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FIJACIÓN DE ESTRUCTURAS RIGIDAS EN ODONTOLOGÍA RESTAURADORA

Una Revisión General.

Autor: Dr ALEJANDRO BERTOLDI HEPBURN


- Profesor Adjunto Cátedra Operatoria Dental – UBA – Buenos Aires, Argentina.
- Docente de la Carrera de Especialización Estética en Odontología. Facultad de Odontología. Universidad del Desarrollo. Concepción. Chile.
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Resumen: Las restauraciones rígidas pueden fijarse a través de procedimientos convencionales no adhesivos, semiadhesivos o adhesivos de
acuerdo al tipo de restauración, así como a otras variables. Las fijaciones adhesivas exigen el empleo de medios cementantes resinosos y
preparaciones superficiales específicas de las superficies a unir. Otorgan algunas ventajas pero convierten al proceso en más complejo,
extenso y costoso. Las fijaciones semiadhesivas son alternativas válidas en muchos casos simplificando el proceso. Es fundamental reconocer
las características y necesidades de cada situación clínica para indicar una u otra técnica de fijación.

Palabras clave: Restauraciones rígidas, fijación, adhesión, medios cementantes resinosos.

Summary: Indirect restorations can be cemented by conventional non adhesive, partially adhesive or adhesive techniques according to the
restoration characteristics and many other variable issues. The adhesive technique demands the use of resin cements and specific superficial
conditioning of the involved surfaces. They offer certain advantages but transform the cementing process into more complicated, extended and
expensive. The partially adhesive techniques are suitable alternatives for many clinical situations and make the procedure easier. It is essential
to recognize the characteristics and demands of each clinical situation in order to prescribe any of these possibilities.

Key Words: Indirect restorations, cementation, luting, adhesion, resin cements.


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1. INTRODUCCIÓN

La fijación de estructuras rígidas es un capítulo muy importante en la Odontología Restauradora. El clínico debe
considerar muchas variables y ejecutar técnicas que de su mejor conocimiento dependen el éxito del tratamiento.
Se analizarán distintas formas de fijar una estructura rígida, con sus ventajas y limitaciones. Asimismo se
establecerá un criterio de selección de los distintos procedimientos de fijación.

2. DESARROLLO
2.1 GENERALIDADES DE UNA FIJACIÓN.

Para la fijación de restauraciones rígidas (coronas, incrustaciones, pernos/postes radiculares, etc.) se deben
generar distintos mecanismos que aseguren su retención tales como crear superficies que se opongan y
posean íntimo acercamiento logrando fricción, y mejorar el contacto con la interposición de un líquido que debe
endurecer por alguna reacción química o física, el medio cementante (MC) (Macchi R, 2000).
La retención de una restauración rígida se incrementará cuando exista mayor cantidad de superficies en oposición,
mayor acercamiento entre las partes y mejor rendimiento del MC en cuanto a sus propiedades mecánicas y
eventual capacidad de lograr adhesión (entiéndase a la adhesión como uniones micromecánicas y/o químicas
entre las partes). El éxito del tratamiento depende entonces de la preparación dentaria, el ajuste y
adaptación de la restauración y de la misma técnica de fijación.

2.1.1 Fijaciones convencionales

Desde hace mucho tiempo en la fijación de restauraciones rígidas se emplean cementos como MC. Éstos son
materiales compuestos por un polvo y un líquido donde el primero es un óxido de naturaleza básica y el segundo
un ácido en solución acuosa. La reacción entre ambos forma una sal, permitiendo que el material endurezca.
Las propiedades físico-químicas de los cementos son muy distintas, y tienen que ver fundamentalmente con sus
componentes originales. Los más empleados en las fijaciones convencionales definitivas han sido el fosfato de
zinc (FZ), el policarboxilato de zinc (PZ) y el ionómero de vidrio (IV).
Con estos materiales, la calidad de la fijación depende del estricto respeto de las variables arriba mencionadas, ya
que en general poseen propiedades mecánicas no óptimas, una elevada solubilidad y posibilidad de
desintegración en el medio bucal. Sólo los cementos que poseen ácidos policarboxílicos en la composición del
líquido (ej.; PZ – IV) pueden adherirse químicamente a los tejidos dentarios aunque con bajos valores y poco
aporte a la retención. En general son materiales poco o nada translúcidos lo que puede alterar el resultado
estético final al trabajar con restauraciones de base translúcida o semitranslúcida.
Como contrapartida, las fijaciones que emplean cementos permiten ejecutar técnicas con pocas variables,
económicas y rápidas. Su manipulación es bien conocida por el clínico general; presentan una fase elástica

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prolongada que permite una cómoda remoción de excesos y al poseer agua en su composición, cierta tolerancia
a la presencia de humedad en el campo operatorio.
Se llamarán “fijaciones convencionales” a aquellas que:
- Emplean cementos como MC.
- No realizan preparaciones superficiales o son poco importantes (ej.; acondicionamiento con ácidos suaves
como el poliacrílico al 10% con los IV).
- No utilizan sistemas adhesivos.
- Basan su mecanismo de fijación en mejorar la traba mecánica entre las partes, no siendo importante la
adhesión (si la hubiere) para la retención de la estructura.

2.1.2 Fijaciones adhesivas

El desarrollo de MC resinosos (MCR) con propiedades físicas y estéticas superiores, y capacidad de generar
adhesión logró mejorar el contacto entre las partes y al mismo tiempo varias ventajas clínicas (Macchi R, 2000):
- Menor desgaste de tejidos sanos para dar formas de retención por traba mecánica, ya que la adhesión y el
rendimiento físico de los mismos aumentan la retención de la estructura fijada. Los procedimientos que hagan
fijaciones adhesivas podrán ser por ello menos invasivos.
- Integración de algunos materiales a la superficie sobre la cual asientan, permitiendo el traslado de cargas y
evitando la concentración en la restauración. Así se protegen mecánicamente algunas restauraciones.
- Mejor sellado marginal ya que los MCR, virtualmente insolubles, y la adhesión reducen la filtración marginal.
- Protección del complejo dentino pulpar; las técnicas adhesivas tienen la posibilidad de sellar la dentina.
- Mejor resultado estético de algunas restauraciones; los MCR son más translúcidos.
Serán llamadas “fijaciones adhesivas” a aquellas que:
- Emplean un MCR.
- Acondicionan las superficies de la restauración y las correspondientes a la preparación dentaria, sean
biológicas (esmalte, dentina) o no (metales, porcelanas, composites, ionómeros de vidrio, etc.).
- Emplean sistemas de adhesión y/o líquidos promotores de adhesión.
- A través del acondicionamiento superficial y el MCR establecen adhesión entre las partes fijadas.

2.1.3 Fijaciones semiadhesivas

Se emplean MCR u otros MC híbridos. Se consiguen algunas de las ventajas de la fijación adhesiva (insolubilidad
marginal, buenas propiedades físicas del MC, adhesión en grados variables), trabajando de manera más
convencional. Por la importancia de esta modalidad de fijación se ampliará más adelante.

2.2 LA FIJACION ADHESIVA Y SU RELEVANCIA CLINICA

Por lo expuesto hasta ahora se podría pensar que la adhesión aporta a la fijación de estructuras rígidas mayor
seguridad, duración y estética al generar ventajas biológicas, mecánicas y ópticas. Pero también se agregan
muchas variables convirtiendo al procedimiento en más complejo, extenso y costoso.
La comprensión de mecanismos que regulan la adhesión a superficies dentarias y no dentarias es esencial,
ya que existen dos partes a unir en forma adhesiva normalmente compuestas por diferentes estructuras
(materiales metálicos, cerámicos, compuestos, ionómeros de vidrio u otros materiales de restauración, y tejido
dentario) que exigen preparaciones superficiales específicas.
Es imprescindible contar con un campo operatorio adecuado (control de fluidos, correcta visibilidad, separación
de tejidos, etc.). El aislamiento absoluto con dique de goma es recomendable para este tipo de fijación.
Por todas estas circunstancias, se impone reconocer la indicación de una fijación de esta naturaleza
diferenciando las distintas situaciones clínicas con relación a la necesidad de utilizar adhesión y un MCR.

2.2.1 Fijaciones de adhesión imprescindible

Hoy en día en el momento de realizar una fijación, el clínico puede encontrarse frente a situaciones muy distintas y
en algunas deberá emplear adhesión y un MCR para alcanzar el éxito. Estos casos de fijación adhesiva
absolutamente necesaria serán llamados “fijaciones de adhesión imprescindible”.
La adhesión puede ser imprescindible para la retención de la restauración o estructura rígida: frentes estéticos,
postes endodónticos de inserción pasiva, puentes tipo Maryland, brackets de ortodoncia. Si no hubiera adhesión
entre el MC y las partes, las estructuras se desprenderían. La adhesión es el principal medio de retención de la
restauración rígida, no siendo importante o no existiendo fricción entre superficies.

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Otras veces la adhesión en una fijación es imprescindible para la integración superficial de la restauración:
elementos cerámicos y de composite donde no exista una infraestructura de refuerzo (coronas, frentes estéticos,
incrustaciones). De no adherir e integrar estas estructuras a su subsuperficie las cargas no serán trasladadas, se
formarán tensiones internas y por su falta de tenacidad y fragilidad podrían fracturarse.
La adhesión y el empleo de un MCR también pueden ser imprescindibles por estética. En la fijación de frentes
estéticos o coronas de base cerámica o polimérica la mayor translucidez del MCR sirve para dar una apariencia
estética más adecuada a la restauración en especial en el área marginal.

2.2.2 Fijaciones de adhesión prescindible o accesoria

Durante muchos años se han realizado y fijado exitosamente estructuras rígidas sin establecer uniones adhesivas
entre las partes, sólo con el empleo de retenciones mecánicas. Esto se debe al respeto de los postulados iniciales
(adecuadas preparaciones dentarias que proveen retención, buena adaptación y ajuste de esos elementos) pero
también al empleo de restauraciones cuyas bases están elaboradas por materiales (por lo general, metales) que
soportan mecánicamente la concentración de tensiones: coronas de porcelana fundida sobre metal,
incrustaciones, postes endodónticos metálicos, pernos colados, etc. Hoy también se emplean incrustaciones y
coronas de porcelana con base de un material cerámico de alta resistencia.
Para todos estos casos el empleo de la adhesión en la fijación es accesorio, y muchas veces puede obviarse.
Serán por eso llamadas fijaciones de “adhesión accesoria o prescindible”.
Aún así y por diferentes razones, dentro de este grupo de restauraciones la adhesión y el empleo de un MCR
pueden aportar alguna ventaja, pero por agregarse variables complejas también generar inconvenientes.

2.3 REQUISITOS PARA REALIZAR UNA FIJACIÓN ADHESIVA.

Además del respeto general de los postulados para una fijación, la fijación adhesiva de estructuras rígidas tiene
algunas particularidades que deben ser interpretadas y respetadas (Macchi R, 2000). Una íntima adaptación
entre las partes es esencial. Se consideran aceptables entre 30 y 100 micrones de separación (Schmalz G
1995), espacio donde se debe interponer un MC terminando de establecer el contacto pleno entre las partes.
En una fijación adhesiva, el MC debe adaptarse (“mojar”) adecuadamente a las superficies de los sólidos. El
contacto entre líquido (MC) y sólido mejora cuando la energía libre del sólido (energía superficial) es mayor que la
del líquido (tensión superficial) y pueda atraerlo hacia él. La energía superficial del sólido puede y debe
elevarse por descontaminación, secado y procedimientos especiales. También la viscosidad del MC debe ser
baja para fluir en las irregularidades del sólido y generar las uniones micromecánicas una vez endurecido.
Entonces, serán requisitos básicos en una fijación adhesiva, la preparación superficial o acondicionamiento
de las superficies y el empleo de un MC con características particulares.

2.3.1 Medios cementantes resinosos (MCR).

Los MC que se emplean para conseguir adhesión en una fijación deben ser resinosos (MCR) ya que al estar
basados en un líquido orgánico, la resina:
- Presentan baja tensión superficial.
- Fluyen en pequeños espesores y al endurecer establecen uniones micromecánicas sobre las partes a fijar.
- Están formados por moléculas o monómeros que pueden copolimerizar con otros monómeros,
provenientes de sistemas de adhesión o de otras sustancias agentes de enlace y establecer adhesión.
- Pueden presentar monómeros que reaccionan químicamente con distintas superficies que formen óxidos en su
superficie. Serían estos MCR adhesivos (MCRA).
En general los MCR que se emplean actualmente son resinas compuestas en muchos aspectos similares a los
materiales de restauración. Se reduce el contenido cerámico para generar menor viscosidad. Existen empero
resinas sin carga cerámica, reconocidas por presentar una menor resistencia a la fatiga y mayor sensibilidad en
cuánto a su empleo y almacenamiento (Imbery T – Eshelman G, 1996).
Los MCR presentan características particulares desde el punto de vista de su manipulación, endurecimiento,
propiedades físicas, y comportamiento óptico:
- Son prácticamente insolubles, lo que mejora el sellado marginal de las restauraciones.
- Su biocompatibilidad y la de sus técnicas de adhesión dependen de factores complejos como el grado de
permeabilidad dentinaria en dientes vitales y el grado de conversión de los adhesivos y MCR.
- Son translúcidos en diferentes grados (semitranslúcidos a semiopacos).
- No presentan una fase elástica prolongada por lo que la eliminación de excesos es una variable más compleja.
- Presentan muy buenas propiedades físicas. Relacionado directamente con su carga cerámica, superan a
cualquier otro tipo de MC en cuanto a resistencia a la compresión, tracción, flexión, desgaste y a la fatiga.

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- Polimerizan más rápido en anaerobiosis. En gruesos espesores de material donde la porción central se aísla
del oxígeno se puede acelerar el proceso de polimerización y dificultar el asentamiento de la restauración. Esto se
observa en algunos MCR más que en otros. Se deberá prestar particular atención, por ejemplo, al llevar el MCR
dentro de un conducto radicular con un dispositivo tipo Lentulo previamente a la inserción del poste o perno, o al
colocar mucha cantidad en la porción interna de una corona y demorar su asentamiento.
- Por la misma razón, la presencia de oxígeno inhibe la polimerización. En todas las fijaciones con MCR y
una vez eliminado el exceso se deberán cubrir los márgenes de la restauración con gel de glicerina (Ej: Oxi
Guard, Kuraray / Cover Gel, VOCO / DeOx, Ultradent) que lo aísle del contacto con el oxígeno y permita su
polimerización completa siendo así más resistente al desgaste en la interfase (Bergmann P et al, 1994).
- Contraen al polimerizar. El contenido cerámico es menor que en los materiales de restauración, por lo que la
cantidad de resina (y la contracción) es mayor. En una fijación el factor de configuración es muy alto por lo que el
flujo del material se ve restringido y resultarán tensiones que pueden llevar a fallas de adhesión / integración
superficial y falta de sellado marginal (Bertoldi Hepburn A, 2005). Estos problemas se minimizan cuando el
espesor de MCR sea reducido; según Chiche G (2005) no deberían existir más de 100 micrones.
Es entonces riesgoso “compensar” malas adaptaciones o ajustes de las restauraciones con el MCR.
Los MCR son un universo de materiales. Existe una gran variedad de ellos y deberán ser adecuadamente
seleccionados para las diferentes situaciones a tratar. Se los clasifica de distintas maneras, siendo una de las
más frecuentes el modo en que polimerizan (Christensen G, 1993):
- Autocurables: Presentan dos pastas o polvo y líquido. La polimerización se activa al reaccionar un peróxido (de
benzoílo) con una amina terciaria aromática. Pueden presentar decoloraciones con el tiempo; no se los indica en
restauraciones translúcidas y delgadas como frentes estéticos. Tienen una indicación precisa para fijación de
coronas e incrustaciones de bases opacas (metales, algunas cerámicas) y para postes y pernos radiculares.
- Duales: Se presentan en dos pastas (base y catalizador) con los componentes de los anteriores pero incorporan
un fotoiniciador, una amina terciaria alifática que reacciona con una dicetona (canforquinona) ante la acción de luz
azul. Para conseguir un adecuado grado de conversión deben recibir suficiente radiación lumínica ya que poseen
menor concentración de activador químico y menos posibilidad de autopolimerización en comparación a los
autocurables. Según Rueggeberg FA et al (1993) esto los hace muy “fotodependientes”. Soares CJ et al (2006)
señalan la incapacidad de estos MCR en compensar la atenuación de la radiación lumínica causada por el espesor
y/u opacidad de la restauración con la activación química. En general, el espesor de la restauración no debería
superar los 4mm para alcanzar un grado óptimo de conversión con la fotoactivación (Meng X et al, 2006). En otros
trabajos, la potencia de la lámpara es considerada muy relevante (Ozturk N, 2005).
- Opcionales: Similares a los duales, pero el fotoiniciador se incorpora solamente en la pasta base, por lo que de
emplear sólo ésta se tiene la opción de un MCR fotocurable y se evitan inconvenientes de los duales
(decoloraciones, mezclas). Las pastas bases suelen presentarse en diferentes tonalidades y grados de opacidad
(ajuste de tonos en técnicas con frentes estéticos) y los catalizadores en diferentes viscosidades.
- Fotocurables: Sólo polimerizan al ser activados por luz. Indicados para restauraciones translúcidas delgadas
que permiten el pasaje de la luz (frentes estéticos de base polimérica o cerámica translúcida). Existen algunos
MCR específicos (ej.; Grandio Flow Veneer Kit, VOCO / Variolink Veneer, Vivadent / Relyx X Veneer, 3M/Espe)
aunque en general, cualquier composite de restauración fluido puede cumplir con esta función. Se pueden incluso
emplear composites de restauración de viscosidad normal para fijar éste y otro tipo de restauraciones (ej.;
inlays u onlays) donde exista una base translúcida (porcelanas feldespáticas o composites). Tal como para los
duales, el espesor de la restauración no debería ser mayor a 4 mm y la potencia de la lámpara no menor a 500
mW/cm2, aunque es recomendable aumentar los tiempos de fotoactivación para compensar la atenuación de la
luz. Al emplear composites de restauración como MCR se puede mejorar el sellado marginal y la interfase e
incluso compensar algún desajuste (Schulte AG et al, 2005). Se deberá emplear composites con un mayor
comportamiento tixotrópico (aumento de fluidez bajo la acción de una carga) de forma tal que permitan el correcto
asentamiento de la restauración bajo presión moderada y constante por algunos segundos. Pueden emplearse
dispositivos de cavitación ultrasónica como complemento.
También se puede clasificar a los MCR de acuerdo a su adhesividad (Gomes JC, 2003) en:
- Dependientes de la técnica adhesiva o de precursores de adhesión: la gran mayoría de los MCR.
- Adhesivos por si mismos: pueden adherirse específicamente sobre superficies no dentarias por la presencia de
monómeros adhesivos, como los ésteres fosfatados. Otros MCR más recientes, presentan otro tipo de monómero
acídico que les permite generar adhesión sobre el tejido dentario y otras superficies (Chiche G, 2005).
Junto a otros MC, estos nuevos MCR componen otra modalidad de fijación; las fijaciones semiadhesivas.

2.3.1.1 Modalidad semiadhesiva; ventajas de técnicas convencionales y adhesivas:

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En la modalidad semiadhesiva se consiguen ventajas propias de la fijación adhesiva (insolubilidad marginal,
buenas propiedades físicas y adhesión en grados variables), pero se trabaja con un MC de manipulación más
parecida a los convencionales. Éstos pueden ser de dos tipos:
- Ionómeros de vidrio modificados con resina o híbridos (IVMR) (ej.; Meron Plus, VOCO / Fuji Plus, GC).
- MCR adhesivos autograbantes (MCRAA) (ej.; Unicem 3M/Espe / Maxcem, Kerr).
Los IVMR son IV y como tales están compuestos por un líquido y un polvo. El líquido es un copolímero de ácidos
polialquenoicos y metacrilatos hidrófilos (HEMA) en solución acuosa. El polvo lo constituyen partículas básicas
formadas por un vidrio de aluminio y silicio con flúor. Durante el fraguado, a la reacción ácido-básica clásica de los
IV se agrega una polimerización químicamente activada de los metacrilatos, generando una matriz insoluble y
mejorando las propiedades generales del material, en especial las físicas y otorgando mayor resistencia a la
solubilidad. Conservan propiedades generales de los IV convencionales como adherirse específicamente sobre el
tejido dentario y otras superficies (metales, algunas porcelanas dentales) (Fig.1 a 7), liberación de flúor, etc.

Fig.1 a 7: Fijación semiadhesiva de cuatro coronas de base cerámica de alta resistencia (In Ceram alúmina, Vita). Obsérvese el mal estado de
las coronas y restauraciones preexistentes, tallado de muñones, fijación con IVMR (Meron Plus – VOCO GmbH). Aspecto de las coronas
terminadas y respuesta de tejidos gingivales un mes más tarde (Fig. 5, 6 y 7)

Los MCRAA son resinas compuestas donde se agregaron monómeros con grupos de ácido fosfórico (metacrilatos
fosforados). El relleno cerámico está constituido por partículas alcalinas similares a los IV. La acidez de los
monómeros permite la desmineralización del tejido dentario y la adhesión, funcionando muy parecido a los
sistemas de adhesión autograbantes (3M/Espe, 2002). Los grupos ácidos también reaccionan a través de uniones
iónicas sobre otras superficies como los metales y algunas porcelanas (Kerr Dental, 2006).
En general los valores de adhesión que consiguen los IVMR y MCRAA, tanto sobre sustratos biológicos u otras
superficies, son más bajos comparados con una fijación adhesiva clásica (de allí la denominación semiadhesiva),
pero como se analizará luego, la adhesión no es necesaria para el éxito de las fijaciones donde tienen su
indicación precisa. En cambio aportan al éxito clínico el rendimiento físico y la insolubilidad del MC y ante
todo la simplicidad de la técnica. Se ejecutan menos maniobras clínicas. No se realizan técnicas adhesivas con
los MCRAA, siendo muy básicas con los IVMR. Por su mayor tolerancia a la humedad, se puede emplear un
campo con aislamiento relativo y facilitar la técnica, en especial en el sector posterior.

2.3.2 El acondicionamiento superficial

En una fijación adhesiva además del MCR, como se indicó, la otra variable a considerar es el
acondicionamiento de las superficies que componen a la preparación dentaria y a la restauración.

2.3.2.1 Acondicionamiento superficial de la preparación dentaria

Sobre el tejido dentario se ejecutan técnicas con sistemas adhesivos que no difieren de las empleadas para
restaurar con composites y pueden emplearse aquellos de grabado independiente o autograbantes.
El grabado independiente es un paso separado de la técnica de adhesión donde se aplica el gel ácido, se
enjuaga y se seca la superficie. Esto puede mejorar la limpieza y elevar la energía superficial de los
sustratos, potenciando la adhesión con el MCR. Algunos trabajos dan cuenta de la mejora de la adhesión toda
vez que se realiza un grabado independiente (Frankenberger R, 1999 ; Vichi et al, 2002).
Cuando exista esmalte es recomendable un grabado independiente con ácido fosfórico al 37%. La interfase
MCR – esmalte es la más confiable lo que implica su pleno aprovechamiento y recurrir a un grabado más eficiente.
Sobre la dentina, la forma de acondicionar dependerá de la situación clínica. En dientes vitales con áreas de
dentina muy permeable por proximidad a la pulpa el acondicionamiento con ácidos fuertes en alta concentración
como el fosfórico al 37% puede aumentar excesivamente la permeabilidad del tejido. Se remueven los tapones de

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barro dentinario, se abren los túbulos dentinarios y se favorece la salida de fluidos que a su vez inhiben la
polimerización de los monómeros adhesivos, con posteriores complicaciones biológicas y adhesivas. La técnica
adhesiva se convierte así en un factor de irritación importante para el complejo dentino pulpar y pueden aparecer
manifestaciones de irritación pulpar como cuadros de sensibilidad postoperatoria (Pereira JC – Segala AD, 2003).
Al realizar grabado independiente se deberán considerar maniobras de enjuague, secado posterior y aplicación de
los líquidos adhesivos de los que se deberá conocer su composición fundamentalmente respecto al solvente.
Ante mayor permeabilidad dentinaria y compromiso biológico / adhesivo, se recomienda acondicionar con ácidos
más suaves que pueden estar presentes en algunos sistemas autograbantes o en los primers (o
primers/adhesivos) de los sistemas de grabado independiente.
Algunos de los sistemas adhesivos monofrascos (5ª generación de adhesivos) y otros autograbantes “todo en
uno” (7ª generación), especialmente los más fuertes o de pH más bajo, podrían alterar la reacción de curado
químico de MCR duales al destruir las aminas terciarias responsables de la iniciación de la misma (Suh BI, 2003).
Esto se produce al entrar en contacto directo estos líquidos ácidos (contienen ácidos o monómeros con grupos
ácidos) con el MCR.
Este fenómeno no se percibe en sistemas adhesivos multifrascos de grabado independiente (3ª y 4ª
generación) o de autograbado (6ª generación) ya que el bajo pH se encuentra en el primer, que se presenta y
aplica por separado y es cubierto por el adhesivo (bond) que posee un pH más elevado. De esta manera las
sustancias más ácidas no entran en contacto directo con el MCR (Braun I, 2003).
Sobre las superficies no biológicas (metales, composites, ionómeros de vidrio, etc.) que componen la
preparación dentaria se realizan procedimientos específicos con dispositivos adicionales. Es aconsejable
generar microrrugosidades y elevar la energía superficial con arenado (Fig.23). Para ello se emplea un
microarenador intraoral antes de realizar la técnica adhesiva convencional (Fig.8). Se recomienda el dique de
goma para proteger los tejidos blandos, la succión de alta potencia para eliminar excesos de óxido de aluminio, y
la protección ocular del operador, personal auxiliar y paciente. Se puede aplicar luego ácido fosfórico al 37% para
mejorar la limpieza y condiciones adhesivas del sustrato.
Se discute la polimerización del adhesivo luego de su colocación sobre la preparación dentaria. Se podría alterar el
asentamiento y ajuste de la restauración por el espesor de esta capa (Garone W, 2003). El adhesivo puede ser
adelgazado con aire previo a su polimerización y al fijar restauraciones translúcidas ser polimerizado mediante la
fotoactivación en conjunto con el MCR una vez insertada la restauración (Roulet JF, 2004).
Los adhesivos de polimerización dual darían el tiempo para asentar la restauración antes que el adhesivo
polimerice sin alterar el ajuste de la misma. Muchos adhesivos fotoactivables pueden ser convertidos a duales al
mezclarlos con otro líquido que contiene los iniciadores químicos, llamados habitualmente “activadores” (ej.; Prime
& Bond NT y Sellf Cure Activator, Dentsply / Optibond Solo Plus y Activator, Kerr / ScotchBond MP Plus, 3M Espe,
All Bond 2 y Pre Bond, Bisco) (Bertoldi Hepburn A, 2004). Pero por la alta dependencia de estos adhesivos y los
MCR duales a la activación lumínica la conversión puede verse comprometida en restauraciones de mayor
espesor u opacidad y en fijaciones intrarradiculares.
En estos casos deben emplearse MCR y adhesivos de curado químico (ej.; Avanto y Avanto Primer A-B,
VOCO / Panavia 21 y ED Primer, Kuraray / Parapost Cement y Conditioner A-B, Coltène / Multilink y Multilink
Primer A-B, Ivoclar- Vivadent / Post Cement Hi-X y All Bond 2, Bisco (Gomes JC, 2003; Bertoldi Hepburn A, 2004).

2.3.2.2 Preparación superficial de la restauración

Salvo contadas excepciones, será el clínico y no el laboratorio dental quien deba preparar superficialmente
la restauración antes de la fijación. Y para ello, luego de las pruebas previas a la fijación se empleará algún
procedimiento efectivo pero también simple, rápido y económico.
A continuación se hará un análisis de estos procedimientos específicos, y al mismo tiempo se discuten las
diferentes situaciones clínicas y su relación con la necesidad de buscar adhesión en la fijación.

2.4 DISTINTOS SUSTRATOS Y NECESIDADES DE ADHESIÓN.

2.4.1 Restauraciones de base metálica

Los elementos de base metálica (coronas, incrustaciones, pernos, postes etc.) pueden soportar concentración de
tensiones que derivan de las cargas funcionales sin sufrir fracturas. No es necesario que estén integrados a su
subsuperficie para funcionar mecánicamente bien. Una fijación adhesiva no mejora cuestiones mecánicas pero
puede ayudar en la retención de la restauración y en el sellado periférico reduciendo filtración marginal.
Pero de contar con adecuadas superficies opositoras, y un correcto ajuste / adaptación de la restauración,
las ventajas de la fijación adhesiva ya no serían tan claras y los riesgos pueden ser grandes e injustificados.

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En el caso de optar por la fijación adhesiva, la preparación superficial será distinta según sea la aleación no
noble (níquel-cromo, cromo-cobalto, titanio, etc.) o noble (oro, paladio, etc.).
Para las primeras es recomendable un arenado con aire abrasivo de partículas de óxido de aluminio de 50
micrones, con 60 – 80 psi de presión por 4 a 6 segundos (Gomes JC, 2003). Se incrementa la superficie de
adhesión, produce retenciones micromecánicas y mejora el mojado de esa superficie ya que aumenta su
energía superficial (Imbery T – Eshelman G, 1996; Leinfelder K, 1998). Se pueden emplear para ello los
microarenadores intraorales y hacer esta maniobra en el consultorio (Fig.8).
Aún tratándose de restauraciones de fijación adhesiva imprescindible (ej.; un puente adhesivo tipo Maryland) no es
necesario realizar procedimientos de preparación superficial laboriosos en el laboratorio dental como el grabado
electrolítico, ya que se agregan variables complejas y no se consiguen mejores resultados que con el simple
arenado con óxido de aluminio (Imbery T – Eshelman G, 1996).
Sobre los metales nobles, luego del arenado se indica el electrodepósito o “tin plating”. Para ello se emplean
dispositivos de uso sencillo, rápido y económico (ej.; Kura Ace Mini, Kuraray / Micro Tin, Danville / Miniplater,
Deldent) (Fig. 9) también diseñados para uso en el consultorio e incluso intraoral (Guzmán HJ, 2003).

Fig.8 y 9: Microarenador intraoral (Microetcher II, Danville Eng.) y dispositivo para electrodepósito de estaño (Miniplater, Deldent).

El procedimiento consiste en hacer circular una corriente eléctrica generada por baterías sobre la aleación noble
cubierta con una solución de estaño. Por un proceso electrolítico se funde una capa de estaño de aprox. 1 micrón
sobre el metal de base, aportando óxidos superficiales y la microrrugosidad que posibilitan luego las uniones
químicas y micromecánicas con el MCR (Wirz J, 1994).
Se puede hacer este procedimiento también sobre aleaciones no nobles pero en general no se consigue mejor
adhesión que con el simple arenado (Imbery T – Eshelman G, 1996).
Se emplean luego adhesivos y MCR autoactivables. Mejor aún sería un MCR adhesivo por si mismo, es decir
con monómeros químicamente reactivos sobre los óxidos superficiales de los metales como los ésteres fosfatados
(ej.; 10-MDP) (Panavia 21, Kuraray / Avanto, VOCO) o moléculas polifuncionales (ej.; 4-META) (Superbond C&B,
Sun Medical ó C&B Metabond, Parkell).
Algunos MCR exigen la aplicación previa sobre la aleación de un primer para metales (Ej; Alloy Primer, Panavia F,
Kuraray / Cement it, Jeneric Pentron). Son agentes de enlace que forman una interfase adhesiva compuesta por
monómeros que reaccionan químicamente con el metal y por el otro lado copolimerizan con la matriz del MCR.
Al fijar pernos o postes, es importante evaluar el pronóstico de la adhesión dentro del conducto radicular que
podría verse comprometida por otros factores no dependientes de la técnica de fijación (alteración del colágeno de
la dentina, presencia de contaminantes, falta de visión, etc.) (Bertoldi Hepburn A, 2005).
La aparición de maniobras complejas hace muy necesario reconsiderar la de fijación adhesiva de una
restauración de base metálica. Una fijación convencional podría ser más segura. Aunque no se genere
adhesión entre las partes trabajar con FZ brinda un pronóstico muy favorable por sus buenas propiedades físicas
(rigidez) en situaciones con correctas preparaciones dentarias y adecuados ajustes y adaptación. La fijación
semiadhesiva es una alternativa aún más prometedora, agregando poca complejidad al procedimiento
clínico y aportando un MC de mejor rendimiento (MCRAA e IVMR).

2.4.2 Restauraciones de base cerámica (porcelanas dentales puras).

Existen distintos tipos de porcelanas dentales en cuánto a su composición y estructura. Es fundamental


reconocerlas para indicar el tipo de fijación, y los procedimientos específicos para preparar la superficie. Siguiendo
conceptos de Chiche G (2005) y Fradeani M (2005) se pueden clasificar a las restauraciones de base cerámica en:
- Grupo A: Restauraciones con base cerámica de alta resistencia (alúmina, zirconia).
- Grupo B: Restauraciones con base de porcelanas basadas en silicio (feldespáticas y vitrocerámicas).
Grupo A: Son materiales cerámicos de alto contenido cristalino de alúmina (óxido de aluminio) o zirconia (óxido de
zirconio) con sus diferentes subtipos. Se emplean como núcleos o bases para coronas, puentes, incrustaciones e
incluso frentes estéticos que posteriormente se revisten con porcelanas feldespáticas de estratificación.
Sistemas como Vita In Ceram (Vident), Procera AllCeram (Nobel Biocare) son desde hace ya varios años
reconocidos en el empleo de la alúmina y luego con la zirconia. Presentan diferentes formas de confección del
núcleo, como la elaboración de un precursor luego infiltrado por vidrio, o la sinterización en hornos especiales.

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Recientemente se han ampliado las posibilidades empleando al Y-TZP (óxido de zirconio tetragonal estabilizado
con itrio). Los núcleos se obtienen a partir de bloques cerámicos presinterizados mediante un proceso CAD CAM.
El diseño es realizado a través de un software específico luego de escanear un encerado o directamente la
preparación dentaria y luego por un proceso de maquinación se fabrica un núcleo precursor. Posteriormente éste
es sometido a sinterización final en hornos especiales, para finalmente ser revestido con porcelanas feldespáticas.
Varios sistemas CAD CAM para la elaboración de bases o núcleos para coronas y puentes anteriores y posteriores
emplean al Y-TZP: Procera AllCeram Zirconia (Nobel Biocare), Vita In Ceram YZ (Vident) – InLab (Sirona), Cercon
(Dentsply - Ceramco), IPS e.max ZirCAD (Ivoclar) – InLab (Sirona), Lava (3M/Espe), Everest (KaVo).
Tanto con la alúmina como con la zirconia, estos materiales cerámicos presentan valores de resistencia a la
flexión muy elevados yendo de 450 MPa hasta 2000 MPa según la cantidad, tipo de cristal de refuerzo y forma
de elaboración (Chiche G, 2005). Pueden así soportar fuerzas extremas. Son el futuro de las restauraciones
rígidas (en especial coronas y puentes) y van en reemplazo de los metales (Roulet JF - Janda R, 2001).
El elevado contenido cristalino (y consecuente falta de fase vítrea) hace a las restauraciones ópticamente más
opacas y no permite el pasaje de luz como las porcelanas de la familia B. Una corona de base de alúmina deja
pasar el 72% de luz (bloquea el 28%) mientras que con zirconia pasa el 48% (se bloquea el 52%) (Sadan A-Blatz
MB-Lang B, 2005). Esta particularidad debe ser tenida en cuenta por razones estéticas (más o menos translucidez)
pero también al intentar fotoactivar MCR duales o fotocurables.
Otra particularidad relacionada con el alto contenido cristalino es que no pueden ser grabadas con ácidos.
Incluso, Awliya W et al (1998) reconocen una disminución de la adhesión cuando estas porcelanas son grabadas.
Tanto por las propiedades físicas como por la imposibilidad de grabado, en el grupo A de restauraciones
cerámicas el criterio de fijación es similar al de los metales. Pueden ser fijadas en forma convencional ya que no
hace falta adherir e integrar estas porcelanas a su subsuperficie para darles mayor resistencia (Roulet JF –
Janda R, 2001), pero por las ventajas analizadas la opción semiadhesiva es más recomendable.
No obstante, en algunos casos especialmente por cuestiones de retención, la fijación adhesiva puede ser
necesaria. Ejemplos de ello podrían ser los frentes estéticos, o coronas con muñones cortos.
Para esos casos y ante la imposibilidad de poder grabar con ácidos, luego de arenar internamente la restauración
se deberá emplear algún MCR adhesivo autograbante o no (Panavia 21, Panavia F, Kuraray / Avanto, VOCO /
Unicem, 3M/Espe) con silanización previa (Chiche G, 2005) (Fig.15, 16 y 17).

Fig.10 a 19: Fijación adhesiva de una corona de base cerámica de alta resistencia. Después de remoción de corona defectuosa, restauración
de 3.6, retallado de muñón de 3.5 y confección de provisional, se fabrica un núcleo de alta resistencia (Procera AllCeram Zirconia, Nobel
Biocare). Sobre corona terminada arenado con aire abrasivo de óxido de aluminio de 50 micrones, silanizado y fijación con MCR adhesivo
autocurable (Avanto, VOCO GmbH). La situación postoperatoria un mes más tarde muestra una franca recuperación de los tejidos gingivales.

También por cuestiones de retención, la fijación adhesiva es necesaria para los postes radiculares de zirconia
(Marchan S et al, 2005).
Un recubrimiento interno con una “capa vítrea” (ej.; con sistema Rocatec, Espe) permitiría grabar y adherir más
eficientemente. Este acondicionamiento más complejo, llamado triboquímico y empleado desde hace tiempo sobre
metales, funde una capa de óxido de silicio de escasos micrones de espesor sobre la porción interna de la
restauración. Esta capa es grabable con ácidos y permite continuar el tratamiento adhesivo en forma convencional.
Grupo B: Dentro de esta familia se encuentran las porcelanas que tienen composición feldespática donde el
silicio es el principal componente, pudiendo contener distintos cristales de refuerzo agregados. También se
incluyen las llamadas vitrocerámicas (glass ceramics) donde los cristales de refuerzo (leucita, mica, hidroxiapatita)
no se incorporan de antemano sino que se forman a partir de los componentes iniciales y los procesos térmicos a
los que la porcelana es sometida durante la elaboración de la restauración.
Pueden ser empleadas para elaborar restauraciones sin base o núcleo por sinterización, inyección y maquinación:
incrustaciones, frentes estéticos y coronas que son después caracterizadas con porcelanas de menor punto de
fusión. Ej.; Empress Esthetic, Ivoclar / Finesse All Ceramic, Dentsply – Ceramco / Optec OPC y HSP, Jeneric

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Pentron / Vitadur Alpha, Vident / Vitablocs Mark II, Vident y otras. Algunos sistemas tienen una resistencia a la
flexión más elevada y sirven para elaborar núcleos para coronas y puentes anteriores (ej.; Empress 2 convencional
o la versión maquinable IPS e.max CAD, Ivoclar).
Las restauraciones fabricadas con este grupo B de porcelanas, necesitan una fijación adhesiva ya que no
cuentan con las propiedades físicas de las anteriores. Deben ser adheridas / integradas a su subsuperficie
ya que no admiten concentración de cargas y corren el riesgo de fracturas. Garber D y Goldstein R (1994)
explican los mecanismos por los cuales la fijación adhesiva refuerza a este grupo de porcelanas:
- Soporte de la estructura dentaria: con la adhesión de ambas superficies se evitan deformaciones, brindando
estabilidad e integridad a la porcelana.
- Transferencia de tensiones a tejidos subyacentes: la integración de ambas superficies genera una transmisión de
tensiones como ocurre con el esmalte y la dentina. De lo contrario, las tensiones se acumulan y se crea la fractura.
- El MCR amortigua tensiones que transmite la porcelana, equilibrando la diferencia de elasticidad de los tejidos
dentarios con la misma porcelana.
- La contracción de polimerización del MCR no permitiría que se propaguen fallas en la estructura de la porcelana,
dándole mayor cohesión.
Unterbrink G (1994) fija el concepto de “curado o saneamiento” de una superficie de porcelana a partir del cual
se puede mejorar su comportamiento mecánico con una fijación adhesiva: el MCR en virtud de su baja viscosidad
y baja tensión superficial se introduce en los microdefectos superficiales propios de la fase vítrea de estas
porcelanas y evitaría así la propagación de los mismos a manera de un “crack” por el resto de la estructura.
Roulet JF y Janda R (2001) sostienen que la infiltración de la superficie interna de la restauración con una resina
(MCR) al ser menos frágil que la porcelana, exige la aplicación de mayor tensión para inducir una fractura.
Al contar con mayor fase vítrea, estas porcelanas son más translúcidas y pueden ser grabadas con ácidos
asegurándose las uniones micromecánicas con el MCR. Se emplea para ello al ácido fluorhídrico en gel al 10%
con tiempos de aplicación variables (desde 20 segundos a 3 minutos) de acuerdo al tipo de porcelana.
El flúor fosfato acidulado (FFA) al 1,23% por 10 minutos puede ser una alternativa. Se reconocen resistencias
adhesivas similares que con los acondicionamientos con ácido fluorhídrico (Gomes JC, 2003).
Luego del enjuague y secado de la superficie, se aplica un líquido compuesto por un vinil-silano que aporta el
componente químico en la unión adhesiva. Se trata de una molécula bifuncional: en uno de sus extremos posee un
grupo silano que reacciona con el silicio de la porcelana y el otro extremo, un metacrilato con grupo vinílicos que
copolimeriza con los metacrilatos de la matriz del MCR.
Roulet JF et al (1995) proponen un tratamiento térmico con aproximadamente 100 grados para mejorar los valores
de adhesión sobre una superficie de porcelana silanizada. Esto se consigue simplemente aplicando aire caliente
con un secador de cabellos por unos minutos sobre la porción interna de la restauración.
Una consideración especial merecen las coronas PFM con hombro cerámico donde se debe proceder tal cual lo
descripto para las porcelanas de baja resistencia; una fijación del tipo adhesiva que dará soporte mecánico a la
porcelana mejorando a su vez el sellado marginal.

2.4.3 Restauraciones de base polimérica (composites de inserción rígida)

En la actualidad los composites de inserción rígida tienen múltiples aplicaciones clínicas: desde frentes estéticos e
incrustaciones hasta, con una infraestructura, coronas y puentes. Con el agregado de fibras de refuerzo también
son empleados en la fabricación de postes radiculares.
La fijación para este tipo de restauraciones, también por cuestiones mecánicas, debe ser adhesiva.
Después de la polimerización final son pocos los monómeros con doble enlaces residuales que pueden
copolimerizar y generar adhesión directa con el MCR (Peutzfeldt A – Asmussen E, 2000). Además, en el proceso
de terminación, pulido y fase de prueba la superficie interna se contamina, perdiendo parte de su capacidad
reactiva (Bertoldi Hepburn A, 2004). Por ello, y para conseguir adhesión sobre una superficie polimérica será
necesario (Peutzfeldt A, 2001; Garber D – Goldstein R, 1994):
1 - Descontaminar, generar microrrugosidades y aumentar la energía superficial.
2 - Establecer la unión química entre el relleno cerámico del composite y el MCR, o bien generar doble enlaces
para copolimerizar con el MCR y a la vez penetrar en las microrrugosidades.
3 - Emplear un MC que pueda copolimerizar con el agente de enlace y ocupar las microrrugosidades (MCR).
La preparación de la superficie interna de la restauración comienza con un arenado con aire abrasivo de óxido de
aluminio de 50 micrones, con 60 a 100 psi de presión. Esta maniobra descontamina, eleva la energía superficial y
crea microrrugosidades, y al desgastar más fácilmente la matriz orgánica, expone mayor componente cerámico.
Luego del arenado es recomendable limpiar la superficie con ultrasonido, vapor o con ácido fosfórico al 37% para
eliminar cualquier vestigio de óxido de aluminio (Gomes JC, 2003). No se emplea el ácido fluorhídrico ya que
puede disolver totalmente la partícula cerámica (vidrios), y generar un patrón de microretención inadecuado
(Hummel SK et al, 1997).

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Arenada la superficie, se pueden tomar dos caminos para conseguir adhesión:
- Relacionar químicamente la porción inorgánica del composite, el relleno cerámico expuesto después del arenado,
con la matriz del MCR. Se emplea un vinil-silano a manera de agente de enlace de forma similar a lo que se hace
con la porcelana. Se deja actuar por lo menos 3 minutos, secar con aire limpio y seco y cargar el MCR. Según
Peutzfeldt A (2001), al silanizar estas superficies se reconoce mayor estabilidad de la unión micromecánica inicial
aunque los valores de adhesión no aumentan sustancialmente.
- Copolimerizar con enlaces dobles residuales en el bloque de composite a la vez penetrando en las
microrrugosidades creadas con el arenado; para ello se aplica un adhesivo (bond) de algún sistema de
adhesión, y se crea una nueva capa reactiva. Este adhesivo deberá ser lo más hidrófugo y de pH neutro. La
acidez del adhesivo puede alterar la polimerización química del MCR, y la alta hidrofilicidad poner en riesgo la
estabilidad de la adhesión por la incorporación de agua en la capa adhesiva (Tay et al, 2002). Es recomendable
emplear el bond de los adhesivos donde el primer y el bond se presentan por separado (4ª o 6ª generación). Mejor
aún, emplear resinas totalmente hidrófugas y de pH neutro (ej.; Heliobond – Vivadent) (Fig.25).
El MCR podrá ser de autoactivación, activación dual, opcional o de fotoactivación dependiendo de las posibilidades
de alcance de la luz de fotoactivación, lo que a su vez depende del espesor y opacidad de la restauración, y con la
misma intensidad de la luz. Las restauraciones de base polimérica son más translúcidas que las cerámicas y
permiten mejor pasaje de luz hacia el adhesivo y MCR (Fig. 27).

Figuras 20 a 28: Fijación de un inlay de composite donde la adhesión es imprescindible. Después de la remoción de amalgama con filtración
marginal, productos de corrosión y caries subyacentes, se inserta IV de alta viscosidad (Ionofil Molar, VOCO GmbH) como material intermedio.
Se configura la cavidad para la toma de impresiones. En siguiente sesión se fija la incrustación. En fig. 23 se ve al IV arenado y el esmalte
grabado. Se coloca el adhesivo y se carga el MCR (Bifix QM, VOCO GmbH) sobre el inlay arenado y tratado con adhesivo. Se posiciona la
incrustación, eliminan excesos, y se polimeriza a través del bloque de composite. La restauración concluida en fig. 28. Obsérvese la correcta
integración del material con el remanente dentario.

Para las restauraciones de base polimérica, al igual que para las porcelanas basadas en silicio, la opción de
fijación semiadhesiva especialmente con IVMR deberá ser evitada, ya que se debe buscar un máximo de
adhesión e integración superficial con la subsuperficie. Además, emplear IVMR en estos casos puede conducir a
fracturas por su expansión higroscópica al incorporar agua del medio (Sindel J, 1999).
Los postes radiculares de base orgánica o polimérica necesitan también fijación adhesiva por cuestiones de
retención e integración (Bertoldi Hepburn A, 2002-2005). El tratamiento superficial sobre el poste debe evitar el
arenado ya que puede ser muy agresivo, pero se deberá limpiar y descontaminar con alcohol, acetona, o ácido
fosfórico seguido de silanización o aplicación del bond. En estos casos el MCR y su sistema de adhesión deberán
ser autoactivables, ya que será difícil asegurar la presencia de adecuada cantidad de radiación lumínica en el
interior del conducto. De emplear postes translúcidos conductores de luz se podría recurrir a un MCR dual y aplicar
una fuente de luz en el extremo coronario del poste. La intensidad lumínica que alcanzará al MCR y al adhesivo
será ¼ de la generada a nivel coronario, lo que exige del empleo de una lámpara potente y aumento de los
tiempos de exposición (Scotti R – Ferrari M, 2004).

3 – CONCLUSIONES

Las fijaciones convencionales, adhesivas y semiadhesivas constituyen recursos válidos y coexisten dentro del
arsenal terapéutico del Odontólogo. Distintas razones demandan el empleo de una u otra alternativa.
Las fijaciones adhesivas aportan ventajas en casos específicos pero siempre conllevan más complejidad, tiempo
clínico y costos. Es esencial el reconocimiento de variables que hacen a su óptimo rendimiento. Estos argumentos
exigen al operador capacitación y desarrollo de destrezas clínicas.
Será fundamental, entonces, reconocer las situaciones donde la adhesión sea imprescindible para una fijación, ya
que en muchos casos las fijaciones convencionales y/o semiadhesivas pueden facilitar las maniobras, evitar varios
de los inconvenientes relacionados con las adhesivas y al mismo tiempo generar excelentes resultados.

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4 – REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

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Dirección del autor: Tacuarí 119 - 5º S - (C1071AAC) Buenos Aires - Argentina


E – Mail: hepburn@ciudad.com.ar
Agradecimientos:
- A VOCO GmbH por la provisión de materiales y asesoramiento técnico.
- Al Dr Matías Palmieri (Cátedra de Materiales Dentales USal-AOA).
- A la Dra Celina Ghiggia (Curso Estética en Odontología – Circulo Odontológico de Neuquén).

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