, un lugar al cual dirigirse y en el cual estar—un lugar 
en que se puede ser simultáneamente para sí y para otros—un 
lugar de “salvación”.  El salir del mundo” encuentra, luego, una 
referencia a un nuevo modo de pertenencia a un grupo humano, a 
una comunidad de personas en cuya memoria y en cuyos cuerpos 
han quedado las marcas de una vida azarosa y que ahora vive la 
experiencia común de la ruptura con una forma de vivir su vida 
cotidiana.  Salir del mundo implicará entonces, construir otro 
“mundo de la comunidad pentecostal,  de los “hermanos” de los 
salvados.   
 
 
disponibles en la cotidianeidad de los pobres. El nuevo “mundo”  Institute of Linguistics (el Instituto lingüístico de verano).  Atribuyó 
deviene entonces en “refugio”; no, en nuestra opinión, en refugio  el trabajo de esa misión al imperialismo norteamericano y negó 
a la manera en que Lalive D´Epinay lo entendió y formuló: como  los beneficios del servicio lingüístico a los pueblos indígenas.  Pero 
lugar de reconstrucción idealizada de un orden en extinción Nos  cuando Stoll reconoció la importancia del movimiento, él hizo una 
parece, más bien, que “este refugio comunitario constituye el  investigación a fondo del pentecostalismo, encontrando junto con 
soporte de una forma de identidad social posible en un mundo en  su colega David Martin, aspectos positivos del estos grupos.  
una forma de identidades precarias. Constituye también una  Luego, en el año 1993, Stoll publicó una colección de capítulos 
posibilidad de “vuelta” al mundo cotidiano de los pobres no  sobre el tema con el título Reconsiderar el Protestantismo 
solamente no solamente para evangelizar la calle” sino también a  latinoamericano. El capítulo para presentar los varios temas 
reconstruir el domicilio”.  Dicha vuelta no se agota, sin embargo,  repasó las cuestiones principales de los debates sobre los 
ahí: progresivamente, muchas comunidades pentecostales  pentecostales.  Contra los cargos que los pentecostales son un 
comienzan a involucrarse como tales en los problemas sociales y  producto del imperialismo norteamericano, Stoll examina la 
económicos de los pobres que los rodean.    actividad de las diferentes misiones protestantes.   Él concluye 
que el movimiento pentecostal tiene poco que ver con la 
Aún el mundo del trabajo comienza a ser objeto de 
inversión de fondos y personal extranjero porque los 
preocupación creciente, no sólo en el sentido individual del “buen 
pentecostales nacionales son quienes han producido su propio 
trabajador” sino también en el sentido social de la justicia y la 
crecimiento.  También explica cómo los pentecostales han crecido 
humanización de las relaciones sociales y de las condiciones de 
mientras los elementos progresistas en la Iglesia Católica—los 
trabajo.   Es de interés que los autores hacen una distinción entre 
liberacionistas—se han esfumado.  Al contrario, los pentecostales, 
los “nacidos en el evangelio” y sujetos pentecostales convertidos 
en vez de negar su papel en la reformación de la sociedad, han 
(ex‐católicos). 
demostrado una sensibilidad hacia los problemas sociales. Es 
  Después del reconocimiento del surgimiento del  interesante que Stoll aborde el fenómeno de la deserción, 
pentecostalismo en América Latina por las obras de David Martin  reconociendo que no todos los convertidos quedan en la iglesia.  
y David Stoll en 1990, otros autores empezaron reflexionar sobre  Es importante que los pentecostales se den cuenta de la 
la dinámica de inesperada del movimiento.  David Stoll ha tenido  necesidad de afiliar los nuevos convertidos.  Pero al final, después 
una relación interesante con los evangélicos en América Latina.   de su revisión de las interpretaciones, Stoll termina con un tono 
Su primer libro fue un ataque contra el ministerio del Summer  positivo: “En América Latina,  donde hay pocas opciones para un  

10 
 
futuro mejor, el pentecostalismo aparece ofrecerles nuevas  en el mundo contemporáneo. Además, Deiros califica a los
posibilidades.   pentecostales como anti-intelectual y fundamentalista. Niegan
participar en conferencias ecuménicas o afiliarse con otros grupos,
tantos protestantes como católicos. No tienen una tradición de
seminarios o preparación académica para sus pastores aun
8. Pablo Deiros, “El Pentecostalismo menosprecian educación en general. También atribuye el
latinoamericano” surgimiento del pentecostalismo a la anomía en concierto con
Pablo Deiros, un pastor bautista argentino, es uno de los muchos otros observadores. Son las iglesias de los desheredados.
líderes más respetado entre los evangélicos de América Latina. Es Una alternativa entre el catolicismo tradicional y la política radical
el autor de varios libros sobre los temas relacionados con las secular.
actividades de las diferentes iglesias y con las cuestiones de la Reconociendo que en la mayoría estos grupos son autóctonos,
religión. Es conservador en su teología y simpatizante de la dependiendo poco sobre estímulo foráneo, califica los
renovación espiritual que ha cambiado la vida de millones de pentecostales en diferentes categorías.
latinoamericanos. Deiros acepta muchos e los énfasis que
caracterizan los pentecostales, a veces borrando las fronteras que
diferencian las tradiciones denominacionales. Posiblemente sería
9. José Míguez Bonino, “El Rostro pentecostal
necesario leer sus otros artículos para entender bien el panorama de
del protestantismo latinoamericano”
estos grupos. Mientras muchos eruditos y periodistas tratan a
todos los movimientos no tradicionales como un conjunto, él 10. Felicitas D. Godman “Extasis, ritos, y una
tienda a separar los diferentes corrientes de avivamiento, todas de realidad alternativa”
las cuales presentan un aspecto de los extensos cambios religiosos.
11. Rebecca Bowman, “Fe en losbarrios”
En su esfuerzo de explicar los pentecostales—excluyendo
los neo-pentecostales, los independientes y los carismáticos— 12. Lenguas Neurolingüísticas
Deiros, considera que lo esencial de ellos es sus orígenes
populares. Ellos representan las clases en transición, inmigrantes,
personas recién llegadas de las provincias, familias que viven en
los barrios marginales. En su opinión estos grupos son una
“occidentalización”, el proceso de modernizar las masas para vivir

11 
 
 Revolucionarios

RenovadosPopularp.26 Se le ha escrito mucho sobre “el carácter

latinoamericano

Valoración

El Rostro pentecostal del protestantismo latinoamericano

“El polvo suelto en la superficie”

Miguez Bonino

Cites Mariategui and John Mackay

Habla del pentecostalismo criollo) había otras formas, pero

enfoque crillo

North American missionaries ¡disparadadores!

Pentecostales eran una tentación (60)

Notas Hollenweger: Los grupos históricos tenían ley y orden; pero

perdieron el corazón de la gente—impulsados por los metodistas

Hollenweger, Willems and Lalive, Rolim marxista

63: all of these from the outside

Hay pentecostales clásicos
Conversión, santificación, plenitud del espíritu
Que [diferente tipos of pentecostales]

Clásicos

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