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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SECTOR AGROPECUARIO Y

DESARROLLO RURAL EN PANAMÁ.

RAFAEL MEDELLIN PERNETT.

MIGUEL CABALLERO.

CARMEN GOMEZ.

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PANAMÁ.

Facultad de Ingeniería Industrial FII.



Maestría en Dirección de Negocios.

Módulo de Seminario de Política Económica.
Tabla de contenido.

1. Introducción. 3
2. Generalidades. 5
2.1 Sector agropecuario y desarrollo rural. 5
2.2 Objetivos. 6
2.3 Estrategias de intervención. 6
3. Legislaciones del sector agropecuario en Panamá. 8
3.1 Ley 12 de 25 de enero de 1973. 8
3.2 Ley 24 de 4 de Junio de 2001. 10
3.3 Ley 25 de 4 de Junio de 2001. 11
4. Evolución del sector agropecuario en Panamá. 13
5. Organismos internacionales que promueven el sector agropecuario. 19
5.1 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. 19
5.2 Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. 20
5.3 Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola. 22
5.4 Consultative Group for International Agricultural Research. 23
6. Indicadores macroeconómicos. 24
6.1 Producto interno bruto: tercer trimestre de 2018. 24
6.2 Tasa de desempleo del sector. 24
6.3 Inflación del sector. 27
7. Sugerencias. 28
7.1 Nueva Zelanda: caso de éxito. 28
7.2 Recomendaciones al modelo de economía agropecuaria Panameña. 29
8. Webgrafía. 31
1. Introducción.

Sector agropecuario es la parte del sector primario compuesta por el sector agrícola
(agricultura) y el sector ganadero o pecuario (ganadería). Estas actividades
económicas, junto con otras estrechamente vinculadas como la caza y la pesca, y junto
a las industrias alimentarias, son las más significativas del medio rural y de las cadenas
de producción y valor que del mismo se derivan.

Está formado por las actividades económicas relacionadas con la transformación de los
recursos naturales en productos primarios no elaborados.

La palabra "agropecuario" o "agropecuaria", es un adjetivo que se utiliza para decir


"que tiene relación con la agricultura y la ganadería". Es la actividad humana orientada
al cultivo del campo y la crianza de animales. Reúne las palabras "Agricultura y
Pecuaria". La agricultura es el cultivo de la tierra para sembrar alimentos; y la Pecuaria
que es sinónimo de ganadería que es la crianza de animales con fines de producción
alimenticia.

Usualmente, los productos primarios (agropecuarios) son utilizados como materia prima
en la producción industrial. Las principales actividades del sector primario son la
agricultura, la ganadería, la silvicultura, la apicultura, la acuicultura, la caza y la pesca.

Los procesos industriales que se limitan a empacar, preparar o purificar los recursos
naturales suelen ser considerados parte del sector primario también, especialmente si
dicho producto es difícil de ser transportado en condiciones normales a grandes
distancias.

En las economías nacionales el sector agropecuario constituye uno de los rubros más
importantes del Producto Interno Bruto y es la base de producción de muchos países,
por eso muchas de las políticas y esfuerzos económicos se orientan al desarrollo o
potenciación de este sector. Sobre todo en países subdesarrollados o en vía de
desarrollo.
A continuación presentamos una investigación sobre el sector agropecuario en Panamá
en donde presentamos algunos aspectos importantes que puedan permitir diagnosticar
la situación actual del sector y que den a conocer la importancia y condiciones del
mismo.

El estudio de la legislación del sector, los principales organismos nacionales e


internacionales que lo promueven, sus indices de crecimiento, entre otros, son algunos
de los componentes que engloban esta investigación en la que se pretende mostrar un
estudio a nivel macro.
2. Generalidades.

2.1 Sector agropecuario y desarrollo rural.

El sector agropecuario ha sido históricamente uno de los principales sectores


productivos del interior del país, lo que le ha permitido desempeñar funciones
fundamentales como principal generador de empleo en la mayoría de las provincias y
comarcas indígenas, la obtención de divisas vía exportación, así como un importante
papel en la seguridad alimentaria. Si bien su contribución al PIB ha caído hasta el 3%,
su papel en la generación de empleo lo convierte en un sector estratégico para el
desarrollo del país y para impulsar la inclusión.

En los últimos años el sector agropecuario panameño ha estado operando en un


complejo escenario, caracterizado por la combinación de efectos derivados de la
apertura comercial, los fenómenos climáticos, el encarecimiento de los insumos
agropecuarios, la limitada tecnología, la concentración de agentes económicos que
ejercen posiciones de dominio en el momento de definir los precios de los productos
agropecuarios y la tendencia en algunas áreas del cambio del uso de la tierra de
actividad agropecuaria hacia desarrollos inmobiliarios o turísticos

La participación del sector agropecuario en el PIB nacional ha venido decreciendo de


forma significativa y sostenida en las últimas décadas, pasando del representar del
entorno del 25% en la década de los sesenta, alrededor del 7% al final de los noventa,
hasta situarse actualmente en el entorno del 3%. El crecimiento del PIB agropecuario
ha sido sensiblemente inferior al que registra el PIB total.
2.2 Objetivos.

Se persigue elevar la competitividad y la productividad del sector primario, recuperar la


soberanía alimentaria, impulsar el desarrollo de productos exportables de alto valor, así
como en acciones específicas orientadas a mejorar el nivel socioeconómico de los
pequeños productores. Se hace énfasis en los encadenamientos productivos, la mejora
de la productividad y la diversificación del sector primario, aprovechando oportunidades
asociadas al proceso de apertura comercial.

2.3 Estrategias de intervención.

La mejora de la productividad, la reducción de los costos de producción y las mejoras


en los procesos de comercialización constituyen elementos centrales de esta
propuesta. Para ello, es necesario contar con instrumentos específicos, teniendo como
base procesos de investigación, transferencia e innovación tecnológica que permitan
hacer un uso más eficiente de la tierra, del agua y demás factores productivos. La
mejora de la competitividad en algunos rubros también requiere aumentar las escalas
de la producción bajo un enfoque de conglomerados productivos que integren vertical y
horizontalmente la producción, transformación y comercialización.

Junto a ello, es necesario mejorar la accesibilidad a zonas productoras -caminos de


producción- y los esquemas de comercialización para garantizar que los productos
agropecuarios lleguen a precios competitivos al mercado. Otro aspecto a impulsar es el
desarrollo y fortalecimiento de esquemas asociativos de pequeños productores, que
mejoren su productividad y capacidad de negociación, y de esta manera faciliten su
inserción en los mercados.

La población rural tiene una limitada capacidad para aprovechar las oportunidades que
ofrece el crecimiento; en este sentido, se propone impulsar acciones específicas
focalizadas en los sectores más vulnerables que permitan superar las “trampas de
pobreza”. En este ámbito, la política pública se debe orientar a facilitar el acceso a
activos físicos y financieros, y al mejoramiento de capacidades para aprovechar dichos
activos a través del acceso a servicios de asistencia técnica integral, a mecanismos
que favorezcan el establecimiento de formas asociativas, así como a la provisión de
bienes públicos. Todo lo anterior permitirá a la población rural avanzar hacia esquemas
productivos con un enfoque empresarial, insertándola al mercado y ofreciendo
alternativas dignas y atractivas de vida que favorezcan el relevo generacional del
campo.

En un contexto de creciente inserción en la economía mundial y apertura de mercados,


Panamá debe realizar un esfuerzo por aprovechar las oportunidades y ventanas de
mercado que puedan derivarse de los Tratados de Libre Comercio que Panamá ha
negociado. En ese sentido, debe realizarse un esfuerzo inequívoco para impulsar el
desarrollo de productos exportables con valor agregado; es fundamental que el sector
productivo panameño sea más dinámico para que pueda aprovechar estas
oportunidades.
3. Legislaciones del sector agropecuario en Panamá.

3.1 Ley 12 de 25 de enero de 1973.

“Por la cual se crea el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y se señalan sus


Funciones y Facultades”

Mediante esta ley se crea el Ministerio de Desarrollo Agropecuario con la finalidad de


promover y asegurar el mejoramiento económico, social y político del hombre y la
comunidad rural y su participación en la vida nacional, definir y ejecutar la política,
planes y programas del sector.

En esta ley se dictan las funciones del Ministerio de Desarrollo Agropecuario entre las
que están:

1. Modificar las estructuras agrarias que impidan el desarrollo de la producción y el


mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones rurales y establecer los
mecanismos que garanticen permanentemente la distribución racional y equitativa de la
tierra, el acceso a los recursos naturales renovables y el uso más productivo de tales
elementos.

2. Tomar medidas para garantizar a los productores agropecuarios, especialmente a los


pequeños y medianos, la colocación de sus productos en el mercado nacional o del
exterior, a precios justos y estables, tomando en cuenta los intereses del consumidor
nacional.

3. Organizar y asesorar a la población campesina para promover el aprovechamiento


de la tierra y los recursos renovables, así como la capacitación del hombre del campo
para el trabajo.
4. Promover el desarrollo constante de la producción agropecuaria, mediante el
incremento de los niveles de productividad y el aprovechamiento completo y racional de
los recursos productivos.

5. Estimular, crear y operar directamente, o en asocio con la empresa privada o pública,


nacional o extranjera, actividades de transformación o industrialización de productos
agropecuarios.

El Ministerio de Desarrollo Agropecuario estará integrado por organismos superiores de


dirección, consultivos, de coordinación, de asesoría, de servicios administrativos y
técnicos de ejecución, con las Direcciones que determina esta Ley y, las que se
establezcan posteriormente mediante los reglamentos que expida el Órgano Ejecutivo.
El funcionamiento y la organización interna de cada una de sus dependencias se
ajustará a lo especificado en esta Ley y en los Reglamentos que la desarrollen.

El Ministro es el jefe superior del ramo y la más alta autoridad encargada de la


administración y ejecución de la política, planes, programas y normas de la acción
sectorial del Gobierno en la materia, siendo responsable ante el Presidente de la
República por el cumplimiento de sus atribuciones.

El Ministerio de Desarrollo Agropecuario tendrá las siguientes Direcciones Nacionales


que son organismos operativos especiales de desarrollo por medio de los cuales el
Ministerio realiza sus programas de Reforma Agraria, Producción y Mercadeo:

a) La Dirección General de Recursos Naturales Renovables que ejercerá las funciones


de hacer inventarios, administrar y conservar los recursos naturales renovables;

b) La Dirección General de Agro-industrias que ejercerá las funciones de estudiar y


promover actividades dirigidas al aprovechamiento industrial de la producción
agropecuaria;

c) La Dirección General de Desarrollo Social que organizará y capacitará la población


campesina para ampliar su producción, gestionará sus servicios básicos y fomentará y
fiscalizará las cooperativas;
d) La Dirección General de Planificación Sectorial tiene la responsabilidad de formular y
evaluar la ejecución de planes, programas y proyectos del Ministerio con participación
de las direcciones nacionales, generales y regionales en consulta con los Consejos
Provinciales de Coordinación, los Consejos Municipales y las Juntas Comunales, según
sea el caso. También elaborará el Presupuesto del Ministerio; y,

e) La Dirección General de Asuntos Administrativos que apoyará las unidades


ejecutoras del Ministerio de Desarrollo Agropecuario y prestará los servicios de
contabilidad, de personal, de transporte y demás servicios generales y administrativos.

3.2 Ley 24 de 4 de Junio de 2001.

Esta ley adopta medidas para apoyar a los productores agropecuarios afectados por
las condiciones climatológicas adversas y otras contingencias.
Se crea el Fondo Especial para Créditos de Contingencias para conceder prestamos
agropecuarios, por conducto del Banco de Desarrollo Agropecuario o del Banco
Nacional de Panamá.
El propósito de estos préstamos según lo estable el artículo segundo de la Ley 24 del 4
de junio de 2001 y modificado por la Ley 8 de 11 de febrero de 2005 es brindar
asistencia financiera a los productores agropecuarios afectados por condiciones
climatológicas adversas por abruptas caídas de los precios del mercado, por plagas y
enfermedades exóticas que afecten significativamente la producción agropecuaria o por
la necesidad de apoyar las actividades afectadas para hacer frente a la contrapartida
privada de la reconversión.
Busca contribuir a mejorar la competitividad de los productores, mediante el aumento
de los rendimientos y la reducción de costos, dinamizar el empleo y ayuda a disminuir
la pobreza.
3.3 Ley 25 de 4 de Junio de 2001.

“Que dicta disposiciones sobre la política nacional para la transformación agropecuaria


y su ejecución”

La política nacional para la transformación agropecuaria consiste en la definición del


conjunto de objetivos, mecanismos, instrumentos, procedimientos, medidas y acciones
especificas debidamente justificados y que serán enunciados, adoptados, ejecutados,
supervisados y evaluados rubro por rubro.
El objetivo general de esta política es brindarle apoyo administrativo, laboral, financiero
y de servicio al productor agropecuario, en el proceso de adaptación a las nuevas
condiciones de su entorno cambiante y de modernización de sus actividades, con el
propósito de mejorar la productividad, competitividad y desarrollo integral de las
actividades del sector agroalimentario, agroindustrial y agroexportador en el contexto
del corto, mediano y largo plazo, a fin de que pueda alcanzar una producción,
comercialización, y transformación sostenible que contribuya al crecimiento económico
y al desarrollo nacional así como para que pueda competir exitosamente en el mercado
local y en los mercados externos.
La formulación, ejecución y evaluación de la política nacional para la transformación
agropecuaria será un proceso activo y dinámico, en el cual participaran entidades del
sector público y privado, incluyendo las organizaciones agropecuarias.
La política nacional para la transformación agropecuaria tiene los siguientes objetivos
específicos:
1. Propiciar el crecimiento sostenido de las actividades agropecuarias del país, con
miras a ampliar su contribución sectorial a la generación de empleos y a la distribución
de ingresos rurales, protegiendo la biodiversidad y los recursos naturales.
2. Mejorar la eficiencia económica de las diferentes etapas del proceso de producción y
mercadeo, tanto en insumos como en productos y su calidad.
3. Logra una activa participación de entidades publicas y privadas en el proceso de
transformación agropecuaria del país.
4. Elevar la calidad de vida de los productores de autoconsumo, en busca de su mayor
incorporación al mercado.
5. Promover la reducción de los costos unitarios de los principales cultivos alimentarios
e industriales de difícil sustitución, con el propósito de mantener la competitividad en
los mercados externos.
6. Promover la reducción de los costos unitarios de los principales productos de
exportación para mejorar su competitividad en los mercados externos.
7. Promover alternativas productivas nuevas y más rentables, relacionadas con la
transformación agroindustrial y agroexportación.
8. Fortalecer la gestión de los productores y de las organizaciones agropecuarias cómo
actores principales del sector.
4. Evolución del sector agropecuario en Panamá.

Panamá cuenta con una economía basada en las actividades del sector servicio, lo
cual ha definido el modelo económico de desarrollo que ha caracterizado nuestro país.
El sector agrícola históricamente ha representado en términos económicos, de
conformidad con las estadísticas, uno de los sectores que menos aportan, a la
economía en su conjunto.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), el Producto interno
bruto (PIB) en el año 2012 fue de B/. 25,787 millones, lo que representa un incremento
del 10.8%, con respecto al año anterior. En términos generales, el PIB se divide en tres
grandes sectores: Sector Agropecuario, que aporta el 2.8% y los sectores industriales y
de servicio en donde este último aporta más del 70% del total.
El aporte registrado para el sector agrícola panameño en la economía, no toma en
cuenta el valor del encadenamiento que la producción agropecuaria mantiene con otras
actividades económicas tales como la industria, el comercio y el servicio, que al no ser
contabilizadas por las estadísticas, su aporte no es visible y en consecuencia la
importancia del sector muchas veces se minimiza. Este encadenamiento productivo y lo
que representa, tanto económica como socialmente la ruralidad en Panamá, muestra
en su justa dimensión la importancia del sector agropecuario y rural en el desarrollo del
país.
De la población total panameña, el 37% - según las cifras oficiales- vive en los
territorios considerados rurales en todo el país. No obstante, en las áreas urbanas se
localizan territorios donde se realizan actividades de producción primaria y tienen
condiciones propias de la ruralidad, es decir el porcentaje real del ciudadano panameño
que vive en el medio rural de hecho es mayor que el que estadísticamente se registra.
El desarrollo en el área rural ha sido más lento que en el área urbana y se reflejan
niveles de pobreza extrema y no extrema más extendidos. La pobreza representa el
50% de la población rural, mientras que en zonas urbanas representa el 12.6%. La
pobreza extrema, es decir personas cuyos ingresos son menores a los B/.52.88
mensuales, en áreas rurales representa el 24% de la población. Problemas como la
desnutrición, el desempleo, bajo niveles de educación y atención insuficiente a la salud
son característicos de las regiones rurales panameñas.
La producción agrícola panameña tiene como principales rubros los granos básicos
(arroz, maíz, frijoles y porotos) le siguen en importancia la producción de frutas
tropicales, raíces y tubérculos y hortalizas. En la ganadería se destacan el ganado de
carne y leche, la cría de pollos, producción de huevos cría de cerdo, producción,
apícola y ovicaprina. Adicionalmente, se producen bienes agrícolas y ganaderos, que
aún cuando no reflejan gran producción, son importantes para la alimentación y el
ingreso de la población rural y constituyen oportunidades de diversificación, tales como
sorgo, cacao, achiote, guayaba, papaya, ñampí, pimentón, flores y follajes.
Las exportaciones de bienes del sector agropecuario, han disminuido en su
participación dentro de las exportaciones totales en los últimos años, en mayor medida
que las agroindustriales y las del sector pesca. Por una parte evidencia que la
agregación de valor ha ido aumentando y por otra parte, el efecto que en la producción
primaria han tenido el aumento en los costos y la baja en la producción de algunos
productos dirigidos al mercado exterior.
Las exportaciones agropecuarias representan el 62% del total de las exportaciones
nacionales, las cuales se distribuyen de la siguiente manera: 28.4% Agropecuarias,
15.5% Agroindustriales y 18.1% Pesca. En términos de divisas, esto representa 239
millones de dólares en bienes primarios y 131 millones de dólares en productos
agroindustriales.
La organización en el sector productor agropecuario panameño es diversa. De
conformidad con diferentes fuentes y estudios, existen en Panamá 56 Asociaciones de
productores legalmente constituidas. El Instituto Panameño Autónomo Cooperativo
(IPACOOP) reporta 482 cooperativas activas, donde se asocian producción y otras
labores relacionadas, como producción y mercadeo, suministro de insumos y otros
servicios.
Productores de un mismo rubro se organizan en distintas agrupaciones, tal es el caso
de los productores de leche o de café. Así mismo, hay organizaciones formadas por
productores y procesadores como el caso de carne de res, aves y café; otras organizan
los productores que abastecen industrias como los productores de caña de azúcar y los
de palma aceitera.
se han promovido una serie de leyes de incentivos e iniciativas dirigidas también a
fomentar la eficiencia de la producción agropecuaria, mejorar el ingreso de los hogares
rurales y fortalecer el desarrollo rural territorial. Los siguientes Programas y medidas ya
han sido aprobados y en algunos casos se ha iniciado su cumplimiento:
1. Programa Nacional de Trazabilidad o Rastreabilidad Pecuaria. Ley 104 de 2013.
2. Programa para la Promoción y Modernización Agropecuaria y Agroindustrial. Ley 105
de 2013.
3. Modificación a las medidas para apoyar a los productores agropecuarios afectados
por las condiciones climatológicas adversas y otras contingencias. Ley 106 de 2013
que modifica un Artículo de la Ley 24 de 2001.
4. Programa de Incentivos a la Producción Nacional de granos y otros rubros agrícolas.
Ley 107 de 2013.
5. Reformas a disposiciones del Código Prelativas al hurto pecuario, y del Código
Judicial, sobre desistimiento de la pretensión punitiva y fianza de excarcelación. Ley
108 de 2013.
6. Modificación al sistema de intereses preferenciales al sector agropecuario. Ley 110
de 2013 y modifica un artículo de la Ley 4 de 1994.
7. Implementación de la Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial en
Panamá. Decreto de Gabinete No 27 de 2013.
Si se toma en cuenta únicamente el presupuesto del Estado de los últimos 5 años
ejecutados por el MIDA, se observa que se han invertido en el sector agropecuario más
de 500 millones de balboas. A ello se suman los recursos provenientes de préstamos y
donaciones, algunos de los cuales se ha hecho referencia en los párrafos anteriores,
así como los asignados a las otras instituciones públicas del sector.
No obstante, se ha evidenciado que la administración de estos programas y apoyos
requiere de una organización adecuada y eficiente, con la posibilidad de lograr mayores
niveles de ejecución para que efectivamente cumplan sus objetivos y tengan impacto
en la meta que se busca.
Las tendencias que se han manifestado y las perspectivas que se visualizan, guardan
relación con las debilidades que aún hay que atender y las amenazas que se identifican
en el horizonte inmediato y a mediano plazo.
1. La economía panameña crece y se prevé que siga creciendo pero a un ritmo más
lento que en los años recientes (FMI. Informe Económico, Panamá 2014, CEPAL 2014).
Ello implica un manejo eficiente de la inversión pública y privada que no ponga en
riesgo el desarrollo logrado y siga manteniendo y aumentando la competitividad en el
país.
2. El sector agropecuario tiene potencial para aportar al crecimiento, con atracción de
inversiones y de divisas, que no ha sido explotado aún de manera sostenida y con
objetivos de desarrollo compartido, complementando así a otros sectores.
3. La cohesión social y territorial del desarrollo, no solo apoya una mejor gobernabilidad
del país, también contribuye a que el desarrollo económico signifique mejores niveles
de calidad de vida. Ello solo se visualiza, si se incluye al gran porcentaje de la
población que vive en los territorios rurales de Panamá y que en la actualidad van a
pasos rezagados en comparación con otros sectores de la población.
4. En el último quinquenio, se dieron pasos importantes para incorporar el desarrollo
rural con enfoque territorial como mecanismo para fortalecerlo, desde una perspectiva
más incluyente y participativa, valorando las potencialidades del territorio,
emprendiendo acciones en tres territorios focales, respaldadas por la ECADERT.
5. Un aspecto medular de hoy y que se hará más urgente en el futuro mediato, es la
capacidad de alimentar a la población del país. Se prevé que se requerirán más y
mejores alimentos, para garantizar los requerimientos de la creciente población y
consecuente aumento en la demanda, como producto de mayores ingresos y mejores
niveles de vida.
6. Los problemas ambientales, la variabilidad climática, la estabilización de los precios
en niveles mayores a los de hace menos de una década y las restricciones de los
mercados por prudencia económica, salud y sanidad entre otras razones, serán
aspectos a tomar en cuenta en cualquier estrategia de desarrollo. Todos ellos guardan
estrecha relación con el sector agropecuario e inciden en su capacidad de abastecer a
la población de los alimentos y materias primas necesarias, así como ser fuente de
ingreso de una parte importante del sector rural panameño.
7. La sostenibilidad de los recursos naturales cobran cada vez más relevancia debido a
mayor proporción de tierras áridas, menos cobertura boscosa y disminución en la
disponibilidad del agua por afectación de los acuíferos existentes. Ello implica una
mayor presión para corregir tendencias que afecten su deterioro y aplicar medidas para
un uso apropiado de los recursos con que cuenta nuestro país.
8. Ligado al punto anterior, las tecnologías de producción, la tecnología de la
información y comunicación (TIC) y el conocimiento, cobran una dimensión sumamente
importante, poniendo en evidencia la necesidad de considerar cambios en los patrones
productivos, en la inversión y en la forma en la que se considera la producción de
bienes, dejando de ver la misma como una actividad tangencial de nuestra economía y
situándola al igual que los servicios como una actividad vital y estratégica para el
desarrollo.
9. Se requerirá de una institucionalidad mejor preparada y organizada de manera
distinta con la que cuenta el sector en la actualidad, para hacerle frente a los retos no
solo sectoriales sino globales.
El envejecimiento de la población rural, la debilidad en las organizaciones privadas, la
necesidad de complementación, coordinación, profesionalización y modernización de la
administración pública, en las instituciones del sector público que sirven a la producción
agropecuaria y a los territorios rurales, son realidades que siguen marcando la
tendencia del recurso humano en el sector agropecuario y cuya reversión es urgente e
impostergables para lograr buenos resultados en el mismo.
10. Gran parte de los cambios que se requieren en la actualidad y en el futuro,
dependen de la educación de los ciudadanos de todas las edades, sexos y etnias que
conviven en el país. La demanda por mano de obra calificada y profesional que lidere el
accionar en los territorios rurales es cada vez más pertinente.
11. Los países aumentan y aceleran la tendencia a asociarse en acuerdos que incluyen
el comercio de bienes y la cooperación al desarrollo, entre otros aspectos. Panamá no
escapa a los efectos de la conformación de bloques regionales que impactarán el
comercio y la producción, positiva o negativamente, dependiendo del nivel de
vinculación de la economía del país a los países que conformen dichos bloques, la
participación de Panamá, en estos espacios regionales y mundiales demanda
fortalezas que le permitan integrarse con una alto margen de competencia y seguridad
para enfrentar estos retos.
La agricultura es uno de los sectores más vulnerables a los cambios en los mercados
de bienes y de servicios, tanto por el lado de la importación como de la exportación de
sus productos. La tendencia de la producción de alimentos, insumos y materia prima
indican que se seguirá dependiendo del comercio internacional en los próximos años,
de manera que la política comercial que defina el país es clave para los objetivos de
una mejor ejecutoria del sector agropecuario.
5. Organismos internacionales que promueven el sector agropecuario.

5.1 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.

El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) es un organismo


especializado del Sistema Interamericano, perteneciente a la Organización de los
Estados Americanos (OEA), con sede central en San Isidro de Vásquez de Coronado,
San José. Costa Rica.
Sus fines son estimular, promover y apoyar los esfuerzos de sus Estados Miembros
para lograr el desarrollo sostenible de la agricultura y el bienestar de las poblaciones
rurales.
El Instituto es una plataforma de cooperación. Para movilizar recursos entre países y
regiones, con el fin de promover y adaptar iniciativas de cooperación orientadas a
abordar las prioridades nacionales y regionales, facilitar el flujo de la información y
mejorar la difusión de las mejores prácticas agrarias.
Las lenguas oficiales del instituto son inglés, español, portugués, y francés, y todos los
documentos están disponibles en cada lengua.
El Instituto dice que su misión es apoyar los estados miembros en sus esfuerzos de
lograr desarrollo agrícola y bienestar rural por cooperación internacional tecnológica.
Además, quieren apoyar el desarrollo sostenible y luchar contra el hambre y pobreza
en poblaciones rurales.
Con esta misión el Instituto se define sus objetivos como proveer un sitio para
investigar la agricultura bajo condiciones tropicales, entrenar científicos agrícolas, juntar
escuelas de pensamiento agrícolas de las Américas, apoyar proyectos colaborativos,
fortalecer relaciones culturas a través de los continentes, y recopilar datos de
problemas agrícolas de los estados americanos. Un propósito adicional que tuvo el
Instituto al momento de su fundación fue contribuir al esfuerzo de guerra. Debido a la
Segunda Guerra Mundial, hubo una escasez de varios productos agrícolas importantes.
Ofrece una lista de técnicas para apoyar cadenas agrícolas, en 4 categorías:
• Con respecto a la dirección de negocios, el IICA sugiere el establecimiento de
ecoturismo agrícola, la adopción de productos agrícolas de valor alto, y
pertenencia a un programa hemisférico de negocios agrícolas.
• El segundo campo es dirección de la cadena de suministro. El instituto ofrece
normas para financiar y manejar inversiones a cadenas de suministro
latinoamericanas, tener en cuenta el impacto ecológico de la agricultura,
monitorizar su rendimiento, y reducir pérdidas de alimentos.
• Dirección de política y fortalecimiento de infraestructura institucional: referencia a
la Organización Mundial de Comercio, diseño y apoyo en evaluar políticas
agrícolas, y preparación de planes y programas para llenar los requisitos de
evaluación.
• Acceso al mercado: comercio justo, planes de mercadotecnia que le vinculen con
otros productores en el mercado, planeamiento de programas de agro-turismo.

5.2 Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Más conocida como FAO (por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization),
es un organismo especializado de la ONU que dirige las actividades internacionales
encaminadas a erradicar el hambre. Brinda sus servicios tanto a países desarrollados
como a países en vías de desarrollo y actúa como un foro neutral donde todas las
naciones se reúnen como iguales para negociar acuerdos y debatir políticas. También
es fuente de conocimiento e información y ayuda a los países en vías de desarrollo y
transición a modernizar y mejorar sus actividades agrícolas, forestales y pesqueras con
el fin de asegurar una buena nutrición para todos. A 15 de junio de 2013 la FAO cuenta
con 197 miembros: 194 Estados Miembros, un Organización Miembro (la Unión
Europea) y dos Miembros Asociados (Islas Feroe y Tokelau). También forma parte del
Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Desde 1981 se considera el 16 de octubre como Día Mundial de la Alimentación.
El nombre oficial del organismo en español fue "Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación" hasta que en 2011 se sustituyó por el actual. Su
lema en latín es Fiat panis (hágase el pan).
la FAO ha señalado las siguientes prioridades:
• Ayudar a eliminar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición -
Contribuir a la erradicación del hambre fomentando políticas y compromisos
políticos destinados a respaldar la seguridad alimentaria y asegurándose de que
se dispone de información actualizada sobre los desafíos y las soluciones del
hambre y la nutrición y de que dicha información es accesible.
• Hacer que la agricultura, la actividad forestal y la pesca sean más productivas y
sostenibles - Promover políticas y prácticas basadas en hechos comprobados
para respaldar sectores agrícolas muy productivos (cultivos, ganadería,
silvicultura y pesca), asegurando al mismo tiempo que la base de recursos
naturales no sufra en el proceso.
• Reducir la pobreza rural - Ayudar a los campesinos pobres a obtener acceso a
los recursos y servicios que necesitan, en especial los de empleo rural y
protección social, para trazar un camino que les permita salir de la pobreza.
• Fomentar sistemas agrícolas y alimentarios integradores y eficientes - Ayudar a
crear unos sistemas alimentarios seguros y eficientes que sirvan de apoyo a una
agricultura de pequeñas explotaciones y reduzcan la pobreza y el hambre en las
zonas rurales.
• Incrementar la resiliencia de los medios de vida ante las catástrofes - Ayudar a
los países a prepararse para las catástrofes naturales o provocadas por el
hombre reduciendo su riesgo y potenciando la resiliencia de sus sistemas
agrícolas y alimentarios.

Las actividades de la FAO comprenden las siguientes cinco esferas principales:


• Facilitar información y apoyar la transición hacia una agricultura sostenible.
• Fortalecer la voluntad política y compartir conocimientos especializados en
materia de políticas.
• Reforzar la colaboración público-privada para mejorar la agricultura en pequeña
escala.
• Llevar el conocimiento al campo.
• Apoyar a los países a prevenir y mitigar los riesgos.
5.3 Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

Es una agencia especializada de las Naciones Unidas cuyo objetivo es proporcionar


fondos y movilizar recursos adicionales para promover el progreso económico de los
habitantes pobres de zonas rurales, principalmente mejorando la productividad
agrícola. Se estableció como institución financiera internacional en diciembre de 1977
como uno de los principales resultados de la conferencia mundial sobre alimentación
de 1974 y como respuesta a las sequías y hambrunas que afectaron a África y Asia en
los años precedentes.
El FIDA busca que los habitantes de zonas rurales pobres mejoren su acceso a:
• Los recursos naturales, especialmente agua y tierra seguras, y una gestión
mejorada de estos recursos, que incluya prácticas para su conservación.
• Tecnologías agrícolas mejoradas y servicios de producción efectivos.
• Un amplio rango de servicios financieros.
• Mercados de insumos (por ejemplo semillas o abonos) y productos agrícolas
transparentes y competitivos.
• Oportunidades para el empleo rural no agrícola y el desarrollo empresarial.
• Las políticas y planes locales y nacionales.
Además de facilitar su acceso a todo esto, el FIDA busca que estos habitantes se doten
de las habilidades y la organización necesarias para sacar provecho de dicho acceso.
Todas las decisiones del FIDA —sobre estrategias regionales, nacionales y temáticas,
estrategias para la reducción de la pobreza, diálogo sobre políticas y socios para el
desarrollo— se hacen con estos objetivos in mente. Como se refleja en su marco
estratégico, el FIDA se ha comprometido a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del
Milenio, en particular el de reducir a la mitad la proporción de personas hambrientas y
extremadamente pobres para 2015.
Subyacente a estos objetivos se encuentra la creencia de que, si se quiere erradicar la
pobreza, se debe dar a los habitantes de zonas rurales pobres el poder necesario para
liderar su propio desarrollo. Los pobres deben ser capaces de crear y reforzar sus
propias organizaciones para que puedan defender eficazmente sus intereses y remover
los obstáculos que les impiden mejorar sus vidas. Deben tener voz en las decisiones y
políticas que les afecten, y necesitan reforzar su poder de negociación en el mercado.
El 75 % de los pobres del mundo viven en zonas rurales en países en desarrollo, y sin
embargo solo el 4 % de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) va a agricultura.
A través de créditos y donaciones el FIDA trabaja con los gobiernos para elaborar y
financiar programas y proyectos que permitan a los pobres rurales superar la pobreza
por sí mismos.
Desde que en 1978 comenzara sus operaciones y hasta 2010, el FIDA ha invertido
10,6 millardos de dólares norteamericanos ($) en 796 proyectos y programas. Los
gobiernos y otras fuentes de financiación en los países receptores, incluidos los
participantes en los proyectos, contribuyeron con 15,3 millardos de dólares, mientras
que bancos multilaterales de desarrollo, agencias bilaterales y otros donantes
aportaron aproximadamente 9,5 millardos de dólares en cofinanciación.
El FIDA combate la pobreza no solo como financiador, sino también como abogado de
los pobres rurales. Su base multilateral le proporciona de forma natural una plataforma
mundial para tratar importantes temas políticos que influyen en las vidas de estas
personas desfavorecidas, así como para llamar la atención sobre la centralidad del
desarrollo rural para conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

5.4 Consultative Group for International Agricultural Research.

El CGIAR es un consorcio de centros de investigación cuya labor es aumentar la


seguridad alimentaria, reducir la pobreza rural, mejorar la salud y la nutrición humana y
asegurar un manejo sostenible de los recursos naturales. Coordina la labor de 15
centros, en colaboración con organizaciones asociadas, institutos de investigación
nacionales y regionales, la academia, el sector privado y la sociedad civil. Su equipo
humano lo componen cerca de 8,000 personas, entre científicos y personal de apoyo,
además de tener la colección de recursos genéticos más grande del mundo.
6. Indicadores macroeconómicos.

6.1 Producto interno bruto: tercer trimestre de 2018.

El Valor Agregado Bruto agropecuario en el trimestre registró un incremento de 2.2%,


debido al comportamiento positivo de las actividades pecuarias, principalmente, por el
aumento en el sacrificio de cerdos en 8.8%, de aves en 5.4% y de ganado vacuno en
1.2%, y al igual que la producción de huevos de aves en 10.5%; sin embargo, la leche
natural disminuyó en 7.1%.
El sector agrícola mostró un crecimiento explicado por la mayor producción de arroz en
3.5%, maíz en 1.1%, caña de azúcar en 5.1% y las legumbres en 6.1%; reflejado en las
hectáreas sembradas y cosechadas. Entre las actividades que frenaron el crecimiento
del sector están: la producción de frutas de exportación como: banano y piña que
disminuyeron en 5.4% y 7.9%, respectivamente.
De enero a septiembre, el sector agropecuario mostró una variación positiva de 2.3%.
El Valor Agregado de la actividad pesquera registró una disminución de 11.7%, como
resultado de la menor captura de especies comerciales. De igual forma, las
exportaciones de camarones y pescado fresco, refrigerado y congelado descendieron
en 23.0 y 8.1%, respectivamente.
De enero a septiembre la pesca mostró una caída en su Valor Agregado de 6.0%.
Este sector representó el 2.6% del total del PIB para el tercer trimestre de 2018.

6.2 Tasa de desempleo del sector.

De acuerdo con datos oficiales del INEC, entre agosto de 2016 e igual mes de 2017 se
crearon aproximadamente 15 mil nuevos empleos netos, lo que representa un aumento
del 0.9% en la ocupación total. El empleo en el sector público creció más
aceleradamente (5.2%) y en el sector privado fue de 1.5%, mientras que el trabajo por
cuenta propia creció más que el empleo asalariado en términos relativos (2,7%). Así
mismo, el empleo remunerado en el servicio doméstico siguió cayendo conforme a
años previos (-1.7%).
Llama la atención que el número de patronos o empleadores se redujo de manera
significativa (-26%), lo cual estaría sugiriendo la persistencia de condiciones adversas
para el desempeño empresarial en determinados segmentos o actividades económicas
que condujo al cierre de muchos negocios. Esto habría que confirmarlo con
estadísticas complementarias de otras fuentes no disponibles en este balance.
Entre ramas, algunas actividades del sector terciario de la economía mostraron un
mayor crecimiento del empleo, particularmente el transporte, correo y comunicaciones
(7.2%) y los hoteles y restaurantes (4.7%). Se destaca que en ambas actividades el
crecimiento del trabajo por cuenta propia es mucho más alto que el empleo asalariado,
lo cual podría expresar síntomas de deterioro en la calidad del empleo.
Así mismo, la ocupación total en la agricultura siguió cayendo (-4,8%), tanto del empleo
asalariado como del trabajo por cuenta propia; mientras que en la industria
manufacturera creció apenas 1.1%.
Por su parte, en el sector construcción, el leve aumento del empleo es explicado
exclusivamente por el trabajo independiente, ya que el empleo asalariado cayó
ligeramente.
6.3 Inflación del sector.
7. Sugerencias.

7.1 Nueva Zelanda: caso de éxito.

La agricultura en el país austral es el mayor empleador de su economía dando trabajo


al 11% de su población laboral. Su sistema agrario es de los más eficientes del mundo
según explica el enviado especial comercial agropecuario de Nueva Zelanda, Mike
Petersen, ya que las exportaciones de bienes agrícolas en el país rondan los US$32
billones (66% de y exportaciones totales de bienes).

La tecnificación del agro neozelandés es tan alta que en la actualidad a pesar de tener
menos de 5 millones de habitantes produce suficiente comida para alimentar cerca de
40 millones de personas.
Según Petersen, desde 1985, año en el que sucedió la reforma al sector agropecuario
todos los subsidios fueron removidos. Esta decisión, que para Nueva Zelanda
representó un “enorme desafío y gran conmoción”, fue la base para llegar a ser el que
hoy en día es el sector menos subsidiado del mundo según la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y promovió en gran medida la
eficiencia y la innovación.
Los beneficios para el sector pecuario son indiscutibles. La eliminación de los subsidios
permitió que de 1990 al 2013 la producción lechera aumentara 117%, la producción de
carne creciera 18% y se mitigara la reducción de corderos en -9% pero con 47% menos
ovejas.

Hoy en día Nueva Zelanda, según datos de Auscom, es el primer exportador a nivel
mundial de carne de oveja, el primer exportador de leche (con el 3% de la producción
global) y el segundo exportador de lana. En términos monetarios, ocupa el puesto
número 15 entre los mayores exportadores de productos agrícolas.
El papel del gobierno neozelandés es garantizar el correcto funcionamiento de las
políticas agropecuarias y permitir las decisiones de mercado, “no en dar un apoyo
financiero directo”, explica Petersen.
Los éxitos del modelo se deben a que las decisiones de producción son dictadas por
los mercados (tanto domésticos como internacionales) y no por el gobierno. Las ventas
a su vez, dependen exclusivamente de conocer las expectativas de los clientes sobre el
precio y la calidad de los productos.

Gracias a estas decisiones, los aumentos en la productividad permitieron destinar la


gran cantidad de excedentes al comercio exterior (85% de la producción se exporta)
representando el 55% de las ganancias de las exportaciones totales.
Las políticas gubernamentales para el sector agropecuario se basan en permitirles a
los productores acceso al mercado internacional y fomentar el comercio y las
relaciones bilaterales. También, establecer fondos de aceleración de riego y para la
agricultura sostenible.

La financiación para las actividades del sector proviene de la misma industria. Estos
fondos son desarrollados por las organizaciones de la industria quienes acumulan e
invierten en los mismos.

Las universidades y las organizaciones de capacitación mejoran constantemente las


habilidades y el conocimiento en las industrias del sector primario, “la relación de la
academia con la industria es fundamental para el crecimiento de las empresas
neozelandesas”, resalta Petersen.

7.2 Recomendaciones al modelo de economía agropecuaria Panameña.

A pesar de que Panamá no es el único país que presenta contracciones en el sector


agro es necesario entrever que las reformas no se deben hacer esperar y que los
rubros a mejorar significarían un aumento sustancial de los indices de producción y
competitividad del sector.

La diversificación de la estructura económica en base a las potencialidades de cada


una de las provincias y subregiones, con énfasis en productos con alto potencial de
crecimiento (mercado interno y exportación) puede proporcionar nuevas opciones antes
no consideradas para los mercados de consumidores, la creación de nuevos productos
o nuevas formas de producir, entre otras.

La mejora de la productividad, competitividad en el sector primario, mediante el


fomento de productos no tradicionales con potencial de exportación y acceso a
mercados, asistencia técnica , apoyos para el tratamiento post-cosecha,
comercialización, etc., con énfasis en iniciativas que incidan en las estructuras
productivas con alto impacto potencial sobre las condiciones de vida de población
especialmente vulnerable: agricultura “social”, pequeños y medianos productores, y
cooperativas.

El fomento de los procesos de transformación de productos del sector primario. El


fomento de la explotación sostenible de los recursos marino-costeros, y la pesca
artesanal.

La tecnificación de las practicas productivas puede evolucionar en una mejora de la


productividad agropecuaria nacional.

El uso de practicas de producción verdes o ambientalmente amigables que llave la


atención de mercados nuevos, entre otras.

La educación y la capacitación de las comunidades de las áreas rurales en vista de


mejorar su capacidad productiva e innovadora puede ayudar al incremento de los
indicadores del sector.
8. Webgrafía.

www.contraloria.gob.pa
www.cncpanama.org
www.mitradel.gob.pa
www.panamaamerica.com.pa
www.datosmacro.expansion.com
www.dinero.com
www.apd.org
www.elcapitalfinanciero.com
www.fao.org/panama/
es.wikipedia.org
datos.bancomundial.org
www.laestrella.com.pa
www.mef.gob.pa
www.unachi.ac.pa
www.asamblea.gob.pa
www.gacetas.procuraduria-admon.gob.pa
www.mida.gob.pa
www.dgetp.edu.do

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