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Guía para el manejo de los productos de tala, poda y rocería. Medellín, Área
Metropolitana del Valle de Aburrá.

Book · March 2010

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GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA PODA Y ROCERÍA

Una publicación del


Área Metropolitana del Valle de Aburrá

Mauricio Facio Lince Prada, Director


Alejandro González Valencia, Subdirector Ambiental

Ejecutó
Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín
Facultad de Ciencias Agropecuarias, Departamento de Ciencias Forestales

Autores
Rodolfo Hernán Parra Sánchez
Oscar Andrés Sáenz Ruiz
John Alexander Pulgarín Díaz

Equipo de Trabajo
Juan Fernando Patiño Díez, Ingeniero Forestal, M.Sc.; Andrés Felipe Areiza Restrepo, Estudian-
te Ingeniería Forestal; Luis Felipe Ortega Molina, Estudiante Ingeniería Forestal; Juan David
Vahos Montoya, Ingeniero Forestal; Lucas Cifuentes Gómez, Ingeniero Forestal; Judy Madelén
Giraldo Duque, Zootecnista; Doris Cuervo Ruiz, Comunicadora Social Comunitaria; Juan Diego
León Peláez, Ph.D., Apoyo temático; Néstor Walter Osorio, Ph.D., Apoyo temático.

Interventoría
Diana Fernanda Castro Henao, Profesional Universitario
Área Metropolitana del Valle de Aburrá

Coordinación de la Publicación
Oficina Asesora de Comunicaciones del Área Metropolitana del Valle de Aburrá

Fotografías
Departamento de Ciencias Forestales, Universidad Nacional, Sede Medellín.

Diagramación
Madaly López González

Impresión
Universidad Nacional – Sede Medellín

Registro ISBN: 978-958-8513-26-3

Primera Edición
Medellín, Colombia marzo de 2010

Está prohibida
AREA la reproducción parcial o total de esta publicación y mucho menos para fines
GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
comerciales. Para utilizar información contenida en ella se deberá citar fuente.
2
Contenido
Pág.
Presentación 4
Introducción 5
1. Los árboles en la ciudad y su manejo 7
2. Principales intervenciones a la vegetación urbana:
tala, poda y rocería 9
Tala 10
Poda 10
Rocería 11
3. Productos de tala, poda y rocería y su uso actual 12
4. Usos potenciales de los productos de tala, poda y rocería 16
5. Material vegetal picado 17
Beneficios del material vegetal picado 17
¿Dónde se puede aplicar el material vegetal picado? 20
¿Cómo se prepara y aplica el material vegetal picado? 20
¿Cada cuanto aplicar el material vegetal picado? 25
Capacidad de recepción regional de material vegetal picado 26
6. Mitos y verdades sobre la aplicación de material vegetal picado 28
7. Preguntas frecuentes sobre la aplicación del material
vegetal picado en la base de los árboles urbanos 30
8. Mobiliario urbano 31
9. Recuperación de suelos 34
10. Construcción de trinchos 36
11. Glosario 37

Lista de Figuras 39
Lista de Tablas 40

AREA

3
Presentación
En las grandes áreas urbanas del mundo, el componente vegetal pareciera estar
amenazado por el entorno, específicamente en lo que se refiere a las condiciones de
calor, de luz reflejada, de confinamiento espacial, entre otras. Pero a su vez, es también
un importante elemento beneficioso para el hombre, en los rudos escenarios urbanos, en
los cuales ofrecen sombra, bienes y servicios ambientales confiriendo además variedad
al paisaje. No obstante, para lograr un equilibrio entre este componente y la infraestruc-
tura urbana, se requiere planeación y prospección, herramientas fundamentales para
modelar escenarios futuros en el orden ambiental y para identificar acciones preventivas
y correctivas en el presente, tales como las intervenciones que permiten armonizar la
vegetación urbana con las características propias de una región en franco crecimiento y
desarrollo.
De estas intervenciones, específicamente de las talas, las podas y la rocería, se ge-
neran una serie de materiales como ramas, troncos, hojas y pastos que históricamente
han sido tratados como basuras o desperdicios, revistiéndolos de una aversión por parte
de la población hacia su uso potencial, incurriendo además en sobrecostos a la hora de
disponerlos y generando problemas colaterales como la disminución de la capacidad de
carga de los rellenos sanitarios y la polución generada en su quema para la producción
artesanal de carbón.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, como organismo rector de la gestión am-
biental en la región metropolitana se propuso facilitar el conocimiento de la naturaleza y
de sus ciclos en el entorno inmediato, planteando el diseño urbano desde una propuesta
que fuese coherente con los procesos de cambio natural y con las posibilidades producti-
vas de los materiales provenientes de estas actividades, reorientando la ciudad hacia un
desarrollo sostenible contextualizado en términos de la dinámica de la ecología urbana.
Esta guía recoge los principales lineamientos científicos y técnicos, permitiendo
direccionar el aprovechamiento integral de los productos obtenidos en las actividades
silviculturales de tala, poda y rocería, proporcionando elementos metodológicos para su
adecuado uso, generando un impacto favorable y permitiendo darles un uso público en
beneficio de todos.

Mauricio Facio Lince Prada


Director

AREA
GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
4
Introducción
En la Región Metropolitana del Valle de Aburrá se formuló el “Plan Maestro de
Espacios Públicos Verdes” PMEPV, el cual cuenta dentro de sus resultados más im-
portantes con la caracterización de los espacios públicos verdes, la realización de
un inventario de vegetación, el desarrollo de indicadores, plan de manejo integral
de flora a nivel metropolitano, y además sirvió como plataforma para la planeación
de proyectos y estrategias de mediano y largo plazo que permitiesen una verdadera
gestión integral del recurso.
Asimismo, se formuló el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional
– PGIRS Regional, como herramienta de planificación para el mejoramiento continuo
de la prestación del servicio de aseo, la educación en materia de prevención, buenas
prácticas ciudadanas y empresariales, procesos de separación, aprovechamiento, tra-
tamiento y disposición final en el tema de residuos. En el PGIRS Regional contempló
un programa de gestión integral de residuos, el cual planteó la posibilidad de formu-
lar una directriz de buenas prácticas para la gestión integral de los materiales prove-
nientes de las actividades silviculturales, que motivó el desarrollo de este estudio y
la presente guía, así como la búsqueda de una solución a un problema de la región.
En los 9 municipios adscritos al Área Metropolitana del Valle de Aburrá y en
cualquier lugar del país se generan productos en la actividad de Limpieza de Parques
y Jardines; estos son definidos por el Decreto 1713 de 2002 como los provenientes
de la limpieza o arreglo de jardines y parques, corte de césped y poda de árboles o
arbustos ubicados en zonas públicas. En el presente estudio realizado por el Departa-
mento de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín
con recursos del AMVA (2009,) se encontró como un promedio histórico de los 4 años
anteriores, que son 21.542 Ton/año, las generadas en la región. Estos materiales,
no tienen un esquema de gestión bien definido, ya que sus usos actuales van desde
quemar el 56% de la generación anual para la producción artesanal de carbón, hasta
disponer cerca de un 10% en los rellenos sanitarios, generando un grave problema de
contaminación del aire y un sobrecosto en el transporte y disposición de los mismos.
Además, este tipo de usos inadecuados evita el empleo de estos materiales en proce-
sos alternativos más sostenibles desde la perspectiva ambiental.
Es así como surge la necesidad de investigar cuales usos potenciales son aquellos
que pueden ser implementados en la región de manera sencilla, eficiente, económi-
ca, ambientalmente sostenible y sobre todo con un valor agregado para su compo-
nente arbóreo.

AREA

5
En el marco del estudio, se encontró que la alternativa más propicia es el uso del ma-
terial vegetal picado como elemento de abono para el componente arbóreo metropolita-
no mediante la técnica de “pique y aplique”, la cual consiste en reducir a partículas todo
el material proveniente de las podas y las talas, homogeneizarlo con pastos provenientes
de la rocería y aplicarlo en la base de los árboles de la región con unas condiciones míni-
mas que garantizan la salud de éstos últimos. Así, no sólo se logra acondicionar los sue-
los donde están establecidos los individuos arbóreos, sino que se le pueden proporcionar
nutrientes indispensables para su desarrollo, crecimiento y sostenimiento, a la vez que
se les regula la infiltración de agua, factor clave en épocas de intenso verano.
Este material vegetal picado, cuyo origen se le atribuye cotidianamente a las in-
tervenciones sobre árboles enfermos, es en realidad un material rico en azucares y
proteínas que proviene en un alto porcentaje de las labores de despeje de redes de
energía y telecomunicaciones (cerca del 64% del total metropolitano de los productos
de tala y poda), en las cuales se intervienen principalmente rebrotes y renuevos folia-
res. Además, fue desvirtuado el supuesto de la existencia de trazas significativas de
metales pesados que restringirían su uso, ya que fueron evaluadas en una muestra
significativa de individuos y material mezclado, encontrando que Cadmio (Cd), Cromo
(Cr), Cobalto (Co) y Plomo (Pb) no fueron siquiera detectables y en Níquel (Ni), Cobre
(Cu), Mercurio (Hg) y Zinc (Zn) los valores encontrados son significativamente inferio-
res al valor de referencia usado para cultivos de consumo humano.
Para el material de mayores dimensiones, especialmente para aquel proveniente
de talas, la opción más viable desde el punto de vista socioambiental, es la de elaborar
mobiliarios urbanos que permitan que los árboles permanezcan aún después de su
extracción, prestando un servicio público a la comunidad y garantizando la perma-
nencia del CO2 por ellos absorbido durante su vida, a la vez que se propicia un uso en
bienestar de todos, como una estrategia de mitigación del cambio climático.
Si bien técnica y científicamente los usos potenciales de estos productos cobijan
un espectro tan amplio que va desde usarlos como materia prima para gasificación,
producción de alcoholes carburantes, sustrato para hongos comestibles, hasta carbón
activado, entre otros, se establece que las mejores alternativas de uso en la región
metropolitana del Valle de Aburrá son la aplicación de material vegetal picado en la
base de los árboles, construcción de mobiliarios, recuperación de suelos y construc-
ción de trinchos, desvirtuando los mitos que se han suscitado en torno a estos pro-
ductos y definiendo la directriz metropolitana para su uso, mientras colateralmente se
desarticulan las fuentes de emisión y mala disposición asociadas a los usos equivoca-
dos de los mismos. Generando además un cambio de actitud frente a estos productos,
ya que al tener claros sus beneficios y la forma adecuada de manejarlos, se puede
producir una apropiación frente a este tema por parte de la comunidad en general.

AREA
GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
6
1. Los árboles en la ciudad
y su manejo
Los árboles son el elemento natural más visible y por lo tanto más apreciado en
los ecosistemas urbanos debido a su tamaño, forma, color, cambios fenológicos e im-
portancia en el paisaje. Los espacios sin ellos están privados de sus beneficios, entre
los que se destaca la reducción de la temperatura, regulación de la humedad del aire,
la protección de los suelos y de las construcciones contra la incidencia directa de los
rayos solares, entre otros.
Los árboles funcionan también como amortiguadores de ruido, absorbentes de
gas carbónico y retenedores del polvo contenido en el aire, beneficios muy importan-
tes en las ciudades de hoy. Además, ofrecen la riqueza espectacular de los cambios
en colores y formas a lo largo del año, cuando pierden las hojas viejas y producen
nuevas, nacen flores y crecen frutos.

Figura 1. Árboles con necesidad de ser podados por interferencia con sistemas de transmisión
y distribución de energía eléctrica.

AREA

7
No obstante, al hacer un análisis cuidadoso de la vegetación de la región metro-
politana del Valle de Aburrá, nos encontramos con algunos árboles que se han dete-
riorado principalmente por su edad o por su mala ubicación y otros en interferencia
con redes de servicio, lo que evidencia la necesidad de intervenirlos con fertilizacio-
nes, trasplantes, podas o talas. Siendo más comunes las dos últimas y las cuales se
encuentran descritas en detalle en el capítulo 2.
La vegetación de porte muy bajo, específicamente los pastos y los arvenses, son
controlados mediante rocería, cubriendo una superficie equivalente a 10.483 hectá-
reas en un año (tomando como referencia el año 2008), producto de los reiterados
ciclos para su efectivo mantenimiento y control, con el fin de mejorar el aspecto de
los espacios que invaden y la seguridad de sus vecinos.
Así pues, los principales problemas en los que se encuentra la vegetación urbana
del Valle de Aburrá son:

 Poco espacio para su desarrollo


(Figura 2).
 Interferencia con construcciones,
redes de acueducto y alcantarillado,
líneas de transmisión y distribución Figura 2. Deterioro del árbol
de energía y telecomunicaciones por intervención humana.
(Figura 1).
 Deterioro por intervención humana
(Figura 2).
 Ataque de agentes patógenos
(Figura 2).
 Malas prácticas silviculturales como
podas inadecuadas y ahogamiento
por construcción de piso duro en la
base del tallo (Figura 2).

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GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
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2. Principales intervenciones
a la vegetación urbana:
tala, poda y rocería
Antes de entrar a definir las intervenciones, es necesario aclarar que para rea-
lizar cualquier tipo de intervención de tala o poda sobre la vegetación se requiere
autorización por parte de la autoridad ambiental competente. En la zona urbana de
los municipios de la región metropolitana (con excepción de Envigado) dicha auto-
ridad es el Área Metropolitana del Valle de Aburrá –AMVA– y, una vez aprobada la
intervención, ésta debe ser realizada por personal especializado.

Figura 3. Tala de un árbol urbano.

AREA

9
Tala
Esta actividad consiste en cortar un árbol desde su base por alguna de
las siguientes razones:
 Árboles que ponen en peligro casas, edificios, obras públicas, monu-
mentos y la movilidad urbana.
 Árboles que interfieren con redes de servicio público, fachadas de edifi-
cios o monumentos históricos.
 Construcción o ampliación de calles, avenidas u otras obras de infraes-
tructura vial.
 Mantenimiento o construcción de unidades habitacionales o edificios.
 Obstrucción de la iluminación.
 Árboles con apariencia estética poco atractiva, enfermos o muertos.
 Poco espaciamiento entre árboles, entre otras.

Figura 4. Poda de un árbol urbano.

Poda
Son cortes que se realizan en algunas partes de los árboles (principal-
mente ramas y raíces) para evitar los problemas descritos anteriormente,
además tiene los siguientes beneficios:
 Asegurar la viabilidad de los árboles y la integridad de los transeúntes
y sus bienes.
 Darle formación y equilibrio al árbol, por aspectos relacionados con su
sanidad.

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GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
10
 Principales intervenciones a la vegetación urbana: tala, poda y rocería.
 Mejorar la visibilidad de las señales de tránsito, el alumbrado público y
el desplazamiento de vehículos y personas.
 Minimizar los riesgos derivados de su eventual caída.
Ya que las podas son heridas que se le causan a los árboles, deben ser
realizadas con las herramientas adecuadas y los cuidados posteriores ne-
cesarios para mantener su forma, salud y longevidad.

Figura 5. Rocería en áreas verdes públicas del Área Metropolitana


del Valle de Aburrá.

Rocería
En esta actividad se cortan los pastos y arvenses que crecen en las
zonas verdes públicas hasta dejarlas a una altura de aproximadamente
cinco centímetros. Ya que esta actividad se realiza con guadaña, es nece-
sario tener mucho cuidado de no generar heridas en la base de los árboles
porque llevan a anillarlos y puede ser la puerta de entrada para diferentes
patógenos.

AREA
PRINCIPALES INTERVENCIONES A LA VEGETACIÓN URBANA: TALA, PODA Y ROCERÍA
11
3. Productos de tala, poda y
rocería y su uso actual
Como se mencionó antes, las principales labores que se realizan en el manteni-
miento de la vegetación urbana son tala, poda y rocería de las que se obtienen trozas
de madera, tallos gruesos, ramas, hojas y pastos (Figura 6). En la región metropoli-
tana del Valle de Aburrá, estos productos son manejados por cada uno de los muni-
cipios, por los operadores contratados para tal manejo y las entidades prestadoras
del servicio de aseo. La disposición de estos productos en rellenos sanitarios es muy
costosa por el cargue y descargue de los vehículos, transporte, disposición y reduc-
ción de la capacidad del relleno sanitario; además, se pierde su potencial de uso en
diferentes actividades (ver Capítulo 4).

Figura 6. Ramas gruesas,


delgadas y hojas prove-
nientes de actividades de
tala y poda.

Luego de un diagnóstico exhaustivo en los municipios de la jurisdicción del


AMVA, para el cual se consideraron los promedios históricos de los años 2006 a
2008, se encontró que esta región produce 21.542 toneladas anuales en estos pro-
ductos (Tabla 1). Siendo Medellín el municipio que más produce, seguido por Em-
presas Públicas de Medellín que tiene influencia en toda la región metropolitana al
realizar el mantenimiento de las redes de transmisión y distribución de energía y
telecomunicaciones. Cabe resaltar que el municipio que menos produce es Barbosa
(en área urbana).

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GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
12
Tabla 1. Productos de la silvicultura urbana en el Área Metropolitana del Valle
de Aburrá por municipio, en toneladas anuales (Peso Verde).

Entidad Pasto Ramas y tallos Total


Medellín 8.933 2.877 11.810
Itagüí 528 355 883
Bello 375 410 785
Barbosa 62 40 102
Girardota 133 39 172
La Estrella 300 33 333
Copacabana 89 52 141
Caldas 177 47 224
Sabaneta 270 63 332
EPM 6.760 6.760
Totales 10.866 10.676 21.542

En esta tabla también se observa que la cantidad de pasto es similar a la de ra-


mas y tallos, pero es importante tener en cuenta que el contenido de humedad del
pasto está cercano al 78%, por lo tanto, aproximadamente 8.479 toneladas del pasto
cortado en la región metropolitana es agua, la que se evapora fácilmente quedando
tan sólo 2.368 toneladas de materia seca de pastos cortados, cantidad que no llega
a ser tan alarmante como la cifra inicial. Estos pastos normalmente son usados para
alimentar el ganado y en la producción de compost por su ventajosa velocidad de
descomposición, pero no se puede desconocer que en gran medida se encuentran
contaminados con basuras.
Las ramas y tallos generados en las actividades silviculturales provenientes de
la limpieza de espacios públicos verdes, son aprovechados actualmente como se
muestra en la Tabla 2, formas de uso que se explicarán en detalle más adelante. Es
importante anotar que en esta tabla se presenta la cantidad de productos de tala y
poda que se procesan en la jurisdicción del AMVA (19.311 Ton), sin tener en cuenta
la cantidad de pastos ni la procedencia específica del mismo. Así, todo el material
producido en zonas públicas urbanas (10.676 Ton) es consumido y el diferencial por
exceso proviene de zonas privadas, áreas rurales u otros municipios por fuera de la
jurisdicción del AMVA.

AREA
PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA Y SU USO ACTUAL
13
Tabla 2. Uso actual de los productos de tala y poda producidos en el Área Metropolitana del Valle
de Aburrá, en toneladas anuales.

Entidad que usa el producto Uso Cantidad


Carboneras de Navarra Producción de carbón vegetal 12.079
Empresas Públicas de Medellín Picado 6.760
Centro acopio Altavista Compostaje 8
Centro acopio San Antonio de Prado Compostaje 23
Centro acopio Santa Elena Compostaje 8
Centro acopio Palmitas Compostaje 8
Centro acopio San Cristóbal Compostaje 8
Municipio de Sabaneta Material Vegetal Picado 47
Redes ecológicas Mpio Medellín Material Vegetal Picado 373
Total 19.311

El único de estos usos que no es conveniente es la producción artesanal de car-


bón, porque bajo las condiciones en que se realiza atenta contra la salud humana. De
acuerdo con la información encontrada durante el estudio, el 62% del material que es
llevado a las carboneras (7.488 toneladas) es emitido a la atmósfera en forma de humo
y partículas (Figura 7 y Figura 8), aumentando la contaminación del aire que respira-
mos. Las otras alternativas encontradas son adecuadas, aunque actualmente sean más
costosas en términos económicos pero no en ambientales y de salud pública.

Figura 7. Ramas y troncos provenientes de


las podas y talas de la región metropolita-
na del Valle de Aburrá para producir carbón
vegetal.

Figura 8. Proceso de transformación de la


madera a carbón vegetal mediante quemado.

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GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
14
Los otros usos que se le dan actualmente a estos productos son:

El compostaje, el cual consiste en someter a descomposición controlada pro-


ductos de origen vegetal o animal (como hojas, tallos, pastos, cáscaras, excremento
animal, etc.) hasta un producto estable. El material resultante es llamado compost
o composta y se usa como abono para mejorar los suelos y su calidad depende del
contenido de nutrientes de los materiales originales (Figura 9).

Figura 9. Elaboración de compost con pastos, hojas,


ramas y tallos picados.

El Material Vegetal Picado consiste en partir en trozos pequeños hojas, ramas,


tallos y pastos generados en las actividades de intervención y ponerlos en la base de
los árboles con la intención de que el material se descomponga y aporte nutrientes
al árbol (ver Capítulo 5 y Figura 12).

AREA
PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA Y SU USO ACTUAL
15
4. Usos potenciales
de los productos de tala,
poda y rocería
Al realizar el mantenimiento de las áreas verdes públicas, las hojas, ramas, trozas
y pastos generados de las actividades silviculturales de la ciudad, se pueden usar de
diferentes formas a las que actualmente se están desarrollando en la región; algunas
de estas alternativas tienen aplicabilidad industrial requiriendo altas inversiones eco-
nómicas para tener una producción acorde al mercado y cumplir con la normatividad
ambiental vigente tales como: producción de biocombustibles (carbón vegetal, alcohol
etanol y metano), producción de hongos comestibles, carbón activado, entre otras.
Pero de acuerdo con los análisis económicos, jurídicos y ambientales, las mejores
alternativas de uso para los productos de tala, poda y rocería son en su orden la apli-
cación de material vegetal picado en la base de los árboles, elaboración de mobiliario
urbano, recuperación de suelos y construcción de trinchos. Las demás alternativas
analizadas se pueden consultar en el informe final del estudio en el centro de docu-
mentación del AMVA.

Figura 10 Planta productora de Etanol a partir de material leñoso


(Tomado de Ethanol Pine Project).

AREA
GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
16
5. Material vegetal picado
La aplicación del material vegetal picado en la base de los árboles urbanos es
realizada generalmente bajo la técnica del “pique y aplique”, el cual hace referencia a
cortar en trozos pequeños con una máquina picadora de material vegetal los productos
generados de tala y poda, para luego aplicarlos a los árboles o jardines (Figura 11).

Figura 11. Máquina para picar productos vegetales, comúnmente llamada


“chipeadora”. En esta guía se le llamará máquina picadora de material vegetal.

Beneficios del material vegetal picado


Retención de humedad en el suelo
Conforme con las conclusiones de este estudio, el material vegetal picado y dis-
puesto en la base de los árboles aumenta la penetración del agua en el suelo man-
teniéndolo húmedo por más tiempo, con lo que los árboles no sufren de sequia en
los periodos de pocas lluvias. De acuerdo a los resultados se encontró una diferencia
favorable de contenido de humedad promedio de 13,5% bajo la capa de material ve-
getal picado vs. el suelo desprovisto de la misma.

AREA

17
Figura 12. Árbol con correcta aplicación de material vegetal picado en su base.

Acondicionador del suelo urbano


Es común encontrar que los suelos urbanos poseen una fertilidad bastante baja
ya que la capa del suelo más fértil que generalmente es la más superficial, es remo-
vida al construir. El material vegetal picado que se dispone en la base de los árboles
es un buen acondicionador del suelo por su aporte de materia seca (el estudio mostró
que se incorporan aproximadamente 2,58 Kg/mes al suelo con base en una aplicación
de 0,44 m3 por árbol) y no lo intoxica con metales pesados, ya que en la caracteriza-
ción mediante análisis de laboratorio, no fueron detectados algunos elementos como
el Cadmio (Cd), Plomo (Pb), Cromo (Cr) y Cobalto (Co), lo cual indica que su contenido
fue inferior al mínimo detectable o que incluso pudo no estar presente. Níquel (Ni),
Mercurio (Hg), Cobre (Cu) y Zinc (Zn) fueron encontrados en proporciones significati-
vamente inferiores a los valores de referencia vigentes como máximo aceptable para
cultivos destinados al consumo humano. Es importante resaltar la ausencia de Plomo
(Pb), ya que frente a este elemento se concentraron las expectativas por su supuesta
presencia en el material vegetal, dado su alto contenido en la gasolina y el ACPM que
se consume en la región.

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GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
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Aporte Nutricional
La mayor parte de los productos de poda y tala provienen de árboles sanos y
de partes de las plantas con gran cantidad de azucares y proteínas, con lo que su
aplicación a la vegetación urbana mejorará su nutrición evitando que se enfermen o
sean atacadas por virus, bacterias, hongos o insectos. Aclarando que estos organis-
mos viven en plantas enfermas mas no en materia orgánica en descomposición. En
el presente estudio y bajo la premisa de aplicación de 0,44 m3 de material vegetal
picado por árbol, en un periodo de tres meses los aportes nutricionales promedios
efectivos fueron de 4,47 g de P; 6,86 g de C; 9,14 g de N y 12,24 g de S. También
se encontró un contenido de azucares cercano al 3%, 14,33% de lignina y un poder
calorífico de 4577,21 cal/g.

Control de temperatura
Los suelos donde se siembran los árboles de las ciudades sufren grandes cam-
bios de temperatura por permanecer descubiertos y en muchos casos sin sombra
causando que los árboles sean muy susceptibles al ataque de virus, bacterias, hongos
e insectos.Según la información obtenida en la investigación realizada, el material
vegetal picado y aplicado en la base de los árboles mantiene la temperatura del
suelo baja evitando los problemas que esto conlleva. La temperatura bajo la capa de
material vegetal picado fue en promedio de 5.56°C menos que en el suelo sin dicho
material, encontrando valores de hasta 24.1°C por debajo en lugares donde los rayos
del sol penetraban directamente hasta el suelo.
En contraste con abonar y regar permanentemente los árboles de las ciudades,
el material vegetal picado y aplicado en la base de los árboles es una alternativa
bastante económica que mejora el desarrollo de los mismos para que nos brinden
sus beneficios y evita los costos económicos y ambientales en otros tipos de manejo.

Elemento paisajístico
Con estos materiales aplicados en la base de los árboles urbanos, el entorno
puede convertirse en un paisaje bastante atractivo si el material se aplicar de manera
uniforme y siguiendo las sugerencias propuestas en la presente guía en los capítulos
subsiguientes.

Alimento para la fauna y otros beneficios


Los organismos que intervienen dentro del proceso de degradación del material
obtienen alimento de éste, los cuales a su vez son alimento para otros animales como
aves y pájaros, dinamizando la movilidad de estas especies a través de verdaderos
corredores de biodiversidad. Además, se estimula el desarrollo de las raíces mejo-
rando el anclaje de los árboles, la consecución de sus nutrientes y la disminución de
la erosión.

AREA
MATERIAL VEGETAL PICADO
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¿Dónde se puede aplicar el material vegetal picado?
Se sugiere que los árboles en los que se aplique el material vegetal picado ten-
gan espacio disponible a todos los lados del tallo de zona verde para no afectar pai-
sajísticamente el lugar. La aplicación tipo “tapete” en los parques y zonas verdes
además de causar aversión a la vista, restringe la movilidad de las personas y por
ende su disfrute del entorno. Lo ideal es que cada árbol tenga bien delimitado su
círculo de material vegetal y no se traslape con el de otros individuos. Para la selec-
ción de estos árboles es muy importante tener en cuenta que el material picado no
sea arrastrado por el agua. También se puede aplicar este material en los jardines y
huertas, teniendo en cuenta la estabilidad del material como se observa en la figura
13 y tratando de no ahogar las plantas con el mismo.

Figura 13. Jardines y huertas en los que se puede aplicar material vegetal picado y
que será cubierto por las mismas plantas.

Figura 14. Clasificación de material vegetal.

¿Cómo se prepara y aplica el material


vegetal picado?
Clasificación. Se recomienda cla-
sificar los productos obtenidos de las
actividades silviculturales en hojas,
ramas delgadas, ramas gruesas y ma-
dera en trozas, para seleccionar el ma-
terial para ser utilizado usado en las
diferentes alternativas.

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GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
20
Picado. Para picar las hojas, ramas y tallos gruesos en pequeños trozos es nece-
sario contar con una máquina picadora de material vegetal (Figura 15). Esta actividad
se puede llevar a cabo en el mismo lugar donde se hacen las talas y las podas o en un
centro de acopio de acuerdo con la disponibilidad de la maquinaria.

La entrada del material vegetal a


la máquina picadora debe ser de fren-
te, con lo que se disminuye la produc-
ción de bagazo que no tiene una bue-
na presentación al momento de ser
aplicado en la base de los árboles, no
obstante si apareciese este bagazo se
recomienda ponerlo en el fondo de la
pila aplicada.
Se sugiere picar también las ho-
jas de las palmas y las guaduas, que
si bien por su alto contenido de fibras
producen este mismo bagazo de poca
presentación, éste puede ser colocado
Figura 15. Máquina picadora de material vegetal. igualmente debajo de la pila de mate-
rial vegetal.

Homogenización. Para preparar el mate-


rial que se va a aplicar en la base de los árbo-
les es ideal mezclar el material picado obteni-
do de la intervención de diferentes especies
con los pastos provenientes de la rocería, ya
que se mejora su velocidad de descomposi-
ción y el aporte de nutrientes a los árboles.
Se sugiere mezclar tres partes de ma-
terial proveniente de talas y podas con una
de rocería, usando palas para asegurar una
buena mezcla entre todos los componentes.
Lo que puede ser realizado en los centros
de acopio, lugares de disposición temporal
o cerca de los árboles que van a recibir el
material picado. Figura 16. Mezcla de material vegetal picado
con pastos.

AREA
MATERIAL VEGETAL PICADO
21
Si los productos de tala, poda y rocería se pican a un tamaño de partícula entre
1 y 1,5 cm de diámetro y se mezclan, se mejora mucho su velocidad de descomposi-
ción y obtienen los árboles una gran cantidad de nutrientes, no obstante los efectos
de acondicionamiento de suelo prevalecen más en el tiempo con las partículas de
hasta 2,5 cm de diámetro. Por ello el tamaño de la partícula debe oscilar entre 1 y
2,5 cm de diámetro. El material a aplicar podría ser compostado previamente, pero
esto generaría un incremento de costos. Además, el material vegetal picado tiene
óptimas condiciones para su aplicación inmediata y no requiere una previa madura-
ción, ya que sus lixiviados son aprovechados por la fauna del suelo y el mismo árbol.
Adicionalmente, en el estudio realizado se encontró que al compostar este material
se estabiliza rápidamente la temperatura como variable indicadora con la tempera-
tura ambiente, lo que implica que los procesos biológicos de descomposición entran
rápidamente en una fase más estática. Lo anterior tiene como consecuencia la pro-
longación excesiva del proceso de maduración del compost y su futura utilización.
Aplicación. Para aplicar el material vegetal picado se debe medir 25 cm desde la
base del árbol hacia afuera alrededor de cada individuo usando un metro. Esta zona
formará un anillo rodeando el árbol que irá sin material, por tanto se deberá marcar.
Para marcar esta área se puede usar el mismo material picado como base alrededor
formando una circunferencia (Figura 17). El propósito de que el material vegetal
picado no vaya pegado al árbol es con el fin de evitar que en el tallo se genere una
acumulación excesiva de humedad o un aumento de la temperatura con lo que se
pueda afectar la salud del árbol.

Figura 17. Demarcación


del anillo que protege al
árbol de la humedad y
el calor generado por el
material vegetal picado.

El deshierbe de la zona que bordea el árbol debe ser manual evitando utilizar
machete o guadaña para no herirlo, ya que se puede generar un tipo de anillamiento
que conlleva a la muerte del individuo.

AREA
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22
Después de haber medido los
25 cm desde la base del árbol hacia
afuera, se debe calcular y demarcar
un espacio de 75 cm para disponer
el material vegetal picado formando
una circunferencia (Figura 18). La
distribución del material debe ser
uniforme y se puede hacer con las
manos cubiertas por guantes o con
pala.

Figura 18. Medición de la base del árbol hacia afuera.

La capa de material vegetal solo


puede llevar una altura máxima de 15
cm (Figura 19). Para asegurar esta me-
dida se puede usar un trozo de palo de
escoba con una marca de pintura a los
15 cm y colocarlo en diferentes lugares
de la pila, sin sobrepasar la marca.

Figura 19. Medición de la altura a la que se


puede aplicar el material vegetal picado.

Es de suma importancia que el material a ser aplicado esté bien


homogeneizado, y que su aplicación sea lo más estética posible, así no
sólo estará beneficiando al árbol, sino que la comunidad lo apreciará
por su valor paisajístico.

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MATERIAL VEGETAL PICADO
23
En árboles ubicados en terrenos pendientes debe existir un elemento con altura
de más de 16 cm, o de un centímetro sobre el nivel del material aplicado, para que se
retenga y no sea arrastrado por el agua o el viento como se muestra en la (Figura 21). En
caso de ser necesario se debe elaborar un trincho o disponer algunas varas o tallos
que retengan el material (Figura 22).

Figura 20. Árbol con pequeños muros laterales que pueden contener
el material para que no sea arrastrado por el agua.

Se debe aplicar el ma-


terial picado de manera uni-
forme y estética, teniendo en
cuenta que no sobrepase las
medidas sugeridas para evi-
tar su mala presentación y
rechazo por el público, ade-
más de no generar cargas
excesivas al árbol que afec-
ten los ciclos de descompo-
sición y se conviertan en un
problema más que en una Figura 21. Aplicación de material vegetal picado
solución. alrededor de un árbol y sostenida con ramas.

Es una buena práctica instalar avisos sobre el material picado en los que se
anuncie la intención del material aplicado como se muestra a continuación:
 Este árbol está siendo fertilizado con productos orgánicos.
 La fertilización de los árboles con productos orgánicos mejora los beneficios que
nos brindan.

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GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
24
Una vez obtenido y mezclado el material vegetal picado se puede aplicar inme-
diatamente. Es conveniente una semana después de aplicado, realizar una visita a
los lugares y sus al rededores para evaluar que el material aplicado a los árboles no
haya sido arrastrado por el viento o por la lluvia a las alcantarillas y sitios por donde
corre el agua. En los casos donde se detecte que el material es arrastrado, se deben
implementar medidas correctivas, como el uso de ramas que contengan el material
o el retiro del material picado.
También es práctico, en los contornos del anillo externo donde se aplicó el ma-
terial picado, sembrar plantas pequeñas como guarda parques que eviten que el
material se riegue.

¿Cada cuánto aplicar el material vegetal picado?


Se podrá aplicar más material sobre el ya aplicado luego de seis meses de la pri-
mera aplicación. En este caso se deberá mezclar uniformemente con el material viejo
para que el nuevo se degrade más rápido, hasta acumular una cantidad equivalente
a la primera aplicación (0,44 m3).
En algunos casos puede ser necesario transportar el material a centros de dispo-
sición temporal para ser picado. Cada entidad territorial deberá gestionar y adecuar
estos sitios que a su vez podrán funcionar también como depósito temporal, sitio
de descomposición previa y mezclado con pastos (Figura 23). Es necesario tener en
cuenta que en algunos lugares ocurren quemas por vandalismo, como en el cerro El
Quitasol, por tanto la aplicación de estos productos se encuentra limitada.

Figura 22. Centro de acopio de productos de tala, poda y rocería.

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MATERIAL VEGETAL PICADO
25
Capacidad de recepción regional de material vegetal picado
Con base en la cantidad de árboles existentes en la región identificados en el
PMEPV y las condiciones establecidas para la aplicación del material vegetal picado
proveniente de las actividades silviculturales, la región metropolitana del Valle de
Aburrá si tiene la capacidad de recibir el material que se está generando por cada
municipio, como se presenta en la tabla 3, lo cual fue un punto de especial cuidado
durante el estudio.

Tabla 3. Consumo de material vegetal picado al ser aplicado


en los árboles del AMVA, en m3 anuales.

Material vegetal No de árboles


No. de
Municipio picado producido beneficiados
árboles*
por año por año**
Medellín 76.073 5.328 12.060
Itagüí 27.455 657 1.486
Bello 33.980 326 738
Barbosa 1.626 0 0
Girardota 1.827 0 0
La Estrella 2.402 56 125
Copacabana 2.987 60 134
Caldas 2.649 0 0
Sabaneta 6.620 86 195
EPM 12.518
Totales 155.619 19.031 14.740
* Fuente: PMEPV (se excluyeron los cerros tutelares y el componente hídrico y orográfico para
bosquejar un escenario conservador)
**En cada árbol se aplica 0,44 m3 de material vegetal picado al seguir las instrucciones dadas en
cuanto a extensión y altura del disco de aplicación.

Se observa en la Tabla 3 que cada municipio podrá picar y aplicar todo el mate-
rial generado en su jurisdicción durante un año y para el año siguiente podrá aplicar
material en árboles que no habían sido tratados antes sin saturar todos sus árboles
urbanos con este material. Siendo así, todos los municipios que conforman el Área
Metropolitana del Valle de Aburrá pueden procesar ellos mismos el material genera-
do en las actividades silviculturales y en la rocería de los espacios públicos verdes.
En la misma tabla no se tiene una asociación entre EPM y número de árboles,
ya que el total del material generado proviene de todos los municipios del Área

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26
Metropolitana del Valle de Aburrá y por tanto de sus árboles. Luego, su aplicación
requerirá 28.451 árboles (18% del total de árboles del AMVA), cantidad que está muy
lejos del total de árboles en la región metropolitana, y la cual deberá ser distribuida
de acuerdo al municipio donde se realice la intervención.
Bajo el escenario actual, con el material generado se podrían beneficiar 43.191
individuos arbóreos en toda la región metropolitana, lo cual equivale a cerca del 28%
de los árboles referenciados, luego, con una frecuencia de disposición semestral la
región metropolitana está en plena capacidad de transformar y aprovechar este re-
curso en su propio beneficio.

Figura 23. Aplicación de material vegetal picado en la base de los árboles.

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MATERIAL VEGETAL PICADO
27
6. Mitos y verdades sobre
la aplicación de material
vegetal picado
Tomando como base la investigación realizada por el Departamento de Ciencias
Forestales de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín y el Área Metropoli-
tana del Valle de Aburrá, que dio fundamento a la presente guía, se pueden presentar
los mitos y verdades de la aplicación del material vegetal picado provenientes de los
productos generados por las actividades de talas, podas y rocerías en la región me-
tropolitana (Tabla 4).

Tabla 4. Mitos y verdades sobre la aplicación del material vegetal picado.

MITOS VERDADES

Los organismos que causan las enfermedades a las plantas prefie-


ren vivir dentro de ellas, en especial aquellas que están debilitadas
El material vegetal está lleno
por alguna causa. También es frecuente encontrarlos en el ambien-
de enfermedades.
te circundante, pero no prefieren vivir en el material vegetal en
descomposición.
Los productos generados en las talas, podas y rocerías son usados
en muchos países desarrollados y en vía de desarrollo para la ela-
boración de diferentes productos tales como compost, biocombus-
El material vegetal es basura,
tibles, carbón vegetal, carbón activado, producción de hongos co-
desperdicio o residuo.
mestibles, elaboración de estacones y mobiliario urbano, por tanto
no son desperdicios, ni mucho menos basuras, sólo requieren de
un uso adecuado.
Este material no posee trazas significativas de metales pesados,
Este material contiene al-
por tanto su aplicación en el suelo no tiene ningún problema de
tos contenidos de metales
toxicidad. Esto se corroboró en la investigación al determinar que
pesados que imposibilita su
los metales (Cd, Pb, Cr y Co) no presentaron valores detectables y
uso como acondicionador de
aquellos que si registraron valores (Ni, Cu, Zn y Hg) se encuentran
suelo ya que intoxicarían las
muy por debajo del valor de referencia tomado como el estándar
plantas.
para los cultivos de consumo humano.

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28
MITOS VERDADES
Este producto es un buen acondicionador del suelo, porque le brin-
da nutrientes a las plantas, aumenta la infiltración del agua en el
suelo y lo protege contra los cambios de temperatura que lo dese-
can. El aporte de materia seca encontrado en el marco de la inves-
El material vegetal picado no
tigación es del orden de 2,58 Kg/mes para una aplicación de 0,44
es un buen acondicionador 3
m /árbol, las reducciones de temperatura promedio fueron 5,56°C
del suelo.
pero se alcanzaron hasta 24.1°C en condiciones de plena exposi-
ción. También el contenido de humedad promedio en el suelo bajo
material vegetal picado fue de 13.5% más que sin el uso de dicho
material.
El origen del material vegetal que se pica y aplica en los árboles
proviene principalmente de árboles sanos, que son intervenidos
por interferencia con las redes de transmisión y distribución de
energía y telecomunicaciones, además la cantidad de árboles en-
Este material proviene
fermos en Medellín es muy baja. El volumen de productos prove-
de árboles enfermos.
nientes de despeje de líneas de transmisión eléctrica por parte de
las Empresas Publicas de Medellín, es del orden del 63% del total
generado en la región y un equivalente es de las redes ecológicas
de reciente siembra y desarrollo.
Dentro del material vegetal en descomposición se han encontrado
algunos insectos que se alimentan de materia orgánica en descom-
posición, organismos que no les gusta vivir en los domicilios, no
El material vegetal picado en
atacan al hombre ni a sus mascotas, pero son fuente de alimento
la base de los árboles es una
para algunas aves, las que mantienen controlada su población. Adi-
fuente de plagas.
cionalmente, este material no es vivienda de roedores ya que allí no
encuentran alimento y las condiciones de temperatura y humedad
no son apropiadas para su desarrollo.
La mayor parte de los productos de poda y tala provienen de árbo-
les sanos y de partes de las plantas con gran cantidad de azucares y
proteínas, con lo que su aplicación a la vegetación urbana mejorará
El material vegetal picado no
su nutrición evitando que se enfermen o sean atacadas por virus,
es una buena fuente de nu-
bacterias, hongos o insectos. En el presente estudio, y bajo la pre-
trientes y por la tanto su uti-
misa de aplicación de 0,44 m3 de material vegetal picado por árbol
lización como abono natural
en un periodo de tres meses, los aportes nutricionales promedios
no es la más apropiada.
efectivos fueron de 4,47 g de P; 6,86 g de C; 9,14 g de N y 12,24 g
de S. También se encontró un contenido de azucares cercano al 3%,
14,33% de lignina y un poder calorífico de 4577,21 cal/g.

AREA
MITOS Y VERDADES SOBRE LA APLICACIÓN DEL MATERIAL VEGETAL PICADO
29
7. Preguntas frecuentes
sobre la aplicación del material
vegetal picado en la base
de los árboles urbanos
¿Se puede usar colorante
en el material vegetal picado?
En muchas ocasiones estos colorantes poseen elementos que impiden la de-
gradación natural del material vegetal, por tanto se verá disminuida su velocidad
de descomposición. Además pueden contener metales pesados, que pueden ser in-
corporados al suelo y por ende al árbol. No obstante, su uso se puede realizar bajo
condiciones controladas y con personal experto.

¿Cuánto material se debe aplicar


en la base de los árboles?
La cantidad de material vegetal picado que se debe aplicar en la base de los ár-
boles no debe superar la que se sugiere en la presente guía, es decir unos 0,44 m3
por árbol, ya que si se superan las medidas sugeridas se deteriorará sustancialmente
el paisaje.

¿Qué hacer si el material vegetal aplicado se riega?


Se recomienda retirar parte del material y aplicarlo en árboles circundantes.
También se pueden elaborar trinchos muy simples que mantengan el material en su
punto.

¿Qué hacer si el material vegetal aplicado


emite olores fuertes?
Si hay presencia de fuertes olores probablemente se debe a una aplicación de al-
tas cantidades de pastos. Para solucionar esto, se debe homogenizar más el material
y realizar volteos, incorporar más madera y ramas picadas.

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30
8. Mobiliario urbano
La madera proveniente de las talas y las podas de árboles de grandes dimensio-
nes son un bien público y al ser transformadas en muebles para parques, plazoletas
y jardines pueden conservar su categoría de bienes públicos.
Existen muchas posibilidades para elaborar este mobiliario, todas ellas altamen-
te dependientes de la imaginación, creatividad y la habilidad de los operarios (Figura
24, Figura 26, Figura 27 y Figura 28). Podrían presentarse más diseños, cada vez
más elaborados, pero esto incrementaría enormemente los costos por la elaboración
del mueble y el transporte en el que se incurre. Aun así, se pueden construir buenos
muebles de gran impacto y fácil elaboración usando solamente una motosierra.
El mobiliario deberá estar de acuerdo con los requerimientos mínimos estable-
cidos por la entidad municipal encargada de este aspecto para evitar que sea discor-
dante con los diseños ya establecidos.
Se propone elaborar el mobiliario inmediatamente después de apear los árboles
y en el mismo lugar, sin la necesidad de incurrir en costos de transporte. En algunos
casos en los que las trozas sean muy grandes, se podrá usar un aserrío portátil para
hacer los primeros cortes.
En la Figura 24 se presenta un parqueadero para bicicletas, que puede ser ela-
borado con una troza de aproximadamente 2.5 m de largo y 30 cm de diámetro. A
ésta se le realizan cortes de 8 cm de ancho y de aproximadamente la mitad de la
troza en profundidad (cerca de 15 cm) separados 60 cm entre sí en los que entraría
la bicicleta (Figura 25).

Figura 24. Parqueadero para bicicletas elaborado con madera proveniente de tala y poda de la
silvicultura urbana.

AREA

31
En las dos puntas de la troza es necesario realizar un corte para que la troza se
mantenga estable sobre sus dos bases (Figura 25). Las bases deberán tener una altu-
ra de aproximadamente 40 cm, posiblemente cortadas de la misma troza.

Figura 25. Cortes a una troza para elaborar un parqueadero para bicicletas.

A: Corte en la troza en el que entra- B: Corte que se debe realizar en las dos
rá la bicicleta a parquear. puntas de las trozas para que se manten-
ga estable sobre sus dos bases.

C: Un extremo de la troza posado


sobre su base.
Las escalas que se muestran en la Figura 26 pue-
den servir para dinamizar recorridos dentro de nues-
tros parques y es tan fácil de construir como parece.
Las escalas constan de listones de madera for-
mando la contrahuella de las escalas y enmarcando
el contenido. La idea es que sea muy sencillo y que
permita evitar el desgaste de la senderización a la vez
que se da un direccionamiento a la misma.

Figura 26. Escalas elaboradas con madera proveniente de talas y podas de la silvicultura
urbana, como mobiliario urbano.

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32
En sitios de acceso a lugares de Figura 27. Demarcación de un lugar de ac-
educación ambiental o parques ecoló- ceso con trozas de madera de aproxima-
gicos, se pueden elaborar rodajas de damente cinco centímetros de espesor.
madera de más de cinco centímetros
de espesor, dando forma al camino que
se debe seguir (Figura 27). Las piezas
con espesores menores se parten fácil-
mente.
La sala de estar que se presenta
en la Figura 28 se fabrica simplemen-
te haciendo cortes longitudinales a las
trozas para que al ser dispuestas en el
suelo no rueden y el usuario las pueda
usar cómodamente sin deslizarse. Su
tamaño varía con la disponibilidad de
la madera y del espacio.

Figura 28. Sala de estar fabricado con madera proveniente de talas y podas.

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MOBILIARIO URBANO
33
9. Recuperación de suelos
Por diferentes razones, principalmente por la intervención del hombre, los sue-
los sufren deterioros importantes, perdiendo la parte que es apropiada para el cre-
cimiento de las plantas.
Los productos de las actividades silviculturales urbanas picadas y bien dispuestas
pueden ser usados para mejorar las condiciones del suelo, reversando su deterioro y
ofreciendo un medio adecuado para el desarrollo de las plantas.
La recuperación de suelos puede darse en lugares altamente degradados como
canteras y cárcavas (Figuras 29 y 30).

Figura 29. Suelos degradados por minería donde se puede aplicar productos de tala,
poda y rocería picados para la recuperación del suelo.

Figura 30. Suelos degradados por minería y cárcavas donde se puede aplicar
productos de tala, poda y rocería picados para la recuperación del suelo.

AREA
GUÍA PARA EL MANEJO DE LOS PRODUCTOS DE TALA, PODA Y ROCERÍA
34
La recuperación de suelos a partir del material vegetal picado se debe realizar
aplicando capas de máximo 50 cm de altura directamente sobre los suelos. Si los
suelos están ubicados en una zona de pendiente se deben implementar trinchos que
eviten que el material sea arrastrado por el agua, como se menciona en el capítulo
10.
En caso de que en el lugar a recuperar hayan árboles sembrados, se deberá dejar
un anillo a su alrededor de 50 cm para protegerlo. Si se piensa sembrar plantas luego
de aplicar el material, se deberán dejar circunferencias libres de aproximadamente
70 cm de diámetro.
En este tipo de uso puede ser necesario establecer sistemas de control de incen-
dios, haciendo franjas sin ningún tipo de material inflamable de aproximadamente
dos metros de amplitud, para evitar que el fuego se propague, entre otras opciones.
Para la recuperación de cárcavas a partir de los materiales provenientes de talas
y podas, se deben tener en cuenta diferentes factores como la profundidad de las
cárcavas, el nivel de la escorrentía que se alcanza, entre otros, para evitar problemas
mayores. Por tanto se debe contar con asesoría de personal experto.

AREA
RECUPERACIÓN DE SUELOS
35
10. Construcción de trinchos
Los trinchos son muros fabricados con madera y otros materiales para evitar la
erosión generada por el agua y ayudar a la colonización y desarrollo de la vegetación;
por lo tanto son útiles para reforestar terrenos pendientes y recuperar cárcavas (Fi-
gura 31). Se deben usar trinchos en la base de árboles ubicados en terrenos inclina-
dos para evitar que el material vegetal aplicado sea arrastrado por el agua

Figura 31. Trincho elaborado con materiales obtenidos de las podas de árboles del AMVA con
material vegetal picado y aplicado en la base de un árbol.

Para la elaboración de un trincho se requiere un machete, un alicate y alambre


galvanizado. Con el machete se cortan las ramas del tamaño deseado para funcionar
como elementos horizontales y se le saca punta a las ramas que vamos a usar como
estacas. Con el alicate se cortan trozos de alambre de 90 cm de largo, las ramas que
van horizontales se amarran a las estacas con el alambre.
Los diámetros de las estacas deben ser iguales a los de las ramas que van hori-
zontales (aproximadamente 10 cm), enterrados aproximadamente 80 cm, con alturas
cercanas a los 60 cm por encima del nivel del terreno y separados un metro máximo
entre sí (Figura 31). Tales medidas podrán variar según la topografía y el fin de los
trinchos. El uso de estacas vivas mejora enormemente su eficiencia ya que estas
crecerían amarrando el suelo con sus raíces.
No se recomienda elaborar trinchos muy débiles o con alturas mayores a las
aquí sugeridas porque los sedimentos acumulados pueden romperlo y generar una
avalancha.

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11. Glosario
AMVA: Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Aprovechamiento: Es el proceso de recuperar y/o reincorporan productos al ciclo
económico y productivo en forma eficiente, por medio de la reutilización, el reci-
claje o cualquier otra modalidad que conlleve beneficios sanitarios, ambientales
y/o económicos.
Arvenses: Plantas de porte rastrero que generalmente crecen de manera espontánea
en el suelo.
Basura: Material desechado sin utilidad proveniente de actividades humanas, el que
se lleva a rellenos sanitarios por que no son útiles en otras actividades.
Biocombustible: Es un combustible proveniente de materia vegetal o animal.
Cárcava: Abertura formada en el suelo por la fuerza generada por las aguas.
Chip (Astilla): Trozo de madera obtenido al picar un objeto en tamaños pequeños.
Chipeado: Anglicismo proveniente de la palabra Chip, y se refiere al material resul-
tante de pasar troncos, ramas y hojas por una maquina picadora, llamada común-
mente chipper, chipeadora o astilladora. Su término adecuado debe ser material
vegetal picado.
Chipper (Astilladora): Maquina que pica finamente productos vegetales como tron-
cos, ramas y hojas, transformándolos en astillas de dimensiones uniformes. Tam-
bién llamada chipeadora.
Compost: Materia orgánica descompuesta que se usa para mejorar la fertilidad de
los suelos.
Compostaje: Proceso de transformación de la materia orgánica a través de micro-
organismos, para la obtención de un producto más estable que puede ser usado
como abono.
Fenología: Investigación de las variaciones atmosféricas en su relación con los cam-
bios que sufren los animales y las plantas.
Gas carbónico: Es uno de los principales productos generados en la combustión, que
junto con el metano son gases que producen el calentamiento global. También
llamado CO2.
Materia orgánica: Cualquier objeto de origen vegetal o animal.
Material vegetal: Productos originados por las plantas. Puede ser cualquier parte de
estas (hojas, flores, ramas, tallos o raíces).
Metales pesados: Son un grupo de elementos químicos con densidad alta y cierta
toxicidad para los seres vivos. Los más conocidos son el mercurio, el plomo y el
cadmio.
Patógenos: Organismos dañinos que atacan las plantas o los seres vivos.

AREA

37
Poda: Acción de cortar algunas partes de las plantas para corregir o evitar algunos
problemas.
Relleno sanitario: Sitio técnicamente operado, destinado al depósito final de los re-
siduos o desechos.
Residuos orgánicos: Son aquellos que tienen la capacidad de descomponerse o de-
gradarse rápida y naturalmente. Regularmente se usan en la elaboración de abo-
nos y como alimento de lombrices.
Residuos: Es cualquier objeto, material, sustancia, elemento o producto cuyo gene-
rador descarta, rechaza o entrega porque sus propiedades no permiten usarlo
nuevamente en la actividad en la cual se generó.
Rocería: Actividad en la que se cortan las hierbas hasta a una altura de aproximada-
mente cinco centímetros. También llamada corte de césped.
Silvicultura urbana: Es el cultivo y la ordenación de árboles con miras a aprovechar
su contribución actual y potencial al bienestar de la población de las ciudades,
teniendo en cuenta las condiciones de la ciudad y las necesidades de los árboles.
Tala: Acción de cortar un árbol desde su base, bien sea por interferencia con los in-
tereses del hombre, estados de enfermedad deplorables, daños a construcciones,
entre otras.
Trincho: Muros fabricados con madera y otros materiales para evitar la erosión gene-
rada por el agua y ayudar a la colonización y desarrollo de la vegetación.
Troza: Bloque de madera macizo de gran tamaño.

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38
Lista de figuras Pág.
Figura 1. Árboles con necesidad de ser podados por interferencia con
sistemas de transmisión y distribución de energía eléctrica. 7
Figura 2. Deterioro del árbol por intervención humana. 8
Figura 3. Tala de un árbol urbano. 9
Figura 4. Poda de un árbol urbano. 10
Figura 5. Rocería en áreas verdes públicas del Área Metropolitana del
Valle de Aburrá. 11
Figura 6. Ramas gruesas, delgadas y hojas provenientes de actividades
de tala y poda. 12
Figura 7. Ramas y troncos provenientes de las podas y talas de la región
metropolitana del Valle de Aburrá para producir carbón vegetal. 14
Figura 8. Proceso de transformación de la madera a carbón vegetal
mediante quemado. 14
Figura 9. Elaboración de compost con pastos, hojas, ramas y tallos picados. 15
Figura 10. Planta productora de Etanol a partir de material leñoso
(Tomado de Ethanol Pine Project). 16
Figura 11. Máquina para picar productos vegetales, comúnmente llamada
“chipeadora”. 17
Figura 12. Árbol con correcta aplicación de material vegetal picado en
su base. 18
Figura 13. Jardines y huertas en los que se puede aplicar material vegetal
picado y que será cubierto por las mismas plantas. 20
Figura 14. Clasificación de material vegetal. 20
Figura 15. Máquina picadora de material vegetal. 21
Figura 16. Mezcla de material vegetal picado con pastos. 21
Figura 17. Demarcación del anillo que protege al árbol de la humedad y
el calor generado por el material vegetal picado. 22
Figura 18. Medición de la base del árbol hacia afuera. 23
Figura 19. Medición de la altura a la que se puede aplicar el material
vegetal picado. 23

AREA

39
Pág.
Figura 20. Árbol con pequeños muros laterales que pueden contener
el material para que no sea arrastrado por el agua. 24
Figura 21. Aplicación de material vegetal picado alrededor de un árbol
y sostenida con ramas. 24
Figura 22. Centro de acopio de productos de tala, poda y rocería. 25
Figura 23. Aplicación de material vegetal picado en la base de los árboles. 27
Figura 24. Parqueadero para bicicletas elaborado con madera proveniente
de tala y poda de la silvicultura urbana. 31
Figura 25. Cortes a una troza para elaborar un parqueadero para bicicletas. 32
Figura 26. Escalas elaboradas con madera proveniente de talas y podas de
la silvicultura urbana, como mobiliario urbano. 32
Figura 27. Demarcación de un lugar de acceso con trozas de madera de
aproximadamente cinco centímetros de espesor. 33
Figura 28. Sala de estar fabricado con madera proveniente de talas y podas. 33
Figura 29. Suelos degradados por minería donde se puede aplicar productos
de tala, poda y rocería picados para la recuperación del suelo. 34
Figura 30. Suelos degradados por minería y cárcavas donde se puede aplicar
productos de tala, poda y rocería picados para la recuperación del suelo. 34
Figura 31. Trincho elaborado con materiales obtenidos de las podas de árboles
del AMVA con material vegetal picado y aplicado en la base de un árbol. 36

Lista de tablas Pág.

Tabla 1. Productos de la silvicultura urbana en el Área Metropolitana del


Valle de Aburrá por municipio, en Toneladas Anuales (Peso Verde). 13
Tabla 2. Uso actual de los productos de tala y poda producidos en el
Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en toneladas anuales. 14
Tabla 3. Consumo de material vegetal picado al ser aplicado en los árboles
del AMVA, en m3 anuales. 26
Tabla 4. Mitos y verdades sobre la aplicación del material vegetal picado. 28

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