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TÉRMICOS Y
TERMOQUÍMICOS
Los materiales a los que se aplica el tratamiento térmico son, básicamente, el acero y la fundición,
formados por hierro y carbono, también se aplican tratamientos térmicos diversos a los sólidos
cerámicos, se tratan térmicamente no solo las piezas semiacabadas como son los bloques, lingotes,
planchas, etc., con objeto de disminuir su dureza, mejorar la maquinabilidad y preparar su
estructura para el tratamiento térmico definitivo posterior, sino también las piezas terminadas y
herramientas con el objetivo de proporcionarles las propiedades definitivas exigidas.
Para cambiar las propiedades del acero se usan diferentes tipos tratamientos térmicos, que cambian
su micro estructura.
1.Temple.
2.Revenido
3.Recocido.
4.Normalización.
5.Pasivacion
TEMPLE
Temple, en metalurgia e ingeniería, proceso de baja temperatura en el tratamiento térmico del
acero con el que se obtiene el equilibrio deseado entre la dureza y la tenacidad del producto
terminado. Los artículos de acero endurecidos calentándolos a unos 900 °C y enfriándolos
rápidamente en aceite o agua se vuelven duros y quebradizos. Si se vuelven a calentar a una
temperatura menor se reduce su dureza, pero se mejora su tenacidad. El equilibrio adecuado entre
dureza y tenacidad se logra controlando la temperatura a la que se recalienta el acero y la duración
del calentamiento. La temperatura se determina con un instrumento conocido como pirómetro; en
el pasado se hacía observando el color de la capa de óxido que se formaba sobre el metal durante
el calentamiento.
Existen varios tipos de temple, clasificados en función del resultado que se quiera obtener y en
función de la propiedad que presentan casi todos los aceros llamada templabilidad (capacidad a la
penetración del temple), que a su vez depende, fundamentalmente, del diámetro o espesor de la
pieza y de la calidad del acero. El término temple también se utiliza para describir un proceso de
trabajo en frío que aumenta la dureza del metal, sobre todo en el caso de aceros con bajo contenido
en carbono y de metales no ferrosos.
Los aceros inferiores a 0,3% de carbono no toman temple debido a que al ser enfriados rápidamente
de la temperatura de austenización fijan estructuras no martensíticas como, por ejemplo: Perlita y
Ferrita.
HOMOGENEIDAD DE LA AUSTENITA
MARTENSITA.
Los aceros con alto contenido de carbono pueden asumir tres estructuras. El arreglo centrado en las
caras tiene átomos de carbono (esferas oscuras) entre los de hierro. A altas temperaturas el carbono
se disuelve en el hierro (austenita). Si el material se enfría lentamente, los carbonos ya no caben y
los cristales cambian una estructura cúbica centrada en el cuerpo (ferrita), en cambio, si se enfría
rápidamente (templado), los átomos de carbono quedan atrapados en los intersticios y los cristales
resultan ser tetragonales centrados en el cuerpo (martensita) que son más duros que la ferrita. Red
cristalina de la fase martensita del acero. El carbono queda atrapado en una posición donde no cabe
en la red cúbica centrada en el cuerpo, produciéndose así una distorsión elástica. Es un
constituyente típico de los aceros templados, se admite que está formada por una solución sólida
sobresaturada de carbono o hierro alfa se obtiene enfriando rápidamente los aceros tienen una
resistencia de 170 a 250 kg/mm2 una dureza de 50 a 60 Rockewell, alargamiento 2.5 a 0.5 % , es
magnético. Martensita fue dado por Osmond en honor de Martens.
MEDIO DE TEMPLE
A la vista del mecanismo de disipación de calor, el medio de temple ideal sería aquel que fuera capaz
de comunicar inicialmente al acero una velocidad de enfriamiento superior a la crítica de tal forma
que no haya posibilidad que se realice transformación en la zona correspondiente a la nariz perlítica
del diagrama T-I, y después en la zona de temperaturas inferiores, una velocidad de enfriamiento
pequeño para que no aparezcan deformaciones. Desgraciadamente no existe medio alguno que
presente estas propiedades ideales.
Así, en el agua y en las soluciones acuosas de sales inorgánicas se logran las etapas 1 y 2 velocidades
iniciales de enfriamiento elevadas, pero lamentablemente estas se mantienen durante el
enfriamiento a bajas temperaturas con el consiguiente peligro que aparezcan grietas y
deformaciones. En los aceites de temples normales, la etapa 1 o de enfriamiento por capa de vapor
es más larga, mientras que la 2 es más corta, siendo la velocidad de enfriamiento menor.
•Agua corriente
•Sales liquidas o fundidas
•Soluciones acuosas de aceite sulfonado
•Aceite
•Aire
Hay muchos puntos involucrados en la elección de una correcta atmósfera para tratamiento térmico
y estos son:
1)La Temperatura: La temperatura del horno es una importante variable del proceso ya que si ésta
no es lo suficientemente alta para descomponer algunos compuestos de la mezcla gaseosa
empleada no habría disponibilidad de CO y H2 en la atmósfera y por ende no cumpliría su labor
dicha atmósfera.
2)El Tiempo: El tiempo tiene un efecto sobre la reacción dentro del horno, por ejemplo, el acero
puede tolerar una atmósfera decarburante por poco tiempo antes de perder carbono en la
superficie.
3)La composición del Material: La composición del material es uno de los factores más importantes
para determinar la atmósfera correcta, por ejemplo, para el carbono que contienen los materiales,
el nivel de carbono en la atmósfera probablemente debe igualar el contenido de las piezas, esto es
importante en los procesos en donde se involucre un carburizado o un decarburado.
4)El tipo de Horno: El mismo proceso, con el mismo material, con las mismas condiciones puede
requerir atmósferas diferentes en hornos diferentes. En los hornos continuos hay zonas de alta
temperatura y existen zonas donde pueden reaccionar los gases de la atmósfera. En hornos de lotes
al principio y al final del proceso hay períodos de baja temperatura, es ahí donde puede haber riesgo
de oxidación.
5)Calidad Deseada: La calidad necesaria a la salida de un horno también juega un papel
preponderante en la elección de una atmósfera por ejemplo a veces una ligera decarburación es
aceptable si las piezas van a maquinarse después del tratamiento térmico. Una calidad alta
comúnmente es más costosa, por lo que es importante conocer cuál es la norma de calidad
aceptable y cuanta decarburación u oxidación puede tolerar el proceso.
6)La Pureza: Hay algunas aplicaciones que no requieren alta pureza de los gases, por ejemplo, al
carburar con N2 y Metanol, se puede emplear una pureza de 99.1% en procesos por lotes de
recocido, sinterizado y brazing, por otra parte, se requiere alta pureza en aplicaciones donde el
proceso es continuo.
PROBLEMA CAUSA
Ruptura durante el enfriamiento • Enfriamiento muy drástico
• Retraso en el enfriamiento
• Aceite contaminado
• Mala selección del Acero
• Diseño inadecuado
Baja dureza después del temple • Temperatura de temple muy baja
• Tiempo muy corto de mantenimiento
• Temperatura muy alta o tiempos muy
largos
• Decarburación del Acero
• Baja velocidad de enfriamiento
• Mala selección del acero
(Templabilidad)
REVENIDO
Los aceros, después del proceso de temple, suelen quedar frágiles para la mayoría de los usos al que
van a ser destinados. Además, la formación de martensita da lugar a considerables tensiones en el
acero. Por lo cual, las piezas, después del temple son sometidas casi siempre a un revenido, que es
un proceso que consiste en calentar el acero a una temperatura inferior a la temperatura crítica
Ac1. el objetivo del revenido es, eliminar las tensiones internas del material y aumentar la tenacidad
y ductilidad del acero, aun cuando este aumento de ductilidad se logre normalmente a costa de una
disminución de la dureza y de la resistencia.
En general, se puede decir que, dentro del amplio intervalo de temperaturas de revenido, a medida
que aumenta la temperatura disminuye la dureza y aumenta la tenacidad. Sin embargo, lo último
es verdad cuando la tenacidad se determina en función de la estricción de una probeta de tracción,
porque cuando se mide en función de la resiliencia, no ocurre lo mismo. En la mayor parte de los
aceros cuando la temperatura de revenido está comprendida entre 204º y 426ºC, la resiliencia,
aunque simultáneamente disminuyen también la dureza y la resistencia.
La temperatura de revenido varía con el tipo de acero y el empleo y tipo de solicitaciones que haya
de soportar la pieza. De una manera general cabe indicar los intervalos siguientes:
La duración del revenido es de gran importancia para que las transformaciones deseadas puedan
producirse con seguridad. Generalmente es de 1 a 3 hrs. Los instrumentos de medida, calibres,
patrones, galgas, etc, se revienen durante mucho más tiempo, pudiendo alcanzar las duraciones
necesarias, en muchos casos, hasta 24hrs.
-Homogéneos: la pieza en su totalidad está a una temperatura uniforme, se realiza después del
temple, con baños de aceite, sales, hornos de circulación de aire y de recocido, cuando las
temperaturas son altas. Estas se usan en piezas de construcción, de fabricación en serie y
herramientas.
El revenido por inducción consiste en conseguir los mismos efectos metalúrgicos que el revenido en
un horno convencional, pero con temperaturas más altas y tiempos más cortos. Las temperaturas
de revenido normalmente utilizadas en inducción son del orden de 200 a 400ºC. Los tiempos de
calentamiento en el revenido por inducción están muy relacionados con la geometría de la pieza, es
muy importante que toda la zona a revenir se encuentre a la misma temperatura, en consecuencia,
en piezas de geometría simple, los tiempos de revenido suelen ser inferiores a los de piezas más
complicadas. Al final del calentamiento por inducción, la pieza suele enfriarse al aire hasta una
temperatura aprox. de 100ºC, por debajo de esta temperatura el proceso de revenido esta
completado, luego el enfriamiento suele acelerarse mediante ducha o inmersión en un líquido.
Modifica las propiedades mecánicas: el acero que ha sido templado es muy resistente, pero tiene
poca ductilidad y tenacidad, pero si se vuelve a calentar a temperaturas comprendidas entre la
temperatura ambiente y 700ºC, y luego se enfría al aire, la dureza y la resistencia a la tracción
disminuyen a medida que se eleva la temperatura del revenido y al mismo tiempo aumenta la
ductilidad y la tenacidad. La resiliencia o resistencia al choque, aumenta notablemente cuando el
revenido se hace a temperaturas mayores que 450ºC. Modifica las propiedades físicas: loa aceros
por efecto de las transformaciones que experimentan en el revenido, en general se contraen, pero
también se dilatan. Modifica las propiedades químicas: Estas modificaciones se deben a cambios de
microestructuras que se descomponen de la martensita que se obtiene en el temple y que se
transforma en otros constituyentes más estables.
DOBLE REVENIDO
Con el doble revenido se aumenta el rendimiento de las herramientas fabricadas con aceros rápidos
y aceros de alto contenido en cromo, con esto se logra disminuir las tensiones internas antes de
poner las herramientas en servicio, el acero se calienta a 550ºc aprox. Con esto la martensita queda
revenida. La microestructura es uniforme y está constituida por martensita revenida y en los aceros
rápidos en la microestructura se presentan carburos complejos sin disolver.
RECOCIDO
Todo metal que haya sido previamente trabajado en frío, sean por medio de los mecanismos de
deformación plástica por deslizamiento y por maclaje logra alterar las propiedades mecánicas de
este metal. El resultado del trabajo en frío es deformar los granos dentro del metal adicionando
imperfecciones a los cristales que servirán de anclaje evitando el movimiento interplanar con el
consiguiente aumento de las propiedades de Dureza, la resistencia a la Tensión y la resistencia
eléctrica; y, por el contrario, disminuyo la ductilidad.
Se puede entender el recocido como el calentamiento del acero por encima de las temperaturas de
transformación a la fase austenítica seguida de un enfriamiento lento. El resultado de este lento
enfriamiento es el de obtener un equilibrio estructural y de fase en los granos del metal.
Dependiendo del porcentaje de carbono; luego del recocido se pueden obtener diversas estructuras
tales como Ferrita+Cementita en los aceros Hipoeutectoides; Perlita en los aceros Eutectoide; y
Perlita+Cementita en los aceros Hipereutectoides. El fin último del recocido del acero tiene baja
dureza y resistencia. El recocido total es el proceso mediante el cual la estructura distorsionada en
frío retorna a una red cuyo estado se halla libre de tensiones por medio de la aplicación de calor.
Este proceso se efectúa totalmente en estado sólido y puede dividirse en las tres etapas siguientes:
Recuperación, Recristalización y Crecimiento del Grano.
RECUPERACIÓN
La deformación plástica que ha sufrido un metal provoco la operación de esfuerzos internos que
distorsiona la red cristalina incrementando la dureza y disminuyendo la ductilidad del metal. Si
llevamos la muestra de metal a una temperatura superior a la ambiental, pero por debajo de la
temperatura de austenización; las propiedades mecánicas de este no variaran en gran medida lo
que es cónsono con la mínima variación de la microestructura del metal. Siendo el único efecto
apreciable el del alivio de los esfuerzos internos productos de la deformación plástica. Cuando
calentamos el metal las dislocaciones se mueven y reagrupan mientras que los esfuerzos residuales
se reducen. Durante esta etapa aumenta relativamente la conductividad eléctrica del metal tratado.
RECRISTALIZACION
Si el calentamiento continuo, el grano original donde están presente las dislocaciones dará lugar a
granos de menor tamaño que estarán libres de imperfecciones y de esfuerzos residuales. Este nuevo
grano no presenta la forma alargada de los granos originales, sino que son más uniformes en sus
dimensiones.
Esta parte del proceso tiene como fin último el refinar el tamaño del grano, eliminando las tensiones
internas y disminuyendo la heterogeneidad estructural, el recocido contribuye a mejorar las
propiedades de plasticidad y viscosidad en comparación con las obtenidas después de fundido
forjado o laminado.
El proceso de Recristalización requiere elevar la temperatura por debajo del cual no se dará el
proceso de recristalización, mas esta temperatura no es un valor definido sino una temperatura
aproximada que recibe el nombre de Temperatura de Recristalización definida como “La
temperatura aproximada a la que un material altamente trabajado en frío se recristaliza por
completo en una hora".
4.El tiempo en el cual el metal deformado plásticamente es calentado para obtener la temperatura
de Recristalización. 5. La presencia de elementos disueltos en el metal.
Obsérvese que, a mayor cantidad de deformación previa, menor será la temperatura necesaria para
iniciar el proceso de la Recristalización debido a la mayor distorsión y a la mayor cantidad de energía
interna disponible.
Si la deformación en frío ocurre a una temperatura menor en una muestra que en otra, mayor será
el grado de deformaciones introducidas disminuyendo efectivamente la temperatura de
Recristalización para cierto tiempo de recocido que en la otra muestra.
El Cinc, Estaño, Cadmio y plomo tiene una temperatura de recristalización inferior a la del ambiente,
lo cual significa que dichos metales no pueden ser trabajados en frío a temperatura ambiente, ya
que se recristalizan espontáneamente reconstruyendo una estructura reticular de tensión
CRECIMIENTO DE GRANO
El crecimiento del grano ocurre debido al proceso de coagulación y reorientación de los granos
adjuntos y esto es función del tiempo y la temperatura. Conforme la temperatura aumenta, la
rigidez de la red disminuye produciendo un incremento en la rapidez de crecimiento del grano.
Los granos grandes tienen menor energía libre que los de tamaño menor. Esto está asociado con la
menor cantidad de área de frontera de grano y está relacionada con la fuerza que impulsa el
crecimiento del grano. Dicho lo anterior; el tamaño final del grano estará determinado por los
parámetros de la energía libre del grano y el grado de rigidez de la red cristalina. Por tanto, la
nucleación y el posterior crecimiento del grano comprendidos en el proceso de recocido serán los
factores a controlar para la obtención de propiedades ultimas acorde con las necesidades. Si se
favorece una nucleación rápida y un crecimiento lento se obtendrá como resultado un material de
grano fino con el incremento en la tenacidad o resistencia al impacto con el aumento en la dureza;
en cambio, si la nucleación es lenta y el crecimiento del grano es rápido en tamaño del grano será
grueso con el resultado de que el metal disminuye su tenacidad y su maquinabilidad y en cambio
aumenta su ductilidad.
RECOCIDO TOTAL
El recocido Total es el proceso consistente en calentar el acero a cierta temperatura y luego enfriar
lentamente a lo largo del intervalo de transformación, preferentemente en el horno o en cualquier
material que sea buen aislante al calor. El propósito del recocido es el de refinar el tamaño del grano,
proporcionar suavidad, mejorar las propiedades eléctricas y magnéticas y mejorar el maquinado.
Dentro del Recocido Total, el acero es calentado aproximadamente a 100 °F por encima de la
temperatura crítica manteniendo el metal por un prolongado período de tiempo. Luego, la muestra
es enfriada a temperatura ambiente en un enfriamiento muy lento. El calentamiento desde la
temperatura ambiente hasta antes de llegar a la temperatura critica no ocurrirá cambios en el
tamaño de los granos; pero al cruzarse la línea crítica hasta por encima de 50 °F provocara que las
áreas de perlita se transformen en pequeños granos de austenita por medio de la reacción
eutectoide, más los granos de ferrita iniciales permanecerán invariables.
Llevando luego este metal por medio de un enfriamiento apropiado se observara que la
microestructura se encuentra presente pequeños granos de Ferrita Proeutectoide y pequeñas áreas
de Perlita Laminar Gruesa; hablando siempre de los aceros hipoeutectoides. Para los aceros
hipereutectoides la microestructura durante el proceso se describe como gruesos granos
austenisticos durante el calentamiento que dará lugar a la formación final de grandes áreas de
formación Perlítica gruesas de tipo Laminar. Pero los espacios entre los límites de granos estarán
ocupados por una red de Cementita Proeutectoide.
La presencia de esta red de Cementita debilita al acero ya que esta red es un plano de fragilidad por
tanto el Recocido Total en los aceros hipereutectoide no puede tomarse como el tratamiento final
para este tipo de acero; para mejorar la maquinabilidad de este tipo de acero se debe realizar el
siguiente Tratamiento Térmico: La Esferoidización.
ESFEROIDIZACION
Cuando un acero hipereutectoide es tratado por medio del Recocido Total, el porcentaje de Carbono
que posee favorece la formación de una red Cementítica entre los límites de granos debido a la
segregación que producirá en el acero una maquinabilidad deficiente y un aumento de la dureza.
El Recocido de Esferoidización tendrá por finalidad mejorar la maquinabilidad del acero y la forma
en que lo hace es destruyendo la red de cementita en pequeños fragmentos; este proceso
favorecerá la formación de Carburo Esferoidal o globular en una matriz Ferrítica. La forma esferoidal
adquirida se debe a que es la forma geométrica que menor energía libre posee en relación a su
entorno.
Existen tres métodos utilizados para la Esferoidización de los aceros hipereutectoides dentro de la
industria metalúrgica que son los siguientes:
•Mantener durante un tiempo prolongado a una temperatura justamente por debajo de la línea
crítica inferior.
•Calentar y enfriar alternadamente entre las temperaturas que están justamente por encima o por
debajo de la línea crítica inferior.
•Calentar a una temperatura o por encima de la línea enfriar muy lentamente en horno o mantener
a una temperatura justo por debajo de la línea crítica inferior.
Por el contrario, si se eleva mucho la temperatura por encima de la temperatura critica inferior no
solo se despedazará la red cementítica sino también la estructura Perlítica obtenida por el Recocido
Total realizado anteriormente.
Este tratamiento Térmico puede considerarse con el tratamiento final para los aceros
hipereutectoides si es deseada una estructura con mínima dureza, máxima ductilidad o una mayor
maquinabilidad.
RECOCIDO DE PROCESO.
Otra ventaja obtenida es una estructura más homogénea, puesto que, con la exposición al calor, se
equilibra toda la sección y la transformación en todo el volumen del acero transcurrirá con igual
grado de sobre enfriamiento.
Este Recocido se diferencia del Recocido Total ya que el acero es calentado hasta una temperatura
más baja (un poco más alta que la línea de temperatura eutectoide). Para los aceros hipoeutectoides
el recocido incompleto, como también se llama este proceso, se utiliza para la eliminación de los
esfuerzos internos y mejorar la facilidad de elaboración por corte.
Este proceso solo produce la recristalización parcial del acero a cuenta de la transformación Perlita
Austenita. La Ferrita en exceso solo parcialmente pasa a la solución sólida y no se somete totalmente
a la recristalización. Este proceso facilita el tratamiento mecánico en caliente de aquellos aceros
hipoeutectoides que no formaron un grano basto dentro de la estructura.
TEMPERATURA DE RECOCIDO:
Para muchos fines se especifica que el acero sea enfriado en el horno desde la temperatura e
recocido. En la siguiente tabla se dan las temperaturas y la dureza brinell asociadas, en aceros al
carbono durante un recosido sencillo, mientras que en la tabla 2 indica las temperaturas y las
durezas para aceros aleados.
Las estructuras óptimas para maquinar aceros de diferentes contenidos de carbono son los
siguientes.
Con el tratamiento térmico se alivian además todas las tensiones generadas en el material al
curvarlo. El tratamiento térmico logra recuperar en la soldadura estructuras y características
mecánicas sin afectar en gran medida las propiedades del material base.
El normalizado es algo similar al recocido, pero se efectúa con diferentes propósitos. A menudo, los
aceros al carbono medio se normalizan para darles mejores cualidades para el maquinado. El acero
al carbono medio (0.3 a 0.6%) puede ser "gomoso" cuando se maquina después de un recocido total,
pero puede ser suficientemente blando para el maquinado por medio del normalizado. La
microestructura más fina, aunque más dura también producida por el normalizado le da a la pieza
un mejor acabado superficial. La pieza se calienta a 100 °F (56 °C) por encima de la línea crítica
superior y se enfría en aire tranquilo. Cuando el contenido de carbono está por encima o por debajo
del 0.8%, se requieren temperaturas más altas.
Las piezas forjadas y las piezas coladas que tienen estructuras granulares grandes e irregulares se
corrigen utilizando un tratamiento térmico de normalizado. Los esfuerzos se eliminan, pero el metal
no es tan blando como lo sería con el recocido total.
La microestructura resultante es una de perlita más ferrita de grano fino uniforme, incluyendo otras
microestructuras, según el contenido de carbono y la aleación de que se trate.
Empleo del normalizado: Los objetivos ce un normalizado pueden ser:
•Refinar el grano y homogeneizar la micro estructura para mejorar la respuesta del acero en una
operación de endurecimiento por temple.
El normalizado puede aplicarse en aceros al carbono o aleados, ya sean de colada aquellos en los
cuales la estructura de colada ha sido destruida por laminación o forja rotatoria. Aunque el
procedimiento se aplica para mejorar las propiedades mecánicas, el normalizado de aceros
hipereutectoide puede inducir la formación de cementita a los límites de granos, causando un
deterioro en las propiedades mecánicas.
La tabla presenta las temperaturas de normalización para algunos grados comunes de acero al
carbono. Estos valores se pueden interpolar para obtener las temperaturas de normalización para
los valores intermedios de contenido de carbono.
Los aceros que contienen menos de 0.20%C no se tratan por normalización, sin embargo, los aceros
de medio y alto carbono son, a menudo, revenidos luego de la normalización para obtener
propiedades específicas, tales como baja dureza, o para ser sometidos a un estiramiento, laminación
o maquinado. Que el revenido sea deseable o no depende primordialmente del contenido de
carbono y del tamaño de la sección.
Cuando las piezas forjadas se normalizan antes de la cementación o del temple y revenido, se usan
los valores superiores del intervalo de temperaturas anotadas. Sin embargo, cuando el normalizado
es el tratamiento térmico final se usan las temperaturas más bajas.Las piezas forjadas, con un
contenido de carbono del 0.25% o menos, casi nunca son normalizadas ya que solo un severo temple
a partir de la temperatura de austenitizacion tendría un efecto significativo sobre su estructura y
dureza.
NORMALIZACIÓN DE BARRAS:
Cuando los productos se terminan en frio, en una secuencia de reducciones en frio con recocidos
subcriticos altos entre pasos, se produce algo de esferoidizacion. En tales casos el producto es a
veces normalizado. La normalización elimina la esferoidizacion y restaura la estructura perlitica
benéfica para la maquinabilidad en aceros de bajo y medio carbono y en aceros aleados.
Cuando se realiza el normalizado de piezas elaboradas por fundición es necesario tomar algunas
precauciones. Los hornos se cargan de tal manera que todas las piezas reciban un calentamiento
adecuado y uniforme. Como a la temperatura de austenitizacion la resistencia mecánica de los
aceros es menor que a la de temperatura ambiente, las secciones heterogéneas pueden
distorsionarse si no se les proporciona un soporte conveniente. La temperatura del horno debe de
ser tal que el choque térmico no produzca fisuras en el material, para los aceros de alta aleación, un
intervalo de temperaturas de carga seguro es de 330 a 440 ªC para los grados de menor contenido
de aleantesla temperatura de carga puede ser de 660 ªC.
Luego que se ha cargado el horno, la temperatura se debe elevar a una velocidad de alrededor de
200ªC/horas hasta alcanzar la temperatura de normalización. Según la composición de acero y la
configuración de las piezas coladas, pueden ser necesario disminuir la velocidad de calentamiento
a 50ªC / hora para evitar fisuras. Unas ves alcanzadas la temperatura de normalización, las piezas
coladas se mantienen a esta temperatura un tiempo que asegure la austenitizacion completa y la
solubilizacion de los carburos. Luego, las piezas se descargan y se dejan enfriar en aire quieto.
Las hojas de acero laminadas en caliente, de alrededor de 0.10%C, se pueden normalizar para refinar
el tamaño de grano minimizar las propiedades direccionales y desarrollar propiedades mecánicas
convenientes.
PASIVACION
La pasivasión es la formación de capas superficiales sobre, el cual queda protegido de los agentes
químicos agresivos, por lo general, esta capa son óxidos del metal que se está protegiendo.
Para la creación de estas capas es necesario que exista la humedad, si no está presente, el metal
sufrirá una corrosión severa en lugar de una pasivacion.
Existe peligro de que estas capas pasivas se rompan, ya sea mecánicamente o por la acción de
agentes químicos agresivos, en este caso el ion cloruro, que rompe la capa pasiva creando en la
superficie una serie de orificios rompiendo localmente la pasividad y generando una corrosión por
picaduras.
El picado se presenta por encima de un cierto potencial que se conoce como potencial de ruptura
(Er) o potencial de picado y el valor del potencial donde inician las picaduras en el electrodo pasivo
y es siempre más positivo que el potencial de corrosión.
PASIVACIÓN EN METALES
•Pasivado nítrico: actualmente el uso del ácido nítrico como agente oxidante es aún el más popular
PASIVADO:
El pasivado se suele producir de modo espontáneo en las superficies de acero inoxidable, pero a
veces puede ser necesario favorecer el proceso con tratamientos de ácido oxidante. A diferencia
con el de capado, durante el pasiva do mediante ácido no se elimina metal alguno de la superficie.
En cambio, la calidad y el espesor de la capa pasiva crecen rápidamente en el proceso de pasiva do
mediante ácido. Pueden darse circunstanciasen que los procesos de decapado y pasiva do se
produzcan sucesivamente (en lugar de simultáneamente), durante tratamientos que empleen ácido
nítrico, si bien el ácido nítrico por sí mismo sólo podrá pasiva las superficies de acero inoxidable. No
es un ácido efectivo para decapar aceros inoxidables.
SATURACIÓN
Consiste en llenar el recipiente a tratar con los ácidos requeridos, bajo condiciones específicas de
acuerdo a las condiciones en que el recipiente o equipo trabajará y dejarlo cargado durante el
tiempo que sea necesario.
IMPREGNACIÓN
Ha dado muy buenos resultados ya que no se requiere una gran cantidad de productos químicos, ya
que la preparación se realiza a través de una pasta a base de silicatos, este compuesto da los mismos
resultados del método de saturación pero el costo se ve muy reducido y ecológicamente es más
eficiente toda vez que se requiere de muy poco agua para la degradación del producto en pasta,
aunque si se requiere que el personal que lo aplique se encuentre preparado en cuanto al manejo
seguro del producto, la técnica de aplicación, el equipo de protección que debe usar y el trabajo en
áreas confinadas ya que deben introducirse en el interior de los recipientes.
DINÁMICO
La resistencia a la corrosión del acero inoxidable se debe a una película «pasiva» de un óxido
complejo rico en cromo, que se forma espontáneamente en la superficie del acero. Éste es el estado
normal de las superficies de acero inoxidable y se conoce como «estado pasivo» o «condición
pasiva».
Los aceros inoxidables se auto pasearán espontáneamente cuando una superficie limpia se exponga
a un entorno que pueda proveer de suficiente oxígeno para formar la capa superficial de óxido rico
en cromo.
Esto ocurre automática e instantáneamente, siempre que haya suficiente oxígeno disponible en la
superficie del acero. No obstante, la capa pasiva aumenta de grosor durante algún tiempo después
de su formación inicial. Ciertas condiciones naturales, como el contacto con el aire o con agua
aireada, crearán y mantendrán la condición pasiva de la superficie frente a la corrosión.
De este modo los aceros inoxidables pueden mantener su resistencia a la corrosión, incluso si se
hubiesen producido daños mecánicos (p.ej., rasguños o mecanización), y contar así con un sistema
propio autor reparador de protección a la corrosión.
Los aceros inoxidables no pueden ser considerados como resistentes a la corrosión en todas las
condiciones de trabajo. Dependiendo del tipo (composición) de acero, habrá ciertas condiciones en
las que se pierda el «estado pasivo» y no pueda recomponerse. En ese caso la superficie se convierte
en «activa», y se produce la corrosión. Pueden darse condiciones activasen zonas pequeñas privadas
de oxígeno de los aceros inoxidables, tal como en uniones mecánicas, esquinas compactas o en
soldaduras incompletas o mal acabadas. El resultado puede ser formas «localizadas» de grietas o
picaduras.
El acero inoxidable tiene una propiedad única: se autorrepara. Debido a los elementos de aleación
del acero inoxidable, se forma una fina «capa pasiva» transparente sobre la superficie. Incluso si la
superficie de acero inoxidable fuese rayada o dañada de algún otro modo, esta capa pasiva, de sólo
unos átomos de espesor, se recompone instantáneamente por acción del oxígeno del aire o del
agua. Esto explica por qué el acero inoxidable no requiere ningún recubrimiento u otra protección
a la corrosión para mantenerse limpio y brillante incluso tras decenios de uso.
TRATAMIENTOS DE PASIVADO:
La capa pasiva sobre los aceros inoxidables no es el simple óxido o «cascarilla», que se formaría
calentando el acero. Durante el calentamiento la capa pasiva natural transparente aumenta de
grosor formando manchas de
«termocoloración» y finalmente una cascarilla gris de óxido. La consecuencia de estas capas visibles
de óxido es normalmente una reducción de la resistencia a la corrosión a temperatura ambiente.
Los componentes de acero inoxidable, como los elementos de hornos, diseñados para
funcionamiento a altas temperaturas hacen uso de estos recubrimientos de cascarilla de óxido más
gruesos, y resistentes, para la protección frente a la oxidación a altas temperaturas.
El pasivado por ácido debería ser considerado como una excepción, en lugar de como la norma para
componentes y elementos de acero inoxidable. El acero recibido de acerías y mayoristas
reconocidos será completamente pasivo. Sin embargo, puede ser necesario el tratamiento en piezas
mecanizadas de formas complejas. En estos casos particulares el aporte de oxígeno a todas estas
superficies recién formadas podría ser limitado, implicando que el proceso natural de pasiva do
tarde más tiempo en realizarse, en relación con superficies al descubierto.
Existe el riesgo de que, si piezas como éstas fuesen puestas en servicio en un entorno, normalmente
considerado como apropiado para el tipo de acero particular empleado, pudieran no ser
completamente pasivas y sufrir corrosión de forma impredecible. Los tratamientos de pasiva do
realizados en estas circunstancias eliminan este riesgo de corrosión innecesario.
Es importante que las superficies de acero estén libres de cualquier cascarilla de óxido
(descascarilladas), tengan sus capas exteriores de metal protegidas por cromo de la formación de
óxido o de las que se hayan eliminado las manchas de termocoloración mediante decapado, y estén
limpias (sin contaminación orgánica, lubricantes de máquinas, aceites y grasa), antes de realizar los
tratamientos de pasiva do por ácido. Si no fuese así, estos tratamientos de pasiva do no tendrán
plena efectividad.
Existen casos en que la capa pasivante se forma en contacto con el agente externo, por ejemplo, el
aluminio.
En contacto con el ambiente, la superficie se oxida espontáneamente para formar una capa
transparente e impermeable de alúmina Al2O3 tipo cerámica, adherente y muy congruente. Por
ello, aunque el aluminio es termodinámicamente muy reactivo, la capa pasivante le brinda una
efectiva protección contra de la corrosión en condiciones ordinarias.
No siempre la formación de una película pasivante se limita a la oxidación de un metal base. Existen
casos en que la película pasivante se forma por reducción. Esto puede ser producto de la reducción
electroquímica de algún óxido o sulfuro.
Alodine 1500:
Recubrimiento químico protector sobre el aluminio con una coloración que va del dorado al pardo
oscuro. La capa formada aumenta la resistencia a la corrosión y proporciona una mejor adherecncia
de la pintura.
Alodine 4830/4831
Producto líquido que se utiliza para la creación de capas de conversión exentas de cromo e incoloras
sobre el aluminio y sus aleaciones. Proporciona resistencia a la corrosión y una buena adherencia a
los posteriores tratamientos de pintura.
Iridite NCP
Proceso de pasivado sin cromo que ha sido desarrollado en respuesta a las directivas ELV, R. Hs y
WEEE. No contiene plomo, cadmio, cromo III-VI, mercurio o compuestos PBB/PBDE. El iridite NCP
respeta el medio ambiente produciendo una capa de conversión protectora sobre el aluminio y sus
aleaciones. Proporciona resistencia a la corrosión que rivaliza con el cromatizado, probado
mediante norma ASTM B-117.
TRATAMIENTOS ISOTÉRMICOS
Los tratamientos que se han señalado anteriormente son los clásicos empleados, pero cabe señalar
también que se presentan algunos inconvenientes, y para superarlos existen otros métodos que se
han agrupado bajo la denominación de isotérmicos porque las transformaciones deseadas en las
estructuras de los aceros se realizan en baños a temperatura constante y no con enfriamiento
continuo como en los casos anteriores. Estos tratamientos se realizan mediante baños de sales o de
plomo calentados a temperaturas adecuadas en los cuales se sumergen las piezas, previamente
calentadas en horno por encima de la temperatura crítica superior, manteniéndolas allí un tiempo
determinado, procediéndose luego a enfriar al aire.
La temperatura elegida para estos baños es clave para determinar si se logrará un recocido o un
temple:
Ventajas: El recocido isotérmico tiene la ventaja sobre el clásico de que permite ganar mucho
tiempo, ya que el enfriamiento lento se suspende mucho antes. El temple evita las grietas que se
producen en el temple clásico por el enfriamiento brusco. La aplicación más común es en la
fabricación de alambres y se realiza con un baño de plomo a 600ºC.
TRATAMIENTOS TÉRMICOS SUPERFICIALES
Hay algunos casos de piezas que deben poder soportar un gran desgaste superficial, además de
absorber otros esfuerzos de flexión. Torsión, etcétera, como en el caso de ejes largos y cigüeñales.
Si fueran totalmente endurecidos aguantarían el desgaste, pero no soportarían la flexión o la torsión
y se romperían; en estos casos se hace un endurecimiento superficial manteniendo el núcleo blando,
y para ello hay varios procedimientos:
tratamiento superficial con calentamiento inductivo por corriente eléctrica de alta frecuencia. Al
circular una corriente de alta frecuencia por la bobina (refrigerada interiormente con agua), que
rodea a la pieza, se induce en la superficie de la misma una corriente que produce un intenso
calentamiento por efecto Joule, llegándose a temperaturas por encima de la crítica necesaria; luego
se enfría bruscamente y sólo se templa la parte calentada, o sea la superficie. En caso de ejes muy
largos se aplica el procedimiento de temple progresivo; la pieza se desplaza pasando dentro de la
bobina y enfriándose inmediatamente con un chorro de agua.
TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS
Los tratamientos termoquímicos son tratamientos térmicos en los que, además de los cambios en
la estructura del acero, también se producen cambios en la composición química de la capa
superficial, añadiendo diferentes productos químicos hasta una profundidad determinada. Estos
tratamientos requieren el uso de calentamiento y enfriamiento controlados en atmósferas
especiales. Entre los objetivos más comunes de estos tratamientos están aumentar la dureza
superficial de las piezas dejando el núcleo más blando y tenaz, disminuir el rozamiento aumentando
el poder lubrificante, aumentar la resistencia al desgaste, aumentar la resistencia a fatiga o
aumentar la resistencia a la corrosión. Resumiremos la definición de los tipos tratamientos
termoquímicos:
Cementación (C). Aumenta la dureza superficial de una pieza de acero dulce, aumentando la
concentración de carbono en la superficie. Se consigue teniendo en cuenta el medio o atmósfera
que envuelve el metal durante el calentamiento y enfriamiento. El tratamiento logra aumentar el
contenido de carbono de la zona periférica, obteniéndose después, por medio de temples y
revenidos, una gran dureza superficial, resistencia al desgaste y buena tenacidad en el núcleo.
Nitruración (N). Al igual que la cementación, aumenta la dureza superficial, aunque lo hace en
mayor medida, incorporando nitrógeno en la composición de la superficie de la pieza. Se logra
calentando el acero a temperaturas comprendidas entre 400 ºC y 525 °C aproximadamente, dentro
de una corriente de gas amoníaco, más nitrógeno.
Cianuración (C+N). Endurecimiento superficial de pequeñas piezas de acero. Se utilizan baños con
cianuro, carbonato y cianato sódico. Se aplican entre 750 ºC y 950 °C aproximadamente.
Carbonitruración (C+N). Al igual que la cianuración, introduce carbono y nitrógeno en una capa
superficial, pero con hidrocarburos como metano, etano o propano, amoníaco (NH3) y monóxido
de carbono (CO). En el proceso se requieren temperaturas de 650 a 850 °C aproximadamente, y es
necesario realizar un temple y un revenido posterior.
Sulfinización (S+N+C). Aumenta la resistencia al desgaste por acción del azufre. El azufre se
incorpora al metal por calentamiento, a la temperatura de 565 °C aproximadamente, en un baño de
sales.
CEMENTACIÓN
El objetivo de la cementación es que en el templado del acero proporciona dureza a la pieza, pero
también fragilidad. Por el contrario, si no se templa el material no tendrá la dureza suficiente y se
desgastará. Para conservar las mejores cualidades de los dos casos se utiliza la cementación, que
endurece la superficie de la pieza sin modificación del núcleo, dando lugar así a una pieza formada
por dos materiales, la del núcleo de acero con bajo índice de carbono, tenaz y resistente a la fatiga,
y la parte de la superficie, de acero con mayor concentración de carbono, más dura, resistente al
desgaste y a las deformaciones, siendo todo ello una única pieza compacta. Consiste en recubrir las
partes a cementar de una materia rica en carbono, llamada cementante, y someterla durante varias
horas a altas temperatura de 900 °C.
En estas condiciones es cuando tiene mayor capacidad de disolución el carbono, que irá penetrando
en la superficie que recubre a razón de 0,1 a 0,2 milímetros por hora de tratamiento. Una vez
absorbido por la capa periférica del acero, comienza el proceso de difusión del carbono hacia el
interior de la pieza (el espesor de la capa cementada depende de la temperatura y del tiempo que
dure la operación). La pieza así obtenida se le da el tratamiento térmico 3 correspondiente, de
temple y revenido, y cada una de las dos zonas de la pieza, adquirirá las cualidades que
corresponden a su porcentaje de carbono. En ocasiones se dan dos temples, uno homogéneo a toda
la pieza y un segundo temple que endurece la parte exterior. La cementación encuentra aplicación
en todas aquellas piezas que tengan que poseer gran resistencia al choque y tenacidad junto con
una gran resistencia al desgaste, como es el caso de los piñones, levas, ejes, etc. Podemos
diferenciar tres tipos de materiales cementantes:
• Sólidos.
• Líquidos.
• Gaseosos.
Sólidos. Para la cementación en medio sólido, las piezas limpias y libres de óxidos se colocan en la
mezcla de cementación, dentro de cajas de chapas de acero soldadas y selladas. Estas cajas se
cargan luego al horno de cementación, y se mantienen ahí durante varias horas a una temperatura
entre 900 ºC y 950 ºC aproximadamente, hasta obtener la profundidad de la capa de difusión
deseada. Como mezcla de cementación se puede utilizar la de 70 % a 80 % de carbón vegetal
finalmente pulverizado, con un 20 % a 30 % de alguno de los siguientes carbonatos: carbonato de
bario (BaCO3), carbonato de sodio (Na2CO3) o carbonato de potasio (K2CO3) que actúan como
catalizador y que contribuyen al desprendimiento del carbono en estado elemental, necesario para
la cementación. Para el sellaje de la tapa de la caja de cementación puede utilizarse una masilla
hecha con arena de fundición mezclada con silicato de sodio (vidrio soluble).
Los equipos utilizados para la cementación sólida son cajas donde se cementa con mezcla
cementante que rodea a la pieza en un recipiente cerrado, el cual se calienta a la temperatura
adecuada durante el tiempo requerido y luego se enfría con lentitud. Este equipo no se presta para
alta producción, siendo sus principales ventajas su economía, eficiencia y la no necesidad de una
atmósfera preparada. En realidad, el agente cementante son los gases, que ésta pasta rodea al
material que desprende cuando se calienta en el horno
Líquidos. Para la cementación en medio líquido, las piezas se introducen en un baño de sales
fundidas a 950 °C aproximadamente, constituidas por una sal base generalmente cloruro o
carbonato de sodio, con adición de una sal aportadora de carbono, cianuro de sodio o de potasio y
de una sal activante, cloruro de bario, mezclados en porcentajes adecuados, según los resultados
que se deseen obtener. La presencia de nitrógeno en los cianuros provoca también la formación de
productos de reacción (nitruros) de elevada dureza, pero limitados a una finísima capa exterior.
ACEROS DE CEMENTACIÓN
Son apropiados para cementación los aceros de baja contenido de carbono, que conserven la
tenacidad en el núcleo. El cromo acelera la velocidad de penetración del carbono. Los aceros al
cromo níquel tienen buenas cualidades mecánicas y responden muy bien a este proceso. Una
concentración de níquel por encima del 5 %, retarda el proceso de cementación.
Según sean los requisitos de dureza y resistencia mecánica existen varios tipos de aceros adecuados
para recibir el tratamiento de cementación y posterior tratamiento térmico. Algunos ejemplos de
aceros aptos para la cementación son:
Aceros para cementación al carbono. La cementación ser realiza entre 900 ºC y 950 ºC, el primer
temple se realiza entre 875 ºC y 925 ºC en agua o aceite, el segundo temple se realiza entre 925 ºC
y 775 ºC en agua, y el revenido a una temperatura máxima de 200 ºC. Se utiliza para piezas poco
cargadas y de espesor reducido, de poca responsabilidad y escasa tenacidad en el núcleo.
NITRURACIÓN
La penetración de este tratamiento es muy lenta, del orden de un milímetro de espesor por cada
100 horas de duración, aunque después de esto, la pieza no precisará de temple. Este tratamiento
se realiza normalmente en hornos eléctricos a temperaturas aproximadas de 500 ºC, por cuya
cámara circula el gas de amoníaco. Tanto la temperatura como la concentración del gas en
amoníaco, deben mantenerse constante durante todo el proceso. Además, en caso de existir alguna
parte de la pieza que no se desee nitrurar, se introducen dichas partes en una solución de estaño y
plomo al 50 %, que evitará que la atmósfera de nitrógeno les afecte.
La nitruración se aplica principalmente a piezas que son sometidas regularmente a grandes fuerzas
de rozamiento y de carga, tales como pistas de rodamientos, camisas de cilindros, etc. Estas
aplicaciones requieren que las piezas tengan un núcleo con cierta plasticidad, que absorba golpes y
vibraciones, y una superficie de gran dureza que resista la fricción y el desgaste. Las piezas que se
hayan pasado por un proceso de nitruración se pueden usar en trabajos con temperaturas de hasta
500 °C (temperatura de nitruración), temperatura a la cual el nitrógeno comienza a escaparse de la
pieza, eliminando los efectos de la nitruración y disminuyendo la dureza de la pieza.
• Nitruración gaseosa.
• Nitruración líquida.
• Nitruración sólida.
• Nitruración iónica.
Nitruración en baño de sales. La nitruración en baño de sales se realiza a la misma temperatura que
la nitruración gaseosa, entre 500 ºC y 575 ºC. Para ello se introduce la pieza en un baño de sales
fundidas compuesto por cianuros (CN-) y cianatos (CON-) en estado fundido. Durante este
tratamiento, el material absorbe C y N del baño. Dadas las bajas temperaturas a las que se opera, la
carburación es muy pequeña, dando paso a la nitruración. Así, se forma una capa cuya composición
química es de un 25 % de carburos y de un 75 % de nitruros de hierro.
Nitruración sólida. En la nitruración sólida las piezas se colocan cubiertas por una pasta se sustancia
nitrurante que se eleva a una temperatura entre 520 ºC y 570 ºC durante 12 horas.
Nitruración iónica o por plasma. Es un tipo de nitruración gaseosa dirigida a aumentar la velocidad
de difusión del nitrógeno y reducir el tiempo de tratamiento. Se realiza dentro de un reactor donde
se ha hecho vacío antes de introducir los gases de nitruración. Estableciéndose un circuito eléctrico
en el que la pieza a nitrurar es el ánodo, por efecto del calor, el nitrógeno molecular se descompone
e ioniza. Con ello se produce la difusión del nitrógeno por la superficie y la consiguiente formación
de nitruros. Otros gases presentes y que actúan como soporte son el gas carburante, argón, etc.
No todos los aceros son aptos para nitrurar, ya que en ocasiones el procedimiento puede resultar
contraproducente, tales como los aceros al carbono, en los que el nitrógeno penetra demasiado
rápido en la estructura y la capa nitrurada tiende a desprenderse. Resulta conveniente que en la
composición de la aleación haya una cierta cantidad de aluminio 1 %. También es aplicable a los
aceros inoxidables, aceros al cromo níquel y ciertas fundiciones al aluminio o al cromo. Algunos
ejemplos de aceros aptos para la nitruración son:
Acero para nitruración al Cr-Mo-V de alta resistencia. La composición extra de este acero es la
siguiente: 0,32 % C, 3,25% Cr, 0,40% Mo y 0,22%V. Una vez tratado alcanza una resistencia mecánica
de 120 kg/mm2. La capa nitrurada se adhiere muy bien al núcleo sin temor a descascarillamiento.
Se utiliza para construir piezas de gran resistencia y elevada dureza superficial para resistir el
desgaste.
Acero para nitruración al Cr-Mo-V de resistencia media. La composición extra de este acero es
0,25% C, 3,25%Cr, 0,40% Mo y 0,25% V. Tiene características y aplicaciones parecidos al anterior,
solamente que su resistencia mecánica es de 100kg/mm2.
Acero para nitruración al Cr-Al-Mo de alta dureza. La composición extra de este acero es 0,40% C,
1,50% Cr, 0,20% Mo y 1% Al. La capa nitrurada de este acero puede descascarillarse y es de gran
fragilidad. Se utiliza para piezas que soporten una resistencia media y la mayor dureza superficial
posible. Este tratamiento también es aplicable a algunos aceros inoxidables, aceros al cromo-níquel
y ciertas fundiciones al aluminio o al cromo.
CIANURACIÓN
Posteriormente hay que templar las piezas. Se cementa colocando las piezas en baños de mezclas
de sales fundidas (cianuro, HCN), de modo que el carbono difunde desde el baño hacia el interior
del metal. Produce una capa más profunda, más rica en carbono y menos nitrógeno.
Los baños de cianuro se usan generalmente en los procesos de temple de acero para impedir la
descarburación de la superficie. Sus principales ventajas son: la buena eliminación de oxidación, la
profundidad de la superficie es duradera, el contenido de carbono se reparte homogéneamente y
de gran rapidez de penetración. También posee ciertas desventajas como son: el lavado de las piezas
posterior al tratamiento para prevenir la herrumbre, la revisión de la composición del baño ha de
ser de forma periódica y la alta peligrosidad de las sales de cianuro, dado que éstas son venenosas.
A la flama el calentamiento del acero se realiza de forma local, de modo que con el enfriamiento se
produzca un temple localizado en la región afectada. La profundidad de temple con este proceso
varia de 1,5 a 6,5 mm este método se emplea en superficies de piezas grandes por su deformación
que es mínima. Para aceros al carbono el contenido de este debe ser entre 0,35 % a 0,70 %, aunque
también puede templarse a la llama aceros contenido de carbono más alto si se tiene cuidado de
impedir el agrietamiento de la superficie. Para obtener buenos resultados con este proceso se debe
tener cuidado en la característica de la flama, la distancia a la superficie, su velocidad de movimiento
y el tiempo de enfriamiento por inmersión. Es necesario un revenido para liberar el material de los
esfuerzos, siendo suficiente por lo general una temperatura de 200 °C aproximadamente. Sus
principales aplicaciones son: para el temple de dientes de engranes, levas, extremos de rieles,
llantas metálicas de rueda, etc.
Por inducción el calentamiento se realiza por corriente eléctrica, el calentamiento por resistencia
es útil para templar secciones localizadas de algunas piezas forjadas y de fundición, pero en general
su principal aplicación es para calentar partes de sección transversal uniforme. El proceso se usa
para templar superficies de piezas cilíndricas, los muñones de apoyo de los cigüeñales aplicando una
corriente de alta frecuencia a la sección de apoyo durante unos cuantos segundos y cuando se ha
calentado el acero a la profundidad deseada, se rocía agua sobre la superficie calentada a través de
orificios hechos, los bloques del inductor que rodea al apoyo. La amplitud de la zona calentada
puede regularse con toda exactitud que las curvas o filetes puedan quedar perfectamente sin
posibilidad de fallar por fatiga y sin sacrificar la resistencia al desgaste.
CARBONITRURACIÓN
Dicho tratamiento se realiza en las mismas condiciones que la cementación ya sea en baño de sales
de una composición determinada o en atmósfera gaseosa con adición de nitrógeno por medio de la
disociación de amoniaco. Por esta razón la temperatura de la carbonitruración se sitúa entre las
temperaturas de estos dos procesos. La oferta de nitrógeno, que se difundirá en el acero, dependerá
de la composición del baño y también de su temperatura. Por lo contrario, el aumento de nitrógeno
se reduce a medida que aumenta la temperatura. Diremos que el tratamiento de carbonitruración
está subdividido en:
SULFINIZACIÓN
Se utiliza en aceros de bajo carbono donde la viruta no se corta sino que se deforma y es arrastrada
acumulándose frente al ataque. La incorporación superficial del azufre genera sulfuro de hierro
(S2Fe) como inclusión no metálica (impurezas), y se aloja en los bordes de grano lo que fragiliza al
metal, lo cual hace que disminuya el punto de fusión. Después de la sulfinización las dimensiones
de las piezas aumentan ligeramente, aumentando su resistencia al desgaste, favoreciendo la
lubricación y evitando el agarrotamiento.
DUREZA BRINELL
La norma ASTM E 10-78 define la dureza Brinell como un método de ensayo por indentación por el
cual, con el uso de una máquina calibrada, llamada durómetro, se fuerza una bola fabricada de un
acero templado extra duro de un diámetro (D) determinado (función del espesor de la probeta a
ensayar), y bajo unas condiciones específicas, contra la superficie del material que se quiere calcular
su dureza, mediante la aplicación de una fuerza (P) durante un tiempo (t) dado.
Como resultado del ensayo aparecerá una huella que tendrá forma de casquete esférico de
diámetro (d) en la superficie de la probeta ensayada.
El valor que hay que medir en el ensayo es precisamente este diámetro (d) del casquete que se
forma en la superficie del material. La dureza Brinell (HB) viene definida entonces por la siguiente
expresión:
HB = P / S
siendo (S) la superficie de la huella que queda sobre la probeta del material ensayado, que suele
resultar con forma de casquete esférico, como se ha dicho. La fuerza (P) de la expresión anterior se
expresa en kp (kilopondios) y la superficie de la huella (S) en mm2.
DUREZA VICKERS
El ensayo Vickers se recomienda especialmente para determinar la dureza de materiales muy duros,
con valores de dureza superiores a 500 HB. Para materiales con una dureza inferior, se recomienda
emplear el ensayo de dureza Brinell.
En todo caso, el ensayo Vickers se considera una mejora del ensayo de dureza Brinell, en tanto en
cuanto permite ensayar materiales con superficies no planas, con espesores más pequeños, además
de permitir la medida de todo tipo de dureza.
En el ensayo Vickers se emplea como elemento indentador una pirámide regular de diamante, de
base cuadrada, cuyas caras laterales forman un ángulo de 136º. En la penetración del indentador
contra la probeta, éste dejará una impresión cuadrada sobre el material de la probeta, que resulta
más fácil de medir (más precisa) en este tipo de ensayo.
ENSAYO DE DUREZA VICKERS
La carga que se utiliza para presionar el indentador contra la probeta oscila entre 1 y 120 Kp,
empleándose principalmente valores de carga de 1, 2, 3, 5, 10, 20, 30, 50, 100 y 120 Kp. No obstante,
la carga más empleada es de 30 Kp.
Por otro lado, el tiempo de aplicación de la carga durante el ensayo Vickers oscilará entre 10 y 30
segundos, siendo 15 segundos el tiempo más empleado para la duración del ensayo.
Una vez realizado el ensayo, se miden las diagonales de la impresión cuadrada que resulta sobre la
superficie de la probeta ensayada y se calcula el promedio (media aritmética) de las medidas
obtenidas.
El valor numérico de la dureza Vickers (HV) se obtiene dividiendo la carga P (kp) aplicada entre la
superficie de la huella S (mm²) dejada sobre la probeta:
HV = P / S = 1,854·P / d2
siendo,