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Comunicación: medios, mensajes y (A)

Selección de artículos publicados en El Libertario 1996-2011


Los temas de esta área, especialmente en lo referido a construir alternativas comunicacionales
verdaderamente consecuentes con la lucha por la libertad e igualdad en solidaridad, han tenido
presencia permanente en nuestro periódico. He aquí una antología de esos testimonios, cuya lista es
la que sigue, indicando título, autor, número de El Libertario en que apareció, año y página de este
“dossier” donde ubicarlo:

Pag.
- El lenguaje pensante. M. Romero. # 5, 1996 ………………………………………….………… 2
- Lenguaje, anarquía y anarquismo. Redacción. # 8, 1997 ……………………………….………… 3
- Anarquismo en el ciberespacio. L. Prado. # 11, 1998 …………………………………….……….. 4
- La nueva ley de telecomunicaciones y las emisoras libres. Colectivo Onda Libre. # 18, 2000 ….……… 5
- Un planeta, una red. Redacción. # 19, 2000 ………………………………………….………… 6
- Las ondas son nuestras. Colectivo Onda Libre. # 20, 2000 ………………………….…………... 7
- Fabricando el consenso. R. Uzcátegui. # 23, 2001 ………………………………………………. 10
- Nuestras voces e imágenes recorrerán libres y sin restricciones las calles. M.R.T.C.A.L. # 25, 2001 ……... 13
- Por una comunicación antagonista. R. Uzcátegui. # 27, 2002 …………………………………….. 14
- Construyendo medios alternativos: saboreando la utopía. Juan Miguel. # 27, 2002 ……….…………... 15
- Anarquismo y comunicación social. N. Méndez y A. Vallota. # 28, 2002 …………………………. 17
- Omisiones de un video irlandés. R. A. Rico. # 33, 2003 ………………………………………….. 19
- El periodismo como teatro de la crueldad. L. Díaz. # 34, 2003 …………………………………….. 21
- El video irlandés: la verdad no será transmitida. Redacción. # 35, 2003 …………………………… 23
- ¿Son alternativos los medios alternativos? R. Uzcátegui. # 41, 2005 ……………………………….. 25
- Gabriel Muzio (Entrevista): "el silencio favorece al enemigo, no la crítica”. R. Uzcátegui. # 42, 2005 …... 29
- Decir por lo menos la mitad de la verdad de la mentira del mundo. Nico. # 45, 2005 ………………… 33
- 10 razones para realizar un periódico de manera autogestionada. Redacción. # 45, 2005 …………….. 34
- Editorial. # 50, 2007 …………………………………………………………………………. 35
- RCTV y la ficción democratizadora de la comunicación en Venezuela. Redacción. # 50. 2007 ……….. 37
- Polio, omisiones y documentales. L. Montes. # 51, 2007 ………………………….………………. 40
- El periodista Google. EL JUEVES. # 55, 2009 ………………………………….……………... 41
- El cine anarquista del siglo XXI. R. Porton. # 57, 2009 ……………...………….………………. 42
- Comunicación paralela como base del periodismo libertario. Radio piromanía (Medellín). # 60, 2010 ... 45
- Medios: Poder y responsabilidad. M. Rosso. # 61, 2010-2011 ……………………….…………… 46
- Editorial. # 62. 2011 …………………………………………………………….………….... 47
- Secuestrando la comunicación popular. R. Montes de Oca. # 64, 2011 ……………...…………….. 49

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Anarquismo en el ciberespacio

LEONCIO PRADO - [# 11, mayo-junio 1998]

Desde el comienzo de los 90, cuando Internet comenzó esa expansión que de 5 ó 4 años para acá se
ha hecho arrolladora, diversos grupos e individualidades libertarias y afines comenzaron a explorar
las posibilidades de este nuevo medio, tanto para la difusión de los ideales anarquistas como para la
comunicación barata y eficiente. Muy pronto aparecieron muchos lugares virtuales (listas de
discusión, archivos, newsgroups) orientados en esa tónica, situación que también se hizo evidente
con el desarrollo y expansión del World Wide Web (WWW o Web a secas), posibilidad tecnológica
para el uso de Internet que es ahora dominante.

Sin que dejaran de generarse amplias polémicas entre los anarquistas por esta circunstancia, muchos
libertarios se volcaron a la conquista del ciberespacio en tanto ámbito que concede enormes
posibilidades para la propaganda, la acción y la difusión ácratas. Además, desde la propia dinámica
generada por Internet brotó la representación del espacio virtual como espacio anarquista,
identificación que ha generado debates intensos, y, además, está el nacimiento y expansión de la
comunidad de los hackers - el primer grupo social definido por su relación con la red, originaria y
original expresión de la ciudadanía virtual -. Los hackers han reclamado para Internet y para si
mismos una identidad anarquista, y de hecho es en función a esa identidad que reivindican sus
acciones contra el poder y por la libertad de expresión. (Estos temas merecen una discusión más
detallada que no podemos hacer aquí y para la cual remitimos al Web site Mex-Hack, y al excelente
articulo de Roberto Carcavelos en la Revista portuguesa UTOPÍA).

Aún cuando la "virtualidad" eludió inicialmente condicionamientos que el Estado y el capitalismo


ahora pugnan por imponerle, no podía escapar de otras marcas de su origen histórico-social, por
ejemplo el idioma. Fue en el ámbito de habla inglesa donde nació Internet y su base tecnológica, y
luego, ha sido en ese idioma que se ha dado de modo abrumador la expansión del ciberespacio, hasta
el punto que se estima que sobre el 80% de la información disponible en el Web está en dicho
lenguaje, y una cifra similar corresponde a los usuarios que lo utilizan primordialmente para sus
comunicaciones. Por lo tanto, no debe sorprendernos que la información sobre anarquismo, así
como la actividad ácrata de todo tipo, se hallen en la red mayormente expresadas en inglés, incluso
en lo proveniente de lugares donde ése no es el idioma de uso cotidiano. De hecho, esa masiva
presencia del inglés en la comunicación libertaria via Internet se hace más que evidente cuando
revisamos los enormes catálogos de recursos anarquistas en la red (por ejemplo la Anarchist Yellow
Pages en http://www.tao.ca/, la lista de recursos en www.spunk.org> o el motor de búsqueda en
http://burn.ucsd.edu/).

Pero hay un agradable "pero" que acotar en relación a esa supremacía del inglés. Hace apenas 3 años,
se contaban en menos de una decena los web sites donde buscar referencias desprejuiciadas y válidas
al anarquismo en los idiomas ibéricos. Luego, las cosas empezaron a cambiar y para comienzos de
1997 había poco más de 25 lugares. Hoy, 14 meses después, la cifra ya está sobre los 90 sitios (64 en
castellano y 28 en portugués), donde podemos encontrar un panorama vibrante, diverso, extenso y
actualizado del socialismo libertario en sus ideas, debates, acciones y propuestas.

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La nueva ley de telecomunicaciones y las emisoras libres

COLECTIVO ONDA LIBRE - [# 18, junio-julio 2000]

Recientemente se aprobó la nueva Ley de Telecomunicaciones. En los últimos dos años se


elaboraron por lo menos 6 versiones de la misma debido las contradicciones entre el Estado y los
grandes monopolios comunicativos. Finalmente las grandes corporaciones le torcieron el pescuezo al
gobierno y este cedió hasta el punto de que CONATEL (ente encargado de elaborar el proyecto de
Ley) funcionaba en el proceso de discusión como una oficina gestora de la empresa privada. La
versión final fue aprobada por la comisión Legislativa Nacional con la honrosa oposición de dos
Legisladores a quienes el pudor les impidió acatar la línea lanzada por el neoadequismo (MVR). El
proyecto está elaborado con la mejor intención neo-liberal que se pueda imaginar y concibe la
infraestructura de las comunicaciones como una posibilidad para la economía de mercado. Sin
embargo, luego de denuncias públicas en la prensa y de una ladilla permanente sostenida por algunos
compañeros en las deliberaciones para aprobar la Ley, en el articulado final se incluyeron contenidos
que defienden el derecho de las comunidades a fundar y gestionar sus propios medios de
comunicación (radios y TV). Esto último aún está por verse pues la misma Ley señala penalizaciones
para quienes usen el espectro radioeléctrico sin autorización del Estado. Por otro lado quienes
gestionan emisoras libres y/o comunitarias sostienen que les importa un pepino lo que diga la Ley y
que ellos seguirán ejerciendo su derecho a comunicar. Así que se esperan nuevos capítulos.

¿Quiénes se beneficiarán con la nueva Ley?

.-Las grandes empresas mediáticas (TV y Radio) que tendrán un nuevo marco legal para operar con
tranquilidad (aunque hay un reglamento reciente, la vieja Ley fue aprobada en 1940).

.-El Estado, que obtendrá pingües beneficios a través de las imposiciones fiscales que exige la Ley a
las empresas telecomunicativas.

.- Las nuevas empresas telecomunicativas (telefónicas, telemáticas, cables) que están como gallina
cuando ven sal porque ya va a terminar el monopolio de la CANTV y se les abren ventajosas
oportunidades de mercado.

Ante eso se genera un interesante movimiento de colectivos, grupos y emisoras de comunicación


alternativa que, desde ya, enfrentan el proyecto de Ley con todos los hierros, abriendo una trinchera
de lucha importantísima e inédita el panorama venezolano y que, entre otros puntos también
candelosos, exigen la atribución de una parte significativa del espectro radioeléctrico para el uso de
micro-difusores y medios comunitarios.

¡Libertad de emisión para las radios y TV libres y comunitarias!

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Un planeta, una red

REDACCIÓN - [# 19, septiembre-octubre 2000]

[Versión libertaria del texto de Computer Professional for Social Responsibility]

1) La Red nos conecta a todos

La naturaleza de las personas y el uso que se dan a las tecnologías nos proporciona un impulso
natural hacia la interconexión universal. Puesto que el flujo de informaciones en la red trasciende las
fronteras nacionales, cualquier restricción dentro de un país puede ser también un límite a la libertad
de aquellos que viven en otros países.

El valor real de Internet se encuentra en la gente, y no en la tecnología. Puesto que cada usuario
nuevo aumenta el valor de la Red para todos, el potencial de la Red no se alcanzará hasta que
cualquiera que lo desee pueda usar la Red de forma amplia y libre.

2) La Red ha de ser abierta y al alcance de todos

La Red debería estar al alcance de todo aquel que quiera usarla, sin tener en cuenta diferencias o
habilidades económicas, sociales, políticas, lingüísticas o culturales. Tenemos que trabajar para
asegurarnos de que todo el mundo tiene acceso a la tecnología, educación y apoyo para poder
conseguir una participación constructiva y activa. Sin importar su condición, la gente común tiene el
mismo derecho a enviar y recibir información que el poderoso y el influyente.

3) Los usuarios de la Red tienen el derecho a comunicarse

Cualquier uso de la Red es inherentemente un ejercicio de la libertad de expresión, que deberá


restringirse sólo cuando la libertad humana esté en grave peligro. El derecho a comunicarse incluye el
derecho a participar en la comunicación a través de la interacción, organización, petición,
movilización, reunión, compra-venta, distribución y publicación.

4) Los usuarios de la Red tienen derecho a la privacidad

A no ser que se les garantice una privacidad adecuada, los usuarios de la Red no se comunicarán o
participarán de forma significativa.

El derecho a la privacidad incluye al menos tres principios:

• Los usuarios individuales de la Red deben controlar la recolección, uso y discriminación de datos
personales acerca de sí mismos, incluyendo la información financiera y demográfica.
• Los usuarios de la Red deben tener libertad para usar cualquier tipo de medidas técnicas que
aseguren la privacidad de todos los aspectos de sus comunicaciones.
• Los individuos tienen derecho a controlar con quien se comunican, y cómo plantean tal
comunicación. La privacidad implicada en la decisión de no comunicar debería respetarse.

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5) La administración de la Red debe ser abierta e inclusiva

La Red debería estar administrada de una forma abierta, inclusiva y democrática para el
mejoramiento de la humanidad y la supresión de las actuales desigualdades. Las necesidades de todos
aquellos afectados por la Red -incluyendo usuarios actuales, usuarios futuros y todos aquellos que no
pueden o no quieren ser usuarios-, han de tenerse en consideración cuando se tomen decisiones
técnicas, sociales, políticas y económicas relacionadas con las operaciones de Internet.

Aunque la administración de la Red debería buscar aumentar su eficiencia, alcance y seguridad, no


debe hacerse al precio de reprimir el uso de la Red y desanimar a los usuarios. La administración ha
de facilitar y animar a usar cada vez más la red, en lugar de inhibirlo de la forma que sea.

6) La red debe reflejar la diversidad humana, y no homogeneizarla

La Red tiene el potencial para ser tan variada y multicultural como la propia vida. Puede facilitar el
diálogo entre comunidades e individuos que, de otra forma, podrían no haberse encontrado, ni
disponiendo de una docena de vidas extra. . Sin embargo, la Red podría convertirse en una fuerza de
homogeneización, suprimiendo la diversidad y apoyando un globalismo blandengue. Los individuos y
las comunidades no deben ser obligados a abandonar culturas y tradiciones locales para poder
participar en la red. Para preservar la vitalidad que viene de una diversidad de puntos de vista,
debemos actuar de forma que ayudemos a todo el mundo para que puedan participar como iguales.

Las ondas son nuestras

COLECTIVO ONDA LIBRE - [# 20, noviembre-diciembre 2000]

En las luchas contra los poderes opresores y autoritarios de toda clase, librada siempre por los
movimientos populares y alternativos, necesitamos nuestros propios medios de comunicación:
espacios públicos recuperados, bares y esquinas, emisoras de radio y televisión, periódicos y revistas,
murales y pintas, disqueras independientes, recursos de Internet, y lo que falte por inventar.

Sin medios propios nuestras voces serán silenciadas cuando algún poder piense que podemos ser una
amenaza. Sin ellos, el efecto motorizador de las conquistas populares y libertarias se perderá entre el
amarillismo, el materialismo y la banalidad del exceso de información que nos rodea.

Sin medios propios, no podremos dar el impulso y difusión necesarios a todas las formas de lucha
contra la dominación, sean o no subterráneas.

El reto es romper el monopolio del pensamiento único, catalizado por los poderes mediáticos
capitalistas como CNN, con todas sus copias lacayos locales. Para esto nuestras armas son la libertad
de pensamiento, la diversidad y la acción directa a través de nuestros propios medios.

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¿Cuáles medios propios?

Surgen y desaparecen periódicos populares y alternativos. La realidad es que mantener un periódico


es difícil, sobre todo por los costos de papel y reproducción. La logística requerida limita a veces la
potencia de este medio y las informaciones urgentes tardan ser difundidas.

Mientras nos quedamos anclados en la idea fija del periódico popular o alternativo, lo audiovisual e
interactivo modelan la opinión pública y el pensamiento colectivo. El sistema dominante, que
controla casi el 100% de la radio y la televisión y buena parte de Internet, van ganando con creces la
batalla de ocupar cerebros y corazones.

Para avanzar en la batalla mediática el primer paso es la masificación de las emisoras autónomas,
comunitarias y plurales de radio en FM:

Autónomas: significa libres de injerencias de cualquier tipo de poder: económico, partidista,


gubernamental o religioso.

Comunitarias: significa que cada una propulse el poder local autónomo en su zona de cobertura y
apoye los procesos organizativos e incluso la economía de la comunidad. La programación, entonces,
debe ser de interés local.

Plurales: significa que dan cabida al libre juego de ideas, combaten la uniformidad del pensamiento y
promueven la participación de distintos actores aunque sean antagonistas.

En estas emisoras todos pueden difundir y confrontar sus ideas: policías, malandros, niños de la calle,
colectividad en general, concejales, grupos antiautoritarios, grupos culturales deportivos,
reivindicativos, etc.

El criterio básico de amplitud es la no-exclusión, el criterio de participación para cada uno es el no-
proselitismo y el debate limpio. Cada persona o grupo que emite opiniones es responsable de lo que
dice, pues la emisora es sólo un medio que empata la boca del que tiene algo que decir, con la oreja
del que está dispuesto a escuchar.

¿Por qué la radio?

La radio es el medio popular y alternativo del momento en Venezuela, porque:

* Podemos convertirnos en un poder mediático importante, en la medida en que surjan emisoras


autónomas y comunitarias que actúen en forma de red: intercambiando noticias y programas,
haciendo producciones conjuntas y apoyándose mutuamente.

* Es "relativamente" económico, pues con una inversión inicial de entre 500 mil y un millón de
bolívares montamos una emisora de cobertura local (de 1 a 5 Km a la redonda, dependiendo de la
forma del terreno). De ahí en adelante los costos son bajísimos: un poquito de electricidad y casetes
para grabar los programas. Por supuesto, la "fuerza-pulmón" la aporta uno.

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* Es fácil "montarse", ya que con unos pocos talleres, cualquiera puede convertirse en locutor o
productor de un programa. Hacer un programa es fácil, lo más difícil es romper el miedo y darle
cuerda al cerebro.

* El movimiento popular y alternativo lo necesita, para superar el fraccionamiento que nos


caracteriza, propulsar el poder que conformamos en conjunto y crear referencias informativas
alternas que rescaten el valor de lo local y ofrezcan nuevas perspectivas sobre lo nacional y lo
mundial (muy diferentes a las de los medios dominantes).

Claro, viene rápidamente a la mente: ¿por qué no montarnos de una vez en una televisora
comunitaria? Nosotros creemos que hay que ir paso a paso, pues la televisión tiene sus dificultades:
costos iniciales y de mantenimiento mayores, técnicas más complejas, mayor necesidad de
capacitación. Sin embargo, el mensaje es el mismo que para la radio: ¡es posible, y no es cosa del otro
mundo!

¿Es legal?

¡Claro que sí! Lo que pasa es que estamos acostumbrados a pensar que sólo las grandes empresas y el
Estado pueden tener emisoras. Demos un vistazo a las leyes para ver cómo todo esto ha cambiado:

Nuestra Constitución Bolivariana dice en su artículo 58 que "la comunicación es libre y plural, y
comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley". En su artículo 57 dice que "toda
persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz o
por escrito, o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier
medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura".

La Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José (ratificado por
Venezuela), dice en su artículo 13 que "no se puede restringir el derecho de expresión por vías o
medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos,
de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por
cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y
opiniones".

Y gracias a la lucha en defensa de estos derechos que el Movimiento por la Libre Comunicación
efectuó durante el primer semestre de este año, la nueva Ley Orgánica de Telecomunicaciones dice
en su artículo 12 que "toda persona tiene derecho a ... ejercer individual y colectivamente su derecho
a la comunicación libre y plural a través del disfrute de adecuadas condiciones para fundar medios de
radiodifusión sonora y televisión abierta comunitarias de servicio público sin fines de lucro". Y en su
artículo 203 dice que "el Estado promoverá la existencia de estaciones de radio y televisión
comunitarias como medios para la comunicación y actuación, plural y transparente, de las
comunidades organizadas en su ámbito respectivo".

Pues bien: tenemos el derecho, ahora nos toca ejercerlo. Y tener mucho ciudado con la
interpretación del Estado de "promover" radios y televisoras comunitarias... porque para nosotros
significa apoyar sin interferir, fortalecer las autonomías en vez de debilitarlas.

¡Multipliquemos las radios libres y comunitarias autónomas y populares!

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Fabricando el consenso

RAFAEL UZCÁTEGUI - [# 23, junio-julio 2001]

Para quienes nos apersonábamos a los predios del edificio del Rectorado de la UCV para seguir de
cerca los acontecimientos desencadenados por la toma de la sala de sesiones del Consejo
Universitario, no podíamos compaginar las informaciones diarias de los mass media con lo que
observábamos en el conflicto. La televisión y la prensa sobredimensionaban ciertos elementos y
silenciaban otros, editaban imágenes, publicaban fotos con leyendas tendenciosas, re-escribiendo la
historia de un conflicto y convirtiéndose en protagonistas, que sin duda, influenciaron para muchos
de los hechos posteriores, como el intento de linchamiento del día lunes 30 de abril.

La práctica manipuladora de los medios no es noticia nueva para nadie. Pero es necesario
contextualizar la actuación de los media en los sucesos recientes, diseccionar su modus operandi y
establecer, como lección a futuro, que tipo de postura debemos tomar frente a ellos como
movimiento social: si el rechazo frontal o un intento de utilización estratégico.

Noticia según convenga

Frente a la bravuconería verbal y las reformas tibias que adelantan los gestores del actual gobierno,
hay quien ve amenazado sus privilegios. Y en la polarización actual del escenario social, los Medios
de Comunicación de Masas (MCM), han tomado claro partido por uno de los bandos. Recordemos
que como conjunto, representan uno de los estamentos básicos del sistema, uno de los espacios
fundamentales de producción y difusión de la subjetividad dominante. Por tanto, no se duda en
apoyar o desprestigiar los acontecimientos que sean cónsonos o no con sus intereses. El periódico El
Nacional, por ejemplo, era un incondicional de Hugo Chávez durante su candidatura y parte inicial
de su gestión. Ahora, rotos los acuerdos realizados a puerta cerrada y distribuidas las prebendas,
cierra filas junto a los otros impresos contra la política gubernamental.

Por convicción o por reacción, los MCM locales se enfrentan diametralmente a las políticas de la V
República, insertos en el maniqueísmo flemático de "oligarquía versus pueblo" que ha construído el
encendido -pero sin consecuencias en la realidad- discurso del comandante. Sus líneas editoriales
están al servicio de legitimar cualquier intento de oposición orgánica, aún a costa de la
desnaturalización de su acción al subordinarlo a la lógica de la tensión gobierno contra oposición.
Una referencia fueron los sucesos del jueves 22 de marzo en la Gran Sabana, al cual los MCM se
apresuraron a describir como "enfrentamiento ejército contra pemones", tergiversando los hechos y
condicionando los sucesos posteriores. Al dar forma a una realidad concreta y codificando los
actores según su propia subjetividad, harina de esa abstracción llamada "opinión pública",
reprograman la percepción que tienen los protagonistas y su entorno de sí mismos. Pero no ha sido
suficientemente debatido la responsabilidad de los medios en el curso de los acontecimientos, al
legitimar una versión, priorizada sobre la multiplicidad y complejidad de la realidad. Especulamos
sobre la magnitud y duración de la toma si los MCM no le hubieran dado la dimensión de cobertura
que le dieron. O sospechamos de la casual publicación el fin de semana previo, de la serie de
artículos que alentaron al desalojo violento del día 30.

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Mecanizando el oficio

Los periodistas arrastran ciertas prácticas para el abordaje de la noticia que los hacen responsables de
omisiones tendenciosas. Pero el dedo acusador debe señalar a jefes de redacción, editores y dueños
de los MCM, que al tener la perspectiva integral de la noticia y su contexto, marcan las líneas
directrices de como éstas deben ser enfocadas.

Los reporteros corren diariamente contra el cierre de redacción (una hora tope en la que deben
entregar sus textos), o en pos de ser los primeros en dar a conocer "el tubo" (en el caso de la
televisión). Esta premura deja poco margen para la investigación y para el contraste de versiones. Al
ser responsables de edificios temáticos y no de temas concretos, la salida habitual para el abordaje
noticioso es la transcripción de la versión "oficial" o de las declaraciones de la autoridad de turno.
Los bajos salarios de los periodistas ocasionan, además, que se realicen notas para varios medios, en
donde la cantidad es la prioridad sobre la calidad. La autocensura es un elemento presente a la hora
de redactar los textos, por lo que se soslaya los elementos contrarios a la línea de redacción impuesta
desde arriba.

Los medios en el conflicto

La ausencia de una infraestructura de comunicación universitaria ocasionó que ambos bandos,


autoridades y tomistas, desarrollaran su política de información con el altavoz de los MCM. Un
abordaje veraz de la noticia presupone que las distintas versiones tengan igual centimetraje. Pero al
representar la rectoría ucevista un "bastión antichavista", era obscena la casi exclusividad de sus
representantes (autoridades, presidencia (M-25) y secretaría de la FCU (Unidad 77-Bandera Roja) en
las coberturas de prensa. Las imágenes de muchedumbres siempre se publicaron como contrarias a la
ocupación del Consejo Universitario. Las tomas de televisión eran editadas y manipuladas antes de su
transmisión, en especial las de Globovisión. No recordamos un conflicto social que haya sido
cubierto por los media con tanta animadversión.

¿Qué hacer?

Hasta ahora como movimiento social, a pesar de nuestra desconfianza hacia los MCM, hemos
optado por la colaboración en base a tres razonamientos: cooperando o no los MCM harán
cobertura a nuestras acciones, por lo que para que su versión se acerque a la realidad le
suministramos la información. En segundo lugar, reconociendo la inexistencia o la limitación de
nuestros propios medios de información, se acepta el salir en ellos para que nuestro discurso sea oído
por auditorios lejanos, inaccesibles o fuera de nuestro radio de acción. Por último, la noción de que
para que nuestra reivindicación exista o que nuestra manifestación tenga sentido, tenemos que salir
en los medios.

¿Políticamente nos interesa salir como sea en los MCM y reforzar con ello su legitimidad como
fabricantes del consenso?. Nuestra propuesta es establecer, con responsable continuidad, nuestras
propias tácticas de comunicación para afrontar con menos improvisación las coyunturas.
Propositivamente podemos afinar una doble estrategia: proximidad y distanciamiento. Para la
primera debemos conocer su metodología y rivalizar con nuestra propia gestión de la información.
Aprovechar los momentos en el que somos noticia para establecer contraprestaciones. Las
informaciones son redactadas por nuestros propios grupos de prensa, seleccionando los periodistas

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menos tendenciosos y fijando marcos claros de intercambio (por ejemplo, se pasa la información a
cambio del compromiso de publicar algo cuando a nosotr@s nos interese).

La estrategia de distanciamiento implica la imprevisibilidad de nuestra parte, el negarse a ser descritos


según sus prejuicios. Para ello evitar los reportajes de personalidad o estilo de vida que nos ubiquen
en el marco de lo folklórico. No se conceden entrevistas, ni hay líderes ni declarantes perpetuos.
Seguir el curso de la información para denunciar las calumnias y exigir pruebas que respalden las
acusaciones. Desacreditar su pretendida veracidad y objetividad con estudios sobre el centimetraje
cedido a la versión oficial, la falta de investigación o el poco seguimiento a las denuncias. Protestar
por carta, comunicados o presencia frente al medio de sus mentiras, etc.

Todo esto presupone la utilización concienzuda de la palabra como elemento fundacional de nuestra
subjetividad política. La gestión de nuestros propios medios de información, la seducción y
creatividad en sus contenidos y presentaciones, el financiamiento autogestionario de los mismos, la
relación y retroalimentación de diferentes medios alternativos y autónomos a través de redes, la
reinvención permanente de nuestro discurso y modos de acercamiento a públicos ajenos a nuestros
ghettos. Los adelantos tecnológicos abaratan incesantemente los costos de equipos y reproducción
(offset, fotocopias) y abren la puerta para una interactividad creciente (listas de discusión
electrónicas, e-mails, websites en servidores gratuitos). La gestión de nuestros medios es el
laboratorio perfecto para desde lo micro, construir los diferentes navíos que se acompañen en el viaje
al puerto de la utopía. ¡Al abordaje!

Tergiversación en cinco llaves

El futurólogo Alvin Toffler establece en su libro "Las guerras del futuro" cinco herramientas
utilizadas por los medios para tergiversar los hechos. La ambigua relación con el estamento
gubernamental, la falta de una estrategia propia de comunicación y el afán de vedettismo de algunos
tomistas, dió luz verde para la aplicación de estas técnicas contra el llamado M-28.

•Acusación de atrocidades: Desde el inicio la imagen difundida sobre los participantes de la toma era
la de "violentos irracionales". En tal sentido, el porte de armas o actos vandálicos fueron repetidas
acusaciones nunca probadas.
•Inflación hiperbólica de lo que se juega en la contienda: era recurrente las aseveraciones sobre la
"inminente intervención de la universidad por el gobierno", su "militarización" o la "erosión
irreversible de la autonomía".
•Demonización o deshumanización del adversario: los tomistas eran etiquetados como "los
muchachos de Chávez", "los violentos", "la barbarie"...
•La polarización: "Civilización vs barbarie", artículo de Manuel Caballero del periódico El Universal
del domingo 30 de abril.
•Metapropaganda, o propaganda que desacredita la del otro bando: "En vez de discutir la veracidad
de un solo relato, pone en tela de juicio todo lo que venga del enemigo". Las órdenes sobre la toma
provenían, vía celular, de algún punto de Miraflores. Víveres, volantes y armamento eran
suministrados desde arriba por quienes aspiraban imponer un modelo constituyente en la
universidad. La promoción de tal teoría conspirativa, una y otra vez, impidió el atemperamiento de la
animosidad que permitiera el debate entre las partes.

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Nuestras voces e imágenes recorrerán libres y sin restricciones las calles

MOVIMIENTO DE RADIOS Y TELEVISORAS COMUNITARIAS, ALTERNATIVAS Y LIBRES - [# 25,


noviembre-diciembre 2001]

Las Radios y Televisoras Comunitarias, Alternativas y Libres conscientes de nuestro papel como
formadores de una sociedad y responsables de nuestros deberes constitucionales realizamos durante
todo el año encuentros, reuniones y discusiones con el objetivo de elaborar una propuesta de
reglamento para nuestros medios.

Nuestros esfuerzos de articulación dieron como resultado la propuesta de Caricuao, firmada por mas
de 40 organizaciones nacionales, no gubernamentales, ligadas al desarrollo de medios comunitarios y,
una respuesta a la consulta publica convocada por CONATEL refrendada por mas de 30
organizaciones nacionales. En la respuesta que se da a la supuesta consulta publica la primera
demanda del Movimiento de Radios y Televisoras Comunitarias, Alternativas y Libres es el
establecimiento de una mesa de dialogo entre los medios comunitarios y CONATEL, para ello se
uso como canal de enlace a la defensoría del pueblo, representado para este caso por el abogado
Alejandro Bastardo, sin embargo toda movilización pacifica y por los canales regulares ha sido
ignorada por CONATEL.

El Movimiento de Radios y Televisoras Comunitarias, Alternativas y Libres considera que el


reglamento que supuestamente está en Consejo de Ministros constituye un menoscabo a los
derechos humanos, derechos constitucionales y legales en cuanto a que:
- No establece igualdad ante el reglamento de los medios comunitarios y los comerciales,
privilegiando a estos últimos en la asignación de frecuencia pues, ellos no tienen ni máximo, ni
mínimo de experiencias a ser fundadas o establecidas, traicionando el articulo 21 de la Constitución
Nacional que establece que todos somos iguales ante la ley y que esta debe garantizar las condiciones
jurídicas y administrativa para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva.

- Al tratar de limitar nuestra potencia o área de cobertura está limitando nuestros derechos a: opinar y
expresarnos, artículo19 de los Derechos Humanos, Nuestro derecho a hacer uso de cualquier medio
de difusión para opinar y expresarnos y que estos medios “no pueden sufrir ninguna restricción a
través de medios indirectos o mediante control abusivo por parte del gobierno o del sector privado,
respecto a las frecuencias y a los equipos necesarios para la difusión de información...” Articulo 13 de
la Convención Americana de Derechos Humanos.

- Al CONATEL ignorar las propuestas de los medios comunitarios Alternativos y libres y negarse a
entablar una mesa de dialogo con el movimiento a violado el derecho de nosotros de participar en la
formación, ejecución y control de la gestión publica como establece el articulo 62 de nuestra
Constitución, además, de traicionar el mayor de los sueños de esta nueva Republica, el sueño de
hacer realidad la democracia participativa en nuestro país.

Para el Movimiento de Radios y Televisoras Comunitarias, Alternativas y Libres la consulta publica


abierta por CONATEL es un disfraz y un engaño, montada sólo para cumplir un requisito, y no
significó que las propuestas justas de los que día a día hacemos realidad la comunicación libre y
plural. Es por eso que hoy cuando el reglamento se supone en Consejo de Ministros, cuando
CONATEL se niega a sentarse a conversar con nosotros, cuando CONATEL se niega a facilitar el
documento final, el Movimiento se ve obligado a salir a la calle a defender nuestros derechos
constitucionales y a las radios y televisoras que tanto nos ha costado poner al aire.

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Construyendo medios alternativos: saboreando la utopía

JUAN MIGUEL - [# 27, mayo-junio 2002]

Embarcarnos en el sueño de un mundo libertario, es quizás lo más bonito que ha podido suceder en
nuestras vidas, es una llama que dentro de nuestros corazones, va creciendo y haciendo que esa idea
tan sublime se matice en un sentimiento, que hace que en cada minuto tratemos de dibujar mágicas
ventanas, a través de las cuales ese mundo ácrata de armonía y solidaridad se sienta cada vez más real.

Este interminable horizonte de aventuras autogestionarias parece ser menos que una gota de agua, al
caminar de la mano con la irremplazable compañía ke brindan l@s arquitectos de la utopía, aquell@s
que destilan rebeldía y tienen las manos llenas de solidaridad, es@s a quienes el sistema en su eterna
campaña por el incremento de la productividad y la alienación egoísta, no ha podido arrebatarles lo
más preciado, el poder soñar con un mundo ke se mueva impulsado en el motor del amor y no del
lucro y de la obediencia que coarta la creatividad.

Así, no hemos aventurado en la búsqueda de alternativas, que hagan realidad ese bello sueño ke nos
mantiene con el puño en alto y los pies firmes, aunque podamos vivir la utopía sólo por breves
momentos, el simple bosquejo de un mundo libre de explotación y desigualdad es un espejismo que
no nos permite conformarnos con el intento de libertad que los opresores nos otorgan como si fuera
una limosna.

¡Queremos mucho más, y lucharemos por eso!

¿Alternativ@s? ¡Sí, claro!

La palabra alternativ@ y todos sus símiles, han sido ultrajados por los empresarios, es@s
chupasangres que piensan con los bolsillos, y que en sus pechos el capitalismo ha sustituido el
corazón por un máquina registradora, para comercializar cualquier movimiento que aspire romper
con sus estructuras consumistas y pasivas.

Así, los cancerberos del capital, en su eterna esclavitud a la productividad, condenan cualquier
suspiro de creatividad, al ver representada en ésta una amenaza a sus feudos de poder.

Valiéndose del arma alienante por excelencia, la televisión, y sus otros tentáculos, han demostrado
que su información (¿o será más bien desinformación?) está arrodillada a los caprichos del mercado,
y no hay ética que valga ¡Por supuesto! veremos el desfile de l@s dioses que deciden lo que es "cool"
y designan los estereotipos de comportamiento y la hipnosis del consumo, quienes aparecerán como
l@s "alternativ@s", pero resultan ser la misma basura en una bolsa diferente.

Al ser partícipes de nuestras ideas, muchas personas cercanas a nosotr@s (e inclusive compañer@s)
nos cuestionan la actitud de permanecer al margen de las medios estatales y capitalistas, alegando el
mayor alcance que éstas nos brindarían. Por supuesto no buscamos ser puros ni mucho menos
perfectos y ciertamente hay aspectos en los cuales no podemos prescindir de éstas instituciones, ya
que todavía no hemos creado suficientes alternativas autogestionarias, pero al menos dentro de los
medios de comunicación, hemos logrado cierta independencia y esperamos que éste rasgo siga en
aumento.

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Sería poco ético hablar de libertad utilizando los medios burgueses y/o del Estado, al representar
éstos los valores de explotación, autoritarismo y obediencia que buscamos suprimir de la sociedad. Al
utilizarles, prácticamente damos por vencida la batalla en pro de un mundo libre, y al prescindir de
ell@s, demostramos que sí existe una opción, y que sus estructuras verticales de opresión son
totalmente innecesarias; al fomentar mecanismos de participación directa, horizontalidad y
solidaridad, aprendemos un poco más de ésta utopía que se redibuja, en la que no hay modelos a
seguir, donde no hay protagonistas... éstas experiencias son la semilla de un mundo libertario.

Por eso, les invitamos a acompañarnos en esta linda travesía a través de los medios autogestionarios,
para traer a la realidad ese mundo nuevo que palpita en nuestros corazones.

El anarcopunk... Un pequeño ejemplo

Al creer en la anarquía, creemos en un mundo impulsado por el amor y la fraternidad, y no por afán
de lucro. Así, trabajamos dentro del medio musical, tenemos nuestro propio sello y disquera, y sin
embargo no lucramos de la música, simplemente reinvertimos el dinero en actividades y
producciones libertarias. La más grande satisfacción que nos brinda este medio, contraria al concepto
burgués de obtener fama y fortuna, es el demostrarnos a nosotr@s mism@s que podemos darle
rienda suelta a nuestra creatividad, y que la autogestión sí es posible. Compartimos con medios que
son afines a la filosofía del "hazlo tu mism@", como fanzines, sellos independientes anti lucrativos, y
colectivos comprometidos a la difusión de las ideas y a la coordinación de actividades libertarias.

Dentro de nuestro rechazo a las jerarquías, incluimos cualquier tipo de patrocinantes, managers,
disqueras, y compañías que reproduzcan lógicas capitalistas; preferimos utilizar, como dijimos
anteriormente, medios que se muevan por motivos de ideas y sentimientos libertarios, y que tengan
éticas de trabajo de solidaridad y autogestión, para demostrar que se pueden hacer infinitas cosas sin
depender de ningún gobierno, disquera, manager, patrocinante, etc. y que nos impulsa algo mucho
más fuerte que el anhelo de una posición cómoda dentro de la pirámide capitalista, y eso es crear un
mundo donde no existan explotad@s ni explotadores. Luchamos por un ideal en el ke creemos
sinceramente y que aunque probablemente esté muy lejos, nos motiva a seguir soñando y luchando
días tras día.

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Anarquismo y comunicación social

NELSON MÉNDEZ Y ALFREDO VALLOTA - [# 28, agosto 2002]

[Tomado del libro Bitácora de la Utopía. Anarquismo para el Siglo XXI, Caracas, Biblioteca UCV,
2001; pp. 63-66]

El anarquismo encuentra vital educar a la gente para una nueva sociedad. Algunos incluso dirían que
es todo lo que cabalmente se puede hacer, porque intentar imponer la revolución con el esforzado
activismo de una minoría muy pequeña es insensato dentro de la propuesta libertaria ya que, incluso
con las mejores intenciones, eso sólo podría conducir a una nueva esclavitud y así lo ha mostrado la
historia. Una verdadera revolución sólo puede hacerse si una gran mayoría, por no decir todos, la
quiere y participa activamente en la creación de un mundo nuevo. Y si es una mayoría, debe ser muy
cuidadosa de los derechos de la minoría que se le oponga.

Por supuesto, el anarquismo parte de la base de que tendría muchas más oportunidades si la gente
reflexionase sobre los problemas y cuestiones que les propone para luego organizarse en
concordancia. La confianza de los anarquistas en cuanto a que lo más razonable para quienes
conocen su ideal es seguirlo, hace que una de sus prioridades sea difundirlo. Para ello, la educación
en todos los aspectos juega un papel importante en la aspiración anarquista a un mundo mejor.
Puede que la sabiduría no nos haga felices, pero los libertarios están seguros que la ignorancia no lo
logrará. Por eso es absurdo presionar a la gente con sermones de catequista, o disertaciones
sabihondas, o arengas de caudillo, pues más que meros seguidores se desean individuos que piensen,
conozcan, critiquen y generen alternativas. Pocas cosas hay peores para el anarquismo que
presentarlo como una doctrina de certezas absolutas. El anarquista no quiere predicar, sino hablar
con la gente.

La rebelión de los medios

Este punto es de fundamental importancia, pues queriendo los libertarios comunicarse – en el más
pleno sentido de la palabra – resulta que, probablemente, el síntoma más claro de la degeneración de
la sociedad actual es que la comunicación cada vez se hace más impersonal, más estandarizada y más
unidireccional. La comunicación se ha convertido en un artículo adquirible, sonidos y bytes que se
compran en cintas de plástico, en discos compactos o en pantallas luminosas. Casi todos los medios
de comunicación contemporáneos tienen dos cosas en común: se debe pagar para obtenerlos y no
hay forma de participar en ellos: se mira o se escucha, nada más. El estímulo a la pasividad del
receptor es una clara estrategia para reducir la posible rebelión de los sumisos.

La creencia anarquista en la libertad lleva a exigir libertad de expresión y libertad de prensa. Esto
podrá sonar común, como si se tratara de una manifestación más de quienes pelearon contra las
tradicionales dictaduras militares en América Latina. Ahora bien, buena parte de esos luchadores
antidictatoriales cesan sus luchas y parecen satisfechos cuando consiguen que estas libertades se
estampen en las leyes. Pero la mayoría de las veces, esto se reduce a que ellos logran esas libertades,
puesto que son inalcanzables para los comunes mortales, y menos aún para "extremistas peligrosos"
como los anarquistas. Y aunque sea posible decir (casi) todo lo que nos guste, no siempre en horas
de máxima audiencia, o escribir sin obstáculos lo que queramos, no siempre publicado en la gran
prensa, los dignatarios de las democracias en América Latina han desarrollado una peculiar sordera y
ceguera ante las opiniones contrarias, porque la gente carece de organización para castigar a

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dirigentes que se hacen los desentendidos. A menos que se tenga una verdadera oportunidad de ser
escuchado, la libertad de expresión poco significa, y por eso no preocupa a los poderosos concederla.

Todos podemos comunicar algo

Los periodistas, trabajadores gráficos, escritores, técnicos y actores quizá deban jugar un papel muy
importante en este aspecto de la lucha por una nueva sociedad. Está en sus manos decir la verdad
(como queda en manos del público protestar cuando no se le dice) y deberían avergonzarse tanto de
la basura que se ven obligados a producir, que tendrían que haber renunciado a sus trabajos si no los
presionara la necesidad de subsistencia o los tranquilizase el conformismo. Pero también debería
estar avergonzada la gente que adquiere esos mismos productos y con su consumo avala que se siga
comerciando ese material que solo sirve para degradarnos. Es urgente que al menos una porción
apreciable de la industria de la comunicación se ponga al servicio de la concientización política, y que
los trabajadores y el público determinen los contenidos de sus productos y no un pequeño grupo que
persigue sus mezquinos intereses. Para ello, el papel de la audiencia es determinante, porque nadie
hace comida para cerdos si no hay cerdos que alimentar.

Medios igual a fines

Debido a que los ámbitos comunicacionales están tan controlados por una oligarquía y un Estado
que saben muy bien de la importancia de su poder, hay pocas probabilidades de difundir ideas anti-
convencionales como las anarquistas a través de los espacios establecidos, por lo que se impone el
esfuerzo adicional de encontrar alguna otra forma de propagar esta visión hasta que llegue el
momento que la colectividad gestione los medios de comunicación. Además, la forma en que el ideal
se comunica es casi tan importante como el ideal en si, ya que al permitir o promover la participación
de la gente para que deje de ser mera audiencia y pueda expresarse por sí misma, el anarquismo
impulsa un desafío directo a un sistema de poder que está decidido a mantener la docilidad colectiva.

Creación de medios propios, autónomos y sin subsidios

El anarquismo ha sido empujado a los márgenes de lo social, por lo que ha tenido que crear sus
propios medios para comunicarse. Naturalmente, todo ello a pequeña escala y por eso con cada
panfleto, revista, fanzine, página web, emisión radiofónica, etc. alcanza apenas a un grupo reducido
de gente. La esperanza es que cada pequeña acción se vaya sumando. Después de todo, se piensa que
mil panfletos o diez horas de radio no son un desperdicio si logran interesar a una sola persona de las
bondades del mensaje libertario. Por otra parte, la multiplicidad de opiniones es el fundamento de la
búsqueda anarquista por la mejor y más compartida solución, por lo que la diversidad de emisores -
cada uno con su enfoque y su punto de vista - es siempre bienvenida, mucho más que una voz
masiva y homogeneizadora.

Por lo tanto, difundir el ideal, es decir, “hacer propaganda", es y ha sido uno de los objetivos
primordiales de la estrategia anarquista. Por encima de todo, una revolución anarquista requiere que
la gente sepa lo que hace, por qué lo hace y que los otros estén enterados de sus motivaciones. Nadie
puede ser obligado a ser libre, o se elige y se actúa por ello o no es verdadera libertad. Esta labor es
más dura que la de los Testigos de Jehová, los Mormones, o cualquiera de los predicadores de
diverso pelaje que van de puerta en puerta con la salvación en la mano. Para los libertarios es
insuficiente decir a la gente lo que tiene que pensar: o piensan por sí mismos, o no se alcanzará el
verdadero anarquismo...

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Omisiones de un video irlandés

RODOLFO A. RICO - [# 33, junio-julio 2003]

Hay que decirlo de entrada, el video “La revolución no será transmitida” de los irlandeses Kim
Bartley y Donnacha O’ Brien no es un documental periodístico sino propaganda. Esto se evidencia
por el tono heroico que tiene la película y la omisión expresa de acontecimientos que fueron
fundamentales para todo lo que ocurrió durante esa semana de abril de 2002 en Venezuela.

1) Las imágenes de la oposición son sistemáticamente de gente agresiva y con características elitescas.
Además de algunas de las imágenes de la marcha se muestran una de un grupo de gente de un
condominio (blancas, rubias y anticomunistas) organizándose para armarse. No es que esto no
existiera o no exista pero está es sólo una cara de la oposición y me permito dudar que sea la
mayoritaria que se expresaba en las marchas de manera festiva, casi carnestolenda.

2) “Chávez decidió cambiar al presidente de PDVSA. Comenzó la guerra” se dice en el video. El


problema es que en varias oportunidades el gobierno ya había cambiado al presidente de PDVSA.
Por lo que la relación causa-efecto que se insinúa es, por lo menos, sesgada. No se muestra siquiera
como fueron botados de sus cargos (por televisión y con un pito).

3) Cuando se presenta a Carmona Estanga se dice que representa claramente a los empresarios, no
así cuando se menciona por primera vez a Carlos Ortega de quién sólo se dice: “presidente de la
CTV” sin explicar que es la mayor central sindical del país, al menos hasta que se demuestre lo
contrario.

4) Cuándo se refiere al 10 de abril se dice muy poco de la multitudinaria concentración de Chuao que
animó a la oposición a una marcha para el día siguiente hasta el mismo lugar. Yo estuve en la noche
de ese miércoles 11 de abril en una reunión informal de la ONG de la Asamblea de Educación. Allí
se hablaba de hacer una marcha hasta Miraflores pero el día sábado 13 de abril. La oposición que los
dos primeros días del paro no estaba tan segura, se sentía más fortalecida.

5) La oposición decidió “cambiar la ruta de la marcha” se dice en un momento del video para
justificar que supuestamente no había ninguna marcha a que dispararle y luego de haber mostrado
unas impactantes imágenes de la avenida Baralt vacía. La avenida Baralt no estaba vacía. Justo debajo
del puente de Llaguno había numerosas personas afectas al gobierno y la marcha logró llegar a una
cuadra y media antes de distancia separada por la Guardia Nacional de un lado y la Policía
Metropolitana con un carro antimotines delante de avanzada. Allí llegaba la marcha de la oposición,
mientras el resto del grupo se iba para la Plaza O’Leary, las escalinatas de El Calvario y los
alrededores del liceo Fermín Toro.

6) En el video se habla de “grupitos de vanguardia muy agresivos”, estos grupos eran el remanente
de la marcha y no constituían precisamente una vanguardia. Pero más aún ese “grupito de vanguardia
muy agresivo” que lanzaba piedras lo era tanto como los que lo hacían por el gobierno por los lados
del palacio presidencial (que queda contiguo al liceo Fermin Toro). Estos últimos no aparecen.

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¿Y Lucas Rincón?

7) Otra omisión casi insólita del video “la revolución no será transmitida” es que mientras la gente se
estaba matando entre si (o la mataban), sea del sector político que fuese, el presidente hacía una
cadena televisiva diciendo que la situación era normal, hablando de los logros del gobierno y
tomando sorbos de café. Esta cadena sólo fue contrastada cuando los canales optaron por dividir la
pantalla. Cosa que provocó que el gobierno les tumbara la señal y sólo se pudiera ver por televisión
por cable o satelital.

8) Si Chávez renunció, medio renunció o no se le pasó nunca por la cabeza, es algo que quizás nunca
sepamos del todo. Lo que sí es seguro es que el general de mayor grado de las Fuerzas Armadas,
amigo del alma del presidente dijo públicamente en televisión que Chávez efectivamente había
aceptado renunciar. Y que haber dicho eso generó o justificó una serie de actuaciones por parte de la
fuerza armada nacional. Ese general es ahora ministro de interior del gobierno. Y esas imágenes,
nunca aparecen en el video.

9) Del viernes 12 destaca especialmente la omisión de los importantes pronunciamientos de


opositores en contra del golpe de estado de Carmona Estanga al desconocer los poderes públicos.
Especialmente el de Teodoro Petkoff en un una televisora nacional. Y en otro sentido, se echan en
falta las imágenes de persecución policial-mediática a sectores del oficialismo que hizo reconsiderar a
gente de la oposición sobre lo que podía venir.

10) En las imágenes del sábado 13 de abril hay al menos una alteración importante de la secuencia en
que aparecieron los hechos. Se muestra la imagen del Fiscal Isaías Rodríguez garantizándoles su
seguridad a los golpistas de manera anterior a las declaraciones de William Lara, cuando estas últimas
fueron bastante más temprano. Por lo demás es bueno recordar que ese día el diario opositor El
Nacional le dedicó importante espacio a la gente del gobierno. Que además de las emisoras
internacionales estábamos allí gente por el periódico Letras y Radio Fe y Alegría, numerosos
fotógrafos de diversos medios nacionales y la prensa alternativa.

11) Al cierre del video se dice que la mayoría de los generales disidentes huyeron al exterior. No sólo
no lo hicieron sino que es público y notorio que (para bien o para mal de la oposición) siguen
instalados en una plaza de la ciudad.

12) Aparte de todo lo anteriormente expresado hay que decir que el video contiene imágenes
invalorables como todo lo ocurrido dentro de Miraflores los días 11, 12 y 13 de abril.

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El periodismo como teatro de la crueldad

LUIS DÍAZ - [# 34, septiembre-octubre 2003]

«Pero una afirmación necesaria sólo puede nacer si renace a sí misma.»


Jacques Derrida

Cuanto más amo el periodismo, tanto más soy, por esa razón, su enemigo.

El periodismo no es un trabajo, es una militancia. Y no ya la militancia entendida como la


pesadumbre ideológica de ciertos grupos políticos en su accionar, sino como un proceder
revolucionario y desinteresado. Esto, sin duda, implica una nueva cosmovisión. En una sociedad
capitalista, al periodismo asalariado debemos verlo con mucha cautela. El dinero corrompe casi todo
lo que encuentra a su paso, y es por ello que el periodista debe por todos los medios librarse de ese
estigma. Será una tarea difícil pero no imposible, por cuanto la escolarización del periodismo legitima
un sistema socio-económico inicuo que admite, por ende, un sistema comunicacional inicuo -
rechazando la escolarización y el sistema inicuo podremos conseguir una verdadera ontología
periodística-. Sólo rompiendo los viejos esquemas alcanzaremos la esencia de este teatro, del
periodismo.

Antonin Artaud, poeta y actor teatral de comienzos del siglo pasado, previó que el teatro había
nacido muerto y criticó duramente la concepción aristotélica que llevaba y lleva consigo, imperante
en todo Occidente: el público pasivo, sentado, el público de espectadores y consumidores que
observan desde su ignorancia a los actores realizando su arte en la tarima. Al igual que Rousseau y
Nietzsche, Artaud quería abolir la representación en el teatro, que los espectadores fuesen los
actores, que no hubiese asientos ni filas ni tarima, sino que el teatro, el Teatro de la Crueldad, fuese la
vida misma. «He dicho, pues, 'crueldad' como habría podido decir 'vida'», decía Artaud en uno de sus
escritos.

He aquí una alegoría en consonancia con la incompetencia del periodismo moderno. Éste no podrá
estar sujeto al público, pero sí a la opinión pública -concepto abstracto que recibe el beneplácito de
las democracias actuales por su carácter definitorio en el acontecer político-; y, tal como el teatro
aristotélico, se erige como representante. Por eso solemos escuchar que el periodismo funge como
los sentidos de la población, y precisamente esta falacia es una de las causas por las cuales la sociedad
se vuelve insensible: nuestra aproximación a la realidad se la delegamos a los periodistas.

Nuestro periodismo, el Periodismo Ontológico, quiere deshacerse de la lógica de la representación.


No podemos esperar a que el periodista nos muestre la realidad -su realidad-, tenemos que
aprehenderla cada un@ de nosotr@s. Tod@s tenemos que ser actores, periodistas.

Destruyendo esquemas, una nueva deontología

Ya he dicho anteriormente que el periodismo debe no sólo deslastrarse de sus vestigios de poder,
sino también luchar contra cualesquiera esferas de poder. Bastaría que se instaurase una tiranía para
observar cómo el periodismo moderno se viene abajo, pues todos sus preceptos de objetividad e
imparcialidad de nada servirán para combatir la injusticia. Lo que sucede es que el poder, al mostrar
una faceta más benévola, tiende a desmoralizar el ámbito social (1), y el periodismo -en este caso,
moderno- no está exento de ello.

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En este sentido, a la sazón, la labor periodística no obedece ni a leyes de Estado ni a leyes de
Mercado, pues las primeras no entienden de concienciación, sino de coerción; y las segundas no
entienden de igualdad, sino de competitividad. La esencia de ambos va contra el ethos periodístico.

Ciertamente, hay autores que defienden la tesis del periodista como intermediario, esto es, que el
periodista sirva de intermediario entre los poderes públicos de Montesquieu y el pueblo. Pero en este
Teatro de la Crueldad no puede haber representantes. El periodista no cree en 'entelequias' como la
democracia. De hecho, es un escéptico. No acepta ninguna 'cracia', todas le repugnan.

Por ejemplo, el artículo 40 del Código de ética del periodista venezolano dice que el periodista «tiene
el deber insoslayable de defender la Soberanía y la integridad territorial». Asimismo, el artículo 43
expresa, entre otras cosas, que el periodista debe defender la democracia. ¿Por qué? Habrá muchas
personas que por ingenuidad o conveniencia siguen creyendo que la democracia es el poder del
pueblo, por el pueblo y para el pueblo, pero la única realidad es que la democracia es la tiranía del
pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

De este modo, tenemos que el arma más valiosa del periodista es su escepticismo. No cree en nada
más que en la justicia -de donde emerge la ética-. Ni justicia jurídica ni teológica, sino justicia
humana.

¿Cómo montar el escenario?

El periodismo moderno está fundamentado en una idea harto simplista: "los hechos son sagrados y
las opiniones libres". Sin embargo, tras este tratamiento funcionalista y positivista del mundo
anglosajón, se esconde un embeleco: los hechos podrán ser muy 'sagrados', pero la decodificación de
los mismos por parte de los periodistas involucra una actitud interpretativa. La impersonalidad ya no
es ninguna garantía de verosimilitud. Por tal motivo, Albert Sáez alega que «el periodismo no debe
ocultar su carácter narrativo, sino más bien explicar los puntos de vista desde donde construye, no
debería despersonalizarse sino justamente lo contrario, ofrecer las claves desde donde se interpreta la
realidad. Sería mucho más práctico que llenarnos los cajones con tanto código incumplible y demás
sistemas de pretendido autocontrol. Si todos saben cómo se construye, siempre será más fácil la
deconstrucción».

Toda forma de periodismo tiene dos discursos. Por ejemplo, mientras yo escribo este texto, estoy
mostrando dos discursos. Hay uno explícito y otro subyacente. Mi función consiste en brindarte a ti,
lector, los dispositivos necesarios para que configures ambos discursos. Así la comunicación será más
transparente. Resultaría estúpido pensar que seré más objetivo escribiendo en tercera persona que en
vez de en primera. Ésa es una de las patrañas (¿mitos?) del periodismo moderno.

Entonces, ¿de qué se encargará el periodista? De difundir el conocimiento. Y cuando digo


conocimiento no lo hago igualándolo a información, sino reconociéndolo como tal, como un
proceso cognitivo del individuo. Esto sólo podrá lograrse a través de una comunicación bidireccional
y recíproca (llamémosle a esto, si se quiere, debate). La concienciación de la población -que es, al fin
y al cabo, la finalidad del periodismo- ha sido alcanzada por movimientos que nada tienen que ver
con el periodismo, como el Anarquismo en España y el Situacionismo en Francia. Esto sólo como
ejemplo.

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Pero, ¿de qué medios se valdrá el periodista? De todos, salvo aquellos que representen. Actualmente
el periodismo está subordinado al medio, y nosotros justamente abogamos por todo lo contrario: un
medio subordinado al periodismo. Por ello, podrá valerse de radios libres, publicaciones
independientes (como este periódico), folletos, fanzines, opúsculos, murales, panfletos,
retransmisiones piratas, cines móviles, intervención ilegal de canales, terrorismo telefónico (en el
sentido que le da Bey), pancartas, vías telemáticas (envío masivo de e-mails, páginas web), etcétera.

Con esto propongo que el periodismo se salpique un poco de la gratuidad lúdica del Teatro de la
Crueldad. Es la única forma de exterminar de su haber el remedo exterior y artificial que posee hoy
en día. El periodismo, como el Teatro de la Crueldad, busca la sensibilidad del otro y no puede ser
visto simplemente como un método de codificación de información. Ante todo, como ya he dicho,
es una militancia desinteresada en favor de la conciencia, cuya arma más valiosa es su escepticismo.
Es, como el teatro de Artaud, político, pero carece de postura política...

Los esquemas se han roto; las cadenas de la ley, también. Cuando no hay ni espectáculo ni
espectadores, hay fiesta. Ésta es la fiesta de la entropía comunicacional, donde tod@s somos actores,
tod@s somos periodistas.

(1) Véase El alma del hombre bajo el socialismo, de Oscar Wilde.

El video irlandés: la verdad no será transmitida

REDACCIÓN - [# 35, noviembre-diciembre 2003]

En la edición 33 de El Libertario Rodolfo Rico, periodista independiente y corresponsal de Radio Fe


y Alegría durante los sucesos de abril de 2002, publicaba un trabajo sobre las omisiones periodísticas
del video “La revolución no será transmitida” de los irlandeses Kim Bartley y Donnacha O´Brian.
Rico cuestionaba la reconstrucción de los sucesos mostrada en el video que condujeron tanto a la
rebelión civil como al golpe de estado, y señalaba las ausencias de ciertos hechos, afirmando que no
era “un documental periodístico sino propaganda” del gobierno venezolano. El video afirmaba haber
sido patrocinado por la BBC –y otras cuatro compañías similares como The Irish Film Board,
ZDF/ARTE, NPS y RTE- lo que daba un aura de legitimidad al producto, tanto como para ser
proyectado en el Canal del Estado el 13 de Abril del 2003 y ser distribuido gratuitamente en el
llamado “Encuentro Mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana” como prueba irrefutable
de lo acontecido en el país un año antes. Pero, recientemente, un productor venezolano agrega otras
consideraciones que cuestionan la propia práctica ética de los irlandeses.

Semanas después de la publicación del artículo Rico recibe un e-mail de una persona que,
identificándose como Wolfgang Schalk, le solicita más información acerca de su postura. Schalk
explica que ha cursado estudios en la famosa televisora inglesa y que el video incumplía la propia
política editorial que la BBC promovía y exigía a los proyectos que financiaba. Por motivación
propia, agregaba, estaba realizando una investigación para denunciar el caso ante los ingleses.
Wolfgang, conociendo de lo delicado de sus afirmaciones, le solicitaba a Rico que no hiciera pública
la información hasta que él mismo no finalizara la recolección de pruebas y realizara una rueda de
prensa.

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Quién es Wolfgang Schalk

Schalk es un productor, director e ingeniero de televisión venezolano que cursó estudios en enero de
1981 en Londres en la propia BBC: “Los principios que aprendí acerca de los valores editoriales de la
BBC han sido muy valiosos durante mi carrera en la TV por más de 22 años”. En una carta dirigida a
la propia televisora el 10 de julio pasado, afirmaba que al ser un “sello de veracidad y una de las
mayores fuentes confiables de noticias en el mundo” su interés en la denuncia era el “ayudar a la
BBC a mantener esta reputación de integridad editorial”.

Para Schalk son varias las cosas no cumplidas por los documentalistas ingleses descritas en el libro
Pautas para productores de la BBC (BBC producer´s guidelines), de obligatorio cumplimiento para que
las producciones independientes puedan recibir su financiamiento. Las omisiones y los sesgos, a
juicio del ingeniero, contradicen que « los comentarios deben siempre respetar la verdad y nunca ser
usados para dar a la audiencia una impresión deshonesta de los eventos» (capítulo 2, pagina 47),
establecido en el texto.

Por otro lado su investigación evidencia que algunos testimonios e imágenes fueron recogidas dos
meses después de los acontecimientos y presentadas en el video como si hubieran ocurrido antes del
11 de Abril, contrariamente a las pautas de la BBC que establecen que «escenas y secuencias nunca
deben ser interpuestas para sugerir que ellas sucedieron en el mismo tiempo de la yuxtaposición de
los materiales, cosa que conduciría a una distorsión y una impresión engañosa de los eventos» (cap. 2,
pag. 47).

Mentira contra la mentira

Wolfgang Schalk acusa a Kim Bartley de no haber tenido un correcto trato con las personas de quien
recogió los testimonios que muestra en la pantalla recogidos en opositores al gobierno de Hugo
Chávez. En sus manos posee por lo menos cuatro testimonios distintos que apuntan que Bartley les
solicitó sus declaraciones recurriendo a subterfugios. La irlandesa se identificó como empleada de la
BBC mostrando una tarjeta personal con el logo de la televisora inglesa, acreditación que nunca
entregó a las personas que filmó. Bartley nunca explicó la real naturaleza del programa que realizaba,
diciendo que las entrevistas se pasarían en los noticieros de la BBC que cubrían los acontecimientos
en Venezuela. Tales declaraciones fueron tomadas meses después de los sucesos, pero en el video se
presentan como antecedentes al golpe de estado. Ninguna de esas personas dio autorización verbal o
escrita para que sus testimonios fueran usados en un documental con el nombre “La revolución no
será transmitida”. Aquí cabe acotar que el 13 de abril del 2003, el propio presidente proyectaba el
audiovisual en un acto del Teatro Teresa Carreño, arengando: “Reconozcan los rostros de los
golpistas y oligarcas que están en este video, vean bien sus rostros”.

Contra los mercenarios de la palabra

“La revolución no será transmitida” se difunde en todo el mundo con el apoyo del gobierno
venezolano. En junio pasado recibió un galardón de 50.000$ como “mejor programa de televisión en
el mundo del año” por parte del BANFF 2003 Film Festival realizado en Canadá. Schalk le ha
solicitado a la BBC que inicie una averiguación y que salve su responsabilidad en la versión ni
objetiva, imparcial ni veraz difundida en el documental. Por nuestra parte, repudiamos
profundamente que las prácticas periodísticas que se pretenden independientes, alternativas o

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comunitarias caigan en los mismos vicios que dicen cuestionar de los medios masivos de
comunicación. Fue evidente que las televisoras privadas manipularon la información durante los
hechos de abril, pero los medios que apoyan al llamado “proceso” –lamentamos no conocer ninguna
excepción- han realizado una desinformación de signo contrario. Por su parte, los irlandeses
perdieron la oportunidad de reconstruir verazmente la historia velada de aquellos días. Reiteramos,
en consecuencia, la necesidad de inventar medios que antagonicen cualitativamente con la interesada
y sesgada cobertura periodística e informativa de la realidad del país fomentada indistintamente por
el Estado y las empresas mediáticas. Que se vayan todos.

¿Son alternativos los medios alternativos?

RAFAEL UZCÁTEGUI - [# 41, febrero-marzo 2005]

La masificación de las tecnologías de información ha permitido desarrollar proyectos y redes para


intentar contrapesar el papel de los grandes medios. Pequeñas publicaciones, websites, listas de
correo electrónico y documentales en video independiente denuncian los intereses ocultos detrás de
las grandes corporaciones de comunicación, amplificando las versiones y conexiones entre las
noticias que estos no muestran en sus coberturas periodísticas. Tanto la puesta en marcha como la
continuidad de proyectos de contrainformación, con múltiples y variadas relaciones entre sí, reveló
en el caso de las contracumbres (Seattle, Praga, etc) o las manifestaciones contra la Guerra en Irak su
pertinencia y su valía. Pero si consideramos como victoria que cualquiera con una conexión a
Internet pueda enterarse de “otras” versiones de las noticias, quizás haya llegado la hora de pararnos
a evaluar, sin mitificaciones autocomplacientes, si nuestras prácticas realmente se diferencian de las
realizadas por las corporaciones noticiosas, esas que en teoría odiamos.

Partamos de una premisa: Tener medios propios para difundir las informaciones que los grandes
omiten no es suficiente si tales contenidos –y la práctica que los difunde- no son cualitativamente
diferentes. Recientemente, en un taller de video para activistas dictado de manera gratuita en Caracas,
una activista de Indymedia Estados Unidos reconocía que en el portal en el que participaba “Se
publicaba mucha mierda, pero era posible extraer información valiosa con pinzas”. Pero ¿No es
posible realizar esto mismo en cualquier periódico de circulación masiva?

Danilo Anderson o la construcción del discurso

Un ejemplo ilustrará mejor la cuestión. Seleccionaremos una noticia de mediana importancia y cómo
un medio “alternativo” ha realizado su cobertura. El medio es el portal web Rebelión.org,
ampliamente conocido entre surfistas virtuales y publicaciones izquierdistas. Las pretensiones de
Rebelión, como ellos mismos las definen son “ser un medio de información alternativa que publique
las noticias que no son consideradas importantes por los medios de comunicación tradicionales”.
Sobre la política editorial afirman que darán a las noticias “un tratamiento diferente, más objetivo, en
la línea de mostrar los intereses que los poderes económicos y políticos del mundo capitalista ocultan
para mantener sus privilegios y el status actual”. Que conste que ellos son los que introducen el
siempre escurridizo concepto de “objetividad”.

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La noticia escogida es el brutal atentado contra el fiscal venezolano Danilo Anderson, hecho que
cegó su vida el 18 de noviembre de 2004. A casi tres meses de ocurrido el suceso, revisamos el 9 de
febrero reciente las informaciones sobre el tema colgadas en el apartado sobre Venezuela, 14 en
total. La primera nota es “colgada” el 19 de noviembre, un día después del asesinato y firmada
“Agencias/Rebelión”. El texto se divide en dos grandes pedazos: el primero en donde
periodísticamente dan cuenta del atentado, ilustran el desconcierto de las autoridades del país y
recuerdan quien era Anderson. Según la nota, este Fiscal Cuarto de Ambiente con competencia
nacional “irrumpió a la luz pública en el año 2002, cuando el golpe de abril (…) Desde -ese- año
saltó a la opinión pública y nunca más salió de allí. Atacado y vilipendiado por la oposición, no melló
en nada su disposición a hacer justicia”. El escrito apunta los casos emblemáticos llevados por el
fiscal: policías metropolitanos acusados por las muertes del 11 de abril, la agresión contra la embajada
cubana y el estudio del expediente de los participantes en el golpe de Estado, “razón por la cual tenía
previsto citar a más de 400 personas”. La segunda parte de este primer artículo es una declaración de
solidaridad por parte de la Coordinadora Bolivariana del Estado Español. Sus párrafos ubican a
Danilo como modelo, “defensor de la justicia y la verdad” y apuntan el dedo acusador a la
“oposición fascista”.

En los siguientes siete días la cobertura se realiza a razón de la publicación diaria de un artículo. El
del 20 de noviembre es firmado conjuntamente por Gobierno en línea (servicio informativo del
Estado venezolano) y Rebelión. Básicamente establece que las causas de la agresión es la actitud de
“Justicia, verdad, democracia y paz” encarnada por el Fiscal y el que los responsables se encontraban
entre los delitos que investigaba, cerrando con la frase “Todos y todas seremos Danilo”. El domingo
21 aparece una nota de prensa de Radio Nacional de Venezuela (emisora perteneciente al ejecutivo
nacional) que reproduce la alocución sobre el crimen del presidente Hugo Chávez dos días antes. Al
día siguiente le toca el turno a Antonio Pisano, quien biografía al fiscal asesinado: excelentes notas,
dos carreras -Geología y Abogacía-, excelente deportista y cursante de estudios de post grado. El 23
de noviembre es colgado el más largo de los textos, bajo la firma de Ángel Palacios con el título
“Danilo: no hay terrorismo que nos quite tu ejemplo”, agregando que la autoría es realizada por una
organización “con la capacidad de hacer inteligencia, sabotaje y acciones encubiertas”. 24 horas
después Ernesto J. Navarro reitera el dedo acusador al “oposicionismo criollo”, afirmando que es su
“último bastión” para “frenar el indetenible avance de la revolución bolivariana”. Para el 25 las
aseveraciones son más audaces: Marcelo Larrea escribe que el crimen “reúne las características de
una conspiración secreta diseñada y monitoreada directamente por la CIA”. El 26 se cuelga un
escrito a medias entre la poesía y el ensayo: “Diálogo con Falsimedia sobre el asesinato de Danilo”.
Tras un día de descanso, el 28 vuelve por sus fueros.

Una nota firmada por el web site Aporrea reproduce un comunicado de la Vicepresidencia de la
República, bajo el título “Políticos opositores y medios intentan tergiversar el caso del asesinato de
Danilo Anderson”. Tras otra pausa, el 2 de diciembre se reproduce una nota de La Jornada de
México, la segunda de las primeras 10 notas que ofrece más datos que especulación: Se informa que
varias personalidades del gobierno han sido amenazados de muerte y la detención de tres ex agentes
policiales implicados en la autoría material: Juan, Otoniel y Rolando Guevara. Días después, el
ensayo de Pascual Serrano aporta una frase antológica: “La elevación de un fiscal a la categoría de
mártir y referente ético de un pueblo supone la máxima identificación de ese pueblo con un gobierno
y con un Estado”. El 8 de diciembre Saul Landau publica dos ideas principales: el asesinato de
Danilo Anderson es comparable con el de Orlando Letelier y la conspiración golpista continúa en el
país caribeño. Rafael Hernández Bolívar despide el año con el texto “Anderson: Los nuevos
detectives y la conjugación de verbos”, en la que en medio de una abigarrada explicación psicológica

26
de la cadena de causas y consecuencias del crimen realza la valentía y honestidad del asesinado. La
última de las notas es realizada por Jean Guy Allard y es la tercera de mayor carácter informativo que
de opinión. Relata que uno de los implicados, José Antonio Guevara, vive en Miami bajo la
protección del FBI y recibió la suma de 600.000 dólares por el asesinato, así como que Johan Peña y
Pedro Lander son tratados ubicar a través de INTERPOL. La nota es redactada teniendo como
fuentes el diario cubano Granma Internacional y los venezolanos Panorama y Ultimas Noticias.

Quien haya sintonizado exclusivamente el atentado a Danilo Anderson a través de Rebelión.org


tendrá hasta la fecha la anterior versión: Sencilla, esquemática, efectiva y apegada al libreto de
izquierda, pero ¿suficiente para entender las diversas implicaciones y dimensiones del hecho?

Lo que Rebelión.org no dice

La realidad del caso Anderson es más compleja que la versión cándida y tropical de David contra
Goliat que Rebelión.org, por acción u omisión, ofrece a sus usuarios. Quizás para sus columnistas
funciona la astrología política como inspiración para sus escritos, pero lo cierto es que aún las
autoridades venezolanas no señalan a nadie por la autoría intelectual del hecho. Y una de las
hipótesis, que ha ganado fuerza en los últimos días, es que la extorsión –o el soborno, como tan
diligentemente aclara el Fiscal General de la República, Isaías Rodríguez- pudiera estar entre las
motivaciones del atentado.

Pasemos rápida revista a las informaciones omitidas a los usuarios de Rebelión.org.

El diario Panorama (periódico de tendencia oficialista y validado como fuente por el escrito de Jean
Guy Allard) en su versión digital publica “Los nombres de dos funcionarios del Ministerio Público,
dos abogados, dos banqueros, un empresario, un concejal y un joven mecánico ex cuñado del fiscal
Danilo Anderson salieron a relucir en la prensa desde que la palabra “extorsión” salpicó con su
marea de escándalo las investigaciones relacionadas con la muerte del fiscal que llevaba el caso del
Golpe de Estado del 11-A”. En el reportaje titulado “Escenario de una extorsión”, se apunta que la
tarifa exigida a los banqueros por el “clan” de juristas cercanos a Danilo Anderson para que los
firmantes del decreto del golpe de Estado protagonizado por Pedro Carmona no fueran imputados
se remontaba a los 300.000 dólares, con un pago inicial de 20.000.

La tesis de la extorsión no es un producto mediático azuzado por voceros del “oposicionismo


criollo”. El 4 de enero el Ministro de Interior y Justicia Jesse Chacón, en una rueda de prensa sobre
los adelantos de la investigación, declaraba que “Se han trabajando varios escenarios, entre ellos, la
posibilidad de la existencia de un grupo de abogados que aprovechando su cercanía con el Fiscal
Anderson, haya pretendido extorsionar a algunas de las personas que firmaron el Decreto Carmona y
su presunta relación con otro grupo que servía como vínculo con las personas que presuntamente
serían imputadas”. ¿Nadie le avisó a Rebelión.org?

El 16 de enero en un reportaje especial firmado por Tamoa Calzadilla y publicado por el diario
Ultimas Noticias (tabloide de tendencia oficialista, citado por Allard) da cuenta de un nivel de vida
que no correspondería con los ingresos de un Fiscal. Citemos: “la facturación de Bs. 18 millones y
medio en consumo de productos Tommy Hilfiger, un par de fincas, presuntamente propiedad del
fiscal: una en San Sebastián de Los Reyes y otra en Sabana de Uchire, donde apareció la camioneta
Samurai azul prestada que alternaba con su Autana amarilla y su “machito” Toyota full equipo. En el
afán de los familiares por recuperar los bienes se encontró también que en lugar de una moto de agua

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poseía dos. Eso sin contar los regalos, como el vehículo que compró a nombre de una de las
muchachas con la que mantenía relaciones. Sus constantes consumos en Casa Farruco y Memphis
del Sambil deja en claro la promesa que confesó no pocas veces en la prensa nacional –y que no se
molestan en citar los columnistas de Rebelión.org-: “no quiero volver a ser pobre más nunca”.

La nota periodística de Calzadilla, titulada “La caja fuerte de Danilo” también relata que Anderson
poseía en su casa una caja fuerte en la que guardaba “Dinero en efectivo; armas (…), documentos y
videos sexuales” y que fue vaciada cuando el cadáver del Fiscal aún no había sido identificado. Una
versión afirma que el monto era de un millardo de bolívares, pero una declaración del concejal
metropolitano Carlos Herrera (La Razón, 9 de enero de 2005), amigo cercano de la víctima, estipula
la cifra en setecientos millones de bolívares. Herrera apunta el dedo acusador al entorno del
Vicepresidente Rangel: “Jose Vicente lo llamó para decirle que no le solicitara prohibición de salida a
los banqueros porque el país iba a entrar a un proceso de paz. Y Danilo lo mandó a lavarse ese
paltó”. La presunta relación es confirmada por el artículo de Ultimas Noticias, indicando que los
hermanos Guevara, acusados por la autoría material, trabajaron en un equipo de inteligencia
contratado por el alcalde José Vicente Rangel hijo.

Quizás los webmasters de Rebelión.org salieron a comer cuando los diarios venezolanos publicaban
extractos de las declaraciones de los imputados al Ministerio Público. Por ejemplo, la publicada por
Ultimas Noticias el 25 de enero, redactada de nuevo por Calzadilla, bajo la sugerente frase “Julio
Farías confirmó tesis de extorsiones”.

Triste paradoja en el caso que nos ocupa: una mejor información poseen los lectores contrastando
Rebelión.org con los medios masivos de comunicación y no al revés. Ante la falta de la fácil
capitalización política de los primeros días, los encargados de Rebelión.org prefieren dejar a sus
lectores con una particular noción sobre el crimen a Danilo Anderson, distinta a la que los
venezolanos nos estamos enterando por los medios masivos de comunicación. ¿Hace falta otra
alternativa a la “objetividad alternativa” propuesta por este website?

Una cuenta pendiente

El primer paso para curarse es admitir que se está enfermo. Si se atiende a los sesgos, informaciones
obviadas, falta de datos verificables, seguimiento nulo si no es políticamente capitalizable,
especulaciones y omisiones, como medios alternativos en esencia –unos más que otros por supuesto-
nos estaremos diferenciando poco de la CNN. Sólo quizás por el tono “izquierdizante” y la estética
insurgente, pero nada más. Paralelo al mantenimiento de nuestros proyectos de contrainformación, y
su imbricación en redes, tenemos en deuda una discusión seria y de nivel sobre si deseamos hacer un
periodismo realmente distinto –con todo el compromiso que se quiera- enfrentado a cualquier poder
o, solamente, utilizar las noticias como armas para legitimar a toda costa la expresión política que
sustentemos. Quizás, el afrontar y promover esta discusión pueda separar el grano de la paja: poner
de un lado a quienes desean erigir una verdadera alternativa a los actuales modelos dominantes de
comunicación y en el otro a quienes, con la franela del Che Guevara o el caudillo progresista de
turno, sueñan con poder acomodarse alguna vez en una silla como la de Ted Turner.

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Gabriel Muzio (Entrevista): "el silencio favorece al enemigo, no la crítica”

RAFAEL UZCÁTEGUI - [# 42, abril-mayo 2005]

Gabriel Muzio es un activista de origen italiano cuyo interés por América latina se ha traducido en la
realización de cuatro documentales. Junto a Elisabetta Andreoli, Sara Muzio y Max Pugh, ha
producido "Venezuela: otro modo es posible", "Bolivia no se vende", "Cómo Bush ganó las
elecciones en Ecuador" y "Nuestro petróleo y otros cuentos", esta última recientemente estrenada en
el país y motivo de una aguda polémica. El Libertario quiso sondear directamente la opinión de sus
realizadores, a lo que Muzio accedió a nombre del equipo haciendo un espacio en la apretada agenda
de videoforos realizados para difundir el film.

Gabriel descubrió tardíamente su vocación por el documentalismo. Graduado de economía en


Inglaterra, se especializó en el tema del desarrollo económico para los países de América del Sur. Por
esta razón se traslada entre los años 1983 y 1984 a Colombia para trabajar en un proyecto de
cooperación binacional con Italia: "era justamente los años en que había estallado la crisis de la deuda
externa, ahí comencé a entender la importancia de comprender lo que había pasado y por qué". Tras
pasar al área financiera y empezar a trabajar como banquero en París, Muzio fue testigo de excepción
en la mutación del capitalismo bursátil: "tuve mucha suerte de encontrarme allí en aquella época
porque vi nacer el nuevo sistema financiero internacional (...) Conocí desde adentro lo que son
capaces de hacer los bancos y el sistema financiero con la participación directa e indirecta de
entidades multilaterales". Tras más de una década de trabajar en la banca, ahorrando todo lo posible,
se dedica a lo que realmente le interesa: desenmarañar la ideología del desarrollo económico,
interactuar con otras profesiones y, en especial, con otras culturas. Con la mochila al hombro, vuelve
a Latinoamérica para trabajar sobre biodiversidad, involucrarse con el movimiento que orbitaba en
torno a Porto Alegre y amplificar en Europa las luchas que se desarrollaban en el continente.

Para septiembre del 2002 Muzio trataba infructuosamente de llamar la atención de la izquierda de su
país para que enfocara su atención sobre Venezuela. En ese momento tiene la suerte de toparse con
Max Pugh a su regreso de la Cumbre de la Tierra en Johannesburgo, teniendo un documental
grabado sobre el evento en 48 horas. "El nos mostró como se puede hacer una película muy
rápidamente, con recursos básicos limitados, una cosa de calidad. Nosotros la presentamos 5 días
después en una reunión en Milán ya habiéndole puesto subtítulos, etc. Y vimos el impacto que la
cosa tuvo frente a 300 personas: fue un impacto 100 veces más fuerte que cualquier charla, cualquier
discurso. Fue ahí donde nació la idea: haremos una película sobre Venezuela". El resto de la
trayectoria hasta hoy forma parte de la historia del videoactivismo mundial.

- Dentro del área audiovisual existe mucha discusión sobre los géneros fílmicos. ¿Consideras que haces documentales,
denuncias o periodismo?

Creemos que estamos haciendo documentales. Sabemos que no somos objetivos en el sentido que
hemos decidido de forma absolutamente subjetiva cuales son las cosas que nos interesa cubrir. Por
ejemplo, mucha gente nos criticó en el 2002 sobre "Venezuela: otro modo es posible" el hecho que
nosotros no les habíamos dado campo a la oposición en la película. Nuestra respuesta fue: "los
medios ya están llenos de declaraciones de la oposición. Nuestra película es justamente una película
de contrainformación". Entonces en este sentido nuestra preocupación no es la objetividad. Nuestra
preocupación es si acaso ofrecerle una oportunidad a gente que normalmente no entra en los medios.

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Este documentalista italiano responde a quienes ven en el documental una veta hipercrítica que no
ayudaría mucho al 'proceso': "Nosotros con la película estamos intentando proveer algunas
herramientas que puedan servir para debatir. Hay que enfrentar estas cosas. Seguramente lo que hay
que evitar es la autocensura diciendo: '¡ah bueno! no se puede hablar de esto porque esto es una
crítica, la crítica favorece solamente al enemigo'. No, yo creo que el silencio favorece al enemigo no
la crítica. Sobre todo si la crítica es documentada".

Sensibilidad por Venezuela

Muzio vivía en Colombia en 1989 y 1992 cuando Venezuela fue escenario de dos momentos álgidos
de su historia: el "Caracazo" y el golpe de estado protagonizado por Hugo Chávez, por lo que
siguiendo de cerca los acontecimientos desarrolló una sensibilidad especial por nuestro país.
"Después no supe mucho más. Después del 98 me enteré que Chávez había ganado las elecciones y
me pareció entrever ahí una posición original de un presidente". Cuando los sucesos de abril del 2002
se encontraba en Italia: "cuando el 13 yo supe que la gente se había rebelado contra el golpe, dije
'ahora si voy a ir a Venezuela es un compromiso hacerlo'. Entonces vine mes y medio después, 5 días
nada más en Caracas. Me convencí que había cosas originales que estaban pasando, me dio la
impresión que habían movimientos sociales incipientes importantes". En octubre vuelve a pisar
Maiquetía con la idea de su primer documental en la cabeza: "la película se hizo muy rápidamente.
Desde el primer día de filmaciones hasta el estreno de la película pasamos 5 semanas nada más. Y la
película rodó por todo el mundo y realmente nos demostró que el medio audiovisual tiene una fuerza
enorme que vale la pena de explorarlo e utilizarlo en términos de vehículos de contrainformación".

- "Otro modo es posible" fue su primera experiencia fílmica. Pero el tono que ustedes expresan en esa película es
bastante diferente al tono de "Nuestro petróleo y otros cuentos". ¿Porqué 2 documentales sobre Venezuela y sobre el
tema petrolero en especial?

A finales de 2002 era momento de movilización social bastante grande en Venezuela. Nosotros
percibíamos en aquel momento que la situación pudiera ser objeto de una contra-revolución, una
reacción fuerte a nivel inclusive internacional. Nos pareció que la gente estaba bastante organizada
para hacer frente a esto. Era importante que la gente de afuera conociera esta realidad. Nuestra
película se convirtió de cierta forma en una especie de bandera y comenzaron a mirar a Venezuela a
través de ella, creyendo que lo que estaba en la película realmente representaba una realidad
dinámica, en movimiento. Entonces, que al transcurrir del tiempo había sencillamente que mejorar
las cosas; una visión un poco teleológica de la historia. No se preocupaban mucho de investigar qué
estaba pasando en la actualidad y comenzaron a ver la situación de Venezuela acríticamente.

He pasado por el país muchas veces después. Y en el tiempo, sobre todo en el 2004, he visto cosas
que no me han gustado. Me ha parecido que se estaba alejando este proceso de formas de
autonomía, de hipótesis de poder popular hacia una situación de la cual la burocracia de los partidos
políticos son los que realmente dispensan favores y el poquito de delegación de poder. Todo al revés
de lo que uno había pensado en el 2002. Y al mismo tiempo una desarticulación de las
organizaciones populares: "Ahora hacemos la campaña sobre reparos de las firmas, ahora la campaña
electoral para el referéndum, ahora la campaña electoral para las elecciones de alcaldes y
gobernadores", son agendas que no son del pueblo, son impuestas. Además, el tema petrolero que
no estaba nada resuelto, porque se hablaba "PDVSA es del pueblo". Pero al mismo tiempo qué
estaba pasando: Había acuerdos internacionales que se estaban firmando sin consulta con la gente.
En Bolivia a finales del 2003 hubo una especie de revolución popular en contra de la entrega del gas
a Estados Unidos. Sacaban al presidente los bolivianos, pero aquí en Venezuela se estaba en el

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mismo momento firmando la entrega de la Plataforma Deltana donde hay más gas que en toda
Bolivia a una empresa transnacional como la Chevron-Texaco y nadie hablaba de esto. Esto fue parte
del motivo por el cual volvimos a Venezuela a hacer una película. Y en parte porque realicé mi
primer viaje en zona petrolera el año pasado y me quedé absolutamente asombrado frente a lo que vi
en términos de miseria por un lado, de resignación de la gente y de problemas de salud pública de
pasivos ambientales absolutamente impresionante. Si todos seguimos pensando que el modelo que
siempre rigió en Venezuela, que es un modelo de economía extractiva debe ser lo que rige hoy,
entonces yo no veo el cambio. Entonces fue una película bastante diferente de la primera, inclusive a
nivel de su propósito. Mientras que la primera la hicimos para hacer contra-información hacia el
mundo, esta ha sido hecha para hacer contra-información adentro de Venezuela.

- Una de las primeras cosas que se muestra en el documental es el logotipo del CONAC. ¿Qué tipo de apoyo
recibieron del gobierno?

Nosotros éramos bastante conocidos en Venezuela a raíz de las 3 películas que hicimos, incluyendo
por algunas personas en el CONAC. Una persona que se ocupaba de la sección de cine pensó que
como el CONAC tenía un programa de coproducción de obras documentales, podíamos calificar
para este apoyo. Construí una propuesta, que fue aprobada, entonces el CONAC participó en la
producción de esta película con más o menos la mitad del presupuesto total. No se cual era
exactamente la expectativa de ellos. Porque la propuesta que entregué al CONAC contenía
prácticamente todo lo que terminó siendo el contenido de la película. La única diferencia es que mi
manera de ver la situación era también intentar introducir algunos ejemplos de alternativas. Entonces
había pensado en la pesca artesanal y en la agricultura sustentable. En el curso del rodaje nos dimos
cuenta que esto debería ser objeto de otra película.

- ¿Hubo otras cosas que se modificaron en el transcurso de la investigación o realización del documental?

Tenía ya bastante ubicado las temáticas en términos generales, evidentemente después no la


estructura sino los contenidos que sacas dependen mucho de los que te encuentras en el camino. Yo
por ejemplo pensaba encontrar mayores ejemplos de organización popular de los que encontramos.
En la película hay un poco de ausencia de ejemplos contundentes de movimientos, de organizaciones
sociales. Pero esa es la realidad, por lo menos la que nosotros encontramos. A partir de las
experiencias que habíamos tenido en Caracas a finales del 2002 pensábamos que 2 años después esto
hubiera debido fortalecerse.

- ¿Cómo valoras la reacción que ha tenido el documental?

Muy buena. Estuvimos sorprendidos porque estamos concientes que este documental pueda
representar para mucha gente un golpe en el sentido que quizás por primera vez se reúnen tantas
temáticas importantes de las cuales poco se habla. También había la posibilidad de causar una
reacción de rechazo por parte de la gente que no quiere encontrarse con, digamos, malas noticias.
Pero a nosotros nos pareció que la gente, yo diría un 90 % de los que se expresaban verbalmente en
los cine foros asumieron esto con enorme fortaleza. Diciendo "eso demuestra que es absolutamente
fundamental que tengamos toda la información para poder participar en todas las decisiones
pertinentes". Y esto me parece un elemento muy positivo por que esto era el propósito de la película:
no de quitarle a la gente esperanzas y energías sino de realmente darle una herramienta para poderse
mover hacia delante a través de un apoderamiento.

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Sobre la declaración de Encontrarte

- Aporrea tiene una sección cultural donde sacaron un pronunciamiento sobre el documental que no sé si conoces.
Básicamente no hace cuestionamientos de fondo, pero el que más nos llamó la atención (te lo leo textualmente): «no se
hace la más remota referencia a lo que el petróleo de PDVSA está posibilitando para el desarrollo de programas
sociales, misiones y producción de cultura, la Venezuela real de carne y hueso».

Ahí hay un pequeño lapsus porque dicen el petróleo de PDVSA, a mí ya esta concepción me parece
que ya es muy manifiesta lo que esta gente de Encontrarte piensa: Que el petróleo es de PDVSA y
con mucha magnanimidad está distribuyendo los beneficios. Estamos en dos posiciones difícilmente
conciliables porque nosotros creemos que el petróleo es del pueblo. Segundo punto, alguna gente
nos han mandado a decir "¿por qué ustedes no hablaron de lo bueno?. Es decir, de las misiones que
son posibles gracias al petróleo". Nosotros decimos: porque esta película está ofreciendo una visión
alterna de contrainformación sobre cosas que suceden alrededor del petróleo. Las misiones son
cubiertas ampliamente en los medios venezolanos, entonces nosotros no consideramos que sea
necesario agregarle más propaganda. Me parece que esto es un pretexto para descalificar la película,
para no querer confrontar lo que son los temas que sí están en ella. Quiero agregar algo sobre esta
cuestión con Encontrarte de Aporrea, que a nosotros nos ha dejado un sabor muy amargo no por las
opiniones expresadas porque cada quien tiene derecho de decir su cosas, pero por la manera
absolutamente abusiva e inaceptable como ellos manejan un espacio que supuestamente es una
página colectiva de información revolucionaria. Ellos están monopolizando este medio porque este
artículo del cual tu hablas aparece en la portada de Aporrea. Entonces ¿qué sucede? que toda la gente
inmediatamente va a este artículo. Pero hay mucha gente que ha escrito a Aporrea protestando
contra esto, dando sus propias visiones de la película o no ha sido publicada, o solamente se han
publicado como 3, pero he recibido en nuestro correo mucho mas de estos. Entonces hay una
censura, un filtro. Esto es realmente una explotación de una posición de poder por parte de los
editores de Encontrarte y creo que debería ser vigorosamente criticado por los movimientos de
populares diciendo: así no se hace.

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Decir por lo menos la mitad de la verdad de la mentira del mundo

NICO - [# 45, noviembre-diciembre 2005]

Descubrí a este periódico en 1998 en Argentina. De ello tengo una memoria muy confusa pero
todavía vivaz. No sé aún si ese primer contacto verdaderamente me había marcado o si es una
reconstrucción de la memoria, ahora que El Libertario cobró una gran importancia para mí.

En este recuerdo, me identifique inmediatamente con el periódico. No entendía entonces muy bien
el español pero la iconografía, el diseño, los títulos de los artículos me recordaban a mis ganas, a lo
que trataba de hacer de mi vida en Francia. Y sobre todo, percibía allí un mundo fabuloso. Me
preguntaba quiénes podrían ser estos colectivos, estos individuos que escribían o de los que se
hablaba en El Libertario. Estuve fascinado por lo que vi en algunas páginas de las luchas del
subcontinente sudamericano, desde de Chile hasta México.

Después, descubro poco a poco este mundo fascinante y me planteo siempre la pregunta de saber
por qué he tomado tanto afecto a El Libertario.

Por supuesto, hay ciertamente una parte de “exotismo” militante en ese sentimiento, esta vieja
mezcla de romanticismo (¡es mejor en otro lugar!) y de colonialismo (¡luchemos por ellos porque nos
necesitan!). Como si América del Sur no tuviese medios para afrontar sus propias luchas. Y como si
los militantes europeos pudieran escapar de la necesaria reflexión sobre las consecuencias modernas
del colonialismo en sus propias sociedades.

Pero también retengo la pasión universal que tiene este periódico. He tomado afecto a El Libertario
porque me identifiqué con tal emoción. Reconocí aquí una cultura (el @punk), una estética (el negro
y blanco), una práctica (la autogestión) que me hablaban. En esto, El Libertario no es
verdaderamente diferente de un zine @punk indonesio o de un periódico anarcosindicalista alemán.
En esto, El Libertario atrae a la persona que comparte los mismos valores.

Pero… ¿no es también inquietante? ¿Cómo se hace que de Indonesia a Alemania pasando por
Venezuela, podamos compartir los mismos valores? ¿La autogestión, el anarquismo son universales e
independientes de medios socioculturales en los cuales son reivindicados? ¿No es también el efecto
nocivo de años de imperialismo (que tome la forma del colonialismo conquistador o de la
globalización reciente)? ¿No existen unas reflexiones y prácticas de lucha política, aspiraciones
diferentes según que se es inuit o se es mapuche, viviendo en un barrio de Caracas o en un barrio de
Paris?

¡Claro que si!, y es también esto lo fascinante en El Libertario. Es una ventana abierta en otra parte.
En su lectura, nos sumergimos en otra realidad de reflexiones, de prácticas, de luchas. Porque El
Libertario es primero un medio de comunicación de una red de personas que a través de Venezuela y
América Latina tratan de organizarse para liberarse de lo que l@s oprime (el capitalismo de las
transnacionales, los poderes estatales locales, los militares, la Iglesia), para destruir los instrumentos
de opresión (las cárceles, los medios burgueses de comunicación, las normas y tradiciones de
sometimiento), para reapropiarse de su vida, su educación, su medio ambiente, para crear nuevas
relaciones en sociedades racistas a menudo marcadas por décadas de conflictos entre mestiz@s,
blanc@s, indigen@s.

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A El Libertario no le importa el europeo, el americano del norte. No está allí para decirle lo que
deben ser estas luchas. Simplemente está allí para documentar lo que pasa al otro lado del mundo,
para revelar una información que a menudo es deficiente. Entrega simplemente otra mirada que la
que complace a esas “izquierdas” occidentales dispuestas a rendir reverencia a viejos y nuevos
caudillos de esta parte del mundo (Castro, Chávez, Lula, Morales).

¡Para el militante occidental blanco, El Libertario debe significar la negativa del fantasma de una
lucha vivida a través de otro, y si posible al otro lado del mundo!

10 razones para realizar un periódico de manera autogestionada

REDACCIÓN - [# 45, noviembre-diciembre 2005]

1. Desde la práctica cotidiana se trata de funcionar con parámetros diferentes a los convencionales. Si
retóricamente cuestionamos la legitimidad del Estado y el Capital para regularnos la vida, el realizar
una publicación sin su injerencia nos permite experimentar, aquí y ahora, nuestra propia autonomía.

2. El generar los recursos según la capacidad, inventiva y compromiso de la comunidad responsable


de la publicación –que puede ser un barrio, un colectivo estudiantil, una iniciativa política o un
conjunto de amigo/as- incide en el sentido de pertenencia grupal y en la autoestima de cada uno de
lo/as participantes. Cuando se alcanzan pequeñas metas se planifican las siguientes con más
seguridad de la capacidad colectiva y con perspectivas cada vez más ambiciosas.

3. El funcionamiento sin mecenas ni patrocinios permite ejercer a plenitud una línea editorial en
permanente crítica a lo establecido, sin los fantasmas de la autocensura o las preocupaciones por
ofender a “la mano que nos da de comer”.

4. Podemos comenzar a publicar, con la periodicidad que decidamos, sin depender del burócrata o
funcionario que apruebe el subsidio o pauta publicitaria. No han sido pocos los proyectos
interesantes en materia de comunicación comunitaria que se pospusieron, hasta el infinito, en la
espera del prometido subsidio por el político de turno.

5. Se evita la división del trabajo y la especialización que esta conlleva. El periódico forma parte de
una dinámica social y no es un fin en si mismo.

6. La iniciativa editorial promueve el conocimiento colectivo en todas las áreas de trabajo de la


publicación: redacción, diagramación, distribución y financiamiento.

7. La relación de nuestra audiencia con el medio de comunicación es más cercana si conoce que su
mantenimiento es parte de un esfuerzo del cual ella misma forma parte, caso contrario de cuando
percibe que los recursos provienen “mágicamente” desde arriba.

8. Si nuestro periódico necesita distribuirse convenientemente para financiarse, nos motivará a


construir, con otros medios similares, canales de circulación no convencionales en donde prime el
contacto personal con los lectores.

34
9. El periódico promocionará solamente productos, servicios o eventos que coincidan con sus
objetivos comunitarios o comunicacionales.

10. La relación con nuestros medios de trabajo (locales, equipos, materiales, etc) es diferente si ha
surgido de un esfuerzo común del cual hemos formado parte. Al conocer por experiencia lo que
“cuesta” cada cosa, nuestro uso y mantenimiento de ellas será más esmerado que, por ejemplo,
cuando ha sido cedido por alguna institución. Así mismo, en el entendido de que la experiencia de
comunicación es posible por una red voluntaria de relaciones humanas, nos estimula a valorar y
cultivar estas diferentes afinidades personales.

Editorial

[# 50; septiembre-octubre 2007]

Después de un breve tiempo de pausa y reflexión, editamos la edición 50 de esta publicación que
significa, a su vez, un nuevo trecho en el camino de periodismo independiente y libertario que
empezamos en 1995.

El Libertario nos ha enseñado cómo pensar y escribir un periódico. Alérgicos a fórmulas fijas y
rutinas momificantes, hemos juntado todos esos pedazos de sapiencia para reinventarnos, destapar
otra botella de vino y continuar incordiando al poder.

En este tramo del viaje nos enfocaremos, desde nuestra acracia de papel, en tres nodos temáticos: El
primero, la investigación y denuncia de los mecanismos que subordinan a Venezuela, y América
latina, con los flujos de dominio globales. Esta primera dimensión desarrolla la siguiente idea:
mientras nuestro país provea, de manera confiable y segura, recursos energéticos al mercado
mundial, la experiencia bolivariana podrá desarrollarse, sin mayores contradicciones, como un nuevo
dispositivo de dominación capitalista.

En segundo lugar, El Libertario promoverá y difundirá la autonomía de los movimientos sociales en


Venezuela y el resto del continente, combatiendo tenazmente sus amenazas. Este espacio de
autogobierno, experimentación e independencia es una precondición para el desarrollo de nuestra
tercera preocupación: la difusión del pensamiento y práctica anarquista, esa filosofía y actitud odiada
por igual por los autoritarios de todos los pelajes. Esta promoción del anarquismo privilegiará su
actuación concreta en los problemas del mundo de hoy, los retos específicos de una sociedad como
la venezolana. Asimismo, sus posibles consecuencias para eso que llaman la reproducción de la vida
social: la cotidianidad concreta.

Sin olvidar el punto desde el cual hablamos, la tensión anarquista, El Libertario continuará dando voz
a quienes desde abajo y horizontalmente se movilizan exigiendo y defendiendo sus derechos.
Estaremos al lado, jamás delante y nunca detrás, de quienes sienten que las actuales condiciones de
vida son insoportables, y necesitan impostergablemente ser cambiadas. Dialogaremos y
construiremos junto a quienes rechazan el pasado, cuestionan el presente y hacen una apuesta por el

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futuro. Tomados de la mano de quienes refutan el oportunismo político, no se acomodan a las
situaciones y osan llamar las cosas por su nombre.

Una vez más, engalanamos nuestro balcón a todos y todas aquellas que deseen participar, a su aire y a
su ritmo, con esta experiencia, una de las pocas en el país que desde la comunicación "alternativa"
tiene la independencia como atributo y la rigurosidad intelectual y periodística como norte. O a
quienes deseen enseñarnos sus perlas y corales, apreciando a su vez nuestros pequeños tesoros.
Esperamos que nuestros asiduos lectores no se sientan desconcertados con los cambios sufridos por
el periódico. Antidogmáticos, asiduos a la permanente renovación. La que ahora ponemos a su
disposición consideramos que afila nuestra pertinencia editorial. Pero entendemos que, como la vida,
es una obra inacabada y estaremos gustosos de recibir comentarios y sugerencias por el e-mail
ellibertario@nodo50.org. Si es necesario incorporar nuevos temas o retomar lo andado en alguna
vereda, el gusto será indefectiblemente nuestro.

En un contexto polarizado, como el venezolano, continuamos obstinadamente caminando a


contracorriente. Ya se ha dicho antes por un escritor ingobernable, pero nosotros y nosotras lo
reiteramos ahora. Todos estamos de acuerdo sobre los fines pero diferimos en cuanto a los medios.
Todos aportamos –no se dude de ello- una pasión desinteresada a la posible felicidad de los
hombres. Pero, entre nosotros y nosotras hay quienes piensan que todos los medios son buenos para
conseguir la felicidad, y quienes no comparten esa opinión. El Libertario se encuentra con estos
últimos. Sabemos con que rapidez los medios son tomados por fines y no aceptamos ningún remedo
de justicia. La astucia, la violencia, el ciego sacrificio de los hombres son medios que hace siglos se
han puesto a prueba. Y esas pruebas son amargas. No queda más, para quienes animamos esta
publicación, la vía media y simple de una honradez sin ilusiones, de la cuerda lealtad y la terquedad
por fortalecer la dignidad humana. Salud y libertad.

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RCTV y la ficción democratizadora de la comunicación en Venezuela

REDACCIÓN - [# 50, septiembre-octubre 2007]

Desde hace dos décadas, a través de nuestras publicaciones, l@s anarquistas venezolan@s hemos
denunciado y adversado los vicios y sesgos de las empresas comunicacionales privadas como RCTV.
Esta compañía televisiva había garantizado su éxito económico combinando canallescas prácticas
oligopólicas, lazos ventajistas con el poder estatal de turno y la emisión de contenidos-basura bajo
pretexto de "servir lo que la audiencia quiere". Sin embargo, los males que ciertamente representaba
esa empresa, son ahora excusa para que se imponga una salida que termina siendo repetición y
multiplicación de los mismos vicios. En la Venezuela del 2007 lo ruin de una parte del oligopolio
privado se pretende subsanar con lo pésimo del monopolio estatal, acrecentando el ventajismo
gubernamental sin paralelo, y justificando la teledifusión de bazofia siempre y cuando sea "roja,
rojita". En términos concretos: salimos de Miguel Ángel Rodríguez para quedarnos con el loado
Mario Silva, conductor del programa de TV "La Hojilla", paradigma periodístico de la V República.

La historia de la televisión venezolana enseña que los propietarios privados de los medios nunca han
reconocido a plenitud el derecho a la libertad de expresión, particularmente si ello afecta sus
beneficios económicos y su privilegiada posición política y cultural. Pero tampoco el Estado -sea
antes o después de 1999- ha hecho en torno a este asunto nada distinto a concebir el medio
televisivo como ámbito para el ejercicio y la defensa de sus intereses de poder. Por tanto, lo poco que
se ha podido construir como espacio para la libre divulgación y confrontación de ideas en la TV ha
sido muy débil, pues quienes tenían la sartén por el mango se han cuidado de que sea así.

Como si lo anterior no bastase, en la pugna desatada tras el ascenso de Chávez a la Presidencia por el
control del aparato estatal y el consiguiente acceso privilegiado a la renta petrolera, las facciones
gubernamental y oposicionista han competido a la par en lo que se trata de uso oportunista y
tendencioso de los medios de difusión masiva, pues para ambos éste ha sido un campo de batalla
donde reconocer derecho a la libre expresión es ceder espacio al enemigo, dentro de esa perversa
lógica de polarización que hemos padecido en los últimos tiempos, en donde quienes disentimos y
criticamos frente a los contendientes por el poder hemos sido igualmente aborrecidos y excluídos
por ambos.

Pero, pese a todas las matizaciones y advertencias que caben en el caso venezolano, la pelea por
garantizar lo poco que se ha podido preservar en términos de libertad de expresión hoy cobra
renovada vigencia, cuando tantas evidencias apuntan a que el principal riesgo que enfrenta esa
libertad en la coyuntura actual viene del Estado, con su clara intención por construir un modelo
comunicacional a la medida de su supuesto "socialismo" que no es más que la nueva cara de la
dominación capitalista global en Venezuela. Sin duda hay que pecar de extrema ingenuidad para creer
en personajes hoy vociferantes como Granier de RCTV o Ravell de Globovisión (por no mencionar
los ahora silentes Armas Camero de Televén y Cisneros de Venevisión), pero las medidas que se
toman contra tales personajes pronto se enfilarán hacia el resto de la disidencia en el país, incluso
dentro de las filas gubernamentales.

No nos queda duda en que padecemos un régimen tan opuesto a toda crítica y disentimiento que
incluso proclama como virtud reprimir cualquier manifestación de esa clase entre sus adeptos, ya que
inmediatamente se descalifica la legitimidad de las reacciones de protesta frente a abusos de poder e
incompetencia oficial, atribuyéndolas a pretendidas conspiraciones criminales ("la CIA", "los
paramilitares", "la derecha golpista", etc.), que tras bastidores dirigirían toda posible muestra de

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disentimiento en Venezuela. En este enfoque paranóico-stalinista, la simple exigencia de derechos ya
se presenta como prueba indudable de los maléficos complots que amenazan al "proceso
revolucionario" y como justificación para no atender e incluso reprimir a quienes hacen la exigencia.
Ciertamente, solo desde el dogmatismo autoritario que caracteriza al gobierno venezolano se puede
justificar la agresión a esos derechos en nombre de un absurdo "socialismo" que se jacta de joder a
Granier, pero pacta con el Grupo Cisneros, le cede derechos de propiedad en el negocio petrolero a
las transnacionales y apadrina a la flamante "boliburguesía".

Ante tal panorama, l@s anarquistas no podemos sino colocarnos firmemente en defensa tanto del
ahora acorralado derecho de libre expresión como de todos los demás derechos sociales y políticos,
indispensables para la existencia y florecimiento de los movimientos sociales autónomos de base.
Poder comunicarnos, en el más pleno y humano sentido de esa palabra, es para nosotr@s tanto un
medio como fin en esa propuesta de sociedad de libres e iguales en solidaridad que nos esforzamos
en promover. A su vez, denunciamos como se ha utilizado la actual coyuntura de confrontación para
avanzar en la criminalización de la disidencia y la estructura de un ordenamiento jurídico digno de un
Estado policial. De esta manera, el estatismo autoritario de izquierda viene avalando medidas
(ilegalidad de los cierres de vía y quema de cauchos, por ejemplo) que en un corto plazo serán
utilizadas contra los sectores populares que exijan reivindicaciones. También, señalamos la progresiva
utilización de bandas armadas para enfrentar en la calle a los manifestantes, un paramilitarismo de
nuevo cuño con lo cual el Estado venezolano copia las prácticas de sus socios comerciales: Álvaro
Uribe y las multinacionales norteamericanas. Por último, señalamos la nítida relación entre el
gobierno y sectores de la economía globalizada, como Gustavo Cisneros, en alianza que busca
asegurar la precarización, subordinación y servilismo de todos y todas los oprimidos en nuestro país.

Cifras y hechos de la "democratización del espacio radioeléctrico" (que suelen callar el


"socialismo bolivariano" y la "oposición democrática")

º En 1999 la presencia del Estado en el espectro radioeléctrico se manifestaba solamente a través de


una televisora (VTV) y dos frecuencias de la Radio Nacional. Hoy dispone control directo sobre 6
estaciones de televisión (VTV, TVES, Vive TV, Telesur, Ávila TV y ANTV), además de 2 circuitos
radiales (Nacional y YVKE Mundial) con 8 emisoras. Súmese a esto último el recién adquirido
control sobre CANTV, la mayor empresa proveedora de soporte para telecomunicaciones en el país.
º En el presupuesto total ordinario del Estado para 2007, se espera destinar 165,3 millardos de Bs.
(más de 77 millones de dólares) para el ámbito comunicacional, sin contar créditos adicionales.

º Según la empresa de mediciones AGB, de febrero de 1999 a diciembre de 2006, el gobierno impuso
la realización de 1339 transmisiones obligatorias a las radios y TV's no oficiales por un total de de
810 horas, 56 minutos y 42 segundos. Esto no incluye las horas de transmisión de Alo Presidente.

º El movimiento para establecer radios y TV's comunitarias, que hace 10 años daba pasos
esperanzadores hacia un modelo de comunicación alternativa autónomo, se ha visto subyugado por
el poder estatal a través del control económico, pues la mayoría de las 167 radioemisoras y 28
televisoras que hoy funcionan con la denominación de comunitarias viven por y para los subsidios
que reciben del gobierno (según la Asamblea Nacional, en 2006 recibieron 5,7 millardos de Bs., algo
más de 2.650.000 dólares), de manera que han tendido a convertirse en voceros oficiales y a repetir
los vicios comunicacionales que dicen cuestionar.

º Según la vocera oficialista Mari Pili Hernández, el volumen de negocios de RCTV para 2007
hubiera sido de 420 millardos de Bs. (más de 195 millones de dólares). La promesa de tal golosina,

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junto al temor de enfrentar el revanchismo chavista, explica lo sucedido con las restantes televisoras
privadas (excepto el canal de noticias Globovisión, feroz oposicionista), donde por ejemplo: según
informe de observadores de la Unión Europea sobre distribución del tiempo de televisión referido a
la campaña electoral presidencial de 2006, Venevisión dio 84% al oficialismo y 16% a la oposición,
mientras que en Televen las cifras respectivas fueron 68% y 32%; La Tele -canal 12- despidieron a la
periodista Marietta Santana por criticar públicamente el cese de RCTV, y la periodista Ana María
Hernández renunció luego que se le prohibió denunciar irregularidades en la estatal petrolera
PDVSA; mientras que el canal musical Puma TV había sido comprado en 2004 por Wilmer Ruperti,
notorio "boliburgués", quien se propone convertirlo en canal de noticias (el anunciado Canal I).

º Por más de 30 años, RCTV (del grupo empresarial 1BC o Phelps) y Venevisión (del grupo
Cisneros) formaron el duopolio que impuso sus malas mañas y peores hábitos en la televisión del
país. Ese acuerdo tenía un carácter más económico que político, y en varias ocasiones estuvieron
enfrentados entre sí y con el gobierno de turno. No se compara con el monopolio económico y
político en manos de militares e intereses únicos como al que nos encaminamos ahora. Después del
Referéndum Presidencial de 2004, el pacto se rompió cuando el grupo Cisneros decidió que lo más
conveniente a la salud de sus negocios era hacer las paces con el gobierno, lo que se santificó en una
reunión celebrada en el principal cuartel de Caracas entre Chávez y Gustavo Cisneros, con Jimmy
Carter como mediador de oropel. Allí comenzó una luna de miel del "socialismo del Siglo XXI" con
este gang empresarial, en donde el anillo de compromiso adquirió la forma de la renovación de la
concesión televisiva a Venevisión por otros 20 años, que comenzaron a contar el mismo día del cese
de la señal de RCTV. Por supuesto, para incomodar a cualquier chavista basta con recordarle lo que
hasta hace poco su bando alegaba contra Venevisión y los Cisneros, o preguntarle por las diferencias
cualitativas entre ambas televisoras que justifican cerrar una y premiar a la otra.

º La sistemática aplicación de una política represiva contra las expresiones comunicacionales


disidentes no se ha quedado únicamente en el tema de las concesiones para emitir señales de TV.
También está el chantaje a través del SENIAT con el cobro de reales o supuestas acreencias fiscales;
la criminalización de la crítica por vía de los repetidos juicios a periodistas y a medios poco gratos al
gobierno; y la aplicación arbitraria de la Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión, que al
no estar reglamentada es utilizada discrecionalmente por CONATEL -organismo a cargo- como una
arma contra cualquier periodista, programa o emisora para que modifique su línea de opinión.

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Polio, omisiones y documentales

LEONARDO MONTES - [# 51, noviembre-diciembre 2007]

La Asociación Civil “Ciudadanía Activa” realizó la presentación de su audiovisual “Venezuela, ¿se


uniforma?” (VSU). Este no es su primer documental sobre la situación del país: su anterior esfuerzo,
“Un pueblo bajo sospecha”, ha dado la vuelta al mundo explicando lo qué es la lista Tascón. VSU, en
28 minutos, recuerda el proceso de militarización expandido entre nosotr@s. Las imágenes, el
contraste entre las palabras del primer mandatario y la organización castrense de sus seguidores,
civiles, origina la sensación de vértigo de este lado de la pantalla. Comulgamos, junto con el video, la
indignación ante la abyección progresiva y sistemática inoculada por el socialismo cuartelario. Y en
grandes líneas, coincidimos en la regresión de tal personalización del poder y su contraparte, la
servidumbre voluntaria sincronizada en orden cerrado. Pero valorando esto, somos honestos con
nosotros mismos si, de seguidas, afirmamos que VSU no es periodismo sino propaganda.

A comienzos del 2003 expresamos tal sentencia sobre “La revolución no será televisada” (LRNST),
de Donacha O´Brien y Kim Bartley, debido a los mismos sesgos y omisiones. Excluir elementos de
la realidad que desentonen con el discurso, que pretende legitimarse como “verdad”, es el cordón
umbilical que une estos videos de signo contrario. VSU muestra como, efectivamente, parte de la
izquierda insurreccional intentó penetrar las Fuerzas Armadas, estamento que presenta hasta 1989
como apegado a la institucionalidad y la legalidad democrática. Esto sólo es posible si se olvidan
Yumare y El Amparo, y no se problematiza sobre su propio papel en la erosión democrática, en
sentido amplio, del país.

Si para LRNST abril del 2002 puede explicarse sin Lucas Rincón, la versión de VSU se expone sin la
autoproclamación de Pedro Carmona. En su explicación lineal, Ciudadanía Activa pone el énfasis de
su diagnóstico en los seguidores al presidente. Al omitir los signos en el resto de la sociedad, como el
fervor que generó el goteo militar de Plaza Altamira, sugiere conclusiones equivocadas. El presidente
exacerba hasta nuevas fronteras los demonios camuflados, pero entender que el militarismo, y su
subproducto el caudillo, es parte de la matriz cultural que nos ha cimentado como nación, es
comenzar el camino hacia el exorcismo colectivo.

De mala manera, LRNST nos hizo entrar en la discusión que desde hace tiempo anima a los
documentalistas: los débiles contornos que, en mini DVD, dividen la propaganda del periodismo.
Esto no es un apelo simplón por “objetividad”. Un audiovisual es un discurso construido desde un
lugar, por personas que tienen una mirada significada por su pasado. Entender este punto de partida
y contrastarlo, o no, con la documentación más rigurosa posible sobre el asunto –con todo el
compromiso que se quiera- es lo que divide al periodismo de la propaganda. Y por desgracia, esta
última, expandida como un virus, aqueja las televisoras alternativas locales. Pero aun persiste la
esperanza que, como el polio, sea una dolencia a dejar atrás luego de los primeros años de desarrollo.

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El cine anarquista del siglo XXI

RICHARD PORTON - [# 57, octubre-noviembre 2009]

[Porton es el autor de la esencial obra de referencia para este tema: Cine y anarquismo, Barcelona,
Gedisa, 2001, y publicó hace poco este artículo, del cual presentamos una traducción
resumida.Traducción: Salvador.]

Dado que el anarquismo es un concepto difícil de definir, no debería sorprender que el concepto de
«cine anarquista» sea igualmente esquivo. Así como las luchas internas entre sus seguidores dificultan
los esfuerzos de reducir el anarquismo a una ideología monolítica, no hay consenso en cuanto a si el
cine anarquista es mas literalmente una cuestión de contenido (por ejemplo, documentales sobre
activismo antiautoritario, biografías fotográficas de figuras heroicas del pasado, «mártires anarquistas»
como Sacco y Vanzetti o Buenaventura Durruti) o de un estilo idiosincrático (por ejemplo el audaz
lirismo de avant-gardists como Jean Vigó). Hasta Stuart Christie, el bien conocido escritor anarquista
inglés, activista, y ávido entusiasta por las películas, confesó a The Guardian que algunos filmes
producidos por anarquistas son frecuentemente de hecho, "muy aburridos en su contenido".

A raíz del 11 de septiembre y de la actual "guerra contra el terror", una implícita fusión de la larga
data de repugnancia hacia los anarquistas, y de las más recientes antipatías hacia reales e imaginadas
amenazas terroristas, ha pasado a primer plano. Muchos comentarios sobre "Batman: el caballero
oscuro" de Christopher Nolan, se refieren al Guasón de Heath Ledger como un "anarquista", a pesar
de que este personaje, que amenaza alegremente grandes segmentos de la población con la
aniquilación, es meramente marcado como "un agente del caos" en la película. Desde un punto de
vista más complejo, aunque confuso, otra película referida a un comic, “V de Vendetta” (2005) de
James McTeigue, combina la perspectiva anarquista de Alan Moore (quien escribió la "novela
gráfica" que inspiró el film; con ilustraciones de David Lloyd) y una amarga orientación crítica post
11/09. Un comentario sobre el Thatcherismo de 1980, la distópica fantasía desarrollada en el legado
represivo de Margaret Thatcher. Ubicuos circuitos cerrados de cámaras de TV (lo que de hecho se
generalizó en la Inglaterra de Blair y Brown) son aquí emblemas de una manía neofascista de
vigilancia total que evocan a Orwell y los excesos del MI5. La bien intencionada adaptación enfureció
a Moore porque el creía que la decisión de los productores de imponer asuntos concernientes al post
11/09 en su narrativa transformó los ímpetus anarquistas de Vendetta hacia una película con sabor
liberal. En la perspectiva de Moore, V el altruista rebelde en una máscara de Guy Fawkes,
explícitamente evoca la tradición anarquista de "propaganda por el hecho"- un precepto asociado con
los actos solitarios de terrorismo en la imaginación popular pero actualmente ligado a quienes en el
siglo XIX proponían concertar esfuerzos de acción y teoría para la revolución social, como Enrico
Malatesta.

Mientras Moore incluso deja a V algunos diálogos parafraseados de los primeros panfletos pre-
anarquistas de Bakunin en donde el impulso creativo es inseparable del impulso destructivo, la
película de McTeigue está menos anclada en la tradición antiautoritaria y más bien toma las premisas
de Moore como un punto de partida para vender una lista estándar de demandas de la izquierda
liberal. Aunque Moore y la pagina web «a for anarchy», la cual permite a los anarquistas hablar en
contra de la adaptación de Hollywood, presumiblemente comparten el desprecio de McTeigue y sus
guionistas Andy y Larry Wachowski por el Patriot Act y la homofobia, estaban menos encantados
con la propensión de la película a utilizar una alegoría incendiaria de otra época para fines que se

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consideran turbios o simplemente reformistas. Para estas críticas, el evento culminante de la película,
la explosión de la casa del parlamento, reside en un vacío ahistórico. Desde un punto de vista muy
diferente, Lewis Call, en la revista académica Anarchist Studies, aclama la película por su ejemplar
apoyo del "anarquismo postmoderno" y ve la destrucción del parlamento ("Un curioso evento menor
en el comic de Moore y Lloyd") como una saludable crítica a los "excesos del poder estatal."

Pese a que las protestas antiglobalización en 1999 en la reunión de la OMC en Seattle, llamaron la
atención de los norteamericanos sobre el nuevo activismo anarquista durante los primeros años de la
era post guerra fría, la cultura popular se ha demostrado reticente y sólo recientemente ha registrado
una respuesta, aunque poca, a estos eventos. Mientras excelentes documentales como “This is What
Democracy Looks Like” (Jill Friedberg & Rick Rowley, 2000) proveen un análisis comprensivo sobre
los eventos durante la reunión de la OMC, la notoria película “Battle in Seattle” (2007) de Stuart
Townsend intenta explicar la complejidad de las protestas anticorporativos a un público más amplio.
Desafortunadamente, aunque Townsend señala que fue influenciado por películas como “La Batalla
de Argel” y “Medium Cool”, su película, como la crítica ha señalado, a menudo se asemeja a una
versión más ilustrada de “Crash”, de Paul Haggis.

Como en el ámbito que pinta Haggis, «un grupo de extraños que colisionan y soportan la privación
mientras aprenden lecciones de vida prefabricadas». Así, se ve el difícil trabajo de un alcalde liberal
hostigado (vagamente basada en el ex alcalde de Seattle Paul Schell), a un triste representante de las
ONG's, y a un policía que señala que reprimir a un manifestante no es asunto que nos concierna; la
representación de los activistas, en particular de un enérgico anarquista llamado Lou (a quien
Michelle Rodríguez representa cargado de ira y rebeldía), proveen amplia evidencia de las paradojas
que surgen cuando las políticas antiautoritarias se convierten en la cubierta del entretenimiento. A
pesar de ser un apasionado defensor de la acción directa, Lou- tal vez en el interés de un "balance"
espurio- está muy preocupado de condenar las supuestas tendencias violentas de sus compañeros
anarquistas. Lou claramente se refiere a las actividades del "Bloque Negro", y aparentemente cree que
la transgresión más famosa de este grupo - la ruptura de las ventanas de Starbucks- los hace violentos
e irresponsables. Sin embargo, como señala el antropólogo anarquista David Graeber, «los
periodistas tienen una visión muy idiosincrática de la violencia'... así que, si aunque un manifestante
dañe una ventana de Starbucks, se puede hablar de una `protesta violenta', pero si la policía procede a
atacar a todos los presentes con "Tazers" (armas de electrochoque), garrotes, balas de plástico, esto
no puede ser descrito como violencia». Y como un grupo de anarquistas escribieron en un manifiesto
anónimo contra la película de Townsend, una entera franja de protestas antijerarquías, que incluye
grupos de base como «Food Not Bombs», se pasa por alto en la película. Townsend está, por
desgracia, mas interesado en levantamientos pegajosos que en los elementos esenciales de la acción
directa.

Un documental que nunca menciona el anarquismo- “The Trap: What Happened to Our Dreams of
Freedom” de Adam Curtis (2007)golpeó con una nota mucho más resonante hacia muchos
anarquistas que el tibio «documental dramático» de Townsend. Desde que palabras como libertad e
individualidad son tan preciadas por la extrema derecha así como por la izquierda, la lúdica polémica
de Curtis, entrelazada con entrevistas y archivos fotográficos, se esfuerza en demostrar que, durante
el resurgimiento del neoliberalismo en 1980, los regímenes de Ronald Reagan y Margaret Thatcher
secuestraron los conceptos de libertad e individualismo con el fin de aplicar sus objetivos
autoritarios. Lo que se comenzó en virtud de los gobiernos conservadores en ascenso durante la
década de 1980 y llegó a su cenit durante el "presentable" régimen liberal de Bill Clinton y Tony Blair
en la década de los 90. Para los anarquistas, la implicación obvia es que "The Trap" (la trampa) del

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neoliberalismo recapitula el "individualismo posesivo" de Hobbes y Locke que triunfaron sobre la
protoanarquista "individualidad comunal" expuesta por utópicos radicales del siglo XVII como
Winstanley.

Si “The Trap” puede ser considerada, involuntariamente, casi anarquista, documentales recientes
adheridos a una explícita postura antiautoritaria reflejan una estética del "hazlo tu mismo" que es
frecuentemente indivisible de los objetivos anarquistas. "Videotaping a new World", artículo escrito
por Andrew Hedden, examina los esfuerzos de los colectivos de base anarquistas de proveer «una
forma alternativa de periodismo». Entre algunos ejemplos de las primeras películas- “Tompkins
Square Park Riot” (1988), de Clayton Patterson: donde se muestra una crónica de la «mala conducta»
policial durante una protesta pacífica en East Village, New Cork. Uniendo la etnografía y el
activismo, grupos como el argentino Grupo Alavio y A-films, un colectivo del Mideast
norteamericano, documentan y participan en las luchas locales. Cop Watch L.A, por otra parte, va
mucho más allá del papel de los medios de vigilancia y demuestra cómo la línea que separa el cine y la
acción directa puede ser borrada permanentemente. Armados con videocámaras y celulares, las
brigadas de Cop Watch monitorean los abusos policiales sobre las minorías y las comunidades pobres
en Los Ángeles. Aunque fuera del ámbito del arte generalmente evaluado por historiadores y críticos
de cine, lo que Richard Moriano llama una naciente "cinemateca de transgresiones policiales"
también realiza una función de archivo de nuestra era, que es paralela a las aspiraciones de los
participantes-observadores como el periodista Henry Mayhew, y el fotógrafo buscador y expositor de
«conductas inapropiadas» Jacob Riis en los siglos XIX y XX.

Incluso la nueva película anarquista que se desarrolla en la no ficción, cargada de sinceridad y difícil
de juzgar, “Louise-Michel”, de Benoît Delépine y Gustave Kervern, reinventa la lucha antiautoritaria
con un humor negro. Los dos primeros nombres de los protagonistas evocan la memoria de Louise
Michel, la heroína anarquista de la Comuna de Paris de 1871, en formas que indudablemente
desconcertarían a muchos anarquistas. Cuando la medio retardada Louise (Yolande Moreau)
descubre que ella y sus amigas están repentinamente sin trabajo después que el jefe demagogo
abandonara su fábrica, incita a sus camaradas a contratar un sicario para matar al odiado delincuente.
El sicario resulta ser Michel (Bouli Lanners), un desesperado tramposo que lleva a Louise en una loca
y salvaje persecución a través de Francia y Bélgica hasta que su presa es descubierta regodeándose en
Jersey, un notorio paraíso fiscal en las Islas del Canal de La Mancha.

Mostrar la bufonesca e inepta actitud anti-heroica para causar estragos en los groseros y torpes
capitalistas, implica difícil narración y estrategias políticas. Pese a lo burlona que puede ser su
película, Delépine y Kervern innegablemente son aficionados de este desventurado dúo; en una
reciente entrevista, Kerven insiste en que estos personajes marginales los tocaron sentimentalmente a
él y su codirector «mucho más que los jefes de compañía y clase media, o la literatura y los círculos
artísticos, que usualmente son el centro de las películas francesas». Adicionalmente, como sostiene el
periodista Fabier Lemercier, la vertiginosa búsqueda de Louise y Michel es casi imposible de desligar
de la peculiar despersonalización causada por la globalización corporativa. Mientras un jefe vil en el
Siglo XIX no se hubiera expatriado, los plutócratas contemporáneos, sin lealtades nacionales visibles,
son libres de deambular por el mundo. En la secuencia más transgresora, la extraña pareja simula la
destrucción del World Trade Center con la ayuda de un modelo a escala, un acto que funciona como
un exorcismo de este trauma internacional y como gesto irreverente que demuestra un desprecio
anarquista a la respetabilidad.

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Comunicación paralela como base del periodismo libertario

RADIO PIROMANÍA (MEDELLÍN) - [# 60, septiembre-octubre 2010]

En telecomunicación e informática, comunicación paralela es un método de enviar varias señales de


los datos sobre un puente de comunicaciones contemporáneamente. Pone en contraste con
comunicación serial; esta distinción es una forma de varias maneras de caracterizar a canal de
comunicaciones. Para radio piromanía la comunicación paralela es conexión serial aplicada a la
funcionalidad y viabilidad de empalmar varias líneas de información en una misma a través de la
radio web, el video, la imagen, y muchas otras herramientas que proveen las nuevas tecnologías de
información NTI. Es así como hemos funcionado, tomamos noticias para decodificarlas y enviarlas
de manera horizontal, es decir, estimulando una respuesta en el receptor del mensaje para romper
con la manera unilateral de producción y socialización de los contenidos por un medio. La diferencia
básica entre un canal de comunicaciones paralelo y serial (limitado, unilateral como los medios de
comunicación tradicionales) es el número de alambres o de filamentos distintos en capa física
utilizado para la transmisión simultánea de un dispositivo.

Este concepto se erige como la vía fundamental para romper con la existencia de la propiedad
privada incluso en lo que se refiere a la técnica, el uso de las herramientas de hardware y software.
Partiendo también de la posibilidad de elevar la insurrección espontánea a ruptura, ruptura que poco
a poco y sumada a otras brechas será subversivo, nuestras estructuras, nuestros fallos y nuestros
vicios para así poder analizar nuestra realidad. Debemos tener claro que a mejor organización,
reflexión y debate entre los componentes de la radio tenemos unas estructuras internas que
funcionan mejor y una emisión de mejor calidad. El hablar sin complejos y con ánimo de apoyarnos,
siempre hace que nos superemos y aprendamos, tanto individual como colectivamente.» Como la
anterior cita lo planteaba, la propuesta pirómana tiene su base en la praxis, se desarrolla en ella y se
transforma constantemente a través de la misma; reafirma su carácter, su naturaleza, su razón de ser,
sus objetivos, sus fines y sus medios en la práctica política que creemos es constante, cotidiana y no
conoce distinción de contexto, horario o lugar.

Ejemplo de hechos espontáneos que generan proceso, contamos con los hacklabs, que pueden darse
en cualquier lugar, en cualquier momento y constituyen una manera de experimentar con el
conocimiento en acción, aunque hacemos la aclaración que no nos limitamos netamente a lo
informático, digital capaz de generar redes de conspiración mediática (argumento que desmiente las
afirmaciones sobre el carácter aislado de la revuelta, ya que en si mismo el ejercicio de ocasionar
brecha-puente-brecha-puente-cambio se convierte en un proceso encaminado a la creación de zonas
autónomas). «Apuntar que es necesario para las radios consideradas como libres que tengamos en
cuenta nuestra posición, nuestro potencial o virtual. Estos aspectos son un agregado para lo que
implica la interacción y potenciación de teorías políticas en la relación Individuos-herramientas-
información-individuos o sectores sociales. Motivo por que cual No es comunicación popular
porque la brecha entre el lo popular y el populismo en la práctica no es diferenciable, simplemente se
cree en su existencia de manera inmanente, siendo el populismo la oportunidad de generar nuevos
estereotipos para la reproducción de lógicas autoritarias que operan en detrimento de la libertad y de
la constitución de subjetividades construidas con base en la autonomía, la autogestión, el hacer por si
mismo, entre otros, no es popular por que creemos en la abolición del poder sea individual o
popular. No es comunicación alternativa porque no es una opción para elegir entre una pléyade de
posibilidades que cambian de forma pero no de fondo, no es la representación del esnobismo ni de la
locura postmoderna del «vale todo», disfrazado con la ambigüedad del arte por el arte, de la estética

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apolítica e «independiente» que resulta convirtiéndose en otro escenario para la reproducción de la
misma selectividad de contenidos empleada por los medios tradicionales.

Es así que decidimos intervenir el concepto informático de comunicación paralela y aplicarlo a


nuestra «labor» y la consideramos así por la forma de articularnos en nodos que se interconectan y
comparten el mensaje, la información de manera recíproca, para amplificarla de manera articulada y
sobretodo por que para nosotros existe una necesidad manifiesta de generar conceptualizaciones
nuevas, desarrollar investigación rigurosa e interdisciplinar al campo de la comunicación y del
anarquismo en si mismo. Es entonces esta concepción de la comunicación, el primer paso hacia la
construcción de una escuela de periodismo que genere una real ruptura con el periodismo académico
manipulado, viciado y tergiversador; es un avance hacia uno de los grandes objetivos que se propone
esta radio: la posibilidad de que a través del ejercicio comunicativo se construya una corriente de
pensamiento propio y acción periodística consecuente.

Por que somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.

Medios: Poder y responsabilidad

MARIELA ROSSO - [# 61, diciembre 2010-enero 2011]

Pareciera ser que entre las cosas que se han desvirtuado en la Venezuela de hoy está la función de los
medios de comunicación social. Por una parte los medios del estado se han transformado en un
espacio permanente para la promoción del partido del gobierno nacional y de la figura presidencial,
sin siquiera cuidar las apariencias y muchas veces mostrando una ferocidad ilimitada en los ataques a
adversarios políticos, violando todo principio de ética o incluso el marco legal vigente.

Por otra parte, muchos medios de comunicación privados tampoco salen muy bien parados en su
desempeño, y sus actores remarcan que son "privados" como argumento para saltarse códigos
periodísticos que deberían ser respetados en beneficio de la sociedad.

Ya es costumbre ver y oír en nuestra radio y televisión periodistas haciendo preguntas más largas y
cargadas de opinión que las respuestas de sus entrevistados. Preguntas tendenciosas, arengas
políticas, análisis con objetivos personales claros ya forman parte de nuestro menú diario en buena
parte de la prensa, televisión o radio venezolanas. En la pasada campaña electoral se hizo habitual el
ser testigos de claros conflictos de intereses de periodistas o ver como era frecuente que muchos
usaran su tribuna profesional valiéndose de todo tipo de recursos y ventajismo para inducir
opiniones adversas a candidaturas que no eran de su preferencia, a la vez que promovían aquellas que
les eran simpáticas o incluso podían representar su roce personal con el poder.

A diario observamos como en los medios de comunicación se difama, se repiten mentiras mil veces
hasta hacerlas "verdades", se "informa" y luego se verifica, se condenan personas antes que tribunales
y se hace uso irresponsable del enorme poder que significa generar opinión masivamente.

El gran dolor de cabeza en que se han convertido los medios ha sido evadido permanentemente por
la mayoría de sus actores y parte de la población. Son pocos los profesionales de la materia que se

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atreven a decir en voz alta lo que muchas veces piensan del desempeño de sus colegas y terminan
quedándose en confidencias privadas. Algunos periodistas incluso dicen que hay temor a expresar lo
que se piensa por no ganar enemistades en su gremio y otros creen que callando no le están haciendo
el juego a nadie, cuando en realidad le están haciendo el juego a la mediocridad y al conformismo.

La frecuente transgresión de funciones de los medios es un tema que urge ser debatido, entre otras
cosas, porque ya la política nacional está suficientemente revuelta como para agregarle ingredientes
que pueden pervertirla aun más. Es preocupante ver que organismos que aglutinan a profesionales
del área difícilmente traerían a un debate objetivo un tema esencial que debería ser discutido a fondo
y sin miedo, para que pueda ser autoregulado por sus mismos actores, dado que el organismo
regulador oficial (Conatel) ha brindado ya claras demostraciones de parcialidad y no está conformado
con la pluralidad necesaria para llevar a cabo una función tan importante con la imparcialidad del
caso.

Estar tras un medio de comunicación significa tener una responsabilidad enorme que puede afectar
de manera dramática la sociedad. Éste es un asunto que no puede ser tratado más con
superficialidad. Ya es hora de que las cosas se vayan poniendo en su lugar.

Editorial

[# 62, febrero-marzo 2011]

Venezuela es un país particular. Y no sólo por su riqueza petrolera, sino también por una sui generis
cultura política, que ha caracterizado el devenir contemporáneo del país caribeño. En los años
recientes, estos dos atributos han dado vuelta, por decirlo elegantemente, a los significados de las
políticas, por lo que las cosas ya no son lo que pensábamos que eran, sino su contrario. Cuando se
habla de construir la “soberanía alimentaria”, por ejemplo, se traduce en importar más del 70% de
los alimentos que se consumen en el territorio. Es un homenaje permanente al doblepensar de
George Orwell hecho país.

Todo esto viene a cuento por la actitud de los medios autodenominados “alternativos” y
“comunitarios” locales. En cualquier parte del mundo estas televisoras, radios y periódicos
contrarrestan los vacíos informativos de los grandes medios colocándose decididamente al lado de la
lucha y los relatos de los oprimidos y oprimidas de cualquier signo. En Venezuela esto no es así, por
lo menos, en esos medios que el gobierno premia año tras año como “ejemplos de comunicación
libre, alternativa y comunitaria”. Si se revisa con atención qué tipo de noticias son las que difunden,
se podrá constatar una alta proporción de notas de prensa de ministerios y demás dependencias
oficiales. Seguidamente, una gran cantidad de reportes de luchas populares, huelgas de hambre,
denuncias y movilizaciones... ocurridas en otras partes del planeta. Los pocos conflictos que
visibilizan son o protagonizados contra poderes locales de la llamada “oposición” o un tipo de
protestas cuyo desenlace es, o pretende ser, canalizado por la burocracia. Si una manifestación
comienza tornarse incontrolable para el aparato bolivariano, en todos sus niveles, o se radicaliza
hasta cuestionar las contradicciones del llamado “proceso”, simplemente es ignorada.

Este tipo de censura, que es la política informativa establecida para los medios estatales, ocasiona que
sean los medios privados los cuales, debido a sus propios intereses, sean los que paradójicamente

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amplifiquen la protesta popular. Ejemplos existen por montones. Cualquiera puede constatar el
centimetraje otorgado por estos medios al caso Rubén González. Este sindicalista, miembro del
partido oficialista PSUV hasta el día de hoy, fue detenido en septiembre del 2009 por haber apoyado
una huelga de trabajadores en la empresa Ferrominera. Por haber sido coherente con su rol de
Secretario General del sindicato, en tiempos de “revolución bolivariana” el gremialista es premiado
con la cárcel. Aporrea, en vez de ponerse de lado del luchador social, amplificó durante la huelga y la
detención la versión criminalizadora del gobierno. Y durante los quince meses de cárcel ha
informado, oportunamente, de los sindicalistas presos en Irak, Afganistán, Kurdistán o Nigeria, pero
ninguna palabra sobre González. Estos medios avalan el chantaje emitido desde arriba: cualquier
crítica o es obra directa del imperialismo o le da argumentos “a la derecha”.

La receta venezolana ha intentado repetirse en otros países de la región. Sin embargo la existencia de
movimientos sociales curtidos en la lucha popular ha colocado las cosas en su sitio. En Ecuador la
norteamericana Eva Golinger -cuyas campañas de difamación son permanentemente titulares en
Aporrea- intentó repetir los adjetivos descalificativos contra las organizaciones que cuestionan a
Rafael Correa. La respuesta de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(CONAIE) y otros activistas sociales fue contundente: «Enfocados en el circo de arriba, olvidan que
la historia la hacen los pueblos y no el gobierno en turno. Nunca existe una crítica de estos medios y
“periodistas” a estos gobiernos, y nunca la habrá. Y aunque sea obvio, no cuestionan que estos
gobiernos mantienen intacta la estructura de dominación-explotación pero con el mote del
“progresismo”», escribieron Erin Rosa y Fernando León. La CONAIE calificó al reporterismo de
Golinger -y acá pudiéramos hacer una larga lista- como “periodismo de Estado”. Los sesgos e
intereses de los medios de comunicación privados y corporativos ya los conocemos. Por tanto
tenemos que hacer énfasis en calificar a los periodistas de Estado, camuflados bajo la etiqueta de
“alternativos” y “comunitarios” como enemigos de las luchas auténticas del pueblo.

La solución no es apelar a la benevolencia de Globovisión o El Nacional, o apostar por la estrategia


del “menos malo”. La alternativa que tenemos, para poder amplificar todas nuestras demandas y
anhelos, es la creación de nuestra propia red de medios de comunicación, la cual funcione de manera
autónoma, independiente, solidaria y autogestionada. Esta tarea, debido a los avances en las
tecnologías, es posible y necesaria. La creación de esa masa crítica es uno de los objetivos de quienes,
desde el pensamiento libertario, estamos detrás de este periódico.

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Secuestrando la comunicación popular:
Análisis sobre la Ley de Medios Comunitarios y Alternativos

RODOLFO MONTES DE OCA – [# 64; septiembre-octubre 2011]

El pasado 10 de Junio de 2011, la Comisión Permanente de Participación Ciudadana y Medios de


Comunicación de la Asamblea Nacional propuso el proyecto de Ley de Medios Comunitarios y
Alternativos, que pretende la distribución equitativa del uso del espectro radioeléctrico con un
33.33% para el sector comunitario alternativo. Sin embargo mas allá de las alabanzas del PSUV y del
oportunista silencio de la MUD, esta propuesta tiene varias aristas que debemos analizar.

Para comenzar existe una flagrante contradicción entre los principios y postulados que pretende el
citado anteproyecto de ley, sobre ello en el Art. 3 y 4, aparte de un conglomerado de adjetivos
“progresistas” podemos encontrar que se les impone “la defensa del estado de legalidad”, poniendo
en evidencia que los medios comunitarios deben someterse sin chistar al orden vigente, lo que coarta
su beligerancia y autonomía, mientras que promueven slogans como “la otra comunicación” de lo
cual no existe un desarrollo teórico-práctico real.

En el Art. 5 al definir los sujetos que serán afectados por esta ley, se deja sentado que la radio y
televisión comunitaria deben estar inscritas y regularizadas por CONATEL, esto se repite en el Art. 7
cuando se les obliga a cumplir con todos los requisitos que establece en la Ley Orgánica de
Telecomunicaciones, su Reglamento y las disposiciones jurídicas sobre el particular. Mientras que
para los medios impresos sólo hay la obligación de estar inscrito en la Biblioteca Nacional.

El Art. 6, referente a colectivos, grupos o tendencias que manejen medios de difusión, los cataloga
como “Operadoras de Medios Comunitarios Alternativos y de Comunicación Popular” a las que se
da personalidad jurídica con el modelo y principio rector para organizarse de la democracia
participativa y protagónica establecido en la Constitución, excluyendo otros mecanismos más acordes
con los medios comunitarios como la democracia directa. Además, se impone una estructura de
asamblea, financiación, instancias electorales y disciplinarias que fomentan la jerarquía y
burocratización dentro de los colectivos de base.

En el Art. 11 referente a la formación de los denominados “operadores de comunicación” se genera


un tutelaje estatal cuando se establece que el “ministerio competente” genera “los contenidos
programáticos de los Planes de Formación y Capacitación en este sector, a los efectos de su
sistematización y calificación técnica e ideopolítica idónea”, lo cual coarta de tajo la autonomía
individual y colectiva, la autoeducación y la capacidad de que los medios de creación colectiva y
popular bajo su práctica generen sus propias reflexiones y experiencias.

Quien paga la banda escoge la música

En el Art. 13 del anteproyecto de ley se establece la obligación de que cada “Municipio, Estado,
Instituto Autónomo, entidad ministerial, Empresa de Producción Social y toda expresión
institucional de la Quinta República, destinará de su presupuesto anual, apartado para publicidad, un
porcentaje no menor al 50% para ser distribuido con criterio de proporcionalidad, equidad, justicia y
transparencia, vía pauta de publicidad institucional, entre todos los Medios de Comunicación
Comunitarios”. Mientras que en el Art. 14 se establece la posibilidad de que los medios comunitarios

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reciban un porcentaje por publicidad capitalista. Esto violenta la finalidad y origen de los medios
comunitarios equiparándolos a los medios privados o estatales, además de abrir la puerta para que los
mismos no respondan a los intereses colectivos que dicen representar, dadas las obligaciones que se
generan hacia quien paga las nominas y demás gastos.

Más adelante, el Art. 16 - en el clásico “doble pensar” acostumbrado por la oficialidad - expresa: “la
propaganda y el proselitismo político o religioso, tampoco está permitida en los Medios de
Comunicación Comunitarios Alternativos”, un claro oxímoron debido a que es público, notorio y
comunicacional que por lo general los voceros dependientes del Estado suelen hacer apología
política por su proyecto político; por consiguiente, es obvio que los medios comunitarios a la larga se
convertirán en propagandistas de la actual administración.

Criticas puntuales

El presente anteproyecto de ley es un subproducto de lo que los ideólogos del “socialismo del siglo
XXI” han denominado “pueblo legislador”, siendo ampliamente defendida por la Asociación
Nacional de Medios Comunitarios Libres y Alternativos (ANMCLA) y por tinglados políticos como
Comunidades al Mando, entre otros. Sin embargo por omisión o porque realmente no legislaron, al
proyecto de ley le caben una serie de críticas que expondremos a continuación:

1.- Marcado carácter urbano: con solo algunas excepciones (radio Hato Arriba, entre otros) el
espectro de acción de las radios comunitarias esta focalizado en la zona costera y los grandes centros
urbanos (Vgr. Caracas), dejando un alto porcentaje de las regiones sin sus frecuencias.

2.-Excluye a los pueblos originarios: aunque se ha convertido en moda la adecuación de los pueblos
originarios a la normativa vigente, o en su defecto la exaltación de la jurisdicción especial indígena, en
este proyecto de ley nada dice con referencia a este segmento de la sociedad venezolana,
excluyéndolos de manera flagrante, ni siquiera generando la carga de que en zonas de connotada
presencia indígena (Vgr. la Guajira o el Edo. Amazonas) se haga programación en sus lenguas
autóctonas, que lentamente van desapareciendo.

3.-Cooptación de la autonomía: la excesiva burocratización, la rotulación de las dinámicas de


comunicación espontáneas y la sumisión presupuestaria que padecerán los medios comunitarios,
desvirtuarán de fondo y forma lo que son los mecanismos de difusión colectivos, debido al exceso de
intromisión estatal y de heteronomía de la voluntad individual.

Qué proponemos

Más allá de lo anterior, como anarquistas consideramos que la capacidad colectiva de comunicar
inquietudes es un derecho natural de los seres humanos, que no es ni debe ser positivizado por sus
semejantes, por ello somos rabiosos partidarios de los procesos de trasmisión de saberes que sean
informales, sin jerarquías, y que amparados bajo la autogestión como modelo de gestión, sean
capaces aquí y ahora de ser fieles voceros de sus realidades. ¡Que abunden las radios y televisoras
piratas, los medios fotocopiados y los portales de contra-información que con su goteo constante de
información nos ayuden a rebasar el vaso de la pasividad social!

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