You are on page 1of 3

Eutanasia en niños, ¿a favor o en contra?

La eutanasia siempre ha causado controversia religiosa, jurídica y médica al grado de que no hay una única posición respecto al
tema. La polémica más grande la ha generado la reciente aprobación de la eutanasia infantil en Bélgica, pues, amparados en
esta ley, los legisladores pretenden que niños con enfermedades terminales puedan decidir sobre su propia vida y, por tanto,
tengan derecho a bien morir.

Eutanasia, ¿crimen o muerte digna?

Eutanasia: cuestión de acción u omisión

Etimológicamente, la palabra eutanasia significa “bien morir”. Es considerada como la acción u omisión que realizan una o más
personas motivadas por un sentido humanitario para acelerar la muerte de una persona con enfermedad terminal cuando los
cuidados paliativos ya no son suficientes para mitigar su sufrimiento. Desafortunadamente, los niños no están exentos de estos
padecimientos.

La eutanasia activa busca acelerar la muerte del paciente en etapa terminal con su consentimiento y es provocada por un
tercero, generalmente un médico. La eutanasia pasiva consiste en la muerte asistida de alguien por omisión de tratamiento
terapéutico necesario.

Puede ser piadosa por un sentimiento de compasión hacia la persona que está sufriendo sin esperanza de sobrevivir o solidaria,
al dar muerte indolora a seres desahuciados a fin de donar sus órganos o tejidos para la salvación de otras vidas.

Además, puede ser voluntaria a petición consciente de la persona enferma (o al menos con su consentimiento informado), o no
voluntaria, cuando aplica a un ser humano que no puede discernir entre la vida y la muerte, por ejemplo, quienes están en coma.

Estar a favor de la eutanasia…

Los partidarios de la muerte asistida buscan terminar con sufrimientos innecesarios y degradantes que atentan contra el libre
desarrollo de la personalidad y dignidad del enfermo terminal, así como evitar someterlo a distanasia (encarnizamiento
terapéutico que alarga por medios artificiales y exagerados su vida).

No llevarla a cabo sería posponer la muerte, más que prolongar la vida de adultos y niños con enfermedades terminales,
argumentan quienes creen que el derecho a vivir implica también el derecho a bien morir. Con esta finalidad se aprobó la
eutanasia infantil en Bélgica.

Con eutanasia o sin ella, todo enfermo terminal tiene derecho a una muerte digna en la que se consideren los siguientes
puntos:

No sufrir inútilmente (siempre que no disfrace una actitud suicida).


Respeto a la libertad de conciencia.
Derecho a conocer la verdad sobre su estado de salud.
Derecho a decidir sobre sí mismo y sobre las intervenciones médicas que requiere.
Derecho a mantener diálogo con médicos, familiares y amigos.

En la actualidad, la eutanasia activa está permitida en Bélgica, Holanda y Luxemburgo dentro de la Unión Europea. Mientras
que Oregon es la única localidad de Estados Unidos donde es legal.

En Suiza sólo se permite el suicidio asistido: facilitan consejo y sustancias letales a enfermos terminales que desean morir, las
cuales ingieren por su propia cuenta.

Leyes holandesas permiten la eutanasia en niños a partir de los 12 años, siempre que estén en condiciones para ser valorados
por un médico y quienes tengan tutela sobre ellos estén de acuerdo.

Sin embargo, la eutanasia infantil en Bélgica es pionera legal al no establecer una edad mínima para aplicarla, bastan 2
opiniones médicas, el consejo de un psicólogo o psiquiatra y el consentimiento por escrito de los padres o tutores.

Estar en contra de la eutanasia…

El principio básico de la ciencia médica es defender la vida y quienes manifiestan estar en contra de la eutanasia argumentan
que atenta contra los derechos humanos (Declaración Universal de los Derechos del Hombre, artículo 3: “Todo individuo tiene
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona…”).

Detractores señalan que la legalización de la muerte asistida podría traer como consecuencia actos criminales en contra de
enfermos que no han expresado su consentimiento o son incapaces de manifestar voluntariamente sus deseos, entre otros
aspectos en contra, como:

Es una puerta fácil para acabar con la vida de seres humanos con algún tipo de discapacidad física o intelectual.
Desincentiva la inversión en cuidados paliativos y en tratamientos para el dolor.
Pervierte la ética médica centrada en eliminar la enfermedad, no al enfermo.
Para sus detractores, la muerte asistida generalmente es solicitada por personas mental o emocionalmente trastornadas
para acelerar la muerte.
En el caso de eutanasia en niños, los pequeños pueden tomar decisiones basadas en lo que su familia quiere, no en lo
que ellos desean, y pueden llegar a sentirse como una carga.
Desalienta demasiado pronto a familiares y niños enfermos a luchar por su salud.
La ciencia médica avanza y cada día existen alternativas que deben agotarse para mejorar y prolongar la vida de los
enfermos.
Tanto eutanasia activa como eutanasia pasiva se convertirían en un negocio que lucra con el dolor.
Médicos con poca ética profesional podrían utilizar el argumento del “derecho a bien morir” para disfrazar negligencias.

¿Qué dicen las leyes mexicanas sobre acelerar la muerte?

Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la eutanasia como aquella “acción del médico que provoca
deliberadamente la muerte del paciente”, el Código Penal Federal de México califica como homicida a todo aquel que prive de la
vida a otro o, en su caso, lo induzca al suicidio (artículos 302 y 312), sin hacer mención del término “eutanasia”.

Por su parte, la Ley General de Salud, artículo 166 bis 21 prohíbe la práctica de la eutanasia, entendida como homicidio por
piedad, así como el suicidio asistido. Sin embargo, permite la suspensión de tratamiento curativo y el inicio de cuidados
paliativos de los enfermos terminales. Si el enfermo es menor de edad, las decisiones al respecto deben ser tomadas por
padres o tutores.

El Código Penal del Distrito Federal en su artículo 127 establece prisión de 2 a 5 años “al que prive de la vida a otro, por la
petición expresa, libre, reiterada, seria e inequívoca de éste, siempre que medien razones humanitarias y la víctima padeciera
una enfermedad incurable en fase terminal”.

No obstante, en la Ciudad de México está vigente la Ley de Voluntad Anticipada, que tiene como objetivo evitar la distanasia y
proteger la dignidad del enfermo en etapa terminal, proporcionando las mejores condiciones disponibles para una muerte digna.
Esta ley sólo se aplica a mayores de 18 años dejando en una laguna legislativa a niños con enfermedades terminales.

SyM
Última actualización: 03-2017

You might also like