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ries Deyacida en el seno de una tradicién
de pensamiento Libertario, y here-
deradel talante critico.e independien-
te dedos importantes antecesoras —Plural y
Vuelta—, Letras Libres, dirigida por el his-
toriador y empresario cultural, Enrique
Kraucze, representa hoy dia uno de los espacios
sms importantes ¢ influyentes del pensamien-
toyde a criticaen México, concibiéndose como
impulsora de una agenda de reflexion compro-
‘metida expresamente con lai cia in-
{electual y cultural frente a las constelaciones
de poder e interés que representan el Estado,
1a sociedad politica y el mercado. Nacida tam
bign en Ia recta final de la protongada y tor-
tuosa transicién mexicana a la democracia,
Letras Libres representa a la vez continui-
dades y rupturas con sus ilustres anteceso-
ras, cuyo espiritu y herencia —inseparables
de la presencia y trayectoria de Octavio Paz—,
aspira ro obstante a conquistar en cada en-
trega. En esta conversacién, Garcia Ramirez
expresa su sentir y perspectiva en torno a la
consistencia, peregrinaje, y desafios de este
singular proyecto cultural mexicano.
—Alfredo Echegollen Guzmén. ;Por qué
se decidié darle a la revista el nombre de Le-
tras Libres? Qué significado tiene dicho
nombre a la luz de la “tradicién” representa-
da por sus antecesoras (Plural y Vuelta)?
—Fernando Garcia Ramirez. Hubo varios
intentos de hacer una revista derivada de
Vuelta antes de la aparicién de Letras Li-
bres. El primero que recuerdo ocurrié a
mediados de 1987, en las oficinas que en
ese momento Vuelta ocupaba en San Je-
rénimo. El convocante a esa primera
reunién fue Enrique Krauze; asistimos
Aurelio Asiain, Hernan Lara Zavala,
Christopher Dominguez, Guillermo
Sheridan, yo y Krauze (Adolfo Castanén
y Hugo Hiriart no asistieron aunque fue-
ron invitados). En una tarde soleada, al-
rededor de una gran mesa rectangular,
Enrique Krauze nos comunicé su deseo
de hacer una revista, derivada y depen-
diente de Vuelta, pero mas moderna, con
mayor peso periodistico, mas atenta a lo
actual. Hablamos esa tarde de una revis-
ta quincenal. Mas que vias prdcticas para
-tuvo-OcTuere2002
echar a andar esa idea, lo que flotaba en
la reunién era la agitacién en la vida li-
teraria local que provocaria nuestra re-
unién, Nos despedimos con tareas que
nadie cumplié: el grupo no volvié a re-
unirse.
El segundo intento ocurrié tres aftos
después, En noviembre de 1990,con gran
ito polémico y de puiblico, se habia rea-
lizado el primer “Encuentro Vuelta: La
experiencia de la libertad”. Casi inme-
diatamente después de haber termina-
do las tareas derivadas de ese encuentro,
Octavio Paz y Enrique Krauze hablaron
de la necesidad de hacer un “relevo
generacional” en Vuelta. Se habl6 de ha-
cer una revista que fuera y no fuera Vuel-
a, que lo fuera en espiritu pero no en su
formato nien la variedad de géneros des-
plegados en su interior. En una revista
cultural, tradicionalmente, cabia el en-
sayo, el poema, el cuento, la resefta, oca-
sionalmente la entrevista y el articulo
breve. Enrique Krauze estaba —y estd—
convencido de que junto a esos géneros
tradicionales podian convivir, sin violen-
cia, el reportaje, el ensayo informativo,
Ia fotografia, la crénica, las notas sobre
cine y teatro, una revista més atenta a
sus lectores y con un mas abierto regis-
tro de temas. Esto representaba un
cambio profundo, ya que Vuelta era fun-
damentalmente una revista de autores.
Krauze, discipulo asumido de Octavio
Paz, de su temple critico y de su voca~
cién universal, inspiraba el nuevo espi-
ritu: en 1991 se respiraba en el mundo
unaire de cambio. Octavio Paz. veia con
simpatia la iniciativa de Krauze. Recuer-
do una noche en la que Enrique Krauze
y yolo visitamos en su departamento de
Rio Guadalquivir. Octavio Paz hablo de
la necesidad del relevo y nosotros le ex-
pusimos cusl era el cardcter que tendria
la nueva revista. A Octavio le gustaba la
idea de suprimir Vuelta y crear una nue-
varevista, con otro nombre—tal y como
se lee en la carta de Paz publicada en el
ntimero inicial de Letras Libres. No sé si
fue en esa ocasién que Octavio Paz nos
obsequié el nombre de la futura revista:
doss
E
R
103poss
104
E
R
Letras Libres. Asi, el verano de 1991 lo de-
dicamos febrilmente a la planeacién de
la nueva revista (con el apoyo de Bea-
triz Campos, Jorge Fernandez Menéndez
y Eko, como diseftador). En octubre de
‘ese aio le otorgaron el Premio Nobel a
Octavio Paz, hecho felicisimo que echo
por tierra los planes de la nueva publi-
caci6n. Octavio Paz, en los meses previos
ala adjudicacién del Nobel, se veia a si
mismo de salida del circuito cultural ac-
tivo, por eso su decisién de promover el
relevo generacional. El Nobel le revelé
de pronto queno séto no estaba de salida
sino que estaba en el punto mas alto
de su carrera literaria, Los contactos
—anuevos y renovados— derivados del
Nobel necesitarfan de un eje, un marco
de conversacién, y ese marco debia se-
guir siendo Vuelta, a legendaria revista
de Octavio Paz. Asilo fue hasta su muer-
te, en abril de 1998, Fue en ese momento
que el grupo reunido alrededor de Vuel-
ta, con Enrique Krauze a la cabeza, de-
cidi6 retomar el proyecto intelectual,
critico y universalista de Vuelta, incor-
porando al proyecto,géneros, autores y
en general un’aire nuevo. Nos parecié
que lo correcto era fundar una revista
con otro nombre, ya que lo que distin-
guia a Vuelta era el espiritu de Octavio
Paz que se respiraba en cada una de sus
paginas, celosamente vigiladas. Retoma-
mos el nombre que el mismo Paz nos
habia propuesto: Letras Libres quiere sig-
nificar un espacio donde las letras
‘campeen en libertad, donde los autores
sean libres de expresar sus ideas en la
forma en que ellos deseen, Nos interesa
la literatura libre y la libertad politica,
nos preocupa todo aquello que bloquee
esas posibilidades.
Plural fue una gran revista con un
gran nombre. El ‘68 habia dejado claro
que los espacios se habfan cerrado y el
didlogo abierto estaba muriendo de asfixia
Paz con ese nombre traz6_piblicamerite
un propésito, que cumpli6 cabalmente:
logo, decir lo que no se queria
it, propiciar la diversidad de ideas en
medio de un monélogo sordo que era el
echeverrismo, a pesar de su estridencia,
su voluntarismo y sus promesas de aper-
tura. El nombre de Vuelta, en cambio, es
un nombre ligado totalmentea la biogra-
* fia de Octavio Paz, a su regreso de la In-
dia, Plural fue la revista de un grupo de
escritores muy activo. Vuelta fue, funda-
mentalmente, la revista de Octavio Paz,
en la que colaboraron los autores de Plu-
raly otros autores. Pero Vuelta, en ese sen-
tido, no fue plural. Por eso mismo, por el
peso de Paz en cada una de las paginas
de Vuelta, era imposible continuar una
revista con ese nombre. Letras Libres es,
claro, la revista de Enrique Krauze, aun-
que cada vez mas es la revista de una co-
munidad hispanoamericana de escritores.
Una comunidad pensante y muy creativa,
Si alguna influencia tiene la revista pro-
viene de esas dos caracteristicas, no mas.
{Qué continuidades y rupturas hay entre
Letras Libres y Vuelta?
—Hay una continuidad de fondo y rup-
turaen las formas. Continuidad por su ca-
racter abierto y universalista, por su
talante critico, por ser un sitio de en-
‘cuentro entre la reflexién y las artes.
Ruptura por la inclusién de una ico-
no-grafia diferente, con ilustraciones y fo-
tografias, por un disefio menos sobrio y
més actual, ruptura también por la inclu-
sion de nuevos géneros y distintos
autores: abrimos el espectro de Vuelta, que
en sus tiltimos afios se habia ido
angostando cada vez més. Continuidad
METaPOLNON NMS, 26-25