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ACEITES USADOS

Descripción general del material Este término abarca cualquier líquido óleo, pero se
clasifican según su clase, procedencia y forma, entre los que se encuentran: el petróleo,
fuel-oil; lodos, residuos de aceite, aceites mezclados con residuos que no sean desechos;
grasas, aceites o grasa animal, o de pescados o de mamíferos marinos; aceites vegetales,
incluyendo aceites de semillas, nueces, frutas o granos; y otros aceites y grasas, como
aceites sintéticos y aceites minerales . Además de todos los aceites industriales con base
mineral o sintética, se encuentran los lubricantes que se hayan vuelto inadecuados para
el uso que se les hubiere asignado inicialmente y, en particular, los aceites usados de los
motores de combustión y de los sistemas de transmisión, así como los aceites minerales
lubricantes, aceites para turbinas y sistemas hidráulicos.

Ahora bien, el aceite usado es exactamente lo que su nombre implica, o sea cualquier
aceite, sea a base sintética o de petróleo, que se haya utilizado. Cabe mencionar que
durante su uso normal, las impurezas tales como tierra, desechos de metal, agua o
sustancias químicas pueden mezclarse con el aceite, y, con el pasar del tiempo el aceite
ya no tiene un rendimiento eficaz. Eventualmente, este aceite usado tiene que ser
reemplazado con un aceite virgen o un aceite que haya sido refinado nuevamente para
poder brindar el rendimiento necesario.

Tipos de aceites y usos

Es necesario mencionar que todos los aceites a temperatura ambiente se encuentran en


estado líquido. Esto se debe a la alta proporción de grasas insaturadas que contienen.
Por otra parte, debe esclarecerse que existen distintos tipos de aceites, tanto para uso
alimenticio, como para uso mecánico, por lo cual a continuación se definen los
principales aceites utilizados a nivel mundial y que representan una fuente constante de
residuos.

 Aceite para cocinar: funciona como medio transmisor de calor y aporta sabor y
textura a los alimentos. Estos aceites son estables en condiciones extremas de
fritura por inmersión, esto es a altas temperaturas y humedad. Dentro de los
aceites de cocina más conocidos existen aceites a base de girasol. Además,
dentro de este grupo están los aceites a base de maíz y aceite de soya, los cuales
sirven para preparar en frío otros alimentos.
 Aceites lubricantes o combustibles: constituidos por una base lubricante y una
serie de aditivos. Dependiendo del uso del aceite, la base lubricante será mineral
(proveniente del petróleo crudo), sintética o vegetal, siendo el uso mayoritario
las bases lubricantes minerales. Estos aceites lubricantes son productos de uso
masivo, consumidos por el sector industrial y las empresas de servicios,
principalmente por empresas de transporte. Los aceites lubricantes se dividen en
orgánicos y minerales.
o Aceites orgánicos: se extraen de animales y vegetales. Cuando aún no se
conocía el petróleo, eran los únicos utilizados; hoy en día se emplean
mezclados con los aceites minerales impartibles ciertas propiedades tales
como adherencia y pegajosidad a las superficies. Estos aceites se
descomponen fácilmente con el calor y a temperaturas bajas se oxidan
formando gomas, haciendo inútil su utilización en la lubricación.
o Aceites minerales: son derivados del petróleo cuya estructura se
compone de moléculas complejas que contienen entre 20 y 70 átomos de
carbono por molécula. Un aceite mineral está constituido por una base
lubricante y un paquete de aditivos químicos, que ayudan a mejorar las
propiedades ya existentes en la base lubricante o le confieren nuevas
características.

Cabe mencionar que también existen los aceites sintéticos que no tienen su origen
directo del crudo o petróleo, sino que son creados de Sub-productos petrolíferos
combinados en procesos de laboratorio. Pero al ser más largo y complejo su
elaboración, resultan más caros que los aceites minerales.

Impacto al medio ambiente y efectos en la salud humana

La principal generación de aceite usado corresponde a los lubricantes para motores, los
cuales cumplen la función primordial de evitar el contacto directo entre superficies
metálicas con movimiento relativo, reduciendo así la fricción y sus consecuencias como
son la generación de calor excesivo, el desgaste, el ruido, los golpes y la vibración.

Impactos al ambiente

Los aceites usados, si no se recogen adecuadamente, causan graves problemas a nuestro


entorno. Si se arroja a la tierra este aceite contiene una serie de hidrocarburos que no
son degradables biológicamente y por lo tanto destruyen el humus vegetal y acaban con
la fertilidad del suelo. El aceite usado contiene asimismo una serie de sustancias tóxicas
como el plomo, el cadmio y compuestos de cloro, que contaminan gravemente las
tierras. Su acción contaminadora se ve además reforzada por la acción de algunos
aditivos que se le añaden que favorecen su penetración en el terreno, pudiendo ser
contaminadas las aguas subterráneas.

Si se vierten a las aguas, directamente o por el alcantarillado, el aceite usado tiene una
gran capacidad de deterioro ambiental. En el agua produce una película impermeable,
que impide la adecuada oxigenación y que puede asfixiar a los seres vivos que allí
habitan: un litro de aceite contamina 1,000 m3 de agua, lo cual constituye el consumo
anual de agua de 50 personas (en el área rural y con disponibilidad limitada de agua) y
puede cubrir 32 376 metros cuadrados de agua superficial, alterando el equilibrio
ecológico debido a que bloquea la luz solar dificultando la fotosíntesis y la reposición
del oxígeno disuelto. Asimismo, el aceite usado, por su bajo índice de
biodegradabilidad, afecta gravemente a los tratamientos biológicos de las depuradoras
de agua, llegando incluso a inhabilitarlos.
Concretamente, los aceites son considerados potencialmente peligrosos para el ambiente
debido a su persistencia y su habilidad para esparcirse en grandes áreas de suelo y del
agua, ya que, como se mencionó, forma un film que no permite el ingreso de oxígeno,
lo que produce rápidamente una significativa degradación de la calidad del ambiente. El
vertido de aceite en el terreno, además de contaminar el suelo, puede infiltrarse
contaminado el agua subterránea, o escurrir o ser arrastrado por el agua de lluvia y
contaminar los cursos de aguas. El producto final del aceite usado es un líquido de
viscosidad variada, ennegrecido con respecto al original, con la peculiaridad de contener
sustancias peligrosas. Su eliminación por vertido o incineración incontrolada origina
graves problemas de contaminación en el aire, agua y suelo debido a su toxicidad, baja
biodegradabilidad, bioacumulación, emisión de gases y su degradación química.

La peligrosidad del aceite usado deriva del desprendimiento durante su combustión de


muy diversos compuestos nocivos como compuestos aromáticos, cloro, níquel,
disolventes halogenados, plomo, cadmio, tolueno, benceno, etc., que actúan de distinta
manera sobre los tejidos y órganos del cuerpo humano. Además, su escasa
biodegradabilidad provoca una acumulación en el medio donde se vierta, tanto en ríos,
suelos, etc. como de los compuestos procedentes de su incineración. En cualquier caso,
la eliminación inadecuada de los aceites usados provocará una contaminación en el
entorno de mayor o menor consecuencia según el tamaño del vertido .

Sin embargo, algunos estudios exponen que todos los aceites son en menor ó mayor
grado biodegradables, ocupando un lugar de privilegio los aceites vegetales y sintéticos.
Los compuestos de menor peso molecular tienden a biodegradarse más rápidamente. La
biodegradabilidad de un aceite se define como la habilidad que tiene un aceite para ser
descompuesto en dióxido de carbono y agua por la acción de microorganismos en un
período de tiempo determinado, que hacen que finalmente se vuelva poco nocivo para el
entorno que lo rodea.

Los aceites minerales pueden ser eventualmente descompuestos por microorganismos,


pero se requiere un prolongado período de tiempo, por lo que no se definen como
biodegradables. En la actualidad, no existen normas universales aceptadas para
determinar exactamente la biodegradabilidad de los aceites y ninguna de las que están
vigentes es totalmente satisfactoria. Las más importantes han sido desarrolladas por la
EPA (Agencia para Protección del Medio Ambiente), la OECD (Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico) y el CEC (Concilio Europeo de Coordinación).
En los Estados Unidos, la ASTM (Sociedad Americana para Pruebas y Materiales) está
trabajando activamente en la definición y coordinación de guías y procedimientos de
prueba para determinar la biodegradabilidad de los lubricantes.

Producción de aceites

Básicamente, es necesario exponer el proceso de elaboración de aceites lubricantes y


sintéticos, ya que al momento de ser usados son los que producen mayor impacto
ambiental. En este sentido, para la obtención de aceites lubricantes se suele usar la
refinación con disolvente. Los aceites minerales cubren aproximadamente un 90% de la
demanda de aceites lubricantes, y se obtiene mediante el siguiente procedimientos

1. Destilación a presión atmosférica: se separan del petróleo todas aquellas


fracciones de baja volatilidad, que constituyen los combustibles conocidos como
nafta, queroseno y gas oil.
2. Destilación al vacío: el petróleo crudo es reducido, siendo destilado al vacío. Se
generan distintas fracciones de destilación conocidas como "cortes" de
características diferentes.
3. Refinación con furfural: la refinación con furfural constituye la primera etapa
del proceso y tiene por objeto el extraer mediante este solvente los hidrocarburos
aromáticos que no poseen propiedades lubricantes.
4. Desparafinado: este proceso elimina los componentes parafínicos para que los
lubricantes sean líquidos a temperaturas bajas (hasta aproximadamente -10 ºC).
Esto se realiza mediante la extracción con una mezcla de solventes, enfriamiento
y filtración de las parafinas cristalizadas.
5. Hidrotratamiento catalítico: también denominado hidrocracked, se lleva a
cabo mediante el tratamiento de los aceites desaromatizados y desparafinados
con el objeto de aumentar la resistencia a la oxidación y estabilidad de los
mismos (esto último se consigue eliminando los compuestos nitrogenados). Si la
destilación no ha sido buena, el grado de parafinicidad, naftenicidad y
aromaticidad modifican las propiedades del lubricante.

Efectos en la salud humana

A continuación se citan en forma generalizada los efectos causados en el cuerpo


humano por los componentes del aceite usado:

 Los gases que contienen aldehídos, cetonas, compuestos aromáticos y CO2 son
irritantes y actúan sobre el tejido respiratorio superior produciendo ahogos,
asma, bronquitis, efectos mutantes y hasta cáncer.
 Elementos como el cloro, NO2, SH2 , antimonio, cromo, zinc, níquel, cadmio,
manganeso, cobre y arsénico actúan sobre el tejido respiratorio superior y tejido
pulmonar.
 Otros elementos como CO, disolventes halogenados y SH2 producen efectos
asfixiantes impidiendo el transporte de oxígeno y la respiración de la célula
 Los disolventes halogenados tienen efectos anestésicos y narcóticos; se
acumulan en el hígado con posibles efectos cancerígenos.
 Metales como el plomo, cadmio, manganeso y bario tienen efectos tóxicos
sobre el riñón; el cadmio además tiene efectos cancerígenos sobre la próstata y
el cromo sobre el pulmón.
 Compuestos aromáticos como el tolueno y benceno pueden llegar a provocar
leucemias; otros hidrocarburos más ligeros se acumulan en la sangre y podrían
llegar a producir parálisis.

Magnitud del problema a nivel internacional

Según la ONU, para el año 2025, la demanda de agua potable será del 56% más que el
suministro. El agua contaminada se ha convertido en uno de los asesinos más peligrosos
del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud al menos 25 mil personas
mueren cada día en el mundo por causas derivadas de su consumo. Gran paradoja del
planeta, el 97% del agua del mundo es salada y sólo 3% de su volumen es dulce. De ese
3%, un 1% se encuentra en estado líquido y es potable. Así las cosas, su obtención y
conservación tienen carácter perentorio y el derroche y la contaminación son el
enemigo. En el caso de los aceites de cocina, el aceite de soja, de oliva o de maíz es
difícilmente biodegradable y que forma una película sobre la superficie de los ríos, la
cual afecta la capacidad de intercambio de oxígeno. Según el Instituto Nacional de
Tecnología Industrial (INTI) de Argentina, un litro de aceite de cocina contamina 1.000
litros de agua.

Sin embargo, hay un tipo de aceite que, por cada litro desechado sin tratamiento, puede
contaminar un millón de litros de agua y formar una mancha de cuatro mil metros
cuadrados. Se trata del aceite usado de motor, que incluye metales como el plomo, el
manganeso y el cadmio. El mar puede tomarse unos 15 años para eliminar este tipo de
hidrocarburos.

Por otro lado, en los Estados Unidos, aproximadamente 200 millones de galones de
aceite de motor usado se desechan indebidamente vertiéndolos en el suelo, tirándolos a
la basura (con lo cual van a parar a vertederos) y vaciándolos en las alcantarillas
pluviales y los desagües. Un solo galón de aceite usado puede contaminar hasta un
millón de galones de agua potable. Sin embargo, cerca de cuatro millones de personas
reutilizan aceite de motor como un lubricante para otros equipos o lo llevan a una
instalación de reciclaje. Un galón de aceite usado produciría 2.5 cuartillos de aceite
lubricante lo cual sería la misma cantidad que producirían 42 galones de aceite crudo. Si
todo el aceite de las personas en los Estados Unidos que optan por cambiar
individualmente el aceite de sus vehículos decidieran reciclarlo, sería suficiente aceite
de motor para más de 50 millones de automóviles al año. Lo que podría eliminar el
consumo de petróleo extranjero.

Los "Lubricantes con Conciencia Ambiental" son los protagonistas de la lubricación


productiva en el presente y serán los responsables de velar porque la lubricación del
futuro no afecte el ambiente sino que forme parte integral de él. Los nuevos desarrollos
en lubricación deben tener como finalidad que cuando se le cambie el aceite a una
máquina, éste se le pueda aplicar a la tierra y sirva como abono de la misma. No sería
utópico pensar que las investigaciones en lubricación conduzcan a la formulación de
aceites vegetales que una vez que se oxiden como resultado de su trabajo normal en una
máquina, se puedan reutilizar como abono para la tierra al formar compuestos químicos
que sirvan como nutrientes. En este caso se tendría un ciclo regenerativo completo en el
cual la tierra a través del hombre velaría por su propia conservación.

Situación y manejo actual del residuo a nivel nacional

Honduras depende del suministro de hidrocarburos del exterior, lo que afecta en gran
medida el presupuesto nacional. Por lo tanto, el reciclaje de aceites y la producción
nacional de alternativas más biodegradables como el biodiesel y sus subproductos es
una alternativa a la problemática existente, aspecto que últimamente está tomando auge
nacional. Sin embargo, cabe mencionar que para el período comprendido entre los años
del 2004 y 2006 en el país se importaron grandes cantidades de combustibles minerales,
aceites minerales y productos de su destilación (entre los cuales se incluye aceites,
grasas lubricantes, aceites agrícolas, combustibles, etc.) (Cuadro 1).

En relación a lo anterior, el biodiesel, que es una alternativa a dichos productos, es


producido de recursos renovables como aceites vegetales (de maíz, de girasol, de palma
africana) o grasas animales, puede ser utilizado en motores diesel en forma pura o
mezclado con diesel de petróleo, reduciendo emisiones de óxidos de azufre y de
carbono. Actualmente, en Honduras hay algunas iniciativas particulares en la
producción de biodiesel así como iniciativas para lograr un uso del mismo como aditivo
al diesel de petróleo. Al igual que el biodiesel, el alcohol carburante o etanol (de origen
biomásico: caña de azúcar, remolacha, maíz), es un combustible alterno que puede ser
utilizado en forma casi pura o como aditivo a las gasolinas.

Por otra parte, entre las principales presiones que afectan el recurso agua en Honduras,
destaca la gestión inadecuada de los residuos sólidos y líquidos generados tanto por el
sector domiciliar como industrial, comercial y de servicios. Los drenajes y
escurrimientos superficiales derivados de la actividad agropecuaria, así como aquellos
derivados de la actividad minera e industrial en general juegan un rol importante en la
calidad del recurso.

Así, la mayor parte de cuerpos de agua dulce del país, como el Lago de Yojoa y el Río
Choluteca, son objetos de monitoreos sistemáticos durante la época seca y lluviosa, y
los resultados muestran que, por lo general, los parámetros como DBO, DQO, color,
sólidos disueltos, aceites y grasas reflejan un alto grado de contaminación. Lo que
demuestra que, en realidad, no existe una verdadera gestión de los residuos líquidos
como los aceites, los cuales son tratados como un desecho más y terminan en las fuentes
de agua.

Concretamente, el problema que implica la utilización de aceites lubricantes derivados


del petróleo se debe a que no existe un adecuado ciclo del producto, ya que, el aceite
usado debe recuperarse para posteriormente tratarse y/o reutilizarse. Para esto se
muestra el ciclo de vida de los aceites, donde después de su uso primario el primer paso
debe ser la recolección en centros de servicio comerciales (cambios de aceite de
vehículos), en la industria y otros lugares (centros de recolección primarios), el
siguiente paso es contactar a un ente que se especialice en el manejo de este tipo de
productos para que realice un adecuado transporte; y, finalmente, deben definirse las
opciones que existen para reusar o tratar el producto (P.E.: combustión de aceites en las
cementeras).

Tecnologías disponibles para el manejo adecuado del residuo

Es conocido que no hay que verter el aceite al agua y tampoco hay que desecharlo en la
tierra, ya que destruye el humus vegetal y arruina la fertilidad del suelo. Los
especialistas recomiendan colocar el aceite usado de motor en un recipiente plástico
limpio, con tapa, y llevarlo a una estación de servicio o a un taller mecánico. En cuanto
al aceite de cocina, el consejo es ponerlo en una botella de plástico y entregarlo a un
lugar especializado que se encargue de su tratamiento. Otra opción es elaborar jabón o,
de lo contrario y como recurso final, separar el residuo con la basura orgánica.
En tanto, para gestionar adecuadamente el aceite usado en los talleres, estaciones de
engrase, garajes, estaciones de servicio, empresas de transporte de personas y de
mercancías y otros establecimientos que efectúan el cambio de aceite de motor a
vehículos, se siguen acciones como:

 No tirarlo ni quemarlo: el aceite usado de los motores no puede ser vertido por la
alcantarilla, ni al suelo, ni a un arroyo, un río, un embalse o al mar. No se puede
quemar sin las adecuadas y costosas instalaciones y procesos necesarios que
garanticen que al quemarse no contaminen la atmósfera.
 Almacenarlo: el aceite usado debe almacenarse adecuadamente. El
almacenamiento se puede hacer en un depósito específico.
 No mezclarlo: el aceite usado no debe mezclarse con ninguna otra sustancia, ni
agua ni ningún otro tipo de líquido, ni con elementos sólidos como papeles o
trapos. Especialmente, es importante no mezclarlo con los disolventes que se
usan para limpiar algunas piezas como los carburadores, si se mezcla el aceite
usado con los disolventes se arruina el proceso de recuperación del aceite.
 Entregarlo a un recogedor autorizado: el aceite usado debe entregarse a un
recogedor autorizado. Está terminantemente prohibido entregarlo a aquellos
recogedores "piratas" que lo utilizan para quemarlo en calefacciones o en otros
usos.
 Igualmente, existen cuatro alternativas de gestión para los aceites usados,
ordenadas de acuerdo a principios ambientales, y que se están valorizando en
Honduras:
 La re-utilización en otros usos: si la calidad del aceite usado lo permite o previo
tratamiento para remoción de contaminantes insolubles y productos de
oxidación, mediante calentamiento, filtración, deshidratación y centrifugación,
puede re-usarse como aceite de maquinaria de corte o en sistemas hidráulicos. El
aceite dieléctrico es uno de los que se puede mantener "limpio" luego de su uso.
 La regeneración: mediante distintos tratamientos es posible la recuperación
material de las bases lubricantes presentes en el aceite original, de manera que
resulten aptas para su reformulación y utilización. Casi todos los aceites usados
son regenerables, aunque en la práctica la dificultad y el costo hacen inviable
esta alternativa para aceites usados con alto contenido de aceites vegetales,
aceites sintéticos, agua y sólidos.
 La valorización energética: mezclado con fuel-oil (en calderas industriales y
hornos de cemento) ya sea por combustión directa o con pre-tratamiento del
aceite (separación de agua y sedimentos). El aceite se constituye en uno de los
residuos con mayor potencial para ser empleado como combustible por su
elevado poder calorífico. Aunque la mayoría de calderas domésticas, calderas
comerciales e industriales de baja potencia de generación, pueden quemar
aceites usados, es una práctica no recomendable debido al problema de
contaminación potencial del aire, por tratarse de quemas de productos sin control
de especificaciones, quemado bajo condiciones no controladas y sin tratamiento
de emisiones, especialmente por el contenido de metales pesados.
 La destrucción en incineradores de residuos peligrosos: en los casos que
presenten niveles de contaminantes de metales pesados o halógenos que no
permitan la sustitución de combustible en hornos o calderas industriales. Esta
priorización se basa en las ventajas ambientales de los procesos actuales de
regeneración, por su mayor ahorro de materias primas, menores emisiones y
olores, así como la menor producción de residuos o efluentes. Sin embargo, se
debe tener en cuenta que todavía coexisten procesos de regeneración que son
muy contaminantes, frente a lo cual la opción de valorización energética puede
ser más conveniente.

Ahora bien, las tecnologías más comunes para la regeneración de los aceites usados se
mencionan a continuación, como una alternativa para el manejo del residuo en
Honduras:

 Acido-arcilla: el aceite se somete a evaporación de aquellos productos como


agua e hidrocarburos del rango de la gasolina. Luego se trata con ácido sulfúrico
y se filtra con arcilla y cal para mejorar su color y su acidez. En la siguiente
etapa el aceite se fracciona para separar destilados livianos del tipo gas-oil y así
obtener finalmente la base lubricante. El proceso tiene un rendimiento global del
70% en peso de la carga de aceite. Desventaja: se genera un residuo de arcilla
acida y aceite de difícil disposición final.
 Destilación a vació – arcilla: el aceite se destila a presión por debajo de la
atmósfera, lo que permite operar a bajas temperaturas reduciendo los problemas
de descomposición. Se utiliza la arcilla con alta capacidad absorbente para
reducir impurezas, fundamentalmente metales pesados. Desventaja: Se genera
un residuo de arcilla ácida y aceite de difícil disposición final.

 Destilación en vació hidro-tratamiento: el aceite usado es deshidratado y son


eliminados parte de los hidrocarburos livianos, luego el aceite se envía a una
torre de destilación a vació, donde se extraen por la cabeza los componentes
livianos remanentes, quedando en el fondo los contaminantes pesados. Los
productos livianos separados pueden ser usados como combustibles. EL fondo
contiene metales, productos de polimerización y materiales asfálticos.
Desventaja: Tecnología costosa

Fuentes de Financiamiento para el Residuo

En la búsqueda de nuevas tecnologías de regeneración para aceites usados, se pueden


abrir mercados que permitan generar valorización a estas fuentes energéticas
secundarias. Sin embargo, se deben apoyar estas iniciativas por medio de las
legislaciones e incentivos gubernamentales, ya que actualmente no existe un mercado
claro para el manejo de los aceites y lubricantes usados. Para el caso de la producción
de aceites por medio de biomasa vegetal, existen alternativas más claras de formación
de mercados y comercialización a nivel nacional.
Pero se deben fortalecer los proyectos productivos existentes y fomentar la creación de
industrias que transformen el aceite usado para permitir un aprovechamiento energético
de estos recursos con ventajas ambientales y económicas significativas para el país. Por
otra parte, debe aprovecharse e incentivarse la fabricación de productos biodegradables
a nivel nacional, tal es el caso del biodiesel que se fabrica a partir de aceites vegetales,
el cual puede ser una fuente potencial de comercialización a nivel nacional y hacia otros
países, lo que estimularía el mercado hondureño.

Además, a falta de incentivos fiscales nacionales y de créditos blandos por parte de la


banca privada, deben gestionarse apoyos internacionales para el uso de tecnologías
adecuadas para el aprovechamiento del aceite, ya sea para obtener nuevos productos o
para producir energía.

Objetivos para el manejo adecuado del residuo

1. Reducir la inadecuada disposición del residuo a través del establecimiento de un


mercado para el manejo, recolección de los aceites y lubricantes usados.
2. Incrementar el conocimiento de los usuarios sobre los impactos del residuo, a
través de desarrollo de campañas que permitan crear conciencia nacional.
3. Evaluar las industrias que consumen aceite en el país, con el fin de determinar la
tecnología ambiental más conveniente para el manejo de estos aceites usados.
4. Incentivar las industrias locales para la disminución de la dependencia de las
importaciones de petróleo.

Principales medidas a tomar

1. Desarrollar sistemas de asesoría a las empresas para garantizar un mejor manejo de


los residuos de aceite, garantizando así el mínimo impacto ambiental.
2. Establecer un programa de monitoreo de vertidos en las industrias que consumen
aceite en grandes cantidades.
3. Crear centros de recolección en las ciudades que presenten mayores datos
estadísticos de producción del residuo.
4. Incentivar la producción de biodiesel con materias primas nacionales para generar
trabajo en el campo y a reducir la dependencia económica y energética por el
petróleo y sus derivados.

Soluciones y escenarios prioritarios

1. Deben establecerse lineamientos específicos para el manejo del residuo aceite,


tanto para su reciclaje como aprovechamiento en la elaboración de subproductos
y coprocesamiento.
2. Es primordial aprovechar las recomendaciones de producción más limpia para
aprovechar de mejor forma las propiedades del aceite, y posteriormente aplicar
las técnicas de reciclaje que mejor se adapten a las condiciones de Honduras.
3. Es necesario seguir fortaleciendo las investigaciones sobre las opciones
tecnológicas que pueden utilizar las empresas con opción de coprocesar con el
uso del aceite quemado.

Desarrollo a largo plazo

1. Crear planes estratégicos municipales que permitan una gestión local del
residuo, con el compromiso de las alcaldías.
2. Desarrollar políticas e incentivos fiscales para promover el uso de tecnologías de
reciclaje en industrias que tienen la opción de coprocesar productos y producir
energía.
3. Gestionar leyes, reglamentos y normas técnicas coherentes con la situación de
Honduras en cuanto al uso y manejo del aceite y sus derivados.
4. Establecer o fortalecer una nueva sección industrial dedicada a procesar el aceite
usado para promover la reutilización del producto.

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